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Estrategias Pedagógico-Didácticas en la Escuela de Cadetes en un Cuartel de

Bomberos Voluntarios de Quitilipi

Diagnóstico:

El presente diagnóstico responde a un proyecto de intervención, el cual es pensado


desde el espacio de Práctica Docente III: Educación No Formal, el cual se enmarca en el
3° año del plan de estudio del Profesorado de Educación Superior en Ciencias de la
Educación, a su vez pertenecientes a la U.E.G.P. N° 22 “Nuestra Señora de Fátima”.

La institución seleccionada para abordar como campo de estudio responde a la


modalidad de Educación No Formal, siendo esta la Asociación Civil - Bomberos
Voluntarios Quitilipi Cuartel Central, en la cual se toma como población de estudio a
los aspirantes a cadetes de la cohorte 2019 que se encuentran cursando la Escuela de
Cadetes, la misma es dictada en la institución antes mencionada.

A partir de la recolección de datos, mediante una entrevista al Jefe de la institución y


observación institucional se construye el diagnóstico.

La institución se encuentra ubicada en la calle 2 de junio casi esquina Santiago del


Estero (dentro del predio de la Cooperativa que comprende 100 x 100 metros
aproximadamente), la dirección actual de la institución responde a una donación
realizada por los directivos de la Cooperativa, la cual tuvo como inauguración el año
2017; anteriormente la Asociación Civil se encontraba en funcionamiento en las
instalaciones de la Cooperativa, más precisamente en la oficina de la balanza, desde
junio del el año 2011, año en el cual se da inicio al funcionamiento del cuerpo activo del
cuartel; cabe destacar que la idea de esta entidad se viene gestionando desde el año
2006, mediante “Amigos de Quitilipi” y “Rotary Club” (siendo estos los creadores) se
abrieron las inscripciones de convocatoria para la creación de dicho cuerpo.

Las actividades que se realizan en la institución son variadas, sobre todo en lo que
refiere a emergencia, distintos tipos de emergencias como son: incendios, accidentes,
rescate de personas, rescate de animales, emergencias climáticas y prestación de
servicios o acompañamiento a otras instituciones que así lo soliciten, como ser:
deportiva, clubes de fútbol que solicitan la ambulancia, eventos como ser carreras de

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bici, karting, boxeo. En lo que respecta a diversos tipos de emergencia, todos los
bomberos están capacitados para atender a diferentes siniestros.

Las actividades realizadas dentro de la institución responden al aval de la jefatura, la


cual se compone de: el Jefe y Oficial Ayudante, GARCÍAS, Ángel, el segundo Jefe Sub
Oficial y Sargento, BLANCO, Cristian, el Sub Oficial y Sargento BORDA, Néstor, el
Sub Oficial y Sargento CENTURIÓN, Oscar; quienes en forma conjunta deciden las
acciones a realizarse en el cuartel.

Asimismo la institución cuenta con una escuela de capacitación que es la Escuela de


Cadetes de Bomberos de Quitilipi, la cual depende de la Escuela de Capacitación
Provincial de Bomberos Voluntarios; para la cual, hace un año, se creó un manual que
es el Nivel 1, con el cual se dictan las clases y responde a lo básico que debe saber un
aspirante a bombero. El dictado de clases se orienta en la formación teórica como
práctica de quienes ingresan como aspirantes, y se estructuran en las siguientes áreas de
conocimiento: incendio estructural, incendio forestal, rescate vehicular, socorrismo,
materiales peligrosos y ceremonial y protocolo. Cabe destacar que, si bien
curricularmente no se encuentra explícito ni preestablecido, se imparte formación para
quienes aspiran a ingresar, en cuanto a lo ético y moral que hace a la conducta que la
institución espera de cada bombero.

