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LA FRAGILIDAD DE LOS CUERPOS.

“COLIMBA” (CORRE, LIMPIA Y BARRE)


OMAR CARRASCO Y EL FIN DEL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO.

Cuando el general Julio A. Roca lanzó el programa de


profesionalización del ejército en el curso .de su segunda presidencia (1898-1904),
estaba colocando, como afirmó Alain Rouquié, la primera pieza del poder militar en
la Argentina
En la Argentina, el Servicio Militar Obligatorio estuvo
vigente desde 1902 a 1995. Casi cien años los jóvenes varones de 20 y (luego de
1976) de 18 años, seleccionados mediante un sorteo y clasificados como “aptos”
física y mentalmente, recibieron un período de instrucción militar por parte del
personal de las Fuerzas Armadas. Desde su creación en la Argentina, para algunos
sectores de la sociedad era un rito de paso hacia la adultez.
A partir de la promulgación de la ley 20.428 (en el
año1973), se modificó de 21 a 18 años la edad en que los jóvenes varones eran
convocados para la hacer la conscripción. Esta modificación fue una de las últimas
decisiones tomadas por el gobierno dictatorial del General Agustín Lanusse, días
antes de la asunción del presidente constitucional Héctor J. Cámpora.
Fue en el año 1994 cuando el joven Omar Carrasco con
19 años entró al Servicio Militar Obligatorio. En las instalaciones se realizaban
trabajo gratuito para la estructura militar, en condiciones de sumisión. Tres días más
tarde, Carrasco fue reportado como desaparecido y desertor. Lo habían asesinado.
En ese entonces fue considerado el primer desaparecido de la democracia.
A Carrasco lo mataron a golpes integrantes del Ejército.
Repartidor de pollos congelados, lector de la Biblia y tímido. Su cuerpo fue
escondido en el mismo predio militar y recién lo encontraron un mes después. Había
recibido una paliza feroz que le provocó una hemorragia interna.
Como señalaba, en aquel momento el expresidente de la
Nación, Carlos Menem: “se ve que algún oficial se le fue la mano”.
ANÁLISIS DEL CASO
Teniendo en cuenta el caso mencionado anteriormente,
analizaremos las características del orden político y democrático presente en ese
momento.
En aquellos años (1994) el orden político es
contractualista esto significa que el estado y la sociedad nacen de un pacto, un
contrato social, cuyos individuos acuerdan organizar la sociedad mediante leyes las
cuales hay que hacer respetar, pero sin sobrepasar el límite, sin abusos, darlas a
conocer respetando la integridad de la persona. Estos individuos son actores clave
en los procesos políticos de las sociedades democráticas. La capacidad de un
sistema político de producir buenas políticas públicas se asienta sobre una
convivencia. La reforma constitucional de 1994 ha sido muy rica en la incorporación
de principios ideológicos. Los derechos y garantías declarados, se ha ampliado
apuntando al valor de la solidaridad y la participación haciendo a la Constitución
más democrática. Esa democracia como forma de gobierno se caracteriza porque
en ella el poder público reside en la totalidad da los ciudadanos. Es también y sobre
todo un estilo de vida basado en el respeto de la libertad, la afirmación y protección
de la dignidad de la persona humana.
La democracia, en su origen, tiene una única legitimidad:
es el gobierno del pueblo. Por lo tanto, en su ejercicio aspira a distribuir el poder,
punto contra el cual se definen los demás sistemas políticos. “Democratizar”
significa muchas cosas. En primer lugar, ampliar derechos. Derechos políticos que
incorporen al sistema de decisiones a un amplio abanico de voluntades, incluyendo
a las nuevas generaciones, pero que también apunten a fomentar y garantizar, día
tras día, la participación popular. La democracia participativa propone que los
ciudadanos se involucren en la toma de decisiones, aunque en la realidad esta
participación muchas veces es limitada y/o se desarrolla con dificultades. Asimismo,
es ampliar derechos, pero también es reconocer obligaciones. Obligaciones
respecto del cumplimiento de las normas, del sostén de las instituciones que
garantizan esos derechos, pero, sobre todo, obligaciones con el “otro”, con quien
aún es víctima de injusticias sociales, con el “otro” que sufre discriminación de
cualquier índole.
Ahora bien, la democracia es una aspiración a una mejor
convivencia si permite superar desigualdades e injusticias dentro de un país
democrático independientemente del estatus o clase social de los individuos. El
caso de Omar Carrasco, impactó directamente en la sociedad argentina y tuvo una
gran magnitud a tal punto que el expresidente Carlos Menem debió anunciar en
cadena nacional la finalización del Servicio Militar Obligatorio esto sirvió como un
llamado de atención respecto de las violaciones a los derechos humanos .Hubo en
esos momentos una situación social de presión popular con pensamientos
totalmente contraria a lo que eran las Fuerzas Militares y sirvió para castigar a las
personas que mostraron la parte negativa de esa institución porque todo hombre
que posee poder o cree tenerlo siente la necesidad de inclinarse hacia el abuso de
poder y todo esto generó un movimiento social, un impacto en los medios dándole
al caso una relevancia muy importante donde hubo mucho cruce de opiniones:
algunos decían tener respeto a los militares mientras que otros reconocían un
repudio total hacia ellos.
Después de aquel traumático y simbólico caso, el
gobierno tomó la decisión que cambió la vida de una generación. Desde agosto de
1994 las Fuerzas Armadas no intervienen más en la vida de los argentinos, ni en
los futuros de las jóvenes generaciones de compatriotas. En la actualidad, hay más
razones constitucionales y sociales para hacer irreversible esa decisión política.

