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Nacho Vegas
Su primer álbum, " Actos inexplicables", fue el mejor disco de 2001 según Rockdelux.
Dos años después, lejos de dormirse en los laureles, Nacho Vegas vuelve con el doble
de canciones y el doble de intensidad, capturadas en un doble desbordante: "Cajas de
música difíciles de parar". Un mapa de vacíos y obsesiones que señala terrores
cotidianos, el deseo de escapar de uno mismo y un oscuro sentido del humor, además
de un evidente vitalismo imprescindible para construir una obra de estas dimensiones.
Hablando en plata
Por VÍCTOR LENORE
Nacho Vegas es el perfecto entrevistado. Un chico amable, culturalmente inquieto, con
un discurso bien articulado (hasta sus dudas sabe exponerlas con precisión). No da
titulares rotundas, pero se esfuerza par ir hasta el fondo con unos razonamientos
apasionados, aunque su cara permanezca muy quieta mientras responde (me hizo
recordar esa comparación de Lou Reed con una gárgola). A veces tiene una especie de
tic que le Ileva a pasarse los dedos por la cara.
Durante toda la entrevista parece relajado, aunque se tensa un poco hablando de
drogas. "Las canciones son muy explícitas, pero eso no es lo importante. Veo las
drogas coma alga funcional' las usas para alterar la conciencia, para sentirte bien
contigo mismo. Por eso te dejan cierta sensación de frustración, de querer mas".
También se esfuerza en una aclaración. "Cajas de música difíciles de parar" (Limbo
Starr, 2003) no busca epatar. "Hacer un disCO doble no era una finalidad. El anterior -
"Actos inexplicables" (Limbo Starr, 2001)- iba a ser doble, pero al final decidimos que
no. Espero que nadie vea éste como algo conceptual. Sólo me preocupan las
canciones. Luego sí cuido el orden y he metido una coda donde canta J (de Los
Planetas), pero nada mas". Nacho contesta tranquilo, pero se le animan las frases
cuando habla de su banda. Iker González (teclados y guitarra), Manu Molina (batería),
Jairo Moreno (bajo) y el Migala Diego Yturriaga (acordeón, teclados y guitarra); con ellos
saldrá de gira, seguramente en mayo. Tras presenciar su concierto en Santander, en el
festival Tanned Tin 2002 (ver Rockdelux 203), podemos esperar un directo demoledor.
Rockdelux escogió "En La Sed Mortal" COmo la mejor canción nacional de 2002.
¿Nos hablas un poco de ella? Era una época en que tocaba mucho canciones de
Townes Van Zandt. Creo que salió con "(Quicksilver Day-dreams Of) Maria". Pasa
bastante: empiezas a tocar canciones de otro y de repente haces una tuya. Algo que no
me dijo nadie todavía, pero que es muy obvio, es que hay una letra del "Let Love In" de
Nick Cave, la de la canción "Thirsty Dog", que tiene la misma estructura que "En La Sed
Mortal". Cave esta en un bar que se llama El Perro Sediento, y comienza a disculparse
por todo. Yo me invente mi bar y empece a partir de ahí. Uno de los personajes, Dodó,
esta basado
en un hombre real que va disfrazado de payaso por Malasaña. Se hace llamar Popó,
pero le cambie el nombre porque me sonaba cacofónico. Es un paisano mayor, muy
siniestro, con la cara estropeada, un rollo Krusty (el payaso de
"Los Simpson"). Popó se sienta a tu lado; igual te coge comida del plato que te pide que
le compres una flor o que le invites a una copa. Si no lo haces, no se larga. Pensé que
sería bonito dedicarle una canción.
En la piel de los supervivientes. Foto: C. S. Ulla
Uno de los versos ha sido especialmente comentado. Ese que dice "Perdón por la
gente moderna / porque corro el peligro de mirarla y perder la razón". A mi me
recuerda a esas noches destempladas, cuando acabas en el Nitsa de Barcelona 0
en el Nasti de Madrid, miras alrededor y no entiendes nada. ¿Se te ocurrió en una
discoteca fashion? No, no es eso, pero es verdad que la frase tiene un rollo Barcelona.
