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Capitulo VIII

UN PLAN DE GOBIERNO

Se estaban cumpliendo los rituales institucionales de la democracia aquel 25 de mayo

de 1973. El clima era de total entusiasmo y hasta de euforia, con una gran
movilización de la ciudadanía hacia los ámbitos en que se iban desarrollando los
actos.

Traspuesto el momento de mayor solemnidad el gobernador Ragone y su

vicegobernador juran sus cargos ante la Asamblea Legislativa, con un marco de
público desbordante y con la emoción que el momento imponía, en ese día del retorno
al imperio de la Constitución y la Ley.

Recibidos los juramentos, exactamente a las 16 horas, el nuevo gobernador inicia la

lectura de su mensaje a los legisladores y al pueblo de Salta. Denso en contenido,
prolongado en su extensión, es una pieza valiosa para el análisis de la etapa política
con que se correspondía.

Precisamente por la vigencia de muchos de los problemas a que se aspiraban

enfrentar y por su alto contenido social, nos parece de toda justicia y conveniencia
incluir su total contenido, donde Ragone marca su impronta a los colaboradores que
han participado de la redacción de este discurso formal y preciso, que recoge tanto la
realidad que vive la provincia tras prolongada anormalidad institucional, pero -lo que es
sustancial- la planificación que el gobierno asumiente había preparado para superar
las brechas y carencias que se verificaban en los distintos sectores de la
administración provincial y en lo referente a políticas sociales -salud, educación y
cultura, preponderantemente-, pero sin mengua para empinadas ideas en lo que
respecta a la economía y a las obras públicas.

Así decía el Gobernador Ragone:

"NOS PRONUNCIAMOS POR LA LIBERACIÓN, CONTRA LA DEPENDENCIA"

DIJO RAGONE

Por primera vez, luego de 18 años, un gobernador de la Provincia viene a prestar

juramento ante ustedes, auténticos representantes del pueblo. Y esto es así en tanto
que en los históricos comicios del 11 de marzo se clausura una etapa en la que las
grandes mayorías estuvieron marginadas. Forzadas a optar y no elegir sus
representantes.

La ciudadanía pretende reconquistar su soberanía al elegir, desechando las artificiales

opciones del pasado. La legitimidad de esta representación, a no dudarlo, compromete
a todos nosotros a cumplir con fidelidad y firmeza el mandato surgido del veredicto
popular. Ha comenzado a cerrarse una etapa dolorosa, que grabó una dura
experiencia. Pero también ha comenzado a abrirse otra, en la cual se recoge ese
pasado tan sólo para superar el enfrentamiento entre argentinos y trazar de aquí en
más un camino que permita a nuestra provincia la realización plena dentro del proceso
de la Reconstrucción Nacional.

Este proceso hacia la unidad nacional se ha gestado en la convulsionada historia de

los últimos años. Y en el mismo, el Justicialismo ha realizado aportes generosos, como
prueba de su voluntad jamás desmentida de sacar al país de su situación de
dependencia económica y a nuestro pueblo de la injusticia social.

Ello no significa, en manera alguna, plegar nuestras banderas sino extenderlas a todos
los argentinos de buena voluntad que comprenden el momento y la oportunidad
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histórica que estamos atravesando. Es por eso mismo que quiero referirme en forma
especial a la bancada Justicialista, con cuyos miembros contraímos el compromiso
irrenunciable de hacer realidad estos principios.

Principios que, por otra parte, vienen desde los orígenes del Justicialismo y se ratifican
en el documento producido por el compañero presidente, doctor Héctor J. Cámpora, el
20 de enero pasado, bajo el título "Pautas Programáticas para la Reconstrucción
Nacional" y que fuera ratificado en nuestra plataforma electoral provincial.

Ningún peronista y menos aún quienes ahora asumen su representación, puede

ignorar el espíritu de este documento que es el fundamento programático que la
ciudadanía votó el 11 de marzo. Y ese fundamento nos enfrentó a la disyuntiva de la
Argentina actual: Liberación o Dependencia. Nos hemos pronunciado por la
Liberación, rechazando la Dependencia.

Todos sabemos el significado de ambas palabras y sabemos de qué y de quiénes

debemos liberarnos, y si nuestro pensamiento se asocia de inmediato a los grandes
imperialismos, es necesario comprender que regionalmente también debemos
liberarnos e independizarnos sabiendo que en Salta hay hombres que trabajan y
hombres que viven del trabajo de los demás. Esta herencia que lleva décadas no
puede ser erradicada sino a través de la modernización de nuestra legislación y la
inmediata instrumentación de la misma en beneficio de un auténtico cambio de
estructuras.

