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La prevención de riesgos laborales y el

sentido social responsable desde la


gerencia médico-asistencial.
Occupational risk prevention and the responsible social
sense from the medical-care management.
Autor: Romero Díaz Carmen Helena
Universidad “Rafael Belloso Chacín”. Escuela de Ingeniería Electrónica.
CP 4005 +582617538367 +582617534396 +584167649408.
Maracaibo – Estado Zulia – Venezuela. carmenhelena2007@gmail.com

RESUMEN

Sigue siendo preocupante la crisis del sector médico-asistencial venezolano, cuando


se advierten consecuentemente riesgos significantes para la salud de los usuarios
en edificios enfermos y el inapropiado manejo de los desechos de hospitales que se
convierten en foco infeccioso dentro y fuera de sus recintos. La propensión a los
riesgos laborales de la organización humana del sector salud, así como las
condiciones disergonómicas para el desarrollo de sus actividades y su consecuente
contaminación ambiental, demuestran la necesidad imperante de atención que
ocupa el propósito de este ensayo, a través del cual se invita a la comunidad
científica a discutir sobre este problema que aqueja la salud de los usuarios de los
hospitales venezolanos y de sus comunidades vecinas, para aproximarse a la
comprensión de lo que puede llegar a ser una conducta social responsable desde la
gerencia médico-asistencial, el reconocimiento de sus limitaciones y soluciones
alternativas en medio de circunstancias críticas de gestión y medio ambiente
laboral, centrando especial atención en la sostenibilidad y sustentabilidad de su
proceso. Este trabajo se fundamenta en los preceptos de la Gerencia de Hospitales,
del Ordenamiento Jurídico Venezolano, en la Seguridad Industrial, Ambiente e
Higiene Ocupacional (SIAHO), la Prevención de Riesgos Laborales, la
Responsabilidad Social Empresarial (RSE), la Ergonomía, la Gerencia Empresarial
desde una Perspectiva Ergonómica, la Inteligencia Social y los Principios de la
Organización Inteligente.

Palabras Clave: Gerencia de Hospitales, Responsabilidad Social Empresarial,


Riesgos laborales, Ergonomía, Edificio Enfermo.

ABSTRACT

The crisis of the medical-care context Venezuelan continues being worrisome, when
significant risks for the health of the users in ill buildings and the unsuitable waste
handling of hospitals that become infectious center inside and outside their
enclosures are noticed consequently. The propensity to the labor risks of the
medical-care human organization, as well as the nonergonomic conditions for the
development of its activities and its consequent environmental contamination, they
demonstrate the prevailing necessity of attention that it occupies the intention of
this test, through what one invites the scientific community to discuss on this
problem that afflicts the health of the users of the Venezuelan hospitals and their
neighboring communities, in order to come near to the understanding than it can
get to be a responsible social conduct from the medical-care management, the
recognition of its limitations and alternative solutions in the middle of circumstances
critics of management and labor environment, focusing special attention on the
sustainability and viability of its process. This work is based on the rules of the
Management of Hospitals, the Venezuelan Legal Ordering, in the Industrial Security,
Ambient and Occupational Hygiene (SIAHO), the Prevention of Labor Risks,
Enterprise Responsibility Social (RSE), the Ergonomics, Business Management from
an Ergonomics Perspective, Social Intelligence and the Principles of the Intelligent
Organization.

Key words: Management of Hospitals, Enterprise Social Responsibility, labor Risks,


Ergonomics, Ill Building.

INTRODUCCIÓN

La crisis a la cual se hace referencia sobre el sector medico asistencial venezolano,


en este caso, obedece a la permanente exposición a riesgos laborales de su
organización humana, incluyendo los factores disergonómicos presentes y el
inapropiado manejo de los desechos, así como el impacto de todo este conjunto de
hechos sobre la comunidad vecina y el medio ambiente circundante.

En Venezuela siempre han existido diferentes programas que gobiernos tras


gobiernos han impulsado hacia las mejoras continuas de sus hospitales, pero
escasamente llegan a cumplir su cometido por circunstancias diversas, entre las
cuales pesa sobremanera la falta de disponibilidad presupuestaria para culminar lo
planificado y dotar debidamente a cada centro de salud, sin menoscabar el
preocupante desconocimiento, que en muchas ocasiones es posible apreciar, acerca
de las normas y leyes que promueven el desenvolvimiento seguro y ergonómico de
los usuarios en un hospital y que, precisamente, la organización humana del mismo
no maneja con suficiencia.

Los riesgos a los que se expone el personal del hospital, así como la falta de
ergonomía para el desarrollo armónico de sus actividades, tiene su componente
físico-espacial, cuando las áreas y espacios adolecen de condiciones salubres en
dimensiones, acabados, revestimiento, equipamiento y mantenimiento, entre otros
rubros que favorecen el desarrollo óptimo de las tareas; en lo físico-ambiental es
posible observar temperaturas inapropiadas en algunos recintos, así como
iluminación deficiente y ruidos molestos, entre otros aspectos; servicios como el
suministro de agua potable, muchas veces se ve amenazado por contaminaciones
del sistema sanitario que por obsolescencia revela filtraciones que le han dejado al
descubierto y sin poder atenderle, en algunos de los casos, cabalmente y de
inmediato por falta de recursos a disposición. Igualmente, otros servicios como el
de salas sanitarias para el personal que trabaja en el hospital, cafeterías,
comedores y vestuarios, la mayoría de las veces suelen ser inexistentes ó
inapropiado lo que se dispone para esas actividades, por lo que se improvisa, dada
la urgencia de suplir las necesidades propias de alimentación, aseo y resguardo de
objetos personales.

Por su parte, el desarrollo de las múltiples actividades hospitalarias en condiciones


de áreas, espacios y ambientes poco adecuados, junto al inapropiado manejo de
sus desechos revelan otra situación de riesgo, pero no solo para el personal dentro
del hospital, sino para la comunidad y medio ambiente en general, cuando el
tránsito y destino final de desechos contaminantes no se supervisa, ni se le da el
tratamiento correspondiente. Todo esto sin mencionar detalles acerca de
incineradores inoperantes y recolección de todo tipo de basura, que se mezcla sin
clasificación alguna.

