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Estructura Quiastica 44
La Forma “Pactual” de las Cartas a las Siete Iglesias. William H. Shea Andrews, U. 47
Seminary Studies Vol.21, nº1.
La Victoria final de los Santos Sobre las Fuerzas del Mal. William G. Johnsson 92
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PRIMERA SECCIÓN
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pronto tendrán real significado y reconocimiento. Nos tornaremos ahora al registro de sus
convicciones respecto al canon del Nuevo Testamento.”
En el Estudio del testimonio de los escritos líderes de la iglesia primitiva concerniente
a la posición del Apocalipsis dada aquí, la evidencia apoyará la declaración impresionante de
Wescott acerca de al canonicidad del Apocalipsis: "Todo el testimonio de los primitivos
Padres Latinos sobre la autoridad del Apocalipsis es así decidido y unánime".
Justino Mártir. (Siglo segundo), primer padre de la iglesia anti-nicena, que nació en
la colonia romana de Flavia Neápolios, pero de cuya raza actualmente se conoce poco. El cita
el cumplimiento de las profecías de las Sagradas Escrituras como la única prueba del
Cristianismo. Además, de los Evangelios, el Apocalipsis es el único de los otros libros del
Nuevo Testamento que Justino cita por nombre y que adjudica a Juan, el apóstol: "Y hubo un
cierto hombre con nosotros, cuyo nombre es Juan, uno de los apóstoles de Cristo, quien
profetizó por revelación que se le dio, que quienes creyeran en nuestro Cristo morarían por
mil años en Jerusalén".
Melito. Un fragmento similar de Melito, obispo de Sardis (año 170 D.C...¿?), quien
habla del "Antiguo Testamento" para implicar así a los libros del Nuevo Testamento como
colección, escribió un tratado sobre el Apocalipsis.
Ireneo, obispo de Lyon (año 202 D.C.) lo utiliza como la obra de "Juan el discípulo
del Señor" y "hace frecuentes alusiones al Apocalipsis en su obra Contra las Herejías (4,20;
5, 35, etc.) Para combatir la variante del número de la bestia, 616 en lugar de 666 (Apoc.
13:18), invoca Ireneo "el testimonio de los que han visto a Juan cara a cara" (5,30; comp.
Eusebio, Hist. Eccles. ; 5,8.). Las iglesias mismas buscan en el Apocalipsis los consuelos de
que tienen necesidad en medio de sus tribulaciones. La carta que las Iglesias de Lyon y de
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Viena en el Delfinado dirigieron a las iglesias de Asia, para contar la firmeza con que sus
mártires habían soportado la persecución en 177, toma del Apocalipsis sus grandes figuras.
Esta persecución es obra de "la bestia" (Apoc.cap. 13).
Los que han sufrido son "los fieles de Cristo, que siguen al Cordero adondequiera que
vaya" (Apoc.14:4; pero, con humildad profunda, rechazan el título de mártires (testigos),
reservándolos a Cristo, "el testigo fiel y verdadero, el primogénito de entre los muertos, el
principio de la creación de Dios"(Apoc. 1:5; 3:14). La sangre de ellos derramada "excitaba
cada vez más el furor del legado romano y del pueblo, semejante a la ira de una bestia".
Debía ser así "a fin de que la escritura fuera cumplida". Y "la escritura" a que se alude, es
rvado en su Historia Eclesiástica, 5,1 sig.)" (Cita tomada del "Comentario del Nuevo
Testamento", IV Hebreos=Apocalipsis, p. 384). Ireneo cita repetidas veces al Apocalipsis
como la obra del apóstol Juan (Haereses 4., 20:11; 4., 21.3; 4., 30.4; 5., 36:1; 5., 30.3; 5.,
35.2). En 5., 30. 1, aludiendo al número místico de la bestia (13:18), hallado en todas las
copias antiguas, dice: "No aventuramos una teoría confidente tocante al nombre del
Anticristo; porque si hubiese sido necesario que su nombre fuese proclamado abiertamente en
la actualidad, hubiera sido declarado por aquel que vio la visión apocalíptica; porque fue vista
no hace tanto tiempo atrás, sino casi en nuestra generación, hacia fines del reinado de
Domiciano". (Cita tomada del "Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia", tomo II, p.
757.
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Dives Salvus, sec. 42, menciona el retorno de Juan de Patmos a Éfeso después de la muerte
del tirano romano". (Cita tomada del "Comentario Exegético de la Biblia", p. 757)."Aquel
que a pesar de no ser honrado aquí en la tierra con el primer asiento, se sentará con los
veinticuatro que están sentado en tronos, para juzgar a los pueblos, como dice Juan en el
Apocalipsis" (Citado de "The New Testament of Our Lord and Savioesus Christ", Valle. VI,
p. 958.
Origen, de Alejandría (año 254 d.C.) declara de una manera similar que fue Juan el
apóstol, evangelista y profeta quien escribió el Apocalipsis. Es frecuentemente citado por él.
Parece no haber tenido duda alguna acerca de su autenticidad. En su comentario sobre el
evangelio de San Juan, dice de esta manera: “Por lo tanto Juan, el hijo de Zebedeo, dice en
Apocalipsis". (Cita de "The New Testament of Our Lord and Savior Jesus Christ" Valle. VI,
p. 958.
Cipriano, obispo de Cartago (año 258 D.C.) admite que el libro pertenece a las
Sagradas Escrituras, sin embargo, no menciona el autor.
Hipólito, designado obispo de Porto (año 236 D.C.) y Victorio de Pettau (año 303
D.C.) atribuyen a Juan, el apóstol, el Apocalipsis y cada uno escribió un comentario sobre él.
Dionisio, obispo de Alejandría (años 247-265 D.C.), sucesor de Origen como cabeza
de la famosa escuela catequista allí, se involucró en una extensa discusión sobre la autoridad
canónica del libro de Apocalipsis. Para algunos pareciera que, después de haber sido casi
universalmente aceptado por los padres, el Apocalipsis llegó a ser desacreditado
temporalmente por la posición que asumió Dionisio en contraposición a los quiliastas
(chiliasts), o mileranistas (millenarians), quienes sostuvieron que los santos reinarían con
Cristo visiblemente en la tierra por mil años. Algunos de estos puntos de vista extremos,
basados en otras fuentes, pero conectados con los mil años de Apocalipsis 20, eran tan
repugnantes para algunos que los condujeron a dudar de la autoridad del libro y a
menospreciar su valor. Dionisio declara que antes de su época, algunos habían rechazado el
Apocalipsis, y lo atribuyen a Cerinto, sin embargo, él mismo dice creer que fue escrito por un
hombre inspirado, que no es el apóstol Juan. Escribe así acerca del Apocalipsis de Juan:
"Algunos de los que nos precedieron, repudiaron totalmente y refutaron este libro,
contradiciendo cada uno de sus capítulos y demostrando que había sido escrito sin ningún
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sentido y raciocinio. Dicen además que el título del libro es falso. Pues el autor no es Juan.
Que tampoco es una revelación, pues está oculta bajo el velo tan espeso y tan opaco de
ignorancia. Y aseguran que, no solamente ninguno de los apóstoles, sino ninguno de los
varones santos y eclesiásticos, fue autor del libro. Pues Cerinto, fundador de la secta de su
nombre, queriendo prefijar a sus invenciones un nombre de gran autoridad para inspirar
confianza, puso a su obra el título de Juan. Fue opinión de Cerinto que había de existir un
reino terreno de Cristo; y que ese reino había de cimentarse principalmente en aquellas cosas
que él con preferencia deseaba, como hombre carnal y entregado a las voluptuosidades
corporales, a saber. En la satisfacción del vientre y de los órganos que están bajo el vientre,
es decir, en la comida y la bebida, en las nupcias y en aquellas otras cosas con las cuales
estimaba él podrían cohonestarse aquellas, con las fiestas sacrificios y la masticación de las
hostias. Pero yo no me atrevería a rechazar absolutamente ese libro, principalmente porque
muchos de los hermanos le tienen en gran estima. Concibiendo yo la misma opinión acerca
de él, como que excede la capacidad de mi sentido, estimo que oculta inteligencia arcana y
claramente admirable de cada una de las cosas, Porque, aunque yo no lo entiendo, sospecho
sin embargo que un sentido más alto se oculta bajo las palabras. Yo no las mido y estimo
según mi juicio; sino, dándole más fe, considero son más sublimes para que yo pueda
percibirlas. No condeno las cosas que no puedo entender, pero por ello admiro más lo que no
puedo alcanzar". Por otra parte, una vez examinado íntegramente el libro de la revelación,
tras haber demostrado muy abiertamente de que de ninguna manera puede ser entendido
conforme al sentido obvio de las palabras, añade: "Terminada su total predicación, el profeta
llama bienaventurados, ya a sí mismo, ya a los que la guardaren. "Bienaventurados -dice- , el
que guarda las palabras de la profecía de este libro; y yo Juan que he visto y oído estas cosas".
(Apoc. XXII, 7,8). Así pues no niego que se llama Juan y que el libro ha sido escrito por
Juan. Pues confieso que es obra de un varón santo e inspirado por el divino Espíritu. Pero no
concedería fácilmente que ese Juan es apóstol, hijo de Zebedeo, hermano de Santiago, el autor
del Evangelio que se Titula "Según Juan" y de la Epístola católica". (Cita tomada de Historia
Eclesiástica, Eusebio de Cesárea, pp. 384-385).
"No puede admitir que el Apocalipsis sea de Cerinto, pero supone que ha sido
compuesto por otro Juan, cuya tumba veía en Éfeso al lado de la del apóstol. Establece su
tesis mostrando con mucha fuerza las diferencias esenciales que hay entre el Apocalipsis y el
evangelio y que no permiten, según él, atribuir ambas obras al mismo autor. Bajo la
influencia de las objeciones de Dionisio, la iglesia de Oriente vaciló hasta el siglo quinto en
reconocer la autoridad apostólica del Apocalipsis. Se puede uno preguntar si la oposición que
la iglesia de Siria hizo por largo tiempo a este libro es debida a esta influencia o a otras
causas. El hecho es que no se lo encuentra en las más antiguas versiones siriacas, y en
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particular en la Peschito". (Cita tomada del "Comentario del Nuevo Testamento" IV Hebreos
- Apocalipsis, p. 384).
No obstante, aún hasta el siglo cuarto el libro de Apocalipsis fue casi universalmente
aceptado, sin que ningún escritor notable lo cuestionara. La mayoría lo atribuyó a Juan, el
apóstol.
Metodio, a quien se menciona algunas veces como obispo de Tiro (año 309 D.C.),
recibió el Apocalipsis como parte del "bendito Juan" como poseyendo indiscutible autoridad;
y Panfilio (año 39 D.C), presbítero de Cesárea y amigo de Eusebio, al comienzo de una obra
que lleva su nombre, declara su creencia de que el Apocalipsis es la obra de Juan.
Wescott resume el status del Apocalipsis a fines del siglo tercero: “Sin embargo uno
de los libros disputados fue aceptado sin distinción tanto en el Oriente como en Occidente (las
iglesias griegas y latinas). Con la sola excepción de Dionisio, todo el testimonio directo
desde Alejandría, África, Roma y Cartago testifica de la autoridad apostólica del Apocalipsis.
Cirilo de Jerusalén (año 386 d. C.) y Gregorio de Nazianzus (año 389 D.C.) lo
excluyen; sus contemporáneos, Amfiloco de Iconio, lo rechaza, sin embargo, menciona una
diferencia de opinión; y Crisóstomo de Constantinopla (año 407 D. C.) escasamente lo cita
(a pesar de que debe haberse familiarizado con él), y Suidas le da importancia al aceptarlo
como apostólico.
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(siglo sexto), que omite el catálogo, y la posterior (siglo noveno), que lo contiene, excepto en
dos copias.
Los manuscritos siriacos (siglo sexto o séptimo), dice Wescott, cambian la línea: Los
tres contienen el 59% canon sin el catálogo. Hubo otras colecciones y sinopsis que omiten la
referencia al catálogo.
Wescott concluye, por lo tanto:
"Como un todo, no se puede dudar de que la evidencia externa esté decididamente en
contra de la autenticidad del Catálogo como una parte integral de los Cánones de Laodicea, ni
que alguna evidencia interna pueda considerarse como suficiente para explicar su omisión en
Siria, Italia y Portugal, en el siglo VI, la hubo.
De esta manera, la evidencia del catálogo de Laodicea es neutralizada materialmente
debido a la "nube" sobre la autenticidad del párrafo de su último canon.
Eusebio de Cesárea (año 340 D.C.), algunas veces llamado el "Padre de la Historia
de la Iglesia", después de hacer una lista de los libros del Nuevo Testamento reconocidos,
nombra "si es que pareciera apropiado realmente, al Apocalipsis de Juan" al final de los
"escritos aceptados"; sin embargo, declara que la opinión concerniente a esto está dividida ya
que algunos cuestionan el libro y otros lo reconocen como entre los "libros aceptados". La
lectura personal de la Biblia por parte de Constantino lo indujo a encargarle a Eusebio que le
preparara cincuenta copias de las divinas Escrituras que se escribieron en cueros preparados
especialmente por hábiles artesanos, para ser usados en la nueva capital. El celo de
Constantino ejerció una poderosa influencia sobre la iglesia griega. La diferencia entre las
epístolas controvertidas y las aceptadas había concluido ampliamente; sólo algunos tenían
ciertas dudas acerca del Apocalipsis.
Atanasio La epístola de Pascua escrita por Atanasio (año 367 D.C.), enumera los
libros del Nuevo Testamento, incluyendo el Apocalipsis. En el año 393, el concilio de
Hipona en África del Norte incluyó el Apocalipsis en el Nuevo Testamento; del mismo modo
sucedió con el tercer concilio de Cartago, año 397, en el cual estaba presente Agustín. En
éste, se reestablecieron los cánones de Hipona, se enumeraron los libros de las Sagradas
Escrituras, cerrándose la lista con el "Apocalipsis de 'Juan'" y se declaró que este era el
catálogo de los libros "recibidos de nuestros padres", para "ser leídos en la iglesia".
Cirilo de Jerusalén (año 386 D.C.) "Catechesis 4.35, 36, omite el Apocalipsis al
enumerar las Escrituras del Nuevo Testamento a ser leídas así privada como públicamente.
"Todo lo que no se lee en las iglesias, no lo leas tú ni a solas; los apóstoles y antiguos obispos
de la Iglesia (sic) que nos las transmitieron eran mucho más sabios que tú". Vemos que en el
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día de Cirilo no se leía el Apocalipsis en las iglesias. Sin embargo, en Cathecis 1.4 él cita
Apocalipsis 2:7,17; y en catequesis 1,15.13, saca del 17:11 la declaración profética de que el
rey que ha de humillar a tres reyes (Daniel 7:8,20) es el octavo rey. En caps. 15-17 asimismo
cita Apocalipsis 12:3,4. Alford conjetura que Cirilo en algún período cambió su opinión, y
que estas referencias al Apocalipsis representan faltas de memoria por las que retenía la
fraseología que pertenecía a sus opiniones anteriores, no a las subsecuentes. La iglesia
Oriental en parte dudaba del Apocalipsis: La Occidental, después del siglo quinto reconocía
universalmente.
Gregorio de Niza (fines del siglo cuarto) menciona el Apocalipsis de San Juan como
parte de las Escrituras; y Basilio de Cesarea año 379 D.C.) lo nombra como la obra de Juan,
el apóstol.
Epifanio (año 403 D.C.), obispo de Constancia en Chipre, en su obra contra las
herejías, entrega un canon del Nuevo Testamento que contiene nuestra lista completa; a pesar
de que él menciona las dudas de otros referentes al Apocalipsis, lo incluyó sin vacilación,
aceptándolo como el "don espiritual" del santo apóstol.
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Y el notable Jerónimo (año 420 d.C.), estando en conocimiento del punto de vista
contrario acepta, sin embargo, el Apocalipsis "siguiendo la autoridad de los antiguos
escritores".
Este era también el juicio de la iglesia de Roma, ya que Jerónimo había iniciado su
obra sobre las Escrituras a petición del obispo de Roma y su canon fue publicado nuevamente
por los Papas posteriores. Este juicio fue confirmado también por Ambrosio en Milán,
Rufino en Aquilea, y Philastrius en Brescia.
Los registros de las iglesias Siria, Abisinia, Armenia y Georgiana son más
fragmentarios e insatisfactorios como es natural, las iglesias de habla Siria de Mesopotamia,
Siria y Palestina tendían a seguir el canon de la versión Peshitta de la Biblia. Este no contenía
el Apocalipsis y varias epístolas, Junilio, un obispo de África en el siglo sexto, nos relata que
las escuelas de Nisibis en Siria enseñaban la Biblia, y al enumerar los libros, dice que existían
muchas dudas entre los cristianos de Oriente respecto al Apocalipsis. Efraín, el Sirio (año
373 D.C.), de Edessa, cita sólo una vez el Apocalipsis en sus obras siriacas existentes, a pesar
de que el texto griego de éstas, si es auténtico, demuestra que usó todos los libros de nuestro
canon del Nuevo Testamento alrededor del año 750 D.C., encontramos a Cosmas de
Jerusalén, quien omite el Apocalipsis, sin embargo, su contemporáneo y amigo, Juan de
Damasco enumera nuestro canon completo.
Hubo dos revisiones de la versión Peshitta en el siglo sexto y séptimo, la Philoxenian
y la Harkleian. La fuente de información ha sido tan escasa que las autoridades difieren; no
obstante una de estas últimas revisiones agregó las cuatro epístolas menores (2ª Pedro 2 y 3ª
Juan, Judas) y el Apocalipsis. La primera de éstas fue hecha por Policarpo bajo la
autorización de Philoxenus, obispo de Mabug, en Siria Oriental, el año 508 d.C. De esto, se
editaron en Europa el año 1630 las cuatro epístolas generales menores, sin embargo, el
Apocalipsis de esta versión no fue publicado hasta el año 1987.
Continuando con la lista de nombres en Occidente que testifican del Apocalipsis
después de Agustín, encontramos a Eucherius de Lyon (siglo quinto), Casiodoro de Italia
(siglo sexto) Bede de Inglaterra (siglo séptimo, Sedulius de Irlanda (siglo octavo o noveno), y
así muchos otros. Pero esta multiplicidad de nombres es innecesaria; los testigos recientes
son menos importantes que los primitivos. Es digno de considerar que los obispos africanos
del siglo cuarto, tanto como Jerónimo, decidieron el asunto en base a lo que habían recibido
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de sus padres. Wescott señala que "el Apocalipsis fue reconocido desde el comienzo como
una obra del Apóstol en los distritos más inmediatamente interesados en su contenido", es
decir, en Asia Menor, y que aún las epístolas controvertidas fueron generalmente aceptadas
exactamente en aquellos lugares donde se suponía que debían ser más conocidas.
(La siguiente información fue extraída del "Comentario del Nuevo Testamento" IV
Hebreos-Apocalipsis de L. Bonnet y A. Schroeder, pp. 385-387 (220.7 B64). Además, se ha
traducido parte de la obra "The Theology of Martín Luther" de Paul Althaus, pp. 82-85.)
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Estaba dentro del canon que Lutero practicara criticismo teológico de su parte. La
norma de este criticismo es la misma de su principio de interpretación, es decir, Cristo: el
Evangelio de la gracia gratuita y de la justificación por la fe sola.
Esto es lo que Lutero quiere decir cuando declara que la norma es "aquella que es
apostólica". El concepto de apostolicidad de Lutero se basa no sólo en un factor histórico, es
decir, que Cristo mismo llamó y envió a un grupo de testigos. Mejor aún, está determinado
por el contenido del libro. Un apóstol demuestra que lo es por medio de su clara y pura
predicación de Cristo como su Salvador. "Es la labor de un verdadero apóstol predicar acerca
del sufrimiento, resurrección y obra de Cristo. Esto demuestra si el apóstol es inspirado por el
espíritu Santo; y le da autoridad e infalibilidad. Ya que la autoridad apostólica se manifiesta
a sí misma en el evangelio de los apóstoles, la iglesia reconoce la autoridad de las Escrituras
como teniendo base, no en la persona de los apóstoles sino en la Palabra de Dios o evangelio
que testifica de si mismo. El carácter apostólico de un autor del nuevo Testamento se
manifiesta por sí solo en el contenido de sus escritos y en la claridad de su testimonio de
Cristo.
