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SE PROMUEVE AMPARO INDIRECTO.

CIUDADANO MAGISTRADO DEL TRIBUNAL UNITARIO DEL


VIGESIMO OCTAVO CIRCUITO EN EL ESTADO.

KAROL LUNA GARCIA, por derecho propio en mi carácter de procesada


dentro de la causa penal 35/2010-III radicada en el Juzgado Segundo de
Distrito en el estado de Tlaxcala, señalando como domicilio para recibir toda
clase de notificaciones el ubicado en Callejón de Xico, número uno, de esta
ciudad de Tlaxcala, Tlaxcala, autorizando para que en mi nombre y
representación pueda recibirlas y se imponga de los autos, en términos del
artículo 27 de la Ley de Amparo, a la C. Angélica María Carreto Portillo, con
número de registro ante Usted comparezco y expongo:

Por medio del presente escrito y demás documentos anexos, vengo a


impetrar EL AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, en
contra de actos de la autoridad que más adelante precisaré, por haber
cometido violaciones a mis garantías individuales, y a efecto de dar
cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 116 de la Ley de Amparo,
manifiesto:

I. NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO. KAROL LUNA GARCIA con


domicilio en Callejón de Xico, número uno, de esta ciudad de Tlaxcala,
Tlaxcala.

II. NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO PERJUDICADO. No existe.

III. AUTORIDADES RESPONSABLES:

 Como autoridad ordenadora señalo al Ciudadano Juez Segundo


de Distrito en el estado de Tlaxcala, con domicilio conocido en
Colonia Centro de la Ciudad de Tlaxcala.
 Como autoridades ejecutoras señalo:
 Al Director del Centro de Readaptación Social Regional
de Apizaco, Tlaxcala.
 El Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención
y Readaptación Social de la Secretaria de Seguridad
Publica, con domicilio conocido en México Distrito
Federal, a través de quien lo represente.
 El Director de Prevención y Readaptación Social, con
domicilio conocido en el Estado de Tlaxcala.
 El Vocal Ejecutivo del Instituto Federal Electoral, con
domicilio conocido en el Estado de Tlaxcala.

IV. ACTO RECLAMADO. Lo es el inconstitucional Auto de Formal Prisión


dictado en mi contra por el Juez Segundo de Distrito en el Estado de
Tlaxcala, de fecha veintiuno de mayo del año dos mil diez, el cual me
fue notificado con esa misma fecha, dentro del proceso número 35/2010
del Juzgado Segundo de Distrito del Estado.

V. PRECEPTOS CONSTITUCIONALES VIOLADOS. Lo son los artículos


14, 16,19, 20 Apartado A fracción V, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en relación con los numerales 12, 386,
fracción III, 399 del Código Penal Federal.

VI. ANTECEDENTES DEL ACTO RECLAMADO. Bajo Protesta de decir


verdad, manifiesto que todos y cada uno de los hechos y abstenciones
que a continuación narro, me constan y constituyen los Antecedentes
del Acto Reclamado.

1. Con fecha veintiuno de Abril del año dos mil diez, el Ciudadano
Agente del Ministerio Público de la Federación titular de la sexta
mesa investigadora, de la Fiscalía Especializada para el Combate a
la Corrupción, de la Procuraduría General de la Republica, ejercitó
Acción Penal dentro de la averiguación Previa 025/FECC/530/2010,
en contra de KAROL LUNA GARCIA, por la probable comisión del
delito de FRAUDE EN GRADO DE TENTATIVA, ilícito previsto y
sancionado por el artículo 386, fracción III, del Código Penal
Federal, en relación con el diverso numeral 12, del citado
ordenamiento legal.

2. El seis de mayo del año dos mil diez, el Ciudadano Juez Segundo
de Distrito, libró orden de búsqueda, aprehensión y detención,
dentro del proceso 35/2010-III, en contra de KAROL LUNA GARCIA.
3. En la misma fecha precisada en el punto factico inmediato anterior, y
a raíz de haberme enterado de que se seguía un procedimiento
penal en mi contra, del cual hasta ese entonces no tenia
conocimiento, presente demanda de amparo indirecto ante la
oficialía de partes del Tribunal Unitario en el Estado de Tlaxcala,
radicándose con el numero 12/2010-II.

4. Con fecha diecinueve de mayo del año dos mil diez, rendí mi
declaración preparatoria dentro del proceso citado, manifestando
diversas cuestiones tendientes a demostrar mi inocencia, así como
la improcedencia de dicha orden de aprehensión por diversas
violaciones al procedimiento incoado en mi contra.

5. Con fecha veintiuno de mayo del dos mil diez, el Ciudadano Juez
Segundo de Distrito en el Estado de Tlaxcala, dictó auto de formal
prisión en mi contra, dentro del proceso 35/2010-III, como probable
responsable del delito de FRAUDE EN GRADO DE TENTATIVA,
ilícito previsto y sancionado por el artículo 386, fracción III, del
Código Penal Federal, en relación con el diverso numeral 12, del
citado ordenamiento legal.

VII. CONCEPTOS DE VIOLACIÓN.

PRIMERO: Resulta violatorio de mis garantías individuales establecidas en


los artículos 14 y 16 Constitucionales, el hecho de que el juez segundo de
distrito en el Estado, en el auto de fecha veintiuno de mayo del año dos mil
diez, dictado en la causa penal número 35/2010-III, mediante el cual decretó
auto de formal prisión en mi contra por la probable comisión del delito de
fraude en grado de tentativa, previsto y sancionado por el artículo 386
fracción III, en relación al diverso 12, ambos del Código Penal Federal, en su
considerando cuarto, relacionado con el resolutivo primero, estime que se
encuentra satisfecho el requisito de procedibilidad de querella.

Previo a entrar al análisis del primer concepto de violación que hago valer,
me resulta de importancia citar los siguientes artículos:
“Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Artículo 16.-
Párrafo Tercero :

“NO PODRA LIBRARSE ORDEN DE APREHENSION SINO POR LA


AUTORIDAD JUDICIAL Y SIN QUE PRECEDA DENUNCIA O
QUERELLA DE UN HECHO QUE LA LEY SEÑALE COMO DELITO,
SANCIONADO CON PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD Y OBREN
DATOS QUE ESTABLEZCAN QUE SE HA COMETIDO ESE HECHO
Y QUE EXISTA LA PROBABILIDAD DE QUE EL INDICIADO LO
COMETIO O PARTICIPO EN SU COMISION”.

