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Apuntes de Historia de la

Filosofía Antigua
Contenido:

A) Jónicos
B) Pitagóricos
C) Eleatas
D) Pluralistas
E) Sofistas (falta)
F) Sócrates
G) Platón (falta)
H) Aristóteles (falta)
I) Helenismo (falta)
Filósofos de la naturaleza que buscan el arjé o principio originario de todas las
cosas por la observación.

I. Tales de Mileto
II. Anaximandro
III. Anaxímenes
IV. Heráclito

Tales, padre de la filosofía, propone el agua como Φύσις originaria que penetra todo y
le da vida.

Resumen

1. Tales inició la filosofía de la Φύσις. αρχή es "aquéllo de lo que proceden


originariamente todos los seres".
2. El agua está ligada a la vida y por eso es origen de todas las cosas. Es la
Φύσις líquida de la que todo se deriva.
3. El alma es fuente de movimiento. La materia se mueve, ergo está
animada. Pampsiquismo.

1. Tales y el αρχή
Tales fue el iniciador de la filosofía de la physis (Φύσις) al afirmar por vez
primera que existe un único principio originario, causa de todas las cosas que
son.
Principio (αρχή) no es un término utilizado por Tales. Aristóteles indica en su
exposición del pensamiento de Tales y los primeros físicos que éste es “aquéllo
de lo cual proceden originariamente y en lo cual acaban por resolverse todos los
seres […]. Una realidad que permanece idéntica durante la transmutación de sus
afecciones”.

2. Tales: El agua como principio originario


En materia de cosmología y cosmogonía, las afirmaciones más conocidas de
Tales son que el agua es el origen de todas las cosas y que la tierra flota sobre el
agua. Así lo relata Aristóteles en su libro Metafísica cuando dice que “Tales
afirma que [el principio] es el agua, por lo que también declaró que la tierra está
sobre el agua”.
La cuestión sobre cómo llegó a esta conclusión tiene diversas respuestas. En
la propia mitología griega hay antecedentes de la atribución al agua de un papel
primordial y originario. En la Ilíada se lee: “voy a ver a Océano, progenie de
dioses” y “la corriente del río Océano, que es la génesis de todas las cosas”.
También se puede explicar como consecuencia de la observación racional del
comportamiento de las cosas. Se supuso que el filósofo notó las variadas formas
que toma el agua en la naturaleza y eso le pudo hacer concebir la idea de que el
agua era el elemento más adecuado para transformarse en los demás. Por
último, Aristóteles propone que el filósofo se dio cuenta del carácter vivificador
de la naturaleza que tenía este elemento, su íntima relación con la vida. Puesto
que la vida está ligada a la humedad y la humedad presupone el agua, todo
proviene del agua y todo sustenta su propia vida mediante el agua y finaliza, a su
vez, en el agua.
Según Reale, el agua de Tales no se debe creer que consiste en el
elemento físico-químico, sino en una especie de Φύσις líquida originaria de la que
todo se deriva y de la cual el agua que bebemos es una de sus múltiples
manifestaciones.

3. Tales y el hilozoísmo
Se atribuye a Tales una concepción denominada hilozoísmo, que viene a
significar que consideraba la materia como un organismo vivo. En esta época no
se distinguía entre materia/vida ni entre seres animados e inanimados. El alma
es fundamentalmente fuente del movimiento. Por eso presenta el ejemplo del
imán que atrae al hierro como prueba universal de la animación de las cosas: la
fuerza del imán es una manifestación de su alma, de su vida.
Cuando Tales afirma además que “todo está lleno de dioses” quiere decir que
todo está penetrado por el principio originario. Puesto que el principio originario
es vida, todo está vivo y todo tiene un alma (pampsiquismo).

El απειρον indeterminado genera todas las cosas cuando los contrarios se


separan de él.

Resumen
1. απειρον es lo indeterminado e ilimitado y por ello puede generarlo todo,
no tiene contrarios. Es inmortal y divino.
2. En el απειρον los contraros se encuentran unidos. Éstos al separarse
generan el mundo dominando unos sobre otros.
3. La tierra es cilíndrica y se mantiene suspendida por la equidistancia de
todas las cosas.
4. Anaximandro piensa que los hombres proceden del pez porque no se
alimentan solos al nacer. Es una teoría de la evolución.

1. El απειρον
Anaximandro designa el αρχή con un término poco explícito: απειρον, que
significa “lo que carece de límites”, que se ha traducido tradicionalmente como
lo indeterminado, lo ilimitado. Reale interpreta que esta materia no posee
límites externos (es cuantitativamente infinita) ni internos (es cualitativamente
indeterminada).
Anaximandro llega a esta conclusión ya que si todo lo que vemos es algo
determinado, su origen no puede ser el agua (@Tales) porque ésta excluye el
fuego, el frío excluye el calor y así con todos los contrarios. El origen ha de ser
entonces lo indeterminado, lo ilimitado, donde están todos los contrarios unidos.
Parece que esta materia va generando una serie de universos que, al
destruirse, vuelven a ser materia primordial.
Esto infinito aparece como lo divino porque atribuye a la materia lo que Homero
y la tradición atribuían a los dioses: la inmortalidad y el regir y gobernarlo todo.

