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SÍNTESIS DE FILOSOFÍA

JORGE LUIS HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ

¿CUÁL DEBE DE SER EL PAPEL DEL HOMBRE RELIGIOSO EN LA POLÍTICA Y


POR ENDE EN EL DESARROLLO DE LA SOCIEDAD ACTUAL COLOMBIANA,
SEGÚN LA IDEA DE JÜRGEN HABERMAS ?

PROFESOR RAFAEL BOHÓRQUEZ AUNTA

SEMINARIO CONCILIAR DE TUNJA


TUNJA BOYACÁ
2018
¿CUÁL DEBE DE SER EL PAPEL DEL HOMBRE RELIGIOSO EN LA POLÍTICA Y
POR ENDE EN EL DESARROLLO DE LA SOCIEDAD ACTUAL COLOMBIANA,
SEGÚN LA IDEA DE JÜRGEN HABERMAS ?
JÜRGEN HABERMAS.
ISRAEL O ATENAS
SINOPSIS DE LA OBRA
Esta es una obra que recoge una serie de ensayos hechos por Jürgen Habermas,
donde reflexiona sobre una serie de raciocinios elaborados por distintos autores,
allí exponen su perspectiva acerca de la religión (en especial la Cristiana que es
heredera del pensamiento judío) y el estado político, proporcionando de igual
modo su propio pensamiento y la relación de estos dos conceptos.
En Israel o Atenas se pone de manifiesto el modo de proceder de la religión y su
gran influencia en la sociedad, en este marco, los distintos autores que se
enuncian o citan hacen una crítica a la religión y cómo ella ha jugado un papel
importantísimo en la historia de las culturas en especial la occidental, pues es la
que más ha sido influenciada por el pensamiento o tradición proveniente del
judaísmo que a su vez perdura con el cristianismo, el cual no puede ser separado
de la misma.
Lo primero que el autor quiere hacer comprender es la lingüistificación de lo
sagrado como iniciador de sociedad, ya que en este proceso se les es adjudicado
a una serie de símbolos unos significados especiales que son aceptados en
consenso por un grupo determinado de personas, donde se busca expresar
identidad de la subjetividad en una comunidad específica, la cual es producto de la
relación intersubjetiva que se tiene entre los miembros de tal grupo, este proceso
se inicia como una crítica a la realidad, encontrando en la religión la respuesta y
sentido a muchos de sus cuestionamientos, según el autor, concluye que
Habermas a pesar de dar juicios donde se entendería que la religión queda
sepultada por su carencia de elaborar un raciocinio válido para responder a los
distintos cuestionamientos que se hacen para captar a realidad, lo que hace es
superar su carácter idealista al proponer la “lingüistificación de lo sagrado” donde
se elabora una conceptualización y explicación correcta de sus premisas sin sacar
del discurso a Dios, el cual no puede estar aislado pues da sentido a lo que se
quiere expresar justificándolo racionalmente, a partir de esta teoría Habermas da
un nuevo modo de ver la religión con un sentido especial dentro de la sociedad
como aquella institución integradora de los individuos en una causa común.
Después de abordar la religión dándole un nuevo sentido a través de la teoría
hebermasiana de la lingüistificación, explica de una manera plausible cómo es que
el pensamiento religioso en este caso el judío influye en la construcción de la
sociedad, dando como ejemplo el idealismo alemán que de no haber sido
impulsado por pensadores judíos, quienes a su vez aportaban lo heredado de su
religión no habría cogido tanta fuerza, sus premisas estaban muy bien

