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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Medicina
Escuela de Medicina José María Vargas
Departamento de Medicina Preventiva y Social
Catedra de Salud Pública
Salud Pública V

ENVEJECIMIENTO

Autores:
Calderón Velázquez, Edith Margott
Capote Muñoz, Anamaría
Carvajal Hernández, Dulce María
Carvallo Ruiz, Daniel Ernesto
Chessari Vásquez, Fabiana
Coelho De Jesús, Avelino Fernando

Docente:

Caracas, 28 de enero de 2020


ÍNDICE DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 3
CONCEPTO DE ENVEJECIMIENTO .......................................................................... 4
CARACTERÍSTICAS DEL ENVEJECIMIENTO .......................................................... 4
CAMBIOS BIOLOGICOS ............................................................................................ 4
CAMBIOS PSICOLOGICOS ....................................................................................... 8
CAMBIOS SOCIALES ............................................................................................... 10
EPIDEMIOLOGIA DEL ENVEJECIMIENTO.............................................................. 13
FACTORES DE RIESGO .......................................................................................... 17
TEORÍAS DEL ENVEJECIMIENTO – ESTOCÁSTICAS Y NO ESTOCÁSTICAS –
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN .............................................................................. 18
TEORÍAS BIOLÓGICAS ........................................................................................... 18
TEORÍAS PSICOLÓGICAS DEL ENVEJECIMIENTO .............................................. 24
TEORÍAS SOCIOLÓGICAS DEL ENVEJECIMIENTO .............................................. 27
ENVEJECIMIENTO SALUDABLE ............................................................................. 29
CONCEPTO SEGÚN LA OMS .................................................................................. 29
POLITICAS Y PLANES A NIVEL MUNDIAL ............................................................. 32
SITUACIÓN EN LAS AMÉRICAS Y VENEZUELA .................................................... 42
CONCLUSIONES...................................................................................................... 48
RECOMENDACIONES ............................................................................................. 49
REFERENCIAS ......................................................................................................... 51
ÍNDICE DE MAPAS
Mapa 1 Amaerica América Latina y el Caribe (países seleccionados): población de 60
años y más…………………………………………………………………………………..14

ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro 1 América Latina y el Caribe (países seleccionados): población de 60 años y
más, 1975-2050……………………………………………………………………………..15
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Gráfico 1 América Latina y el Caribe (países seleccionados): tasas de crecimiento de
la población de 60 años y más, 1975-2050………………………………………………16

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INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo se abordará los principales aspectos del envejecimiento


comenzando con el concepto y sus características, en donde se hace énfasis en los
cambios biológicos, psicológicos, sociales, la epidemiología y los factores de riesgo
que presentan las personas durante la etapa del envejecimiento.
Cabe destacar, que en el envejecimiento se presentan una serie de teorías en las
cuales están las estocásticas y no estocásticas, además de ellas se incluyen las
teorías biológicas, las psicológicas con los diferentes cambios físicos y psicológicos
que presentan los adultos mayores durante el envejecimiento, haciendo énfasis
también en las teorías de la personalidad como las psicodinámicas, las conductivas y
las humanistas.
Es importante mencionar, que en este trabajo se hace referencia también a las
teorías sociológicas en donde se divide en teorías de la modernización y las teorías
funcionalistas o teorías de la socialización. Por último, se menciona el envejecimiento
saludable, haciendo hincapié en su concepto según la OMS, las políticas y planes a
nivel mundial, y su situación en las Américas y en Venezuela.
Este trabajo tiene como finalidad, aportar conocimiento acerca del envejecimiento
y como es la situación del país y del continente Americano con respecto a este tema,
además de fundamentar futuros desarrollos de una política social dirigida a este grupo
en expansión.

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CONCEPTO DE ENVEJECIMIENTO

Han surgido diversas teorías acerca del concepto exacto de lo que es el


envejecimiento.
Según la OMS 2018. El envejecimiento es la consecuencia de la acumulación de
una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva
a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, un aumento del riesgo
de enfermedad, y finalmente a la muerte.
Otro concepto similar Según El Instituto Nacional de Geriatría de México 2017
El envejecimiento humano es un proceso gradual y adaptativo, caracterizado por
una disminución relativa de la respuesta homeostática [equilibrio que le permite al
organismo mantener un funcionamiento adecuado], debida a las modificaciones
morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas, propiciadas por los cambios
inherentes a la edad y al desgaste acumulado ante los retos que enfrenta el organismo
a lo largo de la historia del individuo en un ambiente determinado.

CARACTERÍSTICAS DEL ENVEJECIMIENTO

CAMBIOS BIOLOGICOS
Es importante recalcar que el proceso de envejecimiento conlleva a una serie de
cambios, los cuales de alguna manera afectan directamente la vida de cada individuo.
Cada uno de estos cambios influyen de diversa forma, sin embargo el cambio físico es
el primero en manifestarse ya que el mismo comienza desde que se alcanza la
madurez física, la cual se manifiesta aproximadamente a los 18 o 22 donde finaliza el
periodo de crecimiento del ser humano. Sin duda alguna cada proceso de involución
es diferente en cada individuo, donde los aspectos físicos son más notables, es por
ello que es difícil determinar exactamente el inicio de este proceso, donde cada
persona manifiesta en diferente tiempo el reflejo de vulnerabilidad, lo cual ellos
expresan mecanismos de adaptación para compensar las carencias que poco a poco
se desarrollan con el tiempo.

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Los cambios biológicos son parte de la expresión de esa involución que se refleja
en el envejecimiento los cuales se muestran según cada sistema.

1. Sistemas sensoriales

A. Visión
 Disminuye el tamaño de la pupila.
 Menor transparencia y mayor espesor del cristalino, lo que provoca que llegue
menor cantidad de luz a la retina y empeore la visión lejana.
 Disminuye la agudeza visual y la capacidad para discriminar colores.

B. Audición
Menor agudeza para las frecuencias altas (tonos agudos), lo que deteriora la
capacidad para discriminar palabras y comprender conversaciones normales. Esta es
la causa de que una persona mayor tenga más problemas en oír las voces femeninas,
ya que suelen ser más agudas.

C. Gusto y olfato
 Disminuye la sensibilidad para discriminar los sabores salados, dulces y ácidos,
debido al deterioro de las papilas gustativas.
 Pérdida de capacidad para discriminar los olores de los alimentos. La
combinación de esos dos factores es una de las causas por la que la mayoría
de los usuarios se quejan de las comidas servidas en las instituciones de
atención sociosanitaria.

D. Tacto
La piel es el órgano relacionado con la capacidad sensorial del tacto. Los
cambios que se producen en la piel pueden observarse a simple vista, como son:
 Aparición de arrugas.
 Manchas.

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 Flaccidez.
 Sequedad.

Todos esos cambios se producen como consecuencia de transformaciones


internas, como son la disminución en la producción de colágeno y la pérdida de grasa
subcutánea y masa muscular. Pero también pueden ser originados por deficiencias en
la alimentación, por posibles enfermedades o por una excesiva exposición al sol sin la
suficiente hidratación aplicada por vía tópica (cremas).

2. Sistemas orgánicos

A. Estructura muscular
Se produce una importante pérdida de masa muscular y una atrofia de las fibras
musculares, que disminuyen en peso, número y diámetro. Consecuentemente, estos
cambios traen consigo el deterioro de la fuerza muscular.

B. Sistema esquelético
 La masa esquelética disminuye, pues los huesos se tornan más porosos
(menos densidad del hueso) y quebradizos.
 Debido al proceso de desmineralización, los huesos también se vuelven más
frágiles y, por lo tanto, más vulnerables a la fractura.
 Estos cambios afectan en mayor medida a las mujeres, debido a las siguientes
causas: mayor pérdida de calcio, factores genéticos, factores hormonales
(menopausia), inactividad física, consumo de tabaco y alcohol, malos hábitos
de alimentación, etc.

C. Articulaciones
Se tornan menos eficientes al reducirse la flexibilidad. Se produce mayor rigidez
articular debida a la degeneración de los cartílagos, los tendones y los ligamentos, que
son las tres estructuras que componen las articulaciones. La principal consecuencia
es el dolor.

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D. Sistema cardiovascular
 El corazón: aumento del ventrículo izquierdo, mayor cantidad de grasa
acumulada envolvente, alteraciones del colágeno, que provocan un
endurecimiento de las fibras musculares y una pérdida de la capacidad de
contracción, entre otros cambios.
 Los vasos sanguíneos se estrechan y pierden elasticidad, al aumentar de grosor
y acumular lípidos en las arterias (arterioesclerosis).
 El estrechamiento y la pérdida de elasticidad dificultan el paso de la sangre.
 Las válvulas cardiacas se vuelven más gruesas y menos flexibles, es decir,
necesitan más tiempo para cerrarse. Todos estos cambios conducen a un
aporte menor de sangre oxigenada y esto, a su vez, se convierte en una causa
importante por la que disminuye la fuerza y la resistencia física general.

E. Sistema respiratorio
Su rendimiento queda mermado debido a diversos factores, entre los que se
encuentran la atrofia y el debilitamiento de los músculos intercostales, los cambios
esqueléticos (caja torácica y columna) y el deterioro del tejido pulmonar (bronquios).
Todo ello produce una disminución del contenido de oxígeno en sangre, que se reduce
entre un10% y un15%, y en la aparición de una enfermedad respiratoria, el enfisema,
muy común en personas de edad avanzada.

F. Sistema excretor
El riñón tiene una menor capacidad para eliminar los productos de desecho. Por
esta razón, se hace necesario para el organismo aumentar la frecuencia miccional.
El deterioro del sistema excretor también hace frecuentes los episodios de
incontinencia.

G. Sistema digestivo

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En general, todos los cambios se traducen en una digestión dificultosa y en la
reducción del metabolismo de ciertos nutrientes en el estómago y el intestino delgado.
 Pérdida de piezas dentales, que originan un problema considerable en la
digestión de los alimentos, para la cual es importante una buena masticación.
 Disminución de los movimientos esofágicos (contracción/relajación), cuya
función es facilitar la deglución.
 Reducción de la capacidad para secretar enzimas digestivas, lo que también
dificulta la digestión.
 Atrofia de la mucosa gastrointestinal, por lo que la absorción de nutrientes es
menor.
 Disminución del tono muscular y el peristaltismo del intestino, que producen
menor masa y frecuencia en la eliminación de sólidos y, por tanto,
estreñimiento.
 Vesícula e hígado: en las personas mayores se produce una mayor incidencia
de cálculos biliares y un menor tamaño y eficiencia del hígado.

CAMBIOS PSICOLOGICOS
Para explicar los cambios psicológicos que sufre el ser humano durante el
envejecimiento se usan dos teorías.

Teoría de Erikson
El expresa que el ser humano pasa por ocho crisis que se corresponden con los
cambios vitales del ser humano.