Código Penal Federal :

Artículo 399 Bis.- Los delitos previstos en este título se perseguirán por
querella de la parte ofendida cuando sean cometidos por un ascendiente,
descendiente, cónyuge, parientes por consanguinidad hasta el segundo
grado, concubina o concubinario, adoptante o adoptado y parientes por
afinidad asimismo hasta el segundo grado. Igualmente se requerirá querella
para la persecución de terceros que hubiesen incurrido en la ejecución del
delito con los sujetos a que se refiere el párrafo anterior. Si se cometiere
algún otro hecho que por sí solo constituya un delito, se aplicará la sanción
que para éste señala la ley.

Se perseguirán por querella los delitos previstos en los artículos 380 y 382 a
399, salvo el artículo 390 y los casos a que se refieren los dos últimos
párrafos del artículo 395”.

De los preceptos antes invocados se desprende que el auto que por esta vía
se reclama es violatorio de mis garantías constitucionales, toda vez que el
ciudadano juez segundo de distrito no analizó adecuadamente la figura
procesal penal de la “querella”, que consiste en un derecho potestativo del
sujeto pasivo, por el cual se le otorga la facultad de acudir o no ante el
órgano investigador con la finalidad de que tome conocimiento de un delito
no perseguible de oficio, para que se inicie e integre la averiguación previa
correspondiente y con ello ejercitar la acción penal respectiva. En nuestro
sistema procesal penal tratándose de delitos perseguibles de oficio no es
requisito indispensable para ejercitar la acción penal contar con la voluntad
del ofendido, ya que se trata de una afectación de interés público o general;
por el contrario y de acuerdo al numeral 399 BIS del Código Penal Federal,
que prevé el catálogo de delitos que deben ser perseguibles por querella de
la parte ofendida, por ser considerados como lesivos únicamente al ofendido
en lo particular y no así a la sociedad en general, por lo que se le reconoce y
respeta su voluntad al sujeto pasivo de decidir si se ejercita la acción penal, y
más aún si ya ejercitada si se prosigue o no el proceso.
En ese orden de ideas, resulta indispensable destacar que la autoridad
responsable ordenadora, dejó de observar lo establecido por los artículos 113
y 114 del Código Federal de Procedimientos Penales que a la letra dicen:

“Artículo 113.- El Ministerio Público y sus auxiliares, de acuerdo con las órdenes que
reciban de aquél, están obligados a proceder de oficio a la investigación de los delitos de
que tengan noticia. Tratándose de delitos que deban perseguirse de oficio, bastará para el
inicio de la averiguación la comunicación o parte informativo que rinda la policía, en el que
se hagan del conocimiento de la autoridad investigadora hechos que pudieran ser delictivos,
sin que deban reunirse los requisitos a que aluden los artículos 118,119 y 120 de este
ordenamiento. A la comunicación o parte informativo se acompañarán los elementos de que
se dispongan y que sean conducentes para la investigación. La averiguación previa no
podrá iniciarse de oficio en los casos siguientes.
I.- Cuando se trate de delitos en los que solamente se pueda proceder por querella
necesaria, si ésta no se ha presentado.
II.- Cuando la ley exija algún requisito previo, si éste no se ha llenado.
Si el que inicia una investigación no tiene a su cargo la función de proseguirla, dará
inmediata cuenta al que corresponda legalmente practicarla.

Cuando para la persecución de un delito se requiera querella u otro acto equivalente, a título
de requisito de procedibilidad, el Ministerio Público Federal actuará según lo previsto en la
Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, para conocer si la autoridad
formula querella o satisface el requisito de procedibilidad equivalente.

Tratándose de informaciones anónimas, el Ministerio Público ordenará a la Policía que


investigue la veracidad de los datos aportados; de confirmarse la información, iniciará la
averiguación previa correspondiente, observándose además, lo dispuesto en el primer
párrafo de este artículo.

Artículo 114.- Es necesaria la querella del ofendido, solamente en los casos en que así lo
determinen”

De dichos numerales se desprende que debe ser manifestada la voluntad del


sujeto pasivo de querellarse de manera indubitable, por lo que, fuera de los
delitos perseguibles de oficio el ministerio público no podrá iniciar una
averiguación previa tratándose de delitos de parte agraviada, sin que
preceda la querella.

Por lo que, en el caso que nos ocupa, como se observa en actuaciones no se


encuentra satisfecho el requisito de procedibilidad, en razón de que el delito
por el que se me instruye proceso requiere como requisito sine qua non que
se haya formulado la querella correspondiente, por lo que, en términos de los
numerales antes transcritos el ministerio público ni siquiera debió haber
iniciado averiguación previa, y menos aún, ejercitar acción penal en mi
contra, ya que en las declaraciones ministeriales de fechas seis, ocho,
quince y veinte de abril del año dos mil nueve, los CC. Alberto Espinoza
Sánchez y Alberto Espinoza Guevara, no expresaron su deseo de que se
ejercitara acción penal, concretamente contra la sujeto a quien le atribuyen el
hecho (hoy quejosa), como erróneamente lo pretende hacer ver el juez de la
causa en el último párrafo del considerando cuarto del auto de término
constitucional que por esta vía se combate.
SEGUNDO.- También me causa agravio, toda vez que es violatorio de mi
garantía individual establecida en el artículo 19 Constitucional, el hecho de
que el juez segundo de distrito en el Estado, en el auto de fecha veintiuno de
mayo del año dos mil diez, dictado en la causa penal número 35/2010-III,
mediante el cual decretó auto de formal prisión en mi contra por la probable
comisión del delito de fraude en grado de tentativa, previsto y sancionado por
el artículo 386 fracción III, en relación al diverso 12, ambos del Código Penal
Federal, en su considerando quinto, en relación con el resolutivo primero,
considere que se encuentran acreditados los elementos constitutivos del
cuerpo del delito del antijurídico de referencia.

Tiene sustento mi afirmación en lo establecido en los artículos 386 fracción III


del Código Penal Federal, en relación con el 12 del mismo ordenamiento
legal, los que establecen:

CODIGO PENAL FEDERAL.


Articulo 386.- Comete el delito de fraude el que engañando a uno o
aprovechándose del error en que este se haya se hace ilícitamente de
alguna cosa o alcanza un lucro indebido.

El delito de fraude se castigará con las penas siguientes :

I.- ….
II.-….
III.- Con prisión de tres a doce años y multas hasta de ciento veinte veces el
salario, si el valor de lo defraudado fuere mayor de quinientas veces el
salario.