Situaciones como las antes expuestas, extendida en su mayoría en edificios


longevos, con muy poco mantenimiento, exponen a la luz de nuestros tiempos el
síndrome de edificios enfermos en el sector salud venezolano, pues la planta física
constituye en sí misma un foco contaminante para los usuarios en muchos de sus
recintos, además de someter a las personas a otros riesgos por la debilitación de
algunos de sus elementos estructurales de soporte, cuando, por ejemplo, las
continuas filtraciones han propiciado el desgaste o desintegración del metal de
refuerzo, por oxidación en vigas o columnas (en estructuras de concreto armado),
conllevando a repentinos derrumbes en plena actividad laboral y desencadenando
incidentes o accidentes que se dan inesperadamente, en virtud del desconocimiento
de su situación.

Resulta preocupante el poco conocimiento que todavía cobra vida en gran parte de
la organización humana médico asistencial, respecto de las leyes y normas que
tiene el ordenamiento jurídico venezolano para las actividades del sector salud y los
recintos destinados para los servicios medico asistenciales. Para atender esta
situación y contribuir a la prevención de riesgos laborales desde un enfoque
gerencial, se estima de gran importancia la coparticipación de la comunidad
científica internacional en el estudio y abono de conocimientos multidisciplinarios
hacia la construcción del sentido social responsable que determine el quehacer del
gerente médico asistencial, lo cual constituye el propósito de este ensayo.

Un paso adelante sobre ello es la exposición de las estrategias gerenciales y los


criterios técnicos de confort que deben tenerse en cuenta al momento de planificar,
diseñar o evaluar edificios para el sector salud, así como la formación continua que
debe orientarse a toda su organización humana en aras de su sensibilización con el
sentido social responsable desde cada acto profesional, su familiaridad con las
diversas situaciones de riesgos asociados al trabajo, la concienciación con los
factores ergonómicos, el conocimiento sobre el manejo de los desechos
hospitalarios, su contribución a la preservación del medio ambiente y el despertar
de una conducta sistémica de carácter complejo, armónica y contextualizada no
solo en el hospital, sino en la localidad donde este se ubique.

En consecuencia, se estima de gran importancia que una acción mancomunada en


donde no solo multidisciplinas profesionales intervengan, sino que también se
sumen organismos nacionales e internacionales, así como todos los sectores
productivos, puede propiciar el desarrollo de cursos formativos de calidad didáctica
muy especialmente estudiada y de diferentes niveles de complejidad en
concordancia con cada área de trabajo, además de charlas y programas
informativos continuos, que promuevan el despertar de esa conducta responsable
en cada miembro de la organización humana medico asistencial, en virtud de que
sus servicios tienen como destino la atención de una sociedad que nos incluye a
todos.

ACERCA DE LA GERENCIA DE HOSPITALES Y EL ORDENAMIENTO JURÍDICO


VENEZOLANO.

Las funciones dirigidas desde la gerencia de un hospital dependen de la magnitud


del mismo en cuanto a las funciones y capacidad de atención que ofrece, así como
de su estructura física y del contexto donde se ubique. En tal sentido, Venezuela
cuenta con una estructura organizativa que muestra sus diferentes niveles de
atención hospitalaria, partiendo de los ambulatorios rurales, en donde se brindan
los cuidados y atenciones primarias de la salud; los ambulatorios urbanos I, II, III,
situados en diferentes localidades de las urbes y que bri ndan desde atenciones
primarias hasta subespecialidades y servicios de emergencia en los niveles más
altos. Además, están los hospitales I, II, III, IV, donde puede apreciarse la figura
del director, el subdirector, los jefes de los diferentes departamentos y servicios,
entre otros que complementan la función compleja de los hospitales, haciéndose
más intensa en la medida de su atención y diversidad de servicios, así como de la
capacidad de su espacio físico.

Al respecto, refiere Romero (2008), que ante la necesidad de lograr concebir áreas
y espacios funcionales, seguros, ergonómicos y confiables, para el desempeño de
las actividades en los edificios médico asistenciales, es de vital importancia que el
equipo directivo coordine y facilite las comunicaciones para el intercambio armónico
entre las diferentes disciplinas profesionales que han de intervenir en las labores de
planificación, diseño, mantenimiento y mejoras físicas de sus estructuras, con la
intención de garantizar respuestas y soluciones asertivas al integrar a sus propios
actores con los especialistas técnicos de las ramas de la ingeniería que se ameriten,
entre otros profesionales.

También, la figura de un gerente de hospitales como estratega, permite


comprender el desarrollo de su capacidad para mantener al hospital armónicamente
integrado a su entorno cambiante, por lo que resulta fundamental el estudio de las
condiciones internas y externas de la institución, a través del análisis FODA que
desvele sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Esto habrá de
fortalecer el diseño de estrategias que orienten el quehacer del centro de salud,
para adaptarse progresivamente a las situaciones de cambio de su contexto
manteniendo un sentido social-responsable que garantice su sostenibilidad y
sustentabilidad.

Es por ello que resulta de gran interés, entre otros aspectos, promover los
principios de la calidad total, en cuanto a las mejoras continuas sobre el control y
estilo de trabajo, la reducción el tiempo desperdiciado, el enriquecimiento y
renovación progresiva del ambiente, previendo mayor nivel de seguridad e higiene,
así como de ergonomía y armonía desde cada sitio de trabajo.

Para fortalecer la promoción de la figura del Gerente Integral-Humanista, que a


juicio de Romero (2008) se refiere al profesional que en medio de sus múltiples
actividades administrativas y de gestión, es capaz de considerar las condiciones
ideales de espacios y ambientes médico-asistenciales ergonómicos, higiénicos y
seguros, tomando en cuenta el medio ambiente donde se ubique el edificio; resulta
esencial comprender la necesidad de trabajar con un equipo multidisciplinario que,
desde la gerencia de hospitales, pueda coordinarse para mejorar la calidad de
respuestas y soluciones a los proyectos y construcciones de nuevos edificios o de
mejoras continuas para los establecimientos de salud existentes. De allí la
participación del personal clave en los procesos de planificación, diseño, evaluación
y mantenimiento continuo de los establecimientos de salud. (Ver Figura 1).

