La Fiscalía General de la Nación denunció ante el Ministerio de Educación que múltiples

universidades públicas de Bogotá, Santander, Pereira, Nariño, Tolima, Cali, Atlántico y

Cúcuta están siendo infiltradas por disidencias de las Farc y organizaciones clandestinas
vinculadas al Eln.
Según lo que dice el fiscal, este tipo de organizaciones estarían al interior de
universidades públicas adoctrinando jóvenes y consolidados estructuras terroristas
urbanas, para así afectar la seguridad ciudadana y el orden institucional del país, mediante
la incentivación de protestas sociales violentas que comprometan a la población
estudiantil
esas milicias buscan ejercer influencia en espacios académicos como las universidades, se
encargan de urbanizar el conflicto, aprovechar la protesta social para realizar desmanes y
enviar mensajes subversivos, así como para realizar labores de inteligencia política y
contrainteligencia, para infiltrarse en las entidades del Estado, instituciones de las Fuerzas
Militares, así como en las organizaciones políticas partidarias para impulsar la protesta
social, e incluso para realizar asesinatos selectivos y llevar a cabo acciones de violencia
urbana
. el 15 de agosto de 2018, aprovechando que el país recién posicionaba al presidente Iván
Duque. Durante el discurso en la plaza central de la Universidad Nacional, unos 12
encapuchados anunciaban: “Somos Farc ejército del pueblo, no esa Fuerza Alternativa
Revolucionaria del Común que puso en venta esos grandes hombres, que puso en venta a
Alfonso Cano…” mientras en la Universidad Distrital de La Macarena se enfrentaban otros
más contra el Esmad. el 1 de septiembre de 2018, el renaciente Movimiento Bolivariano sacó su
primer comunicado público.

“Acá estamos quienes nos recogemos en los ideales farianos y el proyecto político de las
FARC-EP, de igual forma manifestamos que no reconocemos, ni nos representa la
dirección del partido de la Rosa, ni sus curules obtenidas mediante la capitulación de la
organización, pues fueron los mismos que traicionaron más de 54 años de lucha y
resistencia los que hoy se sienten con la moral y autoridad para desprestigiar y criticar
nuestra decisión de continuar en la lucha clandestina.

Por lo tanto queremos manifestar que aquí está vital y listo el MOVIMIENTO
BOLIVARIANO para continuar su avance en la construcción de la nueva Colombia. Las
acciones del pasado 15 de agosto en la universidad nacional realizadas por uno de
nuestros comandos es apenas el abre bocas de una lucha sin cuartel que llevaremos a
cabo en los campos y ciudades por la defensa de los derechos y libertades que se han
negado y que se vienen negando al conjunto del pueblo colombiano”.
Otro claro ejemplo de presencias de grupos armados que se vive el departamento en el
atlántico, fue el pasado 8 de julio del 2019 donde fue hallado Un artefacto explosivo en
uno de los baños de hombres en el campus de la Universidad del Atlántico. Dicho
artefacto contaba con la capacidad de detonar en un rango de 5 metros, pero se contó
con la presencia del Grupo Antiexplosivos de la Policía Metropolitana de Barranquilla que
detonó de manera controlada la bomba.
También pudimos presenciar un incendio en el mismo bloque donde se halló el artefacto
explosivo, el fuego se presentó en el salón 506 durante los actos de conmemoración de la
Semana de la Memoria. Los estudiantes, que estaban reunidos en las gradas de la cancha
de softbol, denuncian que no se explican quiénes pudieron haber iniciado la conflagración,
pues "ellos estaban honrando a las víctimas"

Un estudiante resultó herido al intentar apagar las llamas, pues -según denuncian los
estudiantes- el salón fue cerrado con llave y tuvieron que romper las ventanas para
ingresar. En el tablero del aula 506 D hay un mensaje que dice: "A la guillotina"(la cual es
una máquina que se utilizaba para decapitar personas).

Podemos llegar a la conclusión de que en Colombia el reclutamiento de universitarios

por parte de la guerrilla es una realidad creciente , a la cual se le tiene que
mostrar interés. Cabe resaltar que actualmente en Colombia no existe una concepción
político – estratégica respecto a las milicias y a los problemas de reclutamiento y
radicalización en las universidades por parte de los actores criminales como las guerrillas.