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RICARDO AGUILERA
Editor -
Madrid
J

• •

TOMo· 11

Traducción del ruso:


VICTOR

Supervisión técnica:

RICARDO AGUIILERA
EDITOR
Apartado 9.138
RID-6
R IC A RDO A G UILE R A, EDITOR
PADILLA, 54 - APARTADO 9.138 .. MADRID-6

Título: HERENCIA AJEDRECISTICA DE


ALEKHINE, II
Autor: A. Kotov
Traductores: Víctor Andresco y Yolanda
Peralta
Cubierta: Angel Martínez
Catálogo general n.o 30
Colecci6n de bolsillo n.o 16
t.• Edici6n, 1972

Dep6sito legal: M. 32.879 .. 1971


ADVERTENCIA

Con alguna frecuencia, en los talleres gráficos ocu l'ren


ciertas anontalías que no pueden explicarse ni justificarse.
Son efectos sin causa aparente que trastornan los origi­
nales sometidos al polvillo de la composición, sin que
exista nadie sobre quien la culpabilidad del su­
ceso.
Para que alguien cargue con la responsabilidad de es­
tos pequeños y anisteriosos acontechnientos, se ha ideado
la aparición del ya célebre "duende de la imprenta".
Este personajillo, siempre sin mala intención, se dedica
a hacer travesu1as, cambiando letras, suprhniendo párra­
fos, intercalando signos, o aumentando renglones, circuns­
crito a un humor ingenuo e intranscendente, pero que
a veces cambia totalmente el sentido de una frase , o deja
incompleto un capitulo, o afiade estrambote .
En esta ocasión, nuestro peque:fio y juguetón protago­
nista ha escamoteado la partida nñ•nero cuarenta y cin­
co de la presente obra, de fornm que el PI'htler tomo
tertninó con la partida 44 y este seg11ndo volurnen co­
mienza con la 46. Como la mencionada partida en "off ",
corresponde al Capitulo n, "El ataque de las piezas en
ambos flancos", del anterior tomo, la copio a continua­
ción para salvar la que dejaría incompleto el in­
teresante texto de Kotov, si bien suprhrdendo los comen-
tarios, cuya extensión los limites previstos.
6 A. Kotov

N.o 45. DEFENSA FRANCESA


Blancas: Mujjang Negras: Alekhine.

Paris, 1923

1. P4R, P3R 24. ese, T2C


2. P4D, P4D 25. T x P, P3T
3. P5R, P4AD 26. C3A, P5A!
4. P3AD, C3AD 27. D2R, D5R!
5. C3A, P3A 28. Dl D, C3A
6. A3D, A3D 29. Tl R, C x T!
7. D2A, P4A 30. T x D, PD x T
8. P4CR, P3CR 31. C4T, P6R!
9. PC x P, PC x P 32. DST+, RlA
10. P x P, Ax P 33. P x P, Px P
11 . D2R, D2A 34. A x P, AJA+
12. CD2D, CR2R 35. C3A, Rl C
13. C3C, A3C 36. D3T, A4D
14. CD4D, A x C! 37. A x P, T3C
1 5. P x A, D3C 38. D5T, A5R
16. D3R, ese 39. A5C, T6A
17. A1C, Tl AD 40. Rl C, TxC
1 8. A2D, C7A+ 41 . D4C, C4C
19. AXC, DxPC! 42. P4T, C6A
20. Tl CD, DxA 43. R2T, T7A+
21. T x P, DxP 44. R3T, A4A
22. 0-0!, Tl CR+ 45. Rinden.
23. RlT, D7A!

Al mismo tiempo deseo poner en antecedentes a quien


leyere, que el traductor ha respetado muchos giros del
idioma ruso, y así podrá leerse "duplicar torres" en vez
de "doblar torres", o "peón de paso" por ''peón pasado"
y también "retroceder el caballo,, en lugar de "mover el
caballo", amén de otras novedades análogas.
Al hacer la revisión técnica, me he permitido corregir
alg
....unos
.. de estos pasajes, pero en otros casos he dejado el
texto tal y como ha sido traducido, para que el lector
pueda tener un motivo donde formular sus impresiones.

JULIO GANZO
CAPITULO 111

El instinto defensivo

"Ataque", "atacar". ¡Cuánto romanticismo encierran


estas palabras! ¡Qué cuadros tan brillantes dibuja la
imaginación a propósito de estas ideas! En seguida se
hnagina uno las marchas rápidas, lanzados al paso del
tanque, los jinetes a toda brida con los sables desenvai­
nados :flotando tras los abrigos de fieltro, la recta forma­
ción de infantería con los fusiles inclinados hacia ade­
lante.
Al mismo tiempo, qué prosaica y cotidianamente sen­
cillas suenan las palabras: "defensa'', "rechazar el ata­
que". Sin embargo, es bien sabido que psicológicamente
es mucho •nás difícil aguantar a pie :firme el ataque del
enemigo que correr a sus trincheras; es más difícil es­
perar que se acerque el tanque, que destruir en plena
marcha la línea parapetada del enemigo. No en vano
existe una conocida y profunda sentencia: "defenderse
es más difícil que atacar".
La historia conoce muchas guerras ganadas con una
razonable defensa a tiempo y el consiguiente paso al
contraataque sobre el enemigo cansado.
El ajedrez es una forma de la lucha de dos fuerzas;
en él, lo Jnismo que se refieja el sol en un pequeño es­
pejo, aparecen las mismas leyes que en los gigantescos
acontecimientos de las guerras hun1anas. Igual que en
otros aspectos de la lucha, defenderse en ajedrez resulta
mucho más dificil que atacar. Con ayuda de la inteli­
gencia, una defensa bien organizada, puede en una se­
rie de casos, rechazar el ataque del eneraigo, liquidar
sus amenazas y al pasar al contraataque, lograr una
convincente victoria realizando con esto una interesante
y positiva partida. Muchos importantes ajedrecistas, por
este sisterna, lograban resultados prácticos mucho tnás
importantes en los torneos que los rná,s brillantes aje­
drecistas con tendencia a la combinación. Basta decir
que un gran núntero de partidas ganadas en los torneos
8 A. Kotov

y los matchs por los campeones mundiales W. Steinitz


y E. r .a.s ker lograron la Victoria como resultado de
def � bien llevada y el consiguiente paso al contra­
ataque. Estos dos destacados genios del ajedrez "reinaron"
en el mundo ajedrecístico a lo largo de 55 años
(1866-1921).
Puede gustar o no la defensa; sin embargo, cada aje­
drecista bueno está obligado a saber defenderse de for­
ma obstinada y tenaz. El más fogoso ajedrecista de ten­
dencia activa estará indefenso en los torneos si no
aprende el buen procedimiento de la defensa ajedrecís­
tica. Precisamente por eso en la creación de los famosos
ajedrecistas se combinan armónicamente estos dos mo­
mentos fundamentales de toda lucha: el ataque y la
defensa.
Alekhine era un maestro inigualable en el ataque. No
obstante, en su larga práctica ajedrecística, en los en­
cuentros con sus contemporáneos de talento, caía mu­
chas veces en düícil situación que exigía una larga y
tenaz defensa. Si no hubiera ashntlado a tiempo la téc­
nica de la defensa, si no conociera los importantísimos
métodos que conducen a la defensa ajedrecística, natu­
ralmente, algunas veces no hubiera podido conseguir tan
destacados resultados prácticos. Solamente con los ata­
ques, únicamente llevando un plan agresivo, no era po­
sible conseguir tantas victorias, no se podía mantener el
título de gran ajedrecista del mundo a lo largo de dieci­
siete años.
Con frecuencia suelen escucharse opiniones de que a
Alekhine no le gustaba la defensa, que no le iban las
posiciones en que tenía que rechazar el asalto del ene­
migo, subordinarse a sus pensamientos, a sus planes.
Esto puede ser cierto. Sin embargo, en la práctica del
ajedrez es frecuente tener que renunciar a deseos, olvi­
darse de los propios gustos, y llevar a cabo aquello que
induce a realizar la posición.
Alekhine, como profundo filósofo ajedrecista, natural­
mente, comprendía perfectamente que era imprescindible
saberse defender bien y, según verá el lector, supo des­
arrollar en sí, tal vez incluso con la voluntad de su
propio carácter, una destacada calidad de maestro de la
defensa. Los métodos defensivos en las partidas de Ale­
khine tienen un carácter especial, en algún sentido son
distintos de los principios de defensa de otros maestros,
pero representa un gran valor para la teoría ajedrecís­
tica. Tratemos de estudiar las particularidades que en­
cierra la maestria defensiva de Alekhine.
Herencia aiedrecística de Alekhine 9

Sentido de peligro
Ante todo, para defenderse, uno tiene que saber que
le es imprescindible la defensa, y comprender a tiempo
que su posición es peor. Es necesario atrapar quebra­
dizo momento corresponde ya pensar, no en el
ataque, sino en la defensa, y comprender que no es ad­
misible la dilación con la defensa. A veces sucede que
tal o cual ajedrecista continúa tranquilamente haciendo
maniobras o prepara la operación de ataque, cuando ya
hacia mucho tiempo que debfa pensar en la defensa de
las debilidades de su propia posición. Cuando se acuerda
de esto y comienza a preparar la def , veces
suele ser tarde: las medidas de defensa aparecen tardfas,
la posición se derrtnnba, y la futura resistencia se hace
inútil.
Saber comprender a tiempo cuál es el momento de rea­
lizar acciones defensivas, cambiarse del ataque a las me­
didas activas de la defensa es una enorme virtud del
rnaestro de ajedrez. Saber prever el peligro, prevenirlo
en su momento, es la garantía de los grandes éxitos de
competiciones ajedrecísticas. Esta cualidad, que poseen
los ajedrecistas del "sentido del peligro", cada compe­
tidor ajedrecista joven debe desarrollar en sí, porque
será una garantía contra inesperadas cosas desagradables
durante la partida. Desarrollar en si el "sentido del pe­
ligro" no es nada fácil, tal vez más difícil que otras cua­
lidades del ajedrecista, ya que para esto se exige un ma­
ravilloso conocimiento de la posición ajedrecística y una
condición muy particular del carácter: gran de
voluntad.
Vamos a examinar, pues, cómo surgió esta importan­
tfsima cualidad en la creación del maestro aj
Alekhine.

Spielmann Alekhine

Nueva York, 1927

1 . P4R, P3R 3. C2D, P4AD


2. P4D, P4D 4. P x PA, • • •

En aquellos tiempos todavía cambiaban en esta situa­


ción, hasta que se convencieron de que las negras, sin
dificultades, podían recibir una buena posición.
10 A. Kotov

4. ... AxP 1 6. P x P, PxP


5. A3D, C3AD 1 • • • • • •

La primera equivocación. Contestando 6. . . D x P las .

negras equUibran fácUmente el juego. Alekhine realiza


CUJ'iosa variante demostrativa para su acercamiento
al principio del desarrollo de la partida y precisamente:
'1. D4C, C4R; 8. DXP, A5D; 9. D3C, C3AR y las
negras se convierten en muy activas.

7. C3C A3C f 8. C3A CR2R


Otra vez una mala jugada, el caballo no tiene por qué
ir a 2R, su sitio está en 3A. Lo más importante ahora
es que las negras, durante largo tiempo, no consiguen
sacar su alfil a 5C, porque en este caso corresponde una
elemental combinación de las blancas AXPT+ y C5C+.

9. 1 1 0. P3A • • •

Las blancas llevan un plan de juego preciso, aunque no


complicado. Se refuerzan en el punto 4D tratando, des­
pués de una serie de cambios simplificadores, de conducir
el juego a final de partida, donde se les presenta la posi­
bilidad de jugar con el débil y aislado peón 40. Con esta
ftna.lidad en las siguientes j ugadas, Spielmann realiza
todavía el cambio de los alfiles negros.

1 0 ... D3D 1 2. A3R ! AxA


1 1. T1 R C3C 1 3. T x A A5C
Por fin surgió esta importante jugada, pero como de­
muestra la contestación de las blancas, resultó tardía.
Alekhine considera que debe renunciar aquí a la sim­
plificación y j ugar 13 .... , CR4R para buscar posibilidades
en la futura simplificación de la lucha.

1 4. A x C I • • •
1 • • o • • o

Muy fuerte y, sobre todo, lógico. Las blancas cambian


su alfil que no desempe:fia un papel importante en el
bloqueo del peón 40, por el caballo negro, y al que se
le pueden presentar grandes perspectivas ante el asal to
a la crítica casilla 5D.

14. ... PA x A! 1 • •• • • •

La defensa está fundada en el profundo conochniento


de la posición. Por lo visto Alekhfne comprendió que
Herencia a;edrecística de Alekbine 11

su juego de apertura, un tanto voluntarioso, podía con­


cluir tristemente. Justo se le ocurrió esta decisión en
el momento más conveniente. Si las negras hubieran to­
mado en 3C con el peón '"l'R" entonces después de 15.
P3'1'R las blancas, ante cualquier respuesta del enernigo,
hubieran bloqueado sólidamente el punto 4D y hubieran
empezado un premeditado ataque al peón 40. En este
caso, las negras no tendrían ningún contrajuego y ha­
brían de organizarse con una defensa pasiva. El "sentido
del peligro" había sugerido a Alekhine que era preciso
tornar urgentes medidas de defensa, y su futuro juego
demuestra de modo escogido y enérgico que encontró
todas las nuevas posibilidades de rnantener la posición.
La decisión de ton,ar con el peón 2A, exige un fino
recuento de todas las posibilidades de la posición.
negras debilitan el punto 3R y junto con él toda la
línea "R". Sin embargo, al lado de esto reciben la posi­
bilidad de un activo contrajuego por la línea " AR", que
se está abriendo. Esta situación cl1ficulta a las blancas
el bloqueo del peón 4D ya que el caballo 3A tiene que
cubrir el punto 2A y de esta situación, al fin y al cabo,
se aprovecha Alekhine para deshacerse del peón 4D que
en la posición actual se convierte en una desagi adable
debilidad.

1 5. P3TR A4A 1 • • • • ••
12 A. Kotov

conveniente a las blancas que tienden hacia el flna1 de


partida.

16. CD4D TDl D 1 • • • • • •

Peor 16. . . . , A5R ; 17. ex e, después de lo cual se


hace necesario atacar con la darna en 3A, ya que esté.
completamente xnal 17 . . , A x C; 18. C7R+, o x c; 19.
. .

TXD, AXD; 20. TXA.

1 7. CxA, TxC 1 1 8. D2R!, • • •

Spielmann lleva excelentemente la partida y se apo­


dera para "siempre" de la línea "R" . Ahora las negras
tienen que jugar no solamente con exactitud, sino tam­
bién enérgicamente, porque si se demora, el enetnigo
desarrollará una actividad mortal por la linea abierta,
donde las negras tienen los débiles puntos 3R, 2R y lR.

1 8. . .. 1 TDlAR 1 1 9. TlR D4A!


Fa'a preciso retirar la dama de la casilla 3D , para
jugar P3TR y esconder al rey en 2T . De lo contrario,
al rápido movimiento del peón 2'1' las blancas hubieran
jugado 20 . T6R.

20. TBR, P3TR 22. DSAI • • •

21 . D6R + , R2T • • • • • •

Sobre la posición de las negras caen nuevamente peli ­


grosas amenazas. Las blancas quieren tontar sencilla­
mente el peón 2CD. ¿Cómo defenderlo? Se impone la
contestación 22 . . . . , P3C. Alekhine escribe que esto pierde
en seguida a ca de 23. P4CI > , sin embargo, se equi­
voca. Después de 23 . . . . , D3D (única respuesta, porque
es preciso defender la torre lA) 24. TlR 6R , a lo que
por lo visto, contaba el campeón del mundo, surge
una bonita réplica 24. ... , C2R! y no se ve la posibi­
lidad de que las blancas reciban la supremacía. A la
to1na en 7R por cualquier torre le corresponde 25. . .. ,
DxT, si 25 . TxD, entonces 25 . ... , CxD ; 26 . TxT,
CXT; 27. T8D, C5R ó 26 . '1'1 18D, TXT; 27. TXT, C3D
y el juego está normalmente igualado. De este modo,
indicado por Alekhine, 23. P4CI>, no deja nada a las
blancas.
Se puede intentar proseguir el ataque con la jugada
23. TlR -6Rf. Después de esto a las negras les queda
solamente dos for1nas de evitar la rápida pér dida nl8 -
terial, y los dos combinadas: 23. . . . , C5D y 23. .. , C4R..
Herencía aiedrecística de Alekbine 13

En el prhner caso, las reciben un notable me-


jor de partida después de 24. c xc , D x D; 25. TXD,
T x T; 26 . CXT, PXC; 27. T6D! (pero no 27. T5R, P5D
con tablas) 27 . . . . , TlRI (ó 27. . . . , T4A ; 28. P4AR con
el subsiguiente paso del rey a 4D) 28. RlA, T4R; 29. T/1 1
con inevitables pérdidas xnateriales para las negras. Sin
embargo la segunda jugada 23. . .. , C4R conduce a tablas,
por ejemplo : 24. CID, DXD (pero no 24 . . .. , T x P en
vista de 25. DXD, TSA+ ; 26. R2T , PXD ; 27. TXTlA ,
T x TA; 28. T x c, P x C ; 29. PxP, con contrapeso para
las �) 25. TXD, TXT ; 26. CXT, PxC; 27. TxC ,
P5D con un futuro final de partida tablas.
Era mejor variante para las blancas 23. P4CD, D3D;
24. D6R, conservando su contrapeso de posición. De
este modo, 22 ., P3CD dejaba a las negras todas las
. .•

esperanzas de retener la posición y lograr las tablas .


Si nembargo, no está en el carácter de Alekbtne llevar
una defensa pasiva y trae una xnaniobra pensada de
mucho antes, librando su posición del peón aislado.

22. ... P5D 1 23. P x P, D3D


En este sentido era la •aaniobra de las Ante-
naza 24. . . , C2R, y 24. D x P, no les conviene a las
.

blancas a causa de 24 . . . . , c x P; 25. c x c, D x c con


contrapeso en las negras . Queda sola continuación.

24. T x T, TxT 1 25. D6R,


14 A. Kotov

Spiehnann deja escapar la posibilidad de dificultar


al máxitno al enemigo el conseguir tablas . Más dificul­
tades tenían las negras despu és de 25. D x P, por
ejemplo: 25 . , TlCD ; 26.D7AR, T x P ; 27. T6R, TSC+ ;
. . .

28. C1R , ó 26 . . . . , C x P; 27. CXC , DXC; 28 . P3Cil .


Sin embargo, también aquí las negras conseguían tablas
por medio de 25. . . . , C x P ; 26. c x c, D x C; 27. TlAR,
TlR 1, y las blancas no tienen la posibilidad de aprove­
char el peón de más.

25. . .,
. DSC ! 1 • • • • • •

Atacando en seguida en 50, 7CI 1 y 6AR porque ame-


26. ... , T x c ; 27. P x T, C x P y seguidamente 28 .
. . . , DXT+ y 29 . . . . , CXP+.

26. D3C, • • • 1 • •• • • •

1 1espués de esto el futuro final de partida termina en


tablas. En caso de 26 . D4R, DXP; 27. T1C, DX P; 28.
T x P, D5A; 29. TlAD, T3A , igualmente las negras se
salvan, ya que a 30. C5R corresponde 30. . .. , D x P.

26. . . . , DxD 29. RlA, T4CD


27. P x D, Tl D 30. T3R, P4TD !
28. T4R, T4D • • • • ••

Las medidas de Ale e en el final de partida son


enérgicas. La jugada 31. R2R, . . . ahora es imposible a
causa de 31. . .. , P5T, con tablas.El intento de Spiehnann
Herencía ajedrecística de Alekbine 1'

de colocar su torre detrás del peón 40, per•nite


a Alekhtne conducir su caballo al centro.

31 . T3D, R1 C 33. R2D, R3R


32. R2R, 34. R3A C2RI
Ahora las negras bloquean ya el peón 4D y al •nJs1no
tiempo inducen al rey ene•nigo a caer en la trampa 35.
R4A, T5C+; 36. R5A, P3C l«ate.

35. T3R + , R3D 38. R2D, C4D


36. R2A, C4D 39. • • •

37. T4R, CSC+ . o . • • •

con tablas. No daba nada 39. C5R,


TXP; 40. C4A + , R2A; 41. T5R, C3C .

39. . ,
. . C5C + 41 . Tablas
40. R2D, C4D • o • • • •

N.o 47. GAMBITO DE D


En la partida 20 del tch Ale Capablanca se
babia jugado la variante de gambito de dama, encon­
trada muchas veces en este •natch.

Alekhine Capablanca

l. P4D, C3AR 8. A3D, PxP


2. P4AD, P3R 9. A x PA, C4D
3. C3AD, P4D 1 0. A x A, DxA
4. A5C, A2R 1 1. C4R, C4D-3A
5. P3R, 1 2. C3C, DSC+
6. C3A, CD2D 1 3. D2D, D x D+
7. TlA, P3A 14. R x D, Tl D
En esta situación, unas cuantas partidas antes, Ale­
khine opta por la jugada 15 . R2R, pero no recibe la
En la presente partida decide hacer la ju­
gada recomendada por Orunfeld, sin embargo Capa­
blanca bien preparado para esta continuación re chaza
enérgicamente la desafortunada elección de G eld .

1 5. A3D ? P4R ! 1 • • • • • •

Decisivo y enérgico. El sacrificio del peón es sólo apa-


rente , porque es peligroso y resulta imposible
retenerlo.
En esta situación se le presenta a un diffcn
16 A Kotov

proble•na: ¿Cómo jugar? ¿Qué dirección darle a la lucha?


Lo mejor es ir por un camino sin peligros, llevarse al
rey de la linea "D" 16, R2R. En los comentarios a esta
partida, en el libro sobre el match, los autores G. Le­
venfich y P. consideran que esto casi
pierde después de 16 . . . . , PxP; 17. CxP, C4R; 18. A1C,
P3C1 1 ; 19. CXP, A3T+: 20. RlR, CxC; 21. TXC, A2C;
22. TI 11A, AXP; 23. T1C, A6A; 24. C5A, P3C; 25. C4D,
A4D. Sin embargo, tal apreciación está basada en una
penetración poco profunda en la posición. Aden1ás de
esto, que 18. A5AI (en vez de 18. AlC) conduce a un
juego equilibrado; y en la posición después de 25. . . . , A4D
apreciado por los autores antes indicados, como benefi­
cioso para las negras, la elemental 26. P3A, con la
consiguiente 27 . R2A, ofrece a las blancas, tal vez,
incluso un contrapeso no grande, en vista de la fuerte
posición del caballo 4D.
Sin embargo, el ca•nino escogido por Alekhine le ga­
rantiza la posibilidad de conservar, sin dificultades, una
posición equilibrada.

1 6. P x P, ese 1 • • • • • • •

¿Quién está en mejor situación? Se puede apreciar la


posición sólo penetrando profundamente en el secreto
de las posibles variantes. 81 Alekhine se negó en la si­
guiente jugada a las tablas, quiere decir que no consi-
deraba su posición. Y tenia razón.
Herencia ajedrecística de Alekhine 17

T,as blancas tlenen un caJnino de lucha tranquila, que


comienza con la jugada 17. R2R. Vamos a examinar
las posibles continuaciones. A primera vista parece que
después de 17. ... , CDXP; 18. CXC, CxC; 19 . TR1D,
P3CI 1! las blancas no están bien, ya que está mal tontar
en 7'1'R a causa de 20.. .. , RXA; 21. TxT, A3T+ y las
negras ganan. Si juegan 20. AlC, entonces después 20.
. . . , A3T+; 21. RlR, PID la iniciativa está en manos de
las negras, por ejemplo: 22. TXT+, TxT; 23. TlD,
TXT+; 24. RXT, A6D!
Y de todos modos 17. R2R, llevaba a un completo
equilibrio, ya que a 18. CDXP, CXC; las blancas deben
jugar no 19. TRlD, sino 19. A5A, con un completo equi­
librio en el juego.
Es posible que la siguiente jugada de Alekhine surja
como resultado de algún error en las variantes, tal vez
se explica por el deseo de forzar sin falta al enemigo a
una aguda pelea, a borrascosos obstáculos. Pero es indu­
dable que el movimiento del peón central coloca a las
ante dificultades y ante la obligación de buscar
maneras pocos comunes de desarrollar el juego.

1 7. P 6R, C2-4R 1 • • • • • •

Más débil 17. . . . , CXPA; 18. PXC, TxP; 19. T3A,


CxT; 20. cxc, etc.

18. C x C, CxC 20. T3A, P4CD!


1 9. P x P+, RxP • • • • • •

Amenaza 21. ..., P5C y 22. . . . , A3T. No salva 21. P3'l'IJ


a lo que las negras realizar la x:nisma ntaniobra. Lógica­
mente también mal. 21. P4C, en vista de 21. . . ., P4'1'1 1.
Finalmente, la retirada con el rey tampoco mejora las
cosas de las blancas. Después de 21. R2R, las negras
ganan por el camino 21. .. ., P5C; 22. T3C, CXA y 23.
. . . , A3T; si 21. R2A, entonces 21. .. . , P5C; 22. T3C,
A3R. •

En este momento, sin duda, el "sentimiento del pe-


ligro" sugiere a Alekhine que ha llegado el momento
de las acciones decisivas, y encuentra una posibilidad
oculta de recibir un juego totalmente equilibrado con
la ayuda del inesperado sacrificio de la calidad.

21 . P4A!, PSC 23. R x P, • • •

22. P x C, P x T+ • • • • • •

Caracteristico ejemplo del artistico acercamiento de


Alekhine a valorar la posición. Si se u1tra desde el punto
2
18 A. Kotov

estadfstlco de adjudicar debllidades, puede decirse que


las cosa,s de las blancas van mal ; tienen déblles los peo­
nes aislados 3R y 5R, que habrán de perecer, después de
lo cual el contrapeso terial de las decidirá la
solución de la partida. Pero Alekhine parece que tiene
en cuenta la diné.mica de la posición, y precisamente
que el rey de las negras sufre el ataque de todas las
piezas blancas, los peones negros están destrozados y
vía tienen que llevar a la lucha las piezas del :flanco
de dama. Todo esto ofrece a las blancas la posibilidad
de emprender un juego vivo, que les da buenas posibi­
lidades.

23. . .,
. R3R! 1 • •• • • •

Capablanca está en su elemento, el final de partida ha


sido siempre su lado fuerte. Si las negras· se hubieran
enganchado al peón 2TR, j ugando 23. . . , P3C, entonces
.

después 24. C4R, R3R <de otro modo, 25. A4A+> 25.
C6D, TIA ; 26. R4D, T7A ; 27. C4R, T X PCR ; 28. TlAR,
el ataque de las piezas blancas hubiera sido irrecha­
Eable. También está mal 23 . . . . , T lR ; 24. A4A + , R3C (24.
. . . , A3R ; 25. C5A!) 25. R41 > , y la posición central de las
blancas es muy amenazadora.

24. C2R!, • • • 1 . . ., • • •

Antes de tomar el peón 2'l'R , Ale · e traslada el ca­


ballo a 3A para cerrar la linea " AR".

24. . ,
. . RxP 26. A x P, P4A
25. C4D, A2C 27. C3A+, R3A
Si las negras hubieran eliminado el caballo 3A, enton­
ces después de 27 . . . . , A x C ; 28. P x A, TlT; 29. A4R,
TDlAD ; 30. TlCR, las posibilidades de las blancas hu­
bieran sido todavía mayores que en la partida.

28. A3D, TlR 1 29. TlR, AxC


De otro modo las blancas jugaban P4R cohibiendo el
alfil 2C.

30. P x A, TlT 1 31 . T2R, TST


Capablanca jugó con exactitud esta parte de la par­
tida. Ahora amenaza después de doblar las torres con
ganar el peón 2'l'R y recibir posibilidades reales de vic­
toria. Alekhine se ve obligado de nuevo a resolver el
dificU de su defensa.
Herencia ajedrecística de Alekhine 19

32. A4R !, TlD 35. P x P, T x PC


33. P4TD, P4C 36. A3D, • • •

34. PST, P5C • • • • • •

Ahora la partida se rápidamente hacia tablas.

36. . ,. .. TSTD 38. P6T, Tl AR


37. T2A+, R2R 39. T2CR, P5A?
Por este camino, Capablanca decide forzar el cambio
del peón 6T por el peón 5A lo que ya no resulta un j uego
para ganar, sino el deseo de asegtlrarse las tablas. Ade­
más, esta j ugada es la pérdida de un peón.

A x P ?, • • • 1 • • • • • •

Ganaba el peón. 40. T7C+, R3A; 41. T6C + , R2A; 42.


T4C! , ó 40 . ... , T2A; 41. TXT+, RXT; 42. AXP (va­
riantes de Alekhine).

40. . .,
. TlA J 41. P3C,
Retener el peón 6T resulta imposible.

41 . . . . ' Tx P 43. R4D, TlTR


42. P4R, TST Tablas.
En los ejemplos traídos, el ccsentido del peHgro" indica
a Alekhine a tiempo lo imprescindible de a la
defensa, y obligada a buscar carninas para
20 A. Kotov

estable y esperanzadora. El lector ya se ha convencido


de que para sentir y reconocer a tiempo el peligro del
ataque hace falta penetrar sabiamente en el secreto de
las posiciones. saber discernir lo que ocurrirá primero.
escoger en la abundancia de posibilidades, calcular las
variantes. En los dos ejemplos siguientes Alekhine, con
una fina visión de la posición, supo discernir las futuras
amenazas y encontrar un camino racional hacia la sal­
vación.

N .o 48. GAMBITO DE DAMA


Capablanca Alekhine

9.• partida del match, 1927

1. P4D, P4D 4. ASC CD2D


2. P4AD, P3R 5. P3R, P3A
3. C3AD, C3AR 6. D2A, • • •

Interesante novedad especialmente aportada por Capa­


blanca a esta partida. La práctica de futuros torneos ha
demostrado que el sistema ideado por Capablanca así
llamado Cambridge de velocidad de variante es muy
hutuano y hasta ahora aparece como uno de los mejores.

6. ,. . . D4T 8. P4R!,
7. P xP, C xP • • •

En este sentido es la inventiva de Capablanca. Si

ahora 8. . . . , C 5C entonces las blancas juegan 9 . D2D ,


C7A+; 10. D X C, DXA; 11. C3A, con notable distancia
de contrapeso.

8. . ,. . CxC 1 9. A2D, • • •

Esta jugada , obligada pero muy fuerte, coloca ante


el enemigo difíciles problemas. Si las negras juegan
ahora 9 . . , P4R , como aparece en las últimas partidas,
. .

entonces por el camino 10. P x C, P x P; 11. P x P, A5C;


12. TlC , AXA+; 13. DXA, DXD+; 14. RxD, las
blancas reciben un notable mejor final de partida.
Alekhine, naturalmente, comprende en seguida que la
novedad de Capablanca da a las blancas un gran con­
trapeso de posición. Es preciso buscar la salvación y en­
contrar posibilidades para realizar con todos los dere­
chos el contrajuego, de otra f el empuje de las
blancas con tomar medidas peligrosas.
Herencia aiedrecística de Alekbine 21

El campeón ruso supo profundizar en los n1ás hondos


secretos de la posición, escoger en el sinnúmero de va­
riantes la única posibilidad de retener el contrapeso en
la posición.

9. . . ., DST ! 1 10. D X C, P4TD!


Con las ·dos últimas jugadas, las negras han colocado
a su dama en una situación muy peligrosa. ¿Sabrá eva­
dirse de la casilla 5T rodeada y a punto de ser alcanzada
por las piezas blancas? Esta es la cuestión que tiene que
resolver Alekhine, y de la que depende el destino de
la partida. '

11. C3A, f • • • • • •

Prevenir la jugada , A5C por el carnino 1 1 . P3'I'I >


. . .

no tiene sentido y el alfil va alli de todos modos.

11. . .. 1 ASC 13. P3TD, • • •

12. DlA, • • • • • •

Se hace preciso perder un tiempo importante. En caso


de rápido desenvolvimiento del alfil lAR, por ejemplo
13. A3D, corresponde contestar 1 3. ... , P4AD después de
lo cual 14. 0--0, P x P libera a la dama negra.

13. . .. 1 A x A+ 1 14. D x A, P4R !


Solamente este golpe, previsto sin duda por Alekhine
22 A. Kotov

vía antes de contar con las variantes en la 9 jugada


ofrece a las negras la dad de liberar a su da1na.
Perdía en seguida 14 . . . , a causa de 15. TIA, PxP;
.

16. C X PD!, y contra las 17. T4A, y 17. A5C,


no hay defensa.

15. T1A, • • •
1 • .. • • • •

Permtte liberarse a la dama de las negras. Sin em­


bargo, otras posibilidades para tapar la red no
éxito. Cada retroceso de la daana de 2D a las casillas
3R y 3A tiene sus defectos. Así a 15. D3R, . .. corresponde
15. . . ., PXP; 16. CXP, P4AD; 17. C5C, D7A y la dama
negra a través de la casilla 7CD se "a casa".
<Véase ).

15. . . ., P XP 1 16. T4A, • • •

El reconocimiento del hecho que la operación de "caza"


de la dan1a ha concluido sin resultado. Por otro lado
tampoco 16. CxP, . no da nada a causa de 16
. . , . . . .

TlR! Esta brillante j ugada despoja a las blancas de


todas posibilidades de supremacía, ya que no tienen con­
testación 17. T4A, . . . a causa de 17. .. , T x P + ; 18. A2R,
.

D x T, y 17. P3A, ... después de 17 .. , C3C conduce a una


. .

posición en la que las blancas tienen que jugar con


mucha atención para no caer ellas mismas en desgracia.
Nattu·almente, el cuidadoso Capablanca escoge una va­
riante en la que nada le amenaza.
Herencia ajedrecística de Alekhine 23

16. . . ., D4C J 17. T x PD, D4ADI


Otra sutileza, indudablemente decidida en la 9.• juga­
da. Está claro que no se puede tomar en 7D porque en
este caso 18. TXC, AXT ; 19 DXA, •r1 1 10; 20. D7A,
DBA +, y las negras ganan sin dificultades.

18. A2R, D2R 1 • • • • • •

Por fin, después de la jugada 12, la dama, vagabunda


por los campos minados, regresó intacta a su base .

C4A 21. P3T, AxC


ASC 1 • • • • • •

Después de las nerviosas experiencias de la apertura,


ambos eneznigos no se percatan que la partida se acerca
a tablas.

22. A x A, TRl D 25. on, TxT+


23. TRl D, C3R 26. A x T, D2A !
24. T x T + , TxT • • • • • •

La última medida defensiva: a 27. D8T + , las negras


responderán 27 . . . . , DlD, con el cambio de dama.

27. A3C, P3T 31. P4A, D x PA


28. A x C, PxA 32. D x P + , R2T
29. D4D, P4A 33. DSD, DSAD +
30. D4A, D4R Tablas.
Otro ejemplo del mismo match, en el que Alekhine
supo discernir el peligro, calcular todas las posibilida­
des de posición y encontrar un camino sutil hacia las
tablas.

N.o 49. GAMBITO DE DAMA


Capablanca Alekhine

15 partida del rnatch, 1927

1. P4D, P4D 7. Tl A, P3TD


2. P4AD, P3R •
8. P3TD, P3T
3. C3AD, C3AR 9. A4T, PxP
4. ASC, CD2D 10. AXP, P4A
5. P3R, A2R 11. P x P, C xP
6. C3A, 1 12. A2R, P3CD !
Esta conocida variante teórica apareció en la partida
24 A. Kotov

13 del mismo match. Capablanca habla enrocado, ahora


lleva otro plan.

13. D x D, AxD 1 • • • • • •

Inexactitud, que conduce a dificultades para las ne­


gxoas. Era correcto 13 . . , TxD; 14. P4CD, CD2D.
. .

14. 1 C6C 1 6. C2D!, CxC


1 5. TDl D, A2C 1 17. t x e, • • •

Vamos a detenernos un tninuto en esta posición. A


primera vista las negras no están mal, sin embargo un
análisis atento demuestra que tienen que jugar con mu­
cho cuidado, para no caer en zona de dificultades irre­
chazables. La imperceptible a simple vista debilidad de
los peones del :flanco de dama permitirá a las blancas,
si el enemigo no toma enérgicas medidas, realizar una
fortíshna presión en las líneas centrales y en el flanco
de dama.
Se sugiere 17. . , A2R sin embargo, a esto puede se­
. .

guir 18. TR1D, . . 6 18. C4T,


. en el primer caso des­
. o .

pués de 18. ..., TRlD; 19. C4T, ... o incluso 19. P3A, o o o

y las blancas conservan la presión sobre la posición del


enemigo. Se podía haber jugado también 18. C4T, ....
Entonces, la mejor despuesta de las negras es 18. . .. ,
P4CR (mal 18.... , C5R; 19. AXA, CXA; 20. AXT, CxT;
21. A4CJ 1 , . ) pero también aqui 19. AX C, AXA; 20.
. •

C5A, deja la supretnacía a las blancas.


. . .
Herencia ajedrecística de Alekhine 25

Alekhine sabia que dejar esta 1na a


Capablanca en el final de partida era muy peligroso.
comprendió intuitivamente que era imprescindible li­
quidar del modo más decisivo la presión de las piezas
del enernigo, y empezó a buscar caminos. Con el futuro
juego demuestra que se babia creado en el tablero una
posición en la cuál la novena jugada forzada por la com­
binación con el sacrificio del peón arrebata completa­
mente a las blancas cualquier posibilidad de jugar para
ganar. He aquí esta combinación.

1 7. .. ,
. C5R ! l 18. C x C, A xA!
Tomar el caballo 4R es peor a causa de 19. AXAlD,
TR x A!; 20. TRlD <naturalmente, la no toma en lD
y 3T como la torre negra, entremetiéndose en la segun- •

da horizontal establece pronto el equilibrio 1naterial) y


se conserva el contrapeso de las blancas.

1 9. C6D, A4D 20. P4R, TRl D !


1

1
El sacrificio del peón teniendo por objeto el paso a
final de partida con alfiles de distinto color.

21 . C x P, RxC 23. T x T, PxT


22. P x A, TxP 24. Tl D, AlA !
De nuevo, la jugada más fuerte. En caso de 24. . . . ,
R3R; 25. A4C+, R4R; 26. P3CR, A3A; 27. P4A+, . .. el
rey negro hubiera carninado hacia el enroque y podia
sufrir el ataque.

25. A3A, Tl AD 27. P3CD, A7C !


26. A x P+, R2R • • • • • •

Este es el sentido de la idea. Alekhlne cambia las


torres, después de lo cual el contrapeso en un peón no
juega ningún papel ante los alfiles de distinto color.

28. P4TD, T8A 30. A4A, Tablas


29. T x T, AxT • • • • • •

Examinemos ahora la siguiente cuestión: ¿En qué


consiste el sentido de defensa en la partida de ajedrez,
cuáles son los sistemas de defensa, cómo se puede salvar
o incluso ganar una partida mala con su ayuda? Que
el "sentido de peligro" nos diga que es preciso defen­
derse. Pero ¿cómo defenderse, en qué consiste el plan de
defensa, cuáles son sus métodos?
26 A. Kotov

Pueden Indicarse unos cuantos can-:dnos de defensa,


que se encuentran en las partidas de ajedrez. Su elección
depende de la posición, del desarrollo de la lucha, de la
individualidad del jugador. En las partidas de Alekhine
vamos a exa1nJnar los siguientes métodos de defensa:
1) Crear al enertdgo las máxhnas dificultades ante la
realización del contrapeso ; 2) La shoplificación, y el
a final de partida ; 3) La preparación y realización
del taque
.

Creación de las máximas dificultades


Este principio de la defensa no exige grandes aclara­
ciones. Si la supremacía está de parte de su enemigo,
entonces, sencillamente, va a tratar de aprovechar su
contrapeso y llevar la partida hasta la victoria. Ante
esto, aprovechará aquellas especiales posiciones que le
determina su contrapeso. Así, si tiene un peón pasado
procurará llevarlo más lejos, hacia la octava horizontal ,
si tiene contrapeso en la distancia, tratará de presio­
nar totalmente su posición, "ahogarle,, sus piezas, y si
hay ataque al rey tratará de coronar la lucha con el
te.
¿ Cómo llevar la defensa contra la esforzada presión
de las piezas del enemigo ? ¿ Cómo rechazar el empuje
e inclinar el platillo de la balanza en provecho propio?
El método más claro y natural de defensa se muestra
con la vida misma, de forma análoga a otras visiones
de la lucha. Allí donde el enemigo ataca, el que se de­
fiende, ante todo, tiene que procurar colocar en su ca­
mino cuanta 1nás resistencia le sea posible, crear las
tnáximas dificultades, a su desencadenado ataque. Esto
conducirá al enemigo a vencer estas resistencias, pensar
cómo esquivarlas, liquidarlas ; esto, naturalmente, reba­
jará el tiempo de su ataque. Entonces ya se puede pensar
en arrebatarle la iniciativa, y pasar al contraataque.
Parecido cuadro puede observarse con frecuencia en
las partidas de los maestros ajedrecistas. Viendo que el
enemigo tiene mayor ventaj a, que lleva el ataque a tal
o cual parte del tablero, el maestro procura oponer resis­
tencia en el camino de las piezas del enemigo que retar­
darán el tiempo del ataque y frenarán el futuro desarrollo
del ataque. Este método de defensa pasivo, con el que
solamente se prolonga el tiempo del ataque de las piezas
del enetnigo, no obstante resulta imprescindible porque
aparece como el prhner y más importante eslabón para
realizar la defensa. Ya en el futuro, cuando la jugada.
Herencia aiedrecística de Alekbine 27
.

de ataque del enemigo es frenado o casi parado, se pue -

de pensar en arrebatarle la tniciativa , pero en la primera


etapa de la defensa, en los principios de las medidas
de la defensa pasiva, con la ayuda de la colocación de
resistencia en el ca1ntno de las figuras atacantes resul­
tan medidas inevitables que la defensa. En
las partidas de Alekhine esta temporal defensa pasiva
se encuentra con frecuencia. Aunque el campeón 1 nso
por su carácter era hombre de realización ac­
tiva, de todos modos comprendía que en deter1ntnadas
etapas de la lucha es preciso lhnitarse únicamente a
rechazar las amenazas del enemigo , y contener al rnáxi ...

mo el desarrollo de su iniciativa. Tal juego arrastra 1�


subordinación de la propia volunta(- a los intereses y
agresiones del pensamiento enezr.:;go, sin embargo tal
igualdad es completamente imprescindible, ya que sin
ello no puede salvarse la partida, y mucho menos ga­
narla.
Vamos a unos cuantos ejemplos donde Aie-
khine defendta posiciones difíciles, colocando en el ca­
�illno de las piezas atacantes del enemigo la máxinta re.
sistencia.

N.o 50. DEFENSA INDIA DE REY


Alekhine Marshall

Nueva York, 1924

1. P4D, C3AR J 4. P4R,


2. P4AD, P3D 5. P4A,
3. C3AD, P3CR 6. C3A,

.JUgada desafortunada. La teoría actual recomienda
"qui 6 , P4A con tal de que a 7. P x P, jugar 7
. . . . , D4T . .. .

7. A2R, C3A 9. 1 CD2D


8. PSD, Cl C 10. C5CR, • • •

Jugada fuerte que conduce a la debilitación de la po­


stciOn de las negras en el :flanco de rey.

1 o. . , . .
AxA 1 11. D x A, P3TR
Prácticamente 1as negras están obligada..c; a echar ese
ca oallo , que ocupa una posición amenazadora.

12. C3A, P3R 1 • • • • • •

Arriesgada continuación, explicable tal vez porque


28 A. Kotov

no veía la contestación del enemigo en la ju­


gada 16. Dejaba más posibilidades 12 . . , P4R; 13. P X P, . .

P X P con el consiguiente 14 . , D2R ; 15 . . , P4'I'J > blo­


. . . . .

los campos de las negras.

13. PeSR !, PO x P 15. A4A, PxP


14. PA x P, ese • • • • • •

Esperando después de 16. P x P, .. .igualar totalmente


el juego por el camino 16 . , CR x PR: 17. c x c, c x c ;
. . .

18. A X C, T 1R ; 19. D3A, T X A; 20. D X P+, R2T ; sin em­


bargo, Marshall espera lo inesperado .

1 6. P6R !,

• • •
1 • • •



� �

.
��

Finalmente, rompiendo el frente de peones en el flan­


co de dama de las negras. Las negras tienen una res­
puesta, ya que 16. . . , D3A ofrece a las blancas un no­
.

table contrapeso después de 17. P X C, D X A; 18. CXP,


D3D; 19. '1'1110.

16. . .. 1 Tl R 1 18. 020 ?, • • •

1 7. P x P+, RxP 1 • • • • • •

En el momento en que tenía que aprovecharse del


resultado de su trabajo, Alekhine comete una falta. Des­
pués de la correcta 18. D2AD! el rey negro no hubiera
do, sin pérdida del peón 3C, ocultarse en lC y se
hubiera sometido al destructivo ataque de las piezas.
Ahora las negras consiguen organizar la defensa.
Herencia ajedrecística de Alekhine 29

1 8. . ,
. . CD3A 20. A3C, D2R
1 9. P x P, P4CR • • • • • •

Jugada fuerte. A•uenaza lo mismo el cambio de la


dama en 3R que el desagradable jaque en muchas varian­
tes en 5AD.

21 . RlT, RlC 23. T6R !, • • •

22. TRl R, D4AD • • • • • •

De nuevo Alekhine, con maravillosas maniobras ha


reforzado su posición. En el tablero surge pronto el pe­
ligroso peón pasado 6R.

23. . ,
. . TDl D 1 24. D2R, Rl T
Algo mejor era 24. . , T x T.
. .

25. P3TR, TxT 27. C4R, D3A


1

26. P x T, C4T 28. A x P ?, • • •

Dejando escapar por segunda vez la victoria que se


lograba por el procedimiento 28. CA X P!, C X A+ ; 29.
CXC, PXC ; 30. DXC.
La equivocación de Alekhine esta vez se dirige a la po­
sición, donde sus posibilidades son ya peores y tiene
que cambiarse a la defensiva.

28. . ,
. . DxA 1 29. P x C, C5A
Después de esto desaparece la "belleza" de la posición
de las blancas, el peón 6R. Resulta que Alekhine cam­
bia su importantísimo peón 6R por el poco provechoso
peón 2A y enchna ha debilitado la situación del propio
rey.

