Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Arthropoda
PreЄ
Pg
N
Taxonomía
Dominio: Eukaryota
Reino: Animalia
Subreino: Eumetazoa
Superfilo: Ecdysozoa
Panarthropoda
Filo: Arthropoda
LATREILLE, 1829
Subfilos
Trilobita
Chelicerata
Crustacea
Myriapoda
Hexapoda
Los artrópodos (Arthropoda, del griego ἄρθρον, árthron, «articulación» y πούς, poús, «pie»)
constituyen el filo más numeroso y diverso del reino animal (Animalia). El término incluye
animales invertebrados dotados de un esqueleto externo y apéndices articulados; entre
otros, insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos.
Hay más de 1 200 000 especies descritas, en su mayoría insectos (un millón),12 que
representan al menos el 80% de todas las especies animales conocidas.3 Varios grupos de
artrópodos están perfectamente adaptados a la vida en el medio terrestre, al igual que los
vertebrados amniotas y a diferencia de todos los demás filos de animales, que son acuáticos o
requieren ambientes húmedos. Su anatomía, su fisiología y su comportamiento revelan una
serie de adaptaciones evolutivas imperceptibles por su aspecto engañosamente simple, pero
admirablemente eficaces.
Índice
1Origen
2Características
o 2.1Exoesqueleto
o 2.2Ecdisis
o 2.3Apéndices
o 2.4Aparato digestivo
o 2.5Respiración
o 2.6Circulación
o 2.7Excreción
o 2.8Sistema nervioso
2.8.1Sistema nervioso central
2.8.1.1Cerebro o sincerebro
2.8.1.2Cadena nerviosa ganglionar ventral
2.8.2Sistema nervioso simpático o vegetativo
o 2.9Sentidos
3Reproducción
4Filogenia
5Taxonomía
6Véase también
7Referencias
8Enlaces externos
Origen[editar]
Los primeros artrópodos podrían haber sido similares a sus presuntos antecesores,
los anélidos. Su cuerpo habría sido largo y blando, provisto de muchos segmentos, todos ellos
muy similares y equipados con un par de patas. Posteriormente la superficie del cuerpo se
endureció hasta formar un esqueleto externo (exoesqueleto) o cutícula que
contiene quitina, proteínas, lípidos y sales de calcio.
Características[editar]
Los artrópodos constituyen una de las grandes divisiones del reino animal, subdividida en
diversas clases, algunas de las cuales cuentan y especies. Se los denomina de esta manera
por estar provistos de patas articuladas. En realidad no son solo las patas, sino todo el cuerpo
el que está formado por varios segmentos unidos entre sí por medio de articulaciones.
A pesar de su gran variedad y su disparidad, los artrópodos poseen en común características
morfológicas y fisiológicas fundamentales:
Presencia de apéndices articulados que muestran una plasticidad evolutiva enorme y que
han dado lugar a las estructuras más diversas (patas, antenas),
branquias, pulmones, mandíbulas, quelíceros, etc.
Presencia de un esqueleto externo o exoesqueleto quitinoso que mudan periódicamente.
Dado que diversos filos pseudocelomados también mudan la cutícula, algunos autores
relacionan los artrópodos con los nematodos y grupos afines, en
un clado llamado ecdisozoos.4
Cuerpo constituido por segmentos repetitivos, fenómeno conocido como metamería, con
lo que el cuerpo aparece construido por módulos repetidos a lo largo del eje antero-
posterior.La segmentación va acompañada de regionalización o tagmatización, con
división del cuerpo en dos o tres regiones en la mayoría de los casos. Por este carácter se
les ha relacionado tradicionalmente con los anélidos que también son animales
metamerizados;256 pero los defensores del clado ecdisozoos argumentan que es un caso
de convergencia evolutiva (véase Articulata y Ecdysozoa, y en este mismo artículo el
apartado Filogenia).
Exoesqueleto[editar]
Véase también: Cutícula (artrópodos)
El exoesqueleto de los artrópodos es una cubierta continua llamada cutícula, que se extiende
incluso por los dos extremos del tubo digestivo y por las vías o cavidades respiratorias, y que
está situada por encima de la epidermis (llamada en éstos por ese motivo hipodermis), que es
la que la secreta.
A: Cutícula y epidermis; B: Detalle de la epicutícula. 1: Epicutícula; 1a: Cemento; 1b: Ceras; 1c:
Epicutícula externa; 1d: Epicutícula interna. 2: Exocutícula; 3: Endocutícula; 2+3:
Procutícula; 4: Epitelio; 5: Lámina basal; 6: Célula epitelial; 6a: Canal poroso; 7: Célula glandular; 8:
Célula tricógena; 9: Célula termógena; 10: Terminación nerviosa; 11: Pelo sensorial; 12: Pelo; 13: Poro
glandular.
