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CAMBIOS EN LA FARMACOCINETICA DE LOS MEDICAMENTOS

ASOCIADOS AL ENVEJECIMIENTO

Los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento influyen en los procesos de


absorción, distribución, metabolismo y excreción de los medicamentos. Como ya
se ha comentado, el conocimiento de los cambios fisiológicos en el anciano es
pobre, y los estudios al respecto en la literatura científica muy escasos, aunque se
han incrementado en los últimos años.

Absorción

Tras su administración por vía oral, la absorción de los medicamentos puede verse
afectada por una serie de cambios en el tracto gastrointestinal asociados al
envejecimiento:
-Disminución de la acidez (incremento del pH) del contenido gástrico, que entre los
ancianos parece más acusada en mujeres que en hombres, pudiendo
-en teoría provocar cambios en la solubilidad y el grado de ionización de
numerosos fármacos. Sin embargo, estudios recientes no han mostrado la
existencia de una relación entre la edad del paciente y la aparición de aclorhidria.
-Disminución del riego sanguíneo y de la motilidad del tracto gastrointestinal.
-Disminución de la actividad de algunos de los sistemas de transporte activo para
fármacoso nutrientes (calcio, hierro, vitaminas B1 y B12). La absorción de la
mayoría de los medicamentos se produce por difusión pasiva, por lo que este
cambio fisiológico parece tener un pequeño efecto sobre la farmacocinética de los
medicamentos.
-El uso frecuente de los antiácidos por parte de la población anciana puede
disminuir la absorción de numerosos medicamentos, cuando se administran
conjuntamente. Aunque, en teoría, la existencia de estos cambios podría
condicionar modificaciones en la absorción de los medicamentos; la mayoría de
los estudios de biodisponibilidad realizados en ancianos no han puesto de
manifiesto su existencia. No pareciendo que, para la generalidad de los ancianos,
los cambios en la absorción de los medicamentos derivados del proceso de
envejecimiento tengan significación clínica.

Distribución

La distribución de un medicamento en el organismo depende de distintos factores,


entre los más importantes se incluyen la composición corporal, el grado de unión
del fármaco a las proteínas plasmáticas y el riego sanguíneo de los diferentes
órganos del cuerpo humano. Los cambios fisiológicos en los ancianos pueden
tener un efecto pronunciado sobre la distribución de los medicamentos:
-Cambios en la composición corporal:
Los mayores presentan menor masa corporal, y menor contenido de agua, que los
sujetos jóvenes; por lo que, si se emplean iguales dosis en los ancianos que en los
jóvenes, cabe esperar que se alcancen mayores concentraciones plasmáticas y
tisulares para los fármacos hidrosolubles (digoxina, aminoglucósidos, etc.) al verse
disminuido su volumen de distribución por estos cambios en la composición
corporal.

De forma adicional, también se observa en los ancianos una aumento de la grasa


corporal
-en detrimento de la masa muscular
-que puede facilitar la acumulación (y la consiguiente prolongación del efecto) de
los fármacos liposolubles, como ocurre con algunas benzodiazepinas (diazepam y
clordiaze poxido) y antipsicóticos.
-Unión a proteínas plasmáticas:
Como consecuencia del proceso de envejecimiento se produce una tendencia a la
disminución de las concentraciones plasmáticas de albúmina, sin que varíen en la
mayoría de los ancianos las concentraciones de proteínas totales, al aumentar las
gammaglobulinas y las glicoproteínas.
La concentración de albúmina constituye uno de los factores principales que
determinan la cantidad del fármaco que va a unirse a las proteínas y la cantidad
que permanece libre. El fármaco cuando está unido a las proteínas no atraviesa
las membranas y no puede abandonar la circulación sanguínea; sin embargo, la
fracción que permanece libre (no ligada) puede difundir a los tejidos.
En el anciano, como consecuencia de la disminución de las concentraciones
plasmáticas de albúmina, la proporción de fármaco libre puede verse aumentada
con aquellos medicamentos que presentan una elevada unión a la proteínas
plasmáticas, como: anticoagulantes orales, antidiabéticos orales, salicilatos,
fenitoina, etc.
El envejecimiento también se asocia a una disminución en la unión de algunos
medicamentos a los glóbulos rojos, aumentando las concentraciones del fármaco
libre. Como ocurría con los fármacos que presentan un alto grado de unión a la
albumina, el uso concomitante de fármacos que presentan un alto grado de unión
a los hematíes (como por ejemplo, meperidina, acetazolamida o clortalidona)
puede producir un aumento en la respuesta farmacológica.

