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INDICE

Principios Fundamentales de Interpretación. Kenneth A. Strand……………Pág. 33

Interpretando el Simbolismo de Apocalipsis. Jon Paulien 36

Tipología del santuario. Richard M. Davidson 38

Estructura Quiastica 44

La Forma “Pactual” de las Cartas a las Siete Iglesias. William H. Shea Andrews, U. 47
Seminary Studies Vol.21, nº1.

Asuntos en Apocalipsis: DARCOM Report

Los Siete Sellos. Jon Paulien 55

Santos Sellados y la Trib ulación. Beatrice Neall 67

Los Sellos y las Trompetas. Discusiones Actuales. Jon Paulien 73

El Ángel Poderoso y su Mensaje. William H. Shea 75

Los Dos Testigos de Apocalipsis 11:3-12. Kenneth Strand 83

Profecías de Tiempo de Daniel 12 y Apocalipsis 12-13. William H. Shea 90

La Victoria final de los Santos Sobre las Fuerzas del Mal. William G. Johnsson 92

La Marca de la Bestia. C. Mervyn Maxwell 100

La Iglesia Remanente y el Espíritu de Profecía. Gerhard Pfandl 102

El Papado Moderno .Pretensiones y Autoridad. Johann Heinz 105

Aproximación Contextual a las Siete Últimas Plagas. Hans K. LaRondelle 106

Babilonia: Imperio Anti-Cristiano. Hans K. LaRondelle 110

Armagedón: Sexta y Séptima Plagas. Hans K. LaRondelle 111

Las Dos Cenas. Richard Lehmann 115

La Nueva Jerusalén. La Ciudad Santa. Roberto Badenas 118

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PRIMERA SECCIÓN

ESTUDIO DE LAS OPINIONES RESPECTO AL LIBRO DE APOCALIPSIS,


DESDE EL SIGLO II D.C. HASTA NUESTROS DÍAS

El siguiente trabajo, en las dos primeras secciones, consiste fundamentalmente de una


traducción del libro The Prophetic Faith of Our Fathers" de Leroy E. From, y ha sido
completado con citas del Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo II de
Jamieson Fausset Brown, pp. 757-758 (220.7J24); Comentario del Nuevo Testamento", IV,
Hebreos- Apocalipsis del L. Bonnet y A. Schroeder, pp. 384-391 (220.7 B26); The New
Testament of Our Lord and Saviour Jesus Christ", Vol. VI Romans-Revelation de Adam
Clarke, pp. 958-961 (290.7 C55); The Theology of Martin Luther de Paul Althaus, pp. 82-85,
y de Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea, pp. 384-385.
Es esencial, para nosotros, tener una visión comprensiva del testimonio de los líderes
de la Iglesia de los primeros siglos relativa al Apocalipsis. Primeramente, necesitamos
establecer el lugar comúnmente asignado al Apocalipsis en el canon del Nuevo Testamento,
durante los primeros trescientos años de la era cristiana. Debemos comprender además su
omisión temporal en cierto Nuevo Testamento del siglo cuarto y su posterior
restablecimiento. Luego veremos la posición asumida por Martín Lutero, teólogos
contemporáneos, y escritores representativos de los diversos sistemas de interpretación
profética. Finalizaremos esta sección con los testimonios de escritores adventistas y muy
especialmente con las declaraciones de Elena White, al respecto.

I. La canonicidad del libro de Apocalipsis

“Fue el uso el que preparó el camino para el reconocimiento de la autoridad de


diversos libros del Nuevo Testamento. La lectura de los escritos de los apóstoles formó parte
de los servicios semanales de las iglesias primitivas y esa lectura estuvo basada en la
convicción de la apostolicidad de los diversos libros, incluyendo el Apocalipsis. El listado de
nombres que citaremos en este trabajo puede parecer un tanto árido y formidable, como un
ensamblaje de huesos secos, sin embargo, estos nombres están destinados a vestirse de carne,
como ocurrió, en capítulos posteriores, porque estos son los hombres que debemos recordar
como testigos de nuestra inquietud acerca de las primeras interpretaciones de la profecía
bíblica, principalmente en los libros de Daniel y Apocalipsis. Es así como estos hombres

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pronto tendrán real significado y reconocimiento. Nos tornaremos ahora al registro de sus
convicciones respecto al canon del Nuevo Testamento.”
En el Estudio del testimonio de los escritos líderes de la iglesia primitiva concerniente
a la posición del Apocalipsis dada aquí, la evidencia apoyará la declaración impresionante de
Wescott acerca de al canonicidad del Apocalipsis: "Todo el testimonio de los primitivos
Padres Latinos sobre la autoridad del Apocalipsis es así decidido y unánime".

Papías. Wescott inicia su estudio comprensivo del Apocalipsis con Papías


(probablemente el siglo primero o segundo), en Frigia quien mantuvo la "inspiración divina"
del Apocalipsis.

Justino Mártir. (Siglo segundo), primer padre de la iglesia anti-nicena, que nació en
la colonia romana de Flavia Neápolios, pero de cuya raza actualmente se conoce poco. El cita
el cumplimiento de las profecías de las Sagradas Escrituras como la única prueba del
Cristianismo. Además, de los Evangelios, el Apocalipsis es el único de los otros libros del
Nuevo Testamento que Justino cita por nombre y que adjudica a Juan, el apóstol: "Y hubo un
cierto hombre con nosotros, cuyo nombre es Juan, uno de los apóstoles de Cristo, quien
profetizó por revelación que se le dio, que quienes creyeran en nuestro Cristo morarían por
mil años en Jerusalén".

Fragmento Muratoriano. El manuscrito latino fragmentado referente al canon (del


año 170 D.C.), publicado por Muratori en 1740, menciona al Apocalipsis de Juan. La Versión
Latina (versión en latín antiguo de la Biblia, año 170 D.C.), contiene, dice Wescott, los
mismos libros que se citan en el Fragmento de Muratori.

Melito. Un fragmento similar de Melito, obispo de Sardis (año 170 D.C...¿?), quien
habla del "Antiguo Testamento" para implicar así a los libros del Nuevo Testamento como
colección, escribió un tratado sobre el Apocalipsis.

Teófilo, de Antioquía de Siria (año 180 D.C.), citó el Apocalipsis.

Ireneo, obispo de Lyon (año 202 D.C.) lo utiliza como la obra de "Juan el discípulo
del Señor" y "hace frecuentes alusiones al Apocalipsis en su obra Contra las Herejías (4,20;
5, 35, etc.) Para combatir la variante del número de la bestia, 616 en lugar de 666 (Apoc.
13:18), invoca Ireneo "el testimonio de los que han visto a Juan cara a cara" (5,30; comp.
Eusebio, Hist. Eccles. ; 5,8.). Las iglesias mismas buscan en el Apocalipsis los consuelos de
que tienen necesidad en medio de sus tribulaciones. La carta que las Iglesias de Lyon y de

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Viena en el Delfinado dirigieron a las iglesias de Asia, para contar la firmeza con que sus
mártires habían soportado la persecución en 177, toma del Apocalipsis sus grandes figuras.
Esta persecución es obra de "la bestia" (Apoc.cap. 13).
Los que han sufrido son "los fieles de Cristo, que siguen al Cordero adondequiera que
vaya" (Apoc.14:4; pero, con humildad profunda, rechazan el título de mártires (testigos),
reservándolos a Cristo, "el testigo fiel y verdadero, el primogénito de entre los muertos, el
principio de la creación de Dios"(Apoc. 1:5; 3:14). La sangre de ellos derramada "excitaba
cada vez más el furor del legado romano y del pueblo, semejante a la ira de una bestia".
Debía ser así "a fin de que la escritura fuera cumplida". Y "la escritura" a que se alude, es
rvado en su Historia Eclesiástica, 5,1 sig.)" (Cita tomada del "Comentario del Nuevo
Testamento", IV Hebreos=Apocalipsis, p. 384). Ireneo cita repetidas veces al Apocalipsis
como la obra del apóstol Juan (Haereses 4., 20:11; 4., 21.3; 4., 30.4; 5., 36:1; 5., 30.3; 5.,
35.2). En 5., 30. 1, aludiendo al número místico de la bestia (13:18), hallado en todas las
copias antiguas, dice: "No aventuramos una teoría confidente tocante al nombre del
Anticristo; porque si hubiese sido necesario que su nombre fuese proclamado abiertamente en
la actualidad, hubiera sido declarado por aquel que vio la visión apocalíptica; porque fue vista
no hace tanto tiempo atrás, sino casi en nuestra generación, hacia fines del reinado de
Domiciano". (Cita tomada del "Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia", tomo II, p.
757.

Al finalizar el siglo segundo, de acuerdo a Wescott, el Apocalipsis fue reconocido


como apostólico y con autoridad en toda la iglesia, excepto por su omisión en la versión Siria.

Tertuliano de Cártago (año 240 D.C.?) cita continuamente el Apocalipsis, que


atribuye al "Apóstol Juan, y que data alrededor de fines del reinado de Domiciano. "A
menudo cita el Apocalipsis, y supone que fue escrito por San Juan, el mismo que escribió la
primera Epístola de Juan, recibida universalmente: `Nuevamente el apóstol Juan describe, en
el Apocalipsis, una aguda espada de dos filos que salía de la boca de Dios`. Dice también:
`Tenemos Iglesias que son discípulas de Juan. Porque aunque Marcio rechaza el Apocalipsis,
la sucesión de obispos, que investigó el original, no asegura que Juan es el autor: `refiriéndose
indudablemente a Juan cono el apóstol". (Cita tomada de "The New Testament of Our Lord
and Saviour Jesus Christ", Vol. Vi, p 958). Tertuliano "cita la descripción por Juan en el
Apocalipsis de la espada que salía de la boca del Señor (19:15) y, 3.24, la ciudad santa (cap.
20)". (Cita tomada del Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia", tomo IV, p. 757).
Clemente de Alejandría (año 220 D.C.) cita a menudo el Apocalipsis, refiriéndose a él como
una obra incuestionable de Juan. "En Stromata 6:13 alude a los veinticuatro tronos donde
están sentados los ancianos mencionados por Juan en el Apocalipsis (4:5); También en Quis

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Dives Salvus, sec. 42, menciona el retorno de Juan de Patmos a Éfeso después de la muerte
del tirano romano". (Cita tomada del "Comentario Exegético de la Biblia", p. 757)."Aquel
que a pesar de no ser honrado aquí en la tierra con el primer asiento, se sentará con los
veinticuatro que están sentado en tronos, para juzgar a los pueblos, como dice Juan en el
Apocalipsis" (Citado de "The New Testament of Our Lord and Savioesus Christ", Valle. VI,
p. 958.

Origen, de Alejandría (año 254 d.C.) declara de una manera similar que fue Juan el
apóstol, evangelista y profeta quien escribió el Apocalipsis. Es frecuentemente citado por él.
Parece no haber tenido duda alguna acerca de su autenticidad. En su comentario sobre el
evangelio de San Juan, dice de esta manera: “Por lo tanto Juan, el hijo de Zebedeo, dice en
Apocalipsis". (Cita de "The New Testament of Our Lord and Savior Jesus Christ" Valle. VI,
p. 958.

Cipriano, obispo de Cartago (año 258 D.C.) admite que el libro pertenece a las
Sagradas Escrituras, sin embargo, no menciona el autor.

Hipólito, designado obispo de Porto (año 236 D.C.) y Victorio de Pettau (año 303
D.C.) atribuyen a Juan, el apóstol, el Apocalipsis y cada uno escribió un comentario sobre él.

No obstante, después de Orígenes, el Apocalipsis llegó a ser objeto de controversia,


basada en argumentos puramente subjetivos e internos.

Dionisio, obispo de Alejandría (años 247-265 D.C.), sucesor de Origen como cabeza
de la famosa escuela catequista allí, se involucró en una extensa discusión sobre la autoridad
canónica del libro de Apocalipsis. Para algunos pareciera que, después de haber sido casi
universalmente aceptado por los padres, el Apocalipsis llegó a ser desacreditado
temporalmente por la posición que asumió Dionisio en contraposición a los quiliastas
(chiliasts), o mileranistas (millenarians), quienes sostuvieron que los santos reinarían con
Cristo visiblemente en la tierra por mil años. Algunos de estos puntos de vista extremos,
basados en otras fuentes, pero conectados con los mil años de Apocalipsis 20, eran tan
repugnantes para algunos que los condujeron a dudar de la autoridad del libro y a
menospreciar su valor. Dionisio declara que antes de su época, algunos habían rechazado el
Apocalipsis, y lo atribuyen a Cerinto, sin embargo, él mismo dice creer que fue escrito por un
hombre inspirado, que no es el apóstol Juan. Escribe así acerca del Apocalipsis de Juan:
"Algunos de los que nos precedieron, repudiaron totalmente y refutaron este libro,
contradiciendo cada uno de sus capítulos y demostrando que había sido escrito sin ningún

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sentido y raciocinio. Dicen además que el título del libro es falso. Pues el autor no es Juan.
Que tampoco es una revelación, pues está oculta bajo el velo tan espeso y tan opaco de
ignorancia. Y aseguran que, no solamente ninguno de los apóstoles, sino ninguno de los
varones santos y eclesiásticos, fue autor del libro. Pues Cerinto, fundador de la secta de su
nombre, queriendo prefijar a sus invenciones un nombre de gran autoridad para inspirar
confianza, puso a su obra el título de Juan. Fue opinión de Cerinto que había de existir un
reino terreno de Cristo; y que ese reino había de cimentarse principalmente en aquellas cosas
que él con preferencia deseaba, como hombre carnal y entregado a las voluptuosidades
corporales, a saber. En la satisfacción del vientre y de los órganos que están bajo el vientre,
es decir, en la comida y la bebida, en las nupcias y en aquellas otras cosas con las cuales
estimaba él podrían cohonestarse aquellas, con las fiestas sacrificios y la masticación de las
hostias. Pero yo no me atrevería a rechazar absolutamente ese libro, principalmente porque
muchos de los hermanos le tienen en gran estima. Concibiendo yo la misma opinión acerca
de él, como que excede la capacidad de mi sentido, estimo que oculta inteligencia arcana y
claramente admirable de cada una de las cosas, Porque, aunque yo no lo entiendo, sospecho
sin embargo que un sentido más alto se oculta bajo las palabras. Yo no las mido y estimo
según mi juicio; sino, dándole más fe, considero son más sublimes para que yo pueda
percibirlas. No condeno las cosas que no puedo entender, pero por ello admiro más lo que no
puedo alcanzar". Por otra parte, una vez examinado íntegramente el libro de la revelación,
tras haber demostrado muy abiertamente de que de ninguna manera puede ser entendido
conforme al sentido obvio de las palabras, añade: "Terminada su total predicación, el profeta
llama bienaventurados, ya a sí mismo, ya a los que la guardaren. "Bienaventurados -dice- , el
que guarda las palabras de la profecía de este libro; y yo Juan que he visto y oído estas cosas".
(Apoc. XXII, 7,8). Así pues no niego que se llama Juan y que el libro ha sido escrito por
Juan. Pues confieso que es obra de un varón santo e inspirado por el divino Espíritu. Pero no
concedería fácilmente que ese Juan es apóstol, hijo de Zebedeo, hermano de Santiago, el autor
del Evangelio que se Titula "Según Juan" y de la Epístola católica". (Cita tomada de Historia
Eclesiástica, Eusebio de Cesárea, pp. 384-385).
"No puede admitir que el Apocalipsis sea de Cerinto, pero supone que ha sido
compuesto por otro Juan, cuya tumba veía en Éfeso al lado de la del apóstol. Establece su
tesis mostrando con mucha fuerza las diferencias esenciales que hay entre el Apocalipsis y el
evangelio y que no permiten, según él, atribuir ambas obras al mismo autor. Bajo la
influencia de las objeciones de Dionisio, la iglesia de Oriente vaciló hasta el siglo quinto en
reconocer la autoridad apostólica del Apocalipsis. Se puede uno preguntar si la oposición que
la iglesia de Siria hizo por largo tiempo a este libro es debida a esta influencia o a otras
causas. El hecho es que no se lo encuentra en las más antiguas versiones siriacas, y en

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particular en la Peschito". (Cita tomada del "Comentario del Nuevo Testamento" IV Hebreos
- Apocalipsis, p. 384).
No obstante, aún hasta el siglo cuarto el libro de Apocalipsis fue casi universalmente
aceptado, sin que ningún escritor notable lo cuestionara. La mayoría lo atribuyó a Juan, el
apóstol.

Metodio, a quien se menciona algunas veces como obispo de Tiro (año 309 D.C.),
recibió el Apocalipsis como parte del "bendito Juan" como poseyendo indiscutible autoridad;
y Panfilio (año 39 D.C), presbítero de Cesárea y amigo de Eusebio, al comienzo de una obra
que lleva su nombre, declara su creencia de que el Apocalipsis es la obra de Juan.

Wescott resume el status del Apocalipsis a fines del siglo tercero: “Sin embargo uno
de los libros disputados fue aceptado sin distinción tanto en el Oriente como en Occidente (las
iglesias griegas y latinas). Con la sola excepción de Dionisio, todo el testimonio directo
desde Alejandría, África, Roma y Cartago testifica de la autoridad apostólica del Apocalipsis.

Enseguida, comenzando el siglo cuarto, encontramos dudas acerca del Apocalipsis, en


parte por causa de su misterioso contenido y en parte, por el ánimo que se suponía que daba a
los quiliastas (chiliastas). En Occidente hubo diferencia de opinión. Algunos de los padres
omitieron el Apocalipsis de sus catálogos de libros del Nuevos Testamento o dondequiera que
se los citara.

Cirilo de Jerusalén (año 386 d. C.) y Gregorio de Nazianzus (año 389 D.C.) lo
excluyen; sus contemporáneos, Amfiloco de Iconio, lo rechaza, sin embargo, menciona una
diferencia de opinión; y Crisóstomo de Constantinopla (año 407 D. C.) escasamente lo cita
(a pesar de que debe haberse familiarizado con él), y Suidas le da importancia al aceptarlo
como apostólico.

El Concilio de Laodicea, el siglo cuarto, en Frigia, (algunas veces fechado en los


años 336, 364 ó 365 A.D., a pesar de que se desconoce la fecha exacta), fue el primer sínodo
en el cual los libros de la Biblia estuvieron sujetos a "ordenanza especial", Hubo "XXXII
padres" que asistieron, de acuerdo a Graciano. El catálogo de los libros, tal como aparece en
las ediciones impresas de los concilios, omite el Apocalipsis a pesar de que la autenticidad de
este catálogo ha sido desafiada por autoridades tales como Spittler y Bickell. Dos copias del
manuscrito griego omiten el catálogo completamente, y otros manuscritos tienen marcas en
ellos que podrían indicar, dice Wescott, que la lista no es parte del texto original, pero que fue
incorporada gradualmente. Las versiones latinas completas son muy parejas; la primitiva

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(siglo sexto), que omite el catálogo, y la posterior (siglo noveno), que lo contiene, excepto en
dos copias.
Los manuscritos siriacos (siglo sexto o séptimo), dice Wescott, cambian la línea: Los
tres contienen el 59% canon sin el catálogo. Hubo otras colecciones y sinopsis que omiten la
referencia al catálogo.
Wescott concluye, por lo tanto:
"Como un todo, no se puede dudar de que la evidencia externa esté decididamente en
contra de la autenticidad del Catálogo como una parte integral de los Cánones de Laodicea, ni
que alguna evidencia interna pueda considerarse como suficiente para explicar su omisión en
Siria, Italia y Portugal, en el siglo VI, la hubo.
De esta manera, la evidencia del catálogo de Laodicea es neutralizada materialmente
debido a la "nube" sobre la autenticidad del párrafo de su último canon.

Eusebio de Cesárea (año 340 D.C.), algunas veces llamado el "Padre de la Historia
de la Iglesia", después de hacer una lista de los libros del Nuevo Testamento reconocidos,
nombra "si es que pareciera apropiado realmente, al Apocalipsis de Juan" al final de los
"escritos aceptados"; sin embargo, declara que la opinión concerniente a esto está dividida ya
que algunos cuestionan el libro y otros lo reconocen como entre los "libros aceptados". La
lectura personal de la Biblia por parte de Constantino lo indujo a encargarle a Eusebio que le
preparara cincuenta copias de las divinas Escrituras que se escribieron en cueros preparados
especialmente por hábiles artesanos, para ser usados en la nueva capital. El celo de
Constantino ejerció una poderosa influencia sobre la iglesia griega. La diferencia entre las
epístolas controvertidas y las aceptadas había concluido ampliamente; sólo algunos tenían
ciertas dudas acerca del Apocalipsis.

Atanasio La epístola de Pascua escrita por Atanasio (año 367 D.C.), enumera los
libros del Nuevo Testamento, incluyendo el Apocalipsis. En el año 393, el concilio de
Hipona en África del Norte incluyó el Apocalipsis en el Nuevo Testamento; del mismo modo
sucedió con el tercer concilio de Cartago, año 397, en el cual estaba presente Agustín. En
éste, se reestablecieron los cánones de Hipona, se enumeraron los libros de las Sagradas
Escrituras, cerrándose la lista con el "Apocalipsis de 'Juan'" y se declaró que este era el
catálogo de los libros "recibidos de nuestros padres", para "ser leídos en la iglesia".

Cirilo de Jerusalén (año 386 D.C.) "Catechesis 4.35, 36, omite el Apocalipsis al
enumerar las Escrituras del Nuevo Testamento a ser leídas así privada como públicamente.
"Todo lo que no se lee en las iglesias, no lo leas tú ni a solas; los apóstoles y antiguos obispos
de la Iglesia (sic) que nos las transmitieron eran mucho más sabios que tú". Vemos que en el

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día de Cirilo no se leía el Apocalipsis en las iglesias. Sin embargo, en Cathecis 1.4 él cita
Apocalipsis 2:7,17; y en catequesis 1,15.13, saca del 17:11 la declaración profética de que el
rey que ha de humillar a tres reyes (Daniel 7:8,20) es el octavo rey. En caps. 15-17 asimismo
cita Apocalipsis 12:3,4. Alford conjetura que Cirilo en algún período cambió su opinión, y
que estas referencias al Apocalipsis representan faltas de memoria por las que retenía la
fraseología que pertenecía a sus opiniones anteriores, no a las subsecuentes. La iglesia
Oriental en parte dudaba del Apocalipsis: La Occidental, después del siglo quinto reconocía
universalmente.

Cirilo de Alejandría, De Adoriatione 146, aunque admite el hecho de que algunos


dudaban su genuinidad, lo acepta él mismo como indubitablemente obra de San Juan". (Cita
tomada del "Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia". Tomo II, p. 758).
El mismo canon que enumera las Escrituras se renovó en el canon 24 del Codex
Canonum Eclesiae Africanae en el sexto concilio de Cartago (a veces designado como
décimo séptimo), en el año 419 D.C. Nótese que esta es la voz de un sínodo africano general
acerca del contenido de este canon.

En Roma, Inocencio I enumeró el nuevo Testamento (año 405 D.C.) como lo


tenemos. Apareció, además, una lista canónica en tres diferentes formas, que llevaba los
nombres de Dámaso (366-384 D.C.), Gelasio I (492-496 D.C.) y Hormisdas (514-523 D.C.),
incluyendo en todas el Apocalipsis.
En el siglo quinto, parecía que todas las dudas concernientes a la canonicidad del
Apocalipsis habían desaparecido, no sólo en Occidente sino también en Asia Menor.

Gregorio de Niza (fines del siglo cuarto) menciona el Apocalipsis de San Juan como
parte de las Escrituras; y Basilio de Cesarea año 379 D.C.) lo nombra como la obra de Juan,
el apóstol.

Andrés, obispo de Cesárea (siglo quinto), en su prefacio a su comentario sobre el


Apocalipsis, declara que no es necesario que él pruebe la inspiración del libro, la cual ha sido
atestiguada por Papías, Ireneo, Metodio, Hipólito, y otros,

Epifanio (año 403 D.C.), obispo de Constancia en Chipre, en su obra contra las
herejías, entrega un canon del Nuevo Testamento que contiene nuestra lista completa; a pesar
de que él menciona las dudas de otros referentes al Apocalipsis, lo incluyó sin vacilación,
aceptándolo como el "don espiritual" del santo apóstol.

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Y el notable Jerónimo (año 420 d.C.), estando en conocimiento del punto de vista
contrario acepta, sin embargo, el Apocalipsis "siguiendo la autoridad de los antiguos
escritores".
Este era también el juicio de la iglesia de Roma, ya que Jerónimo había iniciado su
obra sobre las Escrituras a petición del obispo de Roma y su canon fue publicado nuevamente
por los Papas posteriores. Este juicio fue confirmado también por Ambrosio en Milán,
Rufino en Aquilea, y Philastrius en Brescia.

Y, finalmente, el famoso Agustín, obispo de Hipona (año 430 D.C.), recibe el


Apocalipsis de manera similar y lo cita frecuentemente. Su lista de los libros del Nuevo
Testamento concuerda exactamente con la nuestra. A partir de este período no hubo
problemas en Occidente respecto al canon del Nuevo Testamento.

Los registros de las iglesias Siria, Abisinia, Armenia y Georgiana son más
fragmentarios e insatisfactorios como es natural, las iglesias de habla Siria de Mesopotamia,
Siria y Palestina tendían a seguir el canon de la versión Peshitta de la Biblia. Este no contenía
el Apocalipsis y varias epístolas, Junilio, un obispo de África en el siglo sexto, nos relata que
las escuelas de Nisibis en Siria enseñaban la Biblia, y al enumerar los libros, dice que existían
muchas dudas entre los cristianos de Oriente respecto al Apocalipsis. Efraín, el Sirio (año
373 D.C.), de Edessa, cita sólo una vez el Apocalipsis en sus obras siriacas existentes, a pesar
de que el texto griego de éstas, si es auténtico, demuestra que usó todos los libros de nuestro
canon del Nuevo Testamento alrededor del año 750 D.C., encontramos a Cosmas de
Jerusalén, quien omite el Apocalipsis, sin embargo, su contemporáneo y amigo, Juan de
Damasco enumera nuestro canon completo.
Hubo dos revisiones de la versión Peshitta en el siglo sexto y séptimo, la Philoxenian
y la Harkleian. La fuente de información ha sido tan escasa que las autoridades difieren; no
obstante una de estas últimas revisiones agregó las cuatro epístolas menores (2ª Pedro 2 y 3ª
Juan, Judas) y el Apocalipsis. La primera de éstas fue hecha por Policarpo bajo la
autorización de Philoxenus, obispo de Mabug, en Siria Oriental, el año 508 d.C. De esto, se
editaron en Europa el año 1630 las cuatro epístolas generales menores, sin embargo, el
Apocalipsis de esta versión no fue publicado hasta el año 1987.
Continuando con la lista de nombres en Occidente que testifican del Apocalipsis
después de Agustín, encontramos a Eucherius de Lyon (siglo quinto), Casiodoro de Italia
(siglo sexto) Bede de Inglaterra (siglo séptimo, Sedulius de Irlanda (siglo octavo o noveno), y
así muchos otros. Pero esta multiplicidad de nombres es innecesaria; los testigos recientes
son menos importantes que los primitivos. Es digno de considerar que los obispos africanos
del siglo cuarto, tanto como Jerónimo, decidieron el asunto en base a lo que habían recibido

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de sus padres. Wescott señala que "el Apocalipsis fue reconocido desde el comienzo como
una obra del Apóstol en los distritos más inmediatamente interesados en su contenido", es
decir, en Asia Menor, y que aún las epístolas controvertidas fueron generalmente aceptadas
exactamente en aquellos lugares donde se suponía que debían ser más conocidas.

II. El Apocalipsis en la Reforma

(La siguiente información fue extraída del "Comentario del Nuevo Testamento" IV
Hebreos-Apocalipsis de L. Bonnet y A. Schroeder, pp. 385-387 (220.7 B64). Además, se ha
traducido parte de la obra "The Theology of Martín Luther" de Paul Althaus, pp. 82-85.)

"Las dudas respecto del Apocalipsis reaparecieron con la Reforma. Al Publicar su


traducción del Nuevo Testamento, Lutero hacía preceder cada libro de una corta introducción.
En la Edición de 1522, se expresa así: “Muchas cosas me faltan en este libro y no me
permiten tenerlo por apostólico ni por profético. Primero, los apóstoles no se complacen en
visiones sino que profetizan en palabras claras y limpias. Luego, me parece exagerado que el
autor recomiende su libro tan fuertemente que formula esta amenaza: “Si alguno cercenare
algo de las palabras de esta profecía Dios cercenará su parte del árbol de la vida..." Haga cada
uno con este libro lo que pueda; en cuanto a mí, mi espíritu no podría acomodarme a él; y
tengo una razón suficiente para no estimarlo mucho, cuando compruebo que Cristo no es en él
ni enseñado ni reconocido como apóstol debe sin embargo hacerlo todo". En la edición de
1534, Lutero se expresa con más moderación, sin retirar sin embargo su juicio desfavorable:
“Hemos dejado este libro de lado a causa de las obscuridades de su origen y de su
composición; y en particular, porque muchos antiguos Padres también han expresado la
opinión de que no era obra del apóstol Juan; compartimos sus dudas de él". (Cita tomada del
"Comentario del Nuevo Testamento" IV Hebreos-Apocalipsis, pp. 385-387
"Ocasionalmente, Lutero practicó el criticismo histórico al analizar la tradición
bíblica, por ejemplo, cuando se refirió a las contradicciones e inexactitudes. Esta es, sin
embargo, difícilmente una razón para considerarlo uno de los padres del cristianismo
histórico; porque hace tales observaciones críticas sólo en forma ocasional y sin mayores
evidencias. Lo que es decisivo para él es que tengamos "el entendimiento verdadero de las
escrituras y los auténticos artículos de fe". Comparado con esto, los asuntos de criticismo
histórico son insignificantes. Se puede dejar que las inquietudes que subsisten se relacionan
entre sí, por ejemplo, la contradicción entre Mateo y Juan respecto al tiempo en que Jesús
purificó el templo.

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Estaba dentro del canon que Lutero practicara criticismo teológico de su parte. La
norma de este criticismo es la misma de su principio de interpretación, es decir, Cristo: el
Evangelio de la gracia gratuita y de la justificación por la fe sola.
Esto es lo que Lutero quiere decir cuando declara que la norma es "aquella que es
apostólica". El concepto de apostolicidad de Lutero se basa no sólo en un factor histórico, es
decir, que Cristo mismo llamó y envió a un grupo de testigos. Mejor aún, está determinado
por el contenido del libro. Un apóstol demuestra que lo es por medio de su clara y pura
predicación de Cristo como su Salvador. "Es la labor de un verdadero apóstol predicar acerca
del sufrimiento, resurrección y obra de Cristo. Esto demuestra si el apóstol es inspirado por el
espíritu Santo; y le da autoridad e infalibilidad. Ya que la autoridad apostólica se manifiesta
a sí misma en el evangelio de los apóstoles, la iglesia reconoce la autoridad de las Escrituras
como teniendo base, no en la persona de los apóstoles sino en la Palabra de Dios o evangelio
que testifica de si mismo. El carácter apostólico de un autor del nuevo Testamento se
manifiesta por sí solo en el contenido de sus escritos y en la claridad de su testimonio de
Cristo.
Lutero aplica ahora esta norma o criterio a los libros canónicos. "Todos los libros
auténticos concuerdan en predicar a Cristo". Permite que el canon permanezca tal como fue
establecido por la iglesia primitiva. Evalúa los libros de acuerdo con la norma de su
contenido apostólico. "Esta es la verdadera prueba de todos los libros, cuando vemos si es
que predican o no a Cristo. Porque todas las Escrituras nos muestran a Cristo (Rom. 3:21) y
Pablo no sabía otra cosa, excepto Cristo (1ª Cor. 2:2). Sea lo que sea que no enseñe a Cristo,
ciertamente no es apostólico, aunque lo enseñe San Pedro o San Pablo. Y cualquiera que
predique a Cristo, sería apostólico, aun si fuera Judas, Ananías o Pilato o Herodes el que lo
estuviera haciendo". Si esta característica no está presente o es inadecuada en cualquiera de
los escritos canónicos, como lo es por ejemplo, en Santiago, entonces el autor no puede ser un
apóstol. Para, Lutero "predicar" a Cristo significa proclamar que el Cristo crucificado y
resucitado es el Salvador y que la salvación que él concede se recibe por medio de la fe sola.
Lutero está tan seguro de esto, como de la interpretación de las Escrituras, que no
creyó que se estuviera aproximando al canon con un criterio arbitrario u autónomo, sino con
la norma que la misma escritura ofrece en su proclamación central ("San Pablo y todos los
evangelistas"). Obtuvo esta norma de ninguna otra parte más que de las Escrituras. Tan
extensa es la Escritura misma que critica al canon
En su prefacio al Nuevo Testamento, año 1522, Lutero aplica su norma para
determinar cuáles son "los verdaderos y más nobles libros del Nuevo Testamento"...
Considera que estos son el Evangelio y la Primera Epístola de Juan, las Epístolas de Pablo,
especialmente Romanos, Gálatas, Efesios., y 1ª Pedro; éstos son " el corazón y médula de
todos los libros... Porque éstas no describen las diversas obras y milagros de Cristo., sino que

12
mejor aún y de duna manera maestra, demuestran cómo la fe en Cristo vence al pecado, la
muerte y el infierno, dando vida, justificación, y felicidad". Esta sección de Prefacio al
Nuevo Testamento fue, sin embargo, omitida después de 1534. El cristiano tiene relación con
el informe de los milagros históricos de Jesús, que con el testimonio de la palabra que crea fe
y con el poder salvífico de esa fe. Por esta razón, el evangelio de Juan, en el cual se registran
muchas palabras de Cristo y algunos de sus milagros es "el verdadero, auténtico y Cabeza de
los Evangelios y se lo debe preferir y valorar más altamente que los otros tres", porque los
otros tres hacen justamente lo contrario. En el Prefacio a Santiago, año 1522, y aún en 1543,
Lutero habla de los "libros realmente importantes". No puede incluir la Epístola de Santiago
entre éstos, porque Santiago predica la ley en lugar del Evangelio. Lutero reconoce que la
intención de la epístola era buena, pero que Santiago no fue fiel a su objetivo. "Quiso
prevenir a quienes confiaban en la fe sin las obras, pero se desvió de su objetivo. Busco
lograrlo por medio de la ley, mientras que los apóstoles lo hicieron motivando a la gente por
medio del amor. Al discutir la carta a los Hebreos, Lutero enfatiza que es posterior a las
demás epístolas apostólicas; y la alaba grandemente por su testimonio de la obra sacerdotal de
Cristo y por su interpretación del Antiguo Testamento, a pesar de que hay "algo de madera,
paja o heno en ella" mezclado con el oro, plata y joyas con los cuales construye sobre el
fundamento apostólico (1ª Cor.3:12).
En 1522, Lutero escribe que no puede encontrar "ningún rastro" de evidencia de que el
Apocalipsis de Juan "haya sido escrito por el Espíritu Santo", es decir, inspirado. Lo ubica en
la categoría del Segundo Libro de Esdras.
De acuerdo con esto, Lutero cambió el orden tradicional de los libros del Nuevo
Testamento. Ubicó a aquellos que sólo mencionaban a Jesús al final de su Biblia. "Desde
tiempos remotos ellos han tenido una reputación distinta" y no pertenecen a los "libros
verdaderos y principales del Nuevo Testamento”. Lutero no intentó solicitar a nadie que
aceptara su criterio, sólo quiso expresar sus propios sentimientos acerca de estos libros"
Esto quedó claramente manifiesto en las agudas introducciones formuladas en 1522.
Después de 1530, omitió las frases más fuertes en el Prefacio a Santiago (por ejemplo, "Por
lo tanto, no deseo tenerlo en mi Biblia"). Lutero no pretendía que las congregaciones
continuaran leyendo estos juicios. Para sí mismo y al hablarles a sus estudiantes de Teología,
mantuvo su criterio sobre Santiago aún con posterioridad. Sin embargo, en esto estaba en su
mayor parte interesado en prevenir a sus oponentes romanos, que continuamente utilizaban a
Santiago como argumento en contra del Evangelio de la Reforma, de los que estaba en la
epístola misma. En 1530, reemplazó el Prefacio del Apocalipsis de San Juan (1522),
completamente negativo, por otro que interpreta el libro en términos de historia de la iglesia y
muestra su constante valor para ésta.

