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dios es humano p. 6
el cielo
entre nosotros p.10
los libros de dios p. 12
premio
mauricio achar 2019 p. 25
la
divinidad
que somos
ENTREVISTAS CON:
Margaret Atwood P. 14
liliana blum p. 16
Markus Zusak P. 18
Amin Maalouf P. 20
Arun Gandhi P. 22
leila slimani p. 24
Roger Bartra P.26
Javier Cercas P. 28
annie ernaux p. 30
Directora General y Editora
Tema del mes: Índice Yara Sánchez De La
LA DIVINIDAD QUE SOMOS 6 Dios es humano Barquera Vidal
E
n algunos días, Dios y sus criatu- Gilberto Díaz
ras se acercan a los humanos: ellos jtrueba@revistaleemas.mx
siempre están ahí y creémos que 12 Los libros de Dios Difusión cultural
no nos permiten escucharlos. A veces, José Luis Trueba Lara
los ángeles descienden para mirarnos y Beatriz Vidal De Alba
experimentar lo que sentimos; además, 14 Entrevista con Margaret Atwood beatriz@revistaleemas.mx
ellos se revelan en palabras e imágenes Yara Sánchez De La Barquera Marketing
que deben ser desentrañadas. Un proce-
so que abre la puerta al diálogo o al fun- 16 Entrevista con Liliana Blum Fabián Vásquez Escalante
damentalismo. En esta entrega de Lee+ Fabián V. Escalante fabian@revistaleemas.mx
nos asomamos a esos instantes: el cine y
los libros de Dios, el recuerdo del diálo- 18 Entrevista con Markus Zusak Directora de Ventas
Editor responsable: Yara Beatriz Sánchez De La Barquera Vidal, Información y Ventas Publicidad: (55) 5335 1327. Editado por www.taraediciones.com contacto@revistaleemas.mx, Distribución: Librerías Gandhi, S.A. de
C.V., Dirección: Benjamín Franklin 98, Piso 1 y 3, Escandón, Delegación Miguel Hidalgo, 11800, Mexico, D.F. Número de Reserva al Título ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2009-051820092500-102.
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LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
La resurrección del Cristo que mora en tu interior
Paramahansa Yogananda
Un revelador comentario sobre las enseñanzas originales de Jesús. Paramahansa
Yogananda dilucida los profundos significados espirituales que se hallan en
el fondo de conceptos mal comprendidos tales como el bautismo y «nacer
de nuevo», la Trinidad y el papel de Satanás, el karma y la reencarnación,
el «cielo» y el «infierno», cómo orar, cómo utilizar el poder curativo del
pensamiento y de la fuerza vital, o los métodos que le permiten a toda
alma alcanzar la Conciencia Crística. También disponible en forma de
compendio, El Yoga de Jesús.
Y también:
EL YOGA
DE JESÚS
D
e niño, creía que Dios era un anciano corpulento y poderoso un Dios que piensa, siente y actúa como nosotros radica en nuestra
que vivía en el cielo; una versión más grande y más fuerte de profunda necesidad de experimentar lo divino como un reflejo de
mi padre, y con poderes mágicos. Me lo imaginaba apuesto y nosotros mismos. Esa verdad me golpeó como un rayo. ¿Por eso de
canoso, con una larga cabellera gris que le cubría los anchos hombros, adolescente me atraía el cristianismo? ¿Había estado construyendo
sentado en un trono forrado de nubes, y cuando hablaba, su voz re- mi imagen de Dios todo este tiempo como un reflejo de mis propios
tumbaba por el cielo, sobre todo cuando estaba enfadado, como solía rasgos y emociones?
ser el caso. Pero también era tierno y amoroso, clemente y amable. La posibilidad me dejó resentido y desilusionado. Buscando una
Se reía cuando estaba alegre y lloraba cuando concepción más amplia de Dios, abandoné el cristia-
estaba triste. No estoy seguro de dónde saqué nismo y volví al Islám, atraído por la iconoclasia ra-
esta imagen de Dios. Quizá la viera en algún dical de la religión: la creencia de que Dios no puede
lugar, pintada en una vidriera o impresa en quedar limitado por ninguna imagen, humana o de
un libro. También es posible que naciera ya otra índole. Reconocí rápidamente, sin embargo, que
con ella. Hay estudios que demuestran que a el rechazo del Islám a la representación de Dios en
los niños pequeños, con independencia de su forma humana no se traduce en un rechazo a pensar
lugar de origen o de su religiosidad personal, en Dios en términos humanos. Los musulmanes son
les cuesta distinguir entre los seres humanos tan propensos como las demás personas religiosas a
y Dios en cuanto a sus actos o modo de ac- atribuirle sus propias virtudes y vicios, sus propios
tuar. Cuando se les pide que imaginen a Dios, sentimientos y defectos. No es algo que puedan esco-
siempre describen a un humano con poderes ger. Ni ellos ni nosotros.
sobrehumanos. Resulta que esta compulsión por humanizar lo
A medida que fui creciendo, dejé atrás la divino es algo para lo que está programado nuestro
mayoría de mis ideas infantiles, pero conser- cerebro, y por eso se ha convertido en un rasgo fun-
vé la imagen de Dios. Aunque no crecí en una damental de casi todas las tradiciones religiosas que
familia demasiado religiosa, siempre me fas- el mundo ha conocido. El mismo proceso mediante
cinaron la religión y la espiritualidad. Tenía la el cual surgió el concepto de Dios en la evolución hu-
cabeza llena de vagas ideas sobre qué era, de mana nos obliga, conscientemente o no, a formarlo
dónde venía y qué aspecto tenía Dios (curio- a nuestra propia imagen. De hecho, la historia de la
samente, seguía pareciéndose a mi padre). No espiritualidad humana en su conjunto puede ver-
quería saber cosas acerca de él, y punto: que- se como un esfuerzo constante, interconectado, en
ría experimentarlo, sentir su presencia en mi permanente evolución y con una notable capacidad
vida. Pero cuando lo intentaba, no podía evi- cohesionadora para dar sentido a la divinidad otor-
tar imaginarme que nos separaba un gran abismo, con Dios a un lado gándole nuestras emociones y personalidades, atribuyéndole nues-
y yo al otro, sin que hubiera forma de que uno de los dos lo cruzara. tros rasgos y nuestros deseos, proporcionándole nuestras fortalezas
Durante la adolescencia, me convertí del Islám tibio de mis padres y nuestras debilidades, incluso nuestro propio cuerpo; en resumen,
iraníes al cristianismo ardiente de mis amigos estadounidenses. De haciendo que Dios seamos nosotros. Lo que quiero decir es que muy
pronto, mi afán infantil de ver en Dios a un ser humano poderoso cris- a menudo, aunque no nos demos cuenta, y con independencia de si
talizó en el culto a Jesucristo como “Dios hecho carne”, literalmente. somos creyentes o no, lo que la gran mayoría imagina cuando piensa
Al principio, la experiencia fue como si me rascara en un lugar que en Dios es una versión divina de nosotros mismos: un ser humano
llevara picándome toda la vida. Hacía años que buscaba una manera con poderes sobrehumanos.
de superar el abismo que me separaba de Dios, y ahora una religión Esto no equivale a afirmar que Dios no existe, o que lo que llama-
me decía que tal impedimento no existía. Si quería saber cómo era él, mos Dios sea por completo una invención humana. Ambas afirmacio-
todo lo que tenía que hacer era imaginar al ser humano más perfecto. nes pueden ser ciertas. No tengo ningún interés en tratar de probar la
Tenía cierto sentido. ¿Qué mejor manera de eliminar la barrera en- existencia o la inexistencia de Dios por la simple razón de que no pue-
tre los seres humanos y Dios convirtiéndolo a él también en un ser hu- de probarse ni lo uno ni lo otro. La fe es algo que se elige; quien diga
mano? Como dijo el célebre filósofo alemán Ludwig Feuerbach para lo contrario intenta convertirte. Eliges creer que hay (o no) algo más
explicar el enorme éxito de la idea cristiana de Dios, “solo un ser que allá del ámbito material; algo real, algo conocible. Si, como en mi caso,
comprende en sí a todo el hombre puede satisfacer a todo hombre”. optas por lo primero, entonces debes hacerte otra pregunta: ¿quieres
La primera vez que leí esa cita fue en la universidad, más o menos experimentarlo? ¿Quieres estar en comunión con eso? ¿Conocerlo?
en la época que decidí dedicar mi vida al estudio de las religiones. Si es así, puede que te sea útil contar con un lenguaje que te permita
Lo que parecía decir Feuerbach es que el atractivo casi universal de expresar lo que es fundamentalmente una experiencia inexpresable.+
Fragmento del libro Dios. Una historia humana de Reza Aslan (Taurus 2019).
6
FICCIÓN NO FICCIÓN
CIRCE
Madeline Miller INQUEBRANTABLES
ALIANZA DE NOVELAS Daniel Habif
En el palacio de Helios, dios del sol y el más poderoso de los titanes,
HARPERCOLLINS MÉXICO
nace una niña. Pero Circe es una niña rara: carece de los poderes de su
Este libro reúne y expande los mensajes de inspiración y motivación
padre y de la agresiva capacidad de seducción de su madre. Cuando
más populares que han tenido el mayor impacto y que representan
acude al mundo de los mortales en busca de compañía, descubre que
mejor a Daniel Habif como orador motivacional.
sí posee un poder, el poder de la brujería, con el que puede transfor-
mar a sus rivales en monstruos y amenazar a los mismísimos dioses.
