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Agradecimientos
Al Staff Excomulgado: Yanli por la Traducción,
Mdf30y por la Corrección de la Traducción,
Mokona por la Corrección y Diagramación y
Kiti08 por la Lectura Final de este Libro para El
¡¡¡Gracias!!!
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El Club de las Excomulgadas
Argumento
La última tarea de Cat en el Desafío Extremo es dar un baile erótico a un
extraño. Una tarea sencilla... hasta que aterriza en el regazo de Grant Evanston.
Ahora ella es un manojo de nervios cada vez que se frota contra él. El nuevo
desafío es no tener un orgasmo en frente de todos.
Grant necesita una mujer que acepte su verdadera forma de gárgola, antes
del amanecer, o será encarcelado en forma de piedra durante otros veinte años. Su
Desafío Extremo se acaba de convertir en no rasgar el escaso traje de la curvilínea
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El Club de las Excomulgadas
Capítulo 1
—Eso es, ahora menea tus caderas —La mejor amiga de Cat Ramey la
instruía.
Sintió su mirada deslizandose sobre ella y lamentó haber dejado que Pam la
convenciera de usar un provocativo escaso traje. Enderezando su espalda, Cat se
reunió con su mirada oscura. Su pulso se aceleró.
—No tienes ni idea de lo tonta que me siento, Pam. Nunca voy a poder
hacer esto —Se dio la vuelta para irse.
Había odiado esa mirada desde la primera vez que la había visto en el jardín
de infancia.
—Has logrado cuatro de los desafíos. Este es el último y tienes que hacer un
trabajo mejor que el de nadie más para asegurar que ganes. Tienes que poner tu
corazón en esto. Imagina que es tu novio. No me importa lo que tengas que hacer
para hacerlo real, pero hazlo real.
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El Club de las Excomulgadas
Ella miró hacia atrás. El club nocturno era ruidoso. La tenue luz del club se
iluminó con brillante luz estroboscópica, los colores parpadeaban a su alrededor.
—Sí, es un club donde se realizan bailes eróticos1. ¡Duh! Vamos, has llegado
demasiado lejos para rendirte ahora. Piensa en cuánto deseas volver a la
Universidad. Puedes convertirte en el médico que ibas a ser antes de que tu
madre... bueno, fuiste una buena hija, Cat. Renunciaste a todo por hacerte cargo de
ella. Ahora es tu momento. Céntrate en el premio y lo que significa para ti. Vas a
ganar el coche para que puedas volver a tus clases. Así que aguántate y siéntate en
Ella cerró los ojos. Este era un desafío aún más humillante. Tomó una
respiración profunda y abrió los ojos hacia la mirada cómplice que paso por su
hermoso rostro.
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N.T. Lap Dance: Baile erótico o también llamado baile de regazo.
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— ¿Quieres apostar? —Preguntó con una risa profunda.
Ella sacudió la cabeza y se sentó a horcajadas sobre él, dejando que sus
piernas desnudas cayeran contra sus muslos. El lanzó un profundo gemido.
¿Tenía que hacer eso? Su corazón latió más rápido. Cerró sus temblorosas
manos detrás de su cuello. Bueno, demonios, su cuello era como una pieza gruesa
de acero humano. ¿Qué hacia este hombre para vivir? ¿O era uno de esos del tipo
culturistas?
Sus palmas estaban húmedas y el club parecía cerrarse en torno a ella. Los
Oh, no tenía pudor ni vergüenza. Cerró los ojos, negándose a mirarlo otra
vez y empezó a menearse contra él. Lo último que quería ver era esa sonrisa
satisfecha o el deseo bailando en sus ojos.
Él era real. Demasiado real. Y uno de los hombres más sexys que haría visto
alguna vez. Su cara morena, incluso sus ojos eran perfectos. Nunca había conocido
a un hombre como él. Pam sabía cómo un hombre de cabello oscuro y ojos azules
la encendía. No sabía si odiar a su amiga o darle las gracias.
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El Club de las Excomulgadas
—Actúa sexy —Dijo Pam, tomando muy en serio su papel como cámara.
Ella frunció el ceño a su amiga, entrecerrando los ojos contra la luz cruda de la
cámara.
Podía hacer esto. Tenía que hacerlo. Cat trago el creciente bulto en la
garganta. Sin embargo, ¿cómo podría actuar sexy cuando lo único que podía pensar
era en todos estos hombres mirándola? Levantó sus caderas, tratando de recordar
los movimientos que había aprendido. No se atrevía a mirarlo nuevamente para no
terminar cayendo directamente de su regazo completamente avergonzada.
—¿Qué hizo que seleccionaras el baile erótico para el desafío final? —Su voz
Ella se inclinó hacia abajo para hablar en su oído con una pausa en sus
movimientos.