2. Απειρον y los contrarios


Anaximandro probablemente pensaba que el mundo está constituido por una
serie de contrarios y que éstos tienden a atropellarse el uno al otro (calor vs frío,
humedad vs sequedad, etc). Ya que el απειρον es ilimitado e indeterminado, es
también donde los contrarios se encuentran unidos. Para explicar la formación de
las cosas propone un proceso de separación: los contrarios se separan del
απειρον y ésta salida es la que empieza a generar un universo.
La primera separación es la de lo caliente y lo frío. Al salir los contrarios del
απειρον se produce entre ellos una oposición, resuelta por el exceso de uno
hasta la reacción, dominio y nuevo exceso del otro. Anaximandro lo define como
injusticia de un elemento sobre otro: “se dan mutuamente justa retribución por
su injusticia, segun la disposición del tiempo”.
Reale agrega que la primera injusticia es la escisión de los contrarios, que en
cuanto nacen se contraponen a su contrario. Esta injusticia se redime mediante
la muerte del mundo mismo volviendo al απειρον y por tanto a la unión de todos
sus contrarios.

3. Απειρον y la génesis del mundo


Anaximandro se ocupó de articular una cosmogonía. Según él, lo caliente se
concentró en una esfera en torno de lo frío que rodea la tierra. Esta corteza se
rompió en una serie de círculos que dieron lugar a los cuerpos celestes.
Consecuencia de este proceso de generación del mundo es una estructura en la
que la tierra de forma cilíndrica, se mantiene suspendida sin dirigirse hacia
ningún punto del exterior “por la equidistancia de todas las cosas”. Es una
formulación primaria del principio de razon suficiente.

4. Anaximandro y la evolución
Anaximandro se ocupó también de la explicación de fenómenos concretos,
especialmente el origen de los seres humanos. Plantea una teoría de la evolución
biológica que llega por la observación de la imposibilidad de que el hombre
hubiera podido sobrevivir tal como es, dadas sus condiciones, en un medio
natural.
Según él, se configuraron primero animales acuáticos que acabarían por dar
lugar a los seres humanos.
Hipólito narra en su Refutación de todas las herejías: “dice que los animales
nacen de lo húmedo, que el hombre nació en un principio semejante a otro
animal, concretamente a un pez”. Aecio en su Opiniones de filósofos: “dice que
los primeros animales nacieron en el agua pero que al avanzar en edad salieron a
terreno más seco y cambiaron de vida al poco tiempo”. Censorino en Sobre el día
del nacimiento: “Anaximandro creía que, ya sea peces o animales muy parecidos,
nacieron del agua y tierra calentadas; en ellos se formaron los hombres y se
mantuvieron dentro hasta la pubertad. Al romperse aquéllos, nacieron hombres y
mujeres que podían alimentarse ya por sí mismos”.

El aire es el arjé y el cambio se explica como proceso de rarefacción y


condensación del mismo.

Resumen
1. El αρχή es el aire y todo procede de él por condensación (frío, duro) o
rarefacción (caliente, liviano).
2. Se presenta por primera vez el problema del cambio. El aire condensado
se endurece (frío) o enrarecido se aligera (caliente).
3. El alma es un elemento material consistente en aire capaz de dar
coherencia a otros elementos.

1. El aire como αρχή


Anaxímenes concibe el universo como un animal viviente, dotado de
respiración dentro del Pneuma infinito que lo envuelve todo. De aquí y de su
constatación de la importancia del aire para la respiración de los seres vivos
proviene su concepto de que el Aire es el principio primordial de todas las cosas.
El término griego αηρ (áer) no corresponde con exactitud a “aire”, por lo que no
se trata del aire atmosférico sino de un protoelemento eterno, divino, viviente,
ilimitado, casi incorpóreo que es principio del movimiento y de la vida de todas
las cosas.
El Pseudo-Plutarco narra de él en Miscelánea 3: “Afirma Anaxímenes que el
principio de todas las cosas es aire, que éste es indefinido en dimensión pero
definido en las cualidades que posee; que todas las cosas se han producido por
una cierta condensación de éste y por rarefacción”.

2. Condensación y rarefacción
La explicación del origen de las cosas tiene en Anaxímenes una novedad
fundamental: para él fue crucial la alusión al mecanismo del cambio.
Introduce un dualismo de fuerzas cósmicas que completan la idea de
“separación” de Anaximandro: la condensación y rarefacción. El aire al
condensarse se enfría y se convierte en agua y después en tierra, y al
enrarecerse se calienta hasta conertirse en fuego. Al final, el aire sigue siendo la
forma fundamental de los componentes del mundo pero en diversos grados de
condensación. Los contrarios de Anaximandro (caliente/frío, seco/húmedo) son
sustituídos por solo dos: laxo/denso.
Anaxímenes utiliza como comprobación la observación de que el aliento
expulsado por la boca abierta es caliente, pero con los labios cerrados es frío.
Este hecho se explica porque en el primer caso el aire sale laxo (por tanto
caliente) y en el segundo condensado (por ende frío).

