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Las preguntas formuladas por la revista MWI'A me parecen las

preguntas más importantes que hoy día pueden hacerse en relación con
los acontecimientos políticos internacionales. En función de esas
preguntas están escritas las páginas que siguen.
.-
1. ~ k m ~hei a ddfqhdidd la b i s de quc h i b p o r c h i del
xmmxhnu g8tB li*da a.16 Revdluei6n de tktubnt -a la manera a n o la
imporbndia hishrica del c r i s t i a p l s m ~ p oea italependiente de. su
reconocimiento eomo relimón oflcWb&i"ei lmpario Romana. gealn l a

Lü tesisda la dependWC* dé!la'imp&a&i &m *0 hpcln


de la Rewluci6b de'OctdlPie'-bis en 4iei.6' && paradbjiczt, dado püe k
tieroria marxista se formÚllB algunas decadas'anf-sde 19 Revol,uci6n y se
extedi6 ínuciiw veces con itkde#end@nciade'silg-.@ha ser 'vis? con
gran w e 1 0 % IP mayor parte de los militantes de los plftidos
amuni&as no '61ovibticoa qadj a partit. d d h n determinado momento -
ih-n de Pirinp-íab !de Cl@coesfo*iao' &bnflib chino90vWco?-
prodaaiab'án su" i~epdndbiY;ciñ-r e s p a t o - de la ' Unían Savf(Stica
Marxismo y Perestroika
Gustavo Bueno

declarando, en muchas ocasiones, que los programas, organización y


destinos del comunismo en estos países habían de concebirsedentro de la ha4da@qu6 atribuir m e a n 6 c W i R o t a m J p m e ~ d exp.silb,
e
perspectiva de la más plena autonomía, sin perjuicio de las alianzas, m&s ai.i*iraui~trnounirorai,~.t.~sdp-mdee~r
o menas Internales, con el P.C.US Los acontecimientos que esUn a oomodwaxxbun intetvaQ (finiW,~y aa~inniernf ds&mpo.
teniendo lugar en estos meses de 1990, en tanto parecen conducir a una Ba 40, ic a n U d a Y I me4 d.litro d..la&mrí&,& pmcwm d e
suerte de disoluci6n-superaci6n de los propios partidos comunistas de involúeib, y nQm entededan e n a i d u t o (es decir: obligarhn a r*inr
inspiracibn marxista, no solamente en el Este, sino tambibn en Italia la trrorirs)lasiavolwiones <pie mbawm delermimdott puntos aitieoe.
(acaso pronto en España) demuestran inequívocamente, a nuestro juicio, Bs<mrUI+ca.o,m disponía, si 1) puede h a b b uí,-de Ias'hBmib'
la tesis de referencia: Que los partidoas comunistas, en tanto estaban (mncepb funcional) lProletrinadae:y **lp r i m un 'pv&m&fo ia*U'.
inspirados por el marxismo, se sostenían por hilos visibles o invisibles para que lu funciór*no,penu"i.u'r.ria, Urdo d 'pir6mdro'
tendidos desde el prestigio (a veces, el apoyo directo) de la 'Patria del @Revoluei6n victoriosa en Octcrbie', podriamoeaaneutler a k:murrenU1
Socialismo'. d.lalonei6.~t~~ies,bap.ioa~y<biid.L~',pn~
sumb que el movimMo~glok1dibqjase una t r a y e c b ~ h3expaluiv&i
Por lo demhs, la explicación de estas conexiones entre el signiG'c& envoIv(nite de la redondes de k Tbm. A uw J-, podiw hbsr sido
y alcance del marxismo y la realidad y destino de la Unión Sovi6tica no interpretados los primeme grandes f-S de le tdea de ' P d e b r h b
es tan trivial como algunos pudieran pensar (en la forma mhs grosera: el Internacional' en cuaats ris oponia a k Primera Guem Mundial entre
'oro de Moscú7. Al menos, estas conexiones pueden ser contempladas, no los Estabscopitalish8-Mnperia1is~ por cuanto estos frao~poiha-
s61o como cuestión de hecho -del hecho de la propagacibn de una qmdado compensados con la victoria del pnhtíuiade en Ockibm de
ideología y de una organixación en el terreno sociológico- sino como una 1917. E s cierta que f d talPbiCa la inmediata Revolucidn en
cuestión teórica, interna a la propia doctrina marxista (que no ecluye, Alemania o Hungría. Pero la v * W a de la Unión S o v i i U a oontn 91
d d e luego, la aportaci6n del 'oro de Moscú?. hsdmno, así como la instauración del n g i ~ a m u n i s t en . h.Cbin
Popular, a aro(. de la terminaÚ6nde la Segunda Guerra Mundial, >I< DQ
En efecto: Si dmitimou (pera referiynos a un uulo punto de la supuesto, la prepagd6n o 'recurreda' del sistema comunista em
doctrina, aunque esencial) que el copcep2g # 'IJruletnriado' como clase Polonia, A l e d Oriental; Bulgarii, Rumrrda, Hw@a... aunqtts
uiriuersqí, no es un concepto merumente 'empiyi~r,('visual', por decirlo hubiera tgd6ayudada por la victoria militar. podía hacer puruen la
así) ni puedg,.serlo, dada la naluraleza unufbrku de ru contenido, r e a W 6 n lenta, peredrme, del P m 1 ~ c o m e d . s univerrl.
e Perd
tapBremos que admitir hmbi6n la implimoión mutua de los di,&rentu tamM6n ee cierto que, ya n el mismo desarrollo politia que tuvo 1-
pktidos que fueron concebidos como 'vmguardias del KI>letaria&f con en bi pilisn comunistas a nlr de la vkbrita 'contra el f&moe, la idea
el partido definido como la 'vapgpardia del Prolelpriado' por del &elebriado inkmmcienal, en tanta par& haber tomado cuerpa en
antonomasia, el Partido Comunista de la Unión Soyiética. La clase casi la miteol.de h Humanidad, comenzaba a transkmm, a la . ~ a~i l i e
universal no es un conkpto que pueda definirse sólo en términos las 'dictaduras del proletariado' re transformaban en La f w r a de
negativos -la clase de los des-heredadas, los 'parias de la Tierrae-pues no 'rep$bIicu populares', o & 'Estados de tod.el pueblo'. Per. toda* en
es una clase que pueda constreñirse al terreno de 1a.rwlidsd preterita o los &cuenta np m r e & r l b b k r de u ' M t a ~ i & d o
presente. Pues no es un ergon, sino una enérgein qw.tu5lo se realiza en el positivo' en fase de r x p d n r partir de mlmi de irrpdrsihn
cumplimiento de su destino revolucionariu, la uupreuión-absorei6n de m&L que eran la Unibi Sovi6Ua 3 la Chh-Popular: Ea cualquier
todas las clases en el seno de la futura sociedad comunista Por ello, caso).la Idea de 'Roletari*do, en manto Clu.universal en dé
tampoco puede entenderse el concepto de Proletariado como un concepto rer$iraciSn, debía ajuPtarsesl foriiolbtsdeuna dan a b r h t i ~ cuyas
e
ideal-especulativo, que pudiera reposar tranquilamente en el eter p r t a h i e a n a ~ l a s u ~ a l r o < . u y c o ~ d o e e L d .
intemporal e inespaeial& lo eterno. Pero la única manera de conferir reeubrll la Tierra.(Deade eatktpuzib de vista, podria c
m
- como
signifklo prhctico al concepto de Proletariado, como clase universal, es una auténtica aberración de h teoría mPnrish el hebhr siquiera de la
definlllo por medio de un proceso de 'recurreaeia' capaz de t e d e r a un posibilidad de una autonomla plena de loa Partidos Comunistas
límite, a partir de alguna obligada realización suya (o que asuma la nacionales o regionales, aunque fmra al nivel del 'anamunismo',
signifkción de tal). Así se interpretó la 'dictadura del Proletariado' en como si esa-bautonomk pudiese tener algo más que un alcance
el partido de Lenin, como un punto de ignición dotado de sd~ciente meramente ! ~-i t a t S * e 3 .
, .:
energía expansiva como para poder ir llevando a efecto el programa del
Manifisto Comunisia: 'iproletarios de todos los paíhs, uníos!'. Y no ~ e d estos
e puntosie r i s i nos pareaeque el golpe mis duro que
objetivamente sufri6 la IdsDdeLl>iolet.rUa emw clase universal M el
jj.4i~iJam~Ci
y .:ir7 í Marxis111oy I'erestroika
~ & t a v oBueno