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fundamentadas para ser aceptadas con tanto entusiasmo por esta sociedad, estas
no estaban inscritas en un mero papel sino que a través de ellas había un
sentimiento de identidad tan grande que fue visto como la forma para unir a todo
un pueblo y hacerlo más fuerte.
El tema central como ya se ha podido constatar es que tan racional puede llegar a
ser la conceptualización de las premisas de la religión y de su relación de ésta con
la sociedad, a continuación el menester del autor en la obra es establecer el
fundamento de la trascendencia proporcionado por la religión y cómo es de ayuda
o bienestar para la sociedad, para ello el autor trae a colación perspectivas de
varios pensadores que son abordados por Habermas, que le han hecho expresar
que el diálogo entre religión y sociedad es de gran importancia pues en muchas
circunstancias la una da sentido y origen a lo creado por la otra.
¿CUÁL DEBE DE SER EL PAPEL DEL HOMBRE RELIGIOSO EN LA POLÍTICA Y
POR ENDE EN EL DESARROLLO DE LA SOCIEDAD ACTUAL COLOMBIANA,
SEGÚN LA IDEA DE JÜRGEN HABERMAS ?
Antes de iniciar con la solución de esta problemática, es necesario describir
brevemente el marco político de la sociedad colombiana, como nación constituida
y como ésta se ha relacionado con la religión más predominante, la cual es la
cristiana que a su vez está influida por el pensamiento judío, transmitida por la
cultura occidental infundida por los pueblos Europeos
El pueblo colombiano desde sus inicios ha generado una división fuerte en su
sociedad, manifestado en la creación de un bipartidismo que ha conllevado la
polarización de sus habitantes en dos sectores, el de izquierda y el de derecha, lo
que desencadenó una guerra que se ha transmitido y heredado de generación en
generación hasta nuestros días y que sólo ha generado pobreza, desigualdad,
muerte, devastación, perdida y destrucción; ya que sólo se busca la consecución
de intereses políticos por parte de grupos minoritarios que dirigen o lideran los
integrantes de cada sector. Para mostrar esta realidad solo basta recordar su
historia, donde se puede constatar la veracidad de lo antes dicho, uno de los
ejemplos que puede ilustrar de mejor forma esta situación, fue lo ocurrido en el
famoso “Bogotazo”, donde los líderes de la época callaron la voz de alguien que
se levantó para defender los derechos de los colombianos, este hombre era Jorge
Eliecer Gaitán, quien muy valientemente luchó hasta el final por buscar una mejor
sociedad a través de la identidad y la unión como pueblo, separado de la visión
bipartidista que se tenía, sin embargo esto era una amenaza para los intereses de
cada sector, por lo que no convenía permitir que se instalara en el poder, y la
solución fue su asesinato, que sirvió como coyuntura para justificar lo que desde
mucho antes se venía gestando, que era la guerra entre los dos sectores
predominantes en la nación, de allí en adelante se generó una conflagración
fratricida, lo cual no permitió el crecimiento de la sociedad sino que por el contario
produjo devastación, desplazamiento, crisis y pobreza, consecuencias que

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siguieron acompañando a la realidad colombiana, que ya cansada de esta trágica
situación ha querido ponerle fin a través de los diálogos de paz, que poco a poco
ha cambiado la idea de guerra y conflicto en la idea de Paz.
Lo anterior ha sido a grandes rasgos una descripción superficial del ambiente
político en Colombia, en este contexto es imprescindible hablar de la religión
Católica como factor determinante del proceso político vivido en Colombia, pues
ha estado involucrada de una u otra forma en todos los acontecimientos o
decisiones que se han presenciado en el país, ya sea para impartir normas y
legislar muy de la mano con el gobierno o por el contario para ir en contra de este,
si promulgaba ir separado, la unión Iglesia y estado ha sido de gran debate, sin
embargo pareciera que hasta el día de hoy aún se puede vislumbrar este vínculo
en las decisiones políticas, así como la Iglesia fue en muchos casos aliada del
estado para sus políticas represivas, violentas y generadoras de violencia, de igual
modo ha sido estandarte o pie de apoyo para los procesos de paz y de unión entre
los miembros del estado colombiano.
Es bien sabido que todo hombre por naturaleza es político y que su visión
subjetiva cuenta ante los ojos de su estado, el cual tiene como deber garantizarle
protección y bienestar, en este contexto el hombre como ser político pertenece o
tiene una herencia religiosa, la cual influye en gran medida en su manera de
actuar, en Colombia es bien sabido que la religión Cristiana (heredada de la
cultura occidental europea), está presente mayoritariamente en los integrantes de
dicha nación por lo que si no se puede prescindir de la religión es necesario
plantear como debe ser la influencia y el comportamiento de sus practicantes
dentro del ambiente político.
Al haber mostrado la íntima relación entre Iglesia-estado se hace necesario
plantear el deber de la una sobre la otra, para ello entendiendo lo propuesto por
Jürgen Habermas con respecto a este tema, se hará un análisis del deber o si por
el contrario no hay nada que la religión pueda ofrecer al estado político.
Jürgen Habermas filósofo y sociólogo alemán, perteneciente a la segunda
generación de la escuela de Frankfurt, que a partir de lo que él denominó acción
comunicativa, daría estructura a su teoría crítica que será de gran importancia a la
hora de abordar la religión y separarla de lo que él también criticó; de aquel
lenguaje metafísico inalcanzable, idealista y poco fundamentado. En un primer
momento Habermas denigra a tal grado la religión que se creería que para él, ella
no tendría valor, lo que significaría la independencia total del estado, sin embargo
lo que se muestra en “Israel o Atenas” es algo distinto pues en la siguiente
reflexión: “Y así no creo que como europeos podamos entender seriamente
conceptos como el de moralidad y eticidad, persona e individualidad, libertad y
emancipación, sin apropiarnos la sustancia de la idea de historia de la salvación
de procedencia judeo-cristiana. Otros encontrarán desde otras tradiciones el
camino hacia la plétora del significado pleno de sus conceptos que estructuran