La constitución prohíbe el servicio militar obligatorio. El


servicio militar obligatorio es inconstitucional y no puede ser establecido en
Argentina. De la misma manera protege los planes de vida de las personas e impide
que el Estado disponga de uno/dos años de la vida de los jóvenes. En el Art 19 se
puede leer: “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al
orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios,
y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será
obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”.
Lo que deja bien en claro que no es aceptable que el Estado interrumpa los
proyectos y los planes de vida de las personas, especialmente de los jóvenes. Hay
que tener en cuenta que las fuerzas armadas no son un reformatorio, aunque hoy
en día es visto de esa manera para terminar con la delincuencia. También se puede
leer en el artículo 21: “Todo argentino debe, sin excepciones, “armarse para
defender a la patria y la Constitución Nacional” y creo que, para lograrlo, debe tener
una instrucción militar adecuada, pero ¿cuál es el precio?
Así como en ese año los medios de comunicación
expusieron masivamente la problemática de las Fuerzas Militares también hubo
otros temas de igual relevancia que afectaba directamente a la población argentina:
la falta de trabajo donde hubo un quiebre socioeconómico del país que contribuyó
a la formación de un círculo de exclusión, aumentando la desigualdad de
oportunidades de un gran grupo vulnerable originando inestabilidad a los sectores
más vulnerables de la juventud. En ese período la situación del mercado laboral se
derrumba: la tasa de desempleo es elevada y persistente, nada fácil en el plano de
la economía especialmente para los jóvenes que fueron los más perjudicados, como
Omar Carrasco que trabajaba para ayudar en la economía de la familia con un
trabajo flexible y precario. Miles de personas enfrentaron despidos y retiros
voluntarios lo que se convirtió en una problemática grave social. La carencia de
trabajo hizo que nuestro país sufriera un proceso de empobrecimiento general. A
fines de los años 90 la tasa de desempleo era elevada y continua. La desocupación
y la búsqueda de trabajo formaban parte del panorama diario. Un panorama
desalentador que movió y a la vez modificó la Economía Nacional. Todos estos
cambios en el ámbito social del trabajo afectan las condiciones de Desarrollo
humano.

A modo de conclusión: la democracia debe asegurar la


igualdad de derechos de todas las personas: tema que ha sido manoseado a lo
largo de todo este tiempo. Recordando a Omar Carrasco un ciudadano común,
queriendo cumplir con sus obligaciones, pero le han cortado la posibilidad de
defender sus derechos antes los demás. Más aún: enfrentarse a personas
enceguecidas por su propio deseo de conservar su mando por encima de todo. Si
bien ningún país se rige por estado de derecho perfecto, existen fallos. Hay una
lucha continua para asegurar que los gobiernos y las personas actúen dentro de las
leyes lo más posible, los derechos de las personas sean respetadas y los métodos
de justicia sean aplicadas como corresponde.

Para finalizar me quedo con una frase de Thomas


Jefferson: “La Democracia no es más que el gobierno de las masas, donde un 51%
de la gente puede lanzar por la borda los derechos del otro 49 %”.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
 Constitución de la Nación Argentina .(1994).Dada en la sala de sesiones de
la Convención Constituyente, en Santa Fe, a los 22 días del mes de agosto
de 1994. Eduardo Menem. - Edgardo R. Piuzzi. - Luis A. J. Brasesco. - Juan
Estrada. Recuperado de
http://pdba.georgetown.edu/Parties/Argentina/Leyes/constitucion.pdf

 Funes, Ernesto. De qué hablamos cuando hablamos de democracia.


Educar. Ministerio de educación. Presidencia de la Nación. Recuperado de
http://www.educ.ar/recursos/ver?rec_id=92564

 García Molina, Fernando (1995). El poder militar en la Argentina del


Centenario, 1910-1914. Ciclos, Año 'V: Vol. v; N29, 2do. semestre de 1995.
Recuperado de
http://bibliotecadigital.econ.uba.ar/download/ciclos/ciclos_v5_n9_08.pdf

 Rodríguez García, Gustavo - Abusada Raguz, Emilia (2014). Las


consecuencias del servicio militar obligatorio. Revista de Instituciones,
Ideas y Mercados Nº 61. pp. 65-82 | ISSN 1852-5970. Recuperado de
http://www.eseade.edu.ar/wp-
content/uploads/2016/08/garcia_raguz_riim61.pdf

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