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Sistema integrador explicativo del

Rorschach

Dr. C. Pedro Fernández Olazábal


Dr. C. Jorge F. Pardillo Palomino

La Habana, 2008

Catalogación Editorial Ciencias Médicas

Fernández Olazábal, P.
Sistema integrador explicativo de Rorschach / Pedro Fernández Olazábal,
Jorge F. Pardillo Palomino. La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2008.
125 p. : il., tab.
-
-
Bibliografía al final de los capítulos.
ISBN 978-959-212-333-5

BF 637.C45

1. PRUEBA DE RORSCHACH
2. PERSONALIDAD
3. PSICOLOGIA SOCIAL
4. ESTUDIOS DE VALIDACION

I. Pardillo Palomino, Jorge F.

Diseño: Tec. Yisleidy Real Llufrío


Emplane: Isabel M. Noa Riverón
© Pedro Fernández Olazábal
Jorge F. Pardillo Palomino, 2008
© Sobre la presente edición:
Editorial Ciencias Médicas, 2008
Editorial Ciencias Médicas
Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas
Calle 23, No.117 e/ N y O, Edificio Soto, 2do piso, El Vedado,
Ciudad de La Habana, CP 10400, Cuba.
Correo electrónico: ecimed@infomed.sld.cu
Teléfonos: 838 3375 / 832 5338

AUTORES

Dr. C. Pedro Fernández Olazábal


Doctor en Ciencias Psicológicas.
Máster en Psicología de la Salud.
Profesor Auxiliar de Psicología
Investigador del Centro Provincial de Psicodiagnóstico de
Rorschach de Camagüey.
Jefe de Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias
Sociales y Humanísticas.

Dr. C. Jorge F. Pardillo Palomino


Doctor en Ciencias Psicológicas.
Especialista Principal del Centro Provincial de Psicodiagnóstico
de Rorschach de Camagüey.
Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Sociales y
Humanísticas de la Universidad de Camagüey.

Agradecimientos

A la memoria de Herman Rorschach,


a quien le debemos la creación.

A la memoria de John E. Exner Jr,


a quien le debemos el Sistema Comprehensivo.

INTRODUCCIÓN

El psicodiagnóstico de Rorschach en la actualidad ofrece una


visión diferente a la tradicional, tanto en las aplicaciones y el
uso como en la interpretación de sus categorías.
Sobrepasados los límites del diagnóstico clínico, como única
finalidad, el Rorschach ha generado espacios del saber y la
investigación en contextos pedagógicos, socioculturales,
etnopsicológicos y organizacionales. En el mundo, la
utilización del Rorschach, se propaga cada vez más y se le
presta mucha atención a su carácter proyectivo y de solución
de problemas, aspecto este que facilita el estudio y
profundización en el conocimiento psicológico sobre la
personalidad. A su vez, y como consecuencia de lo anterior,
cada vez se le dedica más atención a la influencia de los
factores socioculturales en el estudio psicológico, al uso del
instrumental, a la adecuación de los indicadores y a la
objetividad de la interpretación. Por estos motivos, uno de los
principales problemas del Rorschach en el mundo actual es la
normalización sociocultural de sus indicadores.

La experiencia y el conocimiento sobre Rorschach, en Cuba,


ya permite la elaboración de nuestras posiciones y sobre todo
la creación de las normas y los perfiles propios para el
diagnóstico, en diferentes contextos de la práctica. Al país han
llegado todos los sistemas explicativos del Rorschach, desde
el original de Herman Rorschach, la Escuela Suizo-Alemana y
la francesa, hasta los llamados 5 grandes sistemas, surgidos
en Norteamérica en el siglo xx.

En la década de los 90, llega a Cuba el Sistema


comprehensivo, (J. Exner, 1974 y J. Exner, 1994), como
sistema más difundido en el mundo actual. Este pauta sus
normas y valores más frecuentes, pero obtenidos en población
norteamericana, y por supuesto funcionales sólo para ese
contexto sociocultural. Esta situación generó la necesidad de
crear nuestras tablas e identificar los indicadores más
frecuentes y realmente funcionales para la práctica del
Rorschach en Cuba. A partir de esta necesidad, se realizan
estudios de normalización, que arrojaron como resultados no
solo la creación de las tablas normativas para población
cubana, sino la creación de nuevos indicadores no
contemplados por el Sistema Comprehensivo, pero muy
necesarios para este contexto sociocultural; además, se
retomaron indicadores de otros sistemas explicativos, que la
tradición de la práctica Rorschach en Cuba ha legalizado hasta
convertirlos casi en patrimonio de nuestro conocimiento en
esa rama del saber.

Los resultados obtenidos se muestran hoy, en este texto y


asumen ya el nombre de Sistema Integrador Explicativo del
Rorschach. Este sistema de conocimientos, cuya única
finalidad es aglutinar la experiencia cubana, validarla y
normalizar los resultados, se convierte en un producto propio,
y queda a disposición de los profesionales de la psicología y
otras ciencias afines.

La línea central del presente texto es ofrecer los resultados de


varios años de estudio, investigación y trabajo sistemático con
el Rorschach, pero desde la perspectiva cubana, y teniendo
como base la normalización de los indicadores del sistema
comprehensivo más frecuentes obtenidos en grupos
poblacionales cubanos, los frecuentes en Cuba, pero no
contemplados por el sistema comprehensivo, los pautados por
la tradición del Rorschach en el país y los nuevos que, como
propuesta de los autores, han sido normalizados. En esta
misma línea de trabajo se realizaron los estudios específicos
en el contexto de la práctica clínica y psicopedagógica, para
determinar los indicadores más frecuentes por entidades
psicopatológicas y en la atención a niños, desde la
perspectiva psicopedagógica.

En todos los casos el punto común es la interpretación de los


indicadores desde nuevas aristas, desde la concepción de lo
sociocultural y con la seguridad de un estudio previo de
normalización.

CAPÍTULO I
EL SISTEMA COMPREHENSIVO DEL RORSCHACH
Y LA NORMALIZACIÓN DE SUS INDICADORES EN
CUBA

Las 10 manchas de tinta creadas por Herman Rorschach se


han utilizado durante décadas en la práctica y la investigación
en Psicología, Pedagogía, Psiquiatría, Neurología e
investigación transcultural, como uno de los instrumentos más
conocidos en el mundo para el diagnóstico y caracterización
de la personalidad.1,2 El Rorschach, ha generado polémica en
lo teórico y en su propia denominación constituyendo un
espacio para la confrontación teórica y la discusión científica.
La literatura, lo refleja como Test de Rorschach por S. Beck y
M. Hertz, (1930); S.J. Blatt, (1990) y P. Cazau, (2003); Técnica
de Rorschach según B. Klopfer, (1954); Instrumento por N.
Rauch de Traubenberg, (1993) y Método Rorschach por J.
Exner, (1974) e I. Weiner, (2002).

Su historia en Cuba,3,4,5 se inicia, en los años 30 del siglo xx,


con su introducción en la Facultad de Pedagogía de la
Universidad de La Habana y posteriormente en la práctica
clínica, donde se afianzó, y ha generado una experiencia en el
quehacer de muchos profesionales de la psicología en ese
contexto.

La formación posgraduada de especialistas y la creación de


perfiles propios ha sido una constante en Cuba, donde no se
reportan estudios de normalización como tal, pero sí se han
planteado, nuestros investigadores, la preocupación por el
ajuste sociocultural de los indicadores. Este factor unido a la
falta de sistematización ha obstaculizado la creación de un
Sistema Explicativo del Rorschach en Cuba, a pesar de contar
con la experiencia y los conocimientos necesarios. En estos
momentos, se impone la necesidad de normalizar los
hallazgos empíricos y la promoción de los resultados. Ya en la
década de los 70 del siglo xx, se reportan los estudios de M.O.
Granela, quien aportó las Tablas de Frecuencias en Población
Infantil.6 El pensamiento cubano sobre Rorschach, como
proceso en desarrollo, se encuentra en un período de tránsito,
caracterizado por discusiones conceptuales y formas de
hacer; así cualquier intento de sistematización, discusión
teórica, resultados empíricos o normalización, será bien
recibido por la comunidad científica en este contexto del
saber. La práctica de casi ocho décadas, con el Rorschach en
Cuba influenciado por las escuelas y tendencias foráneas, ha
generado un estilo peculiarmente ecléctico para su aplicación
e interpretación, que no se ha configurado como escuela o
tendencia, pero que ya cuenta con historia, conocimientos y
experiencia para su consolidación. La creación de las Tablas
Normativas para Cuba, es expresión de esta necesidad y
fundamento de esa futura realidad.

El mundo reporta la normalización, en población


norteamericana, realizada por J. Exner7 (1974) y revisada en
1994, antecediéndole el estudio de M. Hertz8 en 1930. En
Suramérica, MA. Carbonell de Grompone,9 Uruguay, 1940. En
Chile, ME. Vinet10 (1995), normalizó indicadores del Sistema
Comprehensivo en población indígena y N. Cavour11 (2003),
en Viña del Mar y Valparaíso, siendo esta el más reciente
reporte. En todos, es evidente el reconocimiento del papel de
los factores socioculturales en los resultados de la
investigación y la práctica profesional con el Rorschach, lo que
mueve al planteamiento de interrogantes y cuestiona-mientos
acerca de los valores de los indicadores en uso.

En Cuba, se introdujeron los sistemas de B. Klopfer, S. Beck, E.


Bohm, las tablas de M. Hertz, los indicadores de Z. Piotrowski,
para el diagnóstico de los trastornos orgánicos cerebrales y la
técnica de interpretación de D. Rapaport y R. Schafer, sin
previo proceso de ajuste sociocultural. Otros estudios ya
mencionados, M.O. Granela y J. Portuondo, se centraron en la
frecuencia de las respuestas, pero no en sistemas completos
de indicadores.

El Rorschach, hoy, demanda cuantificación y objetividad en la


interpretación, pero sin mecanicismos y sin quedar atrapados
en los símbolos estereotipados y pautados por una cultura
foránea. Demanda el reconocimiento de los factores sociales
en el desarrollo de la personalidad, la concepción del
pensamiento ético actual, la corroboración de hallazgos con
equipos de alta tecnología,12 y sobre todo la fundamen-tación
y explicación de las influencias socioculturales de muchos de
sus indicadores.13 Es una realidad que rompe con el
positivismo a ultranza para ir a lo “idiográfico”, a lo individual
y subjetivo y hacia nuevos modelos en la construcción teórica
que lo sustenta. Estos aspectos, unidos a la motivación por el
desarrollo del Rorschach conformarán nuestro propio
pensamiento en este campo.

El Sistema Comprehensivo,14 pretendiendo normalizar al


Rorschach, ha quedado a nivel de validación estadística; no
obstante, es uno de los sistemas explicativos más completos
hasta el momento, abierto a la experimentación y al enfoque
interdisciplinario, pero, muy ceñido a sus normas, lo que
dificulta su ajuste sociocultural y la aplicación en otros
contextos.

En Cuba se ha operado un proceso de resurgimiento del


Rorschach15,16 que, en vez de aferrarse al pasado, demanda
nuevos estudios que aporten a la práctica, desde la
concepción de los aspectos socioculturales y la transferencia
de tecnología. La posibilidad de ajuste de un método a otros
contextos contribuye a su universalización, facilita su uso sin
obviar las diferencias ni violar los indicadores o hipótesis de
trabajo que lo sustentan. El método se expande por el mundo
en la medida en que sus indicadores sean más flexibles y
ajustables a diferentes realidades.

En este sentido el presente estudio constituye una


normalización estadística de los indicadores del Rorschach
propuestos por el Sistema Comprehensivo, para su uso en la
población cubana, sin pretender aún llegar al nivel
generalizador en la explicación de las diferencias o
semejanzas encontradas o realizar inferencias teóricas sólo
sobre una base estadística. Los elementos explicativos
generalizadores, que operan a nivel de la semántica y lo
teórico, constituyen una fase superior de la normalización, de
la cual estudios como éste sólo son la fase previa.

Constituyen las primeras tablas de valores estadísticamente


normalizados para el uso del Rorschach en Cuba y tributa a la
práctica del psicodiagnóstico en la clínica, lo psicopedagógico
y lo sociocultural, así como en la docencia, lo asistencial y la
investigación. Si bien la creación de tablas del Rorschach no
es un tema nuevo, sí es novedoso en cada contexto
sociocultural donde se lleve a cabo, pues representa una
forma nueva de utilizar el sistema en cuestión. A la práctica,
aporta nuevos indicadores, las tablas de respuestas populares
y la representación cuantitativa de cada indicador en Cuba.

Las tablas reportan los 115 indicadores del Rorschach


propuestos por el Sistema Comprehensivo y sus 33 variables
estructurales relacionándolas con variables complementarias:
edad, sexo, zona de residencia, ocupación, nivel escolar
vencido y estado civil en el momento del estudio con 4 000
sujetos sanos, de Ciudad de La Habana, La Habana y
Camagüey, que conformaron la muestra total del estudio.
El Sistema Comprehensivo del Rorschach y su
aplicación en Cuba

En Cuba se han comenzado a utilizar los indicadores


propuestos y validados por el Sistema Comprehensivo, de J.
Exner, representante y figura principal de la Escuela
Norteamericana de Rorschach. Como sistema, plantean 115
indicadores, con sus respectivos valores estadísticos, dados
en medias, desviaciones típicas y otras medidas de tendencia
central y dispersión.

Los indicadores se distribuyen en agrupaciones tales como:


procesamiento de la información, mediación cognitiva,
ideación, afectos, autopercepción, relaciones interpersonales,
control y tolerancia al estrés y estrés situacional. Plantean
además los índices especiales: constelación del suicidio, (S-
CON), percepción-pensamiento (PTI), depresión, (DEPI),
inhabilidad social (CDI), hipervigilancia, (HVI) y estilo obsesivo
(OBS) (ver anexo 14).

Por su parte el sumario estructural, consta de diferentes


secciones dirigidas a esferas claves de la personalidad y el
funcionamiento cognitivo del sujeto, tal es el caso de los
afectos, las relaciones interpersonales y la tríada cognitiva.
Contempla también los códigos fundamentales del Rorschach:
localización, calidad evolutiva, determinantes, contenidos,
etcétera.

El Sistema Comprehensivo, se ha constituido en la


metodología Rorschach más difundida en el mundo; y ya
introducida en Cuba ha sido necesaria su normalización en
nuestro contexto. Como Sistema presenta características que
pudieran clasificarse como ventajosas o desventajosas. Entre
las primeras se señalan:17

* Es una síntesis de lo mejor y más funcional de cada uno


de los Cinco Grandes Sistemas del Rorschach que le
anteceden.
* Presenta un carácter analítico que ha matizado su
desarrollo.
* Aporta variedad de indicadores, que amplían las
posibilidades del Rorschach para diagnóstico y caracterización
de la personalidad.
* Carácter interdisciplinario que rebasa la multidisciplina.
* Está avalado por un minucioso trabajo estadístico que le
confiere a sus indicadores la solidez y validación necesaria
como instrumento de evaluación.
* Es un sistema abierto a procesos de validación y
normalización.