En lo que respecta al dictado de clases, quienes se encargan son: el Jefe, el Cabo 1°,
algunos Sub Oficiales y Bomberos, pero en general las dicta el Jefe de la institución, en
palabras del mismo, podría deberse a su experiencia o al hecho de haber realizado el
curso de pedagogía, lo cual le sirvió para “saber enseñar”. Al mismo tiempo el Jefe
considera que, a quienes se ubican por debajo de él en la escala jerárquica, salvo uno
(que es docente) les cuesta mucho, no logran transmitir lo que saben de la temática. La
forma en que el Jefe de la institución enseña, consiste en darles a los aspirantes el
conocimiento teórico a través de recursos como: PowerPoint y videos y después
habilitar el espacio para la formación en el campo práctico, en la cual emergen y se
despojan de todas las dudas que hayan resultado de la lectura teórica.

Por otro lado, pero en la misma línea que se está abordando, se destacan las edades que
son consideradas como parámetros para ingresar a la Escuela de Cadetes de Bomberos
de Quitilipi, las cuales comprenden entre los 16-17 años de edad hasta los 45, esto se da

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en función de la cobertura de un seguro para cada bombero; destaca en la entrevista el
Jefe de la institución que edades por debajo de lo establecido no se recibe debido a que
dan cuenta de no tener la preparación para trabajar con adolescentes.

Otro de los requisitos que se debe reunir para ingresar a la Escuela de Cadetes de
Bomberos de Quitilipi, a parte de la edad, es contar con los estudios de Nivel Primario
completo, debido a que se hace evidente la necesidad de que sepan leer y escribir, no
solo para su formación en curso y a futuro, y su posible ascenso, sino también para
realizar las actividades que se desarrollan dentro de la institución.

A raíz del diagnóstico elaborado en función de los datos obtenidos en el trabajo de


campo, se logra identificar una problemática, la cual reside en que algunos de los
actores institucionales no logran construir y completar el proceso de enseñanza y
aprendizaje, siendo ellos quienes ocupan el rol de educadores y teniendo como
destinatarios a los Aspirantes a Cadetes de la Escuela de Bomberos de Quitilipi. Si bien
la institución brinda los recursos y los conocimientos necesarios para llevar adelante la
transmisión de los conocimientos, y ellos mismos los tienen aprehendidos, se dificulta
el proceso de transmisión.

Podría interpretarse que la causa de esta problemática radica en el hecho de no contar


con conocimientos básicos del área pedagógica y didáctica, lo cual haría más eficaz la
enseñanza. En palabras del Jefe institucional se reconoce que quienes ocupan el rol de
educadores han realizado el curso de Pedagogía pero solo uno ha logrado acreditarlo,
debido a su complejidad. Además el hecho de no contar con la formación pedagógica
les impide formar carrera como futuros instructores ya sea a nivel provincial, nacional e
internacional.

Esta problemática genera ciertos efectos, los cuales podrían interpretarse como
momentos de incertidumbre para los aspirantes, como así también una sobrecarga al
Jefe de la institución y a quienes logran hacer del acto pedagógico una tarea exitosa;
esto se debe a que el Jefe ha aprobado el curso de Pedagogía, necesario para su
formación y desempeño como instructor, y un bombero que es docente que es quien
colabora con el dictado de las clases.

Con el presente proyecto de intervención nos proponemos como objetivos:

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 Comprender la importancia de las prácticas en ámbitos de Educación No Formal
y su contribución a la formación como futuros profesionales docentes.

Consideramos que los medios más viables para atender a la problemática identificada
serían: brindar a los educadores en el contexto de Educación No Formal los
conocimientos y recursos necesarios para poder modificar la realidad que atraviesa la
institución respecto de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Considerando que
nosotros contamos con los conocimientos teóricos y prácticos de las diferentes
estrategias de enseñanza, diversos métodos, como así también técnicas que les serían de
gran utilidad a la hora de gestionar una clase, entendiendo también que esto les
posibilitará la flexibilidad de las clases acorde a las diferentes edades de los
destinatarios.