c k i k t o cbinoaori~tic&q u s l p r a l b i pbna 4uz htsn 1- aaoq d 8 ~ & & ~ por ella. La Unidn Sovi6tica fue el 'banco depruebas' d m adecuado,
<s por
las o s i í w n & s q r e d ddlkt. t u u o . ~ ~ w d ~regmmaphs
i td SU escala, para medir la capacidad eonformadora de la Idea de
d endeudamiontuy BE eshnc~mioarb
ritmw.dehm4miento1eceqóntit~, ploletdada urriversal, esencial para la teoría marxista, y, por tanto,
que boraeaaren a hareiitecr b h v e z a i á @ p t r;t?See
i ~ c a k n k u i h de
l a p l t i 6 n políUa e a minas de.una cbi&aon vocación.
universal'. La &twdka, a nu*&ro si&kps Be poder+ mdudt,
+I
'Clase
para Wrminar w verdad práctica. ün*eeta'banco de pruebas*,al cabo
de 70 ahas, y &S& dl se decir, no desde fuera,- la Idea se ha ido
modificando, descomponiendo y, finalmente, ha tenido que ser
ceaim.m1cñricc en 198CL;y aud.erx.1986, rr loe:\límiteo de rrha clsf8niro. desechada desde la Perestroika. 4No es preciso decir, por tanto,que, ean
ddminiattat,iva, par+ asiriUahle -t8i?.anienk dentro del pnagrama esb, la ieoria mmxista ha perdido su referencia, sus 'par&metrose,y está