Integridad VS desesperación
Esta es la última etapa y tiene lugar en la vejez. Es de gran importancia ya que es
la que cierra la vida y es relevante llevarla a cabo de la mejor forma posible, pues nos
jugamos una vejez feliz y tranquila. Hablamos de la necesidad de integración, de
aportar coherencia y de hacer una totalidad de lo que ha sido la vida. Consiste en
mantener las cosas unidas para dotar de significado y sentido. En esta etapa se debe

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ser capaz de hacer un discurso o narración coherente de tu vida, siguiendo un hilo
conductor.
El sentido de la vida significa que me ha merecido la pena vivír, que mi vida a
tenido un orden y una razón de ser. Ese ofrecer significado a la vida también conlleva
aceptar lo que se ha vivido. Con la aceptación es como uno se puede ir tranquilo
(morir). La aceptación de la muerte está relacionado con esto, por eso hay que
ayudarles a integrar, para que sientan que han vivido para algo, que han tenido una
meta. Un desarrollo negativo lleva a la desesperación, donde el individuo fracasa al
aparecer pensamientos sobre haber vivido de forma diferente. Estos pensamientos
llevan a la no aceptación de la muerte por verse incumplida esa vida alternativa.

1. Si la crisis se supera con éxito tendremos personas con un fuerte sentido


vital, convencidas de que su vida ha tenido sentido, capaces de integrarla y
preparadas para dejar el mundo.
2. Si la crisis no se supera lo que tendremos son personas que no están
preparadas para morir y cuyos recuerdos se almacenan sin ningún orden y
conexión. Un desarrollo negativo de esta etapa lleva a la desesperación y al
sentimiento de haber desperdiciado oportunidades en su vida. Las personas
que fracasan en la consecución de esta etapa tienen la convicción de que
deberían haber vivido de forma diferente, lo que lleva a no aceptar el final. Se
sienten dispersos, desesperados, como si su vida no se hubiese cerrado y con
la sensación de que aún no pueden irse. Esto se puede comprobar en el caso
de mayores que cuentan historias incoherentes, sin conexión entre ellas, o
repiten muchas de ellas. Es un acto fallido de llevar a cabo la integración.

Teoría de Peck, fija tres tareas principales para el envejecimiento:


1. Transcendencia corporal frente a preocupación por el cuerpo. Teniendo en
cuenta el más que previsible riesgo de enfermar a esta edad y la disminución
del rendimiento físico, es obligado “transcender” los problemas físico-
corporales, es decir, centrar las metas vitales en el rendimiento mental y
espiritual, y en las relaciones sociales.

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2. Diferenciación del ego frente a preocupación por el trabajo. Al llegar la
jubilación y abandono del puesto de trabajo, la persona mayor debe valorarse a
sí misma, a través de actividades independientes de su anterior vida laboral y
de las características positivas adquiridas en su personalidad.
3. Transcendencia del ego frente a preocupación por el ego. El temor a la
propia muerte debe verse sobreseído por las aportaciones personales a
cualquier nivel: aportaciones por medio de los hijos y del legado material o
cultural para las futuras generaciones.

Peck refleja que es necesario envejecer de forma saludable y extender su vitalidad


más allá de su trabajo, bienestar físico y existencia propia.

CAMBIOS SOCIALES
Envejecer es un proceso de decadencia estructural y funcional del organismo
humano. Pero lo más grave es que este determinismo en lo biológico ha influido en las
ciencias sociales, ya que la decadencia del organismo, antes o después, acaba
afectando a la vida social del individuo. Desde esta perspectiva, la jubilación, pues,
profesional y social, es una consecuencia del declive biológico. Si esto es así, el
desplazamiento social y progresivamente el sentimiento de inutilidad serían otras dos
de las crisis que las personas mayores, sobre todo los hombres han de afrontar.
Para dar cuenta de lo dicho se analizarán brevemente la teoría de la
desvinculación Social (Cumming y Henry, 1961); la teoría de la actividad (Tartler,
1961); la teoría de la continuidad (Atchley, 1971).

Teoría de la desvinculación (Cumming y Henry, 1961);


Propone que el anciano desea la reducción de los contactos sociales para
conseguir cierta forma de aislamiento. El término desvinculación hace referencia a que,
al mismo tiempo que el individuo se va separando de la sociedad, ésta tiende a
separarse del individuo. Este proceso se lleva a cabo en dos niveles: uno social, en el
que se reduce la frecuencia y duración de las relaciones sociales, y otro psicológico,

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que está referido a la reducción de los propios compromisos emocionales y a la
retracción de las relaciones con lo que está sucediendo en el mundo en general.
Podemos resumirla por su:
a) Concepto fundamental: desvinculación (ésta es mutua: de la sociedad respecto
al individuo, jubilación, independencia de los hijos, muerte de la pareja y de los
amigos y del individuo respecto a la sociedad, reducción de actividades
sociales, vida más solitaria).
b) Postulado fundamental: la tendencia a retraerse de la generalidad de la
sociedad es natural, siendo una parte inherente del proceso de envejecimiento
c) Predicción: esta desvinculación mutua es la manera más apropiada y exitosa
para envejecer.

La principal crítica que ha recibido esta teoría es que la desvinculación puede ser
específica en cierta cohorte Existen aspectos de personalidad diferenciadores entre
los sujetos que determinan maneras diferentes de afrontar el proceso de
envejecimiento:
 Personas que están integradas en el entorno comunitario y su actitud
extrovertida les reportan contactos y participación social de manera natural.
 Individuos cargados de energía vital promueven interacciones positivas con el
medio.
 Un grupo lo compondrían los sujetos pasivos y dependientes de su entorno.

Teoría de la actividad (Tartler, 1961)


Esta teoría lleva implícita una filosofía de la vida cuyos elementos de valor son la
utilidad y la productividad, al tiempo que establecen conexiones entre utilidad y salud
mental, entre productividad y actividad y bienestar. Podemos resumirla por su:
a) Concepto fundamental: actividad; la desvinculación operaría sólo en el sentido
de la sociedad hacia los mayores.
b) Postulado fundamental: si exceptuamos los cambios biológicos y en la salud,
las personas mayores son iguales a las de mediana edad y tienen en esencia

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las mismas necesidades psicológicas y sociales; a mayor actividad mayor grado
de satisfacción personal
c) Predicción: el envejecimiento óptimo implica mantenerse activos y arreglárselas
para resistir la reducción del mundo social.

La principal crítica que ha recibido esta teoría es la de que existen personas


mayores satisfechas con la desvinculación, lo que sugiere que la teoría de la actividad
no es una teoría adecuada acerca del envejecimiento con éxito. Ello implicaría que la
personalidad representaría un papel crucial para determinar la relación entre los
niveles de actividad y la satisfacción con la vida.

Teoría de la continuidad (Atchley, 1971)


Robert Atchley considera que la vejez es una prolongación de las etapas evolutivas
anteriores y el comportamiento de una persona en este momento estaría condicionado
por las habilidades desarrolladas. Una persona mayor puede encontrarse con
situaciones sociales diferentes a las ya experimentadas, sin embargo la capacidad de
respuesta, la adaptación a procesos nuevos, así como el estilo de vida en esta etapa
de envejecimiento están determinados, entre otros factores, por los hábitos, estilos de
vida y la manera de ser y comportarse que ha seguido a lo largo de su vida en el
pasado.
a) Concepto fundamental: habilidades desarrolladas por etapas evolutivas
anteriores, ayudaran al individuo a afrontar situaciones nuevas en trascurso de
su vida
b) Postulado fundamental: la jubilación para una persona no implica
necesariamente la paralización o cese del crecimiento humano y social. En esta
etapa se mantiene la capacidad para crear o sobreponerse a experiencias
adversas provenientes de los distintos ámbitos que le rodean, ya sea en salud,
social y psicológico.
c) Predicción: El mantenimiento de las actividades desarrolladas en la edad
madura o la adquisición de otras nuevas se convierte en una garantía para tener
una vejez exitosa.

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A la vez, la satisfacción durante la vejez se relaciona con el mantenimiento de la
actividad y costumbres anteriores, con el vínculo entre aquellos elementos que le
dieron consistencia personal y la situación presente. La seguridad y autoestima
entonces encontrados, sirven de apoyo cuando se actualizan en la vejez.
Comparando todas esas teorías se llega a varias conclusiones:
 La disminución o ausencia de actividad social no aparece de forma repentina
en los mayores. Lo habitual es que esa actividad se vaya reduciendo
paulatinamente con el paso del tiempo.
 Al reducirse la frecuencia de las relaciones sociales, se refuerza su valor y se
hacen más gratificantes, dedicando más tiempo a su mantenimiento.
 Se observa que la calidad de la interacción resulta ser más determinante que la
cantidad.
 A su vez, esa red social se contrae por causas muy diversas, entre ellas:
 Mortandad de los miembros.
 Falta de nuevas relaciones significativas.
 Mantener los actuales resulta cada vez más difícil (p.ej.: dificultad para
desplazarse).
 El ingreso en una institución puede provocar alteraciones en la conducta (p. ej.:
ideas paranoides), que dificultan las relaciones.
 La pérdida de capacidades sensoriales puede disminuir la capacidad de
relación (p. ej.: sordera).
 Por la pérdida de las relaciones laborales.

EPIDEMIOLOGIA DEL ENVEJECIMIENTO


El envejecimiento poblacional constituye en la actualidad el centro de atención a
nivel internacional, problemática esta de la que difícilmente queda exonerada alguna
sociedad del planeta. Adultos mayores han existido en todas las épocas, pero el
envejecimiento poblacional es un fenómeno nuevo, poco conocido y que ya estamos
viviendo. Constituye uno de los eventos poblacionales que ha emergido con rapidez e
involucra a políticas nacionales e internacionales, a científicos, obreros, instituciones

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de las más disímiles esferas y a la sociedad en general. Es un tema de múltiples
aristas, complejo y de importancia creciente en el todo el mundo.
Según el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) - División
de Población de la CEPAL, se realizó unas Estimaciones y proyecciones de
población, donde se evidencio en las últimas décadas que la población
latinoamericana y caribeña ha experimentado un aumento considerable en la cantidad
de personas de 60 años y más. Este proceso se ha desarrollado con mayor o menor
intensidad en todos los países de la región.
En 2000, la población regional de 60 años y más era de 43 millones de personas,
cifra que irá en aumento hacia el año 2025, cuando las personas de edad alcancen los
100,5 millones. Para 2050, en tanto, la población latinoamericana y caribeña de esta
edad podría llegar a los 183,7 millones, superando ampliamente las cifras observadas
hacia fines del siglo anterior (véase el cuadro A.1 del anexo).