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nuestra autocomprensión. Pero sin la mediación socializadora y sin la
transformación filosófica de alguna de las religiones universales, puede ser que
algún día ese potencial semántico se tornara inaccesible”. Jürgen Habermas quiere decir
que muchos de los conceptos que se manejan dentro de la sociedad dependen o
cobran sentido desde un lenguaje religioso, el cual puede ser transformado
filosóficamente para hacerlo asequible a los hombres, por ende no se puede
prescindir de lo aportado por la religión sino revisarlo y fundamentarlo, para darle
mayor veracidad, es por ello que Habermas dará tanto énfasis a la lingüistificación
de lo sagrado, como medio de clarificación de sus conceptos para ser puestos en
práctica, después de esta conceptualización se puede constatar el deber
propuesto de la religión en la sociedad.
LINGÜSTIFCACIÓN DE LO SAGRADO, COMO MEDIO PARA LA ACCIÓN
COMUNICATIVA
Habermas dará gran realce a este proceso, para este autor la lingüistificación es el
proceso por el cual, un grupo determinado de personas da sentido a la realidad, a
través de la utilización del lenguaje, esto se lleva a cabo después de un consenso
solidario que hacen entre sí, en su esfuerzo por querer comunicarse con otros,
manifestando su propia subjetividad y dando origen a una intersubjetividad que
enriquece a una sociedad naciente, pues el consenso de una comunidad de
creyentes bajo un theologumenon o símbolo religioso se puede constituir como
tal, en la religión Cristiana heredera del pensamiento judío será el mesianismo
como esa figura que genera identidad y unidad.
La lingüistificación conceptualiza o da un significado especial a un objeto o acción
determinada, a través de ella las cosas cobran un sentido y significado especial en
el contexto de una comunidad determinada, dando pie a la acción comunicativa, a
partir de este método se establecen estereotipos de aquello que es bueno o malo,
dependiendo al consenso social que se haya hecho, este modo de ver la realidad
tiene su fundamento racional, para proceder a su póstuma conceptualización y ser
expresada a la comunidad.
Partiendo de este proceso de lingüistificación, la religión establece unos
parámetros a su comunidad, de aquello de lo que es sagrado o santo y de lo
profano o ilícito, para su buen actuar. Esta conceptualización ha de ser
fundamentada racionalmente bajo la teoría de la ciencia con la cual se aborda,
para que en verdad sea acogida por los miembros de la sociedad.
El lenguaje utilizado por la religión es para Habermas lo que responde a la
identidad colectiva, que requiere un concepto fuerte del bien, para poder llevar una
vida moralmente buena que satisfaga las necesidades de trascendencia que el
hombre busca, por lo que abordar temas como la justicia, solidaridad e igualdad
son de suma importancia y han de ser tan bien fundamentados, pues estos temas
a pesar de no tener relevancia en el mundo positivo, por no contar con una cierta
rigurosidad semántica, han de alcanzar ideales mucho más altos a través del fin

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que persiguen, en este caso, es la esperanza de ponerlos en práctica en una
determinada comunidad, para vivenciar así la justicia y libertad entre todos hacia
un futuro.