M. Esbert (2000)18 plantea como ventajas del SC sobre otros


sistemas, que supera el marco reducido de la relación directa
del hallazgo con cualidades de la personalidad, es decir, la
reducción de los rasgos de la personalidad a un indicador, que
adquiere solidez, al basarse en fiabilidad de jueces por encima
de 0,85 (85 %), validez comprobada en la práctica, criterios
normativos expresados en tablas con valores para enfermos y
sanos de diferentes edades. Señala que rehuye la asignación
de categorías de diagnóstico psicopatológico, para ir a la
caracterización de la personalidad. Estos aspectos lo
prestigian como sistema explicativo, pero no lo legalizan como
sistema universal; las diferencias culturales y contextuales
invalidan su uso centrado sólo en la validación estadística.

En Cuba, la utilización de los valores originales sin tener en


cuenta las diferencias socioculturales, puede generar
dificultades para la interpretación, el diagnóstico y la
investigación. Al respecto, estudios anteriores de los autores,
P. Fernández y J. Pardillo (2002)19 reportan diferencias en los
valores de la cantidad total de respuestas entre los valores
obtenidos en Norteamérica y los obtenidos en Cuba. Si la
cantidad total de respuestas (R), como indicador primario y
esencial del Rorschach, reporta diferencias, ya se invalidad
prácticamente el uso de esos valores para el contexto en
cuestión. Citemos como ejemplo que R, para la población
norteamericana asume valores entre 14 y 38 respuestas, y
para Cuba entre 10 y 15. Según el Sistema Comprehensivo,
los protocolos con R < 10 se consideran no evaluables, sin
embargo en nuestro contexto son muy frecuentes y 10 es el
límite inferior de utilidad, esto demuestra que si se asumen
los valores foráneos se corre el riesgo de distorsionar la
realidad en contextos diferentes.

Por otra parte, asumir el sistema sin previo ajuste


sociocultural, y sin el proceso de transferencia necesario
implica desconocer factores que constituyen desventajas del
mismo, en el plano teórico y técnico, tales como:20

* No ha superado aún la influencia ecléctica de su génesis,


lo que conlleva a indefiniciones teóricas. Conjugan lo
estructural estadístico para la calificación con frecuentes
interpretaciones psicoanalíticas y conciben al Rorschach como
un método de solución de problemas e interpretan desde lo
proyectivo.
* Se ha fortalecido sólo a expensas de la investigación
empírica y desde esta posición tratan de explicar
teóricamente los hallazgos.
* Concepción absoluta de método en detrimento y negación
de la teoría.
* Base epistemológica positivista y pragmática.
* En la clínica se centran en el diagnóstico de la
esquizofrenia en detrimento de estudios para la identificación
de otras entidades.

Además se destaca su posición absolutista y radical, negando


la necesidad de un cuerpo teórico. En este sentido, su
aplicación ciega, no confrontable con nuestras posiciones
teóricas y metodológicas, pudiera generar eclecticismo
técnico y ateórico.

Al respecto, I. Weiner (1998), lo considera método, por su


independencia con respecto a la teoría y señala que: “La
implicación teórica más importante para identificar al
Rorschach como un método y no como un test es que no
existe, y nunca existirá, ninguna teoría totalmente abarcadora
del mismo, y no requiere de ninguna teoría para explicar su
utilidad”.21 Discrepamos por sus aseveraciones absolutistas
que pudieran llevar a la práctica ciega, niega el carácter
partidista de la ciencia y sus compromisos filosóficos.
Asegurar que el método no necesita la teoría para demostrar
su utilidad es cuestionable; ya que el papel de la teoría no es
promocionar la utilidad de un método, sino fundamentarlo y
representarlo al nivel general de la ciencia, constituir su
fundamento epistemológico.22

El Sistema Comprehensivo, a pesar de contar con


herramientas y resultados empíricos valiosos no se ha
consolidado con un fundamento teórico único.

Para el rorschachista es vital asumir una posición ante el


problema de su definición como método, test o instrumento.
Si bien, el Rorschach no alcanza la generalidad suficiente para
situarse entre los métodos generales, si resulta lo
suficientemente generalizador, en la Psicología, para estudiar
un fenómeno tan complejo y abarcador como la personalidad.
A criterio del autor, el Rorschach, da salida a dos métodos: el
de solución de problemas y el proyectivo, sin embargo, no es
un método, sino una forma materializada de ellos; por tanto
es un instrumento integrador y complejo que lleva a la
práctica determinados métodos.23 Está formado por acciones,
recursos y pasos, que conforman su técnica o conjunto de
técnicas. Se pueden señalar las técnicas de aplicación, de
calificación, interpretación y las complementarias. Estas
últimas se utilizan para facilitar la aplicación (Técnica Gráfica
de C. Beizmann), para obtener más información o esclarecerla
(Técnica de historietas de F. Silberstein y Técnica de
clasificación de P. Fernández y J. Pardillo). Consta de técnicas,
pero no es una técnica, es un instrumento, es decir,
constituye el peldaño intermedio entre el método y la técnica.

Otra cuestión es si se considera instrumento proyectivo,


psicométrico o de solución de problemas. El método
proyectivo representa la personalidad a través de sus
proyecciones, el de solución de problemas, a través de los
problemas, pero es imposible reproducir la personalidad en 10
manchas de tinta. Estas, sólo son el instrumento de la acción,
la materialización del problema, de la situación en la cual se
proyecta la personalidad, pero no es la personalidad. El reflejo
de la personalidad en el Rorschach sólo se produce en la
medida en que se conciba a la solución de problemas como
una actividad, en cuya solución el sujeto se implica como
personalidad y la refleja, de allí se desprende su valor
proyectivo. Para ilustrar la relación, diríamos que el
investigador se plantea la solución de problemas como la vía
para el estudio de la personalidad, y el reflejo de la misma en
ese proceso como la proyección.

El Rorschach le facilita el problema concreto a resolver, por


tanto es un instrumento que materializa a los anteriores
métodos. El hecho de asumir al Rorschach con una orientación
psicométrica o proyectiva depende del investigador y no del
instrumento; depende de la forma en que éste procese los
datos e interprete los resultados.

Otro elemento a tener en cuenta, para la aplicación del


Sistema Comprehensivo en Cuba, es la posible operatividad
del sistema, la cual se ve afectada por los patrones rígidos de
los creadores, según los cuales24 “...el sistema se usa
completo o no se usa”. Esto trae por consecuencia la
disfuncionalidad de algunos de sus indicadores en
determinadas aplicaciones, sobre todo en un contexto en el
cual las aplicaciones del Rorschach se amplían según
demandas de la realidad. Ej. En selección de personal se torna
disfuncional y engorroso el uso de índices clínicos,
(percepción-pensamiento, depresión y suicidio), de manera
forzada, solo por utilizar el sistema completo. A criterio del
autor25 es necesario reducir y abreviar el sistema de
calificación y cómputo según las esferas de aplicación. M.
Martínez26 y P. Fernández (2004), demostraron lo anterior y la
necesidad de flexibilizar el sistema, creando un Sistema
Rorschach Abreviado para la selección de personal y el
estudio de directivos.
En Cuba se utiliza, además de la clínica, en selección de
personal, estudios psicopedagógicos, vocacionales27,28 y
socioculturales o transculturales.29,30,31

Esta diversidad provoca cambios en los objetivos de la


aplicación, y obliga a tener en cuenta la especificidad de estos
para el análisis de los indicadores.

La aplicación de este sistema en Cuba demanda de


normalización previa, lo cual se demuestra en resultados del
autor y colaboradores:

* Diferencias en la capacidad de organización intrapsíquica


en sujetos de estudio clínico, con respecto a los valores del
Sistema Comprehensivo.32
* Diferencias en los indicadores del Sistema
Comprehensivo útiles y frecuentes para el diagnóstico de los
trastornos orgánico-cerebrales.33
* Ajuste de indicadores del SC a la conceptualización
psicológica de la esquizofrenia, para establecer la validez de
constructo.34
* Indicadores más frecuentes en escolares retrasados
mentales y con retardo en el desarrollo psíquico,35 diferentes
a los reportados en la literatura parea otros contextos.
* Estudios transculturales,36 con sectas Vodú y Yoruba,
identificando indicadores y códigos especiales frecuentes y
nuevos, no contemplados en el sistema original pero
necesarios en Cuba, tales como: Categoría Sinc,37 que
expresa contenido religioso sincrético, y la proporción
FM:M:m,38 indicadora del tipo de ideación predominante en el
sujeto.

Estos resultados reflejan marcadas diferencias entre los


valores del Sistema Comprehensivo en los diferentes
contextos y ratifican la necesidad de normalizarlo según
patrones socioculturales.

La validación del Rorschach. Valoración crítica


En Psicología, la creación de tests ha estado matizada por
necesidades de la práctica,39 en ocasiones, en detrimento de
la objetividad del criterio y la validez. Factores necesarios para
la calidad de un test, son: claridad de instrucciones, no
influencia del adiestramiento en las puntuaciones, objetividad,
idoneidad de normas y validez. La validez, referida a la
capacidad para medir aquello que se propone medir, es de
vital importancia y se expresa en: validez predictiva,
concurrente y de hipótesis de trabajo. Además un test debe
reunir propiedades estadísticas como: fiabilidad y consistencia
entre evaluadores. La validez es un proceso vital para el test,
su violación pone en juego la objetividad del resultado, sin
embargo, no es el único paso, pues sólo informa de la calidad
del test para la práctica, pero no de su ajuste sociocultural al
nuevo contexto.

En el Rorschach los estudios de validación decayeron en una


época, al respecto investigadores chilenos, N. Cavour, G.L.
Salvador y F. Vallejo (2003), consideran que: Herman
Rorschach intentó crearle una base sistematizada y empírica.
Luego, quienes lo continuaron, dejaron esto de lado, por
tanto, la falta de sistematización por muchos años, llevó a que
su valoración se basara principalmente en la experiencia del
examinador. Esto, potenció las interpretaciones arbitrarias y
generó confusión en los que se iniciaban en el uso del
método.40

La actualidad reporta estudios de validación concurrente y


predictiva, al respecto se citan: J. Exner y col. (1994),
compararon la frecuencia de W con el rendimiento en el WAIS,
encontrando relación significativa.41 J.D. Holzberg y L.
Belmont (2002), no encontraron relación entre resultados del
Rorschach y subescalas de semejanzas del Wechsler-
Bellevue.42 J. Exner, G.L. Ambruster y D.J. Viglione, (2002),43
concluyen que la proporción FC:CF+C, según estudio de test y
retest, no varió sus valores en 100 adultos no pacientes, en
un período intermedio de tres años.
J. Exner comparó el Índice de Egocentrismo con el IMPS
(Inpatient Multidimensional Psychiatric Scale), demostrando
su valor en el diagnóstico de la depresión.44 Un estudio
metaanalítico de J.B. Hiller, R. Bornstein, R.F. Berry y S.
Brunell-Neuleib (2002),45 sobre publicaciones Rorschach de
1977 a 1997, identificaron un coeficiente de validez sin peso
significativo de 0,29 en 2 276 protocolos analizados. El mismo
procedimiento aplicado a 5007 protocolos del MMPI al mismo
tiempo reportó un coeficiente de validez de 0,30,
demostrando que el Rorschach es tan válido como el MMPI.

La validez concurrente del Rorschach y la búsqueda de sus


patrones de validez específica para la práctica clínica, se
realizó en 1996, por el Board of Proffesional Affairs de la
Asociación Americana de Psicólogos (APA). B. Meyer (2001),46
estudió mediciones y revisiones metaanalíticas, obteniendo
como resultado una alta confiabilidad respectiva, evidenciada
por la correlación metaanalítica o valor de la diferencia media
tipificada. Concluyó que “... la validez de los tests
psicológicos, en su campo, es fuerte e irresistible y
comparable a los métodos médicos en el suyo”. *

___________________________________________
* Valores d, según escala metaanalítica de J Cohen, (1969) y J
Sánchez y M Ato, (1989). A menor d, mayor correspondencia
entre los instrumentos.

La validez del Rorschach ha quedado demostrada por su


solidez psicométrica, acuerdo entre codificadores, confia-
bilidad, admisión de datos normativos y corrección de los
engañosos, que garantizan su validez intramétodo y
proporcionan seguridad a la aplicación. Sin embargo, no
pueden estar al margen de lo cultural y de otros factores de la
práctica, que pudieran distorsionarlo. Entre estos se citan:

* Criterios de validación y efectividad del Rorschach


centrados en la identificación de entidades psicopatológicas.
El Rorschach no es un inventario de entidades o síntomas,
sino que refleja las características de la personalidad que
pudieran estar en su base o condicionar su aparición.
Contiene indicadores específicos de patologías, como otros
instrumentos de diagnóstico, pero esta no es su única función.
Al respecto I. Weiner (2002),47 considera que el Rorschach “…
no es un test sólo parea el diagnóstico psicopatológico, mide
los procesos del pensamiento e identifica sus desórdenes, por
tanto, es útil en el diagnóstico de la esquizofrenia, mide el
humor distrófico y las cogniciones negativas, por tanto, ayuda
al diagnóstico de la depresión, mide el distrés sentido
subjetivamente, por tanto, asiste a la identificación de la
ansiedad, pero no diagnostica las entidades como tal”. Este
criterio pauta la conducta a seguir con el Rorschach y las
expectativas del examinador; es un instrumento dirigido al
diagnóstico y la caracterización psicológica de la personalidad
o sus procesos, pero no es un instrumento para el diagnóstico
médico.
* Concepción y uso del Rorschach como instrumento casi
adivinatorio. Su utilidad no radica en la capacidad
adivinatoria, sino en la capacidad para caracterizar la
personalidad y derivar la relevancia de esas características
para la toma de decisiones profesionales en el ámbito clínico,
forense, educacional y organizacional. Ofrece la posibilidad de
un análisis hermenéutico del discurso real del sujeto sin
aportar adivinaciones y cuidándose de las inferencias del
examinador.
* Abuso del Rorschach como único instrumento. Su uso
absoluto lleva a desdeñar otros instrumentos que pudieran ser
útiles y corroboradores de la información obtenida. Puede
utilizarse solo en algunos casos, pero sin negar la utilidad de
otros y de la batería de pruebas como sistema.
* Uso del Rorschach sólo a partir de la validación, con
datos normativos foráneos, y sin normalizar. Lleva a negar
la especificidad del contexto, y negar las diferencias
socioculturales.
* Negación o subvaloración de la validez de las hipótesis
de trabajo. L.J. Cronbach y P.E. Meehl,48 la definen como “el
análisis de la significación de las puntuaciones expresado
en conceptos psicológicos”. Implica definiciones
operacionales que faciliten la correspondencia entre las
puntuaciones y el concepto de base, como elemento
fundamental en la unidad teoría-método-instrumento-
técnica. Tomemos como ejemplo que si la tarea a resolver
está relacionada con ejercicios prácticos y hemos declarado
que la prueba mide la inteligencia, es por que se ha definido
la inteligencia como la capacidad práctica para la ejecución
de tareas y esto se expresará en las puntuaciones. En el
caso del Rorschach, cada sistema explicativo ha establecido
su aparato conceptual, en correspondencia con sus
indicadores, pero dada esta diversidad, el eclecticismo
ateórico asume al indicador con un soporte conceptual no
propio de un cuerpo teórico único. Esta situación fue muy
evidente en los Estados Unidos, y con el surgimiento del
Sistema Comprehensivo, se resolvió en gran medida.
Ejemplo de esto son los estudios de J. Exner acerca del
índice de egocentrismo. Este indicador se basa en la
egocentricidad o autocentramiento de J. Piaget,49 quien lo
concibe como decreciente con la edad, aumenta en niños y
adolescentes y decrece con el desarrollo. J. Exner
demuestra que en 1 390 niños y adolescentes sanos de 5 a
16 años de edad, el valor fue decreciendo de la siguiente
forma: a los 5 años, el promedio fue de 0,69, mientras que
en los de 16 fue de 0,43 y esta a su vez fue ligeramente
mayor que en adultos, en los cuales el valor fue de 0,40, tal
como se pronosticó desde la teoría.50,51,52
* La calificación disonante con la interpretación: En la
práctica se encuentran casos en los cuales, la calificación se
realiza según los criterios de B. Klopfer, y la interpretación
responde a patrones del psicoanálisis. Esta asociación puede
funcionar en un caso, pero no es generalizable, por su
invalidez de constructo. M. Pereira, clasifica estas posiciones
como “obstáculos epistemológicos” para el aprendizaje y uso
del Rorschach.53

De forma general consideramos la validación como un


proceso necesario en el desarrollo de cualquier instrumento
de investigación en Psicología, pero no es el único criterio y ni
siquiera es suficiente por sí sólo para asegurar la
funcionalidad y aplicabilidad del mismo a cualquier contexto.
El instrumento solamente validado estará carente de la
normalización al nuevo contexto sociocultural, a este proceso
dedicaremos el próximo epígrafe.

La normalización de los indicadores del Rorschach


como problema científico actual

El problema de la normalización no es nuevo, pero si actual y


vigente, por haber sido y ser una necesidad en el desarrollo
del Rorschach, avalada por las diferencias socioculturales, por
los cambios en el tiempo, y por la propia esencia social de su
objeto de estudio. En la actualidad se discute sobre
normalización y validación y se buscan metodologías comunes
y compatibilidad metaanalítica con estudios anteriores. La
literatura reporta varios estudios de este tipo:

* M. Hertz (1932),54 elaboró tablas para calidad formal


según frecuencia, considerándose la primera normalización
del Rorschach en Norteamérica.
* M.C. de Grompone (1949), presentó el Psicodiagnóstico
de Rorschach en niños uruguayos. Normalizó el sistema
europeo en niños normales y con problemas de aprendizaje de
Montevideo y lugares aledaños. Realizó un estudio de
respuestas populares y sus modificaciones entre 1942 y 1984,
y conformó un lenguaje Rorschach común.55
* P. Del Roncal56 (1942), en Méjico, aportó tablas de
frecuencia, según el sistema de B. Klopfer. Lo aplicó a
mejicanos, eslavos de Checoslovaquia y Rusia, germanos,
hebreos, franceses y españoles. En la clínica normalizó
indicadores en leprosos, homosexuales, lobectomizados antes
y después, esquizofrénicos, retrasados mentales, epilépticos,
toxicómanos y neuróticos según edad, sexo, raza y nivel
educacional.
* H. Baldus (1947), estudió a sujetos de la tribu
Kaingang en Brasil con el sistema de B. Klopfer y H. Davidson.
Comparó sus resultados con los de C. Du Bois y E. Oberholzer,
en los indios Salteaux en Canadá.57 Es un intento de
metaanálisis, al comparar frecuencias de indicadores en
ambos sistemas y poblaciones diferentes.
* M. Harrower y M. Steiner58 (1944) reportan
correlaciones entre indicadores del Rorschach, sexo, edad y
entidades psicopatológicas.
* L. Ames, W. Metraux y N. Walker,59 (1959), reportan
rangos frecuentes de indicadores del Rorschach en
adolescentes de 10 a 16 años.
* J.A. Portuondo (1970), publica en España las Tablas de
Respuestas para Calificar el Psicodiagnóstico de Rorschach,60
según el sistema de B. Klopfer y basado en la frecuencia de
más de 6 000 respuestas obtenidas en Cuba.
* M.O. Granela61 (1975), elaboró tablas para frecuencia
de respuestas en población infantil de la provincia de Santa
Clara.

Estos estudios, constituyen valiosos intentos de


normalización, pero al nivel de la frecuencia de los indicadores
y no en los cambios al sistema como un todo.

Normalizar no es sólo buscar la frecuencia de indicadores en


una población y explicar lo que representa, sino determinar el
comportamiento general del sistema de indicadores,
tendencias, valores más frecuentes y lugar que ocupa según
la curva normal, así como determinar los cambios necesarios
al sistema y los nuevos indicadores. Al respecto el discurso
Rorschach, expresa esta necesidad, de investigaciones
transculturales y normalizadas; así tenemos la valoración del
SC, en niños portugueses y norteamericanos, para discriminar
su capacidad de diagnóstico fuera del contexto sociocultural
de origen,62 el estudio comparativo, entre mujeres paridas y
las que eligen el aborto en Québec, como normalización de
indicadores según hipótesis de trabajo referidas a la expresión
de eventos relacionados con la maternidad en el Rorschach,63
demostración de la ineficacia del Índice de Esquizofrenia en
Barcelona, al arrojar un elevado número de falsos positivos,64
estudio comparativo de respuestas populares del SC en
España y Estados Unidos,65 sustitución del Índice de
Esquizofrenia por el Índice de Percepción Pensamiento (PTI),66
proyecto de transculturación y normalización de indicadores,
propuesto por J. Exner (2002)67 y col., estudio de la
Constelación del Suicidio,68 en Argentina, Chile y Brasil,
creación de normas metodológicas para la interpretación
según el caso en cuestión, J. Exner (1994)69 y J. Exner y C.
Sendín (1998),70 C. McDowell y M. Acklin71 (1996), com-
paran procedimientos para la cuantificación del Rorschach en
diferentes contextos del mundo, en el x Congreso
Latinoamericano de Rorschach y Técnicas Proyectivas
celebrado en Chile en 1998, se abogó por la necesidad de
crear normas acordes a la realidad Latinoamericana. En este
contexto se demostró, por reportes de investigaciones, las
diferencias estadísticas entre las normas del SC en
Norteamérica y países Latinoamericanos. E. Vinet72 (1995),
normalizó el SC en 102 adultos chilenos sanos, del norte,
centro y sur del país encontrando diferencias significativas en
el 85,7 % de los 63 indicadores estudiados, N. Cavour, L.
González y F. Vallejo73 (2001), reportan desde Chile un
estudio normativo del SC, en Viña del Mar-Valparaíso,
encontrando diferencias en 51 indicadores, de 63 estudiados,
además de las diferencias con las tablas de E. Vinet.
Demostraron que incluso las particularidades locales pueden
modificar los resultados. Estos estudios siguen apegados al
hallazgo numérico y establecen los patrones normalizados a
partir de comparaciones estadísticas. Adolecen de explica-
ciones de las diferencias y los aspectos idiográficos que la
sustentan, del análisis de la subjetividad y la influencia de la
intersubjetividad en la conformación de la personalidad.

Este es un problema de las ciencias sociales: el desarrollo del


modelo epistemológico cualitativo aun no permite la
elaboración plena de categorías, métodos e instrumentos para
el análisis de la subjetividad humana.

En la ciencia actual se presta atención al problema de la


evaluación, la objetividad y la validación de criterios, pero
también a la normalización de técnicas y procedimientos de
acuerdo al contexto en que se aplicarán. La validación es una
necesidad del instrumento, pero no es el fin del proceso, este
continúa hacia la normalización sociocultural. Así, validación y
normalización, son diferentes y se hacen necesarias como
dimensiones del proceso de producción científica; no son
idénticas ni excluyentes una de otra. La validación, frecuen-
temente, responde a modelos neopositivistas centrados en el
método, mientras que la normalización siempre responderá al
contexto sociocultural y a las condiciones reales de aplicación,
rebasando el marco del esqueleto metodológico del
instrumento. Un instrumento es válido si ha demostrado
evaluar el fenómeno para cuyo estudio fue diseñado y es
confiable si sus resultados perduran en el tiempo, pero esto
no lo autoriza a evaluar esa cualidad universalmente,
despreciando las diferencias culturales.

La normalización demanda de definiciones operacionales ¿qué


es norma en los resultados de determinada prueba
psicológica?, ¿es sinónimo de normalidad y antónimo de
anormalidad? La respuesta es “no”, la normalización es un
proceso de ajuste, de correspondencia y no de reducción
forzada. Se trata de determinar los valores frecuentes o más
comunes, a partir de un instrumento validado que solo
demanda perfeccionar esos valores determinando sus
variaciones con respecto a un contexto diferente. Es necesario
además, explicar las variaciones encontradas hasta donde lo
permitan los avances de la ciencia en cuestión. Este aspecto
ha estado faltando en los casos reportados, donde sólo se
enumera la cantidad de indicadores que no resultaron
funcionales. La normalización no es una capacidad universal,
es la capacidad de ajuste a una cultura, es una forma de
atenuar los efectos socioculturales en los resultados de un
instrumento.

La importancia de la normalización para el estudio psicológico


se ha reconocido por P. Pederson, R. Carter y J. Ponterroto,74
al asegurar que: “... una evaluación psicológica precisa, una
interpretación significativa y una intervención apropiada,
requieren que las conductas evaluadas sean comprendidas en
el contexto cultural en el cual han sido aprendidas, por tanto
los instrumentos que se utilicen para la evaluación deben ser
culturalmente adecuados”. Consideran que en la violación de
este aspecto está una de las fuentes del sesgo por
responsabilidad instrumental. F. Van de Vijver (2001),
considera, “... que un puntaje obtenido en un test no significa
lo mismo en todos los grupos o culturas”.75 Esto puede ser
consecuencia del no ajuste previo del indicador al contexto, y
el instrumento es forzado a evaluar las cualidades sin el
control de variables socioculturales. En este sentido se infiere
que el instrumental psicológico debe ser transferido y no
importado, transformado en la medida en que se normaliza.
Instrumentos como el TAT y sus variantes: CAT y SAT, han sido
transformados para facilitar su universalización. L. Bellack
(1990),76 describe láminas de TAT, CAT y CAT-H, que reflejan
el vestuario, posturas, facciones e ilustración de situaciones
típicas de la China y la India. U. Chowdhury (1990),77
recomendaba desde 1960, a partir de sus estudios en la India,
que todas las láminas, frases o exigencias de una prueba
fueran previamente ajustadas a la cultura y no impuestas sólo
por ser las originales. M. Earle,78 desde 1958 reportó la
necesidad de modificar las láminas del CAT, para estudios de
niños de la cultura Maorí en Nueva Zelanda, sin embargo el
Rorschach, según la autora, debía permanecer igual, sólo
cambiaría la forma de calificarlo e interpretarlo.

Estos estudios ya se planteaban la necesidad de transferir el


instrumental, especificado hasta el nivel del propio diseño
instrumental. Obviamente las láminas del TAT, al representar
situaciones típicas de una cultura debían ser transformadas
para aplicar en otra cultura; sin embargo el Rorschach consta
de manchas amorfas, por tal motivo la normalización va solo
hacia los indicadores y la forma de interpretarlos, pero las 10
manchas permanecen sin variaciones.

Para la transferencia de tecnología, en la actualidad se utiliza


la Traducción Revertida de la Prueba, que va del idioma
original al de destino y viceversa, pero se ha comprobado que
solo garantiza la equivalencia lingüística y no de significados.
T. Van Dijk(1996),79 desde las ciencias del texto, alerta sobre
las diferencias entre lo lingüístico y lo semántico en la
traducción y el análisis de discursos. L. Susuki, M. Meller y J.
Ponterroto (2001)80 en busca de instrumental generalizador
para el diagnóstico del Trastorno Hiperquinético con Déficit de
Atención, (T.D.H.A), han realizado estudios de instrumentos en
diferentes poblaciones, comprobando que: “aun cuando la
traducción haya sido muy cuidadosa, estos instrumentos
requieren normas específicas para las diferentes poblaciones”.
Ratifican este criterio autores como J. Baumeister (1990)81 y
K. Gadow (2000).82

El SC establece sus Valores Normativos para la valoración de


sus indicadores, realizados a partir de estudios de validación
de gran rigurosidad científica. No obstante, J. Wood, M.
Nezworski, H. Garb y S. Lilienfeld, (2002),83 los califican de
inexactos, desactualizados y probablemente
“sobrepatologizados”, por que no cuentan con procesos de
normalización que garantice su capacidad transcultural.
Señalan que no deben ser utilizados para evaluar muestras de
poblaciones minoritarias desde el punto de vistas cultural en
Estados Unidos, como negros, hispanos y chinos y mucho
menos a otros países del mundo. Los representantes del SC lo
refutan alegando que realizan estudios de renovación y
revalidación de los valores normativos y no se han encontrado
diferencias que justifiquen la idea de la
“sobrepatologización”,84,85 además que no han encontrado
diferencias en los valores en minorías étnicas americanas.
Citan comparaciones entre 44 afro-americanos y 44
caucásico-americanos con una muestra referente de
americanos.86 G.J. Meyer,87 (2002), no encontró asociación
entre etnicidad y puntuaciones del Rorschach en 432
pacientes euro-americanos, afro-americanos, hispano-
americanos, asiático-americanos y americanos nativos. A
partir de estos resultados postulan que “... los datos
disponibles claramente apoyan el uso transcultural del SC”. El
resultado es cuestionable, desde el propio diseño de la
muestra de enfermos y obtenida en un medio artificial donde
comparten regímenes de vida impuestos por la institución.
Además refieren datos de población proveniente de otra
cultura e insertada en la norteamericana. No refieren si la
muestra tiene solo una ascendencia cultural diferente o
provienen directamente de esa cultura. El esclarecimiento de
este aspecto es vital para la investigación transcultural, se
trata de atenuar los efectos de la imaginación diaspórica,88
generada por la diferencia entre el lugar de origen y el de
residencia.

