EL MENSAJE A LAODICEA.

LA IGLESIA TIBIA // FP
DOMINGO 10-02-19. 59.

(ORAR)
INTRODUCCIÓN.
ISAIAS 29:13
Así que el Señor dice:
«Este pueblo dice que
me pertenece; me honra
con sus labios, pero su
corazón está lejos de mí.
Y la adoración que me
dirige no es más que
reglas humanas,
aprendidas de memoria.
está cercano”.
 ¿El cristiano de antes, como era? Tomábamos la biblia medio para
devocional y no como una herramienta de trabajo, las reuniones de
compas eran para orar, ayunábamos.
 ¿Cómo es el cristiano de hoy? Nuestros múltiples compromisos con
nuestros roles, hace que se conviertan en el trabajo tiempo completo, y
eso nos hace ser cristianos de medio tiempo.
 Y quizás conozcas esa sensación los roles compiten con tu devoción con
Dios, que restan energía a tu fe, que restan tiempo de calidad con Dios.
 Madre, empleado, dueño de empresa, estudiante, donde tu fe ya no es
prioridad en este momento, nos han alejado de esa vida espiritual que
antes teníamos.
 Jamás quisiste que eso sucediera, pero algo cambio en la entrega y
pasión, tanto estrés, corre corre.
 Si nos tuviéramos que definir en este momento diríamos Soy amante del
mundo a tiempo de completo y part time seguidor del señor.
 Quizás dirás no yo soy eso. Pero al final le dedicamos solo 2 horas y
nuestra vida con el Sr. Y eso no se diferencia en nada el resto del mundo,
somos lo que conocemos como gente normal.
 Creemos en Dios, sí. Entonces que no ha sucedido para de pronto haber
perdido la pasión. (Isaías 29:13.)
 La biblia llama a esto que nos hemos entibiado y Dios dice que a esos
les da ganas de vomitar.
 Ahora bien, el asunto aquí es que la tibieza se convierta en lo que es un
creyente normal.

LAODICEA APOCALIPSIS 3:14-22

1. CARACTERISTICAS DE LA CIUDAD DE LAODICEA

 Fue un gran centro comercial y administrativo. Las fructuosas

operaciones bancarias y las numerosas transacciones comerciales de
donde procedían su orgullo.
 Las florecientes industrias de tejidos especialmente en fina lana negra y
sus famosas alfombras.
 Era sede de una prestigiosa, escuela de medicina, sobre todo de oculista.
 La predicación de los laodicenses resultaba inofensiva y tolerable para
los numerosos judíos de la ciudad.
 Tampoco eran una iglesia resistida por los gentiles, como lo fue Pérgamo,
ni hubo en ella falsos profetas destacados como los de la doctrina de los
nicolaítas, Balaam o Jezabel.
 La iglesia de Laodicea estaba libre de problemas y persecuciones, tenían
una vida pareja, regular, sin los peligros relacionados con predicar el