Lutero aplica ahora esta norma o criterio a los libros canónicos. "Todos los libros
auténticos concuerdan en predicar a Cristo". Permite que el canon permanezca tal como fue
establecido por la iglesia primitiva. Evalúa los libros de acuerdo con la norma de su
contenido apostólico. "Esta es la verdadera prueba de todos los libros, cuando vemos si es
que predican o no a Cristo. Porque todas las Escrituras nos muestran a Cristo (Rom. 3:21) y
Pablo no sabía otra cosa, excepto Cristo (1ª Cor. 2:2). Sea lo que sea que no enseñe a Cristo,
ciertamente no es apostólico, aunque lo enseñe San Pedro o San Pablo. Y cualquiera que
predique a Cristo, sería apostólico, aun si fuera Judas, Ananías o Pilato o Herodes el que lo
estuviera haciendo". Si esta característica no está presente o es inadecuada en cualquiera de
los escritos canónicos, como lo es por ejemplo, en Santiago, entonces el autor no puede ser un
apóstol. Para, Lutero "predicar" a Cristo significa proclamar que el Cristo crucificado y
resucitado es el Salvador y que la salvación que él concede se recibe por medio de la fe sola.
Lutero está tan seguro de esto, como de la interpretación de las Escrituras, que no
creyó que se estuviera aproximando al canon con un criterio arbitrario u autónomo, sino con
la norma que la misma escritura ofrece en su proclamación central ("San Pablo y todos los
evangelistas"). Obtuvo esta norma de ninguna otra parte más que de las Escrituras. Tan
extensa es la Escritura misma que critica al canon
En su prefacio al Nuevo Testamento, año 1522, Lutero aplica su norma para
determinar cuáles son "los verdaderos y más nobles libros del Nuevo Testamento"...
Considera que estos son el Evangelio y la Primera Epístola de Juan, las Epístolas de Pablo,
especialmente Romanos, Gálatas, Efesios., y 1ª Pedro; éstos son " el corazón y médula de
todos los libros... Porque éstas no describen las diversas obras y milagros de Cristo., sino que
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mejor aún y de duna manera maestra, demuestran cómo la fe en Cristo vence al pecado, la
muerte y el infierno, dando vida, justificación, y felicidad". Esta sección de Prefacio al
Nuevo Testamento fue, sin embargo, omitida después de 1534. El cristiano tiene relación con
el informe de los milagros históricos de Jesús, que con el testimonio de la palabra que crea fe
y con el poder salvífico de esa fe. Por esta razón, el evangelio de Juan, en el cual se registran
muchas palabras de Cristo y algunos de sus milagros es "el verdadero, auténtico y Cabeza de
los Evangelios y se lo debe preferir y valorar más altamente que los otros tres", porque los
otros tres hacen justamente lo contrario. En el Prefacio a Santiago, año 1522, y aún en 1543,
Lutero habla de los "libros realmente importantes". No puede incluir la Epístola de Santiago
entre éstos, porque Santiago predica la ley en lugar del Evangelio. Lutero reconoce que la
intención de la epístola era buena, pero que Santiago no fue fiel a su objetivo. "Quiso
prevenir a quienes confiaban en la fe sin las obras, pero se desvió de su objetivo. Busco
lograrlo por medio de la ley, mientras que los apóstoles lo hicieron motivando a la gente por
medio del amor. Al discutir la carta a los Hebreos, Lutero enfatiza que es posterior a las
demás epístolas apostólicas; y la alaba grandemente por su testimonio de la obra sacerdotal de
Cristo y por su interpretación del Antiguo Testamento, a pesar de que hay "algo de madera,
paja o heno en ella" mezclado con el oro, plata y joyas con los cuales construye sobre el
fundamento apostólico (1ª Cor.3:12).
En 1522, Lutero escribe que no puede encontrar "ningún rastro" de evidencia de que el
Apocalipsis de Juan "haya sido escrito por el Espíritu Santo", es decir, inspirado. Lo ubica en
la categoría del Segundo Libro de Esdras.
De acuerdo con esto, Lutero cambió el orden tradicional de los libros del Nuevo
Testamento. Ubicó a aquellos que sólo mencionaban a Jesús al final de su Biblia. "Desde
tiempos remotos ellos han tenido una reputación distinta" y no pertenecen a los "libros
verdaderos y principales del Nuevo Testamento”. Lutero no intentó solicitar a nadie que
aceptara su criterio, sólo quiso expresar sus propios sentimientos acerca de estos libros"
Esto quedó claramente manifiesto en las agudas introducciones formuladas en 1522.
Después de 1530, omitió las frases más fuertes en el Prefacio a Santiago (por ejemplo, "Por
lo tanto, no deseo tenerlo en mi Biblia"). Lutero no pretendía que las congregaciones
continuaran leyendo estos juicios. Para sí mismo y al hablarles a sus estudiantes de Teología,
mantuvo su criterio sobre Santiago aún con posterioridad. Sin embargo, en esto estaba en su
mayor parte interesado en prevenir a sus oponentes romanos, que continuamente utilizaban a
Santiago como argumento en contra del Evangelio de la Reforma, de los que estaba en la
epístola misma. En 1530, reemplazó el Prefacio del Apocalipsis de San Juan (1522),
completamente negativo, por otro que interpreta el libro en términos de historia de la iglesia y
muestra su constante valor para ésta.
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No obstante, por el resto de su vida, continuó atribuyéndolo un valor diferente a los
libros que había ubicado al final de su Biblia, que a los "libros principales". (Cita tomada de
"The Theology of Martín Luther" de Paul Althans, pp. 82-85).
Los críticos del siglo último han tomado respecto del Apocalipsis posiciones diversas.
Los más antiguos (Lücke, Bleek, Ewald, Neander, Düsterdieck) admitían que el apóstol Juan
había escrito el evangelio, pero no el Apocalipsis. Atribuían éste a Juan, el Presbítero o a
algún otro escritor de ese nombre. La Escuela de Tubinga, al contrario, reivindicó
enérgicamente la apostolicidad del Apocalipsis y las cuatro grandes epístolas de Pablo que se
remontan a los apóstoles. Obra de uno de los doce, combate la enseñanza de Pablo bajo el
nombre de doctrina de Balaam (Apoc. 2:14) y nos hace conocer los sentimientos del judeo-
cristianismo primitivo. Gran número de críticos se ha fundado igualmente en la autenticidad
del Apocalipsis para disputar la del Evangelio. Entre los sabios que actualmente rehúsan ver
en el Apocalipsis una obra del apóstol san Juan, unos estiman que el hijo de Zebedeo jamás
fue al Asia Menor y que las obras que le son atribuidas fueron escritas por Juan el presbítero,
otros admiten, si la residencia y el ministerio del apóstol en Asia Menor, pero no piensan que
ejerciera actividad literaria. Los escritos aparecidos bajo su nombre fueron compuestos por
sus discípulos. La primera opinión es de la Keim, Lotzmann (1), Harnack (2), Bousset (3); la
segunda, la de Weisäcker, Renan (4), Reuss, Sabatier, Jülicher (5). Por último, cierto número
de sabios mantienen la opinión tradicional que atribuye el Apocalipsis y el evangelio al
apóstol Juan. Unos piensan que los dos escritos han visto la luz por el mismo tiempo (F.
Godet, Zahn) Los otros estiman que el Apocalipsis apareció veinte años antes del evangelio,
explicando este intervalo las grandes diferencias que se notan entre ambos escritos (Kübel
Weiss, J. Bovon).
Preteristas
G.R. Beasley-Murray. Tendencia Preterista, tiene excelente análisis cristológico. The
New Century Bible Commentary: The Book of Revelation, Wm. B Eerdmans Pub. Co., Grand
Rapids, 1981, pp. 12, 38 (228.77. B368)
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"El lugar único que el libro Apocalipsis ocupa en la Biblia y en la tradición cristiana,
ha llevado a muchos a mirarlo como si no tuviera contraparte en la literatura con la cual poder
juzgarlo o de la cual obtener algunas pautas. Esta suposición ha fomentado una libertad
indisciplinada en la aclaración del libro, que sería inadmisible en otro tipo de literatura, y que
ha hecho posible esa caótica diversidad de interpretaciones por las cuales el libro es notorio.
El carácter único de esta obra es indisputable, sin embargo, es un error considerarlo como sin
analogía. En los cinco primeros versos del prólogo, Juan utiliza tres diferentes categorías de
redacción al referirse a su obra. La primera palabra que escribe es el término `revelación',
cuya palabra en griego es apocalypsis, y esta auto-descripción del libro le ha dado nombre a
toda clase de escritos con los cuales está más estrechamente relacionado, a saber, el
'apocalipsis'. En el verso 3, Juan habla de su obra como una `profecía ', y en el verso 4,
procede como si estuviera escribiendo una 'epístola', o carta de instrucción. Esta obra de Juan
adquiere su carácter inusual de su combinación en un todo de estas formas. Referirnos a ellas
nos ayudará a captar el mensaje en la forma en que Juan deseaba que fuera comprendido".
"El Apocalipsis llama a los cristianos a tomar en serio la enseñanza entregada a la
iglesia del reino de Dios en la historia. Para Juan, esto significa el testimonio de Jesús acerca
del reino de Dios como lo entregaron los maestros apostólicos y lo interpretaron por medio
del Espíritu Santo, a la Iglesia".
"Más importante que éstas es la suposición, implícita en el saludo, que el Apocalipsis
es una epístola. Está dirigida por el autor a un grupo de iglesias que él ha pastoreado, tal
como Pablo Gálatas a un grupo de iglesias en un área no tan lejana de las siete, para
considerar una situación que había surgido entre ellos. Este es ciertamente más que un recurso
literario adoptado por el autor. Escribe fuera de un interés pastoral a sus lectores para
transmitirles un mensaje dirigido a sus circunstancias, a través de un arrepentimiento divino.
Cada línea de este libro tiene a la vista esta situación. Es bueno recordar esto al exponerlo, por
que ninguna exégesis puede ser fiel a la intención de Juan a menos que tenga invariablemente
a las siete iglesias en vista.
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sentimos incómodos y no lo utilizamos. Le volvemos las espaldas a sus misterios y nos
gozamos en el Evangelio de Juan o en la Epístola a los Romanos.
Es lamentable. Este libro tiene mucho que enseñarnos en el siglo XX. J.B. Phillips
nos cuenta que encontró excitante la tarea de traducir este libro, en el verdadero sentido de
esta palabra tan usada. Porque en este libro, el traductor es transportado a otra dimensión - no
tiene el menos lugar donde poner el pie en el mundo del tiempo y el espacio con el cual está
familiarizado. Es trasladado, no a una tierra de fantasía, sino a la tierra de los valores y
juicios de Dios".
Futuristas
Ivan Barchuc. Futurista, Pretribulacionista, Bautista Explicación del Libro de
Apocalipsis, CLIE, Barcelona, 1978 (228 B243) pp.
"Este libro no sólo contiene eventos pasados, lo cual podría interesarnos muy poco,
sino que contiene acontecimientos futuros que el mundo entero espera. Contiene también
nuestro propio futuro, y lo más importante es que contiene la segunda venida de Aquel, al
cual decimos que lo amamos por sobre todas las cosas. Mientras tanto, este libro ha sido el
más abandonado entre los cristianos. No cabe duda de que este abandono ha sido
influenciado por el enemigo de las almas de los hombres, quien no desea que los creyentes
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sepan del pronto regreso del Señor, para poner fin con ello al señorío del enemigo. Otra razón
del abandono de este libro es la falta de amor al Esposo de la iglesia que viene, falta de fe en
su regreso. Influye en esto, además, la negligencia de los creyentes y el apego de éstos a este
mundo. Ya que para entender el libro de Revelación es necesario un gran esfuerzo y
educación personal, para poder al mismo tiempo entender correctamente todos los demás
libros sagrados y captar el Espíritu de las Escrituras. Es necesario aprender a pensar
espiritualmente para poder relacionar lo espiritual con lo espiritual (1ª Corintios 2:13).
Los modernistas contemporáneos llaman "misterioso" este libro para de esta manera,
poder persuadir a sí mismos y a otros incrédulos, en el sentido de que en realidad no
sucederán las cosas descritas en Revelación. Los mundanos y creyentes no regenerados, no
pueden captar las profundidades de este libro, solamente entienden que en él se habla de los
juicios de Dios sobre todos los pecados y Satanás. Principalmente por eso, Satanás aborrece
el libro de Revelación, y trata de impedir su lectura a quienquiera que fuese. El no desea que
los pecadores sepan que, tanto ellos como Satanás, estarán en el lago de fuego".
17
"Este libro demanda la atención de los creyentes por muchas razones. En las líneas de
apertura se llama a sí mismo "la Palabra de Dios", "el testimonio de Jesucristo". "esta
profecía". Lleva el nombre del Señor Jesucristo, toda su autoridad".
Este libro se llama también el testimonio de Jesucristo. En una Corte, cuando un
testigo acusador da su testimonio, la defensa se moviliza rápidamente para dar el apoyo en
base a los registros. El juez puede sustentar la objeción o degenerarla. Vendrá el juicio. Este
es el testimonio de Jesucristo.
Sin el último libro de la Biblia, las demás partes de la Escritura perderían mucho de su
significado. Este libro es el complemento de Génesis, que encuentra su razón de ser en la
gloria del Apocalipsis. La Biblia estaría incompleta si estuviera registrada la entrada del
pecado, sin su juicio y erradicación. La ruina del hombre es completa en los primeros
registros de la Escritura; la redención del hombre es perfecta en el Apocalipsis, y el
Apocalipsis sería también incomprensible sin Génesis.
18
Tim Lahaye. Tendencia Dispensacionalista, Futurista, Pretribulacionista. Revelation.
Zondervan Publishing House, Michigan, 1979, Prefacio (228.7 L183).
"El libro de Apocalipsis es el único libro en el Nuevo Testamento que presenta a
Jesucristo como él es realmente hoy. Los Evangelios lo presentan como el "varón de dolores,
experimentado en quebranto" durante su encarnación. El Apocalipsis lo presenta en su
verdadera gloria y majestad después de la resurrección y ascensión a los cielos, que nunca
más será ultrajado, censurado y golpeado. No es de extrañarse que Juan lo titulara "La
Revelación de Jesucristo".
El estudio de este libro enternecerá su corazón cuando perciba al verdadero Cristo y su
ministerio en las iglesias en estos últimos dos mil años. Se conmoverá de ver miríadas de
ángeles postrándose ante él y entonando sus alabanzas. Verá su dinámico triunfo sobre
Satanás y las fuerzas del mal.
El Apocalipsis deja claro que Cristo y los cristianos son los últimos vencedores en el
juego de la vida. En efecto, el estudio de este libro es esencial para una visión comprensiva
del resto de las Escrituras. Concluye los maravillosos propósitos de Dios para sus criaturas
favoritas - la humanidad.
Un estudio apropiado de este libro ayudará al estudiante de la Biblia a conocer lo que
Dios tiene reservado para este mundo antes de que pase, de manera que éste pueda estar
preparado y no sea sorprendido. Le proveerá de una fe confiable con la cual enfrentar el caos
político, social y religioso, que es inminente. Sólo un ignorante es incapaz de darse cuenta de
que éstos son los últimos días. Ningún otro libro de la Biblia ha sido más desacreditado que
Apocalipsis, excepto su contraparte en el Antiguo Testamento, Daniel. Debido a que trata
predominantemente con profecía y el futuro y porque desenmascara a Satanás como un
fraudulento, el archienemigo del hombre ha tratado de desacreditarlo, usando todo su poder.
Lo último que él desea es que la gente se percate de la majestad de Cristo, de la perfidia de
Satanás y del triunfo final del cristiano cuando este sistema mundial antiguo fracase de una
vez. He descubierto que una adecuada comprensión del Apocalipsis motiva a los cristianos a
una dedicación consistente ya al servicio. Eleva sus espíritus y les brinda una esperanza en el
futuro como ningún otro libro en el mundo lo hace.
Más que todo, el estudio de este libro le dará un amor vivo por Jesucristo y por las
almas perdidas a su alrededor, porque no sólo revela al Señor y su maravilloso plan para
redimir a su Iglesia, sino que también pone al descubierto la terrible situación de este mundo
y de aquellos que lo rechazan".
19
“El Apocalipsis es el único libro de la Biblia que contiene una promesa expresa de
bendición para cualquiera que lea y preste atención a las cosas que están escritas en él
(Apoc. 1:3). Con una promesa así para cada lector, era de esperarse que el libro del
Apocalipsis fuera uno de los más populares de la literatura mundial.
Estoy seguro de que las imágenes y el simbolismo del libro hacen que la mayor parte
de la gente se acobarde y no lea. Sin embargo, creo que necesitamos entender que el libro del
Apocalipsis es "la gran estación central" de la Biblia. Cada símbolo que hay en él ha sido
usado en algún otro lugar de la Biblia, pero encuentra su cumplimiento final y su explicación
en este libro profético que es el último de la Biblia"
"El libro del Apocalipsis es único entre los libros de la Biblia en el hecho de que
promete una bendición especial a cada uno que lo estudie con una mente receptiva, sin
embargo, los que andan buscando curiosidades no están incluidos en esta promesa, porque se
dice que el lector además debe prestar atención a las palabras del libro a fin de obtener la
bendición".
20
El estilo de este libro es apocalíptico y las escenas de un incomparable drama se
desarrollan en una escala de grandeza sin par. La tierra se estremece bajo el impacto de la
batalla y bajos golpes de los juicios de Dios. Son expuestos a la vista los horrores
interminables del abismo y los goces eternales de los cielos. El orden de los
acontecimientos es como sigue".
"El Apocalipsis es una grande y valiosa consumación de las Escrituras. Bien puede
ser considerado como segundo Génesis: el principio del nuevo mundo de la vida espiritual
perfecta en la ciudad de Dios. Así como el Génesis es el libro de las primeras cosas, el
Apocalipsis es el libro de las últimas.
Este libro fue admitido en el canon de las Escrituras por sus propios méritos y, con
excepción de las dudas sobre su autor, fue aceptado con muy poca oposición. Como parte
integral de las Sagradas Escrituras, Apocalipsis no debería ser evadido debido a su
naturaleza predominante simbólica. Aunque los teólogos liberales disputan sobre la
paternidad literaria juanina de Apocalipsis, sus objeciones no nos apartan de la seguridad de
que Juan, el discípulo amado (el que escribió el cuarto evangelio y las tres epístolas que
llevan su nombre) fue también el autor de este último libro de la Biblia. No se puede
ignorar el testimonio de la Iglesia primitiva en cuanto a la paternidad de Juan. El
Apocalipsis es citado con el nombre de su autor en fechas aun más antiguas que cualquier
otro libro del Nuevo Testamento, con excepción de 1ª Corintios. En su evangelio, como
también en sus epístolas, Juan escribe en tercera persona, mientras que en el Apocalipsis se
mencionan a sí mismo cinco veces y escribe en primera persona (1:1, 4,9; 21:2; 22:8)".
Idealistas
Divo Barsotti. Tendencia Idealista, Católico. El Apocalipsis: Una respuesta al
Tiempo, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1967, pág. 13 (228.7 B282)
"Muchas veces consideramos el Apocalipsis como si se tratara de un libro que
anuncia todo lo que tiene acontecer en el mundo; por el contrario, el Apocalipsis anuncia
precisamente lo que sucede en cada instante en la historia del mundo, indica las leyes
21
constantes de esta economía propia del cristianismo que pone continuamente al hombre
frente al Cordero sacrificado.
El Apocalipsis no es una historia. No es una historia de la Iglesia ni una historia del
hombre. En realidad, La Iglesia y el hombre no tienen ya historia: si la historia supone un
novedad, un crecimiento, un camino, el cristianismo excluye la historia por el mismo hecho
de presentarse como la alianza eterna -"la nueva y eterna alianza" del hombre con Dios-,
por el mismo hecho de anunciar que las promesas todas de Dios han tenido ya su "amén"
en la persona de Cristo".
22
al testimonio valeroso, a la lucha valiente, hasta que "los reinos del mundo han venido a ser
de nuestro Señor y de su Cristo".
"El Apocalipsis de Juan es único. Debido a lo complicado de su estructura literaria,
al esplendor de sus imágenes poéticas, a la amplitud majestuosa de sus visiones inspiradas,
al misterio de sus símbolos secretos, y a su dramática presentación de verdades eternas, este
libro es de índole distinta que al resto de la Biblia. Se le estudia desde los puntos de vista
más contradictorios. Para algunos es fascinador; para otros, arcano. Para unos es práctico;
para otros, místico. Para algunos es objeto de estudio incesante y de exposición confiada;
para otros es un enigma del que se han apartado con desespero absoluto. Entre los que
siguen leyendo el libro, sin embargo, existe un acuerdo sorprendente en cuanto a su esencia
y propósito. Todos lo consideran como un libro de consuelo y aliento. Quizá difieran en
cuanto al significado de sus detalles y a la solución de los enigmas que contiene, pero todos
encuentran que es portador de un mensaje que tiene como propósito animar a los seguidores
de Cristo que se hallen en sufrimiento y tentación, con la garantía de que alcanzarán
liberación y de que la causa de Cristo triunfará".