UNIDAD EN LA PLURALIDAD CULTURAL


Después de una larga reflexión sobre la conceptualización de lo planteado por la
religión, donde establece relaciones entre los individuos de tal forma, que a través
del lenguaje hay un sentido y significado especial, buscando un fin de lo que les
rodea y las normas que acatan, para pertenecer al grupo determinado y poder
entablar así un diálogo, teniendo en cuenta lo antes dicho, se puede hablar de
“unidad en la pluralidad cultural, ya que es el fundamento de la misma.
La religión que Habermas toma como referencia, es la Cristiana proveniente del
judaísmo, debido a su trascendencia en la cultura occidental, después de
encontrar fundamento lingüístico a esta religión a través de la finalidad, procede a
establecer cómo ha de desenvolverse en las sociedades, para ello habla de una
“Iglesia universal culturalmente policéntrica”, donde se generen políticas de
inclusión a todos los ciudadanos, sin importar su condición, esto garantiza la
coexistencia de culturas y subculturas en una misma religión, conservando su
identidad y origen, para ello ha de buscar la libertad y justicia para todos lo cual
queda muy bien descrito o fundamentado en ese “mesianismo” que invita a ver y
reconocer al otro para valorarlo y procurarle su felicidad a través de la solidaridad.
Ahora la pregunta que puede surgir es ¿cómo puede mantener la Iglesia su
identidad en la multiplicidad cultural? Habermas apoyado en Metz manifesta que la
religión Católica no debe partir de un idea de cristianismo ahistórico, situado por
encima de las culturas, sino que teniendo por encima su origen teológico ha de
buscar el diálogo con lo propuesto por las demás culturas y partir de ello, buscar
ofrecer la validez universal de su oferta de salvación, sin ser herméticos a lo que
brindan los demás pueblos, es por esto que la iglesia ha de ser policéntrica donde
pone su centro de inicio en varios lugares, dependiendo a la manera como se
acoja el mensaje. Esta función es un modelo totalmente recomendable para un
Estado democrático de derecho, que quiera hacer justicia a las diferentes formas
de vida de una sociedad multicultural, por otro lado tiene que dejar de lado todo
intento de hegemonización con los derechos humanos que promulga, pues como
lo dijo Boaventura de Sousa Santos: “Si Dios fuera un activista de los derechos
humanos andaría en busca de una visión contrahegemónica de los derechos
humanos y de una práctica coherente con la misma, es decir se preocuparía de la
forma como se pueden vivir para garantizar la felicidad y justicia para todos.
De acuerdo a lo anterior, implícitamente con esta forma de funcionar de la religión
se puede constatar lo que bien dice la obra: “el universalismo igualitario de donde
proceden las ideas de libertad y convivencia solidaria, así como la forma de vida
autónoma y emancipación, moral de la conciencia individual, derechos humanos y
democracia, es directamente una herencia de la ética judía de la justicia y la ética
cristiana del amor”1 y por ello es inseparable de la vida de los distintos estados con
1 Jürgen Habermas, Israel o Atenas, 2011. Pag 199