JÓVENES
MOMO TODO LO QUE FUIMOS LA LADRONA DE LA LUNA EL PRINCIPE DEL SOL EL LIBRO NEGRO
Michael Ende Alberto Villareal Claudia Ramírez Lomelí Claudia Ramírez Lomelí Dross
ALFAGUARA CLÁSICOS PLANETA PLANETA PLANETA PLANETA
ELECTRÓNICOS ARTE Y RECREACIÓN
MEXICO EN CONTRASTE
INQUEBRANTABLES
José Jiménez
Daniel Habif
AM EDITORES
HARPERCOLLINS MÉXICO
México no se entiende sin sus contrastes: los naturales, los de sus
Este libro reúne y expande los mensajes de inspiración y motivación
valles y montañas, los de sus desiertos y mares; los de su arquitec-
más populares que han tenido el mayor impacto y que representan
tura de la Colonia y modernidad, y, por supuesto, los culturales
mejor a Daniel Habif como orador motivacional.
que nacieron del sincretismo y del mestizaje. México en contraste
es un recorrido fotográfico que nos lleva por los caminos de las
tradiciones, la naturaleza, y la arquitectura y sus sorprendentes
detalles.
EL VENDEDOR DE SILENCIO
GUSTAV KLIMT
Enrique Serna
F. L. Cardona
ALFAGUARA
A mediados del siglo XX, Carlos Denegri era el líder de opinión más NUMEN
influyente de México. Reportero estrella de Excélsior, tenía una En la pintura de Gustav Klimt se funden el realismo y la sensuali-
envidiable red de contactos. Mimado por el poder, como colum- dad exhuberante; las enseñanzas del impresionismo y la creación
nista político sobresalió por su falta de escrúpulos: Julio Scherer lo de una obra que revela mundos imposibles. En este libro, F. L. Car-
llamó el mejor y el más vil de los reporteros. Enrique Serna vuelve dona ofrece la posibilidad de descubrir la vida de este creador y
a una de sus vetas narrativas predilectas, la reconstrucción del pa- de adentrarnos en los secretos que se esconden en sus pinturas.
sado, para entregarnos un fresco histórico apasionante. Un recorrido inugualable por las obras de un pintor fundamental.
NIÑOS
GRAVITY FALLS. El PRINCIPITO MUJERES CON HISTORIA DISNEY BABYS DIARIO DE GREG 1:
DIARIO 3 (POP-UP) Varios Autores HABÍA UNA VEZ UN RENACUAJO
Disney Antoine de Saint-Exupéry DISTRIBUIDORA MARÍN Varios Autores Jeff Kinney
PLANETA JUNIOR SALAMANDRA PI KIDS OCEANO TRAVESÍA
EL CIELO entre nosotros
Gilberto Díaz
@GilbertoDiazF
C
omo una metáfora de nuestro espíritu, el director de cine ale- y negro, como una perspectiva donde todo es atemporal, donde
mán Wim Wenders y el guionista —y ahora Premio Nobel de la percepción de la vida —si bien es pasiva— no obedece a una
Literatura— Peter Handke, decidieron contarnos la historia de interpretación terrenal.
un ángel que termina enamorándose de una trapecista. El amor tiene
un precio: renunciar a sus cualidades celestiales para convertirse en En cambio, la perspectiva humana se presenta llena de colores vivos,
uno de nosotros. Solo así podrá sentir lo que nosotros, y mirar al mun- en un contraste no solo metafórico, sino de lenguaje cinematográfico
do desde las cualidades terrenas que poseemos. En castellano, este fil- puro. La curiosidad de Damiel, interpretado por el gran Bruno Gantz,
me lo conocemos como Las alas del deseo, pero en su idioma original se transforma en un deseo que emana desde la emoción que le des-
(Der Himmel über Berlin), su nombre podría traducirse literalmente pertó Marion, la trapecista, interpretada por Solveig Dommartin. La
como El cielo sobre Berlín. En estas palabras se comienza a sentir el caída del ángel se da por amor, por amor a Marion, pero también a los
tono y el profundo misticismo que encierra la película. humanos, a sus sensaciones, a sus virtudes y carencias, a ese deseo
de libertad que se restringe en el infinito y lo separa de lo absoluto;
Wim Wenders forma parte de una generación de cineastas alema- esto en contraparte al deseo humano de habitar en el mundo de los
nes que —junto a Rainer Werner Fassbinder, Margarethe von Trotta ángeles, ese mundo invisible, inmanente, lleno de paz y donde no se
y Werner Herzog, entre otros— a finales de los años sesenta con el sufre y no se desaparece.
renovado auge de la sociedad germana de la posguerra (al menos des-
de la parte occidental), buscaron darle un nuevo aire a su cine en el A pesar de ser una historia enfocada en los seres que asociamos con
mismo sentido que la Nouvelle Vague francesa, pero retomando los el monoteísmo judeocristiano, es curioso que en ningún momento se
géneros establecidos por Hollywood desde una perspectiva mucho menciona o se hace referencia a “Dios”, o tal vez esa sea la misma in-
más humana y sincera. tención de la obra de Wenders, presentarnos una conexión espiritual
mucho más cercana al fuero interno, donde la conciencia de que lo
El cielo sobre Berlín (cómo le llamaremos a partir de ahora) contie- visible y lo invisible son parte del mismo plano y constituyen la verda-
ne muchas metáforas sobre nuestra relación espiritual con la vida, dera forma de una especie de “vida total”.
de nuestros conflictos, pero también de nuestros gozos. Todo ello
visto desde la perspectiva de dos seres: Damiel y Cassiel, quienes El cielo sobre Berlín, comenzó su producción como una historia que
atestiguan invisibles cada momento de cada habitante de la ciu- evocaría aquellas moralejas de la vida que Hollywood produciría en
dad, sus pensamientos, sus sentimientos, sus decisiones internas los años cuarenta, como It’s a wonderful life de Capra o la fantasía de
y externas; ellos son ángeles pero no en un sentido bíblico, pues A Matter of life and Death de Powell y Pressburger, para robustecerse
viven sin ejercer juicio alguno, solo observando, acompañando y de un simbolismo metafísico que conmueve al espectador. Si bien su
escuchando incondicionalmente. temática es la sinfonía de una ciudad (con un paralelismo que por mo-
mentos nos hace recordar a Fritz Lang y su Metropolis), también es un
Como el título original lo señala, la protagonista de la historia podría retrato hablado, a manera de pintura al óleo, de los momentos previos
ser la ciudad de Berlín, que en aquel momento estaba dividida por el a la caída del muro de Berlín (finalmente la película se estrenó dos
infame muro que se mantuvo durante 28 años como la representación años antes de que ocurriera) y, al mismo tiempo, es una exploración
de la herida más profunda de Alemania en la posguerra. Y sin embar- de nuestras barreras —llámense emocionales, espirituales o menta-
go, el cielo sobre la ciudad era lo único que la hacía sentir unificada. les— y las alternativas que se nos permite con el albedrío.
En la película, el muro es una representación más de las barreras entre
las personas, eso que no podemos decir a pesar de que lo sentimos, y La luminosidad de El cielo sobre Berlín se reprodujo en distintos pro-
los representantes del cielo —los ángeles— son los únicos testigos de ductos culturales: ganó la Palma de Oro del festival de Cannes en
esa verdad muda e invisible. 1987, y en 1993 se realizó una secuela (¡Tan lejos, tan cerca!) dirigida
por el mismo Wenders, pero ya sin la pluma de Handke. También se
La construcción de estos ángeles en la cinta está profundamente in- realizaron dos adaptaciones teatrales para el Reino Unido y Estados
fluenciada por la obra de Rainer Maria Rilke, específicamente por Unidos, y también influyó en videos musicales como los de R.E.M.
sus Elegías del Duino, dónde muestra una concepción metafísica de en Everybody Hurts, dónde incluso se utilizan citas de la película, de
la realidad en que nos encontramos. Para Rilke, los ángeles son seres Red Hot Chilli Peppers en Soul to squeeze y, sobre todo, con U2 en
que transitan en dos mundos simultáneos: el visible y el invisible. El canciones como All I want is you y la propia Stay, que la inspiró desde
primero es donde nos encontramos, el segundo dónde se halla la ver- su composición y se utilizó para promocionar la secuela de 1993 antes
dad, sea esta una especie de realización o complementariedad con el mencionada. Incluso en la arquitectura de Jean Nouvel se encuentra
todo y, de acuerdo con Rilke, el mundo del que provienen los ángeles su marca, lo que me pone a pensar en la conmoción y esperanza que
es al que debemos aspirar como una especie de realización o toma de deja la película tras verla.
conciencia de un mundo interior que se complementa en la naturale-
za. En otras palabras: para Rilke un ángel es “aquella criatura en que El cielo sobre Berlín puede ser una reverencia a nuestra más profunda
aparece ya cumplida la transformación de los visible en lo invisible humanidad y a aquello en lo que nos podemos transformar si pasamos
que nosotros realizamos”. de lo efímero a lo perdurable con conciencia. Si pudiéramos transitar a
esa comprensión total y consciente de la vida —como la definía Rilke
En la película, ángeles y humanos coexisten en ambos mundos, pero en sus elegías— experimentar el asombro de transfigurar la realidad
mientras los humanos son incapaces de percibir a los ángeles, éstos para vivir, ya que al transfigurar la realidad nos podemos convertir en
se cuestionan con curiosidad lo que significa una vida como la nues- ángeles, volvernos inmanentes, desde ese mundo interior hasta ese
tra, llena de interrogantes, deseos, pesares, memorias y marcas que todo que comprendemos e interpretamos como “Dios”, de la misma
nacen por el paso del tiempo. Tal vez por esto, en la cinta el punto forma que Damiel, en la mecánica del amor, decide humanizarse para
de vista de los ángeles se presenta mediante una fotografía en blanco sentirse completo.+
10
Mira cómo los ángeles
a través del espacio están sintiendo
sentimientos perpetuos
Nuestra ascua al rojo vivo sería para ellos cual
frescor.
Contempla en el espacio arder los ángeles.
Mientras que a nosotros,
que somos incapaces de saber de otro modo,
esto se nos prohíbe y aquello se nos da gratuita-
mente,
fascinados por metas, ellos andan
su región instruida.