3. El alma es aire
Un aspecto particularmente original de la explicación de Anaxímenes es su
interés por el tema de la naturaleza del alma. El alma se concibe como un
elemento material consistente en aire, pero a la vez como algo capaz de dar
coherencia a otros elementos.
“Asi como nuestra alma, siendo aire, nos mantiene unidos, así también el aliento
y el aire circundan todo el universo”, dice Anaxímenes. Esto quiere decir que de
alguna forma el universo es una especie de versión ampliada del ser humano y se
comporta de acuerdo con principios análogos.

Todo fluye, es guerra y armonía de contrarios. El fuego lo representa bien, por


eso es el arjé. El logos es la inteligencia.

Resumen
1. El devenir es esencial a la realidad. No se puede bajar dos veces al mismo
río.
2. El devenir es pasar de un contrario a otro. Esta guerra de opuestos es
armonía. Los opuestos se dan sentido entre sí.
3. El fuego es el arjé porque expresa el cambio. El logos es una inteligencia
que gobierna todo. La verdad es tener el logos.
4. El alma es fuego. Tomó ideas del orfismo. Creía en la vida después de la
muerte.

1. Todo fluye
Los filósofos milesios habían notado el dinamismo universal de las cosas
(que siempre cambian) y lo habían pensado como una característica esencial del
mismo arjé. Sin embargo, Heráclito remarca especialmente este aspecto de la
realidad. “Todo fluye” (panta rhei), nada permanece inmóvil, todo cambia, dice
Heráclito. Este cambio es llamado devenir. Uno de sus fragmentos más famosos
dice que “no se puede bajar dos veces al mismo río”. El sentido de este
fragmento es claro: el río es aparentemente siempre el mismo, pero en realidad
está formado por aguas siempre nuevas, por eso no puede bajarse dos veces al
mismo río.

2. La armonía de los contrarios


El devenir al que todo está entregado se caracteriza por un continuo paso
de un contrario a otro: lo frío se calienta, lo caliente se enfría; lo húmedo se
seca, lo seco se humedece. Como cada cosa tiene realidad solo en el devenir, la
guerra entre los opuestos resulta esencial: “la guerra es madre de todas las cosas
y es reina de todas”. Es una guerra que es a la vez paz y un contraste que es a la
vez armonía. El fluir perpetuo de las cosas es una armonía de contrarios. Solo en
la contienda mutua, los contrarios se dan el uno al otro un sentido especifico:
“no se conocería el nombre de la justicia si no existiera la ofensa”.
Esta armonía y unidad de los opuestos son el principio (arjé). Dios o lo
divino, es a la vez día-noche, invierno-verano, guerra-paz.

3. El arjé como fuego y logos


Heráclito indicó al fuego como principio fundamental y consideró todas las
cosas como transformaciones del mismo. El fuego expresa de modo ejemplar las
características del cambio constante, el contraste y la armonía. El fuego es
móvil, es vida nutrida de la muerte del combustible, continua transformación de
éste en ceniza, humo y vapores. El fuego es como “rayo que gobierna todas las
cosas” y lo que gobierna todas las cosas es logos, inteligencia, razon, ley
racional. Así se asocia al principio de Heráclito la idea de una inteligencia que lo
gobierna todo.
En relación a la verdad y el conocimiento, Heráclito dice que los sentidos
se quedan en la apariencia de las cosas, y en esta apariencia se basan las
opiniones del hombre. La verdad es captar, más allá de los sentidos, esta
inteligencia (logos) que gobierna todo.

4. El alma
El alma es fuego. La sabiduría se identifica con lo seco y la insensatez con
lo húmedo. Parece ser que tomó algunas ideas del orfismo, como que la vida del
cuerpo es mortificación del alma y la muerte del cuerpo es vida del alma. Creía
en la vida después de la muerte: “después de la muerte, aguardan a los hombres
cosas que no esperaron y ni siquiera imaginaron”.
Una especie de religión. Dicen que los números son el arjé, explican el orden del
cosmos y necesitan los contrarios y la armonía.

Es difícil identificar lo propio de Pitágoras de Samos y de otros pitagóricos,


por eso se exponen juntos hablando simplemente de los pitagóricos.

Resumen
1. Toda la realidad parece estar hecha a imagen de los números. Éstos son
cosas reales y principio constitutivo de todo.
2. A partir de los contrarios se generan los números. Éstos y la armonía
constituyen las cosas.
3. Metempsicosis: El alma se reencarna hasta expiar su culpa por medio de la
ciencia (matemáticas) y la práctica moral.
4. Ya que el arjé es el número y el número es orden, el universo también es
orden. Cosmos significa "orden".

1. Los números como αρχή


Escribe Aristóteles: “los pitagóricos conciben las cosas como números
porque conciben los números como cosas. Los pitagóricos fueron los primeros que
se dedicaron a las matemáticas y que las hicieron avanzar, y nutridos por ellas,
creyeron que los principios de éstas serían los principios de todas las cosas que
son. En los números ellos pensaban ver muchas semejanzas con las cosas que son
y que se generan… y finalmente, toda la realidad les parecia estar hecha a
imagen de los números y pensaron que todo el universo fuese armonía y
número”.