13
No obstante, por el resto de su vida, continuó atribuyéndolo un valor diferente a los
libros que había ubicado al final de su Biblia, que a los "libros principales". (Cita tomada de
"The Theology of Martín Luther" de Paul Althans, pp. 82-85).

III. El Apocalipsis en los siglos XIX y XX

(Extraído del "Comentario del Nuevo Testamento" IV, Hebreos-Apocalipsis de L.


Bonnet y A. Schroeder, pp. 386-387, 220.7 B64)

Los críticos del siglo último han tomado respecto del Apocalipsis posiciones diversas.
Los más antiguos (Lücke, Bleek, Ewald, Neander, Düsterdieck) admitían que el apóstol Juan
había escrito el evangelio, pero no el Apocalipsis. Atribuían éste a Juan, el Presbítero o a
algún otro escritor de ese nombre. La Escuela de Tubinga, al contrario, reivindicó
enérgicamente la apostolicidad del Apocalipsis y las cuatro grandes epístolas de Pablo que se
remontan a los apóstoles. Obra de uno de los doce, combate la enseñanza de Pablo bajo el
nombre de doctrina de Balaam (Apoc. 2:14) y nos hace conocer los sentimientos del judeo-
cristianismo primitivo. Gran número de críticos se ha fundado igualmente en la autenticidad
del Apocalipsis para disputar la del Evangelio. Entre los sabios que actualmente rehúsan ver
en el Apocalipsis una obra del apóstol san Juan, unos estiman que el hijo de Zebedeo jamás
fue al Asia Menor y que las obras que le son atribuidas fueron escritas por Juan el presbítero,
otros admiten, si la residencia y el ministerio del apóstol en Asia Menor, pero no piensan que
ejerciera actividad literaria. Los escritos aparecidos bajo su nombre fueron compuestos por
sus discípulos. La primera opinión es de la Keim, Lotzmann (1), Harnack (2), Bousset (3); la
segunda, la de Weisäcker, Renan (4), Reuss, Sabatier, Jülicher (5). Por último, cierto número
de sabios mantienen la opinión tradicional que atribuye el Apocalipsis y el evangelio al
apóstol Juan. Unos piensan que los dos escritos han visto la luz por el mismo tiempo (F.
Godet, Zahn) Los otros estiman que el Apocalipsis apareció veinte años antes del evangelio,
explicando este intervalo las grandes diferencias que se notan entre ambos escritos (Kübel
Weiss, J. Bovon).

Comentarios de escritores evangélicos y católicos, de las distintas escuelas de


interpretación profética

Preteristas
G.R. Beasley-Murray. Tendencia Preterista, tiene excelente análisis cristológico. The
New Century Bible Commentary: The Book of Revelation, Wm. B Eerdmans Pub. Co., Grand
Rapids, 1981, pp. 12, 38 (228.77. B368)

14
"El lugar único que el libro Apocalipsis ocupa en la Biblia y en la tradición cristiana,
ha llevado a muchos a mirarlo como si no tuviera contraparte en la literatura con la cual poder
juzgarlo o de la cual obtener algunas pautas. Esta suposición ha fomentado una libertad
indisciplinada en la aclaración del libro, que sería inadmisible en otro tipo de literatura, y que
ha hecho posible esa caótica diversidad de interpretaciones por las cuales el libro es notorio.
El carácter único de esta obra es indisputable, sin embargo, es un error considerarlo como sin
analogía. En los cinco primeros versos del prólogo, Juan utiliza tres diferentes categorías de
redacción al referirse a su obra. La primera palabra que escribe es el término `revelación',
cuya palabra en griego es apocalypsis, y esta auto-descripción del libro le ha dado nombre a
toda clase de escritos con los cuales está más estrechamente relacionado, a saber, el
'apocalipsis'. En el verso 3, Juan habla de su obra como una `profecía ', y en el verso 4,
procede como si estuviera escribiendo una 'epístola', o carta de instrucción. Esta obra de Juan
adquiere su carácter inusual de su combinación en un todo de estas formas. Referirnos a ellas
nos ayudará a captar el mensaje en la forma en que Juan deseaba que fuera comprendido".
"El Apocalipsis llama a los cristianos a tomar en serio la enseñanza entregada a la
iglesia del reino de Dios en la historia. Para Juan, esto significa el testimonio de Jesús acerca
del reino de Dios como lo entregaron los maestros apostólicos y lo interpretaron por medio
del Espíritu Santo, a la Iglesia".
"Más importante que éstas es la suposición, implícita en el saludo, que el Apocalipsis
es una epístola. Está dirigida por el autor a un grupo de iglesias que él ha pastoreado, tal
como Pablo Gálatas a un grupo de iglesias en un área no tan lejana de las siete, para
considerar una situación que había surgido entre ellos. Este es ciertamente más que un recurso
literario adoptado por el autor. Escribe fuera de un interés pastoral a sus lectores para
transmitirles un mensaje dirigido a sus circunstancias, a través de un arrepentimiento divino.
Cada línea de este libro tiene a la vista esta situación. Es bueno recordar esto al exponerlo, por
que ninguna exégesis puede ser fiel a la intención de Juan a menos que tenga invariablemente
a las siete iglesias en vista.

León Morris. Tendencia Preterista mezclada con Idealismo. No se identifica con


ninguna escuela en particular. El Apocalipsis (Introducción y Comentario), Comentarios
Didaqué, Ediciones Certeza, Buenos Aires, 1977, p. 15 (228 M875)
"El resultado es que para algunos hombres modernos, el Apocalipsis permanece como
un libro cerrado. Con excepción de uno o dos pasajes, como la visión de los redimidos en el
capítulo VII, o la de Jerusalén celestial en los dos capítulos finales, la mayor parte del libro no
es leída. Sabemos que se encuentra allí. Lo reconocemos como parte del canon de las
Escrituras y, por lo tanto, le otorgamos nuestro reconocimiento formal. Sin embargo, nos

15
sentimos incómodos y no lo utilizamos. Le volvemos las espaldas a sus misterios y nos
gozamos en el Evangelio de Juan o en la Epístola a los Romanos.
Es lamentable. Este libro tiene mucho que enseñarnos en el siglo XX. J.B. Phillips
nos cuenta que encontró excitante la tarea de traducir este libro, en el verdadero sentido de
esta palabra tan usada. Porque en este libro, el traductor es transportado a otra dimensión - no
tiene el menos lugar donde poner el pie en el mundo del tiempo y el espacio con el cual está
familiarizado. Es trasladado, no a una tierra de fantasía, sino a la tierra de los valores y
juicios de Dios".

William Barclay. Tendencia Preterista. Nuevo Testamento Comentado: Apocalipsis,


Edit. La Aurora, Buenos Aires, 1975, pp. 9,10 (228 B244).
"Cuando el estudioso del Nuevo Testamento se embarca en el estudio del Apocalipsis
se siente proyectado a un mundo nuevo y diferente. No solamente el Apocalipsis es diferente,
sino que, de manera manifiesta es difícil para la mente moderna. El resultado es que muchas
veces ha sido abandonado como inteligible y se ha convertido en el campo de juego de los
excéntricos religiosos, que lo usan para diseñar mapas celestiales de lo que está por venir, o
que encuentran en él evidencias en apoyo de sus propias rarezas"
"Por otro lado, ha habido, en cada generación, aquellos que han amado a este libro.
T.S. Kepler, el más reciente editor del Apocalipsis, cita el veredicto de Phillip Carrington y lo
hace suyo: “En el caso del Apocalipsis tenemos por delante un artista mayor que Stevenson o
Coleridge o Bach. San Juan posee un mejor sentido de la palabra exacta que Stevenson;
posee un dominio de la melodía, el ritmo y la composición que Bach. Es la única obra
maestra de puro arte en el Nuevo Testamento. Su plenitud, riqueza y variedad armónica lo
coloca en un lugar muy por encima de la tragedia griega..."
Sin duda encontraremos que este libro es difícil y capaz de confundirnos; pero del
mismo modo encontraremos infinitamente digno del esfuerzo de luchar con él hasta que nos
otorgue su bendición y nos abra sus riquezas".

Futuristas
Ivan Barchuc. Futurista, Pretribulacionista, Bautista Explicación del Libro de
Apocalipsis, CLIE, Barcelona, 1978 (228 B243) pp.
"Este libro no sólo contiene eventos pasados, lo cual podría interesarnos muy poco,
sino que contiene acontecimientos futuros que el mundo entero espera. Contiene también
nuestro propio futuro, y lo más importante es que contiene la segunda venida de Aquel, al
cual decimos que lo amamos por sobre todas las cosas. Mientras tanto, este libro ha sido el
más abandonado entre los cristianos. No cabe duda de que este abandono ha sido
influenciado por el enemigo de las almas de los hombres, quien no desea que los creyentes

16
sepan del pronto regreso del Señor, para poner fin con ello al señorío del enemigo. Otra razón
del abandono de este libro es la falta de amor al Esposo de la iglesia que viene, falta de fe en
su regreso. Influye en esto, además, la negligencia de los creyentes y el apego de éstos a este
mundo. Ya que para entender el libro de Revelación es necesario un gran esfuerzo y
educación personal, para poder al mismo tiempo entender correctamente todos los demás
libros sagrados y captar el Espíritu de las Escrituras. Es necesario aprender a pensar
espiritualmente para poder relacionar lo espiritual con lo espiritual (1ª Corintios 2:13).
Los modernistas contemporáneos llaman "misterioso" este libro para de esta manera,
poder persuadir a sí mismos y a otros incrédulos, en el sentido de que en realidad no
sucederán las cosas descritas en Revelación. Los mundanos y creyentes no regenerados, no
pueden captar las profundidades de este libro, solamente entienden que en él se habla de los
juicios de Dios sobre todos los pecados y Satanás. Principalmente por eso, Satanás aborrece
el libro de Revelación, y trata de impedir su lectura a quienquiera que fuese. El no desea que
los pecadores sepan que, tanto ellos como Satanás, estarán en el lago de fuego".

Donald Grey Barnhouse. Tendencia Dispensacionalista, Literalista,


Pretribulacionista, Premilenialista. Revelación. Zondervan Publ. House, Grand Rapids,
Michigan, 1975, pp. 14. 17 (228.7 B262
"Existe una opinión, que ha estado circulando ampliamente en el púlpito y las bancas,
acerca de que este libro es demasiado vago, obscuro, complejo para que lo pueda comprender
una mente común. A Satanás le gusta que la gente crea esto. Hay hombres - aún hombres
que ha sido ordenados como supuestos intérpretes de la Palabra de Dios- que dicen que éste
no es un libro para ser predicado, que contiene muchos símbolos orientales que no se puedan
entender en nuestros días. Otros comentan que éste es un libro reservado par los más
profundos estudiantes y pensadores. Una actitud tal contradice el nombre mismo del libro.
Una Revelación no es un puzzle o un enigma. Este libro no se llama lo oculto o el misterio de
Jesucristo, sino la revelación de Jesucristo. Prácticamente todo aquel que lee estas palabras
conoce el camino de salvación, aun cuando algunos individuos no se apropian de ese
conocimiento para sí mismos. No es suficiente saber que la salvación es por medio de la fe en
la obra terminada del Señor Jesucristo, sino que nacer de nuevo es conocer la salvación
personal que saca al alma perdida de la muerte a la vida. Dios nos ha dicho que toda la
Escritura es provechosa, y en el Apocalipsis encontramos una luz que ilumina todo el resto de
la Biblia, de tal manera que el plan de Dios a través de las edades llega a ser un claro arroyo
de verdad. Una pirámide, que se construye de muchas piedras, debe tener como tope una
pirámide perfecta. Toda la Palabra de Dios es, en realidad, una pirámide de verdad, y el libro
de Apocalipsis es la pirámide perfecta que la corona".

17
"Este libro demanda la atención de los creyentes por muchas razones. En las líneas de
apertura se llama a sí mismo "la Palabra de Dios", "el testimonio de Jesucristo". "esta
profecía". Lleva el nombre del Señor Jesucristo, toda su autoridad".
Este libro se llama también el testimonio de Jesucristo. En una Corte, cuando un
testigo acusador da su testimonio, la defensa se moviliza rápidamente para dar el apoyo en
base a los registros. El juez puede sustentar la objeción o degenerarla. Vendrá el juicio. Este
es el testimonio de Jesucristo.
Sin el último libro de la Biblia, las demás partes de la Escritura perderían mucho de su
significado. Este libro es el complemento de Génesis, que encuentra su razón de ser en la
gloria del Apocalipsis. La Biblia estaría incompleta si estuviera registrada la entrada del
pecado, sin su juicio y erradicación. La ruina del hombre es completa en los primeros
registros de la Escritura; la redención del hombre es perfecta en el Apocalipsis, y el
Apocalipsis sería también incomprensible sin Génesis.

Domingo Fernández Suárez. Con tendencia Futurista, Premileniarista, Bautista, Pre-


tribulacionista. Una Interpretación del Apocalipsis, Casa Bautista de Publicaciones, 1978, pp.
10-11 (228 F363)
"El Apocalipsis es el libro profético del Nuevo Testamento. Y es, además la
culminación de todas las profecías del Antiguo Testamento. Dice el Dr. Mullins que "los
profetas nos hablan de un gran Libertador, del reino de un Rey justo, de la presencia de Dios
entre los hombres, de un mundo transformado bajo el poder del Escogido de Dios". ¿Cuando
tendrán su cumplimiento estas predicaciones proféticas? Isaías, en el capítulo dos, y Miqueas,
en el capítulo cuatro, nos dicen que será "en lo postrero de los tiempos". Y Jesucristo dice (en
Luc. 21:24), que "Jerusalén será hollada de las gentes, hasta que los tiempos de las gentes
sean cumplidos", Pues bien, el libro de Apocalipsis nos revela los acontecimientos que
ocurrirán en este mundo en los últimos años de los tiempos de las gentes, acontecimientos que
culminarán en lo que Mullins llama: "un mundo transformado bajo el poder del Escogido de
Dios".
El Génesis es el libro de los principios; el Apocalipsis es el libro de las culminaciones.
El Génesis nos describe la creación de los cielos y la tierra; el Apocalipsis nos presenta los
nuevos cielos y la nueva tierra. El Génesis nos dice que Dios puso el gobierno de este mundo
bajo la mano del hombre; en el Apocalipsis vemos "el cielo abierto" y al hijo de Dios que
viene para quitar de la tierra al "Hombre de pecado", sacar el mundo de caos, y establecer el
reino de Dios entre los hombres. El Génesis nos muestra cómo entraron en el mundo el dolor,
la muerte y el sufrimiento; el Apocalipsis nos lleva hasta aquel día cuando Dios enjugará toda
lágrima de los ojos de sus redimidos".

18
Tim Lahaye. Tendencia Dispensacionalista, Futurista, Pretribulacionista. Revelation.
Zondervan Publishing House, Michigan, 1979, Prefacio (228.7 L183).
"El libro de Apocalipsis es el único libro en el Nuevo Testamento que presenta a
Jesucristo como él es realmente hoy. Los Evangelios lo presentan como el "varón de dolores,
experimentado en quebranto" durante su encarnación. El Apocalipsis lo presenta en su
verdadera gloria y majestad después de la resurrección y ascensión a los cielos, que nunca
más será ultrajado, censurado y golpeado. No es de extrañarse que Juan lo titulara "La
Revelación de Jesucristo".
El estudio de este libro enternecerá su corazón cuando perciba al verdadero Cristo y su
ministerio en las iglesias en estos últimos dos mil años. Se conmoverá de ver miríadas de
ángeles postrándose ante él y entonando sus alabanzas. Verá su dinámico triunfo sobre
Satanás y las fuerzas del mal.
El Apocalipsis deja claro que Cristo y los cristianos son los últimos vencedores en el
juego de la vida. En efecto, el estudio de este libro es esencial para una visión comprensiva
del resto de las Escrituras. Concluye los maravillosos propósitos de Dios para sus criaturas
favoritas - la humanidad.
Un estudio apropiado de este libro ayudará al estudiante de la Biblia a conocer lo que
Dios tiene reservado para este mundo antes de que pase, de manera que éste pueda estar
preparado y no sea sorprendido. Le proveerá de una fe confiable con la cual enfrentar el caos
político, social y religioso, que es inminente. Sólo un ignorante es incapaz de darse cuenta de
que éstos son los últimos días. Ningún otro libro de la Biblia ha sido más desacreditado que
Apocalipsis, excepto su contraparte en el Antiguo Testamento, Daniel. Debido a que trata
predominantemente con profecía y el futuro y porque desenmascara a Satanás como un
fraudulento, el archienemigo del hombre ha tratado de desacreditarlo, usando todo su poder.
Lo último que él desea es que la gente se percate de la majestad de Cristo, de la perfidia de
Satanás y del triunfo final del cristiano cuando este sistema mundial antiguo fracase de una
vez. He descubierto que una adecuada comprensión del Apocalipsis motiva a los cristianos a
una dedicación consistente ya al servicio. Eleva sus espíritus y les brinda una esperanza en el
futuro como ningún otro libro en el mundo lo hace.
Más que todo, el estudio de este libro le dará un amor vivo por Jesucristo y por las
almas perdidas a su alrededor, porque no sólo revela al Señor y su maravilloso plan para
redimir a su Iglesia, sino que también pone al descubierto la terrible situación de este mundo
y de aquellos que lo rechazan".

Hal Lindsey. Tendencia Dispensacionalista, Pre-tribulacionista. El Apocalipsis


Inminente, Logoi Inc., Miami EE.UU, 1974. pp. 13 (228 L752)

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“El Apocalipsis es el único libro de la Biblia que contiene una promesa expresa de
bendición para cualquiera que lea y preste atención a las cosas que están escritas en él
(Apoc. 1:3). Con una promesa así para cada lector, era de esperarse que el libro del
Apocalipsis fuera uno de los más populares de la literatura mundial.
Estoy seguro de que las imágenes y el simbolismo del libro hacen que la mayor parte
de la gente se acobarde y no lea. Sin embargo, creo que necesitamos entender que el libro del
Apocalipsis es "la gran estación central" de la Biblia. Cada símbolo que hay en él ha sido
usado en algún otro lugar de la Biblia, pero encuentra su cumplimiento final y su explicación
en este libro profético que es el último de la Biblia"
"El libro del Apocalipsis es único entre los libros de la Biblia en el hecho de que
promete una bendición especial a cada uno que lo estudie con una mente receptiva, sin
embargo, los que andan buscando curiosidades no están incluidos en esta promesa, porque se
dice que el lector además debe prestar atención a las palabras del libro a fin de obtener la
bendición".

Hebert Lockyer. Tendencia Dispensacionalista, Futurista, Pretribulacionista.


Apocalipsis: El drama de los siglos, Editorial Vida, pp. 9,13 (228 L818).
"En cierto sentido, el Apocalipsis es una visión de la filosofía cristiana sobre la
historia del mundo. Sus páginas están repletas de entusiasmo poético y profético. Es un libro
de guerras, pero también lo es de una paz triunfante y eterna. Apocalipsis significa
revelación, descubrimiento, la acción de descorrer un velo para manifestar algo que ha estado
oculto o encubierto. De manera que el libro contiene secretos revelados por Dios a Cristo y
por El a Juan y a la Iglesia.
Por las figuras, el enfoque y las expresiones, el Apocalipsis es muy parecido al libro
de Daniel. Tanto, que en muchos lo han llamado "el Daniel del Nuevo Testamento". En su
evangelio y sus epístolas, Juan Presenta la misma idea dominante de Apocalipsis, es decir, el
conflicto entre la fe y la incredulidad y la victoria final de la fe. Las enseñanzas básicas del
Apocalipsis pueden encontrarse en Mateo 24. El lenguaje usado para la apertura del sexto
sello (Apocalipsis 6:12-17) es el mismo que utilizan los profetas del Antiguo Testamento en
su descripción del día del Señor. Apocalipsis es un todo unificado y provee un bosquejo
profético del curso de la historia de la Iglesia desde el período apostólico hasta el
arrebatamiento al efectuarse la segunda venida de Cristo, y también de los juicios
subconsecuentes para mostrar la culpabilidad de un mundo impío y sin Dios.

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El estilo de este libro es apocalíptico y las escenas de un incomparable drama se
desarrollan en una escala de grandeza sin par. La tierra se estremece bajo el impacto de la
batalla y bajos golpes de los juicios de Dios. Son expuestos a la vista los horrores
interminables del abismo y los goces eternales de los cielos. El orden de los
acontecimientos es como sigue".
"El Apocalipsis es una grande y valiosa consumación de las Escrituras. Bien puede
ser considerado como segundo Génesis: el principio del nuevo mundo de la vida espiritual
perfecta en la ciudad de Dios. Así como el Génesis es el libro de las primeras cosas, el
Apocalipsis es el libro de las últimas.
Este libro fue admitido en el canon de las Escrituras por sus propios méritos y, con
excepción de las dudas sobre su autor, fue aceptado con muy poca oposición. Como parte
integral de las Sagradas Escrituras, Apocalipsis no debería ser evadido debido a su
naturaleza predominante simbólica. Aunque los teólogos liberales disputan sobre la
paternidad literaria juanina de Apocalipsis, sus objeciones no nos apartan de la seguridad de
que Juan, el discípulo amado (el que escribió el cuarto evangelio y las tres epístolas que
llevan su nombre) fue también el autor de este último libro de la Biblia. No se puede
ignorar el testimonio de la Iglesia primitiva en cuanto a la paternidad de Juan. El
Apocalipsis es citado con el nombre de su autor en fechas aun más antiguas que cualquier
otro libro del Nuevo Testamento, con excepción de 1ª Corintios. En su evangelio, como
también en sus epístolas, Juan escribe en tercera persona, mientras que en el Apocalipsis se
mencionan a sí mismo cinco veces y escribe en primera persona (1:1, 4,9; 21:2; 22:8)".

Charles C. Ryrie. Tendencia Futurista. Apocalipsis, Publicaciones Portavoz


Evangélico, Barcelona, España. 1981, p. 7 (228.7 R995)
"Cada uno de los libros de la Biblia es importante, pero el último libro constituye la
consumación de la revelación de Dios.
El Apocalipsis es de importancia principal porque es un libro que trata "sobre las
cosas que deben suceder pronto". No conoceríamos muchas de estas cosas si el libro de
Apocalipsis no estuviera en la Biblia. Es el único libro profético mayor del Nuevo
Testamento.
A Juan se le ordenó que no sellase el libro (22:10), y a todos aquellos que lo leen se
les ha prometido una bienaventuranza especial (1:3). Así pues, aparentemente se esperaba
que el libro fuese inteligible y de ayuda para quienes lo leyesen. Es un apocalipsis
(literalmente, una revelación), no con el fin de mistificar, sino de esclarecer".

Idealistas
Divo Barsotti. Tendencia Idealista, Católico. El Apocalipsis: Una respuesta al
Tiempo, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1967, pág. 13 (228.7 B282)
"Muchas veces consideramos el Apocalipsis como si se tratara de un libro que
anuncia todo lo que tiene acontecer en el mundo; por el contrario, el Apocalipsis anuncia
precisamente lo que sucede en cada instante en la historia del mundo, indica las leyes

21
constantes de esta economía propia del cristianismo que pone continuamente al hombre
frente al Cordero sacrificado.
El Apocalipsis no es una historia. No es una historia de la Iglesia ni una historia del
hombre. En realidad, La Iglesia y el hombre no tienen ya historia: si la historia supone un
novedad, un crecimiento, un camino, el cristianismo excluye la historia por el mismo hecho
de presentarse como la alianza eterna -"la nueva y eterna alianza" del hombre con Dios-,
por el mismo hecho de anunciar que las promesas todas de Dios han tenido ya su "amén"
en la persona de Cristo".

Sylvester Birngruber. Tendencia Idealista, Católico. El Apocalipsis de San Juan:


Patmos, Libros de Espiritualidad Nº 176, Ediciones Rialp. S.A., Madrid, 1966, pp. 12,13
(228. B619).
"Y esto es muy necesario, pues también el Apocalipsis es la Palabra de Dios para el
hombre de nuestro tiempo y quizá tenga más que decir al hombre de hoy que a los de siglos
anteriores. Este último libro de la Sagrada Escritura, rodeado de misterio, lo veo como un
quinto Evangelio.
Su dificultad radica en que nos ofrece una visión de los acontecimientos universales
desde arriba, desde el Cristo que vive y actúa glorioso, mientras que los auténticos
Evangelios nos muestran a Cristo más como hombre entre los hombres, Ya en su
Evangelio había abandonado San Juan ampliamente esta línea, lo que se intensifica al
máximo en las visiones proféticas del Apocalipsis. Creo que una época que sólo admite la
vida terrenal y que tiene una visión exclusivamente natural de los acontecimientos
universales, necesita especialmente de la contemplación del mundo y sus acontecimientos a
la luz del Apocalipsis. A esto hay que añadir otro motivo más: El Apocalipsis habla de las
muchas tribulaciones que les están reservadas a los fieles de Jesús por causa del testimonio.
Pero aun con todo esto es en definitiva un libro consolador, con el alegre mensaje de que si
bien la causa de Cristo en el mundo está siempre luchando con la angustia mortal, con esta
muerte consigue vencer a los poderes del mundo y de la historia. Cristo vive, Cristo vence:
éste es el mensaje consolador del Apocalipsis".

Carlos R. Erdman. No se identifica con ninguna escuela, con tendencia al


idealismo. El Apocalipsis, T.E.L.L., Grand Rapids, USA, pp. 4,5 (228 Er66).
"Este volumen ofrece una exposición del último y más difícil libro de la Biblia. Ve
la luz con timidez dadas las dificultades y misterios que conlleva, con un ruego de
tolerancia para con los puntos de vista divergentes, y con todo con una confianza honda en
los valores práctico (sic) e imperecederos de este libro de la Sagrada Escritura. Sólo a él se
le enseña la promesa "bienaventurado el que lee". Ni la fría negligencia, ni la controversia,
ni las críticas escépticas, ni las vaguedades fanáticas, han detenido sus manantiales
perennes de consuelo, destila inspiración y esperanza. Con colores vívidos describe el
triunfo inevitable del bien sobre el mal, el triunfo final de la verdad y la fe, y el reino
universal final del Príncipe de la Paz. Con todo, no tiene como fin estimular fantasías
ociosas ni especulaciones sentimentales. Constituye un llamamiento al servicio sacrificado,

22
al testimonio valeroso, a la lucha valiente, hasta que "los reinos del mundo han venido a ser
de nuestro Señor y de su Cristo".
"El Apocalipsis de Juan es único. Debido a lo complicado de su estructura literaria,
al esplendor de sus imágenes poéticas, a la amplitud majestuosa de sus visiones inspiradas,
al misterio de sus símbolos secretos, y a su dramática presentación de verdades eternas, este
libro es de índole distinta que al resto de la Biblia. Se le estudia desde los puntos de vista
más contradictorios. Para algunos es fascinador; para otros, arcano. Para unos es práctico;
para otros, místico. Para algunos es objeto de estudio incesante y de exposición confiada;
para otros es un enigma del que se han apartado con desespero absoluto. Entre los que
siguen leyendo el libro, sin embargo, existe un acuerdo sorprendente en cuanto a su esencia
y propósito. Todos lo consideran como un libro de consuelo y aliento. Quizá difieran en
cuanto al significado de sus detalles y a la solución de los enigmas que contiene, pero todos
encuentran que es portador de un mensaje que tiene como propósito animar a los seguidores
de Cristo que se hallen en sufrimiento y tentación, con la garantía de que alcanzarán
liberación y de que la causa de Cristo triunfará".

S.S. Gorgulho- A.F. Anderson. Tendencia Idealista, Católico. No Tengáis Miedo:


Actualidad del Apocalipsis, Ediciones Paulinas, 1981, p. 7.
"El Apocalipsis contiene un mensaje bien determinado. Intentaba animar a los
primeros cristianos, perseguidos y martirizados por causa de su fe. Es un mensaje de
esperanza para esas comunidades, basada en la fe en el Jesucristo resucitado, el único y el
vencedor de todas las fuerzas del mal. Ahí la raíz objetiva del mensaje. No podemos
interpretarla de manera arbitrario, sacando conclusiones gratuitas. Por tanto, no tenemos en
este libro una especie de adivinación del futuro. Se trata de una profecía que muestra el
sentido de la vida de las iglesias en la historia. Lo que se dijo a los primeros cristianos
perseguidos vale, pues, para cada época de la, Iglesia en el mundo. El fundamento de la
acción, su dinamismo y su meta son siempre idénticos. Las figuras cambian, las
situaciones son diferentes. Pero la llamada a la acción y a la manera de vivir es siempre la
misma. "Es necesario seguir profetizando"... (Apoc. 10,11).

Hugo Vianni. Análisis teológico, idealista, católico. Apocalipsis. Editorial Verbo


Divino p. 18 (228.7 V2)
"De los testimonios que se conservan (Justino, Ireneo, Clemente, Alejandrino,
Tertuliano, Orígenes, etc.), queda clara la atribución del Apocalipsis al apóstol Juan, el
autor del cuarto evangelio. Era ésta la mentalidad corriente a partir de la segunda mitad del
siglo II. Orígenes no parece albergar dudas en este sentido y ni siquiera pone en discusión
esta cuestión. Pero la discusión existió. Empezó con Cayo y se prolongó con Dionisio
Alejandrino (cf. Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, 7, 24); la crítica moderna
recogió ampliamente esta cuestión, desarrollándola y profundizando en ella. Todavía hoy
nos encontramos con las posturas más diversas.
Algunos críticos consideran atendible el testimonio antiguo; las objeciones contra la
identidad del autor el Apocalipsis y el cuarto evangelio a partir del análisis interno

23
(gramática, estilo, simbolismo, doctrina, etc.) no se consideran decisivas (Allo, Gelin,
Braun, Vagany, Behm, Michaelis, Feuillet, Manoud, Mounce). Otros críticos limitan
parcialmente esta posición: se considera a Juan como autor del Apocalipsis, pero se niega
que sea también autor del cuarto evangelio (Reuss y recientemente Kiddle). Otros muchos
eruditos asumen una posición francamente negativa: el Apocalipsis no tiene un origen
apostólico directo no fue escrito por el autor del cuarto evangelio; las características
lingüísticas, literarias, doctrinales y la mentalidad misma del Apocalipsis son muy distintas
de la del cuarto evangelio para que pueda hablarse de identidad de autor (Loisy, Charles,
Windisch, Wikenhauser, Boismard, etc.)

Historicistas
Ray Summers. Digno el Cordero. Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Texas,
1954, p. 15 (228. Su 6). (Declara seguir un quinto método de interpretación llamado de
fondo histórico, que combina el método preterista con el idealista).
"Aunque descuidado, mal entendido, y tergiversado burdamente, el libro del
Apocalipsis es único en su género en el Nuevo Testamento. La mayor parte de los lectores
lo pasan por alto con una actitud de desinterés que expresan con estas palabras: "Sea lo que
fuere, nadie lo entiende". En cambio, para muchos otros, ha sido extraordinariamente
atractivo. Para algunos esa atracción ha procedido de un motivo religioso; para otros, de la
curiosidad de ellos mismos. Ha habido tal abundancia de opiniones contradictorias acerca
del significado de este libro, que muchos han perdido la esperanza de obtener alguna vez
una interpretación fácil de entenderse. El libro ha sido usado ampliamente por individuos o
grupos que creen que han encontrado la manera de probar casi todo mediante la explicación
de los símbolos en él contenidos; y por esta razón han fijado su atención en el libro de
Apocalipsis considerándolo como base de raros sistemas de interpretación. Esta manera de
proceder va por el mismo camino que sigue el error que se relaciona con uno de los
principios básicos de interpretación: el pasaje obscuro debe interpretarse a la luz del pasaje
claro. Seguir el método contrario es maniatarse para no producir un trabajo efectivo de
interpretación.
Basta examinar los muchos libros que se han escrito acerca del Apocalipsis, para
que uno se dé cuenta de que este libro ha sido tratado muy mal por quienes no se han
informado del posible significado que tuvo para aquellos a quienes el Señor lo entregó
primeramente. Aun entre los que han hecho tal esfuerzo para informarse del significado del
libro ha habido tantas controversias vehementes, que muchos hombres prudentes han
abandonado la investigación de la verdad del libro".

