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Canciones de Cuna o de Nana

Arrorró mi niño
Arrorró mi sol
Arrorró pedazo
De mi corazón.

Este niño mío


Se quiere dormir
Y el pícaro sueño
No quiere venir.

Este niño lindo


Se quiere dormir
Cierra los ojitos
Y los vuelve a abrir.

Arrorró mi niño
Arrorró mi sol
Arrorró pedazo
De mi corazón.

Este niño mío


Se quiere dormir
Y el pícaro sueño
No quiere venir.

Este niño lindo


Se quiere dormir
Cierra los ojitos
Y los vuelve a abrir.
A la nanita nana, nanita ella, nanita ella
Mi niño tiene sueño, bendito sea, bendito sea
A la nanita nana, nanita ella, nanita ella
Mi niño tiene sueño, bendito sea, bendito sea.

Fuentecita que corre clara y sonora


Ruiseñor que en la selva cantando llora
Calla mientras la cuna se balancea
A la nanita nana, nanita ella.

A la nanita nana, nanita ella, nanita ella


Mi niño tiene sueño, bendito sea, bendito sea

A la nanita nana, nanita ella, nanita ella


Mi niño tiene sueño, bendito sea, bendito sea.

Fuentecita que corre clara y sonora


Ruiseñor que en la selva cantando llora
Calla mientras la cuna se balancea
A la nanita nana, nanita ella.
Estrellita dónde estás
Me pregunto quién serás,
En el cielo o en el mar
Un diamante de verdad.

Estrellita dónde estás


Me pregunto quién serás.

Cuando el sol se ha ido ya


Cuando nada brilla más
Tu nos muestras tu brillar
Brillas, brillas sin parar.

Estrellita dónde estás


Me pregunto quién serás.

Estrellita dónde estás


Me pregunto quién serás,
En el cielo o en el mar
Un diamante de verdad.

Estrellita dónde estás


Me pregunto quién serás.
Duérmete mi niño
que tengo que hacer
lavar los pañales
y sentarme a coser.

Duérmete mi niño
que tengo que hacer
lavar los pañales
y sentarme a coser. (bis)

Este niño quiere

Que lo duerma yo

Duérmalo su mami

Que ella lo parió. (bis)

Duérmete mi niño
Duérmete mi niño.
Pajarito que cantas en la laguna
No despiertes al niño que está en la cuna.
Ea la nana, ea la nana
Duérmete lucerito de la mañana.

A dormir va la rosa de los rosales


A dormir va mi niño porque ya es tarde.
Ea la nana, ea la nana
Duérmete lucerito de la mañana.

Pajarito que cantas junto a la fuente


Cállate que mi niño no se despierte.
Ea la nana, ea la nana
Duérmete lucerito de la mañana.

A dormir, a dormir
A dormir, mi bebito.
Que tus sueños sean siempre
De amor, cariño y paz.

A dormir mí bebé
Que los ángeles van
A cantarte y cuidarte
Para que duermas en paz.

A dormir, a dormir
A dormir, mi bebito.
Que tus sueños sean siempre
De amor, cariño y paz.

A dormir mí bebé
Que los ángeles van
A cantarte y cuidarte
Para que duermas en paz.

Duerme ya, dulce bien


Mi capullo de nardo.
Despacito duérmete
como la abeja en la flor.

Duerme ya, dulce bien


Duerme ya, dulce amor
Dulces sueños tendrás
al oír mi canción. (bis)
Desde que yo estaba en la
pancita de mamita
tu me veías, tu me veías.

Y cuando estoy jugando


o durmiendo en mi camita
tu me ves y nunca me dejas.

Por eso yo digo gracias Señor,


por estar conmigo
y cuidarme con amor.

Por eso yo digo gracias Señor,


por estar conmigo
y cuidarme con amor.
Los cochinitos ya están en la cama,
muchos besitos les dio su mamá,
y calientitos los tres en pijama
dentro de un rato los tres roncarán. Uno soñaba que era Rey
y de momento quiso un pastel
su real ministro le hizo traer
quinientos pasteles nomás para el.

Otro soñaba que en el mar


en una barca iba a remar
más de repente a embarcar
se cayó de la cama y se puso a llorar.

Los cochinitos ya están en la cama,


muchos besitos les dio su mamá,
y calientitos los tres en pijama
dentro de un rato los tres roncarán.

El más pequeño de los tres


un cochinito lindo y cortés
ese soñaba con trabajar
para ayudar a su pobre mamá.

y así soñando sin descansar


los cochinitos pueden jugar
ronca que ronca y vuelve a roncar
a país de los sueños se van a jugar
Pin pon es un muñeco,
muy guapo y de cartón, de cartón,
se lava la carita
con agua y con jabón, con jabón.

Se desenreda el pelo,
con peine de marfil, de marfil,
y aunque se da tirones
no grita y dice ¡uy!, dice ¡uy!

Pin Pon toma su sopa


y no ensucia el delantal
pues come con cuidado
como un buen colegial

Apenas las estrellas


comienzan a salir, a salir,
Pin pon se va a la cama
se acuesta y a dormir, a dormir.

Y aunque hagan mucho ruido


con el despertador
Pin Pon no hace caso
y no vuelve a despertar

Pin Pon dame la mano


con un fuerte apretón
que quiero ser tu amigo
Pin Pon, Pin Pon, Pin Pon
La lechuza, la lechuza,
hace shhh, hace shhh.

Todos calladitos, como la lechuza,


hacen shhh, hacen shhh.

La lechuza, la lechuza,
hace shhh, hace shhh.

Todos calladitos, como la lechuza,


hacen shhh, hacen shhh.

Esta niña tiene sueño


tiene ganas de dormir,
tiene un ojito cerrado,
el otro no lo puede abrir.

Duérmete mi niña,
duérmete mi sol,
duérmete pedazo
de mi corazón.

(Letra enviada por Evelyn F. Ehlert, Alemania)

MU, MU, MU

Mu, mu, mu, duérmete tú,


la mula y el buey
calientan al Rey;
mu, mu, mu, duérmete tú,
estrella de Oriente
que alumbra a la gente;
mu, mu, mu, duérmete tú.

Niña bonita,
flor de canela,
tan bonica
como su abuela.

