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¿POR QUÉ EL RIACHUELO

SIGUE CONTAMINADO?
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE EL SANEAMIENTO DEL RÍO
TÁMESIS DE LONDRES Y EL DE LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO

Observatorio de Derechos Ambientales


Por Antonio Elio Brailovsky
Titular del Observatorio de Derechos Ambientales
[02] INTRODUCCIÓN
HISTORIA AMBIENTAL COMPARADA

Recordemos que la contaminación es una de las formas más tremendas y evitables


del dolor humano. Hablar del Riachuelo nos obliga a incorporar una categoría aún
poco utilizada entre nosotros, que es la noción de sufrimiento ambiental. Un tema
como el que nos ocupa no puede quedar reducido a un conjunto de cifras sobre la
calidad del agua, sino que tiene que estar centrado en lo que ocurre con los seres
humanos afectados. Los estudios sobre el sufrimiento social son relativamente re-
cientes y en muy pocos casos registran que los sectores sumergidos en la pobreza
sufren, también, una peor calidad ambiental que el resto de la sociedad. Es decir que
respiran aire y beben agua de peor calidad que los demás, comen alimentos dudosos
y sus hijos juegan en tierra contaminada.
Con frecuencia, se menciona la limpieza de la cuenca del río Támesis, en Gran Bre-
taña, como un importante antecedente para las gestiones relativas a la posible des-
contaminación de la cuenca Matanza-Riachuelo. El objeto de este trabajo es mostrar
similitudes y diferencias entre ambas cuencas, en el medio natural y social, en las
actividades contaminantes, en las estrategias de gestión y en la evolución histórica
de sus interacciones.
Este trabajo es una aproximación a la historia ambiental comparada. La historia eco-
lógica o historia ambiental es un campo del conocimiento relativamente reciente y
en continua expansión. Podemos destacar diversos antecedentes, que implican di-
ferentes aproximaciones metodológicas. El más sugestivo antecedente se encuentra
en la inmensa obra de Fernand Braudel sobre el Mediterráneo en la época de Felipe
II. En ese libro Braudel les quita el protagonismo a los reyes y las grandes figuras
políticas y se lo otorga al Mar Mediterráneo. Hoy el desafío es actualizar un enfoque
metodológico que ya tiene más de medio siglo.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 11 ]


Desde el trabajo pionero de Morello y Gligo sobre América Latina, hasta el intento de
abarcar en un solo volumen la historia ecológica del mundo (aunque obviando sus
implicaciones sociales), pasando por las primeras investigaciones realizadas a escala
nacional, y teniendo en cuenta los desarrollos teóricos de autores como Joan Martí-
nez Alier, existe una amplia gama de perspectivas sobre la relación entre historia y
ecología. La obra Memoria Verde de Brailovsky y Foguelman es la primera investiga-
ción de historia ambiental realizada a escala nacional.
La historia ecológica o historia ambiental utiliza fuentes y métodos muy parecidos a
los de la historia para describir las sociedades. Al ocuparse de las grandes temáticas
de la ecología, como por ejemplo el impacto ambiental o el desarrollo sostenible, la
historia ambiental se vale de los principales conceptos de las ciencias ambientales.
La historia ambiental busca un balance entre el análisis de la naturaleza y de la histo-
ria. En esta actividad puede apoyarse por una parte en la historia social o en la histo-
ria urbana, pero poniendo el acento en los cambios producidos en el medio ambiente.
Esta concepción considera que los temas ambientales no pueden tratarse en forma
independiente del estudio de la sociedad que los genera. El ambiente no es un con-
junto de temas separados de todo lo demás, sino la resultante de la relación entre
naturaleza y sociedad. En este caso, lo relacionamos con el conjunto de las llamadas
ciencias sociales, tomando como hilo conductor a la historia ambiental.
La articulación de ciencias ha sido siempre el núcleo más complejo de las investiga-
ciones ambientales. Son demasiados los ámbitos en los cuales se percibe al ambiente
como la suma de información originada en ciencias diferentes, con escasos vínculos
entre sí. Se hacía necesario encontrar y desarrollar un hilo conductor para la compren-
sión de las relaciones naturaleza-sociedad, que permitiera organizar conceptualmente
al conjunto de la experiencia humana para el desarrollo de las concepciones ambien-
tales, y en tal sentido la historia ambiental reveló un alto potencial integrador.
En la medida que la historia es lo que nos hace humanos, la historia ambiental nos
permite integrar el conjunto de la experiencia ambiental humana, con independencia
de las ciencias particulares que hayan producido cada información utilizada.
Como tal, requiere un comentario epistemológico. Así como la estadística es una he-
rramienta indispensable de la historia económica, los testimonios gráficos, artísticos o
literarios, son herramientas auxiliares de la historia ambiental. Señala Ricardo Ponte:

() en la historiografía tradicional, la documentación gráfica, como


planos históricos y mapas, ha solido usarse con la idea de ilustrar,
con la intención de amenizar un texto, como podía hacerse con una
fotografía o un grabado antiguo. Se desperdiciaba así la posibilidad
de considerar a estos documentos gráficos como una fuente de infor-
mación histórica en sí misma.

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La ciudad –agrega Ponte– es, por cierto, el escenario inevitable don-
de se desarrollaba “la otra” historia más tradicional. Pero los estudios
que circulaban (y todavía lo hacen), no priorizaban “espacializar” la
información de la que se daba cuenta en los textos o en el relato
histórico. Se creía, y muchos historiadores lo siguen haciendo en su
práctica habitual, que la historia es solo un relato que se narra. Basta
ver los artículos científicos o los libros de historia contemporáneos
para ver que, más allá de la teoría, en la práctica cotidiana de la his-
toria, ésta es un relato sin apoyatura cartográfica o, al menos, no lo
exhaustiva que podría ser.
Razones de tipo económico –como que insertar ilustraciones de ma-
pas o planos encarecen una publicación– pretenden excusar que no
se recurra al apoyo de información cartográfica para vincular al texto.
Pero, lo cierto es que el historiador tradicional no siente la necesidad
de conectar lo que dice o lo que relata con el espacio donde se desa-
rrolla, presuntamente, lo que se narra en el texto histórico.

Para la historia tradicional, el lugar en el que ocurren los hechos puede ser conside-
rado como casi irrelevante, ya que pone el acento en sucesos políticos y económicos
que transcurren en períodos acotados. Por contraste, la historia ambiental es la his-
toria del territorio y la de los fenómenos de larga duración que lo afectan. Esto implica
un espacio físico en el cual se desarrollan los conflictos sociales y ambientales, (en
períodos de tiempo que a menudo exceden la duración de la vida humana), y una
forma de representación de ese espacio en la cultura local.
El modo en que los contemporáneos de los procesos ambientales analizados los des-
criben o los representan puede ser esencial para comprender su dinámica ecológica
o el lugar que ella ocupa en la cultura de la época respectiva y, por consiguiente,
en las actitudes sociales que llevarán a una gestión eficaz o no de los problemas
ambientales.
La primera diferencia importante entre el Támesis y el Riachuelo es la continuidad de
la gestión y del reclamo social por la contaminación. La contaminación en Londres
es un problema social calificado como importante y atendido casi sin interrupciones
(salvo las Guerras Mundiales) desde por lo menos mediados del siglo XIX.
Por el contrario, la preocupación por la contaminación del Riachuelo tuvo una evo-
lución fuertemente discontinua. Del mismo modo, los estudios científicos realizados
sobre la cuenca Matanza-Riachuelo fueron ocasionales. No respondieron a un plan
predeterminado y no siempre fueron comparables entre sí, por el uso de metodolo-
gías diferentes.
En cambio, no hay estudios científicos tan prolongados en el tiempo como los que se
hacen en el Támesis, el principal río del Reino Unido. Los ingleses llevan midiendo

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la calidad del agua en Londres durante 140 años en forma casi ininterrumpida. Por
supuesto, con el tiempo se fueron agregando parámetros. Los primeros en medirse
fueron los nitratos, como indicador de contaminación cloacal. Durante ese período se
realizaron numerosas obras públicas para atenuar la contaminación. Nunca dijeron
que lo habían limpiado completamente, ni lo dicen ahora. Solo que bajaban sustan-
cialmente la contaminación. Sin embargo, consideran que la mayor parte de sus
fuentes de agua están “bajo serio riesgo”.
Los actores sociales involucrados en uno y otro caso son muy diferentes. En el caso
británico, el río atraviesa el área histórico monumental más emblemática de riqueza
y poder de la ciudad, incluyendo la Abadía de Westminster y la sede del Parlamento.
Su significación social es equivalente en Buenos Aires a la barranca que comienza
en Parque Lezama y llega hasta un poco más allá de la Catedral de San Isidro. Este
accidente geográfico une sitios emblemáticos como Plaza de Mayo, Plaza San Martín,
Avenida del Libertador, etc., todos ellos alejados física y socialmente del Riachuelo.
Por contraste, en Londres tanto Comunes como Lores han sido testigos cotidianos
de su realidad ambiental durante los últimos siglos. Su capacidad de presión política
es muy superior a la de las víctimas de la contaminación del Riachuelo, relegadas
al patio trasero de Buenos Aires. El patio trasero de Londres también es ribereño del
Támesis, pero aguas abajo de la gran ciudad.
Tal vez por ese motivo, la limpieza del Támesis fue siempre un tema de aceptación
casi unánime en la sociedad británica, sobre la cual hubo políticas públicas definidas,
iniciadas por el Parlamento británico, casi sin oposición. Por el contrario, en el caso
del Riachuelo el interés por su saneamiento fue tan escaso que se requirió una sen-
tencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para iniciarlo.
La localización de Londres (considerada por algunos urbanistas como un error am-
biental) responde a las necesidades del Imperio Romano de tener una base militar y
portuaria cerca de la costa francesa, donde su ocupación ya estaba más consolidada.
Las condiciones naturales son diferentes. El Riachuelo desemboca en el estuario del
Plata, muy cerca del centro de Buenos Aires, mientras que el Támesis lo hace en el
Mar del Norte, formando su propio estuario. El centro de Londres está a 62 kilómetros
de la desembocadura del Támesis. En otras palabras, no hay población con una sig-
nificativa capacidad de presión política cerca de su desembocadura. Esto condicionó
proyectos que podían priorizar mejorar el tramo del río que se encuentra frente a la
zona monumental de la ciudad.
La cuenca del Támesis cubre un área de 13.000 kilómetros cuadrados (equivalente al
4 por ciento del Reino Unido). Es el hogar de más de 12 millones de personas (el 20
por ciento de la población de ese país). Genera el 25 por ciento del Producto Nacional
Bruto. El uso del suelo es una mezcla de rural y urbano, dominado por la ciudad de
Londres en el este de la cuenca. El Támesis es una de las zonas más secas del Reino
Unido, con un promedio de precipitación anual de solo 690 mm.
[03] MAPAS LOS MAPAS HISTÓRICOS

De la innumerable cartografía disponible podemos tomar dos mapas que son casi
contemporáneos entre sí, para mostrar las diferencias en los respectivos procesos
de construcción del territorio.
Por un lado, el mapa de Manuel Ozores, sobre los datos fundacionales de Buenos
Aires. Es de 1792, sobre la base de una mensura de 1608. Se puede ver el núcleo

Plano de Manuel de Ozores, 1792

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central de Buenos Aires, con la Plaza Mayor, actual Plaza de Mayo, donde se fijó el
centro del poder político. Al norte, las tierras más altas fueron asignadas por Juan de
Garay a los pobladores más ricos, como tierras “de pan llevar”, es decir, de agricul-
tura. La forma alargada de los campos permite que cada uno de ellos tenga acceso
al Río de la Plata.
Al sur, en cambio, las tierras más bajas corresponden a la costa y a los humedales
del Riachuelo, después conocidos como “bañado de Flores”. Los campos son más
anchos porque están pensados para uso ganadero, ya que la zona inundable no es
apta para agricultura. Allí irán los pobres y se pondrán las pescaderías, carnicerías y
cuarentena de esclavos. De este modo, los ríos (el Riachuelo y el Plata) actúan como
organizadores del territorio. Algunas de las principales funciones urbanas (la ubica-
ción de los pobres, la contaminación, los ricos y el poder) se mantienen con pocos
cambios a lo largo de los siglos.
Comparamos el plano de Buenos Aires con uno de Londres de la misma época. Allí
puede verse el núcleo principal de la ciudad sobre el Támesis, con los grandes pa-
lacios en la costa y la ciudad extendiéndose hacia las zonas periurbanas del norte y
la más reciente del sur, a la que se accede mediante el puente. Aquí también el río
actuó como organizador del territorio, solo que los sectores de mayor poder político
y económico son los ribereños. Las consecuencias sobre las políticas ambientales de
los siglos siguientes no pueden subestimarse.

