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psicomotricidad
1. Consideraciones previas
Considera la persona como una unidad global, en la que interactúan las esferas física o
fisiológica, cognitiva, emocional, social y comunicativa; así que con su práctica se contribuye al
desarrollo global del sujeto.
"Basado en una visión global de la persona, el término psicomotricidad integra las interacciones
cognitivas, emocionales, simbólicas, sensoriales y motrices a la capacidad de ser y de expresar en
un contexto psicosocial. La Psicomotricidad, así definida, tiene un papel fundamental en el
desarrollo armónico de la personalidad. Partiendo de esta concepción se desarrollan diferentes
maneras de intervención psicomotriz que encuentran su aplicación, cualquiera que sea su edad, en
los ámbitos preventivo, educativo, reeducativo y terapéutico. Estas prácticas psicomotrices han de
conducir a la formación, a la titulación y al perfeccionamiento de los profesionales y contribuir cada
vez más a las investigaciones científicas." (Definición de las Asociaciones de Psicomotricistas de
España)
Bases perceptivo-motrices
Es la capacidad para coordinar los sistemas sensoriales con los movimientos del cuerpo:
Se compone de:
Percepción espacial.
Percepción temporal.
Estructuración espacio-temporal.
Coordinación motriz
Es la capacidad de ejecutar acciones que implican una gama diversa de movimientos en los que
interviene la actividad de determinados segmentos, órganos o grupos musculares y la inhibición de
otras partes del cuerpo (esto último son las disociaciones motrices)
Comprende:
Marcha, carrera
o Trepas
o Saltos
o Giros
o Lanzamientos y recepciones
o Golpeos y pateos
o Botes
Relajación
Es la liberación de tensión corporal y psíquica Se produce una expansión voluntaria del tono
muscular, acompañada de una sensación de reposo.
Respiración
Es un acto automático, pero con una buena educación se puede modular, regular e inhibir
(apneas), adaptándola a las diversas actividades. Incluye la toma de conciencia de la respiración,
de las regiones del cuerpo que pone en juego, de su ritmo y sus modificaciones.
La motricidad fina o praxias, comprende todas aquellas actividades que necesitan de una
precisión y un elevado nivel de coordinación. Se refiere a los movimientos realizados por una o
varias partes del cuerpo, que no tienen una amplitud sino que son movimientos de más precisión.
Aunque incluye la oromotricidad (motricidad del habla), los psicomotricistas nos centramos más
en la grafomotricidad (motricidad necesaria para la escritura) y la motricidad fina de las manos
(pinzas, prensiones).
1.3. Enfoques
Existen diferentes enfoques de ver la Psicomotricidad. Vamos a resumir los tres principales, con
sus ventajas e inconvenientes:
Psicomotricidad dirigida
Psicomotricidad vivenciada:
El psicomotricista no dirige la sesión, sino que se dedica a observar estando atento a las
demandas que puedan surgir desde el niño
Psicomotricidad integradora:
Es por esto que debemos esforzarnos por crear juegos y actividades, transformardo materiales
convencionales, readaptando material deportivo, material escolar, etc. Es nuestro deber como
profesionales ser creativos para fomentar una motivación adecuada en el niño que le inclinen a
practicar las alternativas que le presentamos, para que las vivencie y las haga suyas.
Esta propuesta trata de compensar dicha falta de recursos para poder pasar de una
psicomotricidad más dirigida a una ciertamente más vivencial e integradora. Trata de liberar al niño
de la sensación “de tener que hacer” lo que un adulto le diga. Esta idea cobra especial importancia
en niños con discapacidad, que se pasan el día “aceptando” las órdenes que le imponen sus padres,
hermanos mayores, profesores, equipo de rehabilitación… ¿acaso no es buena idea que en nuestras
clases él pueda tener la sensación de que es más libre, que tiene libertad para elegir lo que quiere
hacer? Lógicamente esto no se debe de dar siempre, los profesores somos nosotros, pero sí que es
importante la idea de que durante algunos momentos de las terapias o clases, el niño no sea un
mero receptor de órdenes, sino que sienta que la actividad surge de su elección, que es intrínseca y
que responde únicamente a su voluntad de moverse. De aquí surge la idea de “El juego del Dado”.