=
leninirta, est8iresuitmde sereI sedemo del b e c ~ n o c i m i e ~ x p l f dde
to siendo reducida a la condici6n de mercr ideología, cuyos efectos
la ~eeesidodJe, dak pam s un pmcew de liquidación de l a Idso del (beneficio808o nocivos) pertenecen ya al pnsado? Pues la teoría marxista
,dmoblase universal'. I3n rrrrta8pa, ha& tiempa que ya no no era &lo una 'teoría descriptiva' de una situacián dada (y swceptible
er Idea, saivo pwdgún W<p; ia Idea no U l a&¡a de ser jugada dentro de los confines de la epca en que fue formulada)
oficial-k abolida -como tampeéo ha sido abolida a h n la sino que tambidn pretendi6 ser una 'teoría pragmltica' (no ya
awbcwwbpeiónde tos Estados Unidos comodefenwrreede h ü W y de meramente predictiva) que tiene, como campo propio, a su 'posteridad'.
lajuatioi8-uni*emaleoí La P c m t m i h , entre &aoaosas;sl rastituir r las La Revoluci6n de Octubre formaba parte de esa posteridad y, por tanto,
cb- 10s P h S aomuniatdmel dwechm Irr propieddw- su curso compromete, desde 1917 a 1990, la validez de la teoría misma,
da lea mdios de ~ ~ d lleyea a economia dehníarán tOaaa
a de la no ya en su calidad de 'telescopio del tiempo', sino tambien como 'plano
las limitaciones e f t r í n m m que eecur prueates en unSprineipior -tos de la Revolución', como guía del camino que debe seguir el Proletariado
derechas) impide mguir oonsiderando, ni siquiera por a d o r a h i w t i d a en su camino hacia la superación de todas las clases, al realizarrie como
os~specrrlativa,a las 'dcmmcraias*pbpuIares'como momentos d& m el Clase universal.
pmmm de realilcawSn expansiva del Proletariado positivo, como Clase
uaiaérsal. .La P e r e ~ l r o i k aieat4 demostraitdq ser, no ya u n c
reeshetura&a, dno uwmectiíiuaci6n forbd, ePrla va.- explícita, 2. Lo que suele designarse -por ejemplo, en círculos relacionados en
no ya sóhd e lo prsctica, sino de la miama teoria-mmxh~ta.~h Idec del tiempos con el 'a1thusserismo'- como 'teoríamarxista' (con preferencia a
Proleüariado había experimenkisloya un eclipae profunda en la8 tkadaa %ida marxista', sin duda con intención de aproximación hacia la
anteriores y había xbxones pdra é l k E1 propio desarrollo t e c w l ~ d e ciencia, y de alejamiento de la 'ideología') es, sin lugar a dudas, un 'todo
la sociedad iaclusttiat impedfa ver al Roletviado como ese t r a w o r o complejo', de muy dudosa unidad, dada la heterogeneidad de doctrina8
demiurgo íáúsüco que Marr pnda ver en'sam principios. E J ttaba$elcler especiales que c m t i e n e (doctrinas econbmicas, histáricas,
hdustrial iba a dejsr de ser poco a poco e4 'agente creador' de la epistemo16gicas, sociológicas, incluso fisicas y antropol6gim). Pem en
Produccabn, el dominador de la naturaleza, para comemar a ser, a la vez, la medida en que esa 'teoría' eontiene, eomo componenb esencial, la Idea
un agente destructor y depredador, o un piloducbr de banalidades; y, lo de 'Prol&viado', en sentide dicho, acaso esa heterogeneidad del 'todo
que es &,.iba a dejar de m d 'pacia da*k Ti& para lkgaic a rier - complejo' pudiera con$i¿ierarse estructurada a n dos S- o momentos
cuando la 'clase de desefnpleadoa, aarginatlss, emigrantes; etcétera, bien dile&nciados, aunque dial&ticamehte entrelazados, preciaamente
hiera axtiendi6ndose cwam, urui mancha de' aceite- un privilegibh La por el intermedio de la Idea de Proletariado como ciase u n i v e : dos
Penrtn,ikrr ya no donte- a l PruietariademEnterdioital-sinosa los psrtsa o momentos que designaremos -en atmción a la natnnle&
~ s ; ~ ~ ~ a f Eoo g mongoh
a n ~ ~ y a~loo, propios dudadanon rums. gnomo16gha de los campos a las cuales ro refieren intedonalmenta
Con esto, la Pcm(~tro¿&use haes realista pero, por 8110 mismo, la te& esa$ pattes o momentos de la teoría- como la parte histórica y la perte
marxista c h i c a en s u v e r s i b leninista, queda definitivamente meta-histórica de la teoría. (Dejamos de lado, por el momento, las
aomprometidaea~uanto~teorfa de la di&& cuestiones acerca de si la 'parte histórica' pueda redefinirse como la
b42.
parte Mitiva', orientada al anllisis de la realidad dada, del 'ser', de la
~Cbniopodría, en d u s i ó n , deckise que la teoría murxista, teoria, mientras que la 'parte metahist6rica' corresponderla a las
aunque fuera anterior a la Revolución "deOctubre, no está,ligeda regiones cuasi-ulbpicas, no positivas, de l a planes, o proyectos del 'deber
esencialmente al destino de la Unión Sovi6ttca y a *u obtigeda ser'. Estas correspondencias probablemente sdlo tienen significado
Perestroika? Tambien la teoría de la gravitación fue formulada con 'desde fuera' de la teoría marxista).
anteriddid a boe v* espacialea, ptmsho+o independients de tales
ni tampoco red-nte, puad @Plw askmavm se guLn
-- - -,