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esta influencia, pues invita a alejar de si todo tipo de egoísmo, que es la causa de
toda desigualdad, buscando el bienestar y cuidado del otro, no como un trato
meramente igualitario, sino equitativo y solidario, pues según Habermas actuar en
el otro es como estar en uno mismo, de esta manera pongo en práctica mi libertad
comunicativa que comprende a los demás pero que de igual modo soy
comprendido.
PENSAMIENTO JUDEO-CRISTIANA EN COLOMBIA A TRAVÉS DEL
CRISTIANISMO
Habermas aporta grandes ideas de la influencia de la religión cristiana, como
heredera del pensamiento judío en Occidente, demostrando como ha influenciado
a los estados y cómo se ha mantenido en pie, sin embargo resulta vacío si no hay
experiencia de ello, por lo que me he permitido traer a colación al estado
colombiano, país netamente influenciado por la cultura europea, es decir la
occidental, donde se buscará observar cómo ha sido intervenida su cultura por el
pensamiento Judeo-Cristiano y cuál debe ser el papel de los creyentes en la
Iglesia Católica en este Estado.
Si bien ya se ha hecho una breve reseña del marco político colombiano, cabe
resaltar que la Iglesia ha jugado un papel muy importante dentro de él, pues como
institución, rápidamente se erigió con gran poder, creando una hegemonía
respetable dentro de la nación, a tal medida de constituirse en la aliada más
grande de un partido político dentro del bipartidismo ya descrito en este país.
En este contexto al ser la Iglesia tan poderosa, olvidó el lenguaje mesiánico que
impartía, y empezó a buscar lucrarse a través de los bienes de los demás, esto
llevó a que fuera generadora de desigualdad dentro del Estado, del cual tenía toda
la protección, pues era una aliada muy poderosa, incluso tenía potestad en
muchas de las decisiones que tomaba el gobierno, la postura que tenía era muy
hermética por lo que el enfrentamiento entre quienes seguían sus ideas y
creencias contra los que no, era inevitable, lo que generó guerra, desolación,
hambre, destrucción y pobreza.
La guerra como bien se ha descrito, ha ido acompañando la historia colombiana
en todo momento, siendo la Iglesia una de sus grandes responsables; sin
embargo ha sido también la generadora de conciliación y Paz, pues ha sido la
única institución religiosa que ha servido como mediadora entre los dos sectores
enfrentados para alcanzar la paz.
La pregunta que se hace es ¿cuál debe ser el papel del hombre creyente, del
hombre perteneciente a la Iglesia en el estado? Como ya se ha visto, el rol que ha
jugado está involucrado en todos los procesos políticos llevados a cabo en el país,
ya sean malos o buenos, para ello es necesario aclarar si aún como hombre
creyente puede aportar algo para la construcción y mejora de su patria a través de
su acción política.
Este cuestionamiento permite traer el pensamiento de Jürgen Habermas, quien
conociendo la gran influencia de la Iglesia, trasmitiendo el pensamiento Judeo-
cristiano en la cultura occidental, le da una nueva perspectiva, pues de nuevo
observa detalladamente la lingüistificación que hace, para ver qué tan producente
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puede ser para el estado y si son aún aplicable sus ponderados basados en el
“mesianismo”, para generar unidad en la pluralidad cultural.
La lingüistificación de lo sagrado genera en las personas, una dicotomía entre lo
bueno y lo malo, que va a influir en su manera de actuar dentro de la nación. el fin
del estado es garantizar el bienestar y seguridad de los miembros del mismo, algo
que no se puede dar como lo decía Rosseau, sin un pacto o un trato social, por lo
que depende de la subjetividad y compromiso de cada miembro de la sociedad, la
Iglesia en este caso genera la idea de bueno el cumplir dicho pacto, como respeto
de la propia libertad y libertad de los demás o malo el incumplirlo, por lo que quien
es creyente verá qué es lo correcto y lo más adecuado por realizar, cosa distinta
de quien no está inmerso en esta dicotomía, pues no hay algo bueno y malo para
actuar de determinada forma, no hay un sentido especial, por lo que su práctica se
tornaría mucho más independiente sin certeza del sentido por el que se lleva a
cabo.
Esta lingüistificación de lo sagrado hecho por la Iglesia, da un sentido especial
para actuar en favor de los demás, donde se prima el bienestar del otro,
generando una solidaridad intersubjetiva que origina la justicia entre los miembros
de la misma, una justicia basada en la solidaridad social y que no se queda solo el
mero concepto, sino que trasciende en los hechos, este modo de ver las cosas
evita la desigualdad que favorece a unos pocos que se aprovechan de los demás.
Al entrar en la acción comunicativa derivada de esta lingüistificación, se puede
entablar un diálogo que es enriquecedor y da como resultado el amor entre los
miembros, visto como una relación recíproca donde prima el bienestar del otro.
Al crear una acción comunicativa se empieza a crear una idea de identidad, pues
se unen varios sujetos en una idea común, buscando un mismo fin, el estado
como entidad representante de la sociedad civil, ha de procurar que sus miembros
se identifiquen en una misma nación y que su identidad se vea reflejada en ella,
esto lo proporciona la Religión gracias a su discurso ya planteado, por otro lado el
diálogo intersubjetivo que se establece por la Religión debe buscar el
reconocimiento del otro en su distinta forma de ser, evitando cualquier tipo de
imposición basada en un fundamentalismo que coacciona la libertad de los
individuos, de igual modo el estado ha de hacer lo mismo para garantizar que en
verdad se esté atendiendo las necesidades de todos sus integrantes, debe crear
una política incluyente a través de los derechos humanos, que respeten y valoren
la cultura de todos los miembros de la sociedad.
Después de relacionar la lingüistificación de lo sagrado y su trascendencia en el
estado colombiano, es necesario observar si el fruto que se consigue, como es la
unidad en la pluralidad cultural, es de igual modo aplicable a este estado, el cual
está compuesto de una gran diversidad de culturas y subculturas.
Lo primero que hay que decir es que al hablar de unidad en la pluralidad cultural,
se puede caer en la imposición de una sola cultura que diluya las demás, haciendo
que la identidad y tradición que determinan la forma de ser de una persona
también desaparezcan, haciendo que actúen de una forma determinada,
perdiendo la riqueza de la diversidad. Debido a este problema la Iglesia debe