Niña bonita,
flor de manzana,
la cara bonita,
las zancas de rana.
Niña bonita,
flor de alhelí,
la cara bonita
y no tiene pipí.

Pajarillo que cantas


en un almendro,
no despiertes al niño
que se está durmiendo.

Pajarillo que cantas


en la laguna,
no despiertes al niño
que está en la cuna.

Ea, la nana, ea la nana,


duérmete, lucerito
de la mañana.
Canciones para bebé

Cucú, cucú, cantaba la rana,


Cucú, cucú, debajo del agua.

Cucú, cucú, pasó un marinero


Cucú, cucú, llevando romero.

Cucú, cucú, pasó una criada


Cucú, cucú, llevando ensalada.

Cucú, cucú, pasó un caballero,


Cucú, cucú, con capa y sombrero.

Cucú, cucú, pasó una señora,


Cucú, cucú, llevando unas moras.

Cucú, cucú, le pedí un poquito,


Cucú, cucú, no me quiso dar,
Cucú, cucú, me puse a llorar.
Yo tenía diez perritos,
yo tenía diez perritos.

Uno se perdió en la nieve.


Nada más me quedan nueve.

De los nueve que quedaban (bis)


uno se comió un bizcocho.
Nada más me quedan ocho.

De los ocho que quedaban (bis)


uno se subió a un cohete.
Nada más me quedan siete.

De los siete que quedaban (bis)


uno se tragó un ciempiés.
Nada más me quedan seis.

De los seis que quedaban (bis)


uno se mató de un brinco.
Nada más me quedan cinco.

De los cinco que quedaban (bis)


uno se perdió en un teatro.
Nada más me quedan cuatro.

De los cuatro que quedaban (bis)


uno se lo llevó Andrés.
Nada más me quedan tres.
De los tres que me quedaban (bis)
uno se murió de tos.
Nada más me quedan dos.

De los dos que me quedaban (bis)


uno se lo llevó Bruno.
Nada más me queda uno.

De ese uno que quedaba


Lo mató una bicicleta
y quedó el pobre aplastado debajo de la baqueta.

Aquí se acaba la historia


de los perros que perdí
y si usted no lo ha entendido
se la vuelvo a repetir.

Tengo una vaca lechera


No es una vaca cualquiera
Me da leche merengada
¡Ay que vaca tan salada!
Tolón tolón, tolón tolón.

Un cencerro le compraron
y a mi vaca le ha gustado
se pasea por el prado
mata mosca con su rabo
Tolón tolón, tolón tolón.

Que felices viviremos


Cuando vengas a mi lado
Con sus quesos, con tus besos,
Los tres juntos, ¡que ilusión!

Tengo una vaca lechera


No es una vaca cualquiera
Me da leche merengada
¡Ay que vaca tan salada!
Tolón tolón, tolón tolón.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque no tiene, porque le faltan
las dos patitas de atrás.

Una vez la cucaracha


se metió en un hormiguero
y las picaras hormigas
las patitas le comieron.

Pobrecita cucaracha
anda renga y afligida
caminando a paso lento
escondiéndose de día.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque no tiene, porque le faltan
las dos patitas de atrás.

La señora cucaracha
se ha comprado una bombacha
toda llena de botones
y adornada con hilachas.

Que bombacha mamarracha


le dijeron los ratones
pero a doña cucaracha
no le importan opiniones.

La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque no tiene, porque le faltan
las dos patitas de atrás.

Los pollitos dicen,


pío, pío, pío,
cuando tienen hambre,
cuando tienen frío.
La gallina busca
el maíz y el trigo,
les da la comida
y les presta abrigo.

Bajo sus dos alas


acurrucaditos,
hasta el otro día
duermen los pollitos.

A mi burro, a mi burro
Le duele la cabeza
Y el médico le ha dado
Una gorrita gruesa
Una gorrita gruesa
Mi burro enfermo está.

A mi burro, a mi burro
Le duelen las orejas
El médico le manda
Que las ponga muy tiesas
Una gorrita gruesa
Mi burro enfermo está.

A mi burro, a mi burro
Le duele la garganta
El médico le manda
Una bufanda blanca
Una bufanda blanca
Que las ponga muy tiesas
Una gorrita gruesa
Mi burro enfermo está.

A mi burro, mi burro
Le duele el corazón
El médico le manda
Jarabe de limón
Una bufanda blanca
Que las ponga muy tiesas
Una gorrita gruesa
Mi burro enfermo está.

Estaba el Señor Don Gato


sentadito en su tejado,
marramiau, miau, miau,
sentadito en su tejado.

Ha recibido una carta


que si quiere ser casado,
marramiau, miau, miau, miau,
que si quiere ser casado.

Con una gatita blanca


sobrina de un gato pardo,
marramiau, miau, miau, miau,
sobrina de un gato pardo.

Al recibir la noticia
se ha caído del tejado,
marramiau, miau, miau, miau,
se ha caído del tejado.

Se ha roto siete costillas


el espinazo y el rabo,
marramiau, miau, miau, miau,
el espinazo y el rabo.
Ya lo llevan a enterrar
por la calle del pescado,
marramiau, miau, miau, miau,
por la calle del pescado.

Al olor de las sardinas


el gato ha resucitado,
marramiau, miau, miau, miau,
el gato ha resucitado.

Con razón dice la gente


siete vidas tiene un gato,
marramiau, miau, miau, miau,
siete vidas tiene un gato.

Canciones Infantiles

Un elefante se balanceaba
sobre la tela de una araña
y como veía que resistía
fue a llamar a otro elefante.

Dos elefantes se balanceaban


sobre la tela de una araña,
y como veían que resistían
fueron a llamar a otro elefante.

Tres elefantes se balanceaban


sobre la tela de una araña,
y como veían que resistían
fueron a llamar a otro elefante.
Cuatro elefantes se balanceaban

sobre la tela de una araña,


y como veían que resistían
fueron a llamar a otro elefante…

Cinco ratoncitos

Cinco ratoncitos de colita gris,

mueven las orejas, mueven la nariz,

abren los ojitos, comen sin cesar,

por si viene el gato, que los comerá,

Los
patitos

Todos los patitos


se fueron a nadar
y el más pequeñito
se quiso quedar

su mamá enfadada
le quiso regañar
y el pobre patito
se puso a llorar

Los patitos en el agua


meneaban la colita
y decían uno al otro
ay! que agua tan fresquita.