Marxismo y Perestroika
a ,

L~ ~ ~ p e q'pu(p
g ú hisWj9;
n la teoría mmrlYtrso nw
lueseph e m i q n t e a i e n t a - ~ ~
U"P -C*
~~ lurt6.k~~
gpPre Iqs mWo, qfitructuraa .y fame d a - 1 ~
:m decir.
+-
Jgma concepcl6n global def mundo, ya sea dd1.atho del kbote~lismo
dialéctico' moniata que introdujo Plekhanov, ya sea del estilo, hmbien
monista, pero q u i d menos determinise, de .la$ qoncgpajones
-1 & w y del pret¡bh.+y del. pmagC...üed. la 'tataIis+ras' de krukae~o Bloch, ya d b , acaio, engranado con
p i m l t m y el mods de prodwión +S&#&$, h u t a el u = eoneephones , , del m@ no mo&twq
indbtrial o el 'loeialismo real' de n u e s ~ d i a No a es neceeari~reseñar
aquí $*era
r$eA#ots ~matiqíalbmo~histdnco P"
la liit. de. 10s princi Ise coxicq&os y piia;Pb YBP
modos de p@ucción, clases roollu.
baae'y i u p e t e ~ ~ t u r a ~ f aconcien&....).
lsa Tiqp61aiubnyqpd m ~
Desde alguno de estos corytextoe, mi los Buales el m a ~ l i s m o
hisMRed sdponemb se vindula de modo hecoide, el marxisr6o tia
, cuanto m a t e r i a l b l ~hist6ricp (en contra .dei
el p > ~ . í s m o en llegad& L ser un instrumento de análisis muy ñno de la rea-. El
materia1i#ma histdrico, como m6todo de anhlisis criticó, que logra
h ,en G e m y muy celebrado, de. RBlondqlfa a EFromm) no di?sea- tantaspretewbnes y planes ideelógicos del eapitabw
-es una d o c t r ~ ypsicoI6gica. (tic. O .moral. pi siquiera 'eceidentdl', ha llegado a sér,en modo, un'rhhWtrlto e4m6n y un
mhUgiqC iobre los mtares psieol6<iwgesidrirndel proa0 histórico p a t r i d irrenunciable de n d A c u l t u r amwbnaliirta ~ u y e n d o
(k 'rapadad' de los arplot+dom, el 'drimiento' de loe e x p W . . . ) aquí tanta a &Habermas como aJ.Rawls).
sino, aobre toda, un análisis del espacio w el mismo W de los
hombres con &t ~ a k v a l e z ya de 1- hombres en- sí,y, en prt*ulu, el I&.Considerada según su 'parte nieta-histórica', la teoría marxista
MI*p mercantil. abre entre los iadividyos y los grupos hooanos. ya no se preiienta como la teoría de un pasado o preknte dados, p o r i t i m
siguiepdp caminosobjetivos 'por encixna d s i u vol-, y d m o lasleyes (histbrim), sino como la teoría program6tica Cpredictiva', por tanto,
W e g i o (biológicas, etológieas..,) aparecen epcpwdas histbricamente
en la forma de una lucha de clases, defínidas por la relaci6n que h pero no solamente predictiva -a la manera de una teoria astron6miea-
sino conformadora; pr6ctica, aunque esta pmctiddad se haga Obnsisür a
hombres ocupan con la propiedad de los medios de producci6n. La lucha veces en la qtze arreeponde a una 'utopía concreta', total,en el aentido de
de clases es el motor de la historia y &lo a su t r a v b a l a m a n siw& Bloch) del futuro del Oénero humano, que; desde el actual y superior
dúlktlo Li 'contradicciones' entre lu fuerzas y las nlacio~gede modo de flrdducción cdpitalista (y, m & ~aún, 'degde el 'wxialumo d 3
prduecidm. Dede la perspec$va de la lucha d. c l habri
~ que este aproxidndbee hfaliblemente al 'estado final'. RI es- propio del
agtwkbm ai Estado, al De& a4 M e , a la Re+ligión, a la Monl,,~la 'modo de producci6n comunistci', tal como Mirrx lo dibujó, aunque con
I"ihOb..., z
pinceladas muy'sumarias, en su C r i t ~ a Progruma
l do Gollur, pero
'7, d > i 2.'

Ahora bien: 4 'nuestro juicio, el maGria1isG '&Ueo,


au&
también otros muchos polilicos relevantes (y no por ello menos
metafisicos) como pude sorlo Jaurés.
,,, ;<,
swb.q.l mushi v e q s sobreentendido c o w m--
+

&M*'
S@$ como uw 'ciencia de la Histeria', y@sea,csmo una &osolg de ia
htsrh'; m c l u a o Z , ~ dn g u q Wlageo 18 la libera&&', UXM 3, La distinción entre estas dos partes o momentos de la 'teoria
'tee-.de 4-3, no m
abétmxih Quiero decir. c+ e$o pr)r J,paterialismp. 'w', wb &VQP
BN marxista' está de algún modo reconocida por el propio Mtirx, cuando
contraponia, por ejemplo, la 'Prehistoria de la Ifumanidad' a su
n ~ ~ t e . , ~ n g p mn dalguna
o concepción genqal del mundo verdadera 'Ilistoria' (consecutiva a la supcracidn de Ir luchti de clama),
(&dhh l % = ) qye ngurtipente m ,w unlvgw (de n g r w e del en la cual las contradicciunus antiigóniccis hnbrsn desaparecido
PW h b l a rp ~ da tim 'Pi~gll~de',eLqw m d i a entre un tei.miqtp.4 (permaneciendo, ti lo sumo, contradicciones 'no cintagóniccin', que Marx
untado m n un coqjuato alternativo A, B, C... ;a* l A vB v C ..]& y