El presente proyecto tiene como finalidad dar respuestas a la problemática emergente en


el corto plazo, es por eso que entendemos que los medios para atender a la problemática
deben considerarse a nuestro alcance. Es por eso que a partir de la propuesta y
formulación de los objetivos, nos proponemos en lo inmediato poder contribuir, desde
nuestra formación, a la modificación de la demanda existente y poder enriquecer y
perfeccionar la formación de los educadores de la institución; como así también, dicha
intervención contribuirá a nuestra formación en curso y ampliará nuestras perspectivas
respecto de la Educación No Formal y de la Educación Para Adultos. Admitiendo que
los procesos de aprendizajes difieren entre las modalidades de Educación Formal y la
Educación No Formal, como así también las dinámicas de las clases y la planificación
de las mismas.

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Metodología:

El trabajo realizado es sostenido en el análisis de datos obtenidos a partir de la salida al


campo. El material fue recolectado a través de entrevistas semi-estructuradas dirigidas
en la historia y trayectoria de la institución y su función diaria, y observaciones
sistemáticas y de impregnación.

El presente proyecto se orienta en una lógica cualitativa de carácter exploratorio. El


mismo tiene como universo un Cuartel de Bomberos Voluntarios, situado en la ciudad
de Quitilipi, en el cual concebimos como población a los educadores de la Escuela de
Cadetes que toma parte dentro de la institución, teniendo como muestra los relatos de
los educadores sobre las clases que ellos dictan.

La unidad de análisis del proyecto de intervención está basada en las entrevistas y


observaciones realizadas.

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Objetivos:

Objetivos Generales:

 Comprender la importancia de las prácticas en ámbitos de Educación No Formal


y su contribución a nuestra formación como futuros profesionales docentes.

Objetivos Específicos:

 Recuperar conocimientos previos con la reconstrucción de un caso acerca de las


prácticas de enseñanza de los educadores.
 Presentar diferentes herramientas pedagógico-didáctico para perfeccionar las
prácticas de enseñanza.

Propósitos:

 Promover espacios de experiencia de formación que acerquen a la realidad


práctica en las instituciones de Educación No Formal.
 Contribuir a la formación pedagógica de los actores institucionales en función de
nuestros conocimientos y recursos obtenidos en el campo pedagógico y
didáctico.
 Concientizar acerca de la significación del área pedagógica en cuanto a su
formación actual y a futuro como la de los aspirantes.

Beneficiarios:

Directos: conformados por los educadores de la Escuela de Cadetes de Bomberos.

Indirectos: comprendidos por los aspirantes a cadetes que asisten a la institución y los
interventores en el espacio.

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Líneas de Acción:

Nos proponemos intervenir ante la problemática reconocida a partir del diseño y


propuesta de encuentros con modalidad taller en los que, como estudiantes del
Profesorado de Educación Superior en Ciencias de la Educación, podamos brindar las
herramientas y los conocimientos para contribuir a su formación pedagógica.

La propuesta se orienta en una perspectiva pedagógico-didáctica la cual tiene como


finalidad poder compartir con los educadores nuestros conocimientos y recursos
aprehendidos en el área pedagógica, didáctica y el campo de la práctica, los cuales
consideramos que ayudarán a la construcción y transmisión de una clase, asimismo será
una herramienta que los acercará a la realidad pedagógica y aumentará las posibilidades
de acreditar el curso de Pedagogía que les es útil para quienes desean iniciar su carrera
de formación de Instructores dentro del Sistema Bomberil.

Primera línea de acción:

Generar un espacio de indagación y fortalecimiento sobre los conceptos más


relevantes en torno a las estrategias pedagógicas.

Actividad: estudio de casos

Tareas:

 Apertura e introducción
 los educadores deberán identificar la problemática en el caso presentado
 proponer modificaciones en las clases del caso
 reconstrucción del caso presentado

Actividad: clase dialogada

Tareas:

 apertura
 instruirlos en ciertos conocimientos como ser: estrategias, métodos y técnicas de
enseñanza

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 como así también brindar pautas generales para aprender a hablar en público,
propuestas por los autores Ezequiel Ander-Egg y María José Aguilar Idáñez
(1994).
 La propuesta de este encuentro será que puedan preparar una micro clase, para el
siguiente encuentro, como mínimo de diez minutos, de manera individual o
grupal, en la cual deberán implementar los recursos que consideren necesarios
para el desarrollo de la misma

Segunda línea de acción:

Generar un espacio de integración de los contenidos pedagógico-didácticos


abordados en los primeros dos encuentros.
Reflexionar sobre esta integración y evaluar nuestra intervención en función de
lo observado y poder resignificar nuestras experiencias con el espacio.