Leonardo Castellani. Tendencia Católica, Historicista. El Apocalipsis de San


Juan, Ediciones Paulinas, Bs. Aires, Argentina, 1963, p. 10.
"Interpretar el Apokalypsis (¡y en la República Argentina!) Parecerá, a algunos,
empresa temeraria. Muchos sabiazos (incluso autores de "introducciones", como
Wikenhauser, por ejemplo) parecen tener que el Apokalypsis es un libro dado por
Jesucristo a su iglesia para que no sea entendido nunca; y produzca confusión y demencia.

24
Eso es imposible. Algunos han producido libros demenciales acerca de este "Enigma
Sacro" (como lo llamaba San Jerónimo) tal es el gran físico Isaac Newton, el obispo
católico Charles Walmesley (Pseudónimo "Pastorini") el pastor bautista Charles L. Neal, y
el crítico Ernesto Renán, en su "Antichrist" y L'Abesse de Jouarre".

Alfred Wikenhauser. El Apocalipsis de San Juan. Editorial Herder, Barcelona,


1981, pp. 22-24.Combina el pensamiento preterista (histórico) futurista (escatológico) y el
método histórico tradicional o historia de las tradiciones mitológicas.
"Sin desconocer en nada el parentesco con la apocalíptica judía, no hay que perder
de vista, sin embargo, el carácter propio que distingue el Apocalipsis de San Juan. Tal
carácter le viene de una doble circunstancia: de que su autor es un espíritu auténticamente
profético y auténticamente cristiano".
"El Apocalipsis del Nuevo es un libro cristiano en todo el sentido de la palabra. Es
cierto que en sus visiones se encuentran no pocas imágenes y motivos sacados del AT y de
la tradición religiosa extra bíblica; pero esto no debe hacer perder de vista el espíritu que le
es propio. Este libro, no menos que los otros escritos del Nuevos Testamento, anuncia a
Cristo crucificado, el Hijo eterno de Dios y redentor de los hombres, que ahora tiene su
trono a la diestra de Dios y al fin de los tiempos se manifestará sobre la tierra en calidad de
juez".

IV. Opiniones de autores adventistas sobre el libro de Apocalipsis

Roy Allan Anderson. Unfolding the Revelation. Pacific Press Pu. Asso. California,
1961, p. 1 (228.7 AN 549)

"La Revelación de Jesucristo, o el Apocalipsis, es único entre los libros de la Biblia


- único en su forma, su simbolismo y su significado, Nos ha sido dado por Dios, el Padre a
través de Jesús, quien es el único que puede entregar la revelación divina al hombre. Y
Jesús la envió a Juan por medio de su ángel mensajero 1:1), quien, de acuerdo con Lucas
1:19, es Gabriel".

Taylor S. Bunch. The Seven Epistles of Christ. Review and Herald, Washington
D.C., 1947 pp. 10-11, tendencia Adventista, Historicista (228 B942)
"Génesis es el libro prólogo de la Biblia y Apocalipsis, el epílogo. Es el epílogo de
la revelación divina, en la cual se recapitularon los tópicos principales, para enfatizar su
importancia. George W. Davis ha dicho que Moisés y Juan se toman las manos a través de
un período de 16 siglos, para completar el total testimonio de Dios". (The Patmos Visión,
p. 10). La Biblia estaría incompleta sin el Apocalipsis y sin Génesis. Los dos primeros
capítulos de Génesis describen el Paraíso que se perdió por causa del pecado, y en los dos
últimos capítulos de Apocalipsis muestran el Paraíso que será restaurado cuando el pecado
y los pecadores no sean ya más. Entre estos estados perfectos se encuentra la larga noche
de pecado. Lo que comenzó en el prólogo, finaliza en el epílogo. "en Apocalipsis, todos

25
los libros de la Biblia se encuentran y terminan". (White, Hechos de los Apóstoles, p. 585).
Llegan a un clímax glorioso".
"El Apocalipsis es, esencialmente, el libro de los últimos días, escrito para esta
generación que es la última. Contiene la instrucción que más necesita la iglesia en los
postreros días del reinado del pecado. Esta es la razón más importante que resume todas las
Escrituras y es el epílogo de la verdad que ha sido revelada. Su propósito es preparar al
pueblo remanente de Dios para la crisis final de la historia humana y para la Segunda
Venida de Cristo. Por lo tanto, este libro debería ser de interés especial para los cristianos
de hoy en día. En los últimos capítulos, se repite tres veces la frase: "Vengo en breve".
Todas las profecías y revelaciones del libro alcanzan su clímax con el retorno de nuestro
Señor. En esta época, se requiere un estudio cuidadoso del Apocalipsis.
Aunque este libro recibe de Dios el nombre de revelación, es también una profecía"
En el primer capítulo, el escritor usa la expresión "las palabras de esta profecía" y "las
palabras de la profecía de este libro", "el libro de esta profecía ", "La profecía de este
libro", con las cuales, en el capítulo final, el autor se refiere a lo que ha escrito. La Profecía
es la historia escrita con anticipación. Es el registro de los sucesos, antes de que estos
ocurran".

E. Gregory. The Love of Christ. 1959, p. 9 (228 S86) Tendencia Historicista,


Adventista, Literalista.
"El libro de Apocalipsis, fue el último libro de la Biblia que se escribió. La mayoría
de los eruditos bíblicos concuerdan en que éste es un libro acerca de cosas que serán
reveladas. Sin embargo, es más que eso Juan declaró que esta era la revelación de
Jesucristo. Podemos preguntarnos cómo es que este libro de guerras, símbolos e impíos
pueda ser una revelación de nuestro Salvador. Por última vez en la historia de esta tierra
hasta su segunda venida triunfante, Cristo retornó a su Iglesia, para confortarla, animarla y
advertirla. La joven iglesia era pura en su primer amor y devoción sin embargo, había
trampas más adelante. Vendrían falsos maestro y profetas; la persecución contenida y casi
la total aniquilación de la verdad. Aun así, siempre habría aquellos que darían su vida por
la causa de la verdad. ¡La iglesia de Dios triunfaría!

Hans K. LaRondelle. Las Profecías del Fin. 1997. Historicista.


“En su filosofía de la historia, el Apocalipsis está enfáticamente centrado en Cristo,
llamando a Cristo ‘el Alfa y Omega, el principio y el fin’ (22: 13) Su mensaje profético no
es meramente vaticinar el curso futuro de la iglesia. Su mayor preocupación es pastoral:
guiar y aconsejar a los creyentes en Cristo Jesús en tiempos de persecución, animarlos a
perseverar hasta el fin en la verdadera fe, y amonestarlos y alentarlos contra el engaño y las
creencias falsas”.

V. Citas de Elena White sobre la importancia del libro de Apocalipsis

"Este libro (Apocalipsis) demanda cuidadoso, y fervoroso estudio, a menos que él

26
sea interpretado de acuerdo con las ideas de los hombres, y así falsas construcciones le sean
dadas al trabajo sagrado el Señor, el cual en sus símbolos y figuras significa tanto para
nosotros. Hay mucho que debemos entender positivamente para que podamos delinear
nuestro curso de acción, de manera que no recibamos las plagas que han de venir sobre el
mundo" (Carta 16, enero 28, 1900).

"El libro de Apocalipsis en conexión con el libro de Daniel demanda nuestro estudio
en forma especial. Que cada predicador, temeroso de Dios piense cómo entender y
presentar más claramente el evangelio que nuestro Salvador en persona vino a dar a
conocer a su siervo Juan - 'La Revelación de Jesucristo, la cual Dios le dio, para mostrar a
sus siervos las cosas que deben suceder pronto'. Nadie debería desalentarse en el estudio de
Apocalipsis, a causa de sus aparentes símbolos místicos. (La Educación, págs. 185, 186).

"Así como nos aproximamos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se
refieren a los últimos días demandan nuestro estudio especial. El último libro de las
Escrituras del Nuevo Testamento está lleno de la verdad que necesitamos comprender.
Satanás ha enceguecido las mentes de muchos, de modo que den la bienvenida a cualquier
excusa para no hacer de Apocalipsis su estudio. Pero Cristo, a través de su siervo Juan, ha
declarado aquí lo que sucederá en los últimos días, y el dice, 'Bienaventurado es aquel que
lee y aquellos que oyen las palabras de esta profecía y guardan las cosas que están en ellas
escritas".
p. 118. "Dejad que hablen Daniel y el Apocalipsis, y digan cuál es la verdad. Pero
sea cual fuere el aspecto del tema que se presente, ensalzad a Jesús como el centro de toda
esperanza" (Testimonios para Ministros 116-118).

En este tiempo, es decir, en los días finales de la historia de esta tierra, debemos
hacer un estudio especial del libro del Apocalipsis. ¿Por qué? Porque describe escenas con
las que hemos de encontrarnos. Necesitamos comprender qué es lo que nos espera y cómo
enfrentarlo. Debemos conocer qué esfuerzos deben hacerse, de tal manera que en este
tiempo peligroso no seamos sorprendidos por las estratagemas del enemigo. Sabemos que
el último gran conflicto será el esfuerzo más decidido de Satanás para cumplir sus
propósitos. Vendrá, no solamente como león rugiente, sino como seductor, revistiendo el
pecado con hermosas vestimentas de luz a fin de poder capturar en su trampa a los seres
humanos. (Alza tus Ojos, 18 de Marzo).

¿Por qué existe, pues, esta ignorancia general acerca de tan importante porción de
las Escrituras? ¿Por qué es tan universal la falta de voluntad para investigar sus
enseñanzas? Es el resultado de un esfuerzo del príncipe de las tinieblas para ocultar a los
hombres lo que descubre sus engaños. Por eso Cristo, el Revelador, al prever la guerra que
se haría al estudio del Apocalipsis, pronunció una bendición sobre cuantos leyeran, oyesen
y guardasen las palabras de la profecía (El Gran Conflicto, págs. 363-390)

27
Hay quienes califican al Apocalipsis como un libro sellado. Es un misterio, pero un
misterio revelado. Necesitamos comprender qué es lo que nos dice acerca de las escenas
que han de ocurrir en los últimos días de la historia de esta tierra. El enemigo introducirá
todo lo que pueda para llevar adelante sus designios engañosos. ¿No son faltos de sabiduría
los que no tienen deseos de comprender las cosas que habrán de ocurrir sobre esta tierra?
El profeta dice: "Bienaventurado el que lee" -hay quienes no quieren leer; la
bendición no es para ellos. "Y los que oyen" -hay algunos, también, que se niegan a oír
cualquier cosa relativa a las profecías; la bendición no es tampoco para esa clase de
personas. "Y guardan las cosas en ella escritas"- muchos se niegan a tomar en cuenta las
amonestaciones e instrucciones contenidas en el Apocalipsis. Ninguno de ellos tiene
derecho a la bendición prometida. Todos los que ridiculizan los argumentos de la profecía y
se mofan de los símbolos dados solemnemente en ella, todos los que se niegan a reformar
sus vidas y a prepararse para la venida del Hijo del hombre, no serán bendecidos.
A San Juan le fueron descubiertos cuadros de la experiencia de la iglesia que
resultaban de interés profundo y conmovedor. Vio las circunstancias, los peligros, las
luchas y la liberación final del pueblo de Dios. Consigna los mensajes finales que han de
hacer madurar la mies de la tierra, ya sea en gavillas para el granero celestial, o en manojos
para los fuegos de la destrucción. Fueron le revelados asuntos de suma importancia,
especialmente para la última iglesia, con el objeto de que los que se volviesen del error a la
verdad pudiesen ser instruidos con respecto a los peligros y luchas que les esperaban. Nadie
necesita estar a obscuras en lo que concierne a lo que ha de acontecer en la tierra.
Ante semejante testimonio de la Inspiración, ¿cómo se atreven los hombres a
enseñar que el Apocalipsis es un misterio fuera del alcance de la inteligencia humana? Es
un misterio revelado, un libro abierto. El estudio del Apocalipsis nos lleva a las profecías
de Daniel, y ambos libros contienen enseñanzas de suma importancia, dadas por Dios a los
hombres, acerca de los acontecimientos que han de desarrollarse al fin de la historia de este
mundo.
Hemos de proclamar al mundo las grandes y solemnes verdades del Apocalipsis.
Estas verdades han de entrar en la misma trama y principios de la iglesia de Dios. Se
pronuncia una bendición sobre los que prestan la debida consideración a esta
comunicación. La bendición es prometida para estimular el estudio de este libro. De
ninguna manera hemos de cansarnos de estudiarlo debido a sus símbolos aparentemente
místicos. Cristo puede darnos comprensión.
Debe haber un estudio más completo y más diligente del Apocalipsis, y una
presentación más fervorosa de las verdades que contiene: verdades que conciernen a todos
los que viven en estos últimos días (Manuscrito 105, 1902).

Se necesita un estudio mucho más profundo de la Palabra de Dios; especialmente


los libros de Daniel y el Apocalipsis debieran recibir atención como nunca antes en nuestra
obra. Bien podremos tener menos que decir sobre algunos temas referentes al papado, pero
debemos llamar la atención a lo que los profetas y los apóstoles escribieron bajo la
inspiración del Espíritu de Dios. El Espíritu Santo ha dispuesto de tal manera los asuntos,

28
tanto al dar la profecía como al describir los acontecimientos, como para enseñar que el
agente humano ha de mantenerse fuera de la vista, oculto en Cristo, y el Señor Dios del
cielo y su ley han de ser exaltados (Counsels to Editors, págs. 45, 46. Año 1896).

El último libro del Nuevo Testamento está lleno de verdades que necesitamos
entender. -PVGM 103 (1900).

Pronto se cumplirán las predicciones incumplidas del libro de Apocalipsis. Ahora el


pueblo de Dios debe estudiar con diligencia esta profecía y entenderla claramente. No
encubre la verdad; nos advierte con claridad, diciéndonos lo que sucederá en el futuro. -
1NL 96 (1903).

Los solemnes mensajes que en el Apocalipsis se dieron en su orden deben ocupar el


primer lugar en el pensamiento de los hijos de Dios. -3JT 279 (1904).

Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se relacionan con
los últimos días requieren en forma especial nuestro estudio. El último libro del Nuevo
Testamento está lleno de verdades que necesitamos entender. Satanás ha cegado las mentes
de muchos, de manera que se han regocijado de encontrar alguna excusa para no estudiar el
Apocalipsis. Pero Cristo, por medio de su siervo Juan, ha declarado allí lo que acontecerá
en los postreros días, y dice: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta
profecía, y guardan las cosas en ella escritas" (Apoc. 1: 3). (Exaltad a Jesús, 30. Dic.).

Algunos realizan un esfuerzo constante para explicar la obra de la creación como


resultado de causas naturales; y, en abierta oposición a las verdades consignadas en la
Sagrada Escritura, el razonamiento humano es aceptado aun por personas que se dicen
cristianas. Hay quienes se oponen al estudio e investigación de las profecías, especialmente
las de Daniel y del Apocalipsis, diciendo que éstas son tan obscuras que no las podemos
comprender; no obstante, estas mismas personas reciben ansiosamente las suposiciones de
los geólogos, que están en contradicción con el relato de Moisés. Pero si lo que Dios ha
revelado es tan difícil de comprender, ¡cuán ilógico es aceptar meras suposiciones en lo que
se refiere a cosas que él no ha revelado! (Patriarcas y Profetas, 104).

El libro de Apocalipsis, junto con el de Daniel, merece estudio especial. Cada


maestro temeroso de Dios debería considerar cómo comprender y presentar más claramente
el Evangelio que nuestro Salvador en persona vino a dar a conocer a su siervo Juan: "La
revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben
suceder pronto".* Nadie debería desanimarse al estudiar el Apocalipsis a causa de sus
símbolos aparentemente místicos. "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a
Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". "Bienaventurado el

29
que lee, y los que oyen las palabras de la profecía, y guardan las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca". (La Educación, 191).

En el Apocalipsis están reveladas las cosas profundas de Dios. El nombre mismo


que fue dado a sus páginas inspiradas: El Apocalipsis o Revelación, contradice la
afirmación de que es un libro sellado. Una revelación es algo revelado. El Señor mismo
reveló a su siervo los misterios contenidos en dicho libro y es su propósito que estén
abiertos al estudio de todos. Sus verdades se dirigen tanto a los que viven en los últimos
días de la historia de esta tierra como a los que vivían los días de Juan. Algunas de las
escenas descritas en esa profecía pertenecen al pasado, otras se están cumpliendo ahora;
algunas tienen que ver con el fin del gran conflicto entre los poderes de las tinieblas y el
Príncipe del cielo, y otras revelan los triunfos y alegrías de los redimidos en la tierra nueva.
Nadie piense que al no poder explicar el significado de cada el significado de cada
símbolo del Apocalipsis, es inútil seguir escudriñando el libro en un esfuerzo de conocer el
significado de la verdad que contiene. El que reveló esos misterios a Juan dará al
Investigador diligente de la verdad un goce anticipado de las cosas celestiales. Los que
tengan sus corazones abiertos para la recepción de la verdad, serán capacitados para
entender sus enseñanzas, y se les otorgará la bendición prometida a los que "oyen las
palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas."
En el Apocalipsis todos los libros de la Biblia se encuentran y terminan. En él está
el complemento del libro de Daniel. Uno es una profecía, el otro una revelación. El libro
que fue sellado no fue el Apocalipsis, sino aquella porción de la profecía de Daniel que se
refiere a los últimos días. El ángel ordenó: "Tú empero Daniel, cierra las palabras y sella el
libro hasta el tiempo del fin." (Dan. 12:4.) (Hechos de los Apóstoles, 466,467).

Somos el pueblo que guarda los mandamientos de Dios. Durante los últimos
cincuenta años toda suerte de herejías han sido presentadas para dominarnos, para nublar
nuestras mentes acerca de la enseñanza de la Palabra: especialmente acerca de la
ministración de Cristo en el santuario celestial y el mensaje del cielo para estos últimos
días, como es dado por los ángeles del capítulo 14 del Apocalipsis. Mensajes de toda
especie han sido presentados a los adventistas del séptimo día para ocupar el lugar de la
verdad que, punto por punto, ha sido descubierta mediante estudio con oración, y testificada
mediante el poder del Señor que obra milagros. Pero los hitos que nos han hecho lo que
somos, han de ser preservados y serán preservados, como Dios lo ha manifestado mediante
su Palabra y el testimonio de su Espíritu. El nos insta a aferrarnos firmemente, con el vigor
de la fe, a los principios fundamentales que están basados sobre una autoridad
incuestionable. (Mensajes Selectos Tomo I, pg. 243).

El Espíritu de Dios ha iluminado toda página de la Sagrada Escritura, pero hay


personas sobre las cuales ésta hace poca impresión, porque es imperfectamente
comprendida. Cuando venga el zarandeo, por la introducción de falsas teorías, estos
lectores superficiales, que no están anclados en ningún lugar, serán como la arena

30
movediza. Se deslizan hacia cualquier Posición para acomodar el contenido de sus
sentimientos de amargura... Los libros de Daniel y Apocalipsis deben ser estudiados, así
como las otras profecías del Antiguo y del Nuevo Testamentos. Haya luz, sí, luz en
vuestras moradas. Necesitamos orar por esto. El Espíritu Santo, brillando de las páginas
sagradas, abrirá nuestro entendimiento, para que podamos conocer qué es verdad...
Es necesario que haya un estudio mucho más de cerca de la Palabra de Dios;
especialmente Daniel y el Apocalipsis deben recibir atención como nunca antes en la
historia de nuestra obra. Podemos tener menos que decir en algunos respectos, con relación
al poder romano y al papado; pero debemos llamar la atención a lo que los profetas y los
apóstoles han escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo de Dios. El Espíritu Santo ha
modelado las cosas de tal suerte, en la forma de dar las profecías y también en los
acontecimientos descriptos, como para enseñar que el agente (110) humano ha de ser
mantenido fuera de la vista, oculto en Cristo, y que el Señor Dios del cielo y su ley han de
ser exaltados. Leed el libro de Daniel. Evocad, punto por punto la historia de los reinos
allí representados. Contemplad a los hombres de estado, los consejos, los ejércitos
poderosos, y ved cómo Dios obró para abatir el orgullo de los hombres, y arrojó la gloria
humana en el polvo...
La luz que Daniel recibió de Dios fue dada especialmente para estos postreros días.
Las visiones que él tuvo junto a las riberas del Ulai y del Hiddekel, los grandes ríos de
Sinar, están hoy en proceso de cumplimiento, y todos los acontecimientos predichos pronto
ocurrirán.
Dediquemos más tiempo al estudio de la Biblia. No entendemos la Palabra como
debemos. El libro del Apocalipsis se inicia con una orden a entender la instrucción que
contiene. "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía -declara
Dios-, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca". Cuando como
pueblo comprendamos lo qué significa este libro para nosotros, se verá entre nosotros un
gran reavivamiento. No entendemos plenamente las lecciones que enseña, a pesar del
mandato que nos fue dado de escudriñarlo y estudiarlo.
En lo pasado algunos maestros declararon que Daniel y Apocalipsis son libros
sellados, y el pueblo se ha apartado de ellos. La propia mano de Dios ha descorrido, de
estas porciones de su Palabra, el velo cuyo aparente misterio ha impedido que muchos lo
levantaran. El mismo nombre Apocalipsis [cuyo significado es revelación] contradice la
declaración de que es un libro sellado. "Revelación" significa que algo de importancia es
revelado. Las verdades de este libro se dirigen a los que viven en estos últimos días. Nos
encontramos en el lugar santo de las cosas sagradas, con el velo quitado. No hemos de
estar afuera. Hemos de entrar, no en forma descuidada, con pensamientos irreverentes, no
con pasos impetuosos, sino con reverencia y piadoso temor. Nos acercamos al tiempo en
que las profecías del libro del Apocalipsis han de cumplirse...
Cuando los libros de Daniel y Apocalipsis sean mejor entendidos, los creyentes
tendrán una experiencia religiosa completamente distinta. Recibirán tales vislumbres de los
portales abiertos del cielo, que la mente y el corazón serán impresionados con el carácter

31
que todos deben desarrollar, a fin de comprender la bendición que será la recompensa de
los de corazón puro.
El Señor bendecirá a todos los que humildemente y con mansedumbre traten de
comprender lo que se revela en el Apocalipsis. Este libro contiene tanto que es grande por
su inmortalidad y pleno de gloria, que todos los que lo lean y escudriñen con fervor
recibirán la bendición prometida a aquellos que "oyen las palabras de esta profecía, y
guardan las cosas en ella escritas"
Una cosa se comprenderá con certeza por el estudio del Apocalipsis: que la relación
entre Dios y su pueblo es estrecha y decidida. Se ve una maravillosa conexión entre el
universo del cielo y este mundo. Lo que le fue revelado a Daniel fue complementado más
tarde por la revelación que se le hizo a Juan en la isla de Patmos. Estos dos libros deben ser
cuidadosamente estudiados. Dos veces Daniel preguntó: ¿Cuándo será el fin del tiempo?
(Testimonios para Ministros. Las Santas Escrituras, págs. 109 - 112).

32
SEGUNDA SECCIÓN

ASPECTOS FUNDAMENTALES EN LA INTERPRETACIÓN


DEL APOCALIPSIS

El presente trabajo que corresponde a las secciones segunda , tercera y cuarta es


mayoritariamente una traducción parcial y resumida de los volúmenes 6 y 7 de las series
sobre Daniel y Apocalipsis del Biblical Research Institute, de la Asociación General de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día, y corresponde específicamente al libro de Apocalipsis.
El propósito de este material es servir de apoyo a los estudiantes de Teología del Instituto
Profesional Adventista en su estudio sistemático de este libro. Como pueden presentarse
limitaciones en la calidad de la traducción, pedimos las excusas correspondientes y
aconsejamos a los estudiantes hacer todo esfuerzo posible para manejar los escritos
originales. Se han incorporado también citas de otros autores adventistas, especialmente del
libro del Dr. Hans K. LaRondelle, Las Profecías del Fin.

I. Sistemas de Interpretación de Apocalipsis


(Kenneth A. Strand)

1. Historicismo
a. En línea recta. Albert Barnes, Adam Clarke, E.B. Elliott, Alexander Keit.
b. Recapitulacionista. Uriah Smith, N.S. Haskell, R.A. Anderson, C.M. Maxwell.

2. Preterismo
Luis de Alcázar I.T. Bechwith, Moses Stuart, H.B. Swete.

3. Futurismo
Ribera, J.N. Darby, Scofield Bible, Alba McClain, L.S. Schaffer, George Eldon
Ladd.

4. Idealista
E.W. Benson, Raymond Colkins, Williams Milligan, P.S. Minear, S.L. Morris, D.T.
Niles.

5. Preterista futurista
George Eldon Ladd, Leon Morris.

II. Reglas generales de interpretación.

1. Las Escrituras son su propio intérprete. 2 Ped.1:20, 21.


2. Estudio diligente usando todos los instrumentos conseguibles
3. Disposición para hacer la voluntad de Dios

33
4. Estudio con oración

III. Reglas especiales para la interpretación apocalíptica.

1. Características de la literatura apocalíptica.


Fuertes contrastes
Visión cósmica o universal
Énfasis escatológico
Origen en tiempos de angustia y perplejidad
Basada en visiones y sueños
Extenso uso de simbolismo
Uso de simbolismo compuesto

2. Elementos fundamentales.
a. Continuidad vertical. Cielo y tierra están cercanos.
b. Continuidad horizontal. “La historia es un continuum bajo el control de Dios, y
se mueve cada vez más cerca a aquella gloriosa consumación cuando el reino de
justicia de Dios sea establecido por la eternidad” (16).

Lo anterior no implica:
a. Que la profecía apocalíptica comprende dual o múltiples cumplimientos.
b. Que ella sea condicional. Los eventos están fijados y los períodos de tiempo
prescritos son definitivos e invariables. (Daniel 2:45).

3. La esperanza apocalíptica de los judíos del s. I. (Según Salomón Schechter)


a. El Mesías de la casa de David restaurará el reino de Israel y extenderá su
gobierno sobre toda la tierra.
b. Los enemigos de Dios lanzarán un ataque masivo contra Israel, en el cual el
Mesías destruirá a todos sus oponentes paganos.
c. Todas las naciones sobrevivientes aceptarán al Dios de Israel, reconocerán su
reino y buscarán la instrucción de su Torá (ley).
d. La era del reinado mesiánico será una era de prosperidad material y dicha
espiritual; aun la muerte sería abolida por medio de la resurrección de los justos muertos.

4. La distinción entre profecía clásica y profecía apocalíptica


a. Profecía clásica (Joel, Amós, Isaías, Sofonías, Ezequiel, Jeremías, etc.)
1. El día del juicio: castigo sobre Israel como tipo del juicio final (Amós).
2. Sofonías: Doble foco del juicio.
3. Joel: Juicio escatológico.

34
4. Isaías: Juicio histórico sobre enemigos y escatológico en el día del Señor, con su
carácter universal: “La característica de la profecía clásica es su doble foco sobre lo cercano
y lo lejano, sin ninguna diferenciación de tiempo. Nos enseña que el Dios de Israel es el
Dios de la historia... Su venida trae el fin de esta era maligna, para restaurar el reino de
Dios sobre nuestro planeta por medio de Jesucristo” (9) Otras características son su
preocupación ética, lo que se consigue mediante un remanente (Amós 3 : 12; 5 : 14 ,15 ;
Ose. 5 : 15 ;6 : 1-3 ; Isa 4 : 2-4 ; 6 : 13 ; Jer.23: 3-6).

b. Profecía apocalíptica. (Daniel)


1. Presenta un continuo histórico ininterrumpido al revés del doble foco.
2. Presenta varios bosquejos históricos que culminan en el juicio universal de Dios.
No intenta predecir acontecimientos de la historia secular, sino inspirar esperanza en el
pueblo de Dios. El foco no es el primer advenimiento sino el segundo.
3. Preocupación particular en el ‘tiempo del fin’ con un plan incondicional de Dios.
4. Preocupación por la vindicación que Dios hace de sus santos con intervención del
Mesías.

5. Principio cristológico de interpretación


a. El uso que hizo Cristo de la Biblia hebrea.
1. Para Cristo la Biblia hebrea estaba centrada en él. Juan 5: 39, 40; Lucas 24: 25-
27, 44,45.
2. Tipos y antitipos: Jesús el gran antitipo (Mat. 12: 41, 42, 6).
3. Cristo el representante del nuevo Israel. Experiencias del pueblo de Israel: Figura
del siervo sufriente.
4. Cristo y los escritores del N.T. ven que los eventos del pueblo de Israel se
cumplieron en Cristo (Mateo 2:15).

b. Como empleó Cristo los símbolos apocalípticos del A.T.


1. Usó el título ‘Hijo del hombre’ (65 veces en los evangelios sinópticos y 12
veces en el cuarto evangelio (Ej. Marcos 2 : 10 ; 8 : 31,38 ; 9 : 31 ; 10 : 33,34; 13 : 36; 14 :
61, 62; Juan 3: 13 ;1 : 51; 5 : 27). En Marcos 10: 45 une ‘hijo del hombre’ con el ‘siervo
sufriente’.
2. El juicio se inicia con él. Juan 9: 39.
3. El cumplimiento de la misión del Hijo del Hombre presente y terreno y al mismo
tiempo una consumación cósmica futura: Juan 5: 25 ,26; 4: 23; 16:32. Él es la resurrección
(11: 25, 26).
4. Su uso de la expresión ‘el reino de Dios’ como cumpliéndose con él. Marcos
1:15; Mat. 3:2; 4:17; 5:17. Pero al mismo tiempo con un sentido escatológico donde él
estará presente.

c. La interpretación que hicieron los apóstoles

35
1. La aplicación de Pedro de la profecía de Joel 2:28, a sus días. Hechos 2:16. No
todo lo que está en Joel se cumplió en aquel día. Es una escatología parcialmente
realizada. La profecía no requiere la realización de cada detalle en la historia presente,
quedando algunas para el tiempo del fin (Hechos 2:38, 39). La expresión “postreros días”,
no se refiere a una cantidad de tiempo sino a una cualidad en el tiempo, al comienzo de la
era mesiánica.
2. La unidad orgánica de los cumplimientos cristológicos y eclesiológicos
Isa. 49:6 y Hechos 13:47 y 26:23.
3. El principio de universalización de las promesas territoriales hechas a Israel
Cristo: Aplicación de los ‘mansos’ (Salmos 37:11,29; Mateo 5:5) Pablo: (Gén. 3:14 –16;
Rom. 4:13) Abraham es padre de todos los creyentes (Rom. 4: 13, 16-24).
4. Lo inadecuado de la hermenéutica del literalismo.

d. Principios cristológicos interpretación apocalíptica


1. El apocalíptico del A.T y el apocalíptico del NT constituyen una unidad espiritual
general en y a través de Cristo Jesús.
2. Es importante para la interpretación de la apocalíptica del AT determinar, cuando
los datos lo permiten, donde el bosquejo de cada serie de AT y las imágenes que usa desde
ese punto en adelante recibirían una interpretación cristológica.
3. Las profecías apocalípticas del A.T. que han quedado sin cumplir, generalmente
por el fracaso de Israel de cumplir con las condiciones de Dios, hallarán su cumplimiento
en el fiel pueblo remanente de Jesucristo, según el NT y su apocalíptica.
4. La interpretación de la apocalíptica del NT debe considerar primeramente el
arraigo del contexto histórico y teológico en el AT a pesar de lo cual reconoce el peso
hermenéutico del contexto más amplio de ambos testamentos.
5. Aunque el mismo símbolo en distintos bosquejos apocalípticos puede llevar el
mismo significado básico, cada símbolo ha de ser determinado en su aplicación histórica
precisa por su propio contexto inmediato, donde puede tener una aplicación histórica o
geográfica distinta (este principio hermenéutico es especialmente relevante para un estudio
comparativo de las series de las trompetas y las plagas en Apocalipsis).
6. Así como el Apocalipsis de san Juan se refiere más de 490 veces al AT (y así
teológicamente muchos otros libros de la Biblia parecen encontrarse y terminar en el
Apocalipsis) llega a ser un principio válido determinar cómo la historia redentora y el
mensaje de cada libro hallan su culminación en el Apocalipsis.

IV. Simbolismo en Apocalipsis


(Jon Paulien)

1. Razones para el uso de símbolos


a. El símbolo, es frecuentemente la forma más conveniente o forzosa para presentar
un mensaje.
b. Es la mejor forma para retratar el futuro.

36
c. Expresiones que eran un bagaje de uso simbólico común.

2. Fluidez del símbolo


a. El mismo símbolo puede significar cosas diferentes, en diferentes contextos
(León).
b. Diferentes símbolos pueden representar la misma cosa (Apoc.5 León-Cordero).
c. En un mismo contexto puede haber una variación de símbolos describiendo la
misma cosa (Apoc.17).
d. Los detalles en torno a un símbolo pueden variar (Ezequiel 1 y Apoc. 4).

3. Sugerencias para la interpretación de los símbolos en Apocalipsis.


a. Comprender el símbolo por lo que es: una figura o señal que es fluido y
representativo en naturaleza.
b. Reconocer las razones para el uso del símbolo en un pasaje particular y el
contexto bajo estudio.
c. Descubrir tanto como sea posible la fuente (s) del simbolismo, advirtiendo el
sentido original y los derivados para la comunidad que los usa.
d. Considerar el símbolo desde su lugar en la clase de literatura donde ocurre (en
este caso literatura apocalíptica con sus características).
e. Advertir la relación del símbolo con el tema central que está siendo tratado.
f. Considerar el símbolo con su contexto literario inmediato o ubicación textual.
g. Interpretar el símbolo en relación con su uso convencional.
h. Al buscar la aplicación histórica no “confeccionar” la historia para ajustar a la
interpretación.
i. No buscar aplicación para cada detalle de un símbolo extenso.
j. Reconocer que la extensión de una presentación simbólica puede variar de una
simple metáfora a una extensa alegoría.