30. Dl R, C x PR ! 1 • • • • • •

Pocos ajedrecistas hubieran querido ocupar el puesto


de Alekhine en este momento de la partida. Hace poco,
en el transcurso de treinta jugadas ha tenido una posi­
ción mejor e incluso para ganar. Ahora , después de la
equivocación se quedado 40'junto a la artesa rota". Los
peones blancos 2CD y 4CR están débiles, sus figuras
están mal distribuidas, las negras amenazan con
al fianco de rey de las blancas y dar un ataque irrecha­
zable, en parte sobre el punto 2CR. � cosas de Ale­
khine están 1nal, parece enteramente que no hay defensa.
En este momento Alekhine demuestra una gran pre-
30 A. Kotov

sencla de ánhno. No solamente no se azara, habiendo


caído desde una posición de ganar a la peor, sino al con­
trario, hace acopio de toda su voluntad, su energfa, para
la busca de la defensa de la posición destrozada. ¿ Cómo

puede prevenirse el ataque de las piezas negras? Sola­


mente creando las máximas dificultades en su camino,
liquidando de la forma más radical los intentos del ene­
tnigo de ensanchar el cerco del ataque, lhnar la agudeza
de los ataques salientes. �' ¿ En qué son importantes las
amenazas de las negras ? ", he aquí la cuestión que tenfa
que resolver Alekhine en primer lugar. Y contesta a
esto : 'cEl mayor peligro para las blancas es el ataque
del punto 2CR". De aquí sale lo siguiente : es preciso
cambiar la torre y liquidar en buena parte la presión de
las negras en el :flanco de rey. Que en este caso se sa ­
crifique el peón 2CD , es necesario resignarse ; a cambio
el rey de las blancas estará fuera de peligro.

31 . C3C, . .. 1 . . • • • o

Recibiendo con un tiempo la posibilidad de trasladar


el caballo a 5A ó 5T desde donde puede crear amenazas
al rey enemigo.

31 . . . ., CSA 1 32. Tl D ! TxT


Evitando la trampa 32. . . . , C6D ? ; 33. T X C, T X T ; 34.
DBR+, y 35.
. . .+.

33. D x T, AXP 1 34. D4T !,


Herencia aiedrecística de Alekhine 31

Atacando al peón 2T y recibiendo la billdad de


atacar al rey enemigo desde la casilla SR.

34. . , . . A2C 1 35. DBR + , • • •

Na te, no 35. D X P, D7A ; 36. DlC, D X PT y


las piezas blancas quedan pasivas. La intención de Ale­
khine al atacar al rey ene1nigo es ligar las piezas negras
para la blemente defensa de las amenazas y
, de f , la del contrapeso .

35. . o . , R2T 1 36. D4R + , C3C

Prilner total positivo, el caballo ha abandonado la


fuerte posición 5A y ligado, únicamente cu1nple una fun­
ción defensiva.

37. C5T, OSA + 39, D3D, D2A +


38. R2T, D3A 40. Rl T, Al T
De otro modo, después de la eliminación del alfil 2C
el rey negro hubiera quedado completamente al descu­
bierto.

41 . D4R, DSA + 1 43. Rl T, D2AR


42. R2T, D2A + 44. D2A, P4C
No viendo la posibilidad de extenderse con sus piezas
y activar sus movimientos, Marsall decide adelantar los
peones del de No obstante, esto da a Ale-
32 A. Kotov

la posibilidad de encontrar nuevos obj etivos para


el ataque.

45. D6A, P5C 1 46. C3C, • • •

El caballo se traslada de 5T a 5A con una flnalidad


muy hnportante, excluir en lo sucesivo la acción del
alfil lT y dejar los peones de las negras en el :flanco de
datna sin defensa. Así, Jnaniobrando artísticamente, Ale­
khine crea a las negras las mayores dificultades en la
realización de su plan, el aprovechatniento de la supe ..
rtoridad de los peones en el flanco.

46. . . . , DxP 1

48. C5A, • • •
1

47. D7C + A2C 1 • • • • • •

En priJner lugar la ligazón de las piezas negras, el


peón 5C no irá a ningún sitio.

48. . . . , DBT + l 49. R2T, D3A


Amenazaba la gananciosa 50. C3A 4 1 1. He aquí el
resultado de la Inaniobra a su tiempo del caballo de
5T a 5A.

50. D x PT !, • • •
1 • • • • • •

Un peón ha sido aniquilado. Pronto se verá que la


misma suerte correrá otro, ya que las piezas negras no
están en disposición de ir a la def a causa de su
ligazón.

50. . , . . P6C 1 • • • • • •

Conduce únicamente hacia la pérdida del peón ''C I 1 " .


Dejaba más posibilidades 50. . . . , C4R.

51 . D7C, P7C 11 52. C3A-4D !, • • •

Soletnnidad del plan de defensa de las blancas. El


peón negro 7C perece, y con él desaparecen todas las
posibilidades de triunfo.

52. . . . • C4R 1
• • • • • •

Otra posibilidad de jugar para ganar consistía en 52 .


. . . , D4R + . Entonces el retroceso del rey a lT ó lC con­
ducía después de 53 . , C5T a una dificil situación para
. . .

las blancas, sin embargo, la exacta 53. P3C salvaba la


partida. Por ejemplo, 53 . . . . , C5T ; 54. R3T, . . . (Equivoco
54. C X A, D x C ; 55. D4R + , C3C) 54 . . . . • C X C; 55. C x C..
Herencia ajedrecística de Alekbine 33

. . . y el final de partida es tablas, ya que las blancas en


un momento necesario toman el alfil 2C y anuncian un
jaque continuo.

53. D x P !, C x P+ 1 55. P3C, • • •

54. R3T, D4R • • • • • •

Se podía haber tomado el caballo ya que después de


55. R X C, D5A + ; 56. R5T, P5C ; 57. C X P ! , . . . y asbnismo
55 . . . . , D5R + ; 56. R3T (pero no 56. R5T, A X C con el con-

siguiente j aque en 7R y 1na.te en lR) 56. . . . , A x e; 57.


D x A, D x e + ; 58. R3C y el final de partida de damas
es tablas (variante de Alekhine) .

55. . . . , DSR ! f • • • • • •

Esperando después de 56. C x A, C6R ! crear una red


de 1nate alrededor del rey blanco, sin embargo Alekhine
no concede esta posibilidad.

56. D2AD !, DxD 60. CSA, A4A


57. C x D, P4T 61 . P4C, R3C
58. C2A-3R, exe 62. C4T +,
59. c x cl ASO Tablas.
En la siguiente partida, Alekhine, encontrándose en
una düícll situación, paso a paso entorpecía el ataque
del enemigo el momento en que pudo igualar to­
talmente el juego.
3
34 A.. Kotov

N.o 51 . PARTIDA ESPAr'IO LA


Golmayo Alekhine

1 . P 4R, P4R 7. P4D , A2C


2. C3AR, C3AD 8. P x P, PxP
3. A5C, P3TD 9. D 3D C3A
4. A4T, P3D 10. A5CR, D2R
5. •
A2D 1 1. C D2D P31'
6. P3A, P 3C R 1 2. A4T, P4CR
Hasta este momento, ambas partes realizaban jugadas
naturales de desarrollo. Adelantando el peón del flanco
de rey, Alekhine se acerca a realizar el arriesgado plan
de juego con el rápido asalto al :flanco de rey de las
blancas. Esta táctica en la presente posición no está
totalmente justificada y tiene como resultado una sutil
defensa de las blancas, con situación difícil para el cam­
peón del mundo.

1 3. A3CR, . C4TR 1 5. A x C, PC x A
1 4. TRl D, C5A 1 6. Cl R, Tl CR
Demasiado rectilíneo. Merecía seria atención el enro­
que prelitninar corto, y solamente después la prepara­
ción del ataque por la línea "CR". Habiendo quedado
en el centro del tablero , el rey de las negras se arriesga
en seguida al ataque de las piezas blancas.

1 7. P4CD, • • • 1 • • •


• • •

Demostrando que ahora el enroque largo para las ne­


gras hubiera sido una locura.

17. . ,
. . Tl D 1 20. Rl A, A3D
1 8. D2A, Al A R 1 21 . P3TD, P4C
1 9. CD3A, D3A 1 • • • • • •

Es preciso conforrnarse con la debilitación del :flanco


de darna, ya que sin eso no se puede incluir en el juego
el alfil 2D y el caballo 3A.

22. A3C, C2R 1 23. P4A !, • • •

Jugada fuerte. � negras, a ca � de la amenaza P5A


tienen que sacrificar el peón 3'1'1 1 .

23. .. . , PxP 1 24. A x P, C3C


do en los planes
Herencia ajedrecística de Alekhine 3.5

de las blancas. Se podía haber retenido todavía el peón


3'1'1 > , jugando 24. . , Tl'r• > ; 25. D2R, AlAD.
. .

25. A x PT, 27. P3A, T3C


26. Cl C !, R2R • • • • • •

Inexacto. Había que jugar en seguida 27. . . , T2C. .

Sin embargo es dudoso que esto cambiara la marcha de


la lucha. Gollmayo construye maravillosamente la de­
fensa en el flanco de rey y refuerza los punots 2CR,
3AR y 3TR. No tiene nada que temer. Pronto el cam­
peón del mundo se convence en que las blancas no pue­
den abordar el flanco de rey.

28. T2D, D4C 1 JO. A4A, TDl CR


29. T2T, D4T 1 31 . D3C, • • •

No hace falta ser campeón del mun do de ajedrez para


convencerse de que el ataque de las negras está en un
callejón sin salida, pero imprescindible verdaderamente
por virtuosismo técnico de defensa para encontrar los
medios de salvación de la partida, que emprende Alekhine
en esta posición. La idea de la defensa emana del prin-

� �
� m.
� �
�z
� •

m.
� �


'��

'///,
�� �

cipio de establecer las máximas resistencias al enemigo.


como ha sucedido en la partida anterior. ¿ Cómo se pre­
paran las blancas a aprovechar su supremacía? Después
de un pequeño análisis de la posición, es fácil conven­
cerse que llevan el juego en las siguientes dos direccto-
36 A. Kotov

nes : primero, tratan de avanzar cuanto Jnás lejos su


peón pasado (y, además, sobrante) 3'1'1 1 ; en segundo
lugar, procuran aprovechar la tnala posición del rey ne­
gro, llevando las operaciones por las lineas abiertas "AD"
y "D". Por eso, Alekhine encuentra una maniobra se­
creta que le perrntte al mismo tiempo resistir o entor­
pecer al rnáxhno a las blancas los dos planes más fuer­
tes en la posición.

31 . . . . , T3C-2C ! 1 • • • • • •

No para la def del peón 2A, sino principalmente


para dejar libre al caballo la casilla 3C.

32. P4T, C3C ! 1 34. A5C, • • •

33. P3T, Cl A J • • • • • •

Intento no perjudicial : quizá el enemigo se conforme


con debilitar todavía más la situación de su rey después
del cambio en 5C y de la j ugada P6C.

34. . . . , A3R 36. PST, C3R


35. A4A, Al A 37. P6T, • • •

Disponiéndose a sacrificar la calidad. En caso de 37.


C2A, . . . Alekhine hubiera cambiado la dirección del mo­
vimiento del caballo y lo hubiera mandado al flanco de
rey por el camino 37 . . . . , C4C con la amenaza de sacri­
ficar en 3TR.

37. .. , . eso 39. ASO, • • •

38. T x C, PxT • • • • • •

He aquf la posición con que contaban las blancas en


sus previos cálculos. Realmente ¿cómo defenderse de
P7T ? Sin embargo, Alekhlne dispone también en esta
posición de la presencia de recursos defensivos y pone
de nuevo en el carnina del enemigo las mayores difcul­
tades.

39. . . . ' A3R t


42. 06A, AXA
40. P7T, Tl TD 43. P x A, T4C-1 C
41 . D4A, T4C 1 • • • • • •

La primera ráfaga de tor1nenta cruza el tablero, y la


posición se tranquiliza un poco. Las negras tienen cali­
dad de más, pero sus peones están débiles, y el peón
blanco pasado en 7T es muy amenazador. El contrapeso
de las blancas no es djscutible, sin embargo no se puede
arriesgar mucho, ya que la situación del rey es inestable.
Herenda aiedrecística de Alekhine 37

Golrnayo escoge el tranquilo can1ino de reforzar la posi­


ción. Si hubiera procurado atacar al rey negro, enton­
ces después de 44. T2R+ , R3A; 45. D4A, R3C, el rey ne­
gro se hubiera cubierto en el fianco de rey y Alekhine
hubiera recibido un juego con todos los derechos.

44. C2R, o
TRl D / 45. C x PD ?, • • •

A pesar de todas las astucias de Alekhine, ante el


juego correcto de las blancas resulta dudoso que pueda
salvarse su partida. Sin embargo, el ajedrez, es un j uego
práctico, exige la tensión de la voluntad con todas las
fuerzas para continuar la partida. Por eso cuando el
o

que se defiende pone en cada jugada la mayor dificultad


posible, es poco inteligente que el atacante, al fin y al
cabo, cometa una equivocación. Así ahora, después de
45. C3D, D4A ; 46. D4A, . . . es dudoso que las negras pu­
dieran resistir toda la esforzada presión de las piezas
blancas.

45 . ..., AxP 1 46. D x P + ?, • • •

Otra falta Después de 46. T2R+ , RlA ; 47. D6AR,


a las negras les resulta imposible rechazar todas las
amenazas del enemigo.

46. .. . , Rl A 1 47. C6A, D x PD I


Los frutos de la tenaz resistencia están a la vista : las
negras han pasado al contraataque y tal vez lo mejor
38 A. Kotov

�ij.l'. �
.. �
para las blancas sea conformarse con el final de partida
con un peón de xnás, ya que las amenazas a su propio rey
se han convertido en realidades.

48. CxA, D4CD+ ! 52. R2T, DxT


49. CD3D, T XC 1 53. DSC+, TxD
50. CxT, DXC+ 54. PxT(D)+, R2C
51. RlC, DSC+ •
55. DxP, R3C
Después de veinte jugadas, las blancas se han conven­
cido de que esta posición tiene un claro carácter de ta­
blas. T.as tablas, en esta partida, resultaron de las equi­
vocaciones de las blancas, pero también indudablemente
por el heroico procedimiento de defensa del campeón
del mundo.
En la siguiente partida con Foltys, una equivocación de
Alekhine hizo que de excelente se convirtiera inmedia­
tamente en sospechosa. Fue preciso pasar a la defensa
y aqui el campeón del mundo demostró un gran arte,
salvando la partida por el método de colocar la mayor
resistencia en el camino de las piezas atacantes.

N.o 52. DEFENSA NIMZOWITSCH


Foltys Alekhine
Salsburgo, 1943

1. P4D, C3AR 4. D2A,


2. P4AD, P3R 5. C3A, P4A
3. C3AD, ASC • • • • • •
Herencia ajedrecística de Alekhine 39

Es uno de los sistemas prometedores para las ne-


gras en la variante de la defensa Nimzowitch de 4. D2A.
Las negras reciben la posibilidad de ter1ninar cómoda­
mente el desarrollo de sus piezas y crear suficiente pre­
sión en la parte central del frente.

6. P x P, C3T 1 7. A2D,
Pasivo. Conserva más posibilidades 7. P3'1'1 1.

7. . . . , AxP f 9. A2R, A2C


8. P3R, P3CD 1 1 0. 1 • • •

Permite a las negras prevenir el movimiento de peo­


nes en el fianco de dan1a.

1 o. . . .1 CSCD 13. P3TD, C3A


1 1 . D1 C, P4TD 1 4. CSCR • • •

1 2. T1 D, DIC!

1 • • • • • •

Las blancas, habiendo jugado sin pretensiones la pri­


mera parte de . la partida, no poseen actualmente la
supremacía , pero no están mal colocadas. El juego está
ej emplarmente igualado. Comienzan las maniobras habi­
tuales para posiciones equilibradas, a fin de crear el
máximo de debilidades en el campo del enemigo. Ahora
amenaza 15. CJ >4R con buenas posibilidades de ataque.

1 4. . . . , C4R
1

1 1 7. A3AD, P4A
1 5. CD4R, exe 1 8. C3C, P3D
1 6. c x.c, A2R 1 • • • • • •

Alekhine, trata a su manera esta conocida posición aje­


drecística en la teoría. Renuncia a un juego de equili­
brio .. . , P4D, para crear una situación de iniciativa de
las piezas en el centro y en el flanco de rey .

1 9. CST, • • •
1 • • • • • •

Acercándose al lugar débil del campo enemigo por


la casilla 6R.

19. .. , . T2A 1 • • • • • •

Amenazaba como tentativa 20. P4A, con ganancia del


peón 2C.

20. D2A, D2A 22. Al A, T3A


1

21 . C4A D3A • • • • • •

Alekhine logra j ugar allá que su enetnigo. Esto


40 A. Kotov

se nota por la actividad que muestran ahora las pi ezas


negras y por las que han creado sobre el
:flanco de rey del enemigo. Sin embargo, se está lejos
todavía del contrapeso decisivo, ya que en la disposición
de las blancas no hay debilidades destacadas.

23. D2R, T3TR l 24. Tl T-l A PST


Ocupándose del flanco de rey, Alekhine no descuida
tampoco el otro lado del tablero. En parte , amenaza por
el ca1ntno A3T con ganar el debilitado peón 4A.

25. P3A, T1 AD 1 26. C3D, C x PAD


Conduce al cambio del peón AD por el peón CR. r.as
negras, a nuestro parecer, tenfan que haber renunciado
a este cambio, ya que como resultado la posición del rey
negro en cierta medida queda al descubierto. posi­
bilidades dejaba 26 . . . . , C2D con el consiguiente paso
del caballo a 4A.

27. C4C, Dl R 1 31 T2D, D2A


28. A x PC, RxA 1 32. P4A, A4A
29. T x C, P4D 33. Rl T ?, • • •

30. T x T, DxT 1 • • • • • •

Una equivocación, que permite a las negras desarrollar


un fuerte ataque. Una defensa correcta era 33. P3CR,
con el futuro traslado del caballo 4C a 4D. De haber
cafdo en el punto central, el caballo blanco hubiera blo­
queado en seguida las diagonales de los dos alfiles ne­
gros y hubiera tado la actividad de las piezas del
enemigo. En este caso, Alekhine tendría que pagar por
su descuidado descubrirniento de la posición del propio
rey en la jugada 26.

33. . . .1 P4R ? 1 • • • • • •

Teniendo solamente un minuto para pensar las últimas


ocho jugadas, Alekhine comete una seria equivocación.
Jugando 33 . . , D2R con amenazas 34 .
. . , A X C y 34 . . . .

. . . , D5T las negras hubieran conservado el contrapeso,


recibido por ellas sutnado al total de equivocaciones del
enetnigo en la jugada precedente. En caso de retroceso
del caballo blanco a 3D eran posibles las siguientes boni­
tas variantes : 34. C3D , D5T ; 35. P3CR, . . . (mejor 35.
P3T) 35. . . . , P5D + ; 36. RlC, P X P ! ; 37. C X A, . . . (37.
P X D, T3C+ ; 38. A2C, P X T + y ganan) 37 . , D X P + ! . . .

con el desastre. A las blancas les conviene mejor retro-


Herencia aiedrecística de Alekhine 41

ceder con el caballo a 2A pero también entonces 34.


. . . ,D5T, conservaba para las negrs,s un ataque amena­
zador.

Dl D 1 • • • • • •

Por lo visto, Alekhine suponía que este retroceso le


proporcionaba una decisiva supremacía, ya que contra
las amenazas 35. . . . , D5T ; 35. . . . , T3D y 35. . . . , A X C
no hay defensa. Sin embargo, en la falta de tiempo, se
le pasó el elegante golpe táctico del enemigo.

35. C6A !, • • • 1 • • • • • •

En seguida cambia el panorama de la lucha. Todavía


otra confirma ción de la presencia de la casualidad en
el ajedrez, de lo que hemos hablado ya en otra ocasión
en el capitulo de los golpes tácticos.

35. . . . ' DxC 37. T x A,


36. T7 D + , R3C • • •

Las neg1as se han quedado ante "la artesa rota". Se


les ha evaporado el ataque y el propio rey ocupa una po-
sición que puede en una sola palabra : �

perante. Con todo y con eso Alekhine no se despista.


Con envidiable sangre fría orgarúza la defensa de las
muchas amenazas de las piezas blancas, que rápidamente
empiezan a aduefiarse de su campo. En pz i«ner lugar
42 A. Kotov

una artística huida para su rey. Esta huida no


es corriente y sí original. "Si mi rey no tiene donde
cubrirse en su propio campo razona el campeón del
mundo vamos a buscarle una estancia en el pais del
enemigo''.

37. . . •i PxP 1 • • • • • •

Aprovechándose de que no se puede tomar el peón a


causa del n1ate después de T X P+ y D5T Alekhine ase­
gura la huida de su rey.

38. D3A, A x PR 1 39. P3T, . . .,


6 39. T7AD, D5T ; 40. T6A+ , R4C y el rey se encuen­
tra fuera de peligro .

39. . . . , DxP 1 40. DSD, • • •

La situación de las negras parece horrible. Amenaza


41. D6R+ , . . . con rápido mate, por ej emplo : 40. . . . ,
D7AR; 41. D6R + , R4C ; 42. T7C + , T3C ; 43. D7R+ ,
R4T ; 44. T x P + , T3T ; 45. D7A + , R4C ; 46. T7C + , etc.
Y con todo, Alekhine consigue encontrar un medio de
mantener la posición.

40. . , . . D6C ! 1 41 . D7D, Dl C !


Por ahora todo está en orden, pero la siguiente j ugada
de las blancas incluye en el ataque otra pieza más, y la
situación de Alekhine se hace nuevamente crítica.

42. A3D !, • • • 1 • • • • • •

¿Qué hacer ? Si por ejemplo, 42 . . . . , T4T, entonces 43.


A4A, y las blancas ganan. Alekhine huye con el rey
a un rincón escondido, preparado de antemano.

42. . . , . R4C I 1 43. D x PA + , R5T


Aquí el rey se encuentra, se expresión del gran
maestro S. Flhor, "como sobre un almohadón de plumas".
Ya es tiempo de que las blancas piensen en la falta de
peligro de su rey, que permanece, como se ha visto,
tampoco con dentasiadas esperanzas. Foltys prefiere no
arriesgarse y cambiando todas las piezas, fuerza el
de partida de tablas con los alfiles de distinto color.

44. T x PT, TxT 46. A x D, A4A


45. Dxl+, DxD • • • • • •
Herencia aiedrecística de Alekhine 43

Se comorntan con tablas.

Y he aquí otro ejemplo en que Alekhine consiguió


salvar una posición absolutamente desesperada, gracias
a una tenaz y escogida defensa.

N .o 53. D EFENSA G RU N FELD


Alekhine Bogoliubov
Bled, 1931

1. P4D, C3AR 1 3. P3A, • • •

2. P4AD, P3CR 1 • • • • • •

Continuación de moda, en aquellos tiempos. Actual­


mente está demostrada su total inofensividad.

3. . ,
. .
P4D 6. C3A, A2C
4. P x P, CxP 7. A3R,
5. P4R, C3C 8. 020 ?, • • •

Ha comenzado una serie de desafortunadas maniob1 as,


que conducen la posición de las blancas a una situación
penosa. Aquí se considera una j ugada mejor 8. P4A,
pero tampoco da la supren1acia a las blancas.

8. , . . . C3A 1

9. P5D, • • •

Ahora el contrapeso pasa a las negras. Correspondía


jugar n1ás modestamente 9. TlD.
44 A. Kotov

9. .,. . C4R 1 2. P x P, A4A


1 0. ASCR, P3AD 1 3. P4CR, • • •

1 1 . T1 D, PxP 1 • • • • • •

En dUicD postura, confía enredar al ene-


migo, pero se mete en otra situación todavía peor. Por
cierto la posición de las blancas es 1nala que acon ­

sejar algo mejor, resulta ya difícil .

1 3. , . . . A2D 1 1 6. A x A, RxA
1 4. P6D, P3A 1 7. D4A, • ••

1 5. A6TR, A3A ! • • • • • •

La posición de las blancas, empeora con cada jugada.


Consecuencia lógica de sus torpes equivocaciones en la
apertura. Alekhine sacrifica un peón, pero esto tampoco
alivia la situación.

1 7 .. . . ., PxP 1 1 9. R2A, •• •

1 8. A2R, D2R 1 • •• • • •

Es dificD imaignarse que las blancas puedan salvar


esta situación. No solamente no tienen el peón, sino que
han quedado destrozadas, el rey se ha atascado en el
centro, todas las piezas están situadas desafortunadamen­
te. Y, sin embargo, la partida ternlina en tablas. Natural­
mente, en gran parte es el resultado casual del mal juego
siguiente de Bogoliubov. No obstante, no se puede pres­
cindir en el recuento, de la tenaz resistencia de Alekhine,
buscando una brecha míniina en las filas atacantes del
enemigo, para debilitar su asalto.

19. . , . . P4C 1

• • • • • •

Un ca1nino no muy fuerte. Después de la sencilla 19 .


. . . , P4A ; 20. P5C, C5C + ; 21. R3C, •r• >lD, a las blancas
les resultaba imposible mantenerse.

20. 040, P4A 1 21 . P4TR !, • • •

La amargura de la valentía, queda compensada


·

tarde. Alekhine procura por todos los medios


el j uego, y lo consigue en seguida.

21 . . . . , PA x P 1 24. C x P, DXD
22. PT x P, DxP 25. T x D, • • •

23. C4R, DSA •


• • • •• •

El ataque in•nediato de mate de las negras es recha­


zado, sin embargo, Bogoliubov, después de la sencilla
Herencia ajedrecística de Alekhine 45

25. , P x P, hubiera tenido dos peones de 1nás y, na­


. . .

turalmente, todas las posibilidades de victoria De todas .

formas, el
cambio de la dama blanca puede conside­
rarlo como una consecución suya.

25. . . . , R3C 1 26. T4TR, TDl D

Después de esto, Alekhine por un ca•ntno estudiado,


consigue salvar la partida. La sencilla 26 . . , P x P, y en
. .

seguida decide el resultado de la lucha en favor de las


negras.

27. P4A !, C4D / • • • • • •

Amenaza 28. R3C , con la consiguiente 29 . A3D + pa­


sando al contraataque. Por eso Bogoliubov sacrifica una
pieza, confiando recibir un flnal de partida con ganancia.

28. R3C, CxP 31 . R x C, T4D +


29. T x C, TxT 32. R6R, P4TR
30. R x T, TxC • • • • • •

Las negras, detrás de las piezas tienen peones pasados


amenazadores. Si tuvieran tiempo ahora de jugar 33 .
. . . , R4C, es dudoso que las blancas lograran salvar la
partida. Alekhine está alerta y de modo efectivo consi­
gue su heroica defensa.

33. A x P, PxA 35. T3C, T7D


34. T x P + , R4T • • • • • •
46 A. Kotov

Parece que las negras se han apoderado nuevamente


de la posibilidad de triunfo, ya que retener el peón del
flanco de dama y enciu1a ante un caballo lCR mal situa­
do, resulta e. Pero el campeón del mundo de­
muestra lo contrario.
36. C3A!, TxP 1 37. C4D,

Aquí la partida fue aplazada, y reanudado el juego


los .enemigos se conformaron con hacer tablas. Como en
el caso de 37 . . . . , T x P ; 38. C X A, P X C ; 39. R6D, T3T ; 40.
T3AD 6 38 . . . . , T3T ; 39. R5A, así también después de
37 . . . . , A5R ; 38. R5R, con la inevitable 39. T3CD, las
tablas están claras.
Como motivo del final traeremos otro ejemplo, en el
que Alekhine no se percató de la pérdida de la pieza en
la apertura, que en su práctica ocurría muy pocas veces.
Pero gracias a una tenaz resistencia pudo eludir el de­
sastre.

N.o 54. PARTIDA ESPA"'OLA


Alekhine Blackburne
Petersburgo, 1914
1. P4R, P4R 1 7. P4AR, P3AD
2. C3AR, C3AD l 8. A4A, P4D
3. ASC, CSD 9. P x P, PxP
4. C x C, PxC 1 0. A5C + , Rl A
5. , P3CR . 1 1 . C2D ?, • • •

6. P3D, A2C 1 • . • • • •
Herencia aiedrecística de Alekhine 47

Un descuido tonto. Alkhine se percata que el alftl 5C


tiene cortados todos los caminos de retroceso. Una con­
tinuación correcta es 1 1 . A4T.

1 1. . ..1 D4T 1 1 3. C3C, D1 D


1 2. P4TD, P3TD 1 1 4. A2D, P x A?
Prisa que permite a Alekhlne organizar una defensa
apoyada, que al fin y al cabo lleva a la solución de tablas.
Después de la preventiva 14 . , C3T, con el fin de tras­
. . .

ladar al rey a l C y asin1ismo defender el peón 4A, la


situación de las blancas estaría bien.

1 5. P x P, T xT 11 1 7. D x T, A3A
1 6. A4C + , C2R 1
• • • • • •

A las negras ya les resulta notmal realizar su contra-


peso. Si ahora hubiera j ugado 17 . , RlC entonces des- . . .

p ués de 18. D7T, C4A ; 19. TlR, y 20 A5A, . . . , las blan-


. . .

cas hubieran ga�do el - peón 5D 6 2C CQnservando una


desagradable presión sobre la posición del enemigo.

1 8. D7T, P3C '


21 .AxC+, DxA
1 9. Tl R, A3R 22. D x P, DSC
20. Rl T, P4T 1 23. DSA + !, ...
La mayor dificultad para las negras surge después del
cambio de dama ; después la posibilidad de lo que el
peón 5C se hace muy peligroso. Alekhine no deja escapar
ni la menor posibllidad de colocar dificultades en el ca­
ntino de las negras hacia la victoria.
48 A. Kotov

23. . ,
. . DxD 1 24. C x D, Al D
Conforn1ándose con ceder otro peón, únicamente para
liquidar el peligro unido con el peón 5C. En
caso de 24. . . . , R2R ; 25. P6C, R3D : 26. P4CJ > la . posición
de las blancas en el :ftanco de se hace amenazadora.

25. CxA+, PxC 1 27. T6D, A2R


26. 1 x P, 28.

R2A 1
o

T x PD, Tl AD

Por fin las negras han establecido una mutua corre­


lación entre sus piezas ; sin embargo, durante este pe­
riodo las blancas han conseguido su contrapeso mate­
rial. Y a las blancas no les resulta fácil lograr tablas, ya
que sus peones del :ftanco de dama perecen uno tras otro.
Alekhine moviliza toda su inventiva para salvar la par­
tida.

29. P x Pap 31 . Rl C, R3R


1
P4A !, 1
30. P x P, TxP 1 • • • • • •

Inexacto. Correcto 31 . , A3A ganaba un peón, aunque


. . .

de la amenaza 32. . . . , R3R, con la ayuda de la torre


salvaba únicamente 32. P6C, y entonces 32 , T6C ; 33. • • . .

T6D, R2R ; 34. T6AD, T X PD.

32. ·rsR + , R3D 34. Rl A, • • •

33. T3R, T6C • • • • • •

No cayendo en la trampa : 34. T3C? , TSC+ y 35 . . . . ,


Herencia ajedrecística de Alekhine 49

A5T, Alekhtne realiza la como si fue1 a en el


final de partida, creando el ataque al peón 3C.

34. . , . . T5C 1 35. T4RI, T7C


El peón 5C no irá a ning•ín sitio. Primero hay que
sujetar un poco al rey blanco.

36. T3R, PST 38. P6C, R4D


37. T4R, A3A • • • • • •


� -
39. TSR !, • • •
1 • • • • • •

Amenazando ininterrumpidamente con de


caer sobre el peón 3C, Alekhine obliga a las negras a
soltar al rey del campo lA.

39. . . . , T x PC 1 42. T x P� R3R


40. R2A, T6C 43. P4C ?, • • •

41 . T8CR, -
TxP • • • • • •

Podía inu en seguida los frutos de su futuro tra-


baj o. La correcta 43 . P3C, P6T ; 44. T6T, . . . conduce a
tablas, por ejemplo : 44. . . , T7D + ; 45. R3A, . . . (pero no
.

4 5. RlC, R4A ; 46. T X P, R5C ; 47. T6T, R6A ; 48. P4T,


A5D + ; 49. RlT, R X P con un rápido te) 45 . . . . , T x P ;
46. P4C, . . . y las blancas no deben perder.

43. . .
., P X Pa.p. + ? 1 • . • • • •

Esta jugada únicamente puede explicarse, porque las


4
50 A. Kotov

negras les ha cansado j ugar. Después de 43 . . , R2A ;


. .

44. T6T, P6T ; 45. P5C, A5D + ; 46. R2R, T6R + , han con­
servado las posibilidades para el triunfo. Ahora, las
tablas son inevitables.
44. P X P, R4A 1 45. T8C, Tablas

Simplificación de la posición y paso


al final de partida
En la aplastante mayoría de los casos, al que se de­
fiende le conviene realizar una serie de cambios de pie­
zas y con esto aligerar su parte. Naturalmente, ante un
número disminuido de unidades guerreras en el tablero
al que se defiende le es más fácil rechazar las amenazas.
Es particularmente ventaj oso el cambio, cuando con su
ayuda puede eliminar del tablero piezas activas del ene­
Jnigo, las más peligrosas, y realizadoras de las más tre­
mendas amenazas.
En una serie de casos, la dificil posición del que se
defiende es mejor llevarla hacia el final de partida, don­
de la realización de la supremacía estará ligada a las
mayores dificultades. Cada ajedrecista sabe que, a veces,
el mejor camino para realizar el contrapeso es el paso
a final de partida . Es una verdad sabida. No obstante,
hay muchas posiciones en las cuales el mejor camino
para la defensa es el paso al final de partida. Todo de­
pende de condiciones concretas, y Alekhine sabía contar
bien con éstas.
Sefialemos que el paso del juego a final de partida es,
a ftn de cuentas, la misma simplificación de la posición,
pero en grandes dosis. El método de defensa con la
ayuda de cambios, por su idea, no se distingue mucho
del método examinado antes de crear el máximo de di­
ficultades al atacante. Si en el final de partida a la parte
activa le va a resultar lo más difícil realizar la supre­
macía , entonces el paso al final, de suyo, se convierte en
la creación de máximas dificultades para quien tiene la
supretnacfa.
Alekhine, con frecuencia, intenta salvar partidas difí­
ciles, pasando el juego a final de partida. Así, en una
serie de casos, teniendo una posición difícil , iba volun­
tariamente al final de partida, comprendiendo perfec­
tamente que entonces le será fácil a la puerta activa rea­
lizar su supremacía. Ante las colocadas defensas de
final de partida, el campeón mundial demuestra una téc­
nica superior en la que sobrepasaba a sus contemporá-
Herencia a;edrecística de Alekhine 51
.

neos, incluso a Capablanca. En algunas partidas, como


verá el lector, el campeón del mundo se defiende llevan­
do a final de partida el alfil contra el caballo y otras
terminaciones. En estos finales ofrece a su enemigo a
cada jugada un problema difícil de resolver. Alekhine,
más de una vez, salvó incluso posiciones que no eran en
absoluto defendibles.
Al examinar las futuras partidas de Alekhine, al lector
se le puede ocurrir la idea de que la salvación de las
posiciones difíciles y desesperadas de Alekhine suceso ·

puramente casual , dependen de la falta de técnica de


los enemigos, y aquí j uega un papel importante la fanm
del nombre del campeón mundial, la presión de la auto­
ridad de Alekhine, que obliga a los enemigos a inquie­
tarse por demás y cometer faltas. Indudablemente, hay
una parte de verdad en estas cosas, sin embargo el mo­
tivo principal de los éxitos de Alekhine en el momento
de defender las posiciones difíciles, naturalmente, es
otro. La fuerza defensiva del maestro Alekhine consiste
en que ante la defensa a cada j ugada se ingenia tales
resistencias, coloca rizos submarinos, que los enemigos
del campeón del mundo, en muchos casos, no soportan
una larga y firme lucha con el tenaz 1naestro de la de­
fensa y, finalmente, cometen equivocaciones. La voluntad,
la tenacidad, la genialidad en cada j ugada, son los prin­
cipios de los éxitos ajedrecísticos, y no solamente de la
defensa.
En el torneo . de Holanda en 1938 Alekhine jugó dos
interesantes partidas desde el punto de vista de los temas
examinados.

N.o 55. DEFENSA NIMZOWITCH


Reshevsky AZekhine
AVRO-torneo, 1938

1. P4D, C3AR 1 5. C3A, P3CD


2. P4AD, P3R ) 6. A3D, A2C
3. C3AD, ASC l. , . . .

4. P3R,
o

• • • • • •

Permite a las negras cambiar el alfil 3D y recibir una


posición buena. Más tensión se conservaba después de
r¡ _ D2A.

7. 1 2. PJA,
o

..
, . .
A x CD 1
1 C3AR
8. P x A, A5R J
1 3. A3T, P3D
9. A x A, CxA 1 4. C3D, P4A
1 0. D2A, P4AR 1 5. C4A, C3A
1 1 . CSR, Dl R • o o • o •
52 A. Kotov

La movllización de ha ter•ninado. Reshevsky


sin de1nasiada energia juega al principio de la primera
parte y perJnite a recibir una posición equili­
brada. La tendencia de las futuras acciones de ambas
pat·tes ya están definidas ahora: las blancas intentarán
una incisión en el centro, las negras atacarán el punto
4AI1.
16.
P4R, PxPR i 17. PxP, C4TD?
Prhnera de las jugadas desafortunadas, que conduce a
una situación difí cil. Continuando 17. . . ., P4R, el campeón
mundial se queda con la posición, donde sus posibilida­
des no son peores que las del enemigo.
18. D3D,C4T? 1 ... • • •

Segunda equivocación. Realmente, la surgida 18. .. , .

D5T está mal en vista de 19. CxP, DXA; 20. D3C, C4T;

21. TxT+, TxT; 22. DxP, sin embargo, lo Jnismo 18.


. .. , P4R, deja esperanzas para el contrapeso.
19. CxC, DxC ! 22. D4R, 03C
20. PSR !, PX PR 23. D2R, PSR
21. P XPA, TRl D ... • • •

La situación de las negras es muy difícil . La jugada


hecha por ellas pierde forzosamente el peón, no obstante
una defensa convincente ya no la tienen las negras. Si
23 . . , T6D entonces 24. PXP, PxP; 25.
. . 1D, TxP;
26. A4C, T7A; 27. D3A, D1R; 28. ó 25. ... , P5R; 26.
Herencia a;edrecística de Alekhine 53

TXT, PxT; 27. D3A, DlR; 28. DxP, en ambos casos


con notable contrapeso de las blanca.c;.

24. T4A, PxP 26. T x P, T7D!


25. A x P, C3A • • • • • •

Tal vez el mejor camino de la def . Si las negras


hubieran jugado aquí 26. .. , P4R entonces después de
.

27. TlAR las hubieran dado por la


abierta línea "AR,.

27. D x T, DxT 1 30. D x PR + , DxD


28. Tl R, DxP 1 31. Tx D, R2A
29. D6D, TlAD 1 32. T6D, P4TD
La finalidad que Alekhine se coloca delante, jugando
26 . , T7D, y está alcanzada, la posición se ha siJnpll­
. . .

ficado. Las blancas tienen un peón de más, pero reali­


zarlo todavía no es tan fácil. En todo caso, las negras
tienen, en esta situación, muchas más posibilidades para
la defensa que en la posición la jugada 26 . , T7D. Rápi­ . . .

damente aumentan las esperanzas de las negras ya que


el campeón mundial consigue llevar el juego a un final
de torres.

33. R2A, • • •
1 • • • • • •

Conduce al cambio del fuerte caballo por el alfil, sin


embargo no se . advierte un procedimiento para evitar
esto.

33. . ,
. . C2R ! 1 36. TTT, CxA
34. A4D, C4A 1 37. P x C, T7A +
35. T7D + , R3R 1 • • • • • •

Las negras consiguen su objetivo, la partida pasa a un


final de partida de torres. Hablando objetivamente, este
final de partida está perdido para las negxas, aunque
exige cierta técnica la realización de la supremacía. Y
tod os los procedimientos de defensa escogidos por Ale­
khine en Wla notablemente mala posición, son correctos
porque en el final de torres conserva posibilidades para
salvarse, al tiempo que en otra correlación de f
sus posibilidades estarían muy mal. Aden1ás, es conocido
el gracioso dicho referente a esta idea: "El final de to-
rres no gana nunca,. Esta concerniente a las
dificultades de realizar la en los flnales de
esta clase, es completamente cierta y, en parte, se jus­
tifica en la presente partida.
.54 A. Kotov

38. R3A, T x PT 1 41. T6C+, R2A


39. T x PC, T6T+ 42. T6TR, • • •

40. R4R, P4T • • • • • •

Aquf fue aplazada la partida, y Reshevsky apuntó esta


jugada. Ashnismo llevaba al triunfo 42. T5C, T7T; 43.
P4T, P5T; 44. P3C, T7CR; 45. R3A, T7D; 46. TXP,
T6D+; 47. R2C, TXPD; 48. T5'1'11, ó 42. ... , P5'l'R;
. . .

43. T5T, T7T; 44. R3A, T6T+; 45. R4C, T7T; 46. .R3T,
P5T; 47. TxP, P6T; 48. T7T+, . y seguidamente 49.
..

T7TI1.

42. . ,
. . T7T 1
' 43. R3A, • • •

Naturalmente que las posibilidades de las blancas para


el triunfo están ligadas a la presencia en el tablero de
los peones enlazados 2C y 2T. En caso de desaparición
de uno de ellos, la partida toma en seguida un carácter
de tablas.

43. . . . , T6T + , 1 44. R2A, T6D


Los futuros jaques son infructuosos, ya que el rey a
través de 4T se esconde en 3T.

45. TxP, PST ! 1 • • • • • •

En la posición perdida, aprovecha todas las


posibilidades. En el índice de frecuencia coloca ahora
sutil trampa psicológica en la que cae el ene•nigo.
Herencia ajedrecística de Alekbine ''

46. PSD?, • • • 1 • • • • • •

Es comprensible el deseo de Reshevsky de tener tres


peones en lugar de dos, sin embargo esta jugada permite
a Alekhine con finas n1aniobras salvar la partida. A
una fácil ganancia conducía 46. T5'1'1 >, TxP; 47. R3C,
R3R; 48. P4T, ... y dos peones dan la victoria.

46. . ,
. .
P6T 11 48. T7T, R4R
47. TIT+, R3A 1 49. TST, • • •

En caso de adelantar los peones del flanco de rey, por


ejemplo 49. P4T, ... , el rey negro puede dirigirse al :flan­
co de rey, 49. . .. , R4A y ocupar una situación entre los
peones. Cambiando en un momento necesario el peón
6T por 5D las negras recibían la posición de final de
partida. Por eso se comprende el deseo de las blancas de
retener el mayor tiempo posible el peón 50 y no debi­
litar sus peones del fianco de rey.

49. .. , . T7D+ 51. R2R, • • •

50. R3A, T6D+ • • • • • •

Si 51. R4C, ... , entonces 51 . . , T7D; 52. R3T, T7T y


. .

ntás allá, como en la partida.

51. • • • 1 T6CD 54. R4T, T7C


52. R2A, T7C+ 55. R3T, P7T
53. R3C, T6C+ l • • • • • •

� �
� %
� �



56 A. Kotov

Curiosa posición Las blancas tienen dos peones de


.

1nás, y una supremacía enorme, sin embargo no hay


triunfo. La desgracia consiste en que no pueden adelan­
tar los peones del flanco de rey. Asi 56. P3C, . no cam­ . .

bia nada, porque las negras maniobran, obligadas con


la torre, por la segunda horizontal. Si 56. P4C, ... enton­
ces corresponde 56. . .. , R5A! ¿Cómo deben continuar
las blancas después de esto? A 57. P6D, . ., las negras
.

contestarán 57. ..., T7D, y las blancas no pueden rete­


ner sus peones de más. En caso de 57. T4T+, R4C; 58.
R3C, ... corresponderá 58. ... , T6C+ : 59. R2A, T7C +,
con tablas.
Reshevsky, retrasado vuelve al plan preconcebido que
llevaba a la victoria unas cuantas jugadas antes. Cede
el peón 50 con tal de jugar el final de partida con dos
peones contra uno. Sin embargo, esto ya no conduce a
la victoria, lo que enérgica y genialmente demuestra
Alekhine .

56. P6D+, RxP ! 57. P4C, R3A!

En esto consiste la sutileza de la defensa. Al rey ne­


gro le da tiempo de acercarse al peón 7T y ganar tras él
la torre.

58. R3C, 1 • • •

En seguida conduce a tablas 58. P5C, T4C.

58. . .,. R3C 1 60. P3T,


R4C

59. TST, 1 • • •

Es necesario contentarse con estos modestos avances a


60. P4T, .. . hubieran correspondido jaques en 6C y 7C,
y a continnuación en un buen momento T5C con ame­
naza T5'r• >.

60. ,
o • • RSC 62. TBC + , R6T
61. R4A, T7A 63. TBT + , R6C

Se conforn1aron con tablas, ya que la amenaza de


tapar la línea "'1'1 1" y ganar exige a Reshevsky dar un
jaque continuo.
La siguiente partida, jugada en el mismo torneo, por
muchos de los acontecbnientos ocurridos en ella recuer­
da en mucho a la que acabamos de ver.
Herencia ajedrecística de Alekhine 57

N .o 56. DEFENSA CARO-KAN N


Keres Alekhtne
AVRO-tomeo, 1938

1. P4R, P3AD 4. P4D, C3AR


2. P4D, P4D S. C3AD, C3A
3. PxP, PxP 1

• • • • • •

Como demuestran los análisis de los teóricos y la prác­


tica del torneo, esta jugada es inexacta. El camino co­
rrecto era el desarrollo del :flanco de rey por el proce-
dimiento 5. . .. , P3R; 6. . .. , A2R; 7 . . , y etc. . .

6. ASC, P3R 8. P5A, • • •

7. C3A, A2R • • • • •

Este avance, que bloquea el centro, da la supreJnacfa


a las blanc as.
1
8. . . . , 1 10. A x A, DxA
1

9. ASC, C5R 11. D2A, C4C


Mal, naturalmente, 11. . .. , P4A, porque después de 12.
AX e, . y 13. C5R, . . . las blancas, habiendo echado el
. .

caballo de la casilla 5R obtienen una decisiva posición


de supremacía.

12. C x C, DxC 1 13. AxC, PxA


Es peligroso jugar 13 . ... , DxP; 14. AXPD, PxA; 15.
0-0 O, . y las blancas se encuentran con una s itua
. . ­

ción muy mejorada.

P4R

14. ' 1 • • • • • •

La única jugada. De otro modo, después de 15. P4A,


la posición de - las negras hubiera estado definitivamente
aplastada.

15. PxP, D x PR 17. TDl D, TlC


16. TRlR, D3A 18. 020!, • • •

Sutil maniebra de posición. Keres trata de pasar el


caballo a 4D donde va a atacar muchos puntos impor­
tantes en campo enemigo y al mismo tiempo se encon-
trará in erable.
18. . , . . ASC 22. C2R, P3TR
19. P3A, A3R 23. D3A, D4C
20. P3C D, D2R 1 24. C4D, • • •

21. D3R, TRlR 1 • • • • ••


58 A. Kotov

T.as blancas han cristalizado sus tos, el caba-


llo se ha reforzado en la casilla 4D. Para cualquier acti­
vidad, Alekhine crueles refriegas en el :flanco de
rey.

24. . .,
. A6T! 1 • • • • • •

Forzando la debilitación del flanco de rey y colocando


al mismo tiempo una bonita trampa: 25. TxT+. TxT;
26. D2D?, TSR+! y las negras ganan.

