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Titulo: Prensa on line y redes sociales: sobre la circulación de los discursos de odio.
Palabras clave: discursos de odio; prensa on line; redes sociales; sujeción criminal.
Presentará algunas reflexiones enlazados que creo pueden oficiar de coordenadas para
leer críticamente y navegar el mapa actual de los discursos de odio y del miedo.
Acumulación y desplazamiento es lo que hace que la lista de los objetos de odio sea
interminable. Este es un inventario provisorio de los depositarios del odio:
Colectivos
• Pobres,
Individuos Instituciones
• inmigrantes, •Gobierno
• mujeres,
Cristina
• piqueteros, •Justicia
• indios, Macri •Medios
• adictos,
• villeros •Messi •Democracia
• Aborteras •Baradell •Educación
• pro-vida
•Santiago Maldonado •Fuerzas armadas
• Delicuentes
• Jóvenes •Juan Darthés
• Docentes
•Telma Fardin
• Investigadores
• Políticos •Calú Rivero
• Sindicalistas •Milagros Sala
• feministas
• travestis
• Paraguayos
• Bolivianos
• Latiinos
1 -La voz de una masa anónima, las conversaciones, rumores y chismes que son
generados por la atmósfera del miedo.
Minorías organizadas (los discursos de los pro vida que acusan a quienes reclaman
derechos de pertenecer a una cofradía ocultar unificada por la ideología de género
que responde a intereses institucionales puntuales)
En esos procesos abundan los estigmas, las marcas de la infamia, los castigos simbólicos.
Tabachnik describe esas marcas como de tá cticas de infamación asociadas a las formas
del espectáculo punitivo (Tabachnik, 1998). Se trata de montajes construidos para la
mirada pú blica y que se caracterizan por realizar: a) la incisión de un estigma; b) la
degradación desfigurante sobre el cuerpo sometido y c) un ritual de humillació n pú blica
(Tabachnik, 1998: 130). El discurso de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y la
cartera que representan,realiza estas tácticas todo el tiempo. La exacerbación del miedo
genera sospechas y acusaciones y promueve el desarrollo de signos de identificación y
asociación, para comprobar la pertenencia a una comunidad daniña (los terroristas, los
narcotraficantes, las mafias). Al respecto, plantea Lotman (2006), “la ficción de una
comunidad daniña, que amenza la existencia misma de la sociedad humana descansa
sobre acusaciones persistentes, que se repiten en la historia de la cultura” (32). Los
relatos en los que predomina la modalidad veridictiva (ser -parecer), las translativas
(hacer ser) y las prescriptivas (deber/poder ser/hacer). Emergen así relatos, narrativas
con figuraciones ficcionales sobre un colectivo considerado fuente de amenaza.
3- Al sujeto de la amenaza se le le adjudica profesar otra fe, otra creencia desviada del
orden hegemónido (capitalista, patriarcal, extractivo, despojador).El origen del miedo
no es un individuo sino un colectivo organizado cuya creencia y comportamiento se
considera desviado de una norma. No cualquier desvío sino aquel que se consdiera
opuesto al vigente.
4- El siguiente estadio en la atmósfera del miedo, señala Lotman (2006) los signos
identificatorios dejan de poseer valor de verdad. De allí el desplazamiento hacia las
cospiraciones, intrigas, engaño, manipulaciones, mentiras y fácilmente la exacerbación
de la superstición y el fanatismo. En este estadio cualquier cuerpo puede devenir en
objeto del miedo, la ausencia de indicios ya puede ser considerada un signo develador
del engaño (ser-parecer). Aparecen así las formas de persecución mediante el paso de
las emociones (del miedo a la ansiedad, por la aproximación hacia el objeto).
Lotman también repara en una constación histórica: la repitición de estos climas o
atmósferas del miedo (caza de brujas) en períodos en los que se ha constatado avances
socioculturales en ciertas áreas o sectores. En la experiencia suramericana, no cabe
duda que los gobiernos populares realizaron grandes cambios que enojaron a las
estructuras sociales dominantes y generaron rencor (por la pérdica de privilegios).