Figura 1. Profesionales claves asociados al Proceso Gerencial de Planificación, Diseño y


Evaluación de Edificaciones Medico-Asistenciales

PROFESIONAL CARACTERISTICAS FUNCION


CLAVE PRINCIPALES PRINCIPAL
CONOCIMIENTO GENERAL DE ADMINISTRACIÓN DE
CENTROS DE SALUD, EXPERIENCIA EN CARGOS
GERENCIAR EL CENTRO DE SALUD EN TODO
GERENTE GENERAL AFINES DE COORDINACIÓN Y GERENCIA. DOMINIO
SU ESPECTRO
CABAL DE LA ESTRUCTURA ORGANIZATIVA DEL
CENTRO DE SALUD

CONOCIMIENTOS ESPECIALES DEL AREA FUNCIONAL GERENCIAR Y COORDINAR TODAS LAS


GERENTES QUE DIRIGEN. ACCIONES NECESARIAS PARA EL
FUNCIONALES CONOCIMIENTOS GENERALES DE COORDINACIÓN Y
GERENCIA EN CENTROS DE SALUD
FUNCIONAMIENTO CABAL DE SU AREA DE
ESPECIALIDAD.

INGENIEROS Y TÉCNICOS EN EL AREA DE


BIOMEDICINA COORDINAR EL REQUERIMIENTO, USO Y
EQUIPO BIOMEDICO CON EXPERIENCIA EN LA PLANIFICACIÓN Y MANTENIMIENTO DE EQUIPOS MEDICO
MANTENIMIENTO DE EQUIPOS Y MOBILIARIO MEDICO ASISTENCIALES.
ASISTENCIALES.

ESPECIALISTAS EN CADA UNA DE LAS AREAS, CON VIABILIZAR LA INFRAESTRUCTURA DE


INGENIEROS MÁS DE DOS AÑOS DE EXPERIENCIA EN PROYECTOS. SOPORTE DEL EDIFICIO, SIENDO CADA UNO
CONSULTORES CONOCIMIENTOS DE GERENCIA Y COORDINACIÓN DE
PROYECTOS,
RESPONSABLE DE SU AREA, Y DE EMITIR
PLANES DE MANTENIMIENTO CONTINIUO.

CONOCIMIENTOS DE ARQUITECTURA EN CENTROS ASESOR EN EL DISEÑO E INTERRELACIÓN


DE SALUD. CON MÁS DE DOS AÑOS DE EXPERIENCIA DE ÁREAS Y ESPACIOS, RESPONSABLE DE
ARQUITECTOS EN PROYECTOS. CONOCIMIENTOS DE GERENCIA Y GARANTIZAR EL CONFORT FÍSICO ESPACIAL
COORDINACIÓN DE PROYECTOS. Y AMBIENTAL DEL EDIFICIO HOSPITALARIO

CONOCIMIENTOS DEL MANEJO DE FINANZAS EN


ADMINISTRADORES CENTRO MÉDICO ASISTENCIALES. CON
ASESOR FINANCIERO PARA EL MANEJO DE
LOS RECURSOS ECONÓMICOS DEL CENTRO
EXPERIENCIA Y CONOCIMIENTOS DE GERENCIA Y
O ECONOMISTAS COORDINACIÓN.
DE SALUD.

Fuente: Romero 2008.

De esta forma, un gerente integral-humanista ha de considerar que el proceso de


planificación, diseño, evaluación y mantenimiento de hospitales, es uno de los
principales objetivos hacia la concepción de edificios que más allá de su buena
apariencia estética, sean altamente funcionales, por lo que resulta indispensable ser
consecuente con las leyes y normas pertinentes, pues de ello dependerá que las
condiciones de ergonomía, función, confort y seguridad, se cumplan y garanticen
los más altos niveles de atención hospitalaria. Por su parte, existen otras
consideraciones de carácter general y estratégico que este gerente integral-
humanista debe mantener presente. (Ver Figura 2).

En Venezuela se cuenta con la Dirección de Regulación y Control de Materiales,


Equipos, Establecimientos y Profesiones de Salud, que dentro de un régimen legal
aplicable, se encarga de proponer a la dirección normas, supervisar su
cumplimiento, controlar y evaluar las actividades de las Direcciones Regionales de
Salud, a través de sus oficinas de Salud Ambiental y Contraloría Sanitaria, en
relación con las áreas de competencia sobre la instalación y funcionamiento, de los
establecimientos de salud públicos y privados.

Para regular la actividad profesional y médico-asistencial en todo el territorio


nacional, se cuenta con el siguiente orden jerárquico legal: Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, Leyes Orgánicas, Leyes Ordinarias,
Reglamentos, Decretos y Resoluciones.

El primer lugar lo ocupa la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


(CRBV), donde se ratifica la salud como un derecho social fundamental, que se
debe manejar desde un sistema público nacional, de carácter intersectorial,
descentralizado y participativo, regido por los principios de gratuidad,
universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El segundo
lugar es representado por: la Ley Orgánica del sistema Nacional de salud (Gaceta
oficial N 33.745 de fecha 23 de junio de 1987), la Ley Orgánica de
Descentralización Y transferencia de Competencias del Poder Publico (Gaceta oficial
N 4.153 Extraordinario de fecha 28 de diciembre de 1989), la Ley Orgánica de
Seguridad Social Integral (Gaceta oficial No 5.199 Extraordinario de fecha 30 de
diciembre de 1997), el Decreto con Rango y Fuerza de Ley que Regula el
subsistema de Salud de la ley Orgánica de Seguridad Social Integral (No 2.944) de
fecha 14 de octubre de 1.998, publicado en la gaceta oficial No. 36.568 de fecha 27
de octubre de 1.998, la referenciada Ley Orgánica de Salud (Gaceta oficial No.
36.579 de fecha 11 de noviembre de 1.998), la Ley Orgánica de la Administración
Central, reformada mediante decreto 369 del 5 de octubre de 1999 y publicada en
gaceta oficial No. 36.807 del 14 de octubre de 1999.

Figura 2. Consideraciones del Gerente Integral-Humanista en el proceso de planificación,


diseño y evaluación de establecimientos de salud.