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En el cuadro 1 se comparó la proporción de personas de 60 años y más, donde se
evidencia un aumento significativo en el total de la población en los países de la región.
Entre 1975 y 2000 el porcentaje de la población de 60 años y más pasó de un
6,5% a un 8,2% en América Latina y el Caribe. Para el año 2025 se espera que esta
cifra sea cercana al 15%, lo que sin duda hará que este grupo adquiera una mayor
notoriedad en la población. Hacia 2050 las personas de edad representarán
aproximadamente el 24% de la población, de tal manera que una de cada cuatro
personas tendrá 60 años o más.
Según estas cifras, el incremento absoluto del número de personas mayores está
acompañado de un mayor peso relativo de este grupo respecto del total de la
población, lo que muestra claramente el proceso de envejecimiento que está
experimentando la región.

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En el grafico 1 se expresa el proceso de envejecimiento demográfico avanza
aceleradamente. Se espera que la tasa de crecimiento de la población de 60 años y
más aumente hacia 2025, estabilizándose en el período 2025-2050 en un 2,4%. Esta
tendencia difiere completamente de las proyecciones realizadas para la población en
su conjunto, cuyas tasas se ubicarán por debajo del 1% hacia fines de 2050. A la luz
de estos resultados, se observa claramente un acelerado envejecimiento de la
población de 60 años y más, con un ritmo de incremento que contrasta con el de la
población total.
Los países que actualmente se ubican en las fases más incipientes del proceso de
envejecimiento continuarán acrecentando la proporción de personas de edad a un
ritmo mucho más rápido que en el pasado, con tasas de crecimiento superiores al 3%.
En las proyecciones del período 2000-2025 la República Bolivariana de Venezuela
es uno de los países que presenta un mayor incremento de la región, con tasas
superiores al 4%. Mientras que la población de 60 años y más de Honduras, Nicaragua,
el Paraguay y el Brasil crecerá a tasas superiores al 3,5% en el mismo lapso.

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FACTORES DE RIESGO
El envejecimiento es la consecuencia de la acumulación de una gran variedad de
daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual
de las capacidades físicas y mentales, un aumento del riesgo de enfermedad, y
finalmente a la muerte.
En el ámbito global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes
y el cáncer ocupan los primeros lugares de prevalencia en personas adultas, y en el
caso de los trastornos neuropsiquiátricos en personas mayores de sesenta años, son
la depresión, la demencia y el deterioro cognitivo leve.
El funcionamiento cognitivo en la edad adulta, se asocia con cambios cerebrales
y cognitivos similares a los que presentan los procesos patológicos de envejecimiento,
como las demencias. El envejecimiento cerebral y los cambios en las funciones
cognitivas se inician alrededor de los treinta años de edad, con la disminución cotidiana
de células nerviosas.
A medida que se envejece, los diversos factores relacionados con el desgaste
general de los órganos y sistemas, que van desde la reserva funcional y cognitiva del
individuo, el estado cerebral, la dotación genética, el nivel de escolaridad, el grado de
adaptación durante su vida, las enfermedades con repercusión cerebral, hasta las
alteraciones sensoriales, son en su conjunto fundamentales para garantizar la
autonomía e independencia en la edad adulta.
La población adulta mayor, las mujeres, son el grupo que prevalece siendo este
un factor que determina su condición social desfavorable cuando llegan a ésta etapa
de la vida; esta situación se agrava si se tiene en cuenta que desde el punto de vista
fisiológico, los individuos con la edad acumulan situaciones que los van haciendo
gradualmente dependientes por la disminución de la fuerza física, deficiencia de
algunas capacidades como la visual, auditiva, cognitiva; la disminución de habilidades
que les impiden tener una vida independiente.
Entonces queda representado en los siguientes puntos importantes de los factores
de riesgo en el envejecimiento
 Genético, sexo y estilo de vida.
 Mayor comorbilidad: Hipertensión arterial, diabetes mellitus.

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 Cambios de los procesos biológicos y cognitivos potencian la vulnerabilidad en
estos individuos.
 Incremento de la dependencia.
 Vivir en regiones deprimidas económica, social y geográficamente aisladas.
 No contar con una persona para su cuidado.

TEORÍAS DEL ENVEJECIMIENTO – ESTOCÁSTICAS Y NO ESTOCÁSTICAS –


CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
Históricamente, el envejecimiento ha constituido un fenómeno ampliamente
estudiado. Se ha tratado de entender las causas de la declinación progresiva del ser
humano, buscándole un sentido a las razones por las cuales envejecemos y,
eventualmente, morimos. No obstante, la gerontología logró amalgamar las múltiples
teorías del envejecimiento expuestas a lo largo de los siglos, y las clasificó en tres
grandes grupos: biológicas, psicológicas y sociológicas. La razón por la cual la
gerontología clasificó esa diversidad de teorías en estos tres grupos es debido a que
el envejecimiento no es más que la suma de dichos factores. Por lo que, realmente,
estas tres teorías tienden a integrarse para poder explicar de manera intrínseca el
proceso del envejecimiento.

TEORÍAS BIOLÓGICAS
El envejecimiento se puede definir como un los cambios anatómicos, fisiológicos,
genéticos, inmunológicos, neuroendocrinos, celular, entre otros. Dichos cambios
inciden directamente en la psicología y en el comportamiento humano. Las teorías
biológicas tratan de explicar dichos principios, previamente expuestos, en donde, no
solamente están involucrados factores internos (aquellos que explican la degeneración
del organismo, a medida que envejecemos), sino también factores externos (que son
aquellos factores del medio ambiente que inciden en la evolución del ser humano).
Las teorías biológicas tienden a clasificarse en dos grandes grupos: estocásticas
o ambientales, y no estocásticas o deterministas. Las teorías estocásticas establecen
que el envejecimiento es un producto del azar, ya que, el ser humano, al estar expuesto
a factores exógenos (o del medio ambiente) adversos, tiende a acumular sucesos

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nocivos que hacen que, eventualmente, este individuo envejezca y, posteriormente,
muera, ya que dichos factores no son intrínsecos de la persona; por lo que es
indispensable estudiar esta teoría utilizando cálculos de probabilidades. Por el otro
lado, las teorías no estocásticas establecen que el envejecimiento es producto de
variables conocidas y determinadas, que sí son intrínsecas del ser humano, y que
están programadas genéticamente en el mismo, por lo que no se necesitan utilizar
cálculos de probabilidades para su estudio. Cada una de estas teorías también tienen
sus propias clasificaciones.
Entre las teorías biológicas estocásticas se pueden mencionar:

1. Teoría del error catastrófico, la cual establece que a lo largo del tiempo
empiezan a aparecer errores en la síntesis proteica y del ADN, haciendo que
dichas proteínas sintetizadas y codificadas erróneamente empiecen a formar
parte de la maquinaria que sintetiza proteínas. Ahora bien, esto traerá como
consecuencia que se sigan sintetizando anómalamente el resto de las
proteínas, generación tras generación, creando una inestabilidad en la
homeostasis celular, deteriorando las capacidades fisiológicas de las células, y
llevando así a la muerte celular, producto de ese “error catastrófico” en la
síntesis proteica.
2. Teoría del entrecruzamiento, la cual explica que, con el paso del tiempo, se
incrementa progresivamente la formación de enlaces moleculares entre
proteínas, lípidos o cadenas de ácidos nucleicos, como resultado de la
exposición a factores exógenos (como el medio ambienta o la dieta del
individuo), produciendo cambios físicos graduales en sustancias (como
colágeno o elastina), disminuyendo la elasticidad tisular y promoviendo su
retracción. Esta teoría explica alteraciones fisiopatológicas, como las
complicaciones crónicas de la diabetes, o la formación de cataratas.
3. Teoría del desgaste, cuya premisa principal es que los seres humanos
envejecen por acumulación de daños y productos de desecho en los sistemas
del organismo, afectando los procesos bioquímicos tisulares. Hay acumulación
de productos citoplasmáticos, por su ruptura, los cuales son perjudiciales para

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la reproducción celular. Asimismo, estos productos no pueden destruirse ni
transportarse fuera de las membranas externas celulares. Un ejemplo de estos
es la lipofuscina, que tiende a acumularse en el citoplasma, y los lisosomas no
pueden destruirla; sin embargo, no se conocen cuáles son los efectos nocivos
que puede tener la misma sobre el proceso de división celular. Cabe acotar que
las mitocondrias también pueden verse afectadas, ya que, si su nivel de
producción energética desciende, se disminuye el funcionamiento celular y, por
ende, el aporte de energía en forma de ATP al resto de los tejidos, órganos y
sistemas.
4. Teoría genético-estocástica, la cual fundamenta que todos los daños que sufre
el material genético al azar, se deben a su entorno celular. Sin embargo, esta
teoría plantea que existen distintas vertientes que pueden explicar el origen de
dichos daños genéticos. Uno de estos planteamientos es la teoría de la
regulación genética, que explica que nuestros genes codifican los procesos de
desarrollo y de reproducción y que para que nos podamos reproducir
correctamente, requerimos de defensa, por parte del organismo, de factores
extrínsecos hacia el mismo. Por lo que, si hay un desequilibrio o una falta de
funcionamiento de ese nivel de defensa, envejeceremos más rápido. Asimismo,
plantea la teoría de diferenciación terminal, que establece que el material
genético sufre alteraciones, pero que, al mismo tiempo, las células seguirán
dividiéndose, hasta que llegue un punto en el que este proceso cesa,
denominándose “diferenciación terminal”. Por último, se encuentra la teoría de
inestabilidad del genoma, en donde se afecta la expresión genética sobre el
ADN, ARN y proteínas.
5. Teoría de la mutación somática, que se basa en el principio de que el
envejecimiento es un conjunto de alteraciones en el ADN de las células
somáticas. Estas mutaciones se generan a raíz de factores extrínsecos, tales
como errores en la transmisión de genes o en la síntesis proteica. De hecho,
también puede haber un desequilibrio mitocondrial que cause dichas
alteraciones genéticas, por lo que también puede haber disminución en la
producción de ATP, y hay un compromiso energético a nivel de todo el

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organismo, alterando la fisiología celular. Hay muchas enfermedades que
pueden explicarse por ese desequilibrio mitocondrial, tales como la diabetes,
demencia, alteraciones del movimiento, ceguera e, incluso, disfunción renal.
6. Teoría de la restricción calórica, la cual no ha sido demostrada, pero se basa en
la premisa de que la disminución de la ingesta alimentaria se traduce en una
disminución de ingesta energética, por lo que hay un decaimiento del
metabolismo basal, hay una menor producción de sustancias antioxidantes y,
como resultado, se aumenta la esperanza de vida. A su vez, se aumentan los
procesos de reparación del ADN y la disminución del número de enfermedades.
7. Teoría de los radicales libres, la cual señala que el envejecimiento se debe a la
sumatoria de efectos perjudiciales en los tejidos causados por reacciones de
radicales libres, que son moléculas inestables que perdieron un electrón y su
cometido principal en encontrar ese electrón restante, oxidando biomoléculas
que se encuentran en su entorno. Se inicia, de esta forma, un proceso gradual
en donde esa biomolécula oxidada se convierte en un radical libre y así
sucesivamente, perjudicando a múltiples células (daño tisular y muerte celular),
a no ser que se les interpongan los antioxidantes. Éstos no son nocivos; sin
embargo, si los antioxidantes no los controlan, pueden desencadenar daño
celular y tisular progresivo. A su vez, los radicales libres destruyen el
mecanismo de reproducción y regeneración celular. Cuando éstos toman un
electrón de las células del tejido colágeno, aceleran el envejecimiento y hacen
que la piel se arrugue. Hay enfermedades que pueden explicarse por esta
teoría, tales como enfermedades autoinmunes, Alzheimer, demencia senil,
amiloidosis, enfermedad cardiovascular, ateroesclerosis, hepatitis, diabetes,
ECV, lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, entre otras.