Para llegar a esta conclusión ayudó el descubrimiento de que los sonidos y la


música se pueden traducir en magnitudes numéricas; que los sonidos de las
cuerdas dependen de la longitud de las mismas; que el número es determinante
en los fenómenos del universo: el año, las estaciones, los meses, etc; que leyes
numéricas regulan el tiempo de gestación de animales, los ciclos de desarrollo
biológico, etc.

Es difícil entender el proceso a través del que los pitagóricos plantearon el


número como αρχή. En su tiempo el número no era visto como una abstracción
mental y por tanto un ente de razón, sino que el número era una cosa real (o la
cosa más real) y en cuanto tal se le considero principio constitutivo de las cosas:
es la Φύσις de las cosas mismas.

2. Pitagóricos y los contrarios


Para explicar la forma en que de los números se generan las cosas, los
pitagóricos recurren a una visión dualista de la realidad basada en una serie de
contrarios referidos a ámbitos distintos, pero siempre uno bueno y el otro malo.
Hicieron una lista de los diez contrarios supremos:

1. Limitado - Ilimitado
2. Impar - par
3. Uno - múltiple
4. Diestro - siniestro
5. Macho - hembra
6. Quieto - móvil
7. Recto - curvo
8. Luz - tiniebla
9. Bueno - malo
10. Cuadrado – rectángulo

De éstas oposiciones se derivan otras que sirven para explicar los fenómenos
físicos.

Siendo distintos y opuestos, los elementos que componen las cosas necesitan
un vínculo que los coordine. Éste es la armonía. Los números y la armonía son los
principios constitutivos de las cosas. Es por esto que la armonía es la causa y el
fundamento del Cosmos.

La antítesis entre Limitado e Ilimitado tiene sentido cosmológico. Lo


ilimitado es el vacio que rodea al todo y el mundo nace mediante una especie de
inspiración de dicho vacío por parte de un Uno (cuya génesis no se explica con
exactitud). El vacio que entra con la inspiración y la determinación que provoca
el Uno al inspirarlo, dan origen a las diversas cosas y a los distintos números.

3. Transmigración de las almas


Una característica del primer pitagorismo parece ser la afirmación del
parentesco entre todos los seres vivios, poseedores de alma inmortal que
transmigra de unos a otros. Pitágoras parece ser el primer filósofo que defendió
esta doctrina llamada metempsicosis, según la cual el alma debido a una culpa
originaria se ve obligada a reencarnarse en sucesivas existencias (no sólo
humanas sino también animales) corpóreas para expiar aquélla culpa. La forma
de expiarla era para ellos mediante la ciencia (matemáticas) y una severa
práctica moral.

4. Creación del concepto de “cosmos”


Si el número es orden y si todo está determinado por el número, todo es
orden. En griego “orden” se dice “cosmos” y así llamaron los pitagóricos al
universo. Testimonios antiguos afirman que Pitágoras fue el primero en utilizar el
término porque “dice que cielo, tierra, dioses y hombres son conservados juntos
por el orden y por este motivo llaman „cosmos‟ a este todo, es decir, orden”.

Con los pitagóricos el pensamiento lleva a cabo un avance decisivo: el


mundo deja de estar dominado por potencias oscuras e indescifrables y se
convierte en orden, racionalidad y verdad”. Gracias a ellos se ve el mundo como
un orden perfectamente penetrable por la razón.
Escuela filosófica que defendió la unidad e inmovilidad del ser.

I. Jenófanes
II. Parménides
III. Zenón

Los dioses no pueden ser como hombres. Dios es el cosmos. La tierra es el arjé.

Resumen
1. Critica el antropomorfismo de los dioses griegos. Dios es como el hombre,
sino que es el cosmos.
2. Propone como arjé la tierra y el agua: "Todas las cosas que nacen y
crecen son tierra y agua".

1. Teología
El tema central de los cantos de Jenófanes es la crítica a la concepción
tradicional de los dioses griegos heredada desde Homero y Hesíodo. El error de
fondo al concebir los dioses es el antropomorfismo: atribuir a los dioses formas
externas, características psicológicas y pasiones iguales a las de los hombres. “Si
los animales tuvieran manos y pudieran hacer imágenes de los dioses, los harían
en forma de animales”. El hombre tienda a atribuir a los dioses todo lo que él
mismo hace, bueno o malo.
Afirma que Dios es el cosmos, el cual “es uno, sumo entre los dioses y los
hombres y no es semejante a los hombres ni por pensamiento ni por figura”. Ya
que Dios es el cosmos, entonces Dios “todo entero ve, todo entero piensa, todo
entero oye”, “hace vibrar todo con la fuerza de su mente” y “permanece
siempre en mismo lugar sin moverse para nada”.

2. Tierra y agua como arjé


Algunos antiguos dicen que Jenófanes puso como principio la tierra. “Todo
nace de la tierra y termina en la tierra”. “Todas las cosas que nacen y crecen son
tierra y agua”.