El cielo sobre Berlin (1988)
Director:
Wim Wenders
a la venta en gandhi.com.mx Rainer Maria Rilke
Los libros de DioS
José Luis Trueba Lara
@TruebaLara
D
ios nunca me ha llamado. La fe siempre pasó de largo delan- Hace un momento me levanté y tuve el deseo de tocarlos, de vol-
te de mi puerta. Un solo toquido habría bastado para que le ver perderme en sus páginas para tratar de hallar las respuestas que
abriera gustoso y lo invitara a sentarse a mi lado. Tomar un se me niegan; pero, al cabo de unos instantes, descubrí que las reli-
café con él sería maravilloso. La presencia del Todopoderoso me giones del libro son distintas en la manera como Dios se manifiesta
ayudaría a enfrentar las derrotas y encarar lo que me parece inven- en sus superficies. Es más, creo que la idea de las “religiones del
cible: la muerte que caería vencida gracias a la certeza de la vida libro” quizá no sea del todo correcta. Entre el Judaísmo, el Cristia-
eterna. Por desgracia, esto jamás ocurrió y aquí sigo, condenado a la nismo y el Islám existe una diferencia crucial: la distancia la marca
orfandad y certeza de la finitud. Confieso que a veces quisiera en- con precisión el uso de los antiquísimos rollos y las hojas que se
contrarlo y, en un arrebato de soberbia, he anhelado transformarme encuadernan.
en su escriba; sin embargo, tampoco he tenido la suerte de Esdrás Cuando Esdrás se presentó en la Puerta de las Aguas junto con
en el exilio, de Juan en la isla de Patmos o de Mahoma en el desierto. los representantes de las doce tribus de Israel, le mostró al pueblo
Los dragones de siete cabezas y siete coronas, la Puta de Babilionia y elegido unos rollos; en cambio, los cristianos y los musulmanes pre-
las trompetas de los ángeles no me fueron reveladas. firieron fijar sus obras sagradas en forma de libros. En este caso, la
A pesar de esto, la búsqueda y la lectura de sus palabras me antiguedad del Judaísmo es más que notoria. A pesar de esta dife-
acompañan desde hace varias décadas. Muy cerca del lugar donde rencia de formato, las grandes religiones que nacieron en Levante
me siento a trabajar, me miran algunos de los libros que le dictó a están unidas por un hecho maravilloso: Dios se encarna en un texto,
sus escribas más notorios. La Torá, la Biblia y el Corán me observan en una serie de palabras que obligan a la interpretación. Las letras
para revelarme las palabras sagradas y fundacionales, las voces que que trazaban sus escribas debían ser analizadas y discutidas para
vinculan a los humanos con la divinidad y les exigen obediencia, las descubrir su significado más profundo. En esos textos, más allá de
que ofrecen una manera de prolongar la existencia más allá de la la superficie del papel y la tinta, existía un mensaje que debe ser
vida, las que dan respuesta a todo lo que ocurre y, por supuesto, las encontrado. Incluso, en el caso de sus representantes que no deja-
que muestran los caminos que deben seguirse para disfrutar de la ron nada escrito —como ocurrió con Jesús de Nazareth o en el caso
eternidad sin torturas ni sobresaltos. de Buda— los memoriosos y los escribas fueron los encargados de
mostrar sus enseñanzas. Jesús y Buda también son un conjunto de
palabras, justo como sucede con el Quijote, con el joven Werther,
con Pedro Páramo o con el mismísimo Aureliano Buendía.
En los tres grandes monoteísmos Dios es un texto, algo que al
parecer no necesariamente ocurre en otras religiones. Hace algunos
años, al mirar una imagen creada por un chamán huichol, me
explicaban que esa figura era una de sus deidades.
Sin embargo, los hilos que creaban esas formas
no eran una representación, sino
Salterio bizantino, ca. 110. The Metropolitan Museum of Art.
12
MOTHER!
(2017, dir. Darren Aronofsky)
M
argaret Atwood (Canadá, 1939) nos habla de lo que ya so- ¿Cómo desaparecen este tipo de regímenes? Estaba interesada en ex-
mos, de los horrores cotidianos que nos acarician. De una plorar esto y cómo sería la existencia para la segunda generación en
manera simbólica, ella nos revela el presente que nos al- Gilead: esto es todo lo que saben los personajes y su vida les parece
canzó investido con distintas y maquilladas fórmulas: la división en normal. Ellos no están involucrados en la parte violenta del asunto.
la sociedad, el abominable trato a la mujer, la esclavitud, el tráfico Uno de los narradores crece en Gilead, uno más al otro lado de la fron-
sexual, la tecnologización casi absoluta y, por supuesto, la existen- tera en Canadá y otro estaba allí en la fundación. Gracias a ellos vemos
cia de una civilización que fue capaz de rebasar toda ética, moral a Gilead desde adentro, desde afuera y desde su fundación”.
y conciencia, con tal de exacerbar el individualismo, el poder y el
dominio que hoy caracterizan a la condición humana. ¿Cuándo lo comenzó a escribir?
Atwood comenzó a escribir El cuento de la criada (Salamandra, “En febrero de 2017 envié un resumen de dos párrafos a mis
Penguin Random House) justo en 1984, bajo el manto del mundo editores. Creo que estaban aterrorizados. Debo haber estado lo
orwelliano y la herencia de Huxley. Esta obra no es una metáfora de suficientemente adelantada en las ideas como para decirles lo
nuestra sociedad distópica que endiosó a la tecnología y al abuso de que estaba haciendo. Estaba pensando en Gilead desde 2015 y
poder, es la crónica adelantada que nos muestra hacia donde vamos. comencé una planificación de la novela al año siguiente”.
Su autora siempre plantea situaciones extremas para lo humano y la
civilización en esos mundos que reflejan la realidad. ¿Cuánta presión sintió al escribir este libro después de tres dé-
En la dictadura teocrática en la República de Gilead —donde los cadas de que apareció El cuento de la criada?
úteros son una propiedad estatal debido al descenso de la tasa de “Siempre existe el peligro de decepcionar al público a cada paso,
natalidad como resultado de la contaminación extrema— las muje- en cada ocasión. El lector seguramente tendrá diferentes opiniones:
res fértiles se transforman en criadas sexuales. Con este telón como existe un peligro, pero es un peligro que ya he enfrentado”.
fondo, El cuento de la criada nos ofrece un mundo en el que el lector
se adentra en una pesadilla vista a través de Offred (Defred en espa- Los testamentos parece mucho más optimista que El cuento de la
ñol). Aunque la República de Gilead parece lejana, basta con hojear criada, ¿por qué ocurrió eso?
la prensa para toparse con su realidad: en México, todos los días ase- “El cuento de la criada es optimista. No maté al personaje central,
sinan a más de diez mujeres. A ellas las violan, las calcinan y nada se y al final vemos el simposio que demuestra que Gilead no duró. Es
hace para frenar este horror. La posibilidad lo mismo que sucede con Los testamentos; en sus páginas aún está
de considerarlo como una emergen- claro que Gilead terminó y que, en parte, el régimen se derrumbó
cia nacional jamás se menciona. Con desde adentro.”
esto en nuestros corazones nos
sentamos a platicar sobre Los La secuela la desarrollas a través de tres personajes y ya no solo
testamentos (Salamandra, Pen- con la protagonista de El cuento de la criada, esto te permitió am-
guin Random House) la secuela pliar los matices y los aspectos que era necesario contar. Ahora es-
de El cuento de la criada. cuchamos a la tía Lydia, la despiadada instructora que hará todo lo
necesario para no ser dañada; ella es la encargada de adoctrinar a
¿Cómo ocurrió el regreso a las mujeres que llegan al Centro Rojo. Ahí las tortura brutalmente
Gilead en su nueva novela? para convertirlas en esclavas sexuales, mientras adopta modales
“Las peticiones para que es- basados en las escrituras del Antiguo Testamento. El papel de la tía
cribiera una secuela eran mu- Lydia es aterrador.
chas. A medida que pasaba el “A la tía Lydia solo la vimos desde afuera en El cuento de la criada. En
tiempo, en lugar de alejarnos de Los testamentos ella me ofrecía la posibilidad de explorar nuevas pre-
Gilead, comenzamos a avanzar ha- guntas: ¿por qué razón algunas personas se convierten cómplices de
cia él, especialmente en Esta- estos regímenes?, ¿para qué usan el poder que tienen?, ¿de qué manera
dos Unidos. Si bien es cier- se justifican ante ellos mismos?”.
to no podía continuar con
la narrativa de Offred, ¿Considera a Los testamentos como una distopía o como algo
sí podía avanzar des- que de alguna manera ya la vivimos?
de la perspectiva de “Una distopía es una sociedad imaginada que suponemos que es
otros personajes peor que la que vivimos. En cambio, una utopía imagina un mundo
Alasdair McLellan
y responder nue- mejor. El siglo xix fue una era utópica porque creíamos que estaban
vas preguntas. mejorando las cosas, y de alguna forma así fue. Esa mirada se trans-
formó con el cambio de siglo: después de la Primera y la Segunda
Guerra Mundial, las utopías se volvieron difíciles de escribir. ¿Los
testamentos es un mundo distópico? Esperemos que así sea”.
14
La adaptación para serie de El cuento de la criada —que hizo
Hulu y fue transmitida por HBO en Hispanoamérica— dejó una
profunda huella tras su estreno en 2017. En las tres tempora-
das disponibles, sus capítulos ahondaron en problemas funda-
mentales de nuestros tiempos: el cambio climático, el papel del
Estado, la libertad, el respeto a la vida, y lo que hoy vivimos
como la cuarta ola del feminismo que busca revindicar la lucha
por los derechos de las mujeres en todo el mundo, reclamando
un progreso casi nulo en la paridad de sexos. ¿Su participación
en la serie de televisión afectó la forma en que escribió Los
testamentos?
“Bruce Miller —el creador y productor— y yo hablamos por te-
léfono y tenemos conversaciones importantes. Leo los guiones y
realizo notas. No tengo ningún poder real para hacer cambios,
pero sí una cierta influencia. Nosotros estamos de acuerdo la
mayor parte del tiempo. ¡Ahora, él ha leído el nuevo libro y tie-
ne mucho más espacio en la pizarra!”.
