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CARTAS COMPLETAS
DE

LORD CHESTERFIELD.

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Tout contrefacteur ou débitant de contrefacons de cet ouvrage, tant en France qu’á
l’étranger, sera poursuivi suivant la rigueur des lois respectives.

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CARTAS COMPLETAS
DE

LORD CHESTERFIELD
A SU HIJO FELIPE STANHOPE,

VERTIDAS DEL INGLES

por Don LUIS MANEIRO.

Se tai ogTegtdo Bullilaí de tarto* del autor, a persous enorgadu de vigilar la conducta del jiven Süibope, y íoa serie de otras sobre

EL ARTE DE AGRADAR.
Terminase cea varias traías oelectos de las obras del autor y de otros célebres escritores ¡agieses, receaeadados por aqael a u hijo
codo Bedeles de iiveetioi, simplicidad y elegirás.

TERCERA EDICION, s
Coa mayor taaero de setas qae las precedentes, y grao copiare seatoráes poéticas ea varios idiosas.

Loe hombrea da Estado deberían consultar diariamente


estas mhiimaa. (Revuta Norte Americana.)

Estes carta* soplen una falte impórtente en la educación


practica ■, dan a conocer lo qna Talen las prendas
aateriores y la buena crianu: hacen las cecee de
un escalenta introductor ea la sociedad y contri­
buyen 0 formar al hombre hibily al hombre ama­
ble. (Alntérot, Huí, ¿e la Literatura Inglesa)

HAVRE
IMPRENTA DE ALFONSO LEMALE

1852.

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navrc. 3 de Agosto de 1813.

QUERIDO HERMANO,

*
Te he escrito varias veces que los ratos que me dejaba libres el desempeño de este’Consu-
lado, los empleaba virtiendo del ingles al castellano las Cartas del Conde de Chesterfield á su
Hijo. La estensa fama de esta obra, los elogios de sus partidarios, la crítica de sus detractores
y las repetidas ediciones que de ella se hacen, me indujeron á leerla; y creí ver en ella una
ciencia tan práctica de la vida y un conocimiento tan profundo del corazón humano, que sentí
infinito no haberla conocido antes. Comencé mi versión sin pensamiento determinado de darla
i la prensa, porque preveía lo difícil que habia de ser para mí, trasladar á nuestro idioma las
bellezas y naturalidad del original; y labe concluido sin poder decirte si el convencimiento
de mi incapacidad como traductor, es mayor que el deseo do que la obra sea conocida de la
generalidad de nuestros compatriotas. En tal contraste he resuelto dar á luz mi manuscrito,
confiado en que los Mejicanos perdonarán la osadía en obsequio de mi intención.
Como has leído estas cartas en el idioma en que fueron escritas, quizá objetarás desde
luego que hay en ellas unos cuantos pasajes que podrían descarriar á los espíritus débiles ó
dar pábulo á los corrompidos; pero notarás que he procurado salvar esta inconveniente, unas
veces apagando y otras obscureciendo las peligrosas luces que el autor, sin necesidad en mi
concepto, esparció por el sendero que trazaba á su hijo con la mirado elevarlo ala cumbre de
los honores. Las supresiones que he hecho en nada perjudican al cuerpo de la obra, y com­
pondrán cuando mas diez páginas del original. lie trasladado con cuanta esactitud me ha sido
posible los pensamientos del autor, sin omitir ninguna délas numerosas máximas que reco­
mienda á su hijo comofruto de su consumada esperiencía; y cuando lo he creído oportuno he
aventurado varias notas. Al principíelo quise suprimir las cien primeras cartas, porque me
pareció no ver en ellas mas que rudimentos para la niñez, consignados en mil libros elementa­
les; pero después cambió de propósito, tanto por la razón que asienta en su aviso el editor
ingles, como porque me figuré que los lectores tendrían mucha curiosidad de conocer cuales
fueron las primeras lecciones que dió á su hijo un hombre tan versado en la ciencia del mundo,
y tan distinguido bajo todos aspectos como sin disputa lo fué el autor.
Mi ánimo desde un principio fue dedicarte mi trabajo, y espero que lo admitas como testi­
monio del sincero afqcto que te profesa tu amante hermano
Luis.

Señor Don Manuel Maneiro, Cónsul de Méjico en Burdeos.

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AVISO DEL EDITOR INGLES.

Lord Chesteríield ha brillado tanto en el mundo, y sus talentos son tan conocidos, que
seria superfino detallar minuciosamente sus acciones; pero no parece inútil esplicar el objeto
general de sus cartas y esponer las razones que le indujeron á tratar el importante asunto de
la educación.
Bien sabido es que este hombre célebre tuvo un hijo natural, á quien profesó el mas tierno,
cariño, y cuya educación fué, durante varios años, el particular empeño de su vida. Después
de procurarle los tesoros mas preciosos de la literatura antigua y moderna, quiso que también
adquiriese el conocimiento de los hombres y de las cosas, que él mismo había alcanzado por
medio de una larga y consumada esperiencia. Tal fué el fin conque fueron escritas estas cartas.
El lector observará que comienzan por los primeros elementos adaptados á la capacidad de un
niño, y que estendiéndose gradualmente sobre aquellos preceptos y avisos propios para dirigir
y protejer ala tierna é incauta juventud, terminan con las instrucciones y los conocimientos
necesarios para formar al hombre cabal, capaz de brillar como cortesano en los palacios, como
orador en la tribuna y como ministro en los países estrangeros.
Para lograr estos intentos, el Conde, deseoso siempre de que su hijo se adhiriese á la mas
pura moral, parece haber considerado como su principal y mas indispensable objeto, establecer
en el periodo mas temprano de la vida, un firme cimiento de buena conducta y de sana religión.
Su segunda mira fué, que aprendiese perfectamente los idiomas muertos y los diferentes ramos
de la buena literatura, á cuyo fin hizo que estudiase los autores mas selectos de la antigüedad.
También se propuso que adquiriese aquella idea general de las ciencias que un caballero no
puede ignorar sin cierto deshonor. El artículo con que el Conde termina su sistema de educa­
ción, y que recomienda mas particularmente en toda su obra, es el estudio de aquella útilísima
y estensa ciencia, es decir, el conocimiento del género humano. En prosecución de este objeto,
indaga y examina con la mayor esactitud los resortes del corazón del hombre, y descubre el
móvil de todas sus acciones, viniendo de aquí que conceda tanta importancia y atribuya un
mérito tan grande, á las prendas llamadas comunmente agradables, que él consideraba como
requisito de lo mas necesario para que un hombre llegue al grado de perfección posible.
Sería inútil difundirse sobre el mérito de una obra de esta especie ejecutada por tan gran
maestro, mérito que toda persona sensata debe reconocer tanto mas, cuanto que hasta ahora no
sabemos que se haya publicado entre nosotros nada que se le asemeje. Apelamos al público
ilustrado para que decida del grado de entretenimiento y de instrucción que procuran estas
cartas, y nos lisonjeamos de que serán leídas con general satisfacción, si se considera que la
mayor y mas esencial parte de ellas fué escrita cuando el Conde deChesterficld gozaba de todo
el vigor de su alma, y poseía todas aquellas grandes cualidades que lo hicieron admirar en
Inglaterra, reverenciar en Irlanda, y apreciar en todos los lugares en donde fué conocido.

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VIII

Celebrado en toda la Europa por sus superiores talentos en el arte epistolar, por el esplen­
dor de su ingenio y por la solidez y estension de su saber ¿se creerá acaso que haya mucha
presunción, al asegurar que ejerció hasta lo sumo todas estas cualidades en su favorito objeto
—la educación; y que para formar el alma de un hijo idolatrado agotó aun aquellas facultades
que, de parecer de todo el mundo, poseía en grado eminente?
Algunos quizá pensarán que las primeras cartas de esta colección, escritas para la ense­
ñanza de un niño de siete años, no merecían publicarse. Sin embargo, se han unido á las otras
porque varias personas eruditas y de juicio sólido han creído el todo absolutamente necesario
para formar un sistema de educación completo. En efecto, el lector observará que el Conde
dice á su hijo repetidas veces, que el cariño que le tiene le induce á no considerar como trivial
ni pequeño cualquiera estudio que pueda serle útil; de modo que no nos hemos creído autori­
zados á suprimir lo que un hombre tan esperimentado juzgó necesario para completar su
empresa. Sobre este punto podemos apelar mas particularmente al juicio de los que siendo
padres ellos mismos, y amando tiernamente á sus hijos, saben apreciar la necesidad de aquellos
avisos. Las lecciones esparcidas en estas cartas, se hallan felizmente combinadas para formar
ó instruir el alma de un niño que apenas comienza á despuntar, y para prepararla á recibir las
tempranas lecciones de la erudición y de la moral. Muchas de estas cartas se han estraviado
con gran sentimiento nuestro, pero podemos asegurar que todas las que ahora publicamos, y
cuyos originales se hallan en nuestro poder, son auténticas, y que no hay en ellas un solo
renglón que no sea del Conde de Chesterfield.
Por lo que hace á las repeticiones que á veces ocurren, y que muchos podrían tomar por
descuido y creer que habría sido mejor suprimirlas, son tan variadas, y su significado aparece
bajo tales y tan diferentes luces, que sería imposible cambiarlas sin mutilar la obra. El lector
observará también, que el Conde declara espresamente en varios lugares, que el objeto especial
de tales repeticiones es inculcar mas profundamente sus discursos. Una razón tan poderosa
dada por el mismo autor, nos ha hecho creer que era de lo mas necesario no desviarse
del original.
Aunque las cartas escritas desde que M. Stanhope fué empleado en calidad de Ministro en
los países estrangeros no se refieren á la educación, sin embargo, como forman la serie de las
cartas del autor á su hijo, y descubren sus sentimientos sobre varios asuntos interesantes,
tanto públicos como privados, se ha pensado que no dejarían de ser gratas al lector.
Permítasenos agregar que si la presente obra es para la juventud de nuestra patria tan
útil como la creemos, quedarán satisfechos nuestros mayores deseos.

Aviso posterior.

La favorable acogida que generalmente ha dado el público á esta obra, ha inducido al


editor á presentar una ó dos reflexiones en respuesta á ciertos reparos hechos contra ella por
algunas personas armadas quizá de escesiva severidad.
Se ha objetado que Lord Chesterfield tenia una opinión muy desfavorable del género
humano, y por consiguiente, que algunos de sus avisos y preceptos son propios para inspirar
desconfianza y artificio en la conducta. Admitiendo que este cargo sea fundado, es de temer
que mientras mas conozcamos el mundo, menos inclinados seamos á condenar una prudencia
cscesiva á este respecto; porque la juventud naturalmente sencilla, incauta en su proceder y
sin mella aun en el mundo, rara vez deja de ser la presa de almas insidiosas y esperimentadas ;
y con todo, vemos á menudo en esta obra que el autor aconseja invariablemente á su hijo que

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IX

no pase los límites que llevan ala falsedad y ala simulación; y hallamos igualmente que lo
recomienda un apego constante á la moral mas estricta, y que conserve su fama ilesa y libre
de toda mancha. Esto mismo aparecerá á quien leyere estas cartas con alguna atención.
La parte relativa al bello sexo ha suscitado también varias objeciones, pero creemos recla­
mar con razón alguna indulgencia por lo que un hombre mundano escribe á otro. Podemos decir
en justificación del autor, que sus miras se dirigieron constantemente á inspirar á su hijo el
mayor aborrecimiento á aquella clase de mugeres que se ganan por motivos interesados, y
cuya compañía veia él como la perdición de los desgraciados jóvenes que la frecuentan.

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NOTICIA DE LA VIDA DEL AUTOR

TOMADA D£ LA £L>LCLON IAGIJF.SA.

El Conde de Chesterfield nació en Londres en Setiembre ae 1694, y fué educado por tutores
especiales hasta la edad de 18 años . Pasó después al colegio , y se dedicó con tanto celo y placer al estudio de los
autores clásicos , que según confiesa él mismo , faltó muy poco para que llegase á ser un insigne pedante . En 1714
emprendió su correrla por Europa, considerada en aquel tiempo como indispensable para completar la educación
de un caballero noble . Los preludios de su viaje fueron un tanto desgraciados , porque durante su residencia en la
Haya, adquirió aquella inclinación al juego que mas ó menos le acompañó hasta los últimos momentos de su vida;
pero esto no le hizo perder de vista el principal objeto de sus viajes, que fué conocer las córtes y política de Europa, y
debe confesarse que llegó á poseer esta ciencia en el mas alto grado de perfección.
En 1715 regresó á Inglaterra, y por influjo de su tio, entonces Secretario de Estado, fué
nombrado Camarero del príncipe de Gales. También obtuvo un asiento en el parlamento, en
donde comenzó á ejercitar su elocuencia; pero no teniéndola edad requerida, fué amenazado
por sus adversarios, y esto le obligó á ausentarse de la Cámara de los Comunes por algún
tiempo, que pasó en París. Parece que se ocupó en aquella ciudad en algún servicio público,
pero ahora no es posible señalar de qué especie fué. En 1716 regresó á su patria, y cuando se
introdujo la discordia éntrela córte y el príncipe de Gales, dedicó sus talentos en servicio del
príncipe (después Jorge II) á pesar de las urgentes súplicas de sus parientes que eran del partido
opuesto. En 1726 murió su padre, y tomó entonces asiento en la cámara de los Pares, en donde
su elocuencia llegó á ser admirada , distinguiéndose particularmente por la feliz elecciondc sus
imágenes y alusiones, y por una elegancia de lenguaje mayor de la que había sido usual en aquella ilustre asamblea.
Estas prendas no solo se vieron realzadas por la fuerza natural de su talento, que era de lo mas brillante y cultivado,
sin » por la amistad que llevaba con los primeros ingenios de Inglaterra y del continente . Pope. Algarolti , Voltaire y
Montesquieu figuraron en el número de sus íntimos amigos.
XII

Como Lord Chesterfield se había adherido al príncipe de Gales, era natural pensar que cuando este subiese al trono,
elevaría á su adicto á los puestos mas distinguidos ; pero el único empleo que obtuvo fue el de embajador en Holanda,
en desempeño del cual mostró unos talentos de hombre de Estado , superiores á lo que era natural esperar de un
sugeto en cuya conducta csterior se descubría mas bien el amor á la disipación que á los negocios, El rey se manifestó
tan satisfecho de sus talentos y habilidad para evitar una guerra con Hanover, que lo hizo mayordomo mayor de la
casa real y caballero de la Jarretera. En 1732 dejó la embajada con motivo al mal estado de su salud, y cuando se
recuperó volvió á ocupar su asiento en la Cámara de los Pares , en donde se mostró firme adversario del célebre
Walpole. Persistió en estos principios hasta la fusión délos partidos en 1744, y entonces entró en el gabinete sin contar
con las simpatías del rey, que, por su larga y obstinada oposición, habia sido inducido á considerarle como enemigo
personal.
En 1745 fue de nuevo enviado en calidad de embajador á Holanda, y poco después nombrado
Gobernador de Irlanda, cuyo empleo desempeñó, mas que ningún otro, con la mas alta reputa­
ción y provecho para ambos países. Sus servicios allí fueron sin embargo cortos, porque S. M.
ya perfectamente reconciliado, le nombró en Noviembre de 1746 principal Secretario de Estado.
En 1748 renunció, por no considerarse capaz de obtener en el gabinete ciertas medidas que él
estimaba muy importantes; poro á mas de esto su salud se deterioró hacia este tiempo; frecuen­
tes vahídos le molestaban y le impedían desempeñar con crédito ni descanso, las continuas
fatigas de aquel empleo; y aunque ocasionalmente tomó después parte en los debates déla
Cámara de los Pares, dedicó el resto de su vida á las tranquilas ocupaciones del mundo elegante
y literario, y en ambos teatros arrojó el mayor brillo. Su favorita ambición fué sen considerado
como Mecenas de los hombres instruidos, y muchas veces se condujo con ellos liberalmento
como en el caso del poeta Hammond; pero la obstinada independencia de Samuel Johnson no
era para doblegarse alas atenciones del Conde, y el doctor, creyéndose menospreciado, le escri­
bió aquella carta faj que con tanta frecuencia ha sido leída y admirada como modelo de un noble
y digno resentimiento.
En varios periodos de su vida el autor hizo célebre su nombre en la república de las letras.
Sus principales producciones fueron publicadas en los periódicos de su tiempo, particularmente
en los titulados La Niebla y el Sentido Común. Sin embargo, los que envió á otro periódico, de­
nominado El Mundo, son mas universalmente admirados, por la agudeza y elegancia de su es­
tilo. Sus arengas sus papeles de Estado y su variada correspondencia, son también
, muy
ironía y
apreciables, porque están llenos de elocuencia y de felices arranques de de
ridiculo.
Pero de todos sus escritos las cartas á su hijo, que jamás pensó dar á luz, son las mas célebres y han sido siempre
las mas populares . En 1733 se casó con Melosina de Schulemberg , condesa de Walsingham /'óJ, pero de este
matrimonio no tuvo descendencia . Su hijo natural , á quien escribió estas cartas , fué el fruto de una amistad que
contrajo en la Haya; y parece que el objeto favorito de su vida, fué hacer de este hijo un perfecto dechado, tanto por lo
que hace

(*) Vease la nota de la carta de 28 de Febrero de 4751 en donde so inserta.

(6) Esta dama, dice Lord Mahon, era nieta de la Duquesa de Renda!, ó mas bien, como se sospechó con fun­
damento, hija suya y del rey Jorje 4o. Tr.
Xllf

á la finura y elegancia de un caballero, como á los talentos propios á un consumado hombro


de Estado. A este fin vigiló su educación con la mayor solicitud, y ademas de poner á su lado
hábiles tutores y gastar profusamente en sus viajes, mantuvo con él uua larga correspondencia
sobre todos los puntos interesantes á la juventud ó importantes á la virilidad. Después le pro­
curó algunas misiones diplomáticas, principalmente la de euviado á Dresde ; pero al asegurarse
que fue hombre integro, se dice que era de maneras llanas y en ningún modo el caballero por
escelencia que su padre había tratado de formar. El biógrafo del autor dice, que si este no so
hubiese propuesto mas que hacer á su hijo idóneo para la mediana y quizá mas afortunada si­
tuación de la vida, habría logrado completamente su intento; pero deseaba constituirle propio
para una posición mas brillante, ó, usando de su propia espresion, elevarlo sobre un pedestal
mas alto del que convenia á su figura. La ciencia del mundo es tan necesaria como la de los
libros para tal situación, y este jóven, aunque no tratado por la naturaleza con ojos do madras­
tra, requería la asistencia del arte. La perspicacia del padre descubrió muy pronto las imper­
fecciones del hijo, y convencido de que en Inglaterra no podría remediarlas, resolvió hacerlo
viajar. Su objeto fue reunir en su hijo lo que nunca había visto en una misma persona: la só­
lida literatura de su propio país y el desembarazo, las maneras y las gracias, que en su opinión
solo se encontraban en Francia. La guerra no le permitió enviarlo inmediatamente á aquella
grande escuela de urbanidad y degusto, y quiso antes prepararlo gradualmente haciendo que
pasase unos cuantos años en Alemania y en Italia. Para conservar intacta la pureza de su cora­
zón y cultivar su alma, lo puso bajo el cuidado del presbítero Walter Harte de Oxfort, que le
había sido recomendado por su amigo Lord Littelton. Este tutor no poseía ciertamente ningu­
na de las gratas cualidades que el Conde deseaba en su hijo; y ademas, como ni el gusto ni la
profesión, ni aun en verdad, la persona de este nuevo guia, podían permitirle acompañar á su
pupilo á las sociedades distinguidas, muchas veces, especialmente en Italia, permitió que se
acompañase con jóvenes compatriotas suyos que lo familiarizaron con lo peor.
M. Stanhope estudió en Lausana y Lipsia; fué á Dresde y á la córte de Berlín ; después
visitó á Venecia, Roma y Ñápeles, París y Bruselas, Holanda y algunas partes de Alemania.
Cuando regresó en 1754, logró un asiento en el parlamento, y su padre trabajó infinitamente en
prepararlo para su primer aparecimiento como orador, pero en vano, porque llegado el caso,
se detuvo á causa de su cortedad, y acudió á sus notas manuscritas, de modo que nunca intentó
perorar de nuevo. Después fué á Ratisbona con carácter público, y á su regreso se le confirió,
el nombramiento, ya dicho, de euviado á la córte de Dresde. Pero su salud se hallaba entonces
muy debilitada. La última carta que su padre le escribió es de 17 de Octubre de 1768, y está
llena del mas tierno desasosiego por haber sabido que el mal que le atormentaba era una hi­
dropesía. Se ensayaron en vano todos los recursos de la medicina, y murió en una aldea cerca
de Aviñon el 16 de Noviembre de 1768.
Su padre vivió hasta el 24 de Marzo de 1773 ; pero durante los últimos años de su vida pre­
sentó únicamente los decaídos restos de un pasado cortesauo, de un literato y de un caballero.
El Dr. Maty, su biógrafo, le alaba como « un noble sin paralelo en su tiempo, tanto por la va riedad de sus talentos y el
brillo de su ingenio, como por su urbanidad y su elegante conversacion. Fué á la vez hombre de placeres y de negocios,
pero sin permitir jamás que losprimeros robasen el tiempo que reclamaban los últimos . Su embajada á Holanda
muestra su experiencia , su destreza y su habilidad como negociador . Su gobierno en Irlanda, en donde su nombre es
aun reverenciado por toda clase de personas , patentiza su integridad , su vigilancia y su profunda política como
hombre de Estado . Sus arengas en el parlamento fijan su reputacion como orador distinguido , sobre todo por una
elocuencia refinada y poco común. Su

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conducta, en la vida publica, fue recta, escrupulosa y constante: en la privada, amistosa y
benévola, y en ambas, grata, afectuosa y concillante faj. »
Superfino sería entrar en estensas digresiones sobre el mérito de estas cartas fbj 9 que se
han vendido sin interrupción é impreso varias veces durante los últimos treinta años, en cuyo
lempo han sido comentadas y criticadas de mil maneras. La escelencia del estilo epistolar del autor , debe
considerarse como modelo, y su conocimiento de la naturaleza humana., derivado
de su largo trato con hombres de todo país y condición, le constituyen ciertamente capaz de
establecer reglas sólidas y útiles, sobre multitud de asuntos altamente importantes á la juven-
, aator tenia muchas razones para restringir estas cartas á solo el uso de su hijo, y sin
argo, vemos que su estilo es mal limado y correcto que el de los trabajados productos de
gunos de nuestros mas célebres escritores epistolares. Puede en verdad dudarse si algún au
-
or ing es ha presentado modelos mas hermosos de estilo epistolar, y debemos mostrarnos
mas orgullosos de ellas, cuanto que han contribuido á estinguir la antigua preocupación
as naciones estranjeras, que han creído que los Ingleses sobresalen en los escritos sistemá-
del genio y de la literatura, pero que jamás han podido escribir cartas. Lord Chesterfield,
po e contrario, ha patentizado que una carta elegante no es mas que un discurso correcto,
q e traslada fácilmente al papel las primeras ideas, y dicta con el mas afortunado efecto, las
máximas de la sabiduría y de la prudencia.

(a) El mismo biógrafo al terminar este retrato del Conde de Chesterfield agrega: Ules fuero* nu perfecciones;
quede para quien le sobrepujare en ellas el hablar desús defectos.

(ó) En Agosto de 4774 escribía Voltaire lo siguiente á Madama du Deffand : • II y a beaucoup á apprendre
daos ces Lettres, et je ne sai» ai ce n’cst pas le meilleur litro d’éducation qu’on ait jsmais fait. Lord Chesterfield
veut que bou fils cherche h plairc ct luí en donne les moyens......... • Ta.

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ERRATAS.
Plflu CaIbmí Linea Dice Uase
V 23 principíelo principio
Id. 2a 20
4 2* 37 este esto
7 2* 57 individuo dividido
20 Ia 4 la le
38 2* 56 e el
55 |a 37 uno se aumenta luego calmo sino’se aumenta luego calma
56 2a 38 urbanidad urbanidad;
57 Ia 17 frecuentes frecuentes evacuaciones
75 2a 21 (6) (c)
id. id. 22 (ó)
80 i• 28 (¿1 (c)
id. id. 32 (c) (¿)
89 2a 31 el al
96 Ia 6 lógica; lógica,
110 2a 6 los eran lo serán
111 Ia 54 los lo
126 Ia 39 queda quede
134 Ia 60 US tus
138 Ia 52 meneras maneras
156 2a 17 menos como menos, que el como
159 2a 45 las con Mas con
160 Ia 58 e ne
id. 2a 1 pensamientos pensamientos ?
Id. 2a 53 tonto tanto
165 2a 4 quo que
184 2a 36 falta falla
192 2a 5 frívolo, frívolo con el frivolo
40 2a 12 lato lato y
242 2a 29 fraco franco
261 Ia 42 de la de lo
272 2a 41 ellos ello.
281 Ia 7 et y
283 Ia 1 negocios negocios y ios
292 Ia 10 dable dable.»
294 Ia 10 delantera. delantera,
299 2a 13 superio superior
id. 2a 20 le lo
344 2a 31 cosa cosas
id. id. 54 esprecion espresion
347 ja 14 inmacuado inmaculado
351 2a 61 mis mil
352 Ia 19 pezcuezo pescuezo
id. 2a 25 defecos defectos
354 2a 3 cargo cargos
id. id. 27 sus su
id. id. 54 une un
359 2a 18 zuzurro susurre
360 Ia 32 lo la
id. 2a 5 de del
id. id. 23 dominan denominan
361 Ia 8 todo á este todo este
id. 2a 23 quizo quiso
id. id. id. hiso hizo
366 Ia 52 Parcímonia Parsimonia
369 2a 62 can con

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DE

LORD CHESTERFIELD
A SU HIJO
>»« •<<<

nos, es conveniente que tengas de antemano una nocion


SEÑOR MIO. general del origen de la poesía, y de las historias á que
Se me ha dicho que hacéis preparativos para aluden los poetas con mas frecuencia. Has leido ya la
viajar, y que comenzareis por Holanda (b\ de modo historia poética, que espero no habrás olvidado, y en
que he creído de mi deber desearos un viaje próspero ella hallarás la de los dioses y diosas de que hablan los
y vientos favorables. Espero que tendréis la bondad de poetas á cada paso. Aun los modernos han adoptado
participarme vuestro arribo á aquella república, y las todas estas historias de los antiguos. Por ejemplo, un
observaciones curiosas que hiciereis en el curso de vues­ poeta Ingles ó francés invoca al principio de su obra á
tros viajes. Apolo, dios de los versos ; invoca también á las nueve
Visitareis en primer lugar La Haya, que es el pueblo Musas, diosas de la poesía, y les pide que le sean propi­
mas hermoso del mundo, porque no se considera como cias ó favorables, y que le comuniquen su genio. Por eso
ciudad. Amstcrdam, que se juzga como la capital, es te envio aquí la historia de Apolo y la délas nueve Musas
ciudad muy bella y rica. Hay ademas en Holanda varias ó nueve hermanas, como se les llama comunmente. Apo­
ciudades considerables, como Dordrecht, Haarlem, Ley- lo lleva á veces el nombre de dios del Parnaso, porque
da, Delft, y Roterdam. se supone que vive regularmente en un monte así lla­
Vereis por toda Holanda la mayor limpieza, y aun las mado.
calles mismas son mas aseadas que nuestras casas por El talento de hacer buenos versos, que espero tendrás,
aquí. El comercio holandés es muy estenso, particular­ es muy apreciable, porque siendo mucho mas difícil es-
mente con la China, el Japón y el resto de las Indias presar los pensamientos en verso que en prosa, es mas
Orientales. meritorio hacerlo así. A Dios.,
Vais á tener muchos dias de fiesta consecutivos; apro­
vechadlos, divertios bien, y á vuestro regreso será nece­
unoscc»» ■
sario que recobréis el tiempo perdido aprendiendo cuanto
fuere posible. A Dios.
Apolo fué hijo de Júpiter y de Latona, que lo dió á luz
al mismo tiempo que á Diana en la Isla de Délos. Es
dios del día, y por eso se le llama comunmente Febo.
También lo es de la poesía y de la música, y como tal
es representado con una lira en la mano. Tenía un tem­
lSLEWORTH. plo famoso en Delfos donde pronunciaba sus oráculos,
es decir, preveía el porvenir. Los poetas lo invocan á
Mi querido hijo. menudo para que los anime con su fuego, y puedan can­
Como con el tiempo has de leer los poetas griegos y lati- tar dignamente las alabanzas de los dioses y de los
hombres.
Las nueve Musas fueron hijas de Júpiter y de la diosa
(a) El autor escribió sus primeras cartas en franccsr cou la
Menemosina, es decir, de la memoria, para indicar que
mira de instruir á su hijo en este idioma.
la memoria es necesaria en las artes y las ciencias. Sus
(b) Felipe Stanbope hizo un viaje á Holanda á la edad de nombres son Caliope, dio, Eralo, Euterpe, Mclpomcnc,
cinco años, y esta primera carta es solo una chanza. Pulimnia, Terpsícore, Talía y Urania. Son diosas de la
1
CARTAS

poesía, de la historia, de la música y de todas las cien­ Con motivo á la historia de Dido se compuso el bonito
cias y artes. Los poetas representan á las nueve Musas epigrama que te copio en seguida, y que fácilmente
muy jóvenes y bellas, adornadas de guirnaldas de flores. puedes aprender de memoria.
Los montes en que viven son el Parnaso, el Helicón, y
el Pindó. Tienen también dos fuentes célebres llamadas Pauvre Didon, oüt’a réduite
Hipocrene, y Castalia. Cuando los poetas las invocan, De tes maris le triste sort ?
les piden que dejen por un momento el Parnaso y su L'un,enmourant, causa tafuite,
Hipocrene, para venir á inspirarles en la composición L’autre, enfuyant, causa tamort (a).
de sus versos. El Pegaso es eí caballo poético mencio­
nado á menudo por los poetas. Dió una patada contra el Te dije, querido mió, que te enviaría algunas histo­
monte Helicón y al momento nació la fuente Hipocrene. rias para entretenerte, y te vá ahora la del sitio de
Cuando un poeta compone versos se dice que se halla Troya que es muy divertida. Homero, un antiguo poeta
montado en su Pegaso. griego, compuso sobre este asunto el mejor poema épico
que conocemos. Te diré de paso que un poema épico es
un poema estenso sobre algún acontecimiento impor­
tante , ó sobre las acciones de algún grande hombre.
El sitio de Troya es tan famoso por haber durado diez
anos, y por el gran número de héroes que lo empren­
dieron , que de ninguna manera debe ignorarse. Cuando
Isleworth, 19 de Junio de 1738. tuvieres mas edad lo leerás en el griego mismo de
Homero.
Eres el mejor muchacho del mundo, y tu última tra­ A Dios, eres el mejor muchacho del mundo.
ducción es todavia mejor que la primera (a). Esto es pre­ Te envío tu carta correjida, pues aunque eran pocas
cisamente lo que se necesita, adelantar cada dia mas; si las faltas que contenía , siempre es bueno que las co­
continúas bajo este pié, aunque te amo ya mucho, te ama­ nozcas.
ré mucho mas ; y si aprendes bien, y liegas á ser hombre
instruido, todo el mundo te querrá y deseará tu compa­
ñía, á la vez que la de los ignorantes se evita siempre.
Para no ser yo mismo ignorante leo mucho ; el otro dia
lela yo la historia de Dido que voy á referirte.
Dido, hija de Délo, rey de Tiro, era muger de Siquéo á
Orlgen de la Gnerra entre Griegos y T royanos.
quien amaba tiernamente ; pero como este poseía mu­
Sitio y Toma de Troya.
chas riquezas, Pigmaleon, hermano de Dido, lo mató y
se las robó. Dido, temerosa de que su hermano la ma­
tase también, huyó á Africa, en donde fundó la hermosa Reinaba la paz en el cielo, y los dioses y diosas goza­
ciudad de Cartago. Al mismo tiempo aconteció que Eneas ban de perfecta tranquilidad; mas la diosa de la discor­
huía de la ciudad de Troya, tomada é incendiada por los dia que se complace en la confusión y las querellas, des­
Griegos, y navegando para Italia con otros Troyanos, contenta con esta calma, determinó turbarla , y á este
sobrevino una tempestad que lo arrojó á las costas de fin arrojó entre las diosas una manzana de oro, en que
Africa y arribó á Cartago. Dido lo recibió favorablemen­ se hallaban escritas estas palabras : á la mas hermosa.
te, y le permitió que permaneciese el tiempo necesario Al punto cada una de ellas, teniéndose por tal, quiso
para reparar su flota; pero por desgracia suya se enamo­ obtener la manzana, porque la hermosura es tan codi­
ró de él. Eneas, como fácilmente te persuadirás, no se ciada de las diosas, como de las damas mortales. La dis­
manifestó cruel. Cuando los buques se hallaron listos, puta se entabló principalmente entre Juno esposa de
Eneas trató de partir para Italia, adonde lo enviaban los Júpiter, Venus diosa del amor, y Palas diosa de las artes
dioses para que fundase á Roma; pero Dido, que no y de las ciencias. Al fin determinaron someterse al jui­
quería que se ausentase, le echó en cara su ingratitud y cio de un pastor, llamado París, que apacentaba sus ga­
los favores que de ella había recibido ; mas de nada le nados en el monte Ida, y que no obstante, era hijo de
valió, porque Eneas supo aprovechar la noche para dar Priamo, rey de Troya. Comparecieron pues las tres dio­
la vela, y la pobre Dido, llena de desesperación al verse sas desnudas delante de París, porque para juzgar con
tratada de tal manera por un hombre que le era tan que­ equidad , es necesario verlo todo. Juno le ofreció las
rido, mandó encender una grande hoguera y pereció ar­ grandezas del mundo con tal que se decidiese en su fa­
rojándose en las llamas. Cuando tuvieres mas edad leerás vor-, Palas le prometió las artes y las ciencias; pero
toda esta historia en latín, escrita por Virgilio en un poe­ Venus, que lo tentó con la muger mas hermosa del
ma muy hermoso llamado la Eneida, (b) mundo , obtuvo la preferencia, y recibió la manzana*
Si tú abondonases á la Señorita Pinkerton por la Se­
ñorita Williams, crees que haria otro tanto ? A Dios que­
rido mió. (a) Este epigrama es muy antiguo y no se espresó original­
mente en francés. El poeta Ausonio había escrito ya, en el si­
glo 4o bajo el reinado del emperador Valentiniano el siguiente
(/») El autor dispuso que su hijo virtiese al ingles lascarías disi ico latino.
que él le escribía en francés, y que le remitiese las traduc­ Infeliz Dido I nulli bene nupta marito;
ciones. fíoc perennte fugis, hoc fugiente peris.
(b) Como resplandece el sol . Rcliollcdo lo tradujo así :
Del Zodiaco en doce signos, Desdichada en maridos
Asi Marón resplandece Dido en Virgilio luce :
De la Eneida en doce libros. Huye por el que muere,
(J. Triarte.) Tr. Muere por el que huye. Tr
DE LORD CHESTERFIELD

Ya te puedes imaginar cual seria la alegría de Venus , ques, y abandonaban el sitio. Los Troyanos cayeron en
y el enojo de Juno y de Palas. Venus , en cumplimiento la trampa , llevando el caballo á ia ciudad , lo cual les
de su palabra, dijo á Paris que fuese á Grecia á casa de costó muy caro, porque los soldados salieron del ca­
Menelao, la muger del cual, llamada Elena, se enamo­ ballo durante la noche, incendiaron la ciudad, abrieron
rarla de él. Fue en efecto, y Menelao lo recibió bondado­ las puertas á los Griegos que habían vuelto á avanzar,
samente; pero poco después se fugó con Elena y la con­ y entrando á fuego y sangre saquearon la ciudad, y pa­
dujo á Troya. Irritado Menelao con este ultraje , se saron á cuchillo á todos los habitantes , escepto unos
quejó á sn hermano Agamenón, rey de Micenas. que em­ cuantos que escaparon huyendo, y entre ellos Eneas, de
peñó á los Griegos en la venganza de esta afrenta, y quien te he hablado, y que se salvó llevando sobre sus
envió embajadores á Troya para reclamar á Elena , con espaldas á sn padre Anquises á causa de su vejez, y de
órdenes de declarar la guerra en caso de negativa. la mano á su hijo Ascanio porque era jóven.
Paris se rehusó á entregarla, y entonces comenzó la
guerra , que duró diez años y cuya historia te enviaré
muy pronto.
HImtorta de Ayax.

—- Ayax, uno de los Griegos mas valientes que asistieron


al sitio de Troja, fué hijo de Telamón, principe de Sala-
mina. Cuando murió Aquiles, pretendió que sus armas
le pertenecían por ser su pariente mas cercano; pero
Isleworth, 30 de Junio de 1138. Clises se las disputó y las ganó, resultando de aquí que
Ayax perdiese el juicio y comenzase á matar los rebaños
Te envio ahora, querido mío, una historia muy su­ que encontraba figurándosele que eran Griegos , y ai fin
cinta del sitio de Troya, por la que verás que los troya- se quitó la vida volviendo la espada contra m mismo.
nos fueron justamente castigados por haber sostenido
la injusticia de Paris.
Pronto te enviaré también la historia particular, que
Historia de Néstor.
merezca saberse, de varios reyes y héroes que se halla­
ban en el campo de los Griegos. Debí haberte dicho que
la ciudad de Troya está en Asia, y que Grecia es un pais Néstor era el mas anciano y prudente de cuantos
de Europa, situado en ia parte que hoy se denomina Griegos asistieron al sitio de Troya. Tenia muy cerca de
Turquia Europea. trescientos años, de modo que los Griegos confiaron á
Considerando los adelantos que haces diariamente, es su saber y esperiencia todas las operaciones del ejército.
seguro que con el tiempo llegarás á saber mucho ; y aun Aun en nuestros dias solemos decir de un hombre muy
temo que muy pronto sepas mas que yo. Te lo perdo­ viejo y prudente que es un Néstor.
naré sin embargo, y me dará mucho gusto pasar por
ignorante en comparación tuya. A Dios.
Historia de ulises.
Historia del Sitio de Troya.
Ulises, otro príncipe que asistió al sitio de Troya, era rey
de Haca é hijo de Laerte . Amaba tanto á su muger
Habiendo rehusado los Troyanos la restitución de Pcnelope, que no queriendo separarse de ella para ir al sitio
Elena á su marido, los Griegos les declararon la guer­ de Troya , creyó hallar una escusa fingiéndose loco ; pero
ra ; y como en aquel tiempo habla en Grecia un nú­ habiendo sido descubierto , se vió obligado á ir á Ilion. Era
mero considerable de reyes, cada uno contribuyó con el mas hábil y astuto de todos los Griegos. Durante los diez
sus tropas, y las mandó en persona ; pero siendo nece­ años que asistió al sitio de Troya , su muger Penelope tuvo
sario que alguno las mandase en gefe, se avinieron todos muchos amantes, pero no escuchó á ninguno, y así decimos
en conferir esta autoridad á Agamenón, rey de Micenas hoy en alabanza de alguna muger casta , que es una
y hermano de Menelao, marido de Elena. Penelope.
Se embarcaron pues para Troya; pero habiendo so­ Después del incendio de Troya pasó Ulises varios años
brevenido vientos contrarios, tuvieron que detenerse en lejos de su casa , contrariado por las tempestades y otros
Aulis, sin poder salir de allí. Con tal motivo el sacer­
dote Caicas declaró que la diosa Diana enviaba estos accidentes . Los viajes de Ulises sirvieron á Homero para
vientos, y que no los cambiaría hasta que Iflgenia, hija componer en Grecia un hermoso poema , titulado la
de Agamenón , le hubiese sido inmolada. Agamenón Odisea. Ulises tenia un hijo llamado Tclémaco.
obedeció mandando traer á Itlgenia: pero un momento Por parte de los Trojanos había también personajes
antes de comenzar el sacrificio, Diana puso en su lugar muy ilustres. Priamo, su rey, era muy anciano, y habla
una cierva, y se llevó á Iflgenia á Tauros, en donde tenido ctncuenta hijos de su mujer Hécuba. Cuando
la hizo sacerdotisa suya. Troya fué tomada, murió á manos de Pirro, hijo de Aqui­
Habiendo cambiado los vientos, el ejército continuó les, y Hécuba fué hecha cautiva de Ulises.
su viaje hasta desembarcar en Troya, y comenzó el
sitio ; mas los Troyanos se defendieron de tal modo, que
este sitio duró diez años , y los Griegos, viendo que Historia de Héctor.
no podían tomar la ciudad, acudieron al artificio, cons­
truyendo un gran caballo de madera, en cuyo vientre Héctor, hijo de Priamo, era el mas valiente de losTro-
encerraron muchos soldados armados, y en seguida hi­ yanos, y tuvo un hijo de su muger Andrómaca llamado
cieron creer á los Troyanos que se retiraban á sus bu­ Astianacte. Quiso batirse contra Aquiles y murió en la

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4 CARTAS

contienda ; después de la cual su vencedor lo ató inhu­ zara su querida Dafne, se sorprendió al ver un árbol en­
manamente á su carro, y lo arrastró en triunfo al rede­ tre sus brazos; pero para atestiguarle su amor, dispuso
dor de los muros de Troya. que el laurel fuese el árbol mas ilustre, y que sirviese para
Cuando la ciudad fué tomada, su muger Andrómaca coronar á los guerreros victoriosos, y á los poetas mas cé­
cayó cautiva en manos de Pirro, hijo de Aquiles, pero lebres, lo cual se practicó siempre después por los anti­
enamorado de ella la tomó por esposa. guos, y aun entre los poetas modernos hallarás á menudo
laureles por victorias. Fulano ha sido cargado de lau­
reles ; mengano ha cortado laureles en el campo de ba­
talla : es decir, ha alcanzado victorias ; se ha distinguido
HlsUrla de Cuandra. por su valor. Espero que tú también te distinguirás algún
dia por esta cualidad, que es muy apreciable en un ca­
Casandra, hija de Priamo, era tan hermosa que el dios ballero, y le atrae mucha consideración (a).
Apolo se enamoró de ella, y le concedió el don de pre-
veer los acontecimientos, bajo condición de que se ren­
dida á sus deseos; pero engañado por Casandra, que no -*-**>ao*e<-*-
quiso concederle los últimos favores, tomó tales medi­
das, que aunque Casandra preveia siempre la verdad,
ninguno la creia; y así hoy, cuando alguna persona pre­
Bath, 30 de Setiembre 1738.
dice las consecuencias de algún negocio sin ser creída,
se dice que es una Casandra.
Mi querido hijo.
Mucho me alegro de que hayas regresado de tus viajes
Histeria de Kneaa. bueno y contento. La danza de tres dias que has tenido
no te habrá agradado tanto como la que vas á comenzar
Eneas, principe Troyano, fué hijo de Anquises, y de de nuevo con tu maestro de baile.
la diosa Venus, que lo protegió en todos sus peligros. Como sé que te gusta aprender, es para mí seguro que
Tuvo un hijo de su muger Creusa, llamado Julo ó Asca- has tomado de nuevo el hilo de tus estudios; porque
nio. Cuando Troya fué incendiada se salvó, llevando en siendo el tiempo precioso y la vida corta, es necesario no
hombros á su padre Anquises, y por este motivo se le perder un solo momento. Un hombre de juicio saca todo
llamó el piadoso Eneas. el partido posible del tiempo, empleándolo en aprove­
Ya sabes lo que le sucedió en Cartago con la diosa chamientos ó en diversiones. Se dice que la ociosidad es
Dido; de allí fué á Italia en donde se casó con Lavinia madre de todos los vicios ; por lo menos no hay duda en
hija del rey Latino, después de haber matado á su rival que es el patrimonio de los necios, y que nada es mas
Turno. despreciable que un desidioso. Catón el Censor, viejo
Rómulo, fundador de Roma, descendía de Eneas y de Romano de gran virtud y sabiduría, acostumbraba decir
Lavinia. que solo se arrepentía de tres cosas en su vida: haber
confiado un secreto á su muger; haber Ido una vez por
mar adonde pudo ir por tierra ; y haber pasado un dia
-h>QO(cm sin hacer nada. Considerando la manera con que tú em­
pleas el tiempo, confieso que envidio el placer que ten­
drás al verte mucho mas instruido que otros jóvenes de
mayor edad. Qué honor recaerá sobre tí, qué distincio­
Isleworth, 29 de Julio. nes, qué aplausos encontrarás por todas partes ’. Confiesa
que este ha de ser muy grato. La ambición de aventajar
á los otros en mérito y en saber es muy laudable ; á la
Mi querido hijo. vez que querer sobrepujarlos únicamente en preeminen
Te envié en mi última la historia de Atalanta (a), que cías, gastos, tren y vestidos, no es mas de vanidad necia
sucumbió á la tentación del oro; y ahora te va la de una que hace al hombre muy ridiculo.
muger que se mantuvo firme contra todas las tentacio­ Volvamos á tomar la geografía para entretenernos con
nes. Llamábase Dafne, y era hija dei rio Peneo. Apolo los mapas, porque ahora que los dias son cortos, no po­
estaba Iogo de amor por ella, y Apolo, como sabes, era drás pasear después de comer ; y como no obstante, es
un dios lleno de perfecciones, porque ademas de ser jó- preciso divertirse, nada podrá hacerlo mejor que el exa­
ven y hermoso, era dios del dia, de la música y de la men de los mapas. A Dios, eres un muchachillo de lo mas
poesía ; pero todas estas relevantes cualidades no lo sir­ sobresaliente.
vieron de nada, y la persiguió sin que hubiese querido Dá memorias mias á tu mamá.
nunca escucharle.
Habiéndola encontrado un dia en el campo, la siguió
con ánimo de forzarla. Dafne corrió todo lo posible para
escaparse, pero no pudiendo mas, y acercándose el mo­ (a) Tener en mucho un pedio se ¿ebria
mento de verse en los brazos de Apolo, los dioses, que A dó el temor jamás halló posada,
aprobaban su virtud y compadecían su suerte, la trans­ Temor que honrosa muerte nos desvía
formaron en laurel; de modo que Apolo, que creia abra- Por una vida infame y deshonrada :
En ios peligros grandes la osadía
Merece ser de todos estimada:
El miedo es natural en el prudente,
(4) No se ha encontrado, pero ci lector verá en otra carta la Y el saberlo vencer es ser valiente.
historia de Atalanta. (EbCII.LA.) Tr.

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DE LORD (’HESTERFIELD 5

su elocuencia era tan grande, que en ciertas épocas


gobernaba completamente la ciudad, y persuadía al pue­
Bath, 4 de Octubre de 1738, blo lo que queria. Su voz no era naturalmente buena,
porque tartamudeaba un poco, pero corrigió este defecto
Mi querido hijo. metiéndose unas chimilas en la boca. Se distinguió par­
ticularmente en sus arengas contra Fillpo, rey de Mace-
La frecuencia con que to escribo, y el modo con que lo donla, que queria apoderarse de Grecia, y por este mo­
hago, te manifiestan claramente que no te trato como tivo sus arengas llevan el nombre de FiZ/pícas. Ahí
niño chiquito, sino como muchacho que ama el estudio tienes cuan útil es hablar con perfección, esplicar los
y ambiciona la instrucción ; y aun estoy persuadido de pensamientos con claridad, y poseer una pronunciación
que al leer mis cartas atiendes no solo á la materia sino graciosa. No hay habilidad que nos haga mas gratos, ni
también á la ortografía y al estilo, porque el saber escri­ que nos atraiga mas consideración, que la de saber ha­
bir cartas con perfección, es de la mayor importancia, blar bien.
visto que las necesidades de la vida nos obligan á hacerlo Pues que se trata de Atenas, te diré algo de una ciu­
diariamente, sea para tranzar negocios, sea para procu­ dad que casi no conoces aun, y de la que es muy esen­
ramos placeres; y las faltas de ortografía solo se perdo­ cial que te halles bien informado; porque si no fué
nan á las mugeres (a). Cuando tengas mas edad leerás madre, fué á lo menos nodriza de las artes y de las
las epístolas, es decir, las cartas de Cicerón, que son el ciencias ; es decir, que aunque no las inventó, las per­
modelo mas perfecto de la manera de escribir bien. A feccionó grandemente. Cierto es que unas y otras comen­
propósito de Cicerón, debo decirte algo de este persona­ zaron en Egipto, pero también lo es, que en Atenas
je : era un viejo Romano que vivió mil ochocientos años llegaron á su perfección. Los mayores filósofos, es decir,
ha ; un hombre de gran genio, y el mas célebre orador las gentes que amaban y estudiaban la sabiduría, eran
que ha existido. Necesitarás acaso, que se te esplique lo de Atenas, y también lo fueron los mejores poetas y
que es un orador ? Seguramente que sí. Un orador es oradores. Las artes llegaron allí á su mayor perfección,
pues un hombre que arenga en una asamblea pública, la escultura, ó el arte de formar figuras en piedra ó
que habla con elocuencia, es decir, que razona bien, que marmol; la arquitectura, ó la manera de construir bue­
tiene un bello estilo, y que elije propiamente las pala­ nas casas, templos y teatros ; la pintura, la música, en
bras ; y nadie ha hecho todo esto mejor que Cicerón. fin todo floreció en Atenas. Los Atenienses se hallaban
Algunas veces hablaba á todo el pueblo de Roma, y con dotados de una imaginación delicada, y de un gusto
su vigorosa elocuencia persuadía cuanto queria á todo muy esquisito ; eran muy corteses y amables ; y el jui­
el mundo; otras tomaba á su cargo las causas de sus cio vivo, justo y jovial que poseían, se llamaba sal ática;
amigos ó clientes, los defendía en los tribunales de jus­ porque, como sabes, la sal tiene un gusto picante y al
ticia, y rara vez dejaba de obtener los sufragios, es decir, mismo tiempo grato; y aun hoy, ai hablar de algún
los votos, las decisiones de los jueces en su favor. Mien­ hombre dotado de este talento, se dice que tiene la sal
tras la república romana gozó de libertad, Cicerón prestó ática. Espero que tú tendrás una dosis considerable de
á su patria servicios muy importantes ; pero cuando fué esta sal; pero para que así sea, es necesario saber mu­
esclavizada por Julio Cesar, primer Emperador Romano, chas cosas, concebirlas y espresarlas prontamente, por­
los tiranos le cobraron odio, y al fin fué condenado á que los mejores conceptos pierden su gracia cuando
muerte por orden de Marco Antonio, que lo aborrecía aparecen muy estudiados. A Dios querido mió, basta
por las fuertes arengas que contra él habla pronunciado por hoy.
cuando este trató de hacerse dueño de Roma.
Siempre que hubiere en mis cartas algunas palabras
que no entendieres perfectamente, no olvides pregun­
tará tu mamá la esplicacion de ellas, ó de buscarlas en
el diccionario. A Dios.
BATn, de Octubre 1738.

Mí querido hijo.
Vuelvo hoy á hablarte de la célebre ciudad de Atenas,
Bath, 11 de Octubre 1738.
porque es materia inagotable, y nunca será escesivo el
trabajo que te tomes para conocerla á fondo. Los mayo­
Mi querido hijo. res filósofos de la antigüedad fueron Atenienses, y nos
Habiéndote hablado en mi última de Cicerón, el mayor dejaron los mas bellos modelos de elocuencia, de poesía,
orador que produjo Roma, aunque produjo muchos, de filosofía, de pintura, de escultura, en una palabra,
quiero darte á conocer hoy á Demóstenes, el mas célebre de todas las artes y las ciencias. Los Romanos 6e for­
de ios oradores griegos ; y en verdad que antes de ha­ maron después siguiendo estos modelos, y nosotros
blarte de Cicerón, debí comenzar por Demóstenes, que debemos también imitarlos para perfeccionar nuestro
es mas antiguo, pues vivió casi trescientos años antes gusto. Platón, el mayor filósofo de cuantos han existido,
que el primero; y aun este sacó mucho provecho de era Ateniense; y el resto de obras suyas que ha podido
la lectura de sus arengas , como espero que con el llegar hasta nosotros, es lo mas bello de la antigüedad.
tiempo lo sacaras tú de ambos. Volvamos á Demóstenes, Platón fué discípulo de Sócrates, filósofo célebre, y el
que fué de la famosa ciudad de Atenas en Grecia, y mas virtuoso entre los antiguos ; pero Sócrates no es­
cribió nunca, y solo instruía á los Atenienses con sus
discursos. Todos los perversos eran enemigos suyos, á
causa de su virtud, y habiéndolo acusado falsamente su­
(a) En el día aun en estas es imperdonable. frió una muerte injusta. Sófocles y Eurípides, dos famo-

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6 CARTAS

sos poetas trágicos, eran Atenienses, como también Aris­ observar las leyes para siempre (a). De este modo re­
tófanes, célebre poeta cómico. Los Atenienses no tenian nunció la corona y el placer de vivir en su patria por
menos renombre en la .guerra que en las ciencias, y amor á ella.
mas de una vez batieron en mar y tierra al rey de Persia, A Dios, dentro de tres semanas te veré.
que invadió el territorio griego con fuerzas innumera­
bles. Temístocles.Milciades y Alcibiades, fueron sus me­
jores generales. Finalmente, los Atenienses eran en todo
tan superiores al resto de la Grecia, como esta lo era en
aquel tiempo á todo el resto del mundo. Pronto leerás
la historia de Grecia que te gustará mucho.
Recibí tu carta, y no dejaré de ejecutar tus órdenes re­ Me alegro mucho que estudies la historia romana,
lativamente al estuche ; pero dame alguna luz sobre la porque de todas las historias antiguas, es la mas instruc­
especie de estuche que deseas, porque estuche quiere tiva, y la que presenta mas ejemplos de virtud, de jui­
decir una cosa dentro de la cual se conserva otra, de cio y de valor. Los otros grandes imperios, como el de
modo que es necesario saber qué quieres que haya dentro los Asirios, el de los Persas, y el de los Macedonios, se
de él. A Dios. formaron casi de repente, por acontecimientos favora­
bles, y por la rapidez de sus conquistas ; pero el imperio
romano se estendió por grados, y allanó todas las difi­
cultades que se opusieron á su engrandecimiento, tanto
por su virtud y su sabiduría, como por la fuerza de sus
armas.
Roma al fin llegó á ser la dueña del mundo, y sabes
Bath, 30 de Octubre 1738. que al principio no fué mas que una pequeña ciudad
fundada por Rómulo,su primer rey, á la cabeza de un
corto número de pastores y de aventureros, que le
Mi querido hijo. nombraron gefe; y el primer empadronamiento que
Rómulo hizo del pueblo, es decir, la primera vez que
Recibí tu carta, que está muy bien escrita, y veo que
contó el número de los habitantes,halló únicamente tres
haces progresos y que aprendes bien. Siendo asi, puedes
mil infantes y trescientos caballos, á la vez que al fin de
pedirme sin miedo cuanto quieras, y cuenta con que te
su reinado, que duró treinta y siete años, contaba cua­
llevaré el estuche como me lo pides; pero sin instru­
renta y seis mil hombres de infantería , y mil de
mentos para ios dientes, porque el uso de ellos, lejos de
caballería.
ser bueno, echa á perder la dentadura, la cual debes
Durante los docientos cincuenta primeros años de Ro­
conservar siempre muy aseada, sirviéndote únicamente
ma, es decir, todo el tiempo que fué gobernada por reyes,
de un cepillo y de agua tibia. Basta que seas buen mu­
tuvo que sostener guerras con sus vecinos, que trataron
chacho para que yo te dé gusto en todo lo que apetezcas.
de destruir en su origen á un pueblo cuyo engrandeci­
Ademas, figúrate la reputación que ganarás haciendo
miento temian : consecuencia natural de su virtud, de
adelantos; los niños de tu edad te verán con admiración,
su juicio y de su valor.
y las gentes grandes te estimarán, y te tratarán como
Roma empleó pues los primeros docientos cincuenta
hombre formal.
años de su existencia, en lucha con sus vecinos mas cer­
En mis dos últimas te hice una corta narrativa de la
canos,al fin de cuyo periodo los subyugó completamente,
famosa ciudad de Atenas, y ahora voy á decirte algo de
y docientos cincuenta otros en hacerse dueña de Italia;
otra ciudad de Grecia no menos célebre, pero por otro
de modo que contamos quinientos años desde la funda­
estilo. Quiero hablar de Lacedemonia ó Esparta, que flo­
ción de Roma hasta la entera conquista de Italia; y en
reció al misino tiempo que Atenas. Era una ciudad guer­
solo el espacio de los docientos años siguientes, se hizo
rera, y todos sus habitantes 6e dedicaban desde tempra­
dueña del mundo, es decir, setecientos años después de
no al manejo de las armas; eran estraordinariamente
su fundación.
valerosos y de una virtud muy rígida. No cultivaban,
como los Atenienses, las artes y las ciencias, sino que se
aplicaban únicamente á la guerra. El amor á la patria
era su primer sentimiento, y se hallaban persuadidos
de que nada es mas glorioso que morir por ella, de modo
que no hay ejemplo de que hubiese huido un Lacede-
munio. El lujo y la molicie no eran permitidos en la Rómulo, que como ya te he dicho, fué el fundador y el
ciudad, y aun el oro mismo era prohibido á fin de evitar primer rey de Roma, no contando al principio con sufi­
la corrupción de las costumbres. Los Espartanos se ha­ ciente número de habitantes para su nueva ciudad, pensó
llaban endurecidos á los trabajos, á sufrir el calor y el en todos los medios posibles de aumentarlo, y con tai
frió, y á hacer ejercicios penosos para fortificar el cuer­ mira proclamó que Roma serviría de asilo, ó en otras pa­
po ; hablaban poco, y sus respuestas eran siempre cortas, labras, de refugio ó lugar seguro, á todos aquellos que
pero llenas de sentido. Aun hoy suele decirse de un es­ fuesen desterrados de las otras ciudades de Italia. Esto
tilo conciso pero que encierra mucho significado, que es le atrajo muchas gentes que abandonaron su lugar nativo,
lacónico, de Lacedemonia, que también se llamaba La-
conia. Licurgo fué su primer legislador, y era el hombre
mas sabio y virtuoso que hasta entonces habla existido,
siendo de ello una prueba que aunque era rey de los La- (a) Lope de Vega pone en boca de Licurgo estos versos :
cedemonios, Ies concedió su libertad. Bajo pretesto de Sin ser rey vencí los reyes
viajar, quiso que todo el mundo jurase ia observancia de En las armas y el gobierno,
las leyes durante su ausencia, y hecho el juramento se Haciendo mi nombre eterno
fué y no volvió, á fin de que todos se viesen obligados á Con la lanza y con las leyes. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 7

á causa de sus deudas ó de los crímenes que hablan co­ el senado que se componía de cien miembros; y dividió
metido ; porque un asilo sirve de protección á todos los al pueblo en tres órdenes : los patricios que eran las gen­
que pisan aquel suelo; de modo que sea cual fuere el tes de primera categoría, los caballeros que venían des­
crimen que hayan cometido, no pueden ser prendidos pués, y ei resto del pueblo que llamó plebeyos.
ni castigados. ¿No es verdad que es asombroso, que de Traduce esto en ingles y traemelo el domingo, escrito
tan vil conjunto de picaros y bribones, saliese la nación en el papel rayado que te envio.
mas sabia y mas virtuosa que existió jamás ? pero esto fue
debido á que Rómulo decretó tan buenas leyes, inspiró
al pueblo tal amor por la gloria y por la patria, y supo
fijar de tal modo la religión y el culto de los dioses, que
durante algunos siglos fué un pueblo de héroes lleno de
virtudes.
Rómulo y Remo eran gemelos é hijos de Rea Silvia ,
hija de Numitor rey de Alba. Rea Silvia fué encerrada
■-■»»3OO<C« — entre las vestales, por disposición de su tio Amulio, para
que no tuviese hijos, porque las vestales se velan obliga­
das á ser castas; pero á pesar de esto se vió preñada, y
pretendió que el dios Marte la había forzado. Luego que
Te he dicho á menudo cuan necesario es que conozcas dió á luz á Rómulo y Remo , Amulio dispuso que ambos
la historia á fondo, pero nunca podré repetírtelo sufi­ fuesen arrojados al Tiber en su cuna, y asi se ejecutó;
cientemente. Cicerón la llama con razón, testis tempo- mas habiéndose retirado el agua , la cuna quedó á
rum, lux veritatis, vita memoria, magistra vita, nun- secas; y una loba, que la sed habla llevado alli, les dió
lia velustatis. Con el socorro de la historia, uji joven de mamar , hasta que viéndolos un pastor , los llevó á
puede, en cierto modo, adquirir la esperiencia de la vejez, su casa , y los educó después como suyoB. Cuando hu­
porque leyendo lo que se ha hecho, sabe lo que debe bieron crecido, se asociaron con cierto número de Lati­
hacer, y mientras mas instruido se halla de lo pasado, nos, de Albanos y de pastores, y fundaron á Roma. De­
mejor se conducirá en lo futuro. seoso Rómulo de reinar solo, mató á su hermano, y fué
La mas interesante é instructiva de todas las historias declarado rey por todos sus secuaces (a). Luego que subió
antiguas, es la de Roma, porque abunda en ejemplos de al trono, dividió al pueblo en tres tribus y treinta curias, ó
hombres ilustres y en grandes acontecimientos, al paso en patricios, plebeyos, senado , patrones, clientes y ca­
que nos anima, mas que ninguna otra, á la virtud, mos­ balleros. Les patricios eran los mas considerables y acre­
trándonos de qué modo una ciudad pequeña como Roma, ditados. Los plebeyos componían la masa del pueblo.
fundada por un puñado de pastores y de aventureros, Los patrones eran las personas mas respetables, y pro­
llegó á ser en el espacio de setecientos años señora del tegían á cierto número de pueblo , á que daban el
mundo por su virtud y su valor. nombre de clientes. El senado se componía de cien
Esto me ha decidido á formar un compendio muy su­ personas, elegidas entre los patricios ; y los caballeros
cinto de esta historia; y para que la comprendas fácil­ formaban un cuerpo de trecientos hombres montados,
mente y la retengas bien, puedes traducirla poco á poco, que servían á Rómulo de guardias de corps, bajo el
en un libro que me presentarás todos los domingos. nombre de celerea.
Todo el tiempo de la historia romana, desde Rómulo No contento Rómulo con estos reglamentos civiles, es­
hasta Augusto, que es de setecientos ventitresaños, puede tableció también el culto de los dioses , y créo los sacer­
dividirse en tres partes. dotes llamados arúspices y augures. Los primeros con­
La primera comprende los siete reyes de Roma, y dura sultaban las entrañas de las víctimas que se ofrecían en
docientos cuarenta y cuatro años. sacrificio, y los segundos observaban el vuelo y el canto
La segunda, desde el establecimiento de los cónsules y de las aves, y declaraban, antes de que se comenzase
la espulsion de los reyes hasta la primera guerra púnica, cualquiera empresa, si los presagios eran ó no favora­
es también de docientos cuarenta y cuatro años. bles.
La tercera se estiende desde la primera guerra púnica Con la mira de aumentar la población , Rómulo de­
basta el reinado de Augusto, y dura docientos treinta y claró que su nueva ciudad serviría de asilo á todos los
cinco años; de modo que estos tres periodos forman la que quisiesen habitarla , lo cual atrajo una infinidad de
suma total do setecientos ventitres años, mencionados gentes de las otras ciudades y comarcas vecinas. Un asilo
arriba, desde la fundación de Roma hasta el reinado de es un lugar de seguridad y de protección para todos
Augusto. aquellos que huyen de la justicia por crímenes ó deu­
Bajo el reinado de Augusto, Roma llegó al mas alto das. En los países católicos, las iglesias sirven en el día
punto de su grandeza, y fué dueña del mundo; pero ya de asilo á todos los criminales que se refugian á ellas.
no lo era de sí misma, por haber perdido su antigua li­ Mas como había en Roma suma escasez de mugeres,
bertad y virtud. Augusto estableció el poder absoluto,
que pronto degeneró, bajo los subsecuentes emperadores,
en una tiranía horrible y cruel, resultando de aquí, que (a) Rómulo y Remo hablan de esta manera por boca de
Roma cayó en menos tiempo del que había empleado pa­ Lope de Vega :
ra llegar á su grandeza. Hijos de Marte nacimos,
El primer gobierno de Roma fué monárquico mode­ Eterna ciudad fundamos,
rado, y no absoluto ; porque la autoridad se hallaba di­ Siete montes ocupamos,
vidida entre el rey y el senado. El trono era electivo y no Y en todos aun no cupimos.
hereditario, es decir, que cuando moria un rey, se elegía No es gobierno el individuo,
otro en su lugar, y el hijo no sucedía al padre. Rómulo, Tierra y cielo rige un Dios,
fundador de Roma y su primer rey , fué elegido por el Un reino no sufre á dos,
pueblo, y formó el primer plan de gobierno. Estableció Ni dos pájaros un nido. Tr.

