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ELEMENTOS DE LA ADMINISTRACION
ESTUDIO ADMINISTRATIVO
La administración de proyectos es una metodología usada a nivel mundial, por empresas e
instituciones para alcanzar objetivos en un tiempo determinado. Significa llevar una gestión
equilibrando, separando las urgencias de las tareas que realmente son importantes. El
volumen de trabajo, las variables y los requisitos cada vez más complejos, han dado lugar
a que cada vez más empresas e instituciones administren su trabajo por proyectos. De
acuerdo con el PMI (Project Management Instituto) en todos los proyectos existen 5 fases,
10 áreas de conocimiento y 47 procesos.
Dependiendo del tipo de proyecto, es posible utilizar menos procesos o áreas de
conocimiento, sin embargo, deben de mantenerse siempre las cinco fases.
Las cinco fases consideradas para los proyectos son:
Inicio.
Planificación.
Ejecución.
Control.
Conclusión.
Las 10 áreas de conocimiento son:
Integración.
Alcance.
Tiempo.
Costo.
Calidad.
Recursos Humanos
Comunicaciones.
Riesgos.
Adquisiciones
Interesados.
Objetivos claros
La definición clara de lo que se pretende lograr es, por supuesto, la primera tarea. Tanto
para la institución dueña del proyecto, como para la empresa o persona que lo va a
desarrollar. Aquel que no tiene claros sus objetivos muy pronto llegará a ninguna parte.
Para que los objetivos sean claros, se debe trabajar con expertos en el proyecto que se
realizará, de otra forma será complicado definir tanto actividades eficientemente, así como
calcular sus tiempos.
Selección del líder del proyecto
Responsable de diseñar las estrategias para poder lograr las metas que se trazaron
previamente. Se recomienda que en la fase de Inicio sea asignado el líder de proyecto y no
se cambie durante todo el ciclo de vida de este.
Definición de los recursos para el proyecto
Una vez que se tengan los objetivos a alcanzar y el líder del proyecto, se deben de definir
los recursos humanos, económicos y materiales necesarios para alcanzar los fines
establecidos. Esta planeación debe ser flexible, porque siempre se encontrarán
imponderables que resolver.
Un elemento crucial dentro del proyecto es el cronograma de trabajo, el plan de
comunicaciones, el plan de riesgos, el plan de adquisiciones (que son todos aquellos
proveedores de servicios o de recursos humanos o materiales) y los planes de riesgo del
proyecto.
Acciones con las personas
Es importante considerar a todos los involucrados en el proyecto, no importa si tiene o no
poder de decisión. El líder del proyecto tiene que considerar a todos los involucrados o
stakeholders para poder plantear el objetivo del proyecto, de tal forma que todos salgan
beneficiados.
En todo proyecto las personas son muy importantes. Trate de identificar desde un principio
las personas más adecuadas, y rechace a las que no convienen. Tome en cuenta el dicho
que utiliza la gente del campo, que con mucha sabiduría señala que Gallina que no da
huevos, al caldo. Una vez seleccionado el personal hay que poner manos a la obra.
Evaluación, seguimiento y reconocimiento
Para asegurar que se alcancen los objetivos no basta con tener objetivos claros, un buen
líder del proyecto y recursos humanos, financieros y materiales adecuados; es necesario
evaluar las etapas del proyecto periódicamente, con la finalidad de identificar desviaciones
y poner en práctica las medidas correctivas. Es decir, hay que darle un cuidadoso
seguimiento. Además, una vez terminado el proyecto se recomienda reconocer a las
personas que se distinguieron por su trabajo en equipo y por su desempeño individual.
ESTUDIO LEGAL
Las actividades sociales-económicas del hombre requieren normas que regulen el
comportamiento de sus miembros. Todas las actividades empresariales, incluyendo los
proyectos, se encuentran sometidas a ordenamientos jurídicos que regulan el marco en el
cual los agentes económicos se deben desenvolver.
El estudio de factibilidad de un proyecto de inversión no debe ignorar las normas y leyes
bajo las cuales se regulan las actividades del proyecto tanto en su etapa de ejecución;
como en su etapa de operación. Ningún proyecto, por muy rentable que sea, podrá
llevarse a cabo si no se encuadra en el marco legal constituido.