Londinum feracissimi Angliae Regni metropolis, 1575

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[04] GEOGRAFÍA
LA GEOGRAFÍA Y EL MEDIO NATURAL

El Támesis desemboca sobre agua salada, sin uso para abastecimiento público,
mientras que el Riachuelo lo hace sobre agua dulce, que debería ser más cuidada
por las políticas públicas.
Al ser estuarios, ambos están sujetos a la influencia de las mareas. En el Támesis,
esto significa que el agua salada ingresa varios kilómetros río adentro. Esto hizo
que Londres fuera fundada a una distancia de la desembocadura donde el agua es
siempre dulce. Por eso desde su fundación, la ciudad consideró al Támesis como su
principal (y casi excluyente) fuente de agua potable.
En el Riachuelo, las mareas detienen el flujo hacia el Plata, retrasando la salida de los
contaminantes. Cuando se ve su desembocadura desde la Autopista Buenos Aires-La

Desembocadura del Riachuelo, Google Earth

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Plata como una línea negra transversal al curso de agua, eso significa que la marea
alta impide por unas horas el flujo del Riachuelo al Plata, como si fuera un tapón.
Los colores del agua en las fotos de Google Earth muestran claramente que el agua
contaminada no fluye libremente hacia la desembocadura sino que lo hace con lenti-
tud, en avances y retrocesos, como lo muestra la mezcla de colores. Si el Riachuelo
fluyera en forma continua, se vería una línea continua de descarga.
En esa discontinuidad influyen las mareas y también la sedimentación en su desem-
bocadura.
El movimiento de mareas del Plata sobre el Riachuelo lleva a que los sedimentos de
éste decanten en esa zona de influencia. Por esa sedimentación, el Riachuelo pierde
8 centímetros de profundidad por año. Al mismo tiempo, el formidable proceso de
sedimentación del Río de la Plata tiende a ampliar sus playas y, por eso mismo, a
hacer más lenta la corriente del Riachuelo en su desembocadura. La escasa pendien-
te de la llanura pampeana acentúa la lentitud de su caudal, dificultando su limpieza
natural. En el caso del Támesis, los procesos de sedimentación son menores y el
caudal mucho mayor.

Desembocadura del Támesis. Google Earth

El Támesis tiene una longitud de 346 kilómetros y un desnivel total de 110 metros.
Su caudal medio es de 65,8 metros cúbicos por segundo. Desde el London Bridge
hasta la boca estuarial la pendiente es del orden de los 10 centímetros por kilómetro.
Nuestros tributarios urbanos no superan los 4 milímetros por kilómetro.
Dicho en otras palabras, si se desea tener en el Riachuelo la misma calidad de agua

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que el Támesis, las normas sobre volcado de efluentes deberían ser por lo menos
diez veces más rigurosas que las normas inglesas, debido a su escasa capacidad de
procesar los efluentes que reciba.
El Támesis conserva sus meandros originales, mientras que el Riachuelo ha sido
rectificado, en un intento poco eficaz de acelerar su escurrimiento.
El Riachuelo desemboca directamente en el Plata, en una zona muy poblada. Su
puerto está en la desembocadura.
El Támesis desemboca a través de un delta con una amplia zona despoblada. Su
puerto está muchos kilómetros aguas arriba. Eso posibilita utilizar los humedales del
delta para el tratamiento natural de los desechos cloacales. Allí se hicieron y se hacen
pantanos artificiales para fitorremediación.
Existe riesgo de inundaciones por desbordes del Támesis, lo que requirió de obras de
defensa. El Londres actual se extiende a lo largo de varios kilómetros del cauce del
Támesis, el río navegable que cruza la urbe de Suroeste a Este. El valle del Támesis
es una llanura aluvial con suaves colinas, como Parliament Hill, Addington Hills o
Primrose Hill. El Támesis tuvo un cauce mucho más extenso y menos profundo que el
actual, regaba una amplia zona de marismas y con las mareas altas llegaba a tener
una anchura cinco veces mayor que la actual.
El Riachuelo está ubicado en la Pampa Ondulada, una zona con pequeñas modificacio-
nes de altura. Sus humedales costeros fueron rellenados, principalmente con basura
urbana. La extracción de agua subterránea por parte de la actividad industrial mantuvo
deprimidas las napas próximas al Riachuelo durante la mayor parte del siglo XX.
El proceso de desindustrialización de fines del siglo XX y el cese de extracción de
agua subterránea para consumo hicieron que las napas recuperaran sus niveles his-
tóricos, generando problemas ambientales diversos, tales como el hundimiento de
pavimentos y la inundación de sótanos. Dichas napas han dejado de utilizarse para
consumo por estar severamente contaminadas con residuos cloacales e industriales.
La cuenca hidrológica es una unidad y estas napas forman parte del ciclo del agua en
la cuenca, ya que en la alta cuenca desaguan en el Riachuelo, aportándole contami-
nantes adicionales. En la baja cuenca, por el contrario, el propio Riachuelo las con-
tamina por infiltración. Se realizan monitoreos sobre la calidad del agua subterránea,
pero ACUMAR no ha fijado políticas públicas sobre la gestión del agua subterránea.
En la cuenca del Támesis el agua subterránea ha sufrido una intrusión salina prove-
niente del Mar del Norte, debido a la sobreexplotación del acuífero. Esto llevó a que
se extrajera agua para consumo a mayor distancia de la costa.
Para evitar las inundaciones del Riachuelo se construyó una importante defensa cos-
tera en La Boca. Las obras se realizaron solamente en la margen correspondiente a
la Ciudad de Buenos Aires, sin tener su equivalente del lado de la Provincia.
Desde la época victoriana (siglo XIX) el Támesis ha sido encauzado en diversas obras
de terraplenado que han ganado terreno al río y varios de sus afluentes discurren

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ahora bajo tierra. Es un río sujeto a las mareas del Mar del Norte y Londres es vul-
nerable a sus crecidas. Por ello, en 1974 comenzaron unos trabajos que duraron
una década y que incluyeron la construcción de la Barrera del Támesis a la altura de
Woolwich con la intención de reducir el peligro de las crecidas. Se espera que esta
barrera cumpla su función hasta 2070, pero en la actualidad ya se están sopesando
ideas para su posible ampliación o rediseño.

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[05] POLÍTICA
LA CONTAMINACIÓN VISTA
POR LA POLÍTICA Y LA
CULTURA POPULAR

Nos interesa el detalle del modo en que la contaminación de ambos ríos aparece en
la cultura de estas sociedades, ya que los cambios ambientales no se producen por
acumulación de conocimientos sino por el reclamo social de los sectores más afecta-
dos. En 1272 el rey Eduardo I de Inglaterra en una proclamación prohibió la quema de
carbón en Londres, cuando la contaminación atmosférica en la ciudad se convirtió en
un problema. Diversos episodios posteriores de contaminación generaron reacciones
poco duraderas.

4.1. Los usos recreativos en ambos ríos


Ambos ríos han tenido una larga tradición de uso recreativo y también de uso para
la recepción de contaminantes. Hasta fines del siglo XVIII, el Támesis tuvo un uso re-
creativo frente a Londres, incompatible con niveles altos de contaminación. En 1717,
Haendel estrena su Música acuática, para el rey Jorge I, con una orquesta ubicada
sobre barcas y con el propio rey siguiéndolos desde otra.
La buena calidad del agua se mantiene varias décadas más del siglo XVIII. Así lo
testimonia una pintura de Giovanni Antonio del Canal (Canaletto), fechada en 1746.
Si bien Canaletto podía idealizar algunas de sus veduttas, las características de lo
que está pintando indican que ese acto no podría haberse llevado a cabo con el río en
malas condiciones. La obra muestra un paisaje armonioso, previo a la incorporación
de las descargas cloacales e industriales.
A medida que la contaminación fue avanzando, el Támesis cumplió funciones su-
cesivas en distintos puntos de su curso. En la alta cuenca tuvo un uso recreativo,
coherente con las visuales vinculadas con sus paisajes naturales. Un siglo después

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Canaletto: Puente de Westminster desde el Norte el día de Lord Mayor

Lavery, John: Boating on the Thames, 1890

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de Canaletto, testimonia Dickens que a mediados del siglo XIX “En aquellas agrada-
bles poblaciones de la orilla del Támesis se oye el agua del río sobre las presas, e
incluso, en tiempo sereno, el susurro de los juncos; y desde el puente se puede ver
el joven río, con hoyuelos, como si fuera un niño, deslizándose juguetón entre los
árboles, incontaminado por la corrupción que le espera en su curso, y todavía lejos
de las profundas llamadas del mar”. La cuenca alta fue el lugar lógico para celebrar
las famosas regatas entre los estudiantes de Oxford y los de Cambridge.
La idealización de ese paisaje ocupa un lugar importante en la historia del arte bri-
tánico.
Así como los impresionistas franceses realizaron pinturas idealizadas sobre el Sena,
sus equivalentes británicos hicieron lo mismo con los paisajes de la alta cuenca del
Támesis, cuya calidad de agua ya tenía una diferencia abismal con la de la baja
cuenca a fines del siglo XIX.
En cambio, en el Riachuelo, los usos recreativos estuvieron en casi los mismos es-
pacios que los usos industriales. Tal vez esto ayude a entender una situación incom-
prensible para muchos extranjeros: el lugar más contaminado de la Argentina, la Boca
del Riachuelo, es también un sitio recreativo promovido como atracción turística. Esta
contradicción no es actual, sino que se remonta a las primeras décadas del siglo XIX.
Una acuarela de Pellegrini, El puente de Barracas en Buenos Aires, muestra un pai-
saje socialmente valorado como atractivo. Una tarde de sol, un río apacible, algunas

Carlos Enrique Pellegrini: El puente de Barracas en Buenos Aires

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vacas que dan carácter rústico a la escena, hay viviendas acomodadas frente al agua.
No hay nada que sugiera miseria ni contaminación.
El mismo artista refleja, a poca distancia del anterior, una escena del matadero, con
toda su crudeza. El pintor no ahorra el episodio truculento de la muerte accidental
de un niño, descrito en la obra de Esteban Echeverría. Para atenuar la violencia de la
imagen, representa el momento inmediatamente anterior al episodio que lo matará.
Por supuesto que una obra debe ser leída en el marco de la cultura que la produce.
En este caso, hay que verla en relación con el texto de Echeverría, cuyo propósito es
producir repulsión en el lector.

Carlos Enrique Pellegrini: El matadero

Llama la atención la visita organizada por Manuelita Rosas en abril de 1849 para las
delegaciones diplomáticas extranjeras, realizada en la desembocadura del Riachue-
lo, en un sitio donde los olores de la carne en descomposición eran notorios. No fue
una visita rápida: se trató de una ceremonia que incluyó naves engalanadas durante
el día y farolas en la noche, y detalles tales como vinos de Burdeos y el alfombrado
de la casa en la Isla Demarchi donde se sirvió el banquete.
Nuevamente, la respuesta está en la cultura, que miraba con orgullo a la ganadería
vacuna y aún a sus desperdicios. En forma coherente con esto, Juan Manuel de Ro-
sas edificó su palacio sobre la desembocadura del arroyo Maldonado, en el pantano
de Palermo, aguas abajo de las descargas contaminantes de su propio saladero.

