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EL ORIGEN DE UN TORERO

Cesar era un niño de una familia muy humilde la cual vivía a las afueras
de una ciudad llamaba el Trébol; su papa don Argemiro desde hace
muchos años trabajaba en la hacienda Las Acacias la cual era de don
Rodrigo el cual era un hacendado con mucho poder y prestigio el cual
se dedicaba a criar toros de lidia.
Cesar le insinuaba mucho a su papa que él quería llegar hacer algún
día un excelente torero reconocido a nivel mundial pero su papá le decía
que dejara de soñar porque él tenía que dedicarse era a estudiar para
poder salir adelante en la vida. Sin embargo Cesar era un niño que se
sabía ganar el cariño de la gente y ya había hablado con don Rodrigo
para que lo dejara estar en los establos viendo a los toros y dándoles
de comer, perdiéndoles el miedo a estos animales.
El niño le conto a don Rodrigo que el sueño de él era algún llegar a estar
en una plaza de toros toreando y salir en hombros por la puerta grande,
a don Rodrigo le pareció muy curioso y le dijo a aquel niño que si estaba
dispuesto a entrenar duro todos los días para llegar a convertirse en ese
gran torero de talla mundial, que si quería él lo podía entrenar y
enseñarle todo lo que el sabia con respecto a los toros; Cesar sin
dudarlo un segundo sonrió y contesto por supuesto don Rodrigo yo
estoy dispuesto a todo con tal de convertirme en ese gran torero pero
que eso quedara como un secreto entre los dos que el papa no se
enterara de nada.
El niño todos los días después de salir del colegio llegaba muy puntual
a los establos de don Rodrigo para día tras día entrenarse y prepararse
para poder lograr y cumplir su sueño; con el paso de los meses ya
Cesar lidiaba en la arena con toros pequeños y lo hacia también que
don Rodrigo decía este niño tiene un gran futuro en el mundo de los
taurinos, Cesar fue cogiendo tanta confianza y técnica toreando que don
Rodrigo se atrevió a inscribirlo en una feria de toros que había en la
ciudad.
Llego el día de la feria taurina y el coliseo estaba a reventar tanto así
que don Argemiro el papa de cesar había ido al evento invitado por don
Rodrigo sin saber que Cesar era uno de los toreros; cuando cesar salto
al ruedo con su traje de luces que le había comprado don Rodrigo; su
papa don Argemiro se sorprendió tanto al verlo como torero que quiso
meterse a la arena a sacarlo pero don Rodrigo se lo impidió y le dijo que
lo dejara para ver cómo le iba.
Cesar sabía que su papa lo estaba observando y sabía que debía
hacerlo mejor de lo que él se había propuesto para demostrarle a su
papa y a todos el gran talento que tenía; empezó la lidia y cesar
acotejaba el toro como todo un profesional que su papa y todos los
espectadores gritaban ole, ole , ole, pero en un momento de descuido
de cesar el toro le alcanza a dar un pitonazo en una de sus piernas el
papa de casar pego un grito de terror, pero cesar les hace una señal de
que se encuentra bien y que solo había sido un rasguño lo que había
hecho el toro.
Cesar continuo con su corrida y la gente emocionada le gritaban torero
torero torero, consiguiendo así a que le dieran las dos orejas del toro
con el cual había luchado en la arena, la gente empezó arrojarle rosas
y tanto así que cogieron a cesar y lo sacaron en los hombros de la arena,
el papa de cesar viendo todo esto se le aguaron los ojos porque estaba
observando que el sueño de su hijo se estaba haciendo realidad y
cuando quedo frente a frente de cesar lo abrazo fuertemente y lo felicito
diciéndole, hijo si quieres ser torero solo quiero que seas el mejor.
Y es así como se da el inicio a uno de los grandes toreros del mundo a
nuestro Cesar rincón.

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