25. P3C, D3A 29. C2R, D4A


26. T3R, A2D 30. D3D, D3A
27. TDlR, TxT 31. D4D, D4A
28. T x T, P4TR 32. R2A?, • • •

Lógicamente Alehine renuncia al cambio de da1na, ya


que su final de partida era mucho peor, porque el caba­
llo de las blancas era mucho 1nás peligroso que el alfil
negro. El que Keres ofrezca la posibilidad a la dama
negra ·de irruxnpir entre las piezas blancas solamente
puede explicarse por la falta de tiempo.

32. . ., ose t 34. TSR,


1
. • • •

33. D4AR, TlAR • • • • ••

Tal vez la única, porque las amenazas de las negras


35. .., A6T y 35. .. , DxPT son muy desagradables. Aho­
. .

ra, continuando 34. . .., DxPT Alekhine podía obligar a


Herencia aiedrecística de Alekhine .59

tablas después de 35. TxPT, TlR; 36. T5R, TxT; 37.


DXT, DXP; 38. D7A, A4A; 39. D8D+, R2T; 40. D4T+, .. .
ó 38. . . ., AlR; 39. DSD, RlA; 40. D6D+, RlC; 41. D8D, .. . .
Renunciando a hacer tablas el campeón mundial se mete
en serias dificultades.

34. ... , A6T? 1 36. P x P, PS D


1
35. P4CR, PxP 1 • • • • • •

Es una trampa astuta. Si ahora 37. . .. , DxP, enton­


ces 37 ..., DBA+; 38. R3C (38. R3R, D7C, recuperando
.

el peón con un juego de ataque) 38 . . , D7C+; 39. R4T, . .

AXP; 40. DXA, DXP+ y 41. . , DxT. Keres descubre


..

una oculta amenaza y con ayuda fácilmente . .. encon­


trando la maniobra recibe una gran supretna.cfa.
Es preciso se:fialar que ya sin el sacrificio del peón la
situación de Alekhine era Jnala, porque el alfil de 6T
no tiene donde salir. Aprovechándose precisamente de
esta situación, las blancas podían haber provocado fácil­
mente el cambio de dama, después de lo cual los peones
2T y 3A estarían indefensos.

37. R3C, P6D 1 38. C4D, OSAR


Lo demás también está bastante mal.

39. D x D, AxD 1 40. C x P, P3A


Amenazaba mate en dos jugadas después de 41. C7R+,
y �. T5T.

41. TSD , A7R 1 • • • • • •

Así y todo, Alekhine llevó el juego a final de partida.


Ciertamente este final de partida también está perdido
para las negras. No obstante, es fácil convencerse de
que hay má.s posibilidades para la salvación de las ne­
gras aquí que en la posición de la da1na debilitada en
el tablero.

• • • •
1 • • • • • •

Es la primera de varias jugadas fiojas, con las que


Keres deja escapar de sus manos la victoria. Fácilmente
ganaba· 42. P4C, ..., con el siguiente a vanee de los peones
del :Hanco de dama.

42. ... , R2A 1 44. T6D+,


43. T7D+, R3R 1 45. C x P, • • •
60 A Kotov

Otra equivocación. Aquf era 1nás fuerte 45. P4C • . . .

realizando su gran superioridad de peones en el flanco


de dazna.

45. . . . , AxP 47. T4D, • • •

46. T x PD, TlTD • • • • • •

Resultando un final de partida de torres. exige ma-


niobras exactas. posibilidades de victoria ofrecía el
retroceso del caballo.

47. . , . . TxC 1 49. R3R, • • •

48. T x A, TxP+ 1 • • • • • •

T era mejor 49. R3C, T6T; 50. T4C, R3R con


tablas.

49. . . . , TxP 1 • • • • • •

Los peones blancos han avanzado J"Oá.s hacia la últilna


horizontal que los peones del enemigo, y esto detern1ina
la supre1nacia de las blancas. Alekhine lleva la defensa.,
combinando las amenazas del adelanto de sus propios
peones con las � de defensa.

50. P4C, P4C 52. P5C?, • • •

51. P6A, R2R • • • • • •

Como demostraron G. Levenftch y V. Smyslov aqui ga-


naba 52. T4DI, T7AD; 53. P5C, T4A; 54. 1, RlD;
Herencia aiedrecística de Alekhine 61

55. P6C, RlA; 56. P7C+, RlC; 57. T6Cf, ... con amenaza
T6T.

52. . . . , T7CD 1

Los papeles están distribuidos: el rey contiene el peón


6A, la torre el peón 5C.

53. T4AD, RlD 1 55. R4A, TSC+


54. TSA, PSC 1 56. R3C, R2A

Ahora las tablas están claras, los intentos de Keres


de rodear con la torre desde el fianco, tampoco aportan
la Victoria.

57. R4T, Rl A 60. T7CD, TSAD!


58. TSTR, R2A 61. R3C, P4A
59. T7T + , RlA 62. R4T, T4A

Tablas.

Vamos a examinar dos partidas, en las que Ale-


khine consiguió salvarse como resulado de artfsticas Jna­
niobras en el futuro flnaJ de pal'tida.
62 A. Kotov

Alekhine Bogoliubov

23 partida del match, 1929

1. P4D, P4D 7. ,
2. P4AD, P3AD 8. P4R, PxPR
3. C3AR, C3A 9. CxP, P3CD
4. P3R, P3R 10. D2R, A2C
S. A3D, CD2D 11. ASC, • • •

6. CD2D,
.

A2R 1

• • • • • •

Esta ntaniobra encuentra una réplica sencilla hacien­


do nula la supremacía de distancia de las blancas. Más
posibilidades quedan para las blancas después de 11. TlD,
D2A; 12. P3CD, . . y 13 A2C. .

11 . . ,
. . P4A! 1 1 2. Px P, • • •

Y después de este cambio las negras reciben una posi-


c1on un poco meJor.
. , .

Correspondía realizar el cambio en 6A aunque entonces


para las negras no quedaban ningunas dificultades.

12. . ,
. . ex e 14. DxA, CxP
13. AxC, ADxA 1 5. D3R, D6D
el dla precedente>.
Herencia aiedrecística de AJekhine 63

16. P4CD I, • • • 1 • • • • • •

En la difícil posición, Alekhine escoge el camino de la


simplificación, conformándose con un peor final de par­
tida, tínicamente por evitar la fuerte presión de las pie­
zas del ene1nigo. En caso de 16. P3CD, . .., las ne­
·

gras se hubieran apoderado en seguida de todos los


puntos de y hubiera doJninado toda la posición.

1 6. . .. 1 DxD 1 19. T1 A, TR1 A


1 7. A x D, C6D 1
1
20. PSA, • • •

18. PlTD, C7C 1 • • • • • •

Conduce al aislaJniento y, consecuentemene, a la debi­


lidad del peón en el final de parida. Era preferible el
esperado 20. C2D.

20. . ,. . PxP 22. T2A, C3C !


21. P x P, C5T • • • • • •

Bogoliubov juega muy fuerte esta parte de la partida.


Trasladando el caballo a 4D donde su posición será muy
agresiva, entorpece notablemente a las blancas la defen­
sa de la debilidad P5A. Naturalmente que no se podía
tomar el peón a causa de 23. TRlA.

23. T1 C, C4D 1 25. P6A, • • •

24. A4D, P3A! 1 • • • • • •

Era obligatorio, aunque aleja más el peón del lugar


de la acción de las propias piezas.

25. . .,
. P4TD 1 • • • • • •

Renunciando a ganar el peón, porque entonces des­


pués de 25. ... , AXP; 26. TlT, A3D; 27. TXP, TXT; 28.
AXT, C2R, el peón 6A aunque se pierde, de todos modos
la presencia de todos los peones en el Inismo flanco
autnentan las posibilidades de las blancas para las tablas.
26. A2C, T1 T 1C 1 29. P3C, T3C
27. Tl D, R2A 1 30. R2C, PST
28. C4D, PJC 1 31 . T2R, C2A
Alekhlne maniobra con todas las posibles sutilezas rete­
niendo el peón 6A. Ahora estaba mal para las negras
31. .. ., P4R; 32. C3A, R3R; 33. AXP, y ganan las blancas.
32. P4A, TlD 36. T xT, CxT
33. T2AD, T4D 37. R2A, T4CI
34. TlD 20, A3D 38. A4D, ...
35. C3A, R2R .. .
. . .
A. Kotov

Mala jugada, que pocas veces aumenta las posibUida­


des de las negras para ganar. Mejor era 38. R2R, T4A;
39. TXT, AXT; 40. R3D, R3D; 41. C4D, AXC; 42. AxA,
RxP; 43. ..., y a pesar de tener un peón de más
,

a las negras no les resula fácil conseguir la vicoria .

38. . RlD !

. . , 1 • • • • • •

Bloqueando el peón 6A y con ello proporcionando a las


blancas pérdidas materiales.

39. C2D, A x PT 41. C4A, A6A


40. T2T, ASC • • • • • •

Contiene el peón 5T en el momento cuando la descui­


dada 41. . .. , P6T; 42. CXP, T4T; 43. TlT, . alivia la . .

participación de las blancas.

42. A x A, CxA 1 44. C6D, T6C


43. T2A, C4D 1 • • • • • •

La genial y tenaz defensa de Alekhine da sus resul­


tados. Bogoliubov comete la prhnera falta, que dificulta
el alcance de la victoria. Era más exacto 44. , T3C; . . .

45. T5A, T3T manteniendo el peón pasado detrás.

45. TSA, T3C 1 • • • • • •

Aunque ya tarde, pero de todos modos bastante fuerte.

46. ese, C2A J 47. C x C, RxC


Ha resultado un final de partida de torres con un peón
de más para las negras. Es posible realizar la supremacía
material, sin embargo, también aquí aparece la técnica
artística del final de partida del campeón del mundo. A
Bogoliubov le basta hacer una jugada equivocada, las
sutiles rnaniobras y la genial y activa defensa de las
blancas les trae la salvación .

48.

T5TD, • ••
1 • • • • • •

IJB·S blancas , aprovechándose de la equivocación del


enemigo en la jugada 44. han tenido tiempo de ocupar
con la torre la posición detrás del peón pasado y con
esto les entorpecen al máximo el logro de la victoria .

Así y todo, se tiene el camino para la , aunque


exige un juego exacto.
48. . .., T7C + 1 49. R3R, TSC?
Herencia aiedrecística de Alekhine 65

Deja escapar la por el procedi-


victoria,
tniento 49. , T7T; 50. T6T, P6T; 51. R41 1 , TXP!; 52.
. . .

TXP, RxP; 53. T6T+, R2D; 54. T7T+, RlR; 55. R5A,
T7D f ; 56. TXP, T4D+ ; 57. R4A, RlA, y gi"acias a la se­
paración del rey blanco de los peones, este final de par­
ti da lo ganan las neg1·as sin diflcultad.

50. T6T, P4R 1

De otro modo no hay foraoa de la posición de


las piezas

51. PxP, PxP 54. TST, RxP


52. R3D, P4T 55. TxPR, R3D
53. R3A, TSC 56. T5T!, • • •

Cortando el paso al rey de las negras por la quinta


horizontal, Alekhine las despoja de la posibilidad de
atacar el pe ón del :flanco de rey. Después del forzado
P5T la situación se simplifica de tal manera que ya· no
queda material en el tablero para ganar.

56. .
, . .
R3R 58. R2R,
57. R3D, PST • • •

No el 3C con jaque.
S
66 A. Kotov


/.�


58. .. , .
. TSC 1 63. TST+, R3C
59. R3A, R3A 64. TST, T5C D
60. P x P, TxP 65. P3T, TSAD
61. R3C, P4C i 66. T7T, R3A
62. T6T+, R4A 1 67. T6T+1 R4R
La últitna tentativa fácilmente rechazada por las blan­
cas. La solución de final de partida de la partida ya
está deterrninada. En el fuuro todavia corresponde:
68. TST +, R5D 1 69. R4C !, ...
Lo más fuerte, el rey rnarcha hacia adelante, garanti-
zando la futura a del peón 3T.
69. . .. 1 R6A 77. TlTD, T2T+
70. RXP1 RSC 78. R6C, R7C
71. T8T1 T4A+ 79. TXP+1 TxT
72. R6C, T4TD 80. P5T, R6A
73. TSC+, R6A 81. P6T, T7C+
74. P4T1 P6T 82. R7A1 T7TR
75. TlC, T3T+ 83. R7C, • • •

76. R7C, P7T 1 Tablas.

N.o 58. DE FENSA F NCESA


A2talos Alekhine
Bled, 1931
1. P4R, P3R 4. ASCR, PxP
2. P4D, P4D 5. CxP, A2R
3. C3AD, C3AR 1 6. AxC, PxA
Herencia aiedrecística de Alekhine 67
.

Complicada variante que conduce a un juego tenso por


ambas partes. Esta continuación ha sido adoptada por
Alekhine más de una vez; sin embargo, en esta partida
se ha acercado demasiado fácihnente a la solución de
los problemas de apertura.

7. C3AR, P3C 1 10. D2R, D2A


8. A5C+, P3A 11. o o o, P3TD
9. A3D, A2C • • • • • •

Una originalidad fuera de serie. Continuando 11.. . . ,


C2D, las negras conservaban un juego satisfactorio, en
el momeno en que ahora se ven metidas en la zona de
dificultades.

12. TR1R, C2D 1 4. PxP, PxP


13. RlC, P4AD • • • • • •

Abriendo la línea "CD" y contando con organizar un


ataque al rey enemigo. Sin embargo de esto no sale nada,
por eso era más tranquilo tomar con caballo en 4A.

15. C3C, C3C 1 16. �� !, ...


Sencillo y decisivo. El significado de este ataque se
manifiesta de un modo particular después de la fuerte
maniobra con la datna en las siguientes jugadas.

16. .. , . P5A 1

17. A4R, CST?
Absolutamente mal. Alekhine juega esta parte de la
partida de una tnanera muy ftoja. Era preciso contestar
17 ... ., TlCD, aunque entonces 18. C4D, .. . con la ame­
naza de destruir la posición de peones negros en el cen­
tro por el carnino C7C +, . . . y ex P + daba a las blancas
un enorme contrapeso.

18. D3R!, • • • 1 • • • • •

Brillante. Amenaza lo •ntsmo 19. C7C +, . .. y 20.


D6T, . como 19. D4D.
. .

18. . ,
. . P3T 1 • • • • • •

La única defensa de la rápida destrución después de


19. C7C+.

19. AxA, DXA J 20. D4D, • • •

No se puede ahora jugar 20. . , P4R en . . de 21.


68 A. Kotov

ex PR, . .. , pues las negras no están en condiciones de


contener el peón 3A.

20. . , . . TlCD 23. DxA, PxP?


21. P3CD, D3A 24. PTxP?, • • •

22. CxP+, AxC • • • • • •

Ning11no de los enemigos se da cuenta de que después


de 24. DXT+, R2R; 25. T7D+I, las negras pueden . . .

rendirse.

24. . , . . C6A + 1 26. T3D?, • • •

25. RlA, Tl AR 1

� �

··-�

Nuevamente equivocación. En lugar de esto, gana-


ba 26. CID, . con la consiguiente
. . en 6R.

26. . . . , C4D 1 28. T2R, ese


27. D5R, TlA 1 29. T6D, D4A
Allnismo tiempo, obligatorio y deseado. Alekhine, indu­
dablemente intenta el cambio de porque ahora
en su posición desaparece la falta principal, la Ina la dis­
posición del rey no es peligr osa en el final de partida.
Además, está obligado a cambiar, ya que si no las blan­
cas, tomada la torre en 6R, hubiera recibido un ataque
de te. Es agradable hacer estas jugadas deseadas y al
Jnismo tiempo obligación.
Herencia ajedrecística de Alekhine 69

30. D XD, TX D 1 31. R2C, ...


Una equivocación. Es correcto 31. T6C, P4'1'1 1 ; 32.
T7C, . .. y no se puede 32. . , C6D+; 33. RlC, C5A; 34.
. .

T2D, CxP; 35. •r• 17D, con un ataque irrechazable.


. . .

31 . . ,
. . R2R 34. T7C+, TlA 2A
32. T6C, P4TD, 35. TxT +, TxT
33. C5R, TRlA • • • • • •

La situación se ha simplificado y se ha aclarado. Con­


seguir esta posición de la que tenia diez jugadas atrás,
es indudablemente un logro para las negras . En el futuro
juego, Alekhine aprovecha artísticamente la negligencia
del enemigo y, brando sutilmente, salva así la
partida que hace unas jugadas era para él totalmene
desesperada.

36. P3C, P3A 1 37. C3A, P4R


Activa el centro y refuerza la situación de su rey.

38. T2D, R3R 40. P4AD, C2R


39. ClR, C4 D 1 41. R3T?, • • •

El maestro Aztalos juega equivocadamente y ayuda


a su agresivo enemigo en la defensa. Naturalmente, al
rey había que llevarlo al centro por el procedhniento
41. R3A.

41. . ,
. . R4A 43. C2A, RSR!
42. T6D, C3A • • • • • •

Es tfpico para Alekhine . Habiendo conseguido la posi­


bilidad de activarse, lleva rápidamente el ataque al cen­
tro. Ante esto no se fija en las pérdidas •nateriales, lo
importante es hacerse con la iniciativa.

44. TxP, C5D 1 45. R2C, • • •

Y en caso de 45. cxc, PxC; 46. TxP, R6D; 47. T6D,


R6A el peón negro 5D dejaba a Alekhine posibilidades
para la salvación.

45. . ., . PST ! 1 46. R3A, • • •

Conduce a tablas. Todavía se ía continuar la lucha


jugando 46 . PxP aprovechándose de que las negras no
pueden contestar 46 . , T2C+; 47. R3A, T6C+; 48. R2D,
. . .

T7C; 49. P3A+, .. . Las blancas tenfan todavía esperan­


zas de realizar su supremacía después de 46 . . , TXPA; . .
70 A. Kotov

47. C3R, TxP; 48. TXP, . . . Sin embargo, esto iba unido
a cierto riesgo, ya que las ne gras podían jugar 46 . ... ,
R61 >; 47. C3R, T2C+; 48. R3T, . .. y si 49 . T6CI >, . . . ,

entonces 49. . .., C7A+; 50. R2T, C5C+; 51. TXC, RXT.
Aunque en esta terminación las blancas tienen cuatro
peones por calidad, el resultado de la partida está todavía
lejos de aparecer claro, por la n1ala posición de las pie­
zas blancas.

46. . . . , PxP 48. RxP, R6D�


47. cxc, PxC • • • • • •

��
= r.•.
,•
///. �
'/

'///w
�-� '1

1' � %;

� �

w
1'

Con dos peones de menos, Alekhine ha conseguido la


posición de final de partida porque su peón pasado 5D
es muy peligroso. Por eso Alekhine prefiere no arriesgar
más y repetir las jugadas.

49. T3A+, R7R 1 50. T4A, R6D


Las negras no pueden jugar 50. . .., P6D, en vista de
51. R3A, T2D (51 . . .., P7D; 52. T4R+> 52. T4R+, RSD;
53. P5A, P7D; 54 . P6A, T2AD; 55. T4AD!, con tablas. A
propósito, en el libro del torneo está equivocada la con­
tinuación 55. T6R, .. . , que después de 55 . , R8A, tiene . . .

que llevar a perder a las


51. T3A+, R7R 1 52. T4A, Tablas
Vamos a estudiar la partida en el sentido de la destruc­
ción, aunque perdida por Alekhine, sin embargo de gran
Herencia a¡edrecistica de Alekbine 71

ensefianza para los ten1as examinados por nosotros. En


ella el campeón ruso ha demostrado un gran conoci­
miento de la posición y una tenaz defensa, simplificando
a su tiempo el juego y pasándolo a final de partida con
el alfil contra el caballo. En este final, Alekhine demostró
un gran arte en la defensa. La apreciación de su maes­
tría no la rebaja ni siquiera la coJnisión de una
falta, que llevó la partida al fracaso.

N.o 59. GAMBITO DE D


Capablanca Alekhine
29 partida del mach, 1927

1. P4D, P4D 7. C2D, A5C


2. P4AD, P3R 8. D2A, PxP
3. C3AD, C3AR 9. AXC, CxA
4. ASC, C D2D 10. C x P, D2A
5. P3R, P3A 1 1. P3TD, A2R
6. C3A, D4T 1 2. P3CR!, • • •

Interesante y muy fuerte novedad, traída por Capablan­


ca por primera vez en esta partida. En la diagonal l'l'R-
8'1'1> el alfil desarrollará una gran actividad atacando
importantísimos puntos del flanco de datna de las ne­
gras.

12. . ..,
. 14. P4CD, P3CD
13. A2C, A2D 1 5. P4TD
Intentando un movimiento activo, Alekhine debilita la
disposición de peones en el flanco de dan1a y ofrece a
Capablanca la posibilidad de desarrollar en el futuro un
ataque amenazador. A un juego más tranquilo y esperan­
zador conducía •rt>1A, 'l'R1D, AlR, y etc.

16. C5R, • • • 1 • • • • • •

Enérgica respuesta. En caso de 16. , PxP; 17. PXP, . . .

TxT; 18. TxT, AxP; 19. C5C, ... las blancas recuperan
el peón, con notable posición de supremacía.

16. . . . , PxP 1 18. TxT, TlA


17. P x P, TxT 1 • • • • • •

Es preciso pasar a la defensa. El mo ento 18. . .., ·

P4A hubiera dado a las blancas un peón pasado ame­


nazador después de 19. cxA, cxc; 20. PDXP, PxP;
21. P5C.
72 A. Kotov

1 9. CxA, DxC 1 • • •

20. C4T!, • • • 1 • • • • • •

Forzado llevar a la entrega el débil peón de las negras,


que perece al 1in y al cabo.

20. . .. , D1 D 1 ... • • •

Más posibilidades de defensa dejaba 20. . . , AlD; 21.


TlAD, C4D; 22. AXC, PRXA; 23. P5C, ; 24. PXP,
DXP.

21. D3C, C4D 1 • • • • • •

Las negras no � en condiciones de prevenir el mo-


ento P5C, ... , ya que 21. . .. , P4CD congelaría todos
los peones negros en el fianco de dama.

22. PSC, PxP 1 • • • • • •

No se puede, naturalmente, 22. ... , P4AD a causa de


23. PXP, AXP; 24. TlD, ..., ganando un peón.

23. DxP,
'

• • •
J • • • • • •

A las negras les resulta hnposible retener el peón 3C.


Confor1nándose con entregarlo, Alekhine realiza al mis­
mo tiempo una serie de sutiles maniobras, para des­
prenderse del peón en la situación más conveniente para
Herencia aiedrecística de Alekhine 73

las La def de Alekhtne está muy


y aparece como un ejempl o de elegancia, tenacidad y
sangre fria.

23. . . . , TlT 1 • • • • • •

Por ahora, todavía, manteniendo el contrapeso znate...


rial. Más débil 23. .. C6A; 24. C XC, T XC; 25. A6A.
.

D3D; 26. TBT+, AlA; 27. TBA y el peón 3C se pierde


ante la pasiva posición de las piezas negras .

24. TlAD, T4T 1 26. Tl C, AlA


25. D6A, A6T 1 • • • • • •

Conformándose en entregar el peón 3C ante una de


estas dos condiciones: o por el procedt•ntento 77. CXP
, después de lo cual ante los alfiles de distintos colo­
. . .

res las negras tienen una buen posibilidad de tablas, o


ante el cambio en 50, como sucedió en la partida.

27. A x C, TxA 1 28. C x P, T3D


Habiéndose quedado sin el peón, Alekhine pone sus
esperanzas en el fuerte alfil y se camina valientemente
hacia el finaJ de partida.

29. D7C, P4T 32. C5R, Dl A


30. C4A, T2D 33. R2C, A3D
31 . D4R, T2A 1 • • • • • •

Axnenazando tomar el caballo, después de lo cual el


final de partida de las piezas pesadas tiene todas las
apariencias de en tablas.

34. TlTD, T2C 37. T 6 A,


35. C3D, P3C 38. T x T, D xT
36. T6T, Al A

1 • • • • • •

Ya se ven los primeros resultados positivos de la de­


fensa de Alekhine: en el tablero se ha creado una po­
sición en la que conseguir un peón de más para las
blancas resulta en extremo difícil. Es interesante que
Alekhine considera la presencia de la dama en el table­
ro poco para él y con esta finalidad logra
la shnplificación.
39. C5R, A2C 41. C3A, A3A
DBT + , R2T • • • • ••

Se amenazaba mate después de 42. C5C+, R3T; 43. P4T,


A3A; 44. DSCR .. y 45. D7T ..., ó 45. DS'l'R.
.
74 A. Kotov

42. D6T, R2C 45. P3T, D2A


43. D3D, D2C 46. PSD, PxP
44. P4R, D3A 47. P x P, • • •

47. . . ,. D6A ! 1 • • • • • •

Momento muy interesante. Generalmente se conside­


ra que la simplificación es conveniente a la parte que
posee la supremacía material, porque en el final de
partida es sencillo realizar el contrapeso. En la
presente partida, Alekhine demuestra que no se puede
llegar con esta regla a todas las posiciones y es preciso
concretarlo con relación a la particularidad de la situa­
ción dada. Así, en esta posición en el final de partida
�el alfil contra el caballo las negras tienen muchas
más posibilidades que cuando en el tablero se conservan
todavía las damas. La realidad de tal apreciación la de­
muestra con la práctica.
48. D x D, AxD 1 50. R2R, ASC!
49. RlA, R3A 1 • • • • • •

Retroceso premeditado, que despoja al rey blanco de


la posibilidad de moverse más adelante, porque a 51.
R3D corresponde 51 .
... A4A; 52. CID, R4R.
. . .

51. C4D !, . .. i ... • • •

Capablanca juega el final de partida con su habitual


exactitud. Trasladando caballo a 6A refuerza notable­
mente su posición.
Herencia aiedrecística de Alekbine 75

51 . . , . . A4A 1 53. R3A, R3A!


52. C6A, R4A! 1 • • • • • •

Las blancas están en posición de "zugzwang''. El caba­


llo no puede moverse a causa de 54. ... R4R, moverse
con el rey es malo, porque después de 54. .. . R4A no
cambiaria nada. Toda esta parte de la partida está ju­
gada muy profundamente por Alekhine.
54. P4A, ... J ... o • o

La últilua posibilidad, que trae casualmente el éxito.


54. . .. , P XP + 1 55. PXP, R4C?
Torpe descuido, que da al traste con toda la flligl'ana
del trabajo precedente. Continuando 55. . .. A3D, Ale­
khine lleva sin dificultad la partida a tablas. He aquf
una variante ejemplar:
l. 56. CBD, A2A!; 57. P5C+RxP; 58. CXP+R3A; 59.
P6D; A3C. II. 56. R4R, R2C; 57. P3A, P4A+58. PXP,
PXP; 59. R3R, A4A+60. CID, R3A, 6 60. R2R, R5C.
III. 56. R4R, R4C; 57. C5R, P4A +58. R4D, AlC!, en todos
los casos con tablas, lo que está demostrado con un sin­
nútnero de análisis, realizados a lo largo de treinta años
de vida aj edrecfstica.
Después de la equivocación de Alekhine, Capablanca,
sin grandes dificultades, alcanza la victoria.

56. CSR!, • • •
1 • • • • • •

En seguida decide, porque a 56. ... P4A corresponde


57. P GD A3C; 58. C6A .. , ganando una pieza.
, · .

56. . . , . ASO 1 58. C8D, A3C


57. CxP+, R3A 11 • • • • • •

Naturalmente, no se puede 58 . ... R4R; 59. C6A+.

60.
1
59. C6A, A4A •



R4A!, • • •

El sacrificio del peón la incisión de las


piezas blancas.
60. . .. , AXP 62. C5R +, R2R
61 . PSC+, R2A 1 • • • • • •

De lo contrario ,el peón 50 corona dan1a.

63. C xP+, R3D 67. P6D + , R2D


64. R4R, A6C , 68. P6C, A5C
65. C4A, R2R 69. RSD, RlR
66. R5R, ASR l 70. P7D + , • • •
76 A. Kotov

Las negras se rinden.

Es interesante lo que escriben los autores del libro


sobre el match : "Capablanca pasó toda la partida ju­
gando con su mejor estilo, y no es .menos cierto que la
ganó por casualidad." Un gran conocedor del aj edrez,
profundo adrotrador de Capablanca, determinó así la
imprecisión que produjeron en él las partidas 27 y 29
del 1natch : "Después de las tablas no merecidas en la
partida 27 (Capablanca en una posición limpiamente
ganada se equivocó al retroceder con el rey y dio la
posibilidad a Alekhine de realizar el jaque continuo.
A. K.), yo contaba con que Capablanca pudiera salvar
el xnatch, pero después de haber sido ganada por él la
partida 29 me convencí definitivamente que lo suyo es­
taba perdido." Realmente, como ganador moral de la
partida surge Alekhine, demostrando en ella estabilidad
y tenacidad en la resistencia, conocidas por nosotros
solamente en la creación de r.a.sker en los años de su
esplendor.

Preparación y realización del contraataque


"El contraataque es el mejor método de defensa". con
esta verdad los aj edrecistas se fainiliarizaron desde los
prirneros pasos de la asimilación teórica del ajedrez.
Esta situación filosófica es justa no solamente en el
aj edrez, actúa también en otras forntas de la batalla.
Para cualquiera es fácil de comprender que encontrar
un eslabón débil en las fuer1.as atacantes del enemigo ,
meterse en esa brecha , ensanchar la contraincisión y
penetrar a fondo, en el centro mismo de la disposición
del enemigo, es el mejor procedimiento de recibir el
ataque del enemigo. Cada ajedrecista sabe qué efectivo
suele ser el contraataque y cómo influye sobre la psico­
logía del jugador.
Sin embargo, saber pasar a su debido tiempo al ata­
que es un gran arte. En primer lugar hay que elegir el
momento justo para pasar al contraataque, por lo tan­
to es preciso adjudicarlo con exactitud. Una salida pre­
matura, cuando las fuerzas del atacante están en plena
forma, ma.ntenidas por la brecha del invasor, puede
acarrear perjuicios decisivos ; un contraataque prema­
turo puede agotarse rápidamente y ser rechazado en
seguida. Al contrario, el retraso con el contraataque
puede echarlo todo a peder, porque el atacante durante
el tiempo perdido sabrá aportar a la posición del que
Herencia aiedreclstica de Alekhine 77

se defiende tal estrago que ningunas


en condiciones de arreglar el destrozo. El tiempo
el contraataque, el momento justamente elegido apor­
tan una parte muy importante de éxito.
Ade1ná.s, corresponde señalar que encontrar
para el contraataque no es tan sencillo. El atacante lle­
va el asalto con una finalidad jntnterrumpida, sus pie­
zas están activas, llenas de energfa atacante.
las, encontrar el ca1nino hacia la liquidación de sus
fuerzas móviles, es asunto de creación grande y diffcU.
Pensar caminos de contraataque bajo los complicados
golpes de las piezas ene1nigas es un arte grande, y por
algo el saber a tiempo al contraataque no es dable
a muchos ajedrecistas. Es una de las raras cualidades
del luchador ajedrecista, e s preciso elaborarlo dentro
de uno mismo, se da con un escrupuloso estudio de las
leyes del ataque y de la defensa, exige un profundo co­
nocirniento de la posición.
Alekhine era un gran 1naestro del contraataque. Su
carácter activo y diligente, que no soportaba la pasivi­
dad, que no aguantaba una larga defensa, exigía accio­
nes activas incluso en tiempo de defensa. El fuerte ca­
rácter del campeón del mundo surge en sus nnrnerosos
contraataques: su elegancia, su fantasía, le ayudaban a
encontrar tales ocultas ideas, tales posibilidades en las
posiciones en las que tenia que defenderse, que los con­
traataques de Alekhine en parte eran tan audaces, boni­
tos y enérgicos, como sus destructivos ataques. A lo
largo de este libro el lector ha visto ya más de vez
partidas en las cuales Alekhine pasa de la def al
contraataque y seguidamente a un ataque destructor a
la debilidad, rota, vaciada con los propios ataques y
las piezas debilitadas enormemente ante la posición.
De esta división vamos a estudiar todavfa algunos
ejemplos de la práctica de Alekhine, cuando su defensa,
en difíciles posiciones, se cambia 1ninuciosa y oculta·­
mente preparada, y su extre1nadamente fuerte y diffcll
represión del contraataque.
En la partida contra Euwe, en el torneo de Holanda,
en 1938, se jugó la siguiente apertura.

N.o 60. DEFENSA INDIA DE DAMA


Euwe Alekhine
Avro, torneo 1938
1. P4D, C3AR 1 3. C3AR, P3CD
2. P4AD, P3R 1 4. P3CR, A3T
78 A. Kotov

Actualmente, esta jugada está ligada a un sisterna de


desarrollo personal y no interesante, justificada por la
situación un tanto original del alfil negro. Alekhine no
une esta jugada con alguna idea reciente de la defensa
india nueva y, perdiendo un tiempo, se sumerge en una
zona de dificultades.

5. D4T, A2R 7. , A2C


6. A2C, 1 • • • • • •

Se pregunta ¿qué necesidad habla entonces de sacar


el alfil a 3T? Los teóricos contemporáneos recomiendan
jugar aquí 7. P3A, esforzándose hacia la jugada
. . .

P4CI l.

8. A4A, P4A 1 • • • • • •

Alekbtne juega muy mal el principio de la partida.


La jugada hecha por él debilita el punto 3D, lo que
Euwe aprovecha enérgicamente. La forma correcta de
desarrollo en esta situación, ya comprometida, era 8 . . . .

P3D y 9. . . Cl >2D.
.

9. C3A, PxP 1 1 3. P3A, Tl A


10. C x P, AxA 1 4. C4-5C, D3A
1 1 . R x A, Dl A 1 5. TOl A, Cl R
12. TR1 D, D2C + • • • • • •

-�
Herencia ajedrecística de AJekhine 79

Sin embargo, dando un vistazo a la posición, basta


para percatarse lo •nal que están las cosas para las
negras. Tienen el naneo de dama todavía sin desarro­
llar, las piezas ocupan posiciones pasivas, los puntos
3D y 20 están débiles. Todo esto provoca un enérgico
ataque de Euwe en el centro, completamente justificado
por los objetivos de la posición dada .

16. eso,

• • •
1 • • • • • •
'

Jugada bonita, pero no lo bastante fuerte. Como se


verá más adelante, después de la salida del caballo las
negras podían realizar tablas, al tiempo que la natu• al
16. P4R ! dejaba a Euwe un enorme contrapeso. Por
ej emplo : 16. . . . D X PA ; 17. D X D, T x D ; 18. A x C, T x A ;
19. T x P . . . , ó 16 . . . . P3'1'1 > ; 17. C4D , D X PA ; 18. C5D I
(también es posible la sencilla 18. D x D, T x D ; 19.
C4T) . 18. . . . D X D ; 19. T X T, P X C ; 20. T X C + ,
AlA, 21. A6D, P3T ; 22. T x A + , R2T ; 23. T2D, con con­
trapeso para las blancas.
Mejor respuesta para las negras ahora era aceptar
el sacrificio del caballo. A 16. . . . P x C puede corres­
ponder 17. P X P, D2C ; 18. T X T, D X T ; 19. T1AD y
es difícil para las negras encontrar una buena conti­
nuación. Por ejemplo : 19 . . . . D2C ; 20. C7A, C3D ; 21.
C X T, C3T ; 22. A X C, A X A ; 23. D4AD y ganan, o
20. . . . C X C. 21. T X C, D3T ; 22. D2A y las negras
están Dl.al. En la variante es posible también
20. D4R y así 20. . . . P3D entonces 21. C X P, C X C ;
22. A X C, A X A ; 23. DSR+ , AlA ; 24. DSA. En lugar
de 19 . . . . D2C para las negras es Jnás fuerte retroceder
con la dama a ID : 19. D1D. Entonces las blancas
tienen que hacer tablas después de 20. A7A, OlA; 21.
A4A ya que no se les ve otras continuaciones de
ataque.

1 6. . ,
. . Al A 18. A x C, • • •

1 7. C4C, D2C '


• • • • • •

Por lo visto esta jugada no ofrecía sospechas para


Euwe, porque tomar en se es preciso solamente con la
torre lA, después de lo cual 19. C6T conduce a la pre­
sión de la posición de las piezas negras en el flanco
de da•na. Sin embargo, este cambio es equivoco, ya que
ahora con el sacrificio del peón Alekbine empieza. un
peligroso contraataque, porque aporta el contrapeso a
las negras. Era correcto 18. CID ó 18. A6D, reforzándose
en el punto 6D.
80 A. Kotov

18. o o or D x A! 20. o • o

19. T x P, P4TD • • • • • •

No se puede retroceder a 3D, ya que después de 20. . . .

C3A ; 21. T4D, P4R, la torre tiene que ocupar una com-
pleta en 4'l'R.

20. . D4R
1

,
1
. . • o . • • •

¡ Qué rápidamente ha cambiado la situación ! La in­


geniosa idea de Alekhine ha dado en seguida a toda la
otro aspecto. De la pasivididad, las piezas ne­
han pasado a una acción activa recién inspirada
por un ataque de incisión, las piezas blancas tienen que
ahora en la f de defender las debilidades
en la propia posición.

21 . C3A .

C3D 1 22. C3T, C4A
La situación de las empeora en tanto que
las negras ya se han acercado a los puntos débiles del
campo enemigo.

23. C3D 24. C3T, D4AD


Alekhtne renuncia a las tablas en obtener
1nás de sus activas piezas. Pero, por suerte para Euwe,
sigue teniendo la oportunidad de poder salvar la par­
tida.
Herencia ajedrecística de Alekhine 81

25. Tl D, • • •

Hubiera estado completamente mal 25. P3C, ya que en-


tonces la de las � se hubiera encontrado se-
parada del resto del tablero.

25. . ,
. . DSC !, 1 28. T7C, DxD
26. D3C, CxP 29. P x D, TSCD
27. C x C, TxC
Las negras ya están algo mejor; sin embargo, la si­
guiente maniobra de Euwe introduce en la posición fac­
tores de tablas.

JO. C4T !, Tx P 1
• 34. T2D, P3C
31 . T x P C, TxT 11 35. C5R, A2C
32. C x T, Tl C 36. C3D,
1
• • •

33. C4A, P5T •


• • • • • •

Las blancas han defendido sólidamente sus debilida­


des y rechazan con éxito la presión de las activas fuer­
zas de las negras. La partida se acerca a tablas.
1

36. . ,
. . Tl AD 39. Tl T, TSA
37. Rl A, A5D T3T, • • •

38. Tl D, P4R 1 Tablas.


Ya en la prilnera partida exarrdnada hemos que
para tener éxito el contraataque exige una larga y me­
tódica preparación y ante todo co•nienza por un slste-
6
82 A. Kotoo

mático mejoramiento de la posición de las propias



Como es lógico, el que se defiende tiene las piezas
distribuidas, por consiguiente su primer problezna
es mejorar la posición. Por sí solo esto ya se convierte
en una buena medida defensiva, dificulta el avance de
los golpes de ataque, permite rechazarlos con •nfnimas
pérdidas, y al zrdsmo tiempo prepara un consistente y
decisivo golpe de defensa , el contraa.taque. En una serie
de partidas podemos ver cómo Alekline ofrecía una
resistencia, reforzando metódicamente la posición
de sus piezas, y casi siempre esto era sólo una etapa de
ataque para más anchos y efectivos movimientos, el
contraataque. Vamos a exa1ninar, por ejemplo, la si­
guiente partida del campeón ruso, donde al consistente
ataque precedía un largo trabajo por el aurnento de la
actividad de las piezas.

N .o 61 . DEFENSA ALEKH I N E
Karlbad, 1923

Bogoliubov Alekhine

1 . P4R, C3AR 3. PSR, CR2D


2. C3AD, P4D 4. P4D, P4AD
Más sencillo 4 P3R, llevando el juego hacia una
. . . .

de las variantes de la partida francesa. Por lo visto,


Alekhine no se preocupa del siguiente sacrificio del
peón, contando con los recursos defensivos de la posi­
ción creada.

S. A5CD, CD3A 1 6. C3A , P3TD


Sencillamente asf, provocando a las blancas al sacri ­

ficio del peón. Y aqui era más cuidadoso 6. . . P3R. .

7. A x C, PxA 1 8. P6R !, • • •

Realizado de una firme y de posición. Cedien-


do el peón, las blancas durante mucho tiempo cohíben
las piezas del enemigo y les dificultan la posibilidad
de abandonar la posición primitiva.

8. . . . , P x PR 1 9. P4R I
No está. en el ánimo de Alekhlne enzarzarse por un
de 1nás, tanto más cuanto que este contrasacrifi-
Herencia ajedrecística de Alekhine 83

cio perJntte a las piezas negras ensanchar un tanto el


campo de sus operaciones.

1 0. P x PR, P3R 1 1 1 . CSCR !, • • •

Las , habiendo recibido el en el


llo, natural mente se lanzan al rápido ataque de
,

la debilitada posición del flanco de rey enernigo. Los


expei'irnentos de Alekhine en la apertura 4. . . . ;
6. . . . P3'1'1 1 le han llevado a un juego diffcll. Se precisa
1ma gran sangre fría y presencia de ánhno recha­
zar los asaltos de las piezas blancas sobre la posición
realizada en la PI'intera fase de la partida.

1 1 . . . ., D2R 1 13. D4C, • • •

1 2. P4A, P3C 1 • • • • • •

Desde este momento las cosas de las negras poco a


poco van mejorando. Sin embargo, continuando 13. P5AI,
PR x P; 14. CI IXP, Pxc ; 15. D x P , las blancas podían
colocar al enernigo ante un proble1na difícilmente solu­
ble : dónde colocar al rey. El ataque de las blancas sobre
el atascado rey del enernigo en el centro se hubiera
desarrollado en este caso con mucho éxito, y las ne­
gras se verían mal, por ej emplo : 15. . . . '1'1 11C; 16. P6R
. . . , ó 15. . . . T2T ; 16. P6R, ClC; 17. A4A ! , D2CI 1 ; 18.
P4C ! .. . , con muchas amenazas.

1 3. . . .1 C3C 1 5. A3R, P4A


1 4. P3CD, P5A 1 1 6. A2A, • • •

De nuevo una perecedora lentitud . El enérgico 16.


P4C 1 hubiera dado a las blancas 1nás perspectivas de
• • •

pasar las piezas atacantes a través de brecha abierta


en la defensa del enemigo.

1 6. . . . , P3T 1 17. C3A?,


Esto ya es una equivocación que permite a las negras
apoderarse sucesivamente de la iniciativa y a
las blancas por una maniobra sin final idad. El valiente
sacrificio 17. C5C 4R ! rompía la linea defensiva del
enerni go y pudo conducir a un largo ataque al perse­
guido rey de la snegras.

1 7. . . ., D2AR ! 1
Comienza la reagrupación de las una
armónica cooperación de las de las negras.
84 A. Kotov

1 8. C4TR, Tl CR 1 19. P4T, • • •

Las negras tienen solamente un sitio donde puede es­


conderse el rey, es el flanco de da1na. Por eso, Bogo­
liubov inicia en seguida allf las operaciones, sin contar
con que esto a su vez provoca la debllidad de la posi­
ción de las

19. ,
. . .
PxP t 22. A3C, P5D
20. P x P, A2CD 1 23. C4T, A4D !
21 . PST,
1

C2D r

• • • • • •

Durante algunas últimas jugadas las negras han me­


jorado bruscamente. Alekhine consiguió activar sus pie­
zas, y ahora están dispuestas tanto para la defensa
como para el ataque.

24. TDl C, T1C 1 26. Al R, D2R


25. Dl D, T4C 27. D3D, P4C !
Habiéndose apoderado del rnando en el centro y en
el flanco de rey, las negras empiezan un decisivo con­
traataque al rey de las blancas. Es suficiente recordar
la posición que había en el tablero solamente nueve ju­
gadas atrás para comprender a lo que han conducido
las inútiles maniobras de las blancas.

28. C6CR, D2A 1 • • • • • •

El se resolvfa con facilidad de


Herencia aiedrecística de Alekbine 85

28 . ..
D2T ; 29 . P5A, P x P ; 30. C X A, T X C. La oposición
.

de la dama de las negras en la linea de acción de la


torre lAR perrntte a las blancas defenderse con relativo
éxito.

29. C x A, PxP 1 30. A3C !, • • •

Esta jugada no hubiera existido en las blancas, si


la de las negras estuviera en otro sitio.

30. . . . , DxC 1 32. P4C !, • • •

31 . T x P, D2C 1
! • • • • • •

Aprovechándose de la negligencia del enemigo, las


blancas han rechazado con éxito el ataque de las pie­
zas negras y de nuevo realizan activos movimientos. El
juego se de nuevo.

32. . . ., 1
D3C 1 33. Dl D, • • •

Bogoliubov valora en exceso sus posibilidades. Cam­


biando la dama y jugando 34. TlAD ! hubiera reci­ . . .

bido una posición con todos los derechos , mtenttas que


ahora el ataque de las negras estalla de nuevo con zna­
yor fuerza.
33. , TlA 36. T x T, PxT
37.
. . .

34. T4C, D4A C2C, • • •

35. T2C, T x PC • • • • • •

37. . , A6C !


. . 1
86 A Kotov

Golpe serio. Las atacan al antsmo tiempo a la


y al peón 5R. El enemigo tiene que
con una pasividad via de sus

'
38. D2R, DIC + •

' 39. Al R,
El punto de apoyo de las blancas en el centro se de­
Irutuba, y con él desaparece toda esperanza de salva­
ción. Sería pretnaturo 39. . . A7A, en vista de 4 0. T xP,
.

D x C ; 41. D5T+R1D ; 42. D4T + . . . , con tablas, ya que


el rey de las negras no puede entrar en la linea AD .

40. T4R, A4D 42. D2 D, C x P!


41 . P4C, P6D ! • • • • • •

Todas las piezas se disponen a dar zoate al rey


blanco. En cierto momento, pasivamente distribuidas,
poco a poco auanentaban la esfera de sus acciones y
ahora su potencia ha alcanzado el máxhno.

43. T x C, • • •
1 • • • • • •

Con tales "sacrificios" rara vez se salvan las partidas.


blancas perecen casi de•nasiado pronto.

43.
1

.
, . .
TxT 48 • R3R, TxP
44. C x P, T5R • 49. A3C, DBC +
45. R2A, TSD 50. D2AR, T5 R +
46. R3R, T5R + 51 . R2D 1 D8TD
47. TS D 1 52. C5R, TxC
Las blancas se rinden.

En la siguiente partida , Alekhine ha jugado de nuevo


descuidadamente la apertura y ha tropezado con una
situación difícil . No obstante, metódica y sucesivamen ­

te mej orando la posición de sus piezas, endereza rápi­


damente el juego y consigue realizar movimientos ac­
tivos.