Por otra parte, las teorías no estocásticas se clasifican en las siguientes:

1. Teoría evolucionista, la cual se basa en el precepto de que el envejecimiento es


un proceso intrínseco de la vida y es un común denominador para todas las
especies. Hay tres teorías que logran expandir más la ideología detrás de esta

21
teoría. La primera de ellas es la teoría del proceso de adaptación, que se rige
por la idea de que el envejecimiento no sólo está predeterminado
genéticamente, sino que también es un proceso impuesto por la naturaleza para
garantizar la sobrevida y la sucesión de las siguientes generaciones. Los seres
humanos que viven en zonas desarrolladas tienden a vivir más que aquellos
que viven en zonas no desarrolladas, ya que estos últimos mueren por
accidentes y no logran llegar a la vejez. Asimismo, se establece que el
envejecimiento depende netamente de las características genéticas del
individuo, ya que se crea un pseudo proceso de “Selección Natural”, en donde
sobreviven más las personas con mejores modificaciones genéticas y mayor
adaptación al entorno que lo rodea. Esto se conoce como “teoría de los
Gerontogenes”. La segunda de estas teorías es la de las mutaciones tardías,
que explica que el envejecimiento es el resultado de la acumulación de múltiples
mutaciones genéticas que se activan tardíamente, y que solo aquellas personas
que son lo suficientemente maduras, aptas y que han estado protegidos en un
medio seguro, llegan a la vejez (entendiéndose como vejez, el resultado
negativo de dichas mutaciones). Y la tercera y última teoría es la del somo
desechable, que establece que hay un desequilibrio entre la supervivencia y la
reproducción (que se supone que debe tener su auge durante la juventud).
2. Teoría del límite de Hayflick, que intenta explicar que las células tienen un
período de reproducción finito, es decir, que llegará un punto en donde dejarán
de dividirse, por lo que su esperanza de vida también es finita. Por lo que este
cese de la proliferación celular y, por ende, el envejecimiento, están
programados genéticamente y están determinados por los telómeros, que son
los extremos de los brazos de los cromosomas, ya que éstos disminuyen de
tamaño progresivamente a medida que ocurre la división celular. Esto también
se debe a la enzima telomerasa, la cual, se encarga de alargar el telómero. No
obstante, durante la diferenciación celular, la telomerasa se encuentra
reprimida, por lo que se induce la pérdida del ADN telomérico y, en
consecuencia, la capacidad replicativa finita de dichas células.

22
3. Teoría inmunológica, que señala que, a medida que envejecemos, el sistema
inmunitario sufre un deterioro significativo en sus funciones, llevando, incluso, a
que se generen enfermedades autoinmunes. Hay un descenso en el número y
en la función de los linfocitos T (los cuales se activan en presencia de un
antígeno extraño en el organismo o de anticuerpo anti-linfocitos T); disminuye
la capacidad del sistema inmunitario de sintetizar anticuerpos; e incluso, se
produce una involución del timo (no solo anatómicamente, sino a nivel fisiológico
también). Por lo que, durante el proceso de envejecimiento, existe una
disminución considerable y progresiva de la eficiencia del sistema inmunológico
de defender al organismo de agentes extraños. Por esta razón, los ancianos
son más susceptibles de adquirir enfermedades mortales para ellos, que, en
condiciones normales, no las serían para los seres humanos.
4. Teoría neuro-endocrina, que establece que, durante el envejecimiento, ocurren
cambios anatomo-fisiológicos a nivel neuronal y endocrino, afectándose, de
esta forma, el eje hipotálamo-hipófisis. Esto trae como consecuencia que
también se altere la anatomía y la fisiología de diferentes órganos y sistemas,
por esa afección del sistema nervioso y endocrino, al haber menor síntesis y
liberación de neurotransmisores y hormonas. Uno ejemplo de esto son los
ovarios, ya que la liberación de estrógenos disminuye, y por ende se alcanza la
menopausia.
5. Existen otras teorías que no se han podido estudiar con exactitud, pero que
ciertamente intentan explicar el fenómeno del envejecimiento. Entre ellas se
incluyen la teoría de la autointoxicación, que intenta explicar el proceso del
envejecimiento como el resultado de los productos metabólicos y la
acumulación de toxinas a nivel intestinal, y la teoría de la capilorospatía senil,
que explica que los capilares de los ancianos sufren múltiples procesos de
degeneración. Sin embargo, es importante aclarar que las teorías explicadas
previamente no se sobreponen unas sobre otras, sino más bien se
complementan. Por eso, se ha llegado a la conclusión de que no existe una sola
teoría biológica que explique el envejecimiento, sino más bien existente teorías
integradoras, que buscan unir las teorías estocásticas con las no estocásticas.

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Y su importancia radica en su conjunción con otros aspectos de la vida, como
la psicología, la sociología, los estilos de vida, la anatomía, fisiología, genética,
herencia, factores extrínsecos, intrínsecos, circunstanciales y psicosociales.

TEORÍAS PSICOLÓGICAS DEL ENVEJECIMIENTO


Simone De Beauvoir las cataloga como todas las situaciones humanas, tiene una
dimensión existencial: modifica la relación del individuo con el tiempo, por lo tanto, su
relación con el mundo y su propia historia. Por otra parte, Salvarezza sostiene que esta
teoría propone un eslabonamiento de ciclos vitales que están determinados por la
relación del individuo en crecimiento y la realidad social donde actúa por medio de
representantes institucionales diversos y que son los encargados de permitir o facilitar
ese desarrollo.
En las teorías psicológicas del envejecimiento E. Erikson formuló la teoría
epigenética, donde el conflicto principal que se presenta en esta etapa es entre la
generatividad y el estancamiento. La generatividad tiene que ver con la preocupación
por afirmar y guiar a la generación siguiente, incluyendo a personas que se encuentren
fuera de sus vínculos familiares, este concepto incluye a la productividad y a la
creatividad. Para Salvarezza este esquema epigenético es un poco generalizado, si
bien abre el camino, no termina de explicar el destino personal y subjetivo del
envejecimiento.
Desde el Psicoanálisis, se puede entender el desarrollo psicológico de los seres
humanos, y en este caso, las particularidades de cada proceso de envejecimiento por
la estructura de la personalidad y por la acción de las vivencias actuales que inciden,
tanto factores biológicos como sociales, y pueden llegar a determinar cuando se
convertirán en traumáticos. En las mismas hay tres series de causas, que no actúan
independientemente, la primera lo constituyen los factores hereditarios y congénitos,
que son el componente constitucional; la segunda las experiencias infantiles; y la
tercera serían los factores actuales o desencadenantes, que actúan sobre el resultado
de la interacción de la primera con la segunda serie.
Cabe destacar, que el envejecimiento es un proceso que resulta de cambios
físicos y psicológicos, estos últimos se incluyen las capacidades cognitivas, a las

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capacidades sensoriales y perceptivas; la creatividad y el comportamiento. Sin
embargo el declive cognitivo no es marcado antes de los 70 años de edad pareciendo
estar determinado sobre todo por enfermedades físicas. El envejecimiento se
caracteriza por una serie de cambios lentos y continuos que se manifiestan en
diferentes áreas del funcionamiento cognitivo, afectando funciones visoperceptivas,
visoespaciales y visoconstructivas propias del hemisferio derecho, las más vulnerables
a los efectos del envejecimiento, mientras que las funciones lingüísticas del hemisferio
izquierdo se conservan. Los cambios que se pueden dar en el lenguaje durante el
proceso de envejecimiento se reducen a una dificultad en la denominación o evocación
de las palabras y una reducción en la fluidez verbal.
La memoria se deteriora con el paso de los años, pero no todos lo hacen por igual,
de hecho es la memoria reciente o inmediata (la de entrada de datos) la que más se
afecta, sin embargo, la memoria de corto plazo y la de largo plazo están disminuidas.
La inteligencia disminuye también con la edad. Esto está íntimamente relacionado con
la presencia de factores externos, tales como la diferencia de escolarización entre
generaciones, la rapidez de respuesta en los test cronometrados, privaciones de todo
género, déficit sensorial, entre otros.
En la esfera mental también hay disminución de la curiosidad intelectual,
irritabilidad y cierta sensación de vaga tristeza. Salvarezza hace referencia que no
depende solamente de la actitud del otro, sino también de cómo el individuo la
interioriza, de esta forma se va generando en él una contradicción entre sus deseos y
la imposibilidad de satisfacerlos. Se propicia el conflicto, como resultante del grado de
frustración que siente el sujeto, ya sea como intento de evitar la ansiedad o para
mantener la autoestima que siente menoscabada.
A nivel de las capacidades sensoperceptivas también disminuyen por el
envejecimiento, siendo las más habituales la pérdida de la audición a altas frecuencias
(presbiacusia), la disminución de la plasticidad del cristalino y de su poder de
acomodación (presbiopia). Al envejecer el cristalino se vuelva más grueso, perdiendo
parte de su plasticidad y su capacidad de acomodación, y la profundidad del campo
disminuye. Todo esto conlleva a la utilización de lentes bifocales cuyo uso requiere

25
tiempo de adaptación para el individuo. Para los objetos lejanos se utiliza la parte
superior del lente y para los cercanos la inferior.
Además de estos cambios se desarrollan las cataratas que son el resultado del
amarillentamiento del cristalino que oscurece la visión, dificultando aún más el
desenvolvimiento del adulto mayor en la sociedad. Hay modificaciones a nivel del
gusto y el olfato, estos sentidos tienden a disminuir y contradictoriamente lo hace
también la tolerancia a los platos picantes. Esta pérdida de la capacidad gustativa lleva
con el tiempo a la pérdida del apetito. Por otra parte, a los adultos mayores los califican
como irritables, difíciles, de humor lábil y depresivos.
Desde el punto de vista de la personalidad en las teorías psicológicas del
envejecimiento, se define la personalidad como “la organización dinámica interna de
los sistemas psicológicos del individuo que determinan su propio ajuste a su entorno”
(Mishara, B. y Riedel, R. 2000). Las teorías de la personalidad se clasifican en tres
grupos:
1. Teorías psicodinámicas de la personalidad: se basa en que existen
determinantes inconscientes e históricos de la personalidad. Esta explica la
diferencia de personalidad joven-anciano en la gran cantidad de material
inconsciente residual que se halla en el anciano.
2. Teorías conductistas: para este enfoque la personalidad es el resultado de las
condiciones de aprendizaje y del entorno. Esta indica que la brecha de
personalidades entre generaciones se basa en que la historia del
condicionamiento siendo más largo ha podido dar lugar a la adquisición de un
comportamiento en respuesta a una situación.
3. Teorías Humanistas: proponen que la personalidad se crea en la libertad y
según los objetivos de la persona. Esta explicaría la diferencia entre las
personalidades del joven y el viejo considerando el futuro que huye y el sentido
del sí y explicaría el comportamiento del presente en función de las perspectivas
del futuro.
4. Por otra parte, las teorías del desarrollo de la personalidad se dividen en dos
posturas unas que hablan de la vejez como etapa y otras como un proceso. Las
que lo consideran etapas se basan en las aportaciones de Erik Erikson que