Señores Senadores y Diputados:

Desde todas las tribunas se han escuchado las palabras justicia, dignidad, libertad y
democracia. Nuestra palabra ha sido empeñada y hemos jurado por Dios, la Patria y el
Honor que ellas van a ser electivas, cualquiera fuera la ideología política de nuestros
gobernados. Que ellas sean, también, la guía de nuestra acción en la que está en
juego el presente y el porvenir de nuestra patria que no acepta ya ningún tipo de
postergaciones y el de nuestro pueblo que no puede ni debe perder ésta, quizá, una
de sus últimas oportunidades para ordenarse en paz y democracia. Debemos
demostrar al mundo que los argentinos también sabemos apelar a la razón antes que
a la fuerza.

Nos toca a nosotros recomenzar una lucha que es una constante en nuestra historia.
Una lucha que arrancó precisamente en mayo de 1810 cuando la voluntad del pueblo
puso en marcha el movimiento de liberación. Pero ese empeño de los hombres del
mayo revolucionario se fue jalonando de una serie de avances y retrocesos, de
victorias y derrotas, de esperanzas y frustraciones. Aquel proceso se sitúa hoy en un
escalón más alto y su culminación surge como un imperativo irrenunciable. Y culminar
con esta lucha de liberación es el mejor homenaje que podemos tributara los hombres
de 1810.

Nuestra liberación definitiva se enfrenta con un mundo mucho más complejo. La

humanidad asiste al advenimiento de un nuevo orden social. Nuestro país no puede
quedar marginado de ese proceso que conduce a los pueblos al encuentro con su
emancipación. Este nuevo orden social surge con fuerza, ante el fracaso del sistema
liberal - capitalista que ha sido incapaz de dar respuestas a los imperativos que el ser
humano reclama desde su racionalidad.

Este, y otros sistemas ensayados, no han logrado hacer compatible la libertad con la
vigencia de ¡ajusticia social. Nuestro conductor el general Juan Domingo Perón, así lo
expresa y con ello nos marca sabiamente cuál es el camino a transitar. El lo ha
llamado Socialismo Nacional. Como soldado del general Perón, declaro con todo
énfasis que continúo y continuaré con humildad y modestia procurando interpretarlo,
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sabiendo que su Norte y guía son la felicidad de nuestros hermanos y la de todos los
hermanos latinoamericanos.

Sé que contamos con el apoyo masivo y solidario de trabajadores, campesinos, clase

media y también de importantes sectores empresarios nacionales que nos han
comprendido y han expresado su apoyo a la lucha por la liberación y nuestro
programa. También está junto a nosotros la juventud argentina, identificada
fraternalmente con las premisas de nuestro conductor y con los ecos de su prédica y
acción que han pasado a ser patrimonio ya de la patria grande.

Al dirigirme con este mensaje a todos los habitantes de la provincia, debemos reiterar
nuestro compromiso de ser respetuosos de derechos y libertades de todos y cada uno
de los ciudadanos. Como también no seremos débiles en tolerar que esa libertad sea
usada contra la libertad de los demás. No puede haber auténtica libertad si persisten
las pronunciadas desigualdades económicas sociales. El bienestar y la felicidad no
pueden ni deben ser principios de un sector en particular, en detrimento y oposición al
interés social y colectivo. Nuestra doctrina ha captado este sentido humanista y lo ha
conducido a la práctica hace más de veinte años. Para ella los únicos privilegiados
deben ser los niños. Colocando a los demás en igualdad de deberes y derechos que
otorga la Constitución Nacional.

Política de Gobierno

En el área de gobierno, justicia, educación y trabajo, nuestro Gobierno delineará e

instrumentará las pautas fundamentales de la política revolucionaria sostenida durante
la campaña electoral, concretando de esta forma los postulados de la plataforma del
Movimiento Nacional Justicialista.

Para ello por intermedio de los distintos organismos que integran este ministerio, se
procederá a hacer realidad los imperativos de justicia reclamados por el pueblo.
Procurando, asimismo, el cumplimiento ágil, eficiente y equitativo de la legislación
vigente y la que el gobierno promulgara de aquí en más para satisfacer las
necesidades de los trabajadores, y receptar los más caros y vitales anhelos de toda la
ciudadanía.

Conscientes de la responsabilidad que ello implica, arribaremos a las metas

propuestas, sin escatimar sacrificios, y -llegado el caso - enfrentando todos los
intereses que intenten obstaculizar o desvirtuar el proceso de cambio que irreversi-
blemente se abre. Todo ello para garantizar el bienestar, la tranquilidad y el progreso
de todos los habitantes de esta tierra.