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Por obra de los saladeros, Guillermo Enrique Hudson llamaba a Buenos Aires “la
ciudad más pestilente del globo”. Y nos da la siguiente explicación: “la sangre, tan
abundantemente vertida cada día y mezclada al polvo, había formado sobre todo el
terreno una costra de medio pie de espesor. Dejo al lector el cuidado de imaginar el
olor que se desprendía de esta costra, como asimismo de las barricas de los despojos
de carne y huesos que se tiraban por cualquier parte, en montón. Pero no, eso no
puede ser imaginado”. Y más tarde o más temprano, por inundaciones, por lluvias
o por vertimiento deliberado, todo eso iba a parar al Riachuelo, que recibió de este
modo sus primeras heridas.
Mientras tanto, el olor se extendía por toda la ciudad. Un testigo de la época dice
que: “el olor de los saladeros no es por cierto muy agradable, y en la misma ciudad
de Buenos Aires, cuando el viento sopla del lado de Barracas, lugar donde están
reunidos, el tufo se hace insoportable, especialmente si se está preparando harina
de huesos”.
Todos los testimonios son coincidentes: en el Támesis las funciones ambientales
extremas (infierno y paraíso) son sucesivas, mientras que en el Riachuelo son si-
multáneas. Esta simultaneidad tiene importantes consecuencias culturales, que son
la convicción generalizada de que no se trata de problemas importantes, sino solo
de aspectos pintorescos. En forma simétrica, en la actualidad el embarcadero de
lanchas del Tigre se encuentra sobre un brazo muy contaminado del Reconquista, sin
que eso afecte su uso turístico.

4.2 El paisaje de la contaminación


Aguas abajo del Támesis, la industria y las descargas cloacales generan paisajes infer-
nales. Las obras de Charles Dickens muestran testimonios durísimos sobre las terribles
condiciones de vida en las márgenes del Támesis a comienzos del siglo XIX. Uno de sus
personajes se ocupa de pescar cadáveres en el río para venderlos después a la policía.
Explica que allí recoge el carbón caído de las barcazas y las maderas con que hizo la
cuna de su hija. Son lugares donde “la escoria acumulada de la humanidad parecía
haber sido arrastrada desde terrenos más elevados, como una suerte de cloaca moral,
para quedarse allí hasta que su propio peso los derribara de la orilla y los hundiera en el
río. Las ruedas siguieron rodando entre embarcaciones que parecían haber embarran-
cado y casas que parecían haber echado a flotar, entre baupreses que contemplaban
ventanas, ventanas que contemplaban barcos; hasta que finalmente se detuvieron en
una oscura esquina, lavada por el río, pero no lavada por nada más”.
Agrega en otra novela que “cerca de aquella parte del Támesis que linda con la iglesia
de Rotherhithe, donde los edificios de las orillas son más sucios y más ennegrecidas
están las embarcaciones del río por el polvo de los barcos carboneros y el humo de las
apiñadas y achaparradas casas, existe en la actualidad el más inmundo, el más extraño
y el más extraordinario de los infinitos lugares que yacen ocultos en Londres”.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 25 ]


Gustave Doré: Muelles de Londres

Hipólito Taine, político francés de la época, dice que la miseria junto al Támesis es más
grave que la que vio en otras ciudades industriales. “En las callejas trasversales, donde
se percibe un hedor desagradable de podredumbre, se ve ropa tendida para que se
seque, andrajos y miseria. Los muchachos parece que brotan a centenares del suelo;
en un estrecho patio me he visto rodeado de catorce o quince de estos rapaces, flacos,
con los pies desnudos, llevando algunos niños de pecho rudamente cogidos bajo del
brazo y cuya cabeza despoblada de cabello, se balanceaba por el suelo”.
“Nada hay más lúgubre que aquellos cuerpos blancos, aquellas cabelleras de estopa,
aquellos rostros de mejillas lacias y sucias, que se agitan y gesticulan al derredor de

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Gustave Doré: Miseria en Londres

cualquiera que se acerca á sus moradas, dentro de las cuales sus madres contemplan
con extraña inmovilidad al extranjero. Las casas son por lo regular de un solo piso,
bajas de techo, verdaderas cuevas donde viven y mueren. ¡Cuán triste será en ellas
el invierno, cuando la lluvia y la niebla se repiten una semana tras otra, sin dejar abrir
tan solo la ventana para que se renueve el aire! Para que aquella familia no muera de
hambre es preciso que o padre no beba, no descanse y no esté nunca enfermo”.
En 1871, el dibujante y grabador francés Gustave Doré visitó Londres en lo que llamó
“un peregrinaje” y puso en imágenes desoladoras la situación de las barriadas po-
bres y contaminadas de las orillas del Támesis.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 27 ]


Faraday ofrece sus servicios al Támesis

[ 28 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


4.3. El “Gran Hedor” de Londres
Pero hay una etapa, durante el siglo XIX, en que las demandas sociales por la conta-
minación se profundizan y se desarrollan en forma paralela en Londres y en Buenos
Aires. La preocupación por la contaminación del Támesis comienza con un episodio
del verano de 1858, conocido como “Gran Hedor”. En esos meses, el olor de los
desechos cloacales fue muy intenso en el área central de Londres.
Parte del problema fue debido a la introducción de inodoros para reemplazar las es-
cupideras que la mayoría de los londinenses utilizaba y descargaba a menudo en las
calles. Esto incrementó en gran medida el volumen de agua y desperdicios vertidos
en los pozos negros. Con frecuencia, los pozos rebosaban hacia los desagües de las
calles, originalmente diseñados para recoger solo el agua de la lluvia, transportando
así vertidos procedentes de las fábricas, mataderos y otras actividades, y contami-
nando la ciudad antes de descargar en el río Támesis.
El verano de 1858 fue inusualmente cálido. El Támesis y muchos de sus tributarios
urbanos fueron desbordados con desechos. El clima cálido fue propicio para que
las bacterias prosperaran, y como resultado de esto el olor fue tan abrumador que
afectó el trabajo de la Cámara de los Comunes y los Tribunales de Justicia. Hicieron
las sesiones embebiendo las cortinas en líquidos desinfectantes. Ambas institucio-
nes pensaron en trasladar sus sedes respectivas. Finalmente, unas fuertes lluvias

La Muerte rema en el Támesis

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 29 ]


terminaron con el calor y la humedad del verano y la crisis terminó rápidamente. Sin
embargo, la Cámara de los Comunes seleccionó un comité especial para que elabo-
rase un informe sobre el “Gran Hedor” y recomendase cómo poner fin al problema.
Al afectar la contaminación del Támesis a importantes sectores de poder británicos,
los reclamos sobre su estado son muy tempranos y aparecen en la prensa de ese
país. Un dibujo satírico publicado por la revista Punch muestra al científico Michael
Faraday dándole su tarjeta a un muy sucio Támesis para ofrecerle sus servicios,
mientras la redacción espera que el río consulte al profesor.
En otra caricatura, un esqueleto vestido con falda y cofia rema suavemente entre
animales muertos sobre un Támesis nocturno. Nada perturba su navegación, porque
no hay nadie ocupándose de sanear el río, sugiere la imagen. El esqueleto advierte
que los que no estén dispuestos a pagar por el saneamiento del Támesis podrán
perder sus vidas.

4.4. Las grandes epidemias y el miedo al Riachuelo en Buenos Aires


Por su parte, en Buenos Aires la preocupación social por la contaminación del Ria-
chuelo registró picos de mucha importancia durante las grandes epidemias del siglo
XIX (cólera en 1867 y 1868, y fiebre amarilla en 1871).
En ese momento, la movilización social logró la erradicación de las industrias conta-
minantes, que eran los saladeros, y la recomposición natural de un ecosistema que
estaba fuertemente afectado. Antes de eso, las sucesivas prohibiciones de las des-
cargas contaminantes sobre el Riachuelo muestran su escasa efectividad. Por decre-
to del 10 de febrero de 1860 se prohíbe que se arrojen al Riachuelo los desperdicios
de la faena de los saladeros “por la necesidad urgente de disminuir la putrefacción de
sus aguas”. En 1868 por la epidemia de cólera, se ordena a los saladeros destruir los
residuos en otra forma que no fuera arrojarlos al Riachuelo y mantener las instalacio-
nes en perfecto estado de higiene. También se les prohibía efectuar la faena de ga-
nado en ese lugar. Como suele suceder, se movieron intereses y el gobernador Alsina
tuvo que reconsiderar su prohibición. A menos de dos meses, vuelve a autorizar las
faenas de los saladeros, con una serie de condiciones de higiene que no cumplieron.
El diario La Nación Argentina denunció: “El olor inmundo esparcido el domingo a la
noche por toda la ciudad ha venido a recordamos que los saladeros del Riachuelo
continúan con autorización del gobierno sus pestíferas faenas, y a delatarnos la con-
travención de los saladeristas a las disposiciones superiores que les prohíben arrojar
las aguas de cola sin desinfectarlas previamente”.
En 1869 H. Armaignac describe los mataderos de Barracas:
A pesar de que la mayor parte de los residuos de esos estableci-
mientos se emplearan ya fuese para la industria o para el alumbrado,
siempre quedaba gran cantidad de desperdicios inutilizables: y no
sabiendo qué hacer con ellos se los arrojaba todos los días a un arro-

[ 30 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


Juan Manuel Blanes: Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires

yo de poca anchura y poca profundidad llamado Riachuelo, que va a


desembocar casi a las puertas de Buenos Aires, De resultas de tales
operaciones, las aguas del arroyo, sujetas al flujo y reflujo, tenían
en suspensión gran cantidad de materias orgánicas animales que se
iban depositando poco a poco en su fondo hasta formar bancos de

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 31 ]


varios metros de espesor, incesantemente removidos por la corriente
y por los barcos.
En 1870, Burton dice algo semejante: (El Riachuelo) “es un Estigio que necesita ser
dragado, de 160 pies de ancho, un lento sumidero de barro negro, que muchas veces
se pone rojo por el producto de una docena de saladeros. El una vez encantador
arroyo está sucio con barro y menudencias y hay un terrible perfume a sebo y carne
líquida, mezclado con la esencia de huesos calcinados”.
La obra clásica de Juan Manuel Blanes, Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos
Aires, refleja el estado de parálisis de la sociedad porteña ante las epidemias, donde
la única acción que parecía posible era enterrar a los muertos.
A comienzos de 1871, en plena epidemia de fiebre amarilla, el diario La Nación publica
la siguiente descripción: “El lecho del Riachuelo es una inmensa capa de materias en
putrefacción. Su corriente no tiene ni el color del agua. Unas veces sangrienta, otras
verde y espesa, parece un torrente de pus que escapa a raudales de la herida abierta
en el seno gangrenado de la Tierra. Un foco tal de infección puede ser causa de todos
los flagelos, el cólera y la fiebre. ¿Hasta cuándo inspiraremos el aliento y beberemos la
podredumbre de ese gran cadáver tendido a espaldas de nuestra ciudad?”.
Además de su fuerza testimonial, este texto nos permite reconstruir con un grado razo-
nable de precisión los mecanismos ecológicos que llevaron a la muerte del Riachuelo.
La descripción corresponde a un río eutroficado. Es decir, un río que ha recibido un
exceso de aportes de sustancias químicas -no necesariamente tóxicas en sí mismas-
pero que es incapaz de asimilarlas totalmente sin alterar la calidad del agua.
En este momento el tenor de oxígeno baja un poco más (y estamos hacia 1870) y
comienzan a morir las algas verdes. Las reemplazan las algas llamadas azules, que
no son en realidad azules, sino de un color verde oscuro y pueden observarse en las
correderas del borde de veredas. Estas algas suelen tener un crecimiento explosivo
en presencia de fósforo, común en efluentes orgánicos. Proliferan con tenores muy
bajos de oxígeno y dan la apariencia de agua verde y espesa que describe la cita
inicial del diario La Nación. Su descomposición termina con el poco oxígeno que
le quedaba al Riachuelo. Con ellas mueren peces, crustáceos, bacterias aerobias y
demás organismos preexistentes. Quedan dueñas del ambiente las bacterias anaero-
bias, organismos capaces de vivir sin oxigeno, las que comienzan a producir metano
y ácido sulfhídrico: el Riachuelo adquiere así el olor característico de la putrefacción.
La contaminación del Riachuelo generó preocupación solo en la época de la fiebre
amarilla. De ese año es la protesta de La Nación y su reclamo por sanear el Riachue-
lo. En el mismo año se autoriza por otra ley al Gobierno provincial a hacer los gastos
necesarios en las obras de canalización y limpieza del Riachuelo. De esa época es el
argumento de Alberdi, quien describe que: “convertido en fango podrido, forma un
foco permanente de infección y peste”. Y afirma que el problema de la contaminación
no se soluciona mientras el puerto esté en Buenos Aires. Recomienda “la remoción