El señor sexy Grant le guiñó el ojo y Cat podría haber jurado que su polla se
levantó levemente en su pantalón. Ella se centró en su rutina, golpeando y rodando
sus caderas y desesperadamente tratando de ignorar lo bien que se sentía en su
contra.
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El Club de las Excomulgadas
— ¿Así que todo esto por un pequeño coche deportivo? —Preguntó. Sonaba
tan superficial cuando lo dijo así—. Te verás realmente sexy en un auto deportivo.
Espero que sea rojo —Se movió ligeramente y cálidas manos masculinas la
agarraron por la cintura.
Ella forzó una sonrisa en lugar del ceño que se formó. Él no tenía ni idea de
quién era ella ni sus motivos para hacerlo.
—Estoy más que feliz en ayudar con una organización de caridad que vale
la pena —Sonrió—. Leí online sobre los otros desafíos. Algunos de ellos parecían
de mal gusto. Es bueno que hicieran el último divertido.
Ella se mordió el labio inferior y le lanzó una mirada furiosa a Pam por
haber dicho que desarmaría su tema en caso de que la distrajera con una
conversación.
—Estoy grabando, pero no pasa nada. Nos estamos quedando sin tiempo.
Sigue adelante —Gritó Pam y los hombres detrás de ella se animaron.
Cat lanzó lo que esperaba fuera una mirada fulminante sobre su hombro y
entrecerró los ojos atravesando la brillante luz de video a su amiga. Habían
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El Club de las Excomulgadas
alquilado una cámara profesional sólo para esta grabación, ya que algunos de los
videos ya registrados en el sitio web eran de mala calidad. Pam dijo que eso les
daría una ventaja. Cat sólo iba a hacer esa loca proeza una vez así que mejor que
Pam lo hiciera todo bien.
Cat gruñó.
—Tienes que hacer algo espectacular para diferenciarte de todos los demás
concursantes. ¡Bésalo! —Pam se movió más cerca, apareciendo junto a ellos.
—Menos charla, más acción. El baile tiene que durar cinco minutos para
empezar —Interrumpió Pam.
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Ya no estaba asustada. Fue excitante. Frotó sus senos contra su pecho
amplio, sintiendo los planos esculpidos por debajo de la camisa de vestir crujiente.
Tuvo que recordarse a sí misma que él le estaba haciendo un favor y su excitación
era natural. Esto no significa que tenía sentimientos por ella. Eran desconocidos.
Él gruñó.
—Oh mi Dios, es tan primitivo. ¡Sigue adelante! —Pam gritó, pero su voz
era un susurro débil entre la música y su difícil respiración.
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Cat movió sus manos hacia abajo por sus brazos con los dedos deslizándose
sobre los músculos abultados que su camisa no podían ocultar. Lamiendo sus
labios, se inclinó hacia atrás, permitiéndose a sí misma estirarse hacia él, apoyando
la espalda en sus muslos. Los tobillos se deslizaron contra la parte trasera de la silla
y él la agarró por los muslos para impedir que se resbalara de su regazo. Su corazón
se estrelló contra su pecho. Su carne se quemaba bajo sus grandes manos.
Hizo una pausa para tomar una respiración profunda. La niebla que nublaba
su mente se despejó y se dio cuenta de que estaba a punto de perder el control de la
situación. La realidad estalló.
Pam estaba diciendo algo, pero no podía entenderla sobre los fans y las
fuertes aclamaciones. Cambió de posición y apoyó sus pies en el suelo. Ahí, eso
estaba mejor. Avergonzada, se enderezó y apoyó sus manos sobre sus hombros.
Cada centímetro de él transmitía vida... fuerza... sexo.
Un pequeño gemido se abrió paso por sus labios y a pesar de todos los
intentos de no imaginarlo desnudo―ella lo hizo. El gruñó y agarró su culo, tirando
de ella hacia su rostro. Ella se imaginaba permitiendo que su lengua resbalara
alrededor de la línea de su panty y se deslizara entre el montículo carnoso de su
coño. Entonces se presionaría contra él y aliviaría el dolor creciente entre sus
piernas. El calor húmedo corría en ella y la seda se aferró a su carne.
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Ella bajo su mirada hacia Grant. Un pequeño sonido gutural vibró en su
pecho. Ella se balanceó con la música, meneando sus caderas en un círculo lento
mientras acariciaba su mejilla con el dorso de su mano.
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Capítulo 2
Cat llegó a casa, exhausta y sacudida por la experiencia. Se había quedado
tan atrapada en la necesidad de ganar el concurso que había arrojado todo su juicio
a un lado. Tal vez mañana las cosas no se sentirían tan extrañas. Aun así, estaría
demasiado avergonzada para ver el video alguna vez y sabía que Pam
probablemente había corriendo a casa para descargarlo en la página web del
concurso. Un nudo se formó en su estómago.