El esqueleto externo tiene una desventaja y es que, para poder crecer, el animal debe
desprenderse de él. Lo hace en un proceso, controlado hormonalmente, de ecdisis o muda. La
hipodermis secreta enzimas que ablandan y digieren en parte la capa más inferior de la
cutícula (la endocutícula), provocando que el resto se desprenda. Inmediatamente comienza la
secreción de una cutícula nueva, primero la epicutícula y luego, debajo de ella, la procutícula.
Hasta que no se endurece esta nueva cubierta el animal está relativamente indefenso, con
menos posibilidad de escapar o resistirse. Todo el proceso de la muda está controlado
hormonalmente; la ecdisona u "hormona de la muda" es la sustancia responsable de que
estos cambios se produzcan. Se llaman estadios o instares a las sucesivas fases de la
existencia del animal entre muda y muda. Este rasgo lo comparten los artrópodos con algunos
otros filos, como los nemátodos que también tienen una cutícula y mudan; hay una teoría que
los clasifica ahora juntos en un subreino Ecdysozoa.
Apéndices[editar]
Artículo principal: Apéndice (artrópodos)
Para los apéndices el exoesqueleto aporta tubos huecos articulados, en cuyo interior se sitúan
los tejidos vivos y específicamente los músculos estriados que, adheridos a ambos lados de
las articulaciones, les proporcionan versatilidad y rapidez de movimientos. Se
llama artejos (voz que deriva del latín artículo, "articulado") a las piezas articuladas que forman
los apéndices.
Existen dos tipos básicos de apéndices, los unirrámeos, formados por un solo eje, propios de
los artrópodos terrestres (arácnidos, miriápodos e insectos), y los birrámeos formados por dos
ejes y propios de los artrópodos acuáticos (trilobites y crustáceos). No hay acuerdo sobre cuál
fue el apéndice ancestral.
En el curso de la evolución ha existido la tendencia a restringir los apéndices a determinadas
regiones del cuerpo y a especializarlos para funciones distintas. Los apéndices de
la cabeza están adaptados para la percepción sensorial, la defensa y para manipular los
alimentos; los del tórax sirven para andar y nadar; los abdominales cumplen funciones
respiratorias y reproductoras, como retener los huevos o aferrarse a la pareja durante
la cópula. Otros se han modificado de tal modo que cuesta reconocerlos como tales
(hileras de las arañas, peines de los escorpiones).
Aparato digestivo[editar]
Véase también: Aparato digestivo (insectos)
El aparato digestivo de los artrópodos se divide en tres regiones bien diferenciadas,
el estomodeo, el mesodeo y el proctodeo. Estomodeo y proctodeo son las regiones situadas
en el extremo anterior y posterior, respectivamente; están recubiertas de cutícula que se
renueva cada vez que el animal muda. La parte media del tubo digestivo, el mesodeo, deriva
del endodermo (segunda hoja blastodérmica) y es la que produce las secreciones digestivas y
donde se realiza la mayor parte de la absorción de nutrientes; frecuentemente presenta
derivaciones o ciegos laterales que amplían su superficie.
Respiración[editar]
Artículos principales: Tráquea (artrópodos) y Pulmones en libro.
Muchos artrópodos son demasiado pequeños como para tener o necesitar órganos
respiratorios. Los artrópodos acuáticos suelen presentar branquias, apéndices internamente
más vascularizados que los otros órganos. Se encuentran en los crustáceos, como
especializaciones de la rama dorsal de los apéndices torácicos, y de la misma manera en
los xifosuros o en los euriptéridos o los primeros escorpiones fósiles. También se encuentran
branquias secundarias (derivadas de las tráqueas) en las larvas acuáticas de algunos
insectos, como las efímeras.
Como es general en los animales, los miembros del grupo de vida aérea respiran por órganos
internalizados, que en los artrópodos pueden ser de dos tipos:
Tráqueas. Los insectos, algunos órdenes de arácnidos, los miriápodos o las cochinillas de
la humedad (crustáceos del orden isópodos adaptados a la vida terrestre) presentan una
red de conductos (sistema traqueal) que comunican con el exterior por orificios llamados
espiráculos, frecuentemente dotados de aberturas provistas de válvulas que regulan su
diámetro. La cutícula se extiende por ellos en una versión muy delgada y permeable, que
en todo caso se desprende cuando llega la muda. En algunos casos se observa una
ventilación activa, con movimientos cíclicos de inspiración y espiración.
Pulmones en libro. Presentan una estructura interna muy plegada (pulmones en libro), lo
que multiplica la superficie por la que se realiza el intercambio de gases, y se abren al
exterior por aberturas propias e independientes. Se encuentran pulmones en libro en
varios órdenes de arácnidos, entre los que destacan las arañas y los escorpiones.
Circulación[editar]
El aparato circulatorio de los artrópodos es abierto, es decir, no existe un circuito cerrado de
vasos por el que circule un líquido diferenciado, lo que propiamente se podría llamar sangre.