Los patitos en el agua


meneaban la colita
y decían uno al otro
ay! que agua tan fresquita.

Los números

Un, dos, tres


Un, dos, tres
Son los números
son los números
si, si, si
Uno, dos, tres, cuatro
si, si, si
Son los números
son los números
si, si, si

El uno es un soldado haciendo la instrucción.


El dos es un patito que está tomando el sol.
El tres una serpiente que baila sin parar.
El cuatro es una silla que invita a descansar.
El cinco es un conejo que salta sin parar.
El seis es una pera redonda y con rabito.
El siete un caballero con gorra y con bastón.
El ocho son las gafas que usa don Ramón.
El nueve es un hijito atado a un globito.
El cero una pelota que acaba esta canción.

Saco una manita' para niños

Una canción muy sencilla, que los niños pueden memorizar en poco tiempo y
mediante su baile pueden mejorar su coordinación motora y su expresión corporal.

Saco una manita la hago bailar,

La cierro, la abro y la vuelvo a guardar

Saco otra manita la hago bailar,

La cierro, la abro y la vuelvo a guardar

Saco las dos manitas las hago bailar,

Las cierro, las abro y las vuelvo a guardar.

A mis manos, a mis manos yo las muevo, y las paseo, y las paseo,

a mis manos, a mis manos yo las muevo, y las paseo haciendo así:

Haciendo ruido, y mucho ruido, golpeamos los pies, las manos también
Buenos días

Buenos días
canto yo
el sol dice hola
la luna dice adiós
Buenos días
canto yo
el gallo cantó
es mi despertador

Bueno días
canto yo
hay que levantarse
el día ya empezó
Buenos días
canto yo
si cantas con ganas
será un día mejor

Buenos días
canto yo
cantar es lo mejor
Cuentos por imágenes
Importancia

A veces las ilustraciones cuentan las historias sin necesidad de apoyarse en los
textos, es el caso de los álbumes ilustrados, las imágenes son tan sugerentes que
llevan todo el peso narrativo de la historia pero, por lo general, las ilustraciones y
los textos se complementan y, muchas veces, de la manera de interrelacionarse
entre ellos depende el éxito de un cuento infantil. Un texto puede ser muy bueno
pero acompañado de una mala ilustración lo desmerecerá y lo mismo ocurrirá al
revés. Está claro que lo primero que llama la atención de un cuento, lo primero
que entra por los ojos, son las ilustraciones, en eso no hay discusión.

Aunque los niños no sepan leer, se sentirán atraídos por las imágenes y
fotografías de los libros y, si entienden este «lenguaje visual» que enriquece y
complementa de manera tan extraordinaria al texto, conectarán de inmediato con
el cuento y se adentrarán felices en el mundo de la fantasía.

La combinación de los diferentes colores en las ilustraciones de los cuentos


infantiles: las formas, el tamaño, el cómo estén realizadas, ya sea con pinturas,
rotuladores, collages, acuarelas o digitalizadas, serán fundamentales para atrapar
la atención de los más pequeños y harán que queden encantados y con ganas de
leer futuras historias.

Normalmente cuando se publica un cuento, ilustrador y escritor deben ponerse de


acuerdo pues, debe haber un equilibrio entre uno y otro pero, creo que es
acertado que el ilustrador tenga libertad a la hora de crear a partir de un texto
porque ilustrarlo bien es enriquecerlo, es una manera esencial de poder comunicar
y, un cuento infantil con imágenes atractivas resultará entretenido, divertido,
estimulará la imaginación y la fantasía de los niños y, por lo tanto, aumentará el
gusto por la lectura además de proporcionarles un rato muy agradable.

lectura y si el niño no las entiende no disfrutará y, por tanto, se romperá


la magia del momento. Un cuento infantil bien ilustrado despertará la curiosidad de
los niños y hará que disfruten más a la hora de leerlo.
Cuentos Sonoros
El cuento auditivo es una forma de recrear, favoreciendo en los niños y niñas el
desarrollo de la atención y la concentración.

Recomendaciones para realizar estas actividades con los niños y las niñas de pre
escolar.

Se gravan a partir de sonidos concretos (grabaciones de relojes, coches, puertas,


pájaros) relacionados entre sí de tal manera que evocan una narrativita, una
lectura que invitan al oyente a participar dando sentidos a la historia a través de
los sonidos sugeridos.

Relato sonoro El lenguaje musical existe desde que existe la música. ... El
sonido es un elemento indispensable para la música

La importancia de leer cuentos: desarrolla la creatividad y habilidades del


lenguaje. ... Además, fomenta el desarrollo creativo y permite a los niños expresar
emociones y sentimientos al identificarse con los personajes de la historia y es un
excelente recurso para inculcar el amor por la lectura desde los primeros años.

Les permite a los niños apropiarse de su lengua, de

Que hacer antes de comenzar el cuento:

Para que el cuento tenga éxito, debe aclarar algo al grupo de niños y niñas que
necesita de su colaboración.

Explique cuáles son los personajes del cuento y entre todos decidan cual sería el
sonido o consigna sonora de cada personajes. (Los de animales se llama
onomatopeyas).

Una vez seleccionada las consignas sonoras y onomatopeyas se asigna un


personaje a cada niño o niña, o en grupos.

Luego se cuenta el cuento en el aparecen los personajes con frecuencia.

Conforme a los niños, se menciona cada personajes, el niño o la niña debe hacer
el sonido previamente establecido y repetirlo cada vez que aparece el personajes
durante el relato.

Los niños deben estar muy atento al cuento, pero hay que contarlo despacio para
favorecer la participación de los niños y niñas.
Como se trata de niño y niñas pequeños, es mejor narrar el cuento primero en
consigna sonora, para que se familiaricen con el cuento.

Una vez que los niños y las niñas conocen bien el cuento se introduce la variante
auditiva.

En el cuento madre comunitaria encontrara algunos ejemplos de cuentos auditivos


con algunas palabras subrayadas, que son las que llevan onomatopeya o
consignas sonoras.

Otros cuentos que se prestan para introducir consignas sonoras son : la gallinita
dorada, pollito pito, el gallo quiquiriquí, pajarito pinto blanco, y la zorra ladrona, el
conejito, la margarita blanca, la hormiguita, la hormiguita que se le quebró la
patita.