¿Qué pensaba Grant de ella? Sacudió la cabeza. ¿Por qué le importa? Sin
Arrojó su traje y se deslizó una gran camiseta encima. Tal vez podría
dormirse y simplemente olvidar todo esto. Se metió bajo las sábanas y cerró los
ojos. Su rostro destelló contra la oscuridad de sus párpados. No podía echarlo de su
mente. La manera en que olía, a colonia y a tabaco de la sala de habanos del club.
Su camisa crujiente bajo sus dedos envolvía el cuerpo más duro que había sentido
alguna vez.
Y esa sonrisa sexy. Esa mirada cómplice en sus ojos. Una racha de
excitación la atravesó. Abrió los ojos y miró a través del cuarto. Qué la poseía esta
noche. Una sombra cayó en la habitación desde fuera y ella se sentó en la cama.
Imposible. Estaba en un tercer piso.
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— ¿Que infiernos? —Su mente rechazó lo que vio. Debía estar soñando. Eso
era todo. Esto era un sueño.
Este era uno de sus sueños más vividos en la historia. Su pánico retrocedió.
Esa voz fue suficiente para hacerla temblar de erótica expectativa. El calor se
precipitó sobre ella. Fuertes brazos se apretaron a su alrededor. Cat se aferró a él
mientras batía sus amplias alas oscuras. Volaron más alto hacia la luz de las
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estrellas. Cat entrecerró los ojos, disponiéndose a que la fantasía finalizara y la
realidad volviera. ¡Despierta!
—¿Cómo puedes volar? Quiero decir que tienes alas. Plumas. ¿Sabes que
tienes alas? —Le preguntó, sabiendo lo tonta que sonaba.
Los llevo a un patio y la dejo deslizarse a lo largo de él hasta que sus pies
desnudos tocaron las baldosas, todavía calientes por el sol del día.
—¿Puedes dar una respuesta directa? —Le preguntó, mirando los jardines a
su alrededor.
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—Salí corriendo.
—Quiero terminar el baile erótico, por supuesto —Su cálido aliento cayó
sobre ella.
Lo miro fijamente, para dejar caer su mirada al suelo, pero volvió por el
mismo camino de regreso a su ingle. Aún iba vestido con la camisa y pantalones,
pero sus alas habían desaparecido.
Él sacudió su cabeza.
—Ah... ¿gárgola? Pero pensaba que eran feos. Quiero decir. Bueno, es
justo...
—Sí.
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—¿Gárgola? Quiero decir, ¿eres una gárgola? ¿De verdad? ¿Eres inmortal
como los vampiros?
—¿Hablas en serio?—
—Muy en serio. Para una gárgola, una vez que algo se inicia debe ser
terminado o no descansamos nunca.
—Está bien. Te debo mucho por ser tan buen jugador esta noche. Necesito
música.
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—Soy un ser mágico, Cat. Puedo hacer muchas cosas —El sugerente tono
en su voz envió calor húmedo corriendo entre sus piernas. El delicioso cosquilleo
reanimo sus terminaciones nerviosas que entraron en alerta máxima. Ya no se
preocupaba si esto era real o un sueño. Con impaciencia se reuniría con él para
completar el resto de baile.
Bueno, por supuesto estaba desnudo, se rió mentalmente. Esto era un sueño
y él era una criatura mágica. Ella permitió que su mirada descendiera de su rostro.
Su pecho era amplio y lleno de músculos. Miró su cintura y encontró su polla
hinchada y erecta.
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similar a Eva en el paraíso. Cat lamio sus labios, fijándose en cada centímetro de su
cuerpo bronceado.
—Oh pequeña —Su voz estaba llena de la misma lujuria que palpitaba en
ella. El ansioso calor avivó las agradables sensaciones en su clítoris hinchado.
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capullo endurecido, chupándolo y mordisqueándolo con ternura. Una avalancha de
pulsaciones corrió hasta su coño y ella jadeó sin aliento.
—Me estas volviendo loca —Suplicaría si eso era lo que hacía falta.
—Tu esencia es dulce —Dijo—. ¿Por qué no abres las piernas para mí, para
que pueda ver mejor?
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—Un beso, luego debes terminar el baile erótico—Dijo, levantando una ceja
como si puntualizara su orden con una pregunta.
Bajó la cara a su coño y ella inclinó las caderas para reunirse con él. Sus
labios presionaron en su carne y Cat se quedó sin aliento. Su mente dio vueltas con
un torrente de sangre bajo las olas de increíbles sensaciones.
