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La Gloria del Satsang

Compañía Divina
La Gloria del Satsang
(Compañía Divina)

El Satsang es la raíz de las alegrías y bendiciones, mientras que todos los otros
medios son las flores. En un árbol, primero está la raíz y finalmente está el fruto.
El Satsang el proporciona a los devotos la oportunidad de permanecer enfocados
en sus respectivos caminos espirituales. De hecho, el satsang genera vibraciones
poderosas, inspiradoras y santificadoras que ayudan a elevar los intelectos de los
devotos, así como a purificar el entorno inmediato en el que se encuentran.
El Gran Maestro Tulsidaasji menciona al comienzo de Ramayana que el satsang es
la forma más alta de reunión. Incluso dice que la participación en el satsang es
como tomar un baño espiritual. Por lo tanto, el Satsang permite a los asistentes
participar activamente en la forma más efectiva de devoción, el satsang enciende
el fuego del amor divino.
Cuando consideremos la traducción literal de satsang, nos daremos cuenta de que
implica permanecer en estrecha asociación con aquellos que son sinceros y
dedicados a Dios. En otras palabras, se refiere a mantener la compañía de los gurús
y compañeros del sendero. Permanecer cerca de quienes podrán guiarlos en la
dirección correcta y ayudar a eliminar las dudas y negatividades que puedan existir
en la mente del devoto y aspirante. Aquellos que tienen la suerte de estar en
contacto frecuente con tales individuos sagrados tienen una maravillosa
oportunidad de explotar este potencial de crecimiento espiritual que proporciona
el satsang. Asistiendo a Satsang poco a poco comenzarán a trascenderse los lazos
de ignorancia que nos impiden avanzar hacia lo divino.
El satsang es, por lo tanto, un medio eficaz para comunicarse con el Señor y
construir la espiritualidad. A través del satsang, el yo individual puede unirse con
el Yo Superior, el cual es verdadero objetivo del satsang.
Establecerse en Brahman, es el significado literal de la palabra Satsang. Pero,
mientras la ignorancia o Avidya permanezca, la realización directa de Brahman es
imposible. Cuando la ignorancia es destruida por la sabiduría, la verdadera
naturaleza se revela. Este es el Satsang más alto. EL Satsang nos hace tanto bien,
que por medio de el, desarrollamos una fe inquebrantable en el Señor.
Debido a que la compañía de los sabios lleva a la realización de Brahman, es
esencial permanecer en su compañía y protección. De esta manera, al hacernos
receptivos nos liberamos del egoísmo, la codicia, el orgullo, etc. El Satsang nos
dota de paz, felicidad, alegría, sencillez, audacia, humildad y un rostro radiante
con el resplandor de la Bondad.
Practicar es la primera cosa, practicar es la segunda cosa, practicar es la tercera
cosa y practicar es la cuarta cosa. Sin embargo, debido a que se requiere esfuerzo
para avanzar frente a los hábitos profundamente arraigados de la inercia y la
distracción, uno puede llegar a fatigarse y experimentar la desaparición del interés
y del entusiasmo por el camino. La mente humana es generalmente muy inestable,
y menudo necesita estímulos, cosas nuevas. El remedio es el Satsang.
La mente puede resistirse, con dudas como “¿por qué voy a reunirme con un grupo
de gente igual que yo?”. La respuesta está en la química especial que sucede
cuando se juntan buscadores de la verdad unos con otros. El Gran Maestro Jesús lo
describió así: “dondequiera que dos o tres os juntéis en mi nombre, allí estaré yo”
Otro de los propósitos del satsang, es recordarnos nuestro origen divino.
La gloria del Satsang es tan grande que solo la gracia de Dios lo hace posible, por
esto, cuando asistimos al Satsang somos bañados por su gracia.
Es muy, muy difícil entrar en contacto con un Maestro ya que reconocerlo es
prácticamente imposible, es solo por voluntad divina que esto llega a ser posible,
para una mente condicionada no. En verdad, la grandeza del Maestro es
inconmensurable, pero el se viste de harapos para parecer un simple ser humano,
la presencia del Maestro es tan beneficiosa que bendice incluso a quienes lo
atacan, ultrajan, piensan o hablan mal de Él, los Maestros son como el sándalo que
perfuma el hacha que lo corta, son como la flor que impregna con su esencia a la
bota que la pisa, así pues, infinitas bendiciones nos son dadas por los Maestros
durante el Satsang, Bhagavan Narada dice en sus Bhakti Sutras: “La compañía de
los grandes es muy difícil, inaccesible, pero infalible”.