[ 32 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


de su causa inmediata: el puerto, que debe ser llevado a otra parte. Así, la justicia
misma pone a Buenos Aires este dilema de bandidos: la bolsa o la vida. Si Buenos
Aires quiere vivir, debe ir con el puerto y la aduana a otra parte, los mataderos, los
saladeros, las barracas, las inmigraciones sucias, las pestes y las comitivas de la
muerte fastuosa”.
Pero después de haberse muerto, el Riachuelo resucitó por un breve tiempo. Esta
resurrección tiene que ver con el pánico general provocado por la epidemia de fiebre
amarilla de 1871. La opinión pública responsabilizó de esta epidemia a la contami-
nación provocada por los saladeros y al ambiente insalubre que éstos habían creado
en las inmediaciones del Riachuelo. El agente transmisor, el mosquito aedes aegypti,
proliferó espectacularmente en los charcos costeros que dejó el Riachuelo después
de una lluvia torrencial.
Los saladeros eran unánimemente odiados por la población porteña, por lo cual el
Congreso de la Provincia de Buenos Aires termina por sancionar el 6 de septiembre
de 1871 una ley que establece que “quedan absolutamente prohibidas las faenas de
los saladeros y graserías ubicados en el Municipio de la Ciudad y sobre el río de Ba-
rracas y sus inmediaciones”. Terminaron yéndose al pueblo de Atalaya, donde fueron
decayendo hasta desaparecer hacia 1904.
En el debate parlamentario se enfrentaron dos proyectos sobre la industria conta-
minante: uno de sanear sus efluentes y el otro de erradicar los establecimientos.
El proyecto de sanear incluye la posibilidad de “arrojar al mar (es decir, al Río de la
Plata) los residuos líquidos, o usarlos para fabricar abonos artificiales”. Existía una
propuesta del ingeniero Bateman de construir un emisario (es decir. un caño largo)
que enviara los contaminantes río adentro.
Marcó del Pont sostuvo que “ningún derecho puede haber para corromper ni el suelo,
ni el agua, ni el aire”. Por su parte, Elizalde dijo que “El Riachuelo, como vía pública,
como todo lo que es de uso común, no es de los saladeros, es de todos. Ellos, para
explotar su industria, no tienen derecho a envenenar el agua”.
En cambio, Montes de Oca refiere el problema al contexto ambiental de la ciudad:
“No nos olvidemos que muy cerca de la ciudad hay terrenos de anegación, que hay
quintales de basura que no se ha tocado; que hay corrientes subterráneas en Buenos
Aires de líquidos en putrefacción, que es positiva la comunicación entre los pozos y
las letrinas de la ciudad, que esta ciudad no tiene desagüe de ninguna clase, que no
hay calles anchas, que no hay plazas (…) tenemos en Buenos Aires infinitas causas
de producir enfermedades, epidémicas o no”.
En última instancia, por más que la depuración fuera técnicamente posible nadie
creyó que los saladeros fueran a ponerla realmente en práctica. Así, un sector que
podríamos llamar “ambientalista” sostuvo que la situación política no ofrecía garan-
tías de que el Poder Ejecutivo obligara a las industrias a sanear sus efluentes. Por
esta razón votaron finalmente por la erradicación de los saladeros.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 33 ]


Unos años más tarde, se discute si corresponde indemnizarlos, ya que habían llegado
al Riachuelo por una invitación oficial. En el debate, Lucio V. López defiende a las
industrias contaminantes: “(en) Manchester y otras ciudades hay un gran número de
fábricas más insalubres que los saladeros y que, sin embargo, están establecidas en
el centro de la ciudad, sin causar perjuicio a la salud”, dijo.
Por un breve período, el Riachuelo vuelve a ser el hermoso paisaje de los primeros
tiempos de la fundación de la ciudad. Tanto la recuperación del Riachuelo a partir de
1871 como la formación de la Reserva Ecológica Costanera Sur en la década de 1980
nos dan un enorme caudal de información sobre la velocidad de recuperación de los
ecosistemas pampeanos. En el primer caso, por la recomposición del ecosistema del
Riachuelo, una vez eliminadas las causas del disturbio (los saladeros). En el segundo
caso, en el proceso de naturalización de un espacio construido artificialmente.
Armaignac, el mismo francés que regresara asqueado del Riachuelo unos años atrás,
nos describe el aspecto de Barracas hacia 1880: “Magníficas quintas han sustituido
a las barracas de zinc que antaño servían de almacenes o depósitos de carne salada
o de cueros: casas elegantes y confortables se levantan en lugar de las chozas donde
se refugiaban los numerosos obreros ocupados en esas inmensas carnicerías”. Por
unos pocos años, la costa del Riachuelo pasa a ser un lugar de uso recreativo. En
ese momento, bajo la presidencia de Domingo F. Sarmiento, fue la última vez que se
realizaron acciones serias para sanear la cuenca.
Los propietarios de los establecimientos reclamaron la indemnización de daños y
perjuicios. La Corte Suprema de Justicia de la Nación entendió que la Provincia se
había limitado a reglamentar esa industria por justificadas razones de salubridad; y
que no cabía la alegación de derechos adquiridos puesto que los permisos (preexis-
tentes) llevan la condición implícita de que la actividad que se ejerza no sea nociva
a los intereses generales de la comunidad. Para la Corte, las restricciones y limita-
ciones impuestas no configuraban agravio del derecho de propiedad y del ejercicio
de una industria lícita porque, según la Constitución, esos derechos están sujetos a
las leyes que reglamenten su ejercicio y por ello desestimó el reclamo. Dice el fallo
que “ninguno puede tener un derecho adquirido de comprometer la salud pública, y
esparcir en la vecindad la muerte y el duelo con el uso que haga de su propiedad, y
especialmente con el ejercicio de una profesión o de una industria.”
Es interesante destacar que, tanto la legislación sobre el Riachuelo del siglo XIX como
la respectiva sentencia de la Corte Suprema de esa época atienden mucho más a la
protección ambiental que sus equivalentes actuales. La Ley de 1871 ordena la erra-
dicación de los establecimientos contaminantes y la Sentencia de la Corte de 1887
establece que una industria que contamina perjudica a la salud pública y por esa
razón pueden ser expulsados sin indemnización. Por contraste, en el siglo XXI, ni el
fallo de la Corte Suprema del caso Mendoza ni la Ley de creación de ACUMAR esta-
blecen la clausura definitiva sin indemnización a los establecimientos contaminantes.

[ 34 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


x

[06] HUMEDALES
LOS HUMEDALES EN AMBAS CUENCAS

Durante el siglo XIX, la representación gráfica de las cuencas incluye sus humedales
costeros, ya que forman parte de sus respectivos valles de inundación. El Mapa Tom-
bleson, de 1840 muestra el trayecto del Támesis.

Mapa Tombleson, 1840 (detalle)

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 35 ]


Este mapa muestra las ciudades que el río atraviesa, la forma de la cuenca y las
áreas que conforman los respectivos valles de inundación.
En forma coherente con el anterior, el mapa Domengé de Buenos Aires también
marca claramente los humedales. Nos interesa especialmente el bañado de Flores,
ya que es parte de la zona inundable perteneciente a la cuenca del Riachuelo. La de-
marcación de las líneas topográficas significa la percepción del río como una cuenca
hídrica, con lo que ello implica para su gestión.

H. Domengé y L. Broqua: Plano de la ciudad de Buenos Aires, 1874

[ 36 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[07] TÁMESIS XIX
LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN EL TÁMESIS A
FINES DEL SIGLO XIX

A fines del siglo XIX Londres retenía los desechos cloacales en depósitos durante
la marea alta y los enviaba al mar solo cuando bajaba la marea. En el camino, los
utilizaba para irrigación.
La ciudad de Londres arroja sus líquidos inmundos por un gran canal,
que á corta distancia se divide en dos ramas, la una de 70 kilóme-
tros de largo riega en su camino por gravitación 53.000 hectáreas de
terreno, agotando todo el líquido en la ribera del mar del Norte; esta
misma rama da a los 40 kilómetros nacimiento á otro vástago de
30 kilómetros que se dirige hacia el Nordeste, regando también por
gravitación las tierras que encuentra en su camino. La segunda rama
que parte del gran canal se dirige de Oeste á Este para desembocar
directamente en el mar; esta rama no obstante de encontrarse en
relación con las cloacas, no conduce sino aguas limpias procedentes
de las grandes lluvias. La comunicación de esta rama con el canal
principal se encuentra interceptada para las corrientes ordinarias de
los líquidos cloacales, y únicamente se abre esta comunicación cuan-
do las cloacas están lavadas por el agua de las lluvias y corre por
ellas el líquido completamente puro: esta rama es llamada “caños
de tormenta”.
Este mismo procedimiento fue propuesto por Bateman para Buenos Aires. Uno de los
argumentos era que ambas ciudades tienen dos flujos de mareas diarias y eso hace
más sencilla la gestión que en el caso de costas con uno solo. Hubo fuerte oposición
de los médicos, quienes marcaron los riesgos de descargar cloacas sobre el agua
dulce del Río de la Plata.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 37 ]


El duque de Richmond introdujo un proyecto de ley de conservación del Támesis en
el Parlamento en 1878, y el Consejo de la Sociedad de las Artes estaba dispuesto a
otorgar medallas a quienes pudieran idear distritos de cuencas hidrográficas ade-
cuados para ayudar a dicha conservación. Frederick Toplis recibió una medalla de
plata por su plan de crear 12 distritos de cuencas hidrográficas, cada uno dirigido
por comisionados, que tendrían los poderes para adquirir todas las obras sanitarias
dentro de su área, y para gestionar tanto ellos como los ríos para el suministro de
agua y la prevención de inundaciones y contaminación. A partir de ese momento, se
hace unánime el criterio de que la gestión del Támesis solo puede hacerse desde la
perspectiva de la cuenca hídrica.

[ 38 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[08] RIACHUELO XX
EL REGRESO DE LA CONTAMINACIÓN AL RIACHUELO
EN EL SIGLO XX

La ilusión sobre el Riachuelo duró muy poco tiempo. En el siglo XX se bifurcan las
gestiones en ambas cuencas. En el Támesis se profundiza el control de la contami-
nación y sobre el Riachuelo se adopta un modelo de capitalismo salvaje que acepta
como legítima cualquier forma de daño ambiental.
Esto requiere la pérdida de la perspectiva de cuenca hídrica. Se introduce en el ima-
ginario de Buenos Aires la idea de que un río es solamente una cinta de agua (del
mismo modo que una calle es una cinta de adoquines o de asfalto) y se pierde su
función como organizador del territorio. En 1905, el plano de la Ciudad de Ludwig
elimina la representación del bañado de Flores y su topografía.
Ludwig solo deja el Riachuelo y a partir de allí los mapas oficiales de la ciudad aban-
donarán durante el siglo XX toda referencia a la topografía. No se trata de una simpli-
ficación sino de una concepción del territorio. Un mapa es una expresión ideológica,
no solamente un dibujo.
El uso portuario y los frigoríficos de Avellaneda contribuyeron al rápido deterioro del
Riachuelo. Graciela Silvestri analiza este proceso señalando:
El viaje aguas arriba por el Riachuelo –dificultosa empresa para rea-
lizarla hoy– puede interpretarse como un viaje en el tiempo. El sector
I (la desembocadura) evoca el origen como puerto, la temprana inmi-
gración y la densidad construida de ambas orillas, en estrecho con-
tacto funcional y visivo, que parece reconstruir una totalidad histórica.
En el segundo sector advertimos los conflictos del nunca terminado
canal industrial, con su cauce nunca rectificado y sus objetos dise-
minados sin orden; el tercer sector, cuya artificialidad es evidente en
la rectitud del canal, no alterada por los accidentes naturales, parece

