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La pluralidad de socios, al menos dos según la normativa vigente, es un requisito que debe
mantenerse durante toda la existencia de la sociedad comercial; debiendo disolverse la misma en
el término de tres meses, si se pierde la pluralidad, y no se restablece en los términos de la LSC.
Esta sanción, prevista por la Ley en el art. 94, inc. 8, hace responsable de manera solidaria e
ilimitada al único socio por las obligaciones contraídas en infracción. El requisito bajo análisis
encuentra su base jurídica en la concepción contractual de la sociedad y en el régimen del
patrimonio. Nuestra LSC no admite las sociedades de un solo socio, cuestión que ha generado
opiniones encontradas en nuestra doctrina nacional, donde de manera prácticamente unánime se
entiende la conveniencia de que un comerciante individual logre limitar su responsabilidad a una
parte de su patrimonio, afectada específicamente a soportar ese riesgo empresario. Sin embargo,
la sociedad de un solo socio parte de una premisa falsa, donde se entiende a la sociedad como un
instrumento meramente limitante de la responsabilidad, cuando debe entenderse como una
herramienta para facilitar la concentración de capitales, otorgando el privilegio de la
responsabilidad limitada a los socios de determinados tipos sociales, que se encuentran
reservados para el desarrollo de grandes emprendimientos.
La tipicidad es un requisito de Orden Público, que exige a los socios adecuar un esquema
normativo reglado por la LSC. Su fundamento es la seguridad jurídica, tanto para los integrantes
de la sociedad, como para los terceros que contratan con ésta. En efecto, al conocer el tipo social
de que se trata, se podrá inferir fácilmente la responsabilidad de los socios, el régimen de
administración, entre otras cuestiones. La enumeración de los tipos societarios es taxativa, siendo
los únicos merecedores de tutela jurídica. La sanción al incumplimiento de este requisito es la
nulidad, según lo previsto en el art. 17 LSC. Ahora bien, este requisito también ha sido
cuestionado, ya que atentaría contra la libertad de contratación (art. 1197 del Código Civil) y el
progreso económico y jurídico, impidiendo la combinación de los tipos societarios existentes.
La Fundación, instituto que también tiene en miras el bien común, conforma un patrimonio
afectado a un objeto de tales características o bien, con una finalidad netamente altruista. A
diferencia de la asociación civil no hay asociados, sino miembros que aportan bienes destinados
al cumplimiento de la finalidad que justifica su existencia.
El sistema de las Sociedades Cooperativas tiene por finalidad satisfacer las necesidades
humanas que reclaman los consumidores organizados voluntariamente sobre la base de la ayuda
mutua y el esfuerzo propio. Por lo tanto podemos entender que la esencia de las cooperativas
consiste en el servicio al costo, desprovisto de toda finalidad lucrativa, en la relación existente
entre la entidad y su asociado. Cuentan con una legislación específica que las regula, la Ley
20.337, allí se les otorga la debida personalidad jurídica, con las consecuencias propias de ser
sujeto de derecho, vale a decir podrá tener nombre, patrimonio, domicilio, capacidad de derecho.
Los puntos tipificantes de una cooperativa consisten en el esfuerzo propio y la ayuda mutua, para
organizar y prestar servicios; no tienen un número limitado de asociados, ni un capital limitado,
aunque sí deben disponer de un mínimo de diez asociados para funcionar; el libre acceso de los
interesados para integrarlas, que se lleva adelante con la adhesión al documento pertinente; la
responsabilidad de los asociados está limitada a las cuotas suscriptas; el otorgamiento de un solo
voto por asociado, independientemente de las cuotas suscriptas; la inexistencia del fin de lucro; la
distribución de los excedentes entre los asociados en proporción con el uso de los servicios
brindados, lo que constituye el concepto de principio de retorno, pilar del cooperativismo;
fomentan la educación cooperativa, a tales fines se destina el 5% de los excedentes y el sobrante
de la liquidación para el supuesto de disolución; prestan servicios a los no asociados y promueven
el principio de integración cooperativa, vale a decir la asociación de las distintas cooperativas
entre sí.