La compañía de los grandes es difícil de lograr. El verdadero amor de Dios se
obtiene sin duda por la gracia de los Maestros, en otras palabras, del toque de la
compasión divina. La asociación con los Maestros se gana solo por la gracia de Dios,
porque no hay distinción entre Él y sus enviados.
El Señor Krishna declara en el Gita: “Lo mismo soy para todos los seres: para Mí no
hay nadie odioso o querido, pero aquellos que me adoran con devoción están en
Mí y yo también estoy en ellos”. Aunque los rayos del sol can en toda la tierra por
igual, son los diamantes los que brillan más que nada.
Las Joyas de compasión, misericordia, autocontrol, ecuanimidad y sabiduría
florecen en el Satsang.
La relación entre Dios y su devoto ha sido descrita de tres maneras. En primer
lugar, ambos no son diferentes, porque un devoto no tiene una existencia separada
aparte del Señor. La voluntad del Señor es la voluntad del sabio. El reflejo del sol
se ha fundido en el sol real. La muñeca de sal se ha derretido en el océano. La
gota de rocío se ha deslizado en el mar brillante. El Jiva se ha fusionado en El
Señor. Cuando el egoísmo ha desaparecido, no hay diferencia entre el Señor y el
sabio. Esto se logra con el agua bendita del sagrado Satsang.
Satsang desarrolla y fortalece nuestra relación con la Realidad Infinita. Nos da la
posibilidad de alinearnos realmente con lo que es esencialmente verdadero en
nosotros, nos permite ver lo que no es verdad: nuestras creencias, opiniones y las
causas fundamentales de nuestro sentido de separación de la Realidad Infinita.
Estamos entablando una relación abierta y honesta con nosotros mismos, de modo
que podamos abrirnos a una experiencia y / o una percepción que sea más grande
que nosotros mismos; eso está más allá de "nuestro yo".
Aunque el Señor está en todas partes, sin la gracia del Gurú, Él no puede ser
realizado. El Gurú es el camino. No hay absolutamente ninguna otra manera de
escapar del Samsara.
Los Maestros son las manifestaciones vivas del Señor. Al ver a un sabio, meditando
en él, recordarlo, hablar con él, etc., provoca un flujo de la gracia de Dios en
nosotros, mediante la cual alcanzamos rápidamente la elevada cima del
conocimiento espiritual.
Tulasidasji canta la gloria del Satsang en términos radiantes: “¡Oh querido! Debes
comprender que la felicidad del cielo y de todos los mundos superiores se
encuentra en una sola parte; en el Satsang del Maestro”
No hay otro barco que nos lleve a través del océano del Samsara que el Satsang,
Bendito sea el que ha entrado en contacto con el Maestro, el sabio realizado y se
alimenta de sus enseñanzas.
El resplandor y el poder del Satsang, la asociación con los sabios, santos, yoguis,
Sannyasins y Mahatmas es indescriptible. Incluso la compañía de un momento es
suficiente para eliminar miles Sanskaras. El aura magnética, la vibración espiritual
y las poderosas corrientes mentales de adeptos desarrollados producen una
tremenda influencia en las mentes de los devotos.
El servicio a los Mahatmas purifica nuestras mentes muy rápidamente. El Satsang
eleva la mente a alturas magnánimas. Así como un solo cerillo quema enormes
paquetes de algodón en unos pocos segundos, así también, la compañía de los
Maestros quema todos los pensamientos y los Sanskaras en poco tiempo.
La asociación con los sabios es suficiente para despertar en el alma la sabiduría y
el amor. La luz divina se manifiesta en aquellos cuyas faltas han sido lavadas por
la poderosa fuerza del Satsang.
El Satsang gradualmente nos lleva a la visión de Dios. Primero debemos trabajar
con fe y devoción intensa en el servicio de los sabios, servir al Maestro es esencial,
él nos prueba de muchas maneras antes de otorgarnos su gracia, aunque en el
Satsang derrama infinitas bendiciones sobre todos. Servir al Maestro es tan
grandioso que mantenernos en su compañía y servicio, nos da el conocimiento de
nuestra naturaleza esencial y del ser divino o supremo. Esto es Bhakti, y cuando
Bhakti se hace fuerte, el hombre se convierte en el amado del Señor, y debido a
tal cariño para Él, él es elegido por Él. Entonces Viene la visión directa del Señor.