Artículo 12.- Existe tentativa punible, cuando la resolución de cometer un


delito se exterioriza realizando en parte o totalmente los actos ejecutivos que
deberían producir el resultado, u omitiendo los que deberían evitarlo, si aquél
no se consuma por causas ajenas a la voluntad del agente.
Para imponer la pena de la tentativa el juez tomará en cuenta, además de lo
previsto en el artículo 52, el mayor o menor grado de aproximación al
momento consumativo del delito.
Si el sujeto desiste espontáneamente de la ejecución o impide la
consumación del delito, no se impondrá pena o medida de seguridad alguna
por lo que a éste se refiere, sin perjuicio de aplicar la que corresponda a
actos ejecutados u omitidos que constituyan por sí mismos delitos.
De los artículos transcritos, considero prudente realizar el análisis de los
elementos constitutivos del delito de fraude en grado de tentativa, los cuales
son:

a) Acción : La exteriorización por la activo de los actos ejecutivos para


engañar al sujeto pasivo.
b) Finalidad : Que por esos medios, se obtenga o alcance un lucro
indebido; y
c) Resultado : Inacabado por causas ajenas a la voluntad de la activo.

Por orden cronológico, analizaremos el concepto engañar y/o engaño, para


determinar si en el caso que nos ocupa se encuentra acreditado el elemento
engaño, como eje fundamental del ilícito que se me imputa.

“El engaño consiste en la falta de verdad en lo que se dice o en lo que se hace creer.
Engañar según el diccionario de la Real academia Española es dar a la mentira,
apariencia de verdad. Inducir a otro a creer y tener por cierto lo que no lo es,
valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas. Engaño pues, es sinónimo
de ardid, enredo, trampa, treta, artimaña, mentira, maquinación, falacia, mendacidad,
argucia o falsedad”. Jesus Zamora Pierce

“Engañar es dar a algo una apariencia de cierto o verdad, induciendo a otro y tener
por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas”.
Omeva

“Engañar a alguien significa inducirlo a que tenga por cierto lo que no lo es, o sea
embaucarlo con mentiras para hacerle creer, como si fuera verdad, una falsa
realidad…, de esta manera el engaño es una acción strictu sensu como
comportamiento activo de falacia que realiza antijurídicamente el agente para vencer
la credulidad del pasivo, con fines lucrativos o de obtención de una cosa. La
expresión típica “…engañando…” alude a la determinación, a la influencia anímica
que produce el sujeto activo en la mente de la victima haciéndola caer ficticia e
ilusamente, mediante ofrecimientos, promesas o palabras (verbales o escritas)
falsas, en un resultado de convencimiento erróneo en consecuencia”. Código penal
diaz de leon

De las anteriores definiciones se desprende que, para que se puede afirmar


que una persona fue engañada, el sujeto activo debió, con su actuar,
convencerlo de algo erróneo; sin embargo, en el presente caso dicha
hipótesis no se actualiza, toda vez que aunque el juez de la causa refiere que
la hoy quejosa requería haber decretado el aseguramiento ministerial del
bien inmueble afecto, o bien tenerlo a mi disposición, sin fundar en precepto
legal sus razonamientos;

Por lo tanto, se desprende que en el auto que por esta vía se combate, y en
relación al primer de los elementos del cuerpo del delito mencionados, el
Juez Segundo de Distrito violenta mis garantías individuales al no fundar y
motivar su actuar, estos es, que el Juez segundo de distrito al considerar que
la infrascrita engañe al supuesto pasivo del delito, por la circunstancia de que
no emití acuerdo de aseguramiento alguno, ya que del auto de formal prisión
no se aprecia que en momento alguno la responsable señale los preceptos
legales en los que funde que la infrascrita tenga que asegurar determinados
bienes para estar en aptitud de devolver los mismos derivando en una
inexistencia de motivación, causando perjuicio a mis garantías individuales
de gobernado.

Como prueba de lo anteriormente expresado, he de citar el hecho de que el


juez segundo de distrito solamente funda y motiva la existencia del elemento
del engaño en simples declaraciones que en el caso concreto no son
suficientes para tener por acreditado dicho elemento del delito, por lo tanto la
responsable ordenadora si estaba obligada a fundar y motivar su actuar y al
no hacerlo me ha dejado en completo estado de indefensión.

Tiene aplicación los siguientes criterios jurisprudenciales :

Registro No. 215461, Localización: Octava Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación XII, Agosto de 1993, Página: 441, Tesis Aislada
Materia(s): Penal.
FRAUDE. DEBE DEMOSTRARSE EL ENGAÑO PARA QUE SE CONFIGURE EL HECHO
DELICTUOSO. (LEGISLACION DEL ESTADO DE GUERRERO). De un análisis del artículo 171 del
Código Penal del Estado, se advierte que el primer elemento esencial constitutivo del tipo
penal de fraude es la existencia de una conducta falsa, engañosa o el aprovechamiento del
error en que se encuentra el sujeto pasivo del delito. El engaño consiste en provocar
mediante argucias, artimañas, maquinaciones o cualquier otro medio , un falso
conocimiento en el sujeto pasivo, a efecto de determinarlo a realizar un acto de disposición
patrimonial en beneficio del sujeto activo. El aprovechamiento del error consiste en la
situación de que el sujeto pasivo tenga un falso concepto, una creencia errónea y el sujeto
activo se aproveche de esta circunstancia para determinar al pasivo a realizar la disposición
patrimonial en su beneficio. En razón de lo anterior es indudable que no se encuentra
acreditado el hecho delictivo, puesto que al no acreditarse los elementos del tipo antes
señalado, se contraviene lo dispuesto por el artículo 16 constitucional para dictar válidamente
una orden de aprehensión. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 313/92. Socorro Cortés Muñoz. 5 de noviembre de 1992. Unanimidad de
votos. Ponente: Javier Pons Liceaga. Secretario: José Luis Arroyo Alcántar. Amparo en revisión
39/92. Angelo Satalino Campanelli. 12 de marzo de 1992. Unanimidad de votos. Ponente:
Juan Vilchiz Sierra.