Acaba de cumplir 80 años y la crítica recibió este libro con gran op- Prod DB © Hulu - MGM Television
timismo. En la presentación en Londres, sus fanáticos se disfraza-
ron de las criadas y cientos corrieron por su copia a las librerías de
las calles de Picadilly y Charing Cross. Toda una manifestación cul-
tural. ¿Qué opina de la reacción de sus lectores en la presentación?
“¡Londres ama un acontecimiento! Es sorprendente cómo la gente
vino en medio de la noche para ver los libros revelados. Fue muy di-
vertido. ¡La gente la pasó muy bien!”.
No hay salida
Liliana Blum y la Tristeza de los cítricos
Fabián Vásquez Escalante
fabian@revistaleemas.mx
S
iempre es posible desconfiar de las cuartas de forros, las sobra- cenizas, en seres liminares que se encuentran con la desgracia omni-
das alabanzas obligan a levantar la ceja. Evidentemente, es increí- presente. Durante la FIL de Guadalajara conversamos con ella, esto
ble que todos los libros sean obras maestras indispensables y de fue lo que nos contó.
lectura obligada. Sin embargo, en el caso de los
textos de Liliana Blum hay un comenta- LILIANA BLUM,
rio en el que vale la pena detenerse. PALABRAS SIN INTERRUPCIONES
Bernardo Esquinca, que bastante
sabe de horrores, escribió que Creo que la violencia y la tristeza surgen de la frustración. Esa es una
sus cuentos están “confec- conclusión a la que llegué después de observar cómo nos relaciona-
cionados con una prosa mos con los otros, cómo incesantemente chocamos con una pared en
demoledora que no da el momento en que nos encontramos con una buena parte de las per-
respiro al lector”; ade- sonas. Poco importa si esto ocurre en las parejas, en las familias o en
más, él está convenci- cualquier otro ámbito. Incluso, lo que algunos llaman amistad o amor
do que Liliana tiene también está marcado por los encontronazos y los desencuentros.
del don de ahondar Sin embargo, aquella acción y ese sentimiento no son los protago-
“en las tragedias nistas de mis cuentos, solo son su trasfondo. Es más, puedo sentirme
de sus personajes completamente segura de que ellos caracterizan a mis personajes, a
para demostrar mi manera de observarlos. La razón de que esto suceda es simple: to-
que no hay salida dos podemos mirar —y tal vez miramos— los mismos acontecimien-
posible”. Esquin- tos, pero cada uno posee una perspectiva distinta. Lo más lindo de la
ca tiene razón, literatura es que nos muestra una visión distinta de la nuestra, una
en Tristeza de los posibilidad para reconocer lo que creíamos conocer. En mi caso, la
cítricos (Páginas de grisura es una característica esencial.
Espuma) no existe A pesar de aquella certeza y su presencia en mi literatura, no creo
ningún escape. To- ser pesimista. Cada vez que escribo me pregunto cómo se puede
dos sus pobladores, transformar esta situación; por eso también estoy segura de que cada
a pesar de sus inten- uno de los acontecimientos trágicos es una lección que, a largo plazo,
ciones, están conde- nos permitirá cambiar el rumbo, pero este proceso tiene que comen-
nados a causar y sufrir zar a nivel personal y familiar. Cuando dañamos a un niño abrimos la
el mal. posibilidad de que él, en el momento en que crezca, también dañe a
Los que saben de bo- los otros.
tánica están convencidos Esto que digo no es una justificación, tampoco es un vaticinio,
que “la tristeza de los cítricos” es una posibilidad que no podemos ignorar. A como de lugar,
es un mal que mata a los árboles tenemos que romper la cadena perversa de la violencia, del mal
después de teñirlos de gris. Esto jus- que se exacerba en nuestro país debido a la impunidad. Hoy, la
tamente es lo que ocurre con los cuen- sociedad está podrida, pero la putrefacción se inicia en las familias
tos del nuevo libro de Liliana Blum: y en cierta medida se nutre del conservadurismo, de la idea que
sus creaturas están marcadas por el el pasado siempre fue mejor. Muchas veces se dice que antes los
gris de la tristeza y la oscuridad de la matrimonios duraban más, que las familias eran más estables, con
violencia que los transforman en esto se trata de mostrar que en el pasado las cosas eran mejores,
pero esto es falso. Los matrimonios duraban más a costa del sufri-
miento de las mujeres, del dolor y la violencia que padecían en un
mundo marcado por la grisura. Lucía, la protagonista de uno de los
Lisbeth Salas
LAS ETERNAS VÍCTIMAS escribí en Tampico, cuando los taxistas comenzaron a transformar-
se en “halcones” de los narcotraficantes. En ese momento, también
Hoy, la gente sabe que se puede atacar a una mujer en la calle, que es comenzaron a secuestrar, a violar y a asesinar a sus pasajeras, cuyos
posible violarla, asesinarla y descuartizarla sin miedo a ser detenido cuerpos terminaban tirados en una laguna. Las advertencias de las
y juzgado. Y exactamente lo mismo sucede con los horrores de la madres y sus anhelos de muy poco servían. El “te lo dije” era la fór-
pedofilia o con las masacres perpetradas por el narco, pues la políti- mula que solo se usaba cuando
ca gubernamental parece estar guiada por la regla de no hacer nada, sobrevivían a la tragedia.
mientras que el Ejército se ocupa del problema de los migrantes. To-
dos sabemos que estos problemas comenzaron hace muchos años, EL ENCUENTRO CON EL
pero se han transformado en una especie de virus que se reproduce EDITOR
sin control. Este es un asunto que también toco en uno de los cuen-
tos de Tristeza de los cítricos. Los cuentos que forman par-
Aunque todo esto que he comentado es muy importante y su solu- te de Tristeza de los cítricos los
ción es fundamental, yo no soy una escritora que se proponga la reali- escribí a lo largo de varios años
zación de un proyecto con tal o cual tema, sea este la tristeza o la vio- y —como es obvio— en ellos se
lencia. Lo que más me interesa es contar una historia desde mi punto muestran mis obsesiones, mis
de vista y, por supuesto, explorar a mis personajes internamente para filias y mis fobias. Yo sólo pue-
descubrir sus grises. Más que concentrarme en los acontecimientos do escribir de lo que conozco,
aparatosos y excesivos me gusta explorar a los personajes. Un hecho de lo que vivo, de lo que sucede
que puede detonar las cosas más terribles. En mi cuento “Picota”, si a mi alrededor. Si me propu-
bien se muestra una gran violencia física, ella es mucho más brutal a siera escribir, por ejemplo, un
nivel interno. Lo interesante de este caso es que, en una buena parte libro sobre Porfirio Díaz, nada
de mis cuentos, las mujeres desempeñan un papel decisivo. “Picota”, lograría, él es muy lejano a mi
visto desde esta perspectiva muestra una de mis obsesiones. realidad cotidiana. Por esta
Hace un rato, durante la presentación de Tristeza de los cítricos, causa, todos mis cuentos están
comentaba que me parece muy difícil que los hombres sientan lo unidos por la violencia y el des- Editorial
que sentimos las mujeres; al menos esto es lo que ocurre en Méxi- amor que nos rodea en estos Páginas de Espuma
co, donde las mujeres desde siempre han enfrentado tragedias, a momentos.
menos que vivan en una burbuja rodeada por cuarenta guaruras. Este libro me costó mucho trabajo publicarlo. Sus caracterís-
Cuando era adolescente y vivía en Querétaro, salía a la calle y me ticas no son fáciles de digerir. En México me lo bateaban y me lo
gritaban las cosas más soeces. Ninguno de los que vociferaban se bateaban. A veces hasta parecía que estaba condenado a seguir
daba cuenta de cómo me sentía: violada, ultrajada por sus pala- inédito. Sin embargo, lo aceptaron en Páginas de Espuma. El tra-
bras; ellos no podían comprender lo que sentimos las mujeres. Y bajo editorial fue interesante: entre la versión inicial y la final des-
exactamente lo mismo ocurre cuando uno te sigue por la calle: no aparecieron dos cuentos por una razón muy simple y sensata, se
sabes si va a violarte, a secuestrarte o si te va a matar. Mi hija, que parecían demasiado a los otros, y de lo que se trataba no era de
apenas tiene 16 años, en alguna ocasión me preguntó: ¿por qué los reiterar, sino de explorar la grisura, la enfermedad que mata a los
hombres dan tanto miedo? árboles y envenena a las personas.+
Esta soledad y este abuso hacia las mujeres tam-
bién la muestro en uno de los cuentos de Tristeza de ¿Cuántas historias caben en un libro? ¿Es posible
los cítricos. “El diablillo en la balsa” se adentra en el
mundo de las migrantes, en sus deseos de encontrar capturar una realidad tan compleja como la
una pareja estable, en los sueños que las marcan.
Pero esos deseos y sueños también chocan con la mexicana? ¿Cómo retratar sus elementos
realidad: el abuso siempre se hace presente y reve-
la la posibilidad de mancillar, de aprovecharse, de
sórdidos, la violencia que tantas personas viven?
seguir incomprendiendo. La razón de esto también
está vinculada con lo que aprendemos y vivimos: la
Las preguntas son un claro artilugio retórico:
sociedad, todo el tiempo, nos dice que no podemos no faltan obras que demuestren cómo la
estar solas y a esto se suma la necesidad humana de
que alguien te quiera. Pero no solo esto, los migran- literatura se ha dado la tarea de representar,
tes de mi cuento —que anhelaban llegar a Miami—
también se enfrentan con la Naturaleza que los des- revisar y reflexionar en torno a estas cuestiones,
vía de su rumbo y los hace llegar a Tampico, al lugar
donde la política también se ensañará con ellos. El
dentro y fuera del país norteamericano.
mensaje de estas páginas es claro: todos somos víc-
timas y victimarios, todos somos jueces y partes,
El reciente volumen de Liliana Blum, Tristeza
todos somos grises y los otros nos importan muy de los cítricos, es un caso ejemplar. A través de
poco. Las cosas no son tan simples, tan sencillas, y
exactamente lo mismo sucede con mis personajes. diez narraciones, que recogen historias diversas,
Evidentemente no es posible generalizar esta
incapacidad de una manera absoluta, por supues- aunque siempre construidas en torno al tema de
to que existen excepciones; pero sobra evidencia
de la incomprensión y la violencia hacia las muje-
la violencia en sus distintas formas, este libro
res. Estos hechos también forman parte de uno de
los cuentos de mi libro más reciente. Ese texto lo
explora el complejo y abrumador mundo en el
que viven sus personajes.