No necesariamente tiene el niño o niña que hacer un sonido cuando escuche una
palabra especifica en el cuento, puede también hacer un movimiento o palmada
chasquido de dedos, soplar pegar un brinco, etc.

Cuentos sonoros
La gallinita dorada

Había una vez una gallina dorada llamada Marcelina, que vivía en una granja
rodeada de muchos animales. Era una granja muy grande, en medio del campo.

En el establo vivían las vacas y los caballos; los cerdos tenían su propia
cochiquera. Había hasta un estanque con patos y un corral con
muchas gallinas. Había en la granja también una familia de granjeros que cuidaba
de todos los animales. Un día la gallinita roja, escarbando en la tierra de la granja,
encontró un grano de trigo.
Pensó que si lo sembraba crecería y después podría hacer pan para ella y todos
sus amigos.
-¿Quién me ayudará a sembrar el trigo?, les preguntó.
- Yo no, dijo el pato.
Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, pues lo sembraré yo, dijo la gallinita.
Y así, Marcelina sembró sola su grano de trigo con mucho cuidado. Abrió un
agujerito en la tierra y lo tapó. Pasó algún tiempo y al cabo el trigo creció y
maduró, convirtiéndose en una bonita planta.
-¿Quién me ayudará a segar el trigo?, preguntó la gallinita roja.
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, si no me queréis ayudar, lo segaré yo, exclamó Marcelina.
Y la gallina, con mucho esfuerzo, segó ella sola el trigo. Tuvo que cortar con su
piquito uno a uno todos los tallos. Cuando acabó, habló muy cansada a sus
compañeros:
-¿Quién me ayudará a trillar el trigo?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo trillaré yo.
Estaba muy enfadada con los otros animales, así que se puso ella sola a trillarlo.
Lo trituró con paciencia hasta que consiguió separar el grano de la paja. Cuando
acabó, volvió a preguntar:
-¿Quién me ayudará a llevar el trigo al molino para convertirlo en harina?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo llevaré y lo amasaré yo, contestó Marcelina.
Y con la harina hizo una hermosa y jugosa barra de pan. Cuando la tuvo
terminada, muy tranquilamente preguntó:
- Y ahora, ¿quién comerá la barra de pan? volvió a preguntar la gallinita roja.
-¡Yo, yo! dijo el pato.
-¡Yo, yo! dijo el gato.
-¡Yo, yo! dijo el perro.
-¡Pues No os la comeréis ninguno de vosotros! contestó Marcelina. Me la comeré
yo, con todos mis hijos.
Y así lo hizo. Llamó a sus pollitos y la compartió con ellos.
FIN.
El pollito Pito

Un día, Pollito Pito fue al bosque y “pum”, le cayó una manzana en la cabeza.
-¡Ay, Dios mío!-gritó muy asustado.
Camina que camina, se encontró con Gallina Fina.
-¡Buenos días, Pollito Pito! ¿Dónde vas tan tempranito?
El cielo se va a caer
y el rey lo debe saber.
Voy deprisa
a darle la noticia.
-contestó Pollito Pito.
-Pues yo voy también a decírselo al rey – dijo Gallina Fina.
Y allá fueron los dos: Gallina Fina y Pollito Pito. Y se encontraron con Gallo
Malayo, que les preguntó:
-¡Buenos días, Gallina Fina y Pollito Pito! ¿Dónde vais tan tempranito?
El cielo se va a caer
y el rey lo debe saber.
Vamos deprisa
a darle la noticia.
-Pues yo voy también a decírselo al rey – dijo Gallo Malayo.
Y allá fueron los tres: Gallo Malayo, Gallina Fina y Pollito Pito. Camina que
camina, hasta que se encontraron con Pato Zapato.
-¡Buenos días, Pato Zapato, Gallo Malayo, Gallina Fina y Pollito Pito! ¿Dónde vais
tan tempranito? – les preguntó.
El cielo se va a caer
y el rey lo debe saber.
Vamos deprisa
a darle la noticia.
-Pues yo voy también a decírselo al rey – dijo Ganso Garbanzo.
Y allá fueron los cinco: Ganso Garbanzo, Pato Zapato, Gallo Malayo, Gallina Fina
y Pollito Pito. Camina que camina, hasta que llegaron al palacio del rey.
Escucha, rey amado,
El cielo se ha rajado.
Mándalo a componer,
Porque se va a caer.

El rey les dio las gracias y a cada uno le regaló una moneda de oro.
La margarita blanca

Había una vez una Margarita blanca que vivía debajo de la tierra en una cuevecita
oscura, caliente y tranquila. Un día oyó unos golpecitos en la puerta.

_ Tras, tras, tras.

_¿Quién llama?

_ Es la lluvia.

_ ¿Qué quiere la lluvia?

_ Entrar en casa.

_ ¡ No se pasa! ¡No se pasa! _ dijo la Margarita blanca que tenía mucho miedo del
frío.

Y después de muchos días volvieron a llamar a la puerta:

_ Tras, tras, tras.

_ ¿Quién llama?

_ Es la lluvia.

_ ¿Qué quiere la lluvia?

_ entrar en casa.
_ No se pasa! ¡No se pasa! _ dijo la Margarita blanca y se acurrucó dentro de su
cuevecita.

Y después de muchos días llamaron a la ventana:

_ Chus, chus, chus

_ ¿Quién llama?

_ Es el sol.

_ ¿Qué quiere el sol?

_ Entrar en casa.

_ ¡Aún no se pasa! ¡aun no se pasa! _dijo la Margarita blanca, porque era invierno.

Y después de muchos días volvieron a llamar a la ventana:

_ Chus, chus, chus.

_ ¿Quién llama?

_ Es el sol.

_ ¿Qué quiere el sol?

_ Entrar en casa.

_ ¡Aún no se pasa! ¡Aún no se pasa! _ dijo la Margarita blanca y se durmió


tranquila.

Y después de muchos días volvieron a llamar a la puerta y a la ventana:

_ Tras, tras, tras.

_ Chus, chus, chus.

_ ¿Quién llama?

_ El sol y la lluvia, la lluvia y el sol.

_ ¿Y qué quieren el sol y la lluvia, y la lluvia y el sol?