Registro No. 226311, Localización: Octava Época, Instancia: Tribunales Colegiados de


Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, V, Segunda Parte-2, Enero a Junio de
1990, Página: 578, Tesis Aislada Materia(s): Penal.
FRAUDE. CONCEPTOS DE ENGAÑO Y ERROR COMO ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL
TIPO.
El fraude es un delito material por requerir un resultado de la misma índole (la entrega de
la cosa y el daño patrimonial concurren en ella, así como la obtención de un lucro o un
beneficio indebido), con independencia de los medios comisivos, engaños o
aprovechamiento del error, entendiéndose el primero como la actividad mentirosa
empleada por el sujeto activo que hace incurrir en una creencia falsa al sujeto pasivo de
la infracción, o sea una acción falaz positiva para lograr la obtención de la cosa o el logro
de un beneficio indebido; en el aprovechamiento del error, no es necesario en todo caso,
una actividad del sujeto activo, quien se aprovecha de la falsa concepción que una persona
tiene sobre un hecho cualquiera para llegar al resultado antijurídico, y a diferencia del
engaño que constituye el medio comisivo para provocar el error, en el aprovechamiento de
éste que existe con anterioridad, el agente sólo se vale de esa situación para lograr el fin
que de antemano se propuso, ya que en estas circunstancias el activo no causa el falso
concepto en que se encuentra la víctima, sino únicamente se abstiene de hacer saber al
pasivo la falsedad de su creencia y se aprovecha de ella para su finalidad dolosa. TRIBUNAL
COLEGIADO DEL VIGESIMO CIRCUITO. Amparo en revisión 234/89. Horacio Ruiz Samayoa. 5
de septiembre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Homero Ruiz Velázquez.
Secretario: Jorge Farrera Villalobos.

Además de actuaciones se desprende que el C. ALBERTO ESPINOZA


SANCHEZ, nunca fue engañado ya que tal y como se aprecia en su
comparecencia ministerial de fecha seis de abril del dos mil nueve, en la que
refirió: “… que lo íbamos a platicar y que regresábamos el siguiente
miércoles, y nosotros ya no acudimos a verla,….”. Así también en su
declaración rendida el día quince de abril del dos mil nueve manifestó “…. y
le dije a mi hijo que no íbamos a entregar nada de dinero…”, lo cual se
encuentra concatenado con la declaración de fecha veinte de abril del año
dos mil nueve, rendida por Alberto Espinoza Guevara, en la que refirió “…. Y
lo imprimió (sic) la declaración de mi papá y lo leímos la defensora de oficio y
yo, yo le comente que le faltaba muchas cosas y ella nos dijo que con eso
era suficiente, como vi que sí decía cosas verdaderas e insuficientes para mí
respecto de los hechos que se están suscitando le dije a mi papá que lo
firmará… por eso yo le dije que nos dábamos una vuelta el jueves siguiente,
es decir, el día dieciséis de abril…”, de lo que se desprende que al C.
ALBERTO ESPINOZA SANCHEZ, en ningún momento se le engaño, toda
vez que de las testimoniales antes mencionadas se desprende que dicha
persona se encontraba asesorada tanto de su hijo como de la defensora
pública federal, quienes, al igual que él, leyeron el contenido de la diligencia
ministerial realizada por la suscrita en fecha trece de abril del año dos mil
nueve, en la averiguación previa PGR/TLAX-4/75/2009, y a quienes en
presencia de mis testigos de asistencia se le hizo del conocimiento la
situación jurídica que prevalecía respecto del bien inmueble denominado Ex
Hacienda Michac.

En esa misma tesitura, el C. ALBERTO ESPINOZA GUEVARA, en su


declaración rendida ministerialmente, en fecha ocho de abril del año dos mil
nueve, refirió “…. Y como vimos que estaban situaciones muy raras con la
Ministerio Público y que no teníamos copia certificada del expediente del
juicio civil de Zacatelco, Tlaxcala, 136/997,… y quedamos en volver con una
respuesta, por lo que nos retiramos del lugar y volver el miércoles como
habíamos dicho…. quedando de comunicarnos con ella para concertar una
cita, cosa que a la fecha no ha ocurrido pues nos abocamos a conseguir las
copias del juicio civil, ya mencionado para aportarlas como pruebas…”,
asimismo en su declaración de fecha veinte de abril del año dos mil nueve,
refirió “…. Y lo imprimió (sic) la declaración de mi papá y lo leímos la
defensora de oficio y yo, yo le comente que le faltaba muchas cosas y ella
nos dijo que con eso era suficiente, como vi que sí decía cosas verdaderas e
insuficientes para mí respecto de los hechos que se están suscitando le dije
a mi papá que lo firmará… por eso yo le dije que nos dábamos una vuelta el
jueves siguiente, es decir, el día dieciséis de abril…”, circunstancias que el
aquo no observó al momento de analizar el elemento del engaño, ya que
como se desprende de las manifestaciones vertidas por la supuesta víctima
en ningún momento tuvo por cierto lo que no era, es decir, que la suscrita
haya incidido en la psiquis del sujeto pasivo para que éste tuviera una
creencia errónea de la realidad y realizara un acto de disposición
patrimonial, sino que, por el contario no existe una conexión psicológica entre
la supuesta conducta engañosa y la causación del error.

Así también el aquo pasa por alto el hecho de que la hoy quejosa conforme a
las facultades conferidas por los artículos 21 y 102 apartado A de la
Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, 4º. de la Ley
Orgánica de la Procuraduría General de la República, 168, 180, 206 y demás
relativos del Código Federal de Procedimientos Penales, en mi carácter de
Agente del Ministerio Público de la Federación Investigador, en la
Averiguación Previa numero PGR/TLAX-4/75/2009, con fechas diecinueve y
veintiséis de febrero del año dos mil nueve, ordené mediante oficios dirigidos
al Director de Seguridad Pública Municipal de Nativitas Tlaxcala y al
Secretario de Seguridad Pública del Estado respectivamente, la designación
de elementos de dichas corporaciones a fin de que resguardaran el inmueble
denominado “Hacienda Segura”, quedando resguardado en esa misma
fecha, circunstancia que al ser inobservada por el juez de la causa, lo llevo a
emitir un razonamiento lógico jurídico erróneo del engaño y tenerlo por
acreditado, sin considerar debidamente los elementos materiales y subjetivos
del mismo, transgrediendo .

Una vez analizados los elementos anteriores, máxime que no existe el


engaño, toda vez que la suscrita en mi carácter de agente del ministerio
publico y con fundamento en los artículos …… realice las siguientes
acciones

Por lo tanto y en relación al primer de los elementos mencionados el Juez


Segundo de Distrito violenta mis garantías individuales al no fundar y motivar
su actuar, estos es, que el Juez segundo de distrito al considerar que la
infrascrita engañe al supuesto pasivo del delito, por la circunstancia de que
no emití acuerdo de aseguramiento alguno, ya que del auto de formal prisión
no se aprecia que en momento alguno la responsable señale los preceptos
legales en los que funde que la infrascrita tenga que asegurar determinados
bienes para estar en aptitud de devolver los mismos derivando en una
inexistencia de motivación, causando perjuicio a mis garantías individuales
de gobernado.