Herles Velasco
@HerlesVR
E
l puente de Clay de Markus Zusak es una épica familiar donde cinco hermanos intentan sanar las
heridas que les causó el abandono de su padre. Por esta razón, el retorno de su progenitor pro-
voca una revolución: ellos no sólo tendrán que lidiar con sentimientos pasados, pues también
tendrán que replanteárselos para poder seguir adelante. El nuevo libro es un buen pretexto para
entrevistar a Markus, para conversar sobre los nexos que existen en sus obras.
—Al igual que en La ladrona de libros (Penguin Random House), los personales principales de
esta novela son muy jóvenes ¿Hay alguna razón para ello?
—Si hablamos de La ladrona de libros, debemos tomar en cuenta que yo crecí escuchando histo-
rias de mis padres y su vida en Alemania y Austria durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
Las historias de su niñez era muy naturales, eso me dio la sensación de que todos comenzamos a
convertirnos en lo que somos mucho antes de nacer, que las historias que nos rodean están dentro
de nosotros. No estoy seguro de pensar demasiado en el lado generacional de las cosas; para mí, solo
es la idea de que estamos hechos de historias, sin importar si eres viejo o joven.
—En El puente de Clay (Penguin Random House), haces guiños a Homero; me pregunto si las
grandes historias también pueden darse en la cocina o en el patio trasero, y no solo en las gestas
heroicas.
—Cuando comencé a trabajar en esta novela me di cuenta de que les había dado apodos a mis
personajes, cada hermano —son cinco— tiene un sobrenombre en la familia. Y luego, en otra parte
del libro, otros chicos tienen algún apodo. Pensé que esto es un poco como lo que hacía Homero:
el veloz Aquiles o el ingenioso Odiseo, son ejemplos de su perspectiva. Me resultó interesante que
estas conexiones fueran tan antiguas; y luego, cuando pensé en un apodo para su madre, escribí
una oración que decía que venía de un “desierto acuoso”, y supe que eran referencias que salían
directamente de Homero.
“Como dices, solemos pensar que tenemos vidas pequeñas, en comparación con aquellas grandes
gestas, pero lo cierto es que todos vivimos grandes momentos en situaciones comunes: todos nos
enamoramos o tenemos una gran idea que puede cambiar nuestro mundo, estando aun en la cocina.
Quería celebrar, de algún modo, estos grandes momentos”.
—¿Tuviste mayor confianza o experimentaste mayores desafíos para escribir este libro después
de que La ladrona de libros vendió 10 millones de copias?
—Los desafíos dependen de tu personalidad. En mi caso pensé que tenía que intentarlo de nuevo.
Es cierto, empiezas a creer que el problema es que, mientras más personas te aman, el libro viajará
más lejos por el mundo, pero luego te topas con una certeza: la gran mayoría de la gente no te ama
tanto. Entonces, irónicamente, cada vez que encuentras a alguien a quien le gusta tu trabajo, te hace
cada vez más feliz; especialmente hoy, pues con las redes sociales pareciera que no tienes ninguna opi-
nión a menos que
la expreses ahí.
En realidad, solo tengo mi vida y mi trabajo “Creo
también hay un
que
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E N T R E V I S TA A M A R K U S Z U S A K
Mirar al Levante
José Luis Trueba Lara
@TruebaLara
J
amás nos habíamos encontrado. Él no sabe que, desde hace ocurrirá en Occidente. En su libro más reciente, El naufragio de las
años, muchas de sus palabras se entretejen con lo que pienso y civilizaciones, hay una figura que aparece constantemente: Gamal
hago. A partir de la década de los ochenta, cuando publicó Las Abdel Nasser, quien durante casi 15 años se convirtió “en el dirigen-
cruzadas vistas por los árabes (Alianza Editorial), iniciamos un diálo- te más popular del mundo árabe y en una de las personalidades más
go silente, una conversación que solo tenía respuestas en el blanco y destacadas en la escena internacional”. En aquellos días, nadie era
el negro de las páginas, en la imaginación que convocaba a las voces más nacionalista que Nasser, nadie era más árabe que Nasser y, por
que olían a café y especias. En aquellos días, Amin Maalouf me reve- supuesto, nadie comprendía mejor al pueblo que él.
ló un mundo desconocido y nunca había pensado. Una mirada que —Nasser —me dice con palabras que saben a recuerdo— fue una
Occidente se negó a dirigirle a las guerras medievales. Por si esto no figura determinante en mi juventud y también lo fue en la vida de
fuera suficiente, él también me mostró otra manera de comprender mi familia, aunque los Maalouf mantenían una actitud contraria a él
la novela histórica. León el africano (Alianza) me acompaña desde y a sus ideas. Nosotros, al igual que muchos más, nos convertimos en
hace tiempo, y las páginas de mi ejemplar ya muestran las marcas de migrantes cuando asumió el poder.
las lecturas que vuelven. Solo los Caballos desbocados (Alianza) de “Cuando era joven, su imagen estaba en todos lados y, cuando
Mishima me habían marcado de una manera tan profunda. murió en septiembre de 1970, su figura no tardó mucho tiempo en
Algunos años más tarde, cuando el Islám ya se había transforma- ser olvidada casi por completo. Hoy, apenas es un párrafo en mu-
do en el gran culpable de todos los males y en el origen de todos los chos libros de historia, un olvido para la gran mayoría de los habi-
horrores que se enfrentan en Occidente, Maalouf volvió para darme tantes del mundo árabe, aunque en esos días, muchos creían que
respuestas, para obligarme a repensar y tratar comprender lo que se hablaría de Nasser durante siglos. Hoy, él casi es una sombra. A
sucedía más allá de los anatemas que surgieron tras los atentados pesar de esto, su lugar no ha podido ser ocupado por ninguno de los
en Estados Unidos y Europa. En Identidades asesinas, por ejemplo, líderes árabes.
él —sin ninguna contemplación— me puso frente a los hombres que “Al igual que su imagen, el nacionalismo de Nasser, que apenas
tenían “una actitud parcial, sectaria, intolerante, dominadora, a ve- tenía un barniz religioso, también fue barrido con gran rapidez. No
ces suicida”, la cual los convertía “en asesinos o en partidarios de los pudo soportar las derrotas políticas y militares de su creador, y tam-
asesinos” y, por supuesto, también me llevó a asomarme con nuevos poco dio paso a una propuesta política capaz de vencer a los Her-
ojos al Levante, a la región del mundo donde nació Occidente. manos Musulmanes y a otras organizaciones fundamentalistas. Por
Hoy nos encontramos. El escritor y el lector estamos frente a esta causa, en su lugar floreció el nacionalismo religioso que brotó
frente. Amin Maalouf sonríe y comienza a platicar: en una serie de grupos minoritarios que tomaron el poder y se trans-
—Desde que publiqué mi primer libro, Las cruzadas vistas por los formaron en gobernantes, justo como sucedió en Afganistán y en la
árabes, todo lo que escribo está marcado por los mismos valores, por revolución iraní, por solo mencionar dos casos.
el mismo escenario que marca mi vida: el Levante. No importa que “El nacionalismo religioso se convirtió en un fenómeno
este término esté cayendo en desuso y que el topónimo de Medio aplastante que hoy parece omnipresente en el mundo árabe. En
Oriente se imponga con toda su fuerza para llamar a su olvido. Lo este momento es imposible saber si este tipo de nacionalismo
importante es que él marca una región fronteriza entre dos mundos
cuyas relaciones jamás han sido sencillas. Incluso, en este momento,
son muchísimo más complicadas que hace un siglo. Tú y yo lo sabe-
mos, en este lugar se encuentran y chocan los mundos que no se en-
tienden, que se conocen bastante mal y que, por supuesto, se acusan
mutuamente de todo lo que les ocurre. El mundo árabe considera
que los conflictos son culpa de Occidente, y Occidente asume que
todos los problemas son provocados por el mundo árabe.
“Yo vivo entre esos mundos. Esto no es cómodo, tampoco es
sencillo, pero estoy profundamente convencido de que es necesario
rebasar el conflicto y superarlo por difícil que esto parezca. Se bien
que la gente nace con la certeza de que este choque existe y también
estoy convencido de que muchos morirán sin que el enfrentamiento
se haya solucionado. Sin embargo, y pesar de todos los fracasos, aún
tengo esperanzas. Levante es el lugar donde nacieron las religiones
monoteístas más importantes, el sitio donde se creó la escritura, el
espacio donde florecieron las primeras ciudades. Sin el pasado de
esta región, la historia del mundo sería muy distinta. Aún más, si en
Levante convivieron durante varios siglos estas grandes religiones,
algo de aquel eco puede permanecer y amplificarse para terminar
con la destrucción y la tragedia”.
La idea de Maalouf es tentadora: todo se inició en Levante, y Mapa de Levante, s. xviii.
lo que sucede en esa región de alguna manera anticipa a lo que John Carter Brown Library, Brown University.
