Sie sind auf Seite 1von 223

ARTÍCULOS

VALORACIÓN DEL
ESTADO
PSIQUIATRICO
DEL PACIENTE
Artículo Original

Confiabilidad y Validez de la Escala de Depresión Geriátrica en


Adultos Mayores con Enfermedad Arterial Coronaria
Míriam Ximenes Pinho, Osvladir Custódio, Marcia Makdisse, Antonio Carlos C. Carvalho
Universidade Federal de São Paulo, São Paulo, SP - Brasil

Resumen
Fundamento: La prevalencia de depresión en portadores de enfermedad arterial coronaria (EAC) es alta. La escala de
depresión geriátrica (EDG) es un instrumento ampliamente utilizado para rastrear la depresión en adultos mayores. En
Brasil, las propiedades psicométricas de la versión corta aún no fueron adecuadamente estudiadas.

Objetivo: Evaluar las propiedades psicométricas de la versión corta de la EDG en portadores de EAC en ambulatorio
de cardiología.

Métodos: Estudio transversal que evaluó 209 adultos mayores (≥ 65 años) con EAC utilizando la EDG-15, Cumulative
Illness Rating Scale for Geriatrics (CIRS), Brazilian OARS Multidimensional Function Assessment Questionnaire
(BOMFAQ) y The Cambridge Examination for Mental Disorders of the Elderly (CAMDEX). La consistencia interna de la
EDG-15 fue calculada mediante el KR-20. Se llevó a cabo un análisis factorial de esa escala. Los escores de la EDG-15
fueron comparados con los diagnósticos de depresión (DSM-IV) para la validez de criterios. En el análisis de validez
concurrente, los mismos escores fueron correlacionados con los de las escalas de depresión CAMDEX, Miniexamen del
Estado Mental (MEEM), Cambridge Cognitive Examination (CAMCOG) y BOMFAQ.

Resultados: En un 35,71% de la muestra evaluada se diagnosticó depresión clínica, de acuerdo al DSM-IV. Para el
diagnóstico de depresión mayor o distimia, el punto de corte 5/6 presentó precisión moderada (AUROC = 0,84),
sensibilidad del 79,92% y especificidad del 78,29%. La consistencia interna fue de 0,80. En el análisis factorial, tres
factores obtenidos explicaron el 52,72% de la variancia total observada. Los escores de la EDG-15 se correlacionaron
con los de la escala de depresión CAMDEX.

Conclusión: En general, la EDG-15 presentó buena confiabilidad y validez (concurrente y de criterio). En settings
cardiológicos, su uso puede auxiliar en el rastreo de cuadros depresivos de forma simple y rápida. (Arq Bras Cardiol
2010;94(5):552-561)

Palabras clave: Depresión, validez de los test, enfermedad arterial coronaria, EDG-15, adulto mayor.

Introducción muerte por causas cardiacas era dos veces mayor en individuos
La enfermedad cardiaca se asocia frecuentemente a la con depresión mayor con relación a los que presentaban
depresión. En aproximadamente un 20% de los pacientes con depresión menor5.
enfermedad arterial coronaria (EAC) y en infartados1 se observa La depresión se asocia además con la disminución de la
una depresión grave. La prevalencia es aún mayor cuando son capacidad funcional6, con peor evaluación del estado de
consideradas las formas menos graves de depresión. salud y de la calidad de vida7 y con el aumento de los costos
Luego del infarto agudo de miocardio, la depresión se asocia relacionados al cuidado de la salud2.
al riesgo aumentado de complicaciones cardiovasculares A pesar de las evidencias, la depresión frecuentemente
fatales y no fatales2,3. Barefoot et al4, en un estudio de es ignorada por profesionales de la salud y, más aún, no es
seguimiento a largo plazo, observaron que pacientes tratada. Apenas la mitad de los cardiólogos refiere haber
coronarios con depresión, de moderada a grave, presentaban tratado la depresión en sus pacientes. El uso de instrumentos
riesgo de muerte cardiovascular un 84% mayor que los no validados, pero de aplicación simple, puede auxiliar a los
deprimidos. Otro estudio longitudinal mostró que el riesgo de profesionales a identificar una depresión en los portadores
de coronariopatía, en la práctica clínica de rutina8.
La escala de depresión geriátrica (EDG)9 es uno de los
Correspondencia: Míriam Ximenes Pinho • instrumentos más utilizados en el mundo para rastrear
Rua Joaquim Távora, 974/155 - V. Mariana - 04015-012 - São Paulo, SP -
Brasil
depresión en adultos mayores, tanto en el contexto clínico
E-mail: miriampinho@yahoo.com como en trabajos de investigación. Estudios en diferentes
Artículo recibido el 19/10/08; revisado recibido el 24/02/09; aceptado el culturas10-13 sostienen que la EDG es un instrumento con
24/06/09.
buena validez y confiabilidad. La versión corta, con 15 ítems,

552
Pinho et al
Validez de la escala de depresión geriátrica

Artículo Original

es la preferida en ambientes clínicos, por la rapidez de su Cuadro 1 - Presentación de la escala de depresión geriátrica en la
aplicación. En nuestro medio, la versión corta de la EDG versión corta (EDG-15)15
presentó buena validez cuando se la comparó al diagnóstico
de depresión mayor14 y, en situación de test-retest, buena Escala de depresión geriátrica en la versión Escore
reproductibilidad15. corta (EDG-15) No Si
La propuesta de este estudio fue evaluar las propiedades 1. ¿Está Usted básicamente satisfecho con su
1 0
psicométricas de la versión corta, la EDG-15, en adultos vida?
mayores portadores de coronariopatía, atendidos en un 2. ¿Ha dejado Usted muchos de sus intereses y
0 1
ambulatorio de cardiología. actividades?
3. ¿Siente Usted que su vida está vacía? 0 1
Métodos 4. ¿Se enfada Usted con frecuencia? 0 1
En este estudio de corte transversal, los pacientes fueron 5. ¿Se siente Usted de buen humor la mayor
1 0
reclutados en los ambulatorios de cardiología de un hospital parte del tiempo?
escuela. El protocolo de investigación fue sometido y aprobado 6. ¿Siente Usted temor de que le vaya a ocurrir
0 1
por el Comité de Ética de la Universidad Federal de São Paulo. algo malo?
7. ¿Se siente Usted feliz la mayor parte del
1 0
Elegibilidad tiempo?

Participaron todos los pacientes consecutivos, de 65 años 8. ¿Siente Usted que su situación no tiene salida? 0 1
o más, portadores de EAC documentada y que firmaron 9. ¿Prefiere Usted quedarse en casa, a salir y
0 1
el consentimiento informado. La enfermedad arterial hacer cosas nuevas?
coronaria se definió por la presencia de, como mínimo, 10. ¿Se siente Usted con más problemas de de
0 1
uno de los criterios: a) Angina pectoris previa, asociada a memoria que la mayoría?
electrocardiograma (ECG) de esfuerzo, con depresión del ST 11. ¿Encuentra Usted maravilloso estar vivo? 1 0
> 2 mm, y/o test de imagen (centellograma de miocardio
12. ¿Se siente Usted un inútil en las actuales
o ecocardiograma bajo estrés) positivo para isquemia 0 1
circunstancias?
miocárdica y/o para angiografía coronaria con estenosis
≥ 50% en por lo menos una arteria epicárdica principal; 13. ¿Se siente Usted lleno de energía? 1 0
b) Infarto agudo do miocardio previo, confirmado por al 14. ¿Cree Usted que su situación no tiene
0 1
menos dos de los criterios establecidos por la Organización esperanzas?
Mundial de la Salud (OMS): cuadro clínico sugestivo, 15. ¿Siente Usted que la mayoría de las personas
0 1
alteración electrocardiográfica y elevación de los marcadores está mejor que Usted?
bioquímicos de lesión miocárdica (CK-MB y/o troponinas);
c) Intervención coronaria percutánea previa o cirugía de
revascularización miocárdica. Resources and Services. Se utilizó la subescala funcional
Se excluyó a los pacientes cuyas condiciones impidiesen que evalúa la dificultad referida en la realización de 15
la aplicación de escalas o test neuropsicológicos, tales como actividades de la vida diaria, físicas (bañarse, vestirse, comer
enfermedades físicas, alteraciones cognitivas o problemas de etc.) e instrumentales (hacer compras, medicarse, preparar
comunicación graves. alimentos etc).
CIRS-G 20 - Evalúa la presencia y la gravedad de
Instrumentos comorbilidades médicas en pacientes geriátricos. El médico
EDG15 - Escala de depresión geriátrica desarrollada, utiliza el criterio clínico para dar a cada sistema del cuerpo
hace más de 20 años, específicamente para evaluar adultos (renal, respiratorio, vascular etc) una nota de gravedad de 0
mayores. Se optó por la versión reducida con 15 ítems (EDG- a 4 puntos. Su escore es la suma de todas las notas obtenidas
15), tanto por la facilidad de aplicación como por las en cada sistema, siendo que, cuanto mayor fuese la nota,
evidencias sobre su validez para rastreo de cuadros depresivos. peor la condición de salud. El instrumento permite también
El punto de corte 5/6 definió en el caso/caso. (Cuadro 1). cuantificar el número de sistemas afectados.
CAMDEX16 - Entrevista psiquiátrica estructurada para Función cardiaca - Evaluada por medio de la fracción
diagnóstico de trastornos mentales en adultos mayores, de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), medida por
adaptada y validada en nuestro medio17. Permite cerrar los ecocardiograma transtorácico. Los pacientes con FEVI menor
diagnósticos mediante los criterios operacionales del propio o igual al 40% fueron considerados graves.
CAMDEX y del DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de NYHA21 - Con relación a la gravedad de los síntomas de
Trastornos Mentales)18. El CAMDEX posee también una escala insuficiencia cardiaca, los pacientes fueron dispuestos en 4
propia para evaluar depresión y estado cognitivo (CAMCOG), grupos, mediante la clasificación funcional de la New York
incluyendo además el test de evaluación cognitiva Mini- Heart Asociation (NYHA).
examen del Estado Mental (MEEM), entre otros. CCS22 - En cuanto a la gravedad de los síntomas de angina,
BOMFAQ19 - Evaluación multidimensional del adulto los pacientes fueron clasificados en 4 grupos, mediante la
mayor, que es una versión brasileña del Older Americans evaluación funcional de la Canadian Cardiovascular Society.

Arq Bras Cardiol 2010;94(5):552-561 553


Pinho et al
Validez de la escala de depresión geriátrica

Artículo Original

Recolección de los datos de verificación25. Se calculó la sensibilidad, la especificidad


Un médico cardiólogo, u otro profesional participante y la tasa de clasificación incorrecta, corregidas también en
del estudio, obtuvo el consentimiento de los pacientes y, a los sesgos de verificación. Valores de la AUROC entre 0,70 y
continuación, aplicó la escala de depresión (EDG-15). Siempre 0,90 indican confiabilidad moderada, y valores de la AUROC
el mismo cardiólogo del ambulatorio, basado en los registros mayores de 0,90, confiabilidad alta.
de la historia clínica, evaluó las comorbilidades (CIRS-G) y Los coeficientes de correlación de Puestos de Spearman
recogió otras variables clínicas. (rho) o Gamma de Goodman-Kruskal (ggk), test estadísticos
Basándose en los escores obtenidos en la EDG-15, se no paramétricos, fueron utilizados para describir la relación
constituyó una submuestra, compuesta por todos los casos con entre dos variables, sin hacer suposiciones sobre la distribución
rastreo positivo y una proporción de los casos negativos. De de las medidas25.
los casos negativos, evaluados consecutivamente, si el primer El análisis de variancia por puesto de Kruskal-Wallis (kw)26
paciente entrase a formar parte de la muestra, el siguiente testeó la igualdad de las medianas entre los grupos y el método
seria excluido y así en adelante. de diferencia mínima significante (dms) calculó la diferencia.
La investigadora principal, previamente entrenada en la
aplicación de la entrevista CAMDEX, ciega a los escores de la
EDG-15, aplicó la entrevista y la escala de evaluación funcional
Resultados
(BOMFAQ) en un plazo de hasta dos semanas. Del total de 209 pacientes evaluados por la escala de
depresión geriátrica (EDG-15), 5 no realizaron la entrevista
Análisis estadístico CAMDEX. Los motivos de los desistimientos fueron dificultades
en trasladarse hasta el ambulatorio, empeoramiento del estado
El análisis estadístico fue llevado a cabo a través del de salud y habitar en un lugar de difícil acceso.
programa SPSS for Windows 12.0 y, en algunos casos, usamos
el programa STATA para análisis complementario. En la muestra total, la mediana de la suma total de puntos
de la EDG-15 fue 4,00 (IC95% 3,00-5,00; amplitud intercuartil
Para la descripción de los datos, se utilizó el intervalo = 5,00; extremos 0-15,00) y, en la submuestra, la mediana
de confianza y las medidas de tendencia central y de fue de 6,00 (IC95% 4,00-6,00; amplitud intercuartil = 6,00;
dispersión, de acuerdo con la clasificación de las variables y extremos 0-15,00). La mediana del escore de la EDG-15 fue
su distribución. superior en la submuestra.
La consistencia interna de la EDG-15 fue evaluada por el
El promedio de edad de la muestra total fue 76,54 años
coeficiente de confiabilidad de Kuder-Richardson-20 (KR-
(desviación-estándar = 6,72 años) y de la submuestra fue
20)23, por ser más indicado en el análisis de escalas con ítems
76,70 años (desviación-estándar = 6,47 años). Existió la misma
que producen respuestas dicotómicas (si/no). Este coeficiente
proporción de hombres y mujeres en la muestra total y la
es análogo al alpha de Cronbach. Valores de KR-20 iguales o
submuestra. Con relación a la escolaridad, la muestra presentó
mayores que 0,80 son considerados buenos.
una mediana de tres y la submuestra de 4 años. La mayoría
Adicionalmente, se calcularon las correlaciones de los ítems declaró una renta familiar de tres o menos salarios mínimos.
de la escala EDG-15 con el escore total. Tal correlación indica La muestra y la submuestra tampoco se revelaron diferentes
el grado en que un ítem sirve para distinguir los individuos en cuanto a las otras variables descriptas en la Tabla 1.
que obtienen puntuaciones altas de los que las obtienen
bajas. Ítems que presentan valores por encima de 0,19 son
Estudio de confiabilidad
considerados aceptables.
Para todos los ítems de la escala, el KR-20 fue 0,80
MicroFact es un programa estadístico que realiza análisis
(IC95% 0,76; 0,84). El ítem 9 (“prefiere quedarse en casa, a
factorial exploratorio para variables dicotómicas, valiéndose
de matrices de correlación tetracóricas entre los ítems de la salir y hacer cosas nuevas”) presentó correlación ítem-total
escala24. La elección del número de factores se realizó por aceptable, pero comprometió la consistencia interna (Tabla
los métodos scree plot y raíces características de la matriz 2). Por consiguiente, excluyendo ese ítem, el KR-20 mejoró
de covarianza (eigenvalue) mayor que la unidad (1,0). Se a 0,81 (IC95% 0,77; 0,85). En la Tabla 2, se muestran las
construyeron modelos con rotación oblicua y ortogonal. El correlaciones ítem-total y el índice KR-20, en caso de que el
ajuste de los modelos fue considerado mediante el Índice de ítem 9 no fuese considerado en su cálculo.
Adecuación del Ajuste (GFI) y la Raíz del Residuo Cuadrado
Medio (RMSR). Análisis factorial
El área bajo la curva ROC (AUROC) es el índice más Por ser una escala con ítems que producen respuestas
utilizado para evaluar la eficacia de un test diagnóstico. dicotómicas (“si/no”), la utilización de los métodos habituales
Para calcular la AUROC, es necesario estimar el estado de de análisis factorial linear puede producir resultados imprecisos
enfermedad verdadero para todos los pacientes. En los casos en o sesgados. No existe en la literatura un método ampliamente
que no todos tienen una verificación de su enfermedad, pero aceptado para lidiar con escalas de tal característica.
fueron sometidos a la aplicación del test diagnóstico, estimar Frente a esta limitación, se optó por utilizar un método de
la AUROC sólo con los casos verificados producirá resultados información limitada, en que se aplica el análisis factorial
sesgados. En este estudio, para superar tal limitación, se utilizó linear convencional en matriz de correlación tetracórica, por
un método de cálculo de la AUROC, con corrección del sesgo su simplicidad y buen desempeño27.

554 Arq Bras Cardiol 2010;94(5):552-561


Pinho et al
Validez de la escala de depresión geriátrica

Artículo Original

Tabla 1 - Descripción de las características sociodemográficas y clínicas de la muestra y submuestra

Muestra (n = 209* / 204) Submuestra (n = 140)


Variable
IC 95% IC 95%
Sexo N (%)*
Masculino 109 (52,20) (45,50-57,90) 70 (50,00) (41,40-56,40)
Femenino 100 (47,80) (41,20-53,10) 70 (50,00) (41,40-56,40)
Edad (años) promedio (desviación-estándar)* 76,54 (6,72) 75,65-77,43 76,70 (6,47) 75,57-77,74
Estado civil N (%)
Casado/unión consensual 108 (52,90) (46,60-59,30) 75 (53,60) (45,70-60,00)
Separado/soltero 26 (12,70) (8,30-16,70) 15 (10,70) (6,40-14,30)
Viudo 70 (34,30) (27,50-40,20) 50 (35,70) (27,90-42,20)
Escolaridad†
Mediana (amplitud intercuartil)* 3,00 (3,00) 3,00-4,00 4,00 (3,00) 3,00-4,00
Renta familiar‡
Mediana (amplitud intercuartil)* 3,00 (3,00) 3,00-3,00 3,00 (2,00) 3,00-3,00
Vive con cónyuge

Si 109 (53,40) (45,60-58,80) 76 (54,30) (46,40-60,70)


No 96 (46,60) (39,70-52,50) 64 (45,70) (37,90-52,20)
CIRS-G
Escore total 5,00 (3,00) 5,00-6,00 5,00 (3,00) 5,00-6,00
No. sistemas afectados 3,00 (2,00) 3,00-3,00 3,00 (2,00) 3,00-3,00
CIRS-G - ítem sistema cardiaco N (%)
Gravedad
1 4 (2,00) (0,50-3,40) 3(2,10) (0-3,60)
2 135 (66,20) (59,80-71,60) 94(67,10) (60,00-73,60)
3 58 (28,40) (22,10-33,80) 39(27,90) (20,70-34,30)
4 7 (3,40) (1,00-5,40) 4 (2,90) (0,70-4,30)
Nº angiografías coronarias previas 1,00 (1,00) 1,00-1,00 1,00(1,00) 1,00-1,00
Nº cirugías cardiacas previas 0 (1,00) 0-0 0(1,00) 0-0
Nº angioplastias coronarias previas 0 (1,00) 0-0 0(1,00) 0-1,00
Presencia de insuficiencia cardiaca N(%)
Si 58 (28,40) (22,10-33,30) 43(30,70) (22,90-37,20)
No 146 (71,60) (65,70-77,00) 97(69,30) (61,40-75,00)
Nº medicamentos en uso
Mediana (amplitud intercuartil) 4,00 (3,00) 4,00-5,00 4,00(3,00) 4,00-5,00
Nº medicamentos cardiovasculares en uso
Mediana (amplitud intercuartil) 4,00 (2,00) 3,00-4,00 4,00(2,00) 3,00-4,00
Uso psicotrópicos N (%)
No 182 (89,2) (84,80-92,70) 120(85,70) (79,30-90,70)
Si 22 (10,80) (6,40-14,20) 20(14,30) (8,60-19,30)
† años de estudio; ‡ en salario mínimo; CIRS-G - Cumulative Illness Rating Scale for Geriatrics.

Dos modelos fueron construidos mediante rotación y RMSR = 0,06, y pueden ser considerados bastante
VARIMAX y PROMAX. La proporción de variancia explicada satisfactorios. La rotación PROMAX fue preferida por la
por el modelo VARIMAX fue del 52,72%. Los índices de facilidad de su interpretación.
ajustamiento de este modelo presentaron GFI = 0,98 Se identificaron tres factores con base en la raíz

Arq Bras Cardiol 2010;94(5):552-555 555


Pinho et al
Validez de la escala de depresión geriátrica

Artículo Original

Tabla 2 - Frecuencia de las respuestas, correlación ítem-total y kr20 (N = 209)

kr20 sin el ítem


Ítem N (%) IC 95% (proporción) Correlación ítem-total
correspondiente
1. Satisfecho con la vida 38 (18,18) 12,91; 23,45 0,39 0,79
2. Dejó intereses y actividades 122 (58,37) 51,64; 65,11 0,45 0,79
3. Vida vacía 88 (42,11) 35,36; 48,85 0,53 0,78
4. Se enfada con frecuencia 92 (44,02) 37,23; 50,80 0,40 0,79
5. Buen humor 44 (21,05) 15,48; 26,63 0,46 0,79
6. Temor a que ocurra algo malo 66 (31,58) 25,22; 37,93 0,45 0,79
7. Feliz la mayor parte del tempo 48 (22,97) 17,22; 28,72 0,50 0,79
8. Situación no tiene salida 56 (26,79) 20,74; 32,85 0,52 0,78
9. Prefiere quedarse en casa a salir 103 (49,28) 42,45; 56,12 0,23 0,81
10. Problemas de memoria 59 (28,23) 22,08; 34,38 0,27 0,80
11. Encuentra maravilloso estar vivo 14 (6,70) 3,28; 10,12 0,35 0,80
12. Inútil en las actuales circunstancias 49 (23,44) 17,65; 29,24 0,35 0,80
13. Se siente lleno de energía 64 (30,62) 24,32; 36,92 0,37 0,80
14. Situación sin esperanzas 44 (21,05) 15,48; 26,62 0,49 0,79
15. La mayoría de las personas está mejor 59 (28,23) 22,08; 34,38 0,44 0,79

característica mayor que la unidad propuesta para el modelo. Validez de criterio


El factor I (“desesperanza/desvalorización”) está formado por De acuerdo con los criterios del DSM-IV para depresión
los ítems 6, 8, 14, 15 (KR-20 = 0,70); el factor II (“anhedonia/ mayor (depresión grave) y distimia (depresión leve y crónica),
desmotivación”) está formado por los ítems 2, 3, 11, 12, 13 se diagnosticaron 50 casos (35,71%): 38 de depresión mayor
(KR-20 = 0,64); y el factor III (“afecto/humor deprimido”), (27,14%) y 12 de distimia (8,57%). La AUROC ajustada para
por los ítems 1, 4, 5, 7, 10 (KR-20 = 0,66). El ítem 9 no sesgos de verificación fue 0,84 (IC95% 0,75-0,93), lo que
se relacionó con ninguno de los factores. En la Tabla 3, se representa confiabilidad moderada. Por el análisis de la curva
presentan las cargas factoriales para cada factor. ROC, el ponto de corte 5/6 es el mejor, con sensibilidad del
79,92%, especificidad del 78,29% y tasa de clasificación
Validación concurrente incorrecta del 26,46%.
La correlación entre los escores de la EDG-15 y de la En la curva ROC, el mejor punto debe ser aquel que revela
escala de depresión de la entrevista CAMDEX fue substancial la mayor sensibilidad y especificidad, correspondiendo al
y los escores de la EDG-15 y de la condición funcional ponto más elevado y más desviado hacia la izquierda en la
(BOMFAQ) fueron moderados. Para las demás escalas, aunque curva o más próximo al cruce de los dos ejes28. En la inspección
significante, la correlación fue débil (Tabla 4). de la curva, el punto de corte 6/7 presentó mejor sensibilidad
(85,41%), especificidad (84,56%) y tasa de clasificación
Una pregunta sobre ideación suicida forma parte de la incorrecta (21,78%) para el diagnóstico aislado de depresión
entrevista CAMDEX (“¿Se sintió Usted tan mal que pensó mayor por el DSM-IV (Tabla 2).
en acabar con todo [cometer suicidio]”?). Los pacientes
La AUROC ajustada para sesgos de verificación para este
disponen de las siguientes alternativas de respuesta: “no”;
diagnóstico fue 0,89 (IC 95%, 0,83-0,95) (Figura 1). En la
“ocasionalmente”; “pensamientos recurrentes”; y “tentativa de
Tabla 6, se presentan la sensibilidad, la especificidad y la tasa
suicidio”. Ningún paciente relató tentativa de suicidio. Hubo de clasificación incorrecta para depresión mayor ajustada.
una fuerte correlación entre ideación suicida y escores de la
EDG-15 (ggk = 0,73, p < 0, 001). Los criterios operacionales de la propia entrevista
CAMDEX para el diagnóstico de depresión identificaron 47
Existieron diferencias entre los escores de la EDG-15 en casos (33,57%). El mejor punto de corte para el diagnóstico
los tres grupos: “sin ideación suicida”, “ideación ocasional” de depresión por la CAMDEX fue 5/6, con sensibilidad del
e “ideación recurrente” (kw = 30,25, g.l. = 2; p < 0,001). 72,71% (IC95% 66,55%; 78,87%), especificidad del 75,89%
Los escores de la EDG fueron significantemente mayores en (IC95% 69,97%; 81,81%) y tasa de clasificación incorrecta
los grupos que refirieron “ideación suicida ocasional” (dms = del 31,85%. El área bajo la curva ROC fue 0,80 (IC95% 0,72-
34,03; valor crítico = 28,37) y “recurrente” (dms = 68,63; 0,88), indicando también confiabilidad moderada.
valor crítico = 33,58) en comparación con el grupo “sin
ideación suicida” (Tabla 5). No se observaron diferencias entre
el grupo “ideación ocasional” y “recurrente” (dms = 34,59; Discusión
valor crítico = 42,10). La identificación y el tratamiento de la depresión en

556 Arq Bras Cardiol 2010;94(5):552-561


Pinho et al
Validez de la escala de depresión geriátrica

Artículo Original

Tabla 3 - Matriz de cargas factoriales de las preguntas de la EDG-15 y valores de cada factor (kr20) para los 209 pacientes

Factor I Factor II Factor III


Ítem
desesperanza/desvalorización anhedonia/desmotivación afecto/humor deprimido
15. Mayoría de las personas está mejor 0,84 -0,07 -0,05
8. Situación no tiene salida 0,82 -0,11 0,16
6. Temor a que ocurra algo malo 0,71 -0,01 0,01
14. Situación sin esperanzas 0,56 0,14 0,15
13. Se siente lleno de energía -0,26 0,82 0,06
2. Dejó intereses y actividades 0,28 0,70 -0,21
12. Inútil en las actuales circunstancias 0,02 0,67 -0,08
11. Encuentra maravilloso estar vivo 0,34 0,62 -0,18
3. Vida vacía 0,22 0,40 0,23
5. Buen humor -0,08 0,03 0,89
4. Se enfada con frecuencia 0,22 -0,34 0,86
1. Satisfecho con la vida -0,12 0,36 0,50
7. Feliz la mayor parte del tiempo -0,10 0,39 0,56
10. Problemas de memoria 0,10 -0,04 0,42
9. Prefiere quedarse en casa a salir 0,23 0,13 0,01
kr20 (IC95%) 0,70 (0,61-0,76) 0,64 (0,54-0,71) 0,66 (0,58-0,72)

Tabla 4 - Correlación del escore de la EDG-15 con otros Tabla 5 - Ideación suicida y escore de la EDG-15
instrumentos de medida
Ideación suicida N Mediana (amplitud intercuartil)
Correlación de Ausente 118 4,50 (5,00)
Variable IC 95% (rho)
Spearman (rho)
Ocasional 13 8,00 (4,00)
Condición funcional (BOMFAQ) 0,41* (0,31; 0,57)
Recurrente 9 12,00 (2,00)
Escala de depresión de la entrevista
0,67 * (0,56; 0,75)
CAMDEX ² (prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis) = 30,25; g.i. = 2; p < 0,001.
CIRS-G - Escore total (excluyendo
0,18† (0,05; 0,31)
el ítem psiquiátrico)
CIRS-G – Nº. de sistemas afectados
tales instrumentos solo son útiles si son capaces de medir
0,19† (0,02; 0,34) adecuadamente la propuesta y son fidedignos, para garantizar
(excluyendo el ítem psiquiátrico)
la confiabilidad de los resultados obtenidos29.
Batería cognitiva del CAMDEX
-0,17† (-0,33; -0,01)
(CAMCOG) La escala de depresión geriátrica presenta amplia
Test de evaluación cognitiva MEEM -0,15‡ (-0,30; 0,02) aceptación en el ambiente clínico y de investigación30, por ser
un instrumento de rastreo rápido y de fácil aplicación. Algunos
*p < 0,001; †p < 0,005; ‡ no significante. BOMFAQ - Brazilian OARS
Multidimensional Function Assessment Questionnaire; CAMDEX - The estudios12,31 demostraron que las versiones larga (EDG-30)
Cambridge Examination for Mental Disorders of the Elderly; CIRS-G - y corta (EDG-15) presenta índices de validez de criterio
Cumulative. Illness Rating Scale for Geriatrics; CAMCOG - Cambridge Cognitive semejantes, pero hay un estudio brasileño 32 que muestra el
Examination; MEEM - Mini-examen del Estado Mental. mejor desempeño de la versión larga. Almeida y Almeida 15
investigaron la reproductibilidad de la EDG-15 y mostraron
que los escores totales se mantuvieron relativamente estables
ambiente ambulatorio requieren del cardiólogo el tiempo y el
en el retest, significando que tal escala puede ser útil para
entrenamiento necesarios - así como condiciones no siempre monitorear la gravedad a lo largo del tiempo.
presentes para llevar a cabo una anamnesis orientada a ese
En el presente estudio, la muestra total (n = 209) y la
fin; realizar la elección de un antidepresivo y su prescripción;
submuestra (n = 140) era bastante homogéneas en cuanto a
encaminar el paciente a la psicoterapia y monitorear la eficacia
las variables sociodemográficas y clínicas. En la submuestra,
y los efectos colaterales de la terapéutica propuesta.
cerca del 27% de los pacientes presentaban depresión mayor
Por ser de aplicación rápida, los instrumentos estandarizados (depresión grave) y el 9% presentaba distimia (depresión leve
para evaluar síntomas depresivos pueden ser herramientas y crónica). Estas proporciones fueron bastante altas, lo que
valiosas tanto en la identificación del cuadro, como en el indica la relevancia de la asociación entre depresión y EAC
monitoreo de los cambios a lo largo del tiempo. Sin embargo, en la práctica cardiológica, como ya se comprobó en otros

Arq Bras Cardiol 2010;94(5):552-557 555


Pinho et al
Validez de la escala de depresión geriátrica

Artículo Original
Sensibilidad

Especificidad

Fig. 1 - Curva ROC de la EDG-15 para el diagnóstico de depresión mayor (DSM-IV).

Tabla 6 - Sensibilidad y especificidad ajustada para diagnóstico de depresión mayor (DSM-IV)

Punto de corte Sensibilidad IC 95% Especificidad IC 95%


0/1 100,00 12,12 7,61; 16,64
1/2 100,00 28,48 22,24; 34,73
2/3 100,00 45,45 38,56; 52,34
3/4 100,00 57,83 51,00; 64,66
4/5 96,34 93,74; 98,94 67,38 60,89; 73,86
5/6 91,09 87,14; 95,03 76,21 70,32; 82,10
6/7 85,41 80,53; 90,30 84,56 79,56; 89,56
7/8 80,47 74,98; 85,95 89,70 85,49; 93,90
8/9 60,68 53,92; 67,43 93,94 90,64; 97,24
9/10 42,01 35,18; 48,84 97,94 95,97; 99,90
10/11 31,74 25,30; 38,18 99,39 98,32; 100,00
11/12 23,34 17,49; 29,19 99,39 98,32; 100,00
12/13 14,00 9,20; 18,80 100,00
13/14 4,67 1,75; 7,59 100,00
14/15 2,33 0,25; 4,42 100,00

estudios2-5,8. Existe además evidencias de que la depresión no nuestro estudio. Adultos mayores en hospital general, o
tratada empeora la condición física del paciente y aumenta institucionalizados, presentan promedios más altos13. En la
el riesgo de mortalidad cardiaca3,4. comunidad, el promedio fue bastante más bajo con relación
En la muestra, la mediana de los escores obtenidos por la a los observados en servicios de salud34.
EDG-15 fue 4. En otros estudios, el promedio de los escores
de esta escala variaba de acuerdo a la población estudiada. Estudio de la confiabilidad y análisis factorial
En un estudio canadiense33, que evaluó pacientes internados La confiabilidad de un instrumento consiste en su capacidad
en unidad de rehabilitación geriátrica, el promedio de los de generar resultados replicables y coherentes. Una escala
escores fue 3,8, bastante próximo al valor observado en es más confiable cuando los ítems que la componen se

558 Arq Bras Cardiol 2010;94(5):552-561


Pinho et al
Validez de la escala de depresión geriátrica

Artículo Original

correlacionan fuertemente. La consistencia interna, una medida Validación concurrente


basada en la correlación entre los diferentes ítems en el mismo La validez concurrente evalúa la correlación entre el
test, puede ser tomada como indicadora de confiabilidad23. desempeño del instrumento de interés y el desempeño de
En nuestro estudio, la consistencia interna de la EDG-15 otros instrumentos23.
presentó confiabilidad moderada del 80%, bastante aceptable En este estudio, los escores de la EDG-15 se correlacionaron
para una propuesta de investigación y triage. Chau et al12 positiva y significativamente con los de la escala de depresión
encontraron, en la población ambulatoria china, un índice de de la entrevista CAMDEX, lo que era esperado, ya que
consistencia interna semejante al nuestro (78%). Un estudio teóricamente ambas miden el mismo concepto (depresión).
transcultural11 con adultos mayores americanos y coreanos Bae et al35 encontraron una buena correlación entre los
evidenció que la consistencia interna en el grupo coreano era escores de la EDG-15 con otras dos escalas: Escala de
superior (85%) y, en el grupo norteamericano, muy próxima a Depresión de Hamilton y Escala de Depresión del Centro
la observada en nuestro estudio (77%). Bae, Cho35 encontraron de Estudios Epidemiológicos.
un valor mayor de consistencia interna.
La incapacidad creciente y el deterioro de la salud física
El ítem 9 de la EDG-15 (Prefiere Usted quedarse en casa, preceden a la aparición de síntomas depresivos en adultos
a salir y hacer cosas nuevas) presentó la más baja correlación mayores 37. En nuestro estudio, existió una correlación
ítem-total, lo que significa que el ítem es poco discriminante. significativa, aunque débil, entre el grado de comorbilidades
Su exclusión del análisis mejoró la consistencia interna. Otro (medido por la CIRS-G) con los de la EDG-15. En concordancia
estudio11 también observó bajo poder de discriminación de con nuestros datos, otros estudios12,13 verificaron una buena
este ítem y propusieron que la expresión de depresión puede correlación entre las incapacidades y los síntomas depresivos
ser diferente en adultos mayores coreanos, que pueden medidos por la EDG-15.
preferir salir de casa como una estrategia adaptativa para
En este estudio se excluyó a los pacientes con déficit
escapar de su humor depresivo.
cognitivos más graves. Los escores del teste de evaluación
En nuestro estudio, el bajo desempeño del ítem 9 en cognitiva MEEM no se correlacionaron, y los de la escala cognitiva
adultos mayores con coronariopatía podría estar relacionado de la entrevista CAMDEX (CAMGOC) se correlacionaron
a las limitaciones funcionales resultantes de la enfermedad de forma débil y significativa con los de la EDG-15. Dos
cardiaca. Por eso, seria interesante que otros investigadores estudios japoneses13,38 observaron correlación débil, aunque
brasileños evaluasen la adecuación de este ítem a la población significativa, de los escores de la EDG con el MEEM.
de adultos mayores, con y sin otras comorbilidades.
Se observó también correlación entre frecuencia de
El análisis factorial consiste en una técnica estadística ideación suicida y los escores de la EDG-15, lo que puede
multivariada que apunta a establecer las dimensiones ayudar en la diferenciación entre suicidas y no suicidas en
fundamentales de un instrumento, mediante la reducción poblaciones heterogéneas.
de un conjunto complejo de datos a un número menor,
denominados factores23.
Validez de criterio
En el presente estudio, se identificaron tres factores
La validez de criterio examina la validez de un instrumento
que examinaron las siguientes dimensiones: factor I
con algún criterio externo considerado estándar. En nuestro
“desesperanza/desvalorización”, factor II “anhedonia/
estudio, comparamos el desempeño de la escala EDG-15 con
desmotivación” y factor III “afecto/humor deprimido”. El
los criterios operacionales de depresión mayor (depresión
agrupamiento de ítems en los tres factores parece bastante
grave) y distimia (depresión leve y crónica) del DSM-IV.
coherente con la construcción (concepto) depresión. Estudios
de validez estructural de la EDG-1510-13,36 propusieron un Un estudio de revisión sistemática31 sobre la validez de
número variable de factores entre 1 y 7. Tal discrepancia criterio para el diagnóstico de depresión encontró índices de
en el número de factores puede atribuirse a la utilización sensibilidad y especificidad, respectivamente, del 80% y del
de métodos inadecuados de análisis factorial. 75% para la EDG-15, valores semejantes a los de la Escala de
Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos.
En este estudio, los tres factores obtenidos explicaron
el 52,72% de la varianza total de la muestra. Estudios En este estudio, el punto de corte de la EDG-15 con
internacionales11,12,35,36 también propusieron modelos con valor 5/6 (o sea, la obtención de 6 puntos en la escala,
tres factores, pero no hubo similitud de esos estudios con identificaría la población sospechada de depresión) presentó
el nuestro respecto de los ítems que componen cada factor. buen desempeño para el diagnóstico de depresión mayor
Son necesarios más estudios sobre la estructura factorial de la o distimia (DSM-IV) entre adultos mayores portadores de
EDG-15, especialmente brasileños, con métodos de análisis coronariopatía, con sensibilidad del 79,9%, especificidad
adecuados para mayor profundización. del 78,3% y tasa de clasificación incorrecta del 26,5%, con
confiabilidad moderada del 84%.
Los valores de cada factor, analizados por el coeficiente
kr20, variaron entre 0,64 y 0,70 y pueden considerarse bajos. En un estudio realizado en un ambulatorio general de
Sin embargo, es sabido que tal índice está afectado por el la red pública de salud, y que evaluó 302 adultos mayores,
número de ítems de una escala, lo que puede explicar los con 65 anos o más, el desempeño de la EDG-15 fue similar
bajos valores, ya que cada factor estaba compuesto por un para el mismo punto de corte, con sensibilidad del 81,1% y
pequeño número (4 o 5) de ítems. El ítem 9 no se asoció a especificidad del 71,1%, con confiabilidad moderada del 85%39.
las dimensiones propuestas en el análisis factorial. Chaaya et al40 encontraron, en los puntos de corte

Arq Bras Cardiol 2010;94(5):552-559 555


Pinho et al
Validez de la escala de depresión geriátrica

Artículo Original

6/7 y 7/8 para depresión mayor y distimia, buen balance Implicaciones clínicas
entre sensibilidad (89,0% y 83,0%, respectivamente) y En adultos mayores con EAC, la alta prevalencia de
especificidad (83,0% y 91,0%, respectivamente) en una depresión y su impacto en el curso de la enfermedad cardiaca
población de adultos mayores comunitarios o en cuidados y en la calidad de vida de los pacientes generan una alerta
primarios. Estos resultados son superiores a los observados a los profesionales, sobre la importancia de la identificación
en nuestro estudio. y tratamiento de la depresión en ambientes cardiológicos.
Al considerar sólo el diagnóstico de depresión mayor, La utilización de una escala de rastreo simple, pero válida y
excluyendo la distimia, nuestro estudio observó que el confiable, como es el caso de la EDG-15, puede constituirse
desempeño fue mejor al elevarse el punto de corte de la EDG- en un recurso precioso en la práctica clínica. Su utilización no
15 de 5/6 a 6/7, presentando una sensibilidad del 85,41% y pretende sustituir al especialista, pero sí auxiliar al cardiólogo
especificidad del 84,56%. en la identificación y posible orientación de aquellos adultos
mayores cardiópatas bajo sospecha de depresión, hacia el
Almeida y Almeida14, en un ambulatorio de salud mental, nivel de tratamiento adecuado.
obtuvieron con punto de corte de 6/7 una sensibilidad del
84,8% y especificidad del 67,7%. Bae e Cho35 verificaron, en
una clínica psiquiátrica geriátrica, sensibilidad y especificidad, Agradecimientos
respectivamente, del 90,3% y 52,2% para el punto de corte Los autores expresan sus agradecimientos a los adultos
5/6, y del 88,7% y 62,0% para el punto de corte 6/7. mayores participantes del estudio, al equipo multidisciplinario
En el presente estudio, el poder de la EDG-15 de del sector de Cardiogeriatria (UNIFESP), al soporte financiero
discriminar individuos adultos mayores con coronariopatía, de la FAPESP y a los psiquiatras Drs. Marsal Sanches (Santa Casa
con y sin depresión mayor, presentó una confiabilidad de Misericórdia de São Paulo) y Cassio Bottino (HC/USP) por
moderada (AUROC = 0,89). Tal desempeño no fue inferior las útiles orientaciones concernientes a la entrevista CAMDEX.
a los observados en otros dos estudios14,35.
Potencial Conflicto de Intereses
Conclusiones Declaro no haber conflicto de intereses pertinentes.
De forma general, los resultados encontrados mostraron
que la EDG-15 presentó buena confiabilidad, validez Fuentes de Financiación
concurrente y de criterio para identificar depresión entre El presente estudio fue financiado por la FAPESP.
adultos mayores portadores de EAC. El ítem 9 merece atención
especial en estudios futuros por el bajo poder discriminante
y reducción de la consistencia interna. Deberán realizarse Vinculación Académica
nuevas investigaciones sobre el impacto de la utilización Este artículo forma parte de la disertación de Maestría
de la EDG-15 en el triage, identificación y pronóstico de la de Miriam Ximenes Pinho por la Universidad Federal de
depresión en portadores de cardiopatías. São Paulo.

Referencias
1. Musselman DL, Evans DL, Nemeroff CB. The relationship of depression to 8. Lichtman JH, Bigger JT Jr, Blumenthal JA, Frasure-Smith N, Kaufmann PG,
cardiovascular disease: Epidemiology, biology, and treatment. Arch Gen Lespérance F et al. Depression and coronary heart disease: recommendations
Psychiatry. 1998; 55:580-92. for screening, referral, and treatment: a science advisory from the American
Heart Association Prevention Committee of the Council on Cardiovascular
2. Frasure-Smith N, Lespérance F, Talajic M. Depression following myocardial Nursing, Council on Clinical Cardiology, Council on Epidemiology and
infarction. JAMA. 1993; 270:1819-25. Prevention, and Interdisciplinary Council on Quality of Care and Outcomes
3. Carney RM, Freedland KE, Miller GE, Jaffe AS. Depression as a risk factor Research. Circulation. 2008; 118(17):1768-75.
for cardiac mortality and morbidity: a review of potential mechanisms. J 9. Yesavage JA, Brink TL, Rose TL, Lum O, Huang V, Adey MB, et al. Development
Psychosom Res. 2002; 53: 897-902. and validation of a geriatric depression screening scale: a preliminary report.
J Psychiat Res. 1983; 17:37-49.
4. Barefoot JC, Helms MJ, Mark DB, Blumenthal JA, Califf RM, Haney TL, et
al. Depression and long-term mortality risk in patients with coronary artery 10. Ertan T, Eker E. Reliability, validity, and factor structure of the geriatric
disease. Am J Cardiol. 1996; 78:613-7. depression scale in Turkish elderly: are there different factor structures for
different cultures? Int Psychogeriatr. 2000; 12:163-72.
5. Pennix BW, Beekman AT, Honig A, Deeg DL, Schoevers RA, van Eijk JT,
et al. Depression and cardiac mortality: results from a community-based 11. Jang Y, Small B, Haley W. Cross-cultural comparability of the Geriatric
longitudinal study. Arch Gen Psychiatry. 2001; 58:221-7. Depression Scale: comparison between older Koreans and older Americans.
Aging Ment Health. 2001; 5(1):31-7.
6. Steffens DC, O’Connor CM, Jiang WJ, Pieper CF, Kuchibhatla MN, Arias
RM, et al. The effect of major depression on functional status in patients wih 12. Chau J, Martin CR, Thompson DR, Chang AM, Woo J. Factor structure of the
coronary artery disease. J Am Geriatr Soc. 1999; 47(3):319-22. Chinese version of the geriatric depression scale. Psychol Health Med. 2006;
11(1):48-59.
7. Ruo B, Rumsfeld JS, Hlatky MA, Liu H, Browner WS, Whooley MA. Depressive
symptoms and health-related quality of life: the heart and soul study. JAMA. 13. Onishi J, Suzuki Y, Umegaki H, Endo H, Kawamura T, Iguchi A. A Comparison
2003; 290 (2):215-21. of depressive mood of older adults in a community, nursing homes, and

560 Arq Bras Cardiol 2010;94(5):552-561


Pinho et al
Validez de la escala de depresión geriátrica

Artículo Original

a geriatric hospital: factor analysis of geriatric depression scale. J Geriatr 26. Siegel S, Castellan J Jr. Non parametrics statistics for behavioral sciencesw,
Psychiatry Neurol. 2006; 19(1):26- 31. 2nd ed. Boston:Mc Graw-Hill; 1988.

14. Almeida OP, Almeida SA. Short versions of the Geriatric Depression Scale: a 27. Knol DL, Berger MPF. Empirical comparison between factor analysis and
study of their validity for the diagnosis of a major depressive episode according multidimensional item response models. Multivariate Behav Res. 1991;
to ICD-10 and DSM-IV. Int J Geriatr Psychiatry. 1999; 14(10):858-65. 26:457-77.

15. Almeida OP, Almeida SA. Confiabilidade da versão brasileira da Escala de 28. Zweig MH, Campbell G. Receiver-operating characteristic (ROC) plots: a
Depressão Geriátrica (GDS) versão reduzida. Arq Neuropsiquiatr. 1999; fundamental evaluation tool in clinical medicine. Clin Chem. 39: 561- 77.
57(2B):421-6.
29. Jorge MR, Custódio O. Utilidade das escalas de avaliação para clínicos e
16. Roth M, Tym E, Mountjoy CQ, Huppert FA, Hendrie H, Verma S, et al. pesquisadores.Rev Psiquiatr Clin (São Paulo). 1999; 26(2):102-5.
CAMDEX: A standardized instrument for the diagnosis of mental disorders
30. Brown PJ, Woods CM, Storandt M. Model stability of the 15-item geriatric
in the elderly with special reference to the early detection of dementia. Br J
depresssion scale across cognitive impairment and severe depression. Psychol
Psychiatry. 1986; 149: 698-709.
Aging. 2007; 22(2):372-9.
17. Bottino CMC, Stoppe Jr A, Scalco AZ, Ferreira RCR, Hototian SR, Scalco
31. Wancata J, Alexandrowicz R, Marquart B, Weiss M, Friedrich F. The criterion
MZ. Validade e confiabilidade da versão brasileira do CAMDEX. Arq
validity of the Geriatric Depression Scale: a systematic review. Acta Psychiatr
Neuropsiquiatr. 2001; 59(supl 3): 20.
Scand. 2006; 114(6):398-410.
18. American Psychiatric Association: DSM IV – diagnostic and statistical
32. Sousa RL, Medeiros JGM, Moura ACL, Souza CLM, Moreira IF. Validade e
manual of mental diseases. , 4th ed. Washington: American Psychiatric
fidedignidade da Escala de Depressão Geriátrica na identificação de idosos
Association;1994.
deprimidos em um hospital geral. J Bras Psiquiatr. 2007; 56(2): 102-7.
19. Ramos LR, Toniolo NJ, Cendoroglo MS, Garcia JT, Najas MS, Perracini M, et al.
33. Patrick L, Knoefel F, Gaskowski P, Rexroth D. Medical comorbidity and
Two-year follow-up study of elderly residents in S. Paulo, Brazil: methodology
rehabilitation efficiency in geriatric inpatients. J Am Geriatr Soc. 2001;
and preliminary results. Rev Saúde Pública. 1998; 32(5):397-407.
49(11):1471-7.
20. Miller MD, Paradis CF, Houck PR, Mazumdar S, Stack JA, Rifai AH, et al. Rating
34. Jang Y, Kim G, Chiriboga D. Acculturation and manifestation of depressive
chronic medical illness burden in geropsychiatric practice and research:
symptoms among Korean-American older adults. Aging Ment Health. 2005;
application of the Cumulative Illness Rating Scale. Psychiatry Res. 1992;
9(6):500-71
41:237-48.
35. Bae JN, Cho MJ. Development of the Korean version of the Geriatric
21. Radford MJ, Arnold JMO, Bennett SJ, Cinquegrani MP, Cleland JGF, Havranek
Depression Scale and its short form among elderly psychiatric patients. J
EP, et al. ACC/AHA key data elements and definitions for measuring the
Psychosom Res. 2004; 57:297-305.
clinical management and outcomes of patients with chronic heart failure:
endorsed by the Heart Failure Society of America. Circulation. 2005; 36. Incalzi RA, Cesari M, Pedone C, Carbonin PU. Construct validity of the 15-
112:1888-916. item geriatric depression scale in older medical inpatients. Geriatr Psychiatry
Neurol. 2003; 16(1):23-8.
22. Gibbons RJ, Abrams J, Chatterjee K, Daley J, Deedwania PC, Douglas JS, et
al. Guideline Update for the Management of Patients With Chronic Stable 37. Kennedy GJ, Kelman HR, Thomas C. The emergence of depressive symptoms
Angina: a report of the American College of Cardiology/American Heart in late life: the importance of declining health and increasing disability. J
Association task force on Practice Guidelines. J Am Coll Cardiol. 2003; Community Health. 1990; 15(2):93-104.
41(1):159-68.
38. Onishi J, Umegaki H, Suzuki Y, Uemura K, Kuzuya M, Iguchi A. The
23. Nunnaly JC. Psychometric theory. 2nd ed, New York; McGraw-Hill, 1978. relationship between functional disability and depressive mood in japanese
older adult inpatients. J Geriatr Psychiatry Neurol. 2004; 17:93-8.
24. Waller NG. MicroFact 2.0: a microcomputer factor analysis program for
ordered polytomous data and mainframe size problems [computer program]. 39. Paradela, EMP, Lourenço RA, Veras RP. Validação da escala de depressão
Psychometric software, Saint Paul: Assessment System Corporation; 2001. geriátrica em um ambulatório geral. Rev Saúde Pública. 2005; 39(6): 918-23.

25. Zhou XH. A nonparametric maximum likelihood estimator for the receiver 40. Chaaya M, Sibai AM, Roueiheb ZE, Chemaitelly H, Chahine LM, Al-Amin H,
operating characteristic curve area in the presence of verification bias. et al. Validation of the Arabic version of the short Geriatric Depression Scale
Biometrics. 1996; 52:299-306. (GDS-15). Int Psychogeriatr. 2008; 20(3):571-81.

Arq Bras Cardiol 2010;94(5):552-561 561


ARTÍCULOS
VALORACIÓN DEL
ESTADO
FUNCIONAL DEL
PACIENTE
Plasticidad y Restauración Neurológica

Volumen Número Enero-Diciembre


Volume
4 Number
1-2 January-December
2005

Artículo:

Índice de Barthel (IB): Un instrumento


esencial para la evaluación funcional y
la rehabilitación

Derechos reservados, Copyright © 2005:


Asociación Internacional en Pro de la Plasticidad Cerebral, A.C.

Otras secciones de Others sections in


este sitio: this web site:

☞ Índice de este número ☞ Contents of this number


☞ Más revistas ☞ More journals
☞ Búsqueda ☞ Search

edigraphic.com
Claudia Lorena Barrero Solís y cols. Índice de Barthel (IB)
Plasticidad y Restauración Neurológica

NUEVOS HORIZONTES
Vol. 4 Núms. 1-2 Enero-Junio, Julio-Diciembre 2005

Índice de Barthel (IB): Un instrumento esencial para la evaluación


funcional y la rehabilitación
Claudia Lorena Barrero Solís*
Servando García Arrioja**
Alejandro Ojeda Manzano**

* Becaria. RESUMEN
** Profesor.

En la Licenciatura en Rehabi-
Ante el impacto que los problemas de salud tienen sobre la calidad de vida de las
litación de la Facultad de personas, es de suma importancia evaluar el estado funcional de cada paciente ante el
Medicina (Universidad Au- riesgo de discapacidad. El índice de Barthel (IB) es un instrumento que mide la capaci-
tónoma de Yucatán). dad de una persona para realizar diez actividades de la vida diaria (AVD), consideradas
como básicas, obteniéndose una estimación cuantitativa de su grado de independencia.
Fue propuesto en 1955 y existen múltiples versiones del mismo. Es fácil de aplicar, con
alto grado de fiabilidad y validez, capaz de detectar cambios, fácil de interpretar, de
aplicación sencilla y puede adaptarse a diferentes ámbitos culturales.

Solicitud de sobretiros: PALABRAS CLAVE: Índice de Barthel (IB), evaluación funcional, actividades de la
Dr. Alejandro Ojeda vida diaria (AVD).
Universidad de Mérida
Facultad de Medicina de Rehabi-
litación, Mérida, Yucatán. ABSTRACT
E-mail: alexojeda@uady.com.mx
Because of the impact that the problems of health have on the quality of life of people is
extremely important to evaluate the functional condition of each patient before the risk of
disability.The Barthel Index (BI) is an instrument that measures the capacity of a person to
carry out ten Activities of Daily Living (ADL), considered as basic, obtaining a quantitative
estimation of its degree of independence. It was proposed in 1955 and multiple versions of
the same exist. It is easy to apply, with high degree of reliability and validity, capable to
detect changes, easy to interpret, easy application and can be adapted to different cultural
environments.
Plast & Rest Neurol
2005;4 (1-2): 81-85 KEYWORDS: Barthel Index (BI), functional evaluation, activities of daily living (ADL).

ANTECEDENTES El IB, también conocido como “Índice de Discapacidad


de Maryland”, se define como:
Desde 1955 los hospitales de enfermedades crónicas en Ma-
ryland (Hospital del Estado de Montebello, Hospital Principal “Medida genérica que valora el nivel de independencia del
del Ciervo, y Hospital Occidental de Maryland) han estado paciente con respecto a la realización de algunas actividades de
utilizando un índice sencillo de la independencia para registrar la vida diaria (AVD), mediante la cual se asignan diferentes pun-
la capacidad de un paciente con desorden neuromuscular o tuaciones y ponderaciones según la capacidad del sujeto exami-
musculoesquelético para cuidarse a sí mismo, y repitiendo la nado para llevar a cabo estas actividades”(1)
prueba periódicamente para determinar su mejoría.(1)
Los valores asignados a cada actividad se basan en el
El índice de Barthel (IB) tiempo y cantidad de ayuda física requerida si el paciente
edigraphic.com no puede realizar dicha actividad. El crédito completo no se
El índice de Barthel (IB) es un instrumento que mide la otorga para una actividad si el paciente necesita ayuda y/o
capacidad de una persona para realizar diez actividades de supervisión mínima uniforme; por ejemplo, si él no puede
la vida diaria (AVD), consideradas como básicas, obtenién- realizar con seguridad la actividad sin alguien presente.(1,2).
dose una estimación cuantitativa de su grado de indepen- Las condiciones ambientales pueden afectar la puntua-
dencia, esto en su versión original (Cuadro I).(1) ción en el IB del paciente; si él tiene requerimientos especia-

Plasticidad y Restauración Neurológica 81


Claudia Lorena Barrero Solís y cols. Índice de Barthel (IB)

les para realizar sus AVD en el hogar (con excepción de


Cuadro I. Índice de Barthel (IB) versión original adaptaciones generales), su puntuación será baja cuando
en español(1,2) éste no pueda realizarlas. Los ejemplos son: barandales en
ambos lados, pasillos y puertas amplias para el acceso de
Comer sillas de ruedas, cuartos en el mismo nivel, barras o agarra-
0 = Incapaz deras en el cuarto de baño, en tina e inodoro. Para ser más
5 = Necesita ayuda para cortar, extender mantequilla, valiosa la evaluación, una explicación de los requisitos am-
usar condimentos, etc. bientales especiales debe acompañar el IB de cada paciente
10 = Independiente (la comida está al alcance de la mano) cuando éstos estén indicados.(1)
Trasladarse entre la silla y la cama El IB de cada paciente se evalúa al principio y durante el
0 = Incapaz, no se mantiene sentado tratamiento de rehabilitación, así como al momento del alta
5 = Necesita ayuda importante (una persona entrenada (máximo avance). De esta manera, es posible determinar
o dos personas), puede estar sentado cuál es el estado funcional del paciente y cómo ha progre-
10 = Necesita algo de ayuda (una pequeña ayuda física o sado hacia la independencia. La carencia de mejoría de acuer-
ayuda verbal) do al IB después de un periodo de tiempo razonable en el
15 = Independiente tratamiento indica generalmente un potencial pobre para la
Aseo personal rehabilitación.(1,2)
0 = Necesita ayuda con el aseo personal
5 = Independiente para lavarse la cara, las manos y los Otras versiones
dientes, peinarse y afeitarse
Uso del retrete Collin y Wade modificaron ligeramente el IB original. El cam-
0 = Dependiente bio más notable es que califican con incrementos de 1 pun-
5 = Necesita alguna ayuda, pero puede hacer algo solo to en lugar de 5, por lo tanto el rango global en esta modi-
10 = Independiente (entrar y salir, limpiarse y vestirse) ficación va de 0 a 20 puntos.(3)
Bañarse/Ducharse
Granger et al, desarrollaron otra versión que incluía 15
0 = Dependiente actividades; es decir, 5 actividades más que la original. Man-
5 = Independiente para bañarse o ducharse tenía los fundamentos de la escala original, pero considera-
Desplazarse ba con interés el valorar de ciertas actividades con un gra-
0 = Inmóvil do mayor de especificación; incluye actividades como
5 = Independiente en silla de ruedas en 50 m ponerse aparatos ortopédicos o prótesis (Cuadro II).(4)
10 = Anda con pequeña ayuda de una persona (física o Existe una versión también de Granger et al con 3 nive-
verbal) les de puntuación para cada actividad y otra versión de 4,
15 = Independiente al menos 50 m, con cualquier tipo el rango en ambos es entre 0 y 100 puntos. Su interpreta-
de muleta, excepto andador ción contempla dos índices diferentes: el índice de autoayu-
Subir y bajar escaleras da, con puntuación máxima de 53 puntos, y el índice de
0 = Incapaz movilidad, con máximo de 47 puntos. Granger et al, tam-
5 = Necesita ayuda física o verbal, puede llevar cualquier bién utilizan una variante con 12 actividades.(4)
tipo de muleta Otra versión, Shah et al mantienen las 10 actividades
10 = Independiente para subir y bajar originales, pero incrementa el número de niveles por cada
Vestirse y desvestirse actividad hasta 5, pretende aumentar la sensibilidad de la
0 = Dependiente medida. El rango es entre 0 y 100 (Cuadro III).(5)
5 = Necesita ayuda, pero puede hacer la mitad aproxi- Existe una versión autoadministrada, que considera 17
madamente, sin ayuda actividades y seis categorías en cada actividad.(6)
10 = Independiente, incluyendo botones, cremalleras,
cordones, etc.
Fiabilidad
Control de heces
0 = Incontinente (o necesita que le suministren enema) No fue determinada cuando se desarrolló originalmente. Lo-
5 = Accidente excepcional (uno/semana) ewen y Anderson hicieron el primer estudio en este punto.
10 = Continente Para ello entrenaron a catorce terapeutas que, usando gra-
Control de orina baciones de video de pacientes, calificaron la realización de
bolsa
edig raphic.com
0 = Incontinente, o sondado incapaz de cambiarse la las actividades. El IB resultó con buena fiabilidad interobser-
vador, índices de Kappa entre 0.47 y 1.00, y con respecto a
5 = Accidente excepcional (máximo uno/24 horas) la fiabilidad intraobservador se obtuvieron índices de Kappa
10 = Continente, durante al menos 7 días entre 0.84 y 0.97. En cuanto a la evaluación de la consisten-
cia interna, se obtuvo un alfa de Cronbach de 0.86-0.92 para
Total = 0-100 puntos (0-90 si usan silla de ruedas)
la versión original y de 0.90-0.92 para la de Shah et al.(7-9)

82 Volumen 4, Núms. 1-2, enero-junio, julio-diciembre 2005


Claudia Lorena Barrero Solís y cols. Índice de Barthel (IB)

Cuadro II. Índice de Barthel, modificación de Granger, con 15 actividades y 3 niveles de puntuación (4)

Índice de autocuidado Independencia Con ayuda Dependencia

1. Beber de un vaso 4 0 0
2. Comer 6 0 0
3. Vestirse de cintura para arriba 5 3 0
4. Vestirse de cintura para abajo 7 4 0
5. Colocarse prótesis o aparato ortopédico 0 -2 0
6. Aseo personal 5 0 0
7. Lavarse o bañarse 6 0 0
8. Control orina 10 5 0
9. Control heces 10 5 0

Índice de movilidad

10. Sentarse y levantarse de la silla 15 7 0


11. Sentarse y levantarse del retrete 6 3 0
12. Entrar y salir de la ducha 1 0 0
13. Andar 50 metros sin desnivel 15 10 0
14. Subir y bajar un tramo de escaleras 10 5 0
15. Si no anda: mueve la silla de ruedas 5 0 0

Cuadro III. Índice de Barthel, modificación de Shah et al, con 10 actividades y 5 niveles de puntuación (5)

Incapaz Intenta Cierta ayuda Mínima ayuda Totalmente


de hacerlo pero inseguro necesaria necesaria independiente

Aseo personal 0 1 3 4 5
Bañarse 0 1 3 4 5
Comer 0 2 5 8 10
Usar el retrete 0 2 5 8 10
Subir escaleras 0 2 5 8 10
Vestirse 0 2 5 8 10
Control de heces 0 2 5 8 10
Control de orina 0 2 5 8 10
Desplazarse 0 3 8 12 15
Silla de ruedas 0 1 3 4 5
Traslado silla/cama 0 3 8 12 15

Collin et al. (1988) estudiaron la concordancia entre Validez


cuatro maneras de administrar la escala: el autoinforme, la
observación clínica, la prueba de una enfermera, y la La validez de constructo o de concepto es el grado en que
prueba de un fisioterapeuta. El grado de concordancia una medida es compatible con otras con las que hipotética-
entre los cuatro métodos era de 0.93; es decir, ningún mente tiene que estar relacionada. Por ejemplo el IB es un
desacuerdo importante para el 60% de pacientes, des- edigraphic.com
buen predictor de la mortalidad pues mide la discapacidad
acuerdo en 1 grado para el 28% y el 12% tenía más dis- y esta última está asociada fuertemente con la mortalidad.
crepancias. El autoinforme concordó mejor con los otros También está relacionada con la respuesta a los tratamien-
métodos; la concordancia era la más baja para las activi- tos de rehabilitación, aquellos pacientes con mayores pun-
dades de traslado, alimentación, vestido, aseo personal y tuaciones (menor grado de discapacidad), presentan mejor
uso del retrete.(10) respuesta a la rehabilitación.(11)

Plasticidad y Restauración Neurológica 83


Claudia Lorena Barrero Solís y cols. Índice de Barthel (IB)

En la versión de 10 actividades, Vadee (1987) divulga la El rango de posibles valores está entre 0 y 100, con
validez correlacional entre 0.73 y 0.77 con un índice de la intervalos de 5 puntos para la versión original. Cuanto más
capacidad motora para 976 pacientes con accidente vascu- cerca está de 0 el paciente presenta más dependencia, por
lar cerebral. Un análisis factorial identificó dos factores que el contrario cuanto más cerca está de 100, es indicativo de
relacionan la movilidad y del cuidado personal.(10) independencia.(5,11)
En la validez de constructo, Granger et al (1979) encon- El IB puede usarse asignando puntuaciones con interva-
traron la versión de 15 actividades correlacionada con el los de 1 punto entre las categorías, resultando un rango
perfil de PULSES (-0.74 a -0.90). Wylie y White (1964) y global entre 0 y 20.(13)
Wylie (1967) encontraron que el índice de Barthel correla- La interpretación sugerida por Shah et al(5) es:
cionó bien con el juicio clínico y fue demostrada su utilidad
para predecir mortalidad y capacidad de ser reinsertado a 0 – 20: Dependencia total
un ambiente menos restrictivo.(10) 21 – 60: Dependencia severa
61 – 90: Dependencia moderada
Sensibilidad 91 – 99: Dependencia escasa
100: Independencia
El IB es capaz de detectar un progreso o deterioro en ciertos
niveles del estado funcional, aunque su capacidad para de- Granger et al indican que comer es la actividad en la
tectar cambios en situaciones extremas es limitada, esto es, si que se observa con mayor frecuencia la independencia. Mien-
un paciente consciente obtiene una puntuación de 0 en el IB, tras Wade y Hewer, concluyeron que el control ocasional
y espontáneamente cae en un estado inconsciente, (por tan- de heces fue la primera actividad en recuperarse y bañarse
to en un mayor nivel de dependencia), el IB no cambia.(11) fue la actividad que se recuperaba más tarde.(14,15)

Las pautas del IB(12) Estudios que han usado el IB

1. El índice se debe utilizar como expediente de lo que el Originalmente se utilizó para evaluar la capacidad funcio-
paciente hace, no como un expediente de lo que el pa- nal de pacientes con discapacidad,(16) especialmente con
ciente podría hacer. accidente vascular cerebral (AVC).(1,4,11,13,14,17) Se ha utiliza-
2. El punto principal es establecer el grado de independen- do para estimar la necesidad de cuidados personales y or-
cia del paciente ante cualquier tipo de ayuda, física o ganizar mejor los servicios de ayuda a domicilio, y como
verbal, por mínima que sea o cualquier otra. parte del protocolo de valoración geriátrica. Ha sido mane-
3. La necesidad de la supervisión hace al paciente no inde- jada como criterio de eficacia de los tratamientos y actua-
pendiente. ciones de los profesionales sanitarios, y como referencia
4. El funcionamiento de un paciente se debe establecer para estudiar las características de nuevas medidas.(18-21)
usando la mejor evidencia disponible. Preguntando al
paciente, amigos/parientes y los cuidadores quienes son CONCLUSIÓN
las fuentes generales, pero la observación directa y el
sentido común son también importantes. Sin embargo, la El IB es un instrumento de gran utilidad en la rehabilitación,
prueba directa no es necesaria. por su validez y fiabilidad, es fácil de aplicar y de interpretar.
5. El funcionamiento del paciente dentro de las 24-48 ho- Su aplicación es de bajo costo y es útil para dar seguimien-
ras al padecimiento es generalmente importante, pero to a la evolución de los pacientes. Las molestias son escasas,
ocasionalmente periodos más largos serán relevantes. pues requiere que el paciente realice algunas actividades
6. Las categorías medias implican que las fuentes del pa- básicas o bien que se le observe en su quehacer cotidiano.
ciente están por encima del 50% del esfuerzo. Para los encargados las molestias son también escasas. Se
7. El uso de ayudas para ser independiente es permitido. realiza entre 2 y 5 minutos, mientras que la autovaloración,
8. La gama de puntuación es de 0-100. Cuanto más alta es en 10 minutos. Para aplicarla consecutivamente el intervalo
la puntuación, más es la independencia del paciente. mínimo es de dos semanas. Puede ser aplicado por profe-
sionales de la rehabilitación o por otros del campo de la
Interpretación del índice de Barthel salud y por entrevistadores entrenados, los cuales son en-
trenados en un tiempo no mayor de 1 hora.También puede
Un paciente que obtiene 100 puntos en el IB mantiene control ser autoadministrada, valorada por terceras personas, o a
edigraphic.com
de heces y orina, se alimenta por sí mismo, se viste, se levanta través de una entrevista telefónica.
de la cama y/o de la silla, se baña por sí mismo, camina al El IB no requiere una adaptación lingüística propiamente
menos una cuadra, y puede ascender y descender por las es- dicha ya que se basa en la observación de actividades muy
caleras. Esto no significa que él puede vivir solo; puede no ser específicas o en la consulta a cuidadores. Sólo es necesario
capaz de cocinar, mantener la casa, y satisfacer al público, pero utilizar el índice de Barthel en la versión acorde al idioma
es capaz de sobrellevarla sin un asistente de salud.(1) (en español para nuestro caso) o una traducción de las activida-

84 Volumen 4, Núms. 1-2, enero-junio, julio-diciembre 2005


Claudia Lorena Barrero Solís y cols. Índice de Barthel (IB)

des y niveles de puntuación. Es utilizado en múltiples países, 11. Wylie CM. Measuring end results of rehabilitation
sin embargo, se tendría que hacer una adaptación cultural en of patients with stroke. Public Health Rep 1967;82:
los lugares en los que las AVD incluyen otras actividades 893-898.
diferentes de las consideradas en el original. 12. Reproducido con el permiso de editores de la prensa
de la Universidad de Oxford, según lo citado en
McDowell y Newell (1996)* Provided by the Internet
REFERENCIAS Stroke Center – www.strokecenter.org
13. Wade DT, Collin C.The Barthel ADL Index:A Standard
1. Mahoney FI, Barthel D. Functional evaluation: The measure of physical disability? Int Disabil Studies
Barthel Index. Maryland State Medical Journal 1988;10:64-67.
1965;14:56-61. Used with permission. 14. Granger CV, Dewis LS, Peters NC, Sherwood CC,
2. Baztán JJ, Pérez del Molino J,Alarcón T, San Cristóbal E, Barrett JE. Stroke rehabilitation: Analysis of repeated
Izquierdo G, Manzabeitia I. Índice de Barthel: Barthel Index measure. Arch Phys Med Rehabil
Instrumento válido para la valoración funcional de 1979;60:14-17.
pacientes con enfermedad cerebrovascular. Rev Esp 15. Wade DD, Hewer RL. Functional abilities alter stroke:
Geriatr Gerontol 1993;28:32-40. Measurement, natural history and prognosis. J Neurol
3. Collin C, Wade DT, Davies S, Horne V. The Barthel Neurosurg Psychiatry 1987;50:177-182.
ADL index: A reliability study. Int Disabil Studies 16. Yarkony GM, Roth EJ, Heinemann AW, Novell LL. Spinal
1988;10:61-63. cord injury rehabilitation outcome:The impact of age.
4. Granger CV, Albrecht GL, Hamilton BB. Outcome of J Clin Epidemiol 1988;41:173-177.
comprehensive medical rehabilitation: measurement by 17. Pedersen PM, Jorgenssen HS, Nakayama H, Raaschow
PULSES profile and the Barthel Index. Arch Phys Med HO, Olsen TS. Orientation in the acute chronic stroke
Rehabil 1979;60:145-154. patient: Impact in ADL and social activities. The
5. Shah S,Vanclay F, Cooper B. Improving the sensitivity Copenhagen Stroke Study. Arch Phys Med Rehabil
of the Barthel Index for stroke rehabilitation. J Clin 1996;77: 336-339.
Epidemiol 1989;42:703-709. 18. Fortinsky RH, Granger CV, Seltzer GB. The use of
6. McGinnis GE, Seward ML, DeJong G, Scout OMA. functional assessment in understanding home care
Program Evaluation of physical medicine and needs. Med Care 1981;19:489-497.
rehabilitation departments using self-report Barthel. 19. Stone SP,Ali B,Aurberleek J,Thompsell A,Young A.The
Arch Phys Med Rehabil 1986;67:123-125. Barthel Index in clinical practice: Use on a rehabilitation
7. Loewen SC, Anderson BA. Reliability of the modified ward for elderly people. J Roy Coll Phys Lond 1994;
motor assessment scale and the Barthel Index. Phys 28:491-423.
Ther 1988;68:1077-1081. 20. Alarcón AMT, González MJI, Bárcena AA, Sánchez-del
8. Collin C, Davis S, Horne V,Wade DT. Reliability of the Corral UF, Muñoz CC, Salgado AA. Características del
Barthel ADL Index. Int J Rehab Res 1987;10:356-357. “paciente geriátrico” al ingreso en la unidad de agudos
9. Roy CW, Togneri J, Hay E, Pentland B. An inter-rater de un servicio de geriatría. Rev Esp Geriatr Gerontol
reliability study of the Barthel Index. Int J Rehabil Res 1993;28:285-290.
1988;11:67-70. 21. Thrust Study Group. Randomized, double-blind,
10. Center to Improve Care of the Dying. http:// placebo-controlled trial of nimodipine in acute stroke.
www.gwu.edu/~cicd/toolkit/function.htm Lancet 1990;336:1205-1209.

edigraphic.com

Plasticidad y Restauración Neurológica 85


Claudia Lorena Barrero Solís y cols. Índice de Barthel (IB)

ARTÍCULOS
VALORACIÓN DEL
ESTADO
FAMILIAR, SOCIAL
Y ECONÓMICO
DEL PACIENTE

86 Volumen 4, Núms. 1-2, enero-junio, julio-diciembre 2005


Artículo Original

Recibido: 23/09/2016
Aprobado: 25/11/2016

Valoración de la funcionalidad y dependencia


del adulto mayor en áreas rurales.

Evaluation of the functionality and dependence of the elderly in rural areas


1
Magdalena Hernández Ramírez
2
Irma Lumbreras Delgado
Irma Alejandra Hernández Vicente3
María del Rocío Báez Alvarado4
Clara Arlina Juárez Flores5
José Antonio Banderas Tarabay6
Olga Lidia Banda González7

RESUMEN 1
Autor de correspondencia. Doctorado en
Ciencias de Enfermería, Coordinadora del
Introducción: El envejecimiento de la población constituye Posgrado y profesora de tiempo completo
uno de los mayores retos para la sociedad, y se estima que de la Facultad de Ciencias de la Salud, Uni-
versidad Autónoma de Tlaxcala. Calle Cien-
para el año 2050 la proporción de adultos mayores se dupli- cias de la Salud No. 34, Barrio de Guardia,
cará. En México, una de cada 13 personas es un adulto mayor Zacatelco 90740, Tlaxcala, México.
(AM). El envejecimiento conlleva cambios funcionales y un
2
Profesora de tiempo completo de la
Licenciatura en Enfermería de la Facultad
mayor grado de dependencia en el AM, afectando progresiva- de Ciencias de la Salud, Universidad Autó-
mente su salud y sus actividades cotidianas. Objetivo: Valorar noma de Tlaxcala, México. Correo electró-
la capacidad funcional y grado de dependencia entre adul- nico: magdahrmx@yahoo.com.mx
3
Doctorado en Dirección de Organizacio-
tos mayores de comunidades rurales del Estado de Tlaxcala. nes, profesora de tiempo completo de la
Método: La muestra comprendió a 196 sujetos residentes Licenciatura en Enfermería de la Facultad
en comunidades rurales. Se evaluaron las características so- de Ciencias de la Salud, Universidad Autó-
noma de Tlaxcala, México.
ciodemográficas y de salud, así como las actividades básicas 4
Profesora de tiempo completo de la
(ABVD) e instrumentales de la vida diaria (AIVD), utilizando Licenciatura en Enfermería de la Facultad
el índice de Barthel y la Escala de Lawton y Brody. Resulta- de Ciencias de la Salud, Universidad Autó-
noma de Tlaxcala, México.
dos: El 92.9% de la población presenta dependencia leve en 5
Profesora de tiempo completo de la
relación a sus ABVD, con mayor frecuencia en las mujeres y Licenciatura en Enfermería de la Facultad
los pacientes diabéticos. El 49% no realiza AIVD, situación que de Ciencias de la Salud, Universidad Autó-
noma de Tlaxcala, México.
se agrava entre los individuos de mayor edad, y que se asocia 6
Doctorado en Ciencias Biológicas, profe-
con el hecho de que 15.3% presenta hipertensión, 13% pade- sor de tiempo completo de la Licenciatura
ce diabetes, 69.4% muestra hiperglucemia capilar (105.41 + y Maestría en Enfermería de la Facultad de
Ciencias de la Salud, Universidad Autóno-
22.28 mg/dL), y 54% tiene sobrepeso. ma de Tlaxcala, México.
7
Doctorado en Enfermería, Profesor
Conclusiones: La dependencia y el grado de funcionalidad de tiempo completo de la Facultad de En-
fermería de la Universidad Autónoma de
del adulto mayor en comunidades rurales están determinados Tamaulipas, México.

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 7


Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras Delgado, Irma Alejandra Hernández Vicente, María del
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

por la edad, las enfermedades y las relaciones fa- chronological age is on the increase, 49% in the
miliares; sin embargo, se requieren más elemen- IADL. BADL are present in the elderly from 3.1%
tos que guíen el cuidado de la salud en el adulto to 8.2% according to the activities performed,
mayor. being more frequent in females and diabetics.
Palabras Clave: Envejecimiento, funcionalidad, Conclusions: Dependence and functionality in
actividades de la vida diaria, estilo de vida, en- the elderly from rural communities are related
fermedades crónico-degenerativas, comunidad to intra-family relationships, diseases and age,
rural. however there are other necessary elements to
guide in the health care of old adults.
Keywords: Aging, functionality, activities of dai-
Abstract ly life, lifestyle, chronic-degenerative diseases,
Introduction: Aging among the population is rural communities.
one of the biggest challenges in the society, from
now to 2050 the proportion of elderly will be du-
Agradecimientos
plicated. In Mexico, one of each 13 subjects is an
old adult. Aging is related to functional changes
Financiado por el proyecto del Cuerpo Académi-
and dependence, affecting gradually the health
co “Cuidado de la Salud en el Ciclo de Vida y Edu-
and daily activities. Objective: To evaluate the
cación en Enfermería”, PROMEP-UATLX-CA-210
functional capacity and the degree of dependen-
de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Uni-
ce of elderly in rural communities of Tlaxcala,
versidad Autónoma de Tlaxcala, México. Los au-
México. Methods: A representative sample po-
tores agradecen a Erika Torres Tello por la revi-
pulation of 196 individuals living in two rural
sión y traducción del manuscrito.
communities were included in the study. So-
ciodemographic and health status of the popu-
Conflictos de interés
lation were considered. Basic activities of daily
living (BADL) and the instrumented activities
Los autores declaran que no existen conflictos
of daily living (IADL) were evaluated by using
de interés.
the Barthel index and the Lawton-Brody scale.
Results: The 92.9% of the population have a
slight dependence related to BADL, being more
frequently in women and in the diabetic patient.
Forty nine percent of the subjects do not per-
form IADL, worsening the condition when age
increase and because 15.3% have hypertension,
13% are diabetics, 69.4% have capillary hyper-
glycemia (105.41 + 22.28 mg/dL), and 54%
suffer overweight. A dependence related to the

8 Revista Médica de la Universidad Veracruzana / Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016


Artículo Original

Valoración de la funcionalidad y dependencia del adulto mayor en áreas rurales.

INTRODUCCIÓN lizan en la vida diaria, también llamadas básicas


de la vida diaria (ABVD), y constituyen aquellas
Los avances científicos y tecnológicos en el ám- actividades físicas orientadas hacia el cuidado o
bito de la salud han elevado la esperanza de autocuidado del propio cuerpo; y por otra parte,
vida de la población, factor que repercute en la las actividades instrumentales de la vida diaria
tasa de mortalidad, natalidad y migración, ge- (AIVD), que se orientan a interactuar con el en-
nerando una mayor demanda de los servicios torno y que pueden delegarse delegar a otra per-
especializados y altos costos en la atención a la sona (González, & Segovia, 2010). Sin embargo, a
salud (Ruiz, 2011). El incremento de la edad y medida que el tiempo transcurre, el cuidador del
las enfermedades crónico degenerativas conlle- adulto mayor se enfrenta a una mayor demanda
van un proceso de deterioro y un alto índice de de sus tareas orientadas al cuidado de su pacien-
dependencia funcional en el adulto mayor (AM) te, con una tendencia a realizarlas con menor
(Lara & Mardones, 2009), situación que afecta entusiasmo, independientemente de las relacio-
progresivamente su salud y sus actividades coti- nes afectivas que se generan (Manrique, Salinas,
dianas, principalmente en el medio rural. (Ruíz, Moreno, Acosta, Sosa, Gutiérrez, & Téllez, 2013),
2011; Díaz de León, Tamez, Gutiérrez, Cedillo, & debido a una sobrecarga de responsabilidades,
Torres, 2011). Las caídas y las fracturas constitu- con riesgo de enfermarse, en detrimento de las
yen uno de los mayores indicadores de salud en funciones que se le asignaron (Bertel, 2012).
el AM, pues su frecuencia incrementa la depen-
dencia para realizar actividades cotidianas y psi- El envejecimiento de la población a nivel mun-
comotoras; lo anterior se refleja en limitaciones dial es uno de los mayores retos para la socie-
de la movilidad, fragilidad, problemas físicos, dad. La Organización Mundial de la Salud (2015)
mentales, y sociales (Manrique, Salinas, More- estima que para el año 2050 la proporción de
no, & Téllez, 2011; Gutiérrez, & Caro, 2012; OMS, AM se duplicará de 11% a 22%. Actualmente,
2015). La mayoría de los AM, conforme avanza en México se considera una relación de AM de
su edad, desarrolla mecanismos para enfrentar una de cada 13 personas, y dentro de medio si-
sus propias limitaciones y compensar los cam- glo la relación será de 1:4; en 2030, la población
bios sistémicos en todos los órganos de su eco- adulta de 60 años de edad estará constituida por
nomía, pues el estado de salud general se afec- 18.7% de mujeres y 16.2% de hombres. La En-
ta gradualmente, poniendo en peligro su vida cuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT,
(Kane, 1999). Sin embargo, gran parte de ellos 2012) reportó que más de 500 mil AM viven en
necesita de cuidados a largo plazo en su hogar, situación de dependencia. El Consejo Nacional
en asilos o en hospitales. de Población (CONAPO, 2014) señala que en los
próximos 30 años, en el Estado de Tlaxcala, la de-
Las actividades de la vida diaria en el AM se mi- pendencia en los adultos mayores pasará de 0.9
den a través de su propia capacidad funcional. Se a 1.4 por cada 100 personas en edad productiva,
clasifican en actividades personales que se rea- considerando que existirán 37 adultos mayores
por cada 100 jóvenes.

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 9


Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras Delgado, Irma Alejandra Hernández Vicente, María del
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

La intervención del profesional de enfermería tiene la finalidad de apoyar


la funcionalidad y el grado de dependencia del adulto mayor, efectuando
una valoración integral en el primer nivel de atención que lo involucre, jun-
to con su familia y sus cuidadores informales, en establecer componentes
de las esferas biológicas, psicológicas y sociales, y así mantener sus capaci-
dades en las mejores condiciones posibles.

Objetivo
El objetivo de este trabajo es determinar la capacidad funcional y el grado
de dependencia de los adultos mayores (AM), con base en un cuestionario
aplicado a una muestra representativa de AM en dos comunidades rurales
en el estado de Tlaxcala, México, y establecer los factores sociodemográ-
ficos, las condiciones de salud propias de la edad, los parámetros clínicos
del índice de masa corporal, glicemia capilar y presión arterial, así como el
estado funcional de acuerdo a sus ABVD y AIVD.

Métodos

Población de estudio
Se trata de un estudio de tipo cuantitativo, descriptivo y transversal, rea-
lizado en dos comunidades rurales en el estado de Tlaxcala, México: San
Vicente Xiloxochitla y San Francisco Tenexyecac del municipio de Nativitas
(Figura 1). El tamaño de la muestra fue calculado para una población finita
utilizando la siguiente fórmula:

En donde n es el total de la muestra, N es el total de la población, Z es el nivel de confianza, p es la


probabilidad de ocurrencia, q es la probabilidad de no ocurrencia y d es el error esperado.

10 Revista Médica de la Universidad Veracruzana / Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016


Artículo Original

Valoración de la funcionalidad y dependencia del adulto mayor en áreas rurales.

Las comunidades fueron seleccionadas de forma aleatoria de acuerdo con


el índice poblacional. Se realizó un muestreo no probabilístico, y por conve-
niencia, de la población, considerando un universo de 3793 sujetos, de los
cuales 9.3% (353 individuos) es mayor de 60 años de acuerdo con el INEGI,
con una frecuencia esperada para el cálculo de la muestra de 50%. El nivel
de confianza fue de 97% y el margen de error de 5%, resultando una mues-
tra de 202 adultos mayores. Sin embargo, en el trascurso del estudio seis
sujetos declinaron participar. La muestra final se conformó por 196 sujetos
de ambos sexos, con un rango de edad de 60 a 91 años de edad, y que fueron
invitados a participar voluntariamente en el estudio, previa información so-
bre el propósito de la investigación. Se excluyó a los sujetos con problemas
neurológicos graves, con enfermedades agudas, y a quienes no permitieron
la entrevista por motivos personales. La historia clínica incluyó los datos
sociodemográficos, el índice de masa corporal (IMC) y la presión arterial
media (PAM), recabados la entrevista. La glicemia capilar (GC) se obtuvo
durante la visita domiciliaria con un glucómetro portátil. La entrevista se
llevó a cabo en el domicilio de los adultos mayores mediante el método casa
por casa, partiendo del centro de la localidad hacia la periferia siguiendo el
movimiento de las manecillas del reloj.

Figura 1. Localización de las comunidades


rurales en donde se llevó a cabo la aplicación
de las encuestas. San Vicente Xiloxochitla ● y
San Francisco Tenexyecac ● del municipio de
Nativitas. Fuente: Elaboración propia.

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 11


Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras Delgado, Irma Alejandra Hernández Vicente, María del
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

Diseño y aplicación del cuestionario profesores, previa capacitación sobre el ma-


nejo y registro del instrumento derivado de
El estudio fue realizado a través de entrevis- las escalas de valoración integral geriátrica.
tas personales en el domicilio particular del
AM, utilizando un cuestionario previamente Consideraciones éticas
elaborado, estructurado y validado. Se eva-
luaron las características sociodemográficas Se siguieron los lineamientos propuestos en
y de salud de la población incluida. Se deter- la declaración de Helsinki (WHO, 2001). El
minó el grado de dependencia con base en las proyecto fue autorizado y considerado como
actividades básicas de la vida diaria (ABVD) una investigación de riesgo mínimo por el
por medio del índice de Barthel (Mahoney, comité de ética de la Facultad de Ciencias de
Barthel, & Callahan, 1955; Mahoney, & Bar- la Salud y Enfermería de la Universidad Au-
thel, 1965), que evalúa las funciones físicas tónoma de Tlaxcala, México. La investigación
como comer, lavarse, vestirse, arreglarse, de- se apega al reglamento general en materia de
posiciones, micción, uso del sanitario, tras- investigación en salud (SESA, 2000). Los par-
ladarse de un sillón a la cama, deambular, y ticipantes fueron informados detalladamen-
subir y bajar escaleras. El grado de depen- te sobre el propósito del trabajo, solicitán-
dencia se categoriza como leve, moderada, doles su consentimiento para participar en
grave, y total. Para determinar la capacidad el estudio. Toda la información obtenida se
funcional a través de las actividades instru- mantuvo de manera totalmente confidencial.
mentales de la vida diaria (AIVD), se utilizó
la Escala de Lawton Brody (Lawton, & Brody, Análisis estadístico
1969), que valora las actividades de un su-
jeto con un nivel de fragilidad causada por Por tratarse de un estudio descriptivo, se uti-
una enfermedad crónica o inmovilidad, con- lizó estadística paramétrica, obteniendo las
siderando si el sujeto puede usar el teléfono, medias, la desviación estándar, las frecuen-
realizar compras, cocinar, cuidar el hogar, cias y los porcentajes. Se utilizó un progra-
lavar ropa, transportarse, tomar medicinas ma estadístico para ciencias sociales (SPSS,
y manejar sus finanzas (Martín et al., 2011). v 21) para analizar y graficar los resultados.
La capacidad funcional del AM se categoriza
como capacidad normal y capacidad anor-
mal. Las entrevistas fueron efectuadas por
estudiantes de enfermería apoyados por

12 Revista Médica de la Universidad Veracruzana / Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016


Artículo Original

Valoración de la funcionalidad y dependencia del adulto mayor en áreas rurales.

Resultados

Características Sociodemográficas de la población estudiada

La muestra poblacional estuvo constituida por 70 (35.7%) sujetos del


sexo masculino y 126 (64.3%) del sexo femenino, con una relación de
1:1.8, lo que demuestra que existe una mayor proporción de mujeres que
viven en el hogar (54.1%). El promedio de edad en la población estudia-
da fue de 73.4 + 8.9 años (rango de 60 a 91 años), observándose que, a
mayor edad, disminuye el número de individuos. La mayoría de la pobla-
ción es casada (65.8%) y vive con su cónyuge (58.7%) e hijos (29.6%),
situación que ayuda y contribuye a una mejor esperanza de vida, resul-
tado del efecto de protección por parte de la familia. Es importante con-
siderar que el nivel de escolaridad tiene una destacada relación con la
ocupación de los sujetos. El 51% de la población no cuenta con estudios,
y sólo 43.9% concluyó la educación primaria; la mayoría se conforma de
campesinos (25%) y de amas de casa (54.1%) (Tabla 1).

Padecimiento actual del adulto mayor

Los padecimientos más frecuentes entre los AM son la hipertensión ar-


terial (15.3%) y la diabetes mellitus tipo II (12.8%), seguidas de mial-
gias (5.1%), pérdida visual o auditiva (4.6%), e insuficiencia renal (2%);
adicionalmente, se presentaron dos casos (1%) de esclerosis múltiple.
Las entidades patológicas que pueden estar relacionadas con la funcio-
nalidad y la dependencia son la artritis reumatoide, los problemas de co-
lumna vertebral, y la fractura de cadera, que representan 0.5% de casos
en la población. El alcoholismo, la epilepsia, la gastritis, las hemorroi-
des, el Alzheimer, la hipotensión, los problemas de próstata, y las úlceras
gástrica y varicosa, representan, para cada caso, 0.5% de sujetos con
esos padecimientos.

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 13


Artículo Original Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras


Valoración deDelgado, Irma Alejandra
la funcionalidad Hernández
y dependencia Vicente,
del adulto Maríaendel
mayor áreas rurales.
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

14 Revista Médica
Revista Médica de
de la
la Universidad
Universidad Veracruzana
Veracruzana // Vol.16,
Vol.16, no.
no. 2,
2, julio-
julio- diciembre
diciembre 2016
2016
Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras Delgado, Irma Alejandra Hernández Vicente, María del
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

IMC, glucosa capilar y presión arterial media

El promedio del peso de la población fue de 25.38 + 3.69 Kg/m2. El


IMC mostró que 53.6% de la población presenta sobrepeso; obesidad
grado I el 10.2%, y sólo 29.1% de la población se encontraba dentro
de un rango normal. En el 69.4% de la población se presentó hiper-
glucemia, con un promedio de 105.41 + 22.28 mg/dL, dato que debe
considerarse para el desarrollo de diabetes tipo II y sus complicacio-
nes. La hipertensión se presentó en 6.6% de los sujetos al momento
de realizar la entrevista, con un promedio de PAM de 91.66 + 10.80
mm/Hg (Tabla 2)

Fuente: Elaboración propia

Actividades básicas de la vida diaria ABVD

Las características de ABVD relacionadas con las actividades de inde-


pendencia o dependencia del AM se muestran en la Tabla 3. La ma-
yor frecuencia de las ABVD que realiza el AM son: arreglarse (92.9%),
comer y bañarse (91.8%), orinar y cuidar de la sonda si cuenta con
ella (90.8%), deambular, usar el sanitario y defecar (89.9%), trasla-
darse de forma independiente de un sofá a la cama (86.7%), y subir
y bajar escaleras (83.2%); lo anterior refleja un alto grado de inde-

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 15


Artículo Original

Valoración de la funcionalidad y dependencia del adulto mayor en áreas rurales.

pendencia del AM. No se encontró un solo sujeto que fuera completamente independiente.
Considerando el grado de dependencia, se pudo observar que 182 (92.9%) sujetos tienen
dependencia leve y 8 (4.1%) refieren dependencia total en sus ABVD. Considerando el sexo
y la edad del AM, y su grado de dependencia para realizar sus ABVD de forma leve, modera-
da, grave o total, se observó una mayor dependencia total conforme se incrementa la edad,
siendo ésta más marcada en el sexo femenino (Gráfica 1).

Fuente: Elaboración propia

16 Revista Médica de la Universidad Veracruzana / Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016


Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras Delgado, Irma Alejandra Hernández Vicente, María del
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

Fuente: Elaboración propia

Gráfica 1. Prevalencia de ABVD de acuerdo con el grado de dependencia en relación


con la edad y el sexo del AM.

Actividades instrumentales de la vida


diaria AIVD
y la ejecución de las actividades cotidianas.
La escala de medición AIVD es una de las El número de casos con dependencia grave
más importantes para determinar el grado es menor, y éste se incrementa después de
de dependencia del AM en relación con su los 91 años en el sexo masculino. La depen-
capacidad de realizar actividades de forma dencia moderada es muy similar en ambos
normal o anormal (Tabla 4). El 51% de los sexos, y la dependencia leve es la que alcan-
AM no utiliza el teléfono, 18.9% necesita que za los mayores porcentajes, independiente-
le preparen los alimentos, 30.1% requiere mente del sexo y de la edad.
ayuda en las labores del hogar, 22.4% nece-
sita que le laven la ropa, 12.2% precisa de un Respecto al sexo y a la edad, los AM de entre
acompañante para salir de su casa, 11.2% 60 y 70 años del sexo masculino (81.8%) po-
necesita que le den o le preparen su medi- seen mayor capacidad para realizar sus acti-
camento y, por último, 10.2% no es capaz de vidades de manera normal en comparación
manejar sus finanzas. La capacidad para rea- con el sexo femenino (52.7%). Entre los 71 y
lizar sus AIVD de forma normal se observa los 90 años, el comportamiento es similar al
en 51% de la población, y 49% las efectúa de grupo anterior, con una disminución de las
manera anormal o requiere de ayuda para AIVD en ambos sexos. En los adultos mayo-
realizarlas, lo que no implica una diferencia res de 91 años, la capacidad es anormal en
significativa entre el grado de dependencia ambos sexos (Gráfica 2).

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 17


Artículo Original

Valoración de la funcionalidad y dependencia del adulto mayor en áreas rurales.

Fuente: Elaboración propia

Fuente: Elaboración propia

18 Revista Médica de la Universidad Veracruzana / Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016


Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras Delgado, Irma Alejandra Hernández Vicente, María del
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

Discusión enfermedad pulmonar obstructiva crónica


Las características sociodemográficas y como las de mayor prevalencia, ya que mien-
culturales del adulto mayor implican el tras mayor es la edad, se incrementan los
desarrollo de cambios en sus ABVD y sus cambios funcionales y metabólicos del AM.
AIVD. A partir de los resultados obtenidos
en este estudio, podemos señalar que la Aún se observa que los niveles de glucosa en
dependencia no se da principalmente por el adulto mayor que vive en comunidades
las alteraciones que incapacitan al adul- rurales con un estado socioeconómico bajo
to mayor, sino por efectos directos de la son elevados, en comparación con el rango
propia edad y el sexo; existen datos simi- normal (Salazar, Colunga, Pando, Aranda, &
lares en diversas investigaciones (Doran- Torres, 2007; Olaiz, Rojas, Aguilar, Rauda, &
tes, Ávila, Mejía & Gutiérrez, 2007; INEGI, Villalpando, 2007); los resultados de este es-
2010; Wong, Michaels, Palloni, Gutiérrez, tudio son similares a los reportados por Mu-
et al., 2015). Las conclusiones referentes ñoz y Ocampo (2007). De acuerdo con la En-
a las características sociodemográficas y a cuesta Nacional de Salud y Nutrición (2012),
la presencia de enfermedades crónico-de- la diabetes y la hipertensión arterial se han
generativas que pueden afectar las ABVD mantenido con valores altos en el estado
y las AIVD, como la diabetes tipo 2, la hi- de Tlaxcala, y posiblemente han ido en au-
pertensión arterial, las mialgias, la pérdida mento. Las condiciones de salud reflejan la
visual o la auditiva y la insuficiencia renal, presencia del deterioro propio del envejeci-
son similares a las reportadas por Gonzá- miento y los padecimientos derivados de los
lez y Segovia (2010), en una población de estilos de vida poco saludables, como las en-
adultos mayores con promedio de edad fermedades crónico degenerativas (diabetes
de 72 años. Sin embargo, si comparamos mellitus tipo 2). Se percibe que más de 60%
estos valores con los reportados en la En- de la población presentó un nivel de glucosa
cuesta Nacional de Salud de 2012, éstos elevado y un alto grado de obesidad, lo que
representan hasta 50% menos en cuanto supone malos hábitos alimenticios y seden-
a la hipertensión y a la diabetes mellitus tarismo, que afectan su autorregulación. En
(Wong et al., 2015). Manrique, Salinas, segundo lugar, se encuentra la hipertensión
& Téllez (2008), en un grupo de AM con arterial sistémica, aunque en el momento de
promedio de edad de 78 años, también in- la medición la mayoría mostró una presión
cluyeron a la artritis, la osteoporosis y la arterial media normal. Es importante se-
ñalar que los programas de salud, así como

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 19


Artículo Original

Valoración de la funcionalidad y dependencia del adulto mayor en áreas rurales.

el personal de enfermería, deben ejercer se deduce que 51.0% corresponde a la forma


un control del estado de salud del AM más normal, y 49% a la anormal. Un análisis del
frecuente. Ello permitiría mejorar los datos ENASEM 2001, realizado por Ybáñez, Var-
clínicos que pudieran generar complicacio- gas, & Torres (2005), menciona que las ABVD
nes mayores, y disminuir la dependencia del y las AIVD en los AM del medio rural, que vi-
adulto mayor, sobre todo en comunidades ven con su pareja, tienden a mostrar mejores
rurales, en donde no es fácil recibir atención condiciones que cuando cohabitan con otra
médica y cuidados de salud por parte de un persona o familiar; lo anterior supone una si-
profesional. tuación similar en nuestra población, ya que
la mayoría vive con su cónyuge. Las mujeres,
Desde el punto de vista de la funcionalidad, en comparación con los varones, se encuen-
predominó la dependencia leve con 92.9%, tran en desventaja de género para afrontar el
situación que se asemeja a los resultados proceso de envejecimiento, ya que presentan
presentados por Guzmán, Pimentel, Salas, más dificultades para desarrollar sus AIVD.
Armenta, Oliver, & Agis (2016) en AM insti- Los datos anteriores son similares a los re-
tucionalizados, en los que prevaleció la de- portados por Díaz, Reisteter & Wong (2015)
pendencia moderada y la dependencia leve, y por Wong et al., (2015), ya que los niveles
con un menor porcentaje en cuanto a la de- de funcionalidad del AM aumentan los ries-
pendencia total. Sin embargo, difieren de los gos a la salud, asociados, además, a las con-
resultados reportados por Zavala, Posada, & diciones sociales del medio rural. Igualmen-
Cantú (2010), que indican que 97.4% poseía te, la economía se ve afectada, pues los AM
una funcionalidad normal. Considerando las dependen de terceros para su subsistencia; a
ABVD, se determinó que 1.9% se encontraba lo anterior, se suma el analfabetismo y cier-
levemente incapacitado y 0.6% moderada- tas enfermedades como la incontinencia, y la
mente incapacitado. Al examinar la funcio- dependencia constituye un detonante para
nalidad para las AIVD, 62.6% era indepen- mermar su calidad de vida.
diente, 32.9% moderadamente dependiente,
y 4.5% totalmente dependiente. Estas con- El envejecimiento como etapa final del ciclo
clusiones deben valorarse con reserva, vital se ha prolongado por el incremento de
considerando que los AM viven con algún la esperanza de vida (Alfaro, & Ruiz, 2010),
familiar que puede apoyarlos en cualquier lo que implica el desarrollo de diversos fac-
momento; de los datos obtenidos sobre los tores que se presentan en el adulto mayor,
parámetros de capacidad normal y anormal que inciden en la etiología de todos los pro-

20 Revista Médica de la Universidad Veracruzana / Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016


Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras Delgado, Irma Alejandra Hernández Vicente, María del
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

cesos biológicos (Kane, 1999), genéticos y Ello genera la necesidad de formar profesio-
moleculares, en el deterioro orgánico, en la nales en enfermería con la preparación para
oxidación, en los factores inmunes (Eckman, atender, mediante cuidados integrales e in-
2012), y en el aspecto psicosocial (Paschoal, terdisciplinarios, a la población de AM, y así
Mantovani, & Lacerda, 2006). El profesional prevenir en lo posible la dependencia fun-
en enfermería se tiene el compromiso de pro- cional y las posibles alteraciones que pueda
mover y lograr un envejecimiento activo en desarrollar el cuidador informal, con el pro-
el AM, ofreciendo cuidados integrales a tra- pósito de alcanzar el bienestar de una pobla-
vés de diversas actividades en el primer nivel ción cuyo incremento es inminente. La teoría
de atención a la salud (Velasco et al., 2012). de autocuidado de Dorothea Orem (2001)
Ante la problemática de un adulto mayor resulta útil para guiar este tipo de investiga-
con enfermedades crónico degenerativas, es ciones; sin embargo, escasean los elementos
necesario actualizar e implementar nuevas para afrontar situaciones específicas como
estrategias sobre los cuidados del pacien- las presentadas en esta investigación. Po-
te. Además de conocer la fisiopatología de demos concluir que los AM del medio rural,
las enfermedades y saber diferenciarlas del debido a su situación psicosocial, a los valo-
proceso natural del envejecimiento, deben res de convivencia familiar que tiende a ser
considerarse sus efectos sobre los cambios protectora en el aspecto de sustento, afecto
sociales y su repercusión en los procesos de y cuidado, y al medio cultural en que se en-
asimilación del individuo, de tal manera que cuentran, tienen más propensión a ser inde-
se fortalezca su participación para lograr un pendientes que en otro tipo de comunidades.
mayor bienestar y calidad de vida, indepen-
dientemente de su propia dependencia fun- Es preciso implementar nuevas estrategias
cional. del cuidado de la salud, a fin de que el pro-
fesional sanitario se enfoque en el conoci-
Conclusiones miento de la fisiopatología, de los cambios
sociales, y de los procesos de asimilación,
El proceso de envejecimiento engloba una identificando el curso natural del envejeci-
serie de cambios irreversibles y de deterioro miento, para así fortalecer su participación
progresivo en las esferas cognitivas, afecti- en el bienestar del adulto mayor.
vas, físicas y sociales que implican una serie
de problemas para la familia, para los siste-
mas de salud y para el propio adulto mayor.

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 21


Artículo Original

Valoración de la funcionalidad y dependencia del adulto mayor en áreas rurales.