Para hacer posible la política que nos hemos propuesto daremos relevancia
fundamental a la Dirección del Trabajo, organismo que dotaremos de la eficacia y
jerarquía que requiere a fin de que cumpla el papel que le corresponde, es y decir,
defender los intereses de los obreros, armonizar las relaciones obrero - patronales.
Custodiar celosamente el cumplimiento de la legislación laboral y social, para lo cual
se estudiarán /as reformas que sean necesarias para su organización y facultades.

Consecuente con /os altos principios del Justicialismo, en el campo educacional y

cultural, nuestros mejores empeños estarán encaminados a procurar el acceso del
pueblo a la educación y la cultura, porque estamos persuadidos que de ese modo se
contribuirá a la liberación, creando los instrumentos para el surgimiento y la expresión
de una auténtica cultura nacional. Esta política posibilitará e/ acceso de los vastos
sectores postergados a la cultura y estimulará la expresión origina/ incorporando a la
anquilosada cultura oficial, la fuerza creativa de lo social.
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Otro de los organismos que el gobierno peronista atenderá en forma especial, será la
institución policial, a fin de que ésta asuma con toda responsabilidad, honorabilidad,
decencia y valentía, el verdadero rol y función que le cabe en la comunidad, como fiel
custodio de los intereses generales, en orden a su específica labor de prevención e
investigación de los delitos.

Para enunciarla política en el orden municipal es necesario puntualizar previamente la

situación actual de la comuna de la Capital. Esta se caracteriza por la deficiencia de
los servicios que se prestan a la población y la existencia de un aparato burocrático
excesivo, pesado e ineficaz. Dos aspectos interrelacionados de un proceso de
degradación y abandono de la función social que debe cumplir el municipio, originados
en gran medida, en el aislamiento cada vez más tajante entre gobiernos municipales
no representativos y el pueblo.

Es inevitable que la irracionalidad, la injusticia y la deshumanización propias del

sistema, se reflejan en la situación del pueblo y de la ciudad que habita. Se agudiza
así el contraste entre los sectores de la ciudad con sus barrios y villas mantenidas en
el atraso, mientras crece el deterioro de sus calles y servicios y se dejan de cumplir
funciones vitales de orden cultural, socia/ y sanitario.

Será prioridad para nuestro gobierno, modificar radicalmente este panorama, poniendo
en marcha todos los recursos humanos y económicos disponibles con la activa
participación de la comunidad organizada. La estructura democrática vecindad –
gremio - municipio, será el instrumento de esa transformación planificada que deberá
integrarse y coordinar con de con los planes del gobierno nacional.

Varios y complejos son los frentes en que deberá encararse esta lucha: racionalización
y simplificación de la labor administrativa; modernización y control popular en el
sistema de abastecimiento y servicios, eficacia, rapidez y sentido socio - económico en
la aplicación y recaudación de tasas e impuestos. Realización de una efectiva labor en
materia de saneamiento ambiental, puesta en marcha de obras de infraestructura
indispensable, superación de la actual anarquía en el crecimiento planificado
conjuntamente con los organismos provinciales, buscando un desarrollo armónico con
sentido humanista y social de la ciudad.

Volcaremos el máximo esfuerzo en la acción social hacia la población de los barrios y

villas más humildes con especial atención en la juventud y la niñez, principales
artífices de la Argentina Justicialista, la Argentina sin privilegios del mañana.

Política en Bienestar Social

Podemos definir sintéticamente nuestra política en materia de Bienestar Social,

recordando las palabras de quien me honrara llamándome su discípulo, el doctor
Ramón Carrillo. El afirmó una vez, que no es admisible "que un solo habitante del país,
no cuente con las mismas posibilidades de prevenir la enfermedad, conservar y
restaurar la salud en el momento que se halle quebrantada".

Consideramos que trabajo, vivienda y alimentos sanos son los componentes indirectos
de la salud y el bienestar del pueblo y es en este terreno donde el gobierno provincial
debe sentar su mayor esfuerzo y cumplir el verdadero sentido de previsión del
individuo. En vano serían nuestros esfuerzos volcados en el área de la salud, si no
prestáramos idéntica atención a los gravísimos problemas de vivienda, alimentación,
recreación y medicina preventiva.

No podrá hacerse nada en tanto no se advierta la real significación que tiene para la
salud la actual Dirección del Trabajo, cuya importancia -negada por los gobiernos que
han sucedido al peronismo - la han relegado a una mera oficina donde se aglomeran a
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montones los expedientes de reclamos de los trabajadores los que jamás son
escuchados.

