¡Hablar no cuesta!, ¡el papel aguanta con todo!

, estas y otras frases son muy comunes en

nuestro medio, verdades a medias no son verdades pero son tan usuales que a cada rato
decimos una cosa y hacemos lo contrario, por ejemplo: decimos y exigimos una mejor
calidad educativa y sin embargo copiamos la tarea o simplemente copiamos al compañero
durante el examen y los trabajos bimestrales, los mandamos a hacer. ¿Acaso
comprendemos lo que es honestidad o simplemente no tenemos el valor de ser honesto?

Señores miembros del jurado calificador, señora directora de este centro educativo,
representantes de los distintos centros educativos que engalanan esta tarde cultural con su
presencia, público presente, en esta ocasión oportunidad me dirijo a ustedes para hablar
sobre:

LA HONESTIDAD

Los valores son cualidades que posee el ser humano para poder convivir en la sociedad de
una manera sana.

Nuestros padres nos han inculcado los valores para que nos sirvan a lo largo de nuestra
vida, pudiendo relacionarnos de manera adecuada con las personas que nos rodean.

La honestidad es un principio fundamental para poder vivir en un ambiente de paz y

tranquilidad, es la cualidad del ser humano de actuar de acuerdo como se piensa y se
siente, y que se demuestra al comportarse como personas justas, integras y rectas.

Ser honesto es más que conocer la definición exacta que la real academia nos dicta, es
coherente entre lo que pienso, exijo y lo que brindo, exigir mejor calidad educativa me obliga
a dedicar tiempo a mis materias, a mis tareas, a realizar mis trabajos y ser un investigador
del tema a fin de explotar el conocimiento que mis profesores poseen, es decir ser
responsable.

El filósofo romano Marco Tulio Cicerón establece que “la honestidad se realiza por el
cumplimiento de las obligaciones que se encuentran presentes en todas las actividades de la
vida humana”, haciéndonos reflexionar que este principio se basa en el cumplimiento de la
responsabilidades que tenemos como hijos, colaborando en los quehaceres de la casa, como
estudiante, en cada actividad educativa que nos conduzca a lograr el conocimiento que
nuestros maestros a diario nos brindan en cada sesión de trabajo y así obtener la calificación
adecuada de acuerdo a nuestro comportamiento y rendimiento escolar, y como miembros de
una sociedad cambiante, participando activa y responsablemente en pro de una mejor
Esquipulas.

Es hora de ser responsable de nuestros actos y ser “honestos”, ser coherentes entre lo que
decimos y lo que hacemos, por ello es imprescindible que las acciones que realicemos sean
el fruto de un análisis de los pro y los contra, para estar seguro que la decisión que tomemos
traerá consigo recompensas o castigos, ser dedicado en nuestras actividades estudiantiles
nos dará mayor la preparación necesaria para enfrentar a futuro los retos laborales de una
sociedad cambiante, además, ser considerado como una persona honesta, nos abrirá
puertas en todos los ámbitos sociales en los que incursionemos, y el prestigio necesario para
ser bienvenidos en cualquier lugar.

Es por ello que hoy quiero invitarles a practicar la honestidad, siendo íntegros transparentes
y coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos, para que podamos obtener las
recompensas buenas o malas de acuerdo a nuestras acciones. Me despido de ustedes con
la frase del poeta Juvenal, “La integridad del hombre se mide por su conducta, no por sus
profesiones”. Muchas gracias.