Referencias bibliográficas

1. Alfaro Macías O., & Ruiz Balbuena F. (2010). Prevalencia de enfermedades crónicas en
los adultos mayores residentes de la colonia Las Granjas, de la ciudad de Tuxtla Gutié-
rrez, Chiapas, México. BIOFARBO, 18(2), 71-78
2. Bertel De la Hoz A. M. (2012). Riesgo de enfermar y sobrecarga del cuidador principal
del anciano dependiente. Rev cienc biomed, 3(2), 77-85.
3. CONAPO. (2014). Dinámica demográfica 1999–2010 y proyecciones de población 2010–
2030 en Tlaxcala, México (Primera Edición). Ediciones CONAPO.
4. Díaz de León González E., Tamez Pérez H. E., Gutiérrez Hermosillo H., Cedillo Rodríguez
J. A., & Torres G. (2011). Fragilidad y su asociación con mortalidad, hospitalizaciones y
dependencia funcional en mexicanos de 60 años o más. Medicina Clínica, México, 11(4),
468-474.
5. Díaz Venegas C., Reistetter T. A., & Wong R. (2016). Differences in the progression of
disability: A U.S. – Mexico comparison. J Gerontol B Psychol Sci Soc Sci 00(00), 1-10.
6. Dorantes M. G., Ávila F. J. A., Mejía A. S., & Gutiérrez R. L. M. (2001). Factores asociados
con la dependencia funcional en los adultos mayores: un análisis secundario del Estu-
dio Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México, 2001. Rev. Panam Salud Publica
22(1), 1-11. Recuperado de en:http://www.scielosp.org/scielo.php?script=sci_arttex-
t&pid=S102049892009000900001&lng=es&nrm=iso&tlng=es
7. Eckman M. (2012). Enfermería Geriátrica. 1ª Ed. México. El Manual Moderno, p 424.
8. ENSANUT. (2012). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. Discapacidad y dependen-
cia en adultos mayores mexicanos: un curso sano para una vejez plena. Recuperado de
ensanut.insp.mx/doctos/analíticos/DiscapacidAdulMayor.
9. González Reyes N., & Segovia Díaz De León M. (2010). Capacidad funcional de adultos
mayores en hospital de seguridad social. Desarrollo Cientif. Enferm, 18(1), 5-10.
10. Gutiérrez Robledo L. M., & Caro López E. (2012). Recomendaciones para la acción.
Propuesta para un plan de acción en Envejecimiento y Salud. En: Gutiérrez- Robledo
LM, Kershenobich D. Editores. Envejecimiento y salud: una propuesta para un plan de
acción. UNAM; México. Recuperado de Ensanut.insp.mx/doctos/analíticos/Discapaci-
dadAdultMayor.pdf
11. Guzmán Olea E., Pimentel Pérez B. M., Salas Casa A., Armenta Carrasco A. I., Oliver Gon-
zález L. B., & Agis Juárez R.A. (2016). Prevención a la dependencia física y al deterioro
cognitivo mediante la implementación de un programa de rehabilitación temprana en
adultos mayores institucionalizados. Acta Universitaria, 26(6), 97-103.

22 Revista Médica de la Universidad Veracruzana / Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016


Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras Delgado, Irma Alejandra Hernández Vicente, María del
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

12. Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2010). Distribución porcentual


de la población con limitaciones en la actividad según sexo para cada grupo de edad.
Censo de población y vivienda 2010. Recuperado de http://www3.inegi.org.mx/siste-
mas/sisept/default.aspx?t=mdis01&s=est&c=27714.
13. Kane Robert L. I. (1999). Inestabilidad y caídas. En: Kane Robert LI. Geriatría. 3aed. Mé-
xico: McGraw Hill-Interamericana, pp. 175-96.
14. Lara Jaque R. A., & Mardones Hernández M. A. (2009). Perfil sociodemográfico de salud
y funcionalidad en adultos mayores de la comuna de Chillán. Theoria, 18(2), 81-89.
15. Lawton M. P., & Brody E. M. (1969). Assessment of older people: self-maintaining and
instrumental activities of daily living. Gerontologist, 9, 179-86.
16. Mahoney F. I., & Barthel D. W. (1965). Functional evaluation: The BARTHEL index. Md
State Med J, 14, 61-65.
17. Mahoney F. I., Barthel D.W., & Callahan J. P. (1955). Rehabilitation of the hemiplegic pa-
tient: a clinical evaluation. Southern Medical Journal, 48(5), 472-480.
18. Manrique Espinoza B., Salinas rodríguez A., & Téllez Rojo M. M. (2008). Factores aso-
ciados con la dependencia funcional en los adultos mayores beneficiarios del programa
oportunidades. Documento presentado en el III Congreso de la Asociación Latinoameri-
cana de Población, ALAP. Córdoba, Argentina.
19. Manrique Espinoza B., Salinas Rodríguez A., Moreno Tamayo K. M., Acosta Castillo I.,
Sosa Ortiz A. L., Gutiérrez Robledo L. M., & Téllez Rojo M. M. (2013). Condiciones de
salud y estado funcional de los adultos mayores en México. Salud Pública Méx, 55(2),
323-331.
20. Manrique Espinoza B., Salinas Rodríguez A., Moreno Tamayo K. M., & Téllez Rojo M.M.
(2011). Prevalencia de dependencia funcional y su asociación con caídas en una mues-
tra de adultos mayores pobres en México. Salud Pública Méx, 53(1), 26-33.
21. Martín Lesende I., Quintana Cantero S., Urzay Atucha V., Ganzarain Oyarbide E., Aguirre
Minaña T., & Pedrero Jocano J. E. (2011). Fiabilidad del cuestionario VIDA, para valora-
ción de Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD) en personas mayores. Aten
Primaria, 44(6), 309-319.
22. Muñoz R., Ocampo B., & Quiroz P. (2007). Influencia de los grupos de ayuda mutua entre
diabéticos tipo 2. Efectos en la glucemia y peso corporal. Medicina Familiar, 9(2), 87-91.
23. Olaiz Fernández G., Rojas R., Aguilar Salinas C. A., Rauda J., & Villalpando S. (2007). Dia-
betes mellitus en adultos mexicanos. Resultados de la encuesta nacional de salud 2000.
Salud Pública Méx, 49 supl3, S331-S337.
24. Orem Dorothea E. (2001). Nursing Concepts of Practice. 6th Ed. Philadelphia, PA. Else-
vier, p. 941.

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 23


Artículo Original

Valoración de la funcionalidad y dependencia del adulto mayor en áreas rurales.

25. Organización mundial de la Salud. (2015). Enlace, envejecimiento y ciclo de vida.


Recuperado de www.who.int/ageing/about/facts/es
26. Paschoal A.S., Mantovani M.F., & Lacerda M. R. (2006). A educao permanente em
enfermagen: subsidios para a practica profissional. Rev Gaúcha Enferm, 27(3),
336-43.
27. Ruiz Guerrero A. (2011). La transición demográfica y el envejecimiento poblacio-
nal: futuros retos para la política de salud en México. Revista electrónica FCPyS,
UNAM, 8, 1-3.
28. Salazar Estrada J. G., Colunga Rodríguez C., Pando Moreno M., Aranda Beltrán C.,
& Torres López T. M. (2007). Diabetes y calidad de vida. Estudio comparativo en
adultos con y sin diagnóstico de diabetes tipo 2, atendidos en centros de salud en
Guadalajara. Investigación en Salud, 9(2), 88-93.
29. SESA. (2000). Secretaría de Salud. Reglamento de la Ley General de Salud en Mate-
ria de Investigación para la Salud. NORMA Oficial Mexicana NOM-012-SSA3-2012,
Criterios para la ejecución de proyectos de investigación para la salud en seres
humanos.
30. WHO. (2001). World Health Organization. Declaration of Helsinki. World Medical
Association Declaration of Helsinki. Ethical principles for medical research involv-
ing human subjects. Bulletin of the World Health Organization, 79(4), 373-374.
31. Wong R., Michaels Obregón A., Palloni A., Gutiérrez Robledo L. M., González Gon-
zález C., López Ortega M., Téllez Rojo M. M., & Mendoza Alvarado L. R. (2015). Pro-
gression of aging in Mexico: the mexican health and aging study (MHAS) 2012.
Salud Pública Mex, 57, suppl I: S79-S89.
32. Ybáñez Zepeda E., Vargas Valle E. D., & Torres Martínez A. L. (2005). Factores
asociados a la corresidencia de los adultos mayores de 50 años por condición ru-
ral-urbana. Papeles de POBLACIÓN CIEAP/UAEM, 45, 29-48. Recuperado de E Ybá-
ñez Zepeda, ED Vargas Valle…-Papeles de POBLACIÓN…,2005-scielo.org.mx
33. Zavala González M. A., Posada Arévalo S. E., & Cantú Pérez R. G. (2010). Dependen-
cia funcional y depresión en un grupo de ancianos de Villahermosa, México. Arch
Med Fam, 12(4), 116-126.

24 Revista Médica de la Universidad Veracruzana / Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016


Artículo Original

Magdalena Hernández Ramírez, Irma Lumbreras Delgado, Irma Alejandra Hernández Vicente, María del
Rocío Báez Alvarado, Clara Arlina Juárez Flore, José Antonio Banderas Tarabay, Olga Lidia Banda González

ARTÍCULOS
VALORACIÓN
DEL DOLOR

Vol.16, no. 2, julio- diciembre 2016 / Revista Médica de la Universidad Veracruzana 25


Dolor

Tipos de dolor y escala terapéutica de la O.M.S. Dolor iatrogénico


F. Puebla Díaz

1. Introducción 2. Tipos de dolor


El dolor es la causa más frecuente de consulta médica. La La clasificación del dolor la podemos hacer atendiendo a
Asociación Internacional para el Estudio del Dolor definió el su duración, patogenia, localización, curso, intensidad, fac-
dolor como “una experiencia sensitiva y emocional desagra- tores pronóstico de control del dolor y, finalmente, según la
dable, asociada a una lesión tisular real o potencial”. La farmacología.
percepción del dolor consta de un sistema neuronal sensitivo
(nocioceptores) y unas vias nerviosas aferentes que respon- A. Según su duración
den a estímulos nocioceptivos tisulares; la nociocepción pue-
de estar influida por otros factores (p.ej.psicológicos). En el A-1) Agudo: Limitado en el tiempo, con escaso compo-
momento del diagnóstico de una neoplasia, entre el 30-50% nente psicológico. Ejemplos lo constituyen la perforación de
de los pacientes presentan dolor, que en las fases avanzadas víscera hueca, el dolor neuropático y el dolor musculoesque-
de la enfermedad puede llegar al 70-90%. En los pacientes lético en relación a fracturas patológicas.
con cáncer avanzado, el 70% de los dolores tienen su origen A-2) Crónico: Ilimitado en su duración, se acompaña de
en la progresión de la propia neoplasia, mientras que el componente psicológico. Es el dolor típico del paciente con
30% restante se relaciona con los tratamientos y patologías cáncer.
asociadas. En la mayoría de las ocasiones el dolor oncológi-
co es crónico. Para una correcta valoración del dolor es con- B. Según su patogenia
veniente conocer varias cuestiones como su variación tempo-
ral (agudo, crónico), patogenia, intensidad…. El dolor onco- B-1) Neuropático: Está producido por estímulo directo del
lógico sigue unas normas de tratamiento especificadas según sistema nervioso central o por lesión de vías nerviosas perifé-
las pautas recomendadas por la O.M.S. ricas. Se describe como punzante, quemante, acompañado
Los pacientes que reciben tratamiento radioterápico con de parestesias y disestesias, hiperalgesia, hiperestesia y alo-
intención radical o paliativa, presentan con frecuencia toxici- dinia. Son ejemplos de dolor neuropático la plexopatía bra-
dad en diferentes grados, dentro del área del tratamiento, quial o lumbo-sacra post-irradiación, la neuropatía periféri-
que se manifiesta con dolor. El empleo creciente de esque- ca post-quimioterapia y/o post-radioterapia y la compresión
mas de tratamiento agresivos basados en combinaciones de medular.
radio y quimioterapia concomitantes, alteraciones del frac- B-2) Nocioceptivo: Este tipo de dolor es el más frecuente y
cionamiento así como escalada de dosis, hacen que el dolor se divide en somático y visceral que detallaremos a continua-
constituya un problema en la práctica clínica diaria. Esta ción.
complicación puede obligar a la suspensión temporal o defi- B-3) Psicógeno: Interviene el ambiente psico-social que ro-
nitiva del tratamiento radioterápico y nos puede dificultar dea al individuo. Es típico la necesidad de un aumento cons-
mantener el esquema terapéutico propuesto. tante de las dosis de analgésicos con escasa eficacia.

C. Según la localización

C-1) Somático: Se produce por la excitación anormal de


nocioceptores somáticos superficiales o profundos (piel, mus-
culoesquelético, vasos, etc). Es un dolor localizado, punzante y
Oncología Radioterápica que se irradia siguiendo trayectos nerviosos. El más frecuente
Instituto Madrileño de Oncología San Francisco de Asís es el dolor óseo producido por metástasis óseas. El tratamiento
Madrid debe incluir un antiinflamatorio no esteroideo (AINE).

33
F. Puebla Díaz

TABLA I

Edmonton Staging System


Estadio I (Buen pronóstico) Estadio II (Mal pronóstico)

Dolor visceral, óseo o de partes blandas. Dolor neuropático, mixto (dolor tenesmoide rectal, dolor vesical) o de
Dolor no irruptivo. causa desconocida.
No existencia de distrés emocional. Dolor irruptivo.
Escala lenta de opioides. Existencia de distrés emocional.
No antecedentes de enolismo y/o adicción a drogas. Incremento rápido de la dosis de opioides.
Antecedentes de enolismo y/o adicción a drogas.

C-2) Visceral: Se produce por la excitación anormal de 3. Escala analgésica de la O.M.S


nocioceptores viscerales. Este dolor se localiza mal, es conti-
nuo y profundo. Asimismo puede irradiarse a zonas aleja- El tratamiento del dolor oncológico se basa en el uso de
das al lugar donde se originó. Frecuentemente se acompaña analgésicos y co-analgésicos según la escala analgésica de
de síntomas neurovegetativos. Son ejemplos de dolor visceral la O.M.S. (Tabla II). Con dicha escala se puede obtener un
los dolores de tipo cólico, metástasis hepáticas y cáncer pan- buen control del dolor en cerca del 80% de los casos.
creático. Este dolor responde bien al tratamiento con opioi- Existen unas normas de uso de la escala analgésica:
des. 1. La cuantificación de la intensidad del dolor es esencial
en el manejo y seguimiento del dolor. Generalmente se utili-
D. Según el curso zan escalas unidimensionales como la escala verbal numéri-
ca ó la escala visual analógica (EVA).
D-1) Continuo: Persistente a lo largo del día y no desapa- 2. La subida de escalón depende del fallo al escalón ante-
rece. rior. En primer lugar se prescriben los analgésicos del primer
D-2) Irruptivo: Exacerbación transitoria del dolor en pa- escalón. Si no mejora, se pasará a los analgésicos del se-
cientes bien controlados con dolor de fondo estable. El do- gundo escalón, combinados con los del primer escalón más
lor incidental es un subtipo del dolor irruptivo inducido algún coadyuvante si es necesario. Si no mejora el paciente,
por el movimiento o alguna acción voluntaria del pacien- se iniciarán los opioides potentes, combinados con los del
te. primer escalón, con el coadyuvante si es necesario.
3. Si hay fallo en un escalón el intercambio entre fárma-
E. Según la intensidad cos del mismo escalón puede no mejorar la analgesia (ex-
cepto en el escalón 3).
E-1) Leve: Puede realizar actividades habituales. 4. Si el segundo escalón no es eficaz, no demorar la subi-
E-2) Moderado: Interfiere con las actividades habituales. da al tercer escalón.
Precisa tratamiento con opioides menores.
E-3) Severo: Interfiere con el descanso. Precisa opioides
TABLA II
mayores.

F. Según factores pronósticos de control del dolor Escala analgésica de la O.M.S.

Escalón IV
El dolor difícil (o complejo) es el que no responde a la es- Escalón III
trategia analgésica habitual (escala analgésica de la OMS). Escalón II
El Edmonton Staging System pronostica el dolor de difícil Escalón I Opioides
control (Tabla I). Opioides potentes Métodos
Analgésicos débiles ± Invasivos ±
G. Según la farmacología: no opioides ± Coanalgésicos Coanalgésicos
± Coanalgésicos ±
G-1) Responde bien a los opiáceos: dolores viscerales y Coanalgésicos ± Escalón I
somáticos. ------------------- Escalón I --------------------
G-2) Parcialmente sensible a los opiáceos: dolor óseo Paracetamol -------------------- --
(además son útiles los AINE) y el dolor por compresión de AINE - Morfina
nervios periféricos (es conveniente asociar un esteroide). Metamizol Codeína Oxicodona
G-3) Escasamente sensible a opiáceos: dolor por espasmo Tramadol Fentanilo
de la musculatura estriada y el dolor por infiltración-destruc- Metadona
ción de nervios periféricos (responde a antidepresivos o anti- Buprenorfina
convulsionantes).

34
Oncología, 2005; 28 (3):139-143

TABLA III

NCI common toxicity criteria (CTC) version 2.0

Toxicity Grade 0 Grade 1 Grade 2 Grade 3 Grade 4

pain due none mild pain not moderate pain: pain or severe pain: pain or disabling
to radiation interfering with analgesics interfering analgesics severely
function with function, but not interfering with
interfering with activities activities of daily
of daily living living

5. La prescripción de co-analgésicos se basa en la causa nosticados de tumores de cabeza y cuello que reciben trata-
del dolor y se deben mantener cuando se sube de escalón. mientos combinados de radio y quimioterapia desarrollarán
6. No mezclar los opioides débiles con los potentes. mucositis III-IV. Las repercusiones de la mucositis incluyen el
7. Prescribir cobertura analgésica del dolor irruptivo. dolor, la pérdida de peso que obligue a gastrostosmía o co-
locación de SNG y la posible interrupción temporal o defini-
Los enfermos con dolor leve son indicación de tratamiento tiva del tratamiento con el consiguiente perjuicio para el con-
con fármacos como el Paracetamol, Aspirina u otros analgé- trol tumoral.
sicos antiinflamatorios no esteroideos (primer escalón). Estos El dolor debido a la radiación es un efecto adverso reco-
agentes presentan techo terapéutico: una vez alcanzada la gido en los CTC (Common Toxicity Criteria) 2.0 (Tabla III).
dosis máxima recomendada, el incremento de la dosis no Entre los factores determinantes de efectos secundarios del
produce mayor analgesia. La Sociedad Americana del Dolor tratamiento radioterápico se encuentran:
recomienda que todos los regímenes analgésicos deben in- – Volumen irradiado.
cluir un fármaco no opioide aunque el dolor sea suficiente- – Dosis total.
mente intenso como para añadir un analgésico opioide. – Fraccionamiento.
El dolor moderado se puede beneficiar de un tratamiento – Energía y naturaleza de la radiación (fotones, electro-
con opioides menores como la codeína. Se utilizan conjunta- nes).
mente con analgésicos no opioides, ya que pueden ser aditi- – Localización anatómica irradiada.
vos o sinergistas. Los opiaceos actúan a través de receptores – Tratamientos previos o simultáneos (quimioterapia).
en el sistema nervioso central, mientras que los analgésicos – Una línea de investigación actualmente en curso es el
no opioides ejercen su acción en la periferia (segundo esca- intentar determinar previamente que pacientes van a
lón). presentar una reacción de hipersensibilidad a la radio-
Los enfermos con dolor severo necesitan tratamiento con terapia y, por tanto, un efecto secundario anormalmen-
opioides mayores como la morfina, fentanilo y la oxicodona te elevado. Para ello se están estudiando cambios poli-
de liberación retardada (tercer escalón). Los agonistas puros mórficos en genes relacionados con la reparación del
(morfina, metadona y fentanilo) no tienen techo analgésico a ADN.
diferencia de los agonistas parciales (buprenorfina).
Cuando no se obtiene una analgesia adecuada con opioi- Existen una serie de síndromes clínicos dolorosos en pa-
des sistémicos, debe considerarse el cuarto escalón que in- cientes en cuyo programa de tratamiento se incluye un tiem-
cluye procedimientos como la analgesia continua espinal o po de irradiación. Entre estos síndromes se encuentran dolo-
epidural, bloqueo de nervios periféricos, bloqueo simpático, res neuropáticos como la fibrosis de los plexos braquial y
etc. lumbar, así como la mielopatía rádica; otros cursan con do-
Los coadyuvantes aumentan la eficacia analgésica, se uti- lor nocioceptivo somático como el linfedema. Existen síndro-
lizan en el manejo de síntomas concurrentes que exacerban mes dolorosos tipo nocioceptivo visceral-somático como la
el dolor y para tipos específicos de dolor como el neuropáti- mucositis y la enterocolitis. Asimismo existen toxicidades tar-
co. Se indican en cualquier escalón si el tipo de dolor lo pre- días como la osteoradionecrosis, proctitis crónica y segundos
cisa. tumores radioinducidos que pueden causar dolor.
Estudios clínicos con dosis única (radioterapia intraopera-
toria, radiocirugía estereotáxica) y con braquiterapia intersti-
4. Dolor iatrogénico cial (alta tasa/baja tasa de dosis) ha demostrado que el ries-
go de secuela del tipo neuropatía rádica está relacionada
El dolor oncológico causado por los tratamientos puede con la dosis administrada y el volumen irradiado.
estar originado por la cirugía, la radioterapia y la quimiote- El objetivo fundamental de la terapia con radiaciones es
rapia. Es difícil determinar la incidencia real del dolor debi- el control local de la enfermedad. La incorporación de proto-
do a los tratamientos de irradiación. Se estima que aproxi- colos intensivos de tratamientos multidisciplinarios que inclu-
madamente el 90% de los pacientes sometidos a radiotera- yen cirugía radical, dosis altas de irradiación y/o quimiote-
pia experimentan eritema cutáneo, pero sólo el 10-20% su- rapia (concomitantes, adyuvantes, etc) han incrementado la
fren radiodermitis III-IV. Más del 90% de los pacientes diag- probabilidad de toxicidad aguda y tardía. Los fracciona-

35
F. Puebla Díaz

mientos alterados, del tipo hiperfraccionamento y boost con- quimioterapia. Así mismo se sugiere que la reparación mu-
comitantes, han mejorado las tasas de control local en cier- cosa en el primer ciclo protege de la mucositis en los siguien-
tas patologías, si bien, a expensas de toxicidad severa. El tes ciclos de quimioterapia.
protocolo RTOG 9410 aleatorizó 611 pacientes con CPNM En un artículo publicado recientemente por Spielberger
estadios II inoperable, III A y III B en tres esquemas de trata- se analiza la actividad del factor de crecimiento queratino-
miento: 1) QTP y RT secuencial (60 Gy). 2) QTP y RT conco- cítico recombinante (“Palifermin”) vía endovenosa tras qui-
mitante (60Gy) y 3) QTP y RT hiperfraccionada concomitante mioterapia a altas dosis y radioterapia en 212 pacientes
(69.6 Gy). Los resultados indicaron que la supervivencia fue diagnosticados de tumores hematológicos. Esta pauta de
superior con el tratamiento concomitante (esquema 2) y que tratamiento aporta una disminución de la mucositis oral
la tasa de esofagitis grado 3-4 fue mayor en los esquemas grado III/IV respecto al grupo placebo (63%-98%) así como
concomitantes. en la duración de la mucositis (3 días-9 días) y el uso de
El dolor iatrogénico por irradiación es un dolor multifacto- analgésicos opioides con significación estadística (212-535
rial en el que se implican el dolor producido por el tumor y mg. de morfina, p < 0.001). Acompañando a este artículo
sus metástasis, los tratamientos oncológicos y las patologías existe un editorial de Garfunkel en el que se señala que la
asociadas. Por tanto su tratamiento requiere medidas gene- mucositis producida por quimioirradiación no es únicamen-
rales de soporte, tratamiento específico según la localización te un proceso epitelial, sino que incluye el daño microvascu-
irradiada y tratamiento del dolor con anestésicos locales así lar resultante de la apoptosis de células endoteliales, el in-
como analgésicos según la escala de la OMS. La toxidad cremento de los niveles del factor de necrosis tumoral y la
grado I habitualmente es asintomática. Es conveniente utili- interlukina 6, así como diferencias genéticas en la apoptosis
zar los analgésicos desde las primeras manifestaciones del de los tejidos.
dolor. Un ejemplo lo constituye la irradiación del área de ca-
beza y cuello en el que el tratamiento analgésico es funda-
mental para evitar que el dolor interfiera con la nutrición del Conclusiones
paciente. Iniciamos con fármacos del primer escalón con
presentaciones que faciliten la deglución (ej: Ibuprofeno en Para un correcto tratamiento del dolor, se deben identifi-
sobres); si no mejora pautamos fármacos del segundo esca- car y evaluar los síndromes dolorosos más comunes en pa-
lón (ej: solución de Tramadol). La mucositis del área de ca- cientes oncológicos. La formación adecuada capacita para
beza y cuello cursa con dolor tipo nocioceptivo visceral-so- realizar un tratamiento satisfactorio del dolor. El dolor iatro-
mático que responde bien a opiaceos tipo parche de fentani- génico por irradiación es un dolor multifactorial que precisa
lo (tercer escalón). La plexopatía braquial post-RT es un un tratamiento adecuado para evitar en lo posible las altera-
ejemplo de dolor neuropático. Este dolor es resistente a opia- ciones en los esquemas terapéuticos propuestos. Son necesa-
ceos. El tratamiento analgésico incluye coadyuvantes tipo rios estudios fase III con fármacos que disminuyan la toxici-
antidepresivos tricíclicos (amitriptilina) o anticonvulsivos (car- dad de los esquemas de tratamiento que incluyan un tiempo
bamazepina, gabapentina). de irradiación.
Existen escasas publicaciones sobre guías de práctica clí-
nica específicas del manejo dolor iatrogénico postirradia-
ción. Recientemente The Mucositis Study Section of the Multi-
national Association of Supportive Care in Cancer Bibliografía
(MASCC)/Internacional Society for Oral Oncology (ISOO)
Campos C, Carrulla J, Casas A, et al. Manual SEOM de Cuidados
han desarrollado la Guia de Práctica Clínica para la preven-
Contínuos. 2004. Pag. 455-500.
ción y tratamiento de la mucositis gastrointestinal producida
por los tratamientos oncológicos. Pérez Romasanta LA, Calvo Manuel FA. Guía terapeútica de soporte
Contreras et al. presentan su experiencia en la utilización en Oncología Radioterápica. 2ª edición. Masson 2004. Cap.
16: Dolor. Pag. 265-296.
de Fentanilo transdérmico en 106 pacientes que reciben tra-
tamiento radioterápico con intención radical sobre cualquier Porta J, Gómez-Batiste X, Tuca A. Control de síntomas en pacientes
localización tumoral (74% cabeza y cuello) con dolor asocia- con cáncer avanzado y Terminal. Arán 2004. Cap. 3: Dolor.
do a la inflamación mucosa. En el 66% de los casos la muco- Pag. 33-90.
sitis es grado III. Se empleó el fentanilo tras el primer escalón Gabriel SE. Cancer Pain Relief with a Guide to Opioid Availability.
(sin opioides menores) en el 64% de los casos. La intensidad 2nd ed. Geneva: World Health Organization; 1996.
media del dolor (escala EVA) al iniciar el tratamiento con Max MB, PayneR, Edwards WT, Sunshine A, Inturrisi CE. Principles
fentanilo era 7.13 y con el tratamiento disminuyó a 3.5. Se of Analgesic Use In the Treatment of Acute Pain and Cancer
empleó la dosis de 25 ug/h en el 92%. El 81% de los pa- Pain. 4th ed. Glenview, IL: American Pain Society; 1999.
cientes no interrumpe la radioterapia pese a que en el 55% Pérez C, Brady L, Halperin E, Schmidt-Ullrich R. Principles and prac-
de los casos es concomitante con quimioterapia. tice of Radiation Oncology. 4ª edición. Lippincott Williams and
En la actualidad se están ensayando nuevos agentes que Wilkins 2004. Cap. 89: Pain management. Pag. 2412-2425.
favorecen la reparación celular en la mucositis. En un estudio Foley K. Pain syndromes in patients with cancer. Medical Clinics of
fase III presentado en ASCO 2004, 2084 pacientes diagnos- North America 1987; 71: 169-184.
ticadas de cáncer de mama que recibieron al menos tres ci- Curran WJ. Phase III comparison of sequential versus concurrent
clos de un régimen de quimioterapia que incluye antracicli- chemoradiation for patients with unresected stage III non-small-
nas, fueron tratadas con L-glutamina oral (“Saforis”) o place- cell lung cancer (NSCLC): initial report of radiation therapy on-
bo. El tratamiento con glutamina redujo en un 22% la inci- cology group. RTOG 9410. Proc Am Clin Oncol 2000; 19:484
dencia de mucositis moderada-severa en el primer ciclo de (abstr 1891).

36
Oncología, 2005; 28 (3):139-143

Contreras J, Medina JA, Villanueva A, et al. Fentanilo transdérmico Rubenstein EB, Peterson DE, Schubert M, et al. Clinical practice gui-
como tratamiento de soporte del dolor en pacientes con mucosi- delines for the prevention and treatment of cancer therapy-indu-
tis de cualquier localización asociada a radioterapia de inten- ced oral and gastrointestinal mucositis. Cancer 2004 May 1;
ción radical. V Congreso Nacional de FESEO. Oncología 2004; 100 (9 Suppl): 2026-2046.
6 (suplemento 1): 36-37. Spielberger R, Stiff P, Bensinger W, et al. Palifermin for oral mucosi-
Sutherland SE, Brownman GP. Prophylaxis of oral mucositis in irra- tis after intensive therapy for hematologic cancers. The New En-
diated head and neck cancer patients: a proposed classification gland Journal of Medicine 2004; 351: 2590-2598.
scheme of interventions and metaanalysis of randomized contro- Portenoy RK. Lesage P. Management of cancer pain. Lancet 1999;
lled trials. Int. J. Radiant Oncol Biol Phys 2001; 49: 917-930. 353 (9165): 1695-1700.

37
REVISIÓN 271

Rev Soc Esp Dolor


2015; 22(6): 271-274

Valoración del dolor en el anciano


M.P. Sáez López1, N. Sánchez Hernández2, S. Jiménez Mola3, N. Alonso García2 y J.A. Valverde García2
1
Unidad de Geriatría y 2Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Complejo Asitencial de Ávila.
Ávila. 3Unidad de Geriatría. Complejo Asistencial de León. León

test diagnósticos y algunas escalas. La elección del instrumento


Sáez López MP, Sánchez Hernández N, Jiménez Mola S, depende del nivel cognitivo, visual, auditivo y capacidad comu-
Alonso García N, Valverde García JA. Valoración del dolor nicativa de cada paciente.
en el anciano. Rev Soc Esp Dolor 2015;22(6):271-274.
Palabras clave: Dolor. Anciano. Valoración.

ABSTRACT

Pain is suffered by 50-80% of the population older than 65. EPIDEMIOLOGÍA


Epidemiological data suggests increasing prevalence of chronic
pain and frailty with advancing age. Elderly patients are more La prevalencia cruda de cualquier tipo de dolor oscila
likely to have multiple chronic health pathologies, declining desde 0 al 93%. Esta variación puede ser debida al tipo de
function and frailty. The barriers present for patients, providers población, y al método y definición utilizada en los estudios.
and health systems also negatively impact effective pain con-
La prevalencia de dolor crónico en ancianos que viven
trol. Pain assessment and determination of its mechanism is the
key to optimal pain control. Pain can be rated using a medical en la comunidad es del 25-76%, mientras que en residencia
history, physical examination, diagnostic test and some scales. aumenta hasta 83-93%. La mayoría de los estudios encuen-
Choices of pain measurement tools are dependent upon the tran mayor prevalencia de dolor en mujeres (1:3 según el
patient´s cognitive, visual, auditory and communicative status. estudio EPIDOR) (1,2).
Hay numerosos estudios que evalúan la evolución del
Key words: Pain. Elderly. Assessment. dolor con la edad, con resultados inconsistentes, aunque
predominando los que concluyen que el dolor aumenta en
los más mayores (2).
RESUMEN
Tanto el sistema nervioso central como el periférico es-
Un porcentaje variable entre el 50 al 80% de los mayores tán afectados por la edad, con reducción de B-endorfina y
de 65 años sufren dolor. Según los datos epidemiológicos el síntesis de GABA en el tálamo lateral, menor concentra-
dolor aumenta en pacientes ancianos y frágiles. La prevalencia ción de GABA central y de receptores de serotonina, menor
de pluripatología, deterioro funcional y fragilidad aumenta con velocidad de procesamiento nociceptivo y menor función
la edad. Las barreras que existen por parte de pacientes, sani- de las fibras C y Adelta (3).
tarios y administraciones en cuanto a los tratamientos farmaco-
No existe clara evidencia de las diferencias en número de
lógicos dificultan el adecuado control del dolor. La evaluación y
determinación de la causa del dolor es la clave para conseguir su nociceptores o aferentes nociceptivos primarios en los ancia-
control. Su evaluación debe incluir historia clínica, exploración, nos. Sí que se han comunicado algunos hallazgos como des-
censo de la nocicepción para estímulos de presión, aumento
de la tolerancia al dolor cutáneo, reducción de la tolerancia al
dolor profundo y tiempo de reacción más largo a la percep-
Recibido: 01-12-14.
Aceptado: 15-04-15.
ción del primer dolor. De estos resultados se puede deducir
272 M.P. SÁEZ LÓPEZ ET AL. Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 22, N.º 6, Noviembre-Diciembre 2015

que en el anciano predominan las fibras C sobre las Adelta, registrando las distintas terapias utilizadas y su eficacia. Debe
caracterizando el dolor como más lento, sordo y profundo (4). continuarse con una exploración física, para concretar la loca-
Según 22 estudios consultados, la localización del dolor lización y tipo de dolor. Además, se debe interrogar sobre la re-
más frecuente en ancianos es espalda/columna, piernas (ro- percusión en la vida diaria, a nivel funcional, afectivo y social.
dilla o cadera) y otras articulaciones, causado por artrosis y Especial importancia tiene en el anciano la evaluación
lumbalgias crónicas (2), lo que hace del dolor nociceptivo estandarizada de la capacidad funcional, ya que el dolor con-
el más frecuente. diciona un deterioro de la misma, pudiendo provocar una
Pero también el dolor neuropático representado por neu- situación de dependencia a veces irreversible si no se detecta
ropatías diabéticas, polineuropatías dolorosas, nutricionales de forma precoz. Esta información puede ayudar al diagnós-
por déficit de vitaminas del complejo B, y especialmente la tico de dolor, ya que con frecuencia los ancianos pierden la
neuralgia postherpética son frecuentes en el anciano (5). La movilidad y la autonomía para evitar maniobras dolorosas.
repercusión del dolor en las personas mayores es aún peor También sirve para establecer los objetivos del tratamiento y
que en el adulto joven. Conlleva aislamiento, depresión, comprobar la eficacia, incluyendo la recuperación funcional
sufrimiento, insomnio, deterioro funcional, caídas, altera- entre dichos objetivos, además de la analgesia.
ción cognitiva, polifarmacia, malnutrición y aumento del Existen numerosos instrumentos de evaluación funcio-
coste (6,7), con la consiguiente pérdida de calidad de vida. nal, aunque los más utilizados son el Índice de Lawton y
Por otro lado, el 60% de dolor postoperatorio evoluciona Brody para actividades instrumentales y el Índice de Bar-
a dolor crónico, siendo la intensidad y el mal control el thel para actividades básicas.
principal factor de riesgo (8). Además de la información aportada por el paciente, el uso
La Encuesta EPIC (Dolor por cáncer en Europa) sobre de escalas de valoración aumenta la sensibilidad diagnóstica
prevalencia, tratamiento e impacto del dolor por cáncer, y facilita el seguimiento del síntoma y su propio tratamiento.
realizada en 12 países europeos, encontró que el dolor es el El instrumento ideal debe ser sencillo de aplicar y válido
primer síntoma que induce a los pacientes a buscar atención para cualquier paciente, incluyendo aspectos sobre la per-
médica, cuando se les detecta el cáncer. En el 33% de los cepción del dolor y estado psicológico del paciente (11).
europeos, el dolor es el síntoma clave para el diagnóstico – La escala analógica visual que mide la intensidad de
de cáncer y hasta el 75% de los pacientes con cáncer se dolor mediante una línea de 10 cm de longitud en
quejan de dolor asociado con la enfermedad, pero un cuarto cuyos extremos figura ausencia de dolor y dolor máxi-
de estos pacientes no recibían tratamiento analgésico (9). mo, suele ser sencilla y fácil de aplicar. De cualquier
En el anciano existen algunas circunstancias que com- forma, proporciona más fallos en ancianos con bajo
plican tanto la evaluación y diagnóstico del dolor como nivel cultural o deterioro cognitivo, déficit motor o
las posibilidades terapéuticas. Este grupo de edad suele ser en muy mayores. La escala verbal descriptiva, que
excluido de los ensayos clínicos, lo que dificulta el mejor contempla dolor leve-moderado-severo, puede resul-
conocimiento de sus problemas. La elevada prevalencia tar más fácil de entender para este tipo de pacientes.
de alteraciones senso-perceptivas, problemas cognitivos y – Los resultados obtenidos en escalas pictóricas (de
motores limitan la comunicación y por tanto el diagnóstico. caras) como FPS, se afectan menos en pacientes con
Se debe sospechar que sufra dolor ante síntomas tan ines- demencia o bajo nivel educativo. Cuentan con bue-
pecíficos como confusión, aislamiento y apatía. La pluripa- nas propiedades psicométricas en personas mayores
tología coexistente (40% de los ancianos tienen al menos 3 españolas con bajo nivel cultural porque solo tienen
enfermedades) y la polifarmacia, predispone a interaccio- que elegir entre diferentes caras, eliminando el com-
nes farmacológicas y mayor toxicidad, sin olvidar tasas de ponente verbal.
falta de adherencia del 50% y de automedicación del 80%. – Sin embargo, cuestionarios multidimensionales que
Además, con la edad ocurren múltiples cambios fisio- abarcan aspectos como localización, intensidad del
lógicos que pueden alterar la farmacocinética y farmaco- dolor, evolución temporal, repercusión afectiva y
dinamia de los fármacos, complicando aún más el manejo funcional como Cuestionario McGill o Brief Pain
del dolor (10). Inventory, suelen ser difíciles de aplicar y no resultan
válidos en deterioro cognitivo, por lo que se reservan
para investigación.
CARACTERÍSTICAS DE LA EVALUACIÓN
DEL DOLOR EN EL ANCIANO
VALORACIÓN DEL DOLOR EN PACIENTES
Gran parte de la valoración del dolor en el anciano coincide CON DEMENCIA
con la realizada a otras edades. Se debe iniciar con una com-
pleta historia clínica que contemple características del dolor, Los pacientes con demencia, especialmente si es mo-
forma de inicio, desencadenantes, variaciones, irradiación, derada o severa, suelen tener dificultades para expresar el
VALORACIÓN DEL DOLOR EN EL ANCIANO 273

Oncología, 2005; 28 (3):139-143


dolor, lo que conlleva falta de diagnóstico y de tratamiento. para mejorar el diagnóstico. Para ello, son útiles los autoin-
Solo el 16% de pacientes dementes con patología dolorosa formes y la observación del paciente, que en estos casos se
recibían analgésicos en una residencia (12). También pa- pueden manifestar como vocalizaciones, quejidos, gritos,
cientes con fractura de cadera y demencia se utiliza 1/3 de muecas o gestos faciales, movimientos corporales anor-
la dosis de morfina habitual y el 76% no tenían tratamiento males, alteraciones de conducta, insomnio y delirium. Al-
para el dolor incidental (13). gunas variables fisiológicas pueden resultar útiles, aunque
El tratamiento empírico con paracetamol cada 8 h pau- no específicas, como: TA, frecuencia respiratoria, sudora-
tado en pacientes con demencia moderada-severa en 25 ción palmar, liberación hormonas de estrés, liberación de
residencias en un estudio randomizado, controlado con cortisol y concentraciones de endorfinas (21). También la
placebo consigue mayor interacción social y mejoría del información de familia y cuidador puede ser útil, aportando
lenguaje y del comportamiento (14). mayor valor cualitativo que cuantitativo.
En pacientes con demencia no se aprecian cambios en Existen escalas para evaluar el dolor en pacientes con
el umbral de respuesta al dolor, pero sí en la tolerancia demencia. Cuando esta es moderada se pueden utilizar las
al mismo, es decir, aunque el componente sensitivo está escalas descriptivas verbales. Sin embargo, en el grado
indemne, el componente afectivo sí que se encuentra mo- severo se deben utilizar las que evalúan gestos, verbaliza-
dificado (15). Existen algunas diferencias en la percepción ciones y lenguaje corporal como Doloplus 1, Algoplus 2 y
del dolor, según el tipo de demencia: DS-DAT Discomfort Scale-Dementia 3.
Se sabe que la respuesta autonómica al dolor decrece en Lo cierto es que aunque se dispone de numerosos ins-
pacientes con enfermedad de Alzheimer (EA), debido a la trumentos de evaluación, muchos de ellos requieren una
localización de las lesiones de la EA (16). validación, así como demostrar su utilidad en la práctica.
La demencia vascular tiene incrementado el componente Además no son capaces de distinguir entre el tipo de dolor,
emocional del dolor, ya que las lesiones de sustancia blanca ni su cronología y tampoco contemplan el dolor en dife-
incrementan la sensibilidad por desaferentación, lo que se rentes circunstancias (descanso, realización de actividades
relaciona con la presencia de dolor central (17). básicas o movilizaciones).
En la demencia frontotemporal se aprecia una reducción Las dificultades del reconocimiento del dolor en pa-
del procesamiento y del componente emocional, con mayor cientes con demencia, junto con las barreras existentes
tolerancia al mismo (18). sobre el uso de determinados analgésicos, contribuyen
En la demencia de Cuerpos de Lewy se reduce la percep- a que el personal que les atiende no esté suficientemen-
ción del dolor y del sufrimiento, con lesiones en la sustan- te preparado para detectarlo y tratarlo adecuadamente.
cia blanca similares a las de EA pero con mayor alteración Pero impartirles una adecuada formación y entrenamiento
en el área para–silviana (19). en la evaluación y manejo tanto farmacológico como no
El 60-80% de pacientes con demencia de una residen- farmacológico del dolor, puede mejorar en gran medida
cia sufrían dolor predominantemente de origen osteo- su competencia en el abordaje de este problema. Se pue-
muscular, gastrointestinal, genitourinario y por úlceras den encontrar recomendaciones prácticas y útiles para el
por presión (20). El dolor de órganos internos o piel es personal de enfermería que trabajan en residencias en la
más difícil de evaluar en estos pacientes que el osteo- página www.geriatricpain.org. No obstante, el cambio en
muscular que suele reproducirse con los movimientos. el manejo pasa por implicar a todo el equipo multidisci-
El dolor crónico también es más difícil de detectar que plinar que atiende a estos pacientes, con sensibilización,
el dolor agudo. y una formación adecuada (22).
Por tanto, en pacientes con demencia, debemos tener En la tabla I se sugieren las escalas más adecuadas según
aún más conciencia de la posibilidad de que sufre dolor el grado de deterioro cognitivo (15,23).

TABLA I. ESCALAS DE VALORACIÓN DEL DOLOR EN PACIENTES CON DIFERENTES GRADOS


DE DETERIORO COGNITIVO
Nivel cognitivo Escala evaluación del dolor Comentario
Intacto EVA o VAS, NRS, VRS y FPS 1.º NRS y VRS
Utilizar VAS en vertical
Deterioro leve-moderado VRS, Pain Termometer, FPS Precisan más explicaciones y más tiempo
Deterioro severo Doloplus-2, Algoplus, DS-DAT 1.º Algoplus por ser más corto
VAS: visual analogue scale; NRS: numeric rating scale; VRS: verbal rating scale; FPS: facial pain scale.

273
274 M.P. SÁEZ LÓPEZ ET AL. Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 22, N.º 6, Noviembre-Diciembre 2015

11. J Gutierrez Rodríguez. Clasificación etiopatogénica y


CORRESPONDENCIA: valoración. En: Guía de buena práctica clínica en Geriatría.
María del Pilar Sáez López Dolor crónico en el anciano; 2012. p. 25-35.
Unidad de Geriatría 12. Farrell MJ, Katz B, Helme RD. The impact of dementia on
Complejo Asistencial de Ávila the pain experience. Pain 1996;67(1):7-15.
Av. Juan Carlos I, s/n 13. Engle VF, Graney MJ, Chan A. Accuracy and bias of
05071 Ávila licensed practical nurse and nursing assistant ratings of
e-mail: pisalop@gmail.com
nursing home resident pain. J Gerontol A Biol Sci Med Sci
2001;56:M405-11.
14. Chibnall JT, Tait RC, Harman B, Luebbert RA. Effect of
acetaminophen on behavior, well-being, and psychotro-
BIBLIOGRAFÍA pic medication use in nursing home residents with mode-
rate-to-severe dementia. J Am Geriatr Soc 2005;53(11):
1. Gamero F, Gabriel R, Carbonell J, et al. El dolor en las con- 1921-9.
sultas de Reumatología españolas: estudio epidemiológico 15. Alaba J, Arriola E, Navarro A, González MF, Buiza C,
EPIDOR. Rev Clin Esp 2005;205:157-63. Hernández C, et al. Demencia y dolor. Rev Soc Esp Dolor
2. Abdulla A, Adams N, Bone M, Elliott AM, Gaffin J, Jones 2011;18(3):176-86.
D, et al.; British Geriatric Society. Guidance on the mana- 16. Benedetti F, Arduino C, Vighetti S, Asteggiano G, Tarenzi L,
gement of pain in older people. Age Ageing 2013;42(Supl. Rainero I. Pain reactivity in Alzheimer patients with diffe-
1):i1-57. DOI: 10.1093/ageing/afs200. rent degrees of cognitive impairment and brain electrical
3. Gibson SJ, Farell MJ. A review of age differences in the activity deterioration. Pain 2004;111(1-2):22-9.
neurophysiology of nociception and the perceptual expe- 17. Mori E. Impact of subcortical ischemic lesions on behavior
rience of pain. Clinical Journal of Pain 2004;20:227-39. and cognition. Ann NY Acad Sci 2002;977:141-8.
4. López Mongil R, López Trigo JA. Prevalencia y fisiopa- 18. Bathgate D, Snowden JS, Varma A, Blackshaw A, Neary D.
tología del dolor crónico en el anciano. En: Guía de buena Behaviour in frontotemporal dementia, Alzheimer´s disea-
práctica clínica en Geriatría. Dolor crónico en el anciano; se and vascular dementia. Acta Neurol Scand 2001;103:
2012. p. 9-23. 367-78.
5. Catalá E, Ferrándiz M. Neuralgia postherética. En: Serra 19. Burton EJ, Karas G, Paling SM, Barber R, Williams ED,
Catafau. Tratado de dolor neuropático. Madrid: Ed Médica Ballard CG, et al. Patterns of cerebral atrophy in dementia
Panamericana; 2007. p. 369-79. with Lewy bodies using voxel-based morphometry. Neuroi-
6. Martinez-Vazquez de Castro J, Torres LM. Prevalencia del mage 2002;17:618-30.
dolor postoperatorio. Alteraciones fisiopatológicas y sus 20. Corbett A, Husebo B, Malcangio M, et al. Assessment and
repercusiones. Rev Soc Esp Dolor 2000;7:465-76. treatment of pain in people with dementia. Nat Rev Neurol
7. Leveille SG, Jones RN, Kiely DK, Hausdorff JM, Schmer- 2012;8(5):264-74.
ling RH, Guralnikl JM, et al. Chronic musculoskeletal pain 21. Gagliese l. Assesmento of pain in elderly people. In: Turck
and the occurrence of falls in an older population. JAMA DC, Melzack R editors. Handbook of Pain Assesement.
2009;302:2214-21. New York-London: The Guilford Press; 2001. P. 119-33.
8. Rathmell JP, Wu CL, Sinatra RS, Ballantyne JC, Ginsberg B, 22. Hadjistavropoulos T, Janzen Claude JA, Hadjistavropou-
Gordon DB, et al. Acute post-surgical pain management: A los H, Marchildon GP, Kaasalainen S, Gallagher R, et al.
critical appraisal of current practice regional anesthesia and Stakeholder opinions on a transformational model of pain
pain medicine. Reg Anesth Pain Med 2006;31(4 Supl. 1):1-42. management in long-term care. J Gerontol Nurs 2011;37(7):
9. Breivik H, Borchgrevink PC, Allen SM, et al. Assessment 40-51.
of pain. Br J Anaesth 2008;101:17-24. 23. Torvik K, Kaasa S, Kirkevold Ø, Saltvedt I, Hølen JC,
10. Rastogi R, D Meek B. Management of chronic pain in elderly, Fayers P, et al. Validation of Doloplus-2 among nonverbal
frail patients: Finding a suitable, personalized method of con- nursing home patients-an evaluation of Doloplus-2 in a cli-
trol. Clinical Interventions in Aging 2013; 8:37-46. nical setting. BMC Geriatr 2010;10:9.
Rev Soc Esp Dolor. 2009;16(6):344-351
VOL UM EN 16, N.º 6 A GOST O-S EPTIEM BRE 2009

REVISTA DE LA SOCIEDAD
Oncología, 2005; 28 (3):139-143 Editorial
D olor y défi c it neur ológ ic os tr as

J.A . L ópez L ópez

No t a d el ed ito r
Acr edit ac ión de la R ES ED 3 0 6
305
Notas clínicas
D éfic it s neur ológ ic os y ar ac noiditis
pr oc edim ient os anest ésic os espinales sec undar ios a anest esia neur oax ial:
r ol de par est esias, punc iones dur ales,
anest ésic os loc ales y g éner o. P r ot oc olo
par a su t r at amient o
A . R am írez B erm ej o, J. A. Al drete,
N.C. Godínez Cubillo, S. Bautista Sánchez,

ESPAÑOLA DEL DOLOR


Originale s R. Ghaly y A . Kassian R ank 33 0

C om par ación de la efi c ac ia en el aliv io


P r ev alenc ia de dolor en pac ient es
del dolor neur opát ic o c r ónic o ag udiz ado
g er iátr ic os inst it uc ionaliz ados
c on ox ic odona m ás lidoc aína int r av enosas
J. Ál aba y E. A rriol a 3 44
fr ent e a tr amadol m ás lidoc aína
intr av enosas
Re visión MBE
J.S. Juárez Pic hardo, A.A. Kassian Rank,
R ev isión del t ratamient o c on c or ticoides
A.L. Hernández Pérez y Y. Ramírez Tapia 30 7
en el dolor de espal da seg ún la m edic ina
basada en la ev idenc ia
El dolor en los pac ient es hospit aliz ados:
F. N eira y J .L . Orteg a 3 52
est udio t r ansv er sal de la inf or m ac ión,
la ev aluación y el t r at am ient o
Form ac ión co nt inu ada 37 0
E. Arbonés, A. M ontes, M. Riu,
C. Farriols y S . M íng uez 31 4
Boletín de la Sociedad Españo la del Do lor
V alor ac ión de f ac t or es soc iales y c línic os N ot ic ias, C ong r esos y C ur sos 371
en el síndr om e de fi br om ialg ia
M. Salg ueiro, I. B uesa, Z. Aira, P. M ontoy a,
J. B ilbao y J.J. A zk ue 32 3

www.elsevier.es/resed C GC OM
Ac ti vid ad acredit ada
en bas e a la
encomienda de
gesti ón conc edida por
los M inist eri os de
Sani dad y Polític a
Social y M inist er io de
Educ ac ión al C onsej o
Gener al
de C oleg ios Ofi c iales d e M é dic os
c on
SEA FO RME C 2, 9 C RÉ DI TO S
eq uimval
a Esen
p añte
ol sd eaA 1 cr 2
e dihtac ió n le c ti vas. COM ISIÓN
oras

NOTA CLÍNICA
Si s te
www.form acion. elsev ier.es/r esed DE
F O R M A C IÓ N
UADA SNS d e l a Fo r maci ón Méd ic a Con ti nu ad a CONT IN

Prevalencia de dolor en pacientes geriátricos institucionalizados


J. Álaba* y E. Arriola

Geriatría, Fundación Matia, San Sebastián, España

Recibido el 18 de marzo de 2009; aceptado el 1 de junio de 2009

PALABRAS CLAVE Resumen


Valoración del dolor; Objetivo: Valorar la presencia de dolor en población geriátrica institucionalizada.
Anciano; Material y método: Estudio descriptivo, transversal, que determina la prevalencia y ca-
Residencias asistidas racterísticas del dolor en el medio residencial en pacientes sin deterioro cognitivo y en
aquellos con demencia, a través de la escala observacional PAINAD.
Resultados: Residencia de 187 residentes con una edad media de 84 años, siendo un 74%
mujeres, con una dependencia severa en un 40% de éstos, con una prevalencia de demen-
cia en el 64% de los residentes. La prevalencia de dolor es del 61%, principalmente noci-
ceptivo somático con relación a patologías osteoarticulares, en un 64% es diario y en un
29% de intensidad severa. La escala de valoración de la intensidad más cumplimentada
es la escala numérica del dolor. Hay correlación entre la presencia de dolor y la capaci-
dad funcional como con el nivel de ansiedad. Los pacientes con demencia, en un 22%
presenta puntuaciones > 4 en la escala PAINAD, objetivándose correlación entre la pre-
sencia de dolor con la capacidad funcional, estado afectivo y conductual, y hay correla-
ción baja (r: 0.24) entre los trastornos de conducta y la presencia de dolor.
Conclusiones: La detección sistemática y estructurada del dolor en pacientes geriátricos
debe constituir un requisito básico de atención dada su prevalencia para alcanzar de
forma real una adecuada calidad de vida y de cuidado en dicha población.
© 2009 Sociedad Española del Dolor. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los
derechos reservados.

* Autor para correspondencia.


Correo electrónico: jalaba@matiaf.net (J. Álaba).

1134-8046/$ - see front matter © 2009 Sociedad Española del Dolor. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados

275
Pevalencia del dolor en pacientes geriátricos institucionalizados 345

KEYWORDS Pain prevalence among the elderly in care homes


Pain assessment;
Elderly; Abstract
Care homes Objective: To assess the presence of pain among elderly residents in care homes.
Material and method: We performed a descriptive cross sectional study to establish the
prevalence and characteristics of pain in residents of a care home without cognitive
impairment and in those with dementia using the observational Pain Assessment in
Advanced Dementia (PAINAD) scale.
Results: The evaluation was performed in a care home with 187 residents with a mean
age of 84 years. Seventy-four percent were women, 40% had high dependency and the
prevalence of dementia was 64%. The prevalence of pain was 61%, mainly nociceptive
and somatic pain related to osteoarticular disease. Daily pain was experienced by 64%
and severe pain by 29%. The most frequently used pain intensity evaluation scale was the
numerical pain scale. There was some correlation between the presence of pain and
functional capacity and anxiety. Twenty-two percent of patients with dementia scored
more than 4 points on the PAINAD scale and a correlation was found between the presence
of pain and functional capacity and emotional and behavioral states. A low correlation (r:
0.24) was found between behavior disorders and the presence of pain.
Conclusions: Given the high prevalence of pain in elderly residents of care homes,
systematic and structured pain detection may be a basic requirement to achieve adequate
quality of life and quality of care in this setting.
© 2009 Sociedad Española del Dolor. Published by Elsevier España, S.L. All rights
reserved.

Introducción 66% en mujeres, aumentando con relación a la edad, por lo


que puede considerarse un factor de riesgo de reducción
El envejecimiento de la población está provocando nuevas del umbral álgico5. La presencia de comorbilidad en la po-
necesidades de atención y esta nueva realidad va a modifi- blación geriátrica es muy frecuente, especialmente de pro-
car la atención sanitaria, social, política y económica de los cesos osteoarticulares (osteoartritis, osteoporosis y sus con-
países desarrollados. El índice de envejecimiento, según secuencias como fracturas vertebrales y no vertebrales),
datos del padrón del año 2003, es del 17% (población mayor por lo que va a ser frecuente la aparición de dolor.
de 65 años entre el total de la población) estimándose, se- La presencia de dolor está relacionada con trastornos del
gún proyecciones demográficas, que para el año 2050 alcan- sueño, alteraciones nutricionales, depresión, deterioro fun-
zará el 35%; España es, tras Japón, el segundo país más cional y aumento de recursos sanitarios, aspectos todos
envejecido del mundo. El tramo de edad que más va a cre- ellos que alteran en gran medida la calidad de vida de la
cer es el de los mayores de 80 años, que pasarán del 4 al persona y de su entorno, con la circunstancia de tratarse de
11% provocando el fenómeno conocido como “envejeci- personas con expectativa de vida corta6,7.
miento del envejecimiento”1,2. Con relación a los cambios que se producen con el enve-
El dolor debe considerarse como un síndrome geriátrico, jecimiento, el paciente geriátrico presenta problemas para
al ser fuente de deterioro funcional, de causa multifactorial la discriminación y localización del dolor. La respuesta pue-
y cuya identificación depende de una valoración multidisci- de ser de menor intensidad y más lenta que en población
plinar. Sin embargo, el dolor se encuentra infradiagnostica- adulta. La experiencia sensorial y emocional dependerá, en
do e infratatado, por lo que la Asociación Internacional de gran medida, de influencias culturales, sociales, tipo de
Estudio del Dolor (IASP) declaró el año 2007 como el año del personalidad previa y estado afectivo. Con la edad aumenta
dolor en las personas mayores. la frecuencia de aparición de dolores atípicos como síntoma
Hay escasos datos de prevalencia en el ámbito nacional. de diversas enfermedades, retrasando su diagnóstico y, por
La prevalencia estimada de dolor es de un 25-40% en la co- tanto, dificultando el pronóstico y graduación de la grave-
munidad, aumentando a un 71-88% en medios residenciales. dad (p. ej., infarto agudo de miocardio sin dolor, abdomen
Se estima que la prevalencia de dolor crónico en población agudo asintomático)8.
geriátrica alcanza el 50-80%, y aumenta especialmente en El dolor maligno es más frecuente con el envejecimiento,
el último año de vida. En el 40% de los casos no se llega a ya que la presencia de neoplasias aumenta con la edad. Así,
alcanzar un adecuado control de éste. Por otro lado, es co- el 60% de todas las neoplasias y el 70% de todas las muertes
nocido que en dichos segmentos de población el uso de producidas por cáncer se desarrollan en personas mayores
opiáceos es menor3,4. de 65 años. Un adecuado control de síntomas y la correcta
En la Encuesta Nacional de Salud del año 2006, el por- identificación de necesidades psicológicas y espirituales ga-
centaje de personas mayores de 65 años que no tienen una rantizan un óptimo manejo del paciente geriátrico oncoló-
valoración positiva de su salud es del 52% en varones y del gico. En estudios en pacientes institucionalizados con dolor
346 J. Álaba et al

maligno, hasta el 29% presenta dolor diario, muchas veces prevalencia de dolor en población institucionalizada, valo-
no tratado. En ancianos de la comunidad con procesos on- rando las posibles variables asociadas y estableciendo mé-
cológicos en fase terminal, el 87-90% presenta dolor que en todos adecuados de detección del dolor, especialmente en
un 13% es de intensidad elevada9,10. las personas con problemas de comunicación.
En cuanto a los factores que influyen en una infrautiliza-
ción de recursos terapéuticos, se encuentran aspectos del
propio paciente, que lo asume como cambios inherentes a Material y método
la edad, miedo a molestar, incomodidad a realizar pruebas
complementarias; asimismo, la familia lo ve como cambios Se realiza un estudio descriptivo transversal a lo largo del
propios del envejecimiento y esta percepción la tienen año 2007 en 2 centros residenciales de San Sebastián, ges-
también algunos profesionales sanitarios. tionados por Fundación Matia: Residencia Alai-Etxe (69 resi-
Los problemas de comunicación y sensoriales (visuales y dentes) y Txara 1 (120 residentes).
auditivos) dificultan, en gran medida, la valoración adecua- En los pacientes sin deterioro cognitivo se recoge infor-
da del dolor así como la creencia o el miedo a reacciones mación acerca de la presencia de dolor en las últimas 2 se-
adversas a fármacos, limitando la utilización de fármacos manas, recogiendo sus características, localización, inten-
adecuados para su control. sidad, frecuencia, historia farmacológica, escalas de
Las personas con deterioro cognitivo presentan una doble valoración afectiva (Yesavage), ansiedad (Hamilton), capa-
discriminación: primero por la edad, y segundo por la enfer- cidad funcional (índice de Barthel), comorbilidad (índice de
medad neurodegenerativa que dificulta la comunicación. Charlson). Para valorar la intensidad del dolor se administra
Así, hay estudios en paciente con demencia y fractura de la escala visual analógica (EVA), escala numérica del dolor y
cadera, donde se administra un 50% menos de opiáceos con escala descriptiva del dolor, con el objetivo de identificar
relación a controles sin demencia. Es frecuente la presenta- en dicha población la más adecuada.
ción de dolor en forma de trastornos conductuales, cuadro En los residentes con deterioro cognitivo se pasa la esca-
confusional, disminución de movilidad y posturas antiálgi- la PAINAD (Pain Assessment in Advanced Dementia)13 que
cas que, en último término, provocan sobrecarga del cuida- contempla aspectos no verbales y de respuesta vegetativa,
dor principal11,12. Para realizar una adecuada valoración de como el tipo de respiración, verbalización, expresión fa-
un aspecto tan subjetivo como el dolor en pacientes con cial, lenguaje corporal, consolabilidad, con una puntuación
dificultad de comunicación, es fundamental disponer de in- de 0 a 10. El cuestionario se administra a los auxiliares o
formación adecuada por parte de los cuidadores habituales, gerocultores que hayan estado en contacto con la persona
formales e informales. que se estudia las últimas 2 semanas (tabla 1). La valora-
La detección precoz y sistemática del dolor debe consti- ción afectiva se determina a través de la escala de depre-
tuir una prioridad asistencial en el paciente geriátrico. Con sión de Cornell, y la valoración conductual mediante la es-
este objetivo, se ha realizado un estudio para determinar la cala NPI-NH (Neuropsichiatric Inventory-Nursing Home).

Tabla 1 PAINAD (Pain Assessment in Advanced Dementia)

0 1 2 Puntuación

Respiración independiente Normal Respiración Respiración dificultosa


de la verbalización- ocasionalmente y ruidosa. Largos
vocalización del dolor dificultosa. Períodos períodos de
cortos de hiperventilación.
hiperventilación Respiración de Cheyne-
Stokes
Vocalización-verbalización Ninguna Gemidos o quejidos Llamadas agitadas y
negativa ocasionales. Habla con repetitivas. Gemidos
volumen bajo o con y quejidos en volumen
desaprobación alto. Llanto
Expresión facial Sonriente o Triste. Atemorizado. Muecas de disgusto
inexpresivo Ceño fruncido y desaprobación
Lenguaje corporal Relajado Tenso. Camina de forma Rígido. Puños cerrados.
angustiada. No para Rodillas flexionadas.
quieto con las manos Agarra o empuja.
Agresividad física
Consolabilidad No necesita que Se le distrae o se le Es imposible consolare,
se le consuele tranquiliza hablándole distraerle o
o tocándole tranquilizarle
Total
Pevalencia del dolor en pacientes geriátricos institucionalizados 347

Para el diagnóstico de los diferentes tipos de demencia se


Tabla 2 Cambios farmacocinéticos
siguen los criterios del DSM IV y del NINCDS-ADRA (National
Institute of Neurological and Communicative Disorders and Cambio fisiológico Proceso
Stroke and the Alzheimer’s Disease and Related Disorders afectado
Association).
A todos los residentes, en el momento del ingreso y pe- Reducción de la producción de ácido gástrico Absorción
riódicamente, se les realiza una valoración geriátrica in- Reducción de la tasa de vaciado gástrico
tegral, que incluye una valoración física (antecedentes Reducción de la movilidad gastrointestinal
personales, exploración física, hemograma y bioquímica, Reducción de flujo sanguíneo gastrointestinal
electrocardiograma, valoración nutricional), otra valora- Reducción de la absorción superficial
ción psíquica (cognitiva, afectiva y conductual), otra fun- Disminución de la masa total del organismo Distribución
cional a través de la determinación de actividades básicas Incremento del porcentaje de grasa corporal
de vida diaria (ayuda en higiene, alimentación, vestido, Disminución del porcentaje de agua corporal
continencia, marcha) con el índice de Barthel, y las activi- Disminución de albúmina plasmática
dades instrumentales de vida diaria (uso de teléfono, asun- Reducción de la masa del hígado
tos económicos, medios de transporte) con el índice de Metabolismo
Lawton y, por último, una valoración social. Reducción del flujo sanguíneo hepático
De los cambios farmacocinéticos que se producen en el Reducción de la capacidad metabólica
paciente geriátrico (taba 2), los más relevantes se deben a hepática (fase I)
los cambios en la eliminación urinaria; de esta forma, las Disminución de la filtración glomerular Excreción
cifras de creatinina no son representativas de la función Disminución de la función tubular
renal en el paciente geriátrico, por lo que se determina el
aclaramiento de creatinina según la fórmula de Cockroft y
Gault, excepto en los residentes con un índice de masa cor-
poral >35 o < 19 kg/m2, presencia de amputaciones o enfer- En un 64% de los residentes el dolor es diario o varias
medades neuromusculares. Según la National Kidney Foun- veces al día (tabla 4).
dation, se considera enfermedad renal crónica de acuerdo Para medir la intensidad del dolor la escala más utilizada
al aclaramiento de creatinina como grado 1 si es > 90 ml/ ha sido la escala numérica del dolor, que ha sido cumpli-
min, grado 2 de 60 a 90 ml/min, grado 3 de 30 a 60 ml/min, mentada por el 57% de la muestra; sin embargo, la EVA ha
grado 4 de 15 a 30 ml/min y grado 5 si es < 15 ml/min o sido cumplimentada por el 5,9% y la escala descriptiva del
precisa de terapia sustitutiva renal. dolor por un 14%.
El análisis estadístico se realiza con el sistema informáti- Mediante la escala numérica, un 56% refiere intensidad
co SPSS11.0, el cálculo de correlaciones entre las diferen- severa ≥ 6 puntos y, con la escala cuantitativa, es > 6 puntos
tes variables se realiza a través de pruebas no paramétricas en un 31%. Con las diferentes escalas se aprecia que en un
al ser una población muy seleccionada, no siguiendo las va- 29% de los residentes el dolor es muy intenso (≥ 6 puntos).
riables una distribución normal. El dolor es generalizado, sin una localización precisa, en
un 8% de los residentes. En los varones el dolor predomina
en la espalda y en las mujeres en las piernas.
Resultados En cuanto a los tratamientos analgésicos, se aprecia que
un 35,7%, en el momento del estudio descriptivo, está con
El tamaño muestral es de 187 residentes analizados, con fármacos del primer escalón de la escalera analgésica de la
una edad media de 84,8 años (desviación típica, 8,08), don- Organización Mundial de la Salud, un 4,8% en un segundo
de el 73,8% son mujeres. Siendo superior la edad media de escalón y un 4% con fármacos opiáceos mayores. Como
las mujeres que la de los varones, aunque ambas sobrepa- coadyuvantes, la prevalencia de uso de anticomiciales es
san la expectativa de vida, que en los varones es de 78 años del 18%, inhibidores selectivos de la recaptación de seroto-
y en las mujeres de 84 (tabla 3). nina en un 37%, triciclicos (principalmente amitriptilina) en
un 3%.
En la valoración funcional se aprecia que un 40% de los
residentes presenta dependencia grave o total, con una alta En el contraste de hipótesis, la presencia de dolor se co-
comorbilidad que indica la pluripatología de los residentes rrelaciona estadísticamente con la capacidad funcional (p <
y donde un 64% de los residentes cumple criterios clínicos 0,05, test Mann Whitney), y no hay correlación con la co-
de demencia. morbilidad, nivel de ansiedad (p = 0,09, test χ2) o de depre-
Un 79% de los residentes presenta aclaramientos de crea- sión. La intensidad del dolor se correlaciona con la capaci-
tinina < 60 ml/min, cuyo conocimiento es importante para dad funcional y nivel de ansiedad (coeficientes de correlación
el manejo farmacológico, garantizando la máxima seguri- de Spearman).
dad de los fármacos prescritos, especialmente en la pobla-
ción geriátrica donde la polifarmacia es frecuente.
Pacientes con deterioro cognitivo (tabla 5)

La escala de PAINAD es > 4 en un 22%, puntuando 0 puntos en


Residentes sin deterioro cognitivo
un 42% de los pacientes valorados, y no hay cambios estadís-
ticamente significativos con relación al tipo de demencia
La prevalencia de dolor es del 61%, principalmente de tipo
(demencia frontotemporal y mixta mayores puntuaciones
nocicéptivo somático y en menor porcentaje neuropático.
348 J. Álaba et al

Tabla 3 Datos descriptivos de la muestra

Media ± DE (IC del 95%)

Número 187
Edad 84,85 ± 8,08 (69,05-100,65)
Varones 80,49 ± 10,41 (60,09-100,89)
Mujeres 86,40 ± 6,44 (73,78-99,02)
Índice Charlson 4,16 ± 1,61 (1,01-7,31)

Frecuencia absoluta Frecuencia relativa (%)

Sexo
Varones 49 26
Mujeres 138 74
Capacidad funcional (Barthel)
Dependencia total (0-19) 57 30,5
Dependencia grave (20-39) 37 19,8
Dependencia moderada (40-59) 31 16,6
Dependencia leve (60-79) 24 12,8
Autonómo (> 80) 38 20,3
Aclaramiento de creatinina
ERC 1-2 (aclaramiento de creatinina > 60 ml/min) 39 21
ERC 3 (aclaramiento de creatinina 30-59 ml/min) 119 64
ERC 4 (aclaramiento de creatinina < 30 ml/min) 29 15
DE: desviación estándar; ERC: enfermedad renal crónica; IC: intervalo de confianza.

Tabla 4 Datos descriptivos del dolor en residentes Tabla 5 Datos descriptivos del dolor en residentes
sin demencia, n = 86 (46%) con demencia, n = 101 (64%)
Frecuencia Frecuencia PAINAD Frecuencia absoluta (%)
absoluta relativa (%)
0 42
Dolor 53 61 1-3 36
Tipo 4-6 17
Nociceptivo 40 75,4 >6 5
Neuropático 8 15
Media ± DE: 1,75 ± 2,33 (IC del 95%, 2,81-6,31)
Mixto 5 9,4
Frecuencia Tipos de demencia Media ± DE IC del 95%
Menos 1 vez/semana 3 4
1 vez semana 6 12 Alzheimer (53%) 1,95 ± 2,49 0-6,83 (> 4: 21%)
Varias veces/semana 10 20 Vascular (18%) 0,72 ± 1,12 0-2,91 (> 4: 0%)
Diario 12 22 Mixta (16%) 2,36 ± 2,56 0-7,37 (> 4: 25%)
Varias veces al día 22 42 Cuerpos de Lewy (3%) 1,50 ± 1,41 0-4,26 (> 4: 33%)
Localización Frontotemporal (7%) 2,67 ± 1,31 0-5,23 (> 4: 0%)
Cabeza 5 9,4 Otras (4%) 2,00 ± 0,82 0-3,60 (4: 0%)
Hombro 4 7,5 IC: intervalo de confianza.
Espalda 20 37,7
Rodillas 15 28,3
Pies 9 16,9
de cuerpos de Lewy). Al realizar análisis de regresión lineal
hay correlación entre la puntuación de la escala PAINAD con
el índice de Barthel (p = 0,036), escala de depresión de Cor-
medias, siendo frecuencias > 4 en Lewy, mixta y Alzheimer). nell (p < 0,01), escala de valoración conductual NPI-NH (p =
En el análisis multivariable hay correlación estadísticamente 0,013), y no es estadísticamente significativa con el índice de
significativa según el análisis de Kruskall Wallis entre la co- comorbilidad de Charlson (p = 0,251). La correlación de
morbilidad y tipo de demencia (mayor en demencia mixta y Spearman entre los datos conductuales mediante el NPI y el
degenerativa tipo Alzheimer), así como los trastornos con- PAINAD es de 0,24 (p < 0,014).
ductuales y etiología de demencia (mayor puntuación NPI Las cifras de creatinina de todos los residentes única-
[Neuropsichiatric Inventory] en demencia frontotemporal y mente son superiores a 1,5 mg/dl en el 4% de toda la mues-
Pevalencia del dolor en pacientes geriátricos institucionalizados 349

tra, al realizar aclaramiento de creatinina se aprecia que es Estos datos hay que analizarlos como medidas de fre-
< 30 ml/min en un 23% de residentes, y entre 30-60 ml/min cuencia transversales, donde las correlaciones que se esta-
en el 58%. Ello implica que el 81% del total de la muestra blecen suponen hipótesis qye hay que desarrollar, pues en
analizada presenta enfermedad renal crónica con estadifi- un estudio de cohortes hay multicausalidad y multiefectivi-
cación 3 o 4. Este dato es importante por las repercusiones dad.
tanto dietéticas como terapéuticas que conlleva. La fiabilidad de la valoración dependerá, en gran medi-
da, de la capacidad observadora del cuidador, con el sesgo
que puede suponer en el ámbito comunitario la sobrecarga
Discusión de cuidado del cuidador principal, especialmente en los pa-
cientes que a lo largo de su vida hayan presentado episodios
La población geriátrica institucionalizada de la muestra pre- previos de dolor intenso (fracturas vertebrales, convalecen-
senta gran dependencia, una edad media cercana a la expec- cias de fracturas pelvianas o femorales).
tativa de vida de la población general, sexo femenino y dete- Dentro de la escasa investigación nacional en este cam-
rioro cognitivo, considerándose como el perfil de residente po, destaca un artículo en una unidad de convalecencia
más frecuente en los diferentes centros gerontológicos. donde es superior la correlación de la información obtenida
La prevalencia de dolor en pacientes sin deterioro cogni- de la entrevista médico/paciente que la de enfermera/pa-
tivo del 61% es inferior a la de otros estudios epidemiológi- ciente, aunque todas las fuentes de información se deben
cos que alcanza al 70-80% de la población residencial. Sin tener en cuenta18.
embargo, en una cuarta parte de los pacientes con dolor, Frecuentemente, los pacientes refieren dolor leve-mode-
éste es de intensidad severa, lo cual contrasta con una in- rado y éste no queda registrado en la historia clínica, espe-
frautilización de opiáceos, que no llega al 5%. cialmente si el paciente padece una demencia. Su registro
La escala de medición acerca de la intensidad del dolor y valoración provoca una mejora de los cuidados de forma
más aceptada es la escala numérica del dolor, aunque su global, permitiendo la comprobación de los cuidados asis-
medición es compleja en dichos pacientes por la variabili- tenciales a través de auditorías.
dad en las respuestas de ésta, retraso en la comprensión Las instituciones y el personal sanitario (médico, enfer-
que, junto a la deprivación sensorial visual y auditiva, afec- mería, gerocultores) deben disponer de herramientas de
ta en gran medida a la validez y fiabilidad de ésta. detección del dolor, observando/preguntando sistemática-
Hay una correlación entre el nivel de discapacidad y el mente acerca de su presencia en los residentes, especial-
deterioro funcional con la presencia de dolor, por lo que mente en aquellos con problemas de comunicación (demen-
todas las medidas preventivas y rehabilitadoras de ésta in- cia, afasias, aislamiento sensorial severo) a través de
cidirán directamente en un mejor control del dolor. escalas que analicen respuestas no verbales al dolor. Una
De los pacientes con deterioro cognitivo, el 22% de la vez detectada la presencia de dolor, la realización de un
muestra analizada presenta dolor de intensidad moderada o procedimiento de actuación elaborado multidisciplinarmen-
severa, con escasa capacidad de comunicarlo, influyendo te (médicos de familia, geriatras, unidades de dolor, reha-
como factores de riesgo la capacidad funcional, el estado bilitación), con unos indicadores de seguimiento y monito-
afectivo y el conductual. rización, permitirá una mejora de la calidad asistencial,
La correlación conductual con la presencia de dolor es estableciendo cauces de derivación para técnicas más com-
baja (r: 0,24), aunque estadísticamente significativa. plejas en caso de necesidad.
Hay controversia en cuanto al instrumento más adecuado Asimismo, la formación del equipo interdisciplinario en
para la valoración del dolor en pacientes con demencia, aspectos de detección y manejo del dolor, incrementa la
existiendo más de 30 escalas de las cuales las más validadas sensibilización en un aspecto de gran importancia en la con-
son la PACSLAC (Pain Assessment Checklist for Seniors with secución de una adecuada calidad de vida a los residentes.
Limited Ability to Comunícate) y DOLOPLUS 2. La escala uti- El uso adecuado de fármacos en los pacientes geriátricos,
lizada en este estudio, la PAINAD, en diferentes estudios ha requiere del conocimiento de los cambios farmacocinéticos
demostrado su validez y fiabilidad, aunque con muestras con la disminución de agua corporal e incremento de grasa
pequeñas, y es sencilla de realizar14,15. que modifica los volúmenes de distribución y los cambios en
Hay estudios donde hacen énfasis en la valoración a tra- la filtración glomerular que se producen con el proceso de
vés de autoescalas en pacientes con demencia leve o mode- envejecimiento.
rada, e incluso en pacientes con demencia severa, lo que Un 23% de los residentes analizados presenta un aclara-
contrasta en la práctica asistencial con la severa dificultad miento de creatinina < 30 ml/min, con los riesgos de toxi-
de comunicación que presentan16. cidad que conlleva en los analgésicos de eliminación renal
Por todo ello, actualmente, hay un dilema acerca del uso como los opiáceos, por lo que un adecuado manejo de és-
de escalas observacionales o autoescalas para la identifica- tos requiere una disminución de dosis o aumento del inter-
ción del dolor en pacientes con demencia. valo de administración para una adecuada tolerancia (ta-
Cohen-Mansfield y Lipson17 postulan que puede haber una blas 6 y 7).
disminución en la percepción del dolor con relación al grado Del mismo modo, los cambios farmacodinámicos, con las
evolutivo de la enfermedad neurodegenerativa, posible- modificaciones de los receptores, implican un incremento
mente relacionado al daño de circuitos corticosubcortica- de las reacciones adversas a medicamentos, especialmente
les; por ello, las cifras de prevalencia de dolor en los pa- con el uso de psicofármacos, dificultando el control analgé-
cientes con demencia es inferior (< 25%) que en aquellos sin sico al haber un balance entre eficacia y seguridad muy es-
deterioro cognitivo. trecho.
350 J. Álaba et al

Tabla 6 Analgésicos y función renal Tabla 8 Dolor crónico

Aclaramiento Ajuste Indicadores de dolor crónico ACOVE


de creatinina
Cribado dolor visita inicial y periódicamente mínimo
Paracetamol < 10 ml/min Intervalo cada 8 h bianualmente
Naproxeno < 20-30 ml/min Precaución Historia y exploración física del dolor en el plazo de 1
Ibuprofeno No ajuste si IR mes
Codeína 10-50 ml/min 75% dosis Documentar riesgos de uso de AINE
< 10 ml/min Cada 12 h Profilaxis estreñimiento si uso de opiáceos
Tramadol < 30 ml/min Cada 12 h Tratamiento del dolor
Morfina 10-50 ml/min 75% dosis Monitorizar respuesta mínimo semestralmente
< 10 ml/min Mitad dosis
ACOVE: Assessing Care of Vulnerable Elders; AINE: antiinfla-
Oxicodona No ajuste si IR
matorios no esteroideos.
Fentanilo ¿Acumulación?
Buprenorfina No ajuste si IR
Fuente: Klasco RK, editor. DRUGDEX® System. Thomson
Micromedex; 2008. Tabla 9 Dolor y demencia

Indicadores evaluación dolor y deterioro cognitivo

1. Expresiones faciales: cara de tristeza, de miedo,


Tabla 7 Coadyuvantes y función renal entrecejo fruncido. Muecas, ojos cerrados o muy
abiertos. Parpadeo constante. Expresiones
Aclaramiento Ajuste distorsionadas
de creatinina 2. Vocalizaciones, verbalizaciones: suspiros, lamentos,
Paroxetina < 30 ml/min Acúmulo ×4 gemidos, quejidos. Gruñidos, sonsonetes. Respiración
30-60 ml/min Acúmulo ×2 ruidosa. Lenguaje insultante. Requerimientos continuos
Citalopram < 20 ml/min No administrar 3. Movimientos del cuerpo: rigidez, tensión, actitud en
Escitalopram < 30 ml/min Disminuir dosis guardia. Inquietud, deambulación. Alteraciones de la
Fluvoxamina < 60 ml/min Disminuir dosis movilidad o la marcha
Venlafaxina < 30 ml/min Disminuir 50% 4. Cambios en las relaciones personales: agresividad,
30-60 ml/min Disminuir 25% combatividad. Resistencia al cuidado. Aislamiento
Duloxetina Sin alteraciones Ajuste si IR social. Conductas disruptivas, inapropiadas
Buspirona Sin alteraciones ↓ dosis, no si IR 5. Cambios en las rutinas y patrones de actividad:
severa apetito, resistencia a comer. Cambio en los patrones
Haloperidol Sin alteraciones No ajuste de sueño, descanso
Loracepam Sin alteraciones No ajuste 6. Cambios en el estado mental: irritabilidad, furia.
Alprazolam Sin alteraciones No ajuste Confusión. Llanto
Carbamazepina < 10 ml/min Disminuir 75% Guía de Práctica Clínica del Dolor; American Geriatric
Oxcarbamazepina < 30 ml/min Disminuir 50% Society.
Gabapentina < 50 ml/min 300-900 mg/día
< 30 ml/min 150-600 mg/día
Pregabalina < 60 ml/min 75-300 mg/día
< 30 ml/min 25-150 mg/día dicadores de calidad asistencial en los pacientes vulnerables
Fuente: Klasco RK, editor. DRUGDEX® System. Thomson (frágiles), que sirve de marco de referencia para adecuar una
Micromedex; 2008. atención sanitaria de calidad y que indica unos tiempos prede-
terminados para el seguimiento. En la tabla 8 se muestran los
indicadores de calidad en el manejo del dolor19.
Posteriormente, en el año 2002, la Asociación Americana
Por lo tanto, hay riesgo de sobredosificación sin un ajuste de Geriatría crea un procedimiento de actuación y manejo
adecuado o de infratratamiento en caso de no realizar un en el dolor crónico en pacientes geriátricos (tabla 9)20.
seguimiento continuado. El concepto de dolor total cobra especial relevancia en el
Estas circunstancias, lejos de caer en un nihilismo diag- paciente geriátrico, donde la detección de necesidades en-
nóstico y terapéutico, deben ser un acicate de valoración e cubiertas latentes depende de una valoración geriátrica in-
intervención individualizado, estableciendo objetivos rea- tegral, continuada, dinámica, de las áreas física, psíquica,
listas de atención, acompañando al anciano en los tramos social y su repercusión en la funcionalidad del individuo.
finales de la vida con un óptimo control sintomático. Una vez detectadas las necesidades de atención, se pue-
Para lograr una aproximación multidisciplinar, en el año de establecer un plan de atención individual, con unos ob-
2001, en Estados Unidos, se consolida el proyecto ACOVE (As- jetivos determinados y realistas con relación a la clasifica-
sessment Care of Vulnerable Elderly) para establecer unos in- ción del paciente geriátrico.
Pevalencia del dolor en pacientes geriátricos institucionalizados 351

Para alcanzar realmente una adecuada calidad de vida, 3. Fries BE, Simon SE, Morris JN, Flodstrom C, Bookstein FL.Pain
es indispensable realizar un adecuado manejo de la presen- in U.S. nursing homes: Validating a pain scale for the Minimum
Data Set. Gerontologist. 2001;41:173-9.
cia de dolor, trastornos afectivos, así como de diferentes
4. Fox PL, Raina PJ, Jadad AR. Prevalence and treatment of pain
formas de malestar.
in older adults in nursing homes and other long-term care insti-
tutions: a systematic review. Can Med Assoc J. 1999;9:329-33.
— El dolor es un síntoma frecuente en residencias, que está 5. Encuesta Nacional de salud 2006. Ministerio de sanidad y con-
infradiagnosticado e infratratado. sumo. Disponible en: http://www.msc.es
— Los residentes con deterioro cognitivo y con pluripatolo- 6. Helme RD, Gibson SJ. The epidemiology of pain in elderly
gía son una población creciente en este recurso asisten- people. Clin Geriatr Med. 2001;17:417-31.
cial. 7. Parmalee PA, Katz IR, Lawton MP. The relation of pain to depres-
— Las instituciones y el personal sanitario deben disponer sion among institutionalized aged. J Gerontol. 1991;46:15-21.
de herramientas de detección del dolor, especialmente 8. Ferrel B, Chodosh J. Pain Management. Principles of Geriatric
Medicine & Gerontology. 5th ed. 2003. p. 303-23.
para los usuarios con problemas de comunicación: de-
9. Cleeland CS, Gonin R, Hatfield AK, Edmonson JH, Blum RH,
mencia, afasias o aislamiento sensorial severo.
Stewart JA, et al. Pain and its treatment in outpatients with
— Para los sanitarios que atienden a esta población, es im- metastatic cancer. N Engl J Med. 1994;330: 592-6.
prescindible conocer los cambios en la farmacocinética y 10. Bernabei R, Gambassi G, Lapane K, et al. Management of pain
en la farmacodinamia que provoca el proceso de enveje- in elderly cancer patients. JAMA. 1998;279:237-49.
cimiento. 11. Benedetti F, Vighetti S, Ricco C, Lagna E, Bergamasco B, Pines-
— Los centros gerontológicos pueden constituirse en el fu- si L, et al. Pain threshold and tolerance in Alzheimer’s disease.
turo en centros gigantescos de cuidados paliativos. Pain. 1999;80:377-82.
— El control sintomático y el bienestar permiten aportar la 12. Huffman JC, Kunick ME. Assessment and understanding of pain
máxima calidad de vida y deben constituir un indicador in patients with dementia. Gerontologist. 2000;40:574-81.
de calidad asistencial para alcanzar la mejor calidad de 13. Warden V, Hurley AC, Volicer L. Development and Psychometric
evaluation of the Pain Assessment in Advanced Dementia (PAI-
cuidado.
NAD) Scale. Journal of the American Medical Directors Associa-
tion. 2003;4:9-15.
14. Stolee P, Hillier LM, Esbaugh J, Bol N, McKellar L, Gauthier N.
Agradecimientos Instruments for the assessment of pain in older adults with
cognitive impairment. J Am Geriatr Soc. 2005;53:319-26.
A la Fundación Matia por habernos permitido realizar esta 15. Zwakhalen S, Hamers J, Abu-Saad H, Berger M. Pain in elderly
investigación en el Centro Gerontológico Txara 1. people with severe dementia: A systematic review of behavio-
ural pain assessment tools. BMC Geriatrics. 2006;6:3.
16. Pautex S, Herrmann F, Le Lous P, Fabjan M, Michel JP, Gold G.
Conflicto de intereses Feasibility and reliability of four pain self-assessment scales
and correlation with an observational rating scale in hospitali-
zed elderly demented patients. J Gerontol A Biol Sci Med Sci.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. 2005;60A:M524-9.
17. Cohen-Mansfield J, Lipson S. Pain in cognitively impaired nur-
sing home residents: how well are physicians diagnosing it? J
Bibliografía Am Geriatr Soc. 2002;50:1039-44.
18. Vilarmau M, Nogueras A, Guirao M. Estudio de prevalencia del
1. Abellán A. Indicadores demográficos. En: Observatorio de per- dolor en una unidad de convalecencia de 70 camas. Rev Esp
sonas mayores, editor. Las Personas Mayores en España. Infor- Geriatr Gerontol. 2001;36 Suppl 2.
me 2004. Tomo I. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Socia- 19. Schekelle PG, MacLean CH, Morton SC, Wenger NS; ACOVE. As-
les; 2004. p. 43-88. sessing care of vulnerable elders; methods for developing qua-
2. Bases demográficas: estimación, características y perfiles de lity indicators. Ann Intern Med. 2001;135:641-758.
las personas en situación de dependencia. En: Ministerio de 20. AGS Panel on Persistent Pain in Older Persons. The manage-
Trabajo y Asuntos Sociales, editor. Libro Blanco. Atención a las ment of persistent pain in older persons. J Am Geriatr Soc.
personas en situación de dependencia en España. Madrid: Mi- 2002;50:S205-24.
nisterio de Trabajo y Asuntos Sociales; 2005. p. 19-92.
ORIGINAL 3

Rev Soc Esp Dolor


2013; 20(1): 3-7

Traducción al castellano y validación de la escala Abbey


para la detección del dolor en pacientes no comunicativos
P. Chamorro1 y E. Puche2
1
Médico Geriatra. Hospital Cruz Roja. Almería. 2Prof. Farmacología Médica y Clínica. Facultad Medicina,
Universidad de Granada. Unidad de Farmacología Clínica. Hospital Universitario San Cecilio. Granada

consistency) = 0.71. Validity: concurrent validity with the ho-


Chamorro P, PUCHE E. TRADUCCIÓN al castellano y valida- listic impression of the examiner Pearson coefficient (r = 0.82,
ción de la escala Abbey para la detección del dolor en p = 0.001). Predictive Validity (ROC curve analysis) for a cut
pacientes no COMUNICATIVOS. Rev Soc Esp Dolor 2013; off score of 3; Specifity 100% and sensitivity 95.6% (Youden´s
20(1): 3-7. Index 0.96). Sensitivity to change was of statistical significance
Z = 5.35.
CONCLUSIONS: Although results were moderate, findings
show evidence of reliability and validity of the Spanish version
ABSTRACT of the Abbey scale.