Actividad: encuentro-taller

Tareas:

 Realización de las micro clases


 Socialización de los progresos y/o dificultades en los procesos de construcción
 Cierre

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Cronograma:

Fecha Actividades Tareas Tiempo


24/ 10/ 2019 Estudio de casos  Apertura e 10 minutos
introducción
 los educadores 25 minutos
deberán
identificar la
problemática en el
caso presentado

 proponer 25 minutos
modificaciones en
las clases del caso
 reconstrucción del 25 minutos
caso presentado

12/ 11/ 2019 Clase dialogada  apertura 10 minutos


 instruirlos en 40 minutos
ciertos
conocimientos
como ser:
estrategias,
métodos y
técnicas de
enseñanza

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 como así también 30 minutos
brindar pautas
generales para
aprender a hablar
en público,
propuestas por los
autores Ezequiel
Ander-Egg y
María José
Aguilar Idáñez
(1994).
 La propuesta de 10 minutos
este encuentro
será que puedan
preparar una
micro clase, para
el siguiente
encuentro, como
mínimo de diez
minutos, de
manera individual
o grupal, en la
cual deberán
implementar los
recursos que
consideren
necesarios para el
desarrollo de la
misma

19/ 11/ 2019 Encuentro - taller  Realización de las 50 minutos


micro clases

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 Socialización de 30 minutos
los progresos y/o
dificultades en los
procesos de
construcción
 cierre 10 minutos

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Recursos:

Humanos:

 Educadores e intervinientes

Materiales:

Disponibles en la institución:

 Fibrón
 Pizarra
 Proyector

A cargo de los intervinientes:

 Computadora
 Copias de casos
 Copias de bibliografía trabajada

Técnicos:

 Trabajo grupal
 Resolución de problemas
 Socialización de ideas

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Evaluación:

A partir del trabajo de campo y la sistematización de la información obtenida y


analizada se diseñaron las líneas de acción para ser llevadas a cabo con fines de poder
atender a la problemática identificada y lograr reducir el margen de incertidumbre de
quienes no poseen los conocimientos pedagógico-didácticos necesarios para gestionar y
organizar una clase.

La propuesta de cada línea de acción responde a un objetivo, las cuales a su vez, se


materializan en encuentros llevados a cabo, para los cuales nos hemos propuesto como
indicadores, de progreso o no, de la intervención propiamente dicha.

Estos indicadores que nos posibilitan un proceso de evaluación y autoevaluación son:

 La predisposición por parte de los educadores a asistir a los encuentros


programados
 La participación de los educadores en las propuestas de cada encuentro (a su vez
se reconocen diferentes indicadores de participación)
 El compromiso de los educadores con la propuesta de la intervención

La predisposición de los educadores en cada encuentro programado ha sido un indicador


que se pudo observar, si bien en el primer encuentro dos de los seis educadores no han
podido asistir por cuestiones laborales, se evidenciaba la voluntad y el interés por asistir
a los encuentros, se reflejaba en la puntualidad, en la apertura a las sugerencias, a los
cambios de concepciones y más aún se reflejaba en todas las instancias en que nos han
compartido sus conocimientos pedagógico-didácticos, reconociendo que eran limitados
y a veces, incluso, erróneos, como así también sus experiencias en los procesos de
enseñanza y aprendizaje en la Escuela de Cadetes.