Nadie ignora las deplorables condiciones en que se debaten la salubridad y la

seguridad social de los habitantes de la provincia. Los índices de mortalidad infantil,
que son inferiores a un 50 por mil en el país, llegan a un 85 por mil en nuestra
provincia. Lo que nos otorga el triste privilegio de ser una de las provincias con mayor
mortalidad de este tipo en el país. La tuberculosis que de 1. 654 casos en 1957
ascendieron a 1. 872 en 1972; Chagas Mazza que de 354 en 1967, pasan a 473 en
1972; o sífilis con 381 casos en 1967 que llegan a 516 en 1972.

Estas son algunas de las cifras oficiales que, bien sabemos, no reflejan en toda su
intensidad el deterioro de la salud pública, por cuanto -sin ser patéticos - debo
manifestar que he visto enterrar niños recién nacidos y fallecidos en el departamento
de Anta sin que estos argentinos estuvieran registrados y por lo mismo, imposibilitados
de figurar en las estadísticas que se conocen. Este breve repaso de la situación
muestra en forma elocuente que no sólo no hemos avanzado, sino que por el contrario
hemos retrocedido en este terreno en la última década.

Qué diremos entonces de las enfermedades crónicas que han sido casi abandonadas
por nuestro régimen asistencial y casi diría por los mismos médicos. El cáncer, el
reumatismo, la diabetes, la hemorragia cerebral, la senectud precoz, las enfermedades
de nutrición, por no citar sino algunas, constituyen una cuestión médica técnica y
social de primera magnitud. Un planteo revolucionario no puede excluir una campaña
profiláctica de estas tremendas causas de invalidez y muerte.

Señores:

Hemos enunciado rápidamente el problema. Conocerlo implica ya, en gran medida, la

formulación de sus soluciones. Creemos que en el país se han insinuado tentativas de
cambio, en lo que respecta a la Salud y Seguridad Social que previene, en su mayor
parte, de los trabajadores a través de sus obras sociales y mutualidades. Sobre esta
base y lo poco que el Estado provincial aporta al sector comunitario, se pueden tener
los elementos para encarar una planificación seria, ordenada y armónica, donde no
tendrán lugar las controversias con que nos encontramos a diario, pues la medicina no
puede ni debe ser ya la obra de la caridad -virtud cristiana admirable y menos aún
aspirar a constituirse en fundamento de la obra de gobierno.

Aspiramos a la creación de un seguro de salud para todos los habitantes, tomando

como base el actual Instituto Provincial de Seguros, el que debe ser reestructurado
con el concurso de todos, en particular de médicos, empleados de la salud,
trabajadores y autoridades. Ello será una obra necesariamente lenta, pero llevada
adelante sin apresuramientos ni improvisaciones. Queremos de esta manera acercar
el trabajador enfermo a su médico, adoptando en lo posible la práctica del sistema
abierto, cumpliendo a la vez con una de las premisas de la organización nacional de la
salud en cuanto a la libre elección del profesional, como evitar asimismo, la pérdida de
jornadas que significan largas esperas para concurrir a la consulta o exámenes
rutinarios.

Todo esto sin que signifique -como médico de pueblo que soy y he vivido y
comprendido como el que más el dolor y la miseria de los desamparados -que no he
de descansar hasta ver cumplido el propósito que reza en la doctrina justicialista, que
tanto ricos como pobres son igualmente sensibles al dolor y la enfermedad y deben
poseer idénticas posibilidades de curarse. Esta atención para los desposeídos significa
atención médica completa y medicamentos gratuitos. Esto, señores, es imperativo
revolucionario y desdichados aquellos que pretendan retrasarlo inevitable, porque
estarán generando violencia que nadie puede querer.
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La limitación de tiempo impide formular otras consideraclones sobre temas de tanta

importancia como la lucha por la erradicación de endemias, recrudecimiento palúdico
con 287 casos en la provincia el año pasado, entre otras, y hechos de trascendencia
que debo soslayar, pero sin dejar de mencionarlo, tales como la protección a la vejez,
medidas del trabajo, invalidez, desocupación, riesgos de enfermedad y planes
analíticos que estamos estudiando y que oportunamente pondremos en consideración
de ustedes y el pueblo de la provincia.

Política Económica

Es necesario señalar, a grandes rasgos, cuál es la situación de la provincia en su

aspecto económico; como también señalar los medios para superar sus problemas
más urgentes y trazar los objetivos que nos proponemos alcanzar en nuestro gobierno.
Importa fijar claramente en qué condiciones recibimos la economía provincial. Este
panorama nos dará una cabal idea de la magnitud de la tarea a cumplir y nos permitirá
deslindar responsabilidades ante el pueblo de la provincia frente a la gestión de los
anteriores gobiernos.