El ser es y el no ser no es. Pensar y ser son lo mismo. El cambio es solo


apariencia. Los opuestos son idénticos en el ser.

Resumen
1. El poema Sobre la naturaleza remarca tres caminos: el de la verdad, el de
la doxa falaz y el de la doxa plausible.
2. El ser es no engendrado, incorruptible, inmutable, igual, limitado, esférico
y uno. Pensar y ser son lo mismo.
3. El camino del error es el de los sentidos. Creer que las cosas cambian,
pasan del ser al no ser, es erróneo.
4. La doxa plausible explica los fenómenos físicos. Los opuestos son ser en
ambos casos, por tanto son idénticos.

1. Parménides y su poema
Parménides se presenta como un innovador radical: gracias a él la
cosmología se transforma en una ontología (teoría del ser). En su poema Sobre la
naturaleza, pone su doctrina en los labios de una diosa que simboliza la verdad
que se desvela. La diosa parece indicar tres caminos:
1) El de la verdad absoluta.
2) El de las opiniones falaces (la doxa falaz), es decir, el de la falsedad y el
error.
3) El de la opinión plausible (la doxa plausible)

2. El camino de la verdad
El principio mismo de la verdad es éste: es y es imposible que no sea; no es
y es necesario que no sea. El ser es y el no-ser no es. “Ser” y “no ser” son
tomados en su significado más íntegro: el ser es la pura positividad y el no ser es
la pura negatividad. Este principio se ha tomado como la primera formulación del
principio de no-contradicción, porque afirma la imposibilidad de que los
contradictorios coexistan al mismo tiempo. Los contradictorios supremos son
precisamente “ser” y “no ser”: si hay el ser, es necesario que no haya el no-ser.
El ser es no engendrado. Si fuese engendrado, procedería del no-ser
(absurdo, porque el no-ser no es) o bien del ser (absurdo, porque entonces ya
sería). No tiene un pasado ni un futuro, porque el pasado ya no es y el futuro aún
no es. El ser es un presente eterno, sin comienzo ni fin.
El ser es incorruptible, inmutable e inmóvil porque moverse supone un no-
ser hacia el cual tendría que moverse el ser. Es todo igual, no hay “más ser” ni
“menos ser” porque supondría una intervención del no-ser.
El ser es también algo limitado y finito, porque es acabado y perfecto. Si no
tuviera límites sería inacabado, y por tanto imperfecto: “puesto que hay un
límite extremo, el ser es completo, similar a la masa de una esfera redonda que
por todas sus partes se distancai con igual fuerza del centro”.
La única verdad, pues, consiste en el ser.

Pensar y ser coinciden


Todo lo que uno piensa y dice, es. Lo único que puede pensarse es el ser,
el no ser no se puede pensar. Pensar la nada significa no pensar, y decir la nada
significa no decir nada. Por ello la nada es impensable e indecible. El pensar y el
coinciden: “lo mismo es pensar y ser”.
3. El camino de la doxa falaz
El camino del error es el de los sentidos (el sendero de la noche). La diosa
exhorta a Parménides a no dejarse engañar por los sentidos y a contraponer a los
sentidos la razón y su gran principio (el camino de la verdad). Los sentidos
muestran las apariencias de las cosas.
El camino del error abarca las posturas de aquellos que, en la forma que
sea, admiten el no-ser o que formulan razonamientos en que éste interviene, ya
que el no-ser no es porque es impensable e indecible. Quien cree que las cosas
cambian, es decir, pasan del ser al no-ser y viceversa, se equivoca.

4. El camino de la doxa plausible


Parménides tuvo que reconocer la licitud de un tipo de razonamiento que
sirviera para dar cuenta a los fenómenos y las apariencias de las cosas. Es la
tercera vía, la de las apariencias plausibles o doxa plausible.
Las cosmogonías tradicionales habían sido construidas apelando a la
dinámica de los opuestos, uno concebido como positivo y como ser y el otro como
negativo y no-ser. Según Parménides, el error consiste en no haber comprendido
que los opuestos hay que pensarlos como incluidos en la unidad superior del ser:
los opuestos, en ambos casos, son “ser”, en ninguno de los dos existe la nada.
Una vez aceptados como ser, los opuestos pierden sus rasgos diferenciales y se
convierten en idénticos, puestos que ambos son ser y el ser es “del todo
idéntico”. La muerte también es eliminada, por ser una forma de no-ser.
Parménides creía que los cadáveres de algún modo seguían vivos.
El gran principio de Parménides, por tanto, busca explicar el ser pero olvida
los fenómenos.

A través de paradojas defendió la inmovilidad y unicidad del ser.

Zenón
Zenón afrontó decididamente las refutaciones a Parménides. Quería
demostrar que las consecuencias derivadas de los argumentos aducidos para
refutar a Parménides eran aún más contradictorios y ridículos que las tesis que
pretendían rechazar. Para ello adopta el procedimiento de la reducción ad
absurdum: mostrando lo absurdo de las tesis que se le oponían, defendía el
eleatismo. Sus argumentos son paradojas que demuestran lo absurdo del
movimiento y la multiplicidad.