APOCALIPSIS 3:15-17
15 »“Yo sé todo lo que
haces, y sé que no eres
frío ni caliente. ¡Cómo
quisiera que fueras frío o
caliente! 16 Pero como
eres tibio, y no frío ni
caliente, te vomitaré de mi
boca.” 17 Tú dices: “Yo
soy rico (Auto
dependencia); he llegado
a tener muchas riquezas.
No carezco de nada
(Egocentrista).” Pero no
sabes que eres un
desventurado, un
miserable, y que estás
pobre, ciego y desnudo.”.
 Evangelio, ni los estragos provocados por los falsos maestros, una iglesia
acomodada en lo material, que disfrutaba de la riqueza de la ciudad.
2. El reproche. (Apocalipsis 3:15-17)
 “No tenían interés en ser testigos de Jesucristo, en vivir una vida de
servicio para el Señor, o en predicar y enseñar su evangelio para que
avanzaran su iglesia y el reino. Aunque tenían las Escrituras, eran apáticos,
indiferentes y despreocupados en cuanto a las cosas del Señor”.
 Caliente: es un celo intenso. Es cuando todos los afectos, elevados a la
mayor tensión, se encauzan hacia Dios y su causa, y se manifiestan en las
obras correspondientes. Es tener el Espíritu Santo en la vida.
 Frío: Siente que está mal, que le falta lo necesario para ser feliz. Sabiendo
su condición, busca calentarse y anhela la obra del Espíritu Santo. Para
ello, busca al Consolador, quien es simbolizado por el "fuego”, porque es
el único que puede calentarlo.
 Una iglesia tibia, indefinida, ambigua; es una iglesia repulsiva para el
Señor:
o Creyentes que dicen venir a la iglesia porque necesitan recibir, pero
no están dispuestos a servir.
o Personas que quieren todos los beneficios de una congregación,
como ser consolados, aconsejados y enseñados, pero que no están
dispuestos a trabajar y poner sus dones a disposición del Señor y de
los hermanos.
o Cristianos nominales que dicen creer en Jesús, pero que no quieren
perder su reputación ante los hombres, no están dispuestos a ser mal
mirados como Jesús lo fue, ni despreciados, ni perseguidos, ni
insultados ni menospreciados como lo fue Jesús y nuestros hermanos.
o Personas que se identifican con la fe cristiana pero que no quieren
crecer en el conocimiento de Cristo y de su Palabra, ni quieren crecer
en consagración por miedo a perder lo que aman en el mundo.
o Personas que se disgustan con quienes se guardan y santifican para
el Señor, o con quienes los exhortan a la fidelidad y la obediencia,
acusándolos de graves y de fanáticos.
o Creyentes a quienes les gusta escuchar la Palabra del Señor, pero
que a la hora de aplicarla a sus vidas oponen toda clase de excusas
y justificaciones; y se escudan en que su contexto los obliga, las
circunstancias los presionan.
Aplicación:
Dios nos hace ver nuestros errores. Lo único que debemos hacer, es no seguir
en ellos. Laodicea tenía todo; pero, menos a Jesús. Pensemos siempre lo
siguiente: sin Cristo, es triste nuestra situación. Es necesario que, diariamente,
el Espíritu Santo nos caliente y crezcamos en Jesús.
3. Dios quiere cambiar tu triste realidad (vv. 18, 20)
Dios no solo conocía la realidad de Laodicea, sino que deseaba cambiarla.
Pero, dependía en gran manera la decisión que iban a tomar cada uno de
sus miembros. Estaba abierta la elección. A todos los que amo, yo los
reprendo y los castigo; así que muestra tu fervor y arrepiéntete.
APOCLAIPSIS 3:18-22
18 Para que seas
realmente rico, yo te
aconsejo que compres de
mí oro refinado en el
fuego, y vestiduras
blancas, para que te vistas
y no se descubra la
vergüenza de tu desnudez.
Unge tus ojos con colirio,
y podrás ver, 19 A todos
los que amo, yo los
reprendo y los castigo; así
que muestra tu fervor y
arrepiéntete. 20 ¡Mira! Ya
estoy a la puerta, y llamo.
Si alguno oye mi voz y
abre la puerta, yo entraré
en su casa, y cenaré con
él, y él cenará conmigo.
21 Al que salga vencedor,
le concederé el derecho de
sentarse a mi lado en mi
trono, así como yo he
vencido y me he sentado
al lado de mi Padre en su
trono. 22 El que tenga
oídos, que oiga lo que el
Espíritu dice a las
iglesias.»
v. 20 representa el todo del ser humano, su vida; y es el acceso a la
salvación/felicidad), y así renovar la iglesia. Se presentan dos caminos, y tan
solo se debe elegir uno.
Aplicación:
Es momento de decidir a quién ir. Si queremos continuar ciegos, desnudos y
hundidos en el pecado, seguiremos en el camino de la tibieza espiritual; si
deseamos lo contrario, dejemos que Jesús cambie nuestra triste realidad. No
solo pidamos que Cristo entre a nuestro ser, dejemos también, que el Espíritu
influencie más que nunca en nosotros, para buenas obras.
CONCLUSIÓN
 Dios conoce todo del ser humano, tanto lo que hace como lo que
piensa. Este conocimiento no es para condenar al ser humano, sino para
redimirlo.
 La tibieza es un estado crítico en un cristiano. Significa orgullo, nos aleja
de Dios y hace que experimentemos situaciones críticas.
 El Creador invita a entrar a la vida de cada creyente, que sea humilde a
su llamado y que comience a dialogar con Él todos los días.
CANTARES 5:2-6
2 Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama:
Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, Porque mi
cabeza está llena de rocío, Mis cabellos de las gotas de la noche.
3 Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir? He lavado mis pies;
¿cómo los he de ensuciar? 4 Mi amado metió su mano por la ventanilla, Y mi
corazón se conmovió dentro de mí. 5 Yo me levanté para abrir a mi amado,
Y mis manos gotearon mirra, Y mis dedos mirra, que corría Sobre la manecilla
del cerrojo. 6 Abrí yo a mi amado; Pero mi amado se había ido, había ya
pasado; Y tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo llamé, y no
me respondió. Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; Me golpearon,
me hirieron; Me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.8 Yo
os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado, Que le hagáis
saber que estoy enferma de amor.