Estos no han realizado, desde 1955 a la fecha, ningún esfuerzo firme y sostenido en
procura de la industrialización de la provincia, al punto que el 75 por ciento del
producto industrial de Salta es generado por sólo tres establecimientos; lo que
demuestra el raquitismo de la estructura provincia en este aspecto. Esto no es casual,
ya que la oligarquía nativa ha preferido volcar energía y esfuerzos en determinadas
zonas agrarias, sin preocuparse por un auténtico proceso de industrialización.

Mientras nuestra provincia languidece en función de una economía basada casi en el

monocultivo agrícola, nuestras hermanas Jujuy y Tucumán, han logrado crearlas
bases reales y ciertas de un proceso de industrialización. Todo esto aparece como una
consecuencia del comportamiento de esos grupos reaccionarios a través de la historia
provincial donde evidenciaron su temor a la industrialización porque saben que ésta
barrerá con sus privilegios.

Lo que decimos respecto a la industria es perfectamente aplicable al caso de la

minería. El 95 por ciento de la actividad minera de Salta está representada por la
extracción de petróleo, la que se encuentra en declinación ya que, si hace 10 años
contribuíamos con el 9 por ciento de la producción nacional de este hidrocarburo, el
porcentaje ha disminuido en la actualidad a sólo el 1,5 por ciento.

Pero la decadencia económica se muestra con mayor fuerza al señalar la situación de

la agricultura. En este momento se cultivan en Salta 157 mil hectáreas que
representan el 11 por ciento de la superficie total aprovechable. En este extensión sólo
7 regiones absorben el 90 por ciento del área cultivada (caña de azúcar, maíz, poroto,
alfalfa, trigo y sorgo granífero), mientras que 42 productos se ubican en el 10 por
ciento de la superficie restante.

Estas demuestran que la riqueza agraria de Salta es pobre y muchos deberán serlos
esfuerzos a realizar para extender las áreas de cultivos y diversificar los mismos.
Estas afirmaciones pueden ser sostenidas con una cifra que sirve para marcar a fuego
toda una política retardatoria, oligárquica y antipopular El valor de la producción
agrícola en la última década, tomada a precios constante de 1960, ha disminuido en
un 261 por ciento.

El panorama de nuestra ganadería no es más alentador. En 19301a provincia tenía

845 mil cabezas de ganado vacuno, veintidós años más tarde esas existencias se
habían reducido a 506 mil cabezas. En 1962 el consumo de carne vacuna por
habitante era de 50 kilos al año, en tanto que en 1971 ese consumo había caído a 38
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kilogramos anuales. Esta errónea política ganadera no sólo flagela los sectores más
desvalidos, sino que castiga la economía provincia. Al obligarnos a gastar
aproximadamente 3 mil millones de pesos moneda nacional por año para adquirir en
las provincias del Sur del país la carne que exige nuestro consumo. Necesitamos 15
millones de toneladas de trigo y sólo producimos 10 millones de toneladas. Lo que se
afirma en el sector agrario se multiplica hasta cifras increíbles en el área financiera con
la adquisición de servicios a través de estos circuitos.

Sobre este particular queremos ser absolutamente claros. La provincia, como

integrante de la Nación, padece la deformación colonialista impuesta por los centros
mundiales de poder, pero también, está sometida a otra forma de colonialismo puesto
en beneficio del Puerto de Buenos Aires y el Litoral Argentino, en función del cual nos
vemos obligados a cambiar materías primas sin ningún valor agregado, para recibir a
costa de un déficit monstruoso, bienes y servicios que producen otras zonas del país.

Reitero que recibimos el Gobierno de la Provincia con una economía del sector
privado endeble, no diversificada, con cifras que marcan disminuciones absolutas y
relativas de los índices de producción, agudizándose permanentemente esta situación
en virtud del deterioro de los términos del intercambio.

Otras causas concurren también a este deterioro, entre las que no se puede dejar de
mencionarla influencia negativa que ha tenido la depredación provocada por anteriores
gobiernos en reparticiones provinciales dedicadas a la atención de la obra pública;
promoviendo o tolerando el vaciado de la empresa provincial, de técnicos y equipos a
los efectos de favorecera costa del pueblo, la formación de una nueva oligarquía
empresarial, que amparada en leyes de gobiernos paternalistas, ha creado a su
sombra la casta de nuevos ricos por todos conocida.