N .o 62. PARTI DA ESPAIQO


Marco Alekhine
Gaaga, 1921

1. P4R, P4R 1 3. ASC, P3TD


2. C3AR, C3AD 4. A4T, CR2R
Jugada dudosa que utiliza, por fortuna, muy
Herencia ajedrecística de Alekhine 87

pocas veces. Las blancas en esta vanante se con


una importante posición de

5. C3A, P3CR 8. c x c, AxC


6. P4D, A2C 9. A6T !, • • •

7. P x P, CxP • • • • • •

Antipático Las negras no están ahora en


condiciones de enrocar, y su rey queda largo tiempo


·

atascado en el centro. Alekhine tiene que pasar unos


cuantos rntnutos de angustia.

9. . ,
. . P4AD ! 1 • • • • • •

Y de todas fo1 mas el campeón ruso alcanza de nuevo


la altura. Con esta jugada empieza el amplio plan de
desarrollo de las piezas, que trae la completa •

ción prhnero del flanco de dama y seguidamente del


flanco de rey. Por ahora amenaza la ganancia del al­
fil 4T, y debe huir del cepo preparado.

1 0. A3C, P4CD 1 2. D3A, CxA


11. ASD, T2T 1 3. c x c, P3D
El flanco de dama de las negras está
; sin embargo, durante este tiempo las blan­
cas han reforzado el caballo en el importante punto de
88 A. Kotoo

apoyo 5D del centro El probl de las


. . es cómo
neutralizar la importancia de este fuerte punto.

1 4. P3A, P4A 1 • • • • • •

Enérgica respuesta, a continuación de la últilna juga­


da del enemigo, un tanto pasiva. Si hubiera
continuado 14. O O 0 1 a las negras les hubiera • . ••

resultado mucho n1ás dificil arreglar el movimiento de


sus

1 5. A4A, • • • 1 • • • • • •

Es necesario retroceder de la conveniente posición, ya


que amenaza . . D5T con ataque al alfil y al peón 4R.
.

Rápidamente, las blancas han per•nitido al ene•nigo ha­


cer el enroque corto y esconder al rey, y la situación
de las negras ha mejorado notablemente en seguida.
15 . . . . , 1 8. TRl R, PxP
1 6. 1 T2D 1
1 9. T x P, TD2AR
1 7. TD1 D, A2CD 11 20. P3CR, T4A
<Véase el siguiente diagrama.)
Alekhine ha mejorado artfsticamente su posición, y
ahora sus piezas están activamente dispuestas.
21. D2R, AxC 24. T x T, P xT
22. T x AD, Dl T 25. T x A, Tl R
23. P4A, AXA 1 • • •
• • •
Herencia aiedrecistica de Alekhine 89

tando un de partida de piezas


igualado para ambas parlíeJl. Las negras tienen unas
cuantas debllidades en su posición ; no obstante, sus
piezas están más activas. El rey negro y el rey blanco,
ambos, no se encuentran muy seguros y esta situación
obliga a los dos contendientes a estar atentos y tener
cuidado.

26. D2D, T4R ? 1


'
• • • • • •

Una equivocación, pero que por suerte pasa con for­


tuna. Era correcta 26. . . P x P, y si 27. T x P . . . , enton­
.

ces 27 •T3R.
. . .

27. T4T !, • • • • • • • • •

Aprovechándose de que el rey negro está descubierto,


las blancas desarrollan un peligroso ataque.

27. . . . , Dl D 1 28. P4A !, • • •

De nuevo una jugada enérgica. Defender el peón 4A


se puede solamente por un procedhniento 1jntco.

28. . . . , T3R 30. T5T ?, • • •

29. DSD, D3A • • • • • •

Una negligencia, que estropea a las blancas. Si hu­


biera cambiado preventivamente en 5C entonces ya la
situación de las negras seria como para llorar y tendrian
que soportar el castigo por su equivocación, reali,.ada
cuatro jugadas antes. Ahora, el triunfo de la partida
se hace completamente distinto.
1
30. . , . . D5D + ! 1 31 . Rl A, • • •

Y en caso de 31. D x D, P x D ; 32. T x PA, P x P, las


blancas no pueden retener la posición.
'
31 . . . . , DxD 1

32. P x D,
Esta tranqulla jugada confirnta la desesperante situa­
ción de las blancas. La torre se ha metido en la trampa
y no tiene modo de salir ; solamente puede observar
cómo deciden las negras la solución de la partida, en
el otro extremo del tablero.
33. R2R, R2C 37. T4T, P4TR
34. T5C + , R2A
1 38. P3TR,
35. R3R, P3T 39. P4CR, • • •

36. TST, R3C 1 • • •


• • •
90 A. Kotov

Intento de rescatar la torre ,a lo que las no


hacen ni caso.

39. . , T2TR 40. P x PA + ,


. .
1 • • •

En caso de to•nar en 5T y cambiar la torre, el final


de partida de peones se fácilmente por las negras.

. . . , RxP 42. PSA + , • • •

41 . R3D, R3C • • • • • •

El sacrificio produce En otro caso, la torre ne-


gra a 4A, y en el "zugzwang", las blancas ten -
drán que perder el peón 5D.

42. . . ., RxP 1 43. T4R, T2CR


blancas se rinden.

Es curiosa la siguiente partida, en la que Alekhine se


salva gracias a la ayuda del contraataque a tiempo.

N.o 63. DEFENSA ESCAN DINAVA


Em. Lasker Alekhine

Petersburgo, 1914.

1. P4R, P4D 1
Herencia ajedrecística de Alekhine 91

principio. No es extraño que las negras se


vean en seguida en una situación dificil.

2. P x P, C3AR 1 4. C3AR, • • •

3. P4D, CxP 1 • • • • • •

Lasker renuncia a la mejor continuación 4. P4AI>, por


lo visto, las novedades preparadas por el ene-
migo.

4. . . . , A5C 1 6. C3A, P4R


5. P4AD, C3C 1 • • • • • •

Después de que las sin fundamento, han per-


mitido el desai"I'ollo del alfil D, en la importante po­
sición 5C, el expez hnento de apertura de las negras
puede considerarse af Desgraciadamente, Alek-
.

hine no se conforma con lo , y en lugar del


continuo 6 . , P3R, hace de nuevo una salida sospe­
. . .

chosa.

7. P5A, PxP 1 • • 1 • • •

Aquf también hubiera sido mejor 7 . , C3-2D, evitan­ . . .

do ceder el centro y dejar amenazado el peón 5A.

8. C4R, C3C-2D 1 9. D x P, D2R ?


Pal'ece fuerte, sin embargo, es rechazado enérgica­
mente por las blancas. Más �óglco era 9 . . . , C3AD, con .

tal de preparar cuanto antes un enroque.

1 0. ASCD ! • • • 1 • • • • • •

La situación de la darna de las negras es una verti­


cal con el rey, ofrece a las blancas la posibilidad de
realizar el ataque. Mal ahora 1 0. . . . , P3AD ; 11. 0--0 ; lo
mismo que 10. . . . , P4AR; 11. 0--0 , P x C ; 12. A5C, D3R;
13. 'l'R1R.
Cae en seguida en situación dificil. Alekhtne en-
cuentra una interesante posibilidad de contestar al ata­
que de las blancas, con un inteligente contraataque,
que, al fin y al cabo, salva su dudosa posición.

1 0. .. ,
. C3AI 1 • • • • • •

Jugada incisiva hacia una idea profunda, basada en


la exacta valoración de la variante. Las siguientes com­
plicaciones son muy curiosas y originales.
92 A. Kotov

11. A x C, PxA 1 3. P x A, o o o
12. 1 AxC • • • • • •

Parece casi como un suicidio en vista de la siguiente


jugada de las no obstante todo está exacta-
mente por el joven maestro ruso. El contra-
ataque de las piezas negras llega justo a tiempo, paso
a paso.

1 4. D4T, C4R 1 • • • • • •

Las negras no tienen ya posibilidad de defender los


peones 3A y 2'rl >, porque a 1 4 . , R2C, hubiera corres­
. . .

pondido 15. TlR , con amenazas 16. C6D + . . . , y 16.


. . .

T3R . . . En este caso 15. . . . , e x P perdía después de 16.


C X C, D x C ; 17. A3R.

1 5. R2C, D3R ! 1 • • • • • •

"Solamente el contraataque", he aquí el lema de las


negt'as. Ahora por medio de 16. A4A , las blancas po­ . . .

dian entorpecer el desarrollo de la iniciativa del ene­


migo, dirigida al ataque de las debilidades del flanco de
rey, no obstante, I.a.sker considera que podrá aprove­
char la posición central del rey de las negras.

1 8.
e

1 6.D x PT, D4A 1 Tl D + , R3R


17. DST + , R2D 1 • • • • • •

Posición desacostumbrada en las partidas de los


Herencia aiedrecística de Alekhine 93

fuertes aj del mundo. El rey negro se


por el centro del tablero bajo los ataques de las pie-
zas blancas, y le 'ulllza " únicamente que
al rey blanco le va muy bien.

1 9. D x T, D x P+ 1 20. R1 C, A2R!

w.
Posición tensa, por lo visto exa•ninada por Alekhine
ante el cálculo de las variantes en el momento del en­
roque largo. Las blancas tienen que tener cuidado aho­
ra, para no encontrarse bajo un ataque de ma.te de las
negras. Así, después de 21. D x T, D x T + ; 22.
'

R2C, D6A + , las negtas, con tablas aseguradas, podían


permitirse el ulujo" de jugar hacia la victoria por me­
dio de 23. RlC, D X C ; 24. A3R, C6A + .

21 . 040, DSC + 23. Rl C, DSC +


22. R1T, D6A + 24. Rl T, • • •

El rey blanco no puede evadirse del continuo jaque en


lA, porque entonces corresponderá 24. . . . , D6T + ; 25.
R2R, D6A + ; 26. RlR, TlD, con el gran ataque, por
ejemplo : 27. D4T, D8T+ ; 28. R2R, T x T ; 29, D X T,
D X C + ; 30. RlA (30. R2D, A4C seguido de 1nate> ; 30. . , . .

DST + ; 31. R2R, D6A+ ; 32. RlR, A5C + ; 33. A2D, C6D + ;
34. RlA, D X P, 1nate .
1
..

24. . . ., D6A + • • • • • •

Tablas, con un continuo Jaque.


94 A. Kotov

También en el siguiente ejemplo, la solución de la lu­


cha la decidió el encuentro a tiempo de la posibilidad
de pasar a un contraataque decisivo.

N .o 64. PARTI DA SICI LIANA


A. Rabinovich Alekhine
Vilna, 1912.

1. P4R, P4AD 4. P x P, PxP


2. C3AD, P3R 5. P4D, • • •

3. C3A, P4D f • • • • • •

"Ha resultado una de las apenas provechosas varian­


tes de la partida francesa." Alekhine.

S. . . ., C3AD 1 6. ASCD, P3TD


"Teóricamente interesante, pero no del todo justüica­
do, el intento de esquivar la continuación de plantilla
6 . . , A3R. Las negras querían convencerse con la expe­
. .

riencia a ver si surgen aquellas pequefias pero _indis­


cutibles supremacías que les surgen como consecuencia
del forzado cambio aa linea abierta "CD", dos alfiles, el
refuerzo del débil peón 4D) suficiente compensación
por el retraso en el desarrollo del juego.
"Juzgando por el futuro desenvolvimiento de la parti­
da, a esta cuestión es preciso responder de un modo ta­
jante : cada tiempo en tan temprana etapa del juego es
muy importante." Alekhine.

7. AXC+, PxA 1 0. C4T D, A3D


8. , A3D 1 1. D4D, C2R
9. P x P, AxP • • • • • •

La situación de las es dificil. Se han -


do en el desarrollo, su rey se ha estancado en el centro
y puede sobrevenir un fuerte ataque. Por este motivo,
Alekhine decide sacrificar el peón para lograr la posi­
bilidad de contratacar en el punto 7C. Es, tal vez, cier­
tamente la mejor salida, ya que si no después de 11 .
. . . , C3A; 12. A5C, . . . , ó 12. T1R+ , . . , la posición de las
.

negras aparecería extretnadamente desagradable.

1 2. D x PC, TRl C 1 1 3. DlA? • • •

En contestación a equivocación, el contraataque


de las negros se desarrolla con gran fuerza. Aunque la
13. D X PT, . , era también infructuosa a
. .
Herencia ajedrecística de Alek bine

causa de 13. . . . , A4A, pero el retroceso de la a


6A deja mejor juego a las blancas. En este caso a las
negras les resultaría más diffcll continuar el ataque, por­
que a 14 . , A6T, correspondería 15. C5C, . . . , ganando
. . .

la partida. Seria preciso contestar 14. . . . , T5C y para la


defensa o retroceso del caballo 4T jugar 15 . . . . , P5D con
unas complicaciones poco claras.

13. . .., A6T 1 • • • • • •

Ahora, las contraatacantes negras encuentran


sus puestos.

1 4. C4T, D2D 1 15. n R, • • •

Perdía 15. C6CD ? A X PC I , el Jnlstno sacrificio corres­


pondia también en 15. R1T, por ejemplo : 15 R1T,
. . . • .

A X P + ; 16. C X A, D5C ; 17. T1CR, D X CR con un claro


contrapeso de las negras.

1 5. . . .1 nc! 1 • • • • • •

Llevándose la torre de debajo de la horquilla del ca­


ballo a 3CI > y amenazando con la jugada 16. . . . , T5C I 1
ganar uno de los caballos blancos (los partidarios de
Tarrash hubieran sido que Alekhine demuestra con esto
una justa afirmación : "los caballos en el extremo del
tablero están siempre ntal") . esta jugada pre­
para el sacrificio de la torre en 2CR porque ahora en
96 A. Kotov

la te 16 . . . . , 'I'R X P ; 17. C X T, D5C ; 18. D X P+ ,


RlA, la torre de da•oa no está en la lucha. No salva
16. T3R, A X PC, 17. C X A, D5C ; 18. T3C, A x T ; 19. PT X A,
D X e, con calidad de más para las negras.

1 6. D6A, T5CD 1 1 7. A5C, • • •

¿Y qué hacer de otra forma ? Si 17. C3AD, . . . , enton­


ces 17 . , T X CR y 18.
. . . , T x PC + . . . .

17. . , . . T x CD 1 18. P4AR !, • • •

Las blancas se defienden tenazrnente, aprovechando


cada posibilidad que se presenta.

1 8. . . . , ASCR 20. P3CD, • • •

1 9. P3TR, A x PT • • • • • •

Naturalmente, no 20. P X A? . , a causa de 20 . . . . . . , T x P.

20. . . . , TSR 22. T1 R, • • •

21 . T x T, P xT • • • • • •

Nuevamente una jugada mejor. También aqui perdia


22. P X A, A4A+ y 23 . . , A5D. . .

22. . . . , D3R 24. A x C, RxA


23. D3A, A4AR 25. D x P, • • •

La de- las negras parece muy peligrosa, ya


Herencia aiedrecística de Alekbine 97

que amenaza la toma en 5A y 4R, rechazando una


Sin embargo, la slgntente jugada de aclara en
seguida las cosas.

25. .. . , AxP! 1 • • • • • •

Calculando exactamente. A 26. C X A+ ,


la sencilla 26. D x e y no tan peligrosa como 27. D x P,
R3A ; 28. D7R+ , R3C, y 27 T X P+ , A4R. .

26. DSA + , R3A 28. D2A, T5C


27. TlAR, D4R 29. RlT, P6R
Se puede ceder tranquilamente la partida. Las \U
jugadas se realizan por �'inercia".

30. Dl R, A6C 32. CXP+, R4C 1


31 . C x A, AxD • • • • • •

Las blancas se rinden.

En el siguiente ejemplo exa1ninado, Alekhtne indujo


al enemigo a equivocaciones y a operaciones no muy
convenientes él, y seguidamente las rec desde
su base con el preparado contraataque.

N .o 65. PARTI DA ESPA�O LA


Olland Alekhine
SCheve�guen, 1913

1. P4R, P4R 1 3. ASC, C5D 1


2. C3AR, C3AD 1 4. A2R, • • •

Jugada poco comprensible. Había que a al caba-


llo y si retroceden entonces a 4A ó 4T, pero nunca a
2R.

4. . , . . CxA 7. P4D, D2A


5. D x C, P3D 8. A3R, C3A
6. P3A, P3AD· 9. CD2D; • • •

Olland desarrolla con tal pasividad sus que,


verdaderamente, parece que juega no con las
sino con las negras.

9. . . . , A2R 1 1 O. P3TR, P3CD


Con dos objetivos : en caso ble el alfU
en 3T y también tapar el centro el decisivo ataque
sobreel de rey.
7
98 A. Kotov

P4TD 1 3. P5D, P3T!


P4A 1 4. P3T, • • •

Las se esfuerzan en contestar a las operacio-


nes de las negras en el flanco de rey creando el corres­
pondiente asalto en el otro flanco.

1 4. . , . . P4CR 1 7. P x PA, PC x P
1 5. P4CD, PSC 18. D3D, • • •

1 6. P x PC, AxP • • • • • •

1 8. .. . , D2D ! 1 • • • • • •

Provocando al eneurlgo para el siguiente sacrificio de


la pieza, de y señalando el me-
dio del decisivo ataque.

19. A x PA, • • •
1 • • • • • •

Olland supone que después de 19. . , P x A; 20. c x P ;


. .

con la consiguiente 21. P4A; la posición central de sus


pie1as le asegurará una prolongada iniciativa. Sin em-
bargo, le espera jugada de intervalo no pr.evista
que cambia todo el panorazna de la lu-
cha.

1 9. . . . , A x CI 1 20. C x A, Tl CR!
Las blancas Pierde 21. A3R, T x P + 1 ; 22.
R X T, D5C + ; 23. R2T, D X C ; 24. TlCR, C5C+ ; 25. T X C,
Herencia ajedrecística de Alekhine 99

D x T; 26. TlC,....R� , D4T+ ; 27. R2C, P4A! ; 28. P X P, R2A,


y también 21 A&C, D&TJ (Variantes de Alekhlne) .
21 . C x P, PxC 1 22. A x A, DSC I
Impide a las blancas que consoliden su posición des­
pués de P3A.
23. P3C, R xA 25. TRl R, P4TI
24. P6D + , Rl A • • • • • •

Exactamente, como si estuviera calculado. El ataque


de las negras en el flanco de rey se anticipa a la cre­
ciente actividad de los peones blancos centrales.
26. TDl D, TDl D 1

• • • • • •

Previniendo el futuro movimiento del peón 6D.


27. P5A, PSTR 29. P x P,
28. T3R, PxP • • •

29. T x P, D X P, perdfa sencillamente el peón.

29. . ,
. . C4T 1 30. P7D, • • •

Desesperación. No salva ni 30. '1'21 >, D&T ; 31. T2CR,


D X T+ ; 32 . . . . , C5A+ y tampoco 30. R2A, T3C.

30. . . ., CxP 34. T x C, D7D +


31 .D6D + , R2C 35. Rl A, TxT
32. D x P + , R2T 36. D5A + , T3C
33. R�, D xT 37. P6A, DBA +
Las blancas se rinden.

El contraataque ayudó a Alekhine a librarse de la pre­


sión desagradable de las piezas del enemigo.

N.o 66. DEFENSA N IMZOWITCH


Bogoliubov Alekhine
Bled, 1931

1 . P4D, C3AR 5. P3TD, AxC+


2. P4AD, P3R 6. D x A, C3A
3. C3AD, ASC 7. C3A, PxP
4. D2A, P4D • • • • • •

Jugada débll, que trae dificultades para las negras.


Mejor, como juega tarde Alekhtne 7. . . , P4R. .

8. D x P, 1 9. A5C, P3TR
100 A Kotov

Las negras carecen de posibilidad de realizar cual­


quier contraataque, por eso Alekhtne, ante la necesidad
que tanto le empujaba su carácter, se lanza a una arries­
gada aventura, que da como resultado una notable de­
bUidad de la posición de 188 negras.

1 0. A4T, P4CR 1 3. D x D, CxD


1 1 . A3C, PSC 1 4. Tl A, • • •

1 2. C5R, DxP 1 • • • • • •

Jugada pasiva. La decisiva 14 O O O! , estaba más


. . . .

de acuerdo con el espíritu de la posición. Entonces, des­


pués de 14 . . , C4A ; 15. A4A, la apertura en la línea
. .

del flanco de rey y comenzar el ataque sobre el descu­


bierto rey de las negras. A 15. A4A, . . . ; no se podía
contestar 15 . . . . , C5R, en vista de 16. C x PC, P4'rR ;
17. P3A, . . . ; y las blancas se encuentran mucho mejor
situadas. En contestación a 14. O O O, . , las negras . .

no pueden jugar ni 14 . . . . , TlD ; 15. A4T, C6C + ; 16. R2A,


T x T ; 17. A X C, , ni 14 . . , P4A; 15. A4T, . . . ; recupe­
. . . . .

rando el peón con gran supremacía en la posición.

1 4. . ,
. . C4A ! 1 • • •

� •

Ha el largamente pensado contraataque,


trayendo en surna una pequefia para las ne­
gras. Ahora, las blancas tenían que jugar 15. A4A, . . . ;
a1ín quedándose sin peón, pero conservando buenas po­
sibilidades de atacar. El intento de Bogoliubov de esta-
Herencia aiedrecística de Alekhine 101

blecer un contrapeso rnaterial ofreec a las negras la


posibilidad de rechazar las piezas del enemigo.

1 5. T x P, P4TR 18. C6C, Tl D


1 6. P3R, C4D 1 9. P4R, CxA
1 7. T1 A, P3AI 1 20. PT x C, R2C !
En esto consiste la bra realizada. Ahora, lo Jrds-
mo que 21. T X P, R X C, asf también 21. P X C, R X C ;
22. P X P, A X P es conveniente a las negras, al Jnisrno
tiempo el retroceso 21. C4T, . .. ; empuja al caballo a la
casilla de donde no le será fácil salir. Por eso Bogoli­
bov escoge la cuarta posibilidad.
21 . C4A, CxC l 22. P x C, R3C
Se puede acercar al total de las rnaniobras de contra­
ataque de las negras. Su rey está activamente dispuesto ,
los peones blancos del flanco del rey están debilitados,
la posición de Alekhine es preferible, las faltas de la
apertura se han corregido.

23. P3A, A2D 25. T4T, P4R


24. P x P, PxP • • • • • •

Más posibilidades dejaba la sencilla 25. . . . , P4A ; y no


se puede 26. T7A, T1T-1A ; 'J:l. Tx P, TSA + , con un
gran ataque. Ahora Bogollubov consigue una posición
de tablas.

26. PSA + , • • • • • • • • •

� suficiente para tablas, pero Jnás sencillo era 26.


P x P, P x P ; 27, T5A, etc.

26. . ,
. . R4C 28. A2R? • • •

27. P3CR, A3A • • • • • •

Descuido, por el que se pierde la partida. Las tablas


se conseguían por medio del sacrificio de la calidad 28.
T X A, P X T ; 29. A2R, TlCR; 30. T X P + , R3T ; 31. T4T+,
R2C ; 32. A4A ! , TlT ; 33 . T4C+, R1A ; 34. T6C, . . , y las
.

blancas no deben perder.

28. . ,
. . AxP 30. A x A, P xA
29. T7A, A6A ! 31 . T3A, • • •

Para no dar a las negras dos peones ligados.

31 . . ,
. ' RxP 1 33. T4C + ,
32. T x P + , R3C 1 • • •
•••
102 A. Kotoo

Se aplaca la inquietud. las negras tienen un peón de


más, que les facilita el triunfo.

34. T4TR, T1 T 39. RlD, R3C


35. T4CD, P3C T x PT, Tx P
36. P4T, TDl AD 41. T6T, Tl A
37. PST, PxP 42. T x PT, TlTR
38. T5C, T7T • • • • • •

La cortada posición del rey blanco facilita a las ne­


gras el triunfo, viendo la insignificante calidad de las
piezas que quedan en el tablero.

43. Rl A, T7C 50. T7CR, R4R


44. T7 D , PSR 51 . T1 D, T3A +
45. Tl A, P4A 1 52. Rl C, T6A
46. TSD, Tl AR 53. Tl AR, T6A
47. T6D + , T3A 54. Tl A, T6C +
48. TBD, R2A 55. R1 T, TD x P
49. T7D + , R3R • • • • • •

Las blancas se rinden.

Otro ejemplo más en el que el contraataque trajo a


una rápida y decisiva victoria, a pesar del
aparentemente amenazador ataque del enemigo.
Herencia ajedrecística de AJ.ekhine 103
.

N.o 67. PARTIDA ESPAAOLA


Stoltz Alekhine
Munich, 1942

1. P4R, P4R 8. P3A,


2. C3AR, C3AD 9. P3TR, C4TD
3. A5C, P3TD 10. P4A
4. A4T, C3A 11 . P4D, D2A
5. , A2R 12. CD2D, C3A
6. Tl R, P4CD 1 3. PSD, •• •

7. A3C, P3D • • • • • •

Viejo método de juego, que aleja de las negras la


necesidad y preocupación de vigilar las operaciones de ·

las blancas en el centro. Las blancas fortnan sus es­


peranzas con el asalto de los peones en el flanco del
rey, esperando al xrlismo tiempo rechazar las salidas
de las piezas negras en el otro extremo del tablero. En
la práctica actual se prefiere conservar en esta varian­
te la tensión en el centro.

13. . . 1
. C4TD 15. P4CR? • • •

1 4. Cl AR, A2D • • • • • •

Preventivamente correspondía jugar 15. RlT, la


jugada, en general es provechosa en esta posición­
para en caso de P4TR tener la posibilidad de tomar
este peón.

1 5. . . . , P4T! 1 • • • • •

Y ahora esto resulta muy fuerte, porque el peón no


está defendido.

1 6. C3A-2T, D1 A 1 18. P4TR, • ••

17. PSC, C2T l • • • • • •

Excesivamente fiado al azar. Hubiera sido más cuida­


doso 18. D X P.

18. . , . . P3C 1 • • • • • •

Amenaza 18 . , P3A, después de lo cual la iniciativa


. . .

del flanco de rey pasa a las negras. Esto obliga a Stoltz


al último ataque aventurero.

19. P4AR, PxP 1 20. P5R, • • •

Después de 20. A x PA, . . . , el caballo 4T, con tiempo,


104 A. Kotov

se a través de 5A a m, pero también ahora


Alekhtne rechaza el estable ataque de las

20. . ,
. . A4AI 1 • • •

Lat gamente calculado. A las negras les ha "cansado"


las activas medidas del enetnigo y deciden agarrarse al
desnudo intento de movitntento de los peones del rey
blanco.

21 . P6R, PxP 23. T x P, R2A!


22. A x A, TxA • • • • • •

Importante eslabón del pensado contraataque. El rey


defiende el peón 3C, permite a la dama la posibilidad
de incluirse, en caso necesario, en el j uego a través de
la casilla lTR y •nantiene una serie amenaza de sacri­
ficio de por medio de 24 , A x P; 25. P x A, c x P.
. . ..

Adernás de esto, amenaza la "sencilla" 24 . . . . , D2C. Todo


lo cual obliga a Stoltz a salir al encuentro del sacri­
ficio de la pieza, disfrutando a prhnera vista de buena
perspectiva.

24. C4C, PxC 1 25. P5T, Cl A


También lleva al triunfo 25. . . . , C X P; 26. P X P +,
RlAl; �. DXP, T X PD ; 28. D X P, RlC, con una pieza de
<variante de Alekhine>.
Herencia aiedrecística de Alekhine 10.5

26. P x P + , CxP 1 27. D2A!,

¿De qué forma han de jugar ahora las negras? Si � .


T x P, entonces 28. A X P, . , y las blancas hubieran
. . .• . .

obtenido buenas posibilidades para el ataque. Alekhine,


fiel a si •nismo, va realizando paulatinamente el contra­
ataque pensado de an

'XI. . ,
. . r 28. A x P, DlT I
Las pi ezas negras aparecen a tiempo en los sitios más
necesarios. A•nenaza 29. . . , C6A + , las blancas no se en­
.

cuentran en condiciones de rechazar esta amenaza. En


caso de que hubieran jugado ahora 29. T6T, . , Alekbtne . .

se disponía a ceder la dama 29 , T x A ; 30. T7T+,


• . . .

D2C!; 31. C3C, TlT ; 32. T X D, R X T y las de


las negras, que tienen además el contrapeso ,
son irrechazables.

29. D4R, AxP 1 • • • • • •

Demuestra que las amenazas de las blancas no son


peligrosas. Aparte de un jaque sin consecuencias, las
blancas no están en condiciones de molestar al enemigo.

30. A x A, C6A+ 1 32. T7R + , Rl A


31 . R2A, TxA f 33. D6R, D5T+
"Las blancas se han rendido, porque pierden la
106 A. Kotov

por ejemplo : 34. R2C, D&T+ ; 35. R2A, P6C+ ; 36. R X C,


T4A+ con la subsiguiente T4R+. Alekhine.
Como tnaravillosos modelos de contraataque surgían
las siguientes partidas, jugadas por Alekhine en el últi­
mo periodo de su vida.

N.o 68. APERTU D E PEON DE DAMA


Bogoliubov Alekhine
Salzburgo, 1942

1. P4D , C3AR l 2. A5C, • • •

Posible continuación que implica muchas particulares


sutilezas. negras tienen que desarrollar con cuidado
sus piezas para no caer in1nediatamente en una situa­
ción difícil.

2. . .. , P4D 1 • • • • • •

Alekhine lleva el juego hacia la apertura de peón


de dama. Otra respuesta activa al ataque del alfil blan­
co, surgía 2. . . . , P4A.

3. P3AD, • • • 1 • • • • • •

Demasiado lento. Alemás, cuando las blancas no se


esfuerzan obligadas por grandes ideas de apertura pue­
den desarrollar sus piezas del siguiente modo.

3. . , . . C5R 6. CR3A, C2D


4. A4T, D3D 7. D3C,
5. C2D, A4A 1 • • • • • •

El juego es ejemplarmente igual. blancas sólo


tienen que tertninar el desarrollo del flanco de rey, y
escoger el lado donde van a realizar el enroque.
A las negras les falta sacar el afil R y la torre R.
Todo marcha relativamente bien hasta el momento en
que Alekhine comete serias faltas.

8. c x c, Ax C 9. A3C, D3AD?

1
Invisible, pero una auténtica equivocación. Continuan­
do 9 . . . , D3CI 1
. conservaba la posibilidad de
entorpecer la apertura de la linea "AD " arteria muy
importante que sirve para el ataque al rey negro. En­
tonces a 10. C2D, A3C ; 11. P3R, P3R ; 12. , . . . , co­
rresponderia la fuerte 12 . , A5C, que tncnediatamente
. . .

provocarla dificultades a las blancas con la ter•nlnación


Herencia aiedrecística de Alekhine 107

del desarrollo de las piezas. Ahora, pues, no habrá esa


suerte.

1 0. C2D, A3C 1 2. P4AD, D3C!


1 1 . P3R, P3R • • • • • •

Las negras, con retraso , ocupan una posición necesa­


ria con la dama. Si nembargo ya es tarde, el ataque
de las blancas se hace peligroso.

1 3. PSA!, D4T 1 • • • • • •

Naturalmente, no 13 . , DxD; 14. P x D,


. . . , con la . . .

siguiente duplicidad de las torres por la lútea ''TI> "


(después del enroque corto del rey de las blancas) y del
movhniento P4C-5C. En este caso, las negras estarían
muy . Comprendiendo que la equivocación en la
novena jugada conduce a la crisis, Alekhine idea y rea­
liza rápidamente una maniobra de contraataque.

1 4. P3TD, P4R 1 • •• • • •

Contando después de 15. D4C, . .. , con cambiar las da­


mas y abrir la lútea "R". Bogoliubov encuentra una
forma sencilla de reforzar su posición.

1 5. Dl D !, P3AD 1 1 6. P x P?,

Es Vieja falta de lógica. Continuando 16. P4C,


D2A; 17. A2R, . . , las blancas conservan la posibilidad
.
108 A Kotov

de w1 ataque suicida en el flanco de ante la ab­


soluta pasividad del enemigo en el otro extremo del ta­
blero. Ahora Alekhine encuentra el modo de maniobrar
y presentar amenazM al enemigo con acciones indepen­
dientes y las bien distribuidas

1 6. . ,
. . D x PA 1 8. A2R,
17. Tl A, D3C • • •

De nuevo, jugada débil. Correspondía prevenir la


¡naniobra del caballo negro C4A a C6D jugando para eso
18. P4C.

1 8. . ,
. . C4A 1 1 9. P4C, •••

Dernastado cuidadoso. No queriendo arriesgarse, Bogo­


liubov se organiza con jugadas naturales pero no bas­
buenas y, como resultado, empieza a experimen­
�r dificultades. Como valiente continuación del ataque
aparecia 19. 0-0 no temiendo perder peones del flanco
de dama. Entonces, a 19 . ... , D X P, podía corresponder
20. A4C+ , RlC ; 21. C4A, .. . , y la situación se hacia muy
dificil en ese momento, cuando las piezas blancas están
completamente movilizadas y dispuestas para la acción.
Lo rnis•no después de 20. A4C+, C3R; 21. C3A, . .. , las
de las blancas 22. C4D serian bastantes des­
agradables.

19. . ,. . C6D+ 1 21 . C3C, ASA


20. A x C, AXA 1 22. C4D, P4TD !
La vigorosa barrera de los activos alfiles negros per­
mite a Alekhtne realizar este ataque, que debilita en
cierto modo su propia posición.

23. D4C+, T2D J 24. T x A, • • •

Es obligatorio, ya que ahora el alfil 5A, que no per­


mite enrocar al rey blanco, las blancas no ·pueden ir
rnás lejos. El sacrificio de la calidad permite a Bogo­
Uubov un fuerte ataque cuya, detención exige al enemigo
gran sutileza de xnaniobras.

24. .. ., P xT 1 25. , • • •

¿Cómo defenderse de las amenazas 26. T1D, . . . , así


como de 26. P6R, . . . , con una fuerte presión sobre el
destapado rey de las negras? La desgracia de las
negras es que se han retrasado mucho en el desarrollo
Herencia ajedrecística de Alekhine 109

de sus piezas y tern1inar la movilización del alfil R y de


la torre R no les resulta tan sencillo. Alekhine encuentra
un interesante sisten1a ·de defensa. Ante todo, consigue
echar la da•na de su posición amenazadora en 4C.

25. . o., P4AD ! 1 o o • • ••

Por este procedhniento la dama 3C consigue la po­


sibilidad de trasladarse al flanco de rey.
110 A Kotov

26. P x PT, D3C 1 27. P6TI, • • •

Muy bonito. En caso de totnar la da•na de las blancas


corresponde 28. P7T, y aparece una nueva dama con
nuevas, que se dedicará a la persecución del
rey enemigo.

27. . .,. DxP l • •• • • •

Se hace necesario jugar así, no obstante ahora tam­


bién las blancas tienen un tiempo que les permite
evitar el cambio de dama.

28. C2R, D3R 30. D2A, P4CR


29. D4R, P4A 31 . P4A, P5C?
Error de posición, que sin duda surge como resultado
de un descuido. Indudablemente Alekhine calcula que
le dará tiempo a jugar P4T-5T, pero le espera una sor­
presa desagradable. Una continuación correcta era 31.
. . . , A2R.

32. P4R !, • • • •• • •••

a tiempo. no pueden en 5R
y están obligadas a defender el punto 4AR. No alcanza­
ba a realizar el movimiento del peón 2T.

32. , . . . T2AR 1 34. A4T? • • •

33. P x P, TxP 1 • • • • • •

Conseguida la posibilidad de lograr una serta supre­


J"nacia, Bogoliubov no la aprovecha. Jugada 35. D4R, , . . .

da una peligrosa amenaza 36. TIC, . . . , de la que las ne­


gras no pueden defenderse con facilidad. La continuación
escogida era menos peligrosa, aunque para demostrarlo
fue necesaria la extraordinaria sutileza del juego de
AlekhJne.

34. . , . . A3T ! 36. P3C, • • •

35. D4R, T1T-1A • • • • • •

La situación es muy complicada. negras tienen


calidad, sin embargo las amenazas del enemigo C3A-5C
ó 5D y también T1C-5C aparecen a prhnera vista como
compensación totalmente suficiente a la pérdida te-
1 ial. A las negras no les resulta fácll transformar la
posición de sus piezas, cuyos movimientos se aferran al
frente de peones del enemigo. El campeón mundial en­
cuentra curiosa reagrupación de sus piezas, basadas
Herencia a¡edrecística de Alekhine 111

en inteligentes golpes tácticos� Produce la impresión


de que las piezas negras, pasivamente distribuida,s. revi­
ven y desarrollan un decisivo ataque.

36. .. ., 020! 1 • • • • ••

No permite a la torre blanca volverse en la línea


abierta y al Jnistno tiempo defendiendo sesgadamente
el peón 5A para el cual corresponderá 37. . . . , T x PR
38. P X T, A6R+.

37. Tl A, TlRI 1
Otra finalidad del premeditado plan de pasar al con­
traataque. A1nenaza la toma con la torre lR del
5R, por lo que anora es imposible tomar el peón 5A ni
con la dama ni con la torre. La mistna toma corespon­
derá a otra contestación de las � si, naturalmen-

te, no adoptan especiales.

38. R2C? • • • 1 • • • • • •

Auntenta el pánico. Se podfa después de


38. TlC, aunque también entonces 38. . , Rl C, con
. .

amenaza 39. . . . , D6D no mucho tiempo la


de las blancas.

38. . . ,
. TRxP CxA, D3RI,
39. P xT, AXT ••• •
•••
112 A. Kotov

Defendiendo al tntsmo tien'ipo el 5A y atacando


el peón 5R, al que las no están en condiciones
de defender. Con la caída del peón 5R se abren las
lineas para las piezas pec:adas negras, las cuales con
decisiva energía irrumpen en enemigo.

41 . P3T, P x P+ 43. Rl C, T7C +


42. R2T, T7A+ 44. Rl T, • • •

No mejora la situación de las blancas ni 44. RlA, D2D.

44. . . . , D2D 1 45. D3A, DSD


Traslada la lucha hacia un fácil final de partida, para
ganar. La previsora 45. , R2A, ofrece posibilidades de
. . .

lograr todavía la victoria.

46. DSA+, R2A 50. A7R, T7AD


47. D7R+, R3C Sl . ASC, RxP
48. D6D+, DxD 52. P4T, P4T
49. P x D, R3A • • • • • •

blancas se rinden.

El rey de las negras, tranquilamente, se acerca al


naneo de daJna para apoyar a sus peones pasados; Jl1ien­
!tras las blancas no pueden hacer nada para liberarse
del completo ecandenaJniento. En las próxbuas dos
partidas, los enemigos de Alekhine se lanzan al ataque
desde la apertura, y en ambos casos el decisivo contra­
ataque de Alekhine permite rechazar el injustificado
ataque.

N.o PARTIDA ITALIANA


Medina Alekhine
Gijón, 1944.

1. P4R, P4R 4. P3A, A3C


2. C3AR, C3AD 5� P4D, D2R
3. A4A, A4A 1 6. P5D, ...
Las blancas sacrificar el para dificultar
el llo del enemigo. Aparece como continuación
corriente en esta posición 6. 0--0 . •

6. . , . . Cl D 1 7. P6D, • • •

Este sacrificio en semejante posición ya babia apare-


cido en otro caso. Tiene. justificaciones de posi-
Herencia ajedrecística de Alekhine 113

ción : la •naterial de las negras un peón


de n1é s duplicado no es tan corriente, pese a ello sacar
ahora sus piezas del flanco de dama desde las prime­
ras posiciones les va a resultar muy dificil a las

7. . , . . PxP 1 0. ASCR, P3T


8. C3T, C3AR 1 1 . AxC, •• •

9. D3D, P3TD • • • • • •

Confiando recuperar rápidamente el peón 3D. Adenaás ,


también después de 1 1. A4T, C3R, las negras tienen bue­
nas posibilidades de desarrollar el juego.

1 1 . ..1
. DxA 1 3. ASD, C3R
1 2. Tl D, A2A 1 4. P3CR, • • •

Aunque es forzado trae nuevas obligaciones para las


blancas. No les va a resultar particularmente fácil rea­
lizar el ataque al peón 3D, a causa de la falta de de­
fensa del caballo 3A.

1 4. .. 1
. Tl CD 1 6. R2R, • • •

1 5. C4A, • • • • • •

Extraordinariamente original. La natural 16. 0-0 ,


mantiene las mis1nas fuerzas ; por el peón, las blancas
tienen una seria presión en el centro. Ahora, el rey de
las blancas se queda en medio del tablero, y esto per­
mite a Alekhine atacarle peligrosamente en un corto
tiempo.

1 6. ,. . . P4CD 1 1 8. P4A, • • •

17. C3R, PSC I 1 • • • • • •

Naturalmente, el descubrimiento de la línea en el


flanco de dama resulta provechoso para las negras nada
más, porque entonces la posición del rey blanco queda
n1ás descubierta todavía.

18. . , . . P6C ! 1 19. P3TD, C4A


Las negras han ocupado con el caballo una posición
que no puede atacarse desde donde el caballo ataca el
centro y piensa crear amenazas sobre el flanco de dama.
En la siguiente etapa del plan, marcado por Alekhine,
aparece el descubritrdento del centro por medio de P4A.
20. D2D, ... 1 •.• • • ·

Algo mej or era 20. DlC, . . . , porque ahora el peón 4R


resulta Indefenso.
8
114 A. Kotov

20. ,
. . .
A2C 23. D3R, AlD
21. A x A, TxA 24. C2D, • • •

22. CSD, D3R • • • • • •


24. . . . , P4A ! • • • • • •

Concluido el desarrollo de las piezas y ocupando con­


vincentes posiciones, Alekhine pasa a un consistente
contraataque en unas cuantas jugadas, que decide la
solución de la lucha a favor suyo. Después del asalto
de los peones negros, indudablemente el rey de las blan­
cas lamenta haberse lanzado con tanto riesgo a lo más
denso de la lucha con la jugada 16.

25. P3A, A4C 1 26. P x P, • • •

No hay otra salida. A 26. P4A, . . . , corresponderá 26 . . . ,.

PxPR! 27. P X A, D5C + y las negras ganan. Si la dama


de las blancas retrocede a lCR el descubrimiento del
centro 26 . ... , P X PR, en seguida da a las negras la po­
sibilidad de realizar un decisivo ataque sobre el rey de
las blancas.

26. . DxP

. . , 1 • • • • • •

Alekhine no se da cuenta de la siguiente inteligente


respuesta del enemigo. De lo contrario hubiera jugado
26 . . . . , T x P con tal de que después de 27. DSA, C5T ; 28.
DlA, D2A colocar a las piezas blancas en una extrema
posición de pasividad.
Herencia a;edrecística de Alekhine 115

27. C4R !, • • • 1 • • • • • •

En caso de ton1ar la darna 3R la jugada 28. +,


recupera la dama con buena posición. blancas se
defienden , ·pero ya invención puede
salvarlas.
El desastre se acerca, tras unas cuantas jugadas.

27. . ,
. . ClR! 1 29. T2D, DxP+
28. C x A, D7A + 1 • • • • • •

blancas se ven obligadas a entregar todavía otro


peón, porque no tienen ninguna posibilidad de preve­
nir el jaque del caballo en 50.

30. D3D, DxD+ 1 31 . T x D, PxC

El final de partida tiene que ganarse por las negras.


No solamente tienen dos peones de , sino también la
activa · posición de todas las

Todavía continúa.

32. Tl AD, C5D + 1 34. C7A, • ••

33. R2A, T4C 1 • • •


• • •

Retrocede un peón, pero la co nf ig u • ación d e


los peones del enemigo y coloca su caballo en situación
de "fuera de juego". Por otro lado, todo lo es-
taba .
116 A Kotov

34. .
, . .
T4AD 1 37. R2C, Tl A
35. T x T, PxT 38. P4TD, Tl T
36. C x P, P3D • • • • • •

Era ficll al caballo por medio de 38. . . . ,

T3A.

39. C7A, TxP 1 CSR, T3T


Las se rinden.

En el archivo de Alekhine, que el autor de este libro


recibió de distintos ajedrecistas, que conocían y se en­
contraban con Alekhtne, había unas cuantas hojas pe­
en las que fig•n·aba apuntado el texto de las
partidas de ajedrez. Eran los encuentros de Alekhine
en agosto de 1919 con el joven de primera fila, Jnás tar­
de famoso tnaestro de ajedrez N. D. Grigoriev. El peque­
fío • natch ganado por Alekhine con el resultado de 4 : O.
Más tarde, estos dos ajedrecistas de talento se hicie­
ron amigos y se encontraban con frecuencia en partidas
de torneo. Al marcharse Alekhine al extranjero mantu­
vieron estrecha correspondencia sobre muchos puntos y,
particularmente, sobre la asistencia de Ale e en el ·

torneo internacional de Moscú en 1925.


La siguiente partida que traemos fue jugada en el
mencionado torneo del 1natch.

N.o 70. PARTIDA ESPAAOLA


Grigoriev Alekhine
Moscú, 1919

1. P4R, P4R 3. ASC, C3A


2. ClAR, C3AD • • • • • •

continuación. Actualmente se juega con más


frecuencia 3 . . . . , P3'r• >.

CxP 6. A x C, PD X A
7. D x P+, • • •

tural 7. C X P, . , ya que después de la torna


. .

de la datna las blancas están obligadas a ton1ar el sa­


crificio que ha surgido en la partida, de lo contrario
su posición de la traerá la pérdida de
tiempos sin ninguna compensación.
Herencia aiedrecística de Alekhine 117

7. . , A2R 1
11. T1 R, D2R
1
. .

8. DxP, A3A 1 2. CD2D, T3C


9. D6T, A3R 1 3. D4A,
-
1 0. P3D, ncR • • • • • •

Las negras han teitninado la parte de apertura de


la partida y llevaron al juego todas sus piezas.
blancas se retrasaron con su desarrollo, el motivo de
su entretenhuiento fue el peón 2CR del enemigo. Por
el sacrificio del peón las negras recibieron compen­
sación total, al rápido ataque del enemigo Alekhine con­
testó con realizada posición de contraataque, la
cual a cada jugada se reforzará más y más.


� m



� �

1 4. C3C, C4A 1 6. C5R,


15. P3C, P4TR • • •

La situación de las blancas es difícil. No pueden des­


arrollar el alfil D, sin perder el peón 2C, no tienen
buen juego y se ven obligadas a seguir la voluntad del
enemigo. El cambio del alfil 3A creado por Grigoriev es
correcto como punto de vista de la pero tampo-
co facUlta la intervención de las R Porque per-
mite al eenantgo reforzar el ataque en el debWtado
campo del naneo de rey de las

1 6. . . . , AxC 1 17. TxA, C5TI


118 A. Kotov

Sitúa en el flanco de rey pieza dlspuesta siempre


a dar un peligroso jaque en 6A. Ahora amenaza 18. . . .•

T5C ; 19. D3R, D3A y si 20. . . , entonces 20. , . . . .

A4D. Grigoriev quiere cambiar el peligroso alfil del


campo blanco del enemigo, pero antes esto se encuentra
con un golpe táctico inesperado.

18. C5A, • • •
1 • • •

18. . .. 1 T4D ! 1 • • • • • •

Ataca al Jnismo tiempo al caballo 5A y a la torre 5R,


porque amenaza la tonta en 5R y el jaque en 6A. La
contestación de las es única.