Objective: The validation of a pain assessment scale for non


Key words: Pain non-communicative. Dementia. Observatio-
communicative Spanish patients: Spanish version of the Abbey
nal scales. Abbey scale.
scale.
Patients and methods: Geriatric unit in the hospital setting
included all non-communicative patients over 60 years, with the
exclusion of those who had respiratory failure, cerebral coma, RESUMEN
severe brain trauma, or taking palliative oncological treatment.
Variables: age, sex, carer, reason for admission, diagnosis, Objetivo: El dolor en pacientes no comunicativos es un pro-
treatment, scale scores. Patients were evaluated using the Abbey blema clínico a resolver. En nuestro país, no disponemos de
scale for the detection of pain, Mini-Mental for evaluation of momento, de un método validado al castellano para paliar el
cognitive impairment, and the Global Deterioration Scale. When problema, por lo que nos propusimos hacerlo validando la es-
pain was detected it was treated with round the clock analgesics, cala Abbey.
and the patient was evaluated at 24 hour intervals, until pain was Pacientes y métodos: Incluimos a aquellos pacientes mayo-
controlled, scale scores were noted each time. res de 60 años, no comunicativos, de ambos sexos, y excluimos
Statistical Analyses: Descriptive study of the variables tested. a aquellos con un estado febril o con diagnóstico de cáncer,
Psychometric properties: Reliability: Intrarater (ICC- intra- traumatismo cráneo-encefálico, coma neurológico y a todo
class correlation coefficient), Inter-rater (Kappa) and the internal paciente que podía responder verbalmente a la pregunta de si
consistency of the scale was measured using -Cronbach. Vali- “tiene usted dolor”, que ingresaron a lo largo de un año en la
dity: predictive validity was measured using ROC curve analysis, unidad geriátrica de un hospital general. Al ingreso se aplicaron
concurrent validity (Spearman) and sensitivity to change (Wil- el MiniMental, la escala Reisburg (Global Deterioration Scale)
coxon). y la versión española de la escala Abbey, a cada paciente que
RESULTS: Data was collected from 119 non communicative cumplía los criterios de inclusión. En aquellos pacientes con un
patients; 71 (59.7%) women, mean age 81.62 ± 0.716. Pain dolor potencial, se hizo un seguimiento cada 24 h tras aplicar
was detected in 44 patients (37.8%). Reliability: ICC (intrara- analgésicos con pauta horaria, según la escalera analgésica de
ter) = 0.77; kappa (inter-rater) = 0.65 and -cronbach (internal la OMS, hasta la remisión del dolor.
Tratamiento estadístico: Propiedades psicométricos de fia-
bilidad; alfa-cronbach, concordancia interobservador (I:Kappa)
e intraobservador (ICC). Propiedades psicométricos de validez;
Recibido: 27-02-12. validez predictiva para un punto de corte de tres (curva ROC,
Aceptado: 01-06-12. especificidad y sensibilidad, I.Youden); validez concordante en-
4 P. CHAMORRO Y E. PUCHE Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 20, N.º 1, Enero-Febrero 2013

tre las puntuaciones de la escala y la impresión holística del A falta de un test que permita realizar de manera precisa
investigador (coeficiente de correlación de Spearman), y la sen- y objetiva el diagnóstico de dolor, se han diseñado para
sibilidad al cambio (test Wilcoxon). Estudio descriptivo de las estos pacientes no verbales una serie de escalas observa-
variables de la muestra.
cionales que intentan paliar la dramática situación que se
RESULTADOS: Se recogieron datos de un total de 119 pacien-
tes no verbales de ambos sexos con una edad de 80 ± 0,7 años; le presenta al médico y a la enfermería con estos enfermos.
el 48% procedía de residencia y un 75% sufría demencia avan- La SAG (Sociedad Americana de Geriatría) publicó en
zada. El 36% de los pacientes al ingreso tomaban analgésicos. el 2002 una guía con una serie de indicadores de dolor,
Tras aplicar la escala detectamos 44 pacientes con un dolor consensuados previamente por un panel de expertos y dis-
potencial que fue resuelto con la pauta analgésica. Los valores tribuidos en seis dominios relacionados con cambios de
para la consistencia interna ( Cronbach = 0,71); concordan- conducta, físicos y psíquicos en pacientes no comunica-
cia intraobservador (ICC = 0,77) e interobservador (i. kappa
tivos; dicha guía es actualmente un referente a la hora de
= 0,65); sensibilidad al cambio (Z = 5,35); y valor predictivo
(curva ROC= 0,94) fueron satisfactorios. La correlación entre diseñar un método capaz de detectar dolor en pacientes no
la impresión holística del observador y la escala fue altamente verbales (11).
significativa (r = 0,78, p < 0,001). En nuestro país, de momento no tenemos un méto-
CONCLUSIÓN: A la vista de los aceptables resultados obtenidos do para detectar dolor en pacientes no verbales pues las
proponemos a la escala Abbey en versión al castellano como escalas disponibles en la bibliografía no están validadas
método fácil, sencillo y confiable para detectar dolor en pacien- ni traducidas al castellano, o las existentes han sido dise-
tes españoles no comunicativos.
ñadas para situaciones diferentes a las planteadas en este
ensayo (8,12). De ahí, que nos planteáramos escoger una
Palabras clave: Pacientes no comunicativos. Dolor. Escalas,
Abbey. escala entre las publicadas para pacientes no verbales que
se ajustara a nuestro objetivo, que fuese fácil de aplicar, y
que estuviese validada internacionalmente con un aceptable
grado de fiabilidad.
INTRODUCCIÓN Tras una amplia revisión en el MEDLINE (13-15) y
basándonos en los criterios mencionados, escogimos la
El dolor es el síntoma más frecuente en la práctica escala Abbey (16) con la intención de aportar un método
médica tanto hospitalaria como ambulatoria. El dolor se fiable, rápido y fácil de aplicar a la cabecera del enfermo,
ha definido como una experiencia compleja multidimen- por médicos y enfermeros, para la detección del dolor en
sional subjetiva, desagradable y emocional, asociada a pacientes no comunicativos.
una lesión tisular que todos experimentamos a lo largo de
nuestra vida y que tiene una mayor prevalencia entre las
personas ancianas (1-4). PACIENTES Y MÉTODOS
Se ha descrito que el dolor crónico persistente produce
en los pacientes graves repercusiones en su estado general, El estudio se llevó a cabo durante doce meses (enero-
afectando a la esfera psíquica como física y con el consi- diciembre 2009) en pacientes no comunicativos que ingre-
guiente deterioro progresivo de la calidad de vida de los saron en la unidad geriátrica del complejo hospitalario
mismos (5,6). Torrecárdenas (Almería). Se recogieron los datos de la
En la población anciana se da la doble situación de, por historia clínica referentes a edad, sexo, domicilio, diag-
un lado es el sector poblacional con más alta prevalencia de nóstico de admisión, co-morbilidad y tratamiento recibi-
dolor crónico, y por otro donde se dan un mayor número de do. A los pacientes incluidos en el ensayo se les aplicó de
diagnósticos que cursan con importantes alteraciones cog- entrada el Mini mental y la escala GDS (Global Deterio-
nitivas, conducentes a estados de falta de comunicación, ration scale of Reisburg) para valorar su estado cognitivo
caso de la demencia avanzada, entre otros (7,8). y funcional, y a continuación la escala Abbey, traducida al
Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado castellano previamente. En aquellos pacientes en los que
que aquellos pacientes diagnosticados de una demencia se detectó dolor se les prescribieron analgésicos con pauta
avanzada, y por tanto no comunicativos, tienen mayo- res horaria, según criterios OMS, volviendo a valorar a dichos
posibilidades de no ser diagnosticado ni tratado ade- enfermos cada 24 h hasta control del síntoma. Se hizo un
cuadamente el dolor, se hallen o no institucionalizados seguimiento a cincuenta pacientes sin dolor a las 24 h de
(1,4,7,9,10). la valoración inicial, para así poder medir la estabilidad
El diagnóstico del dolor requiere la colaboración directa temporal de la escala. Toda la información fue recogida
del paciente sin la cual no es posible establecer sus caracte- por una misma persona en un cuestionario construido ad
rísticas de manera precisa, por tanto es un problema clínico hoc siendo posteriormente transferida, previa depuración
de difícil solución en aquellas personas en las que existe la de errores, a una base de datos para el análisis estadístico
imposibilidad para comunicarse. con el programa SPSS 17.
TRADUCCIóN AL CASTELLANO Y VALIDACIóN DE LA ESCALA ABBEY PARA LA DETECCIóN DEL DOLOR
EN PACIENTES NO COMUNICATIVOS 5

TABLA I. ESCALA ABBEY EN VERSIóN AL CASTE- ANEXO I. ESCALA DE DOLOR ABBEY


LLANO
Vocalización: lamentos, gruñidos, llanto
gimoteo, gemidos, llanto, Ausente 0 Leve 1 Moderado 2 Grave 3
Vocalización
gritos
Expresión facial: expresión tensa, fruncida,
Expresión facial tensa, ceño fruncido, muecas, lamentándose, aspecto asustado
expresión de miedo Ausente 0 Leve 1 Moderado 2 Grave 3
Lenguaje corporal inquietud, mecerse, proteger Cambios de lenguaje corporal: movimientos de
una zona, retraimiento nerviosismo, de vaivén, protegiendo una parte del
Cambio conducta confusión, agitación, negativa cuerpo, retraido.
a la ingesta Ausente 0 Leve 1 Moderado 2 Grave 3
Cambios fisiológicos temperatura, pulso, tensión Cambios de comportamiento: aumento de confusión,
arterial rehúsa comer, alteración de patrones usuales
Ausente 0 Leve 1 Moderado 2 Grave 3
Cambios físicos erosiones, lesiones previas,
áreas de presión, deformidades Cambios fisiológicos: temperatura, pulso o de tensión
osteoarticulares, artritis, sanguínea fuera de los límites normales, sudor,
contracturas enrojecimiento facial o palidez
Ausente 0 Leve 1 Moderado 2 Grave 3
Cada item se valora como: ausente = 0; leve = 1; moderado
= 2; importante = 3 Cambios físicos: cortes en la piel, áreas de presión,
Interpretación de la escala: no dolor = 0-3; dolor leve = 3-7; artritis, contracturas, heridas anteriores
moderado = 8-13; grave > 14 Ausente 0 Leve 1 Moderado 2 Grave 3
Suma Puntuación Total

0-2 Sin dolor 3-7 Leve 8-13 Moderado 14+ Severo


Como criterios de inclusión, todos los pacientes de
ambos sexos mayores de 60 años no comunicativos que
ingresaron en la unidad geriátrica del hospital a lo largo
de doce meses por causas diferentes. Como criterios de del dolor en leve, moderado y grave según la puntuación
exclusión, los pacientes menores de 60 años, y aquellos final alcanzada (Anexo 1).
otros mayores de sesenta años con fiebre, insuficiencia
respiratoria, traumatismo cráneo-encefálico severo, coma
neurológico y cáncer con tratamiento. Diseño del estudio
Para la realización del estudio se obtuvieron los permi-
sos oportunos de la comisión de ética e investigación del Se planificó un estudio prospectivo en pacientes no
hospital, el consentimiento informado de familiares, com- comunicativos a los que se les aplicó la escala Abbey al
prometiéndose los autores a mantener en todo momento la ingreso para detectar dolor. En aquellos pacientes con
confidencialidad de datos de los pacientes. puntuación positiva (punto de corte 3 puntos) se instauró
tratamiento analgésico siempre con pauta horaria y según
criterios OMS. Se re-evaluó al paciente cada 24 horas hasta
Escala Abbey control del síntoma, anotándose las puntuaciones alcan-
zadas con la escala en cada evaluación y los analgésicos
Es una escala observacional construida para evaluar prescritos antes y después del tratamiento.
el dolor en pacientes con demencia avanzada e interna-
cionalmente validada (16-18) que cubre cuatro de los seis
dominios descritos por la SAG y consta de seis items: Propiedades psicométricas y tratamiento estadístico
vocalización, expresión facial, lenguaje corporal, cambios
de comportamiento, cambios fisiológicos y cambios físi- En cuanto al tratamiento estadístico, se hizo en primer
cos (Tabla I). Una vez traducida al castellano se hizo la lugar una descriptiva de las diferentes variables recogi-
traducción inversa por un traductor certificado y fue pre- das y posteriormente una tabla crosstabs para calcular las
sentada a un comité de expertos formado por seis médicos posibles diferencias entre dos grupos de pacientes, con y
geriatras, un médico de la unidad del dolor y un internista sin dolor, con y sin demencia. En todos los casos se
que hicieron sus observaciones, al respecto. Esta escala estableció el límite de significación estadística en p
además intenta, de forma rápida, establecer la intensidad < 0,05.
6 P. CHAMORRO Y E. PUCHE Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 20, N.º 1, Enero-Febrero 2013

TABLA II. DESCRIPCIóN GENERAL DE LA MUESTRA una concordancia intraobservador ICC = 0,77 (0,59-0,86
IC 95%) e interobservador i. kappa = 0,65 (p = 0,001);
Total pacientes 119 una sensibilidad al cambio con un valor Z = 5,35 (p =
Edad (media ± DS) años 81 ± 0,7 0,001); un valor predictivo positivo del 100% (ROC =
0,94); una especificidad del 100% y una sensibilidad del
Mujeres 71 59,7%
96% (i. Youden = 0,96). La validez concurrente entre la
Procedían residencia 57 48% impresión holística del observador y la escala Abbey, fue
Con demencia 89 75% estadísticamente significativa tras aplicar el test de Pearson
(r = 0,82, p = 0,001).
Tratamiento analgésico previo 36
De los cuarenta y cuatro pacientes en los que detectamos
Dolor potencial escala Abbey 44 37 % un dolor potencial y tras iniciar un tratamiento analgésico
con pauta horaria observamos que a las 72 h ningún pacien-
te presentaba dolor. De todos los pacientes con un dolor
Para medir la fiabilidad se calculó la consistencia interna potencial, treinta y siete tenían una demencia avanzada con
(Cronbach), la concordancia interobservador (i. kappa) e un mayor porcentaje para el tipo Alzheimer (74%). En las
intraobservador (ICC). La validez predictiva con la curva puntuaciones de la escala no hallamos diferencias entre
ROC, para un punto de corte de 3 en cuanto a presencia pacientes con y sin demencia en cuanto a la detección de
de dolor, relacionando la sensibilidad y la especificidad a dolor tras aplicar la escala.
través del índice de Youden. Para la sensibilidad al cambio
el valor Z (test de Wilcoxon), comparando las puntuaciones
de la escala antes y después del tratamiento. DISCUSIÓN
Para la validez concurrente se correlacionó la impresión
holística de dolor por el observador, usando una escala de La detección del dolor, nociceptivo o neuropático, per-
valoración numérica (EVN) frente al resultado obtenido sistente en personas no comunicativas es un problema
con la escala Abbey mediante el test de Spearman. clínico por resolver. Para ello se han construido escalas
observacionales más o menos complejas que intentan
remediar el problema, ninguna validada al castellano
RESULTADOS hasta ahora.
Aunque los resultados obtenidos por todas las escalas
Se escogieron un total de 119 pacientes no comunica- en los estudios realizados, incluida la Abbey, son conside-
tivos de ambos sexos, con un promedio de edad de 81 ± rados moderados y con algunos aspectos discutibles, como
0,7 años (media ± DS), de los que un 43% estaban insti- la sospecha de que solo detectan dolor en una parte de los
tucionalizados y el 75% tenían una demencia previa (57 pacientes, no discriminan el tipo de dolor, y si los cambios
presentaron una enfermedad de Alzheimer y 32 una demen- de conducta observados en los pacientes son indicadores
cia vascular). (Tabla II). Las tres causas mayores de ingre- fehacientes de la presencia de dolor, entre otros (13), de
so hospitalario fueron el ACV isquémico o hemorrágico momento no disponemos de otro método fiable y objetivo
(30%), infección respiratoria (15%) e infección urinaria para resolver la dramática situación que se le presenta al
(8%). De todos los pacientes, el 36% tomaba analgésicos médico y enfermería en este tipo de pacientes no verbales,
a su ingreso. Cuando se aplicó el Mini Mental obtuvimos respecto del control de su dolor y sufrimiento.
un valor de cero y con la escala GDS entre 6-7 puntos, lo La escala Abbey aunque comparte las limitaciones ya
que se correspondió con una muestra de pacientes con gran comentadas para todo método similar, sin embargo está
incapacidad y deterioro cognitivo importante. Tras aplicar catalogada como una herramienta fiable y útil para detectar
la escala Abbey a todos los enfermo, hallamos 44 pacientes dolor en pacientes no verbales (13-15) estando validada al
(37%) con un cuadro doloroso, siendo posible establecer inglés (16), japonés (17) e italiano (18).
las causas y localización del dolor en el 21% de los mis- Si bien la escala Abbey fue diseñada en un principio
mos, destacando las úlceras de presión, las contracturas para pacientes con una demencia avanzada, pensamos que
musculares y las deformidades en huesos y articulaciones podría también aplicarse a pacientes no verbales por causas
por enfermedad degenerativa (artrosis). La puntuación distintas a la demencia pero esto requiere confirmación.
media de la escala para los pacientes con dolor fue de 3,9 La razón de una mayor presencia de pacientes con
± 1,1 frente al 0,8 ± 0,8 sin dolor (p = 0,001). No se halla- demencia en nuestro estudio se debió a que esta es una
ron diferencias estadísticamente significativas para la edad, enfermedad muy prevalente entre los mayores, lo cual con-
sexo o procedencia en cuanto a la puntuación de la escala. cuerda con los datos de la bibliografía consultada (19,20).
Los test psicométricos dieron los siguientes valores: De otro lado, la buena correlación obtenida entre la
una consistencia interna con un alfa de Cronbach = 0,71; escala Abbey y la impresión holística del observador, un
TRADUCCIóN AL CASTELLANO Y VALIDACIóN DE LA ESCALA ABBEY PARA LA DETECCIóN DEL DOLOR
EN PACIENTES NO COMUNICATIVOS 7

médico con amplia experiencia clínica, creemos que es 3. Mellar D, Manish S. Demographics, assessment and mana-
una prueba más a favor de la utilidad de esta escala para gement of pain in the elderly. Drug Aging 2003;20:23-57.
4. Alaba J, Arriola E. Prevalencia de dolor en pacientes geriátri-
detectar el dolor en este tipo de pacientes. De momento
cos institucionalizados. Rev Soc Esp Dolor 2009;16:344-52.
no disponemos en pacientes españoles de otro método de 5. Epps CD. Recognizing pain in the institutionalized older with
referencia que nos sirva para validar comparativamente la dementia. Geriatr Nurs 2001;22:71-7.
escala Abbey traducida al castellano. 6. Katz N. The impact of pain management on quality of life. J
Concluimos diciendo que el diagnóstico del dolor en Pain Symtom Manege 2002;24:S38-S47.
pacientes no comunicativos tiene un elevado grado de difi- 7. Ferrell BA. Pain management in elderly people. J Am Geriatr
Soc 1991;39:64-73.
cultad siendo el uso de escalas observacionales el único 8. Alaba J, Arriola E, Navarro A, et al. Demencia y dolor. Rev
método, por ahora, capaz de paliar con todas sus limitacio- Soc Esp Dolor 2011;18:176-86.
nes esta dramática situación. De acuerdo a nuestros resulta- 9. Nikolaus T, Zeyfang A. Pharmacological treatments for
dos proponemos a la escala Abbey traducida al castellano persistent non-malignant pain in older persons. Drug Aging
como un método confiable para la detección del dolor en 2001;21:19-41.
10. Won A, Lapane K, Vallow S, et al. Persistent non-malignant
pacientes no comunicativos; esta no requiere una compleja pain analgesia prescribing pattern in elderly nursing home
preparación para aplicarse y se cumplimenta en poco más residents. J Am Geriatr Soc 2004;52:867-74.
de un minuto a la cabecera del paciente. 11. AGS panel on persistent pain in older persons. J Am Geriatr
A pesar de los buenos resultados obtenidos creemos Soc 2002;50(Supl 6);S205-24.
que se requieren estudios más amplios con esta escala, 12. Latorre M, Solís M, Falero, et al. Validación de la escala de
conductas indicadoras de dolor para valorar el dolor en pacien-
aplicada a pacientes españoles no verbales de larga estan- tes críticos no comunicativos y sometidos a ventilación mecá-
cia, con y sin demencia, que confirmen los hallazgos de nica: resultados proyecto ESCID. Enf Intens 2011;22:3-12.
este ensayo. 13. Herr K, Bjoro K, Decker D. Tools for assessment pain in non-
verbal older adults with dementia. J Pain Symtom Manege
2006;31:170-92.
14. Zwakhalen S, Hamers J, Huijer H, Berger M. Pain in elderly
Agradecimientos people with severe dementia: a systematic review of beha-
vioural pain assessment tools. BMC Geriatrics 2006;6:3-18.
D. Pablo Garrido Fernández, bioestadístico, FIBAO, 15. Aubin M, Ciguere A, Hadjistavropoulos T, Verrault R.
CHT Almería. Dra. Emilia López Lirola, Geriatra, por su L´evaluation systematique des instruments pour mesurer la
ánimo constante, CHT Almería. douleur chez les personnes âgées ayant des capacités réduites
á communiquer. Pain Res Manege 2007;12:195-203.
16. Abbey J, Piller N, Bellis de A, et al. The Abbey pain scale:
a 1 minute numerical indicator for people with end stage
CORRESPONDENCIA: dementia. Int J Palliat Nurs 2004;10:6-14.
Pilar Chamorro 17. Takai Y, Yamamoto N, Chiba Y, et al. Abbey scale pain:
Teléfono: 669769725 development and validation of the japanese version. Geriatr
e-mail: pchamorro@hotmail.com Gerontol Inter 2010;10:145-53.
18. Storti M. The validation of a pain assessment scale for
patients with cognitive impairment: the Italian version of
Abbey scale. Recenti Prog Med 2009;100:405-9.
BIBLIOGRAFÍA 19. Bermejo F, Benito J, Vega S, et al. Incidence and subtypes
of dementia in three elderly populations of central Spain. J
1. Ferrell BA, Ferrell BR, Osterweil D. Pain in nursing home. Neurol Sci 2008;264:63-72.
JAGS 1990;38:409-14. 20. Di Carlo A, Baldereschi M, Amaducci L, et al. Incidence of
2. Gagliese L, Melzack R. Chronic pain in elderly people. Pain dementia, Azheimer´s disease, and vascular dementia in Italy.
1997;70:3-14. The ILSA study. J Am Geriatr Soc 2002;50:41-8.
176
DEMENCIA Y DOLOR REVISIÓN 177

Rev Soc Esp Dolor


2011; 18(3): 176-186

Demencia y dolor
J. Alaba1, E. Arriola2, A. Navarro3, M. F. González3, C. Buiza3, C. Hernández4 y A. Zulaica4
1
Fundación Matía. Gerozerlan. 2Unidad de Memoria y Alzheimer. Fundación Matía. 3Fundación Institu-
to Gerontológico Matía. INGEMA. 4Grupo Demencia. Fundación Matía. San Sebastián, Gipuzkoa

vejecimiento poblacional, aumentando las patologías que


Alaba J, Arriola E, Navarro A, González MF, BUIZA C, presentan dolor y el avance en los conocimientos en el
Hernández C, ZULAIca A. Demencia y dolor. Rev Soc Esp campo de las demencias, se identifican cambios que se
Dolor 2011; 18(3): 176-186. producen en diferentes áreas cerebrales implicadas en el
control del dolor. La presente revisión se centra en las mo-
dificaciones que se producen en la percepción del dolor en
las personas con demencia, así como analizar los instru-
mentos más eficaces para reconocer, valorar y tratar el do-
lor en las personas con demencia. El abordaje integral del
ABSTRACT dolor debe tener en cuenta a los cuidadores, para prevenir la
sobrecarga de los mismos y garantizar la máxima calidad de
The interest of researchers for the pain assessment and vida posible de los pacientes.
intervention in people with dementia is growing. Given the
demographic trend to an increased aging population, in-
creasing with pain conditions and progress in knowledge in Palabras clave: Dolor. Demencia. Anciano.
the field of dementia, identify changes that occur in diffe- rent
brain areas involved in pain control. This review focu- ses on
the changes that occur in the perception of pain in people
with dementia as well as analyzing the most effecti- ve tools
to identify, assess and treat pain in people with de- mentia.
The comprehensive approach of pain should take into
account carers, to prevent overload them and ensure the
highest possible quality of life of patients.
INTRODUCCIÓN
Key words: Pain. Dementia. Elderly.
El envejecimiento produce un aumento de patologías
potencialmente causantes de dolor nociceptivo, como en-
RESUMEN fermedades degenerativas o inflamatorias articulares,
fracturas vertebrales y no vertebrales secundarias a osteo-
El interés de los investigadores por el dolor, su evalua-
ción e intervención en personas con demencia es crecien-
porosis senil, neoplasias, así como aumento de causas de
te. Dada la tendencia demográfica a un incremento del en- dolor neuropático como diabetes mellitus, herpes zoster u
otras neuropatías periféricas (1).
La edad constituye un factor de riesgo de presencia
Financiación: Ninguna. tanto de dolor como de demencia, y la presencia de es- ta
Conflicto de intereses: No declarados. influye en gran medida en la expresión del dolor, di-
ficultando su detección. Los cambios morfológicos y
Recibido: 22-12-10. funcionales que se producen en el organismo que enve-
Aceptado: 05-03-11. jece son múltiples, así como los cambios neuropatoló-
gicos de los diferentes síndromes demenciales que van trastornos del movimiento. Por otro lado, los propios
a modificar los mecanismos de procesamiento y regu- tratamientos como la levodopa pueden causar dolor o
lación del dolor (2). parestesias (11).
A la hora de estudiar el fenómeno del dolor en pacien- El dolor crónico es la causa más frecuente de sufri-
tes con demencia, deben diferenciarse los distintos tipos miento y discapacidad, afectando en gran manera a la
de dolor (nociceptivo, neuropático, mixto), así como su calidad de vida del sujeto. Un inadecuado control del
temporalidad (agudo, subagudo, crónico, persistente) y la mismo produce alteraciones fisiológicas, tendencia a
etiología de la demencia (la diferente naturaleza y locali- la depresión, empeoramiento cognitivo, trastornos del
zación de las lesiones afecta al procesamiento del sínto- sueño, deterioro funcional, aislamiento e incremento
ma dolor). Además, el dolor tiene componentes cogniti- de los costes sanitarios (12).
vos, afectivos, autonómicos, y conductuales, debiendo En las personas con demencia el dolor se puede mani-
conocerse el nivel de discapacidad que genera. festar como agitación, confusión, trastornos de movili-
La prevalencia de dolor nociceptivo en personas dad, aumentando la carga de sufrimiento a los cuidadores.
mayores es del 25-50% (3) en la comunidad, incre- Los cuidadores formales a menudo infraestiman la pre-
mentándose a un 49-83% en centros gerontológicos sencia de dolor (13) y los cuidadores informales (familia)
(4). En un estudio realizado a nivel nacional en centros tienden a sobreestimarlo (14). Estudios recientes sugieren
gerontológicos se aprecia una prevalencia de dolor del que enfermeras, cuidadores, familiares y auxiliares pue-
61% en residentes sin demencia (siendo el dolor en un dan reconocer la presencia pero no la intensidad de dolor
29% de intensidad grave y en un 64% de frecuencia en pacientes cognitivamente deteriorados (15). Todo ello
diaria) y del 22% de residentes con demencia (5). En conlleva un empeoramiento sustancial de la calidad de vi-
estudios realizados en Francia y Gran Bretaña, se han da en personas con gran vulnerabilidad y corta expectati-
encontrado tasas de dolor neuropático del 7-8%, que se va de vida, por lo que supone una obligación deontológi-
multiplican ocho veces en mayores de 50 años frente a ca su adecuado manejo.
personas más jóvenes (5).
La infradetección e infratratamiento del dolor se da
frecuentemente en personas mayores, al ser considera- FISIOPATOLOGÍA DEL DOLOR
do por parte de profesionales sanitarios y familiares,
como un síntoma asociado al propio proceso de enve- El procesamiento del dolor a través de los receptores no-
jecimiento, o bien por miedo de los propios pacientes a ciceptivos es transmitido por dos vías principales: en primer
los riesgos del tratamiento o de las pruebas diagnósti- lugar el componente lateral del dolor, formado por el siste-
cas, influyendo en gran medida las experiencias pre- ma neoespinotalámico que finaliza en el tálamo contralate-
vias y el entorno social así como la propia capacidad ral y envía fibras a la formación reticular, utilizando como
de expresión y comunicación (6). principal neurotransmisor el glutamato, se encarga de la
Se conoce que los pacientes neoplásicos mayores de transmisión de la sensibilidad del tacto protopático, dolor
75 años reciben menos analgesia que los jóvenes, y en agudo y temperatura, es decir, del componente sensorial
ellos, además, la presencia de deterioro cognitivo supone discriminativo que se encarga de la localización e intensi-
un predictor independiente de infradetección (7). La inci- dad del dolor; la segunda vía, el componente medial del do-
dencia del dolor aumenta en el último año de vida y es lor, formado por el sistema paleoespinotalámico, que alcan-
más frecuente en los pacientes geriátricos. Esta discrimi- za la formación reticular troncoencefálica y la sustancia gris
nación se intensifica en los pacientes con demencia. Así, periacueductal finalizando en hipotálamo y tálamo, trans-
pacientes en convalecencia de fractura de cadera que pre- mitiendo el dolor sordo con fuerte componente emocional.
sentan demencia reciben un tercio de dosis de morfina Las aferencias sensitivas del tálamo llegan a la corteza
que las personas sin demencia ante la misma lesión, y en cerebral, implicando muchas áreas corticales y varios nú-
un 76% de estos casos no hay órdenes de intervención cleos talámicos. Estas zonas cerebrales, junto a los facto-
tras dolor incidental (8). Los pacientes con demencia re- res moduladores y reguladores del dolor, hacen que el
ciben analgesia adecuada en un 33%, frente a un 64% de procesamiento y la percepción del dolor sea un fenómeno
los pacientes sin demencia (9). Asimismo se observa que de gran complejidad y que cualquier alteración en dife-
el uso de analgesia es menor en pacientes con diagnóstico rentes partes del sistema pueda alterar el mismo. La cor-
de enfermedad de Alzheimer frente a los que presentan teza S1 localiza el lugar del estímulo doloroso. Las corte-
demencia vascular (10). zas S1, SII, corteza insular posterior y cingular anterior
En otras patologías neurodegenerativas como la en- caudal están implicadas en el componente sensorial del
fermedad de Parkinson, aproximadamente un 40% de los dolor, mientras que la corteza cingular anterior rostral y
diagnosticados presenta dolor crónico secundario a orbitofrontal lo están en el componente afectivo (16).
178 J. ALABA ET AL. Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 18, N.º 3, Mayo-Junio 2011

Envejecimiento de la incidencia, gravedad y duración de la cefalea


postpunción tras una punción lumbar como ejemplo de
Es difícil establecer el umbral entre lo normal y lo pa- dolor agudo en pacientes con EA. La frecuencia de do-
tológico en los cambios cognitivos debidos al propio en- lor tras movimiento también es menor, sin apreciarse
vejecimiento, ya que pueden darse tanto alteraciones del trastornos conductuales (22).
funcionamiento neuropsicológico (17) como alteraciones La respuesta autonómica o vegetativa al dolor de-
macroscópicas (atrofia cerebral, placas y ovillos neurofi- crece en pacientes con EA con estímulos umbral, nor-
brilares) sin presencia de demencia (18), lo que demues- malizándose la respuesta sólo con estímulos más inten-
tra la gran variabilidad en la expresividad clínica y la alta sos. Esto nos explica la poca importancia que tiene
heterogeneidad en función de las comorbilidades, fárma- esta sintomatología en la medida final del dolor ya que
cos y reserva funcional adquirida. esta se manifiesta solo con estímulos dolorosos impor-
Por otra parte, en el proceso de envejecimiento se van tantes. Este embotamiento del sistema es debido a la
a producir alteraciones en los sistemas nervioso central y localización de las lesiones en la EA (23).
periférico relacionados con el procesamiento del dolor, y Revisando los diferentes componentes del dolor en
en los sistemas de control endógeno inhibitorio, disminu- relación al tipo de demencia, se pueden apreciar las di-
yendo el umbral del dolor. Hay además una disminución ferencias de forma didáctica, aunque en la realidad es
de neurotransmisores monoaminérgicos (noradrenalina, probable que confluyan de forma heterogénea por la
dopamina, serotonina) y de receptores opiáceos en dien- alta variabilidad individual.
céfalo, protuberancia, médula y sustancia gris periacue- En la demencia vascular tienen incrementado el
ductal (19). En pruebas de neuroimagen se aprecia una componente emocional del dolor, ya que las lesiones
disminución de la activación frente al dolor del caudado de sustancia blanca incrementan la sensibilidad por de-
contralateral y putamen en RMN (20). saferenciación, estando relacionado con la presencia
En el estudio de pacientes con dolor crónico se de dolor central (24).
aprecian modificaciones cerebrales con cambios di- En la demencia frontotemporal se aprecia una re-
fusos en el giro cingulado, giro postcentral, giro ducción del procesamiento y del componente emocio-
frontal superior, siendo la microarquitectura cerebral nal, presentando una mayor tolerancia al mismo (25).
más compleja y activa que en controles, lo que influ- En la demencia de cuerpos de Lewy se produce una
ye en el procesamiento del dolor, modificaciones de reducción de la percepción del dolor y del sufrimiento,
la respuesta emocional y de la adaptación al estrés. siendo las lesiones de sustancia blanca similares a las
Muchos de estos cambios hallados en pruebas de de la EA, sin embargo la alteración fundamental se da
neuroimagen funcional demuestran la gran variabili- dad en el área parasilviana (26).
existente, así como cambios dinámicos que pueden La corteza prefrontal controla el procesamiento del do-
producirse en relación a la técnica o heterogeneidad de lor y la respuesta analgésica en el dolor crónico (27). An-
sujetos a estudio, sin una clara implicación clínica. tiguamente, ante dolores muy refractarios como neural-
gias del trigémino, se practicaba una lobotomía frontal
bilateral. Según la etiología de la demencia se han defini-
Demencias do cambios en la neuroanatomía y la expresión de dife-
rentes componentes del dolor, que se especifican en las
En los pacientes con demencia no se aprecian cam- tablas I y II, así como los cambios de la percepción del
bios en el umbral de respuesta al dolor, pero sí en la to- dolor en pacientes con EA (Tabla III).
lerancia al mismo. Por lo tanto, el componente senso- rial
está indemne, mientras que el componente afectivo del
dolor se encuentra modificado. El síndrome de- mencial VALORACIÓN DEL DOLOR
más frecuente es la enfermedad de Alzheimer (EA), en la
que se produce un acúmulo de beta amiloi- de y proteína La medición del dolor mediante escalas o autoinfor-
tau hiperfosforilada en la corteza entorri- nal, amígdala e mes en pacientes cognitivamente sanos no varía en re-
hipocampo, alterando en gran medida estas estaciones lación con los pacientes más jóvenes. Los parámetros
moduladoras y reguladoras del dolor. La que se evalúan son similares incluyendo aquellos fac-
neurodegeneración afecta también a estructuras ce- tores que agravan o alivian el dolor, impacto del dolor
rebrales implicadas en el control inhibitorio del dolor, e historia social de la persona.
como el núcleo del rafe, el sistema nervioso vegetativo y Evaluar el dolor en las personas mayores con demen-
en el núcleo talámico intralaminar (21). cia, especialmente en etapas avanzadas, es un reto. Aun-
En diferentes estudios se aprecia una disminución que existe percepción de dolor en el deterioro cognitivo,
DEMENCIA Y DOLOR 179

TABLA I. CAMBIOS NEUROPATOLÓGICOS SE- GÚN TABLA III. PERCEPCIÓN DEL DOLOR EN LA EN-
ETIOLOGÍA DE DEMENCIA (28) FERMEDAD DE ALZHEIMER (EA)
Tipo de demencia Alteración – Las personas mayores sin demencia experimentan significativa-
mente más dolor que los pacientes con EA, con independencia de
Enf. Alzheimer Parte medial del dolor:
su estadiaje de enfermedad
Afecta a Locus ceruleus (LC)
– Los pacientes de EA en una fase temprana reportan más dolor que
Región parabraquial
aquellos en una etapa más avanzada de la enfermedad
SG periacueductal
– Los pacientes con EA tienen mismo umbral del dolor, pero una
Atrofia NT medial, intralaminar, cíngulo, ínsula, amíg-
significativa mayor tolerancia al mismo
dala e hipocampo
– Los pacientes con EA experimentan una reducción en los aspectos
Disminuyen neuronas 5HT2
motivacionales/afectivos del dolor
Parte lateral del dolor: – Los pacientes con EA en relación con personas mayores sin demen-
Ovillos en núcleo reticular estadios finales cia, presentan un umbral más alto para la activación autonómica
S1 preservada, S2 más vulnerable a ovillos – La capacidad analgésica del placebo desaparece en el paciente con
D. vascular Desaferenciación EA
Circuitos frontosubcorticales – Los pacientes con EA parecen ser más sensibles al dolor agudo
respecto al crónico
Parte medial del dolor:
LC normal, desconexión hipocampo-hipotálamo
Aumento intensidad dolor
Disrupción S2 y núcleo talámico intralaminar, afecta mo, para los cuidadores y profesionales la identificación
tracto ET lateral en ínsula del dolor en personas con demencia resulta bastante com-
pleja debido, entre otras cosas, a la insuficiente forma-
D. frontotemporal Atrofia frontal, temporal y regiones parietales ción o entrenamiento para identificarlo (29).
Lesiones de sustancia blanca En algunas ocasiones, la expresión de dolor se presen-
Parte medial del dolor: ta como cambios sutiles de comportamiento que pueden
Afecta giro frontal, ínsula y cíngulo dificultar el proceso de recogida de datos. Por este moti-
Disminución flujo sanguíneo corteza prefrontal medial vo, la Sociedad Americana de Geriatría (AGS) ha recogi-
derecha, orbitofrontal, cíngulo y corteza temporal an- do en una guía indicadores conductuales de dolor en per-
terior sonas mayores con demencia que faciliten la valoración y
el manejo (30). En ellas aparecen identificados seis tipos
SG: sustancia gris; NT: núcleo talámico; ET: espinotalámico.
de conducta de dolor con ejemplos específicos de com-
portamientos observables (5).
La medición del dolor en el deterioro cognitivo de-
TABLA II. COMPONENTES DEL DOLOR EN LOS pende del estadiaje de enfermedad. De tal forma que,
DIFERENTES TIPOS DE DEMENCIA únicamente en estadios iniciales de demencia se pue-
DTA1 DV2 DFT3 den utilizar con seguridad escalas visuales analógicas
puesto que, en estadios más avanzados, la pérdida de
Sensitivo-discriminativo Normal Alterado Alterado razonamiento abstracto provoca que los conceptos ma-
Motivacional-afectivo  Tolerancia al dolor  Tolerancia  Tolerancia nejados en las escalas puedan no ser comprendidos,
aún siendo escalas muy simples (31).
Cognitivo-evaluativo Alterado Variable Alterado Los instrumentos de medida se pueden clasificar en
Memoria Alterado Variable Alterado autoinformes (preguntando a la propia persona sobre el
dolor), medidas fisiológicas (presión sanguínea, pulsa-
Respuesta autonómica  Si estímulo normal  ACTH Alterado
ciones, etc.) que no son específicas de dolor y observa-
Normal si  estímulo
ción comportamental (observación directa del compor-
1
Demencia tipo Alzheimer; 2Demencia vascular; 3Demencia tamiento de la persona).
frontotemporal.
Los autoinformes proporcionan suficiente informa-
ción sobre el dolor en las personas cognitivamente in-
muchas veces no es detectado porque muchas de estas tactas y permite a los profesionales manejar el dolor de
personas han perdido las habilidades verbales para expre- una manera eficaz (32). Son considerados como la me-
sarlo y/o porque en ocasiones la naturaleza de su trastor- dida más fiable y afinada de la existencia e intensidad del
no puede estar impidiendo que lo identifiquen. Asimis- dolor. Sin embargo, cuando la persona tiene reduci-
180 J. ALABA ET AL. Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 18, N.º 3, Mayo-Junio 2011

da la capacidad para recordar, entender y responder a las medidas fisiológicas, se han desarrollado varias
cuestiones sobre su experiencia de dolor, su utilización medidas de observación comportamental para medir el
resulta más complicada. El componente del dolor que dolor y los conceptos relacionados, tales como moles-
se mide frecuentemente a través de autoinformes es la tia, disconfort, etc., pero dichas medidas varían mucho en
intensidad del dolor. Los autoinformes más utilizados su fiabilidad, validez y aplicabilidad.
son las escalas categóricas del dolor (Verbal Rating Dentro de las escalas observacionales podemos in-
Scale –VRS–) y las escalas visuales analógicas (Nume- cluir la Escala de evaluación del dolor en ancianos
ric Pain Rating Scale –NRS–). Menos común es el uso con demencia –EDAD– (34), la escala Pain Assess-
de las escalas pictóricas (Faces Pain Scale –FPS–). ment for Dementia in the Elderly –PADE– (35), la es-
La escala pictórica de dolor es una de las preferidas cala Rating Pain in Dementia –RAPID– (36), la escala
por un alto porcentaje de personas mayores. Además, Pain Assessment Checklist for Seniors with Limited
cuenta con buenas propiedades psicométricas en personas Ability to Communicate –PACSLAC– (37), la Abbey
mayores españolas con bajo nivel cultural puesto que só- Pain Scale (38), el Checklist of Nonverbal Pain Indi-
lo deben elegir entre diferentes caras con expresiones di- cators –CNPI– (39), la escala discomfort in dementia
ferentes, eliminando así el componente verbal. of the Alzheimer’s type -DS-DAT– (40), el Noncommu-
La medida de los estados fisiológicos que acompañan nicative Patient’s Pain Assessment Instrument –NOP-
a las experiencias de dolor son posibles indicadores de PAIN– (41), la Doloplus-2 (42) y la Pain Assessment
dolor cuando la persona no puede expresarlo. Entre las in Advanced Dementia Scale –PAINAD– (43), en pro-
medidas fisiológicas que se están utilizando como indica- ceso de validación en nuestro entorno (Tabla IV).
dores de dolor se incluyen la frecuencia respiratoria, pre- La Escala de evaluación del dolor en ancianos con
sión arterial, sudoración palmar, la liberación de hormo- demencia –EDAD– (34) evalúa el dolor de la persona
nas del estrés (corticoides, catecolaminas, glucagón y en tres momentos diferentes: antes de aplicar cuidados
hormona del crecimiento), la liberación de cortisol y las potencialmente dolorosos, durante la aplicación de los
concentraciones de endorfinas (33). cuidados y observación del comportamiento en las úl-
Muchos de estos indicadores fisiológicos proporcio- timas 48 horas. Cada uno de los ítems se puntúa de 0 a
nan información importante, pero no deben utilizarse 2. Se considera que existe dolor si la puntuación total
de manera aislada debido a su falta de especificidad. es igual o superior a 3.
Alteraciones en la mayoría de los parámetros fisiológi- La escala Pain Assessment for Dementia Elderly
cos y hormonales no son exclusivos de dolor, sino que –PADE– (35) está formada por 3 partes con 24 ítems
reflejan una respuesta global al estrés relacionado con en total: valoración física (expresión facial, respira-
el dolor, o bien una respuesta a estrés fisiológico como ción y postura), global (intensidad del dolor) y funcio-
la causada por el proceso de la enfermedad misma o a nal (actividades de la vida diaria). Aunque incluye la
la comorbilidad acompañante. Además, la medición de mayor parte de los indicadores propuestos por la AGS,
estos indicadores es invasiva, lenta y costosa. su operatividad no está clara.
Como alternativa viable a la evaluación verbal y a La escala Rating Pain in Dementia –RAPID– (36) está

TABLA IV. POTENCIA ESCALAS DE VALORACIÓN DEL DOLOR


Constructo Sujetos Administración Fiabilidad Validez Total
y puntuación
ABBEY 1 1 1 1 1 5
PADE 1 2 2 1 2 8
PACSLAC 2 2 2 2 2 10
CNPI 2 2 2 2 2 10
DS-DAT 2 2 1 2 2 9
NOPPAIN 2 2 2 2 2 10
PAINAD 2 3 3 3 2 13
3 = evidencias fuertes; 2 = necesidad de estudios adicionales; 1 = evidencias insuficientes; 0 = ausencia de evidencias. Modificada de
Malmstrom T (2010).
DEMENCIA Y DOLOR 181

formada por 18 ítems que cubren el área emocional, com- pacientes con demencia. El dolor se evalúa en reposo y
portamental, autonómica y postural. Los ítems se puntúan en movimiento. Cuenta con la limitación de que sus
en una escala que va de 0 (ausente) a 3 (grave). La pun- procedimientos de puntuación no están claros.
tuación total de la escala va de 0 a 54 puntos. El Dolopus 2 (42) es considerada una herramienta
La escala Pain Assessment Checklist for Seniors with comprensible y reúne la mayor parte de los criterios de
Limited Ability to Comunicate –PACSLAC– (37) está la AGS. Está formada por 10 ítems agrupados en 3 su-
formada por 60 ítems agrupados en 4 categorías: expre- bescalas: reacciones somáticas, reacciones psicomoto-
sión facial, movimientos del cuerpo, indicadores fisioló- ras y reacciones psicosociales. Del mismo modo que la
gicos e indicadores psicosociales. Cada uno de los ítems escala PAINAD, asume que los cuidadores o profesio-
se puntúa en una escala dicotómica (presencia o ausen- nales pueden indicar de modo confiable el nivel de in-
cia). Es considerada un instrumento muy útil y com- tensidad del dolor de las personas mayores con demen-
prensible puesto que engloba todos los criterios conduc- cia, hecho que no está apoyado por la literatura
tuales propuestos en la guía de la AGS. Sin embargo, científica. Cuenta con una versión reducida denomina-
son necesarios estudios de validez y fiabilidad. da Doloshort que incluye 5 ítems asociados significati-
La Abbey Pain Scale (38) es una herramienta austra- vamente con la escala analógica visual en un modelo
liana desarrollada para medir la intensidad del dolor en de regresión múltiple. Actualmente, está en proceso de
personas con demencia en estadios avanzados. Está validación en cinco idiomas diferentes.
formada por 6 ítems: vocalización, expresión facial, La Pain Assessment in Advanced Dementia Scale
cambios en el lenguaje corporal, cambios conductua- –PAINAD– (43) fue diseñada con el fin de proporcio-
les, cambios fisiológicos y cambios físicos. Cada uno nar una herramienta de valoración sencilla y relevante
se evalúa en una escala de intensidad de 4 puntos (de 0 clínicamente para personas con demencia en estadios
ausencia de dolor a 3 dolor severo). Esta escala se en- avanzados. Incluye 5 ítems: respiración, vocalizacio- nes,
cuentra en vías de validación en el Hospital San Carlos expresión facial, lenguaje corporal y consolabili- dad.
de Madrid. Cubre tres de los seis criterios de conductas de dolor
El Checklist of Nonverbal Pain Indicators –CNPI– recogidas por la AGS.
(39) incluye seis ítems conductuales de dolor común- De todas las pruebas mencionadas, las que presen- tan
mente observados en personas mayores incluyendo vo- mejores propiedades psicométricas en cuanto a va- lidez,
calizaciones no verbales, muecas, inquietud, frotarse, fiabilidad y homogeneidad en personas con de- mencia
quejas verbales y tensión. Cada uno es puntuado en son la DOLOPLUS-2 (más utilizada por enfermería), el
una escala dicotómica siendo 1 presencia de dolor y 0 PACSLAC y la PAINAD. La escala PAINAD presenta
no presencia tanto cuando la persona está en descanso una correcta validez de constructo y una buena fiabilidad
como en movimiento. Muestra buena fiabilidad y interjueces, mientras que la escala PACSLAC tiene una
acuerdo interjueces. mayor validez de contenido, sien- do la muestra
La escala discomfort in dementia of the Alzheimer’s estudiada superior, aunque la fiabilidad inter- e
type –DS-DAT– (40) fue diseñada para evaluar el ma- intraevaluador es menor (44).
lestar de las personas con demencia avanzada que han Por otra parte, algunos autores concluyen que en vista
perdido su capacidad cognitiva y de comunicación ver- de la complejidad de puntuación e interpretación de la
bal. Incluye 9 ítems: respiración ruidosa, vocalizacio- DS-DAT, y el gran número de elementos de la PACSLAC,
nes negativos, la expresión facial de contento/expre- el PAINAD parece la mejor escala posible para la práctica
sión de la cara triste, asustado, fruncir el ceño, clínica (45,46) (Tabla IV). En dicha tabla aparece la valo-
lenguaje corporal relajado, lenguaje corporal tensa, e ración de algunas escalas observacionales del dolor. Se han
inquietud. Cada ítem se mide por la ausencia o presen- evaluado en función de 5 criterios: a) constructo que se re-
cia de malestar. Si está presente, se califica su frecuen- fiere a si la escala cuenta con una adecuada claridad con-
cia, duración e intensidad. Su método de administra- ceptual; b) sujetos si se han utilizado muestras de sujetos
ción y puntuación es complejo, requiere formación representativas; c) administración y puntuación si el proce-
pero sin embargo es la más recomendada para trabajos dimiento de aplicación e interpretación de las puntuaciones
de investigación. está claro; d) fiabilidad o consistencia interna de la escala;
El Noncommunicative Patient’s Pain Assessment y e) validez o capacidad de la escala para medir lo que real-
Instrument –NOPPAIN– (41) se centra en la observa- mente quiere medir.
ción de comportamientos específicos de dolor durante A pesar de que el desarrollo de estos instrumentos
las tareas diarias de atención (baño, traslados, vestirse, ha supuesto un avance, ninguno de ellos ha demostra-
etc.). Puede ser administrado por las auxiliares de en- do tener suficiente utilidad práctica como herramienta
fermería para la evaluación de conductas de dolor en que informe a otros profesionales sobre el manejo ade-
182 J. ALABA ET AL. Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 18, N.º 3, Mayo-Junio 2011

cuado del dolor por lo que es necesario seguir investi- Los ensayos clínicos en personas mayores son escasos
gando en este ámbito. La utilidad más importante de ya que frecuentemente son excluidos de los mismos, es-
las evaluaciones de dolor en la demencia es su capaci- pecialmente por la presencia de comorbilidad y la polifar-
dad para alertar a los cuidadores sobre los beneficios macia provocando la disminución de la validez externa
del tratamiento del dolor para el bienestar de la perso- de los mismos. Todo ello dificulta la toma de decisiones
na. Es decir, los instrumentos de evaluación deben al no conocerse adecuadamente la relación riesgo/benefi-
mostrar la capacidad suficiente para identificar a aque- cio que conlleva la intervención farmacológica.
llas personas cuyas manifestaciones de dolor disminui- Como analgésicos de primer escalón el uso de paraceta-
rán después de recibir tratamiento para el dolor. mol es de elección no superando dosis de 4 gramos al día,
estando contraindicado en pacientes con insuficiencia hepá-
tica. Para un adecuado uso de AINE o inhibidores de
TRATAMIENTO COX2, debe valorarse la toxicidad gastrointestinal y renal,
la presencia de comorbilidades como hipertensión o insufi-
El manejo farmacológico del dolor en el paciente ciencia cardiaca, así como las posibles interacciones fárma-
anciano es complicado por el aumento en las reaccio- co-fármaco y fármaco-enfermedad. La FDA en junio 2009
nes adversas que se producen en general, y con los realizó una alerta de seguridad ante la venta de múltiples
opiáceos y coadyuvantes en particular, que dificultan fármacos que contienen paracetamol en su molécula, a tener
en gran manera un adecuado control del dolor junto a en cuenta para no sobrepasar dosis máximas del mismo.
un mantenimiento de la situación funcional. Estas con- En cuanto al manejo de opiáceos en el anciano, con el
sideraciones son aún mayores en las personas con de- tramadol debe tenerse especial cuidado en los pacientes
mencia, en relación a su vulnerabilidad neurológica, en tratamiento con inhibidores selectivos de recaptación
aumentando en ellos la sedación y los efectos secunda- de monoaminas (noradrenalina y serotonina) como venla-
rios periféricos de los opiáceos, como estreñimiento y faxina, duloxetina y los ISRS más selectivos, por el ries-
retención urinaria. Los fármacos que están más impli- go de aparición de un síndrome serotoninérgico. La mor-
cados en el desarrollo de reacciones adversas son los fina y la hidromorfona son de eliminación renal por lo
psicofármacos, y la forma de aparición más frecuente que debe ajustarse en relación a la función renal, sin em-
es a través de síntomas neuropsiquiátricos (47), aumen- bargo la oxicodona y la buprenorfina no requieren dichos
tando de esta manera el riesgo de caídas, confusión u ajustes por lo que las hacen más seguras en el paciente
hospitalización. La edad avanzada, presencia de de- anciano. El fentanilo no debe usarse si el peso corporal es
mencia, múltiples prescriptores y la polifarmacia son inferior a 50 kg, y debe tenerse en cuenta que el calor y el
factores de riesgo de las mismas. aumento de temperatura aumenta su absorción, incremen-
El componente “expectativa” del placebo desaparece tándose el riesgo de reacciones adversas. La meperidina
con la afectación de las áreas frontales (funciones ejecuti- presenta propiedades neuroexcitatorias, disminuyendo el
vas) en pacientes con enfermedad de Alzheimer y espe- umbral convulsivo. En las tablas V y VI se muestra la evi-
cialmente en pacientes con demencias que afecten al ló- dencia en cuanto al uso de opiáceos en ancianos y las do-
bulo frontal. Causa de que no sea ético el uso de placebos sis recomendadas, que contrastan frecuentemente con la
para el control del dolor en estos pacientes (25). práctica asistencial.
Con el envejecimiento se producen cambios farmaco- Los efectos secundarios se producen de forma rápi-
cinéticos al retrasarse la tasa de absorción gástrica, dis- da, y muchas veces pueden prevenirse por lo que se de-
minuir el agua corporal y aumento de la grasa corporal be instaurar tratamientos profilácticos. En caso de aler-
modificando los volúmenes de distribución de los fár- gia debe conocerse la composición química para realizar
macos hidro- y liposolubles, cambios en procesos de fa- modificaciones terapéuticas:
se I del metabolismo hepático e hipoalbuminemia y dis- —Fenantrenos: morfina, hidromorfona, oxicodona,
minución de filtrado glomerular; así como cambios codeína.
farmacodinámicos por modificaciones de los receptores —Fenilpiperidinas: fentanilo, meperidina.
incrementando la sensibilidad a diferentes fármacos (4). Como normas a tener en cuenta a la hora de prescribir
Existen diferentes guías de manejo del dolor en per- opioides, se debe comenzar con dosis bajas y aumentar
sonas ancianas, así la American Geriatric Society en el lentamente (Start low and go slow), utilizar preparados de
2009 actualizó la guía del 2002 (48) y un consenso de liberación inmediata con opioides de vida media corta,
expertos sobre el manejo de los opiáceos en diferentes indicarlos en horarios fijos e indicar rescates. Debe titu-
tipos de dolor (49), recomendando evitar AINE, para larse la dosis en función del efecto esperado (que es la
evitar los riesgos gastrointestinales y cardiovasculares, disminución del dolor), buscando alcanzar un equilibrio
así como el uso de opiáceos en dolor moderado. entre el control del dolor y el riesgo de efectos secunda-
DEMENCIA Y DOLOR 183

TABLA V. RECOMENDACIONES PARA EL USO DE TABLA VI. TABLA AGS DOSIS ANALGÉSICOS
OPIÁCEOS (AGS, 2009)
Fármaco Dosis recomendada Comentarios
Opiáceos Calidad de Fuerza de inicio
evidencia recomendación Paracetamol 500-1.000 mg/4-6 h Dmáx 4 g
– Dolor moderado- severo Baja Fuerte  50-75% si insuficiencia hepática
Det. funcional o ↓ CV o abuso de alcohol
– Dolor frecuente o continuo, Baja Débil Celecoxib 100 mg/24 h Dosis mayores  riesgo GI y CV.
Tto. pautado Mantener AAS y en mayores con
IBP
– Identificación precoz RAM Moderada Fuerte
Naproxeno 220 mg/12 h Menor toxicidad CV
– No pasar Dmáx analgésicos Moderada Fuerte
1er nivel si tto. opiáceo Ibuprofeno 200 mg/8 h Si uso con AAS reduce efecto an-
– Prevenir dolor episódico, Moderada Fuerte tiagregante, no claro en la clínica
OP corta acción Diclofenaco 50 mg/12 h  riesgo CV
– Metadona sólo por expertos Moderada Fuerte 75 mg retard/24 h
– Reevaluar Moderada Fuerte Nabumetona 1 g/24 h Alta vida media, mínimo efecto an-
Eficacia tiagregante
Seguridad Tramadol 12,5-25 mg/4-6 h Monitorizar náuseas, estreñimien-
Objetivos to, mareo. Riesgo convulsivo.
Uso adecuado Síndrome serotoninérgico si
CV: calidad de vida. RAM: reacciones adversas a medicamen- tos. ISRS
Calidad de evidencia: Sulfato morfina LI 2,5-10 mg/4 h Forma solución oral si trastornos
deglución
Alta: Ensayos clínicos controlados en población representativa,
valorando resultados de salud (≥ 2 ensayos clínicos aleatroiza- dos Sulfato morfina LD 15 mg/8-24 h Tras titular dosis con liberación in-
consistentes, ECA alta calidad, estudios observacionales sin mediata. Ajuste según insuficien-
defectos metodólogicos. cia renal
Moderada: Evidencia suficiente para determinar efectos en re-
sultados de salud, número y calidad adecuada de estudios; gene- Oxicodona 2,5-5 mg/4-6 h Dolor episódico, incidental o recu-
ralizaciones de la práctica clínica, evidencia indirecta (1 ensayo rrente
clínico n >100 sujetos); ensayos alta calidad con inconsistencia Oxicontin 10 mg/12 h Algunos pacientes analgesia 8 h y
(≥ 2 ensayos de baja calidad), estudios observacionales sin fa- en ancianos vulnerables hasta
llos metodólogicos. 12-24 h
Baja: Evidencia insuficiente para valorar efectos de salud, ensa-
yos limitados, con alta inconsistencia, importantes fallos meto- Hidromorfona 1-2 mg/3-4 h Gran variabilidad, conocimiento de
dológicos. su uso
Fuerza de recomendación: Fuerte: beneficio supera claramente Fentanilo TD 12,5-25 mg/72 h Si dosis morfina < 60 mg/24 h par-
riesgos; Débil: beneficios valorados y ponderados con el riesgo;
che menor dosis, inicia efecto 18-
Insuficiente: insuficiente evidencia para determinar riesgos o
24 h, rango duración 48-96 h
beneficios.
Buprenorfina 20 mg/72 h (35 g) No eliminación renal

rios que pueden alterar la funcionalidad, individualizando


la dosis. No debe olvidarse una adecuada hidratación del versas neuropsicológicas (1). La aparición de depre- sión
paciente y una valoración nutricional pues estos dos pará- respiratoria es poco frecuente aunque debe pres- tarse
metros influyen en gran manera en el metabolismo de los especial precaución en aquellos pacientes con
diferentes opiáceos. broncopatía previa o toma de psicofármacos que po-
En las personas con dificultades de comunicación se tencialmente causen hipoventilación.
debe prestar especial atención a cualquier modifica- ción La utilización de fármacos coadyuvantes, anticomi-
del estado basal para reconocer prontamente posi- bles ciales, antidepresivos u otros psicofármacos, debe ser
reacciones adversas. Si se van a utilizar psicofár- macos cuidadosa e individualizada, para garantizar la máxima
para el manejo de síntomas psicológicos y conductuales seguridad. En la tabla VII se muestran las dosis reco-
de la demencia debe disminuirse la dosis de opiáceos un mendadas y las reacciones adversas más frecuentes de
25 a 50% para prevenir reacciones ad- los diferentes coadyuvantes.
184 J. ALABA ET AL. Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 18, N.º 3, Mayo-Junio 2011

TABLA VII. DOSIS COADYUVANTES


Contraindicación/Riesgos RAM
Gabapentina 900-1.800 mg/día Hipersensibilidad > 10% Mareo, somnolencia
Dosis inicio 100 mg acostar Crisis epilépticas 1-10% Tr. Marcha, edema, estreñimiento, hiperglucemia
Alteración renal
Pregabalina 150-600 mg/día Disminuye umbral convulsivo > 10% Mareo, somnolencia
Dosis inicio 50 mg acostar Eliminación renal 1-10% Tr. marcha, temblor, vértigo, estreñimiento, incontinencia, confusión
Duloxetina 60-120 mg/día Hipersensibilidad > 10% Insomnio, estreñimiento, boca seca, mareo
Dosis inicio 20 mg/día Uso IMAO 1-10% ansiedad, mareo, somnolencia, diarrea, tr. sexuales, anorexia
Glaucoma ángulo cerrado
Hepatotóxico
Suicidio
Antidepresivos triciclicos Hipersensibilidad normal Síntomas anticolinérgicos
Amitriptilina 50-100 mg/día Uso IMAO
Dosis inicio 10 mg acostar Discinesia tardía
Imipramina 50-100 mg/día Neuroléptico maligno
Deterioro cognitivo
Efectos de codeína
Carbamazepina 200-800 mg/día Hepatotóxico. Inductor Vértigo, somnolencia, tr. equilibrio
Dosis inicio 100 mg/día Mielosupresión
Eliminación renal

Fig. 1. Algoritmo de valoración e intervención.


DEMENCIA Y DOLOR 185

Una valoración adecuada junto a la implementación —Realizar una monitorización y seguimiento adecua-
de medidas no farmacológicas, como la cinesiterapia y la do de las intervenciones, así como valoraciones funciona-
termoterapia, potenciando la movilidad que evite in- les, cognitivas y conductuales de forma periódica.
movilismo inducido, va a ser crucial en el manejo del
dolor en el paciente demente. Para alcanzar dichos ob-
jetivos es esencial una adecuada formación de los cui-
dadores tanto familiares como profesionales. CORRESPONDENCIA:
Desde un punto de vista práctico ante cualquier con- J. Alaba
ducta sospechosa de ser causada por el dolor, debe valo- Fundación Matía
San Sebastián - Gipuzkoa
rarse si se incrementa o no con el movimiento conside-
e-mail: jalaba@matiaf.net
rando las medicaciones previas, intentando modificar el
dolor provocado por el movimiento y tranquilizar el te-
mor relacionado con la conducta. Si la conducta sospe-
chosa no se relaciona con el movimiento debe garantizar-
se que las necesidades básicas de confort están resueltas BIBLIOGRAFÍA
(higiene, hambre, sed, calor, frío) e iniciar la búsqueda
activa de posibles factores desencadenantes (estreñimien- 1. Herr K, Bjoro K, Decker D. Tools for assessment of
to, infección respiratoria o urinaria, malnutrición). En pain in nonverbal older adults with dementia: a state
aquellos casos que no se encuentre ningún factor precipi- of the science review. J Pain Symptom Manage
tante se puede intentar un tratamiento analgésico empíri- 2006;31(2):170-92.
2. Fine P. Chronic pain management in older adults: spe-
co para modificar la conducta. En todos los casos se debe cial considerations. J Pain Symptom Manage
monitorizar y valorar la respuesta al tratamiento (Fig. 1). 2009;38(2Supl.): S4-S14.
3. Scherder E, Herr K, Pickering G, Gibson S, Benedetti
F, Lautenbacher S. Pain in dementia. Pain 2009;
145(3):276-8.
CONCLUSIONES
4. Kunz M, Mylius V, Scharmann S. Influence of de-
mentia in on multiple components of pain. Eur J Pain
—Existe una infradetección e infratratamiento del 2009;13:317-25.
dolor en los pacientes dementes con graves repercusio- 5. Alaba J, Arriola E. Prevalencia de dolor en pacientes
nes funcionales y sobre la calidad de vida. geriátricos institucionalizados. Rev Soc Esp Dolor
2009;16:344-52.
—Se recomienda en la valoración del dolor utilizar
6. Ferrell BA, Ferrell BR, Rivera L. Pain in cognitively
escalas adaptadas y validadas, puesto que no todos los impaired nursing home patients. J Pain Symptom Ma-
instrumentos de evaluación del dolor son apropiados para nage 1995;10:591-8.
todas las personas o para todas las situaciones o tipos de 7. Bennett MI, Bouhassira D. Epidemiology of neuro-
dolor. pathic pain: can we use the screening tools? Pain
—El dolor puede manifestarse como delirium o 2007;132:12-3.
8. Engle VF, Graney MJ, Chan A. Accuracy and bias of
trastornos afectivos, siendo frecuente la presentación licensed practical nurse and nursing assistant ratings
atípica. En las personas con demencia los equivalentes of nursing home residentsí pain [see comment]. J Ge-
de dolor como cambios conductuales, deben aumentar rontol A Biol Sci Med Sci 2001;56:M405-11.
la atención de los profesionales sanitarios y generar 9. Zyczkowska J, Szczerbinska K, Jantzi MR, Hirdes JP.
una actitud proactiva al tratamiento. Pain among the oldest old in community and institu-
tional settings. Pain 2009;129:167-76.
—Cognitivamente pueden proporcionar informa- 10. Bernabei R, Gambassi G, Lapane K, Landi F, Gatsoni
ción acerca de la presencia o ausencia de dolor, pero C, Dunlop R, et al. Management of pain in elderly pa-
pueden tener dificultad para proporcionar información tients with cancer. JAMA 1998;279:1877-82.
precisa sobre las características del dolor tales como la 11. Morrison RS, Siu AL. A comparison of pain and its
ubicación, frecuencia, duración, inicio, temporalidad, treatment in advanced dementia and cognitively intact
patients with hip fracture. J Pain Symptom Manage
variación y síntomas que la acompañan. 2000;19:240-8.
—La investigación futura sobre los instrumentos de 12. Brummel-Smith K, London MR, Drew N, Krulewitch
valoración de dolor deben abordar la determinación de H, Singer C, Hanson L. Outcomes of pain in frail ol-
cuáles son los instrumentos fiables y válidos en los di- der adults with dementia. J Am Geriatr Soc 2002;50:
ferentes niveles cognitivos de deterioro. 1847-51.
13. Schuler M, Njoo N, Hestermann M, Oster P, Hauer K.
—La prescripción farmacológica debe ir precedida Acute and chronic pain in geriatrics: clinical charac-
de una información adecuada y el establecimiento de teristics of pain and the influence of cognition. Pain
un plan terapéutico compartido con los familiares. Med 2004;5:253-62.
186 J. ALABA ET AL. Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 18, N.º 3, Mayo-Junio 2011

14. Ferrell BA, Ferrell BR, Osterweil D. Pain in the nur- 32. Herr KA, Garand L. Assessment and measures of pain
sing home. J Am Geriatr Soc 1990;38:409-14. in older adults. Clin in Geriatr Med 2001;17:457-78.
15. Roy R, Thomas MR. A survey of chronic pain in an el- 33. Gagliese L. Assessment of pain in elderly people. In:
derly population. Can Fam Physician 1986;32:513-6. Turk DC, Melzack R, editors. Handbook of Pain As-
16. Reinoso-Suarez F. Neurobiología del dolor. Algia sessment. New York-London: The Guilford Press;
2007;11:25-39. 2001. p. 119-33.
17. Cook IA, Leuchter AF, Morgan ML, Conlee EW, Da- 34. Baeza R, Baños JE, Torubia R. Escala de evaluación
vid S, Lufkin R, et al. Cognitive and physiologic co- del dolor en ancianos con demencia (EDAD). Tesis
rrelates of subclinical structural brain disease in el- Doctoral. Universidad Autónoma de Barcelona; 2006.
derly healthy control subjects. Arch Neurol 35. Villanueva MR, Smith TL, Erickson JS, Lee AC, Sin-
2002;59:1612-20. ger CM. Pain assessment for the dementing elderly
18. Knopman DS, Parisi JE, Salviati A, Floriach-Robert (PADE): reliability and validity of a new measure. J
M, Boeve BF, Ivnik RJ, et al. Neuropathology of cog- Am Med Dir Assoc 2003;4:1-8.
nitively normal elderly. J Neuropathol Exp Neurol 36. Sign B, Orrell M. The development, validity and re-
2003;62:1087-95. liability of a new scale for rating pain in dementia
19. Karp JF, Sega JW, Weiner K. Advances in understan- (RaPID). Unpublished manuscript; 2003.
ding the mechanisms and management of persistent 37. Fuchs-Lacelle S, Hadjistavropoulos T. Development
pain in older adults. Br J Anaesth 2008;101(1):11-20. and preliminary validation of the pain assessment
20. Cole LJ, Farrell MJ, Gibson SJ, Egan GF. Age-related checklist for seniors with limited ability to communi-
differences in pain sensitivity and regional brain acti- cate (PACSLAC). Pain Manag Nurs 2004;5:37-49.
vity evoked by noxious pressure. Neurobiol Aging 38. Abbey J, Piller N, Bellis de A, Esterman A, Parker D,
2010;31(3):494-503. Giles L, et al. The Abbey pain scale: a 1-minute nu-
21. Mantyselka P, Hartikainen S, Louhivuori-Laako K, merical indicator for people with end stage dementia.
Sulkava R. Effects of dementia on perceived daily Int J Palliat Nur 2004;10:6-14.
pain in home-dwelling elderly people: a population- 39. Feldt K. The checklist of nonverbal pain indicators
based study. Age Ageing 2004;33(5):496-9. (CNPI). Pain Manage Nurs 2000;1:13-21.
22. Horgas A, Elliot A, Marsiske M. Pain assessment in 40. Hurley AC, Volicer BJ, Hanrahan PA, Houde S, Voli-
persons with dementia: relationship between self-re- cer L. Assessment of discomfort in advanced Alzhei-
port and behavioral observation. J Am Geriatr Soc mer patients. Res Nur Health 1992;15(5):369-77.
2009;57:126-32. 41. Snow AL, O'Malley KJ, Cody M, Kunik ME, Ashton
23. Benedetti F, Arduino C, Vighetti S, Asteggiano G, Ta- CM, Beck C, et al. A conceptual model of pain assess-
renzi L, Rainero I. Pain reactivity in Alzheimer pa- ment for non-communicative persons with dementia.
tients with different degrees of cognitive impairment Gerontologist 2004;44:807-17.
and brain electrical activity deterioration. Pain 42. Lefebvre-Chapiro S. The Doloplus 2 scale – evalua-
2004;111:22-9. ting pain in the elderly. Eur J Pall Care 2001;8:191-4.
24. Mori E. Impact of subcortical ischemic lesions on beha- 43. Warden V, Hurley AC, Volicer L. Development and
vior and cognition. Ann NY Acad Sci 2002;977:141-8. psychometric evaluation of the Pain Assessment in
25. Bathgate D, Snowden JS, Varma A, Blackshaw A, Ne- Advanced Dementia (PAINAD) scale. J Am Med Dir
ary D. Behaviour in frontotemporal dementia, Alzhei- Assoc 2003;4(1):9-15.
merís disease and vascular dementia. Acta Neurol 44. Zwakhalen SM, Hamers JP, Abu-Saad HH, Berger
Scand 2001;103:367-78. MP. Pain in elderly people with severe dementia: a
26. Burton EJ, Karas G, Paling SM, Barber R, Williams systematic review of behavioural pain assessment to-
ED, Ballard CG, et al. Patterns of cerebral atrophy in ols. BMC Geriatrics 2006;6:3.
dementia with Lewy bodies using voxel-based morp- 45. Van Herk R, van Dijk M, Baar FPM, Tibboel D, de
hometry. Neuroimage 2002;17:618-30. Wit R. Observation scales for pain assessment in ol-
27. Scherder E, Bouma A. Acute versus chronic pain ex- der adults with cognitive impairments or communica-
perience in Alzheimerís disease. Dement Geriatr tion difficulties. Nursing Research 2007;56:34-43.
Cogn Disord 2000;11:11-6. 46. Malmstrom T, Tait R. Pain assessment and manage-
28. Scherder EJA, Sergeant JA, Swaab DF. Pain proces- ment in older adults. Handbook of Assessment in Cli-
sing in dementia and its relation to neuropathology. nical Gerontology. 2nd ed. 2010. p. 647-77.
Lancet Neurol 2003;2:677-86. 47. Gurwitz JH, Field TS, Jud J, Rochon P, Harrold LR,
29. McAuliffe L, O’Donnell M, Nay R. Successful pain Cadoret C, et al. The incidence of adverse drug events
assessment in older adults with dementia: barriers and in two large academic long-term care facilities. Am J
strategies (review). Royal College of Nursing Austra- Med 2005;118:251-8.
lia Monograph. Australian Centre for Evidence Based 48. Ginsburg M, Silver S, Berman H. Prescribing
Aged Care; 2008. opioids to older adults: a guide to choosing and swit-
30. American Geriatrics Society. The management of per- ching among them. Geriatrics and Aging 2009;12(1):
sistent pain in older persons. AGS Panel on Persistent 48-52.
Pain in Older Persons. J Am Ger Soc 2002;50:205-24. 49. American Geriatrics Society Panel on the Pharmaco-
31. Weiner DK. Pain in nursing home residents: what do- logical Management of Persistent Pain in Older Per-
es it really mean, and how can we help? J Am Geriatr sons. Pharmacological Management of Persistent Pain
Soc 2004;52:1020-2. in Older Persons. JAGS 2009;57:1331-46.
ARTÍCULOS
VALORACIÓN DEL
RENDIMIENTO
FÍSICO
Evaluación de la condición física en adultos
6 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

mayores: desafío ineludible para una sociedad


que apuesta a la calidad de vida
FABiáN BOyARO
Master en Actividad Física: Entrenamiento y Gestión Deportiva. Profesor de la
Licenciatura en Educación Física, Recreación y Deporte del IUACJ. Uruguay
Contacto: profeboyaro@yahoo.com

ARiEl Tió
Pos-Graduado en Educación Física y Deporte Escolar. Director del Curso
Técnico Deportivo del IUACJ. Uruguay.
Contacto: atio@iuacj.edu.uy

Recibido: 10.07.2014
Aprobado: 09.09.2014

Resumen: La práctica regular de ejercicio físico tiene beneficios ampliamente corroborados sobre
el nivel de calidad de vida del adulto mayor. Las actividades normales de la vida co-
tidiana como vestirse, levantarse de una silla o subir escaleras requieren de un grado
de independencia funcional que sólo es posible cuando los individuos presentan una
aceptable condición física. La determinación objetiva del rendimiento de las diferentes
capacidades motoras se convierte pues en una necesidad, en tanto que permite estable-
cer los programas de ejercicio más apropiados para los adultos mayores y ayuda a com-
prender el nivel de relación que presenta con la calidad de vida que estos manifiestan.
La comprobación de la condición física en este sector de la población se realiza con
una prueba objetiva validada a nivel internacional, confiable y adaptada a las posibili-
dades de los individuos mayores como el Senior Fitness Test.

Palabras clave: Adulto Mayor. Condición física. Calidad de vida. Senior Fitness Test.

EVALUATION OF PHYSICAL FITNESS IN OLDER ADULTS: AN UNAVOIDABLE CHALLENGE


FOR SOCIETY THAT FOCUSES ON QUALITY OF LIFE

Abstract: The regular practice of physical exercise has amply corroborated its benefits in the quality of
life of the elderly. Everyday activities such as dressing, getting up from a chair or climbing stairs
require a degree of functional independence that is only possible when individuals present
an acceptable physical condition. The determination of the efficiency of the different motor
skills becomes then a necessity, as it allows the establishment of the exercise programs most
appropriate for older adults and it aids in the comprehension of the level of relationship
with the quality of life demonstrated. The verification of the physical conditioning of this
sector of the population is carried out through an internationally validated and reliable test,
adapted to the possibilities of the elderly, as is the Senior Fitness Test.

Key words: Elderly. Fitness. Quality of life. Senior Fitness Test.


EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 7
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

iNTRODUCCióN de seguridad, eficiencia y control individual de


los resultados. Así mismo, dicha valoración nos

E
stá ampliamente estudiado el efecto positivo puede acercar de manera precisa y objetiva a la
que tiene la actividad física y el ejercicio sobre real eficacia de los programas de ejercicio que ya
las personas en sus dimensiones fisiológicas, han sido instaurados.
psicológicas y sociales. Esto es más relevante en un
sector de la población, los adultos mayores, cuyo CONCEPTO DE ADUlTO MAyOR
nivel de actividad puede resultar determinante
del estado sanitario que presente y del grado de Uno de los términos que comúnmente se
independencia que posea para cumplir y disfrutar asocian con el concepto de adulto mayor es el de
de sus actividades diarias; en ocasiones puede envejecimiento, entendido según Troen (2003, p. 3)
emerger la necesidad de asistencia y cuidados como:
especiales. Esta necesidad a veces permanece
oculta por falta de información debidamente […] el deterioro secuencial que ocurre en la
ordenada, sistematizada y clasificada. mayoría de los seres vivos, que incluye debilidad,
Como profesionales de la educación aumento de la tasa de mortalidad después de la
física y agentes promotores de la salud a través madurez, cambios en la composición bioquímica
del movimiento nos planteamos las siguientes que varían con la edad, mayor susceptibilidad a
inquietudes: ¿cómo podemos ayudar a las personas padecer enfermedades, pérdida de agilidad y
mayores a seguir siendo independientes y activas movilidad, y diversos cambios fisiológicos.
a medida que envejecen? y ¿cómo podemos
mejorar su calidad de vida? Todos los términos que pueden vincularse a
La longevidad es, tal vez, uno de los la tercera edad (viejo, vejez y envejecimiento), en
mayores logros de la humanidad en toda su historia. principio hacen referencia a una condición temporal
En nuestro país, el último censo de población y concretamente a una forma de tener en cuenta el
realizado (Instituto Nacional de Estadística, 2011) tiempo y sus consecuencias en el individuo, es decir,
arrojó cifras que afirman que hay un 19% de a la edad. Según el criterio cronológico, la vejez
uruguayos mayores de 60 años, similar a los datos se inicia a partir de los sesenta años, de acuerdo
recabados en países desarrollados como Japón, con la definición de las Naciones Unidas, frontera
Italia y Alemania. A su vez el censo en nuestro que ha ido variando rápidamente en los últimos
país, aportó que hay más de 13.000 uruguayos tiempos, más que en toda la historia de occidente
que manifestaron no poder caminar. (NACIONES UNIDAS, 2007). Para los fines de este
Estas cifras indican que el sector de la trabajo, tomaremos la edad de 60 años, entonces,
población correspondiente a los adultos mayores como inicio de la etapa de adulto mayor.
va en aumento en el Uruguay, hecho constatado
también en la mayoría de los países de América El ADUlTO MAyOR
Latina y el Caribe considerando las cifras de
6,3% (35 millones de personas) y en la población Los cambios que se manifiestan en el sistema
mundial de 7,3% (477 millones de personas), datos nervioso son los que mayores consecuencias
aportados por Naciones Unidas (2007). El análisis acarrean, puesto que junto al cerebro conforman
de estos resultados nos instala además una gran el centro del control del cuerpo. La médula
incertidumbre sobre la autonomía, independencia espinal, se atrofia, lo que trae como consecuencia
y calidad de vida de estas personas. que funciones reguladoras autonómicas como las
Esta realidad nos invita sin demoras a encargadas de controlar la temperatura corporal, la
ocuparnos desde nuestra profesión, de un sector presión sanguínea y los esfínteres resulten también
sensible de la población y pensar en la valoración de disminuidas con el avance de la edad. En el período
la condición física como un paso extremadamente de la vejez se manifiesta la marcha característica del
necesario antes de iniciar cualquier programa anciano (marcha dubitativa), con pasos reducidos
en el proceso de prescripción de ejercicio físico en su amplitud, asimétricos y con menor velocidad.
para personas con edad avanzada, por razones Hay, así mismo, mayor oscilación del centro de
8 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

gravedad y disminución del balanceo de brazos. A En tanto, los vínculos sociales sufren una
estos cambios se le agregan una disminución del natural y progresiva pérdida o disminución a
equilibrio y la coordinación, el enlentecimiento medida que se envejece. Por ejemplo, aquellos
de los movimientos motores hábiles y alteraciones vínculos que estaban sustentados en la vida
de la velocidad de movimientos por hiper o laboral son los primeros en disminuir en cantidad
hipocinesias, que conducen a una alta prevalencia y frecuencia. Es así que los roles que la persona
de caídas (GARATACHEA; TORRES, 2011). cumplía en su lugar de trabajo y que le daban un
Según Roubenoff (2000) el sistema sentido de pertenencia ya no se asumen, ante
musculoesquelético también sufre importantes lo cual el adulto mayor puede padecer crisis de
modificaciones que tienen consecuencias en aspectos identidad (CRUZ RODRÍGUEZ, 2013).
funcionales y en las actividades cotidianas como la
movilidad y la autonomía, que inciden en la calidad BENEFiCiOS DEl EJERCiCiO EN El
de vida. Este deterioro inexorable que se presenta ADUlTO MAyOR
con el paso del tiempo se manifiesta aún en aquellas
personas que se mantienen activas físicamente, La práctica regular de ejercicio físico
aunque con menor incidencia. La disminución de tiene beneficios ampliamente corroborados y
la masa muscular (sarcopenia) y del área de sección evidenciados sobre la calidad de vida del adulto
transversal del músculo provoca un descenso en los mayor. Con referencia a los estilos de vida
niveles de fuerza. Dicho proceso que se inicia a partir independiente, el Instituto Nacional sobre el
de los 40-50 años y puede alcanzar un 30% después Envejecimiento (2001) afirma que los ejercicios
de los 70 años (GONZÁLEZ; SÁNCHEZ, 2011). El de fuerza los favorecen.
descenso de la fuerza tiene mayor expresión en Adecuados niveles de capacidad aeróbica
los miembros inferiores que en los superiores y en influyen directamente sobre la movilidad
las mujeres más que en los hombres. Además, se funcional de los individuos, e indirectamente en la
establece que la disminución de la fuerza de tren disminución de posibilidades de padecer patologías
superior es un potente predictor de discapacidad cardiovasculares, diabetes, obesidad, hipertensión
en los adultos mayores (GIAMPAOLI et al., 1999; arterial y algunos tipos de cáncer como sostienen
GILL et al., 1996; LAWRENCE; JETTE, 1996 apud Paffenbarger et al. (1993). En contrapartida, la vida
GARATACHEA; TORRES, 2011). 1 sedentaria y la falta de actividad física son factores
En cuanto a los aspectos psicológicos y que determinan la aparición de dichas patologías, y
sociales la tercera edad suele asociarse a un período de otras como, osteoporosis, hipercolesterolemia,
vital donde se sufren constantemente pérdidas, desde debilidad muscular y depresión. A partir de
habilidades, capacidades y potencialidades, hasta dicho estilo de vida también se puede presentar
seres queridos. Es decir que las instancias de “duelo” un empeoramiento de esas patologías una vez
se vuelven frecuentes por diversos motivos, pero la diagnosticadas, principalmente en la población
merma de la independencia vivida hasta ese momento adulta mayor.
es una de las que más se siente a partir de los cambios Según Heredia (2006), los ejercicios físicos
físicos y biológicos experimentados por este sector de en la tercera edad ayudan a mantener y recuperar
la población (GARATACHEA; TORRES, 2011). el equilibrio físico y mental, atrasan la involución
del músculo esquelético, lo que facilita la actividad
1 GIAMPAOLI, S. et. al. Hand-grip strength predicts incident articular y previene la osteoporosis y fracturas
disability in non-disabled older men. Age Ageing. v. 28, óseas. Las actividades físico-deportivas influyen en
n.3, p. 283-288. 1999. el envejecimiento cardiovascular, previniendo la
GILL, T. et al. Impairments in physical performance and arteriosclerosis y mejorando la función endócrina,
cognitive status as predisposing factors for functional principalmente la suprarrenal, para la resistencia y
dependence among nondisabled older persons. Journal of adaptación al estrés.
Gerontology, v. 51A, n. 6, p. M283-M288, 1996.
Las actividades normales de la vida
LAWRENCE, R.; JETTE A. Disentangling the disablement
process. Journal of Gerontology, v. 51B, n. 4, p. S173-S182,
cotidiana como vestirse, ducharse, levantarse de
1996. una silla, cargar con las bolsas de las compras,
alzar un niño o subir escaleras, requieren de un
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 9
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

grado de independencia funcional que sólo es CONDiCióN FíSiCA y CAliDAD DE ViDA


posible si la persona mantiene un nivel adecuado
de condición física. La condición física puede definirse, según
Por su parte, Garatachea y Torres (2011) el autor que se tome como referencia, como
se apoyan en estudios actuales para establecer la forma física o aptitud física (en inglés “physical
relación existente entre los efectos de los ejercicios fitness”) (CLARKE, 1977). Precisamente, este
aeróbicos y el desarrollo de discapacidad. Plantean autor introduce el término definiéndolo como la
que por un lado estos ejercicios podrían acelerar habilidad de realizar un trabajo diario con vigor
procesos de osteoartritis y lesiones sucesivas que y efectividad, retardando la aparición de la fatiga
desemboquen en traumas acumulativos, pero (cansancio) y con el mínimo costo energético.
por otro lado se establece que una mejora de la Según Martin, Carl y Lehnertz (2001, p.
condición física posibilitaría aumentar la reserva 101), la condición física es:
cardiovascular, la densidad mineral ósea y la fuerza
muscular para retrasar o prevenir la discapacidad. […] un componente del estado de rendimiento.
Algunos estudios confirman la relación existente Se basa en primer lugar en la interacción de los
entre el entrenamiento de la fuerza y la procesos energéticos del organismo y los músculos,
reducción del riesgo de sufrir caídas (CHRISTMAS; y se manifiesta como capacidad de fuerza,
ANDERSEN, 2000). En este sentido, también la velocidad y resistencia, y también como flexibilidad;
capacidad de resistencia y equilibrio funcional se está relacionada así mismo con las características
ven favorecidas por el entrenamiento de la fuerza psíquicas que estas capacidades exigen.
(DAUBNEY; CULHAM, 1999).
Es de destacar la trascendencia que Los autores citados también agregan que
reviste la flexibilidad en la calidad de vida y en las la mejora de la condición física permite asegurar
posibilidades de los adultos mayores en acciones una salud más estable, resistir al estrés diario al
y funciones cotidianas necesarias, como agacharse, cual el ser humano está expuesto y prevenir
levantarse, estirarse, que están determinadas enfermedades, aspectos todos que hacen a la
justamente por la movilidad de las articulaciones calidad de vida de un individuo.
de cadera y rodilla. Si los índices de flexibilidad de Márquez, Salguero del Valle y Molinero
las mismas son aceptables, se pueden prevenir los (2011), por su parte, asumen la gran amplitud
dolores de espalda, los problemas de equilibrio y los del concepto de condición física, vinculándolo
eventos de caídas ya mencionados (ACSM, 2000). con una serie de atributos condicionales, en
Para Podsiadlo y Richardson (1991), el tanto que evaluables, como pueden ser la
desempeño en tareas de agilidad y equilibrio resistencia, la flexibilidad, la fuerza y la agilidad,
dinámico tiene relación con la velocidad de la cuyos rendimientos determinan la capacidad que
marcha, y por lo tanto con un mayor grado de manifiesta un individuo para realizar actividad
independencia para maniobras rápidas como física.
subir o bajar del autobús, esquivar un coche en la Para nuestro desarrollo teórico, nos
calle o evitar resbalarse al andar. interesa un enfoque general de la condición física
Con respecto a los beneficios sobre saludable entendido como:
aspectos psicológicos, Heredia (2006) afirma que el
ejercicio físico practicado con regularidad propicia […] un estado dinámico de energía y vitalidad
el bienestar general, disminuyendo la ansiedad, el que permite a las personas llevar a cabo las tareas
insomnio y la depresión, al tiempo que refuerza habituales de la vida diaria, disfrutar del tiempo
la actividad intelectual por mayor oxigenación de ocio activo y afrontar las posibles emergencias
cerebral y contribuye al equilibrio psicoafectivo. imprevistas sin una fatiga excesiva, a la vez que
Así mismo propone que los individuos mayores ayuda a evitar enfermedades hipocinéticas y a
de 60 años pueden ver facilitadas sus relaciones desarrollar el máximo de capacidad intelectual,
intergeneracionales, aumentando el contacto y experimentando plenamente la alegría de vivir.
la participación social e induciendo a cambios (BOUCHARD; SHEPARD, 1993, p. 11).
positivos en su estilo de vida.
10 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

Dado el enfoque que pretendemos darle de motivaciones y de valores son algunos de


al presente trabajo, se hace necesario también los múltiples agentes estresantes a los que está
exponer el concepto de condición física funcional, sometida gran parte de la población mundial. Se
que según Rikli y Jones (2001, p. 2) es “la capacidad trata de una óptica que mira la calidad de vida
física para desarrollar las actividades normales de relacionada con la salud.
la vida diaria de forma segura e independiente y
sin excesiva fatiga”. EVAlUACióN DE lA CONDiCióN FíSiCA
Dicha conceptualización continúa la línea EN ADUlTOS MAyORES
de relación con lo expuesto en párrafos anteriores,
en el sentido del vínculo de la condición física con La evaluación de la condición física en
la calidad de vida, la independencia y la autonomía adultos mayores debe perseguir la determinación
funcional del adulto mayor. de la misma en términos funcionales, que según
Márquez, Salguero del Valle y Molinero Rikli y Jones (2001) sirve para establecer el grado
(2011) en la tabla 1 presentada a continuación, de autonomía, independencia y la calidad de vida
realizan un análisis de los parámetros principales que dichas personas manifiestan al realizar tareas
que componen la condición física funcional. cotidianas en el hogar y en su vida social.
Además de la utilidad de la evaluación
Tabla 1: Relación entre los parámetros físicos, las funciones
como diagnóstico inicial del rendimiento físico,
y las actividades.
coordinativo y motriz, según Verst (2000) todo
Parámetros físicos Funciones Actividades inicio de programa de actividad física requiere de
Resistencia aeróbica Caminar / correr Compras / recados un reconocimiento médico-deportivo que presente
Fuerza y Subir escaleras Ejercicio físico un carácter preventivo, para detectar cualquier
resistencia muscular Levantarse de una silla Actividades recreativas problema de salud que pueda contraindicar o
Flexibilidad Levantar / alcanzar Tareas del hogar condicionar la práctica de ejercicio, incluso para
Equilibrio / agilidad Girar / arrodillarse Desplazamientos determinar cuál sería el tipo de ejercicio más
Composición corporal Movilidad Caminar
apropiado.
Fuente: Márquez, Salguero del Valle y Molinero (2011). Resulta menester entonces adoptar, por
parte de los investigadores, una prueba o conjunto
de ellas, que permita conocer la realidad físico-
La calidad de vida para Schumaker y coordinativa del adulto mayor, cumpliendo con
Naughton (1995) está asociada a la percepción ciertos criterios generales que Rikli y Jones (2001)
subjetiva que cada individuo tiene de la asumen como fundamentales para seleccionar los
capacidad para realizar actividades que él test, y que son: 1) que tengan un aceptable rigor
considera importantes. Esa capacidad a su vez científico con respecto a su fiabilidad y validez, y
está influenciada por el estado de salud, y por 2) que sean fáciles y posibles de realizar en lugares
sus propios valores y creencias. La posibilidad de como una casa, un gimnasio, un polideportivo o
satisfacción de las necesidades básicas y la calidad un espacio abierto.
de vida están estrechamente asociadas y se A continuación se detallan los criterios
relacionan con el momento histórico, la cultura y específicos que estos mismos autores señalan
la clase social a la que cada individuo pertenece. que deben cumplir los test para seleccionarse y
En este sentido, Schwartzmann (2003) señala desarrollarse con adultos mayores:
que la vida actual, aunque está caracterizada por - reflejar los principales componentes de la
un aumento en la longevidad, no está forzosamente condición física funcional;
asociada a mejor calidad de vida. A su vez explica - tener una reproductibilidad (test-retest)
que el incremento de la frecuencia y velocidad de aceptable (0.80);
los cambios tecnológicos, la superabundancia de - presentar validez de constructo, es decir,
la información, el desempleo o el multiempleo, que se pueda correlacionar con otra medida de
la inseguridad creciente, las modificaciones en la otro test de una forma predictiva;
estructura familiar (divorcios, uniones inestables, - reflejar los cambios en el rendimiento
ambos padres en el mercado laboral), la pérdida físico vinculados con la edad;
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 11
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

- detectar los cambios producto del ejercicio PROTOCOlO DE REAlizACióN DEl SFT.
físico y el entrenamiento; ORDEN y REAlizACióN DE lAS PRUEBAS
- valorar el rendimiento en una escala continua
que contemple un amplio rango de capacidad Según Rikli y Jones (2001), los participantes
funcional: desde muy débil hasta muy entrenado; deben realizarlo lo mejor que puedan, pero sin
- ser fácil de administrar y puntuar; sobre exigirse al punto de poner en riesgo sus
- requerir poco espacio y material para que límites de seguridad física estandarizando las
se pueda realizar en diferentes lugares; instrucciones para los ejecutantes de manera de
- ser seguros de realizar desde el punto de vista poder comparar posteriormente con los valores de
de la salud, es decir, sin la necesidad de un informe referencia.
médico previo para la mayor parte de estas personas; Asimismo, sugieren que para cada prueba
- ser aceptado socialmente y motivante el evaluador deberá demostrar al principio la
para esta población; forma correcta de ejecución, y lentamente para
- ser rápidos de realizar. que el participante la entienda. A continuación se
expone la interpretación del SFT (RIKLI; JONES,
SENiOR FiTNESS TEST (SFT) 2001 apud GARATACHEA; AZNAR, 2011).2

El SFT es un protocolo de evaluación de la Prueba 1- Peso y Talla


condición física funcional (RIKLI; JONES, 2001) El objetivo es determinar el Índice de Masa
que fue creado cumpliendo una serie de requisitos Corporal (IMC), utilizando una báscula marca
que han sido enumerados en el apartado anterior, Punktal® con precisión de hasta 100 grs. para medir
y que por tal motivo lo convierten en uno de los peso y una cinta métrica milimetrada, metálica,
más aceptados y adoptados a nivel internacional, retráctil y flexible de 3 mts. marca Famastil® para
pues no requiere de espacio ni equipamiento obtener la talla. Posteriormente se efectúa el cálculo
excesivo para su aplicación, así como ningún de dicho índice, utilizando los valores obtenidos en
tipo de especialización técnica. Tiene además la fórmula: IMC= peso (kg)/talla2 (m).
un tiempo de implementación relativamente
corto, en comparación a otros y para la ejecución Prueba 2 - Sentarse y Levantarse de una silla
de dicho test se requiere de un consentimiento
escrito por parte de los evaluados, luego de que
(chair stand test)
han sido informados de sus objetivos y riesgos. En El propósito es evaluar la fuerza de tren
inferior. El ejecutante se levanta de una silla y
ese documento deben expresar su libre voluntad
se vuelve a sentar de forma continua la mayor
para participar de la prueba y que se encuentran
en las condiciones de salud necesarias para ello cantidad de veces durante 30 segundos. La
(GARATACHEA; AZNAR, 2011). espalda debe permanecer recta y los brazos
cruzados sobre el pecho.
Dichos autores puntualizan que la ejecución
del SFT es segura para la mayoría de las personas
mayores de 60 años y hasta la edad de 94 años, Prueba 3- Flexiones de brazo con peso (Arm
sin una evaluación médica previa. No obstante, curl test)
existen algunas excepciones. Las personas que no El objetivo es evaluar la fuerza del tren
deben participar en el SFT sin autorización médica superior. El participante, sentado en la misma
son las que: silla, toma una mancuerna (5 libras para mujeres
- por razones médicas se les ha y 8 libras para hombres) con la mano hábil y
desaconsejado realizar ejercicio físico; la sube y baja de manera continua (flexión y
- han tenido insuficiencia cardiaca extensión completa de codo) la mayor cantidad
congestiva; de veces durante 30 segundos.
- tienen actualmente dolores articulares, en
el pecho, vértigos, angina durante el ejercicio;
- tienen presión sanguínea alta no 2 RIKLI, Roberta; JONES, Jessie. Senior Fitness Test Manual.
controlada (mayor de 160/100). 2.ed. Champaign: Human Kinetics, 2001.
12 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

Prueba 4 - Sentado y alcanzar el pie ESTUDiO PREliMiNAR


extendido (Sit and reach test)
Se pretende aquí valorar la flexibilidad de Método
tren inferior, particularmente del bíceps femoral.
El individuo, sentado en el borde de la silla, con El método utilizado fue el cuantitativo
una pierna flexionada y la otra extendida, deberá puesto que el objetivo planteado era implementar
realizar una flexión de tronco con los brazos un conjunto de pruebas físicas (el Senior Fitness
extendidos intentando acercarse lo máximo Test) que no tenía antecedentes de utilización
posible al pie de la pierna extendida; aquí el en nuestro país. Para llevara a cabo dicho test
evaluador determinará con el uso de una regla la seleccionamos una muestra del Programa de
distancia existente entre los dedos medios de las Adultos Mayores de la Secretaría de Educación
manos y la parte alta del calzado, registrándola con Física, Deporte y Recreación, perteneciente a la
valores negativos, cero o positivos en centímetros Intendencia Municipal de Montevideo (IMM),
utilizando una regla métrica milimetrada de 50 cm cuyas actividades se realizaban en distintos
marca Plantec®. espacios al aire libre como parques y plazas. En
dichos espacios se llevó a cabo el estudio.
Prueba 5 - Alcanzar manos tras la espalda Se cumplieron los procedimientos
(Back scratch test) protocolares de rigor, y la solicitud de las
El propósito es evaluar la flexibilidad del autorizaciones pertinentes para hacer la
tren superior. El participante, de pie, buscará intervención mencionada ante la dirección, y
aproximar los dedos medios de sus manos, los diferentes supervisores y coordinadores del
llevando una de ellas hacia la espalda rodeando mencionado programa, en quienes encontramos
la cintura y con la palma hacia arriba, y la otra una muy alta receptividad y disposición para
mano pasando por detrás del hombro de ese lado, apoyar esta propuesta.
pero con la palma hacia abajo; ambas manos se
dirigirán hacia la mitad de la espalda. Al igual Muestra
que en el test anterior, se valorará la distancia en
centímetros existente entre los dedos medios de La muestra utilizada en este trabajo fue
las dos manos, utilizando una regla y registrando intencional, dado que en esta instancia no era
valores negativos, cero, o valores positivos, según relevante algún grado de representatividad y si
sea el grado de aproximación de los dedos. lo era las características que los sujetos poseían
para el estudio. En virtud de esto, convocamos
Prueba 6 - Ida y vuelta (8-foot up-and-go test) a participar a los grupos que funcionaban en la
Esta prueba busca valorar el equilibrio dinámico y Plaza Líber Seregni y en el Parque Rivera durante
la agilidad mediante el registro del tiempo que diciembre de 2013 y enero de 2014, dado que
demora el ejecutante en: pararse de una silla, los mismos tenían un número importante de
avanzar hacia una marca (o cono) situada a 2.44 concurrentes. Los docentes encargados de dichos
metros de la misma, pasar por la parte externa de grupos nos facilitaron el tiempo requerido para la
dicha marca y regresar a sentarse realización del test, así como también motivaron a
nuevamente en la silla. sus alumnos para que accedieran a ser evaluados.
Los criterios de inclusión para que los participantes
Prueba 7- Minutos paseo (6 min walk test) fueran tenidos en cuenta en la aplicación de la
El objetivo es determinar la resistencia aeróbica prueba fueron tener entre 60 y 70 años de
del ejecutante durante 6 minutos, en los que edad, estar concurriendo a las clases del
deberá caminar alrededor de un circuito programa de verano con regularidad en los
rectangular de 45.7 metros, tratando de cubrir la últimos 30 días, y no poseer impedimentos desde
mayor cantidad de metros en el tiempo el punto de vista físico y motriz para ser
estipulado. evaluados. Así mismo, los individuos estudiados
firmaban un consentimiento de libre participación
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 13
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

en la propuesta, donde se les informaba de las Tabla 2: Intervalo normal en mujeres.


características y los objetivos del estudio.
Se pudo observar en las clases una amplia
mayoría de participantes del sexo femenino con
respecto al sexo masculino, razón por la cual de un
total de 26 individuos estudiados solamente 3 fueron
hombres. Al significar un número tan reducido de
hombres participantes en este estudio, no serán tenidos
en cuenta sus resultados en este análisis preliminar.
A los efectos de poder establecer una Fuente: Rikli y Jones (2001).
comparación con los valores de referencia utilizados
por Rikli y Jones (2001), se realizó una división de
la muestra en dos subgrupos: por un lado aquellos Los resultados obtenidos por toda la muestra
individuos de entre 60 y 64 años de edad, y por en la aplicación del SFT, donde se incluyen todas las
otro lado los que tenían entre 65 y 70 años. pruebas, se presentan a continuación en la tabla 3.

Tabla 3: Cifras obtenidas sobre todas las pruebas aplicadas del SFT.

Nº Fuerza Fuerza Flex. Flex. Ida y 6 min.


individuo MMII MMSS MMII MMSS vuelta (mts.)
(rep.) (rep.) (cm.) (cm.) (seg.)
1 22 23 20 7.9 3.1 778
2 12 18 -9.4 -1.3 3.4 594
3 13 20 8.9 -2.0 3.9 512
4 18 20 1 5.6 3.4 594
5 8 15 -13.9 6.1 5.6 434
60 - 64 años 6 19 23 0 3.6 3.1 530
7 18 21 -5 2.5 5.1 553
8 18 20 -5 -3.0 3.9 553
9 17 25 -7.1 0 3.1 626
10 17 17 0 5.1 3,4 612
11 16 18 -11.9 -13 4 544
12 19 22 3 -6.1 3.5 568
13 12 18 0 5.1 4.4 482
14 17 18 7.1 5.1 4.6 423
15 14 12 -8.9 -7.9 4.3 548
16 15 20 6.1 -4.6 3.7 645
17 15 18 0 2.0 3.8 563
18 14 13 -16 5.1 3.9 568
65 - 70 años 19 14 16 -21.1 1.0 3.6 617
20 17 19 0 -2.5 4.6 462
21 17 21 -7.1 4.6 3.6 553
22 14 15 21 0 4.4 526
23 14 18 1.0 0 5.2 503

Fuente: Elaboración propia (2014).


14 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

En la siguiente tabla de resultados obtenidos y con una muestra de 7000 sujetos dentro de los que
vinculados con la tabla de referencia de Rikli y Jones se encontraban tanto activos como sedentarios.
(2001) discriminada por edades (60 - 64 años y 65 - 70 Para este estudio, se tuvieron en cuenta únicamente
años) podemos observar que para el Senior Fitness Test individuos que se encontraban participando en un
los individuos se distribuyen de la siguiente manera: programa de ejercicio.

Tabla 4: Individuos que se encuentran dentro y fuera de los CONSiDERACiONES FiNAlES


intervalos de referencia aportados por Rikli y Jones (2001).
Siguiendo el marco conceptual tratado en
el artículo, la evaluación de la condición física en
la vejez debe servir para establecer el grado de
autonomía, independencia y la calidad de vida
de las personas al momento de realizar tareas
cotidianas en el hogar y en su vida social.
Además de la utilidad de la evaluación como
diagnóstico inicial del rendimiento físico, coordinativo
y motriz, todo inicio de programa de actividad física
requiere de un reconocimiento médico-deportivo
que presente un carácter preventivo.
Fuente: Elaboración propia (2014). Resulta indispensable entonces una prueba
o un conjunto de ellas para conocer la realidad
Haciendo un análisis comparativo de los físico-coordinativa del adulto mayor; sustentados
resultados obtenidos en la muestra estudiada con en esa convicción, este trabajo ha presentado al SFT
respecto a las tablas de referencia aportadas por como un protocolo de evaluación de la condición
los trabajos de Rikli y Jones (2001), encontramos física funcional que ha sido creado siguiendo una
que para los sujetos entre 60 y 64 años, la mayoría serie de requisitos especiales y se ha convertido
de los resultados están por dentro o por encima de en uno de los más aceptados y adoptados a nivel
los intervalos normales de referencia. En la prueba internacional.
donde se encuentran más individuos por debajo
En el estudio preliminar, se ha podido
de dichos intervalos es en la de flexibilidad de
comprobar la economía de recursos, la sencillez
miembros inferiores (4) y en la de 6 minutos de
de procedimientos y el poco espacio que este
caminata (3).
conjunto de pruebas requiere para poder aplicarse
Por otra parte, para el grupo de sujetos entre en grandes poblaciones y con un alto grado de
65 y 70 años, se observó que en la prueba de fiabilidad y objetividad.
flexibilidad de miembros inferiores es coincidente Como ya fue explicitado, el número
la tendencia con respecto a los valores que se de individuos del sexo masculino ha sido
encuentran por debajo del intervalo (4). Es de significativamente bajo en esta muestra, por lo que se
destacar que en el resto de las pruebas este grupo debería evaluar específicamente a adultos hombres
de personas estuvo dentro del intervalo o por para poder establecer un estudio comparativo entre
encima de los valores de referencia. ambos sexos dadas las diferencias que se observan
Se puede interpretar entonces a partir de en las referencias utilizadas.
estos datos, que el Programa de Adultos Mayores Es de destacar, que resulta al menos
de la Secretaría de Educación Física, Deporte llamativo, que este test no tenga antecedentes
y Recreación, perteneciente a la Intendencia de implementación en nuestro país (aunque sí
Municipal de Montevideo (IMM), contribuye existen en la región) dado el alto porcentaje de
al mantenimiento o mejora de las capacidades adultos mayores que componen nuestra sociedad
evaluadas por el SFT que determina la condición y la necesidad de que los mismos puedan gozar de
física funcional de dichas personas. No obstante, las mayores posibilidades que los aproximen a una
es necesario considerar en este análisis, que los aceptable condición física y a una óptima calidad
valores de referencia utilizados fueron elaborados de vida.
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 15
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

La aplicación de este test permite estudiar Fitness Research Digest, v. 7, n. 2, p. 3-4, apr. 1977.
grandes poblaciones de adultos mayores, lo Disponible en: <http://files.eric.ed.gov/fulltext/
que posibilita conocer su condición física, y así ED138554.pdf> Acceso en: 2 mayo 2014.
obtener información estadística. El análisis de los
resultados permitiría pensar, elaborar estrategias CHRISTMAS, Colleen; ANDERSEN, Richard.
y políticas de acción comunitaria dirigidas a Exercise and older patients: guidelines for the
planificar programas de ejercicio en la 3ª edad, clinician. Journal of the American Geriatrics
detectando las debilidades que las personas Society. New York, v. 48, n. 3, p.318-324, mar.
presentan para reforzar determinados aspectos 2000. Disponible en: <http://www.ncbi.nlm.nih.
de la condición (fuerza, resistencia, agilidad/ gov/pubmed/10733061> Acceso en: 2 mayo
coordinación, flexibilidad). Además, el estudio 2014.
propuesto puede ser utilizado para:
• Mejorar la calidad de vida. Elevar la autoestima CRUZ RODRÍGUEZ, Saul. Atención al adulto
y el nivel de condición física. Proporcionar un mayor. 2013. Disponible en: <http://www.
mayor grado de independencia funcional de los monografias.com/trabajos96/atencion-al-adulto-
adultos mayores de la ciudad de Montevideo. mayor/atencion-al-adulto-mayor.shtml> Acceso
• Divulgar a la comunidad los resultados de la en: 15 mayo 2014.
aplicación de un test reconocido mundialmente,
sin precedentes en su utilización en nuestro DAUBNEY, Marguerite; CULHAM, Elsie. Lower-
medio. extremity muscle forcé and balance performance
• Establecer relaciones entre la calidad de vida in adults aged 65 years and older. Physical
manifestada y el nivel de condición física para Therapy, v. 79, n. 12, p. 1177-1185, dec.
poder determinar qué aspectos de ambos 1999. Disponible en: <http://www.physther.
indicadores se pueden estar influyendo org/content/79/12/1177.full.pdf> Acceso en: 10
mutuamente. mayo 2014.
• Detectar factores relevantes de la calidad
de vida y la independencia funcional de los GARATACHEA, Nuria; AZNAR, Susana. Control
adultos mayores de la ciudad de Montevideo. y prescripción de la actividad física. Madrid:
• Establecer qué impacto están teniendo en FUNIBER, 2011.
la calidad de vida y la condición física de la
población estudiada los programas actuales GARATACHEA, Nuria; TORRES, Gema. Actividad
de ejercicio desarrollados por los diferentes Física en las personas mayores. Madrid:
actores de la comunidad (clubes, organismos FUNIBER, 2011.
estatales, sociedad de gerontología, etc.)
GONZÁLEZ, Javier; SÁNCHEZ, Pilar. Estructura y
función del cuerpo humano. Madrid: FUNIBER,
REFERENCiAS 2011.

ACSM. ACSM’s Guidelines for Exercise Testing HEREDIA, Luis. Ejercicio físico y deporte en los
and Prescription. Edition 6. Philadelphia: adultos mayores. 2006. Disponible en: <http://
Lippincott Williams & Wilkins, 2000. www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/ejercicio
fisicoydeporteenlosadultosmayores.pdf> Acceso
BOUCHARD, Claude; SHEPARD, Roy. Physical en: 5 mayo 2014.
activity, fitness and health: the model and key
concepts. In: BOUCHARD, Claude, SHEPARD INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA.
Roy, STEPHENS, Thomas, editors. Physical Censos 2011. Contame que te cuento. 2011.
activity, fitness and health. Champaign: Human Disponible en:
Kinetics, 1993. p.11-24. <http://www.un.org/en/development/desa/policy/
wess/wess_archive/2007wess_overview_sp.pdf>
CLARKE, Harrison. Exercise and Aging. Physical Acceso en: 24 abril 2014.
16 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

INSTITUTO NACIONAL SOBRE EL SCHWARTZMANN, Laura. Calidad de vida


ENVEJECIMIENTO. Ejercicio y actividad física: en relacionada con la salud: aspectos conceptuales.
forma de por vida. 2001. Disponible en: <http:// Ciencia y enfermeria, Concepción, v. 9, n. 2,
www.nia.nih.gov/espanol/publicaciones/ejercicio- dic. 2003. Disponible en: <http://www.scielo.cl/
y-actividad-fisica-en-forma-de-por-vida> Acceso pdf/cienf/v9n2/art02.pdf> Acceso en: 24 junio
en: 1 mayo 2014. 2014.

MÁRQUEZ, Rosa; SALGUERO DEL VALLE, SHUMAKER Sally; NAUGHTON, Michael. The
Alfonso; MOLINERO, Olga. Contextualización de International Assessment of Health-Related Quality
la actividad física y el ejercicio en el marco de la of Life: a theoretical perspective. In: SHUMAKER
salud. Madrid: FUNIBER, 2011. S.; BERSON, R. The international assessment of
health-related quality of life: theory, translation,
MARTIN, Dietrich; CARL, Klaus; LEHNERTZ, measurement and analysis. Oxford: Rapid
Klaus. Manual de Metodología del Entrenamiento communications, 1995. p. 3-10.
Deportivo. 2. ed. Barcelona: Paidotribo, 2001.
TROEN, Bruce. The biology of aging. The
NACIONES UNIDAS. Previsiones demográficas Mount Sinai Journal of Medicine. New York,
mundiales. Revisión de 2006. Nueva York: v. 70, n. 1, p. 3-22, jan. 2003. Disponible en:
Naciones Unidas, 2007. <http://163.178.103.176/Fisiologia/Integra/
Objetivo6/Biologia%20del%20envejecimiento. pdf>
NACIONES UNIDAS. Estudio económico y Acceso en: 5 junio 2014
social mundial: El desarrollo en un mundo que
envejece. 2007. Nueva York: Naciones Unidas, VERST, Amy. Get in the game: Principles of the
2007. Disponible en: <http://www.un.org/esa/ preparticipation physical. 2000. Disponible
policy/wess/index.html> Acceso en: 10 mayo en: <http://nurse-practitioners-and-physician-
2014 assistants.advanceweb.com/Article/Get-in-the-
Game-Principles-of-the-Preparticipation-Physical.
PAFFENBARGER, Ralph et al. The association of aspx> Acceso en: 4 julio 2014.
changes in physical-activity level and other lifestyle
characteristics with mortality among men. The New
England Journal of Medicine, v. 328, n. 8, p. 538-
545, feb. 1993. Disponible en: <http://www.nejm.
org/doi/pdf/10.1056/NEJM199302253280804>
Acceso en: 30 junio 2014.

PODSIADLO, Diane; RICHARDSON, Sandra.


The timed “Up & Go”: a test of basic functional
mobility for frail elderly persons. 1991.
Disponible en: <http://www.ncbi.nlm.nih.gov/
pubmed/1991946> Acceso en: 30 abril 2014.

RIKLI, Roberta; JONES, Jessie. Senior Fitness Test


Manual 2. ed. Champaign: Human Kinetics, 2001.

ROUBENOFF, Ronen. Sarcopenia and its


implications for the elderly. European Journal
of Clinical Nutrition, v. 54. n. 3, p. 40-47, jun.
2000. Disponible en: <http://www.nature.com/
ejcn/journal/v54/n3s/pdf/1601024a.pdf> Acceso
en: 4 julio 2014.
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 17
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

CONDICIÓN FÍSICA FUNCIONAL DE


ADULTOS MAYORES DE CENTROS DÍA,
VIDA, PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN
INTEGRAL, MANIZALES
Julialba Castellanos Ruiz*
Diana Eugenia Gómez Gómez**
Claudia Marcela Guerrero Mendieta***

Recibido en diciembre 12 de 2016 , aceptado en mayo 11 de 2017

Citar este artículo así:


Castellanos J, Gómez DE, Guerrero CM. Condición física funcional de adultos mayores de Centros Día, Vida,
Promoción y Protección Integral, Manizales. Hacia promoc. salud. 2017; 22(2): 84-98. DOI: 10.17151/
hpsal.2017.22.2.7

Resumen
Objetivo: Determinar la condición física funcional de adultos mayores de los Centros Día, Centros Vida y Centros de
Promoción Protección Integral al Adulto Mayor del área urbana del municipio de Manizales. Materiales y métodos:
Estudio transversal, descriptivo, comparativo; evaluó variables de condición física funcional: fuerza muscular,
flexibilidad, resistencia aeróbica, equilibrio y agilidad e índice de masa corporal; análisis de datos univariado y
bivariado, procesamiento mediante programa estadístico SPSS®, versión 22, licenciado por Universidad Autónoma
de Manizales. Resultados: Edad promedio 74,13 ± 8,18 hombres y 71,2 ± 7,02 mujeres. Un 78,7% de mujeres
practican actividad física 3 a 4 veces por semana y solo 21,3% de hombres lo hace. En Centros Día hay asociación
estadísticamente significativa entre resistencia aeróbica y frecuencia de actividad física, con magnitud de fuerza
de asociación nula 0,02. Al aplicar el Chi-cuadrado se encuentra asociación estadísticamente significativa entre
género y fuerza de MMII: 0,103, y de MMSS, con fuerza de asociación nula: 0,124. Conclusiones: La condición
física funcional, en los participantes de Centros Día y Centros Vida mostró mayor compromiso de flexibilidad en
miembros superiores; Centros de Promoción y Protección se evidenció compromiso de flexibilidad de miembros
superiores e inferiores, fuerza muscular de miembros inferiores, resistencia aeróbica, equilibrio y agilidad. Índice
de masa corporal en Centros de Promoción y Protección tiende a clasificarse como peso insuficiente; Centros Día
peso normal, seguido por sobrepeso y obesidad; Centros Vida distribución similar entre peso normal y sobrepeso,
que puede relacionarse con hábitos, estilos de vida y condiciones de salud asociadas.