Esta variable se tuvo en cuenta por J. Pardillo y P. Fernández89


en grupos religiosos Vodú, siendo la causa de las variaciones
en el ideal mítico religioso de los descendientes de haitianos
legítimos, radicados en Cuba desde su juventud. En este
sentido consideramos que las sectas o minorías cuya
legitimidad cultural es cuestionable por aculturación, como es
el caso de los Estados Unidos, o por imaginación diaspórica,
no son muestras representativas para asegurar la capacidad
de transculturación de un instrumento.

El problema de la normalización no solo repercute en lo


teórico y práctico de la ciencia sino también en lo social y
ético. La normalización de instrumentos es una forma de
promover la participación real de los sujetos en la producción
del conocimiento. F.M. Zaragoza (1999),90 se pronuncia por
los «excluidos del poder científico» y denomina así a las 600
000 aldeas carentes de electricidad, a los dos mil millones de
personas sin agua potable y a todos los habitantes de la tierra
que no pueden acceder a los avances de la ciencia y ponerla a
su servicio. Al respecto nos preguntamos, ¿son excluidos del
poder científico aquellas personas cuyas características
psicológicas, entidades psicopatológicas, posibilidades
intelectuales y rasgos culturales son estudiados con una
prueba no ajustada a su cultura? La respuesta es afirmativa y
explica la importancia que el autor le atribuye a la
normalización o ajuste cultural de los indicadores del
Rorschach en nuestra realidad.

En Cuba, la demanda de instrumentos validados y


normalizados es objetiva; y es expresión de la génesis del
pensamiento científico dirigido a este problema de la
investigación, la docencia y la práctica asistencial.
Otro elemento a tener en cuenta es la ampliación en las
esferas de aplicación del método en nuestro país, ya no se
trata solo de la Psicología Clínica, sino de la esfera
psicopedagógica, la selección de personal, investigaciones
socioculturales, docencia e investigación. Para estos fines se
necesita de indicadores propios y sobre todo avalados por
estudios de nuestro contexto. Consideramos que la
normalización debe concebirse como transferencia de
tecnología y no como tecnología importada e impuesta.

La normalización en Cuba contribuye al acerbo tecnocientífico,


a superar la fase de importación del conocimiento para dar
lugar a la producción del mismo, es un factor antiglobalizante
en terreno de ciencia, con vistas a la conformación de nuestro
propio conocimiento. La necesidad de normalizar y sus
ventajas se resumen en los siguientes aspectos:

* Aporta un sistema de valores normativos del


Rorschach para Cuba, que evitará el uso de sistemas foráneos
e importados.
* Permite el estudio e identificación de las
características socioculturales de la población cubana según
indicadores del Rorschach.
* Contribuye a sentar las bases para el desarrollo del
sistema explicativo cubano para el Rorschach, en la medida
en que aporta un producto científico genuinamente cubano
que incidirá en la objetividad de la investigación e impacta en
la ciencia, en tanto es producción de conocimiento propio.
* Constituye una vía para la transferencia de tecnología
sobre bases objetivas.
* Tiene un fundamento ético,91 al permitir evaluar a las
personas con valores e indicadores acordes a su realidad
sociocultural.

El sistema integrador explicativo. Surgimiento y


características fundamentales

A partir de los estudios de normalización realizados con los


indicadores del Sistema Comprehensivo, los utilizados
tradicionalmente en nuestro país y aquellos que reunieron
criterios de frecuencia, se conformó un sistema para la
calificación e interpretación del Rorschach. Al analizar los
resultados de la normalización, el sistema de indicadores
obtenidos, por su composición, ya no era el Sistema
Comprehensivo, pero tampoco era el sistema de B. Klopfer,
tan utilizado y conocido por los rorschachistas del país; era un
nuevo sistema, con diferencias en lo cuantitativo y lo
cualitativo.

En lo cuantitativo, cuenta con mayor número de indicadores,


que el Sistema Comprehensivo; en lo cualitativo difiere en la
interpretación y la connotación de varios indicadores, incluso
de aquellos validados por el sistema de J. Exner.

La normalización se concibió dirigida también al sistema como


un todo y no solo a indicadores aislados; por tanto se
encontraron diferencias significativas entre las aplicaciones
del Sistema Comprehensivo en población norteamericana, en
población chilena y en la cubana.

Las diferencias se comprobaron a través de un estudio


metaanalítico, en el cual las muestras diferían de manera
notable. J. Exner y cols, en 1994, utilizaron en Estados Unidos
de América, 700 adultos no pacientes. Por su parte E. Vinet,
en 1995, utilizó para un estudio realizado en la Zona Norte de
Chile, 102 adultos; N. Cavour y cols, en el 2000, para estudiar
la población de Viña del Mar-Valparaíso, utilizaron a 200
adultos y P. Fernández, para la presente normalización, utilizó
en el 2004 y para tres provincias de Cuba, una muestra de 4
000 adultos sanos; siendo esta última la mayor de las cuatro
muestras analizadas.

El metaanálisis arrojó el tamaño del efecto (d), de los


indicadores considerados como típicos de la población cubana
y la cantidad de poblaciones en las que apareció, asumiendo
como total las cuatro estudiadas.92 Los indicadores seleccio-
nados como típicos de Cuba, mostraron un tamaño de efecto
considerable en todos los casos, asumiendo valores muy
superiores a 0,50. Sólo se aprecian valores inferiores o iguales
a 0,50 en aquellos que no cumplieron criterio de frecuencia
para los cuatro estudios analizados. Es el caso de: SumC,
Puntuación D y D ajustada, Contenido de nube (en este caso
es importante valorar que apareció en población
norteamericana y cubana y que dada su alta frecuencia en
estos dos sistemas (respuesta P en tablas cubanas y la alta
frecuencia en el SC), se ubica como indicador de efecto
moderado a pesar de no aparecer en los otros dos. También
otros indicadores como R, (2), Zf, P, H, A, EA y es asumen
valor d= 1, que resulta superior al planificado en la escala.
Esto se debe a su peso en los sistemas en cuestión, ya que
son indicadores nucleares, referidos a contenidos vitales de la
personalidad y su funcionamiento, comunes a cualquier
contexto cultural. Mostraron también alto valor de tamaño de
efecto los indicadores propuestos por el sistema cubano, a
pesar de no aparecer en los restantes sistemas; es el caso de
Sinc, y (a y p).

El sistema cubano es el que reportó mayor cantidad de


indicadores y difiere, por la frecuencia de aparición de los
mismos, más con la población chilena que con la
norteamericana.93

El hecho de ser diferentes, a pesar de normalizar un mismo


sistema original, en este caso el SC de J. Exner, se justifica por
la acción de los factores socioculturales. M.E. Vinet, N. Cavour,
et al. presentan resultados obtenidos en diferentes regiones
de Chile y obtienen más indicadores diferentes con la
población norteamericana que entre ellos. N. Cavour
considera que, a pesar de las diferencias, sus resultados
respaldan los de M.E. Vinet, y concluyen que las semejanzas
culturales refuerzan esta correspondencia. Al respecto
plantean:94 “…si bien nuestros índices se acercaron más a los
de Exner de lo que lo hicieron los de E. Vinet et al., nuestras
diferencias fueron siempre mayores con Exner”.

El sistema cubano, en pleno proceso de elaboración ya


presentaba diferencias con respecto a los tres restantes, pero
difería más de los chilenos que del realizado en Norteamérica.
Las diferencias se ubican básicamente en la frecuencia de
aparición de los indicadores y en los valores medios asumidos.
La Tabla 10, ya referida anteriormente, compara frecuencias
absolutas y porcientos para la aparición de los indicadores en
los diferentes estudios. En esta los indicadores pueden
corresponderse o diferenciarse en cuanto a frecuencia de
aparición en una muestra u otra y el lugar que ocupan
porcentualmente, lo que refuerza la necesidad de crear un
sistema particular para la población cubana. El análisis de
esta tabla será de utilidad para el rorscharchista, pues
permite conocer que porcentaje de una población utiliza un
determinado indicador y tener como referente si el indicador
puede considerarse frecuente o común, o infrecuente o poco
común en una población determinada. Es además, la
referencia al analizar la procedencia de cada indicador y el
valor de este en su sistema de origen.

Para el caso de los indicadores poco frecuentes el estudio


metaanalítico arrojó que estos aparecen en los cuatro
sistemas, lo que reduce las hipótesis referidas a dificultades
en la muestra de alguno de ellos. Muestran valores mínimos y
máximos muy pegados, estrechando el recorrido y las
opciones de aparición de datos; los sujetos quedan apresados
en recorridos de 2 o de 0 y 1, corroborando lo anterior los
datos de la mediana y la moda, por lo general circunscritos a
0 o 1. En el caso de aumentar la amplitud, la moda y la
mediana quedan fijadas a un valor, por lo cual, la distribución
gira en torno a este valor y afecta la ubicación en la curva de
normalidad. El alejamiento de la distribución normal de
algunos indicadores se apreció en todos los sistemas
estudiados, con mayoría para el cubano, seguido del SC.95

De forma general las diferencias o semejanzas entre los


sistemas en estudio se pueden apreciar en los valores de la
media tipificada o tamaño del efecto.
La tabla compara los tres sistemas en busca de diferencias y
del nivel de correspondencia metaanalítica. Se aprecia que
cada sistema es único, pero establece semejanzas o
concordancia con los demás. Las diferencias del sistema
cubano se acentúan con el chileno y con el norteamericano se
aprecian diferencias menores; pero son lo suficientemente
diferentes como para no ser aplicable el SC directamente en
Cuba según esos patrones de normalización. Según la escala
de valores estándar utilizada96 (J. Cohen, 1977), el sistema
cubano estableció diferencias moderadas con el SC (diferencia
de 0,52 y correspondencia de 0,48). Con el sistema chileno
estableció diferencias de 0,76 y correspondencia de 0,24,
concebida como diferencia importante según la escala. Entre
el norteamericano (d= 0,64), y el sistema chileno, (d= 0,76)
se aprecia diferencia moderada. A partir de estos resultados
quedó definido el sistema cubano para la calificación e
interpretación del Rorschach, el cual se distingue o caracteriza
por las siguientes razones:

* Es un sistema, puesto que abarca un gran número de


indicadores, que establecen entre ellos interacciones, de
forma tal que la identificación de uno no puede llevar a
conclusión alguna, pues depende de la relación que establece
con los demás. A su vez los indicadores se clasifican en
simples y complejos, lo que los ubica en cierto orden
jerárquico dentro del sistema. Los indicadores también
conforman los diferentes cómputos, índices y proporciones,
que facilitan la interpretación y el diagnóstico al representar
constructos más complejos y de mayor elaboración que el
propio indicador. De esta manera se logra la caracterización
de aquellos aspectos o formaciones más complejas de la
personalidad, que rebasan los límites del indicador aislado.
* Es integrador, puesto que se ha establecido a partir de
la integración de los sistemas Rorschach más difundidos en
Cuba. Es el caso del sistema de B. Klopfer y el Sistema
Comprehensivo de J. Exner. Además integra la tradición y la
experiencia de los rorschachistas cubanos a lo largo de casi
ocho décadas de práctica e investigación.
* Es explicativo, por que establece las relaciones
causales en la obtención de cada indicador, el fundamento
para su utilización en la práctica y presenta un desglose
analítico del funcionamiento psicológico del sujeto, a partir de
las categorías del Rorschach. Su intención es explicar los
móviles de la actuación y la regulación de la personalidad en
estudio.
* Es un sistema ecléctico, que aglutina los aportes de
otros sistematizadores, con reconocida tradición en Cuba. Tal
es el caso de las ideas originales de H. Rorschach, la Escuela
Suizo-Alemana, en la que se destaca E. Bond, la Escuela
Francesa, con C. Beizmann, los cinco grandes sistemas del
Rorschach en Estados Unidos (S. Beck, M. Hertz, B. Klopfer, Z.
Piotrowski y D. Rapaport y R. Schafer) y en la actualidad el
Sistema Comprehensivo de J. Exner, con aportes de I. Weiner.
De la Escuela Inglesa, los aportes de T. Alcock y de
Latinoamérica se reconocen postulados de P. del Roncal, J.
Endara, N. Cavour, E. Vinet y F. Vallejo. Su eclecticismo rebasa
los marcos del eclecticismo técnico para asumir lo mejor del
aporte teórico de cada uno de los sistemas de origen.
* El sistema se ha estructurado a partir de la
normalización de todos sus indicadores en el nuevo contexto
sociocultural en el que se aplicará, y esto constituye un
requisito básico para su utilización y puesta en práctica.
* Es un sistema general no ceñido a las particularidades
de ningún contexto de la práctica psicológica en específico.
Por ejemplo, no constituye un sistema de aplicación clínica
pura, pero si reúne todos los requisitos y posibilidades,
además de una gran validez y utilidad para este diagnóstico.
De forma similar sucede con el diagnóstico psicopedagógico,
los estudios organizacionales, la selección de personal y los
estudios a directivos.
* Es un sistema flexible, con una notable operatividad y
adaptabilidad a la práctica. Ofrece la posibilidad de reducir
sus indicadores, según el objeto de estudio, y ajustarse a la
realidad en cuestión. Su aplicación no presenta la rigidez de
otros sistemas que obligan al uso completo del mismo, aún
cuando los indicadores no sean tributarios de los objetivos del
estudio en cuestión.
* Es un sistema de naturaleza cuantitativa y cualitativa.
Está conformado por indicadores cuantificables y cualitativos,
que se complementan entre sí para tributar a la realidad en
estudio.
* Aporta categorías, códigos e indicadores típicos de la
realidad sociocultural cubana. Es el caso, por ejemplo de la
categoría de contenido sincrético y el listado de respuestas
populares.
* Ofrece interpretaciones que enriquecen el diagnóstico y
la caracterización de la personalidad, ajustables a la realidad
sociocultural y al imaginario social del cubano. Ej:
interpretación de la segunda expresión vivencial.
* Ofrece posibilidades para los estudios transculturales, al
aportar un sistema de indicadores sensibles a tales efectos. Es
el caso de los ya mencionados contenidos sincréticos,
respuestas populares, segunda expresión vivencial,
respuestas de movimiento inanimado y la proporción de
movimientos agresivos y cooperativos.