19. T xT, AxT 1 20. C4R, • • •

Y este retroceso era obligatorio. Las blancas intentan


cerrar la debilitada diagonal l'l'R­ , pero lo consi-
guen sólo por poco tiempo.

20. . , . . T5C 1 • • • • • •

¿Qué hacer ? Retroceder a 3R slgntfica quedarse sin


la pieza después de 21. D3R, A x C ; 22. A2D, C6A + .
Grigoriev .escoge el segundo retroceso de la .

21. D6T, TxCI 1


Las blancas se rinden.
Herencia ajedrecística de Alekhine 1 19

Después de 22. P X T, D X P, la catástrofe en el campo


blanco de la diagonal no se puede rechazar.
Examinaremos otra partida de Alekhine jugada en la
últilna parte de su vida. En ella aparecen todos los
métodos de defensa que hemos examinado ; y la pre­
sentación de las máximas dificultades al ene1nigo, la
simplüicación de la posición y el contraataque.

N.o 71. GAMBITO DE REY


Keres Alekhine
Balsburgo, 1942

1. P4R, P4R 1 2. P4AR,

Keres, ante el último torneo donde se juega esta par­


tida, se separa de Alekhine medio punto. Por eso se
comprende su decisión de jugar bruscamente hacia la
victoria y adoptar una vieja y aguda apertura, el gam­
bito de rey..

2. . . . , PxP 1 3. C3AR, C3AR

Alekhine escoge el sistema. de defensa donde su enemi­


go tiene preparada una novedad teórica. Como se verá
más adelante, el campeón del mundo se las arregla bien
con la preparación de Keres, una variante teórica refor­
zada.

4. P5R, C4T 1 5. D2R, • • •

Así juega Keres esta variante uniéndola con un curio­


so ataque de peones en el flanco de rey.

5. . , . . A2R 1 7. P4CR, • • •

6. P4D, 1 • • • • • •

El Ierna de las blancas : "Atacar cueste lo que cueste,,.


Ante esto no se tiene en cuenta ni el sacrificio de los
peones ni la abierta posición del propio rey. La partida
recuerda el encuentro de los znaestros del j uego de
gambito del siglo pasado.
·

7. .. .
, PxP a.p. 1 8. C3A,
120 A Kotov


8. . .. , P4D! . . . . . .

Con el fin de terminar el desarrollo de las piezas y


al mismo tiempo resistir al máximo el ataque del ene­
znigo. Alekhine trata de tardar todo lo posible en des­
cubrir las líneas en el flanco de rey.

9. A2D, CD3A 1 10. A5CR !


Uniendo las piezas y amenazando tomar en 50, Ke­
res necesita pensar todo el tiempo no en las continuacio­
nes de ataque, sino en rechazar las amenazas del ene­
migo.

11. A3R, P3A ! 1 •• • • • •

Descubriendo la línea "AR", obliga al ene-


migo a la siguiente simplificación de la posi-
ción.

12. P3TR, • • •
1 • • • • • •

Fue preciso renunciar a toda esperanza de abrir la


linea ''TR".

12. 1. 1f A3R 1 1 3. CSCR ! 1 1 •

Keres encuentra mejor camino para continuar el ata­


que en el flanco de rey. El frente de peones de las
Herencia aiedrecística de Alekhine 121

pierde su fuerza, y su Jnaterlal no


tiene valor.

13. . ,
. . PxC 1 15. D2R, •• •

14. D x C, P3CR 1 • • • •••

La situación se ha desencajado algo. tie-


nen dos peones más, sin embargo, uno de ellos 6C, tiene
que perderse rápidamente, después de lo cual la supre­
macía material de las neg1as será Jnfnhna. Alekhtne no
piensa siquiera aferrarse a su contrapeso Jrtatertal, pien­
sa reforzar las piezas de la posición, creando un con ­

traataque gradual.

1 5. . ,
. . PSC! 1 • • • • • •

Cambiando los alfiles del campo negro, y previniendo


la desagradable.

16. P x P, A4C 1 1 9.D6T,


1 7. Rl C, AxA 1 20. A2C, C 2R
. 1 8. D x A, AxP J • • • •••

Naturalmente, a las negras no les conviene totnar la


·

torre porque después de 21. A X P, , se predisponen a


. . .

un ataque desagradable. En lugar de mo entos arries­


gados, Alekhine mej ora a cada jugada la situación de
sus piezas.

21 . TDlAR, T2C 1
122 A. Kotou

Temporalmente hay ·que con este "fian-


chetto" en la situación de la torre. En cambio, las ot1·u
negras se sienten libres.

22. D4A, A3R 1 23. C2R, • • •

Después de 23. D X P, C4A; 24. D3D, D4C, las piezas


negl'as se hacen muy activas. Además, ahora las blancas
no están bien, su ataque es totalmente rechazado y les
siguen faltando dos peones.

23. . , . . C4A � 24. A3T D2D


Se conf con devolver un peón de más, pero al
precio de muchos cambios. Naturalmente, Keres busca
posibilidades ante la presencia en el tablero de
piezas.

25. TAl C, Tl AR 1 26 . D2D, C x P!


Es el principio del fin. negras cambian todavía
otra pieza y se quedan con un peón de •nás ante una
situación notablemente mejor.
27.
D x C, AxA 1 29. D x PT, P3C
28. T x P, A4A 1 30. D3T, P4A
negra-s tienen un peón de Jnás , un alfil fuerte y
un activo frente de peones. Además, el peón 5R de las
blancas está débil. La partida está decidida.
Todavia corresponde :
31. D3C, ASR 1 34. D4T, DxP
32. Tl D, D4A 35. T3R, • • •

33. C3A, PSA • • • • • •

Ya sin eso la situación de las blancas es desesperante.


35. . .,. AxP+ ' 38. D3A, P4T
36. D x A, DxT 39. P3T, T4A
37. C x P, D4A 40. C6A + , T xC
Lo más sencillo. Alekhine pasa un final de partida
de torres que puede ganarse con facilidad.
41 . D x T, D4A + 1 47. T x P, PST
42. DxD, PxD 1 48. TSC, P6T
43. R2T ' 49. TSC + , R5A
44. R3A, T5C 50. T�TR, R6C
45. T7D+, R3C 51. T5T, P7T
46. T6D + , R4C 1
Las blancas se rinden.
Herencia aiedrecística de Alekhine 123

En las dos siguientes partidas, con las que finalizare­


mos el capítulo de la defensa, el campeón mundial se
salvaba con la ayuda de un inteligente contraataque, ba­
sado en los ataques tácticos.

N.o 72. D EFENSA NIMZOWITSCH


Olivera Alekhine
Montevideo, 1938

1. P4D, C3AR 6. P3CR,


2. �4AD, P3R 7. A2C, P4R
3. C3AD, ASC 8. P x P, PxP
4. D2A, C3A 9. AxC!
5. C3A, P3D • • • • • •

� rápidas escaramuzas realizadas por Alekhine en


el centro están plenamente justificadas por la posición ,
ya que las piezas negras están suficientemente desarro­
lladas para realizar operaciones de ataque.

10. ·o x A, PSR 1
1
12. T1 R, Tl R
1 1. CSR, CSD •

1 1 3. P3R, C4A?
Una lamentable torpeza. Jugando 13. .. , P4A ! las ne­
.

gras ponían ante el enemigo � difíciles de so­

lucionar mientras que ahora las cosas de Alekhine no


esté.n bien.
124 A. Kotoo

1 4. P3C, C2D 17. TD1 D, A3A


15. C x C, AxC 1 8. P4CD, T2R
16. A2C, D4C • • • • • •

Las piezas blancas alborotan en los campos centrales


y en el flanco de dama, en tanto que las medidas toma­
das por las negras contra el rey blanco no tienen po­
sibilidades de éxito. Alekhine ha de conformarse con
el retroceso del alfil. Porque es todavía peor 18. .. , .

P3CD, a causa de 19. P5C, A2C ; 20. P5A.

1 9. PSC, A1 R 1 20. T5D, P3AR


Ya es necesario prevenir la amenaza de mate después
de 21 . T x e, etc.

21 . A3TD, T3R 1 22. D4C ! • • •

Olivera conduce la partida con gran fuerza. La dama


de las blancas se traslada hacia los peones del flanco
de que las no pueden defender.

22. . . . , A4T 24. D x PA, A6A


23. DSA, P3CD • • • •••

esto es una salvación. La equivocación de


Alekhine en la jugada 13 le cuesta cara.

25. D4A,

1 •••
Herencía ajedrecística de Alekbine 1�

Un carutno más lógico hacia la Victoria estaba a tra­


vés de 25. A3T, A5C; 26. TBD+, TlR; Zl. TXTI>, TXT;
28. A2CR!, AGA; 29. AXA, PXA; 30. D6A, .... Pero la
continuación escogida por las blancas no perniite que
aparezca todavía el triunfo.

25. . ,
. .
DxD 27. R x A, P3C
26. PR x D, A xA 28. PSA, • • •

La situación de las es critica: tienen peón de


menos, y el enemigo amenaza ganar mediante una sen­
cilla presión de peones en el flanco de En un mo­
mento dificil, el campeón del mundo inicia un vivo
co ntraj uego, ante el enemigo máxhnas difi­
cultades.

28. . ,
. . P3TD ! 1 • • • • • •

Destroza los peones blancos y confirroa la desesperada


posición del alfil 3T.

1
29. P6A!, . . .

'

.. . • • •

Continuación muy fuerte. Olivera lleva el peón de


paso hasta la misrna horizontal y la amenaza de con­
vertirlo en pone en guardia para la defensa a
todas las piezas negras. Así y todo, Alekhtne encuentra
una salvación efectiva.

29. . ,
. . PxP 31. TRl D,
30. P7A, T3R-1 R •••
126 A Kotov

Per•nite a las negras salvar rápidamente la partida.


dificultades dejaba a las negras 31. P4C,
C2C! ; 32. A6D.

31 . . . ., P6R ! 1 • •• • • •

Se confornta con tablas. TnJnediatamente después de


la partida Alekhtne muestra la siguiente variante: 32.
T8D, P7R ; 33. T X 'I'l>, C6R+ ! ! ; 34. P X C, P X T (D); 35.
T x T + , R2C; 36. P8A(D), D7R+ y las negras dan jaque
continuo.
La siguiente entretenida partida, jugada por Alekhine
en la famosa sesión de shnultáneas, a ciegas, cuando
el campeón ruso establece el récord mundial sin Jairar
el tablero, destaca en seguida frente a 32 enemigos.

Alekhine Mesirov
Chicago, 1933

1. P4R, P3AD 4. C3A, ASC


2. P4D, C3AR 5. A4AD, CD2D
3. C3AD, P3D 6. A3R, P4R
negras escogieron una de las distintas maneras
de la defensa india antigua completamente posible y
Vital.

7. PxP, CxP 1 • • • • • •

Más lógico es tornar con el peón en 4R. Ahora las


blancas la supretnacfa en el centro.

8. A2R, D2A 10. D x A, P3CR


9. C4D, AXA • • • • • •

. . .

Es preciso defender la casilla 4R del ataque del ca-


ballo. No obstante, esto produce una notable debilita­
ción del peón 3D.
1 1. A2C 1 3. C4D 5C? .. • • •

1 2. P4A, C4R-2D • • • • • •

"Ciego" Alekhtne no se contiene y se lanza a este atrac­


tivo pero sospechoso sacrificio. En el !uturo se ve que
las negras de suficientes recursos de defensa.
Por eso era más sencillo j ugar 13. T2D, duplicando las
torres por la linea "D" ..
Herencia aiedrecística de Alekhine 127

1 3. . . ,. PxC 1 5. T x P, • • •

1 4. C x P, D3A • • • • ••

La to1na con el caballo tampoco da nada a causa de


la sencilla 15. . . , R2R. .

15. . ,
. . D x PR 1 • • • •• •

Evidentemente hasta este momento Alekhlne cuenta


con las variantes y tiene en cuenta el siguiente golpe
combinado.

1 6. T x C ! ! 1 • • • • • •

Es lo 1nás sencillo. Las piezas blancas están ahora


ó'colgadas" en el aire, y se ven obligadas a prepararse
rápidamente para la defensa. Menos esperanzadora
aunque completamente posible era 16. . ... , BX T ; 17.
T1D + , C4D.

1 7. T4D, D3R f 18. C3A, • • •

Defendiéndose en seguida de dos amenazas: 18. . . .,


D X P y 18 . , C5C a lo que corresponde 19. T4R.
. .

18. . . . . , TRl R 1 1 9. Tl R, C4D !


La situación de las blancas es de lo critica. Parece


que es imposible tener todas las figuras atacantes blan-
128 A Kotov

cas . sin embargo Alekhfne encuentra de todas for•nas


nn caantno efectivo hacia la salvación.

20. C x C !, AxT 1 21. AXA!! • • •

Poco complicado, pero elegante. En la posición, con


gra n pérdida 1naterial, las blancas fuerzan un ja­
que c ontinuo .

21 . . ,
. . DxD 1 22. C6A + , Rl A
La única contestación De lo contrario, las blancas
con el jaque la torre lR y seguidamente tam..
bién la da1na de las negras.

23. C x P+, Rl C 1
• • • • • • •

De nuevo, la única contestación. Es necesario confor­


con tablas.

26. C6A + , 1 Tablas


CAPITULO IV

La realización d 1 contrapeso material

Con frecuencia en las de ajedrez una de las


partes consigue alcanzar el contrapeso material. Pero
¿cómo ir detrás de esto? ¿Cómo realizarlo? ¿Simplificar
la posición o, por el contrario, complicar la lucha? Estas
son las preguntas que en tales casos se plantean ante
el rnaestro de aj . Contestarlas, no siempre resulta
fácil.
Se encuentran muchos ejemplos en los que la parte
que recibe el contrapeso rnaterial, tranquila por su logro,
supone que el futuro ya es todo "cuestión de técnica".
unas sin fundamento, la lucha ya
no se lleva con la dirección característica para la etapa,
cuando en el tablero habfa un equilibrio 1naterial. En
este tiempo, el enernigo, asustado ante la posibilidad
de un próximo fracaso, aplica todo el ingenio para huir
de la derrota, coloca sutiles trampas, aprovecha las mi­
nhnas bUidades. A menudo, al que se defiende le es
posible salvarse, pese a la gran supremacfa del enemigo.
¿Cómo jugar en casos cuando se recibe el contrapeso
rnaterial? Muchas partidas de Alekhine dan una buena
respuesta. En primer lugar, muy pocas veces el campeón
ruso se tranquUiza cuando recibe la supremacfa material.
Su inventiva y espíritu luchador no dislninuyen en esos
momentos, porque el �nemigo no está todavía vencido n1
la resistencia definitivamente aplastada.
Uno de los principios esenciales del juego en las situa-
ciones con contrapeso terial puede expresarse con
sencillas y claras palabras: "¡ grandes fuerzas
obligadas al ataque 1 " Esta regla determina que es im­
.

prescindible que ataque aquel que tenga la supremacfa


de posición: tanto más que es activo eon las posiciones
donde se tiene el contrapeso xnaterial. El ataque de la
parte fuerte decide con frecuencia la solución de la
lucha rápida y activamente, que la indeclslón,
la espera, conducen a la complicaelón de la lucha ba-
cm larga y penosa
9
1.30 A. Kotou

Aparte del ataque de las grandes , existe tam-


bién un método sencillo y conocido por todos de reali­
zar la supren1acia tnaterial. Cuando no se consigue deci­
dir la partida en mitad del juego, cuando el ataque
no pasa, lo más sencillo es procurar hacer unos cuantos
cambios de piezas, simplificar la situación. Mejor todavía
si se consigue llevar la partida a final de partida: aquí,
ante la presencia del tablero de pocas fuerzas el signi­
ficado del contrapeso material crece en gran medida. Na­
turalmente, también en este caso es preciso apreciar con­
cretamente la posición y pasar a un final de partida don­
de la realización del contrapeso no produzca demasia­
das complicaciones, de lo contrario es mejor buscar la
solución de la partida en medio del juego.
Finalmente, existe todavía otro modo de realizar el
contrapeso material. En algunas posiciones la parte fuerte
devuelve voluntariamente el trofeo conquistado e iguala
materialmente el juego. Sin embargo, naturalmente,
esto no se hace por amor al enemigo, sino por realizar
otras acciones mucho tnás provechosas. Cediendo el ma­
terial, la parte activa recibe por él tal suprexnacía
posicional, que es mucho más importante que el sobrante
tnaterial "muerto". Esta posición de supremacía ofrece
una iniciativa influyente o un agresivo ataque, pero
siempre rápido y fácil de . Esta doble transfor­
mación xnaterial de contrapeso en la posición y al revés,
aparece pocas veces en las partidas de los maestros.
Exaruinaremos las partidas de Alekhine donde aparecen
todos los contados métodos de realización de la supre­
cia. Vamos a dividirlas en tres clases de partidas:
1.) Ataque de excelentes fuerza.s. 2.) Simplificación de la
posición y paso al final de partida. 3.) TransforJnación en
de posición.

Ataque de excelentes fuerzas


"¡ fuerzas más grandes están obligadas a atacar!",
este principio es completamente acertado para las posi­
ciones de contrapeso material. Naturalmente, no depende
de la posición y, a veces, no es fácil realizar un ataque
asf. Sin embargo, es preciso conocer bien este principio
y una vez conseguido el contrapeso , buscar el
carntno del ataque decisivo. La cuestión no es natural­
mente, la posición con el coptrapeso de una pieza. Ve­
remos más tarde, que incluso un solo peón, digamos aun­
que sea duplicado, puede jugar una importante papel
en la realización del ataque. Por eso, por que sea
Herencia aiedrecística de Alekhine 13 1

vuestra posición de contrapeso siempre, ante todo, bus­


cad el can1ino hacia el ataque de la posición ene•oiga.
Tenéis derecho a ese ataque, este derecho os lo concede
la conquista del contrapeso material ; es el derecho del
más fuerte.
En la partida contra Be111stein, Alekhine, a resultas
de la equivocación en la lucha, logró ganar la calidad.
Sin embargo, los caminos hacia la realización de la su­
premacía no eran fáciles. Si Alekhine se hubiera entre­
tenido un poco, hubiera tropezado con grandes dificulta­
des en la realización de la supremacía. Sin embargo, el
campeón ruso juega con decisión y energía, el ataque
de excelentes fu 'I. le trae una victoria convincente.

N.o 74. DEFENSA SICILIANA


Alekhine Bet nstein
Vilna, 1912

1. P4R, P4AD 1 6. A2R, C3AR


2. C3AR, P3R 7. 1 A2R
3. C3A, P3TD 8. P4A, C3A
4. P4D, PxP 9. Rl T, • • •

5. C x P, D2A • • • • • •

Con el cambio de jugadas resulta una posición carac­


terística en la variante Scheveningen de la defensa sici­
liana. Actualmente en los torneos, en esta posición, se
j uega rápidamente 9. A3R, no perdiendo un tiempo en
llevarse el rey al rincón del tablero.

9. . . , P3D 1 11. A3R,


j
.

1 O. A3A, A2D 1 2. D2R, • • •

Más fuerte la ingeniosa 1naniobra de ataque de la


dama de los maestros soviéticos Dl R 3C.

1 2. . . ., TD1 A 1 1 3. D2A, • • •

Previene 13. . . . , C 4'1'1 1, a lo que ahora corresponderá


14. C X P y 15. A6C.
1 3. . , . . P4CD 1 1 4. C3C, Cl R
Maniobra desafortunada. Correspondía continuar 14 .
. . . , TlC, seguidamente sacar la torre lAR a lD para
jugar en el futuro A1R y C2D.
1 5. TDl D, Tl C � 1 6. T2D, C4T
Las negras realizan con de•nasiada
132 A. Kotoo

cupación Era preciso volver rápidamente con el caballo


.

a 3AR y tratar de establecer una cohesión entre sus pie-


Ahora corresponde un severo por la despreo-
cupación.

1 7. C x C, DxC 1 1 8. PSR !,
<V diagraJoa.)

Incisión a la que liquidando las negras se meten en una


posición.

-�

� Lo..-.

�y

Si ahora 18. . . . , P4D entonces 19. A X P ! , en cual­


quier caso da a las blancas un enorme contrapeso. Ale­
khine trae la siguiente variante. Después de 19 . . , P x A . .

(si 19 . . . , P5CD , entonces 20. A3C , P X C ; 21 . T X A) ;


.

20. C x P :
l. 20. . . . , DlD ; 21. ASA, A X A; 22. D x A, y las
amenazas no pueden rechazarse ;
II. 20 . . . . , AlD ; 21. A5A, A3R ! ; 22. A X T, R X A ; 23.
D5A+ , RlC ; 24. P5A, ganando como en el caso 24 . . . . ,
A x e ; 25. D x A, así también después de 24. . . . , A x P ;
25. P4CD ó 24 . . . . , D X T ; 25. P X A.
1 8. . . ,
. PSC 1 20. C5A, A4CD
1 9. C4R, P4D 1 21 . Tl T!, C2A
De nuevo una jugada desafortunada, que dificulta la
defensa. 'Era mejor retroceder con la a lD ó 2A.

22. P4TD !, ASA 1


Herencia ajedrecistica de Alekhine 133

:� con el sacrificio poder debilitar algo la pre-


sión del enemigo. No salvaban tampoco las demás con­
tinuaciones. 22. . . , P x P a.p. ; 23. T x Pr, D5C ; 24. P3A,
.

D5A ; 25 . A2R, con la caza de la dama ó 22. . , A X C ;


. . . . .

23. A X A, TRlA ; 24. P3A ! A X P ; 25. AlD, P X P ; 26.


P4CD ! , . . y las blancas ganan.
.

23. C7D, P6C 25. P3A, ClT


24. C x TD, TxC . . . • • •

I .as blancas ganan la calidad, sin embargo el lejana- .


mente adelantado peón de las negras es antipático, tanto
más cuanto que amenazan tomar después de 26 , cae . . . .

el peón T u obligar a las blancas a separarse de sus


dos alfiles. Si las blancas se hubieran descuidado un
poco, les hubiera sido difícil conseguir la victoria. Sin
embargo , Alekhine no pierde un solo tiempo e inmedia­
tamente se lanza al ataque del flanco de rey del enemigo.

26. A2R !, • • • 1 • • • • • •

Preparándose con el mo ento del peón a descubrir


·

la línea "AR", ya que a las negras no les conviene la


apertura de la línea "D" y permitir el cambio en 5A.
Además de esto, las blancas cambian su poco útil alfil
3A por el activo 5A despojando de esta forma al ene•nigo
de la única pieza amenazadora de que dispone.
26. . . ., Tl AD 28. T x A, A4A
27. PSA I, AXA ... . . .
134 A. Kotov

Para hacer entrar por fin en el juego el alejado caballo


1T en un rincón.
29. Tl AR, AXA 31 . PST!, D3A
30. T x A, D3C 32. T3A, • • •

Llevando consecuentemente su idea de debilitar la


línea "AR ", pero no dándose cuenta de la más rápida
ganancia después de 32. P6A, P3C ; 33. D4T, DlR ; 34.
T3T, P4T ; 35. D5C, . . . y 36. T X P, . . . (variante de Ale­
khine) .
32. . . . , PxP 34. T x P, C3R
33. T x P, C2A 35. on· !, • • •

Amenazando con concluir en efecto la partida 36.


T X P + ! , C X T ; 37. D7A + , RlT ; 38. DSA+ , T X D ; 39.
T x T mate. El tiempo que invertirán las negras para
rechazar esta amenaza, Alehknie lo aprovechará para
invadir con la tercera pieza pesada la séptirna horizontal.
35. ..., P3T 1 37. T1 A-7A, D5R
36. T7R, DSA 1 . . . . . •

Las negras aprovechan ingeniosamente todas las posi­


bilidades y colocan al enemigo los más difíciles proble­
mas. No corresponde ahora tomar en 7C porque el punto
7T está defendido, y lo mismo la torna en 6R en vista
del jaque por la primera horizontal. Al znismo tiempo
amenaza P5D.
38. D X P, T3A 1 40. T6A !, . . .

39. Dl A, R2T 1 . . . . . •

Sencilla, pero muy convincente jugada. Las negras no


pueden responder ni 40. . . , C1D, a causa de 41. T6D l .
.

40. . . ., P5D 1 44. T6CD, D7A


1
41 . TA x C, TxT 45. P6T, D7A
42. T x T, PxP 46. Dl C,
43. P X P, P7C Rinden.
Alekhine realiza un ataque análogo en la siguiente
partida, donde su contrapeso material aparece ya desde
la apertura.

N.o 75. DEFENSA SICILIANA


Henneberger Alekhine
Zurich, 1934
1. P4R, P4AD 5. C3A, P3TD
2. C3AR, C3AD 6. A x C, PC x A
3. A5C , P3CR 7. P3D, P3D
4. 1 A2C 8. D2R, P4R
Herencia aiedrecística de Alekhine 135

Continuación convincente, porque en el futuro


las negras se verán obligadas a ir a debilitación
todavía 1nayor de la posición de peones. Como ha demos­
trado la práctica de los últimos Míos, a las negras les
conviene mejor contenerse aqui del obligado
tniento del peón 4R.
Original, pero no menos fuerte era la posibilidad 8.
. . . , C3T y si las negras quieren eVitar algunas extrava­
gancias, tienen a su disposición una buena jugada 8 .
. . , TlC.

9. C2D, P4C ! 1 • • • • • •

De lo contrario 10. P4A, . . . , era desagradable para las


negras.

10. C4A, P3T 1 11. A2D ?, • • •

Trivialidad, que permite a las negras levantar


amenazadora y activa posición. Era correcta 11. C3R ! , . . .
con la subsiguiente 12. D3A . . . , colocaba ante el enernigo
problemas, que no eran fáciles de solucionar, sobre todo
en vista de la rnaniobra amenazadora con el caballo.

11. . ,. . A3R 1 1 2. TDl R, • • •

No aporta nada la salida 12. C4T, C2R; 13. A5T, DlC.

1 2. . . , . C2R 1 4. P3CR, • • •

1 3. DST, C3C • • • • • •

Casi obligatorio, ya que dejar al caballo dirigirse a


5A es arriesgado.

14. .. . , P4D ! 1 1 5. C3R !, • • •

Decide morir en la lucha, únicamente para no vivir


en la esclavitud. En caso de rectroceso del caballo a 3T
las negras por medio de 15 . . , D2D ; 16. P3A, AlAR
. .

señorean con la iniciativa en el centro y en ambos fian­


cos, por eso Goneberger prefiere ceder el caballo por tres
#

peones, recibiendo ante esto una seductora posibilidad


de ataque.
1 5. . . . , P5D 1 8. A X P, C2R
1 6. C5A, AxC 1 9. A x P, AxA
1 7. PxA, 20. T x A, • • •

Después de la pérdida del 5AD , las blancas tienen


tres peones por el caballo. Sin embargo, no es com-
te porque uno de los peones blancos
136 A. Kotov

� �
tiene que perecer rápidamente. De esta 1nanera, las ne­
gras recibieron el contrapeso material. Pero ¿cómo rea­
lizarlo ? Hacer esto no es fácil porque la situación del
rey de las negras es muy desesperada, y la presión de las
blancas por la línea central, muy peligrosa.
Alekhine lleva la siguiente parte de la partida con
mucho arte. Primero mejora la disposición de su propio
rey, y a continuación con sutiles maniobras prepara una
respuesta de ataque a la disposición del rey enemigo.
En este � to general, las fuerzas superiores de las
negras romperán sin dificultad las barreras levantadas
por las .

20. . . ., Rl AI 1 • • •

Aquí el rey está en una situación esperanzadora.

21 . TRl R, C4D 24. D3R, R2C


22. P4AD, C3A 25. D x PA, • • •

23. D3A, D3D • • • • • •

Naturalmente, no 25. T x P, TlR ; 26. T5R, T x T ; 27.


D X T, D X P con amenaza 28 . . . . , TlR.

25. . ,. . DxP 27. D x P, D4T!


26. T5R-3R, Dl D ! • • • • • •

Elegante Jaaniobra, que trae la pérdida del peón 5A


ó 2T. Las blancas prefieren ceder el peón 5A el cual exige
continua defensa, sin embargo esta decisión libera las
Herencia aiedrecístíca de Alekhine 137

de las negras del imprescindible rodeo del :flanco


de rey y permite a llevar a cabo un golpe
decisivo.
28. T7R, D x PA 30. P3C, • • •

29. D7C, TRl AR • • • • • •

Está completamente 30. T X P + , T X T ; 31 . D X TI 1,


ese y es hora de que las se rindan.
30. . . . , TDl D ! 1 32. Tl AR, D6T!
31 . D X P, T7D 1 • • • • • •

Solemni dad de •naniobras correctas. Ahora las blancas


ya han pasado completamente a la defensa, y el enemigo
!es dicta su voluntad. De la amenaza 33. . . , ese, cabe
.

defenderse solamente cediendo el peón.


33. D7C, T X PT 1 35. D2C, DxD+
34. D3A, ese 1 36. R x D, Tl CD,
El logro de la victoria ya no está ligado a las dificul­
tades. Las negras tienen el contrapeso material y una
posición más activa. Todavía corresponde :
37. P3T, C3A 45. T7R, R3C
38. Tl CD, T7A 46. T3AR, TBC
39. T7R-1 R, T6A 47. T7C, P4T
40. T3R, T x PA 48. P4CR, PxP
41. Tl D, T7A 49. P x P, TASA
42. T3AR, T3C 50. T5A, T8C +
43. Tl D-30, T7C 51 . R3A, CxP
44. TR3R, T3A 52. TST, TDSR
blancas se rinden.
En la siguiente partida, el contrapeso •naterial de Ale­
khine es poco Visible a simple vista. No obstante, apro­
vechándolo con exactitud, las blancas en principio refuer­
zan su posición y seguidamente con largas
sucesivas refuerzas la presión en el centro y, por último,
deciden la solución de la partida con un ataque directo
al rey enemigo.

Alekhine Tarrasch
' 1914

1 . P4AR, P4R 4. P3D, C3AR


2. P4R, P4D 5. P x P, C x PR
3. PR x P, P5R 1 6. C3AR, A4AR
138 A. Kotov

Jugada correcta en esta 6. . . . , A4AD. Ahora


las blancas reciben nna gran supreaJlacfa.

7. A3R I P3AD 9. A3C, P4A


8. A4A1 P4CD 1 0. P6D I, • • •

Esto a las blancas la supretnacía. La respues-


ta de las negras en vista de la amenaza 11. ASD , . . es .

obligada.

1 0. . ,
. . P5A 1
1 4.
1 1 . 050, C2D 1 5. C3A, C3A
1 2. D x A, CxP 1 6. D2D PxA
1 3. DSD, A2R 1 1 7. PT x P, • • •

"El contrapeso material de las blancas no ha dismi­


nuido con esta duplicidad de peones, ya que siempre
tienen posibilidad por medio de P4A de recibir un peón
de paso". Alekhine.

1 7. . ,
. . P5C 1 1 9. C xA+, DxC
1
1 8. C5D, C4A 1
• • • • • •

La situación se ha aclarado. Las blancas tienen un


de más, sin embargo sus piezas no están detnasiado
bien distribuidas, y no tienen puntos de apoyo en el
centro con � de defensa. Problema inmediato
que Alekhine se plantea, organizar un punto de fuerte
apoyo en 4D y ante su cubrhrdento reagrupar prove­
chosamente sus fuerzas para el _ ataque.
Herencia ajedrecística de Alekhine 139

20. TRl R, TRl D 1 23. TD1 D, T4D


21 . A4D, C xA 24. P3T, T1T-1 D
22. c x c, D4A •

25 . P3A, • • •

El poco notable peón de más juega un papel impor-


tante, y ayuda a las blancas a reforzar la central.

P3TR 29. T3R, C4T


1

25. . . . , 1
26. D3D, D3D 30. Tl AR, C3A
27. D3A, C4T 1 31 . TAl R, • • •

28. T4R,
1

C3A •
r • • • • • •

En este duelo de maniobra vencen las blancas, ahora


a 31. . . . , C4T corresponderá 32. T5R.

31 . . . . , D4A 33. Tl R-2R !, • • •

32. R2T, • • • • • •

Una sutileza, con ayuda se hace posible la siguiente


jugada de las blancas .

33. .. . , Rl A 1 34. TSR !, • • •

Conquista todavía un importante punto en el centro


por cuyo resultado el caballo blanco se encuentra en 5A.
Las negras no pueden contestar 34. . . , P x P ; 35. P X P,
.

D X P ya que entonces pierden en seguida después de 36.


T2A 1 >, • (he aquí por qué hacía falta la precedente
. •

jugada de las blancas) .


140 A. Kotov

34. . .,. TAl D 36. D3C, C4T


35. CSA, D3C 1

37. D4T, • • •

Arnenaza con 1nate en tres j después de 38.


TSR + .
:!'/. . . .1 TxT 1 • • • • • •

Pierde rápidamente. A la sencilla 37 .. . . , C3A Alekhtne


se prepara a contestar 38. C x PT I , P x C ; 39. T6R ! , . . .
ganando forzosa•nente en todas las variantes. Alekhine
realiza la siguiente importante variante combinada : 39 .
. . . , P X T (39 . . . . , T3D ; 40. D X C, T X T, 41. T x T, ); . . .

40. D X C + , RlC ; 41. T X P, ; 42. D6C + , RlT


(42. . . . , RlA ; 43. D5A + , RlC ; 44. T7R, . . . ) ; 43. D X P + ,
RlC ; 44. D6C + , RlT ; 45. D5T + , RlC ; 46. T7R, . , ga­ . .

nando. En la posición del diagrama las negras ya no


tienen suficiente defensa, ya que las piezas blancas se
han activado de un modo considerable y el enemigo no
esá én condiciones de rechazar su presión en el centro.
38. P X T, TSD 1 39. T3R, •
. . .

Es lo J»ás sencillo, aunque también se podía haber


tomado el caballo. Si ahora 39 . , P3C, entonces sigue
. . .

el mate después de 40. D7R+ , RlC ; 41 . DBR + , R2T ;


42. D X P + , R1T ; 43. C7R.
39. . . ., D3C 1 40. D X P+, Rinden
Todavía unos cuantos ejemplos sobre este tema.

N.o 77. PARTI DA VIENESA


Alekhine Ed. Lasker
Paris, 1913
1 . P4R, P4R 4. P3D, A4A
2. C3AD, C3AR 5. A5CR, • • •

3. A4A, C3A 1 ... • • •

Permite a las negras lograr un total equilibrio. En el


de la posición estaba 5. P4A, ó 5. A3R.
5. . . ., P3D 1 6. C4T, • • •

No da nada, 6. C5D, A3R ; 7. C X C + , P X C ; 8. A X A,


P X A ; 9. D5T + R2D. ,

6. . . ., A3C 1 • • • • • •

"En parecidas situaciones es 1nás conveniente jugar


6. . . . , A3R, con vistas a abrir la vertical en el centro.
Sin embargo, el retroceso del alfll no es una equivo­
cación". Alekhine.
Herencia aiedrecística de Alekhine 141

7. C x A, PT x C 1 0. A4T, D2R
8. C2R, A3R 1 1 . P3A, • • •

9. C3A, P3T • • • • • •

"Con esta jugada de posición, que surge como resultado


de pensar minuciosamente, las blancas dejan tras sf la
libertad de acción de ambos :flancos y obligan al ene­
migo a decidir a qué lado va a enrocar. Entonces las
blancas preparan ya el adecuado plan de ataque.
"Frecuentemente, la jugada P3AR se basa en las si­
guientes combinaciones : ofrece al alfll 4T una buena
casilla para retroceder en .caso de . . . , P4CR y prepa1 a
un rápido ataque P4CR en caso de enroque corto de las
negras, otras variantes daban la supretnacfa a las
por ej emplo : 11. D2D, A X A ; 12o P X A, C X P I ó 11. 0-0,
P4CR ; 12. A3CR, P4T". Alekhine.
11. ooor o o o 1 • • • o • o

El enroque largo resulta una equivocación. Es fácll


convencerse que en la presente situación las blancas
tienen visiblemente mejores posibilidades de el
asalto de peones en el :flanco de danta, que el enemigo
en el :flanco de rey. El motivo de esto es la posibilidad
de abrir en seguida la linea "'1'1 1" con el movimiento
P4T 5T y asintismo la mejor preparación de las piezas
blancas para el ataque . De ese modo, era preciso hacer
el enroque corto.
1 2. CSD, AxC 15. P x C, ese
1 3. A x A, P4CR 1 6. P4AD, • • •

1 4. A2A, C xA • • • • • •

Las blancas ya están preparadas para un ataque deci­


sivo, el alfil y la dama dirigen sus acciones a la posición
del rey enemigo, en el momento en que las negras no
pueden emprender todavía nada.
1 6. . . ., P4AR 1 1 7. , P4T
Inexacto. Era mejor colocarse en seguida en la linea
"CR" con la jugada 17. . . , '1'111C.
.

1 8. P4TD, TD1 C 20. T x P, C3T


1 9. PST, PxP 21 . P4CD !, Rl D
La carrera hacia el otro :Hanco es el destino inevitable
de todos los reyes que notan que el trono se tambalea.

22. PSA, R1 R 1 23. P4D, • oo


Resulta curiQso que la cnayoría de las jugadas
de Ale e están hechas con peones.
142 A. Kotov

23. . . . , R2A 1 • • • •• •

El rey ha huido y se encuentra fuera de peligro. No


es culpable de que su ejército, desatendido, perezca.
24. P5C, P X PA 1 • . . • . .

Tal vez todavía mejor 24 , C1C ; 25. P x PR, P X PR ;


. . . .

26. T7T, . . . con elirninación de peones.

25. P x C, P3C 1 26. P6D, • • •

Para descubrir un la posición del rey de las


negras. Sin embargo, resulta ntás sencillo la tranq
26. T2T.
26. .
, . .
DxP 28. P5D, D3D
27. D3C + , D3R 29. T2T, Tl T

� �


� �

Las blancas tienen una pieza de por dos peones,


el triunfo. Sin embargo, la
realización del contrapeso está todavía ligada a muchas
dificultades, ya que los peones de las 6T y 50
están débiles, y la amenazante masa de peones negros
del :flanco de rey encierra en si muchos peligros. Alekhine
su suprernacia terial sencilla y enérgicamente .
Con las fuerazs superiores realiza un decisivo ataque a la
posición del rey de las negras.

30. Tl R, TRl D 1 31. D3D, D3AR


A 31. . . . , R3A, corresponde 32. P4AI , . . . y en caso de
31• , R3C, decide 32. P4C I
. . .
Herencia aiedrecística de Alekhine 143

32. P4C!, • • •
1 • • • • • •

Bien realizado y con decisión. Del bonito frente de


peones de las negras pronto quedará solamente el
recuerdo.
32. . . . , P3A 1 33. PC x PA, T x PD
El intento de levantar un frente después de 33. . . .•

P x PD acabaría penosamente. Entonces, después de 34.


A3C, P5AD ; 3 5. DlD, , es el momento de rendirse.
. . .

34. D4R, PST f • • •

De lo contrario, 35. A3C, etc.


35. D4CR, D3T 37. T2CR, Tl CR
36. A3R, R3A • • • • • •

38. P4A !, • • •
1 • • • • • •

El golpe se prepara hace mucho tiempo, descubre en


seguida la posición y obliga al enemigo a capitular.

38. . . ., PR X P 1 39. A X PAR, Rinden


Después de 39. . . . , T x P ; 40. AlA, . . . y el rey de las
negras se encuentra bajo el ataque de las piezas
blancas .

Alekbine aprovecha con gran fuerza su contrapeso


terial en la siguiente partida, decidida por un
ataque al rey.
144 A. Kotov

N.o 78. D EFENSA I N DIA DE DAMA


l. Babinovich Alekhine
Moscú, 1920

1. P4D, C3AR 3. P4A, P3R


2. C3AR, P3CD 4. C3A, • • •

Continuación antigua, que te alg•ín tiempo estaba


fuera de moda, y seguidamente, fue de nuevo reconocida
por los maestros contemporáneos.
4. . .., A2C 8. AxC
5. P3R, ASC 9. P x A,
6. D2A, CSR 1 O. C2D, ...
7. A3D, P4AR . .
. . . .

La situación está ejemplarmente equilibrada. Las blan­


cas tienen un consistente centro de peones que están dis­
puestos a ponerse en movimiento ; las negt·as tienen una
activa disposición de piezas, enfl1adas hacia el flanco de
rey del enemigo. Ahora las tratan de sacar al
caballo 5R para dar libertad de moviudento a sus peones.
1 0. . . . , DST! 1 • • • . ..
La táctica al servicio de la estrategia : si las blancas
juegan ahora 11. P3C, . . . , como ganando un peón, el
enemigo hubiera contestado 11 . . . . , C4C ! con amenaza de
rnate en 6T (12. P4R, P x P ! ) . Al final, el flanco de rey
de las blancas se debilitará. Rabinovich, naturalmente ,
renuncia a la jugada del peón de caballo.
1 1 . P3A, CxC 1 3. P4R, PxP
1 2. A x C, C3A 1 4. A x P, ...
No es lógico . Las blancas están obligadas a toda costa
a reforzar el centro de peones, y para ello es preciso
tonl.ar en 4R con el peón. Si en este caso el enemigo
responde 14. . . . , P4R entonces se puede continuar 15.
P5D , C2R ; 16. P5A ! con una un poco mejor
entre las blancas. Ahora le queda a Alekhine una peque­
fía supretnacfa.
1 4. .. , . C4T 1 15. TDl R, • • •

. Encatninado el sacrificio del peón. No obstante, en


caso de mejor continuación 15. A X A, C x A ; 16. 'I'J >lR,
. . . el peón duplicado seria objeto de preocupaciones para
laus •

15. . , . . AXA 1 7. D4T,


1 6. T x A, D4T • • •
Herencia ajedrecística de Alekhine 145

Tampoco ayuda 17. T5R, T4A y después del cambio


en 5A las torres solas o junto con la da•na, el peón 4AD
perece.
1 7. . ,
. . CxP 21 . AlA, P4TD
1 8. T2R, P4CD 22. T4R, P5T
1 9. D3C, D4AR 23. Dl D, • • •

20. TAl R, TDl C • • • • • •

� �
� ��

Las negras tienen un buen peón de más, sin embargo,


las piezas blancas están distribuidas muy activamente ;
realizar la supretnacía material no les resulta tan fácil a
las negras.
Alekhine prepara enérgicas operaciones de ataque en
el centro, ante esto su peón de tnás hará un importante
papel.

23. . . ., TDl R 25. A3R, PxP


24. D2R, P4A ! 26. A x P, P4R !
En este sentido, en las futuras operaciones los peones
negros conquistan posiciones centrales. Está mal tomar en
5R , ya que entonces corresponde 27. . . . , P4D ! y en caso
de 27. ASA, P4D ; 28. T X C, P X T ; 29. A X T, D X A las
negras lograban un amenazador centro de peones.

27. P4A!, . .. 1 ... • • •

Mejor renachniento. Ahora se forman cut·iosas compli­


caciones.

27. . .., P3D 1


10
146 A. Katov

No se puede atacar varias veces en 5R a causa del n1ate


por la primera horizontal.
28. P3TR, ... 1 . . • • • •

Habiendo abierto un "ventanuco" para el rey. las blan­


cas ya amenazan con tomar el peón 4R.
28. . . . , T3R 1 1 . . . • . •

29. P x P, PxP 1 30. ASA !, . ..


De todos modos no se puede atacar el peón 4R, porque
en este caso con la jugada 30 , TAlR, ganaban las
• . . .

negras.
30. .. . , T2A ! 1 • • • • • •

Las negras maniobran al borde del precipicio donde


por propia iniciativa han interesado tanto al enemigo
como a si rnismas. Con la equivocación 30. . . . , TAlR
había suficiente, para después de 31. TIA, D3C ; 32. T4C,
D3T ; 33. D3A ! , . . . perder la partida. Realizando una
fuerte jugada, Alekhine devuelve el peón de 1nás, sin
embargo recibe a cambio una seria posición de supre­
macía.
31 . Tl C, P3T j • • • • • •

Atnenazando 32. . . . , C7D, lo que antes era imposible, a


de 31. D X C, . . . , con amenaza de mate 32. DBD + .
32. T X PC, . .. 1 . . . . . .

En el tablero existe una igualdad terial. No obstante,


la siguiente juegada de Alekhine le proporciona un
ataque hnposible de rechazar. Las suprentacfas materia­
les se han transformado en la presente posición en im­
portantes mejoras de posición.
32. . . ., C7D ! 1 33. TR X PT, • • •

"Las blancas ya no tienen defensa. En caso de 33.


T4CR, . . . , las negras ganan por la misma razón que en
la partida. Si 33. T3R, . . . entonces 33 . . . . , T3C (para esta
maniobra las negras jugaron en la jugada 30 . , T2A . . .

y no T3A) ; 34. TSC + , R2T ; 35. T2C, . (6 35. D X C, . .

DSA + ; 36. R2T, T7A) ; 35. . . . , C6A ; 36. RlT, D X P +


y mate en la siguiente jugada". Alekhine.
33. . . ., D7AD ! 1 .. . . . .

Realizando el ataque por el asalto en la primera hori-


zontal. Mientras amenaza 34 . . . . , C6A+ y las han
atacado la torre.

34. T8C + , R2T 1 35. Rl T, TSA +


Herencia ajedrecística de Alekbine 147

Decide más rápidamente que la toma de la torre 4T.


36. Al C, TxA+ ! 38. R2A, ...
37. R x T, OSA + .. . . . .

De otro modo 38. R2T, CSA+ ; 39. RlC, C6C + , gana


la da•na.
38. . . ., T3A + 1 39. R3R, CBC + !
Las blancas se rinden, porque después de 40. R4-R,
C X P + se gana la dama, y 40. R3D, T3D + ; 41.
D X P + conduce a un rápido mate.
En la siguiente partida aparece un curioso procedi­
miento con el cual Alekhine realizó su contrapeso mate­
rial.

N.o 79. DEFENSA SICI LIANA


Aficionados Alekhine
Berlín, 1921
1 . P4R, P4AD 4. C x P, C3AR
2. C3AR, P3R 5. A3D, • • •

3. P4D, PxP 1 • • • • • •

No da nada a las blancas. Es preferible la continua-


ción corriente 5. C3AD.
C3A 7. C2D,
.

5. . . . ,
6. A3R, P4D • • •
148 A. Kotov

Esto está complemtamente Había que haber juga­


do 7. P5R, ; 8. , con ej emplar igualdad de
posición.
7. .
. ., P4R 1 8. C4-3A, P3TR !
Previniendo C5C, . . . para caso de desarrollo del alfil
a 3R y amenazando ganar el alfil 3R con el movitrliento
del peón 40.
9. P3A, A2R 1 2. TR1 D, D2A
1 O. 1 3. P X P, ...
11. D2R, A3R 1 • • • • • •

Tarde o temprano es obligatorio, ya que sobre la posi­


ción de las blancas pende continuamente la amenaza
de un cambio general en 4R con el futuro ataque del
peón 2AR negro.
1 3. . . ., CXP 1 1 4. C4R, C4T !
Quitando al caballo 4R la casilla 5A y amenazando
con la dirigida P4AR. Contrariamente a las afirmaciones
de TaiTasch, Alekhtne demuestra en esta partida que el
caballo en el extremo del tablero no está mal situado.
15. A2D !, . .. i . . . . . .