'
tambien está engraqado con dwtriaei cjentífiepp, *biolOgieciso hsie9a no ha detallado: iserhn los antagonismos entre varones y mujeres, o
entre blancos y amarillos, o acaao, simplemente, enlre gigantescos
Por 10 de*, wpo~emaohmbián qtqak,conexibn del 'mrteriaüsmo clubes internacionales de fútbol?).
hist6rico' con us. tipo dcteryi nado dp wwgi6n Rlusólica o científíí,
más bi.(i que c q ~~ t m M, es iadihrenle pura Ir .nliim. sst.uctum y Lo que nos importa aqui es profundizar en la naturaleza de la
*(piir>ca~i6nW r p l s del m@erirli.rna his16rico. No <u e1 mirmq el c o n e n entre estas dos partes de la teoria marxista -puesto que esta
mabrialiomo hiWico~du.%uulukjj!,.de cuño p+livinbb&krm,j~tisLa, conexi6n no es de mera yuxtciposici6n, ni siquiera de reducción mutua de
que el de Vorlaender, de cuño kantiano, o el de algunos mpreseRton~eo alguna de las partes de la otra- lo que intentaremos hacer aqui por
de la Teología de la liberación'. En este sentido, cabe concluir que el medio de la Idea de 'Proletariado'. O, si se prefiere, nuestro propósito es
materialismo histbrico sólo puede funcionar, de hecho, engranado con examinar, aunque sea de modo muy sumario, la función que puede
Marxismo y Perestroika

impliaa pPsi3illao palitsoo, p uwque d detednbttlo -guade'incluir,


entre! los eulebo#)e~& &a.amwWWón por 41 pmvWi a ' tas
accionesde un d d e l i a ) ' m v e t i w i d a .
Pero &dequé modo ha de mocebim el ti&neitoI it n v h del
Pnoktari&arcsndente, desde ie cmidieUn de clase partirular (ter clase
obrera, erplotwk, y ous aliados) a la conditión de daoe w%wrsal?.
¿G6me, defjniEdas ra8pwaU1'idades~deb e moviinkntoe~pl(ti&id
interaaladDs e n la e o a r c r ; t e d n que va a coduclil a l . d pdC18jsteme
~?Aqui~~bap;pubeikua,dsadeI~,elpu&o~~
detladi ' e a & t e e l ~ ~ n(-.lf(iic&m a a ~ ~
a la.~=oeracia O marxista, y a d l l a que e0~1eatzapor na
contempb~l& 'ley de,dmamotlú' del*bapitaliemo e n el shti(lo de Bu'
a w l u,, c i ó, n ) ya8 d mcomuniodcl: .
A.L S 7:,J,l

1
,"
I
4 t S , ..
4. La distinción e n t r e una socialdemocracia m a r x i s t a y
socialdemocracia no marxista ee hoy poco más que una distincibn de
razón. Desde luego, el Partido socialdembcrata clAsico, el de la 11
[ntemacional, no podría ser reducido o la condici6n de 'hechura*
manrista, aunque estuvo mny influida por Marx. Pero el propio Marf
'Mitic6 e1 programa del partido de Lasalle, o de Bebel, o de Liebknecht.
Por su parte, dentro del Partido nada menos que Berstein emprendib un
revisionismo SiStemBticode la doctrina marxista. Tambien es verdad
que mnstituy6 una Pctivided regular de algunos economistas vinculadw
a la socialdemocra& tratar de aalvar al marxismo de las objeciones
demoledoras que desde la cútedra intentaban demostrar que BI Clapi*il
era Inconsistente, ampliTkando la crítica de Boehm-Bawerk cuando
señalaba presuntasineomgatibilidadw~1ntrela teoría del valor del libro
1 de El Capiial y la teorh del preelo de la prodwci6n del libro 111. El
mismo Kautsky, que quiso manteneb m8s cerca de los ptindpiap del
mamisme, tendió ;a combir el p e s o de bmdci6n como un p m
%, gradual y no necesariamente violento. Se acusaria a la s ~ i a l -
- '4% ir
Ir "
Marxismo y Perestroika
Gust;avo Bueno