4. Interpretando el Simbolismo de Apocalipsis


A. Características del libro y su valor en la interpretación.
1. La naturaleza del libro de Apocalipsis. “Aunque se origina desde el trono de
Dios, el Apocalipsis fue comunicado en el lenguaje apropiado al tiempo, lugar y
circunstancias del autor humano, Juan.”

“La Biblia no nos ha sido dada en un lenguaje sobrehumano. Para llegar al


hombre donde él está Jesús tomó la humanidad. La Biblia debe ser dada en el lenguaje de
los hombres.” Ellen G. White, Selected Messages, Book 1 (Washinton DC, 1958), Pág.20.
2. Es un libro cristiano. (1:1). Teología en armonía con el Nuevo Testamento.
3. Es una revelación divina. El autor se consideró con la autoridad de un profeta y
su obra una profecía (22: 18,19).
4. Es un libro profético. Las alusiones proféticas son numerosas.

37
5. Escrito en Asia menor. Escrito “a las siete Iglesias que están en Asia”. Se usan
por lo tanto símbolos y conceptos que aparecen en escritos no bíblicos y mitológicos.
6. Lenguaje apocalíptico. Es un libro evidentemente simbólico y esto debe ser
tomado en cuenta, sin embargo el simbolismo es particular de acuerdo con la forma literaria
común a esos días.
7. Importancia del Antiguo Testamento. Debido a que las referencias a pasajes del
Antiguo Testamento son tan numerosas, necesariamente éste debe tomar su lugar clave en
la interpretación simbólica. Lo anterior implica que el estudio de Apocalipsis debe incluir
una adecuada comprensión de la historia, poesía, lenguas y temas del Antiguo Testamento.
Sin embargo debe ejercerse cuidado porque son alusiones y no citas textuales.
No siempre es fácil identificar el pasaje que actúa como antecedente.
8. Estructura repetitiva. Es tan evidente la existencia de paralelos en el mismo libro
que será condición necesaria tener buen conocimiento de la estructura y contenido de todo
el libro, y estar atento al impacto de la totalidad en el pasaje en estudio.
9. Atmósfera de adoración. Una de las características más resaltantes son las
repetidas descripciones de escenas de adoración en el cielo, en el contexto de imágenes del
santuario del Antiguo Testamento. Esto sugiere que debe darse atención a las prácticas de
adoración del siglo I, el santuario del Antiguo Testamento, los servicios en la sinagoga, y
los tárgums aramaicos que se desarrollaron en las sinagogas judías.

B) Interpretando Apocalipsis.
Lo anteriormente expuesto sugiere que el intérprete debe dar cuatro pasos
fundamentales en su estudio.
1. Hacer una exégesis básica del pasaje en estudio.
2. Examinar los paralelos relevantes de otras secciones de Apocalipsis. Ejemplo:
trompetas y plagas.
3. Encontrar las fuentes de las imágenes del Antiguo Testamento. En este aspecto es
conveniente aclarar que las alusiones al Antiguo Testamento pueden ser de dos tipos:
a. Juan puede usar una fuente del A. T. directa y conscientemente con el
contexto original en su mente.
b. El autor puede tener un “eco” de las ideas del A. T. sin preocupación por
su origen. Él está usando simplemente un “símbolo vivo”, que será comprendido por sus
lectores contemporáneos.
4. Las alusiones directas pueden ser:
a. Paralelos verbales: Cuando al menos dos palabras significativas (no
incluye artículos, preposiciones y conjunciones menores) son paralelas entre un texto de
Apocalipsis y un pasaje de una versión del A.T. del siglo I. (ej: Apoc. 9:2; Ex. 19:18).
b. Paralelos temáticos: No necesariamente se usan palabras similares pero
se tiene en mente un pasaje del A. T. (ej: Amós 4:13 y Apoc. 1:8; Apoc. 9:4 y Ezequiel
9:4).
c. Paralelos estructurales: Ocurre cuando el vidente usa el A.T.
construyendo sobre la estructura literaria o teológica de secciones completas sin usar

38
necesariamente las palabras exactas. (Ej: Apoc. 9:1-11 con Joel 2: 1-11). No siempre se
dan en pasajes paralelos. En ocasiones puede ocurrir en estructuras teológicas o históricas
mayores (trompetas y plagas en Apoc., con plagas de Egipto).

V. Tipos y Antitipos
(Richard M. Davidson)

A. Concepto
“Prefiguraciones designadas divinamente (en la forma de personas, eventos o
instituciones) que apuntan hacia su cumplimiento anti-típico en Cristo y las realidades del
evangelio cumplidas por Cristo.”

B. Elementos básicos de la tipología bíblica y sus implicancias


1. Elemento histórico. Tipología está enraizada en la historia. Esto comprende tres
aspectos fundamentales:
a. Ambos, tipo y anti-tipo son realidades históricas, cuya historicidad es
asumida y es esencial para el argumento tipológico. (Ej: personas: Adán, acontecimientos:
éxodo, el diluvio, instituciones: santuario.)
b. Los antitipos en el N.T. son igualmente realidades históricas. Existe una
correspondencia histórica entre tipo y anti-tipo.
c. Hay un escalonamiento o intensificación desde el tipo al anti-tipo.

2. Elemento profético. Tres aspectos esenciales:


a. El tipo del A.T. es una presentación en avance o prefiguración del
correspondiente anti-tipo del N.T.
b. El tipo es designado divinamente para prefigurar el anti-tipo.
c. Debe existir una cualidad de necesario en el tipo del A.T. dándole la
fuerza de una sombra predictiva del cumplimiento del N. T. Debe existir alguna indicación
de la existencia y cualidad predictiva de los tipos de A.T. antes de su cumplimiento
antitípico. Los tipos el A.T. referidos por los escritores del N.T. ya habían sido
identificados como tipológicos antes de su cumplimiento. (Ver diagrama página siguiente)
3. Elemento escatológico. Las realidades del A. T. no están ligadas a realidades
similares, sino a un cumplimiento en el tiempo del fin. Tres clases de cumplimiento
escatológico pueden darse:
a. Inaugurado. Conectado con el primer advenimiento.
b. Apropiado. Focalizado en la iglesia en tanto que ella vive en tensión
entre el “ahora” y el “no todavía”.
c. Consumado. Ligado a la segunda venida de Cristo.

4. Elemento Cristológico Cristo-céntrico y soteriológico (centrado en la salvación).


Los tipos son realidades salvíficas que encuentran su cumplimiento en la persona y obra de

39
Cristo y/o a las realidades del evangelio traídas por Cristo. Cristo es así el punto final de
orientación de los tipos del A.T. y sus cumplimientos en el N.T.

5. Elemento eclesiológico (relacionado con la iglesia) Tres posibles aspectos de la


iglesia pueden incluirse en el cumplimiento tipológico: (ver diagrama página siguiente)
a. Adoradores individuales.
b. Comunidad corporativa.
c. Sacramentos. (Bautismo y Santa Cena).

C. Tipología del santuario en el arreglo literario.


Escenas introductorias del santuario

1. Alusiones a la ministración en el primer departamento


a. Primera escena: 1:12-20. Ocurre en tierra pero recuerda las lámparas del
lugar santo.
b. Segunda escena: 4: 1-5; 14. Todo apunta a ceremonia de inauguración.
c. Tercera escena: 8:2-5. Ministerio de intercesión de Cristo.

2. Alusiones a la ministración en el segundo departamento


a. Cuarta escena: 11:19. Apertura del “templo interior” (naos) o Lugar
Santísimo con el arca del pacto. Se acompaña de referencias de juicio (11:18), apuntan al
día de la expiación. Se refuerza con paralelo estructural de Apoc. 10, 11 con Ezequiel 2: 9-
33; que luego es seguido por juicio 3: 4 - 8:18.
b. Quinta escena: 15: 5-8. Cierre del Santuario. Le siguen las plagas.
c. Sexta escena: 19: 1-10. Describe la adoración en el santuario sin
mención específica de él.
d. Séptima escena: 21: 1-22; 5. Se vuelve a la tierra. (21: 3) Tabernáculo
de Dios con los hombres.

Las escenas introductorias en el santuario estructuran el libro de Apocalipsis y


proporcionan las claves para determinar la progresión del libro. El flujo espaciotemporal de
las escenas del santuario desde la tierra al cielo y el regreso a la tierra, y yendo de la
ministración diaria a la anual y al cese de todas las funciones salvíficas puede resumirse
como sigue:

1:12-20 1) Tierra - foco en la obra terrenal de Cristo (combinado con imágenes


del Lugar santo).
4-5 2) Inauguración del santuario celestial - (a través de una mezcla de
imágenes del santuario pero focalizado en el Lugar santo)
8:3-5 3) Intercesión en el santuario celestial - (Lugar santo)
11:19 4) Juicio en el santuario celestial - (Lugar Santísimo)

40
15:5-8 5) Cese del ministerio en el santuario celestial.
19:1-10 6) Doxología en el cielo - (ausencia de imágenes explícitas del santuario
celestial)
21:1-22:5 7) De vuelta a tierra - “el tabernáculo de Dios con los hombres”.

3. Acontecer lineal / secuencias de recapitulación


Esta progresión lógica de las escenas del santuario cruz- inauguración- intercesión y
juicio- no implican sin embargo, que la primera mitad de Apocalipsis proceda
cronológicamente verso tras verso. Junto al argumento lineal destacado por las escenas
introductorias del santuario, se encuentra el esquema recapitular similar a las visiones de
Daniel (Daniel 2: 7,8). Una progresión histórica sigue a cada visión introductoria y se
mueve a través de la era cristiana para terminar en los últimos eventos y una descripción del
clímax glorioso.

4. Relaciones temáticas entre las introducciones del santuario y los mensajes


Las escenas introductorias del santuario no sólo estructuran el libro de Apocalipsis y
demuestran su progresión espacio - temporal, sino además sirven para valorar el mensaje de
la sección principal que introducen.

5. Ciclo anual de fiestas.


Ya en Israel las fiestas apuntan al plan de salvación de Dios con Israel.
a. Pascua - Liberación, redención temporal (Ex. 12: 21-23). Se inaugura
la liberación pero no se consuma.
b. Junto al Sinaí (que según la tradición judía tomó lugar en el tiempo del
Pentecostés original), se ratifica el pacto con Israel. Israel es establecido como nación en
pacto con Dios. Israel se apropia de las bendiciones del pacto.
c. En la fiesta de los tabernáculos Israel celebra la protección divina
durante su peregrinaje. Es una ocasión de alegría por la consumación de su liberación
temporal.
6. En la estructura total de Apocalipsis puede verse el desarrollo de la historide
salvación como aparece en la tipología del A.T.
a. Temas referidos a la pascua:
- Cap. 1: 17,18 - Cordero - 1:5.
- Escrutinio sobre iglesias - levadura en Israel.
b. Temas referidos al Pentecostés. Lecturas para fiesta del Pentecostés son
Éxodo 19: 1-20:23 y Ezequiel 1. Las relaciones de Apoc. 4 con Ezequiel 1 son innegables.
Apoc.5 puede entenderse como contraparte de la recepción de la ley en el primer
pentecostés judío. Cristo es el Moisés anti-típico recibiendo la nueva Torah de Dios. En el
primer pentecostés Moisés ofreció sangre de sacrificios para ratificar el pacto sinaítico de
redención e Israel fue establecido como reino de sacerdotes (Ezequiel 19:6). El Cordero

41
inmolado, con su sangre (Mateo 22:28 = Ex. 24:8) del pacto redimió hombres para Dios
(Apoc. 5:6) y los estableció como reino de sacerdotes (5:10).
c. Temas referidos a las trompetas. Las siete trompetas recuerdan las
fiestas de las siete trompetas (una mensual) y que tienen su clímax en las Fiesta de las
Trompetas (Núm. 10:2; 10; 29:1) que convoca a Israel para el cercano día de juicio o Yom-
Kippur. La séptima lleva a la consumación del fluir de la historia en esta sección de
Apocalipsis con una descripción del clímax glorioso. Los reinos de este mundo han venido
a ser los reinos de nuestro Señor y de su Jesucristo y él reinará por siempre y siempre
(Apoc.11:15). La respuesta de los 24 ancianos (11:18) resume por adelantado el desarrollo
del resto del libro: la ira de las naciones, la ira divina, el juicio de los muertos, la
recompensa de los santos y la destrucción de los impíos.
d. Temas referidos al Día de la Expiación. El día de Yom-Kippur incluía:
1) la obra de investigación personal, 2) juicio retributivo y ejecutivo sobre pecadores no
arrepentidos y 3) la eliminación del macho cabrío, en el desierto. Igualmente en el día anti-
típico hay 1) juicio investigador (11:1,2 y 19; 14:7) 2) las plagas y juicios sobre Babilonia
(17:1-19:4) y 3) el milenio con Satanás en el desierto o abismo y la revisión del juicio por
los santos (20:1-10) y el juicio final del gran trono blanco con la eliminación del pecado
(20:11-15).
e. Temas referidos a las fiestas de los tabernáculos. Muchos son los
elementos que unen el tipo y el antitipo: reunión final, tabernáculos (Apoc.21:3) alegría,
palmas (7:9) alabanzas (7:10; 14:3; 15:2-4) arpas y arpistas (14:2) y la boda (19:9). Dos
ceremonias vinculadas con el agua y la luz encuentran su antitipo en el río de vida (22:1) y
la gloria de Dios como la luz (21:23). El llamado final de Cristo cierra estas relaciones
(22:17). (Ver diagramas páginas siguientes).

Diagrama 1. Tipología Bíblica. Revisión de asuntos

42
CARTA 2
INTERPRETACION TIPOLOGICA DEL ANTIGUO TESTAMENTO:

Carta 3
43
SUBESTRUCTURA ESCATOLOGICA CUADRUPLE DE LA TIPOLOGIA

VI. Estructura literaria quiástica.

Quiasmo = Modelo de paralelismo inverso.

“El Apocalipsis contiene un plan arquitectónico detallado en su estructura literaria que hasta
recientemente ha sido pasado por alto. Un erudito moderno declara que ‘la llave para
entender una obra es su forma literaria’. Mientras que el Apocalipsis es apreciado como una

44
obra de poesía y es considerado como un poema artísticamente ingenioso, Juan no compuso
su libro por amor al arte. El propósito fue ‘subrayar los diferentes aspecto del mensaje
teológico del libro’. Esto implica que el plan literario es una parte esencial de la enseñanza
de Juan. C. Mervyn Maxwell concluye diciendo que el diseño simétrico del Apocalipsis del
Apocalipsis proporciona ‘ una de las llaves más valiosas para abrir el significado del libro
(Apocalipsis y sus Revelaciones, p. 54)”

“La primera parte mayor del libro (cap. 1-14) trata con la era en la cual el Alfa y la Omega
es el protector y sustentador de su pueblo a pesar de las pruebas y persecuciones que
puedan surgir en su camino. La segunda parte mayor del libro, comenzando con el capítulo
15, trata con los juicios escatológicos que se agrupan y se centran en la consumación de la
era: la segunda venida de Cristo” (K. Strand. “Las ocho visiones básicas”, Simposio sobre
el Apocalipsis, t- 1, p. 30)

DIAGRAMA 1. LA ESTRUCTURA QUIASTICA DEL LIBRO DE


APOCALIPSIS

Prólogo I II III IV V VI VII VIII Epílogo


1:1-10a 1:10b- 4:1-8:1 8:2-11:18 11:19- 15:1-16:17 16:18- 19:1- 21:5-22:5 22:6-21
3:22 Obra Advertencia 14:20 Plagas de 18:24 21:4 “Iglesia
“Iglesia divina de de las Poderes las copas Poderes Juicio triunfante”
militante” la trompetas malignos (Las “siete malignos final (“Cielos
(La salvación (Siete que se plagas juzgados divino nuevos y
iglesia en en curso trompetas) oponen a postreras”) por Dios (2da tierra
la tierra: (Siete Dios y a venida nueva”,
las siete sellos) sus santos de santa
iglesias Temática Temática Temática Temática Cristo, ciudad,
del “Éxodo del “Éxodo del “Éxodo del “Éxodo milenio, nueva
de Egipto”/ de Egipto”/ de Egipto”/ de Egipto”/ juicio Jerusalén)
“Caída de “Caída de “Caída de “Caída de ante el
Babilonia” Babilonia” Babilonia” Babilonia” trono
blanco)

45
DIAGRAMA 2. ESTRUCTURAS PARALELAS EN LAS OCHO VISONES
MAYORES DE APOCALIPSIS

I II III IV V VI VII VIII


A Escena de Escena de Escena de Escena de Escena de Escena de Escena de Escena de A
introducción introducción introducción introducción introducción introducción introducción introducción
victoriosa victoriosa victoriosa victoriosa victoriosa victoriosa victoriosa victoriosa

B Descripción Descripción Descripción Descripción Descripción Descripción Descripción Descripción B


profética profética profética profética profética profética profética profética
básica básica básica básica básica básica básica básica

C Interludio Interludio Interludio Interludio Interludio Interludio C

D Culminación Culminación Culminación Culminación Culminación Culminación D


escatológica escatológica escatológica escatológica escatológica escatológica

Guías para la interpretación que se desprenden


de la estructura quiástica

a. Cualquier interpretación que considere los mensajes de Apocalipsis ya sea


enteramente históricos o enteramente escatológicos es incorrecto, porque el libro está
dividido en partes mayores que son históricos y escatológicos respectivamente.
b. No es válido ningún método de interpretación en línea recta que establezca una
cadena secuencial o continua de eventos o desarrollos, no importa cual escuela lo sustente.
c. Las evidencias de recapitulación en Apocalipsis, hacen razonable asumir que en
cada sección principal el mismo campo es cubierto en secuencias repetidas.
d. La interpretación de una determinada sección de materiales debe armonizar con
su ubicación en la estructura quiástica principal del libro.
e. La división del libro en dos secciones paralelas puede guiarnos a una
interpretación adecuada de pasajes específicos en la relación con la otra sección.

46
DIAGRAMA 3. VISIÓN DE LA ESTRUCTURA Y CONTENIDO DEL
APOCALIPSIS

Visiones de la era histórica Visiones de la era del juicio escatológico


I II III IV V VI VII VIII
A Escena de Escena de Escena de Escena de Escena de Escena de Escena de Escena de A
introducción introducción introducción introducción introducción introducción introducción introducción
victoriosa victoriosa con victoriosa victoriosa victoriosa con victoriosa con victoriosa victoriosa
con marco en marco en el con marco con marco marco en el marco en el con marco con marco
el templo templo en el templo en el templo templo templo en el templo en el templo
(1:10b-20) (Caps. 4 y 5) (8:2-6) (11:19) (15:1-16:1) (16:18-17:3a) (19:1-10) (21:5-11a)

B Descripción Descripción Descripción Descripción Descripción Descripción Descripción Descripción B


profética profética profética profética profética profética profética profética
básica en la básica en la básica en la básica en la básica en el básica en el básica en el básica en el
historia historia historia historia juicio final juicio final juicio final juicio final
(Caps. 2 y 3) (cap. 6) (8:7-9:21) (caps. 12 y (16:2-14, 16) (17:3b-18:3) (19:11-20:5) (21:11b-
13) 22:5)

C Interludio: Interludio: Interludio: Interludio: Interludio: Interludio: C


Atención Atención Atención Exhortación o Exhortación o Exhortación
centrada en centrada en centrada en llamamiento llamamiento llamamiento
los los los
acontecimiento acontecimie acontecimie
s finales ntos finales ntos finales
(cap. 7) (10:1-11:13) (14:1-13) (16:15) (18:4-8, 20) (20:6)

D Culminación Culminación Culminación Culminación Culminación Culminación D


escatológica: escatológica escatológica escatológica: escatológica: escatológica
Culminación Culminación Culminación Apoteosis del Apoteosis del Apoteosis
en la historia en la historia en la historia juicio juicio del juicio
(8:1) (11:14-18) (14:14-20) (16:17) (18:9-19, 21- (20:7-21:4)
24)

TERCERA SECCIÓN

LAS SERIES HISTÓRICAS DEL APOCALIPSIS (CAP. 1 – 14)

I. La forma “pactual” de las cartas a las siete Iglesias.


(William H. Shea. Fuente: Andrews University, Seminary Studies, Vol. 21, Nº 1)

A. Elementos de un pacto (con paralelos en literatura hitita)


1. Preámbulo con identificación de rey, títulos, atributos y genealogía.
2. Prólogo histórico describiendo las relaciones habidas entre las dos partes.
3. Las estipulaciones, destacando las obligaciones puestas sobre el vasallo.
4. Los testigos. En culturas paganas eran los dioses.

47
5. Bendiciones o maldiciones en caso de lealtad o ruptura.

B. El concepto del pacto en Apocalipsis


Corre a través de todo el libro, aunque es mencionada sólo una vez en el centro del
libro (Apoc. 11:19).
1. Preámbulo. El libro comienza con la descripción de Jesucristo (1:12-20). Otro
texto lo identifica como Rey de Reyes y Señor de Señores (19:16).
2. Prólogo histórico. Se da mucho énfasis a la obra redentora de Cristo. (1:17,18;
5:910; 7:14-17; 12:7-11, etc.)
3. Estipulaciones. Se dan instrucciones a la iglesia en las cartas y las referencias
explícitas a los mandamientos. (12:17; 14:12).
4. Testigos. El Apocalipsis es rico en este término. Se mencionan 8 veces como
sustantivo (1:2,9; 6:9; 11:7; 12:1,17; 15:5; 19:10), 3 veces como formas verbales
(22:16,18,20).
5. Bendiciones y maldiciones. Existen siete bienaventuranzas en el libro (1:3;
14:13; 16:15;19:9; 20:6; 22:7,14) con referencias séptuples también de ayes (8:13; 9:12;
11:14; 12:2;18:10,16,18). Las maldiciones finales son especialmente significativas en vista
del uso en los textos antiguos.

C. La forma del pacto en las siete cartas


1. Preámbulo. Cada una de las siete cartas comienza con un título diferente para
Jesús. Se identifica en cada caso al vasallo.
2. Prólogo histórico. “Yo conozco tus obras”. Esta expresión se refiere a
relaciones pasadas entre el Señor (Jesús) y su vasallo (la iglesia).
3. Estipulaciones. Se dan instrucciones para un curso de acción a seguir y una
apelación a la fidelidad. Estas vienen en la forma de imperativos, el más común de los
cuales es “arrepiéntete” (5 veces). Otros son “recuerda”, “no temas”, “se fiel”,
“despierta”, “se vigilante”, “fortalece”.
4. Testigo. El Espíritu Santo es el testigo: “El que tenga oídos, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias.”

48
5. Bendición, maldición. Se dan bendiciones para los vencedores. Estas aparecen
al final en las tres primeras cartas y antes de la mención del Espíritu en las cuatro últimas.

D) Las variaciones
Existen variaciones con respecto de la forma estándar, ya destacadas en las dos
partes finales. El cambio se inicia en la carta central y se mantiene en las subsecuentes, lo
que indicaría una alteración de la estructura de carácter intencional.

II. Asuntos en Apocalipsis: DARCOM report

A. Principios Generales
El comité está de acuerdo en que:

1. La estructura literaria divide el libro de Apocalipsis en dos secciones mayores 1)


Una sección histórica (Apoc.1-14) que enfatiza la experiencia de la iglesia y los eventos
relacionados durante la Era Cristiana, y 2) una sección escatológica (Apoc.15-22) que
focaliza particularmente sobre los acontecimientos del tiempo final y el fin del mundo.
Aunque los estudiosos de la Biblia pueden diferir algo en el punto preciso donde la línea
divisoria debería ser ubicada, el estudio serio por eruditos adventistas tales como Kenneth
A. Strand (Interpreting the Book of Revelation, 2nd ed., 1.979), C.M. Maxwell (God Cares,
vol.2, 1.985), and W.H. Shea (various articles in Andrews University Seminary Studies)
confirman plenamente esta división literaria y sus efectos consecuentes sobre la
interpretación.

2. Las series de los sellos y las trompetas ocurren en la sección histórica de


Apocalipsis. Consecuentemente su cumplimiento debería ser seguido en tiempo histórico,
la Era Cristiana.

3. Las profecías de los sellos y las trompetas tienen solamente un cumplimiento


profético.

49
a. El modelo daniélico de la profecía apocalíptica es clara en este punto:
cada metal, bestia, y cuerno tiene solo un cumplimiento (incluso el “cuerno pequeño” de
Daniel 8 usado como un símbolo para Roma en sus dos fases, tiene solo un cumplimiento:
Roma). No existe evidencia contextual que las profecías apocalípticas de Daniel y
Apocalipsis deberían recibir cumplimientos duales/múltiples. Esta última proposición fue
examinada extensamente y rechazada por el Comité de Revisión del Santuario
(representantes de las misiones mundiales) en 1980. El Comité sobre Daniel y Apocalipsis
lo ha rechazado igualmente (ver “Cumplimientos de la Profecía”, las setenta semanas,
Levítico y La Naturaleza de las Profecías, Páginas 288-322). Cumplimientos
duales/múltiples de Daniel/Apocalipsis también fracasan en encontrar apoyo en Elena
White (ver tratado del Biblical Research Institute, “Elena G. White y la interpretación de
Daniel y Apocalipsis”).
b. Cumplimiento dual puede estar presente en algunas profecías
clásicas/generales en las cuales existen marcadores contextuales que lo indican - por
ejemplo la profecía del derramamiento del Espíritu Santo, Joel 2; la profecía del nacimiento
virginal, Isaías 7. Pero no existen tales indicadores en la profecía apocalíptica de Daniel y
Apocalipsis.
c. Con respecto a las trompetas, Apocalipsis mismo hace una aplicación del
fin del tiempo del lenguaje de las trompetas en su descripción de las siete plagas. Es por lo
tanto una presión innecesaria de estas escrituras el colocar las trompetas y las plagas en un
cumplimiento simultáneo post-probación.

B. Los sellos.- Apocalipsis 4:1-8:1.


El Comité está de acuerdo en lo siguiente:

Composición
1.- Apocalipsis 4-5 es una unidad, describiendo la misma escena (Apoc.4:2; 5:1).
Apocalipsis 4-5 describe una escena del trono en el Santuario Celestial (Apoc.4:3; 8:3).
2.- El énfasis de la escena del trono se pone sobre la muerte expiatoria de Cristo, su
cumplimiento en la cruz. (Apoc.5:6, 9, 12).
3.- La escena del trono no es el juicio investigador de Daniel 7:9,10.

50
a. La escena de Apocalipsis no es designada un juicio; la escena de Daniel si
lo es. (Daniel 7:10,26)
b. La escena de Apocalipsis tiene solo un libro: El está en la mano del Padre
y está sellado y cerrado; no se encuentra un ser en el universo excepto el Cordero que
pueda abrirlo; el libro nunca es abierto en la visión. Por contraste, en la escena de Daniel
hay dos o más libros. Están abiertos y esto implica que ellos fueron abiertos por el anciano
de días, por los seres santos que asisten (Daniel 7:10).

Marco de tiempo
1. La escena del trono ocurre al comienzo de la Era Cristiana.
a. A Juan se le muestra (por la apertura secuencial de los sellos) “las cosas
que deben suceder después de éstas” (Apoc.4:1; comparar con Apoc.1:1,19)
b. El trono del Padre (Apoc.4), la venida de Cristo (Apoc.5:5) y su unión
con el Padre en su trono (vers.6, comp.3:21) son temas centrales en esta escena del trono
(Apoc.4 y 5). Los victoriosos redimidos se unen en la escena del trono en Apocalipsis 7
(vers.9, 10). Entre estas están los eventos de los sellos de Apoc.6. Así los sellos de Apoc.6
están ubicados entre la victoria de Cristo en la cruz y la victoria de los redimidos, esto es en
la Era Cristiana.

Observaciones generales sobre los sellos.


1. El conjunto de imágenes de los cuatro caballos y sus colores es extraído de Zacarías 1:8-
11; 6:1- 6; 10:3, pero es empleado por Juan para simbolizar un mensaje diferente que él
entregado por Zacarías.
2. Los sellos son secuenciales, representando eventos sucesivos a través de la Era
Cristiana. Esto es evidenciado por el orden de la visión: los sellos son rotos uno tras otro,
no todos al mismo tiempo (Apoc.6:1, 3, 5, 7, 9, 12; 8:1).
3. Los sellos ofrecen una progresión general de la historia más bien que una cronología
detallada; su interpretación, por lo tanto, no está ligada específicamente a la profecía de las
siete iglesias.
4. Los sellos son un desarrollo paralelo de Mateo 24 y 25 (El Apocalipsis sinóptico). Este
vínculo es otra evidencia de su cumplimiento en la Era Cristiana.

51
Mateo 24, 25 Apocalipsis 6
a. Predicación del Evangelio. (Mateo a. Primer sello: caballo blanco (Apoc.6:2)
24:14)
b. Guerras, hambres, pestilencias, b. Del segundo hasta el cuarto sello:
terremotos. Guerra,(vers.6-8), hambre, pestilencia
(vers.3-8)
c. Período de gran tribulación/persecución c. Quinto sello: clamor de venganza de los
(ver.21) mártires. (vers.9-11)
d. Señales en el sol, luna, d. Sexto sello: gran terremoto; señales en
estrellas.(vers.29) el sol, luna y las estrellas. (vers.12,13)
e. Segunda venida. (vers.30, 31) e. Sexto sello: “el gran día de su ira ha
llegado.” (vers.14-17)
f. Juicio. (Mateo 25:31-46) f. Séptimo sello: “silencio en el cielo”
(Apoc.8:1); posiblemente el milenio o la
fase ejecutiva del juicio final (Apoc. 20:4,
11-15).

5. Mientras hay similitudes entre los sellos y el Apocalipsis sinóptico, también existen
diferencias. En algunas ocasiones el simbolismo parece extender el significado más allá de
una simple repetición de Mateo 24. Por ejemplo:
a. Si el primer sello simboliza, inicialmente, la expansión apostólica con el
evangelio (comparar con Zacarías 10:3), entonces los colores cambiantes de los caballos
(blanco, rojo, negro, amarillo) sugiere una profundización progresiva de la apostasía.
b. Las señales físicas tales como hambre, guerra y pestilencia se
transmutarían por el simbolismo para describir los rasgos adicionales del pueblo de Dios
que tendría que vivir en ese tiempo: intranquilidad debido a las diferencias religiosas,
hambre por la Palabra de Dios, severa persecución de los cristianos por los cristianos.
c. Debido a que la apostasía cristiana parece estar presente desde el segundo
al cuarto sellos, los infelices acontecimientos descritos en estos sellos puede reflejar las

52
imágenes de las maldiciones del pacto predichas, que debían ocurrir cuando el pacto es
roto. (Lev.26:14-39).
6. Mientras cada uno de los cuatro primeros sellos tiene un comienzo inicial, la acción una
vez iniciada puede continuar con variables grados de intensidad.
Primer sello: Aunque iniciado por los apóstoles, la predicación del evangelio
continúa a través de la era. Los mártires bajo el quinto sello son informados que otros
deben ser muertos como ellos. (Apoc.6:11)
Modelos apocalípticos para esta clase de simbolismos:
1. La influencia de las cuatro bestias se demora después de una primera regla
secuencial (Daniel 7:12);
2. Los mensajes secuenciales de los tres ángeles continúan después de su
anuncio inicial. (Apoc.14:6-12).
7. El primer sello representa el mensaje del evangelio comenzando en el primer
siglo (Apoc.6:2). El quinto sello representa las persecuciones de la edad media (vers.9-11).
El sexto sello se relaciona con los signos de la segunda venida de Cristo (vers.12-17). El
séptimo sello se relaciona con algunos eventos de significado cósmico después de la
segunda venida (8:1).
8. La actividad de sellar de Apocalipsis 7:1-8 es incluida en el marco de tiempo del
sexto sello y es la respuesta a la pregunta “El gran día de su ira ha llegado; y ¿quién podrá
permanecer en pie?” (Apoc.6:17).
9. El gran terremoto y las señales del sol, la luna y las estrellas del sexto sello son
literales y, el sexto sello se inicia con el terremoto de Lisboa.
10. Las señales celestiales en el sexto sello pueden tener causas física/naturales
(comparar con la abertura del mar rojo, Éxodo 14:21); sin embargo ellos son eventos
significativos porque ocurren en el tiempo exacto en conexión con el fin del período de los
1.260 años de supremacía y persecución papal. (Marcos 13:24)

C. Las trompetas. - Apocalipsis 8:2 - 11:17


El Comité está de acuerdo que:
1. Las trompetas son secuenciales porque ocurren una tras otra en la visión.