Rechazando 15 . . . . , P4A ; 16. C3C, P5R a lo que corres­


ponde 17. C X P, P x C ; 18. D x P, . . . con la victoria de
las blancas.
1 5. . . ., TD1 R 1 7. CSA ?, • • •

16. C3C, A3D 1 • • • • • •

Descuido del peón, aunque ya la situación de las blan­


cas es bastante Jnal a.

1 7. . , . . AXC 1 1 9. C4D, AXP+


1 8. A x A, P5R f 20. Rl T, • • •

Las negras tienen un peón de más, sin embargo no es


fácil retenerlo. Probablamente es mejor continuación en
esta posición 20. . . . , P6R devolviendo el material con­
quistado, pero quedando con grandes ventajas de posi­
ción. El camino elegido por Alekhine es original : prefiere
sacrificar él mismo una pieza , para con las piezas res­
tantes, organizar un asalto desde todas las direcciones
a la desarrollada posición del rey blanco.

20. . , A5A 1 22. TDl A, P4CD I


. .

21 . P4A!, CxP! 1 • • • • • •

Obligando al enemigo a tomar el sacrificio de las


piezas, ya que 23. e x P, D4R conduce a la posición donde
Herencia a;edrecistica de Alekbine 149

la ganancia de las negras es cuestión de una shnple


técnica.
23. P3CD, P6R ! 25. A x C, AxA
24. P x P, CD x P 26. C x P, D6C ! •

Precisamene eso es lo que pensó Alekhine. El rey blanco


experimenta pronto por sf mismo hasta qué punto se
habían debilitado las casillas negras en su campo.

27. D x C, • • • 1 .
. . • • • •

Conduce a un forzado fracaso. Puede continuarse la


defensa, únicamente cediendo la calidad después del cam­
bio de dama 27. D4C.

27. . ,
. . A5A 1 28. Rl C, T4R!
Con tal de jugar, después del retroceso del alfil 29 .

. . . , T4T, amenazar con mate en 8T.

29. C6D, P3C ! 1 • • • • • •

Obliga al alfil a retroceder a 3T lo que las blancas


tratan de evitar en la siguiente jugada.

30. A3T, A6R + 31 . Rl T, T4TR


1
Las blancas se rinden.
En la siguiente partida el de es fuerte,
ademú , porque Alekhine disfrutaba de un considerable
contrapeso
150 A. Kotov

N.o 80. GAMBITO DE DAMA

Colle Alekhine
Hastings, 1925-26

1 . P4D , C3AR 3. C3AR, P4D


2. P4AD, P3R 4. C3A, A5C
Contraataque de los puntos 3AD y 4R. Ligada al com­
plicado plan de juego en los campos conquisados del
naneo de dama, recibe en el futuro el nombre de defensa
de Ragosin. En aquellos días, cuando se jugaba esta
partida, esta variante se consideraba incorrecta.
5. D4T + , C3A 1 6. C5R, • • •

La carrera tras los dos alfiles cuesta algunos tiempos.


Más esperanzadora 6. P3R, continuando el desarrollo
de las

6. . ,. . A2D 8. P3R, • • •

7. C x A, DxC • • • • • •

Permite a las negras llevar un enérgico ataque de peo-


nes en el centro. Es más 8. P3TI >, A X C + ;
9. P X A, P4R ; 10. P3R.

8. . . . , P4R ! 1 1 0. P x A, PxC

9. P3TD, PxP 1 1 1 . PC x P,
"La partida de las es preferible, y esto como
consecuencia de la jugada 8. P3R . . . ". "La pareja de
,

alfiles aparece aquí como compensación insuficiente por­


que las negras pueden provocar siempre el cambio de
uno de ellos". Alekhine.

1 2. A2R, PxP 1

1 3. , • • •

La cesión del peón sin ning•ín fundamento para ello.


·

Jugando 13. D5C, P3TI > ; 14. D X PA, C4R ; 15. D4D,
las blancas están algo peor, pero antes el xnis•no mate­
rial. Ahora, con peor posición, les falta un peón.

1 3. . .,
. P3TD 1 14. D2A, • • •

Más esperanzas dejaba 14. P5C, C4R (14. . . . , P X P ? ; 15.


D X T, T x D ; 16. T x T+ , ClR ; 17. TlD, , con el contra­ . . .

peso de las blancas) ; 15. P X P, D X D ; 16. T X D, T X P ;


17. T X T, P X T ; 18. A3T, T1D ; 19. A5C, . . . Ahora, las .

blancas parecen sin ayuda, bajo los envolventes ataques


de las piezas
Herencia aiedrecística de Alekhine 151

14. .. ., D3R 17. A2CR, T6D


15. A3A, TR1 R 18. T3T, • • •

16. P3C, TD1D • • o o • •

(Véase diagranla).

18. . . ., P4TR ! 1 • • • • • •

"Las grandes fuerzas están obligadas a atacar,,. Este


lema es doblemente justo, ya que las negras tienen la
supre1nacia material y de posici ón .

19. TRlR, • • •
1 • • • • • •

Las blancas no tienen absolutamente nada qu e em­


prender y están obligadas a observar� sin hacer nada,
cómo bloquea el enemigo por completo su fianco de rey.

19. . .. , PST 21. Al T, ...


20. P4R, P6T .. . . . .

Penosa intervención del alfil, pero tampoco 21. AlA,


C4R es mejor.
21 . . .., D4A! 1 . . . • ..

Provocando el movimiento del peón 2A lo que debilita


todavfa 1nás l a posición del flanco d e rey de las blancas
y recluye completamente el alfil lT.

22. P3A, D4CD 1 ... • • •

De haber querido se podía ganar por el procedilntento


22. . , TXPAR; 23. AXT, DXA, y las negras señorean
. .

en todos los puntos


152 A. Kotov

23. D2A, TRlD 1 24. OSA, • • •

Cambio equilibrado, pero tampoco el resto mantiene por


mucho tiempo la resistencia.
24. .. , o x D+ 27. A4D, C7A
25. P x D,
.

C2D 1 28. T3T 1 T, C x TD


26. A3R, ese 29. T x C, CxP
� blancas se rinden.
En los ejemplos examinados de Alekhine, apoyado en
su suprentacía material ante la primera ocasión propicia
ataca la posición del rey enemigo. Se dan casos en que
para realizar el contrapeso ntaterial es necesario atacar
en otros lugares del tablero, y particularmente en el
flanco de dama. Vamos a examinar ahora un ejemplo
de este ataque.

N.o 81. APERTU DE PEONES DE DAMA


Janovsky Alekhine
Nueva York, 1924

1. P4D, C3AR 3. P3R, P3CR


2. C3AR, P4A • • • • • •

Se el juicio de Alekhine esta continuación es des­


afortunada, porque está vinculada a dificultades, la na­
tural 3... . , P4D, lleva a la variante normal de apertura
Colle.
4. A3D, P3C 6. P4A , PxP
5. 1 A2CD • • • • • •

Amenaza 7. P5D, por eso las negras están casi obli-


gadas a cambiar en 5D.
7. P x P, A2C, 11 . Tl R, C3A
8. C3A, P4D 1 2. P3TD, TlA
9. A5C, PxP 1 3. D3D, D2A
10. A x P, 1 4. A2T, P3R
Las negras preparan la conquista del punto 4D con el
caballo, sus piezas están normalmente desarrolladas, la
posición puede considerarse ejemplarmente igualada.
1 5. P3T, C2R 17. CSR, TDlD
1 6. TOlA, 01 C 18. C X PA, ...
A las blancas no les resulta fácil maniobrar en la po­
sición dada, ya que las amenazas del enemigo 18. .. , .

CR4J 1 ó 18. . . . , C4A son muy desagradables. Por eso


flerencia aiedrecística de Alekhine 1,3

Janovsky decide toJnar en 7A después de lo cual su


de paso en el centro se hace muy peligroso.
1 8. . . . , TxC 20. PSD, CR x P
1 9. A x P, TDlAR .. . • • •

Adquiere la posibilidad de establecer el contrapeso en


la posición. Alekhine decide evitar el riesgo, vinculado
al futuro juego de dos ligeras contra la torre y
dos p( Jnes. De todos modos, nos parece que continuando
20 . . , C4A las
. . hubieran tenido todos los motivos
para contar con la conservación del contrapeso, en tanto
que ahora las tablas son inevitables.

21 . C x C, AxC .1 23. D x C, AxP


22. A x A, C xA l 24 T2A ?,
. •• •

Una cesión injustificada del peón. Después de la co­


rrecta 24. A7R, AXT; 25. AXT, DXA; 26. TXA, D2R!,
está clara la solución de la partida en tablas.

24. .. ,
. AXP 26. D6R, • • •

25. A6T, Tl D ... • • •

Trata de f tablas con un continuo ataque a la


torre con el alfil desde la casilla 5C y 6T.

26. . .. , A4A 28. D3C, D2D


XI. TA2R, D2A 29. RlT, • • •


Amenaza 30. T2D, DlA; 31. TXT+, DXT; 32. D5C,


lo que no sucede ahora en vista de 32. .., A x P +. .
1.54 A. Kotov

29. r
• • • AlA! 1 31. TR1 D, TxT
30. T2D, OlA 32. A X T,
1

' • • •

La situación se ha simplificado notablemente. Las ne­


gras tienen un de más, pero llevarlo adelane es muy
dificil en vista de la situación no protegida del rey en
lC. Alekhine to1na la decisión de cambiar el peón 3CD
en 2AR , después de lo cual la situación del rey de las
blancas quedará ashnismo un tanto al descubierto.
32. . .. , P4CD 1 33. TlAD ?, ...
Una tosca equivocación, ya que ahora dos peones de
paso ligados sin resistencia avanzan hacia adelante. Una
continuación correcta es 33. D x P, T x P; 34. D5D +,
T2A ; 35. TlAR, D2C ; 36. D4D, después de lo cual las
piezas negras quedan inmovilizadas, y la realización de
su único peón de paso en el :flanco de dama está vincu­
lado a enor1nes dificultades.

33. ... , D2D 1 34. A4A, P4TD


El ataque de las negras al flanco de dama se desarrolla
incontenible. Sl ahora 35. T7A, . . , entonces 35 . . . . , P5Tf;
.

36. D2T, DSD +; 37. R2T, D6C.

35. A5R, PST 1 37 . D4A, D7D


36. D2T, PSC ! 38. P4A, P6C
Los peones negros han avanzado tan lejos, que las
blancas ya no están en condiciones de retenerlos.
Todavía continúa:

39. TlCD, ose 1 42. D2T, D7A


40. D6R, DSR 1
1 43. TlAR, P6T
'
41. TlD, P7C 1 • • • • • •

Más rápidamene decide 43 . . . . , OSA; 44. TlCR, A4A.

44. R2T, D6D 48. D3C,


1
AXP+
45. Tl R, ASC 49. A x A, D xA+
46. Tl TR, A7D 50. Rl C, R2C
47. D6R, D4A . . . ..
.

Las blancas se rinden.

En el sentido de la partición examinemos la partida del


•natch con Grlgoriev en 1919 de la que ya hemos recor­
dado antes. En ella surgia como objeto del ataque la
da1na enemiga. Alekhine recibió un peón de anú y se­
guidamente empezó a atacar la posición de las
Este ataque llevó a un original.
Herencia a¡edrecística de Alek bine 15.5

N.o 82. PARTIDA ESPAAOLA

Alekhine Grigoriev
Moscú, 1919

1 . P4R, P4R 4. D2R, A2R


2. C3AR, C3AD 5. C3A, ?
3. A5C, C3A • • • • • •

Los enemigos a jugar la partida española


"a lo antiguo". Sin embargo, la últinta jugada de las
negras no soporta la critica. El punto 4R está esperan­
zadoramente defendido por las últhnas jugadas de las
blancas, por eso el corriente contraataque en esa va­
riante al peón 4R está claramente proyectado al fracaso.
Corresponde defender el peón 4R con la jugada 5 , . . . .

P3D.

6. A x C, PD x A 8. P3D,

1
7. C x P, Tl R 1 • • •

Todo está terntinado. El peón 4R se ha perdido y las


negras no tienen ninguna por él.

8. . .. , A5CD � 1 1 . D2A, D3D


9. P4 A, D5D 1 2. A4AD
1 0. A2D, A3R ... • ••

Conffa en presionar los peones del fianco de


1.56 A. Kotov

dama. Sin embargo, la planeada salida a 5CI> concluye


tristemente.
13. A3R, AxA 1 1 5. TD1 C, P4A
1 4. D x A, ose 1 • • • • • •

negras no sospechan la preparación del ataque.


Entre tanto , la vigilante mirada de Alekhine no pierde
la original oportunidad de atrapar a la datna de las ne­
gras. Ante todo , comienza el ataque en el fianco de rey
con el fin de distraer las fuerzas.
1 6. P4C ! ... 1 ... • • •

Amenaza rechazar al alfil 3R y al caballo 3A. s ne­

gras ya no tienen tiempo de rechazar el ataque, les co­


rresponde huir de la trampa con la dama. Sin embargo ,
Grigortev no sospecha la preparación de la trampa.
1 6. . .. , AXP 1 • • • . • •

La toma con el caballo lleva después de 16 , C x PC ;


. . . .

17. c x c, A x C ; 18. C5D, D4T ; 19. P5A, . . . también a una


posición desesperada.

17. C4A! • • • 1 • • • • • •

Estupenda idea. La darna de las negras no tiene ni una


j ugada y se ve obligada a esperar resignadamente a que
el insolente, pero valiente peón 2TD le dé un corto y
mortal golpe P3'1'1 1. La posición resultante después de
la jugada 17. C4A, es personal y, al parecer, no ha sur­
gido nunca en la práctica ajedrecística.
Herencia a;edrecística de Alekhine 157

'
1 7. . . ., Cx P 1

Con la débll esperanza de que el ene•nigo tome en


4R con el peón y descubra la trampa en que ha caído
la datna.

18. cxc, Rinden

Simplificación de la posición y paso


al final de partida
Este sistema de realizar el contrapeso material no pre­
cisa de aclaración. Si realizar la supremacía rnaterial en
mitad de part1da no es posible, conviene buscar ca1ninos
para el cambio de piezas y la simplificación de posición.
Es cierto que en el final de partida es más fácil realizar
la supremacía material.
Para ejemplo, examinaremos algunas partidas de Ale­
khine, en las que conseguía victoria con material de 1nás,
simplificando a tiempo el juego y pasando a final de
partida.

N.o 83. PARTIDA ESPAAOLA


Calle Alekhine
Scarborough, 1926

1. P4R, P4R 4. AxC, PDxA


2. C3AR, C3AD 5. C3A, P3A
3. ASC, P3TD 1 6. P3D, • • •

"La práctica demuestra que vinculado con el cambio de


dama (por medio de 6. P4D) el descubrimiento de la
vertical "D" lleva a las blancas en el mejor de los casos
al final de partida. Pero el intento de conseguir algo por
medio del descubrimiento de la vertical " AR " tamb ién
está condenado al fracaso, ya que las negras presionan
en el punto 5D al fin y obligan a la jugada P3AD
después de lo cual derriban con todas sus fuerzas el de­
bilitado punto 50. La presente partida es muy instruc­
tiva, ya que demuestra de qué sencilla for•na las negras
consiguen la supremacía y seguidamente, la victoria." Ale-
·

khine.

6. . .. r A 3D 8. D2D, P4A D
7. A3R, C2R • • • • ••
1.58 A. Kotov

Las negras han preparado todo para la intrusión del


caballo en 50. Colle toma rápidamente medidas, para no
dejar al caballo a este importante pWlto central.
9. C2R1 C3A 1 1. 1
1 O. P3A1 D2R 12. C3C1 P3CR!
Quitando al caballo 3C las casillas 5A y 5T y sobre
todo, despojando a las blancas de la posibilidad de rea­
lizar planes activos.
1 3. ClR, A3R 1 5. AxP, TDlD
14. P4AR, PxP •

1 16. AxA, DxA


La lioeradora P4A R trae a las blancas sólo preocupa­
ciones ya que otorga al caballo negro la casilla 4R desde
donde éste cae sobre el peón 3D. La partida demuestra
la buena apreciación de la apertura de la variante de
Alekhine <véase la anotación a la sexta jugada de las
) , pero claro está que el asunto no se resuelve
sin la ayuda de Colle.
17. D2AR, C4R 1 1 8. P3C1 P4A
No les conviene a las negras ton•ar en seguida el peón
3D, porque se pierde como respuesta el peón 4AD. Des­
pués de la jugada hecha las blancas están obligadas a
cambiar en 5AR lo que hace perecer al peón 3D sin
ninguna compensación.

19. Px P, AxP 22. DxT, CxP


20. CxA, TxC 1 23. cxc , • • •

21. D2R, TxT+ 1 • • • • • •

Hay que conformarse con la pérdida del peón, porque


no se puede jugar 25. TlD a causa de 23. . . . , P5A, con
amenaza D4A + y C7A + .

23. . .. 1 DXC J 24. D 1 R, D4D


"A continuación de la posición abierta de su rey, las
negras se ven obligadas a realizar unas cuantas jugadas
defensivas, antes de pasar a su finalidad principal. el
cambio de damas". Alekhine.

25. D7R, D3D 1 • • • • • •

Ante las damas, a las negras les resulta dificil crear


su peón de más, como consecuencia de la mala situación
del rey negro. Alekhine intenta ante todo. el cambio de
seguidamente transforn1.a la posición de peones
en el :flanco de dama, para en un momento
necesario del peón duplicado.
Herencia aiedrecística de AJekhine 159

26. D3R, TlAR 1 30. DBR, P4TD


27. Tl R, R2C 1 31 . D3R, D5A
28. P3TR, T2A 32. DX D, ...
29. RlT, P3C . . . . . .

Indiscutiblemente es una equivocación. Alekhine escri­


be que a 32. D3D, . . . hubiera correspondido 32. . . , P5T,
.

con refuerzo en la posición de las negras. Esta anotación


es cierta, pero no se deduce que las blancas tengan que
cambiar forzosamente la dama. Después de 32. D3D, P5T ;
33. P x P, D x P ; 34. P4A!, ... , la presencia en el tablero
de las damas hubiera dificultado en extremo el logro de
un peón de rnás, A las blancas les corresponde tratar
de conservar la dama, ya que su única esperanza es la
abierta situación del rey enernigo. En el final de partida
de torres, Alekhine con el máximo de crueldad aprove­
cha sus posibilidades.

32. . ,
. . 35. R2T, R2A
33. T7R+, 36. P4A, • • •

34. T3R, • • • • • •

Las desgracias de las blancas consisten en que no pue­


den de ninguna manera defender todos los peones del
fianco de dama, ya que a 36. P4'1'1 1 , corresponde 36 .
• . •

. . . , P3A ! destrozando y debilitando la posición de peones.


Alekhine saca a tiempo sus peones a la posición guerre­
ra 4T y 4A, desde donde están dispuestos a lanzar al
ataque.
36. .. ., PST! 1 • • • • • •

De haber retrasado las negras una jugada y después


de 37. P4'1'1 1 , las blancas se encontrarían ordenadas.
•..

Pero en ajedrez pocas veces se puede .

37. P x P, TSA 39. T3T, TSD!


38. P5T, TxP • • • • • •

c'Brevísimo camino. Después de 39 . , P x P ; 40. T X P,


. . .

R3R ; 41. R3C , R4D ; 42. R3A, ... , las negras tendrían que
soportar todavía dificultades técnicas. Ahora las blancas
han de perder dos tiempos, para conseguir el cambio en
5T, lo cual significa para las negras el triunfo". Ale­
khine.

40. T3CD, PxP 43. R3C, T4DI


41 . TSC, PSA 44. T4T, • • •

42. T x P, R3R • • • • • •

El final de partida de peones, después del cambio de


160 A. Kotov

torres, como se observará, es sencillamente ganado por


las negras.
44. . . , . T4AD 47. Tl AD, R4D
45. T4C, P6A 48. R3A, R5D
46. Tl C, P7A • • • • • •

Las blancas se rinden.


Alekhine crea el peón de más en el final de partida
de un modo curioso, que a primera vista parecía muy
difícil.

N.o 84. APERTU DE CUATRO CABALLOS

Wolf Alekhine
Karlsbad, 1923

1. P4R, P4R 4. ASC, C5D


2. C3AR, C3AD 5. C x C, PxC
3. C3A, C3A 6. C5D, • • •

Hubiera sido mejor 6. P5R, P x C ; 7. P X C, D x P ; 8.


PD x P, con un j uego ej emplarmente igual. Ahora las
. . .

negras adelantan al enemigo en el desarrollo.


6. . . . , CxC 8. , A2R
7. P x C, D3A 9. P4AR, • • •

Las blancas no están suficientemente desarrolladas para


contar con una prolongada iniciativa, y solamente eso
Herencia a¡edrecística de Alelehine 161

hubiera just1flcar semejante continuación.


hubiera venido mejor reconocer su insuficiente jugada 6.•
y procurar por medio de 9. . ..; 10.
, . . . y 11. P3D, ... , con un ejemplar juego equilibra­
do". Alekhine.

9. . .,
. 12. A2C, A4A
10. D 3A, P4A 13. T D 1R, Al D I
11. P3CD, P3D • • • • • o

Trasladando el alftl a la estupenda 4T. Ton1ar


en 2AD, naturalmente hubiera estado •nal en vista de 14.
P3D, . .. con la del peón.

14. A3D, A4T 1 6. P3C?, • ••

15. T2R, T Dl R ... • • •

Pierde un Contener la igualdad era


todavia después de 16. AlA, ... , pero también en-
tonces la posición de las no parecía

1 6. . .., AxA 1 17. PxA, • • •

Es necesario confor•narse con el frente de peones, ya


que es todavía peor 17. DXA, TXT; 18. DXT, P6D!, con
ganancia de piezas ó 17. TXT, AXT; 18. TXT+, RXT;
19. RXA, AXP.
17. . .., TxT 19. . . .

18. DxT, D4A . .


. . . .
De lo contrario se pierde el peón 20, que también es
una desgracia.

19. . . ., D X P5 D 1 20. D4R, . ..


Conformándose con el cambio, únicamente por mejorar
sus peones centrales.
20. . .. , D3R 1 21.' P5A, ...
Mal 21. DXP, AXP, con ataque al rey de las blancas.

2 1. . .. , D4R 1 22. D X D, P XD
Parece que a las negras les es imposible ganar este ......
de partida. Efectivamente, el rey de las llega a
4R después de lo cual el peón negro de más es impercep­
tible, y las blancas per•nanecen muy agresivas. En la
práctica había m en las que semejante
bloqueo de la posición del rey ofrecfa posibilida­
des para la victoria, Asi y todo, Alekhine calcula con
exactitud la posibilidad de continuación y sobre todo la
exclusión del juego del alftl 2C. Después de una peque:fia
preparación, pone en mo ento su de peones en
el de rey y esto le da un decisivo.
11
162 A. KototJ

23. R2C, P3A 1 24. R3A, Al D!


"El papel del am 4T ha concluido. Ahora es necesario
poner rápidamente una barricada de peones en el :Hanco
de para quitar al alfil 2C toda de liber­
tad". Alekhine.

25. R4R, A2R 27. Tl A, P4TD


26. TlA, Tl D • • • • • •

T.as blancas van a jugar lo sucesivo de la partida sin


alfil, encerrado por los siglos de los siglos en su jaula
del :flanco de

28. A3T, P3CD 1 29. P4CR, • • •

Con la lnfrutuosa esperanza de cerrar la posición en


el flanco de rey, después de lo cual las no tendrán
por donde abrirse caantno. Naturabnente, Alekbine no
lo per•nite.

29. . . , . R2A 31 . T1A, • • •

30. P4T, P3C • • • • ••

El penoso Intento de con el rey al :Oanco de


, tampoco es una salvación. Después de 31. P5T,
PXPI'; 32. PXP, TlCR; 33. R5D, T6C; 34. R6A, TXP,
las negras se a ban de los peones 2D y 2T, después
de lo cual estaba asegurada la victoria.

31. . .., P4T! 1 • •• • ••


Herencia aiedrecística de Alek bine 163

La i dea de bloquear la posición se disipa como el hn1no.


Las lineas en el flanco de rey se abren y en el presente
juego resultará efectiva la pieza de de las negras.

�.,



� � � ��;.;...
• --- .
32. PAxP+, RxP 1 33. PxP+, R2A!
En esto consiste toda la sutileza. El rey se aproxhna
a 3R, de donde refuerza el avance de sus piezas cen­
trales.

34. P6T, R3R 36. T6C, AlA


35. TlCR, TlTR • •• • ••

Las blancas se rinden.

En la siguiente partida el juego de no se


distingue por efectos exteriores, sin embargo el arte de
realizar la supremacía material , just11lca su dirección,
con lógica y aguda finalidad.

Bogoliubov Alekhine
16 partida del 1natch, 1929

1. P4 D, P4 D 5. A3D, C D2 D
2. P4A D, P3AD 6. , PxP
3. C3AR, C3AR 7. AxP, A3D
4. P3R, P3R 8. C D2D, •• •
164 A. Kotov

Rechaza la variante de Merano. Sin embargo, por este


procedJrrdento las blancas no pueden contar con recibir
la supremacía de apertura.
8. . . ., 1 0. C4A, P3CD
9. A3C, A2A 1 1 . T1R, • • •

T.a.s piezas blancas ocupan unas cuantas posiciones poco


naturales, por eso es preciso pensar en distribuirlas de
una manera 1nás armónica. Merecfa atención 11. A2A,
A2C ; 12. P3Ct 1, . sacando el alfil a 3T ó 2C.
• •

11. ..,
. A2C 1 3. C4A-5R, • • •

1 2. P4R, P4CD ! ... • • •

En caso de retroceso a 2D las negras por medio de 13.


. . . , P4R, reciben una gran supremacía de posición: el
retroceso de las piezas del enemigo, en el desarrollo, la
presencia de la masa de peones que se podían mover
en el flanco de dama.
1 3. . .. , C xC 15. A4AR, P4AD
1 4. P x C, C2D • • • • • •

Ahora las negras están mucho mejor. Tienen un efec­


tivo peón de más, ante lo que el peón blanco 5R intenta
todo el tiempo atacar y no podrá resistir mucho tiempo.
16. D2R?, ... 1 • . . • · •

Suprhniendo el ataque del caballo 2D las blancas pier­


den sencillamente el peón 5R. Era tnás fuerte A3C, tras
de lo cual las negras llevarían un futuro ataque de peo­
nes del :flanco de dama.

16. . .,
. PSA 18. P3CD, PxP
17. A2A, Dl C! 1 9. A x P, • • •

Peor todavía 19. D X P, P X A; 20. D X C, A4T; 21. T2R,


A X P ; 22. T X A, DSC+.

1 9. . . . , CxP 21. A3C, T1 D


20. C4D, P3TD 22. TDlD, C3C
Provoca la simplificación de la posición, natural deseo
de la parte que ostenta el contrapeso material.

23. DST, AxA 25. D x D, CxD


24. PT x A, D4R • • • • • •

El juego ha pasado a final de partida, donde las ne­


gras tienen un buen peón de más. El paso a semejante
final es, indudablemente, el deseo de todo el que tiene
un peón de más. Alekhine juega esta parte de la partida
snclllamente y con exactitud.
Herencia a¡edrecística de Alekhine

26. P3A, T2D 29. Tl D, R2R


27. C2R, Rl A 30. R2A, Tl AD
28. T x T, CxT 31. C4D, P3C
Preparándose a echar al caballo blanco de la activa
posición, para lo cual es preciso defender prhneramente
el punto 4A R.
32. P4CR, P4R 35. P x C, T6A
33. C2A, C4A 36. P4C, • • •

34. C3R, CxA • • • • • •

Las blancas hubieran podido demostrar una resistencia


más tenaz si hubieran dejado el peón en 3C. Después
TlCD, ... con el consiguiente traslado del rey blanco a
2D, Alekhine tuvo que esf todavía en el momento
en que aparecen dos peones vinculados en el :flanco de

36. . , . . T6C 38. Tl AD, Al A


37. C2A, T7C 39. PSC, •• •

El traslado del alfil a través de 3R a 6C trae la pér­


dida. del peón 4CD. Por eso Bogoliubov trata de lograr
algunas posibilidades en el flanco de rey.

39. .
.. , A3R 41 . Cl R, ASA
R3C, R2D 42. C2A, R3A
Las negras no se apresuran a ganar el segundo peón,
ref y. preventivamente la posición de su rey.
43. C3R, ... 1 • • •
166 A. Kotoo

De otro modo, después de 43 . , R2C y 44 ., A6C, el


. . . . . .

peón 4CD se hubiera perdido de todas rnaneras.


43. . . ., TXP 1 44. C4C, P4TD
Alekhine no se aferra a la posibilidad de conservar los
dos peones de más y el avance del peón de pa.so
te peligroso.

45. C x P+, R3C 51. R3R, T6C +


46. C7D + , R2A 52. R4D, P6T
47. C5R, R2C 53. P4A, T5C+
48. R4A, P5T 54. R3R, P7T
49. TlTD, R3C 55. P5A, TSC!
50. P4C, A3R 1 • •• • • •

Brevísimo camtno hacia la victoria. negras consi-


guen otra nueva dama que le ayudará a llevar el con­
cluyente ataque de mate.

56. P x A, TxT 59. PSR (D), DBA +


57. P7R, T8R+ 60. R3C, D6R +
58. R4A, P8T(D) 61 . Rinden.
Tenemos que llarnar la atención del lector sobre una
más. El intento de silnplificar de la parte
fuerte es totalmente comprensible y explicable ; sin em­
bargo el que se defiende tratará por todos los medios de
entorpecer la simplificación , evitando los cambios. En
tales casos y en el final de partida se hace necesario fre­
cuentemente realizar el ataque con grandes fuerzas a la
posición del enemigo, conducir el ataque, realizar ma­
niobras de ataque. De aquí sale, en parte, lo de "El
ataque es de las fuerzas superiores", a pesar de la orga­
nización del material dejado en el tablero. Vamos a exa­
nlinar unos cuantos ej emplos de este j uego de Alekhine
en complicados finales de partida, donde realiza un enér­
gico ataque con las fuerzas superiores.

N.o 86. DEFENSA ES ,

Bernstein Alekhine
Vilna, 1912

1. P4D, P4D 6. A3D,


2. C3AR, C3AR 7. D2A, C3T
3. P4AD, P3A 8. P3TD, C2A
4. P3R, P3CR 9. 1 A3R
5. C3A, A2C 1 0. P x P, • • •
Herencia a¡edrecistica de Alekhine 167

Las blancas han jugado el comienzo de la partida me­


te, asi la jugada de la daxna 7. D2A, . . ., clara­
"'6.

mente desafortunada. Precisamente la situación de la


da1na obliga a las a este cambio, ya que a 10.
P3CJ >, correspondería 10. . . . , T1A con una amenaza
•. .

ble, P4CI J.
1 0. . . . , CR x P 1 3. T1 C, T1 C
1 1 . P3T, CxC 1 4. T1 D, P5A
1 2. P x C, P4AD .. . .. .

Es un movimiento de dos filos. Jugando tranquilamente


14. . . . , D3D las negras conservan una buena situación.
1 5. A2R, P4CD 1 1 6. C2D, ...
Las blancas piensan con el caballo a través de
� a 5A que, sin embargo, no les es posible realizar
porque el eneruigo previene esta rnaniobra. Por eso era
una continuación correcta 16. P4R, . . . , el fuerte centro
de peones y cohibir todo lo posible las posibles manio­
bras de las negras.
1 6. .. 1
. P4A 1 8. P4R,
1 7. AJA, A4D • • •

Para sacar, por últi roo, su alfil lA.

18. ..,. AlTD 20. A x P, C4D


1 9. ClA, PxP 21. ASC, • • •

Con naturalidad, pero 1nal. Bert•stein no se percata del


sencillo golpe táctico. Correspondía j ugar 21. C3C.

21 . . . ., CX P 1 22. AXPC, . ..
Mal también 22. A X A, C X TC; 23. A4R, C X P y el mo-
virniento de los peones negros del de dama decide.

22. . . ., D4D ! 1 . . • • . •

En este sentido están las combinaciones de


las negras. En caso de la rápida 22. . . , e x TC; 23. A x P +,
.

R1T; 24. D6C, DlR ; 25. D x e, . , las blancas conservan


..

un peligroso ataque sobre la calidad perdida.

23. AX P+ , RlT 25. T x C, D x PD+


24. P4A, CXTC 26. RlT, ...
Conduce hacia la simplificación de la sin em-
bargo tampoco 26. R2T, . . . , mejora las C0$&5 de las blan­
cas en vista de la continuación 26. . . . , T X PI; 7:1. A x T,
D x A+; 28. RlT, TlAR con un ataque imposible de
rechazar.

26. . . , . D6AI 1 • ••
168 A. Kotoo

En vista de la amenaza � . . , DX P'rR+, las blancas


. .

están a confor•narse con el cambio de damas .


27. R2T, DxD 1 28. A x D, P4R!
Justa valoración de la lucha que se aproxima. Aunque
los peones blancos del ftanco de rey parecen peligrosos,
Alekhtne calcula justamente, que su contrajuego en el
otro :flanco y, sobre todo, las amenazas al rey del ene­
migo darán a las negras la posibilidad de neu el
peligroso mo ento de los peones blancos.

29. P5A, A3AR f 30. A x A, • • •

O 30. A6T, TlC; 31. P4C , P4T y los peones negros avan­
zan, mientras que los blancos están atascados.

30. . . ., TxA 1 31. C3R, P4T!


Demuestra que es imposible jugar 32. CXP, T3A; 33.
C3R, T6A ; 34. TlR, T X P, con fácil ganancia de las ne -

32. T1 D1 T3A-1 A 1 • • •

Es preciso recuperar rápidamente la linea "D".

33. T6D1 TDl D 35. T6C + 1 R2A


34. T6T + 1 R2C 36. C4C!1 • . •

A•nenaza de te en dos jugadas por medio de 37.


C x P +, . . y 38. T6R, . . .. Pero Alekhine rechaza esta
.

amenaza , pasando al tiempo al contraataque pre-


por todas sus excelentes obras.
Herencia a;edrecistica de Alekhine 169

36. ... , T7D! 1 . . • • ••

Las excelentes fuerzas atacan. Al alfll 2A es i •oposible


salvarlo.
37. CxP+, R2R 39. T6R+, RlD
38. A1C, T7C 40. T6D+, RlA
Acabaron los jaques, y cayó el alfil blanco. La sig ui ente
resistencia es innecesaria.
41. P4TR, TxA 43. T3D, P5C
42. P4C, P6A 44. PxP, PxP
I·as blancas se rinden.
En la siguiente partida consigue la victoria
como consecuencia de una enérgica •naniobra en el final
d e partida, donde su contrapeso tnaterial no muy grande
le garantiza la iniciativa.

N.o 87. GAMBITO DE DAMA


Bogoliubov Alekhine
12 partida del tnatch, 1929

1. P4D, P4D 5. ASC, CD2D


2. P4AD, P3AD 6. P3R, D4T
3. C3AR, C3AR 7. PxP, • • •

4. C3A, P3R • •• • • •

La continuación, en tiempos, fue muy popular en esta


variante. blancas se confoxtuan con aguantar la pre­
sión del enemigo por la diagonal lR 5T y espera por
consiguiente quedarse con posición de en el
centro.

7. . ,
. . CxP 1 9. TlA, P3TR
8. D2D, A5C 1 • • • • ••

Rechazando al alfil a 4T de donde no tendrá posibili­


dad de volver a la casilla 2D para la defensa.

1 0. A4T, 1 12. P3TD, • • •

11. A3D, P4R J • •• • • •

Resulta más sencillo jugar 12. 0-0, . lo que cambia


. .

el propio en la siguiente partida del tnJsmo


match.
12. . ,
. . AxC 1
1 1 5. PxC, na
13. PxA, DxPT 16. A3C?, • • •

14. CxP, CxC • • • • • •


170 A. Kotov

Es una equivocación. fi:Xa correcto 16. P4ARI , . . defen­ .

diendo confiadamente el impoi tante peón central.


1 6. A3R 1 1 8. D2A?, • • •

1 7. , TDlD 1 • • • • • •

del peón, aunque las negras ya están situadas


mucho mejor.

18. ..., CxPA 20. TlT, D5C


19. An+, RlT 21. TRlA, P3CR
Una inexactitud que conduce a grandes dificultades a
las negras ante su realización de supremacía. Era mucho
más sencillo 21. . . . , A6C ; 22. D2C, C5T ; 23. DlC, T7D
ó 23 . , P4'rJ >, y las blancas se encuentran sin defensa.
. . .

Ahora, a pesar de la pieza de n1ás, las negras tienen que


trabajar mucho para lograr la victoria .

22. AxP, PxA 25. PTxC, DlA


23. DxP, C7R+ 26. TxPT, T2D
24. RlA, CxA+ 27. P4R, • • •

(Véase diagrama.)

A de la pieza de de las negras, todavía es


difícil conseguir la victoria a causa del peligroso movi­
miento de los peones blancos.


71. . .,
. R 1 28. RlC, • ••

No se puede atacar el 2A, porque después de 28.


Herencia aiedrecística de Alekhine 171

. . . , T X P ; 29. T X PC, . . . se pierde todavía el peón


de las negras en el naneo de da•na 3A.

28. ... , D2C 30. P3A,


29. DxD+, RxD ...
Mejor era el rápido 29. P4A, A5C ; 30. T5A, ...•

30. . .. , T1AD 32. T6T, ASA


31. P4A, P4C 33. P5A, !
Alekhlne to•na medidas heróicas para quitarle pellgro
al peón blanco. La torre defiende el 3A, para que
la otra pueda atacar al peón 5A.

34. R2A, . TlR! 1 • . • • • •

Justo a tiempo. Las negras obligan al mo ento del


peón 5R y se abren !)aso con su rey en la brecha reali­
zada entre los peon�.
35. P6R, R3A 1 36. TlTR, R4R
El peón 4R es el enemigo público número uno para las
negras. Por eso es inútil perder el tiempo en la defensa
del 3T.
37. TxPT, PSC 1 ••• • • •

Reforzando al máXimo la disposición de sus piezas ,


Alekhine se dispone a realizar la principal posibilidad
de su disposición, el adelantamiento de los peones de
paso del fianco de da•na.
38. T6CD, A4C 40. P4C, R4D?
39. TlT, RxPR • • • • • •

Una inexactitud. Después de 40 . . , R5A, las negras


. .

han conquistado todos los peones blancos en el fianco de


rey y sin mucha lucha conseguirian la Victoria. Ahora
tienen que buscar una ingeniosidad común para en­
contrar el catnino hacia la victoria.
41. PSC!, • • • • • • • • •

Precisamente así. En caso de 41. . .. , ; 42. T X A+,


R x T ; 43. P6C, R5A ; 44. TlD, . . . no es sencillo arreglarse
con los avanzados peones de paso de las blancas, a
de la torre de De todos modos Alekhine encuentra
un elegante ca1nino para la victoria.

41. . , . . T2TD! 1 • • • • • •

La activa torre entra en j uego, contiene el de


5C, y al rey enemigo.

42. T1R, • o.
172 A. Kotov

Prepatando 43. P3C , .... Al rápido mo ento de es-


te peón, las negras responden 42 . . . . , R4R; 43. P4C, P6C,
fácilmente.
42. . .,
. P6C 45. TlCD, T6T+
43. P4C, T7T+ 46. R4A, A7RI
44. R3C, P7C • • • • • •

Con los pocos procedi1nientos que quedan,


amenaza con dar te en 6A y gracias a esto se apo-
dera de todos los peones blancos.
47. P6C, TST+ 51. T6CxPC, T4R
48. R5C, TxP+ 52. T2D+, R4A
49. R6A, TlA+ 53. P7C, ASA
50. R7R, TxPA .. . • • •

Hubiera sido una torpe equivocación 53. . . . , T x PC + ;


54. R6A, TC4C; 55. T X A.

54. T7D, TxPR+ 56. TxT, RxT


55. R8D, T6D 57. Rinden.
El siguiente sencillo ejemplo es una muestra para rea­
lizar la supremacía material, al pasar a su debido tiem­
po al final de partida. En él encontrará también el lec-
tor ·interesante particularidad.

N.o 88. PARTIDA ESPA�OLA


Yates Alekhine
San Remo, 1930.

1. P4R, P4R 1 4. A4T, P3D


2. C3AR, C3AD 1 5. C3A, • • •

3. ASC, P3TD 1 • •• • ••

Ante un juego tan pasivo no se puede recibir la su­


preJnacía en esta variante. Más enérgico 5. P4D, . , que . .

plantea muchos problemas a las negras.


1
5. . .,
. A2D 7. C5D, • • •

6. P3D, P3CR • • • • • •

El caballo es fácilmente rechazado de esta adelantada


posición, y con él retroceden también las demás piezas
blancas.

7. . . .' P4CD 1 0. A2D, P3A


8. A3C, C4T 11. C3R, • • •

9. A5C, P3AR • • • • • •
Herencia aiedrecística de Alekhine 173

Las blancas están en absoluto desorden. Es natua al


que las negras tengan ya un contrapeso de posición y
pasen rápidas a la accll>n.

1 1. . .. , C xA i 1 3. P4CD, •••

1 2. PT x C, C3T • • • •••

De nuevo una juega inneceRaria. Habfa que haberse


esforzado en hacer, por lo menos, una buena jugada
"central", 13. P4D.

1 3. . . . , P4AR 1 1 5. Cl A, • ••

1 4. D2R, C2A 1 •• • •••

InútU espera, porque las de todos modos, no


tienen que hacer.

15. .. ,. D2R 1 9. C3-2D, A5C


1 6. C3C, PSA 20. P3A, A3R
1 7. ClA, P4C 21. P4D, •• •

1 8. A3A, P4TR ••• • ••

Ya es tarde. Ahora, a las desgracias, hay que


afíadir también el que las negras han conquistado el
importante punto central 4R.

21. . . ,
. A2C 24. D2R,
22. D3D, PxP 25. P3T, P4A!
23. A x P, C4R •• • • ••

Decisivo ataque en el centro, preparado por todas las


maniobras anteriores de las negras. Alekhine tiene mejor
desarrolladas las piezas, intenta abrir el juego y aprove­
char su actividad.

26. A3A, PxP 29. P x A, D3A


27. A x P, C3A 30. PSR!, • • •

28. A3A, AxA 1 • •• • • •

Mejor proble•na. Si 30. T3T, . .., entonces 30. . . . , P5Ct 1;


31. P X P, C X PC y TRIA, después de lo cual el 2A
está indefenso.

30. . .,
. CxP 1 32. CA2D, ASA
31. C4R, D2R 1 •• • • ••

Teniendo un peón de más, Alekhine intenta el cambio


y simplificar el juego, su deseo es totalmente compren­
sible y natural.

33. C x A, C xC 1 35. D3D, T4A


34. T1D, D4R 1 36. •••
174 A. Kotoo

36. . ,
. . P4D! 1 • •• • • •

Sencillo y bien. Viendo que su propio rey perrnanece


en aneJa situación, Alekhine vuelve atrás el peón de
y el juego a mejor final de partida.

37. DXP+, DxD CxT, TlD


38. TxD, TxT 41. C4C, T7D
39. C6A+, 1 • • • •• •

Si ahora 42. T2A, entonces, después del cambio de


torres en el final de caballos, el alejado, de hecho, peón
de más de las negras 3T, les traerá la libertad.

44. C6R

42. TlT, P4T CxP,


43. C6A, TxPA • •• o • -

Los peones blancos del naneo de rey, perecen. Des­


pués, el catntno para la victoria se hace fácil.
Todavfa corresponde:

45. TlC, TxP+ 49. R2T, R3A ·

46. RlT,· T6C 50. C4D, P5CR


47. C6A, TxP+ 51 . PxP, CxP+
48. RlC, T6C+ • • • • • •

decide jugar a anate. La en 5C con el


peón decide también rápidamente la lucha.
He1encia ajedrecística de Alekhine

52. Rl T, P6A 57. C2R, T7D


53. ll AR, T6T+ 58. C3C, T7C
54. Rl C, P7A+ 59. C x P+, R4R
55. R2C, TxP 60. C3C, C7TI
56. Tl TR, T6D • • • • • •

procedi•nJento de realizar la
Contra la amenaza de convertir el peón en hay
una sola defensa.

61. Cl A, exe 63. R xC, P5C


62. TST+, RSD • • • • • •

Las blancas se rinden.

Conversión en supremacía de posición


Ya en las partidas A con Eiston y Rabino-
vich, Alekhine escoge ca•ninos para la victoria:
devuelve el peón de más y se queda en lugar de esto con
g¡·andes supremacías de posición Semejante procedi­
.

ntiento aparece con frecuencia en la práctica del ajedrez


Los nta.estros, muy devuelven el terial so­
brante para recibir a cambio claros provechos de posición.
Esta conversión de la supre•nacia terlal en
cía de posición es un método muy activo y mucha,s ve­
ces el mejor medio hacia la realización de la
en las Vamos a
. otras pat ttdas de Alekh -
176 A. Kotov

ine, en las cuales, el campeón del mundo devuelve el


peón de nlás, recibiendo a cambio ventajas de po­
sición.

N.o 89. PARTIDA ESPAAOLA


Teichmann Alekhtne
Berlín, 1913.

1. P4R, P4R 8. P3A,


2. C3AR, C3AD 9. P3TR, C4TD
3. ASC, P3TD 1 0. A2A, P4A
4. A4T C3A 11. P4D, D2A
5. A2R • 1 2. CD2D, C3A
6. TlR, P4CD 1 3. Cl A, • • •

7 . A3C, P3D • • • • • •

Conocido sacrificio del peón, a cambio del cual las


blancas reciben una fuerte presión en el centro del ta­
blero.
1 3. . . , . PA x P 1 5. C3C, A3R
1 4. P x P, PxP 16. C2R, • • •

Dógtco. Apenas perdido el , las en seguida


intentan recuperarlo y con esto solamente pierden el
tiempo. Correspondía terJninar el desarrollo del flanco de
dama, continuando 16. A21 1, . . , ó 16. P3CI 1, ...
.

16. . . . , C5CD 1 9.PSR, C5R


1 7. C2R x P, CxA 20. CR4D, D xP!
1 8. c x c, P4D • • • • • •

Buena combinación. Si las blancas juegan ahora para


ganar piezas por medio de 21. P3A, ..., entonces, después
de 21. . . . , A3D; 22. PXC, D7T+, las negras recibirán un
peligroso ataque.
21. C6A, D3A 23. P3A,
22. CXA + , DxC • • •

23. . .. , C4A! 1 •. • • . .

Excelente entendhniento de la posición. En vez de des­


pués de 23 . . . . , C3A; 24. A5C, D2T+, aferrarse al peón
de más, Alekhine lo da en seguida, para después de 24.
D x P, TR1D y .., C6D, recibir una notable
. de
posición. Se comprende perfectamente que las blancas
prefieran no dar a este precio la igualdad material.