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8 CARTAS

Rómulo , para remediar este mal, envió propuestas de hereditarias, desde el momento que el rey muere, su hi­
casamiento á sus vecinos los Sabinos, quienes las dese­ jo, ó su pariente mas cercano , ocupa inmediatamente el
charon con desprecio. Viendo esto Rómulo , hizo publi­ trono. Durante este Interregno, los senadores desempe­
car en los lugares circunvecinos, que en cierto y deter­ ñaban alternativamente las funciones reales; pero el
minado dia celebrarla la fiesta del dios Conso (a), y que pueblo, cansado de esta especie de gobierno, pidió un
invitaba á todo el mundo á asistir á ella. Acudió un gran rey. La elección era difícil, porque los Sabinos por un
concurso de todas partes, principalmente de Sabinos, y de lado, y los Romanos por otro , querían que la elección
repente, los Romanos, á una señal convenida, echaron recayese entre ellos. Habia entonces , en la pequeña al­
mano á la espada, se apoderaron de todas las mugeres dea de Cumes, no lejos de Roma, un hombre de gran re­
que allí habia, y se casaron con ellas. Este notable putación por su probidad y justicia , llamado Numa
acontecimiento es llamado el robo de las Sabinas. Irri­ Pompilio, que vivía retirado, disfrutando tranquila­
tados los Sabinos con tan injusta afrenta, declararon á mente de las delicias del campo. Convinieron, pues, uná­
los Romanos una guerra que terminó con la celebración nimemente, en elegirlo rey, y enviaron embajadores
de la paz, obtenida por la mediación de ias Sabinas esta­ para notificárselo; pero muy lejos de deslumbrarse con
blecidas en Roma. Los Romanos y los Sabinos se unieron una elevación tan repentina é inesperada , la rehusó , y
cordialmenle, y formaron un solo y mismo pueblo. Ta­ solo ias reiteradas instancias de los Romanos y de sus
cto, rey de los últimos, reinó en compañía de Rómulo ; parientes mas cercanos, pudieron decidirle á adinitíl­
mas como aquel murió poco después, Rómulo volvió á eon sentimiento, una dignidad de que era tanto mas dig­
reinar solo. no, cuanto que no la habia solicitado. Observa por este
Es necesario observar que el robo de las Sabinas fue ejemplo de Numa Pompilio , cómo la virtud se abre ca­
una acción mas útil que justa ; pero la utilidad no debe mino y brilla aun en la obscuridad de una vida retirada,
autorizar la injusticia, porque debemos sufrir todo, aun y cómo tarde ó temprano es siempre recompensada.
la muerte misma, antes que obrar injustamente; y en Colocado Numa en el trono, trató de suavizar las cos­
verdad que esta fué la única injusticia que cometieron tumbres de los Romanos y de inspirarles gusto por la paz
los Romanos durante algunos siglos. Un siglo es la du­ y los ejercidos religiosos. Construyó un templo al dios
ración de cien años. Jano, que servia de Indicio público de guerra ó de paz,
El poder naciente de Roma no tardó en infundir celo porque permanecía abierto mientras existia la primera y
á los pueblos vecinos, de suerte que Rómulo se vió aun cerrado cuando se disfrutaba de la última. Durante el
obligado á sostener varias guerras que siempre le dieron tiempo de su reinado no se abrió nunca; pero desde en­
la victoria; mas como principiaba á gobernar tiránica­ tonces, hasta el reinado de Cesar Augusto, solo dos oca­
mente, y quería privar al senado de sus privilegios, de­ siones se vió cerrado; una después de la primera guerra
sapareció de pronto y no se le vió mas. El hecho cierto es púnica, y la otra después de la batalla dé Accio, en que
que los senadores lo mataron-, pero como temían la có­ Augusto derrotó á Marco Antonio. Se representa siempre
lera del pueblo, un senador de los mas acreditados lla­ al dios Jano con dos caras, una que mira lo pasado, y
mado Próculo Julio, protestó delante de la multitud que otra lo futuro; y por esto verás que los poetas latinos le
Rómulo se le habia aparecido como un dios, para reve­ llaman á menudo Janus bifrons, Jano con dos frentes.
larle que habia sido llevado á los cielos, en donde era Pero volvamos á Numa, quien convencido de que el pue­
contado entre los dioses, y que quería ser adorado bajo blo ama siempre lo maravilloso, y queriendo disponerlo
el nombre de Quirind, con cuyo deseo cumplieron los á recibir favorablemente sus leyes , pretendió que la
Romanos. diosa Egeria se las dictaba, en conversaciones secretas
Observa bien que el gobierno de Roma, bajo Rómulo, que con ella tenia. Finalmente estableció el buen órden,
era misto y libre-, y que el rey lejos de ser absoluto, divi­ tanto en la ciudad, como en el campo; inspiró á sus
día la autoridad con el senado y el pueblo, casi como el súbditos el amor al trabajo, á la frugalidad y aun á la
rey en nuestro país con la cámara alta y la cámara ba­ pobreza; y después de un reinado de cuarenta y tres
ja ; de manera que Rómulo, pretendiendo cometer la tirá­ años, murió llorado de todo el pueblo.
nica injusticia de violar los derechos del senado y la li­ Puede decirse que la grandeza de Roma, cimentada
bertad del pueblo, recibió el justo castigo que merecen por sus dos primeros reyes, fué debida á estos. Rómulo
los tiranos. Todo hombre tiene un derecho natural á su acostumbró á sus súbditos á la guerra ; Numa á la paz y
libertad, y cualquiera que intenta quitársela, merece la la justicia. Sin Numa, habrían sido bárbaros feroces , y
muerte, con mas razón que el salteador de caminos que sin Rómulo, quizá no habrián salido de su obscura in­
solo pretende robarnos nuestro dinero. dolencia. La afortunada mezcla de las virtudes religio­
La mayor parte de las leyes y disposiciones de Rómu­ sas, civiles y militares, fué la que al fin los hizo dueños
lo, concernían principalmente á la guerra, y hablan sido del mundo.
calculadas con la mira de formar un pueblo belicoso , Inmediatamente después de la muerte de Numa, los
como en verdad lo fué mas que ningún otro ; pero no Romanos eligieron por rey á Tulio Hostilio , cuyo espí­
dejó también de ser una buena fortuna para Roma, que ritu era tan inclinado á la guerra como el de su antece­
Numa Pompilio , su segundo rey , fuere inclinado á la sor lo había sido á la paz; y pronto tuvo ocasión de ejer­
paz, y que se dedicase á establecer el orden en la ciu­ citarlo, porque la ciudad de Alba, celosa ya del poder de
dad, y á decretar leyes que fomentasen la virtud y la re­ Roma, buscó un pretesto para hacerle la guerra.Declarada
ligión. que fué por ambas partes, y hallándose los dos ejércitos
Después de la muerte de Rómulo, hubo un interregno prontos á venir á las manos , un Albano propuso que
de un año. Un interregno es un intervalo entre la muerte par evitar la efusión de sangre, cada partido eligiese
de un rey y la elección de otro ; lo cual solo puede acon­ cierto número de guerreros, y que la victoria decidiese la
tecer en los reinos electivos; porque en las monarquías suerte de ambas ciudades. Tulio Hostilio aceptó la pro­
puesta; y encontrándose en el ejército Albano tres her­
manos llamados Curiados y tres, hermanos también, en
el ejército Romano llamados Horacios, todos casi de la
(a) Según Plutarco era dios de los consejos Secretos. misma edad y vigor, fueron elegidos como campeones, y

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“I

DE LORD CIIESTERFIELD 9
admitieron con regocijo una preferencia tan honorífica. Luego que murió Tulio Hostilio, el pueblo eligió por
Hecha pues la señal del combate, avanzaron entre am­ rey á AncoMarclo, nieto de Numa, y su primera deter­
bos ejércitos, y dos Horacios cayeron luego muertos á minación fué restablecer el culto divino que había sido
manos de los Curiados, que todos tres se hallaban heri­ visto con alguna negligencia durante el belicoso reinado
dos. El tercer Horacio no tenia herida ninguna, pero sin­ de su predecesor. Tuvo que sostener varias guerras con­
tiéndose Incapaz de resistir á la vez á ios tres Curiados, tra su voluntad, y en todas salió victorioso. Estendió la
suplió la fuerza con el estratagema : fingió que huia , y ciudad de Roma y murió después de haber reinado veinte
después de haber dado algunos pasos atrás, volvió la cara y cuatro años. Este príncipe tan á propósito para la guer­
y vió que los tres Curiados lo perseguían distantes uno ra como para la paz, no fué inferior en mérito á ninguno
de otro con mas ó menos velocidad, según se lo permi­ de sus predecesores.
tían las heridas que habian recibido ; y entonces, ha­ Un Griego de nacimiento, llamado Lucomon, que se
ciendo frente de nuevo, los mató uno tras otro. había establecido en Roma bajo el reinado de Anco Mar-
Los Romanos lo recibieron en su campo llenos de re­ cio, fué elegido rey en su lugar, y tomó el nombre de Tar-
gocijo : mas una hermana suya, que se hallaba prome­ quino. Creó cien senadores nuevos, y en las muchas
tida á uno de los Curiados, vino á verle, y derramando guerras que sostuvo contra los pueblos vecinos, alcanzó
un torrente de lágrimas, le echó en cara la muerte de su siempre la victoria. Aumentó, hermoseó y fortificó la
amante ; esto encendió en cólera ai joven guerrero, y le ciudad, construyó acueductos y albañales; hizo también
atravesó el seno con su espada. La justicia lo condenó el circo, y cabó los cimientos del Capitolio. El circo era
á muerte, pero él apeló al pueblo que le perdonó en con­ un lugar célebre, destinado por los Romanos para las
sideración ai servicio que acababa de hacerle. corridas de carros.
Tulio Hostilio reinó treinta y dos años, y tuvo que sos­ Tarquino habia elegido para sucesor suyo á Servio Tu­
tener otras guerras contra los Sabinos y los Latinos. Era llo, prisionero de guerra, y por consecuencia esclavo;
un príncipe dotado de grandes cualidades, pero muy mes no siendo esto del gusto de los hijos de Anco Marcio
inclinado á la guerra. que habian ya crecido, tramaron el asesinato de Tarquino
á los treinta y ocho años de su reinado, pero no retiraron
ningún provecho de su crimen, porque Servio Tulio fué
declarado rey por el pueblo sin consentimiento del se­
nado. Este príncipe se vió envuelto en varias guerras y
las terminó felizmente. Dividió la población en diez y
nueve tribus; estableció el censo ó empadronamiento
Mi querido hijo. del pueblo, é introdujo la costumbre de dar libertad á
los esclavos. Servio pensaba en abdicar el trono y esta­
blecer en Roma una república perfecta, cuando fué asesi­
Adjunto hallarás tu ejercicio histórico correspondiente
nado por su yerno, Tarquino el Soberbio. Reinó cuarenta
á esta semana; y te agradezco la corrección que hiciste
y cuatro años, y fué sin disputa el mejor de todos los
de las faltas que cometí en mis escritos anteriores. Mucho
reyes de Roma.
gusto me dará que tú me instruyas, y te aseguro quemas
Tarquino ciñó la corona sin que el pueblo ni el senado
bien querría serlo por tu capacidad, que por la de ningún
se la hubiesen conferido: y como su conducta fué con­
otro. Contentísimo estoy con tu objeción sobre los nom­
forme á tales principios, se atrajo el epíteto de Soberbio.
bres que di á los tres hermanos que se batieron por Alba
Echó abajo los sabios establecimientos desús predeceso­
y Roma, llamándolos Uoratii y Curialii} no puedo
res; hollólos derechos del pueblo y gobernó despótica­
dar para ello mejor razón, que el uso y la costumbre,
mente. Construyó un templo magnífico dedicado á Jú­
que sirven de ley en todas las lenguas. En cuanto á los
piter, y se le llamó Capitolio, porque al cebar los cimien­
nombres propios antiguos, no hay ninguna regla esta­
tos se encontró una calavera humana que en Iatin se
blecida , y solo la costumbre debe Ber nuestra guia; por
llama capul. El Capitolio fué el edificio mas célebre de
ejemplo, nosotros (los Ingleses) decimos Ovid y Virgil, y
Roma.
no Ovidius ni Virgilíus, como en latín ; por otra parte
La tiranía de Tarquino era ya odiosa é insoportable á
decimos Augustus Cesar, como en latín, y no August
ios Romanos, cuando un hecho atroz de su hijo Sesto,
Cesar, que seria propiamente ingles. Decimos Scipio les presentó una ocasión de libertarse de ella. Enamo­
Africanus, y no Scipio A frican; Tacilus y no Tacit ; rado Sesto de Lucrecia, muger de Colatino, y no querien­
en una palabra, la costumbre es la regla que debe ob­
do esta consentir con sus deseos, la violentó. Ella
servarse en este caso ; pero sea cual fuere el uso intro­ descubrió todo á su marido y á Bruto; y después do
ducido por la costumbre, yo preferirla mas bien no haberles exigido promesa de que vengarían el ultraje
alterar los nombres antiguos, porque me parece que hecho á su honor, se atravesó el corazón. En seguida
adaptándolos á los demas idiomas no conservan toda la sublevaron al pueblo. Tarquino con toda su familia fué
dignidad que guardan en el suyo. Los Franceses cam­ desterrado de Roma por un decreto solemne, después de
bian la mayor parte de los nombres pfopios antiguos, haber reinado venticinco años. Tales el fin que merecen
dándoles una terminación francesa que suena á veces ios tiranos, y todos aquellos que abusando del poder
muy mal; como por ejemplo, llaman al emperador que la suerte ha puesto eu sus manos, lo emplean úni­
Tifus, Tite; al historiador Titos Livlus, que nosotros camente en dañar y en oprimir al género humano.
llamamos comunmente Livy, ellos le nombran Tite Live Los libros de las Sibilas llegaron á Roma en el reinado
Me alegro que te haya ocurrido esta observación, porque de Tarquino, y desde entonces fueron conservados con
el único medio de adquirir conocimientos es informarse sumo cuidado, y consultados como oráculos.
y hacer reparos. Te pido que no olvides preguntar y po­ Tarquino, después de su espulslon de Roma, hizo varias
ner objeciones, siempre que dudares ó no entendieres tentativas para volver á ocupar el trono, y ocasionó al­
bien alguna cosa. gunas guerras á los Romanos. Supo interesar en su favor
á Pórsena, rey de Etrurla, el cual declaró la guerra á los
Romanos, marchó contra ellos, los derrotó, y aun habría
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10 CARTAS

tomado la ciudad si no hubiese sido por el estraordinario nían en sus manos. Encarcelaban á los plebeyos que les
valor de Horacio Cóclea, que solo, contra todo el ejército, debían dinero, y los cargaban de cadenas, lo cual causó
defendió un puente por donde era necesario pasar. Inti­ tanto disgusto, que el pueblo en masa salió de Roma y se
midado Pórsenacon los prodigios de valor y audacia que retiró al Monte-Sagrado, tres millas distante de la ciu­
diariamente veia hacer á ios Romanos, juzgó á propósito dad. Los patricios y el senado se alarmaron con una de­
celebrar la paz y se retiró. serción tan general, y enviaron una diputación al pueblo
No haré mención de otras varias guerras que sostu­ para persuadirle á regresar, pero inútilmente. Al fin ,
vieron los Romanos contra sus vecinos, porque mi intento diez senadores, entre los mas prudentes y moderados ,
es detenerme únicamente en los sucesos mas importantes. fueron elegidos y enviados al pueblo, con pleno poder
Tai es el siguiente que aconteció ¿los diez y seis años de para celebrar la paz, bajo las mejores condiciones que les
establecidos los cónsules. Pesaba sobre el pueblo una fuese posible obtener. Menenio Agripa, que habló por el
deuda enorme, y rehusó alistarse para la guerra,» menos senado, terminó su discurso con una fábula que hizo
que sus deudas no le fuesen perdonadas. La ocasión era mucha impresión en el pueblo. «En tiempos pasados, dijo,
urgente y grande la dificultad; mas el senado, para re­ • los miembros del cuerpo humano, indignados de que
mediar el mal, acudió al espediente de nombrar un dic­ » solo trabajaban para el estómago, mientras este,
tador, con poder absoluto y sin sujeción á ninguna ley, » tranquilo y perezoso , no hacia mas que regalarse con
pero por corto tiempo. Tito Largio, que fué nombrado • los placeres que ellos le preparaban , convinieron en
para esta dignidad, calmó el desorden, restableció la » que no harían nada ; pero queriendo reducir al estó-
tranquilidad, y en seguida hizo demisión de su cargo. » mago por hambre, todos los miembros se debilitaron
Desde entonces los Romanos acudieron muchas veces » de tal modo, que cayeron en una inanición estreraa-
á la dictadura en ocasiones importantes; y es de notar • da. » Asi comparó Agripa la división Intestina de las
que aunque este encargo conferia un poder sin límites , partes del senado ; y esta aplicación agradó tanto á los
no se vló un solo dictador que abusase de sus facultades plebeyos, que celebraron la paz bajo ciertas condiciones,
durante un espacio de mas de cien años. siendo la primera, que elegirían de entre ellos mismos
cinco magistrados nuevos, llamados tribunos del pue­
blo. Estos magistrados eran elegidos anualmente, y nada
podia hacerse sin su consentimiento. Si se proponía una
ley, y los tribunos del pueblo la combatían, la ley no se
sancionaba; y ni aun siquiera se hallaban obligados á
Hemos llegado ya á una época importante de la his­ alegar las razones de su oposición, bastando solo que di­
toria Romana, cual es el establecimiento de un go­ jesen veto, que quiere decir lo prohíbo. Considera bien lo
bierno libre. interesante que es esta época en la historia romana, y el
Abolido que fué el trono en Roma , se dispuso que en cambio tan considerable que se hizo en la forma del go­
lugar de un rey se nombrasen cónsules , cuya autoridad bierno, cambio que aseguró por algunos siglos los dere­
seria anual. Se dejó al pueblo el derecho de elegir los chos del pueblo , que los grandes propenden siempre á
cónsules, pero esta elección débia recaer precisamente invadir injustamente. Este cambio aconteció en el año
entre los patricios, es decir, las personas de primera ca­ 261 de Roma, es decir, veinte y un años después del des­
tegoría. Ambos cónsules tenían el mismo poder conferi­ tierro de los reyes y la creación de los cónsules.
do antes á los reyes, pero con esta esencial diferencia , Ademas de los tribunos, obtuvo también el pueblo dos
que no lo conservaban mas que por un año, y que espi­ nuevos magistrados anuales, llamados ediles del pueblo,
rado este tiempo debían dar cuenta al pueblo de lo que que se hallaban sujetos á la autoridad de los tribunos
hablan becbo, medio seguro de no abusar de sus facul­ bajo cuya inspección administraban la Justicia , velaban
tades. Fueron llamados cónsules del verbo consulere , de la conservación de los templos y edificios públicos, y
que significa aconsejar, como si dijésemos que eran los cuidaban de los víveres.
consejeros de la república. Hazte bien cargo de quienes eran los principales ma­
Los primeros cónsules electos fueron L. Junio Bruto y gistrados de Roma. En primer lugar los cónsules, que
L. Colatino, el marido de Lucrecia. Los cónsules lleva­ eran anuales , y se hallaban investidos del poder de
ban los mismos distintivos de dignidad que los reyes, los reyes; en segundo el dictador, creado en circuns­
menos el cetro y la corona; pero tenían la túnica de púr­ tancias urgentes, y cuyo cargo solo duraba por lo común
pura y la silla curul, que era un asiento de marfil sobre seis meses.
ruedas. Los cónsules, el senado y el pueblo juraron so­ Los tribunos del pueblo eran unoB magistrados anua­
lemnemente que no volverían á llamar á Tarquino, ni les que vigilaban los intereses del pueblo, y lo protegían
sufrirían jamás reyes en Roma. contra la opresión de los patricios. Por lo que hace á los
Observa bien esta nueva forma de gobierno : el poder ediles, he descrito ya sus funciones.
se hallaba dividido entre los cónsules, el senado y el Algunos años después fueron creados otros dos magis­
pueblo : cada uno tenia sus derechos, y desde que se trados nuevos, llamados censores, cuyo empleo duró á
tomó esta sabia determinación, Roma fué elevándose rá­ los principios cinco años; pero no tardó en ser reducido
pidamente á un estado de perfección y de grandeza difícil á año y medio. La autoridad de los censores era muy
de concebir. grande; tenían á su cargo el empadronamiento del pue­
Ten presente que el gobierno monárquico duró do- blo; imponían las contribuciones ; cuidaban de las bue­
cientos cuarenta y cuatro años. nas costumbres y podian espeler del senado ¿ cualquiera
miembro que consideraban indigno de aquella asamblea;
también podian degradar á los caballeros romanos pri­
vándolos de su caballo.
No pasó mucho tiempo sin que fuesen creados otros
dos magistrados nuevos llamados pretores, que eran los
Entretanto los patricios trataban mal al pueblo y abu­ principales ministros de la justicia, y juzgaban todos los
saban del poder que la preeminencia y las riquezas po­ procesos. A continuación te pongo una lista de los prin-

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DE LORD CHESTERFIELD 11

dpales magistrados de la república romana, según el biendo sabido el peligro que corría su patria, acudió con
órden de su creación : todas las tropas que pudo reunir en los países vecinos ,
derrotó completamente á los Galos y salvó á Roma.
Los cónsules. Admira este bello ejemplo de grandeza de alma ! Camilo
El dictador. desterrado injustamente de Roma, olvida la injuria que
Los tribunos del pueblo. ha recibido , y animado del amor á su patria, mas que
Los ediles. del deseo de la venganza, acude á salvar á los que hablan
Los censores. • querido arruinarle.
Los pretores. •

Bath, 28 de Marzo de 1139.


En el año 300 de Roma, los Romanos no tenían aun
leyes fijas y ciertas, de modo que los cónsules y los se­
nadores que administraban la justicia , eran árbitros
Mi querido hijo.
absolutos de la suerte de los ciudadanos. El pueblo pidió He recibido una carta de M. Maittaire, en que me dice
pues, que en vez de estos juicios arbitrarios, se estable­ cosas que te son muy favorables, asegurándome que
ciesen leyes que sirviesen de reglas seguras, tanto en el aprenderás bien. Sabedor de esto, compré cierta cosita
manejo de los negocios públicos, como en las diferencias muy bonita que te llevaré de aquí; mira si no debes
éntrelos particulares. En vista de esto, el senado envió querer mucho á M. Maittaire, y hacer cuanto puedas
embajadores á Atenas, para estudiar las leyes de aquel para tenerlo contento. Me dice que ahora vas á repasar
país y reunir todas las que les pareciesen mas conve­ lo que ya has aprendido ; pero será bueno que atiendas
nientes á la república (a). Regresado que hubieron estos á tus lecciones para no repetirlas como un papagayo,
embajadores, se eligieron diez personas, que fueron lla­ sin entender lo que quieren decir.
madas decenviros, para establecer las nuevas leyes. So Te dije en mi última que para ser hombre de bien á
les confirió un poder absoluto por un año, durante el cual carta cabal, no basta ser justo; la generosidad y la
cesaron en sus funciones todos los demas magistrados. grandeza de alma van mucho mas lejos. Los ejemplos te
Los decenviros hicieron grabar estas leyes en láminas lo harán conocer mejor.
de bronce, colocadas en el lugar mas visible de la plaza Alejandro el Grande, rey de Macedonia, habiendo ven­
pública; y fueron llamadas después lasleyes de las diez Ta­ cido á Darío, rey de Persla , tomó infinito nútnero de
blas (ó). Cuando espiró el año, los decenviros rehusaron cautivos, y entre ellos á la muger y á la madre de Darío,
deshacerse de su poder, y lo mantuvieron por la fuerza, y según los derechos de la guerra habría podido hacerlas
convirtiéndose de este modo en tiranos de la república, lo esclavas suyas , pero tenia una alma muy grande para
cual causó grandes tumultos; mas al fin se vieron obliga­ abusar de la victoria. Las trató pues como reinas, y tuvo
dos á ceder, y Roma recobró su antigua forma de gobierno. con ellas la misma consideración y el mismo respeto que
El año 365 de Roma, los Galos entraron en Italia, y si hubiese Bido su súbdito. Dario, sabedor de esta con­
marcharon sobre Roma, con un ejército que pasaba de ducta , dijo que Alejandro merecía la victoria y era el
sesenta mil hombres. Los Romanos , con otro de cua­ único digno de reinar en su lugar. Observa por esto,
renta mil, levantado con precipitación, salieron á su en­ como los mismos enemigos se ven forzados á alabar la
cuentro, y hubo una batalla en que estos fueron comple­ virtud y la grandeza de alma (a).
tamente derrotados. Luego que los habitantes de Roma También Julio Cesar, dictador de Roma, poseía en
supieron tan triste nueva, se retiraron al Capitolio, que grado eminente la humanidad y la grandeza de alma,
era la ciudadela, y se fortificaron cuanto pudieron en porque después de haber vencido ai gran Pompeyo en la
tan corto tiempo. Tres dias después, Dreno , general de batalla de Farsalla , perdonó á aquellos que, según las
los Galos, llegó á Roma con su ejército, y encontrando leyes de la guerra, habría podido condenar á muerte ; no
la ciudad abandonada y sin defensa, puso sitio á la ciu- solo les concedió la vida, sino que les restituyó sus bie­
dadela, que se defendió con increíble valor. Una noche nes y sus honores. Con este motivo Cicerón, refirién­
que los Galos intentaron tomarla por sorpresa, y cuando dose á Cesar en una de 6us arengas , pronunció estas
ya hablan escalado las puertas sin ser apercibidos, Man­ bellas palabras : Nihil enim potest fortuna tua majus,
ilo , despertado por el cacaréo de los gansos, sonó el quam ut possis, aut natura tua melius, quam ut vetis,
alarma y salvó la cludadela. Poco después Camilo, Ro­ conservare quamplurimos : lo cual significa : » La for-
mano ilustre que habla sido desterrado de Roma , ha- ■ tuna no podía concederos mas alto favor que la facul-
• tad de salvar tantas personas; ni la naturaleza serviros
• mejor, quedándoos la voluntad de hacerlo.» Vés tam­
(а) Roma, aquella que primero bién por esto qué gloria y qué alabanzas se ganan obran­
Griegas leyes mendigó, do bien, sin contar el placer que se disfruta interior­
¿ Quien dirá que al fin logró mente, y que es mayor que todos los demas.
Dar leyes al Orbe entero ?
(I. Iriarte.)
fiando en el curso de esta versión nos viniere á la memoria
alguna poesía o sentencia corla, que corroborare las recomen­
daciones del autor, en odio al vicio ó estimación de la virtud, (a) El qae ganó una victoria
la insertaremos. Tr. Y su orgullo reprimió,
Debe llamarse esforzado
(б) Mas comunmente llamadas las leyes de las Doce Tablas, Y dos veces vencedor.
porque después se agregaron dos á las diez primitivas. (i). E.) Tr.

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12 CARTAS

A Dios, terminaré mi carta coma Cicerón lo hacia re­ hombre honrado : Homo sum, nihil á me alienum
gularmente : Jubeo te bene valere, es decir, te ordeno puto, lo cual significa : « Soy hombre, y como tal me in­
que gozes de buena salud. tereso en todo lo que concierne á mis semejantes. * Im­
posible me parece ver á otros en la desgracia, sin sentir
conmoción y deseo de aliviarlos (a); asi como por otra
parte debe uno regocijarse de verlos contentos y afortu­
nados. Solo las almas mas bajas del mundo son capa­
ces de envidiar la dicha, 6 de alegrarse de la desgracia
Dato, 2 de Abril de 1739. de otro. A Dios. Procura que las virtudes del alma te ha­
gan tan recomendable, como las ventajas del entendi­
miento.
Mi querido hijo.
Recibí tu carta que me gustó mucho; y aunque no te
serviste de pauta, está muy bien escrita. Continuando
así, pronto sabrás mas que muchísimos niños mayores
que tú, y por este medio adquirirás gran reputación y
serás mas estimado de las personas de mérito.
Volvamos á hablar ahora de la honradez. Nada es mas Bate, IC de Abril 1739.
esencial al hombre honrado que el decir siempre la ver­
dad, y cumplir escrupulosamente su palabra ; asi como Mi querido hijo.
por otra parte, nada es mas infame ni mas deshonroso
que el mentir y faltar á lo prometido. Recibí tu carta, y si continúas aprendiendo bajo este
En la guerra que hubo entre Roma y Cartago , Atilio pié, pronto me pondrás en embarazo, principalmente en
Régulo, general de los Romanos , fué vencido y hecho el griego; pero no lo sentiré, y mientras mas esfuerzos
prisionero por los Cartaginenses, quienes, á pesar de la hagas para aventajarme, mejor. Creo que en lo sucesivo
victoria, deseaban celebrar la paz, y para obtenerla per­ podré llamarte el niño poligloto, palabra que viene del
mitieron á Régulo que fuese á Roma, con tal que diese griego y significa muchas lenguas. M. Mailtaire me es­
su palabra de volver, no dudando que para alcanzar su cribe que piensa darte á conocer á Horacio, Virgilio, Te­
libertad, lograrla persuadir á sus compatriotas á que rencio y Marcial, que son los poetas latinos mas famo­
celebrasen la paz; mas habiendo llegado á Roma, no sos; y así creo que conviene decirte algo de lo que es
quiso este generoso Romano obtener su libertad á costa poesía, y en qué se diferencia de la prosa. Sabes que esta
de su patria ; y muy lejos de persuadir á los Romanos á última es el lenguaje común de la conversación; es lo
que celebrasen la paz, les dijo que debían continuar la que tú y todo el mundo habla y escribe sin necesidad de
guerra, porque los Cartaginenses no se hallaban en es­ sujetarlo á cierto número de pies ó de silabas. La poesía
tado de sostenerla. Después de esto determinó volver á nos faculta para espresar nuestros pensamientos de un
Cartago en cumplimiento de su palabra. Los Romanos , modo mas noble y sublime. Por ejemplo : en prosa dirás
y sobre todo los parientes y amigos de Régulo, le acon­ con mucha propiedad son las doce, para señalar la mitad
sejaban que no volviese, porque los Cartaginenses, que del día; pero este lenguaje seria muy llano y trivial para
eran crueles, le quitarían la vida sin remedio; pero antes un poeta, y valdría mas que dijeses : el carro del sol ha­
que vivir con infamia faltando á su palabra, eligió una bía terminado la mitad de su carrera. En prosa dirías:
muerte segura. Regresó pues á Cartago, cuyos habitantes el principio de la mañana, ó el amanecer; pero esto no
le privaron de la vida, metiéndolo en un tonel lleno de seria poético, valiendo mas que dijeses: la aurora des­
clavos. Esta muerte vale mas que una vida comprada con plegaba su rosado manto; porque no ignoras que Aurora
la mentira y la infamia (a). es la diosa de la mañana, y esto es lo que se llama dic­
Un hombre de probidad y de honor, se considera Inte­ ción poética. Los versos griegos y latinos no tienen ca­
resado en el bien de todo el mundo. Terencio, en una dencia , consistiendo 6olo en cierto número de pies ó de
de sus comedias, pone estas palabras en boca de un silabas. Los versos hexámetros tienen seis pies, y los
pentámetros cinco. La poesía francesa siempre tiene ca­
dencia; pero la inglesa la tiene en unos versos y en otros
no. La Riada de Homero en griego, y la Eneida de Virgi­
lio en latín, están escritas en verso hexámetro. Por ahora
(a) Né fuñe intorno crederó che siringa te basta con estas nociones sobre la poesía, pero es nece­
Soma cosí, ne’ cosí iegno cbiodo,
sario que las retengas. Con el tiempo te hablaré mas sobro
Como la fé, ch’ una bell’ alma cinga
esta materia.
Del suo tenace indissolubil nodo.
Ne’ dagli antichi par cho si dipinga La semana entrante te veré en Londres, y te regalaré
La santa Fé vestila in altro modo, ciertas cositas muy preciosas porque estoy seguro de que
Che d’ un vel bianco che la copre tulla; las has de merecer. A Dios.
Che un sol punto, un sol neo la pubfarbrutía.
La fede unqua non deve esser corro!(a,
O data aun solo, o data insieme a mille;
E cosí in una selva, in nna grolta,
Lontan dalle cittade e dalle ville ; (a) i Oh, cnanto es infeliz la criatura,
Come dinanzi ai tribunal! in frotta Cuando el poder de la piedad ignora ’
Di testimon, di scritti e di postille, El que no siente agena desventura,
Senza giurare o segno altro piü espresso, Y al ver en otros lágrimas no llora,
Bastí una volla che si abbia promesso. La sensación mas dulce no percibe
Que una alma generosa en si recibe.
(AaiosTO.) Ti. (\RRIAZA.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 13

piensa; mas esto no puede calificarse de mentira, porque


se muestra con claridad que se piensa lo contrario de lo
Isleworth, 8 de Julio. que se dice, de suerte que á nadie se engaña. Pongamos
un ejemplo : si uno cumplimentase á un bribón bien co­
Temo, mi querido hijo, que mis cartas te parezcan muy nocido por su mucha probidad y honradez, ó á un insigne
serias, porque sé que te gusta la alegría, y á fé mía que majadero por su sabiduría y buenas prendas, la ironía
tienes razón: á mi también me gusta, y ya verás como no sería bien palpable, y todo el mundo conocerla la sá­
siempre estaremos serios. Cierto es que algunas veces se tira. Supongamos que yo te elogiase por tu grande apli­
requiere pensar con gravedad ; pero por lo regular debe­ cación al estudio, y por la facilidad de retener y recordar
mos estar animados y alegres; y de ninguna manera lo que una vez has aprendido, ¿ no percibirías fácilmente
querría yo que un muchacho como tú, se transformase la ironía y que yo me burlaba de ti ? Por lo mismo, cuan­
en filósofo; pero sí deseo que lo que aprendas sea bien do se te encomiare por alguna cosa, reflexiona imparcial-
aprendido, y después no me opongo á la diversión. mente contigo mismo, y si no merecieres tales elógios,
En mi última te hablé acerca de la urbanidad de las ten por seguro que eres objeto de burla, que se te infiere
personas distinguidas, es decir, de las gentes finas y de un agravio, y debes cuidar en lo sucesivo de contraer
trato. Esta urbanidad es natural y desembarazada, y no mérito para evitar así la Ironía.
se parece á la que usa la gente común ó del campo, que Presenta mis cumplidos á M. Maittalre y dlle que agra­
es de lo mas pesada é incómoda, porque consiste en mil dezco su carta. Me dice que vas á repasar la gramática
cumplidos ridiculos, y en ceremonias muy molestas. Por griega y latina; si así fuere espero encontrarte á mi vuelta
ejemplo,si comemos en casa de un hombre de baja esfera, muy adelantado, de lo contrario te cumplimentaré por
en lugar de invitarnos cortesmente á aceptar los manjares, tu memoria y aplicación. A Dios.
nos obliga ¿ comer y beber contra nuestra voluntad;
hace que rebosen nuestros platos; y para damos una
prueba de que somos muy bien recebidos, nos espone á
rebentar. Un campesino nos sufoca al abrazarnos y nos
echa por el suelo para hacernos pasar por delante. Todo
esto es ageno de un hombre que entiende bien la cortesía, Isleworth, 22 de Julio.
la cual no se opone á que dejemos ver en los modales
nuestro deseo de agradar, pero sin ceremonias Importu­ Comenzaremos, si te parece, á tratar un poco de geo­
nas. Pocos son los Ingleses que saben ser corteses como grafía, con ánimo de que adquieras una idea general de
conviene, porque ó se muestran vergonzosos ó descara­ una ciencia muy útil y necesaria, que de ningún modo
dos ; á la vez que ios Franceses, en lo general, no care­ debe ignorarse, porque enseña la situación de las ciuda­
cen de modales finos y desembarazados; y como tú eres des y de los estados de que se oye hablar á cada instante.
ya un Franceslto que hace concebir esperanzas, me pro­ Ya sabes que el mundo se divide en cuatro parles, á
meto que también sabrás imitar su comedimiento y te saber : Europa, Asia, Africa y América. Principiaremos
distinguirás en un país en que no es muy conocido. A por la Europa, porque contiene los países y reinos mas
Dios. importantes, como Suecia, Dinamarca y Rusia que se en­
Ya te tengo dicho que si hay en mis cartas algunas es- cuentran hacia el Norte; España, Portugal, Italia y la
presiones que no entiendas, pidas á tu mama que te las Turquía europea situadas al Sur; y Francia, Inglaterra,
esplique. Alemania y los Países Bajos que lo están en medio. Todo
esto servirá para cultivar tu espíritu; pero el objeto prin­
cipal es enseñarte á que seas hombre de bien, y como
tai que aborrezcas la injusticia, la mentira, el orgullo y
la avaricia; porque aunque un hombre posea todos los
talentos y saber del mundo, si es mentiroso, cruel, or­
Tünbridge, 15 de Julio de 1739. gulloso y avaro, será aborrecido y detestado de todo el
género humano, y se huirá de él como de una fiera. A
Mi querido hijo. propósito de avaricia be leído ayer una história muy gra­
ciosa sobre este vicio en las Metamorfosis de Ovidio. Un
Te agradezco el Interes que tomas por mi salud, de la rey, llamado Midas, pidió al dios Baco que cuanto toca­
qne te habría informado antes si no hubiese sido porque sen sus manos.se convirtiese en oro. Esta divinidad ac­
no conviene escribir mientras se toman estas aguas. cedió á su demanda, y en efecto, todo lo que palpaba se
Estoy mucho mejor desde mi llegada aquí, y pienso per­ convertía al momento en aquel precioso metal. Midas
manecer un mes mas. estaba de lo mas gozoso con tanta riqueza, pero muy
El signor Zambón i me cumplimenta por tu medio mas pronto encontró motivo de arrepentirse, y poco faltó
de lo que yo merezco ; pero es necesario que te hagas para que hubiese muerto de hambre, porque al tratar do
acreedor á todo lo que dice de tí, acordándote que la ala­ comer ó beber todo se convertía al momento en oro.
banza no merecida es una sátira afrentosa y severa, y el Entonces vió cuan loca era su avaricia (a), y suplicó á
arbitrio mas eficaz para hacer patentes los vicios y las
ridiculeces de loshombres (a). Esta manera de espresarse
es una figura de retórica llamada ironía, que consiste en (a) ¡ Oh incurable mal I ¡ oh gran fatiga ?
dar á entender precisamente lo contrario de lo que se Con Unta diligencia alimentada,
Vicio común y pegajosa liga,
Voluntad sin razón desenfrenada;
a) Une juste louange a do quoi nous cbarmer; Del provecho y bien publico enemiga ;
Mais un esprit bien fait doit prendre Sedienta bestia, hidrópica, hinchada,
Bien moins de plaisir á l’entendre, Principio y fin de todos nuestros males,
Quede peine á la mériter. ¡ Oh insaciable codicia de mortales !
(Pavillon) ir. No en el pomposo estado á los señores

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14 CARTAS

Baco que le retirase el funesto presente que con tanta tografía y á las historias, como también al estilo episto­
ansia babia solicitado, á lo que accedió benignamente lar que debe ser fácil y natural, y de ninguna manera
aquel dios, y Midas pudo comer y beber como antes. florido ni remontado. Por ejemplo, cuando escribas una
La moral de esta fábula es que los avarientos no pien­ cartita amistosa á Miss Pinkerton, piensa únicamente en
san mas que en amontonar riquezas para no disfrutarlas, lo que le dirías si estuviese presente, y en seguida escrí­
pues se niegan muchas veces aun lo mas indispensable, bele. De esta manera adquirirás un estilo fácil y natural,
y mueren de hambre en medio de sus tesoros. Encon­ á la vez que para muchas gentes es empresa estender
trarás esta historia al principio del libro undécimo de las una carta, figurándose que deben escribir mejor de lo
Metamorfosis. A Dios. que hablan, lo cual es un grandísimo error. A Dios. Veo
que eres un buen muchacho y que aprendes perfecta­
mente.

-r>

ISLEWOBTH, JuliO.

Miércoles.
Mi querido hijo.
En mi última te presenté un ejemplo tomado de las Mr querido hijo.
Metamorfosis de Ovidio sobre las funestas consecuencias
de la avaricia, y hoy te envió otro que se encuentra Ultimamente he encontrado varios pasages que de­
igualmente en la misma obra, y es la historia de Hipo- muestran la opinión que los antiguos tenían del saber y
menes y Atalanta. Esta última era una princesa estraor- cuan necesario lo creian. Como yo sé que eres del mis­
dinariamente hermosa, y por consiguiente tuvo una mo sentir, y que estás dispuesto á estudiar con empeño,
multitud de amantes; mas como al mismo tiempo era me ha parecido que leerás con gusto estos pasages que te
mas veloz que nadie, dijo que solo se casarla con quien copio en seguida del latin original.
corriese mas que ella. Presentáronse muchos preten­ Paterfamili as qusesivit ab Aristipo, quid com-
dientes, pero ninguno pudo superarla y los condenó á modi consequuturus esset filius suus si eumlileris
muerte. Hipomenes, hijo de Marte, lejos de desalentarse, institui curaret. Si nullum alium fructum perci-
se presentó en la lid, y Atalanta habria ganádoie en la piet f respondit ille J, hunc certe, quod in tneatro
carrera, si Venus no hubiese arrojado en el camino tres non sedebit lapis super lapidem. Tune erant thea-
manzanas de oro del jardin de las Hespérides. Deslum­ tri sedilia marmórea. Hoc responso innuebat vir
brada Atalanta con estas manzanas, se detuvo para re­ prudens, eos quorum ingenium excultum nonfuis-
cogerlas, de cuyas resultas Hipomenes, que seguía ade­ set, lapidum símiles possevideri.
lantando, ganó la carrera, y la hermosa antagonista tuvo « Un padre de familia preguntó á Aristipo qué ventaja
que casarse con el vencedor; mas como se apresuraron » resultarla á su hijo de ponerlo á estudiar. Aun cuando
tanto á consumar el matrimonio en el templo mismo de • no retirase ninguna otra, respondió Aristipo, cierto es
Cibeles, madre de todos los dioses, se indignó esta de se­ » por lo menos que no permanecerá en el teatro como
mejante audacia y los transformó en leones. Ves pues, ■ una piedra sobre otra. En aquel tiempo los asientos
que toda la desgracia de Atalanta vino de su amor al » del teatro eran de marmol. Por esta respuesta daba á
oro, ai que no pudo resistir como habla resistido » entender aquel hombre juicioso, que los ingenios sin
antes al mérito y á la bella presencia de sus otros » cultivo pueden considerarse como unas piedras.
amantes, (a) Así ya ves que Aristipo veia á un ignorante casi como
Me figuro que cuando lees mis cartas, atiendes á la or- ia piedra en que se sentaba. Diógenes comparaba á los
ignorantes con las bestias y no Iba muy fuera de razón.
Salse ridebat Diógenes Sinopensis inerliam et
Contentos en el alto asiento vemos, incuriam Megarensium, qui liberos nullis bonis
Ni á pobrecillos bajos labradores artibus instruebant, curam veropccorum dilígen­
Libres de esta dolencia conocemos : tera habebant ; dicebat enim, mallo se Megar ensis
Ni el deseo y ambición de ser. mayores alicujus esse arietem quam filium.
Que tenga fin y límite sabemos : « Diógenes de Sinope ridiculizaba con bastante gracia
El fausto, la riqueza y el estado » la indolencia é incuria de los habitantes de Megara,
Hincha, pero no harta al mas templado. • que descuidaban completamente la educación de sus
( EkciLLA. ) ■ hijos, al paso que atendían con todo esmero á la me-
(a) Jauregui, apostrofando al oro corruptor, alude á la his­
» jora de sus ganados; y decía que mas bien querría ser
toria de Atalanta en estos términos:
• carnero de un habitante de Megara que hijo suyo. »
Cicerón, hablando del saber, dice que debería adqui­
Oro tirano altivo rirse aun cuando no fuese mas que por propia recrea­
A quien los vicios viles
ción, sin contar con las demas ventajas que procura.
Honran cual Dios, y su malicia amparas,
¿ Quien las hazañas fieras, St non tantus fructus pcrciperelur ex líbera-
Funestas y llorosas lium artium studtis, quantumpercipi constal, sed
En reino alguno de la tierra ignora ? ex his delectatio sola peteretur; tamen hxc animi
Tus pomos lo dirán que de Atalanta remissio judicanda esset libero homine dignissi­
Ya suspendieron la volátil ¡ lanía, ma. Nam estera ñeque temporum omnium sunt,
Y al lustroso metal la encaminaron ñeque statum, ñeque locorum. Hsc studia adoles-
Do» de con muestras Je aparen*e dicha centiam álunt, senectutem oblectant, secundas res
Tuvo principio la fatal desdicha. Ir. ornant, advertís perfugium el solatium prsbent,

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DE LORD CHESTERFIELD 15
delectant domi, non impediunt forit, pemoctant corum. Cicerón dice á este propósito: Sic hoc decorum
nobiscum, peregrinantur, rusticantur. quod elucet in vita, movet approbattonem eorum qui-
« Aunque no retirásemos tantas ventajas del estudio buscum vivitur, ordine el constantia, el moderatione
• de las letras, como evidentemente lo hacemos, y que dictorum omnium atque factorum (a). Por esto venís
» solo buscásemos la recreación, bastarla sin embargo, cuan indispensable es el bien parecer para atraerse la
» este único alivio del alma, para considerarlo muy dlg- aprobación del mundo; y como yo estoy seguro de que
» no de un pecho noble ; porque las demas diversiones tratas de ganar la de M. Malttaire, sin la cual jamás ob­
• no se adaptan á todos los tiempos y lugares, ni son tendrás la mía, me atrevo á decir que prestarás la mayor
■ de todas las edades y condiciones. El estudio mejora la atención á lo que te diga, comportándote juiciosa y de­
» juventud y divierte la vejez; realza la prosperidad y centemente mientras estuvieres á su lado: después bien
» procura refugio y consuelo en la desgracia ; deleita en puedes juzgar, correr y saltar cuanto quisieres.
» el propio suelo y no estorba en el ageno ; hace las no-
» ches menos tristes; es un compañero alegre y dlver-
• tido en los viajes, y nos entretiene en la soledad de los
• trabajos rurales. » .
Séneca, con el fin de demostrar los frutos y el consuelo
que el saber produce dice : Viernes,
Si tempus tn studia conferas, omne vita fasti-
dium effugeris, nec noctem fieri optabis tadio lucís; He sabido con mucho gusto por M. Malttaire, que ya
nec tibí gravis eris, nec aliis supervacuus. atiendes á tus estudios mas de lo que tenias de costum­
« Si empleas el tiempo en el estudio te libertarás de bre, porque este es el único medio de sacar algún pro­
• todo fastidio en la vida; no desearás que llegue la no- vecho de lo que se aprende. Sin atención, es imposible
» che; no te cansará el dia y no serás un peso para ti ni recordar las cosas, y sin recordarlas, se perderla entera­
» incómodo á los demas. > mente el tiempo y el trabajo empleados en el estudio. Es­
Traduce estos trozos latinos descansadamente, y no pero igualmente que tu atención no recae solo sobre las
olvides cuan necesario fué considerado el saber por estos palabras, sino también sobre su sentido y significado, es
grandes hombres, tanto para la práctica como para los decir, que cuando lees ó aprendes algo de memoria, ob­
placeres de la vida. servas ios pensamientos y reflexiones del autor, así como á
sus palabras. Esta atención te proveerá de materiales para
cuando te halles en estado de inventar ó componer sobre
cualquier asunto: v. g. cuando leyeres algo sobre la cólera
envidia, odio, amor ó cualquiera otra pasión del alma, ob­
serva lo que el autor dice de ellas, y cuales son los efectos
Julio 25 de 1739. buenos ó malos que les atribuye. Observa al mismo tiempo
la gran diferencia que existe entre la prosa y el verso cuan­
Mi querido hijo. do tratan de las mismas materias. En la poesía las figuras
son mas fuertes y atrevidas, y la dicción ó espresion mas
Me agradó mucho que me hubieses preguntado la últi­ sublime ó elevada que en la prosa; y aun es raro que las
ma vez que te vi, por qué habia yo dejado de escribirte, palabras guarden en aquella el mismo órden que en esta.
siendo esto una prueba de que aprecias mis cartas y que La poesía abunda en metáforas, comparaciones y epítetos.
piensas en ellas; si tal es el caso, las tendrás con bastante Diréte de paso que los epítetos son* unos adjetivos que
frecuencia, y te serán muy útiles, si atiendes á lo que denotan alguna calidad particular de la cosa ó persona á
dicen, porque de lo contrario seria perder mi trabajo, que se agregan, v. g. pius ¿Eneas, el piadoso Eneas \pius
visto que es enteramente inútil leer una cosa si no se es el epíteto. Fama mendaz, la fama engañadora; men­
piensa en ella ó no se conserva en la memoria. No hay daz es el épiteto. El caso es el mismo en todos los Idio­
indicio mas seguro de un entendimiento limitado, que mas, y así se dice, la envidia pálida y macilenta, el
hacer una cosa y al mismo tiempo ocuparse de otra ó no amor ciego : estos adjetivos son los epítetos. Los poetas
pensaren nada absolutamente. Siempre debe atenderse
representan siempre á la envidia pálida, flaca y consu­
al ncgSÁo de que uno se ocupa; y así cuando se estudia miéndose á vista de la felicidad agena. Ovidio dice de la
no debe pensarse en el juego, y cuando se juega no hay
envidia.
para que pensar en el estudio. Ademas, si no atiendes
al libro cuando lo tienes en la mano, tendrás el doble
trabajo de aprenderlo de nuevo. Vizque tenet lacrymas, quod nil lacrymabile cornil.
Uno de los puntos mas importante de la vida, es aquel
decoro que consiste en hacer todo lo que es propio en los Lo cual quiere decirque la envidia puede apenas con­
casos convenientes, porque hay muchas cosas que son tener el llanto, por lo mismo que no vé nada que lo pro­
propias en cierto tiempo y lugar, fuera de los cuales no mueva, ó lo que es lo mismo, llora cuando vé la felicidad
conviene hacerlas : v. g. es muy puesto en razón y muy
oportuno que te diviertas cierta parte del dia, pero
debes conocer que seria muy impropio é indecoroso
que te pusieses á volar el cometa ó á jugará los bolos
mientras estás con M. Malttaire. Muy propio y decente
es bailar bien, pero solo debes hacerlo en los saraos y (a) ■ Asi, por medio de la conveniencia, de la constancia y
otras reuniones recreativas, porque si tepusiesesá bailar > de la moderación en todo cuanto se bacc ó se dice, resalta en
en una iglesia ó en un entierro, se te tendría por loco. b la vida ese decoro que merece la aprobación do aquellos con
Espero que por medio de estos ejemplos comprenderás b quienes se vive. >
el sentido de las palabras bien parecer, que los Fran­ El lector puede imponerse de todo lo que Cicerón dice sobre
ceses llaman bienséance y los latinos apellidaron de- el decoro, en el libro primero de sus Oficios párrafo 28. Tr.