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 39 ]


Ludwig, Pablo: Mapa del municipio de ciudad de Buenos Aires

Pío Collivadino: El Riachuelo de Barracas, óleo, 1916

[ 40 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


simbolizar las formas proyectuales planificadas, homogéneas, carac-
terísticas de la segunda posguerra.
Pío Collivadino muestra en 1915 ese mismo viaje en lo que antes se llamaba una
“vista a vuelo de pájaro”, con el proceso de ocupación industrial de las márgenes
cuando comenzaba a realizarse. Se completará con el proceso de migraciones inter-
nas y de industrialización posterior a la Segunda Guerra Mundial. El Riachuelo repite
en el siglo XX el mismo modelo social y ambiental del Támesis del siglo XIX.
Agreguemos que los afluentes del Riachuelo también llegaban muy contaminados.
Por ejemplo el Cildáñez, que atravesaba el matadero, recibía el nombre de Arroyo
de la Sangre, a partir de la inauguración de los mataderos, en 1901, lo que da una
idea muy gráfica del estado en que se encontraba. “Este límpido zanjón comenzó a
venir cargado de residuos peligrosos con sustancias orgánicas que producían gases
pútridos que lo tornaban tóxico, repugnante y grave para los vecinos, especialmente
en verano donde se incubaban moscas, mosquitos e insectos que eran vectores de
terribles enfermedades”.
Otra de las fuentes de contaminación del Riachuelo fue la quema de residuos. El
Ferrocarril Oeste tenía un ramal, llamado el Ferrocarril de las Basuras, que bajaba
por Loria y Oruro hasta la quema, que quedaba junto al Riachuelo. Esta proximidad
significa que cada lluvia arrastraba materiales en descomposición y cenizas hacia
el Riachuelo. Sin embargo, los reclamos estuvieron más ligados a la protesta social,
como se ve en los aguafuertes de Abraham Vigo, entre otros “artistas del pueblo”.

Abraham Vigo: Fin de jornada, serie La Quema, aguafuerte, 1936

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 41 ]


La gestión realizada en el Támesis era perfectamente conocida en Argentina desde
hacía décadas, como lo atestigua una publicación gubernamental de 1953 que deta-
lla el funcionamiento de los laboratorios de control de la contaminación: “Ubicados en
la localidad de Watford, vecina a Londres. Es ésta una muy interesante organización
del gobierno que estudia diferentes problemas relacionados con química, bacteriolo-
gía y biología de aguas, tratamiento, contaminación, desinfección, etc., así como lo
relacionado con líquidos cloacales y residuales, ya sean estudios oficiales, municipa-
les o de particulares; y sobre todo lo relacionado con la contaminación de ríos, tratan-
do que sus aguas permanezcan dentro de los parámetros aceptables”. Agrega que
la planta depuradora de líquidos cloacales está en pleno funcionamiento desde mayo
de 1936. El calificar un laboratorio de control como una “interesante organización”
sugiere la enorme distancia existente entre lo que se hacía en una y otra cuenca.
En el siglo XX, a los cambios en la intensidad de uso del recurso agua se corresponden
cambios en las regulaciones oficiales, que intentan cierta intervención del poder pú-
blico para evitar mayores deterioros. Citaremos como ejemplo las siguientes normas:
Ley Orgánica de Obras Sanitarias de la Nación que autoriza a dicho organismo a
implementar medidas de saneamiento de cursos de agua, impedir la contaminación
de las fuentes de aprovisionamiento de agua potable y lo faculta para clausurar es-
tablecimientos contaminantes. Pero en OSN no lo hicieron y además explicaron por
qué no lo hacían: “La Empresa cuenta con atribuciones básicas relativas a evitar la
contaminación por efecto de los efluentes industriales () pero la aplicación al pie de
la letra no hubiera armonizado con el proceso de desarrollo industrial de tanta tras-
cendencia para el país”.
El mismo destino corrió una reiteración de esta ley: la Resolución de 1954 sobre con-
trol de efluentes en jurisdicción de Obras Sanitarias de la Nación. Debe interpretarse
como una prolongación de la anterior. Establece condiciones físicas y químicas a las
que han de ajustarse los líquidos residuales industriales o cloacales a las que, obvia-
mente, no se ajustaron. Fija límites de calidad, concede y retira permisos de vertido
de efluentes, de acuerdo con las normas que fije Obras Sanitarias de la Nación.
Una limitante de envergadura para la ejecución de estas políticas es que (en lo que
atañe a los recursos hídricos) la superposición de jurisdicciones era descomunal y
hubo mayor contraposición de intereses que con respecto a otros recursos. En ese
contexto, la aplicación de legislación se torna casi impracticable si no hay una férrea
voluntad política que la motorice. Por ejemplo, en esta etapa tienen jurisdicción sobre
el río Matanza-Riachuelo 22 organismos públicos nacionales, provinciales y munici-
pales, en un cómputo muy conservativo. Un informe de la década de 1970 muestra
que se contrataron servicios de consultoría a equipos de ingenieros que trabajaban
en el Támesis, y que recomendaron realizar una gestión integral de las cuencas en
todos los casos en los que participaron. “La legislación de OSN –dice uno de esos
informes– requiere que todos los efluentes tengan un mismo índice de nivel. Resulta

[ 42 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


claro que deberían tomarse disposiciones legislativas uniformes en toda la cuenca”.
Como los arroyos suelen constituir límites entre municipios, tampoco hay criterios
únicos en ambas márgenes. La atomización de jurisdicciones es una de las causas
del fracaso de todos los intentos de unificación de decisiones a nivel de cuenca hídri-
ca, única forma racional de ponerse de acuerdo antes de que todas las actividades
residenciales e industriales se interfieran y anulen mutuamente por el uso del agua.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 43 ]


[09] AGROPECUARIO
CONTAMINACIÓN DE ORIGEN AGROPECUARIO

La cuenca alta de ambos ríos tiene una importante actividad agraria. En el Riachuelo,
el cultivo de soja implica la utilización masiva de plaguicidas. ACUMAR no la tiene
en cuenta como fuente de contaminación y solo atiende a los plaguicidas de origen
industrial. En el Támesis, la autoridad de cuenca trata de evitar este tipo de conta-
minación e impulsa para eso la urbanización de la cuenca alta. En los años 70 y 80
se prohibieron una serie de plaguicidas peligrosos, lo que disminuyó la carga conta-
minante sobre el río.
Además de los insecticidas y herbicidas, les preocupan también los fertilizantes. Esto
es porque los insecticidas y herbicidas suelen terminar en los ríos poco después de
su aplicación y muchos de ellos se degradan. El más conocido, el glifosato, se degra-
da en algunos meses, dependiendo de las condiciones climáticas. Los fertilizantes,
en cambio, se incorporan a los suelos y sus productos de degradación (principalmen-
te los nitratos y nitritos) son fuertemente contaminantes. Con el paso del tiempo, la
erosión de los suelos arrastra esos nitratos y nitritos a los cursos de agua. En este
momento, el Támesis recibe los restos de fertilizantes agregados a los suelos hace
30 años y que se van lixiviando con lentitud.
La contaminación de origen agrícola es, entonces, un problema de largo plazo, que
ACUMAR simplemente no tiene en cuenta. No hay política para la contaminación de
origen agropecuario en la cuenca Matanza-Riachuelo. No hay ninguna restricción al
uso de plaguicidas, salvo las pocas existentes en el nivel nacional.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 45 ]


[10] CLOACAL
CONTAMINACIÓN DE ORIGEN
CLOACAL

Londres también registró uno de los casos más extremos de contaminación del agua
con aguas residuales durante el Gran Hedor del Río Támesis en 1858. Esto dio lugar
poco después a la construcción del sistema de alcantarillado de Londres.

Cloacas de la época victoriana en Londres

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 47 ]


Instalaciones victorianas de bombeo de líquidos cloacales en Londres

A partir de 1859 se construyen unas galerías que reciben solo las aguas domésticas
usadas y las de lluvia hasta un depósito en el que el agua era almacenada para ser
vertida aguas abajo de la zona más poblada.
Se construye un enorme sistema de evacuación de cloacales, que los envía río abajo.
De aquí surge la inspiración del emisario en construcción para el Riachuelo. A pesar
de usarse maquinaria de última generación, la concepción de ese emisario es del
siglo XIX. El modelo londinense de la segunda mitad del siglo XIX sirvió de base
para un proyecto del Ing. Bateman (el mismo que diseñó el Puerto de Buenos Aires,
después llamado Puerto Madero). El proyecto de Bateman, reflotado posteriormente
por Hipólito Yrigoyen y nunca realizado, es hoy el Colector Margen Izquierda del PISA.
La diferencia importante es que el de Londres desemboca en los humedales del delta
del Támesis, donde se hace un proceso de fitorremediación de esos cloacales. En un
estado mucho mejor, son volcados al Mar del Norte.
A fines del siglo XIX se recogían los desechos cloacales y se los llevaba en barcos
especiales mar adentro para no descargarlos en las zonas costeras, aunque esa

[ 48 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


costa estuviera a 60 kilómetros de Londres. Era una práctica habitual en diferentes
ciudades, como San Francisco (Estados Unidos). En el Riachuelo nunca se tomó una
previsión semejante, a pesar de que desemboca sobre agua dulce y a escasa distan-
cia del centro de Buenos Aires.
Los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial destruyeron parte del sistema de
cloacas victoriano que había mantenido al río razonablemente limpio hasta entonces.
Y la Gran Bretaña de la posguerra no tenía los recursos –o la decisión política– de
empezar a resolver el problema. En 1957, el Museo de Historia Natural declaró al
Támesis biológicamente muerto. Las noticias de la época lo describen como una
cloaca enorme y maloliente. “Se trata de un drenaje mal manejado”, lo calificó el
diario Manchester Guardian, en 1959. “No hay oxígeno a lo largo de varios kilómetros
antes y después del Puente de Londres”.
Otro artículo del Guardian de 1959 cita a un integrante de la Cámara de los Lores
diciendo que purificar el río era innecesario: los ríos, decía, eran “canales naturales
para la deposición de desperdicios”, y dejarlos hacerse cargo del desecho orgánico
les daba “algo que hacer”. Fue solo a partir de los años 60, cuando el sistema de
drenaje de Londres mejoró de la mano de la mayor recuperación del país después de
la guerra, que el río comenzó a respirar otra vez.
Pero las cloacas tienen una capacidad limitada. Cuando se supera, vuelcan a los plu-
viales. La población de Londres hoy día es de 8 millones de personas, y sobrepasa la
capacidad del alcantarillado londinense. Algunos desagües vuelcan aguas residuales
no tratadas al río más de una vez por semana, y después de tan solo 2 mm de lluvia.
El crecimiento de la población de Londres, así como un aumento en construcción de
complejos edilicios y superficies pavimentadas, ha significado que los desbordes se
sucedan con mayor frecuencia.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 49 ]


[11] INDUSTRIAL
CONTAMINACIÓN DE ORIGEN INDUSTRIAL

En el siglo XIX, los efluentes industriales que entraban en el estuario del Támesis
eran muy variados, entre ellos, por ejemplo, los de los fabricantes de jabón, herrerías,
gasificación de carbón, mataderos, curtiembres, mercados de pescado, hilanderías,
etc. A partir de la década de 1820 la contaminación aumentó por los efluentes de la
mayor producción de gas de carbón.
El efluente líquido llevaba altas concentraciones de fenoles, aceites de alquitrán, naf-
talenos, etc., volcados al Támesis. En 1903, un Informe de la Comisión Real de Alcan-
tarillado recomendó aprobar las primeras leyes ambientales. Se consideró preferible
la descarga de efluentes industriales en las cloacas, ya que el tratamiento podría ser
supervisado por expertos para cumplir con las normas necesarias para la posterior
descarga al río.
Un informe de la Comisión Real sobre Contaminación Ambiental (1972) consideró que
era permisible explotar un estuario para la eliminación de desechos hasta un nivel
que no pusiera en peligro la vida acuática ni afectara los estándares de amenidad que
el público necesita. Pero que los tóxicos y sustancias no biodegradables tales como
metales pesados no debían autorizarse.
Es decir que, a diferencia de ACUMAR, el límite autorizado para esas sustancias en el
Támesis es cero. En el caso del Riachuelo, los vertidos autorizados por ACUMAR han
sido considerados como excesivos por los integrantes del Cuerpo Colegiado creado
por la sentencia de la Corte Suprema. Inclusive se autorizaron valores de referencia
para una serie de plaguicidas, conocidos como contaminantes orgánicos persistentes,
algunos de los cuales se encuentran prohibidos en el país desde hace varias décadas.
En la reducción de metales pesados provenientes de pequeños laboratorios en el Tá-
mesis es probable que hayan incidido cambios tecnológicos recientes. Por ejemplo,

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 51 ]


la casi desaparición de la fotografía analógica y su reemplazo por la digital llevó a la
disminución del aporte de químicos de esta actividad.