La letra de "En La Sed Mortal" me salió casi sola, en una temporada en que trabajaba
de camarero, de diez de la noche a tres de la madrugada, en un bar de la zona
"chunga" de Gijón. Bueno, de la zona "chunga" no; era un bar como de salsa. Venía un
viejo que decía saber quien iba a gobernar el mundo en el siglo que viene. Escribía el
nombre en una servilleta y no se la dejaba leer a nadie. Una noche entró una señora
mayor, que iba con el marido a tomar un café, y se puso a meter dinero en la maquina
de los pistachos. Me llamó y me dijo' "Ay, ayudeme, por favor. Los paletos somos así, no
sabemos manejar nada". Pensé que para mí los paletos eran otros, empezando por
muchos de los que venían a tomar copas. La gente más paleta es casi siempre la que
se considera mas moderna. Rascando un poco, se ve enseguida.
Dos años después, con más perspectiva, ¿no crees que "Actos inexplicables" se
pasaba de solemne? Para mí, peca de frío. Al no tener una banda detrás, parece
producido de manera anodina. Falta algo de urgencia, esa inmediatez que evita la
sensación de estar confesándote a un cura. Por eso este lo grabamos casi en directo,
prescindiendo de claquetas y cosas así. Hay canciones que empiezan en un tempo y
acaban en otro. Hay parones y bajadas de tempo a mitad de una canción. Suena todo
mas orgánico. "Actos inexplicables" lo compuse en mi habitación: no había tenido vida
antes de llegar al estudio. Me gusta la sustancia, pero le falta forma. Para mí, las
canciones se componen de tres elementos: la música, la letra y la interpretación, que es
la forma en que juntas las dos cosas y haces que suenen como una sola. La
interpretación de "Actos inexplicables” estaba poco madura.
En "Cajas de música difíciles de parar" has dado un salto bastante grande. Se te
nota más suelto, con más recursos. ¿Cómo lo has conseguido? Aparte de la banda,
he incorporado nuevos trucos, que es de lo que se trata. Por ejemplo, antes me costaba
mucho utilizar la tercera persona. Ahora cada canción te dice que punto de vista
adoptar. "Añada de Ana la friolera", la segunda del EP "Miedo al zumbido de los
mosquitos", está en tercera persona hasta la última estrofa, donde paso a la primera.
Eso es algo copiado de una canción de Bob Dylan' "Simple Twist Of Fate" (del álbum
"Blood On The Tracks"). La mía la hice antes de conocer la de Dylan, pero ese cambio
lo cogí de él. Me gusta ese distanciamiento y que luego te acerquen de manera radical.
Esos cambios de persona los hace todo el rato Dylan en esa canción. Ademas de esto,
creo que "Cajas de música difíciles de parar" tiene un humor mas explícito. Con el
primer disco, yo veía el humor en "El angel Simón" y mucha gente no. Ahora se nota
más, en "Tu nuevo humidificador" ó "N. V. por la paz mundial". Y en "Mark Spitz" se ve
cierta intención de caricaturizar lo que sientes.
Bueno, vamos al grano. Tengo unas veinte preguntas, pero hay una que me interesa
más que las otras diecinueve juntas: ¿Por que escribes canciones? Cada día pienso
algo distinto. Me acuerdo de una entrevista en la que le preguntaban lo mismo a
Antonio Luque (de Sr. Chinarro) y contestaba: “Por la sensación de absurdo”. Me parece
una excusa muy buena. Las canciones salen de la sensación de que hay algo
desordenado. Eso no quiere decir que luego lo ordenes. Más bien constatas el
desorden. Escribo canciones porque "siento que tengo que hacerlo. Lo que me hace
sentir esa obligación es una permanente sensación de desorden; algo así como un “no
acabo de comprender muy bien lo que ocurre aquí”. Creo que no se explicarlo mejor.
Tampoco quiero decir lo de “la canción es un fin en si mismo”. Creo que si se persigue
algo. Y siento que consigo cierta sensación de calma, pero ocurre en momentos
puntuales' cuando estoy haciendo o terminando una canción o cuando la estoy tocando.
Aunque, en realidad, al mirar hacia atrás, a las canciones ya hechas, te das cuenta de
que la necesidad persiste y de que no te han servido de mucho.
En las letras hay varias referencias a "Moby Dick" de Herman MelviIle. Me gustaría
saber que te atrae en concreto de esa novela. A veces pienso que concibes las
canciones como algo heroico, como enfrentarte a cosas que te superan. Tiene más
que ver con las obsesiones. Leí “Moby Dick” el año pasado y me impresionó. Llevaba
tiempo con ganas de leerla, pero no me anime hasta tarde, cuando salió esa edición
tan bonita de Destino. "Moby Dick" es una novela que habla de obsesiones y de
miedos. Encontré un referente, sobre todo en el personaje del capitán Ahab. Uno
de los temas mas presentes en el disco son cosas fatales y obsesivas. De repente, su
nombre se cuela en un par de frases. De hecho, hay referencias no explicitas, como
titular una canción "Monomanía", que es una palabra que sale mucho en "Moby Dick".