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desplegarse como una Religión universalmente “policéntrica” es decir entrar en
diálogo con cada una de las culturas y subculturas y establecer su centro allí, sin
renunciar a sus principios, lo que no significa que no puedan ser acogidos por
cada comunidad de una manera distinta, lo cual hace la perspectiva u óptica de
comprensión del mesianismo, se enriquezca con las distintas formas de discernir
de cada comunidad; esto hace que se pueda hablar de un universalismo
igualitario, estas ideas tienen que ser acogidas como medio de unión a tanta
pluralidad existente, pluralidad que hace que se haga tan vivo el conflicto armado,
el Estado colombiano ha entrado en una serie de diálogos que hagan posible la
unión de dos partes en las que ha estado dividido el país durante tantos años, y
que ha traído consigo el desangramiento del país, por la cantidad de muertos que
ha dejado esta división, además no hay una estabilidad política que permita
garantizar el bienestar de sus ciudadanos. Pese a que la Iglesia ha sido un factor
determinante en estas guerras fratricidas, también es aquella institución que
gracias a su gran influencia ha servido como mediadora de dichos diálogos
recuperando su verdadero sentido y razón de ser, este ejemplo es el que cada
hombre creyente ha de seguir para garantizar la estabilidad de la nación, el
diálogo y la comprensión del otro se convierten así en el arma más poderosa para
vencer tantos años de guerra y destrucción, sin embargo no sería posible sin un
acompañamiento especial de la Iglesia que a partir de sus ponderados da un
nuevo sentido de solidaridad, justicia y libertad que permiten creer en el Estado
Colombiano.

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CONCLUSIONES

Para poder concluir esta comprensión del pensamiento habermasiano con


respecto a la relación Iglesia-Estado abordado desde la nación colombiana, es
necesario resaltar algunas ideas que son de suma importancia para tener en
cuenta a la hora de expresar los deberes que deben tener los miembros de la
Iglesia en su actividad política para ayudar a construir una mejor nación.
En primer lugar para poder aplicar las ideas propuestas por la Iglesia en la
actividad política del estado, es necesario comprender cuál es el sentido o el fin
que persiguen, para no caer en los mismos errores que se cometieron
anteriormente por la mala comprensión y aplicación de estas.
En segundo lugar, el discurso de la Iglesia de acuerdo a lo planeado por
Habermas ha de ser dialogado y no impuesto, para evitar así cualquier
fundamentalismo que divida la sociedad, sino por el contrario buscar unir la
pluralidad existente, por la gran cantidad de culturas y subculturas, bajo un mismo
ideal, sin romper ni derogar sus mismas tradiciones, es por ello que la Iglesia sin
renunciar a sus ideales ha de ser policéntrica para buscar la unidad en el
pluralismo.
En tercer lugar, el mensaje de la Iglesia es netamente altruista pues busca lo
mejor para el otro, y esta actitud permite al estado cumplir con el objetivo de
garantizar el bienestar a sus habitantes ya que se convierte en una cooperación
de todos y no de unos pocos, alcanzando así la solidaridad y la justicia.
Por último, la distinción entre lo bueno y malo como producto de la lingüistificación
de lo sagrado, da un sentido distinto a la hora de cumplir las normas, pues se hace
por la esperanza y convicción de querer actuar bien para alcanzar las promesas
que trascienden esta realidad y las cuales se entienden en el mesianismo
propuesto por la Iglesia.

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BIBLIOGRAFÍA

 Sousa Santos, Boaventura. (2011). Si Dios fuese un activista de los


derechos humanos. TROTTA.

 Habermas, Jürgen. (2001-2011). Israel o Atenas. Ensayos sobre Religión,


teología y racionalidad. TROTTA.

 Andrade Álvarez, Margot (2010-2011). Religión, política y educación en


Colombia. La presencia religiosa extranjera en la consolidación del régimen
conservador durante la Regeneración. Vol. 3 (Nro. 6) págs. 156-170.

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