23
(gramática, estilo, simbolismo, doctrina, etc.) no se consideran decisivas (Allo, Gelin,
Braun, Vagany, Behm, Michaelis, Feuillet, Manoud, Mounce). Otros críticos limitan
parcialmente esta posición: se considera a Juan como autor del Apocalipsis, pero se niega
que sea también autor del cuarto evangelio (Reuss y recientemente Kiddle). Otros muchos
eruditos asumen una posición francamente negativa: el Apocalipsis no tiene un origen
apostólico directo no fue escrito por el autor del cuarto evangelio; las características
lingüísticas, literarias, doctrinales y la mentalidad misma del Apocalipsis son muy distintas
de la del cuarto evangelio para que pueda hablarse de identidad de autor (Loisy, Charles,
Windisch, Wikenhauser, Boismard, etc.)
Historicistas
Ray Summers. Digno el Cordero. Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Texas,
1954, p. 15 (228. Su 6). (Declara seguir un quinto método de interpretación llamado de
fondo histórico, que combina el método preterista con el idealista).
"Aunque descuidado, mal entendido, y tergiversado burdamente, el libro del
Apocalipsis es único en su género en el Nuevo Testamento. La mayor parte de los lectores
lo pasan por alto con una actitud de desinterés que expresan con estas palabras: "Sea lo que
fuere, nadie lo entiende". En cambio, para muchos otros, ha sido extraordinariamente
atractivo. Para algunos esa atracción ha procedido de un motivo religioso; para otros, de la
curiosidad de ellos mismos. Ha habido tal abundancia de opiniones contradictorias acerca
del significado de este libro, que muchos han perdido la esperanza de obtener alguna vez
una interpretación fácil de entenderse. El libro ha sido usado ampliamente por individuos o
grupos que creen que han encontrado la manera de probar casi todo mediante la explicación
de los símbolos en él contenidos; y por esta razón han fijado su atención en el libro de
Apocalipsis considerándolo como base de raros sistemas de interpretación. Esta manera de
proceder va por el mismo camino que sigue el error que se relaciona con uno de los
principios básicos de interpretación: el pasaje obscuro debe interpretarse a la luz del pasaje
claro. Seguir el método contrario es maniatarse para no producir un trabajo efectivo de
interpretación.
Basta examinar los muchos libros que se han escrito acerca del Apocalipsis, para
que uno se dé cuenta de que este libro ha sido tratado muy mal por quienes no se han
informado del posible significado que tuvo para aquellos a quienes el Señor lo entregó
primeramente. Aun entre los que han hecho tal esfuerzo para informarse del significado del
libro ha habido tantas controversias vehementes, que muchos hombres prudentes han
abandonado la investigación de la verdad del libro".
24
Eso es imposible. Algunos han producido libros demenciales acerca de este "Enigma
Sacro" (como lo llamaba San Jerónimo) tal es el gran físico Isaac Newton, el obispo
católico Charles Walmesley (Pseudónimo "Pastorini") el pastor bautista Charles L. Neal, y
el crítico Ernesto Renán, en su "Antichrist" y L'Abesse de Jouarre".
Roy Allan Anderson. Unfolding the Revelation. Pacific Press Pu. Asso. California,
1961, p. 1 (228.7 AN 549)
Taylor S. Bunch. The Seven Epistles of Christ. Review and Herald, Washington
D.C., 1947 pp. 10-11, tendencia Adventista, Historicista (228 B942)
"Génesis es el libro prólogo de la Biblia y Apocalipsis, el epílogo. Es el epílogo de
la revelación divina, en la cual se recapitularon los tópicos principales, para enfatizar su
importancia. George W. Davis ha dicho que Moisés y Juan se toman las manos a través de
un período de 16 siglos, para completar el total testimonio de Dios". (The Patmos Visión,
p. 10). La Biblia estaría incompleta sin el Apocalipsis y sin Génesis. Los dos primeros
capítulos de Génesis describen el Paraíso que se perdió por causa del pecado, y en los dos
últimos capítulos de Apocalipsis muestran el Paraíso que será restaurado cuando el pecado
y los pecadores no sean ya más. Entre estos estados perfectos se encuentra la larga noche
de pecado. Lo que comenzó en el prólogo, finaliza en el epílogo. "en Apocalipsis, todos
25
los libros de la Biblia se encuentran y terminan". (White, Hechos de los Apóstoles, p. 585).
Llegan a un clímax glorioso".
"El Apocalipsis es, esencialmente, el libro de los últimos días, escrito para esta
generación que es la última. Contiene la instrucción que más necesita la iglesia en los
postreros días del reinado del pecado. Esta es la razón más importante que resume todas las
Escrituras y es el epílogo de la verdad que ha sido revelada. Su propósito es preparar al
pueblo remanente de Dios para la crisis final de la historia humana y para la Segunda
Venida de Cristo. Por lo tanto, este libro debería ser de interés especial para los cristianos
de hoy en día. En los últimos capítulos, se repite tres veces la frase: "Vengo en breve".
Todas las profecías y revelaciones del libro alcanzan su clímax con el retorno de nuestro
Señor. En esta época, se requiere un estudio cuidadoso del Apocalipsis.
Aunque este libro recibe de Dios el nombre de revelación, es también una profecía"
En el primer capítulo, el escritor usa la expresión "las palabras de esta profecía" y "las
palabras de la profecía de este libro", "el libro de esta profecía ", "La profecía de este
libro", con las cuales, en el capítulo final, el autor se refiere a lo que ha escrito. La Profecía
es la historia escrita con anticipación. Es el registro de los sucesos, antes de que estos
ocurran".
26
sea interpretado de acuerdo con las ideas de los hombres, y así falsas construcciones le sean
dadas al trabajo sagrado el Señor, el cual en sus símbolos y figuras significa tanto para
nosotros. Hay mucho que debemos entender positivamente para que podamos delinear
nuestro curso de acción, de manera que no recibamos las plagas que han de venir sobre el
mundo" (Carta 16, enero 28, 1900).
"El libro de Apocalipsis en conexión con el libro de Daniel demanda nuestro estudio
en forma especial. Que cada predicador, temeroso de Dios piense cómo entender y
presentar más claramente el evangelio que nuestro Salvador en persona vino a dar a
conocer a su siervo Juan - 'La Revelación de Jesucristo, la cual Dios le dio, para mostrar a
sus siervos las cosas que deben suceder pronto'. Nadie debería desalentarse en el estudio de
Apocalipsis, a causa de sus aparentes símbolos místicos. (La Educación, págs. 185, 186).
"Así como nos aproximamos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se
refieren a los últimos días demandan nuestro estudio especial. El último libro de las
Escrituras del Nuevo Testamento está lleno de la verdad que necesitamos comprender.
Satanás ha enceguecido las mentes de muchos, de modo que den la bienvenida a cualquier
excusa para no hacer de Apocalipsis su estudio. Pero Cristo, a través de su siervo Juan, ha
declarado aquí lo que sucederá en los últimos días, y el dice, 'Bienaventurado es aquel que
lee y aquellos que oyen las palabras de esta profecía y guardan las cosas que están en ellas
escritas".
p. 118. "Dejad que hablen Daniel y el Apocalipsis, y digan cuál es la verdad. Pero
sea cual fuere el aspecto del tema que se presente, ensalzad a Jesús como el centro de toda
esperanza" (Testimonios para Ministros 116-118).
En este tiempo, es decir, en los días finales de la historia de esta tierra, debemos
hacer un estudio especial del libro del Apocalipsis. ¿Por qué? Porque describe escenas con
las que hemos de encontrarnos. Necesitamos comprender qué es lo que nos espera y cómo
enfrentarlo. Debemos conocer qué esfuerzos deben hacerse, de tal manera que en este
tiempo peligroso no seamos sorprendidos por las estratagemas del enemigo. Sabemos que
el último gran conflicto será el esfuerzo más decidido de Satanás para cumplir sus
propósitos. Vendrá, no solamente como león rugiente, sino como seductor, revistiendo el
pecado con hermosas vestimentas de luz a fin de poder capturar en su trampa a los seres
humanos. (Alza tus Ojos, 18 de Marzo).
¿Por qué existe, pues, esta ignorancia general acerca de tan importante porción de
las Escrituras? ¿Por qué es tan universal la falta de voluntad para investigar sus
enseñanzas? Es el resultado de un esfuerzo del príncipe de las tinieblas para ocultar a los
hombres lo que descubre sus engaños. Por eso Cristo, el Revelador, al prever la guerra que
se haría al estudio del Apocalipsis, pronunció una bendición sobre cuantos leyeran, oyesen
y guardasen las palabras de la profecía (El Gran Conflicto, págs. 363-390)
27
Hay quienes califican al Apocalipsis como un libro sellado. Es un misterio, pero un
misterio revelado. Necesitamos comprender qué es lo que nos dice acerca de las escenas
que han de ocurrir en los últimos días de la historia de esta tierra. El enemigo introducirá
todo lo que pueda para llevar adelante sus designios engañosos. ¿No son faltos de sabiduría
los que no tienen deseos de comprender las cosas que habrán de ocurrir sobre esta tierra?
El profeta dice: "Bienaventurado el que lee" -hay quienes no quieren leer; la
bendición no es para ellos. "Y los que oyen" -hay algunos, también, que se niegan a oír
cualquier cosa relativa a las profecías; la bendición no es tampoco para esa clase de
personas. "Y guardan las cosas en ella escritas"- muchos se niegan a tomar en cuenta las
amonestaciones e instrucciones contenidas en el Apocalipsis. Ninguno de ellos tiene
derecho a la bendición prometida. Todos los que ridiculizan los argumentos de la profecía y
se mofan de los símbolos dados solemnemente en ella, todos los que se niegan a reformar
sus vidas y a prepararse para la venida del Hijo del hombre, no serán bendecidos.
A San Juan le fueron descubiertos cuadros de la experiencia de la iglesia que
resultaban de interés profundo y conmovedor. Vio las circunstancias, los peligros, las
luchas y la liberación final del pueblo de Dios. Consigna los mensajes finales que han de
hacer madurar la mies de la tierra, ya sea en gavillas para el granero celestial, o en manojos
para los fuegos de la destrucción. Fueron le revelados asuntos de suma importancia,
especialmente para la última iglesia, con el objeto de que los que se volviesen del error a la
verdad pudiesen ser instruidos con respecto a los peligros y luchas que les esperaban. Nadie
necesita estar a obscuras en lo que concierne a lo que ha de acontecer en la tierra.
Ante semejante testimonio de la Inspiración, ¿cómo se atreven los hombres a
enseñar que el Apocalipsis es un misterio fuera del alcance de la inteligencia humana? Es
un misterio revelado, un libro abierto. El estudio del Apocalipsis nos lleva a las profecías
de Daniel, y ambos libros contienen enseñanzas de suma importancia, dadas por Dios a los
hombres, acerca de los acontecimientos que han de desarrollarse al fin de la historia de este
mundo.
Hemos de proclamar al mundo las grandes y solemnes verdades del Apocalipsis.
Estas verdades han de entrar en la misma trama y principios de la iglesia de Dios. Se
pronuncia una bendición sobre los que prestan la debida consideración a esta
comunicación. La bendición es prometida para estimular el estudio de este libro. De
ninguna manera hemos de cansarnos de estudiarlo debido a sus símbolos aparentemente
místicos. Cristo puede darnos comprensión.
Debe haber un estudio más completo y más diligente del Apocalipsis, y una
presentación más fervorosa de las verdades que contiene: verdades que conciernen a todos
los que viven en estos últimos días (Manuscrito 105, 1902).
28
tanto al dar la profecía como al describir los acontecimientos, como para enseñar que el
agente humano ha de mantenerse fuera de la vista, oculto en Cristo, y el Señor Dios del
cielo y su ley han de ser exaltados (Counsels to Editors, págs. 45, 46. Año 1896).
El último libro del Nuevo Testamento está lleno de verdades que necesitamos
entender. -PVGM 103 (1900).
Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se relacionan con
los últimos días requieren en forma especial nuestro estudio. El último libro del Nuevo
Testamento está lleno de verdades que necesitamos entender. Satanás ha cegado las mentes
de muchos, de manera que se han regocijado de encontrar alguna excusa para no estudiar el
Apocalipsis. Pero Cristo, por medio de su siervo Juan, ha declarado allí lo que acontecerá
en los postreros días, y dice: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta
profecía, y guardan las cosas en ella escritas" (Apoc. 1: 3). (Exaltad a Jesús, 30. Dic.).
29
que lee, y los que oyen las palabras de la profecía, y guardan las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca". (La Educación, 191).
Somos el pueblo que guarda los mandamientos de Dios. Durante los últimos
cincuenta años toda suerte de herejías han sido presentadas para dominarnos, para nublar
nuestras mentes acerca de la enseñanza de la Palabra: especialmente acerca de la
ministración de Cristo en el santuario celestial y el mensaje del cielo para estos últimos
días, como es dado por los ángeles del capítulo 14 del Apocalipsis. Mensajes de toda
especie han sido presentados a los adventistas del séptimo día para ocupar el lugar de la
verdad que, punto por punto, ha sido descubierta mediante estudio con oración, y testificada
mediante el poder del Señor que obra milagros. Pero los hitos que nos han hecho lo que
somos, han de ser preservados y serán preservados, como Dios lo ha manifestado mediante
su Palabra y el testimonio de su Espíritu. El nos insta a aferrarnos firmemente, con el vigor
de la fe, a los principios fundamentales que están basados sobre una autoridad
incuestionable. (Mensajes Selectos Tomo I, pg. 243).
30
movediza. Se deslizan hacia cualquier Posición para acomodar el contenido de sus
sentimientos de amargura... Los libros de Daniel y Apocalipsis deben ser estudiados, así
como las otras profecías del Antiguo y del Nuevo Testamentos. Haya luz, sí, luz en
vuestras moradas. Necesitamos orar por esto. El Espíritu Santo, brillando de las páginas
sagradas, abrirá nuestro entendimiento, para que podamos conocer qué es verdad...
Es necesario que haya un estudio mucho más de cerca de la Palabra de Dios;
especialmente Daniel y el Apocalipsis deben recibir atención como nunca antes en la
historia de nuestra obra. Podemos tener menos que decir en algunos respectos, con relación
al poder romano y al papado; pero debemos llamar la atención a lo que los profetas y los
apóstoles han escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo de Dios. El Espíritu Santo ha
modelado las cosas de tal suerte, en la forma de dar las profecías y también en los
acontecimientos descriptos, como para enseñar que el agente (110) humano ha de ser
mantenido fuera de la vista, oculto en Cristo, y que el Señor Dios del cielo y su ley han de
ser exaltados. Leed el libro de Daniel. Evocad, punto por punto la historia de los reinos
allí representados. Contemplad a los hombres de estado, los consejos, los ejércitos
poderosos, y ved cómo Dios obró para abatir el orgullo de los hombres, y arrojó la gloria
humana en el polvo...
La luz que Daniel recibió de Dios fue dada especialmente para estos postreros días.
Las visiones que él tuvo junto a las riberas del Ulai y del Hiddekel, los grandes ríos de
Sinar, están hoy en proceso de cumplimiento, y todos los acontecimientos predichos pronto
ocurrirán.
Dediquemos más tiempo al estudio de la Biblia. No entendemos la Palabra como
debemos. El libro del Apocalipsis se inicia con una orden a entender la instrucción que
contiene. "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía -declara
Dios-, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca". Cuando como
pueblo comprendamos lo qué significa este libro para nosotros, se verá entre nosotros un
gran reavivamiento. No entendemos plenamente las lecciones que enseña, a pesar del
mandato que nos fue dado de escudriñarlo y estudiarlo.
En lo pasado algunos maestros declararon que Daniel y Apocalipsis son libros
sellados, y el pueblo se ha apartado de ellos. La propia mano de Dios ha descorrido, de
estas porciones de su Palabra, el velo cuyo aparente misterio ha impedido que muchos lo
levantaran. El mismo nombre Apocalipsis [cuyo significado es revelación] contradice la
declaración de que es un libro sellado. "Revelación" significa que algo de importancia es
revelado. Las verdades de este libro se dirigen a los que viven en estos últimos días. Nos
encontramos en el lugar santo de las cosas sagradas, con el velo quitado. No hemos de
estar afuera. Hemos de entrar, no en forma descuidada, con pensamientos irreverentes, no
con pasos impetuosos, sino con reverencia y piadoso temor. Nos acercamos al tiempo en
que las profecías del libro del Apocalipsis han de cumplirse...
Cuando los libros de Daniel y Apocalipsis sean mejor entendidos, los creyentes
tendrán una experiencia religiosa completamente distinta. Recibirán tales vislumbres de los
portales abiertos del cielo, que la mente y el corazón serán impresionados con el carácter
31
que todos deben desarrollar, a fin de comprender la bendición que será la recompensa de
los de corazón puro.
El Señor bendecirá a todos los que humildemente y con mansedumbre traten de
comprender lo que se revela en el Apocalipsis. Este libro contiene tanto que es grande por
su inmortalidad y pleno de gloria, que todos los que lo lean y escudriñen con fervor
recibirán la bendición prometida a aquellos que "oyen las palabras de esta profecía, y
guardan las cosas en ella escritas"
Una cosa se comprenderá con certeza por el estudio del Apocalipsis: que la relación
entre Dios y su pueblo es estrecha y decidida. Se ve una maravillosa conexión entre el
universo del cielo y este mundo. Lo que le fue revelado a Daniel fue complementado más
tarde por la revelación que se le hizo a Juan en la isla de Patmos. Estos dos libros deben ser
cuidadosamente estudiados. Dos veces Daniel preguntó: ¿Cuándo será el fin del tiempo?
(Testimonios para Ministros. Las Santas Escrituras, págs. 109 - 112).
32
SEGUNDA SECCIÓN
1. Historicismo
a. En línea recta. Albert Barnes, Adam Clarke, E.B. Elliott, Alexander Keit.
b. Recapitulacionista. Uriah Smith, N.S. Haskell, R.A. Anderson, C.M. Maxwell.
2. Preterismo
Luis de Alcázar I.T. Bechwith, Moses Stuart, H.B. Swete.
3. Futurismo
Ribera, J.N. Darby, Scofield Bible, Alba McClain, L.S. Schaffer, George Eldon
Ladd.
4. Idealista
E.W. Benson, Raymond Colkins, Williams Milligan, P.S. Minear, S.L. Morris, D.T.
Niles.
5. Preterista futurista
George Eldon Ladd, Leon Morris.
33
4. Estudio con oración
2. Elementos fundamentales.
a. Continuidad vertical. Cielo y tierra están cercanos.
b. Continuidad horizontal. “La historia es un continuum bajo el control de Dios, y
se mueve cada vez más cerca a aquella gloriosa consumación cuando el reino de
justicia de Dios sea establecido por la eternidad” (16).
Lo anterior no implica:
a. Que la profecía apocalíptica comprende dual o múltiples cumplimientos.
b. Que ella sea condicional. Los eventos están fijados y los períodos de tiempo
prescritos son definitivos e invariables. (Daniel 2:45).
34
4. Isaías: Juicio histórico sobre enemigos y escatológico en el día del Señor, con su
carácter universal: “La característica de la profecía clásica es su doble foco sobre lo cercano
y lo lejano, sin ninguna diferenciación de tiempo. Nos enseña que el Dios de Israel es el
Dios de la historia... Su venida trae el fin de esta era maligna, para restaurar el reino de
Dios sobre nuestro planeta por medio de Jesucristo” (9) Otras características son su
preocupación ética, lo que se consigue mediante un remanente (Amós 3 : 12; 5 : 14 ,15 ;
Ose. 5 : 15 ;6 : 1-3 ; Isa 4 : 2-4 ; 6 : 13 ; Jer.23: 3-6).
35
1. La aplicación de Pedro de la profecía de Joel 2:28, a sus días. Hechos 2:16. No
todo lo que está en Joel se cumplió en aquel día. Es una escatología parcialmente
realizada. La profecía no requiere la realización de cada detalle en la historia presente,
quedando algunas para el tiempo del fin (Hechos 2:38, 39). La expresión “postreros días”,
no se refiere a una cantidad de tiempo sino a una cualidad en el tiempo, al comienzo de la
era mesiánica.
2. La unidad orgánica de los cumplimientos cristológicos y eclesiológicos
Isa. 49:6 y Hechos 13:47 y 26:23.