(Nota: el disco iba a Ilamarse "Las esferas invisibles", otro concepto de Melville, pero al
final ese será el titulo de un libro, miscelánea de relatos y poemas, que Nacho
publicara en abril en la editorial Palmart).
Tus letras transmiten cierta fascinación por la sordidez. Quiero preguntarte por
esto, aunque quizá sea hacer "psicoanálisis barato". No estoy seguro de llamarlo
fascinación. Asumo lo de hacer canciones como un proceso de autoconocimiento. Si
uno quiere llegar al fondo de las cosas, a veces se encuentra con zonas oscuras y
desagradables. De ahi los ambientes sordidos. Creo, en cualquier caso, que lo de la
sordidez es relativo, que no deja de ser un concepto cultural algo que la gente relaciona
casi siempre con temas tabu como el sexo o la marginalidad. Pero la sordidez esta
muy cerca de casa, mucho mas que en un cuarto oscuro.
Una vez me hablaste de la primera vez que saliste a un escenario en tu vida. Me dijis-
te que estabas tan nervioso que incluso te entraron ganas de vomitar. Me gustaria
que me contaras tu evolución en directo. ¿Has perdido la ansiedad de golpe? ¿Poco
a poco?¿Has llegado a disfrutar del exhibicionismo implícito en los conciertos de
rock? Recuerdo esa primera vez, con Eliminator Jr. Yo estaba muy preocupado porque
acababa de leer unas declaracjones de Morrissey diciendo que las ganas de vomitar
antes de un concierto significaban que no valias para esto (no se lo perdonare nunca).
Los nervios previos permanecieron y alcanzaron su momento más intenso en la fiesta
de Acuarela en el Nasti (mayo de 1999), mi primer concierto en solitario (compartiendo
cartel con Jr. y Emak Bakia). Ese día lo pasé peor que nunca: me moría de miedo y
encima hacía esfuerzos por disimularlo porque me avergonzaba que se notara
demasiado. Para colmo, una persona en quien confío leyó una letra nueva y no le gustó
nada. Me dijo: "Como toques esta, te mato". Un minuto antes de salir, tuve que cambiar
la canción por otra. Lo pase muy mal ese día. Ahora, a veces, el deseo de tocar es muy
urgente, casi como el deseo sexual. El exhibicjonismo tiene mucho que ver. Si, lo
asumo.
Hace unos meses escribiste un texto sobre The Smiths que tenia una frase muy gra-
ciosa. La transcribo literalmente: "No es que yo quisiera follar con Morrissey, es
que deseaba que él me follara (vaya, nunca había formulado antes este deseo de
forma tan clara. Por suerte, poco a poco, uno va perdiendo la vergiienza)". ¿Te pasa
también con las canciones? ¿Vas perdiendo la verguenza? Siempre hay algo en lo
que dudas, que no sabes si estás pasando la frontera... lo que decía antes. En este
disco me ha pasado con "Mark Spitz". Hay una frase, la de "fumando sobre plata / el
terror que da vivir", que según el ánimo con que me levantara pensaba' "Que coño hago
yo diciendo esto en una canción". Hace dos años no me habría atrevido y ahora lo
pongo. Algunos días me he arrepentido. Ahora creo que está porque tiene que estar. No
puedes depender de lo que dirá la gente. Es el mismo caso de otras canciones, como
"En el jardin de la duermevela" y "La canción de la duermevela". En realidad no hablan
de la heroína, sino de buscar un poco de calma.
¿Eres consciente de que hay una parte del público que considera que tus discos son
muy pretenciosos? No sé, la gente que mas dice que soy un coñazo son los fans de
Manta Ray. Sueltan cosas como' " ¿Este de que va ahora? ¿De Victor Jara?". O también
que voy de "cuanto sufro y cuanto me drogo". En general, siento que he sido bien
recibido, incluso por gente que escucha pop. La mayoría se acercan con interés, no
simplemente con "este tio nos quiere hacer llorar". La unica manera de respetar al
publico es no darle ningun poder sobre lo que haces. No acortar una canción para que
la escuche mas gente. Quienes le estan insultando, de alguna manera, son quienes
creen que saben lo que le gusta a la gente.