Odio
Miedo
•Falsificación
Ansiedad
•Ficcionalización
•Manipulación
•Negación
/ocultamiento
• Falsificación
• Ficcionalización
• Manipulación
• Negación /ocultamiento
1
La transduccion se define ahí como “una permanente diferenciació n e integració n segú n
un ré gimen de causalidad y de finalidad asociados” (Simondon 1964: 247).
sistemas multimodality de intercambios discursivos mediatizados que permiten la
interacción o al menos la copresencia de dos sistemas de intercambio (Fernandez año).
-plat face informativas, que son aquellas vinculadas a medios masivos de información
resultado de procesos de convergencia (tecnológica, empresariales, de contenidos y de
audiencias). En cierta medida este tipo de plataforma está aún próxima a los medios y
a las lógicas broadcasters, pero que mediante las opciones tecnológicas en sus diseños
incoporporen más sistemas para la intervención y la participación de los usuarios.
trolls
Lo que conocemos como trolls son perfiles falsos en diferentes redes que actuan
orientado la conversación pública sobre determinados temas con determinada
intencionalidad y de modo estratégico. La campaña de desprestigio hacia los
investigadores de las Ciencias Sociales. Los trolls pueden emitir post o intervenir como
comentadores en noticias publicadas por medios periodísticos.
Los trolls buscan generar un efecto de opinión pública (generar controversias), instalar
ideas generalmente conservadoras sobre determinados temas y especialmente
desacretidar la imagen de determinados personalidades públicas.
Por supuesto que una vez que los usuarios reales advirtieron las incongruencias de los
intercambios producidos por los trolls (poca o nula información en los perfiles, virulencia
inusitada en los intercambios), su accionar fue cambiando y mutando.
Boots
Una versión más refinada y extrictamente tecnológica de los trolls, son los boots, que
son algoritmos que realizan determinadas acciones programadas a gran escala. Por
ejemplo, los boots pueden servir para generar la impresión de una comunidad de
seguidores a determinados personajes promotores de odio. Los boots pueden ser,
usuarios fantasmas, a diferencia de los trolls que sin son de carne y hueso. El desarrollo
de la inteligencia artificial está haciendo posible que las máquinas aprendan de nosotros
cómo nos comunicamos, cómo nos expresamos.
Fakes
Una de las formas más comunes en las que vemos proliferar los discursos del odio se
relacionan con la producción de noticias falsas, o las llamadas fakes. No se trata de
ninguna novedad, en cuanto la circulación de contenido falso con intenciones de
manipular al público han existido siempre. Sin embargo, la circulación de las fake news
adquiere rasgos muy preocupantes no sólo por la escala que pueden alcanzar en los
circuitos de amplificación sino porque éstos se relizan en el marco de la desestabilización
de los regímenes de verdad.
Si como dice la semiótica se trata más bien cómo y qué condiciones se realiza la
construcción discursiva de la verdad, es decir en términos de veridicción, lo que nos
obliga a pensar no sólo en la intencionalidad de los productores (los que mienten con
un determinado fin) sino también en las competencias de los destinatarios (quienes
aceptan las mentiras incluso a pesar de que existan verdades de hecho que las
desmientan). Así el régimen de veridicción legitima las falsedades cuando estas sean
enunciadas como opiniones y cuando los contratos fiduciarios se ajusten a la
construcción de lo verosímil (ajustado a los prejuicios). Las verdades de hecho, según
Harendt, se distinguen de las de opinió n por su naturaleza coercitiva. Pero si la opinión
toma como verdades de hecho los objetos discursivos generados para la economía
circulatoria de las emociones, cualquier objeto simbólico discursivo puede se tomado
como verdad de hecho, activar un campo de valores.
Pero las atmósferas del miedo comparten con los regímenes totalitarios ese régimen de
veridicción más peligroso que el mendaz. Como afirma Arendt: “[...] el resultado de una
sustitución coherente y total de la verdad de hecho por mentiras no es que las mentiras
se aceptan a partir de ese momento como verdad y que la verdad será denigrada y
convertida en una mentira, sino que el sentido gracias al cual nos orientamos en el
mundo real –y la categori ́a de verdad versus falsedad se cuenta entre los medios
mentales al servicio de dicho fin– se acaba destruyendo. Y una vez provocado el dañ o,
no existe remedio alguno” (p. 68).
Esto fue muy claro en el caso de la desaparición de Santiago Maldonado, porque muchas
las noticias que circularon no se basaban en hechos comprobados sino en las opiniones
sobre supuestos hechos (como las declaraciones de Elisa Carrió que aseveró que había
en 20% de probabilidades de que Maldonado esté en Chile, basada en los comentarios
de un desconocido).
