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INTRODUCCIÓN
Al finalizar este tema el opositor deberá ser capaz de conocer la reglamentación básica
en materia de transporte.
Quedan excluidos, del ámbito de aplicación de este Real Decreto, los transportes de
mercancías peligrosas por carretera realizados por las Fuerzas Armadas y Guardia Civil
o bajo su responsabilidad, que se regirán por lo dispuesto en su normativa específica,
cuyo contenido se ajustará, en lo posible, a las condiciones técnicas y de seguridad
exigidas en la reglamentación vigente.
1.1.2. Definiciones
La terminología es la siguiente:
b) Mercancías peligrosas: aquellas materias y objetos cuyo transporte por carretera está
prohibido o autorizado exclusivamente bajo las condiciones establecidas en el ADR o en
la normativa específica reguladora del transporte de mercancías peligrosas.
d) Expedidor: la persona física o jurídica por cuya orden y cuenta se realiza el envío de
la mercancía peligrosa, para lo cual se realiza el transporte figurando como tal en la
carta de porte.
g) Vehículo: todo vehículo de motor destinado a ser utilizado en carretera, esté completo
o incompleto, que tenga por lo menos cuatro ruedas y alcance una velocidad máxima de
diseño superior a 25 km/h y sus remolques o semirremolques, a excepción de los
vehículos que circulan sobre raíles, los tractores forestales y agrícolas, y toda la
maquinaria móvil.
Los transportistas adoptarán las medidas precisas para que los vehículos cumplan las
condiciones reglamentarias y para que los conductores sean informados sobre las
características especiales de los vehículos y tengan la adecuada formación.
Los conductores que, de acuerdo con lo dispuesto en el ADR, necesiten una formación
específica, deberán proveerse de una autorización especial que le habilite para ello, la
cual será expedida por la Jefatura Provincial de Tráfico en la que se solicite conforme se
determina en el Reglamento General de Conductores, aprobado por Real Decreto
772/1997, de 30 de mayo, y disposiciones complementarias. Dicha autorización especial
será equivalente al certificado de formación previsto en el ADR.
Serán aplicables al transporte de mercancías peligrosas las normas establecidas en la
legislación sobre Tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, sobre
conducción de vehículos bajo la influencia de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas,
estupefacientes, psicotrópicos, estimulantes u otras sustancias análogas, y en concreto
los artículos 20 al 28 del Reglamento General de Circulación, aprobado por Real
Decreto 13/1992, de 17 de enero.
Deberá contar, para ello, con el informe previo del Consejo Superior de Tráfico y
Seguridad de la Circulación Vial, que dictaminará la procedencia de las medidas y
propondrá las modificaciones que se estimen oportunas para lograr la indispensable
coordinación interterritorial en esta materia.
A estos efectos, los interesados en obtener estas autorizaciones deberán presentar ante el
órgano competente una solicitud acompañada de un estudio técnico que la justifique,
que deberá completarse, a petición de dicho órgano, con los documentos y estudios que,
en su caso, se estimen pertinentes.
4. Existencia de víctimas.
Por el Ministerio del Interior o por los órganos competentes de las Comunidades
Autónomas, en cada caso, así como por aquellas entidades que representen sectores
profesionales interesados (expedidores, transportistas, etc.), y con el fin de colaborar en
las actuaciones en caso de accidente, se fomentarán acuerdos o pactos de ayuda mutua
entre las propias empresas de los sectores profesionales, y acuerdos o convenios de
colaboración de dichas empresas con las autoridades competentes en tales
circunstancias. De los mismos, se dará información a la Comisión Nacional de
Protección Civil, y según proceda, a la Comisión para la Coordinación del transporte de
mercancías peligrosas.
Los daños que se deriven directa o indirectamente del empleo de personal y materiales
de las empresas incorporadas a los acuerdos o convenios de colaboración con las
autoridades competentes, las lesiones producidas a las personas por estas actividades de
colaboración en los planes de protección civil frente a estos accidentes y, asimismo, los
daños que causen a terceros, por la acción de aquéllos en tales circunstancias, serán
indemnizables de conformidad con lo dispuesto en la legislación sobre responsabilidad
de la Administración por el funcionamiento de los servicios públicos, sin perjuicio de su
resarcimiento por la misma con cargo al responsable del accidente.