A PROPÓSITO DE NACHO
ABEL HERNANDEZ (Migala)
"Como cualquier compositor prolífico, Nacho ha dado algún paso en falso pero lo
compensa de sobra con cosas como 'En La Sed Mortal', una de esas canciones que
dicen más de lo que dicen, donde Nacho se desnuda y a la vez nos desnuda un poco a
todos. Tiene su punto de himno y musicalmente posee una sencillez extrema y a la vez
una complicación' por muchas veces que la escuches, siempre te sorprende con algún
quiebro. Está muy cerca de lo que cualquiera puede intentar y muy lejos de lo que
cualquiera puede conseguir".
THALIA ZEDEK
"Es un chico amable, misterioso, pero a la vez muy divertido. Se pasó mi ultimo 'tour'
partiéndose de risa con Nacho Alvarez y Frank Rudow (los dos Manta Ray que tocaron
con ella en la gira). Tambien hablamos en serio sobre polftica. Si tuviera que definirle
en una frase un gran compañero para beber. Como muchos otros cantantes de su
género, tiene una voz preciosa, que encaja en canciones tristes. Pero Nacho nunca
suena pusilánime; su música transmite fuerza y confianza". .
MANTA RAY
Grupo de juventud, del que reivindica su disco más criticado. "La grabación de 'Manta
Ray' la recuerdo bastante tensa; creo que ninguno de nosotros quedó demasiado
contento. Recuerdo hacer las letras a toda prisa en el estudio, antes de grabar voces,
con un diccionario de ingles. Era algo que a mi en particular me disgustaba bastante.
Creo que la única canción mía de ese disco es 'Adamo', la instrumental que lo abre.
Para preparar 'Diminuto cielo' (el disco compartido con Corcobado) nos fuimos dos
semanas a una casa en el monte en Nava. Javier (Corcobado) de vez en cuando se
bajaba de su nube opiácea para cantar a enseñarnos una de sus canciones. Luego
vino 'Pequeñas puertas que se abren y pequeñas puertas que se cierran'. El disco fue
bastante vapuleado, pero para nosotros fue muy importante. A pesar de algunos
momentos muy olvidables, creo que es mi disco favorito de Manta Ray. Lo ultimo que
hice con ellos fue 'Score'. Creo que ese interés por la música de cine, y en concreto ese
disco, conecta a Manta Ray con lo que he hecho después".
"Manta Ray" (SUBTERFUGE, 95)
"Diminuto cielo" (ASTRO, 97). Con Corcobado.
"La ultima historia de seducción" (ASTRO 98). Con Diabologum.
"Pequeñas puertas que se abren y pequeñas puertas que se cierran" (ASTRO 98)
"Score" (SINEDÍN-ASTRO 99)
DIARIU
Proyecto paralelo junto a su amigo Ramón Lluis Bande (escritor, periodista y director de
cine y televisión). "Diariu nació mientras estaba en Manta Ray. Jugábamos a hacer
discos conceptuales, aunque pusimos mucho de nosotros mismos en ellos. Pero al
mirar hacia esos discos los veo algo prisioneros de su propia naturaleza. Ramón Lluis y
yo nunca dejamos de hacer cosas juntos. Con él he aprendido mucho; tenemos
conversaciones que duran horas. También ha realizado 'Seronda', mi único videoclip
(este año he decidido no hacer vídeos), y yo siempre he aportado a sus películas
pequeñas p/ezas instrumentales. Creo que quedamos mas contentos con estas
colaboraciones que con Diariu, aunque tengo recuerdos muy especiales de aquello.
"Diaru" (ASTRO, 97)
"Diariu dos" (ACUARELA, 99)
MIGALA
La entrada de Nacho Vegas coincide con el mejor disco del grupo. "A Migala les conocí
cuando me Ilamaron para colaborar en 'Arde'. Grabé unas guitarras -que hoy me
costaría reconocer- una mañana después de haber pasado una noche bastante dura.
Son un grupo muy especial, al principio me sonaban demasiado afectados, me costaba
creérmelos, pero aprendí a apreciarlos a medida que fui tocando con ellos en directo.
Con Migala grabé 'Restos de un incendio', un disco especial por ser el resultado de una
gira, la europea en primavera de 2001. Todas las canciones pertenecían al repertorio
anterior de Migala, discos donde yo no estaba; pero a medida que avanzaban los
conciertos, las canciones fueron reintentándose y de algún modo fue forjándose un
sonido particular; que es lo que hace que el disco sea algo más que un mero
recopilatorio. Ademas, me gusta la decisión de Abel de cantar sólo cuando lo crea
necesario. Teniendo esa voz, que hace que casi cualquier cosa suene chula, esta bien
que sepa contenerse".
