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RESUMEN

En la actualidad existe mayor interés por los polímeros biodegradables debido a la


existencia de normatividades para la elaboración de polímeros que puedan
degradarse rápidamente. Sin embargo, los polímeros existentes, no satisfacen las
características necesarias que el Centro de Normalización y Certificación de
Productos, A.C. (CNCP) requisita en las normatividades que ha elaborado para la
producción de polímeros a partir del año 2020.

El PBAT es un polímero biodegradable y compostable que se acerca a la


normatividad descrita por el CNCP y debido a sus propiedades fisico-quimicas
pudiera ser la mejor opción para su uso y producción a nivel industrial, sin embargo
la elaboración de PBAT implica altos costos de producción por lo que se opta por
la adición de materiales de bajo costo ( fibras naturales y derivados de celulosa)
como agentes de refuerzo naturales para mejorar las propiedades del polímero y
disminuir su precio final, manteniendo al mismo tiempo la biodegradabilidad de la
matriz e inclusive mejorar sus propiedades mecánicas.

La investigación demuestra que la producción del polímero PBAT puede ser


manipulada al grado de elaborar un producto que cumpla con la normatividad y con
mejores propiedades que otros polímeros biodegradables existentes.
INTRODUCCIÓN
Actualmente la industria y la comunidad científica han implementado proyectos de
investigación y desarrollo encaminados a la elaboración de materiales
biodegradables que no perjudiquen al medio ambiente, a consecuencia de la
contaminación por causa de los pesticidas, productos químicos, deforestación,
desechos industriales y al consumo excesivo de 335 millones de toneladas anuales
del plástico en la Ciudad de México.

El inadecuado manejo del reciclado de polímeros es un factor determinante en la


alteración de ecosistemas, por su no degradabilidad y su extensa durabilidad de
aproximadamente 500 años; la presencia de plásticos en los residuos ha
incrementado de forma continua en las últimas décadas debido a diferentes causas,
como lo son productos de un solo uso, bolsas de supermercados, envoltorios de
comida, desechables, tapas y botellas de plástico, por mencionar algunos, que son
desechados rápidamente.

México exporta un alto porcentaje del PET de aproximadamente el 65% que


recupera, especialmente a China, donde luego se transforma y se reenvía a México
como fibras sintéticas. Esto es una clara indicación de la necesidad tecnológica para
el reciclaje, que proporcione a México la oportunidad de producir sus propias fibras
sintéticas contribuyendo al descenso en la contaminación por desechos plásticos.

Esta problemática se manifiesta de igual forma dentro del marco legal, puesto que
para el 2020 entrar en vigor la norma mexicana NMX-E-273-CNCP-2017 que
afectará a los productores de polímeros biodegradables, ya que integrará las
características necesarias para considerar que un polímero es biodegradable, así
mismo establece parámetros que debe de cumplir el polímero de acuerdo a sus
propiedades mecánicas, como la resistencia de impacto, compresión y de tensión ,
otorgando una mejora en las propiedades químicas, biodegradabilidad, peso
molecular.
Para reducir la contaminación que producen los desechos sólidos plásticos al medio
ambiente se ha implementado en primera instancia alternativas como el reciclaje de
los polímeros, brindándoles un mayor uso y disminuyendo con esto la producción
de polímeros; sin embargo la procesabilidad de polímeros con finalidad de reciclaje,
para un uso específico, genera condiciones complejas en el desarrollo de la
infraestructura que requeriría el país para aumentar su capacidad de reciclaje
debido a los constantes cambios en los requisitos fiscales que deben cubrir los
recicladores. Aunado a esto se desarrollaron polímeros biodegradables,
disminuyendo el tiempo de vida útil hasta un 98%, siendo esta una alternativa viable
para la elaboración de polímeros inofensivos con medio ambiente.

El desarrollo tecnológico ha encaminado la producción de polímeros biodegradables


a ser compostables, ofreciendo con esto una alternativa hacia el sector agricultor,
con un consumo prometedor de productos plásticos mediante la plasticultura, la cual
implica la combinación de plásticos y nutrientes, que ayudan a los agricultores a
disminuir el uso de pesticidas e incrementar el rendimiento del cultivo.

Esta investigación está encaminada a la estandarización del PBAT para película


compostable aplicada en el sector agrícola, llegando al desarrollo experimental,
para identificar las deficiencias y la viabilidad del producto; sin embargo, la
investigación no aplica totalmente a la nueva legislación por aprobarse para 2020,
pero está muy aproximada. Por otro lado, la prueba experimental sólo será de tipo
cualitativo en base a la norma mexicana NMX-E-273-CNCP-2017.

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