20
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Editorial
Alianza
E N T R E V I S TA C O N A R U N G A N D H I
Ve la entrevista
A
los 12 años, cuando mis padres me llevaron al ashram de mi abuelo en Sudáfrica, yo
estaba muy enojado. Casi de inmediato me convertí en víctima del odio y los prejui-
cios de los blancos y los negros. Solo me quería desquitar, y fue entonces cuando mi
abuelo me enseñó que la ira es idéntica a la electricidad: es útil y poderosa, pero solo si se
usa de una manera inteligente. Ella es mortal cuando abusamos de su fuerza. Por esta causa,
debemos aprender a canalizar la ira; necesitamos tener control sobre nuestras mentes, pero
desgraciadamente no lo tenemos, pues nunca hacemos ejercicios mentales.”
En aquellos tiempos, el Mahatma le pidió que escribiera un diario con sus emociones y
fortaleciera su mente. “Me puso a hacer un ejercicio todos los días: sentarme en silencio,
mantener algo frente a mí y concentrarme en ese objeto durante un minuto. Después cerraba
los ojos para descubrir cuánto tiempo podía mantener su imagen en mi mente. Al principio se
desvanecía, pero cuando comencé a hacer esto regularmente, descubrí que podía mantenerla
más y más. Así, cuando enfrenté la siguiente crisis, mi mente ya no se volvió loca.”
En Sudáfrica, el entorno de Arun estaba formado por familias campesinas que recurrían
a Gandhi por consejos. Esa era una enseñanza de humildad y compasión. Mientras hablába-
mos sobre el nombre de nuestra librería, que fue dado en honor a su abuelo y sus lecciones,
la pregunta no se hizo esperar: ¿cuál es su lección que a la gente le cuesta trabajo compren-
der? “Creo que muchos no han entendido la filosofía de la no violencia. Ellos creen que la
no violencia es la ausencia de guerra y conflictos. Pero mi abuelo me enseñó que no solo
ejercermos la violencia física, también utilizamos la violencia pasiva que, entre otras cosas,
lastima con la discriminación, la opresión y la explotación. Esto genera enojo y las víctimas
recurren a la violencia física para obtener justicia. La violencia pasiva alimenta el fuego de
la violencia física. Debemos apagar esta lumbre y, dado que el combustible proviene de
cada uno de nosotros, tenemos la obligación ejercitar nuestra mente.”
Pero eso es algo complicado por el sistema... “Sí, estamos atrapados en el
sistema y somos parte de él. Sin embargo, no podemos convertirnos en sus
esclavos. Tenemos que darnos cuenta de que hay más en la vida que hacer lo
mismo una y otra vez. Si entendemos la filosofía de mi abuelo y compren-
demos la idea de paz, será más fácil hacer algo; pero hoy no entendemos
nada de esto. Por lo tanto, es muy importante aprender sobre estas cosas
y comprenderlas. Así podremos hacer los cambios que queremos ver en
nuestro mundo. La meditación ayuda mucho, gracias a ella podemos mirar
hacia adentro y descubrirnos. Si la ejercitamos regularmente podremos
adentrarnos en el camino correcto, pero si no la practicamos estaremos
yendo de aquí para allá, y nuestro andar se convertirá en un círculo”.
Uno de los discursos más poderosos de tu abuelo sostiene que todos
somos una familia. Desde que fuiste el adolescente que lo acompaña-
ba hasta hoy, ¿cómo percibes sus lecciones?, ¿cómo se siente llevar
ese parentesco? “Debo ser honesto y decirte que, cuando era
más joven, sentí que el legado de mi abuelo era una carga muy
pesada, porque la gente tenía expectativas muy altas y todo el
tiempo me comparaban con él. Un día fui con mi abuela, le dije:
‘No sé cómo voy a vivir con este legado, porque ya se está con-
virtiendo en algo muy pesado’. Y ella me respondió: ‘Depende
de ti, si consideras que ese legado es una carga, cada vez se hará
más y más pesada, pero si conside-
Lev Radin
Lapidario
Una charla con Leila Slimani
Fabián Vásquez Escalante
fabian@revistaleemas.mx
L
eila Slimani nació en Marruecos y radica en Francia, un lugar descubrir cosas que no co-
que le ofrece las experiencias que le permiten expresar nitidia- nocía de mi trabajo. Los escri-
mente su postura. A pesar de esto, Leila vive en un mundo tan tores no somos dioses ni viden-
híbrido como su literatura. Conversar con ella es perderse, andar a tes, no tenemos una mirada clara
caballo entre las culturas. Por eso, más que preguntar conviene oír de nuestro trabajo. Yo prefiero es-
y anotar fragmentos y líneas que se transforman en un lapidario, en tar a oscuras y me gusta escribir en
el sitio donde se encuentran las lascas de una historia y un pensa- mi oscuridad.
miento.
El norte de África. El Magreb forma par-
Renunciar al lirismo. El principal trabajo de cada escritor es tratar de te de mi cultura y de la religión musul-
encontrar su estilo y su guía. Me tardé muchos años en descubrir mana. En esa región están las luces, los
cómo tenía que escribir, yo sabía que era escritora, pero desconocía colores, una manera de pensar y ver el
cuál era mi estilo. Por eso trabajé mucho, trabajé con mi editor y destino. En este espacio se funden la
entendí que en esa forma tan dura y simple —la ausencia de liris- inmensa ternura y la inmensa violen-
mo— estaba mi voz. Yo trabajo con temas muy duros: la adicción cia. Ser mujer en el Magreb no es igual
sexual en mi primer novela, el infanticidio en la segunda. Debido a a serlo en Francia o en cualquiera otra
esto me parece muy difícil asociar esos hechos al lirismo. Yo quiero parte del mundo. El Magreb está muy
confrontar al lector con la dureza de los temas que intento explorar. presente en mis obras y cada vez estará
más ahí, porque finalmente mi infancia
La búsqueda de la realidad. El objeto de la literatura es levantar el velo llega a la superficie. Es imposible com-
que cubre a la gente para adentrarse en lo que ocultan. Desde que batir ese regreso al pasado.
era pequeña me fascina la máscara social, el hecho de que uno es
una persona en público y es totalmente distinto en la intimidad. Los Lejos de las referencias. Cuando pu-
novelistas siempre sospechamos cuál es la verdadera persona escon- bliqué Canción dulce (Cabaret Vol-
dida tras los discursos y las falsas sonrisas. De lo que se trata es de taire), la primera frase que escribí
buscar al monstruo que habita en las personas. es “El bebe ha muerto”. En París, un
periodista muy inteligente me dijo:
El supuesto refugio llamado hogar. A menudo se dice que el hogar es “Obviamente es una referencia a
un espacio de suavidad, que uno regresa a casa para refugiarse; justo Camus”. Tenía razón, es una refe-
como se mostraba en la iconografía de los años cincuenta: la mamá rencia, se parece a la primera fra-
muy dulce que espera el papá, y toda la familia que se sienta feliz se de El extranjero. Soy honesta,
alrededor de la mesa. Eso es un mito, eso no existe; el hogar es el pri- cuando escribí estas palabras no
mer espacio de la violencia: dentro de la casa golpean a los niños y a había una referencia, fue un acto
las mujeres, en la casa se cometen la mayoría de las violaciones y los inconciente, un recuerdo de un
asesinatos. Me interesa mucho explorar cómo el espacio doméstico punto de vista está presente en
es un espacio político, un lugar donde hay guerras constantes entre mi obra. Las obras de Camus
los adultos y los niños, entre los hombres y las mujeres. me influyen y me marcan.
Me fascina el ser humano
Catherine Hélie
La oscuridad y la luz. Cuando escribo estoy a oscuras y ciega. Escribo que era Camus: un es-
sobre lo que se me atraviesa, pero no tengo un mensaje, tampoco critor capaz de resistir
poseo una intención muy clara. Solo cuento con una obsesión que el éxito y mantenerse
termina convirtiéndose en un libro. Finalmente, es el lector a quien como alguien puro,
le toca cubrime de luz. Cuando me encuentro con ellos me hacen como alguien decente.+
DIOS Y LA PLUMA
Markus Zusak Editorial
Cabaret Voltaire
Es gracioso, mis sentimientos acerca de Dios están
relacionados con dónde Dios está. Si veo algo flotando
en el cielo, por ejemplo una pluma, tengo esta extraña
superstición que toca mi corazón y pienso por ejemplo en
mi esposa “esto es para ella”, luego pienso en mis hijos y Ve la entrevista
tengo el deseo de que estén bien y felices, porque veo to- en mascultura.mx
das estas cosas cuando no están conmigo, y para mi Dios y en YouTube
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existe en lo mejor de esos momentos, cuando pensamos
de esta manera.
P R E M I O M AU R I C I O AC H A R 2 019
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E N T R E V I S TA A R O G E R B A RT R A
El robot esclavo
Herles Velasco
@HerlesVR
L
a distancia que existe entre la inteligencia y la conciencia es de- cualquier otra máquina no tiene mucho sentido; pero, si surgieran
cisiva en Chamanes y robots (Anagrama), mi libro más reciente. robots concientes, nos enfrentaríamos a un problema moral, a un
En el caso de la cibernética ella es muy nítida: la inteligencia dilema ético: la máquina habría dejado de ser un objeto para trans-
puede formar parte —y ya la encontramos muy desarrollada— en formarse en un sujeto, en un ser absolutamente individual que sería
muchísimas máquinas, pero ninguna tiene la po-
sibilidad de poseer una conciencia. Creo que la
inteligencia es la capacidad para encontrar, por
En el cine, en los ciborgs, la parte mecánica
medios lógicos, un camino para alcanzar un fin cumple la función del lado bestial típico de los
determinado, para resolver un problema preciso:
cazar un jabalí o ganarle una partida de go a un salvajes. En la cultura popular ha circulado
coreano, por ejemplo. En cambio, la conciencia
es muchísimo más compleja, implica un proceso la idea de que las máquinas, especialmente los
que supone la existencia de un “yo”, de una indivi-
dualidad que es capaz de reconocerse a sí misma
artilugios cibernéticos, pueden significar un
como un ser diferente de los otros que forman su
especie. Yo soy yo y soy distinto de ti. Todo pa-
peligro y una amenaza. Este miedo a la máquina
rece indicar que esta cualidad casi es privativa de es conocido y ha poblado el imaginario moderno
los seres humanos, pues existen ciertas muestras
de ella en algunos mamíferos superiores, aunque desde la época de la Revolución Industrial.
no está plenamente desarrollada. La conciencia
es tan poderosa que, entre otras cosas, impulsó la
creación de las ideas religiosas y el desarrollo de la
cultura que solo existen en los humanos.