3. El principio de universalización de las promesas territoriales hechas a Israel
Cristo: Aplicación de los ‘mansos’ (Salmos 37:11,29; Mateo 5:5) Pablo: (Gén. 3:14 –16;
Rom. 4:13) Abraham es padre de todos los creyentes (Rom. 4: 13, 16-24).
4. Lo inadecuado de la hermenéutica del literalismo.
36
c. Expresiones que eran un bagaje de uso simbólico común.
37
5. Escrito en Asia menor. Escrito “a las siete Iglesias que están en Asia”. Se usan
por lo tanto símbolos y conceptos que aparecen en escritos no bíblicos y mitológicos.
6. Lenguaje apocalíptico. Es un libro evidentemente simbólico y esto debe ser
tomado en cuenta, sin embargo el simbolismo es particular de acuerdo con la forma literaria
común a esos días.
7. Importancia del Antiguo Testamento. Debido a que las referencias a pasajes del
Antiguo Testamento son tan numerosas, necesariamente éste debe tomar su lugar clave en
la interpretación simbólica. Lo anterior implica que el estudio de Apocalipsis debe incluir
una adecuada comprensión de la historia, poesía, lenguas y temas del Antiguo Testamento.
Sin embargo debe ejercerse cuidado porque son alusiones y no citas textuales.
No siempre es fácil identificar el pasaje que actúa como antecedente.
8. Estructura repetitiva. Es tan evidente la existencia de paralelos en el mismo libro
que será condición necesaria tener buen conocimiento de la estructura y contenido de todo
el libro, y estar atento al impacto de la totalidad en el pasaje en estudio.
9. Atmósfera de adoración. Una de las características más resaltantes son las
repetidas descripciones de escenas de adoración en el cielo, en el contexto de imágenes del
santuario del Antiguo Testamento. Esto sugiere que debe darse atención a las prácticas de
adoración del siglo I, el santuario del Antiguo Testamento, los servicios en la sinagoga, y
los tárgums aramaicos que se desarrollaron en las sinagogas judías.
B) Interpretando Apocalipsis.
Lo anteriormente expuesto sugiere que el intérprete debe dar cuatro pasos
fundamentales en su estudio.
1. Hacer una exégesis básica del pasaje en estudio.
2. Examinar los paralelos relevantes de otras secciones de Apocalipsis. Ejemplo:
trompetas y plagas.
3. Encontrar las fuentes de las imágenes del Antiguo Testamento. En este aspecto es
conveniente aclarar que las alusiones al Antiguo Testamento pueden ser de dos tipos:
a. Juan puede usar una fuente del A. T. directa y conscientemente con el
contexto original en su mente.
b. El autor puede tener un “eco” de las ideas del A. T. sin preocupación por
su origen. Él está usando simplemente un “símbolo vivo”, que será comprendido por sus
lectores contemporáneos.
4. Las alusiones directas pueden ser:
a. Paralelos verbales: Cuando al menos dos palabras significativas (no
incluye artículos, preposiciones y conjunciones menores) son paralelas entre un texto de
Apocalipsis y un pasaje de una versión del A.T. del siglo I. (ej: Apoc. 9:2; Ex. 19:18).
b. Paralelos temáticos: No necesariamente se usan palabras similares pero
se tiene en mente un pasaje del A. T. (ej: Amós 4:13 y Apoc. 1:8; Apoc. 9:4 y Ezequiel
9:4).
c. Paralelos estructurales: Ocurre cuando el vidente usa el A.T.
construyendo sobre la estructura literaria o teológica de secciones completas sin usar
38
necesariamente las palabras exactas. (Ej: Apoc. 9:1-11 con Joel 2: 1-11). No siempre se
dan en pasajes paralelos. En ocasiones puede ocurrir en estructuras teológicas o históricas
mayores (trompetas y plagas en Apoc., con plagas de Egipto).
V. Tipos y Antitipos
(Richard M. Davidson)
A. Concepto
“Prefiguraciones designadas divinamente (en la forma de personas, eventos o
instituciones) que apuntan hacia su cumplimiento anti-típico en Cristo y las realidades del
evangelio cumplidas por Cristo.”
39
Cristo y/o a las realidades del evangelio traídas por Cristo. Cristo es así el punto final de
orientación de los tipos del A.T. y sus cumplimientos en el N.T.
40
15:5-8 5) Cese del ministerio en el santuario celestial.
19:1-10 6) Doxología en el cielo - (ausencia de imágenes explícitas del santuario
celestial)
21:1-22:5 7) De vuelta a tierra - “el tabernáculo de Dios con los hombres”.
41
inmolado, con su sangre (Mateo 22:28 = Ex. 24:8) del pacto redimió hombres para Dios
(Apoc. 5:6) y los estableció como reino de sacerdotes (5:10).
c. Temas referidos a las trompetas. Las siete trompetas recuerdan las
fiestas de las siete trompetas (una mensual) y que tienen su clímax en las Fiesta de las
Trompetas (Núm. 10:2; 10; 29:1) que convoca a Israel para el cercano día de juicio o Yom-
Kippur. La séptima lleva a la consumación del fluir de la historia en esta sección de
Apocalipsis con una descripción del clímax glorioso. Los reinos de este mundo han venido
a ser los reinos de nuestro Señor y de su Jesucristo y él reinará por siempre y siempre
(Apoc.11:15). La respuesta de los 24 ancianos (11:18) resume por adelantado el desarrollo
del resto del libro: la ira de las naciones, la ira divina, el juicio de los muertos, la
recompensa de los santos y la destrucción de los impíos.
d. Temas referidos al Día de la Expiación. El día de Yom-Kippur incluía:
1) la obra de investigación personal, 2) juicio retributivo y ejecutivo sobre pecadores no
arrepentidos y 3) la eliminación del macho cabrío, en el desierto. Igualmente en el día anti-
típico hay 1) juicio investigador (11:1,2 y 19; 14:7) 2) las plagas y juicios sobre Babilonia
(17:1-19:4) y 3) el milenio con Satanás en el desierto o abismo y la revisión del juicio por
los santos (20:1-10) y el juicio final del gran trono blanco con la eliminación del pecado
(20:11-15).
e. Temas referidos a las fiestas de los tabernáculos. Muchos son los
elementos que unen el tipo y el antitipo: reunión final, tabernáculos (Apoc.21:3) alegría,
palmas (7:9) alabanzas (7:10; 14:3; 15:2-4) arpas y arpistas (14:2) y la boda (19:9). Dos
ceremonias vinculadas con el agua y la luz encuentran su antitipo en el río de vida (22:1) y
la gloria de Dios como la luz (21:23). El llamado final de Cristo cierra estas relaciones
(22:17). (Ver diagramas páginas siguientes).
42
CARTA 2
INTERPRETACION TIPOLOGICA DEL ANTIGUO TESTAMENTO:
Carta 3
43
SUBESTRUCTURA ESCATOLOGICA CUADRUPLE DE LA TIPOLOGIA
“El Apocalipsis contiene un plan arquitectónico detallado en su estructura literaria que hasta
recientemente ha sido pasado por alto. Un erudito moderno declara que ‘la llave para
entender una obra es su forma literaria’. Mientras que el Apocalipsis es apreciado como una
44
obra de poesía y es considerado como un poema artísticamente ingenioso, Juan no compuso
su libro por amor al arte. El propósito fue ‘subrayar los diferentes aspecto del mensaje
teológico del libro’. Esto implica que el plan literario es una parte esencial de la enseñanza
de Juan. C. Mervyn Maxwell concluye diciendo que el diseño simétrico del Apocalipsis del
Apocalipsis proporciona ‘ una de las llaves más valiosas para abrir el significado del libro
(Apocalipsis y sus Revelaciones, p. 54)”
“La primera parte mayor del libro (cap. 1-14) trata con la era en la cual el Alfa y la Omega
es el protector y sustentador de su pueblo a pesar de las pruebas y persecuciones que
puedan surgir en su camino. La segunda parte mayor del libro, comenzando con el capítulo
15, trata con los juicios escatológicos que se agrupan y se centran en la consumación de la
era: la segunda venida de Cristo” (K. Strand. “Las ocho visiones básicas”, Simposio sobre
el Apocalipsis, t- 1, p. 30)
45
DIAGRAMA 2. ESTRUCTURAS PARALELAS EN LAS OCHO VISONES
MAYORES DE APOCALIPSIS
46
DIAGRAMA 3. VISIÓN DE LA ESTRUCTURA Y CONTENIDO DEL
APOCALIPSIS
TERCERA SECCIÓN
47
5. Bendiciones o maldiciones en caso de lealtad o ruptura.
48
5. Bendición, maldición. Se dan bendiciones para los vencedores. Estas aparecen
al final en las tres primeras cartas y antes de la mención del Espíritu en las cuatro últimas.
D) Las variaciones
Existen variaciones con respecto de la forma estándar, ya destacadas en las dos
partes finales. El cambio se inicia en la carta central y se mantiene en las subsecuentes, lo
que indicaría una alteración de la estructura de carácter intencional.
A. Principios Generales
El comité está de acuerdo en que:
49
a. El modelo daniélico de la profecía apocalíptica es clara en este punto:
cada metal, bestia, y cuerno tiene solo un cumplimiento (incluso el “cuerno pequeño” de
Daniel 8 usado como un símbolo para Roma en sus dos fases, tiene solo un cumplimiento:
Roma). No existe evidencia contextual que las profecías apocalípticas de Daniel y
Apocalipsis deberían recibir cumplimientos duales/múltiples. Esta última proposición fue
examinada extensamente y rechazada por el Comité de Revisión del Santuario
(representantes de las misiones mundiales) en 1980. El Comité sobre Daniel y Apocalipsis
lo ha rechazado igualmente (ver “Cumplimientos de la Profecía”, las setenta semanas,
Levítico y La Naturaleza de las Profecías, Páginas 288-322). Cumplimientos
duales/múltiples de Daniel/Apocalipsis también fracasan en encontrar apoyo en Elena
White (ver tratado del Biblical Research Institute, “Elena G. White y la interpretación de
Daniel y Apocalipsis”).
b. Cumplimiento dual puede estar presente en algunas profecías
clásicas/generales en las cuales existen marcadores contextuales que lo indican - por
ejemplo la profecía del derramamiento del Espíritu Santo, Joel 2; la profecía del nacimiento
virginal, Isaías 7. Pero no existen tales indicadores en la profecía apocalíptica de Daniel y
Apocalipsis.
c. Con respecto a las trompetas, Apocalipsis mismo hace una aplicación del
fin del tiempo del lenguaje de las trompetas en su descripción de las siete plagas. Es por lo
tanto una presión innecesaria de estas escrituras el colocar las trompetas y las plagas en un
cumplimiento simultáneo post-probación.
Composición
1.- Apocalipsis 4-5 es una unidad, describiendo la misma escena (Apoc.4:2; 5:1).
Apocalipsis 4-5 describe una escena del trono en el Santuario Celestial (Apoc.4:3; 8:3).
2.- El énfasis de la escena del trono se pone sobre la muerte expiatoria de Cristo, su
cumplimiento en la cruz. (Apoc.5:6, 9, 12).
3.- La escena del trono no es el juicio investigador de Daniel 7:9,10.
50
a. La escena de Apocalipsis no es designada un juicio; la escena de Daniel si
lo es. (Daniel 7:10,26)
b. La escena de Apocalipsis tiene solo un libro: El está en la mano del Padre
y está sellado y cerrado; no se encuentra un ser en el universo excepto el Cordero que
pueda abrirlo; el libro nunca es abierto en la visión. Por contraste, en la escena de Daniel
hay dos o más libros. Están abiertos y esto implica que ellos fueron abiertos por el anciano
de días, por los seres santos que asisten (Daniel 7:10).
Marco de tiempo
1. La escena del trono ocurre al comienzo de la Era Cristiana.
a. A Juan se le muestra (por la apertura secuencial de los sellos) “las cosas
que deben suceder después de éstas” (Apoc.4:1; comparar con Apoc.1:1,19)
b. El trono del Padre (Apoc.4), la venida de Cristo (Apoc.5:5) y su unión
con el Padre en su trono (vers.6, comp.3:21) son temas centrales en esta escena del trono
(Apoc.4 y 5). Los victoriosos redimidos se unen en la escena del trono en Apocalipsis 7
(vers.9, 10). Entre estas están los eventos de los sellos de Apoc.6. Así los sellos de Apoc.6
están ubicados entre la victoria de Cristo en la cruz y la victoria de los redimidos, esto es en
la Era Cristiana.
51
Mateo 24, 25 Apocalipsis 6
a. Predicación del Evangelio. (Mateo a. Primer sello: caballo blanco (Apoc.6:2)
24:14)
b. Guerras, hambres, pestilencias, b. Del segundo hasta el cuarto sello:
terremotos. Guerra,(vers.6-8), hambre, pestilencia
(vers.3-8)
c. Período de gran tribulación/persecución c. Quinto sello: clamor de venganza de los
(ver.21) mártires. (vers.9-11)
d. Señales en el sol, luna, d. Sexto sello: gran terremoto; señales en
estrellas.(vers.29) el sol, luna y las estrellas. (vers.12,13)
e. Segunda venida. (vers.30, 31) e. Sexto sello: “el gran día de su ira ha
llegado.” (vers.14-17)
f. Juicio. (Mateo 25:31-46) f. Séptimo sello: “silencio en el cielo”
(Apoc.8:1); posiblemente el milenio o la
fase ejecutiva del juicio final (Apoc. 20:4,
11-15).
5. Mientras hay similitudes entre los sellos y el Apocalipsis sinóptico, también existen
diferencias. En algunas ocasiones el simbolismo parece extender el significado más allá de
una simple repetición de Mateo 24. Por ejemplo:
a. Si el primer sello simboliza, inicialmente, la expansión apostólica con el
evangelio (comparar con Zacarías 10:3), entonces los colores cambiantes de los caballos
(blanco, rojo, negro, amarillo) sugiere una profundización progresiva de la apostasía.
b. Las señales físicas tales como hambre, guerra y pestilencia se
transmutarían por el simbolismo para describir los rasgos adicionales del pueblo de Dios
que tendría que vivir en ese tiempo: intranquilidad debido a las diferencias religiosas,
hambre por la Palabra de Dios, severa persecución de los cristianos por los cristianos.
c. Debido a que la apostasía cristiana parece estar presente desde el segundo
al cuarto sellos, los infelices acontecimientos descritos en estos sellos puede reflejar las
52
imágenes de las maldiciones del pacto predichas, que debían ocurrir cuando el pacto es
roto. (Lev.26:14-39).
6. Mientras cada uno de los cuatro primeros sellos tiene un comienzo inicial, la acción una
vez iniciada puede continuar con variables grados de intensidad.
Primer sello: Aunque iniciado por los apóstoles, la predicación del evangelio
continúa a través de la era. Los mártires bajo el quinto sello son informados que otros
deben ser muertos como ellos. (Apoc.6:11)
Modelos apocalípticos para esta clase de simbolismos:
1. La influencia de las cuatro bestias se demora después de una primera regla
secuencial (Daniel 7:12);
2. Los mensajes secuenciales de los tres ángeles continúan después de su
anuncio inicial. (Apoc.14:6-12).
7. El primer sello representa el mensaje del evangelio comenzando en el primer
siglo (Apoc.6:2). El quinto sello representa las persecuciones de la edad media (vers.9-11).
El sexto sello se relaciona con los signos de la segunda venida de Cristo (vers.12-17). El
séptimo sello se relaciona con algunos eventos de significado cósmico después de la
segunda venida (8:1).
8. La actividad de sellar de Apocalipsis 7:1-8 es incluida en el marco de tiempo del
sexto sello y es la respuesta a la pregunta “El gran día de su ira ha llegado; y ¿quién podrá
permanecer en pie?” (Apoc.6:17).
9. El gran terremoto y las señales del sol, la luna y las estrellas del sexto sello son
literales y, el sexto sello se inicia con el terremoto de Lisboa.
10. Las señales celestiales en el sexto sello pueden tener causas física/naturales
(comparar con la abertura del mar rojo, Éxodo 14:21); sin embargo ellos son eventos
significativos porque ocurren en el tiempo exacto en conexión con el fin del período de los
1.260 años de supremacía y persecución papal. (Marcos 13:24)
53
2. Las trompetas aparecen como advertencias o anuncios de acontecimientos
adversos por venir (comparar con Números 10:1-10).
3. El evento de una trompeta particular puede ocupar un extenso período de tiempo
(Apoc.9:5,15; 10:7).
4. Apocalipsis 10:1 - 11:14 es un interludio entre las sexta y séptima trompetas
(como Apoc.7 es un interludio entre el sexto y séptimo sellos) y se ubica bajo la sexta
trompeta.
5. Los eventos de las trompetas ocurren en tiempo histórico, de prueba.
a. Introducción (8:2-6): funcionando como un anuncio de las siete trompetas
venideras, los versículos 2 y 6 son indicadores que forman una inclusión literaria entorno a
los dos procesos descritos en los versículos 3-5: 1) El ministerio intercesor de Cristo en
desarrollo. (vers.3, 4); 2) El término del ministerio intercesor de Cristo y el fin del período
de prueba humano. (vers.5; comparar con Ezequiel 10:1-7). Este recurso literario, una
inclusión - introducción, ata definitivamente las series de las trompetas a la era de
intercesión de Cristo como sumo sacerdote, al tiempo de prueba.
b. Séptima trompeta: el sonido de la séptima trompeta se une con el término
“el misterio de Dios” (Apoc.10:7). “El misterio de Dios” es el evangelio y su
proclamación (Efesios 3:4; 6:19; Col.4:3; Rom.16:25,26). Si la séptima trompeta está unida
al fin de la obra del evangelio, la dispensación evangélica, entonces las seis trompetas
precedentes deben necesariamente sonar durante el tiempo de prueba.
c. Altar de oro: la referencia al altar de oro del incienso al comienzo de la
sexta trompeta es un indicador en la profecía, señalando que la intercesión sacerdotal de
Cristo todavía está en proceso (Apoc.9:13; comparar con 8: 3,4).
d. Interludio (ver número 4 en esta sección): la obra del evangelio es
realizada bajo la sexta trompeta. 1) La iglesia (simbolizada por Juan) debe predicar “otra
vez a muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes” Apoc.10:11); 2) La gente puede
arrepentirse y dar gloria a Dios (11:13, comparar con 16:9).
e. Períodos de tiempo: la presencia de períodos de tiempo en la quinta y
sexta trompeta indican que estas trompetas aparecen en tiempo histórico antes del fin del
período de prueba humana.
54
III. Los siete sellos
(Jon Paulien)
55
4. Día de la ira. Cap.6:15-17 y 19: 17,18. Son los mismos personajes los
aterrorizados en cap.6 y los destruidos en cap.19.
56
Observaciones. La iglesia en apostasía
(rojo, color del pecado) entra en conflicto.
Al fin todos aquellos que matan son
muertos ellos mismos y comidos por aves
rapaces.
6: 5, 6 3 3
El jinete sobre el caballo negro tiene una La bestia y el falso profeta que han
balanza en su mano. El trigo y la cebada engañado a los adoradores de la bestia son
son vendidos por un precio exorbitante; arrojados en el lago de fuego.
aceite y vino son afectados.
Observaciones. La iglesia apostata que ha
causado el hambre por la Palabra de Dios
(trigo y cebada), y amenazado oscurecer el
Espíritu y el evangelio (aceite y vino) es
eventualmente arrojado en el lago de
fuego.
7, 8. 4 20: 1 – 3 , 7 - 10 4
La criatura viviente clama “ven”. A la Un ángel con una cadena aprisiona al
muerte, en un caballo amarillo seguida por dragón, lo arroja en el abismo, y lo sella
el hades, les es dado poder para matar a la para que no engañe más a las naciones.
cuarta parte de la tierra con espada,
pestilencia, hambre, y bestias salvajes.
Observaciones: Satanás, montando la
iglesia apóstata, intensifica la obra de
destrucción mientras su cómplice. El
hades, traga la muerte. Al fin satanás
mismo es arrojado en el abismo y
confinado allí.
6 : 9 – 11 5 20: 4 – 6 5
57
Las almas bajo el altar, muertas por el Las almas muertas por el testimonio de
testimonio de Jesús, claman a Dios por Jesús vuelven a vivir y son elevadas a
venganza de su sangre sobre los moradores tronos donde ellas mismas juzgan.
de la tierra. Se les dice que esperen; se les
dan vestiduras blancas.
Observaciones: Las almas debajo del altar
son eventualmente elevadas para sentarse
sobre tronos. Aquellas que clamaban a
Dios por justicia sobre sus perseguidores,
reciben ellas misma poder para juzgar.