Paradojas de Zenón
* Se pretende en contra de Parménides que un cuerpo moviéndose a partir
de un punto puede llegar a una meta determinada. Sin embargo, esto no es
posible, porque antes de alcanzar la meta debería recorrer la mitad, y antes de
eso la mitad de la mitad, y por tanto la mitad de la mitad de la mitad… y así
sucesivamente hasta el infinito.
* La paradoja de Aquiles y la tortuga demuestra que Aquiles, tratando de
alcanzar a una tortuga que se encuentra adelante de él, jamás la puede alcanzar
porque cada que Aquiles recorre la mitad del camino que lo separa de la tortuga,
ésta avanza otro poco y así nunca llegan a alcanzarse.
* Un tercer argumento, llamado “de la flecha”, demuestra que una flecha
disparada por un arco en realidad nunca se mueve. En cada uno de los instantes
en que es divisible el tiempo del vuelo, la flecha ocupa un espacio idéntico; pero
aquello que ocupa un espacio idéntico se halla en reposo. Entonces, si la flecha
está en reposo en cada uno de los instantes, también debe estar en reposo en la
totalidad (la suma) de todos los instantes.
Buscan reconciliar la movilidad de lo físico y la estabilidad del Ser, doctrinas de
Heráclito y Parménides.

I. Empédocles.
II. Anaxágoras.
III. Atomistas (Leucipo y Demócrito)

Une muchas teorías. Propone los 4 elementos y las fuerzas de Amor y Odio como
constitutivas de la realidad.

Resumen
1. Empédocles intenta unir las distintas tendencias filosóficas existentes en
su tiempo.
2. El ser, eterno e indestructible, está integrado por cuatro raíces: fuego,
agua, aire y tierra.
3. Las fuerzas cósmicas del Amor y Odio son responsables de la unión y
separación de los elementos.
4. El hombre está hecho de los cuatro elementos, el alma es fuego y aire. La
salud es la armonía de los elementos en la sangre.
5. Su poema "Purificaciones" incluye muchas ideas del orfismo y pitagorismo.

1. Introducción
La doctrina de Empédocles equivale a un intento de fundir en una síntesis
las distintas tendencias existentes en su tiempo. En sus cuatro “raíces de las
cosas” integra el agua de Tales, el aire de Anaxímenes, la tierra de Jenófanes y
el fuego de Heráclito. Combina además el ser inmóvil de Parménides con el ser
de Heráclito en perpetua transformación.

2. Las cuatro raíces


A diferencia de Parménides, pone su confianza a la vez en el testimonio de
los sentidos y en el de la razón. Concibe el ser como eterno e indestructible. Está
integrado por cuatro raíces o elementos distintos, de los cuales están compuestas
todas las cosas, incluso los dioses.
“Escucha ante todo las cuatro raíces de todas las cosas: Zeus, brillante;
Hera, difusora de vida; Hades y Nestis, cuyas lágrimas son fuentes de vida para
los mortales”. Zeus es el fuego, Nestis representa el agua, Hera parece
simbolizar el aire y Hades la tierra.
Dice que “todas las cosas tienen entendimiento y pensamiento” (hilozoísmo). Lo
divino y la naturaleza son una misma cosa (@Spinoza: “Deus sive Natura”)

3. El amor y el odio
Junto con los cuatro elementos, Empédocles señala dos fuerzas cósmicas
eternas y antagónicas: el Amor y el Odio, que actúan sobre aquéllos agrupándolos
o disgregándolos alternativamente en un proceso cíclico. De la mezcla y de la
separación de los elementos en virtud de la acción del Amor y del Odio resultan
todas las cosas.
Las fases del desarrollo cíclico son las siguientes:
1. Predominio del Amor (unidad).
2. Principio de la disgregación.
3. Triunfo de la Discordia.
4. Triunfo del Amor.
Todo resulta de la unión o separación de los elementos. No hay nacimiento ni
muerte, sino solamente mezcla o separación de elementos.

4. Antropología
El hombre se compone de una mezcla de los cuatro elementos. El alma es
fuego y aire. La salud depende de la armonía de los cuatro elementos en la
sangre. La sangre es sede de la sensación.

5. Relación con el orfismo o pitagorismo


En su poema de las “Purificaciones” aparecen mucho selementos
característicos del orfismo y del pitagorismo: la preexistencia de las almas, el
pecado, la caída del hombre de un estado celeste feliz, la descendencia divina,
el pesimismo sobre la existencia miserable del hombre, envuelto en “túnica” de
su cuerpo, la transmigración de las almas, la tendencia moral, las purificaciones,
la divinización, la abstención de ciertos alimentos como las habas, el laurel, los
sacrificios de animales.

Las homeomerías, semillas diminutas de todas las cosas, componen la realidad.


El Noús les comunicó movimiento.