Consideraciones
ecológico-ambientales
Consideraciones Consideraciones
económicas sociales

Consideraciones EL EDIFICIO Accesibilidad y


legales-gubernament. transporte
Médico-Asistencial

Consideraciones Estrategias Gerenciales


estéticas y Criterios
Consideraciones
Técnicos de Confort
geográficas
Fuente: Romero 2008. (Adaptación de Romero, 2000)

La Ley Orgánica de Salud, enfatiza, entre otros puntos de gran interés, que en caso
de riesgo temido o inminente, o de daño efectivo a la salud, podrán imponer
medidas cautelares, como cierre temporal, durante el lapso comprendido entre 48
horas y 2 años, según la gravedad del caso, a establecimientos de atención médica,
farmacias, hogares, casas, albergues, comedores, industrias, abastos, comercios,
mataderos, plantas de tratamiento de aguas, playas, balnearios, piscinas, rellenos
sanitarios, cementerios y a cualesquiera otros establecimientos de servicios para la
salud similares que se determinen en las leyes y los reglamentos. Dentro de los
reglamentos, la Resolución SG-822-98 del 27 de noviembre de 1998, publicada en
la Gaceta Oficial Nº 36.595 del 03 de diciembre de 1998, emite las Normas y
Procedimientos para la Ejecución del Reglamento sobre clínicas de hospitalización,
hospitales, casas de salud, sanatorios, enfermerías o similares.
Se presentan, a su vez, otro grupo de leyes y normas que también deben
considerarse desde la gerencia de los establecimientos médico-asistenciales: dentro
de las leyes orgánicas, la Ley Orgánica del Trabajo (LOT), la Ley Orgánica del
Sistema de Seguridad Social, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolecente; dentro de las leyes ordinarias, la Ley del Seguro Social, la Ley sobre
sustancias materiales y desechos peligrosos. Y, por su parte, la Ley Orgánica de
Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT) con su
reglamento, que busca el bienestar físico, mental y social del trabajador, la
protección de riesgos, trabajo adecuado, entre otros aspectos que no escapan al
desarrollo productivo en el contexto del sector médico-asistencial, estableciendo su
alcance hasta las empresas públicas o privadas, persigan o no fines de lucro.

Al comprender que formamos parte de una realidad social todavía con muchas
incoherencias relacionadas con los preceptos de que dispone el ordenamiento
jurídico en materia médico asistencial, se considera menester exhortar a quienes
tienen la imperiosa tarea de dirigir los diferentes centros de salud, para que
asuman la figura de líderes que les permita con mayor asertividad, conducir
acciones de cambio en los paradigmas de la administración de hospitales,
orientándose hacia el verdadero concepto de calidad desde el reconocimiento de los
aspectos de seguridad, higiene, ambiente, ergonomía, responsabilidad social y
relaciones humanas que motiven a sus trabajadores, en forma constante y
sostenida en el tiempo, para alcanzar los mayores y mejores niveles de atención al
público.

En medio de este acontecer jurídico, cuando se observa la estructuración del sector


salud venezolano, dentro del subsector público y como servicios médico-
asistenciales abiertos a todo público, se encuentran los dependientes directos del
Ministerio Popular para la Salud (MPPS), en donde se ubican los ambulatorios
rurales, urbanos y los hospitales. En paralelo, se presentan los servicios de tipo
cerrado, con un alcance limitado para una población específica a la que atiende si
se trata de trabajadores relacionados con el Seguro Social (IVSS), con el Ministerio
de Educación (IPASME) u otros sectores como por ejemplo, la policía o las fuerzas
armadas, entre otros.

Sin embargo, los problemas asociados a la seguridad, higiene o ergonomía, junto a


los relacionados con el manejo de desechos, también se revelan a través del
deterioro progresivo de sus edificios, del mobiliario y de su equipamiento en
general, que además de deteriorarse por su tiempo de existencia, su vigencia
merma muchísimo más por no contar con el debido mantenimiento.

Además, en el contexto privado, las clínicas, hospitales y otros centros de salud,


que manejan presupuestos propios, igualmente presentan condiciones significantes
que ponen al descubierto fallas en materia de seguridad, higiene y ambiente, así
como sucede en los servicios médico asistenciales anteriormente referenciados.

Por su parte, la estructura del Sistema de Salud Público en Venezuela, maneja una
departamentalización que determina la dependencia administrativa de la red
hospitalaria y ambulatoria, tanto para los organismos abiertos a todo público, como
para aquellos cerrados a un público selecto. Paralelamente, a todos los servicios
con sus respectivas dependencias mencionadas, existe un Sistema Municipal de
Salud, con una estructura administrativa y funcional que ofrece servicios a través
de programas especiales, clínicas móviles y otros servicios sociales.

No obstante, existe otro modelo de atención denominado Misión Barrio Adentro,


que tiene como objetivo la implementación y coordinación institucional del
programa integral de prestación de atención primaria en salud, considerando,
además, la estimulación e implementación de expresiones de la economía social y
transformación de las condiciones sociales, económicas y ambientales de la
comunidad y se encuentra dentro de un conjunto de misiones que apuntan a la
abolición de la pobreza.

Con esta diversidad en servicios médico-asistenciales, sigue siendo preocupante y


verdaderamente alarmante, la existencia notable de edificios hospitalarios
enfermos, así como otros que aun no estando enfermos, representan un tipo de
recinto en donde los procedimientos han dejado de ser suficientemente cómodos y
seguros, resultando contradictorio pensar que tantas estructuras organizativas y
funcionales pudieran permitir una mejor administración de los recursos en beneficio
de los servicios que ofrece y también para sus trabajadores en general, sean
médicos, enfermeras, personal técnico, obrero, entre otros. Sin embargo, las leyes
y normativas vigentes representan un punto donde todos convergen, cuando no
exime a nadie de su cumplimiento y es así como se muestra un mismo ministerio
con toda una estructura que debe dirigir las acciones a escala nacional.

En apoyo existe el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (SACC), que


coordina cada Dirección Estatal de Contraloría Sanitaria. Parte de su gestión se
relaciona con el otorgamiento de permisos para el funcionamiento de los
establecimientos de salud, entre otros aspectos que definen la habitabilidad de los
edificios y la puesta en funcionamiento de cada uno de sus departamentos y
servicios de asistencia. En consecuencia, preocupa una vez más la incertidumbre
frente a la actividad vigente de gran cantidad de edificaciones con situaciones de
riesgo para sus usuarios.