6: 12 – 17 6 20: 11 6
El cielo se enrolla como un libro. Los La tierra y el cielo huyen de la presencia de
reyes, generales, pueblos, se esconden del aquel que está sentado sobre el gran trono
rostro del que está sentado en el trono y del blanco.
Cordero.
Observaciones: Previo a la segunda venida
de Cristo, la bóveda de los cielos se acaba,
exponiendo el mundo malvado a la
presencia de Dios sobre su trono y a la ira
del Cordero. Al fin de los mil años, el
mundo malvado otra vez se presenta
delante del trono de Dios.
Capítulo 7 Interludio 20: 12 – 15 7
Los 144.000 de Israel son sellados. Una Los muertos están delante del trono: los
gran multitud de toda tribu está delante del libros son abiertos. Los muertos son
trono alabando a Dios por la salvación. No juzgados por lo que está escrito en los
hay más hambre ni sed. Dios enjuga las libros. La muerte y el hades son lanzados
lágrimas de sus ojos. El cordero los lleva a en el lago de fuego.
aguas vivas. El tabernáculo de Dios está
con ellos.
8: 1 7 21:1 – 8 ; 22:1 Interludio
58
El cordero abre el séptimo sello (haciendo La nueva Jerusalén desciende. Dios habita con
posible abrir el libro). Hay silencio en el cielo su pueblo. Enjuga las lágrimas; no más muerte,
por media hora. llanto, ni dolor. Agua de vida para los
sedientos. El tabernáculo de Dios con los
hombres.
Observaciones. El rompimiento del séptimo
sello remueve la última barrera para abrir el
libro. El silencio en el cielo por media hora
puede aplicarse al silencio cuando los vivos se
presentan delante de Dios en su venida (Esta
parece ser una escena de juicio porque su
contraparte quiástica es una escena de juicio)
Al fin de los mil años los muertos se reúnen
ante el trono de Dios y son juzgados de
acuerdo a los libros de registro. El libro de la
vida también es abierto revelando quienes se
salvan y quienes se pierden.
(Los interludios). Juzgando de los contextos el
marco de tiempo de cada interludio parece
claro. Apoc. 7 describe la seguridad de los
santos durante las escenas conectadas con la
segunda venida, en tanto que Apoc. 21muestra
la seguridad de los santos al fin de los mil años.
Apoc. 7 describe doce tribus del fiel Israel;
Apoc. 21, describe la novia/ciudad (marcada
con los nombres de las 12 tribus) En ambos
eventos Dios habita con ellos. No tienen
hambre ni sed, porque Dios les da el agua viva.
El dolor, el clamor y la muerte no son más;
Dios enjuga las lágrimas de sus ojos.
59
1. Centrada en el trono. La palabra trono (Thronos) es la clave. Aparece 14
veces en cap.4 y 5 veces en cap.5; una vez en cap.6 y 7 veces en cap.7.
2. Alabanzas. Existe un crescendo en la alabanza a Cristo. El último himno es
proléptico, descrito por adelantado cuando la alabanza sea universal.
3. Escena del santuario. Aunque ningún elemento de Apoc.4 es tomado
explícitamente del santuario del A.T. el efecto acumulativo de alusiones refleja fuerte
reminiscencia: puerta, trompetas, las tres piedras preciosas, 24 ancianos, siete lámparas,
mar de vidrio, los querubines. En cap.5: el cordero inmolado, copas de incienso. La
profusión de elementos cúlticos parece apuntar al día de la inauguración.
4. Alusiones al A.T. Los paralelos con Daniel 7 y Ezequiel 1-10, no deben
hacernos pensar que Apoc. También señala obra de juicio investigativo. No hay evidencias
de esta obra en esta sección. Este estudio de antecedentes en el A.T. revela cuánto extrae
Apocalipsis de él.
60
61
Análisis de los capítulos 4 y 5.
Escena del santuario celestial. El énfasis está puesto en acontecimientos posteriores
a la visión.
a.- Los 24 ancianos. Aparentemente representan a la humanidad exaltada y
redimida. Son mencionados 12 veces en Apoc. Pueden vincularse con los 144.000 y con la
nueva Jerusalén El uso de coronas y el sentarse en tronos apunta a la humanidad
redimida más que a ángeles. Pueden ser los resucitados en la resurrección de Cristo. La
importancia está en que son un símbolo de la humanidad redimida.
b.- Las criaturas vivientes (no se define).
c.- El libro sellado. Se sostiene la tesis de que este libro es el libro de Apocalipsis
mismo por:
1) Al comparar con capítulos 1:4-8 y 4:1,8. Se infiere que el libro contiene
el destino del mundo y el propósito y el plan de Dios de liberar a su pueblo al fin del tiempo
y de resolver la controversia moral en el universo.
2) Se fundamenta al comparar con los pasajes del A.T. de Ez. 2:9,10 y
Zac.5:1-4. Sin embargo el rollo aquí ya está abierto. Otros textos (Isaías 29:11,18; 30:8) no
son tan convincentes.
3) Alusiones del N.T. El concepto “misterio” (musterion). En el N. T.
siempre es usado en sentido escatológico. Solo se revelará en los últimos días. Desde
Cristo los últimos días ya han llegado. Ya no está cerrado. El anuncio del misterio de
Dios es predicar a Cristo crucificado (1 Cor. 2:1,2; 1:23). Este misterio, sin embargo está
encubierto para los que no conocen a Cristo. (Mateo 13:11, Marcos 4:11, Lucas 8:10).
Además algunos aspectos todavía están encubiertos para los creyentes. Los últimos días,
en algunos aspectos todavía están en el futuro. Apoc. comparte la tensión del N.T. entre lo
que ha sido revelado en Cristo y lo que será conocido sólo al fin. (10:7). Los sellos
señalan un período cuando el propósito de Dios, continúa escondido, en alto grado de la
62
visión terrena. Desde el cap.10, este propósito es revelado a través del mensaje de los tres
ángeles y los eventos consumatorios.
d.- El cordero.
1) Sus méritos. Porque fue inmolado y capacitado así para redimir a la
humanidad con su sangre.
2) Es el restablecimiento de la dinastía davídica. (Mat.12:28; Lucas 17:20,
21).
3) Se hace evidente su humanidad (fue muerto) y su divinidad (su
exaltación).
4) Su divinidad es reforzada en los símbolos de los 7 cuernos y 7 ojos.
5) No existe base textual para el desplazamiento de Cristo del 1º al 2º
departamento del santuario celestial.
e.- El cántico nuevo. Sigue el modelo del A.T. de cánticos nuevos vinculados con
nuevos actos poderosos de Dios en favor de su pueblo (Salmo 33:1-9; Isaías 42:5,10). Se
justifica en el acto más poderoso de Dios (la redención).
f.- El sacerdocio. Israel sería una nación santa y con rol sacerdotal (Ex.19:5,6).
En Cristo este privilegio es trasladado a la iglesia. (Mat.21:43; 1 Ped.2: 9-10; Sal.3: 29; 6:
15,16). El dominio de Cristo es el dominio de sus seguidores.
g.- El rompimiento de los sellos.
63
2. Paralelos en el Apocalipsis sinóptico del N.T.
Los paralelismos son evidentes, aunque no el mismo orden. Estos paralelos señalan
toda la era cristiana, no sólo el fin del tiempo. Los cuatro jinetes apuntan en esa dirección
con énfasis en el comienzo en tanto que los sellos 5º y 6º se refieren a hechos del fin de la
era.
64
3. Interpretando los sellos
Aunque existe un número de elementos en Apoc.4-6 que sugiere a algunos que este
pasaje comprende el juicio investigador, haciendo del trono el Lugar Santísimo, la conexión
con Apoc.3:21 apunta más bien a la entronización de Cristo en el Lugar Santo. Existen
diferencias con Daniel 7: libro - libros, libro sellado - libros abiertos y cordero - hijo del
hombre.
Confirma esta conclusión la omisión total de expresiones explícitas de juicio (en
cap.6:10 aún está en el futuro). El paralelo con cap.19 indica que ocurre en la porción
histórica.
a.- Primer sello. Es posible, junto con preteristas, que guerra, hambre y pestilencia
de los sellos tenga una aplicación natural y armonice así con Apoc. sinóptico. Sin embargo
muchos factores sugieren una aproximación más simbólica a los sellos.
1) Todo el libro de Apoc. es dado en signos. (1:1)
2) Los caballos nunca son interpretados literalmente.
3) Los cap.4 y 5 están llenos con lenguaje simbólicos. ¿Por qué cap. 6 es
diferente?
4) Las figuras de los jinetes son más familiares a los lectores del tiempo de
Juan en su sentido figurativo y espiritual. La visión futurista: El jinete es el futuro
anticristo. Es refutada mediante el análisis del apoyo bíblico.
b.- Segundo sello. El caballo no es rojo en el sentido técnico de la palabra. El
adjetivo es extraído del término griego para fuego (pur). No existe suficiente apoyo para
privilegiar el concepto de conflicto militar. Más bien, puede representar persecución,
pérdida de paz espiritual y división sobre el evangelio. Cuando se predica el evangelio se
sigue la división y la persecución como resultado de su rechazo.
c.- Tercer sello. El lenguaje sugiere más bien una aplicación espiritual que literal.
El caballo negro está en oposición al caballo blanco y representa así la doctrina errónea. Se
representa en el sello el hambre por la palabra de Dios, pero sin que falten los medios de la
gracia. El evangelio ha sido oscurecido pero sus beneficios aún son conseguibles.
d.- Cuarto Sello. Si este sello ha de ser entendido en términos espirituales, él
describe la más seria recensión espiritual (el clímax viene en cap.18:2 ,3). Es la pestilencia
del alma. Los cuatro jinetes deberían ser entendidos probablemente más bien como una
65
progresión de pensamiento que una secuencia histórica rígida. Así entendido representan
más bien una descripción general de la propagación del evangelio, la división y persecución
resultante y las crecientes consecuencias de ese rechazo. El tema central es que la
predicación del evangelio y la llegada de la nueva era en Cristo no detienen la propagación
del mal en el mundo. Esto expresa bien la tensión entre las dos eras, tan característica del
N.T. como un todo.
Sin embargo, habiendo dicho esto, es de destacar que la progresión temática de los
cuatro caballos, calza bien con la historia del primer milenio de la era cristiana. Esto se
refuerza por el hecho de que los cuatro seres vivientes nunca están separados excepto aquí.
Su envolvimiento sucesivo es una clave de que cierta progresión cronológica es paralela a
la progresión del pensamiento.
e.- Quinto sello. Es evidente en el texto una referencia al pasado, en los hechos
descritos en los primeros cuatro sellos y previo al juicio y la crisis final. El darles ropa
blanca simboliza la vindicación de los mártires en el juicio investigador. Sin embargo la
realización de este juicio aún está en el futuro. La comparación del cap.6:10 y 19:2, indica
que el cap.6:11 alude al comienzo del juicio investigador; en tanto que el cap.18 retrata su
conclusión justo antes de la segunda venida. Así el quinto sello es dividido en dos partes
cronológicamente: 1) El clamor de los mártires es previo al juicio investigador (vers.10) y
2) el entregar las ropas blancas señala el comienzo de ese juicio. Por lo tanto el quinto
sello queda bien entre las grandes persecuciones de la E. Media y la conclusión del juicio
investigador.
f.- Sexto sello. Las señales celestiales tienen muchos antecedentes en el A.T.
(Eze.32: 7,8; Amós 8:8-10; Jer. 4:23-27; Isa. 34:4; 13:10-13; Nah. 3:12; Eze. 38:19-20;
Hag. 2:6-9; Isa. 50:1-7; Joel 2:28-31; Sal. 102:25- 27). La comparación con el Apoc.
sinóptico, argumenta que algunos por lo menos de estos fenómenos ocurrirán poco después
del período de la gran tribulación aludido en el 5º sello. Que las señales celestiales deben
ser entendidas como literales, se indica por el hecho de que cada una es seguida por un
“as” (hos) que en esta construcción introduce una analogía figurativa a un evento actual.
Apoc. 6:14 apunta hacia adelante al derrumbe final de todas las cosas terrenas y celestes en
tanto que estas pertenezcan a este planeta (2 Ped. 3: 9-12).
66
g.- Séptimo sello. Se han dado muchas explicaciones pero ninguna ha probado ser
decisiva. Una posibilidad es que el silencio es un anuncio de que la justicia de Dios ha sido
ejecutada completamente. (Isa. 65:6-7). Debido a que el sexto sello describe los eventos en
torno a la segunda venida de Cristo (cap.6:15-17) y describe la presencia de los redimidos
ante el trono (cap. 7:9-11), el séptimo sello debe ser entendido mas bien como un precursor
críptico del milenio o la paz universal que resulta de la consumación al fin del milenio.
(Cap. 20:9-15).
2. Organización quiástica
Cap. 4:1-8 con cap. 19:1; 21: 8. Los sellos históricos parecen comenzar en la
ascensión; glorificación de Cristo (cap.5: 6,9) y terminan con la segunda venida (6:16-17;
8:1) Los “sellos” escatológicos comienzan en la segunda venida y terminan al fin del
milenio (21:1-8). Hay escenas de juicio tanto en la segunda venida como al fin del milenio.
Al tiempo de cada evento los justos están seguros. Al segundo advenimiento están
sellados (cap.7:3); al momento del juicio ejecutivo están escritos en el libro de la vida (cap.
20:12,15). Ambos interludios presentan liberación de problemas. En el primer caso, de la
gran tribulación (cap.7:14), y en el último, de las penas de la vida (cap.21:4). En cada
ocasión Dios provee liberación tabernaculando con su pueblo, enjugando las lágrimas de
sus ojos y satisfaciendo su sed con agua de la vida.
B.- La tribulación
67
La tribulación final es tipificada por varios acontecimientos históricos: La
cautividad babilónica, el ataque sobre Jerusalén por los romanos, y la persecución durante
“tiempo, tiempos y medio tiempo” del período medieval. Todos estos acontecimientos
mencionados en el libro de Daniel, se caracterizan por ataques del enemigo sobre el
santuario y el pueblo de Dios.
C.- El sellamiento
Mientras los hijos de Dios reciben el sello sobre sus frentes (cap.7: 2,3), sus
enemigos reciben la marca de la bestia en su mano derecha o en su frente (cap.16:2). El
sellamiento tuvo diferentes significados en los tiempos bíblicos.
3. Protección
Israelitas en el éxodo (Ex. 12:7, 12-13). Los hijos de Dios en visión de Ezequiel
(cap.9:4-5), en las plagas de las trompetas (Apoc.9:4-6), y protección de las plagas finales
(Apoc.16:2).
4. Autenticidad, confiabilidad
(Juan 6:27). Permanecerán justos. (Apoc. 22:11).
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a) Antecedente. Deut.6: 6-8; 5.
b) En Apocalipsis los que tienen la marca de la bestia están en contraste con
los que guardan los mandamientos de Dios (cap.14: 9-12).
c) El anticristo es un poder opuesto a la ley de Dios (Dan.7:25; 11:28, 30,
32; 2 Tes.2:3,7-9).
d) Se incluye el cuarto mandamiento (cap. 14:7).
e) El sábado como señal (Ex. 31:13.17; Eze. 20:12,20).
1. Versículos 1-3
a.- Vientos: Lucha y conflicto permitidos por Dios y llevados a cabo por
agentes humanos (Jer. 49:35-37 y Dan. 7:2).
b.- Arboles: Individuos poderosos y naciones.
2. Versículos 4-8
a.- Israel: De acuerdo con el N. T. debe entenderse la iglesia (Mat.21: 43;
Rom. 2: 28,29; Sal. 3:29; 6:15-16; Sant. 1:1; 1 Ped. 2:9,10).
b.- 144.000: Número simbólico basado en el número 12. Este número
sugiere simetría perfecta y totalidad. Conexiones con la nueva Jerusalén dan mayor claridad
a la interpretación.
69
c.- Lista tribal: No coincide con otras listas.
3. Versículos 9-12
a.- La gran multitud aparece en contraste con los 144.000.
4. Versículos 13-14
a.- Marcas de identificación.
1) Han salido de la gran tribulación.
b.- Son sacerdotes pues tienen vestiduras blancas (cap.1:6; 5:10; 20:6).
c.- Han lavado sus ropas en la sangre del cordero.
5. Versículo 15
Refuerza el concepto de sacerdocio.
1. Primera posición
Judíos literales contrastados con gentiles (Dispensacionalistas).
Problemas: No hay separación en el Apoc. entre judíos y gentiles. Cuando Juan
escribió la mayor parte de las tribus habían perdido su identidad.
2. Segunda posición
La última generación de santos contrastados con los redimidos de todas las edades.
El problema reside en que la respuesta apunta a los que han pasado por la gran tribulación,
esto es los 144.000. Se soslaya este problema señalando que la gran tribulación es la
70
persecución de la iglesia cristiana en todas las edades. Esto no armoniza con el sentido de la
gran tribulación en Daniel (cap. 12:1).
3. Tercera posición
Es el mismo grupo bajo diferentes circunstancias.
1) En el primer caso “escucha” y en el segundo “ve”.
2) La segunda parte es una explicación de la primera parte.
4. Cuarta posición
La iglesia en la tribulación: espiritualmente ante el trono.
Hay un problema que la posición anterior no resuelve. Si la segunda escena del cap.
7 muestra la iglesia en el cielo después de la segunda venida, entonces los justos de todos
los tiempos deberían estar presente alrededor del trono, no sólo la generación final. Pero
parece evidente que la gran multitud son santos tribulacionistas solamente. ¿Por qué los
otros son ignorados? Además, ellos sirven a Dios “día y noche en su templo”. Aunque en la
eternidad no hay noche ni templo (cap. 21:22 y 25). Además el anciano no dice (en el texto
griego) que “ellos... han venido” sino “están viniendo de la gran tribulación”. La
tribulación aún está en progreso cuando ocurre esta escena.
Existen muchas declaraciones que son paradojas haciendo presente una realidad que
aún es futura. Los santos son vistos en el cielo “ante el trono” “con el cordero en el monte
Sion” “sobre el mar de vidrio”, etc. El menciona los santos adorando en el templo durante
los 42 meses de opresión (cap.11:1; 7:15). Señalan algunos intérpretes que es una visión
proléptica o anticipatoria de la realidad celestial. Es verdad pero los escritos Juaninos se
destacan por un doble sentido: “la hora viene y ahora es cuando los muertos oirán la voz
de Dios y aquellos que la escuchen vivirán” (Juan 5:25). El sentido futuro es claro - a la
venida de Cristo los muertos serán levantados -. Pero el significado presente está también
aquí - los muertos espiritualmente son vivificados al oír la voz de Jesús.
Dios ha puesto una puerta abierta en la sala del trono (cap.3:8). A través de cada
crisis como sacerdotes ellos entran en el lugar santísimo a la presencia misma de Dios y del
Cordero (cap.7:9). Sus blancas ropas sacerdotales lavadas en la sangre del Cordero los
califican para la aceptación plena con Dios (cap.7:14). Con oración y alabanza le sirven día
71
y noche en su templo (cap.7:15). Ellos vencen el temor y la desesperación a través de las
alabanzas a Dios (cap.10-12), etc. Ellos trascienden sus problemas en lugar de ser que
destruidos, porque visualizan los grandes males de la tierra desde la perspectiva del trono y
la soberanía de Dios.
72
V. Los sellos y trompetas. Discusiones actuales
(Jon Paulien)
A.- Consenso de los pioneros
Los pioneros aplicaron:
1. Las siete cartas a siete períodos históricos de la era cristiana.
2. Sellos, trompetas y capítulo 12 tres líneas paralelas cubriendo el mismo período.
3. Los siete sellos paralelos a las siete iglesias.
4. Las siete trompetas contenían primariamente los juicios de Dios sobre el imperio
romano (occidental y oriental). El capítulo 12 describe la gran controversia en el cielo y su
desarrollo en la experiencia de la iglesia en la tierra. Los pioneros también estaban de
acuerdo que el volumen de los acontecimientos descritos en los capítulos 13-19 concernía
al tiempo del fin, conduciendo a la segunda venida de Cristo. Apoc. 20-22, con
posterioridad a ella.
73
trompetas parece estar asociado con las actividades del templo relacionadas con el servicio
diario.
Es interesante encontrar que en el capítulo 11, el libro se mueve al lenguaje
explícito de los servicios del día de la expiación.
d. Las fiestas anuales. Es importante la evidencia de que el libro de
Apocalipsis parece estar modelado también por las fiestas del año judío:
Pascua: Cartas a las siete iglesias.
Pentecostés: Inauguración del santuario celestial (cap.4, 5).
Fiesta de las trompetas - día de la expiación (cap. 11:18-19).
Fiesta de los tabernáculos (cap. 21 y 22).