26
explican el desarrollo humano desde la infancia como una búsqueda de
identidad personal, en donde el individuo busca la integridad de su persona o
del Yo, la cual supone la aceptación de la vida hasta el presente con sus
aspectos positivos y negativos sin acusar limitaciones negativas por ello. Las
teorías del proceso consideran el proceso vital incluido la ancianidad como un
desarrollo dialéctico originado por ideas y acciones contradictorias a las que
constantemente se exponen los humanos en un medio ambiente cambiante.
Con relación a la personalidad de los ancianos se describen 5 tipos:
1. El maduro: individuo estable, bien integrado, y que disfruta de la vida.
2. El pasivo: individuo desacoplado por voluntad propia, que prefiere pocas
actividades como mecerse en mecedora, y que se encuentra satisfecho porque
puede descansar.
3. El defensivo: es rígido, activo, disciplinado, individualista que se integra en
numerosas actividades ya que no puede soportar la inactividad.
4. El colérico: culpa a los demás y les responsabiliza de sus frustraciones y
limitaciones.
5. El autoagresivo: se odia así mismo, está deprimido y aislado.

TEORÍAS SOCIOLÓGICAS DEL ENVEJECIMIENTO

 La teoría de la modernización: se ubica dentro del modelo de Gognalons–


Nicolet y destaca la situación actual del adulto mayor caracterizada por ser
relegado socialmente, mientras que en las sociedades tradicionales él gozaba
de un estatus elevado y era reconocido por su experiencia y sabiduría.
 Teorías funcionalistas o teorías de la socialización: estudian el papel de los
ancianos desde el punto de vista de la actividad. Defienden la asignación de
roles sociales diferentes tras la jubilación, ya que asocian la falta de actividad
con la falta de autoestima mermando la calidad de vida.

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Dentro de este marco se inscriben tres teorías principales:
a) Teoría de la actividad: Es la más antigua y se fundamenta en la importancia
que en aquella época se les daba a los roles del individuo como la articulación
principal entre lo psicológico y lo social. Trata de explicar los problemas sociales
y las principales causas que contribuyen a la inadaptación del anciano.
b) Teoría de la desvinculación o del retraimiento: según esta teoría, el
envejecimiento normal se acompaña de un distanciamiento o “desvinculación”
recíproco entre las personas que envejecen y los miembros del sistema social
al que pertenecen.
c) Teoría de la continuidad: propone que no hay ruptura radical ni transición
brusca entre la edad adulta y la tercera edad, sino que se trata tan solo de
cambios menores u ocasionales que surgen de las dificultades de adaptación a
la vejez, siempre manteniendo una continuidad y estabilidad entre estas dos
etapas. La teoría de la continuidad se basa en dos postulados básicos:
i. El paso a la vejez es una prolongación de experiencias, proyectos y
hábitos de vida del pasado. Prácticamente la personalidad, así como el
sistema de valores permanecen intactos.
ii. Al envejecer los individuos aprenden a utilizar diversas estrategias de
adaptación que les ayudan a reaccionar eficazmente ante los sufrimientos
y las dificultades de la vida.

Otras teorías que no son las principales están:


 Teorías derivadas del envejecimiento demográfico: que estudian la
evolución de la sociedad en las últimas décadas, y como el aumento de la
esperanza de vida de la población, y las tasas de fecundidad, natalidad y
mortalidad disminuidas, hacen de las sociedades occidentales unas sociedades
ancianas. Esta se discutirá en aspectos demográficos del envejecimiento.
 Teoría del medio social: esta sostiene que el comportamiento durante la vejez
depende de ciertas condiciones biológicas y sociales, de hecho, el medio en el
que vive y se desenvuelve un individuo abarca no solo el contexto social con

28
sus normas sino también los obstáculos de orden material y las posibilidades
que se le ofrecen.
 Teoría de la construcción social de la vejez: Critica la imagen parasitaria que
se ha creado de la vejez, al considerar a los mayores un segmento improductivo
dependiente de las ayudas sociales. Tratan de romper con la idea de las
personas mayores como un grupo homogéneo defendido en las teorías
anteriores.

ENVEJECIMIENTO SALUDABLE

CONCEPTO SEGÚN LA OMS


En el envejecimiento influyen una serie de procesos evolutivos sumamente
complejos: En el plano biológico se producen daños moleculares y celulares que,
paulatinamente, agotan las reservas fisiológicas, aumentando el riesgo de padecer de
enfermedades reduciendo las capacidades vitales del individuo y conllevándolo a la
muerte. No obstante, existe una correlación importante entre el entorno y el
comportamiento intrínseco de la persona que afecta directamente el desenvolvimiento
biológico del mismo al envejecer, lo que se traduce a la individualización y
especificación del desarrollo transmutativo.
La vejez, en el ámbito social y cívico, acarrea cambios en los roles y las posiciones
de desenvolvimiento (laboral, comercial e interpersonal), así como la necesidad de
hacer frente a la pérdida de relaciones estrechas. Esto es enfrentado mediante el
acondicionamiento de sus metas y actividades a un número menor de capacidades de
práctica y participación. Las aspiraciones, prioridades motivacionales y preferencias
también se ven modificadas, incluso, se plantea que puede incitar el cambio de
perspectivas materialistas” (banales e insustanciales) por “perspectivas más
trascendentes” (fundamentales, cardinales y espirituales). Los cambios psicosociales
explican en buena medida porqué, en muchos entornos, la vejez puede ser un período
de bienestar subjetivo elevado, permitiendo proyectar el concepto de "Envejecimiento
Saludable”.

29
Frecuentemente se considera que el Envejecimiento Saludable es un estado
positivo: libre de padecimientos, que distingue entre individuos sanos y enfermos; sin
embargo, se generan muchísimas controversias sobre esta definición, puesto que, en
la vejez se eleva las probabilidades de que coexistan (en un mismo sujeto) afecciones
crónicas y comorbilidades que, tratadas y bien controladas, no deben tener ningún tipo
de interferencia sobre la capacidad de funcionamiento del paciente.
En consecuencia, al plantear la meta de una estrategia de salud pública sobre el
envejecimiento, la OMS considera al Envejecimiento Saludable una experiencia
basada en el curso de la vida y sus perspectivas pragmáticas fisiológicas, mediante la
promoción y mantenimiento de la capacidad funcional que permite el bienestar en la
vejez. Envejecer de manera saludable significa, en resumen, ser capaz de hacer
durante el máximo tiempo posible las cosas a las que damos valor.
La capacidad funcional, a su vez, comprende las cualidades salubres que permiten
a una persona ser y hacer lo que es importante para ella, abarcando temas como la
felicidad, satisfacción y realización plena. Ésta se compone de la capacidad intrínseca
del individuo, las características del entorno que modifican dicha capacidad, y las
interacciones entre las personas y esas características:
 La capacidad intrínseca es la conjunción de la aptitud física y mental con la
que cuenta una persona. Las características personales se dividen en fijas
(como el sexo y el origen étnico) y en móviles (como el reflejo de normas
sociales, ocupación, nivel educativo, género o la riqueza).

 El entorno incluye los factores del mundo externo del ser, que es capaz de
formar el contexto de vida, donde, además, participan factores que engloban el
entorno construido: las personas ajenas y sus relaciones, las actitudes y los
valores, las políticas de salud y sociales, los sistemas que las sustentan y los
servicios que prestan. La exposición a influjos positivos y negativos del entorno
determinará propiedades en temas de salud (como factores de riesgo,
enfermedades, lesiones y síndromes geriátricos).

30
 La relación persona-entorno sería, entonces, la correspondencia y conexión
que permite al humano construir su vida. Esta pauta contribuye a adquirir una
posición en la jerarquía social en un contexto y momento determinado, lo que
define las exposiciones, las oportunidades y los obstáculos que enfrenta la
persona, así como su acceso a recursos.

Existe la probabilidad de que un sujeto maneje reservas de capacidad funcional


que no aprovecha en un momento determinado de su vida, lo que ayuda a la
adquisición de resiliencia por parte del adulto mayor. La resiliencia se concibe como la
capacidad de mantener o mejorar el nivel de capacidad funcional frente a la adversidad
(ya sea a través de la resistencia, la recuperación o la adaptación).
Esta capacidad de resiliencia mantiene el mismo patrón de características
anteriores, pero favorablemente inclinándose al criterio de la “adaptación” más que al
criterio de “crecimiento y desarrollo”, comprendiendo los componentes intrínsecos
individuales (por ejemplo, rasgos psicológicos que favorecen la toma de decisiones, el
afrontamiento de problemas y su resolución efectiva) y los componentes del entorno
que pueden mitigar las carencias (por ejemplo, redes sociales fuertes a las que recurrir
en momentos de necesidad o buen acceso a asistencia sanitaria y social).
Los afectos y cualidades que los humanos valoran varían de acuerdo a la
idiosincrasia y se ven modificados a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Entre
las propiedades que los adultos mayores asumen como importantes se encuentran:
identidad y rol en la sociedad, relaciones interpersonales, posibilidad de disfrute,
independencia y autonomía de decisión, seguridad y potencial de crecimiento
personal.
Para lograr el mantenimiento o adquisición del padrón anterior se considera que es
esencial contar con la capacidad para la movilización, creación y mantenimiento de
relaciones públicas, satisfacción de necesidades básicas, aprendizaje y crecimiento,
así como la contribución en la sociedad.
El entorno representa un elevado tributo sobre la capacidad funcional, pues define
si con un nivel mínimo dado de capacidad intrínseca se puede realizar las actividades
consideradas preponderantes e indispensables.

31
Una forma de evaluar la interacción dinámica y recíproca de las personas con el
entorno es a través de la noción de ajuste entre los mismos: cuando ese ajuste es
bueno, la persona tiene mayores oportunidades de fomentar y mantener tanto su
capacidad intrínseca como su capacidad funcional. El concepto de ajuste entre la
persona y su entorno tiene en cuenta:
 La persona y sus características de salud y capacidad;
 Necesidades y los recursos de la sociedad;
 La naturaleza dinámica e interactiva de la relación entre las personas mayores
y los entornos que habitan;
 Cambios que se producen en las personas y en los lugares con el tiempo.