La participación de los educadores en cada encuentro pensado también ha sido un


indicador que hemos podido observar; en cada propuesta se evidenciaba la aceptación
por parte de ellos y se pudo dar cuenta del interés hacia cada una de las actividades
diseñadas para poder intervenir ante la problemática que se había identificado. El primer
encuentro tuvo como propuesta de trabajo el estudio de un caso el cual ha sido aceptado
por los educadores y ha permitido la participación a partir de que pudieron recuperar sus
experiencias como formadores a nivel local, provincial, nacional e internacional, como

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así también pudieron traer al momento relatos de diferentes capacitaciones, a través de
los cuales se hizo un proceso de revisión, de manera conjunta, de las buenas y malas
decisiones que se toman a la hora de organizar un contenido y preparar una clase. La re-
construcción del caso presentado asumía ciertas consignas las cuales fueron trabajadas
en equipo, en las cuales han podido pensar en diferentes hipótesis que hacían a la
problemática del caso y posteriormente diseñaron variadas alternativas que hacían a la
solución del problema, estas alternativas propuestas eran sugeridas en función de sus
propias experiencia como educadores/formadores en las diferentes cohortes de la
Escuela de Cadetes, como así también desde sus experiencias como bomberos
aspirantes a Instructores. En el segundo encuentro nuestra propuesta estaba orientada
hacia la instrucción/capacitación de contenidos pedagógico-didácticos, como ser
estrategias, métodos y técnicas de enseñanza, las cuales fueron abordadas entre todos
los que formábamos parte del encuentro; esto significó una instancia más de
participación, ya que a medida que avanzábamos en el desarrollo del contenido, los
educadores intervenían para ejemplificar correcta o equívocamente desde sus
experiencias como formadores y desde el proceso en que han sido formados para ser
Instructores; como así también solicitando ejemplificación acerca de cómo podrían
utilizar determinada estrategia, método o técnica y en qué oportunidad sería apropiado.

En última instancia, el compromiso de los educadores con las propuestas de


intervención es otro de los indicadores que nos hemos propuesto para evaluar la
evolución de las propuestas de trabajo y que a su vez nos permita identificar si las líneas
de acción han sido correctamente diseñadas. El compromiso se representó en la
asistencia, puntualidad, participación en cada instancia que así lo requería, apertura a
modificaciones en sus percepciones de la clase, aceptación de sugerencias para
mejorar/perfeccionar sus prácticas de enseñanza y por último, si bien no se ha realizado
el último encuentro, y quizás el más importante, han asumido el compromiso de asistir y
participar del taller de cierre, en el cual ellos desarrollarán una clase preparada a partir
de la integración de los contenidos abordados en los encuentros anteriores, lo cual nos
posibilitará una devolución de ellos hacia nosotros en función de conocer y reflexionar
cuál ha sido la importancia/impacto que las propuestas de trabajo nuestras han generado
en ellos.

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Resultados:

Como anteriormente se ha planteado que la intervención está estructurada en tres


encuentros, y solo se han realizado dos, y afirmamos que falta desarrollar el taller de
cierre, quizás el encuentro más importante, dado sus características integrativas;
estamos en condiciones de presentar resultados parciales. Resultados que no solo
posibilitan un proceso de evaluación de la intervención y sus consecuentes
componentes, tales como líneas de acción, actividades y tareas, sino también una
instancia de autoevaluación y/o re significación de las prácticas de enseñanza en
relación al contexto de Educación No Formal.

Como se ha desarrollado, los indicadores propuestos para cada intervención logran dar
cuenta de resultados óptimos y procesos significativos respecto de las decisiones que se
tomaron en torno al diseño y planificación de las líneas de acción que, en su totalidad,
pretenden atender/dar respuesta a la problemática identificada durante las primeras
aproximaciones al terreno de trabajo. Es decir, cada línea de acción ha sido pensada,
diseñada y modificada para lograr la subordinación a los objetivos propuestos, a partir
de los cuales podemos afirmar que, desde la primer intervención se ha logrado
atacar/atender a la problemática, reduciendo el margen de incertidumbre y de falencias
que se les presentaba a los educadores de la institución a la hora de preparar una clase y
dar con un proceso de enseñanza y aprendizaje exitoso.