2.2. Materiales
Un dado: lo ideal es que sea un dado grande y llamativo, que al niño le motive tirarlo y que
le resulte atractivo.
Cartulina y lápices de colores: para escribir los ejercicios.
Otro tipo de materiales para hacer las cartulinas más atractivas (optativo): brillantinas,
papel de cebolla, charol, pintura de dedos, pegatinas, gomets, etc.
2.3. Preparación
Recortamos la cartulina por la mitad y dibujamos las seis caras del dado en el lado
izquierdo.
A la derecha escribimos los ejercicios, tareas o contenidos que van a ir asociados a cada
número.
Ponemos todos los adornos que queramos para que quede llamativo y acorde con la clase.
Y lo colgamos en la pared.
Es simple: una vez el cartel está en la pared, se le explica al niño que se va a jugar al juego del
dado, que consiste en que según el número que nos salga en el lado (cara superior), vamos a
hacer una actividad u otra, que depende de cómo él tire el dado.
Reglas
Una vez que sale una tarea, si al tirar otra vez sale la misma hay que lanzar de nuevo
A veces la tarea favorita del niño no sale, así que sería una buena idea, si ha tenido un
comportamiento adecuado en clase, premiarle al final con esa tarea, aplicando así los
principios del condicionamiento operante (reforzamiento positivo por la buena conducta).
Sugerencias
La tipografía de las letras debe de ser infantil (letras grandes, redondas y unidas), para que
aquellos niños que se están iniciando a la lectura puedan leer las instrucciones, así como si
hay niños con problemas leves de visión alcancen a ver
Si hay niños que no saben leer, sería conveniente colocar al lado del dado los pictogramas
que reflejen las acciones que vamos a querer que realicen
Un aspecto interesante es que los niños nos ayuden a hacer los carteles, ya que así pueden
hacer sugerencias, proponer tareas (realizando una estimulación de la creatividad y de las
funciones ejecutivas) y también que nos ayuden en la ejecución propiamente dicha,
coloreando, retintando las letras y poniendo los adornos (ya que así trabajamos la
motricidad fina de las manos y grafomotricidad).
Existen tantos posibles “juegos del dado” como tipología de usuario, ámbitos de aplicación,
necesidades o profesionales. A continuación os presento diferentes formas en las que puede ser
usado:
Elegir una tarea por cada contenido psicomotor que nos interese trabajar :
1. Esquema corporal y lateralidad.
2. Equilibrio dinámico.
5. Ritmo.
6. Motricidad fina.
1. Equilibrio estático.
3. Equilibrio dinámico.
Para entrenar habilidades predeportivas: se pueden elegir seis actividades de seis deportes
diferentes que les gusten a los niños y que trabajen conceptos psicomotores diferentes:
1. Baloncesto (coordinación óculo-manual)
Otra opción sería para hacer expresión corporal y trabajar el juego simbólico:
3. Somos bailarines.
4. Las profesiones.
5. Somos animales.
De juegos tradicionales: juegos tradicionales de nuestra región, como los que se presentan
más abajo, o introduciendo juegos de otras culturas
1. Jugamos a la rayuela.
2. Jugamos al escondite.
4. Jugamos a la comba.
5. Jugamos al pilla-pilla.
6. Jugamos a la galleta.
De contenidos transversales y educación en valores
2. Hacer una pirámide (coeducación: niños y niñas tenemos que hacer una pirámide
humana, es escenario el esfuerzo de todos para lograrlo)
4. Carteles (inclusión social: hacer carteles para adornar la clase sobre inmigración,
discapacidad)
6. Las formas (cooperación: la profesora dice una letra o forma y los alumnos tienen
que colocarse, haciendo esa forma con sus cuerpos)
Figura. Ejemplo
3. Conclusiones
A partir de aquí, todo lo que imagineis. Se han varios ejemplos de cómo podemos, con este
simple recurso, crear cientos de juegos diferentes, y que suelen tener bastante buena aceptación
por parte de los niños.
Ahora sois vosotros los que debeis evaluar si esta herramienta os puede funcionar según el
ámbito en el que os encontreis (escolar o rehabilitador), la tipología de usuarios o alumnos que
tengaís (con o sin discapacidad, primera infancia, primaria…) y las ganas de crear y de imaginar
distintas situaciones.
Bibliografía