Como prueba de lo anteriormente expresado, he de citar el hecho de que el


juez segundo de distrito solamente funda y motiva la existencia del elemento
del engaño en simples declaraciones que en el caso concreto no son
suficientes para tener por acreditado dicho elemento del delito, por lo tanto la
responsable ordenadora si estaba obligada a fundar y motivar su actuar y al
no hacerlo me ha dejado en completo estado de indefensión.

Registro No. 215461, Localización: Octava Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación XII, Agosto de 1993, Página: 441, Tesis Aislada
Materia(s): Penal.
FRAUDE. DEBE DEMOSTRARSE EL ENGAÑO PARA QUE SE CONFIGURE EL HECHO
DELICTUOSO. (LEGISLACION DEL ESTADO DE GUERRERO). De un análisis del artículo 171 del
Código Penal del Estado, se advierte que el primer elemento esencial constitutivo del tipo
penal de fraude es la existencia de una conducta falsa, engañosa o el aprovechamiento del
error en que se encuentra el sujeto pasivo del delito. El engaño consiste en provocar
mediante argucias, artimañas, maquinaciones o cualquier otro medio , un falso
conocimiento en el sujeto pasivo, a efecto de determinarlo a realizar un acto de disposición
patrimonial en beneficio del sujeto activo. El aprovechamiento del error consiste en la
situación de que el sujeto pasivo tenga un falso concepto, una creencia errónea y el sujeto
activo se aproveche de esta circunstancia para determinar al pasivo a realizar la disposición
patrimonial en su beneficio. En razón de lo anterior es indudable que no se encuentra
acreditado el hecho delictivo, puesto que al no acreditarse los elementos del tipo antes
señalado, se contraviene lo dispuesto por el artículo 16 constitucional para dictar válidamente
una orden de aprehensión. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 313/92. Socorro Cortés Muñoz. 5 de noviembre de 1992. Unanimidad de
votos. Ponente: Javier Pons Liceaga. Secretario: José Luis Arroyo Alcántar. Amparo en revisión
39/92. Angelo Satalino Campanelli. 12 de marzo de 1992. Unanimidad de votos. Ponente:
Juan Vilchiz Sierra.

Registro No. 226311, Localización: Octava Época, Instancia: Tribunales Colegiados de


Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, V, Segunda Parte-2, Enero a Junio de
1990, Página: 578, Tesis Aislada Materia(s): Penal.
FRAUDE. CONCEPTOS DE ENGAÑO Y ERROR COMO ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL
TIPO.
El fraude es un delito material por requerir un resultado de la misma índole (la entrega de
la cosa y el daño patrimonial concurren en ella, así como la obtención de un lucro o un
beneficio indebido), con independencia de los medios comisivos, engaños o
aprovechamiento del error, entendiéndose el primero como la actividad mentirosa
empleada por el sujeto activo que hace incurrir en una creencia falsa al sujeto pasivo de
la infracción, o sea una acción falaz positiva para lograr la obtención de la cosa o el logro
de un beneficio indebido; en el aprovechamiento del error, no es necesario en todo caso,
una actividad del sujeto activo, quien se aprovecha de la falsa concepción que una persona
tiene sobre un hecho cualquiera para llegar al resultado antijurídico, y a diferencia del
engaño que constituye el medio comisivo para provocar el error, en el aprovechamiento de
éste que existe con anterioridad, el agente sólo se vale de esa situación para lograr el fin
que de antemano se propuso, ya que en estas circunstancias el activo no causa el falso
concepto en que se encuentra la víctima, sino únicamente se abstiene de hacer saber al
pasivo la falsedad de su creencia y se aprovecha de ella para su finalidad dolosa. TRIBUNAL
COLEGIADO DEL VIGESIMO CIRCUITO. Amparo en revisión 234/89. Horacio Ruiz Samayoa. 5
de septiembre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Homero Ruiz Velázquez.
Secretario: Jorge Farrera Villalobos.

TERCERO: Asimismo, me causa agravio el hecho de que el juez de la cusa,


tenga por acreditado el segundo elemento del cuerpo del delito en estudio
consistente en que por medio del engaño se obtenga o alcance un lucro
indebido, con los “…. Medios de prueba que fueron valorados al analizar el primer
elemento del cuerpo del delito en estudio y a cuya valoración nos remitimos en obvio de
inútiles y ociosas repeticiones, los cuales se consideran suficientes para acreditar el
presente elemento del cuerpo del delito, consistente en que por medio del engaño antes
analizado, se obtenga o alcance un lucro indebido, pues de los deposados de Alberto
Espinoza Guevara y Alberto Espinoza Sánchez, se desprende que la activo del delito les
solicito trescientos cincuenta mil pesos a cambio de devolverle al primero el terreno de su
propiedad, lo que se infiere fue indebido pues como se vio la indiciada no se encontraba en
aptitud de devolver el citado bien a su propietario dado que no había ordenando el
aseguramiento del inmueble y por tanto no se encontraba dentro del ámbito de sus
atribuciones ordenar la entrega del mismo, además de que para ordenar la devolución de un
bien que guarde relación con una averiguación previa la ley no exige que tenga que
efectuarse un pago, de donde se sigue que la obtención del lucro es indebida dada su
ilegalidad.”

Lo anterior, también resulta violatorio de los numerales 16 y 19 de nuestra


Carta Magna, toda vez, que estamos ante un delito de resulto material, por lo
que requiere la prueba de que entre la conducta realizada y el resultado
producido exista una relación tal, que sea posible establecer que el resultado
fue producido por la acción engañosa, sin embargo, el sujeto pasivo en
ningún momento se encuentra en dicha hipótesis, en razón de que nunca se
provoco en él un estado subjetivo de error para que cediera a la supuesta
propuesta de otorgar la cantidad de trescientos cincuenta mil pesos, puesto
que de sus declaraciones vertidas los días ----------------- se observa que
siempre tuvo una resistencia al supuesto engaño que dice el ad quo fue
objeto por parte de la hoy quejosa, en consecuencia vuelve a equivocarse el
juez de la causa pues deja de valorar la idoneidad de los medios empleados
para el engaño pasando por alto que el resultado debe ser una consecuencia
natural y razonable de la conducta desplegada por la suscrita, por lo tanto
aun suponiendo sin conceder de que la hoy quejosa hubiere pretendido
alcanzar un lucro indebido el cual trajera como consecuencia necesaria la
disminución patrimonial del ofendido, esto no podría considerarse constitutivo
del delito de fraude en grado de tentativa ya que en ningún momento se
suscito el elemento característico de este ilícito consistente en que ese logro
o provecho indebido lo hubiere conseguido mediante engaños o
maquinaciones hacia el sujeto pasivo.