De forma general el Sistema Integrador Explicativo (SIE),


resulta distintivo con respecto a sus sistemas de base. De
estos ha tomado aquellos indicadores que se ajustaron a la
realidad sociocultural cubana y que, en nuestra población,
resultaron ser frecuentes. Así la estructura del SIE se
estableció con:

* Indicadores del Sistema Comprehensivo frecuentes en


Cuba.
* Indicadores de otros sistemas, también frecuentes en
Cuba y que demostraron su utilidad para el diagnóstico o la
caracterización de la personalidad en nuestra realidad.
* Indicadores de uso tradicional en Cuba.
* Nuevos indicadores encontrados en los estudios de
validación y normalización que, ha propuesta de los autores,
se incorporan al sistema.
* Combinaciones de indicadores expresados en
proporciones, que enriquecen las posibilidades del Rorschach
para el diagnóstico y la caracterización.
* Microsistemas creados a los efectos específicos de la
práctica psicológica en determinados contextos, como la
selección de personal y el estudio de directivos, Martínez A.M.,
200497 y Fernández O.P., 2004.98

Queda, pues, el SIE a disposición de los estudiosos y prácticos


del Rorschach en Cuba, con vistas a su aplicación y
perfeccionamiento.

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89. Gafo J. 10 Palabras Claves en Bioética. Editorial Verbo
Divino. Navarra. España. 1994.
90. En Tabla 9, del presente texto, se aprecian los
indicadores típicos o más frecuentes en la población cubana
estudiada y su tamaño de efecto, (d).
91. En Tabla 10 se aprecian las diferencias y semejanzas
entre los estudios de normalización reportados, según la
frecuencia de los indicadores.
92. Cavour VN, González CLS y Vallejo RF. Ob. cit. 2001.
93. Puede apreciarse en tablas de valores normativos para
indicadores del Rorschach.
94. Cohen J. Statistical power analysis for the Behavioural
Sciences. New Cork, Academic Press, 2da Ed. 1977
95. Martínez AM. Sistema Rorschach Abreviado para la
Selección de Personal y el Estudio de Directivos. Tesis de
Maestría. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana.
2004.
96. Fernández OP. Método Rorschach y selección de personal.
En: El Rorschach: Una visión integradora. Fernández OP y
Pardillo PJ Editorial Ácana. Camagüey. 2004.

CAPÍTULO II
ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS Y VALORES
NORMALIZADOS EN GRUPOS POBLACIONALES
CUBANOS

Tablas normativas para indicadores del Rorschach.


Fundamentos metodológicos y recomendaciones para
la práctica

A partir de la comparación entre las tablas de valores


normativos del Sistema Comprehensivo en Norteamérica, las
establecidas en Chile y los datos obtenidos en la presente
normalización, se elaboraron las tablas de valores normativos
para ser utilizadas en la práctica del Rorschach en Cuba. Estas
están formadas por los valores de los indicadores y sus
estadísticas descriptivas. Se estructuraron con 10 columnas,
indicadoras de las operaciones estadísticas, y filas con los
indicadores. Se han denominado, para su uso en la práctica:
“Tablas de Valores Normativos para Indicadores del Rorschach
en Grupos Poblacionales Cubanos.”

Las tablas comienzan por el indicador R (cantidad total de


respuestas al protocolo), y continúan en el siguiente orden:

* Indicadores de localización.
* Determinantes.
* Indicadores de contenido.
* Respuestas populares.
* Códigos especiales de nivel I.
* Códigos especiales de nivel II.
* Capacidad de organización intrapsíquica.

Posteriormente se elaboró la tabla de respuestas populares


para la población cubana. Las mismas se clasificaron en
populares de primer orden (P1), y populares de segundo orden
(P2), según criterio del autor y siguiendo la frecuencia de:

* P1: Una respuesta por cada tres protocolos (1 cada 3).


* P2: Una respuesta por cada cuatro protocolos (1 cada
4).

Se valoró la diferencia entre las populares de zonas rurales y


urbanas con el objetivo de facilitar la interpretación según la
zona de procedencia del sujeto. Se tuvo en cuenta el área de
la mancha donde se ubica la respuesta, es decir, P en W o P
en D. La tabla se ha dividido en columnas según: lámina, zona
de la mancha utilizada y frecuencia de la respuesta popular. A
las láminas que no aportaron respuestas con la frecuencia
requerida para considerarse popular se les asignó el no
cumplimento de la frecuencia. Para su utilización en la
práctica se le denominó Tabla de Respuestas Populares en
Población Cubana.

Se elaboró una tabla de indicadores complejos, denominada


Tabla de Variables Estructurales del SC para Cuba, la cual
refleja la frecuencia de los indicadores y el porcentaje que
representa en la población estudiada, el resto de los
procedimientos estadísticos no son utilizables por ser
indicadores complejos. Se incluyen también indicadores
simples, con comportamiento prefijado que resulta notable
tener en cuenta.1 La tabla facilita la interpretación de los
indicadores complejos y de otros cuyo comportamiento se
predice en alguna dirección que pudiera resultar llamativa.

Se identificaron los indicadores más frecuentes en la


población cubana, para conformar el protocolo típico. Se
realizó según clasificación en indicadores de primer y segundo
orden, siguiendo el criterio de frecuencia y aparición en
ambos sistemas.2 El objetivo es facilitar al examinador un
patrón de frecuencia no sólo de indicadores aislados sino del
protocolo como sistema. Para su utilización en la práctica se
ha denominado: Tabla de indicadores para protocolo más
frecuente o típico de la población estudiada.
Se presentan, además:

* La Tabla con los tiempos de reacción por lámina y


áreas de localización más frecuentes (TR, según W o D por
lámina). Para la práctica se denominó Tiempo de reacción por
lámina y áreas de localización.
* El psicograma para el SIE, contentivo de las
modificaciones y los nuevos indicadores propuestos a partir
de la normalización en Cuba (ver capítulo III).
* El perfil característico general de los protocolos cuyo
cantidad total de respuestas (valor de R), asume valores
aberrantes, poco frecuentes o caen en el rango de los valores
no aceptados por le SC. Así se reflejan los protocolos cuya R
es menor que 10 (menos de una respuesta por lámina), y los
que presentan R mayor que 30 (más de tres respuestas por
lámina). Para su uso en la práctica se ha denominado
Características del protocolo según valor de R.
* Los nuevos indicadores propuestos para el uso práctico
del SIE en Cuba, obtenidos como resultado de la
normalización y hallazgos empíricos del autor.
* La relación de indicadores, proporciones y variables en
general del SIE, presentados en forma de glosario de términos
para facilitar la práctica con el sistema en Cuba.
* Tablas con los indicadores y su peso específico en su
sistema de origen y la frecuencia con que aparecen en cada
uno de los sistemas.

Por la utilidad de las tablas normativas para la práctica, se


consideró necesario ofrecer recomendaciones meto-dológicas
para su uso. Esto es importante para cualquier instrumento,
pero en el Rorschach se incrementa por su carácter
idiográfico, cualitativo, inexacto, subjetivo y por el efecto
cultural que sus respuestas reflejan, por tanto se debe
conocer:

La naturaleza de la muestra: tiene que ver con el tamaño y la


composición de la muestra así como su correspondencia con
otros estudios. L.J. Cronbach3 señala: “…el número en la
muestra de estandarización no indica por sí mismo que las
normas sean enteramente satisfactorias”. La calidad, más que
al tamaño, apela a la distribución y la composición, así como a
elementos cualitativos, sobre todo cuando se trata de
cualidades humanas. Es importante conocer la frecuencia del
indicador en diferentes tamaños muestrales, más que en las
de igual tamaño. Corroboran este planteamiento los estudios
metaanalíticos,4,5 que valoran el tamaño del efecto de un
indicador en estudios anteriores, independientemente del
tamaño de las muestras.

Aplicación o utilización de tablas: las tablas normativas


aportan puntos de referencia y no valores estáticos para
enmarcar sujetos. J. Exner, plantea que sus tablas normativas
caracterizan al grupo y ofrecen “pautas de referencia grupal
con las que comparar a sujetos individuales”.6 El criterio,
quizás válido para otros tests, en el Rorschach es
cuestionable, no se trata de estudiar al grupo, ni de crear
referencias grupales, pues la propia muestra no es un grupo
en el sentido psicológico. Cualquier intento de llevar los
indicadores del estudio individual con el Rorschach al grupo es
una violación de su esencia. El uso del Rorschach en grupos,
promovido por M. Harrower y M. Steiner7 en la Armada
Norteamericana, para la selección y caracterización de
reclutas, no arrojó resultados grupales, sino de
individualidades con aplicación del método en grupos. La
aplicación en grupos no debe confundirse con la obtención de
resultados grupales. Las tablas normativas sólo aportan
criterios de frecuencia de los valores del indicador en muchas
individualidades, por tanto permiten conocer la ubicación del
sujeto estudiado en un rango frecuente de sujetos en una
población. No debe ser interpretada como criterio de
enfermedad, normalidad o anormalidad, sino como valor
frecuente o no frecuente.

Los parámetros de las tablas: por lo general las tablas


normativas se presentan en términos de medias aritméticas y
desviaciones típicas. Para el Rorschach son necesarias otras
medidas, tales como: valores mínimos y máximos, moda y
mediana, frecuencia, porcentaje, asimetría, curtosis, y
opcionalmente, el tamaño del efecto, es decir, medidas de
frecuencia, de tendencia central, de variabilidad y de
distribución.8 En la práctica, estas medidas deben ser cono-
cidas como concepto para poder interpretar sus valores, sean
estos normales o anormales. Ej.: Indicadores que ofrecen
curva en J, denotando concentraciones altas de puntuaciones
en determinados momentos de la curva y diferencias con la
normal. J. Exner9 sugiere utilizar los datos con cuidado, pues
algunos, dada su naturaleza cualitativa, y baja frecuencia no
se distribuyen normalmente, según el teorema de base, lo que
implica dominio del aplicador de las medidas estadísticas.
Además, el uso de tablas implica la valoración de todos los
parámetros, se debe comparar el valor con todos los
estadísticos descritos, y no sólo con la media por ser el más
común.

La estabilidad de las tablas normativas: Las tablas no


revisadas implican datos atrasados, y quizás disfuncionales.
No está establecido el tiempo de duración de las normas, pero
los cambios sociales influyen en la mentalidad, las formas de
conocer, de sentir y de actuar de las personas, por tanto, no
serán perdurables en el tiempo los valores obtenidos en un
momento determinado. P. Fernández y J. Pardillo10 reportan
cambios en los contenidos de las respuestas según el sexo,
asociado a la integración social de la mujer y los cambios en
el rol femenino en Cuba. Este trabajo, al aportar las primeras
tablas en Cuba, no puede tener en cuenta, las variaciones de
la muestra según períodos de tiempo, pero sí es importante
cuestionarse si hallazgos tales como la coartación del tipo
vivencial o la R disminuida, pudieran ser consecuencia de
condiciones sociales en determinados períodos y no
cualidades estables de la personalidad.

Indicadores simples y complejos: Confundir las diferencias


entre ambos, conllevaría a errores en la interpretación. Sería
como valorar el tipo vivencial, (indicador complejo y
estrictamente individual), de un grupo, a partir de la media
grupal de M y sumatoria grupal de C.
En resumen la creación de tablas normativas no es la panacea
universal de los métodos de investigación ni lo que resolverá
en su totalidad los problemas de las investigaciones sobre el
hombre. Es una guía para la investigación y la práctica de la
Psicología. Como todo instrumento en ciencias sociales y
específicamente en las ciencias del hombre, trata de medir lo
no medible; corresponde pues, al rorscharchista, hacer un uso
adecuado de ellas.

Valores normativos del Sistema Integrador Explicativo


del Rorschach

Tabla 1. Valores normalizados para grupos poblacionale


cubanos (n= 4 000)
Tabla 2. Valores más frecuentes de R específica y áreas
de localización por lámina

Tabla 3. Balance de respuestas globales y de detalle


Diagramas de localización en Anexos.

Tabla 5. Valores de las variables estructurales del SC


para Cuba (1)
Tabla 6. Indicadores para protocolo más frecuente o
típico de la población estudiada. (Primer orden)
Tabla 7. Indicadores para protocolo más frecuente o
típico de la población estudiada. (Segundo orden)

Tabla 8. Tiempo de reacción por lámina y áreas de


localización
Características de los protocolos cortos y largos en
Cuba

Protocolos con R < 10:

* Fracaso en una o varias láminas.


* Apego a un determinante único, por lo general a F.
* Lambda muy alto, al predominar F como determinante
único.
* Ausencia de respuestas complejas.
* Pobreza de determinantes.
* Ausencia de respuestas con valoración Z: Se apreció con
mayor frecuencia ZW en láminas I y V, con valor 1.0.
* Predominio de DQv, DQo, y ausencia casi total de DQ+
y DQv/s.
* Predomina la FQxu, seguida de FQxu>FQx- y FQxo.
* Presencia de un solo contenido, por lo general: A y
Anat.
* PSV mecánica e interlámina frecuente
* Predominio del tipo vivencial coartado, EB= 0:0.

Protocolos con R > 30:

* Tendencia al aumento de las respuestas complejas.


* Disminución de las respuestas W y aumento de las D y
Dd.
* Aparición de DdS, a partir de la tercera respuesta a
cada lámina.
* Disminución progresiva de la calidad evolutiva.
* Tendencia a la Combinación Fabulada, (FABCOM).
* Presencia de Combinación Incongruente de nivel I,
(INCOM I).
* Presencia de algunas respuestas desviadas, (DR).
* Z hasta alrededor de la tercera respuesta a la lámina y
después permanece estable o desaparece.
* Presencia de perseveración interlámina e intralámina:
El aumento de R implica repetición y no ampliación de los
contenidos.
* Disminución de la FQx según avanza el protocolo,
sobre todo, en las respuestas posteriores a la tercera en cada
lámina.
* Incremento de los giros a las láminas.

