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100 Boletines: La Homeopatía

Por el Dr. Gilberto Quintero Ramírez


Con motivo del centésimo boletín homeopático Hasler queremos brindarle a la comunidad
homeopática nuestro más profundo agradecimiento y reiterar que nuestro quehacer tiene como
finalidad la gratuita exposición del conocimiento homeopático.

La Homeopatía, la gran terapéutica de los semejantes, a través de los medicamentos


dinamizados y previamente experimentados en individuos relativamente sanos, es capaz de
sanar todas las enfermedades, aunque no necesariamente en todos los enfermos. Estimula la
vitalidad y la capacidad de reacción y adaptación de ser humano, teniendo siempre algo que
ofrecer a todo tipo de pacientes y personas, desde la gente más sana hasta los enfermos más
crónicos o incurables. Los medicamentos homeopáticos tienen las mismas indicaciones, no
caducan y se aplican en cualquier tipo de paciente que tenga las mismas características pues
es una terapéutica basada en leyes naturales respetuosas de la condición humana. La
Homeopatía no cura sino que estimula a la propia condición humana a que se cure a sí misma:
ayuda y estimula las funciones propias del organismo para que se repare, para que funcione de
manera óptima. Al ser dinámica no es tóxica ni tiene contraindicaciones si se prescribe
correctamente, no posee efectos secundarios ni genera adicción o tolerancia. La Homeopatía
no es invasiva ni sustitutiva. Los medicamentos homeopáticos actúan como catalizadores de
las funciones humanas, tanto físicas como emocionales, asistiendo y optimizando los procesos
naturales sin interferir.

Características de la Homeopatía:

Eficaz: Aspira a la curación verdadera, más que al control o la paliación. Consistente: Sus
indicaciones y bases no cambian ni caducan. Natural: Está fundamentada en leyes y principios
naturales y universales. Segura: No es tóxica ni tiene efectos colaterales peligrosos. No existe
riesgo de envenenamiento aun por accidentes o errores. No hay residuos químicos ni inhibe la
acción de sustancia alguna. No invasiva: Jamás bloquea ni altera los procesos naturales del
organismo, la homeopatía actúa como un catalizador de la propia naturaleza humana, tanto a
nivel físico como mental e integral. No supresiva: No bloquea ni debilita órgano ni función
alguna. Fácil de utilizar: A pesar de su complejidad a nivel profesional, puede ser de gran
ayuda en cualquier circunstancia inmediata o aguda. Orientada a la familia e ideal para todas
las edades. Respetuosa de la individualidad: Actúa en función de los rasgos y características
de cada persona.

Preventiva tanto a nivel agudo, como crónico o mental. Optimiza las potencialidades: A
diferencia de cualquier otro sistema terapéutico, la homeopatía es tan útil en circunstancias
agudas y físicas como en procesos de gran cronicidad y complejidad, pero también puede
cambiar las susceptibilidades inherentes y genéticas de las personas, optimizando al ser
humano tanto a nivel físico como psicológico. Incluso es capaz de apoyar el desarrollo humano
en todo sentido. Bajo costo: Comparativamente, y por sus alcances, los medicamentos
homeopáticos son extremadamente accesibles económicamente.

La Homeopatía está indicada en un muy amplio rango de condiciones que van más allá de lo
que normalmente se esperaría de cualquier sistema médico, combinando los aspectos más
preventivos con los más clínicos, así como el desarrollo humano y el tratamiento psicológico.
La homeopatía es holística: Ve al ser humano como un todo coherente y pleno.

Así, puede estar indicada en: Condiciones agudas: Aquellas auto limitadas y usualmente de
corta duración, y que se consideran relativamente superficiales al no poner en riesgo inmediato
la vida ni la viabilidad orgánica. Más que reducir los síntomas y aliviar las molestias, los remedios
homeopáticos promueven la verdadera reparación de los tejidos y previenen consecuencias a
largo plazo. Condiciones crónicas: Por crónico entendemos aquel tipo de padecimientos que
tienden a la larga duración y, sobre todo, a no resolverse de manera espontánea, sino a la
agravación paulatina y progresiva. La Homeopatía, ejercida a nivel profesional, se caracteriza
por ofrecer verdaderas opciones de curación en este tipo de patologías y, cuando esto no es
posible, una verdadera calidad de vida y un óptimo control. La homeopatía juega también un rol
fundamental en el auxilio de los moribundos y de los enfermos terminales, ayudando a los
pacientes en este difícil tiempo de transición espiritual, ofreciéndoles una mayor claridad,
conciencia y serenidad. Prescripción constitucional: Todas las formas de medicina tratan las
enfermedades agudas y crónicas, pero la homeopatía se caracteriza por ofrecer otra y única
aproximación clínica, la cual no es viable en ningún otro sistema médico. Esta es la homeopática
constitucional, la cual trata a la persona como una totalidad, tomando los síntomas físicos y
psicológicos como parte de un todo. Así, se busca encontrar un medicamento que cubra todos
los rasgos y aspectos de la persona, este medicamento optimizará el metabolismo, la
adaptabilidad psicológica, el tipo corporal, las predisposiciones genéticas, el historial médico así
como los síntomas presentes. Para este tipo de prescripción no es necesaria la presencia de la
“enfermedad”, y su finalidad no solo es curativa sino optimizadora.

La Homeopatía puede enfocarse desde tres niveles diferentes y progresivos de acción sobre
la condición humana: 1. Físico: Enfermedad. Capaz de curar todo tipo de afecciones orgánicas.
2. Psicológico: Enfermo. Capaz de optimizar los procesos de salud y adaptación psicológica,
incluyendo circunstancias de mayor patología emocional, como enfermedades mentales. 3. De
transformación personal: Individuo / Persona. La Homeopatía es la única terapéutica capaz
de optimizar la personalidad del ser humano, activando potencialidades y modulando las
limitaciones propias del individuo. La acción de la homeopatía en su nivel más elevado y
profundo estimula la Conciencia y el Desarrollo Personal. De lo anterior se desprende también
que la homeopatía tiene diferentes formas de prescribirse dependiendo de qué rasgos y
síntomas sean los que se tomen como referencia: Con base a la totalidad
sintomática: Tomando en cuenta todos los síntomas, tanto físicos como mentales, tanto
generales como particulares. Con base a las modalidades distintivas: Buscando la
modalidad más peculiar, sobre todo cuando es general. Con base a los síntomas
mentales: En función de los síntomas mentales peculiares, de las conductas extrañas y de los
rasgos y caracteres presentes a nivel emocional, afectivo, intelectual y volitivo. De suma
importancia los deseos y aversiones, tanto a nivel mental como alimenticio. Con base a la
Personalidad Homeopática: En función de la personalidad del paciente. Más que los síntomas
mentales, lo que se toma en cuenta es la forma en que el individuo funciona psicológicamente
de manera personal.

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