Las fakes news nos enfrentan a un sin fín de posibilidades y de actos discursivos:
desinformar, mentir, ocultar o interpretar sesgadamente información. Además en los
formatos actuales de las noticias y la producción informativa contemporánea hace
mucho tiempo que se viene despreocupando por los hechos y también por las fuentes
(el 60% de las noticias publicadas no menciona fuente). El periodismo de mayor
circulación no es el de investigación sino fundamentalmente aquel basado en las
declaraciones o enunciados de personas sobre determinados acontecimientos (pasados,
presentes o futuros). De allí que en relación con las fake news no sólo pueden remitir a
objetos o hechos falsos enunciados como verdaderos, sino también centrarse en ciertas
creencias (opiniones) que son tomadas como verdades de hecho y por lo tanto que
pasan a oficiar como justificaciones para la instalación o el reforzamiento de de hábitos
(prácticas) de violencia (agresiones, expulsiones, desplazamientos, eliminaciones).
Linchamiento
Por ejemplo derivar en linchamientos: el caso de los vecinos de un barrio que mataron
a un hombre falsamente acusado de haber violado a una niña. Es que del miedo, la
ansiedad y el odio pueden terminar en linchamientos, en desenfreno, en descontrol.
Las fakes entonces se apoyan en los procedimientos ficcionalizantes, es decir de
construcción del verosimil, y nos ofrecen un como si de la realidad representada
intencionalmente con ánimos de orientar las creencias y la acción en determinado
sentido (modalizaciones del hacer creer, hacer hacer).
Las circulación de las fake news también está relacianada con las condiciones que
atraviesa el periodismo como institución en el marco de la llamada sociedad red y los
fenómenos de autocomunicación de masas (Castells, 2009). El periodismo ha perdido
autoridad, su autoría para enunciar la realidad cotiza cada vez menos, no sólo porque
han aparecido otras voces, otras fuentes para la generación de información, sino
también porque el acceso a la información que producen los medios está cada vez más
intermedida por las propias dinámicas de circulación en redes sociales. Entonces el valor
de verdad de un enunciado deja de anclarse a la autoridad enunciativa (e institucional)
de quien lo enuncia, sino que pasa a depender cada vez más de la confianza en quien
facilita la circulación. Y eso no es sólo aplicable para los fakenews donde es posible
identificar el género y el formato de la noticia como operadores veridictorios, sino que
lo vemos en los casos en que circulan audios-testimonios, o pedidos de auxilio o
denuncias u opiniones donde no es posible reconectar la relación autor (real) y
enunciador (locutor, enunciatario), y por lo tanto el referente de lo real es la propia
enunciación que depende de las modalizaciones para hacer creer y de los mecanismos
de construcción del verosimil.
Otro aspecto importante a señalar es que este tipo de contenidos también es cada vez
más accesible porque la mera circulación ya lo convierte en material disponible en
circuitos de amplificación aún mayores como los que pueden generar la publiación o re
post del mismo contenido realizado por los medios informativos. Es decir, un contenido
de odio, o de incitación al miedo que se vuelve viral es ya un criterio de noticibilidad en
sí mismo, independientemente de su constatación. Los medios suelen difundir estos
contenidos con una mínima advertencia (video viral) y desvinculándo su responsabilidad
sobre la obligación de verificación. Así podemos ver por ejemplo escenas de extrema
crueldad (expresiones de odio) que son publicadas como espectáculos de la violencia, o
discursos racistas, homofóbicos, etc.
Los comentarios
Son la vía principal en los que se realiza la interactividad entre los productores de
contenido y el público. Los comentarios corresponden a esa espacio de intervención y
de participación de las audiencias que ya ha pasado a formar parte del formato de un
noticia. Es que los comentarios atraen tráfico a los sitios (el ingreso a las plataformas
informativas mediante redes sociales es ya un hecho masivo). Por eso las noticias que
los medios digitales publicitan en las redes para captar y redigirir el tráfico de usuarios
que por allí circulan hacia los sitios son aquellas que generan más comentarios. Es decir
aquellas que movilizan emociones: provan ira, rabia, rencor, sospecha, indignación.