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16 CARTAS

«te los demas (a). La envidia es ciertamente la pasión reinos y países del mundo, hasta la caída del imperio
mas baja y que mas atormenta, porque no hay persona romano.
que no tenga algo que escite la pasión del envidioso, de La historia moderna se refiere á todos los Teinos y
modo que no puede ser feliz mientras vé que otros lo países del mundo desde la destrucción de dicho imperio.
son (ó). A Dios. El perfecto conocimiento de la historia es de absoluta
necesidad; porque instruyéndonos de lo que hicieron
otros pueblos en los siglos precedentes, nos enseña lo
que debemos hacer en casos semejantes. Ademas, como
la historia es el tema común de la conversación, seria
una vergüenza ignorarla.
La geografía debe necesariamente acompañar á la his­
Isleworth, 10 de Setiembre de 1739. toria, porque no basta conocer lo que aconteció en la
antigüedad, sino que se requiere al mismo tiempo saber
Mi querido hijo. en qué lugares se realizaron los hechos; y la geografía,
como sabes, es la descripción de la tierra y nos muestra
Supuesto que te haces ánimo de poner atención y re­ la situación de las ciudades, países y ríos. Por ejemplo:
cordar lo que estudias, vuelvo á tomarme el trabajo de la geografía enseña que Inglaterra está al norte de Eu­
escribirte, y haré cuanto estuviere de mi parte para que ropa, que Londres es su capital y que está situado á ori­
aprendas muchas materias que no entran en el plan de llas del rio Támesis, en el condado de Mlddlesex, y asi de
instrucción de M. Maitlaire, sin lo cual él te las enseña­ los demas países y poblaciones.
rla mucho mejorque yo. No pretendo enseñártelas á fon­ La geografía se divide en antigua y moderna, porque
do, porque todavía no estás en edad para ello; mi inten­ hay en el día muchos países y lugares que tienen nom­
ción por ahora se reduce únicamente á darte una noción bres muy diversos de los que tenían antiguamente; y
general de algunas cosas que con el tiempo aprenderás muchas ciudades, célebres en otro tiempo, han sido
mas ampliamente, y que entonces te serán mas fáciles completamente arruinadas y ya no existen, como las
por haber adquirido de antemano una idea general de dos famosas ciudades de Troya en Asia, y Cartago en
ellas. Paso pues á darte algunas nociones de historia. Africa, de las que no ha quedado el menor vestigio.
La historia es la relación de lo ejecutado por una na­ Lee esto con atención, y no la pongas menos cuando
ción en general, por cierto número de personas, ó bien llegare la hora de jugar. A Dios.
por un solo hombre: así, la historia romana es la rela­
ción de lo que hicieron los Romanos como nación ; la
historia de la conspiración de Catilina es la relación de
lo que ejecutó cierto número de individuos, y la historia
de Alejandro el Grande, escrita por Quinto Curcio, es la
relación de la vida y hechos de un solo hombre. En una Isleworth, 15 de Setiembre de 1739.
palabra, la historia es la relación ó el pormenor de uua
cosa que ha sucedido. Mi QUERIDO HIJO.
La historia se divide en sagrada y profana, antigua y
moderna. La historia debe ir acompañada de la cronología , del
La historia sagrada es la Biblia, es decir, el antiguo y mismo modo que de la geografía, porque si así no fuese,
nuevo testamento. El primero es la historia de los Judíos no podríamos tener de ella sino ideas muy confusas,
que fueron el pueblo escogido de Dios, y el segundo es visto que no basta saber qué cosas han sucedido, que es
la historia de Jesucristo, hijo de Dios. loque enseña la historia, ni donde han sucedido, cuyo
La historia profana’ es la narración de los dioses del oficio pertenece á la geografía, sino que debe saberse
paganismo, tal como la lees en ias Metamorfosis de Ovi­ cuando acontecieron, y este es el objeto particular de la
dio, y que conocerás con mas estencion, cuando seas cronología. Paso por lo tanto á darte una nocion general
capaz de leerá Homero, Virgilio y los demas poetas an­ de ella.
tiguos. La cronología fija las fechas de los acontecimientos,
Le historia antigua es el conocimiento de todos ¡os esto es, nos instruye del tiempo en que tales y cuales
cosas sucedieron, contando desde ciertos periodos de
tiempo que se llaman eras ó épocas. Por ejemplo: en
(a) L’cnvieux cst un animal Europa las dos principales eras ó épocas de que nos ser­
En qui je n’entends presque ríen : vimos para computar son, desde la creación del mundo
Le bicu d’autrui luí fait du mal hasta el nacimiento de Jesucristo, que comprende cuatro
Le mal d’autrui luí fait du bien, mil años, y desde el nacimiento de Cristo hasta la pre­
( D’Aceilly) sente, que abraza mil setecientos treinta y nueve años ;
de modo que cuando se habla de una cosa que aconteció
(b) L’envic, á nuire toujours próle, antes del nacimiento de Jesucristo, se dice que sucedió
Par ses frémissemeuls m’inspirc la terreur. en tal año del mundov. g. Roma fué fundada en el
Quels horribles serpents environnent sa tete ! año tres mil docientos veinte y cinco de la creación del
Quel vaulour dócil i re son caeur! mundo, que vienen á ser unos setecientos cincuenta y
Sans reláche elle cherche á noírcir le mérito : tres años antes del nacimiento de Cristo. Se dice que
L’aspect de la vertu l’irrite : Carlomagno fué electo primer emperador de Alemania
Dans la publique joie, elle verse des plcurs ; en el año de ochocientos, es decir, ochocientos años des­
Bientót le désespoir deviendrait son partage :
pués del nacimiento de Cristo. Así ya ves que los dos
Ses pleure se cbangeraient en rage,
Sans nos fautes el nos malheurs.
grandes periodos, eras ó épocas del mundo, de donde
datamos todos los acontecimientos, son la creación del
(La Visclf.de) Tr. mundo y el nacimiento de Jesucristo.

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DE LORD CHESTERFIELD

Hay en la cronología la palabra siglo, de que nos ser­ 4. El imperio Macedonio.


vimos para computar después del nacimiento de Jesu­ 5. El imperio Romano.
cristo ; un siglo comprende cien años ; por consiguiente, En este momento llega á mis manos tu carta que está
han pasado diez y Biete siglos desde el nacimiento del muy bien escrita.
Salvador, y estamos ahora en el décimo octavo. Así,
cuando uno dice que tal cosa aconteció en el siglo dé­
cimo, debe entenderse después del año novecientos y
antes del año mil, posterior al nacimiento de Cristo.
Cuando alguno comete un error en cronología diciendo
que tal hecho se verificó varios años antes ó después de ISLEWORTn.
aquel en que realmente aconteció, este error se deno­
mina anacronismo. La cronología exige memoria y aten­
Mi QUERIDO HIJO.
ción, cosas que no dependen mas quede tu voluntad, y
que yo ensayaré la primera vez que nos veamos, hacién­ El comedimiento de que te tengo hablado en mis ante­
dote preguntas sobre el contenido de esta carta. riores, es referente á tus iguales y á tus superiores; pero
hay también cierto comedimiento de diferente especie
debido á nuestros Inferiores, y cuya falla arguye en con­
tra de la bondad del corazón. Cierto es que no tenemos
necesidad de usar cumplimientos con nuestros inferiores,
ni de hablarles del honor que nos hacen; pero siempre
Isleavohth, 17 de Setiembre de 1739. debemos tratarlos con afabilidad y dulzura. Todos somos
de la misma especie y no hay mas distinción que la que
Mi querido hijo. nos ha cabido por suerte; de modo quo tu criado é Isabel
En mis dos últimas te espliqué el objeto y utilidad de la serían tus iguales si fuesen tan ricos como tú; pero sien­
historia, geografía y cronología, y te hice ver la conexión do pobres se ven obligados á sen irte, y de consiguiente no
que guardan entre sí, es decir, su unión y dependencia debes aumentar su desgracia insultándolos ó maltratán­
recíproca. Pasemos ahora á considerar la historia mas dolos. Si tu suerte es mejor que la suya, debes agrade­
particularmente en sí misma. cerlo á Dios, pero sin despreciarlos ni envanecerte de tu
Las historias mas antiguas están de tal modo mezcladas fortuna. Conviene pues, tratar con dulzura y bondad á
con fábulas, esto es, con falsedades é invenciones, que nuestros Inferiores, y no hablarles con orgullo ni aspe­
merecen muy poco crédito. Todos los dioses y diosas de reza como si fuesen seres de distinta especie. Un hombre
los paganos que citan los poetas, no fueron mas que hom­ de buena índole, en vez de hacer sentir á las gentes su
bres y mugeres, que, ó inventaron algún arte útil ó hicie­ desgracia, trata de hacérselas olvidar si es posible, ó á
ron mucho bien en los países que habitaron, y de ello lo menos de disminuirla.
resultó que el pueblo, que los veía con gran veneración, Yo estoy persuadido deque tú obrarás siempre de esta
manera, sin lo cual no me sería posible amarle tanto
los convirtiese en dioses después de su muerte, y en tal
como te amo. A Dios.
suposición que les dirigiese súplicas y les levantase al­
tares. Baco, por ejemplo, dios del vino, fué simplemente
el primer mortal que Inventó la manera de hacer el vino, <30-
y esto agradó tanto al pueblo, que lo puso en el catálogo
de los dioses, siendo muy probable que al hacer esto se
hallasen ebrias aquellas gentes. Ceres, diosa de la abun­
dancia, que la pintura nos representa con espigas de trigo Isleworth, 19 de Setiembre de 1739.
que coronan su cabeza, fué sin duda alguna buena muger
que inventó el arte de arar, sembrar y cultivar el trigo, Mí QUERIDO HIJO.
y el pueblo, que le debía el pan, la deificó, esto es, hizo de
ella una diosa. Otro tanto sucede con las demas divini­ Tu última carta me ha dejado muy satisfecho, no tanto
dades del paganismo que se encuentran en la historia por hallarse bien escrita como por la bella promesa que con­
profana y en la mitología. tiene. Loque ahora interesa es que la cumplas, porque el
La historia antigua auténtica, ó lo que es lo mismo hombre no vale nada sin el cumplimiento de lo que pro­
verdadera, está dividida en cinco periodos ó eras nota­ mete (a). Me aseguras que te acordarás de las reglas que te
bles de los cinco grandes imperios de la antigüedad. El doy y esto basta,pues aun cuando ahora no las comprendas
primer imperio del mundo fué el de Asirla destruido bien, el tiempo y la reflexión te las aclararán. Por lo que
por los Modos. El imperio de los Medos fué arruinado toca al contenido de tu carta, se me ha puesto en la ca­
por los Persas, y el imperio de los Persas fué estinguido beza que alguien te prestó ausillo, lo cual no es estraño,
por el de Macedonia bajo el dominio de Alejandro el porque aun no estás en edad de escribir solo; con todo,
Grande. El imperio de Alejandro el grande solo se con­ debes ensayarlo, visto que nada es mas necesario que po­
servó durante su vida, porque luego que murió, sus ner bien una carta, y en verdad que es la cosa mas fácil
generales dividieron el mundo entre sí, y se batieron del mundo : la mayor parte de los que escriben mal, es
unos contra otros, hasta que por último el imperio ro­ porque quieren escribir mejor de lo que pueden, y de ello
mano que fué elevándose, los absorvió á todos y Roma
quedó dueña del universo. Ten pues presente, que los
cinco grandes imperios que se sucedieron consecutiva­
(a) Mantened vuestra palabra
mente fueron:
Siempre inviolablemente,
í. El imperio de Asiria primeramente establecido. Pero do la deis jamas
2. El imperio de los Medos. Inconsideradamente.
3. El imperio de los Persas. (Máxima* de la Sabiduría). Tr.

2
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18 CARTAS
©

resulta un estilo ceremonioso y afectado, enteramente tria, cosas que confiadamente espero bailar en tí, no po­
opuesto á la buena dicción que debe ser fácil y natural. niendo la menor duda que dentro de poco tiempo se te
Por ejemplo : si quieres escribirme una carta, piensa llamará Felipe el industrioso. La mayor parte de los hom­
únicamente en lo que me dirías si estuvieses conmigo, y bres grandes de la antigüedad tenían algún epíteto que
en seguida vacíalo simplemente en el papel como si me se repetía con su nombre, para designar el mérito sobre­
hablases. Supongamos que tú solo me escribes una carta saliente que los distinguía¿ por qué no tratarías tú de ga­
valiéndote, poco mas ó menos, de los siguientes tér­ nar alguna denominación honrosa ? El talento y la vi­
minos i veza son muy apreciables, pero no bastan por sí solos; es
necesario agregarles el cuidado y la aplicación y de esto
modo te conducirán lejos :
Mi querido pxpa* Acápite ergo animis, atque hcecfigile dicta.
Estové esta mañana en casa de M. Maittaire, en donde K Dios.
traduje muy bien del Ingles al latin y del latin al Ingles,
tanto, que al fin de mi ejercicio puso Optime. Conjugué
también un verbo griego bastante bien. En seguida corrí Ayer hablábamos déla América, que como te dije fuó
á casa como un diablillo, y me puse á jugar hasta la hora descubierta por un Geno ves llamado Cristóbal Colon,
de comer; entonces sí que no fué cosa de juguete, sino bajo los auspicios de Fernando é Isabel, reyes de España
muy seria, porque comí como un buitre, la cual ser­ en 1492, es decir, á fines del siglo décimo quinto, pero
virá á Vd. para conocer que disfruto de buena salud. A se me pasó decirte que tomó el nombre de América de
Dios. un tal Amérlco Vespuclo, nativo de Florencia, que descu­
Bravo! esta es una carta bien escrita, y sin embargo brió la América meridional en 1497. Lob Españoles co­
muy fácil, por lo mismo que es natural. Trata pues de menzaron sus conquistas en el nuevo mundo por las is­
escribirme tú mismo, sin que te dé mucho cuidado que las de Santo-Domingo y de Cuba, y poco después Her­
la letra sea buena ni los renglones derechos, y de este nando Cortés, á la cabeza de un corto ejército, desem­
modo trabajarás menos y te acostumbrarás poco á poco á barcó en el continente, se apoderó de Méjico y derrotó al
escribir perfectamente sin fatigar tu espíritu. emperador indígena Montezuma. Este suceso animó á
A Dios. Ven mañana á casa á las 12, ó el viernes por otras naciones para emprender conquistas en los países
la mañana á las 8. nuevamente descubiertos, y los Ingleses se apoderaron
después de Nueva-York, Nueva Inglaterra, Jamaica (a),
las Barbadas, la Carolina, la Pensilvania, Marylaod, y de
varias islas á sotavento. Los Portugueses tomaron pose­
sión del Brasil; los Holandeses de Curazao y Surlnam y
los Franceses de la Martinica y de la Luisiana.
Isleworth, Jueves.

Como debo Ir á la ciudad el sábado próximo, quisiera


que vinieses á casa el domingo por la mañana á las diez;
puedes decir á M. Maittaire que si no le es molesto, ten­
dría mucho gusto de verle al mismo tiempo, cuya incomo­ Lunes.
didad le habría yo evitado, si hubiese sabido donde poder
hallarlo en la ciudad. No dudo que me dará buenas noticias Te hablé hace poco, pero muy de paso, de la cronolo­
tuyas, porque estoy en la inteligencia deque sientes ya las gía, y como juzgo muy importante que sepas algo de esta
ventajas, el placer y la necesidad de aprender bien las ciencia, me estenderé ahora un poco mas sobre lo que
cosas. También me imagino que tienes deseos de sobre­ ya dije, con ánimo de aclarar tus ideas.
salir en todo, y por consiguiente que te aplicas. Debo de­ La cronologia es el arte de medir y distinguir el tiem­
cirte que se habla ya de tí como de un discípulo muy po, ó por mejor decir, es la ciencia de las épocas que,
adelantado para tu edad, de suerte que tu bochorno sería como ya sabes, son unos periodos particulares y nota­
mayor, si no correspondieses á las esperanzas que se bles del tiempo. Es costumbre decir que la geografía y la
han concebido de tí. A Dios. cronología son los dos ojos de la historia, porque esta
sin aquellas no es clara ni puede ser bien comprendida.
La historia relata los hechos, la cronología nos indica en
qué tiempo pasaron y la geografía en qué lugar ó país
acontecieron. Los Griegos median bu tiempo por olim­
piadas que era un espacio de cuatro años. Este sistema
Lunes. de cómputo tiene su origen de los juegos olímpicos,que se
celebraban ai principio de cada lustro ó periodo de cinco
años, á orillas del rio Alfeo, cerca de Olimpia, ciudad de
Mi querido hijo. Grecia. Los Griegos para espresarse decían que tal cosa
sucedió en tal año de tal olimpiada, v. g : Alejandro el
Mucho gusto me dló ayer oír decir á M. Maittaire de­ Grande murió el primer año de la olimpiada 114. La pri-
lante de tí, que comenzabas á reflexionar sobre tus lec­
ciones y á escucharlas con mayor cuidado. Si continúas
de esta manera, te resultarán dos ventajas; primera, tu
propio adelanto; segunda, mi cariño, con el que solo de­ (a) Jamaica perteneció primitivamente á los Espadóles, y
bes contar cuando M. Maittaire me diga que lo mereces. los Igleses se apoderaron de ella en 4654, bajo el protectorado
No es posible hacer nada bueno sin aplicación é indus­ de Cromwell. Tr.

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DE LORD CIIESTERFTELD 19

mera olimpiada comentó 774 años antes de la venida La pólvora fué inventada por un fraile aleman lla­
do Jesucristo; de consiguiente, el Salvador nació en el mado Bertoldo (a) en el siglo XIV el año............... 1380.
primer año de la olimpiada 175. La imprenta fué inventada en Haariem, ciudad de
Los Romanos principiaron á computar su tiempo desde Holanda, ó en Slrasburgo, ó en Maguncia en
la fundación de Roma, y se expresaban de esta manera: Alemania, en el siglo XV hácia el año (ó) .......... 1440/
ab U. C» que quiere decir ab Urbe Condita. Los reyes
pues, fueron esputados y ei gobierno consular estable­
cido el año 244 ab U. C-, esto es, de la fundación de
Roma.
En el dia toda la Europa compúta desde la grande
época del nacimiento de Jesucristo, que se verificó hace
1738 años*, de modo que cuando alguno pregunta en qué Dato,8 de Octubre de Í730.
año sucedió tal ó cual cosa, quiere saber en qué año des­
pués del nacimiento de Cristo. Muy contento me tienen todas tus cartas, principal­
Pongamos un ejemplo : Carlomagno fué electo empe­ mente la que pusiste solo, porque es muy natural y por
rador de Occidente en el año 800, es decir, ochocientos consiguiente muy buena. Tu traducción inglesa es igual­
años después del nacimiento de Cristo; pero sí habláse­ mente exacta, y por lo que hace á la latina no es posible
mos de algún acontecimiento acaecido antes de aquel esperarla mejor, visto el poco tiempo que llevas de apren­
tiempo, diríamos que se verificó tantos años antes de la der esta lengua. En fin, hasta ahora todo vá bien, y lo
venida de Jesucristo ; v. g.: decimos que Roma fué esencial es que continúes bajo el mismo pié. Debo sobre
construida 750 abosantes de Cristo. todo congratularte por el Optime que M. Maittairc es­
Los Turcos datan desde su hegíra, que fué el año en cribió al fin de tus últimas composiciones; este es un
que Maboma, su falso profeta, huyó de la Meca j y así eióglo de lo mas lisonjero, y estoy persuadido de que ex­
como nosotros decimos que tal cosa se verificó en tai año perimentas mas placer con esta sola palabra, que el que
de Cristo, ellos dicen que tal otra sucedió en tal año de la disfrutarlas jugando dos horas consecutivas. En efecto,
hegira. Esta principió en el año de Cristo 622, es decir, cuan grato no es el cumplimiento de los deberes en todas
hace cerca de 1100. materias ! Nada es mas satisfactorio que una buena con­
Hay pues en la cronología dos grandes periodos que ciencia, porque es lo único qüe puede hacernos dichosos
sirven á las naciones de Europa para datar los aconteci­ y procurarnos la tranquilidad. A propósito ¿ sabes lo que
mientos, á saber: la creación del mundo y el nacimiento quiere decir conciencia ? Es lo que siente uno interior­
de Jesucristo. mente cuando hace ó dice alguna cosa v. g : si yo hubie­
Los sucesos que acontecieron antes del nacimiento de se dañado á alguno, ó hubiese dicho una mentira, aun­
Jesucristo, se datan desde la creación del mundo, y los que no fuese descubierto, siempre me sentiría culpable;
que se verificaron después de la venida del Redentor, se
cuentan desde esta época, como el presente año de
173». v. g.:
A. M. (o) Bcrtbold Scbwart, cordel ier allemand et originaire do
El diluvio aconteció el año del mundo.................... 1656. Fribourg. Assei bon ch i miste pour son temps, il fit, étant en
La fundación de Babilonia por Semiramis en .... 1800. prison une composition de salpétre, desoufreet dccharbon.
El nacimiento de Moisés en...................................... 2400. 11 couvrit d’une pierre le morder qui la con lena i t; mais ayant
La toma de Troya por los Griegos en..................... 2800. itnprudemmenl batía le briqueta une élincelle y lomba ; le
La fundación de Roma por Rómulo en.................. 5225. feu pril, la pierre saula; quolques uns ajoutenl: et le moiuo
La conquista de Persla por Alejandro el Grande avee
en....................................................... .................... 5674. (Epué:mébides) Tr.
Ei nacimiento de Jesucristo en................... ............. 4000.
La significación de A. M. en el encabezamiento de estas (6) Entre los años de 4 420y 4450, vivía en Haariem, ciudad
fechas es Anno Mundi, en el año del mundo. importante de Holanda, un sujeto llamado Laurencio Jansen,
Todos los cristianos datan desde el nacimiento de conocido mas bien bajo el nombre de Coster, el cual acostum­
Cristo, los acontecimientos que han ocurrido después de braba divertirse tallando en madera toda ciase do figuras.
Paseando un dia en el bosque de Haariem, hubo i las manos
aquel tiempo, y esto es lo que llamamos era cristiana.
una rama de pino, y pasó el rato gravando en ella algunas
Unas veces decimos que tal cosa sucedió en tal año de
figuras; envolvió después su pequeña obra en un papel, se
Cristo y otras en tal centuria ó siglo, v. g.; sentó y quedóse dormido. Durante su sueño, la humedad del
Mahoma, el falso profeta de los Turcos, que es­ aire, ó algunas gotas de lluvia, mojaron el papel, y ai des­
tableció la religión mahometana y escribió el pertar apercibió que habian quedado estampadas en él, las
alcoran, murió en el siglo Vil es decir, en el florecillas que había marcado en la madera. Ocurrióle la feliz
año de Cristo.............................. ............................... 652. idea de trazar algunas letras, y habiendo aplicado el papel
Carlomagno fué coronado emperador en el último sobre ellas, vió qno quedaban impresas de un modo legible.
año del siglo VIII es decir, en el año........................ 800. Después de este ensayo trazó en tablas de madera algunas fi­
guras ai pié de las cuales escribió una corla sentencia, y me­
diante una tinta roja imprimió su obra en el papel. A poco
Aqui termina el imperio romano. imaginó hacer tas letras separadas y perfeccionó su invención.
Después quiso hacer las letras sobre plomo ó estaño ; mas ha­
llando que esto era muy penoso, ideó fundir estos metales y
Guillermo el conquistador fué coronado rey de In­ vaciarlos en moldes de aquellas letras, por cuyó medio llegó a
glaterra en el siglo XI el año..................................... 1066. imprimir un librito titulado : Spcculum kumanae talvaliotü:
La reforma, esto es, la religión protestante fué Espejo de la Salvación. — Así se descubrió y llegó á servir el
promovida por Martin Lulero en el siglo XVI el precioso arte de la imprenta.
•ño......................................... w.................. ___........... <530. 'CODBTIN.) Tr.

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20 CARTAS

la conciencia me remordería y sería yo desgraciado (a). Bien debes conocer que un hombre que habla y escri­
Sin duda que has leído en las Metamorfosis de Ovidio, be con gracia y elegancia, que se vale de palabras selec­
la fábula de Prometeo que robó el fuego de cielo para tas, y que adorna y hermosea el asunto sobre que escribe
formar al hombre. Júpiter la castigó encadenándolo en ó habla, es mas apto para persuadir, y llenará mejor su
el monte Caucaso, y enviando un buitre que perpetua­ objeto, que otro que se esplique confusamente, que hable
mente le roe las entrañas. Esta fábula es una alegoría mal su lengua, que use espreciones bajas y vulgares, y
ingeniosa, que demuestra los tormentos permanentes que carezca de gracia y elegancia en cuanto dice. Ahora
de una mala conciencia: Prometeo habla perpetrado un bien, la retórica es el arte que enseña á hablar con per­
robo, y el buitre que sin cesar le roe las entrañas, repre­ fección ; y aunque no es mi ánimo que lo aprendas ahora
senta su conciencia recordándole perennemente su cri­ á fondo, quiero no obstante, darte algunas ideas conve­
men (ó). Esto es lo que se llama alegoría, y se emplea nientes á tu edad.
para representar una cosa por medio de otra, lo cual es Lo primero que debes atender es á hablar tu propio
muy usado en la poesía. idioma con la mayor pureza, arreglándote á la gramática,
Traduce esta carta en ingles: porque no es permitido quebrantar las reglas que esta
prescribe, ni usar de locuciones viciosas. Pero no basta
hablar sin faltas en el lenguaje, se requiere igualmente
hablar bien; y la mejor manera de conseguirlo es leer
Querido papa. con atención los autores clásicos, y reparar en el modo
con que se espresan las personas de distinción y los hom­
Es cierto que Vd. me prodiga alabanzas, pero también
bres ilustrados; porque la gente baja, los lacayos y
lo es que me las hace pagar, porque para merecerlas me
obliga á trabajar como un presidario. No importa, la demas sirvientes se esplican muy mal, y usan términos
bajos y vulgares que nunca debe emplear un hombre
gloria, como decía Alejandro el Grande, nunca es cara,
bien educado. Si se trata del número, mezclan el singu­
y de esta Opinión es también
lar eon el plural j si del género confunden el masculino
Felipe el pequeño.
con el femenino; y si de los tiempos, toman á menudo
uno por otro. Para evitar tales faltas es preciso leer con
atención, observar el estilo y las espreslones de los auto­
res de nota, y no dejar pasar una sola palabra que no se
entienda, sin indagar su esacto significado. Por ejemplo:
cuando leas las Metamórfosis de Odivio con M. Mattaire,
Bate, 17 de Octubre de 1739. pregúntale el sentido de todas las palabras que no co­
nozcas, é infórmate si pueden emplearseen la prosa ó en
el verso ; porque, como ya te he dicho, el lenguaje poé­
Mi querido hijo. tico es diferente del lenguaje ordinario, y hay muchas
Creo en verdad, que tú eres el primer niño á quien palabras que se usan en el primero que serían muy im­
sin haber cumplido ocho años, se haya hablado de figu­ propias en el segundo. Del mismo modo, cuando leas
ras de retórica como lo hice en mi anterior (c); pero mi francés con M. Peinóte, pregúntale el significado de to­
opinión es que no hay edad temprana para comenzar á das las palabras que te sean desconocidas, y suplícale
ejercitar el pensamiento, y que el arte que enseña á per­ que te ponga ejemplos dé ia manera con que deben usarse;
suadir las almas y á conmover los corazones, merece todo esto no requiere mas que una poca de atención, y
ser atendido con anticipación. ia utilidad que resulta es grandísima. Se dice que el poeta
nace y el orador se hace. Nascilur poeta, fit orator : es
decir, que para ser poeta se requiere haber nacido con
cierto grado de fuerza y vivacidad de espíritu, pero que
(o) La conciencia dice Burgos, es un registro de nuestras
obras; un testigo incorruptible de nuestra conducta; un tri­
la atención, la lectura y el trabajo bastan para formar un
bunal secreto establecido en el fondo de nuestro corazón y orador. A Dios.
contra el cual
Ninguno encuentra asilo,
Porque habla al corazón, sin que baya cosa
Que sufoquo su grito justiciero ,
Siendo á un tiempo de todas nuestras obras
Sabia ley directora,
Acusador, testigo, y juez severo. Bath, 26 de Octubre de 1739.
Estos mismos pensamientos encierra la siguiente poesía
francesa, ««presados con mas gracia y laconismo. No sabemos Mi querido hijo.
« cual de ambos autores pertenece la originalidad :
Aunque la poesía difiere bastante de la oratória en
La consciente parle, écoutons bien sa voix ; muchos puntos, emplea sin embargo las mismas figuras
Le crime á l’étouffcr met un vain subterfoge, de retórica y abunda en las mismas metáforas, compara­
Et de nos actiuns elle est tout á la fois ciones y alegorías; de modo que puedes aprender indi­
La ioi, l’accusateur, le témoin et le juge. ferentemente en la prosa ó en el verso, ia pureza del len­
guaje y los adornos de la elocuencia. La dicción ó el
(6) Del reo nel core lenguaje poético es mas sublime que el de la prosa, y usa
Desti un ardore,
libertades que en esta no son permitidas y que se llaman
Cbe il sen gli lacera
licencias poéticas. Observarás fácilmente la diferencia
La notte, e d di.
(Metastasio.) Tr. entre el verso y la prosa, si lees entrambos con atención;
en el primero rara vez se dicen las cosas llana y senci­
(c) Carta que no se ba encontrado. llamente como en la segunda, sino que se describen y her­

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DE LORD CHESTERFIELD 21

mosean. Por ejemplo : lo que el sereno te esplica á me­ termina con la hermosa comparación de Nerón, empe­
nudo en dos palabras : mañana nublada (a cloudy mor- rador romano muy cruel, que habiendo hecho incendiar
ning) se espresa en verso de la manera siguiente en la á Roma se puso á tocar el harpa mientras las llamas
tragedia de Catón : consumían la ciudad. Es bello este símil porque así co­
mo los poetas representan al amor abrasándose en lla­
Tke daten is overcast, tkemorning lours, mas, de la misma manera aquella hermosa, mientras
And keavily U clouds brings on lite dayfaj. los otros ardían de amor por ella, tocaba, como lo hizo
Esta es una dicción poética que no convendría á la Nerón, cuando veía consumir la ciudad que él mismo
prosa, aunque en esta puede usarse cada palabra separa­ habia Incendiado. Te encargo que aprendas de memoria
damente. Voy á copiarte unos versos muy preciosos de estos versos que me relatarás la primera vez que nos
M. Walier, por ser sumamente poéticos y estar llenos de veamos.
imágenes. Los compuso aludiendo á una dama que tañía
el laúd. Te diré de paso que laúd es un instrumento de
varias cuerdas que se tocan con las manos :
Suck moving «oaiuü, from suck a careles» touck!
So lili le skis concern'd, and we so muck! Batu, 29 de Octubre de 1739.
Tke trembling siringe about ker fingir» crowd,
And tell tkeirjoy, for every kits, aloud. Mi querido hijo.
Saall forcé tkere needs lo nake tkem trembte so :
Touck'd by tkat kand, wko wouldnot tremble too ? SI es posible ser modesto oon esceso te aseguro quo
Bcre Lovetakes stand, and vhile »he charms tke earf tú lo eres, y que mereces mas de lo que me pides. Un
Entplies kis quiver on tke lisl*ning deer. bastón con puño de ambar y un par de hebillas son muy
Music so softens and disarms tke miad, poca cosa para recompensar tus merecimientos, y siem­
Tkat not one arrow can resisíance find. pre será necesario que agregue yo algo mas. La modes­
Tkns tke (air tgranl celébrales tke prixe, tia acompaña por lo regular al verdadero mérito, y es
And acts kerself thetriumpk of ktp eges. cualidad muy recomendable, porque previene y cautiva
las voluntades en nuestro favor mas que ninguna otra ;
So Nerón once, wilk karp in hand, survey'd
como por otra parte nada es mas ofensivo y repugnante
Bis fiatning Rome : and, as is burnt, he plaij’d (b)
que la presunción y la Impudencia. Un hombre que so
Observa todas las bellezas poéticas de estos versos. prodiga alabanzas continuamente, y que trata de hacerse
El poeta supone que los sonidos de las cuerdas, cuando valer con la relación de sus proezas, es detestado de todo
ella las toca, son espreslones de su alegría al besar sus el mundo; á la vez que se aprecia debidamente, al que
dedos. Signe el autor comparando la vibración de las encubre su mérito, ensalza el de los demas y habla poco
cuerdas, al tremor y gozo de un amante al sentir el y con modestia de sí mismo.
contacto de la persona amada. Después representa al Grande es sin embargo, la diferencia que existe entra
amor (que como sabes se pinta bajo la figura de un la modestia y la vergüenza mal entendida; porque si la
niño con arco, flechas y aljaba ), al lado de la dama, primera es muy laudable, la segunda es de lo mas ri­
disparando saetas á los corazones de los oyentes, mien­ dicula. No debe uno ser simple ni tampoco descarado ;
tras la música los conmueve y desarma. Finalmente, mas es menester saber presentarse, hablar á las gentes
sin encogimiento y responderles sin rubor ni emba­
razo. Los Ingleses son por lo regular simples, y carecen
de aquellos modales fáciles, mas al mismo tiempo ur­
(«) La aurora aparece sombría, y la mañana, oculta en banos, que son tan naturales á los Franceses. Observa
densas nubes, esparce lentamente la luz. pues, é ¡mita la manera con que estos se acercan y ha­
blan á las gentes. Un hombre de baja esfera ó un cam­
(6) Aires tan dulces su nevada mano
El descuido afectando producía,
pesino, se avergüenza al presentarse en sociedad, se mira
Y ella tan solo se mostraba esenta de lo mas embarazado, no sabe qué hacer con sus ma­
Del hechizo que i todos absorvia. nos, pierde el tino cuando se le habla, responde con di­
En torno de sus dedos se agolpaban ficultad y casi tartamudeando; á la vez que un caballero,
Convulsivas las cuerdas, y altamente acostumbrado al trato de gentes, se presenta con gra­
A cada ósculo alegres resonaban. cia y entereza *, habla, aunque sea con personas que no
No de la fuerza su temblor nacía : conoce, sin cortarse en manera alguna y se conduce en
Bajo manos tan bellas todo con naturalidad y sin encogimiento. Esto es lo que
Quien no temblara, cual temblaban ellas! se llama tener trato de gentes y buena educación, cir­
Salta amor ó su lado : y de repente cunstancias de la mayor utilidad en el curso de la vida.
Mientras ella deléita les oidos No pocas veces sucede que un hombre de mucho talento,
Nos sentimos por él todos heridos. sin tener por eso mundo, no es tan bien recibido como
Cómo ya resistir, si nos habia otro de inferior capacidad pero acostumbrado al trato
Desarmado tan dulce melodia! de gente fina.
De esta manera la tirana hermosa
Esta materia merece toda tu atención, y por lo mismo
En medio de sus víctimas gozosa
debes meditarla y tratar de hermanar la modestia con
De sus ojos el triunfo celebraba.
Así Nerón un día un porte fácil y urbano. A Dios.
Las llamas en que Roma se abrasaba, En este momento recibo tu carta del 27, la cual está
Al son del harpa deleitado via. muy bien escrita.
La traducción de estos versos es hecha por un poeta de la
República Argén lina. Tr

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22 CARTAS

Datfi, 4° de Noviembre de 1739. Bath, 5 de Noviembre 1739.

Mi querido hijo. Mi querido hijo.


Volvamos á la elocuencia ó arte de hablar bien, que Grato me fué saber que asististe á la función del Lord
jamás debes perder de vista, porque en muchas circuns­ Mayor, porque supongo que te divertiste, y deseo ade­
tancias es de absoluta necesidad y útilísimo en todas. Sin mas que veas todo. Este es buen medio de que te instru­
este arte nadie puede figurar en la tribuna, ni en el pul­ yas, especialmente si te informas, como espero lo harás,
pito ni en el foro; y aun en la conversación ordinaria, el del significado y particularidades de cada cosa. Por de
hombre que hubiere adquirido el hábito de espresarse contado que á esta hora sabes que el Lord Mayor es el
con csactitud y facilidad, tendrá gran ventaja sobre los gefe de la ciudad de Londres; que dura en su encargo un
que hablaren sin corrección ni elegancia. año, terminado el cual hay nueva elección; y que este
El objeto de la oratoria, como ya te he dicho, es persua­ magistrado gobierna la ciudad unido con el ayunta­
dir; y bien debes conocer que agradar á los otros es dar un miento y la junta municipal. El ayuntamiento se com­
gran paso en el camino de la persuasión. Por consiguiente, pone de veinte y seis regidores, que son los comerciantes
no es posible que se te oculte cuan ventajoso es, para el que mas considerables de la ciudad. La junta municipal es
habla en público, agradar á sus oyentes hasta el punto de muy numerosa, compuesta igualmente de comerciantes
cautivar su atención, cosa que jamás conseguirá sin el au- pertenecientes todos á los diferentes gremios que viste
silio de la elocuencia. No basta que hable con la mayor marchar en la procesión, con sus pendones y estandar­
purera el lenguaje de que se sirve, ni tampoco que se ar­ tes. Las gentes que han visto poco, admiran tontamente
regle á los preceptos de la gramática; se requiere al mis­ cualquiera cosa nueva, á la vez que las educadas en el
mo tiempo que hable con elegancia, esto es, que elija las mundo, miran todo con serenidad y desprendimiento,
palabras masespresivas y convenientes, y que las coloque y hacen observaciones convenientes sobre las cosas
en el mejor orden posible. Debería Igualmente, adornar que ven.
sn discurso con metáforas, símiles y otras figuras de re­ No me escribas ninguna carta después de recibida la
tórica, y animarlo, si es posible, con dichos prontos, vi­ presente, porque pienso partir de aquí el sábado ó do­
vos é Ingeniosos. Supongamos que tú tratas de persuadir mingo próximos ; pero puedes venir á verme á Grosvenor
á M. Maittalre para que te conceda un día de asueto; Square, el miércoles i4 á las diez de ia mañana; y allí
¿ irás y le dirás lisa y llanamente *. Deme Vd. un dia de encontrarás los objetos que me has pedido, á los que
asueto! Claro es que no sería este el medio de persua­ agregaré algo mas precioso para premiar el esmero que
dirlo. Deberás pues ante todo, esmerarte en complacerle pones en tus estudios; pues aunque no debe obrarse bien
y atraer su atención, diciéndole que la esperiencia que únicamente por amor á las recompensas, es justo sin
tienes de su bondad é indulgencia te ha animado á pe­ embargo, que los que se conducen bien sean recompen­
dirle un favor, y que si no cree conveniente concedértelo, sados. Uno debe manejarse rectamente por solo el placer
esperas á lo menos que no lleve á mal que lo hayas soli­ de obrar bien, y hallará en la virtud su propia recom­
citado. En seguida le manifestarás tu deseo de obtener un pensa, porque ella nos hace bastante afortunados aun
día de asueto, y le espondrás tus razones v. g: que tienes sin remuneración de otra especie. A Dios.
que hacer esta ó la otra cosa, ó bien que ir á tal parte.
Después no caería mal un argumento que le dispusiese á
acceder á tu pedido, por ejemplo : que pocas veces has so­
licitado Igual favor, que rara vez es de tu gusto, y que el
alma, á semejanza del cuerpo, requiere de vez en cuando
algún reposo. Podrías dar á todo esto mas realce valién­ Noviembre 20 de 1739.
dote de una comparación, y le dirías que así como el arco
adquiere mayor fuerza cuando permanece algún tiempo
con la cuerda floja, de la misma manera el espíritu ten­ Mi querido hijo.
drá mas aptitud para el estudio, si se le concede á veces Supuesto que lees actualmente la historia romanad-
algún descanso, (a). pero que lo harás con el cuidado y la atención que ella
Este es un razonamiento corto, proporcionado á un merece. La utilidad de la historia consiste principalmen­
orador de tu tamaño, pero sin embargo, muy suficiente te en darnos á conocer los vicios y las virtudes de nues­
para que conozcas lo que es oratoria ó elocuencia, cuyo tros antecesores, para hacer reflexiones provechosas so­
objeto es persuadir. Me lisonjeo de que con el tiempo po­ bre estos ejemplos. La historia nos anima y escita al
seerás este talento y que lo emplearás en negocios de amor y á la práctica de ia virtud, demostrándonos el
mayor importánc|q. respeto y veneración con que fueron vistos los hombres
grandes y virtuososen el tiempo en que vivieron, y el ho­
nor y gloria con quesus nombres han sido perpetuados y
transmitidos hasta nuestros dias. 1¿ historia romana
presenta mas ejemplos de virtud, de magnanimidad y de
grandeza de alma que ninguna otra. Fué cosa muy co­
(a) Da siempre á lu aplicación mún entre los Romanos, ver separar del arado á los cón­
Algún tiempo de descanso, sules y dictadores para conducir los ejércitos contra el
Para que asi vuelvas luego enemigo, y volver al campo después de la victoria, á
p>n mas vigor al trabajo. pasar el resto de su vida en un retiro modesto, retiro
(D. E.) Tr. mas glorioso, síes posible, que las mismas victorias que

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DE LORD CHESTERFIELD

le precedieron’ Muchos de sus mas grandes hombres tiempo que empleas en el estudio es perdido; y tu bo­
murieron tan pobres, que fueron enterrados á espensas chorno, si no aprendes, será tanto mas grande, cuanto
del público. Curio, que no era rico, rehusó una gran que has tenido muy buenas oportunidades para adquirir
cantidad de dinero que losSamnitas le ofrecían, diciendo instrucción. Un ignorante es un ente inútil y despreciable;
que no cifraba la gloria en poseer dinero, sino en man­ nadie solicita su compañía, pudlendo en verdad decirse
dar á los que lo tenían. Cicerón relata así este hecho: qne vive y nada mas. Habiendo muerto nn ignorante de
Curio ad focum sedenti magnum auri pundus Samni- esta especie, se compuso en francés nn epigrama muy
tes cum attulissent, repudiad ab eo sunt. Non enim bonito cuya sátira consiste en manifestar que no pudo
aurum habere praclarum sibi videri, sed lis, qui ha- decirse otra cosa de este hombre sino que vivía y mu­
berent aurum, imperare. Fabricio, que tantas veces rió. Te lo transcribo para qne lo aprendas de memoria :
había mandado ios ejércitos romanos y triunfado de sus
enemigos, fué encontrado al lado del fuego comiendo Colas esl mort de mcüadie,
las ralees y yerbas que él mismo habla plantado y culti­ Tu veux que j’en pleure le sort;
vado en su campo. Séneca nos lo dice en estas palabras: Que diablo ceur-tu que j’en die ?
Fabricius ad focum canal illas ipsas radices, quas, in Colas vivait, Colas est mort (a).
agro repurgando, triumphalis Senex vulsil. Escipion,
después de la victoria que alcanzó en España, encontró Trata de no merecer el nombre de Colas que te aplicaré
entre los prisioneros una princesa jóven de estrordina- ciertamente si no estudias con provecho; en cuyo caso
ria hermosura, y habiendo sabido que estaba para ca­ se esparcirá este sobrenombre y todo el mundo te Humará
sarse con un hombre de calidad del país, ordenó al mo­ Colas, que será todavía peor que atolondrado.
mento que fuese tratada y servida con el mismo esmero Ahora que lees la historia antigua de Rollin, no olvides
y respeto que si estuviese en la casa paterna, y luego que tener á la vista los mapas, y suplica á M. Peinóte que te
pudo encontrarse al amante se la restituyó, añadiendo á maestre en ellos los lugares á que aludiere el testo. A
su dote el dinero que el padre había presentado para su Dios.
rescate. Valerio Máximo dice á este respecto: Eximia
forma virginem accersitis par entibas el sponso, invio-
latam tradidit, etjuvenis el calebs, el victor. Este
fué un ejemplo gloriosísimo de moderación, de conti­
nencia y de generosidad que le ganó el corazón de los
Españoles, y les obligó á decir, como lo refiere Tito Li- Sábado.
vio : Venisse Diis simillimum juvenem, vincentem
omnia, tum armis, tum benighilale, ac benejiciis (a). Mr QUERIDO hijo.
Tales son las recompensas que siempre coronan la
virtud, y tales los caracteres que debes imitar, si quieres Ya que has elegido el nombre de Poligloto, espero que
ser hombre grande y virtuoso, medio único de lograr la tratarás de merecerlo, y esto solo es posible por medio del
felicidad. A Dios, cuidado y la atención. Convengo en que ios nombres de
Colas y de atolondrado no son de lo mas honrosos ; pero
si así lo piensas, recuerda al mismo tiempo que nada
puede ser mas ridículo que aplicar á alguien un nombre
honroso, cuando es sabido que no lo merece. Por ejemplo:
fuera una ironía patente dar el nombre de Adonis á un
Lunes. hombre muy feo, pues sabes que Adonis era tan hermoso
que Venus misma se enamoró de41; ó decir á un cobarde
que es un Alejandro, ó bien apellidar poligloto i un
Mi querido hijo. ignorante, porque todo el mundo descubriría la burla.
Mucho he sentido que M. Maittaire no me hubiese dado Mr Pope observa muy justamente que
ayer los informes que me prometía y deseaba de ti, y Praise undeserv’d is satire in disguise (b).
esto cuando se toma tal trabajo por tu bien, que mere­
cía lo retribuyeses atendiendo á sus lecciones. Ademas, Te encargo que prestes particular atención al griego,
ahora que merecidamente has adquirido la reputación porque saber este idioma con perfección es ser realmente
de saber mas que los otros niños de tu edad, figúrate qué hombre instruido; no redunda gran honor de saber el
bochorno tan grande sería para ti si la perdieses, dejando latín, porque todo el mundo lo comprende, pero si es
que te tomasen la delantera aquellos á quienes sacas vergonzoso ignorarlo. Ademas, sabrás ei latín mucho
ahora tanta ventaja. La atención es lo único que te falta, mejor cuando conocieres bien el griego, porque un nú­
porque tienes demasiada viveza para concebir y bas­ mero considerable de voces latinas, sobre todo las téc­
tante memoria para retener; pero sin atención todo el nicas, se derivan del griego. El término técnico viene de
una palabra griega que significa todo lo qne es relativo á
las artes: de modo que los términos técnicos son unas
(a) ¿Donde, di, mas se acrisola
O Cipion, tu gloria ufana?
O en Cartago la Africana (a)Nos viene á h memoria el siguiente espitáfio español,cuya
O en Carlago la Española ? sátira equivale á la que encierra la cuarteta francesa.
Tu, el mismo que allá con Marte Aquí Fray Digo reposa
Tales pruebas de Hombre diste, Sin haber hechp otra cosa
Aquí con Venus supiste
(6) La alabanza inmerecida
De que eras Hombre olvidarte.
Solo es sátira escondida.
(J. IRIARTE.) Tr. Tr.

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CARTAS

voces particulares á alguna ciencia ó arte. Un diccionario ejército de los Atenienses en la batalla de Platea, en que
que esplica los términos de algún arte se llama lexicón Mardonio, general de los Persas, fué derrotado y su ejér­
technicum, ó diccionario técnico. A Dios. cito de trescientos mil hombres completamente deshe­
cho, y que no obstante todas estas virtudes fué dester­
rado de Atenas por medio del ostracismo. Tal vez ten­
drás entonces curiosidad de saber lo que es ostracismo,
y buscando esta palabra hallarás que los Atenienses,
siendo muy celosos de su libertad, por creerla en mayor
Loxgford, 7 de Junio de 1740. peligro entre aquellos que por sus talentos y virtudes
llegaban á obtener mas particularmente el favor del
pueblo, establecieron este ostracismo, y cuando seiscien­
Mi querido hijo. tos ciudadanos escribían en una concha el nombre de
Te escribo hoy en la inteligencia de que mereces mi alguna persona, era Inmediatamente desterrada por
atención en el mismo grado que cuando salí de Londres, diez años.
y de que M. Maittaire tiene motivos para elogiarte como Respecto á la cronología, si deseas saber en qué época
lo hizo la última vez que me vió, porque de lo contrario fué electo Carlomagno, emperador de Occidente, busca
sabes muy bien que no me interesarla en nada de lo el articulo Carlomagno y encontrarás, que siendo dueño
que te concierne. En tal supuesto, trata de que á mi de toda la Alemania, de la Francia y de una gran parte
regreso á esa no me encuentre chasqueado en la buena de la España y de la Italia, fué declarado emperador el
opinión que me he formado de ti durante mi ausencia. año de 800.
Me figuro que ya habrás recibido los pardillos y los Por lo que toca á la geografía, si quieres conocer la
pinzones que tanto deseabas, y te recomiendo que imi­ situación de alguna ciudad ó país de que oyeres hablar,
tes á los últimos, porque has de saber que no tienen un ó que encontrares en la lectura, v. g. Persépolís, sa­
canto que les sea peculiar, sino que cantan únicamente brás en donde estaba situada, quien la fundó y como
cuando se les enseña, y aprenden mejor que los otros fué reducida á cenizas por Alejandro el Grande de re­
pájaros. Esto es debido á su atención y memoria, como sultas de una embriaguez y á instancias de su amante
fácilmente conocerás observando que mientras se les Thais. En una palabra, encontrarás una multitud de
enseña, escuchan con gran cuidado, y no saltan ni se historias interesantes que te divertirán cuando tus estu­
ponen á forcejear en sus jaulas. Creo formalmente que dios y recreos te lo permitieren; porque uno debe estar
seria una vergüenza muy grande, si tu pinzón pudiese siempre ocupado y no desperdiciar una cosa tan pre­
siempre sacarte la ventaja. ciosa como es el tiempo, y tan irrecuperable cuando per­
Para mí es claro que tu aplicación te ha puesto ya al dido. A Dios.
corriente de los versos latinos, y que podrá dársete el
nombre que apetecía Horacio, romance fidicem lyrce.
Me aventuro también á decir que el griego lleva el mis­ *^OO«***-
ino paso que él latín, y que tienes todas tus lecciones
ad ungüem.
Has cumplido ya ocho años, y no puedes imaginarte
los cambios y progresos que espero ver en tí dia por dia, Philippus CHESTERF1ELD paridlo 800 Pbilippo STANH0PE.
porque en esta edad non progredi equivale á regredi, lo S. P. D.
cual sería muy bochornoso.
A Dios; no me escribas, porque mientras me hallare Perorata mihi fult epístola tua, quam nuper accepl;
eleganter enim scrlpta erat, et pollicerls tesummam ope-
en el campo no permaneceré en lugar fijo para recibir
ram daturum, ut veras laudes mérito adipisci possis. Sed,
cartas.
ut plañe dicam, valde suspicor te, in ea scrlbenda, op-
timum et eruditissimum adjutorem habuisse; quo duce
et auspice, neo elegantia, neo doctrina, nec quicquid
prorsus est dignum sapiente bonoque, unquam Ubi
deesse poteriL Illum ergo ut quam diligenter colas, te
etiam atque etiam rogo; etquo magia eum omni oíDcio,
Londres, 25 de Julio de 1740. amore, et obsequio persequeris, eo magia te me studio-
sum, et observantem exisUmabo.
Mi querido hijo. Du® septiman® mihi ad bas aquas bibendas super-
sunt, antequam in urbem revertan); tune cura, ut te in
Como sé que te gusta la lectura, te remito ese libro dies doctiorem inventara. Animo, attentione, majoredilk
para tu entretenimiento, y no como ocupación ú objeto gentia opus est. Praemia laboris et industria hincaffe-
de estudio. Es un diccionario histórico-cronológico- ram, si modo te dignum prsbeas; sin aiiter, segnitiel
geográfleo, en que hallarás cuanto deseares saber, ora peanas dabis. Vale.
sea antiguo ora moderno. Como histórico, te ministrará
noticias de todas las personas y cosas notables ; como
cronológico, te señalará la época en que vivieron dichas TRADUCCION.
personas y en que acontecieron aquellas cosas ; y como
geográfico te indicará la situación de los países y ciu­ Felipe CHESTERFlELD á so querido hijo Felipe STANSOPE.
dades. Supongamos que deseas saber quien fué Arístides
el Justo: busca y encontrarás que era ciudadano de Tu última carta me procuró mucha satisfacción, tanto
Atenas, y que por su honradez adquirió el sobrenombre por estar escrita con elegancia, cómo pqr la promesa que
de justo: denominación la mas gloriosa que un hombre contiene de que harás los mayores esñierzos para mere­
puede obtener. Hallarás igualmente que mandaba el cer elogios justos y verdaderos. Pero, á decirte verdad ,

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DE LORD CIIESTERFIELD 25

sospecho mucho que al escribirla contaste con el ausilio perimente yo tu genio pidiéndote alguna poesía de tu
de un escelente y hábil maestro, bajo cuya dirección y propia invención; motivo por el cual debes ya fijar la
saber serías culpable si no adquirieses elegancia de es­ atención, no solo en la medida de los versos, Bino tam­
tilo, erudición y, en una palabra, todo aquello que bién en lo's pensamientos del poeta, los símiles, las me­
constituye á un hombre sabio y virtuoso. Te pido, pues, táforas y las alusiones, que al paso de adornar la poesía,
encarecidamente, que imites con cuidado tan buen mo­ la elevan sobre la prosa y la distinguen de esta tanto como
delo, y mientras mas atención y consideraciones le mos­ la medida. La atención á los pensamientos y á la dicción
trares, tanto mayores creeré que son hácia mí tu respeto de los poetas no solo te sugerirá la materia, sino también
y estimación. la manera de espresarla el dia que tú mismo llegares á
Todavía permaneceré aquí dos semanas tomando estas componer. Los pensamientos son los mismos en todos
aguas, antes de regresar á la ciudad; así, procura apro­ los idiomas, y una buena idea en un lenguaje lo es Igual­
vechar para entonces, cobrando ánimo y redoblando tu mente en otro; de modo que si atiendes á loa pensamien­
esmero y aplicación. Te llevaré algunas frioleras para tos é imágenes de la poesía francesa ó inglesa, te serán
recompensar tu aplicación y estudio en caso que las muy útiles cuando compongas en latín ó en griego. Cayó
merecieres; mas si fuere lo contrario, solo recibirás cas­ en mis manos últimamente una composición muy pre­
tigos por tu pereza. A Dios. ciosa de versos ingleses que te remito para que los apren­
das de memoria; pero antes quiero esplicarte en prosa el
pensamiento, para que observes como se halla espresado
y adornado por la dicción poética.
El poeta dice á su querida Florela que es tan inhuma­
Tunbridge, 18 de Julio de 1740. na, que ni aun siquiera le permite mirarla; que para
evitar sus desdenes se dirige á otras mugeres que lo aco­
gen con bondad; pero que no obstante, su corazón vuelve
Mi querido hijo. siempre hácia ella aunque lo trata tan mal. Después
Después de Esparta y Atenas, las ciudades mas consi­ termina con una comparación muy bella y natural, en
derables de Grecia eran Tebas y Corinto. Tebas pertene­ que asemeja su suerte á la de los desterrados, que aun­
cía á Beocia, provincia de Grecia, famosa por su aire que hallan compasión en otros países, desean sin embargo
denso y nebuloso y por la pereza y estupidez de sus habi­ regresar al suelo nativo, donde están seguros de ser mal
tantes; tanto que llamar á un hombre Beociano, era lo recibidos y castigados. A Dios.
mismo que apellidarle estúpido, y Horacio, hablando de
un hombre lerdo y perezoso, dice : Baotum jurares, Why wíll Florella, when I gaze,
crasso in aere, natum. My ravlsh’d eyes reprove,
Sin embargo, Tebas adquirió importancia por algún And hide from them the only face,
tiempo bajo la dirección de Epaminondas, que fué uno They can behold with love?
de los personajes mas grandes y virtuosos de la antigüe­ To shun her scom, and ease my care,
dad. Tebas, como el resto de la Grecia, cayó bajo el do­ I seek a nymph more kind,
minio absoluto de los reyes de Macedonia, sucesores de And while I rove from fair to falr,
Alejandro, y fué fundada por Cadmo, que primeramente Still gentler usage flnd.
introdujo las letras en Grecia. Edipo fué rey de Tebas, y But oh I how faint is every joy,
su historia, que es muy notable, merece que la leas. Where Naturehas no part!
La ciudad de Corinto se distinguió en ciertas épocas New beauties may my eyes employ,
en defensa de la libertad común do la Grecia; pero su But yon engage my heart.
principal consideración la debió á su gran tráfico y co­
mercio que la enriquecieron de tal manera, é introduje­
ron en ella tanto lujo, que cuando fué incendiada por THE SIMILE.
Mumio, cónsul romano, los innumerables vasos de oro,
plata, cobre y bronce que se fundieron, formaron aquel So restless exiles, doom'd to roam,
precioso metal que se llamó bronce de Corinto, que tanto Meet pity every where;
apreciaron los Romanos. Yet langulsh for their native home,
La Grecia contenia ademas,, otros pequeños reinos y Thoughdeath attends them there (a).
repúblicas de que te harás cargo cuando llqgares á estu­
diar mas particularmente esta parte de la historia antigua; (a) Por qué Florela en enojos,
pero á fin de que adquieras desde ahora algunas ligeras Siempre que te miro amante,
nociones concernientes á Tebas y Corinto, busca en el Me das vuelta ese semblante,
diccionario de Moreri los artículos siguientes : Unica ansia de mis ojos?
Tebas. Jocasta. Pelópidas.
Esfinge. Para evitar tu crueldad,
Cadmo. Corinto.
Y mitigar mi dolor,
Edipo. Epaminondas. Mumio. Corro en pós de otra beldad
Que me reciba mejor.
Y no es tan fatal mi estrella
Como eu tus ojos percibo,
Porque voy de bella en bella
Tunbridge, 29 de Julio de 1740. Y mas bondades recibo.
Mas ha! de qué sirven gustos
Mi querido hiio. Que se buscan sin pasión!
Una vez que estás tan adelantado en la medida de los Mientras á ellas van mis ojos
tersos griegos y latinos, es muy probable que pronto es- Vuelve á tí mi corazou.