[ 52 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[12] GESTIÓN
QUIÉN HACE LA GESTIÓN DE
CUENCA

11.1. La gestión del agua en el Támesis y las fallas de la privatización


The Water Act (1973) es una ley del Parlamento del Reino Unido que reorganizó la
industria de agua, alcantarillado y gestión de ríos en Inglaterra y Gales. El suministro
de agua y la descarga de aguas residuales dejaron de estar a cargo de la autoridad
local. Se establecieron diez autoridades regionales de agua en función de las grandes
cuencas. Cada autoridad regional del agua estaba compuesta por miembros nombra-
dos por el Secretario de Estado de Medio Ambiente y por las diversas autoridades
locales en su área.
La ley también estableció un Consejo Nacional del Agua. Las obligaciones del Consejo
incluían la implementación de la política nacional del agua, la asistencia a las diez
autoridades regionales en cuestiones de interés común y el establecimiento y la aplica-
ción de reglamentos nacionales y estatutos sobre la calidad del agua y la conservación.
En 1989, la Autoridad del Agua del Támesis fue parcialmente privatizada, transfi-
riéndose las responsabilidades en materia de agua y alcantarillado a la compañía
Thames Water, que cotizaba en Bolsa, y transfiriéndose las responsabilidades regu-
latorias a la recientemente creada Autoridad Nacional de Ríos. Thames Water cobra
a las familias y a las empresas por el servicio de suministrarles agua corriente y por
recibir y tratar los efluentes. En todos los casos, el efluente tiene que estar autorizado
por la empresa. La empresa produce fertilizantes y fosfatos como subproducto del
tratamiento de las cloacas. Sus instalaciones generan biogás por fermentación de
dichos líquidos.
Desde la privatización, la empresa fue responsable de numerosos episodios de con-
taminación por mala gestión o falta de previsión de accidentes. Entre 2005 y 2013,
Thames Water causó por lo menos 87 eventos de contaminación. En marzo de 2017

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 53 ]


fue multada por 20,3 millones de libras por bombear casi 1.500 millones de litros de
aguas residuales no tratadas al río Támesis. Al fijar la multa, el juez Francis Sheridan
señaló la “omisión continua de denunciar incidentes” y el “historial de incumplimien-
to” de la compañía, diciendo: “Esta es una situación impactante y vergonzosa. No
debería ser más barato ofender que tomar las precauciones adecuadas”.
La Autoridad del Puerto de Londres (The Port of London Authority) tiene poderes para
controlar la contaminación de la parte del Támesis sujeta a las fluctuaciones de la
marea, mientras que el Consejo del Gran Londres (Grater London Council) ejerce los
mismos poderes sobre los afluentes del río.

11.2. El caso Mendoza sobre contaminación del Riachuelo (sentencia


de 2008)
A partir de una serie de reclamos vecinales que contaron con el apoyo del Defensor
del Pueblo de la Nación, la Corte ordena al Gobierno Nacional y a los de la Provincia
y la Ciudad de Buenos Aires que cumplan con las obligaciones que establece la Ley
General del Ambiente. El fallo:
Z Ordena se arme un sistema de información pública que permita a cualquier ciuda-

dano seguir el estado del programa de saneamiento en cualquier momento.


Z Ordena un programa de inspecciones y de reconversión tecnológica en todas las

industrias contaminantes de la cuenca.


Z Ordena el saneamiento de los basurales y la relocalización de las personas que

viven en ellos.
Z Ordena la limpieza y parquización de las márgenes del Riachuelo.

Z Ordena la expansión de las obras públicas de agua potable, pluviales y cloacales.

Z Ordena un plan sanitario de emergencia para los afectados por la contaminación o

por su situación social desfavorable.


Z Ordena establecer procedimientos de participación ciudadana para recibir pro-

puestas y reclamos de la comunidad.


Z Establece un mecanismo de control de la ejecución de la sentencia, en el que parti-

ciparán un juzgado y la Auditoría General de la Nación. Tendrán además participación


un Cuerpo Colegiado en el que intervienen las ONG demandantes y el Defensor del
Pueblo de la Nación.
La sentencia tiene, por lo menos, dos puntos débiles que requieren de una lectura
política del fallo y que son los siguientes:
W
La Corte olvida los aspectos penales de la contaminación. Si hay personas que
enferman o que mueren, no se debe al inexplicable designio de la naturaleza, sino a
conductas criminales de quienes contaminan y de quienes permiten que se contami-
ne. Si bien el juicio no tiene un objeto penal, es obligación de cualquier ciudadano que
vea cometer un delito el denunciarlo ante la Justicia penal correspondiente. ¿Acaso
esa obligación no rige para la Corte Suprema de Justicia de la Nación?

[ 54 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


W
La Corte establece como única obligación para el caso de incumplimiento de la
sentencia, una multa diaria para el funcionario cuya función es hacer el saneamiento
del Riachuelo. Pero en un país cuyos fondos públicos se pueden manejar con abso-
luta discrecionalidad, dicho funcionario no tendría dificultades en desviar fondos del
Estado para pagar una eventual multa y dejar todo tal como está. La pregunta es si
el principal tribunal del país no tiene otra forma de asegurarse de que sus sentencias
se cumplan.
En 2006 se aprueba la Ley 26168, que crea la Autoridad de Cuenca Matanza-Ria-
chuelo (ACUMAR) como ente de derecho público interjurisdiccional. Está integrada
por representantes del Gobierno Nacional, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Es la máxima autoridad ambiental de la cuenca y sus
decisiones prevalecen sobre las de otras autoridades.
Tiene facultades de regulación, control y fomento respecto de las actividades indus-
triales, la prestación de servicios públicos y cualquier otra actividad con incidencia
ambiental en la cuenca, pudiendo intervenir administrativamente en materia de pre-
vención, saneamiento, recomposición y utilización racional de los recursos naturales.
En particular, la autoridad está facultada para:
a) Unificar el régimen aplicable en materia de vertidos de efluentes a cuerpos recep-
tores de agua y emisiones gaseosas;
b) Planificar el ordenamiento ambiental del territorio afectado a la cuenca;
c) Establecer y percibir tasas por servicios prestados;
d) Llevar a cabo cualquier tipo de acto jurídico o procedimiento administrativo nece-
sario o conveniente para ejecutar el Plan Integral de Control de la Contaminación y
recomposición Ambiental.
e) Gestionar y administrar con carácter de Unidad Ejecutora Central los fondos nece-
sarios para llevar a cabo el Plan Integral de Control de la Contaminación y recompo-
sición Ambiental.
Puede disponer medidas preventivas cuando tome conocimiento en forma directa,
indirecta o por denuncia, de una situación de peligro para el ambiente o la integridad
física de los habitantes en el ámbito de la cuenca. A tal efecto, la Presidencia de la
Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo tendrá facultades para:
a) tomar intervención en procedimientos de habilitación, auditoría ambiental, evalua-
ción de impacto ambiental y sancionatorios;
b) intimar a comparecer con carácter urgente a todos los sujetos relacionados con los
posibles daños identificados;
c) auditar instalaciones;
d) exigir la realización, actualización o profundización de evaluaciones de impacto
ambiental y auditoría ambiental conforme la normativa aplicable;
e) imponer regímenes de monitoreo específicos;
f) formular apercibimientos;

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 55 ]


g) instar al ejercicio de competencias sancionatorias en el ámbito de la Administra-
ción;
h) ordenar el decomiso de bienes;
i) ordenar la cesación de actividades o acciones dañosas para el ambiente o la inte-
gridad física de las personas;
j) disponer la clausura preventiva, parcial o total, de establecimientos o instalaciones
de cualquier tipo.
La pregunta es en qué medida esta enorme concentración de competencias tiene su
correlato en medidas concretas que lleven al saneamiento de la cuenca.
En 2016, las ONG del Cuerpo Colegiado expresaron su preocupación por el incumpli-
miento de aspectos centrales del fallo. En una declaración que indirectamente toma-
ba como referencia a las gestiones realizadas en el Támesis, solicitaban a la Corte:
W
Se ordene el refuerzo de las capacidades de los efectores de salud para identificar
el origen ambiental de las enfermedades, y establecer claramente normas para los
circuitos de derivación, diagnóstico, tratamiento y registro.
W
Se ordene establecer mecanismos de alertas mediante los cuales los organismos y
áreas de organismos que detecten amenazas ambientales puedan, de manera rápida
y ágil, dar intervención a la Dirección de Salud Ambiental de la Autoridad de Cuenca.
W
Se ordene realizar un mapa de riesgo ambiental para la salud que permita detectar
potenciales peligros, actuar en consecuencia sobre las causas e identificar los daños
a la salud que se hubieran producido.
W
Se ordene identificar asentamientos y barrios en situación de riesgo ambiental
estableciendo criterios para su abordaje y planificación adecuada, garantizando la
efectiva participación de los afectados.
W
Se ordene elaborar un nuevo programa de actuación en materia de urbanización,
regularización e integración socio urbana de villas y asentamientos que busque ga-
rantizar los derechos de las personas afectadas y basado en una priorización según
niveles de riesgo socio-ambiental.
W
Se ordene la elaboración de un plan que contemple una amplia variedad de so-
luciones urbano habitacionales, la efectiva conexión a las redes de infraestructura
y servicios (con especial atención a agua y saneamiento), la provisión de equipa-
mientos sociales básicos y de espacios verdes y las medidas de mejora de la calidad
ambiental y reducción de riesgos, garantizando que los predios que sean destinados
a las familias sujetas a relocalización resulten ambientalmente aptos.
W
Se ordene la revisión de los planes directores de las empresas concesionarias
de los servicios de agua y cloacas, con el objeto de garantizar que dichas redes se
extiendan en primer lugar hacia los sectores de la población en situación de mayor
vulnerabilidad.
W
Se ordene garantizar el acceso a agua potable en aquellos barrios y asentamientos
ubicados sobre napas contaminadas con sustancias peligrosas o que puedan generar

[ 56 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


significativo impacto en la salud, hasta tanto se realicen las obras de infraestructura
y se provea la conexión del servicio.
W
Se ordene identificar la totalidad de las plantas de tratamiento de líquidos cloacales
que operan en el territorio, y regular su funcionamiento mediante el otorgamiento
de permisos de descarga individuales, en función de un criterio de carga másica,
ajustado a las capacidades de cada subcuenca.
W
Se ordene la realización urgente de las obras necesarias para que no se descarguen
al río efluentes sin tratamiento adecuado y con altos índices de demanda biológica de
oxígeno, y se establezcan acciones de coordinación que incluyan a los entes regulares
en la materia, para controlar la actividad desarrollada por las empresas concesionarias.
W
Se ordene a ACUMAR la modificación de la Resolución 1/2007 sobre los conta-
minantes que pueden contener los efluentes líquidos y se impongan limitaciones a
la carga másica descargada, de modo que la reconversión de industrias genere un
cambio en la calidad del agua.
W
Se ordene a ACUMAR que modifique la Resolución 3/2009 y opte por alguno de los
usos de agua de mejor calidad que permitan los procesos de autodepuración.
Se ordene reforzar el sistema de monitoreo de gases en la cuenca, con estaciones
permanentes que produzcan información en tiempo real y cubran tanto sectores in-
dustriales como habitacionales.
W
Se ordene modificar la Resolución 2/2007 adoptando parámetros sobre efluentes
gaseosos que al menos se encuentren al nivel de los recomendados por la Organiza-
ción Mundial de la Salud.
W
Se ordene establecer un régimen de permisos por fuentes para las emisiones gaseo-
sas y de partículas en la cuenca, con el correspondiente sistema de vigilancia y control.
W
Se ordene realizar un censo de fuentes de emisiones gaseosas y mantenerlo debi-
damente actualizado.
W
Se ordene promover una regulación sectorial para las industrias, con metas pro-
gresivas para la reducción de cargas contaminantes, de acuerdo con las condiciones
ambientales de la cuenca y con incentivos que promuevan la gestión ambiental de
las industrias.
W
Se ordene a ACUMAR dictar reglamentaciones específicas y adecuadas sobre car-
gas contaminantes e intervenir y opinar en los procedimientos de EIA y habilitación
de actividades de riesgo, que puedan tener impacto significativo sobre el ambiente
de la cuenca y la calidad de vida de sus habitantes.
W
Se ordene la implementación de evaluaciones ambientales estratégicas para las
industrias radicadas en el Polo Petroquímico de Dock Sud y otros proyectos emble-
máticos, y se tomen medidas en consecuencia para su readecuación ambiental.
W
Se ordene inventariar los pasivos ambientales, mapearlos y categorizarlos por ur-
gencia de acuerdo a los daños que estén provocando al ambiente y por la cercanía
con poblaciones.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 57 ]