Palabras clave
Envejecimiento, Anciano, aptitud física, condición física, Senior Fitness Test (fuente: DeCS, BIREME).
*
Magíster en Educación y Desarrollo Humano, Investigadora Principal. Universidad Autónoma de Manizales. Grupo de Investigación Cuerpo
Movimiento. Manizales, Colombia. Correo electrónico: jcastellanos@autonoma.edu.co orcid.org/0000-0002-4857-7330
**
Fisioterapeuta, Investigadora Principal, Universidad Autónoma de Manizales. Grupo de Investigación Cuerpo Movimiento Manizales, Colombia.
Correo electrónico: dgomez@autonoma.edu.co orcid.org/0000-0002-8968-5872
***
Fisioterapeuta, Especialista en Intervención Fisioterapéutica en Ortopedia y Traumatología, Especialista en rehabilitación de mano y miembro
superior, Investigadora asistente. Universidad Autónoma de Manizales. Manizales, Colombia. Correo electrónico: cguerrero@autonoma.edu.co
orcid.org/ 0000-0001-9349-2259

Hacia promoc. salud., Volumen 22, No.2, julio - diciembre 2017, págs. 84-98 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

DOI: 10.17151/hpsal.2017.22.2.7
Condición física funcional de adultos mayores de centros día, vida, promoción y protección integral, Manizales 85

FUNCTIONAL PHYSICAL CONDITION OF THE ELDERLY IN DAYCARE


CENTERS, LIFE CENTERS, AND COMPREHENSIVE PROMOTION AND
PROTECTION CENTERS- MANIZALES
Abstract
Objective: To determine the functional physical condition of the elderly in Daycare Centers, Life Centers and
Comprehensive Promotion Protection Centers in the urban area of the Municipality of Manizales. Materials
and methods: A cross sectional, descriptive, comparative study was conducted that evaluated functional physical
condition variables: muscle strength, flexibility, anaerobic endurance, balance, agility and body mass index.
Univariate and bivariate data analysis was performed by using SPSS® statistics software, version 22, licensed
by Universidad Autónoma de Manizales. Results: The mean age for males was 74.13 ± 8.18 and 71.2 ± 7.02 for
females. A 78.7% of women practice physical activity 3 to 4 times a week and only 21.3% of men do it. There
is statistically significant association between aerobic resistance and physical activity frequency in day centers,
with void magnitude of association strength of only 0.02. When applying the chi-square, a statistically significant
association between gender and strength of LMW: 0.103, and of LMSS, with void association strength, 0.124 is
found. Conclusions: The functional physical condition in participants of daycare centers and life centers showed
greater involvement of upper limbs flexibility. In promotion and protection centers results exhibited involvement
of upper and lower limbs flexibility, lower limb muscle strength, aerobic endurance, balance, and agility. The body
mass index in promotion and protection centers tended to be classified as underweight, in day centers participants
showed normal weight, followed by overweight and obesity, and in life centers there was similar distribution of
normal weight and overweight which might be related to their habits, lifestyle and health conditions as well.

Key words
Aging, the elderly, physical functioning, physical condition, senior fitness test (source: MeSH, NLM).

CONDICIÇÃO FÍSICA FUNCIONAL DE IDOSOS DE CENTROS DÍA, VIDA,


PROMOÇÃO E PROTEÇÃO INTEGRAL, MANIZALES
Resumo
Objetivo: Determinar a condição física funcional de idosos dos Centros Dia, Centros Vida e Centros de
Promoção Proteção Integral ao Idoso da área urbana do município de Manizales. Materiais e métodos: Estudo
transversal, descritivo, comparativo; avaliou variáveis de condição física funcional: força muscular, flexibilidade,
resistência aeróbica, equilíbrio e agilidade e índice de massa corpórea; analise de dados univariado e bivariado,
processamento mediante programa estadístico SPSS®, versão 22, licenciado por Universidade Autônoma de
Manizales. Resultados: Idade meia 74,13 ± 8,18 homens e 71,2 ± 7,02 mulheres. Um 78,7% de mulheres praticam
atividade física 3 a 4 vezes por semana e só 21,3% de homens o faz. Em Centros Dia há associação estatisticamente
significativa entre resistência aeróbica e freqüência de atividade física, com magnitude de força de associação
nula 0,02. Ao aplicar o Quadrado se encontra associação estatisticamente significativa entre gênero e força de
MMII: 0,103, e de MMSS, com forças de associação nula: 0,124. Conclusões: A condição física funcional,
nos participantes de Centros Día e Centros Vida amostraram maior compromisso de flexibilidade em membros
superiores; Centros de Promoção e Proteção se evidenciou compromisso de flexibilidade de membros superiores
e inferiores, força muscular de membros inferiores, resistência aeróbica, equilíbrio e agilidade. Índice de massa
corporal em Centros de Promoção e Proteção tende a classificar como peso insuficiente; Centros Dia peso normal,
seguido por sobrepeso e obesidade; Centros Vida distribuição similar entre peso normal e sobrepeso, que podem
relacionar-se com hábitos, estilos de vida e condições de saúde associadas.
Palavras chave
Envelhecimento, Idoso, atitude física, condição física, Senior Fitness Teste (fonte: DeCS, BIREME).

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 22, No.2, julio - diciembre 2017, págs. 84 - 98
86 Julialba Castellanos Ruiz, Diana Eugenia Gómez Gómez, Claudia Marcela Guerrero Mendieta

INTRODUCCIÓN que se van presentando, como consecuencia del


proceso natural del envejecimiento, juegan un
La transición demográfica mundial que se papel muy importante en la condición física y
viene dando, incluida Colombia, producto de mental. Entre estos se encuentra el incremento en
los cambios demográficos de las poblaciones, la grasa corporal, que se concentra principalmente
evidenciados entre otras cosas por el tamaño de a nivel abdominal y visceral en los hombres,
la población y por características como el sexo y en las mamas y en la pelvis, en las mujeres;
y la edad, tiene un importante efecto sobre el disminución de la fuerza muscular por pérdida
nivel de la salud y las necesidades de planeación de masa muscular e hipotrofia de las fibras
de programas de intervención para la población musculares (4).
mayor de 60 años. En el mundo, la esperanza de
vida pasó de 47 años en 1950-1955 a 65 años en A nivel óseo, el proceso de desmineralización
2000-2005, y está previsto que llegue a los 75 años predispone a mayor fragilidad ósea, y por
en 2045- 2050. En el período comprendido entre consiguiente, mayor susceptibilidad a la fractura;
1950-1955 y 2000-2005 (1). En el departamento también se presenta fatiga del cartílago articular,
de Caldas, la población adulto mayor representa tornándose menos eficiente al reducirse la
el 12,6% de la población, comparado esto a nivel flexibilidad, menor capacidad respiratoria de
nacional, en el departamento se supera la media reserva y de recuperación cuando se exigen
de 10,8%, Específicamente, Manizales es una esfuerzos. Así, la flexibilidad y la fuerza muscular
ciudad que envejece en forma progresiva, y que disminuidas generan limitaciones para el
comparada con otras ciudades de Colombia, tiene desarrollo de las actividades de la vida diaria, como
una tendencia a que en tiempos futuros concentre caminar con seguridad, levantarse de una silla o
mayor cantidad de personas adultas mayores, del baño, subir o bajar escalas, hacer compras, el
puesto que se constituye en destino predilecto para cuidado de la casa, entre otras. Actualmente se
el retorno de personas que han finalizado su clico reconoce que el decremento en la fuerza muscular
laboral y que dadas las condiciones de calidad es el principal factor de riesgo asociado con las
de vida de la ciudad, esta población de adultos caídas en los adultos mayores; todo lo cual, hace
mayores la consideran como el lugar apropiado más vulnerable al sistema musculoesquelético,
para continuar con su proyecto de vida (2). especialmente al enfrentar las actividades de la
vida diaria, pudiendo predisponer a limitación
Teniendo en cuenta los cambios demográficos funcional y caídas (5), lo cual se hace evidente en
acerca del incremento de la población mayor los componentes que hacen parte de la condición
y el proceso de envejecimiento, el cual genera física funcional: fuerza muscular, flexibilidad,
cambios que no se producen en el mismo equilibrio, agilidad y resistencia aeróbica.
momento y con el mismo ritmo, y si bien, no
hacen parte de un proceso patológico, pueden Por esto, identificar las características de la
producir algunas modificaciones en la forma condición física de esta población, por medio de
de realizar las actividades de tipo funcional de procesos investigativos que den cuenta de factores
los adultos mayores, que hacen de la vejez y del epidemiológicos, contextuales y funcionales, se
mismo envejecimiento, una etapa con exigencias constituye en un sustento teórico que permitirá a
y requerimientos particulares para favorecer la mediano plazo establecer o diseñar intervenciones
independencia y autonomía (3). Y si bien, muchos en salud acordes a necesidades particulares.
de los problemas y limitaciones que afectan
al adulto mayor son originados por diversas En este sentido, se hizo búsqueda y revisión
condiciones de salud; los cambios fisiológicos de la literatura científica, enfocada a encontrar
Condición física funcional de adultos mayores de centros día, vida, promoción y protección integral, Manizales 87

diferentes estudios e investigaciones realizados mayores de 60 años, los cuales realizaron de igual
internacional y nacionalmente, encaminada a la forma, un programa de actividad física distribuido
evaluación de la capacidad física funcional de la en tres días de la semana con una duración de 45
población adulta mayor. minutos cada día. En las conclusiones se hizo
hincapié en la necesidad de fomentar estudios y
Así es el caso del estudio realizado por Latorre programas de actividad física para los adultos
(6), que pretendió realizar la valoración de la mayores que permitan fortalecer sus capacidades
condición física del individuo, utilizando el físicas funcionales, con estándares de referencia
Senior Fitness Test (SFT), el cual es uno de los para este grupo poblacional que permita ser más
pocos instrumentos adaptados para valorar la efectivo en la interpretación de resultados, para lo
condición física de adultos mayores, que tengan cual, el SFT resulta ser un instrumento útil y de
una vida independiente y se encuentren entre los fácil aplicación pero que requiere de valores de
60 y 94 años de edad, de manera simple, fácil valores de referencia
de usar, segura y agradable para ellos, pero que,
igualmente, responde a los estándares de validez y En Colombia, se cuenta con el estudio ejecutado
fiabilidad científica, evaluando a la persona desde por Correa et al. (9), el cual fue de corte transversal,
la condición frágil hasta la persona con un alto desarrollado en la localidad de Puente Aranda de
nivel de condición física. Quienes concluyeron que Bogotá, en el año 2011. El estudio tenía como
la actividad física dirigida dos días a la semana, objetivo determinar la aptitud física en mujeres
complementada con un circuito de caminata de adultas mayores, en un grupo de mujeres vinculadas
2700 metros, aproximadamente de 44 minutos, durante ocho meses al programa de recreación
a una intensidad suave, inciden positivamente en para el adulto mayor. A partir de los resultados, se
la condición física funcional del adulto mayor y concluyó que la práctica regular de actividad física
ayudan a obtener mejores resultados, por lo que en mujeres mayores les proporcionó beneficios,
el SFT, permite valorar de manera fácil y segura pues su nivel de aptitud física sobre todo en lo
los parámetros fisiológicos clave, asociados relacionado con la fuerza en miembros inferiores
con la movilidad funcional del adulto mayor, y la capacidad aeróbica, mostró niveles suficientes
conservando la fiabilidad y validez científica. y se clasificaron como activas físicamente.

De igual manera, en la ciudad de Cataluña, De otra parte, se realizó la adaptación transcultural


España, Val et al. (7) realizaron un estudio, el cual de la versión en inglés del SFT al español, por
tenía como objetivo determinar la condición física parte de la Universidad de Boyacá en Colombia
funcional de los adultos mayores por medio de la (10), a través de un estudio descriptivo, traducción,
aplicación del SFT, en un grupo de personas que valoración de la equivalencia conceptual por tres
realizan un programa de actividad física específico expertos bilingües, síntesis de las observaciones,
para esta población y compararlo con los valores obtención del índice de acuerdo y prueba de
de referencia, así como comparar los resultados de aplicabilidad. Se obtuvo la versión adaptada al
dicha condición física después de nueve meses de español del SFT, respaldada en la validez de
seguimiento. apariencia y comprensibilidad, conservando la
equivalencia semántica, idiomática y conceptual
De igual manera, el estudio experimental, realizado en relación a la versión original.
por Guarachea et al. (8), tenía como objetivo
desarrollar y mantener la condición física de los A su vez, en otro estudio realizado en Tunja por
adultos mayores, y fomentar el ocio y la recreación, Suárez (11), el cual buscó analizar si un programa
en el cual participaron 22 mujeres y 11 hombres de actividades físico-recreativas realizado de forma

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 22, No.2, julio - diciembre 2017, págs. 84 - 98
88 Julialba Castellanos Ruiz, Diana Eugenia Gómez Gómez, Claudia Marcela Guerrero Mendieta

regular, ayuda al mejoramiento de la condición físicos asociados a la movilidad funcional de


física en un grupo de adultos mayores, por adultos mayores independientes, a través de
medio de la evaluación con la batería STF, cuyos un rango amplio de niveles de habilidad, desde
resultados permitieron identificar que el grupo de los más frágiles hasta aquellos con un alto
adultos mayores mejoró notablemente y que el nivel de condición física o incluso elite; cuyos
programa de actividades físico-recreativas influyó componentes son: composición corporal, fuerza
positivamente y en gran medida sobre la fuerza, la muscular y flexibilidad de extremidades superiores
resistencia y la flexibilidad; pero de manera leve, e inferiores, resistencia aeróbica, equilibrio
contribuyó con la agilidad y el equilibrio de los dinámico y agilidad.
citados adultos involucrados en el estudio.
Por las razones ya expuestas, se propuso
Con base en los reportes de los estudios antes determinar la condición física funcional de los
descritos y teniendo en cuenta los cambios que adultos mayores que asisten a los Centros Día y
ocurren durante el proceso de envejecimiento, la a los Centros de Promoción y Protección al adulto
condición física del adulto mayor se constituye en mayor de Manizales, a partir del análisis de las
un elemento fundamental a estudiar, pues, en la variables sociodemográficas, antropométricas,
medida en que alguno de sus componentes o todos y de las variables propias de la batería del SFT,
se encuentren comprometidos, pueden conducir a la pues se consideró importante su desarrollo debido
disminución de su capacidad funcional y por ende a que no se cuenta con estudios que muestren las
a la dificultad en la ejecución con independencia y características de la condición física en la población
autonomía de las actividades de la vida diaria (3). mayor de 60 años, que asiste a este tipo de centros
y que a su vez puedan ser comparados. Y este
En este sentido, la mayoría de los estudios se contexto permite plantear la siguiente pregunta
han orientado más a aplicar baterías para evaluar de investigación: ¿Cuáles son las características
la variación de la condición física de los adultos de la condición física funcional de los adultos
mayores a partir de la realización de un programa mayores de los Centros Día y los Centros de
de actividad y ejercicio físico, que a evaluar la Promoción y Protección Integral al Adulto Mayor
condición física como tal. Siendo esta evaluación del área urbana del municipio de Manizales? Esta
(12) ampliamente utilizada en la población joven y conduce al siguiente objetivo de investigación:
adulta; y muy poco en la población adulta mayor; Determinar la condición física de adultos mayores
debido a que la mayoría de los tests, se centran en de los Centros Día y los Centros de Promoción y
el rendimiento físico de los jóvenes o se dirigen al Protección Integral al Adulto Mayor de Manizales.
adulto mayor vulnerable o con riesgo de adquirir
una discapacidad; en otros casos, los tests se Condición física funcional: Para efectos de este
orientan a adultos mayores con fragilidad, y en artículo, se asume la definición propuesta por
general evalúan la independencia y la necesidad de Rikli y Jones (8), debido a que es más específica,
cuidados y asistencia y no su condición física, no en tanto, considera los cambios generados con el
siendo equiparables para la población mayor sana envejecimiento y específicamente los aspectos que
o con mediana independencia. determinan el mayor o menor nivel de fragilidad
y vulnerabilidad de un anciano y la forma como
De allí, que se ha encontrado que la batería estos cambios, influyen directamente sobre la
SFT (13), ha sido la más utilizada, como un test funcionalidad y por ende en la participación,
específico para la evaluación de la condición definiendo la condición física como “la capacidad
física funcional de personas entre 60 y 94 años para realizar actividades de la vida diaria de
de edad, desarrollada para medir los parámetros forma segura e independiente sin indicios de
Condición física funcional de adultos mayores de centros día, vida, promoción y protección integral, Manizales 89

fatiga”, ejemplos prácticos sobre el concepto de sistema nervioso y osteoarticular, y su resultado


actividades de la vida diaria son: caminar, subir es la debilidad muscular, que compromete de
y bajar escaleras, tareas básicas del hogar, arreglo forma significativa la ejecución de las actividades
personal, entre otras. cotidianas

Un factor a considerar en la condición física del La flexibilidad disminuye en un 20 a 50% entre


adulto mayor corresponde a los cambios propios los 30 y 70 años de edad, según la articulación
del proceso de envejecimiento, sumados a estilos que se considere, y se pierde por varios factores
de vida previos o durante esta etapa del curso biológicos propios de la edad, entre los que
de vida, ya que existe la tendencia a que estas destacan el aumento de tejidos conjuntivos intra
personas se tornen más sedentarias. Y en este e intermusculares, modificaciones moleculares de
sentido, es importante, resaltar el sedentarismo la sustancia amorfa del conjuntivo y del colágeno,
como un factor de riesgo, como lo menciona la y una pérdida del cartílago hialino articular que
OMS (14): “el sedentarismo o inactividad física favorece el desarrollo de la artrosis. Todos estos
es el cuarto factor de riesgo de mortalidad más factores propician la rigidez articular, con la
importante a nivel mundial y provoca el 6% de consecuente rigidez y acortamiento de ligamentos,
todas las muertes, además incrementa la carga de tendones, cápsulas articulares, músculos, fascias y
enfermedades no transmisibles y afecta a la salud piel en torno a una articulación (15). La pérdida
general en todo el mundo. Las personas con un de la flexibilidad, combinada con la pérdida de la
nivel insuficiente de actividad física tienen entre fuerza muscular, limita la funcionalidad y el rango
el 20% y el 30% más de riesgo de muerte que las de movimiento de las personas, trayendo consigo
personas que realizan al menos 30 minutos de un mayor riesgo de presentar caídas y lesiones
actividad física moderada la mayoría de días de la musculares o articulares
semana”. Factor que propicia de manera acelerada
la debilidad muscular y la pérdida progresiva de La resistencia aeróbica tiende a disminuir con
las direcciones que componen la condición física la edad, sumada a la debilidad muscular y a la
funcional. pérdida de flexibilidad, y en este caso particular,
de la elasticidad, propician la rigidez de la pared
Para determinar la condición física, es necesario torácica y el cierre de las vías aéreas de pequeño
hablar de las capacidades físicas, lo que puede calibre, lo que limita la ventilación alveolar
explicar algunas de las características de la máxima, específicamente durante el ejercicio e
funcionalidad de los ancianos, determinada a través incrementa el trabajo respiratorio, aumentando las
de la capacidad aeróbica, la fuerza, la flexibilidad, necesidades de flujo sanguíneo hacia los músculos
el equilibrio y la composición corporal. respiratorios, que compiten con los músculos
locomotores y con la vascularización de la piel, lo
Con respecto a la fuerza muscular, durante el que trae una fatiga precoz, cuando la intensidad del
envejecimiento la fuerza muscular disminuye ejercicio aumenta y que además puede propiciar
en un tercio entre los 50 y 70 años de edad y una caída brusca de la tensión arterial y cefalea.
especialmente a partir de los 80 años (15), lo que
puede tener efectos devastadores en la capacidad En este orden de ideas, en los adultos mayores
de las personas para llevar a cabo tareas de la vida es necesario trabajar y fortalecer la resistencia
cotidiana (5). La fuerza es uno de los primeros aeróbica, la cual es el reflejo de la capacidad de
componentes que se ven comprometidos con realizar diferentes actividades manteniendo los
el proceso de envejecimiento, el cual afecta el niveles de oxígeno en equilibrio, con respecto a los
sistema muscular principalmente, así como el requerimientos de los grupos musculares utilizados

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 22, No.2, julio - diciembre 2017, págs. 84 - 98
90 Julialba Castellanos Ruiz, Diana Eugenia Gómez Gómez, Claudia Marcela Guerrero Mendieta

en la realización de la actividad, lo cual contribuye MATERIALES Y MÉTODOS


a mejorar o mantener las habilidades funcionales
de este grupo etario (16). Aspectos corroborados Tipo de estudio: El estudio realizado fue
por otros autores, quienes hacen referencia a que el transversal, de tipo descriptivo y comparativo, el
incremento en la actividad física, aunque sea en la cual pretendió evaluar las variables relacionadas
vejez, mejora la condición física tanto en la fuerza con la condición física funcional de los adultos
muscular como en la resistencia aeróbica (17). mayores. Población y muestra: Constituida por
personas entre 60 y 94 años de edad que asisten
Finalmente, la agilidad y equilibrio dinámico a Centros Día y que viven en los Centros de
son otra parte fundamental de la condición Promoción y Protección Integral al Adulto Mayor
física, el equilibrio ha sido definido como la del área urbana de Manizales. Se realizó un
capacidad de mantener el centro de gravedad muestreo probabilístico simple, se tuvo en cuenta
dentro de la base de soporte, en respuesta a los el total de la población que asiste a los Centros Día
cambios y condiciones medioambientales, por y el total de los Centros de Promoción y Protección
lo que requiere de un conjunto de estrategias Integral de Manizales y a través de una tabla de
empleadas por un individuo para mantener la números aleatorios se hizo la asignación aleatoria
estabilidad, o para responder adecuadamente a las tanto de los centros y como de las personas que
perturbaciones externas al realizar las actividades en cada uno de ellos se evaluaron, para un total
de tipo funcional (18). El equilibrio dinámico es el de 391. Criterios de inclusión: Personas mayores
mantenimiento de la estabilidad postural mientras entre 60 y 94 años de ambos géneros, que asistían
se mueve (5); el equilibrio es determinante para a los Centros Día, Centros Vida y personas
mantener la funcionalidad en el anciano, ya que mayores que vivían en los Centros de Promoción
ayuda a mantener la movilidad e independencia al y Protección Integral al Adulto Mayor, residentes
realizar sus actividades y su alteración predispone en el área urbana de Manizales. Criterios de
a uno de los más grandes problemas de este sector exclusión: Personas con síndrome de inmovilidad,
poblacional, que son las caídas. personas con tensión arterial alta (160/100) no
controlada, personas con deterioro cognitivo que
Senior Fitness Test: La batería del SFT fue no estén en condición de seguir las instrucciones
diseñada por Roberta Rikli y Jessie Jones en dadas, personas que al aplicarle el Cuestionario
el 2001, específica para la evaluación de la para la práctica clínica de actividad física (PAR-Q)
condición física funcional de personas entre (19) contestaron en forma afirmativa (sí) en los
60 y 94 años de edad, desarrollada para medir ítems que indiquen al evaluador que el adulto
los parámetros físicos asociados a la movilidad mayor no se encuentre en condición de realizar
funcional de adultos mayores independientes, a o no las pruebas, adultos mayores con secuelas
través de un rango amplio de niveles de habilidad, neurológicas que no puedan realizar las pruebas.
desde los más frágiles hasta aquellos con un alto
nivel de condición física o incluso elite; cuyos Recolección de información: Para la recolección
componentes son: composición corporal, fuerza de información, se utilizaron las técnicas
muscular y flexibilidad de extremidades superiores de observación y encuesta individual. Los
e inferiores, resistencia aeróbica, equilibrio instrumentos empleados fueron: Cuestionario
dinámico y agilidad. para la práctica clínica de actividad física (PAR-
Q)(19), utilizado como fase inicial para
determinar si los sujetos eran aptos para ejecutar
las pruebas del SFT. Posteriormente, se aplicó
un Instrumento unificado de registro (20), el
Condición física funcional de adultos mayores de centros día, vida, promoción y protección integral, Manizales 91

cual se tomó de la adaptación realizada por las clínicas y de los componentes de la condición
docentes investigadoras, basadas en la versión física funcional; por medio de un análisis
inicial elaborada por Rikli y Jones (2001), que univariado como la distribución de frecuencias y
incluyó: características sociodemográficas, medidas de tendencia central, con un intervalo de
antropométricas, clínicas, patologías o condiciones confianza del 95%; para el análisis bivariado, se
presentes para adaptar pruebas y pruebas utilizó el coeficiente de correlación Chi-cuadrado
específicas del SFT. El procedimiento que se llevó para determinar la correlación entre dos variables
a cabo para la recolección de la información fue cualitativas y la prueba de Kendall para determinar
el siguiente: Aplicación del cuestionario para la la fuerza de asociación. El procesamiento y
práctica de Actividad Física (PAR-Q) a los adultos análisis de los datos se hizo mediante el programa
mayores, seguido de la firma del consentimiento estadístico SPSS®, versión 22 (Statistics
informado por parte de los adultos mayores, Package for the Social Science), licenciado por la
el cual fue avalado por el Comité de Ética de la Universidad Autónoma de Manizales.
UAM. Luego se procedió al diligenciamiento
del instrumento unificado de registro. Una vez RESULTADOS
diligenciados dichos instrumentos, se continuó
con la realización de un programa de actividades Entre las características demográficas más
de calentamiento y estiramiento, por sugerencia relevantes de la población se encontró que del
de las autoras de la batería, como preparación total de la muestra el 80,4% son mujeres, el 72,2%
para la ejecución de las pruebas. Luego, se pasó están entre 60 y 74 años de edad con una edad
a la aplicación de las pruebas que hacen parte del mínima de 60 años y máxima de 74 años, en
SFT, a los adultos mayores seleccionados que cuanto al estado civil, el 32,5% son casados y el
vivían en los Centros de Promoción y Protección 31,5% viudos. En relación al nivel de educación,
Integral al Adulto Mayor, y a aquellos que asistían se observó que el 72,6% de los participantes solo
a los Centros Día, residentes en el área urbana de han realizado estudios de básica primaria y el
Manizales. 16,6%, de bachillerato; en relación a la afiliación
a la seguridad social, el 52,4% tienen afiliación
En el momento del análisis e interpretación de la al régimen contributivo y el 46,5% al régimen
información, se llevó a cabo un análisis descriptivo subsidiado. Finalmente, los adultos mayores
a partir de la información sociodemográfica, pertenecen en un 48,6% al estrato tres, seguido por
características antropométricas, características un 23% al estrato dos.

Tabla 1. Frecuencia en la práctica de actividad física según centro de atención.

Centro Día Centro Vida Centro Promoción


Práctica Actividad Física
FA % FA % FA %
1 a 2 V/semana 190 66,7% 4 7,1% 31 62%

3 a 4 V/semana 64 22,5% 27 48,2% 3 6%

5 o más V/semana 16 5,6% 23 41,1% 0 0%


Ninguna 15 5,3% 2 3,6% 16 32%
Total 285 100% 56 100% 50 100%
Fuente: Elaboración propia.

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 22, No.2, julio - diciembre 2017, págs. 84 - 98
92 Julialba Castellanos Ruiz, Diana Eugenia Gómez Gómez, Claudia Marcela Guerrero Mendieta

Dentro de las características más relevantes de una práctica regular de actividad física, caso
la población estudiada en cuanto a la frecuencia contrario sucede con los Centros Vida (Tabla 1).
en la práctica de actividad física, se encuentran
diferencias entre los Centros puesto que la mayor Al revisar la frecuencia de actividad física, según
proporción de los participantes en el estudio de los el género, se encontró que las mujeres (78,7%)
Centros Día y los Centros de Promoción no tienen practican en mayor porcentaje actividad física, de
3 a 4 veces por semana que los hombres (21,3%).

Tabla 2. Comparativo entre frecuencia actividad física y resistencia aeróbica


de la muestra participante según el centro.

CLASIFICACIÓN
RESISTENCIA
CENTRO ACTIVIDAD FÍSICA X2 P valor Tau-c
AERÓBICA
<P25 P25 a 75 >P75
1 a 2 veces 47 105 18
Centro Día

3 a 4 veces 17 24 13
5 o más 1 10 2 13,395 0,04 0,02
Ninguna 5 6 0
Total 70 145 33
1 a 2 veces 1 1 1
Centro Vida

3 a 4 veces 6 13 3
5 o más 3 13 0 5,797 0,45
Ninguna 0 1 0
Total 10 28 4
1 a 2 veces 21 10 0
y Protección
Promoción
Centro de

3 a 4 veces 3 0 0
Social

5 o más 0 0 0 5,06 0,08


Ninguna 15 1 0
Total 39 11 0
Fuente: Elaboración propia.

La relación existente entre resistencia aeróbica y centros de promoción y protección se observa que
frecuencia de actividad física de los participantes el mayor número de participantes (39) se ubican
(Tabla 2), indica que en los Centros Día hay por debajo del percentil 25, y no existe asociación
asociación estadísticamente significativa entre estadísticamente significativa entre las variables
ellas, con magnitud de fuerza de asociación nula, y analizadas.
que se halla una mayor proporción de participantes
(178) por encima del percentil 25 y (70) por debajo Comparativo entre género y fuerza miembros
de dicho percentil. Comportamiento similar al inferiores (MMII) y miembros superiores
observado en los Centros Vida, aunque no muestra (MMSS) de la muestra participante según
asociación estadísticamente significativa. En los el centro: Con base en la distribución de los
Condición física funcional de adultos mayores de centros día, vida, promoción y protección integral, Manizales 93

participantes por centros, de acuerdo al género Comparativo entre edad y equilibrio-agilidad


se observó que en los Centros Día, 210 personas, de la muestra participante según el centro: En
en fuerza muscular de miembros inferiores cuanto a la capacidad física de equilibrio y agilidad
(MMII) están entre rango normal y por encima en relación con la edad, los resultados muestran
del promedio; y que al aplicar el Chi-cuadrado se que en los centros día, es similar la proporción
encuentra asociación estadísticamente significativa de adultos mayores que se encuentran, tanto por
entre género y fuerza de MMII: 0,103. De manera debajo del promedio como por encima de este,
similar, en cuanto a la fuerza muscular de MMSS, con una asociación estadísticamente significativa
233 personas están entre rango normal y por encima entre esta variable y los rangos de edad: 0,04, y
del promedio, con asociación estadísticamente una magnitud de fuerza de asociación nula. En los
significativa entre estas dos variables, con una Centros Vida, el comportamiento es similar frente
fuerza de asociación nula: 0,124. Comportamiento a los resultados, pero no existe fuerza de asociación
similar se encontró en las mismas variables en entre las variables de agilidad y equilibrio y edad.
Centros Vida, aunque no se observó asociación Y en los Centros de Promoción y Protección, se
estadísticamente significativa; mientras que en los observa que el mayor número de participantes
centros de promoción y protección al adulto mayor, (34) se ubican por debajo del promedio y no existe
33 de las personas tiene una fuerza muscular asociación estadísticamente significativa.
deficiente, y no hay asociación estadísticamente
significativa entre estas dos variables. DISCUSIÓN
Comparativo entre género y flexibilidad Respecto a la distribución de la población mayor
miembros inferiores (MMII) y miembros de 60 años en Manizales, se encuentra a 2014,
superiores (MMSS) de la muestra participante que esta corresponde al 14,5% del total de la
según el centro: La distribución de los participantes población, grupo de edad en el cual hay más
por centros, de acuerdo al género y su relación con mujeres (58,3%) que hombres (41,7%), datos
la flexibilidad de MMII y MMSS, muestra que en que coinciden con el presente estudio, puesto que
los Centros Día, la distribución de las personas, en la muestra participaron en mayor porcentaje
en flexibilidad de MMII, por debajo del promedio mujeres (80,8%). A su vez, en el municipio a 2014
es similar a la distribución de las personas que se (21), se observa que del total de la población,
encuentran por encima de este. En los Centros aproximadamente 282.755 personas se encuentran
Vida los hallazgos, aunque se comportan de forma vinculadas al régimen contributivo, en cuanto a la
similar a los Centros Día, se observa asociación población mayor de 60 años, 47.759 pertenecen a
estadísticamente significativa entre estas dos dicho régimen; situación similar se evidenció en
variables, con una fuerza de asociación nula, la muestra evaluada, ya que el 52,4% está afiliada
MMII: 0,181 y MMSS: -0,132. al Sistema General de Seguridad Social en Salud,
a través del pago de una cotización (régimen
En los adultos mayores que pertenecen a los contributivo).
Centros de Promoción y Protección es más evidente
la disminución de la flexibilidad en relación con En relación al IMC, un estudio (22) en adultos
el género, de los cuales 35 se encuentran por mayores mostró que el 30% de los participantes
debajo del promedio en flexibilidad de MMII y 36 presentaba un peso normal, un 45% se hallaban
de MMSS, de un total de 50 personas, y no hay en sobrepeso y un 15% eran obesos; y en el
asociación estadísticamente significativa entre presente estudio se encontró que el 39,4% tenía
estas dos variables. peso normal, el 35,8% peso insuficiente, 17,1%
presentaban sobrepeso, 5,1% obesidad y el

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 22, No.2, julio - diciembre 2017, págs. 84 - 98
94 Julialba Castellanos Ruiz, Diana Eugenia Gómez Gómez, Claudia Marcela Guerrero Mendieta

2,6% desnutrición. Las cifras relacionadas con otras tareas comunes, que en los adultos mayores
sobrepeso y obesidad se podrían explicar debido pueden conducir a la disminución de su ejecución,
a los cambios nutricionales, estilos de vida, secundario al decremento en la fuerza muscular. La
pérdida de masa muscular y de los tejidos, con pérdida de fuerza muscular en miembros inferiores
incremento del tejido adiposo (23), parámetro se convierte en un factor de mayor riesgo y es un
que es importante considerar como parte de la predictor de la discapacidad en los últimos años de
evaluación de la condición física funcional, puesto vida (5).
que puede contribuir o afectar la ejecución de
actividades funcionales (24). Tomando como referencia la frecuencia en la
práctica de actividad física, se encontró que
En cuanto a la fuerza muscular de miembros tanto en los Centros Día como en los Centros
inferiores, en el presente estudio se encontró que de Promoción y Protección al Adulto Mayor, el
en ambos géneros, esta variable se encuentra mayor porcentaje de participantes (66,7% y 62%
entre rango normal y por encima del promedio en respectivamente), solo realiza actividad física
adultos mayores que asisten a los Centros Día y 1 ó 2 veces por semana, mientras que en los
Vida; hallazgos que coinciden con otros estudios Centros Vida el 48,2% se involucra en programas
(25), en los cuales los resultados evidencian que de actividad física de 3 a 4 veces por semana; al
el grupo en general tiene índices altos de fuerza comparar esta variable con la fuerza muscular de
muscular, mientras que en otro estudio (8), se miembros inferiores no se encuentra asociación
evidenció que los hombres muestran valores estadísticamente significativa. Igualmente, en
superiores en las pruebas de fuerza muscular que otras investigaciones se reporta que la fuerza
las mujeres, dato que no coincide con el presente de miembros inferiores no presenta cambios
estudio. Resultados similares se encontraron en la significativos al realizar programa de actividad
variable fuerza de miembros superiores. física (27) (28). Sin embargo, en otro estudio (29)
se observó aumento tanto de la fuerza muscular
No obstante, en los Centros de Promoción y como de la flexibilidad de miembros inferiores,
Protección al Adulto Mayor, la mayoría de las cuando el adulto mayor participó en un programa
personas se encuentran por debajo del promedio, de actividad física.
tanto en fuerza muscular de miembros inferiores
como de miembros superiores, situación que En los adultos mayores de los Centros de
se podría sustentar en que son adultos mayores Promoción y Protección que hicieron parte de la
institucionalizados, con un bajo nivel de práctica de muestra, se observó que el 78% se encuentran
actividad física y que durante el envejecimiento, se por debajo del promedio, es decir que presentan
presenta disminución de la fuerza muscular en un un nivel inferior de capacidad aeróbica, más
tercio entre los 50 y 70 años de edad y especialmente acentuada en los rangos de edad de 70 a 74 años
a partir de los 80 años, lo que puede tener efectos y de 80 a 84 años. Estos resultados coinciden
negativos en la capacidad de las personas para llevar con un estudio (30) transversal en el cual el
a cabo tareas de la vida cotidiana (5)(26), puesto 90% de los adultos mayores que se encontraban
que la fuerza muscular de miembros inferiores es institucionalizados en un Centro de Promoción del
necesaria para realizar actividades como subir y Distrito de Barranquilla, presentó también un nivel
bajar escaleras, incorporarse de una silla o bañera, inferior de la capacidad aérobica y el rango de edad
caminar, etc.; y la fuerza muscular de miembros más comprometido fue el comprendido entre 80 y
superiores desempeña un papel importante en el 84 años; hallazgos que sugieren la importancia de
transporte de los comestibles, cargar un nieto o una trabajar esta capacidad física, debido a su impacto
mascota, cepillarse el cabello o los dientes y muchas en la funcionalidad de este grupo poblacional.
Condición física funcional de adultos mayores de centros día, vida, promoción y protección integral, Manizales 95

De otra parte, en un estudio (22) de tipo la edad como aumento del tejido conjuntivo
descriptivo transversal realizado con 20 adultos intra e interarticular, disminución del cartílago
mayores que hacían parte del programa del adulto hialino articular, entre otros, que conducen al
mayor de Puerto Colombia y Salgar, Atlántico, acortamiento de ligamentos, tendones, cápsulas
encontraron que con respecto a los componentes articulares, músculos, fascias y piel alrededor de
de la condición física hay un mayor porcentaje la articulación, traduciéndose en la disminución
de personas con disminución en: flexibilidad de de la flexibilidad (26), decremento que puede
los miembros superiores, equilibrio y agilidad, conducir a algún grado de compromiso en las
resistencia aeróbica y fuerza de miembros tareas de la vida cotidiana y las capacidades
superiores. Datos que se pueden equiparar al condicionales.
presente estudio, puesto que también se observa
disminución de estas variables en los adultos Respecto al equilibrio en el marco del presente
mayores, especialmente en aquellos que viven estudio se evidenció que los participantes
en Centros de Promoción y Protección al Adulto presentan un equilibrio deficiente, especialmente
Mayor, quienes se encuentran en su mayoría por en los centros de promoción y protección al adulto
debajo del promedio. mayor, en los cuales, el 68% se encuentran con
un equilibrio por debajo del promedio, y el 32%
En este sentido, otros autores (8) han realizado restante tiene un equilibrio por encima del mismo,
estudios acerca de la condición física, en los mientras que en los centros vida y centros día la
cuales han reportado que las mujeres presentan proporción de adultos mayores con equilibrio
mejores resultados en las dos pruebas de deficiente es equiparable con los que tienen un buen
flexibilidad, aunque en el caso de la flexibilidad equilibrio; aspectos que al ser comparados con una
de miembros inferiores, las diferencias no llegan investigación de tipo transversal descriptiva (32)
a ser significativas entre hombres y mujeres. En que estudió el equilibrio, donde reportan que en
el presente estudio, los hallazgos relacionados un centro de promoción y protección de la Bogotá
con esta variable tanto en miembros inferiores y D.C., el 35% de adultos mayores presentaron
superiores de acuerdo al género, muestran que las rendimiento deficiente, seguido por un rendimiento
mujeres tienen mejor flexibilidad de miembros regular en un 26% y bueno sólo en un 39% en esta
inferiores y que en los hombres la flexibilidad de cualidad.
miembros superiores está en mejor condición.
En esta misma investigación se observó el
Los resultados en otro estudio (31) indicaron que comportamiento de la fuerza muscular de
la flexibilidad de miembros inferiores mostró una miembros inferiores, encontrando que sólo el 31%
calificación negativa, así: mínimo -39 cm, máximo de los participantes presentan una fuerza muscular
12 cm, media -2,16 cm y una desviación estándar por encima del promedio, un 15% se ubica en
de 6,82 cm para las mujeres mayores de 60 años; un nivel bueno y el 54% restante se ubica entre
y en el presente estudio también la calificación regular y deficiente. Situación similar se presentó
fue negativa, así: mínimo -50 cm, máximo 16 en el presente estudio, puesto que el 66% de los
cm, media -6,83 cm y desviación estándar de participantes de los Centros de Promoción y
9,7. Esta calificación se puede explicar según los Protección al Adulto Mayor de Manizales tiene
autores del estudio citado en que la flexibilidad va una pobre fuerza muscular. No obstante, teniendo
disminuyendo paulatinamente durante el proceso en cuenta el rol que desempeñan el equilibrio y
de envejecimiento en las mujeres, datos sustentados la fuerza muscular de miembros inferiores en la
en los cambios hormonales, principalmente de ejecución de las actividades de la vida diaria y la
los estrógenos, factores biológicos propios de independencia funcional, son capacidades físicas

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 22, No.2, julio - diciembre 2017, págs. 84 - 98
96 Julialba Castellanos Ruiz, Diana Eugenia Gómez Gómez, Claudia Marcela Guerrero Mendieta

que deben ser consideradas al momento de diseñar Durante el proceso de envejecimiento se generan
planes de intervención. cambios en los diferentes sistemas, que conllevan
a modificaciones y adaptaciones en desarrollo de
CONCLUSIONES las actividades de la vida diaria y en la condición
física funcional; que podrían ser permeados a su
Los adultos mayores que participaron en el estudio vez por factores intrínsecos como la edad y el
en una mayor proporción corresponden al género género y extrínsecos como factores culturales y
femenino con edades entre 60 y 74 años para las socioambientales, lo que influye en los niveles de
mujeres, en mayor número está representado según funcionamiento corporal, individual y social de las
el estado civil por personas casadas y viudas, personas mayores de 60 años.
con un nivel educativo predominante de básica
primaria y con afiliación al Régimen Contributivo CONSIDERACIONES ÉTICAS
del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
El presente estudio, de acuerdo con la resolución
En los adultos mayores se encuentra a nivel de 008430 de 1993, expedida por el Ministerio de
IMC, una tendencia en los Centros de Promoción Salud y según la declaración de Helsinki de la
y Protección al Adulto Mayor a presentar peso Asociación Médica Mundial se consideró con
insuficiente, en los Centros Día peso normal riesgo mínimo, sin embargo se tienen criterios de
seguido por sobrepeso y obesidad; y en los exclusión en las que se aseguró que no participaron:
Centros Vida, distribución similar entre peso adultos mayores que por razones médicas tuvieran
normal y sobrepeso, lo que puede relacionarse con contraindicada la realización de ejercicio físico;
los hábitos y estilos de vida de los participantes y con síndrome de inmovilidad, con tensión arterial
condiciones de salud asociadas. alta (160/100) no controlada. El proyecto fue
aprobado por el Comité de Ética de la Universidad
Los participantes presentaron características de su Autónoma de Manizales para su aprobación, según
condición física que permiten concluir que durante acta 043 del 15 de abril de 2015.
el proceso de envejecimiento se generan cambios
en los diferentes componentes, en los Centros AGRADECIMIENTOS
Día y Centros Vida, hay mayor compromiso en
la flexibilidad de miembros superiores; en los Para el desarrollo de la presente investigación se
Centros de Promoción y Protección se encuentran agradece la participación activa de los adultos
comprometidas todas las variables de la condición mayores de los Centros Día, Centros Vida y
física, con predominio de la flexibilidad de Centros de Promoción y Protección al Adulto
miembros superiores e inferiores, la fuerza Mayor, a la Alcaldía de Manizales e integrantes
muscular de miembros inferiores, la resistencia de la Secretaria de Desarrollo Municipal y a la
aeróbica y el equilibrio y agilidad. Universidad Autónoma de Manizales por su interés
en contribuir desde la academia al mejoramiento
de la calidad de vida del adulto mayor.
Condición física funcional de adultos mayores de centros día, vida, promoción y protección integral, Manizales 97

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Naciones Unidas. CEPAL.org. [Internet].; 2011 [citado octubre 21 de 2014].
Disponibleº en: http://www.cepal.org/celade/noticias/documentosdetrabajo/2/43682/Modulo_1.
pdf.
2. Alcaldía de Manizales - Secretaría de Desarrollo Social. Alcaldía de Manizales Más oportunidades.
[Internet].; 2014 [citado agosto 23 de 2015]. Disponible en: http://www.manizales.gov.co/
RecursosAlcaldia/201506242257527183.pdf.
3. Gómez JF, Curcio CL. Salud del anciano: valoración. Primera edición ed. Manizales: Editorial
Blanecolor; 2014.
4. El proceso de envejecimiento y los cambios biológicos, psicológicos y sociales. Unidad dos.
[Internet].; 2015 [citado enero 24 de 2016]. Disponible en: http://assets.mheducation.es/bcv/guide/
capitulo/8448176898.pdf.
5. Rikli RE, Jones CJ. Senior Fitness Test Manual. 2nd ed. United States Canadá: Human Kinetics;
2013.
6. Latorre Rojas EJ. Estudio comparativo de los efectos de un programa de actividad física sobre la
condición física funcional de personas mayores de 60 años. La Palestra- Facultad de Cultura Física
y Recreación. Universidad de Santo Tomás. 2008 Mayo: p. 13-20.
7. Val Ferrer R. Análisis de la condición física funcional de personas mayores e influencia de un
programa de actividad física. Revista Kronos. 2004 Junio;(5).
8. Garatachea Vallejo N. Valoración de la condición física funcional, mediante el Senior Fitness Test,
de un grupo de personas mayores que realizan un programa de actividad física. Revista Apuntes:
Educación Física y Deportes. 2004; (76): p. 22-27.
9. Correa Bautista JE, Gámez Martínez ER, Ibáñez Pinilla M, Rodríguez Daza KD. Aptitud física en
mujeres adultas mayores vinculadas a un programa de envejecimiento activo. Revista Salud UIS.
2011 Junio.
10. Ochoa ME, Cobo EA, Ruiz LY, Vargas DM, Sandoval C. Cross-cultural adaptation of the English
version of the Senior Fitness Test to Spanish. Adaptación transcultural de la versión en inglés del
Senior Fitness Test al español. Universidad de Boyacá. 2014; 6(4).
11. Suárez Gil OA. Aportes de un programa de actividades para el mejoramiento de la condición física
del adulto mayor en la ciudad de Tunja. EFDeportes.com, Revista Digital. 2012 Noviembre;(174).
12. Baldini M, Aranzazu P, Jiménez R, Garachea N. Valoración de la condición física funcional en
adultos mayores. EFDeportes.com. 2006 Diciembre; 11(3).
13. Rose D. Equilibrio y movilidad con personas mayores. Primera ed. Barcelona: Editorial Paidotribo.
Primera edición. Barcelona; 2005.
14. OMS. Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud. In Salud OMdl..;
2016.
15. López J, Mojares LM. Fisiología clínica del ejercicio. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana;
2008.
16. Paterson DH, Warburton DER. Physical activity and functional limitations in older adults:
A systematics review related to Canada´s physical activity Guidelines. International Journal of
Behavioral Nutrition and Physical Activity. 2010 Mayo; 7(38): p. 1-22.
17. Chodzko zaico WJ, Proctor DN, Fiatarone Singh MA, Minson CT, Nigg CR, Salem GJ, et al.
American College of Sports Medicine Position Stand. Exercise and physical activity for older
adults. Med Sci Sports Exerc. 2009 julio; 41(7): p. 1510-1530.

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 22, No.2, julio - diciembre 2017, págs. 84 - 98
98 Julialba Castellanos Ruiz, Diana Eugenia Gómez Gómez, Claudia Marcela Guerrero Mendieta

18. Ferrer R, Garatachea N. Análisis de la condición física funcional de personas mayores e influencia
de un programa de actividad física. La revista universitaria de la educación física y el deporte
Kronos. 2004; 3(5).
19. PAR-Q was developed by the British Columbia Ministry of Health/Canadian Society for Exercise
Physiology 21SSWOOK0wcc.ApRPQ. Was developed by the British Columbia Ministry of Health/
Canadian Society for Exercise Physiology, 202-185 Somerset St.West Ottawa, ON K2P 012 www.
csep.ca. Adoptado por: Región LA County PH Nutrition Program/Network for a Healthy California.
www. [Internet]. Disponible en: www.lapublichealth.gov/nutrition.
20. Castellanos RJ, Gómez G. Condición física funcional en adultos mayores que asisten a centros día y
centros de promoción y de protección al adulto mayor. Informe parcial de investigación. Manizales:
Universidad Autónoma de Manizales, Caldas; 2015.
21. Alcaldía de Manizales. Perfil Epidemiológico de Manizales. [Internet].; 2014 [citado noviembre
292016. Disponible en: http://observatorio.saluddecaldas.gov.co/desca/perfil/manizales2014.
22. Quiroga J, de la Cruz LM, Ramos M. Condición física de los adultos mayores del programa años de
plenitud del municipio de Puerto Colombia y Salgar. Salud Movimiento. 2010; 2(2): p. 10 -15.
23. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Obesidad y sobrepeso. [Internet]; 2016 [citado
diciembre 2 2016]. Disponible en: www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/.
24. American College of Sports Medicine. ACM´S. Guidelines for excercise testing and prescription.
8th ed. Philadelphia: Lippincott, Williams and Wilkins; 2010.
25. Garatachea Vallejo N, Val Ferrer R, Fancello I. Evolución de la condición física funcional de un
grupo de personas mayores que realizan un programa de actividad física durante 9 meses. Facultad
de Ciencias de la Salud y del Deporte. Universidad de Zaragoza. 2006.
26. Chicharro J, López M. Fisiología clínica del ejercicio. Madrid: Editorial Médica Panamericana;
2008.
27. Hernández J. Efecto de un programa de 15 semanas de ejercicio físico aeróbico sobre la salud física
de personas mayores medido mediante la determinación de la resistencia cardiorrespiratoria, la
adiposidad y la fuerza muscular. Revista Digital de Educación Física y Deportes. 2001 Septiembre;
7(41).
28. Márquez J, Diaz G, Tejada C. Behavior of indirect maximal oxygen uptake on users of the PROSA
Program at Universidad de Antioquia. Colomb. Med. 2011; 42(3): p. 327-333.
29. Vidarte Claros JA, Quintero Cruz MV, Herazo Beltrán Y. Efectos del ejercicio físico en la condición
física funcional y la estabilidad en adultos mayores. Revista Hacia la Promoción de la Salud. 2012;
17(2): p. 79-90.
30. Chávez Rodríguez L, Niño Díaz A, Pérez Correa M, Quintero Cruz V. Capacidad aeróbica en
un grupo de adultos mayores institucionalizados en el distrito de Barranquilla. Revista Salud en
Movimiento. 2012; 4(1): p. 19-32.
31. Vidarte Claros JA, Vélez Alvárez C, Gómez Gómez DE. Condición física saludable en mujeres
mayores de 45 Años. Vidarte JA; VélezC; Gómez DE. Revista Hacia la Promoción de la Salud.
2009; 14(2): p. 39-51.
ARTÍCULO ORIGINAL Ávila-Funes JA y col.

Medición de las capacidades físicas


de adultos mayores de Quebec:
un análisis secundario del estudio NuAge
José Alberto Ávila-Funes, MD,(1,2) Katherine Gray-Donald, PhD,(3) Hélène Payette, PhD.(1)

Avila-Funes JA, Gray-Donald K, Payette H. Avila-Funes JA, Gray-Donald K, Payette H.


Medición de las capacidades físicas de adultos mayores Measurement of physical capacities in the elderly:
de Quebec: un análisis secundario del estudio NuAge. a secondary analysis of the Quebec longitudinal study NuAge.
Salud Publica Mex 2006;48:446-454. Salud Publica Mex 2006;48:446-454.

Resumen Abstract
Objetivo. Determinar la validez de una batería de pruebas Objective:To assess the validity of a battery of functional
de capacidades físicas en una muestra de adultos mayores de capacity tests in community-living elderly Canadians. Ma-
la comunidad. Material y métodos. Para este estudio se terial and Methods. Design: cross-sectional study. Study
analizaron los datos basales del estudio NuAge, recolectados population: baseline data from 1793 men and women aged
de diciembre de 2003 a abril de 2005 y que incluyeron 1 793 74.4  4.1 participating in the NuAge longitudinal study
varones (48%) y mujeres (52%) (74.4  4.1 años) de Mon- were collected from December 2003 to April 2005 and
treal, Laval y Sherbrooke, Canadá. Se construyó una batería used for the analyses. A global score measuring functional
para la medición de las capacidades físicas (BCF) a partir de capacities (BFC) was constructed as the sum of four tests
la suma de cuatro pruebas según el método propuesto por according to a method proposed by Guralnik [Timed Up &
Guralnik (equilibrio en un pie, velocidad de la marcha en cua- Go, walking speed (4 m), chair stands (five times), standing
tro metros a paso normal, levantarse de una silla cinco veces balance]. Multivariate linear regression analysis was used to
y el timed “up & go”). Mediante análisis de regresión lineal se study the relationship between age, sex, and physical activity,
establecieron la asociación de la edad, el sexo y la actividad and BFC score. Results:The global functional capacities score
física con la BCF. Resultados. La BCF se asoció de forma had an internal consistency of 0.74. It was significantly associ-
significativa con pruebas que evalúan el estado físico y de ated with age, sex and measures of mental and physical health
salud de los individuos, por lo que se determinó la validez de status including: cognitive function (<0.001), depressive symp-
contenido y de criterio. La BCF tuvo un coeficiente alfa de toms (<0.001), nutritional risk (<0.001), burden of disease
0.74. Los análisis de regresión probaron que la disminución (<0.001), and level of physical activity (<0.001) thus support-
en las capacidades físicas relacionadas con la edad es similar ing the construct validity of the global score. Age related dif-
en varones y mujeres. Conclusión. La batería es una herra- ferences in BFC were consistent and similar among men and
mienta válida en la medición de las capacidades físicas.El mejor women. Conclusion:The global score of functional capacity
desempeño ocurre en los individuos más jóvenes, aquéllos tests provided a valid assessment of physical capacities in the
con más actividad física y en los varones. Esta BCF puede community-living elderly. While men had higher global BFC
servir de modelo para utilizarse en el estudio de las capaci- scores than women, among both sexes the best performance
dades de los adultos mayores que viven en la comunidad. was observed in the youngest age group and in those report-
ing more physical activity.

Palabras clave: anciano; validez; desempeño; discapacidad; Key words: elderly; validity; performance; disability; mea-
medición; Canadá surement; Canada

(1) Centre de recherche sur le vieillissement. Institut universitaire de gériatrie de Sherbrooke, Université de Sherbrooke. Quebec, Canadá.
(2) Clínica de geriatría del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Ciudad de México, México.
(3) School of Dietetics and Human Nutrition, McGill University. Montreal, Canadá.

Fecha de recibido: 3 de marzo de 2006 • Fecha de aprobado: 14 de julio de 2006


Solicitud de sobretiros: Hélène Payette. Centre de recherche sur le vieillissement. 1036, Belvédère sud. Sherbrooke, Québec, Canadá. J1H 4C4.
Correo electrónico: Helene.Payette@USherbrooke.ca

446 salud pública de méxico / vol.48, no.6, noviembre-diciembre de 2006


ARTÍCULO ORIGINAL Ávila-Funes JA y col.

E ldial.
número de adultos mayores aumenta a nivel mun-
Un ejemplo es México donde, en el año 2000,
pósito es determinar el papel de la nutrición en el “en-
vejecimiento exitoso”. NuAge comprende el segui-
los ancianos representaban 7.1% de la población, es miento anual de 1 793 hombres y mujeres cuyas edades
decir, 6.9 millones de personas, y se prevé que sean 32.4 se ubican entre 68 y 82 años, en buenas condiciones
millones en 2050, cuando un mexicano de cada cuatro generales de salud a su ingreso en la cohorte, y duran-
tendrá más de 65 años.1 Sin embargo, con el avance de te un periodo de cinco años. La muestra se constituyó
la edad, algunas capacidades físicas se deterioran y los con sujetos seleccionados de manera aleatoria y se es-
problemas de salud aumentan. La edad cronológica es tratificó por edad y sexo, según la información del Re-
con toda probabilidad el factor más importante y con- gistro del Seguro Médico de Quebec (RAMQ) de las
sistente en la aparición de la discapacidad de los ancia- poblaciones de Montreal, Laval y Sherbrooke, Cana-
nos debido a que el riesgo relativo aumenta alrededor dá. La recolección de datos inició en diciembre de 2003
de 2.0 por cada 10 años de edad que pasan.2-5 La disca- en los dos centros de investigación principales (Mon-
pacidad conlleva graves consecuencias en la salud de treal y Sherbrooke). De cada participante se obtiene
los adultos mayores; por ejemplo, su presencia se acom- información sociodemográfica, nutricia, funcional,
paña de un mayor riesgo de depresión,6 institucionaliza- médica, biológica y social. Nutriólogos y enfermeras
ción7 y muerte.8 Por lo tanto, preservar las capacidades con experiencia recaban e introducen directamente ta-
funcionales y disponer de un desempeño físico adecua- les datos en un programa de informática específico
do es crucial para mantener la autonomía y un buen (William®), según una guía de procedimientos y de
estado de salud.7 acuerdo con un proceso de estandarización riguroso.
Para la Organización Mundial de la Salud, “capa-
cidad” se define como “la capacidad plena del indi- Variables e instrumentos de medición
viduo para cumplir con una tarea o una acción”; en
contraste, el “desempeño” corresponde a “lo que el in- Las pruebas de capacidades físicas que se presentan
dividuo hace en su ambiente cotidiano”.9 La medición fueron adaptadas de otras que se utilizaron de manera
de las capacidades funcionales es un componente fun- previa y según el método propuesto por Guralnik y
damental en la evaluación del adulto mayor. Ésta, tan- colaboradores,8,20-23 donde se prefiere la inclusión de
to en clínica como en investigación, permite identificar pruebas que evalúan sobre todo la función de las ex-
a los ancianos que presentan algún grado de discapa- tremidades inferiores. Esta “batería de capacidades fí-
cidad. Ello ha sido posible gracias al desarrollo de prue- sicas” conjunta una serie de mediciones que permiten
bas objetivas y estandarizadas de medición, las cuales evaluar el equilibrio, la marcha, la fuerza y la resisten-
presentan múltiples ventajas sobre los autorreportes10 cia, además de que reflejan la planeación motora y las
y la información obtenida de un “proxy”,11 pero sobre estrategias cognitivas correspondientes.19,24 Una sola
todo ventajas en términos de validez.12 persona puede aplicar la batería en un espacio físico
En 1994, Guralnik y colaboradores propusieron una reducido e, incluso, en el domicilio del sujeto. Para la
batería de pruebas que demostró ser válida y confiable adecuada aplicación e interpretación de las pruebas,
para la evaluación de las capacidades funcionales de los los evaluadores se estandarizaron de forma rigurosa y
adultos mayores de la comunidad. 8 Tal instrumento demostraron a cada participante cómo realizar la ta-
mostró ser útil en la predicción del deterioro funcional, rea antes de su ejecución.
la institucionalización y la mortalidad.8,13 La aplicación La ausencia de un “estándar de oro” dificulta es-
de esta batería se ha expandido en grandes estudios tablecer la validez de criterio de las pruebas de capaci-
epidemiológicos de Estados Unidos,14-19 pero su validez dad física. No obstante, la validez de constructo se
no ha sido bien explorada en poblaciones diferentes. estableció previamente gracias a su relación con ins-
El propósito de este artículo es demostrar la vali- trumentos que estiman el estado funcional, como son
dez de esta batería de pruebas, la cual es práctica, rá- las escalas de las actividades básicas de la vida diaria25
pida, segura y eficaz en la medición de las capacidades e instrumentales,26 el estado mental27 y la presencia de
físicas, en una muestra de adultos mayores canadien- síntomas depresivos,28 con correlaciones que oscilan
ses que viven en la comunidad. entre 0.23 a 0.71.29 Además, también se estableció la
validez de contenido.8
Material y métodos Equilibrio en un pie (EP): esta prueba consiste en pedir
Participantes al sujeto que se mantenga en un solo pie el mayor tiem-
po posible. Tras quitarse los zapatos y colocarse a un
Los sujetos son participantes del Estudio Longitudi- metro de distancia de un muro, se pide al participante
nal de Québec “NuAge”, un estudio original cuyo pro- que coloque sus dos manos en la cadera y que guarde
salud pública de méxico / vol.48, no.6, noviembre-diciembre de 2006 447
Medición de capacidades físicas de adultos mayores de Quebec ARTÍCULO ORIGINAL

esta posición durante toda la duración de la prueba. test-retest se evaluó en 50 ancianos que vivían en la
Después, se le solicita que se sostenga sobre su pierna comunidad y donde el intervalo de tiempo en el que
no dominante y que levante su otro pie al nivel de la se repitieron las pruebas fue de 48 horas.33
pantorrilla (sin tocarla) y que mantenga esta posición
el mayor tiempo posible. Para concluir, se repite el Timed “up & go” (TUG): esta prueba de “levántate y
mismo proceso pero con la pierna del lado dominante anda” o de “Lázaro” evalúa de manera satisfactoria la
del cuerpo. El tiempo empieza a registrarse desde que movilidad y el equilibrio de los adultos mayores.22 En
el participante despega el pie del suelo y se termina si su versión modificada,23 se cronometra al sujeto desde
apoya el pie, modifica la posición de sus brazos o man- el momento en que se levanta de una silla con apoya-
tiene esa postura por más de 60 segundos. La confiabi- brazos, camina tres metros, regresa a la silla, y termina
lidad test-retest de esta prueba es de 0.97 (en un cuando de nuevo se encuentra sentado en la silla. Con
intervalo de 48 horas) y la confiabilidad interjuez es todo detalle, la prueba inicia con el sujeto sentado, la
entre 0.96 y 1.29 espalda recargada en el respaldo de la silla, los brazos
sobre los apoya-brazos y con la ayuda técnica a la mano
Velocidad de la marcha en cuatro metros a paso normal (VM): por si la necesita (bastón, por ejemplo). No se brinda
Esta prueba pretende medir la velocidad de la marcha ninguna asistencia física durante la ejecución de la ta-
al paso “habitual”. Se trazan tres líneas en el piso: una rea, y el sujeto debe ejecutar la prueba una vez antes
roja a cero metros (“línea de salida”), la siguiente a un de ser cronometrado para que pueda familiarizarse con
metro y la última a cuatro metros. Se le pide al partici- ella. Se le indica al sujeto “a la señal de ‘ahora’, leván-
pante que ponga sus pies detrás de la línea de salida y tese, después camine a una velocidad cómoda y segu-
que empiece a caminar cuando se le dé la orden. La ra hasta la línea marcada en el piso (a tres metros), pase
orden de detenerse se dará hasta que pase por com- la línea, gire y regrese a sentarse hasta apoyar su es-
pleto la línea que define los cuatro metros. Se le indica palda en el respaldo de la silla otra vez…”. El tiempo
al sujeto “a la señal de ‘ahora’, camine a su paso acos- se registra desde que se da la señal de salida hasta que
tumbrado y le diré cuándo detenerse…”. Si es necesa- recarga de nuevo la espalda en la silla. El tiempo para
rio, el sujeto puede utilizar su apoyo habitual (bastón, realizar el TUG se correlaciona con el equilibrio (esca-
por ejemplo). La prueba se repite en dos ocasiones, la la de equilibrio de Berg, r= -0.81), la velocidad de la
primera para que el sujeto se familiarice con la prue- marcha (r= -0.61) y la autonomía funcional de los indi-
ba, y la segunda para registrar el tiempo, el cual co- viduos (índice de Barthel, r= -0.78).23 La confiabilidad
mienza a correr al alcanzar la segunda línea hasta test-retest (CCI= 0.99) e interjuez (CCI= 0.99) del TUG
cruzar por completo la tercera. La confiabilidad test- es elevada,23 incluso en la población quebequense.34
retest de la VM tiene un excelente coeficiente de corre-
lación intraclase (CCI) en un intervalo de dos semanas Para permitir que el análisis incluyera a aquellos
(0.79),30 incluso en los adultos mayores muy funciona- que no eran capaces de realizar alguna de las cuatro
les.31 Por otro lado, la confiabilidad interjuez también pruebas, se crearon categorías de desempeño para cada
es bastante buena (0.93).32 una de las tareas (cuadro I). Para los que no realizaron
o no terminaron alguna de las pruebas, se asignó una
Levantarse de una silla cinco veces (LS): esta prueba sir- calificación de cero. Para los que sí lo lograron, se asig-
ve para evaluar la fuerza de los miembros inferiores, nó una calificación de 1 a 4 según el cuartil de tiempo
además de que refleja el equilibrio y la movilidad del que necesitaron para efectuarla; de esta manera, los más
sujeto. En esta prueba es necesaria una silla sin des- rápidos recibieron un 4 y los más lentos 1. En el caso
cansa-brazos, de unos 46 cm de alto (estándar), cuyo de EP, el cuartil de duración más largo fue el que reci-
respaldo debe apoyarse contra la pared para asegurar bió 4. Así, el total representó la suma de las categorías
su estabilidad. Se le pide al sujeto que se levante y des- en cada una de las cuatro pruebas para un máximo de
pués se siente cinco veces seguidas; lo debe hacer lo 16 puntos. A este puntaje final es al que se denominó
más rápido posible con los brazos cruzados en el pe- como “total en la batería de capacidades físicas” (BCF).
cho. El tiempo se registra a partir de que el sujeto se También se incluyó la asociación de la BCF con el
incorpora por primera vez hasta que está completa- grado de actividad física. Esta última fue determinada
mente de pie tras la quinta levantada. Si la persona no por la Escala de actividades físicas para las personas
completa las cinco, se anota el tiempo pero precisando mayores (PASE, Physical Activity Scale for the Elderly),
el número de levantadas realizadas.8,13,20 El CCI de la la cual es un instrumento de 12 preguntas que mide el
confiabilidad test-retest de LS es de 0.67 a 0.73;30,31 y grado de actividad física (profesional, en el hogar y de
obtuvo un coeficiente de correlación de 0.97 cuando el esparcimiento) de la última semana.35 El puntaje se

448 salud pública de méxico / vol.48, no.6, noviembre-diciembre de 2006


ARTÍCULO ORIGINAL Ávila-Funes JA y col.

Cuadro I de base asumidos en la validez de la regresión lineal.


TIEMPO EN SEGUNDOS UTILIZADO COMO PUNTO Para finalizar, tras probar la inexistencia de una inte-
DE CORTE PARA LA CREACIÓN DE CADA UNA racción entre edad y sexo, un análisis de covarianza
DE LAS CATEGORÍAS EN LAS PRUEBAS (ANCOVA) comparó la media de la BCF de varones y
DE CAPACIDADES FÍSICAS (N= 1 774) mujeres con control para la edad. El valor p< 0.05 se
Categorías Equilibrio Velocidad de la Levantarse de consideró estadísticamente significativo. Todos los
en un pie marcha una silla Timed “up & go” análisis se realizaron con el paquete estadístico SPSS
(seg) (seg) (seg) (seg) para Windows (SPSS Inc., Chicago, IL, versión 12.0).
Los comités de ética de los institutos universita-
0 NR* NR NR NR
rios de geriatría de Sherbrooke y Montreal aprobaron
(n= 66) (n= 5) (n= 42) (n= 4)
el proyecto NuAge, quienes constataron el respeto de
1  2.75  4.40  12.63  11.63
los principios éticos para las investigaciones médicas
(n= 401) (n= 436) (n= 428) (n= 438)
en los seres humanos. Todos los participantes del es-
2 2.76 a 6.15 3.90 a 4.39 10.59 a 12.62 10.30 a 11.62
tudio NuAge firmaron un consentimiento informado
(n= 432) (n= 425) (n= 435) (n= 446)
para el uso de los datos recolectados con fines de in-
3 6.16 a 18.67 3.44 a 3.89 8.70 a 10.58 9.10 a 10.29
vestigación.
(n= 438) (n= 462) (n= 434) (n= 439)
4  18.68
(n= 437)
 3.43
(n= 446)
 8.69
(n= 435)
 9.09
(n= 477) Resultados
* NR: no realizó la prueba Por información clínica faltante, se eliminaron 19 suje-
tos; así, 1 774 conformaron la muestra analizada. En el
cuadro II se presentan las características generales de
la población por grupos de edad y sexo. La edad me-
dia fue de 74.4  4.1 DE (desviaciones estándar) y no
obtiene a partir de la intensidad y la frecuencia de cada se encontró diferencia en relación con el sexo (p= 0.164).
una de las actividades. La correlación del PASE es posi- Si bien la proporción de enfermedades crónicas
tiva con la fuerza de prensión (0.37), el equilibrio (0.33), aumentó con la edad, este hallazgo fue significativa-
la fuerza de las piernas (r= 0.25), y negativa con la fre- mente mayor en las mujeres. No obstante, la “carga
cuencia cardiaca en reposo (-0.13), la edad (-0.34) y la por enfermedad” se incrementó conforme la edad del
autopercepción de la salud (0.34).35,36 Su confiabilidad grupo crecía y fue significativa en ambos géneros (p<
test-retest también es adecuada (r= 0.75).35 0.001).
A pesar de que esta cohorte no incluyó a personas
Análisis estadístico con deterioro cognitivo, la prueba del Examen mínimo
del estado mental, en su versión modificada (MMM-
Las características de los participantes se presentan SE),39,40 mostró una disminución en su puntaje confor-
como media  desviación estándar para las variables me la edad del grupo era más avanzada, lo cual resultó
continuas y como frecuencia y porcentaje para las va- más evidente en las mujeres (p< 0.001 en ambos gru-
riables categóricas.37 Las comparaciones entre las dis- pos). La misma tendencia se observó en el resultado
tintas variables se hicieron con las pruebas ji cuadrada, de la Escala de actividad física de los adultos mayores
exacta de Fisher, prueba t o análisis de varianza a un (PASE). Por otro lado, “vivir solo” (como ejemplo de
factor (ANOVA), según su naturaleza. Para mayor se- variables que evaluaron algunos aspectos de la red so-
veridad, cuando era indicado, se recurrió al método cial) fue más frecuente en las mujeres (p< 0.001) y en
de Bonferroni para buscar la diferencia estadística in- las más ancianas (p< 0.001).
tragrupo. Se utilizó el coeficiente rho de Spearman para Los resultados de los participantes en las cuatro
evaluar la correlación de las cuatro pruebas entre sí, pruebas correlacionaron significativamente entre sí
así como con el total de la batería de las capacidades (todos con un nivel de confianza < 0.01 y registrados
físicas y el PASE. La confiabilidad de esta batería fue como “tiempo en segundos”). Los coeficientes de
evaluada en términos de su consistencia interna, que Spearman fueron: TUG y VM, 0.70; TUG y LS, 0.50;
se estimó con el coeficiente alfa.38 La asociación inde- TUG y EP, -0.38; VM y LS, 0.45; VM y EP, -0.33; LS y
pendiente de edad, sexo y grado de actividad física EP, -0.34.
con la BCF se evaluó en diversos modelos de regre- Luego de su transformación en categorías, el total
sión lineal multivariados; en el modelo final, el análi- de la batería de capacidades físicas (BCF), como se es-
sis de los residuos verificó el respeto de los postulados peraba, estuvo fuerte y significativamente correlacio-

salud pública de méxico / vol.48, no.6, noviembre-diciembre de 2006 449


Medición de capacidades físicas de adultos mayores de Quebec ARTÍCULO ORIGINAL

Cuadro II
CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS Y DE SALUD DE LOS PARTICIPANTES POR EDAD Y SEXO (N= 1 774)
Hombres Mujeres
845 (47.9%) 929 (52.4%)
Todos 68 a 72 años 73 a 77 años 78 a 82 años p 68 a 72 años 73 a 77 años 78 a 82 años p
Variable (n= 1 774) (n= 328) (n= 287) (n= 230) (n= 334) (n= 300) (n= 295)

Estado civil “casado (a)” (%) 58.8 77.1 77.4 71.3 0.202* 54.2 46.7 28.1 <0.001*
Escolaridad  13 años (%) 35.2 36.6 40.1 35.5 0.587* 36.8 30.3 31.9 0.137*
“Muy satisfecho” con el
ingreso económico (%) 41.5 45.9 49.6 52.3 0.800‡ 46.2 44.3 50.2 0.526‡
Vive solo (%) 32.7 18.0 17.1 21.3 0.441* 35.9 44.0 58.0 <0.001*
Enfermedad articular (%) 53.9 39.3 45.6 48.3 0.086* 56.3 69.7 63.7 0.002*
Hipertensión arterial (%) 46.9 43.6 41.5 47.4 0.398* 41.0 55.7 53.2 <0.001*
Problemas cardiacos (%) 22.1 23.2 24.0 32.2 0.039* 13.2 18.3 25.1 0.001*
Diabetes (%) 11.0 12.8 12.2 15.7 0.4801 7.2 10.0 9.5 0.408*
Carga por la enfermedad#
(media  DE) 4.0  2.9 3.0  2.3a 3.3  2.7a 3.9  2.8b <0.001§ 3.8  2.6a 4.8  3.1b 5.0  3.3b <0.001§
Fumador actual (%) 6.8 10.7 6.6 9.1 0.469* 6.0 4.7 4.1 0.466*
Índice de masa corporal (kg/m2) 27.9  4.6 28.4  4.2a 28.0  3.9a,b 27.5  3.7b 0.040§ 27.8  5.5 28.0  5.2 27.3  4.6 0.190§
MMMSE& (media  DE), puntos 93.6  4.4 93.7  4.4a 93.1  4.2a 91.8  4.7b <0.001§ 95.2  3.6a 94.4  3.9b 92.7  4.6c <0.001§
PASE (media  DE), puntos 100.4  51.8 125.1  57.0a 113.5  56.0b 92.8  50.3c 0.001§ 103.1  47.7a 88.8  44.8b 74.9  35.2c <0.001§

* Prueba de 2
‡ Prueba exacta de Fisher
§ Análisis de varianza a un factor
# OARS Multidimensional Functional Assessment Questionnaire; mientras más elevado es el puntaje, mayor la carga por la enfermedad
& Modified Mini-Mental State Examination (0 a 100 puntos; a mayor puntaje, mejor estado cognitivo)
 Physical Activity Scale for the Elderly (0 a 400 puntos; más elevado el puntaje, mayor actividad física)
a, b, c
Las letras diferentes indican una diferencia estadísticamente significativa (Bonferroni)

nado con cada una de las pruebas (rs> 0.65). La BCF diferente, una de la otra, con un nivel de confianza
mostró una media de 9.89  3.47 DE, una mediana de < 0.05. Como también se esperaba, la media de la BCF
10.0, con un rango de 1 a 16 y un intervalo intercuartil fue menor en las mujeres comparada con la de los varo-
de 6. La consistencia interna de esta batería, evaluada nes (9.25  3.40 vs 10.59  4.41, respectivamente; p< 0.001).
con el coeficiente alfa de Cronbach, fue de 0.74, que Además, el puntaje de la BCF disminuyó en forma sis-
representa un resultado satisfactorio y apropiado para temática conforme aumentaba el grupo de edad y la ten-
un instrumento de medición utilizado con fines de in- dencia se mantuvo en ambos sexos (p< 0.001).
vestigación.41 Para probar que la edad, el sexo y la actividad fí-
El puntaje de la BCF se relacionó de manera posi- sica se asocian de manera independiente a la BCF, se
tiva y significativa con la función mental (MMMSE) y construyeron y probaron varios modelos en los que se
con el grado de actividad física (PASE): rs= 0.20 y rs= incluyó a ésta (como variable dependiente) y a la edad
0.35, respectivamente; p< 0.01. La BCF también se re- (como variable continua y categórica), al género, y el
lacionó negativa y significativamente con otros “proxy” resultado del PASE. El modelo que mejor minimizó los
del estado físico y de salud como son la carga que pro- errores es el que se presenta en el cuadro IV; en su con-
ducen las enfermedades crónicas (p< 0.01), el riesgo junto, éste fue estadísticamente significativo (F=
nutricio y la escala de depresión geriátrica (estos últi- 172.213; p< 0.001) y explicó 23% de la variación total
mos, no presentados). de la BCF. La inclusión en este modelo de la interac-
En el cuadro III se presentan los percentiles de la ción entre edad y sexo no fue significativa (F= 0.296).
batería para cada grupo de edad y cada sexo. En cuan- Más adelante, al probar la coincidencia de las rectas
to a las medias de la BCF por grupo de edad y género, para los varones y las mujeres, la hipótesis nula no
se observó que cada una ellas fue significativamente pudo rechazarse, por lo que se aceptó que éstas coinci-

salud pública de méxico / vol.48, no.6, noviembre-diciembre de 2006 451


ARTÍCULO ORIGINAL Ávila-Funes JA y col.

Cuadro III
CAPACIDADES FÍSICAS: PUNTAJE EN LA BATERÍA POR PERCENTILES Y POR GRUPO DE EDAD Y SEXO (N= 1 774)
Hombres Mujeres
(n= 845) (n= 929)
68 a 72 años 73 a 77 años 78 a 82 años 68 a 72 años 73 a 77 años 78 a 82 años
Variable Todos (n= 328) (n= 287) (n= 230) (n= 334) (n= 300) (n= 295)
*3 *3
Media  DE 9.9  3.4 11.8  3.1a 10.6  3.3b 8.8  3.1c 10.94  3.1a 8.93  3.2b 7.67  3.0c
Percentil 10 5.0 7.0 6.0 5.0 6.0 4.0 4.0
Percentil 25 7.0 10.0 8.0 6.0 9.0 6.0 5.0
Percentil 50 10.0 12.0 11.0 9.0 11.0 9.0 7.0
Percentil 75 13.0 14.0 13.0 11.0 13.0 11.0 10.0
Percentil 90 15.0 15.0 15.0 13.0 15.0 13.0 12.0

*3 p< 0.001, ANOVA


a, b, c
Las letras diferentes indican una diferencia estadísticamente significativa (Bonferroni)

Cuadro IV cierra ventajas teóricas en términos de validez, fideli-


MODELO DE REGRESIÓN LINEAL MÚLTIPLE QUE MUESTRA dad, sensibilidad al cambio y de aplicación en estu-
LA ASOCIACIÓN INDEPENDIENTE DE LA EDAD , EL SEXO Y dios transculturales y transnacionales. 12 En este
LA ACTIVIDAD FÍSICA CON EL TOTAL EN LA BATERÍA DE estudio, se exhibe que la BCF desarrollada según el
CAPACIDADES FÍSICAS método propuesto por Guralnik es una herramienta
Coeficiente  Error de  t p
válida en la evaluación de las capacidades físicas de
los adultos mayores, en un país y cultura diferentes a
Ordenada al origen 30.368 1.465 20.731 < 0.001 los de aquél en la que fue desarrollada. Los resultados
Edad en años - 0.291 0.019 - 15.364 < 0.001 son equiparables a los del estudio original.8
Sexo (0: varones; 1: mujeres) - 0.956 0.158 - 6.068 < 0.001 La presentación de las capacidades físicas como
PASE* 0.015 0.002 9.723 < 0.001 un solo total tiene la ventaja de representar, de forma
sencilla, a un conjunto de habilidades, lo que es sobre
F= 172.213 R2= 0.231 todo deseable en el desarrollo de estudios epidemio-
p del modelo < 0.001
* Physical Activity Scale for the Elderly lógicos. Como se sabe por informes previos,13 las per-
sonas mayores que despliegan un peor desempeño en
la ejecución de estas pruebas y, por lo tanto, un mal
resultado en la BCF, presentan de 4.2 a 4.9 más proba-
bilidades de desarrollar discapacidades para realizar
las actividades de la vida diaria (bañarse, comer, con-
den y que la declinación en la BCF que se produce con tinencia de esfínteres, etc.) y para aquéllas que se re-
el avance de la edad es el mismo no obstante el sexo de lacionan con la movilidad (subir una escalera sin
los sujetos (figura 1). Puesto que la interacción no fue asistencia, caminar, etc.) en un plazo de cuatro años,
significativa, el análisis de covarianza permitió deter- en comparación con aquellos que logran un mejor
minar que, tras ajustar para la edad, las medias de la desempeño; sin embargo, esta pérdida funcional suele
BCF en cada género fueron significativamente diferen- ser más acentuada en los sujetos que presentan ya al-
tes una de la otra (10.26 para las mujeres vs 10.51 para gún grado de discapacidad al momento de ser exami-
los varones; F= 70.2629, p < 0.001). nados.43,44 De esta manera, el mal resultado en la BCF
parece identificar a la gente mayor con discapacida-
Discusión des en una etapa preclínica, por lo que esta población
podría eventualmente beneficiarse de intervenciones
La medición de las capacidades físicas a través de la preventivas para impedir la aparición de la discapaci-
observación directa es atractivo porque este método dad y sus consecuencias.
proporciona una medida objetiva y cuantificable del La elección de utilizar pruebas que se enfocan en
desempeño de las personas.42 Además, este método en- la función de las extremidades inferiores se tomó por-

450 salud pública de méxico / vol.48, no.6, noviembre-diciembre de 2006


Medición de capacidades físicas de adultos mayores de Quebec ARTÍCULO ORIGINAL

No obstante, a pesar de la importancia de la edad


15,00
y el género, se han implicado otros factores en el man-
tenimiento de una capacidad física adecuada que van
más allá de la disminución de la fuerza, la velocidad
del movimiento, la coordinación, la flexibilidad y el
Batería del desempeño físico

10,00
equilibrio. Entre estos elementos se incluyen las rela-
ciones personales, la participación social, la autoper-
cepción de la salud, la comorbilidad, algunos hábitos
de vida (como el sedentarismo), el ingreso económico,
5,00 el grado de educación y la salud mental.5,49
A pesar de los avances, la interrelación entre los
múltiples factores que pueden conducir a la discapaci-
dad y su impacto en el desempeño físico de los adul-
0,00 tos mayores no se comprende del todo. Quizá el
68 72 76 80 84
Edad
modelo explicativo de la fragilidad sea uno de los pro-
gresos más destacados y puedan, en un futuro, dar res-
Varones Mujeres puestas a este asunto. La fragilidad es una condición
que pone en riesgo de discapacidad y dependencia a
FIGURA 1. MODELO DE REGRESIÓN LINEAL MÚLTIPLE QUE los adultos mayores. Es un concepto complejo pero
MUESTRA CÓMO EL GRADO DE DISMINUCIÓN EN EL TOTAL
constituye un síndrome clínico que puede reconocerse
DE LA BATERÍA DE CAPACIDADES FÍSICAS, QUE OCURRE CON - como parte de un continuo de gravedad asociado a la
FORME PROGRESA LA EDAD, ES SIMILAR EN LOS VARONES Y edad avanzada y que actúa sobre el aspecto biológico
EN LAS MUJERES en la deficiencia de diversos sistemas. Al parecer, se
cruza un umbral, todavía impreciso, en la deficiencia
del sistema endocrino, cardiovascular, musculoesque-
lético, inmunológico y nervioso. La fragilidad puede
que estas mediciones muestran un mayor grado de bien representar la compleja interacción de diferentes
cambio con el paso del tiempo, y este cambio se pre- factores biológicos, psicológicos, cognitivos y socia-
senta de forma lineal en comparación con aquellas les,44,50 donde las capacidades físicas (en especial la
pruebas que miden sólo la función de las extremida- función motriz) constituyen un elemento central del
des superiores, sin contar que éstas últimas encierran fenómeno, lo que indica la importancia de su eva-
problemas de confiabilidad.24,45 luación.51,52
Como se explicó, la calidad en la ejecución de las A pesar de la utilidad y validez de la BCF presen-
pruebas de capacidades físicas se relaciona con la edad tada, es necesario mencionar varios límites de este es-
cronológica, de donde la comparación de las medias tudio. La falta de un “estándar de oro” de las
de la BCF de varones y mujeres con ajuste para la edad capacidades físicas impide demostrar la validez de cri-
resultó un procedimiento adecuado. Es evidente que terio de la BCF, lo cual ha representado un problema
el envejecimiento conlleva al deterioro de las capaci- en los estudios de validación de otros instrumentos que
dades físicas y funcionales, 46 pero respecto de si la miden la funcionalidad. Empero, debido a su adecua-
magnitud o velocidad de éste es diferente, según el da relación con otras pruebas, se constata que la vali-
género del individuo, hay resultados diversos. Algu- dez de contenido, de constructo y la consistencia
nos informan que el riesgo de discapacidad no difiere interna de la BCF son adecuadas, por lo que su uso es
entre varones y mujeres cuando se controlan factores aceptable. Además, aunque se presentan los compo-
como la edad o la comorbilidad,3,47 mientras que otros nentes de una ecuación que permitiría estimar el re-
sostienen que el riesgo es mayor en las mujeres.2,5,48,49 sultado en la BCF según edad, sexo y grado de
En la muestra autoral, el deterioro resultó genéricamen- actividad física, no constituyó el propósito de los au-
te indistinto, pero, como se esperaba, los varones se tores proponer puntos de corte ya que ello resulta im-
desempeñaron mejor que las mujeres, así como los posible en virtud de las características de la muestra.
participantes más jóvenes en comparación con los más En el mismo tono, la población de NuAge no es una
ancianos. De la misma manera, los participantes que representante fiel de la población de adultos mayores,
obtuvieron mejores resultados en la BCF fueron aque- ya que sus miembros fueron seleccionados para con-
llos que exhibieron un grado más elevado de activi-
formar la cohorte por su excelente estado de salud; sin
dad física según la escala del PASE.
embargo, la validez externa de este trabajo se fortalece

452 salud pública de méxico / vol.48, no.6, noviembre-diciembre de 2006


ARTÍCULO ORIGINAL Ávila-Funes JA y col.

puesto que estas pruebas han sido utilizadas con éxito


en una población más heterogénea como la del Esta- Referencias
blished Populations for the Epidemiological Study of the
Elderly (EPESE),53 en el que se incluye una subpobla- 1. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
ción de mexicoestadounidenses, y en poblaciones que Estadísticas a propósito del día internacional de las personas de la
ya presentan alguna discapacidad como es el caso del tercera edad. Disponible en: http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/
espanol/temp/prensa/contenidos/estadisticas/personas.pdf. Acceso el 9
Women’s Health and Aging Study (WHAS).54 También,
de marzo de 2006.
la mayor parte de la información de la presente BCF 2. Harris T, Kovar MG, Suzman R, Kleinman JC, Feldman JJ. Longitudinal study
fue recolectada en un medio institucional, donde los of physical ability in the oldest-old.Am J Public Health 1989;79:698-702.
participantes estaban motivados, y no es una garantía 3. Mor V, Wilcox V, Rakowski W, Hiris J. Functional transitions among the
que, en el domicilio, los sujetos respondan de la misma elderly: patterns, predictors and related hospital use. Am J Public Health
1994;84:1274-1280.
forma, aunque en el estudio EPESE sí fue satisfactoria.
4. Stuck AE,Walthert JM, Nikolaus T, Bula CJ, Hohmann C, Beck JC. Risk
Para concluir, las cuatro pruebas pueden ser insufi- factors for functional status decline in community-living elderly people:
cientes para representar por completo las capacidades a systematic literature review. Soc Sci Med 1999;48:445-469.
funcionales de los adultos mayores, además de que su 5. Wu SC, Leu SY, Li CY. Incidence of and predictors for chronic
aplicación en sujetos con problemas específicos como disability in activities of daily living among older people in Taiwan. J Am
el deterioro cognitivo o con grandes discapacidades Geriatr Soc 1999;47:1082-1086.
6. Bruce ML, Seeman TE, Merrill SS, Blazer DG. The impact of depressive
aún no se explora. symptomatology on physical disability: MacArthur studies of successful
La decisión de publicar en forma detallada la me- aging. Am J Public Health 1994;84:1796-1799.
todología de la aplicación de cada una de las pruebas, 7. Avlund K, Davidsen M, Schultz-Larsen K. Changes in functional ability
así como la forma de crear un puntaje que conjunte a from ages 70 to 75. A Danish longitudinal study. J Aging Health
las mismas, favorecerá que el uso de esta batería en 1995;7:254-282.
8. Guralnik JM, Simonsick EM, Ferrucci L, Glynn RJ, Berkman LF, Blazer
otros países y culturas produzca resultados válidos en
DG, et al. A short physical performance battery assessing lower
la medición de las capacidades físicas y de acuerdo con extremity function: association with self-reported disability and
su propio medio, por lo que podría resultar de utili- prediction of mortality and nursing home admission. J Gerontol
dad para otros investigadores interesados en el tema. 1994;49:M85-M94.
9. World Health Organization. La classification internationale du

Conclusión fonctionnement, du handicap et de la santé. Disponible en: http://


www.who.int/fr/index.html. Acceso el 9 de marzo de 2006.
10. Alexopoulos GS,Vrontou C, Kakuma T, Meyers BS,Young RC,
Esta batería es un instrumento válido para la medi- Klausner E, et al. Disability in geriatric depression. Am J Psychiatry
ción de las capacidades físicas. El desempeño de los 1996;153:877-885.
participantes se refleja de forma adecuada en su pun- 11. Rubenstein LZ, Schairer C, Wieland GD, Kane R. Systematic biases in
functional status assessment of elderly adults: effects of different data
taje puesto que se comporta como se espera: los indi-
sources. J Gerontol 1984;39:686-691.
viduos más jóvenes, aquéllos con mayor actividad 12. Guralnik JM, Branch LG, Cummings SR, Curb JD. Physical performance
física actual y los de sexo masculino obtienen los me- measures in aging research. J Gerontol 1989;44:M141-M146.
jores resultados. Su utilización como una escala conti- 13. Guralnik JM, Ferrucci L, Simonsick EM, Salive ME, Wallace RB. Lower-
nua facilita su manejo para el análisis y la interpretación extremity function in persons over the age of 70 years as a predictor of
subsequent disability. N Engl J Med 1995;332:556-561.
de las capacidades de los adultos mayores. Su uso con 14. Penninx BW, Leveille S, Ferrucci L, van Eijk JT, Guralnik JM. Exploring
éxito en estudios longitudinales que incluyen ancia- the effect of depression on physical disability: longitudinal evidence from
nos de la comunidad de Estados Unidos y ahora de the established populations for epidemiologic studies of the elderly. Am
Canadá muestra su viabilidad, de donde la BCF pue- J Public Health 1999;89:1346-1352.
de servir de modelo a aplicar en otras regiones del 15. Cronin-Stubbs D, de Leon CF, Beckett LA, Field TS, Glynn RJ, Evans
DA. Six-year effect of depressive symptoms on the course of physical
mundo, como Latinoamérica, debido a que sus cuali- disability in community-living older adults. Arch Intern Med
dades de medición se mantienen al estudiar distintas 2000;160:3074-3080.
poblaciones. La presentación detallada de la forma de 16. Penninx BW, Guralnik JM, Bandeen-Roche K, Kasper JD, Simonsick
aplicar cada una de las pruebas ha de facilitar la estan- EM, Ferrucci L, et al. The protective effect of emotional vitality on
darización en los distintos escenarios. Por sus caracte- adverse health outcomes in disabled older women. J Am Geriatr Soc
2000;48:1359-1366.
rísticas, esta batería de capacidades físicas podría 17. Klesges LM, Pahor M, Shorr RI, Wan JY,Williamson JD, Guralnik JM.
aplicarse en los grandes estudios epidemiológicos que Financial difficulty in acquiring food among elderly disabled women:
se planean en la población de adultos mayores de Mé- results from the Women’s Health and Aging Study. Am J Public Health
xico, y facilitar así el estudio de las capacidades físicas. 2001;91:68-75.

salud pública de méxico / vol.48, no.6, noviembre-diciembre de 2006 453


Medición de capacidades físicas de adultos mayores de Quebec ARTÍCULO ORIGINAL

18. Brenes GA, Guralnik JM, Williamson JD, Fried LP, Simpson C, 36. Washburn RA, McAuley E, Katula J, Mihalko SL, Boileau RA.The
Simonsick EM, et al. The influence of anxiety on the progression of physical activity scale for the elderly (PASE): evidence for validity. J Clin
disability. J Am Geriatr Soc 2005;53:34-39. Epidemiol 1999;52:643-651.
19. Rosano C, Simonsick EM, Harris TB, Kritchevsky SB, Brach J, Visser 37. Altman DG, Bland JM. Presentation of numerical data. BMJ
M, et al. Association between physical and cognitive function in healthy 1996;312:572.
elderly: the health, aging and body composition study. 38. Cronbach LJ. Coefficient alpha and the internal structure of test.
Neuroepidemiology 2005;24:8-14. Psychometrika 1951;16:297-333.
20. Cummings SR, Nevitt MC, Browner WS, Stone K, Fox KM, Ensrud KE, 39. Teng EL, Chui HC. The Modified Mini-Mental State (3MS)
et al. Risk factors for hip fracture in white women. Study of Osteoporotic examination. J Clin Psychiatry 1987;48:314-318.
Fractures Research Group. N Engl J Med 1995;332:767-773. 40. Hebert R, Bravo G, Girouard D.Validation de l’adaptation française
21. Tinetti ME. Performance-oriented assessment of mobility problems du modified mini-mental state (3MS). La Revue de gériatrie
in elderly patients. J Am Geriatr Soc 1986;34:119-126. 1992;17:443-450.
22. Mathias S, Nayak US, Isaacs B. Balance in elderly patients: the “get-up 41. Bland JM, Altman DG. Cronbach’s alpha. BMJ 1997;314:572
and go” test. Arch Phys Med Rehabil 1986;67:387-389. 42. Reuben DB, Siu AL. An objective measure of physical function of
23. Podsiadlo D, Richardson S. The timed “Up & Go”: a test of basic elderly outpatients. The Physical Performance Test. J Am Geriatr Soc
functional mobility for frail elderly persons. J Am Geriatr Soc 1990;38:1105-1112.
1991;39:142-148. 43. Fried LP, Herdman SJ, Kuhn KE, Rubin G,Turano K. Preclinical
24. Onder G, Penninx BW, Lapuerta P, Fried LP, Ostir GV, Guralnik JM, et disability: hypotheses about the bottom of the iceberg. J Aging Health
al. Change in physical performance over time in older women: the 1991;3:285-300.
Women’s Health and Aging Study. J Gerontol A Biol Sci Med Sci 44. Fried LP, Tangen CM, Walston J, Newman AB, Hirsch C, Gottdiener J,
2002;57:M289-M293. et al. Frailty in older adults: evidence for a phenotype. J Gerontol A Biol
25. Katz S, Akpom CA. 12. Index of ADL. Med Care 1976;14:116-118. Sci Med Sci 2001;56:M146-M156.
26. Lawton MP, Brody EM. Assessment of older people: self-maintaining 45. Guralnik JM, Ferrucci L, Penninx BW, Kasper JD, Leveille SG,
and instrumental activities of daily living. Gerontologist 1969;9:179-186. Bandeen-Roche K, et al. New and worsening conditions and change in
27. Folstein MF, Folstein SE, McHugh PR. “Mini-mental state”. A practical physical and cognitive performance during weekly evaluations over 6
method for grading the cognitive state of patients for the clinician. J months: the Women’s Health and Aging Study. J Gerontol A Biol Sci Med
Psychiatr Res 1975;12:189-198. Sci 1999;54:M410-M422.
28. Yesavage JA, Brink TL, Rose TL, Lum O, Huang V,Adey M, et al. 46. Buchner DM, Wagner EH. Preventing frail health. Clin Geriatr Med
Development and validation of a geriatric depression screening scale: a 1992;8:1-17.
preliminary report. J Psychiatr Res 1982-1983;17:37-49. 47. Mor V, Murphy J, Masterson-Allen S, Willey C, Razmpour A, Jackson
29. Winograd CH, Lemsky CM, Nevitt MC, Nordstrom TM, Stewart AL, ME, et al. Risk of functional decline among well elders. J Clin Epidemiol
Miller CJ, et al. Development of a physical performance and mobility 1989;42:895-904.
examination. J Am Geriatr Soc 1994;42:743-749. 48. Wray LA, Blaum CS. Explaining the role of sex on disability: a
30. Jette AM, Jette DU, Ng J, Plotkin DJ, Bach MA. Are performance- population-based study. Gerontologist 2001;41:499-510.
based measures sufficiently reliable for use in multicenter trials? 49. Murtagh KN, Hubert HB. Gender differences in physical disability
Musculoskeletal Impairment (MSI) Study Group. J Gerontol A Biol Sci among an elderly cohort. Am J Public Health 2004;94:1406-1411.
Med Sci 1999;54:M3-M6. 50. Bergman H, Beland F, Karunananthan S, Hummel S, Hogan D,Wolfson
31. Seeman TE, Charpentier PA, Berkman LF,Tinetti ME, Guralnik JM, C. Développement d’un cadre de travail pour comprendre et étudier la
Albert M, et al. Predicting changes in physical performance in a high- fragilité. Gérontologie et societé 2004;109:15-29.
functioning elderly cohort: MacArthur studies of successful aging. J 51. Brown M, Sinacore DR, Binder EF, Kohrt WM. Physical and
Gerontol 1994;49:M97-M108. performance measures for the identification of mild to moderate frailty.
32. Nevitt MC, Cummings SR, Kidd S, Black D. Risk factors for recurrent J Gerontol A Biol Sci Med Sci 2000;55:M350-M355.
nonsyncopal falls. A prospective study. JAMA 1989; 261:2663-2668. 52. Ferrucci L, Cavazzini C, Corsi A, Bartali B, Russo CR, Lauretani F, et
33. Winograd CH, Lemsky CM, Nevitt MC, Nordstrom TM, Stewart AL, al. Biomarkers of frailty in older persons. J Endocrinol Invest
Miller CJ, et al. Development of a physical performance and mobility 2002;25:10-15.
examination. J Am Geriatr Soc 1994;42:743-749. 53. Cornoni-Huntley J, Brock DB, Ostfeld A,Taylor JO,Wallace RB.
34. Payette H, Hanusaik N, Boutier V, Morais JA, Gray-Donald K. Muscle Established Populations for Epidemiologic Studies of the Elderly,
strength and functional mobility in relation to lean body mass in free- Resource Data Book. Bethesda, MD: National Institutes of Health, 1986.
living frail elderly women. Eur J Clin Nutr 1998;52:45-53. 54. Guralnik JM, Fried LP, Simonsick EM, Kasper JD, Lafferty ME, eds. The
35. Washburn RA, Smith KW, Jette AM, Janney CA.The Physical Activity Women’s Health and Aging Study: Health and Social Characteristics of
Scale for the Elderly (PASE): development and evaluation. J Clin Older Women with Disability. Bethesda, MD: National Institute on Aging,
Epidemiol 1993;46:153-162. 1995; NIH Pub. No. 95-4009.

454 salud pública de méxico / vol.48, no.6, noviembre-diciembre de 2006


Evaluación de la condición física en adultos
6 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
ARTÍCULO
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014
ORIGINAL Ávila-Funes JA y col

mayores: desafío ineludible para una sociedad


que apuesta a la calidad de vida
FABiáN BOyARO
Master en Actividad Física: Entrenamiento y Gestión Deportiva. Profesor de la
Licenciatura en Educación Física, Recreación y Deporte del IUACJ. Uruguay
Contacto: profeboyaro@yahoo.com

ARiEl Tió
Pos-Graduado en Educación Física y Deporte Escolar. Director del Curso
Técnico Deportivo del IUACJ. Uruguay.
Contacto: atio@iuacj.edu.uy

Recibido: 10.07.2014
Aprobado: 09.09.2014

Resumen: La práctica regular de ejercicio físico tiene beneficios ampliamente corroborados sobre
el nivel de calidad de vida del adulto mayor. Las actividades normales de la vida co-
tidiana como vestirse, levantarse de una silla o subir escaleras requieren de un grado
de independencia funcional que sólo es posible cuando los individuos presentan una
aceptable condición física. La determinación objetiva del rendimiento de las diferentes
capacidades motoras se convierte pues en una necesidad, en tanto que permite estable-
cer los programas de ejercicio más apropiados para los adultos mayores y ayuda a com-
prender el nivel de relación que presenta con la calidad de vida que estos manifiestan.
La comprobación de la condición física en este sector de la población se realiza con
una prueba objetiva validada a nivel internacional, confiable y adaptada a las posibili-
dades de los individuos mayores como el Senior Fitness Test.

Palabras clave: Adulto Mayor. Condición física. Calidad de vida. Senior Fitness Test.