No obstante, los entornos no son neutros en su relación con las diversas entidades,
lo que establece que el mismo entorno puede atañer a cada persona de manera
diferente, debido mayormente, a la serie de características personales que contribuye
a determinar la posición social de una persona. Un resultado posible es la distribución
sistemática y desigual del acceso a los recursos o de la exposición a las características
negativas del entorno, e incluso, de ambos. Cuando estas interacciones son injustas,
dan lugar a inequidades en salud. El efecto acumulativo de estas inequidades en el
curso de la vida influye considerablemente en el Envejecimiento Saludable.

POLITICAS Y PLANES A NIVEL MUNDIAL


El censo de la mala salud se distribuye de forma desigual: en los países de bajos
ingresos y medianos, los adultos mayores se enfrentan a tasas mucho más altas de
mortalidad y discapacidad que las del mundo desarrollado y son estos mismos países
los que tienen la infraestructura más limitada para responder. Las enfermedades no
transmisibles constituyen el reto más acuciante por lo cual todos los países deben
crear sistemas de salud capaces de prevenir y controlar estas enfermedades.
Existen diferentes maneras de promover el Envejecimiento Saludable, pero todas
tendrán un objetivo promover la capacidad funcional. Este objetivo puede lograrse de
dos formas: fomentando y manteniendo la capacidad intrínseca o facilitando que las

32
personas que tienen la capacidad funcional disminuida hagan las cosas que son
imprescindibles para ellas.
Cuando se examina a la población como un conjunto, se observa que la capacidad
funcional y la capacidad intrínseca pueden variar en la segunda mitad de la vida. Estas
trayectorias se pueden dividir en tres períodos comunes: un período de capacidad
relativamente alta y estable, un período de capacidad disminuida y un período de
pérdida significativa de la capacidad; recordando que estos períodos no dependen de
la edad cronológica y no son necesariamente uniformes y que las trayectorias difieren
notablemente entre los individuos.
Las estrategias de salud pública dirigidas a las personas con niveles altos y
estables de capacidad intrínseca deben centrarse en fomentar y mantener esta
capacidad el mayor tiempo posible. Los sistemas de salud tienen que detectar y
controlar (a tiempo) las enfermedades y los factores de riesgo. Las estrategias
concernientes al entorno son cruciales para alentar conductas saludables, puesto que
permiten fomentar las habilidades, los conocimientos de las personas y poner en
práctica iniciativas ambientales más detalladas y extensas.
Las intervenciones de salud pública dirigidas al segmento de la población que
padece un deterioro de las capacidades requieren un enfoque divergente. En esta
etapa, es posible que las enfermedades ya se hayan instaurado y los sistemas de
salud en general no se centraran en la prevención o la curación, sino en reducir al
mínimo los efectos de estos padecimientos en la capacidad general de la persona; por
consiguiente, se necesitan servicios para ayudar a detener, moderar o revertir el
deterioro de la capacidad. Asimismo, se debe ampliar el papel del entorno en la
facilitación de la capacidad funcional a medida que disminuye la capacidad, y las
estrategias que ayuden a las personas a superar este deterioro.
Una respuesta de salud pública a las necesidades de las personas mayores que
presentan pérdidas significativas de la capacidad, o tienen riesgo alto de presentarla,
se centrará en los cuidados a largo plazo. Los sistemas de cuidados a largo plazo
cumplen la función de posibilitar que las personas mayores mantengan un nivel de
capacidad funcional conforme con sus derechos básicos, sus libertades
fundamentales y la dignidad humana. Para este fin, es necesario asegurar la

33
trayectoria óptima de capacidad intrínseca y permitir que las personas mayores lleven
a cabo con dignidad las tareas básicas necesarias para su bienestar, lo que puede
hacerse de muchas formas. Por ejemplo, una forma de atención temprana para reducir
el deterioro de la capacidad es que los miembros de la familia alienten a las personas
mayores a ser más activas, y las ayuden a lograrlo, y las animen a alimentarse bien.
La atención posterior puede incluir ayuda con las tareas básicas, tales como lavar y
cocinar, pero también debe estar totalmente integrada con los sistemas de salud para
optimizar las trayectorias de capacidad. Estas tareas resultarán más fáciles si las
personas mayores viven en un entorno propicio (por ejemplo, en una vivienda
totalmente accesible para sillas de ruedas o en una comunidad terapéutica para
personas con demencia, en caso de deterioro cognitivo).
Aunque las estrategias de salud pública tendrán que estar diseñadas para
satisfacer las necesidades propias de estas subpoblaciones típicas, y adaptadas a la
estructura y las necesidades de la población en su conjunto, el Envejecimiento
Saludable considera estas etapas de la vejez como parte de una trayectoria continua
de habilidades y capacidades. Las intervenciones de salud pública deben ser
igualmente continuas para acompañar a las personas mayores en su transición de una
etapa a la otra. Es por esto que las políticas en salud geriátrica deben acoger un
enfoque que abarque todas las etapas de la vida, mediante el cumplimiento de los
siguientes objetivos:
 Promover la buena salud y los comportamientos saludables a todas las
edades para prevenir o retrasar la aparición de enfermedades crónicas:
mediante el mantenimiento de la actividad física, comer una dieta saludable,
evitar el consumo perjudicial de alcohol y no fumar ni consumir productos de
tabaco pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas en la vejez. La OMS
ha identificado intervenciones que son sumamente rentables, factibles y
apropiadas para su aplicación dentro de las restricciones de los sistemas de
salud de los países de ingresos bajos y medianos; entre ellas figuran estrategias
preventivas como impuestos sobre el tabaco y el alcohol; puestos de trabajo y
lugares públicos sin humo; reducción de la ingesta de sal en los alimentos, y
sensibilización pública creciente sobre la dieta y la actividad física.

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 Reducir al mínimo las consecuencias de las enfermedades crónicas
mediante la detección precoz y una atención de calidad:
 Detección precoz: enfoque crítico de detección precoz y tratamiento
inmediato de las enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo
modificables. La presión arterial elevada es muy frecuente en las personas
mayores de los países de ingresos bajos y medianos, y pocas están
recibiendo un tratamiento eficaz.
 Atención de casos crónicos: todos los países deben establecer sistemas
sostenibles de atención de casos crónicos que aseguren una asistencia
segura y de alta calidad más allá del contexto hospitalario. Esos sistemas
tienen que abordar la naturaleza crónica de estos problemas y la
coexistencia de múltiples enfermedades que requieren un gran número de
tratamientos.
 Atención a largo plazo: la discapacidad es una consecuencia fundamental
de las enfermedades no transmisibles, privando la participación de los
adultos mayores en la sociedad. El acceso a rehabilitación, los dispositivos
de asistencia y la vida en un entorno propicio pueden paliar esta carga; sin
embargo, muchas personas llegarán a un momento en su vida en que no
serán capaces de cuidar de sí mismas, y las estrategias en salud deben
asegurar el acceso de esas personas a atención continua. En la mayoría
de los países, la atención informal, incluido el cuidado por parte de la
familia, constituye el modelo predominante de apoyo a los ancianos, pero
los cuidadores experimentan a menudo altos niveles de tensión,
problemas psicológicos y mala salud física. Además, a medida que
aumenta el número relativo de personas mayores y disminuye la
proporción de adultos más jóvenes disponibles para cuidarlas, es poco
probable que estos modelos resulten sostenibles. Se necesitan nuevos
modelos de apoyo a las personas mayores que sean pertinentes para las
tendencias demográficas y sociales del siglo XXI.

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 Cuidados paliativos: muchas de las causas comunes de fallecimiento en
la vejez pueden acompañarse de dolor y sufrimiento, es por ello que se
debe asegurar que todas las personas puedan vivir con dignidad hasta el
final de su vida.

 Crear entornos físicos y sociales que promuevan la salud y la


participación de las personas mayores: el envejecimiento activo es un
proceso que prolonga toda la vida, y el estimular los encuentros sociales y las
actividades físicas en comunidad también pueden aumentar la probabilidad de
que las personas más jóvenes sean físicamente activas. La Red Mundial de la
OMS de Ciudades Amigables con las Personas Mayores está adoptando
medidas prácticas para crear entornos físicos y sociales, accesibilidad al
transporte, vínculos intergeneracionales, las actitudes sociales y la prestación
de servicios, que promuevan un envejecimiento saludable y activo. Se han
instaurado programas afiliados en muchos países, como el Canadá, Eslovenia,
España, los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, Francia,
Irlanda y Portugal. También participan ciudades individuales como Ginebra, La
Plata, Manchester y Nueva York. Cada uno de esos programas se ha
comprometido con un ciclo de mejora continuada para ser más “amable con las
personas mayores”.

 Redefinir el envejecimiento cambiando las actitudes sociales para


promover la participación de las personas mayores: se tiende a percibir de
manera negativa a las personas mayores, gracias a la existencia de prejuicios
contra la vejez que limitan la capacidad para comprender realmente los retos y
oportunidades del envejecimiento de la población, e impedir que se identifiquen
soluciones innovadoras. Estas actitudes hacen más difícil que las personas
mayores mantengan las aptitudes que necesitan para resultar atractivas a un
empleador potencial. Algunos de estos estereotipos cambiarán a medida que
más y más personas mayores empiecen a llevar una vida que se distancie de
las normas anteriores. Las personas mayores ya están haciendo contribuciones

36
importantes en esferas tan diversas como los negocios, las artes y el servicio
público. Es probable que esto se generalice mucho más conforme envejezcan
las poblaciones. Adoptar medidas activas para eliminar estas creencias no solo
beneficia a los adultos mayores y reduce los costos del envejecimiento de la
población; también ayuda a construir sociedades sostenibles, cohesivas,
equitativas y seguras, el tipo de sociedad del que todos quieren formar parte.

En el 2016 se celebró en Ginebra la 69ª Asamblea Mundial de la Salud, convocada


por la OMS. Allí se aprobó la “Estrategia y plan de acción mundiales sobre el
envejecimiento y la salud 2016-2020”. El documento recoge iniciativas que se deberán
desarrollar en los próximos lustros, primero dentro el plan de acción aprobado (2016-
2020) y posteriormente en el Decenio del Envejecimiento Saludable (2020-2030). La
presente estrategia y plan de acción mundiales sobre el envejecimiento y la salud
responden también a los recientemente aprobados Objetivos de Desarrollo Sostenible,
un conjunto indivisible e integrado de prioridades mundiales para el desarrollo
sostenible. El envejecimiento se trata en 15 de los 17 objetivos, a saber:
 Objetivo 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo –
para todos los hombres y mujeres.
 Objetivo 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de
la nutrición y promover la agricultura sostenible, en particular para las personas
mayores.
 Objetivo 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en
todas las edades a través de la cobertura sanitaria universal, incluida la
protección contra los riesgos financieros.
 Objetivo 4. Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y
promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos.
 Objetivo 5. Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las
niñas.
 Objetivo 8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y
sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

37
 Objetivo 10. Reducir la desigualdad en los países y entre ellos promoviendo la
inclusión social, política y económica de todas las personas, sea cual sea su
edad.
 Objetivo 11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean
inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles proporcionando acceso universal
a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en
particular para las personas de edad.
 Objetivo 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo
sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los
niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas.

