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Amemos la justicia y odiemos la maldad”

QUIÉN no ha sufrido algún tipo de injusticia en la vida? Aunque algunas injusticias


sean fruto de la imaginación, otras son muy reales. Y ser víctimas de una injusticia
nos causa dolor emocional y puede causarnos daño espiritual. Tal vez sintamos
un fuerte deseo de corregir la situación.

Pero ¿porque tratamos de corregir la situación? Una razón es que nuestro


Creador, Jehová Dios, “con quien no hay injusticia”, nos ha dotado con un agudo
sentido de la justicia. Sin embargo, habrá ocasiones en las que no se satisfaga
dicho sentido. Por ejemplo un sabio: “Yo mismo regresé para poder ver todos los
actos de opresión que se están haciendo bajo el sol, y, ¡mira!, las lágrimas de
aquellos a quienes se oprimía, pero no tenían consolador; y de parte de sus
opresores había poder, de modo que no tenían consolador”

Por eso es que en el tiempo en que vivimos abundan las injusticias, pero el hecho
de que abunden no quiere decir que nunca tendrán fin, porque como ya
mencionamos antes, Jehová dios es justo, él quiere que en toda la tierra reine la
justicia, por eso es que a decidido hacer los siguiente, Heb 1:8. Dice..

Aquí la carta a los hebreos habla del reino de Dios, pero este reino tiene algo en
singular que los reinos de la tierra no lo tienen, puede usted dirigir su mirada a la
última frase del texto, ahí dice cetro de rectitud. ¿Qué quiere decir esto?

Que en 1914, cuan Jehová convirtió a su Hijo en Rey Mesiánico. “El cetro de [su]
gobernación real es un cetro de rectitud”, así que la justicia y la imparcialidad de
su reinado están garantizadas. Verdad que nos sentimos alegres que tengamos
un rey donde no hay injusticia, por eso es que nos sentimos alegres de servir a
este rey.

Y ya que sabemos que este rey va a ser eterno como sabemos que no va a ser
como los reyes de la tierra que ofrecen muchas cosas, pero que cuando están el
poder, ya no las hacen.
La respuesta la encontramos en Heb 1:9 ahí dice…

En el texto vemos que Jesús ama la justica y odia la maldad, y por eso es que el
mostrando su odió a la maldad, odio a todo lo que pueda deshonrar a su Padre, y
el resultado es que Jehová lo ungió como Rey del Reino mesiánico. Lo ungió con
“el aceite de alborozo”

Pero como mencionamos al principio Jesús en el tronos de Jehová, traerá un reino


donde exista la justicia, podríamos preguntarnos ¿permitirá Jesús que dentro de
ese reino vivan personas que les guste la maldad y la injusticia? La respuesta es
no, por eso deberíamos preguntarnos como imitamos las cualidades de Jesús
para ser aptos para vivir bajo ese reino.

Fijemos en la siguiente ilustración ¿Cómo podemos imitar el amor que Jesús


siente por la justicia en estas situaciones? Por ejemplo cuando usted ve en la
pantalla de su computadora o en su celular, algo que Jehová odia, ¿odiamos
nosotros también la maldad? Y nos alejamos de ella, recordemos que, al igual que
Jesús que odiaba la maldad, por eso es que no hiso nada que deshonrara el
nombre de Jehová, y nosotros también debemos hacer lo mismo.

En el siguiente recuadro, nos muestra otra manera de amar la justicia y odiar la


maldad, por ejemplo cuando hay un familiar expulsado, mostramos que amamos
la justicia cuando no alejamos de la maldad, y del proceder pecaminoso que ha
cometido el familiar, además el evitar el trato con los expulsados mostrara que
estamos de acuerdo con los justos mandatos de Jehová.

Pero no solo en esos casos, en nuestro vivir diario, nuestras obras, nuestra
manera de actuar ante las tentaciones, es decir en todo aspecto de nuestra vida,
debemos mostrar que amamos la justicia y odiamos la maldad.

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