EVALUATION OF PHYSICAL FITNESS IN OLDER ADULTS: AN UNAVOIDABLE CHALLENGE


FOR SOCIETY THAT FOCUSES ON QUALITY OF LIFE

Abstract: The regular practice of physical exercise has amply corroborated its benefits in the quality of
life of the elderly. Everyday activities such as dressing, getting up from a chair or climbing stairs
require a degree of functional independence that is only possible when individuals present
an acceptable physical condition. The determination of the efficiency of the different motor
skills becomes then a necessity, as it allows the establishment of the exercise programs most
appropriate for older adults and it aids in the comprehension of the level of relationship
with the quality of life demonstrated. The verification of the physical conditioning of this
sector of the population is carried out through an internationally validated and reliable test,
adapted to the possibilities of the elderly, as is the Senior Fitness Test.

salud pública de
Keyméxico / vol.48,
words: no.6, noviembre-diciembre
Elderly. Fitness. Qualitydeof2006
life. Senior Fitness Test. 453
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 7
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

iNTRODUCCióN de seguridad, eficiencia y control individual de


los resultados. Así mismo, dicha valoración nos

E
stá ampliamente estudiado el efecto positivo puede acercar de manera precisa y objetiva a la
que tiene la actividad física y el ejercicio sobre real eficacia de los programas de ejercicio que ya
las personas en sus dimensiones fisiológicas, han sido instaurados.
psicológicas y sociales. Esto es más relevante en un
sector de la población, los adultos mayores, cuyo CONCEPTO DE ADUlTO MAyOR
nivel de actividad puede resultar determinante
del estado sanitario que presente y del grado de Uno de los términos que comúnmente se
independencia que posea para cumplir y disfrutar asocian con el concepto de adulto mayor es el de
de sus actividades diarias; en ocasiones puede envejecimiento, entendido según Troen (2003, p. 3)
emerger la necesidad de asistencia y cuidados como:
especiales. Esta necesidad a veces permanece
oculta por falta de información debidamente […] el deterioro secuencial que ocurre en la
ordenada, sistematizada y clasificada. mayoría de los seres vivos, que incluye debilidad,
Como profesionales de la educación aumento de la tasa de mortalidad después de la
física y agentes promotores de la salud a través madurez, cambios en la composición bioquímica
del movimiento nos planteamos las siguientes que varían con la edad, mayor susceptibilidad a
inquietudes: ¿cómo podemos ayudar a las personas padecer enfermedades, pérdida de agilidad y
mayores a seguir siendo independientes y activas movilidad, y diversos cambios fisiológicos.
a medida que envejecen? y ¿cómo podemos
mejorar su calidad de vida? Todos los términos que pueden vincularse a
La longevidad es, tal vez, uno de los la tercera edad (viejo, vejez y envejecimiento), en
mayores logros de la humanidad en toda su historia. principio hacen referencia a una condición temporal
En nuestro país, el último censo de población y concretamente a una forma de tener en cuenta el
realizado (Instituto Nacional de Estadística, 2011) tiempo y sus consecuencias en el individuo, es decir,
arrojó cifras que afirman que hay un 19% de a la edad. Según el criterio cronológico, la vejez
uruguayos mayores de 60 años, similar a los datos se inicia a partir de los sesenta años, de acuerdo
recabados en países desarrollados como Japón, con la definición de las Naciones Unidas, frontera
Italia y Alemania. A su vez el censo en nuestro que ha ido variando rápidamente en los últimos
país, aportó que hay más de 13.000 uruguayos tiempos, más que en toda la historia de occidente
que manifestaron no poder caminar. (NACIONES UNIDAS, 2007). Para los fines de este
Estas cifras indican que el sector de la trabajo, tomaremos la edad de 60 años, entonces,
población correspondiente a los adultos mayores como inicio de la etapa de adulto mayor.
va en aumento en el Uruguay, hecho constatado
también en la mayoría de los países de América El ADUlTO MAyOR
Latina y el Caribe considerando las cifras de
6,3% (35 millones de personas) y en la población Los cambios que se manifiestan en el sistema
mundial de 7,3% (477 millones de personas), datos nervioso son los que mayores consecuencias
aportados por Naciones Unidas (2007). El análisis acarrean, puesto que junto al cerebro conforman
de estos resultados nos instala además una gran el centro del control del cuerpo. La médula
incertidumbre sobre la autonomía, independencia espinal, se atrofia, lo que trae como consecuencia
y calidad de vida de estas personas. que funciones reguladoras autonómicas como las
Esta realidad nos invita sin demoras a encargadas de controlar la temperatura corporal, la
ocuparnos desde nuestra profesión, de un sector presión sanguínea y los esfínteres resulten también
sensible de la población y pensar en la valoración de disminuidas con el avance de la edad. En el período
la condición física como un paso extremadamente de la vejez se manifiesta la marcha característica del
necesario antes de iniciar cualquier programa anciano (marcha dubitativa), con pasos reducidos
en el proceso de prescripción de ejercicio físico en su amplitud, asimétricos y con menor velocidad.
para personas con edad avanzada, por razones Hay, así mismo, mayor oscilación del centro de
8 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

gravedad y disminución del balanceo de brazos. A En tanto, los vínculos sociales sufren una
estos cambios se le agregan una disminución del natural y progresiva pérdida o disminución a
equilibrio y la coordinación, el enlentecimiento medida que se envejece. Por ejemplo, aquellos
de los movimientos motores hábiles y alteraciones vínculos que estaban sustentados en la vida
de la velocidad de movimientos por hiper o laboral son los primeros en disminuir en cantidad
hipocinesias, que conducen a una alta prevalencia y frecuencia. Es así que los roles que la persona
de caídas (GARATACHEA; TORRES, 2011). cumplía en su lugar de trabajo y que le daban un
Según Roubenoff (2000) el sistema sentido de pertenencia ya no se asumen, ante
musculoesquelético también sufre importantes lo cual el adulto mayor puede padecer crisis de
modificaciones que tienen consecuencias en aspectos identidad (CRUZ RODRÍGUEZ, 2013).
funcionales y en las actividades cotidianas como la
movilidad y la autonomía, que inciden en la calidad BENEFiCiOS DEl EJERCiCiO EN El
de vida. Este deterioro inexorable que se presenta ADUlTO MAyOR
con el paso del tiempo se manifiesta aún en aquellas
personas que se mantienen activas físicamente, La práctica regular de ejercicio físico
aunque con menor incidencia. La disminución de tiene beneficios ampliamente corroborados y
la masa muscular (sarcopenia) y del área de sección evidenciados sobre la calidad de vida del adulto
transversal del músculo provoca un descenso en los mayor. Con referencia a los estilos de vida
niveles de fuerza. Dicho proceso que se inicia a partir independiente, el Instituto Nacional sobre el
de los 40-50 años y puede alcanzar un 30% después Envejecimiento (2001) afirma que los ejercicios
de los 70 años (GONZÁLEZ; SÁNCHEZ, 2011). El de fuerza los favorecen.
descenso de la fuerza tiene mayor expresión en Adecuados niveles de capacidad aeróbica
los miembros inferiores que en los superiores y en influyen directamente sobre la movilidad
las mujeres más que en los hombres. Además, se funcional de los individuos, e indirectamente en la
establece que la disminución de la fuerza de tren disminución de posibilidades de padecer patologías
superior es un potente predictor de discapacidad cardiovasculares, diabetes, obesidad, hipertensión
en los adultos mayores (GIAMPAOLI et al., 1999; arterial y algunos tipos de cáncer como sostienen
GILL et al., 1996; LAWRENCE; JETTE, 1996 apud Paffenbarger et al. (1993). En contrapartida, la vida
GARATACHEA; TORRES, 2011). 1 sedentaria y la falta de actividad física son factores
En cuanto a los aspectos psicológicos y que determinan la aparición de dichas patologías, y
sociales la tercera edad suele asociarse a un período de otras como, osteoporosis, hipercolesterolemia,
vital donde se sufren constantemente pérdidas, desde debilidad muscular y depresión. A partir de
habilidades, capacidades y potencialidades, hasta dicho estilo de vida también se puede presentar
seres queridos. Es decir que las instancias de “duelo” un empeoramiento de esas patologías una vez
se vuelven frecuentes por diversos motivos, pero la diagnosticadas, principalmente en la población
merma de la independencia vivida hasta ese momento adulta mayor.
es una de las que más se siente a partir de los cambios Según Heredia (2006), los ejercicios físicos
físicos y biológicos experimentados por este sector de en la tercera edad ayudan a mantener y recuperar
la población (GARATACHEA; TORRES, 2011). el equilibrio físico y mental, atrasan la involución
del músculo esquelético, lo que facilita la actividad
1 GIAMPAOLI, S. et. al. Hand-grip strength predicts incident articular y previene la osteoporosis y fracturas
disability in non-disabled older men. Age Ageing. v. 28, óseas. Las actividades físico-deportivas influyen en
n.3, p. 283-288. 1999. el envejecimiento cardiovascular, previniendo la
GILL, T. et al. Impairments in physical performance and arteriosclerosis y mejorando la función endócrina,
cognitive status as predisposing factors for functional principalmente la suprarrenal, para la resistencia y
dependence among nondisabled older persons. Journal of adaptación al estrés.
Gerontology, v. 51A, n. 6, p. M283-M288, 1996.
Las actividades normales de la vida
LAWRENCE, R.; JETTE A. Disentangling the disablement
process. Journal of Gerontology, v. 51B, n. 4, p. S173-S182,
cotidiana como vestirse, ducharse, levantarse de
1996. una silla, cargar con las bolsas de las compras,
alzar un niño o subir escaleras, requieren de un
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 9
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

grado de independencia funcional que sólo es CONDiCióN FíSiCA y CAliDAD DE ViDA


posible si la persona mantiene un nivel adecuado
de condición física. La condición física puede definirse, según
Por su parte, Garatachea y Torres (2011) el autor que se tome como referencia, como
se apoyan en estudios actuales para establecer la forma física o aptitud física (en inglés “physical
relación existente entre los efectos de los ejercicios fitness”) (CLARKE, 1977). Precisamente, este
aeróbicos y el desarrollo de discapacidad. Plantean autor introduce el término definiéndolo como la
que por un lado estos ejercicios podrían acelerar habilidad de realizar un trabajo diario con vigor
procesos de osteoartritis y lesiones sucesivas que y efectividad, retardando la aparición de la fatiga
desemboquen en traumas acumulativos, pero (cansancio) y con el mínimo costo energético.
por otro lado se establece que una mejora de la Según Martin, Carl y Lehnertz (2001, p.
condición física posibilitaría aumentar la reserva 101), la condición física es:
cardiovascular, la densidad mineral ósea y la fuerza
muscular para retrasar o prevenir la discapacidad. […] un componente del estado de rendimiento.
Algunos estudios confirman la relación existente Se basa en primer lugar en la interacción de los
entre el entrenamiento de la fuerza y la procesos energéticos del organismo y los músculos,
reducción del riesgo de sufrir caídas (CHRISTMAS; y se manifiesta como capacidad de fuerza,
ANDERSEN, 2000). En este sentido, también la velocidad y resistencia, y también como flexibilidad;
capacidad de resistencia y equilibrio funcional se está relacionada así mismo con las características
ven favorecidas por el entrenamiento de la fuerza psíquicas que estas capacidades exigen.
(DAUBNEY; CULHAM, 1999).
Es de destacar la trascendencia que Los autores citados también agregan que
reviste la flexibilidad en la calidad de vida y en las la mejora de la condición física permite asegurar
posibilidades de los adultos mayores en acciones una salud más estable, resistir al estrés diario al
y funciones cotidianas necesarias, como agacharse, cual el ser humano está expuesto y prevenir
levantarse, estirarse, que están determinadas enfermedades, aspectos todos que hacen a la
justamente por la movilidad de las articulaciones calidad de vida de un individuo.
de cadera y rodilla. Si los índices de flexibilidad de Márquez, Salguero del Valle y Molinero
las mismas son aceptables, se pueden prevenir los (2011), por su parte, asumen la gran amplitud
dolores de espalda, los problemas de equilibrio y los del concepto de condición física, vinculándolo
eventos de caídas ya mencionados (ACSM, 2000). con una serie de atributos condicionales, en
Para Podsiadlo y Richardson (1991), el tanto que evaluables, como pueden ser la
desempeño en tareas de agilidad y equilibrio resistencia, la flexibilidad, la fuerza y la agilidad,
dinámico tiene relación con la velocidad de la cuyos rendimientos determinan la capacidad que
marcha, y por lo tanto con un mayor grado de manifiesta un individuo para realizar actividad
independencia para maniobras rápidas como física.
subir o bajar del autobús, esquivar un coche en la Para nuestro desarrollo teórico, nos
calle o evitar resbalarse al andar. interesa un enfoque general de la condición física
Con respecto a los beneficios sobre saludable entendido como:
aspectos psicológicos, Heredia (2006) afirma que el
ejercicio físico practicado con regularidad propicia […] un estado dinámico de energía y vitalidad
el bienestar general, disminuyendo la ansiedad, el que permite a las personas llevar a cabo las tareas
insomnio y la depresión, al tiempo que refuerza habituales de la vida diaria, disfrutar del tiempo
la actividad intelectual por mayor oxigenación de ocio activo y afrontar las posibles emergencias
cerebral y contribuye al equilibrio psicoafectivo. imprevistas sin una fatiga excesiva, a la vez que
Así mismo propone que los individuos mayores ayuda a evitar enfermedades hipocinéticas y a
de 60 años pueden ver facilitadas sus relaciones desarrollar el máximo de capacidad intelectual,
intergeneracionales, aumentando el contacto y experimentando plenamente la alegría de vivir.
la participación social e induciendo a cambios (BOUCHARD; SHEPARD, 1993, p. 11).
positivos en su estilo de vida.
10 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

Dado el enfoque que pretendemos darle de motivaciones y de valores son algunos de


al presente trabajo, se hace necesario también los múltiples agentes estresantes a los que está
exponer el concepto de condición física funcional, sometida gran parte de la población mundial. Se
que según Rikli y Jones (2001, p. 2) es “la capacidad trata de una óptica que mira la calidad de vida
física para desarrollar las actividades normales de relacionada con la salud.
la vida diaria de forma segura e independiente y
sin excesiva fatiga”. EVAlUACióN DE lA CONDiCióN FíSiCA
Dicha conceptualización continúa la línea EN ADUlTOS MAyORES
de relación con lo expuesto en párrafos anteriores,
en el sentido del vínculo de la condición física con La evaluación de la condición física en
la calidad de vida, la independencia y la autonomía adultos mayores debe perseguir la determinación
funcional del adulto mayor. de la misma en términos funcionales, que según
Márquez, Salguero del Valle y Molinero Rikli y Jones (2001) sirve para establecer el grado
(2011) en la tabla 1 presentada a continuación, de autonomía, independencia y la calidad de vida
realizan un análisis de los parámetros principales que dichas personas manifiestan al realizar tareas
que componen la condición física funcional. cotidianas en el hogar y en su vida social.
Además de la utilidad de la evaluación
Tabla 1: Relación entre los parámetros físicos, las funciones
como diagnóstico inicial del rendimiento físico,
y las actividades.
coordinativo y motriz, según Verst (2000) todo
Parámetros físicos Funciones Actividades inicio de programa de actividad física requiere de
Resistencia aeróbica Caminar / correr Compras / recados un reconocimiento médico-deportivo que presente
Fuerza y Subir escaleras Ejercicio físico un carácter preventivo, para detectar cualquier
resistencia muscular Levantarse de una silla Actividades recreativas problema de salud que pueda contraindicar o
Flexibilidad Levantar / alcanzar Tareas del hogar condicionar la práctica de ejercicio, incluso para
Equilibrio / agilidad Girar / arrodillarse Desplazamientos determinar cuál sería el tipo de ejercicio más
Composición corporal Movilidad Caminar
apropiado.
Fuente: Márquez, Salguero del Valle y Molinero (2011). Resulta menester entonces adoptar, por
parte de los investigadores, una prueba o conjunto
de ellas, que permita conocer la realidad físico-
La calidad de vida para Schumaker y coordinativa del adulto mayor, cumpliendo con
Naughton (1995) está asociada a la percepción ciertos criterios generales que Rikli y Jones (2001)
subjetiva que cada individuo tiene de la asumen como fundamentales para seleccionar los
capacidad para realizar actividades que él test, y que son: 1) que tengan un aceptable rigor
considera importantes. Esa capacidad a su vez científico con respecto a su fiabilidad y validez, y
está influenciada por el estado de salud, y por 2) que sean fáciles y posibles de realizar en lugares
sus propios valores y creencias. La posibilidad de como una casa, un gimnasio, un polideportivo o
satisfacción de las necesidades básicas y la calidad un espacio abierto.
de vida están estrechamente asociadas y se A continuación se detallan los criterios
relacionan con el momento histórico, la cultura y específicos que estos mismos autores señalan
la clase social a la que cada individuo pertenece. que deben cumplir los test para seleccionarse y
En este sentido, Schwartzmann (2003) señala desarrollarse con adultos mayores:
que la vida actual, aunque está caracterizada por - reflejar los principales componentes de la
un aumento en la longevidad, no está forzosamente condición física funcional;
asociada a mejor calidad de vida. A su vez explica - tener una reproductibilidad (test-retest)
que el incremento de la frecuencia y velocidad de aceptable (0.80);
los cambios tecnológicos, la superabundancia de - presentar validez de constructo, es decir,
la información, el desempleo o el multiempleo, que se pueda correlacionar con otra medida de
la inseguridad creciente, las modificaciones en la otro test de una forma predictiva;
estructura familiar (divorcios, uniones inestables, - reflejar los cambios en el rendimiento
ambos padres en el mercado laboral), la pérdida físico vinculados con la edad;
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 11
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

- detectar los cambios producto del ejercicio PROTOCOlO DE REAlizACióN DEl SFT.
físico y el entrenamiento; ORDEN y REAlizACióN DE lAS PRUEBAS
- valorar el rendimiento en una escala continua
que contemple un amplio rango de capacidad Según Rikli y Jones (2001), los participantes
funcional: desde muy débil hasta muy entrenado; deben realizarlo lo mejor que puedan, pero sin
- ser fácil de administrar y puntuar; sobre exigirse al punto de poner en riesgo sus
- requerir poco espacio y material para que límites de seguridad física estandarizando las
se pueda realizar en diferentes lugares; instrucciones para los ejecutantes de manera de
- ser seguros de realizar desde el punto de vista poder comparar posteriormente con los valores de
de la salud, es decir, sin la necesidad de un informe referencia.
médico previo para la mayor parte de estas personas; Asimismo, sugieren que para cada prueba
- ser aceptado socialmente y motivante el evaluador deberá demostrar al principio la
para esta población; forma correcta de ejecución, y lentamente para
- ser rápidos de realizar. que el participante la entienda. A continuación se
expone la interpretación del SFT (RIKLI; JONES,
SENiOR FiTNESS TEST (SFT) 2001 apud GARATACHEA; AZNAR, 2011).2

El SFT es un protocolo de evaluación de la Prueba 1- Peso y Talla


condición física funcional (RIKLI; JONES, 2001) El objetivo es determinar el Índice de Masa
que fue creado cumpliendo una serie de requisitos Corporal (IMC), utilizando una báscula marca
que han sido enumerados en el apartado anterior, Punktal® con precisión de hasta 100 grs. para medir
y que por tal motivo lo convierten en uno de los peso y una cinta métrica milimetrada, metálica,
más aceptados y adoptados a nivel internacional, retráctil y flexible de 3 mts. marca Famastil® para
pues no requiere de espacio ni equipamiento obtener la talla. Posteriormente se efectúa el cálculo
excesivo para su aplicación, así como ningún de dicho índice, utilizando los valores obtenidos en
tipo de especialización técnica. Tiene además la fórmula: IMC= peso (kg)/talla2 (m).
un tiempo de implementación relativamente
corto, en comparación a otros y para la ejecución Prueba 2 - Sentarse y Levantarse de una silla
de dicho test se requiere de un consentimiento
escrito por parte de los evaluados, luego de que
(chair stand test)
han sido informados de sus objetivos y riesgos. En El propósito es evaluar la fuerza de tren
inferior. El ejecutante se levanta de una silla y
ese documento deben expresar su libre voluntad
se vuelve a sentar de forma continua la mayor
para participar de la prueba y que se encuentran
en las condiciones de salud necesarias para ello cantidad de veces durante 30 segundos. La
(GARATACHEA; AZNAR, 2011). espalda debe permanecer recta y los brazos
cruzados sobre el pecho.
Dichos autores puntualizan que la ejecución
del SFT es segura para la mayoría de las personas
mayores de 60 años y hasta la edad de 94 años, Prueba 3- Flexiones de brazo con peso (Arm
sin una evaluación médica previa. No obstante, curl test)
existen algunas excepciones. Las personas que no El objetivo es evaluar la fuerza del tren
deben participar en el SFT sin autorización médica superior. El participante, sentado en la misma
son las que: silla, toma una mancuerna (5 libras para mujeres
- por razones médicas se les ha y 8 libras para hombres) con la mano hábil y
desaconsejado realizar ejercicio físico; la sube y baja de manera continua (flexión y
- han tenido insuficiencia cardiaca extensión completa de codo) la mayor cantidad
congestiva; de veces durante 30 segundos.
- tienen actualmente dolores articulares, en
el pecho, vértigos, angina durante el ejercicio;
- tienen presión sanguínea alta no 2 RIKLI, Roberta; JONES, Jessie. Senior Fitness Test Manual.
controlada (mayor de 160/100). 2.ed. Champaign: Human Kinetics, 2001.
12 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

Prueba 4 - Sentado y alcanzar el pie ESTUDiO PREliMiNAR


extendido (Sit and reach test)
Se pretende aquí valorar la flexibilidad de Método
tren inferior, particularmente del bíceps femoral.
El individuo, sentado en el borde de la silla, con El método utilizado fue el cuantitativo
una pierna flexionada y la otra extendida, deberá puesto que el objetivo planteado era implementar
realizar una flexión de tronco con los brazos un conjunto de pruebas físicas (el Senior Fitness
extendidos intentando acercarse lo máximo Test) que no tenía antecedentes de utilización
posible al pie de la pierna extendida; aquí el en nuestro país. Para llevara a cabo dicho test
evaluador determinará con el uso de una regla la seleccionamos una muestra del Programa de
distancia existente entre los dedos medios de las Adultos Mayores de la Secretaría de Educación
manos y la parte alta del calzado, registrándola con Física, Deporte y Recreación, perteneciente a la
valores negativos, cero o positivos en centímetros Intendencia Municipal de Montevideo (IMM),
utilizando una regla métrica milimetrada de 50 cm cuyas actividades se realizaban en distintos
marca Plantec®. espacios al aire libre como parques y plazas. En
dichos espacios se llevó a cabo el estudio.
Prueba 5 - Alcanzar manos tras la espalda Se cumplieron los procedimientos
(Back scratch test) protocolares de rigor, y la solicitud de las
El propósito es evaluar la flexibilidad del autorizaciones pertinentes para hacer la
tren superior. El participante, de pie, buscará intervención mencionada ante la dirección, y
aproximar los dedos medios de sus manos, los diferentes supervisores y coordinadores del
llevando una de ellas hacia la espalda rodeando mencionado programa, en quienes encontramos
la cintura y con la palma hacia arriba, y la otra una muy alta receptividad y disposición para
mano pasando por detrás del hombro de ese lado, apoyar esta propuesta.
pero con la palma hacia abajo; ambas manos se
dirigirán hacia la mitad de la espalda. Al igual Muestra
que en el test anterior, se valorará la distancia en
centímetros existente entre los dedos medios de La muestra utilizada en este trabajo fue
las dos manos, utilizando una regla y registrando intencional, dado que en esta instancia no era
valores negativos, cero, o valores positivos, según relevante algún grado de representatividad y si
sea el grado de aproximación de los dedos. lo era las características que los sujetos poseían
para el estudio. En virtud de esto, convocamos
Prueba 6 - Ida y vuelta (8-foot up-and-go test) a participar a los grupos que funcionaban en la
Esta prueba busca valorar el equilibrio dinámico y Plaza Líber Seregni y en el Parque Rivera durante
la agilidad mediante el registro del tiempo que diciembre de 2013 y enero de 2014, dado que
demora el ejecutante en: pararse de una silla, los mismos tenían un número importante de
avanzar hacia una marca (o cono) situada a 2.44 concurrentes. Los docentes encargados de dichos
metros de la misma, pasar por la parte externa de grupos nos facilitaron el tiempo requerido para la
dicha marca y regresar a sentarse realización del test, así como también motivaron a
nuevamente en la silla. sus alumnos para que accedieran a ser evaluados.
Los criterios de inclusión para que los participantes
Prueba 7- Minutos paseo (6 min walk test) fueran tenidos en cuenta en la aplicación de la
El objetivo es determinar la resistencia aeróbica prueba fueron tener entre 60 y 70 años de
del ejecutante durante 6 minutos, en los que edad, estar concurriendo a las clases del
deberá caminar alrededor de un circuito programa de verano con regularidad en los
rectangular de 45.7 metros, tratando de cubrir la últimos 30 días, y no poseer impedimentos desde
mayor cantidad de metros en el tiempo el punto de vista físico y motriz para ser
estipulado. evaluados. Así mismo, los individuos estudiados
firmaban un consentimiento de libre participación
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 13
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

en la propuesta, donde se les informaba de las Tabla 2: Intervalo normal en mujeres.


características y los objetivos del estudio.
Se pudo observar en las clases una amplia
mayoría de participantes del sexo femenino con
respecto al sexo masculino, razón por la cual de un
total de 26 individuos estudiados solamente 3 fueron
hombres. Al significar un número tan reducido de
hombres participantes en este estudio, no serán tenidos
en cuenta sus resultados en este análisis preliminar.
A los efectos de poder establecer una Fuente: Rikli y Jones (2001).
comparación con los valores de referencia utilizados
por Rikli y Jones (2001), se realizó una división de
la muestra en dos subgrupos: por un lado aquellos Los resultados obtenidos por toda la muestra
individuos de entre 60 y 64 años de edad, y por en la aplicación del SFT, donde se incluyen todas las
otro lado los que tenían entre 65 y 70 años. pruebas, se presentan a continuación en la tabla 3.

Tabla 3: Cifras obtenidas sobre todas las pruebas aplicadas del SFT.

Nº Fuerza Fuerza Flex. Flex. Ida y 6 min.


individuo MMII MMSS MMII MMSS vuelta (mts.)
(rep.) (rep.) (cm.) (cm.) (seg.)
1 22 23 20 7.9 3.1 778
2 12 18 -9.4 -1.3 3.4 594
3 13 20 8.9 -2.0 3.9 512
4 18 20 1 5.6 3.4 594
5 8 15 -13.9 6.1 5.6 434
60 - 64 años 6 19 23 0 3.6 3.1 530
7 18 21 -5 2.5 5.1 553
8 18 20 -5 -3.0 3.9 553
9 17 25 -7.1 0 3.1 626
10 17 17 0 5.1 3,4 612
11 16 18 -11.9 -13 4 544
12 19 22 3 -6.1 3.5 568
13 12 18 0 5.1 4.4 482
14 17 18 7.1 5.1 4.6 423
15 14 12 -8.9 -7.9 4.3 548
16 15 20 6.1 -4.6 3.7 645
17 15 18 0 2.0 3.8 563
18 14 13 -16 5.1 3.9 568
65 - 70 años 19 14 16 -21.1 1.0 3.6 617
20 17 19 0 -2.5 4.6 462
21 17 21 -7.1 4.6 3.6 553
22 14 15 21 0 4.4 526
23 14 18 1.0 0 5.2 503

Fuente: Elaboración propia (2014).


14 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

En la siguiente tabla de resultados obtenidos y con una muestra de 7000 sujetos dentro de los que
vinculados con la tabla de referencia de Rikli y Jones se encontraban tanto activos como sedentarios.
(2001) discriminada por edades (60 - 64 años y 65 - 70 Para este estudio, se tuvieron en cuenta únicamente
años) podemos observar que para el Senior Fitness Test individuos que se encontraban participando en un
los individuos se distribuyen de la siguiente manera: programa de ejercicio.

Tabla 4: Individuos que se encuentran dentro y fuera de los CONSiDERACiONES FiNAlES


intervalos de referencia aportados por Rikli y Jones (2001).
Siguiendo el marco conceptual tratado en
el artículo, la evaluación de la condición física en
la vejez debe servir para establecer el grado de
autonomía, independencia y la calidad de vida
de las personas al momento de realizar tareas
cotidianas en el hogar y en su vida social.
Además de la utilidad de la evaluación como
diagnóstico inicial del rendimiento físico, coordinativo
y motriz, todo inicio de programa de actividad física
requiere de un reconocimiento médico-deportivo
que presente un carácter preventivo.
Fuente: Elaboración propia (2014). Resulta indispensable entonces una prueba
o un conjunto de ellas para conocer la realidad
Haciendo un análisis comparativo de los físico-coordinativa del adulto mayor; sustentados
resultados obtenidos en la muestra estudiada con en esa convicción, este trabajo ha presentado al SFT
respecto a las tablas de referencia aportadas por como un protocolo de evaluación de la condición
los trabajos de Rikli y Jones (2001), encontramos física funcional que ha sido creado siguiendo una
que para los sujetos entre 60 y 64 años, la mayoría serie de requisitos especiales y se ha convertido
de los resultados están por dentro o por encima de en uno de los más aceptados y adoptados a nivel
los intervalos normales de referencia. En la prueba internacional.
donde se encuentran más individuos por debajo
En el estudio preliminar, se ha podido
de dichos intervalos es en la de flexibilidad de
comprobar la economía de recursos, la sencillez
miembros inferiores (4) y en la de 6 minutos de
de procedimientos y el poco espacio que este
caminata (3).
conjunto de pruebas requiere para poder aplicarse
Por otra parte, para el grupo de sujetos entre en grandes poblaciones y con un alto grado de
65 y 70 años, se observó que en la prueba de fiabilidad y objetividad.
flexibilidad de miembros inferiores es coincidente Como ya fue explicitado, el número
la tendencia con respecto a los valores que se de individuos del sexo masculino ha sido
encuentran por debajo del intervalo (4). Es de significativamente bajo en esta muestra, por lo que se
destacar que en el resto de las pruebas este grupo debería evaluar específicamente a adultos hombres
de personas estuvo dentro del intervalo o por para poder establecer un estudio comparativo entre
encima de los valores de referencia. ambos sexos dadas las diferencias que se observan
Se puede interpretar entonces a partir de en las referencias utilizadas.
estos datos, que el Programa de Adultos Mayores Es de destacar, que resulta al menos
de la Secretaría de Educación Física, Deporte llamativo, que este test no tenga antecedentes
y Recreación, perteneciente a la Intendencia de implementación en nuestro país (aunque sí
Municipal de Montevideo (IMM), contribuye existen en la región) dado el alto porcentaje de
al mantenimiento o mejora de las capacidades adultos mayores que componen nuestra sociedad
evaluadas por el SFT que determina la condición y la necesidad de que los mismos puedan gozar de
física funcional de dichas personas. No obstante, las mayores posibilidades que los aproximen a una
es necesario considerar en este análisis, que los aceptable condición física y a una óptima calidad
valores de referencia utilizados fueron elaborados de vida.
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA EN ADULTOS MAYORES: DESAFÍO 15
INELUDIBLE PARA UNA SOCIEDAD QUE APUESTA A LA CALIDAD DE VIDA
FABIáN BOyARO - ARIEL TIó

La aplicación de este test permite estudiar Fitness Research Digest, v. 7, n. 2, p. 3-4, apr. 1977.
grandes poblaciones de adultos mayores, lo Disponible en: <http://files.eric.ed.gov/fulltext/
que posibilita conocer su condición física, y así ED138554.pdf> Acceso en: 2 mayo 2014.
obtener información estadística. El análisis de los
resultados permitiría pensar, elaborar estrategias CHRISTMAS, Colleen; ANDERSEN, Richard.
y políticas de acción comunitaria dirigidas a Exercise and older patients: guidelines for the
planificar programas de ejercicio en la 3ª edad, clinician. Journal of the American Geriatrics
detectando las debilidades que las personas Society. New York, v. 48, n. 3, p.318-324, mar.
presentan para reforzar determinados aspectos 2000. Disponible en: <http://www.ncbi.nlm.nih.
de la condición (fuerza, resistencia, agilidad/ gov/pubmed/10733061> Acceso en: 2 mayo
coordinación, flexibilidad). Además, el estudio 2014.
propuesto puede ser utilizado para:
• Mejorar la calidad de vida. Elevar la autoestima CRUZ RODRÍGUEZ, Saul. Atención al adulto
y el nivel de condición física. Proporcionar un mayor. 2013. Disponible en: <http://www.
mayor grado de independencia funcional de los monografias.com/trabajos96/atencion-al-adulto-
adultos mayores de la ciudad de Montevideo. mayor/atencion-al-adulto-mayor.shtml> Acceso
• Divulgar a la comunidad los resultados de la en: 15 mayo 2014.
aplicación de un test reconocido mundialmente,
sin precedentes en su utilización en nuestro DAUBNEY, Marguerite; CULHAM, Elsie. Lower-
medio. extremity muscle forcé and balance performance
• Establecer relaciones entre la calidad de vida in adults aged 65 years and older. Physical
manifestada y el nivel de condición física para Therapy, v. 79, n. 12, p. 1177-1185, dec.
poder determinar qué aspectos de ambos 1999. Disponible en: <http://www.physther.
indicadores se pueden estar influyendo org/content/79/12/1177.full.pdf> Acceso en: 10
mutuamente. mayo 2014.
• Detectar factores relevantes de la calidad
de vida y la independencia funcional de los GARATACHEA, Nuria; AZNAR, Susana. Control
adultos mayores de la ciudad de Montevideo. y prescripción de la actividad física. Madrid:
• Establecer qué impacto están teniendo en FUNIBER, 2011.
la calidad de vida y la condición física de la
población estudiada los programas actuales GARATACHEA, Nuria; TORRES, Gema. Actividad
de ejercicio desarrollados por los diferentes Física en las personas mayores. Madrid:
actores de la comunidad (clubes, organismos FUNIBER, 2011.
estatales, sociedad de gerontología, etc.)
GONZÁLEZ, Javier; SÁNCHEZ, Pilar. Estructura y
función del cuerpo humano. Madrid: FUNIBER,
REFERENCiAS 2011.

ACSM. ACSM’s Guidelines for Exercise Testing HEREDIA, Luis. Ejercicio físico y deporte en los
and Prescription. Edition 6. Philadelphia: adultos mayores. 2006. Disponible en: <http://
Lippincott Williams & Wilkins, 2000. www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/ejercicio
fisicoydeporteenlosadultosmayores.pdf> Acceso
BOUCHARD, Claude; SHEPARD, Roy. Physical en: 5 mayo 2014.
activity, fitness and health: the model and key
concepts. In: BOUCHARD, Claude, SHEPARD INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA.
Roy, STEPHENS, Thomas, editors. Physical Censos 2011. Contame que te cuento. 2011.
activity, fitness and health. Champaign: Human Disponible en:
Kinetics, 1993. p.11-24. <http://www.un.org/en/development/desa/policy/
wess/wess_archive/2007wess_overview_sp.pdf>
CLARKE, Harrison. Exercise and Aging. Physical Acceso en: 24 abril 2014.
16 REVISTA UNIVERSITARIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
AÑO 7, Nº 7, NOVIEMBRE DE 2014

INSTITUTO NACIONAL SOBRE EL SCHWARTZMANN, Laura. Calidad de vida


ENVEJECIMIENTO. Ejercicio y actividad física: en relacionada con la salud: aspectos conceptuales.
forma de por vida. 2001. Disponible en: <http:// Ciencia y enfermeria, Concepción, v. 9, n. 2,
www.nia.nih.gov/espanol/publicaciones/ejercicio- dic. 2003. Disponible en: <http://www.scielo.cl/
y-actividad-fisica-en-forma-de-por-vida> Acceso pdf/cienf/v9n2/art02.pdf> Acceso en: 24 junio
en: 1 mayo 2014. 2014.

MÁRQUEZ, Rosa; SALGUERO DEL VALLE, SHUMAKER Sally; NAUGHTON, Michael. The
Alfonso; MOLINERO, Olga. Contextualización de International Assessment of Health-Related Quality
la actividad física y el ejercicio en el marco de la of Life: a theoretical perspective. In: SHUMAKER
salud. Madrid: FUNIBER, 2011. S.; BERSON, R. The international assessment of
health-related quality of life: theory, translation,
MARTIN, Dietrich; CARL, Klaus; LEHNERTZ, measurement and analysis. Oxford: Rapid
Klaus. Manual de Metodología del Entrenamiento communications, 1995. p. 3-10.
Deportivo. 2. ed. Barcelona: Paidotribo, 2001.
TROEN, Bruce. The biology of aging. The
NACIONES UNIDAS. Previsiones demográficas Mount Sinai Journal of Medicine. New York,
mundiales. Revisión de 2006. Nueva York: v. 70, n. 1, p. 3-22, jan. 2003. Disponible en:
Naciones Unidas, 2007. <http://163.178.103.176/Fisiologia/Integra/
Objetivo6/Biologia%20del%20envejecimiento. pdf>
NACIONES UNIDAS. Estudio económico y Acceso en: 5 junio 2014
social mundial: El desarrollo en un mundo que
envejece. 2007. Nueva York: Naciones Unidas, VERST, Amy. Get in the game: Principles of the
2007. Disponible en: <http://www.un.org/esa/ preparticipation physical. 2000. Disponible
policy/wess/index.html> Acceso en: 10 mayo en: <http://nurse-practitioners-and-physician-
2014 assistants.advanceweb.com/Article/Get-in-the-
Game-Principles-of-the-Preparticipation-Physical.
PAFFENBARGER, Ralph et al. The association of aspx> Acceso en: 4 julio 2014.
changes in physical-activity level and other lifestyle
characteristics with mortality among men. The New
England Journal of Medicine, v. 328, n. 8, p. 538-
545, feb. 1993. Disponible en: <http://www.nejm.
org/doi/pdf/10.1056/NEJM199302253280804>
Acceso en: 30 junio 2014.

PODSIADLO, Diane; RICHARDSON, Sandra.


The timed “Up & Go”: a test of basic functional
mobility for frail elderly persons. 1991.
Disponible en: <http://www.ncbi.nlm.nih.gov/
pubmed/1991946> Acceso en: 30 abril 2014.

RIKLI, Roberta; JONES, Jessie. Senior Fitness Test


Manual 2. ed. Champaign: Human Kinetics, 2001.

ROUBENOFF, Ronen. Sarcopenia and its


implications for the elderly. European Journal
of Clinical Nutrition, v. 54. n. 3, p. 40-47, jun.
2000. Disponible en: <http://www.nature.com/
ejcn/journal/v54/n3s/pdf/1601024a.pdf> Acceso
en: 4 julio 2014.
ARTÍCULOS
VALORACIÓN DEL
ESTADO
NEUROMUSCULAR
DEL
PACIENTE
Rev. Colomb. Reumatol. pp. 218-233
I N V E vol.
S T 19 núm. 4
IGAC I Ó N O R I G I N A LDiciembre de 2012

Validez y confiabilidad de la Escala de Tinetti para


población colombiana
Validity and reliability of Tinetti Scale for Colombian people

Camila Rodríguez Guevara1, Luz Helena Lugo2

Palabras clave: RESUMEN


Adultos mayores. Caídas. Introducción: Las caídas, son el cuarto síndrome geriátrico con mayor prevalencia, incremen-
Escala de Tinetti. Validación. tan la morbilidad y la mortalidad, disminuyen la funcionalidad, y aumentan prematuramente el
Fiabilidad. ingreso a los hogares geriátricos. Las alteraciones de la marcha y el equilibrio son los principales
factores que las generan, con un rango de valores ajustados de riesgo relativo entre 1.2-2.2 y
1.2-2.4, respectivamente. La escala de Tinetti de marcha y equilibrio ha demostrado ser una
herramienta válida y confiable para la evaluación de la movilidad (r 0.74-0.93), además, tiene
una alta fiabilidad inter-observador (0.95).
Objetivo: Validar la Escala de Tinetti, a partir de su versión original, para el uso en población
colombiana.
Materiales y métodos: La escala de Tinetti en su versión en español fue aplicada por dos evalua-
dores a 90 adultos mayores, residentes de tres instituciones geriátricas de la ciudad de Medellín
y dos municipios del Valle de Aburrá con diferentes grados de funcionalidad en la marcha y en el
equilibrio. Posteriormente, se realizó la validación de contenido, constructo y criterio, así como
fiabilidad inter e intraobservador.
Resultados: La validez de contenido, sugiere la reestructuración de los ítems del dominio del
equilibrio con un alfa de Cronbach de 0.95 y una varianza de 13.89; en la validez de constructo, en
46 de las 48 respuestas de la escala se encontraron diferencias estadísticamente significativas en
la capacidad de detectar cambios en un grupo sin alteraciones en la marcha y el equilibrio (sanos)
Recibido: comparado con el grupo con alteraciones (enfermos); la validez de criterio concurrente logró una
27 de febrero de 2012 alta correlación r:-0.82 con el test “Timed up and go”. La fiabilidad inter e intraobservador obtuvo
un Kappa ponderado de 0.4 a 0.6 y 0.6 a 0.8, respectivamente; el alpha de Cronbach fue de 0.91.
Aceptado: Conclusiones: La escala de Tinetti es válida y confiable para utilizarla en adultos mayores en
15 de noviembre de 2012 Colombia.

Key words: SUMMARY


Elderly people. Falls. Introduction: Falls are the fourth most prevalent geriatric syndrome which diminishes body
Performance Oriented functionality and increases morbidity, mortality, and early admission to nursing homes. Gait and
Mobility Assessment postural balance alterations are the main generating factors with Risk Relative from 1.9 to 6-6
and from 1.2 to 2.2 respectively. The Tinetti Balance and Gait Assessment Scale has proved to
(POMA). Reliability. Validity. be a valid and reliable tool to evaluate mobility (r 0.74 - 0.93) and also has high inter-observer
reliability (0.95).
Objective: To validate the Tinetti Scale for its use in Colombian population, starting from its
original version.
Materials and Methods: The Spanish version of the Tinetti Scale was applied by two evaluators
to 90 elderly persons with different degrees of gait and balance functionality. All of the evaluated
live in nursing homes located three in Medellin and two municipalities of the Aburrá Valley.
Este artículo es basado en Subsequently performed the statistical process of validation and reliability.
un proyecto de grado para Results: The content validity suggests the re-structuring of the items in the domain of equilibrium
optar el título de Magíster with a Cronbach's alpha of 0.948 and a variance of 13,894, in the construct validity, 46 of the 48
en Epidemiología de la responses of the scale differences statistically significant in the ability to detect changes in a group
Universidad CES.

Los autores declaran no 1. Unidad de Medicina Física y Rehabilitación. Clínica Las Américas. Medellín. Colombia.
presentar ningún conflicto 2. Grupo de Rehabilitación en Salud, Universidad de Antioquia. Medellín. Colombia.
de interés al momento de la
redacción del manuscrito. Correspondencia:
Camila Rodríguez Guevara: camilarodriguevara1@gmail.com

218 © 2012, Asociación Colombiana de Reumatología


Camila Rodríguez Guevara, Luz Helena Lugo Validez y confiabilidad de la Escala de Tinetti para población colombiana

without alterations in gait and balance (healthy) and a group with these conditions (sick); the
concurrent validity had a high correlation r = -0.82 with Timed up and go. The inter and intra- rater
reliability was between 0.4 to 0.6 and 0.6 to 0.8, respectively. The Cronbach's alpha was 0.91.
Conclusions: The Tinetti Scale is valid and reliable for its use in Colombian population. Exploratory
analysis of the validity of content suggests a restructuring of the scale items in one domain, since
it represents a larger number of factors.

INTRODUCCIÓN 1.2 y 2.2; así mismo, el grupo ProFaNE (Prevention


of Falls Network Europe), establece las caídas como
Las caídas, son uno de los cuatro síndromes un evento multifactorial, dentro del cual tiene un
geriátricos con mayor prevalencia en los adultos importante efecto la pérdida del equilibrio8.
mayores, incrementan la morbilidad y la mortalidad, Los factores extrínsecos se relacionan con el am-
y disminuyen la funcionalidad; aproximadamente biente donde se desenvuelve la persona, tales como: la
el 5% de las caídas lleva a hospitalización y el 40% iluminación en el lugar de residencia, suelo, escaleras,
de las admisiones a instituciones geriátricas son por mobiliario, baños9; el 55% de las caídas ocurre en el
esta causa1. hogar, con mayor frecuencia cuando se cambia de
Las caídas son generadas tanto por factores intrín- posición de la silla a la cama o por tropiezos y, el 20%
secos como extrínsecos. La edad es uno de los factores ocurre en sus inmediaciones; también se encuentran
intrínsecos no modificables, 30% de adultos mayores otros factores como los climáticos, el transporte, el
sufre una caída, porcentaje que aumenta hasta 40% calzado y la ropa2. Un componente fundamental es el
en los mayores de 80 años, quienes tienen entre 4 a uso de medicamentos, en promedio un adulto mayor
5 veces más riesgo para presentarlas. Otro factor, es consume entre 4 y 5 medicamentos y se estima que
el género, las mujeres poseen un 67% más de pro- aproximadamente al año tiene 26 prescripciones; se
babilidades para sufrirlas, aunque la tasa de mortali- considera como un factor de riesgo el consumo ≥4
dad esperada ajustada por edad es 49% más alta en medicamentos10. Los de mayor asociación con las
hombres, lo que podría ser explicado por la severidad caídas son los antidepresivos y las benzodiazepinas.
del daño2. En esta categoría, también se incluyen Los desenlaces principales de las caídas son las
las enfermedades crónicas físicas y psicológicas, por fracturas, en China tienen una prevalencia de 4 a
ejemplo, se estima que el riesgo relativo de presentar 21%11; en un estudio realizado en Midwestern, Es-
caídas en personas con osteoartritis es de 2.43. tados Unidos12, se encontró una frecuencia de 52.4%
Los factores intrínsecos modificables son los en fracturas de cadera; el 52% de las caídas fatales
déficits sensoriales4, alteraciones somato-sensoriales, ocurren en la casa y resultan de las complicaciones
dificultades en la movilidad y el uso de dispositivos por fracturas, con un promedio de 95 días entre el
de asistencia, los cuales tienen un riesgo relativo de momento de la caída y la muerte.
2.6 para caídas3; otras situaciones son la historia de Otros desenlaces son: contusiones del cerebro,
caídas, presencia de enfermedades agudas así como las hematoma subdural, luxación articular, laceraciones
alteraciones en la marcha y el equilibrio5. Un estudio que requieren suturas, incapacidad para levantarse del
realizado por Tinetti en Connecticut6, reportó que el piso después de las caídas, limitación en las actividades
50% de las caídas ocurren por fallas en el equilibrio; de la vida diaria e instrumentales, incremento en el in-
en una revisión sistemática efectuada por la misma greso a instituciones lo que implica una disminución
autora7, en la cual se incluyeron 33 ensayos clínicos, en la autonomía y en la funcionalidad13,14.
se encontró que en 15 de ellos las alteraciones en el La evaluación de las caídas, se ha desarrollado por
equilibrio tuvieron un RR ajustado entre 1.9 y 6.6, medio de tres estrategias de recolección de informa-
y en 7 estudios se consideró que las alteraciones o ción, el auto-reporte, que son las entrevistas semi-
dificultades para caminar son situaciones que predis- estructuradas; las medidas basadas en la ejecución
ponen a caídas en adultos mayores, con un RR entre de una tarea y las medidas basadas en la ejecución de

© 2012, Asociación Colombiana de Reumatología 219


Rev. Colomb. Reumatol. vol. 19 núm. 4 pp. 218-233 Diciembre de 2012

dos tareas que evalúan dos o más características de El puntaje máximo del equilibrio es 16 y el
impacto en el riesgo de caídas, generalmente incluye de la marcha 12, de la suma de ambos se obtiene
la evaluación de la postura, la marcha y el equilibrio, un puntaje total de 28, con el cual se determina
velocidad de la marcha y cambios de posición15-17. el riesgo de caídas, se considera que entre 19-24,
Con las evaluaciones basadas en la ejecución el riesgo de caídas es mínimo, <19, el riesgo de
de una o dos tareas por medio de una observación caídas es alto22.
directa, organizada y estructurada se puede obtener El uso y procesos de validación de esta escala
una información más objetiva, de la función física son muy frecuentes y es parte de la evaluación de la
del adulto mayor que se traduce en la capacidad de función física del adulto mayor en la comunidad, en
desempeñar, de forma independiente, las actividades instituciones y por grupos específicos de diagnóstico.
de la vida diaria18. Dentro de estos estudios se encuentra el desarrollado
En general, independiente a la estrategia empleada por Panella, Tinetti y colaboradores23, Kegelmeyer y
para la recolección de la información, las evaluaciones Kloos24, quienes validaron la escala de Tinetti para
de mayor uso para valorar el equilibrio son el Test de adultos con Parkinson y encontraron una sensibilidad
Rhomberg19, Dynamic Gait Index, The Functional de 76%, una especificidad de 66%, un valor predicti-
Gait Assessment20, Balance Evaluation Systems Test vo positivo de 39% y un valor predictivo negativo de
(BESTest)21 y entre las evaluaciones de marcha se 91%. En Colombia se realizó una validación parcial
encuentran la Escala de Berg, caminar en Tandem, de la escala18.
Test Timed up and go19. El objetivo de esta investigación es validar la escala
La escala de Tinetti ofrece una ventaja sobre las de Tinetti completa en la población colombiana.
otras evaluaciones, ya que realiza una valoración tanto
de la marcha como del equilibrio y estos dos aspectos Materiales y métodos
brindan una información más completa para evaluar
el riesgo de caída, determinar si hay alteraciones en la Participantes
marcha y en el equilibrio que requieren intervención, Se seleccionaron 90 adultos mayores de acuerdo
y valorar la presencia de posibles trastornos neuroló- con el tamaño de muestra mencionado más adelante,
gicos o musculoesqueléticos. residentes de tres instituciones geriátricas de la ciudad
La Escala de Tinetti corresponde a la línea de las de Medellín y de dos municipios del Valle de Aburrá:
Medidas Basadas en la Ejecución, fue realizada por La Estrella y San Antonio de Prado. Los criterios de
la Dra. Tinetti de la Universidad de Yale, en 1986, inclusión fueron personas mayores de 65 años, con
y evalúa la movilidad del adulto mayor, la escala marcha independiente (incluso aquellas que usan
tiene dos dominios: marcha y equilibrio; su objetivo bastón o caminador para su desplazamiento) y con
principal es detectar aquellos ancianos con riesgo de capacidad de comprender órdenes sencillas, es de-
caídas, tiene mayor valor predictivo que el examen cir, sin alteraciones cognitivas, tipo demencias. Los
muscular16,17. criterios de exclusión fueron adultos mayores con
La escala está compuesta por nueve ítems de equili- alteraciones de la marcha por causas neurológicas,
brio y siete de marcha. Las respuestas se califican como tales como secuelas de evento cerebrovascular, trauma
0, es decir, la persona no logra o mantiene la estabili- craneoencefálico o enfermedad de Parkinson; sujetos
dad en los cambios de posición o tiene un patrón de en silla de ruedas o que requerían ayuda de otra per-
marcha inapropiado, de acuerdo con los parámetros sona para su desplazamiento y por último, adultos
descritos en la escala, esto se considera como anormal; mayores con dificultades visuales significativas tales
la calificación de 1, significa que logra los cambios de como cataratas, pterigios y ceguera.
posición o patrones de marcha con compensaciones A cada adulto mayor seleccionado se le explicó
posturales, esta condición se denomina como adapta- el objetivo del estudio y su participación voluntaria;
tiva; por último, la calificación 2, es aquella persona quienes decidieron aceptar la invitación, firmaron
sin dificultades para ejecutar las diferentes tareas de un consentimiento informado; luego se realizó una
la escala y se considera como normal. entrevista corta estructurada referente a la informa-

220 © 2012, Asociación Colombiana de Reumatología


Camila Rodríguez Guevara, Luz Helena Lugo Validez y confiabilidad de la Escala de Tinetti para población colombiana

ción sociodemográfica y posteriormente se aplicó la La siguiente etapa, la prueba piloto, en la cual se


escala de Tinetti. aplicó la versión pre-final de la escala, en 6 mujeres
(54.5%) y 5 hombres (45.4%), que fueron seleccio-
Métodos nados de las instituciones geriátricas en donde se hizo
la recolección, con edades comprendidas entre 65 y
Se realizó un estudio observacional de validación 81 años, la edad promedio fue de 73, se incluyeron
de escalas en adultos mayores con y sin alteraciones adultos mayores sin alteraciones en la marcha ni en el
en la marcha y el equilibrio que se desarrolló en cinco equilibrio y personas con trastornos leves por enfer-
etapas. La primera fue el proceso de traducción di- medades osteoarticulares, 4 adultos mayores (36.3%)
recta e inversa; en la segunda se evaluó la validez de empleaban bastón de un punto para la marcha. Los
apariencia; la tercera etapa, fue la prueba piloto, en la objetivos de esta prueba piloto fueron determinar la
cuarta se realizó la aplicación del instrumento y por claridad en las preguntas de la escala, la calidad lingüís-
último, en la quinta etapa, se efectuó el análisis de las tica de los ítems y analizar los resultados de la prueba.
propiedades psicométricas de la escala. Con respecto a la claridad de las preguntas se
Una vez se obtuvo el permiso de la Dra. Tinetti, concluyó que de las 7 instrucciones suministradas
se realizó la traducción directa, del idioma inglés para los 16 ítems, el 99.93% fue de fácil compren-
(idioma original de la escala) al español, con un sión, excepto uno (giro de 360º) para el cual todas las
traductor oficial y un traductor con dominio del personas requirieron explicación. En lo relacionado
inglés y de conceptos médicos; cada uno elaboró la con la calidad lingüística de los ítems tanto para el
traducción de forma independiente; de este proceso examinador como para el adulto mayor, la conclusión
se obtuvieron dos escalas y posteriormente se elaboró fue desarrollar un instructivo corto para cada uno de
una síntesis de la misma, producto del consenso entre los ítems ya que en algunos de ellos se presentaban
los dos traductores. dudas. Por último, en relación con los resultados
Con base en la síntesis obtenida de la traducción de la prueba, para cada uno de los ítems se calculó
directa, se continuó el proceso con la traducción in- la frecuencia de respuesta y si los valores más bajos
versa, es decir, del español al inglés, que fue realizada correspondían a carga afectiva que pudiera influir el
por otros dos traductores oficiales, quienes realizaron resultado, de lo que se concluyó que las preguntas
la traducción de forma independiente; de este proceso fueron claras, coherentes y objetivas.
se obtuvieron dos versiones de la escala. Así mismo, por sugerencia del grupo de expertos
Luego, se conformó un Comité de Expertos, que participó en la validez de apariencia; se aplicó
quienes validaron las dos versiones de la traducción la escala dos veces, una para obtener la información
inversa, realizaron el proceso de adaptación cultural de la observación clínica (aplicación habitual) y la
y correcciones de la revisión. Esta etapa se denominó otra que suministró los datos calculados, los cuales
validez de apariencia, que se desarrolló al analizar de se recolectaron al pintar los zapatos de cada adulto
forma simultánea la escala original, la síntesis de la mayor y medir la distancia de la longitud del paso y
traducción directa y las dos versiones de la traducción la separación de los talones. Primero se aplicó la escala
indirecta para determinar el sentido y significado que “observada” y después la “calculada” y se realizó un
la autora expresa en cada uno de los ítems de la escala. porcentaje de acuerdo simple entre estas observa-
Las conclusiones fueron: especificaciones gramaticales ciones. Se encontró que en todos los siete ítems de
que proporcionaron mayor claridad a los ítems y a aplicación, el porcentaje fue mayor a 60%. Por esta
las opciones de respuesta, elaboración de la versión razón, se decidió recolectar el total de la información
pre-final en español de la Escala de Tinetti para la con base en la observación clínica, únicamente.
aplicación en la prueba piloto. Por último, el Comité De acuerdo con las conclusiones de esta prueba
sugirió obtener una información calculada (medición piloto inicial se realizó una segunda aplicación con
con metro) en el dominio de la marcha para correla- los ajustes pertinentes a otras cinco personas, tres de
cionarla con la observación clínica y posteriormente una Institución de Salud y dos de la comunidad. El
analizar los resultados. objetivo de esta nueva aplicación, fue precisar en el

© 2012, Asociación Colombiana de Reumatología 221


Rev. Colomb. Reumatol. vol. 19 núm. 4 pp. 218-233 Diciembre de 2012

dominio de la marcha, el número de recorridos que Fiabilidad


debe realizar el adulto mayor para obtener la informa- La consistencia interna fue empleada para evaluar
ción requerida u obtener la versión final de la escala. la fiabilidad, analizada con el alfa de Cronbach para el
puntaje de cada uno de los dos dominios; se consideró
Validez aceptable una medida entre 0.7 a 0.9. Para el cálculo
Para establecer la validez de contenido se calculó del tamaño de muestra se toma el mayor número de
el tamaño de la muestra multiplicando 5 personas por los calculados25.
los 16 ítems de la prueba, a este resultado se adicionó La fiabilidad inter-evaluador, fue realizada en
un 10%, por posibles pérdidas, para un total de 90 44 adultos mayores, el mismo día en dos espacios
adultos mayores25. Un análisis de componentes prin- diferentes, enmascarando los resultados del primer
cipales, categórico, exploratorio, fue desarrollado para evaluador. En la fiabilidad intraobservador, se aplicó
establecer las dimensiones (factores o dominios) de la escala en dos momentos, con un período de 10
la escala, sólo se consideraron para la interpretación días por el mismo evaluador a 44 adultos mayores. El
los ítems con saturaciones factoriales mayores a 0.30. análisis estadístico se realizó con la prueba Kappa Pon-
Para determinar la validez de constructo, se realizó derado, se consideró de 0,0 a 0.3 débil; de 0.4 a 0.7
una comparación de grupos extremos: 45 adultos ma- bueno y por encima de 0.8 excelente. Para el cálculo
yores con alteraciones en la marcha o el equilibrio, o del tamaño de muestra tanto para la fiabilidad inter
uso de dispositivos de asistencia (grupo de enfermos); e intra-evaluador se tuvieron en cuenta los siguientes
este grupo se seleccionó por medio de la información parámetros: error tipo I: 0.05, error tipo II: 0.80,
suministrada por el personal de enfermería y con
coeficiente de correlación intra clase de la hipótesis
revisión de la historia clínica del paciente. Dentro
nula 0.6, coeficiente de correlación intra clase de la
de este grupo el 23.7% presentaba hipertensión ar-
hipótesis alterna para una hipótesis de dos colas 0.8,
terial (HTA), 10.5% HTA más otras morbilidades y
más 10% por posibles pérdidas, para un total de 44
10.5% enfermedades articulares. El grupo de sanos,
adultos mayores28.
conformado por 45 adultos mayores sin alteraciones
El cálculo del tamaño de muestra para este estudio,
aparentes en la marcha y en el equilibrio. En sus con-
se basó en lo descrito por Donner, quien plantea la
diciones de salud se encontró que el 19.2% presentaba
base del cálculo sobre el número de sujetos necesarios
HTA y otras morbilidades, el 17.3% HTA y 1.9%
enfermedades articulares con HTA. Para el cálculo para determinar si el coeficiente es significativamente
del tamaño de la muestra se tuvieron en cuenta los diferente de algún valor preestablecido29.
siguientes parámetros: error tipo I: 0.05; error tipo II: La validación de la Escala de Tinetti es considerada
0.8, diferencia de promedio entre los grupos: 4.026, un estudio de riesgo mínimo de fase IV, en el cual se
desviación estándar grupo de los sanos: 3.7 y razón evaluó información a partir de la respuesta a un cues-
de tamaño entre el primero y segundo grupo: 127, tionario que mide la funcionalidad, cumpliendo con
para una hipótesis de dos colas28. Se realizó un x2 de las normas de investigación en seres humanos según
tendencia lineal para comparar las proporciones de lo dispuesto en la resolución No 008430 de 1993 del
respuestas de cada ítem del grupo sanos con el grupo Ministerio de Salud y en la Ley 84 de 1989.
de enfermos y, los puntajes se analizaron por medio El procesamiento de la información se realizó con
de U de Mann-Whitney. el programa estadístico SPSS 18, para el cálculo del
En la validez de criterio concurrente, se comparó tamaño de muestra se empleó el programa Tamaño
la escala de Tinetti con el Test Timed up and go. El de Muestra de la Universidad Javeriana y para el cál-
cálculo del tamaño de la muestra se realizó con los culo del Kappa ponderado en Epidat 3.1. Los valores
siguientes parámetros: error tipo I: 0.05; error tipo con una p <0.05 se consideraron estadísticamente
II: 0.80; coeficiente de correlación poblacional: 0.6; significativos.
valor de prueba en la Ho 0.3, para un total de 8828.
Los datos siguieron una distribución anormal, por Resultados
lo tanto se empleó el Coeficiente de Correlación de Participaron 90 adultos mayores 41 hombres y
Spearman (r). 49 mujeres, con una edad promedio de 77 años (DS:

222 © 2012, Asociación Colombiana de Reumatología


Camila Rodríguez Guevara, Luz Helena Lugo Validez y confiabilidad de la Escala de Tinetti para población colombiana

8.6) y 77.2 (DS: 7.5) respectivamente; el 67% fueron ban con el nivel educativo. El 32% de las mujeres
menores de 80 años y el 33% de 81 años y mayores; trabajó en casas de familia, el 20.4% fueron amas de
el 56.7% residía en la ciudad Medellín y el 28.9% en casa y menos del 5% fueron trabajadoras asalariadas
el municipio de La Estrella. El 40% realizó primaria con ocupaciones tales como vendedora, secretaria,
incompleta, de los cuales el 22.2% corresponde a las operaria de textiles, cajera, entre otras. Con respecto
mujeres; el 27.8% de los adultos mayores no estudió; a los hombres el 36,6% se desempeñaron como
solamente dos adultos mayores realizaron estudios agricultores, el 7.3% vendedores y conductores.
técnicos y universitarios incompletos (Tabla 1). Entre los pacientes mayores de 81 años, el 79.3%
Las ocupaciones que desempeñaron se relaciona- tenía alguna enfermedad y consumía medicamentos, el

Información
sociodemográfica Hombres Mujeres Total Valor de p †
n (%) n (%) n (%)

Edad Media (D.S.) Media (D.S.) Media (D.S.)


77.0 (8.6) 77.2 (7.5) 77.1 (7.9) 0,08

Nivel de escolaridad
Primaria incompleta 16 (17.8%) 20 (22.2%) 36 (40.0%) 0,47
Primaria completa 6 (6.7%) 6 (6.7%) 12 (13.3%)
Secundaria incompleta 5 (5.6%) 3 (3.3%) 8 (8.9%)
Bachiller 1 (1.1%) 2 (2.2%) 3 (3.3%)
Técnico 0 (0.0%) 1 (1.1%) 1 (1.1%)
Universitario incompleto 0 (0.0%) 1 (1.1%) 1 (1.1%)
No estudió 13 (14.4%) 12 (13.3%) 25 (27.8%)
Sin dato 0 (0.0%) 4 (4.4%) 4 (4.4%)

Municipio
La Estrella 13 (14.4%) 13 (14.4%) 26 (28.9%) 0,78
Medellín 23 (25.6%) 28 (31.1%) 51 (56.7%)
San Antonio de Prado 5 (5,6%) 8 (8.9%) 13 (14.4%)

Enfermedades
HTA 9 (22,0%) 9 (18,4%) 18 (40,4%) 0,29
HTA, diabetes. 1 (2,4%) 4 (8,2%) 5 (10,6%)
HTA, otros. 9 (22,0%) 5 (10,2%) 14 (32,2%)
Enfermedad articular 1 (2,4%) 4 (8,2%) 5 (10,6%)
Diabetes 0 (0%) 1 (2,0%) 1 (2,0%)
TAB 0 (0%) 2 (4,1%) 2 (4,1%)
Tabla 1. Otros 11 (26,8%) 19 (38,8%) 39 (65.6%)
Características No aplica 6 (14,6%) 4 (8,2%) 10 (22,8%)
sociodemográficas Sin dato 4 (9,8%) 1 (2,0%) 5 (11,8%)
de la población

48.3% consumía más de un medicamento. El 27.5% habían tenido una caída y el 25.0% más de una. Las
habían presentado caídas en los dos últimos años de los enfermedades de mayor prevalencia tanto en hombres
cuales el 17.2% se habían caído una vez y 10.3% más como en mujeres fueron la hipertensión arterial 40.4%,
veces. En los menores de 80 años el 85% presentaba seguida por la presencia de esta condición con otras en-
alguna enfermedad y entre el 45% al 48% tomaban más fermedades con 32.2%; en tercer lugar las enfermedades
de cuatro medicamentos; el 38.4% había presentado articulares principalmente en mujeres con una relación
caídas en los dos últimos años de los cuales el 13.3% de 4:1 y con una proporción de 10.6% (Tabla 2).

© 2012, Asociación Colombiana de Reumatología 223


Rev. Colomb. Reumatol. vol. 19 núm. 4 pp. 218-233 Diciembre de 2012

Condición Presencia/ Menores de Mayores de Valor de


de salud ausencia 80 años n (%) 81 años n (%) p

Presencia
de enfermedades Si 51 (85,0 %) 23 (79,3 %) 0,60
No 6 (10,0%) 5 (17.2%)
Sin dato 3 (5,0 %) 1 (3,4%)

Consumo
de medicamentos Si 56 (93,3%) 23 (79,3%) 0,06
No 1 (1,7%) 4 (13,8%)
Sin dato 3 (5,0 %) 2 (6,9%)

Cantidad de
medicamentos Entre 1 y 3 29 (48,3%) 9 (31,0%) 0,08
Más de cuatro 27 (45,0%) 14 (48,3%)
No aplica 1 (1,7%) 4 (13,8%)
Sin dato 3 (5,0%) 2 (6,9%)

Caídas 2
últimos años Si 23 (38,3%) 8 (27,6%) 0,57
No 28 (46,7%) 15 (51,7%)
Sin dato 9 (15,0%) 6 (20,7%)

Cantidad de
caídas Una caída 8 (13,3%) 5 (17,2%) 0,43
Más de una 15 (25,0%) 3 (10,3 %)
No aplica 28 (46,7%) 15 (51,7%)
Tabla 2. Sin dato 9 (15,0%) 6 (20,7%)
Condiciones de salud de la
población.
TOTAL 60 (67,0%) 30 (23,0%)

Validez subyacentes que no se correlacionan con los dos pri-


La validez de contenido, se desarrolló en un mode- meros factores. Respecto a las variables de la marcha,
lo, en el que se analizaron dos factores, dimensiones o de las 23 variables, 15 cargaron positivamente (valores
dominios, como originalmente se estructura la escala: >0,3) hacia la primera dimensión y las restantes no
marcha y equilibrio. Para este análisis se tomaron los fueron significativas. En la tabla 3, se describen cada
16 ítems de la escala. una de las variables.
Este modelo demostró una excelente consistencia En la validez de constructo, se evidenció que la
entre los ítems asignados en la dimensión del equili- escala discrimina el grupo de los sanos y de los en-
brio con un alfa de Cronbach de 0.95 y una varianza fermos; en 46 de las 48 respuestas de la escala se en-
explicada, del primer factor (equilibrio) de 13.89 y contraron diferencias estadísticamente significativas.
una buena consistencia entre los ítems con un valor Los dos ítems, donde no se encontraron diferencias
de 0.75 y una varianza de 3.69; esto significa que la estadísticamente significativas fueron con los ojos
primera dimensión, explicaría el 29% de la variabi- cerrados (p: 0.226) y simetría del paso (p: 0.274).
lidad del equilibrio y de la marcha mientras que la Los ítems con mayor porcentaje de respuesta fueron:
segunda dimensión explicaría sólo el 8,3% de esta capaz de levantarse en el primer intento con 55.6%
variabilidad. En la matriz de los componentes prin- en el grupo de los sanos y 32.2% en el grupo de los
cipales, en las variables de equilibrio, 11 de las 25 se enfermos y en la pregunta no vacila con 56.2% y
ubicaron en la primera dimensión, 5 en la segunda 34.8%, respectivamente. Respecto al análisis de los
y 9 en ninguna, lo que supone presencia de factores puntajes se encontraron diferencias al comparar los

224 © 2012, Asociación Colombiana de Reumatología


Camila Rodríguez Guevara, Luz Helena Lugo Validez y confiabilidad de la Escala de Tinetti para población colombiana

ÍTEMS/EQUILIBRIO DIMENSIÓN
Equilibrio † Marcha ‡

E_sedente_estable 0,513 0,34


E_levantarse_incapaz 0,439 0,299
E_levantarse_con brazos 0,517 0,436
E_levantarse_sin brazos -0,263 0,547
E_intentos_incapaz 0,582 -0,29
E_intentos_más de un intento 0,372 0,608
E_intentos_primer intento -0,413 -0,104
E_inmediato_inestable 0,546 0,369
E_inmediato_con base amplia 0,386 0,583
E_inmediato_con base estrecha -0,602 0,575
E_de pie_inestable 0,767 -0,22
E_de pie_base amplia 0,27 0,477
E_de pie_base estrecha -0,591 0,538
E_empujón_cae 0,706 -0,344
E_ empujón_tambalea -0,03 0,018
E_ empujón_estable -0,38 -0,043
E_ojos_inestable 0,356 0,049
E_ojos_estable 0,2 0,342
E_giro_interrumpidos 0,2 0,342
E_giro_continuos 0,691 -0,061
E_giro_inestable 0,691 -0,061
E_giro_estable 0,615 0,147
E_sentarse_inseguro 0,615 0,147
E_sentarse_con brazos 0,223 0,281
E_sentarse_seguro -0,24 0,343
M_ inicio _vacila 0,536 0,042
M_ inicio _no vacila 0,528 0,098
M_ long_ derecho no 0,72 0,153
M_ long _derecho si 0,698 0,18
M_ long_ izquierdo no 0,773 0,088
M_ long_ izquierdo si 0,773 0,088
M_ alt_ derecho no 0,762 -0,03
M_ alt_ derecho si 0,762 -0,03
M_ alt_ izquierdo no 0,624 0,085
M_ alt_ izquierdo si 0,624 0,085
M_ simetría_ diferente 0,187 -0,364
M_ simetría _igual 0,242 -0,267
M_ continuidad _pausas 0,677 0,037
M_ continuidad _no pausas 0,649 0,022
M_ recorrido _desvío 0,352 -0,233
M_ recorrido _desvío leve -0,579 0,088
M_ recorrido _recto 0,737 -0,211
M_ tronco _balanceo 0,78 -0,145
M_ tronco _flexión 0,206 -0,081
M_ tronco _no balanceo 0,592 -0,072
M_ postura _separados 0,208 -0,207
M_ postura _juntos 0,209 -0,207

*La matriz se realizó por medio del análisis de componentes principales


categóricos.
†Dominio de equilibrio: valores sombreados con amarillo una saturación
factorial >0.3 para esta dimensión.
Tabla 3. ‡Dominio de la marcha: valores sombreados con azul una saturación
Matriz de componentes en modelo de factorial >0.3 para esta dimensión.
dos dimensiones*.

© 2012, Asociación Colombiana de Reumatología 225


Rev. Colomb. Reumatol. vol. 19 núm. 4 pp. 218-233 Diciembre de 2012

puntajes parciales y totales del grupo de los sanos Discusión


con respecto al grupo de los enfermos (Tablas 4 y 5).
Para la validez de criterio concurrente, se tomó El proceso de validación se estableció a partir de
como referencia el puntaje total y el tiempo emplea- lo descrito en la Guía para el proceso de adaptación
do para ejecutar la prueba “Timed up and go”, y se cultural de medidas de auto-reporte sugerido por
encontró que la correlación más alta fue del puntaje Beaton, Bombardier, Guillemin y colegas30. Se sugiere
total r: -0.82, con respecto al puntaje de equilibrio r: realizar un proceso de traducción y adaptación cultu-
-0.75 y marcha r:-0. 80. De estos tres resultados, el ral. Se hizo un proceso de validación completo lo que
que ofrece mayor utilidad clínica es el puntaje total difiere de otros estudios en los cuales sólo se hacen
ya que predice el riesgo de caídas. En la tabla 6, se algunas etapas o sólo se valida uno de los dominios
exponen estas correlaciones. de la escala31.
Además las limitaciones del estudio fueron, no
Fiabilidad analizar la validez de criterio predictiva ni la sensibi-
Existe una alta consistencia interna entre los dos lidad al cambio; así mismo, no se contempló evaluar
dominios, siendo mayor en la marcha con un valor parámetros de sensibilidad, especificidad, valores
de 0.91 seguida por el equilibrio con 0.86. En la fia- predictivos positivos y negativos. Con estos análisis,
bilidad interobservador, en el dominio del equilibrio, se determinan los puntos de corte que establecen los
los valores más altos fueron para los ítems al levantarse criterios de normalidad en los diferentes subgrupos.
(0.70; IC 95% 0.52-0.86); equilibrio de pie (0.64; Para este tipo de estudios se requiere otro tipo de
IC 95% 0.45-0.84) y empujón (0.61; IC 95% 0.37- diseño metodológico.
0.84), el ítem con menor acuerdo fue al sentarse (0.1 El tamaño de la muestra fue definido a través de
IC 95% -0.08-0.28). diseños preestablecidos para cada una de las etapas
Respecto al dominio de la marcha, los ítems con de validez y confiablidad, para un total de 90 adultos
valores más altos fueron la longitud del paso: al dar el mayores; en estudios de validación y relacionados, a
paso el pie derecho no sobrepasa al izquierdo (0.81; escala mundial, por lo general han incluido muestras
IC 95% 0.64-0.98) y al dar el paso el pie izquierdo menores a 90 personas. Kegelmeyer y colegas la va-
no sobrepasa al derecho (0.77; IC95% 0.60-0.95), lidaron en pacientes con enfermedad de Parkinson,
postura del tronco (0.83; IC95% 0.74-0.92); los va- n=3024; Panzer y colegas determinaron la sensibilidad
lores más bajos fueron para los ítems de simetría del y especificidad en las evaluaciones de adultos mayo-
paso (0.18; IC 95% 0.10-0.47) e inicio de la marcha res, n=7432; Di Fabio validó la escala en 35 adultos
(0.38; IC 95% -0.05-0.81).(Tabla 7). mayores22; Sterke en 75 personas27, Cipriany en 5033,
En la fiabilidad intraobservador, en el dominio del Verghese en 6034 y Vasallo en 5235. De acuerdo con
equilibrio, los ítems: intentos para levantarse (0.60; esta información, el tamaño de la muestra de esta
IC 95% 0.39-0.81), empujón (0.72; IC 95% 0.55- validación se considera un valor agregado del estudio
0.90), el paciente da un giro de 360o -continuidad- en relación con otros procesos realizados de esta escala
(0.66; IC 95% 0.42-0.91) fueron los que tuvieron los en el ámbito mundial.
valores más altos; en tanto que ojos cerrados (0.40; El propósito de la validez de contenido fue de-
IC 95% 0.10-0.69) y la estabilidad al dar un giro de sarrollar un análisis de tipo exploratorio no confir-
360o (0.35; IC 95% 0.6-0.66) fueron los ítems con matorio, al determinar si los ítems se encontraban
los valores más bajos. representados en cada una de las dimensiones a los
Respecto al dominio de la marcha la continui- cuales fueron asignados. Por esta razón, se ejecutó un
dad del paso obtuvo el valor más alto (0.87; IC modelo, en el cual se analizaron dos dimensiones o
95% 0.60-1.00) seguido por: el pie derecho no factores o dominios: marcha y equilibrio, es decir, la
sobrepasa completamente al pie izquierdo (0.78; IC conformación original de la escala; se encontró que
95% 0.59-0.98). Los puntajes más bajos fueron los tiene una consistencia excelente entre todos los ítems
ítems simetría del paso (0.34; IC 95%0.03-0.95) de la escala (alfa de Cronbach: 0.94 para equilibrio y
y el inicio de la marcha (0.45; IC 95% 0.00-0.89) 0.745 para marcha), sin embargo, la varianza expli-
(Tabla 8). cada fue de 13.894 en equilibrio y en la marcha fue

226 © 2012, Asociación Colombiana de Reumatología


Camila Rodríguez Guevara, Luz Helena Lugo Validez y confiabilidad de la Escala de Tinetti para población colombiana

ÍTEMS Enfermo Sano Total X2 de


tendencia
n (%) n (%) n (%) lineal
valor
de p

Equilibrio en sedente
Se inclina o se desliza en la silla 8 (9.8%) 0 (0%) 8 (9.8%) 0,001
Estable y seguro 27 (32.9%) 47 (57,3%) 74 (90,2%)

Al levantarse
Incapaz sin ayuda 8 (8,9%) 1 (1,1%) 9 (10,0%)
Capaz, utiliza los brazos para ayudarse 27 (30,0%) 17 (18,9%) 44 (48,9%) 0,000
Capaz, sin utilizar sus brazos 3 (3,3%) 34 (37,8%) 37 (41,1%)

Intentos para levantarse


Incapaz sin ayuda 2 (2,2 %) 0 ( 0%) 2 (2,2%)
Capaz, requiere más de un intento 7 ( 7,8%) 2 (2,2%) 9 (10,0%) 0,015
Capaz de levantarse en el primer intento 29 (32,2%) 50 (55,6%) 79 (87,8%)

Equilibrio inmediato de pie (primeros


5 segundos)
Inestable 5 ( 5,6% ) 1 ( 1,1%) 6 (6,7%)
Estable pero utiliza caminador u otro apoyo 21 (23,3%) 1 (1,1%) 22 (24,4%) 0,000
Estable sin utilizar caminador u otro apoyo 12 (13,3%) 50 (55,6%) 62 (68,9%)

Equilibrio de pie
Inestable 3 (3,37%) 1 (1,1%) 4 (4,5%)
Estable pero con base de sustentación
amplia y utiliza bastón u otro apoyo. 29 (32,6%) 9 (10,1%) 38 (42,7%) 0,000
Base de sustentación estrecha sin empleo
de bastón u otro apoyo. 5 (5,6%) 42 (47,2%) 47 (52,8%)
Empieza a caer 1 (1,1%) 3 (3,3%) 4 (4,4%)
Se tambalea, se sujeta, se sostiene 20 (22,2%) 10 (11,1%) 30 (33,3%) 0,004
Estable 17 (18,9%) 39 (43,3%) 56 (62,2%)

Con los ojos cerrados


Inestable 14 (15,6%) 13 (14,4%) 27 (30,0%) 0,226
Estable 24 (26,7%) 39 (43,3%) 63 (70,0%)

El paciente da un giro de 360 grados.


Pasos interrumpidos 22 (24,4%) 8 (8,9%) 30 (33,3%) 0,000
Pasos continuos 16 (17,8%) 44 (48,9%) 60 (66,7%)
Inestable (se agarra, se tambalea) 22 (24,4%) 10 (11,1%) 32 (35,6%) 0,000
Estable 16 (17,8%) 42 (46,7%) 58 (64,4%)

Al sentarse
Inseguro (calculó mal la distancia, cae en
la silla) 7 (7,8%) 3 (3,3%) 10 (11,1%)
Utiliza los brazos, o se sienta bruscamente 27 (30,0%) 32 (35,6%) 59 (65,6%) 0,018
Seguro 4 (4,4%) 17 (18,9%) 21 (23,3%)

Tabla 4. *Se aplicó un x2 de tendencia lineal para determinar la diferencia de proporciones entre el grupo de sanos y
Validez de grupo de enfermos.
constructo para
cada ítem del † Valor de p significativo < 0,05
dominio del
equilibrio *

© 2012, Asociación Colombiana de Reumatología 227


Rev. Colomb. Reumatol. vol. 19 núm. 4 pp. 218-233 Diciembre de 2012

ITEMS Enfermo Sano Total X2 de


Tendencia
n (%) n (%) n (%) lineal valor
de p
Inicio de la marcha
Vacilación o múltiples intentos
para iniciar 7 (7,9%) 1 (1,1%) 8 (9,0%) 0,007
No vacila 31 (34,8%) 50 (56,2%) 81 (91,0%)
Longitud y altura del paso
Al dar el paso el pie derecho no
sobrepasa el pie izquierdo. 25 (27,8%) 6 (6,7%) 31 (34,4%) 0,000
Sobrepasa la posición del pie izquierdo 13 (14,4%) 46 (51,1%) 59 (65,6%)
Al dar el paso el pie izquierdo
no sobrepasa al pie derecho. 28 (31,1%) 8 (8,9%) 36 (40,0%) 0,000
Sobrepasa la posición del pie derecho. 10 (11,1%) 44 (48,9%) 54 (60,0%)
El pie derecho no se levanta
completamente al dar el paso. 20 (22,2%) 3 (3,3%) 23 (25,6%) 0,000
El pie derecho se levanta
completamente del piso. 18 (20,0%) 49 (54,4%) 67 (74,4%)
El pie izquierdo no se levanta
completamente al dar el paso. 17 (18,9%) 8 (8,9%) 25 (27,8%) 0,002
El pie izquierdo se levanta
completamente del piso. 21 (23,3%) 44 (48,9%) 65 (72,2%)

Simetría del paso
La longitud del paso con el pie derecho
e izquierdo es diferente (observado). 14 (15,7%) 14 (15,7%) 28 (31,5%) 0,274
Los pasos con el pie derecho e
izquierdo parecen iguales 23 (25,8%) 38(42,7%) 61 (68,5%)
Continuidad del paso
Pausas o falta de continuidad
entre los pasos 13 (14,4%) 0 (0%) 13 (14,4%) 0,000
Los pasos parecen continuos 25 (27,8%) 52 (57,8%) 77 (85,6%)
Recorrido
Marcada desviación 7 (7,8%) 1 (1,1%) 8 (8,9%)
Desviación leve/moderada o
utiliza ayudas para caminar 27 (30,0%) 4 (4,4%) 31 (34,4%) 0,000
Recto sin utilizar ayudas para
la marcha 4 (4,4%) 47 (52,2%) 51 (56,7%)
Tronco
Marcado balanceo o utiliza
ayudas para la marcha 29 (32,2%) 2 (2,2%) 31 (34,4%)
Sin balanceo de tronco pero con
flexión de rodillas o espalda,
abre los brazos 7 (7,8%) 24 (26,7%) 31 (34,4%) 0,000
Sin balanceo, ni flexión de tronco, no
usa los brazos ni ayudas para la marcha. 2 (2,2%) 26 (28,9%) 28 (31,1%)
Postura en la marcha
Los talones separados mayor de 10,2 cm 10 (11,1%) 4 (4,4%) 14 (15,6%) 0,016
Los talones casi juntos al
caminar de 10,2 cm 28 (31,1%) 48 (53,3%) 76 (84,4%)
Tabla 5.
Validez de *Se aplicó un x2 de tendencia lineal para determinar la diferencia de proporciones entre el grupo de sanos
constructo para cada
y grupo de enfermos.
ítem del dominio de
marcha*
† Valor de p significativo <0,05

228 © 2012, Asociación Colombiana de Reumatología


Camila Rodríguez Guevara, Luz Helena Lugo Validez y confiabilidad de la Escala de Tinetti para población colombiana

PUNTAJE Mediana Correlación ( r ) Valor de p †



Puntaje equilibrio inicial 12,50 -0,75 0,00
Puntaje marcha inicial 9,50 -0,80 0,00
Puntaje total inicial 2,00 -0,82 0,00

* Se comparó la escala de Tinetti con Timed up and go. Se aplicó el coeficiente de correlación
Tabla 6.
de Spearman
Validez de criterio † Valor de p significativo <0,05
concurrente

DOMINIO DE EQUILIBRIO KAPPA IC (95%) Valor p †



Equilibrio en sedente 0,54 0,16 0,93 0,00
Al levantarse 0,70 0,54 0,86 0,00
Intentos para levantarse 0,62 0,20 1,00 0,00
Equilibrio inmediato al levantarse 0,39 0,13 0,64 0,00
Equilibrio de pie 0,64 0,45 0,84 0,00
Empujón 0,61 0,37 0,84 0,00
Con los ojos cerrados 0,41 0,14 0,68 0,00
El paciente da un giro de 360 grados
* Pasos continuos 0,55 0,29 0,80 0,00
* Estabilidad 0,55 0,29 0,80 0,00
Al sentarse 0,10 -0,08 0,28 0,33

DOMINIO DE MARCHA

Inicio de la marcha 0,38 -0,05 0,81 0,01
Longitud y altura del paso
* Al dar el paso el pie derecho no sobrepasa
el pie izquierdo. 0,81 0,64 0,98 0,00
* Al dar el paso el pie izquierdo no sobrepasa
al pie derecho. 0,77 0,60 0,95 0,00
* El pie derecho no se levanta completamente al
dar el paso. 0,74 0,52 0,95 0,00
* El pie izquierdo no se levanta completamente
al dar el paso. 0,68 0,44 0,91 0,00
Simetría del paso 0,18 -0,10 0,47 0,21
Continuidad del paso 0,72 0,46 0,97 0,00
Tabla 7. Recorrido 0,74 0,52 0,96 0,00
Validez Tronco 0,83 0,74 0,92 0,00
de criterio Postura en la marcha 0,00 -0,18 0,18 0,97
concurrente

de 3.697, se espera que la varianza total para los dos La primera dimensión agrupa la mayoría de los ítems
dominios se encuentre en un valor de 48, ya que a de la marcha y del equilibrio, por tal razón, se sugiere
cada ítem se le asigna una varianza igual a 1, de esta que la escala se reestructure en una sola dimensión ya
forma tienen mayor representatividad en cada una que 26 de los 45 ítems se encuentran representados
de las dimensiones. en el dominio o dimensión del equilibrio, mientras
En conclusión, este modelo fue muy asimétrico que sólo 5 ítems son explicados en el dominio de la
con relación a la escala propuesta de dos dimensiones. marcha.

© 2012, Asociación Colombiana de Reumatología 229


Rev. Colomb. Reumatol. vol. 19 núm. 4 pp. 218-233 Diciembre de 2012

DOMINIO DEL EQUILIBRIO KAPPA* IC (95%) Valor p †



Equilibrio en sedente 0,53 0,09 0,98 0,0002
Al levantarse 0,60 0,39 0,81 0,0001
Intentos para levantarse 0,69 0,36 1,00 0,0000
Equilibrio inmediato al levantarse 0,45 0,09 0,82 0,0024
Equilibrio de pie 0,62 0,33 0,92 0,0000
Empujón 0,72 0,55 0,90 0,0000
Con los ojos cerrados 0,40 0,11 0,69 0,0076
El paciente da un giro de 360 grados
* Pasos continuos 0,66 0,42 0,91 0,0000
* Estabilidad 0,35 0,06 0,65 0,0141
Al sentarse 0,65 0,45 0,85 0,0000

DOMINIO DE MARCHA

Inicio de la marcha 0,45 0,00 0,89 0,0024
Longitud y altura del paso
* Al dar el paso el pie derecho no sobrepasa al pie izquierdo. 0,78 0,59 0,98 0,0000
* Al dar el paso el pie izquierdo no sobrepasa al pie derecho. 0,74 0,54 0,95 0,0000
* El pie derecho no se levanta completamente al dar el paso. 0,86 0,69 1,00 0,0000
* El pie izquierdo no se levanta completamente al dar el paso. 0,63 0,36 0,90 0,0000
Simetría del paso 0,34 0,03 0,65 0,0228
Continuidad del paso 0,87 0,63 1,00 0,0000
Recorrido 0,78 0,57 0,99 0,0000
Tronco 0,82 0,70 0,03 0,0000
Postura en la marcha 0,63 0,36 0,90 0,0000
Tabla 8.
Fiabilidad *Se realizó por medio del Kappa ponderado
intra- † Valor de p significativo menor de 0,05
observador*

Existe otro enfoque empleado para analizar la vali- el estadístico ponderado, con excepción de los ítems
dez de contenido, denominado Teoría de la Respuesta inicio de la marcha, tronco, ojos cerrados y sentarse;
al Ítem (TRI), consiste en determinar y medir los en general, esto significa que existe independencia
factores subyacentes generados entre los parámetros entre las estimaciones de los parámetros de los ítems
de cada ítem y el parámetro de la persona. Rasch, y las estimaciones de los parámetros de habilidad.
plantea un modelo unidimensional, él considera que Con respecto a la dificultad en la ejecución del ítem
este factor subyacente, es la dificultad o umbral en se encontró que el ítem de equilibrio sentado resultó
la respuesta del ítem, es decir, la probabilidad de su más fácil, mientras que el ítem de ojos cerrados fue
adherencia o rechazo, los valores bajos indican alta el más difícil37.
adhesión y no dificultosos36. Al comparar los resultados de este estudio con
López Pina realizó un estudio en el cual analizó las el Modelo de Rasch, se encontraron similitudes con
propiedades psicométricas de la escala de Tinetti con el valor del alfa de Cronbach, es decir, existe una
el modelo de Rasch, dentro de este modelo analizó alta consistencia entre los ítems; en relación con la
tanto la habilidad como la dificultad en la ejecución interpretación de otros resultados, los parámetros
del ítem; dentro de los resultados más relevantes se estadísticos son diferentes a los contemplados en el
encontraron un elevado índice de discriminación Análisis Categórico de Componentes Principales, y
de los ítems: lo que permite diferenciar el grado de así mismo complementan el enfoque de análisis; al
marcha y equilibrio, un alto coeficiente de fiabilidad, comparar el ítem de respuesta más difícil dentro del
con un alfa de Cronbach de 0.92, la mayoría de los Modelo de Rasch con el planteado en este estudio:
ítems se ajustan al modelo matemático de Rasch con ojo cerrados, que no fue representativo en ninguno

230 © 2012, Asociación Colombiana de Reumatología


Camila Rodríguez Guevara, Luz Helena Lugo Validez y confiabilidad de la Escala de Tinetti para población colombiana

de los dos dominios de la escala, la explicación podría para caminar en tándem (r: -0.65), la prueba de los
hallarse en la dificultad en su respuesta. 6 minutos (r: 0.62)38.
En la validez de constructo, la escala tiene la En la fiabilidad interobservador, algunos estudios
capacidad de discriminar aquellos adultos mayores utilizan el Coeficiente de Correlación intraclase (CCI),
con alteraciones leves, moderadas y severas tanto en ese grupo de investigación considera que no es apro-
los ítems de la marcha como en el equilibrio. En dos piado ya que las variables, de la escala de Tinetti, son
ítems no se encontraron diferencias estadísticamente cualitativas ordinales, por lo que se empleó, el Kappa
significativas: ojos cerrados y simetría del paso, que ponderado, con valores entre 0.3 a 0.5 en el dominio de
se podría explicar por la dificultad en la medición equilibrio, es decir, un grado de acuerdo bueno y entre
clínica de estas respuestas. Con relación al porcentaje 0.6 a 0.8 en el dominio de la marcha: bueno a excelente.
de respuesta, estos fueron mayores entre el grupo de En diferentes estudios los valores son superiores al 0.844,
los sanos que en el de los enfermos, principalmente y en otros se obtuvieron: un coeficiente de correlación
en los ítems de equilibrio en sedente, equilibrio de intraclase de 0.97 para el dominio del equilibrio, de
pie inmediato, inicio y postura de la macha; Faber 0.88 para el puntaje de la marcha, y de 0.97 para el
Marjan y colegas5 encontraron una tendencia similar puntaje total (7.39). Tinetti reporta un grado de acuerdo
dentro de los participantes de su estudio; así mismo, entre los dos evaluadores de 90%, mientras que Dacko
en el reporte de la literatura reafirman este concepto, encontró una fiabilidad buena entre 0.40-0.75 en eva-
en especial en el dominio de la marcha, por lo que luadores con diferente grado de experiencia; Protas y
generalmente se emplean los ítems del dominio del colegas encontraron una fiabilidad de 0.96 que obedece
equilibrio38, aunque encuentran algunas desventajas al entrenamiento de los evaluadores45.
de tipo conceptual relacionadas con la capacidad de En lo referente a la fiabilidad intraobservador
la escala para establecer los cambios en el equilibrio (que se realizó con Kappa ponderado), se obtuvo un
dinámico para las actividades cotidianas39, esto se coeficiente de 0.4 a 0.6, lo que significa una buena
refleja en cierto sentido en el porcentaje de respuesta concordancia, con un valor superior al de la fiabilidad
de cada uno de los ítems distribuidos en los grupos de interobservador, también reportado por otros estu-
sanos y enfermos, sin embargo, a través de las opciones dios46. Los valores más bajos obtenidos tanto en la
de respuesta se podría, de cierto modo, inferir la cau- fiabilidad inter como intraobservador, pueden deberse
salidad de origen musculoesquelético y neurológico a una variación en la interpretación de los ítems que
de las alteraciones de la marcha y el equilibrio40,41. generan variabilidad en sus apreciaciones47.
En relación con la validez de criterio concurrente, Respecto a su aplicabilidad clínica, la escala de
es frecuente el uso del Test Timed up and go para corre- Tinetti se puede aplicar en los diferentes ámbitos
lacionarlo con otras escalas de predicción del riesgo de clínicos, tales como la consulta médica y de especia-
caídas. Lin y colegas42 hallaron una correlación buena listas, en rehabilitación funcional37,48, para hacer una
con la escala de Tinetti: r=-0.55 para el dominio del evaluación inicial y establecer los objetivos de inter-
equilibrio y r=-0.53 para el dominio de la marcha, vención; en las instituciones o residencias geriátricas
ellos concluyeron que estas dos pruebas son útiles como parte de las evaluaciones integrales de ingreso
para aquellos adultos mayores frágiles que requieren y definir programas de intervención y prevención de
el uso de algún dispositivo de asistencia, sin embargo, caídas49,50; así mismo en programas lúdico-recreativos
no existen otras investigaciones que respalden este de la tercera edad que permitan mantener y reforzar las
concepto; en otros estudios las correlaciones son más capacidades del equilibrio y la marcha como objetivo
altas, como en el de Roqueta y colegas43 en el que de la prevención primaria51.
encontraron una correlación con el puntaje total de
r: -0.80, muy similar a la del presente estudio (equi- Conclusiones
librio r: -0.75, marcha r: -0.80 y total r: -0.82). Al
correlacionar la escala con otras pruebas se encuentran Esta investigación muestra que la escala es válida
valores tales como: en la longitud máxima del paso y confiable para ser aplicada por diferentes personas
(r: 0.75), tiempo en tándem (r: 0.69), tiempo en la y en diferentes momentos en adultos mayores de 65
postura de un solo pie (r: 0.74), tiempo empleado años en la población colombiana.

© 2012, Asociación Colombiana de Reumatología 231


Rev. Colomb. Reumatol. vol. 19 núm. 4 pp. 218-233 Diciembre de 2012

Declaración de conflicto de intereses. Las autoras A las profesionales: Deisy Sierra y Rocío Romero
declaran no tener conflictos de intereses. quienes aportaron su experiencia en la evaluación de
cada uno de los participantes del estudio.
Agradecimientos. A la Universidad CES y en es- A cada una de las cinco instituciones geriátricas
pecial a la asesora del proyecto Dra. Yolanda Torres que colaboraron en la selección y aplicación de la
de Galvis. escala en los adultos mayores residentes en dichas
Al Grupo de Rehabilitación en Salud de la Uni- instituciones.
versidad de Antioquia.

Referencias in a Midwestern County In the Year. J Geriatr Phys Ther.


2005; 32(2):23-8.
13. Bloch F, Thibaud D, Dugué B, Bréque C, Rigaud AS. Epi-
1. Graafmans WC, Ooms ME, Hofstee HMA. A prospective
sodes of falling among elderly people: a systematic review
study of risk profiles. Am J Epidemiol. 1996; 143:1129-
and meta-analysis of social and demographic pre-disposing
36. Citado por Vera Mayté, Campillo R. Evaluación de la
characteristics. CLINICS. 2010; 65:895-903.
marcha y el equilibrio como Factor de riesgo en las caídas
14. Wert D, Talkowski J, Brach J, VanSwearingen J. Charac-
del anciano. Rev Cubana Med Gen Integr. 2003; 19 (5).
teristics of Walking, Activity, Fear of Falling, and Falls in
2. Fabre J, Ellis R, Kosma M, Wood R. Falls risk factors and a
Community-Dwelling Older Adults by Residence. J Geriatr
compendium of falls risk screening instruments. J Geriatr
Phys Ther. 2010; 33:41-5.
Phys Ther. 2010; 33:184-97.
15. Persad C, Cook S, Giroadin B. Assessing falls in the elderly:
3. American Geriatric Society, British Geriatrics Society and
should we use simple screening test or comprehensive fall
American Academy of Orthopedic Surgeon Panel on Falls
risk evaluation? Eur J Phys Rehabil Med. 2010; 46:249-59.
Prevention. Guideline for the prevention of falls in older 16. Tinetti ME. Preventing falls in elderly persons. J Am Geriatr
people. J Am Geriatr Soc. 2001; 49(5):664-72. Soc. 1986; 34:119-116.
4. Buckley JG, Heasley K, Scally A, Elliott DB. The effects of 17. Ser Quijano T, Del Peña- Casanova J. Evaluación Neuropsi-
blurring vision on medio-lateral balance during stepping cológica y funcional de la demencia. Editores JR Prous. 1994.
up or down to a new level in the elderly. Gait Posture. 18. Curcio C, Gómez J, Galeano I. Validez y reproducibilidad
2005; 22:146-153. Citado en Fabre J, Ellis R, Kosma M, de las medidas basadas en la ejecución. Rev Esp Geriatr
Wood, R. Falls risk factors and a compendium of falls risk Gerontol. 2000; 35:82-8.
screening instruments. J Geriatr Phys Ther. 2010; 33:184- 19. Lam R. Office management of gait disorders in the elderly.
97. Care of the Elderly Series Clinical Review. Can Fam Physi-
5. Faber M, Bosscher R, Wieringen V. Clinimetric Properties cian. 2011; 57:765-70.
of the Performance-Oriented Mobility Assessment. PHYS 20. Wrisley D, Neeraj A. Funtional Gait Assessment: concurrent,
THER. 2006; 86:944-54. discriminative and predictive validity in Community dwelling
6. Tinetti ME, Baker D, King M. Effect of Dissemination older adults. 2010; 90:761-73.
of Evidence in Reducing Injuries from Falls. New Engl J 21. Franchignoni F, Horak F, Godi M, Nardone A, Giordano
Med. 2008; 359:252-61. A. Using psychometric techniques to improve the Balance
7. Tinetti ME, Kumar C. The patient who falls “It´s always Evaluation System’s Test: the mini-BESTest. J Rehabil Med.
a trade-off”. JAMA. 2010; 303:258-66. 2010; 42: 323–31.
8. Lamb S, Jorstad-Stein E, Hauer K, Becker C. Behalf of 22. Di Fabio R, Seay R. Use of the "Fast Evaluation of Mobility,
the Prevention of Falls Network Europe and Outcomes. Balance, and Fear" in Elderly Community Dwellers: Validity
Development of a Common Outcome Data Set for Fall and Reliability. Phys Ther. 1997; 77:904-17.
Injury Prevention Trials: The Prevention of Falls Network 23. Panella L, Tinelli C, Buizza A. Towards objective evaluation
Europe Consensus. J Am Geriatr Soc. 2005; 53:1618–22. of balance in the elderly: validity and reliability of a measure-
9. Romero C, Baena JM, De Hoyos MC. Actividades pre- ment instrument applied to the Tinetti test. INT J REHABIL
ventivas en los mayores. Aten Primaria. 2003; 32:102-20. RES. 2008; 31:65-72.
10. Tinetti ME. Preventing Falls in Elderly Persons. N Engl J 24. Kegelmeyer D, Kloos A, Thomas K. Reliability and Validity
Med. 2003; 348:42-9. of the Tinetti Mobility Test for Individuals With Parkinson
11. Mun San M, Close J, Kwok A. Falls Incidence, Risk Factors, Diseases. Phys Ther. 2007; 87:1369-78.
and Consequences in Chinese Older People: A Systematic 25. Sánchez R, Ibañez M, Pinzón A. Análisis Factorial de la
Review. J Am Geriatr Soc. 2011; 59: 536–43. revisión en español de la escala Bref Psychiatric Rating Scale
12. Deprey S. Descriptive Analysis of Fatal Falls of Older Adults en Colombia. Biomédica. 2005; 25:120-128.

232 © 2012, Asociación Colombiana de Reumatología


Camila Rodríguez Guevara, Luz Helena Lugo Validez y confiabilidad de la Escala de Tinetti para población colombiana

26. LW Chu, I Chi. Incidence and Predictors of Falls in the Living in Residential Care Facilities. Physical Therapy. 1995;
Chinese Elderly. Ann Acad Med Singapore. 2005; 34:60-72. 75:462-69.
January. 2005; 34(1). 40. Romero C, Baena JM, De Hoyos MC. Actividades preven-
27. Sterke C, Huisman S, Van Beeck E. Is the Tinetti performance tivas en los mayores. Aten Primaria. 2003; 32:102-20.
oriented mobility assessment (POMA) a feasible and valid 41. Vass C, Sahota O, Drummond A, Kendrik D. REFINE (Re-
prector of short-term fall risk in nursing home residents with ducing Falls in In-patient Elderly) - a randomised controlled
dementia?. Int Psychogeriatr. 2010; 22:251-63. trial.Trials. 2009:10(83):3-9.
28. Pérez A, Rodríguez MN, Gil JF, Ramírez GA. Tamaño de la 42. Lin MR, Hwang HF, Hu MH, Wu HD, Wang YW, Huang
muestra versión 1.1. Pontificia Universidad Javeriana. Unidad FC. Psychometric comparisons of the timed up and go, one-
de Epidemiología Clínica. http://hermes.javeriana.edu.co/ leg stand, functional reach, and Tinetti balance measures in
tamamu. community-dwelling older people. J Am Geriatr Soc. 2004;
29. Donner A, Eliasziw M. Sample Size Requirements for Relia- 52:1343-8.
bility Studies. Statistics in Medicine 1987; 441-448. 43. Roqueta C, Jaime E, Mirallesa R. Experiencia en la evaluación
30. Beaton D, Bombardier C, Guillemin F. Guidelines for the del riesgo de caídas. Comparación entre el test de Tinetti y el
Process of Cross - cultural Adaptation of Self-Report Mea- Timed Up & Go. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2007; 42:319-
sures. SPINE; 25:3186–91. 27.
31. Yim P, Talbot L. Defining and Measuring Balance in Adults. 44. Marín León I, Pozo Rodríguez F. Validez de las pruebas
Biol Res Nurs. 2000; Apr: 321-331. diagnósticas y de detección: la incertidumbre en la práctica
32. Panzer VP, Wakefield DB, Hall CB, Wolfson LI. Mobility clínica. En: Rodes J, Guardia J, Medicina Interna. Editorial
assessment: sensitivity and specificity of measurement sets Barcelona: Masson; 1997.
in older adults. Arch Phys Med Rehabil. 2011; 92(6):905- 45. Dewane JA. Documenting balance and functional outcomes:
12. tips from the clinic. Top Geriatr Rehabil. 1997; 13:23-32.
33. Cipriany-Dacko LM, Innerst D, Johannsen J, Rude V. 46. Mitchell K, Newton R. Performance-oriented mobility as-
Interrater reliability of the Tinetti Balance Scores in novice sessment (POMA) balance score indicates need for assistive
and experienced physical therapy clinicians. Arch Phys Med device. Disabil Rehabil Assist Technol. 2006; 1:183–89.
Rehabil. 1997; 78(10):1160-4. 47. Chang JT, Morton SC, Rubenstein LZ, Mojica WA, Maglio-
34. Verghese J, Buschke H, Viola L, Katz M, Hall C, Kuslansky ne M, Suttorp MJ, et al. Interventions for the prevention of
G, Lipton R. Validity of divided attention tasks in predicting falls in older adults: systematic review and meta-analysis of
falls in older individuals: a preliminary study. J Am Geriatr randomised clinical trials. Br Med J. 2004; 328:1-7.
Soc. 2002; 50(9):1572-6. 48. Conroy S, Kendrick D, Harwood R, Gladman J. A mul-
35. Vassallo M, Stockdale R, Sharma JC, Briggs R, Allen S. A ticentre randomised controlled trial ofday hospital-based
comparative study of the use of four fall risk assessment tools falls prevention programme for a screened population of
on acute medical wards. J Am Geriatr Soc. 2005; 53(6):1034-8. community-dwelling older people at high risk of falls. Age
36. Richaud, MC. Desarrollos del análisis factorial para el estudio and Ageing. 2010; 39:704–10.
de ítem dicotómico y ordinales. Interdisciplinaria. 2005; 49. Blank W, Ellen Freiberger E, Siegris M. An interdisciplinary
22:237-51. intervention to prevent falls in community-dwelling elderly
37. López JA. Análisis psicométrico de la escala de marcha y persons: protocol of a cluster-randomized trial [PreFalls].
equilibrio de Tinetti con el modelo de Rasch. Fisioterapia. BMC Geriatrics. 2011; 11(7):1-6.
2009; 31:192–02. 50. De Vries O, Peeters G, Elders P. Multifactorial Intervention
38. Thomas J. A Pilot Study to Explore the Predictive Validity of to Reduce Fallsin Older People at High Risk of Recurrent
4 Measures of Falls Risk in Frail Elderly Patients. Arch Phys Falls. Arch Intern Med. 2010; 170:1110-17.
Med Rehabil. 2005; 86:1636-40. 51. Beling J, Roller M. Multifactorial Intervention with Balance
39. Harada N, Chiu V, Damron-Rodríguez J. Screening for Training as a Core Component Among Fall-prone Older
Balance and Mobility Impairment in Elderly Individuals Adults. J Geriatr Phys Ther. 32:3-09.