Metabolismo / biotransformacion:

El metabolismo hepático de los medicamentos se produce como consecuencia de


la acción de dos sistemas enzimáticos. La primera fase de la biotransformación
(en la mayoría de los casos, oxidativa)incluye distintas reacciones químicas
(hidroxilación, hidrólisis, etc.) que inducen pequeñas modificaciones en la
molécula del fármaco. Dichas modificaciones, permiten hacerlos más hidrofílicos,
manteniéndose en la mayoría de los fármacos (de forma parcial o completa) la
actividad farmacológica. Este sistema enzimático frecuentemente presenta
disminuida su actividad en los ancianos. La segunda fase de la biotransformación
(conjugación), incluye distintos procesos químicos que producen que la molécula
del fármaco se una a otras (acetato, glucuronido o sulfato) dando lugar a
moléculas con ninguna (o escasa) actividad farmacológica. Esta fase del
metabolismo se ve mínimamente modificada como consecuencia del
envejecimiento.
El proceso de envejecimiento puede provocar diversos cambios en el metabolismo
de los medicamentos, como consecuencia de la disminución de la masa hepática
y del riego sanguíneo. Este declive, se inicia a los 25 años y continua hasta los 65
aproximadamente; de manera que, es posible que en edades superiores a los 65
años se de una reducción hasta del 45%. Al mismo tiempo, las pruebas de función
hepática permanecen normales y los niveles de transaminasas, fosfatasa alcalina
ybilirrubina sérica total no varían con respecto a los valores encontrados en
sujetos más jóvenes.
Así, la capacidad metabólica del hígado se reduce al aumentar la edad, afectando
especialmente al metabolismo oxidativo de algunos medicamentos. De manera
que, si se administran a los ancianos dosis estándar de fármacos que se
metabolizan principalmente por esta vía, pueden verse incrementadas las
concentraciones plasmáticas acumulándose en el organismo. Estos resultados no
permiten formular generalizaciones simples sobre los efectos dela edad sobre el
metabolismo de los medicamentos al presentar los procesos metabólicos una
considerable variación interindividual, viéndose afectados sustancialmente por
diversos factores: sexo, factores genéticos y ambientales, tabaco, estado
nutricional, enfermedades, etc.

Excreción renal

Con frecuencia, los cambios en la vida media de los medicamentos que ocurren
en los ancianos son consecuencia de alteraciones en el aclaramiento; que, a
veces, obligan a modificar la dosificación para obtener efectos terapéutico óptimos
y prevenir la aparición de posibles efectos adversos.
Asociado al proceso de envejecimiento, aunque con una considerable variación
interindividual, se produce un declive en el funcionamiento renal disminuyendo el
índice de filtrado glomerular, la capacidad de concentrar la orina y retener sodio, el
aclaramiento de creatinina y el riego sanguíneo renal. Tal vez, sea éste el cambio
en la farmacocinética debido al envejecimiento que resulta más documentado,
predecible y fácil de vigilar. En los ancianos, al mismo tiempo que disminuye la
masa muscular, decrece la cantidad decreatinina producida por dicho tejido
muscular. De manera que, la creatinina que se produce no se elimina de forma tan
eficiente como en los adultos jóvenes. Los niveles de creatinina pueden
permanecer relativamente sin modificaciones durante el envejecimiento, no
reflejando de forma exacta la función renal, a no ser que se realicen estimaciones
basadas en el sexo, edad y peso del paciente.

Los medicamentos que son excretados en su mayor parte por la orina (como es el
caso de
cimetidina, digoxina, litio, quinidina y la mayoría de los antimicrobianos) son los
que con mayorprobabilidad se eliminarán más lentamente en los ancianos (ya que
disminuye su aclaramiento renal), pudiendo tener una mayor vida media. Sí se
emplean en los ancianos dosis estándar de medicamentos de eliminación
preferentemente renal, pueden alcanzarse niveles plasmáticos más elevados; y,
en función del medicamento de que se trate, manifestaciones de toxicidad.
CAMBIOS EN LA FARMACODINAMIA DE LOS MEDICAMENTOS ASOCIADOS
AL ENVEJECIMIENTO

Las diferencias en la respuesta a los medicamentos observadas entre los jóvenes


y los ancianos no dependen sólo de los niveles plasmáticos que alcance un
determinado fármaco, de su lugar de acción o de la peculiar sensibilidad a los
mismos, sino también del progresivo deterioro de lo sistemas homeostáticos
asociados al envejecimiento y a ciertas enfermedades. Así, la aparición frecuente
de hipotensión ortostática en los ancianos sometidos a tratamiento con fármacos
antihipertensivos, neurolépticos o diuréticos, es consecuencia de la disminución
(con el envejecimiento) de la actividad de los barorreceptores y a una reducción en
el tono venoso periférico.
Los ancianos presentan una menor respuesta al bloqueo o a la estimulación
adrenérgica de los receptores beta; sin que al parecer el número de receptores
varíe como consecuencia de la edad. La depleción de dopamina en los centros
extra piramidales del cerebro incrementan el riesgo de padecer alteraciones del
movimiento (temblores, rigidez, temblor, acatisia y reacciones distónicas agudas)
secundarias al tratamiento con antipsicóticos. Estas variaciones en la
farmacodinamia de algunos medicamentos (antihipertensivos, ansiolíticos e
hipnóticos, agentes anticolinérgicos, analgésicos narcóticos, etc.); pueden tener
como consecuencia que, para unos mismos niveles plasmáticos, aparezca un
diferente efecto farmacológico en ancianos que en sujetos más jóvenes. De todas
formas, parece que los factores individuales de cada paciente pueden ser mejores
predictores de la respuesta a los medicamentos, que tener en cuenta tan sólo la
edad del sujeto.

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