Roger Bartra. Los salvajes en el cine.
En la literatura y el cine muchas veces se han
presentado a los robots y a las máquinas inteligentes como una propiedad de alguien, de una persona o de una empresa o de un la-
suerte de esclavos. Por esta razón, vale la pena preguntarse si la boratorio, solo por mencionar algunas posibilidades. Así pues, en un
posibilidad de que adquieran conciencia les permitiría revelarse futuro más o menos lejano quizá se pueda hablar de esta forma de
contra esta destino. De entrada esclavitud, pero hoy aún no tiene sentido.
debemos recordar que la Si echo a volar la imaginación, puedo suponer que —en la medida
palabra “robot” significa que en el futuro se crearán diferentes marcas de robots concientes—
“trabajador” en las sí existiría la esclavitud y, además, también habría un racismo que se
lenguas eslavas. En alimentaría de las marcas, las tecnologías y las diferentes calidades
este momento, que tuvieran esas máquinas. Un robot que se creara con la mejor
es imposible tecnología y los mejores materiales, sería superior a uno que fuera
dudar que las construido con tecnología vieja y una materia prima de menor ca-
máquinas que lidad. La humanidad tiene una larga historia de racismo y, en este
conocemos nuevo ámbito, tal vez reviviría con fuerza. Nuestros problemas y
—incluyendo nuestras creencias se transferirían a estas máquinas, a los humanoi-
las más inteli- des. Sin embargo, también aparecerían nuevos desafíos, pensemos
gentes— son que, si estas máquinas son autoconcientes, terminarán creando una
herramien- cultura y una serie de redes sociales que no soy capaz de imaginar.
tas que tie- Pero esto —no lo perdamos de vista— sólo es una especulación.
nen un dueño En la ciencia ficción, cuando las máquinas concientes se revelan,
y que, solo si los robots casi siempre se convierten en seres malignos. El ciborg
fueran concien- bondadoso y buena onda es una rareza que apenas existe en la lite-
tes, se podría ha- ratura y el cine. El Yo, robot es un caso. Este es un asunto que estudié
blar de esclavitud. en otro de mis libros que se publicó hace poco tiempo: Los salvajes
Por esta razón, se- en el cine. En esas páginas muestro que una parte del mito del salvaje
ñalar de este tipo se encarna en los robots que se revela como una mezcla de huma-
de sometimiento no y máquina. La máquina, vista desde esa perspectiva, cumple una
en el caso de un te- función bestial que en el antiguo mito del salvaje desempeñaban sus
léfono celular o de cualidades animales, como ser medio lobo; pero la ciencia ficción
—que podría verse como una suerte de mitología moderna— solo
es literatura.
Así pues, si nos alejamos de la literatura y la mitología, pronto
descubrimos el verdadero conflicto ético que en estos momentos
enfrentamos: la autonomía de la inteligencia artificial, pues los ro-
bots aún no son concientes. Esta autonomía, sin duda alguna, puede
Archivo UNAM
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ser muy peligrosa. El ejemplo evidente lo tenemos en las armas: los misiles inteligentes que
son programados contra un objetivo también son autónomos y, debido a esto, la posibilidad
de abortar su misión es muy difícil, por no decir es que casi imposible. La creación de estas
armas ya es por sí misma un problema ético, y si a este problema se agrega la autonomía, el
resultado es peligrosísimo. Evidentemente, la tecnología per se no tiene un signo moral, aun-
que todavía existen personas que están convencidas de que cualquier tecnología es maligna
en sí misma. Yo no creo esto, estoy convencido de que su uso es el que crea los problemas;
por lo tanto, el problema ético se encuentra en sus constructores y en la intencionalidad con
la que son creadas esas máquinas. Construir un misil es distinto a fabricar una imprenta o
una tecnología para ayudar a las cirugías.
En mis investigaciones, lo que más me ha impresionado es la existencia de una verdadera
revolución tecnológica: el proceso de autoeducación de una máquina, lo que se conoce como
“aprendizaje profundo”. Este proceso es el que permite que un robot, a partir de casi cero,
pueda aprender a jugar ajedrez, go o cartas para ganar en el póquer. La primera máquina que
venció a una humano en el ajedrez tenía la ventaja de contar con una inmensa memoria y
una velocidad que no tenía la mente de Garri Kaspárov, aunque él era uno de los grandes
maestros internacionales. Posteriormente se creó una nueva máquina que logró derro-
tar a la que venció a Kaspárov; sin embargo, ya no tenía en su memoria todos los
juegos anteriores, sólo conocía las reglas del ajedrez y comenzó a jugar consigo
misma a una velocidad tan grande que, en una semana, estaba en condiciones de
derrotar a cualquier ajedrecista humano.
En Chamanes y robots —que es resultado de mis investigaciones— muestro
que, si en verdad se quiere crear una conciencia artificial, los robots tendrán que
desarrollar un “exocerebro” capaz de replicar el “exocerebro” humano. Me ex-
plico: la conciencia humana está basada en hechos biológicos, culturales y en lo
que yo llamo un “exocerebro”, en las prótesis simbólicas externas que permiten
lograr esta característica. Algunas de estas prótesis tienen un carácter técnico,
pero otras son estrictamente simbólicas, justo como sucede con las letras que
forman este texto o con la voz cuando hablamos, solo por mencionar las más
conocidas. Este “exocerebro” abre la posibilidad de tejer relaciones culturales
y sociales que, en el caso de las máquinas, darían paso a una cultura robótica.
Hasta hoy, las máquinas inteligentes están gobernadas por algoritmos; pero,
en el preciso instante en que tengan prótesis culturales, generarán nuevos sím-
bolos y las cosas se complicarían debido al nacimiento de una nueva cultura,
una cultura robótica. No importa si estas prótesis culturales se nutren con al-
goritmos, con ellas sucedería algo muy parecido a lo que ocurrió con nosotros
que funcionamos con neuronas y un sistema de símbolos e instrumentos. Este
podría ser el futuro; pero nuestro encuentro con él aún tendrá que esperar a
que pasen varios años.+
Ve la entrevista
en mascultura.mx
y en YouTube
revistaleemasdegandhi
Editorial
Anagrama
Depende de cuál dios, hay muchos dioses. Tengo diferentes opiniones de cada uno de la mitología griega, romana, los dioses
nórdicos, el Dios cristiano, el Dios judío etc. Entonces no puedo establecer una sola opinión. Si la pregunta es ¿Dios existe? O
¿los dioses existen? Yo diría que sí existe en la literatura, en la mitología, ahí funcionan muy bien o muy mal. Por ejemplo en la
mitología griega hay dioses malvados. Y el mismo Dios cristiano, si uno lee con detenimiento la Biblia es un dios maligno como
el que ataca a Job.
E N T R E V I S TA A J AV I E R C E RC A S
Letras y basura
Herles Velasco
@HerlesVR
J
avier Cercas se reinventa en su más reciente novela: Terra Alta tenían problemas enormes, y decidieron que debían arreglarlos. Lo
(Planeta), una obra nacida a raíz de los conflictos que se desa- han hecho. Esto quiere decir que el futuro está en nuestras manos; ni
taron en Cataluña durante el otoño de 2017, cuando se llevó a los mexicanos, ni los españoles llevamos la corrupción en los genes.
cabo el referendum para votar por la independencia. A pesar de esta “El primer paso para lograr el futuro que se desea es destruir las
reinvención, Cercas también creó un libro marcado por los temas mentiras y abrirle camino a la verdad”.
con los que desde siempre se identifica: el desarraigo, la violencia Hablando de tus artículos, siempre regreso a uno que escribiste
y la justicia, todo a través de la mirada del policía Melchor Marín, en 2007: “¿Por qué escribir?”. Y a pesar de que lo concluyes diciendo
quien está convencido de que Los miserables de Victor Hugo habla que “escribo tanto quizá para que la gente deje de preguntarme por
de él. qué escribo”, perdonarás mi rebelión; pero, ¿por qué escribes ahora?
“A pesar de aquella conclusión, la pregunta que la originó nun-
LA VERDAD, LA LUCHA CONTRA LA MENTIRA Y LA ESCRITURA ca deja de ser pertinente, tal vez es la pregunta fundamental que
nos hacemos todos los que nos dedicamos a este oficio. Cuando nos
Para conversar con Javier Cercas, en este momento hay un punto de cuestionan “¿por qué escribimos?”, decimos “Dios mío”. Quizás esto
partida casi obligado: los premios que recibió este año. se debe a que es el interrogante menos banal que pueden hacernos.
En la literatura, primero, felicidades por el Premio Planeta 2019 Uno escribe para averiguar por qué escribe.
que te otorgaron por Terra Alta, y también felicidades por tu premio
más reciente: El Cerecedo de Periodismo. Hace poco escribiste un UNA NOVELA, UNA REINVENCIÓN
artículo que está muy relacionado con el discurso de recepción de
este premio, lo titulaste “Ya no basta con contar la verdad, hay que Entremos en tu novela: pienso en Melchor Marín, un policía muy
destruir las mentiras”. lejano de ser la encarnación de la virtud. ¿Por qué nos atraen tanto
“Estoy totalmente de acuerdo conmigo mismo, no he cambiado los antihéroes, los personajes decadentes?
de opinión. Hoy, mucho más indispensable que contar la verdad, “En los libros que he escrito, sobre todo a partir de Soldados de
es fundamental evitar que se cuenten más mentiras. Si en estos Salamina, hay una reflexión acerca del heroísmo y los héroes. En
parte podría atribuirla a las novelas de aventuras de
Terra Alta es una comarca de pasajes idílicos mi infancia, incluyendo La Ilíada y La Odisea que yo
leía como historias de aventuras; para mí, Aquiles
enclavada en Cataluña. Es también un territorio era como Miguel Strogoff, o como Jean Valjean.