53
2. Las trompetas aparecen como advertencias o anuncios de acontecimientos
adversos por venir (comparar con Números 10:1-10).
3. El evento de una trompeta particular puede ocupar un extenso período de tiempo
(Apoc.9:5,15; 10:7).
4. Apocalipsis 10:1 - 11:14 es un interludio entre las sexta y séptima trompetas
(como Apoc.7 es un interludio entre el sexto y séptimo sellos) y se ubica bajo la sexta
trompeta.
5. Los eventos de las trompetas ocurren en tiempo histórico, de prueba.
a. Introducción (8:2-6): funcionando como un anuncio de las siete trompetas
venideras, los versículos 2 y 6 son indicadores que forman una inclusión literaria entorno a
los dos procesos descritos en los versículos 3-5: 1) El ministerio intercesor de Cristo en
desarrollo. (vers.3, 4); 2) El término del ministerio intercesor de Cristo y el fin del período
de prueba humano. (vers.5; comparar con Ezequiel 10:1-7). Este recurso literario, una
inclusión - introducción, ata definitivamente las series de las trompetas a la era de
intercesión de Cristo como sumo sacerdote, al tiempo de prueba.
b. Séptima trompeta: el sonido de la séptima trompeta se une con el término
“el misterio de Dios” (Apoc.10:7). “El misterio de Dios” es el evangelio y su
proclamación (Efesios 3:4; 6:19; Col.4:3; Rom.16:25,26). Si la séptima trompeta está unida
al fin de la obra del evangelio, la dispensación evangélica, entonces las seis trompetas
precedentes deben necesariamente sonar durante el tiempo de prueba.
c. Altar de oro: la referencia al altar de oro del incienso al comienzo de la
sexta trompeta es un indicador en la profecía, señalando que la intercesión sacerdotal de
Cristo todavía está en proceso (Apoc.9:13; comparar con 8: 3,4).
d. Interludio (ver número 4 en esta sección): la obra del evangelio es
realizada bajo la sexta trompeta. 1) La iglesia (simbolizada por Juan) debe predicar “otra
vez a muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes” Apoc.10:11); 2) La gente puede
arrepentirse y dar gloria a Dios (11:13, comparar con 16:9).
e. Períodos de tiempo: la presencia de períodos de tiempo en la quinta y
sexta trompeta indican que estas trompetas aparecen en tiempo histórico antes del fin del
período de prueba humana.

54
III. Los siete sellos
(Jon Paulien)

A.- Texto básico inicial para este estudio es Apoc. 3:21


Los temas centrales en este texto son:
1) El trono del Padre, 2) la victoria de Cristo y 3) Cristo unido con su Padre en el
trono. En el capítulo 7 se agrega la incorporación de los hijos de Dios ante el trono.
Los sellos del cap. 6 tienen que ver con el período en el cual los hijos del Dios están en el
proceso de vencer. Como ya se habían hecho promesas a los vencedores en los capítulos 2
y 3, este proceso tiene que haber empezado ya en tiempos de Juan y debe continuar hasta
que los hijos de Dios se unan con él en su trono.

B.- Ubicación cronológica de los sellos.


Las formas verbales de Apoc. 3:21 se refieren al evento de la muerte, victoria y
entronización de Cristo en el santuario celestial. Debido a que los acontecimientos de
Apoc.7 ocurren al fin de la historia humana, y Apoc.4 y 5 al comienzo, se hace evidente
que el cap.6 señala lo que ocurre en la tierra entre la cruz y la segunda venida.

C.- Paralelos estructurales.


Apocalipsis 4-7 está en paralelo quiasmático con cap.19. Los elementos comunes
son:
1. Escena de adoración, que incluyen palabras escogidas y las vestimentas. La
adoración en cap.4, 5 están relacionadas con la creación y redención en tanto que los cap.7
y 19 apuntan al fin de la era cristiana.
2. Escena de los caballos. La relación está en los caballos blancos y sus jinetes de
capítulos 6 y 19. El caballo blanco del cap.6 simboliza la victoria de Cristo al esparcir su
reino invisible a través del evangelio, en tanto que el caballo del cap.19 simboliza la
subyugación total del mal por Cristo en su segunda venida.
3. Juicio. Ocurre en Apoc 6:9-11 y 19:1,2. El primero es un llamado pro juicio y
venganza sobre los que moran en la tierra. El último señala que esto se ha realizado sobre
Babilonia. Se apoya en siete paralelos verbales.

55
4. Día de la ira. Cap.6:15-17 y 19: 17,18. Son los mismos personajes los
aterrorizados en cap.6 y los destruidos en cap.19.

Los siete sellos históricos Los siete sellos escatológicos


Capítulos 4, 5. Escena del Santuario 19: 1 – 10. Escena del santuario
Un trono con Dios sobre él. Cuatro Adoración de los cuatro seres vivientes y
criaturas vivientes y veinticuatro ancianos de los veinticuatro ancianos a Uno que está
lo adoran. sentado en el trono.
Alabanzas al Cordero. Voces desde el Las bodas del cordero. Voces desde el
trono. trono.
Truenos. Truenos.
Observaciones: Inicialmente Dios es
alabado por la Creación; al fin del tiempo,
por su obra de juicio. Al comienzo el
Cordero es alabado por el rescato de su
pueblo. Al fin, su esposa es alabada por
prepararse para las bodas del Cordero.
6: 1 ,2 1 19: 11 - 16 1
Caballo blanco con un jinete que tiene arco Caballo blanco con un jinete que tiene una
y una corona. Él va conquistando. espada para hacer la guerra. Tiene coronas
en su cabeza.
Observaciones: Al comienzo de la era
cristiana Jesús conduce a su iglesia a sus
triunfos iniciales. Al fin del tiempo, Jesús
consuma su victoria sobre sus enemigos.
6: 3 , 4 2 2
Una criatura viviente llama “Ven”. El El ángel llama “Venid” a las aves a comer
jinete con su caballo blanco quita la paz de carne de capitanes, caballos y jinetes.
la tierra; los hombres se matan unos a
otros. El jinete tiene una espada.

56
Observaciones. La iglesia en apostasía
(rojo, color del pecado) entra en conflicto.
Al fin todos aquellos que matan son
muertos ellos mismos y comidos por aves
rapaces.
6: 5, 6 3 3
El jinete sobre el caballo negro tiene una La bestia y el falso profeta que han
balanza en su mano. El trigo y la cebada engañado a los adoradores de la bestia son
son vendidos por un precio exorbitante; arrojados en el lago de fuego.
aceite y vino son afectados.
Observaciones. La iglesia apostata que ha
causado el hambre por la Palabra de Dios
(trigo y cebada), y amenazado oscurecer el
Espíritu y el evangelio (aceite y vino) es
eventualmente arrojado en el lago de
fuego.
7, 8. 4 20: 1 – 3 , 7 - 10 4
La criatura viviente clama “ven”. A la Un ángel con una cadena aprisiona al
muerte, en un caballo amarillo seguida por dragón, lo arroja en el abismo, y lo sella
el hades, les es dado poder para matar a la para que no engañe más a las naciones.
cuarta parte de la tierra con espada,
pestilencia, hambre, y bestias salvajes.
Observaciones: Satanás, montando la
iglesia apóstata, intensifica la obra de
destrucción mientras su cómplice. El
hades, traga la muerte. Al fin satanás
mismo es arrojado en el abismo y
confinado allí.
6 : 9 – 11 5 20: 4 – 6 5

57
Las almas bajo el altar, muertas por el Las almas muertas por el testimonio de
testimonio de Jesús, claman a Dios por Jesús vuelven a vivir y son elevadas a
venganza de su sangre sobre los moradores tronos donde ellas mismas juzgan.
de la tierra. Se les dice que esperen; se les
dan vestiduras blancas.
Observaciones: Las almas debajo del altar
son eventualmente elevadas para sentarse
sobre tronos. Aquellas que clamaban a
Dios por justicia sobre sus perseguidores,
reciben ellas misma poder para juzgar.
6: 12 – 17 6 20: 11 6
El cielo se enrolla como un libro. Los La tierra y el cielo huyen de la presencia de
reyes, generales, pueblos, se esconden del aquel que está sentado sobre el gran trono
rostro del que está sentado en el trono y del blanco.
Cordero.
Observaciones: Previo a la segunda venida
de Cristo, la bóveda de los cielos se acaba,
exponiendo el mundo malvado a la
presencia de Dios sobre su trono y a la ira
del Cordero. Al fin de los mil años, el
mundo malvado otra vez se presenta
delante del trono de Dios.
Capítulo 7 Interludio 20: 12 – 15 7
Los 144.000 de Israel son sellados. Una Los muertos están delante del trono: los
gran multitud de toda tribu está delante del libros son abiertos. Los muertos son
trono alabando a Dios por la salvación. No juzgados por lo que está escrito en los
hay más hambre ni sed. Dios enjuga las libros. La muerte y el hades son lanzados
lágrimas de sus ojos. El cordero los lleva a en el lago de fuego.
aguas vivas. El tabernáculo de Dios está
con ellos.
8: 1 7 21:1 – 8 ; 22:1 Interludio

58
El cordero abre el séptimo sello (haciendo La nueva Jerusalén desciende. Dios habita con
posible abrir el libro). Hay silencio en el cielo su pueblo. Enjuga las lágrimas; no más muerte,
por media hora. llanto, ni dolor. Agua de vida para los
sedientos. El tabernáculo de Dios con los
hombres.
Observaciones. El rompimiento del séptimo
sello remueve la última barrera para abrir el
libro. El silencio en el cielo por media hora
puede aplicarse al silencio cuando los vivos se
presentan delante de Dios en su venida (Esta
parece ser una escena de juicio porque su
contraparte quiástica es una escena de juicio)
Al fin de los mil años los muertos se reúnen
ante el trono de Dios y son juzgados de
acuerdo a los libros de registro. El libro de la
vida también es abierto revelando quienes se
salvan y quienes se pierden.
(Los interludios). Juzgando de los contextos el
marco de tiempo de cada interludio parece
claro. Apoc. 7 describe la seguridad de los
santos durante las escenas conectadas con la
segunda venida, en tanto que Apoc. 21muestra
la seguridad de los santos al fin de los mil años.
Apoc. 7 describe doce tribus del fiel Israel;
Apoc. 21, describe la novia/ciudad (marcada
con los nombres de las 12 tribus) En ambos
eventos Dios habita con ellos. No tienen
hambre ni sed, porque Dios les da el agua viva.
El dolor, el clamor y la muerte no son más;
Dios enjuga las lágrimas de sus ojos.

D.- Escena introductoria del santuario.

59
1. Centrada en el trono. La palabra trono (Thronos) es la clave. Aparece 14
veces en cap.4 y 5 veces en cap.5; una vez en cap.6 y 7 veces en cap.7.
2. Alabanzas. Existe un crescendo en la alabanza a Cristo. El último himno es
proléptico, descrito por adelantado cuando la alabanza sea universal.
3. Escena del santuario. Aunque ningún elemento de Apoc.4 es tomado
explícitamente del santuario del A.T. el efecto acumulativo de alusiones refleja fuerte
reminiscencia: puerta, trompetas, las tres piedras preciosas, 24 ancianos, siete lámparas,
mar de vidrio, los querubines. En cap.5: el cordero inmolado, copas de incienso. La
profusión de elementos cúlticos parece apuntar al día de la inauguración.
4. Alusiones al A.T. Los paralelos con Daniel 7 y Ezequiel 1-10, no deben
hacernos pensar que Apoc. También señala obra de juicio investigativo. No hay evidencias
de esta obra en esta sección. Este estudio de antecedentes en el A.T. revela cuánto extrae
Apocalipsis de él.

60
61
Análisis de los capítulos 4 y 5.
Escena del santuario celestial. El énfasis está puesto en acontecimientos posteriores
a la visión.
a.- Los 24 ancianos. Aparentemente representan a la humanidad exaltada y
redimida. Son mencionados 12 veces en Apoc. Pueden vincularse con los 144.000 y con la
nueva Jerusalén El uso de coronas y el sentarse en tronos apunta a la humanidad
redimida más que a ángeles. Pueden ser los resucitados en la resurrección de Cristo. La
importancia está en que son un símbolo de la humanidad redimida.
b.- Las criaturas vivientes (no se define).
c.- El libro sellado. Se sostiene la tesis de que este libro es el libro de Apocalipsis
mismo por:
1) Al comparar con capítulos 1:4-8 y 4:1,8. Se infiere que el libro contiene
el destino del mundo y el propósito y el plan de Dios de liberar a su pueblo al fin del tiempo
y de resolver la controversia moral en el universo.
2) Se fundamenta al comparar con los pasajes del A.T. de Ez. 2:9,10 y
Zac.5:1-4. Sin embargo el rollo aquí ya está abierto. Otros textos (Isaías 29:11,18; 30:8) no
son tan convincentes.
3) Alusiones del N.T. El concepto “misterio” (musterion). En el N. T.
siempre es usado en sentido escatológico. Solo se revelará en los últimos días. Desde
Cristo los últimos días ya han llegado. Ya no está cerrado. El anuncio del misterio de
Dios es predicar a Cristo crucificado (1 Cor. 2:1,2; 1:23). Este misterio, sin embargo está
encubierto para los que no conocen a Cristo. (Mateo 13:11, Marcos 4:11, Lucas 8:10).
Además algunos aspectos todavía están encubiertos para los creyentes. Los últimos días,
en algunos aspectos todavía están en el futuro. Apoc. comparte la tensión del N.T. entre lo
que ha sido revelado en Cristo y lo que será conocido sólo al fin. (10:7). Los sellos
señalan un período cuando el propósito de Dios, continúa escondido, en alto grado de la

62
visión terrena. Desde el cap.10, este propósito es revelado a través del mensaje de los tres
ángeles y los eventos consumatorios.
d.- El cordero.
1) Sus méritos. Porque fue inmolado y capacitado así para redimir a la
humanidad con su sangre.
2) Es el restablecimiento de la dinastía davídica. (Mat.12:28; Lucas 17:20,
21).
3) Se hace evidente su humanidad (fue muerto) y su divinidad (su
exaltación).
4) Su divinidad es reforzada en los símbolos de los 7 cuernos y 7 ojos.
5) No existe base textual para el desplazamiento de Cristo del 1º al 2º
departamento del santuario celestial.
e.- El cántico nuevo. Sigue el modelo del A.T. de cánticos nuevos vinculados con
nuevos actos poderosos de Dios en favor de su pueblo (Salmo 33:1-9; Isaías 42:5,10). Se
justifica en el acto más poderoso de Dios (la redención).
f.- El sacerdocio. Israel sería una nación santa y con rol sacerdotal (Ex.19:5,6).
En Cristo este privilegio es trasladado a la iglesia. (Mat.21:43; 1 Ped.2: 9-10; Sal.3: 29; 6:
15,16). El dominio de Cristo es el dominio de sus seguidores.
g.- El rompimiento de los sellos.

1. Paralelos estructurales con el A.T.


a.- Existen paralelos con escenas del trono en A.T.
b.- Maldiciones del pacto (Lev.26:21-26 y 17-26): guerra, hambre, pestilencia y
bestias salvajes son juicios preliminares que intentan inducir al arrepentimiento. Mayor
rebelión es castigada más drásticamente (26:28,29). Cuando se ejerce sobre naciones
enemigas es un acto de venganza (ver quinto sello) (Deut.32: 41-43) (Zac.1:8-17; 6: 1-8).
c.- Los caballos de Zacarías. Relaciones con caballos de Zacarías en número,
color y expresión “¿hasta cuándo?”. También es significativo el paralelo con los cuatro
vientos de Zac. 6:5. Las alusiones del A. T. indican que los sellos están enfocados en el
pueblo de Dios, en el intento de Dios de inducirlos a volverse a él. La contraparte de los
caballos está en los vientos destructores del cap.7 que afecta a toda la tierra.

63
2. Paralelos en el Apocalipsis sinóptico del N.T.
Los paralelismos son evidentes, aunque no el mismo orden. Estos paralelos señalan
toda la era cristiana, no sólo el fin del tiempo. Los cuatro jinetes apuntan en esa dirección
con énfasis en el comienzo en tanto que los sellos 5º y 6º se refieren a hechos del fin de la
era.

64
3. Interpretando los sellos
Aunque existe un número de elementos en Apoc.4-6 que sugiere a algunos que este
pasaje comprende el juicio investigador, haciendo del trono el Lugar Santísimo, la conexión
con Apoc.3:21 apunta más bien a la entronización de Cristo en el Lugar Santo. Existen
diferencias con Daniel 7: libro - libros, libro sellado - libros abiertos y cordero - hijo del
hombre.
Confirma esta conclusión la omisión total de expresiones explícitas de juicio (en
cap.6:10 aún está en el futuro). El paralelo con cap.19 indica que ocurre en la porción
histórica.
a.- Primer sello. Es posible, junto con preteristas, que guerra, hambre y pestilencia
de los sellos tenga una aplicación natural y armonice así con Apoc. sinóptico. Sin embargo
muchos factores sugieren una aproximación más simbólica a los sellos.
1) Todo el libro de Apoc. es dado en signos. (1:1)
2) Los caballos nunca son interpretados literalmente.
3) Los cap.4 y 5 están llenos con lenguaje simbólicos. ¿Por qué cap. 6 es
diferente?
4) Las figuras de los jinetes son más familiares a los lectores del tiempo de
Juan en su sentido figurativo y espiritual. La visión futurista: El jinete es el futuro
anticristo. Es refutada mediante el análisis del apoyo bíblico.
b.- Segundo sello. El caballo no es rojo en el sentido técnico de la palabra. El
adjetivo es extraído del término griego para fuego (pur). No existe suficiente apoyo para
privilegiar el concepto de conflicto militar. Más bien, puede representar persecución,
pérdida de paz espiritual y división sobre el evangelio. Cuando se predica el evangelio se
sigue la división y la persecución como resultado de su rechazo.
c.- Tercer sello. El lenguaje sugiere más bien una aplicación espiritual que literal.
El caballo negro está en oposición al caballo blanco y representa así la doctrina errónea. Se
representa en el sello el hambre por la palabra de Dios, pero sin que falten los medios de la
gracia. El evangelio ha sido oscurecido pero sus beneficios aún son conseguibles.
d.- Cuarto Sello. Si este sello ha de ser entendido en términos espirituales, él
describe la más seria recensión espiritual (el clímax viene en cap.18:2 ,3). Es la pestilencia
del alma. Los cuatro jinetes deberían ser entendidos probablemente más bien como una

65
progresión de pensamiento que una secuencia histórica rígida. Así entendido representan
más bien una descripción general de la propagación del evangelio, la división y persecución
resultante y las crecientes consecuencias de ese rechazo. El tema central es que la
predicación del evangelio y la llegada de la nueva era en Cristo no detienen la propagación
del mal en el mundo. Esto expresa bien la tensión entre las dos eras, tan característica del
N.T. como un todo.
Sin embargo, habiendo dicho esto, es de destacar que la progresión temática de los
cuatro caballos, calza bien con la historia del primer milenio de la era cristiana. Esto se
refuerza por el hecho de que los cuatro seres vivientes nunca están separados excepto aquí.
Su envolvimiento sucesivo es una clave de que cierta progresión cronológica es paralela a
la progresión del pensamiento.
e.- Quinto sello. Es evidente en el texto una referencia al pasado, en los hechos
descritos en los primeros cuatro sellos y previo al juicio y la crisis final. El darles ropa
blanca simboliza la vindicación de los mártires en el juicio investigador. Sin embargo la
realización de este juicio aún está en el futuro. La comparación del cap.6:10 y 19:2, indica
que el cap.6:11 alude al comienzo del juicio investigador; en tanto que el cap.18 retrata su
conclusión justo antes de la segunda venida. Así el quinto sello es dividido en dos partes
cronológicamente: 1) El clamor de los mártires es previo al juicio investigador (vers.10) y
2) el entregar las ropas blancas señala el comienzo de ese juicio. Por lo tanto el quinto
sello queda bien entre las grandes persecuciones de la E. Media y la conclusión del juicio
investigador.
f.- Sexto sello. Las señales celestiales tienen muchos antecedentes en el A.T.
(Eze.32: 7,8; Amós 8:8-10; Jer. 4:23-27; Isa. 34:4; 13:10-13; Nah. 3:12; Eze. 38:19-20;
Hag. 2:6-9; Isa. 50:1-7; Joel 2:28-31; Sal. 102:25- 27). La comparación con el Apoc.
sinóptico, argumenta que algunos por lo menos de estos fenómenos ocurrirán poco después
del período de la gran tribulación aludido en el 5º sello. Que las señales celestiales deben
ser entendidas como literales, se indica por el hecho de que cada una es seguida por un
“as” (hos) que en esta construcción introduce una analogía figurativa a un evento actual.
Apoc. 6:14 apunta hacia adelante al derrumbe final de todas las cosas terrenas y celestes en
tanto que estas pertenezcan a este planeta (2 Ped. 3: 9-12).

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g.- Séptimo sello. Se han dado muchas explicaciones pero ninguna ha probado ser
decisiva. Una posibilidad es que el silencio es un anuncio de que la justicia de Dios ha sido
ejecutada completamente. (Isa. 65:6-7). Debido a que el sexto sello describe los eventos en
torno a la segunda venida de Cristo (cap.6:15-17) y describe la presencia de los redimidos
ante el trono (cap. 7:9-11), el séptimo sello debe ser entendido mas bien como un precursor
críptico del milenio o la paz universal que resulta de la consumación al fin del milenio.
(Cap. 20:9-15).

IV. Santos sellados y la tribulación


(Beatrice Neall)

A.- Al estudiar esta sección deben tenerse presente algunos antecedentes:

1. Este pasaje es un interludio entre 6º y 7º sello


Debido a que los sellos están enmarcados en el concepto del pacto (suceráneo, libro,
bendiciones y maldiciones, etc.) este pasaje no escapa a Este hecho.

2. Organización quiástica
Cap. 4:1-8 con cap. 19:1; 21: 8. Los sellos históricos parecen comenzar en la
ascensión; glorificación de Cristo (cap.5: 6,9) y terminan con la segunda venida (6:16-17;
8:1) Los “sellos” escatológicos comienzan en la segunda venida y terminan al fin del
milenio (21:1-8). Hay escenas de juicio tanto en la segunda venida como al fin del milenio.
Al tiempo de cada evento los justos están seguros. Al segundo advenimiento están
sellados (cap.7:3); al momento del juicio ejecutivo están escritos en el libro de la vida (cap.
20:12,15). Ambos interludios presentan liberación de problemas. En el primer caso, de la
gran tribulación (cap.7:14), y en el último, de las penas de la vida (cap.21:4). En cada
ocasión Dios provee liberación tabernaculando con su pueblo, enjugando las lágrimas de
sus ojos y satisfaciendo su sed con agua de la vida.

B.- La tribulación

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La tribulación final es tipificada por varios acontecimientos históricos: La
cautividad babilónica, el ataque sobre Jerusalén por los romanos, y la persecución durante
“tiempo, tiempos y medio tiempo” del período medieval. Todos estos acontecimientos
mencionados en el libro de Daniel, se caracterizan por ataques del enemigo sobre el
santuario y el pueblo de Dios.

C.- El sellamiento
Mientras los hijos de Dios reciben el sello sobre sus frentes (cap.7: 2,3), sus
enemigos reciben la marca de la bestia en su mano derecha o en su frente (cap.16:2). El
sellamiento tuvo diferentes significados en los tiempos bíblicos.

1. Igualdad a Dios en carácter


(Cap. 3:12; 14:1; 22:4). En el caso del sello de la bestia implica tener el carácter
satánico.

2. Propiedad: Animales, siervos


(Ex.21:6). Israel y la circuncisión (Gén.17:9-12). Los sacerdotes (Ex. 28: 36-38).
Los sellados son propiedad del Señor (Isa. 44:5; 49:16). Los que están marcados por la
bestia son propiedad de ella.

3. Protección
Israelitas en el éxodo (Ex. 12:7, 12-13). Los hijos de Dios en visión de Ezequiel
(cap.9:4-5), en las plagas de las trompetas (Apoc.9:4-6), y protección de las plagas finales
(Apoc.16:2).

4. Autenticidad, confiabilidad
(Juan 6:27). Permanecerán justos. (Apoc. 22:11).

5. Los mandamientos de Dios en la controversia de la marca / sello


Un estudio de la marca de la bestia (Apoc. 13 y 14) y del sello o nombre de Dios
(Cap.7:2,3; 14:1) revela que los mandamientos de Dios son asunto primario en el conflicto.

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a) Antecedente. Deut.6: 6-8; 5.
b) En Apocalipsis los que tienen la marca de la bestia están en contraste con
los que guardan los mandamientos de Dios (cap.14: 9-12).
c) El anticristo es un poder opuesto a la ley de Dios (Dan.7:25; 11:28, 30,
32; 2 Tes.2:3,7-9).
d) Se incluye el cuarto mandamiento (cap. 14:7).
e) El sábado como señal (Ex. 31:13.17; Eze. 20:12,20).

6. El tiempo del sellamiento


a) Siempre el pueblo de Dios ha sido sellado (Juan 6:27; 2 Cor. 1:22; Efe.
1:13,14).
b) El Señor ha tenido sellos especiales para algunas crisis. En este caso se
aplica a los fieles hijos de Dios que han de pasar por la mayor tribulación de la historia,
garantizando la fijación de sus caracteres y una protección especial.

D.- Comentario sobre Apocalipsis 7


Se responde a la pregunta del capítulo 6:16,17. En dos secciones se muestra que
solo los sellados permanecerán en pie en el día de la ira (cap. 7:1-8) y el triunfo de los
redimidos al salir de la gran tribulación (cap. 7:9-17).

1. Versículos 1-3
a.- Vientos: Lucha y conflicto permitidos por Dios y llevados a cabo por
agentes humanos (Jer. 49:35-37 y Dan. 7:2).
b.- Arboles: Individuos poderosos y naciones.

2. Versículos 4-8
a.- Israel: De acuerdo con el N. T. debe entenderse la iglesia (Mat.21: 43;
Rom. 2: 28,29; Sal. 3:29; 6:15-16; Sant. 1:1; 1 Ped. 2:9,10).
b.- 144.000: Número simbólico basado en el número 12. Este número
sugiere simetría perfecta y totalidad. Conexiones con la nueva Jerusalén dan mayor claridad
a la interpretación.

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c.- Lista tribal: No coincide con otras listas.

3. Versículos 9-12
a.- La gran multitud aparece en contraste con los 144.000.

4. Versículos 13-14
a.- Marcas de identificación.
1) Han salido de la gran tribulación.
b.- Son sacerdotes pues tienen vestiduras blancas (cap.1:6; 5:10; 20:6).
c.- Han lavado sus ropas en la sangre del cordero.

5. Versículo 15
Refuerza el concepto de sacerdocio.

6.- Versículos 16-17


Textos derivados de Isaías 49:10 que se aplican al retorno de Israel del exilio
babilónico. Cristo el cordero aparece a la vez como Pastor.

E.- Los 144.000 y la gran multitud


Posiciones:

1. Primera posición
Judíos literales contrastados con gentiles (Dispensacionalistas).
Problemas: No hay separación en el Apoc. entre judíos y gentiles. Cuando Juan
escribió la mayor parte de las tribus habían perdido su identidad.

2. Segunda posición
La última generación de santos contrastados con los redimidos de todas las edades.
El problema reside en que la respuesta apunta a los que han pasado por la gran tribulación,
esto es los 144.000. Se soslaya este problema señalando que la gran tribulación es la

70
persecución de la iglesia cristiana en todas las edades. Esto no armoniza con el sentido de la
gran tribulación en Daniel (cap. 12:1).

3. Tercera posición
Es el mismo grupo bajo diferentes circunstancias.
1) En el primer caso “escucha” y en el segundo “ve”.
2) La segunda parte es una explicación de la primera parte.

4. Cuarta posición
La iglesia en la tribulación: espiritualmente ante el trono.
Hay un problema que la posición anterior no resuelve. Si la segunda escena del cap.
7 muestra la iglesia en el cielo después de la segunda venida, entonces los justos de todos
los tiempos deberían estar presente alrededor del trono, no sólo la generación final. Pero
parece evidente que la gran multitud son santos tribulacionistas solamente. ¿Por qué los
otros son ignorados? Además, ellos sirven a Dios “día y noche en su templo”. Aunque en la
eternidad no hay noche ni templo (cap. 21:22 y 25). Además el anciano no dice (en el texto
griego) que “ellos... han venido” sino “están viniendo de la gran tribulación”. La
tribulación aún está en progreso cuando ocurre esta escena.
Existen muchas declaraciones que son paradojas haciendo presente una realidad que
aún es futura. Los santos son vistos en el cielo “ante el trono” “con el cordero en el monte
Sion” “sobre el mar de vidrio”, etc. El menciona los santos adorando en el templo durante
los 42 meses de opresión (cap.11:1; 7:15). Señalan algunos intérpretes que es una visión
proléptica o anticipatoria de la realidad celestial. Es verdad pero los escritos Juaninos se
destacan por un doble sentido: “la hora viene y ahora es cuando los muertos oirán la voz
de Dios y aquellos que la escuchen vivirán” (Juan 5:25). El sentido futuro es claro - a la
venida de Cristo los muertos serán levantados -. Pero el significado presente está también
aquí - los muertos espiritualmente son vivificados al oír la voz de Jesús.
Dios ha puesto una puerta abierta en la sala del trono (cap.3:8). A través de cada
crisis como sacerdotes ellos entran en el lugar santísimo a la presencia misma de Dios y del
Cordero (cap.7:9). Sus blancas ropas sacerdotales lavadas en la sangre del Cordero los
califican para la aceptación plena con Dios (cap.7:14). Con oración y alabanza le sirven día

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y noche en su templo (cap.7:15). Ellos vencen el temor y la desesperación a través de las
alabanzas a Dios (cap.10-12), etc. Ellos trascienden sus problemas en lugar de ser que
destruidos, porque visualizan los grandes males de la tierra desde la perspectiva del trono y
la soberanía de Dios.

E.- Características de los sellados


(Solo algunas más complejas).
1. “Vírgenes espirituales”. Ser castos significa mantenerse puro de la apostasía,
rehusar la adoración a la bestia, no ser seducido por Babilonia y sus hijos.
2. “Primicias”. Dos posibilidades: 1) El Israel de Dios en contraste con el mundo
en general (cap.14:4), 2) Los 144.000 como la generación final de santos trasladados en la
segunda venida son contrastados con los fieles de las generaciones previas que son
resucitados (cap.14:14-16).
3. “Sin mancha”. (amomos). Sin tacha o defecto. Libertad de los pecados de la
carne y las pasiones que caracterizan el mundalismo.

G.- Aspectos teológicos


1. Sólo un pueblo en la última fase de la iglesia. La mujer vestida con el sol tiene
dos roles, pero es una. La nueva Jerusalén combina los símbolos de las 12 tribus (Israel) y
los 12 apóstoles (la iglesia) pero es una ciudad. La novia, la esposa del Cordero es una.
Todo esto armoniza con la enseñanza de Pablo de que Dios ha quitado la barrera entre
judíos y gentiles y los ha hecho “un nuevo hombre en lugar de dos” (Ef.2:14-16) La
iglesia está compuesta de judíos y gentiles convertidos que confían igualmente en los
méritos del Mesías (Sal.3:26-29) y son designados apropiadamente “el Israel de Dios”.
(Sal.6:15,16)
2. No hay cambio en el plan de salvación. ¿Hay dos niveles de santidad, uno para
los resucitados y otra para los trasladados?
La salvación se obtiene sólo por gracia (Ef.2:8-9). Sin embargo la última generación
parece alcanzar una altura en santidad, raramente alcanzada antes, para testimonio ante el
mundo. Lo anterior no significa que ellos pierden su naturaleza pecaminosa, pero son libres
de actos pecaminosos.

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V. Los sellos y trompetas. Discusiones actuales
(Jon Paulien)
A.- Consenso de los pioneros
Los pioneros aplicaron:
1. Las siete cartas a siete períodos históricos de la era cristiana.
2. Sellos, trompetas y capítulo 12 tres líneas paralelas cubriendo el mismo período.
3. Los siete sellos paralelos a las siete iglesias.
4. Las siete trompetas contenían primariamente los juicios de Dios sobre el imperio
romano (occidental y oriental). El capítulo 12 describe la gran controversia en el cielo y su
desarrollo en la experiencia de la iglesia en la tierra. Los pioneros también estaban de
acuerdo que el volumen de los acontecimientos descritos en los capítulos 13-19 concernía
al tiempo del fin, conduciendo a la segunda venida de Cristo. Apoc. 20-22, con
posterioridad a ella.

B.- Nuevas interpretaciones avanzadas por algunos


1. Algunos adventistas creen que los sellos y las trompetas describen eventos
asociados con el tiempo del fin, más bien que con toda la era cristiana. Usualmente, los
sellos son comprendidos como describiendo aspectos del juicio investigador que comenzó
en 1844, y las trompetas como siguiendo el fin del tiempo de prueba justo antes de la
segunda venida de Cristo.
2. a. Una de las piezas mayores citada en defensa de la comprensión historicista
de los sellos y trompetas está basada en la observación de que el libro de Apoc. está
estructurado como un quiasma. Los primeros 14 capítulos son históricos y los 8 restantes
escatológicos.
b. Las escenas del santuario que introducen varias secciones de Apocalipsis
demuestran una significativa progresión que apoya esta posición.
c. El modelo de los servicios anual y diario. La primera parte Apocalipsis no
sólo refleja todos los mayores detalles del sacrificio diario en el templo, sino también alude
a ellos, esencialmente, en el mismo orden. Así el material referido a las iglesias, sellos y

73
trompetas parece estar asociado con las actividades del templo relacionadas con el servicio
diario.
Es interesante encontrar que en el capítulo 11, el libro se mueve al lenguaje
explícito de los servicios del día de la expiación.
d. Las fiestas anuales. Es importante la evidencia de que el libro de
Apocalipsis parece estar modelado también por las fiestas del año judío:
Pascua: Cartas a las siete iglesias.
Pentecostés: Inauguración del santuario celestial (cap.4, 5).
Fiesta de las trompetas - día de la expiación (cap. 11:18-19).
Fiesta de los tabernáculos (cap. 21 y 22).
Así la primera parte de Apocalipsis basada en el servicio diario y en las fiestas de
primavera, ofrece un énfasis en la cruz y sus efectos, mientras que la segunda mitad del
libro está basada en los sacrificios y fiestas anuales y por lo tanto enfocadas en el fin.

3. Historicismo y los siete sellos. Argumentos usados por aquellos que creen que
los siete sellos describen acontecimientos del fin del tiempo.
1) Es claro que Apocalipsis 4-5 contiene paralelos con Ezequiel 1-10,
Daniel 7 y Apoc.19, donde juicio es el tema primario. Se concluye que Apoc. 4; 5 debe
referirse al juicio investigador iniciado en 1844.
2) Algunas imágenes de 4,5 recuerda aspectos de los servicios del día de la
expiación.
Se responde:
1) No sólo están los pasajes paralelos de Daniel y Ezequiel. También están
Isaías 6:1; 1 Reyes 22: 19-22 y Exodo 19. El común denominador en todos ellos no es
juicio sino el trono de Dios.
2) Existen fuertes diferencias entre Daniel 7 y Apocalipsis 4,5.
3) El lenguaje de juicio en Apoc. 4,5 está prácticamente ausente.