Tabla 9. Tabla de indicadores del protocolo típico en


Cuba, según d y frecuencia en los sistemas estudiados
Indicadores del sistema integrador explicativo
obtenidos en Cuba

Como resultado de los estudios de validación y normalización


que dieron inicio a la elaboración del SIE, se obtuvieron
indicadores nuevos y típicos del presente sistema. Estos son:
C’n (color acromático nominal): El Sistema Compre-hensivo
plantea el código Cn para la nominación de color cromático, y
lo utilizan igual cuando el nominado es el acromático. Hemos
considerado necesario establecer un código homólogo que
distinga esa modalidad de color, ya que desde el punto de
vista interpretativo tienen connotaciones diferentes. La Cn se
asocia a deterioro orgánico según Z. Piotrovski, pero la C’n,
según nuestros resultados, se asocia a un deterioro mayor,
con trastorno afectivo asociado y dificultades para alguna
integración psicológica elemental. Es un indicador de
aparición rara y muy poco frecuente, pero merece atención
por las dificultades que traduce, además por su aparición en
algunos sectores poblacionales y ocupacionales, como artistas
plásticos. Similar a Cn, C’n puede aparecer en un protocolo,
pero seguido de otras respuestas, y debidamente elaborado.
Cuando aparece como única respuesta, si pudiera ser
indicador de trastorno orgánico con implicaciones afectivo-
emocionales. Se codifican como C’n, respuestas que
contengan la mención del color acromático por su nombre,
tales como:

“Aquí, lo negro”, “El Gris y sus tonos”. Se excluyen


respuestas que se refieran a un objeto o situación con color
acromático, pero que la respuesta se da por ese objeto o
situación sin mencionar el color. Es el caso de “la noche, la
oscuridad”, etc., en cuyo caso se codifica como C’.
r (respuesta de reflejo puro): Respuesta muy poco
frecuente, pero constatada en Cuba. Se diferencia de otras
modalidades de reflejo en que no se asocia a la forma. En lo
interpretativo tiene una connotación diferente a las asociadas
a F. Estudios del autor, en sectores profesionales, reportan
esta respuesta en artistas plásticos y estudiantes de esa
especialidad. En el contexto clínico, se aprecia en los rasgos
histriónicos de la personalidad y en la modalidad disociativa
del trastorno histriónico1 . Este indicador ha modificado la
proporción sumatoria de reflejos, (Fr+rF), incluyéndole la r: Se
codifican como r, las siguientes respuestas:
“Reflejo de algo”,” reflejo del sol”, “reflejo de la luz del
sol o de la luna en el agua”, “reflejo de luz sin especificar
forma o hacer alusión a ella”,”reflejo dorado” y “reflejo de
luces de colores”.

Sinc (contenido sincrético): Refleja contenidos referidos al


sincretismo religioso típico de Cuba. Se subdivide en función
del objeto señalado en:

Sinc H: contenido sincrético, referido a figura humana,


completa o en detalles y situaciones. Se codifican como tal:
“sujetos en ritual negro, tocando tambor, cargando cazuelas,
sacrificando animales, bailando, orichas o entidades humanas
en alguna interacción, güijes, seres, espíritus, indios, cara de
indio, etcétera.

Sinc A: contenido sincrético referido a animales, con uso de


la figura animal completa o en detalles y situaciones o
interacciones. Es el caso de: “tiñosa, jutía, majá, gallina
prieta, gallo prieto, caracoles, cara de chivo, cuero de chivo,
pelo de gato, ojo de buey, paloma blanca o negra, etc. Se
incluyen también situaciones en la que se humaniza a los
animales en algún ritual o maleficio.

Sinc Obj: contenido sincrético, referido a objetos, pueden


ser completos o en detalles. Se codifica ante la mención de:
“collares, machetes, arcos y flechas, hacha, copa, cintas,
cazuelas, caldera, sopera, jícara, altares, tambores,
cascabeles, alfileres, amuleto. Se incluye Ceiba y otros árboles
o vegetación relacionada con leyendas del imaginario
sincrético-religioso.

W:M:FD (proporción de aspiraciones y metas): La proporción


W:M, propuesta por el SC, refleja el índice de aspiraciones del
sujeto*. A lo efectos de este estudio se asoció a respuestas
FD. Estudios del autor, constatan que cuando se asocia a FD,
(indicador de introspección y autoconciencia), el sujeto
incluye una imagen de su posición con respecto a la meta y se
dan dos alternativas:
* Predominio de W sobre M: Sujeto motivado por sus
metas que implica un esfuerzo mayor en el procesamiento de
la información por carecer de los recursos ideativos para el
logro. Cuando este caso se asocia a FD, el sujeto valora sus
metas como muy lejanas y casi inalcanzables, por lo que se
justifica el sobreesfuerzo. Se manifiesta además una
introspección tendiente a lo negativo, pobre valoración de sus
posibilidades y estrategias de acción.
* Cuando predomina M sobre W, el sujeto cuenta con
mayores recursos ideativos, pero emplea menos esfuerzo
motivacional para el procesamiento de la información. Si se
asocia a FD, el sujeto valora la meta lejana, pero se visualiza a
sí mismo con mayores posibilidades, emplea menos esfuerzo
y valora el carácter mediato de dicha meta y sus posibilidades
para lograrla.

La proporción adecuada, es la que comparada con el EB


informe del papel que juega M en la proporción y su
correspondencia con la modalidad de vivenciar. Las M varían
con el tipo vivencial, pero no las W ni las FD. Ej. Los
introversivos darán más M que los extratensivos, sin embargo
ambos pueden dar W y FD. En ese caso se debe comparar
siempre la proporción W:M:FD, con el EB e identificar en
cuantas veces la W supera a las M, si es al contrario entonces
será un introversivo con su perfil ideativo correspondiente y
pocas motivaciones. Es importante además valorar la DQ de
las W y la FQx de las M y las FD.

Ambas situaciones se incrementan cuando los indicadores


conformadores de la proporción se dan en la misma
respuesta. Este nuevo cómputo se corroboró a través de la
entrevista realizada a 254 sujetos que dieron este tipo de
respuesta. En la misma se les pidió una valoración de sí
mismos acerca de su posición con respecto a metas
importantes de su vida, además de enumerar sus metas en
diferentes esferas. Los resultados demuestran que las
alternativas propuestas pudieran informar acerca de este
aspecto de la autovaloración.
Todo a o Todo p (movimiento activo puro o movimiento pasivo
puro): Es un indicador raro, pero muy útil. Se refiere a
protocolos que solo contemplan un tipo de movimiento el
activo o pasivo. Es indicador del tipo de ideación
predominante.

AG-COP (Presencia de ambos tipos de movimiento en el


protocolo): Que en un protocolo aparezcan ambos calificativos
obliga a identificar el que predomina y en que modalidad de
movimiento. Ofrecer ambos tipos de movimiento implica el
reflejo ideativo de la ambivalencia hacia los demás. Se han
constatado alternativas tales como:

* COP y AG en M: ambivalencia hacia la figura humana.


Esquemas o contenidos ideativos contradictorios en el sujeto
hacia los demás.
* COP en FM y AG en M: marcada dificultad en relaciones
interpersonales. Sujeto que se refugia o busca la gratificación
en la ideación periférica, evadiendo la reflexión profunda o
considerándola negativa. En clínica denota puerilidad,
regresión a etapas anteriores de su desarrollo y es frecuente
en la ideación paranoide.
* COP en m y AG en M: es muy poco frecuente, denota
dificultades en las relaciones interpersonales, en los
esquemas y contenidos ideativos y reflexivos profundos.
Sujeto evasor de la realidad que busca la solución a sus
conflictos o la gratificación a sus necesidades en fuerzas
externas al propio hombre. Es más frecuente en sujetos con
creencias sincréticas.

CC (claroscuro en color): Respuestas donde están presentes


las distintas tonalidades o matices de un color cromático
determinado o varios de ellos. Se diferencia del claroscuro
tradicional en que solo ocurre en láminas de color cromático.
Se acredita el código CC, para la aparición pura del indicador,
no asociado a la forma, el código FCC, para el predominio de
la forma en la integración de la respuesta con claroscuro en
color y CCF, cuando la forma es secundaria. Se codifica en
respuestas tales como:
COC (claroscuro en color como código especial): Se acredita
en la columna de los códigos especiales. Es un código especial
típico del Sistema Integrador Explicativo. Interpretativamente
traduce ansiedad y predominio de lo sensorial en el sujeto. Es
relativamente frecuente en el trastorno paranoide y el
esquizoafectivo, así como en los trastornos neuróticos. En
población sana se aprecia con cierta regularidad en artistas
plásticos y es bastante frecuente en niños. Estos dos últimos
sectores poblacionales citados se diferencian en el uso de la
forma para integrar la respuesta; en los artistas se expresa un
cuidadoso trabajo formal, elaboración y adecuada
fundamentación de la respuesta, mientras que en los niños, la
calida formal es menos lograda. Se acredita como código
especial, (COC), siempre que aparezca al menos una
respuesta de claroscuro en color, (CC), en el protocolo.

TR (tiempo de reacción): Indicador tradicional del Rorschach y


retomado por el Sistema Integrador Explicativo. Es el tiempo
que demora el sujeto en emitir la respuesta. En las tablas
normativas se aprecia su comportamiento por láminas y
según localización de la respuesta. (Ver Tablas Normativas en:
Valores normativos del SIE del Rorschach).

M:FM:m: (valoración del balance de los movimientos en el


protocolo): Se concibe el análisis del balance de los
movimientos en el Rorschach como un indicador nuevo, para
utilizar en la práctica y que además abre un amplio campo de
estudio acerca de la ideación y los estilos ideativos del sujeto.
Su objetivo es valorar el nivel estructural y funcional del
intelecto en el sujeto estudiado, o sea, analizar sus
estructuras cognitivo ideacionales en cuanto a configuración y
posible funcionalidad para establecer pronósticos e
inferencias acerca de su evolución y su forma de afrontar la
vida cotidiana según sus patrones ideacionales. El análisis
consiste en el registro de las frecuencias absolutas de
aparición de cada una de las categorías de movimiento en el
protocolo, para determinar la desproporción o proporción de
una con respecto a las demás. La interpretación se realiza de
acuerdo a la significación teórica de cada una de ellas.

Valoración de la proporción en la experiencia base: en el


análisis de la experiencia base, a partir de las proporciones
establecidas entre su lado izquierdo y derecho o entre el
denominador y el numerador, según como se ubique,
concebimos las siguientes alternativas:
 FM + m, con valor igual o equiparable a, V + T + Y + C‘:
Sujeto tendiente a la espontaneidad o cierto grado de
ingenuidad que le permite asimilar contenidos enteros en
formas de mitos, creencias y estereotipos asociados a su
respectivo componente emocional. Es el set producto de
la interiorización de significados asociados a emociones
cuyo proceso fue propiciado por la cultura. Es muy
frecuente en referentes culturales religiosos con matiz o
esencia panteista, en los cuales se interioriza el objeto
asociado a sus propiedades o cualidades maléficas o
benéficas. Es una tendencia a la pasividad y pobre
iniciativa para la búsqueda de la explicación racional del
mundo e incluso de los conflictos propios.
 FM + m > V + T + Y + C‘, pero con m= 0: El caso se da a
expensas de FM. En esta alternativa, se trata del
predominio de las ideaciones periféricas, pero no se
aprecia una marcada sensibilidad del campo estimular.
Se debe valorar como riesgo o dificultad para el manejo
del estrés, ya que cualquier situación emocional pudiera
convertirse en el contenido a procesar por esas
estructuras cognitivas superficiales. Es la estructura
cognitiva periférica no interactuante, hasta el momento,
con un elemento distorsionador desde el punto de vista
emocional.

 FM + m > V + T + Y + C‘, pero con m diferente de 0, o


sea mayor que 0: En este caso el riesgo es mayor, la
presencia de FM se agrava o se pone en peligro al
aparecer una m o más. Es el esquema ideacional
periférico con un elemento tensional provocado por el
campo estimular, pero que coarta la sensibilidad
emocional. Pudiera ser un caso de ansiedad inespecífica,
expectativa cognitiva, el malestar inespecífico sin definir.

 FM + m < V + T + Y + C‘, con lado izquierdo igual a 0 en


su totalidad: Es el caso del sufrimiento “puro”, es la
sensibilidad sin recursos para enfrentarlo, ni siquiera en
lo periférico. Pudiera estar en relación con el shock
afectivo emocional, apunta hacia la angustia, la disforia
sin componente racional explicativo.
 FM + m < V + T + Y + C‘, con lado derecho a expensas
solo de Y: En este caso la alternativa apunta hacia lo
ideacional periférico, poco estructurado y presencia de
estimulación situacional estresante, en posible presencia
de conflicto actual y sin recursos para el manejo del
mismo. Es tal el impacto del estimulo que ha coartado
hasta la ideación periférica.

 Aumento de Y en el lado derecho asociado o equiparable


a FM + m: En este caso se aprecia un gran impacto de
estimulación distorsionadora actual que ha encontrado
eco producto de la escasez de recursos intelectuales
profundos para enfrentarlo.

Mc (movimiento humano contextualizado): Es una respuesta


en la cual el movimiento humano se organiza y estructura
formando parte de un contexto amplio, lógico, que implica
relación, interacción o desplazamiento en ese espacio
psicológico, social, cultural e históricamente adecuado a ese
movimiento. Se destaca la relación de ese movimiento
humano con el contexto, en cuya relación la respuesta queda
enriquecida, en su adecuación, localización y calidad formal.
Indicadores y códigos del Sistema Integrador
Explicativo1

Como ya se ha explicado, el SIE, consta de indicadores


simples y complejos. Se comenzará esta presentación de la
totalidad de los indicadores por los simples (obtenidos
directamente del protocolo), y se continuará con los complejos
(obtenidos por combinaciones de los indicadores simples).

Indicadores simples
CAPÍTULO III
EL PSICOGRAMA SEGÚN EL SISTEMA
INTEGRADOR EXPLICATIVO DEL RORSCHACH

Guía para el registro de datos en el Psicograma

El Sistema Integrador Explicativo, como todo sistema para la


explicación del Psicodiagnóstico de Rorschach, cuenta con un
documento para el registro de las frecuencias, cómputos,
variables e indicadores. Por respeto a la tradición
rorschachiana en sistemas anteriores, y en Cuba, hemos
adoptado la denominación de Psicograma para este
documento.

La elaboración del psicograma constituye un paso previo a la


interpretación, es la base materializada y objetiva de ese
proceso, es la gráfica ilustrativa del rendimiento y de todo lo
aportado por el sujeto en el estudio. Para su utilización en la
práctica lo hemos definido como: el registro de todos los
indicadores y sus posibles combinaciones cuantitativas y
cualitativas, obtenidas a partir de las respuestas del sujeto.

Entre los materiales necesarios para la aplicación del


Rorschach están, además de las diez láminas, las hojas en
blanco para el registro textual de las respuestas, la hoja de
localización y el psicograma. Entre ellos difieren por la forma y
el tipo de registro que lleva cada uno.

Registro de respuestas: En él se ubican:

* Las respuestas del sujeto, de forma textual y fiel a lo


expresado, sin modificación alguna por parte del examinador.
* La posición de la lámina: El SIE, adopta las posiciones
aportadas por Loosli-Usteri1 : Ù (orto, o posición normal), Ú
(invertida), < (izquierda) y > (derecha).
* El tiempo de reacción.
* Interrogatorio.
* Codificación: localización, calidad evolutiva,
determinantes, calidad formal, contenidos, frecuencia, códigos
especiales y valoración Z.

Hoja de localización: es una plantilla con las diez manchas


impresas, cuya finalidad es marcar a través del trazado la
localización de las respuestas dadas por el sujeto. Se debe
señalar cada parte de la mancha y nombrarla. H. Rorschach,
indicaba la necesidad de delimitar la localización de la manera
más exacta posible, incluso calcando la mancha si fuera
necesario. Debido a la dificultad y la pérdida de tiempo que
eso generaba, posterior a la edición de la monografía original,
se realizó la primera reproducción reducida de tamaño y
agrupadas en una curtilla, de las manchas en blanco y negro.
Su uso para delimitar la localización, por el examinador bajo la
orientación del sujeto, se recomendó por W. Morgenthaler,2 y
la denominó Protocolo para Localización.

