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FREUD
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
ASIGNATURA CAMPO CLÍNICO
MARIANA URIBE ARIAS
2020
Freud nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg Moravia. Estudió medicina, en la cual tuvo
un primer acercamiento al laboratorio de fisiología de Ernst Brücke, en donde su principal
tarea fue la investigación de la médula espinal de un tipo de peces inferiores y continuó con
el sistema nervioso central del ser humano. Más adelante, al convertirse en trabajador del
Instituto de Anatomía del Cerebro, publicó varios trabajos sobre la médula oblonga que
sería a lo que se dedicaría en ese momento.
En ese entonces Charcot hacía parte de los grandes profesores sobre neuropatías, y Freud
en su plan de ascender en cuanto a las investigaciones sobre el encéfalo; por esto, concibió
la idea de convertirse en Dozent, que significaba dictar ciertas cátedras sobre el tema y así
terminar sus estudios en Paris. Luego de un tiempo, logró ingresar en el círculo privado de
Charcot, gracias a que pudo adentrarse de lleno en las investigaciones que ocurrían en la
clínica, su gran curiosidad de ese momento se desencadenó cuando se habla de la histeria.
A partir de ahí Freud quería desarrollar la tesis de cómo las representaciones de los seres
humanos frente a la las partes del cuerpo en las que ocurrían las parálisis y anestesias se
relacionaban, con la histeria de manera personal y no solo como coincidencias a nivel
fisiológico.
En los siguientes años, luego de haber visitado el instituto de Kassowitz, que se encargaba
de las enfermedades comunes en la infancia, Freud, publica varios trabajas sobre las dichas
parálisis encefálicas unilaterales y bilaterales de los niños.
Al llegar de nuevo a Viena e instalarse allí, empieza a estudiar los efectos fisiológicos de la
cocaína en el mismo y más adelante desde otros pacientes; más adelante el mismo alcaloide
se empieza a usar por Koller como anestesia local; ahí Freud hace referencia a como él
hubiese podido hacer ese descubrimiento.
Cuando vuelve como especialista de las enfermedades nerviosas, a hablar sobre la histeria,
dice solo encontrar mala acogida, por tal motivo Sigmund se ve en la tarea de comprobar
esto dicho, llevando a la sociedad de medicina un caso de un varón con histeria, como no
hubo mayor interés en el tema, Freud se terminaría desligando de allí.
Años más tarde, él comprendería los defectos del último procedimiento nombrado con dos
motivos principales: la hipnosis no podía darse en todos los enfermos y el siguiente, que no
se llegaba al nivel profundo de hipnosis que se esperaba.
En 1891, desarrolla el primer trabajo sobre las parálisis cerebrales de los niños en conjunto
con el doctor Oskar Rie, más adelante también, escribiendo el fruto de sus investigaciones
respecto a las afasias el libro “la concepción de las afasias”.
Siguiendo con la hipnosis, pero desde otro enfoque, Freud se valía de ella para reconstruir
la historia genética del síntoma de sus paciente, ya que a veces, no podían hacerlo en estado
de vigilia; tomando dicha técnica en referencia a Breuer, que en el pasado había trabajado
con una paciente histérica, desde la hipnosis con la finalidad de conocer el inicio del
síntoma y logró remontarse de manera satisfactoria al pasado de dicha paciente y encontrar
la esencia y además logró eliminar el síntoma.
La tesis de Freud, referente al psiquismo sexual es, que los síntomas de estos enfermos, no
son más que consecuencias toxicas directas de dicho psiquismo.
Más adelante Freud habla de cómo el “amor de transferencia” que hace referencia a los
sentimientos y sensaciones que llega a tener el paciente con el médico, bien sean positivos
o negativos, indudablemente afectan y pueden llegar a frenar la eficacia del tratamiento
empleado. Él al seguir utilizando el método catártico, en ese momento, ve dos grandes
reparos referentes al uso de la hipnosis, cualquier resultado que llegara a tener, se eliminaba
al vincularse personalmente con el paciente (hablando sobre esto como la transferencia),
aunque se encontró por Bernheim una manera de recobrar los recuerdos, luego del
sonambulismo; Freud se dispuso a abandonar definitivamente el método de la hipnosis.