_ Venimos los dos, que nos manda Dios.

_ ¡Entrad, entrad _ dijo la Margarita blanca, y abrió una rendijita por donde se
escurrieron el sol y la lluvia dentro de la casa.
Y la lluvia la tomó por la mano derecha y el sol la tomó por la mano izquierda, y
tiraron de la

Margarita blanca, y tiraron y tiraron hasta arriba y dijeron:

_ ¡Margarita, Margarita, asoma tu cabecita!

La Margarita blanca pasó su cabecita a través de la tierra y se encontró en un


jardín muy lindo donde los pajaritos cantaban, los rayos del sol calentaban, y los
niños jugaban a la rueda:

(Cántese)

Brotan las margaritas

En la pradera.

Brotan en las mañanas

De primavera.

Alirón

Tira del cordón.

Cordón de la Italia.

Dónde irás amor mío

Que yo no vaya.

Y la Margarita se abrió toda blanca con su moñito rubio y fue feliz.

Autor: Herminio Almendros


"Puf, qué día"

Era un día común de semana... de los más comunes. Iba caminando al colegio
cuando, de repente, escuché un tic-tac y, al mirar mi muñeca, supe que tenía que
apurarme para no llegar tarde. Un pip-pip al cruzar la esquina me dejó un poco
sordo. Pero, al menos, me despertó del todo. ¡Glup!, ya casi daban las
ocho. Riiiing, creo que llegué justito.

Entré al salón y alrededor de mí sólo había ¡atchííís! ¿Qué les pasó a todos? Debe
ser que no toman jugo de naranja como yo y se resfrían de nada. Yo seguía
pensando en eso, cuando la puerta hizo ¡plaf! Era la directora, que había venido a
contarnos que nuestra seño estaba enferma y que vendría una suplente por varios
días.

El toc-toc de unos zapatos contra el piso de madera llegando desde el pasillo hizo
que mi corazón empezara a hacer pum-pum muy fuerte, hasta que ¡atchííís,
atchííís! todos empezaron a estornudar y, me distraje tanto, que no escuché
cuando la seño nueva entró.

-¡Shshsh!- empecé a exigirles a mis compañeros-. ¡Esto es realmente importante!

El pum-pum era muy rápido, hasta que escuché:

-¡Salud a todos! Parece que se sienten mal... así que vamos a tener un día
tranquilo para conocernos. ¿Les parece bien?

Pum... pum... pum... (ahhh.. sí me parece bien). Mi corazón se fue calmando. La


seño nueva fue muy buena conmigo también, aunque no estuviera enfermo. El día
terminó y volví a casa como siempre, encontrándome con muchos guau-
guaus, miau-miaus, pío-píos y muuuus. ¿Qué? ¿Por qué muuus? Si en mi casa no
hay vacas. ¡Ah! pero sí hay señores que escuchan las noticias por la radio a todo
volumen. ¡Uf, qué susto!
El talán-talán de la iglesia sí lo conozco, y quiere decir que llego a tiempo para
tomar la leche y mirar mis dibujitos favoritos.

Y, como dije al principio, ¡un día común! Chan, chan.

Importancia de los cuentos Musicales

Interviene en su desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz. La


música es una herramienta que tiene el don de acercar y reunir a las personas, y
el niño que vive en contacto con ella aprende a convivir de mejor manera con sus
pares, estableciendo una comunicación más armoniosa con ellos.

La música juega un rol importantísimo ya que puede ser utilizado como un


elemento de relajación. Al escuchar música todo el sistema nervioso se centra en
ese arte y las preocupaciones, miedos, tensiones e irritabilidades desaparecen..

El cuento aporta de igual manera y positivamente al desarrollo integral de los


menores, ya que al igual que la música, les permite empatizar con el mundo,
desarrollar y fomentar su imaginación y creatividad, resolver conflictos. Sus
beneficios también son variados, es una de las bases para el desarrollo intelectual,
se logra que entiendan las cosas con mayor rapidez, se estimula la memoria y las
ganas de expresarse. Están hechos para transmitir conocimientos y enseñanza.

Cuentos musicales

La Trompeta de la Alegría

Había un país en que una trompeta mágica, cuyas notas resonaban por todas

partes, aseguraba felicidad y alegría para todos. Pero un día, la trompeta

desapareció y todo se sumió en la tristeza. Nadie hizo nada, salvo una niña que

marchó decidida en busca de la Trompeta.


Preguntó por todas partes, hasta que alguien le llevó a conocer al sabio de las

montañas. Este le contó que la Trompeta estaba en el Pozo de las Sombras, y le

dio un violín que debía serle útil. Cuando llegó al Pozo, encontró junto al mismo

algunos músicos, tocando melancólicas melodías, y se unió a tocar con ellos.

Pero al oír aquella música tristona, se dio cuenta que nadie, y menos la Trompeta,

querría salir del pozo con aquel ambiente. Así que comenzó a tocar la música más

alegre que pudo, sin descanso, hasta animar a los músicos, y todos juntos

alegraron tanto el lugar que la misma Trompeta salió del Pozo más animada que

nunca, llevando de nuevo la alegría a todo el país.

Allí, la niña comprendió el valor de regalar Alegría como mejor remedio para todos

los que están tristes. Y desde entonces, en aquel país, todo el que ve a alguien

triste, le dedica la mejor de sus sonrisas con un poco de música.

Platillos en el espacio

Tere Timbalitos era una niña alegre y artista con un gran sueño: llegar a tocar la

batería en un grupo musical. Pero para conseguirlo había un gran obstáculo: Tere

tenía que practicar mucho para hacerlo bien, pero justo al lado de su casa vivían

un montón de ancianitos, muchos de ellos enfermos, en una residencia; y sabía

que el ruido de tambores, bombos y platillos podía molestarles muchísimo. Tere


era una niña muy buena y respetuosa, y buscaba constantemente la forma de

practicar sin molestar a los demás. Así, había intentado tocar en sitios tan raros

como un sótano enterrado, una cocina, un desván, o incluso una ducha, pero no

había forma, siempre había alguien que se sentía verdaderamente molesto; así

que, decidida a ensayar mucho, Tere pasaba la mayor parte del tiempo tocando

sobre libros y cajas, y buscando nuevos sitios donde practicar.