CUARTO: Resulta atentatorio a mis garantías, el hecho de que el ad quo


tenga por acreditado el tercer elemento del cuerpo del delito consistente en
que el sujeto activo no consumó la conducta, por causas ajenas a la
voluntad, “…. De lo que se concluye que el presente elemento del cuerpo del delito
si se encuentra satisfecho, pues como antes se vio, la indiciada tuvo la intención
dirigida a engañar a los sujetos pasivos, tanto es así que teniendo conocimiento que
el bien afecto se encontraba fuera del ámbito de su competencia, ofreció devolverlo
a su propietario, siendo que al menos en las fechas en que solicito el dinero a los
pasivos, no se encontraba a su disposición, por lo que no podía, como lo ofreció
devolverlo a su propietario, y aun así exteriorizo actos ejecutivos para engañar a los
pasivo; mientras el resultado no se verifico por causas ajenas a la voluntad de la
indiciada, puesto que los pasivos no efectuaron la entrega del numerario solicitado,
ya que en lugar de entregarle el numerario a la peticionaria disidieron hacer la
denuncia correspondiente, encuadrando con ello su conducta en la tentativa de
fraude, pues este no se consumó únicamente por causas ajenas a su voluntad”-

Sin embargo, la tentativa punible de acuerdo al artículo 12 del Código Penal


Federal, implica a) el moral o subjetivo, que consiste en la intención dirigida a
cometer un delito; b) el material u objetivo es decir los actos realizados en
forma directa e inmediata para la consumación de ese ilícito; y c) un
resultado que no llega a su consumación por causas ajenas a la voluntad del
activo, por lo que en base a lo anterior podemos decir que la tentativa punible
para estar dentro de dicho supuesto requiere de acciones que de manera
inequívoca sean un grado de ejecución, de iniciación del injusto que no llega
a su fin lesivo por causas ajenas a la voluntad del agente, pero de ninguna
de las actuaciones procesales se infiere que dichos actos hayan sido medios
idóneos o aptos para causar la lesión en el bien jurídico tutelado, es decir, en
el patrimonio de los CC. Alberto Espinoza Sánchez y Alberto Espinoza
Guevara, por lo tanto, el ad quo erróneamente considera que estamos frente
a un acto de ejecución total o parcial, cuando sin conceder de que sean
ciertos los hechos que se me imputan se estaría en simples actos
preparatorios, ya que son meras actitudes que permiten suponer que se va a
cometer un delito, y que por el contrario la tentativa punible requiere de actos
positivos que constituyan un principio de ejecución de cometer el ilícito, a
mayor abundamiento de que como sostienen destacados penalistas que la
punibilidad de la tentativa se funda en el peligro en que ha estado en un
momento concreto el bien jurídico que se atacaba (Jiménez de Azua); Soler
indica que la tentativa encierra un peligro inminente para un bien jurídico;
Carnelutti afirma que la tentativa es escuetamente un delito de peligro.
Ranieri piensa que la tentativa es punible desde el punto de vista objetivo
porque pone en peligro un bien penalmente protegido, sin embargo, de la
actuaciones no se advierte que se haya puesto en peligro el patrimonio del
sujeto pasivo.

CUARTO: Resulta inconstitucional y por ende violatorio a mis garantías


individuales, el hecho de que el Ciudadano Juez Segundo de Distrito al no
haber analizado correctamente el fondo del asunto que nos ocupa, haya
ordenado la comparecencia de la suscrita ante el Ciudadano Director del
Centro de Readaptación Social Regional de Apizaco, Tlaxcala, con la
finalidad de que se me practique la ficha de identificación correspondiente,
así como los estudios de personalidad, psicológicos y de trabajo social y
realizadas tales cuestiones fuesen remitidas al Juez en cita, lo cual me causa
perjuicio al ser una molestia a mis derechos constitucionales y una violación
flagrante a lo establecido en el articulo 19 Constitucional que establece:
“Articulo 19.- Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del
plazo de setenta y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su
disposición sin que se justifique con un auto de formal prisión en el que se
expresaran: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución, así como los datos que arroje la averiguación
previa, los que deberán ser bastantes para comprobar el cuerpo del delito y
hacer probable la responsabilidad del indiciado.

De la anterior transcripción se deriva el hecho de que el juez segundo de


distrito decreta en mi contra una medida que resulta contraria a la
constitución y esto lo hace sin considerar el perjuicio irreparable a la suscrita,
ya que del articulo en cita, no se observa que se establezca alguna medida
de carácter administrativo que se me deba aplicar, por lo tanto, dicha medida
que se me ha impuesto es carente de fundamentación y motivación legal, y
de ejecutarse dicha medida, se me estaría prejuzgando como responsable
del delito que se me imputa sin que ni siquiera se haya resuelto el presente
juicio, ya que, se me estaría aplicando una pena, que a todas luces me
causa un perjuicio en mi persona, toda vez que el articulo 14 constitucional
en su párrafo segundo establece:

Articulo 14. PARRAFO SEGUNDO.- en los juicios del orden criminal queda
prohibido imponer por simple analogía y aun por mayoría de razón, pena
alguna que no este decretada por una ley exactamente aplicable al delito de
que se trata.
De la anterior transcripción se deriva, que la responsable ordenadora, al
emitir el auto de formal prisión me impone una pena, consistente en haber
ordenado la comparecencia de la suscrita ante el Ciudadano Director del
Centro de Readaptación Social Regional de Apizaco, Tlaxcala, con la
finalidad de que se me practique la ficha de identificación correspondiente,
así como los estudios de personalidad, psicológicos y de trabajo social y
realizadas tales cuestiones fuesen remitidas al Juez en cita, por lo tanto y no
obstante de que dicha medida esta fundada en el articulo 165 del Código
Federal de Procedimientos Penales, el mismo es inconstitucional, dado que
el articulo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece:

“Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que
emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma,
celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con
aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces
de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar
de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o
leyes de los Estados.”

De la transcripción anterior se demuestra que se me trata de aplicar un


precepto que se encuentra por debajo de la constitución y que es contrario a
la misma, por lo tanto se me ha de conceder el amparo y protección de la
justicia de la unión en contra de este y de los demás actos de autoridad que
emanan de las responsables.