Insistimos en la importancia que le asignamos al último encuentro de formato taller,


dado que no hemos podido realizar observaciones de las clases que se dictan en la
Escuela de Cadetes de Bomberos, por tiempos institucionales que dan ese resultado; es
por eso que se propuso como primer actividad el estudio de un caso, el cual presentaba
la realidad de un aula heterogénea en procesos de aprendizajes y docentes que no
reflexionaban sobre sus prácticas, lo cual implicó que los educadores puedan identificar
el problema que el caso presentaba y proponer alternativas de solución; esto nos
permitió no solo la participación y socialización de los conocimientos de los formadores
sino también posibilitó el acercamiento, mediante relatos de sus experiencias como
formadores, a las dinámicas de trabajo, es decir, de qué manera seleccionan un
contenido, cómo o en función a qué deciden organizarlo, qué métodos emplean y por
qué escogen estos, cómo evalúan los resultados, desde qué perspectiva reflexionan
acerca de los procesos de enseñanza y aprendizaje, por qué siempre dan las clases los

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mismos formadores, entre otros datos sumamente importantes que han servido de
base/parámetro y eje orientador para la propuesta de la segunda actividad.

La segunda intervención tuvo como actividad una clase dialogada con los educadores en
la cual se los capacitó/instruyó en contenidos pedagógico-didácticos que
considerábamos esenciales para su labor como formadores y que, a partir de datos
recabados en entrevistas como así también mediante la observación y socialización,
damos cuenta de que en algunos de los educadores, estos conocimientos estaban
carentes, lo cual daba como resultado que, o bien no dictaran las clases por no sentirse
capacitados o realizaban el dictado de las clases pero esto dejaba un saldo que debía
subsanarse en la siguiente clase por otro educador, dado que el aprendizaje no se
lograba o faltaban contenidos teóricos en la parte práctica, dado que estos no se habían
comprendido, lo cual es reconocido por uno de los formadores en oportunidades que
reconoce que hay instructores que tienen bien aprendido lo que hay que
enseñar/transmitir pero no saben cómo hacerlo, ni mucho menos de manera
comprensible. A raíz de esto es que se realizó un encuentro en el cual se llevó a cabo la
actividad prevista y se desarrollaron los contenidos de manera detallada, con ejemplos,
recuperando las experiencias de los educadores y haciendo hincapié en el uso correcto
de cada estrategia, método o técnica de enseñanza, cuáles son las combinaciones que
son apropiadas, cuáles son los errores que no se deben cometer, y así es como en el
desarrollo del encuentro se fueron modificando perspectivas que se tenían, como por
ejemplo, del uso de las apoyaturas visuales, cuáles eran los errores que ellos cometían y
cómo podrían, ahora, hacer un buen uso de esa estrategia. Asimismo se han brindado
pautas generales de “Cómo aprender a hablar en público” propuestas por Ezequiel
Ander-Egg y María José Aguilar Idáñez (1994), las cuales consisten en técnicas de
aprender sobre el dominio del contenido o tema a transmitir, cómo adecuar el discurso
al público destinatario, cómo comunicar ese discurso preparado y para qué lo voy a
comunicar, o sea, con qué fines; pautas que deben ser tenidas en cuenta, ser ensayadas
para mejorar la actitud de comunicación frente a un público y evitar nervios, bloqueos,
incertidumbre, etc.

El último encuentro, de formato taller, tiene como finalidad la realización de una micro
clase o una clase en equipo donde se logre integrar los contenidos y pautas abordadas en
las instancias anteriores y poder así evaluar si las líneas de acción han permitido el

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perfeccionamiento, y en algunos casos la modificación de las formas de organizar y
dictar una clase.

Si bien la intervención no está finalizada, a partir de la socialización y las actitudes


observadas en los encuentros podemos decir que las líneas de acción fueron
correctamente pensadas para quienes estaban destinadas, no solo porque atiende a la
problemática identificada, sino también porque fueron adaptadas al contexto de
Educación No Formal, y a los destinatarios que son personas adultas y más aún por ser
una institución en la que los conocimientos prácticos son esenciales, se tuvo en cuenta
la dimensión teórica pero también se han propuesto alternativas que vinculen lo teórico
con lo práctico.