Swami Vivekananda asistió al Satsang de Ramakrishna Paramahamsa. Jnanadeva
tuvo el Satsang de Nivrittinath. Gorakhnath asistió a Satsang de Matsyendranath.
Todos los grandes Maestros asistieron al Satsang de sus Maestros.
En el oriente, siempre se aconseja a los estudiantes que busquen la compañía de
hombres sabios y escuchen sus enseñanzas, así se encenderán las llamas de amor
y serenidad.
La compañía de un Maestro o un sabio puede transformar el mal en bien. La fe en
Dios, en las escrituras, el apego y la devoción a Dios, se desarrollan lentamente en
aquellos que asisten al Satsang regularmente. Incluso el peor de los seres tiene
una gran esperanza a través del satsang de un Mahatma o Mahapurusha.
El Satsang es el más grande de todos los purificadores e iluminadores del hombre.
El Satsang es la Panacea para todos los males de la vida. No hay nada tan
inspirador, tan elevado y tan relajante como el Satsang.
El Satsang es la savia de la vida, el elixir del pensamiento, la alegría del alma. No
hay otra manera de lograr la bienaventuranza suprema que el Satsang. No hay nada
tan grande, tan importante, tan indispensable, tan delicioso, como el Satsang.
Cuando asistes a un Satsang, te olvidas de las preocupaciones del mundo. Estas en
un ambiente totalmente diferente. Sólo en el Satsang se puede transformar al ser
humano. Solo en el satsang su corazón será transformado. El satsang también nos
ayuda a eliminar sanskaras y cuanto más liviano sea el peso de las impresiones
sanskaras, más elevadas serán las experiencias de la consciencia.
Solamente quien conoce y experimenta la Realidad, y es la Realidad, posee
capacidad y autoridad para distinguir entre lo falso y lo Real. La única experiencia
Real consiste en ver continuamente a Dios dentro de uno mismo como el refulgente
océano de la Verdad y después unificarse con este y experimentar continuamente
el conocimiento, el poder y la dicha infinitos.
La refulgencia de Dios, la Realidad, que todo lo abarca, sólo puede experimentarla
el aspirante que se mantiene escrupulosamente por encima de toda
experimentación ilusoria y se refugia humildemente en el amor de Dios. A Dios sólo
se lo puede realizar amándolo con todo el amor de que disponemos: con amor
puro, simple y genuino. Cuando nuestro amor a Dios, y solamente a Dios, se halla
en su cenit, es máximo el verdadero anhelo de unión con Dios, y entonces la
afirmación del ego del aspirante está en su punto más bajo. El surgimiento de estos
estados sublimes es posible únicamente a través del satsang. El satsang en verdad
es un regalo de nuestro padre eterno.
Podemos comprender muy claramente, que es un raro privilegio sentarse en su
nombre para invocar su benévola misericordia y saturarse de las sagradas
enseñanzas. El Satsang es el tema central de las enseñanzas sagradas y siempre
todos los Maestros insisten en asistir a el, ya que durante estos preciosos momentos
en que están cerca de la fuente de la bienaventuranza e inmortalidad, es cuando
podemos comprender el verdadero valor de las enseñanzas y asimilar las raras
virtudes de la Divinidad, al estar sentados en la atmósfera cargada con Sus
amorosos impulsos de vida. El Satsang es el lugar sagrado donde se forman los
individuos de gran fuerza espiritual. Es el estanque de néctar que concede la
bienaventurada embriaguez de Dios, y con ella todas las diferencias de
descendencia, creencia o nacionalidad, disminuyen gradualmente hasta
desaparecer.
Así que; el propósito de venir al Satsang es para embeberse con el amor de Dios,
para sentarse en su dulce recuerdo y unirse a Él. Todas las cosas pasadas y futuras,
todos los asuntos ajenos al Satsang pueden ser tratados en nuestros lugares de
residencia, en el satsang nunca debe tratarse otro tema que no sean las
enseñanzas, asuntos de dinero, negocios o relaciones se tratan fuera. De este modo
recibiremos el beneficio completo del Satsang; de lo contrario pasarán los años sin
tener verdadero progreso.