depiocracia de colaboración con el capitalismo. Sin duda, la social-


demwiacia buscó progretsivamente la forma de convivir cen el que el proyecto revolucionario de Lenin fite menos marxista que el
q@taIismo y mlaboró con él y aún tnicion6 l a ideales pwletnrios (¡el proyecto evolucionista del 'renegado* Kautsky. Desde luego quiso ser
WO la guerra!,de Liebknechtiy Bg BOea imedmyp).Pero es lo cierta ntas%l a la teoPfa marxista. Y esto a pesar de la paradoja de que, en
quea la verdomcuIio6 como p d ~Wma,@talishl por medio de la contra dd -lisme deI.Etqpls tar&o q u e hada máa probable la
poEitica reivindicativa de Los oándimtoa de clsee, de la huelga, de la evolución hacieel comunismoen Inglaterra y en Francia-, la Revoluci6n
liniikión p-iva en b tasas de beneficios, en la: obtención de dio comienzo en Rusia. Ahora bien, el-conceptodel '&laMn d s &bilg -
importadiw eoquiatas laborales y sociales, en la conquista poiniea del que:obligaba a tener en cuenta la mdem formada por lo~'$aises,
sufragio universal d~111ocrhiim.pu/bmatal que éste pudiera llegar a ser. capitd~tistasen su conjunto- conetituía una ,respuesta convincente...
La cantidad de r n a h m o 'disuelto' en da d e l - d e m w a c i a fue, en todo siempre que la Revolución se propagase de hecho a todos los demas
ceso, muy grande. Pero también ea verdad que, despu6s de t d o , la eslabones de la cadena. Es evidente que la sola idea del comunismo en
aoeial-demaocraeia s e d e j ó hasta tal punte de la otra gran corriente de un Estado aislado, aún en el supuesto de la instauración de un
interpretación del m i s m o , la que se atribuyó monopolioti- la colectivismo en el Ambito de ese Estado, implicaba ya l a propiedad
ortodoxia, y ae hizo tan enemiga aya, que aunque con frecuencia se privada que se quería abolir, cuando se tomaba como referencia el
consideró al Ienimbmo como una aidenk-bere& del marxismo, de objetivo final del Género humano, pues estábamos ante la detentaeih
hecho lbg6 a eonaiderar conveniente presciadi~de1 r6tule de marxista. del temtorio y los bienes del Estado fmnte a los 'derechos' de los de-
hombres. Pero lo que no ocurri6 de hecho fue la propagación de la
En cualquier caso, las divergencias fueron casi totales. Si nos revolución' desde el eslabóti mas d6bil hasla los demas eslabones.
atenemos a la distinciibn de las dos partes de la teoríe que venimos Trotaky habló de una revoltrción ldcionada. Kn realidad, la revolud6n
dbthqwie~do,habría que concluir que lo que la vía socialde- soviética no perdió nunca, (ideológicamente, i nlencional mente) la
Llegar&a considerar como errónea o hdemoadi a la put.primera (el perspectiva universal; intentú propagarse a lodo cl mundo, aún a riesgo
an8üais hist6rica de la sociedad democrática en a6iminao de l u d v Be de que se confundieran los intereses del Proletariudo universal con loe
clases, en nombre de una concq~ción&,l.igriehhl de ), interesa del imperialibmo mas vulgar; contribuyó, no sólo a la
pero mmbmiemio la parte segunda, r bcir, el idrl ut6=1 instalación del comunismo en Polonia, Ilungría, Ijulgari s...sino
de una Sociedad Universal o estado f m l de equilibrio, i d e n ü ú d o a tambi6n al levantamienbe y Ilbeisci6n de mrichoa pueblos del hemiderio
veces con la 'sociedad deisarrática del consumidor eabirfecho'. En s b . Pudo razonablemente, durante aAos, pedir un amplio margen de
general, se aceptad la parte segunda comouna utoph, pem mmo una confmnza para ver cumplida su tarea, que seria convergente con la eris'i
utopía necesaria, algo asf como el ideal Kantiano de la paz perpetua, en total del capitalismo (que se Coa6 con las manos en la crisis de 1930). La
el que la igualdad siwe mds como idea regulativa de la rdpolitik que de Revoluci6n en un solo p i s , aunque Bsle fuera la Unión Soviética, y
expresión de una situación efectiva. aunqueen ella se quisiera llevar a fuego y a sangre mediante los plan-
quinquenales a través de los cuales iba reuliaindo e1 plan universal,
2 '
pudo decirse que había comenzndo. Bn realidad, vistas las cosas
S. El marxismo recibió una interpretación mucho mhs diferenciada y retmspectivamente, ni siquiera podemos decir hoy que la Hevoluci6n
'compacta' en su versión comunista, la versión del marxismo-leninismo comunidta comen&, puesto que no acab6;del mismo modo como tenemoe
soviético. El partido comunista se identificó ahora con la idea de que decir que no cabe hablar de un descubrimiento científico efectivo
proletariado como clase universal, de la que asume la función de hasta que 6ste no haya sido jwtificado. No podta sostenerse ein
vanguardia. Juzgó necesario apoderarse del k;súido mediante una propagarse; y esto no s610 atendiendo al fin universal de esta Revolucih,
'dictadura del proletsriado'a fin de llevar a cabo la revolución socialista, que e s 4 que le conferia el sentido de tal, sino en la misma necesidad
es decir, la supresión de las clases sociales, de la propiadad privada y, por que, precisamente para la marcha real hacia este fin tenía l a
último, al final, el propio Ksbdo. Esta vía, lomada por Ienin, acaso era Revolución, ya en sus principios, en un país de campesinos, del apoyo de
también la única vía accesible en la polftim reul que se abrió. a Los los demás países industrializados.
bolcheviques después de la abdicación de Nicolás II: era imposible
convencer a los bolcheviques del año 17 de que su verdadero objetivo Pero lo cierto es que el proceso de recurnncia revolucionaria se
debiera ser colaborar a la victoria de una revolución burguesa como fase detuvo y su misma ampliación, después de la 11 Guerra Mundial, podría
previa necesaria, y de duración probablemente secular, para una considerarse como aparente o externa. Esta detención equivalía ya, por
ulterior revolucibn socialista. No creo, por lo dernAs, que pueda decim sí misma, a la mhs grave amenam a Itt consistencia de la teoría marxista
clhsica, ligada a la concepción monista, progresista y unilineal del
Marxismo y Perestroika