Cabe destacar que en los dos encuentros realizados hemos despertado el interés por el
cambio o la mejora en las prácticas de enseñanza en los educadores a partir de las
actividades. Nos han agradecido las instancias de aprendizaje y se han comprometido en
realizar el taller de cierre; asimismo nos han invitado a participar de la apertura de la
Escuela de Cadetes de Bomberos de Quitilipi el próximo ciclo lectivo. Y nosotros
hemos agradecido la apertura de la institución y sus actores para con nosotros
ofreciendo nuestra ayuda cuando así lo requieran.

En cuanto a una autoevaluación retomamos las experiencias vividas en la institución


perteneciente a la Educación No Formal, y resignificamos la importancia del buen uso
de las estrategias y métodos de enseñanza, ya que para el abordaje de los mismos hemos
recurrido a experiencias positivas y erróneas en nuestro proceso de formación para
poder ejemplificar cuál es el uso correcto de cada una de ellas; como así también nos
ayudó a re-pensar la clase con adultos, y aquí nos detenemos para reflexionar sobre el
espacio curricular ya que es el único que nos permitió un acercamiento a la modalidad
de la Educación No Formal, de la que, hasta el momento no teníamos mayores
conocimientos y está contemplada como campo de acción en nuestro diseño curricular,
como así también tuvimos que considerar la simetría, la cual es un factor que muchas
veces es desafiante y nos llevó a pensar detenidamente cada actividad a fin de atender a
las demandas de cada uno de los educadores.

Por último, para cerrar pero también para reflexionar, consideramos la significación que
tuvo en nosotros el cambio de institución respecto de la salida al campo. Si bien las

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causas de la imposibilidad de poder seguir ingresando en la misma institución escogida
en principio como campo de estudio fueron externas a nosotros, es decir, por tiempos
institucionales y por demandas de prácticas y residencias la institución no podía permitir
el ingreso de tantos estudiantes en una misma semana, hemos tenido dificultades para
permanecer en ella y tuvimos que tomar la decisión de esperar o seleccionar otra
institución y todo lo que ello conllevaba, que hacía a volver a empezar desde el inicio.

Hemos asumido el desafío de cambiar de institución y comenzamos todo el trabajo de


campo desde el inicio; pero no todo ha sido negativo, dado que las escasas
aproximaciones en la primer institución nos permitieron la elaboración de un informe de
proyecto de intervención y posibilitó la participación de un Congreso llevado a cabo en
el mes de septiembre en la ciudad de Rosario, lo cual fue sin dudas un antes y un
después en nuestro trayecto de formación, no solo como instancia de aprendizaje sino
también como instancia donde hemos aprendido aún más acerca del compromiso, la
responsabilidad y la dedicación que debemos tener con cada espacio curricular.

Sin dudas, lo mejor, estaba por comenzar. La nueva institución no solo nos abrió sus
puertas y sus actores nos expresaron aceptación constante desde el inicio hasta hoy, sino
que es una experiencia que nos acerca a nuestra realidad práctica cotidiana que es el
Nivel Superior, con el desafío de ser una institución de Educación No Formal, pero para
la cual estábamos teóricamente preparados, no solo porque la participación en el
Congreso así lo requería sino porque el espacio curricular de Práctica Docente III:
Educación No Formal nos ha brindado todas las herramientas necesarias para
desenvolvernos de la mejor manera posible en una realidad tan distinta a la que vivimos
a diario en nuestra aula. Es así como a los desafíos los hemos convertido en intereses,
estímulos y metas a alcanzar.

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Bibliografía:

 Ander-Egg, E., (1994). Cómo aprender a hablar en público. Buenos Aires,


Argentina. Editorial Lumen.
 Anijovich, R., (2009). Estrategias de enseñanza: otra mirada al quehacer en el
aula. Buenos Aires, Argentina. Aique Grupo Editor.
 Pacheco Muñoz, M., (2007). Educación No Formal: Concepto básico en
educación ambiental. Recuperado de:
https://comenio.files.wordpress.com/2007/08/noformal.pdf
 Sanjurjo, L., (2003). Volver a pensar la clase: las formas básicas de enseñar.
Rosario, Argentina. Primera edición, Editorial Homosapiens.
 Trilla, J., (1998). La educación fuera de la escuela, Ámbitos no formales y
educación social. Barcelona, España. Editorial Ariel S.A.

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