Aunque no entendamos lo que se dice en el Satsang, si nos sentamos con atención
total, obtendremos el beneficio de este. Si nuestros pensamientos están en otra
parte, otras personas serán afectadas por la atmósfera impura que estaremos
creando; pues los pensamientos tienen vida y poseen gran poder. Toma el Satsang
como un lugar de pureza; no hables o pienses en nada que no sea Dios y quienquiera
que asista, será bendecido por la atmósfera de elevación. No vamos al Satsang
para encontrarnos con nuestros amigos o para socializar.
¿Qué es un santuario? - Es un lugar de santidad. El lugar de satsang Debe
conservarse como un lugar de santidad, no como un lugar de alegría y regocijo.
Hagamos de él un punto o lugar donde quienes vengan de afuera, puedan asistir
con toda devoción y toda inspiración. Cuando entremos al Satsang entremos con
reverencia, devoción y fe; ¿Qué sucederá entonces? La atmósfera será cargada con
gran fuerza espiritual. Cada vez que asistamos tendremos paz en la mente, de lo
contrario la atmósfera no será cargada con Poder Divino. El Satsanghar debe ser
un lugar para crecer espiritualmente, no para dispersarse y dormir.
«Oh alma, absórbete totalmente en el Satsang, aunque sea sólo por este día».
Entonces: ¿Qué es la absorción total y completa? Significa que mientras se está en
compañía de un Maestro, no sólo debemos olvidar el lugar donde estemos sentados,
sino olvidar totalmente el medio ambiente que nos rodea y disolver el propio ser,
perdiendo toda conciencia, excepto la de la presencia sagrada del Maestro. A esta
anulación de uno mismo, se le llama «absorción». Cuanto más nos vaciemos de lo
mundano y la miseria, tanto más nos llenaremos con la Gracia Divina que emana
de la presencia sagrada de Él. Éste es el secreto de un Satsang que tiene éxito. Es
raro tener un Satsang o la compañía de un Maestro, porque tales Almas altamente
avanzadas -almas que son Uno con el Señor- son muy escasas en verdad.
La forma de obtener el mayor provecho de esa rara oportunidad y derivar el
máximo beneficio, es tratar de llegar al lugar del Satsang lo más temprano posible
y sentarnos silenciosamente en actitud de oración, vaciando la mente de todos los
pensamientos mundanos en la venerable presencia del Maestro, absorbiendo
internamente Sus palabras de sabiduría. Sí al estar sentados cerca del fuego
sentimos calor y la proximidad de un glaciar nos hace temblar de frío, no hay razón
por la cual no seamos afectados por el Aura Divina del Maestro, cuya irradiación
tiene una extensión inimaginable.
En el Satsang hay una gran carga Divina, pero debemos conectados a ella; no es
bueno sentarse simplemente ahí. Más aún, la atención debería estar dirigida
solamente al interior. Aunque estemos físicamente a miles de kilómetros de
distancia del Maestro, podemos disfrutar del Satsang. no importa donde estemos
si somos receptivos, siempre obtendremos ayuda del Maestro. Si atamos un caballo
salvaje a una estaca, naturalmente se echará a correr a pesar de eso, pero al llegar
al final de la cuerda, será detenido de un tirón. Puede tratar de escapar varias
veces, pero siempre será refrenado por la cuerda.
El Satsang tiene un efecto similar sobre la mente, y después de hacerlo varias
veces la inclinación de escapar disminuye hasta que, por fin, aprende a aquietarse.
El Satsang también purifica los malos olores que provienen de los hábitos del
egoísmo, la ira y la codicia, etc, es decir, si la persona es receptiva, se vuelve
diferente.
En el Satsang, una poderosa corriente de la misericordia se está derramando sobre
nosotros, así que asistamos con la mejor actitud para recibir el mayor beneficio de
él. Cuando el terreno esté desyerbado, estará listo para que la semilla sea
sembrada; sólo entonces puede empezar el verdadero crecimiento espiritual. Si no
se remueven las pequeñas piedrecitas y las rocas, pudiera ser que la semilla
crezca, pero no dará fruto. El Satsang sirve para un propósito muy útil, es una
cerca protectora alrededor del campo de la meditación para que así, estos
procesos vitales y dadores de vida continúen su desarrollo y crecimiento a pesar
de la vida tan ocupada en la familia, en la sociedad y en las respectivas
ocupaciones. Protejamos la semilla de nuestra espiritualidad con la maravillosa
cerca del satsang.

Hari Om
Jai Gurudev

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