El logro de estos ambiciosos objetivos exigirá la adopción de medidas concertadas


para encauzar las numerosas contribuciones que las personas mayores pueden
aportar al desarrollo sostenible y velar por que no se queden atrás. La estrategia ofrece
un marco para alcanzar los objetivos previstos al centrarse en la capacidad funcional
de las personas mayores. Este enfoque puede aplicarse a cada objetivo, a fin de
garantizar que se presta la debida atención a las necesidades y derechos de las
personas mayores. En cuanto al Objetivo 3, este enfoque constituye un cambio
importante con respecto a las anteriores prioridades sanitarias mundiales, en las que
se hacía hincapié con frecuencia en reducir la mortalidad a edades más tempranas.
En cambio, la presente estrategia se centra en la calidad de los años adicionales que
estas intervenciones nos permiten disfrutar.
La nueva estrategia supone un cambio conceptual notable desde que el
envejecimiento activo, a principios de siglo, fue adoptado como objetivo general. Así
se plasmó en 2002, en la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento (Madrid),
donde se presentó el documento de referencia “Envejecimiento activo. Un marco
político”, entendiéndolo como “el proceso de optimización de las oportunidades de
salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas
a medida que envejecen”. Esta cosmovisión, omnicomprensiva, ponía el acento en la
actividad tanto como en la salud, incluyendo aspectos como participación en asuntos

38
sociales, culturales, económicos, actividad física o laboral, y seguridad, referida al
aseguramiento de las pensiones y otras medidas de protección social.
La estrategia se inspira asimismo en cinco estrategias y planes de acción
regionales de la OMS en los que se aborda la salud de las personas mayores y que
son el resultado de amplias consultas con los Estados Miembros y otras partes
interesadas. Ahora bien, la estrategia va más allá, puesto que ofrece una visión general
y un marco de salud pública para la acción mundial coordinada y subraya la
importancia del envejecimiento saludable como prioridad de salud pública y la
necesidad de que los Estados Miembros se comprometan a ofrecer una respuesta de
salud pública sostenible y fundamentada en datos científicos.
La estrategia también refleja y complementa compromisos, enfoques y plataformas
existentes como la cobertura sanitaria universal, los determinantes sociales de la
salud, la lucha contra las enfermedades no transmisibles, la discapacidad, la
prevención de la violencia y los traumatismos, las ciudades y comunidades adaptadas
a las personas mayores, el fortalecimiento de los recursos humanos para la salud, el
fomento de una atención integrada y centrada en la persona, los cuidados de las
personas con demencia y la prestación garantizada de asistencia paliativa. La
estrategia se basa en el Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud que articula
un modelo conceptual para el envejecimiento saludable y esboza un marco de salud
pública de medidas para fomentarlo. Este marco se utilizó como punto de partida en
las amplias consultas que desembocaron en la versión final del proyecto de estrategia.
El nuevo documento de estrategia y plan de acción limita por tanto las pretensiones,
centrándose en la capacidad funcional y en la salud. El envejecimiento saludable
abarca la vida entera y su fomento incluye medidas a cualquier edad, por tanto, la
expectativa ideal de la nueva estrategia es que todas las personas puedan vivir una
vida prolongada y sana; con capacidad funcional durante todo el ciclo de vida y en
igualdad de derechos y oportunidades para las personas mayores. Para ello se
traslada a todos los agentes y actores implicados una serie de objetivos estratégicos
y específicos, que permiten alcanzar los objetivos macroscópicos planteados
anteriormente:

39
 Compromiso para adoptar medidas sobre el envejecimiento saludable en
cada país: estableciendo marcos de acción nacionales sobre el envejecimiento
saludable, fortaleciendo las capacidades nacionales para formular políticas
basadas en pruebas científicas, y combatiendo la discriminación por edad
(edadismo) y transformar la comprensión del envejecimiento y la salud.
 Creación de entornos adaptados a las personas mayores: fomentando la
autonomía de las personas mayores, propiciando la participación de las
personas mayores, y promoviendo actividades multisectoriales.
 Armonización de los sistemas de salud con las necesidades de las
personas mayores: centrando los sistemas de salud en la capacidad intrínseca
y la capacidad funcional, desarrollando y asegurando el acceso asequible de
las personas mayores a la atención clínica integrada de calidad y centrada en
la persona, y velando por que haya personal sanitario sostenible y
apropiadamente capacitado, desplegado y gestionado.
 Fomento de sistemas sostenibles y equitativos para ofrecer atención a
largo plazo (domiciliaria, comunitaria e institucional): estableciendo y
mejorando constantemente las bases de un sistema de atención a largo plazo
sostenible y equitativo, desarrollando la capacidad del personal sanitario y
prestando apoyo a los cuidadores, y asegurando la calidad de la atención a
largo plazo integrada y centrada en la persona.
 Mejora de los sistemas de medición, seguimiento e investigación en
materia de envejecimiento saludable: acordando medios para medir,
analizar, describir y hacer un seguimiento del envejecimiento saludable,
reforzando las capacidades de investigación y los incentivos a la innovación, e
investigando y sintetizando pruebas científicas sobre el envejecimiento
saludable.

Actualmente, por primera vez en la historia, la mayor parte de la población espera


vivir hasta los sesenta años y más. Esto refleja los excelentes resultados conseguidos
en la lucha contra las enfermedades infantiles mortales, la mortalidad materna y, más
recientemente, la mortalidad en la edad adulta. Combinados con las marcadas caídas

40
en las tasas de fecundidad, estos aumentos de la esperanza de vida están provocando
cambios igualmente significativos en la estructura demográfica (envejecimiento de la
población). La posibilidad de vivir más tiempo es un recurso muy valioso para todas
las personas, y también para la sociedad en general. Las personas mayores pueden
participar en la sociedad y contribuir a ella de muchas maneras, como mentores,
cuidadores, artistas, consumidores, innovadores, emprendedores y miembros de la
fuerza de trabajo. Este compromiso social puede a su vez reforzar la salud y el
bienestar de las personas mayores mismas.
Los niveles de capacidad en una población dada se distribuyen por lo general en
una escala social que refleja el efecto acumulativo de los diferentes determinantes
sociales y económicos de la salud que se experimentan a lo largo de la vida. Esa
asociación tiene repercusiones importantes en las políticas, que deberán formularse
de forma tal que puedan superarse esas desigualdades, en vez de acentuarlas. Ahora
bien, el alcance de las oportunidades que se derivan de la creciente longevidad
dependerá considerablemente de un factor fundamental: la salud de las poblaciones
de más edad. Si las personas mayores viven esos años adicionales en buena salud y
en un entorno propicio, podrán hacer lo que más valoran sin demasiadas restricciones.
Pueden tomarse medidas para disfrutar esos años adicionales de vida en la mejor
salud posible. La mayoría de los problemas de salud de las personas mayores están
relacionados con trastornos crónicos, especialmente enfermedades no transmisibles.
Muchos de esos trastornos se pueden prevenir o retrasar mediante comportamientos
saludables y entornos físicos que los promuevan. Incluso en el caso de que surjan
enfermedades crónicas, sus consecuencias pueden limitarse mediante cuidados
integrados que permitan fortalecer y mantener las capacidades o invertir su declive.
En cuanto a las personas cuyas capacidades disminuyen de forma considerable, los
entornos favorables pueden promover la dignidad, la autonomía, el funcionamiento y
el crecimiento personal continuado. Sin embargo, el mundo está muy lejos de este
ideal, en particular en el caso de las personas mayores pobres y las pertenecientes a
grupos sociales desfavorecidos. Se necesita con urgencia una respuesta integral para
fomentar el envejecimiento saludable.

41
SITUACIÓN EN LAS AMÉRICAS Y VENEZUELA

El proceso de envejecimiento demográfico en América Latina y el Caribe


En los últimos años, tanto la población caribeña como la latinoamericana ha
experimentado un incremento en las personas mayores a 60 años, siendo mayor este
proceso en países específicos de la región. En el 2000 la población de mayores de 60
años correspondía con 43 millones de personas, esta cifra para el año 2025 alcanzará
los 100,5 millones, aumentando aún más para el año 2050 llegando a los 183,7
millones.
El incremento de la población de personas mayores, está cumpliendo un mayor
peso relativo dentro del peso total de la población, mostrando claramente el proceso
de envejecimiento que está experimentando cada región. Este proceso de
envejecimiento se encuentra más avanzado en países como Uruguay, Cuba, Chile,
llegando a ser la proporción de personas mayores a 60 años superior al 20% para el
año 2025. Mientras, que países como Guatemala, Bolivia, Paraguay y Honduras el
porcentaje alcanzara el 10%.
Esta tasa de crecimiento se espera que se estabilice para el periodo entre 2025-
2050 en un 2,4%. Los países con una tasa de crecimiento más lento, continuaran
acrecentando la proporción de personas de edad avanzada a un ritmo mucho más
rápido que en el pasado, llegado al 3%. En las proyecciones del período 2025-2050
se destacan Guayana Francesa, Costa Rica, Colombia y República Bolivariana de
Venezuela.
Los países de la región se encuentran en distintas fases del proceso de
envejecimiento demográfico, se puede apreciar que existen cuatro grupos de países:
1. En el primer grupo se encuentra en mayor proporción los niveles de fecundidad,
con respecto a los índices de envejecimiento que son inferior al 17%. En este
grupo se encuentran ocho países que son:
a. Belice
b. Bolivia
c. Guatemala
d. Guayana Francesa

42
e. Haití
f. Honduras
g. Nicaragua
h. Paraguay
2. En el segundo grupo de países la tasa de fecundidad se encuentra más baja
que el grupo anterior entre un 3 y 2.3 hijos por mujer y un índice de
envejecimiento entre 20% al 32%. En este grupo se ubican 15 países, los cuales
son:
i. Las Bahamas
j. Brasil
k. Colombia
l. Costa Rica
m. Ecuador
n. El Salvador
o. Guyana
p. Jamaica
q. México
r. Panamá
s. Perú
t. República Dominicana
u. Santa Lucia
v. Suriname
w. República Bolivariana de Venezuela
3. En el tercer grupo de países se caracterizan porque su índice de envejecimiento
se encuentra muy avanzado, teniendo tasas de fecundidad entre 2,5 y 1,7 hijos
por mujer y el índice de envejecimiento entre 51% a 33%. En este grupo se
ubican cinco paises:
x. Las Antillas Neerlandesas
y. Argentina
z. Chile
aa. Guadalupe

43
bb. Trinidad y Tobago
4. En el cuarto grupo de países, son los países con un índice de envejecimiento
superior al resto, donde las tasas de fecundidad son muy bajas y el índice de
envejecimiento es mayor al 65%, en este grupo se ubican cinco países:
cc. Barbados
dd. Cuba
ee. Martinica
ff. Puerto Rico
gg. Uruguay

Hay que destacar que el proceso de envejecimiento de los países de la región es


heterogéneo y persistirá de esa forma en las últimas décadas. Los países como Cuba
y Uruguay presentan indicen de envejecimiento elevados, mientras que los países
como Honduras y Guatemala, su índice de envejecimiento hoy en día es muy incipiente
pero su porcentaje en las próximas décadas será más elevado.