Lo que existe es un motor de bombeo que es un vaso especializado de posición dorsal, al que
se denomina corazón dorsal, que mueve el líquido corporal interno, la hemolinfa, que recibe
de vasos posteriores abiertos e impulsa hacia adelante por vasos igualmente abiertos. La red
de vasos está siempre escasamente desarrollada, salvo en las branquias de los artrópodos
acuáticos. No hay células sanguíneas especializadas en el transporte de oxígeno, aunque,
como en todos los animales existen amebocitos (células ameboideas) con funciones
de inmunidad celular y hemostasis (coagulación y cicatrización). Sí puede haber pigmentos
respiratorios, pero disueltos en la hemolinfa.8
Excreción[editar]
Véase también: Tubos de Malpighi
Como corresponde a los protóstomos, el sistema nervioso se desarrolla en el lado ventral del
cuerpo, y como corresponde a animales metaméricos, su organización es segmentaria. En
cada segmento aparece un par de ganglios, de posición más o menos ventrolateral, con los
dos ganglios de un par soldados o unidos por una comisura transversal y los de pares
consecutivos unidos por nervios conectivos.
Sistema nervioso central[editar]
En los artrópodos es un órgano de tipo anelidiano, por tanto, tiene una estructura
primariamente en forma de escalera de cuerda, o sea, dos cordones nerviosos longitudinales
que recorren la parte ventral del cuerpo, con un par de ganglios por metámero unidos
transversalmente por comisuras; no obstante, se producen procesos de concentración de
ganglios debidos a la formación de tagmas.
Cerebro o sincerebro[editar]
Normalmente está formado por tres pares de ganglios que se asocian, correspondientes al
procéfalon. Se pueden diferenciar tres regiones:
La mayoría de los artrópodos están dotados de ojos, de los que existen varios modelos
distintos.
Los ojos simples son cavidades esferoidales con una sencilla retina y cubiertos
frontalmente por una córnea transparente, Su rendimiento óptico es muy limitado, con
la excepción de los grandes ojos de algunas familias de arañas, como los saltícidos.
Los ojos compuestos están constituidos por múltiples elementos equivalentes
llamados omatidios que se disponen radialmente, de manera que cada uno apunta en
una dirección diferente y entre todos cubren un ángulo de visión más o menos amplio.
Cada omatidio contiene varias células sensibles, retinianas, detrás de elementos
ópticos transparentes, cumpliendo la función que la córnea y el cristalino desempeñan
en los ojos de los vertebrados. También hay células que envuelven el omatidio
sellándolo frente a la luz. No todos los grupos presentan ojos compuestos, que están
ausentes, por ejemplo, en los arácnidos.
La visión de muchos artrópodos presenta ventajas que suelen faltar en vertebrados, como
la habilidad para ver en un espectro extendido que incluye el ultravioleta próximo, o para
distinguir la dirección de polarización de la luz. La visión del color está casi siempre
presente y puede ser muy rica; el crustáceo Squilla mantis, la galera, presenta trece
pigmentos distintos con diferente sensibilidad al color, lo que contrasta con el pobre
sistema tricromático (de tres pigmentos) de la mayoría de los primates, incluida nuestra
especie.
Distribuidos por todo el cuerpo, pueden encontrarse sensilias, que son receptores
sensibles a los estímulos químicos, como los del gusto o el olfato, y receptores táctiles,
asociado a antenas y palpos y también a setas táctiles, pelos que está asociados a una
célula sensible. Algunos insectos disponen de un sentido del oído, lo que es revelado por
la existencia de señales auditivas de comunicación intraespecífica, como por ejemplo en
los grillos. Muchos son sensibles a las vibraciones del suelo, por las que detectan la
presencia de presas o depredadores; otros, como las moscas, poseen tricobotrios
capaces de percibir mínimos cambios de presión ambiental.
Los artrópodos suelen estar dotados de sensores de posición, sencillos pero eficaces, que
les ayudan a mantener la posición y el equilibrio, como los órganos cordotonales que un
díptero tiene en los halterios.
Reproducción[editar]
En la reproducción sexual, las hembras, tras ser fecundadas por los machos, ponen
huevos. El desarrollo, a partir del huevo, puede ser directo o indirecto.
En el desarrollo indirecto nace una larva que implica una serie de cambios profundos
denominados metamorfosis.
Se dan frecuentes casos de partenogénesis (la hembra produce un cigoto sin haber sido
fecundada), sobre todo en crustáceos e insectos. También hay casos de reproducción
por embriogénesis que es unos de los tipos de fragmentación donde las larvas, estados
jóvenes o embrionarios se dividen en nuevos individuos.
También se dan casos de hermafroditismo que aparecen sobre todo en especies parásitas
o sésiles.
Filogenia[editar]
Véase también: Anexo:Arthropoda
Onychophora
Arthropoda
Trilobita†
Chelicerata
Mandibulata
Myriapoda
Pancrustacea
Crustacea
Hexapoda