Resumen
1. Cada cosa contiene elementos infinitamente pequeños de todas las cosas.
Son semillas u homeomerías.
2. Existe una fuerza cósmica inteligente causa del movimiento: el Noús. Este
comunicó el movimiento a la materia.
1. Las homeomerías
Anaxágoras adopta el principio fundamental de Parménides y de todos los
presocráticos: ex nihilo nihil fit. Todo sale del ser. Su solución para explicar la
pluralidad de las cosas es que “todo está en todo”. En cada cosa están
contenidas todas las cosas. Nada se cambia ni se transforma, sólo hay unión y
separación de los elementos.
La materia es divisible hasta el infinito y cada cosa está constituída por
partes de todas las cosas “infinitas por su multitud y por su pequeñez”. Los
elementos no son cuatro, sino tantos como especies distintas de cosas (agua,
aire, tierra, oro, plata, carne, huesos, etc). Son las semillas de todas las cosas
(homeomerías).
Las cosas se producen por la agrupación de las homeomerias y se
destruyen por su disgregación. “Aquéllo que existe en mayor cantidad en cada
cosa, eso es”. Todo vive, siente y tiene inteligencia (hilozoísmo).

2. El Noús
Anaxágoras marca un avance muy importante al admitir un doble principio:
uno pasivo e inerte, masa caótica en la que están mezclados todos los elementos
de las cosas, y otro activo, motor, inteligente, regulador del cosmos, causa de la
unidad y del movimiento: el Noús o Mente.
En el principio todo estaba mezclado y confuso en el caos de los elementos,
excepto la Mente: infinita, libre, potentísitma, purísima y no mezclada,
inteligentísima, conocedora de todas las cosas. No es un Dios trascendente, sino
una fuerza cósmica solamente impulsora del movimiento del torbellino cósmico
(perijóresis).
La Mente comunicó en un punto de esa masa un impulso de movimiento
mecánico, el cual se fue propagando, iniciando la unión de los elementos.

Los átomos, por el movimiento en el vacío, se unen/separan configurando las


cosas. Mecanicismo atomista.

Resumen
1. El Vacío entró en el Ser por el Movimiento y lo separó en átomos. Éstos
chocan entre sí uniéndose o separándose.
2. El movimiento es puramente mecánico (automatón), sucede por necesidad
sin finalidad alguna.
3. El alma se compone de átomos materiales. No hay libertad ni inmortalidad
del alma.
4. El placer y dolor son criterio de lo útil o perjudicial. Deben ser regidos por
la razón.
1. Los átomos
La doctrina atomista propone que en el principio existían por separado el
Ser material lleno, el Gran Vacío o el no-Ser y el Movimiento eterno.
El Vacío, impulsado por el movimiento, penetró en el Ser, disgregándolo en
infinitos corpúsculos indivisibles (átomos), no sólo por su dureza sino también por
su pequeñez. Los átomos tienen extensión, volumen y peso. Son el elemento
positivo del Ser. Pero a la vez los atomistas admiten otro elemento negativo (el
vacío o no-Ser), también real, que desempeña la función de disgregar el Ser,
separando los átomos entre sí y haciendo posible el movimiento.
Los átomos, al moverse en el espacio vacío, chocan entre sí, formando
remolinos y desfiguran con los choques, adoptando diversas formas:
redondeadas, alargadas, picudas, ganchudas, etc.
Los átomos mismos son indestructibles e inalterables. Los cuerpos se componen
de los mismos elementos, pero se distinguen por su forma, por el orden y por la
posición de los átomos.

2. Mecanicismo atomista
El movimiento está regido por una ley fatal, inmanente a la misma materia, que
obra ciegamente sin finalidad alguna. Todo sucede por necesidad, en virtud de
un movimiento puramente mecánico (automatón), sin intervención de dioses ni
de inteligencias.

3. Alma atomista
El alma está compuesta de átomos materiales. Se alimenta por la
respiración de los átomos de fuego. Los vivientes provienen del fango. Los
átomos del alma aislados son insensibles, pero agrupados adquieren sensibilidad
y se hallan distriuídos por todo el cuerpo.
Entre sensación e inteligencia no existe diferencia específica, solo de
grado. Por su carácter materialista, en esta doctrina no cabe la espiritualidad, la
libertad ni mucho menos la inmortalidad del alma. Admiten la existencia de
dioses compuestos de átomos más perfectos que los que constituyen los seres
terrestres.

4. Placer como criterio de conducta


Anticipándose a Epicuro, Demócrito establece como criterio de conducta
el placer: “placer y dolor constituyen el criterio de lo útil y de lo perjudicial”.
Sin embargo, el placer debe ser regulado por la razón: el mayor placer consiste
en la contemplación de las cosas bellas.
I. Protágoras

II. Gorgias
Resumen
1. Sabemos de Sócrates especialmente por Platón. La mayéutica alcanza la
verdad patente en cada alma.
2. Con preguntas Sócrates dirige al otro hasta verdades innatas (mayéutica).
Induce conceptos universales.
3. Conocer la propia ignorancia y tener deseo de saber son los primeros pasos
para alcanzar la verdad.
4. Aprecia la naturaleza humana y su dignidad. El alma es divina e inmortal.
El conocimiento viene de los sentidos y la razón.
5. La Razón universal dirige el universo con orden y armonía. La vida del
hombre debe imitar dicho orden y armonía.
6. Como el hombre, el universo tiene una parte material visible regida por
una Mente invisible y ordenadora.
7. Lo bueno es lo útil. La virtud es lo más útil porque trae el mayor bien.
Quien conoce el bien no puede obrar mal.