Así la primera parte de Apocalipsis basada en el servicio diario y en las fiestas de
primavera, ofrece un énfasis en la cruz y sus efectos, mientras que la segunda mitad del
libro está basada en los sacrificios y fiestas anuales y por lo tanto enfocadas en el fin.
3. Historicismo y los siete sellos. Argumentos usados por aquellos que creen que
los siete sellos describen acontecimientos del fin del tiempo.
1) Es claro que Apocalipsis 4-5 contiene paralelos con Ezequiel 1-10,
Daniel 7 y Apoc.19, donde juicio es el tema primario. Se concluye que Apoc. 4; 5 debe
referirse al juicio investigador iniciado en 1844.
2) Algunas imágenes de 4,5 recuerda aspectos de los servicios del día de la
expiación.
Se responde:
1) No sólo están los pasajes paralelos de Daniel y Ezequiel. También están
Isaías 6:1; 1 Reyes 22: 19-22 y Exodo 19. El común denominador en todos ellos no es
juicio sino el trono de Dios.
2) Existen fuertes diferencias entre Daniel 7 y Apocalipsis 4,5.
3) El lenguaje de juicio en Apoc. 4,5 está prácticamente ausente.
4. Historicismo y las siete trompetas. Los argumentos en favor del fin del tiempo
para las trompetas son mayores.
1) El incensario arrojado a tierra (fin del tiempo de prueba).
74
2) Los objetos destruidos por las primeras dos trompetas no son dañados
hasta después que se haya completado el sellamiento del cap. 7 (cap.7:1-3).
3) La plaga de las langostas - escorpiones no afectan a los sellados (cap.
9:4).
Se responde:
1) Todas las visiones introductoras provee el sitio para la actividad
subsecuente y permanece activa en el fondo hasta la conclusión de la visión.
2) (Pág. 196).
3) Sellamiento no significa lo mismo en ambos contextos. Se asume que
“sellamiento” tiene que ver sólo con el tiempo del fin. El contexto mayor del A. T. no
apoya esta idea. Allí el sentido de sellamientos es propiedad y aceptación divinas.
En este sentido era una realidad en tiempo de Abraham y en toda época. Además no debe
ser asumido que el sellamiento de Apoc. 7:1-3 es limitado al tiempo del fin. Sólo focaliza
en el significado del sellamiento en un setting del fin del tiempo. La comprensión de E.
White sobre el sellamiento en Apoc. 7 no debe aplicarse forzadamente al texto de Apoc.9:4.
A.- Introducción.
1. Es un pasaje parentético
Tal como ocurre con los sellos donde el pasaje del sellamiento y la gran multitud se
ubica entre el 6º y 7º sellos, este pasaje en los capítulos 10 y 11 se ubica entre la 6ª y 7ª
trompetas. Debe esperarse por lo tanto alusiones con los eventos del tiempo del fin
(cap.10:7; 11:15, 17).
2. Estructura literaria
Tres secciones: 1-4, 5-7 y 8-11. El ángel poderoso con sus actos y palabras es el
eslabón de unión entre ellas. Otros elementos relacionan unas u otras secciones. Esto
apoya la unidad del capítulo.
75
B.- Descripción
Los tres primeros textos de Apocalipsis 10 dan una descripción detallada del ángel.
C.- Acciones
76
D.- Identificación específica
Existen dos principales posiciones con respecto a la identificación de este ángel:
b. El juramento
Ford: “El juramento de Apoc.10:6,7 refleja Daniel 12:7-9.”
Caird: “El ángel de Juan hace una importante adición a las palabras del
ángel de Daniel...”
Kiddle: “El juramento del ángel es un eco de Daniel 12:7.”
77
T.F. Glasson: “El sellamiento aquí muestra la influencia de Daniel 12:4,9...
El mismo capítulo de Daniel ha sugerido, sin duda, el lenguaje aquí.”
78
5. El juramento
Cuando hace el juramento tiene el librito en su mano izquierda. La diferencia con
Daniel se explica por el libro. Al levantar su mano derecha sosteniendo el libro en su
izquierda, el juramento debe tener relación con el libro.
I. General
A. Como una respuesta a la pregunta Apunta al juicio venidero y a la
“¿Hasta cuándo?” (Apoc. 6:10) recompensa para los santos.
B. “En los días de la voz del séptimo En el intervalo entre el fin de la trompeta
ángel” del sexto ángel y el sonido de la séptima.
79
II. Específico
A. Después de los 1.260 días (Apoc.11:3) Finaliza en 1798
B. Después del día - mes - año (Apoc.9:15) Finaliza en 1844
C. Después de los 1.290 días (Daniel 12:11) Finaliza en 1798
D. Después de los 1.335 días (Daniel 12:12) Finaliza en 1844
E. Después de las 2.300 tardes - mañanas (Daniel 8:14) Finaliza en 1844
Si miramos estas líneas de profecía desde la perspectiva historicista vemos que dos
tienen provistos períodos generales de tiempo para consideración, pero cinco han provisto
tiempos específicos en relación a este juramento en Apocalipsis 10.
Se puede advertir en la carta que estas líneas de profecía no se extienden más allá de
1844. No se conoce de otras profecías apocalípticas o cantidades específicas de tiempo
simbólico que lleguen más allá de este punto. Consecuentemente se puede decir
correctamente que en 1844 el tiempo profético simbólico llega a su fin.
Que el fin del tiempo histórico no está comprendido en el juramento del ángel, es
claro por los contenidos de Apocalipsis 10. El anuncio del ángel poderoso debería ser
tomado como tratando con tiempo simbólico con las líneas conocidas de tiempo profético
convergiendo en su conclusión en 1844. Ese punto provee la ocasión más apropiada para
hacer el anuncio del ángel. El juramento del ángel poderoso debe tomarse como un anuncio
del fin de las profecías apocalípticas de tiempo en 1844.
1. Factor tiempo
Al terminar el capítulo se instruye el profeta a profetizar nuevamente. Esto
comprende el factor tiempo. Barnes: “La expresión aquí, debe referirse a algo que
debería ocurrir después de la acción simbólica de comer el libro, o a alguna consecuencia
de comerlo.” Esto debe ocurrir en el intervalo durante el cual el ángel se prepara para
sonar la trompeta.
2. Consumiendo el librito
80
Comprende la asimilación y comunicación. Mounce: “Simboliza la completa
apropiación de la revelación profética. Juan debe asimilar el contenido del rollo antes de
comunicarlo a otros.”
3. Dulce y amargo
Los paralelos bíblicos más significativos se encuentran en Jeremías (cap. 1:17,18) y
Ezequiel. (cap.2:8-10; 3:1-4).
81
El segundo punto significativo que se hace en el mensaje del ángel tiene que ver con
tiempo profético. El anuncia con un juramento solemne que “no habrá más tiempo”. Del
contexto de este juramento es claro que no se alude a tiempo histórico porque el tiempo
histórico continúa a través de otra serie de acontecimientos proféticos. El tiempo por lo
tanto debe ser profético o tiempo simbólico apocalíptico. Esta es la clase de tiempo que se
encuentra especialmente en las profecías apocalípticas de tiempo de Daniel y Apocalipsis.
Estas terminan con el juramento del ángel.
Nuestro estudio de las profecías de tiempo, especialmente de aquellas ligadas con
Apoc.10 directa o indirectamente conduce a la identificación del año 1844 como el punto
de término para varias de esas líneas proféticas de tiempo.
Esta juntura cronológica tan importante en medio del narrativo forma un pivote
alrededor del cual giran los acontecimientos de las otras partes del narrativo. Esto se aplica
al juicio pospuesto, anunciado al comienzo del capítulo. Se aplica a la experiencia del
chasco; y se aplica a la nueva profecía a ser dada al fin del capítulo. La juntura central de
este capítulo presenta también un marco de tiempo en el cual mirar por la ocurrencia
histórica de esta experiencia lo que ocurrió a mediados del siglo XIX con el movimiento
millerita y el surgimiento del adventismo para continuar profetizando.
Los dos testigos de Apocalipsis 11:3-12, también designados en vers.4 como “los
dos olivos” y “los dos candeleros,” han sido interpretados frecuentemente como
representando dos personajes - Moisés y Elías, Santiago y Juan, Pedro y Pablo, u otros. La
identificación con Moisés y Elías (o con sus contrapartes escatológicos) ha sido
especialmente tentador por la mención en vers.6 del poder del testigo de convertir el agua
en sangre y herir la tierra con toda plaga (recordativo de Moisés) y traer sequía (recordativo
de Elías), copulada con la creencia Judía en un retorno escatológico de estos dos profetas
(vea Juan 1:21; 6:14; 7:40; Mateo 11:14; Marcos 9:11; y también Deut.18:15-18 y Mal.
4:5).
82
Otra aproximación más o menos común entre recientes exegetas es ver a los dos
testigos, de alguna manera, representando la iglesia cristiana, o algún segmento o aspecto
de ella y su misión. Esto podría ser la vocación profética de la iglesia, los segmentos
Judíos y Gentiles de la temprana comunidad Cristiana, las fieles iglesias de Esmirna y
Filadelfia, los mártires dentro de toda la comunidad Cristiana, el ministerio de predicación
y enseñanza de la iglesia universal, etc.
Generalmente pasado por alto por intérpretes en ambas de las anteriores escuelas de
interpretación, es una o mas de tres consideraciones esenciales que serán tratados
brevemente en la siguiente discusión: 1) la amplia escena del contexto para el perícopa de
los dos testigos, 2) la dinámica del simbolismo básico usado en el perícopa y 3) el trasfondo
teológico o temático que informa el concepto de dos testigos en el libro de Apocalipsis.
83
Cayendo dentro de la porción de trompetas de la primera de estas secciones, la
presentación de los dos - testigos en Apoc.11 debe tener una relación directa al significado
de ambos de estos amplios ítems contextuales - las trompetas mismas y los motivos “Exodo
- de - Egipto” / “Caída - de - Babilonia”.
En cierta manera, estos dos aspectos del escenario de contexto se unen, porque el
significado básico del simbolismo de trompeta es advertencia, y efectivamente la
advertencia estaba presente para ambos Egipto y Babilonia en las experiencias históricas
utilizadas aquí como trasfondos simbólicos o prototipos. Las plagas sobre Egipto eran
advertencia para Faraón y los egipcios (y esperanza para los Israelitas), y las advertencias
proféticas a Babilonia tenían un significado similar previo a la liberación de Israel de la
cautividad Babilónica. Ahora, en el contexto Cristiano de Apoc.11, los dos testigos son
también una fuente de advertencia a un “nuevo Egipto” / “nueva Babilonia” que está
oprimiendo al pueblo de Dios.
84
La referencia en Apoc.11:5 del fuego que sale de la boca de los testigos - la cual es
frecuentemente vista por comentadores como relacionada, o derivada de, la experiencia de
Elías llamando el fuego del cielo (2 Reyes 1:10, 12) - en realidad tiene un paralelo más
cercano con Jeremías. Lo posterior fue dicho por el Señor, “yo pongo en tu boca mis
palabras por fuego, y a este pueblo por leños, y los consumirá” (Jer.5:14). Además, la
referencia a los dos olivos (Apoc.11:4) es recordativo del mensaje profético a través de
Zacarías en el tiempo de Zorobabel (Zac.4). Y aún más, la referencia anterior en el
“intervalo” de Juan devorando el librito (Apoc.10:8-10) recuerda una experiencia similar
del profeta Ezequiel (Ez.3:1-3). Así es que varios personajes bíblicos más allá de Moisés y
Elías son reflejados por el simbolismo usado en el perícopa de los dos-testigos y en el
intervalo en cual ese perícopa ocurre.
De hecho, podríamos más bien expandir nuestra lista mas por una consideración del
entero escenario del contexto de las trompetas con su motivo “Exodo - de - Egipto”/
“Caída - de - Babilonia”. Estos mensajes de trompetas, sin duda, habrán traído a las
mentes de los lectores y oyentes antiguos el rol profético de Moisés y Aarón en su aparición
ante Faraón, y también los roles proféticos de varios de los profetas quienes proclamaron
advertencias relacionadas con Babilonia.
En resumen, la conclusión derivada de la discusión anterior es que una
interpretación de los dos testigos de Apoc.11 deben hacer justicia a los hechos (1) que
estos dos testigos son una unidad, funcionando y experimentando todo juntos (sea su
testimonio en sí, su llamamiento de las plagas, su sufrimiento por persecución, su muerte
temporaria, o su resurrección y ascensión); y (2) que los trasfondos simbólicos para estos
dos testigos son más amplios que simplemente los dos profetas Moisés y Elías.
Además, no debe ser pasado por alto que el elemento unificador que atrajo junto los
varios personajes proféticos usó como una base para el simbolismo de dos-profetas era su
proclamación de palabra de advertencia de Dios. Sería razonable esperar, entonces, que
la palabra de advertencia de Dios tendría una centralidad también dentro de una sección del
libro de Apocalipsis dedicado a advertencias de trompetas y el establecimiento de este
simbolismo de dos-testigos con las dinámicas descritas arriba.
85
A continuación, consideremos el trasfondo teológico o temático para el perícopa de
dos-testigos de Apoc.11:3-12. ¿Hay alguna significativa teología de dos-testigos que se
manifiesta en algún otro lugar en el libro de Apocalipsis y que envuelve el tipo de tema de
advertencia profética el cual hemos encontrado? Yo sugeriría que si hay tal concepto
teológico - esto es un énfasis prominente del libro entero de Apocalipsis el cual es
claramente evidente en otros lugares en el N.T.
Los comentarios introductores al Apocalipsis hacen evidente que al escribir este
libro, Juan da testimonio “a la Palabra de Dios y al Testimonio de Jesucristo” (1:2). De
hecho, su propio exilio en Patmos es también por estas dos entidades - “la Palabra de Dios
y el Testimonio de Jesús” (1:9). La comunidad cristiana enfrentó martirio también, por la
misma “Palabra de Dios” y “Testimonio de Jesús” (vea Apoc.20:4, y cf. 6:9). Aunque en
ciertos otros pasajes el lenguaje cambia un poco, un concepto similar de lealtad a estas dos
expresiones del mensaje divino es mantenido - guardar “los mandamientos de Dios y la fe
de Jesús” (14:12).
Lo precedente hace claro que la “Palabra de Dios” y el “Testimonio de Jesús”
proveen un concepto o tema que penetra, apunta, y sostiene el libro de Apocalipsis, el
Apocalipsis mismo declarando que proclama este doble mensaje divino (1:2). Y es más
que interés casual que en el mismo intervalo en el cual el pasaje de los dos-testigos ocurre,
el concepto de “Palabra de Dios” y “testimonio de Jesús” es específicamente traído a
vista: La proclamación de el “poderoso ángel” de Apoc.10 incluye la declaración que “en
los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comenzara a tocar la trompeta, el misterio
de Dios será consumado, como él lo anunció a sus siervos los profetas” (10:7). Atención
es entonces atraído a la pre-verificación profética del anuncio cristiano.
Este tipo de confirmación profética del A.T. o pre-verificación del mensaje del N.T.
es, por supuesto, un tema familiar en otra parte en el N.T. Es anunciado, por ejemplo, en 1
Pedro 1:10-12: “Acerca de esta salvación investigaron y averiguaron diligentemente los
profetas”; ellos predijeron “el sufrimiento de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos”;
ellos administraban “no para sí mismos, sino para nosotros, las cosas que ahora os fueron
anunciadas mediante los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado
del cielo.” Apelación a la pre-verificación profética era un elemento prominente en la
prédica apostólica (vea, ej., Hechos 2:29-32, 3:18, etc.) y es traído a atención, también, en
86
tales referencias Evangélicas como Lucas 24:27 (“se puso (Cristo) a explicarles en todas
las Escrituras lo referente a él”) y Juan 5:46 (“si creyeseis a Moisés, me creeréis a mí
(Cristo), porque de mí escribió él”).
Tal vez, aún más significante para la presente discusión, sin embargo, es el hecho
que esta teología de “dos-testigos” es prominente y recibe completo énfasis en el
Evangelio de Juan, un trabajo con el cual el Apocalipsis demuestra otras afinidades
temáticas cercanas (como los temas de juicio, discipulado, el Espíritu Santo, etc.). El
cuarto Evangelio repetidamente enfatiza que el testimonio de Jesús y del Padre estaba en
armonía. En realidad, cuando desafiado por sus detractores hasta el punto que su
testimonio era inválido, como testigo de sí mismo, Jesús llamó la atención a la ley de
testigo en Deut.19:15, indicando que su testigo no estaba solo. Hay dos testigos - él mismo
y el Padre - y más allá, estos dos testigos eran uno (vea especialmente Juan 8:13-18, 28,38;
14:24).
Conceptos teológicos adicionales que rodean o se unen con esta teología de dos-
testigos en el Evangelio de Juan - como el rol del Espíritu Santo en traer las palabras de
Cristo a los discípulos (Juan 14:26; 15:26; 16:14), el aspecto de la fidelidad de los
discípulos a la palabra (Juan 17:8, 14), etc. - embellecen el significado del paralelo con el
libro de Apocalipsis. En realidad, la entidad “palabra - de - Dios”/ “palabra de Cristo” en
relación a los discípulos es demostrado en forma impresionante en Juan 17:8: “les (Cristo)
he dado las palabras que me diste (Dios el Padre).” Aún más, la experiencia de los
discípulos, demostrado en Juan 15:20, sería que “si a mí (Cristo) me han perseguido,
también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi Palabra, también guardarán la
vuestra”. El libro completo de Apocalipsis pareciera ser, en cierto sentido, un comentario
sobre tales declaraciones del Cuarto Evangelio. En el libro de Apocalipsis, fidelidad a la
“Palabra de Dios” y al “testimonio de Jesucristo” separa los fieles de los infieles, y trae
persecución que incluye el propio exilio de Juan y el martirio de otros creyentes (vea otra
vez Apoc.1:9; 6:9; 12:17; 20:4; etc.).
Además, no debe ser pasado por alto que esta “Palabra - de - Dios” / “testimonio
de Jesús” lleva aspectos judiciales en Juan 12:48, y que tales aspectos judiciales encuentran
un paralelo en el poder de rendimiento judicial de los dos testigos de Apoc.11. También,
las imágenes de los olivos/candeleros en Apoc.11:4 trae a mente las actividades del Espíritu
87
Santo y el concepto de luz que son conectados con la palabra de Dios y el testimonio de
Jesús descrito en el Cuarto Evangelio y en otros lugares de las Escrituras (vea, ej., Juan
8:12; 12:46; 14:16-16:15; Sal.119:105; Zac.4:6).
En resumen, el libro de Apocalipsis pone un penetrante énfasis en “dos testigos”
que constituyen una unidad en su actividad divina - específicamente, “la Palabra de Dios”
y “el testimonio de Jesucristo”. Este concepto de dos-testigos es también expresado en
otros lugares en el N.T., siendo especialmente prominente en el Evangelio de Juan, una
obra que manifiesta un número de otros paralelos teológicos cercanos con el libro de
Apocalipsis. Aún más, en el mismo “intervalo” en Apocalipsis que contiene la
presentación de los dos-testigos, está presentado (en Apoc.10:7) el mismo concepto de
testigos unidos por los profetas del A.T. y el mensaje del N.T.
4.- Conclusión
Hemos encuestado el escenario del contexto para el perícopa de los dos-testigos de
Apoc.11, descubriendo que está puesto dentro de una sección de advertencia de trompetas
del libro, el cual abraza el simbolismo de un motivo “Exodo - de - Egipto” / “Caída - de -
Babilonia.” Hemos también observado que el simbolismo de dos testigos deriva de los
roles proféticos de varios profetas (no solamente dos) que habían declarado la Palabra de
Dios en advertencia profética; pero pone estos roles dentro del contexto de un testimonio y
experiencia unificada, en vez de en el contexto de dos testigos individuales trabajando
separadamente. Finalmente, hemos notado que en el mismo libro de Apocalipsis, son
traídos preeminentemente en vista, dos tales testigos de advertencias proféticas unidas y
unificadas, y estos mismos dos testigos son integrales también a la teología del N.T. Estos
dos testigos son, específicamente, “la Palabra de Dios” y “el testimonio de Jesucristo”, o
lo que llamaríamos hoy en día el mensaje profético del A.T. y el testigo apostólico del N.T.
En vista de todo esto, ¿no es lógico el concluir que el punto primario de referencia o
aplicación del simbolismo de los dos-testigos en Apoc.11:3-12 es realmente este doble
testimonio llamado “la Palabra de Dios” y “el testimonio de Jesús”- aunque en segundo
lugar podrá haber referencia, también, a la iglesia en un sentido derivativo como la
proclamadora de este mensaje divino?