Características sociodemográficas de las personas de edad


La mayor sobrevivencia de las mujeres conduce a índices más elevados de
feminidad a medida que aumenta la edad, actualmente en América Latina y en el
Caribe hay 127,7 mujeres de 60 años por cada 100 hombres de la misma edad, viendo
que entre la población mayor hay un predominio del sexo femenino con respecto al
masculino. Esta brecha cada vez va en aumento donde el índice llega a ser mujeres
por cada 100 hombres para los 75 años.
Los países como Uruguay, Argentina y Chile presentan los índices más altos de
feminidad en este grupo etario. Mientras, que los países con valores más bajos son
Panamá y Guatemala. El área geográfica también presenta predominio, en las zonas
urbanas se encuentra en femenino, mientras que en las zonas rurales hay en mayor
proporción el género masculino. Motivo por el cual la expectativa de vida es
generalmente mayor en las mujeres.
Otro punto importante a destacar con respecto al área geográfica, es que las
personas que viven en las zonas rurales tienen a estar envejecidas que la población

44
que se encuentra en las zonas urbanas. Este envejecimiento se debe principalmente
al efeto de migración interna, en particular la corriente migratoria del campo a la ciudad.
Según las estimaciones de población para el año 2000, la población de edad avanzada
se ubica en áreas urbanas, aumentando en las próximas décadas, llegando a 85% a
mediados de este siglo. En países como Uruguay, Argentina, República Bolivariana de
Venezuela, Chile y Brasil el 80% de las personas mayores reside en zonas urbanas.
Mientras que países como Bolivia y Honduras, el 51% de la población mayor se
encuentra en las zonas urbanas.
La población económicamente activa de edad avanzada aumenta rápidamente.
Para los años noventa, la población económicamente activa de América Latina creció
a un ritmo medio anual de aproximadamente seis millones de personas, de las cuales
casi el 55% eran menores de 40 años. Sin embargo, el grupo que más aumentó fue el
de 40 a 65 años. Para la década de 2000, se estima un crecimiento medio anual de
5,5 millones de personas, de las cuales el 58% tiene 40 años y más, y el grupo mayor
de 65 años es el que aumenta más rápidamente. En los próximos decenios se proyecta
una expansión de poco más de 4,7 millones de personas al año. De ellas, el 61%
tendrá entre 40 y 64 años y un 17% será de 65 años y más.
Las personas de edad tienen un bajo nivel educativo, lo que es más evidente entre
las mujeres, su menor nivel educacional se asocia a una mayor probabilidad de vivir
en zonas de pobreza, de tener menos oportunidades laborales, de recibir menos
ingresos por pensiones y jubilaciones, y en consecuencia, de vivir en condiciones de
mayor vulnerabilidad. Se dice que la tasa de analfabetismo en la vejez supero el 15%,
llegando a ser incluso mayor en Bolivia, Guatemala, Honduras y Nicaragua, donde el
porcentaje de analfabetismo supera el 30% llegando al 50%.

Condiciones económicas de las personas de edad


En la población de edad avanzada, la incidencia de la pobreza es elevada. Esta
incidencia de pobreza es más elevada en Honduras, la República Dominicana,
Guatemala, el Paraguay y El Salvador, donde más del 40% de la población de edad
avanzada se encuentra por debajo de la línea de pobreza. No hay leves diferencias de
género en la distribución de la pobreza en la vejez, donde el porcentaje de hombres

45
mayores es superior al de las mujeres. La brecha más importante se ubica en
Honduras donde el 71% de los hombres mayores es pobre.
También se pudo destacar que en los hogares multigeneracionales están más
afectados por la pobreza que los compuestos solo por personas de edad. En promedio
3 de cada 10 hogares multigeneracionales es pobre, sobrepasando el 30%.
Destacando que en los hogares pobres, las personas de edad realizan una
contribución significativa al ingreso familiar. La probabilidad de que las personas de
edad realicen un aporte económico sustantivo al ingreso familiar depende también de
la cobertura de la seguridad social de cada país. Una mirada general a los hogares en
los que las personas de edad realizan un aporte económico significativo (más de la
mitad del ingreso) indica que en los países donde hay más acceso a pensiones y
jubilaciones (sea de orden contributivo o no contributivo) la incidencia de la pobreza es
más reducida que en aquellos donde las coberturas son bajas.
La cobertura de las pensiones y de las jubilaciones es baja en la mayoría en la
mayoría de los países. Estas pensiones y jubilaciones benefician a menos de la mitad
de la población de edad avanzada, acentuándose en las zonas rurales, donde la
cobertura de la misma llega a ser inferior al 20%, exceptuando Brasil y Chile. También
es un problema la cobertura del sistema de seguridad social que afecta a la población
de edad avanzada, donde el promedio de ingresos mensuales por trabajo es superior
al ofrecido por la seguridad social, exceptuando a países como Argentina, Guatemala,
México, y Republica Dominicana, donde las diferencias son más pronunciadas.
Otro problema que se presenta en personas de edad avanzada es que no tienen
ingresos por jubilación. Esta situación afecta a más de la mitad de la población de 60
años, se trata de países con baja cobertura de seguridad social como en la Republica
Dominicana, Colombia y El Salvador, donde las personas de edad tienen muchas
dificultades para continuar insertas en el mercado laboral.

Características de los hogares de las personas de edad


Tanto en América Latina como en el Caribe, es frecuente que cada cuatro hogares
hay una persona mayor. Siendo los países con mayor prevalencia Argentina, Costa
Rica, Guatemala y Nicaragua. Este porcentaje se encuentra mayor en zonas urbanas.

46
Otro punto importante a destacar es que la mayoría de las personas de edad viven
acampanadas, aunque el porcentaje de las que viven solas va en aumento. Es
importante observar y medir las condiciones en que se encuentra este grupo de
personas, puesto que vivir solo se asocia con desventajas o riesgos de salud y con
una mayor demanda de apoyo y ayuda externa para mantener la opción de residencia
independiente.
En América Latina y en el Caribe, las personas de edad ejercen la jefatura del
hogar, siendo mayor al 50% las personas mayores a 60 años que se encuentra a cargo
del hogar en el que vive. Se aprecia además un aumento de la jefatura femenina en
más del 40% de las mujeres mayores de edad en República Dominicana, Nicaragua,
Chile, República Bolivariana de Venezuela, Brasil, Honduras, la Argentina y Bolivia
ejerce la jefatura del hogar, mientras que la cifra de hombres mayores es superior al
80% en el Brasil, México, la Argentina, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá,
Bolivia y el Paraguay.
La proporción de personas mayores que reside en una vivienda propia en la región es
significativamente elevada: supera el 80% en los países analizados, aunque no
siempre estas viviendas cuentan con equipamiento adecuado a las necesidades de
desplazamiento y actividades que las personas de edad realizan dentro del hogar.

47
CONCLUSIONES

En este trabajo se expuso los principales aspectos y características del


envejecimiento, desde el concepto de envejecimiento incluyendo sus características,
habiendo hecho énfasis en los cambios psicológicos, biológicos y sociales que
presenta este grupo social.
También se pudo destacar la epidemiologia y los factores de riesgo que presentan
las personas durante la etapa del envejecimiento. Se destacaran a su vez, las teorías
tanto las estocásticas, como las no estocásticas, incluyendo en estas las teorías
biológicas, las psicológicas junto con los cambios diferentes cambios tanto físicos
como psicológicos que presenta la población de edad avanzada, haciendo énfasis en
este trabajo en las teorías de la personalidad como lo son las psicodinámicas, las
conductivas y las humanistas.
Además, se mencionaron las teorías sociológicas, dividiéndolas en las teorías de
la modernización, funcionalistas y las de socialización. Por último, se destacó en el
presente trabajo el envejecimiento saludable, tomando en cuenta su concepto según
la OMS, las políticas y planes a nivel mundial y la situación del envejecimiento a nivel
de América y en Venezuela, donde se tomó en cuenta en ese último punto el proceso
de envejecimiento a nivel demográfico, las características sociodemográficas, las
condiciones económicas de la edad avanzada y las características de los hogares de
las personas de edad avanzada.

48
RECOMENDACIONES

Se debe realizar más estudios a nivel nacional sobre esta parte de la población
de mayor edad para tener una base estadística y para futuros trabajos de
investigación. También se hacen las siguientes recomendaciones a nivel de servicio
de salud como a la persona y para mejorar la calidad de estas personas.
Dirigidas a los servicios de salud:
1. Facilitar el acceso de los adultos mayores a instalaciones públicas adecuadas
a su condición y capacidades.
2. Acceso a Programas de Detección Oportuna de Cáncer:
Mujeres
 Mastografías y Exploración Mamaria periódicas
 Papanicolaou asiduo
 Tacto rectal (Ca de colon)
Hombres
 Exploración prostática (tacto rectal) habitual
 Antígeno prostático específico.
3. Facilitar el acceso a Centros Sociales:
a) Fomento de actividades físicas apropiadas y convenientes a su condición
y capacidades.
b) Fomento de actividades sociales y recreativas.
c) Acceso a grupos de apoyo (laicos).
4. Fomentar la prevención de accidentes derivados del deterioro sensorial.
a) Uso de anteojos adecuados para el tipo y grado de deficiencia visual.
5. Capacitar a los pacientes y familiares para la identificación de datos de alarma
de la patología de la que es portador.
a) Vasculares
b) Hemorragias
c) Dolor (cefalea, abdominal, etc.)
d) Pérdida del estado de alerta
e) Pérdida de la visión

49
f) Incapacidad para comunicarse

Dirigidas a adultos mayores


1. Evitar la adicción al tabaco, drogas psicotrópicas y alcohol en exceso. Aplicar
medidas de seguridad en el domicilio y al conducir automóvil.
2. Practicar ejercicio programado de tipo aeróbico y de fortalecimiento
osteomuscular
3. Acudir cuando menos una vez al año con su médico y practicarse un examen
integral.
4. Practicarse los estudios de laboratorio y gabinete indicados por el médico para
la evaluación inicial integral y detección oportuna de enfermedades.
5. Llevar a cabo las medidas preventivas (inmunizaciones y detecciones)
relacionadas con los riesgos y padecimientos identificados por el médico.

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