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Los valientes de David

 Joseb-basebet el tacmonita  Salmón ahohíta  Elifelet hijo de Ahasbai, hijo


 Eleazar hijo de Dodo  Maharai netofatita de Maaca
ahohíta  Heleb hijo de Baana,  Eliam hijo de Ahitofel,
 Sama hijo de Age ararita netofatita gilonita
 Abisaí hermano de Joab  Itai hijo de Ribai, de Gabaa  Hezrai carmelita
hijo de Sarvia de los hijos de Benjamín  Paarai arbita
 Benaía hijo de Joiada  Benaía piratonita  Igal hijo de Natán, de
 Asael hermano de Joab  Hidai del arroyo de Gaas Sobae
 Elhanán hijo de Dodo de  Abi-albón arbatita  Bani gadita
Belén  Azmavet barhumita  Selec amonita
 Sama harodita  Eliaba saalbonita  Naharai beerotita,
 Elica harodita  Jonatán de los hijos de escudero de Joab hijo de
 Heles paltita Jasén Sarvia
 Ira hijo de Iques, tecoíta  Sama ararita  Ira itrita
 Abiezer anatotita  Ahíam hijo de Sarar, ararita  Gareb itrita
 Mebunai husatita  Urías heteo

Y dijo el rey a Itai geteo: ¿Para qué vienes tú también con nosotros? Vuélvete y quédate
con el rey; porque tú eres extranjero, y desterrado también de tu lugar. Ayer viniste, ¿y
he de hacer hoy que te muevas para ir con nosotros? En cuanto a mí, yo iré a donde
pueda ir; tú vuélvete, y haz volver a tus hermanos; y Jehová te muestre amor
permanente y fidelidad. Y respondió Itai al rey, diciendo: Vive Dios, y vive mi señor el
rey, que o para muerte o para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará también
tu siervo.
2 Samuel 15:19-21

La característica principal de Itai, fue su lealtad hacia David, pero creo que más allá de
eso podemos ver la manera en que se sometió ante el ungido de Dios y eso es lo que
podemos aplicar a nuestras vidas.
Cuando nos hablan de someternos ante Dios y las autoridades que Él nos ha dado,
pensamos en sumisión, y lo vemos como algo complicado y a veces incluso fastidioso,
sin embargo, el someterse requiere lealtad, ante nuestro pastor, ante nuestro líderes y
coberturas, pero esta vez quiero enfocarme en la lealtad con Dios. Es muy común que
como cristianos pensemos que El Señor nos dará todo lo que pidamos “porque somos
sus hijos y tenemos fe”, cuando la realidad es que sólo obtendremos aquello que sea
conforme a su propósito y lo peor es que llegamos a quejarnos cuando esto sucede.
Parte de la vida de un cristiano conlleva aceptar y seguir el propósito de Dios y, aunque
es cierto que tenemos llamados específicos, debemos recordar el mayor propósito que
nos ha dado “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).
Sabemos que el antiguo testamento es sombra y figura de nuestra actualidad, y la
lealtad de Itai con David tuvo como consecuencia que David lo pusiera al frente de una
parte de su ejército y esto es lo que pasa cuando somos leales ante El Señor, te lleva a
más, porque ¿de qué sirve un pescador que no pesca? Cuando comienzas a seguir el
plan de Dios, Él te da nuevos propósitos y nuevos llamados, no como premio, sino como
consecuencia de tu obediencia.
Así que es momento de preguntarnos ¿Estamos siendo leales con Jesús? ¿hemos
cumplido el propósito que nos dio al adoptarnos como sus hijos?
Es momento de ser como Itai.

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