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26 CARTAS

ger melancólica, pálida, lívida y desfalleciente, porque


los envidiosos nunca están contentos sino siempre mur­
murando de la felicidad de los demas; se supone que se
Tunbridge, 14 de Agosto de 1740. alimenta de serpientes, porque los envidiosos solo se
consuelan con las desgracias agenas. Ovidio hace la si­
Mi querido hijo,. guiente descripción de la envidia :
Celebro mucho que, como me dice M. Malttalre, te Videt intus edentem
halles tan diestro en la medida de los versos griegos y Vipéreas carnes vitiorum alimenta suorum,
latinos; mas al mismo tiempo espero que no solo aten­ Invidiam : visdque oculos avertil. Al illa
derás al número de las palabras, sino también á su signi­ Surgit humo pigrd : semesarumque relinquit
ficado. La gran ventaja de saber varios idiomas, consiste Cor por a serpentum; passuque incedit inerti,
en comprender el sentido que les dan las naciones y los Vlque Deam vidit formdque armisque decoran;
autores que los hablan y escriben, y de ninguna manera Ingemuit: vultumque ima ad suspiria duxit.
en repetir las voces como un papagayo, sin conocer su Pallor in ore sedet: macies in corpore loto:
verdadera fuerza y significado. La poesía se aparta del Nusquam recta ocies : livent rubigine dentes :
estilo común mas que la prosa, y por lo mismo requiere Peclora felle virent: lingua est suffusa veneno,
mayor cuidado y observación. Los escritores prosaicos no fíisus abest, nisi quem visi movere dolores.
tienen facultades tan amplias como los versificadores, Nec fruitur somno, vigilacibus excita curie:
para tomarse aquellas grandes libertades que se llaman Sed videt ingratos, intabescitque videndo,
licencias poéticas.Horacio dice que los poetas y los pin­ Successus hominum: carpitque el carpilur uná :
tores disfrutan de igual privilegio para atreverse á todo: Suppliciumque suum esl (a).
Pictoribus atque poetis, quidlibet audendi, semperfuit
cequa potes tas. La ficción, es decir, la invención, es el Esta es una muy bella descripción poética de la envi­
alma de la poesía. Los poetas dan vida á una porción de dia; de esa pasión baja y despreciabilísima que espero no
cosas inanimadas, ó en otros términos , que carecen te contaminará nunca (ó), porque te supongo dotado de
de existencia vital. Representan las pasiones v. g : el
amor, el furor, la envidia etc. bajo formas humanas que
son alegóricas, es decir, que esponen las propiedades y
efectos de estas pasiones. Mediante tal ficción, describen (a) ............. «La envidia dentro de su cueva comía vítores,
al amor como un niño, llamado Cupido, porque el amor alimento de su furor; la diosa (Minerva) apartó la vista de un
es particularmente la pasión de la juventud, y bajo el objeto tan horroroso. El monstruo se levantó con torpeza, dejó
mismo sentido lo pintan ciego, porque no distingue y los restos de las serpientes medio devoradas y se adelantó con
hace perder el juicio. Tiene un arco y flechas con las pasos lentos. Al ver la hermosura de la diosa, realzada con
cuales se supone que hiere á las personas, porque el amor el brillo de sus armas , no pudo monos de gemir y suspirar.
causa penas; finalmente, lleva dos alas porque es varia­ La palidez aparece en el rostro de la envidia ; todo su cuerpo
está descarnado; nunca fija sus miradas; un sarro lívido cubre
ble y está dispuesto á volar de un objeto á otro. La furia
sus dientes; su corazón se harta de hiel y su lengua destila
se representa igualmente bajo la figura de tres mugeres, veneno; la sonrisa se aleja de sus labios, ó no se muestra sino
Alecto, Megera y Tisifone, llamadas las tres furias. Tienen á vista de las desgracias. Inquieta con incesantes cuidados, el __
en las manos torchas ó achas encendidas, porque la fu­ sueño huye de sus párpados ; la felicidad de los hombres irrita
ria y la rabia prenden fuego á cuanto se les pone delante; y aumenta su furor; el mal que causa le sirve también de su­
y llevan también serpientes silvadoras, enroscadas en la plicio y ella misma es su propio verdugo etc.
cabeza, porque la serpiente es un reptil ponzoñoso y des­ La visita que Minerva hizo á la Envidia, la hallará el lector
tructor (a). La envidia está representada como una mu- descripta con mucho arte, en el libro 2o fábula 3a de las Me­
ta mórfosis de Ovidio, de donde el autor estrajo este trozo.
El Padre Almeida hace la siguiente descripción de la en­
Así el proscripto, aun bailando vidia.
Piedad en tierra estranjera, La envidia es un dragón que vuela siempre á lo alto; no se
Se lanza al fin en la patria, arrastra por la tierra como las demas serpientes, nunca tuvo
Donde muerte cierta espera. ojos para mirar hacia abajo. Salta, embiste, y acomete á
cuanto mira superior. Si os queréis libertar de ella, no os fiéis
Versión del citado poeta. en la inocencia, porque vuestro mismo mérito será vuestra
(a) Ove in un punto vidi dritte ratto perdición. La virtud es su presa mas gustosa, á la que, cuanto
Tre furieinfernal di sangue tinte, es mas perfecta y elevada, con tanto mayor ímpetu la invade
Che membra femminili aveano ed atto, para morderla y destrozarla con sus dientes de fiera. A este
monstruo, como se formó y salió de los abismos tenebrosos,
E con idre verdissime eran cinte, todo lo que brilla le dá en ojos. Porto que si os vé lucir, hierbe
Serpentelli e ceraste avean por crine : luego inquieto y desesperado ; y revolviendo furiosamente la
Onde le ficre temple eran’avvinlc. cabeza, con la cola se despedaza mientras no vé en sus garras
E quei, che ben conobbe le mesebine lo que anhela. La dilación no le cansa, no le acobardan las
Della regina dell’eterno pianto, dificultades ; antes parece que con el tiempo se le refina el
Guarda, mi disse, le feroci Erine. veneno, y cada vez asalta con mayor ímpetu, dándole la deses­
Quesí’ é Megera dal sin istro canto : peración fuerzas, y la rabia atrevimiento. Aun antes de he­
Quella, che piange dal deslro, ó Aletto : riros, con solo los siivos os aterrará. En una palabra, quien
Tisifone é nei mezzo : e lacque a tanto : quiera escapar del dragón de la envidia, ó no ba de brillar, ó
ha de huir.
Con l’ungbic si feodea ciascuna il petto :
Batteansi a palme, e gridavan si alto (6) Mclaslasio dice de la dhvidia :
Ch’ i’ mi strinsi al poeta per sospetlo. O di snperbia figlia
(Darte, Imf. car. IX). Tr. D’ogni vizio radico,

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DE LORD CHESTERFIELD 27
una alma muy generosa; al contrario, aplicándote con Verque novum stabat, cinctumflorente cotona
empeño á la virtud y ai saber, llegarás tú mismo á ser un Stabat nuda ¿Estas, et spicea serta gerebat,
objeto de envidia. A Dios. Stabat et Autumnus, calcatis sórdidas uvis,
Etglacialis Byems, canos hirsuta capillos (a).

Observa la invención que hay en estos trozos. Siendo


el sol el gran regulador que nos sirve para medir el
tiempo y marca los años, los meses, los días y las esta­
ciones, Ovidio pinta á Febo sobre su trono, como el
Lunes. principal personaje, acompañado de los anos, dias, me­
ses y estaciones, que representa igualmente como otros
Una vez que por el cuidado de M. Maittaire aprendes tantos personajes. Esto es lo que propiamente se llama
el griego y el latin en los mejores autores, seria de invención, y la invención es el alma de la poesía, razón
desear que al mismo tiempo de construir las palabras por la que los poetas han derivado este nombre de una
fijases la atención en el sentido y los pensamientos de palabra griega que significa hacer ó inventar. A Dios.
dichos autores; esto, ademas de serte útil para la com­ Traduce descansadamente estos versos en ingles, y
posición, contribuiría á formar tu gusto. Gusto, en su envíame la traducción en una de tus cartas, dirigiéndola
significación genuina, quiere decir el sentido del paladar á mi casa en la ciudad. Entiendo que los traduzcas en
cuando se come ó se bebe ; pero se usa metafórica­ prosa porque todavía ;no espero versos de ti.
mente para espresar el juicio que uno se forma sobre al­
gún arte ó ciencia ; v. g: ai decir que un hombre tiene
buen gusto en la poesía, se dá á entender que forma de
ella un juicio recto, que distingue con esactitud lo bueno
de lo malo, y que descubre las bellezas y los defectos de
la composición. De la misma manera, cuando decimos
Viernes.
que un hombre tiene buen gusto en la pintura, damos á
entender que aquel hombre es buen juez en dicho arte,
y que no solo distinguirá los buenos cuadros de los Mi querido hijo.
malos, sino también los muy buenos de los que no lo En mi última te dije que la descripción ó pintura, era
son en igual grado. La descripción es una bella parte de
una de las señales mas características de la poesía. La
la poesía, y la usan mucho los mejores poetas ; se llama semejanza debe ser viva y hacernos casi creer que tene­
también pintura porque representa las cosas bajo un mos los objetos delante de los ojos. La siguiente des­
aspecto tan fuerte y animado como si las estuviésemos cripción que Ovidio hace del hambre es tan viva, que
mirando en un cuadro. No de otra manera describe uno se imagina que vé á algún infortunado hambriento:
Ovidio el palacio del sol ó de Apolo.
Famem lapidoso vivit in agro,
Regia solis erat sublimibus alta columnis, Unguibus et raras vellentem dentibus herbas.
Clara micante auro, flammasque imitante pyropo: Hirlus erat crinis, cava lumina, pallor in ore,
Cujas ebur nitidum fastigio summa tenebat; Labra incana situ, scabrae rubigine fauces.
Argenti (rifaresradiabant lumine valvce. Dura cutis, per quam spectari viscera possent,
Afaleriem superabat opus: nam Mulciber illic Ossa sub incurvis extabant arida lumbis:
¿Equora caelarat medias cingentia térras, Ventrls erat pro ventre locus : pendere putares
Terrarumque orbem, coelumque quod imminet orbi (a). Pectus, et á spinae tantummodo crate teneri (6).
En seguida describe al mismo Febo sentado en su Observa la propriedad y energía de los epítetos. Lapi­
doso, es el epíteto de agro, porque una tierra pedregosa
trono.
produce muy poca yerba. Raras, es el epíteto de herbas,
Purpurea velatus veste sedebat para denotar cuan escasas eran aquellas yerbas que el
In solio Phcebus claris túcente smaragdis.
A dextra Ictvaque Dies, et Mensis, et Annus,
Sceculaque, et pósitos spatiis cequalibus Horce;
(а) Febo, cubierto con un manto de púrpura estaba sentado
sobre un trono que despedia la luz de las esmeraldas. Se ha­
llaba rodeado de los dias, de los meses, do los años, de los
Nemica di te slessa, invidia rea : siglos y de las horas, separadas por iguales intervalos. La pri­
Tu gli animi consumí, mavera aparecía coronada de flores, el cstio desnudo con
Come ruggine il ferro, espigas en la mano, el otoño con un vestido que las uvas
Tu Federa somigli, habían manchado, y el invierno con la cabellera blanca y en­
Distruggendo i sosiego i, a cui t’appigli. crespada.............
Tr. (MetamorfosisLibro 2, FabulaS*).
(б) Vió al hambre, en medio de un campo pedregoso, ar­
W El palacio del Sol aparece sobre altas columnas; el oro rancando con dientes y uñas algunas yerbas escasas. Tenía los
brilla por todas partes y las piedras preciosas despiden el res* cabellos erizados, los oios hundidos, el rostro pálido, los labios
pl&ndor del fuego. El marfil bruñido corona la cima, y la negros y la boca horrible. La cutis áspera y arrugada dejaba
plata relumbra en ambos costados de su puerta laminosa. La sobresalir los huesos por todas partes, y casi habría podido
hermosura de la obra sobrepuja á la riqueza de la materia : descubrirse el lugar mismo de sus entrañas. Su pecho muy
el cincel de Vulcano había .gravado el Océano , cuyos brazos avanzado parecía no pender mas que del espinazo, y en vez de
rodean la tierra, el globo mismo de la tierra y el ciclo, bóveda vientre solo se veia el lugar en que debía hallarse.
del universo............... Tr.

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28 CARTAS

hambre arrancaba con los dientes y uñas. Fácilmente ria necesita refrescarse. De lo cspuesto viene que cuando
encontrarás los demás epítetos. un hombre es muy hermoso, se dice metafóricamente
Paso ahora á transcribirte una escelente pintura ó que es un Adonis. A Dios.
descripción en verso ingles, que se encuentra en la tra­
gedia de Fedra é Hipólito. Fedra fué la segunda muger
del famoso leseo, uno de los primeros reyes de Atenas,
é Hipólito era hijo de este de su primera muger. Busca
en tu diccionario las demas particularidades de esta his­
toria en los artículos Fedra é Hipólito.
Sabado.
So when bright Venus yielded up her charras,
The blest Adonis langulsh’d in her arms. Mi querido hijo.
Hís idle horn on fragrant myrtles hung,
His arrows scattefd, and his bow unstrung, Tus últimas traducciones han salido muy buenas y
Obscure, in coverts, lie his dreaming hounds, ahora si comienzo á creer que te aplicas. Persuádete de
And hay the/ancied boar with/eeWe sounds. que mientras mayor fuere tu aplicación, menos diflcil te
For nobler sports he quits the savage Qelds, será el estudio y terminarás mas pronto. Pero, como te
And all the hero to the lover yields. (a) he dicho con frecuencia, no solo debes fijar la mente en
las palabras, sino también en el sentido y las bellezas de
He sub-rayado los epítetos con el objeto de que puedas los autores que lees; lo cual te proporcionará buenos
distinguirlos mejor. Se llama á Venus brillante (bright), materiales y te enseñará á discurrir con esactitud. Por
á causa de su hermosura, y á Adonis dichoso (blest), ejemplo: si en algunos versos tuvieses necesidad de decir
porque Venus se había enamorado de él; se dice que su que es la mañana, no dirás llanamente es la mañana,
cometa de caía estaba ociosa (idle) porque la había aban­ porque no sería poético, sino que te valdrías de alguna
donado y no hacía de ella ningún uso. Se llama al arra­ imagen ó bien de una descripción como la siguiente :
yan fragante (fragrant), porque es un arbusto que des­
Lo I from the rosg east, her purple doors
pide un olor grato, y es ademas el árbol especialmente
The Morn unfolds, adorn'd wlth blushing flowers.
consagrado á Venus ; se dice que las flechas están dis­
The lessen'd stars draw offand disappear,
persos (scattered), por hallarse colocadas aquí y acullá
Whose bright batallions, lastly, Lucifer
negligentemente; se llama al arco flojo (unstrung), por­
Brings up, and quita his station in the rear (a).
que es costumbre aflojarlo cuando no se emplea, á fin de
que al tenderlo esté mas tirante; se considera á los per­
ros soñando (dreaming), porque los perros acostumbra­ Observa que la luz del día asoma siempre por el Oriente
dos á la caza sueñan muchas veces que están cazando, manifestándose por un bello color de rosa, viniendo de
como se echa de ver por los ladridos que dan, con la di­ aquí que se diga el rosado Oriente. Observa también,
ferencia de que el ruido que hacen cuando están dormi­ que Lucero del alba es el nombre que se dá al último
dos, no es tan fuerte como cuando persiguen á algún astro que desaparece por la mañana (ñ) porque los astró­
animal selvático; y por eso se dice que el ladrido es nomos han dado nombres á la mayor parte de los pla­
débil (feeble); por último se dice que los ejercicios son netas. Ovidio se espresa así en el original:
salvajes (savage), por la rudeza de los placeres del campo Ecce vigil rutilo patefecit ob ortu
comparada con la suavidad y ternura del amor. Purpureas Aurora fores, et plena rosarum
Adonis era sumamente hermoso y cazador insigne: Atria. Diffugiunt stellee, quarum agmlna cogit
acostumbraba pasar el tiempo persiguiendo á los Ja valles Lucifer, et cali statione novissimus exit.
y otras bestias selváticas. Venus se enamoró de él y ba­
jaba con frecuencia del cielo para disfrutar de su compa­ Hay otro modo de señalar el tiempo de amanecer como
ñía, hasta que por último fué muerto por un Javalí con cuando Virgilio dice:
gran sentimiento de la diosa. Busca la palabra Adonis en
tu diccionario, porque aunque hayas leído su historia en Et Jam prima novo spargebat lumíne térras
las Metamorfosis de Ovidio, creo que tu escelente memo­ Tithoni croceum linquens Aurora cubile:
Jam solé infuso, jam rebus luce retecüs.

(a) No de otro modo, cuando Venus bella


De 6us encantos poseedor la hiciera,
El favorito Adonis cerca de ella (a) He aquí, que al lado del rosado Oriente
Adormecido holgaba. De púrpura las puertas abre Aurora,
Del fragante arrayan pendiente estaba Y entre rosas asoma encantadora.
La sonora corneta : ni su aljaba De las estrellas la legión luciente
Las letíferas flechas reunia; Huye del cielo al mando del Lucero,
Ni su arco en otro tiempo reluciente Que al dia vencedor cede el postrero.
A la encorvante cuerda obedecía. (6) Casti, pinta así la mañana del dia en que debía coronarse
Sus afamados perros, que antes eran el rey León.
Terror de la llanura y las montañas, Rasgado de la noche el negro velo,
Al ocio abandonados, solo en sueños La luz asoma de tan fausto dio,
Su imaginado javalí avanzaban, Y Aurora por la bóveda del cielo
Y con débil aliento lo ladraban. Anuncia ya del Sol la cercanía,
Por placeres mas finos Y de rubor se cubren las estrellas
Los rústicos olvida ; y todo el bcroe Al verse frente de él muy menos bellas.
Se pierde en el amante. Tr.

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DE LORD CnESTERFIELD 29
Busca en tu diccionario los artículos Aurora y Tritón dice que Febo, ó el sol que es lo mismo, se acerca al tér­
y encontrarás sus respectivas historias. Tritón era el ma­ mino de su tarea, y sus caballos se representan descen­
rido de Aurora, y esta, en lenguaje poético, significa el diendo para manifestamos la tarde que en efecto va de­
amanecer (a). Precursor ó mensagero, es una persona que clinando. En otro lugar dice :
se manda anticipadamente para que prepare las cosas
necesarias en un viaje. El rey tiene muchos mensageros Jamque dies exactas erat, tempusque subibat
que le preceden en el camino para prepararle su aloja­ Quod tu nec tenebras, nec possis dicere lucem : (a)
miento. De la misma manera la Aurora, ó la mañana,
se llama metafóricamente precursora del día, porque porque en el crepúsculo de la tarde no puede decirse que
viene antes que este. es de dia ni de noche. Virgilio describe la noche de esta
Yo me prometo versos muy buenos de tu composición manera s
para cuando llegares á cumplir diez años, y así se te lla­
mará poeta decennis, título que será muy raro y por con­ Nox erat, et térras animalia/usa per omnes;
siguiente muy glorioso. A Dios. Alituum,pecudumque genus, sopor altas habebat (b).

Lo que pretendo al enviarte y esplicarte estas cosas, es


que te acostumbres á pensar y reflexionar por tí mismo,
y no á repetir las palabras sin comprender ni penetrar el
sentido ni el valor de ellas. Así pues, cuando leyeres la
descripción de algún objeto, compárala con tus propias
Miercoles. observaciones y pregúntate á tí mismo ¿ es efectivamente
así ? ¿ be observado antes esto mismo ? Y si no lo hubie­
Mi querido hijo. res observado, obsérvalo la primera ocasión que se te
presentare ; v. g .- sí no hubieres notado aun, que las
En mi última te envié dos ó tres descripciones poéticas sombras se dilatan por la mañana y por la tarde, y se
de la mañana; hoy te transcribo otras de las varias par­ acortan al medio día, examínalo por ti mismo, y asegú­
tes del dia. El medio dia lo describe Ovidio de esta ma­ rate de si es ó no cierto. Cuando oigas decir que la ma­
nera : ñana es rosada, examina por qué se le llama así, y si le
conviene ó no esta denominación ¡ al efecto debes obser­
Fecerat exiguas jam Sol allissimus umbras (b).
var la mañana temprano, y ver si se presenta de un color
Y en otro lugar, nacar ó rosado. Cuando oyeres decir, que la noche des­
plega sus negras alas sobre el mundo, observa si cuando
Jamque dies rerum medias contraxerat umbras, la obscuridad va estendiéndose por grados, no parece en
El sol ex a?quo, meta distabat atraque: (c) efecto, que unas alas negras van desplegándose y cubrien­
do el cielo. En una palabra, debes acostumbrarte á pensar y
porque el sol al medio día está esactamente en la mitad
reflexionar sobre cada cosa que vieres ó escuchares; exa­
de su curso, y cayendo entonces perpendicularmente
mínalo todo, y mira si es cierto ó no, sin darle acogida
sobre nuestras cabezas, hace las sombras muy pequeñas,
solo porque lo has oido. Sí leyendo á un autor encon­
mientras que por la mañana y por.la tarde, que nos da á
trases que dijese el sol azul ¿ no te ocurriría desde luego,
derecha ó izquerda, se dilatan las sombras, como lo po­
que esto no podía ser esacto, porque el sol siempre está
drás observar fácilmente el primer día que luciere el sol.
rojo, y que quien tal ha dicho es un ciego ó un loco ? (c)
Ovidio describe la tarde de esta manera: Cuando leyeres los hechos históricos, examínalos y com­
Jam labor exiguus Phoebo restabat: equique páralos con tus propios conocimientos. Por ejemplo : al
Pulsabant pedibus spatium declivis Olympi: (d) Imponerte de que Éscipion, cuando conquistó la Espa­
ña, hizo prisionera á una hermosa princesa que debía
porque suponiéndose ser de un dia la carrera del sol, se casarse dentro de pocos días, y que no solo la restituyó á
su amante sin tocarla, sino que también la regaló un
dote, ¿ no te sientes conmovido al observar la virtud y
generosidad de semejante acción ? ¿Puedes dejar de decir
(a) Lope de Vega describe de esta manera el amanecer : interiormente : cuan virtuoso no fue Escipion, que siendo
Ya de Titon que la dora célibe y conquistador, resistió á la tentación de la her­
Dejando los brazos bellos, mosura, y cuanta generosidad no mostró regalando un
Para verter perlas dellos, dote á su cautiva para indemnizarla de las desgracias de
Sacaba la blanca Aurora
Los aurígeros cabellos.
Y con la boca de rosa
Cinlio de su luz hermosa
(o) El día había ya buido, y se veía venir lentamente el
Bañaba los montes altos ,
tiempo que ni dia ni noche puede llamarse.
Huyendo la noche á saltos
Descubierta y vergonzosa. (6) A la sazón que en la callada noche
Hombres y fieras, aves y ganados,
El sol ya muy elevado Por toda la espaciosa tierra estaban
Sombra escasa producía. En un profundo y agradable sueño
(c) Ya el dia, en medio de su curso, había acortado y desva­ Los fatigados cuerpos recreando.
necido las sombras, y el sol se hallaba igualmente lejano de (Tr. de VELASCO.)
ambos términos de su carrera. (c) Nc nous Cons qu’á nous, voyons tout par nos yeux :
Ce sont la nos trépieds, nos oracles, nos Dieux.
(d) Poco era el trecho que restaba á Febo, y los pies de sus (Voltaire.) Tr.
caballos batían el suelo declivio del Olimpo. Tr.

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30 CARTAS

la guerra (a)? Otra reflexión que naturalmente deriva Mis espresiones á M. Maittaire, y haz lo posible porque
de aquí es, que las acciones virtuosas son siempre recom­ me dé buenas noticias de tí á mi regreso á Londres, pues
pensadas con ioselógios de la posteridad; porque aunque de lo contrario me enojaré contigo. A Dios.
esto sucedió hace mas de mil ochocientos años, todavía
se recuerda con honor, y se tendrá presente mientras
subsistan las letras; sin que entre en cuenta el infinito
placer que el mismo Escipion experimentaría por haber
mostrado tanto heroísmo y virtud. Deseo para tí mas
placeres de esta especie, que cuantos hubiere disfrutado
cualquiera otro hombre. A Dios. Batii, Octubre 20 de 1740.

Mi querido hijo.
Ya te he dicho á menudo que nada es mas á propósito
para favorecer la invención y aprender á discurrir con
acierto, que la lectura atenta y cuidadosa de los auto­
Bath, 14 de Octubre de 1740. res antiguos, griegos y latinos, especialmente los poetas;
la invención es el alma de la poesía, es decir, anima y
Mí QÜERIDO HIJO. dá vida á esta, como el alma al cuerpo. También te he
repetido que los poetas se toman la libertad de personi­
Desde que te recomendé que pensases sobre los obje­ ficar las cosas inanimadas; ó lo que es lo mismo; descri­
tos, y que considerases las cosas bajo sus diversos aspec­ ben y representan como personas á las pasiones, á los de­
tos y circunstancias, estoy persuadido de que has hecho seos y á otras muchas cosas que carecen de personalidad y
tales progresos, que algunas veces desearé saber cual es figura propias; v. g : nos pintan al amor cornos! fuese un
tu opinión en puntos difíciles, con la mira de formar la niño con alas, arco, flechas y carcaj. Ya te he enviado la
mia. Por ejemplo : aunque en general miro con algún descripción de la envidia y la del hambre, sacadas de las
respeto los usos y costumbres de los antiguos, abrigo, sin Metamórfosis de Ovidio. Hoy voy á sacar de la misma
embargo, alguna duda sobre si el ostracismo de los obra la bella relación del palacio ó morada de la Fama, y
Atenienses fué justo y conveniente, y me alegraría que en ella hallarás todas las particularidades del rumor pu­
tú contribuyeses á fijar mi opinión. Sabes que por el os­ blico; cómo se propaga inmediatamente por todas partes;
tracismo se desterraba á aquellos hombres cuyas distin­ cómo mezcla las falsedades con lo cierto; cómo impone
guidas virtudes los hacían populares y por consiguiente al vulgo, y cómo marchan en su compañía el error, la
(en sentir de los Atenienses), peligrosos ¿ las libertades credulidad, el gozo y el temor; porque les gentes crédu­
públicas. Cuando seiscientos ciudadanos escribían el las dan ligero asenso á cuanto oyen decir, y el mundo en
nombre de algún compatriota suyo en una concha de general se inclina á creer lo que mas desea ó teme. Te
ostra, de donde se derivó el nombre de ostracismo, aquel encargo que traduzcas descansadamente estos versos en
ciudadano era desterrado de la república por diez años. ingles y me los mandes. Considéralos bien, y compáralos
Cierto es por una parte que un pueblo libre no puede con las observaciones que pudieres haber hecho sobrq, la
ser demasiado vigilante ó celoso de su libertad, y tam­ Fama ó rumor público ¿ No has observado con qué pron­
bién lo es que el amoró aplauso del género humano re­ titud se propaga una noticia en todala ciudad; que si al
caerá sobre los hombres de virtud eminente y distingui­ principio se susurra a! oido, después se relata en alta
da; siendo por consiguiente mas probable que un pueblo voz; que todos los que la repiten agregan alguna cosa;
abandone su libertad á un hombre de esta especie, que á que el vulgo, esto es el pueblo bajo, la cree inmediata­
otro de inferior mérito; mas por otra parte, parece extra­ mente, y que otros le dan crédito según los deseos que
ordinario desalentar la virtud bajo cualquiera pretesto, abrigan de que sea ó no verdadera? Todo esto lo hallarás
cuando solo por su influjo puede una sociedad prosperar en los versos siguientes que te encargo examines con
y ser considerable. Hay muchos otros argumentos en pro atención. Hoc enim abs te rogo, oro, postulo, Jlagito.
y contra de esta cuestión, que naturalmente deben Jubeo te bene valere.
ocurrirte, y cuando los hubieres considerado detenida­ Orbelocus medio est ínter terrasque, fretumque,
mente, deseo que me escribas tu opinión sobre si el os­ Caclestesque plagas, triplicis confinia mundi; *
tracismo era una medida justa ó injusta, y las razo­ Unde quod est usquam, quamvis regionibus absit,
nes en que la fundas Que nadie te ayude ; trans­ Inspicitur; penetratque cavas voxomnis adaures.’
míteme con esactltud tus propios sentimientos sean cua­ Fama tenet; summáque domum sibi legit in arco :
les fueren. Innumerosque aditus, ac mille foramina tcctis
Espero que M. Peinóte te hará leer á Rollin con cui­ Addidit, etnullis inclusit limina portis.
dado y atención, y recapitular todo lo que hubieres leido Nocte dieque patent. Tota est ex * aere sonanti.
durante el día; también cuento con que te hará leer en Tota fremit: vocesque refert: iteratque quod audlL
alta voz, clara y distintamente sin descuidar las pau­ Nuliaquies intus, nulláque silentia parte;
sas. Suplica á tu mama que se lo pida en mi nombre, Nec tamen est clamor, sed parvs murmura vocis,
como también á M. Maittaire, porque es una vergüenza Qualla de pelagl, si quis procu! audiat, undis
no leer perfectamente. Esse solent: qualemve sonum, cum Júpiter atras
Increpuit nubes, • extrema tonitrua reddunt.
Atria turba tenet: veniunt leve vulgus,* euntque,
(a) Qui par un noble cffort sait se vaincre iui-mdmc, Mixtaque cum veris passim commenta vagantur
Muñiré plus de valcur qu’en un péril extréme, Millia rumorum; confusaque verba volutant.
N’en fait voir un béros qui, bravant lesbasards, E quibus hi vacuas implet sermón i bus auras:"
Par des coups redoublés renverse des remparts Hi narrata ferunt alio : mensuraque íleti
(Mehy.) Tr. Crescit. Et auditis aliquid novus adjicit auctor.

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DE LORD CHESTERFIELD 31
Illlc Credulltas, illlc temerarias Error,* bastante bien todas las reglas, lo que mas necesitas, tanto
Vanaque I^Etitia * est consternatique Timorcs,* en el latín como en el griego, es el conocimiento de las pa-
* Seditioque repcns, dubioque auctore Susurri. palabras para poder construir los autores, y por lo tanto te
Ipsa quid in calo rerum, pclagoque gcratur, aconsejaría que escribieses y aprendieses de memoria to­
Et tellure, videt; totumque inquirit in orbem (a). dos los dias, por via de entretenimiento, ademas de lo que
te enseña M. Maittalre, diez palabras en griego, latin é
He sub-rayado los epítetos, y marcado con un aste­ ingles, estraidas del vocabulario; y en el trascurso de
risco los substantivos á que se refieren.
un año harás adelantos muy notables, puesto que cono­
ces ya muchas palabras y otras que aprenderás constru­
yendo con M. Maittalre. A Dios.

--
Mi QUERIDO HIJO.

El mas corto y mejor camino para aprender un idioma


Ml QUERIDO HIJO.
es conocer sus raíces, es decir, aquellas palabras primi­
tivas y originales de que se forman los otros términos, Te mando algunas otras ralees latinas, aunque no
agregándoles alguna letra ó preposición, ó haciendo algún estoy seguro de que te gusten tanto como las que crecen
corto cambio que diferencia el sentido ; así observarás en tu jardín ; sin embargo, si las miras con atención te
que las preposiciones, á, ab, abs, e, ex, pro; pros, pre, evitarán muchísimo trabajo. Las pocas que te envio te
ínter, dreum, super, trans y muchas otras, cuando se sugerirán naturalmente otras, y comparándolas te será
unen al nombre ó verbo primitivo, alteran respectiva­ fácil encontrar la mayor parte de las palabras derivadas
mente su significado ; y cuando hubieres observado esto y compuestas. Eres ya bastante grande para hacer obser­
en tres ó cuatro ejemplos, no se te escapará en los de­ vaciones sobre lo que aprendes. Ten presente que vas á
más. Otro tanto sucede con el griego; una vez que co­ cumplir nueve años, edad en que los niños deben saber
nozcas las raíces, conocerás prontamente las ramas. mucho, y tú mas que ningún otro, visto el cuidado que
Así, en el escrito que te incluyo para que lo aprendas se ha tenido contigo; de manera que si no correspondes
de memoria, observarás que el verbo fero llevo, es la á lo que se espera de ti, perderás la reputación, que es la
raíz de otros diez y seis, cuyos significados difieren de él cosa mas humillante para un pecho noble. De un modo
por la adición de una ó dos letras, ó de una preposición; ú otro todos tenemos ambición, y nos aflijimos cuando
cuyas letras ó preposición producen las mismas alteracio­ la vemos malograda; la única diferencia que hay es, que
nes en todas las palabras á que se agregan; v. g: ex afue­ la ambición de los necios es tonta y mal fundada, y la
ra, cuando se une á eo voy significa voy afuera, exeo; de los hombres sensatos justa y laudable. Por ejemplo s
cuando se uneá traho traigo, significa estraigo, extraño ¡ un niño necio ambicionará hermosos vestidos y dinero
y asi en Jos demas casos de igual naturaleza. La prepo­ para gastarlo en tonterías; y esto, como debes conocer,
sición per, entre otras acepciones, según el nombre ó no probaría de ningún modo su mérito, sino la locura
verbo á que se une, i leva la de completamente ó por me­ de sus parientes vistiéndolo como un mono y dándole
dio de; cuando se agrega Áfero llevo, significa llevo por dinero para simplezas; á la vez que un muchacho de
medio de, per fero; cuando se agrega á fado hace pérfido, juicio, funda su ambición en sobrepujar en virtud y co­
acabo ó perfecciono; cuando se añade á los nombres pro­ nocimientos á los niños de su edad, y aun á los mas
duce el mismo efecto zdiffidlis, d\hd\,perdiffi.dlis, muy grandes. Su gloria consiste en gozar de la reputación de
difícil ó dificultosísimo; jucundus, placentero, perjucun- decir siempre la verdad (a), de mostrarse benigno, com­
dus, sumamente placentero. Si atiendes á estas observa­ pasivo, afable (ó)y de aprender mas pronto que los demas.
ciones te evitarás el gran trabajo de tener que acudir á Todas estas son pruebas verdaderas de mérito y le pro­
cada paso al diccionario. Como en la actualidad posees curan una reputación sólida, siendo de consiguiente ob­
jetos dignos de su ambición. Entre los muchachos sucede
lo mismo que entre los hombres: el necio ambicionará
un tren lucido, casa hermosa y costosos vestidos, cosas
(a) Existe en el centro del universo un lugar á igual distancia
del cielo, de la tierra y de la mar, que sirve de limite ¿ estos que todo el que posea dinero podrá procurarse, puesto
tres imperios. Desde allí ,á pesar de tan asombrosa distancia, que se compran; á la vez que el hombre de juicio y
se oye y descubre cuanto pasa en el mundo. La Fama tiene allí honrado ambiciona la distinción en su fama y carácter,
su morada, en uu palacio elevado con entradas numerosas por y esto solo lo conseguirá por medio de una buena índole,
sus cuatro costados, y mil aberturas en sus muros sin puerta de la verdad, de la virtud y del saber, cosas que no se
alguna : día y noche permanece abierto, y sus paredes, forma­ compran (c). Esta era la ambición de los Lacedemonios
das de un bronco retumbante, resuenan á cualquiera ruido y
repiten todas las palabras. Aunque el reposo y el silencio sean
desconocidos en este lugar, no se oye, sin embargo, un ruido
(a) Trata siempre verdad en toda coso,
estrepitoso, sino un murmullo sordo y continuo que se asemeja
Y no la niegues aunque sea costosa.
al de la mar cuando resuena ¿ lo lejos, ó al redoble del rayo.
Allí un pueblo ligero y voluble se agí tacón mil vanos rumores, (b) Sed con todos oficioso,
falsos ó verdaderos, y se oye un susurro continuo do palabras Complaciente, humilde, afable,
confusas que los unos escuchan, los otros repiten al primero Corles y de genio igual
que se presenta, agregando siempre algo su invención. Allí Y seréis sin duda amable.
reina la necia credulidad, el error, la falsa alegría, los vanos (Máximas de la Sabiduría).
terrores, la sedición y los ruidos vagos. La Fama en medio de
su palacio, mira cuanto pasa en el cielo, en el mar y en la (c) Esto nos recuerda aquellos versos españoles :
tierra, y su ojo escudriña todo el universo. Mas vale saber que babor,
Tr. Dice la común seuleucia ;

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32 CARTAS

y de loa Romanos (a) en los tiempos de su mayor gloria, una alma grande (o). Los espíritus pequeños y viciosos
y tal espero será siempre la tuya. A Dios. rebosan de cólera y de venganza, y son incapaces de es-
peri mentar el sublime placer de perdonar á sus enemigos
y de dar pruebas de favor y generosidad A aquellos qoe
han vencido. A Dios.

Te es tanto mas fácil adquirir instrucción y aventajar


á los de tu edad, cuanto que, como ves, no te trato como Juevcspor la tarde.
niño, sino que te escribo sobre materias dignas de la con­
sideración de los hombres. Cuando te presento ejemplos Mr querido hijo.
de las virtudes de los antiguos, no es mí único objeto
instruirte en estas particularidades de la historia, sino La novela de Don Carlos por el abate de St. Real que
también animarte á imitar unos ejemplos que muestran lees actualmente, está muy bien escrita ; el fondo de la
las ventajas de la virtud, la cual se ve recompensada tarde historia es verídico, mas el Abate agregó algunos adornos
6 temprano con los elogios de la posteridad. Julio Cesar, para darle aire de novela. A propósito, ¿ sabes lo que es
aunque tirano y muy criminal por haber esclavizado á novela ? Es una historieta galante en que entra mucho
su patria, se hallaba sin embargo, dotado de algunas amor y que no pasa de uno ó dos pequeños volúmenes :
virtudes, entre las que sobresalieron su clemencia y su se requiere que haya una intriga, que los dos amantes
humanidad, como lo atestigua el siguiente rasgo. Marcelo, encuentren muchas dificultades y obstáculos para con­
personaje de consideración en Roma, abrazó el partido tentar sus deseos; pero al cabo lo superan todo, y el de­
de Pompeyo en la guerra civil que estalló entre este y senlace ó la catástrofe los hace felices. La novela es una
Cesar, y obró con celo y acrimonia contra el mismo especie de romance en compendio, porque un romance se
Cesar. A pesar de eso, cuando este venció á su competi­ compone por lo regular de doce volúmenes, y está lleno
dor y entró triunfante en Roma, el senado, habiendo de boberías amorosas y de aventuras increíbles. El argu­
intercedido en favor de Marcelo, no solo fue perdonado mento es á veces una historia ficticia, es decir, inventada,
por Cesar, sino que le concedió su amistad. Cicerón y otras una historia verdadera, pero por lo regular tan
compuso espTesamente una oración para cumplimentar adulterada y con tanto disfraz, que nadie ia conoce. Por
á Cesar por este acto tan benigno y generoso ; y entre ejemplo : hay tres romances célebres : el gran Ciro, Cle-
otras cosas le dice, que haber perdonado á Marcelo es lia y Cleopatra, en que entra un poco de historia verídica,
una acción mayor que sus victorias; sus propias espre- pero tan mezclada con falsedades y locuras amorosas,
siones son estas -.Domuisti gentes immanitate barbaras, que mas bien contribuyen á embrollar y corromper el es­
multitudine innumerabilis, loéis infinitas, omni co- píritu que á formarlo ó instruirlo. En ellas se ve á los
piarum genere abundantes: sed tamen ea vicisti, qua> heroes mas célebres de la antigüedad hacer el papel de
et naturam et conditionem ut vincipossent, habebant. enamorados perdidos, en lo espeso de un bosque, y re­
Nulla est enim tanta vis, tanta copia, qua: non ferro quebrar de una manera empalagosa á sus crueles que­
ac viribus debilitari frangique possit. Verum animum ridas que les contestan en el mismo tono. En una palabra,
vincere; iracundiam cohibere; victoriam temperare; su lectura es sumamente frívola, y el tiempo que en ella
adversarium nobilitate, ingenio, virtute prcestantem, se emplea muy mal gastado. I^as antiguas novelas que se
non modo exlollere jacentem, sed etiam amplificare escribieron hace cien ó docientos años, como Amadis de
ejus prlstinam dignilatem-. hac qui faciat, non ego Gaula, Rolando y otras por este estilo, están llenas do
eum cum summis viris comparo, sed simillimum Deo encantos, de mágicos, de gigantes y otros disparatados
judico (b). imposibles; al paso que las mas modernas versan sobre
Es cierto que la humanidad es la señal característica de lo posible sin acercarse á lo verosímil. Así es que yo
creería tanto que el gran Bruto, que espulsó á los Tar-
quinos de Roma, fue encerrado por un mágico en un
castillo encantado, como el que dirigía versos insipidosá
la hermosa Clelia, según se le representa en la novela de
Que el 6abio puede ser rico
Y el rico no compra ciencia.
este nombre.
Don Carlos, que es el título de la novela que lees, fué
A la ciencia no hay tesoro hijo de Felipe 2o rey de España, cuyo padre fué Carlos V
Que se le pueda igualar, emperador de Alemania, y rey de España, á quien obe­
Aunque se tomasen oro decía la Flandes y la mayor parte de Italia. Su reinado
Las arenas de la mar.
fué dilatado, y dos ó tres años antes de morir abdicó la
(а) Plauto dice : corona, retirándose como particular, á un monasterio,
Bono ingenio me esse ornatum, quam auro mullo mavolo. y cediendo el imperio á su hermano Fernando, y la Es­
paña, América, Flandes é Italia ásu hijo Felipe2a, que
(б) Domasteis naciones bárbaras, innumerables, esparcidas en nada se le pareció, pues fué arrogante y cruel hasta
en países vastísimos é inagotables en recursos; pero en fin,
estas naciones que habe¡6 vencido, ni la naturaleza ni su suerto
las había hecho invencibles. No hay vigor que no pueda fla­ (a) 11 esl une vertu qu’honorent les mortels,
quear y quebrantarse con el fierro y los esfuerzos; pero vencerse L’encens de l’uuivers parfume ses autels;
á sí mismo, reprimir la cólera, moderar la victoria, tender De la religión, compagne inséparable,
una mano benéfica á un adversario distinguido por la nobleza, Elleoffre aux malheureux une main secourablc.
el talento y la virtud; levantarlo, colocarlo aun en puesto mas C’esl le plus beau présent de la divinilé,
alto, no solo es aventajar á los héroes, sino igualarse á los La vertu des grands coeurs, la tendré humanilc.
dioses. (S.. ..) Ir.

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DE LORD CIIESTERFIELD 33

con gn mismo hijo Don Carlos, á quien quitó la vida. A flexionando un poco mas descubrirías que no se ha dicho
Dios. todo lo que puede decirse sobre la noche-, y se te ven­
drían á la mente varias otras circunstancias y efectos
de ella. Por ejemplo: aunque la noche sea en general el
tiempo de la tranquilidad y del descanso, sin embargo,
se cometen por lo regular, bajo su segura sombra, va­
rios crímenes, como robos, muertes, que las mas veces
Jueves. se ejecutan en la obscuridad como favorable á la huida
de los culpables. Ademas, aunque la noche traiga el re­
Rara vez recibirás'cartas mías sin amonestaciones poso y el consuelo al inocente y al virtuoso, trae tam­
para que te acostumbres á pensar. Todo cuanto aprendas bién la inquietud y el horror á los delincuentes: la con­
y leas te será de poca utilidad, si no meditas sobre ello. ciencia de sus crímenes les atormenta y les niega el
El objeto de la lectura es conocer los pensamientos de sueño y el reposo. En vista de estas reflexiones podrías
los demas, pero si los creemos bajo su palabra, sin exa­ adecuar algün epíteto á la noche ; v. g. si tuvieses que
minar sus sentimientos ni confrontarlos con los nuestros, representarla bajo su aspecto mas agradable, como pro­
es en realidad vivir de las sobras de otro, ó vender al me­ curando la paz y el descanso de las penas y trabajos,
nudeo las mercancías agenas. Es útil conocer los pensa­ podrías llamarla la noche favorable, la noche silenciosa,
mientos de los demas, porque adquirimos ideas que nos la noche bien-venida, la noche apacible: pero si por
ayudan á formar nuestro juicio; pero repetir los pensa­ el contrario la quisieses representar como instigando á
mientos de otro, sin meditar sisón ó no esactos, equivale cometer crímenes, la llamarías la noche culpable, la
á la habilidad de un papagayo ó cuando mas de un actor. noche criminal, la horrible noche, ó bien con otros
Si se te propusiese la noche como argumento para al­ epítetos que den idea de horror y de maldad *, porque
guna composición, harías muy bien de ver lo que sobre para que un epíteto sea propio se requiere que sea adap­
ella han escrito los mejores autores, y así ausiliarías tu tado, esto es, conveniente al estado de la persona ó del
propia invención; mas esto no te dispensaría de pen­ objeto á que se aplica. Asi Virgilio, que generalmente
sar sobre la materia y de espresarte á tu modo, porque llama á Eneas piadoso ¿ causa de su piedad para con
de lo contrario solo serías y se te tendría por un pla­ los dioses y del respeto que mostraba á su padre, le nom­
bra dux Eneas, cuando lo representa enamorado de
giario. Un plagiario es aquel que se apodera de los pen­
Dido, siendo un epíteto mas propio en este caso, por
samientos de otro y los hace pasar por suyos (a). En
que el amor conviene mas bien á un general que á un
Virgilio encontrarás la siguiente relación de la noche:
hombre singularmente piadoso.
Nox erat, et placidum carpebant fessa soporem Deja á un lado por algunos minutos toda Idea de jue­
Corpora per térras : sylvceque et sceva quiérant go y piensa seriamente en lo que llevo dicho.
¿Equora: cum medio volvuntur sidera lapsu;
Amolo queeramus seria ludo.
Cum tacet omnis ager, pecudes, pietceque volucres.
Queque lacus late líquidos, quceque aspera dumis Puedes venir A verme el sábado por la mañana antes
Rura tenent; somno positce sub nocle silenti de ir á casa de M. Maittaire.
Lenibant curas, et corda oblita laborum (b).

Aquí ves los efectos de la noche: trae el descanso á


los hombres cuando se hallan fatigados con el trabajo
del día; las estrellas siguen su curso regular; los gana­
dos y las aves descansan y gazan de la tranquilidad. Exa­ No dejaré tan pronto el capítulo de la invención y de
minando esto encontrarías que todo es cierto; pero re­ la reflexión, porque mi ánimo es que te apliques á ellas
en cuanto lo permita tu edad y tu inconstancia. La cos­
tumbre te facilitará de día en dia este trabajo, y lo de­
mas será obra de la meditación y el tiempo. La virtud
ta) No te atribuyas nunca obras agenas es un argumento que merece tu atención y la de todos
Que á una bajeza grande te condenas, los hombres ; supongamos que yo te pidiese unos versos,
Y los que mas celebran tus parolas, ó que me comunicases en prosa tus sentimientos acerca
Saben que mientes y se rien á solas.
de la virtud ¿ cómo te compondrías? En primer lu­
(Cubillo de Aragón.) gar te pondrías á considerar lo que es virtud, y después
(6) En tanto aue la tenebrosa noche observarías sus efectos y señales, tanto respecto de tí
Tenía en dulce sueño trasportados como de los demas. Naturalmente hallarías entonces que
Los cuerpos trabajados de las gentes; la virtud consiste en obrar bien y hablar la verdad, y
Por todo el mundo las selvages fieras, que sus efectos son ventajosos al mundo en general y á
Y los marinos peces en profundo cada uno en particular. La virtud nos escita á compa­
Silencio reposaban : era la hora,
decer y á endulzar las desgracias de los hombres, á fa­
Cuando subidas en mitad del cielo
vorecer la justicia y el buen orden en la sociedad, y en
Demedian su jornada las estrellas,
Cuando en sumo silencio están ios campos,
general contribuye á consolidar el verdadero bien de ia
Y los ganados y pintadas ares humanidad, procurándonos á nosotros mismos un con­
Las que se albergan por los claros lagos, suelo y una satisfacción que nada puede darnos ni qui­
Y las que en montes, breñas y arboledas, tarnos. Las riquezas, el poder y la grandeza pueden ar­
Con dulce sueño en la callada noche rancársenos por la violencia, la injusticia ú otros acci­
Los cuidados diurnos mitigando, dentes inevitables; pero la virtud solo depende de
Dan á los corazones dulce olvido nosotros mismos y nadie es capaz de privamos de ella.
De los trabajos entre día pasados. Las enfermedades pueden arrebatamos todos los place­
(Ir. de Velasco.) res corporales, pero son Impotentes para despojamos de
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34 CARTAS

la virtud y de la satisfacción que trae consigo. Un hom­ cortés en ciertas circunstancias y con cierta persona, de­
bre virtuoso, aunque agobiado con todas las desgracias jará de serlo en otros momentos con persona diferente ;
de la vida, encuentra no obstante en 6u interior un con­ pero hay ciertas reglas de urbanidad que en todo caso
suelo y una satisfacción que le hacen mas dichoso de lo son verdaderas, v. g : es siempre sumamente impolítico
que puede serlo cualquier malvado con todas las como­ responder á alguno con si ó no, sin añadir Señor ó Señora,
didades del mundo. Si un hombre ha llegado á adquirir según la categoría de la persona á quien se habla. Loes
mucho poder y riquezas por medio de la perfidia, de la igualmente no atender como conviene, ó no dar una
injusticia y de la opresión, no gozará de uno ni otro, respuesta urbana, á lo que se nos dice, ó bien alejarse
porque su conciencia le atormentará y le echará en cara ú ocuparse de otra cosa cuando se nos dirige la palabra,
constantemente los infames medios de que se ha valido. pues esto hace creer á las gentes que se les desprecia, ó
El aguijón de su conciencia no le dejará dormir tranqui­ que no merecen la pena de ser escuchadas ni de que se
lo, sino que soñará sus crímenes, y aun durante el dia, les responda. Me atrevo á asegurar que no es necesario
si está solo y tiene momentos de reflexión, se pondrá hacerte conocer lo impolítico quees tomar el mejor lugar
inquieto y melancólico (a). Todo le infundirá temor, en un salón, ó apoderarse en la mesa de lo que mas nos
porque como conoce que todo el mundo debe odiarle; gusta sin haberlo ofrecido á los demas, como si uno solo
cree, no sin fundamento, que se le hará daño siempre fuese digno de consideración. Lejos de eso debes procu­
que se pudiere. Por el contrario, el hombre virtuoso, rar todas las comodidades posibles á las gentes con quie­
sea cual fuere su pobreza ó desgracia, encontrará en la nes estuvieres. Ademas de la cortesía que es absoluta­
virtud su propia recompensa y cobrará ánimo para so­ mente necesaria, la perfección de la buena crianza con­
portar sus aflicciones. La tranquilidad y satisfacción de siste en ser urbano con desembarazo y aire de caballero.
su conciencia le procurarán buen humor durante el día Los Franceses sobresalen en estas cualidades y debes
y ün sueño apacible por la noche ; esperimentará placer observarlos; su urbanidad es tan fácil y natural como
en la soledad, sin que le amedrenten sus propios pensa­ cualquiera otra parte de su conversación; á la vez que
mientos ; ademas, será universalmente estimado y res­ los Ingleses son por lo regular torpes, y cuando quieren
petado, porque aun los mas malvados no pueden dejar mostrarse corteses les entra la vergüenza y el embarazo.
de admirar y respetar la virtud. Estas y otras muchas Por Dios te pido que jamás te avergüences de hacer lo
ventajas podrías atribuir á la virtud si se te diese como que conviene; mucha razón tendrías de avergonzarte si
argumento para alguna composición. A Dios. fueses incivil, pero ¿qué razón hay para que te avergüen­
ces de ser urbano? ¿y por qué no se ha de decir una cosa
oficiosa y civil con la misma naturalidad y desembarazo
que si se preguntase la hora qué es? Esa especie de timi­
dez que los Franceses llaman mauvaise honte, es la se­
ñal distintiva de un zote ingles, que se desconcierta
Mi querido hijo. cuando las gentes de mundo le dirigen la palabra; se ru­
boriza para responder, tartamudea, apenas puede espre-
Te portaste tan bien el domingo pasado en casa de M. sar lo que quiere decir, y se hace realmente ridiculo
Boden, que ciertamente mereces elógios; tu conducta me por el infundado temor de que se burlen de él; á la vez
anima á darte algunas reglas de urbanidad y buen porte, que el hombre bien educado hablaría á todos los reyes
persuadido de que las observarás. Debes pues saber, que del mundo con el mismo desembarazo y facilidad que si
así como la ciencia, el honor y la virtud son cosas abso­ te hablase á tí.
lutamente necesarias para que adquieras el aprecio y la Ten presente que el único medio de agradar y de que
admiración de las gentes, de la misma manera la urba­ seas bien acogido en la sociedad , consiste en mostrarte
nidad y el buen porte lo son, para que halles buena aco­ civil, pero con naturalidad, porque esto es propiamente
gida y seas grato en la conversación y en la vida ordi­ lo que se llama buena crianza; recuerda también que la
naria. Los grandes talentos, el honor, la virtud, la cien­ grosería no tiene cabida en la buena compañía; por últi­
cia y otros dotes son superiores al común de las gentes, mo, no olvides que mostrarse tímido y vergonzoso es
qué, ó no los posee, ó no juzga de ellos como se requiere; una ridiculez. Como estoy seguro de que tú comprendes
pero todo el mundo es juez de las prendas inferiores, y practicas todo esto, me lisonjeo de que ai cumplir
como el comedimiento, la afabilidad, las maneras corte­ nueve años no solo serás el mejor estudiante, sino tam­
ses y el porte mesurado, porque esperimenta los buenos bién el mas bien criado de todos los muchachos de
efectos de estas cualidades que hacen la sociedad cómoda Inglaterra. A Dios.
y agradable. El buen sentido determina en muchos casos
el modo de conducirse , porque tal cosa que podía ser

(a) ............ Non vive il reo


Un momento in r i poso, Philippns CHESTERFIELD
Benclié a lutlallri ascoso
Resli il suo fallo, ei che si vede al flanco Philippo STANHOPB, adhuc paerulo, sed eras é pueritiá egres-
L’ acerbo acensator, trema, paventa suro, S. D.
L’cvidenza, ysospetli,
L’oscurar de la nolte, Hanc ultímam ad te, uti ad puerum, eplstolam mitto;
L’apparirdel!’ aurora; eras enim, ni falior, fies novennis, ita, ut abhinc mihl te-
E clii sa la sua colpa, e chi Pignora, cum, quasi, cum adolescentulo agendum erit. Alia enim
In perpetua tempesta nunc ratio vit® et studlorum tibi susclpienda est; levitas
Senté Palma, se veglia : e in mille forme et nug® pueriles reliquend® sunt, animusque ad seria
II suo persecutor vede, se dorme. intendendus est. Qu® enim puerum decebant, adolescen­
(Mrtastasio.) Tr. tulo dedecori essent. Quare ómnibus viribus tibí enlten-

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DE LORD CHESTERFIELD 35

dum est, ut te alium prabeas, et ut eruditione, moribus, tir, las cosas que aprendí cuando tenía tu edad; pero es
et urbanitate, aliisque anlmi dotibus, adolescentulos porque las vela con atención, persuadido de que este era
ejusdem statis seque superes, ac jam puerulus puerulos el único modo de evitarme el trabajo de aprender una
tui temporis superasti. Tecum obsecro reputa, quantum misma cosa repetidas veces. Jamás un hombre hará bien
tibi erubescendum foret, si te nunc vinel patiaris ab iis, una cosa, si al instante no es dueño de sugetar su aten­
quos adhuc vicistl. Exempli gratia *. si adolescentulus ción y de Ajarla de un objeto á otro según convenga. Si
Onslow, scholae Westmonasteriensis nunc alumnus, olim mientras desempeña sus negocios piensa en las diver­
sodalls tuus, et novénnis sequé ac tu; si ille, inquam, siones, ó si mientras se divierte piensa en sus negocios,
locum tibi superiorem in achola mérito obtineret, quid no hará bien ni uno ni otro. Hoc age era una máxima
ageres,rogo? quo tenderes? Illinc enim dlscedendumfo­ entre los Romanos, que quiere decir: haz lo que tienes
ret, ubi cum dignitate manere non posses. Quaere si tibi entre manos y nada mas. Un entendimiento limitado
fama apud omnes, et gratia apud me, cura est, fac omni siempre se apresura por veinte cosas á la vez; pero un
atadlo et labore, ut adolescentulorum eruditorum faclle hombre de juicio se dedica á una cosa únicamente, re­
princeps mérito dici pO6sis. Sic te servet Pater Omnipo- suelto á sobresalir en ella; porque lo que vale la pena de
tens, tibi detque ut ómnibus ornatus excellas rebus. hacerse, merece que sea bienhecho. Por lo tanto,no olvi­
Vale. des dedicarte enteramente á lo que trajeres entre manos,
sea lo que fuere, el estudio ó ia diversión; porque si te
Kalend. Malí 1441.
anima una ambición laudable, has de desear sobresalir
entre los de tu edad sea en bailar el trompo ó en aprender
tu lección. Tú tienes un rival en el estudio que estoy
persuadido tratarás de aventajar, y es tu propio carácter.
Recuerda lo que te he escrito y considera lo bochornoso
que será que á los diez años no estés mas adelantado que
Feiipe Chestebfield h Felipe Stanhope, niño aun, pero cuando tenías ocho. Quien será el que no trabaje para
que mañana saldrá de la infancia. evitar semejante desgracia?
A Dios. Puedes venir á verme mañana antes de ir á
Esta carta será la última que yo te escríba como si fue­ casa de M. Maittaire.
ses niño, porque mañana, si no me engaño, cumplirás
nueve años, y asi en lo de adelante te trataré como jóven.
Es necesario que entables ahora otro género de vida y
otra ciase de estudios; no mas aturdimiento; debes dar
de mano á las bagatelas pueriles y dirigir tu espíritu á
objetos serios. Las cosas propias en un niño serían ver­ Druselas , 17 de Mayo de 1741.
gonzosas en un jóven; razón por la que debes hacer los
mayores esfuerzos para realizar este cambio, adelantando Mi querido hijo.
á los jóvenes de tu edad en saber, en urbanidad y demas
Me parece que tú y yo no estamos aun tan desave­
dotes del alma, asi como dejaste atrás á los otros niños de
nidos para que dejes de alegrarte de mi feliz arribo de
tu tiempo. Te ruego que consideres cuan bochornoso se­
este lado del mar, que atravesé en cuatro horas de
ría que otros te tomasen ahora la delantera. Por ejemplo :
Dover á Calais. De paso te diré que Calais es la última
si Onslow, tu antiguo condiscípulo, que en ei dia estudia
ciudad que poseyeron los Ingleses en Francia, desde
en Westminster y tiene nueve años como tú; si Onslow
que fué conquistada por Enrique V y restituida ó
repito, mereciese en la clase un puesto mas elevado que
aquel reino bajo el gobierno de la reina católica Ma­
ei tuyo, qué harías? adonde irías á esconderte? Sin duda
ría, hija de Enrique VIH. De Calais me dirigí á Dun-
que abandonarías un lugar en que no podrías permane­
kerque, que perteneció primitivamente á los Españoles.
cer con honor. Por lo tanto, si aprecias tu reputación, y
Oilver Cromwell lo tomó, pero después fué vendido ver­
si tratas de darme gusto, debes aplicarte y trabajar cuanto
gonzosamente á los Franceses por el rey Carlos 11. De
fuere posible á fin de merecer justamente el primer lugar
Dunkerque pasé á Lila, ciudad rica, fuerte y muy esten-
en la clase. Ruego al Todopoderoso que te conserve y
sa: pertenece á Francia y es la capital de la Flandes
permita que sobresalgasen cuanto emprendieres. A Dios.
francesa. De Lila fui á Gante, capital de la parte de
Io de Mayo de 1741. Flandes que pertenece á la reina de Hungría, como here­
dera de la casa de Austria; es ciudad grande, pero pobre,
y no puede decirse que sea fuerte (a). En ella vió la luz el
emperador Carlos V, cuya estatua existe sobre una co­
lumna en el centro de una gran plaza. Finalmente, vine
á esta hermosa ciudad de Bruselas, capital del Brabante,,
Mi QUERIDO HIJO. en donde se fabrican los mejores encajes que se llevan á
Inglaterra. Bien puedes acompañarme en este viage, mi­
Desearía tener tanta razón para estar satisfecho de que rando el mapa, hasta que pasado algún tiempo puedas
recuerdas lo que aprendes, como de tu facilidad en apren­ tú mismo visitar los lugares.
derlo, porque ¿de qué te sirve aprender pronto una cosa Me prometo, para cuando nos volvamos á ver, unos
si la has de olvidar con la misma prontitud ? La memo­ adelantos sorprendentes en tus estudios, porque ahora
ria depende de la atención, y si olvidas es porque no que tienes nueve años cumplidos, no debes perder el
atiendes á lo que aprendes. Por ejemplo : me atrevo á tiempo, y espero con Impaciencia informes muy buenos
asegurar que si yo te prometiese para tal dia alguna cosa de M. Maittaire. Hasta entonces no me atrevo á comprar
que te gustase, tendrías b'uen cuidado de pedírmela lle­
gado aquel dia. Y por qué? por haber Ajado tu atención.
Pues de la misma manera puede retenerse la versiAca- (a) Gante pertenece hoy á la Bélgica y su antigua pobreza
clon griega y latina. Yo recuerdo todavía, y puedo repe­ ha desaparecido.