W
Se ordene a ACUMAR con las jurisdicciones locales la toma de acciones que garan-
ticen la minimización de residuos con destino a relleno sanitario, como así también
acciones y programas de separación en origen y recolección diferenciada.
W
Se ordene inventariar, controlar e impulsar tareas destinadas a recomponer los
pasivos ambientales provocados por basurales.
W
Se ordene la intervención vinculante de la ACUMAR en los procedimientos de Eva-
luación de Impacto Ambiental que realicen las jurisdicciones locales de toda activi-
dad que puedan tener incidencia regional, tales como habilitación de industrias de
impacto relevante, en la renovación de los Certificados de Aptitud Ambiental, y/o
proponer procedimientos de Evaluación Ambiental Estratégica para cambios de uso
del suelo, cambios de zonificación, construcción o ampliación de rutas y autopistas,
obras de infraestructura básica y de transporte, parques industriales o de servicios, y
desarrollos urbanísticos, entre otros.
W
Se ordene la instrumentación de mecanismos de participación ciudadana en las
evaluaciones de impacto ambiental realizadas por las jurisdicciones locales.
W
Se ordene a ACUMAR y a los Gobiernos de la Nación, la provincia de Buenos Aires y
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que recopilen seriamente la información refe-
rida al monitoreo de agua y aire y la den a su publicidad con actualización periódica.
W
Se ordene a ACUMAR elaborar en conjunto con las jurisdicciones sub-nacionales
(CABA, PBA y 14 municipios) presupuestos mínimos de ordenamiento territorial dirigi-
dos a una efectiva regulación del uso y ocupación sustentable del suelo de la cuenca.
W
Se ordene la elaboración de un Ordenamiento Territorial integral para todo el territorio
de la cuenca determinado por las consideraciones ambientales y sociales expuestas.

[ 58 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


x

[13] DEPURADORAS
PLANTAS DEPURADORAS DE CLOACALES

Las siguientes fotos de satélite muestran las plantas de tratamiento de cloacales


existentes sobre el Riachuelo y el Támesis. La del Támesis está aguas abajo de la
ciudad de Londres, mientras que la del Riachuelo está aguas arriba de la de Buenos
Aires. La del Támesis tiene un tratamiento completo de las cloacas, mientras que la
del Riachuelo es un tratamiento mínimo.

Planta de AySA que descarga en el Riachuelo

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 59 ]


Descarga de cloacales de AySA en el Riachuelo

Planta de Hogsmill Sewage Treatment Works

La estrategia para el tratamiento de los desechos cloacales en el Riachuelo es la


construcción de un emisario que los envíe al Río de la Plata.
El Sistema Riachuelo permitirá colectar los residuos cloacales, que
suman entre 70 por ciento y 80 por ciento de la contaminación orgá-
nica que tiene hoy el río. Consiste en un colector de 16 kilómetros,
una planta de pretratamiento y un emisario, que internará el efluente
pretratado 12 kilómetros bajo el Río de la Plata, a 40 metros de pro-
fundidad del lecho.

[ 60 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


En su último 1,5 kilómetro, a través de tubos verticales que aflorarán
al lecho, generará la dilución entre el efluente y el agua del río, com-
pletando el proceso de autodepuración. Una vez que esté operativo,
podrá transportar, tratar y disponer 27 metros cúbicos por segundo.
Esto es, 2.300.000 metros cúbicos por día.
Es decir, lo único proyectado es el pretratamiento de los cloacales. El mismo consiste
solamente en el retiro de los sólidos (perros muertos y otros semejantes) mediante
el filtrado. Todo lo demás se envía al río, a suficiente distancia de la costa como para
que el público no lo vea. Al no existir un tratamiento completo de los cloacales, existe
el riesgo de que se cambie la contaminación de lugar, sin solucionar los problemas.

Diagrama de las obras en el Riachuelo

Para cumplir con las normas del Reino Unido y la Unión Europea, la compañía de agua
Thames Water ha desarrollado el proyecto del túnel de Thames Tideway. El esquema
de Thames Tideway propone un túnel de 25 km, con un diámetro de más de 7 me-
tros, que va casi en su totalidad debajo del río Támesis por el centro de Londres, el
cual proporcionará el transporte y almacenamiento de vertidos de aguas residuales
no tratadas y aguas pluviales combinadas que en la actualidad se derraman al río.
Trabajando junto con la Agencia del Medio Ambiente de Reino Unido, la empresa de
agua Thames Water identificó los desbordes de aguas residuales más contaminan-
tes. El túnel propuesto controlará 34 de estos desagües a través de conexiones a lo

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 61 ]


largo del túnel. Las aguas residuales capturadas luego se transferirán al Beckton
Sewage Treatment Works, una planta de tratamiento de aguas servidas situada río
abajo, y que se encuentra en la actualidad en proceso de aumento de su capacidad.
Esta conexión se realizará a través del túnel Lee (ya en construcción), y en la planta
se tratará el desborde antes de verterlo.
Una vez construido, se espera que el sistema reduzca el número de desbordes a un
máximo de cuatro veces al año. Se estima que el proyecto tomará entre seis y siete
años para ser ejecutado, a un costo de US$ 6.400 millones.

[ 62 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[14] MALOS OLORES
GESTIÓN DE EPISODIOS DE MALOS OLORES

Existen notorias diferencias en el tratamiento de los malos olores en los organismos


de gestión de ambas cuencas.
La planta de Hogsmill Sewage Treatment Works realiza el tratamiento de los cloacales
que arrastra el Támesis. Existe un sistema que habilita las denuncias de los vecinos
por teléfono o por correo electrónico en caso de registrarse un incidente de mal olor.
En el caso del Riachuelo, el 4 de octubre de 2017 un futbolista se refirió al olor del
agua y ACUMAR le respondió con un mensaje a través de las redes sociales. “Hola
Crespo te invitamos a navegar por el Riachuelo y conocer cómo estamos saneando el
río que ya no tiene olor ¡Te esperamos!”, le escribieron. En otras palabras, que en el
Támesis se reciben reclamos por episodios de mal olor, mientras que en el Riachuelo
simplemente se niega la posibilidad de su existencia, lo que significa el escaso inte-
rés por recibir reclamos.
El registro de denuncias por episodios de mal olor del Támesis tiene las siguientes
variantes estacionales, donde las cifras indican episodios de mal olor registrados en
los meses respectivos.

Episodios mensuales de mal olor en el Támesis

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 63 ]


Por su parte, la modelización de los riesgos de malos olores en el Támesis se hizo
sobre la base de los vientos dominantes y las denuncias registradas. Tiene la forma
que se indica a continuación. No hay una preocupación equivalente en la cuenca del
Riachuelo:

Modelización de los riesgos de malos olores en el Támesis

La normativa de ACUMAR establece el olor como indicador de la presencia de aceites


y grasas. Dice la resolución que “no deben estar presentes en concentraciones que
sean detectables a simple vista o por el olor”. Por ende, el parámetro queda supedi-
tado a un análisis subjetivo y no científico.
Es destacable que en el caso del Arroyo del Rey, un relevamiento de algunas ONG
encontró que el 90 por ciento de los entrevistados consideraban los malos olores
como el principal problema ambiental que sufrían.
Los anillos del diagrama anterior indican áreas de percepción de olores semejantes.
Para eso se estiman umbrales en función de parámetros cuantitativos de contami-
nantes detectables. Es una aproximación completamente distinta de la apelación a la
percepción sensible individual.

[ 64 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


Proyecto de estaciones de aireación en el Riachuelo

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 65 ]


[15] INDICADORES
INDICADORES BIOLÓGICOS

En ambas cuencas se utilizan indicadores biológicos que muestran la mayor o menor


resistencia de diferentes especies a las sustancias tóxicas existentes en el curso de
agua y a sus respectivas concentraciones.
En el caso del Támesis, la gestión utiliza la presencia de fauna marina como indica-
dor de calidad de agua. “El río Támesis pasó de cero a cien especies de peces entre
1958 y 1988”. Hay focas que llegan hasta Londres. Los objetivos de gestión plantean
etapas sucesivas en las cuales se tendrían que encontrar peces cada vez más exi-
gentes en oxígeno. La última etapa se denomina “amigable con los salmones”, ya
que el río ha vuelto a estar en las áreas migratorias de esta especie. Por esta razón,
los ejemplares de las especies que se toman como indicadores biológicos se buscan
en el área de máximo riesgo ambiental, que es la desembocadura, ya que allí llegan
todos los contaminantes que el Támesis pudiera arrastrar.
En cambio, en el Riachuelo, las especies utilizadas como indicadores biológicos se
buscan en las zonas de menor riesgo ambiental, es decir, en las partes alta y media
de la cuenca, donde ya se sabe que se encuentran y, por consiguiente, su búsqueda
es inútil. El mapa suministrado por ACUMAR muestra que no se intenta buscar ningún
indicador biológico en la baja cuenca, la más contaminada. Que es donde deberían
encontrarse en caso de efectuarse un adecuado saneamiento.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 67 ]


Bioindicadores en la zona no contaminada del Riachuelo

[ 68 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[16] OXÍGENO
INCORPORACIÓN DE OXÍGENO
AL AGUA

En el Támesis tienen una embarcación que mide continuamente el nivel de oxígeno


en diferentes puntos del río. En caso de bajar los niveles, agrega oxígeno en forma
artificial en ese sitio.
Este aspecto ha sido imitado inadecuadamente por AySA, al proyectar estaciones
de aireación en diferentes puntos de la cuenca. La principal diferencia es que en el
Támesis la aireación se realiza en zonas despobladas, donde no hay riesgo de enviar
aerosoles contaminados sobre los vecinos.
Sobre este proyecto señala Estrada Oyuela:
El agua contaminada y anóxica del tramo inferior del Riachuelo, será
bombeada a 5 metros de altura, dejada caer por las cascadas para
ventilarla y devuelta al río. El profesor Juan Agustín Moretton señala
que para las plantas de tratamiento de aguas cloacales, desde hace
ya muchos años se reconoce en Estados Unidos que al movilizar es-
tas aguas para oxigenarlas se generan partículas ultramicroscópicas
suspendidas en el aire contaminadas con agentes patógenos llama-
das aerosoles. Añade que el agua del Riachuelo contiene patógenos
provenientes de vertidos cloacales, los cuales en algunos casos son
resistentes a los antibióticos y que, de ponerse en práctica el siste-
ma propuesto por AySA, se podría rociar con aerosoles peligrosos a
la población, inclusive más allá de las riberas. “Algo así –concluye–
como una guerra biológica contra nuestros propios ciudadanos con
consecuencias difíciles de predecir.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 69 ]


[17] NIVELES
CÓMO SE FIJAN LAS
TABLAS DE NIVELES DE
CONTAMINACIÓN

Si se observan las tablas que dan valores numéricos a distintos contaminantes, las
cifras referidas a cada uno de ellos (plomo, cromo, mercurio, etc.) parecen ser com-
parables en ambas cuencas, lo que puede inducir al error de que se trabaja con
criterios semejantes.
Se supone que los umbrales de contaminación son aquellos valores de determinadas
sustancias tóxicas que pueden estar presentes en aire, agua, alimentos, suelos, etc.,
que pueden estar en contacto con el cuerpo humano en cantidades lo suficientemen-
te bajas como para no generar efectos nocivos.
En el caso del Támesis, se siguen las directivas europeas sobre calidad de agua.
En el caso del Riachuelo, son valores específicos, definidos por ACUMAR, que autori-
zan volcados industriales sin tener en cuenta si el cuerpo de agua los puede diluir o
no. Es decir, no hay ninguna relación entre los volúmenes de tóxicos que se arrojan y
el caudal del río que los recibe.
A continuación vemos las directivas de ACUMAR que autorizan volcado de contami-
nantes al Riachuelo. No hay ningún estudio que indique la cantidad de contaminantes
que el río puede depurar, aunque, por su casi ausencia de caudal, suponemos que
es muy escasa. La resolución no dice qué cantidad total puede arrojarse de estas
sustancias, algunas de las cuales son extremadamente tóxicas. Otras, como el Aldrin,
Dieldrin, DDT, Lindano, etc., están prohibidas en Argentina desde hace muchos años
y no se entiende por qué los valores de referencia de ellas no son cero.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 71 ]


[ 72 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
Referencias:
DBO5: Demanda Biológica de Oxígeno (a cinco días y 20°C).
DQO: Demanda Química de Oxígeno.
NE: No se establecen límites a ese parámetro en ese tipo de vertido.
SAAM: Sustancias Activas a Azul de Metileno.
SSEE: Sustancias Solubles en Éter Etílico.