QUINTO. Las autoridades señaladas como responsables violan en mi


perjuicio el artículo 16 de la Constitución Federal, precepto que en el primer
parágrafo establece: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la
autoridad competente que funde y motive la causa legal del procedimiento.”
Del precepto constitucional transcrito, se deduce que las autoridades
señaladas como responsables violan la garantía de legalidad contenida en el
artículo en comento, toda vez que de todo lo expuesto con anterioridad no
existe fundamentación y motivación en el proceder de las autoridades
señaladas como responsables, ya que la suscrita no he cometido delito,
resultando por ende carente de fundamentación y motivación la ilegal el auto
de formal prisión dictado en mi contra, y por consiguiente, los actos
reclamados debe ser considerados como violatorios de las garantías,
debiéndose conceder al hoy quejoso el amparo y protección de la justicia
federal en contra de los actos que he reclamado en el cuerpo de esta
demanda de garantías.

En esta tesitura le solicito que en caso de error u omisión supla la deficiencia


de mi queja en términos de la jurisprudencia que cito a continuación:

“SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIA PENAL. OPERA EN EL


JUICIO DE AMPARO PROMOVIDO POR EL REO EN CONTRA DE LA ORDEN
DE IDENTIFICACIÓN ADMINISTRATIVA DEL PROCESADO (FICHA
SIGNALÉTICA). De conformidad con el artículo 76 Bis, fracción II, de la Ley de
Amparo, la suplencia de la queja deficiente en materia penal opera aun ante la
ausencia de conceptos de violación o de agravios del reo. Esto es, la suplencia de
la queja se trata de una facultad concedida al juzgador para subsanar en la
sentencia el error u omisión en que hayan incurrido el reo o su defensor. En
congruencia con lo anterior, y con base en los principios constitucionales que rigen
en materia penal, se concluye que para que proceda suplir la queja en dicha
materia basta que quien promueva el juicio de amparo tenga la calidad de reo y la
litis constitucional verse sobre cualquier cuestión relacionada con el proceso penal
enderezado en su contra, aun cuando sólo se reclame la orden de identificación
administrativa del procesado -ficha signalética-, pues ésta es una consecuencia
legal del auto de formal prisión o de sujeción a proceso que aun cuando es de
naturaleza administrativa tiene por objeto la identificación y conocimiento de los
antecedentes del procesado que aporten al Juez de la causa y de futuros procesos
los elementos para personalizar o individualizar la pena. Contradicción de tesis
69/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Primer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto
Circuito. 8 de noviembre de 2006. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Secretario: Jesús Antonio Sepúlveda Castro. Tesis de jurisprudencia
103/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veintidós de noviembre de dos mil seis. Registro No. 172883, Localización:
Novena Época Instancia: Primera Sala Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta XXV, Marzo de 2007 Página: 242 Tesis: 1a. /J. 103/2006
Jurisprudencia Materia(s): Penal”

CAPÍTULO DE SUSPENSIÓN

Con fundamento en el artículo 124 de la Ley de Amparo, insto a su señoría


tenga a bien decretar la suspensión provisional y en el momento procesal
oportuno la definitiva, para el efecto de que las autoridades responsables no
ejecuten los actos de autoridad que les reclamo mediante la presente
demanda de amparo, tomando en consideración que no se sigue perjuicio al
interés social, ni se contravienen disposiciones de orden público, además de
que, por supuesto, de ejecutarse en primer termino la privación de mi libertad
sería imposible restituirme en el goce de las garantías violadas por el tiempo
en que subsistió la violación, ocasionándome esta circunstancia graves
daños y perjuicios.
Por lo anteriormente expuesto y con fundamento en los artículos 19 y 103
fracción I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así
como lo dispuesto por los artículos 114 fracción IV y 116, y demás relativos y
aplicables de la Ley de Amparo, atentamente pido:

PRIMERO. Tenerme por presentado en términos del presente escrito,


impetrando el AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, en
contra de los actos de autoridad que he precisado en el cuerpo de este
escrito.

SEGUNDO. Ordenar a las autoridades señaladas como


Responsables, emitan su informe justificado para los efectos legales a que
tenga lugar

TERCERO. En su momento procesal oportuno, dictar sentencia en la


que se me conceda el Amparo y Protección de la Justicia Federal.

CUARTO. Concederme la Suspensión de los actos reclamados y


expedirme copia certificada de la misma, autorizando para recibirlas a las
personas mencionadas en el proemio de la presente demanda

RESPETUOSAMENTE

Tlaxcala, Tlaxcala; a nueve de junio del dos mil diez.

KAROL LUNA GARCIA.


CODIGO PENAL FEDERAL, Articulo 399 BIS.- Los delitos previstos en este
titulo se perseguirán por querella de la parte ofendida cuando sean
cometidos por un ascendiente, descendiente, cónyuge, parientes por
consanguinidad hasta el segundo grado, concubina o concubinario,
adoptante o adoptado y parientes por afinidad, así mismo, hasta el segundo
grado.
Igualmente se requerirá querella para la persecución de terceros que
hubiesen incurrido en la ejecución del delito con los sujetos a que se refiere
el párrafo anterior. Si se cometiera algún otro hecho que por si solo
constituye un delito, se aplicara la sanción que para este señala la ley.
Se perseguirán por querella los delitos previstos en los artículos 380 y 382 a
399, salvo el artículo 390 y los casos a que se refieren los dos últimos
párrafos del artículo 395.

CODIGO PENAL FEDERAL, Articulo 386.- Comete el delito de fraude el que


engañando a uno o aprovechándose del error en que este se haya se hace
ilícitamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido.
FRACCION III.- Con prisión de tres a doce años y multas hasta de ciento
veinte veces el salario si el valor de lo defraudado fuera mayor de quinientas
veces el salario.