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36 CARTAS

nada para ti, de miedo de verme obligado á guar­ ¡ respeto de las gentes; que los talentos y la erudición
darlo para mi; pero si las noticias fueren buenas, cuenta pueden únicamente hacerte admirar y celebrar por ellas ,
por seguro que las recompensas lo serán en proporción. pero que es absolutamente necesario que poseas otras
A Dios. prendas inferiores para que se te solicite y ame en la vida
Saluda de mi parte á tu mama, y cuando me escribas privada. Entre estas prendas inferiores la principal y
manda tus cartas á mi casa en la ciudad. mas necesaria es la buena crianza, no solo por lo im­
portante que es en sí misma, sino también por el grao
realce que comunica á las ventaja»mas sólidas del co­
razón y del entendimiento. La buena crianza ha ocu­
pado mis cartas anteriores, y así la presente versará
sobre las indispensables cualidades que tienen con aque­
Aix-la-Chapelle, 8 de Junio de 1741. lla mas relación ¡ me contraigo al porte elegante, fácil y
desembarazado, esento de las impropiedades que mu­
Hace cuatro dias llegué á esta ciudad, de donde me chas personas, estimables y de mérito bajo otro aspecto,
tomo la libertad de presentarte mis respetos, no dudando manifiestan en su trato. Por insignificantes que á pri­
que tendrás la bondad de escusarme si te importune de- mera vista parezcan las buenas maneras, son sin em­
masiado'con mis cartas. No se me oculta lo precioso que bargo de mucha consideración para agradar en la vida
es tu tiempo y cuan utilmente lo empleas ; por lo tanto, privada, especialmente á las mugeres, que algún dia juz­
se me haría cargo de conciencia interrumpir el curso de garás dignas de tu atención ; y yo he conocido varios
tus estudios que indudablemente prosigues con atención sugetos que por su torpeza causaban tanto disgusto á
y buen éxito. Mas dejándonos de bromas, espero que es­ primera vista, que todo su mérito no bastaba después
tudiarás con tesón, y que M. Maittaire estará muy satis­ para borrar esta impresión (a), á la vez que 106 bellos
fecho de tí, porque de lo contrario te aseguro que me modales previenen á las gentes en tu favor, las inclinan
enojaré muchísimo. hácia tí y les inspiran interes. La torpeza solo proviene
A propósito de estudio, te diré que en Bruselas vi un de dos causas: ó de no haber frecuentado la buena so­
niño casi de tu edad, hijo del conde Launoy, que sabia ciedad, ó de no haberla visto con atención; por lo que
muy bien el latín, representaba la comedia y declamaba hace á lo primero, yo me encargaré de procurártelo,
la tragedia francesa perfectamente. Ademas, es muy bien quedando á tu cuidado observar los usos establecidos y
criado, y en una numerosa concurrencia que no cono­ conformarte con ellos. Para esto, como para todo lo de­
cía, no se cortaba, sino que hablaba y respondía á todo mas, es indispensable la atención, y el hombre que no
el mundo con despejo y buenos modales. la tiene, no es apto para vivir en el mundo. Cuando una
Esta ciudad es bastante estensa pero de mal aspecto ; persona encogida entra en un salón, no es raro que su
se llama en latín Aquisgranum y es la primera ciudad espadín se cruce entre sus piernas y le haga caer, ó á lo
imperial y libre de todo el imperio, es decir, que la go­ menos tropezar; pasado este accidente, busca por todas
biernan los mismos magistrados que ella nombra, y que partes en donde colocarse, y elige precisamente el lugar
tiepe privilegios que el mismo emperador no puede de­ que menos le corresponde; una vez sentado dejará caer
rogar. Carlomagno fué coronado en ella el año de 800, el sombrero, y al levantarlo se escapará el bastón de
y todavía se muestra en la catedral la corona que le sir­ sus manos; al recoger el bastón, soltará el sombrero por
vió aquella ocasión. En el dia solo es famosa por sus segunda vez, de modo que tardará un cuarto de hora an­
aguas minerales que atraen mucha gente j son muy ca­ tes de entrar en quietud. Si toma té ó café, es seguro que
lientes, al paso que asquerosas, porque exalan el mismo se quema la boca y deja caer la taza ó el platillo, man­
olor que los huevos podridos. chándose los calzones. En la mesa es mas visible su tos­
Las ciudades imperiales tienen voto en la asamblea quedad por lo mismo que se muestra mas atareado; toma
del imperio que se reune en Ratisbona, adonde los elec­ ei cuchillo, tenedor y cuchara, de diferente manera que
tores, los príncipes y las ciudades imperiales envían sus los demas; come con el cuchillo con peligro de su boca,
diputados, para arreglar los asuntos en unión del empe­ se escarba los dientes con el tenedor, y se sirve de los
rador, de la misma manera que nuestro parlamento. Así, manjares con la misma cuchara que ha entrado veinte
ya ves que el imperio de Alemania es un estado libre, veces en su boca. Si trincha, no encuentra las coyuntu­
en donde no puede promulgarse ninguna ley sin el con­ ras, y al hacer inútiles esfuerzos para dividir el hueso,
sentimiento del emperador, de los electores, de los prín­ salpica con la salsa, la cara de los comensales. Por lo re­
cipes soberanos y de las ciudades imperiales. Es bueno gular él mismo se embarra con la sopa y la grasa, sin
que te instruyas de las diversas formas de gobierno de que valga de nada la servilleta, que prendida de un ojal,
los países de Europa, y siempre que leyeres su historia le cubre la barba. Cuando bebe, infaliblemente tose en
particular, dedícate á ello con particular atención. el vaso y salpica á sus vecinos. Ademas, hace gestos y
A Dios por esta vez. ademanes estravagantes, como sorber con las narices,
llevar á ellas los dedos, sonarse y ver en seguida el pa-

W La Bruyére dice ; Avec de la verlu, de la capacité et


une bonne conduite, on peut étre insupporlable. Les manieres,
que l’on néglige comme de pelites cboses, sont souvent ce qui
SvA, Julio 25 de 1741. fait que les hommea décidenl de vous en bien ou en mal : une
iégére attenlion h les avoir douces et polies prévient leurs
mauvais jugemente. II ne faul presque ricu pour étre cru Cer,
Mi querido hijo. incivil, méprisant, désobligeanl : il faut encore moins pour
étre estimé tout le contraire...............Les maniéres polies donnent
Te he dicho con frecuencia en mis anteriores, y es á coura auménte, et le rendent agréable, et il faul avoir de
la verdad muy cierto, que solo el honor mas estricto y bien ¿mínenles qualilés pour sesoutonir sana la politesse.
la virtud mas escrupulosa, te atraerán la estimación y Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD 37

ñudo, de modo que revuelve el estómago de los concur­ sociedad, retira ventajas de que se vería privado si fuese
rentes. Las manos le sirven de estorbo cuando no tiene único en el mundo; en tal supuesto ¿ no es evidente que
nada en ellas ; no sabe donde ponerlas y van y vienen en cierto modo ha contraído una deuda con la sociedad,
continuamente de su pecho á sus calzones; no sabe y que está obligado á hacer por los otros lo que ellos
ajustarse ios vestidos; en una palabra, no hace nada co­ hacen por él ? Puedes espresar tus ideas como mejor te
mo los demas. Todo esto, lo confieso, de ninguna ma­ parezca, en ingles ó en latin, porque en este caso lo que
nera es criminal, pero sí altamente desagradable y ridi­ interesa son I09 pensamientos y no el lenguaje.
culo, y el que pretenda agradar en la sociedad debe En mi última le hice algunas advertencias contra Ia9
evitarlo con el mayor cuidado. propiedades desagradables y malas crianzas que contraen
Por esta relación de lo que debes evitar, podrás juzgar de jóvenes muchas personas por la negligencia de sus pa­
fácilmente lo que debes hacer. Todo es obra de la aten- dres, y de que no pueden desprenderse cuando llegan á
don, y sin ella nada hay que esperar: la falta de aten­ ser hombres; como los movimientos estraños, las postu­
ción, que en realidad es falta de pensamiento, es una ras ridiculas y el porte incivil; mas hay también cierta
locura ó una necedad. No solo debes ver cuanto pasa á torpeza de espíritu que puede y debe evitarse con cuidado,
tu rededor, sino observar con prontitud y á la vez, á v. g: es cosa muy vulgar y grosera equivocarse ú olvidar
todas las personas que se hallaren reunidas, sus movi­ los nombres de las personas y decir: el Señor....... válgate
mientos, sus miradas, sus palabras, y esto sin fijarles la Dios cómo se llama. También es muy impropio comen­
vista, para que no entiendan que las miras. Esta obser­ zar una historia ó narrativa cuando no se sabe cabalmen­
vación viva y secreta es de infinita ventaja en la vida, y te, y verse obligado en medio de ella á dbclr he olvidado
debes procurártela con empeño, porque lo contrario, que lo demas. Es necesario seresactos, claros y precisos en
se llama distracción, hace al hombre tan parecido al loco todo lo que decimos, porque de otra suerte, en vez de
ó al estúpido, que para mi viene á ser la misma cosa. Un Interesar ó de Instruir á los demas, solo se consigne can­
estúpido no piensa jamás, un loco carece de pensamiento sarlos y fastidiarlos. Tampoco debe descuidarse la ma­
y un distraído se encuentra por el momento en igual nera de hablar: algunos cierran tanto la boca, que nada
caso. se les entiende; otros hablan tan fuerte y descompasa­
A Dios. Dirígeme tu próxima carta á casa de M. Cha- damente como si dirigiesen la palabraá un sordo, y otros
bert,banquero en París, y ten cuidado deque á mi vuelta tan bajo, que no es posible imponerse de lo que dicen.
encuentre yo los adelantos que me prometo. Todos estos hábitos denotan torpeza, son muy desagra­
dables y deben por lo mismo evitarse con el mayor cui­
dado. A Dios.

-o-e* 3 Q<>
Spa, Gde Agosto de 1741.
Mi querido huo.

Estoy muy satisfecho de los diferentes ejercicios que


me has mandado, y aun mas de la carta de M. Maittaire
Mi querido hijo.
en que me los acompaña, dándome informes de tí mucho
mas favorables que los contenidos en su anterior. Lau­ Después de mi última he mejorado considerablemente
dad a laúdalo viro ha sido siempre una ambición trocando los desiertos de Spa por los placeres de París, de
recomendable; foméntala y continúa mereciendo los eló- los que disfrutarás algún día mas de lo que á mí me es
gios de las personas acreedoras á ellos. Mientras te ma­ dado. Es una ciudad magnifica en toda la estencion do
nejares asi, obtendrás de mí lo que quieras, pero cuando la palabra, no tan grande como Londres pero mas her­
variares de conducta, no debes contar con nada. mosa, siendo las casas mayores y todas de cal y canto.
Me alegro de que hayas principiado á componer un No solo se ha aumentado considerablemente, sino tam­
poco; esto te hará adquirir el hábito de pensar sobre las bién embellecido, por la munificencia del último rey
materias, io cual es por lo menos tan necesario como Luis XIV, con un número prodigioso de edificios costo­
leerlas; en consecuencia, te encargo que me transmitas sos y fundaciones útiles y caritativas, como librerías,,
tos ideas sobre el siguiente argumento: hospitales, colegios ect. que serán por mucho tiempo
monumentos de la esplendidez, humanidad y buen go­
Non sibi, sed toíi genitum se credere mundo. bierno de aquel príncipe. Las gentes son aquí bien edu­
Este es un rasgo del carácter de Catón en Lucano, que cadas, precisamente como quiero que tú lo seas ; no son
dice que Catón no pensaba que había nacido solamente torpes ni tímidos como los Ingleses* sino urbanas sin
para sí, sino para todo el géná-o humano. Dime, pues, si embarazo ni ceremonia. Aunque son vivas y alegres,
piensas que el hombre ha nacido para ocuparse única-, nada se les escapa, y atienden siempre á lo que traen
mente de su placer y provecho, ó si está obligado á con­ entre manos. Cuento con que á esta hora haces tú lo
tribuir al bien de la sociedad en que vive y déla humani­ mismo, y que á mi regreso corresponderán tus adelantos
dad en general (a). Es claro que el hombre viviendo en á mis grandes esperanzas; porque para entonces me
prometo que sabrás construir fácilmente el griego y el
latin, y componer algunos versos en ambos idiomas.
Todo esto puede hacerse con solo que quieras, y me lison­
(a) Jestiishomme, et lié par une étroitc chalne jeo de que te esmerarás para contentar mis deseos. Por
Aui inléréts communs de la famille humainc; lo que toca al genio de la poesía, debe confesarse que si
El j’aimc b resaerrer cetle fralernilé la naturaleza no te lo ha concedido, no podrás adquirirlo,
Qui fait que toul morí el lien! á l’humanité. siendo cierto que el poeta nace y el orador se hace; pero
(JuLlEN.) Tr. esto debe contraerse únicamente á la invención ó imagi-

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CARTAS

nación de un poeta, porque respecto de lo demas, cual­ sar los pensamientos, y si un hombre es negligente y no
quiera puede, por medio de la aplicación, entender la se dá tiempo para reflexionar, sus palabras serán de lo
parte mecánica de la poesía, que consiste en el número, mas fútiles é insignificantes.
rima, medida y armonía del verso. Ovidio vino al mundo Hace cinco dias que salí de París, y para que puedas
dotado de tal genio para la poesía, que aseguraba que le acompañarme en el mapa, si te acomoda, te diré que he
era imposible evitar, á pesar de su voluntad, que sus llegado aquí pasando por Dijon, capital de la Borgoña; de
pensamientos se le representasen en verso, y que fre­ aquí iré á Viena, segunda ciudad del Delfinado cuya ca­
cuentemente versificaba sin intentarlo (a). pital esGrenoble, y después, bajando el Ródano, seguiré
El caso es distinto en la oratoria, porque todo hombre para Aviñon, capital del condado Venaissin que perte­
puede, por medio del estudio, del esmero y de la aplica­ nece al papa (a). De Aviñon me dirigiré á Aix, capital de
ción, llegar á ser un orador regular. En su mano está la Provenza; de allí á Marsella, después á Nimes, de Nimes
elegir buenas palabras, hablar con pureza, espresarse con á Monpeller y entonces regresaré. Lyon es una ciudad
claridad y perspicacia, dar á sus movimientos y ademanes muy estensa y rica, situada sobre dos hermosos ríos que
un aire gracioso; en una palabra, puede ser un orador tienen aquí su confluencia, y son el Ródano y el Saona.
muy agradable con solo que se tome cierto trabajo y ponga' En Lyon existen las célebres manufacturas de tejidos de
mucha atención. El célebre orador griego DemóstenesfdJ oro, plata y seda, que abastecen á casi toda la Europa.
estaba tan intimamente convencido de que era necesario Esta ciudad fué famosa en tiempo de los Romanos, y en
hablar bien, que aunque tartamudeaba naturalmente y latin se llama Lugdunum.
tenia los pulmones muy débiles, se resolvió, por medio Mis viajes son causa de que mi correspondencia sea
de la aplicación y el cuidado, á sacar el partido posible menos frecuente y mas lacónica que de costumbre, pero
de estas desventajas. De acuerdo con tal propósito, curó estoy persuadido de que á esta hora te hallas penetrado
aquellos defectos metiéndose en la boca unos guijarrlllos, de ia necesidad de aprender y de aplicarte, sin que para
y esforzando gradualmente los pulmones en el ejercicio eiio sea necesario exhortarte ni aguijonearte. Continua
diario de hablar en voz alta y clara, durante un espacio pues, distinguiéndote con empeño en el estudio, y sobre
de tiempo considerable. También iba muy á menudo á la todo en la virtud y el honor, y de esta manera labrarás
orilla del mar cuando había tempestad y hacían mas rui­ mi felicidad al mismo tiempo que la tuya. A Dios.
do las olas, y allí hablaba lo mas alto que podía, con el
objeto de acostumbrarse al bullicio y murmullo de las
asambleas populares de los Atenienses, ante las que se
proponía perorar. Con tal cuidado, unido al constante
estudio de los autores selectos, llegó á ser el mayor ora­
dor de todos los pueblos y edades, á pesar de no haber
nacido con disposición natural para la elocuencia (c). A Marsella, 2i de Setiembre de 1741.
Dios. No dejes de Imitar á Demóstenes.
Mi querido hijo.

Observarás que la presente está datada en Marsella,


ciudad y puerto de mar en el Mediterráneo; ha sido fa­
mosa y considerable por espacio, cuando menos, de dos
mil años, en razón de su comercio y situación. En latin
Lyon, 1 de Setiembre de 1741 se llamaba Massilia, y se distinguió en favor de la liber­
tad romana contra Julio Cesar; también estuvo dester­
Mi querido hijo. rado en ella Milo, por haber asesinado á Clodio. Hallarás
lie recibido con mucho gusto tu carta poliglota que ios pormenores de estos acontecimientos, registrando en
merece justamente una buena recompensa. Estoy muy tu diccionario los artículos Marsella y Milo. En el dia
contento al ver que la invención y el lenguage caminan á es una población grande y hermosa, sumamente rica
la par; el último nada vale sin la primera, pero unido á por su comercio; está construida en forma de anfiteatro
ella es de lo mas útil. El lenguaje solo sirve *para espre- al rededor del puerto, que siempre está lleno de buques
mercantes de todas las naciones. Aquí tiene el gobierno
francés sus galeras, que son unas embarcaciones con
mucha quilla, remadas por cuarenta, y otras por cin­
(а) El qnod tentabam dicero venus erat. (Ovidio.) cuenta y aun sesenta remos. Los hombres que reman se
(б) Los ademanes de Demóstenes hacían tanta impresión en llaman galeotes, y son, ó prisioneros tomados de los Tur­
sus oyentes como su elocuencia misma. Habiendo becbo des­ cos en las costas de Africa, ó delincuentes que por va­
terrar de Atenas ó uno de sus antagonistas, esté leyó i sus rios crímenes cometidos en Francia, son condenados por
amigos en su destierro ia oración que el orador griego babia toda su vida, ó por cierto número de años á este trabajo.
pronunciado contra él. Sus amigos le manifestaron queá pesar Están encadenados por laS piernas, de dos en dos, con
del sentimiento que les ocasionaba el resultado de aquel dis­ fuertes cadenas de fierro.
curso, no podían menos de admirar la elocuencia de su adver­ El aspecto de este lugar, de dos leguas en contorno, es
sario. Mucho mas lo habríais admirado, contestó el desterrado,
de lo mas delicioso que se pueda imaginar: presenta
si le hubieseis visto agregar los ademanes á las palabras.
altas montañas cubiertas de viñas, olivares, higueras y
(SaleNTIN.)
almendros, con mas de seis mil casitas de campo dise­
(c) Roberti ora de parecer que tanto el poeta como el orador, minadas que los habitantes llaman Bastides.
deben nacer con disposiciones naturales : A unas diez leguas de esta plaza, como verás en e
Oratori, academici, poeti,
Se non avete la natura amica,
Non consúmate in vanvostra fatica,
Gli adulator fuggite e state che ti. (a) En tiempo de la revolución francesa m encorporó á la
Tr. Francia. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 39

mapa, está Toton, otro puerto de mar en el Mediterráneo, de Westminster ; y que allí tu reputación dependerá del
no tan grande como este, pero mucho mas fuerte; allí se lugar que merecieres obtener al principio; siá los once
construyen y estacionan la mayor parte de los buques de años puedes entrar en cuarta clase y sobreponerte á ios
guerra franceses, como también todas las provisiones jóvenes de trece ó catorce, harás sobre las gentes una
navales, como cables, anclas, velamen, arboladuras y impresión favorable que te será muy útil en lo venidero.
todo lo perteneciente á la armada. Por lo que hace á la buena crianza, no hay tiempo pre­
Si buscas en tu diccionario geográfico la palabra Pro- maturo ni trabajoescesivo para aprenderla : debe adqui­
venza, hallarás la historia de este país, que es digna do rirse de jóven, porque no es cosa que se obtiene después
leerse; y al mismo tiempo puedes ver el artículo Delfi- fácilmente; apréndase en edad temprana y será habitual
nado, que es la provincia inmediata á esta. Allí te im­ y duradera. Horacio dice, quo semel esl imbuía recens
pondrás de la época en que el Delflnado se agregó á la servaba odorem testa diu, para demostrar la ventaja de
Francia bajo condición de que el hijo primogénito del comunicar á los hombres buenos hábitos é impresiones
rey, llevase siempre el título de Delfín. No debías omitir durante su juventud. No te menciono ahora el honor, la
ninguna oportunidad para instruirte en la historia y la virtud, la verdad y los demas deberes morales que deben
geografía modernas, por ser asuntos comunes en la con­ observarse en todo tiempo y edad, porque estoy seguro
versación, y de consiguiente, es de lo mas vergonzoso de que te hallas convencido de la necesidad de practi­
ignorarlos. carlos, y de lo inferné y criminal que seria descuidarlos ú
Una vez que has principiado á componer, te incluyo obrar contra ellos. Quiera el cielo que sobresalgas en
otro tema para que estiendas algunos renglones sobre la estos deberes, para que seas amado de todo el mundo,
materia: como lo has sido hasta aquí de quien es tuyo.

Nil concire eibi, milla pallescere culpa (a).

Cualquiera qne observare esta regla será siempie muy


feliz. Ojalá que tú la sigas! A Dios.
Mi QUERIDO HIJO.

Desde que estudias la historia moderna, conviene que


tengas una idea general del origen de los países y gobier­
nos de Europa que son objeto de aquella historia.
Los Romanos, como sabes muy bien, fueron dueños
Paris, 4 de Noviembre de 4741. de Europa, y también de una parte considerable de Asia
y de Africa, hasta el tercero ó cuarto siglo, esto es, hace
Mi querido hijo. mil cuatrocientos ó mil quinientos años, en cuyo tiempo
los Godos cargaron sobre ellos, los derrotaron, se hicieron
Nuestra correspondencia se interrumpió hace algún dueños de toda la Europa y fundaron los varios reinos
tiempo, á causa del tumulto y la disipación de esta ciudad que la componen.
que no me dejan momentos para escribir; pero todo esto Estos Godos fueron originariamente habitantes de la
cesará con mi regreso á Inglaterra, que verificaré dentro parte septentrional de Europa, llamada Escandinavia, al
de unos quince dias. Confieso que estoy impaciente por norte de Suecia, que en el dia se apellida Gothia y perte­
ver los grandes adelantos que estoy persuadido has he­ nece á la misma Suecia. Su número era inmenso y su
cho, tanto en instrucción como en comportamiento, du- pobreza estremada ; y viéndose en un país helado y es­
d arante los seis meses de mi ausencia. Menciono el téril, incapaz de alimentar tan crecido número de habi­
comportamiento con la instrucción, porque ambos son tantes, lo abandonaron saliendo en enjambres á buscar
necesarios y deben caminar juntos para prestarse mutuo fortuna á países menos ingratos. Cuando pusieron el pié
valor. La ciencia sin la buena educación es pedantería, y en Alemania, derrotaron á cuantos se les opusieron y
la buena educación sin la ciencia no es mas que futileza; recibieron á la mayor parte de los pueblos del norte que
el saber fortifica la buena educación y la buena educa­ quisieron reunirse, como lo hicieron los Vándalos, los
ción hermosea el saber. Hunos, los Francos, que están todos comprendidos bajo
Esta capital es sin disputa el asiento de las buenas la denominación de Godos. Los que se encaminaron
maneras; las gentes son urbanas sin etiqueta y familia­ hácia el oeste se llamaron Visogodos, y los que tomaron
res sin grosería; no usan reservas desagradables, ni el rumbo del este Ostrogodos. Creciendo así en fuerza y
muestran una timidez tonta y ridicula; hablan á sus número, trastornaron completamente el imperio romano,
superiores con mucho desembarazo, sin dejar por eso de y llegaron á aposesionarse de toda la Europa. Desde en­
manifestarles mucho mas respeto que á sus inferiores, á tonces comienza la historia moderna. La parte de los
quienes también tratan con bastante cortesía, aunque Godos que se llamaron Francos, se establecieron en la
con menos respeto que á sus superiores. Los Franceses Galia y la llamaron Francia; los Anglos, otro enjambre
nos desprecian,*y con razón, por nuestra mala crianza, de ellos, se radicaron en Bretaña, desde cuyo tiempo
así como por otra parte nosotros los despreciamos á ellos, tomó el nombre de Inglaterra.
eon fundamento, por su falta de instrucción ; de manera Los Godos componían una nación valerosa pero bár­
que el mejor medio para ser admirado por ambas nacio­ bara. Su única ocupación era la guerra, y no tenían la
nes, es unir la urbanidad con el saber. Por lo que res­ mas mínima tintura de las artes, ciencias y literatura ;
pecta á este último, considera que solo un año te resta por el contrario, las venían con grande aversión y des­
qne pasar al lado de M. Maittalre, antes de ir al colegio truían, en todos los lugares por donde pasaban, los li­
bros, manuscritos, pinturas, estatuas y todas las memo­
rias y monumentos de los tiempos mas remotos, razón
por la que son tan pocos los objetos de esta clase que nos
(«) Conciencia pura, sin crimen de que sonrojarse. quedan de aquella época, De aquí proviene que prover­

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40 CARTAS

bialmente llamemos Godo ó Vándalo, al hombre Igno­ Continuemos hoy hablando de la España y veamos
rante que desprecia las ciencias y las artes. algunas particularidades que es útil conocer.
La forma de gobierno de los Godos era muy sábia, por­ Este país es muy estenso y hermoso, poblado y culti­
que aunque tenían reyes, su autoridad era poco mayor vado á medias por las razones que te espuse en mi ante­
que la de un general en tiempo de guerra, y su poder era rior (a). Se divide en varias provincias que eran antigua­
muy limitado en el gobierno civil: no podían hacer nada mente reinos independientes. Valencia es la mas fértil y
sin el consentimiento de las gentes notables que para este hermosa; produce frutos escelentes y sus vinos son de­
objeto se reunían en asambleas regulares, de las que se . liciosos.
deriva nuestro parlamento. La provincia de Andalucía es célebre por sus caballos,
La Europa continuó por varios siglos en la mas crasa y que son los mejores y mas bien formados de Europa.
obscura ignorancia, bajo el gobierno de los Godos; hasta También produce la mejor lana de1 que nos servimos pa­
que por último, en el siglo décimo quinto, esto es, hace ra la fabricación de nuestros paños finos.
unos trescientos años, la literatura, las artes y las cien­ La ciudad de Gibraltar que nos pertenece, ae llamaba
cias comenzaron á revivir lentamente, y poco después flo­ Gades en tiempo de ios Romanos, y ei pequeño estre­
recieron en Italia bajo el pontificado de León X, y en cho de mar que ves en el mapa, entre Africa y Gibraltar,
Francia bajo el reinado de Francisco 1. Todos los antiguos Fretum Gaditanum. La fábula ha hecho famoso este lu­
manuscritos griegos y latinos que habian escapado de la gar, porque se pretende que Hércules terminó alli sus
furia de los Godos y Vándalos, se recogieron y salieron á correrías, y erigió dos columnas en que escribió que no
luz; y la pintura y la escultura llegaron al apogeo de su se podía pasar mas adelante*. Non plus ultra, creyendo
perfección. Lo que mas contribuyó al pregreso de la lite­ que era el término del mundo.
ratura, fué la invención de la imprenta en Haarlem, ciu­ La España poseía en otro tiempo minas dé oro y plata,
dad de Holanda, el año de 1440, hace justamente trecien­ deque los Romanos estrajeron sumas inmensas; mucho
tos años. A Dios. — Busca en tu diccionario losartíoulos tiempo ha que se agotaron, pero las de Méjico y el Perú
siguientes : han venido á suplir abundantemente esta falta.
Godos Los Españoles son en todo arrogantes y fastuosos. El
Visogodos. rey siempre firma Yo el Rey, como si fuese el único rey
Ostrogodos. en el mundo; y los príncipes se llaman infantes, como
Vándalos. si no hubiese mas infantes que ellos. El consejo del rey
Alarico. se llama Junta, y la capital es Madrid.
En otro tiempo la España era un pais Ubre, en que
habia asambleas de personajes de consideración, las cua­
les gozaban de grandes privilegios por el estilo de nues­
tro parlamento. Estas reuniones se llamaban Corles; pero
hoy no se habla mas de ellas y el rey es absoluto.
La Francia, considerada en su totalidad, es el país mas Atiende á todas estas cosas para que se te queden en
hermoso de Europa, porque ademas de su mucha esten- la memoria, y de este modo sabrás, al salir de la escuela,
sion, riqueza y fertilidad, goza de un clima admirable, no mas que otros niños á los veinte años. A Dios y estudia
sintiéndose los escesivos calores de Italia y España, ni la bastante. Cesar no podía soportar que se le disputase
intensidad del frío de Suecia y Dinamarca. Sus límites la supremacía en Roma, por qué lo soportarías tú en
son : al norte, el canal de la Mancha, y al mediodía, el la escuela?
mar Mediterráneo; está separada de la Italia por los Al­
pes, que son unas montañas elevadas, cubiertas de nieve
la mayor parte del año; los montes Pirineos la separan
de la España.
Los Franceses tienen por lo regular mocho ingenio; su
trato es muy agradable, porque saben unir la cortesía á La Asia era la parte mas grande y célebre del antiguo
su vivacidad natural. No se puede negar que á veces son mundo. Adan, el primer hombre, fúé creado en ella;
ligeros, pero es una ligereza que no se recibe mal; son al también comenzaron allí las primeras monarquías con­
mismo tiempo muy valerosos. El gobierno de Francia es siderables, como la de los Asirlos, de los Medas y de los
absoluto ó despótico, es decir, que el rey hace cuanto le Persas. En esta parte del mundo tuvieron su cuna las
agrada y de consiguiente el pueblo es esclavo. artes y las ciencias. La Asia se divide hoy en dia en seis
La Alemania es un país de vasta estension, cuya parte partes principales:
septentrional es muy ingrata y despoblada, pero la me­ La Turquía.
ridional es bastante hermosa. Se divide en diez partes La Persia.
que se denominan círculos del imperio. El emperador es El imperio del Mogol.
la cabeza, pero no el dueño del imperio; poco es lo que La China.
puede hacer sin el consentimiento de los electores, de La Tartaria.
los príncipes y de las ciudades libres, cuyo conjunto forma Las islas asiáticas.
lo que se llama dieta del imperio, que se reune en la ciu­ La Turquía asiática abraza un numero infinito de paí­
dad de Ratisbona (a). ses que fueron célebres en otro tiempo, pero ahora solo
ios conocemos por las mercancías que de allí nos vie­
nen. Casi todos los países de que oyes hablar en la Bi­
blia pertenecen actualmente á la Turquía; entre otros la
Palestina, en donde existió la famosa ciudad de Jerusa*j

(a) La continuación de esta carta no se ha encontrado. (a) También padeció estravio.

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DE LORD CHESTERFIELD 41

lem, alcazar de los antiguos reyes de Judá. En ella cons­ bia desierta, la pétrea y la dichosa. Las dos primeras lle­
truyó Salomón, por orden de Dios, el templo de los Ju­ van aquellos nombres porque una abunda en arenales y
díos, y con el tiempo fué destruida por Tito, emperador otra en pedregales inmensos, de modo que están casi
romano. despobladas; á la vez que la tercera es tierra muy her­
La Persia, que también forma parte del Asia, es un mosa y feraz, que produce gomas y aromas de todo géne­
vasto imperio cuya capital se llama lspahan. El empe­ ro, viniendo de aquí que se diga comunmente todos los
rador actual esThamas Kouli Kan, que de simple parti­ perfumes de laArábia, cuando quiere darse á entender
cular se ha elevado á la dignidad imperial por su valor y que una cosa despide olores muy agradables. La Arábia
habilidad. dichosa tiene dos ciudades famosas, Meca y Medina, la
El imperio del gran Mogol raya en la Persla; es país primera porque en el nació el célebre Mahoma, gran pro­
muy estenso y rico, con el cual hacemos mucho comer­ feta de los Turcos, y la segunda por contener el sepulcro
cio. Su capital es Agrá, y en él existen los dos ríos que de aquel impostor. A Dios.
aun en la antigüedad fueron famosos: el Indo y el
Ganges.
La China es un gran imperio que tiene dos capitales.
Una se llama Pekín que está al norte, y la otra Nankln
al mediodía.
La Tartária es otro país muy vasto, y aunque perte­ Ml QUERIDO HIJO.
nece á la China, no hace cien años que esta se vló con­
quistada por los Tártaros. En mi última viajábamos por la Arabia, pero ahora nos
Las islas asiáticas son muy numerosas; pero las mas encaminaremos mas al este y visitaremos la Persia, país
considerables, por su estremada riqueza,, son las del muy estenso y rico, pero que en el día no tiene la impor­
Japón. túnela que en la antigüedad; entonces era uno de los
reinos mas poderosos del mundo conocido, y el enemigo
mas temible de la Grecia, basta que fué conquistado por
Alejandro el Grande bajo el reinado de Darlo. Cuatro
eran las ciudades mas famosas de la Persia: Ecbatana,
Susa, Persépolis y Babilonia. Persépolis fué reducida á
Mi querido hijo. cenizas por Alejandro el Grande, de resultas de una em­
briaguez y á instancias de su concubina Thais, la cual
La última vez que te escribí recorrimos el Egipto (a). logró hacerlo salir con una acha encendida y que con su
Viajemos ahora un poco, si te parece, hácia el nordeste, propia mano prendiese fuego á la ciudad. La capital de
y visitaremos la famosa Jerusaiem de que tanto se habla Persia es lspahan (a) y se da al rey el título de Sophi.
en el antiguo y nuevo testamento. Esta ciudad es la ca­ Este país produce gran cantidad de seda y algodón. Los
pital de la Judea ó Palestina, país perteneciente al reino caballos persas son los mejores que se conocen en el mun­
de Siria. En otro tiempo fué ciudad muy estensa y con­ do, sin esceptuar los árabes; también hay una multitud
siderable, en donde tenían su asiento los reyes de Judea, de camellos que sirven para conducir objetos de mucho
y en donde Salomón construyó el famoso templo de los peso. Los Persas siguen la religión mahometana, con esta
Judíos. Los príncipes comarcanos la tomaron y saquearon sola diferencia, que los Persas consideran á Hali, discí­
varias veces *, pero los Babilonios fueron los que primero pulo de Mahoma, como el mayor profeta, á la vez que los
la destruyeron completamente. Después los Judíos, bajo Turcos solo reconocen esta superioridad en Mahoma. Los
el reinado de Esdras y de Zorobabel, reedificaron la ciu­ antiguos Persas adoraban al Sol. El gobierno actual de
dad y el templo, pero ambos fueron incendiados y arrui­ Persia, asi como el de los demas reinos orientales, es
nados enteramente por el emperador Tito. Adriano la absoluto y despótico; el pueblo es esclavo y los reyes unos
reedificó el año 132, y desde entonces ha sido tomada y tiranos. A Dios.
saqueada por los Sarracenos, vuelta á recobrar por los
Cristianos y al fin se halla en poder de los Turcos. Es
plaza que en el día no tiene ninguna importancia; su fa­
ma viene únicamente de lo que fué en otro tiempo. Jesu­
cristo predicó en ella la religión cristiana, y fué crucifica­
do por los Judíos en el monte calvario. Los Sarracenos Mi querido hijo.
se apoderaron de Jerusaiem en el siglo octavo, y en el
undécimo varios príncipes cristianos de Europa se unie­ Al Oriente de Persia encontrarás en el mapa el Indos-
ron y marcharon con un ejército considerable para re­ tan ó imperio del Gran Mogol, que es sumamente esten­
conquistarla. Esta tentativa se llamó guerra santa, y co­ so, rico y feraz. Sus ciudades principales son Agrá y
mo las personas que concurrieron á ella llevaban una Delhi, y sus ríos mas caudalosos el Indo y el Ganges.
cruz en el pecho, se le dió el nombre de cruzada. La igno­ Esta región, lo mismo que la Persia, produce en abun­
rancia y superstición de aquella época hicieron creer á dancia seda y algodón ; nosotros traficamos mucho con
los hombres que era una acción meritoria arrancar de ella, y nuestra compañía de la India oriental ha formado
mano de los infieles el territorio en que Jesucristo vivió un vasto establecimiento en el Fuerte de San Jorge. Hay
y murió, pero fué en verdad, una notoria injusticia atacar también ricas minas de diamantes, de los que el Mogol
á aquellos que no les hacían ningún daño. toma para sí los mejores, y los demas se venden, trayén­
No muy lejos de Judea encontrarás en el mapa, el es­ dose á Europa la mayor parte. Hay igualmente muchos
tenso país de Arabia que se divide en tres partes : la Ara­ elefantes, de cuyos colmillos se saca el marfil que ves

(S) Esta carta no ha parecido. (a) En el día es Teherán.

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42 CARTAS

por aquí. El Sophl de Persia, Thama9 Kouli Kan, con­ miento de ellas, con que cuento, me lo procurará aun
quistó últimamente este país, y ha retirado muchos mi­ mayor. Estoy seguro de que conoces que el faltar á tu
llones en dinero y joyería. El Indostan confína hácía el palabra es una locura, una deshonra y un crimen: lo­
este con el grande imperio de la China. Nosotros hace­ cura, porque nadie te creerá en lo sucesivo, deshonra y
mos gran comercio con este último por el puerto de Can­ crimen, porque la verdad es el primer deber de la reli­
tón, de donde esportamos todo el té y porcelana que gión y de la moral, y no pudiendo suponerse que el que
consumimos. Se tiene á la China por el país mas pobla­ lo quebranta posee ninguna otra buena cualidad, lle­
do del universo; sus habitantes son ingeniosos y come­ gará indispensablemente á ser aborrecido de Dios y de
didos. Mas allá de la China, por el lado del este, encon­ los hombres. En tal virtud, espero de tu veracidad y ho­
trarás el reino del Japón, que es una isla ó mas bien un nor que, ademas de tu promesa, harás lo que tu propio
archipiélago, cuya capital se llama Jedo. Produce oro, interes y ambición deben aconsejarte, que es, sobresa­
plata y esa hermosa madera que por aquí ves en los lir en cuanto emprendas. Cuando yo tenía tu edad me
biombos, escritorios y mesas de té. También se fabrica habría avergonzado de que alguno de mis condiscípulos
en ella una porcelana de color, llamada porcelana del supiese su lección ó jugase á cualquiera cosa mejor que
Japón, para distinguirla de la de la china. A Dios. yo, y no habría descansado un momento hasta no aven­
tajarle. Julio Cesar, que tenía una noble sed de gloría,
acostumbraba decir que prefería mas ser el primero en
una aldea, que el segundo en Roma ; y aun lloraba de­
lante de la estatua de Alejandro el Grande, al reflexio­
nar que este, á la edad de treinta años, se había cubierto
Al norte de Persia, del Indostan y de la China, si ele­ de mas gloria que la que él habla adquirido siendo de
vas la vista á la parte superior del mapa en Asia, encon­ mayor edad. Estos son los sentimientos que elevan á un
trarás la Tartaria, país de prodigiosa estension. Sus par­ hombre, y el que carece de ellos vegetará en la obscuri­
tes septentrionales son sumamente estériles y desiertas, dad y el desprecio, al paso que el que tratare de sobre­
mas algunas de las meridionales son un tanto producti­ salir en todo, estará á lo menos seguro de lograrlo en
vas. El pueblo es en estremo incivil y bárbaro, se «li- muchas cosas. El único medio de* que te distingas con
manta con carne cruda y duerme al raso, ó cuando honor es atender constantemente á lo que aprendas, y
mejor en tiendas. Este dilatado país se divide en varios así no tendrás necesidad de trabajar la mitad del tiempo
principados, pero todos estos príncipes dependen de uno que de otro modo sería necesario empleases. Una apli­
solo que se llama Gran Can deTartária. Las mercan­ cación dilatada, difícil é infructuosa, solo es propia de
cías que de allí se esportan para Europa son pieles, cáña­ los espíritus limitados, á la vez que las almas despeja­
mo, almizcle, maná, ruibarbo y otras plantas medici­ das atienden regularmente y aperciben al instante cual­
nales. quiera cosa. Una de dos : ó quieres atender á tu lección
Otra parte del Asia, y la única que hasta ahora no y de este modo aventajar á tus compañeros, adquirir
hemos mencionado, es la Turquía asiática, que com­ reputación y proporcionarte mas tiempo para divertirte,
prende todas las provincias que están bajo el dominio ó prefieres descuidar tu lección y dejar así que te to­
del Gran Señor en aquella parte del mundo. En la actua­ men la delantera otros jóvenes aun menores que tú, su­
lidad solo son considerables por su estension, porque frir que se burlen de tí, como de un zote, y no tener
por lo demas son bien pobres y despobladas á causa de tiempo para divertirte, porque te aseguro que si no ade­
la tiranía del gobierno turco. lantas, tampoco permitiré que juegues ¿ Cual es pues el
Habiendo terminado por ahora, con Asia, volvamos á medio para alcanzar esa perfección que me has prome­
Africa, de la que solo hemos examinado el Egipto. La tido ? Es, primero, cumplir con tu deber para con Dios
Africa, como sabes, es una parte del mundo, y se divide y los hombres, porque sin eso todo lo demas no vale
en las siguientes partes principales: Egypto, Berbería, nada ; segundo, adquirir grandes conocimientos sin los
Zaara, Negricia, Biledulgerid, Guinea, Nubia y Etiopia. cuales serías hombre despreciable aun cuando fueses
Los Africanos son el pueblo mas inculto é ignorante de honrado ; y finalmente, observar las reglas de la urba­
la tierra, poco menos que los leones, tigres, leopardos y nidad y buena crianza, porque sin esto serías incómodo
otras bestias selváticas que aquel país produce en abun­ y desagradable en la sociedad aun cuando fueses Instrui­
dancia. do y honrado.
La parte mas meridional del Africa es el cabo de Buena Ten presente estas tres cosas y resuélvete á sobresalir
Esperanza, en donde los Holandeses poseen un estable­ en ellas, puesto que son de lo mas útiles y necesarias
cimiento, y donde hacen escala nuestros buques que van para este mundo y para el otro. A medida de los pro­
d las Indias Orientales. Este es el país de los Hotentotes, gresos que en ellas hicieres, ganarás el afecto y ternura
pueblo el mas salvaje del mundo entero. Los Africanos de quien es Tuyo.
que habitan el litoral del mar Mediterráneo, venden sus
hijos y prisioneros de guerra para ser transportados
como esclavos á las Indias Occidentales. Nosotros com­ • <20 ce»* -
pramos gran número de ellos para revenderlos con ga­
nancia en las colonias americanas.
Bato, 24 de Julio de 1742.

Mi querido hijo.

Si el placer que esperimentas cuando mereces y recibes


Bate, 23 de Junio de 1742. elogios, es tan grande como el que yo disfruto al dárte­
los, no dudo que esta carta te será sumamente satisfac­
Mi querido hijo. toria, porque solo la escribo para congratularle por tu
Tus promesas me causan gran placer, mas el cumpli­ tema que recibí esta mañana. La dicción en los tres idio—

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DE LORD CIIESTERFIELD 43

mas es mejor de lo que podría yo haber esperado; el in­ Luego que los Romanos abandonaron espontánea­
gles principalmente, no carece de elegancia, los pensa­ mente la Bretaña, los Escoceses, qne se llamaban Picts,
mientos son justos y sensatos y los ejemplos históricos del verbo pingere pintar, porque se pintaban la cutis,
con que los ilustras vienen muy á propósito. He mos­ atacaron y derrotaron á los Bretones, quienes llamaron
trado tu trabajo á varios literatos, haciéndoles presente á su socorro á los Anglos, pueblo de Sajonia, y por este
tu edad, y tengo el gusto de decirte que manifestaron medio triunfaron de los Picts; pero después los Bretones
mucha satisfacción y alguna sorpresa, diciendo que si fueron atacados por los Anglos, y estos se hicieron
continúas asi cinco ó seis años, te distinguirás conside­ dueños del reino que tomó de sus conquistadores el
rablemente, pero añadieron, — porque debo decirtetodo nombre de Anglia, de donde se formó después el de In­
— que muchos niños adelantados se quedan de pronto glaterra.
sin hacer nuevos progresos por falta de atención y de Los Sajones dividieron el país en siete reinos, que fue­
constancia, y que al fin se vuelven lerdos. Yo les con­ ron llamados la Heptarquía Sajona.
testé qué esto no sucedería contigo, porque estabas pe­ Con el tiempo la Inglaterra fué invadida por los Dina­
netrado de lo útil y necesario que es el saber; que no ig­ marqueses quienes, se hicieron dueños de ella ; pero
norabas que este solo se adquiere por medio de la cons­ pronto fueron espulsados y el gobierno Sajón resta­
tancia y de la atención, y que también sabías que los blecido.
cuatro ó cinco años próximos era el único tiempo de tu La última invasión que sufrió la Inglaterra fué por
vida en que podías adquirir estos conocimientos. Debo parte de*los Normandos, bajo la dirección de Guiller­
confesar que al oir esto se mostraron un poco dudosos, mo el Conquistador en 1066, es decir, hace unos sete­
y me espresaron el deseo de verde aquí á un año algu­ cientos años.
nos de tus ejercicios con lo cual condescendí al instante; Aunque Guillermo se estableció por conquista, no pre­
en tal virtud, te ruego que adelantes á fin do impedir que tendió gobernar despóticamente, como lo hacen por lo
lo que ahora te honra tanto, sirva entonces para cubrirte de regular los conquistadores; su sagacidad le hizo conocer
vergüenza. Non progredi esl regredi es una máxima ver­ que le tenia mas cuenta conformarse con la constitu­
dadera en muchísimas cosas, pero sobre todo respecto ción del país. Guillermo fué un grande hombre.
del saber. Me alegro de que M. Maittaire to haya puesto Su hijo Guillermo Rufo, llamado así porque tenia el ca­
á trabajar en los temas, porque esto te enseñará á dis­ bello rojo, fué su sucesor, y murió accidentalmente en la
currir, al paso que la escritura del ingles, griego y latín, caza por mano de uno de sus familiares. No dejó hijos, y
te hará adelantar en tu propio idioma y escribirlo con le sucedió su hermano menor Enrique I.
pureza y elegancia, lo cual es absolutamente indispen­ Enrique I fué un gran rey, y como no tuvo hijos varo­
sable, porque aunque la propiedad y fuerza de los pen­ nes, le sucedió su sobrino Esteban.
samientos son los puntos mas importantes, y las pala­ Esteban fué atacado por la emperatriz Maud, hija de
bras únicamente el ropage de los mismos pensamientos, Enrique I, y por consiguiente tenia mayor derecho á la
no obstante, así como un hombre ó muger de bella pre­ corona. Esteban celebró con ella un tratado, convinien­
sencia pueden desfigurarse y aun hacerse desagradables do ambos en que él continuaría reinando hasta morir,
poniéndose un vestido tosco, desaseado y andrajoso, de pero que entonces la corona pasaría al hijo de ella, En­
la misma manera los pensamientos perderán mucha rique 11, lo cual se verificó.
parte de su hermosura, si se espresan con palabras vul­ Enrique II fué un gran rey; conquistó la Irlanda y la
gares, impropias y sin elegancia. Mucho se engañan las unió á la corona de Inglaterra. Su hijo Ricardo I fué su
gentes que se imaginan poder hablar bien su propio idio­ sucesor.
ma sin estudiarlo con atención; pronto conocerías cuan Este Ricardo solo fué notable por haber hecho el papel
falsa es esta creencia, si fijases el pensamiento en lo mal de necio en una cruzada á Jerusalem, manía predomi­
que hablan su lengua los Ingleses que carecen de instruc­ nante en aquellos tiempos, en que se creia ganar el
ción. La mayor parte de las mugeres y el pueblo bajo en cielo despojando de aquella ciudad á los Sarracenos. Su
general, hablan quebrantando las reglas de la gramática, sucesor fué Juan.
usando espresiones que no son inglesas, y estropeando El rey Juan fué opresor y tirano, de modo que el pue­
las que lo son; cierto es que se dan á entender, pero de blo se sublevó contra él y le obligó á establecer leyes que
una manera tan desagradable, que lo que dicen, rara confirmasen las libertades públicas, cuya carta subsiste
vez compensa la ingrata manera de espresarlo. Hoy he aun y se llama la Magna Charla. Su hijo Enrique 111
recibido una carta de M. Maittaire con mejores informes fué su sucesor.
de los que suele enviarme de ti, lo cual me ha causado El reinado de Enrique 111 fué dilatado pero tumultuoso,
tal satisfacción, que he resuelto darte una buena recom­ á causa de las perpetuas disputas con el pueblo y con
pensa cuando nos veamos, que será muy pronto, y así los nobles; unas veces los batió y otras fué batido por
no me escribas mas. A Dios. ellos. Le sucedió su hijo Eduardo I.
Eduardo I fué uno de los reyes mas grandes de In­
glaterra. Conquistó el país de Gales y lo agregó á la co­
rona, desde cuya época el hijo primogénito del rey lleva
el titulo de Príncipe de Gales. Derrotó repetidas veces á
los Escoceses, y durante su reinado se promulgaron nues­
La Inglaterra se llamó primitivamente Bretaña, (a) en tras mejores leyes. Su hijo Eduardo 11 le sucedió.
tiempo que los Romanos, ai mando de Julio Cesar, la in­ Este rey fue mn ser despreciable, débil y gobernado
vadieron por primera vez, habiendo permanecido bajo su siempre por favoritos, de modo que fué depuesto, encar­
dominio unos cuatrocientos años. celado y poco después condenado á muerte.
Le sucedió su hijo Eduardo 111 rey de los mas insignes
que ha tenido la Inglaterra. Declaró la guerra á la Fran­
(a) Habiéndose encontrado las cartas sobre este asunto, que cia, y con un ejercito de treinta mil hombres derrotó á
se babian traspapelado, se bailan ahora incorporadas en la los Franceses en número de sesenta mil en la famosa
presente. batalla de Crecy, que costó la vida á treinta mil enemi­

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44 CARTAS

gos. Su hijo, que se llamó el Príncipe Negro, batió por rey taciturno, astuto y codicioso; oprimió á sus vasallos
segunda vez á los Franceses en la batalla de Poitiers, é arrancándoles el dinero que podia, y murió dejando in­
hizo prisionero al rey de Francia. Los Franceses contaban mensas riquezas, pero sin escitar ninguna compasión.
unos sesenta mil hombres y los Ingleses solo ocho mil. Enrique VIII sucedió á su padre, y su reinado merece
Este rey fundó el órden de la Jarretera. Su hijo, el Prin­ tu atención por estar lleno.de acontecimientos notables,
cipe Negro, murió antes que él, de modo que le sucedió particularmente el de la Reforma. Fué tan pródigo como
su nieto Ricardo, hijo de aquel príncipe. su padre había sido avariento, y consumió muy pronto,
Ricardo 11 careció de las virtudes de su padre y abuelo; en vanas ostentaciones y frívolos placeres, las inmensas
fué gobernado por favoritos, pródigo en medio de la po­ riquezas que habla heredado. Fué violento ¿impetuoso en
breza, y trató de hacerse absoluto, hasta que por fin fué todas sus pasiones, sin que le detuviese consideración de
depuesto, encerrado en una cárcel y á poco ejecutado ninguna especie cuando se trataba de satisfacerlas. Se casó
por Enrique IV que le sucedió, y fué el primer rey de la en vida de su padre con Catarina, princesa de España y
casa de Lancaster. viuda de su hermano mayor el príncipe Arturo; pero ha­
Enrique IV era descendiente de Eduardo II por Juan biéndose fastidiado de ella y enamorado de Ana Bolena,
Gaunt, duque d^Lancaster, y de consiguiente no tenia resolvió divorciarse de su muger y casarse con Ana. El
derecho hereditario á la corona. Batió á los Escoceses y papa no quiso consentir en semejante divorcio, y esto
á los habitantes de Gales, y fué hombre de consjderacion. exasperó de tal modo á Enrique que dió en tierra con Ja
Su hijo Enrique V le sucedió, y fué sin disputa uno de autoridad papal en Inglaterra, se declaró él mismo cabeza
los mas grandes reyes de Inglaterra, á pesar de lo poco de la iglesia Anglicana y se divorció por su propia auto­
que prometia siendo Príncipe de Gales, porque llevaba ridad. Debes tener presente que en aquellos dias de su­
una vida disoluta y desarreglada, hasta el estremo de ro­ perstición é ignorancia, el papa pretendía ser superior á
bar alguna vez en los caminos públicos. Pero apenas los reyes y deponerlos cuando le parecía conveniente;
subió al trono cuando abandonó una conducta tan ver­ disponía á su arbitrio de todos los obispados y de otras
gonzosa, declaró la guerra á la Francia y derrotó al ejér­ materias eclesiásticas en todos los países de Europa. En­
cito francés, seis veces mas numeroso que el suyo, en rique VIH puso un término á estos abusos en Inglaterra y
la famosa batalla de Azincourt. Falleció antes de comple­ principió la Reforma. Como es indispensable que sepas lo
tar la conquista de Francia y le sucedió su hijo Enrique que es esta reforma, te diré que hace poco mas de docien-
VI, menor de edad, bajo la tutela desús tios los duques tos años toda la Europa era papista, hasta que un fraile
de Bedfort y Gloucester. agustino, llamado Martín Lutero, comenzó á predicar
Enrique VI fué tan poco parecido á su padre, que no contra los errores, absurdos y supersticiones que desfigu­
tardó en perder todo lo que este habla adquirido, y aun­ raban la religión. Varios principes de Alemania, especial­
que se vló coronado rey de Francia en París, fué arroja­ mente el Elector de Sajonia, abrazaron su doctrina y pro­
do de aquel reino y perdió todas las conquistas de su testaron contra la iglesia de Roma, tomando de aquí el
padre á escepcion de Calais. Por aquel tiempo hubo un nombre de protestantes. Lee el artículo Lutero en tu dic­
acontecimiento muy notable que dió principio á los de­ cionario .
sastres de los Ingleses en Francia. Ocupándose estos del Mas volviendo á Enrique VIH te diré que se casó con
sitio de la ciudad de Orleans, una joven de la ínfima clase, seis mugeres, una después de otra, á dos de las cuales
llamada Juana de Are, concibió la idea de que Dios la hizo cortar la cabeza por adúlteras, y se separó de otras
habla destinado para espulgar de Francia á los Ingleses. dos porque no le gustaban. Se dejó gobernar durante al­
De acuerdo con este pensamiento los atacó á la cabeza gún tiempo, de una manera absoluta, por su primer mi­
de las tropas francesas, y los derrotó completamente. nistro el cardenal Wolsey, que al fin cayó en desgracia y
Los Franceses la llaman la Pucelle d’Orléans. Poco fué decapitado.
después cayó prisionera en manos de los Ingleses y fué Su hijo Eduardo VI le sucedió á la edad de nueve años,
quemada vergonzosamente como una hechicera. Enrique y siendo sus tutores protestantes, radicaron la reforma en
no halló mejor fortuna en Inglaterra, porque siendo Inglaterra. Este príncipe murió de edad de quince años y
hombre débil y gobernado enteramente por su muger, se le sucedió su media hermana María.
vió despojado del trono por Eduardo IV, de la casa de La reina María era hija de Enrique VIII y de su primera
York, que tenia derecho hereditario á la corona. muger Catarina, fué papista celosa y cruel; encarceló y
Eduardo IV no hizo nada notable, á escepcion de haber quemó á los protestantes, é hizo cuanto estuvo de su parte
derrotado á los Escoceses. Trató de reconquistar la Fran­ por arrancar de raíz la reforma en Inglaterra, pero no go­
cia, pero la muerte frustró sus proyectos. Dejó dos hijos bernó el tiempo suficiente para lograrlo. Se casó con Fe­
menores de los cuales el mayor fué proclamado rey bajo lipe II de España; mas habiendo muerto sin hijos, le su­
el nombre de Eduardo V; pero ambos fueron asesinados cedió su media hermana la reina Isabel.
por el- duque de Gloucester su tío y tutor, con la mira de Elreinado de Isabel es sin contradicción el mas glorioso
abrirse camino al trono. Tomó el nombre de Ricardo 111 de Inglaterra. Ella fué la que estableció la reforma de un
y se le llamó comunmente el jorobado porque lo era en modo firme y permanente, foiqentó el comercio y las
efecto. manufacturas, y elevó á la nación á la cúspide de felici­
Ricardo 111 fué tan cruel y sanguinario, que pronto se dad y gloria á que nunca habla llegado ni se ha visto
atrajo el odio universal. Enrique Vil, de la casa de Lan­ después. Bajo su reinado fué vencida la numerosa escua­
caster, se aprovechó de la aversión contra Ricardo, levan­ dra que Felipe II envió con objeto de invadir la Ingla­
tó un ejército y derrotó á aquel monstruo en la batalla de terra (a) habiéndole puesto el nombre de armada inven-
Bosworthfield donde quedó muerto.
Enrique Vil fué proclamado rey, y poco después se casó
con la bija de Eduardo IV, confundiendo de esta manera (a) Vencida, mas no tanto por las fuerzas navales de Ingla­
las pretensiones de las dos casas de York y de Lancaster, terra, y Holanda, entonces aliadas, como por una espantosa
ó como entonces se llamaban la rosa blanca y la rosa tormenta. El 3 de Junio de 4588 , dice el historiador que
encarnada, porque la primera era la divisa de la casa de traducimos, una violenta tempestad en los mares de Europa,
York y la segunda de la de Lancaster. Enrique Vil fué un fué sobre todo memorable por la destrucción de la flota espa-