4. Historicismo y las siete trompetas. Los argumentos en favor del fin del tiempo
para las trompetas son mayores.
1) El incensario arrojado a tierra (fin del tiempo de prueba).

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2) Los objetos destruidos por las primeras dos trompetas no son dañados
hasta después que se haya completado el sellamiento del cap. 7 (cap.7:1-3).
3) La plaga de las langostas - escorpiones no afectan a los sellados (cap.
9:4).
Se responde:
1) Todas las visiones introductoras provee el sitio para la actividad
subsecuente y permanece activa en el fondo hasta la conclusión de la visión.
2) (Pág. 196).
3) Sellamiento no significa lo mismo en ambos contextos. Se asume que
“sellamiento” tiene que ver sólo con el tiempo del fin. El contexto mayor del A. T. no
apoya esta idea. Allí el sentido de sellamientos es propiedad y aceptación divinas.
En este sentido era una realidad en tiempo de Abraham y en toda época. Además no debe
ser asumido que el sellamiento de Apoc. 7:1-3 es limitado al tiempo del fin. Sólo focaliza
en el significado del sellamiento en un setting del fin del tiempo. La comprensión de E.
White sobre el sellamiento en Apoc. 7 no debe aplicarse forzadamente al texto de Apoc.9:4.

VI. El ángel poderoso y su mensaje

A.- Introducción.

1. Es un pasaje parentético
Tal como ocurre con los sellos donde el pasaje del sellamiento y la gran multitud se
ubica entre el 6º y 7º sellos, este pasaje en los capítulos 10 y 11 se ubica entre la 6ª y 7ª
trompetas. Debe esperarse por lo tanto alusiones con los eventos del tiempo del fin
(cap.10:7; 11:15, 17).

2. Estructura literaria
Tres secciones: 1-4, 5-7 y 8-11. El ángel poderoso con sus actos y palabras es el
eslabón de unión entre ellas. Otros elementos relacionan unas u otras secciones. Esto
apoya la unidad del capítulo.

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B.- Descripción
Los tres primeros textos de Apocalipsis 10 dan una descripción detallada del ángel.

1. Otro ángel. Es contrastado con los seis anteriores.

2. “Poderoso.” Sólo una vez más en Apocalipsis está enfatizado (cap.18:21).

3. El rostro. Se puede relacionar con el rostro de Cristo en Apocalipsis 1:16 y


Mateo 17:2. También encontramos lenguaje familiar, Daniel 10:5 y Ezequiel 1:27.

4. El arco iris. El antecedente está en el capítulo 4:3. Otros antecedentes se


encuentran en Ezequiel 1:28 y Génesis 9:12-17.

5. Los pies. Se usa el término “columnas” para describirlos. Esto recuerda la


columna de fuego en el desierto.

6. El vestido. Una nube. Se acentúa el carácter divino pues éstas muy


frecuentemente están conectadas con Dios. La conexión más directa se encuentra en Daniel
10 y 12. Esto une estos dos pasajes y a su vez con Éxodo.

C.- Acciones

1. Desciende a la tierra. El único otro pasaje donde se enfatiza esta acción es el


capítulo 18:1.

2. Teniendo un rollo abierto. Se usa el término “biblaridión” diferente de


“biblión” de capítulo 5:1. Además este librito está abierto y el del capítulo 5:1 está
cerrado.

3. Estando sobre mar y tierra. Símbolo de totalidad, el sentido más universal de


su proclamación y autoridad.

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D.- Identificación específica
Existen dos principales posiciones con respecto a la identificación de este ángel:

1. Un ángel especial, de rango exaltado: Gabriel.

2. Cristo. (J.A. Seiss y D.S. Barnhouse) o el Angel del Pacto (Elliot).


Esto es apoyado porque las características dadas están conectadas con Dios y
también por la comparación con Apoc.1, Daniel 10 y 12 y Ezequiel 1, donde la figura
principal es divina.

E.- Identificación general.


1. Comparación con Daniel 10:6; 12:7

a. Una profecía cumplida


Charles: “nuestro autor tenía el ángel descrito en Daniel 10:6 y 12:7 en su
mente”.
Caird: “En este punto Juan comienza a adaptar para sus propios propósitos
un pasaje del A.T. el cual figurará prominentemente en muchas de sus visiones
subsecuentes... Juan creía que esta profecía de Daniel, junto con otras profecías del A.T.
estaba por tener un cumplimiento nuevo y más rico.”
Mounce: “Es Daniel 12:7, sin embargo que entrega el fondo interpretativo
para esta sección”.

b. El juramento
Ford: “El juramento de Apoc.10:6,7 refleja Daniel 12:7-9.”
Caird: “El ángel de Juan hace una importante adición a las palabras del
ángel de Daniel...”
Kiddle: “El juramento del ángel es un eco de Daniel 12:7.”

c. Sellamiento. En ambos pasajes hay referencias a la obra de sellar.

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T.F. Glasson: “El sellamiento aquí muestra la influencia de Daniel 12:4,9...
El mismo capítulo de Daniel ha sugerido, sin duda, el lenguaje aquí.”

d. Tiempo profético. Ambos personajes juran acerca de tiempo profético.

F.- Los siete sellos

1. Es un mensaje único, dado pero quitado.

2. Como rugido de león.


En el A.T. la figura de un león rugiendo es usada para acompañar la idea de juicio.
(Amós 3:4,8).

3. El simbolismo del trueno


Son 7 truenos, los que siguiendo sus antecedentes numéricos deben ser sucesivos.
En cuatro de los pasajes paralelos (cap. 4-5; 8:4,5; 11: 19; 16:18) los truenos aparecen
conectados con el templo y son acompañados de otros fenómenos. Son parte de una
teofanía, es decir Dios actuando. La pregunta es ¿Qué hay de común en todas estas cuatro
ocasiones que puedan favorecer este tipo particular de respuesta divina?
El común denominador parece ser juicio. Esto es muy evidente con el caso de las
trompetas y las plagas. En el capítulo 11:19 también es claro. En capítulos 4-5 introduce la
serie de los sellos que contienen elementos de juicio. Si los truenos en esos pasajes están
conectados con juicio, entonces se puede esperar lo mismo aquí. Varios comentadores, tales
como Barnhouse y Ladd, han visto esta relación uniéndolas con el salmo 29 que es un
salmo de juicio, enviado desde el santuario de Dios en el cielo.

4. El sellamiento de los truenos


El paralelo mayor nuevamente está en Daniel. En Daniel 12 el profeta cierra las
palabras cuando sella el libro. En Apoc. 10 el profeta sella las palabras cuando las cierra al
no registrarlas.

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5. El juramento
Cuando hace el juramento tiene el librito en su mano izquierda. La diferencia con
Daniel se explica por el libro. Al levantar su mano derecha sosteniendo el libro en su
izquierda, el juramento debe tener relación con el libro.

6. Identificación del libro


Es un libro que es abierto en el fin del tiempo, esto permite la relación con Daniel
quien fue instruido para sellar cerrando hasta “el tiempo del fin.” (cap.12:4).

7. Jurando por los títulos de Dios


Tanto en Daniel como en Apoc. se jura por el Dios eterno. Juan agrega el tributo de
creador, lo cual es un eco de los mandamientos, particularmente del 4º.
El mensaje del ángel poderoso
(William H. Shea)

A.- Se discute la declaración del ángel “no habrá más tiempo.”


Se examinan tres áreas diferentes para determinar esas relaciones.

1. El contexto inmediato de la profecía de Apocalipsis 10.


2. El contexto inmediato del libro de Apocalipsis y Paralelos en Daniel.
3. Se obtiene un total de siete relaciones cronológicas para su examen.

Relaciones cronológicas de “No más tiempo (profético)”


(Apocalipsis 10:6)

I. General
A. Como una respuesta a la pregunta Apunta al juicio venidero y a la
“¿Hasta cuándo?” (Apoc. 6:10) recompensa para los santos.
B. “En los días de la voz del séptimo En el intervalo entre el fin de la trompeta
ángel” del sexto ángel y el sonido de la séptima.

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II. Específico
A. Después de los 1.260 días (Apoc.11:3) Finaliza en 1798
B. Después del día - mes - año (Apoc.9:15) Finaliza en 1844
C. Después de los 1.290 días (Daniel 12:11) Finaliza en 1798
D. Después de los 1.335 días (Daniel 12:12) Finaliza en 1844
E. Después de las 2.300 tardes - mañanas (Daniel 8:14) Finaliza en 1844

Si miramos estas líneas de profecía desde la perspectiva historicista vemos que dos
tienen provistos períodos generales de tiempo para consideración, pero cinco han provisto
tiempos específicos en relación a este juramento en Apocalipsis 10.
Se puede advertir en la carta que estas líneas de profecía no se extienden más allá de
1844. No se conoce de otras profecías apocalípticas o cantidades específicas de tiempo
simbólico que lleguen más allá de este punto. Consecuentemente se puede decir
correctamente que en 1844 el tiempo profético simbólico llega a su fin.
Que el fin del tiempo histórico no está comprendido en el juramento del ángel, es
claro por los contenidos de Apocalipsis 10. El anuncio del ángel poderoso debería ser
tomado como tratando con tiempo simbólico con las líneas conocidas de tiempo profético
convergiendo en su conclusión en 1844. Ese punto provee la ocasión más apropiada para
hacer el anuncio del ángel. El juramento del ángel poderoso debe tomarse como un anuncio
del fin de las profecías apocalípticas de tiempo en 1844.

B.- El libro amargo

1. Factor tiempo
Al terminar el capítulo se instruye el profeta a profetizar nuevamente. Esto
comprende el factor tiempo. Barnes: “La expresión aquí, debe referirse a algo que
debería ocurrir después de la acción simbólica de comer el libro, o a alguna consecuencia
de comerlo.” Esto debe ocurrir en el intervalo durante el cual el ángel se prepara para
sonar la trompeta.
2. Consumiendo el librito

80
Comprende la asimilación y comunicación. Mounce: “Simboliza la completa
apropiación de la revelación profética. Juan debe asimilar el contenido del rollo antes de
comunicarlo a otros.”

3. Dulce y amargo
Los paralelos bíblicos más significativos se encuentran en Jeremías (cap. 1:17,18) y
Ezequiel. (cap.2:8-10; 3:1-4).

4. Una nueva misión


Tiene que ver con un mensaje profético a ser entregado a todo el mundo. Esto
confirmado por el librito que se refiere al libro profético de Daniel.

C.- Cumplimiento histórico. Síntesis.


La verdad central del narrativo es que un mensaje especial debe ser llevado al
mundo al fin del tiempo. Esta verdad es representada simbólicamente por un ángel
poderoso que desciende del cielo a la tierra. En su extensión el mensaje es mundial. Este
hecho es representado simbólicamente al comienzo del capítulo (vers.2) y es declarado
específicamente a su fin.
(vers.11).
El mensaje especial para este tiempo está relacionado con el rollo abierto en la
mano del ángel. De los numerosos paralelos entre este capítulo y Daniel 12 se puede
concluir que el rollo ahora abierto es el mismo libro que al profeta Daniel se le pidió sellar,
su propio libro de profecías. Así al fin del tiempo se debe dar un mensaje especial al
mundo y este mensaje está relacionado con las profecías del libro de Daniel, que serían
abiertas, estudiadas y proclamadas.
La comunicación del ángel, se advierte, incluye una obra de juicio, representado por
los siete truenos. Su mensaje sin embargo, había de ser sellado o quitado temporalmente.
Su lugar parece haber sido tomado por las siete plagas finales de Apoc.16, la siguiente
secuencia de “sietes” en el libro, y una secuencia que es conectada con juicios finales. La
presentación y sellamiento inmediato de los siete truenos parece ser un anuncio preliminar
de juicio que es retirado o diferido para más adelante, de acuerdo con este simbolismo.

81
El segundo punto significativo que se hace en el mensaje del ángel tiene que ver con
tiempo profético. El anuncia con un juramento solemne que “no habrá más tiempo”. Del
contexto de este juramento es claro que no se alude a tiempo histórico porque el tiempo
histórico continúa a través de otra serie de acontecimientos proféticos. El tiempo por lo
tanto debe ser profético o tiempo simbólico apocalíptico. Esta es la clase de tiempo que se
encuentra especialmente en las profecías apocalípticas de tiempo de Daniel y Apocalipsis.
Estas terminan con el juramento del ángel.
Nuestro estudio de las profecías de tiempo, especialmente de aquellas ligadas con
Apoc.10 directa o indirectamente conduce a la identificación del año 1844 como el punto
de término para varias de esas líneas proféticas de tiempo.
Esta juntura cronológica tan importante en medio del narrativo forma un pivote
alrededor del cual giran los acontecimientos de las otras partes del narrativo. Esto se aplica
al juicio pospuesto, anunciado al comienzo del capítulo. Se aplica a la experiencia del
chasco; y se aplica a la nueva profecía a ser dada al fin del capítulo. La juntura central de
este capítulo presenta también un marco de tiempo en el cual mirar por la ocurrencia
histórica de esta experiencia lo que ocurrió a mediados del siglo XIX con el movimiento
millerita y el surgimiento del adventismo para continuar profetizando.

VII. Los dos testigos de Apocalipsis 11:3-12


(Kenneth A. Strand)

Los dos testigos de Apocalipsis 11:3-12, también designados en vers.4 como “los
dos olivos” y “los dos candeleros,” han sido interpretados frecuentemente como
representando dos personajes - Moisés y Elías, Santiago y Juan, Pedro y Pablo, u otros. La
identificación con Moisés y Elías (o con sus contrapartes escatológicos) ha sido
especialmente tentador por la mención en vers.6 del poder del testigo de convertir el agua
en sangre y herir la tierra con toda plaga (recordativo de Moisés) y traer sequía (recordativo
de Elías), copulada con la creencia Judía en un retorno escatológico de estos dos profetas
(vea Juan 1:21; 6:14; 7:40; Mateo 11:14; Marcos 9:11; y también Deut.18:15-18 y Mal.
4:5).

82
Otra aproximación más o menos común entre recientes exegetas es ver a los dos
testigos, de alguna manera, representando la iglesia cristiana, o algún segmento o aspecto
de ella y su misión. Esto podría ser la vocación profética de la iglesia, los segmentos
Judíos y Gentiles de la temprana comunidad Cristiana, las fieles iglesias de Esmirna y
Filadelfia, los mártires dentro de toda la comunidad Cristiana, el ministerio de predicación
y enseñanza de la iglesia universal, etc.
Generalmente pasado por alto por intérpretes en ambas de las anteriores escuelas de
interpretación, es una o mas de tres consideraciones esenciales que serán tratados
brevemente en la siguiente discusión: 1) la amplia escena del contexto para el perícopa de
los dos testigos, 2) la dinámica del simbolismo básico usado en el perícopa y 3) el trasfondo
teológico o temático que informa el concepto de dos testigos en el libro de Apocalipsis.

1.- La Escena del Contexto


La perícopa de los dos testigos es una porción de un “intervalo” que cae entre la
sexta y séptima trompetas dentro de la sección de la séptima - trompeta del libro de
Apocalipsis. Las siete trompetas mismas son, en cambio, una parte integral de una sección
mas grande que lleva lo que bien podría ser llamado, el motivo “Exodo - de - Egipto”/
“Caída - de - Babilonia.”. De hecho, este motivo “Exodo - de - Egipto”/ “Caída - de -
Babilonia” subyace las dos secciones paralelas del Apocalipsis, secciones que son
contrapartes quiásticas de uno al otro - Apoc. 8:2-14:20 y Apoc.15:1-18:24.
Es más, ambas de estas secciones amplias son dobletes. En la primera sección, un
septeto de siete trompetas es seguido por una descripción de agresión por poderes
malignos; y en la segunda sección, un septeto de siete copas de la ira es seguido por una
descripción de juicio sobre los poderes malignos. Sin embargo, en ambos casos hay un
efecto “doblete” de otra manera también: Cada sección comienza con cinco elementos que
son modelados a las plagas sobre el viejo Egipto en el tiempo del Exodo de los Israelitas
(Las primeras cinco trompetas y las primeras cinco copas), y después cada septeto cambia
el escenario al motivo Babilónico que introduce “el gran río Éufrates” en la sexta trompeta
y en la sexta copa de plagas (9:14 y 16:12). El motivo Babilónico es después continuado
durante toda la sección y es destacado en la proclamación de la caída de Babilonia (14:8 y
18:2).

83
Cayendo dentro de la porción de trompetas de la primera de estas secciones, la
presentación de los dos - testigos en Apoc.11 debe tener una relación directa al significado
de ambos de estos amplios ítems contextuales - las trompetas mismas y los motivos “Exodo
- de - Egipto” / “Caída - de - Babilonia”.
En cierta manera, estos dos aspectos del escenario de contexto se unen, porque el
significado básico del simbolismo de trompeta es advertencia, y efectivamente la
advertencia estaba presente para ambos Egipto y Babilonia en las experiencias históricas
utilizadas aquí como trasfondos simbólicos o prototipos. Las plagas sobre Egipto eran
advertencia para Faraón y los egipcios (y esperanza para los Israelitas), y las advertencias
proféticas a Babilonia tenían un significado similar previo a la liberación de Israel de la
cautividad Babilónica. Ahora, en el contexto Cristiano de Apoc.11, los dos testigos son
también una fuente de advertencia a un “nuevo Egipto” / “nueva Babilonia” que está
oprimiendo al pueblo de Dios.

2.- El uso de Símbolos en Apocalipsis 11


Mientras analizamos el simbolismo utilizado en el perícopa de los dos - testigos de
Apoc.11, es importante notar solamente las dinámicas involucradas, en vez de discutir en
detalle cada símbolo individual. Mientras vemos ampliamente el simbolismo a fin de
averiguar estas dinámicas, dos consideraciones básicas vienen a la atención
inmediatamente:
1. En cuanto a los dos testigos mismos, ellos no funcionan como dos entidades
individuales, pero solo como una entidad - siempre en unidad y en unión absoluta. Pablo
Minear ha indicado acertadamente que “Juan no hace ninguna declaración que aplica
solamente al uno o el otro de las dos figuras separadamente. Lo que sea que hacen, lo
hacen juntos; lo que sea que sufren, lo sufren juntos” etc.
2. Los dos testigos constituyen un simbolismo extraído de varios trasfondos
proféticos mas allá de las alusiones obvias a Moisés y Elías, igual que en Apoc.11:8 “la
gran ciudad” también abraza una mezcla de referencias simbólicas (“Sodoma,” “Egipto,”
“adonde su Señor fue crucificado”). Sería bueno repasar esta segunda dinámica un poco
más:

84
La referencia en Apoc.11:5 del fuego que sale de la boca de los testigos - la cual es
frecuentemente vista por comentadores como relacionada, o derivada de, la experiencia de
Elías llamando el fuego del cielo (2 Reyes 1:10, 12) - en realidad tiene un paralelo más
cercano con Jeremías. Lo posterior fue dicho por el Señor, “yo pongo en tu boca mis
palabras por fuego, y a este pueblo por leños, y los consumirá” (Jer.5:14). Además, la
referencia a los dos olivos (Apoc.11:4) es recordativo del mensaje profético a través de
Zacarías en el tiempo de Zorobabel (Zac.4). Y aún más, la referencia anterior en el
“intervalo” de Juan devorando el librito (Apoc.10:8-10) recuerda una experiencia similar
del profeta Ezequiel (Ez.3:1-3). Así es que varios personajes bíblicos más allá de Moisés y
Elías son reflejados por el simbolismo usado en el perícopa de los dos-testigos y en el
intervalo en cual ese perícopa ocurre.
De hecho, podríamos más bien expandir nuestra lista mas por una consideración del
entero escenario del contexto de las trompetas con su motivo “Exodo - de - Egipto”/
“Caída - de - Babilonia”. Estos mensajes de trompetas, sin duda, habrán traído a las
mentes de los lectores y oyentes antiguos el rol profético de Moisés y Aarón en su aparición
ante Faraón, y también los roles proféticos de varios de los profetas quienes proclamaron
advertencias relacionadas con Babilonia.
En resumen, la conclusión derivada de la discusión anterior es que una
interpretación de los dos testigos de Apoc.11 deben hacer justicia a los hechos (1) que
estos dos testigos son una unidad, funcionando y experimentando todo juntos (sea su
testimonio en sí, su llamamiento de las plagas, su sufrimiento por persecución, su muerte
temporaria, o su resurrección y ascensión); y (2) que los trasfondos simbólicos para estos
dos testigos son más amplios que simplemente los dos profetas Moisés y Elías.
Además, no debe ser pasado por alto que el elemento unificador que atrajo junto los
varios personajes proféticos usó como una base para el simbolismo de dos-profetas era su
proclamación de palabra de advertencia de Dios. Sería razonable esperar, entonces, que
la palabra de advertencia de Dios tendría una centralidad también dentro de una sección del
libro de Apocalipsis dedicado a advertencias de trompetas y el establecimiento de este
simbolismo de dos-testigos con las dinámicas descritas arriba.

3.- El Trasfondo Temático

85
A continuación, consideremos el trasfondo teológico o temático para el perícopa de
dos-testigos de Apoc.11:3-12. ¿Hay alguna significativa teología de dos-testigos que se
manifiesta en algún otro lugar en el libro de Apocalipsis y que envuelve el tipo de tema de
advertencia profética el cual hemos encontrado? Yo sugeriría que si hay tal concepto
teológico - esto es un énfasis prominente del libro entero de Apocalipsis el cual es
claramente evidente en otros lugares en el N.T.
Los comentarios introductores al Apocalipsis hacen evidente que al escribir este
libro, Juan da testimonio “a la Palabra de Dios y al Testimonio de Jesucristo” (1:2). De
hecho, su propio exilio en Patmos es también por estas dos entidades - “la Palabra de Dios
y el Testimonio de Jesús” (1:9). La comunidad cristiana enfrentó martirio también, por la
misma “Palabra de Dios” y “Testimonio de Jesús” (vea Apoc.20:4, y cf. 6:9). Aunque en
ciertos otros pasajes el lenguaje cambia un poco, un concepto similar de lealtad a estas dos
expresiones del mensaje divino es mantenido - guardar “los mandamientos de Dios y la fe
de Jesús” (14:12).
Lo precedente hace claro que la “Palabra de Dios” y el “Testimonio de Jesús”
proveen un concepto o tema que penetra, apunta, y sostiene el libro de Apocalipsis, el
Apocalipsis mismo declarando que proclama este doble mensaje divino (1:2). Y es más
que interés casual que en el mismo intervalo en el cual el pasaje de los dos-testigos ocurre,
el concepto de “Palabra de Dios” y “testimonio de Jesús” es específicamente traído a
vista: La proclamación de el “poderoso ángel” de Apoc.10 incluye la declaración que “en
los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comenzara a tocar la trompeta, el misterio
de Dios será consumado, como él lo anunció a sus siervos los profetas” (10:7). Atención
es entonces atraído a la pre-verificación profética del anuncio cristiano.
Este tipo de confirmación profética del A.T. o pre-verificación del mensaje del N.T.
es, por supuesto, un tema familiar en otra parte en el N.T. Es anunciado, por ejemplo, en 1
Pedro 1:10-12: “Acerca de esta salvación investigaron y averiguaron diligentemente los
profetas”; ellos predijeron “el sufrimiento de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos”;
ellos administraban “no para sí mismos, sino para nosotros, las cosas que ahora os fueron
anunciadas mediante los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado
del cielo.” Apelación a la pre-verificación profética era un elemento prominente en la
prédica apostólica (vea, ej., Hechos 2:29-32, 3:18, etc.) y es traído a atención, también, en

86
tales referencias Evangélicas como Lucas 24:27 (“se puso (Cristo) a explicarles en todas
las Escrituras lo referente a él”) y Juan 5:46 (“si creyeseis a Moisés, me creeréis a mí
(Cristo), porque de mí escribió él”).
Tal vez, aún más significante para la presente discusión, sin embargo, es el hecho
que esta teología de “dos-testigos” es prominente y recibe completo énfasis en el
Evangelio de Juan, un trabajo con el cual el Apocalipsis demuestra otras afinidades
temáticas cercanas (como los temas de juicio, discipulado, el Espíritu Santo, etc.). El
cuarto Evangelio repetidamente enfatiza que el testimonio de Jesús y del Padre estaba en
armonía. En realidad, cuando desafiado por sus detractores hasta el punto que su
testimonio era inválido, como testigo de sí mismo, Jesús llamó la atención a la ley de
testigo en Deut.19:15, indicando que su testigo no estaba solo. Hay dos testigos - él mismo
y el Padre - y más allá, estos dos testigos eran uno (vea especialmente Juan 8:13-18, 28,38;
14:24).
Conceptos teológicos adicionales que rodean o se unen con esta teología de dos-
testigos en el Evangelio de Juan - como el rol del Espíritu Santo en traer las palabras de
Cristo a los discípulos (Juan 14:26; 15:26; 16:14), el aspecto de la fidelidad de los
discípulos a la palabra (Juan 17:8, 14), etc. - embellecen el significado del paralelo con el
libro de Apocalipsis. En realidad, la entidad “palabra - de - Dios”/ “palabra de Cristo” en
relación a los discípulos es demostrado en forma impresionante en Juan 17:8: “les (Cristo)
he dado las palabras que me diste (Dios el Padre).” Aún más, la experiencia de los
discípulos, demostrado en Juan 15:20, sería que “si a mí (Cristo) me han perseguido,
también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi Palabra, también guardarán la
vuestra”. El libro completo de Apocalipsis pareciera ser, en cierto sentido, un comentario
sobre tales declaraciones del Cuarto Evangelio. En el libro de Apocalipsis, fidelidad a la
“Palabra de Dios” y al “testimonio de Jesucristo” separa los fieles de los infieles, y trae
persecución que incluye el propio exilio de Juan y el martirio de otros creyentes (vea otra
vez Apoc.1:9; 6:9; 12:17; 20:4; etc.).
Además, no debe ser pasado por alto que esta “Palabra - de - Dios” / “testimonio
de Jesús” lleva aspectos judiciales en Juan 12:48, y que tales aspectos judiciales encuentran
un paralelo en el poder de rendimiento judicial de los dos testigos de Apoc.11. También,
las imágenes de los olivos/candeleros en Apoc.11:4 trae a mente las actividades del Espíritu

87
Santo y el concepto de luz que son conectados con la palabra de Dios y el testimonio de
Jesús descrito en el Cuarto Evangelio y en otros lugares de las Escrituras (vea, ej., Juan
8:12; 12:46; 14:16-16:15; Sal.119:105; Zac.4:6).
En resumen, el libro de Apocalipsis pone un penetrante énfasis en “dos testigos”
que constituyen una unidad en su actividad divina - específicamente, “la Palabra de Dios”
y “el testimonio de Jesucristo”. Este concepto de dos-testigos es también expresado en
otros lugares en el N.T., siendo especialmente prominente en el Evangelio de Juan, una
obra que manifiesta un número de otros paralelos teológicos cercanos con el libro de
Apocalipsis. Aún más, en el mismo “intervalo” en Apocalipsis que contiene la
presentación de los dos-testigos, está presentado (en Apoc.10:7) el mismo concepto de
testigos unidos por los profetas del A.T. y el mensaje del N.T.

4.- Conclusión
Hemos encuestado el escenario del contexto para el perícopa de los dos-testigos de
Apoc.11, descubriendo que está puesto dentro de una sección de advertencia de trompetas
del libro, el cual abraza el simbolismo de un motivo “Exodo - de - Egipto” / “Caída - de -
Babilonia.” Hemos también observado que el simbolismo de dos testigos deriva de los
roles proféticos de varios profetas (no solamente dos) que habían declarado la Palabra de
Dios en advertencia profética; pero pone estos roles dentro del contexto de un testimonio y
experiencia unificada, en vez de en el contexto de dos testigos individuales trabajando
separadamente. Finalmente, hemos notado que en el mismo libro de Apocalipsis, son
traídos preeminentemente en vista, dos tales testigos de advertencias proféticas unidas y
unificadas, y estos mismos dos testigos son integrales también a la teología del N.T. Estos
dos testigos son, específicamente, “la Palabra de Dios” y “el testimonio de Jesucristo”, o
lo que llamaríamos hoy en día el mensaje profético del A.T. y el testigo apostólico del N.T.
En vista de todo esto, ¿no es lógico el concluir que el punto primario de referencia o
aplicación del simbolismo de los dos-testigos en Apoc.11:3-12 es realmente este doble
testimonio llamado “la Palabra de Dios” y “el testimonio de Jesús”- aunque en segundo
lugar podrá haber referencia, también, a la iglesia en un sentido derivativo como la
proclamadora de este mensaje divino?

88
(El siguiente párrafo es parte de otro artículo del doctor Kenneth Strand)

Los retratos simbólicos similares de Zac. 4 y Apoc. 11:4, proveen mensajes


temporales. En cada instancia, la parte constante del simbolismo - las dos olivas- indican la
presencia del Espíritu Santo en su poder efectivo para la ocasión en cuestión. La parte
variable del simbolismo- un candelero flanqueado por los olivos en Zac. y los dos
candeleros igualados con los olivos en Apocalipsis- se refiere a la particular situación
específica. En el retrato de Zac. el candelabro que es suplido con aceite desde el olivo
representa adecuadamente a Zorobabel recibiendo la unción del Espíritu para la tarea que
tiene por delante. En el Apocalipsis, en un tiempo cuando la teología de los testigos de las
predicciones proféticas del A. T. y el testimonio confirmatorio del N. T. estaban en el fondo
en la experiencia y misión evangelística de la iglesia primitiva, el simbolismo de los
candeleros proveyó una forma adecuada de graficar este motivo teológico básico. La
identificación de estos candeleros con los árboles de olivo describe adecuadamente el rol
central del Espíritu Santo en proveer los mensajes divinos del Antiguo y Nuevo
Testamento.
En breve, el uso fluido de Juan en Apoc. 11:4 de un simbolismo tomado de Zac. 4
mantiene constante el significado de una parte del simbolismo mientras altera la otra. Este
nuevo cuadro exalta un importante tema teológico del N.T. el cual fue una dimensión
existencial vital en la vida de la comunidad cristiana primitiva, tal cual el cuadro original en
Zac.4 mismo, hablaba de fe, esperanza y coraje para una situación real enfrentada por el
administrador Zorobabel y los exiliados hebreos retornados.

VIII. Profecías de tiempo de Daniel 12 y Apocalipsis 12-13


(William H. Shea)

A.- Interpretaciones clásicas.


La escuela crítica histórica-preterista fija los períodos de tiempo de Daniel 12 y
Apocalipsis 12-13 en el pasado (siglo II A.C. para Daniel y siglo I D.C. para Apocalipsis).
La escuela futurista proyecta el mismo período al fin de la era. Ambas consideran esos
períodos como expresiones de tiempo literal. La escuela historicista considera estos

89
períodos como simbólicos de lapsos más largos de años de acuerdo con el principio de día
por año, y los ubica en el fluir de la historia humana en el punto indicado por la profecía.
Los Adventistas del Séptimo Día se identifican con este sistema de interpretación profética,
la hermenéutica de la reforma protestante.

B.- Otra corriente moderna.


En años recientes algunos historicistas han comenzado a argüir que Daniel 12:5-13
con sus tres períodos de tiempo (3 ½ tiempos, 1.290 y 1.335 días) es una profecía de
condición libre (o por lo menos sujeta a un cumplimiento dual) focalizada en el tiempo del
fin. Apoyo para esta, se argumenta, se encuentra en el período de tiempo de Apoc. 13:1-10,
donde los 42 meses de la bestia cual leopardo son mencionados subsecuentemente (v.5) a la
referencia respecto a su herida (v.3).
De esto se infiere que la bestia tendrá otro período perseguidor en el futuro, de 42
meses o 1.260 días literales. Consecuentemente como el futurismo clásico los períodos de
tiempo de Daniel 12 y Apocalipsis 13, se construyen como períodos literales de tiempo que
deberían ser ubicados en los últimos años de la historia humana.
Estas propuestas futuristas descansan esencialmente en una incomprensión de los
modelos de pensamientos de la poesía hebrea. Representan una lectura del idioma hebreo a
través de los lentes occidentales.

C.- El método en Daniel.


El método estándar en Daniel al presentar los períodos de tiempo, es presentar
primero la visión o profecía propiamente tal, luego se da el período de tiempo. Pero el
período de tiempo se comprende, se relaciona directamente con la descripción previa de la
visión. Este modelo puede ser aplicado a la cuarta visión registrada en Daniel 10-12. En
este caso los períodos de tiempo señalados en el capítulo 12 (a la conclusión de la visión) se
refieren directamente a los eventos históricos descritos en el capítulo 11 (el cuerpo de la
visión). Además existen nexos lingüísticos de Daniel 12 en el cuerpo de la visión (Dan.
11:31-35). Estando unido al pasaje de los 1.290 días, los 1.335 días tienen su punto de
partida en los mismos textos del cuerpo de la visión.

90
D.- Apocalipsis 12.
La situación en Apoc. 12 es algo diferente. Aquí los dos períodos de tiempo (3 ½
tiempos y 1.260 días) están relacionados en la estructura misma del narrativo. Están
ubicados en el medio del narrativo acerca de la iglesia. No pertenecen a ningún polo de esa
historia. Así se aplican a la Edad Media.
Esos períodos de tiempo (los dos símbolos denotan la misma era) se desarrollan y
llevan la narración de la historia de la iglesia hasta el comienzo de su período final, el
tiempo cuando la simiente remanente de la mujer entra en acción. Nuevamente la
construcción de este narrativo y los puntos particulares en los cuales los períodos de tiempo
están ubicados soportan precisamente la interpretación historicista.

E.- Apocalipsis 13.