© 2012, Asociación Colombiana de Reumatología 233


ORIGINALES

Análisis de las caídas en una Blanca Samper Lamenca1


Sara Allona López2
residencia de ancianos y de la Laura Cisneros Larrea3
Carlos Navas Ferrer4
influencia del entorno Raquel Marín Labanda5

1. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster en Gerontología Social. Enfermera en


Analysis of the falls Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
2. Diplomada Universitaria de Enfermería. Máster en Gerontología Social. Enfermera en el

in a residence of elderly and the Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.


3. Diplomada Universitaria de Enfermería. Máster en Gerontología Social. Enfermera en el

environmental influence Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.


4. Enfermero Especialista en Salud Mental. Máster Universitario en Ciencias de la Enfermería.
Enfermero Especialista en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
5. Diplomada Universitaria de Enfermería. Máster Universitario en Ciencias de la Enfermería.
Enfermera en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

Correspondencia:
Blanca Samper Lamenca
c/ Portal de Zaragoza 19
50178 La Almolda (Zaragoza)
Tel.: 620 76 08 38
Correo electrónico: blancalmolda@hotmail.com

RESUMEN ABSTRACT
Introducción: La caída en el anciano es un síndrome geriátrico Background: An elderly fall is an important geriatric
importante con una etiología multifactorial. Su porcentaje en syndrome with a multifactorial etiology. The average in
instituciones es tres veces superior al que se da en la comunidad. institutions is three times higher than in the community.
Además, un 22% de estas se producen porque existen factores Furthermore, 22% of them are caused by extrinsic risk
de riesgo extrínsecos, y en su mayoría evitables. Por ello, se debe factors, most of them avoidable. Therefore, we must work in
trabajar en la adaptación de los factores ambientales. environmental factors adjustment.
Objetivo: Analizar las caídas producidas en una residencia de Objective: Analyze the falls in an elderly care home during
ancianos durante 5 años describiendo los factores del entorno 5 years, and describe all the environmental factors involved.
influyentes y explorar la asociación de las caídas con el riesgo de Furthermore, this study was designed to explore the
caídas medido con la escala de Tinetti. association between the falls and the risk of falls measured
Metodología: Se realizó un estudio descriptivo retrospectivo with Tinetti scale.
con el que se obtuvo una muestra de 160 casos recogidos en los Methods: a retrospective study was carried out, with
partes de caídas del centro. 160 incidents documented in the care home falls reports.
Resultados: El 73,1% de las personas que caían eran mujeres, Results: 73.1% of the falls happened to females, with an
con una media de edad de 85,73 años, sin que existan diferencias age average of 85.73 years considering the whole sample.
según sexo. El 73,1% de estas caídas coexistía con un riesgo 73.1% of the falls coexisted with a high risk in Tinetti scale.
alto según la escala de Tinetti. Es destacable que el 48,1% de It’s remarkable that 48.1% of the falls happened during the
las caídas se produjeron por la mañana; el lugar más habitual morning, the residents room as the most usual place (39.4%),
fue la habitación, con un 39,4%, y el tipo de suelo es el no and the floor wasn’t non-slide in 79.4% of the incidents.
antideslizante en un 79,4% de las ocasiones. Se obtuvieron Significant differences between categories of different variables
diferencias significativas entre las categorías de las distintas were obtained.
variables. Conclusions: A larger number of drops are observed when a
Conclusión: Se observó un mayor número de caídas cuando high risk is notified in Tinetti scale and it coexists with some
existe un riesgo alto según la escala de Tinetti y coexiste algún environmental factors. Therefore, it would be desirable to
factor ambiental. Por lo tanto, sería deseable incidir en la influence the reduction of environmental risk, as they are
disminución de los riesgos ambientales, puesto que son factores modifiable factors.
modificables.
KEYWORDS: elderly, fall, enviromental factors,
PALABRAS CLAVE: anciano, caídas, factores ambientales, institutions.
instituciones.

2 Gerokomos. 2016;27(1):2-7
ORIGINALES GEROKOMOS
Blanca Samper Lamenca, Sara Allona López, Laura Cisneros Larrea, Carlos Navas Ferrer y Raquel Marín Labanda
Análisis de las caídas en una residencia de ancianos y de la influencia del entorno

INTRODUCCIÓN pecializados, con su enfoque multidisciplinario y el seguimiento de los


pacientes, están bien situados para desempeñar un papel de liderazgo en
A nivel mundial, el aumento de la población de personas mayores de 60 la implantación de innovaciones interfactoriales que han demostrado
años se produce de una manera acelerada1. España es uno de los países disminuir el número de caídas9. Así pues, se debe comenzar a trabajar
con la población más envejecida de Europa, y experimenta el denomi- desde la adaptación de los factores ambientales, ya que es el aspecto más
nado “envejecimiento del envejecimiento”, con una elevada esperanza accesible a nuestras posibilidades19.
de vida al nacer2.
Este envejecimiento puede considerarse un éxito de las políticas de
salud pública y del desarrollo socioeconómico, pero también constituye OBJETIVOS
un reto para la sociedad, que debe adaptarse a ello para mejorar al máxi-
mo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores, así como • Analizar las caídas producidas en el centro a estudio en los últimos
su participación social y su seguridad3. 5 años.
El envejecimiento constituye un proceso natural y universal de cam- • Describir los factores de riesgo del entorno que están presentes en
bios biológicos irreversibles que ocurren a lo largo de la vida2, y una de estas caídas.
las consecuencias de envejecer es que la capacidad de adaptación está • Analizar si existe asociación entre las caídas producidas y el riesgo de
disminuida a todos los niveles, lo que conlleva una mayor vulnerabili- caídas medido con la escala de Tinetti.
dad4. Una de las consecuencias negativas importantes es el aumento de
riesgo de caídas y su gravedad5.
La Organización Mundial de la Salud define caída como “aconteci- METODOLOGÍA
mientos involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo
en tierra u otra superficie firme que lo detenga”6. Se realizó un estudio descriptivo retrospectivo, recogiendo información
Las caídas son un fenómeno negativo de gran importancia en los sobre los riesgos ambientales que pudieron contribuir a causar una caída
ancianos y se constituyen como un marcador de fragilidad en ellos7. a las personas que viven en la Residencia de 3.ª edad Ballesol Zaragoza
Además, suponen un problema de gran magnitud personal, social, sa- III, y se extrajo de la historia clínica el resultado de la escala de Tinetti
nitaria e incluso económica8. Por este motivo, las caídas se consideran que se realiza al ingreso y de forma periódica cada 6 meses.
uno de los síndromes geriátricos más importante debido a que se sitúan La población de estudio fueron todos los ancianos que han vivido
entre las patologías más frecuentes del anciano y se asocian a una elevada en la residencia durante los últimos 5 años, desde marzo de 2009 hasta
mortalidad, morbilidad y deterioro en la funcionalidad del individuo9,10. marzo de 2014; son 279 personas entre las cuales hay tanto residentes
Un tercio de los mayores de 65 años se cae al menos una vez al año, válidos como asistidos. Para la selección de la muestra se siguieron los
con una incidencia creciente conforme aumenta la edad11. El porcentaje siguientes criterios:
de incidentes por caídas en residencias y hospitales es casi tres veces
superior al que se da en personas mayores de 65 años que viven en la co- Inclusión:
munidad9. Se ha calculado que más del 50% de los ancianos institucio- • Residentes mayores de 65 años.
nalizados se cae cada año, y cerca de la mitad de los que caen lo hacen re- • Constancia en el registro de al menos una caída.
petidamente, llegando a una densidad de incidencia aproximada de 1,5 • Registro de la valoración de Tinetti en su historia clínica en los 6
caídas por residente al año en España8. Además, hay que tener en cuenta meses previos a la caída.
que dicha incidencia podría ser mayor, ya que en muchas ocasiones una
caída se considera un episodio normal y no se comunica. De hecho, Exclusión:
entre el 13% y el 32% de los ancianos no recuerdan las caídas sufridas • Partes de caídas incompletos.
en los meses previos7, por lo que son un problema infradiagnosticado2. • La duplicidad de dos partes por una misma caída (excluyendo sola-
Las caídas son accidentes que no se pueden predecir, pero sí se puede mente el duplicado).
trabajar para evitar los riesgos12 y por lo tanto no son una consecuencia • No existe la seguridad o certeza de haberse producido una caída.
inevitable del envejecimiento13. Su prevención puede ser una manera de
minimizar el aumento de la morbilidad entre los ancianos14. La fuente de información fueron los partes de caídas que deben ser
Esta acción preventiva debe iniciarse con la evaluación multidimen- rellenados por Protocolo de la residencia a través del programa informá-
sional del ambiente que rodea al anciano, identificando los factores de tico exclusivo del propio centro, y de historia clínica de los pacientes.
riesgo ambientales que influyen en las caídas y proponiendo modifica- Para obtener los datos y manejar estos documentos se solicitó consenti-
ciones14. Entre sus causas existen factores intrínsecos, que son los rela- miento a la dirección del centro previamente.
cionados directamente con el individuo, y factores extrínsecos, como Para la recogida de los datos se elaboró un cuestionario ad hoc que
son los riesgos del entorno del anciano, las medidas de seguridad apli- contenía:
cadas4,8,9,15 y los riesgos comportamentales relacionados con acciones • Variables sociodemográficas.
humanas, emociones o elecciones diarias potencialmente modificables16. • Puntuación de la escala de Tinetti.
Un 22% de las caídas están relacionadas con factores de riesgo extrín- • Características de las caídas.
secos, en su mayoría evitables, que desencadenan o agravan dicha caí- • Factores ambientales de riesgo.
da10. Es decir, los factores ambientales adversos pueden crear dificultades En la tabla 1 se puede ver la descripción de las variables estudiadas.
adicionales para los ancianos, oponiéndose a uno de los principales ob- Todas ellas se codificaron como numéricas: la edad, como variable cuan-
jetivos para lograr un envejecimiento activo: la adopción de un entorno titativa discreta, se introdujo en su valor original. Las variables cualita-
propicio que aliente a la movilidad17. tivas se codificaron en orden ascendente a partir del 0. Los datos fueron
Por todo ello, las caídas se consideran un reto para todo profesional recogidos y ordenados en una base de datos del programa SPSS Statistics
que atiende a pacientes de edad avanzada18. Los servicios geriátricos es- 22 elaborada para este trabajo.

Gerokomos. 2016;27(1):2-7 3
ORIGINALES

Blanca Samper Lamenca, Sara Allona López, Laura Cisneros Larrea, Carlos Navas Ferrer y Raquel Marín Labanda
Análisis de las caídas en una residencia de ancianos y de la influencia del entorno

Tabla 1. Descripción de variables

VARIABLE DEPENDIENTE

Variable Tipo de variable Instrumento de medida


Número de caídas Cuantitativa discreta Partes de caídas

VARIABLES INDEPENDIENTES

Variable Tipo de variable Instrumento de medida N.º de pregunta


Sexo Cualitativa dicotómica Hombre/Mujer 1
Edad Cuantitativa discreta Años 2
Riesgo de caídas Cualitativa ordinal Escala Tinetti: riesgo alto/riesgo medio/riesgo bajo 3
Hora (esta variable se recodificó en variable cualitativa nominal
Periodo del día de la caída Cuantitativa continua 5
de tres categorías: mañana/tarde/noche)
Habitación/baño de habitación/baños comunes/zonas comunes/
Lugar donde se produce la caída Cualitativa nominal 6
escaleras/comedor/gimnasio/despachos/jardín
Compañía Cualitativa dicotómica No/Sí 7
Circunstancia o actividad en el Posición de pie/sentado/tumbado/deambulación/levantarse/
Cualitativa nominal 8
momento de la caída sentarse/inclinación/propulsión/movilización/manipulación
Tipo de suelo Cualitativa dicotómica Antideslizante/No antideslizante 9
Estado del suelo Cualitativa dicotómica Seco/Húmedo 10
Desnivel Cualitativa dicotómica No/Sí 11
Existencia de barrera arquitectónica Cualitativa dicotómica No/Sí 12
Altura cama, silla, sillón, sofá, WC/escaleras/altura mesita,
Tipo de barrera arquitectónica Cualitativa nominal 13
basura/altura lavabo/arquitectura armario
Obstáculos Cualitativa dicotómica No/Sí 14
No tiene/hematoma/contusión/herida abierta/fractura/
Consecuencia inmediata de la caída Cualitativa nominal 15
traumatismo craneal

Se realizó un análisis descriptivo de todas las variables: media y des- En cuanto a los resultados obtenidos en relación con la escala de Ti-
viación estándar (DE) para las variables cuantitativas y tablas de frecuen- netti, 13 (8,1%) personas mostraban riesgo bajo de caídas, 30 (18,8%)
cias, porcentajes y diagrama de barras para las variables cualitativas. Por riesgo medio y 117 (73,1%) riesgo alto, siendo estos porcentajes signifi-
otro lado, se analizó la asociación entre edad y sexo mediante la U de cativamente diferentes (χ2 = 0,000).
Mann-Whitney. Se utilizó la prueba de χ2 de Pearson para el contraste Se produjeron 77 (48,1%) caídas en el turno de mañana, 56 (35%)
de hipótesis en una sola proporción en todas las variables cualitativas. en el turno de tarde y 27 (16,9%) en el turno de noche.
En 92 (57,5%) caídas no existía acompañante, mientras que en 68
(42,5%) sí, sin que se obtuvieran diferencias significativas (χ2 = 0,058).
RESULTADOS En las figuras 2 y 3, respectivamente, se pueden ver los resultados que
se han obtenido en cuanto a los lugares donde se producen las caídas
Los partes de caídas recogidos fueron un total de 160. Un total de 43 y la actividad que realizaban. Entre estos resultados se puede observar
(26,9%) eran de hombres y 117 (73,1%) de mujeres. No existieron di- que existe una gran mayoría de caídas producidas en la habitación y en
ferencias con respecto a la media de edad según el sexo; en ambos casos las zonas comunes. Además, esta mayoría también persiste en las caídas
fue de 86 años (DE = 5). El rango de edad de estas personas oscilaba que se producen durante la deambulación y al levantarse de la cama,
entre los 66 y los 97 años, siendo 15 (9,4%) caídas de personas menores silla o sillón.
de 80 años, 105 (65,6%) de individuos con edades comprendidas entre En la tabla 2 se muestra la descripción de los factores ambientales
80 y 89 años y 40 (25%) en ancianos de 90 años o más. Además, en la junto con el resultado de la prueba de χ2. Entre los resultados más des-
figura 1 se puede observar el histograma de edades. tacables tenemos que el 79,4% de las caídas se producen en suelos no

4 Gerokomos. 2016;27(1):2-7
ORIGINALES GEROKOMOS
Blanca Samper Lamenca, Sara Allona López, Laura Cisneros Larrea, Carlos Navas Ferrer y Raquel Marín Labanda
Análisis de las caídas en una residencia de ancianos y de la influencia del entorno

Frecuencia antideslizantes y la barrera arquitectónica más destacada es la altura de


la cama, silla, sillón, sofá y WC.
40 Respecto a las consecuencias, en 55 (34,4%) caídas no se produjo
Media = 85,73
35 DE: 5,058 ninguna, en 44 (27,5%) contusión, en 31 (19,4%) herida abierta, en
N = 100 18 (11,3%) se han producido fracturas, en 6 (3,8%) hematomas y en
30 otras 6 (3,8%) traumatismo craneal, por lo que existe una diferencia
significativa entre las frecuencias de cada categorías.
25

20
DISCUSIÓN
15

10 En el análisis descriptivo del presente estudio, la proporción de caí-


5
das en mujeres fue mayor que en hombres, igual que ocurrió en la
mayoría de los estudios de caídas realizados en instituciones1,20-22. Por
0 el contrario, se halló un estudio15 en el que la proporción de varones
que cayeron fue mayor que la de mujeres. Es importante señalar que
60 70 80 90 100 habitualmente en las residencias de ancianos existe un mayor número
EDAD de mujeres institucionalizadas, lo que podría justificar esa diferencia
entre sexos23.
Figura 1. Histograma de edades.

Porcentaje
40 39,4%
35%
30

20

10

Habitación Baño Baños Zonas Escaleras Comedor Gimnasio Despachos Jardín


habitación comunes comunes
LUGAR

Figura 2. Diagrama de barras en función del lugar de la caída.

Porcentaje
50
42,5%
40

31,3%
30

20

10

En pie Sentado Tumbado Deambulación Levantarse Sentarse Inclinación Propulsión Movilización Manipulación
ACTIVIDAD QUE REALIZABA

Figura 3. Diagrama de barras según la actividad que estaban desarrollando.

Gerokomos. 2016;27(1):2-7 5
ORIGINALES

Blanca Samper Lamenca, Sara Allona López, Laura Cisneros Larrea, Carlos Navas Ferrer y Raquel Marín Labanda
Análisis de las caídas en una residencia de ancianos y de la influencia del entorno

Tabla 2. Descripción de los factores ambientales y resultado de la prueba χ2

Variables Categorías N Frecuencia Porcentaje (%) χ2 p (sig.)

Antideslizante 33 20,6
Tipo de suelo 160 55,225 0,000
No antideslizante 127 79,4
Seco 149 93,1
Humedad del suelo 160 119,025 0,000
Húmedo 11 6,9
No 153 95,6
Desnivel del suelo 160 133,225 0,000
Sí 7 4,4
Existencia No 110 68,8
de barrera 160 22,500 0,000
arquitectónica Sí 50 31,2

Altura cama, silla, sillón, sofá, WC 43 86,0


Altura de basura y mesita salón 2 4,0
Tipo de barreras
Altura de lavabo 50 1 2,0 136,200 0,000
arquitectónicas
Existencia de escaleras 2 4,0
Arquitectura armario 2 4,0
No 137 85,6
Obstáculos 160 81,225 0,000
Sí 23 14,4

La media edad de los residentes que han sufrido caídas es muy similar Con respecto a la existencia de compañía, se observó que uno de los
al de otros autores que las sitúan entre 85,6 y 87,18 años2,20,22, aunque trabajos revisados30 coincide con este estudio, ya que se produjeron más
para los autores Díaz Grávalos y cols.24 y Porta y cols.25 la media de caídas cuando el residente se encontraba solo. Por el contrario, López15
las personas que caen es menor. En este estudio no se observaron di- halló que se producían más caídas cuando el anciano estaba acompa-
ferencias de edad según el sexo, dato que llama la atención, ya que la ñado, lo que puede ser debido al infradiagnóstico de caídas cuando el
proporción de mujeres es mayor al ser el sexo que tiene mayor esperanza anciano está solo7.
de vida. En el estudio de Aldana Díaz y cols.26 sí que observaron que las Si se observa la actividad que realizaban los ancianos cuando se ca-
mujeres tenían una edad superior. yeron, se vio que la más común fue la deambulación, y a esta misma
Existe controversia en cuanto a los grupos de edad que más caen. Por conclusión llegan la mayoría de los autores17,20,26,28,29 revisados.
un lado, hay estudios17,20 que aseguran que caen más los mayores de 80 Existe poca bibliografía en cuanto a la pendiente y la humedad, pero
años, ya que tienen más patologías asociadas22. En cambio, otros auto- los porcentajes para unos estudios27,28 son similares a los hallados en este
res1,21 observan que caen más las personas menores de 75 años por tener trabajo, y para otros17,25, algo más altos, con porcentajes del 6,9% de
mayor movilidad y no ser conscientes de que su físico se va mermando, las caídas producidas. Igual ocurre con las barreras arquitectónicas, en
lo que les hace tener caídas por descuidos y mayor exposición al riesgo21. las cuales cabe destacar que se ven influidas por la altura del mobiliario
La mayoría de los ancianos que sufrieron caídas presentaron una pun- donde se sientan; sin embargo, la bibliografía consultada no tiene en
tuación de riesgo alto en la valoración de Tinetti coincidiendo con otros cuenta estas barreras.
estudios24,27. Es importante conocer y evaluar el equilibrio y la marcha Los datos consultados15,17 sobre la presencia de obstáculos son muy
mediante la escala de Tinetti, puesto que esto nos permitirá aconsejar y similares a los obtenidos en este estudio, con un 17,5% y 17,39% de las
guiar al paciente geriátrico sobre la ayuda técnica que precisa para evitar caídas que se producen.
y/o disminuir este problema2. Cabe comentar que en la mayoría de las caídas se encontraba presente
En este estudio se produjeron más caídas en el turno de mañana y una algún factor ambiental, igual que ocurre en el estudio de Fleming y
frecuencia mucho menor en el turno de noche. Otros autores21,28 propu- cols.29 en el que el 70% de las caídas están asociadas con algún elemento
sieron que es muy habitual que los ancianos se caigan por la mañana por- del entorno.
que están más solos, ya que sus familiares trabajan y no reciben visitas21,28. Y con respecto a la existencia de consecuencias, se obtuvieron por-
Casi toda la bibliografía20,21,25,27,29 coincide en que el lugar donde se centajes más altos en casi todos los estudios2,15,20,22,26,27. Tampoco coin-
produjeron más caídas fue la habitación. Probablemente esto se deba a cidimos con la consecuencia más común, ya que en la mayoría de la
que la habitación es el lugar donde los ancianos pasan más tiempo solos21. bibliografía consultada2,20,22,27,28, la más frecuente es la herida abierta.

6 Gerokomos. 2016;27(1):2-7
ORIGINALES GEROKOMOS
Blanca Samper Lamenca, Sara Allona López, Laura Cisneros Larrea, Carlos Navas Ferrer y Raquel Marín Labanda
Análisis de las caídas en una residencia de ancianos y de la influencia del entorno

Al utilizar en este trabajo el registro de caídas como fuente principal valoración Tinetti, está asociado con un mayor número de caídas pro-
de información, se obviaron características de los residentes que no se ducidas, y por lo tanto esta escala es un instrumento adecuado para
han caído y, por tanto, la exposición de estos a los factores externos, predecir el riesgo de caídas.
por lo tanto, en futuros estudios sería necesario analizar cómo afectan Cabe destacar que los factores ambientales considerados como facto-
los factores externos en las personas que no sufren caídas. También se- res externos a la persona son importantes para prevenir las caídas. El tipo
ría interesante crear un parte de caídas más exhaustivo en relación con de suelo o las barreras arquitectónicas presentes se pueden modificar
los riesgos ambientales para estudiar las causas más comunes y realizar para disminuir los riesgos ambientales y así prevenir las caídas
determinadas intervenciones sobre estas personas y su entorno. Sería ne-
cesario tener en cuenta el riesgo de caídas de cada persona y en función Conflicto de intereses
de eso, adaptar su entorno a ella. Los autores del manuscrito declaran que no existe ningún potencial con-
flicto de intereses relacionado con este artículo.

CONCLUSIONES Agradecimientos
Queremos expresar nuestra gratitud al equipo directivo de la Residencia
En conclusión, se puede aceptar que existe asociación entre factores am- Ballesol Zaragoza III por prestarnos la oportunidad de acceder a sus
bientales y número de caídas. Además, el riesgo alto de caída, según la registros para el desarrollo de este proyecto.

BIBLIOGRAFÍA
1. De Freitas R, Costa Santos SS, Silveira de Almeida Hammersch- gov.co/Documentos%20y%20Publicaciones/Prevenir_y_redu- Unizar; 2012 [consultado 28 abril 2014]. Disponible en: http://za-
midt K, Egues da Silva M, Teda Pelzer M. Cuidado de enfermagem cir_la_frecuencia_de_ca%C3%ADdas.pdf guan.unizar.es/TAZ/EUCS/2012/8779/TAZ-TFM-2012-702.pdf
para prevençao de quedas em idosos: proposta para açao. Rev Bras 13. Van Voast Moncada L. Management of falls in older persons: a 22. Carrera Martínez D, Braña Marcos B. Evaluación de caídas en an-
Enferm. 2011;64(3):478-85. prescription for prevention. Am Fam physician. 2011;84(11):1267- cianos institucionalizados. Metas de Enferm. 2012;15(3):58-62.
2. Pellicer García B, Juárez Vela R, Delgado Sevilla D, Redondo Cas- 76. 23. Pia Barenys M. El significado sociológico de la vejez y de las resi-
tán LC, Martinez Abadía B, Ramón Arbués E. Caídas en ancianos 14. Vidal S, Adriane D, Santos C, Sydney S, Andrade Dias R, Fran- dencia de ancianos. En: Sánchez Vera P, editor. Sociedad y pobla-
válidos institucionalizados. Rev ROL Enferm. 2013;36(12):800-8. cisleide, et al. Proceso de enfermería orientado a la prevención ción anciana. 3.ª ed. Murcia: Secretariado de publicaciones; 1993.
3. Organización Mundial de la Salud [sede web]. [Acceso 3 de marzo de caídas en los ancianos residentes en instituciones: investiga- p. 55-77.
de 2014]. Envejecimiento. Disponible en: http://www.who.int/to- ción-acción. Enferm Global. 2013;29:196-206. [Acceso 8 de enero 24. Díaz Grávalos GJ, Gil Vázquez C, Andrade Pereira V, Alonso Payo
pics/ageing/es/ de 2014]. Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articu- R, Álvarez Araujo S, Reinoso Hermida S. Factores asociados con la
4. Albert Cuñat V, Maestro Castelblanque ME, Martínez Pérez JA, lo?codigo=4147264 aparición de caídas en ancianos institucionalizados: un estudio de
Monge Jodra V. Factores relacionados con la accidentalidad en 15. López ME. Prevalencia de caídas en pacientes hospitalizados en cohorte. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2009:44(6):301-4.
personas mayores de 65 años de la provincia de Guadalajara. Gac dos instituciones de salud de Pereira. Cultura del cuidado de enfer- 25. Porta M, Miralles R, Conill C, Sánchez C, Pastor M, Felip J, et al.
Sanit. 2000;14(5):346-55. mería. 2010;7(1):16-23. Registro de caídas del centro geriátrico municipal de Barcelona.
5. Rubenstein LZ, Josephson KR. Intervenciones para reducir los 16. Terra Jonas L, Diniz Lima KV, Soares MI, Mendes MA, da Silva JV, Características de las caídas y perfil de los pacientes. Rev Esp Ge-
riesgos multifactoriales de caídas. Rev Esp Geriatr Gerontol. Ribeiro PM. Evaluación del riesgo de caídas en las personas mayo- riatr Gerontol. 2001;36(5);270-5.
2005;40(2):45-53. res: ¿cómo hacerlo? Gerokomos. 2014;25(1):13-6. 26. Aldana Díaz A, Díaz Grávalos GJ, Alonso Payo R, Andrade Perei-
6. Organización Mundial de la Salud [sede web]. 2012; 344. [acceso 17. Losada de Menezes R, Márcia Bachion M. Ocorrência de quedas e ra V, Gil Vázquez C, Álvarez Araújo S. Incidencia y consecuencia
25 de enero de 2014]. Caídas. Disponible en: http://www.who.int/ seu contexto num seguimento de dois anos em idosos institucio- de las caídas en ancianos institucionalizados. Cad Aten Primaria.
mediacentre/factsheets/fs344/es/ nalizados. Rev Electr Enf. [revista en Internet] 2012 [acceso 7 de 2008;15:14-7.
7. Formiga F. Las caídas, un síndrome geriátrico por excelencia. Rev febrero de 2014], 14(3): [550-558]. Disponible en: http://www.fen. 27. Da Silva Gama ZA. Incidencia, factores de riesgo y consecuencias
Esp Geriatr Gerontol. 2009;44(6):299-300. ufg.br/revista/v14/n3/v14n3a11.htm de las caídas en ancianos institucionalizados de la región de Mur-
8. Jiménez-Sánchez MD, Córcoles-Jiménez MP, Del Egido-Fernández 18. Lázaro del Nogal M, Herrera Abián M, Fernández C. Valoración y cia [tesis doctoral]. Murcia: Universidad de Murcia, Departamento
MA, Villada-Munera A, Candel-Parra E, Moreno-Moreno M. Aná- prevención de las caídas en Geriatría. Medicine. 2006;9(62):4069- de Fisioterapia; 2009.
lisis de las caídas que producen fractura de cadera en ancianos. 71. 28. Castro Martín E. Prevalencia de caídas en ancianos en la comuni-
Enferm Clin. 2011;21(3):143-50. 19. Hill EE, Shasha M, Wenzel JA, DeForge BR, Spellbring AM. Per- dad. Factores asociados [tesis doctoral]. Córdoba: Departamento
9. Fisher RH. Caídas en la persona mayor y el papel de la geriatría. son-environment interactions contributing to nursing home resi- de Medicina, Facultad de Medicina, Universidad de Córdoba; 2005.
Rev Esp Geriatr Gerontol. 2003;38(2):97-9. dent falls. Rev Gerontol Nurs. 2009;2(4):287-96. 29. Fleming BE, Pendergast DR. Physical condition, activity pattern,
10. Sánchez Castellano C, de Tena Fontaneda A, Menéndez Colino R, 20. Sánchez Sánchez A. Análisis de las caídas registradas durante and environment as factors in falls bay adult care facility residents.
Lázaro del Nogal M. Protocolo diagnóstico y preventivo de caídas. seis meses en personas institucionalizadas en la residencia de Arch Phys Med Rehábil. 1993;74:627-30.
Rev Medicine. 2003;81(108):5808-11. Javalambre de Teruel [Trabajo fin de Grado]. Teruel: Unizar; 2013 30. Guerrero Castellanos R. Condiciones de trabajo de auxiliares de
11. Ribera Casado JM. Caídas y edad avanzada, ¿un problema médico? [consultado 3 abril 2014]. Disponible en: http://zaguan.unizar.es/ enfermería y su relación con caídas de pacientes en servicios de
Med Clin (Barc). 2004;122(5):180-1. TAZ/ENFTER/2013/10586/TAZ-TFG-2013-131.pdf hospitalización en un hospital de mediana complejidad. Una pers-
12. Maillane HD, Becerra GA. Procesos para la prevención y reducción 21. Luque Jiménez N. Estudio de las caídas en personas mayores de pectiva ergonómica. [tesis doctoral]. Bogotá: Universidad Nacional
de la frecuencia de caídas [sede web]. República de Colombia [ac- 65 años que se encuentran institucionalizadas en una residencia de Colombia Facultad de Enfermería Departamento de Salud de
ceso 19 de enero de 2014]. Disponible en: http://www.minsalud. de Zaragoza durante el año 2011 [Trabajo fin de Máster]. Zaragoza: Colectivos Maestría en Salud y Seguridad en el Trabajo; 2010.

Gerokomos. 2016;27(1):2-7 7
RETOS. Nuevas Tendencias en Educación
Física, Deporte y Recreación
ISSN: 1579-1726
feadef@feadef.org
Federación Española de Docentes de
Educación Física
España

Saüch, Glòria; Castañer, Marta; Hileno, Raúl


Valorar la capacidad de equilibrio en la tercera edad
RETOS. Nuevas Tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación, núm. 23, enero-junio, 2013,
pp. 48-50
Federación Española de Docentes de Educación Física
Murcia, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=345732289010

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Retos. Nuevas tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación © Copyright: 2013 Federación Española de Asociaciones de Docentes de Educación Física (FEADEF)
2013, nº 23, pp. 48-50 ISSN: Edición impresa: 1579-1726. Edición Web: 1988-2041 (www.retos.org).

Valorar la capacidad de equilibrio en la tercera edad


To measure the extent of balance in the elderly
Glòria Saüch, Marta Castañer y Raúl Hileno
Universidad de Lleida - INFEC

Resumen: Los programas de Actividad física de titularidad municipal promueven el ejercicio físico en la tercera edad. En este artículo se aporta un
procedimiento para valorar el equilibrio en la tercera edad mediante la escala estandarizada Tinetti específica del ámbito de la geriatría que aún no siendo
muy común en las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, consideramos que enriquece la instrumentación para la valoración del equilibrio. El estudio
se ha aplicado a 90 participantes que acuden de manera continuada a programas municipales de actividad física para la tercera edad. Los resultados se han
obtenido mediante test paramétricos y no paremétricos de comparación de dos o más grupos independientes y denotan que la habilidad del equilibrio
motriz se mantiene de manera muy óptima en los participantes que acuden de manera continuada a las sesiones de actividad física.
Palabra clave: Involución del equilibrio, Escala de Tinetti, Riesgo de caídas.

Abstract: The programs of Physical Activity of municipal entitlement promote the physical exercise in the elderly. In this paper a procedure is
contributed to value motor balance for the elderly by means of the standardized Tinetti scale that is used in geriatrics but not very common used in the
Sciences of the Physical Activity and the Sport. We think that the use of this scale enriches the instrumentation for the evaluation of motor balance.
The study has been applied to 90 participants that follow the municipal programs of physical activity for the elderly. The results obtained by means
of parametric and non-parametric tests to compare independent groups reveals that motor balance maintains its optimum level in this participants.
Key words: motor balance involution, Tinetti scale, risk of falls.

1. Introducción el equilibrio dinámico cuya función es la de reequilibrar el cuerpo cuando


el centro de gravedad se desplaza fuera de la base de sustentación
1.1. El envejecimiento corporal.
Envejecer no es proceso unicausal, sino una interacción de factores Desde los primeros meses de vida el proceso de bipedestación que
biológicos y socio-ambientales que implican aspectos genéticos y permite la habilidad locomotora de la marcha adquiere un papel principal
adquiridos a lo largo de los años (San Martín & Pastor, 1990). Envejecer y fundamental en la motricidad individual. En la infancia aprendemos a
es un proceso involutivo que aún a dos procesos diferenciados: el controlar que el centro de gravedad no sobrepase la base de sustentación
envejecimiento intrínseco que desencadena la disminución de la capacidad y cuando ello ocurre aprendemos también a reequilibrarlo. Una vez
vital y una disminución del ritmo cardíaco entre otros factores; y el automatizada la acción de la marcha, ésta se mantiene hasta la última
envejecimiento extrínseco desencadenado por factores externos etapa del ciclo vital de la persona que es cuando volvemos a tener
ambientales y socio-culturales. A pesar de que envejecer es un proceso dificultades para mantener el equilibrio (Roca, 2005).
filogenético (Da Fonseca, 1984), cada persona responde, a modo En efecto, los mecanismos musculares antigravitatorios son
ontogenético (Da Fonseca, 1988), de manera individual a la influencia de modificables en edades evolutivas en las que el sistema nervioso presenta
estos procesos. «El envejecimiento humano es fluido y cambiante; plasticidad para la mejora de estas capacidades. Así, se constata que
puede acelerarse, demorarse, detenerse un tiempo y hasta revertirse» chicos y chicas en edad de crecimiento tienen una especial disposición
(Chopra, 2010). para la búsqueda de situaciones que ponen en juego el equilibrio corporal
A medida que envejecemos nuestra corporalidad y motricidad se de diversos tipos: patinar, escalar, ir en bicicleta o en monopatín, practicar
debilita, debido no sólo al envejecimiento biológico sino también a una snowboard, surfing, etc. (Catañer & Camerino, 2006, p.117).
disminución de la actividad motora. El envejecimiento conlleva un declive Es prevalente en personas mayores la alteración del equilibrio motriz
del bagaje motor conformado por las habilidades y las capacidades debido a problemas de vértigos y problemas del sistema nervioso.
motrices (Castañer, et al., 2006 y 2012) dentro del cual involucionan de Profundizar en el análisis de la capacidad del equilibrio nos permitirá
manera relevante las capacidades perceptivas de la coordinación y del evaluar con mayor eficacia todas aquellas personas que tienen más
equilibrio, objeto de nuestro estudio. El proceso de envejecer es una de riesgos de sufrir alguna caída (Jensen, Lundin, Nyberg & Gusafson,
las causas principales que originan alteraciones de la marcha y, 2002; Nickens, 1985).
consustancialmente, de la capacidad motriz del equilibrio.
1.3. Los riesgos de caídas y trastornos de la marcha
1.2 El equilibrio motriz Los principales factores que influyen en las caídas de personas
El equilibrio motriz es intrínseco a todas aquellas actividades que mayores son la debilidad muscular, el déficit de la marcha y la pérdida
tienen como objetivo el mantenimiento de la estabilidad corporal, por lo del equilibrio (American Geriatrics Society, British Geriatrics Society &
tanto, lo podemos considerar como uno de los aspectos fundamentales American Academy of Orthopedic Sergeons, 2001). Por lo tanto, caerse
en la actividad física (Roca, 2005) y definirlo como «la capacidad de es debido a una situación multifactorial derivada de efectos intrínsecos
controlar el propio cuerpo en el espacio ante la intervención de factores y extrínsecos (Bucher, Szczerba & Curtin, 2007).
de desestabilización motriz» (Castañer & Camerino, 2006, p. 116). Su Estudios recientes sostienen que las personas de edad avanzada
complejidad permite distinguir entre el equilibrio reflejo, el equilibrio son más susceptibles a sufrir caídas. Un 10-25% de las caídas son
voluntario y el equilibrio automático que intervienen en mayor o menor atribuibles a la pérdida de equilibrio (Shumway-cook, Ganber, Baldwin
medida tanto en el equilibrio estático, responsable de mantener el juego & Liao, 1997). Las caídas constituyen uno de los principales problemas
entre el centro de gravedad y la base de sustentación corporal, como en de salud clínica y pública a raíz de las complicaciones de salud que se
derivan. Algunas investigaciones (Perrín, Gauchard, Perrot & Jeandel,
1990) han demostrado que la actividad física puede reducir el declive de
Fecha recepción: 12-07-12 - Fecha envío revisores: 17-07-12 - Fecha de aceptación: 08-10-12 funciones y la pérdida del equilibrio ayudando a reducir el riesgo de
Correspondencia: Marta Castañer caídas en población avanzada.
INEFC, Pda. de la Caparrella s/n
25192- Lleida (España) Los trastornos de la marcha son prevalentes en personas mayores.
E-mail: mcastaner@inefc.es Las actividades cotidianas se empiezan a limitar cuando se pierde la

- 48 - RETOS. Nuevas tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación Número 23, 2013 (1º semestre)
deambulación independiente, aumenta la morbilidad y son EQUILIBRIO Instrucciones: El paciente está sentado en una silla dura sin apoyar brazos. Se realizan
un factor que contribuye al ingreso en residencias geriátricas. las siguientes maniobras:

Al considerar los cambios del equilibrio y de la marcha que E1. Equilibrio sentado
Se inclina o se desliza en la silla…….…………………………………………………………………..0
ocurren en las personas mayores debemos diferenciar entre Se mantiene seguro………………………………………….…………………………………………..1
los cambios que se producen de forma fisiológica, derivados E2. Levantarse
Imposible sin ayuda……………………………………………………………………………………..0
de la propia edad de los cambios que aparecen en relación Capaz, pero usa los brazos para ayudarse……………………………………………………………….1
con las enfermedades asociadas a la edad avanzada. La Capaz de levantarse de un solo intento……………………………………………………………….…2
definición funcional de estos trastornos hace referencia a E3. Intentos para levantarse
Incapaz sin ayuda………………………………………………………..……………………................0
que la marcha se muestra como una habilidad motriz Capaz pero necesita mas de un intento………………………………………………………………….1
enlentecida, inestable y biomecánicamente comprometida. Capaz de levantarse de un solo intento………………………………………………………………….2
E4. Equilibrio en bipedestación inmediata (los primeros 5 segundos)
El balanceo anteroposterior del tronco se encuentra Inestable (se tambalea, mueve los pies), marcado balanceo del tronco………………………….….….0
aumentado en los ancianos, especialmente en aquellos que Estable pero usa el andador, bastón o se agarra u otro objeto para mantenerse………...………………1
sufren alguna caída. Existe correlación entre el balanceo Estable sin andador, bastón u otros soportes………………………………………………...…….........2
E5. Equilibrio en bipedestación
postural y el riesgo de caerse (Alexander, 1996). Lo cual Inestable……………………………………...…….…………………………………............................0
sugieren que el deterioro de los reflejos posturales parece Estable, pero con apoyo amplio (talones separados más de 10 cm) o usa bastón u otro soporte.............1
Apoyo estrecho sin soporte………………………………………….………………………………… 2
ser un importante factor en la alteración de la marcha y de E6. Empujar (el paciente en bipedestación con el tronco erecto y los pies tan juntos como sea posible).
los cambios de postura en la tercera edad. (Wolfson, El examinador empuja suavemente en el esternón del paciente con la palma de la mano, tres veces.
Whipple & Derby, 1992). Empieza a caerse……………………………………..………………………………………….……....0
Se tambalea, se agarra pero se mantiene………………………………………………………….……..1
Estable…………………………………………………………………………………...........................2
1.4. Objetivo E7. Ojos cerrados (en la posición 6)
Inestable…………………………………………………...………………………….............................0
La finalidad de nuestro estudio pretende profundizar Estable…………………………………………………….…………………………............................. 1
en la valoración del equilibrio motriz en personas de edad E8. Vuelta de 360 grados
E8.1. Pasos discontinuos………………………………………………...……………………………....0
avanzada utilizando de modo ad hoc la escala de Tinetti Continuos…..………………………………………………………………………………....................1
(Tinetti, et al., 1994). Con relación a esta finalidad hemos E8.2. Inestable (se tambalea, se agarra)…………………………………..………………………….….1
trabajado los siguientes objetivos: Estable…………………………………………………………………….…………………………......1
E9. Sentarse
·Evaluar el equilibrio motriz de las personas que acuden Inseguro, calcula mal la distancia, cae en la silla…………………………………………………….....0
a programas municipales de actividad física específicos Usa los brazos o el movimiento es brusco………………………………………...…………………….1
Seguro, movimiento suave………………………………………………………...…………………….2
para la tercera edad de la ciudad de Lleida. PUNTUACIÓN EQUILIBRIO: 16
·Aportar un instrumento de medición del equilibrio en Figura 1. Escala de Tinetti Adaptada (Tinetti et al.,1994).
la tercera edad de uso poco común en la actividad física.
tiene una puntación de 0 a 2 dependiendo de la dificultad que presente
2. Método el participante, siendo 0=dificultad, 1=capaz con ayuda y 2=
independiente. La máxima puntuación total es de 16 puntos por lo que
2.1. Participantes a mayor puntación menor es el riesgo de caída.
El estudio se ha llevado a cabo con una muestra de 90 participantes
de edades comprendidas entre 48 y 93 años (73.8±8.0). El número total 2.4. Análisis de los datos
de participantes evaluados fue de N= 90 (85 mujeres y 5 hombres), Los valores medios y desviaciones típicas fueron calculados para
todos ellos dieron su consentimiento para el registro de la escala. Dichos las variables puntuación de equilibrio y edad. La hipótesis de normalidad
participantes estaban inscritos de manera voluntaria a los programas de fue analizada mediante el test de Kolmogorov-Smirnov para el grupo
actividad física promocionados por entidades con servicios de atención Actividad Física 1 (n=44) y mediante el test de Shapiro-Wilk para los
social para personas mayores. Todos los participantes tenían un bagaje grupos Actividad Físicia 2 (n=20) y Tai-Xi (n=26). Por un lado, para
en actividad física en el sentido de que han estado acudiendo en los dos verificar las diferencias significativas en la puntuación del equilibrio de
últimos años de manera voluntaria a los programas de actividad física los distintos grupos estudiados, se utilizó las pruebas no paramétricas
municipales que ofrece el Ayuntamiento de Lleida. Según antecedentes de U-Mann Whitney y la ANOVA Kruscal-Wallis (prueba de
médicos ningún participante padecía ninguna enfermedad que pudiera especificidad Schefle). Por otro lado, para la edad, se utilizó la prueba
estar contraindicada para realizar ejercicio físico. paramétrica de T-test y la ANOVA de un factor para la comparación de
. dos y tres grupos, respectivamente. Los datos fueron analizados usando
2.2. Procedimiento el paquete estadístico SPSS (Version 18.0 para Windows, SPSS, Inc.,
Los datos fueron recogidos en las instalaciones de los distintos Chicago, IL). El nivel de significación fue de p<0.05.
centros sociales para la tercera edad del Ayuntamiento de Lleida y
siempre restringiendo nuestra acción investigadora a la observación en el 3. Resultados
contexto natural del desarrollo de las sesiones de actividad física.
Se observaron de modo continuado 65 sesiones a lo largo de tres Los valores promedios y desviación estándar de las variables edad
meses del año 2012. Ello permitió aplicar la escala de Tinetti de modo y puntuación del equilibrio para los tres grupos pueden observarse en la
ad hoc a los requerimientos de una investigación en contexto natural sin tabla 1.
intrusión, es decir que no se administró la escala a modo de test individual En primer lugar se compararon las edades de los distintos grupos
sino observando el tipo de acciones que incluye la escala en los diversos mediante un análisis de varianza ANOVA y el t-test para comparar dos
momentos en que, de modo natural, aparecían. grupos. Tal y como se esperaba no se evidenciaron diferencias
significativas en relación a la variable edad con lo que podemos decir que
2.3. Instrumento de observación los tres grupos son homogéneos (ver Figura 2).
Hemos utilizado la escala de Tinetti (ver Figura 1) como instrumento
Tabla 1. Características de los participantes.
de evaluación ya que dicha escala es muy común para evaluar el riesgo
AF1 AF2 TX Total
de caídas en personas mayores en el ámbito de la geriatría. Variables
(n=44) (n=20) (n=26) (n=90)
Dicha escala evalúa varios parámetros relacionados con el equilibrio Edad 75.3 ± 8.5 72.5 ± 8.34 74.9 ± 7.0 73.8 ± 8.0
atendiendo distintas posiciones corporales: sedente, intentando Puntuación de equilibrio 13.9 ± 2.5 15.7±1.4 12.9 ± 3.3 14.5±2.6
levantarse, de pie, con los ojos cerrados y con giro de 360º. Esta evaluación Nota. Los valores representan la media y desviación estándar (x ± DE).
AF1 = grupo Actividad Física 1; AF2 = grupo Actividad Física 2; TX = grupo Tai-Xi.

Número 23, 2013 (1º semestre) RETOS. Nuevas tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación - 49 -
Por el contrario, sí hallamos diferencias significativas entre los grupos su vez, el haber aplicado la escala de Tinetti, también hemos pretendido
de actividad física 2 y Tai xi , y no encontramos diferencias significativas sumar en el uso de instrumentos de evaluación al acercar conocimientos
entre los grupos AF1 y TX (ver Figura 3). de enfermería geriátrica al ámbito de la actividad física en la tercera edad.
Además, de las distintas categorías que constituyen el criterio del
equilibrio de la escala de Tinetti, encontramos que las categorías E7, 5. Agradecimientos
E8.1 y E8.2 han obtenido peor puntuación (ver Tabla 2). Nota de los autores; Agradecemos el soporte del Gobierno español
para el proyecto: Observación de la interacción en deporte y actividad
física: Avances técnicos y metodológicos en registros automatizados
cualitativos-cuantitativos (Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo
e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad) during the
period 2012-2015 [DEP2012-32124]. También agradecemos el soporte
del gobierno catalán por los proyectos: Grup de recerca i innovació en
dissenys (GRID). Tecnologia i aplicació multimedia i digital als dissenys
observacionals (Nº de concesión: 2009 SGR829) y Progames de motricitat
perceptiva i expressiva en bordelines i gent gran (AGAUR_INEFCP-
Figura 2. Distribución de la variable edad en los tres grupos
2012).
P < 0.001
P < 0.001
6. Referencias
American Geriatrics Society, British Geriatrics Society & American Academy of
orthopaedic Surgeons (2001). Guideline for the prevention of falls in older persons.
Journal of the American Geriatrics Society, 49(5), 664-972.
Anguera, M. T., Blanco, A., & Losada, J. L. (2001). Diseños observacionales, cuestión
clave en el proceso de la metodología observacional. Metodología de las Ciencias
del Comportamiento, 3(2), 135-160.
Figura 3. Distribución de la variable puntuaci ón de equilibrio en los tres grupos. Ballard, J. E., McFarland, C., Wallace, L. S., Holiday, D. B., & Roberson, G. (2004). The effect
of 15 weeks of exercise on balance, leg strength, and reduction in falls in 40 women
Tabla 2 Puntuación de las dimensiones del equilibrio. aged 65 to 89 years. Journal of the American Medical Women’s Association, 59(4),
N Mín Máx Media DE 255-261.
Equilibrio sentado (E1) 90 1 1 1,00 ,000 Berg, K., Wooddauphinee, S., & Williams, J. (1992). Measuring balance in the elderly -
Equilibrio levantarse (E2) 90 1 2 1,90 ,302
validation of an instrument. Canadian Journal of Public Health-Revue Canadienne
Intentos para levantarse (E3) 90 1 2 1,91 ,286
Equilibrio bipedestación inmediata(E4) 90 1 2 1,93 ,251 De Sante Publique, 83, S7-S11.
Equilibrio en bipedestación (E5) 90 1 2 1,93 ,251 Castañer, M., & Camerino, O. (2006). Manifestaciones básicas de la motricidad. Lleida:
Empujar (E6) 90 1 2 1,73 ,445 Publicaciones de la UdL-INEFC.
Empujar con los ojos cerrados (E7) 90 0 1 ,74 ,439 Castañer, M., Andueza, J., Sánchez-Algarra, P., & Anguera, M. T. (2012). Extending the
Vuelta 360º pasos (E 8_1) 90 0 1 ,76 ,432 analysis of motor skills in relation to performance and laterality. In O. Camerino; M.
Vuelta 360º estabilidad (E 8_2) 90 0 1 ,77 ,425 Castañer and M.T. Anguera, (Ed.). Mixed Methods Research in the Movement
Sedestación 90 1 2 1,86 ,354 Sciences: Cases in Sport, Physical Education and Dance. UK. Routledge.
Chang, J. T., Morton, S. C., Rubenstein, L. Z., Mojica, W. A., Maglione, M., Suttorp, M. J.,
et al. (2004). Interventions for the prevention of falls in older adults: Systematic
4. Discusión y conclusiones review and meta-analysis of randomised clinical trials. British Medical
Nuestra sociedad está en plena evolución y los temas que más Journal, 328(7441), 680-683.
preocupan van variando en relación con sus necesidades e intereses. La Chopra, D. (2010). Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo. Barcelona: ZETA.
Clark, S., & Rose, D. J. (2001). Evaluation of dynamic balance among community-dwelling
actividad física es uno de estos intereses crecientes y por tanto un tema older adult fallers: A generalizability study of the limits of stability test. Archives
que va adquiriendo relevancia ya que se busca calidad de vida cuando se of Physical Medicine and Rehabilitation, 82(4), 468-474.
llega a la tercera edad. Clark, S., Rose, D. J., & Fujimoto, K. (1997). Generalizability of the limits of stability test
Los resultados del presente estudio confirman que el equilibrio in the evaluation of dynamic balance among older adults. Archives of Physical
Medicine and Rehabilitation, 78(10), 1078-1084.
motriz se mantiene en las personas que acuden a los programas de Da Fonseca, V. (1984). Filogénesis de la motricidad. Madrid: García Núñez.
actividad física. Investigaciones de naturaleza correlacional han Da Fonseca, V. (1988). Ontogénesis de la motricidad. Madrid: García Núñez.
demostrado que las personas activas poseen mejor forma física y tienen Iverson, B., Gossman, M., Shaddeau, S., & Turner, M. (1990). Balance performance, force
production, and activity levels in noninstitutionalized men 60 to 90 years of age.
mejor función del equilibrio que las que no son activas (Iverson, Gossman, Physical Therapy, 70, 348-355.
Shaddeau & Turner, 1990; Perrin, Gauchard, Perrot & Jeandel, 1990). Jensen, J., Lundin, L., Nyberg, L., & Gustafson, Y. (2002). Fall and injury prevention in
En la actualidad muchos autores apoyan el valor potencial del ejercicio older people living in residential care facilities - A cluster randomized trial. Annals
como estrategia de prevención del deterioro del equilibrio y las caídas. of Internal Medicine, 136(10), 733-741.
Kenny, R. A. M., Rubenstein, L. Z., Tinetti, M. E., Brewer, K., Cameron, K. A., Capezuti, E.
No obstante la gran diversidad de programas existentes, se desconoce A., et al. (2011 ). Summary of the updated American Geriatrics Society / British
todavía el tipo de programa más efectivo (Tinetti, et al.,1994) Geriatrics Society clinical practice guideline for prevention of falls in older
En conclusiones aportadas por Province, Hadley, Hornbrook y persons. Journal of the American Geriatrics Society, 59(1), 148-157.
Nickens, H. (1985). Intrinsic-factors in falling among the elderly. Archives  of
Lipsitz (1995) en el que se indicó que el entrenamiento específico del InternalMedicine, 145(6), 1089-1093.
equilibrio parecía ser más eficaz en la reducción del riesgo de caídas, se Pedroso, R. V., De Melo, F. G., Santos-Galduroz, R. F., Riani, J. L., Gobbi, S., & Stella, F.
interpretó que el déficit de equilibrio podría ser la causa más directa del (2012). Balance, executive functions and falls in elderly with alzheimer’s disease
riesgo de caídas. Otros investigadores han señalado la acción beneficiosa (AD): A longitudinal study. Archives of Gerontology and Geriatrics, 54(2), 34
Perrin, P. P., Gauchard, G. C., Perrot, C., & Jeandel, C. (1999). Effects of physical and
del ejercicio sobre el conocimiento de las personas con una iniciación de sporting activities on balance control in elderly people. British Journal of Sports
Alzheimer (Pedroso, et al., 2002). Las personas mayores que Medicine, 33(2), 121-126.
participaron en el programa de actividad física mejoraron la función del Province, M. A., Hadley, E. C., Hornbrook, M. C., & Lipsitz, L. A. (1995). The effects of
exercise on falls in elderly patients: A preplanned meta-analysis of the FICSIT
equilibrio, mostrando efectos beneficiosos de la actividad física sobre la Trials. Journal- American Medical Association, 273(17), 1341-1347.
disminución de estas variables, aunque la frecuencia de caídas no San, M. H., & Pastor, V. (1990). Epidemiología de la vejez: ¿queì edad tendraì usted
representó una reducción significativa, si se observó una reducción de cuando cumpla 70 años? Madrid: McGraw-Hill.
las caídas en las personas que practicaban ejercicio físico (Pedroso, et al., Shumway,A., Gruber, W., Baldwin, M., & Liao, S. Q. (1997). The effect of multidimensional
exercises on balance, mobility, and fall risk in community-dwelling older
2012). adults. Physical  Therapy, 77(1), 46-57.
Los resultados obtenidos muestran el estado óptimo de la capacidad Tinetti M. E., Backer D. I., McAvay G., Claus E., Garrett P., Gottschalk M., Koch M. L., et
perceptivo-motriz del equilibrio en usuarios de programas municipales al. (1994). A Multifactorial intervention to reduce the risk of falling among elderly
people living in the community. The New England journal of Medicine, 331(13),
de actividad física para la tercera edad en la demarcación de Lleida y 821-827.
consideramos que se suman a los estudios que hemos señalado centrados Wolfson, L., Whipple, R., Derby, C. A., Amerman, P., Murphy, T., Tobin, J. N., & Nashner,
en programas de ejercicio físico que muestran efectos satisfactorios. A L. (1992). A dynamic posturography study of balance in healthy elderly.
Neurology, 42(11), 2069-2075.

- 50 - RETOS. Nuevas tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación Número 23, 2013 (1º semestre)
ORIGINALES

Estudio de prevalencia Adelina Carballo-Rodríguez1


Juan Gómez-Salgado2,*
y perfil de caídas en ancianos Inés Casado-Verdejo3
Beatriz Ordás4
institucionalizados Daniel Fernández5

1. Enfermera. Residencia Mixta de Armunia. Gerencia de Servicios Sociales de León.


Descriptive study and falls profile León. España.
2. Doctor en Enfermería, Facultad de Enfermería, Campus del Carmen, Huelva,
in institutionalized elderly España. Universidad Espíritu Santo, Guayaquil, Ecuador.
3. Enfermera. Facultad de Ciencias de la Salud. Campus de Ponferrada. Ponferrada.
León. España.
4. Enfermera. Complejo Asistencial Universitario de León. León. España.
5. Doctor en Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Campus de León. León. España.

*Autor para correspondencia.


Correo electrónico: juan.gomez@denf.uhu.es/jgsalgad@gmail.com (J. Gómez-Salgado).

Recibido el 27 de junio de 2017; aceptado el 16 de octubre de 2017

RESUMEN ABSTRACT
Objetivos: Las caídas son una de las principales causas de Aim: Falls are a major cause of morbidity and mortality
morbimortalidad en adultos mayores. El objetivo del estudio fue analizar in older adults. The aim of the study was to analyze the
la prevalencia de caídas en personas mayores institucionalizadas durante prevalence of falls in institutionalized elderly during 2014
el año 2014 y conocer las características de las caídas, los factores and to know the characteristics of falls, factors associated
asociados a ellas y sus consecuencias. Metodología: Se realizó un estudio with them and their consequences. Methodology: A cross-
descriptivo transversal. Los instrumentos de medida utilizados fueron sectional descriptive study. The measurement instruments used
el Cuestionario de Caídas de la OMS, el Mini-examen Cognoscitivo were the questionnaire Falls of WHO, the Mini-Mental State
de Lobo, el índice de Barthel, la escala de Norton y la escala de Tinetti. Examination, the Barthel index, the Norton scale and Tinetti
Las variables antropométricas fueron: edad, sexo, talla e índice de masa scale. Anthropometric variables were age, sex, height and body
corporal, y las variables clínico-funcionales: movilidad, dificultad en mass index, and the clinical and functional variables: mobility,
acciones, ayuda técnica a la deambulación, enfermedades, fármacos, difficulty in stocks, technical assistance with ambulation,
medicación, etc. Resultados: De los 100 residentes institucionalizados diseases, drugs, medication, etc. Results: 100 institutionalized
que conformaron la población, sufrieron caídas un 32%. La pérdida de residents who formed the population suffered falls by 32%. Loss
equilibrio fue la causa principal. Los factores asociados más indicativos of balance was the main cause. The most indicative associated
fueron las caídas previas, los trastornos de la marcha, el deterioro factors were previous falls, gait disorders, cognitive impairment,
cognitivo, la polifarmacia y la incontinencia urinaria. El 50% de las polypharmacy and urinary incontinence. Suffering cuts and
personas que se cayeron sufrió heridas y contusiones. Conclusiones: La bruises 50% of those who fell. Conclusions: The prevalence of
prevalencia de caídas en el sistema sociosanitario es elevada. Se encontró falls in the social services system is high. Association between
asociación entre los factores de riesgo asociados a las caídas y el riesgo de the risk factors associated with falls and the risk of pressure
padecer úlceras por presión según la escala de Norton. La planificación ulcers as Norton scale was found. Planning future studies with
de futuros estudios con seguimiento individualizado de los residentes individual monitoring of residents would know its evolution,
permitiría conocer su evolución, características y tipos. characteristics and types.

PALABRAS CLAVE: Caídas, ancianos, institucionalizados, prevalencia. KEYWORDS: Falls, elderly, institutionalized, prevalence.

INTRODUCCIÓN supera los 65 años. De las diez regiones más envejecidas de Europa, tres
corresponden a nuestro país: Zamora, Lugo y Orense2.
Uno de los problemas a nivel mundial es el envejecimiento de la pobla- En España hay 8.572.779 personas de más de 65 años, lo que su-
ción, ya que constituye tanto un logro como un desafío para la sosteni- pone un 18,4% de toda la población, cifra que se incrementará hasta
bilidad de los sistemas sociosanitarios de todos los países. En el perio- el 24,9% en el año 2029 y el 38,7% en el 2064 según las estimaciones
do de 2000 a 2050 se estima que se duplicará la población de más de realizadas. Castilla y León es la comunidad autónoma más envejecida
60 años, pasando del 11% al 22% (de 605 a 2000 millones)1. Europa con un 22,3% de la población. Más de 270.000 personas viven en resi-
es el continente más envejecido con un 18,2% de su población, la cual dencias de personas mayores y el 68,6% son mujeres3.

110 Gerokomos. 2018;29(3):110-116


ORIGINALES GEROKOMOS
Adelina Carballo-Rodríguez, Juan Gómez-Salgado, Inés Casado-Verdejo, Beatriz Ordás y Daniel Fernández
Estudio de prevalencia y perfil de caídas en ancianos institucionalizados

También se prevé que en el periodo 2000-2050 se multiplicará por Esta residencia es la única residencia de ancianos pública dentro del Área
cuatro el número de personas que no pueden valerse por sí mismas y que de Salud de León, con un área de influencia de 351.086 habitantes. En
necesitarán atención de larga duración, como servicios de enfermería en la primera planta se encuentran dos módulos asistidos, denominados
el domicilio y atención sanitaria comunitaria, residencial y hospitalaria4. A y B, con capacidad para 33 y 34 residentes, respectivamente, y en
Las caídas son una de las principales causas de morbimortalidad en la planta baja está situada la enfermería con 15 camas y el Servicio de
los adultos mayores, y se considera uno de los síndromes geriátricos más Estancias Diurnas con capacidad para 40 usuarios. En la segunda planta
importantes dentro de la población mayor y uno de los indicadores se encuentran las habitaciones para residentes válidos y la “Unidad de
más fiables a la hora de identificar al anciano frágil según González y Convivencia” con capacidad para 16 residentes. El espacio exterior está
cols.5, cuya prevalencia es diferente si hablamos de personas que viven conformado por dos jardines de amplia extensión con árboles ornamen-
en la comunidad o se encuentran institucionalizadas. tales y frutales, además de un cuidado césped.
Aproximadamente un 30% de las personas mayores de 65 años y un Dentro de los recursos humanos que posee la residencia se encuen-
50% de los mayores de 80 años que viven en la comunidad se caen al tra el Equipo Directivo, y en relación con los cuidados asistenciales,
menos una vez al año según González y cols.5, con una variabilidad en dispone de 2 médicas, 1 coordinadora de enfermería, 8 enfermeras,
nuestro país del 16,7% al 31,8% en los mayores de 65 años6-9. 43 auxiliares de enfermería, 1 fisioterapeuta, 1 terapeuta ocupacional y
Los ancianos institucionalizados presentan un incremento en el nú- 1 trabajadora social. Todos en turno de mañana a excepción de las enfer-
mero de caídas que se producen al año. La prevalencia de caídas oscila meras y auxiliares que tienen un turno rotatorio con noches.
entre un 39% y un 49% según la literatura especializada, y las caídas de La población total de residentes en el periodo de estudio fue de
repetición varían entre el 12,7% y un 35%10-13. 100 personas. La muestra de estudio estuvo formada por 32 personas
El síndrome poscaída afecta a más del 80% de las personas que han que presentaron al menos un episodio de caída y cumplieron con los
sufrido una caída, además de las lesiones físicas (heridas, contusiones y criterios de inclusión. Se utilizó la definición de caída formulada por
roturas de cadera, principalmente) lo que conlleva un inmenso gasto Tinetti, Speechley y Ginter en 198819 como “un evento sin intención
de recursos económicos, humanos y sociosanitarios a los que nuestra que lleva a una persona al reposo en el suelo o en otro nivel más bajo,
sociedad debe hacer frente, iniciándose el proceso de discapacidad en sin estar relacionado con un evento intrínseco importante (p. ej., acci-
el anciano14. dente cerebrovascular) o alguna fuerza extrínseca (p. ej., ser derribado
Conocer los factores de riesgo intrínsecos y ambientales que afectan por un coche)”. Se consideró que un residente sufría caídas de repetición
a las caídas es imprescindible para poder realizar una correcta interven- cuando se registraron dos o más caídas durante el periodo de estudio10.
ción preventiva. Los principales factores de riesgo identificados son: Se siguieron los criterios de calidad para los estudios sobre caídas en
trastornos del equilibrio y la marcha, debilidad muscular, polifarmacia, ancianos de Stalenhoef20.
antecedentes de caídas anteriores, además de edad avanzada, el sexo fe- Los criterios de inclusión fueron presentar una edad de 65 años o su-
menino, discapacidad visual, deterioro cognitivo, delírium en hospitales perior, estar institucionalizados en el centro con una antigüedad mínima
e incontinencia en residencias15. de 6 meses, haber firmado el documento de consentimiento informado
La oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y presentar al menos una caída dentro del centro residencial según los
en Europa acordó en su Comité Regional de 2012 “la estrategia y plan criterios de Tinetti y cols.19. Fueron excluidos del estudio aquellos re-
de acción sobre envejecimiento saludable en Europa 2012-2020” (Ho- sidentes con menos de 65 años de edad, no institucionalizados en el
rizonte 20-20), en cuya primera línea de acción se encuentra el “enveje- centro, con antigüedad inferior a 6 meses, aquellos que declinaron
cimiento saludable a lo largo de la vida” donde se priorizan las interven- el consentimiento informado por decisión propia y residentes que no
ciones de promoción de la actividad física y la prevención de caídas16. presentaron caídas ocurridas en el centro asistencial o las caídas fueron
Por ello, las diferentes comunidades autónomas y el propio Sistema asociadas a otros procesos clínicos como accidentes cerebrovasculares.
Nacional de la Salud dan prioridad a la prevención de caídas en las per- La pérdida de sujetos que se produjo en la muestra estuvo constituida
sonas de edad, realizando programas e incorporando este suceso en las por 3 residentes, 1 persona por estar mal cumplimentado el registro de
carteras de servicios correspondientes. La guía NICE sobre prevención caídas y las otras 2 personas por fallecimiento durante el periodo
de caídas y las sociedades británica y americana incluyen como prin- de estudio.
cipales componentes de intervención para la prevención de caídas, la Los instrumentos de medida y registro que se han utilizado fueron el
realización de ejercicio físico, la revisión de la medicación y los riesgos Mini-examen Cognoscitivo de Lobo (MEC-35)21, el Cuestionario de
del hogar17,18. Caídas de la OMS de 19894, el registro “Tinetti Balance Assessment
Por ello, el objetivo general del estudio fue analizar la prevalencia Tool” de Tinetti y cols.19, el índice de Barthel22 y la “escala de Norton
de caídas en ancianos institucionalizados en una residencia de personas de riesgo de úlceras por presión” (Norton)23; además del cuestionario
mayores de León (España) durante el año 2014, y como objetivos es- adaptado en el centro para el registro de caídas, que solo difiere del
pecíficos conocer las características de las caídas, los factores asociados a cuestionario de la OMS en la incorporación del ítem de “ayuda técnica”
ellas y las consecuencias inmediatas tras la caída. en la movilidad de los residentes.

Cuestionario de caídas de la OMS de 1989


METODOLOGÍA
Se optó por el Cuestionario sobre caídas de la OMS de 1989, ya que
Se ha realizado un estudio descriptivo transversal en la Residencia de es el cuestionario de referencia en la residencia donde se recogieron los
Personas Mayores de León, perteneciente a la Gerencia de Servicios So- datos. Permite conocer el perfil de la persona mayor que sufre caídas
ciales de la Junta de Castilla y León, con el fin de identificar y caracteri- y está dividido en los siguientes subgrupos: datos personales; análisis
zar las caídas ocurridas desde el 1 de enero al 31 de diciembre del 2014. funcional: 3 ítems; caída: 4 ítems; lugar de la caída: 9 ítems; actividad
El estudio se ha realizado en la Residencia de Personas Mayores de de la persona en el momento de la caída: 8 ítems, y el contacto con el
León, ubicada en León (España), con capacidad para 150 residentes. sistema sanitario: 3 ítems.

Gerokomos. 2018;29(3):110-116 111


ORIGINALES

Adelina Carballo-Rodríguez, Juan Gómez-Salgado, Inés Casado-Verdejo, Beatriz Ordás y Daniel Fernández
Estudio de prevalencia y perfil de caídas en ancianos institucionalizados

Índice de Barthel Para el análisis del IMC se siguieron los criterios de la Sociedad Es-
pañola para el Estudio de la Obesidad SEEDO24, y según Eliopoulos25
Para la evaluación de la autonomía de las actividades básicas de la vida se tuvieron en cuenta aquellos medicamentos que pueden provocar ma-
diaria (ABVD) se utilizó el índice de Barthel, que consta de 10 ítems reo, somnolencia, hipotensión ortostática e incontinencia, como son
tipo Likert, y en el que se puede obtener en cada uno de los ítems: 0, los antidepresivos, antihipertensivos, antipsicóticos, diuréticos, sedan-
5, 10 o 15 puntos. Aporta información tanto global como de cada una tes y tranquilizantes, y también de acuerdo con los criterios STOPP26,27.
de las actividades. Debe realizarse por un observador entrenado. Los Las enfermedades crónicas se agrupan según la clasificación de
resultados se interpretan de la siguiente forma: menos de 20 puntos, Eliopoulos25, destacando las enfermedades óseas (fracturas, artrosis,
dependencia total; 20-35 puntos, dependencia grave; 40-55 puntos, de- artritis, osteoporosis y gota), las enfermedades cardiovasculares (hiper-
pendencia moderada; más de 60 puntos, dependencia leve, y 100 pun- tensión arterial, insuficiencia cardiaca congestiva, embolia pulmonar,
tos, independiente. arteriopatía coronaria, hiperlipidemia, arritmias y vasculopatías pe-
riféricas), las enfermedades psíquicas (depresión, ansiedad, paranoia,
Escala de Tinetti hipocondría, demencias y Alzheimer), las enfermedades neurológicas
(Parkinson, accidente cerebrovascular y accidente isquémico transito-
Se trabajó con la escala de Tinetti para la evaluación de la marcha y el rio), además de los problemas de audición, de la vista y los relacio-
equilibrio. Esta escala se desarrolló para evaluar la movilidad y el equi- nados con los pies. Se considera polifarmacia al consumo de 5 o más
librio de las personas mayores y consta de dos dimensiones: equilibrio fármacos16.
y marcha. En relación con la marcha, el entrevistador camina detrás del
paciente y le solicita que responda a las preguntas relacionadas con la Análisis estadístico
deambulación. Para valorar el equilibrio, el entrevistador permanece de
pie junto al paciente, enfrente y a la derecha, vigilante de la situación. Toda la información quedó registrada en una base de datos creada con
La máxima puntuación para la marcha es 12 puntos y para el equilibrio el programa informático EpiInfo7, que se utilizó también para la rea-
16; la suma total de la escala es de 28 puntos. Se considera riesgo alto de lización del análisis estadístico con las pruebas de la χ2 y ANOVA. El
caídas: menos de 19 puntos; riesgo de caídas: de 19 a 23 puntos, y riesgo análisis bivariado, para las variables categóricas se realizó mediante la
bajo o leve: de 24 a 28 puntos. prueba de la χ2 y el T-test para las variables cuantitativas; en caso de
la normalidad de las varianzas, el test de Wilcoxon, y cuando no había
Mini-examen Cognoscitivo de Lobo (MEC-35) homogeneidad, el test no paramétrico de Kruskall-Wallis.

El cuestionario Mini-examen Cognoscitivo de Lobo, MEC-35, fue


la primera versión en castellano del Mini-Mental State Examination RESULTADOS
(MMSE), adaptada por Lobo y cols.21, que se utilizó para detectar y
evaluar la progresión del trastorno cognitivo asociado a enfermedades Características generales de los residentes
neurodegenerativas, como la de tipo Alzheimer. Sus 35 ítems exploran o
miden 5 áreas cognitivas: orientación, fijación, concentración y cálculo, Las características de los residentes que sufrieron al menos una caída
memoria y lenguaje. En pacientes geriátricos, el punto de corte se en- se encuentran descritos en la tabla 1. La edad media de los residentes
cuentra en 23-24 puntos de un total de 35 puntos. Si la puntuación es
igual o inferior, existe patología.
Tabla 1. Características generales de los residentes
Escala de Norton
Variable Media DT Mínimo Máximo
La valoración de riesgo de úlceras por presión (UPP) se realizó con la es-
cala de Norton, la cual valora 5 campos: estado general, estado mental, Total 87,9 6,8 75 103
actividad, movilidad e incontinencia, y cada uno puntúa de 1 a 4 pun- Edad Hombres 85,2 7,3 75 103
tos, con un total de 20 puntos. Con 12 o menos puntos existe muy
alto riesgo de escaras o úlceras en formación; de 13 a 14 puntos hay Mujeres 89,3 6,2 76 102
riesgo evidente de úlceras en posible formación, y de 15 a 20 puntos Total 152,3 0,1 134 186
hay riesgo débil de formación de úlceras.
Durante el periodo de estudio, el registro de caídas fue recogido Talla Hombres 161,5 0,1 147 186
por las enfermeras del centro, en el mismo momento que ocurría el Mujeres 147,6 0,1 134 163
suceso o en momentos posteriores, pero siempre dentro de su turno
de trabajo. Total 56,1 14,9 30,8 93
Previamente al comienzo del estudio se determinaron las variables Peso Hombres 64,6 13,1 46,3 93
a estudio. Como variables antropométricas se analizó la edad, el sexo,
el peso, la talla y el índice de masa corporal (IMC). Respecto a las Mujeres 51,8 14,1 30,8 89
variables clínicas-funcionales se incluyeron: movilidad, dificultad en
Total 24,1 5,1 15,8 35,9
acciones, ayuda técnica a la deambulación, enfermedades, fármacos,
medicación, polifarmacia, incontinencia urinaria y/o fecal, lugar y IMC Hombres 24,7 3,6 20,6 32,2
causa de la caída, forma de caerse, iluminación, suelo, momento del
día, calzado, consecuencias, objetos que favorecieron la caída, síndro- Mujeres 23,7 5,7 15,8 35,9
me poscaída y contacto con el sistema sanitario.
DT: desviación típica; IMC: índice de masa corporal.

112 Gerokomos. 2018;29(3):110-116


ORIGINALES GEROKOMOS
Adelina Carballo-Rodríguez, Juan Gómez-Salgado, Inés Casado-Verdejo, Beatriz Ordás y Daniel Fernández
Estudio de prevalencia y perfil de caídas en ancianos institucionalizados

Tabla 2. Relación de las caídas analizadas Tabla 3. Características clínico-funcionales de los residentes

Población N % N %
Población total 100 100 Encamados 4 12,5
Personas que sufrieron caídas 32 32 Características
Movilidad en residencia 17 53,1
funcionales
Sufrieron caídas: hombres 10 31,2
Realizan ABVD 11 34,4
Sufrieron caídas: mujeres 22 68,7
Sentarse/levantarse 13 40,6
Total caídas 76 100
Recoger objetos del suelo 10 31,3
Caída única 17 53,1
Problemas de visión 1 3,1
Caída repetición 15 46,9 Dificultad para
Problemas al caminar 1 3,1
Caída 6 meses anteriores 15 46,8
Limitación solo correr 6 18,8
Sentarse 1 3,1
con caídas fue de 87,9 años, tenían un promedio de altura de 152,3 cm
y un peso medio de 56,1 kg. Se encontraron diferencias estadísticas Sin ayuda 6 18,8
en relación con el peso y la talla entre hombres y mujeres. No hay
diferencias entre hombres y mujeres en relación con la edad y el Ayuda técnica para Bastón 10 31,2
IMC. deambulación
Andador 12 37,5
Descripción de las caídas Silla de ruedas 4 12,5
En la tabla 2 se presenta la descripción de las caídas analizadas. Du- Deterioro cognitivo 17 53,1
rante el periodo de estudio de las 100 personas institucionalizadas que MEC-35
conformaron la población, sufrieron caídas 32 residentes. Se registra- No deterioro cognitivo 15 46,9
ron 0,7 caídas por persona y año (2,4 por persona y año entre los que
Sin riesgo de caídas 1 3,1
se cayeron). Del total de residentes que sufrieron caídas, el 68,7% se
produjo entre las mujeres, el 53,1% presentaron un episodio único de Tinetti Riesgo de caídas 15 46,9
caídas y el 46,8% se había caído en los 6 meses anteriores al registro.
El 50% de los residentes presentaron caídas de repetición en el periodo Riesgo alto de caídas 16 50,0
de estudio.
Bajo peso 4 12,5
Características de los pacientes que sufrieron caídas Normopeso 19 59,4
En la tabla 3 se encuentran las características clínicas y funcionales IMC Sobrepeso I 4 12,5
de los residentes con episodios de caídas. La mayoría de los residentes
presentaron movilidad dentro de la residencia y autonomía para la Obeso I 2 6,3
realización de las ABVD. El 40,6% y el 31,3% tenía dificultad para Obeso II 3 9,3
sentarse-levantarse y recoger objetos del suelo, respectivamente. Solo
6 residentes no necesitaron ayuda técnica en la deambulación, frente Menos de 5 pastillas/día 2 6,1
a 26 de los residentes que necesitaban ayuda: 10 ayuda de bastón,
12 ayuda de andador y 4 necesitaban desplazarse en silla de ruedas. Medicación 5-9 pastillas/día 20 62,6
El 53,1% de los residentes mostraron deterioro cognitivo según el 10-14 pastillas/día 10 31,3
MEC-35. Según la escala de marcha y equilibrio de Tinetti28, el 50%
de los residentes presentaron riesgo alto de caídas, el 46,8% riesgo de Polifarmacia 5 o más medicamentos/día 30 93,75
caídas y solo el 3,1% no presentó riesgo.
El número medio de fármacos consumidos al día fue de 8-9 por Incontinencia Urinaria y/o fecal 15 46,8
residente (desviación típica [DT] = 2,4). El 93,7% de los mismos
Grave-total 7 21,2
consumían cinco o más fármacos diarios. Barthel
Las enfermedades más prevalentes en los residentes analizados Escaso-moderado 26 78,8
(tabla 4) fueron las enfermedades óseas con un 90,6%, las cardio-
vasculares con el 87,5% y las psíquicas con un 75,8%. El 46,8% Nulo-débil 15 46,8
de los residentes presentaron incontinencia urinaria y/o fecal. Los Norton
fármacos más utilizados fueron los antidepresivos con un 68,8% de Alto-muy alto 17 53,2
consumo, seguidos de los diuréticos con un 59,4% y los sedantes
ABVD: actividades básicas para la vida diaria; IMC: índice de masa corporal.
con un 37,5%.

Gerokomos. 2018;29(3):110-116 113


ORIGINALES

Adelina Carballo-Rodríguez, Juan Gómez-Salgado, Inés Casado-Verdejo, Beatriz Ordás y Daniel Fernández
Estudio de prevalencia y perfil de caídas en ancianos institucionalizados

Tabla 4. Enfermedades/fármacos en los ancianos institucionalizados con caídas Tabla 5. Particularidades de las caídas

N % N %

Enfermedades óseas 29 90,6 Dormitorio 35 46,1


Enfermedades Pasillo-vestíbulo 15 19,7
28 87,5
cardiovasculares
Baño 15 19,7
Enfermedades Enfermedades psíquicas 25 75,8
Lugar de las caídas Acceso al edificio 3 3,9
Enfermedades neurológicas 20 62,5
Sala-comedor 5 6,6
Problemas de audición 11 34,4
Jardines 2 2,7
Enfermedades visuales 15 46,9
Antidepresivos 22 68,8 Salón de actos 1 1,3

Antihipertensivos 9 28,1 Pérdida de equilibrio 38 50,0

Antipsicóticos 12 37,5 Resbalón 13 17,1


Fármacos Mareo 5 6,6
Diuréticos 19 59,4
Causa caídas Tropezón 5 6,6
Sedantes 12 37,5 Caída de silla 6 7,9
Tranquilizantes 1 3,1 Fallo en extremidades
6 7,9
inferiores
Caída de la cama 3 3,9
Mecanismo de las caídas Hacia delante 18 23,7
En la tabla 5 se analizan las 76 caídas registradas. Todas las caídas Hacia atrás 29 38,2
ocurrieron en la residencia tanto en el interior del centro como en
los jardines y acceso al edificio. El 36,1% de las caídas se produ- Forma caerse Hacia un lado 14 18,4
jeron en el dormitorio y el 19,7% en el pasillo y baño, respectiva- Sentado 6 7,9
mente.
La principal causa de las caídas fue la pérdida de equilibrio, que su- Sobre las manos 9 11,8
cedió en 38 casos, seguido de los resbalones en 13 casos. La forma más Óptima iluminación 70 92,1
habitual de caerse fue hacia atrás con 29 caídas y hacia delante con 18. Iluminación
El mobiliario y objetos ubicados dentro de la residencia no fueron Mala iluminación 6 7,9
agentes causales de las caídas en ninguno de los casos de la investigación, Liso 72 94,7
ya que existía una iluminación óptima en el 92,1% de las caídas, y el
94,7% de ellas se produjeron en suelo liso. Suelo Resbaladizo 1 1,3
El momento del día en que más caídas se registraron fue en el turno
Irregular 3 4,0
de mañana con 40 caídas, seguido del turno de tarde con 26 y el
turno de noche con 10. El calzado más habitual de los residentes en Mañana 40 52,6
el momento de las caídas fueron las zapatillas utilizadas en el 88,2%,
Momento del día Tarde 26 34,2
chanclas en un 5,3%, ir descalzo en el 3,9% y llevar zapatos en un 2,6%.
En relación con las consecuencias, el 48,7% de las caídas no tuvieron Noche 10 13,2
consecuencias, el 15,8% presentaron contusiones leves, el 31,6% heri-
das superficiales y el 3,9%, rotura de cadera. El 100% de los residentes Zapatillas 67 88,2
presentaron síndrome poscaída. Chanclas 4 5,3
A todos los residentes se les proporcionaron los cuidados necesarios, Calzado
desde valoración enfermera y ayuda a levantarse, hasta cuidados médicos Descalzo 3 3,9
y/o enfermeros dentro del centro residencial. Fue necesario el contacto Zapatos 2 2,6
sanitario fuera del centro e ingreso hospitalario en las tres fracturas de
cadera encontradas. Sin consecuencias 37 48,7
Contusión leve 12 15,8
Análisis bivariado Consecuencias
Herida superficial 24 31,6
En relación con las características generales de los residentes que su- Fractura cadera 3 3,9
frieron caídas no se encontraron diferencias entre las distintas variables
analizadas, con excepción del IMC, donde el valor entre aquellos resi- Síndrome poscaída Temor a volver a caer 32 100
dentes sin riesgo o riesgo débil de desarrollar UPP fue de 22,1 (DT = 4,8)

114 Gerokomos. 2018;29(3):110-116


ORIGINALES GEROKOMOS
Adelina Carballo-Rodríguez, Juan Gómez-Salgado, Inés Casado-Verdejo, Beatriz Ordás y Daniel Fernández
Estudio de prevalencia y perfil de caídas en ancianos institucionalizados

comparado con el 23,9 (DT = 4,9) que presentaron aquellos con riesgo La mayoría de los residentes (81,2%) utilizan ayudas técnicas para
alto o muy alto según la escala de Norton. la deambulación. Silva Gama y Gómez-Conesa13 relacionan el uso de
Al comparar los diferentes test que se aplican a los residentes que su- ayudas en la deambulación con un mayor número de caídas, y se puede
frieron caídas, se encontraron diferencias estadísticamente significativas considerar un indicador de fragilidad en el anciano, dato a tener en
al comparar la escala de Norton con el índice de Barthel, la escala de cuenta en el proceso de planificación de intervenciones preventivas al
Tinetti y la ayuda técnica en la deambulación. Aquellos residentes que respecto.
presentaron un riesgo bajo o débil de desarrollar UPP presentaron baja Los resultados del estudio indican que los residentes institucionaliza-
dependencia según el Barthel respecto a aquellos con dependencia alta o dos presentan un alto índice de caídas anteriores, pérdida de equilibrio
muy alta (p < 0,05). Mientras que aquellos con riesgo alto o muy alto de como causa principal, elevado índice de polifarmacia, deterioro cogni-
UPP mostraron un valor indicativo de riesgo alto de caídas en la escala tivo y una elevada prevalencia de enfermedades crónicas. Estos datos se
de Tinetti de 81,3% (p < 0,001) y dependencia en la ayuda técnica a la encuentran influidos por la edad avanzada de los residentes y coinciden
deambulación del 100% respecto a aquellos residentes independientes o con los presentados en varias revisiones6,30,31.
parcialmente dependientes (p < 0,001). La polifarmacia es considerada un factor de riesgo de caídas en la
Por último, se encontraron diferencias estadísticas entre aquellos re- población mayor. El estudio muestra unos niveles de polifarmacia del
sidentes diagnosticados de enfermedades óseas y la escala de Tinetti, de 93,7% y un consumo medio de fármacos de 8-9 por residente y día.
modo que aquellos con riesgo alto de caídas según Tinetti (93,8%) pa- Estos datos son similares a los hallados por Filomena y cols.26 y Jensen
decían mayor número de enfermedades óseas que aquellos que no las y cols.15. En los residentes analizados se ha observado una incontinen-
sufrían (6,3%) (p < 0,001). cia urinaria de un 46,8%. La incontinencia urinaria es considerada un
síndrome geriátrico cuya prevalencia se incrementa con la edad, afecta
al 60% de los ancianos hospitalizados y casi al 50% de los que viven en
DISCUSIÓN instituciones geriátricas, según Gómez32. Por ello, se recomienda incre-
mentar las intervenciones para mejorar o evitar la incontinencia urinaria
En relación con las variables antropométricas analizadas es preciso señalar en la población mayor institucionalizada.
que el promedio de edad de los residentes estudiados fue de 87,9 años, Los fármacos más consumidos entre los residentes con caídas fueron
una de las más altas según la literatura especializada estudiada, cuyos pro- los antidepresivos, diuréticos, sedantes y antipsicóticos. Este orden difie-
medios oscilaron entre 79,9 y 82,7 años10,11,13,29. La media del IMC fue re en el estudio de Varas-Fabra y cols.9 donde en primer lugar se sitúan
de 24,1 kg/m2, y la mayoría de los residentes se situó en la categoría de los antihipertensivos seguido de los antidepresivos y los ansiolíticos.
“normopeso”, un valor inferior al encontrado por Díaz y cols.10 y Pellicer Según Filomena y cols.26, los fármacos que más negativamente afectan
y cols.12, cuyos IMC fueron de 26,5 kg/m2 y 26,6 kg/m2, respectivamente, en los propensos a caerse son las benzodiacepinas, neurolépticos, anti-
en estudios con residentes institucionalizados. El análisis estadístico no histamínicos, vasodilatadores y opiáceos en tratamientos prolongados.
mostró diferencias estadísticas entre hombres y mujeres en relación con Las intervenciones enfermeras se deben incrementar y dirigir al manejo
la edad y el IMC. y control de estos fármacos con el fin de reducir los efectos asociados a
El porcentaje de personas mayores institucionalizadas que han presen- ellos y la prevalencia de caídas.
tado una caída en este estudio fue del 32%, algo inferior a las cifras en- Casi en el 50% de los sucesos no se producen consecuencias físicas
contradas en estudios previos, cuyos valores oscilaron entre un 39% y un inmediatas tras la caída, y lo más habitual son heridas y contusiones
49%10-13. Estas cifras inferiores pueden ser debidas a que en la residencia leves, resultado equiparable al de Silva Gama y Gómez-Conesa13. To-
donde se realiza el estudio ya se aplica un protocolo para la prevención dos los residentes presentaron síndrome poscaída y/o temor a volver
de las caídas. Aun así, la prevalencia es alta al compararla con las caídas a caerse, por lo que perdieron movilidad, restringieron las actividades
ocasionadas en ancianos de la comunidad, la cual oscila entre el 16,6% del que realizaban diariamente y en muchos casos no volvieron a recuperar
estudio de Saiz y cols.8 y el 26,3% en el realizado por Párraga y cols.7, y su estado físico anterior, lo que produjo o aumentó su discapacidad,
similar a la revisión de Ambrose y cols.6. además del incremento de recursos humanos y económicos necesarios
La mayoría de las caídas se produjeron en mujeres. De las 32 caídas para suplir estos déficits. Por ello, sería importante realizar actividades
registradas, 17 fueron únicas y 15 de repetición; estas últimas suponen un encaminadas a la promoción y educación para la salud referente a la
46,9%. Dicho valor es elevado al compararlo con otros estudios donde las seguridad del paciente.
prevalencias de caídas de repetición fueron del 12,7% y del 21,7%10,13. La escala de Norton para la valoración de las úlceras por presión eva-
El estudio de Marcon y cols.11 presentó una prevalencia del 56%, por lúa el estado general, el estado mental, la actividad, la movilidad y la
encima del estudio presentado. Este valor elevado registrado puede ser de- incontinencia. Según este estudio, la escala de Norton se ha relaciona-
bido a la casuística particular de una residente que en el periodo de estudio do estadísticamente con la escala de Barthel y con el índice de Tinetti,
tuvo 12 caídas de repetición, con un grado importante en el aumento de además del IMC y de la ayuda técnica a la deambulación. Aquellos
su discapacidad. Las particularidades propias de los residentes con caídas residentes que presentan un riesgo alto o muy alto de desarrollar UPP
de repetición deberían tenerse en cuenta para futuros estudios. tienen una elevada dependencia para las ABVD y un valor alto de ries-
La mayoría de las caídas se producen en el turno de mañana, en suelo go de caídas. Además, estos individuos necesitan ayuda técnica para
liso, con iluminación óptima y como calzado más utilizado las zapatillas. la deambulación en todos los casos, y presentan valores más altos de
La mayoría de las caídas tuvieron lugar en el dormitorio, pasillo y baño, y IMC. Dicha escala debe ser considerada de primera elección; de he-
la causa principal fue la pérdida de equilibrio. En las caídas no influyeron cho, forma parte del protocolo de ingreso en el centro, por lo que su
ni los objetos ni el mobiliario de la residencia según los resultados obteni- aplicación debería ser continuada además de ser referencia para el uso
dos. Por todo esto cabe pensar que dichas caídas pueden estar influencia- de otras herramientas en la detección de otros problemas en ancianos
das por factores intrínsecos, como los propios del envejecimiento o la plu- institucionalizados.
ripatología de los ancianos; no obstante, sería interesante para próximos Entre las limitaciones de esta investigación hay que considerar las
estudios poder comparar los resultados con un grupo control. propias de un estudio trasversal, como el posible sesgo de memoria en

Gerokomos. 2018;29(3):110-116 115


ORIGINALES

Adelina Carballo-Rodríguez, Juan Gómez-Salgado, Inés Casado-Verdejo, Beatriz Ordás y Daniel Fernández
Estudio de prevalencia y perfil de caídas en ancianos institucionalizados

las respuestas. Las caídas fueron analizadas in situ por una sola persona, La utilización de la escala de Norton podría permitir la predicción de
enfermera responsable del paciente, lo que podría introducir un sesgo caídas de los residentes, por lo que la determinación de la puntuación
de observador (aunque muy levemente por la propia naturaleza del fe- de riesgo de caída a partir de esta escala podría considerarse una línea de
nómeno observado). Por último, y solo en cierto modo, el hecho de que investigación de interés para la mejora de la seguridad del paciente.
la muestra pueda considerarse de conveniencia podría introducir ciertas La planificación de futuros estudios con seguimiento individualizado
dudas sobre la validez externa de los resultados. de los residentes permitirá conocer su evolución, características y tipos de
caídas, para disminuir la magnitud del problema reflejada en este estu-
dio y mejorar la seguridad y calidad de vida de las personas mayores que
CONCLUSIONES viven institucionalizadas.

La prevalencia de caídas en los ancianos institucionalizados fue del 32% Consideraciones éticas
en una población de 100 residentes, porcentaje inferior al obtenido en
estudios desarrollados en entornos similares. Aspectos éticos. En todo el estudio se han seguido las directivas nacio-
El perfil de los residentes que sufrieron caídas fue de personas de edad nales e internacionales (código deontológico, declaración de Helsin-
avanzada, en su mayoría mujeres, con varias enfermedades crónicas, con ki), y la ley española sobre confidencialidad de datos (Ley Orgánica
dificultad para sentarse y levantarse y con dispositivos de ayuda para la 15/1999 de 13 de diciembre de Protección de Datos de carácter per-
deambulación. La mitad de los residentes analizados se habían caído sonal [LOPD]).
antes.
Los factores asociados más importantes fueron las caídas previas, los Financiación y conflicto de intereses
trastornos de la marcha y el equilibrio, el deterioro cognitivo, la poli-
farmacia y la incontinencia urinaria. La planificación de intervenciones El estudio no precisó financiación, ya que se realizó sin ningún ánimo de
individualizadas resulta de vital trascendencia en este grupo poblacional. lucro y tampoco existió conflicto de intereses

BIBLIOGRAFÍA
1. OMS [Internet]. Ginebra: OMS; 2015 [consultado 20 de septiembre 11. Marcon F, Calahorrano C, Garreta R, Rizzo L. Aspectos relacionados alteraciones intelectuales en pacientes médicos. Actas Luso-Espa-
de 2017]. Disponible en: http://www.who.int/features/factfiles/ con caídas y equilibrio de los ancianos residentes en un centro so- ñolas de Neurología, Psiquiatría y Ciencias Afines. 1979:3;189-202.
ageing/ageing_facts/es/ ciosanitario. Rehabilitación. 2011;45(1):24-8. 22. Cid-Ruzafa J, Damián-Moreno J. Valoración de la discapa-
2. European Union [Internet]. Eurostat regional yearbook 2014: Po- 12. Pellicer B, Juárez R, Delgado D, Redondo LC, Martínez B, Ramón cidad física: el Índice de Barthel. Rev. Esp. Salud Pública.
pulation. Luxembourg: European Union; 2014 [consultado 20 de E. Caídas en ancianos válidos institucionalizados. Rol Enfermería. 1997:71(2);127-37.
septiembre de 2017]. Disponible en: http://ec.europa.eu/eurostat/ 2013;36(12):800-8. 23. Norton D. Norton revised risk scores. Nursing Times. 1987:83(41):6.
documents/3217494/5785629/KS-HA-14-001-EN.PDF 13. Silva ZA, Gómez-Conesa A. Magnitud del problema de caídas en 24. Gargallo Fernández M, Marset JB, Lesmes IB, Izquierdo JQ, Sala XF,
3. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Informe 2014. una red regional de residencias de ancianos españolas. Geriatría y Salas-Salvadó J. Resumen del consenso FESNAD-SEEDO: recomen-
Las personas mayores en España. Datos estadísticos estatales y por Gerontología. 2001;46(5):283-4. daciones nutricionales basadas en la evidencia para la prevención
Comunidades Autónomas. Madrid: Ministerio de Sanidad, Servicios 14. Abizanda P, Gómez J, Martín I, Baztán JJ. Detección y prevención de y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos. Endocrinol
Sociales e Igualdad, 2015. la fragilidad: una nueva perspectiva de prevención de la dependen- Nutr. 2012;59(7):429-37.
4. Vidan Astiz MT, Vellas B, Montemayor T. Cuestionario de la OMS cia en las personas mayores. Med Clin (Barc). 2010;135(15):713-9. 25. Eliopoulos C. Enfermería Gerontológica. 8.ª ed. Barcelona: Wolters
para el estudio de las caídas en el anciano. Rev Esp Geriatr Geron- 15. Jensen J, Nyberg L, Gustafson, Lundin-Olsson L. Fall and injury pre- Kluwer Health España; 2014.
tol. 1993;28:41-8. vention in residential care effects in residents with higher and lower 26. Filomena J, García M, Redondo FJ, Fernández MI. Prescripción
5. González A, Calvo JJ, Lekuona P, González JL, Marcellán T, Ruiz de levels of cognition. J Am Geriatr Soc. 2003;51(5):627-35. inadecuada en pacientes polimedicados mayores de 64 años en
Gordoa A, et al. El fenómeno de las caídas en residencias e ins- 16. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Documento atención primaria. Aten Primaria. 2015;47(1):38-47.
tituciones: revisión del Grupo de Trabajo de Osteoporosis, Caídas de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona 27. Gallagher P, Ryan C, Byrne S, Kennedy J, O´Mahony D. STOPP
y Fracturas de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. mayor. Estrategia de promoción de la salud y prevención en el SNS. (Screening Tool of Older Person´s Prescriptions) and STAR (Scree-
Geriatría y Gerontología. 2013;48(1);30-8. 1.ª ed. Madrid: Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad; ning Tool to Alert doctors to Right Treatment). Consensus validation.
6. Ambrose AF, Paul G, Hausdorff JM. Risk factors for falls among ol- 2014. Int J Clin Pharmacol Ther. 2008;43(2):72-83.
der adults: a review of the literature. Maturitas. 2013;75(1):51-61. 17. Summary of the Updated American Geriatrics Society/British Ge- 28. Tinetti ME, Williams TF, Mayewsky R. Fall risk index for elder-
7. Párraga I, Navarro B, Pretel FA, Denia JN, Elicegui RP, López-Torres riatrics Society clinical practice guideline for prevention of falls in ly patients based on number of chronic disabilities. Am J Med.
JL. Miedo a las caídas en las personas mayores no institucionaliza- older persons. J Am Geriatr Soc. 2011;59(1):148-57. 1986;80(3):429-34.
das. Gaceta Sanitaria. 2010;24(6):453-9. 18. Centre for Clinical Practice at NICE (UK) [Internet]. London: National 29. Neira M, Rodríguez-Mañas L. Caídas repetidas en el medio residen-
8. Saiz JR, Casado V, Santamarta N, González T. Prevalencia de caídas, Institute for Health and Care Excellence (UK); 2013. [consultado 20 cial. Geriatría y Gerontología. 2006;47(4):201-6.
consumo de fármacos, presencia de enfermedades y calidad de vida de septiembre de 2017]. Disponible en: https://www.nice.org.uk/ 30. Büchele G, Becker C, Cameron ID, König HH, Robinovitch S, Rapp
de las personas mayores que viven en la comunidad. Fisioterapia. guidance/cg161 K. Predictors of serious consequences of falls in residential aged
2014;36(4):153-9. 19. Tinetti ME, Speechley M, Ginter SF. Risk factors for falls among elder- care: analysis of more than 70,000 falls from residents of Bavarian
9. Varas-Fabra F, Castro E, Pérula LA, Fernández MJ, Ruiz R, Enciso I. ly persons living in the community. N Engl J Med. 1988;319:1701-7. nursing homes. J Am Med Dir Assoc. 2014;15(8):559-63.
Caídas en ancianos de la comunidad: prevalencia, consecuencias y 20. Stalenhoef PA, Crebolder H, Knottnerus JA, Van der Horst F. Inciden- 31. Deandrea S, Bravi F, Turati F, Lucenteforte E, La Vecchia C, Negri E.
factores asociados. Aten Primaria. 2006;38(8):450-5. ce, risk factors and consequences of falls among elderly subjects Risk factors for falls in older people in nursing homes and hospi-
10. Díaz GJ, Gil C, Andrade V, Alonso R, Álvarez S, Reinoso S. Facto- living in the community: A criteria-based analysis. Eur J Public Heal- tals. A systematic review and meta-analysis. Arch Gerontol Geriatr.
res asociados con la aparición de caídas en ancianos institu- th. 1997;7:328-34. 2013;56(3):407-15.
cionalizados: un estudio de cohortes. Geriatría y Gerontología. 21. Lobo A, Esquerra J, Gomez Burgada F, Sala JM, Seva, A. El Mi- 32. Gómez AE. Grandes síndromes geriátricos. Farmacia profesional.
2009;44(6):301-4. ni-Examen Cognoscitivo: un test sencillo y práctico para detectar 2005;19(6):70-4.

116 Gerokomos. 2018;29(3):110-116


ARTÍCULOS
VALORACIÓN DEL
SISTEMA
MUSCULOESQUELÉTICO
artículo de revisión/review article

Valoración cuantitativa para


la reincorporación ocupacional

Quantitative assessment for


the occupational reintegration

Vanessa Montoya-Leal¹, Vera Z. Pérez²

Resumen

El progreso de la bioingeniería ha permitido el desarrollo de herramientas tecnológicas para


cuantificar las variables asociadas al examen físico. En este artículo se presenta la descripción,
ventajas y limitaciones de tecnologías para la medición de fuerza, arcos de movimiento,
equilibrio y estabilidad, coordinación y marcha. Se proponen también alternativas para uso
de estas tecnologías como parte del proceso de valoración de pacientes complejos, ya sea
porque se sospeche simulación o porque presenten lesiones graves en las que se requiera
sugerir opciones en el proceso de rehabilitación o cierre de caso. En tales circunstancias se
identifican alternativas para un diagnóstico más completo que disminuyan la subjetividad
del terapeuta y con mayores posibilidades de monitoreo.
Palabras clave: valoración cuantitativa, tecnología innovadora, análisis biomecá-
nico, rehabilitación funcional, salud ocupacional.

Abstract

The progress of bioengineering has allowed the development of technological tools to quantify
Fecha de recepción: 11 de octubre de 2015
the variables associated to the physical assessment process. The description, advantages and
limitations of technologies to measure the strength, range of motion, balance and stability, Fecha de aceptación: 15 de enero de 2016
coordination and gait are shown. Some alternatives are proposed for using those technologies
as part of the appreciation process in complex patients, either for any suspicion of simulation
or because any serious injury can exist where some alternatives for rehabilitation process
are required. In such cases, must be identified some options for a more complete diagnosis,
decreasing the subjectivity of the therapist and with more monitoring possibilities.
Keywords: quantitative evaluation, Innovative technology, biomechanical analysis,
functional rehabilitation, occupational health.