CODIGO PENAL FEDERAL, Articulo 12.- Existe tentativa punible, cuando la


resolución de cometer un delito se exterioriza realizando en parte o
totalmente los actos ejecutivos que deberían producir el resultado, u
omitiendo los que deberían evitarlo, si aquel no se consuma por causas
ajenas a la voluntad de la gente.
Para imponer la pena de la tentativa el juez tomara en cuenta, además de lo
previsto en el articulo cincuenta y dos, el mayor o menor grado de
aproximación al momento consumativo del delito.
Si el sujeto desiste espontáneamente de la ejecución o impide la
consumación del delito, no se impondrá pena o medida de seguridad alguna
por lo que este se refiere, sin perjuicio de aplicar la que corresponda a actos
ejecutados u omitidos que constituyen por si mismos delitos.
Previo a entrar al análisis de los artículos citados con anterioridad su usía
deberá considerar importante entrar al estudio de la querella en su parte
teórica, toda vez que los artículos ut supra citados no establecen las
formalidades que se han de seguir en relación a la figura jurídica
denominada por los artículos anteriormente citados “querella”, además
tomando en consideración que dichos artículos son en demasía abstractos
es importante acudir a lo plasmado por diversos autores en diversas obras
jurídicas como lo es la enciclopedia jurídica omeba la cual en su tomo XXIII
establece en relación a la querella:
Querella. Concepto. El código de procedimientos en lo criminal dedica a la
“querella” el capitulo II del titulo I (“de la denuncia y la querella”), que
comprende los artículos 170 a 177 inclusive.
Pero no se encuentra allí su definición. Abraham Bartoloni Ferro (el proceso
penal y los actos jurídicos procesales penales, 2° tomo), utilizando los
elementos legales, lo hace diciendo que querella es el acto procesal por el
cual se ejercita acción penal por uno o mas delitos determinados contra sus
indicados autores, ante el juez o tribunal competente, proveyendo los medios
de su comprobación y solicitando las medidas asegurativas de las personas
responsables y de sus bienes. Mario Oderigo (derecho procesal penal tomo
2°), expresa que querella es el acto por el cual una persona legítimamente
autorizada ejecutando la acción penal, pone en conocimiento del juez la
noticia que tuviere acerca de la comisión de un delito. Ernesto Von Beling
(derecho procesal penal), la define, como la solicitud hecha ante el tribunal,
para que este conozca en un determinado objeto procesal, mediante de una
actividad independiente. Carlos Tejedor (curso de derecho criminal tomo 2°),
como el primer escrito que pone en noticia del juez el delito y ofrece la
información necesaria para su comprobación, pidiendo que dada por

bastante se proceda a la prisión del reo. A esta ultima definición se


pliega máximo Castro, en su ya vieja y conocida obra (curso de
procedimientos penales tomo2°).
Diferencia con denuncia. La innegable diferencia entre querella y denuncia,
surge ya, de la simple lectura del código procesal, tratadas como están en
capítulos diferentes. Y así, mientras la denuncia puede ser interpuesta por
cualquier persona a quien por cualquier medio llegara el conocimiento de la
perpetración del delito, la querella solo puede ser obra de quien resultare
directamente ofendido por la comisión del delito. Mientras de la denuncia
puede formularse no solo ante los jueces, sino a si mismo ante los
representantes del ministerio fiscal y aun los empleados policiales la querella
solo camina deducida en vía judicial.
Ósea, que mientras el denunciante aun en el supuesto de que sea
damnificado por el delito, solo manifiesta y expresa su conocimiento del
hecho delictuoso, el querellante agrega algo mas, substanciosamente
importante: su manifestación volitiva que reclama la intervención de los
órganos jurisdiccionales, en ese su ejercitar de la acción penal de ahí que
mientras “ el denunciante no contrae obligación que lo ligue al procedimiento
judicial, ni incurre en responsabilidad alguna , salvo en caso de calumnias”
(art. 168 c.p.p.); en cambio, “el particular querellante quedara sometido a la
jurisdicción del juez que conoce de la causa en todo lo relativo al juicio por el
promovido y de sus consecuencias legales” (art. 172 c.p.p.).
De lo expuesto se desprende también que mientras el denunciante no esta
obligado a probar su denuncia, ni interviene en el procedimiento, el
querellante, en cambio, ah de probar su acusación y consiguientemente
tiene derecho a intervenir en el proceso. Mientras la denuncia es una mera
narración de hechos acaecidos, presumiblemente delictivos, la querella
sume características de verdadera demanda, y de ahí que deba verse
rodeada de requisitos y formalidades distintos...

Al respecto citaremos al renombrado tratadista Marco Antonio Días De León


quien en su magna obra jurídica denominada “DICCIONARIO DE DERECHO
PROCESAL PENAL” establece:
QUERELLA. I. Generalidades. En la moderna teoría de lo procesal se tiene
por sentado que la acción y la pretensión son conceptos diferentes, aunque
íntimamente vinculados. La acción sin la pretensión no se puede ejercer, esta
justa o injusta, debe invariablemente existir para el ejercicio de la acción,
pues, sin aquella, esta carecería de sentido por lo mismo de no justificarse su
interposición en abstracto. La pretensión, por en contrario, para hacerse valer
puede o no requerir de la acción.
A excepción de la penal, cuya tramitación se encuentra monopolizada por el
ministerio publico, en todas las demás ramas sustantivas del derecho, se
puede exigir el cumplimiento de cualquier obligación directamente al deudor,
lo que implica ya pretender prescindiendo de la acción y el tribunal. En los
casos citados ocurre así, por que, en principio, la concreta voluntad de ley
plasmada en estas normas sustantivas, esta destinada para ser entendida,
por la propia actividad intelectiva de los sujetos a quien se dirige y también,
por supuesto, para que estos la acaten o ejecuten…
… consecuentemente, si la pretensión penal solo puede ser resuelta en el
correspondiente proceso, y si la misma preyevarla a este requiere
inevitablemente de la acción al quitarse al particular el ejercicio de esta por lo
mismo, sencillamente, el ofendido por un delito no puede penalmente
pretender, sino, que ello se hace mediante el representante social.
Así, pues, corresponde al ministerio público el monopolio del ejercicio de la
acción penal. Aunque la regla general, acorde con el ius puniendi que es
inminente mente público, establece que la acción penal se ejercite
presumiendo la voluntad del ofendido, por política criminal, el esto ha
respetado a este en ciertos delitos, el derecho de determinar si se ejercita
acción penal o no contra el inculpado. De manera taxativa el estado ha
legislado un catalogo de delitos cuyos efectos son considerados como
lesivos, únicamente, al ofendido en lo particular, y no, así, a la sociedad en
general. En estos casos, si bien al afectado por dichos delitos no se le
permite tampoco accionar y pretender ante el tribunal, si, en cambio, se le
reconoce y respeta su voluntad – que vincula al ministerio publico y al órgano
jurisdiccional – de decidir si se ejercita o no la acción penal y ya ejercitada si
se prosigue o no en el proceso.
A este derecho del gobernado, como expresión de su voluntad para que
penalmente se persiga al inculpado y que constriña el ministerio publico
(cuando se reúnen los requisitos de ley) para que ejercite la acción penal en
esta clase de delitos es lo que se conoce como querella…
… cuando el particular ofendido no expresa su querella paraliza con lo mismo la persecución
no tanto del delito cuanto del delincuente así como evidentemente el derecho publico de
castigar del estado

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