24. P3CD, TD1A 1 25. C3R? •• o


Herencia ajedrecística de Alekhine 177

Una equivocación que permite a las negras en el fu­


turo adelantar con decisivo efecto su peón central. Co­
rrespondía bloquearlo, a cualquier precio, en la casilla 4D.

25. . .. , D3A 1, 27. D2R, ...


26. A3T, P4TD! 1 . . . . . .

No se puede tomar en 5D a causa de 27. C x P, A x C;


28. D X A, P5C ; 29. TlAD, D3CJ >, y las negras ganan.

XI. . ,
. . PSD 1 28. A2C, • • •

Y el peón 4C es igualmente invulnerable a causa de 28.


D X P?, P X C ; 29. A X C , D3C; 30. TlAD, A X PT.

28. . . . , D5A 30. PTXA, P5C


29. C4C, AxC 31. TDlD, C3R
Las negras han reforzado esperanzadoramente su peón
de paso de más y tienen clara la continuación del triun­
fo. Los intentos de Teijman de realizar un ataque sin
muchas dificultades es liquidado por Ale e. ·

32. D2AR, TRlD 1 33. P3C, • • •

Por segunda vez en esta partida las blancas podían


arrebatar el peón y por segunda vez estaba ligado a gran­
des inconvenientes. En caso de 33. T4R, D3D ; 34. A X P,
P4T!, la amenaza de las negras de duplicar las torres en
la lmea "D, decide rápidamente la solución de la lucha
(duplicar en seguida las torres era inconveniente en vis­
ta de 35. TlRI, . . . )
.

12
178 A. Kotov

33. .
, . .
D2A 36. T2D, D3A
34. P4A, P6D 37. D3R, • • •

35. TSR, D7A • • • • • •

Mal 37. T X PT, ,a causa de 37


. . . . ... , C4A, con amenazas
38. C5R y 38. , D3CD.
. . .

37. .. ., P3T! 1 ... • • •

Jugada astuta, cuyo significado no descubrieron las


blancas. Además, incluso sin la equivocación, en la si­
guiente jugada su situación se hacia desesperante.

38. TxPD, • • • 1 • • • • • •

Por tercera vez, las blancas no han contenido el deseo


de establecer un equilibrio material, pero de las tres po­
sibilidades, que se les ofreció en el transcurso de esta
partida, han elegido el peor momento.

38. .. , . D7A! 1 •••

Las blancas se rinden, porque después de 39. T X T + ,


T x T, sus pérdidas son tremendas.
victoria es la siguiente partida, que se apro­
xhnó mucho cuando Alekhlne devuleve el peón de 1nás y
recibe por él otras ventajas.
Herencia aiedrecística de Alekhine 179

N.o 90. GAMBITO DE D


Alekhine Bogoliu'bov
Hastings, 1922.

1. P4D, C3AR 5. A5C, A2R


2. C3AR, P3R 6. P3R,
3. P4A, P4D 7. T1 A, P3TD
4. C3A, CD2D 8. P5A, • • •

Continuación de dos filos, que no da suprentacía a las


blancas. Cottientemente se juega 8. P3'1'1 >, 8. P x P.

8. . .. , P3A 1 9. P4CD, CSR


Juego pasivo. Es preciso romper la base del frente de
peones por medio de 9 . . , P4'1'1> y 10 . , P3CD.
. . . . .

10. A4AR, P4CR 1 • • • • • •

Inútil persecución del alfil. Aquf todavía no era tar­


de para pasar a un plan correcto, jugando 10. . , P4'rJ 1. . .

11. A3C, CxA 1 12. PT x C, P4A

negras juegan apasionadamente y des-


cubren la posición del propio rey. La siguiente incisión
obliga a pensar en el destino de la partida, ya que des­
pués de ella el rey negro se encuentra en extremo •nal.

1 3. P4C!, • • •
l • • •
180 A. Kotov

Calculado muy lejos. La idea de las blancas está vincu­


lada con el inteligente sacrificio del peón.
1 3. . .. 1 PXP 15. P X C, D2A
1 4. C5R, CxC 1 6. D4DI T4A
Parece que las blancas pierden el peón central 5R sin
suficiente Sin embargo, la siguJente j uga-
da de las blancas esclarece la posición.
1 7. A3D !, .. . . . . • • •

Esta continuación la había calculado Alekhine, cuando


examinaba las vairantes ligadas con la jugada 13. P4C .
Las negras conservan todavía un peón de más, pero
sus piezas van a ocupar posiciones muy incómodas.

17. . . ., DXP 1 18. D X D, ...


Más débil 18. A X T, D X A, y las negras tienen dos peo-
nes por la calidad ante dos fuertes alfiles.

1 8. .. .1 TXD 21 . TA 1 TR1 Tl C
1 9. T X P1 A3A 22. C4T!1 • • •

20. R2D, A2C ... • • •

Se prepara a presionar el flanco de dama y coloca al


caballo en 6C . Para anhnar sus piezas. Bogoliubov sa­
crifica su calidad.
22. . , . . T4A 24. T7T-5T, A3R
23. A x T, PxA • • • • • •

El peón 4C está indefenso. En caso de 24 . . . . , A3A, co­


rresponde 25. T6T, A2C ; 26. T6C , , ganando de nuevo
. . .

el peón.
25. T x P, PSD 1 • • • • • •

Ahora las negras tienen únicamente una esperanza para


la salvación : la actividad de los alfiles.

26. P X P, Tl D 28. Tl D1 R2A


'Zl. R3A, Rl A 29. C6C, Tl TR
Las piezas negras han traído una peligrosa actividad.
Por la mala posición de la torre 5C la calidad de más de
las blancas no juega un papel significativo. Realizar la
supremacía material de las blancas no es sencillo, por
eso Alekhine elige el camino de la devolución del loate-
rial de Ante todo, la calidad vuelve atrás.

30. T X A + !, ... . . . • • •

De todos modos. la torre 5C en esta posición no es


más fuerte que el alfil 2C. Entonces, lo sencillo es
cederla en seguida.
Herencia ajedrecística de AJekhine 181

30. . . .
, RxT 32. Tl CR, PSA
31 . P4T, T7T • • • • • •

Las negras han ocupado de nuevo una posición ame­


nazadora, que compensa por completo la falta del peón.
Y de nuevo, la devolución a tiempo del cam­
bia el valor de la situación en favor de las blancas.

33. PSD!, • • • 1 • • • • • •

Cediendo el peón, las blancas realizan un peón


roso de paso en el flanco de dama, que en unas cuantas
jugadas decide la solución del encuentro. El siste1na de
devolución del material resulta un catnino rapidísimo pa­
ra la victoria : volviendo atrás la calidad de más y el peón,
Alekhine crea la posición con el equipo material, fácil­
mente ganada por la supremacía de posición.

33. PXP 37. P X P,


. .,
. T4T
34. R4D, P6C 38. P6A, PxP
35. P3A, R3A 39. P X P, • ••

36. PSC, PxP ... • • •

Por este peón las negras tendrán que dar una pieza.
La supremacía material vuelve de nuevo a las blancas y
esta vez ya con un equilibrio decisivo.

39. . . . , R2R 1 40. P7A, R3D


Tampoco salva 40 . , TlT ; 41. TlAD, AlA ; 42. C X A,
. . .

T X C ; 43. R X P, . , y ganan.
. .
182 A. Kotov

41 . P8A (D), AxD 43. T1 AD, Tn


42. C x A + , R2D 44. Rinden
Todavía otro ejemplo de la devolución a tiempo del con­
trapeso •oaterial, en la partida de Alekhine contra Reti.

N.o 91 . DEFENSA IN DIA DE REY


Alekhine Reti
Nueva York, 1924.
1. P4D, C3AR 5. C3AD, P3D
2. P4AD, P3CR 6. C3A, C3A
3. P3CR, A2C 7. P5D, C1 C
4. A2C, • • • • • •

Débilmente jugado. Los maestros contemporáneos, con­


trariamente a la opinión de Tarrash, creen que el caba­
llo en el extremo del tablero está siempre mal, j uegan
decididamente 7 . . . . , C4TJ • , e tn1nediatamente inician un
vivo juego con la jugada P4A.
8. A5C 1 • • • • • •

Innecesario cambio de un buen alfil. Correspondía ha­


cer per1nanecer al caballo en 4A por medio de P4'1'1 >.
9. P3TR, AxC 1 1 0. P x A! ...
Descubriendo la Imea "R" y arrastrando el peón para
la defensa del punto central 5R.
1 0. . . . , P3R 1 2. P X P, P4A
1 1 . P4A!, PxP ... • • •

De lo contrario, las negras hubieran tenido que soportar


un prolongado asedio del débil peón en la abierta línea
2A.
Defender la debilidad resultante en el centro es más
sencillo de todas formas, ya que en este caso las negras
no están tan cohibidas en la distancia.

1 3. P x P a.p., CxP 15. D4T!, • • •

1 4. A3R, D2D ... • • •

"Mucho más efectivo campo para las negras, desde aqui


produce una fuerte presión sobre el flanco de del
ene•nigo." Alekhine.
1 5. . . . , TDl A 1 7. P3C, TR1 D
1 6. TD1 D, P3C 1 8. T3D, C2R
Retroceso de..c;afortunado. Más natural era 18 . .. , C4T,
.

al peón 2T de un asalto. Ahora la cosa


con teriales para las negras.
Herencia aiedrecística de Alekhine 183

��
-�
� �
� � �
-
� � �
1 9. C5C !, P4D J • • •

Defender en seguida dos peones es imposible.

20. C x P, Tl T 1 21 . A x PC, DxD


"Las negras no tienen nada mej or, ya que en contes­
tación a 21. . . . , TIC, las blancas continuarían sencilla­
mente 22. D X D, C X D ; 23. A3R, T2C ; 24. A X PD, C X A;
25. T X C, TlT X C ; 26. A X T, T X A ; 27. TAlD, . . . , etc., con
decisiva supre1nacía ." Alekhine.

22. P x D, T2D 25. Tl C, T2C


23. C5C, TXP 26. ASA, TXT+
24. C3A, T3T 27. C x T, C3A
Las blancas tienen un peón de más, pero realizarlo no
es tan sencillo, porque las negras tienen muchas piezas
capaces de bloquear el avance del peón 2T. �, hay
una pregunta poco clara : ¿cuál es el peón de más de las
blancas ? Se puede afirmar que es el peón de rnás es 2A,
pero por ahora no j uega un papel importante.
Alekhine encuentra un camino activo para la lucha : no
se aferra al peón 2T, sino que lo sacrifica valientemente
y recibe a cambio la posibilidad de activar hasta el má­
ximo su torre y el resto de las piezas.
28. C3A !, T4T 30. ASA, T4T
29. A6C, T3T 31 . A3R!, • • o

Ganando tiempo para pensar las jugadas, las blancas


con la ón del plan pensado.
184

31. . .. , ese 34. e x e, Pxc


32. T2D, P3T 35. TSD + , R2T
33. P4TD, CSR 36. A x P, TxP
Una equivocación. Después de la correcta 36. . . , P4A,
.

lograr la victoria a las blancas les resultaria düicU.

Parece ser que las blancas no pueden ganar, porque to­


dos los peones se encuentran en el mismo flanco. Sin em­
bargo, el siglliente ataque directo al rey enemigo, trae a
Alekhine la merecida victoria.
37. P5A!, ... • • • • • •

Descubriendo al rey de las negras, Alekhlne está dis­


puesto a atacarlo con todas las fuerzas presentes.
37. . . ., T3T 39. P4e !, • • •

38. P4T, P4T ... • • •

¡ Todos contra el rey ! Ante el detenido caballo 5C, las


negras no están en condiciones de soportar el asalto.

39. . . . , T4T 1 41. P x P, TxP


PxP+, PA x P 1 42. ASe, ...
El caballo se encuentra cortado en el de dama,
la torre se ha metido en el flanco de rey. Seguir j ugando
no tiene objeto.

42. . , . . A6A 44. A x P,


43. T7D + , RlC • • •

I .as negras se rinden.


CAPITU LO V

La lucha de maniobras

En el primer tomo hemos examinado partidas de Alek­


hine, donde el campeón mundial llevaba el ataque al
rey ; en este libro se han examinado las en las
que el ataque se dirigía al flanco de dama y al centro.
Más adelante hemos visto partidas en las cuales Aleki­
hine se veía obligado a defenderse de ataques eneJnigos,
cuyas piezas estaban mejor movilizadas o que ocupaban
posiciones activas. En ambos casos, la finalidad y
las ideas de los jugadores eran claras y comprensibles,
y era preciso salvarse huyendo de una deterJninada si­
tuación : el que posee la supreJtl8.cía está obligado a ata­
car, porque de lo contrario se arriesga a gastar su con­
trapeso. El campeón del mundo actuaba así, o atacaba las
posiciones de sus enemigos o se defendía tenazrnente. Los
métodos y particularidades de tales ataques, así como los
procedimientos de defensa, los hemos exaJninado en los
capítulos precedentes.
· Pero ¿qué hacer cuando la situación es ejemplarrnente
equilibrada, cuando ninguna de las partes tiene
cfa y, por consecuencia, nadie tiene que atacar ni defen­
derse ? ¿ Qué hacer en tales casos ? ¿ Cuál debe ser el plan
de acción ?
La respuesta a esta pregunta es mejor buscarla en com­
paración con otros aspectos de la lucha de ambas fuer­
zas. Así, en tiempo de acciones guerreras, cuando no hay
condiciones y bases para el to, y no hay necesidad
de rechazar un violento ataque del enemigo, los ejércitos
pasan a una guerra de ntaniobras de posición. El propio
frente se mantiene en una situación relativamente esta­
ble, comienzan las ligeras escaramuzas, el examen de los
puntos débiles del frente eneJnigo. Ligeros tiroteos en los
pequefíos destacamentos.
Un plan análogo realizan los rnaestros ajedrecistas en
situaciones en que ninguna de las partes tiene con
y que habitualmente se equllibradas. En semejan-
186 A. Kotov

tes posiciones comienza un juego de maniobras, que tiene


por finalidad mejorar la posición de las propias figuras
y provocar la correspondiente debilitación en la disposi­
ción de las piezas del enen1igo. Esta maniobra conduce a
que una de las partes, al fin y al cabo, a conquistar la
posición de supremacía y por consecuencia adquiere el
derecho y la posibilidad de atacar al enemigo.
Aqui está la contestación a la pregunta ¿ qué hacer en
posiciones equilibradas? Está claro : ma.niobrar. Esto sig­
nifica entrar con sus piezas en complicaciones con las pie­
zas del enemigo, obligarlo a realizar salidas sin funda­
mento, provocar debilidades en su frente de peones, em­
peorar metódicamente la conexión y coordinación de los
movimientos del ejército enemigo. Y solamente cuando las
maniobras consigan la debilitación del enemigo, es cuando
puede decirse que uno de los jugadores ha conseguido el
contrapeso ; entonces tiene derecho y debe convertirse en
atacante, y su enetnigo ha de convertirse en atacante, y
su enetnigo ha de convertirse en defensor.
El maniobrar con las piezas no es un arte fácil. Se lo­
gra como resultado de profundos estudios de las leyes
del juego de ajedrez, exige saber la exacta apreciación de
la posición ajedrecística. Se desarrolla con la experien­
cia, crece al tnismo tiempo que la ntaestrfa del ajedrecista
en otras actividades de la lucha. En cierto modo aparece
como una cualidad que cada uno puede desenvolver en si
como resultado de un estudio tenaz de las partidas de los
maestros y de un sentido critico hacia la propia obra aje­
drecística.
El saber realizar Inaniobras es una importantísima cua­
lidad del ajedrecista. Ante todo significa saber recibir la
supremacía en un juego equilibrado, ofrece al jugador la
posibilidad de colocarse en la parte que dotnina el con­
trap�so, y que tiene el derecho de atacar. Ya en la etapa
de la apertura es necesario saber maniobrar de tal forma
que pueda conquistarse la iniciativa del enemigo y po­
seer la supremacía. Es importantísimo el papel de manio­
brar en medio del juego y al final de partida, porque so­
lamente con la ayuda de las maniobras, que responden
a la necesidad de la posición, puede conseguirse la supre­
•nacia en un juego equilibrado, y también en parte lograr
el contrapeso.
Antes de pasar al examen de la partida de Alekhine con
juego de maniobras, tenemos que detenemos en un im­
portante momento teórico. ¿ Qué es la maniobra?, ¿ qué
significa la palabra n1aniobrar ?
Desgraciadamente, las cuestiones generales de la teo-
Herencia aiedrecística de Alekhine 187

ría del ajedrez no están todavía suficientemente trabaja­


das, y no hay una visión clara y exacta para determinar
estos conocimientos ajedrecísticos, como maniobra, com­
binación y otros.
Generalmente se conoce como maniobra ajedrecística el
conjunto de movi roientos de una o varias piezas, ligadas
por una finalidad común. Si hemos trasladado el cabello
negro 4T a través de 5A y 6R a 5C, significa que hemos
realizado una maniobra con el caballo de 4T a 5C. In­
cluso podemos realizar bras n1ás complicadas en
que toman parte varias piezas. Así, por ejemplo , podemos
maniobrar con dos torres, con el caballo y con la dama,
únicamente para provocar el adelantamiento de un peón
enemigo una casilla adelante. El conjunto de jugadas se­
paradas de ajedrez, con una misma finalidad, constituye
una tnaniobra ajedrecística.
La Jnaniobra puede ser forzada, cuando las respuestas
del enemigo y nuestras j ugadas (si hacemos, naturalmen­
te, mejores jugadas) son forzadas. La •naniobra forzada
recuerda la combinación ajedrecística ; no en vano du­
rante los últimos tiempos se ha desarrollado una impor­
tante discusión acerca de qué debe considerarse como
maniobra y qué como combinación. A propuesta de al­
gunos teóricos, muchas bonitas combinaciones se reco­
mienda que sean llamadas sencillamente ruaniobras. No
vamos a metemos en la sutileza de esta discusión, señala­
remos únicamente que la maniobra puede ser forzada.
Más todavía. Es preciso maniobrar con las piezas a lo
largo de toda la partida de ajedrez, porque en eso con­
siste la lucha ajedrecística, como el conjunto de las juga­
das subordinadas a una sola finalidad. Maniobramos en
la apertura, continuamos maniobrando en mitad de la
partida y terminamos con bras en el final de par­
tida. En las partidas que hemos examinado de Ale e
hemos visto muchas excelentes maniobras en todas las
etapas de la lucha, de ellas estarán llenas las partidas que
veremos más tarde. De esta forJna, la aparición de la Jna­
niobra, inherente a toda posición, aparece como básico en
la batalla ajedrecista.
En el presente capitulo veremos ej emplos de
bras de Alekhine, que tienen carácter forzado y no for­
zado, pero nuestra finalidad principal consiste en exaJni­
nar el carácter de la lucha en posiciones equilibradas.
Aquí, la finalidad de los j ugadores consiste en cambiar la
equilibrada situación a su favor, inclinar la balanza a su
lado. Esto puede alcanzarse únicamente con ayuda de

188 A. Kotoo

En situaciones equlli es preciso provocar la pre-


sencia del eneznigo a operaciones infructuosas, obligarlo a
mo · entos inútiles con la , con la fuerza de las
propias j ugadas. Ante esto, no debe olvidarse la psicolo­
gía de la lucha, que quien juega al aj edrez es un hom­
bre, y en el hombre es natural la debilidad y las equivo­
caciones. Por eso, en las posiciones equilibradas, es pre­
ciso, como nunca, estudiar las particularidades del estilo
y del carácter del enemigo , llevándolo a aquel aspecto de
la lucha que menos le guste, aprovechar bien su miedo o
su inestabilida d, con pensatnientos sutiles, con movimien­
tos engafíosos, con falsas salidas ; la lucha es tanto tnás
difícil cuanto que en ella toman parte lo material y la
igualdad de fuerzas de posición.
En las posiciones equilibradas de todos los significados
de la palabra maniobrar, las que más convienen son :
acercarse y bordear. El lector puede ver qué lentas son
las acciones en las posiciones equilibradas, incluso en un
maestro tan enérgico como Alekhine. Esta lentitud, que
a veces semeja indecisión, se define como la esencia mis­
tna de la posición. Si usted no posee la supremacía, tran­
quilice su temperamento guerrero, frene la idea de atacar
hasta el momento que se haga con la supremacía y, por
consiguiente, el derecho de atacar. Mientras la posición
está igualada, maniobre, bordee, induzca al enemigo a
debilitar sus filas , au1nente y sume poco a poco peque­
ñas ventaj as para su situación.
Para mayor claridad metódica dividiremos las partidas
del presente capitulo en dos partes : las que el cambio de
la igualdad de posiciones era resultado de una rápida y
a tiempo forzada maniobra de una o varias piezas ; y aque­
llas en la que se conseguía el cambio de la igualdad de
posiciones por medio de lentas o repetidas maniobras de
las piezas. Así, llamaremos estas divisiones condicional­
mente : 1 ) Maniobras forzadas ; 2) Acción de bordear.

Ma niobras forzadas

En algunas situaciones se consigue cambiar la igualdad


con ayuda de una maniobra forzada de una o varias pie­
zas . En esta partida contra Vidznar, Alekhine ya en la
apertura, en igualdad de posiciones, alcanzó la
cfa como resultado de una profunda y original maniobra.
Herencia ajedrecística de Alekhine 189

N.o 92. GAMBITO DE DAMA


Alekhine Viclmar
Nueva York, 1927.

1 . P4D, P4D 1 4. C3A, CR3A


2. P4AD, P3R 5. A5C, A5C
3. C3AR, C2D • • • • • •

La variante con esta jugada era conocida ya antes en


esta partida, pero en el camino de Europa a Nueva York ,
en el barco "Westfalia", M. V , junto con R. Spiel­
mann, examinaron minuciosamente todas las sutilezas de
la situación dada. Después de reiterados empleos de esta
continuación en el torneo de Nueva York del afio 1927 ,
la variante entró en la práctica de los torneos y empezó a
llamarse "de Westfalia".
Las negras hacen una jugada activa con el alfil y asu­
men la obligación de iniciar un borrascoso contraataque
en el flanco de dama. Esto conduce a una notable debili­
tación de su posición central , de lo que inmediatamente se
percata Alekhine y aprovecha en la presente partida.

6. P x P, PxP 8. A3D, P4A


'

7. P3R, • • • • • •

Precisamente en esta jugada está la idea del movimien­


to activo de las negras. Acercando los peones del flanco
de dama, las negras debilitan notablemente el peón 4D.
9. , AxC 1 1 1. A2A, D4T
1 O. P X A, P5A 1 • • • . . •

1 2. C5R !, .. . J • . . · · •

Calculado lejos y, sobre todo, corresponde a la más ur­


gente exigencia de la posición. Ante el frente de peones
el problema de las blancas consiste en realizar el movi­
miento P3A y P4R, por eso las blancas a un tiempo de­
j an vacía la casilla 3AR y suprimen el ataque del caba­
llo negro 3A de la casilla 4R. Además , la jugada con el
caballo está ligada a una curiosa maniobra, para el caso
de que las negras conquisten el peón 3AD, lo que acon­
tece en la partida.

12. . . ., D X PA 1 • . . • • •

Más es 12. , T1R ; 13. c x c, c x c ; 14.


. . .

D2D, . . . , y aunque las blancas se aproximan rápidamente


al movimiento de los peones en el centro, el enemigo tie­
ne también serias posibilidades en el flanco de dama.
190 A. Kotov
.

1 3. C x C !, CxC 1 1 4. Dl C !, • • •

Se esclarece la idea de las blancas. Amenaza 15. A7R, . . , .

con ganancia de la calidad, ya que las negras no pueden


retroceder con la torre lA, a causa de 16. A4C, . . . , con
ayuda de la dama. En vista de eso, las negras tienen que
perder el peón 2TR, después de lo cual la situación de su
rey se hará muy comprometida.
1 4. . . . , T1 R 1 6. A2A, • • •

1 5. A X P + , R1 T ... • • •

Un pequeño "asalto" ha destrozado la posición de las


negras en el flanco de rey y ahora se ha tranquilizado.
Amenaza 17. DlD, , y también 17. A4TI 1, . . . , con ganan­
. . .

cia de un peón. Las negras no están en condiciones de


defenderse de estas amenazas y se ven obligadas a sopor­
tar una pérdida material. Así, la ma.niobra iniciada con
la jugada 12. C5R, . . . , dio a las blancas una suprema­
cía indiscutible ya en el comienzo de la partida.
1 6. . . . , C1 A 1 ... • • •

cae, entonces 17. P4'1'1 1, D4T ; 18. DlD, . , con


Si 16 . . . . , . .

un ataque al rey de las negras, dificil de rechazar.


1 7. A4TD !, . .. 1 ... • • •

Ganan el peón 4D. Surge el lhnitado defecto de toda


varian� de apertura, el peón 4D está despojado del co­
mente refuerzo en el gambito de dama de los peones
3R ó 3AD.
Herencia aiedrecística de Alekhine 191

1 7. . , . . T3R 1 • • • • • •

1 8. ose !, . .. 1 .. . . . .

Lógica superioridad del juego, basada en la justa apre­


ciación de la posición. Las negras pierden el importante
peón central 40.

1 8. . , . . T3CR 1 1 9. D x PD, • • •

Más exacta era la preventiva 19. A4A , . . . • ya que ahora


Vidmar consigue reforzar notablemente sus
1 9. . . ., D5C! 1 ... • • •

Defensa sutil. Con estas jugadas, las negras realizan en


seguida unas cuantas funciones : defienden los puntos
lAR y 2CD, atacan al alfil 4T y diagonalmente atacan al
alfil 5C, ya que amaneza 20 . . , A3R ; 21 . D5R, P3A. De
. .

todas formas las blancas encuentran la posibilidad de


defender ambos alfiles.

20. A2A !, A3R 1 21 . D4R, • • •

La casilla 2TR está atacada por el alfil 2A y por eso


la tonta en 4C, en vista del jaque de la dama en 4'rR.

21 . .. .1 P4A 24. P x C, D2R


22. D4A, C2T 25. D4T+, • • •

23. P4TR, CxA 1 • • • • • •

No es do profundo el acercamiento al estudio


de la posición. Alekhine no se percata de la sagaz defen-
192 A. Kotov

sa del enemigo, que permite a las negras organizar nota­


blemente la resistencia. !

más exacto 25. D2T+, RlC :
26. P4A, . . . , con la amenaza P4R.

25. . . ., T3T I 27. P4A1


26. D3C1 T4T • • •

Tampoco daba nada 2:1. D5R, TlD.

27. . . . , D6T ! 1 ... • • •

Dificultando a las blancas el descubrimiento del juego


por medio de P4R, y asimismo teniendo en cuenta la po­
sibilidad del peligroso contraataque por medio de . . . , D7C
con el ataque a unas cuantas piezas del enemigo.
28. D3A1 P3CR 1 29. P4R !1 • • •

Traslada el juego a un final de partida ganancioso.


29. . . . 1 D7C 1 30. P X P1 • • •

Suficiente para la victoria, pero más es sencillo lo indi­


dicado por Alekhine 30. D2A, R2C : 31. AlD, . . .

30. . .. , DXP+ J 32. R X D ?1 • • •

31 . D2A, DXD+ 1 ... • • •

Una equivocación seria, que por sí •nisma deja escapar


la victoria y arrastra todo lo realizado por las blancas en
esta partida profundamente pensada. Toda la dificultad
del arte del ajedrez y uno de los motivos de perecer mu­
chas interesantes ideas creadoras, consiste en que una de­
bilidad de segundos, un rápido descuido en seguida es­
tropea todo lo realizado en la partida, liquida todo lo
alcanzado en el resultado de muchas horas de tenso es­
fuerzo.
La persecución del peón de más, ofrece al enemigo bue­
nas posibilidades para la salvación, al mismo tiempo que
32. T X D, A X P ; 33. P4C ! , A X P ; 34. A X P, T6T ; 35. A4R,
TlCD ; 36. P5A, . . . , . conduce a una victoria sin complica­
ciones (variante de Alekhine) .

32. . .,
. AxP 34. TR1 D1 • • •

33. A X A, PxA • • • • • •

Ahora la supren1acfa está del lado de las blancas, pero


Alekhine en la siguiente jugada comete otra equivoca­
ción, que elimina por completo toda esperanza de alcan­
zar la victoria.
34. . . . , T2T 1 35. TSD, ...
El último intento de lograr posibilidades para la victo­
ria consiste en dos peones vinculados por medio de 35.
Herencia aiedrecística de Alekhine 193

P4C, P x P ; 36. R3C, . . Después de la falta cometida,


. .

la partida tern1ina con un resultado pacifico.

35. . ., Tl AD ! 37. TSR, P6A


38. Tl AD,
.

36. T x P, T2D P7AI


El peón de paso de las negras es fuerte hasta tal pun-
to que encadena to las piezas del enetnigo y le im-
pide realizar su peón de tnás.
39. T2R, T2D-2AD 41 . PSA, R2C
40. R3A, P4C 42. T6R, • • •

Conformándose con tablas y con la repetición de las


·

jugadas. En caso de proseguir el j uego para ganar por


medio de 42. R4A, , la cosa podía ponerse peligrosa
. . .

para las blancas, por ejemplo : 42. . . , T5A + ; 43. T4R,


.

T x T + ; 44. R X T, T6A, con el siguiente avance de los


peones del flanco de darna.

42. ..., T2D 1 . .. • • •

Amenazando 43. . . . , T8D y obligando a las blancas


a volver con la torre a 2R.

43. T2R, T2D-2AD 45. T2R,


44. T6R, T2D Tablas.
La maniobra realizada a tiempo, con respuesta a
exigencia de posición, tiene a veces un significado im­
portantísimo. Con su ayuda, la igualada posición puede
resultar muy comprometida, una pequefia villa se
convierte en decisión. Así, en la partida, la
13
194 A. Kotov

inesperada y original maniobra de Alekhfne le ofrece


un decisivo contrapeso en la situación, donde todavía
no estaban claras las ventajas para las blancas.

N.o 93. PARTIDA ITALIANA


Alekhine Tarrasch
Manheim, 1914

1 . P4R, P4R 4. P3A, D2R


2. C3AR, C3AD 5. P4D, A3C
3. A4A, A4A 6. P3D
"Mucho empleada, pero no mejor jugada. Jugan-
do 6 ., C3A con ataque al peón 4R, las negras podían
. . .

haber ganado un tiempo precioso, ya que las blancas


hubieran tenido que perder una jugada para su defen­
sa". Alekhine.
7. P4TD, P3TD 1 8. A3R, ASC
Mejor era 8 . . . , C3A.
.

9. PSD, Cl C 1 1 0. PST !, • • •

"Peor hubiera sido 10. A X A, P x A, que daba a las


negras contraposibllidades por la abierta vertical "AD 't,
compensando la debilidad de sus peones del flanco de
da•na. La jugada en la partida obliga a las negras o, a
retroceder con el alfil a 2T, lo que después de 11. A X A,
T X A, conduciría a una mala posición de la torre, o
abrir para las blancas la vertical "AR" facilitándoles la
iniciaiva en ambos flancos." Alekhine.

10. . . . , AxA 1 2. CD2D, CD2D


1 1. P x A, C3AR 1 3. Dl R, • • •

Era posible 13. P4C, . . . lo que cambiaba poco la juga­


da en el futuro juego.
1 3. . . . , C4A 1 1 4. D1 C,
Peor 14. D3C, . . . a de 14 . . . . , P4T.
1 4. . . . , Al A 1 .. . • • •

Jugada incomprensible, que empeora de un modo cor­


tante la posición de las negras. El puesto del alfil está
en 3C desde donde ataca el peón 4R o se cambio por
el caballo de las blancas, quitando con esto las preocu­
paciones de defender el importante punto 4A.
15. P4CD, C4A-2D 1 • • •
Herencia aiedrecística de Alekhine 195

Con la apertura, las blancas han recibido una peque­


tía supremacía consistente en una gran libertad para el
movimiento de sus piezas. Sin embargo, por ahora, esta
supremacía no juega un papel decisivo y puede nivelarse
en caso de haber líneas abiertas o las negras lleven un
movhniento liberador P4AR. Principalmene lo que reba­
ja la superioridad de las blancas es la ausencia en el
campo del enemigo de notables debilidades.
Alekhine empieza una serie de ntaniobras con las pie­
zas, teniendo como finalidad provocar en al disposición
del enemigo el movimiento de peones, cambiando radi­
calmente su posición y debilitando muchas casillas, en
las cuales a continuación podrán situarse o realizar sus
movimientos las piezas atacantes de las blancas. Cuando
surjan debilidades entre las negras, entonces el ataque
de las blancas puede tener un éxito decisivo.
De este modo, las ¡naniobras de las piezas blancas, son
las medidas de ataque, tienen por objeto realizar los
futuros objetivos del ataque.

1 6. C4T!, • • •
1 • • • • • •

Al caballo le será preciso retroceder, pero solamente


después de que las negras j ueguen P3CR y debilitar las
casillas neg1·as del flanco de rey. A las negras no les
conviene dejar llegar el caballo blanco a 5A, y a 16 .
. . . ,C1A con el fin de cambiar el caballo 5A corresponde­
rla 17. P5C, . ,. . un vivo j uego en el otro
196 A. Kotov

extremo del tablero, en el preciso momento en que el


caballo negro no puede conquistar el punto.
16. . .. , P3CR 1 17. DlR, P3A!
negras no quieren perananecer pasivas y simplifi­
can el j uego, apoderándose del importante punto cen­
tral 4R.
1 8. CR3A, PxP 1 19. P x P, P5R
� � �
� �
� �

Muchos aj edrecistas, sin pensarlo , hubieran jugado


aquí 20. CID , . . . , ocupando con el caballo la posición
centralizada. Sin embargo, este paso en línea recta hacia
los problemas estratégicos hubiera empeorado mucho las
cosas de las blancas , ya que entonces después de 20. . . . ,
C4R; 21. T4A, O O, la posición de las negras seria com­
pletamente satisfactoria, porque no se puede j ugar 22.
c x P, . , a causa de 22. . . . • c x c ; 23. T x c, P4A.
. .

Alekhine inicia una original n1aniobra del caballo. Su


fundamento aparece al 1nismo intento de provocar la
debilidad nuevamente en el campo enemigo. Las blancas
al fin y al cabo, irrumpen con el caballo en la casilla
4D pero solamente cuando la posición de las negras está
suficientemente comprometida con los obligados movi­
mientos de peones.

20. C5C!, P3T 1 • • • • • •

A 20. . . , C4R, Alekhine tuvo en cuenta en realizar la


.

siguiente interesante obra del alfil : 21. A3C ! , A4A ;


Herencia ajedrecística de Alekhine 197

22. A4T + , RlA ; 23. A2A ! , . . , y la posición de las negras


.

es ntala.
21. C3T, • • • • • •

Pero no 21. D4T ?, . . . , a causa de 21 . . . . , C2T.


21. .. ., D4R 1 ... • • •

"Las superesthnan sus contra-posibilidades. Te-


nían que haberse decidido a 21 . . . . , C4R a lo que corres­
pondían 22. C4A, A4A ; 23. P3T, P4T ; 24. A3C, 'TI >lA ;
25. P4A, . . . y seguidamente C2R-4D, con mej or situación
para las blancas". Alekhine.
22. Tl AD, ese 1 ... • • •

Era mejor enrocar, porque este ataque sin fundamento


debilita todavía rnás a las negras. No se podía totnar el
peón 5D ya que a 22. . . . , e x P hubiera correspondido 23.
A X C, D x A; 24. C4A R, D3A ; 25. P4A ! , . . . , con la sub­
siguiente 26. C5D, . . . , con una presión total.

23. C4A, P4eR 1 24. P3T, eR3A


Regresando sin haber "comido caliente". Ton1ar el
caballo 4A hubiera estado completamente mal , porque
después de 24 . . . . , P x C ; 25. P x P ! , , y 26. PT x C, . . .

las negras perecen.

25. C2R , CxP 27. e4D!, • • •

26. A x e, D xA • • • • • •

El caballo blanco llegó por fin a 40, pero con una


situación compleamente distinta a la que tenía siete ju­
gadas antes, cuando tuvo la posibilidad de colocarse en
4D. Iniciando un vivo j uego en el transcurso de las úl­
timas jugadas, el caballo blanco obligará a notables de­
bilidades en la posición del enemigo, y ahora con gran
efecto aprovecha estas debilidades.

27. . . . , D4R 1 • • • • • •

"A 27. . . . , podría corresponder 28. T5A, D7T (28.


. . . , C4R; 29. P4A ! , . . . ) ; 29. TlT, D7C ; 30. C4A ! , . . . , con
ganancia de la Si 27 . . . , ClA, entonces 28. D2R I , . . .
(amenazando la bra C4A-6C ) 28 . . . , A3R ; 29. P4A,
.

D4R ; 30. P5A, P4D ; 31. P6A, P x P ; 32. T X PA, . , con . .

el subsiguiente 33. T x PT, . . . , y los peones de paso de


las blancas en el flanco de ganan fácilmente".
Alekhine.
28. C4A, D4D 1 29. C5A!, • • •

Los caballos blancos amenazan el encuznbrado enemi-


198 A Kotov

go. Particularmente, el caballo 4D consigue con gran


éxito debilitar el punto 5A, provocado por su larga pero
muy afortunada maniobra con 3A a ravés de 5C-3T-4A-
2R a 4Do

29. . . ,
. RlA 1 • • • • • o

El enemigo huye, pero es rápidameonte alcanzado por


el bien movilizado ejército de las blancas.

30. CR x PD, T2TR l 32. T4D, P4C


31 . Tl D, D3A • • o •o o

Todo lo es también desesperante.

33. P X P a.p., A2C J 34. CST, Rinden

En este ejemplo nos hemos convencido con qué fuerza


puede contar la afortunada maniobra de una sola pieza.
Lo •nismo que el decisivo raid de un paracaidista pro­
voca la confusión de todo el ejército enen1igo, de idénti­
ca forn1a la bra exactamente calculada de una so­
la pieza puede conducir a la debilitación de la dispo­
sición del enernigo y a la dislocación de sus fuerzas .
En la partida examinada , el papel de ese "valiente"
lo desempefiaba el caballo blanco ; en la siguiente parti­
ir·¡ untpió valientemente en el campo enemigo la
de las negras.
Herencia ajedreclstica de Alekhine 199

N.o 94. DEFENSA BOGO U UBOV


Marshall Alekhine
Partida de bición, Nueva York, 1929

1. P4D, C3AR 5.
P3R, P3CD
2. P4AD, P3R 6. A3D, A2C
3. C3AR, A5C + 7. D2A, • • •

4. A2D, D2R ... • • •

No deja a las negras reforzarse en la casilla 5R.


7. . . ,
. AXA 1 0. P3TD,
8. CD x A, P4A 1 1 . TDl D, P3C
9. C3A ... • • •

Ante la ausencia de alfiles del campo negro la debili­


tación de las casillas negras del flanco de rey no tiene
un papel vital.
1 2. TRl R, • • • • • • • • •

"Sutil preparación de la C4R, que en este


momento no seria muy satisfactoria en vista de 12. , . . .

C X C ; 13. A X C, P4D ; 14:. P x P, P X P ; 15. A X PD, C X A


con supre•nacia en las negras". Alekhine.
12. . . . , TDl A 1 4. PSD,
1 3. C4R, TRl D ...

Decisivo, pero no bastante bien pensado. La posición


resultante es conveniente para las negras, las prhne-
200 A. Kotov

ras a quienes les da tiempo de apoderarse del impor­


tante punto central. Correspondía emprender el
de la estabilización de la distribución de los peones en
el centro por otro medio, precisamente : 14. C x C + , D x C ;
15. P x P, P X P ; 16. P4R, . . . , con amenaza P5R. En este
caso el juego resultaba igualado y con las mismas posi­
bilidades para ambas partes.
1 4. ..., PXP 1 1 5. P X P, eX e
Mal 15 . . . . , C X P ; 16. A4A, C4D-5C ; 17. D3A ! , D x C ;
18. A X P + , RlA ; 19. P X C, . . . .

1 6. A x C, C4T 1 ... • • •

Puntería a larga distancia. De aquí el caballo en el


futuro vuelve de nuevo al centro, y esta vez con un
efecto decisivo.
17. C2D, P5A ! 1 • • • • • •

Ya que con P6D, . . . , todo sigue mal aún para las blan­
cas, Alekhine aprovecha el tiempo para el desarrollo de
las operaciones decisivas en el flanco de datna.
1 8. A3A, D4R 20. T4D, P4CD
1 9. C4R, P3D 21 . C2D, • • •

A1nenaza 21. . . . , C6C.


21 . . . ,. A3T 1 23. T7R, C2C !
22. T4R, D2C 1 24. C4R, • • •

"Realmente, la solución no se les da fácilmente a las


blancas, sin embargo, es lo más sensato ante las com­
plicadas situaciones, ya que la continuación 24. A4C, T4A !
(Pero no 24 . . . . , P6A ; 25. A X T, P x C ; 26. TlD, . . . , en
provecho de las blancas) 25. P4R, D3A ; 26. T7D, T x T ;
27. A X T, D2R. (Atuenazando igualmente . . . , T X P) 28.
A6A, C4T, hubiera llevado a pérdidas materiales sin
ningunas esperanza.s de recibir el contraataque". Alekhine.

24. . . ., R1 A 26. Tl D, P4TD ?


25. T x C, AxT • • • • • •

Una equivocación, que entorpece notablemente la reali­


zación del contrapeso material. Jugando sencillamente
26. . . . , P3'rJ 1, seguidamente D4R, P3T y P4A, Alekhine
hubiera realizado sin dificultades la calidad de 1nás. Aho-
ra la lucha se con nuevas

27. A4C !, T2A 1 • • • • • •

A -n . . . , TlT corresponde 28. P4'rl 1, . . .. Mal también


.

27 . . . . , P4A ; 28. C5C, . . . .


Herencia aiedrecística de Alekhine 201

28. D2D!, • • •
1 • • • • • •

Ahora paar defender el peón 4T, las negras tienen


que conformarse con la debilitación de su posición en
el flanco de rey.

28. . .. , P3T! 1 29. A3A, T2A-1A


El peón está defendido, a 30. DxP, ..., corresponderá
30. .. ., DxP, pero Marshall encuentra la posibilidad de
aprovechar el movimiento de los peones negros en la
jugada 28 y crea complicaciones en la zona que dispone
el rey de las negras.

30. P4TR!, D4R 1 31. PST, PXP


Si 31 . ..., P4C, entonces 32. P4CR, ..., con el consiguien­
te C3C-5A.

32. C3C, P6A 1 • • • • • •

Abriendo urgentemente la linea para sus piezas pesa­


das, única forana de encontrar la desenvolvente iniciati­
va del enemigo. De otro modo, el ataque de las
blancas podría convertirse en muy peligroso.
33. PxP, DxPA 35. PxP, PxP
34. D2R, PSC 36. A4R!, • • •

Preparándose de antemano para recibir el futuro mo­


vimiento del peón de las negras 5C y asilnismo dejando
pasar a la dama al flanco de rey. A pesar del contrapeso
material, las blancas están bastante mal, es dificil re­
chazar las amenazs del ene1nigo. En este critico mo­
mento, Alekhine encuentra una complicada maniobra de
dama, que rápidamente cambia el valor de la posición.
Irrumpiendo en el campo enemigo, la dama de las ne­
gras cohibe al mismo tiempo los movimientos de las
piezas blancas y reduce el problema de defensa de la
posición del rey de las negras.

36. . .. , D4R! 1 ... • • •

"Con eso comienza una maniobra muy difícil de la da­


ma, cuya finalidad es provocar el adelanto de los peones
blancos, para ofrecer la posibilidad aunque sea a una
de las torres negras de toxnar parte en el contraataque.n
Alekhine.

37. P4A, D3A 1 38. CxP, DST!


A 38. .., D2R, hubiera correspondido no 39. D2C, ...,
.

como recomienda Alekhlne, a causa de la contestación


39 . ... , T6A, sino 39. D4C!, ... y si 39...., DXA entonces
40. D7C+, R2R; 41. D6A+, RlR; 42. DBT+, R2D; 43.
202 A. Kotov

C6A+, ... y 44. DXT+, . .., con el consiguiente 45. CxD.

39. P3C, . .. 1 . . . • · •

Para los movhnientos lentos como 39. A3A, . . . , las


blancas ya no tienen tiempo. Pero ahora la torre de
las negras tiene la posibilidad de irru•npir con efecto
decisivo en la segunda horizontal.

39. . , . . D6T! 1 • • • • • •

Táctico golpe al servicio de problemas estratégicos.


Las negras bMándose en la variante 40o A2C, A3T! se
han metido con la dama en el grupo de las blancas y
no les dan posibilidades de colocarse como es necesario
para la continuación del ataque.

40. A3A!, T6A! 1 • • • • • •

Todo está basado en la táctica. Aunque la dama de


las está en un sitio peligroso, siempre tiene
posibilidades de salvación. A 41. A4C, . . ., corresponde 41.
o , TxP; 42o DXT. DXA; 43o TlR, DxC; 44o D7R+,
. .

R2C; 45. DXT, DXP, y las negras tienen que ganar.

41. D2D!, • • • 1 • o • • • o

Confiando todavia en llegar a la diagonal l'rJ 1-S'l'R.


Alekhine desaffa también ésta, que es una de las úl
7. del enemigo.

41. . . o, Tl R! 1 42. D4D,


Herencia ajedrecística de Alekhine 203

Otras , semejantes a 42. TlR, ..., conducen a


una ineviable y tortu •·ante muerte.

42. . . . , T7A 1 43. T2D, •• •

En caso de jaques en 7C y 6A el rey de las negras


se oculta a través de 2D y lAD.

43. . .,
. TxT 1 44. DxT, A3T

45. DlR, • • •
1 • • • •••

No salva la indiscutible 44. DXP, DSA+; 45. R2T,


D7A+! (Solamente así. De lo contrario a 45. . . , DxA con- .

duce a tablas 46. DXP+, .. .) 46. R3T, ... ( O 46. A2C,


ASA; 47. DXP+, RlC; 48. C6A+, RlT y ganan ) 46. ...,
AlA+; 47. A4C, AXA+; 48. RXA, D7R+; 49. R4T,
D7T+; 50. R4C, P4A+! y las negras vencen. <Variante
de Alekhine.)

45. .. , . P6C 47. D4C, • • •

46. AlD, P7C • • • • • •

Rehuyendo la variante indicada más arriba, las blan­


cas con tres jugadas posteriores caen otra vez en ella.

47. . .. , D8A+ 51. A4C, AxA+


48. R2T, D7A+ 52. RxA, D7R+
49. R3T, AlA+ 53. R4T, D7T+
50. PSA, AxP+ 54. R4C, P4A+
blancas se rinden.
204 A. Kotov

En la siguiente partida, el papel que desempefiaban


en las anteriores partidas el caballo y la torre correspon­
de esta vez al peón blanco . Con un esforzado movim iento
hacia adelante, sacrificándose, el peón llevaba la desor­
a las filas del enemigo y permitía a las de­
•nás piezas cosechar los frutos de una decisiva y penosa
operación.