Un día, mientras veía un documental de ciencias en la televisión, escuchó que en

el espacio, como no había aire, el ruido no se podía transmitir, y decidió

convertirse en una especie de astronauta musical. Con la ayuda de muchos libros,

mucho tiempo, y mucho trabajo, se construyó una burbuja espacial: era una gran

esfera de cristal, en la que una máquina sacaba el aire para hacer el vacío, y en la

que sólo estaban su batería y una silla. Tere se vestía con un traje de astronauta

que se había fabricado, se metía en la burbuja, pulsaba el de la máquina para

sacar el aire, y... ¡se ponía a tocar la batería como una loca!

En muy poco tiempo, Tere Timbalitos, "la astronauta musical", se hizo muy

famosa. Acudía tanta gente a verla tocar en su burbuja espacial, que tuvo que

poner unos pequeños altavoces para que pudieran escucharla, y poco después

trasladó su burbuja y comenzó a dar conciertos. Llegó a ser tanta su fama, que

desde el gobierno le propusieron formar parte de un viaje único al espacio, y así

se convirtió de veras en la auténtica astronauta musical, superando de largo aquel

sueño inicial de tocar en un grupo.

Y cuando años después le preguntaban cómo había conseguido todo aquello, se

quedaba un rato pensando y decía:


-Si no me hubieran importado tanto aquellos ancianitos, si no hubiera seguido

buscando una solución, nada de esto habría ocurrido.

Tomás Tarambana y su tambor

Tomás Tarambana era un niño de plastilina naranja y azul que vivía en un colegio.

Aunque tenía muchas cosas buenas, había empezado a perder un poco el respeto

a los demás, y cuando su tía Agata, una gran bola de plastilina de colores, le

regaló un tambor por su cumpleaños, aquello fue terrible. Daba igual cuánto le

pidieran todos que tocara más bajo, o que fuera a hacerlo a otro lugar: Tomás se

paseaba por toda el aula aporreando el tambor, sin que las molestias que causaba

a los demás le importasen ni un pimiento. Así que el resto de figuritas del aula

dejaron de querer jugar con Tomás, y sufrieron mucho con su ruidoso tambor

hasta que Coco Sapio, un muñeco listísimo hecho con construcciones, inventó

unos tapones especiales para los oídos que dejaban oír los ruidos normales, pero

evitaban los más molestos.

Tomás, al ver que los demás ya no le hacían caso, y que ni siquiera se

molestaban, se enfadó mucho con Coco Sapio, y tras una gran pelea, el inventor

terminó cayendo al suelo desde lo alto de una mesa, rompiéndose en sus mil

piezas. Aunque fue un accidente, todos se enfadaron tanto con Tomás, que ya

nadie quiso volver a saber nada de él, aunque a él tampoco le importó mucho.
Y todo habría quedado así si no fuera porque a los pocos días, colocaron en la

clase un precioso reloj de cuco, justo al lado de la estantería en que dormía

Tomás. El cuco sonaba constantemente, "tic, tac, tic, tac", y para colmo cada hora

salía a hacer "cucú, cucú", así que Tomás no podía descansar ni un poquito, pero

los demás, con sus tapones especiales, estaban tan tranquilos.

Entonces Tomás empezó a darse cuenta de lo muchísimo que había molestado a

todos con su tambor, y de la tontería que había hecho peleándose con Coco

Sapio, que sería el único que podría ayudarle ahora. Y decidido a cambiar la

situación, y a que todos vieran que iba a convertirse en el niño más bueno y

respetuoso, dedicó todo el tiempo a ir reuniendo las piezas de Coco Sapio para

reconstruirlo en secreto. Le llevó muchísimos días y noches, hasta que terminó

justo cuando ya casi no podía más, de tan poco que dormía por culpa del reloj de

cuco. Y cuando Coco Sapio estuvo reconstruido y volvió a tomar vida, todos se

llevaron una estupenda sorpresa y felicitaron a Tomás por su trabajo, quien pidió

perdón a todos por su falta de cuidado y por no haber tenido en cuenta lo mucho

que les molestaba. Así que aunque Coco Sapio estaba algo enfadado con Tomás

Tarambana, le convencieron para que inventara unos tapones para él, y a partir de

aquel día, pudo por fin Tomás Tarambana descansar un poco, y nunca más dejó

que nadie volviera a ser tan desconsiderado como lo había sido él mismo.

La deliciosa música del arpa


Un rey adoraba tanto la música que buscó por todo el mundo el mejor instrumento
que hubiera, hasta que un mago le entregó un arpa. La llevó a palacio, pero
cuando tocó el músico real, estaba desafinada; muchos otros músicos probaron y
coincidieron en que no servía para nada y había sido un engaño, así que se
deshicieron del arpa tirándolo a la basura. Una niña muy pobre encontró el arpa, y
aunque no sabía tocar, decidió intentarlo. Tocaba y tocaba durante todo el día,
durante meses y años, siempre desafinando, pero haciéndolo mejor cada vez.
Hasta que un día, de repente, el arpa comenzó a entonar las melodías más
maravillosas, pues era un arpa mágica que sólo estaba dispuesta a tocar para
quien de verdad pusiera interés y esfuerzo. El rey llegó a escuchar la música, y
mandó llamar a la niña; cuando vio el arpa, se llenó de alegría, y en aquel
momento nombró a la niña como su músico particular, llenando de riquezas a ella
y a su familia.

La granja
Érase una vez un patito (cua cua, -corcheas-), que vivía en una granja con sus
papás y el resto de los animalitos. El patito Paquito era muy pequeño, por lo que
todavía no había conocido a los animales de la granja. Un día por la mañana su
mamá se fue a dar un baño, y fue entonces cuando Paquito aprovechó para irse a
dar un paseo por la granja a hacer amigos.

Nada más salir se encontró con un animal muy grande que casi le pisa
(pon,pon,pon,pon golpes con los pies -blancas-). El patito se asustó y le dijo: «No
me comas, no he hecho nada…» (sonido de la vaca riéndose con un móvil) «Ja ja
ja, no te voy a hacer nada», dijo la vaca.

Mientras Paquito hablaba con la vaca se acercó un perro (gua,gua gua gua, -una
negra y tres corcheas-). Le preguntó qué hacía allí sin su mamá y él le contó que
quería hacer nuevos amigos. El perro le dijo: «Acompáñame, vamos a conocer a
otros animales, yo iré contigo para que no te pase nada».