88
(El siguiente párrafo es parte de otro artículo del doctor Kenneth Strand)
89
períodos como simbólicos de lapsos más largos de años de acuerdo con el principio de día
por año, y los ubica en el fluir de la historia humana en el punto indicado por la profecía.
Los Adventistas del Séptimo Día se identifican con este sistema de interpretación profética,
la hermenéutica de la reforma protestante.
90
D.- Apocalipsis 12.
La situación en Apoc. 12 es algo diferente. Aquí los dos períodos de tiempo (3 ½
tiempos y 1.260 días) están relacionados en la estructura misma del narrativo. Están
ubicados en el medio del narrativo acerca de la iglesia. No pertenecen a ningún polo de esa
historia. Así se aplican a la Edad Media.
Esos períodos de tiempo (los dos símbolos denotan la misma era) se desarrollan y
llevan la narración de la historia de la iglesia hasta el comienzo de su período final, el
tiempo cuando la simiente remanente de la mujer entra en acción. Nuevamente la
construcción de este narrativo y los puntos particulares en los cuales los períodos de tiempo
están ubicados soportan precisamente la interpretación historicista.
F.- Conclusión.
Mostrando que los 3 ½ tiempos (y los 1.290 días) de Daniel 12 pertenecen al centro
del fluir histórico de Daniel 11 y mostrando que los dos períodos de persecución en
91
Apoc.12 (3 ½ tiempos; 1.260 días) pertenecen a la mitad de la era cristiana, y al mostrar
que los 42 meses de la bestia pertenecen al tiempo anterior a la recepción de la herida se ha
demostrado que la interpretación historicista está sólidamente basada en las características
de los pasajes.
IX. La victoria final de los santos sobre las fuerzas del mal. Apoc.12-14
(William G. Johnsson)
92
esperanza en la segunda venida; habla existencialmente a todos los seguidores del Cordero,
especialmente a los que sufren opresión.
13:16-18 14:1-5
Los Los
13:11 14:6-
seguidores de la seguidores del
-15 12 Los
bestia Cordero
La adoradores de
bestia de la Dios
F.- Exégesis
1. Capítulo 12
93
a.- Dragón. Se identifica como Satanás y con la serpiente del Edén. Se
enfatiza su carácter engañoso. Las características tienen como antecedente Daniel 7:7.
Según Apoc.17:9,10, las cabezas representan reinos.
b.- Mujer. Representa los fieles de todas las edades, aunque aquí se refiere
especialmente a los del período cristiano. El símbolo de la mujer pura es común al pueblo
de Dios fiel, en tanto que la ramera con los hijos infieles. El contraste se presenta con la
mujer del cap. 17.
c.- El niño. La descripción apunta claramente a Cristo. Sin embargo debe
entenderse que la persecución sobre él incluye también sobre su misión.
d.- Períodos de tiempo. Son textos paralelos con otros en Daniel y
Apocalipsis. Es obvio que no se refiere a tiempo literal. El período no se extiende hasta la
segunda venida.
e.- Liberación. Estrechas relaciones con la experiencia del Exodo.
(Ex.14:8; 19:4; Deut. 32:10,11). Más allá de un territorio la intención es la seguridad del
pueblo de Dios, de su protección y provisión
f.- Simiente. El resto de sus descendientes. Aquí se advierte la intención
del cap. 12 y de 12-14 de concentrarse en la experiencia del pueblo de Dios al fin del
tiempo.
g.- Guerra en el cielo. (vers.7-12). Debe entenderse esta sección como la
contraparte celestial a la victoria de Cristo en la cruz. Se confirma esto en el análisis y
comparación de los textos. Los versículos 7-2 describen la herida en la cabeza de la
serpiente, así como 1-6 se refiere a la herida en el talón de la mujer.
94
Monte Sion (14:1) Orillas del mar (13:1)
Voz de muchas aguas (14:2) Mar (13:1)
3 1/2 tiempos de testimonio (12:6,14) 42 meses de éxito (13:5)
144.000 (14:1) Moradores de la tierra (13:12-16)
El nombre del Padre (14:1) Nombre de la bestia (13:17)
Trono de Dios (12:5; 14:3) Trono de la bestia (13:2)
Frentes (14:1) Frentes (13:16)
Adoración de Dios (14:6,7) Adoración de la bestia (13:8)
Alabanza a Dios (14:3) Alabanza a la bestia (13:4)
Gloria a Dios (14:6,7) Blasfemia (13:1, 5, 6)
Muerte a los enemigos (14:17-20) Muerte de los enemigos (13:15)
Lealtad a Dios (14:12) Alianza a la bestia (13:14-17)
Sin mancha (14:5) Engaño (13:14,15)
Llamado a exaltar a Dios (14:6-12) Llamado a exaltar a la bestia (13:12-17)
Invitación universal (14:6) Compulsión universal (13:12)
Remanente fiel (12:17) Alianza de la masa (14:16)
95
amplia alianza, declina, se recupera y en los acontecimientos que preceden a la venida es
ayudado por el monstruo de la tierra.
La clave para interpretar Apocalipsis 13 está en Daniel 7-8. Las
correspondencias son impresionantes en las actividades y en el tiempo. Los adventistas ven
en el surgimiento y obra del papado el cumplimiento de ambas visiones. Nuestros pioneros
al interpretar Daniel y Apocalipsis advirtieron claramente su naturaleza político-religiosa,
su usurpación del sacerdocio de Cristo en el santuario celestial, su persecución de los
“herejes” su período de supremacía durante la Edad Media, su declinación con la llegada
de la Edad de la Razón, y su resurgimiento en los tiempos modernos.
96
4) El número de la bestia. La declaración puede significar “es un número
humano” o “es el número de un hombre”. Debe preferirse el primero porque se habla en la
visión de un poder político religioso, no de un individuo. El texto sugiere que 666 es el
código por el nombre de la bestia del mar, el cual es blasfemia. Apunta a una parodia de
perfección: imperfección sobre imperfección, a pesar de las pretensiones monstruosas de la
bestia.
a. Motivos principales
97
1) Cordero. Este símbolo de Cristo aparece 28 veces en al Apocalipsis. El
término aquí “arnión” apunta a características marciales en, oposición con “amnos” de
Juan 1:29,36 que acentúa en carácter sacrificial del cual deriva su autoridad (cap.5:6-13).
2) Los 144.000. Es un número que apunta a la plenitud. Se caracterizan por
su carácter como el de Cristo, sin contaminación, sin culpa, con una experiencia única y por
su devoción a Cristo.
3) Los ángeles. Se mencionan 6: 3 proclaman y 3 participan en la cosecha
final. Sin duda las figuras son simbólicas. Los tres primeros retratan los mensajes divinos,
universales, que serán dados a la generación final para que adoren a Dios declaren la
bancarrota de la Babilonia espiritual y adviertan contra la adoración de la bestia.
4) El mensaje.
a) Tiempo. Inmediatamente antes de la venida de Cristo y no a
través de la era cristiana como se demuestra por las dos líneas de evidencia en el pasaje. Se
llama adorar a Dios en lugar de la bestia y su imagen. Estos actúan después de los 42
meses (cap.13) de supremacía de la bestia. Los tres mensajes son seguidos por la segunda
venida la que de descrita en términos de juicios sobre aquellos que han escogido la alianza
con la bestia antes que a Dios.
b) Alcance. Impacto mundial cruzando todas las barreras.
c) Contenido. El evangelio eterno; un mensaje de la hora del
juicio; un llamado a poner a Dios en primer lugar; la creación; sistemas religiosos falsos
repudiados; advertencia contra la bestia, la imagen y la marca; los mandamientos de Dios;
la fe de Jesús.
d) Juicio. Se lo ubica de acuerdo con el contexto en el período
anterior a la segunda venida y después de la persecución de los 42 meses. Confirma así la
doctrina del juicio pre-advento.
e) Adoración. El primer ángel lanza un llamado a adorar a Dios el
Creador en el setting de la hora del juicio; el segundo declara y expone el sistema falso de
adoración; el tercero entrega una fuerte advertencia contra la adoración de la bestia y su
imagen. Esto está en armonía con lo que ocurre a través de todo el libro de Apocalipsis.
f) Babilonia. Babilonia representa en Apocalipsis todos los
intentos humanos para proveer el camino a la salvación; todos los planes y programas que
98
por estar construidos solamente en las estrategias y razón humanas, atentan contra el plan
divino para el mundo. En este concepto de Babilonia se incluye más que las iglesias
cristianas apóstatas.
5) Identificación del pueblo de Dios.
a) Tienen el evangelio eterno. El mensaje se centra en la persona y
obra de Jesucristo.
b) Tienen una proclamación mundial.
c) Llaman a poner a Dios en primer lugar.
d) Adoran a Dios como creador.
e) Anuncian el tiempo del juicio de Dios.
f) Llaman a la separación de todo sistema falso de adoración.
g) Llaman a la lealtad a Dios.
h) Guardan los mandamientos de Dios.
i) Guardan la fe de Jesús. El sentido es guardar no tener. Una
versión dice “permanecen leales a Jesús” (NEB).
j) Aguardan pacientemente el retorno de su Señor. Paciencia en el
sentido de perseverancia.
X. La marca de la bestia
(C. Mervyn Maxwell)
99
Escena 4. (cap.13:1-4) Escena introductoria encapsuladora. Habla de la
bestia marina. La herida mortal es mencionada para ser analizada en mayor detalle en la
escena 5.
Escena 5. (cap.13:5-10) La bestia habla blasfemias y tiene poder por 42
meses.
Escena 6. (cap. 13:11-18) Aparece una segunda bestia que apoya a la
primera.
Escena 7. (cap.14:1-5) Paréntesis A. Los 144.000 con el Cordero sobre el
mar de vidrio.
Escena 8. (cap.14:6-12) Paréntesis B. El mensaje de los tres ángeles.
Escena 9. (cap.14:13-20) La segunda venida y la cosecha de la tierra.
2. En esta sección el verbo clave es adoración que aparece por lo menos 8 veces
(cap.13:4, 8, 12, 14, 15; 14:7,9-11). Estos textos demuestran que el asunto principal que
comprende la marca de la bestia es la cuestión de la adoración.
100
7) el “misterio de iniquidad” y su potencial más robusto debe
8) ser restringido por un restrictor sin nombre.
101
XI. La Iglesia Remanente y el Espíritu de Profecía
(Gerhard Pfandl)
A. - Resumen general
“Marturia” (testimonio) es usado mayoritariamente por Juan – 30 de las 37
ocurrencias en las Escrituras.
Fuera del libro de Apocalipsis, cuando marturia es usada en una construcción
genitiva por Marcos, Lucas o Juan siempre es un genitivo subjetivo. Esto es subrayado por
construcciones paralelas como las que se encuentran en 1 Juan 5:9. (“Si recibimos
testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor”) “el testimonio de los
hombres” y “el testimonio de Dios” son palabras por/de los hombres, por/de Dios (genitivo
subjetivo), no palabras acerca/concerniente a hombres o Dios (genitivo objetivo).
En el libro de Apocalipsis todas las construcciones genitivas con “marturia”
pueden ser entendidas como genitivos subjetivos. No hay razón, compulsiva, gramatical,
sintáctica o teológica para hacerlo de otro modo.
El paralelismo en 1:2,9 y 20:4, entre “la Palabra de Dios” y “el Testimonio de
Jesús” indica claramente que “el Testimonio de Jesús” es el testimonio que El mismo da
tal como la “Palabra de Dios”, la palabra que Dios habla. Lo mismo se aplica en
Apocalipsis 12:7 en el paralelismo entre “los Mandamientos de Dios” y “el Testimonio de
Jesús”.
En 12:7 “el remanente de su simiente” (K.J.V.). Se dice, “tiene [hecho] el
testimonio de Jesús”. Si “el Testimonio de Jesús” significa “testificar para Jesús” el
verbo echo (tener - sostener) sería completamente inusual en este lugar. Testimonio para o
concerniente a Jesús debería apelar a un verbo tal como “dar” mas bien que “tener”. La
palabra echo mas naturalmente denota posesión de esta instancia.
El contexto total N.N., hace claro que el contenido de “el Testimonio de Jesús” es
Jesús mismo. Tal como el contenido de la palabra de Dios es Cristo, así mismo el
contenido y propósito del “Testimonio de Jesús” es Cristo mismo. El “Testimonio de
Jesús” entonces es la auto revelación de Cristo a través de los profetas – su testimonio, no
el testimonio del hombre acerca de El. El segundo criterio aunque está muy ligado con él,
en algunos casos podría estar presente en un sentido secundario.
102
El paralelismo entre 19:10 y 22:8,9, indica que aquellos que “tienen el Testimonio
de Jesús”, tienen el don profético. Esto es apoyado por la explicación que “el Testimonio
de Jesús es el Espíritu de Profecía”, esto es el Espíritu Santo que inspira a los profetas.
Así, el remanente de su simiente en 12:17 (K.J.V.) tiene el don profético. No cada
miembro como tal, sino que una de las marcas identificadoras de ellos como grupo es la
manifestación del don profético en su medio.
103
XII. El Papado moderno. Pretensiones y autoridad
(Johann Heinz)
Sinopsis
Después de siete décadas de amarga rivalidad ideológica, los líderes del comunismo
ruso y del catolicismo romano (el presidente soviético Mikhail Gorvashev y el Papa Juan
Pablo II) acordaron en la ciudad del Vaticano en diciembre 1º de 1.989, establecer
relaciones diplomáticas entre el Kemlin y el Vaticano. Juan Pablo II llamó al encuentro
“una señal de los tiempos que han madurado lentamente, una señal que es rica en
promesas” (Washington Post, Diciembre 2, 1.989).
La visión presente del papado como la conciencia moral del mundo no es mera
casualidad. “Roma piensa en siglos”. El actual éxito papal es el resultado de planes
cuidadosamente trazados y realizados perseverantemente. Privado de control directo sobre
los estados modernos y con la pérdida de sus propios territorios en Italia (1.870), los líderes
papales se volvieron a una nueva estrategia para recuperar la perdida autoridad de la iglesia.
Los papas se movieron primero para desarrollar y acrecentar las fuerzas espirituales
de la iglesia, proyectando la imagen del Papa como el amado y adorado “Santo Padre” el
centro de la vida de la iglesia en quien los ojos del catolicismo mundial estaban enfocados,
cuyas palabras e instrucciones habían de ser recibidas con respeto y reverencia. El dogma
de la infalibilidad papal cuando habla sobre doctrina (Vaticano I) coronó este
fortalecimiento interior de la iglesia.
Pero la estrategia papal también visualizó una apertura al mundo. Los papas
empezaron a hablar sobre política mundial, asuntos sociales, cultura, medicina, ciencias,
ética, religión, etc., con el intento de moldear el pensamiento de las naciones al punto de
vista de la iglesia.
Juan XXIII volvió al mundo el rostro sonriente de amor colocando a la iglesia al
servicio de la humanidad. El convocó a un concilio (Vaticano II) y a una renovación de la
iglesia para enfrentar las necesidades de la sociedad moderna. Hizo el trabajo de base para
llegar tanto a los países comunistas como a los “hermanos separados” de la cristiandad
protestante, y para las misiones viajeras de los últimos papas, Pablo VI y Juan Pablo II. Por
104
el otoño de 1988 este último había hecho 40 viajes, persiguiendo su objetivo de llegar a ser
“la conciencia moral del mundo” y “el pastor del mundo”. Como resultado de su
estrategia global la influencia del papado ha llegado al pináculo del éxito, incluso más alto
y más extenso que lo logrado en los tiempos medievales. Incluso los Estados Unidos tienen
un embajador en la corte del Vaticano. El actual papa “parece ser lo que quiere ser - el
campeón de los derechos y paz humanos”, el líder moralmente confiable, el encanto de las
masas, el súper-estrella de los medios de comunicación, casi lo mismo que un nuevo
mesías, en quien descansa la esperanza del mundo.
Pero ¿ha cambiado realmente el papado? Las fuertes aseveraciones de Juan Pablo II
en favor de los antiguos dogmas de Roma recuerdan a los estudiosos de la Biblia el repetido
clamor que “Roma nunca cambia”. Como Elena White observa “mientras ellos (los
protestantes) están impedidos sobre el cumplimiento de sus propósitos, Roma está
procurando restablecer su poder, recuperar su supremacía perdida” (Gran Conflicto 581).
105
CUARTA SECCIÓN
LAS SERIES ESCATOLÓGICAS
A.- Síntesis
El interés adventista en las siete últimas plagas (Apoc.15 y 16) se ha focalizado
usualmente en la sexta, la batalla de Armagedón.
Aunque Jaime White señaló en 1862 que “la gran batalla no es entre nación y
nación sino entre cielo y tierra”. (R. H. Enero 21, 1862) los adventistas en general han
proyectado un escenario político.
Primero la tensión se centró en la disolución del imperio turco como el
cumplimiento del simbolismo de esa plaga: el secamiento del río Éufrates. Entonces, entre
las guerras mundiales 1ª y 2ª el foco se movió al despertar” de las naciones de oriente en
la medida en que el conflicto fue percibido como una guerra entre oriente y occidente, con
centro en Palestina. Pero el advenimiento de la guerra nuclear hizo que fueran
insostenibles tales especulaciones, y se ha producido un saludable retorno a las Escrituras
permitiéndoles definir sus propios términos y símbolos.
El escritor de este capítulo arguye por una aproximación contextual a la profecía
completa de las siete plagas - aproximación que extrae tanto del simbolismo y énfasis en el
fin del tiempo del A.T. como del N.T. y su inmediato contexto en el libro de Apocalipsis.
Por ejemplo, las experiencias históricas de Israel en el éxodo de Egipto y la liberación
posterior de Babilonia forman una subestructura tipológica en el nuevo testamento
especialmente en el libro de Apocalipsis.
En el N.T. Cristo viene a ser la Pascua antitípica cuya muerte sacrificial libera al
nuevo Israel, la Iglesia. Como Mesías conduce la iglesia fuera de este mundo a la tierra
nueva (Canaán) para siempre. Sobre el mar de vidrio como en las alegres alabanzas del
antiguo Israel ante el mar rojo, los redimidos cantarán el cántico de Moisés y del Cordero.
Las siete últimas plagas están igualmente ligadas en la tipología del éxodo. Cuatro
de ellas reflejan las plagas de juicio enviadas por Dios sobre los opresores egipcios (sangre,
106
quemaduras, oscuridad). La sexta y séptima plagas sobre Babilonia la Grande recuerdan el
pasado secamiento del Éufrates y la subsecuente caída de Babilonia ante los ejércitos
conquistadores de Ciro. Tal como el colapso de su antiguo imperio trajo libertad a los
israelitas cautivos, así la profecía expresada tipológicamente de la destrucción de Babilonia
indica liberación para el pueblo de Dios del fin del tiempo de sus enemigos. En
Apocalipsis 16 la descripción de las siete plagas está ligada con la visión de Apocalipsis 15
donde se declara que las siete plagas se originan del “tabernáculo del testimonio”
(cap.15:8) otro motivo del éxodo. Al mismo tiempo el capítulo está ligado con Apoc.17:1 -
19:10 que provee una elaboración y explicación de la sexta y la séptima plaga, el colapso y
destrucción de Babilonia la Grande.
Si el investigador bíblico estudia la guerra apocalíptica final (Armagedón) en la luz
de su antecedente del A.T. y en el contexto inmediato de Apoc. tomando en cuenta la
tipología bíblica será conducido a interpretar esta “batalla del gran día del Dios
Todopoderoso” como una guerra de dimensiones cósmicas y universales contra Dios, su
Cristo, y su fiel pueblo remanente por una confederación babilónica político - religiosa del
fin del tiempo.
Así la aproximación contextual - examinando este tópico a través del testimonio
total de la Biblia- deja fuera una lucha mundial puramente política y protege la enseñanza
bíblica sobre la lucha del tiempo final entre el bien y el mal de las intrusiones de
elementos extraños a la perspectiva bíblica.
2. Principio tipológico
107
“Así el tipo siempre es incompleto hasta que el antitipo provee la importancia total
y el significado profundo del tipo. Dios como el autor de la Escrituras ha puesto en el tipo
una prefiguración de lo que mas tarde es identificado como antitipo.... Existe una fuerte
relación tipológica entre el AT. y el N.T.” (Ibíd. 187) “ Cada vez que el Apocalipsis de
Juan menciona y aplica un nombre o lugar hebreo, o se refiere a una persona o evento del
A.T., el modelo tipológico llama a una determinación del valor original redentivo e
histórico de tal término en relación con el pacto de Dios con el antiguo Israel. Sólo
entonces puede extraerse el adecuado sentido Cristológico y Eclesiológico por analogía
estructural.
