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ESPECIALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN
CUIDADOS INTENSIVOS I
DOCENTE:
ALUMNA:
El síndrome de Wellens fue descrito por primera vez en la década de 1980 cuando se observó
un subgrupo de pacientes con angina inestable que mostraba alteraciones precordiales
específicos de la onda T y que posteriormente desarrollaron un infarto de miocardio de gran
tamaño en la pared anterior
ETIOPATOLOGIA
En un ECG normal, la onda T (la cual le sigue al segmento ST) es usualmente hacia arriba o algo
aplanada en las derivaciones V2 y V3. Sin embargo, en el ECG de algunos pacientes con
estenosis de la Arteria Coronaria Descendente Anterior, las ondas T están invertidas (hacia
abajo) marcadamente mucho antes que los síntomas se presenten.
La forma más común, que produce 76% del tiempo, es la inversión profunda del segmento de
la onda T en las derivaciones precordiales. En el síndrome de Wellens, estos cambios ocurren
generalmente en las derivaciones V1-V4, pero también puede ocasionalmente incluir V5 y V6
Una variante menos común del síndrome de Wellens, que se produce en el 24% de los
pacientes, se compone de ondas T bifásicas, con mayor frecuencia en las derivaciones V2 y V3,
pero también puede incluir V1-V5/V6.
El síndrome de Wellens es una etapa preinfarto de la enfermedad coronaria. Por lo tanto, las
causas del síndrome de Wellens son similares a todos los de la enfermedad arterial coronaria:
placas ateroscleróticas, vasoespasmo de la arteria coronaria, aumento de la demanda cardiaca
e hipoxia generalizada.
Como en el caso de la enfermedades coronaria, los factores de riesgo incluyen los siguientes:
antecedentes de tabaquismo, diabetes mellitus, hipertensión, envejecimiento,
hipercolesterolemia e hiperlipidemia, síndrome metabólico, historia familiar de enfermedades
del corazón, y estrés laboral
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Los siguientes estudios de laboratorio se puede estar indicada como pruebas complementarias
en pacientes con sospecha de enfermedad coronaria, el síndrome coronario agudo y el
síndrome de Wellens:
Conteo sanguíneo completo: con objeto de garantizar que la anemia no es factor precipitante
de la angina
Es conveniente realizar una radiografía de tórax con el fin de buscar los efectos secundarios de
la isquemia, como el edema pulmonar. Además, esta prueba se debe realizar para ayudar a
descartar otras posibles causas de dolor en el pecho, como el aneurisma o la disección torácico
, una neumonía, o una fractura de costilla.
El ECG se debe realizar en cualquier paciente con quejas de dolor en el pecho, aunque las
alteraciones en el ECG se observan en el síndrome de Wellens cuando el paciente está libre de
dolor.
En la angiografía, los pacientes con este síndrome presentan un estenosis de al menos el 50%
de la arteria descendente. En general, los pacientes con esta presentación del ECG no deben
someterse a las pruebas de estrés.
Las pruebas de estrés podrían provocar en estos pacientes un infarto agudo de miocardio de la
pared anterior. Por lo tanto, para estos pacientes lo ideal sería pasar por alto las pruebas de
esfuerzo y de manera urgente someterlos a una angiografía para determinar la extensión de la
enfermedad y proporcionar información con respecto a la necesidad de una intervención
coronaria percutánea, bypass de la arteria coronaria, o tratamiento médico.
Incluso con el tratamiento médico ideal, la evolución natural del síndrome de Wellens es el
infarto agudo de pared anterior. Aproximadamente el 75% de los pacientes con síndrome de
Wellens, que sólo son tratados médicamente y no revascularizados (ya sea a través de la
cirugía de derivación coronaria o angioplastia) desarrollarán un infarto extenso pared anterior
en cuestión de días. Este infarto conlleva a una importante morbilidad/mortalidad, ya que dará
lugar a la disfunción ventricular izquierda, y posiblemente incluso la muerte.
TRATAMIENTO
La atención hospitalaria para los pacientes con síndrome de Wellens incluye los siguientes
puntos:
Como tratamientos paliativos a la espera del tratamiento quirúrgico, se utilizan los mismos
fármacos que en la angina inestable: antiagregantes plaquetarios (aspirina, clopidogrel),
antihipertensivos (metoprolol) nitroglicerina sublingual, abciximab, analgésicos,
anticoagulantes (heparina fraccionada, lepirudina.bivalirudina, etc). El esmolol es un beta-
bloqueante muy recomendable por tener un efecto ultracorto y que actúa selectivamente
sobre los receptores beta-1 sin afectar los beta-2. Es particularmente útil en los pacientes con
la presión arterial elevada, en particular se se planea una intervención.