—Por favor —Le susurró. Su lengua tocó su clítoris en una sacudida rápida
y las sensaciones fueron demasiado poderosas para contenerse. Impulsos eléctricos
se dispararon a través de ella. Presionó más fuertemente. Retorciéndose. La energía
se disparó por su columna y fue alcanzada por una serie de espasmos.
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Sacudió la punta de su lengua sobre su carne caliente, sintiendo su
excitación renovarse. Sabía el placer que le daba cada toque. El ritmo sensual de
una mujer en excitación urgente era la cosa más excitante que conocía. Dioses y
diosas, adoraba cómo bailó al ritmo del deseo sexual.
—He esperado tanto tiempo por ti. Estaba atrapado en el sol desde hace
muchos años. Y una vez cada veinte años recuperaba mi libertad para vivir como
—No entiendo.
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Su cura podía ser encontrada solo en su placer. Él levantó su cabeza,
sabiendo que su cuerpo necesitaría unos instantes para recuperarse lo suficiente
como para despertar de nuevo y se sorprendió cuando ella se puso rígida contra él.
Un pequeño orgasmo que pareció sorprenderla, aceleró su sangre.
Un hombre.
Era una cosa tan sencilla, pero tan monumental. La miró tendida ahí tan
perfecta y hermosa. Su polla tembló y todas sus preocupaciones huyeron. Anhelaba
unirse a ella en esa dichosa liberación orgásmica, pero quería darle un momento
más de placer. Sería entonces cuando se uniría y compartirían un orgasmo final.
Sería entonces cuando él cambiaría a la criatura que tantas amantes en el pasado
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habían encontrado aterradora. Demasiado aterradora para amar. Se estremecería
ella también ante la vista de él. Ella era su última esperanza. Esta era su última
oportunidad.
—Ven a darme ese baile erótico —Dijo y extendió sus manos hacia ella.
El poder del sexo era algo que entendía y había dominado en su intento de
encontrar a una mujer capaz de aguantar el ritual de hacer el amor necesario para
transformarlo.
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—Grant —Suspiró, moviéndose para llevarlo a su interior.
—Tú eres el hombre más grande que jamás he follado —Jadeó y se deslizo
aún más por su eje.
—Tengo una misión, Cat —Jadeó, apoyándose en sus codos para obtener
una mejor visión de su cuerpo flexible girando y ondulando en la noche.
—Yo también —Ella sonrió—. Voy a joderte tan bien que te brotaran alas
nuevamente y me llevaras por la noche para siempre —Su risita hizo que su
corazón martilleara y algo profundo dentro de él se aceleró. ¿Qué fue eso? Nunca
había tenido esa sensación. Emoción y algo más.
—Te dije la mía, ¿cuál es tu misión? —Su largo cabello caía sobre su rostro
cuando se inclinó sobre él.
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—Darte un orgasmo una vez más. ¿Crees que pueda cumplir el desafío? —
Preguntó.
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—Por favor, no pares ahora —Susurró ella.
Él metió una mano entre sus piernas, rozando su propio vello púbico a su
coño afeitado. Encontró el hinchado nudo carnoso y se tomó su tiempo,
masajeándolo, sintiendo el calor húmedo que se filtraba alrededor de su polla.
Apretada e incrustada dentro de ella.
Alzó sus alas, elevándose de la silla para bajarla a la cama cubierta de rocío
de la hierba. La cubrió, hundiéndose más profundo en su canal. El sudor estalló
sobre su espalda y golpeó su polla en su coño. El sonido de sus bolas golpeando su
culo llenó la noche, haciendo eco a través del lago. Ella se sentía tan bien.
Ella respiraba más fuerte y envolvió sus piernas alrededor de su cintura. ¿Iba
a correrse otra vez? En respuesta a su pregunta tácita, la tirantez se fijó alrededor de
su polla, sacándole la semilla del eje en una explosiva liberación. Su semilla
caliente estalló dentro de ella y su cuerpo se puso rígido. El sudor rodaba por su
espalda y él fue apresado por espasmos. Gimiendo, miro hacia ella.
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Estaba mirándolo, no apartando la mirada con miedo. En cambio, le sonrió
y acarició su rostro con su mano.
—Eres sexy así. Me encantó ver estallar lo que hay dentro de ti —Dijo.
—Al llegar el amanecer me voy a convertir en una gárgola, pero nunca seré
piedra nuevamente a menos que me aventure a la luz del día y aun así sólo será
hasta el atardecer. Quédate conmigo, Cat. Permíteme mostrarte la noche —Él hizo
una pausa.
Él rio.
—Parece que has hecho brotar mis alas de nuevo. Voy a llevarte por la
noche, Cat, y al llegar el amanecer nunca te dejare ir.
Fin
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Sally Painter – Baile Erótico – Colección Naugthy Nooners
El Club de las Excomulgadas
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