1
Fisioterapeuta, estudiante de Maestría en Ingeniería. Investigadora Centro de Bioingeniería, Univer-
sidad Pontificia Bolivariana.
2
Docente, Facultad Ingeniería Electrónica. Investigadora Centro de Bioingeniería, Universidad Pon-
tificia Bolivariana.
Correspondencia: Julieth Vanessa Montoya Leal, Circular 1 n° 73-48. Tel: 4488388, ext. 12402. julieth. Vol. 32, N° 2, 2016
montoyal@upb.edu.com ISSN 0120-5552
ISSN digital 2145-9363

Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336 319


Vanessa Montoya Leal, Vera Z. Pérez

INTRODUCCIÓN (4), de forma objetiva la fuerza, la postura, el


rango articular y la antropometría, mediante
La rehabilitación tiene como objetivo recobrar estrategias visuales, manuales e instrumenta-
la funcionalidad de una persona respecto a les; y de forma funcional el comportamiento
las actividades de la vida diaria, laborales mediante la observación del paciente, sus
y sociales, mediante una serie de técnicas y afecciones y su conducta frente a las dificul-
procedimientos determinados según el tipo tades en el desempeño de funciones (5) ; por
de patología, la etapa en que se encuentre y tanto, se hace necesaria la implementación de
la etiología de la misma. herramientas que permitan cuantificar mejor
el estado funcional del paciente favoreciendo
Cuando se presenta un evento de enfermedad un análisis menos subjetivo.
o accidente laboral, el objetivo de la rehabi-
litación consiste en que el empleado logre A partir de la experiencia fisioterapéutica
la reincorporación ocupacional (1); proceso se han identificado diversas necesidades
regido por las normatividades establecidas en en el entorno, ya que se encuentran pocas
el Sistema de Gestión de Seguridad y Salud herramientas que permitan la medición
en el Trabajo (2) con el fin de garantizar un cuantitativa de variables asociadas a la re-
óptimo desempeño en la actividad laboral. incorporación ocupacional o dificultad en el
acceso a las mismas. De hecho, en el proceso
Según el manual de procedimientos para la de rehabilitación solo se hace, en general,
rehabilitación y reincorporación ocupacional registro cuantitativo de la antropometría y el
de los trabajadores en el Sistema General de rango articular a través de la cinta métrica y
Riesgos Profesionales, existen cuatro etapas en la goniometría, respectivamente. Estas herra-
el manejo de los casos, incluyendo rehabilita- mientas, sin embargo, no son frecuentemente
ción funcional y rehabilitación profesional (1). utilizadas y no permiten una medición con-
tinua durante toda la sesión de valoración.
En cuanto a la rehabilitación profesional, existen
herramientas con valor cuantitativo para la de- La información cuantitativa de estas variables
terminación del factor de riesgo de la actividad permitiría al personal del área de la salud
laboral, las cuales buscan facilitar la adaptación hacer una mejor identificación de la condición
del empleado a su puesto de trabajo de acuerdo funcional del paciente para objetivar el plan
con sus capacidades (3). Por el contrario, en de tratamiento y determinar los procedimien-
la rehabilitación funcional se busca optimizar tos que se deben seguir, o según el caso, una
las capacidades musculoesqueléticas para el identificación de los pacientes simuladores
desempeño de las actividades diarias y labo- para definir el cierre de caso y continuar con
rales; sin embargo, la valoración física actual el procedimiento ocupacional pertinente. En
es predominantemente cualitativa, debido a este orden de ideas, se hace necesario el reco-
que tiene como referencia diferentes variables nocimiento de tecnologías que permitan un
como signos y síntomas mediante la aplicación análisis cuantitativo de las variables asociadas
de test y maniobras establecidos a lo largo de a la rehabilitación funcional.
la historia.
Como consecuencia de la problemática
En estos test y maniobras se valora de forma planteada, este artículo muestra las diferen-
subjetiva el dolor, mediante una escala análoga tes variables que se tienen en cuenta en la

320 Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336


Valoración cuantitativa para la reincorporación ocupacional

valoración completa del paciente por parte VARIABLES DE LA VALORACIÓN


del fisioterapeuta, y se presenta para cada
una de ellas la manera convencional en que Para que el fisioterapeuta pueda hacer una
se realiza dicha valoración y las alternativas valoración completa debe tener en cuenta
tecnológicas disponibles en el estado del arte el grupo de variables que se presenta en la
en la búsqueda de una valoración cuantitativa. figura 1, donde se visualiza la manera en
En la sección 2 se presentan cada una de las que se hace la valoración de cada una de
variables y el listado de tecnologías identi- dichas variables en el entorno colombiano, lo
ficadas en el estado del arte con un análisis cual tiene mucha similitud con otros países
de las ventajas y las limitaciones dentro de latinoamericanos.
la práctica de fisioterapia. En la sección 3 se
presentan algunas marcas reconocidas de pro- En la primera fila se encuentra el nombre de
veedores y usuarios de tecnología y menciona cada una de las variables, en la segunda, las
algunas herramientas adicionales que mezclan técnicas tradicionales utilizadas para diag-
diferentes variables de interés. En la sección nosticar dichas variables de forma subjetiva
4 se hace una reflexión respecto al uso en el a través de consulta externa, y en la tercera,
medio de las tecnologías citadas, y la sección las técnicas tradicionales (bastante escasas)
5 se presentan las conclusiones. para diagnosticar cuantitativamente aspec-
tos relacionados con dichas variables.

Fuerza A r cos de E quilibr io y C oor di naci ón


m ovim iento estabilidada y m archa

– Ob s er v ac i ón – Observación – Te st ó culomanual
– O b se r va ci ó n
– T es t de D ani el s de respuest as – Te st ó culopédico
del m o vi m i e n to
m ot rices – Ob servación
ac t i vo y p a si vo

G i o n ó m e tr o C i n ta métrica
manual

Fuente: Propia de los autores

Figura 1. Técnicas tradicionales en valoración física a través de consulta externa

Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336 321


Vanessa Montoya Leal, Vera Z. Pérez

FUERZA determinar que el error resultante entre dos


músculos sanos es inferior al error resultante
Desde el punto de vista técnico, fuerza se entre un músculo sano y uno afectado (13).
refiere a la capacidad que posee un músculo
para generar contracción, permitiendo reali- Adicionalmente se puede realizar proce-
zar un movimiento, sostenerlo o frenarlo (6). samiento de la señal mediante la fatiga
En la práctica de fisioterapia tradicional, la muscular; ya que al realizar un esfuerzo con
fuerza se mide de forma cualitativa mediante un tipo de contracción y un tiempo determi-
observación de la musculatura, palpación y nado, la frecuencia y amplitud de la señal
aplicación de un Test de Fuerza (Daniels (7) deberán ser similares en cada repetición, lo
o escala de Kendall (8)). cual podría ayudar a identificar el paciente
simulador (14).
La fuerza es una variable que en algunos
casos intenta ser alterada por el paciente, Actualmente existe gran variedad de equipos
pretendiendo realizar menor fuerza de la que de electromiografía, desde los tradicionales
es capaz. En esos casos es de utilidad tener de múltiples canales con electrodos cableados
algunas alternativas de valoración cuantita- (15) hasta los más modernos inalámbricos,
tiva, como las siguientes: que permiten hacer adquisición de las seña-
les mientras se realiza un deporte o se hacen
a. Electromiografía: Puede utilizarse como movimientos bajo el agua (16,17).
método o estrategia para objetivar la medición
de la fuerza muscular gracias a que permite b. Galga extensiométrica: Consiste en un
la identificación de la activación de uno o dispositivo de medición que mide deforma-
varios grupos musculares (9). ción e indirectamente presión, carga, torque,
posición o fuerza. En el caso de la fuerza, la
La principal limitación de este método con- medición se hace por tensión o compresión,
siste en que para uso en fisioterapia la técnica variando la resistencia según el esfuerzo al
debe ser electromiografía de superficie, la que va ser sometido (18). Estos elementos
cual no permite obtener de forma directa la son utilizados como principio de acción de
fuerza ejercida por el grupo muscular evalua- sensores de fuerza, celdas de carga y otras
do; sin embargo, puede brindar información herramientas tecnológicas que permiten la
complementaria a través del procesamiento valoración cuantitativa de la variable fuerza
de señales (10,11) utilizando características y que pueden ser aplicadas a grupos mus-
de la señal mioeléctrica en el dominio del culares en pacientes. Un ejemplo de ellos
tiempo o de la frecuencia, usando diferentes es el sistema PowerLab de la empresa AD
algoritmos, como la transformada de Fourier Instruments (19), que utiliza como sensor
o la transformada de Wavelet (12). externo de medición una celda de carga para
presentar al usuario el dato de fuerza máxima
En otros estudios realizados para hacer com- al realizar el ejercicio de prensión.
paraciones de las señales se deben tomar
referencias individuales entre el miembro La galga extensiométrica específicamente
afectado y el sano, ya que al presentar las mis- tiene el inconveniente de la necesidad de
mas características morfofisiológicas se puede experticia para su montaje y manipulación,

322 Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336


Valoración cuantitativa para la reincorporación ocupacional

ya que requiere definir adecuadamente los velocidad de movimiento, comportamiento


puntos donde será ubicada, ser adherida con muscular en diferentes rangos de movilidad
resina o similar en la superficie de interés y articular y /o fatiga muscular por contracción
construir o adquirir un sistema de bioins- isométrica; de esta manera se podrá realizar
trumentación para transformar las micro un análisis de los resultados determinando
deformaciones en variables eléctricas que valores de normalidad o alteración según la
sean fácilmente medidas (18). Adicionalmen- variable (22).
te, el proceso de selección de la galga debe
ser riguroso y adaptado a la aplicación, y es Esta prueba se puede complementar con el
susceptible a las variaciones de temperatura, uso de electromiografía, ya que al realizar el
que deben ser compensados desde el circuito movimiento se puede observar el aumento
de bioinstrumentación. Existen, sin embargo, o disminución en la señal gráfica según el
múltiples sistemas que ya han resuelto estos número de unidades motoras reclutadas (14).
problemas de ingeniería y ofrecen alternati- Además, mediante el análisis de velocidad de
vas que puede ser usadas directamente por el movimiento se puede identificar si el sujeto
paciente con base en celdas de carga u otros intenta modificar la fuerza ejercida; debido
sistemas construidos, teniendo como elemen- a que cuando se realiza un movimiento, el
to principal las galgas extensiométricas (20). punto inicial de velocidad es igual a 0, va
aumentando hasta llegar a un valor máxi-
c. Dinamometría: Es una herramienta mo en la mitad del gesto y posteriormente
tecnológica que combina la informática y disminuye hasta alcanzar nuevamente 0 al
la robótica, con el objetivo de medir cuan- finalizar el movimiento; por tal razón, los
titativamente la capacidad muscular (21), datos almacenados deberían ser similares al
expresada en fuerza máxima, potencia o realizar diferentes repeticiones.
fatiga muscular. Puede ser utilizada como
máquina de entrenamiento de potencia mus- Esta herramienta puede ser de gran ayuda
cular o como herramienta para la valoración a la hora de determinar la capacidad física
física del componente muscular e incluso del paciente cuando lleva mucho tiempo de
articular (22). Cuando el sistema se ajusta incapacidad o se sospeche de una simula-
a la biomecánica del paciente, modificando ción. Sin embargo, la principal desventaja
la resistencia según la fuerza aplicada para de los dinamómetros comerciales existentes
mantener una velocidad constante, se deno- consiste en que solo permiten hacer evalua-
mina “sistema pasivo”; por el contrario, se ción sobre una articulación y en un plano
denomina “sistema activo” cuando la fuerza de movimiento determinado; además, el
es aplicada sobre el paciente (21). diseño de fabricación hace que sea difícil
realizar valoraciones del tronco; así mismo,
La evaluación se debe realizar de forma por tratarse de un equipo robusto, sus costos
comparativa, y consiste en la ejecución de son elevados (21,23), por lo que su uso no es
varias repeticiones de movimiento, estable- tan frecuente, aunque en la actualidad se han
ciendo metodología y criterio de estudio desarrollado avances en este producto que
entre una o varias variables, como la relación permiten acceder a equipos más económicos
entre músculo sano/afectado, contracción y mejores diseños que facilitan el manejo
concéntrica/excéntrica, fuerza máxima/ para los diferentes ejes de movimiento (24).

Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336 323


Vanessa Montoya Leal, Vera Z. Pérez

De igual manera, se han desarrollado he- utilizar herramientas tecnológicas que permi-
rramientas hidráulicas y portátiles para la tan almacenar datos exactos de los ángulos
valoración de mano y espalda (25), lo cual obtenidos en cada repetición de movimiento
puede permitir un mejor acceso respecto al indicado, de tal forma que los movimientos
uso del dispositivo, pero al ser una herramien- del paciente puedan ser más naturales.
ta análoga, no permitiría realizar un análisis
tan detallado de los resultados. Algunas herramientas tecnológicas más
modernas, de acuerdo con los inconve-
ARCOS DE MOVIMIENTO nientes visualizados anteriormente, son el
goniómetro electrónico y el inclinómetro
Los arcos de movimiento hacen referencia a la doble electrónico, como una variación de
totalidad de movilidad que presenta cada la goniometría analógica, con los que por
articulación en cada plano anatómico dentro medio de la implementación de sensores
de los límites que proporcionan las estructu- cinemáticos y digitales se valora el rango de
ras articulares (5). movimiento articular en diferentes planos
de movimiento (2, 28).
La evaluación de esta variable se realiza me-
diante la observación del movimiento activo Actualmente existe gran variedad de gonióme-
y pasivo, por medición del ángulo articular tros electrónicos, digitales (29) y herramientas
utilizando diferentes elementos: de fácil acceso a través de aplicaciones móviles
que permiten la medición del rango articular
a. Goniómetro y cinta métrica: Estas herra- a muy bajo costo (30). Si estas herramientas
mientas corresponden a la forma tradicional se pueden complementar con el uso de un
y manual de medir directa o indirectamente software, podrían generar el almacenamiento
el ángulo de movimiento articular. de datos para una posterior comparación con
el ángulo de movimiento, lo cual actualmente
La forma indirecta se hace a través del test de es una limitación para la mayoría de los go-
flexibilidad y de la medición de longitud con la niómetros que se utilizan en el medio.
cinta métrica; en este caso, la longitud medida
no es realmente la variable de movimiento an- Cuando la valoración se realiza con sensores
gular y la técnica no permite aislar el análisis de directamente sobre los segmentos, existe la
un solo segmento. La forma directa más común posibilidad de valorar el rango articular en
se hace a través del goniómetro manual, que diferentes movimientos simultáneamente al
aunque da una medida del ángulo articular, adherir un electrodo sobre la zona articular
por ser un elemento analógico incluye errores y el otro en el segmento continuo (31), lo
de paralaje, y adicionalmente tiene el inconve- cual facilita el continuo monitoreo durante
niente de no permitir un monitoreo constante la valoración y evita la interferencia en la
de dicho ángulo (26). medida que se puede presentar al utilizar
un goniómetro análogo.
Por otra parte, en algunas ocasiones se ha
identificado la falta de colaboración del pa- b. Fotograma y Videograma: Consisten en un
ciente, realizando resistencias que no permiten sistema de cámaras infrarrojas que detectan
completar el rango articular que puede llegar los puntos anatómicos que se van a evaluar
a alcanzar; por esta razón es de gran ventaja por medio de la marcación de los segmentos

324 Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336


Valoración cuantitativa para la reincorporación ocupacional

óseos con marcadores reflectivos en la piel Esta tecnología se aplica principalmente en


del paciente, lo cual permite el análisis bio- programas de rehabilitación, con el fin de
mecánico del movimiento. involucrar al paciente de una forma más
dinámica y entretenida, y mejora aspectos
Esta técnica acompañada de reconstrucción como la motivación, memoria y capacida-
3D demostró muy buenos resultados en el des físicas (34), por lo tanto, podría ser una
análisis de mano, y logró obtener los ángulos herramienta útil para la valoración del movi-
rotacionales entre los segmentos con mínimo miento articular, especialmente en pacientes
error en la ejecución (32). que intentan simular y demostrar un rango
articular inferior; debido a que al envolverse
Es importante resaltar que la funcionalidad de en el juego podrá realizar movimientos de
este sistema es muy completa, ya que, como manera menos consciente, lo cual brinda la
se mencionó, permite un análisis confiable de posibilidad de obtener datos cuantitativos
todos los segmentos corporales, incluyendo de los gestos realizados.
segmentos más pequeños como son los de la
mano, ya que actualmente se cuenta con poca Se han adaptado incluso algunos sistemas y
tecnología que logre analizar detalladamente plataformas de videojuegos para aplicación
dichos segmentos. en juegos serios; entre ellos se encuentra el
Sensor Kinect, que permite la conexión entre
Además, existe gran variedad de softwares en la consola y el software, almacenando datos
el mercado que permiten editar la imagen o para una posterior comparación (35).
grabación de video, haciendo énfasis en un
gesto o movimiento deseado para posterior- Igualmente se puede destacar que a pesar
mente hacer un análisis del rango articular; de los grandes avances tecnológicos de la
entre ellos se encuentra Kinovea, y gracias a actualidad, en el área de la salud aún existen
que está diseñado como una herramienta edu- grandes deficiencias en cuanto al tema (34),
cativa, es de fácil acceso al ser una aplicación lo cual hace pertinente la investigación y el
gratuita. Al ingresar a un sitio web específico se desarrollo de equipos relacionados con vi-
puede descargar desde cualquier ordenador; deojuegos para la implementación en salud.
sin embargo, este software es un poco limitado
funcionalmente, ya que solo admite el análisis EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD
de movimientos en un solo plano (33).
El equilibrio se puede definir como la relación
Por otro lado, existe la posibilidad de com- de la postura respecto a las fuerzas internas
plementar este sistema con otros dispositivos o externas que actúan sobre el cuerpo, y la
tecnológicos de acuerdo con los objetivos estabilidad hace referencia a la capacidad de
planteados con el fin de mejorar la calidad del mantener el cuerpo en equilibrio, ya sea de
análisis o ampliar el estudio de las variables. forma estática, reactiva o dinámica (36).

c. Juegos serios: Consisten en la aplicación de Habitualmente, en fisioterapia el equilibrio


videojuegos elaborados con fines específicos; se evalúa por medio de la observación de
uno de estos ha sido implementar sensores de las respuestas motrices ante los cambios de
movimiento para la utilización de los mismos posiciones, aplicaciones de estímulos o inte-
en el área de fisioterapia. racción con superficies que generen inestabi-

Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336 325


Vanessa Montoya Leal, Vera Z. Pérez

lidad y diferenciación al realizar la actividad Existen múltiples empresas desarrolladoras


propuesta con los ojos abiertos y cerrados. de este tipo de plataformas que en muchos
casos ofrecen un sistema completo (hardware,
Otras variables por evaluar en la estabilidad software, instalación), con costos que pueden
son las compensaciones y alteraciones biome- parecer altos pero que brindan información
cánicas, observando la inestabilidad pélvica cuantitativa que no podría obtenerse de la
en los diferentes planos, la descoordinación forma tradicional.
lumbo-pélvica, alteraciones del centro de gra-
vedad, alteración del ritmo escapulohumeral, Algunos profesionales del área consideran
patrones torsionales, de flexión o extensión el aspecto económico uno de los principales
en los diferentes segmentos, y las alteraciones inconvenientes al intentar adoptar este tipo
en el apoyo plantar (36, 37). de tecnología.

En la actualidad se han venido desarrollando b. Baropodometría: Consiste en un sistema


tecnologías que facilitan la valoración de estas de evaluación del pie que permite determi-
variables físicas con el fin de proporcionar nar las alteraciones que se pueden presentar,
al evaluador datos más exactos que desde por medio del centro de presión plantar, el
el punto de vista del profesional podrían porcentaje de carga transmitida, el contorno
ser imperceptibles o difícilmente medibles. del pie, el ángulo de la bóveda plantar, las
Algunas herramientas cuantitativas para presiones plantares diferenciadas mediante
equilibrio y estabilidad son: colores, el punto de máxima presión y los
mapas de presiones (42, 43).
a. Plataformas: Son dispositivos tecnológicos
que tienen como principio de funcionamien- Estudios han demostrado que por medio
to sensores de fuerza y presión unidos a un de esta tecnología se puede cuantificar la
software que permiten la valoración postural valoración del paciente, lo cual permite un
y de equilibrio en sus diferentes variables mejor diagnóstico y dirección del plan de
(38, 39). Se clasifican como plataformas de rehabilitación. Lamentablemente, en algunos
estabilometría y dinamometría; ambas pla- casos no ha sido muy implementado debido
taformas evalúan las fuerzas de contacto, el a altos costos del equipo; sin embargo, en la
desplazamiento del centro de presiones y la actualidad se han desarrollado diferentes
capacidad de marcha y equilibrio. Se puede herramientas que permitan cuantificar datos
realizar de forma estática y dinámica, apli- en posiciones estáticas y dinámicas, como
cando diferentes estímulos, como cambios plataformas y plantillas (electrónicas y di-
de apoyo, estímulos visuales, complejidad gitales) (28, 42, 43) y que presentan mayor
en los movimientos y cambios en las super- variabilidad económica.
ficies (2, 40).
COORDINACIÓN Y MARCHA
Adicionalmente, estas plataformas se pueden
complementar con el uso de herramientas La coordinación hace referencia a la orden
tecnológicas como la fotovideogametría, estructural entre el sistema nervioso central
inclinometría, galgas extensiométricas y (SNC) y el sistema musculoesquelético para
electromiografía, que brindan una valoración realizar un movimiento óptimo; también es
más integral (41). definido como “armonización de todas las

326 Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336


Valoración cuantitativa para la reincorporación ocupacional

fuerzas externas e internas teniendo en cuenta Para este análisis biomecánico se pueden com-
todos los ejes de movimiento del aparato binar diferentes herramientas tecnológicas
motor para resolver adecuadamente una para brindar una valoración más completa;
tarea motora propuesta” (44). siendo principalmente utilizadas nuevamen-
te las plataformas bien sea de estabilometría
En la valoración fisioterapéutica conven- o dinamometría, junto con un sistema de
cional se determina si la coordinación se videograma (41).
encuentra conservada o alterada mediante
test que permite apreciar la coordinación Otras investigaciones sugieren además la
óculo-manual, óculo-pédica y la agilidad en implementación de un sistema de baropo-
los movimientos (45). En este caso también dometría digital, que permite el análisis del
sería útil la aplicación de las plataformas de comportamiento de las estructuras del pie
videojuegos que permitan la cuantificación de durante la fase de balanceo, electromiografía
los parámetros por evaluar en la coordinación. para analizar el comportamiento muscular,
inclinometría para evaluar la biomecánica
La marcha es un ciclo que genera locomoción de la columna vertebral al realizar diferentes
en el ser humano; está compuesta por fases de movimientos o posiciones y galgas extensio-
apoyo, de balanceo y de despegue; además métricas para medir las fuerzas de presiones
involucra diferentes estructuras articulares, (18,27,41,47).
musculares y tendinosas que se encargan de
brindar estabilidad, coordinación y absorción ELEMENTOS COMPLEMENTARIOS
para generar una mecánica óptima. PARA EL ANÁLISIS BIOMECÁNICO

La valoración fisioterapéutica tradicional se Las herramientas tecnológicas mencionadas


realiza mediante la observación para deter- son de gran utilidad para el profesional que
minar si la marcha es normal, patológica o se desee incorporar en su práctica clínica el
encuentra alterada; al igual que la medición complemento entre medición cualitativa y
con cinta métrica de miembros inferiores cuantitativa. La tabla 1 presenta algunas de
para determinar la simetría o asimetría que las principales marcas proveedoras o usua-
presenta y su influencia en el desarrollo de rias de este tipo de herramientas para cada
la marcha (41, 46). una de las variables analizadas en la sección
2; sin embargo, existen varios desarrollos
La valoración tradicional de la marcha po- adicionales que pueden ser de interés para
dría no ser tan específica al tratarse de datos el profesional en el área de la fisioterapia,
cualitativos que pueden ser percibidos de rehabilitación o valoración funcional, puesto
forma diferente de acuerdo con la experti- que de forma simultánea miden diferentes
cia del profesional y de la colaboración del variables.
paciente, ya que la marcha puede ser modi-
ficada pretendiendo mostrar dificultades al
realizarla. Por esta razón se estima de gran
utilidad el uso de herramientas tecnológicas
que permitan acceder a datos confiables y
cuantificables en su valoración.

Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336 327


Vanessa Montoya Leal, Vera Z. Pérez

Tabla1. Marcas proveedoras de las herramien- A continuación se presentan algunos dispo-


tas en cada variable (15,16,19,20,25,33,35,48-62) sitivos o elementos que pueden servir como
complemento para las tecnologías anterior-
Empresa/Marca mente mencionadas y son agrupados de
Variable Equipo
comercial
acuerdo con las herramientas tecnológicas
Biomec que utilicen para su funcionamiento, desde
Electromiógrafo Akonic S.A. los sistemas que usan instrumentación y pro-
BTS FREEEMG 300
cesamiento de imágenes (que se aprecian en
AD instruments
la figura 2) los que utilizan instrumentación
Galgas WIM-Systems
extensiométricas Direct Industry y procesamiento de bioseñales, (que se ob-
Fuerza
y celdas de carga HBM servan en la figura 3) hasta los que tienen un
Vishay enfoque biomecatrónico en su concepción y
Humac Norm que son usados en procesos de rehabilitación,
Easytech
Dinamómetros tales como exoesqueletos o trajes adaptables
Fisiomédica
Ned/IBV V.E.P al cuerpo humano (49, 63).
Biomec
Goniómetros e
Google play POSIBILIDADES PARA LA MEDICIÓN
inclinómetros
Ned/IBV M.C.V.
DE VARIABLES CUANTITATIVAS
Arcos de Kinovea
Fotograma y
movimiento Vicon
Videograma A partir del análisis de las tecnologías exis-
PhaseSpace Motion
sensor Kinect tentes y de las posibilidades de integrarlas
Juegos serios
Wiimote al proceso de valoración en pacientes se
Plataformas de proponen varias alternativas. Es de anotar
Medicapteurs
Estabilometría que ninguna de estas iniciativas contempla
Dinascan/IBV
Dinamometría
Equilibrio y reemplazar la labor del fisioterapeuta ni del
estabilidad Freemed personal de salud ocupacional; se trata, por
FreeStep
Baropodómetro el contrario, de mantener la evaluación cuali-
Podoscan 2D
Biofoot IIBV 2001. tativa, pero potencializar las habilidades del
BTS GAITLAB profesional, lo cual permite una valoración
Coordinación y Algunos BTS G-WALK más precisa y un mejor seguimiento a los
marcha sistemas BTS SPORTLAB procesos de rehabilitación.
Ned/IBV C.M.S
Fuente: Datos tabulados por los autores.
La figura 4 presenta el diagrama de flujo de
la propuesta de inclusión de medición de va-
riables de forma cuantitativa en el proceso de
valoración física, incluyendo las tecnologías
asociadas a cada variable del examen físico.

328 Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336


Valoración cuantitativa para la reincorporación ocupacional

,QVWUXPHQWDFLÖQ\
SURFHVDPLHQWR
GHLPÄJHQHV

3RUPHGLRGH

0DJQHWRVFRSLR 5HVRQDQFLD 7HUPRJUDIÐD


0DJQÌWLFD LQIUDUURMD
)OXRURVFRSLR\
5DGLJUDIÐD
0HGLFLÖQQR
'LJLWDOL]DFLÖQ\ LQYDVLYDGHOD
VLPXODFLÖQ WHPSHUDWXUD
WULGLPHQVLRQDO 'HWHUPLQDFRQ FRUSRUDOH[SUHVDGD
SUHFLVLÖQOD HQFRORUHV
VHÔDOL]DFLÖQGHORV
SXQWRVDQDWÖPLFRV
DHYDOXDU 6HJÝQODV
FDUDVWHUÐVWLFDV
PXVFXORHVTXÌOHWLFD
\VXVSRVLEOHV
DOWHUDFLRQHV
Fuente: Propia de los autores

Figura 2. Instrumentación y procesamiento de imágenes (41, 47, 64, 65)

,QVWUXPHQWDFLÖQ\
SURFHVDPLHQWR
GHELRVHÔDOHV

3RUPHGLRGH

8OWUDVRQLGR ,08

$QDOL]DOD ,QWHJUDVHQVRUHV
YHORFLGDGGH
PRYLPLHQWR
$FHOHUÖPHWUR *LURVFRSLR

7HFQRORJÐDGH
DFFHVRPÄV 0LGHOD 0LGHOD
HFRQÖPLFR YHORFLGDG YHORFLGDG
OLQHDO DQJXODUGH
URWDFLÖQ
Fuente: Propia de los autores

Figura 3. Instrumentación y procesamiento de bioseñales (47, 66)


Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336 329
Vanessa Montoya Leal, Vera Z. Pérez

Fuente: Propia de los autores

Figura 4. Tecnologías asociadas a la valoración física

Cabe anotar que para la selección de los equi- de fuerza muscular se propone utilizar dina-
pos se debe tener presente el tipo de patolo- mometría y galgas extensiométricas imple-
gía que presenta el paciente, los segmentos mentadas en una celda de carga que permita
asociados que se desean evaluar, bien sea en determinar la fuerza ejercida por el paciente,
miembros superiores, miembros inferiores o teniendo en cuenta que de acuerdo con los
vertebrales; los movimientos y los planos en grupos musculares involucrados se diseña el
que se realizan las pruebas y finalmente los protocolo con los ejercicios. Adicionalmente
datos que se quiere obtener. se utiliza electromiografía de superficie para
caracterizar o clasificar el comportamiento
Como caso práctico se presenta una propuesta muscular respecto a la fuerza. Si para la prue-
de evaluación para patologías relacionadas ba es necesario realizar algún movimiento
con enfermedades laborales de miembro o gesto específico, es importante llevar un
superior, tales como síndrome de manguito registro del rango de movimiento articular
rotador, epicondilitis, túnel del carpo, entre durante la ejecución de la prueba; y para ello
otras. En este caso se utilizan las herramien- es posible implementar un electrogoniómetro
tas tecnológicas para evaluación de fuerza y o la videogrametría, de tal forma que sea po-
arco de movimiento porque son las variables sible correlacionar la evaluación de la fuerza
directamente afectadas con las enfermedades y el arco de movimiento.
mencionadas y, por tanto, las que presentan
distorsiones en el momento de realizar valo- Para el caso de valoraciones en patologías
raciones y monitoreos. Para la cuantificación que involucren miembro inferior, alteraciones

330 Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336


Valoración cuantitativa para la reincorporación ocupacional

de estabilidad y marcha, como por ejemplo en avanzar en los niveles del juego hace que
la lumbalgia, es favorable el uso de las he- los movimientos sean más naturales y la
rramientas tecnológicas adicionales que se valoración más eficiente.
observan en la figura 4.
De forma similar, este tipo de sistemas son
Una adquisición interesante y no muy costosa muy útiles en los procesos de rehabilitación,
para complementar de forma cuantitativa el puesto que evita que el paciente se concentre
análisis relacionado con coordinación, mar- únicamente en su proceso y, por el contrario,
cha, equilibrio y estabilidad es una platafor- quede inmerso en el entretenimiento que estos
ma de marcha. Dicho sistema puede incluir dispositivos pueden proporcionar.
la compra de plataformas a base de galgas
extensiométricas u otro sistema de medición DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
de fuerza, que puede ser construido a partir
de videogrametría comercial o puede ser una Actualmente existen tecnologías para la
mezcla de los dos. Para el caso de la video- medición cuantitativa de cada una de las
grametría puede construirse un sistema de variables asociadas con la biomecánica,
análisis en 2D usando incluso aplicaciones como la electromiografía, la dinamometría
libres para computador. Una adaptación y las galgas extensiométricas para evaluar la
en este sentido permite complementar la fuerza muscular(9-11, 15-20); el goniómetro e
información para el fisioterapeuta con la inclinómetro modernos, la fotovideogametría
visualización de curvas identificadoras del y los juegos serios para evaluar el arco de mo-
patrón de marcha, y de esta forma facilita la vimiento articular de forma continua (27-30,
identificación del estado actual del paciente 32-35); la baropodometría y las plataformas
y el seguimiento del progreso. de estabilometría y dinamometría para eva-
luar estabilidad, equilibrio, coordinación y
Indudablemente, el uso de estas tecnologías marcha (27-40, 42, 43).
debe ir unido a una capacitación para poder
leer de forma adecuada la información que Los procesos actuales de reincorporación
estos sistemas entregan, o crear alianzas en laboral asociados con la rehabilitación fun-
las que los organismos de rehabilitación y cional se hacen principalmente de forma
algunas entidades expertas en el uso de la cualitativa; sin embargo, la propuesta de este
tecnología trabajen de forma mancomunada artículo es el uso adecuado de este tipo de
en pro del paciente. tecnologías para facilitar la valoración física
en los casos complejos como lesiones graves
Los juegos serios son una alternativa que pue- o identificación de un paciente simulador.
de tener múltiples variantes que no necesaria-
mente implican altos costos, como por ejemplo Es importante destacar que en la práctica
la adaptación, con pequeñas modificaciones convencional se presentan factores de subje-
para que el paciente realice una actividad tividad por parte del profesional, como diag-
diferente mientras asiste a la consulta. nóstico a través de métodos que dependen
de la percepción visual y manual del fisio-
El hecho de que la concentración principal terapeuta (4, 5). Además, en la experiencia
no se encuentre en la interacción con el te- práctica se percibe una interacción y registro
rapeuta para el proceso de diagnóstico sino ampliamente cualitativo con registro cuanti-

Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336 331


Vanessa Montoya Leal, Vera Z. Pérez

tativo solamente para determinadas variables Sin embargo, implica la ejecución de un


y situaciones estáticas; al igual que casos de procedimiento más riguroso; al igual que un
exageración de la sintomatología y falta de conocimiento previo en el uso de las tecno-
colaboración con el fin de obtener ganancias logías y en la utilidad de las mismas, lo cual
secundarias. facilitará el análisis de resultados. Adicional-
mente requiere en algunos casos inversiones
En este orden de ideas, con ayuda de los de las instituciones involucradas o apoyo con
sistemas tecnológicos presentados es posible centros especialistas unidos en red.
eliminar gran parte de los factores de subje-
tividad, como errores de paralaje o medición Conflicto de intereses: Los autores declaran que
de fuerza. no existe conflicto de intereses en el desarrollo ni
publicación de este trabajo.
Otra ventaja consiste en que permite aplicar Financiación: El personal asociado al desarrollo
diferentes metodologías y criterios de eva- de este proyecto fue financiado por la Universidad
luación para realizar análisis de correlación Pontificia Bolivariana.
y/o análisis de los resultados de las variables
estudiadas de forma más detallada (12-14, 22). REFERENCIAS

También puede involucrar de forma entrete- 1. Cifuentes-Piñeros C, Boada-Mojica J, Can-


nida al paciente, para lograr obtener movi- dia-Ospina R, Martínez-Segura P, Maldo-
mientos inconscientes y así poder determinar nado- Ramírez G et al. Manual de procedi-
valores reales (34). Adicionalmente se tiene la mientos para la rehabilitación y reincorporación
posibilidad de realizar análisis dinámicos y de ocupacional de los trabajadores en el sistema
complementar el estudio con el uso de varias general de riesgos profesionales. 3a ed. Repúbli-
ca de Colombia:Ministerio de la Protección
tecnologías simultáneamente; algunas pue-
Social Dirección General de Riesgos Profe-
den ser las ya mencionadas (27, 40, 42, 43), o
sionales; 2010.
incluso otras relacionadas con procesamiento 2. Decreto 1072 de 2015. Por medio del cual se
de imágenes, como magnetoscopio, resonan- expide el Decreto Único Reglamentario del
cia magnética o termografía infrarroja (41, 47, Sector Trabajo. República de Colombia: Mi-
64, 65), entre otras. Esto permite determinar nisterio de Trabajo; 2015.
con mayor convicción los procedimientos 3. Gutiérrez-Strauss. Guía técnica para el análi-
que se deben seguir o la necesidad de cierre sis de exposición a factores de riesgo ocupacio-
de caso en situaciones complejas. nal. República de Colombia: Ministerio de la
Protección Social; 2011.
Todo lo anterior repercutirá en beneficio 4. Pardo C, Muñoz T, Chamorro C. Monito-
para el paciente, quien tendrá acceso a una rización del dolor: Recomendaciones del
grupo de trabajo de analgesia y sedación
más completa valoración y diagnóstico. En
de la SEMICYUC. Medicina intensiva 2006;
la práctica implica que se establecen mejor
30(8):379-385.
los objetivos de rehabilitación, siendo más
5. Durán F S & Agudelo LHL (Eds.). Rehabili-
efectivos y eficientes en los procesos; lo cual tación en salud, 2. Universidad de Antioquia;
se puede traducir indirectamente en calidad 2008, p. 39-74.
de atención, efectividad en el tratamiento y 6. González-Badillo J, Gorostiaga-Ayestarán
posible disminución de costos a largo plazo. E. Fundamentos del entrenamiento de la fuer-

332 Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336


Valoración cuantitativa para la reincorporación ocupacional

za: Aplicación al alto rendimiento deportivo. 3ª 17. Laboratorio de Investigación. Electromió-


ed. Barcelona: INDE Publicaciones; 2002. p. grafo con funda acuática [Internet]. Univer-
1-63. sidad de Málaga, Facultad de Ciencias de
7. Hislop H, Montgomery J. Pruebas funcionales la Salud. Málaga (España) [fecha de acceso:
musculares. Madrid: Marban. 2002. 3de junio de 2015]. Disponible en: http://
8. Kendall FP, Kendall E, Geise P, McIntyre M, www.salud.uma.es/centro/servicios/labo-
Anthony WM. Pruebas Funcionales. Postura y ratorio-de-investigacion/586-electromio-
Dolor. 2007. grafo-con-funda-acuatica
9. De Luca CJ. The use of surface electromyo- 18. Rodríguez EJA, Ocampo JWM, Ortega CAS.
graphy in biomechanics.Journal of applied Medidores de deformacion por resistencia:
biomechanics 1997;13(2):135-163. galgas extensiométricas. Scientia Et Technica;
10. Sanabria J J & Archila JF. Detección y análi- 2007,1(34):7-11.
sis de movimiento usando visión artificial. 19. ADInstruments. Power Lab /35 Series.
Scientia Et Technica 2011;3(49):180-188. Owner’s Guide [Internet]. Australia, Brasil,
11. Álvarez-Fiallo R, Santos-Anzorandía C & Europa, Francia, India, Japón, China Orien-
Medina-Herrera E. Implementación de la tal, Oriente Medio, Nueva Zelanda; [fecha
electromiografía cuantitativa para el estu- de acceso: 3 de junio de 2015]. p. 1-49. Dis-
dio de las enfermedades neuromusculares. ponibleen: http://www.adinstruments.
Revista Cubana de Medicina Militar2005, (1):0- com/products/powerlab
0. 20. WIM-Systems (Weighing Inspecting and
12. Canal MR. Comparison of wavelet and Marking). Celdas de Carga WIM (Sensores
short time Fourier transform methods in de peso). [Internet]. Productos. San diego-
the analysis of EMG signals. Journal of me- California, Cánada, China, Corea; 2002 [fe-
dical systems 2010; 34(1):91-94. doi:10.1007/ cha de acceso: 3 de junio de 2015]. Dispo-
s10916-008-9219-8 nible en: http://www.wim-systems.com/
13. Santafé YE, Chaparro BD, Franco, J. Detec- celdas-de-carga.html
ción de patrones característicos con trans- 21. Jiménez FH, Díaz JG, Montes JV. Dinamome-
formadas wavelet en señales electromio- tría isocinética. Rehabilitación 2005, 39(6):288-
gráficas del cuádriceps. Revista Colombiana 296. doi: 10.1016/S0048-7120(05)74362-0
de Tecnologias de Avanzada (RCTA) 2013:2(20): 22. Ramírez T, Manuel H. Torque máximo ab-
151-8. soluto e índice convencional isocinético de
14. Calvo RH. El laboratorio de biomecánica rodilla en futbolistas profesionales del 2007
como ayuda en el diseño del puesto de tra- al 2012. Rev Med e Investig (México) 2014,
bajo. INERMAP. Área de Biomecánica. Zara- 2:154-62.
goza (España);2005. 23. Urrialde JAM. Los isocinéticos y sus con-
15. Akonic SA. Estimuladores Eléctricos - Elec- ceptos principales.Fisioterapia, Rev Fisioter
trodos EMG [Internet]. Buenos Aires (Ar- 1998; 20(2):2-7.
gentina) [fecha de acceso:3 junio de 2015]. 24. CSMiSolutions. Humac Norm [Internet].
Disponible en: http://www.akonicsa.com/ Stoughton, MA 02072 UnitedStates of Ame-
Frames-ES/Prod.html rica [fecha de acceso: 4 de junio de 2015].
16. Biomec. Ciencia en movimiento. Catálogo Disponible en: http://www.csmisolutions.
de electromiógrafo inalámbrico de superfi- com/products/isokinetic-extremity-sys-
cie [Internet]. Bogotá, D.C. [fecha de acceso: tems/humac-norm
3de junio de 2015]. p. 1-3. Disponible en: 25. Dinamómetros de mano, pierna, espalda y
http://www.biomec.com.co/Analisis-mus- pecho [Internet]. Evaluación / Medición/
cular-myon Fisiomedica [fecha de acceso:4 de junio de

Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336 333


Vanessa Montoya Leal, Vera Z. Pérez

2015]. Disponible en: http://www.fisiome- 35. Muñoz Cardona JE, Henao Gallo OA, Ló-
dica.com/fisioco/productos-y-servicios/ pez Herrera JF. Sistema de Rehabilitación
clases-de-terapia/evaluacion-medicion/ basado en el Uso de Análisis Biomecánico y
26. Norkin CC, White DJ. Measurement of joint Videojuegos mediante el Sensor Kinect. Rev.
motion: a guide to goniometry. FA Davis. Tecno. Lógicas (Pereira, Colombia) 2013 (edi-
4th ed. Duffield M, editor. Philadelphia: Mar- ción especial);43-54.
garet Biblis; 2009. p. 3-15. 36. Miller T, Conditioning Association. NSCA’s
27. De Moya, MFP. La unidad de valoración del Guide to Tests and Assessments. Human Ki-
daño corporal del IBV. Revista de biomecánica netics 2012; (1):295-315.
2002;(37):11-13. 37. Bricot B. Postura normal y posturapatológi-
28. Parra-gonzález F, Soler-García C. Catálogo ca. Revi IPP 2008;2:1-13.
de Aplicaciones/IBV. Rev. de biomecánica 38. Petrocci KE, Cárdenas-Sandoval RP. La
(España: Instituto de Biomecánica de Valen- medición del control postural con estabilo-
cia) 2002;31–5. metría - una revisión documental. REV COL
29. Biomec. Ciencia en movimiento. Gonióme- REH 2011;10(1692 - 1879):16-24.
tro digital [Internet]. Colombia [fecha de 39. Sánchez SMG. Influencia de la práctica de-
acceso: 4 de junio de 2015]. Disponible en: portiva en la integración sensorial en niños:
http://www.biomec.com.co/archivos// Evaluación estabilométrica. Facultad de
catalogo goniometro digital biomec 186.pdf Ciencias de la Salud, Departamento de Ana-
30. Henao Hoyos J, López J. Goniómetro digital tomía y Embriología Humana, Universidad
basado en sensores cinemáticos con comunica- Rey Juan Carlos; 2013.
ción inalámbrica en tiempo real. (Disertación 40. Falls HC. Metodología para la Interpreta-
doctoral). Universidad Pontificia Bolivaria- ción Cuantitativa del Movimiento Articular.
na, 2013. InfoMED (Cuba): Informática en salud. 2009;1:
31. Moya M, Vera-García FJ, López JL, Aracil 1-7.
A, Reina R, Gutiérrez O, Paredes J. Nuevas 41. Villa-Moreno A, Gutiérrez-Gutiérrez E,
tecnologías aplicadas a la Actividad Física y Pérez-Moreno JC. Consideraciones para el
el Deporte. Revista de la Facultado de Ciencias análisis de la marcha humana. Técnicas de
Sociales y Jurídicas de Elche 2007;1(2):184-209. videogrametría, electromiografía y dina-
32. Bru JS, Vergara M, Bou N J, Aguilar MM, & mometría. RevistaIngeniería Biomédica 2008;
González AP. Medición del movimiento de 3(2):16-26.
todos los segmentos de la mano mediante 42. Rosário JLP. A review of the utilization of
videogrametría. XIX Congreso Nacional de baropodometry in postural assessment.
Ingeniería Mecánica. España. p. 1-8. Journal of bodywork and movement thera-
33. Kinovea. Tutorial de Kinovea [Internet]. pies 2014;18(2):215-219. doi: 10.1016/j.
Plan Integral de Educación, Digital Direc- jbmt.2013.05.016
ción Operativa de Incorporación de Tecno- 43. Yabar LF, García DO, Cóndor C. Villavicen-
logías (InTec). Buenos Aires: Ministerio de cia, E. Estudio para el diseño de un sistema
Educación; [fecha de acceso:15 de mayo de baropodométrico electrónico. Lima (Perú):
2015]. p. 1-33. Available from: http://www. XII Jornadas Internacionales de Ingeniería
formadores.org/vinculostutorialkinovea. Clínica y Tecnología Médica; 2008.
pdf 44. Desrosiers J, Rochette A, Corriveau H. Va-
34. Vilches Antão DG. Juegos serios, evaluación lidation of a new lower-extremity motor
de tecnologías y ámbitos de aplicación. (Diser- coordination test. Archives of physical medici-
tación doctoral, Facultad de Informática). ne and rehabilitation, 2005, 86(5), 993-998. doi:
Universidad Nacional de la Plata, 2014. 10.1016/j.apmr.2004.11.007

334 Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336


Valoración cuantitativa para la reincorporación ocupacional

45. Álvarez JLH, Curiel DA. La evaluación en nible en: http://www.phasespace.com/


educación física: Investigación y práctica en el impulse-motion-capture.html
ámbito escolar, Grao; 2004. 54. VICON. Camera Systems [Internet] [fecha de
46. Mendoza AIA, Santamaria TJB, Urrego VG, acceso: 20 de junio de 2015]. Disponible en:
Restrepo JPR, García MCZ. Marcha: descrip- http://www.vicon.com/products/camera-
ción, métodos, herramientas de evaluación systems
y parámetros de normalidad reportados en 55. Aplicaciones Android en Google play. Go-
la literatura.(Gait: description, methods, as- niómetro Pro Gratuito [Internet] [fecha de
sessment tools and normality parameters acceso: 20 de junio de 2015]. Disponible
reported in the literature). CES Movimiento en: https://play.google.com/store/apps/
y Salud 2013; 1(1):29-43. details?id=com.FiveFufFive.GoniometerPro
47. Martínez Ramírez A, Irujo Espinosa M, PreviewAndroid&hl=es_419
Larrión JL, Gómez Fernández M, Izquier- 56. Isocinético Humac Norm [Internet]. SAN-
do Redín M. Valoración de la capacidad RO Electromedicina [fecha de acceso: 20 de
funcional en el ámbito domiciliario y en la junio de 2015]. Disponible en: http://www.
clínica. Nuevas posibilidades de aplicación sanro.com/producto/175_Isocinetico_Hu-
de la acelerometría para la valoración de la mac_Norm.html
marcha, equilibrio y potencia muscular en 57. HBM. Galgas extensométricas [Internet]. Es-
personas mayores. Anales del Sistema Sanita- paña [fecha de acceso: 20 de junio de 2015].
rio de Navarra 2008;31(2):159-170. Disponible en: http://www.hbm.com/es/
48. MoCap Captura de movimientos. Captura menu/productos/galgas-extensometricas/
de movimientos electromecánica [Inter- 58. Direct Industry. Galgas extensiometricas [In-
net]. [fecha de acceso: 20 de junio de 2015]. ternet]. Francia [fecha de acceso: 20 de junio
Disponible en: http://sabia.tic.udc.es/gc/ de 2015]. Disponible en: http://www.direc-
Contenidos tindustry.es/fabricante-industrial/galga-ex-
49. Olaya AFR. Sistema robótico multimodal tensiometrica-73369.html
para análisis y estudios en biomecánica, mo- 59. Electromiógrafos [Internet]. Cismédica. Dis-
vimiento humano y control neuromotor. Ma- ponible en: http://www.cismedica.com/
drid: Universidad Carlos III, Departamento neurologia
Ingeniería de Sistemas y Automática, 2008. 60. FreeStep [Internet]. Sensor Médica. Argenti-
50. Sensor Medica. Plataformas freeMed® [In- na, Romania, Brazi, Greece, Venezuela, Aus-
ternet]. Argentina, Romania,Brazi,Greece, tralia, Mexico, New Zealand,Spain, South
Venezuela, Australia,México, New Zealand, Africa, France, Portugal, Poland [fecha de
Spain, South Africa, France, Portugal,Poland acceso:20 de junio de 2015]. Disponible en:
[fecha de acceso: 20 de junio de 2015]. Dispo- http://www.sensormedica.com/site/es/
nible en: http://www.sensormedica.com/ software/software-freestep-esp
site/es/productos/plataformas-freemed 61. Easytech isocinética [Internet]. Meical EXPO
51. Medicapteurs. Podiatrystabilometryrehabi- [fecha de acceso: 4 de junio de 2015]. Dispo-
litation [Internet] [fecha de acceso: 20 de ju- nible en: http://pdf.medicalexpo.es/pdf/
nio de 2015]. Available from: http://www. easytech/isocinetica/68295-73864.html
medicapteurs.com/ 62. Arraya Equipamiento Médico. BTS FREEEMG
52. Shop Nintendo /Nintendo Online Store. Wii 300 [Internet]. Disponible en: http://arraya-
remote [Internet]. Disponible en: https://store. med.com/sp/producto/freeemg_300.html
nintendo.com/ng3/browse/productDetail- 63. MoCap captura de movimientos. Captura de
ColorSizePicker.jsp?productId=prod150198 movimientos electromecánica [Internet] [fe-
53. PhaseSpace. Motion Capture [Internet] [fe- cha de acceso: 20 de junio de 2015]. Disponi-
cha de acceso: 20 de junio de 2015]. Dispo- ble en: http://sabia.tic.udc.es/gc/Conteni-

Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336 335


Vanessa Montoya Leal, Vera Z. Pérez

dos adicionales/trabajos/Peliculas/Mocap/
tecnol.htm
64. Corporation S. Magnetoscopio grabador di-
gital [Internet]. Departamento de Formación
y Publicaciones Técnicas. Sony España S. A.
1999 [fecha de acceso: 26 de mayo de 2015].
Disponible en: http://webspersoais.usc.es/
export/sites/default/persoais/ruben.gar-
cia/Descargas/MANUALDEINSTRUCCIONSDO-
MAGNETOSCOPIOSONYDSR-20P.pdf
65. Ríos MM, Chacón EM, Fernández AC, Gui-
llén EO. Termografía infrarroja y el estudio
de riesgos de lesiones músculo esqueléticas.
Revista Ingeniería Industrial 2011;10(1): 55-67.
66. Braidot A, Bisheimer M, Di Paolo J, Verde
O. Desarrollo de un Equipo para el Regis-
tro de Variables Biomecánicas Mediante
Ultrasonido. XII Jornadas Internacionales
de Ingeniería Clínica y Tecnología Médica.
Argentina; 2008.

336 Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2016; 32 (2): 319-336


Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4): 298 - 306

Freely available online OPEN ACCESS 298

Revista Española de
Nutrición Humana y Dietética
Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics
www.renhyd.org

ORIGINAL
Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en
ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo

a,* a a
María del Mar Ruperto López , María Gómez-Martín , Carlos Iglesias Rosado

a
Departamento de Nutrición Humana y Dietética, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Alfonso X el Sabio, España.

*mrupelop@uax.es

Recibido el 27 de mayo de 2016; aceptado el 3 de noviembre de 2016.

Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en ancianos


institucionalizados sin deterioro cognitivo

PALABRAS CLAVE RESUMEN


Introducción: El sobrepeso y la obesidad son reconocidos factores de riesgo de mortalidad en
Índice de Masa la población general. El objetivo del estudio fue analizar la distribución fenotípica del índice de
Corporal; masa corporal (IMC), e identificar la prevalencia de desnutrición y los factores clínico-nutriciona-
Ancianos les relacionados con el IMC en ancianos autónomos institucionalizados.
institucionalizados; Material y Métodos: Estudio descriptivo transversal en 104 adultos mayores institucionaliza-
dos (73% mujeres, edad media 86,4 [±6,2] años, tiempo de institucionalización 25,7 [±21,7]
Desnutrición;
meses). Valoración nutricional mediante Mini-Nutritional Assessment (MNA), parámetros antro-
Obesidad. pométricos y analíticos. Análisis de composición corporal por bioimpedancia eléctrica (BIA101;
RJL-System). La muestra se clasificó según el IMC en terciles (T n ): T 1=<26,2kg/m 2;
T 2=26,3-29,7kg/m 2; y T 3=≥29,8kg/m 2.
Resultados: Distribución fenotípica del IMC: sobrepeso 51% y, prevalencia de obesidad 29,8%.
Media del IMC: 28,3 (±4,6) kg/m2. El riesgo nutricional o desnutrición fue 60,6% y 11,5%, respec-
tivamente en la muestra. Los terciles del IMC mostraron diferencias significativas con la circunfe-
rencia muscular braquial, pliegue tricipital y, agua corporal total (ACT) (todos, p<0,001). En el T1,
se observó mayor riesgo nutricional o desnutrición comparado con T2 y T3 (p=0,015). El perímetro
de la cintura, circunferencia de la pantorrilla (p<0,01), y el ACT (p<0,001), fueron predictores
independientes del IMC en el modelo de regresión lineal (R2=0,52).
Conclusiones: El sobrepeso o la obesidad medido por el IMC, no es un criterio excluyente de
desnutrición en la población geriátrica. El cribaje nutricional mediante el MNA y la utilización con-
junta de parámetros clínico-nutricionales, permiten identificar el riesgo nutricional y la desnutri-
ción. Nuevos estudios son necesarios para definir los factores potenciales de riesgo nutricional
asociados con el IMC en ancianos autónomos institucionalizados.
Obra bajo Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
doi: 10.14306/renhyd.20.4.245
Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4): 298 - 306

Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo 299

Body Mass Index assessment of institutionalized aged people without cognitive impairment using
clinical and nutritional factors

KEYWORDS ABSTRACT
Introduction: Overweight and obesity are recognized mortality risk factors in the general
Body Mass Index; population. The aim of the study was to analyse the phenotypic distribution of body mass index
Institutionalized (BMI), and to identify the prevalence of malnutrition and clinical and nutritional factors related to
elders; BMI in autonomous institutionalized elders.
Material and Methods: Cross-sectional and descriptive study in 104 institutionalized aged people
Malnutrition;
(73% female, mean of age 86.4 [±6.2] years and time on institutionalization 25.7 [±21.7] months).
Obesity. Mini-Nutritional Assessment (MNA), anthropometric measures and laboratory parameters were
used for nutritional assessment. Bioimpedance analysis (BIA-101; RJL-System) was used for
body composition analysis. The sample was classified into BMI tertiles (Tn): T1=<26.2kg/m2;
T2=26.3-29.7kg/m2; and T3=≥29.8kg/m2.
Results: The phenotypic distribution of BMI was: overweight 51% and, prevalence of obesity
29.8%. Mean of BMI: 28.3 (±4.6) kg/m2. Nutritional risk or malnutrition were 60.6% and 11.5%,
respectively in the sample. The tertiles of BMI showed significant differences with: mid-arm muscle
circumference, triceps-skinfold thickness, total body water (TBW) (all, p<0.001). Subjects into T1
had significantly higher nutritional risk or malnutrition compared with T2 and T3 counterparts
(p=0.015). Waist-circumference, calf-circumference (at least, p<0.01), and TBW (p<0.001) were
independent predictors of BMI in the linear regression analysis (R2=0.52).
Conclusions: Overweight and obesity measured by BMI is not an exclusion criterion of
malnutrition in the geriatric population. Nutritional screening by MNA and the conjoint use
of clinical-nutritional parameters are useful for identifying at nutritional risk or malnutrition.
Further studies are needed to define the potential nutritional risk factors associated with BMI in
autonomous institutionalized aged.

C ITA
Ruperto López MM, Gómez-Martín M, Iglesias Rosado C. Evaluación del índice de masa corporal con factores clí-
nicos-nutricionales en ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo. Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4):
298-306. doi: 10.14306/renhyd.20.4.245

El IMC es un parámetro ampliamente utilizado para clasi-


INTRODUCCIÓN ficar la adiposidad corporal global. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS)8, valores de IMC entre 18,5 y
24,9kg/m2 son coincidentes con un peso corporal saludable
Los adultos mayores representan un segmento creciente de
en adultos. Sin embargo, la utilidad de la actual clasificación
la población especialmente vulnerable a los trastornos nu-
del IMC en adultos jóvenes como indicador de peso corpo-
tricionales. La prevalencia de desnutrición en centros geriá-
ral está por evaluar en la población geriátrica. Los cambios
tricos o unidades de larga estancia se estima del 20-70%1–4
fisiológicos en la composición corporal asociados con el pro-
en ancianos institucionalizados. Múltiples factores concomi-
ceso de envejecimiento, la inactividad física, la inadecuación
tantes como la pérdida de apetito, problemas masticato-
de la ingesta alimentaria, y la presencia de comorbilidades
rios y/o de deglución, trastornos neurodegenerativos y las
como hipertensión arterial (HTA), enfermedad renal o he-
enfermedades crónicas, son considerados contributivos de
pática y/o la sobrecarga de volumen convergente con des-
riesgo nutricional en la población anciana5,6. Según las di-
nutrición e inflamación, podrían sobreestimar el IMC en la
rectrices europeas7, parámetros como la pérdida de peso
población geriátrica.
mensual ≥2,5kg o del 10% en los últimos 3 meses, índice de
masa corporal (IMC) <22kg/m2, inadecuación de la ingesta Estudios previos9,10, mostraron que los valores del IMC
alimentaria <75%, y la presencia de hipoalbuminemia o hi- coincidentes con sobrepeso en los ancianos tenían menor
pocolesterolemia son criterios diagnósticos de desnutrición riesgo de mortalidad global. Un reciente metaanálisis11,
en el adulto. concluyó que mientras que el sobrepeso no aumentaba el
Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4): 298 - 306

Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo 300

riesgo de mortalidad, el IMC<23kg/m2 era un factor desta- Frankfurt con el tallímetro HM 200P Charder. El IMC se cal-
cado de riesgo de mortalidad en todos los estratos etarios culó como sigue: peso(kg)/talla(m)2. Se utilizó la clasificación
de la población anciana. Por tanto, parece importante co- propuesta por la OMS8 para definir los estratos del peso corpo-
nocer la influencia del IMC con el estado nutricional de los ral como sigue: normopeso (IMC:18,5-24,9kg/m2), sobrepeso
ancianos. Hasta el momento, se desconoce la distribución (IMC:25-29,9kg/m2) y obesidad (IMC≥30kg/m2). Las estimacio-
del IMC en los ancianos sin deterioro cognitivo asociado. El nes de la circunferencia braquial (CB), pliegue cutáneo tricipi-
objetivo del estudio fue analizar la distribución fenotípica tal (PCT), y la circunferencia muscular del brazo (CMB), fueron
del IMC, e identificar la prevalencia de desnutrición y los realizadas en el brazo dominante. La CMB fue calculada se-
factores clínico-nutricionales relacionados con el IMC en gún la siguiente fórmula: [CB(cm) – 0,314 x PCT (mm)] x 100.
ancianos autónomos institucionalizados. El perímetro de la cintura (PC) se midió utilizando una cin-
ta métrica inextensible (rango 0-150cm, 1mm de precisión)
con el individuo en bipedestación tomando como referencia
anatómica el punto medio entre la cresta iliaca y la última
MATERIAL Y MÉTODOS costilla según los criterios de la OMS8. La circunferencia de la
pantorrilla (CP) se valoró tomando como referencia la circun-
Diseño del estudio: Estudio multicéntrico transversal rea- ferencia máxima en reposo en el miembro inferior derecho.
lizado en 104 ancianos de edades comprendidas entre los Valores de la CP<31cm son sugestivos de desnutrición en la
65 y 99 años en 10 centros geriátricos de la Comunidad de población anciana12.
Madrid. El período del estudio fue de enero de 2014 a di-
Análisis de composición corporal: La composición corporal fue
ciembre de 2014. Los criterios de inclusión fueron: adultos
analizada por bioimpedancia eléctrica vectorial (BIA) monofre-
≥65 años, autónomos, sin deterioro cognitivo y tiempo de
cuencia (50KHz) –BIA 101 RJL®– en los sujetos en ayunas en de-
institucionalización ≥3 meses, que mostraran su conformi-
cúbito supino. La técnica utilizó el método distal con 4 electrodos
dad para participar en el estudio. Los ancianos con disca-
desechables (Ag/AgCl; 3MRed Dot; Canadá), dos electrodos en
pacidad física o psíquica, amputación de algún miembro,
la mano y, otros dos electrodos en el pie del lado dominante. La
cáncer metastásico, baja expectativa de vida o aquellos con
BIA permite conocer la composición corporal (masa muscular,
sonda nasoenteral o gastrostomía endoscópica percutánea
masa grasa y agua corporal total), y se comparó las medidas
fueron excluidos del estudio. Todos los participantes firma-
obtenidas con la población sana de referencia según la edad y
ron el consentimiento informado.
el sexo. Las guías clínicas de la Sociedad Europea de Nutrición
Para la recogida de datos se diseñó un formulario socio- Enteral y Parenteral13,14, y estudios previos15,16, recomendaron
sanitario que incluía datos sociodemográficos (sexo, edad, esta técnica de análisis de composición corporal en ancianos.
tiempo de institucionalización), patologías más frecuentes
Valoración nutricional: Para la valoración nutricional se utili-
(hipertensión arterial, dislipemia, diabetes mellitus), trata-
zó la versión completa del Mini-Nutritional Assessment® (MNA)17,
miento farmacológico, pruebas de laboratorio, parámetros
como método previamente validado en la población geriátrica.
antropométricos y de composición corporal, tipo de dieta
El MNA está compuesto por dos apartados: cribaje y evaluación.
(basal, hipocalórica) y práctica de ejercicio físico. Los datos
El cuestionario consta de 18 preguntas incluidas en una de las
clínicos se obtuvieron de la historia clínica de cada residen-
siguientes categorías: parámetros antropométricos, valoración
te. El estudio se realizó según los criterios formulados en la
global, historia dietética y autopercepción de salud y del estado
Declaración de Helsinki para estudios de investigación en
nutricional. En el apartado de cribaje, valores obtenidos entre
seres humanos.
8-11 puntos, son indicativos de continuar con la evaluación
Valoración antropométrica: Los datos antropométricos (peso nutricional. El sumatorio total del cuestionario (cribaje + eva-
corporal, talla, IMC, perímetro de la cintura), fueron obtenidos luación) alcanza una valoración máxima de 30 puntos. La pun-
por duplicado en los participantes descalzos y con ropa ligera tuación total obtenida en el MNA, clasifica el estado nutricional
por investigadores entrenados. Se consideró un margen de en tres categorías: desnutrido, en riesgo de desnutrición y bien
error de del 1% para la estimación de los parámetros anali- nutrido. Puntuaciones ≥23,5 puntos son coincidentes con un
zados. Para minimizar el sesgo intra-observador se calculó la estado nutricional normal, mientras que aquellos valores com-
media de las dos mediciones realizadas. El peso corporal se prendidos entre 17 y 23,5 puntos, son sugestivos de sospecha o
estimó en ayunas de 12 horas con báscula profesional Kern riesgo de desnutrición. Puntuaciones globales del MNA≤17 pun-
MP® (0-300kg). La talla se midió considerando el plano de tos, fueron considerados un criterio de desnutrición.
Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4): 298 - 306

Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo 301

Los parámetros bioquímicos y hematológicos (albúmina y


recuento total de linfocitos), se obtuvieron de la última ana- RESULTADOS
lítica realizada a los residentes (tiempo máximo transcurri-
do de 3 meses) en condiciones de estabilidad. Datos socio-demográficos en la muestra global: En la Tabla 1,
se muestran las características socio-demográficas en los
Análisis estadístico: Los resultados están expresados como
104 ancianos (73% mujeres, edad media 86,4 [±6,2] años,
media (± desviación estándar [DE]) o en proporciones según
tiempo de institucionalización 25,7 [±21,7] meses). El 57,7%
el tipo de variable analizada. Se testaron la normalidad de
las variables. Las variables categóricas fueron analizadas uti- de los ancianos tenía un tiempo medio de institucionaliza-
lizando la prueba Chi-Cuadrado. El coeficiente de correlación ción ≥12 meses (r=3-106), de los que el 50,9% tenía edad
de Spearman se utilizó para evaluar las correlaciones signi- ≥85 años. La prevalencia de diabetes mellitus tipo 2 (DM) fue
ficativas entre las variables continuas. Para conocer la distri- de 23,1% (n=24), e HTA (≥140/90mmHg) en 87 pacientes
bución del IMC en la población geriátrica institucionalizada (83%). El 10% de los ancianos hipertensos estaba en trata-
sin deterioro cognitivo o limitaciones funcionales, la mues- miento con 2 o más antihipertensivos.
tra se clasificó según el IMC en terciles (Tn): T1=<26,2kg/m2; La distribución fenotípica del IMC en la muestra fue: normo-
T2=26,3-29,7kg/m2; y T3=≥9,8kg/m2. La prueba ANOVA de peso (19,2%), sobrepeso (51%) y obesidad (29,8%). La me-
un factor, se aplicó para comparar las diferencias entre los diana del IMC fue de 27,4kg/m2 mientras que el valor medio
valores medios de las variables continuas de los terciles del de IMC era 28,3 (±4,6) kg/m2. En la Figura 1, se muestra
IMC. La prueba de Bonferroni se aplicó para realizar com- la clasificación del estado nutricional según la evaluación
paraciones múltiples entre el T1 versus T3. Para explorar las global del MNA en la muestra. El 86% (n=89) de los resi-
variables predictoras del IMC, se construyó un modelo de dentes tenían IMC≥23kg/m2, de los que 86 ancianos (83%)
regresión lineal empleando para la exploración de los datos, eran sedentarios. El 4% de los participantes realizaba una
el análisis por pasos sucesivos previo a la estimación del mo- dieta hipocalórica con valor de IMC de 29,53 (±6,5) kg/m2
delo de regresión lineal. El análisis de los coeficientes de re- (r: 22,7-38,1).
gresión lineal permitió establecer el valor de B (coeficientes
de regresión beta no estandarizados), coeficiente tipificado Correlaciones: El IMC tuvo correlación positiva con el PC
β (beta), y los intervalos de confianza al 95%(IC95%). El aná- (r=0,62; p<0,01), y la CP (r=0,53; p<0,001), así como con el
lisis estadístico de los datos fue calculado mediante el soft- PCT (r=0,52; p<0,001), y la CMB (r=0,44; p<0,01), mientras
ware Statistical Package for the Social Sciences (SPSS), versión que estaba inversamente correlacionado con el agua corpo-
20.0 para Windows (SPSS®, Inc. Chicago, IL). p-valor≤0,05 ral total (ACT) (r=-0,57; p<0,001). No se encontró correla-
fue considerado estadísticamente significativo. ción significativa con el MNA o con la albúmina sérica.

Tabla 1. Características socio-demográficas en los 104 ancianos institucionalizados.

Variables Global
Sexo (H/M) n; (%) 28 (26,9); 76 (73,1)
Edad (años) 85,9 (±6,3)
DM n; (%) 24 (23,1)
PAS (mmHg) 149,8 (±25,4)
PAD (mmHg) 80,8 (±17,6)
HTA n; (%) 87 (83,7)
Tiempo institucionalización (meses) 25,7 (±21,7)
Dieta basal n; (%) 89 (85,6)
IMC (kg/m2) 28,3 (±4,6)
Sedentarismo n; (%) 31 (29,8)

Valores expresados como Media (±DE) o en proporciones (%) según el tipo de variable analizada.
H/M: hombre/mujer; DM: diabetes mellitus; HTA: hipertensión arterial; IMC: índice de masa corporal;
PAD: presión arterial diastólica; PAS: presión arterial sistólica.
Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4): 298 - 306

Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo 302

Figura 1. Clasificación del estado nutricional según la evaluación global del Mini-Nutritional Assessment (MNA) en la
muestra global.

Tipificación del estado nutricional mediante la


evaluación global del Mini-Nutritional Asssessment en:
normonutridos (MNA: ≥23,5 puntos), riesgo nutricional
(MNA: 17-23,5 puntos), y desnutridos (MNA: ≤17 puntos).

Terciles del índice de masa corporal y parámetros clínico- del IMC. En el modelo de regresión lineal, el PC (p<0,001),
nutricionales: Los parámetros nutricionales, antropométri- y la CP (p=0,004), tenían relación directa significativa con
cos y las pruebas de laboratorio fueron analizados según el IMC, mientras que el ACT (p<0,001) estaba inversamente
la categorización del IMC en terciles (Tabla 2). No se obser- relacionado con el IMC. El valor de R, R2 y R2 corregida fue
varon diferencias significativas con la edad y el tiempo de 0,72, 0,52 y 0,50, respectivamente.
institucionalización.

La prevalencia global de sobrepeso fue elevada (51%), en-


contrándose mayor proporción en T2 vs. T1 (35 vs. 14 sujetos),
mientras que la obesidad representaba el 29,8%. El porcen- DISCUSIÓN
taje de la masa grasa corporal (MGC) y la aposición de grasa
troncular (PC), fueron significativamente mayores en el T2 y En el presente estudio realizado en 104 ancianos institucio-
T3, comparando con el T1 (p<0,001) en relación con el peso nalizados, el IMC es un parámetro significativamente rela-
corporal medio de cada tercil. El ACT se asociaba inversa- cionado con el estatus nutricional en ancianos autónomos
mente con el MGC. sin deterioro cognitivo. Considerando que la valoración pe-
riódica nutricional en el adulto mayor puede prevenir la des-
La prevalencia del riesgo de desnutrición o desnutrición fue nutrición, los hallazgos del estudio pueden ser relevantes
mayor en el T1 comparado con T2 y T3 (p=0,015), aunque no para promover protocolos de actuación clínico-nutricional
se observaron diferencias significativas con la concentración
en la población geriátrica institucionalizada.
del albúmina sérica y el recuento total de linfocitos (p>0,05).
En la Figura 2, se muestra la categorización porcentual de El IMC es un parámetro de amplia utilización para clasificar
los 104 ancianos según la puntuación global del MNA y la el peso corporal en todos los segmentos poblacionales. Se-
distribución en cada uno de los terciles del IMC corporal. gún la clasificación clásica del IMC en la población adulta8,
tan sólo el 19,2% de los ancianos tenían normopeso. Sin em-
Comparando la distribución entre los terciles (T1 vs. T3), se
bargo, varios estudios9,18 mostraron que el IMC coincidente
observaron diferencias significativas con el peso corpo-
con sobrepeso en el anciano tenía menor riesgo de morta-
ral, CB, CMB, CP, PC, y el ACT. La prevalencia de obesidad
lidad asociado. En este estudio, el IMC se correlacionaba
(IMC≥30kg/m2) en T3 fue del 29,8%, mientras que el riesgo
significativamente con marcadores de composición corporal
de desnutrición relacionado con la obesidad se encontró en
(CB, PCT, CMB, CP), y de la aposición de grasa troncular (PC),
ambos grupos (T3: 28% vs. T1: 43%; p=0,04).
e inversamente con la edad y el ACT. La correlación inversa
Predictores del IMC como parámetro de adiposidad en an- entre ACT e IMC sugiere que la grasa corporal total se alma-
cianos: En la Tabla 3, se exponen las variables predictoras cena de forma anhidra en el tejido adiposo; factores como
Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4): 298 - 306

Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo 303

Tabla 2. Características clínicas en los 104 ancianos institucionalizados clasificados según el índice de masa corporala.

Total Tercil 1 Tercil 2 Tercil 3


Variables p-valor T1 vs.T3
n=104 (n = 35) (n = 34) (n = 34)

IMC (kg/m2 ) 28,3 (±4,6) 23,7 (±2) 27,7 (±0,9) 33,7 (±3,1) <0,001 <0,001
Edad (años) 86 (±6,3) 86,4 (±6,4) 86,9 (±6,3) 84,7 (±6,3) 0,34 0,28
Tiempo de institucionalización (meses) 26,5 (±28,2) 25 (±29,2) 24,6 (±27,5) 30 (±28,4) 0,69 0,47
Peso corporal (kg) 66,6 (±11,7) 56,8 (±8,9) 67 (±8,8) 76 (±8,1) <0,001 <0,001
Peso habitual (%) 99,2 (±10,9) 95,2 (±8,8) 97,7 (±9,2) 104,8 (±12,4) <0,001 <0,001
Porcentaje pérdida de peso (%) 0,8 (±10,9) 4,8 (±8,7) 2,3 (±9,2) -4,81 (±12,3) <0,001 <0,001
Circunferencia braquial (cm) 28,5 (±4,2) 25,3 (±3) 28,9 (±3,5) 31,5 (±3,7) <0,001 <0,001
Pliegue tricipital (mm) 21,4 (±6,6) 18,6 (±5,5) 20,3 (±6,3) 25,7 (±5,6) <0,001 <0,001
Circunferencia muscular del brazo (cm) 28,5 (±4,2) 25,3 (±3) 29 (±3,5) 31,5 (±3,8) <0,001 <0,001
Circunferencia pantorrilla (cm) 33,6 (±4,1) 30,8 (±4) 34,5 (±2,9) 35,7 (±3,5) <0,001 <0,001
Perímetro cintura (cm) 100,6 (±11,4) 91,4 (±8,6) 103 (±9,2) 107,8 (±10) <0,001 <0,001
Relación cintura-talla 0,6 (±0,07) 0,6 (±0,05) 0,6 (±0,06) 0,7 (±0,06) <0,001 <0,001
Agua corporal total (%) 49,5 (±7,8) 54,4 (±6,7) 48,8 (±8,3) 45 (±4,9) <0,001 <0,001
Masa grasa (%) 36,7 (±8,5) 31,8 (±7,7) 35,4 (±7) 43,6 (±6,1) <0,001 <0,001
Masa muscular (%) 43,1 (±6,5) 47 (±5,1) 43,7 (±5,7) 38,3 (±5,8) <0,001 <0,001
Cribaje MNA 9,9 (±2,3) 9,6 (±1,7) 9,7 (±2,9) 10,5 (±2,2) 0,21 0,05
Evaluación MNA 11,8 (± 2,5) 11,1 (±2,7) 12,4 (±2,8) 11,9 (±1,8) 0,14 0,23
MNA Global 21,7 (±3,7) 20,8 (±3,2) 22,1 (±4,4) 22,4 (±3,2) 0,15 0,04
Riesgo desnutrición/desnutrición (%)* 60,2/11,7 28,2/2,9 15,5/4,9 16,5/3,9 0,015 0,04
Albúmina sérica (g/dL) 3,8 (±0,4) 3,8 (±0,4) 3,9 (±0,3) 3,7 (±0,4) 0,35 0,54
Linfocitos totales (cels/mm3) 1964,8 (±859,3) 1775,9 (±779,7) 2088 (±742,6) 2020,6 (±1013,6) 0,34 0,29

a
: La distribución de muestra se clasificó en terciles según el IMC (Tn): T1= <26,2 kg/m2; T2= 26,3-29,7 kg/m2; y
T3= ≥29,8 kg/m2. *Clasificación del riesgo de desnutrición o desnutrición (%) según la puntuación obtenida en el
Mini-Nutritional Assessment (MNA): riesgo nutricional (MNA: 17-23,5 puntos) y desnutrición (MNA: ≤ 17 puntos). Valores
expresados como Media (±DE) para variables continuas normalmente distribuidas o en proporciones según la variable
analizada. P-valor está basado en ANOVA de un factor o Chi-Cuadrado según la variable analizada. Comparación
múltiple (T1 vs. T3) por prueba de Bonferroni. p<0,05 era considerada significativa. IMC: índice de masa corporal.

Figura 2. Categorización porcentual de los 104 ancianos según la puntuación global del Mini-Nutritional Assessment y la
distribución de los terciles del índice de masa corporal.

IMC: índice de masa corporal;


MNA: Mini-Nutritional Assessment.
Clasificación según el Mini-Nutritional
Asssessment: normonutridos
(MNA: ≥23,5 puntos), riesgo nutricional
(MNA: 17-23,5 puntos), y desnuttridos
(MNA: ≤17 puntos). Distribución de los
terciles según el IMC (Tn): T1: <26,2;
T2: 26,3-29,7, y T3: ≥ 29,8 kg/m2.
Prueba Chi-Cuadrado. p=0,015.
Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4): 298 - 306

Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo 304

Tabla 3. Predictores del índice de masa corporal como parámetro de adiposidad global en ancianos institucionalizadosa.

IC95%
Predictores B ET β p-valor
Inferior Superior
Perímetro de la cintura (cm) 0,129 0,32 0,334 0,065 0,193 <0,001
Agua corporal total (%) -0,204 0,43 -0,371 -0,291 -0,118 <0,001
Circunferencia de la pantorrilla (cm) 0,257 0,88 0,241 0,82 0,431 0,004
Constante 16,59 4,75 7,16 26,03 <0,001

a
Índice de masa corporal calculado según la fórmula: peso(kg)/talla(m)2, como variable dependiente; B: coeficientes
de regresión β no estandarizados; ET: error típico; IC95%: intervalo de confianza 95%; R= 0,72; R2= 0,52;
R2 corregida= 0,50.

la edad, grado de autonomía y el sedentarismo, producen el MNA, identificó tanto el riesgo de desnutrición como la
presumiblemente un aumento de la masa grasa en el ancia- desnutrición franca, aunque el IMC y la concentración de al-
no. Los resultados del estudio actual, indicaron que los an- búmina sérica estaban dentro de los rangos de normalidad.
cianos con sobrepeso/obesidad y un perfil antropométrico
más favorable (T2 y T3), tenían menor riesgo de desnutrición En nuestro país, el riesgo de desnutrición en diferentes tra-
y/o desnutrición franca. El IMC global era compatible con bajos utilizando el MNA1–4,22, osciló del 20,3-60,8% en la po-
sobrepeso, aunque se observaron diferencias significativas blación anciana institucionalizada. Los resultados obtenidos
entre los terciles con parámetros antropométricos (cambios en este estudio, concuerdan con el riesgo nutricional encon-
en el peso corporal, PCT, CMB) y de la composición corporal trado en estudios previos2,3,17, mientras que difieren de otros
(masa grasa, masa muscular y ACT). trabajos23,24, publicados en ancianos sanos institucionaliza-
dos. Sin embargo, es necesario señalar que en este estudio,
La relación de la grasa corporal con la longevidad en la se incluyeron ancianos autónomos sin deterioro cognitivo o
población geriátrica fue paradójicamente definida como
limitaciones funcionales.
“epidemiología inversa de los factores de riesgo”, donde
el sobrepeso/obesidad se relacionaba con menor riesgo de El IMC es aisladamente un parámetro impreciso cuando
mortalidad18. La prevalencia estimada de obesidad en este coexiste con sobrecarga de volumen (edema o ascitis) y, por
estudio fue similar a la población adulta española19. Los an- tanto puede subestimarse la pérdida de peso corporal y/o
cianos obesos tenían predominio de grasa troncular (PC), y la sarcopenia en el anciano. Asimismo, la determinación de
menor proporción de masa muscular y del ACT. Sin embar- la talla puede infravalorarse por la compresión vertebral,
go, la utilización aislada del IMC para identificar la distribu- pérdida de tono muscular y la inestabilidad en la marcha en
ción de grasa corporal es limitada. En nuestro estudio, se la población anciana. Sin embargo, el IMC como parámetro
incluyó adicionalmente el PC para estimar la grasa abdomi- antropométrico no fue un factor excluyente de desnutrición
nal. En el estudio realizado por Kvamme y Cols.20, mostraron
en la muestra. En el estudio actual, el 14,4% de los ancianos
que el perímetro abdominal era un predictor de superviven-
tenían valores de IMC<23kg/m2. En los residentes con IMC
cia en ancianos obesos institucionalizados. En el modelo de
medio de 23kg/m2 (T1), se encontró mayor riesgo de desnu-
regresión lineal, el PC fue un predictor independiente del
trición comparado con los terciles intermedio y alto (T2 y T3).
IMC. En contraste, el estudio realizado por Flegal y Cols.21,
concluyó que el peso insuficiente era el único predictor sig- En un reciente metaanálisis11, mostraron que mientras que
nificativo de mortalidad en ancianos. En el presente estudio, el sobrepeso no modificaba el riesgo de mortalidad, valores
no encontramos peso insuficiente. Los resultados del estu- de IMC<23kg/m2 podrían considerarse un predictor de ries-
dio no establecen el riesgo de mortalidad con la distribu- go de mortalidad en la población anciana.
ción de grasa corporal y el IMC, aunque permiten conocer la La CP emerge como un parámetro nutricional predictor de
relación entre la adiposidad global y la aposición de grasa
fragilidad y/o desnutrición en la población geriátrica. En un
troncular en los ancianos.
estudio reciente en ancianos12, concluyeron que la CP era
El MNA es el instrumento más utilizado para la valoración mayor predictor de mortalidad comparado con el IMC. En
del estado nutricional por ser una herramienta validada, de este estudio, parámetros como el ACT, CP, y el PC explica-
uso sencillo y rápido tanto en pacientes institucionalizados ban el 72% de la varianza en el modelo de regresión lineal
como hospitalizados17. En el trabajo actual, se observó que como predictores independientes del IMC.
Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4): 298 - 306

Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo 305

Varias fortalezas y limitaciones del IMC deben considerarse riesgo nutricional y/o la desnutrición franca. Son necesarios
en el estudio actual. Primera, el diseño del estudio de carác- nuevos estudios longitudinales para definir el riesgo
ter transversal no permite establecer longitudinalmente los asociado del IMC en población geriátrica.
factores de riesgo en ancianos institucionalizados, aunque
puede observarse la relación del IMC con otros parámetros
nutricionales. Sin embargo, existen pocos estudios realiza-
dos en nuestro ámbito que evalúen la prevalencia de desnu- AGRADECIMIENTOS
trición en ancianos autónomos institucionalizados. Segunda,
aunque el IMC es un parámetro de amplia utilización en los A todos los voluntarios que participaron desinteresadamen-
estudios epidemiológicos, es conveniente subrayar que no te en el estudio.
es dirimente de los compartimentos corporales (masa ma-
gra, masa muscular y masa grasa). Procesos frecuentes en
los ancianos como la fragilidad y/o la sarcopenia pueden ser
infradiagnósticados4,25. En contraste, en el presente estudio
se utilizaron parámetros antropométricos complementarios CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORES
y el análisis de composición corporal mediante bioimpedan-
cia eléctrica para evaluar los diferentes compartimentos Todos los autores han contribuido significativamente a los
corporales. Tercera, el IMC no es un parámetro excluyente resultados del trabajo. MMRL participó en el diseño del estu-
de desnutrición si converge con patologías que cursen con dio, recogida y análisis de los datos, redacción del manuscri-
alteraciones hidro-electrolíticas como HTA mal controlada, to y revisión de la versión final. MGM, colaboró en la recogida
insuficiencia cardiaca congestiva, cirrosis descompensada o de datos y redacción del manuscrito. CIR, participó en el di-
enfermedad renal crónica avanzada. El análisis de la com- seño del estudio y revisión final del manuscrito.
posición corporal en el contexto de la valoración geriátrica
integral permite identificar tanto la deshidratación como la
sobrehidratación en el anciano. Considerando las limitacio-
nes precedentes, el IMC fue conjuntamente analizado con CONFLICTO DE INTERESES
las patologías más frecuentes, uso de antihipertensivos,
albúmina sérica y el MNA. Finalmente, el IMC tiene baja Los autores expresan que no hay conflictos de interés al re-
sensibilidad para estimar la aposición de grasa abdomi- dactar el manuscrito.
nal y la sarcopenia en el anciano. La obesidad sarcopénica
coexiste con eventos cardiovasculares e insulinoresistencia
en ancianos26–29. Por tanto, la utilización conjunta de varios
parámetros antropométricos con el PC, permite estimar adi-
FINANCIACIÓN
cionalmente la distribución de la grasa corporal y el riesgo
cardiovascular asociado. Este trabajo forma parte de la convocatoria de becas de in-
vestigación del Banco Santander – Fundación Universidad
Alfonso X el Sabio. Código de proyecto de investigación
1.000.010.614.
CONCLUSIONES

La clasificación del peso corporal saludable en los ancianos,


medido por el IMC, difiere de la población general. El
sobrepeso y la obesidad no son criterios de exclusión de
REFERENCIAS
riesgo nutricional o desnutrición en la población geriátrica. El
cribaje nutricional mediante el MNA y, la utilización conjunta (1) De Luis DA, López R, Gonzalez M, Lopez JA, Mora PF, Castrodeza
de varios parámetros nutricionales complementarios J, et al. Nutritional status in a multicenter study among
permite, en el contexto de la valoración geriátrica integral, institutionalized patients in Spain. Eur Rev Med Pharmacol Sci.
identificar el riesgo nutricional y la desnutrición. La valoración 2011; 15(3): 259-65.
periódica del estado nutricional en el adulto mayor aún con (2) Unanue-Urquijo S, Badia-Capdevila H, Rodríguez-Requejo S,
criterios de sobrepeso u obesidad y normoalbuminemia, Sánchez-Pérez I, Coderch-Lassaletta J. Factores asociados al
es indispensable para identificar precozmente factores de estado nutricional de pacientes geriátricos institucionalizados
Rev Esp Nutr Hum Diet. 2016; 20(4): 298 - 306

Evaluación del índice de masa corporal con factores clínicos-nutricionales en ancianos institucionalizados sin deterioro cognitivo 306

y atendidos en su domicilio. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2009; dual-energy X-ray absorptiometry in the assessment of body
44(1): 38-41. composition in elderly Finnish women. Clin Physiol Funct
(3) Jiménez M, Sola JM, Pérez C, Turienzo MJ, Larrañaga G, Imaging. 2002; 22(6): 383-91.
Mancebo MA, et al. Estudio del estado nutricional de los (17) Guigoz Y, Lauque S, Vellas BJ. Identifying the elderly at risk
ancianos de Cantabria. Nutr Hosp. 2011; 26(2): 345-54. for malnutrition. The Mini Nutritional Assessment. Clin Geriatr
(4) Jürschik P, Nunin C, Botigué T, Escobar MA, Lavedán A, Med. 2002; 18(4): 737-57.
Viladrosa M. Prevalence of frailty and factors associated with (18) Oreopoulos A, Kalantar-Zadeh K, Sharma AM, Fonarow GC.
frailty in the elderly population of Lleida, Spain: the FRALLE The obesity paradox in the elderly: potential mechanisms and
survey. Arch Gerontol Geriatr. 2012; 55(3): 625-31. clinical implications. Clin Geriatr Med. 2009; 25(4): 643-59.
(5) Serra M, Fernández X, Ribó L, Palomera E, Papiol M, Serra (19) Aranceta J, Pérez C, Serra L, Ribas L, Quiles J, Vioque J, et al.
P. Pérdida de apetito en ancianos no institucionalizados y su [Prevalence of obesity in Spain: results of the SEEDO 2000
relación con la capacidad funcional. Med Clin. 2008; 130(14): study]. Med Clin. 2003; 120(16): 608-12.
531-3. (20) Kvamme J-M, Olsen JA, Florholmen J, Jacobsen BK. Risk of
(6) Payette H, Hanusaik N, Boutier V, Morais JA, Gray-Donald K. malnutrition and health-related quality of life in community-
Muscle strength and functional mobility in relation to lean living elderly men and women: the Tromsø study. Qual Life Res.
body mass in free-living frail elderly women. Eur J Clin Nutr. 2011; 20(4): 575-82.
1998; 52(1): 45-53. (21) Flegal KM, Graubard BI. Estimates of excess deaths associated
(7) Cederholm T, Bosaeus I, Barazzoni R, Bauer J, Van Gossum A, with body mass index and other anthropometric variables. Am
Klek S, et al. Diagnostic criteria for malnutrition - An ESPEN J Clin Nutr. 2009; 89(4): 1213-9.
Consensus Statement. Clin Nutr. 2015; 34(3): 335-40. (22) Méndez E, Romero J, Fernández MJ, Troitiño P, García S, Jardón
(8) World Health Organization. Physical status: the use and M, et al. ¿Tienen nuestros ancianos un adecuado estado
interpretation of anthropometry. Report of a WHO Expert nutricional? ¿Influye su institucionalización? Nutr Hosp. 2013;
Committee. World Health Organ Tech Rep Ser. 1995; 854. 28(3): 903-13.
(9) Heiat A, Vaccarino V, Krumholz HM. An evidence-based (23) Abajo del Alamo C, García S, Calabozo B, Ausín L, Casado J,
assessment of federal guidelines for overweight and obesity as Catalá MA. Protocolo de valoración, seguimiento y actuación
they apply to elderly persons. Arch Intern Med. 2001; 161(9): nutricional en un centro residencial para personas mayores.
1194-203. Nutr Hosp. 2008; 23(2): 100-4.
(10) Al Snih S, Ottenbacher KJ, Markides KS, Kuo Y-F, Eschbach K, (24) Ramon JM, Subirà C. Prevalencia de malnutrición en la
Goodwin JS. The effect of obesity on disability vs mortality in población anciana española. Med Clin. 2001; 117(20): 766-70.
older Americans. Arch Intern Med. 2007; 167(8): 774-80. (25) Cruz-Jentoft AJ, Baeyens JP, Bauer JM, Boirie Y, Cederholm T,
(11) Winter JE, MacInnis RJ, Wattanapenpaiboon N, Nowson CA. BMI Landi F, et al. Sarcopenia: European consensus on definition
and all-cause mortality in older adults: a meta-analysis. Am J and diagnosis: Report of the European Working Group on
Clin Nutr. 2014; 99(4): 875-90. Sarcopenia in Older People. Age Ageing. 2010; 39(4): 412-23.
(12) Hsu W-C, Tsai AC, Wang J-Y. Calf circumference is more (26) Batsis JA, Germain CM, Vásquez E, Lopez-Jimenez F, Bartels
effective than body mass index in predicting emerging care- SJ. Waist Circumference, Physical Activity, and Functional
need of older adults - Results of a national cohort study. Clin Impairments in Older U.S. Adults: Results from the NHANES
Nutr. 2016; 35(3): 735-40. 2005-2010. J Aging Phys Act. 2015; 23(3): 369-76.
(13) Kyle UG, Bosaeus I, De Lorenzo AD, Deurenberg P, Elia M, (27) Kim TN, Choi KM. The implications of sarcopenia and
Manuel Gómez J, et al. Bioelectrical impedance analysis-part II: sarcopenic obesity on cardiometabolic disease. J Cell Biochem.
utilization in clinical practice. Clin Nutr. 2004; 23(6): 1430-53. 2015; 116(7): 1171-8.
(14) Kyle UG, Bosaeus I, De Lorenzo AD, Deurenberg P, Elia M, (28) Kim TN, Park MS, Yang SJ, Yoo HJ, Kang HJ, Song W, et al.
Gómez JM, et al. Bioelectrical impedance analysis-part I: review Prevalence and determinant factors of sarcopenia in patients
of principles and methods. Clin Nutr. 2004; 23(5): 1226-43. with type 2 diabetes: the Korean Sarcopenic Obesity Study
(15) Roubenoff R, Baumgartner RN, Harris TB, Dallal GE, Hannan (KSOS). Diabetes Care. 2010; 33(7): 1497-9.
MT, Economos CD, et al. Application of bioelectrical impedance (29) Stephen WC, Janssen I. Sarcopenic-obesity and cardiovascular
analysis to elderly populations. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. disease risk in the elderly. J Nutr Health Aging. 2009; 13(5):
1997; 52(3): M129-136. 460-6.
(16) Haapala I, Hirvonen A, Niskanen L, Uusitupa M, Kröger H,
Alhava E, et al. Anthropometry, bioelectrical impedance and
VALIDACIÓN ESCALA DE ASHWORTH MODIFICADA Page 1 of 7

Tienda eFisioterapia.net
http://www.efisioterapia.net/tienda
Compra en la web nº1 de Fisioterapia
Tens y electroestimuladores: electroestimulación al mejor precio, camillas de
masaje, mecanoterapia, electroterapia, ultrasonidos... y mucho más. Visítanos en
http://www.efisioterapia.net/tienda

VALIDACIÓN ESCALA DE ASHWORTH MODIFICADA


AUTORAS:
Carolina Arturo Agredo
Fisioterapeuta de la Universidad del Valle (cali, Colombia)

Juana Milena Bedoya


Fisioterapeuta de la Universidad del Valle (cali, Colombia)

INTRODUCCIÓN

Una de las función del Fisioterapeuta en el área neurológica es la recuperación de la función motora y
brindar la posibilidad al paciente de ser lo más independiente posible, partiendo de la detección de sus
problemas principales y necesidades específicas. Esto se logra con base en una valoración ardua de
habilidades funcionales, examen cognitivo, del control motor, sistema somatosensorial y
Músculoesquelético. [1]Con la detección de los problemas del paciente, el Fisioterapeuta encamina sus
objetivos de tratamiento [2]. Los conocimientos a cerca de la plasticidad cerebral con la cual se logra crear
nuevos circuitos neuronales, en áreas adyacentes a la lesión ocurrida en corteza [3], pueden restaurar la
función y retroalimentar al cerebro con una respuesta potencialmente normal. Sin embargo, en cualquier
paciente con un problema neurológico y específicamente para éste trabajo la espasticidad, la cual es una
alteración caracterizada por una perdida del balance entre la contracción y relajación de los grupos
musculares antagonistas y agonistas cualquiera sea su etiología; se busca potencializar entonces las
funciones conservadas, mantener una buena calidad de vida e incorporar al ser humano a sus actividades
diarias de la manera más independiente posible. Los conocimientos a cerca de la fisiopatología y
procedimientos farmacológicos, quirúrgicos y no farmacológicos, avanzan con el desarrollo tecnológico, y
nuevas bases científicas, para proporcionar a los pacientes con problemas neurológicos mejores opciones
de tratamiento que le proporcionen bienestar.

A pesar, de todo lo que se a hecho para seleccionar cada vez tratamientos mas adecuados, se requieren
también herramientas que faciliten la valoración objetiva y den pautas sobre las cuales se pueda realizar
un seguimiento de su evolución y dar cuenta de la disminución o no de la espasticidad.

La validación de la Escala Modificada de Ashworth, se realizó en pacientes neurológicos pertenecientes a la


Organización Médicos Sin Fronteras Seccional Cali, con el fin de validar o corroborar la fidelidad del
instrumento mencionado para evaluar la espasticidad, de tal manera que un grupo interdisciplinario que
maneje un determinado paciente, pueda compartir la calificación e identificar el significado de la misma en
un determinado momento y con un propósito; siendo La Escala Modificada de ASHWORTH [4] un
instrumento que ayude a unificar criterios de evaluación para la calificación de la espasticidad en los
pacientes neurológicos.

METODO

El presente estudio se clasifico como tipo descriptivo, comparativo y experimental. La muestra estuvo
constituida por el total del universo del grupo de pacientes neurológicos cualquiera que hubiera sido el
origen de ésta, que asistan a tratamiento de rehabilitación a la Organización Médicos Sin Fronteras
seccional Cali Colombia, en el periodo comprendido entre Marzo del 2003 hasta Abril del 2003, contando
con un número de 24 pacientes para la muestra.

Criterios de Inclusión: ser paciente a quien se le realice tratamiento de Rehabilitación en el Instituto


Médicos Sin Fronteras seccional Cali Colombia, paciente neurológico cualquiera sea su origen y su género
(femenino y/o masculino), paciente que tenga 10 años de edad en adelante.

http://www.efisioterapia.net/articulos/imprimir.php?id=153&p=escala_ashworth_mod... 03/09/2009
VALIDACIÓN ESCALA DE ASHWORTH MODIFICADA Page 2 of 7

Criterio de exclusión: pacientes neurológicos pertenecientes a otras Instituciones diferentes a la


Organización Médicos Sin Fronteras seccional Cali Colombia, paciente menor de 10 años de edad.

Para la recolección de la información se utilizaron dos formatos evaluativos con preguntas abiertas: uno
para los fisioterapeutas, con el cual se evaluó la forma como ellos valoran la espasticidad en la
Organización de MSF y si tiene conocimiento de la Escala que se va ha aplicar y otro p ara los pacientes en
el que se realizó anamnesis, se observó como deambula, como se desenvuelven en el medio y cual fue la
impresión general. Posteriormente se valoró la espasticidad con la escala de Ashworth Modificada por
parte de los investigadores y un tercer evaluador para luego compararla con la valoración de la
espasticidad de los Fisioterapeutas de la Organización.

Para llevar a cabo el estudio, s e realizo un primer contacto con la coordinadora de terreno, quien autorizó
la realización del mismo; luego se le informó de manera verbal los objetivos, procedimiento y beneficios
de nuestro estudio y con la colaboración de cada uno de los pacientes se valoró la severidad de la
espasticidad con cada uno de ellos.

RESULTADOS

Se obtuvo de 24 pacientes, entre los 15 y mayores de 35 años de edad, promedio de 15 a 24 años, que
cumplieron con los criterios de inclusión, en su totalidad del género masculino. El tiempo del postrauma
oscilo entre uno y mas de doce meses, siendo este ultimo de mas prevalencia entre los pacientes. Entre
los motivos de la lesión se encontró que la HAF era la mas frecuente, seguida por HACP; entre otras. Hubo
18 pacientes con TRM, 4 con TCE, 1 con ACV y 1 con toxicidad cerebral. Todos en su mayoría
pertenecientes a barrios de los estratos socio-económicos 1 – 3 de la ciudad de Cali.

La fase del diagnostico se dividió en tres etapas. Los pacientes que cumplieron con los criterios de
inclusión fueron valorados mediante la aplicación del formato que incluye la evaluación tradicional y la de
la escala de Ashworth Modificada. La valoración se llevó a cabo entre fases:

a. PRIMERA FASE: presentación de la estudiante de fisioterapia al paciente; se le explicó y pidió


autorización de manera verbal al paciente para realizar la valoración del tono muscular; se solicita
colaboración al paciente explicándole la posición que debe adoptar, el movimiento que se le realizará
según la articulación a evaluar y pidiéndole que no ponga resistencia ni que colabore al movimiento
realizado por el evaluador; se le pide al fisioterapeuta de Médicos Sin Fronteras, que realice su valoración
del tono muscular, de la manera como siempre lo realizan en la Organización; la estudiante de fisioterapia,
realiza la valoración del tono según la escala modificada de Ashworth.

• SEGUNDA FASE: pasado un periodo de 30 días, se reevalúan los pacientes para llevar a cabo el segundo
diagnostico. Según las circunstancias, características de cada paciente independientemente de la fase de
rehabilitación en la que se encontraran y el tamaño de la muestra en el momento de la investigación, la
cual se debe mantener durante la misma. Se consideró prudente este tiempo ya que los pacientes que se
atienden en la organización tienen como limite un periodo de 4-6 meses para su rehabilitación. Esta
segunda fase se realizó con el fin de evaluar la fiabilidad ya que la consistencia y la estabilidad temporal
de la escala obtenidos a lo largo del tiempo fue importante porque no será confiable una escala que luego
de aplicarse dos veces en un periodo muy corto, muestre grados diferentes de espasticidad; se le pide al
fisioterapeuta de Médicos Sin Fronteras, que realice su valoración del tono muscular; la estudiante de
fisioterapia, realiza la valoración del tono según la escala modificada de Ashworth.

1. TERCERA FASE: pasada una semana un tercer evaluador, que es un estudiante de fisioterapia con
las mismas características que los investigadores; se le instruye en como aplicar la escala para
evaluar a los mismos pacientes, realizando así un tercer diagnostico. Esto con el fin de evaluar la
capacidad de medición del intrumento a lo largo del tiempo (reproducibilidad) e indicar el grado de
asociación de los diagnósticos entre ambos evaluadores. Para medir la fiabilidad de la escala se
debe tener en cuenta la confiabilidad interevaluador, ésta mide que tan similares son los puntajes
dados por diferentes evaluadores a un mismo fenómeno. No se realizó simultáneamente para no
influir sobre los resultados por cualquiera de los evaluadores.

Se analizan los datos obtenidos en los 3 diagnósticos para así poder validar la escala en la Organización
MSF, seccional Cali , tanto de miembros superiores como miembros inferiores con los ítems de calificación
de La Escala de Ashworth Modificada, la cual desconocen los fisioterapeutas de dicha Organización y
quienes realizaron su valoración de la espasticidad con los parámetros: Leve, moderado y severo, como la
han venido realizando en su desempeño laboral con los pacientes neurológicos.

VALIDACIÓN DE LA ESCALA ASHWORTH MODIFICADA

http://www.efisioterapia.net/articulos/imprimir.php?id=153&p=escala_ashworth_mod... 03/09/2009
VALIDACIÓN ESCALA DE ASHWORTH MODIFICADA Page 3 of 7

La medición de la espasticidad implica clasificar a las personas en una categoría dentro de un grupo de
valores (características o ítems) que representan el objeto de interés, este grupo de valores es lo que se
denomina escala.

Tal como se ha propuesto en este trabajo la escala de Ashworth modificada evalúa la espasticidad en
diferentes articulaciones según se encuentre en MMSS o en MMII, inicialmente y basándose en estudios
existentes donde tomaban un grupo muscular específico para valorar, al realizar la prueba piloto, nos
encontramos con una población heterogénea con características específicas en las que resultaba fiable
aplicar la escala por articulaciones y no por grupo muscular como en los otros estudios.

La escala es cualitativa y de acuerdo a la definición de cada uno de sus valores, las mediciones son de tipo
ordinal. Para efectos de un mejor análisis estadístico y manejo de la misma, retomamos los valores de la
escala del texto de fisioterapia en pediatría 19 esto no tiene repercusiones para el presente estudio en
cuanto lo que se desea es saber si la escala es fiable, sensible, útil y valida para el diagnostico de la
espasticidad en MSF, se presenta a continuación la asignación de valores:

Adaptación de los Valores


para el análisis estadístico
Escala de Ashworth Modificada de

la estudio

No hay cambios en la respuesta del músculo en los


0 0
movimientos de flexión o extensión.

Ligero aumento en la respuesta del músculo al


movimiento (flexión ó extensión) visible con la palpación
1 1
o relajación, o solo mínima resistencia al final del arco
del movimiento.

Ligero aumento en la resistencia del músculo al


movimiento en flexión o extensión seguido de una
1+ 2
mínima resistencia en todo el resto del arco de
movimiento (menos de la mitad).

Notable incremento en la resistencia del músculo durante


2 la mayor parte del arco de movimiento articular, pero la 3
articulación se mueve fácilmente.

Marcado incremento en la resistencia del músculo; el


3 4
movimiento pasivo es difícil en la flexión o extensión.