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DE LORD CHESTERFIELD 45

cióle. Isabel ausilió á los Holandeses que se hablan su­ Observa que hasta el reinado de Jaime 1, la Escocia
blevado contra la tiranía del mismo Felipe, y contribuyó tuvo sus reyes propios y fué independiente de Inglaterra;
al restablecimiento de la república de las Provincias pero siendo Jaime rey de aquella nación cuando murió
Unidas. Esta princesa fué el mas poderoso apoyo de los Isabel, los dos reinos se unieron, y desde entonces han
protestantes en toda la Europa. Durante su gobierno se dependido de un solo gobierno.
efectuó nuestro primer establecimiento en América, al El rey Carlos I, aunque no fué hombre muy estraor-
cual se puso el nombre de Virginia porque Isabel no quiso dinario, se mostró superior á su padre por estar dotado de
casarse nunca. Esta reina mandó decapitar á su prima mas capacidad y valor. Se casó con una princesa de
María, reina de Escocia, que continuamente tramaba Francia hija de Enrique el Grande, celosa papista, activa
conspiraciones para destronarla y usurparle la corona. é intrigante, la cual tuvo tal ascendiente sobre Carlos,
Reinó cuarenta y cuatro años con gloria para sí misma y que contribuyó mucho á sus desgracias. Este habla
utilidad de su reino. Lord Burleigh fué su sábio y honra­ aprendido de su padre á creer que le asistía derecho para
do ministro casi durante todo su reinado. Como murió hacerse absoluto, y tuvo el valor que faltó á aquel para
sin hjjos, le sucedió su pariente mas cercano Jaime 1, intentarlo. Esto originó su contienda con el parlamento,
hijo de Mari a reina de Escocia, que, como acabamos de porque trató de imponer contribuciones sin la sanción
ver, fué decapitada. legislativa, lo cual ningún rey tiene derecho de hacer;
Con Jaime 1 ocupó el trono la familia de los Estuardos, pero la nación mostró bastante virtud y espíritu y se
y dio á la Inglaterra sucesivamente cuatro malísimos opuso á semejante crimen. Intentó al mismo tiempo, por
reyes. Jaime I no tuvo ninguna délas virtudes desupre- consejo de un eclesiástico fanático, el arzobispo Land,
decesora; reunió por el contrario todos los defectos y establecer por fuerza en todo el reino las oraciones pú­
vicios que un hombre y un rey pueden tener. Fué cobarde blicas, pero los presbiterianos no quisieron someterse á
y embustero; su pedantería no conocía límites; se creía ello. Estas y otras muchas violencias encendieron en la
y llamaba sábio hallándose muy lejos de serlo bajo nin­ nación una guerra civil, que dió por resultado la derrota
gún aspecto, y trató siempre de hacerse absoluto sin tener y prisión del rey. Se erigió un tribunal superior para
el talento ni el valor requeridos para llevarlo á efecto. Fué juzgarlo, y fué declarado culpable de alta traición contra
el juguete de sus favoritos, á quienes colmó de riquezas las leyes constitucionales, y como tal condenadoá muerte,
cuando él mismo se vió siempre necesitado. Su gobierno, lo cual se ejecutó públicamente el 30 de Enero de 1640.
vergonzoso y sin gloria, dejó sembradas las semillas de Esta acción fué muy reprensible, pero sin ella no exis­
todos los desaciertos que se cometieron en el reinado de tirían nuestras libertades.
suhijo y sucesor Carlos I. Muerto Carlos, el parlamento gobernó algún tiempo,
pero poco después la clase militar se abrogó el poder, y
Cromwell, coronel en el ejercito, usurpó el gobierno,
dándose á sí mismo el nombre de Protector. Fué hombre
ñola, conocida bajo el nombro de la grande armada, al mando valiente y de gran capacidad ; llevó el honor de Ingla­
del Duque de Medina Sidonia, y enviada por Felipe II, rey de terra al mas alto grado de gloria, y se hizo temer y res­
España, contra la reina Isabel : el armamento, preparado du­ petar de todas las potencias de Europa. Se apoderó de
rante tres años en loa puertos de Portugal, Nápoles, Sicilia y Jamaica que pertenecía á los Españoles, así como de
España, dió la vela de Lisboa el 30 de Mayo, compuesto de 132 Dunkerque, puerto que Carlos 11 vendió después á los
embarcaciones midieudo 59,120 toneladas. El navio del almi­ Franceses de una manera muy vergonzosa. Murió á los
rante, dominado por una especie de ciudadela en forma de diez años de haber usurpado el gobierno que pasó á su
torre, llevaba 4 200 soldados, ademas del numeroso estado hijo Ricardo, hombre limitado y que no pudo conser­
mayor del Duque de Medina Sidonia, y de las gentes de su varlo, de suerte que Carlos II fué restaurado por medio
servicio. Varios buques de la flota, comprados á los Venecianos, del general Monk, que se hallaba entonces á la cabeza
habían compuesto parte de la armada uaval que combatió en
del ejército.
Lepanto. Estos buques, ¿ doce de los cuales se les dió el nombre
El rey Carlos II, que durante la vida de Cromweli
de los doce Apóstol??, tcnian ¿ bordo 24,855 soldados, 8770
marineros y 2088 galeotes; las armas y municiones de guerra había andado errante de nación en nación, en vez de sa­
embarcadas consistían en 3165 piezas de artillería, 200,000 car fruto de las lecciones de la adversidad, solo había
balas, y mas de 600 millares de pólvora, 7000 arcabuces, contraido los vicios de todos los países que habla recor­
40,000 mosquetes, 40,000 lanzas, 6,000 picas, los útiles ne­ rido. No tenia religión ninguna, pero mas bien se incli­
cesarios para ocupar ¿ 800 gastadores; el gasto total de este naba á favorecer la católica, y su hermano, el duque de
armamento fué estimado en veinte millonee de oro. Entre otras York, fué un declarado papista. Daba cuanto poseia á las
provisiones, la flota tenia¿ bordo 4 5,000 quintales de bizcocho, rameras y favoritos, y llegó á verse tan menesteroso, que
45,700 barriles de vino, 6,500 quintales de lardo, 8,000 tuvo que vivir de una pensión que le pasaba el gobierno
quintales de pescado seco, 4 4,390 medidas de aceite, y francés. Vivió siempre temiendo al pueblo y ai parla­
23,851 pipas de agua dulce, etc. Habiendo desordenado la mento y, por último, fué envenenado. Como murió sin
tormenta ¿esta colosal armada, varios buques fueron atacados hijos le sucedió su hermano el duque de York.
separadamente por los Ingleses y Holandeses. Diez y siete em­ El rey Jaime 11 unía á un carácter áspero, cruel y ti­
barcaciones de alto bordo, fuertemente maltratadas por la ránico, los sentimientos de un ardiente papista. Con
tempestad, encallaron en las costas de Irlanda : los habitantes estas cualidades resolvió sobreponerse á las leyes, pro­
degollaron sin misericordia las tripulaciones, y el virey hizo
clamarse absoluto y restablecer la religión católica, por
morir cierto numero de españoles por las manos del verdugo.
cuyos motivos la nación lo destronó y llamó en su lugar
Varios otros buques se estrellaron en las rocas de Escocia; y
muchos se hundieron en plena mar; de suerte que de las 432 al príncipe de Orange de Holanda, casado con María bija
embarcaciones solo treinta regresaron ¿ los puertos de España, mayor de Jaime.
y casi todas las tripulaciones, fatigadas y enfermas, murieron El príncipe y la princesa fueron entonces declarados
antes de poder desembarcar. El sosten de esta armada costaba reyes de Inglaterra con el título de Guillerno 111 y reina
al rey de España 30,000 ducados diarios, y la destrucción de María, y este acontecimiento lleva el nombre de revolu­
la flota solo costó ¿ la Inglaterra un buquecilloycien hombres. ción. La reina María fué una escelente princesa, pero
murió sin hijos siete años antes que Guillermo. Este rey

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46 CARTAS

fue valiente y guerrero, y aunque manifestó deseo de elógios de tí; continúa mereciendo testimonios como es­
tener mas poder del que legalmente le correspondía, el tos, y los hallarás por todas partes. A Dios.
parlamento lo contuvo dentro de los límites de las leyes.
A esta revolución debemos por segunda ves nuestras
libertades. Guillermo murió sin hijos y le sucedió la
reina Ana, segunda hija de Jaime II.
El gobierno de la reina Ana fué glorioso por los suce­
sos de sus armas contra Francia, bajo las órdenes del Mi querido hijo.
duque de Marlboroug.Como murió sin hijos, acabó en
ella la familia de los Estuardos, y la corona pasó á la casa La buena crianza es tan importante en la vida y tan
de Hanover por ser la familia protestante mas inmediata. absolutamente necesaria si tratas de agradar y ser bien
Asi es como subió al trono el rey Jorge I padre del actual recibido en la sociedad, que considero oportuno darte otra
soberano. lección sobre este punto, y es probable que no será la
última.
En mi anterior solo mencioné las reglas generales de
la urbanidad común, que cualquiera que no las obser­
vase pasaría por irracional y seria rechazado de la socie­
dad : porque apenas se hallará hombre cuya brutalidad
sea tal, que no responda zi Señor ó no Señora, según
Mi querido hijo. la clase de las personas que le dirigen la palabra.
Mas no basta que te muestres sin rudeza, es nece­
Habiendo llegado hasta Lord Orrey la fama de tu eru­ sario que seas en estremo civil y que te distingas por tu
dición y otras brillantes cualidades, me ha manifestado fina educación. El primer principio de esta fina educa­
el deseo de que te permita comer en su compañía y la de ción, es no decir nada que pueda desagradar á cualquiera
su hijo, Lord Boyle, el domingo próximo, con lo cual me persona en la sociedad, sino que por el contrario, trates
he conformado. Me figuro que á esta hora habrás sido de espresarte de un modo que Íes sea grato, pero con na­
invitado directamente, pero aun cuando no fuere así, turalidad y sencillez, sin que parezca que estudias los
puedes presentarte en su casa mañana entre dos y tres, cumplimientos. Hay igualmente cierta manera de mirar
y decirle que vas en solicitud de Lord Boyle, con arreglo cortés y afable, en contraposición á otra áspera y ruda, y
¿ las órdenes de Su Señoría que yo te he comunicado. debes evitar esta última cuanto te fuere posible, porque
Como esto debe privarme del honor y placer de comer si mientras espresas cosas civiles muestras ceño y aspe­
mañana en tu compañía, espero disfrutar de uno y otro reza en tus miradas, como la mayor parte de los rústicos
á la hora del desayuno, y así tendré cuidado de que tu Ingleses, nadie te agradecerá una cortesía cuyas aparien­
chocolate esté pronto. cias persuaden que es forzada. Si se te ofreciere contra­
Aunque juzgo escusado advertirá un jóven de tu edad, decir á alguno ó hacerle conocer su error, sería de lo mas
esperiencia y conocimiento del mundo, cuan indispensa­ irracional que le dijeses no hay tal, lo sé mejor que Vd.,
ble es la buena crianza para ganar la recomendación de Vd. no sabe lo que dice; sino que con modo comedido y
las gentes, con todo, como tus variadas ocupaciones de aire tranquilo le dirías: dispénseme Vd. pero creo que
griego y viriota, latín y rayuela, pueden haber distraído hay error, ó bien : si puedo tomarme la libertad de
fácilmente tu atención de este objeto, me tomo la liber­ contradecir d Vd., me parece que tal cosa es de esta ó
tad de recordártelo y de encarecerte que seas de lo mas estotra manera; porque aunque sepas algo mejor que
atento en casa de Lord Orrey. La buena crianza es lo otro , repugna y ofende mucho que se lo digas sin
único que á primera vista previene á las gentes en tu fa­ rodeos ó sin suavizárselo un poco, pero recuerda par­
vor, porque se requiere mas tiempo para descubrir los ta­ ticularmente, que cualquiera cosa que hagas ó digas,
lentos de mayor categoría. Los buenos modales, como sa­ y por urbanas que sean tus intenciones, contribuye
bes, no consisten en bajas reverencias, ni en ceremonias mucho en el particular, la manera de ver y de es­
afectadas, sino en un porte franco, civil y respetuoso. presarte, la cual debe ser sociable, graciosa y natural;
Debes por consiguiente cuidar de responder con agrado pero esto es mas fácil sentirlo que esplicarlo.
cuando se te dirigiere la palabra, colocarte en el lugar El bello sexo tiene un derecho particular al comedi­
mas inferior de la mesa, á no ser que te insten para que miento, y ten siempre presente que ninguna provoca­
tomes otro; invitar á beber primeramente á la señora y ción . sea la que fuere, justificará jamás á un hombre de
después al dueño de la casa, no comer sucia ni grosera­ mostrarse incivil con cualquiera muger. El hombre mas
mente, no sentarte cuando los otros estén en pié, y hacer eminente de Inglaterra sería justamente considerado co­
todo esto con aire de complacencia y no con miradas mo un bruto, si no manifestase á la mas inferior muger
graves y ásperas, como si lo hicieses de mala gana. No aquella cortesía debida á todo su sexo, y que es la única
quiero dar á entender una risa necia y estúpida, pareci­ protección que tiene contra la fuerza superior del nues­
da á la de los tontos cuando pretenden ser urbanos, sino tro ; y aun no es vedado usar con ellas un poco de li­
un aire visible de buen humor. Apenas conozco yo cosa sonja, porque un hombre puede sin bajeza, decir á una
mas difícil de alcanzar, y cuya posesión sea mas nece­ muger que es mas discreta ó mas hermosa de lo que es
saria, que la perfecta buena crianza, la cual es tan in­ en realidad (a). Te lo repito aun, observa á los Franceses
compatible con una seriedad afectada, como con un des­
caro impertinente ó un encogimiento ridículo. Un poco (a) Con las damas (de aquesto está advertido),
de ceremonia es á veces indispensable, como también Has de ser muy corlas, muy comedido,
cierto grado de firmeza y de modestia estertor; el cono­ Muy liberal, compuesto, generoso,
cimiento del mundo y tus propias observaciones deben Dándole siempre titulo de hermoso
y pueden únicamente enseñarte la dosis oportuna de Al defecto mayor, porque el dcíeto
cada cosa. No lo ha de ser en boca del discreto.
M. Fitzgerald estuvo conmigo ayer y me hizo grandes (Cubillo de Aragón.) Tr.

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I)E LORD CIIESTERFIELD 47

mejor educados, y verás cuan civil y desembarazado es que cualquiera otra recompensa; á pesar de que esta
su manejo, y con qué agrado y facilidad se insinúan siempre la obtendrás. Sé muy bien que no descansarás
usando en la conversación las deferencias y las pequeñas hasta no haber dejado atrás á tu competidor, al Gran
atenciones que reclama la urbanidad. Creen ellos esto Onslow , pero como este estudia mucho, temo que nunca
tan esencial, que dan el nombre de honnéte homme al llegues á ser capaz de lograrlo, á lo menos sin esmerarte
hombre civil como al honrado, y los Romanos llamaban mas de lo que creo acostumbras; pero si tal sucede ten­
humanitas á la cortesía, por juzgarla inseparable de la drás, ademas de la recompensa que trae consigo la bue­
humanidad. Como nadie puede instruirte en la buena na reputación, otra que yo te daré muy considerable.
crianza mejor que tu mama, es seguro que atenderás á Dime en tu próxima cuales son los libros que se estu­
cuanto ella te dijere sobre el particular; y persuádete dian en tu clase y en qué te ocupas con M. Fitzgerald. A
que tu reputación y fortuna en el mundo dependen en Dios.
gran parte del grado de tu buena educación. No hay edad
precoz para principiar á observar estas reglas, á fin de
hacértelas fáciles y familiares, cosa que en pocos Ingle­
ses se mira, porque las descuidan de jóvenes y después
conocen, pero demasiado tarde, lo importante que es
practicarlas. Apenas habrá un cocinero francés que no Cheltenham, 25 de Junio de 1743.
se muestre mas urbano que muchos Ingleses de primera
clase, y que no se presente con mas desembarazo y des­ Recibí esta mañana tu carta de 23 de Junio y no Julio
treza en cualquiera reunión de gentes. No olvides practi­ como la fechaste. Mucho me alegro que haya pasado la
car todo esto, y entonces, con la instrucción que espero incomodidad de la muela sacada, y espero que ahora se­
lograrás adquirir, podrás alcanzar lo que yo considero guirás bien y que no volverá á haber interrupción en tus
como mas cercano á la perfección de la naturaleza hu­ estudios. Te devuelvo tu ejercicio, de cuyo sentido he
mana, esto es, el saber ingles con la urbanidad fran­ quedado muy satisfecho; he corregido el lenguaje y te
cesa. A Dios. vuelvo á encargar que observes bien las enmiendas y que
las tengas presentes. Aunque la propiedad y esactitud
son cosas muy recomendables en toda lengua, son par­
ticularmente indispensables en la nativa, y esto es lo que
distingue á las personas de fina educación de las vulga­
res y sin conocimientos. Los que hablan y escriben una
Ml QUERIDO HIJO. lengua con pureza y elegáncia, tienen una ventaja reco­
Mucho me ha gustado la sustancia de tu carta, y por nocida sobre los que, aun sin cometer faltas, no tienen
lo que hace á las inesactitudes de estilo y de gramática, un estilo fácil, bello y espresivo. Cicerón dice justamen­
bien las habrías entresacado tú mismo, si te hubieses te, que es un adorno muy ventajoso sobresalir entre los
tomado tiempo. Te la incluyo enmendada, encargándote hombres en aquel don peculiar que los distingue de los
que atiendas á las correcciones, porque este es el único brutos, la palabra (a). Encamíname tu próxima á esta
medio de evitar las mismas faltas en lo venidero. residencia y la siguiente á Bath. A Dios, y en proporción
Desearía que tu carta del jueves próximo fuese en In­ á tus merecimientos seré siempre Tuyo.
gles, y que tratases de escribirla con todo el esmero po­
sible; me contraigo solamente al lenguaje, á la gramáti­
ca y á la puntuación, pues por lo que toca al asunto
mientras menos trabajo te costare, mejor. Las cartas de­
ben ser fáciles y naturales, y espresar á las personas á
quienes las enviamos, justamente lo mismo que les di­ Bath, 16 de Julio de 1743.
ríamos si estuviésemos en su compañía. Puedes, si te aco­
moda, escribirla descansadamente el miércoles, y dejarla Mi querido hijo.
para que la recoja mi criado que mandaré el jueves. Recibí esta mañana tu carta y ejercicio, y hallé que
M. Coudert irá á verte tres veces á la semana; los ambos están mejor escritos que tus anteriores, de modo
martes y sábados á las tres de la tarde y los jueves á las que pude leerlos á primera vista. De consiguiente, es
einco. Leerá contigo la historia moderna, y al mismo claro que puedes hacer mas de lo que hacías, y estoy
tiempo te instruirá en la geografía y la cronología, sin seguro de que aun te es dado llegar á mayor perfección,
las cuales es de lo mas imperfecto y casi inútil el conoci­ naciendo de aquí mi deseo de que te sirvas alcanzarla.
miento de la historia. Te recomiendo por lo tanto, que Te devuelvo tu carta, porque contiene dos enormes fal­
prestes á ambas suma atención, seguro de que te serán tas ortográficas que he corregido y que conviene obser­
muy útiles. ves. Aquellas cosas que todo el mundo puede hacer bien,
Como sé que no te gusta estar largo tiempo en un si quiere, es vergonzoso hacerlas mal, como escribir y
mismo lugar, me lisonjeo de que tendrás cuidado de no deletrear, para lo cual solo se requiere cuidado y aten­
eternizarte en la tercera clase que ahora ocupas ; de tu ción. Hay otras, que un hombre no está ciertamente
voluntad depende pasar á puesto mejor, y ; espero que tu obligado á hacer, como bailar, pintar, tocar instrumentos
amor al cambio no dejará de tentarte. de música, pero el buen sentido le impone la regla de
Te recomiendo que seas obediente y muy comedido
con M. Fitzgerald ; yo le estoy de lo mas agradecido por
haber querido encargarse de tu instrucción, y si eres (a) Don Juan Iriarte espresa en verso el pensamiento de
aplicado y atiendes á sus lecciones, pronto se elevará tu Cicerón de la manera siguiente :
reputación en el colegio A cada mudanza de puesto se­ Tanto como en el hablar
guirá, como te he prometido, una recompensa, sin contar Escode el hombre á las bestias,
con la fama que adquirirás y que para una alma tan gran­ Escede á los hombres mismos,
de como la tuya, será sin duda un estímulo mas fuerte El que habla con elocuencia. Tr.

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4a CARTAS

Ignorarlas completamente i menos de no hacerlas con nozco de la felicidad humana; y me figuro que tú posees
perfección (a). actualmente ambas ventajas; procura conservarlas, visto
Como te ocupas actualmente de la sustancia de los que solo depende de tu voluntad.
versos, debes tener presente que no basta dedicar á los Si no pudiere yo ir á la ciudad antes de que comiencen
exámetros y pentámetros un poco de juicio común, por­ las tontas vacaciones de San Bartolomé, querría que
que la poesía no consiste en esto únicamente; debes fueses, como de costumbre, á casa de M. Maittaire para
pues observar é imitar la dicción poética, los epítetos y divertirte con el griego. Ya le he escrito sobre el particu­
las imágenes de los mejores versificadores, porque aun­ lar, y espero en estas vacaciones mejores informes de tí,
que es cierta la máxima latina, nascitur poeta, fit ora- que los que se me dieron en las últimas. No me escribas
tor, esto se contrae únicamente al genio, al fuego y á la mas pasado el jueves de la semana entrante,porque tengo
invención del poeta, cosas que no se adquiren, sino que ánimo de ausentarme de aquí el sábado siguiente. Tam­
las da la naturaleza; pero la parte mecánica de la poesía poco hay necesidad de que me mandes ningún ejercicio
como la dicción, la mesura y la armonía, pueden adqui­ mientras sigas indispuesto, y quedaré satisfecho con
rirse por medio del cuidado y de la atención. saber tu recobro; pero puedes estudiarlos dos temas que
Espero que harás todo lo posible, para adelantar con te incluyo para que esten listos á mi regreso á la ciudad.
M. Fltsgerald en el griego, porque estoy seguro de que Observarás que son dos argumentos enteramente opues­
solo depende de tu voluntad. Te recordaré el parecer de tos, y veré con gusto lo que te ocurre sobre cada lado de
Horacio sobre el particular : la cuestión. Magnis tomen excidet ausis, es lo que
Vos exemplaria Gresca Ovidio dice de Faetón para escusar la empresa que no
Nocturna vérsate manu, versóte diurna. pudo conseguir; dando á entender que hay cierto grado
de mérito en emprender cosas grandes, aun cuando no
Todo el mundo sabe el latín, pero pocos conocen se consigan. El otro, Aut nunquam ten tes, aut perfice,
bien el griego, de manera que debes esmerarte para so­ recomienda la prudencia en todas nuestras tentativas y
bresalir en este idioma mas que en el primero, y conside­ no emprender nada sin estar seguros de poder llevarlo á
rando cuan largo tiempo llevas de aprenderlo, ya debias cabo. A Dios.
saberlo bien.
Si deseas que te lleve alguna cosa de aquí, dímelo y
la tendrás, con tal que á nuestra vista me den buenos
informes de ti el Dr. Nichols, M. Fitzgerald y M. Cou-
dert. A Dios.
Dubun, 25 de Enero de 1745.
lo­
Mi QUERIDO HIJO.

bato, 8 de Agosto de 1743. Como están en retardo cuatro correos de Inglaterra y


supongo que uno por lo menos, me traerá carta tuya,
Mi querido hijo. aprovecho esta ocasión para acusarte de antemano el re­
cibo de ella, y que no me trates de omiso, como ya lo
Siento mucho que te halles, como me escriben de Lon­ has hecho una ó dos veces. Veo con gusto, por tu carta
dres, malo de sarpullido, que supongo proviene de la que debo recibir, que estabas resuelto á aplicarte seria­
gran cantidad de fruta nociva que has comido; en todo mente á tus estudios, á atender con cuidado á lo que
caso, bueno es que ei mal haya tomado por sí mismo aprendes para saberlo bien, y á reflexionar y razonar so­
esta salida, porque después te hallarás mucho mejor ; bre lo que hubieres aprendido á fin de que tus trabajos
pero te ruego que durante algún tiempo la fruta sea para te sean provechosos. Estas son resoluciones muy buenas
tí la manzana del paraíso, quiero decir, prohibida, y no que aplaudo con todo mi corazón. Vamos ahora á la úl­
dejes que ninguna Eva de Westminster tiente tu paladar tima carta tuya que he recibido: me reconvienes seve­
con su canasto ó su puesto. La salud, en mi concepto, ramente porque ignoro, óá lo menos porque he olvidado,
merece mas atención que la vida, y no obstante, muy que ya llevas algún tiempo de haber pasado á la quinta
pocas gentes saben apreciarla por su manera de vivir. La clase. Confieso que aquí me miro embarazado para justi­
fruta es el único desarreglo á que te espone tu edad, ficarme, porque por una parte convengo en que no es
y ya ves las consecuencias que acarrea, las cuales no probable que en aquel tiempo hubieses dejado de comu­
pueden todavía compararse con ios males que causan los nicarme un acontecimiento de tal importancia, y por la
desarreglos de la virilidad. Ei vino y las mugeres produ­ otra no es verosímil que habiéndomelo escrito, lo hubiese
cen males incurables; la fiebre, la gota, la piedra, ei gá­ yo olvidado. Dices que esto aconteció hace seis meses;
lico, son las consecuencias necesarias de la relajación, mas aquí, con todos ios miramientos que te son debi­
¿ y habrá seres racionales que á sabiendas atraigan so­ dos, temo que te engañes, porque en ese caso habría si­
bre sí semejantes desgracias ? Estoy seguro de que tú no do antes de mi salida de Inglaterra, y estoy seguro de que
serás jamás contado en este número. Mens sana in cor- no hubo tal, y tampoco «parece en ninguno de tus escri­
pore sano (b) es la definición mas verdadera que yo co­ tos originales que aconteciese despues.¿ No es mas pro­
bable que esto proceda de la negligencia del escritor ? A
esta negligencia de los copistas debemos tantos hiatus,
fa) II esldans tousles arla des degrés différenls; errores, omisiones ect. en los manuscritos antiguos. Quizá
On peul avec bonneur remplir les seconds rangs : será necesario que te esplique el significado de los <mc¿-
Mais dans Par! dangereux de rimer ct d’écrire, l antes librarii. Estas personas, antes que se descubriese
11 n’est point de degré du mediocre au pire. la imprenta, transcribían las obras de los autores, unas
(B....) veces para su propio lucro, y las mas, porque general­
(6) Palabras de Juvenil Sat. X v. 356. mente eran esclavos, para el de sus amos. En el primer
Oraudum esl ut sil mens sana in corpors sano. Tr. easo la presteza mas que la esactitud era su negocioprin-

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DE LORD CIIESTERFIELD 49

clpal, porque mientras mas escribían mas ganaban; en concurra para formar ese no sé qué, que todo el mundo
el segundo, obsérvalo bien, como era un trabajo que se siente, aunque nadie puede definir con esactitud (a). El
les imponía y que no podían rehusar, eran perezosos, mejor medio de adquirirlo es en mi concepto, observarlas
descuidados, incorrectos y no se tomaban el trabajo circunstancias particulares que asisten á aquellas perso­
de revisar lo que habían escrito. El célebre Atico tuvo nas que mas nos agradan, y tratar de imitarlas, porque
un número considerable de estos esclavos amanuenses, lo que á ti te agradare agradará probablemente á los de­
y ganó por medio de ellos cuantiosas sumas. mas.
Mas volvamos á tu quinta clase, de que me ha separa­ M* Dunoyer te irá á ver en estas vacaciones, no tanto
do una digresión muy larga: ¿ Cuales son los libros grie­ para enseñarte á bailar, como para que aprendas á andar,
gos y latinos que en ella estudias ? ¿ Son tus ejercicios estar en pié y sentarte bien. Estas no son bagatelas como
referentes á la invención, ó bien te ocupas aun de tra­ se piensa generalmente, é influyen en las gentes mas de
ducir el mal ingles de los salmos en mal latín, ó de cam­ io que ellas mismas se imaginan; por lo mismo, te en­
biar únicamente la forma de los versos latinos, de gran­ cargo que las atiendas y procures que las actitudes y mo­
des en pequeños y de pequeños en grandes ? Las gentes vimientos graciosos lleguen á serte habituales. A Dios,
no aprovechan viajando simplemente, sino por las ob­ dentro de poco tiempo nos veremos.
servaciones que hacen y la buena compañía que frecuen­
tan en sus viajes. En consecuencia, espero que en tu
correría por la quinta clase, te acompañarás con Hora^
cío y Cicerón entre los Romanos, y Homero y Xenofonte
entre los Griegos, y que desecharás la peor compañía,
quiero decir, la de los epigramáticos griegos. Marcial
tiene ingenio y merece que lo veas de ves en cuando, Abril 30de 1745.
pero condeno á tu mayor desprecio los epigramas grie­
gos (a). Buenas noches. Mi querido iiijo.
Me censuras justamente por mi equivocación entre
Juno y Venus, y me alegro mucho de ser corregido por
tí. Lo que quise indicarte fué el discurso de Juno á Eolo
que se halla en el primer libro de Virgilio, y si dije Venus,
La Haya, 16 de Abril de 1745. dije muy mal. Tal vez lo que me Indujo en error fué que
en aquel discurso, si mal no me acuerdo, Juno se arroga
Mi qubrido hijo. un poco el carácter de Venus y trata de ganar á Eolo por
medio de la corrupción.
Entrega la adjunta á M. Coudert; es contestación á una Tus vacaciones de Pascua son por fortuna cortas, y te
carta que me escribió poco ha, en que te elogia, y por veré en Inglaterra antes que llegue tu ociosidad de Pen­
consiguiente me causó placer. Si tus elogios me procuran tecostés, aunque me lisonjeo de que no será para tí tiem­
tanta satisfacción, cuanto mayor no debe ser la tuya al po perdido; á lo menos, haré esfuerzos para estorbarlo.
saberlos por vía indirecta y por lo mismo esentos de toda Ya eres bastante grande, y á mi parecer muy juicioso,
lisonja! Ser alabado por personas dignas ellas mismas de para no estar persuadido de las grandes ventajas que re­
alabanza, y en cosas verdaderamente recomendables, es en tirarás para todo el resto de tu vida, aplicándote al prin­
mi concepto, el mayor placer que uno puede gozar. Tá­ cipio de ella. Si aprecias tu reputación, si deseas ser
cito espresa con gran fuerza este sentimiento en solo tres amado y bien recibido en lo venidero, este es el tiempo
palabras, cuando relata que Germánico acostumbraba y el único tiempo para reunir materiales y echar los ci­
disfrazarse é ir á los campamentos para escuchar lo que mientos de tu futura reputación, porque el cuerpo del
oficiales y soldados decian de él, y no oyéndoles mas de edificio podrá concluirse después fácilmente. Un solo año
elegios en su favor añade: Fruitur/ama sui (b). Ningún de aplicación en esta época, vale mas que diez en otra;
hombre merece la buena reputación si no la desea; y en tal virtud, te suplico que trabajes ahora para gozar
quien la desee puede estar seguro, hasta cierto punto, después, y que atiendas siempre á lo que trajeres entre
que la merece y que la obtendrá. Trata por lo tanto de manos, sea loque fuere, porque este es el medio de apro­
ganarla y revístete de ella, porque te aseguro que sin este vechar el tiempo. No hay en el mundo señal mas cierta
ropaje nadie puede estar bien vestido : mejor se hallaría
cubierto de andrajos.
Después de la reputación, cuyo cimiento es el sólido
mérito, la cosa mas lisonjera para uno mismo es agradar, (a) Les gráecs rival i sen t la beauté et n’étcndcnt pas moins
y esto depende de la manera de ejercer aquellas buenas leur empire. El les se montrent dans ce cbarmc inexprimable
cualidades que forman la reputación. Para ello 6e re­ du maiotien et de i’action quinous allí re malgré nous, dans les
quieren las gracias que deben acompañar y adornar á accents de la voix, dans les regards, sur les lev res, dans le
todas las palabras y acciones, á las miradas, á los ade­ geste, et particuliérement dans le sourire qui les répand sur
manes y al modo de hablar; todo esto es menester que toute la pbysionomie. 11 n’est pas plus aisl, de les définir que
de les íixer : cependant, on peut dire qu’eilcs modiGent tous
les mouvements extérieurs, exécutésdc la maniére la plus na-
lurelle et la plus séduisaute ; ce qui fait assez connaltre qu’on
les tient plutót de la nature que de l’art: aussi ne les copie-
(a) A la Abeja semejante, t-on qu’imparfaitemenl, ct rendent-elles ridicules tous leurs
Para que cause placer, insipides imilateurs. Elles sont indépendanies, léghres et
El Epigrama lia de ser : fugitives ; si on Ies appellc, elles s’éloignent : si on vout ios
Pequeño, dulce y puníante contraindre, elles se révoltent ; el il sufGl mime de s'en oc=-
(J.Iriarte.) Tr. cuper pour les faire disparaitre.
(k) Se deleita en 6ü fama. (Vbrnier) Tr.
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50 CARTAS

de una alma frívola y apocada, que el pensar en una


cosa mientras se hace otra.Todo lo que vale la pena de
hacerse merece igualmente que se atienda en su ejecu­
ción. Cuando encontrares á alguno incapaz de prestar Castillo de Düdlin, 12 de Noviembre de 1745.
atención á un mismo objeto durante un cuarto de hora
consecutivamente , y que con facilidad le distrae la me­ Mi querido hijo.
nor bagatela, ten por seguro que es sugeto superficial é
incapaz de hacer cosas grandes. No consientas que nin­ Recibí tus dos cartas de 26 de Octubre y 3 del cor­
guna materia te desvie de lo que hubieres emprendido, riente, y las hallé bastante correctas, escepto en donde
á menos que su mayor importancia no lo reclame. te sirves de la palabra desafecto para espresar falta de
Cuando nos viéremos ya habrás cumplido trece años, cariño, en cuyo sentido rara vez ó nunca se usa en in­
y visto el cuidado que he tenido de tí, debes ser á esta gles, sino respecto de las personas aversas al gobierno
edad, lo que otros jóvenes á los diez y seis; por lo tanto, diciendo que le son desafectas; pero jamás decimos tal
espero encontrarte á mi vuelta con la madurez que cor­ individuo es desafecto á su padre, á su madre ect. aun­
responde á los diez y seis años. Buenas noches, (a) que en realidad esta locución nada tendría de viciosa;
mas el uso es el árbitro del lenguaje, y este uso, como
he dicho otra vez, lo establecen las personas de fina edu­
cación y literatas. El vulgo de todos los países habla muy
(a) En 24 de Junio de este año, escribía el autor, lo si­ mal su propio idioma, y las gentes decentes (como se
guiente á la marquesa de Monconseil, residente en París : les dice) lo hablan mejor, mas no siempre correcta­
..... Me serait-il permis, Madame, d’abuser de votre amitié mente, porque hay muchas que carecen de principios li­
et de vous consulter, de vous employcr, et de vous ennuyer, terarios. Los que hablan su propio idioma con mas
sur une affaire qui m’inléresse trés sensiblemente II me corrección, son aquellos que han estudiado y que fre­
semble que vous me répondez qu’oui ; je vais doncau fait; cuentan las mejores sociedades; á lo menos serán re­
le voici. J’ai un garlón, qui a cette beure a treize ans ; je vous
conocidos como modelos de la lengua del país. Las re­
avouerai naturellemenl qu’il n’est pas legitime, mais sa mere
glas gramaticales de la mayor parte de los idiomas, casi
estune personne bien née, et qui a eu des bontés pour moi
que jenemérilais pas. Pour le garlón, peut-élre est-ce préven- vienen á reducirse á una misma cosa, y tu gramática
tion, mais je le trouve aimable; c’est une jolie figure, il a latina te enseñará á hablar ingles gramaticalmente; pe­
beaucoup de vivacité, el je crois de l’esprit pour son Age. 11 ro cada lengua tiene sus idiotismos y su fraseología par­
parle franjáis parfaitement, il sait beaucoup de latín et de ticulares, que no admiten mas esplicacion que los capri­
grec, el il a l’bistoire ancienne et moderno au bout des doigts. chos del uso á los cuales es necesario someterse.
11 est » présent á l’écolc, oü je compte le teñir jusqu’au mois Por el último correo recibí una carta de M. Maittaire
de Mai qui vicnt : mais comme dans cea écoies, et méme il en que me asegura que vas muy bien en el griego, pero
faut ajouter, dans ce pays-ci, on ne songe pas M former les que no retienes las palabras, y sin ellas de nada te servi­
mceurs ou les manieres des jeunes gens, et qu’ils sont presque rán las reglas gramaticales. Estoy seguro de que esto no
tous nigauds, gauches et impolis, eníin, tela que vous les proviene de falta de memoria sino de atención, porque
voyez quand ils vont fe Paris fe l’áge de vingt ou vingt et un todo el mundo se acuerda de io que ha visto con cuidado.
ans, je ne veux pas que mon garlón resteassez ici pour prendre Se dice que los grandes ingenios son escasos de memoria,
ce mauvais pli, dont on ne se défail guéres, des qu’il est une pero yo digo que solo los necios la tienen corta, porque
fois pris. C’est pourquoi quand il aura quatorze ans, je compte son incapaces de prestar atención, á lo menos á las cosas
I’envoyer á París, et le mellre en pensión en quelque bonne
que la merecen, y después se quejan de falta de memoria.
mai son bourgeoise ; mais comme il sera alora trés jeune, et
qu’il n’aura pas, fe beaucoup prés, fini lesétudcs néccssaires,
Es cosa sorprendente para mi, que no ambiciones so­
j’enverrai avec luí un anglais d’unc érudition consommée qui bresalir en todo lo que haces, cuando para conseguirlo
conlinuera el augmentera son latin et son grec, et quflui en- bastaría que atendieses á ello, sin llevar el pensamiento
seignera en méme lempa sa logique, sa rhétorique, et un peu á otra parte. ¿ Puede haber cosa mas lisonjera que Ja re­
de philosopbie. Ce savant en sera le maitre absolu, dans la putación de sobresalir en lo que se emprende ? ¿ Puede
maison, et loules les matinées ; mais comme il ne sera guéres el ocio ó la disipación procurar un placer semejante? Qsri
propre fe luí donner des maniéres, ou, si vous la voulez, letón nil molitur inepte se dijo de Homero, y es el mejor elogio
déla bonnecompagnie, chose pourtant trés nécessaire, etpcut- que puede hacerse de cualquiera persona. Si yo me viese
étre aussi utileqife legrecetlelatin, nepourrais-je pas trouver
á Paris, quelque homme, ou quelque Abbé, qui, moyennant
de l’argent que je lui donnerais volonliers, se chargerait du
soin du garlón, depuisquatre beures de l’aprés-midi ; qui le
méncrait aux comédies, aux opéras, el méme chez vous, si driez-vous aussi avoir la bonté de vous infonner de quelque
vous vouliez bien luí en accoíder la permission ? Comme j’aimo bonne maison bourgeoise, oü il aurait une famille bonuéte
infiniment cetcufant, et que je me pique d’en faire quelque pour l’y placer. Et, si j’ose le demauder, voudriez-vous lui
cbose de bon, puisque je crois que rétoffe y est, mon idée permettre d’étrc quelquefois votre pago ebez vous le soir, pour
est de réunir en lui ce que jusqu’ici je n’ai jamais donner Ies cartea, le café el les cbaises ? En ce cas ife, ce serait
trouvé dans la méme personne; je veux dire, ce qu’il y a de bien sa meilleure école, maisje n’ose pas seulement y pcnscr.
meilleur des deux nations. C’est pourquoi, je lui destine son Comme sa naissance pourrait lui nuire chez de certaines
pédanl anglais, qui est d'ailleurs bomme d’csprit, pour l’éru- gens, je crois qu’il vaut mieux ne pas la dédarer, et le fairo
dilion solide queje lui voudrais, et son préceptcur franjáis passer pour mon neveu, selon l’exemple des cardinaux ; en
des aprés-diners, pour lui donner, avec les secours des com- cela aussi vous me dirigeres.
pagniesoü ilpourra le mener, cette loumure aisée, ces manié­ Vous voyez bien Madame, el par la longueur et par le con-
res, ces agréments, que súrement on ne trouve qu’en France. tenu de cette letlre, a quel poiiit ie compte sur votre antitié,
Vous ayant ainsi expliqué mon idée, ayez la bonté de me ou pour mieurdire, a quel poiul j’en abuse ; mais, couvaincu
dire, Madame, si vous croyez qu’il y ait moyen de la remplir, comme jelesuis, les excuses scraicnt déplacécs, ct si inalheu-
et de m’indiquer ce moyen. Pourriez vous trouver un leí rcusement je me trompe, les excuses no nieserviraicnt de ríen;
bomme, sur lequel on pourrait absolument se reposer? Vou- je ne vous en fais done puinl, et je vous dounc lo bon soir.

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DE LORD CIIESTERFIELD 51

en tu lugar, te aseguro que estaría de lo mas triste y mor­ aquellas locuras establecidas á que los mismos hombres
tificado si no construyese á Homero ó no jugase á los bo­ de juicio tienen que someterse, en cuyo caso deben eje­
los mejor que otro alguno de mi edad y clase. Me gusta cutorias bien ; y aunque no pretendo que seas un baila­
mucho el epigrama que me enviaste últimamente, y de­ rín consumado, sin embargo, no me desagradaría que
searía que en todas tus cartas me transcribieses diez ó bailases con perfección, así como querría que hicieses
doce renglones de algún buen autor, quedando á tu elec­ bien todo aquello á que te dedicas. No hay cosa alguna,
ción la materia y el idioma. Mi objeto es que retengas por frívola que pueda ser, que en el caso indispensable
algunos trozos selectos de diferentes autores, y el medio de ponerla en obra, no deba hacerse bien. Por ejemplo :
mejor de conseguirlo es que los escribas, con tal de que el vestido es una cosa muy fútil, mas á pesar de eso, es
sea con atención. A Dios. Aplícate con tesón, ó no pasarás indiscreción que un hombre no se vista bien según su
tu tiempo muy agradablemente á mi regreso, (a) calidad y manera de vivir; y está esto tan lejos de ser
contrario al buen sentido, que es una prueba de sensatez
el presentarse tan bien vestido como las personas con
quienes tiene unoqueconcurir. La diferencia que en este
caso existe entre el hombre fatuo y el juicioso es, que el
primero se estima por su vestido y el segundo lo tiene
por risible, sin dejar por eso deconocerque no debe des­
Castillo de Dublin, Noviembre 29 de 1745. cuidarlo. Hay una multitud de costumbres locas que no
siendo nada culpables deben ser practicadas sin re­
Mí QUERIDO HIJO. pugnancia por los hombres sensatos. Diógenes el cínico
obró como un sabio despreciando las modas, pero fué un
Recibí tu ejercicio del sábado último de que estoy muy loco por haber hecho gala de su desprecio (a). Trata, si
contento. Ahora que se acercan las vacaciones de Navi­ es posible, de ser mas sabio que los demas, pero no se los
dad, he dispuesto que M. Desnoyers vaya á verte durante digas (b).
este tiempo, para ensenarte á bailar. Deseo que atiendas Es una bnena fortuna para Slr Ch. Hotham, haber caí­
particularmente al movimiento gracioso de los brazos, do en manos de una persona de tu edad, esperiencia y
que, con la manera de ponerse el sombrero y dar la mano, conocimiento del mundo. No dudo que lo atenderás cuan­
es lo que debe saber un caballero. El baile considerado to te fuere posible. Buenas noches.
en ai mismo, es cosa bien frívola y necia; mas es una de

(a) Julio 26. El autor á la marquesa de Monconseil:


...........Je vous avoue que mon aflection, ou si vous voulez Castillo de Dublin 8 de Febrero de 174G<
mi faiblease pour ce garlón, fait que tout ce qui luí arrive
m’est infiniment plus sensible que tout ce qui me pourrait Mi querido hijo.
axTÍver h moí-méme, et me fera toujours envisager vos
moí odres bontés pour lui, oomme les marques les plus solides Después de mi última han llegado á mis manos dos
et Ies plus flatteuses de votre ami lié pour moi. Par rapport i cartas tuyas, y á la vez otra de M. Morel encerrando un
sen arrivéc i París, cela dépend súrement, comme vous di tes, corto pero hermoso manuscrito que se dice ser tuyo; con­
de la paix, et si elle ne se fait pas dans un an d’ici, il faudra fieso que apenas puedo creerlo, por la gran diferencia
songer i le placer ailleurs; et, en ce cas-lh, je songe á Genéve; que hay entre esta y tu escritura ordinaria, y no quiero
mais si la paix se fait avant ce temps-lá, ce que par mille suponer que no escribes siempre con la perfección que te
autres raisons je soubaite, je liens qu’il n’y a que Paria pour es dado¡ porque hacer mal lo que puede hacerse bien, es
le bien former. Pour la maison oü vous complez le placer en un grado de negligencia deque te creo incapaz. Siempre
pensión, je m’en remets antiérement A vous, et cela ne sera he aplaudido tu laudable ambición de sobresalir en todo,
pas difficilc ; mais je con^ois bien les difficultés que vous me y por lo mismo no dudo que dentro de poco tiempo po­
montrez au sujet du polisseur. Je ne m’obstine nullement ni drás. escribir tan bien eomo la persona, sea quien fuere,
pour un Abbé, ni pour un savant : je demande seulement un que estendló el manuscrito que se dice tuyo. Los hom­
■omine d’esprit, qui ail du monde, et qui, élant pré- bres como tú, ven con desprecio la mediocridad, y no so
sentable lui-méme, pourrait présenter le garlón dans les bonnes
contentan con evitar la censura, sino que solicitan las
compagines et lui donner le ton des honnétes gens. Je serais alabanzas, y deseándolas rara vez dejan de merecerlas y
bien aise aussi qu’il voulüt lire avec lui l’histoire moderne,
et les ouvrages d’esprit, pour ¡'instruiré en méme lempsdes
de lograrlas.
faits et lui former le goút. Son anglais, qui sera avec lui, est un
Veo que te propones á Demóstenes por modelo, y no
magasin d’érudition grecque et latine, et de ce cóté-lb, il ne hay duda de que tu elección es acertada; pero recuerda el
déplaira pas á l’abbé Sallier; mais il ne pourra jamais I’in- trabajo que le costó llegar á tanta perfección. Declamaba
troduire ni méme l’accompagner cbez les gens du monde. A
son áge, il est impossible qu’il aille seul, surtout aux opéras
et auxcomédies, oü néanmoins il est bon qu’il aille quelque-
fois. Si un tcl homme est á avoir, vous en jugerez mieux que (a) La modo est un tyran dont rico ne nous délivre,
personne, et je m’en rapporte en toute súreté á votre choix.' A son bizarre goül il faut s’accommoder ;
............. Je sois entiérement de votre avis que sa naissance soit Mais, sous ses folies lois élant forcé de vivre,
absolument cachée, el qne dans cetle vue, il vaut mieux que Le sage n’esl jamais le premier á les suivre,
je passe pour un pareut plus éloigné et son tuteur, que pour Ni le dernier á les garder.
son oncle, mais pourlant je ne voudrais pas en imposer á (Pavillon).
Monsieur M.......... que j’bonore trop pour cela, el j’aimerais
(6) Sé sabio, y para no dejar de serlo,
mieox renoneer h tous les avantagcs qui résulleraieol au gar­
Escusa el ostentarlo y parecerlo.
lón d’étrc le galopín de Monsieur son fils, que d’en profiter
(Quevkdo). Tr.
par abas.

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52 CAUTAS

en la orilla del mar durante las tempestades, tanto para hombres, menos confianza reposarás en ellos. Los jóve­
acostumbrarse á hablar en alta voz, como para no ser in­ nes tienen por lo común cierta confianza y candor irre­
terrumpido con el ruido y tumulto de las asambleas po­ flexivos, contraen fácilmente amistades, son crédulos á
pulares-, se metía unas piedrecillas en la boca para faci­ las protestas y ofrecimientos, se figuran que son corres­
litar su pronunciación que por naturaleza era defectuosa; pondidos con igual sinceridad, y al fin siempre sufren los
de cuyos hechos infiero que al hablar abría ios labios y tristes resultados de su inesperiencia. Si puedes guardar
los dientes, y que articulaba las palabras clara y distinta­ un secreto, guárdalo para ti (a), porque siendo posible
mente, en voz bastante alta para poderse oir en toda la que tu amigo de boy se convierta mañana en tu enemi­
estension de mi biblioteca. go, debes cuidar de no ponerte á su discreción mientras
Si solo para las gracias de la oratoria se tomó aquel dura la buena armonía. Las mismas tretas y arterias que
grande hombre tantas penas, es de creer que su esmero los niños de tu edad ponen ahora en obra respecto de tus
seria mayor para adquirir sus partes mas sólidas. Me juguetes y de tu dinero, las verás en los hombres el día
imagino que se aplicaba con el mayor cuidado á la pro­ que tu lo fueres respecto de otros objetos.
piedad de los términos, la pureza y elegancia de su len­ Tu epigrama francés es muy gracioso, y en cambio te
guaje, la distribución de las partes de su discurso, la envío ese escelente epitafio ingles que se compuso á una
fuerza de sus argumentos, la solidez de sus pruebas y, dama tan bella como virtuosa :
por último, las pasiones y juicio de su auditorio. Me fi­
guro que comenzaba por un exordio para captarse la Undemeath this sione doth lie
buena opinión y benevolencia de sus oyentes ; que en se­ As much virlue as coulddie ;
guida esponia en pocas palabras, pero claramente, el ll'hich, when olive, did vigour gire
punto en cuestión • que entonces avanzaba las pruebas y To as much beauly as could lite (b)
después los argumentos ; que después de esto recapitu­ A Dios. Trabaja con tesón porque se acerca el dia do
laba sucintamente lo que habia dicho, dando nueva tu examen.
fuerza á las partes principales y tocando ligeramente y
con arte las débiles; en fin, que terminaba dirigiendo su
mayor esfuerzo á las pasiones del auditorio. Siempre
que prelendieres persuadir ó prevalecer, asesta tu Uro á
las pasiones, porque los hombres se toman por este
flanco. Cesar en la batalla de Farsalia dijo á sus solda­
dos que dirigiesen bus armas al rostro de los secuaces Abril b de llkC
de Pompeyo; así lo hicieron y alcanzaron la victoria. Yo
te aconsejo que apuntes á las pasiones y lograrás el mis­ Mi querido iiijo.
mo triunfo. Una vez que hubieres atraído á tu interes el
orgullo, el amor, la piedad, la ambición ó cualquiera Espero que dentro de poco tiempo pensarás y hablarás
otra pasión dominante de las personas con quienes tu­ de las niugercs de un modo mas favorable que en el dia.
vieres que hacer, no temas que su razón obre en tu contra. Tu te figuras que desde Eva hasta ahora no han hecho
A Dios. mas que daño ; por io que toca á aquella dama te la
abandono, pero desde su tiempo la historia te enseñará,
que los hombres han causado males mayores que las
mugeres, aunque, si he de decir la verdad, yo no te
aconsejaría que te fiases en unos ni otras mas délo ab­
solutamente necesario ; pero si te aconsejaré que nunca
Dudlin, 18 de Febrero de 174G. ataques á las corporaciones sean las que fueren, porque
ademas de que no hay regla general sin escepcion, te
Mi querido hijo.
He recibido tu carta del 11 con bastante placer, porque
está bien escrita bajo todos aspectos. Celebro que co­ (а) Si tuvieres encerrado
Tu secreto, y en tu pedio,
miences á gustar de Horacio; mientras, mas lo leyeres
Por sabio serás juzgado;
mas te deleitará. Su arte poética es en mi concepto su
Pues lias contigo acabado
obra maestra, y las reglas que contiene son aplicables á Hecho que pocos han hecho.
casi todas las circunstancias de la vida. Evitar los estre­
ñios, observarla propiedad, consultar las propias fuerzas Hoscosas son de estimar
y ser consecuente desde el principio hasta el fin, son Sobre todas cuantas son :
La primera es el callar,
preceptos útiles, tanto al poeta como á los demas hom­
Y la segunda el obrar
bres. Siempre que leas esta obra, ten esto presente, y por Lo bueno con discreción.
todas partes lo hallarás cierto. Con muchísimo gusto te
cedo mi Tácito con tal que el uso que de él hagas sea ra­ Yo me sentí reprendido
zonable, es decir, que lo leas, aunque dudo si no será Muchas veces porque hablé,
todavía un poco difícil para tí. Este autor escribió en De lo cual quedé corrido;
tiempo de Trajano, cuando la lengua latina habia dege­ Pero nunca arrepentido
De las cosas que callé.
nerado considerablemente de la antigua pureza de la era
de Augusto; ademas, tiene cierta concisión de estilo que (Aranda).
no pocas veces le hace obscuro; pero por otra parte co­ (б) Deposita este túmulo frío
noció y describe perfectamente al género humano, y esta De virtud la suprema mesura,
es la mayor y mas útil de las ciencias, á la cual nunca Que prestó, siendo viva, alto brío,
es temprano para que te apliques, ni superfluo cualquiera Al tamaño mayor de hermosura.
trabajo que á ella dedicares. Mientras mas conozcas á los Tr*.