El 11 de marzo los responsables de esta situación comparecieron a escuchar el

veredicto popular que ha sellado la suerte de toda una política realizada no sólo sin el
pueblo sino contra él también. Nos queda la tarea de dejar atrás ese ciclo y edificar in
rencores el nuevo orden ya definido.

Pero quede en claro que el pueblo de la provincia y sus representantes reciben una
economía agotada y postrada. El panorama en el sector público no es menos grave.
En 1955 la administración pública provincial presentaba 5.969 cargos públicos;
actualmente ese número asciende a 16.232 cargos. Esta es !a obra de quienes
acusaron al peronísmo de crear una frondosa burocracia.

En 1955 se abonaron 5.400.000 pesos moneda nacional en concepto de sueldos, o

sea el 43 por ciento de las derogaciones. Para el presente año se ha prevista pagar
más de 28 mil millones de pesos moneda nacional en concepto de sueldos, lo que
importa el 52 por ciento de las erogaciones, ya sin agregar a ello los 3.600 millones
que demandará la aplicación de un escalafón sancionado por el gobierno saliente a
pocos días de concluir sus gestiones, llegando así a que el 60 por ciento de las
erogaciones totales serán destinadas a sueldos.

Los empleados públicos, naturalmente, no son culpables de este deterioro. La

responsabilidad recae en quienes pudieron y debieron crear una economía dinámica,
creadora de fuentes de trabajo y no concebir el empleo público como un virtual seguro
de desempleo.

Podemos agregar algo más para poner en descubierto esta errónea política anterior.
Desde 1955 a la actualidad la deuda pública provincial ha crecido 100 veces, sin que
se conozcan las causas de este gigantesco endeudamiento. En 1955 la deuda pública
provincial era del orden de los 247 millones de pesos moneda nacional, mientras que
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nosotros recibimos una provincia con 21.700 millones de pesos moneda nacional en
concepto de deuda.

Resulta obvio señalar que nosotros no tuvimos la menor injerencia en la confección del
presupuesto de gastos y recursos para este año. La cifra del actual presupuesto nos
revela que en gastos de personal deberemos utilizar 28.600 millones de pesos
moneda nacional, o sea, el 56 por ciento del total de gastos, en tanto que para obras
públicas se estima apenas una inversión de 12 mil millones de pesos moneda
nacional, se dispone en este presupuesto de la ínfima suma de 900 millones de pesos.

En este panorama económico se despliega la vida de más de 500 mil salteños,

muchos de los cuales no han alcanzado los niveles mínimos de alimentación, vivienda
y cultura. Se impone, en consecuencia, una política económica que permita crear un
ámbito dentro del cual cada salteño pueda afrontar su propio destino, sin miedo hacia
el futuro y con la conciencia que se abre una brecha para alcanzar la dignidad y
felicidad de todos.

Como una de las medidas que se tomarán para alcanzar ese objetivo, debemos
señalarla industrialización, de manera de crear formas de absorción de la mano de
obra desocupada. La industrialización deberá permitir el crecimiento de la producción
agropecuaria y minera mediante la transformación de los productos de estos sectores.
Todo ello permitirá el surgimiento de técnicos y obreros que serán la mejor garantía
para evitar el retorno a una política ya superada.

Dentro de este plan y con el concurso de la actividad privada proyectaremos las

industrias de base en todas las áreas de la provincia, proyecto que tenemos
exhaustivamente estudiado. No se nos escapa la importancia de la consolidación y
desarrollo de la provincia como área de actividad turística permanente.

En lo que respecta al sector agropecuario buscaremos soluciones para los problemas

del riego integral, inestabilidad de los mercados y la incipiente tecnificación.

Apoyaremos la adopción y uso de técnicas modernas de explotación agrícola y los

productores merecerán el apoyo crediticio, mientras reduzcan costos y aumenten la
producción; buscaremos mercados externos y trabajaremos por la industrialización de
la producción agraria.

El crecimiento ganadero demandará programas que contemplen el aprovechamiento

integral de las áreas de monte y zonas de riego a fin de obtener un mayor rendimiento
de cabezas y carne por hectáreas, enfrentándonos con la distorsión que provoca los
minifundios y los latifundios improductivos.

En materia minera se continuará con la prospección sistemática para ubicar nuestras

reservas promoviendo, además, la industrialización de nuestros productos para crear
las condiciones de la futura industria de base.

A diferencia de los programas de los economistas liberales, el peronismo demostró

desde el gobierno, que es capaz de cumplir con lo que promete. Para ello apela a algo
fundamental, convertido en los últimos años en un factor olvidado por los tecnócratas.-
el respaldo popular y su energía revolucionaria. Con este apoyo podemos pensar en
revertir esta situación y en reconquistar la función social, objetivo irrenunciable del
Justicialismo. Porque para nosotros la industrialización no es un fin, sino sólo un medio
para el logro de esa felicidad y bienestar popular.