Las partes afectadas están rígidas en flexión o extensión


4 5
cuando se mueven pasivamente

ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Se tabulo la información recolectada en los tres diagnósticos, se analizaron los resultados encontrados al
momento de aplicar la escala de Ashworth Modificada con los resultados de la valoración realizada por los
Fisioterapeutas de la Organización a los pacientes con espasticidad asisten a MSF, seccional Cali Colombia;
mediante el programa excel y los paquetes estadísticos SPSS y MINITAB. En general, en un instrumento
de medición deben evaluarse las siguientes características: fiabilidad, sensibilidad y utilidad.

Lo que refirió la fiabilidad fue que la consistencia interna de la escala de Ashworth es buena en cuanto el
alfa de cronbach es mayor del 80% ( a = 82%), Según la literatura medidas aceptables de homogeneidad
están entre 0.7 y 0.9; el valor de p da estadísticamente significativo para la reproducibilidad (p <0.05),
esto quiere decir que no existe diferencias en las mediciones, es decir los diagnósticos 2 y 3 de
espasticidad son muy similares.

El coeficiente de correlación intra – clase es aceptable 0.74, en cuanto a este valor se encontró entre 0.7 y
0.8 que son los aceptados, este valor indica que el 74% de la varianza en los puntajes depende de los
diferentes grados de espasticidad en cada uno de los pacientes y no entre los evaluadores. En general se
puede decir que la escala de Ashworth modificada tiene capacidad de medir espasticidad a lo largo del
tiempo con una confiabilidad interevaluador del 99%, lo que indica que la escala de Ashworth tiene una
alta variabilidad interevaluador en cuanto los valores de gamma son altos; además de un nivel de

http://www.efisioterapia.net/articulos/imprimir.php?id=153&p=escala_ashworth_mod... 03/09/2009
VALIDACIÓN ESCALA DE ASHWORTH MODIFICADA Page 4 of 7

confianza del 95%, esto quiere decir que la cantidad de variables utilizadas para medir la espasticidad en
ambos lados del miembro superior son redundantes pues como se puede observar con hombro, codo y
muñeca se puede explicar dicha espasticidad. Hasta la muñeca se explica el 96.4% de la espasticidad, de
esto se obtiene que no es necesaria la inclusión de los dedos de ambos lados (1, 2, 3, 4, 5) en la batería
de ítems, lo cual se corroboro cuando se realizo el análisis de fiabilidad (consistencia interna).

En éste estudio no hubo cambios significativos en cuanto a la sensibilidad, debido a la poca variabilidad en
el grado de espasticidad.

Referente a la utilidad del instrumento deben tenerse en cuenta tres características, las cuales son: el
tiempo para diligenciar el instrumento; inducción o entrenamiento a los profesionales en salud y facilitar la
calificación.

DISCUSIÓN

La Espasticidad, una alteración que dependiendo del origen puede ser en unos casos, perdida del balance
entre la contracción y relajación de los músculos antagonistas y agonistas, que lleva a un estado de
rigidez y espasmos musculares involuntarios resultantes de estímulos mínimos internos o externos.
Caracterizada por tensión muscular, rigidez y exageración en los reflejos tendinosos profundos que
interfieren con la actividad muscular, la marcha, el movimiento o el lenguaje. La espasticidad tiene como
etiología una lesión de la medula espinal o sus elementos neurales dentro del canal espinal. Esta lesión
puede ocurrir tanto por trauma como por enfermedad. El daño neuronal afecta la transmisión y la
recepción de mensajes desde el cerebro hacia los sistemas del cuerpo que controlan los sistemas
sensoriales, motoras y automáticas hasta la altura de la lesión.

La espasticidad puede afectar cualquier músculo del cuerpo haciendo que el movimiento sea difícil y torpe.
No puede ser curada. Sin embargo, frecuentemente puede ser tratada o manejada. En este sentido
consideramos de interés establecer una comparación entre la forma tradicional de valorar la severidad de
la espasticidad y la propuesta de la escala Ashworth modificada para dicha valoración. La medición de la
espasticidad implica clasificar a las personas en una categoría dentro de un grupo de características o
ítems que representan el objeto de interés, este grupo de valores es lo que se denomina escala. Estudios
coinciden que con la Escala Ashworth, el profesional de salud evalúa la resistencia de la parte afectada
cuando se mueve pasivamente a través del rango disponible de movimiento, siendo una medida compleja
que es influenciada no solo por las características propias del paciente, sino también las del evaluador; en
todo caso, la persona que presenta espasticidad, requiere de cuidado ya que dicho signo es de gran
importancia clínica y esto es realmente medible y cuantificable. La confusión existe por la falta de pautas
estandarizadas y limitaciones de como medir la espasticidad.

Los resultados se interpretaron en veinte y cuatro pacientes que hicieron parte del estudio realizado en la
organización MSF seccional Cali. La caracterización de la población fue la siguiente: Edad promedio fue de
15 – 24 años; en su totalidad del genero masculino. El tiempo del postrauma oscilo entre uno y mas de
doce meses, siendo este ultimo de mas prevalencia entre los pacientes. Entre los motivos de la lesión se
encontró que la HAF era la mas frecuente, seguida por HACP; entre otras. Hubo 18 pacientes con TRM, 4
con TCE, 1 con ACV y 1 con toxicidad cerebral. Todos en su mayoría pertenecientes a barrios de los
estratos socio-económicos 1 – 3 de la ciudad de Cali.

A pesar del uso aceptado de la escala de Ashworth modificada, no hay ninguna pauta escrita específica
que estandarice su uso. Hasta el momento, la fiabilidad ha sido sólo demostrada para su uso midiendo la
espasticidad del codo y la muñeca. Estos estudios señalan, que la Escala de Ashworth modificada puede
proporcionar la mejor medida cuantitativa de la severidad de la espasticidad, pero también que esta escala
tiene limitaciones, sin embargo dichas limitaciones se relacionan con las características propias de cada
evaluador como se corroboro en el presente estudio, cuando nos vimos en la necesidad de regularizar los
métodos para aplicar esta escala en la práctica clínica e investigación y en la que se propuso evaluar la
espasticidad en diferentes articulaciones según se encuentre en MMSS o en MMII. Inicialmente y
basándose en estudios existentes donde tomaban un grupo muscular específico para valorar, al realizar la
prueba piloto, se encontró una población heterogénea con características específicas en las que resultaba
fiable aplicar la escala por articulaciones y no por grupo muscular como en los otros estudios. Una vez
realizados los diagnósticos se efectúo una asociación entre articulaciones para determinar si la escala era
mas fiable en uno de estos o por el contrario era mas fiable considerando las articulaciones como un
conjunto.

La Escala de Ashworth modificada, validada, y utilizada en otros estudios, fue altamente fidedigna entre
examinadores para medir la espasticidad de los flexores del codo en pacientes espásticos. La misma ya se
había usado en la evaluación del tono en miembros inferiores en las evaluaciones de protocolos del

http://www.efisioterapia.net/articulos/imprimir.php?id=153&p=escala_ashworth_mod... 03/09/2009
VALIDACIÓN ESCALA DE ASHWORTH MODIFICADA Page 5 of 7

tratamiento, pero generó fidelidad entre los examinadores, sólo para medir la espasticidad al nivel de
miembros superiores y resultó fiable en miembros inferiores, para un solo examinador. La fiabilidad entre
examinadores no era buena para ser comparadas las valoraciones.

En definitiva, encontramos que la escala de Ashworth modificada fue valida para la organización MSF
seccional Cali, útil, confiable, fiable, su consistencia interna es buena; además, tiene la capacidad de
medir la espasticidad a lo largo del tiempo, las valoraciones de espasticidad están libres de errores
aleatorios en cuanto las diferencias son cercanas a cero, es decir las mediciones dos y tres fueron estables
entre los evaluadores. No fue representativa la sensibilidad, ya que los cambios de los pacientes con
espasticidad no eran heterogéneos.

CONCLUSIONES

Según los resultados obtenidos y la experiencia vivenciada por parte de los investigadores, se pudo
concluir que:

• La Escala Modificada de Ashworth es un instrumento fiable, útil y valido por que responde al movimiento
pasivo realizado por el evaluador a una articulación específica, teniendo una pertinencia mas amplia de la
medida clínica del compromiso de espasticidad según los ítems de la escala validada en ésta investigación.

• La escala Modificada de Ashworth, como herramienta evaluativa puede propiciar la mejor valoración al
requerirse una medida clínica cuantitativa del compromiso y/o severidad de la espasticidad de cada uno de
los pacientes, porque se encontro que era fiable, útil y válida.

• La escala Modificada de Ashworth en relación con la escala tradicional de medición de la espasticidad en


MSF que considera solo dos ítems (Miembros superiores y Miembros inferiores), cuenta con mayor
variedad de ítems al evaluar por articulaciones y por cada hemicuerpo, además difieren en el
procedimiento de evaluación y en la calificación de acuerdo a dicha condición.

• La comparación de la escala modificada de Ashworth con la escala tradicional empleada en MSF no es


posible pues las mediciones no cumplen con el criterio de paralelismo [5] para que puedan ser
comparadas.

• La escala de Ashworth modificada tiene la capacidad de medir la espasticidad a lo largo del tiempo, esta
libre de errores aleatorios en cuanto a las diferencias son cercanas a cero, ya que los diagnósticos dos y
tres fueron estables entre los evaluadores.

• La escala modificada de Ashworth es confiable tanto en miembros superiores como en miembros


inferiores.

• No hubo cambios significativos en lo que respecta a la sensibilidad debido a la poca variabilidad en el


grado de espasticidad en los pacientes que hicieron parte de la muestra.

REFERENCIAS

1. OBISPO, Elena. Diseño Prueba y validación de un instrumento para medir conocimientos en salud para
escolares participantes en la propuesta educativa, Habilidades para vivir. TESIS. Universidad del Valle
2001.

2. COLLAZOS, Larry; GARCIA, Gloria. Intervención Fisioterapéutica en pacientes con síndrome de Guillan
Barre en cada uno de sus estadios. TESIS. Universidad del valle 2000.

3. http://www.fonendo.com/noticias/7/2000/09/7.shtml

4. http://www.gillettechildrens.org/espanolfolder/spasticity_esp

5. FLOREZ, Mariano Thomas. Servicio de Rehabilitación Hospital de la Paz, Madrid. Perspectivas


Investigadoras.

6. CASH, Neurología para el Fisioterapeuta. Editorial Panamericana edición 4a.

http://www.efisioterapia.net/articulos/imprimir.php?id=153&p=escala_ashworth_mod... 03/09/2009
VALIDACIÓN ESCALA DE ASHWORTH MODIFICADA Page 6 of 7

7. MOORE Josephine, Neuroanatomía simplificada.

8. http://www.fonendo.com 26/09/2000

9. URIBE, Carlos S.; ARANA CHACÓN, Abraham; LORENZANA POMBO, Pablo. Fundamentos de la medicina
Neurología. (El CIB)

10. CHANA, Pedro; BARRIENTOS, Nelson; LANDERRETCHE, Jean Antonio Revista Chilena De Neuro-
Psiquiatría 149 PODESTA et al. Artículo.

11. CEDIEL, Ricardo. Semiología Medica. Editorial Celsus, 4ª edición

12. BRADOOM, Randall. Physical Medicine and Rehabilitation. Editorial Saunders Company, 1a edición.
1996.

13. http://www.sonepsyn.cl/revista/pdfs/2001/2/Rev2_2001/AO-Manejo%20espasticidad.pdf

14. http://www.medigraphic.com/pdfs/fisica/mf-2001/mf014e.pdf

15. http://www.csalud.junta-andalucia.es/orgdep/AETSA/Bombas_intratec_pub.pdf

16. http://webpages.ull.es/users/pprieto/material/validez_cons.html

17. MERLO, L. Macias. Fisioterapia en Pediatría. 1ª Edición. Madrid. 2002.

18. http://www.ncl.ac.uk/crest/macspasm.html

19. Vattanasilp W, Ada L. Comparación de la escala de Ashworth y las medidas clínicas de laboratorio para
valorar la espasticidad. Aust J. Physiother 1999; 45: 135-139.

20. Centro para la rehabilitación y diseños de los estudios http://www.ncl.ac.uk/crest/macspasm.html

21. http://www.funec.br/cepex/projetos/

22. Physical Therapy Volume 82 · Number 1 · January 2002.

23. Revista Mexicana de medicina física y rehabilitación 2001; 13:123-129.

24. http://www.iqb.es/Diccio/E/Es.htm

25. ASHWORTH, Bryan. Preliminary Trial of Carisoprodol in Multiple Sclerosis. Revista Practitioner. Año
1964, volumen 192. Paginas 540 – 542.

26. http://la-plaza.com/vdc/BD/doc/mediciones/tsld022.htm

--------------------------------------------------------------------------------

[1] MERLO, L. Macias. Fisioterapia en Pediatría. 1ª Edición. Madrid. 2002. p.174, 335.

[2] MERLO, L. Macias. Fisioterapia en Pediatría. 1ª Edición. Madrid. 2002. p188.

[3] Dra. MOORE, Josephine. Neuroanatomía simplificada.

[4] La Escala de ASHWORTH Modificada (MAS) fue probada en lugares tales como el Norte de Liverpool en
el Hospital Universitario en 32 pacientes hombres y mujeres. Esto con el fin de demostrar la fidelidad de
dicha escala para medir los grados de espasticidad y resulto fidedigno. Fue modificada a la Original (1964)
por Bohannon y Smith (1987).

19 Fisioterapia en Pediatría. L. Macias Merlo; J. Fagoaga Mata. Editorial Mc Graw Hill. 2002. Pág. 337.

http://www.efisioterapia.net/articulos/imprimir.php?id=153&p=escala_ashworth_mod... 03/09/2009
VALIDACIÓN ESCALA DE ASHWORTH MODIFICADA Page 7 of 7

Tabla 10-5.

[5] Desarrollo y validación de escalas de medición objetivas y subjetivas para variables complejas: Un
ejemplo relativo al constructo desempeño organizativo. CRUZ, Sonia. Taller de Metodología de ACEDE.
Mayo 2002

Tienda eFisioterapia.net
http://www.efisioterapia.net/tienda
Compra en la web nº1 de Fisioterapia
Tens y electroestimuladores: electroestimulación al mejor precio, camillas de
masaje, mecanoterapia, electroterapia, ultrasonidos... y mucho más. Visítanos en
http://www.efisioterapia.net/tienda

© http://www.efisioterapia.net - portal de fisioterapia y rehabilitacion

http://www.efisioterapia.net/articulos/imprimir.php?id=153&p=escala_ashworth_mod... 03/09/2009
Motricidad. European Journal of Human
Movement
ISSN: 0214-0071
info@cienciadeporte.com
Asociación Española de Ciencias del Deporte
España

Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F.


EVOLUCIÓN DE LA FUERZA, FLEXIBILIDAD, EQUILIBRIO, RESISTENCIA Y AGILIDAD DE
MUJERES MAYORES ACTIVAS EN RELACIÓN CON LA EDAD
Motricidad. European Journal of Human Movement, vol. 29, 2012, pp. 29-47
Asociación Española de Ciencias del Deporte
Cáceres, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=274224827003

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47

EVOLUCIÓN DE LA FUERZA, FLEXIBILIDAD,


EQUILIBRIO, RESISTENCIA Y AGILIDAD
DE MUJERES MAYORES ACTIVAS
EN RELACIÓN CON LA EDAD

Vaquero-Cristóbal, R. 2; González-Moro, I. 1; Ros, E. 3; Alacid, F. 4


1. Instituto de Investigación en Envejecimiento. Universidad de Murcia
2. Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Murcia
3. Técnico deportivo en gerontogimnasia. Empresa Ferrovial
4. Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad Católica San Antonio (Murcia)

RESUMEN
Numerosos estudios han valorado la condición física. No obstante, son pocas las investigaciones que han
estudiado la influencia de la edad sobre ésta. El objetivo de este estudio fue describir la fuerza, la flexibi-
lidad, el equilibrio, la resistencia y la agilidad en un grupo de mujeres mayores post-menopáusicas en fun-
ción de la edad. Sesenta y siete mujeres (media de edad: 66,14 ± 6,59 años), divididas en tres grupos de
edades (55-64, 65-74 y 75-84 años), realizaron diferentes test para evaluar la condición física. El grupo
de 55-64 años obtuvo los mejores resultados en los test de dos minutos marcha, flexión completa de bra-
zo, juntar las manos tras la espalda, flexión del tronco en silla, flamenco y de levantarse, caminar y vol-
ver a sentarse, seguido del grupo de 65-74 y de 75-85 años, en este orden. En el test de sentarse y levan-
tarse de una silla fue el grupo de 65-75 años el que obtuvo valores más altos, seguido del grupo de 55-65
años y el de 75-85 años, respectivamente. En conclusión, las capacidades físicas sufren una involución con
la edad. No obstante, todas las cualidades físicas no siguen el mismo patrón de declive, siendo la resisten-
cia y la fuerza las cualidades que más lento involucionan y la flexibilidad, la agilidad y el equilibrio las
que más rápido lo hacen.
Palabras clave: condición física, capacidades físicas, envejecimiento.

ABSTRACT
Several studies have analyzed fitness. However, few studies have investigated the influence of age on fitness
level. The aim of this study was to describe the strength, flexibility, balance, resistance and agility associated
with age in a group of post-menopausal elderly people. Sixty-seven women (age: 66.14 ± 6.59 years),
divided into three groups according to their age (55-64, 65-74 and 75-84 years) performed various tests
to evaluate their fitness. The 55-64 age group obtained the best results in the 2-minute step test, arm curl
test, back scratch test, chair-sit and reach-test, flamenco test and 8-foot up-and-go test, followed by the 65-
74 and 75-85 years group respectively. In the chair stand test the 65-75 years group obtained the highest
values, followed by the 55-65 and 75-85 years group. In conclusion, the physical capacities follow a na-
tural evolution of lost associated with age. However, the deterioration does not follow the same pattern of
decline in all skills. Physical activity also helps to stop this loss.
Key Words: physical condition, physical abilities, aging.

Correspondencia:
Raquel Vaquero Cristóbal
Facultad de Ciencias del Deporte.
Universidad de Murcia.
C/ Argentina s/n. Campus de San Javier,
30720 - Santiago de la Ribera-San Javier (Murcia)
raquel.vaquero@um.es
Fecha de recepción: 16/06/2012
Fecha de aceptación: 05/12/2012
Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

INTRODUCCIÓN
En los últimos años se está produciendo un incremento paulatino del número de
personas mayores como consecuencia del aumento de la esperanza de vida. Para me-
jorar y prolongar la autonomía de esta población es importante que se incorporen en
programas de ejercicio físico. Hay una clara relación entre el ejercicio físico y la sa-
lud, siendo la inactividad física un factor de riesgo de padecer algunas de las pato-
logías con mayor incidencia en la sociedad actual tales como las enfermedades
cardiovasculares, hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia y obesidad (Boraita,
2000; Garcés, 2004). Además, con la práctica de ejercicio físico también se consigue
reducir los riesgos asociados al envejecimiento, como las caídas sufridas por la pér-
dida de equilibrio, potenciar las relaciones sociales y aumentar la condición física
funcional (Garcés, 2004).
La condición física funcional, definida como la capacidad física necesaria para
desarrollar las actividades normales de la vida diaria de forma segura e independiente
y sin excesiva fatiga (Rikli y Jones, 2001), ha sido asociada con la funcionalidad, es
decir, con la posibilidad que tiene una persona para manejarse con independencia y
autonomía dentro de la sociedad y de su vida diaria (Baldani, 2006; Iannuzzi-Sucich,
Prestwood y Kenny, 2002). Como consecuencia de la disminución de la capacidad
física funcional se produce un aumento del número de caídas y fracturas, que a su vez
llevan a que el sujeto sufra una disminución de la movilidad y aumente la depen-
dencia de otras personas, reduciendo su funcionalidad (Jesup, Horne, Vishen y
Wheeler, 2003).
La condición física funcional y por índole, la condición física general, está in-
fluida por muchos factores, entre los cuales se encuentra la práctica de ejercicio fisico
y la edad (Garatachea, Val, Calvo y De Paz, 2004). La involución de la condición fí-
sica asociada a la edad se debe principalmente a factores fisiológicos. Durante el pro-
ceso de envejecimiento disminuye la masa muscular a nivel general, como consecuen-
cia de la sarcopenia y la atrofia muscular (especialmente en las fibras tipo II).
También se produce una reducción de la activación nerviosa debido a la disminución
del número de las unidades motoras y el aumento de su tamaño. Estos cambios pro-
vocan que se produzca una disminución la fuerza máxima y explosiva del sujeto (Iz-
quierdo y Aguado, 1998). La reducción en la flexibilidad y extensibilidad con la edad
se debe a que con el envejecimiento también se produce un deterioro de los cartílagos,
ligamentos, tendones, líquido sinovial y músculos, que provocan restricciones del
rango articular (Martín, Cléria, Aparecida y Harumi, 2002; Misner, Massey, Bemben,
Going y Patrick, 1992). Las alteraciones que se producen en las conexiones neuro-
musculares provocan que con la edad empeore la agilidad (Era y Heikkinen, 1985).
Por otra parte, la disminución del equilibrio asociado al envejecimiento es atribui-

30 Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

do habitualmente al deterioro del sistema neurológico y/o musculo-esquelético (Era


y Heikkinen, 1985; Jesup et at., 2003). La resistencia aeróbica empeora como con-
secuencia de los cambios que se producen en el músculo esquelético y los sistemas
cardiovascular y respiratorio, entre otros (Boraita, 2000; Klausner y Schwartz, 1985;
Ribera, 1995).
Con la menopausia se producen una serie de cambios hormonales en las muje-
res, entre los cuales se destaca el déficit estrogénico, responsable de las siguientes
alteraciones fisiológicas: cambios en el porcentaje y distribución de la grasa corpo-
ral, con tendencia a la obesidad; cambios en la estructura ósea que pueden derivar en
osteoporosis; cambios en el metabolismo de las grasas, que conlleva a una disminu-
ción del colesterol HDL y un aumento del LDL, con lo hay un riesgo cardiovascular
y de desarrollar hipertensión como consecuencia de la arterosclerosis; y variaciones
metabólicas, responsables diabetes tipo II (Bombí, 2012). Estas alteraciones provo-
can a su vez cambios en la condición física del sujeto.
Son pocos los estudios que han valorado la involución de la condición física de
las personas mayores con el aumento de la edad como consecuencia de los procesos
de envejecimiento y menopausia. Camiña, Cancela y Romo (2001) analizaron en una
muestra de 851 sujetos (159 hombres y 692 mujeres), con edades comprendidas en-
tre 65 y 90 años, algunas capacidades como la fuerza máxima de presión manual, el
equilibrio monopodal, la flexibilidad del tronco, la fuerza de resistencia abdominal,
la fuerza máxima de extensión de piernas, la coordinación óculo-manual (agilidad)
y la resistencia, encontrando un deterioro progresivo de todas ellas con la edad. En
otros trabajos de valoración de la condición física en personas mayores se les engloba
en un mismo grupo, sin estratificar los subgrupos de edad a pesar de las grandes di-
ferencias que hay entre sujetos de diferentes edades (Garatachea et al., 2004; Lobo,
Santos y Carvalho, 2007; Soto et al., 2009).
Por todo esto, el objetivo de este estudio fue describir la fuerza, la flexibilidad,
el equilibrio, la resistencia y la agilidad en un grupo de mujeres mayores post-
menupáusicas en función de su edad.

MÉTODO
Participantes
Sesenta y siete mujeres post-menopáusicas participaron en este estudio. Todas
ellas asistían a un programa de gerontogimnasia durante una hora dos días por semana
y sólo cuatro de las mujeres habían realizado algún tipo de ejercicio físico antes de
apuntarse a este programa, no participando ninguna de ellas en deporte de compe-
tición. Se las dividió en tres grupos en función de la edad (de 55 a 64 años, de 65 a
74 años y de 75 a 85 años). Las características de la población se presentan en la ta-

Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47 31


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

bla 1. Los criterios de inclusión fueron asistir a un programa de gerontogimasia de


una hora de duración dos días por semana, y un historial de entrenamiento de más
de 4 años de práctica ininterrumpida. Los criterios de exclusión fueron portar prótesis
de cadera o rodilla o haber sufrido alguna lesión que impidiera la realización de los test.

TABLA 1
Características de la población (valores medios ± desviación típica)

N Edad (años) Altura (cm) Peso (kg)


55-64 años 26 60.19 ± 2.68 153.50 ± 4.52 72.42 ± 8.76
65-74 años 30 68.27 ± 2.70 160.32 ± 6.01 74.22 ± 8.19
75-84 años 11 77.27 ± 3.28 155.11 ± 5.68 74.18 ± 7.60

Procedimiento
El estudio fue aprobado por la Comisión de Bioética de la Universidad de Mur-
cia. Previamente a las mediciones, todas las participantes fueron informadas sobre los
procedimientos y firmaron el correspondiente consentimiento.
Las pruebas que se realizaron fueron: test de dos minutos marcha; test de flexión
completa de brazo; test de sentarse y levantarse de una silla; test de juntar las manos
tras la espalda; test de flexión del tronco en silla; test de flamenco; y test de levan-
tarse, caminar y volver a sentarse. Se siguió un orden aleatorio en la realización de
los test. En cada uno de los test se dejó al sujeto un intento de prueba para que se fa-
miliarizara con el test. Hubo 30 segundos de descanso tras la prueba de familia-
rización; y 60 segundos entre test. No se realizó calentamiento previo. Todos los test
se realizaron por la mañana entre las 9:00 y las 12:00. La temperatura del laborato-
rio donde se realizaron las mediciones fue estandarizada a 24º C.

Test de dos minutos marcha (2-minute step test)


La participante tenía que marchar en el sitio el mayor número de veces que le
fuera posible en dos minutos (figura 1). Antes de comenzar el test el investigador
principal midió la altura a la que la ejecutante tenía que subir las rodillas (la mitad
de la distancia entre la cresta iliaca y la rótula) y la marcó en la pared con cinta
adhesiva. Se registró el número total de pasos completos, para lo cual se contabilizó
el número de veces que la rodilla derecha alcanzaba la altura fijada. Se realizaron dos
intentos, eligiéndose el mejor de ellos.

32 Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

FIGURA 1: Test de dos minutos marcha

Test de flexión completa de brazo (arm curl test)


Sentada en una silla de tamaño estándar (44 cm de altura), con la espalda recta
y las plantas de los pies apoyadas en el suelo, se proporcionó a la participante una
mancuerna de 2,5 kg. El test comenzaba con el brazo abajo y al lado de la silla, per-
pendicular al suelo. A la señal del investigador, la participante debía realizar todas
las flexo-extensiones del brazo que pudiera en 30 segundos (figura 2). Otro investi-
gador controló que la ejecutante no moviera la parte superior del brazo y que las
flexo-extensiones fueran completas, restándose del resultado final aquellas en las que

FIGURA 2: Test de flexión completa de brazo

Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47 33


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

no se hubiera cumplido alguna de estas condiciones. Se realizó un intento con cada


brazo. De cada persona se registró el mejor resultado, independientemente de que se
hubiera ejecutado con el brazo dominante o no dominante.

Test de sentarse y levantarse de una silla (chair stand test)


La participante se situó sentada en el medio de una silla tamaño estándar (44 cm
de altura) situada contra la pared, con los pies apoyados en el suelo y los brazos cru-
zados y pegados al pecho (figura 3). A la señal de «ya» debía levantarse completa-
mente y volver a la posición inicial el mayor número de veces posible en 30 segun-
dos. Si al finalizar el ejercicio se había completado la mitad o más del movimiento
(levantarse y sentarse) se contabilizaba. Se realizó un único intento.

FIGURA 3: Test de sentarse y levantarse de una silla

Test de juntar las manos tras la espalda (back scratch test)


El test se realizó en bipedestación. La extremidad a valorar se situó por encima
del hombro de ese mismo lado, con el codo dirigido hacia arriba y la palma de la
mano orientada hacia abajo y dentro con los dedos extendidos. El otro brazo se co-
locó detrás de la espalda, con la palma hacia fuera (figura 4). A todas las participan-
tes se les dieron las siguientes instrucciones: «intente juntar las manos manteniendo
la orientación de ambas y en caso de ser posible intente sobreponer los dedos cora-
zón de ambas manos. Mantenga la posición durante 2 segundos». Se midió el número
de centímetros que le faltaba a la persona para juntar los dedos corazón de ambas
manos (distancia negativa) o los centímetros que se sobreponían (distancia positiva).
Se realizó un intento por cada lado registrándose el mejor de ellos.

34 Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

FIGURA 4: Test de juntar las manos tras la espalda

Test de flexión del tronco en silla (chair-sit and reach-test)


Para realizar el test la participante se sentó en el borde de una silla tamaño
estándar (44 cm). La rodilla de la pierna a valorar permaneció en máxima extensión,
de tal forma que el muslo y la pierna estaban en línea, con el talón en contacto con
el suelo y el pie en flexión de 90º. La otra pierna permaneció flexionada a 90º, con
la planta del pie apoyada en el suelo (figura 5). A todas las mujeres se les dieron las
siguientes instrucciones: «con una mano sobre la otra, de manera que los dedos más
largos coincidan uno encima del otro, las palmas de las manos hacia abajo, y con los
dedos y los codos estirados, flexione lentamente el tronco tanto como pueda, inten-

FIGURA 5: Test de juntar las manos tras la espalda

Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47 35


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

tando alcanzar poco a poco la punta del pie extendido, y mantenga la posición duran-
te 2 segundos». La distancia alcanzada se midió con una regla. Se registró el número
de centímetros que le faltaba a la persona para llegar a la planta del pie (puntuación
negativa) o los que llegaba más allá de este punto (puntuación positiva). Se realizó
un intento con cada lado, registrándose el mejor de ellos.

Test de flamenco (flamenco test)


La participante se colocó en bipedestación con las manos en las caderas. Debía
permanecer apoyada sobre la planta del pie de la extremidad a valorar. El otro pie se
situó detrás de la pierna a valorar con el empeine apoyado sobre el talón de Aquiles
(figura 6). Se efectuó un intento con cada pie, anotando el tiempo que se conseguía
mantener esta posición en la mejor de los dos intentos. El tiempo máximo era de 60
segundos.

FIGURA 6: Test de flamenco

Test de levantarse, caminar y volver a sentarse (8-foot up-and-go test)


Se situó una silla estándar (44 cm) y un cono a 2,44 metros. El sujeto se sentó
en el medio de la silla con la espalda recta. Una pierna permaneció ligeramente ade-
lantada respecto a la otra y el tronco estaba ligeramente inclinado hacia delante (fi-
gura 7). A la señal del investigador, la participante se tenía que levantar, ir andando
lo más rápido posible pero sin correr, darle la vuelta al cono y volver a sentarse. Se
midió el tiempo que se tardaba en hacer el test.

36 Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

FIGURA 7: Test de levantarse, caminar y volver a sentarse

Análisis de datos
Se realizó una estadística descriptiva para obtener los valores medios y desvia-
ción típica de cada una de las variables en los diferentes grupos. La distribución de
los datos para cada uno de los grupos fue valorada mediante el test de normalidad de
Shapiro-Wilks, y dependiendo de los resultados, se realizaron análisis paramétricos
o no paramétricos. Para las variables que mostraron una distribución normal se uti-
lizó una prueba ANOVA de un factor, mientras que para aquéllas cuya distribución
no seguía una distribución normal se aplicó un análisis ANOVA de 1 vía de Kruskal-
Wallis con comparaciones múltiples por parejas. El nivel de significación se estable-
ció en p < 0,05. El análisis fue realizado mediante el paquete estadístico SPSS (v.
15.0; SPSS Inc., IL).

RESULTADOS
En la tabla 2 se presentan los valores medios, las desviaciones típicas y las dife-
rencias significativas entre grupos obtenidas en los diferentes test.
En los test de dos minutos marcha, flexión completa de brazo, juntar las manos
tras la espalda, flexión del tronco en silla y test de flamenco, el grupo de 55-64 años
fue el que obtuvo valores más altos, seguido del grupo de 65-74 años y de 75-84 años,
respectivamente. En el test de sentarse y levantarse de una silla fue el grupo de 65-
74 años el que alcanzó valores más altos, seguido del grupo de 55-64 años y del de
75-84 años, respectivamente. En el test de levantarse, caminar y volver a sentarse
fueron los sujetos del grupo de 75-85 años los que más tiempo tardaron en realizar el
circuito, seguido de los participantes de 65-74 años y de 55-64 años, respectivamente.
Se encontraron diferencias significativas entre el grupo de 55-64 años y el de 75-
84 años en los test de dos minutos marcha, de flexión completa de brazo, de juntar

Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47 37


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

las manos tras la espalda, de flexión del tronco en silla, de flamenco y de levantar-
se, caminar y volver a sentarse. También se encontraron diferencias significativas
entre los grupos de 65-74 años y de 75-84 años en los test de flexión completa de
brazo, de juntar las manos tras la espalda, de flexión del tronco en silla, y de levan-
tarse, caminar y volver a sentarse. Se encontraron diferencias significativas entre el
grupo de 55-64 años y el de 65-74 años en los test de juntar las manos tras la espal-
da, de flexión del tronco en silla y de levantarse, caminar y volver a sentarse.

TABLA 2
Resultados de ambas extremidades en los diferentes test (media ± desviación típica)
y diferencias significativas

55-64 años 65-74 años 75-84 años Diferencias


(grupo A) (grupo B) (Grupo C) significativas
Test de dos 83.92 ± 18.48 78.82 ± 11.24 69.55 ± 20.32 A-C: p < 0.05
minutos marcha
(pasos completos)
Test de flexión
completa de brazo 22.96 ± 3.74 22.87 ± 4.22 18.27 ± 2.86 A-C: p < 0.01
(repeticiones) B-C: p < 0.05
Test de sentarse y
levantarse de una
silla (repeticiones) 14.35 ± 2.59 14.57 ± 2.80 12.45 ± 3.38
Test de juntar las
manos tras la A-B: p < 0.05
espalda -7.38 ± 9.42 -9.53 ± 8.81 -17.91 ± 10.53 A-C: p < 0.01
(centímetros) B-C: p < 0.05
Test de flexión
del tronco A-B: p < 0.05
en silla 2.88 ± 6.51 -0.20 ± 6.77 -4.64 ± 3.61 A-C: p < 0.01
(centímetros) B-C: p < 0.05
Test de flamenco
(segundos) 35.81 ± 21.91 24.57 ± 21.40 10.64 ± 7.01 A-C: p < 0.01
Test de levantarse
caminar y volver A-B: p < 0.01
a sentarse 6.86 ± 1.35 7.12 ± 1.55 9.80 ± 3.88 A-C: p < 0.01
(segundos) B-C: p < 0.01

No se han reflejado las diferencias no significativas entre grupos

Para el análisis gráfico de la evolución de cada una de las variables se dividió a


la población en seis grupos (A: 55-59 años; B: 60-64 años; C:65-69 años; D: 70-74
años; E: 75-79 años; F: 80-84 años). La evolución de los resultados del test de dos
minutos marcha en función de la edad se encuentra en la figura 8. Se observa que la
resistencia va empeorando paulatinamente con la edad, observándose que los valo-
res obtenidos en el test son muy inferiores en el grupo F (80-84 años) en relación al
resto de grupos.

38 Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

FIGURA 8: Evolución del test de dos minutos marcha en relación con los grupos de edad.

Los valores de fuerza fueron menores conforme aumentaba la edad de las parti-
cipantes. Al comparar la fuerza del tren superior entre los diferentes grupos se en-
cuentra que los valores son menores sobretodo en el grupo E y F (75-79 y 80-84 años,
respectivamente).

FIGURA 9: Evolución del test de flexión completa de brazo y de sentarse y levantarse de una silla en
relación los grupos de edad.

En relación a la flexibilidad se observa que en la extremidad superior se va pro-


duciendo una disminución paulatina de esta capacidad, siendo el declive más pronun-
ciado a partir del grupo D (70-74 años), mientras que en la extremidad inferior la
variable va decreciendo pero no muestra una tendencia clara, aunque sí que se observa
una gran pérdida de esta capacidad en el grupo C (65-69 años) y E (75-79 años) (fi-
gura 10).

Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47 39


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

FIGURA 10: Evolución del test de juntar las manos tras la espalda y de flexión del tronco en silla
en relación con los grupos de edad.

Respecto al equilibrio, se observa que ésta es la cualidad que más rápido se pier-
de. Se produce un deterioro a partir del grupo C (65-69 años) (figura 11).

FIGURA 11: Evolución del test de flamenco en relación con los grupos de edad.

Las participantes mostraron una pérdida paulatina de la agilidad que se vio acen-
tuada sobre todo en el grupo E (a partir de los 75-79 años) (figura 12).

40 Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

FIGURA 12: Evolución del test de levantarse, caminar y volver a sentarse en relación
con los grupos de edad.

DISCUSIÓN
El objetivo de este estudio fue describir la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio,
la resistencia y la agilidad en un grupo de mujeres mayores post-menupáusicas en
función de su edad. El principal hallazgo al que se llega con este diseño transversal
es que todas las capacidades físicas del sujeto disminuyen con la edad. Para valorar
las capacidades físicas se utilizaron los test del Senior Fitness test y el test del flamenco,
que ya han sido empleados en otras investigaciones en personas mayores (Cancela et
al., 2003; Camiña, 2002; Garatachea et al., 2004; Lobo, Santos y Carvalho, 2007;
Rikli y Jones, 2001; Soto et al., 2009). No obstante, los estudios previos presentan
algunas limitaciones ya que la mayoría de estos no han fragmentado la población en
función de la edad (Garatachea et al., 2004; Lobo et al., 2007; Soto et al., 2009) y
algunos no diferencian en función del sexo al presentar los datos (Soto et al., 2009).
Numerosas investigaciones han demostrado que con el proceso de envejecimiento se
producen grandes cambios fisiológicos que afectan a la condición física y las capa-
cidades básicas, acentuándose esto en las mujeres tras la menopausia y que existen
grandes diferencias fisiológicas entre varones y mujeres que influyen en las diferentes
capacidades físicas (Wilmore y Costill, 2004). Por esto, la falta de fragmentación que
hay en los estudios anteriores de la muestra en función de la edad y el género supo-
ne una gran limitación para la discusión del presente artículo.
Camiña et al. (2001) estudiaron la influencia de la edad en las capacidades físi-
cas. Para ello, al igual que en el presente estudio, fragmentaron la población en fun-
ción de la edad. No obstante, utilizaron otros test diferentes a los incluidos en el

Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47 41


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

Senior Fitness test, a pesar de que ésta es la batería más empleada en poblaciones de
personas mayores (Cancela, Ayán, Gutiérrez-Santiago, Prieto y Varela, 2012; Garata-
chea et al., 2004; Rikli y Jones, 2001; Soto et al., 2009).
Con el test de dos minutos marcha se ha encontrado que la resistencia aeróbica
disminuye con la edad, acentuándose la pérdida de esta cualidad a partir de los 80-
85 años. En estudios previos se han confirmado estos resultados en mujeres adultas
(Shvartz y Reibold, 1990), mayores y ancianas (Camiña et al., 2001; Shvartz y
Reibold, 1990). En gran medida, los cambios en la capacidad de resistencia que acom-
pañan al envejecimiento pueden atribuirse a reducciones en la circulación central y
periférica, las cuales son mayores conforme aumenta la edad del sujeto. Numerosos
estudios han señalado que la capacidad física aeróbica declina entre un 0,8 y un 1,1%
por año (Wilmore y Costill, 2004). Esto podría justificar los resultados encontrados
en el presente estudio. No obstante, hay que tener en cuenta que al fragmentar tanto
la muestra el número de mujeres que conforman cada grupo es muy pequeño, por lo
que sería conveniente verificar estos resultados en posteriores investigaciones.
La fuerza de la extremidad superior e inferior disminuye con la edad. Esto ha sido
confirmado en otros estudios realizados con personas mayores y ancianos (Camiña
et al., 2001). El punto de inflexión de la fuerza de la extremidad superior se sitúa en
los 75-80 años, produciéndose a partir de este punto un gran declive. Estos cambios
en la fuerza muscular pueden deberse a cambios en la distribución del tipo de fibras,
disminuyéndose el número de fibras tipo I de forma más paulatina que el de tipo II.
Se ha sugerido que esto puede ser consecuencia del descenso del número de neuronas
motoras de contracción rápida, lo cual elimina la inervación de estas fibras muscu-
lares, provocando que se atrofien gradualmente. Además, durante el envejecimiento
se produce una reducción del número y del tamaño de las fibras musculares (sarco-
penia) (Wilmore y Costill, 2004). Al producirse este proceso de forma gradual una
de las principales limitaciones que puede plantear el test para valorar la fuerza del
miembro superior es que todas las personas utilizan el mismo peso. A aquellas per-
sonas con mayor edad les será más difícil movilizar la carga puesto que su fuerza
máxima será menor. Por tanto, sería conveniente en futuras investigaciones estudiar
la fuerza-resistencia de las personas mayores y ancianas utilizando como referencia
el 1RM del sujeto. En relación al test de evaluación de la extremidad inferior sería
conveniente en el futuro analizar la relación entre la longitud de las piernas, la altu-
ra de la silla y el rendimiento en este test, ya que al ser la silla de tamaño estándar la
longitud de las piernas del sujeto van a determinar los ángulos en los que tienen que
actuar los músculos, condicionando el resultado final de la prueba.
La flexibilidad del miembro inferior disminuye con la edad. Esto ha sido corro-
borado en estudios previos realizados con personas mayores y ancianos (Camiña et

42 Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

al., 2001). Al fragmentar los intervalos de edad se observa que la flexibilidad de la


extremidad superior sufre un gran declive a partir de los 70 años. Lo mismo sucede
con el miembro inferior, mostrando esta capacidad dos puntos de inflexión a los 65
y los 75 años. Estos cambios pueden deberse a que con los años se produce una dis-
minución del movimiento articular, como consecuencia del deterioro de los cartílagos,
los ligamentos, los tendones, el flujo sinovial y de los músculos, y un aumento de
la rigidez articular. El colágeno, uno de los dos componentes principales del tejido
conectivo, se hace más denso con el paso de los años. A la vez se produce una calci-
ficación de los cartílagos y de los tejidos y surge una tendencia al acortamiento de
los músculos, al desarrollo de la artritis y de otras condiciones ortopédicas negati-
vas, que intensifican la restricción del movimiento articular y disminuyen la elasti-
cidad (Martín et al., 2002; Misner, et al. 1992).
No obstante, aunque otros estudios han encontrado similares resultados en po-
blación adulta, personas mayores y ancianos (Camiña et al., 2001; Sainz, López-
Miñarro, Martínez-Almagro, Cejudo-Palomo y Rodríguez-Ferrán, 2005), hay que
tomar estos resultados con cautela pues en numerosas investigaciones han demostrado
que los test lineales, como es el caso del utilizado en el presente estudio, al tratarse
de una medida indirecta de la extensibilidad isquiosural están condicionados por di-
versos factores, al implicar a múltiples palancas articulares y estar influidos por la
relación entre parámetros antropométricos de las extremidades superiores e inferio-
res y la longitud del tronco (Benavent, Tella, González-Millan y Colado, 2008;
Liemohn, Martin y Pariser, 1997; Shimon, Martínez, Darden y Clouse-Snell, 2010;
Simoneau, 1998), la posición del tobillo (Liemohn et al., 1997; Simoneau, 1998) y
la flexibilidad de la espalda (Simoneau, 1998). Por esto, sería conveniente en futu-
ras investigaciones validar estos resultados utilizando un test angular.
En el test de flamenco se limitó el tiempo máximo de ejecución del test porque
si el sujeto mantiene la posición 60 segundos se interpreta que tiene un equilibrio
aceptable y no es necesario alargar el test indefinidamente. Esto no se hizo en los es-
tudios de Soto et al. (2009) y de Viana et al. (2004), lo que podría ser la causa de las
diferencias en los valores de equilibrio respecto a las mujeres mayores del presente
estudio. Se ha encontrado que el equilibrio va disminuyendo con la edad, producién-
dose una aceleración de la pérdida de esta capacidad a partir de los 65 años, en co-
incidencia con Carmiña et al. (2001). Esto se debe a que durante el proceso de enve-
jecimiento se producen cambios en la recepción y trasmisión de la información por
el sistema neurológico y/o alteración en el sistema musculo-esquelético, tales como
sarcopenia, deterioro de proceso de estimulación-reacción del músculo, en la preci-
sión de la ejecución del movimiento, etc., los cuales afectan directamente al equili-
brio de la persona (Era y Heikkinen, 1985; Jesup et at., 2003).

Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47 43


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

Las alteraciones que se producen en las conexiones neuromusculares con la edad


(Era y Heikkinen, 1985) también son la principal razón que justifica la disminución
de la agilidad conforme se avanza en etapa, algo que ya se había encontrado en es-
tudios previos (Camiña et al., 2001). Se ha encontrado que la agilidad empeora con
la edad, siendo a partir de los 75-80 años cuando más disminuye esta capacidad.
Comparando los resultados del presente estudio con los de investigaciones an-
teriores se ha encontrado que los valores son superiores a los mostrados por muje-
res dependientes (Lobo et al., 2007), al igual que los valores de resistencia, fuerza del
miembro superior y flexibilidad del miembro inferior al compararlos con una muestra
de personas mayores con una media de edad superior a la del presente estudio, pero
con un mayor nivel de actividad física (Garatachea et al., 2004). No obstante, las
mujeres del estudio de Garatachea et al. (2004) presentaban mayores valores de fuerza
de la extremidad inferior, flexibilidad del miembro superior, equilibrio y agilidad.
De esto se puede extraer que la práctica de ejercicio físico podría ayudar a que las
pérdidas de condición física que se producen en las personas mayores con la edad se
vean ralentizadas (Camiña, 2002; Wilmore y Costill, 2004). Por tanto, es necesario
diseñar e implantar programas específicos para conseguir que las personas mayores
sean activas y que el deterioro de las capacidades físicas pueda frenarse.
Como principal limitación de este trabajo se encuentra que ante la dificultad de
hacer un estudio longitudinal se realizó uno de corte transversal por franjas de edad.
Con este diseño los hallazgos podrían aproximarse a los de un estudio longitudinal
(Martín, 2011), aunque sería conveniente en el futuro analizar la evolución de la con-
dición física en las personas mayores de esta forma.

CONCLUSIONES
La fuerza, la flexibilidad, el equilibrio, la resistencia y la agilidad siguen una
evolución natural de pérdida con la edad. No obstante, el deterioro no sigue el mis-
mo patrón de declive en todas las capacidades físicas siendo la resistencia y la fuer-
za las cualidades que más lento involucionan y la flexibilidad, la agilidad y el equi-
librio las que más rápido lo hacen. Para poder estudiar de manera adecuada estos
aspectos es necesario segmentar a la población en función de la edad y aumentar el
tamaño muestral del presente estudio, buscando que los grupos de edad sean lo más
homogéneos posibles en cuanto a número.

REFERENCIAS
Alexandre, N.B., Schultz, A.B. y Warwick, D.N. (1991). Rising from a chair: effects of age and
functional ability on performance biomechanics. Journal of Gerontology: Medical Sci-
ences, 46, M91-M98.

44 Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

Ávila, J.A., Gray-Donald, K. y Payette, H. (2006). Medición de las capacidades físicas de


adultos mayores de Québec: un análisis secundario del estudio NuAge. Salud Pública de
México, 48, 446–454.
Baldani, M., Bernal, A., Jiménez-Jiménez, R. y Garatachea, N. (2006). Valoración de la
condición física funcional en ancianos. Lecturas, Educación Física y Deportes. Revista
Digital, 103.
Bell, R.D. y Hoshizaki, T.B. (1981). Relationships of age and sex with range of motion of sev-
enteen joint actions in humans. Canadian Journal of Applied Sport Sciences, 6, 202-206.
Benavent, J., Tella, V., González-Millan, I. y Colado, J.C. (2008). Comparação de diferentes testes
de campo para a avaliação da flexibiliade geral ativa. Fitness & Performance, 7, 26-29.
Bohannon, R.W. (1995). Sit-and-reach test for measuring performance of lower extremity
muscles. Perceptual & Motor Skills, 80, 163-166.
Bombí, I. (2012). Cambios comportamentales y psicológicos. Fundación Mapfre;http://www.
mapfre.com/salud/es/cinformativo/cambios-corporales-psicologicos-menopausia.shtml
Boraita, A. (2000). ¡Muévete corazón! Madrid: Fundación Española del Corazón.
Brouha, L. (1943). A step test: a simple method of measuring Physical fitness for muscular work
in young men. Research Quarterly for Exercise and Sport, 14, 31-36.
Buskirk, E.R y Hodgson, J.L. (1987). Age and aerobic power: the rate of change in men and
women. Federation Proceedings, 46, 1824-1829.
Camiña, F. (2002). La actividad física saludable en personas mayores. Parámetros condicio-
nantes. Gerokomos: Revista de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Geron-
tológica, 13, 191-203.
Camiña, F., Cancela, J.M. y Romo, V. (2001). La prescripción del ejercicio físico para perso-
nas mayores. Valores normativos de la condición física. Revista Internacional de Medicina
y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, 1, 136-154.
Cancela, J.M., Ayán, C., Gutiérrez-Santiago, A., Prieto, I. y Varela, S. (2012). The Senior Fit-
ness Test as a functional measure in Parkinson´s disease: a pilot study. Parkinsonism &
Related Disorders, 18, 170-173.
Cancela, J.M., Camiña, F. y Romo, V. (2003). Efecto de un programa de fortalecimiento mus-
cular en un colectivo de mujeres mayores de 65 años. Gerokomos: Revista de la Sociedad
Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, 14, 80-89.
Cotten, D.J. (1971). A modified step test for group cardiovascular testing. Research Quarterly
for Exercise and Sport, 42, 91-95.
Csuka, M. y McArty, D.J. (1985). Simple method for measurement of lower extremity muscle
strength. American Journal of Medicine, 78, 77-81.
Era, P. y Heikkinen, K. (1985). Postural sway during standing and unexpected disturbance
of balance in random samples of men of different ages. The Journals of Gerontology,
40, 287-295.
Garatachea, N., Val, R., Calvo, I. y De Paz, J.A. (2004). Valoración de la condición física
funcional mediante el Senior Fitness Test de un grupo de personas mayores que realizan
un programa de actividad física. Apunts. Educación Física y deportes, 76, 22-26.

Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47 45


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

Garcés, E. (2004). Actividad física y hábitos saludables en personas mayores. Instituto de


Migraciones y Servicios Sociales, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
González, J. (2003). Actividad física deporte y vida: beneficios, perjuicios y sentido de la
actividad física y del deporte. Lasarte-Oria: Oreki.
González, J. (2006). Desarrollo de una batería de test para la valoración de la capacidad
funcional en las personas mayores (VACAFUN-ancianos) y su relación con los estilos de
vida, el bienestar subjetivo y la salud. León: Universidad de León.
Iannuzzi-Sucich, M., Prestwood, K.M. y Kenny, A.M. (2002). Prevalence of sarcopenia and
predictors of skeletal muscle mass in healthy, older men and women. The Journals of
Gerontology Series A: Biological Sciences and Medical Sciences, 57, M772-M777.
Izquierdo, M. y Aguado, X. (1998). Efectos del envejecimiento sobre el sistema neuromuscu-
lar. Archivos de Medicina del Deporte, 15, 299-306.
James, T.W. (1999). The 30-second arm curl test as an indicator of upper body strength in older
adults. Unpublished master´s thesis. Fullerton: California State University.
Jesup, J.V., Horne, C., Vishen, R.K. y Wheeler, D. (2003). Effects of exercise on bone density,
balance, and self-efficacy in older women. Biological Research for Nursing, 4, 171-180.
Klausner, S.C. y Schwartz, A.B. (1985). The aging heart. The aging process. Saunders Com-
pany, 119-141.
Liemohn, W., Martin, S.B. y Pariser, G.L. (1997). The effect of ankle posture on sit-and-reach
test performance. Journal of Strength and Conditioning Research, 11, 239-241.
Lobo, A., Santos, M.P. y Carvalho, J. (2007). Anciano institucionalizado: calidad de vida y
funcionalidad. Revista Española de Cardiología, 42, 22-26.
Martín, B. (2011). Investigación descriptiva. En S. Cubo, B. Martín y J.L. Ramos, (Eds.),
Métodos de investigación y análisis de datos en ciencias sociales y de la salud (pp.373-
383). Madrid: Pirámide.
Marín, M. (2006). Influencia de un programa de actividad física sobre aspectos físicos y
psicológicos en personas de más de 55 años en la población del Algarve. Tesis doctoral.
Valencia: Universidad de Valencia.
Martín, E., Cléria, J., Aparecida, S. y Harumi, A. (2002). La preponderancia de la disminución
de la movilidad articular de la elasticidad muscular en la pérdida de la flexibilidad en el
envejecimiento. Fitness & Performance, 1, 12-20.
McArdle, W.D., Katch, F.I., Pechar, G.S., Jacobson, L. y Ruck, S. (1972). Reliability and in-
terrelationships between maximal oxygen intake, physical work capacity and step-test
scores in college women. Medicine & Science in Sports & Exercise, 4, 182-186.
McRae, S.B., Weatherhead, P.J. y Montgomeric, R. (1993). American Robin nestlings compete
by jockeying for position. Behavioral Ecology and Sociobiology, 33, 101-106.
Miotto, J.M., Chodzko-Zajko, W.J., Reich, J.L. y Supler, M.M. (1999). Reliability and valid-
ity of the Fullerton Functional Fitness Test: and independent replication study. Journal
Aging Physical Activity, 7, 339-353.

46 Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47


Vaquero-Cristóbal, R.; González-Moro, I.; Ros, E.; Alacid, F. Evolución de la fuerza, flexibilidad …

Misner, J.E., Massey, B.H., Bemben, M., Going, S. y Patrick, J. (1992). Long-term Effects of
Exercise on the Range of Motion of Aging Women. In Journal. Journal of Orthopedic &
Sport Physical Therapy, 16, 37-42.
Ribera, J.M. (1995). Envejecimiento de los sistemas cardiovascular y respiratorio. En Marcos,
J.F., Frontera, W. y Santonja, R. La salud y la actividad física en las personas mayores.
Comité Olímpico Español, 97-114.
Rikli, R.E. y Jones, C. J. (2001). Senior Fitness Test Manual. Champaign IL: Human Kinetics.
Sainz, P., López-Miñarro, P.A., Martínez-Almagro, A., Cejudo-Palomo, A. y Rodríguez-Ferrán,
O. (2005). Valoración de la musculatura isquiosural en personas mayores. Revista Espa-
ñola de Geriatría y Gerontología, 40, 31-35.
Shvartz, E. y Reibold, R. C. (1990). Aerobic fitness norms for males and females aged 6 to 75
years: a review. Aviation, Space, and Environmental Medicine, 61, 3-11.
Shimon, J.M., Martínez, R., Darden, G.F. y Clouse-Snell, J. (2010). Initial reliability and va-
lidity of the Lift-and-Raise hamstring test. Journal of Strength and Conditioning Research,
24, 517-521.
Simoneau, G.G. (1998). The impact of various anthropometric and flexibility measurements on
the sit-and-reach test. Journal of Strength and Conditioning Research, 12, 232- 237.
Soto, J.R., Dopico, X., Giraldez, M.A., Iglesias, E. y Amador, E. (2009). La incidencia de
programas de actividad física en la población de adultos mayores. Motricidad. European
Journal of Human Movement, 22, 65-81.
Tinetti, M.E, Speechley, M. y Ginter, S.F. (1988). Risk factors for falls among elderly persons
living in the community. The New England Journal of Medicine, 319, 1701-1707.
Wilmore, J.H. y Costill, D.L. (2004). Fisiología del esfuerzo y del deporte. Barcelona: Edito-
rial Paidotribo.

Motricidad. European Journal of Human Movement, 2012: 29, 29-47 47


ARTÍCULOS
VALORACIÓN DEL
SISTEMA
TEGUMENTARIO
ORIGINALES

Validación e índices de calidad Zayne Milena Roa Díaz1


Dora Inés Parra2
Fabio Alberto Camargo-Figuera3
de las escalas de Braden y
1. Enfermera. Magíster en Epidemiología. Grupo de Investigación GRINFER.
Norton Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga. Santander. Colombia. Grupo
de Investigación GIDCEN. Fundación Cardiovascular de Colombia. Organización
Latinoamérica para el Fomento de la Investigación en Salud OLFIS.
Validity and Quality indices 2. Enfermera. Especialista. Magíster en Enfermería. Escuela de Enfermería.
Grupo de Investigación GRINFER. Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga.

of Braden and Norton scales Santander. Colombia.


3. Enfermero. Magíster. Doctor en Epidemiología. Escuela de Enfermería.
Grupo de Investigación GRINFER. Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga.
Santander. Colombia.

Correspondencia:
Zayne Milena Roa Díaz
Fundación Cardiovascular de Colombia
Calle 155A No. 23-58 Urbanización El Bosque
680002 Floridablanca. Santander (Colombia)
Correo electrónico: zaynemilena6@gmail.com

Recibido el 29 de agosto de 2016; aceptado el 13 de octubre de 2016.

RESUMEN ABSTRACT
Objetivo: determinar la validez de criterio e índices de calidad de Aim: To determine the construct and criterion validity, quality
la sensibilidad, especificidad y eficiencia de las Escalas de Braden y indices of sensitivity, specificity and efficiency of the Braden
Norton en pacientes adultos hospitalizados. and Norton Scales in adult patients hospitalized.
Método: estudio de validación de tecnologías diagnósticas anidado Methods: Validation of diagnostic technologies nested in a
en una cohorte prospectiva. Criterio de inclusión, ser mayor 18 años prospective cohort. Inclusion criteria: be 18 years old or older
y no presentar úlcera por presión al ingreso. La validez de criterio se and do not have pressure ulcer at admission. Criterion validity
evaluó a través de la sensibilidad, especificidad, valores predictivos, was assessed by sensitivity, specificity, predictive values,
likelihood ratios, índices de calidad, área bajo la curva y riesgo relativo. likelihood ratios, quality indices and AUC, relative risk.
Resultados: un total de 938 personas evaluadas, un 5,1% (IC 95%: Results: 938 people tested, 5.1% (95% CI 3.6 - 6.4) had at
3,6-6,4) presentó al menos una úlcera por presión. Para los puntos de least one pressure ulcer. It was calculated for the cutoffs ≤18
corte ≤18 Braden y ≤17 Norton se obtuvieron sensibilidades del 89,8% Braden and ≤17 Norton sensitivities of 89.8 and 83.7% and
y 83,7% e índices de calidad de 0,82 y 0,77, respectivamente; los índices quality indices of 0.82 and 0.77, respectively; quality indices
de calidad de la especificidad presentaron valores inferiores a 0,20. of specificity showed values below 0.20.
Conclusión: la escala de Braden presentó un mejor balance en Conclusion: The Braden scale presented a better balance in
sus propiedades psicométricas para la evaluación individual del its psychometric properties for individual risk assessment
riesgo de desarrollar UPP; sin embargo, los índices de calidad para la of developing UPP; however, the quality indices for the
especificidad de ambas escalas revelan un bajo rendimiento. specificity of both scales reveal poor performance.

PALABRAS CLAVE: escalas de valoración, Escala de Braden, Escala de KEYWORDS: risk assessment scales, Braden Scale, Norton
Norton, úlceras por presión, validez. Scale, pressure ulcers, validity.

INTRODUCCIÓN yores de 65 años; en unidades de cuidados intensivos se han notificado


valores de hasta el 18%(2). En Latinoamérica, el estudio IBEAS reportó
Las úlceras por presión (UPP) son consideradas indicadores de la calidad una prevalencia de UPP entre el 0,4% y el 15,8%(3). Otros estudios han
de los cuidados y su aparición es causa de dolor, sufrimiento, aumento mostrado que la incidencia de estas lesiones puede variar entre el 0,4%
significativo de la estancia hospitalaria, deterioro de la calidad de vida y el 38%(4,5).
e incluso muerte de quienes las padecen(1). Países como España han En cuanto a los costos totales de atención de las UPP, en España
logrado documentar y visibilizar el problema que estas lesiones repre- se ha documentado un gasto anual que puede alcanzar los 461 millo-
sentan para la salud pública y la seguridad del paciente, de tal manera nes de euros(6). Latinoamérica no cuenta con datos sobre el costo de
que, para el año 2014, en este país se señaló una prevalencia en servicios estas lesiones; sin embargo, su intervención forma parte de los objetivos
de atención de adultos del 7,87%, cifra que se elevó al 8,51% en ma- en salud pública de la mayoría de los países de la región. Es así como en

200 Gerokomos. 2017;28(4):200-204


ORIGINALES HELCOS
Zayne Milena Roa Díaz, Dora Inés Parra y Fabio Alberto Camargo-Figuera
Validación e índices de calidad de las escalas de Braden y Norton

Colombia se han desarrollado políticas que incluyen herramientas para Recolección de datos e instrumentos
la prevención de estas lesiones(7), mediante la promoción del uso de una
gran variedad de instrumentos de predicción del riesgo, tales como las El equipo de investigación estuvo dividido en dos grupos de profesio-
escalas de Braden y Norton, las cuales tienen amplios reportes de su va- nales de enfermería, con entrenamiento en la aplicación de las escalas y
lidez(8,9), pero poseen baja evidencia de su eficacia en la prevención de las manejo de eventos adversos; un grupo se encargó de la valoración inicial
UPP(10,11). Lo anterior motiva la investigación sobre estos instrumentos y el segundo fue responsable del seguimiento, identificación, registro de
en la región. características y factores contribuyentes de las UPP.
En relación con estas herramientas, la escala de Braden fue presentada Durante las primeras 24 a 36 horas de participación en el estudio se
como un instrumento de predicción del riesgo de desarrollar UPP en aplicó a cada participante un instrumento que recogió datos genera-
1987(12). Está compuesta por 6 ítems: percepción sensorial, movilidad, les, condiciones clínicas, factores contributivos y medidas de preven-
actividad, humedad, nutrición, fricción y cizallamiento, cada uno de ción para la aparición de eventos adversos ejecutadas por el personal
los cuales tiene una categoría de calificación que oscila entre 1 y 4, a ex- asistencial externo al estudio, como parte de los cuidados brindados a
cepción del último ítem que puntúa de 1 a 3. La puntuación total de la los pacientes durante su estancia en la institución, dentro de las cuales
escala está en el rango de 6 y 23; el punto de corte para determinar riesgo se encontraban la valoración del riesgo de desarrollar UPP, aplicación
establecido por las creadoras en estudios preliminares fue 16 o menos(13). de hidratantes, masajes, hidrocoloides y/o sistemas de protección local,
Por su parte, la escala de Norton fue desarrollada por Norton, McLa- cambios de posición y uso de superficies antiescaras; asimismo, en esta
ren y Exton-Smith en el curso de un trabajo con pacientes geriátricos del primera evaluación por parte del equipo investigador se evaluó el ries-
Reino Unido en 1962(14). La escala contempla 5 ítems: estado mental, go de desarrollar UPP a través de las escalas de Braden(12) y Norton(14).
incontinencia, movilidad, actividad y estado físico, los cuales puntúan A partir del segundo día, cada participante recibió visita diaria por el equi-
de 1 a 4 para dar una puntuación total de la escala entre 5 y 20; inicial- po investigador asignado para esta labor, con el fin de identificar UPP;
mente las autoras plantearon como punto de corte para riesgo un valor cada participante fue seguido hasta el egreso hospitalario o muerte.
de 14. Para identificar las UPP (patrón de referencia), las enfermeras siguie-
Asimismo, estas escalas tiene un importante número de trabajos de ron los estadios descritos en el Consenso de National Pressure Ulcer Ad-
validación(11). Sin embargo, existe confusión sobre los resultados publi- visory Panel (NPUAP)(17), así:
cados, dado que no se informa la escala de referencia sobre la cual se
pueden interpretar la sensibilidad y la especificidad. En respuesta a lo Estadio I. Alteración observable en la piel íntegra, relacionada con la
anterior, Kraemer planteó calcular los índices para sensibilidad k(1,0) presión, que se manifestó por un eritema cutáneo que no palidecía al
y especificidad k(0,0), los cuales son kappas ponderadas que pueden presionar; en pieles oscuras, podían identificarse tonos rojos, azules o
tomar valores entre 0 y 1, donde 0 representa que la sensibilidad es igual morados.
al nivel de la prueba y la especificidad es igual al complemento del nivel Estadio II. Pérdida parcial del grosor de la piel que afectó a la epidermis,
de la prueba. En ambos casos, el valor ideal es 1; sin embargo, cualquier dermis o ambas. Úlcera superficial con aspecto de abrasión, ampolla o
valor del índice de calidad de la sensibilidad que supere el nivel de la cráter superficial.
prueba o índice de calidad de la especificidad que supere el complemen- Estadio III. Pérdida total del grosor de la piel que implicó lesión o ne-
to del nivel de la prueba hacen a una prueba legítima(15). De acuerdo crosis del tejido subcutáneo, que podía extenderse hacia abajo, pero no
con lo anterior, y atendiendo a la recomendación de realizar estudios de por la fascia subyacente.
validación de instrumentos de medición en salud en diferentes contex- Estadio IV. Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa,
tos(16), se planteó desarrollar el presente estudio. necrosis del tejido o lesión en músculo, hueso o estructuras de sostén
(tendón, cápsula articular, etc.). En este estadio, como en el estadio III,
podían presentarse lesiones con cavernas, tunelizaciones o trayectos si-
OBJETIVO nuosos.

Determinar la validez de criterio y los índices de calidad de la sensibili- Procesamiento y análisis de la información
dad, especificidad y eficiencia para de las escalas de Braden y Norton en
una cohorte de pacientes adultos hospitalizados en una institución de La información fue recolectada en formularios físicos, los cuales fueron
tercer nivel de atención en Colombia. validados por doble digitación en el programa EpiData 3.1. El análisis
de las escalas y características sociodemográficas de los participantes se
realizó en Stata v12.0.
MATERIALES Y MÉTODOS La incidencia acumulada de la primera UPP se calculó como el por-
centaje de participantes que cumplieron con la definición de este evento,
Estudio de validación de tecnologías diagnósticas anidado a un estu- sobre el total de participantes libres de UPP al ingreso en el estudio; asi-
dio de cohorte. Se realizó el reclutamiento en los servicios de urgencias, mismo, para este estadístico se calculó un intervalo de confianza al 95%.
cirugía general y quirófanos de un hospital público de mediana y alta Se evaluó la normalidad de las variables a través del test Shapiro Wilk,
complejidad de atención, en Bucaramanga (Colombia). En dichas uni- las variables continuas, de acuerdo con su distribución se presentaron
dades se realiza la admisión de los pacientes a la institución hospitalaria. con medias y desviación típica (DT) o medianas y rango intercuartil
Los criterios de inclusión fueron: tener una edad mayor de 18 años e (RI); las variables categóricas se reportaron con frecuencias absolutas y
indicación de hospitalización. Se excluyó a los participantes que presen- relativas. Para evaluar las diferencias en edad y sexo por los grupos de
taron UPP al ingreso o en quienes no fue posible obtener información personas con y sin UPP, se realizó la prueba U de Mann-Whitney y la
completa de las escalas de Braden y Norton; la muestra se seleccionó de prueba χ² respectivamente, teniendo en cuenta un nivel de 0,05.
forma no probabilística y se conformó a través de reclutamiento censal Para evaluar la validez predictiva de las escalas se calculó el área bajo la
durante los meses de noviembre y diciembre de 2010. curva de Receiver Operator Curves (ROC). Se analizaron cada uno de los

Gerokomos. 2017;28(4):200-204 201


ORIGINALES

Zayne Milena Roa Díaz, Dora Inés Parra y Fabio Alberto Camargo-Figuera
Validación e índices de calidad de las escalas de Braden y Norton

puntos de corte de las puntuaciones totales de las escalas con respecto a la como se presenta en la tabla 2. Por otra parte, se observó que la mediana
presencia de UPP (patrón de referencia), determinándose la sensibilidad de edad en el grupo de personas que presentaron UPP fue mayor que la
(S), especificidad (E), valor predictivo positivo (VPP) y negativo (VPN), del grupo de personas libres de UPP durante el seguimiento (tabla 2).
razones de verosimilitud positivas y negativas (LR+ y LR-) y eficiencia. Por otra parte, al calcular y comparar los índices obtenidos para am-
Siguiendo las recomendaciones de Kraemer(15), los test estadísticos bas escalas desde la perspectiva del patrón de referencia, se observó que
(coeficientes Kappa) se presentaron como índices de calidad de la sen- los mayores niveles de sensibilidad se obtienen con los puntos de corte
sibilidad k(1,0), especificidad k(0,0) y eficiencia k(0,5;0). Estos índi- 17 Norton y 18 Braden, la especificidad de las escalas en su mayoría
ces aportan información para la interpretación y selección de un punto superó el valor de 60%, a excepción de las puntuaciones 17 y 16 de la
de corte óptimo de acuerdo con los propósitos de evaluación de sen- escala de Norton y 18 de la escala de Braden; en este sentido, se destaca
sibilidad (tamizaje), especificidad (diagnóstico diferencial) o eficiencia que ninguna de las escalas mostró un buen desempeño en los puntos de
(acuerdo general). Valores de 0,55 o mayores pueden ser interpretados corte originales definidos por las autoras, como se muestra en la tabla 3.
como un acuerdo aceptable(18); por último, se calculó el riesgo relativo Asimismo, los índices relacionados con los valores totales del test
bruto para cada uno de los puntos de corte. mostraron puntuaciones bajas, especialmente en los VPP, puesto que
los VPN fueron superiores al 95% (tabla 3). En el análisis ROC, nue-
Aspectos éticos: El estudio (FFEA) contó con la aprobación del Comité vamente los puntos de corte 17 Braden y 18 Norton presentaron los
de Ética para la Investigación Científica de la Facultad de Salud de la mayores valores de AUC, alcanzando un valor de 0,74 (IC 95%: 0,68-
Universidad Industrial de Santander (Bucaramanga, Colombia), siguió 0,79) y 0,64 (IC 95%: 0,60-0,69), respectivamente (fig. 1).
los principios de la declaración de Helsinki y solicitó consentimiento Adicional a lo anterior, se evaluó la concordancia entre el patrón de
informado a todos los participantes. referencia y la clasificación dada por las escalas (eficiencia) y el porcenta-
je de positivos identificados según Braden y Norton (nivel de la prueba)
para cada punto de corte como se muestra en la tabla 4. En este mismo
RESULTADOS sentido es importante resaltar que los índices de calidad de los puntos de
corte con el mejor rendimiento para la sensibilidad presentaron valores
Se evaluaron 938 personas mayores de 18 años. Tras realizar la prue- de índices de calidad k(1,0) superiores a 0,70, y fue la escala Braden la
ba Shapiro Wilk, se rechazó la hipótesis de normalidad para todas las que obtuvo el mayor valor, contrariamente a lo observado en los índices
variables generales y puntuaciones de las escalas. La mediana de edad de calidad para la sensibilidad y especificidad, en donde los valores fue-
fue de 53 años RI (36 años), el 56,64% (n = 529) de los participantes ron inferiores a 0,21, como se muestra en la tabla 4.
pertenecían al sexo masculino y el mayor porcentaje de la población
(26,18%) se encontraba en el rango de edad comprendido entre los 70 y
94 años (tabla 1). Las mujeres presentaron una mediana de edad mayor DISCUSIÓN
que la de los hombres, 60 años RI (36 años) y 46 años RI (37 años),
respectivamente (Mann-Whitney p < 0,001); por otra parte, las medidas De acuerdo con el objetivo de tamización del riesgo de desarrollar UPP
preventivas de UPP más frecuentemente administradas a los participan- de la escalas evaluadas, el presente trabajo procuró identificar un punto de
tes del estudio fueron la realización de cambios posturales con el 28,3% corte con una sensibilidad óptima, acompañado de valores de sensibilidad
y valoración del riesgo con el 15,9%; las demás acciones no superaron no inferiores al 60% con el fin de lograr un balance entre la captación de
una frecuencia del 2% en la población de estudio. la mayoría de personas a riesgo y la moderada asignación de recursos a
Un total de 49 personas desarrollaron una UPP durante el seguimiento, personas que no estén a riesgo; estos criterios en su conjunto, con la infor-
lo cual representa una incidencia acumulada de 5,1% (intervalo de con- mación aportada por los índices de calidad expresados como coeficientes
fianza [IC] al 95%: 3,6-6,4). El 47,0% (n = 23) de las UPP se clasificaron Kappa, permitieron identificar los puntos de corte 18 Braden y 17 Norton
en el estadio II, el 42,9% (n = 21) en el estadio I y el 10,2% (n = 5) en el con índices de calidad para la sensibilidad superiores a 0,55, como los
estadio III. La aparición de estas lesiones fue más frecuente en mujeres, valores que cumplían los criterios anteriormente descritos.

Tabla 1. Características de la población en estudio Tabla 2. Diferencias de edad y sexo entre las personas con y sin úlcera por presión
Frecuencia Frecuencia
Características No
absoluta (n) relativa (%) UPP (IC (IC
Características UPP pa
Hombres 531 56,6 n = 49 95%) 95%)
n = 893
Sexo
Mujeres 407 43,4
18-33 234 25,0 Edad 29 36
73 51 <0,001c
34-51 224 23,9 (mediana-años) añosb añosb
Edad (años)
52-69 235 25,1
Hombre 31% (17-44) 57% (54-61) 0,001d
70-94 245 26,2
Sexo
Tipo de Aguda 733 78,5
Mujer 69% (55-82) 42% (39-46)
enfermedad Crónica 200 21,5
a
p < 0,05.
Área de Urbana 707 75,8 b
Rango intercuartil.
procedencia Rural 227 24,2
c
Prueba de U Mann-Whitney.
d
Prueba de χ2.

202 Gerokomos. 2017;28(4):200-204


ORIGINALES HELCOS
Zayne Milena Roa Díaz, Dora Inés Parra y Fabio Alberto Camargo-Figuera
Validación e índices de calidad de las escalas de Braden y Norton

Tabla 3. Probabilidades de escala Norton y Braden en diferentes puntos de corte

Punto de corte S (IC 95%) E (IC 95%) VPP (IC 95%) VPN (IC 95%) LR+ (IC 95%) LR- (IC 95%)
89,8 59,4 10,6 99 2,2 0.2
≤18
(77,8-96,6) (56,3-62,8) (7,8-14) (97,9-99,7) (1,96-2,51) (0,07-0,39)
71,4 74,6 13,1 98 2,8 0,4
≤16
(56,7-83,4) (71,9-77,6) (9,37-17,9) (96,7-98,9) (2,3-3,5) (0,24-0,59)
Braden

53,1 86,0 17,1 97,2 3,7 0,5


≤14
(38,3-67,5) (83,8-88,4) (11,5-24,0) (95,8-98,2) (2,8-5,3) (0,4-0,7)
34,7 93,1 21 96,4 5 0,7
≤12
(21,7-49,6) (91,3-94,7) (12,9-31,8) (94,9-97,5) (3,2-7,9 (0,57-0,86)
89,8 46,9 8,3 98,8 1,7 0,2
≤17
(77,8-96,6) (43,6-50,2) (6,1-11) (97,2-99,6) (1,5-1,9) (0,1-0,5)
83,7 57,4 9,51 98,5 2,0 0,3
≤16
(70,3-92,7) (54,1-60,6) (6,91-12,7) (97,1-99,3) (1,7-2,3) (0,2-0,5)
Norton

61,2 79,7 13,9 97,5 3,0 0,5


≤14
(46,2-74,8) (7,0-82,3) (9,6-19,3) (96,1-98,5) (2,3-3,9) (0,3-0,7)
46,9 90,3 20,2 96,9 4,8 0,6
≤12
(32,5-61,7) (88,2-92,1) (13,5-29,2) (95,6-98) (3,3-6,9) (0,4-0,8)
E: especificidad; LR+: razón de verosimilitud positiva; LR-: razón de verosimilitud negativa; S: sensibilidad; VPP: valor predictivo positivo; VPN: valor predictivo negativo.

Sensibilidad
1,00

0,75

0,50

0,25

0,00

1-Especificidad 0,00 0,25 0,50 0,75 1,00


AUC-ROC Braden: 0,8101 AUC-ROC Norton: 0,8166 Referencia

Figura 1. Curvas ROC escala Norton y Braden.

Tabla 4. Eficiencia, nivel de la prueba e índices de calidad de la sensibilidad y especificidad para las escalas de Norton y Braden

Escala Punto de corte AUC Eficiencia(%) Q (%) Calidad K(1,0) Calidad K(0,0) Calidad K(0,5;0) RR (IC 95%)
≤18 0,75 61 43 0,82 0,06 0,11 9,1 (4,1-20)
≤16 0,73 74 28 0,60 0,08 0,15 6,3 (3,4-11,6)
Braden
≤14 0,70 84 15 0,44 0,12 0,19 6,2 (3,5-11,2)
≤12 0,64 90 8 0,25 0,19 0,21 6,1 (3,1-11,7)
≤17 0,68 49 54 0,77 0,03 0,06 7,35 (2,9-18,1)
≤16 0,71 58 45 0,70 0,05 0,09 6,6 (3,1-14)
Norton
≤14 0,70 78 22 0,50 0,09 0,15 6,1 (3,4-10,9)
≤12 0,68 88 12 0,29 0,16 0,21 7,9 (4,3-14,5)
AUC: área bajo la curva; calidad k(0,0): calidad de la especificidad; calidad k(1,0): calidad de la sensibilidad; calidad k(0,5;0): calidad de la eficiencia; IC 95%: intervalo de confianza al 95%; Q: nivel de la prueba; RR: riesgo relativo.

Gerokomos. 2017;28(4):200-204 203


ORIGINALES

Zayne Milena Roa Díaz, Dora Inés Parra y Fabio Alberto Camargo-Figuera
Validación e índices de calidad de las escalas de Braden y Norton

De acuerdo con los hallazgos anteriores, este trabajo presenta eviden- De acuerdo con la evidencia presentada en este trabajo, se reitera la
cia que apoya el uso de puntos de corte diferentes a los originales en importancia de conocer el funcionamiento de instrumentos como las
poblaciones adultas de amplio rango etario; en el caso de la escala de escalas de Braden y Norton en poblaciones específicas, y se invita a la
Braden, las autoras, habían reportado el punto de corte de ≤17 en un enfermera a indagar, analizar e incorporar en su criterio clínico las pro-
estudio con adultos mayores de 50 años(19). Por otra parte, la frecuencia piedades psicométricas de las escalas de valoración para lograr una inter-
de UPP mencionadas en el presente estudio que involucró a personas pretación crítica de sus resultados y una toma de decisiones acorde a las
con un amplio rango de edad se aproxima a las señaladas en adultos características individuales de las personas sujetos de cuidado.
mayores(20).
La escala de Braden en diferentes puntos de corte ha reportado valores
de sensibilidad en rangos de 85,7% hasta 100% y especificidad de 70% CONCLUSIONES
a 85,7%(12,21,22) y para la escala de Norton valores entre 33,9% y 100% y
50% a 62,7%(23), respectivamente. Los valores de sensibilidad de las es- En el presente estudio, la escala de Braden presentó el mejor balance en-
calas en el presente trabajo fueron satisfactorios; sin embargo, se observó tre los valores de sensibilidad, especificidad y calidad de la sensibilidad,
una limitada capacidad predictiva que puede estar mediada por la admi- lo cual, a pesar de sus limitaciones, la posiciona como una escala válida
nistración de intervenciones preventivas después de la evaluación con las para la medición del riesgo de desarrollar UPP en pacientes adultos. Se
escalas, hecho que modifica la frecuencia de aparición de las UPP y por hace necesario que futuras investigaciones evalúen los puntos de corte
ende las propiedades que se reportan de este tipo de instrumentos(23). En aquí identificados y se evalúen los factores que pueden contribuir a me-
este mismo sentido, es importante destacar que otros autores han men- jorar los valores de especificidad. Por último, se alienta a implementar
cionado los bajos valores predictivos de estas escalas, en especial ante los índices de calidad como una forma de evaluación de las probabilida-
la presencia de bajas prevalencias(24,25) como fue el caso de este estudio. des comúnmente empleadas para la validación de criterio
Por último, es importante destacar que se observaron excelentes(26)
valores de AUC Norton [0,816] y Braden [0,810], los cuales supera- Agradecimientos
ron los mencionados para escalas administradas bajo las condiciones A Colciencias y a la Vicerrectoría de Investigación y Extensión de la
normales de atención por enfermería(23). Al igual que un estudio en Universidad Industrial de Santander. Convocatoria Nacional 566 de
una población de adultos mayores(27), en el presente trabajo se identi- Colciencias 2012.
ficó una mayor frecuencia de UPP en el grupo de mujeres, quienes a
su vez presentaron mayor edad, hallazgo que en el contexto de pobla- Conflicto de intereses
ciones heterogéneas pone de manifiesto la necesidad de evaluar la edad Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses relacionado
como un factor de riesgo(28). con este artículo.

BIBLIOGRAFÍA
1. Gadd MM. Braden Scale cumulative score versus subscale sco- 10. Moore ZE, Cowman S. Risk assessment tools for the prevention 20. Bernal MC, Curcio CL, Chacón JA, Gómez JF, Botero AM.
res: are we missing opportunities for pressure ulcer prevention? of pressure ulcers. Cochrane database Syst Rev. 2014;(2):1-31. Validez y fiabilidad de la escala de BRADEN para prevenir
J Wound Ostomy Continence Nurs [Internet]. 2014 [acceso 18 de 11. Pancorbo-Hidalgo PL, Garcia-Fernandez FP, Lopez-Medina IM, riesgo de UPP en ancianos. Rev Española Geriatr Gerontol.
febrero de 2014];41(1):86-9. Alvarez-Nieto C. Risk assessment scales for pressure ulcer pre- 2001;36(5):281-6.
2. Pancorbo-Hidalgo PL, García-Fernández FP, Torra-Bou JE, Ver- vention: a systematic review. J Adv Nurs [Internet]. 2006 [acceso 21. Serpa LF, Santos VL, Campanili TC, Queiroz M. Predictive validity
dú-Soriano J, Soldevilla-Agreda J. Epidemiología de las úlceras 20 de febrero de 2014] Apr;54(1):94-110. Disponible en: https:// of the Braden scale for pressure ulcer risk in critical care patients.
por presión en España en 2013: 4o Estudio Nacional de Prevalen- www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmedhealth/PMH0023004/ Rev Lat Am Enfermagem. 2011;19(1):50-7.
cia. Gerokomos. 2014;25(4):162-70. 12. Bergstrom N, Braden BJ, Laguzza A, Holman V. The Braden Scale 22. Bergstrom N, Braden BJ. Predictive validity of the Braden Scale
3. Ministerio de Sanidad y Politica Social. Gobierno de España. Es- for Predicting Pressure Sore Risk. Nurs Res. 1987;36(4):205-10. among Black and White subjects. Nurs Res [Internet]. 2002 [acce-
tudio IBEAS. Prevalencia de efectos adversos en hospitales de 13. Bergstrom N, Braden BJ. Predicting pressure ulcer risk: a multisite study so 2 de abril de 2014];51(6):398-403. Disponible en: https://www.
Latinamérica. 2009. of the predictive validity of the Braden Scale. Nurs Res. 1998;47:1-16. ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12464760
4. Ministerio de la Protección Social. Repúlica de Colombia. Reco- 14. Anthony D, Parboteeah S, Saleh M, Papanikolaou P. Norton, 23. Defloor T, Grypdonck M. Validation of pressure ulcer risk assess-
mendaciones guía técnica “Buenas prácticas para la seguridad Waterlow and Braden scores: a review of the literature and a ment scales: a critique. J Adv Nurs. 2004;48(6):613-21.
del paciente en la atención en salud” Prevenir úlceras por pre- comparison between the scores and clinical judgement. J Clin 24. Cho I, Noh M. Braden Scale: evaluation of clinical usefulness in
sión. [Internet]. [acceso 16 de febrero de 2016]. Disponible en: Nurs. 2008;17(5):646-53. an intensive care unit. J Adv Nurs [Internet]. 2010 Feb [Acceso
https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/ 15. Kraemer HC. Review the methodological and statistical eva- 29 de noviembre de 2012];66(2):293-302. Disponible en: https://
RIDE/DE/CA/Guia-buenas-practicas-seguridad-paciente.pdf. luation of medical test: the dexametrasone suppression test in www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20423412
5. Maklebust J. Pressure ulcers: the great insult. Nurs Clin North psychiatry. Psychoneuroendrocrinology. 1987;12(6):411-27. 25. García-Díaz FJ, Cabello-Jaime R, Muñoz-Conde M, Bergera-le-
Am. 2005;40(2):365-89. 16. Šáteková L, Žiaková K, Zeleníková R. Predictive validity of the Bra- zaun I, Blanca-Barba F. Fiabilidad de las escalas de Braden y EMI-
6. Soldevilla Agreda JJ, Torra-Bou JE, Verdú-Soriano J, San Miguel den scale, Norton scale and Waterlow scale in Slovak Republic. NA en pacientes de atención domiciliaria incluidos en programa
L, Mayan Santos JM. Una aproximación al impacto del coste Cent Eur J Nurs Midwifery [Internet]. 2015 [acceso 6 de septiem- de inmovilizados. Gerokomos. 2015;26(4):150-6.
económico del tratamiento de las úlceras por presión en España. bre de 2015];6(3):283-90. Disponible en: https://www.ncbi.nlm. 26. Larrabee GJ. Assessment of malingered neuropsychological defi-
Gerokomos. 2007;18(4):201-10. nih.gov/pubmed/27874258 cits. 2007. 373 p.
7. González-Consuegra RV, Cardona-Mazo DM, Murcia-Trujillo PA, 17. Black J, Baharestani MM, Cuddigan J, Dorner B, Edsberg L, Lan- 27. Sebba Tosta de Souza DM, Santos VL. Factores de riesgo
Matiz-Vera GD. Prevalencia de úlceras por presión en Colombia: gemo D, et al. National Pressure Ulcer Advisory Panel’s Updated para el desarrollo de úlceras por presión en ancianos. Lati-
informe preliminar. Rev Fac Med. 2014;62(3):369-77. Pressure Ulcer Staging System. Adv Skin Wound Care [Internet]. no-Am. Enfermagem [Internet]. 2007 [acceso 9 de mayo de
8. García-Fernández FP, Pancorbo-Hidalgo PL, Soldevilla-Agreda 2007 [acceso 20 de julio de 2015];20(5):269-74. Disponible en: 2016];15(5):958-64. Disponible en: https://global.oup.com/
JJ. Predictive capacity of risk assessment scales and clinical https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17473563 academic/product/assessment-of-malingered-neuropsycholo-
judgment for pressure ulcers: a meta-analysis. J Wound Ostomy 18. Morina N, Ehring T, Priebe S. Diagnostic Utility of the Impact of gical-deficits-9780195188462?cc=us&lang=en&
Continence Nurs. 2014;41(1):24-34. Event Scale – Revised in Two Samples of Survivors of War. PLoS 28. Halfens RJ, Van Achterberg T, Bal RM. Validity and reliability of
9. García-Fernández FP, Pancorbo-Hidalgo PL, Soldevilla JJ. Predic- One. 2013;8(12):6-13. the braden scale and the influence of other risk factors: a mul-
tive Capacity of Risk Assessment Scales and Clinical Judgment 19. Braden BJ, Bergstrom N. Predictive Validity of the Braden Scale ti-centre prospective study. Int J Nurs Stud [Internet]. 2000 [Acce-
for Pressure Ulcers. J Wound Ostomy Cont Nurs. 2014;41(Febre- for Pressure Sore Risk in a Nursing Home Population. Res Nurs so 12 de mayo de 2016] Aug;37(4):313-9. Disponible en: https://
ro):24-34. Health. 1994;17:459-70. www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10760538

204 Gerokomos. 2017;28(4):200-204


ARTÍCULO DE REVISIÓN

Alteraciones en el control de
la temperatura corporal en los
adultos mayores

Natalia Soengas

RESUMEN SUMMARY
Los seres humanos somos endotermos, es decir, mantenemos una temperatura Men are endothermic, that is, we maintain a central temperature within cer-
central dentro de ciertos márgenes estrechos, más allá de las temperaturas exte- tain narrow margins, beyond the outside temperatures. Homeothermy is
riores. La homeotermia se logra gracias a la existencia de mecanismos funciona- achieved thanks to the existence of functional mechanisms that constitu-
les que constituyen la termorregulación. El ser humano tiene cuatro formas de te thermoregulation. The human being has four ways to spread or lose heat:
propagar o perder calor: la conducción, la convección, la radiación y la evapora- conduction, convection, radiation and evaporation. The physiological ther-
ción. Las respuestas termorreguladoras fisiológicas deben ser provocadas por os- moregulatory responses must be caused by thermal oscillations similar to
cilaciones térmicas similares a las de la vida normal, con suficiente efecto sobre la those of normal life, with sufficient effect on the production of heat to mo-
producción de calor como para modificar y desaparecer en cuanto desaparece la dify and disappear, as soon as the disturbance disappears. We discard the te-
perturbación. Descartamos las respuestas tecnológicas o semivoluntarias como el chnological or semivoluntary responses such as the change of environment,
cambio de ambiente, la vivienda y la vestimenta y nos quedan, como respuestas housing and clothing and we have physiological responses: vasoconstriction,
fisiológicas, la vasoconstricción, la sudoración y el escalofrío. sweating and chills.
Los adultos mayores son especialmente susceptibles a las variaciones de tempe- Older adults are especially susceptible to variations in ambient temperature
ratura ambiente ya que en muchos casos se encuentran polimedicados, tienen since in many cases they are polymedicated, have cognitive or motor altera-
alteraciones cognitivas o motrices que les alteran las posibilidades de tomar me- tions that alter their chances of taking preventive measures. They can also, for
didas preventivas. También pueden por diferentes causas tener menos masa y different reasons, have less mass and muscle tone, which are essential for shi-
tonicidad muscular, fundamentales para que el escalofrío sea menos eficaz para vering to be less effective in producing heat. They can also have diseases that
producir calor. También pueden presentar enfermedades que alteren su centro alter their hypothalamic regulatory center or make it less effective. We must
regulador hipotalámico o le resten efectividad. No debemos olvidar que la pre- not forget that the presence of hyperthermia or hypothermia in our elderly
sencia de hipertermia o hipotermia en nuestros pacientes mayores pueden defi- patients can define the response to our therapeutic interventions and their
nir la respuesta a nuestras intervenciones terapéuticas y su pronóstico. prognosis.

Palabras clave: regulación de la temperatura, hipotermia, hipertermia, Keywords: temperature regulation, hypothermia, hyperthermia, elderly
pacientes mayores. patients.

Versión web: http://www.geriatriaclinica.com.ar

INTRODUCCIÓN Los seres humanos no estamos preparados para vivir a la


intemperie sin ropa que nos cubra y proteja de los cam-
Los seres humanos somos endotermos, es decir, mantene- bios climáticos. Esta dificultad se observa mejor en los ex-
mos una temperatura central dentro de ciertos márgenes tremos de la vida, cuando es notoria la ausencia de tejido
estrechos, más allá de las temperaturas exteriores. La ho- graso que nos sirva para producir calor como la grasa par-
meotermia se logra gracias a la existencia de mecanismos da, presente en los recién nacidos y que aumenta su meta-
funcionales que constituyen la termorregulación. bolismo cuando baja la temperatura, y la ausencia de vello
corporal que nos recubre el cuerpo y nos permite aislar-
nos del medio ambiente.
Por esa razón, los humanos necesitan la vestimenta
1 Directora de la Revista Geriatría Clínica
para protección de las oscilaciones térmicas diarias,
Correspondencia: info@geriatriaclinica.com.ar como otros recursos, a saber: un refugio, vivienda o el
N. Soengas | Alteraciones en el control de la temperatura corporal en los adultos mayores | 35

fuego, y también la ingesta de alimentos y/o bebidas ca- 36º y 37,5ºC de acuerdo al lugar en donde se tome el re-
lientes, sobre todo en la época invernal. gistro de temperatura, el momento del día, ciclos hormo-
El ser humano tiene cuatro formas de propagar o per- nales, etc.
der calor: la conducción, la convección, la radiación y la En una persona desnuda la sudoración se inicia a partir de
evaporación. los 32°C y en condiciones normales, a partir de los 25°C.
Mediante la conducción se produce el pasaje de zonas más Cuando la temperatura ambiente supera los 35°C es el
calientes a otras contiguas menos calientes. Por medio de único mecanismo eficaz de pérdida de calor, se extiende
la convección un vector líquido se calienta en un lugar y desde la cara al resto del cuerpo. A través de la respiración
se enfría en otro. La radiación consiste en la propagación y transpiración cutánea se pierde calor, aunque no en can-
de calor entre un medio transparente como el aire y la piel tidad suficiente.
humana que se comporta como superficie opaca. Mientras Los hombres nos adaptamos mejor al aumento de tempe-
que con la evaporación el pasaje del sudor a vapor permite ratura que a la disminución de ella.
absorber o desprender calor. Cuando se eleva por encima de 37.5º hablamos de hiper-
La homeotermia afecta a las zonas corporales profundas, termia leve, por encima de 38º hipertermia y superados los
que consisten en el 80% del organismo. La corteza corres- 40º de hipertermia maligna.
ponde aproximadamente a los 2,5 cm externos de nuestro Por debajo de los 35ºC estamos en presencia de una hipo-
cuerpo. Este sistema depende de la producción, transpor- termia leve, es fácil sospecharla si el paciente fue hallado
te y eliminación del calor producido por los tejidos, trans- en la intemperie, sufrió inmersión en medio líquido o esta-
portado por conducción y eliminado por los mecanismos ba en una situación de calle. Si no tenemos un termómetro
antes descriptos por vía área, los emuntorios y por las zo- para corroborarlo podemos sospecharlo ante la presencia
nas de piel descubierta. de confusión, letargo, arritmias nuevas o empeoramien-
Las respuestas termorreguladoras fisiológicas deben ser to de las ya existentes. Si nos es posible obtener un regis-
provocadas por oscilaciones térmicas similares a las de la tro electrocardiográfico y observamos la presencia de una
vida normal, con suficiente efecto sobre la producción de onda al final de la T llamada onda J de Osborn, nos halla-
calor como para modificar y desaparecer en cuanto desa- mos ante un signo patognomónico de hipotermia, que no
parece la perturbación. Descartamos las tecnológicas o se- está relacionado con la gravedad del cuadro ni con su ori-
mivoluntarias como el cambio de ambiente, la vivienda y gen. También puede ser terapéutica en intervenciones que
la vestimenta. Quedan como respuestas fisiológicas: la va- precisen descender el consumo de oxígeno y disminuir el
soconstricción, la sudoración y el escalofrío. Está informa- metabolismo, para reducir el daño tisular, o como trata-
ción llega a nuestro cerebro hacia el hipotálamo donde los miento en traumas cerebrales. La podemos hallar como ia-
estímulos de cambios térmicos que se reciben desde los trogénica en pacientes sometidos a estudios diagnósticos
receptores periféricos (piel, glándulas sudoríparas) y son de larga duración o procedimientos quirúrgicos en lugares
transformados en las respuestas adaptativas fisiológicas an- con temperaturas bajas.
tes descriptas; en el hipotálamo anterior se procesan las re-
lacionadas con las altas temperaturas y en el posterior, con DESARROLLO
el frío. En las situaciones patológicas que afectan el siste-
ma nervioso central como, por ejemplo, convulsiones, he- Muchas causas pueden ocasionar hipertermia, por lo que
morragias, infartos, infecciones o tumores, puede alterar- se debe consultar a un médico y no utilizar remedios ca-
se este control con consecuencias severas para la salud del seros o automedicarse con medicamentos de venta libre
paciente más allá de los motivos que los hayan ocasionado. o bajo receta que nos hayan quedado o que nos los reco-
La piloerección no sirve como mecanismo compensador mienden personas no profesionales de la salud. No existe
(horripilación o piel de gallina) porqur el vello corporal medicamento que no pueda producir un efecto adverso en
es insuficiente para aislarnos del ambiente. En cambio, el la salud de un individuo ya que, además de lo estudiado en
escalofrío o contracción clónica del músculo esquelético, su proceso de desarrollo, hay factores propios de la perso-
que comienza con el músculo masetero y luego se genera- na (idiosincrasia) que alteran y modifican los medicamen-
liza, nos sirve durante un tiempo no mayor de 3 a 5 horas tos cuando ingresan al cuerpo.
como productor de calor en las mejores condiciones am- Desde infecciones leves a severas (cistitis, faringitis, neu-
bientales e individuales. El escalofrío está influenciado por monías, meningitis, etc.), alteraciones hormonales, neo-
la cantidad de masa muscular, el estado nutricional y otros plasias, intoxicaciones, trastornos del metabolismo de los
mecanismos de defensa presentes, como el que una per- hidratos de carbono, grasas, agua) enfermedades del siste-
sona consciente se resguarde de la intemperie o seque su ma nervioso central, exposición prolongada al sol o traba-
cuerpo o ropa para evitar o desacelerar la pérdida de calor. jos que lo expongan a altas temperaturas, trastornos men-
Nos quedan como recursos de defensa la vasodilatación y tales o falla en los mecanismos de defensa que hagan a la
la sudoración, que sirven para eliminar el exceso de calor, persona evitar resguardarse de las altas temperaturas o, en
ya que nuestra temperatura corporal adecuada para que se ocasiones más raras, fallas en el sistema de regulación de la
desarrolle normalmente nuestro metabolismo oscila entre temperatura central.
36 | Geriatría clínica | Volumen 12 | Número 2 | 2018

Por eso, en aquellas personas más susceptibles a sufrir pro- Los adultos mayores son especialmente susceptibles ya que
blemas por el calor, debemos prevenirlos con: • baños con en muchos casos se encuentran polimedicados y tienen al-
duchas de agua tibia, por arrastre el agua ayuda a elimi- teraciones cognitivas o motrices que les alteran las posibi-
nar parte del calor que nuestro organismo trata de elimi- lidades de tomar medidas preventivas. También pueden
nar (mecanismo de transmisión), • utilizar ropa holgada, por diferentes causas tener menos masa y tonicidad mus-
de colores claros, • no exponerse al sol en forma directa, • cular, y ello es fundamental para que el escalofrío sea me-
utilizar sombreros, gorras, pañuelos que eviten que la ca- nos eficaz para producir calor.
beza quede expuesta especialmente si tenemos escaso ca- En las personas que tienen algunas de estas condiciones
bello o vamos a tener, por motivos laborales o recreativos, debemos controlar que estén vestidas adecuadamente a la
que permanecer un tiempo prolongado al sol. temperatura ambiente, que no permanezcan a la intempe-
No debemos realizar trabajos o ejercicios intensos que rie o en corrientes de aire frías. Los ambientes deben tener
produzcan una mayor producción de calor, y/o deshidra- una temperatura adecuada y procurar que reciban alimen-
tación, o hacerlos en los horarios de menor temperatura tos o líquidos calientes sobre todo si han estado expuestos
procurando aumentar la ingesta de agua. a bajas temperaturas. Si estuvieron expuestos a la humedad
Debemos tener precaución con las infusiones como té, debemos secarlos y retirarles las ropas mojadas. Si sigue la
café, mate, bebidas colas y alcohol ya que estimulan por hipotermia (menos de 36°C), colocar frazadas y ropa de
distintos mecanismos la diuresis, la vasodilatación y no abrigo que les eviten la pérdida de calor; y si está alterada
son efectivas para reponer la pérdida de agua. la conciencia o sufrieron algún trauma o enfermedad, es
conveniente concurrir a un servicio médico ya que el frío
LOS CUIDADOS NECESARIOS ANTE puede empeorar o interferir en cualquier trastorno subya-
LAS TEMPERATURAS EXTREMAS cente o en los tratamientos que se deban administrar, ade-
CON LOS ADULTOS MAYORES más de descartar nuevas intercurrencias que empeoren el
cuadro.
Las personas solas o con menos reflejos para su autocui-
dado, que padezcan enfermedades crónicas, con grandes CONCLUSIONES
áreas de su cuerpo sin epidermis por quemaduras o úlceras
venosas, lesiones por presión, que puedan empeorar con Los adultos mayores son especialmente susceptibles a los
las variaciones de las temperaturas externas, tienen que cambios de temperatura ambiental porque en muchos ca-
ser controladas en forma habitual por sus familiares, ami- sos se encuentran polimedicados y tienen alteraciones
gos, vecinos o avisar al sistema de salud para vigilarlos y cognitivas o motrices que les limitan las posibilidades de
protegerlos. tomar medidas preventivas. También, por diferentes cau-
En cuanto a las bajas temperaturas, el único mecanismo sas, pueden tener menos masa y tonicidad muscular, fun-
eficaz de defensa contra la pérdida de calor que tenemos damental para que el escalofrío sea menos eficaz para pro-
es el escalofrío. La pérdida de cañor está limitada por el ducir calor. Las respuestas tecnológicas o semivoluntarias
tiempo de exposición al frío, el viento (que elimina el ca- como el cambio de ambiente, la vivienda y la vestimenta
lor de la superficie), la humedad que por transmisión pier- pueden estar afectadas, con lo que nos queda como res-
de calor de una superficie a otra menos caliente, además de puestas fisiológicas: la vasoconstricción, la sudoración y el
otras causas que pueden alterar el control de la tempera- escalofrío. También pueden presentar enfermedades que
tura como son algunos psicofármacos, anestésicos, antihi- alteren su centro regulador hipotalámico o que hagan que
pertensivos y la ingesta de tóxicos como el alcohol, ya que no sea tan efectivo su accionar. No debemos olvidar que la
aumenta la vasodilatación o altera los mecanismos de de- presencia de hipertermia o hipotermia en nuestros pacien-
fensa de refugio del frío o por la presencia de alteraciones tes mayores puede decidir la respuesta a nuestras interven-
en la conciencia. ciones terapéuticas y su pronóstico.

BIBLIOGRAFÍA
3. Harris B, Andrews PJ, Murray GD, Forbes J, Moseley O. Systematic review
1. Durand J. Termorregulación. Capítulo XV. En: Meyer P. Fisiología Hu- of head cooling in adults after traumatic brain injury and stroke Health
mana. Salvat Editores 1985. Technology Assessment 2012; Vol. 16: No. 45. DOI: 10.3310/hta16450.
2. Unwin B, Porvaznik M. Nursing Home Care: Part II. Clinical Aspects Uni- 4. Abdul Aziz KA, Meduoye A. Best evidence topic - Cardiopulmonary
formed Services University of the Health Sciences, Bethesda, Maryland bypass. Is pH-stat or alpha-stat the best technique to follow in patients
University of Minnesota Medical School, Duluth, Minnesota May 15, undergoing deep hypothermic circulatory arrest? Interact Cardiovasc
2010. Volume 81, Number 10. Thorac Surg. 2010;10(2):271-282.

Das könnte Ihnen auch gefallen