“He realizado una larga investigación sobre este
sacudido por un crimen terrible y la patria tema, que en el fondo solo es una indagación sobre la
anhelada de un hombre que busca su lugar en el virtud y la ética. ¿Qué hace un hombre valioso? Ese
es el misterio, por eso sigo escribiendo sobre este
mundo. Thriller, novela negra, historia policial. tema, creo que forma parte de mi ADN en medida
que remarca una de las cosas que me han preocu-
Muchos de estos adjetivos se le han colgado pado desde siempre: la virtud cotidiana. Por esta
razón, el protagonista de Terra Alta, aunque es visto
a Terra Alta, aunque su autor no tenía ninguno de como un héroe por algunos, él se oculta porque le
molesta que así consideren, Melchor tiene un pasa-
ellos en mente cuando comenzó a escribirla. do que no le gusta”.
La muerte de la madre de tu protagonista, es el de-
tonante que mueve al personaje a través de la novela.
Sylvia Georgina Estrada ¿Cuál es el detonante de Javier Cercas para escribir
Terra Alta?
momentos la mentira tiene una mayor capacidad de difusión, es “Una serie de hechos: el descubrimiento de la Terra Alta, la volun-
primordial destruirla: sabemos que la verdad hace hombres y muje- tad de renovarme como escritor, el miedo a convertirme en un imi-
res libres, mientras que la mentira los convierte en esclavos. tador de mí mismo, y también el hecho de haber vivido experiencias
“Todas las tormentas de mentiras a las que hemos asistido han personales a raíz de la crisis catalana que cambiaron mi manera de ser
provocado catástrofes. En Cataluña vivimos una de esas tormentas, y de ver el mundo.
y fue letal. Los grandes medios deberían preocuparse por contar la “Necesitaba reinventarme como escritor y estas realidades me ayu-
verdad, pero esto no está sucediendo. dan. Estoy ante una realidad conflictiva, dura, que nunca pensé vivir:
“Ningún país está condenado a ser un desastre aunque existan la realidad que vivimos en Cataluña en otoño de 2017. Lo bueno no
periodistas que corrompan la verdad. Es cierto que cada vez existen nos sirve a los escritores, la felicidad es muda, en un mundo feliz quizá
menos en naciones donde la democracia funciona mejor, pienso — no habría literatura. Los escritores trabajamos con la discordia, con la
por ejemplo— en algunos de los países escandinavos, pero también desgracia, con el dolor; lo bueno no es bueno para nosotros; el carbu-
sé que eran una catástrofe a finales del siglo xix. En aquellos años rante de la literatura es el mal. Somos recicladores de basura”.
28
E N T R E V I S TA A J AV I E R C E RC A S
de habían vivido desde siempre. ratura busqué, y esto lo descubrí más tarde, una especie de
Quizá por eso soy escritor, porque sustituto de la religión. Cosa absurda porque la literatura no
no encuentro mi lugar. Cuando lo proporciona certezas, y si lo hace sus certezas son parciales,
pierdes no puedes recuperarlo. frágiles, contradictorias, a diferencia de la religión.
Quien se va no puede regresar, el
sitio del que uno se salió ya desa-
pareció, y no depende de una si-
tuación geográfica. Comparto ese
hecho con Melchor, él piensa encontrar un lugar de pertenen-
cia, un sitio donde pueda ser libre y feliz, cree que se encuentra
en Terra Alta y siempre es frágil llegar a esa situación”.
La identificación de Melchor Marín con el personaje de Los
miserables, Javert, ¿Va más allá de una simpatía por compartir el
oficio de policía?
Va mucho más allá, la relación de Melchor con Javert es
una de las claves de la obra. Los Miserables es una novela
que le cambia la vida al protagonista de Terra Alta, Marín
la lee en la cárcel y sus palabras lo vuelven loco, cree
que ese libro habla de él. Eso es lo que hacen los gran-
des libros, hacer que pensemos que están hablando
de nosotros. Melchor se convierte en policía porque
quiere ser como Javert, pero Javert es el malo de Los
miserables, es el policía inflexible, justiciero, el hom-
bre que persigue implacablemente al protagonista;
sin embargo, Melchor ve en este antagonista al ver-
dadero protagonista, al bueno de la historia, porque
también cree que, en realidad, los buenos solo lo son
en apariencia; por eso se hace policía, para conver-
tirse —como Javert— en un paladín de la justicia, el
único refugio de los miserables que son como él: po-
bres e indefensos frente a los ricos y poderosos, no le
falta razón.
En Terra Alta hay un modo de narrar distinto al que
Javier Cercas nos tiene acostumbrados. ¿Se puede consi-
derar a esta novela una ruptura en tu trayectoria?
“Espero que sí, Terra Alta es el inicio de algo distinto; es,
como bien dices, un modo de narrar distinto, es un retorno
a eso que algunos llaman la ‘ficción pura’, y en este sentido
es la puerta de entrada a un territorio nuevo. Eso es fan-
tástico, esta sensación es la mejor que le puede pasar a un
escritor: descubrir un territorio virgen, una escritura fres-
ca, temas nuevos, otros modos de ver la realidad, y estoy
muy contento de que esto me haya sucedido”.+
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Vicens Gimenez
E N T R E V I S TA C O N A N N I E E R N AU X
Pasado presente
Herles Velasco
@HerlesVR
E
en Memoria de chica (Cabaret Voltaire), Annie Ernaux revela el ¿Qué situación o elemento habría marcado una diferencia para
despertar sexual y muestra las huellas de la violencia y la sumi- evitar la sumisión que viviste y que describes en tu novela? “Cuando
sión inesperada. Ella describe, al mismo tiempo, una realidad de se habla de sumisión al orden masculino entran tantos factores que
la feminidad contemporánea que trasciende el tiempo y el lugar en el es muy difícil encontrar cuál es el que podría permitir liberarse de
que ocurre su novela: Francia a finales de los 50. ella. Lo que a mi me sirvió de apoyo fue la literatura, específicamente
¿Cómo te marcaron las experiencias que se cuentan en Memo- la lectura de Simone de Beauvoir que me permitió construirme y sa-
ria de chica: el despertar sexual, la violencia, la sumisión? “Hoy veo lir de esa experiencia desdichada para seguir adelante”.
cómo mi escritura nació a partir de ese despertar, que ocurrió cuan- ¿Hay poca literatura que toca el despertar sexual femenino? “Me
do tenía 22 años. En ese momento escribí un libro y se lo envié a parece que cada vez hay más mujeres que escriben sobre sus expe-
los editores, no lo aceptaron. En parte, esto ocurrió porque tenía riencias. El problema no es que no se escriba, el problema es que no
demasiadas cosas que decir y no encontraba la manera de hacerlo. se habla de estos libros. Mi libro es un texto autobiográfico, no hay
Lo más importante es que había creado un texto ficción, sino una búsqueda de lo que sucedió. La principal diferencia
y decidí que tenía que seguir escribien- entre las mujeres de aquel momento y las de hoy, es ya no se enfren-
do. 40 años después, y 20 libros tan los miedos de la misma manera; pero no ha logrado borar sus
más tarde, cuando retomé ese terribles semejanzas, por eso surgen movimientos como el #metoo”.
momento de mi vida, nació Mencionas al movimiento #metoo que hizo mucho ruido en Es-
Memoria de chica”. tados Unidos y en el mundo; en Francia algunas personalidades to-
maron una posición más laxa, ¿Qué piensas de estos hechos? “Esas
mujeres —que vienen del mundo del espectáculo y que gozan de
ciertos privilegios— lo que hacen es sumarse al campo de quien do-
mina, en vez de solidarizarse con las mujeres ordinarias que toman
el metro y sufren acosos. Es la postura de quienes tuvieron mayores
posibilidades; la libertad se gana, pero ellas tienen todo más fácil”.
¿Podríamos decir que eres una autora feminista? “Me considero
una mujer que escribe y tiene una visión del mundo que deriva de
mi lugar en el mundo; es decir, el haber padecido ciertas dominacio-
nes. Cuando empecé a escribir lo hice a partir de las especificaciones
que me hacían mujer. Por otro lado está el hecho de que, después de
haber comprobado estas situaciones de dominio, tuve el deseo de
reivindicar la igualdad que sigue ausente. Todo esto significa que soy
feminista; pero decir que soy una autora feminista constituye para
mi crear un coto en la literatura, una literatura aparte, que rechazo
absolutamente”.
Utilizas frecuentemente la palabra vergüenza para describir las
sensaciones de tu protagonista, ¿se puede sentir vergüenza de estar
“locamente enamorada”? “Se puede estar avergonzada de estar loca-
mente enamorada de alguien; pero esto es un poco ambiguo, porque
es una circunstancia en la que uno está por encima de las cosas. Da
vergüenza, porque esa felicidad no se puede compartir con los de-
más, y sabemos que —en fondo— es una especie de locura”.
Dices en Memoria de chica: “Soy un ser literario que vive las
cosas como un día debieran escri-
birse” ¿Cómo es este vivir? “En
varias ocasiones he sentido
que la escritura te pone apar-
te. Es un poco como dar un
paso atrás y mirar en vez
de vivir, es como vivir en
dos planos. Por ejemplo,
estamos aquí, en el pla-
Catherine Hélie
no de la vida, y también
estamos en el de la es-
critura. Podría decir
exactamente lo mis-
mo de todo lo que
me ocurre y todo
Ve la entrevista lo que vivo”.+
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Editorial
Cabaret Voltaire
S o o n to b e a n H B O
l i m i t e d s e r i e s s ta r r i n g
Ben Mendelsohn!