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DE LORD CI1ESTERFIELD 53

crearás gratuitamente muchísimos enemigos. Entre las f Como yo no he estado nunca en Suizá, tendré que re­
muge res, de la misma manera que entre los hombres, currir á tí para que me des algunos informes acerca de
hay bueno y malo, y quizá entre ellas se cuentan tantas, la constitucton.de ese país. Por ejemplo : ¿ forman los
ó mas, buenas que entre los hombres. Esta regla se trece cantones unida y colectivamente un gobierno en
aplica igualmente á ios jurisperitos, eclesiásticos, corte­ que resida la suprema autoridad, ó es cada cantón so­
sanos, ciudadanos ect. ect. Todos son hombres, sujetos berano en sí mismo, sin estar obligado por ningún pacto
á las mismas pasiones, no diferenciando mas que en constitucional á obrar de consuno con los demas canto-
ciertos hábitos conformes á su diversa educación, y seria nes?¿ Puede cada uno de estos aliarse con una potencia
tan injusto como imprudente atacarlos en cuerpo. Los estranjera sin el consentimiento de tos otros doce ,ó á lo
individuos olvidan algunas veces, por los cuerpos y so­ menos sin pluralidad de votos? Puede un cantón decla­
ciedades, jamás. Muchos jóvenes piensan que es una rar la guerra á otro? Si eada cantón es soberano é inde­
prueba de ingenio y de buen tono, hablar mal dei clero, pendiente, en quien se deposita el supremo poder de este
y en esto se engañan torpemente, pues en mi opinión, cantón? Es acaso en un solo Individuo ó en varios ? Si es
los eclesiásticos son como los demas hombres, ni mejo­ en uno, cómo se llama ? Si en varios, qué denominación
res ni peores por llevar sotana. Todas esas reflexiones se les dá, senado, consejo ó qué ? No creo qne sepas estas
injuriosas sobre gremios, naciones, sociedades ect., son cosas por tí mismo, pero consultando con quienes las sa­
chocarrerías vulgares, propias de truhanes, que sin ben, podrás responder en tu próxima estas cuantas pre­
ningún ingenio pretenden alcanzarlo recurriendo á esta guntas. Estoy seguro de que sientes la necesidad de sa­
clase de lugares comunes. Juzga de los individuos por ber todas estas materias, y por consiguiente lo indispen­
el conocimiento particular que de ellos tengas, y no por sable que es conversar con las gentes del país que solo
su sexo, profesión ó denominación. pueden dártelas á conocer con esactitud; á la vez que la
Aun cuando á mi regreso no encontrare yo que has mayor parte de los Ingleses que viajan, soto hablan con
crecido, espero sin embargo que tu cabeza se habrá en­ sus compatriotas, y el resultado es que á su regreso á la
sanchado, y á este precio me mostraré menos cuidadoso patria no saben mas de lo que sabian antes de partir.
délo demas. A los dos ó tres meses de mi llegada, tendre­ Esto proviene de esa vergüenza mal entendida que les in­
mos tú y yo que separamos por algún tiempo : es preciso funde timidez y les impide frecuentar la sociedad; á ve­
quevayas á estudiar los hombres, á!a vez que los libros, ces también nace de no saber hablar la lengua indispen­
de todos los idiomas y naciones, siendo para entonces sable (a) que los pondría en estado de tomar parte en las
mas necesarias la observación y las reflexiones. Ya ha­ conversaciones. Por lo que toca á esta especie de ver­
blaremos estensamente de esta materia cuando nos güenza, te creo superior á ella. Tu figura es como la de los
veamos, que espero será hácia la última semana de este demas, y supongo quepara evitar toda singularidad, cui­
mes; entre tanto sabes que soy Tuyo. das de que tu vestido también lo sea. ¿ De qué tendrías
pues que avergonzarte? ¿Por qué no te presentarías en una
concurrencia con tanto desembarazo y tan poco temor
como cuando entras en tu propio cuarto? El vicio y la
ignorancia son las únicas cosas que deben avergonzar­
nos; evítalas y podrás ir por todas partes sin temor ni in­
quietud. Yo he conocido individuos que sintiendo el peso
Datii, £9 de Setiembre de tUC. y los inconvenientes de esa infundada vergüenza, ban
caído precisamente en el estremo contrario y se ban
Mi querido hijo. vuelto impudentes, de la misma manera que el cobarde,
en el esceso del peligro, obra á veces á lo desesperado;
Recibí por el último correo tu carta del 23 escrita en pero este es otro defecto que debe evitarse con no menos
Beidelberg, por la que he visto con suma complacencia, cuidado, porque no hay cosa mas detestada generalmente
que te Informas de las particularidades de los pueblos que la impudencia. El medio entre estos dos estremoses
por donde transitas. Haces bien de ver las curiosidades lo que constituye al hombre bien educado, y en tal posi­
que en ellos existen, como la bula de oro en Francfort, ción se manifiesta firme y con despejo en la sociedad, mo­
el tonel en Heidelberg etc. Otros viajeros ven estas cosas, desto sin bajeza y resuelto sin impudencia; si es estran-
hablan de ellas, y es muy puesto en orden que tú hagas jero, observa con cuidado los usos de las personas dis­
lo mismo; pera debes tener presente que solo el acto tinguidas del lugar en que se halla, los imita compla­
material de ver, es lo que menos importa al viajero, y cientemente, y en lugar de criticarlos asegurando á las
que loque mas le interesa esoir discurrir y conocer el gentes, que los de Inglaterra son cien veces mejores, como
cómo y el por qué de las cosas esenciales. En tal virtud por lo regular hacen mis compatriotas, habla sin despre­
te recomiendo que tus investigaciones se dirijan princi­ cio de sus mesas, sus habitaciones, sus vestidos y demas
palmente al conocimiento de la constitución y costumbres cosas, aunque en su interior no las apruebe. Este grado
particulares de los países por donde transites, ó en que de complacencia no es criminal ni abyecto; es pagar úpi-
hicieres mansión; infórmate á quien pertenecen, por qué í^mente á poco precio la buena voluntad y afecto de las
derecho ó dependencia, y desde cuando ; en quien se personas que nos admiten en su conversación. Como en
halla depositada la suprema autoridad ; por qué clase de general loa hombres se complacen en bagatelas de esta
magistrados y de qué manera se administra la justicia especie, aquellos que se rehúsan á satisfacerlas, costando
civil y criminal. Es igualmente necesario que entres en tan poco, son mas débiles que los demas. Hay un precio­
relación con cuantas personas puedas, con el fin de ob­ so librito en francés escrito por el abate Bellegarde, titu­
servar el carácter y usos de los habitantes, porque aun­ lado : L’arl dcplaire dans la conversation, y aunque
que sea cierto que la naturaleza humana es por todas confieso que es imposible reducir este arte de agradar á
partes la misma, sin embargo, son tantas y tan variadas reglas fijas, sin embargo, puede sacarse mucho partido
las modificaciones que recibe por la educación, hábitos
y costumbres diferentes, que observándola con superfi­
cialidad y ligereza podría creerse casi distinta. [a) El fi ances.

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54 CARTAS

del libro en cuestión. Creo que lo hallarás en Ginebra y como deberes, sino que te los señalo como conducentes,
si no en Lausana, y te aconsejo que lo leas. Mas yo es­ y aun como absolutamente necesarios á tus placeres;
tablezco este principio; que el deseo de agradar acorta porque ¿ qué mayor placer puede darse, que el de que
por lo menos la mitad del camino para lograrlo; el resto nos consideren todos como mas aventajados que los de
depende del modo de manejarse, y esto te lo enseñará el nuestra misma edad y manera de vivir?, y por consi­
cuidado, la observación y el trato con la buena compa­ guiente, qué cosa que mortifique mas que la de ser aven­
ñía ; pero si eres negligente, perezoso y se te dá poco de tajados por ellos ? En este último caso, la vergüenza y
agradar ó no, creeteque nunca serás bien acogido. sentimiento deben ser en tí mayores que en ningún otro,
Sin sentirlo selia alargado esta carta considerablemente, porque todo el mundo sabe el estraordinario cuidado que
pero como me lisonjeo á cada instante de que mi espe- se ha tenido de tu educación, y las oportunidades que se
riencia podrá ser de alguna utilidad á tu juventud y poca te han presentado para saber mas que los jóvenes de tu
práctica del mundo, vierto en el papel cuanto me ocurre, edad. No confino la apUcacion que te recomiendo al sim­
y continuaré haciéndolo con todo lo que crea que puede ple deseo y á la emulación de aventajar á los demas, bien
serte ventajoso en este importante y decisivo periodo de que sea muy grato el placer y muy escusable la vanidad
tu vida. Dios te guarde. que de ello retiramos; Intento ademas, que sobresalgas
P. D. Sigo mucho mejor, y pronto dejaré este lugar. en la cosa misma; porque á mi modo de ver, el saber las
cosas á medias es lo mismo que ignorarlas completamente.
El conocer poco y de todo, lejos de procurarnos crédito y
satisfacción, nos ridiculiza y deshonra muy á menudo.
M. Pope dice con verdad :
A little knovoledge is a dangerous thing ;
Drink deep, or tosté not the Castallian spring (a¡).
Batii, 4 de Octubre de 1746
Lo que se llama tener una tintura de cada cosa, es
Mi querido hijo. señal infalible de presumidos. En estos últimos tiempos
me be puesto á considerar qué hombre tan desgraciado
Aunque empleo muchas de mis horas en escribirte, sería yo actualmente, si no hubiese adquirido en mi ju­
confieso que muy á menudo me ocurren dudas de si será ventud algún fondo de gusto y saber (b); ¿ qué habría
en provecho tuyo; sé que los consejos son generalmente hecho de mí mismo, en esta edad, sin tal recurso ? Ha­
mal recibidos, y que quien mas los necesita, es quien me­ bría, como lo hacen muchos ignorantes, destruido mi
nos los sigue y ama; sé también que el aviso de los padres salud y mis facultades, pasando tontamente las tardes y
se atribuye por lo común al capricho, á la arrogancia ó á noches; ó bien, disipando el tiempo en frívola charla
la cháchara de la vejez. Pero por otra parte me lisonjeo con mugeres, me vería espuesto al ridículo y desprecio
de que tu propia razón, aunque sin madurez suficiente de estas mismas; ó en fin, me habría ahorcado, como lo
para sugerirte mucho por 6Í sola, se baila sin embargo, hizo cierto hombre, aburrido de ponerse y sacarse dia­
bastante adelantada para poder juzgar y concebir verda­ riamente las botas. Mis libros, y nada mas que mis libros,
des claras; me lisonjeo, digo, de que tu propia razón, es lo único que me ha quedado; y cada dia encuentro
tierna como es, debe darte á conocer que no me anima cuan cierto es lo que dice Cicerón del saber: Hoec aludía
mas ínteres que el tuyo en los consejos que te doy, y con­ adolescentiam alunt, senectutem oblectant; secundas
secuentemente presumo, que, á lo menos, no dejarás de res ornant, adveréis perfugium ac solatium prabent;
considerarlos y pesarlos bien, en cuyo caso espero que delectant domi, non impediunt foris; pemoctant no-
algunos producirán su efecto. No pienses que yo intente biscum, peregrinantur, rustican tur (c).
ordenar como padre,* Intento solamente aconsejarte co­ No Intento por esto escluir la conversación del número
mo amigo, y como amigo Indulgente; tampoco temas que de goces de la vejez; al contrario, es un placer muy grato
trate de frustrar tus placeres; al contrario, lo único y muy racional en todas edades ; mas la conversación de
que pretendo es ser guia y no censor de ellos. Deja que mi
esperiencia supla la que á ti te falta, y que en el progreso
de tu juventud te desembarazo el camino de las zarzas
y espinas que me rasguñaron y desfiguraron en el curso (a) Corto saber es cosa peligrosa ;
de la mia. Ni aun siquiera intento darte á entender cuan O nanea pruebes la Castalia fuente,
absolutamente dependes de mí, puesto que no tienes, ni O de ella bebe en cantidad copiosa.
puedes tener, un chelín que yo no te diere; y que, como
no tengo debilidades femeniles para contigo, tu mérito (b) Henreuxcelui qui, dansla fleur de l’áge
debe ser y será, la única medida de mi bondad; digo pues Fait provisión de talents !
que no es mi ánimo darte á entender todas estas cosas, Si le savoir est utile en tous temps,
porque estoy convencido de que te manejarás bien, lle­ Au sein de Pin fortune il l’est bien davantage,
vado de principios mas nobles y generosos ¡ quiero decir, Dans l’exil oudans 1’ ese la va ge
Eprouvant les rigueurs du sort,
el amor al bien obrar (a), y la gratitud y afecto á mí.
J’ai con o a maint grand personnage
Te he recomendado tantas veces la aplicación y cuida­
Que son talent a sauvé de la mort.
do á todo lo que aprendes, que no te los menciono ahora
(Boinvilliers)
(c) El estudio mejora la juventud y divierte la vejez, adorna
(a) lerendo dice : la prosperidad y sirte de refugio y consuelo en el infortunio;
Boc patrium esl potius consue[acere filium deleita en el propio suelo y no estorba en el ageno, hace las
Sua «ponte recle [acere, qnam alieno meta. noches menos tristes; es un compañero alegre y divertido en
Un padre acostumbrará á su hijo á obrar bien, antes por su los viajes, y nos entretiene en la soledad de los trabajos
impulso propio, que por algún temor ageno. rurales. »pr.

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DE LORD CIIESTERFIELD

los Ignorantes no es conversación, y ni aun á ellos mis­ que de otra manera podrían habérsete escapado; y tus
mos les procura placer, pues se cansan con su propia propias observaciones sobre los hombres, comparadas
esterilidad, sin tener materia bastante que les suminis­ con las que hallarás en los libros, te ayudarán á fijar la
tre palabras para sostener la conversación, (a). verdad.
Permíteme pues, recomendarte encarecidamente, que Para conocer bien á la especie humana se necesita
acopies, mientras puedes, un gran caudal de saber; tanto cuidado y aplicación como para conocer los libros,
porque aunque durante la disipación de tu juventud no y quizá aun mas sagacidad y discernimiento. Yo conozco
se te presentaren frecuentes ocasiones de emplearlo, sin varias personas, ya de edad, que han pasado toda su vi­
embargo, cuenta positivamente con quevendrá un tiempo da en el gran mundo, pero con tal ligereza y descuido,
en que io necesitarás para mantenerte. Los graneros públi­ que no le conocen hoy mejor que cuando tenían quince
cos se abastecen en años fértiles ; no porque se sepa que años. No te lisonjees pues, con la idea de que podrás ad­
el próximo ó el segundo ó tercer año serán escasos, sino quirir este conocimiento en la frívola charla de vanas
porque se prevee que tarde ó temprano vendrá un año compañías ; no.; necesitas ahondai mas profundamente;
en que habrá necesidad del grano, (ñ). necesitas ver el interior de los corazones con tanta cla­
No quiero entenderme mas sobre esta materia, tienes á ridad como los semblantes. Casi todos los hombres nacen
tu lado á M. Harte que confirmará lo que te digo; tienes con todas las pasiones basta cierto grado, pero casi to­
discernimiento para conocer que es cierto; y en una dos tienen una dominante á que se hallan subordinadas
palabra, tienes á Moisés y los profetas; si no quieres las demás. Atisba esta pasión dominante en cada indivi­
darles asenso, no creerás nada, aun cuando vieses resu­ duo ; espía los mas ocultos escondrijos de su corazón, y
citar á un muerto. No te imagines que el conocimiento observa las diferentes operaciones de ia misma pasión en
que tanto te recomiendo, se limita solo á libros, bien diversas personas ; y cuando hubieres encontrado la do­
que este sea un conocimiento muy agradable muy útil y minante de algún hombre, jamás te fies de él en donde
necesario: me refiero igualmente al gran conocimiento aquella pasión se hallare interesada ; opera sobre él por
del mundo, mas necesario aun que el de los libros. Cierto medio de ella, si te acomoda, pero está alerta, por mas
es que ambos se dan reciprocamente la mano, y nadie protestas que él te hiciere.
poseerá uno de ellos con perfección, sin poseer el otro. Desearía que leyeses esta carta dos veces; pero dudo
El conocimiento del mundo, solo se adquiere en el mun­ mucho que lo hagas una sola hasta concluiría. Por ahora
do, y no en un retrete. Los libros solos no te lo darán á no quiero molestarte mas, pero pronto continuaremos
conocer, pero sí sugerirán á tu observación muchas cosas este asunto. A Dios.
Acabo de recibir tu carta de Schaffhauscn : al poner
la fecha olvidaste el mes.

(a) Ocuparse es saber lograr el goce


De lo que somos, pues al que es ocioso
Nada hay que le alboroce,
Antes bien halla en si grande tormento :
Necesario es nutrir el prodigioso
Dath, 9 de Octubre de i 746.
Fnego, que de alimento
Está sirviendo al alma,
Porque uno se aumenta luego calmo. Mi querido hijo.
(Burgos) Trad. Los trabajos que has pasado en tu camino de Ileldel-
(6) El autor, en su juventud, se dedicó con tesón á sus es­ berg á SchaffbauscD, el reposo sobre paja, el pan negro
tadios. En agosto de 174 2, hallándose en e! colegio de Cam­ y la berlina rota, son preparativos muy á propósito (a)
bridge, escribiá lo siguiente á Mr. Jouneau, francés protes­ para los mayores trabajos y fatigas que debes esperar en
tante desterrado, de quien había recibido sus primeras leo el curso de tus viajes; y si quisiésemos moralizar, po­
ciooes de idiomas y de historia : dríamos llamarlos la muestra de los accidentes, tropiezos
...... Je continué bien ferme daos mes études, qui ne sont y dificultades que todo hombre encuentra en el curso
encore que le latín et le grec, á cause que la íbire, qui va ve- de su vida (ó). En este camino, el entendimiento es el
■ir dans dix jours, les aurait interrompues, mais aprés que
ce divertissement sera finí, je dois commencerle droit civil, la
pbilosophie, et un peu de mathématiques; mais pour l’ana-
tomie, je ne pourrai pas Papprendre; car quoiqu’il ait eu un
(u) Son la mejor escuela
pauvre péndu, le chirurgien, qui avait coutume de faire ces
Para los hombres,
opérations, n’en a pas voulu faire cette fois, parce que c’était
Las penas, los trabajos
u bomme, el alors il dit que Ies écoliers ne veulent poinl
Y sinsabores :
venir. •
Que en ella aprenden
En Octubre del mismo año le decía igualmente :
A ser sobrios, juiciosos
•....... J’ai bien des affaires sur le bras, car j’emploie plus
» Y diligentes.
d’une beure par jouraudroil civil, et loul autant á la pliilo-
(Frutos Literarios).
sopbie; ellasemaine qui vient, l’avcugle (el profesor Saun-
denon que era ciego) commcncera ses le^ons de malhómati- (6) Entra I’ uomo, allor che nasco
qaes, de corte queme voici bien oceupé. Croiriez-vous bien In un mar de (ante pene
•ussi que je lis Lorien et Xénoplion en Grec? ce qui m’est Che s’ avvezza dalle fasce
venda asset aisé, car je ne m’embarrasse point d'apprendre Ogni a lían no a sostener.
loutes les rtgles de la grammaire : mais mon tuteur, qui est Ma per luí si raro é il bene,
■ne grammaire vivante, me les cnseigne en lisanl. Jo me Ma la gioja é cosí rara
rtserve da temps pour joucr á la plumo, car je sou- Che a soíTrir mai non impara
baite aussi bien le corptu eanum que le mens sana, il me sem­ Le sorprese del piaccr,
blo que l’un ne vaul guéres saos l’autrc. (Metastisio.) Tr,

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56 CARTAS

coche que debe conduclrte(a), y según el estado de fuerza cion regular,puede estar seguro de sobresalir en ellas (o).
ó debilidad en que se hallare, según su mas ó menos ne­ La historia antigua y moderna se aprende fácilmente poi
cesidad de reparo, tu camino será mejor ó peor, bien que medio de la atención ; lo mismo digo de la geografía y
de todas maneras encontrarás algunos malos caminos y la cronología, pues ninguna de ellas requiere ana parte
malas posadas. Así pues, cuida de conservar este indis­ estraordinaria de genio ú invención. El hablar y escribir
pensable cocheen el mejor estado posible; examínalo, clara y correctamente, con desembarazo y gracia, se ad­
mejóralo y consolídalo diariamente ; todo hombre puede quiere sin duda, leyendo con cuidado los mejores auto­
y debe hacerlo, y el que lo descuida, merece sentir y sen­ res, y prestando atención á los mejores modelos. Estos
tirá ciertamente, los fatales efectos de su negligencia. son los conocimientos que te son mas necesarios en la
A propósito de negligencia, debo decirte algo sobreesté carrera á que te destinas; de tu voluntad solo depende
particular. Sabes que te he significado varias veces que adquirirlos á fondo ; é ingenuamente te digo que me Irri­
el cariño que te tengo no proviene de flaqueza femenil, taré mucho contra tí si así no lo haces, porque como
y que lejos de cegarme me comunica mayor perspica­ tienes los medios en tu mano, la culpa solo será tuya.
cia para descubrir tus defectos. Al manifestártelos no so­ Si la atención y el cuidado son indispensables para ad­
lo uso de mi derecho, sino que cumplo con un deber, y quirir estos talentos, sin los cuales jamás podrás ser
tu propio interes debe estimularte á corregirte de ellos. hombre de Importancia, ni figurar en el mundo, no lo
En el prolijo escrutinio que he hecho de tí, no he des­ son menos con respecto á las prendas mas pequeñas que
cubierto hasta ahora, gracias á Dios, ningún vicio del co­ se requieren para que seas grato y acepto en la sociedad.
razón, ni ningún flaco peculiar de la cabeza ; pero he En verdad, todo lo que vale la pena de saberse, merece
descubierto pereza, inatención é indiferencia, faltas que ser bien aprendido, y nada se aprende bien sin atención;
solo son perdonables en los viejos, quienes en la deca­ por lo mismo considero que esta debe llevarse hasta las
dencia de la vida, cuando la salud y el espíritu men­ cosas mas inferiores, aun al baile y al vestido. La cos­
guan, tienen una especie de titulo á aquella clase de tumbre ha establecido que á veces sea necesario á un
tranquilidad ; mas un joven debe siempre ambicionar la joven saber bailar; y así, atiende mientras aprendes á
distinción y el aventajamiento; ser vivo, activo é infati­ hacerlo, á fin de no aparecer risible, aun en este acto ri­
gable en los medios de conseguirlo, y como Cesar : A’iZ dículo. El vestido es de la misma naturaleza y merece
actum reputans, si quid superesset agendum. Parece igual atención; no con ánimo de rivalizar ó de sobre­
que á ti te falta aquel vivida vis animi que estimula y salir como petimetre, sino para evitar la singularidad, y
escita á muchos jóvenes á agradar, á sobresalir y á dis­ por consiguiente el ridículo. Cuida siempre de que tu
tinguirse. Sin el deseo y el ahinco necesarios para ser vestido sea semejante al de las personas juiciosas de tu
hombre notable, no esperes serlo nunca; así como sin eded en el país que habitares, y de cuyo vestido no se
el deseo y la atención indispensables, jamás podrás agra­ hable por este ó el otro estremo, como muy negligente, ó
dar. Nullum numen abest, si sil prudencia, es una muy estudiado ($).
verdad incuestionable respecto de todas las cosas, escep- Lo que comunmente se llama : hombre distraído, es
to la poesía ; y yo estoy segurísimo de que un hombre de por lo regular un hombre muy débil ó muy afectado; pe­
mediano entendimiento, puede, por medio del cultivo, ro sea lo que fuere, estoy seguro de que es persona muy
de la atención, y de un moderado trabajo, llegar á ser lo desagradable en la sociedad, porque no cumple con los
que quiera, menos buen poeta. Tú te educas para pasar comunes oficios de la urbanidad parece no conocer hoy á
la vida en medio del mundo bullicioso y brillante; tu las gentes con quienes mostraba vivir ayer en íntima
objeto inmediato son los negocios públicos, los intereses, amistad; no toma parte en la conversación general, sino
la historia, las constituciones, los usos y las costumbres que por el contrario la interrumpe de cuando en cuando
de las diferentes partes de Europa ; y cualquiera hombre con uno de sus arranques, (c) como si dispertase de un
de sentido común, que preste á estas materias una aten-

(а) No con gana perezosa


Se ha de inquirir el saber,
(a) La routede la vie bumaine
Sino con maravillosa ;
De mauvais pas esl toute pleinc.
Porque el que quiere gran cosa
Pour m’en tircr faciiement
Gran cuidado ha menester.
Voici ce que je Tais : J’attellc
(ABANDA. )
A cette voiture mortelle,
Queje conduis au monument, (б) Andar aseado y limpio
La Justice premiéremenl Conviene; pero no sea
Qui marche toujours rondement; Tanto que en estremo toque :
Et la Charilé, sans ¡aquello Huye de iufluencias nuevas :
Elle ¡rail moins iégérement. En el vestir lo mas llano
La Vérité, l’Indépendance, Es lo que mejor asienta,
N’ayant qy’un simple el légor frein, Que quien se engalanó mucho
Sont au devant el vonl bon (rain ; Nunca fué hombre de prendas.
Loin du chemin de l’Opulence. (Fragoso).
A la volée esl la Sanlé
Qui, jointe avec le badinage,
(c) La distracción de alma es causa de que pronunciemos
Me fail franchir avec gaieté
tantos discursos fuera de orden y cometamos tantos actos ridicah
Tous les mauvais pas du voyage.
culos, que nunca será esl remado el cuidado que se ponga para
Je n’aurai ríen a désirer
evitarla. La Bruyére dice : » Menalque se trouve par basará
Ni du Sort ni de la Nature
avec une jeune veuve, il lui parle de son défunl mar i, luí de­
Si Paítela ge peul durer
mande commenl il est morí. Cette femme, á qui ce discours
Aussi longlemps que la voiture.
renouvelle ses douleurs, pleure, sanglotle, et ne laisse jamais
(Brgnier.) Tr. de reprendre tout le délail de la maladie de son époux, qu’clle

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DE LORD CIIESTERFIELD 57

sueño; (a) esto, como llevo dicho, es indicio seguro, ó de no puede alegar ninguna de estas razones, solicitase y
una alma tan débil que es incapaz de ver mas de un ob­ ejerciese este derecho de distracción en la sociedad, su
jeto á la vez, ó tan afectada que haría creer que se halla pretendido derecho podría considerarse, á mi modo de
enteramente absorta en contemplación de grandes é im­ ver, como una ausencia voluntaria por su perpetua
portantes objetos. Newton, Locke, y acaso cinco ó seis falta de atención á lo que pasa en la sociedad. Por frívo­
personas mas, desde que el mundo es mundo, pueden la que fuere la compañía en que te encontrares, sin em­
haber tenido un derecho á la distracción,por aquella in­ bargo, mientras te hallares presente, no manifiestes que
tensa meditación que requerían las materias que investi­ la juzgas tal por tu desatención, sino mas bien toma el
gaban (b)-t pero si un jóven y un hombre de mundo, que tono que reinare en ella, y en vez de mostrar desprecio,
confórmate en cierto modo con las debilidades de las
personas. Nada hay que soporten las gentes con mas im­
paciencia, ni que perdonen menos, que el desprecio (a);
conduit depuis la veille de la fiévre qu’il se porlait bien, jus- y muchas veces olvidan con mas facilidad una injuria
qa’M l’agonie. Jfadums, luí demande Menalque, qui l’avait que un insulto (ó). Así pues, si eliges mas bien agradar
apparenunent écoutée avec attention, naviex-vous que ce- que ofender; si es mejor que seas amado y no aborreci­
Ini-láT do, y que se hable de tí bien y no mal, acuérdate de pres­
Los dos ejemplos siguientes son una prueba palpable de los tar siempre á todo el mundo, aquella atención que li­
despropósitos que puede cometer una persona distraída. Una sonjea la pequeña vanidad de cada hombre, y cuya falta,
señora que padecia un cólico en invierno y que ella atri­
como mortifica su orgullo, jamás deja deescitar su resen­
buía al trio eslremado, llamaba á sus frecuentes frutos de la
estación. Un sujeto distraído volvió en si cuando ella hablaba timiento, ó cuando menos su mala voluntad. Por ejem­
de frutos de la estación y le preguntó si ios comía con fre­ plo : muchas personas, por no decir todo el mundo,
cuencia. tienen sus debilidades, sus aversiones y sus gustos por
Cn comerciante á quien se le dió á firmar la fé de bautismo tales ó cuales cosas; de manera que si te rieses de un
de nao de sus hijos firmó distraídamente : Pedro y Com­ hombre por su aversión á un gato, ó al queso, que son
peta. antipatías muy comunes; ó por desatención y descuido
hicieses venir estos objetos á su presencia pudiendo evi­
(<) Begnard hace la siguiente .descripción de un sujeto de tarlo, podría en el primer caso considerarse insultado, y
esta especie en su comedia titulada el Distraído. en el segundo despreciado, y no olvidará ni uno ni otro;
C’est un homme étonnant et rere en son espéce. á la vez que tu cuidado para procurarle lo que le gusta,
Qui réve fort h ríen, et s’égare saos cesse : y evitarle lo que odia, le hace patente que su persona es á
II cherche, il trouve, il brouille, il regarde sans voir; lo menos objeto de tu atención, lo cual lisonjea su vani­
Qoand on luí parle blanc, soudain il répond noir. dad y probablemente le inspira por ti mayor amistad que
II vous dit non pour oui, oui pour non; il appelle la que habrías obtenido por medio de servicios mas im­
Une femme monsieur, et moi mademoiselle; portantes. Con las mugeres es necesario llevar las aten­
Preod souvcnt Fun pour l’autre, et va sans savoir oü;
ciones á cosas aun mas insignificantes; los usos del
Oa dit qu’il est distrait] moi je le tiens pour fou.
mundo han impuesto á los hombres esta especie de deber,
(6) Los contemporáneos del grao Newton dicen en sus me­ y así lo ordenan las reglas de la urbanidad.
morias, que este reconocido príncipe de los filósofos se vió su­ Las estensas y frecuentes cartas que te remito, en grao
jeto á largas y frecuentes distracciones. Es muy curioso é inte­ duda de que te sean provechosas, traen á mi memoria
resante lo que sobre el particular refiere su biógrafo. • Durante ciertos papeles, que tú no ha mucho, y yo en tiempos pa­
los dos años, dice, que empleó Newton en preparar su inmor­ sados, hemos enviado á cometas ó papelotes, y que lla­
tal obra titulada : Principios de la Filosofía natural, en que mábamos correos ó mensajeros ; de los cuales, unos los
*e hallan espueslos tantos descubrimientos admirables, no volaba el viento, otros eran rotos por la cuerda, y muy
existía sino para calcular y pensar; y si la vida de un ser, pocos subían hasta tocar el cometa; pero por ahora me
sometido á las necesidades de la humanidad, puede ofrecer contento, como lo hacia entonces, con que algunos de
alguna idea de la pura existencia de una comprehension ce­
los presentes mensajeros lleguen hasta tí. A Dios.
lestial, puede decirse que la suya presenta esta imagen. Per­
dido i menudo en meditaciones de objetos tau grandiosos,
obraba sin sentirlo, y sin que su pensamiento pareciese conser­
var vínculo alguno con su cuerpo. Varias veces, al tiempo de
levantarse, se sentaba de pronto en la cama, detenido por
algún pensamiento’, y permanecía en esta postura, medio des­
ando, horas enteras, siguiendo siempre la idea que le ocupaba.
Habría olvidado auo tomar su alimento, si no se le hubiese
recordado ; y quizá cuando esta necesidad se dejaba sentir, no
bahriasido difícil persuadirle que ya la había satisfecho. • lado del fuego con el huevo en la mano y el reloj hirviendo en
Entre los muchos ejemplos curiosos de ausencia de alma, es la vasija sin que él se hubiese apercibido do su error.
deor, de alma intensamente ocupada de un solo asunto, es muy Tr.
célebre el siguiente acontecido al misma filósofo Newton.
(a) 11 disprezzo é una piaga insopportabile peí cuore hu­
Hallándose una mañana profundamente sumergido en el estu­
dio de algún problema difícil, no quiso ir á desayunarse con su mano ; l’abiludine non ve lo duó accoslumare; é se la virlu
riescetalvolta a rattemprarne il dolore, non riesce giammai a
familia. Poco después su muger, temiendo que el largo ayuno
cancel lar ne la memoria. Qualunque potere, qualunque auto-
le hiciese daño, lo envió i una criada con un huevo y una vasija
deagua hirviendo. La criada tenia orden de pasar el huevo por ,ritá abbiano gli altri sopra di noi, nonci po&siamo giammai
persuadere che abbiano il diritto di sprezzarci.
■gn» y permanecer allí hasta que su amo lo hubiese toma­
da; masesle, queriendo oslárselo, la despidió, diciendo que él (GIOIA).
mismo prepararía el alimento. La criada pusoel huevo sobre la
mesajuotoá un reloj de bolsa, y diciendo i su amoque debía te­ (6) Se perdona una injuria fácilmente,
nerlo tres minutos en hervor, salió del cuarto; mas temiendo Mas una afrenta irrita eternamente.
qw olvidase desayunarse volvió á poco y encontró i su amo al (Lobos) Tr.

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CARTAS

servirte para medir el afecto que te profeso, y aunque las


unas disminuyan, te aseguro que el otro se mantiene
intacto.
Londres, 15 de Octubre de 1746. Acabo de recibir tu carta de 25 del pasado, y por el
correo anterior otra de M. Harte, habiéndome sido muy
Mi querido hijo. placentero el contenido de ambas : la de M. Harte por los
buenos informes que de tí me da, y la tuya por las buenas
Supongo que á esta hora te hallas enteramente estable­ noticias que me envías de lo que deseaba saber. Te pido
cido en tu casa de Lausana, y así te pido que me informes que me comuniques ulteriores informes sobre el gobierno
de qué manera pasas el tiempo, y cuales son tus estudios, de ese país, que espero te será bien conocido antes de
tus diversiones y tus amistades ; porque yo doy por su­ dejarlo. La desigualdad del terreno de Lausana no podrá
puesto que te informas diariamente de la naturaleza del menos de convenirte en este tiempo frió, porque el subir
gobierno, y de la constitución de los trece cantones; y y bajar te tendrá callente. Dices que no faltan por ahí
como yo mismo ignoro estas cosas, necesito dirigirme á buenas y numerosas compañías; pero vamos á esto, ¿has
tí para saberlas. Conozco los nombres pero no la natura­ asistido á ellas? has entablado conocimiento y con quien?
leza de varios de los mas considerables empleos, como Nómbrame algunas personas. Continúas aprendiendo el
Jos avoyers los seizeniers, los banderets y el gros tau- aleman, leyéndolo y escribiéndolo ?
tier. Deseo pues, que me digas cual es la particular ocu­ Ayer vi una carta de M. Bochat á uno de sus amigos,
pación, encargo ó incumbencia de estos magistrados; la cual me procuró el mayor placer que he disfrutado
mas como me figuro que la diferencia que haya en los después de largo tiempo, por los buenos informes que de
gobiernos de los diversos cantones no ha de ser muy esen­ tí contiene. Entre otras cosas que M. Bochat dice en
cial, no querría que te tomases el trabajo de informarte alabanza tuya, menciona el Ínteres y tierna inquietud
de cada uno de ellos en particular, sino que te limitases que manifestaste durante mi enfermedad, por lo qué,
al cantón en que resides, y al de Berna, que considero aunque puedo decir que me lo debes, te vivo agradecido,
como el principal. No estoy seguro de si el País de Vaud, visto que los sentimientos de gratitud no son universales,
en donde te hallas, siendo una conquista de los Duques y ni aun siquiera comunes. Como tu amor á mí no puede
deSaboya en 1536, tiene igual participación en el gobier­ venir mas que de hallarte convencido, por propia espe-
no particular del cantón, que la parte alemana compren­ riencia, del cariño que te profeso (porque hablar de afecto
dida en él. Te pido que te informes, y en seguida que me natural es hablar jerigonza), la única recompensa que
lo comuniques. deseo, es aquella cuya concesión interesa mas á tu pro­
En este instante recibo tu carta de Berna de 2 del cor­ pio bien, quiero decir, la práctica invariable de la virtud,
riente, con la de M. Harte de igual fecha, bajo cubierta y la infatigable prosecución de conocimientos. A Dios, y
de M. Burnaby. Veo por la última, y en verdad que ya vive persuadido de que te amaré estremadamente mien­
me habla ocurrido, que algunas de tus cartas, con otras tras lo merecieres, pero ni un minuto mas sin merecerlo.
de M. Harte, no me han llegado. Bueno será que en lo
sucesivo, tanto él como tú, me dirijan sus cartas, por
conducto de M. Wolters, Agente de S. M. Británica en
Roterdam, quien tendrá cuidado de remitírmelas con se­
guridad. Si no has recibido cartas mias, es porque te las
mandé en derechura á Lausana, en donde te creta ha
tiempo, nohabiendo querido enviártelas sobre tu camino, Londres, 9 de Diciembre de 174G.
porque no me pareció probable que hubiesen dado con­
tigo ; pero me persuado qne á tu llegada á Lausana ha­ Mí querido hijo.
brás encontrado bastantes cartas mias, y acaso mas de
las que hubieres leido, á lo menos con atención. Aunque tengo muy poco tiempo, y escribo por este
Me alegro mucho de que la Suiza sea tan de tu gusto. correo á M. Harte, no puedo enviar un paquete á Lausa­
Estoy impaciente por saber como marchan otras mate­ na sin uno ó dos renglones para ti. Te agradezco tu carta
rias, después de tu establecimiento en Lausana. Dios te de congratulación, á pesar de lo que sufriste al escribirla.
bendiga. Presumo que el accidente que ocasionó la pena, fué de­
bido á aquel grado de aturdimiento de que varias veces
mo he tomado la libertad de hablarte. Aunque el puesto
que ahora ocupo es el blanco de las miras y deseos de
muchísimas personas, se me confió, en cierto grado,
contra mi voluntad, y la reunión de varias circunstan­
cias, me obligó á enredarme en éi; pero siento que para
Londres, 2 de Diciembre de 1746. ocuparlo se necesita mas fuerza de alma y cuerpo que la
que yo tengo; si tú tuvieses tres ó cuatro años mas, to­
Mi querido hijo. marías parte en mis trabajos viniendo á mí lado; pero
espero que emplearás los cuatro años próximos de modo
En mi presente situación (a), no tengo tiempo para es­ que te constituyan capaz de serme útil, si es que va has­
cribirte tan estensa ni tan frecuentemente como lo hacia ta allá mi ministerio. El saber leer, escribir y hablar cor­
mientras me hallaba en un deslino mucho mas descan­ rectamente los idiomas modernos, y conocer las leyes de
sado y provechoso; mas el número de mis cartas no debe las naciones, asi como la historia, la geografía y la cro­
nología, son cosas absolutamente necesarias en este em­
pleo, para el cual siempre me he propuesto hacerte idoneo.
Con estos talentos podrás verisímilmente ser mi sucesor,
(a) El autor acababa de ser nombrado ministro de estado de aunque no inmediato.
S. M. Británica. Espero que emplearás todas tus horas, lo cual pocas

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DE LORD CIIESTERFIELD 59

gentes saben hacer, y que aprovecharás de cada momento versation enjouée et galante des femmes de condition et
de esta ó la otra manera. Yo llamo emplear bien el d’esprit, sont les vérltables plaisirs d’un honnéte homme;
tiempo, el pasear , conversar, montar á caballo ect. en qui ne causent ni maladie, ni honte, ni repentir. Au lieu
ocasiones convenientes; pero lo que no puedo perdonar á que tout ce qui va au-delá, devient crapule, débauche,
ninguno, es el callejear y no hacer nada absolutamente, fureur, qui, loin de donner du relief, décrédite et desho­
con una cosa tan preciosa como es el tiempo, y tan irrecu­ nore. Adieu.
perable cuando perdido.
¿ Has hecho conocimiento con algunas Damas en Lau-
sana ? ¿ Te conduces con suficiente cortesía para hacerles
desear tu compañía? Necesito terminar. Dios te ben­
diga.

TRADUCCION DE LA CARTA ANTERIOR.

Londres, 24 de Febrero de 1747.


Lordres, le 21 Février 1747.
Señor mío,
Monsibur,
Como ambos corremos riesgo de olvidar el francés por
Pour entretenir réciproquement notre franjáis, que falta de práctica, espero no llevaréis á mal que me
nous oourons risque d’oublier tous deux, faute d’habitu- procure la honra de presentaros mis respetos en este idio­
de, vous permettrez bien que j'aie l’honnenr de vous as- ma, y que tendréis igualmente la bondad de contestarme
surer de mes respecta dans cette langue, et vous aurez en el mismo; no porque tema yo que olvidéis hablarlo,
aussi la bonté de me repondré dans la máme. Ce n’est pas pues que verosímilmente las dos terceras partes de vues­
que je craigne que vous oubliiez de parler francais.puisque tra cháchara cotidiana son en francés; sino porque si per­
apparemment les deuxtiers de votre caquet quotidien sont déis la costumbre de escribirlo, podría llegar día en que
dans cette langue; mais c’est que si vous vous désaccou- perdieseis aquella pureza gramatical, y aquella esacta or­
tumiez d’écrlreen franjáis, vous pourriez, nn jour, man- tografía que tanto os distinguen en los otros idiomas : y
quer á cette pureté grammaticale et á cette orthograpbe en resurgidas cuentas, vale mas escribir bien, aunque sea
exacte, par oú vous brilles tant dans les autres langues : en francés. Por lo demas, como es una lengua que se
et au bout du compte, il vaut mieux écrire bien que mal, presta al chiste y buen humor, me conformaré con esta
máme en franqals. Au reste, comme c'est une langue faite circunstancia, reservando mi gravedad para el ingles.
ponr l’enjouement et le badinage, je m'y conformerai, et Por ahora no os hablaré de vuestro griego ni latin, ni
je réserverai mon sérieux pour tangíais. Je ne vous par­ tampoco del derecho de gentes público ó particular; ha­
lera! done pas á présent de votre grec, de votre latín, de blemos mas bien de vuestras recreaciones y placeres,
votre droit, soit de la nature ou des gens, solt pubiic ou puesto que también debemos tenerlos. ¿Me atreveré á
particulier; mais parions plutót de vos amusements et de preguntaros cuales son los vuestros? ¿Es por ventura ,
vos plaisirs, puisqu'aussi bien ii en faut avoir. Oserais-je un juego de sociedad moderado con la buena compañía?
vons demander quels sont tes vótres ? Eit-ce un petit jeu ¿ Se trata acaso de meriendltas agradables, en donde la
de soclété, en bonne compagnie ? Est-il question de alegría y la decencia se hallan reunidas? Hacedme vues­
pe tita soupers agréables, oú la galeté et la bienséance se tro confidente sin temor de hallar en mí un censor se­
trouvent réunies ? Vous ne me trouverez pas un censeur vero; al contrario, aspiro al empleo de ministro de vues­
aévére; au contraire, je sollicite templo! de ministre tros placeres con ánimo de indicároslos, y aun de con­
de vos plaisirs : je vous en indiquerai et máme j'y con- tribuir á ellos.
tribueral. Muchos jóvenes se entregan á placeres que no les de­
Nombre de jennes gens se livrent i des plaisirs qu’ils leitan, porque por abuso se les llama placeres; y aun mu­
ne goütent point, parce que, par abus, ils ont le nom de chas veces se engañan hasta el punto de tomar la relaja­
plaisirs. lis s’y trompent méme souvent, au point de ción por placer. Confesad que la embriaguez que arruina
prendre la débaache pourleplaislr. Avouez que l'ivrogne- el espíritu y la salud, es un escelente placer! El juego
rie, qui ruine également la santé et l’esprit, est un beau fuerte, que ocasiona mil pesadumbres y desazones, que
plaisir. Le groa jeu, qui vous cause mille mauvaises a (Tai­ deja á uno sin un cuarto y le comunica el aire de un po­
res, qui ne vous laisse pas le sol, et qui vous donne tout seído, (a) es un placer esquisito, no es cierto? La disipa-
l'air et les maniéres d’un possédé, est un plaisir exquis,
n’est-ce pas ? La débauche de femmes, á la vérité, n'a
guéres d'autres suites que de faire tomber le nez, ruiner
la santé, et vous attirer , de temps en tempe quelques (a) Déguiser d’un beau nom ion ardenle avarice;
conps d’épée. Bagatelles que celaI Voilá cependant le Par un plaisir trompeur accrollre ses eunuis;
catalogue des plaisirs de la plupart des jeunes gens, qui Passer dans le désordre el les jourt et les nuil* ;
ne raisonnent pas par eux-mémes, et qui adoptent sans S’emporter sans rcspect sur le moindre caprice;
discernement ce qu'il plait aux autres d’appeler du Entrerdans la fureur presque á tous les^moments;
beau nom de plaisir. Je suis trés persuadé que vous ne Méler h chaqué mol los plus affreux serments;
tomberez pas dans ces égarements, et que dans le choix lnvoquer des démons la puissance infernale;
de vos plaisirs vous consulterez votre raison et votre Avoir le ceur en trouble et le visage en feu ;
Hasarder son salut par uno ardeur brutale ;
goút.
Voilí ce qu’aujourahui le monde appelle jeu.
La société des honnétes gens, la table, dans les bornes
requises, un petit jeu qui amuse sans intérét, et la con- (d’Andilly). Tr.

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60 CARTAS

don con las mugeres, no tiene á la verdad, mas resulta­ Ambas contienen cosas que te son tan favorables, que en
dos que el de narices comidas, ruina de la salud, y algu­ justicia á ellos y á tí, me creo obligado á dártelas á cono­
nas estocadas de cuando en cuando, simples fruslerías i cer. Los que son acreedores á una buena fama, deben
Este es sin embargo, el catálogo de los placeres de la ma­ saber que la disfrutan, tanto para su propia satisfacción,
yor parte de los jóvenes, que sin ningún raciocinio ni como para que les sirva de estimulo. Dicen que no solo
discernimiento adoptan lo que á otros acomoda dar el te hallas despercudido, sino medianamente civil; y que
bello nombre de placer. Yo estoy persuadido de que no la cáscara inglesa de esquivez y de agreste vergüenza,
caeréis en semejantes errores, y que en la elección de que, por decirlo de paso, te cubría en grado muy regular,
vuestros placeres consultaréis vuestra razón y vuestro ha desaparecido bastantemente. Me alegro muchísimo
gusto. de ello, porque como te he dicho á menudo, las prendas
La sociedad con hombres honrados; los manjares den­ menores, es decir, los modales atractivos é insinuantes,
tro de los límites requeridos (a); un corto juego que di­ el comedimiento, el garbo y porte airoso, son de infinita
vierta sin interes(d); y la conversación jovial y obsequiosa mayor ventaja de lo que generalmente se cree, sobre
con mugeres de condición y de talento, son los verdade­ todo en Inglaterra. La virtud y el saber tienen, como
ros placeres de un hombre honrado, los cuales no ocasio­ el oro, su valor intrínseco ; pero si les falta el pulimento
nan enfermedad, vergüenza ni arrepentimiento; á la vez de la urbanidad, perderán ciertamente mucha parte de
que todo lo que pasa esta raya, se convierte en crápula, su lustre ; y aun el bronce bruñido se preferirá al oro
relajación y furor, que lejos de dar relieve á un hombre, lo bruto por muchas gentes. Que de defectos no cubre poi
desacredita y envilece. A Dios. lo común, la jovial y desembarazada cortesía francesa I
Muchos Franceses carecen de sentido común, y muchos
mas de común literatura ; pero en general, sus buenos
modales compensan de tal manera estas faltas, que fre­
cuentemente pasan ocultas. Yo he dicho á menudo, y
pienso en realidad, que un Francés que reuniere á un
fondo de virtud, de erudición y de buen sentido, los
Londres,6 de Marzo de 1747.
modales y cortesía de su país, es la perfección de la na­
turaleza humana. En tu arbitrio está si quieres, y espero
Mi QUERIDO HIJO. que querrás, alcanzar esta perfección ; conoces lo que es
virtud, y si te place puedes obtenerla, pues se halla al
Cualquiera cosa que se refiere á tí me afecta estrema- alcance de todo el mundo; y desgraciado de aquel que
damente en uno ú otro sentido, y ahora me hallo afec­ no la adquiere ! Dios te ha favorecido con buen sentido,
tado de la manera mas grata por haber visto últimamente y posees ya bastantes conocimientos para obtener en
dos cartas de Lausana en que se habla de tí; una de tiempo oportuno todo lo que un hombre debe saber. Con
Madama de Saint Germain, y la otra de M. Pamplgny. estos conocimientos te miras lanzado desde temprano en
el mundo, y tuya será la culpa, si no adquieres en él las
otras prendas necesarias para completar y adornar tu
carácter.
(a) Mediante comer vivimos, Harás tus cumplidos á Madama de Saint Germain, y á
Si es moderado y con tasa ; M. Pamplgny, manifestándoles cuan sensible eres á su
Y si bien no nos regimos, parcialidad para contigo, por los ventajosos testimonios
Enfermamos y morimos que según te hallas informado, han enviado aquí, de tu
Cuando de la linea pasa. persona.
Si en las acciones que hacemos A Dios, continúa haciéndote digno de recomendacio­
Nos debemos estremar nes como estas, y entonces no solo merecerás, sino que
En huir de los estreñios, te daré pruebas de mi mas verdadero afecto.
En las cosas que comemos
Cuanto mas es de mirar?
Comer fuera de compás
Es de voraces y locos,
Y aun si miras hallarás
Morir mas por comer mas
Y de hambre morir pocos. Londres, 27 de Marzo de n*7.
A los viciosos glotones
Siempre los vi comparar Mi querido HIJO.
Con puercos gordos cebones,
Con lobos y con leones El placer es la roca en que se estrella la mayor parte
Y ballenas de la mar. (ARANDA). de los jóvenes, quienes se lanzan con vela desplegada en
busca de este tesoro, pero sin brújula para dirijlr su cur­
(¿>) No juegues que si juegas so, ni razón suficiente para gobernar el bajel (a); y de
A la mayor calamidad te entregas,
Pero podrá» lo hacer, si es con juicio,
Por entretenimiento y no por vicio;
(a) É da corso altero fióme
Paga lo que perdieres si jugares
L’arreslar difficil meno
Y no pidas jamas lo que ganares ,
Che agli affelti i ni por re il freno
Prudente y cuerdo fia
D’ ioesperta gioventü.
Tu interes de la agena cortesía,
Dell’eta nel primo ardoro
Que esta ejecuta sin hacer estruendo;
Cede agí’ impeti del core
Vence callando y triunfarás venciendo.
La ragione, e la virtii.
(Aragón.) Tr. (Mktastasio.) Tr.

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DE LORD CIIESTERF1ELD G1

esta doble carencia resalta, que en vez de placer solo doné esta locura luego que supe calificarla de absurda é
bailan pena y vergüenza. No te imagines qae yo intente Indecorosa (a).
reñir con el placer como un estóico, ó predicar en su Seducido así por la moda, y adoptando ciegamente
contra como un párroco; no; intento señalártelo y reco­ placeres de nombre, perdí los reales y verdaderos ; y aho­
mendártelo como un epicúreo; deseo que lo disfrutes ra es necesario confesar, que la diminución de mi fortu­
suficientemente y mi única mira es impedir que lo com­ na, y el quebrantamiento de mi salud (ó), son el justo
prendas mal. castigo de mis errores (c).
La primera reputación á que aspiran casi todos los Sírvante de ejemplo hijo mió ; elije tus placeres por tí
jóvenes, es á la de hombres de placer; pero general­ mismo y no permitas que te sean impuestos; sigue á la
mente la asumen bajo fianza ; y en vez de consultar su naturaleza y no á la moda, pesa el presente goce con las
inclinación y su propio gusto, adoptan á ciegas todo consecuencias que acarrea, y deja que tu juicio solo haga
aquello que sus mas íntimos conocidos quieren bautizar la elección (d).
con el nombre de placer; y en la vulgar aceptación de la Si volviese yo á comenzar la vida con la esperiencia
frase, un hombre de placer significa un hombre entre­ que ahora tengo, me procuraría placeres reales y no
gado á la bebida, á las mugeres, al juego, y un jurador y imaginarios; gozaría de las delicias de la mesa y del vino,
maldiciente perpetuo. Como puede serte provechoso no pero me guardaría de las penas inseparablemente anexas
quiero retraerme de confesarte, aunque con vergüenza, ai esceso de entrambos; no seria yo á los veinte años
que los vicios de mi juventud procedieron mucho mas de un misionero de templanza y abstinencia ¡ dejaría que
mi necia resolución de ser un hombre de placer, tal cual los otros hiciesen lo que gustasen, sin meterme á repren­
le ola yo caracterizar, que de mis propias inclinaciones. derlos en tono formal y sentencioso, y me formaría la
Yo siempre odié naturalmente la bebida, y sin embargo, firme resolución de no destruir mis propias facultades,
bebí muchas ocasiones, con digusto al hacerlo, y sufrí al ni mi salud, por complacer á ios que no cuidan de las
dia siguiente grandes indisposiciones, solo porque con­ suyas propias; el juego me serviría de pasatiempo, y no
sideraba entonces la bebida como un requisito necesario de eterna pesadumbre; es decir, jugaría en sociedad una
en un caballero elegante (a). bagatela (e) para divertirme y conformarme con ia coa-
Lo mismo en cuanto al juego. Yo no carecía de dinero,
’__________________________________________________
y por consiguiente no tenia necesidad de ganarlo; pero
vela el juego como otro ingrediente necesario en la com­
posición de un hombre de placer ; me precipité pues, á (a) Ay de aquella juventud
Que esta costumbre recibe
practicarlo, sin deseo á los principios; le sacrifiqué mil
Y á cuanto mal se apercibe!
placeres reales, y fué causa de que pasase yo mil inquie­
Que no se logra virtud,
tudes y disgustos durante los mejores treinta anos de Donde la blasfemia vive.
mi vida. '
Llegó á tanto mi aturdimiento, que por espacio de un (Lopede Vega).
corto tiempo maldije y juré, con la mira de adornar y (6) Si quieres vivir sano
completar el brillante carácter que afectaba j pero aban­ Si a viejo llegas,
Vive en tus verdea años
Con continencia :
Pues los esceso* *
Perjudican ai alma,
Dañan al cuerpo.

(á) Desde mediados del siglo diez y ocho basta estos últimos
(Frutos Literarios).
tiempos, el uso de bebidas espirituosas fué común en Ingla­ (c) Courir de mallresse en maltressc,
terra, y todavía descubre el viajero, en la sociedad inglesa, Passer ses jours, en libertin,
algunos restos de una costumbre que llegó á propagarse aun Dans la continueile ivresse
entre las clases mas elevadas. Lord Cbcsterfield trató siempre Qui nalt de l’amour et du vio ;
de inspirar i su hijo la misma repugnancia que él sentía por Par des liqueurs de toute espéce,
la embriaguez ; y en sus obras completas vemos que combatió Se brúler du soir au matin,
este vicio por la imprenta con las armas del ridículo. Sus ar­ C’cst mettre un poignard dans son sein,
tículos sobre el particular son un modelo de sátira picante que C’est se presser de vivre et bíter sa vieillesse,
dispusieron mucho los ánimos para la reforma que después C’est creuser son lombeau, c’est courir á sa fin,
comenzó á sentirse. La siguiente anécdota, tomada de las men­ C’est, en terme de banque, escompler sa jeuncase.
cionadas obras, puede dar idea de la eficacia del arma con que (Pannard.)
Lord Chesterfield atacó la embriaguez de sus compatriotas.
« Fni invitado una vez, dice, por un coronel, á comer en un (i/) Car le plaisir cesse de l’étro
» club con varios amigos suyos. Durante la comida se bebió Quand il cesse d’étre goúté :
• opíparamente, y concluida que fué, el coronel, viendo sa- La débauclie ne peut paral (re
• lisfecho el apetito de los convidados, propuso que los man- Sans faire fuir la volupté.
• jares y manteles se retirasen de la mesa y quedasen unica- Qu’accompagné de la tendresse,
» mente ios licores. La compañía aprobó esto unánimemente, L’Amour soit Gis du sentiment;
• y mientras se verificaba, pregunté al coronel, con aparente Et que Bacclius, laissant 1’ivresse,
» seriedad, si alguna parte de los manjares debía servirse de N’ait, avec luí, que l’enjoúment.
» nuevo con el vino y licores; esto le sorprendió diciéndome : (Saurín.)
• pues qué, aun teneis hambre? contestóle que no, pero le
(e) Jugad solo por placer
• pregunté á mi vez si él tenia sed ; no, me respondió ; pues
Y perded muy noblemente;
■ entonces, le repliqué, porqué no se ha de comer sin hambre,
Sin que pródigo seáis
• como se bebe sin sed? Mi amigo quedó tan corrido con mi
Espended prudentemente.
> reflexión, que no me habló una palabra, y solo me miró con
• gran asombro ect. Tr. (Máximas de la Sabiduría). Tr.

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62 CARTAS

tambre; pero cuidaría de no aventurar sumas cuya ga­ pero que también cuidará de lo mas esencial, esto es,
nancia no me haría gran provecho, á la vez que la pérdida que la obra corresponda á tanto adorno. Una encuader­
de ellas podría ponerme en grandes apuros para pagar­ nación lujosa, atrae los ojos y llama generalmente la
las, y obligarme quizá á cercenar otros artículos (a). atención, pero con esta diferencia, que las mugeres, y los
Paso en silencio las ribas que por lo regular acarrea el hombres que son como mugeres, atienden, á la pasta
juego fuerte. mas que al libro; á la vez que los hombres de juicio y de
Emplearía muchas de mis horas en la lectura, y el resto saber, examinan inmediatamente el interior, y si encuen­
en compañía de gentes amables é instruidas, sobretodo tran que no corresponde con la elegancia dei estertor, lo
con las que fuesen superiores á mí. Frecuentaría las so­ arrojan con indignación y desprecio. Espero que cuando
ciedades de hombres y mugeres de moda, que aunque esta edicten de mis obras se abra y lea, podrán decir los
frívolas por lo común, ablandan y alegran el alma, y jueces que hay en ella consistencia, conexión, solidez y
procuran ciertamente la 'ventaja de pulir y suavizar genio. M. Harte puede recensere y emendare tanto como
las maneras. le parezca; pero su trabajo será vano si tú no cooperas á
Estos serían mis placeres y diversiones si fuese posible la perfección de la obra.
volver atrás de mis últimos treinta años; placeres que Te agradezco los últimos Informes queme has enviado
puedo asegurarte son los verdaderamente/asAionabfes, de nuestros sucesos en el Mediterráneo; y tienes razón de
y los únicos que se procuran las personas decentes y sen­ decir que un secretario de estado debe hallarse esacta-
satas. ¿ Crees que sea del gusto de la buena compañía, mente informado. Espero que tú me tendrás al corriente
contar en su número á un hombre bambaleando de bor­ de todo; y como te hallas cerca de la bulliciosa escena,
racho ? ó ver á otro que se arranca ios cabellos y blas­ no dudo que tus ojos se fijarán con frecuencia en el mapa,
fema por haber perdido en el juego mas de lo que puede y que tendrás una perfecta Idea del teatro de la guerra.
pagar? ó á un prostituido, con media nariz y derren­ Me gusta tu relación de las minas de sal, porque
gado por su vil é infame disolución ? no; los que caen en prueba que las viste con atención; mas aunque según
tales escesos, y mucho mas los que se jactan de ellos, tu informe, la sal Suiza debe ser muy buena, con todo,
no componen parte de la buena compañía; y si alguna me inclino á sospechar que es inferior á la verdadera tal
vez son admitidos en ella, es con la mayor repugnancia. Atica, que era de un gusto y delicadeza particulares. Con
Un hombre que ama el verdadero placer, ama también esta sai Atica se sazonaba en toda la Grecia, escepto la
la decencia, y no toma ni afecta vicios ajenos. Beoda; y una gran parte de ella se importó después en
No he hecho mención de los sólidos y permanentes Roma, en donde fué falsificada por una composición lla­
placeres del alma, porque parece que las gentes que as­ mada Urbanidad, que en poco tiempo se perfeccionó hasta
piran á la reputación de elegantes, confinan sus placeres el punto de acercarse mucho á la original sal Atica.
á solo los sentidos. Mas nada hay de mas grato que el Mientras mas impregnado te hallares de estas dos espe­
placer de la virtud, el de la beneficencia, y otros muy só­ cies de sal, mas provecho sacarás, y serás mejor gustado.
lidos y duraderos que espero te serán ampliamente co­ A Dios.
nocidos. A Dios.