De las actuaciones que realicen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o los órganos
competentes en materia de transportes, como consecuencia de accidentes o averías de
vehículos de mercancías peligrosas, donde se hayan producido fugas, derrames o
deformaciones de cisternas o pérdida de la carga, se remitirá un informe a la Comisión
de Coordinación del Transporte de Mercancías Peligrosas, pudiendo proponer a la vez,
al órgano competente en materia de industria, la inspección excepcional de la cisterna o
el vehículo, tras su reparación.
1. 5. OPERACIONES DE CARGA Y DESCARGA
La carta de porte, con los datos exigidos en el ADR, así como las instrucciones escritas
para el conductor, deberán ser entregadas a éste antes de iniciarse el transporte.
El cargador podrá firmar, por delegación del expedidor, la carta de porte y deberá hacer
constar en la misma, o en declaración aparte, que la mercancía se admite al transporte
por carretera y que su estado y acondicionamiento y, en su caso, el envase y etiquetaje
responden a las prescripciones del ADR.
El personal que realice la carga o la descarga, de acuerdo con las normas establecidas en
este Real Decreto, deberá conocer, bajo responsabilidad del cargador-descargador, los
siguientes extremos:
a) Las características de peligrosidad de la mercancía.
b) El funcionamiento de las instalaciones.
En todo caso, deberá tenerse en cuenta que el vehículo deberá estar inmovilizado
durante la carga y descarga.
14. Carecer, cuando sea necesario de acuerdo con el ADR, del certificado de
aprobación del vehículo donde se acredite que el mismo responde a las
prescripciones reglamentarias establecidas para el transporte a que va destinado,
o llevar uno no reglamentario.
15. No llevar, en la cabina del vehículo, las instrucciones escritas para el conductor
para casos de accidente correspondientes a la materia que se transporta, o llevar
unas inadecuadas.
2.1.1. Clasificación
Los transportes por carretera se clasifican, según su naturaleza, en públicos y privados.
Son transportes públicos aquellos que se llevan a cabo por cuenta ajena mediante
retribución económica.
Son transportes privados aquellos que se llevan a cabo por cuenta propia, bien sea para
satisfacer necesidades particulares, bien como complemento de otras actividades
principales realizadas por empresas o establecimientos del mismo sujeto, y directamente
vinculados al adecuado desarrollo de dichas actividades.
Los transportes públicos de viajeros por carretera pueden ser regulares o discrecionales.
Son transportes regulares los que se efectúan dentro de itinerarios preestablecidos, y con
sujeción a calendarios y horarios prefijados. Son transportes discrecionales los que se
llevan a cabo sin sujeción a itinerario, calendario ni horario preestablecido.
Son transportes interiores los que tienen su origen y destino dentro del territorio
del Estado español, discurriendo como regla general íntegramente dentro de éste,
si bien, por razón de sus rutas y en régimen de transporte multimodal podrán
atravesar aguas o espacios aéreos no pertenecientes a la soberanía española.
Son transportes públicos regulares permanentes los que se llevan a cabo de forma
continuada, para atender necesidades carácter estable. Son transportes públicos
regulares temporales los destinados a atender tráficos de carácter excepcional o
coyuntural y de duración temporalmente limitada, si bien, puede darse en los mismos
una repetición periódica, tales como los de ferias, mercados, vacaciones, u otros
similares.
Son transportes públicos regulares de uso general los que van dirigidos a satisfacer una
demanda general, siendo utilizables por cualquier interesado. Son transportes públicos
regulares de uso especial los que están destinados a servir, exclusivamente, a un grupo
específico de usuarios tales como escolares, trabajadores, militares, o grupos
homogéneos similares.
Para la realización de los distintos tipos de transporte regular de viajeros, será necesario
que los vehículos, con los que la misma se lleve a cabo estén amparados además de por
la concesión o autorización especial para transporte regular que en cada caso
corresponda, por la autorización habilitante para la realización de transporte
discrecional de viajeros.
Cuando el transporte entre las mismas localidades pueda realizarse por diferentes
itinerarios, así como cuando haya modificaciones en la red viaria que impliquen una
comunicación entre puntos servidos por concesiones ya existentes, reglamentariamente
se determinarán las condiciones en que, en su caso, proceda apreciar la coincidencia,
pudiendo asimismo, en caso de no apreciarse ésta, preverse un régimen especial en
relación con los nuevos servicios que hayan de establecerse, teniendo en cuenta de
forma específica la situación de los titulares de las concesiones ya existentes.