DESDE LO CONFORTABLE Y SEGURO PARA LAS FUNCIONES MÉDICO


ASISTENCIALES, HASTA LO GERENCIAL Y ESTRATÉGICO EN SU BENEFICIO.

Cuando a simple vista puede observarse la disminución de la calidad físico-espacial


y ambiental a lo largo del tiempo y en medio de diversas circunstancias entorno a
los edificios médico asistenciales, la salud se ve amenazada no solo para la
organización humana que da vida y función dentro de estos servicios de salud, sino
que también se expone a riesgo a todo tipo de usuarios que transiten por ellos y,
más aún, a los pacientes que continuamente recurren a los hospitales en busca de
un mejor estado de salud.

Generalmente se aprecia la atención que se brinda a las tareas domésticas de


mantenimiento, pero solo con lo elemental de una limpieza que no siempre revela
el uso de técnicas estudiadas y adecuadas para cada área de funcionamiento dentro
del hospital. Paralelamente florece el desconocimiento de su importancia sobre el
nivel motivacional de las personas que allí trabajan y que se encuentran en medio
de espacios y ambientes diferentes a los de su vida cotidiana, pero de los que
esperan condiciones de comodidad, higiene y seguridad, para el desempeño óptimo
de sus actividades y en donde, además, quieren tener la dotación de todos los
implementos e insumos necesarios para sus respectivos trabajos.

A esto se unen factores de tipo técnico, propios del mantenimiento o función de


cada área o inherentes al manejo de la diversidad de equipos medico asistenciales,
como lo son los desactualizados programas de mantenimiento y sobre todo la falta
de conocimiento especializado respecto a las condiciones ideales que deben
considerarse en todo recinto, para mantener a los trabajadores y demás usuarios
dentro de las condiciones confortables y seguras, contribuyendo de esta manera a
su motivación y orientándoles hacia un alto nivel de productividad.

El desarrollo del sector productivo venezolano, incluyendo la evolución de gran


numero de servicios médico asistenciales, ha propiciado la proliferación de factores
disergonómicos que diariamente se reflejan en trabajadores que acuden a consultas
médicas por dolencias asociadas con su labor, siendo posible conocer una
aproximación de las condiciones de la salud ocupacional venezolana, a través del
Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL), como
organismo que, entre otras funciones, presenta resúmenes estadísticos que
exponen los registros de los accidentes laborales de mayor relevancia, así como las
enfermedades que cobran vigencia: los trastornos musculo-esqueléticos (hernias
discales), enfermedades de la piel, enfermedades respiratorias, hipoacusia
(sordera), Intoxicaciones (plomo, mercurio, solventes y plaguicidas).

También, dejan entrever que existen otro tipo de enfermedades ocupacionales


expuestas como “Nuevos Problemas de Salud”, entre ellos, el cáncer, las
enfermedades relacionadas con el estrés (problemas de salud mental,
enfermedades psicosomáticas, acoso laboral), enfermedades por sobrecargas
físicas e incremento de ritmos (fatiga aguda y crónica, envejecimiento prematuro),
trastornos derivados de los turnos y de la duración de las jornadas.

Sin embargo, del sector salud poco se revela en estas estadísticas, pero no por ello
se desconocen los problemas que aquejan diariamente a su gente trabajadora y los
riesgos inminentes a los que se enfrentan en su diario quehacer, entre los cuales
cabe destacar el manejo de sustancias para las quimioterapias sin contar con las
adecuadas campanas extractoras en sus recintos, ni el área de almacenamiento
exclusiva para ello, así como tampoco el manejo propio de sus desechos, entre
otros aspectos que aun suponiendo riesgo para la salud, dejan apreciar que todavía
son del desconocimiento y concienciación de gran parte del personal que labora, así
como de los demás que siendo pacientes o visitantes igualmente ignoran sus
efectos nocivos.

También diferentes dolencias o enfermedades como lumbalgias, hernias, bursitis,


trastornos psicosomáticos, entre otros, producto de un trabajo arduo que no ha
comprendido de revisión periódica de su método y de su tiempo en cada jornada,
son consecuencia tanto del desconocimiento por parte de sus víctimas, como de la
falta de atención responsable de sus empleadores.

De lo antes expuesto, resulta imperante poner en práctica los basamentos legales


existentes en el ordenamiento jurídico de la nación, que promueven la salud y
seguridad de los trabajadores, puesto que el mismo INPSASEL revela que se
desconoce el número real de accidentes y enfermedades ocupacionales, así como
sigue prevaleciendo la escasa organización y muy poco interés por parte de los
mismos empleados, quienes incumplen las normas de higiene y seguridad.

En consecuencia nos alarma una interrogante, pues si se cuenta con las leyes y
normas que respaldan y promueven el diseño de políticas en materia de seguridad
e higiene ocupacional, cuál sería la razón fundamental por la que persiste
significativamente el desinterés del trabajador frente a estos factores, si ellos
mismos deben tener un supervisor, que a su vez reporte a otros funcionarios de
mayor responsabilidad dentro de la estructura gerencial médico asistencial, desde
donde puede promoverse un liderazgo hacia la excelencia en el trabajo.

No obstante, cuando se habla de Seguridad Industrial, Ambiente e Higiene


Ocupacional (SIAHO), se abre el espectro de todas las leyes, normas y reglamentos
que contribuyen a la preservación de la salud de los trabajadores y de las
condiciones ergonómicas que deben garantizarles áreas y espacios confortables
para el desarrollo de sus actividades productivas.
Asimismo, cuando se observan los diferentes sectores de una ciudad, donde el
desarrollo industrial siendo diversificado, se hace principalmente representativo
entorno a su industria petrolera, como lo es el caso venezolano y muy
particularmente en la ciudad de Maracaibo en el estado Zulia, se manifiesta un
ambiente permanentemente amenazado por la contaminación ambiental que
merma silenciosa y paulatinamente la salud de sus habitantes, siendo
contradictoriamente fácilmente aceptable y entendible para el ciudadano común,
aunque poco haga al respecto.