1. Introducción
Sócrates no escribió ningún texto. Sabemos de él gracias a algunas fuentes,
entre ellas cómicos como Aristófanes que hablaban mal de él (su comedia Las
nubes), también por Jenofonte y muy especialmente por Platón quien fue
discípulo suyo.
Sócrates distingue entre su razón particular y la razón universal. Tiene un
optimismo completo sobre el poder de la razón y de la dialéctica para llegar a
alcanzar la verdad. En todas las almas existe la verdad en estado latente, y sólo
es preciso tener habilidad para hacerla salir a la luz (mayéutica): “fíjate que
nunca sale de mí nada, sino de mi interlocutor; yo no sé hacer otra cosa que
recibir los razonamientos de otros sabios y ponerlos en orden”.

2. Método
Sócrates adoptó el diálogo. Su enseñanza consistía en una conversación
dirigida en que, de pregunta en pregunta, iba llevando a su interlocutor hasta
hacerle llegar a la conclusión que deseaba. En esto hacía consistir la dialéctica.
Sócrates practico la inducción, pasando de los hechos particulares a los
conceptos universales, a base de los cuales formula sus definiciones.
El procedimiento socrático implica una vigorosa reflexión sobre la propia
conciencia y una fina observación sobre la realidad, la vida y la conducta de los
demás.

La mayéutica
El procedimiento socrático para llegar al concepto universal está expresado
en su mayéutica, en la cual, sirviéndose de preguntas hábilmente graduadas, va
llevando poco a poco a su interlocutor hasta hacerle llegar al conocimiento de la
verdad. Sócrates creía en la existencia de ideas innatas en el alma de cada
hombre, que el maestro hace despertar con ayuda de sus interrogaciones.
“Conócete a tí mismo”.
La mayéutica iba acompañada en Sócrates del uso de la ironía. Reconocer
que no se sabe nada es así el principio de la sabiduría. Partiendo de una noción
elegida, por medio de preguntas hace llegar a su interlocutor a la contradicción
poniendo de manifiesto su ignorancia.

3. Reflexión del hombre sobre sí mismo


Hace un insistente llamamiento a la interioridad. A la pretenciosa
omnisciencia de los sofistas (“preguntad…”), Sócrates opone modestamente su
“sólo sé que no sé nada”.
El principio fundamental de la sabiduría consiste en el reconocimiento de la
propia ignorancia unido a una curiosidad insaciable que ayuda a alcanzar la
verdad.
El autoconocimiento en Sócrates invita a buscar dentro del mismo hombre
la fuente de su verdad.

4. Antropología
Sócrates parece haber tenido un concepto optimista y muy elevado de la
naturaleza humana y de la dignidad del hombre. Distingue entre cuerpo y alma.
El alma es de naturaleza divina e inmortal. Dice de la muerte que es la
supervivencia del alma como una sombra, sin sensaciones y sin voluntad, y
también la compara al tránsito de este mundo a otro mejor.
Distingue entre el conocimiento de los sentidos y la razón.

5. Física
Tiene un concepto optimista del Universo, concebido como una realidad en
la que reinan el orden y la armonía, como un orden dirigido por la Razón
universal.
Al orden general del Universo deben responder el orden y la armonía en la
vida individual y social del hombre.

6. Teología
Admitió la existencia de un Dios único, supremo, invisible, ordenador del
Mundo aunque no creador, causa del orden y de la armonía admirables que
existen en el universo.
La teología socrática es una proyección de su antropología al exterior. Así
como el hombre consta de un cuerpo material y visible regido por un alma
racional invisible, así también el universo consta de una parte material visible
regida por una Mente invisible, ordenadora, providente.
7. Ética
Sócrates fue el primero que trató de racionalizar la conducta humana
ajustándola a normas fijas y universales.

El bien
No existe un bien trascendente, como un ideal al cual haya que subordinar
la vida, sino muchos y diversos bienes. La característica fundamental del bien en
Sócrates es la utilidad. Los bienes son relativos. Hay que racionalizar todas las
satisfacciones de cualquier orden que sean. Buscar el conjunto de bienes
superiores para asegurar la felicidad lleva consigo la renuncia de muchos bienes
particulares e inferiores.

La virtud
La práctica de la virtud aparece como la cosa más útil, porque es el medio
de alcanzar el mayor bien, asegurando la vida feliz. Los bienes no bastan por sí
solos para proporcionar la felicidad, sino que es preciso usar bien de ellos y esto
solo se consigue cuando están regidos por la sabiduría.
La virtud es ante todo un saber, un conocer lo que es útil y obrar en
consecuencia. Por ello la virtud puede enseñarse.

Determinismo moral
Ninguno peca voluntariamente. El que peca lo hace por ignorancia, porque
no conoce el bien. La voluntad está determinada necesariamente al bien.

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