Notas y referencias:
Los límites admisibles deberán cumplirse en la Cámara de Toma de Muestras y Aforo (CTMA), situada
previo al vertido, según normativa aplicable. En el caso que el establecimiento no contase con una CTMA
al momento de la toma de muestra se considerará el último punto previo al vertido al cuerpo de agua
receptor.
a) Los efluentes que sean evacuados por camiones atmosféricos deberán ajustarse a estos límites, según
el destino final de los mismos.
b) En todos los casos deberá considerarse como técnica analítica de referencia la correspondiente al Stan-
dard Methods Edición 21°, o sus versiones posteriores actualizadas.
ACUMAR podrá considerar válido el uso de otras técnicas analíticas mientras sean estandarizadas y acep-
tadas internacionalmente; al tiempo que posean un límite de cuantificación tal que permita asegurar el valor
límite previsto para el parámetro analizado.
c) La indicación de “Ausente” implica un valor menor que el límite de detección de la técnica analítica de
referencia según el Standard Methods Edición 21°, o sus versiones posteriores actualizadas. La ACUMAR
se reserva el derecho de exigir el uso de técnicas analíticas de mayor precisión, si lo entiende conveniente.
d) Los establecimientos e inmuebles que se desempeñen como lavaderos de camiones jaula, clínicas, hos-
pitales, centros y servicios de salud, de diálisis, asistenciales, servicios veterinarios y aquellos que puedan
afectar la salud y el bienestar público, la calidad de una fuente de agua (subterránea y/o superficial) suelo
y/o propaguen bacterias y/o virus de tipo patógeno; deberán satisfacer la Demanda de Cloro residual de
sus efluentes, previo a su descarga.
e) En “Absorción por el suelo” debe comprenderse solamente riego por aspersión.
Queda expresamente prohibida la inyección a presión en el suelo o en la napa en forma directa o indirecta
de los efluentes líquidos tratados o no tratados de ningún tipo de establecimiento.
f) Para realizar la determinación de Sólidos sedimentables en 10 minutos y 2 horas se coloca 1 litro de
muestra bien homogeneizada en un cono Imhoff y luego de 10 minutos o 2 horas (según sea el parámetro)
se lee el volumen sedimentado.
g) Para los vertidos a pluvial o cuerpo superficial, en un radio no menor a 5 km respecto a una toma de agua
para bebida, el valor límite de Sustancias Fenólicas deberá ser de 0,05 mg/l.
h) La regulación de este parámetro bajo el límite previsto será válida para Plantas de Tratamiento de Lí-
quidos Cloacales ubicadas dentro de la denominada Cuenca Alta en esta Norma únicamente, mientras la
meta de Uso de calidad prevista en la Cuenca Media y Baja sea “Uso IV: Apta para actividades recreativas
pasivas”.
i) En todos los casos deberá cumplirse la Ley Nacional 26.011 sobre Contaminantes Orgánicos Persis-
tentes, que obliga a fijar medidas para reducir o eliminar la producción y uso de los distintos productos
químicos que se citan en sus Anexos.
Asimismo deberán contemplarse todo el conjunto de Leyes, Decretos y Disposiciones ministeriales vigen-
tes en la materia, que prohíban el uso de estos productos.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 73 ]


x

[18] REORDENAMIENTO
ASPECTOS PORTUARIOS Y DE REORDENAMIENTO URBANO

El Támesis es el puerto de Londres, pero una amplia zona del viejo puerto no es
operativa, ya que fue diseñada para carga y descarga de bolsas pero no de contene-
dores, y no tiene espacio para ampliaciones. Por eso se hicieron reformas en la zona
costera y su área de influencia.
El actual es uno de los mayores puertos del mundo, de aguas profundas. Puede ma-
nejar transatlánticos, transbordadores tipo Ro-Ro (es decir, que llevan vehículos) y de
carga de todo tipo incluyendo contenedores, madera, papel, vehículos, grava, petró-
leo crudo, derivados de petróleo, gas licuado del petróleo, carbón, metales, granos y
otros materiales secos y líquidos. En 2008 el Puerto de Londres manejó 53 millones
de toneladas de comercio.
El calado del Puerto de Londres es semejante al del canal de acceso al puerto del
Dock Sud: algo más de 9 metros. Sin embargo, aguas arriba el Riachuelo tiene un
calado muy escaso que imposibilita su uso portuario. Esto se debe a la sedimenta-
ción que ha ido llenando su cauce de barro. En el caso del Támesis, existen obras de
dragado para remover el barro del fondo y permitir el ingreso de buques de mayor
calado. Para el Riachuelo, el dragado es desaconsejable, ya que la alta proporción de
metales pesados del fondo, al ser removidos, podrían migrar hacia el Río de la Plata.
En Gran Bretaña existe una Directiva Marco del Agua, que fija los niveles de calidad
del agua para los diferentes usos en todo el país. El órgano gubernamental responsa-
ble de la implementación de esa directiva es la DEFRA (Department for the Environ-
ment, Food and Rural Affairs), apoyado por la Agencia Ambiental, que es el organismo
público para la protección y mejoramiento del ambiente.
Inglaterra sigue las directivas europeas de calidad del agua. Hasta ahora, no ha habido
indicaciones de si el Brexit podría significar cambios en la política ambiental, aunque

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 75 ]


lo más probable es que se mantengan los mismos parámetros europeos. Esto nos da
otra diferencia importante con el Riachuelo: en el Támesis se sigue la política ambien-
tal de un continente entero. En el Riachuelo, los criterios sobre la contaminación son
exclusivamente locales y podrían no ser compatibles con los de otras cuencas hídricas.
El principal objetivo proporcionado por la Real Comisión de Medio Ambiente Conta-
minación (1972), que consistía en explotar el estuario para la eliminación de residuos
hasta un nivel que no ponga en peligro la vida acuática, se ha logrado.
El Thames Gateway es un área de sesenta kilómetros (cuarenta millas) de extensión
que cubre parte del Gran Londres y del este y el sudeste de Inglaterra (Reino Unido) a
ambos lados del río Támesis y el estuario del Támesis. El área incluye gran parte de
una zona industrializada abandonada, ha sido el objetivo de una regeneración urbana
a gran escala. El proceso de desarrollo será llevado a cabo por agencias regionales
de desarrollo, corporaciones de desarrollo y por sociedades locales. Siguiendo con
el modelo institucional consolidado en la época de Margaret Thatcher, parte de la
gestión es privada. Las obras están a cargo de empresas privadas.
La baja cuenca del Támesis es hogar de alrededor de 1,6 millones de personas y con-
tiene algunos de los distritos más pobres del país, caracterizado por una falta de acceso
al transporte público, servicios, al empleo y a una calidad de vivienda aceptable. Sus
límites fueron diseñados para englobar una parte del río que antes fue base para ex-
tensos terrenos dedicados a la industria, sirviendo a Londres y al sudeste de Inglaterra,
cuyo declive ha dejado un legado a gran escala de tierra abandonada y en ruinas.
Esto contrasta con turistas que visitaron la zona guiados por la autoridad del Támesis
y regresaron diciendo que la situación de allí era diferente de la del Riachuelo porque
en el Támesis no hay pobres. Sí los hay, pero no les gusta mostrarlos. Las semejan-
zas con el Riachuelo allí son inmediatas.
El puerto del Riachuelo se encuentra desactivado debido a la colmatación de su
desembocadura. Durante muchos años, el Riachuelo fue dragado y los refulados
(fuertemente contaminados por tratarse de barros en los cuales quedaron residuos
industriales) se arrojaron al Río de la Plata. Diversas convenciones internacionales,
como el Tratado del Río de la Plata con la República Oriental del Uruguay, llevaron al
abandono de dicha práctica.
Se realizaron diversos proyectos para efectuar el dragado y colocar los barros re-
sultantes en un relleno de seguridad, lo que se consideró inviable por dos motivos:
W
Por una parte, el enorme costo económico de tratar volúmenes de residuos peligrosos
originados en miles de establecimientos y acumulados durante por lo menos un siglo.
W
Pero además, se consideró que la propia operación del dragado podía poner parte
de esos barros contaminados en suspensión y enviarlos a una zona ya muy compro-
metida, amenazando las tomas de agua de la Ciudad.
En cuanto a los aspectos urbanísticos, no existen aún criterios para el ordenamiento
territorial de la zona afectada, salvo la de liberar el camino de sirga.

[ 76 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[19] CONCLUSIONES

W
El Támesis tiene un caudal sustancialmente mayor que el Riachuelo, lo que facilita
el transporte natural de contaminantes, los que, además, tienen mayores posibilida-
des de dilución.
W
Los sectores sociales afectados por la contaminación del Támesis tuvieron histó-
ricamente una capacidad de presión política mucho mayor que los afectados por la
contaminación del Riachuelo. Eso posibilitó impulsar formas de gestión más eficaces.
Con leves altibajos, en el último siglo y medio, la política pública británica con res-
pecto al Támesis priorizó el mejoramiento de la salud pública antes que los costos
industriales. Por el contrario, la política argentina sobre el Matanza-Riachuelo tuvo la
misma orientación solo en los primeros años de implementación. Después, su clara
prioridad fue evitar que la protección ambiental aumentara los costos de las indus-
trias. La gestión pública y la Justicia argentinas tuvieron actitudes más favorables al
ambiente durante el siglo XIX que durante el siglo XXI. Como consecuencia de ello,
subsisten graves problemas sanitarios, vinculados con la pobreza y la contaminación
en la cuenca Matanza-Riachuelo.
W
La privatización de los servicios de agua y saneamiento en Gran Bretaña no mejoró
la gestión del Támesis sino que la empeoró, debido a la irresponsabilidad del con-
cesionario.
W
En el Támesis se atiende a la contaminación de origen agropecuario, mientras que
en el Riachuelo no se la tiene en cuenta.
W
En el Riachuelo se autoriza a las fábricas el volcamiento de residuos peligrosos. En
el Támesis los niveles admisibles son cero.

SANEAMIENTO DEL RÍO TÁMESIS - SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO [ 77 ]


W
En el Támesis se buscan los indicadores biológicos de contaminación en las zonas
de máximo riesgo ambiental. En el Riachuelo se buscan en las áreas de mínimo
riesgo ambiental.
W
En el Támesis se apunta al tratamiento completo de los desechos cloacales. En el
Riachuelo solo al pretratamiento.

[ 78 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES

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