En la resolución del concurso se tendrán en cuenta las circunstancias de todo orden que
concurran en las distintas ofertas, y en las empresas que las formulen, debiendo
establecerse con carácter general o en los pliegos de condiciones, criterios de valoración
específicos.
Para hacer frente a intensificaciones de tráfico que no puedan ser atendidas por los
vehículos adscritos a la concesión podrán utilizarse otros vehículos, ya sean propios del
concesionario, o bien cedidos con o sin conductor, por otros transportistas a través de
cualquier fórmula jurídica válida. Dichos vehículos deberán, en todo caso, estar
amparados por la autorización habilitante para el transporte discrecional de viajeros
regulada en el Capítulo III de este Título para la clase y ámbito del transporte de que se
trate.
- Que no exista un servicio regular permanente de uso general coincidente que pueda
servir adecuadamente las necesidades de transporte de que se trate.
a) Que la adaptación a las necesidades de transporte, que hayan de cubrirse suponga una
modificación sustancial en las condiciones de explotación del servicio coincidente,
establecidas en la correspondiente concesión.
b) Que las necesidades de transporte, que hayan de cubrirse, reúnan tales requisitos de
especificidad que hagan recomendable el establecimiento de un servicio independiente.
Los transportes regulares temporales únicamente podrán prestarse por las personas que
obtengan la autorización administrativa especial que habilite para la realización de los
mismos. El régimen de otorgamiento de dichas autorizaciones, que deberá ser público y
objetivo, se establecerá reglamentariamente, pudiendo, asimismo, arbitrarse
procedimientos para que en la realización o comercialización de dichos servicios
participen conjuntamente diversas empresas o asociaciones de transportistas.
Para la prestación de los servicios, cuando resulten insuficientes los vehículos propios,
podrán utilizarse vehículos de otros transportistas que cuenten con la necesaria
autorización de transporte discrecional, de conformidad con el régimen que
reglamentariamente se establezca.
Los servicios podrán realizarse, cuando resulten insuficientes los vehículos propios,
utilizando vehículos de otros transportistas que cuenten con la necesaria autorización de
transporte discrecional, de conformidad con el régimen que reglamentariamente se
establezca.
Las autorizaciones de radio de acción limitado habilitarán para realizar servicios en los
ámbitos territoriales concretos a los que las mismas estén referidas. La determinación de
los ámbitos limitados para los que puedan otorgarse dichas autorizaciones se realizará
reglamentariamente, debiendo tenerse en cuenta para su fijación criterios generales de
carácter socioeconómico y de adecuada ordenación del sistema de transportes.
En todo caso, habrán de respetarse en la fijación de los correspondientes ámbitos las
reglas de delimitación de competencia entre el Estado y las Comunidades Autónomas.
a) Estar referidas, en cada momento, a uno o varios vehículos concretos. En este caso se
establecerá reglamentariamente el procedimiento para realizar, a instancia del
autorizado, la citada referencia, a un vehículo distinto que reúna las condiciones
exigibles. Dicho procedimiento posibilitará que el cambio de referencia sea realizado
con el mayor grado de automatismo y simplificación de trámites.
b) No estar referidas a priori a vehículo concreto alguno, pudiendo por tanto realizar
transporte, al amparo de las mismas, cualquier vehículo del que disponga el titular de la
autorización, según lo previsto en el 54 de la LOTT que reúna las condiciones exigidas
en la misma.
Se consideran transportes privados particulares los que cumplen conjuntamente los dos
siguientes requisitos:
a) Estar dedicados a satisfacer las necesidades de desplazamiento de carácter personal o
doméstico del titular del vehículo y sus allegados. En ningún caso, salvo el supuesto de
percepción de dietas o gastos de desplazamiento para su titular, el transporte particular
puede dar lugar a remuneraciones dinerarias directas o indirectas.
- Los vehículos han de ser, como regla general, propiedad de las empresas o
establecimientos, debiendo estar matriculados a nombre de los mismos. No obstante, se
admitirá la utilización de vehículos arrendados cuando dicha posibilidad venga impuesta
por Tratados Internacionales, cuando los vehículos no superen la capacidad de carga o
se cumplan los requisitos específicos de las empresas que reglamentariamente se
determinen, así como en aquellos supuestos de averías de corta duración del vehículo
normalmente utilizado o cuando ello resulte necesario por la insuficiencia o
inadecuación de la oferta de transporte público para el transporte concreto de que se
trate.
- Los vehículos deben ir en todo caso conducidos por el personal propio de la empresa o
establecimiento.