Con este apoyo impulsaremos los programas elaborados de los equipos técnicos.
Esos programas tienden a asegurar los medios financieros para el logro de estos
objetivos, al que se llegará también por medio de incentivos fiscales y crediticios, de
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forma de lograrla radicación de capitales en la provincia. En esta política seguramente

concurrirá en apoyo el gobierno nacional.

Pues somos conocedores de la fina sensibilidad popular puesta de manifiesto en el

interior de nuestro compañero presidente, doctor Héctor J. Cámpora, en el sentido de
que no habrá más provincias ricas y pobres, sino estados argentinos en un efectivo pie
de igualdad. Y no dudamos que este aporte será todo rápido y efectivo, como lo exige
la dramática realidad social de un pueblo olvidado durante 17 años.

En lo que hace al sector público, orientaremos su organización mediante la

incrementación de técnicas modernas que permitan alcanzar una dinámica eficiencia
del aparato del Estado. Someteremos a consideración de los señores legisladores un
proyecto, destinado a rever el presupuesto para el presente año, como también el Plan
de Obras Públicas, caótico y desordenado. Lo haremos pues estos dos aspectos de
nuestra política, son herencias con profundas distorsiones y fallas. Será necesario que
se otorgue al Poder Ejecutivo los medios necesarios para nivelar el presupuesto en
atención al elevado monto de la deuda pública. Buscaremos reducir el gasto público
en el largo plazo, de forma de adecuar su nivel al que indican los recursos normales.
También impulsaremos una reforma tributaria que cumpla funciones de promoción
económica y de equidad social.

Señores Senadores y Señores Diputados:

"CREAR UN ÁMBITO DENTRO DEL CUAL CADA SALTEÑO PUEDA AFRONTAR

SU DESTINO SIN MIEDO, HACIA UN FUTURO MEJOR"

He enunciado las pautas generales de nuestro gobierno. En la tarea a emprender

sacrificaré no sólo mis energías, sino mi carrera profesional; pensando que desde este
cargo puedo servir mejor a los intereses de la provincia, los ideales peronistas y a
nuestro pueblo. Lo que pueda rea/izar no será por falta de empeño o espíritu de
sacrificio, sabiendo que los anhelos del hombre son más limitados que su fuerza y su
capacidad.

Estoy dispuesto a darlo todo en esta empresa sabiendo que cuento con la
colaboración de ustedes y el masivo apoyo de la ciudadanía. El éxito el gobierno no
será el éxito nuestro, sino el de la patria.

Desde este momento prometo no ocultar jamás opiniones, dispuesto a afrontar en

cualquier terreno la discusión de los problemas que orientan al gobierno. Ningún
hombre puede actuaren la vida pública o privada sin ordenar sus actos a una doctrina,
buena o mala, discutible o no. La nuestra ya ha sido definida a lo largo de una larga
lucha.

Con nuestra fe puesta en el pueblo y la invocación dé Dios iniciemos esta etapa que
deberá serla del encuentro con nuestro destino: el de una Patria Socialmente Justa,
Económicamente Libre y Políticamente Soberana.
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El gobernador Miguel
Ragone asiste a la
procesión del Señor y la
Virgen del Milagro. Junto
a él, monseñor Carlos
Mariano Pérez, altos
prelados, funcionarios y
jefes militares de aquel
entonces,

Aspecto del estrado de

la Asamblea Legislativa
del 1 de mayo de 1974.
Ragone pronuncia su
mensaje. De izquierda
a derecha, Abraham
Rallé, presidente de la
Cámara de Diputados;
Roberto Chuchuy
secretario del Senado;
Miguel Ragone, el
senador Jorge Royo y
el vicegobernador,
Olivio Ríos.

Otro momento de la
Asamblea Legislativa, en
la que el gobernador
Miguel Ragone rindió el
habitual informe de
gestión.
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Miguel Ragone y Olivio

Ríos se estrechan en un
abrazo luego de que el
primer mandatario brinda
su informe y deja
inaugurado el período
legislativo de 1974.