Viabilidad Legal Y Financiera
A través del estudio de la viabilidad legal, usualmente realizado por un especialista, se
busca determinar la existencia de normas o regulaciones legales que impidan la ejecución
u operación del proyecto.
Por su parte, para la viabilidad financiera, los asuntos legales son pertinentes para recoger
informaciones económicas derivadas del marco normativo que impactan el flujo de caja del
proyecto y por consiguiente su rendimiento financiero.
¿Qué Comprende?
El estudio legal comprende el análisis de las normas, reglamentos vigentes que afectan la
constitución y posterior funcionamiento de la empresa.
Estar constituido legalmente permite a la empresa:
Promover la producción de la empresa sin problemas y dentro de las disposiciones.
Ser sujeto de crédito ante las entidades financieras.
Emitir comprobantes de pago.
Pagar impuestos y acceder al crédito fiscal.
Participar como proveedor de empresas de mayor tamaño o de entidades del
Estado.
Objetivos Del Estudio Legal
Determinar la viabilidad legal, es decir, conocer los alcances y limitaciones,
relacionadas con la naturaleza del proyecto.
Definir la forma jurídica de la empresa.
Constituir y formalizar la empresa
ESTUDIO ECONÓMICO
El estudio económico financiero conforma la tercera etapa de los proyectos de inversión,
en el que figura de manera sistemática y ordenada la información de carácter monetario,
en resultado a la investigación y análisis efectuado en la etapa anterior - Estudio Técnico-;
que será́ de gran utilidad en la evaluación de la rentabilidad económica del proyecto.
Este estudio en especial comprende el monto de los recursos económicos necesarios que
implica la realización del proyecto previo a su puesta en marcha, así́ como la determinación
del costo total requerido en su periodo de operación.
Los objetivos propuestos para el desarrollo de este capítulo son los siguientes:
Determinar el monto de inversión total requerido y el tiempo en que será́
realizada.
Llevar a cabo el presupuesto de ingresos y egresos en que incurrirá́ el proyecto.
Aplicar las tasas de depreciación y amortización correspondientes a activos
tangibles e intangibles.
Analizar costos y gastos incurridos
Sintetizar la información económico-financiera a través de estados financieros
proforma.
Determinar el punto de equilibrio analítico y grafico del proyecto.
El estudio económico financiero debe informar sobre las siguientes cuestiones:
Los fondos necesarios para desarrollar el plan de negocio. Por un lado, la
inversión inicial necesaria para el proyecto, y por otro, las necesidades
financieras para acometer la actividad una vez puesta en marcha la empresa.
Búsqueda y obtención de capital: Diferentes fuentes de financiación posibles
para llevar a cabo la iniciativa empresarial.
Determinación de la estructura financiera de la empresa. Deberá describir qué
parte del capital estará en poder del promotor (recursos o fondos propios) y qué
parte corresponderá a terceros (recursos o fondos ajenos).
Rentabilidad de la empresa, que se traducirá en el reparto de dividendos para los
propietarios de los recursos y/o en la acumulación de reservas.
Por lo tanto, se establecerá un plan de inversiones y se definirá el periodo y la forma de las
amortizaciones. Se establecerán las oportunas previsiones anuales de la cuenta de
explotación, plan de tesorería y balance, razonando el importe de cada partida. Indicará la
forma de cobro y pago prevista por los conceptos de facturación y gastos de los productos/
servicios.
El estudio económico-financiero deberá presentar al menos información financiera sobre el
plan de inversiones iniciales, el plan de financiación, el sistema de cobro a clientes y de
pago a proveedores, el presupuesto de tesorería, la previsión de la cuenta de resultados, el
balance de situación y el punto de equilibrio.
Plan De Inversiones Iniciales
Este plan debe permitir determinar el volumen de recursos económicos que se necesitan
para iniciar el proyecto y para que la empresa desarrolle su actividad.
Para la financiación de las inversiones, los promotores pondrán su propio capital, que,
generalmente, se invertirá en la adquisición de los activos permanentes, y puesto que los
recursos propios suelen no ser suficientes para cubrir la totalidad de las necesidades, será
necesario recurrir a la financiación ajena. Dichos recursos ajenos pueden clasificarse en
función del plazo en el que se efectúe su devolución:
Recursos a corto plazo: inferior a un año.
Recursos a medio plazo: entre uno y tres años.
Recursos a largo plazo: superior a los tres años.