En ese punto, para el psicoanálisis, el término inconsciente era todo lo psíquico. En esa
búsqueda por seguir definiendo lo que respecta a los conflictos sexuales y sus nexos con la
neurosis, se remonta a las primeras experiencias de la persona, su primera infancia. Se
explicaba que aunque el individuo no recordara su niñez, las experiencias vividas marcaban
de manera definitiva y generaba la predisposición a sufrir luego una neurosis.
Por primera vez se habla de sexualidad infantil, lo que generó en la época una gran
controversia, precisamente porque se pensaba que los niños eran entes asexuales. Mientras
se les daba una gran connotación a las experiencias de la infancia en el ámbito sexual a los
pacientes que Freud veía, empiezan a salir en la mayoría de ellos casos de seducción de un
adulto hacia el paciente, sea hombre o mujer. Más adelante, Freud al asumir una posición
más crítica frente al tema, habla de cómo ninguna de esas escenas de seducción existió, sin
embargo él habla de cómo eso que los pacientes decían también hablaba de sus fantasías de
deseo y era ahí a donde debía ser apuntado el análisis.
Por esos días, Freud habla de reconocer por primera vez el complejo de Edipo, hablando de
la exteriorización de una serie de componentes pulsionales, que dependían de unas zonas
erógenas. A partir de allí, mencionó ciertos momentos evolutivos en cuanto al crecimiento
del niño (en la actualidad, llamadas psicosexuales): al comienzo eran auto eróticos, habían
componentes orales, más adelante la etapa sádico- anal, y la última era el primado de los
genitales.
Freud le da el nombre de libido a la energía de las pulsiones sexuales, para luego hablar de
las fijaciones (que son esos sucesos aislados de satisfacción prematura) en relación a la
libido de determinados momentos del desarrollo y cómo esa fijación es decisiva para la
neurosis adquirida más adelante. Se habla de cómo la primera relación del niño es
incestuosa, de cómo se reprimen y luego en el periodo de latencia se instituyen las
formaciones de moral, asco, vergüenza. Él también hace referencia a cómo la distinción
entre ambos sexos (posesión de un pene o castrado), afecta el carácter y la neurosis futura.
Desde las ediciones de Sigmund de “tres ensayos de la teoría sexual”, se toma la sexualidad
como una palabra que abarca más que los genitales y la predisposición a la reproducción;
hablándola como la búsqueda de placer y también todas las distinciones más tiernas y
amistosas como lo es el amor.
Ya con todos los conocimientos sobre la vida sexual infantil, la neurosis y la desintegración
de ciertas herramientas tradicionales para su tratamiento, llega el método de la asociación
libre, que se trata básicamente de permitírsele al paciente expresar de manera libre y sin
límites su sentir y pensamientos que llegaban “al azar”; dando indicios claves sobre sus
represiones y cómo se manifiestan en el sujeto. Freud habla del arte de la interpretación,
sobretodo en el caso de este nuevo método, ya que en todo el proceso, no se dejarían en el
aire todos los signos de neurosis del paciente.
A propósito de esa interpretación que debe darse por el profesional, él abre el debate de
cómo los sueños pueden vislumbrar partes del inconsciente, sin descartar que muchas
veces, se trata solo de una acomodación de lo que pasó en el día, pero dejando a un lado la
concepción de que los sueños son algo meramente corporal. Se les llamaba pensamientos
oníricos latentes, y Freud, en el libro “la interpretación de los sueños” explica cómo uno de
todos esos pensamientos sobresale y desde ahí da el indicio para la asociación y cómo se
relacionan con el cumplimiento de su deseo. “el sueño es el cumplimiento (disfrazado) de
un deseo (reprimido)”.
Llamó trabajo del sueño, al proceso de la cooperación de la censura onírica, que transporta
los pensamientos latentes al contenido manifiesto del sueño, o sea a esa fuga que daría
indicios de lo reprimido.