K
proceso hist6rico. Cabría decir que la fuerza expansiva de la primera
presunta encarnación del proletariado universal se detuvo, no sólo por la
recuperación del capitalismo, sino por el correlativo fracaso econ6mioo
del propio socialismo real. Desde el nunento en que el socialismo real 7. Desintegrado el proyecto marxista-leninista, ¿que queda del
qued6 confinado a los límites de Yalta, delde el momento en que se marxismo? ¿Aquello -y ya seria bastante- que puede considerarse
constituyeron las Naciones Unidas, el juego democrático internacional, 'disuelto' en los partidos soci8ldem&ratas? iCu8.i puede ser el futuro de
y la entrada en acción de otras unidades poli t i w de emitla estatal, y no los antiguos partidos comunistas en proceso de transformaci6n? ¿Acaso
conmensurables con la idea del proletariado, el capiblismo estaba únicamente su conversión en un 'ala izquierda' de los pertidos
llamado a recuperarse y el desarrollo económico del socialismo real socialdemócratas?
estaba llamado a quedar frenado. A causa, al parecer, de la acción de una
burocracia exógena; en realidad, a consecuencia de una burocracia Volvamos, a fin de no salirnos de la sistematica anteriormente
end6gena, imprescindible para poner en marcha la ejecución del Plan establecida, al anhlisi que hicimos de la teoría marxista en sus dos
que, de hecho, consiguió elevar a muchos pueblos sobre el nivel medieval partes o momentos 'dialécticamente realimentados'. Por respecto de este
en el que se encontraban con una violencia no inferior a la empleó esquema, podriamos *definir el capitalismo liberal democrático por la
siempre el capitalismo imperialistn. Pcro la s u e r b del marxismo negación tanto de la parte primera como de la parte segunda de la teoría
monista estaba ya echada. En vano se trataría de echar la culpa a Stalin: marxista. Para la ideologia del capitalismo democrático liberal el
no habia nada que hacer, sino terminar liquidando el proyecto marxista- análisis histórico, llevado a cabo por la teoría marxista es erróneo,
leninista. Y esto es lo que esta haciendo, aunque muchas veces no quiera porque la historia no es el resultado de la lucha de clases, sino, a lo sumo,
reconocerlo, la Perestmika. de la libre competencia entre grupos, que ha de considerarae, en todo
caso, beneficiosa para 'la selección social'; y cl programa metahist6rico
del marxismo podría considerarse como uthpico porque el 'Proletariado
6. ¿Significa esta renuncia al marxismo-leninismo que hay que universal' puede ya ser considerado como un fantasma que, después de
considerar definitivamente fracasada Iri teoría marxista y que recorrer Europa, ha mido exangüe.
solamente los planteamientos de la economía capitalista, al menos en su
versión llamada humanista -fundada sobre la propiedad privada, que ea Diríamos que si el marxismo soviético y la social-democracia
el principal contenido de lo que suele llamarse libertrid- pueden marxista tienen algo en común, sin pejuicio de sus diferencias, es el
considerarse adecuados para preparar nuestro futuro? No, en absoluto, postulado monista relativo a la fase final del Género humano, a la
puesto que la Perestroika, que esta rectificando el programa comunista esperanza en un estado final de equilibrio de la humanidad, dentro del
clbico, presupone también, desde luego, la recusación del 'capitalismo cual las funciones del Estado sc extingan prácticatnente y la igualdad
salvaje'. Ha sido precisamente el comunismo quien ha mostrado de entre los hombres (bajo el rcinado de tina solidaridad que habrd
hecho a los pueblos, mediante la practica de sus d l i s i s revolucionarios, sustituido a la antigua fraternidad) estará awgurada en una democracia
o de las guerras de liberación, que el capitalismo liberal demoerdticoque universal de la abundancia, hecha posible por 'tecnologlas no-
antepone la idea de libertad, es decir, la propiedad privada de los bienes euclidianas' (para decirlo con la extravagante fórmula de Bloch). Pero
de producción y de consumo, a la igualdad y a la fraternidad, es esta coincidencia, una vez que el proyecto leninista de llegar al estado
precisamente el capitalismo mhs peligroso, el principio de la explotaci6n final haya sido definitivamente retirado, es la que daría cuenta
real de los hombres y de la degradación del medio. Ello implica la ideológicamente de la convergencia histórica que muchos esperan entre
explotación, la desigualdad, la masacre, la colonización, el paro, la los p a r t i d o s social-demócratas y los p a r t i d o s c o m u n i s t a s
reestructurados.