Sin embargo, cuando de otros sectores se habla, como por ejemplo el que nos
ocupa con los servicios médico asistenciales, parece no comprenderse su impacto
ambiental, precisamente por el desconocimiento de lo que claramente pudiera
palparse como un riesgo para la salud de quienes lo visitan, o amenaza para una
comunidad vecina con la que comparte espacio y ambiente exterior, sin desmeritar
la repercusión del manejo inadecuado de los desechos hospitalarios y, peor aun, el
destino final de los mismos, hasta centros de acopio que bajo la denominación de
rellenos sanitarios, no cuentan con un mecanismo higiénico y seguro de
clasificación y debido manejo de los mismos.

En ánimos de propiciar el despertar de un estado de conciencia que valore


responsablemente las condiciones ergonómicas y de seguridad que debe prevalecer
en todo recinto de trabajo, es fundamental considerar los criterios técnicos de
confort referidos por Romero (2000), cuando los expone para el desarrollo de
proyectos civiles en donde pueden incluirse los relacionados con estructuras médico
asistenciales, destacando asimismo que además de tomar en cuenta los aspectos
inherentes a su naturaleza productiva, existen consideraciones comunes que
permiten abordar el bienestar físico espacial y ambiental, para garantizar a los
usuarios de dichos edificios un estado confortable en el desempeño de sus
actividades productivas.

Existen numerosos estudios acerca de estos criterios, tal y como lo refiere la


autora, quien expone que para poder abordar el diseño, remodelación y/o
rehabilitación de edificaciones, deben considerarse tres aspectos básicos que
garantizan el confort:

• Calidad Físico-Espacial: significa que desde el punto de vista de la forma física y


sus dimensiones, la disposición y organización de las áreas y espacios de un
edificio, puede generarse confort a través de consideraciones desde el momento en
que se realizan los diseños, orientándose hacia la adecuación de los pisos, paredes,
techos, altura, relación de ambientes y accesos, para las funciones requeridas.

• Calidad Ambiental: a través del diseño de estas edificaciones para la salud, es


posible ofrecer desde la concepción de su forma y distribución de espacios y
ambientes, un estado confortable para los usuarios, por medio del estudio de la
iluminación, temperatura, humedad, ventilación, ruidos, señalización, mobiliario,
telecomunicaciones, entre otros.

• Servicios Complementarios: aun cuando puede depender directamente de las


políticas establecidas en cada institución y de su envergadura por su capacidad
física y de atención, también puede ser impulsado desde el momento en que se
diseñan estos edificios. Estos servicios se refieren a todos los que contribuyan a
mejorar el estado de confort para los usuarios, entre los que se encuentran:
comedores, áreas de descanso, óptimas salas sanitarias, agua fresca, vestuarios,
áreas de esparcimiento y recreación, servicios de transporte, entre otros.

Así mismo, destaca Romero (2000), que deben seguirse unas estrategias
gerenciales por parte del grupo consultor de ingeniería, en el abordaje de proyectos
de edificios, para poder ofrecer mejor calidad de respuestas a las necesidades de
quienes demandan la atención sobre nuevos diseños, remodelaciones o
mantenimiento de los mismos. En el caso de hospitales resulta imperioso contar
con la participación de un equipo multidisciplinario que, desde la gerencia médico
asistencial, pueda abonar sus conocimientos al equipo de ingeniería que asume la
responsabilidad de materializar sus proyectos. De esta forma tales estrategias
deben promover un trabajo con una visión contextualizada y humanizada.

En este sentido se exponen una serie de estrategias que el ente consultor,


constituido por arquitectos e ingenieros de las distintas especialidades y demás
profesiones afines, debe considerar para dar garantía de que su trabajo dentro del
sector médico asistencial será cada vez más asertivo, tanto a nivel de proyecto,
como a nivel constructivo en obra: (a) Contacto con los usuarios de los edificios de
la salud a intervenir, promoviendo la coparticipación de sus miembros, directivos o
jefes de servicio, (b) Relación con el mercado competitivo de consultores de
ingeniería, a fin de conocer el nivel de avances en materia de edificios médico
asistenciales, (c) Capacitación del personal de consultoría, especialmente si
requieren conocimiento específico para el desarrollo de proyectos relacionados con
el sector médico asistencial, (d) Mantenimiento del personal clave de consultoría, es
decir, el personal de experiencia que sostenidamente ha contribuido al avance y
progreso corporativo a través de los proyectos de ingeniería de la empresa, (e) En
la etapa de planificación del proyecto, fomentar la participación activa de un equipo
multidisciplinario con experiencia, (f) Dentro de la estructura organizativa del
proyecto, manejar un sistema de comunicaciones efectivo que mantenga a todo el
personal integrado y debidamente informado, (g) Durante la dirección del proyecto,
fomentar el liderazgo en los equipos de trabajo, (h) Para el control del proyecto
deben establecerse métodos que permitan el monitoreo de los equipos, dentro de
un clima armonioso y de gestión cooperativa.

DE LO SOCIAL RESPONSABLE Y UNA GERENCIA SUSTENTADA EN LA


ERGONOMÍA, AL DESARROLLO DE UNA INTELIGENCIA SOCIAL Y EL
PROGRESO DE ORGANIZACIONES INTELIGENTES.

Cuando se evoca a la Responsabilidad Social Empresarial, se compromete a la


acción que ha de gestarse dentro de un misma organización cuando refiere al
estado de bienestar que debe garantizarse a los trabajadores y que incluye su
seguridad laboral, los beneficios para el desarrollo profesional, incentivos para su
progreso y calidad de vida, entre diversos factores que contribuyen a la motivación
del empleado, impactando su nivel de productividad.

Pero su alcance traspasa las fronteras de la organización, cuando la planta física se


observa como un elemento que comparte espacio, ambiente y vida sistémica con
una comunidad y sociedad que, en el caso del servicio médico asistencial, espera
que su nivel de atención esté garantizado por los más altos niveles profesionales,
de seguridad, higiene y protección integral. De esta forma, al comprender que todo
edificio con sus funciones productivas impacta sobre el medio ambiente, no debe
subestimarse la relación del hospital con su exterior, cuando sus desechos pueden
convertirse en alarmante riesgo para la salud, tanto dentro de su recinto, como
fuera del mismo.