Psicograma: este documento concebido como registro de la


totalidad de los indicadores y sus combinaciones, en su
dimensión cuantitativa y cualitativa, se obtiene a partir del
protocolo de respuestas. La naturaleza de los cómputos, la
combinación de los indicadores, la forma de calcularlos, sus
características y como se presentan dependen del sistema
explicativo en cuestión.

En la actualidad el psicograma se presenta como documento


impreso, con las operaciones y acápites ya planteados, lo que
facilita que el examinador sólo añada el resultado específico
del sujeto, y a partir de allí se establece la interpretación.

La idea del psicograma fue concebida por H. Rorschach, y


desarrollada por sus seguidores, W. Morghentaler y E.
Oberholzer. La publicación póstuma de la Aplicación del
Psicodiagnóstico, de H. Rorschach, ampliada por E.
Oberholzer, incluye en sus notas aclaratorias las diferencias
entre el protocolo de respuestas y el psicograma, además de
la importancia de este último para la interpretación del
protocolo. Así, definen al psicograma como: “… la totalidad de
las cifras obtenidas a partir del protocolo”.3 Los autores
además, aseguran que: “… aún contando con la mayor
práctica y experiencia, es imposible llegar del protocolo a una
interpretación segura y fidedigna, sin someterlo previamente
a los cálculos respectivos del psicograma”.4

B. Klopfer,5 considera al psicograma: “… un histograma que


representa la distribución de las clasificaciones de
determinantes principales y adicionales”. Como refleja la
definición, es concebido solo para datos cuantitativos, los
cuales se ubican en dos ejes; en el eje horizontal se ubican los
determinantes y en el vertical el número de respuestas. Otros
cómputos, como los denominados Relaciones Básicas, se
ubican en el documento, pero fuera del gráfico. Este autor
considera como relaciones básicas a los cómputos
tradicionales del Rorschach, que a su vez sean contemplados
por el resto de los sistemas explicativos y aparezcan en la
literatura sobre el tema. Al resto de los cómputos los
denomina Clasificaciones Adicionales, y no se ubican en el
psicograma por carecer de validación o de valoración
estadística por el resto de los sistemas. Como reflejo de su
época, B. Klopfer, le atribuye importancia al psicograma, pero
lo limita sólo a lo cuantitativo y a un solo tipo de datos. Señala
que el psicograma, además de los determinantes y la
cantidad de respuestas, debe recoger, entre las relaciones
básicas, a la cantidad total de respuestas, los tiempos de
reacción, tiempos totales, tiempo ante láminas cromáticas,
porcentaje de repuestas de forma, frecuencia, sumatoria de
color, etcétera.

La escuela Suizo-alemana, representada por E. Bohm,6


considera al psicograma como un documento final, como
resumen intuitivo o pensamiento resumido, en el cual se
pueden delimitar dos tipos, según el punto de partida:

* Esquema sistemático de todas las dimensiones de la


prueba: Recoge todas las áreas exploradas por el Rorschach,
va progresivamente, desde la inteligencia, la afectividad y el
estado de ánimo hasta los estados o rasgos patológicos. Por
último destaca el relieve constitucional y cierra con un
pronóstico.
* Esquema de un ángulo o dimensión específica: Parte de
un problema específico o central, va dirigido a una esfera o
conflicto.

El autor identifica psicograma con informe final, no se


destacan diferencias entre ambos, incluye el diagnóstico, el
pronóstico y las bases constitucionales como fases finales del
psicograma.

C. Beizmann,7 contempla al psicograma en su sistema


explicativo, pero le otorga una significación diferente. La
autora considera que la elaboración de este documento es
una segunda fase en el proceso de interpretación de los
resultados. La primera fase se dedica al Análisis e
interpretación de los factores sobresalientes; en la cual se
realiza un análisis de los datos numéricos y no numéricos, y
se clasifican según su relevancia para el caso en estudio. Se
agrupan en:

* Rasgos negativos: Recoge todo valor que se aleja de la


norma, por exceso o defecto.
* Rasgos positivos o recursos: Recoge los rasgos que,
por su eficiencia y por las disposiciones mentales,
(cognitivas), o afectivas que implican, se consideran
favorables para el caso.
* Agrupación y confrontación de los indicadores: Conlleva
al planteamiento de un síndrome o conjunto de
características. A partir de este paso, se puede proceder a la
segunda fase.

La segunda fase es la Elaboración sintética de los resultados o


elaboración del psicograma: En esta se considera la va-
loración de:

* Estructura mental o psíquica: Agrupa los rasgos que


permiten determinar el nivel intelectual y el tipo de
inteligencia del sujeto, diferenciar sus posibilidades
imaginativas y valorar el nivel de la deficiencia, si existe.
* Estructura afectiva e intereses: Valora las capacidades
de adaptación al medio, disposiciones afectivas y aptitudes,
las relaciones discordantes o armoniosas entre la afectividad y
la inteligencia y considera en que medida los trastornos de
una dimensión influyen en la otra. Recoge la evaluación del
contenido, significación de símbolos, gustos, intereses y
necesidades del sujeto. Finaliza con una valoración
integradora y general de la personalidad.

Como se puede apreciar, la autora identifica al psicograma


con el informe final y denomina así a todo el proceso de
interpretación de los resultados.
T. Alcok,8 considera que la evaluación de la personalidad, a
través del Rorschach, contempla la integración de tres fuentes
de información: psicograma, secuencia e indicaciones sobre la
conducta en la relación personal planteada por la prueba. La
primera de estas fuentes: el psicograma lo define como: “…
un resumen gráfico de los resultados formales de la prueba.
Incluye la medida del tiempo y todas las calificaciones, así
como ciertos grupos importantes de calificaciones en términos
de proporciones porcentajes.”

La autora ubica la elaboración del psicograma como una


primera fase o aún más importante, como una primera fuente,
a partir de la cual se continúa el proceso de interpretación,
por tanto está diferenciado del resto de los documentos.

Por su parte J. Exner9 (1994), denomina al psicograma como


Sumario Estructural, y lo estructura en diferentes secciones e
índices especiales, entre las que se señalan: la Sección
Principal, Sección del Afecto, de las Relaciones
Interpersonales, Procesamiento, Mediación, Ideación,
Autopercepción y otras dedicadas a la localización, calidad
evolutiva, determinantes complejos y sencillos, calidad formal,
contenidos, códigos especiales y valoración de la capacidad
de organización intrapsíquica. Resulta un documento muy
parcializado hacia lo cuantitativo, que sólo recoge los
cómputos y registros numéricos derivados del protocolo.

El Sistema Integrador Explicativo, como se señaló al inicio de


este epígrafe, considera al psicograma como un documento
importante y necesario en la interpretación del Rorschach, y le
atribuye la siguiente estructura:

* Cantidad total de respuestas.


* Lambda.
* Tipo vivencial, control y tolerancia al estrés y rigidez
del tipo vivencial.
* Determinantes: Se anota la frecuencia de los simples y
se registran los complejos.
* Frecuencia de aparición de los contenidos.
* Constelación del suicidio.
* Localización, calidad evolutiva y capacidad de orga-
nización intrapsíquica.
* Tiempos de reacción por láminas.
* Populares.
* Códigos especiales: Se clasifican en nivel 1 y 2.
* Calidad formal.
* Indicadores complejos: En este acápite se incluyen los
indicadores de la tríada cognitiva, la sección de los afectos, la
de relaciones interpersonales, la autopercepción y los índices
especiales.
* Registra los datos generales del caso en estudio y la
valoración cualitativa de algunos indicadores que así lo
requieren.

El modelo de psicograma del Sistema Integrador Explicativo,


se ha establecido a partir de los resultados obtenidos en dos
dimensiones investigativas:

* Estudios para validación de nuevos indicadores: Los


nuevos indicadores o nuevas combinaciones de los mismos,
propuestos por el SIE, son el resultado de un riguroso proceso
de validación estadístico y del contenido, además de
responder a una validación de constructo con respecto a los
postulados teóricos que sustentan el sistema.
* Estudios de normalización: En esta dimensión se
incluyen todos los indicadores: los tradicionales para su ajuste
al nuevo contexto, independientemente de su proceso de
validación estadístico reportado por el sistema que los
propone; es el caso de los indicadores del Sistema
Comprehensivo, con validación en Norteamérica, pero
normalizados a nuestro contexto sociocultural. A los nuevos
indicadores se les realiza el proceso de normalización con el
objetivo de demostrar su ubicación en las normas, su
distribución y su comportamiento estadístico y cualitativo. Es
el caso de las nuevas categorías de contenido, nuevas
proporciones y cómputos.
El SIE, propone un psicograma cuyas características
esenciales son:

* Está abierto a los nuevos hallazgos, tanto de


validación de nuevos indicadores, como resultados de
normalización.
* Es estable en su concepción y su fundamentación,
pero no estático en su estructura, la cual puede modificarse
según nuevos resultados y revisiones periódicas de las tablas
y normas.
* Recoge datos cuantitativos y cualitativos.
* Se divide en dos grandes secciones: la de indicadores
simples y la de los complejos.
* Inicia por los indicadores que el SIE, considera
esenciales, como es el caso de R, y el tipo vivencial.

El documento, utilizado correctamente, es una fuente esencial


de aporte y recogida de la información para el trabajo del
especialista en la fase de interpretación del Rorschach. Su
modelo estructural se muestra a continuación.

Psicograma para la calificación del Psicodiagnóstico de


Rorschach, según el SIE

Datos Generales:

Nombre:_____________________________________________________
Edad:______ Sexo:_______ Fecha del
examen:____________________
Nivel escolar: _________________Zona de
residencia:_______________

Valoración cualitativa:

* Valoración de la conducta ante la prueba.


* Predominio de indicadores en la eb.
* Comportamiento de R por láminas.
* Comportamiento del TR por láminas.
* Valoraciones específicas y detalladas del Índice de
Aspiraciones y Metas.
* Valoración de las respuestas P.
* Descripción de las dimensiones de AG-COP.
* Técnicas complementarias aplicadas y descripción del
rendimiento.
* Otras observaciones que se consideren necesarias.
El informe final en los estudios con el Rorschach

En la historia del Psicodiagnóstico de Rorschach, la fase de


informe final, ha sido contemplada por todos los
sistematizadores; pero no todos coinciden en su explicación,
concepción, metodología y aspectos del propio Rorschach a
tener en cuenta para su elaboración. Los estudiosos del
Rorschach, le atribuyen a esta fase la mayor relevancia en el
proceso de diagnóstico, pero contradictoriamente, es a la que
mayor carácter intuitivo, subjetivo e incluso artístico,1 le
conceden. El tratamiento al informe final en los sistemas
explicativos, según el análisis histórico del problema, arroja
que:

* El informe se mezcla con el psicograma, sin distinción


entre ambos documentos.
* Es concebido solo por su importancia para el
diagnóstico clínico y el pronóstico.
* Queda diluido dentro del proceso de interpretación, sin
distinguirlo como documento.
* En los sistemas en que se considera, se le denomina
descripción, psicograma o diagnóstico y no informe final.
* Todos los sistemas consideran la importancia de seguir
una secuencia en la interpretación, pero no la llevan a rango
de informe. En este sentido se destacan los sistematizadores
de orientación psicoanalítica2,3 los cuales siguen reglas y
requisitos muy rigurosos para este proceso.

Del anterior análisis se deduce que el concebir el informe final


como un documento es un criterio privativo del sistema
explicativo en cuestión, pero la necesidad de elaborar una
síntesis descriptiva del caso en estudio si ha estado presente
en todos los sistemas.

El Sistema Comprehensivo de J. Exner y colaboradores,4


concibe al informa final como una fase en la que se integran
los datos, se organizan y muestran sus procesos internos, lo
que permite desplegar una descripción, que proporciona un
cuadro del sujeto tal y como es en la actualidad.5 Este autor
considera que el mayor problema es como utilizar esa
descripción de forma tal que se combine con el resto de los
datos disponibles y sea un informe que responda a la
demanda del estudio.

C. Sendín y J. Exner,6 consideran que el proceso de


interpretación consta de tres fases:

* Formulación de hipótesis: En esta predomina el análisis


y va dirigido a la revisión cuidadosa de cada agrupación de
variables, en busca del sentido que estas le otorgan a las
variables simples.
* Integración y contraste: Predomina la síntesis: las hipó-
tesis formuladas se contrastan entre sí y los resultados de
esta síntesis se elevan a rango de conclusiones.
* Descripción significativa: En esta se realiza la
organización de los datos, se establece la dinámica interna
entre ellos, entre las hipótesis con el suficiente grado de
alcance y generalidad como para devenir en conclusiones y se
describe el funcionamiento psicológico del sujeto. En esta se
incluye toda la información disponible con el fin de lograr una
evaluación completa. Es el momento de formular las
conclusiones finales y establecer el pronóstico.

El análisis de estas fases y sus relaciones denota la


complejidad de este proceso y la necesidad de conocimientos,
pericia y capacidad creativa por parte del examinador. No se
trata de creatividad para lo artístico, señalado por algunos
sistematizadores, sino para el reconocimiento de la
individualidad, ya que ningún informe será igual al anterior o
al sucesor. Estos autores reconocen el papel del informe, pero
no lo desarrollan de forma particular, sino que se quedan al
nivel general del proceso interpretativo y le conceden el
mayor valor al sumario estructural.

En la concepción del Sistema Integrador Explicativo se


consideró, de suma importancia, la elaboración de un
documento de carácter conclusivo, que satisfaga las
demandas del estudio. Este documento es variable y flexible
en su contenido en función de la demanda o solicitud del
estudio, del contexto práctico en que se realiza y sobre todo
de los objetivos propuestos. El informe que se derivará de un
estudio clínico, cuyo objetivo es el diagnóstico psicológico,
será diferente al informe de un estudio para selección de
personal, estudio de directivos o una investigación de carácter
socio-cultural. No obstante, estas diferencias el informe se
concibe como: “una síntesis descriptiva de las características
psicológicas del caso, cuyo contenido queda establecido por el
psicograma y que se basa en la traducción de los indicadores
del Rorschach a los códigos del lenguaje psicológico en los
diferentes contextos de aplicación práctica.”