El principio tipológico se aplica no sólo a Israel sino también a los enemigos de
Israel - tales como Babilonia, Egipto y Edom - de modo que los enemigos del pueblo de
Dios funcionan como tipos de los enemigos de la iglesia verdadera de Cristo Jesús”.
Comparar Apoc.19:13,15 con Isaías 63:1-6 (Hans K. La Rondelle, Interpretation of
Profhetic and Apocalyptic Eschatology en A Symposium on Biblical Hermeneutics, Pág
233).
108
C.- Apocalipsis 16. Correlaciones con el contexto.
1. El narrativo de Apoc.16 está relacionado estructuralmente con el capítulo 15, su
precedente, donde el origen de las siete plagas se revela como viniendo del templo en el
cielo.
2. También se relaciona con los capítulos subsiguientes (cap.17:1 - 19:10) Estos
funcionan como “discursos explicatorios subordinados” sobre Apoc.16. Se les llama el
Apéndice Babilónico (Collings) o interludio puesto como apéndice a Apoc.16. (Fiorenza).
Es importante además observar que existe un paralelismo en antítesis entre las
explicaciones del juicio de Babilonia la ramera (cap.17:1 -19:10) y el descenso del cielo de
la Santa Ciudad Jerusalén la Esposa del Cordero (cap.21:9 -22:5. Significativamente cada
uno de los discursos es dado por uno de los ángeles de las copas de Apoc.16 [Apoc.17:1 y
21:9]).
Estos dos indicadores (cap.17:1 y 21:9) se correlacionan específicamente con el
clímax de las plagas en Apoc.16. Babilonia funciona primariamente como la antítesis de la
Nueva Jerusalén. La desaparición de la presente creación (cap.16:20) prepara para la
presentación de la nueva creación (cap.21:1). La correlación de los pasajes de Apoc.
16:17-21 y 19:11-21 es de revelación y clarificación progresiva de las últimas plagas.
El narrativo de la séptima plaga, por lo tanto, debe ser interpretado a través de la
sección de Apoc.19:11 al 21:8 con su doble tema de visitación y recompensa. La
correlación encuentra expresión en la séptima plaga por la voz divina “hecho es”
(cap.16:17) cuando la ira de Dios destruye a Babilonia, y una vez más, por la misma voz
desde el trono cuando la Nueva Jerusalén ha descendido hacia la tierra, “hecho está”
(cap.21:6).
Estas correlaciones estructurales de Apoc.16 con los discursos explicativos y
narrativos de juicio de los capítulos siguientes forman el setting literario de las últimas
plagas. Deberían por lo tanto ejercer un rol definitivo en la interpretación de esas plagas.
Requiere que interpretemos cada plaga a la luz de las series completas y las series a la luz
de su contexto literario inmediato. La unidad temática de la vindicación por Cristo de su
pueblo del pacto en Apoc.12-22 apunta a la unidad y armonía de la teología de Apocalipsis
con la teología del A.T.
109
II. Babilonia: Imperio anticristiano
(Hans K. LaRondelle)
110
III. Armagedón: sexta y séptima plagas
(Hans K. LaRondelle)
C.- Las imágenes de cuatro plagas apocalípticas, aparentemente son extraídas del
libro del éxodo, pero la sexta y séptima plagas son extraídas, evidentemente, de las
profecías de Isaías y Jeremías concernientes con la caída de Babilonia (Isaías 13:44-47;
Jeremías 50-51).
La fusión de ambos acontecimientos, la derrota de Egipto y la caída de Babilonia
en la descripción de las futuras plagas contra un mundo en rebelión contra Dios y su pueblo
del pacto, asegura doblemente a la iglesia del fin del tiempo que su éxodo-redención es
absolutamente seguro.
111
D.- La batalla de Jehová contra Sísara.
1. El nombre Armagedón parece aludir a la guerra santa de Israel contra el
rey cananeo Sísara que terminó con la victoria de Israel cerca de “Las aguas de Megido”
(jueces 5:19). Débora alaba a Dios por este acto de “justicia”.
112
Ellos eran enemigos de Babilonia y los libertadores de Israel. Ciro es “ungido” por Dios
para derrotar a Babilonia y liberar a Israel.
e. Daniel y el Israel de Dios en Babilonia constituyen el arrepentido
y fiel pueblo del pacto con Dios (Daniel 9:3-19).
4. Su aplicación anti-típica:
a. Babilonia el enemigo de Dios es presentado como universal
(Apoc.13:3, 4, 8; 14:8).
b. el Éufrates también tiene una connotación universal (17:15).
c. El secamiento del Éufrates implica el abandono del apoyo de los
aliados de Babilonia los cuales se constituyen en sus destructores.
d. Cristo representa a los anti-típicos reyes del oriente. Viene
desde el oriente cósmico (19:11-14).
e. El pueblo de Dios lo constituye el remanente universal.
113
5. Concluimos que Apoc. enseña que la guerra del capítulo 20:8, después
del milenio, es teológicamente de la misma naturaleza que la guerra del Armagedón antes
del milenio.
a. Antes del milenio: Satanás ataca a Cristo y a su iglesia universal
representada simbólicamente por la ciudad santa (11:2).
b. Después del milenio: él ataca a Cristo y su iglesia dentro de la
ciudad santa que ha descendido del cielo como la Nueva Jerusalén (21:2,10).
A.- Resumen
Apocalipsis 19 sirve como un puente entre las escenas de juicio de la ramera
babilónica (17:18) y la aparición de Cristo como un rey guerrero para destruir todos los
agentes del mal que han peleado contra El y su pueblo (19:11-21).
La primera parte del capítulo resuena con una alabanza final a Dios-aleluya- por su
juicio y destrucción de la gran ramera y por tanto, por su venganza de la sangre de su
pueblo que había sido martirizado bajo su régimen (17:6; 19:1,2). La última porción del
capítulo (vers.11-21) describe a Cristo como rey que vuelve y conquista, focaliza hacia su
reino milenial (cap.20) y la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra (21-22).
La hebra común o motivo que parece unir las dos mitades del capítulo es el término
“cena”. “Benditos aquellos que son llamados a la cena de las Bodas del Cordero” (19:7-
114
9); pero los impenitentes destruidos por el rey guerrero llegan a ser la cena de las aves del
aire (19:17-21).
2.- La novia.
a. Distinción entre la novia y los invitados. Lenski considera que la novia y
los invitados son idénticos, así como la parábola evoca diferentes facetas del plan de
salvación. Para ser más precisos podríamos decir que el término novia-esposa expresa el
carácter comunal de la Iglesia. Los “invitados” o “amigos” son aquellos que
individualmente han respondido a la invitación de Cristo.
b. La expresión “la esposa se ha preparado” aparece en contraste con la
recepción del lino fino que le fue dado. Esto significa que la iglesia participa en su
preparación. No pone sus obras; éstas le son dadas. Este tema común en toda la Biblia y
particularmente en Apocalipsis en el mensaje a las siete iglesias. El tema de la obediencia
y del cometido personal a la perseverancia es omnipresente en Apocalipsis.
2. La escena es sorprendente. Cristo viene para luchar pero no hay batalla. El lleva
un nombre que sólo él conoce, sin embargo es presentado como Verbo de Dios. Su ropa
está empapada en sangre, pero el combate no ha comenzado aún; hiere las naciones con una
espada aguda, pero no la usa. Cristo aparece como un general romano con un caballo
blanco, celebrando su victoria, antes que la batalla se haya iniciado.
115
3. Contenido teológico. La visión pertenece al gran ciclo del juicio que empieza en
el capítulo 17 y termina en al capítulo 20. Lo poderes son destruidos en orden inverso a su
aparición: dragón en capítulos 12 y 20; las dos bestias en el capítulo 13 y luego en 19; la
ramera, Babilonia, en capítulos 17 y 18.
4. Detalles de la visión.
a. Viene a pelear. La idea de conflicto y lucha es confirmada.
b. El es el Amén, el Testigo Fiel cuya palabra es segura (3:14) confronta al
falso profeta cuyas promesas solo son mentiras (19:20). Sus ojos penetran como fuego
ardiente (19:12; 1:14).
c. En su cabeza hay muchas diademas, coronas reales. Sólo Cristo es digno
de reinar sobre el mundo y llevar las coronas reales (no la bestia).
d. El nombre secreto. Posiblemente una alusión al nombre de Dios.
e. El verbo de Dios. Este título denota la efectividad de su divina
intervención y poder. La palabra no retorna a Dios sin haber ejercido su efecto (Isaías
55:11) y no es de naturaleza diferente a la de Dios (Juan 1:1,14; 1 Juan 1:1).
f. La ropa empapada en sangre. ¿Cuál sangre? ¿La suya o la de sus
enemigos? Parece más adecuado enfatizar que ella simboliza su victoria en el conflicto que
viene.
g. Los ejércitos celestiales. En armonía con la analogía escritural pueden
ser ángeles. Pero algunos dudan que ellos aparezcan en caballos de victorias y con lino
blanco, un distintivo de los santos. Algunos, sobre la base de la analogía, ven en ellos a los
mártires (17:14).Cristo y la iglesia están tan íntimamente unidos en el mismo sufrimiento y
en la misma lucha, en el Apocalipsis, que no es sorprendente ver a los redimidos unidos con
Cristo en la victoria. Esto por supuesto, comprensible en el lenguaje apocalíptico que a
menudo anticipa elementos cronológicos. Los ángeles y los redimidos no son conceptos
excluyentes en una interpretación de los ejércitos celestiales. Hemos visto que ambos están
unidos en los aleluyas y ambos son co-trabajadores o co-sirvientes.
h. La espada aguda. Es una alusión a Isaías 11:3,4 y nos ubica en un
contexto de juicio.
116
i. El lagar de la ira de Dios. Esto nos remite a Isaías 63:3; Joel 3:13; y
posiblemente Jeremías 13:13,14 todos los cuales hablan de un juicio definitivo y radical.
j. Aunque el Mesías es acompañado por los ejércitos celestiales El solo pisa
el lagar; gobierna o hiere sólo. El sólo dispensa justicia. Solo él tiene la posición de un
juez divino porque él es el Rey de Reyes y Señor de Señores.
V. La Nueva Jerusalén
(Roberto Badenas)
2. Estructura. Se compone de tres escenas cada una de las cuales se introduce por
el hecho de “ver” algo (21:1, 2, 10; 22:1,2).
3. Referencias contextuales.
a. En el período inter-testamentario las referencias son diversas.
b. En el N.T. Gálatas 4:4. Antítesis de las dos ciudades: la Jerusalén terrenal
y la “Jerusalén de arriba”; 11:10: “ciudad con fundamentos”; 12:22: “Jerusalén la
celestial”. Otros textos vinculados: Hebreos 11:16; 12:22; 13:14.
117
B.- Jerusalén centro de la Nueva Creación
1. Un nuevo cielo y una nueva tierra. (20:11; 21:1)
2. Énfasis en las cosas que no existirán más: mar (21:1), muerte, dolor (21:4),
templo (21:22), necesidad de sol, luna (21:22; 22:5), noche ni puertas cerradas (21:5; 22:5),
pecado (21:27), maldición (22:3).
3. Solo se señalan explícitamente cuatro cosas nuevas: nuevo cielo (21:1), nueva
tierra (21:1), Nueva Jerusalén (21:5), todas las cosas (21:5).
118
Apocalipsis 21:9-27 Ezequiel 40-48
Juan fue llevado en el Espíritu a un monte Ezequiel fue transportado en visión a un
muy alto donde se le mostró la Ciudad monte muy alto donde se le mostró una
Santa, Jerusalén (9-10), y la ciudad tenía la ciudad, Jerusalén (40:2) y “la gloria del
“gloria de Dios” (11). Señor llenó el templo” (43:2-5).
La ciudad tenía un muro alto con doce La ciudad tenía un muro alto y doce
puertas con los nombres de las doce tribus puertas con nombres para las doce tribus de
de Israel (12). Tres puertas al este, tres Israel (48:31.34). Tres puertas “al lado del
puertas al norte, tres puertas al sur, y tres norte…al lado del este…al lado del sur…al
puertas al oeste (13). lado del oeste…” (48:31-34).
Alguien, que tenía una vara de medir, Alguien que tenía una vara de medir, midió
midió la ciudad, las puertas, y el muro (15- la ciudad, el templo, las puertas y el muro
17). (40:3-5).
La ciudad era cuadrada (16). La ciudad era un cuadrado (48:20) (comp.
41:21; 43:16; 45:2).
Se expresan algunas advertencias y Se expresan varias advertencias y
restricciones respecto de los posibles restricciones respecto de los posibles
habitantes: “no entrará en ella ninguna cosa habitantes: ningún extranjero, “incircunciso
inmunda,” etc. (27; comp. 21:8) Allí está el de corazón entrará” (44:6-14). “Este es el
trono de Dios, quien habita para siempre lugar de mi trono…en el cual habitaré entre
entre Su pueblo (21:3, 5; 22:1) los hijos de Israel para siempre” (43:7).
2. Como una novia (21:9; Isaías 49:18; 62:5). Finalmente está preparada para
encontrarse con su Marido (21:2) que es el Cordero (21:9). Dios se une con su pueblo en
medio de cantos y alegría (21:3). El motivo de la boda (21:2,9) impregna la visión (19:9;
21:5; 22:6).
119
Babilonia Nueva Jerusalén
“Y vino entonces uno de los siete ángeles Vino entonces a mí uno de los siete ángeles
que tenían las siete copas y habló conmigo que tenían las siete copas…diciendo: ven
diciéndome: ven acá, te mostraré…la gran acá, yo te mostraré la desposada, la esposa
ramera…con la cual han fornicado los del Cordero (21:9).
reyes de la tierra… (17:1-2).
Y me llevó en el Espíritu al desierto, y vi a Y me llevó en el Espíritu a un monte
una mujer (17:3) la gran ciudad (17:18), grande y alto y me mostró (21:10) la gran
Babilonia (17:5) sentada sobre muchas ciudad santa de Jerusalén, que descendía
aguas… sobre una bestia escarlata (17:1- del cielo, de Dios (21:10).
3).
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Destino de las dos Ciudades
Babilonia Nueva Jerusalén
Se introduce por las palabras “Hecho está” Se introduce por las palabras “hecho está”
(16:17) y se agrega que Babilonia vino en y se agrega que al que tuviere sed, Dios le
memoria de Dios, para darle el cáliz del dará gratuitamente de la fuente del agua de
vino del ardor de su ira (16:19). la vida (21:6).
En un solo día vendrán sus plagas: muerte, Y ya no habrá más muerte, ni habrá más
llanto y hambre, y será quemada con fuego llanto, ni clamor, ni dolor… (21:4).
(18:8).
El humo de ella sube por los siglos de los Andarán a la luz de ella (21:24).
siglos (18:18; 19:3).
Luz de lámpara no alumbrará más (18:23). El Cordero es su lumbrera (21:23).
Babilonia, vestida de lino fino, de púrpura Dios el Señor los iluminará (21:25; 22:5).
y escarlata, adornada de oro, de piedras Teniendo la gloria de Dios, su fulgor era
preciosas y de perlas, en una hora han sido semejante al de una piedra preciosísima,
comidas tantas riquezas (18:16-17). como piedra de jaspe, diáfana como el
cristal (21:11).
Babilonia está sentada como reina (18:7). EL trono de Dios y del Cordero estará en
Pero con sus habitantes está condenada a la ella y sus siervos le servirán (22:3). Y
destrucción (18:8). Con ímpetu será reinarán por los siglos de los siglos (22:5).
derribada Babilonia, la gran ciudad, y
nunca más será hallada (18:21).
121
el nombre de un apóstol (21:14). La transferencia de nombres de las tribus a los apóstoles
confirma el carácter universal de la nueva realidad.
5. Dimensiones de la ciudad
La Nueva Jerusalén es una realidad bien planificada, calculada, matemática. Las
nociones enfatizadas son perfección e inmensidad.
a. El número 12 como número básico (21:12, 14, 17, 21; 22:2). Estas
medidas parecen indicar la plenitud del pueblo de Dios. La ciudad está marcada por el
signo de las doce tribus del antiguo Israel y de los doce apóstoles de Jesucristo, enfatizando
así la continuidad de la historia de la salvación y la identidad espiritual entre el Israel de
Dios y la iglesia triunfante.
b. Las dimensiones de la Nueva Jerusalén (Un cuadrado de 12.000 estadios
o alrededor de 1.500 millas) muestran esta ciudad como la medida de la humanidad
redimida como un todo.
c. La universalidad se enfatiza por varias características.
1) La ciudad está orientada en todas las direcciones con 12 puertas
(3 por cada lado) abiertas permanentemente (cap.21.13; Ezequiel 48:30-34). Esto
simboliza acceso ilimitado para todos aquellos que “están inscritos en el libro de la vida”
(21:27).
2) El plural “pueblos” (laoi) en lugar de “pueblo” (laos) señala la
naturaleza universal de la Nueva Jerusalén.
3) Dios acepta en la Nueva Jerusalén la contribución de todas las
naciones (21:26,24). La imagen de una esperanza apocalíptica basada en una realidad
centrada en una nación, ha sido transferida a una esperanza universalista, basada en una
esperanza cristiana universal.
122
a. La ciudad misma es el objeto ha ser medido (21:15-17) similar a la
medida del templo en la visión de Ezequiel.
b. No hay templo en la Nueva Jerusalén (21:22). Puede inferirse de lo
anterior que aunque la ciudad no tenga templo, se describe en categorías de templo (21:9-
27) porque la ciudad completa es un templo en sí misma. Esta parece ser la razón para la
ausencia de templo (21:22). El templo de Jerusalén así como el tabernáculo en el desierto,
representaba el reino de Dios en el centro del dominio del ser humano. Ahora en la Nueva
Jerusalén el mundo de Dios y el mundo de los seres humanos, separados por el pecado, se
han convertido en uno solo y el mismo. La mediación ya no es necesaria. Dios habla
directamente con los seres humanos. Por esto el templo tiene que desaparecer. “El templo
como símbolo del acceso a la presencia divina, se reemplaza por la Presencia misma”.
123
g. En la comparación de las cartas a las siete iglesias con la visión de la
Nueva Jerusalén se demuestra que en los ciudadanos de la Nueva Jerusalén se cumplen las
promesas hechas a los “vencedores” de las siete iglesias. Por esta figura se hace el llamado
a la iglesia militante a ser transformada por medio del poder de Cristo en la gloriosa y
triunfante iglesia de la Nueva Jerusalén.
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E.- Sede del nuevo Edén
Tres características relacionan la Nueva Jerusalén con el paraíso recobrado.
1. El río de vida (22:1; Gén.2:10; Ez. 47:1-12) asegura un nuevo flujo de vida
proveniente del Creador.
1. “El que venciere heredará todas las cosas, yo seré su Dios y él será mi hijo”
(21:7). Esta fórmula recuerda el propósito específico del éxodo: convertir a Israel en el
pueblo de Dios (Lev.26:9-12).
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3. La invitación “al que tuviere sed” y la promesa de beber de la “fuente del agua
de la vida” (21:6) recuerda éxodo 17:1-7.
6. Los nombres de las doce tribus de Israel escritos en las puertas de la Nueva
Jerusalén (21:12) cumple promesas y esperanza del Israel histórico.
7. Referencias a la luz (21:23; 22:5) y el agua (21:6; 22:1,2) parecen decir que el
gran cumplimiento de la fiesta de los tabernáculos tendrá lugar al fin del peregrinaje del
Israel espiritual (Juan 7:2), la fiesta típica del agua y de la luz.
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5. El Cordero es el juez de los ciudadanos de la Nueva Jerusalén. Solo entran los
que estén inscritos en su libro (21:27).
6. El Cordero entronizado es la fuente de vida, porque el río de vida fluye del trono
de Dios y del Cordero (22:1).
7. El Cordero es rey gobernando desde su trono y atendido por sus siervos (22:3).
Estas siete referencias a Cristo en relación con la Nueva Jerusalén enfatizan el
significado cristiano de la ciudad santa. Identificado con el Padre y compartiendo el trono
del universo con El, Cristo es el centro de la Nueva Jerusalén. Es el Rey. Nunca se
describe su presencia, siempre manifiesta. Cristo es esencial para la ciudad santa: él es su
fundador, su templo, su lámpara de luz y su fuente de vida. El es, en una palabra, el mejor
obsequio de Dios a la humanidad - el Novio, el Esposo de la humanidad redimida. Todo se
recapitula en El. En el Cordero de la Nueva Jerusalén tenemos reunidas “todas las cosas
en Cristo” (Efesios 1:10). Esta visión muestra de un modo magistral que “la definición del
cielo es la presencia de Cristo”.
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