Llegaron a un sitio donde había mucho pienso y olía un poquito mal. Sólo se oía
(hiiiii, – blanca- ), era el caballo. El perrito le contó la historia y el caballo dijo que
fueran a casa de Doña Mariana, una gallinita que acababa de tener pollitos y
también querían hacer amigos. Así que se fueron para allá.

Cuando llegaron allí llamaron a la puerta (toc,toc,toc,toc golpe en la mesa, -


negras-) y Doña Mariana dijo: (co co co, -negra y corcheas-) y les invitó a conocer
a sus pollitos.
Paquito y ellos se hicieron muy amigos, pero se hizo tarde y se puso a llover (ruido
con papel arrugándolo).

Doña Mariana cogió su paraguas y acompañó, junto con sus pollitos, a Paquito a
casa. Por el camino cantaban alegres esta canción:

Patos, pollos y gallinas van,


Corriendo por el gallinero están
Perseguidas bárbaramente,
Por el patrón, por el patrón.

Los juegos infantiles y su relación con el arte


El arte y el juego en la educación inicial deben ser parte vivencial de la cultura de
los niños, estos son considerados como medios que posibilitan en el niño y la niña
la construcción y descubrimiento globalizados de sí mismos: de sus movimientos,
afectos, emociones, sentimientos, etc.

El juego y el arte permiten a los niños construir su propia identidad en el encuentro


cultural con otras personas.

El arte es la utilización creativa de las diferentes formas de representación y


comunicación, para evocar y representar situaciones, acciones, conocimientos,
deseos y sentimientos sean estos reales o imaginarios.

El juego constituye la expresión libre de lo que tiene el alma del niño.

El arte y el juego son medios aliados para el desarrollo de las potencialidades


psicomotoras, intelectuales, creativas y afectivas del niño.

El arte y juego permiten la integración permanente entre el niño y el ambiente que


lo rodea, a través de ellos expresa sentimientos y conflictos y coopera con otros
niños y adultos logrando llenar sus necesidades socio-afectivas, fortaleciendo su
convivencia en comunidad.

Desarrollan la creatividad, es decir la habilidad para crear ideas nuevas y ver las
relaciones existentes entre las cosas.

La creatividad debe ser estimulada, respetada y en consecuencia se enriquecerá


la capacidad de expresión del niño.

Juegos infantiles del folklore dominicano


Juegos de ronda
Arroz con leche
me quiero casar
con una señorita
de San Nicolás

Que sepa coser


que sepa bordar
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar.

Yo soy la viudita
del barrio del rey
me quiero casar
y no se con quién

Con esta sí
con esta no
con esta señorita
me caso yo

El gato y el ratón
Me Voy Me Voy Me Voy
Un Día Regresare
Veras Que Con El Tiempo
De Ti Me Olvidare

Me Voy Me Voy Me Voy


Un Día Regresare
Veras Que Con El Tiempo
De Ti Me Olvidare

La Culpa No Es De Ti
Tampoco Mia Es
Si No Encuentro La Culpa
Entonces De Quien Es

Te Burlaste De Mi
Sin Consideración
Quieres Jugar Conmigo
Al Gato Y Al Ratón

Al Gato Y Al Ratón
Jugabas Con Mi Amor
Al Gato Y Al Ratón
Sin Consideración

Al Gato Y Al Ratón
Jugabas Con Mi Amor
Al Gato Y Al Ratón
Sin Consideración

Zum-zum de la calavera

Se hace una rueda y se ponen todos con las manos en la espalda. Mientras tanto
un niño o niña corre alrededor de la rueda con una prenda en la mano diciendo:
—Zum-zum, zum-zum de la calavera, al que se duerma le doy una pera.

Le deja la prenda en las manos a uno de los de la rueda y le dice:

—¡Martinejo!

Y el que recibe la prenda dice:

—¡Señor viejo!

Y continúa el siguiente diálogo:

—¿Y las mulas?


—En el campo.
— ¿Quién las cuida?
—El caporal.
—¿Por qué no las cuidas tú?
—Porque no me diste pan.
—¿Y el pan que te di?
—Me lo comí.
—¿Y si más te diera?
—Más comiera.
— ¿Y el huevito?
—En su hoyito.
—¿Y la sal?
—En su santísimo lugar.

Cuando el que recibió la prenda termina de decir en su santísimo lugar, ambos


corren en direcciones opuestas alrededor del círculo y tratan de ocupar el lugar
vacío. El que pierde es el que sigue el zum-zum de la calavera.

Juegos de competencia
Juego de la carretilla
Los niños deben agruparse de dos en dos y asumir uno de los dos roles:
carretilla o carretillero.

Uno hace de carretilla andando con las manos y el otro es quien lleva la
carretilla, sujetando a su compañero por los dos pies.

Las parejas parten de una línea de salida y otra de meta pero debéis tener
mucho cuidado para que los peques no se hagan daño en las manos. También
es muy importante que el que lleva la carretilla no empuje más de la cuenta y
se adapte a la velocidad que su compañero puede llevar, sin empujar más
rápido, para que la carretilla no se caiga, así evitaremos algún tipo de lesión.

Los niños se irán turnando siendo unas veces carretilla y otro carretillero.

Un juego muy divertido para una tarde de verano.

Juego del pañuelo


El juego del pañuelo se encuentra entre los éxitos asegurados a la hora de
organizar un juego en equipo. Este juego tradicional no necesita más material que
un pañuelo o prenda de ropa, y cuantos más participantes más completos será.
Las normas del juego del pañuelo están diseñadas para premiar la rapidez y
la agilidad. Ser el primero en reaccionar y saber colaborar con los compañeros son
algunas de las claves para que este juego sea un entretenimiento educativo y muy
divertido.

Cómo jugar al pañuelo con los niños

1. En primer lugar debemos elegir al árbitro, si el número de niños es par puede


ser un papá o mamá. Una vez elegido haremos dos equipos con el mismo número
de niños, y se organizarán entre ellos dando un número a cada jugador, por
ejemplo del 1 al 5. Si el número de participantes fuera impar, en el equipo con
menos jugadores un niño puede tener dos números.