"Restos de un incendio" (ACUARELA, 2002)
DISCOGRAFÍA
"VERDA O CONSECUENCIA"
(ASTRO 97)
Menos de diecisiete minutos. Banda sonora de una serie de TV de Ramón Lluis Bande,
basada en uno de sus relatos. De hecho, es la banda sonora del relato, porque Nacho
tuvo que entregar el trabajo sin apenas ver imágenes. Miniaturas acústicas,
melancólicas, siempre nimbadas de misterio (no se trata de bocetos) "señarda ", la
única cantada, es un tesoro oculto con inquietante letra (¿sobre terrores infantiles?)
"Verda o consecuencia" vale la pena. Suena bonito en el sentido menos ñoño de la
palabra
"ACTOS INEXPLICABLES"
(LIMBO STARR 2001)
Con todo en contra menos el factor sorpresa, Nacho Vegas se arma de valor y
completa un álbum elegante, descarnado e insó1ito (para los para metros de nuestro
indie) Es 5610 un debutante, pero ya cuenta con un clásico. "El ángel Simón", ocho
minutos de trazo imprevisible, un revuelto de sensaciones, rencores y recuerdos ante la
muerte de un padre. En el resto, destaca su pasmosa naturalidad para apropiarse del
lenguaje de sus maestros (Nick Cave, Nick Drake, Lou Reed
y Leonard Cohen, entre otros) Se ve que los tenia bien asimilados. La sólida
adaptación de Townes Van Zandt ("Que te vaya bien, Miss Carrusel") sirve de
confirmación.
En conjunto, "Actos inexplicables" contiene un repertorio de altura al que sólo se le
puede reprochar -creo- que baje algo la intensidad en la recta final (¿Las tres últimas?).
Ahorremos superlativos. No existe premio mayor que haber derrotado en las listas de
Rockdelux a "Los diarios de petróleo" de Chucho.
"EL FULGOR"
LA PELÍCULA
"El fulgor" es una canción de Nacho Vegas y una película de Ramón Lluis Bande. La
canción, todavía inédita, queda reservada para el directo y para un futuro lanzamiento.
La película, pendiente de acuerdo de distribución, se ha exhibido ya en el Festival de
Cine de Gijón de 2002 (ver Rockdelux 203). Se trata de largos planos secuencia donde
se recogen los distintos pasos del proceso de creación (composición, ensayos,
estudio, directo). Como dice Abel Hernández de Migala, "una espiral interesante, porque
la propia canción de Nacho habla del proceso de componer".
Le pregunto a su director, Ramón Lluís Bande, cual es la intención del proyecto. "Quería
acercarme con respeto a la vida de una canción de Nacho Vegas y trasmitir el proceso
con el mínimo numero de filtros posibles. Buscar una nueva relación del cine Con la
realidad. Una de las cosas que más me interesa es la interacción del espectador con la
película, sus reacciones. Creo que 'El fulgor' consigue devolverle al espectador su
estatus: le hace pensar en quien es el en relación con la pantalla, cuestionarse lo que
esta viendo".
Al tener un sólo micrófono de ambiente, creo que sufre la calidad del audio.
¿Por que no usar un sonido mas profesional? Es cierto que en algunas secuencias el
sonido tiene alguna deficiencia, pero lo que más me importaba era captar la atmósfera
de cada momento. Creo que en algunas secuencias (el ensayo, por ejemplo) esa
"deficiencia del sonido" sitúa al espectador mas cerca de la realidad. Es como si
estuviera presente en el local y no viéndolo a través de una pantalla.
¿No crees que la película puede resultar aburrida al repetir tantas veces la canción
integra? No veo esa repetición de la canción; me parece un juicio epidérmico, fruto
seguramente de una mirada poco atenta. "El fulgor" es una peIícula de matices, donde
pequeños detalles (mutaciones en la canción, ligeras
variaciones en la letra ...) hacen avanzar el film y cambian nuestra percepción. Si
te pierdes esto, estás fuera de la película. Además, creo que el "aburrimiento"
puede formar parte de la propuesta de la película. Hay partes del proceso de
composición de una canción que son aburridas, y así se recogen. Así tenía que ser.
Evidentemente, "El fulgor" no es una película de entretenimiento; exige un interés previo
y cierto compromiso por parte del espectador.