El gobernador de la
Provincia, especialmente
invitado por el intendente
municipal Héctor Bavio,
visitó recientemente
algunas obras públicas
en la capital. En la foto,
funcionarios municipales
explican al doctor
Ragone aspectos básicos
del plan de
pavimentación de las calles del plan de vivienda construidas por el BHN en Tres
Cerritos. Puede apreciarse el automóvil Tocino que Ragone utilizaba en sus diarias
actividades, prescindiendo de custodia y coche oficial
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TESTIMONIO

FRANCISCO ROSAS, Lugarteniente del desaparecido ex gobernador

Posee un apellido capaz de trazar una línea transversal en la historia

del peronismo local. Francisco Rosas, dirigente ferroviario, ex
presidente del Banco de Préstamos durante el período 73/7-1, no se
deja vencer por los avatares del tiempo. Por aquel tiempo hizo debutar
en las lides partidarias a sus hijos Adolfo y Dante, dos reconocidos
dirigentes de esta fuerza política en la actualidad Y aquí lanza un
conmovedor testimonio sobre su vínculo político - afectivo con el ex mandatario del
que nada volvió a saberse desde el 11 de marzo de 1976.

¿Qué representó don Miguel para usted?

- El fue como mi "tata", mi segundo padre. Yo siempre fu i peronista, trabajaba en

Ferrocarriles Argentinos, así que cuando se llamó a elecciones en 1972 empezamos a
trabajar. Su nombre surgió casi de inmediato porque era muy bien apreciado entre la
gente. muchos lo conocían como médico y sabían de su trato cálido, muy humano. Yo
también lo conocí como médico, pero igualmente como presidente del club Libertad.
Libertad y el club porteño Huracán eran sus amores en cuanto a fútbol, incluso yo lo
acompañé varias veces a Buenos Aires a ver al "Globo".

¿Cómo se traslada esa amistad a la política?

- El grupo de afiliados peronistas que postulábamos su candidatura empezó a trabajar

para ganar la interna, se iba a los barrios, .las ciudades y pueblos de la provincia a
hablar con la gente. Hasta llegó ese día de 1972, cuando se hizo la reunión del
Congreso del justicialismo en el Centro Argentino (Sarmiento al 200). Ese día había
106 congresales, la cosa estaba muy peleada; hasta que a de las seis de la tarde se
hace un cuarto intermedio y empiezan a definirse las tendencias. Por ejemplo.
Lovaglio tenía 4 congresales que se inclinan por Ricardo Durand, pero al final
terminamos ganando nosotros. Ragone me dijo después que ese día se había
despertado con la sensación de poder triunfar y así fue.

¿Y las listas se armaron deforma tal que no hubiera descontentos?

- Sí, claro, era una tradición en el peronismo que estuvieran representados todos los
sectores sociales que integraban el movimiento. Yo integré a varios en los cargos de
diputados y senadores, tanto nacionales como provinciales. Terminamos de armar la
lista con otros nombres, hasta que quedó completa, y entonces Corimayo me pregunta
"¿Qué vas a hacer vos, que armaste parte de la lista y te olvidaste de ponerte?". Pero
a mí no me importaba, yo quería que todo saliera bien y que fuéramos a la elección
general, ya que tenía la convicción que podíamos obtener un gran triunfo, como
rrealmente sucedió.

¿De qué manera empiezan luego los rumores sobre malestar interno en el
peronismo?

- Un día Ragone me llama a las siete de la mañana a la casa de Gobierno, diciéndome

que tenía órdenes para cumplir. Curado llego me invita un café y me dice "Sos el único
que se salva aquí". Después cerró la puerta, explicando que no estaba para nadie. El
era sencillo, humilde y tranquilo; pero cuando se enojaba era muy bravo. Había
problemas internos en el gobierno y en el partido, con muchas traiciones, jugadas
bajas. Hasta que un día lo llama el ministro Rocamora y le dice que si no cambiaba el
rumbo lo intervenían. Estábamos en un acto en el Banco de Préstamos el día que
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Ragone me dice que ya estaba en Salta la gente enviada de la nación para ocuparse
de la intervención. El me dijo que iba a salir por la puerta grande, justo lo que hizo. Eso
me hizo acordar una vez que fuimos en tren hasta San Antonio de los Cobres, junto
con algunos diputados provinciales. Al saludar al comandante de Gendarmería, éste
se sorprendió porque no llevaba custodia, a lo que Ragone se encogió de hombros y
le contestó: "yo nunca le hice nada a nadie, no tengo nada que temer".

Por ese entonces, no sabía cuán dura podía ser la respuesta...

- ¿Quién hubiera imaginado semejante acto criminal? Cuando lo mataron yo fui uno de
los primeros que llegó al lugar donde se encontró el auto; no podía creer que hubieran
hecho una atrocidad como esa. Me quedó grabada la imagen de su mocasín en medio
de un charco de sangre y la piba de don Miguel que gritaba "papito'" en medio del
llanto.