Por ello deben ser bien estudiadas las funciones de cada hospital, según su
envergadura, para contribuir a su integración armónica con e medio ambiente
exterior, permitiendo su reconocimiento por la comunidad vecina que sería quien
mejor daría fe de su aceptación, por acometer un emplazamiento acorde con las
ordenanzas de zonificación urbana y, más aun, por su adaptación al contexto socio-
cultural al que pertenece, en donde deben cuidarse detalles de forma, color,
texturas, vegetación y paisajismo, entre otras consideraciones y dando una gran
fuerza responsable a los factores inherentes al manejo, transporte y destino final de
los desechos que diariamente producen.
Sobre estos aspectos Romero (2008) expone que en la actualidad del contexto
venezolano, es un camino que está comenzando y, todavía, el concepto de la
responsabilidad social empresarial suele entenderse como una acción que solo mira
hacia el entorno y la relación de la empresa con el medio ambiente de manera aun
muy incipiente. Además, sabiendo que la gran mayoría de las empresas, no solo
aquí, sino en Latinoamérica, tienden a ser del ramo de la pequeña y mediana
industria, muchas veces no ven este concepto como una inversión, sino
distorsionadamente como un gasto que ellos no creen poder soportar.

Sin embargo, diversas acciones o programas que buscan integrar al hospital con su
comunidad, en aras de llevar sus servicios al alcance de todos, revelan hoy en día
que forman parte de los preceptos derivados de las leyes, reglamentos y normas
que obligan al cumplimiento de acciones que deben prevalecer en este ti po de
servicios y que de manera espontánea no se ejecutaban suficientemente, pues la
buena voluntad de equipos directivos en ánimos de mejorar su calidad de servicio,
acercándose a sus comunidades vecinas, muchas veces ha sido amenazada por la
inseguridad social y la falta de cooperación de otros sectores para mantenerse en el
tiempo, entre otros aspectos.

Por ello es importante dar a conocer, muy especialmente, a la organización humana


médico asistencial, el alcance y los beneficios que la responsabilidad social
empresarial otorga a las empresas, sea cual fuere su naturaleza y nivel de
producción, garantizando la presencia de organizaciones sustentables y sostenidas
en el tiempo, que es lo que empleado y comunidad buscan en aras de una
seguridad laboral, que se refleja en la seguridad sobre el modo de vida y una
sociedad que siempre espera algo positivo de cada institución. Asimismo, deben
acoplarse los factores legales, éticos, morales, culturales y ambientales, tomando
en cuenta tanto los aspectos internos como los externos de la organización y, en
este caso, del hospital.

De esta forma, la acción del gerente con un sentido social responsable, debe hacer
uso de los mejores estilos de liderazgo, garantizando una comunicación eficaz y
eficiente en todos los niveles de su organización y propiciando un clima conducente
a la elevación continua del bienestar laboral, así como de su productividad y en
consideración de los factores medio ambientales y socio-culturales donde se
encuentre ubicada su empresa.

Cuando se piensa en lo social como sistema dinámico y complejo, se evoca la teoría


expuesta por Sotolongo (2006), quien revela la importancia de la contextualización
cuando se desarrolla cualquier actividad productiva que verdaderamente se
esfuerza en considerar sus beneficios para la sociedad y su integración armónica
con en medio ambiente. Al observar el colectivo, sus características, cultura y modo
de vida, es posible aproximarse a la comprensión de lo que puede armonizar ó no
con su habitual conducta, descubriendo así mismo sus reales necesidades,
aspiraciones y expectativas, cuando aprecian la evolución de su entorno, desde la
integración de un nuevo desarrollo productivo en su comunidad o con la
reorganización y repotenciación de algún sector de interés, como bien podría
tratarse el educativo o el médico asistencial que ocupa este trabajo. Se entiende
entonces que al aperturarse al desarrollo de la sinergia entre las expectativas de la
comunidad y las del ente productivo, se pueden sentar bases sólidas sobre los
patrones colectivos de interacción social, logrando que cada acto sea socialmente
aceptado.

Pensar además en una gerencia desde una perspectiva ergonómica, conlleva a la


consideración de aspectos fundamentales que contribuyan a la seguridad, higiene y
ambiente de toda una organización, así como al estado emotivo de cada trabajador
cuando logra sentirse parte importante activa dentro de su empresa, en donde
percibe seguridad laboral y atención de sus necesidades para alcanzar su mayor
desarrollo productivo, dentro de unas condiciones palpables que garantizan su más
elevado nivel de salud.

Es así como Romero (2008) expone su teoría sobre la Gerencia Empresarial desde
una Perspectiva Ergonómica, que bien puede contextualizarse en el ambiente
médico asistencial, apoyando la figura bien denominada como el gerente integral
humanista que ha de consolidar esta gestión, asumiendo un liderazgo con la
habilidad para hacer uso apropiado de su conocimiento, de los métodos, de las
técnicas y de los medios necesarios para la ejecución de tareas específicas; además
de una habilidad conceptual que refleje su capacidad para percibir a la organización
como un todo, reconocer sus elementos, las interrelaciones entre los mismos y la
manera en que los cambios en alguna parte del hospital afectan o pueden afectar a
los demás departamentos y servicios.

Asimismo, refiere la autora antes mencionada que, se presenta a la Gerencia


Empresarial desde una Perspectiva Ergonómica como teoría incipiente, proponiendo
una visión de la actividad gerencial que ha de involucrarse con un sentido más
humanista a los factores de ergonomía, seguridad y confort de los usuarios en su
sede organizacional, además de considerar el impacto del proceso productivo en los
diferentes sectores de la sociedad a la que ofrece sus bienes, productos y servicios.
Todo ello a través del establecimiento de estrategias gerenciales y criterios
técnicos de confort que sirvan de base para su desarrollo, así como también para la
planificación, diseño y evaluación asociadas a sus edificaciones, con la intención de
garantizar el bienestar físico-espacial y ambiental de los trabajadores.

Surge así, la figura del gerente médico asistencial humanista, como aquel que
integra los conocimientos de la gerencia, la ergonomía, la responsabilidad social y
el desarrollo de las organizaciones inteligentes, con la finalidad de establecer un
acercamiento asertivo y empático con los miembros de su organización, así como
con el entorno ambiental y comunidad vecina, propiciando una continui dad
próspera y ascendente del proceso productivo que, desde su labor gerencial,
considera prioritariamente las condiciones ergonómicas de confort, seguridad e
higiene para los trabajadores, con un carácter sostenible y sustentable frente a la
sociedad. A partir de esto se construye la estructura que da forma a la gerencia
empresarial desde una perspectiva ergonómica. (Ver figura 3).

