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La esencia de la moral.

Informe #2.
La moral en sí tiene muchas conceptos que han tratado de darle definición. Sin
embargo, en este sentido podemos decir que la moral es un conjunto de normas
aceptadas libre y conscientemente, que regulan la conducta individual y social del
hombre. La moral tiene como propósito regular la conducta del hombre en la sociedad.
Es de donde se guía la ética para ser llamada una disciplina filosófica.
Con la moral como norma en nosotros mismos podemos realizar el valor de lo bueno
y así nos diferenciamos de los demás por nuestra conducta. Un hombre moral es aquel
que vive en concordancia con las costumbres de la sociedad, o sea aquella persona que
se adapta a la moral en la cual conviven en dicha sociedad. Para que la moral sea guía
de la colectividad se necesita de varios elementos como lo son: las normas o códigos
que regulen nuestras acciones como sujetos libres y conscientes para acatar dichas
normas, además de los valores inherentes que traen consigo.
En el ámbito de la moral podemos decir que la moral comprende un doble aspecto:
el individual y el social. En el individual, la persona actúa de manera propia sin la
participación de la sociedad y en el aspecto social la persona se comporta en conjunto
con la sociedad. El aspecto individual y social están estrechamente ligados ya que en
última instancia el ser humano es un ser social o un animal político como decía
Aristóteles.
Con respecto a la moral y su relación con otras actividades humanas nos lleva a
la comparación de la moral con otras actividades humanas o formas de vida tal y como
lo es con:
 La relación que se establece entre la moral y la religión, es que la religión
tiene la función de moralizar al hombre, podríamos decir también que en la
religión se rigen por un código moral, contenido ya sea implícita o explícitamente,
como por ejemplo Los Diez Mandamientos, una expresión clásica entre moral y
religión. La norma moral tiene un origen religioso, sobrenatural, además de ser
ahistórica (que no depende de cambios en los sucesos de la vida). En la religión la
norma moral tiene un origen religioso sobrenatural. Es histórica , este no depende
de lo sucesivos cambios que se producen en la vida real. Las pasiones, los
maquinadores intereses de los hombres que afectan su comportamiento real no
hacen mella a la norma moral (o norma religiosa), que se mantiene intacta.

Las relaciones entre moral y religión se hacen patentes en las regiones


primitivas los dioses no son propiamente portadores de cualidades morales
elevadas , ni desempeñan funciones legislados con claros fines éticos , sino que ,
más bien se interesan por él cumplimiento de practicar rituales (sacrificio , ofrenda
, ceremonia etc).

 Con respecto a la relación de la moral y la política, en la antigüedad ambas se


identificaban en su totalidad. según Platón y Aristóteles la política no es mas que
un coronamiento o un apéndice de la ética. Platón consideraba que el hombre más
capacitado para dirigir los destinos de la polis eran los hombres sabios y prudentes;
él mismo afirmaba que el hombre necesitaba de la polis para alcanzar la virtud, de
los cuales sólo unos pocos como lo son los sabios podían alcanzarla. Para
Aristóteles el bien político es el más alto de los bienes humanos, de acuerdo a su
doctrina en fin de la ética y el de la política es el mismo. Sin embargo, luego con
los pensamientos éticos de los cínicos, estoicos y epicúreos la unión entre la
política y la ética se debilitó, dando pasó al individualismo y cosmopolitismo; por
ejemplo, según los epicúreos la sociedad es una creación convencional y oposición
el hombre es el miembro del universo antes que la de polis.

Una diferencia notable entre la política y la moral, es que esta primera tiene una
abarca una amplia vida en la sociedad, en cambio la moral se concentra en el
desarrollo de la conciencia del individuo mismo, estableciendo relaciones más
personales. Así como la política puede vincularse con la moral, pues también lo
hace la actividad política con respecto a la formación moral de los ciudadanos tal y
como lo plantea Platón y Aristóteles; aunque incluso puede darse de forma
separada y hasta opuesta. Las actividades políticas en sí son indiferentes a los
preceptos morales, siendo su único anhelo el poder político, esto se puede ver en la
percepción que tiene Maquiavelo en sus obras teniendo una tendencia de realismo
político, a este no le importa recurrir a medios que vayan en contra de la moral. La
relación entre moral y política deben buscar un punto, es decir un equilibrio, tal y
como afirma Adolfo Sánchez. Este equilibrio entre ambas se representa con un
realismo político y un moralismo abstracto, dando como resultado una estable
relación entre la política y la ética.

 La relación entre la moral y la ciencia consta de dos actividades que se


complementan, la ciencia siempre ha estado llamada a mejores la naturaleza y
condiciones de vida del hombre. Por ello, estas se vinculan en cuento a la medida
en que una tarea científica puede estar encaminada a fines sociales o morales. La
ciencia debe estar llena de contenido moral y no puede ser indiferente a sus fines
(como por ejemplo con la creación de la bomba atómica), ya que puede soslayar
consecuencias morales en sus descubrimientos.

Tal y como plantea Mario Bunge, que es considerado el filósofo de la ciencia


en su obra “Ética y ciencia” se concluye que la moral y la ciencia no están
divididas, además que la ciencia en su conjunto no es éticamente neutral, lo que
ocurre es que esta tiene un código moral que no coincide con el de algunas
sociedades, el cual es iluminista y autónomo, en donde los valores morales y las
reglas del método científico se controlan recíprocamente. Según Bunge la ciencia
contiene como principios: honestidad intelectual, independencia de juicio, coraje
intelectual, amor por la libertad sentido de la justicia; virtudes que el oficio de
conocer exige y refuerza mucho más que el oficio de la ley, debido a que surgen de
un código interno autoimpuesto que responde a la mecánica de la investigación,
depende de una sanción exterior y acompañan la búsqueda de la verdad, tanto la
ciencia como en las humanidades, sin embargo, más en la primera por su rigor
lógico.
 La relación que se da entre la moral y el arte ha sido muy discutida, esto se ve
en algunas teorías como el arte por el arte, en donde este se impone como
autónomo e independiente; según los puristas el mismo no es un vehículo
moralizador ni ideológico sino un medio para lograr la expresión artística. El
artista, como creador ha de sentirse libre y responsable hacia su obra, de lo
contrario traicionaría su propio sentir del arte en nombre de una moral mal
entendida, y actuaria contra la moral. La única solución que existe para que el
artista actúe de acuerdo con la moral, no es modificar su obra, sino cambiar él
mismo, vivir los ideales que no quiere dañar y conseguir hacerlos tan propios, que
al crear pueda ya olvidarse de ellos, confiando en que nunca encontrará belleza en
algo contrario a sí mismo. Su amor a Dios y a los hombres se habrá convertido en
una exigencia subjetiva, que su arte tendrá que respetar. Y para poder respetarlo,
su arte deberá elevarse. Por ejemplo, kant sostiene la tesis del desinterés, la idea de
que el arte obedece una finalidad sin fin; el arte no tiene contenido ideológico.
Frente a la Concepción del arte por el arte, está la tesis que sostiene que el arte
no solo debe ser apreciado en función de su forma, sino sobre todo por el valor de
su contenido. Si ellos es así, entonces el arte no es indiferente a la moral. Desde el
punto de vista la moral, la tragedia tiene un valor formativo. En la tragedia se ve a
los hombres mejores de lo que son. La tragedia es la cumbre del arte. El héroe
trágico se encamina hacia un desenlace desdichado. El arte, al reflejar la vida
humana en todas sus manifestaciones, pueden acércanos a esta.

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