La estructura literaria de Apoc.13 en su período de tiempo de 42 meses caracteriza
otro modelo de pensamiento hebreo. Aquí opera el paralelismo de las declaraciones.
La visión de la bestia es descrita en la primera sección de ese narrativo (vers. 1-4) y
es seguida por la explicación de la visión (vers. 5-10). Esto significa que este narrativo
(vers.1-10) no puede ser leída en secuencia lineal, recta, mas bien debe entenderse como
yendo dos veces en el mismo terreno.
En este caso la segunda sección que suple la explicación incluye el período de
tiempo. No vemos un período de tiempo, pero vemos las acciones que la bestia realiza
como persiguiendo, blasfemando y ejerciendo autoridad sobre los pueblos de la tierra. Se
nos debe informar cuanto tiempo deberían durar estas cosas. Por esta razón el período de
tiempo ocurre en la parte del texto que contiene la explicación.
El lugar donde el período de tiempo se conecta con la descripción precedente indica
que pertenece a aquellas actividades de la bestia que habían de ocurrir antes que ese poder
recibiese su herida mortal. Incluso, aunque esa herida mortal hubiese de ser sanada, este
período de tiempo mide los años hasta ese día y no después.

F.- Conclusión.
Mostrando que los 3 ½ tiempos (y los 1.290 días) de Daniel 12 pertenecen al centro
del fluir histórico de Daniel 11 y mostrando que los dos períodos de persecución en

91
Apoc.12 (3 ½ tiempos; 1.260 días) pertenecen a la mitad de la era cristiana, y al mostrar
que los 42 meses de la bestia pertenecen al tiempo anterior a la recepción de la herida se ha
demostrado que la interpretación historicista está sólidamente basada en las características
de los pasajes.

IX. La victoria final de los santos sobre las fuerzas del mal. Apoc.12-14
(William G. Johnsson)

A.- Ubicación central del pasaje


Une la historia de la iglesia cristiana desde Juan hasta nuestros días (cap.1-11) con
la concentración de los acontecimientos finales de la historia del mundo (cap.15-22)

B.- Importancia del pasaje


En los medios adventistas ha recibido siempre una atención especial siendo su
principal exponente histórico U. Smith. Pero otros, tanto en medios seculares como
evangélicos, han hecho de estos capítulos sus preferidos en sus interpretaciones.
C.- Asuntos generales previos
1. Unidad del libro
La interpretación a seguir está basada en la unidad del libro de Apoc. La tendencia
actual es aceptar esa unidad, con algunas excepciones.

2. Naturaleza de las predicciones apocalípticas


Los factores que se consideran en este estudio.
a.- Apocalipsis tuvo sentido para el pueblo de Dios a quien fue dirigido en
primer lugar.
b.- Apocalipsis mira más allá de Juan. Todas las profecías se mueven hacia
el fin, hacia la segunda venida y la nueva tierra.
c.- El libro provee evidencias para un movimiento secuencial genuino.
d.- Mientras se advierten los eventos en la historia, al intentar comprender
Apocalipsis, debemos reconocer que los símbolos comprenden una filosofía de la actividad
divina. Un retrato temporal de la lucha entre las fuerzas del bien y del mal trae más que

92
esperanza en la segunda venida; habla existencialmente a todos los seguidores del Cordero,
especialmente a los que sufren opresión.

3. Relación con el A.T.


Todo el libro tiene estrecha relación con el A.T. El pasaje en cuestión claramente
tiene ideas y simbolismos de Daniel 7-8.

D.- Consideración del contexto.


1. Setting inmediato. Se ubica entre capítulos 11:19 al 15:4. Está ubicado en medio
de varios septetos. Puede advertirse también aquí un septeto.

2. Setting más amplio. Se da en todo el libro. Se ubica en la sección histórica.

E.- Estructura literaria


Los capítulos 13 y 14 son contraparte con el cap. 12 que provee la introducción,
fondo y sumario de su contenido.

13:16-18 14:1-5
Los Los
13:11 14:6-
seguidores de la seguidores del
-15 12 Los
bestia Cordero
La adoradores de
bestia de la Dios

F.- Exégesis
1. Capítulo 12

93
a.- Dragón. Se identifica como Satanás y con la serpiente del Edén. Se
enfatiza su carácter engañoso. Las características tienen como antecedente Daniel 7:7.
Según Apoc.17:9,10, las cabezas representan reinos.
b.- Mujer. Representa los fieles de todas las edades, aunque aquí se refiere
especialmente a los del período cristiano. El símbolo de la mujer pura es común al pueblo
de Dios fiel, en tanto que la ramera con los hijos infieles. El contraste se presenta con la
mujer del cap. 17.
c.- El niño. La descripción apunta claramente a Cristo. Sin embargo debe
entenderse que la persecución sobre él incluye también sobre su misión.
d.- Períodos de tiempo. Son textos paralelos con otros en Daniel y
Apocalipsis. Es obvio que no se refiere a tiempo literal. El período no se extiende hasta la
segunda venida.
e.- Liberación. Estrechas relaciones con la experiencia del Exodo.
(Ex.14:8; 19:4; Deut. 32:10,11). Más allá de un territorio la intención es la seguridad del
pueblo de Dios, de su protección y provisión
f.- Simiente. El resto de sus descendientes. Aquí se advierte la intención
del cap. 12 y de 12-14 de concentrarse en la experiencia del pueblo de Dios al fin del
tiempo.
g.- Guerra en el cielo. (vers.7-12). Debe entenderse esta sección como la
contraparte celestial a la victoria de Cristo en la cruz. Se confirma esto en el análisis y
comparación de los textos. Los versículos 7-2 describen la herida en la cabeza de la
serpiente, así como 1-6 se refiere a la herida en el talón de la mujer.

2. Exégesis del capítulo 13


a.- Modelos o estructuras religiosas del capítulo.

1) Dualismo. El mundo aparece dividido en dos campos.


Fuerzas del bien Fuerzas del mal
Miguel (12:7) Dragón (12:7; 13:2)
Cordero (12:11; 14:1) Bestia (13:1)
Ángeles de Miguel (12:7) Ángeles del Dragón (12:7)

94
Monte Sion (14:1) Orillas del mar (13:1)
Voz de muchas aguas (14:2) Mar (13:1)
3 1/2 tiempos de testimonio (12:6,14) 42 meses de éxito (13:5)
144.000 (14:1) Moradores de la tierra (13:12-16)
El nombre del Padre (14:1) Nombre de la bestia (13:17)
Trono de Dios (12:5; 14:3) Trono de la bestia (13:2)
Frentes (14:1) Frentes (13:16)
Adoración de Dios (14:6,7) Adoración de la bestia (13:8)
Alabanza a Dios (14:3) Alabanza a la bestia (13:4)
Gloria a Dios (14:6,7) Blasfemia (13:1, 5, 6)
Muerte a los enemigos (14:17-20) Muerte de los enemigos (13:15)
Lealtad a Dios (14:12) Alianza a la bestia (13:14-17)
Sin mancha (14:5) Engaño (13:14,15)
Llamado a exaltar a Dios (14:6-12) Llamado a exaltar a la bestia (13:12-17)
Invitación universal (14:6) Compulsión universal (13:12)
Remanente fiel (12:17) Alianza de la masa (14:16)

2) Conflictos. El elemento de conflicto es prominente. Dios no es pasivo.


Actúa a través de su pueblo.

3) Parodia. Existen paralelos evidentes donde Satanás es presentado como


parodia: falsa trinidad. En el paralelo bestia-cordero: ambas reciben una herida mortal,
experimentan una “resurrección”, tienen un santuario, tienen seguidores, demandan
adoración, tienen sus números. El tercer miembro de la trilogía satánica falsifica la obra del
Espíritu Santo.

b.- El cumplimiento histórico.


1) La bestia que sale del abismo. Dadas la numerosas y completas
características de la bestia, se debe buscar un poder político-religioso que se levanta entre el
tiempo de Juan y la segunda venida, que continua por “42 meses”, demanda y exige la

95
amplia alianza, declina, se recupera y en los acontecimientos que preceden a la venida es
ayudado por el monstruo de la tierra.
La clave para interpretar Apocalipsis 13 está en Daniel 7-8. Las
correspondencias son impresionantes en las actividades y en el tiempo. Los adventistas ven
en el surgimiento y obra del papado el cumplimiento de ambas visiones. Nuestros pioneros
al interpretar Daniel y Apocalipsis advirtieron claramente su naturaleza político-religiosa,
su usurpación del sacerdocio de Cristo en el santuario celestial, su persecución de los
“herejes” su período de supremacía durante la Edad Media, su declinación con la llegada
de la Edad de la Razón, y su resurgimiento en los tiempos modernos.

2) El monstruo que sale de la tierra. Luego de examinar sus


características debemos mirar por un poder mayor que por medios engañosos promoverá la
causa del papado. Este poder debe además aparecer hacia el fin de la historia humana,
después del período de “42 meses” de dominio papal. Es un poder claramente religioso en
su función. Los adventistas han visto en los E.E. U.U. el cumplimiento de esta bestia.
Debemos reconocer honestamente que la comprensión completa del cumplimiento de esta
profecía sobre la bestia de la tierra todavía está por delante. Aspectos significativos de los
engaños de la segunda bestia todavía no son claros, especialmente los milagros que
engañan a muchos. Además la visión indica un estadio de acción que incluye el mundo
entero. Una ley dominical aplicable sólo a los E. E. U.U. es claramente inadecuada. Cómo
la masa entera de la humanidad será arrastrada al vórtice del engaño no es aparente al
presente.

3) La marca de la bestia. El hecho que la marca se pone justo antes de la


segunda venida muestra que su cumplimiento es aún futuro.
¿Qué es la marca? Se centra en el nombre del monstruo marino. La marca
tiene un sentido de lealtad. Es la contrapartida del sello de Dios en el cap.7.
En la crisis final los mandamientos de Dios emergerán como norma de
lealtad (cap. 12:17 y 14:6-12), particularmente el día sábado. La no observancia del
sábado, o la observancia del domingo no es la “marca” per se ahora, pero ambos los serán
integralmente cuando sean impuestos al fin del tiempo.

96
4) El número de la bestia. La declaración puede significar “es un número
humano” o “es el número de un hombre”. Debe preferirse el primero porque se habla en la
visión de un poder político religioso, no de un individuo. El texto sugiere que 666 es el
código por el nombre de la bestia del mar, el cual es blasfemia. Apunta a una parodia de
perfección: imperfección sobre imperfección, a pesar de las pretensiones monstruosas de la
bestia.

3.- Exégesis de Apocalipsis 14


Como el cap. 12, el cap.14 tiene tres secciones distintas como se puede apreciar en
el diagrama siguiente:
Generación final sobre la tierra

A.- El pueblo leal a Dios. (14:1-5)


1. Su líder - el Cordero
2 Su lugar - Monte Sión
3. Su número - 144.000
4. Su carácter - no contaminado
5. Su devoción - siguen al Cordero

B.- La comunicación de Dios. (14:6-12)


1. Primer ángel - juicio anunciado
2. Segundo ángel - juicio delineado
3. Tercer ángel - juicio descrito
(A. Aparte parentético - 14:13)

C.- Cosecha final de la tierra. (14:14-20)


1. Cosecha de los justos
2. Cosecha de los impíos

a. Motivos principales

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1) Cordero. Este símbolo de Cristo aparece 28 veces en al Apocalipsis. El
término aquí “arnión” apunta a características marciales en, oposición con “amnos” de
Juan 1:29,36 que acentúa en carácter sacrificial del cual deriva su autoridad (cap.5:6-13).
2) Los 144.000. Es un número que apunta a la plenitud. Se caracterizan por
su carácter como el de Cristo, sin contaminación, sin culpa, con una experiencia única y por
su devoción a Cristo.
3) Los ángeles. Se mencionan 6: 3 proclaman y 3 participan en la cosecha
final. Sin duda las figuras son simbólicas. Los tres primeros retratan los mensajes divinos,
universales, que serán dados a la generación final para que adoren a Dios declaren la
bancarrota de la Babilonia espiritual y adviertan contra la adoración de la bestia.
4) El mensaje.
a) Tiempo. Inmediatamente antes de la venida de Cristo y no a
través de la era cristiana como se demuestra por las dos líneas de evidencia en el pasaje. Se
llama adorar a Dios en lugar de la bestia y su imagen. Estos actúan después de los 42
meses (cap.13) de supremacía de la bestia. Los tres mensajes son seguidos por la segunda
venida la que de descrita en términos de juicios sobre aquellos que han escogido la alianza
con la bestia antes que a Dios.
b) Alcance. Impacto mundial cruzando todas las barreras.
c) Contenido. El evangelio eterno; un mensaje de la hora del
juicio; un llamado a poner a Dios en primer lugar; la creación; sistemas religiosos falsos
repudiados; advertencia contra la bestia, la imagen y la marca; los mandamientos de Dios;
la fe de Jesús.
d) Juicio. Se lo ubica de acuerdo con el contexto en el período
anterior a la segunda venida y después de la persecución de los 42 meses. Confirma así la
doctrina del juicio pre-advento.
e) Adoración. El primer ángel lanza un llamado a adorar a Dios el
Creador en el setting de la hora del juicio; el segundo declara y expone el sistema falso de
adoración; el tercero entrega una fuerte advertencia contra la adoración de la bestia y su
imagen. Esto está en armonía con lo que ocurre a través de todo el libro de Apocalipsis.
f) Babilonia. Babilonia representa en Apocalipsis todos los
intentos humanos para proveer el camino a la salvación; todos los planes y programas que

98
por estar construidos solamente en las estrategias y razón humanas, atentan contra el plan
divino para el mundo. En este concepto de Babilonia se incluye más que las iglesias
cristianas apóstatas.
5) Identificación del pueblo de Dios.
a) Tienen el evangelio eterno. El mensaje se centra en la persona y
obra de Jesucristo.
b) Tienen una proclamación mundial.
c) Llaman a poner a Dios en primer lugar.
d) Adoran a Dios como creador.
e) Anuncian el tiempo del juicio de Dios.
f) Llaman a la separación de todo sistema falso de adoración.
g) Llaman a la lealtad a Dios.
h) Guardan los mandamientos de Dios.
i) Guardan la fe de Jesús. El sentido es guardar no tener. Una
versión dice “permanecen leales a Jesús” (NEB).
j) Aguardan pacientemente el retorno de su Señor. Paciencia en el
sentido de perseverancia.

X. La marca de la bestia
(C. Mervyn Maxwell)

A.- En la visión IV. Estructura


1. Escena introductoria del santuario (cap.11:19). Esta escena revela el arca del
pacto en el Lugar Santísimo. Es fundamental para la interpretación correcta de la marca de
la bestia. Es en esta sección donde se identifica a los santos de Dios como guardadores de
los mandamientos (cap.12:17; 14:12).
Escena 1. (cap.12:1-6) Escena introductoria encapsuladora. Se la llama así
debido a que algunos de sus elementos son desarrollados mas adelante.
Escena 2. (cap.12:7-12) Se describe más ampliamente la controversia entre
Cristo y Satanás encapsulada en la primera escena.
Escena 3. (cap.12:13-17) Persecución sobre la iglesia y su descendencia.

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Escena 4. (cap.13:1-4) Escena introductoria encapsuladora. Habla de la
bestia marina. La herida mortal es mencionada para ser analizada en mayor detalle en la
escena 5.
Escena 5. (cap.13:5-10) La bestia habla blasfemias y tiene poder por 42
meses.
Escena 6. (cap. 13:11-18) Aparece una segunda bestia que apoya a la
primera.
Escena 7. (cap.14:1-5) Paréntesis A. Los 144.000 con el Cordero sobre el
mar de vidrio.
Escena 8. (cap.14:6-12) Paréntesis B. El mensaje de los tres ángeles.
Escena 9. (cap.14:13-20) La segunda venida y la cosecha de la tierra.

2. En esta sección el verbo clave es adoración que aparece por lo menos 8 veces
(cap.13:4, 8, 12, 14, 15; 14:7,9-11). Estos textos demuestran que el asunto principal que
comprende la marca de la bestia es la cuestión de la adoración.

B.- La marca fuera de la visión IV


Se encuentra en Apocalipsis cap.15-20 (cap.15:2; 16:2; 19:20; 20:4)

C.- Identificando a la bestia.


Cuatro textos deben ser comparados: Apoc.13, Daniel 7, Mateo 24 y 2 Tes. 2.
Haremos el estudio antes, durante, y después de los 1.260 días.
1. Antes de los 1.260 días. (42 meses), los días, el tiempo.
1) En la cabeza de la cuarta bestia.
2) Después que las cuatro han aparecido.
3) Después que se han observado los 10 cuernos.
4) Después que las coronas han sido observadas en los 10 cuernos debe
aparecer una identidad que combine los atributos de las cuatro bestias de Daniel 7 y que
también
5) constituya un movimiento de franca apostasía.
6) Antes que aparezca debe ser restringida por

100
7) el “misterio de iniquidad” y su potencial más robusto debe
8) ser restringido por un restrictor sin nombre.

2. Durante los 1.260 días.


9) Habiendo sido movido el restrictor esta entidad maligna
10) Arrancará tres de los otros cuernos.
11) Recibirá legitimidad, poder y lugar de operación (trono) del dragón y
12) Aumentará notablemente en tamaño hasta que sea significativamente
mayor que los otros cuernos. Podrá incluso
13) Asumir características humanas las cuales usará
14) para blasfemar de Dios.
15) Podrá en forma exitosa demandar adoración para sí mismo
16) como si fuera Dios atreviéndose incluso a
17) habitar en el santuario de Dios.
18) sentarse en el trono de Dios y
19) alterar las leyes de Dios.
20) Perseguirá terriblemente a los santos de Dios dando muerte a muchos de
ellos, pero por la gracia de Dios su persecución
21) será limitada a un “tiempo, tiempos y ½ tiempo”, o “42 meses”.

3.- Después de los 1.260 días.


El término de estos días de persecución será seguido inmediatamente por
22) maravillas astronómicas
23) cautividad y un intento de herida mortal por espada y
24) el establecimiento del juicio. Pero
25) su herida mortal será sanada y
26) le sería permitido un último milagro extraordinario y engañoso juntando
al mundo para el Armagedón en cooperación con el dragón y la bestia de la tierra, la cual
impondrá la marca de la bestia sobre la gente y finalmente
27) Cristo aparecerá para destruirla.

101
XI. La Iglesia Remanente y el Espíritu de Profecía
(Gerhard Pfandl)

A. - Resumen general
“Marturia” (testimonio) es usado mayoritariamente por Juan – 30 de las 37
ocurrencias en las Escrituras.
Fuera del libro de Apocalipsis, cuando marturia es usada en una construcción
genitiva por Marcos, Lucas o Juan siempre es un genitivo subjetivo. Esto es subrayado por
construcciones paralelas como las que se encuentran en 1 Juan 5:9. (“Si recibimos
testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor”) “el testimonio de los
hombres” y “el testimonio de Dios” son palabras por/de los hombres, por/de Dios (genitivo
subjetivo), no palabras acerca/concerniente a hombres o Dios (genitivo objetivo).
En el libro de Apocalipsis todas las construcciones genitivas con “marturia”
pueden ser entendidas como genitivos subjetivos. No hay razón, compulsiva, gramatical,
sintáctica o teológica para hacerlo de otro modo.
El paralelismo en 1:2,9 y 20:4, entre “la Palabra de Dios” y “el Testimonio de
Jesús” indica claramente que “el Testimonio de Jesús” es el testimonio que El mismo da
tal como la “Palabra de Dios”, la palabra que Dios habla. Lo mismo se aplica en
Apocalipsis 12:7 en el paralelismo entre “los Mandamientos de Dios” y “el Testimonio de
Jesús”.
En 12:7 “el remanente de su simiente” (K.J.V.). Se dice, “tiene [hecho] el
testimonio de Jesús”. Si “el Testimonio de Jesús” significa “testificar para Jesús” el
verbo echo (tener - sostener) sería completamente inusual en este lugar. Testimonio para o
concerniente a Jesús debería apelar a un verbo tal como “dar” mas bien que “tener”. La
palabra echo mas naturalmente denota posesión de esta instancia.
El contexto total N.N., hace claro que el contenido de “el Testimonio de Jesús” es
Jesús mismo. Tal como el contenido de la palabra de Dios es Cristo, así mismo el
contenido y propósito del “Testimonio de Jesús” es Cristo mismo. El “Testimonio de
Jesús” entonces es la auto revelación de Cristo a través de los profetas – su testimonio, no
el testimonio del hombre acerca de El. El segundo criterio aunque está muy ligado con él,
en algunos casos podría estar presente en un sentido secundario.

102
El paralelismo entre 19:10 y 22:8,9, indica que aquellos que “tienen el Testimonio
de Jesús”, tienen el don profético. Esto es apoyado por la explicación que “el Testimonio
de Jesús es el Espíritu de Profecía”, esto es el Espíritu Santo que inspira a los profetas.
Así, el remanente de su simiente en 12:17 (K.J.V.) tiene el don profético. No cada
miembro como tal, sino que una de las marcas identificadoras de ellos como grupo es la
manifestación del don profético en su medio.

B.- Significado de la expresión “Testimonio”


Conclusión final.
Nuestro estudio de Apocalipsis 12:17 y los textos relacionados han demostrado que
de acuerdo con la profecía existe una iglesia remanente después que hayan expirado los
1.260 días proféticos. Esta iglesia puede ser reconocida por dos marcas distintivas: guardan
“los Mandamientos de Dios” y tienen el “Testimonio de Jesús”.
La observancia de los mandamientos se refiere a la observancia de los
mandamientos originales dados por Dios en el monte Sinaí.
El testimonio de Jesús, se refiere al don profético, que también está presente en la
iglesia remanente. Dios promete que a través del Espíritu de Profecía – El Santo Espíritu –
él se manifestará otra vez en una forma especial a la iglesia remanente para mantenerlos y
guiarlos en los últimos días, cuando Satanás hará esfuerzos especiales para destruirlos.
Los Adventistas del Séptimo Día, desde su mismo origen se han visto a sí mismos
como el cumplimiento de esta profecía. Ellos han reclamado las dos marcas identificadoras
y las han aplicado a los diez mandamientos – en particular al Sábado – y a la vida y obra de
E. G. White.
Al mismo tiempo han reconocido que esta identificación con la iglesia remanente no
les concede un estatus exclusivo con Dios. La salvación no es garantizada a través de la
membresía en una iglesia específica. Existe una iglesia invisible de Dios donde todos son
miembros que han aceptado a Cristo como su Salvador personal, no importa la afiliación
eclesiástica. Pero al mismo tiempo Dios tiene una iglesia organizada y estructurada en este
mundo comisionada para preparar a este mundo y sus habitantes para la segunda venida de
Cristo. Esto significa que la iglesia ha sido ordenada para dar un mensaje especial – el
mensaje de los tres ángeles – al mundo.

103
XII. El Papado moderno. Pretensiones y autoridad
(Johann Heinz)

Sinopsis
Después de siete décadas de amarga rivalidad ideológica, los líderes del comunismo
ruso y del catolicismo romano (el presidente soviético Mikhail Gorvashev y el Papa Juan
Pablo II) acordaron en la ciudad del Vaticano en diciembre 1º de 1.989, establecer
relaciones diplomáticas entre el Kemlin y el Vaticano. Juan Pablo II llamó al encuentro
“una señal de los tiempos que han madurado lentamente, una señal que es rica en
promesas” (Washington Post, Diciembre 2, 1.989).
La visión presente del papado como la conciencia moral del mundo no es mera
casualidad. “Roma piensa en siglos”. El actual éxito papal es el resultado de planes
cuidadosamente trazados y realizados perseverantemente. Privado de control directo sobre
los estados modernos y con la pérdida de sus propios territorios en Italia (1.870), los líderes
papales se volvieron a una nueva estrategia para recuperar la perdida autoridad de la iglesia.
Los papas se movieron primero para desarrollar y acrecentar las fuerzas espirituales
de la iglesia, proyectando la imagen del Papa como el amado y adorado “Santo Padre” el
centro de la vida de la iglesia en quien los ojos del catolicismo mundial estaban enfocados,
cuyas palabras e instrucciones habían de ser recibidas con respeto y reverencia. El dogma
de la infalibilidad papal cuando habla sobre doctrina (Vaticano I) coronó este
fortalecimiento interior de la iglesia.
Pero la estrategia papal también visualizó una apertura al mundo. Los papas
empezaron a hablar sobre política mundial, asuntos sociales, cultura, medicina, ciencias,
ética, religión, etc., con el intento de moldear el pensamiento de las naciones al punto de
vista de la iglesia.
Juan XXIII volvió al mundo el rostro sonriente de amor colocando a la iglesia al
servicio de la humanidad. El convocó a un concilio (Vaticano II) y a una renovación de la
iglesia para enfrentar las necesidades de la sociedad moderna. Hizo el trabajo de base para
llegar tanto a los países comunistas como a los “hermanos separados” de la cristiandad
protestante, y para las misiones viajeras de los últimos papas, Pablo VI y Juan Pablo II. Por

104
el otoño de 1988 este último había hecho 40 viajes, persiguiendo su objetivo de llegar a ser
“la conciencia moral del mundo” y “el pastor del mundo”. Como resultado de su
estrategia global la influencia del papado ha llegado al pináculo del éxito, incluso más alto
y más extenso que lo logrado en los tiempos medievales. Incluso los Estados Unidos tienen
un embajador en la corte del Vaticano. El actual papa “parece ser lo que quiere ser - el
campeón de los derechos y paz humanos”, el líder moralmente confiable, el encanto de las
masas, el súper-estrella de los medios de comunicación, casi lo mismo que un nuevo
mesías, en quien descansa la esperanza del mundo.
Pero ¿ha cambiado realmente el papado? Las fuertes aseveraciones de Juan Pablo II
en favor de los antiguos dogmas de Roma recuerdan a los estudiosos de la Biblia el repetido
clamor que “Roma nunca cambia”. Como Elena White observa “mientras ellos (los
protestantes) están impedidos sobre el cumplimiento de sus propósitos, Roma está
procurando restablecer su poder, recuperar su supremacía perdida” (Gran Conflicto 581).

105
CUARTA SECCIÓN
LAS SERIES ESCATOLÓGICAS

I. Aproximación contextual a las siete últimas plagas


(Hans K. LaRondelle)

A.- Síntesis
El interés adventista en las siete últimas plagas (Apoc.15 y 16) se ha focalizado
usualmente en la sexta, la batalla de Armagedón.
Aunque Jaime White señaló en 1862 que “la gran batalla no es entre nación y
nación sino entre cielo y tierra”. (R. H. Enero 21, 1862) los adventistas en general han
proyectado un escenario político.
Primero la tensión se centró en la disolución del imperio turco como el
cumplimiento del simbolismo de esa plaga: el secamiento del río Éufrates. Entonces, entre
las guerras mundiales 1ª y 2ª el foco se movió al despertar” de las naciones de oriente en
la medida en que el conflicto fue percibido como una guerra entre oriente y occidente, con
centro en Palestina. Pero el advenimiento de la guerra nuclear hizo que fueran
insostenibles tales especulaciones, y se ha producido un saludable retorno a las Escrituras
permitiéndoles definir sus propios términos y símbolos.
El escritor de este capítulo arguye por una aproximación contextual a la profecía
completa de las siete plagas - aproximación que extrae tanto del simbolismo y énfasis en el
fin del tiempo del A.T. como del N.T. y su inmediato contexto en el libro de Apocalipsis.
Por ejemplo, las experiencias históricas de Israel en el éxodo de Egipto y la liberación
posterior de Babilonia forman una subestructura tipológica en el nuevo testamento
especialmente en el libro de Apocalipsis.
En el N.T. Cristo viene a ser la Pascua antitípica cuya muerte sacrificial libera al
nuevo Israel, la Iglesia. Como Mesías conduce la iglesia fuera de este mundo a la tierra
nueva (Canaán) para siempre. Sobre el mar de vidrio como en las alegres alabanzas del
antiguo Israel ante el mar rojo, los redimidos cantarán el cántico de Moisés y del Cordero.
Las siete últimas plagas están igualmente ligadas en la tipología del éxodo. Cuatro
de ellas reflejan las plagas de juicio enviadas por Dios sobre los opresores egipcios (sangre,

106
quemaduras, oscuridad). La sexta y séptima plagas sobre Babilonia la Grande recuerdan el
pasado secamiento del Éufrates y la subsecuente caída de Babilonia ante los ejércitos
conquistadores de Ciro. Tal como el colapso de su antiguo imperio trajo libertad a los
israelitas cautivos, así la profecía expresada tipológicamente de la destrucción de Babilonia
indica liberación para el pueblo de Dios del fin del tiempo de sus enemigos. En
Apocalipsis 16 la descripción de las siete plagas está ligada con la visión de Apocalipsis 15
donde se declara que las siete plagas se originan del “tabernáculo del testimonio”
(cap.15:8) otro motivo del éxodo. Al mismo tiempo el capítulo está ligado con Apoc.17:1 -
19:10 que provee una elaboración y explicación de la sexta y la séptima plaga, el colapso y
destrucción de Babilonia la Grande.
Si el investigador bíblico estudia la guerra apocalíptica final (Armagedón) en la luz
de su antecedente del A.T. y en el contexto inmediato de Apoc. tomando en cuenta la
tipología bíblica será conducido a interpretar esta “batalla del gran día del Dios
Todopoderoso” como una guerra de dimensiones cósmicas y universales contra Dios, su
Cristo, y su fiel pueblo remanente por una confederación babilónica político - religiosa del
fin del tiempo.
Así la aproximación contextual - examinando este tópico a través del testimonio
total de la Biblia- deja fuera una lucha mundial puramente política y protege la enseñanza
bíblica sobre la lucha del tiempo final entre el bien y el mal de las intrusiones de
elementos extraños a la perspectiva bíblica.

B.- Principios de interpretación


1. El principio de la Biblia total
“En la investigación ventajosa el contexto de la palabra es la sentencia, unidad,
libro o libros por el mismo autor. Más allá de este contexto de cada uno de los libros del
N.T. está el canon del N.T.; y el canon del A.T. es el contexto de cada uno de los libros del
A.T. Finalmente toda la escritura es el contexto de cada palabra, sentencia, unidad y otras
divisiones”. (G.F. Hasel Principles of Biblical Interpretation en A Symposium on Biblical
Hermeneutics, Pág. 181-183)

2. Principio tipológico

107
“Así el tipo siempre es incompleto hasta que el antitipo provee la importancia total
y el significado profundo del tipo. Dios como el autor de la Escrituras ha puesto en el tipo
una prefiguración de lo que mas tarde es identificado como antitipo.... Existe una fuerte
relación tipológica entre el AT. y el N.T.” (Ibíd. 187) “ Cada vez que el Apocalipsis de
Juan menciona y aplica un nombre o lugar hebreo, o se refiere a una persona o evento del
A.T., el modelo tipológico llama a una determinación del valor original redentivo e
histórico de tal término en relación con el pacto de Dios con el antiguo Israel. Sólo
entonces puede extraerse el adecuado sentido Cristológico y Eclesiológico por analogía
estructural.
El principio tipológico se aplica no sólo a Israel sino también a los enemigos de
Israel - tales como Babilonia, Egipto y Edom - de modo que los enemigos del pueblo de
Dios funcionan como tipos de los enemigos de la iglesia verdadera de Cristo Jesús”.
Comparar Apoc.19:13,15 con Isaías 63:1-6 (Hans K. La Rondelle, Interpretation of
Profhetic and Apocalyptic Eschatology en A Symposium on Biblical Hermeneutics, Pág
233).

3. Tipología del éxodo en Apocalipsis


a. Cristo como el Cordero pascual. La figura del Cordero pascual de
Apoc. dando libertad y salvación a su pueblo está unida con el Cordero pascual del éxodo.
Cristo es digno por su sacrificio. La salvación es lograda por la sangre de Cristo.
b. Exodo escatológico. El nuevo canto focaliza definitivamente en el éxodo
escatológico de la iglesia triunfante de este orden mundano para servir a Dios en la nueva
tierra.
c. El sello de Dios. (Comparar cap.7:1-8; 6:15-17 con Exodo 12:7, 22,23)
d. La peregrinación en el desierto. (Cap.12:6,14) Con el peregrinaje de
Israel.
e. Las siete últimas plagas con las plagas sobre Egipto.
f. El cántico de Moisés y el Cordero (Apoc.15:3,4) con el cántico junto al
mar rojo (Ex.15:1-18).
g. Alusiones a Egipto y Babilonia.

108
C.- Apocalipsis 16. Correlaciones con el contexto.
1. El narrativo de Apoc.16 está relacionado estructuralmente con el capítulo 15, su
precedente, donde el origen de las siete plagas se revela como viniendo del templo en el
cielo.
2. También se relaciona con los capítulos subsiguientes (cap.17:1 - 19:10) Estos
funcionan como “discursos explicatorios subordinados” sobre Apoc.16. Se les llama el
Apéndice Babilónico (Collings) o interludio puesto como apéndice a Apoc.16. (Fiorenza).
Es importante además observar que existe un paralelismo en antítesis entre las
explicaciones del juicio de Babilonia la ramera (cap.17:1 -19:10) y el descenso del cielo de
la Santa Ciudad Jerusalén la Esposa del Cordero (cap.21:9 -22:5. Significativamente cada
uno de los discursos es dado por uno de los ángeles de las copas de Apoc.16 [Apoc.17:1 y
21:9]).
Estos dos indicadores (cap.17:1 y 21:9) se correlacionan específicamente con el
clímax de las plagas en Apoc.16. Babilonia funciona primariamente como la antítesis de la
Nueva Jerusalén. La desaparición de la presente creación (cap.16:20) prepara para la
presentación de la nueva creación (cap.21:1). La correlación de los pasajes de Apoc.
16:17-21 y 19:11-21 es de revelación y clarificación progresiva de las últimas plagas.
El narrativo de la séptima plaga, por lo tanto, debe ser interpretado a través de la
sección de Apoc.19:11 al 21:8 con su doble tema de visitación y recompensa. La
correlación encuentra expresión en la séptima plaga por la voz divina “hecho es”
(cap.16:17) cuando la ira de Dios destruye a Babilonia, y una vez más, por la misma voz
desde el trono cuando la Nueva Jerusalén ha descendido hacia la tierra, “hecho está”
(cap.21:6).
Estas correlaciones estructurales de Apoc.16 con los discursos explicativos y
narrativos de juicio de los capítulos siguientes forman el setting literario de las últimas
plagas. Deberían por lo tanto ejercer un rol definitivo en la interpretación de esas plagas.
Requiere que interpretemos cada plaga a la luz de las series completas y las series a la luz
de su contexto literario inmediato. La unidad temática de la vindicación por Cristo de su
pueblo del pacto en Apoc.12-22 apunta a la unidad y armonía de la teología de Apocalipsis
con la teología del A.T.