-
miseria, es decir, la implantaci6n del darwinismo social de los
afortunados en virtud de coyunturas más o menos aleatorias y por la
utilizaci6n creciente, a su servicio, de la democracia formal mediante los a SI^ y ateniendpnos a nuestro esquema, tanemos que
procedimientos del control de masas. La solución del capitalismo liberal reconocer que queda, en realidad, una cuakta posibiIidad* una
es precisamente la falta de solución, porque es la solución en Grminos p i ~ l i d a d que, por cierto, incluye -la vicala dcl t ~ ~ (UmstÜbng);
4 u
meramente naturales. La alternativa de la Perestroika no sería, en todo -,ta del r d a tendente a dejaf de lado el honisma a m i d o por la
caso, el capitalismo liberal sino aquello que se denomina social- tradiCibn hamiata al m&rit\lbma fi10~6fico:un monism metansico
democracia, en sentido amplio, en la medida en que ella constituye un que a realimenb ampliamaiO ct ' m i ~ p o dfw
freno o domesticación del 'capitalismo salveje'. b- al H~~final w r a d a W o ddinitivo del Géne~.hih=n@.(Sobh
m
~i~ic>l.!%9?ir"f
V i?&ix Marxismo y Perestroika
Gustavo Bueno

l cartesianos- de un cuerpo inmortal; ni por desechar el ideal uupico de la


República platónica pierde la actividad política 'marxista' los objetivos
que le son m8s propios. Una actividad que no tiene por qué canalizarse
únicamente a través de los sindicatos de clase, de los partidos políticos
parlamentarios o de las federaciones entre esos partidos. Caben otros
muchos canales y redes organizativas para una- vida política de
inspiración marxista. Los años venideros nos ofrecerhn una morfología
mucho m8s rica que la que ahora podríamos imaginar. Y no me refiero
únicamente a las probabilidades de internacionalización de ligas
'..
Y fu*
w, ihaieS secretas reclutadas entre marginados del primero, del segundo o del

-
&kón de la' par(.
WtikVo:
m
&p@eq,d..trar
ni WYU. *l U.
%uí el principu4 anbecqw rnpihm
pdW,p r e ~ i o rSUVi- ~ ~ ~ Un
gp tercer mundo y organizadas en función de proyectos subversivos del
mismo equilibrio resultante del conflicto, porque cada vez es m8s
improbable que tales ligas puedan alcanzar una importancia polftica
e@tt& dq.eW/ubrip constituido pojvia o s i e d d u n i ~ r a a de
l apreciable o una duración históricamente significativa. Me refiero
~ u s u d o r e ~L~a 4~qye? s ,&&wai $~taipc~l, también a las probabilidades de internacionalización de líneas de acción
~ m p b t odp iirbiali :en tanto que fcwe a la. +w no clandestinas, que pueden incluso tomar la forma de una
h e . . G p h .aturadu, a& .y .mrfwta. multinacional 'orden roja', o de varias, que pudieran tener a su
mdicado me& 'smiabme d i a l ~ t e : no
, d o disposición un poder económico suficiente como para poder hacer frente
utbpiao,.úiianwtambiénlesut6ljep porque niSiguiuga h b . , a programas de acción global dirigida no sólo hacia la consolidación de
una línea de resistencia respecto del capitalismo ambiente, sino tambien
. PW:la d-&ci(n k pg* & de la t
, .

m& d&k,
P I

hacia la conformación de un espacio positivo en el que millares de


m@n lo una impor(.nt. mod&mi6n* .ue &-a,
saber, la orgpmhci6n dualista del m i b r i a l U r i c o en des elases
hombres y mujeres puedan encontrar la posibilidad de formas de vida y
de acciones reivindicativas en el seno de la sociedad universal.
-. .Cuaido,dei~ de,lqQ el wo@o.eetenemos , m que
atlwler IqPiaLoria h u ~ . b c elWpneonta, 00- h 1- de dog
mtag6nicp. Perp d & mantener el eaq-
del qk-8 de b p eoon6micc, en faa3Qkqw dlu U
f*yi, de u.modo u otra. en 4 $e& de.m- de los b i e q da
4-6n CinCluyeqQ la pmpkdad iterritoll, tan@auido el .Joto L
ei+ P ~ P ~ w @ I uidividuo,mmo. aobn t d o , s i ey &t
es un a ea un p p o
. .
f-4 una nqci6n o un Estad91 y dgcoaaum~.
. >

El m k l httírico L u n r ' k d p o ~
lo aor p n s e n h e a l i s
p k h e r k p del segundo milenio, PO ye eomo p campo qiie e o k i b
p d * r i P d o ~ ~ a ~ c ~ ~ l ~ ~ ~ ~ ; l ~ p ~
mPs variadas Cincluyendá w d & b . ~ n eePtre s el
hemisferio out.y el b s d é r i o sur y entre ei aetm -tal y el
oriental del hemisferio norte). Desde este punto de vista, l a s
p q e c t i v a s que se abren para el capitahmo demodtieo más agresivo,
ast como -bien las peqmctiuas paqa J fertalecim- de un*
I n t g i u c h m l w t a 4% .co?vivi.sdo con aquel y h a c i h d d o en
iieh m040 pomble, al c ~ , ~Ig,apntuu. ~ p p raya, mn .+afhitan,
P e n hppag n u e ~ t r a'vuelta~&l wv@. a la ldpébsip .del mir+s)e
m a w E i e m . ~ l , p a saotodp,pempe@&~ de W n políth.rn8e pdUm0
d.mmuOqo, toma+ +,gqerel. La M.djFiii. e0 piq& sus objeti&3
y u i d o Igb.i 4 e p k b d D el proyecto u u p i m d p m r , uno de k b i $ d a

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