El informe tiene como objetivos:

* Sintetizar de manera comprensible los resultados del


Rorschach, para el caso estudiado.
* Describir la personalidad del sujeto estudiado, de
manera tal que se puedan integrar sus procesos y contenidos
en un contexto sistémico, compatible con la teoría
psicológica.
* Organizar los datos cuantitativos y cualitativos
aportados por el psicograma, de manera tal que obtengan
valor y significado para el estudio psicológico, en cualquiera
de los contextos de aplicación práctica.
* Llevar a lenguaje psicológico los datos numéricos, que
por sí solos no dicen nada, es decir, establecer el puente
semántico entre diferentes formas de expresión del
pensamiento científico.
* Destacar aquellos aspectos de la estructura y el
funcionamiento psicológico de la personalidad que resultan
relevantes para el estudio en cuestión, según la demanda.
* Ofrecer de forma clara una conclusión o diagnóstico
del caso, a partir del cual se pueda inferir un pronóstico y una
contribución útil en la conducta a seguir.
* Como objetivo esencial el informe está llamado a
establecer la relación entre los aspectos nomotéticos y los
idiográficos con respecto al instrumento y en cada caso. Debe
explicar la individualidad y especificidad psicológica, social,
cultural e histórica del sujeto en cuestión, de manera tal que
esta individualidad sea comprendida en su justa medida, sin
necesidad de apelar a lo patológico, por diferencias con la
norma.

El informe final sintetiza la información obtenida en cada una


de las áreas o esferas de la personalidad, la cual se integra en
un todo armónico que refleja de forma explícita el carácter
interactivo y sistémico de la interpretación global de los datos.
Este debe ser redactado en un lenguaje claro, que sin perder
el rigor científico, no sea un bloque abigarrado de datos o una
amalgama sin lógica o relación interna. Además no se trata de
repetir el contenido del psicodrama, sino de traducirlo al
lenguaje psicológico, salvo que alguno de esos indicadores y
su expresión numérica ofrezca información relevante que sea
necesario tener en cuenta tal y como se presenta. Téngase en
cuenta que no siempre los especialistas que recibirán el
informe, los que demandan el estudio o los que operarán con
el caso en lo adelante, son rorschachista y no dominan los
constructos específicos del instrumento; por tanto, se impone
la información de los resultados del caso en el lenguaje
psicológico ajustado al contexto específico.

La extensión del informe puede variar de acuerdo al caso en


cuestión, a las dimensiones del protocolo y las características
de las respuestas. Consideramos que un informe demasiado
largo corre el riesgo de ser reiterativo en la información que
brinda, por tanto abogamos por la realización de una síntesis
de la información más relevante y, por supuesto, sin perder
datos. En este sentido es de vital importancia la experiencia
del examinador, sus conocimientos del Rorschach y de la
psicología, así como las habilidades logradas en el diagnóstico
psicológico.

Autores como J. Exner y C. Sendín, (1994),7 consideran que el


informe no debe quedar al nivel de los hallazgos clínicos, sino
que debe reflejar la personalidad de la manera más
abarcadora posible. Coincidimos con este criterio, enfatizando
en la estructura, los mecanismos psicológicos de su
funcionamiento y el trabajo regulador y autorregulador de
dicho sistema.

El informe Rorschach, según el Sistema Integrador Explicativo,


tiene un carácter pluridimensional, abarcador de los aspectos
socioculturales del sujeto en estudio, de sus condiciones de
vida, entorno, procedencia y zona de residencia, así como su
nivel educacional, edad, ocupación, etcétera.

Nuestra propuesta de guía para el informe está sustentada, en


estudios de validación y normalización, además de la
experiencia de varios años en la práctica con el Rorschach en
diferentes esferas: clínica, psicopedagógica, selección de
personal y estudios socioculturales. La integración de las
variables y la creación de nuevos indicadores han planteado la
necesidad de reformular las concepciones, el estilo y el
enfoque sobre el informe y la forma de hacerlo. Así se ha
creado una guía que satisface las demandas del sistema en
cuestión y responde a los objetivos del estudio. Esta
propuesta es estable, pero no estática, puede sufrir
variaciones y, de hecho, es susceptible a ellas en la medida
en que las investigaciones sobre nuevas variables, la
normalización de indicadores y la validez de los constructos
que las sustentan, arrojen resultados novedosos o al menos
diferentes a los reportados hasta el momento.

El informe presenta, en este sentido, las mismas


características del sistema que lo representa: está abierto a
los cambios que en las investigaciones con el propio sistema
se realizan.

Por otra parte, el informe puede realizarse según dos


modalidades:

* A partir de las categorías, variables o indicadores del


Rorschach, es decir siguiendo el orden del psicograma.
* A partir de síntesis conformadas por los aspectos
estructurales y funcionales de la personalidad.
En el primer caso, se trata de seguir el orden que plantea el
psicograma y describir el rendimiento del sujeto en cada
sección, variable, cómputo, índice o indicador del mismo. En
el segundo caso se trata de tomar las formas o dimensiones
de la autorregulación al nivel de la personalidad, es decir,
síntesis de lo cognitivo, lo afectivo, variables integradoras de
lo personológico como el tipo vivencial y el análisis proyectivo
de las categorías de contenido.

Esta modalidad implica agrupar en sistema los indicadores


conformadores o relacionados con los constructos que reflejan
las dimensiones de la regulación y establecer la interpretación
a partir de estos aspectos de la personalidad. Se realiza
utilizando, como apoyo, el resultado de todos los indicadores
reportado en el protocolo y el psicograma.

La guía consta de los siguientes aspectos:

* Características generales del protocolo: se describen


las características del protocolo en cuanto a: número total de
respuestas, cantidad de respuestas por láminas, tiempos de
reacción y predominio de determinantes simples o complejos.
Es importante destacar el comportamiento de estos
indicadores en aquellas láminas donde resulte significativo, o
diferenciado por láminas cromáticas y acromáticas. El
comportamiento que se describe es el aumento del número
de R, la ausencia de respuestas, el aumento del tiempo de
reacción y el incremento o disminución de determinantes. Se
describe, como un indicador esencial, el comportamiento de
Lambda, aspecto este muy relacionado con la complejidad de
los determinantes y cuya comparación con la cantidad total
de respuestas y el tiempo de reacción es muy importante. En
este aspecto se destaca, también, la comparación de los
resultados con los datos normativos concebidos para un
contexto sociocultural determinado; las variables o
indicadores cuyo resultado no se corresponda, por exceso o
defecto, con lo normado para su población de procedencia,
deben ser destacadas y explicadas las causas de la diferencia.
Las diferencias o semejanzas con los datos normativos
permiten ubicar o diferenciar al sujeto en un grupo de
referencia o pertenencia, y detectar el sentido de la
desviación.
* Tipo vivencial: es un indicador medular del Rorschach,
por tanto es punto de partida para cualquier análisis posterior
y para la explicación de otros indicadores del protocolo. Es el
indicador personológico por excelencia, que apela a síntesis
cognitivo-afectivas, que resultan explicativas para el
funcionamiento de la personalidad. Su interpretación debe
contemplar el comportamiento del EB y su traducción en la
Experiencia Accesible, comparación entre estilo de EB y EA, la
experiencia base y su derivación a la estimulación sufrida, la
comparación entre experiencia accesible y estimulación
sufrida y el predominio de los aspectos cognitivos o afectivo-
emocionales en la primera y segunda expresión del tipo
vivencial. Es importante valorar si el EB es rígido o no, en su
tipo, y la comparación del mismo con el estilo de
funcionamiento referido por el sujeto, e inferir, si es posible,
las causas del cambio o las contradicciones entre ambas
categorías. El análisis de la relación entre el tipo vivencial y
lambda aporta información relevante el estado psíquico del
sujeto.
* Tolerancia y control ante el estrés: incluye lo referido al
estrés situacional. Describe indicadores tales como
puntuación D, D ajustada y estimulación sufrida ajustada. Se
refiere al autocontrol y sobre todo el papel de los factores del
pasado en el estado actual del sujeto. Se compara con el
estilo del tipo vivencial, para establecer inferencias hacia los
recursos del sujeto según su estilo vivencial el estado afectivo
actual. Es importante la diferencia entre EA y es, para
delimitar los recursos accesibles del sujeto y su relación con
los mecanismos internos de tensión. Se debe hacer énfasis en
los factores situacionales generadores de tensión y
delimitarlos de los estables o crónicos.
- Valoración de la actividad o esfera cognitiva: es uno de
los acápites más importantes, pues describe los recursos
ejecutores del sujeto. En el se reflejan todos los indicadores
referidos a las cogniciones, es el caso de las secciones de
procesamiento de la información, mediación cognitiva e
ideación. En estos está recogida la valoración de la
localización, la calidad evolutiva, la complejidad de los
determinantes y la calidad formal, la capacidad de
organización de la actividad intrapsíquica, los índices de
economía mental y de aspiraciones y recursos, las populares,
balance y clasificación de los movimientos, códigos especiales
en general y códigos especiales críticos. Todos estos
indicadores se comparan con Lambda, con el EB, con el
rendimiento general en la prueba y con el TR general y por
láminas.
* Valoración de la afectividad: es necesario aclarar que
la separación entre los aspectos afectivos y cognitivos, solo se
realiza a fin de poder establecer de forma más específica los
indicadores de cada uno de estas esferas, pero teniendo en
cuenta que en la realidad ambos forman parte de una síntesis
indisoluble para el funcionamiento de la personalidad; esto
implica que en el informe se tenga en cuenta esta unidad. En
este aspecto se refleja la relación forma-color, el uso del color
cromático, las respuestas complejas y las complejas de color
sombreado y su comparación con R, el índice de depresión, la
comparación entre la sumatoria de color acromático y la
sumatoria de los valores ponderados de color cromático, la
proporción afectiva y el análisis del lado derecho o inferior de
la experiencia base. Es importante retomar el tipo o estilo de
EB, su posible rigidez y lambda, en comparación con las
características de la afectividad que se describen. Se valoran
además las respuestas de textura, vista y sombreado difuso.
Se tienen en cuenta códigos especiales como la proyección de
color, los diminutivos, el claroscuro en color y categorías de
localización como el especio blanco.
* Esferas autoperceptiva y relacional: en este acápite se
informa la autopercepción del sujeto y sus posibilidades y
disposiciones para las relaciones interpersonales. Como
resultado de investigaciones, los autores hemos encontrado
relaciones significativas entre estas esferas, por tanto
consideramos posible su unidad al informar sobre ellas. Para
las relaciones interpersonales se describe, el análisis de los
contenidos humanos y la calidad formal asociada a los
mismos, el balance de formas humanas y no humanas, la
percepción de la figura humana completa y su comparación
con los detalles, el aislamiento y sobre todo la cantidad y
calidad de los movimientos cooperativos y agresivos. Para la
autopercepción se describe el índice de egocentrismo, la
sumatoria de reflejos, la presencia de FD y V, MOR como
código especial, contenidos con calidad formal negativa, el
contenidos de las respuestas de movimiento y la suma de las
respuestas de contenido anatómico y de radiografía.
* Análisis de contenidos: en este acápite se debe valorar
cuantitativamente y cualitativamente las categorías de
contenido referidas por el sujeto, (ver Psicograma). En lo
cuantitativo se registra la cantidad de categorías en general
que refleja el protocolo, las que se repiten en varias láminas y
las predominantes. En lo cualitativo se valora el tipo de
contenido y su relación con la lámina en cuestión, su
tratamiento en cuanto a calidad formal, la diversidad,
amplitud o estrechez en los contenidos utilizados y la relación
de las categorías de contenidos con el contexto sociocultural
de pertenencia o referencia del sujeto. El análisis de contenido
permite, además, valorarlo desde su dimensión proyectiva. El
Sistema Integrador Explicativo, considera al Rorschach como
un instrumento, que da salida a dos importante métodos para
el estudio de la personalidad: el método de solución de
problemas y el método proyectivo. De esta manera, los
contenidos permiten valorar cómo el sujeto manifiesta de
manera explícita o implícita su personalidad, necesidades,
motivaciones y conflictos en la forma en que soluciona el
problema que plantea el instrumento como tal. Al respecto A.
Alonso, (2002),8 considera como análisis de contenido el
establecimiento de categorías y conceptos a partir de lo que
el sujeto percibe en la lámina, de las especificaciones,
características y acciones que le atribuye. El análisis de
contenidos se enriquece al incluir en él los códigos o
fenómenos especiales, que representan la forma en que el
contenido es tratado por el sujeto. El autor considera que: “…
la cuantificación o tabulación de los contenidos con su
significado correspondiente, debe ser el paso inicial para un
análisis de contenido, pero no se debe limitar a esto. Bajo una
misma categoría considerada como Animal, el sujeto puede
referirse a animales agresivos, salvajes, domesticados, etc.,
La categoría Rx puede tener distintos significados en
dependencia de la zona presentada (cabeza, tórax, etc.); la
categoría de contenido Humano tiene distinto significado en
función del sexo, edad, raza y características de la persona
percibida”. En el desarrollo de la interpretación cualitativa de
los contenidos, A. Alonso sostiene el criterio de que “… no
existe un simbolismo universal, prefijado, que permita atribuir
significados a determinadas respuestas; cada cultura o grupo
e incluso cada individuo puede tener una simbología
particular para significar emociones, características,
aspiraciones, etc. El SIE, al considerar la importancia de los
factores socioculturales en la determinación de las categorías
reafirma este criterio y postula la búsqueda de los significados
propios de nuestra realidad cultural; para esto el análisis de
contenido representa una vía adecuada que se debe
aprovechar.
* Índices especiales: los índices especiales son variables
sintéticas que, como criterio psicométrico, permiten objetivar
determinados valores de indicadores para facilitar el
diagnóstico de entidades, trastornos o características de
personalidad. Su análisis se dirige a identificar el valor
alcanzado por el índice e interpretar este valor en el contexto
del caso en estudio. Los valores de un índice especial no son
universales, ni tienen significación alguna fuera del caso,
corresponde al especialista que interpreta el informe,
determinar si el índice se corresponde con el caso y si tiene o
no significación para el mismo.
* Conclusión: es la fase final del estudio, se refiere a una
síntesis de los aspectos, características o rasgos psicológicos
del caso en estudio, que de forma conclusiva reflejan la
esencia del mismo desde el punto de vista psicológico y en
función de los objetivos trazados. Las conclusiones no deben
reflejar solamente los hallazgos clínicos, síntomas o estados
psicopatológicos, sino la personalidad de bases, sus
formaciones psicológicas esenciales, características
individuales, tendencias y riesgos.
* Recomendaciones: se refiere al sistema de acciones
terapéuticas o educativas a realizar con el caso, con vistas a
contribuir a la solución del problema.

De forma general el informe psicológico, según el Rorschach,


es un documento en el cual se plasma el caso en toda su
riqueza psicológica, de utilidad para el momento actual y para
estudios o tratamientos futuros, además debe permitir, no
solo el diagnóstico, sino el pronóstico del caso.
Anexos
1.- Diagramas de localización de las respuestas
populares en Cuba.

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