109
II. Babilonia: Imperio anticristiano
(Hans K. LaRondelle)

Síntesis del Capítulo


Popular entre los eruditos católicos y protestantes es la posición de que la ramera
babilónica (Apoc. 17) simboliza la antigua ciudad de Roma, situada sobre siete colinas
literales y gobernadas por siete dinastías selectas de emperadores romanos desde Augusto
hasta Domiciano. Algunos han intentado combinar su posición preterista con un
cumplimiento futurista, de modo que la ramera - bestia babilónica pueda tener tanto un
cumplimiento en el primer siglo como en el tiempo final.
Ninguna de las dos posiciones, sin embargo, está de acuerdo con los datos
proféticos en el setting escriturario. La posición crítico-histórico-preterista fracasa en
tomar en cuenta todas las características de las bestias mencionadas en Apoc.13 y 17.
Apoc.12-13 provee el fundamento escritural para identificar el símbolo de la ramera-bestia.
La Babilonia de Apoc.17 no es una entidad política sino religiosa. La Babilonia del N. T.
jugará un rol mayor en los eventos finales que conducen a las siete últimas plagas y al
Armagedón.
La segunda posición un “futurismo moderado” ignora el hecho que Daniel es el
modelo profético principal para el libro de Apocalipsis. El estilo único de Daniel de un
“continuum” o historia- una perspectiva histórica continua que culmina en los tiempos
finales- está incorporada en la subestructura de Apoc. No hay vacíos o intervalos descritos
en la historia cristiana entre su setting inicial y su culminación final en la restauración en el
reino eterno de Dios.
Existen estrechos vínculos entre la bestia marina de Apoc.13 y el cuerno pequeño de
Daniel 7. Las dos profecías identifican el mismo poder anticristiano. En turno Apoc.12 -13
provee la base contextual inmediata para identificar la ramera babilónica. Los lazos
tipológicos entre la ramera del N.T. (Apoc.17) y la prostitución del antiguo Israel en el A.T.
indican que la ramera babilónica no está siendo usada como un símbolo de la Roma política
sino de una anticipada apostasía cristiana, que se desarrollaría dentro de la iglesia, rompería
el pacto con Dios, llegaría a ser opresora de sus verdaderos seguidores y jugaría un rol
significativo en los eventos del tiempo final.

110
III. Armagedón: sexta y séptima plagas
(Hans K. LaRondelle)

A.- Si “Babilonia” simboliza los enemigos unidos de Dios y de Cristo (dragón,


bestia y falso profeta) entonces por el mismo tipo de simbolismo los fieles cristianos
pueden ser vistos como “el Israel de Dios” (Gálatas 3:29; 6:16). El dramático final del
combate moral entre esta Babilonia y este Israel es llamado simbólicamente Armagedón
“(cap.16:16) porque denota una destrucción total de Babilonia (16:19).

B.- La tipología del Exodo es fundamental para la interpretación de Armagedón.


La redención del éxodo es vista en la teología del A.T. como un acto de la “guerra de
Jehová”. Tal como el histórico triunfo de Jehová sobre el ejército egipcio en el Mar rojo
concluyó los juicios-plagas de Dios sobre el archi-enemigo de Israel, así Armagedón es
presentado en Apocalipsis como el último juicio-plaga y la última batalla contra sus
enemigos. Además, después que las siete plagas y Armagedón hayan terminado, los
victoriosos sobre la bestia estarán de pie “junto al mar de vidrio con las arpas de Dios en
sus manos” y ellos cantan el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero.
(15:2,3).
En breve, el libro de Apocalipsis establece la tipología bíblica que el éxodo-
redención del antiguo Israel de Egipto provee el paradigma fundamental y el tipo teológico
de la redención final del verdadero pueblo remanente del fin, por Cristo como divino juez y
rey.

C.- Las imágenes de cuatro plagas apocalípticas, aparentemente son extraídas del
libro del éxodo, pero la sexta y séptima plagas son extraídas, evidentemente, de las
profecías de Isaías y Jeremías concernientes con la caída de Babilonia (Isaías 13:44-47;
Jeremías 50-51).
La fusión de ambos acontecimientos, la derrota de Egipto y la caída de Babilonia
en la descripción de las futuras plagas contra un mundo en rebelión contra Dios y su pueblo
del pacto, asegura doblemente a la iglesia del fin del tiempo que su éxodo-redención es
absolutamente seguro.

111
D.- La batalla de Jehová contra Sísara.
1. El nombre Armagedón parece aludir a la guerra santa de Israel contra el
rey cananeo Sísara que terminó con la victoria de Israel cerca de “Las aguas de Megido”
(jueces 5:19). Débora alaba a Dios por este acto de “justicia”.

2. El término “megido” es traducido por la Septuaginta en una ocasión con


la expresión verbal “siendo cortado”. Esto podría permitir la interpretación del término
Armagedón en Apoc.16:16 como derivando de “cortar”, de modo que el sentido literal sea
“montaña de la destrucción”.

E.- La caída de Babilonia. Tipo y antitipo.


1. Babilonia fue el archi-enemigo del pueblo de Dios.

2. Se la puede definir teológicamente por su rebelión contra a) el Dios de


Israel y su medio de salvación en el santuario y b) contra el pueblo del pacto. Esto mismo
ocurre en el antitipo pero ahora el odio está intensificado porque Dios está
inseparablemente unido con el Cristo resucitado. Babilonia ahora debe ser definida
Cristológicamente y eclesiológicamente.

3. Elementos teológicos esenciales de la caída de Babilonia:


a. Babilonia gobernaba como el enemigo de Dios y opresor de
Israel.
b. El Éufrates funcionaba como parte integral de Babilonia
sosteniéndola y protegiéndola como una muralla, y hostil por lo tanto a Israel.
c. El secamiento del Éufrates indica los juicios de Dios sobre
Babilonia provocando su repentina caída incide, por lo tanto en la preparación de la
liberación de Israel.
d. Ciro y los reyes aliados de los Medos y persas llegaron como los
reyes predichos desde el oeste para llevar a cabo el propósito de Dios contra Babilonia.

112
Ellos eran enemigos de Babilonia y los libertadores de Israel. Ciro es “ungido” por Dios
para derrotar a Babilonia y liberar a Israel.
e. Daniel y el Israel de Dios en Babilonia constituyen el arrepentido
y fiel pueblo del pacto con Dios (Daniel 9:3-19).

4. Su aplicación anti-típica:
a. Babilonia el enemigo de Dios es presentado como universal
(Apoc.13:3, 4, 8; 14:8).
b. el Éufrates también tiene una connotación universal (17:15).
c. El secamiento del Éufrates implica el abandono del apoyo de los
aliados de Babilonia los cuales se constituyen en sus destructores.
d. Cristo representa a los anti-típicos reyes del oriente. Viene
desde el oriente cósmico (19:11-14).
e. El pueblo de Dios lo constituye el remanente universal.

F.- Armagedón pre-milenial y post-milenial.


1. Ezequiel 38 y 39 provee la base tipológica para Apoc.19:17-21 y 20:7-9,
pero con diferencias: en Apoc.19 la guerra de Jehová es aplicada a Armagedón, la segunda
venida de Cristo mientras que Apoc.20 lo aplica al sitio post-milenial de la Nueva
Jerusalén.
2. El prefijo har (montaña) en Armagedón (16:16) parece referirse a las
montañas de Israel que presenciaron la derrota de los ejércitos de Gog por atacar al pueblo
de Dios (Ez.39:4).

3. El llamado a las aves de rapiña de Apoc.19:17,18 es prácticamente el


mismo que Ez.39:17-20, pero con un sentido universal (19:18).

4. En el capítulo 20 hay una referencia a Gog y Magog (20:8). Esto indica


que en Apocalipsis la guerra escatológica de Ezequiel encontrará un cumplimiento post-
milenial.

113
5. Concluimos que Apoc. enseña que la guerra del capítulo 20:8, después
del milenio, es teológicamente de la misma naturaleza que la guerra del Armagedón antes
del milenio.
a. Antes del milenio: Satanás ataca a Cristo y a su iglesia universal
representada simbólicamente por la ciudad santa (11:2).
b. Después del milenio: él ataca a Cristo y su iglesia dentro de la
ciudad santa que ha descendido del cielo como la Nueva Jerusalén (21:2,10).

6. Esta interpretación implica dos principios básicos de interpretación.


1) Dios y su Mesías constituyen el centro inalienable de la batalla
entre el bien y el mal. La guerra de Jehová y su teofanía en tipo y profecía es transformada
en el nuevo testamento en una dramática Cristofanía en su consumación histórica final.
2) Este cumplimiento Cristológico implica inevitablemente el
cumplimiento eclesiológico de los oráculos proféticos. Este principio Cristo-Iglesia de
cumplimiento es la esencia de la hermenéutica evangélica del N.T.

IV. Las dos cenas


(Richard Lehmann)

A.- Resumen
Apocalipsis 19 sirve como un puente entre las escenas de juicio de la ramera
babilónica (17:18) y la aparición de Cristo como un rey guerrero para destruir todos los
agentes del mal que han peleado contra El y su pueblo (19:11-21).
La primera parte del capítulo resuena con una alabanza final a Dios-aleluya- por su
juicio y destrucción de la gran ramera y por tanto, por su venganza de la sangre de su
pueblo que había sido martirizado bajo su régimen (17:6; 19:1,2). La última porción del
capítulo (vers.11-21) describe a Cristo como rey que vuelve y conquista, focaliza hacia su
reino milenial (cap.20) y la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra (21-22).
La hebra común o motivo que parece unir las dos mitades del capítulo es el término
“cena”. “Benditos aquellos que son llamados a la cena de las Bodas del Cordero” (19:7-

114
9); pero los impenitentes destruidos por el rey guerrero llegan a ser la cena de las aves del
aire (19:17-21).

B.- La cena de bodas y la novia


1.- Este tema es desarrollado en el capítulo 21. Es anticipado aquí seguramente por
su paralelismo con la “gran cena de Dios”.
Este tema no es nuevo en las escrituras. Anuncia la esperada reunión entre la iglesia
y su Esposo (Mateo 25).

2.- La novia.
a. Distinción entre la novia y los invitados. Lenski considera que la novia y
los invitados son idénticos, así como la parábola evoca diferentes facetas del plan de
salvación. Para ser más precisos podríamos decir que el término novia-esposa expresa el
carácter comunal de la Iglesia. Los “invitados” o “amigos” son aquellos que
individualmente han respondido a la invitación de Cristo.
b. La expresión “la esposa se ha preparado” aparece en contraste con la
recepción del lino fino que le fue dado. Esto significa que la iglesia participa en su
preparación. No pone sus obras; éstas le son dadas. Este tema común en toda la Biblia y
particularmente en Apocalipsis en el mensaje a las siete iglesias. El tema de la obediencia
y del cometido personal a la perseverancia es omnipresente en Apocalipsis.

C.- El jinete y el ejército celestial


1. Esta escena nos lleva nuevamente al cielo pero ahora el cielo está nuevamente
abierto.

2. La escena es sorprendente. Cristo viene para luchar pero no hay batalla. El lleva
un nombre que sólo él conoce, sin embargo es presentado como Verbo de Dios. Su ropa
está empapada en sangre, pero el combate no ha comenzado aún; hiere las naciones con una
espada aguda, pero no la usa. Cristo aparece como un general romano con un caballo
blanco, celebrando su victoria, antes que la batalla se haya iniciado.

115
3. Contenido teológico. La visión pertenece al gran ciclo del juicio que empieza en
el capítulo 17 y termina en al capítulo 20. Lo poderes son destruidos en orden inverso a su
aparición: dragón en capítulos 12 y 20; las dos bestias en el capítulo 13 y luego en 19; la
ramera, Babilonia, en capítulos 17 y 18.

4. Detalles de la visión.
a. Viene a pelear. La idea de conflicto y lucha es confirmada.
b. El es el Amén, el Testigo Fiel cuya palabra es segura (3:14) confronta al
falso profeta cuyas promesas solo son mentiras (19:20). Sus ojos penetran como fuego
ardiente (19:12; 1:14).
c. En su cabeza hay muchas diademas, coronas reales. Sólo Cristo es digno
de reinar sobre el mundo y llevar las coronas reales (no la bestia).
d. El nombre secreto. Posiblemente una alusión al nombre de Dios.
e. El verbo de Dios. Este título denota la efectividad de su divina
intervención y poder. La palabra no retorna a Dios sin haber ejercido su efecto (Isaías
55:11) y no es de naturaleza diferente a la de Dios (Juan 1:1,14; 1 Juan 1:1).
f. La ropa empapada en sangre. ¿Cuál sangre? ¿La suya o la de sus
enemigos? Parece más adecuado enfatizar que ella simboliza su victoria en el conflicto que
viene.
g. Los ejércitos celestiales. En armonía con la analogía escritural pueden
ser ángeles. Pero algunos dudan que ellos aparezcan en caballos de victorias y con lino
blanco, un distintivo de los santos. Algunos, sobre la base de la analogía, ven en ellos a los
mártires (17:14).Cristo y la iglesia están tan íntimamente unidos en el mismo sufrimiento y
en la misma lucha, en el Apocalipsis, que no es sorprendente ver a los redimidos unidos con
Cristo en la victoria. Esto por supuesto, comprensible en el lenguaje apocalíptico que a
menudo anticipa elementos cronológicos. Los ángeles y los redimidos no son conceptos
excluyentes en una interpretación de los ejércitos celestiales. Hemos visto que ambos están
unidos en los aleluyas y ambos son co-trabajadores o co-sirvientes.
h. La espada aguda. Es una alusión a Isaías 11:3,4 y nos ubica en un
contexto de juicio.

116
i. El lagar de la ira de Dios. Esto nos remite a Isaías 63:3; Joel 3:13; y
posiblemente Jeremías 13:13,14 todos los cuales hablan de un juicio definitivo y radical.
j. Aunque el Mesías es acompañado por los ejércitos celestiales El solo pisa
el lagar; gobierna o hiere sólo. El sólo dispensa justicia. Solo él tiene la posición de un
juez divino porque él es el Rey de Reyes y Señor de Señores.

D.- La gran cena de Dios


La siguiente escena nos trae de vuelta a la tierra. Es el resultado de un combate no
puramente espiritual. Las referencias son muy realistas y el tema entero se desarrolla
alrededor de la destrucción definitiva de los poderes del mal. Los reyes y líderes no
representan ningún pueblo en particular sino a todos los poderes del mal.

V. La Nueva Jerusalén
(Roberto Badenas)

A.- Aspectos estructurales


1. Existen paralelismo en contraste con las visiones sobre Babilonia (17:1-19:10).
Por otra parte la descripción de la iglesia triunfante en la Nueva Jerusalén (21:1-22:5) es
paralela a la descripción de la iglesia militante en la tierra (1:10-3:22) completando así la
estructura quiástica del libro.

2. Estructura. Se compone de tres escenas cada una de las cuales se introduce por
el hecho de “ver” algo (21:1, 2, 10; 22:1,2).

3. Referencias contextuales.
a. En el período inter-testamentario las referencias son diversas.
b. En el N.T. Gálatas 4:4. Antítesis de las dos ciudades: la Jerusalén terrenal
y la “Jerusalén de arriba”; 11:10: “ciudad con fundamentos”; 12:22: “Jerusalén la
celestial”. Otros textos vinculados: Hebreos 11:16; 12:22; 13:14.

117
B.- Jerusalén centro de la Nueva Creación
1. Un nuevo cielo y una nueva tierra. (20:11; 21:1)

2. Énfasis en las cosas que no existirán más: mar (21:1), muerte, dolor (21:4),
templo (21:22), necesidad de sol, luna (21:22; 22:5), noche ni puertas cerradas (21:5; 22:5),
pecado (21:27), maldición (22:3).

3. Solo se señalan explícitamente cuatro cosas nuevas: nuevo cielo (21:1), nueva
tierra (21:1), Nueva Jerusalén (21:5), todas las cosas (21:5).

4. No es un progreso de la situación actual. Hay una discontinuidad fundamental


entre lo “primero” y lo “nuevo”.

C.- La Nueva Jerusalén


1. Isaías lo anticipó en términos de orden histórico (Isaías 65:17-19). Apocalipsis
lo aplica a la realidad escatológica (Apoc.21:3-5).
2. ¿Por qué una ciudad? Una ciudad, parecía ser el mejor símbolo para representar
la iglesia de Dios.

3. ¿Por qué Jerusalén?


a. Fue aceptada por Dios desde su comienzo como símbolo de su pueblo y
asociada con la historia de la salvación. (Isaías 40-66; Zac.14)
b. Es culminación de la tarea mesiánica, era la restauración de Israel y el
retorno y reunión final de los exiliados. Esta realidad se cumple mucho después que las
esperanzas de los profetas en la ciudad de la Nueva Jerusalén. Sin embargo, esta realidad
es completamente nueva, aunque ya existía de algún modo. Es lo humano que ha sido
transformado y glorificado por Dios. Dios no pasa por alto la historia humana; la asume.

D.- Descripción de la ciudad


1. Paralelos con Ezequiel 40-48
Comparación entre la Visión de Juan y la Visión de Ezequiel

118
Apocalipsis 21:9-27 Ezequiel 40-48
Juan fue llevado en el Espíritu a un monte Ezequiel fue transportado en visión a un
muy alto donde se le mostró la Ciudad monte muy alto donde se le mostró una
Santa, Jerusalén (9-10), y la ciudad tenía la ciudad, Jerusalén (40:2) y “la gloria del
“gloria de Dios” (11). Señor llenó el templo” (43:2-5).
La ciudad tenía un muro alto con doce La ciudad tenía un muro alto y doce
puertas con los nombres de las doce tribus puertas con nombres para las doce tribus de
de Israel (12). Tres puertas al este, tres Israel (48:31.34). Tres puertas “al lado del
puertas al norte, tres puertas al sur, y tres norte…al lado del este…al lado del sur…al
puertas al oeste (13). lado del oeste…” (48:31-34).
Alguien, que tenía una vara de medir, Alguien que tenía una vara de medir, midió
midió la ciudad, las puertas, y el muro (15- la ciudad, el templo, las puertas y el muro
17). (40:3-5).
La ciudad era cuadrada (16). La ciudad era un cuadrado (48:20) (comp.
41:21; 43:16; 45:2).
Se expresan algunas advertencias y Se expresan varias advertencias y
restricciones respecto de los posibles restricciones respecto de los posibles
habitantes: “no entrará en ella ninguna cosa habitantes: ningún extranjero, “incircunciso
inmunda,” etc. (27; comp. 21:8) Allí está el de corazón entrará” (44:6-14). “Este es el
trono de Dios, quien habita para siempre lugar de mi trono…en el cual habitaré entre
entre Su pueblo (21:3, 5; 22:1) los hijos de Israel para siempre” (43:7).

2. Como una novia (21:9; Isaías 49:18; 62:5). Finalmente está preparada para
encontrarse con su Marido (21:2) que es el Cordero (21:9). Dios se une con su pueblo en
medio de cantos y alegría (21:3). El motivo de la boda (21:2,9) impregna la visión (19:9;
21:5; 22:6).

3. Contrastada con Babilonia.

Las escenas de las visiones

119
Babilonia Nueva Jerusalén
“Y vino entonces uno de los siete ángeles Vino entonces a mí uno de los siete ángeles
que tenían las siete copas y habló conmigo que tenían las siete copas…diciendo: ven
diciéndome: ven acá, te mostraré…la gran acá, yo te mostraré la desposada, la esposa
ramera…con la cual han fornicado los del Cordero (21:9).
reyes de la tierra… (17:1-2).
Y me llevó en el Espíritu al desierto, y vi a Y me llevó en el Espíritu a un monte
una mujer (17:3) la gran ciudad (17:18), grande y alto y me mostró (21:10) la gran
Babilonia (17:5) sentada sobre muchas ciudad santa de Jerusalén, que descendía
aguas… sobre una bestia escarlata (17:1- del cielo, de Dios (21:10).
3).

La descripción de las dos Mujeres/Ciudades


Babilonia Nueva Jerusalén
Y la mujer estaba vestida de púrpura y Teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era
escarlata y adornada de oro, de piedras semejante al de una piedra preciosísima
preciosas y de perlas, y tenía en la mano un como piedra de jaspe, diáfana como el
cáliz de oro lleno de abominaciones y de la cristal… (21:11). Un río limpio de agua de
inmundicia de su fornicación; (17:4) vida, resplandeciente como cristal… (22:1-
habitación de demonios y guarida de todo 2). Tabernáculo de Dios con los hombres, y
espíritu inmundo y albergue de toda ave Él morará con ellos (21:3).
inmunda y aborrecible (18:2).
Aquellos cuyos nombres no están escritos No entrará en ella ninguna cosa inmunda o
desde la fundación del mundo en el libro que hace abominación y mentira (21:27),
de la vida, se asombrarán viendo la bestia sino solamente los que están inscritos en el
(17:8). libro de la vida del Cordero (21:27).
Pueblos, muchedumbres, naciones y Y las naciones que hubieron sido salvas
lenguas (17:15) entregarán su poder y su andarán a la luz de ella; y los reyes de la
autoridad a la bestia (17:12-13). tierra traerán su gloria y honor a ella
(21:24).

120
Destino de las dos Ciudades
Babilonia Nueva Jerusalén
Se introduce por las palabras “Hecho está” Se introduce por las palabras “hecho está”
(16:17) y se agrega que Babilonia vino en y se agrega que al que tuviere sed, Dios le
memoria de Dios, para darle el cáliz del dará gratuitamente de la fuente del agua de
vino del ardor de su ira (16:19). la vida (21:6).
En un solo día vendrán sus plagas: muerte, Y ya no habrá más muerte, ni habrá más
llanto y hambre, y será quemada con fuego llanto, ni clamor, ni dolor… (21:4).
(18:8).
El humo de ella sube por los siglos de los Andarán a la luz de ella (21:24).
siglos (18:18; 19:3).
Luz de lámpara no alumbrará más (18:23). El Cordero es su lumbrera (21:23).
Babilonia, vestida de lino fino, de púrpura Dios el Señor los iluminará (21:25; 22:5).
y escarlata, adornada de oro, de piedras Teniendo la gloria de Dios, su fulgor era
preciosas y de perlas, en una hora han sido semejante al de una piedra preciosísima,
comidas tantas riquezas (18:16-17). como piedra de jaspe, diáfana como el
cristal (21:11).
Babilonia está sentada como reina (18:7). EL trono de Dios y del Cordero estará en
Pero con sus habitantes está condenada a la ella y sus siervos le servirán (22:3). Y
destrucción (18:8). Con ímpetu será reinarán por los siglos de los siglos (22:5).
derribada Babilonia, la gran ciudad, y
nunca más será hallada (18:21).

4. Materiales de la ciudad y su significado:


a. Oro puro “como cristal” (21:18,21). La idea de brillo, transparencia y
pureza parece ser el motivo.
b. Las piedras preciosas Luz, resplandor, belleza, permanencia. Las 12
piedras parecen estar vinculadas con las 12 piedras de las vestiduras del Sumo sacerdote.
En tanto que cada piedra representaba una de las doce tribus, cada piedra del cimiento lleva

121
el nombre de un apóstol (21:14). La transferencia de nombres de las tribus a los apóstoles
confirma el carácter universal de la nueva realidad.

5. Dimensiones de la ciudad
La Nueva Jerusalén es una realidad bien planificada, calculada, matemática. Las
nociones enfatizadas son perfección e inmensidad.
a. El número 12 como número básico (21:12, 14, 17, 21; 22:2). Estas
medidas parecen indicar la plenitud del pueblo de Dios. La ciudad está marcada por el
signo de las doce tribus del antiguo Israel y de los doce apóstoles de Jesucristo, enfatizando
así la continuidad de la historia de la salvación y la identidad espiritual entre el Israel de
Dios y la iglesia triunfante.
b. Las dimensiones de la Nueva Jerusalén (Un cuadrado de 12.000 estadios
o alrededor de 1.500 millas) muestran esta ciudad como la medida de la humanidad
redimida como un todo.
c. La universalidad se enfatiza por varias características.
1) La ciudad está orientada en todas las direcciones con 12 puertas
(3 por cada lado) abiertas permanentemente (cap.21.13; Ezequiel 48:30-34). Esto
simboliza acceso ilimitado para todos aquellos que “están inscritos en el libro de la vida”
(21:27).
2) El plural “pueblos” (laoi) en lugar de “pueblo” (laos) señala la
naturaleza universal de la Nueva Jerusalén.
3) Dios acepta en la Nueva Jerusalén la contribución de todas las
naciones (21:26,24). La imagen de una esperanza apocalíptica basada en una realidad
centrada en una nación, ha sido transferida a una esperanza universalista, basada en una
esperanza cristiana universal.

6. La ciudad sin templo.


La forma de la ciudad es un cubo similar al Lugar Santísimo en el templo de
Salomón (1 Reyes 6:20). Dos hechos de la descripción de la ciudad celestial pueden tener
relación con el significado de esta forma.

122
a. La ciudad misma es el objeto ha ser medido (21:15-17) similar a la
medida del templo en la visión de Ezequiel.
b. No hay templo en la Nueva Jerusalén (21:22). Puede inferirse de lo
anterior que aunque la ciudad no tenga templo, se describe en categorías de templo (21:9-
27) porque la ciudad completa es un templo en sí misma. Esta parece ser la razón para la
ausencia de templo (21:22). El templo de Jerusalén así como el tabernáculo en el desierto,
representaba el reino de Dios en el centro del dominio del ser humano. Ahora en la Nueva
Jerusalén el mundo de Dios y el mundo de los seres humanos, separados por el pecado, se
han convertido en uno solo y el mismo. La mediación ya no es necesaria. Dios habla
directamente con los seres humanos. Por esto el templo tiene que desaparecer. “El templo
como símbolo del acceso a la presencia divina, se reemplaza por la Presencia misma”.

7. Ciudad de luz. (21:11; 22:5).


Esta luz es tan intensa que el sol y la luna ya no son necesarios (21:3; 22:5). La luz
de Dios brilla a través de Cristo: “el Cordero es su lumbrera”. La luz puede significar
conocimiento y verdad. Decir que “no hay mas noche” significa también que el misterio
de Dios (10:7) será revelado. La revelación de Cristo será lograda completamente (1:1) y
todo lo que ahora es lóbrego y oscuro se convertirá en definitivamente claro.

8.- Ciudadanos de la ciudad santa


a. Son conquistadores (21:7; 2:7, 11, 17, 26; 3:5, 12, 21).
b. Se llaman hijos de Dios y herederos (21:7).
c. Están marcados. El nombre de Dios “estará en sus frentes” (22:4).
Símbolo de su propiedad y legitimidad. El simbolismo enfatiza su consagración a Dios
(7:3; 13:16).
d. Son adoradores (22:3) Es la única actividad mencionada.
e. Tienen derecho a entrar en la ciudad (21:27) por estar “inscritos en el
libro de la vida del Cordero”.
f. No hay oficiales de culto ni intermediarios. Todos los creyentes se han
convertido en “reyes y sacerdotes” (22:5; 1:6).

123
g. En la comparación de las cartas a las siete iglesias con la visión de la
Nueva Jerusalén se demuestra que en los ciudadanos de la Nueva Jerusalén se cumplen las
promesas hechas a los “vencedores” de las siete iglesias. Por esta figura se hace el llamado
a la iglesia militante a ser transformada por medio del poder de Cristo en la gloriosa y
triunfante iglesia de la Nueva Jerusalén.

Promesas a las Siete Iglesias Cumplimiento en Nueva Jerusalén


Éfeso: “El que venciere le daré a comer del En medio de la calle de la ciudad y a uno y
árbol de la vida, el cual está en medio del a otro lado del río estaba el árbol de la vida
paraíso de Dios” (2:7). (22:2).
Esmirna: “El que venciere no sufrirá daño “El que venciere heredará todas las cosas”,
de la segunda muerte” (2:11). pero los incrédulos reciben la segunda
muerte (21:7, 8).
Pérgamo: “Al que venciere, daré a comer “Su nombre estará en sus frentes” (22:4).
del maná escondido, y le daré una
piedrecita blanca,…escrito un nombre
nuevo” (2:17).
Tiatira: “Al que venciere le daré autoridad “Reinarán por los siglos de los siglos”
sobre las naciones” (2:26), (22:5).
Sardis: “El que venciere será vestido de “Bienaventurados los que lavan sus
vestiduras blancas, y no borraré su nombre ropas,…para entrar por las puertas en la
del libro de la vida” (3:5). ciudad” (22:14). “Están inscritos en el libro
de la vida del Cordero” (21:27).
Filadelfia: “Al que venciere yo le haré La morada de Dios está entre los hombres
columna en el templo de mi Dios,…y (21:3). El nombre de Dios estará en sus
escribiré sobre él el nombre de la ciudad de frentes (22:4). “La gran ciudad santa de
mi Dios, la Nueva Jerusalén que desciende Jerusalén que descendía del cielo” (21:10)
del cielo” (3:12).
Laodicea: “Al que venciere, le daré que se “El trono de Dios y del Cordero estará en
siente conmigo en Mi trono” (3:21). ella” y los redimidos reinarán por los siglos
(22:3, 5).

124
E.- Sede del nuevo Edén
Tres características relacionan la Nueva Jerusalén con el paraíso recobrado.

1. El río de vida (22:1; Gén.2:10; Ez. 47:1-12) asegura un nuevo flujo de vida
proveniente del Creador.

2. El árbol de la vida (22:2; Gén.2:9; Ez.47:1-12). Enfatiza la cualidad de dar vida


sin cesar. La declaración respecto a las hojas, aunque misteriosa y problemática (22:2)
pues no hay pecado ni muerte, ni sufrimiento, parece enfatizar el hecho de que el ser
humano aunque está con Dios, continua siendo humano y Dios aún es Dios. El ser humano
depende de Dios para subsistir y dependerá constantemente. Las hojas del árbol de vida le
recordarán que necesita ser “continuamente” sanado de su condición finita. Aunque se
encuentre plenamente integrado en el cuerpo de Cristo, el ser humano nunca será Cristo.
El árbol de vida - sus frutos y sus hojas - es un recordativo que indica que solamente
Dios es eterno, sólo él tiene vida en sí mismo. La eternidad del ser humano es una
eternidad recibida continuamente de Dios, compartida por Dios.

3. No habrá más maldición (22:3; 3:14,17). Esto indica la abrogación de la


sentencia prohibiendo el acceso al árbol de la vida en el primer Edén. Ahora el ser humano
tiene acceso ilimitado a la fuente de la vida.

F.- Capital de la tierra prometida.


La descripción de la Nueva Jerusalén se ha impregnado del motivo del Exodo, uno
de los temas más importantes del libro de Apocalipsis.

1. “El que venciere heredará todas las cosas, yo seré su Dios y él será mi hijo”
(21:7). Esta fórmula recuerda el propósito específico del éxodo: convertir a Israel en el
pueblo de Dios (Lev.26:9-12).

2. “No habrá mas muerte... etc.”(21:4) Recuerda las experiencias de Egipto y


Babilonia.

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3. La invitación “al que tuviere sed” y la promesa de beber de la “fuente del agua
de la vida” (21:6) recuerda éxodo 17:1-7.

4. La presencia de la morada de Dios con los seres humanos (21:3) es la plena


realización de Levítico 26:11-13.

5. La declaración “andarán a la luz de ella” (21:4) se refiere al Cordero y la gloria


de Dios fuente de luz de la ciudad santa. Esto recuerda la columna de fuego en el desierto
(Ex.13:21).

6. Los nombres de las doce tribus de Israel escritos en las puertas de la Nueva
Jerusalén (21:12) cumple promesas y esperanza del Israel histórico.

7. Referencias a la luz (21:23; 22:5) y el agua (21:6; 22:1,2) parecen decir que el
gran cumplimiento de la fiesta de los tabernáculos tendrá lugar al fin del peregrinaje del
Israel espiritual (Juan 7:2), la fiesta típica del agua y de la luz.

G.- Ciudad del Cordero


Sobre cualquier otro aspecto la Nueva Jerusalén es la ciudad de Jesucristo.

1. El Cordero es el Esposo de la Nueva Jerusalén y ella su novia y esposa (21:9).

2. El Cordero es el fundador de la ciudad. Sus doce cimientos llevan el nombre de


sus doce apóstoles (21:14).

3. El Cordero junto con el Padre es el templo de la ciudad (21:22).

4. El Cordero es la lámpara de la ciudad (21:23).

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5. El Cordero es el juez de los ciudadanos de la Nueva Jerusalén. Solo entran los
que estén inscritos en su libro (21:27).

6. El Cordero entronizado es la fuente de vida, porque el río de vida fluye del trono
de Dios y del Cordero (22:1).

7. El Cordero es rey gobernando desde su trono y atendido por sus siervos (22:3).
Estas siete referencias a Cristo en relación con la Nueva Jerusalén enfatizan el
significado cristiano de la ciudad santa. Identificado con el Padre y compartiendo el trono
del universo con El, Cristo es el centro de la Nueva Jerusalén. Es el Rey. Nunca se
describe su presencia, siempre manifiesta. Cristo es esencial para la ciudad santa: él es su
fundador, su templo, su lámpara de luz y su fuente de vida. El es, en una palabra, el mejor
obsequio de Dios a la humanidad - el Novio, el Esposo de la humanidad redimida. Todo se
recapitula en El. En el Cordero de la Nueva Jerusalén tenemos reunidas “todas las cosas
en Cristo” (Efesios 1:10). Esta visión muestra de un modo magistral que “la definición del
cielo es la presencia de Cristo”.

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