2. Se traza una línea en el suelo a la altura del árbitro o juez, que se sitúa en un
extremo con el brazo extendido y el pañuelo en la mano. Los niños se sitúan dos
filas a la misma distancia del pañuelo.

3. El juez dirá un número al azar en voz alta. El niño de cada equipo a quien
corresponda el número debe salir corriendo hasta el centro y, sin traspasar la línea
coger el pañuelo y regresar a la línea de salida. Si el jugador del otro equipo es el
primero en llgar el niño debe perseguirle para intentar alcanzarle antes de que
regrese a la salida, o queda eliminado.

4. Por cada carrera ganada se dará un punto, cuando se hayan dicho todos los
números ganará el equipo con más puntos. Si en alguna carrera existen dudas, es
el juez quien debe decidir.

Edad recomendada A partir de 5 años

¿Dónde se juega? En exterior, sobre una superficie sin desniveles

Número de jugadores Más de 5, cuantos más mejor

Materiales necesariosUn pañuelo, trozo de tela o prenda de ropa

Juego de corrida de saco


La carrera de sacos, un juego tradicional al que los niños han jugado desde hace
varios siglos. Según parece, esta actividad podría datar del siglo XVII cuando los
hortelanos realizaban carreras después del almuerzo.

Se trata de un juego muy sencillo en el que sólo se requiere una bolsa o saco y
bastante habilidad y equilibrio de los niños. Es un juego clásico ideal para fiestas
de cumpleaños, picnics, barbacoas o pasar un día divertido al aire libre.

Para jugar a las carreras de sacos, cuantos más niños participen, será más
divertido. Con este juego, los niños ejercitarán su velocidad, el esfuerzo y la
resistencia. Es un juego perfecto para que los niños hagan nuevos
amigos, aprendan a compartir y mejoren su coordinación.

Así se juega a las carreras de sacos, paso a paso:

1 - Los niños deben meter los pies dentro del saco o la bolsa y esperar que
alguien dé la orden de salida.

2 - Para iniciar la carrera, los niños deben mantener agarrado el saco con una
mano para evitar que caiga por debajo de las rodillas y mantener mientras
el equilibrio para poder saltar.

3 - Durante toda la carrera los niños debe tener las dos piernas en la bolsa hasta
llegar a la línea de meta.

4 - Gana quien llega primero a la línea de meta.

Importante: Los niños deben jugar en una superficie segura y sin muchos
obstáculos, ya que las caídas son inevitables

La carrera de sacos y los niños

Si aún no has jugado a las carreras de sacos con tu hijo, es bueno saber algo más
acerca de esta actividad tan divertida:
Edad recomendada: a partir de 7 años.

¿Dónde se juega? la hierba, el parque, la playa, el jardín o pistas deportivas.

¿Cuántos participantes? más de 2

Materiales necesarios: bolsas, sacos tejidos, sacos de patatas o arroz, que llegen
hasta la cadera de los niños.

Juegos de mano

El juego de las palmas es un pasatiempo de clásico de toda la vida que no sólo


divierte a los niños, sino que además les ayuda a potenciar su memoria y su
coordinación. A esos juegos pueden jugar dos o más niños y han de chocar las
palmas de diferentes formas: una hacia arriba y otra hacia abajo, en el medio o
aplaudir.

Además, no sólo es un juego de niños, los padres también pueden jugar con sus
hijos y pasar un buen rato.

1. En la calle 24

En la calle - lle
veinticuatro - tro
se ha cometido - do
un asesinato - to.
Una vieja - ja
mato un gato - to
con la punta - ta
del zapato - to.
Pobre vieja - ja
pobre gato - to
pobre punta - ta
del zapato - to.

2. Chocolate

Choco, choco, la, la


choco, choco, te, te
choco, la, choco, te
¡cho-co-la-te!

3. A lo loco

A lo loco-co,
a lo loco-co
una vieja se ha caído de una moto-to.
A la chacha-cha
a la chacha-cha
se ha caído y se ha hecho una brecha-cha.

4. Don Federico

Don Federico perdió su cartera,


para casarse con una costurera,
la costurera perdió su dedal,
para casarse con un general,
el general perdió su espada,
para casarse con una bella dama,
la bella dama perdió su abanico,
para casarse con don Federico,
Don Federico perdió su ojo
para casarse con un piojo,
el piojo perdió sus patas,
para casarse con una garrapata,
la garrapata perdió su cola,
para casarse con una pepsi-cola,
la pepsi-cola perdió su burbuja,
para casarse con una mala bruja,
la mala bruja perdió su gatito,
para casarse con Don Federico,
Don Federico le dijo: Que no
y la mala bruja se desmayó,
al día siguiente le dijo: Que si
y la mala bruja se puso a reír.

5. Un marinero

Un marinero que se fue a la mari mari mar


para ver lo que podía veri veri ver
y lo único que pudo veri veri ver
fue el fondo de la mari mari mar

6. Una paloma

Una paloma punto y coma


que venía de marte punto y aparte
se calló de un nido punto y seguido
era un animal punto final
era una lombriz punto feliz.

Juegos de salto
Juego del trúcamelo
Cómo jugar a la Rayuela con los niños

1. Dibuja en el suelo, con una tiza, el diagrama para jugar a la rayuela, compuesto
por cajas con números del 1 al 10. Puedas hacer las cajas de distintos tamaños
según la edad del niño, y usar diferentes colores

2. Para empezar a jugar necesitamos una piedra plana. El niño debe situase
detrás del primer número, con la piedra en la mano, y lanzarla. El cuadrado en el
que caiga se denomina "casa" y no se puede pisar.

3. El niño comienza a recorrer el circuito saltando a la pata coja en los cuadrados,


o con los dos pies si se trata de un cuadrado doble. El objetivo es pasar la piedra
de cuadrado en cuadrado hasta llegar al 10 y volver a la casilla de salida.

4. Si el niño pierde el equilibrio o la piedra se sale del cuadrado, se pierde el turno


y pasa al siguiente jugador. Se pueden añadir casillas u obstáculos para aumentar
la dificultad del juego.

Edad recomendada A partir de 4 años

¿Dónde se juega? En exterior (patio, aceras, plazas, o en la playa)

Número de jugadores Más de 1

Materiales necesarios Una tiza

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