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CUESTIONES FUNDAMENTALES DE ANTROPOLOGIA CULTURAL.

La convicción de que las naciones europeas poseen una aptitud superior sustenta
nuestras impresiones respecto a la significación de las diferencias de tipo entre la
raza europea y las de otros continentes, o aun de las diferencias entre varios tipos
europeos. Inconscientemente seguimos un razonamiento como éste: puesto que la
aptitud del europeo es la más elevada, su tipo físico y mental es también el
superior, y toda desviación del tipo blanco representa necesariamente un rasgo
inferior.

El tema y la forma de todas las discusiones de esta índole demuestran que en el


espíritu de los investigadores se halla arraigada la idea de que esperamos
encontrar en la raza blanca el tipo superior de hombre. (Franz Boas, 1964, pág. 21)

Para comprender claramente las relaciones entre raza y civilización es preciso


someter a riguroso análisis las dos suposiciones no comprobadas a que me referí.
Debemos indagar hasta qué punto se justifica nuestra suposición de que el éxito se
debe primariamente a una aptitud excepcional y hasta qué punto es justo suponer
que el tipo europeo, o, para llevar la noción a su forma extrema, el tipo europeo
noroccidental, representa la más alta evolución del género humano. Será
conveniente examinar estas creencias populares antes de realizar la tentativa de
esclarecer las relaciones entre cultura y raza y describir la forma y desarrollo de la
cultura. (Franz Boas, 1964, pág. 22)

Los conflictos económicos provocados por la pugna entre los inventos modernos y
las, industrias nativas son mucho más fundamentales que los producidos por el
contacto entre las industrias de los antiguos y las de los pueblos menos
adelantados. (Franz Boas, 1964, pág. 27)

En la Edad Media la civilización de los árabes y de los bereberes arabizados


alcanzó un grado indudablemente superior al de muchas naciones europeas de
aquella época. Ambas civilizaciones habían surgido en gran parte de las mismas
fuentes y deben ser consideradas como ramas de un mismo árbol. Los pueblos
portadores de la civilización arábiga en el Sudán no eran en modo alguno del
mismo origen que los europeos, pero nadie discutirá los altos méritos de su cultura.
(Franz Boas, 1964, pág. 29)

Durante mucho tiempo se sostuvo la teoría de que el origen racial determina el


carácter o capacidad de un pueblo o de una clase social. Linneo, en su descripción
de los tipos raciales, atribuye a cada uno sus características mentales. Toda la
teoría de la aristocracia privilegiada se basa en la suposición de una estrecha
correlación entre la excelencia individual y la descendencia de una estirpe noble.
(Franz Boas, 1964, pág. 34)

Al referirse a grupos particulares dice: "Las facultades mentales del esquimal desde
su niñez hasta la ancianidad, presentan una infancia continua; llegan a cierto límite
y no evolucionan más". (Franz Boas, 1964, pág. 37)

Parece probable que el progreso moderno del comercio y de los viajes haya hecho
conocer la existencia de razas extranjeras a círculos más extensos, que en tiempos
pretéritos no tenían noticias directas de los diversos tipos de hombre. El poder
superior que el europeo debe a sus inventos y que le permite sojuzgar y explotar a
pueblos extranjeros, aun a pueblos de alta cultura, refuerza el sentimiento de
superioridad europea. Cabe destacar que antes de la campaña oficialmente
fomentada en Alemania contra los judíos y del tradicional prejuicio antisemita en
Polonia y Rusia, el sentimiento fue más intenso que en parte alguna entre los
ingleses que primero entraron en estrecho contacto con razas foráneas, y que se
desarrolló en tempranas épocas en América, donde la presencia de una gran
población negra mantenía constantemente viva la conciencia de las diferencias
raciales. (Franz Boas, 1964, pág. 43)

La influencia combinada de la psicología fisiológica y de la biología parece haber


fortalecido la opinión de que las funciones mentales y culturales de los individuos
están determinadas por la herencia, y que las condiciones del medio ambiente no
cuentan. (Franz Boas, 1964, pág. 45)

"En gran medida la forma de la vida mental tal cual la encontramos en varios
grupos sociales está determinada por el medio ambiente. Los acontecimientos
históricos y las condiciones de la naturaleza ayudan o traban el desenvolvimiento
de las características innatas. Sin embargo, podernos ciertamente afirmar que hay
diferencias racialmente hereditarias. Ciertos rasgos mentales del mongol, del
negro, del melanesio y de otras razas son distintos de los nuestros y difieren entre
sí".

Las diferencias en la vida cultural también han sido abordadas desde un punto de
vista totalmente diferente. No nos ocuparemos de las ideas de los racionalistas del
siglo XVIII que, con Rousseau, creían en la existencia de una vida natural simple y
feliz. Nos interesan más los conceptos de aquellos que vieron y comprendieron
claramente la. Individualidad de cada tipo de vida cultural, pero que lo interpretaron
no como expresión de cualidades mentales innatas sino como el resultado de
condiciones exteriores varias, actuando sobre características humanas generales.
(Franz Boas, 1964, pág. 46)

Desde esa época los etnólogos, en sus estudios de la cultura han concentrado su
atención en las diferencias de estado cultural haciendo caso omiso de los
elementos raciales. La semejanza de las costumbres y creencias fundamentales en
el mundo entero, prescindiendo de raza y medio ambiente, es tan general que la
raza les pareció desprovista de importancia. (Franz Boas, 1964, pág. 47).

Cita de referencia
Franz Boas. (1964). Cuestiones Fundamentales de Antropologia Cultural. Buenos
Aires, Argentina: Ediciones solar.

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