N.o 95. DEFENSA SICILIANA


Alekhine Foltys
Magret, 1937

1. P4R, P4AD 1 5. C3AD, P3D


2. C3AR, C3AD 6. ADSC, P3R

3. P4D, PxP 7. ASC, • • •

4. CxP, C3A • • • • • •

"El objetivo de las blancas consiste en provocar la res­


puesta ., A2D y excluir con ello la posibilidad del desa­
. .

rrollo del alfil del flanco. Este sistema de juego merece,


en menor medida, la misma atención que 7. cae, , . . .

vinculado con D2D (véase mi partida con P. Fridman


del torneo en Padebrad, 1936)". Alekhine.

7. . . . , A2D 9. A4TR, • • •

8. P3TR • • • • • •

Retroceso arriesgado, que pernlite a las negras reali­


zar un valiente ataque con el peón 2CR. Menos preo­
cupaciones tenían las blancas después de 9. A3R, ....

9. . . .
, P3T 11. C3C, D2A
10. A2R, A2R 12. P4A, P4CR!
Tomar el sacrificio del peón no les es posible a las
blancas, después de 13. PxP, PxP; 14. AxP, P4D; 15.
P3TR, TxP, la cosa termina con un rápido mate, pero
el retroceso del alfil ofrece a la disposición de las ne­
gras el importante punto central 4R desde donde el
caballo negro va a vigilar muchas casillas adheridas al
centro del tablero.

13. A3C, • • •
1 • • • • • •

uunico sistenta de conservar la igualdad de las posi­


ciones. Las blancas reciben ahora algunas presiones por
la vertical "AR , en compensación a la fuerte posición
del caballo en las negras ,. Alekhine.
Herencia aiedrecística de Alekhine 205

13. . .. , PxP 15. D1AR, C2T


14. TxP, C4R 16. 1,
.
• • •

Atacando el peón 2A porque sobre las negras ya gra­


vita la amenaza de eliJninar el caballo 4R.
16. . .. , 1 17. , P3A
� negras han levantado una barrera defensiva de
peones, que recuerda una lmea ues. A las blan­
cas no les resulta fácil romper el frente de defensa y
tienen que limitarse a operaciones de de es­
pera.
18. A4A, R2C 1 19. TlR, • • •

Preparándose a trasladar esta torre a través de 3R a 3C


dando amenazas al rey enemigo.

19. . . . , D5AI 1 • • • • • •

En caso de cambio de damas, las negras tendrán


situación completamente satisfactoria, por lo que algu­
nas de las debilidades de sus peones centrales se nota­
rán menos en el final de partida y su papel, como de­
densa para las piezas del centro, tal vez vía au­
menta. Por eso se comprende que las blancas evitan el
cambio de damas, aunque esto les priva de la esperanza
de un pronto ataque.
20. T1R-2R, AlR 23. P3TR, R2T
21. AxA, TDxA 24. RlT, TlCR
22. DlA, C4C • • • • • •

Las negras tienen una excelente posición, sus piezas


están muy bien distribuidas, controlan tanto el centro
como los flancos. Pero para su desgracia, el ajedrez es
un juego en el que una sola falta puede estropear en
seguida todo lo logrado con tanto esfuerzo, a lo largo
de muchas jugadas.
25. D3R, T2C 1 26. C4D, Tl R-1CR?
Negligencia, que per1nite a las con ayuda de
una enérgica nmniobra desarrollar una fortísbna inicia­
tiva en el flanco de . Jugando la preventiva P4C,
las negras hubieran asegurado su posición en el flanco
de dama y hubieran tenido un juego rico en perspec­
tivas. Ahora el cuadro cambia rápidamente.
27. P3CD, DlA 1 ... • • •

Obligatorio, ya que amenaza con la en 4C y 3R.


28. C4T!, . .. 1 . .• • • •
206 A. Kotov

Amenazando de nuevo al peón 3R. Las negras están


obligadas a defender la casilla 3CD.

28. . .. , AlD 1 29. P4A, • ••

Las blancas han aumentado notablemente la distancia,


de la que disfrutan sus piezas. Además, la jugada del
peón lleva oculta una amenaza que no llega a apreciar
el enemigo de Alekhine, obligado a xoantener bajo
control el punto 5AD.

29. .. . , D2D 1 30. PSA !, • • •

Destruye el centro de peones y hace una incisión en


la defensa del caballo 4R.

30. . , . . P4D 1 • • • • • •

Conduce hacia la catástrofe. Con más tesón se podía


haber resistido después de 30. . .. , A2A.

31. AxC4C, TXA f • • •

32. P6A!, • • • 1 • • • • • •

Destruyendo todos los esfuerzos del enetnigo. El pe­


quefio peón blanco realizando una rápida marcha desde
2A hasta 6A destruye los puestos del enemigo que pare­
cfan bies, ofrece a sus piezas la posibilidad de
trr•nnpir con decisivos efectos en la retaguardia del ejér­
cito de las
Herencia ajedrecística de Alekhine 207

32. . , . . PxP 34. CAxPR, T6C


33. CSA, D3D • • • • • •

Lleva a un rápido final. Pero incluso ante la mejor


35. , T3C; 36. PXP, PxP; 37. CXA, TX C; 38. T2A,
. . . , . . .

las cosas de las negras continuaban nml.


35. DxP+, RxD 37. CxD, C6D
36. CSA+, R2T 38. TlA, PxP
Y el resto no mejora la situación de las negras.
39. CxP, T6C-3C ) • CxA, Rinden

N.o 96. PARTIDA ESPA-'10


Alekhine Rohacek
Muntch, 1941

1. P4R, P4R 6. A3C, CxP


2. C3AR, C3AD 7. P4D, P4D
3. ASC, P3TD 8. PxP, A3R
4. A4T, C3A 9. P3A, A2R
5. , P4CD 10. P4TD, • • •

Penetrante jugada ante el sacrificio del peón, de la


idea preferida de AlekhJne en la abierta variante de la
partida española.
10. . , . . TDlC 12. C4D,
11. PxP, PxP • • •
208 A. Kotov

Sacrificio de dos fnos, que tiene como objeto aprove­


char la triste situación de las piezas negra.s en la linea
"R". En la práctica de este sacrificio aparece
muchas veces.

12. . , ' . CxPR 14. • • •

13. P3A, C4A • •• • • •

Una curiosa variante trae Alekhine en caso de que


las blancas quisieran aqui la calidad: 14. P4AR,
CXA; 15. DXC, C6D; 16. C6A, A4AD+; 17. RlT, D5T;
18. CXT, C7A+; 19. TXC, DXT; 20. DXP+, R2R; 21.
C6A+, R3A y las negras .

14. . o o , A2D 1 o . . • o •

Defendiendo el punto 3A para el caso de 15. P4AR, . . . .

15. P4CD, C2C 1 • • o o o •

Mal 15. ... , C3R; 16. C5A, . y si 16


. 0 0, P3AD, en­ . . .

tonces 17. TlR, . . . , creando una situación tensa en la


abierta linea "R".

16. D2R, C5A 1 17. TlR,

El sacrificio del peón se justüicaba en cierto modo. Las


negras no pueden enrocar y se ven obligadas a retroce­
der a lAR, emparedando para mucho tiempo la torre R.

17. . o o 1 RlA 1 18. A4A, C2C-3D


Herencia ajedrecística de AJekhine 209

En el interés de las negras está el procurar realizar


cambios y simplificaciones, y para esto sil'Ve la buena
jugada 18. ..., A3D que, deja salir la dama a
3AR.

19. C2D, P4C? 1 • • • • ••

Esta primera juegada es mala. Continuando 19. ...,


A4C, las negras vuelven a cambiar peligrosamente el al­
fil 4A y consiguen después de esto es para "co­
locar" a su rey en una huida sin peligro después de
P3C y R2C. Ahora ya, el final de su vida, el
rey de las negras no conocerá la tranquilidad.

20. cxc, PxA 1 • • • • • •

Se hace necesario, de lo contrario a 20 . , cxc corres­


. . .

ponde 21. AXPA, ... y a la toma en 5A con el peón una


contestación desagl'adable 21. A5R, ....

21. CSRI, • • • • • • • • •

Ante las negras se plantea un difícil problenta, cómo


rechazar la amenaza 22. C6A, ... Al "natural" 21. . .. ,
T3C? corresponde 22. T8T!, ... , obligando la rápida ren­
dición de la partida, si 21...., DlR entonces sencillamente
22. T7T, ..., subrayando la desesperante tristeza de las
piezas negras. Rohacek encuentra una salida mejor:
sacrüicando la calidad inicia un vivo juego en torno
al débil punto 6AD.

21. . .. , A3AR! 23. CxA, DlA


22. C6A, AxC 24. CxT, DxC
IJas blancas tienen la calidad de más, pero las ne­
gras han atacado el punto 3AD. ¿Cómo defenderlo? No es
sencillo hacerlo, sobre todo si se cuenta con las amena­
zas de las negras D3C+ y D3A y asilnismo la desespe­
rante debilidad del punto 4AD. A Alekhine se le ocurre
una interesante n1aniobra, cuya finalidad, naturalmente,
es el ataque al descubierto rey enemigo.

25. 020!, D3C+ 71. A3C!, AxP


26. RlT, D3A 28. DlA!, PSD
De otra ntanera, 29. AXP, .... Ahora el alfil negro está
aislado del flanco de rey y no puede acudir en ayuda
del monarca. El objetivo de la ntaniobra de Alekhine
está lograda tapar la diagonal T1D-8'rR , y las pie­
zas blancas logran la posibilidad de 1 en ataque
directo al flanco de rey del enemigo.
14
210 A. Kotov

29. DxP, • • •
1 • • • • • •

Alekhine coloca a esta jugada un signo de exclama­


ción, y escribe: "Yendo a esta combinación con sacrifi­
cios, tuve que contar con la ssiguientes variantes:
I: 29. ..., C5A; 30. AXC, PXA; 31. D5R!, TlC; 32.
P5C!, D2C; 33. D5A+, R2C; 34. D5C+, RlA; 35. D6T+,
T2C; 36. D6T! !, DXD; 37. PXD, TlC!; 38. P7T, R2C; 39.
'l'RlCI 1!, . . . con el consiguiente T8C, .. . y las blancas
ganan.
II: O 29 ..
.., AX'l'l>; 30. D6A, TIC; 31. AXP!, P6D;
32. T xA, . .. y las blancas ganan.
III: 29. ... , AXTR!; 30. Tx A!, D6A; 31. D5R, TlC;
32. A5D, . . . con un victorioso ataque; ya que si 32. . . .,
DXPC entonces 33. D7R+, R2C; 34. AXP!, ... y si 31 . ... ,
D7A, decide 33. P4CI, P6D; 34. TlT, ...' '.
En esta afirmación hay una inexactitud. En primer
lugar, no se ve ningún ataque victorioso en las blancas
después de 32. A5D, .... Unicamente las negras en vez
de las absurdas jugadas 32. ..., D7A, 6 32. ..., DXPC tie­
nen que jugar normalmente 32 .. .., D7D incluyendo la da­
ma en la defensa de las casillas negras del flanco de
rey. Ahora 33. D7R+, ..., no da nada, ya que después
de 33. ... , R2C amenaza 34.. . ., TlR. Para otras defensas
del punto 2CR, por ejemplo 33. P4C, ..., puede seguir
33 ... ., T4C!; 34. D7R+, R2C: 35. A3C, D5AR.
Lo más fuerte a 32. ..., D7D; 33. P4A, ... , con amena­
za 34. TlT y P5A-6A, pero también entonces después
Herencia ajedrecística de Alekhine 211

de 33. . ., D7AR; 34. TlT, ClR, la solución del ju ego no


.

está todavía tan clara.


La inexactitud de la jugada 29. DXP, .., es tanto más .

penosa cuanto que continuando sencillamente 29. T5R!,


con amenaza 30. DXP, .. , Alekhine resolvía sin di­
. . . .

ficultades el resultado del juego con un directo ataque


de tnate y asf ter1ninaba merecidamente su excelente
partida.

29. . , . . P6D? 1 • •• • • •

Una equivocación, ya que la influencia del peón de


paso 6D se liquida fácilmene, pero el ataque de las blan­
cas se hace irrechazable. La p artida se decide en algu­
nas jugadas.
30. TRlAD, P7D 1 31. T2A, D3T!
El último inocente truco, fácihnente rechazado por
el enemigo.
32. TlD, A2C 1 33. TxPA,
Las neg1as se rinden.

El bordeo
Hemos examinado casos en que la decisiva debilitación
de la posi ción· enemiga se conseguía con la ayuda de la
maniobra de tal o cual pieza, en un corto ntí1nero de
jugadas. Algunas veces esta misma finalidad se logra con
la ayuda de maniobras de varias piezas, pero ya no en
poco tiempo. Lo xná.s frecuente es conseguir el cambio
de posición y la debilitación del campo enemigo como
resultado de largas maniobras de piezas, en la suma de
muchas veces repetidas reagrupaciones, con falsos, en­
gañosos movimientos, teniendo por objeto entorpecer al
enemigo la comprensión de la finalidad de la maniobra,
adormecer su atención.
Las jugadas que provocan notables debilidades en la
disposición del enemigo, pueden ser el resultado de l o
inevitable cuando no hay otra salida, cuando el único
camino para jugar es conformarse con la debilitación
de la posición. Frecuentemente se encuentran ejemplos
cuando tales debilidades surgen únicamente porque el
jugador comete una equivocación, no habiendo dicerni­
do como corresponde las sutilezas de la posición y no
percatándose de lo que va a acontecer e n el futuro. A
veces, esta debilidad se provoca por un plan llevado c on
tesón, aunque no sea mejor en la presente posición.
212 A Kotov

Lasker era un nJa.estro incomparable para realizar


con tesón y energía los planes contra el ene•nigo con
el moVimiento de piezas.
Al estudioso del ajedrez se nos antoja darle el si­
guiente importante consejo práctico. Cuando consiga
tal o cual debilitación en el campo del ene1nigo y no
pueda encontrar de ninguna forma la jugada necesa­
ria, no se apure. Con frecuencia, los maestros, en tales
casos van a la repetición de las maniobras, realizando
muchos pequeñ.os intentos, viniendo varias veces a la po­
sición en la que más desean provocar la jugada del ene­
migo. Muchas veces esta táctica tiene éxito, muchas
veces en el ardor de la lucha el jugador olvida las con­
tinuaciones que había estudiado antes, o de nuevo exa­
mina la posición y comete aquella inexactitud con la
que todo el tiempo contaba su enemigo.
En las siguientes partidas de Alekhine, en determina­
dos momentos, el juego estaba equilibrado. El campeón
del mundo, no teniendo en aquel momento ninguna base
ni posibilidad de atacar, comenzaba una larga maniobra
de piezas, provocando la debilidad en el campo enemigo.
Aquel rehuía mucho tiempo en hacer jugadas que debi­
litaran su posición. Entonces se repetían las maniobras,
a veces sin grandes cambios y con frecuencia de nuevo
no aportaban el éxito. Finalmente, ante la serie de ju­
gadas repetidas, el enemigo se equivocaba, dejando lle­
gar lo que rehuía todo el tiempo. El realizador de las
maniobras triunfaba y comenzaba el ataque en la recién
creada debilitación, el que cometía la falta se colocaba
en seguida en plan de defensa.
"Pero eso es un juego de agotainiento, de desfalleci­
mieno,, dirán algunos lectores. En cierto modo tendrán
razón, pero es necesario comprender que semejante tác­
tica en determinadas posiciones a veces es la única co­
rrecta. Además, el ajedrez es un juego de práctica, y en
él es necesario con frecuencia alcanzar la victoria. Como
en la guerra, las maniobras, la espera de negligencias del
que 1nanda el ejército del enemigo, no son afrentosas, lo
mismo sucede en el ajedrez, el aprovechamiento de la
equivocación del enemigo no puede contarse como algo
que vaya en contra con el entendimiento creador del
ajedrez. Naturalmente, nadie se pondrá a alabar a los
ajedrecistas que tengan como finalidad de su juego es­
perar las equivocaciones del enemigo en cada partida,
pero nadie puede censurar a los maestros que entre mu­
chas consistentes y profundas partidas únicamente en las
aisladas de posiciones equilibradas recurren a la práctica
Herencia ajedrecística de Alekhine 213

repetición de maniobras. El lento bordeo iba en contra


del carácter enérgico y guerrero del Alekhine-ajedrecis­
ta, por eso se encuentra en su obra con relativa escasez.
Pero también entre las muchas partidas del campeón del
mundo las hay que aparecen como ejemplos de enseñan­
za de bordeo en posiciones equilibradas, con formas con­
vincentes de complicadas 1naniobras. Examinaremos al­
gunas.

N.o 97. DEFENSA CARO-


Alekhine Feiguin
Kemeri, 1937

1. P4AD, P3AD 1 4. PxP, C3AR


2. P4R, P4D 5. ASC+, CD2D!
3. PRxP, PxP • • • • • •

Una de las conocidas variantes en la teoría de la de­


fensa del Caro-Kann. blancas han ganado un peón,
pero no están en condiciones de retenerlo. Cuando 111ás
adelante sea imposible contener el contrapeso material,
las blancas devolverán el peón de más, consiguiendo al­
gunas m as ventajas de posición. La práctica demues­
tra que para recibir algtín notable contrapeso en esta
variante, las negras no tienen necesidad de calcular de­
masiado.

6. C3AD, P3CR 8. P6D, • • •

7. C3A, A2C • • • • • •

La creada posición casi simétrica da a las negras una


base suficiente para obtener un juego cómodo.

8. .
. . , PxP 12. D2D, P3T
9. 1 13. A3D, R2T
10. P4D, P3TR 14. P3TR, A3R
11. AD4A, C3C • • • • • •

El desarrollo de las piezas de ambos lados está termi­


nado. Ni en el centro ni en los flancos los enemigos tienen
notable superioridad; corresponde clasificar la posición
como equilibrada. Ninguna de las partes tiene objetivos
para el ataque, debilidades visibles. El problema de los
jugadores es provocar la debilidad del enemigo, y con
esta finalidad comienzan unas largas maniobras de piezas.

15. TRlR, D2D 1 16. , • • •

Dejando libre la casilla 4AR para el caballo 3AD.


214 A. Kotov
-

�L.....-..-1

16. .. ,. CR4D 18. C4A, A4A


17. C2R, TRlD • • • • • •

Una equivocación que permite a las blancas alejar un


poco las piezas negras y conquistar la distancia en el
flanco de datna. El verdadero camino consistía en 18, ., . .

CX e; 19. DXe, e4D y 20. .. , P4CD.


.

19. CxC, CxC 22. A3CD, D2A


20. A4AD!, A3R 23. PST, • • •

21. P4TD!, TDlA .. . • • •

negras han perdido la casilla 3CD; sin embargo,


la realización de esta activa operación no mejora mucho
las cosas de las blancas. La posición continúa todavía
equilibrada y las negras tratan de aprovechar la debili­
dad resultante del mo · ento del peón "1'1 1 particula­
mente en el punto 4CD.

23. .. ,
. D2D 26. A3C, D2D
24. A4T, D2R 27. A4TR, TlCD
25. A3CR, T2A 28. A4T, DlA
blancas, de todos modos, han logrado al resul-
tado en la repetición de obras; la torre negra ocupa
una situación antinatural en lC.
Sin embargo, las blancas no tienen todavía nada real,
el juego continúa equilibrado.
29. TDlA, T5A 1
Herencia aiedrecística de Alekhine 215

Grave falta, que cede la línea " AD " a la disposición


de las blancas. Continuando 29. .. . , P4CJ >,las negras con­
servaban la actividad, como en la variante 30. A3CD,
TC2C con el consiguiente TxT y T2A también
,
. . .

30. PXP a p. TXP.


30. A3CR, AlA 1 31. P4TI, • ••

Idea correcta y astuta, mientras las piezas del enemi­


go se han avivado en el flanco de darna, descubrir la
posición del rey negro.
31. . .. , C3A 33. TxT, D2D
32. A3C, TxT 34. P5D, • • •

Logro de posición de las blancas. Alekhine tuvo nece­


sidad de maniobrar despacio y monótonamente en el
trascurso de dos decenas de jugadas para colúbir el mo­
vimiento de peones con las piezas del enemigo. El juego
de las negras se complicó notablemente en seguida.
34. . .. , A4A 1 35. D4C, A5R
Las negras hacen otra vez una jugada que no es mejor.
Más posibilidades dejaba 35. .. , C5R; 36. A4A R, C4A.
.

Ahora, sacrificando temporalmente el peón, Alekhine des­


arrolla una peligrosa iniciativa con la plena libertad de
sus piezas.
36. D4DI, D4A 1 • • • • • •

De todos modos era preferible 36. . . , Ax C; 37. DXC,


.

A5R.
216 A. Kotov

37. C2D, AxPD 39. C4R, ...


38. AxA, CxA ... . . .
Atacando en seguida al caballo 4D <amenaza Dx e y
C6A+> y al peón 3D. Las blancas ya han logrado el con­
trapeso y están mucho más activas, las znaniobras del
campeón mundial han logrado su objetivo.
39. .. ,
. A2C 41. D2D, C3A
CxP, D3R 42. D2A, P3C?

·� •

Una equivocación, que lleva a un fracaso rápido. De­


fendiéndose se podfa jugar todavía 42. . .., C4T; 43. A2T,
P4eD!; 44. eXPA, TlAR; 45. C6D, A5D; 46. .ClA, D2R,
y por el peón perdido las negras tienen una disposición
muy activa de sus piezas.

43. D7A!, • • •
1 • • • • • •

Saliéndose de la séptin1a horizontal y atacando los peo­


nes 3CI 1 y 2A. La defensa de las negras es única.

43. . . . , C2D 1 44. CxP!, • • •

De todos modos las negras no han defendido el peón


2A. A 44. . .., Dx e corresponde 45. TlD... , y las negras
perecen.

44. . . ., TlAR 1 45. CSD, D3AR


Aquí fue aplazada la partida, y las negras se rindieron
sin volver a empezar el juego. Con la resefiada jugada
Herencia aiedrecística de Alekhine 217

46. TlD!. .., Alekhine, rápidamente, demostraba la inuti­


lidad de la fut11ra resistencia.
De esta f , en tiempo lento. transcurrían las lna-
niobras en la partida siguiente.

N.o 98. DEFENSA GRUNFELD


Bernstein Alekhine
Carlsbad, 1923

1. P4D, C3AR 4. PxP, CxP


2. P4AD, P3CR 5. P3CR, A2C
3. C3AD, P4D 6. A2C, CxC
Por este camino, las negras equilibran sin dificultad
el juego. El sistema de desarrollo escogido por las blan­
cas es, hasta tal punto inofensivo para el enemigo, que
ya puede escoger entre el carnino en 3AR y el retroceso
a 3CD, que conduce a un juego más complicado.
7. PxC, P4AD 10. , PxP
8. P3R, 11. PAxP, A4A
9. C2R, C3A 1 . . . . . .

ras negras han desarrollado con toda fortuna sus pie­


zas y están muy bien colocadas. Empiezan las tnanio­
bras de la lucha, concentrada en torno a los puntos hu­
portantes de flanco de
12. A3TD, D2D 14. C4A, TR1A
13. D3C, TD1C 15. TDlA, • • •

La posición está equilibrada. Ambas partes realizan


maniobras con las piezas cuya finalidad es provocar la
debilitación en el campo del enemigo. Es curioso observar
cómo consigue Alekhine con ilnperceptibles, a primera
vista muy sencillas e inofensivas jugadas, adelantar al
enemigo y conseguir el contrapeso de posición. En prin­
cipio, conquista el punto delantero de defensa 5A del
flanco de dama.

15. . . . , P4CR! 1 • • • • • •

La de esta jugada consiste en que está hecha


en un momento oportuno, cuando al caballo blanco le
resulta difícil encontrar una buena casilla para retroce­
der. Así, Jnal 16. C5T, AlT, y el caballo se encuentra en
una situación muy peligrosa. Tampoco era mejor 16. C5D,
A3R, con cohesión desagradable. Bernsteln realiza la
jugada deseada.
218 A. Kotov





16. C3D, C4T 18. ASA, P4C
17. D1D, CSA 19. C4C, • • •

Las blancas tnaniobran cuidadosamente, evitando el


cambio de los peones de la posición central. Cualquier
movilni ento en el centro conducirá a la realización del
objetivo del ataque para las negras, y precisamente ha­
cia esto se esfuerza todo el tiempo Alekhine.

19. . .. , ASC 1 20. D2A, • • •

Ningún movimiento de peones en el centro. 20. P3A, , . . .

mataba al alfü 2C y debilitaba notablemente el centro


de las blancas.
20. . ,
. . P4TD 1 21. eso, • • •

No se puede 21. C6T, TlT; 22. AXT, TxA; 23. P4'1'11,


A6A, y las negras ganan.

21. . .. , T1R 1 22. C3A ?, PSC!


Aprovechándose de la equivocación del enemigo, Alek­
hine se cambia ventajosamente de lugar: la estancia del
caballo se traslada de 5A a un sitio más ventajoso 6A
ó 6T.

23. Cl e, e3D 1 24. C2D,

¡Un siglo para vigilar las 3T y 3AI Ahora las


negras, sin embargo, se apoderan con el caballo del pun­
to 6A y consiguen un notable contrapeso.
Herencia ajedrecística de Alekhine 219

24. . , . . A4A 26. TRlR, • • •

25. D2C, TRlAD • • • • ••

Por ahora no surge en el tablero acontechuien-


to notable, por eso los enemigos se lirnitan a bordea­
mientas lentos, táctica corriente en el juego de posicio­
nes equil ibradas .

26. . , . . P3T 1 27. P4R ?, • ••

Momento instructivo. A lo largo de muchas jugadas


ambas partes Jnaniobraron con el propósito de provocar
en campo enemigo el movimiento, que debilitará la po­
sición. Pero hasta ahora el esfuerzo de los jugadores no
había sido coronado por el éxito: el bordeamiento no
producía la creación de debilidades, si no se cuenta el
fácilmente defendido punto 3AD. Al fin y al cabo, Berns­
tein no tuvo paciencia e hizo una jugada que el eneJni­
go intentaba todo el tiempo. Ahora el punto 4D se de­
bilita en extremo, y el ataque de las negras torna
forma concreta.

TI. . .. , A3R 1 28. PSR, • ••

Es preciso conforma rse todavía con la debilitación del


punto 5D, ya que era posible 28 . . . , C4C. .

28. . .. , C4C 1 30. AlA, C6A


29. C4A, DlD 1 • . • • ••

Ya aparece una amenaza concreta 31 . . . . , C5T, y 32 . .. . ,


CXA.
220 A. Kotov

31. D2A, A4D 1 32. P6R, • • •

Un sacrificio astuto del peón. Atacar con el alfil en


6R está mal a causa de 33. TxA, PxT; 34. A3T!. , y las . .

de las blancas son extremadamente desagra­


dables, por ejemplo: 34. ... , D4D; 35. D6C, T3A; 36. C5R.
Por eso las negras están obligadas a tomar con el
peón, y esto debilita al caballo el punto 5R y ofrece a
las blancas esperanzas para el ataque al flanco de rey
del enemigo.

32. . . ., PxP 1 33. T3R, • • •

Demasiado lento. Más posibilidades de ataque ofrece


33. A3D, . .., y 34. C5R, ...

33. . .. , C4C 1 34. C5R, DlR


Naturalmente, no 34. . . . , exP; 35. D6C, ... Ahora ame­
naza la toma en 4D.

35. D4T?, • • •
1 • • • • • •

PusUa dad perecedora. Viendo la posibilidad de con-


quistar un peón, las blancas se aterran en seguida a él
sin darse cuenta que el resultado final es que sus posi­
bilidades de salvación son mínintas. Continuando una
valerosa lucha por medio de 35. DlD!, . .. , con amena­
zas, 36. A3D, . .. y 37. A6C, ... , y asimismo 35. P4A, ...,
con el descubrimiento de la línea del flanco del rey, las
blancas tienen buenas posibilidades de dar un peligroso
Herencia aiedrecística de Alekhine 221

ataque al enemigo. Ahora la solución de la partida está


casi decidida.

35. . ,
. . C6A 1 37. TDlR, TlT
36. DxPT, CxP 1 38. D5C, • • •

Es obligaorio , ya que a 38. D6C, . .. , corresponde 38. ... ,


TAl C y 39. .. , T2C, ganando la datna.
.

38. . .. , DX D 1 39. AXD, P6C


Este peón de paso decide la solución de la partida.

40. TlC, AxC 42. A3D , CxT


41. TxA, C6A 43. AxC, T8T
las blancas se rinden.

No menos despacio se hacia el bordeandento de los


eneJnigos en la próxima partida. El lector debe compren­
der que en el juego del ajedrez el bordeo se hace uno de
los elementos necesarios, que es imprescindible emplear,
pese a que muchas veces este juego ofrece poco recreo
estético.
El ajedrez es hasta tal punto complicado y diverso que
refleja no solamente la estética que corresponde a las
festividades y solemnidades de la vida, sino el escrupu­
loso trabajo de los días de labor. El que ingresa en el
mundo de la creación ajedrecística debe estar dispuesto
no sólo a las efectivas, chispeantes combina.ciones, sino
a su tiempo, a las incoloras, agotadoras, pero a la vez
extremadamente imprescindibles maniobras al esperanza­
dor bordeamiento. Si muchas veces, gracias a las •nanio­
bras aparecen las imprescindibles prenlisas para inespe­
rados y bonitos golpes.

N.o 99. DEFENSA ESLAVA


Alekhine Romí
San Remo, 1930

1. P4D, P4D 5. A3D, CD2D


2. P4AD, P3AD 6. CD2D, D2A
3. C3AR, C3A 7. 1 P4R
4. P3R, P3R • • • • • •

Movimiento prematuro, que retiene el desarrollo de las


negras. En vez de 6. .. , D2A era mejor la sencilla 6.
.

... , A2.R.
222 A. Kotov

8. PxPD, CxP 11. C4A, D2A


9. PxP, C2DxP 12. P4R, C3A
10. CxC, DxC 13. P3TR!, • • •

Previniendo las salidas a 5CR tanto del alfil lA como


del caballo 3A.
13. . ..1 A2R 16. TD1D,
14. D3A, A3R 17. A2A, DlA
15. A4A, DlD 8. C6D!, • • •

Aunque las blancas han adelantado al enemigo en el


desarrollo, aunque señorean con unas cuantas grandes
distancias, de todos modos no hay todavía en el campo
de las negras ni un punto visible de notables debilidades
de peones. Alekhine, no viendo un camino directo de
aprovechar el contrapeso en el desarrollo y la distancia,
que por cierto pueden desaparecer muy fácilmente, des­
pués que el enemigo haya tertninado su desarrollo y sa­
que sus piezas, decide recibir dos alfiles, que en la posi­
ción actual, con las diagonales abiertas, van a ser muy
fuertes.

18. . .. , AxC 20. PSR, C4D


19. AxA, TlR 21. T4D, P3CR
Previniendo 22. AXP+, RXA; 23. D5T+, RlC; 24. T4T,
P3A!; 25. P4A!, .. ., con un peligroso ataque de las blancas.

22. TRlD, TlD 1 . . . • . •

Las blancas ocupan grandes distancias, sus piezas son


muy activas. Y de todos modos, las negras pueden mirar
con confianza el porvenir. En su campo hay una sola
debilidad, las casillas negras del flanco de rey, que por
otra parte es completamente defendible, sobre todo des­
pués de la fuerte posición del caballo 40.
Comprendiendo que su contrapeso está lejos de ser su­
ficiente para la victoria, Alekhine empieza una larga ma­
niobra. La finalidad de estas maniobras es obligar o in­
ducir al enemigo a futuras debilidades en el flanco de
rey. Sin embargo, durante mucho tiempo este objetivo
no se logra.

23. D3CR, R2C 25. A4C!, • • •

24. T4TR, TlT • • • • • •

Trasladando el alfil de una posición bonita pero sin


provecho 6D a la modesta pero muy fuerte 2D.

25. . .. , P3TR 1 • . . • • •

Ya hay un resultado de la precedente jugada de las


blancas, el enemigo previene de antemano la invasión
Herencia aiedrecística de Alekhine 223

� �




del alfil en 6T no contando con la nueva debilitación


del flanco de rey.
26. A2D, D2D 28. P4C!, • ••

27. R2T, TDlD • • • •••

Alekhine se percata que, tarde o temprano, tendrá que


tomar medidas para debilitar la posición del caballo ne­
gro en ID. De lo contrario, este amenazador caballo re­
chaza los intentos de las piezas del enemigo de atacar
tanto al rey como al naneo de dama.
28. ... , DlR 30. A3C, C2A!
29. T4D, D2R .. . • ••

No deseando cambiar el caballo por el alfil, ya que


ante los alfiles de distintos colores a las blancas les re­
sultará rnás fácil aprovechar la debilidad del flanco de
-
rey de las negras.
31. TxT!, TxT 1 32. C4D
El cambio de una torre entraba en el plan de las blan­
cas, ya que ante el asalto de peones pensado por ellas la
presencia de una torre de más en las negras aurnentaba
las posibilidades del contraataque del descubierto rey de
las blancas; sobre todo si se tiene en cuenta que el cen­
tro no está cerrado.
33. P4A, R2T 36. D3C, TlC
34. D2A, P3C 37. P3T, P3A?
35. P4C!, AlA • • • •••
224 A. Kotoo

� jugada únicamente acerca a la catástrofe. Sin


embargo, a las negras les resulta muy difícil todavía de­
fenderse. Así, a 37 , C2A (para trasladar el caballo a
• •..

3R y 2C> es posible la siguiente bonita variante, indicada


por Levenfich: 38. P5A!, PXP; 39. PXP!, TXD; 40.
P6A+, RlT; 41o PXD, TXP+; 42o R2Co . , y las blan­ .

cas ganan.

31. TlR, PxP 1 •• • oo.

Diciendo "a", las negras dicen también "b". Por otro


lado, retener la posición ya les es hnposible. Porque ade­
xnás del descubrimiento de la línea "R", amenazan tam­
bién 39o P6R, .
. .

39. TxP, D3A 1 40. P5CD!, • • •

¡Cuánto ayudó a Alekhine su lejana jugada 28! El ca­


ballo 4D pierde su apoyo en el centro y se ve obligado
a dejar su cómoda posición.

40. .. ,
.
C2R 42. A3C!, • • •

41. A3A, D2A • • • • • •

La persecución de enernigo que retrocede, y descuida­


damente destruye sus propias empalizadas de distancia.
Esta partida es un ejemplo convincente de cómo una
larga maniobra provoca con frecuencia en uno de los
enemigos ideas de "suicidio", porque el juego en posi­
ciones equilibradas exige un profundo conocimiento de
los elementos estratégicos, una ¡ran arte en la aprecia-
Herencia a;edrecística de Alekhin e 225

ción de la posición y Wla concreta visión de todas las


circunstancias de la lucha. Este probl no suele estar
con frecuencia a la altura de muchos, y cometen equi-
vocaciones.

42. . .. 1 C4D 1 43. PxP, A3R


Se podía haber reducido tranquilamente la resistencia.

44. AxC, AxA 1 47. AxT, RxA


45. D3R, T2C 1 48. DSR +, Rinden
46. TxA!, DxT 1
Examinando esta partida, el lector indudablemente se
fijará en una interesante circunstancia. En la jugada 31,
Alekhine prepara el ataque al rey, de pronto cambia una
torre. Como es correcto, las simplificaciones le convienen
al que se defiende, el que con la desaparición de piezas
del tablero adquiere la esperanza que el ataque del ene­
migo con las fuerzas disminuidas se debilitará. Sin em­
bargo, Alekhine calcula exactamente que la supresión de
un par de torres del tablero le facilitará el paso del ata­
que, ya que le evitará la necesidad de vigilar en el cen­
tro el contraataque.
El saber adivinar qué pieza conviene cambiar en tal
o cual posición facilita con frecuencia la posibilidad de
realizar el ataque y asimismo la organización de la de­
fensa. Es necesario en la lucha de maniobras en distin­
tas situaciones. A veces, con el cambio de una sola pieza
inmediatamente se transforma la calidad de la posición
y su valor.
Vamos a terminar el capitulo del juego de maniobras
de Alekhine, en la que el simple cambio de dama cambió
violentamente el valor de la posición.

N.o 100. PARTIDA ESPAI'lOLA


Match Alekhine
Hamburgo, 1930

1. P4R, P4R 1 4. A4T, C3A


2. C3AR, C3AD 1 5. P3D, P3D

3. ASC, P3TD 1 6. C3A, • • •

Las blancas juegan la apertura de la partida sin sis­


tema. Si se disponía a jugar C3AD, , entonces
. . . no era
necesario haber hecho la jugada P3D, ... ,; si habían
realizado la jugada con el peón en 3D entonces corres-
226 A. Kotov

pondfa al caballo a 2D, y al alfU 4T dejarle


el retroceso a 2A jugando preventivamente P3AD.

6. . .. 1 ·A2R 9. A3R, DlA


7. P3TR, A2D 10. CSD, ...
8. 1 P::l11i 1 . . • • . .

Pasa la iniciativa a las negras. El camino correcto del


desarrollo del juego 10. P4D, ... , ó 10. C2D, , y 11. . . .

P4AR, ...

1o. . .,
. CxC 13. P4D,
11. PxCI ClC 14. C2D, P4AR
12. AXA+, CxA 15. P4AR, P5RI
La situación de los peones en el centro se ha deter­
zntnado. Las negras permanecen algo más activas tanto
en el centro como en el flanco de rey, donde tienen la
posibilidad de desarrollar el juego por medio de DlR-3C,
y también P4CR ó C3A-4T. Pronto se verá que también
en el flanco de dama Alekhlne tendrá ocasión de ocupar
una posición activa. De este modo, la supremacía está
del lado de las negras, y les pertenece la iniciativa.

16. R2T, C3A 1 17. P4A, P4CD!


Se prepara a abrir la línea "CD", la cual capturan
primero las negras.

18. P3CD, T1C 1 20. D2R, PxP?


19. TlCD, DlR l • • • • • •

Prematuro. Alekhine, confiando en la fuerza de la


dama atacando en 5'1'1>, realiza leyes elementales de po­
sición, y con esto en gran parte deja escapar su supre­
ntacía. Generalmente, la parte que tiene la posibilidad
de abrir la linea ha de contenerse de abrir la vertical
hasta el momento en que tenga asegurado el dominio
de esta línea. No hay por qué apresurarse, el enemigo
de todas formas no puede prevenir de ninguna manera
el cambio de peones, es necesario entonces duplicar pri­
mero las torres, tensar las piezas capaces de ayudar a la
captura del do o de la línea abierta, y solamente
·

desDués cambiar los Deones.


El cambio de peones en 5A en la presente partida va
en contra de esta regla, ya que las blancas en este mo­
mento están completamente preparadas para la lucha
p or la línea abierta y en seguida le quitan al ene1nigo
toda esperanza a la hegemonía por la abierta vertical
"CD".

21. PxP, DST 22. C3C,


ajedrecística de Alelehine 227


%
Tampoco está mal, sin embargo resulta rnás sencillo
22. TxT, TxT; 23. TlCD, ..., con ejemplar equilibrio.

22. ... , TSC 1 24 . DlR!


23. TRlA, TRl C 1 . . . . . .

Por lo visto, convencido de que su posición, a pesar de


su aspecto amenazador, no le daba excesivas preocupa­
ciones teniendo en el tablero proporción xnaterial, Ale­
khine examina la siguiente pregunta: ¿con el cambio de
qué piezas reciben las negras una nueva y más prove­
chosa posibilidad de desarrollar la iniciativa? Y llegó a
esta respuesta: con el cambio de damas.
Con los intentos se demostró que tampoco estaba ntal
cambiar el caballo 3A por el alfil 3R, ya que entonces
surge la posibilidad de trasladar ventajosamente P4C y
abrir las diagonales de las casillas negras. Preparado
por el campeón del mundo el cambio en 4'rR, desgracia­
damente no había sido comprendido por el enetnigo, que
cometió rápidamente una falta decisiva, y con ello es­
tropeó la solución de la partida.

24. TA2C?, • • •
1 • • • • • •

Conduce hacia el cambio de dantas, mientras que ante


la correcta 25. TClAD, D4T; 26. D2D, , única­ . . .

mente cambiarse el caballo por el alfil después de 26.


... , C5C+.

25. . .,. D4T 26. DX D,


228 A. Kotov

Es obligatorio, ya que no se puede eVitar el cambio.


Es curioso observar cómo se refuerza notablemene la po­
sición de las negras con la desaparición del tablero de
la

26. , CxD 28. PST


27. 29.
. . .

TlAD, P4T AST!

Golpe decisivo. Las blancas no pueden contener el


peón 4A.

30. TxT, A6C+ 32. TlCD, TxT


31. RlT, TxT 33. CxT, CxP
Un peón de más y la masa de peones poderosa en el
centro y en el flanco de rey ofrecen a Alekhine un fácil
proble1na.

34. C3A, C6D! 37. P5A, P6R


35. CxP, P5A 38. PxP, PxP
36. AlC, A8R • • • • • •

Las blancas se rinden.


INDICE
Pág.

I I .-El instinto defensivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .


Capítulo I .. .. ... .. 7

Sentido de peligro . .. . .. .. .. .. .. .. t .. t .. .. • t t .. • • t • t • • • • • • • • • . . .. . . . .. .. 9
Partida n.o 46. Defensa francesa • • • • . ' . ' . . . ' ' . . . • • • • • • • • 9
» » 47· Gambito de dama • • • • • • • • . .. . .. . .. .. .. .. • .. t .. .. .. .. 15
» » 48. Gambito de dama • • • • • • • • • • • • • • • • . . . ' • • • • 20
» » 49· Gambito de dama • • • • • • • • • • • • • • • • • • • t • • • • 23

Creación de las máximas dificultades • • • • • • • • • • t • • • • t • t • • • • • • • • • 26


Partida n.o so. Defensa india de rey • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 27
» » 51. Apertura española • • • • • • • .. . .. . . .. .. . . .. .. .. . .. .. 34
» » 52. Defensa Nimzowitch • t t • • t • • • • • • • • • • • • • • • 38
» » 53· Defensa Grunfeld .. .. .. .. .. .. .. t .. .. . .. t .. t • .. • t • • • • • 43
» » 54· Apertura española • • • t • t • • • • • • • • • • • • • • • • • 46

Simplificación de la posición y paso al final de partida • • • • • • • • t • t • t • t 50


Partida n.o 55. Defensa Nimzowitch • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 51
» »
s6. Defensa Caro-Kann • • • • t • • t t t • t • t t • • • t • • • 57
» » 57· Defensa eslava • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 62
» »
s8. Defensa francesa .. .. t .. .. . . .. .. t • • • t • • • • • • • • • • 66
» » 59· Gambito de dama • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 71

Preparación y realización del contraataque • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 76


Partida n.o 6o. Defensa india de dama .. • t • .. ... • • • • • • • • . . . .. 77
» » 61. Defensa Alekhine • • • • . . ' . . . ' . • • • • • • • • • • • • 82
» » 62. Apertura española • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 86
» » 63. Defensa escandinava • • • • • • • • • • • • • . . . ' . . . .. 90
» » 64. Defensa siciliana .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . .. .. .. .. t .. t t 94
» » 6s. Apertura española • • • .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 97
» » 66. Defensa Nimzowitch • t t t .. t t t t .. t .. t . .. .. .. . .. .. .. 99
» » 67. Apertura española • • • .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 103
» » 68. Apertura de peon de dama . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. . .. t t t 106
» » 69. Apertura italiana t t .. t . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. . . 112
» » 70. Apertura española • • • t t t t .. .. .. . . .. .. . .. .. .. .. .. .. .. 116
» » 71. Gambito de rey . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. t .. t t .. t t t t t t t 119
» » 72. Defensa Nimzowitch • t t t .. t t t t .. t .. t . .. .. .. . .. .. .. 123
» » 73· Defensa Caro-Kann • • .. .. . . .. t t t t t t t t t t .. t t .. t 126
Pág.

Capítulo IV. La realización del contrapeso material .. ., ., . .. .. .. . .. ... .. .. 129

Ataque de excelentes fuerzas • • • • • • • • • • • • • • • • . . .. .. t .. t .. .. • t • .. ... 130


Partida n.o 74. Defensa siciliana • t • • • • • • • • • • ... .. . . .. . .. • .. t 131
» » 75· Defensa siciliana . .. .. t • • • t • • • ... .. . . .. . .. . .. .. 134
» » 76. Contragambito Falkbeer • • • t .. t .. t .. t • .. t t • • t • • 137
» » 77· AperturaVienesa • • • • • • • t • • • • t • t t • • t t t • • • 140
» » 78. Defensa india de dama .. t t • .. t • t • t • • t • • • • • • • 144
» » 79· Defensa siciliana • • • • • • • • • • t • • • • • • t t • • t t • 147
» » So. Gambito de dama t • • • • • • • • • • • • • • • • • • t . . .. .. 150
» » 81. Apertura de peones de dama • • t • • • • • • • • • • • • • 152
» » 82. Apertura española • • • • • • • .. . .. . . .. .. . . .. .. .. . .. .. 155
» » 83. Apertura española • • • t • t • • • • • • • • • • • • • • • • t 157
» » 84. Apertura de cuatro caballos . • • • • • • • • . . . .. . .. . .. 160
» » 85. Defensa eslava • • • • • • • • • • • • t • • • • • • t t • • t t • 163
» » 86. Defensa eslava • • . . . .. . .. . .. .. .. .. .. .. t .. t .. .. • t t .. • • 166
» » 87. Gambito de dama t • • • • • • • • • • • • • • • • • • t . . .. .. 169
» » 88. Apertura española • • • • • • • .. . .. . . .. .. . . .. .. .. . .. .. 172

Conversión en supremacía de posición • • • • t • • • • t • t • t t t • • t • t • • • • • 175


Partida n.o 89. Apertura española • • • t' t t' t • • • • • • • • • • • • . . . .. 176
» » 90. Gambito de dama • • • • • • • • • • • • • • • • • • • t • t • t 179
» » 91. Defensa india de rey • • • • • • • • • t • • • • t • t • • • t t 182

CapítuloV.- La lucha de maniobras . . .. . .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. . . .. .. . .. .. .. ....

Maniobras forzadas • • • • • • • • • • • • • • t . . .. .. t .. t .. .. t t • • t • t • • • • t • • • 188


Partida n.o 92. Gambito de dama • • • • • • • • . . .. . • • • • • • • • • • • • 189
» » 93· Apertura italiana • • • • • • • • • • • • • • • • • • t • • • t t 194
» » 94· Defensa Bogoljubov • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 199
» » 95· Defensa siciliana • • • • • • • • • • • • • t • t • • t t t • t • 204
» » 96. Apertura española • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 207
El bordeo • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 211
Partida n.o 97. Defensa Caro-Kann • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 213
» » 98. Defensa Grunfeld • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 217
» » 99· Defensa eslava • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 221
» » 100. Apertura española • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 225

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