Figura 3. El proceso de la gerencia empresarial desde una perspectiva ergonómica.

Fuente: Romero 2008 (Adaptación de Romero 2007).


Entrando en el conocimiento de la inteligencia social, debe connotarse la
consciencia social que involucra, tal como lo refiere Goleman (2006), empatía
primaria, armonización o sintonización, precisión empática y conocimiento social.
Además se incluye la facilidad social que comprende la sincronía, la auto
presentación, la influencia y la preocupación.

Integrarse sensiblemente a un contexto socio-cultural activo, implica un alto


sentido de respeto y conducta ética comprometida inclusive con su medio
ambiente en general, que bien debe entenderse y practicarse desde las funciones
gerenciales de toda organización, entre las que se incluye a las instituciones médico
asistenciales. Esto pone de manifiesto la experiencia y saberes acumulados por las
comunidades y sus grupos sociales, quienes manifiestan desde su cultura la forma
de vivir y de enfrentarse a todo tipo de situaciones en su lucha por el bienestar y la
sobrevivencia, en medio de circunstancias que pueden armonizar ó no con sus
particularidades.

En la asociación de la inteligencia social con cualquier actividad productiva desde


una empresa o institución médico asistencial, su sentido y quehacer se
redimensiona notablemente en función de los intereses comunes de los ciudadanos
y la participación de la organización, con un sentido responsable de integración
armónica que revele su interés por el desarrollo de relaciones empáticas con la
comunidad vecina. De allí que se dirijan sus funciones de diagnosticar, analizar,
comprender y actuar, en correspondencia con su contexto.

Resulta significante considerar a la actitud, como postura pública de la organización


y su cuerpo directivo y funcional, prestada al reconocimiento y valoración de los
movimientos sociales y todos sus componentes. También la empresa como
institución que expresa su sentido responsable, debe hacer sinergia con los
componentes culturales que dan vida a la sociedad en donde produce y que bien
puede conducirse a través de su imagen, discurso y demás mecanismo de
comunicación que le enlacen con el mundo alrededor.

Por su parte, en el entorno de las organizaciones inteligentes mostrado por Romero


(2008), se expone que las mismas son un sistema integral en donde cada miembro
influye en el entorno y éste, a su vez, en cada persona; basándose en el
conocimiento y con un diseño que permite la adaptación a un medio inestable,
confiriéndole la figura de una organización creadora que no espera que los
acontecimientos la destruyan, porque las personas siempre estarán motivadas para
seguir aprendiendo y dispuestas a enfrentarse a todo tipo de situación con la
capacidad resolutiva que se amerite. Asimismo, su conducta social inteligente le
confiere la apertura al mejoramiento continuo y la posibilidad de una mejor
adaptación a las condiciones de cambio del mundo alrededor.

Partiendo de este pensamiento y comportamiento sistémico, se concibe a una


institución de la salud como una organización que puede asumir su reto de
aprendizaje continuo, promoviendo en su capital intelectual el uso de mapas
mentales, propiciando el dominio personal desde el manejo adecuado de las
emociones, activando siempre una misión compartida a través del trabajo en
equipo. Es así como cobra importancia el desarrollo de un liderazgo que fortalezca y
motive hacia el logro de los objetivos, considerando el mejoramiento profesional
continuo, promoviendo de esta forma la apertura al aprendizaje, por medio de la
motivación al reto y el apoyo responsable y comprometido que cada dirigente o
líder debe hacer sentir en los trabajadores.

Esto supone la expansión de la capacidad y del potencial en los miembros de los


servicios médico asistenciales, su aprendizaje como habilidad corporativa creciente
y como valor cultural fundamental, la búsqueda del cambio y la innovación como
algo natural, la participación constante con una actitud reflexiva, por lo que el
aprendizaje habrá de darse antes, durante y en el trabajo; todo ello en
correspondencia con las acciones que deben dirigirse desde una gerencia de
hospitales con carácter humanista.
CONCLUSIONES

Los problemas físico espaciales y ambientales de los edificios médico asistenciales,


constituyen un riesgo para la salud de sus usuarios, que se ve redimensionado
cuando se une a ello el manejo inapropiado de los desechos, determinando gran
parte del comportamiento y actitud de los trabajadores, que luchan continuamente
contra toda adversidad para poder brindar la mejor atención, en medio de
condiciones disergonómicas e insuficientemente seguras para el desempeño de sus
actividades. El código civil venezolano deja apreciar claramente que el
desconocimiento de las leyes, normas y reglamentos que el estado dispone, no
exime de responsabilidad alguna a quienes participan trabajando y conduciendo
desde los más altos niveles gerenciales, hasta cada uno de los niveles
operacionales, en todo centro de salud.

La ergonomía en la gestión de la organización humana médico asistencial, cobra


vigencia progresivamente en aras de la preservación de la salud de sus usuarios,
razón por la cual deben emprenderse programas de formación continua en todos
los niveles de las instituciones hospitalarias, para ofrecer el conocimiento y
aprendizaje, conducente a un estado de concienciación sobre los factores de riesgo
asociados a cada tipo de trabajo, la preservación del medio ambiente y el trabajo
en equipo con un sentido social responsable.

Desde las funciones del proceso gerencial médico asistencial deben conducirse
estrategias con una visión integral-humanista que propicien la búsqueda de
espacios y ambientes ergonómicos, higiénicos y seguros, además de considerar el
medio ambiente externo; comprendiendo, con suma responsabilidad, la necesidad
de contar con un equipo multidisciplinario que pueda garantizar mejor calidad de
respuestas en los proyectos y construcciones de nuevos edificios ó de mejoras para
los establecimientos de salud existentes.

De manera especial se invita a la comunidad científica y multidisciplinas


profesionales, a participar en la construcción progresiva de conocimientos que,
contextualizados en cada región, permitan concebir la figura del gerente integral
humanista, que desde su gestión social-responsable asuma los factores
ergonómicos y de seguridad como fundamento vital en la gestión de la organización
humana médico asistencial.

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