-oo-
Ote*
Londres, 14 de Abril de 1747.
Londres, 3 de Abril de 1747. Mi querido hijo.
Mi querido hijo. Si el hallarte convencido de que obras bien, te causa
la mitad del placer que á mí me han procurado los favo­
Si los Informes que se me han dado son esactos, escribo rables informes que de tí contiene la última carta de
en este momento á un elegante caballero, con casaca M. Harte (a), poca necesidad habrá de hacerte mas amo­
carmesí guarnecida de oro, chupa de brocado, y otros nestaciones para que te conduzcas bien, porque tu pro­
ornatos correspondientes. La natural parcialidad de todo pia satisfacción y tu amor propio te estimularán lo bas­
autor por sus propias obras, me procura gran placer al tante para hacer lo que te tiene cuenta. M. Harte me dice
escuchar que M. Harte ha creído esta última edición de que atiendes á tus estudios, que te aplicas á ellos, y que
las mías, digna de tan lujosa encuadernación ; y como comenzando á entenderlos, comienzas á tomarles gusto.
ha elegido el tafilete encarnado y ios cortes dorados, es­ Mientras mayor fuere tu atención, mas grande será este
gusto; de manera que la balanza se inclinará mucho en
tu favor. Recuerda la constancia y encarecimiento con
ta) Les plaisirs sont amen sitót qu’on en abose
* 11 est bon de jouer un peu ; (a) Pocos dias después de la fecha de esta carta, escribía el
Mais il faut seulement que le jcu nous amuse; autor lo siguiente á su íntimo amigo Mr Dayrolles, represen­
Ln joueur, trun commun aveu, tante de la Gran Brctaüa en la Haya.
N’a ríen d’humain que l’appsrence; ............ He recibido una carta muy satisfactoria de Moosieur
El d’ailleurs, il n’est pas si facile qu’on pense Harte, y quedo convencido de que en el caso no hubo juego
D’étre fort honnéte homme el de jour grosjeu. ninguno. Con todo, cuando Monsieur ó Madama deBocbat re­
Le désir de gagner qui nuil el jour occupe, mitieren los informes que les pedisteis, os ruego me enviéis su
Est un dangereux aiguillon; carta. A propósito de Monsieur Bochat, os ruego me digáis de
Souvent, quoique l’esprit, quoiquele ccBur soilbon, qué modo puedo recompensarle por las lecciones que ha dado
On commence par ¿Iré dupt, al muchacho. Si debo enviarle dinero, cuanto? si no dinero,
On finil par ilri fripon. qué regalo será oportuno y de qué valor? Decídmelo sin re­
(Madama Deshoüli¿res.) Tr. serva............................................................................................ Tr,

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DE LORD CIIESTERFIELD 63

que te be recomendado que nagas lo que tuvieres que El obispo Burnet, Stayan y otros, han escrito sus via­
hacer, sea lo que fuere, sin ocuparte de ninguna otra co­ jes en Suiza; pero presumo que sus obras no volverán á
sa al mismo tiempo. No por esto te imagines que quiero leerse desde el momento que publicares tu descripción de
que pases todo el día derritiéndote los sesos, con tu libro ese país; y espero que me favorecerás con uno de los pri­
en la mano ; no; mi ánimo es que tengas también tus meros ejemplares. Fuera de broma, aunque no deseo que
placeres, y que atiendas á ellos tanto como á tus estudios; te conviertas en autor prematuro y favorezcas al mundo
porque si no prestas Igual atención á unos y otros, no con tus viajes, sin embargo, apetecería que por donde
retirarás provecho ni satisfacción de ninguno de ellos, quiera que viajases, fueses tan cuidadoso é Inquisitivo,
ün hombre que no puede ó no quiere dominar y dodicar como si tratases de escribirlos. No quiero decir que tomes
su atención al objeto presente, y desterrar en cierto modo, el crecido trabajo de averiguar el número de casas, habi­
por aquel tiempo, cualesquiera otros objetos de su pen­ tantes, postas y tumbas de todo lugar por donde transita­
samiento, noes á propósito para negocios ni para place­ res, sino que te informes, según lo permita tu demora, si
res. Si en un baile, en una cena, ó en otra reunión de la ciudad es libre, á quien pertenece y de qué manera;
placer, se ocupase un hombre de resolver en su alma un cuales son sus privilegios, sus usos particulares, su co­
problema de Euclídes, seria un compañero malísimo y mercio, sus manufacturas y otros pormenores que de­
haría una figura muy triste en aquella sociedad; ó si es­ sean saber las personas de juicio. No harías mal de to­
tudiando un problema en su gabinete, estuviese pensan­ mar apunte de todas estas cosas, en un libro especia],
do en un rigodón, bastaría para que lo tuviese por un para ayuda de tu memoria. El único medio de conocerlas
pobre matemático. En el curso del día hay tiempo sufi­ es acompañarte con aquellas personas que mejor pueden
ciente para todo, con tal de que no hagas mas de una informarte de ellas.
cosa á la vez; pero no bastará un año si quieres hacer En este momento me mandan llamar, y así buenas no­
dos cosas á un mismo tiempo. El Pensionario de Wltt, ches (a).
que fue descuartizado en 1662, despachaba todos los ne­
gocios de la República, y le quedaba sin embargo, tiempo
de sobra para asistir por la noche á las tertulias y cenar
en compañía. Preguntado una vez cómo podía encontrar
tiempo para atender á tantos negocios, y reservar aun la
prima noche para sus diversiones, contestó que nada era
mas fácil, porque solo hacia una cosa á la vez, y nunca
Londres, 20 de Julio de 1747.
dejaba para mañana lo que podía terminar hoy. Esta fija
y constante atención á un objeto, es señal segura de un
genio superior; asi como la precipitación, el bullicio y el Mi querido hijo.
desasosiego, son sintomas Infalibles de una alma débil y
frívola. Cuando leas á Horacio atiende á la esactitud de En la carta adjunta de tu mama, hallarás otra de mi
sus pensamientos, á la gracia de su dicción, y á la belleza hermana agradeciéndote el agua para dislocaciones que
de su poesía, y no pienses en Puífendorf, de homine et le has mandado, de la que se sirve con mucho gusto. No
che •, y cuando leyeres á Puífendorf, no pienses en Mada­ quiso manifestarme lo que te escribe, y solo me dijo que
ma de Saint Germain; ni en Puífendorf cuando con­ su carta contenia buenos deseos y buenos avisos; mas co­
verses con Madama de Saint Germain. A Dios. mo sé que ha de enseñar tu contestación, te remito in­
cluso el borrador de la carta que deseo le pongas, espe­
rando que no te ofenderá la oferta de mi asistencia en
estaocasion, porque presumo que aun note hallas muy
acostumbrado á escribir á las damas. A propósito de
cartas; los mejores modelos que pueden servir para que
te formes, son, Cicerón, el Cardenal d’Ossat, Madama de
Londres, 30 de Junio de 1747. Sevlgné y el Conde Bussy. Las epístolas de Cicerón á
Atico, y á sus íntimos amigos, son los mejores ejemplos
Mi qubrido hijo. que puedes seguir en el estilo amistoso y familiar. La
sencillez y claridad de las cartas de d’Ossat, muestran de
Muy grata me ha sido la relación que me haces en tu qué manera deben ser escritas las cartas de negocios; no
última, de las atenciones que has recibido en tus viajes hay en ellas circunloquios afectados, ni pretensiones á
por Suiza; y ya he escrito por este correo á M. Burnaby y agudezas que obscurezcan ó confundan la materia que
al Avoyer en señal de agradecimiento, por la parte que tratan, la cual se halla siempre espuesta con la lisura y
en ellas han tenido. Si las cortesías que contigo se han claridad que corresponde á la naturaleza de los negocios.
usado son de tu agrado, como me atrevo á asegurar En cuanto á cartas alegres y entretenidas, llenas de jo­
que lo han sido, espero que sacarás esta necesaria conse­ vialidad y buen humor, no hay ningunas que igualen á
cuencia, que las atenciones y la urbanidad son del gusto las del Conde Bussy, y á las de Madama de Sevlgné. Son
de todos los que son objeto de ellas, y que tú agradarás á tan naturales, que se tomarían por 'as conversaciones
tos otros en proporción al comedimiento y á las atencio­ improvisadas de dos personas de ingenio, y no por cartas
nes que con ellos usares (a).

(a) En 3 de Julio escribía el autor á M. Dayrolles :


(a) Como ¿ las gentes tratares .........Os agradezco los informes que me habéis enviado de
De ellas tratado serás ; Lausana, aunque no purdo decir que su contenido me consuele
Obrarantc como obrares , mucho. No indicaré nada al muchacho mientras permaneciere
Y las cosas que sembrares en Lausana, á fin de que no sospeche ni acuse á ninguno.de
Esas mismas cojeras. haberme informado; pero tan pronto como llegare á Lipsia,
(Aranda.) Tr. recibirá reprimendas sobre todos los puntos.

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G4 CARTAS

que ordinariamente son estudiadas no debiendo serlo. Te á lo menos algo que se les vaya acercando, no estare­
aconsejaría que no faltasen en tu biblioteca ambulante mos bien tú y yo juntos. Te disecaré y te analizaré coa
aquellos libros que» al paso de divertirte, te procurarán un microscopio, y descubriré la menor tacha ó defecto.
instrucción. Ya ves que te lo prevengo claramente, y asi toma tus me­
Por abora no tengo tiempo para estenderme mas, y didas en consecuencia. Tuyo. (a).
así buenas noches.

Londres, 7 de Agosto de 1747.

Londres, 30 de Julio de 1747. Mi querido hijo.


Es probable que esta carta no te encuentre en Lansana,
Mi querido hijo.
pero he resuelto aventurarla por ser la última que te es­
Hace cuatro correos que no recibo carta tuya ni de cribiré hasta no saber que te hallas establecido en Lipsia.
M. Harte, y lo atribuyo á la rapidez de tus viajes por Suiza Por el último correo te remití, bajo cubierta de M. Harte,
que á esta fecha supongo terminados. una carta de recomendación para uno de los primeros
Por mis últimas cartas á tí y á M. Harte, habrás sabido personajes de Munich, á -quien cuidarás de entregarla
que para el próximo dia de San Miguel debes estar en de la manera mas atenta, y sin duda que no rehusará
Lipsia, en donde hallarás alojamiento en casa del profe­ presentarte á la familia electoral, en cuya ceremonia te
sor Mascow, cerca de cuya habitación tomarás tus ali­ conducirás con gran respeto, cortesía y desembarazo.
mentos, en compañía de varios jóvenes distinguidos. Di­ Como esta es la primera corte á que asistes, debes in­
cho profesor te dará lecciones sobre Grocio, de Jure formarte de antemano de cuales son los usos ó formas
Belli el Pacis; las Instituías de Justiniano, y el Jus particulares que se observan en ella, á fin de que no
Publicum Imperii. Espero que no solo escuches atenta­ vayas á cometer algún yerro. En Viena los hombres, en
mente estas lecciones sino que las retengas. Cuento igual­ vez de reverencias, hacen mil cortesías al emperador;
mente con que llegarás á poseer muy bien el idioma en Francia ninguno hace reverencias al rey ni besa
aleman, lo cual puedes conseguir allí en poco tiempo, si tampoco su mano ; pero en España y en Inglaterra se
quieres. Te prevengo de antemano que tengo en Lipsia hacen reverencias y se besan las manos. Así tiene cada
cien espías invisibles cerca de tí, que me informarán corte esta ó la otra peculiaridad de que deben informarse
esactamente de todo lo que hagas, y aun de todo lo que los que tienen que asistir á ellas, para evitar los despro­
digas ; y espero que en consecuencia de sus diminutos pósitos y las torpezas.
informes, podré decir de tí, lo que VeleyoPatérculo dice Por ahora solo tengo tiempo para desearte un feliz
de Scipion, que en toda su vida nihil non laudandum viaje á Lipsia, y recomendarte grande atención, tanto
aut dixit, aut fecit, aut sensit. En Lipsia abunda la allí como en el camino. A Dios.
buena sociedad, y desearía que la frecuentases por la
tarde, después de terminados los estudios del día. Tam­
bién hay allí una especie de corte en casa de una duque­
sa, viuda de Courlandia, á la cual serás presentado. El
•rey de Polonia y su corte, van también á la feria de Lip­
sia dos veces al año,y me propongo escribirá SirCharles Londres, 27 de Setiembre de 1747.
Willlams, ministro del rey, para que te presente é intro­
duzca en las buenas compañías; pero necesito recor­ Mi querido hijo.
darte al mismo tiempo, que de poco servirá que las fre­
cuentes, si no te esmeras en ser grato á todo el mundo, Por el último correo recibí tu carta de 8 del corriente,
y si no adoptas las maneras desembarazadas de un y no me maravilla la sorpresa que te ocasionó la credu­
hombre de distinción. Así como á tus modales, debes
atender á tu vestido, cuidando de que se halle siempre
muy aseado y bien puesto; no des á tu persona postu­ (a) En 34 de Julio escribía el autor á M. Dayrolles :
ras desagradables, ni adquieras mañas toscas á que se ............ He escrito á M. Harte para que se iuforme en Lausa-
acostumbran muchas gentes, y después no pueden aban­ na, de alguno de los amigos de M. Bocbal, del - mejor medio
donarlas. Cuida de conservar muy limpia tu dentadura, de cumplimentarlo por la molestia que se ha tomado, y tam-
lavándotela todas las mañanas y después de cada co­ bien para bacer algún regalo á M. Bren le», porque be dispuesto
mida. Esto es muy necesario, tanto para evitar muchos que se bailen en Lipsia el dia de San Miguel. «'x>mo deben
dolores como para conservar los dientes. Los míos me partir de Lausana dentro de tres semanas, me haréis un ser­
han atormentado, y están al punto de caérseme, solo vicio si, pasados quince dias, escribís áM. Orenles, rogándole
por haberlos descuidado cuando tenia tu edad. ¿ Te vis­ que os envie confiadamente, pero con la mayor franqueza, un
tes bien, y no demasiado bien? ¿Atiendes á tu aire y á análisis completo del corazón, alma y maneras del muchacho,
al cual debe haber calado ya, puesto que lo ba visto diariamente
tu modo de presentarte ? Es necesario no ser negligente
en sus horas mas descuidadas. El conocimiento de todos estos
ni afectado. Todas estas cosas merecen ser atendidas con particulares me será infinitamente útil. Ni al muchacho, ni á
regular cuidado, pues dan nuevo lustre al verdadero mé­ M. Harte, be mencionado nada todavía de lo que os escribió
rito. Lord Bacon dice que una presencia agradable es Madama de Bocbat, á fin de que no sospechen de donde vino,
una perpetua carta de recomendación, y ciertamente ni se esfuercen en descubrirlo. Pero tan luego como llegaren
que es un precursor del mérito y le facilita el camino. á Lipsia les escribiré sóbrela materia duramen te, pero de modo
Ten presente que el verano próximo debo verte en Ha- que Ies sea imposible descubrir el origen do los informes lle­
nover, y que espero perfecciones, quo si no encuentro, ó gados á mis manos.

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DE LORD C1IESTERFIELD 65

lidad y superstición de ios habitantes de Einsledlen, y las de ser siempre tratado como tal (a). El temor, lejos de
absurdas historias de su iglesia; pero recuerda al mis­ evitar el peligro lo aumenta, porque los cobardes ocultos
mo tiempo que por groseros que sean los yerros y equi­ insultan siempre á los cobardes conocidos. Si hemos
vocaciones en materias de opinión, si son sinceros, debe caldo en la desgracia de no tener razón, bay cierta no­
uno compadecerlos, pero no castigarlos ni reirse de ellos. bleza en confesarlo francamente, siendo este el único
La ceguedad del entendimiento merece igual compasión medio de purgar nuestra falta y de merecer que se nos
que la de los ojos, y el hombre t que en uno de ambos perdone. Las ambigüedades, las evasiones, las trampas y
casos estravia el camino, no es culpable ni merece bur­ las patrañas que se emplean con la mira de alejar un
la (a). La caridad nos ordena guiarle, si podemos, por peligro ó un inconveniente actual, son medios tan bajos, y
eleamino recto, empleando argumentos y persuasiones; descubren tanta cobardía, que cualquiera que se sirve
pero al mismo tiempo nos prohíbe castigar su desgracia de ellos merece siempre ser, y será las mas veces despre­
y ponerla en ridiculo. La razón de cada hombre es y debe ciado. Hay una especie de mentiras, bastante inofensivas
ser su norte, y sería tan vano que yo exigiese que to­ en sí mismas, pero que son Altamente ridiculas ; hablo
dos los hombres fuesen de mi propia estatura y tempe­ de aquellas sugeridas por una vanidad mal entendida,
ramento, como que pensasen de la misma manera que que frustran el intento para que han sido calculadas, y
yo. Todos los hombres buscan la verdad, pero solo Dios terminan con la vergüenza y humillación de su autor,
sabe quien la ha encontrado. Es, pues, tan injusto per­ que está seguro de ser descubierto. Estas mentiras son
seguir á alguno, como absurdo ridiculizarle por opinio­ por lo regular narrativas ó históricas, calculadas todas
nes que no está en su mano renunciar, á cansa del con­ para realzar el mérito del inventor, que por lo común es
vencimiento en que se halla su razón (b). El único cul­ el héroe de sus propias novelas, pues se ha hallado en
pable es el hombre que trata de engañar deliberada­ peligros de que solo él ba escapado ; ha visto con sus pro­
mente, y no aquel que de buena fé cree en una mentira. pios ojos cualquiera cosa que los otros han leido ú oido;
En verdad que no conozco yo nada de mas criminal, ha encontrado mas buenas fortunas, que mugeres ha
mas bajo ni mas ridículo que la mentira, la cual es hija conocido, y ha recorrido á caballo mas leguas en un dia,
de la malicia, de la vanidad 6 de la cobardía; y general­ que ningún correo en dos. Un embustero de esta clase es
mente hablando, se yerra el tiro en todos estos objetos, muy pronto descubierto, y apenas lo ha sido, cuando se
porque la verdad se descubre tarde ó temprano. Sí yo mira ridiculizado (ó) y despreciado de todo el mundo.
profiero una mentira maliciosa con ánimo de afectar el Recuerda, pues, mientras vivieres, que solo la pura ver­
carácter dha fortuna de alguno, puedo ciertamente da­ dad puede conducirte por el mundo con tu conciencia
ñarle por algún tiempo (c), pero puedo también estar y honor ilesos, y que el ser verídico no solo es un deber
segoro de que al fin seré yo quien mas sufra; porque tan sino una ventaja, en prueba de lo cual observarás siem­
pronto como mi mentira se descubra, lo que no dejará pre, que los mayores imbéciles son los mayores embus­
de suceder, me veré castigado por mi infame empresa, teros. En cuanto á mí, juzgo de la veracidad de cada
y se tendrá por calumnia todo lo que pudiere yo decir de persona, por el grado de su entendimiento.
verdadero, en menoscabo de aquella persona. Si yo Supongo que recibirás esta carta en Lipsla, en donde
miento ó ando con ambigüedades, porque es lo mismo, espero y requiero de tí mucho cuidado y atención, puntos
para escusarme de alguna cosa que haya yo dicho ú he­ que hasta aquí no has visto con gran interes. Ten pre­
cho, 6 para evitar el peligro ó la vergüenza que temo, sente que te he de ver ei año próximo; que te he de exa­
descubro á la vez mi temor y mi falsedad; y en lugar de minar muy de cerca ; y que no perdonaré ni olvidaré
evitar el peligro y la vergüenza, me doy á conocer como aquellas faltas que hubiere estado en tu mano prevenir ó
el mas bajo y vil del género humano, y con la seguridad remediar. Tampoco olvides que tengo muchos ojos sobre
tí en Lipsia ademas de los de M. Harte. A Dios, (c)

(a) No culpes al i nocente


Nécio y rudo,
Que no tiene culpa el mudo (a) Es la lengua mentirosa
En que no siente. Como flecha venen oí a,
Ni tu burla maldiciente Ya del arco despedida,
Se disculpa Aspid en el labio asida
Con el que yerra por culpo Y escondida entre la rosa.
De insipiente. (Lope de Vega).
(Castilla.) (6) J’ai vu, dit l’un, un cbou plus grand qu’une maison :
Moi, ditl’autre, un cbaudron aussi grand qu’une église.
(6) Siendo el autor Virey de Irlanda, y reinando entonces
Le premier se moquant, l’autre repril : Tout doux!
ana celosa y ciega animosidad entre los católicos romanos
Ou le fil exprés pour vos choux.
▼ los protestantes, uno de los últimos vino á informar al Conde
3ue ei cochero de este era católico romano, y que todos los (L....... )
omingos iba á oír misa : Hola! con qué es católico! respondió
el Virey, pues buen cuidado tendré yo de que nunca me lleve (c) Octubre 2 el autor á Mr Dairollcs :
allí. .......... Inclusa es una carta para Mr. Bochat, y os ruego que
(Vida de Cheeterfield.) se la dirijáis como debe ser, por que los títulos propios son de
grande importancia, sobre todo en Alemania. Mi carta es con­
(c) El Doctor Swift dice que el que fragua una mentira no testación á la muy civil suya que me enviasteis. En los puntos
Conoce la magnitud de lo que se echa encima, porque para principales,me da buenos informes del carácter del muchacho,
sostenerla necesita inventar veinte otras............. Jamas debería y con la mayor bondad ha escrito al profesorMascow informán­
hombre ninguno avergonzarse de confesar el error que hubiere dole de antemano de lo que aquel sabe y de lo que no sabe :
cometido, porque es lo mismo que confesar cu otros términos de sus disposiciones, carácter, cct., lodo lo cual es muy útil
qae hoy sabe mas de lo que sabia ayer. que el profesor conozca previamente, para que tome medidas
Tr. mas acertadas. Tr.
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66 CARTAS

estos objetos. Puede ser serlo con el grave, jovial con el


alegre, y fútil con el frívolo (a). Esfuérzate cuanto fuere
dable para adquirir este don porque es uno de los mas
LosDnES, 2 de Octubre de VIH. importantes.
Como nada me parece mas útil que ver de cuanto en
cuando los retratos de uno mismo delineados por diferen­
Mi querido hijo. tes manos, te envio adjunto un bosquejo tuyo, dibujado
mientras permaneciste* en Lausana, y enviado aquí por
Por tu carta de 18 del pasado, veo que no eres mal una persona que se bailaba muy lejos de imaginar que
pintor de paisajes, y que te hallas en estado de presentar yo lo vería ; y en verdad que cayó en mis manos por una
á los curiosos diversas vistas de Suiza. Celébrolo mu­ de las mas raras casualidades de este mundo.
cho por ser prueba de alguna atención: mas espero que
también llegarás á ser buen retratista cuyo talento es mu­
cho mas noble. Fácilmente juzgarás, que por retratos
no quiero dar á entender los put Liles y el colorido de la
figura humana, sino el interior del corazón y alma del
hombre, cuya ciencia requiere mas examen, mas cuidado
y mas penetración que la otra, siendo en verdad infinita­ Loxdres, 9 de Octubre de 1747.
mente mas útil. Examina pues, con el mayor cuidado, el
carácter de todos aquellos con quienes vivas; trata de Mi querido hijo.
descubrir sus pasiones dominantes, sus debilidades pre­
valecientes, sus vanidades, sus locuras y sus caprichos, Los jóvenes de tu edad obran por lo regular con una
sin olvidar los móviles justos ó injustos, sensatos ó Insen­ franqueza irreflexiva, que les hace caer incautamente en
satos de las pasiones humanas, que forman de nosotros, las garras de los hombres astutos y esperimentados. Todo
criaturas racionales, unos seres tan inconsistentes y es- bribón ó trapacero que se les vende por su amigo, lo con­
travagantes. Un moderado grado de perspicacia, unido á sideran como tal, y pagan esta simulada amistad con una
una grande atención, te procurarán infaliblemente tan confianza indiscreta é ilimitada, que siempre les es muy
útiles descubrimientos. Tai es el verdadero conocimiento costosa y ocasiona muchas veces su ruina. Guárdate
del mundo; y el mundo es ún país que nadie ha conocido pues, ahora que vas entrando en el mundo, de estas
aun por descripciones, sino que uno mismo necesita via­
jar por él para conocerlo bien. El literato que metido en
su gabinete habla ó escribe sobre el mundo, lo conoce
tanto, como conocía la guerra aquel juicioso orador que (a) Esta cortesía , versátil y adulatoria, es satirizada por
se esforzaba por instruir á Aníbal en ella. Las cortes y Castillejo en estos versos que pone en boca de la lisonja :
los campamentos son los únicos lugares en que se apren­
de el mundo; allí solo se ven reunidas las diferentes es­ Mis blandas Glosoíias
pecies de caracteres; allí solo se presenta la naturaleza Cubiertas con humildad,
humana bajo las varias formas que dá la educación, el A cualquiera voluntad
hábito y la costumbre; á la vez que en cualquiera otro Hallan senderos y vías
lugar, prevalece generalmente una forma local, que co­ Para entrar,
munica á todos los caracteres, por diferentes que en sí A ganar, y levantar
sean, la apariencia de la identidad y de la semejanza. Por El corazón mas seguro,
Y hacerle de muy duro
ejemplo : unos mismos usos prevalecerán generalmente
Muy blando para gozar
en las Universidades; otros en las ciudades mercantiles;
De mi miel;
otros en los puertos de mar, y así de los demas lugares ; Yo se tocar en el fiel
pero en una capital, en que reside el príncipe ó el supre­ Del sentido mas exento,
mo poder, se encuentra una mezcla de todas estas for­ Y darle contentamiento
mas, y las vemos en acción1 desplegando toda su destre­ Cuando bien se imprime en él
za para alcanzar el objeto á que cada una aspira. La na­ Mi dulzura;
turaleza humana es la misma por todo el mundo; pero Ya sé que de su natura
la educación y la costumbre dan tal variedad á sus opera­ Cualquier hombre es ambicioso
ciones, que uno necesita verla bajo todos sus aparatos l)e alabanza, y deseoso
para conocerla perfectamente. La ambición, por ejemplo, De regalo y de blandura
es la misma en un cortesano, en un soldado, y en un ecle­ Y obediencia,
siástico; pero como su educación y sus hábitos no se Ya 6é que tengo licencia
asemejan, cada uno adoptará diferente método de satis­ Donde quiera de hablar
facerla. La urbanidad, que es una disposición para con­ Al favor del paladar,
Cuando me hallo en presencia
tentar y complacer á todo el mundo, es esencialmente la
De cualquiera,
misma en todas partes; mas la cortesía, que es la manera
Yo alcanzo bien la manera
de ejercer aquella disposición, difiere casi en cada país, y De procurarme favor,
es meramente local; y todo hombre de juicio, imita y se Benevolencia y amor
conforma con el ceremonial del lugar en que se halla. Con mi dulce y placentera
Para vivir en el mundo, es necesario un carácter flexi­ Bel ación,
ble, resignado y conforme, esto es, con respecto á las Y con disimulación
cosas que no son malas en sí mismas. El versante inge- Dar á entender á quien foca
nium es de lo mas útil, y el hombre que lo posee puede Que lo que dice mi lx>ca
cambiar instantáneamente de un objeto á otro, adop­ Procede del corazón, ecl.
tando la manera que fuere mas propia á cada uno de Tr.

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DE LORD CUESTE RETELO 67

prometidas amistades; acógelas con mucha urbanidad, ! de sus vicios y locuras, sin que te consideren como ene­
mas al mismo tiempo con suma desconfianza (a); pága­ migo personal. Después de su amistad nada debes temer
las con cumplimientos, pero nunca les abras tu pecho. mas que su enojo. Procura ser realmente reservado con
No permitas que tu vanidad y tu amor propio te persua­ casi todo el mundo, pero cuidando qne esta reserva no
dan de que los hombres se convierten en amigos tuyos á se manifieste esteriormente, porque es cosa muy des­
primera vista, 6 aun á poco de haberte conocido. La ver­ agradable parecer reservado, y muy peligroso no serlo en
dadera amistad es una planta que crece lentamente, y no efecto. Pocas personas encuentran el justo medio, mu­
florece sino cuando es ingertada en un tronco de mérito chas son ridiculamente misteriosas en bagatelas, y otras
reconocido y recíproco. Reina entre los jóvenes otra es­ comunican con la mayor imprudencia cuanto saben.
pecie de amistad nominal, ardiente y viva mientras Después de la elección de tus amigos viene la dé tu
existe, pero que por fortuna es de corta duración. Con­ compañía. Esfuérzate cuanto pudieres por acompañarte
traen esta amistad en un Instante, por haberse encon­ con personas superiores á ti, y por este medio te elevarás
trado casualmente en los lugares de desarreglo y desen­ tanto, como te deprimiría la sociedad de personas que te
freno; linda amistad, en efecto! y bien cimentada en la fuesen inferiores; porque como llevo dicho, las gentes
embriaguez y la incontinencia! Debería mas bien lla­ formarán de tí un juicio igual al que concibieren de tus
marse nna conspiración contra la moral y las buenas amistades. Al hablarte de sugetos superiores á ti, no vayas
costumbres, y como tal ser castigada por el magistrado á equivocarte pensando que me refiero á su nacimiento,
civil; con todo, estos jóvenes tienen la impudente locura circunstancia que entra por muy poco en mi considera­
de llamar amistad á semejante conspiración. Se prestan ción; me refiero á su mérito particular, y al punto de
dinero mutuamente para malos fines ; se comprometen vista bajo el cual ios contempla el mundo.
en pendencias y riñas ofensivas y defensivas por sus Hay dos especies de buena compañía : una compuesta
cómplices ; se comunican entre si cuanto saben, y cor­ de aquellas personas que dan el tono en las cortes y en
rientemente mas de lo que saben, hasta que inopinada­ las reuniones de la vida brillante, y otra que comprende
mente los dispersa algún accidente, y no vuelve á acor­ á las que se distinguen por algún mérito particular, ó
darse uno de otro sino para revelar sus confianzas y reír que sobresalen en algún arte ó ciencia útil. Por mi parte
de sus imprudencias (ó). Ten cuidado de hacer una esacta acostumbro considerarme en compañía tan superior á
diferencia entre un compañero y un amigo; porque un mí, cuando me hallo con M. Adisson ó con M. Pope, como
compañero muy complaciente y agradable, puede ser, si concurriese con los primeros príncipes del mundo. Lo
como por lo común es, un amigo muy peligroso. Las queyoseñalo como mala compañía, y que en todo tiempo
gentes, por lo general, y con mucha razón, se formarán puedes evitar, es la de aquellos que siendo absolutamente
de ti una opinión conforme á la que tuvieren de tus ami­ insignificantes y despreciables en sí mismos, se conside­
gos. ZHme con quien andas y te diré quien eres, es un ran honrados á tu lado, y que alhagan cualquiera vicio
proverbio español muy exacto, pues racionalmente pue­ ó defecto que descubren en ti para atraerle á conversar
de uno suponer, que un hombre que elije por amigo á con ellos. La vanidad de ser el primero en una reunión
un picaro ó á un mentecado, intenta cometer ú ocultar es muy común, pero es muy necia y muy perniciosa.
alguna mala acción (c); pero al mismo tiempo de evitar Nada en el mundo deprimo tanto el carácter de una per­
la amistad de bribones y de necios, si tal puede llamarse sona, como esta errada pretensión.
amistad, no hay necesidad de que los conviertas gratui­ Me preguntarás, quizá, si un hombre puede siempre
tamente en enemigos tuyos, porque forman gremios muy introducirse en la buena compañía, y de qué medios se
numerosos y temibles (d). Yo, en vez de alianza ó guerra valdrá para conseguirlo ? Respondo que sí puede, con
con ninguno de ellos, elegiría mas bien una neutralidad tal que merezca el favor, y que se baile al mismo tiempo
tranquila y segura; y tú puedes ser enemigo declarado en circunstancias que le permitan presentarse bajo el pié
de un caballero. El mérito y la urbanidad le allanarán
por todas partes el camino; el saber le introducirá, y la
buena educación le hará apreciable en las mejores socie­
dades, porque, comote he dicho muchas veces, la buena
(a) Con los que no conocéis
Usad toda difidencia, crianza y la urbanidad, son absolutamente necesarias
Y ann también á los amigos para adornar todas las otras buenas cualidades ó talentos.
Debéis tratar con prudencia, Sin ellas, no hay perfección ni conocimientos de ninguna
clase, que puedan ser apreciados en todo su valor. El
prójimos de la Sabiduría.)
erudito sin comedimiento es un pedante; el filósofo un
(b) En cntrant dans le monde, on en est enivré, cínico; el soldado un bruto, y cualquiera otro hombro
Au plus frivole accueil on se croit adoré; desagradable.
On prend pour des amis de simples connaissanccs, Deseo con impaciencia que los varios corresponsales
Eb! que de repentirs suivent ces imprudenccs! que tengo en Lipsia me comuniquen tu llegada, para saber
( Gresset.) que impresión has hecho sobre ellos á primera vista; por­
que tengo muchos Argos con centenares de ojos, que te
(i ) Acompañarte procura
vigilan muy do cerca, para darme cuenta esacta de tus
Con hombres de bonra y de punto,
Que aunque seas tu quien fueres,
menores movimientos. Los avisos que de ellos espero,
Como los otros te juzgo. lian de ser indispensablemente verídicos, y así procura
(Fragoso). que te sean favorables. A Dios.

(rf) ............É de malvagj


11 numero maggior. Gli unisce iusieme —**x5De***-
Delie volpe ii commcrcio, indi á viccnda
Si soíTrono fra loro, e i buoni ancb’ essi
Si fan reí coll' esempio, c sono opressi.
(Metastasio.) Ir.

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68 CARTAS

mas ventajosa que señalándolos tú mismo. Nunca sos­


tengas una opinión con calor y vociferaciones (a), aun
cuando conozcas que tienes razón (¿>) *. manifiesta tu pa­
Londres, iG de Octubre de 1747. recer con modestia y sangre fría, medio único de conven­
cer ¡ y si este no bastare, trata de cambiar la conversa­
ción diciendo con buen humor: « Difícilmente nos con­
Mr QUERIDO HIJO. venceremos uno á otro, y no siendo necesario que este­
mos de acuerdo, mas vale hablar de otra cosa (c). »
El arte de agradar es muy útil en la vida, pero no se No olvides que hay ciertas peculiaridades locales que
adquiere fácilmente; apenas puede ser reducido á reglas , deben observarse en cada compañía; y que lo que con­
y tu propio buen sentido y observación te enseñarán mas viene perfectamente en una, es por lo común muy im­
de lo que yo puedo decirte sobre el particulár. El medio propio en otra, l^as chanzas, las agudezas, los cuenteó­
mas seguro de agradar que yo conozco, es tratar á los los que pasan muy bien en tai sociedad, parecerán insí­
otros como querríamos que ellos nos tratasen. Observa pidos y fastidiosos en otra. Los caracteres particulares,
pues atentamente lo que te agrada en los demas, y es las costumbres, y el lenguaje de una compañía, pueden
probable que les agradarás imitándolos. Si eres sensible dar á una palabra ó á un gesto, cierto valor que de nin­
á la deferencia y atención que los otros muestran por tus guna manera tendría sin estas circunstancias. Muchos
caprichos, tus gustos y tus debilidades, cuenta por seguro, son los que yerran en este punto: encantados de alguna
que la misma deferencia y la misma atención de tu parte cosa que les hizo impresión y les gustó en una compañía
les será igualmente grata. Adopta el tono de la compañía y en ciertas circunstancias, lo repiten con énfasis en otra,
en que te hallares, y nunca pretendas darlo; manifiéstate en donde esta misma cosa es insulsa ó acaso ofensiva por
serio, alegre y aun frivolo, según el gusto y humor de la su inoportunidad. Sucede aun, que tales personas co­
concurrencia : atención debida por cada individuo á la mienzan con este necio preámbulo : « Voy á decir uní
mayoría. No cuentes historias en sociedad, porque nada cosa escelente, ó voy á contar la anécdota mas graciosa
es mas fastidioso y desagradable; pero si casualmente te del mundo. * Estas palabras aumentan la atención, que
ocurre alguna muy corta y que venga bien al objeto de la ai fin se vé chasqueada, y el relator de tan escelente cosa,
conversación, relátala de la manera mas sucinta (o), y recibe un justo castigo, mirando á sus oyentes con ojos
aun da á entender que no te gusta contar histerias, pero y aire de mentecato.
que la cortedad de la que refieres te ha tentado. Ante Si de preferencia quisieres concillarte el afecto y amis­
todo, evita hablar de ti mismoenla conversación, y nunca tad de algunas personas, sean hombres ó mueeres, es­
ocupes á nadie con tus asuntos personales, ó tus nego­ fuérzate por descubrir su perfección sobresaliente, en
cios privados, que, aunque interesantes para ti, son tas* caso que tengan alguna, y su debilidad dominante, que
tidiosos é importunos para cualquiera otro (6); ademas, á nadie falta ¡ y haz justicia á la una, y mas que justicia
en los negocios privados no basta secreto de ningún ta­ á la otra. Los hombres pueden distinguirse en varios ob­
maño. Sea cual fuere la opinión que tengas de tus talen­
tos, no los ostentes con afectación (c), no procures, co­
mo hacen muchos, que la conversación recaiga sobre
la) Ne dispntez jamais avec trop de cbalcar;
materia que pueda presentarte ocasión de lucirlos. SI
Mais jugeant de sang froid el du pour et du contre,
son reales, aparecerán infaliblemente, y de una manera
Si vous vous trompez par malheur,
Loin de soutenir votre erreur,
Laissez-vous vaincre en ce rencontrc;
Et, par un beau relour, plein de sincérité,
(a) Siempre la brevedad es una cosa llevenezá la vérité
Con gran razón de todos alabada, Qui que ce soit qui vous la montre.
Y vemos que una plática es gustosa (Pavíllox)
Cuanto mas breve y menos afectada :
Y aunque sea la prolija provechosa, (6) No contiendas alterado
Nos importuna, cansa y nos enfada ; Ni porfíes,
Que el manjar mas sabroso y sazonado, Aunque de razón te fies
Os deja, cuaudo es mucho, empalagado. Bien juzgado;
Deja por no averiguado
(Ebcilla.)
Tu conceto :
Callando vence el discreto
(6) En las conversaciones Ai porfiado.
No te alegres contando tus acciones, (Castilla.)
Pues aunque siempre tienen gusto todos
De referir sus hechos de mil modos, (c) Do pomol ti acutissimi argomenti,
De escuchar los ajenos E molte riflessioni pellegrini,
No gustan ni los malos ni ios buenos. E bel le cose dette da lalcnli
Si grandi, la quislione ebbe quel fine
(Epiteclo Irad. de Quevedo.)
Che soglion toute le quistione avere
(c) No te precies de ser loado Ciod, restó ciascun del suo parere.
De discreto;- Entre los contrincantes quizá no se encuentra uno que ter*
No se sienta en (i conceto mine diciendo :
De avisado. Mía gloria non ripongo in ostinarme
Aborrece el necio errado Nel mió pensier. La debolezza é questa
Al que bien sabe, Dcllo piccole menti; ed io mi credo
Por que en su saber no cabe Grande abbastanza per lasciarti tullo
Ni en su grado. L’ onor d’ avermi persuado e violo.
(CASTILLA.) Tr. (Gal ATEO.) Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD 69

jeto®, óá lo menos quieren que se les juzgue como so­ ble, es entre todas las mugeres la menossensible á lison­
bresalientes en ellos ¡ y aunque les agrada ver que se jas sobre este punto. Sabe que le corresponde ei título
hace justicia á sus perfecciones, con todo, les lisonjea de hermosa, y por consiguiente no se cree obligada á na­
mucho mas que las alabanzas recaigan sobre las cosas die por que le concede lo que es suyo. Debe, pues, ser
en que desean distinguirse, y en que, sin embargo, no adulada como discreta y entendida; porque aunque es
están muy seguros de si sobresalen ó no. Por ejemplo : probable que ella misma se crea dotada de talento, pue­
ei cardenal Ricbelleu, que fué sin disputa el político mas de sospechar que los hombres no lo creen así.
hábil de su tiempo, y quizá sin igual basta hoy, tuvo la Procura dar á mis palabras su verdadero sentido y no
frívola vanidad de querer pasar también por el mejor ▼ayas á imaginarte que te recomiendo una lisonja crimi-
poeta; y envidioso de la reputación del gran Comeille, minal y abyecta : no; lejos de adular los crímenes y los
mandó escribir una crítica del Cid (a). En consecuen* vicios, debes por el contrario aborrecerlos y combatirlos;
da, los aduladores diestros le hablaban poco de su ta­ pero sábete que no es vida la de este mundo, si no nos
lento como hombre de estado, ó solo lo hacían de paso manifestamos complacientes con las flaquezas del próji­
cuando la ocasión se presentaba naturalmente; mas el mo. La vanidad, aunque ridicula, puede ser inocente y
incienso que le prodigaban, el humo que conocían que escusable. Si un hombre pretende ser mas sabio, y una
le haría volver el juicio en su favor, era el de poeta y muger mas hermosa de lo que realmente es el caso, su
bello ingenio (b). Y por qué ? porque su Eminencia es­ error es grato á ellos mismos, y no causa perjuicio á na­
taba seguro de su talento en política, y recelaba de la die; y mas bien querría yo captarme su amistad por con­
otra superioridad. Fácilmente descubrirás la vanidad do­ descender con sus pretensiones, que atraerme su odio
minante de cada hombre, observando el tema favorito de tratando de desengañarlos, y esto inútilmente (a).
su conversación, porque cada uno habla de preferencia Hay así mismo otras atenciones menores de lo mas ha­
de las materias en que mas apetece sobresalir. Tócale lagüeñas, que afectan sensiblemente aquel grado de or­
esta cuerda y le tocarás en lo vivo. Roberto Walpole, gullo y de amor propio, inseparables de la naturaleza
hombre ciertamente de mucho talento , prestó poco humana, puesto que son pruebas incuestionables del mi­
flanco á la lisonja en este punto, porque indudablemente ramiento y consideración que tenemos por las personas
era tiro que no le alcanzaba ; pero tuvo la flaqueza do­ A quienes las pagamos: v. g. observar los hábitos, las
minante de desear que se le tuviese por hombre de una preferencias, los gustos, las antipatías de las personas
disposición propicia y afortunada para la galantería ; y cuya buena voluntad deseares ganar, y cuidar entonces
ciertamente que en esto brilló menos que ninguna otra de procurarles los unos, y evitarles los otros, dándoles á
persona en el mundo; pero como su conversación or­ entender cortesmente que has observado que les gusta
dinaria y favorita versaba sobre esta materia, dio á co­ tal manjar, ó tal habitación, y que por lo mismo has man­
nocer su flaco á todos los que tenían alguna penetración, dado prepararlo; ó por el contrario, que habiendo notado
y por aquí lo atacaron con suceso. su aversión á tal persona ó tal plato ect. has tenido cui­
Las mu ge res, en lo general, no tienen mas objeto que dado de no presentárselos. Atenciones tan frívolas
M hermosura; y en tal capitulo es raro que la lisonja como estas, lisonjean mas el amor propio, que otras co­
mas grosera no sorprenda su credulidad. Por mas fea
que la naturaleza haya formado á una muger, jamás
dejará de ser sensible á los elogios de sus perfecciones.
Suponiendo que su semblante sea tan horrible que ella fa) Una alma noble y generosa, dice Gioia, no cree envile­
misma no pueda menos de conocerlo, confia en que su cerse mostrándole indulgente con las debilidades humanas
cuerpo y su garbo compensan ámpliamente lo deforme cuando de ello no resulta ningún daño. Les concede mas de
lo que tienen derecho deexijir, sabiendo que en el comercio
de su cara; si su cuerpo es desproporcionado, piensa ha­
de la vida, el que se obstinase en querer colocar á los hombres
llar suficiente contrapeso en los encantos de su figura; y
en el lugar que merecen, entraría en lueba con todos. Solo
bí rostro y cuerpo son malos, se consuela con que tiene
las almas pequeñasó envidiosas consideran como hurto que se
gracias, cierta manera, cierto no se qué, aun mas seduc­ les hace, aquello que conceden á los otros, y tienen continua­
tor que la hermosura (c). Esta es una verdad que resalta mente la balanza en la mano para pesar loque deben conceder
del vestido estudiado y cuidadoso de las mugeres mas ó negar. Los Lacedemonios, que no pecaban de esceso de baje­
feas del mundo. Una hermosura reconocida é indisputa- za, nos ban dejado un bello ejemplo de la indulgencia con que
se deben verlas pretcnsiones exageradas. Alejandro pretendía
•er hijo de Júpiter, y por consiguiente dios, y quiso que por
tal lo tuviesen los estados de la Grecia. Los Lacedemonios for­
(«) Tragedia de Comeille. mularon entonces el siguiente decreto verdaderamente lacó­
nico : « Pues que Alejandro quiere ser dios que lo sea. •
Vease una de las notas de ia carta de 19 de Diciembre Por el contrario Filoseno, rey tirano y dado ó la poesia, quiso
de 1749. que el poeta Dionisio alabase sus composiciones, y para ello
le pidió que corrigiese algunas piezas suyas. El poeta habiendo
(c) La pile est aux jasmins en blancbeur comparable ; corregido casi todos los versos, los presento al rey; el cual
La noire á faire peur, une bruñe adorable; sorprendido gritó : Guardias! llevad á este hombre á ia cárcel,
La maigre a de la taille ct de la liberté ; para que aprenda á respetar las poesías regias. Aldia siguiente
La grasse est, dans son port, plcine de majeslé ; el tirano mandó sacarlo de la prisión, le dió un lugar en su
La malpropre sur soi, de peu d’attrails chargée, mesa, y concluida la comida, le leyó los versos que había
Est mise bous le nom de beaulé négligée ; compuesto aquella mañana, y le pidió su parecer. El poeta
La géanie paralt une déesse aux yeux ; sin responder una palabra al rey, gritó: Guardias! Llevadme
La mine un abrégé des merveilles des cieux ; de nuevo á la cárcel. Un hombre de mundo, un hombre ge­
L’orguei IIcuse a le coeur digne d'une couronnc ; neroso, habría salido del paso con la mayor facilidad. En
La fourhe a de l’espri t; la solté est toute bonne ; efecto, el manejo de esto poeta habría sido admirable si se
La trop grande parleuse est d’agréable humeur ; hubiese tratado do alguna mala leyó de otra operación dañosa
fctla muelle garde une bonnéte pudeur. al público ; pero elegir la cárcel porque un tirano quiso ser
(Moliere). Tr. poeta, fué locura. Tr.

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7Ü CARTAS
sas de mayor importancia, pues hacen creer ú las gentes da (a). También estoy muy distanto de considerar los
que tu pensamiento casino se ocupa mas que de ellas, y placeres como tiempo perdido, con tal que sean los pla­
que son el único objeto de tu cuidado. ceres de un ser racional; al contrario, juzgo bien emplea­
Aquí tienes parte de los arcanos necesarios para tu do el tiempo que pasares en diversiones tales como es­
iniciación en el gran mundo; ojalá que yo los hubiese pectáculos públicos, asambleas de buena compañía, cenas
conocido mejor á tu edad; he pagado por ellos la suma de festivas, y aun bailes; pero aun todo esto requiere aten­
cincuenta y tres años, y no me pesará si tú retiras prove­ ción, porque de lo contrario es tiempo enteramente per­
cho. A Dios. dido.
Muchas gentes se creen ocupadas todo el día; mas si
ajustasen sus cuentas por la noche hallarían que en rea­
lidad no han hecho nada; porque si han leido dos ó tres
-♦ €-*-•-
horas, ha sido maqulnalmente y sin atención, de modo
que no retienen lo que leen, y por consiguiente no pueden
reflexionar sobre ello. De allí van á la sociedad, no á to­
mar parte en la conversación, ni á atender á los asuntos
Loxdiies, 50 de Octubre de 1747. que la promueven, ni tampoco á observar los caracteres
de las personas, sino á ocupar su pensamiento en baga­
telas (6), ó mas bien á no pensaren nada absolutamente;
Mi querido hijo. y esta tonta Insensibilidad la decoran ellos con el nombre
de ausencia ó distracción de espíritu. En seguida van,
Estoy muy contento con el itinerario que me has en­ si acaso, al teatro, á abrir la boca y contar las luces, pe­
viado de Ratisbona, porque prueba que observas é inda­ ro sin atender en lo mas mínimo al objeto que allí los
gas al paso que caminas, llenando así el verdadero objeto condujo — la comedia.
de los viajes. Los viajeros negligentes que se contentan Te pido pues, que atiendas á tus placeres, tanto como
con observar la distancia de lugar á lugar, y que solo á tus estudios; mientras te empleas en estos, reflexiona
atienden á sus comodidades en la posada para pasar la sobre lo que lees; y en los otros vigila y atiende á todo
noche, parten necios de su país, y vuelven lo mismo. Los cuanto veas ú oigas, para no hallarte precisado á respon­
que solo cuidan de ver las curiosidades de los lugares por der lo que infinitos necios, cuando se trata de cosas di­
donde pasan, las torres, los relojes, las casas consistoria­ chas ó hechas en su presencia, que efi verdad no se acuer­
les ect., retiran tan poco provecho de sus viajes, que mas dan de ellas porque pensaban en otra cosa. Si pensaban
valdría que permaneciesen en sus casas; pero aquellos que en otra cosa, para qué fueron allí? La verdad es que estos
observan é investigan la situación, la fuerza, la debilidad, tontos no pensaban en nada (c). No olvides el hoc age:
el tráfico, las manufacturas, el gobierno y la constitución atiende á lo que haces sea lo que fuere, porque una vez
de cada lugar; que frecuentan las mejores compañías y que se hace, merece que se haga bien, ó de lo contrario
atienden á sus diversos caracteres y costumbres, son los no hacerlo de ninguna manera. Por donde quiera que
únicos que viajan con provecho, y como ya sabian antes vayas lleva contigo, como suele decir el vulgo, tus ojos y
de partir, regresan sabiendo mas. tus orejas. Escucha todo lo que se dice, y mira todo lo que
Yo te aconsejaría que siempre tratases de procurarte se hace. Observa las miradas y el semblante de los que
una descripción ó historia muy compendiada del lugar hablan, que por lo regular es medio mas seguro para
en que debes hacer alguna demora; un libro como este, descubrir la verdad, que el de atenerse á lo que ellos
por imperfecto que sea, siempre te dará alguna luz para
informes mas amplios, que nadie podrá comunicarte con
mas esactitud que las personas mismas del lugar. Por
ejemplo : al llegar á Lipsia procúrate una corta relación, (a) El canciller d’Aguesseau notando que tu muger le hacia
entre las varias que ciertamente hallarás, del presente esperar un cuarto de hora desde que se auunciaba la comida
estado de la ciudad, por lo que toca á sus magistrados, -basta que ella bajabaá comer, resolvió aprovechar este tiempo,
á su policía, á sus privilegios ect.; é infórmate luego mi­ y libertarse de la mortificación que causa la espera. Empren­
nuciosamente de todos estos objetos, conversando con las dió pues escribir una obra de jurisprudencia, que dejaba de la
personas mas instruidas. Practica después lo mismo res­ mano.hasta el dia siguiente que la Señora se presentaba en la
pecto al electorado de Sajonia, sobre el cual hallarás una mesa. Tuvo constancia, y el fruto fué una obra en cuatro tomos
corta historia en la introducción de PuíTendorf, que te digna de su autor. Tenemos mas tiempo del que creemos;
dará una idea general, y te señalará los objetos que re­ faltónos saberlo aprovechar.
claman una investigación mas minuciosa. En una pala­ (Rasgos Históricos.)
bra, cuida de ser curioso, atento é Inquisitivo en todas (b) No pierdas el tiempo nunca
materias; porque la omisión y la indolencia son siempre En fútiles cosas vanas;
culpables, pero en tu edad no merecen perdón. Considera Sabia cosa es gastar bien
cuan preciosos é Importantes son, para todo el resto de tu El tiempo, y aun las palabras.
vida, los tres ó cuatro años próximos, y no pierdas un solo
(Máximos de la Sabiduría.)
momento de ellos. No pienses que mi intención sea que
pases estudiando el dia entero, cosa que estoy muy lejos (c) Hablando de cierta historia
de aconsejarte; pero si deseo que siempre te halles ocu­ A un necio se preguntó:
pado en CBto ú aquello; y que no desperdicies medias Te acuerdás tu ? y respondió :
horas ni cuartos de hora, que al fin del año componen Esperen que baga memoria.
una suma inmensa. Por ejemplo : durante el dia hay Mi Ines viendo su idiotismo,
muchos cortos intervalos, entre los estudios y las recrea­ Dijo risueña al momento :
ciones ; y en vez de pasarlos ocioso, bostezando en una Haz también entendimiento
silla, toma cualquiera libro, aunque sea frívolo ú de bu­ Que te costará lo mismo.
fonadas, y te será mas provechoso que el no hacer na­ (Iglesias). Tr.

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DE LORI) CIIESTERFIELD 71

digan; pero guarda todas estas observaciones para tu uso tus estudios históricos sean relativos á la misma Alema­
privado, y no las comuniques á otros sino muy rara nia ; comprendiendo en ellos, no solo la historia general
vez. Observa, pero sin que se tetóme por observador, del imperio, como cuerpo colectivo, sino la particular á
porquede lo contrario, cada uno estará sobre si en tu los principados, electorados y ciudades. Sobre todo, naf
presencia. ’ olvides la genealogía de las principales familias, porque
Te ruego, mi querido hijo, que consideres siriamente en Alemania, una genealogía no es cosa de bagatela. Los
y sigas con cuidado los avisos que de tiempo en tiempo j Alemanes probarán sus treinta y dos blasones, antes que
te he dado, y otros que continuaré dándote; son á la vez, l las treinta y dos virtudes cardinales, si estas fuesen
el resultado de mi larga esperiencía, y el efecto de mi tantas. No son del parecer de Ulises que dice con razón .*
ternura por ti. Al dártelos no puede animarme mas In­ — Gemís el proavos, et quee nonfecimus ipsi;
teres que el tuyo. Tú no te hallas aun en estado de de­ VLx ea nostra voco.
sear para tí, la mitad del bien que yo te deseo ; sigue
pues, á ojo cerrado, á lo menos por algún tiempo, unos Buenas noches.
consejosque no pueden serte sospechosos, aunque puede
ser muy bien que no descubras aun sus ventajas, pero
-* >»O £><<«-*-
está seguro deque algún dia las palparás. A Dios.

Londres, 24 de Noviembre de t"47.

Mi querido hijo.
Lomdres, n de Noviembre de 1747.
Cada vez que te escribo, y sabes que no lo cscaséo, me
ocurren dudas, de si trabajaré con utilidad ó si será
Mi querido hijo. tiempo y papel perdidos. Esto depende enteramente del
grado de examen y de reflexión de que seas dueño, y que
Tres correos de Holanda se hallan en retardo, de modo I juzgues á propósito emplear. Si te das tiempo para pen­
que no puedo acusar recibo de ninguna carta tuya; sin sar, y tienes bastante juicio para discernir con esacti-
embargo, te escribo hoy como de costumbre para des­ tud,deben ocurrirtc necesariamente dos reflexiones: pri­
pertar tu atención sobre ti mismo. Ei doctor Swiít, en su mera, que yo tengo mucha esperiencía, y que tú no tie­
descripción de la isla de Laputa, menciona ciertos filóso­ nes ninguna ; segunda, que soy el único hombre en el
fos, tan absortos en profunda! meditaciones, que habrían mundo que ni directa ni indirectamente puede tener en
olvidado las necesidades mas comunes de la vida, si no lo que te toca mas Interes que el tuyo; de estos dos prin­
les hubiesen sido recordadas por personas que les apli­ cipios Incontestables, resulta una conclusión forzosa y
caban palmadas, luego que apercibían que estos estasis evidente, y es, que por tu propia conveniencia debes es­
científicos duraban mucho tiempo. Apegándome á la ver­ cuchar y seguir mis consejos.
dad debo decir, que no sospecho que te halles absorto Si adquieres grandes conocimientos por medio de la
en profundas meditaciones ; pero, con tu venia, ¿no po­ aplicación que te recomiendo, tú solo serás el ganancioso
dría yo creer que la ligereza, la desatención y el poco y yo pago por ello. Sean buenas ó malas las cualidades
ejercicio del pensamiento, merecen, de la misma manera y reputación que llegares á adquirir, las mías serán csac-
que la meditación profunda, que seles despierte por me­ tamente lo que hoy son, sin mejorar en el primer caso,
dio de una palmada ? Si por casualidad llegasen mis car­ ni empeorar en el segundo. Tú solo te espones á ganar
tas á tus manos, cuando te hallases reclinado cerca del ó perder.
fuego sin hacer nada, ó embelesado en la ventana, no se­ De cualquiera especie que sean tus ptaceres, yo no
rian entonces unas palmadas muy oportunas, para re­ puedo ni quiero envidiártelos, como la juventud suele
cordarte que podías emplear mejor el tiempo ? En mi ju­ imaginarse que lo hacen los viejos; lamentaré única­
ventud conocí cierto hombre muy avariento que acos­ mente que sean indecorosos é indignos de un hombre de
tumbraba decir, « tened cuidado de los peniques, por honor, ó inferiores á un hombre de juicio ; pero si son
que las guineas se cuidaran ellas mismas. » Esta refle­ tales, tú solo serás el paciente. Siendo pues; muy claro,
xión era muy justa y sensata en un avariento. Yo te re­ que en todo cuanto te digo no puede moverme mas razón
comendaré que tengas cuidado de los minutos, porque que el cariño que te profeso, debes mirarme como tu me­
las horas se cuidarán ellas mismas. Estoy muy conven­ jor amigo, y hasta de aquí á algunos años, como el único
cido de que muchas personas pierden dos y tres horas al que tengas.
dia, por no tener cuidado de los minutos. Por corto que La verdadera amistad requiere cierta conformidad de
fuere un intervalo de tiempo, no lo veas nunca como li­ años y de costumbres, y no puede subsistir cuando estos
mitado para hacer alguna cosa, pues siempre hay medio dos puntos difieren demasiado, escepto en las relaciones
de emplearlo ventajosamente (a). de padre á hijo, porque entonces el afecto por una parte,
Mientras permaneces en Alemania, procura que todos y las consideraciones por la otra, suplen la diferencia.
La amistad que contrajeres con jóvenes de tu edad, puede
ser sincera, puede ser ardiente, pero durante algún tiem­
po tiene que ser inútil, por la falta de esperiencía de uno
(«) Apprends, ami teclear, que nolre age s’écoule y otro lado. El joven guiando al joven, es como el ciego
Comnie un torreut pressé qui s’enfuil el qui roule; guiando al ciego : ambos caerán en el foso. El único
Qu'un jour dévore l’autrc, et que ¡’aulrc estdétruil, guia seguro es aquel que ha atravesado muchas veces el
Saos interruplion, par ocluí qui le suil ; camino que tú debes seguir. Deja que este guia sea tu
Que le temps que i’on perd jamais nc se répare,
padre, que ha transitado todos los caminos, y puede en
Qu’avec juste sujet on en doit élre avare.
consecuencia señalarte los mejores. Si me preguntas por
(Merv). Tr. qué recorrí yo algunos malos caminos, te responderé con

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72 CARTAS

toda ingenuidad, que fué por falta de un buen guia: los i de palabras, espero que no solo te nutrirás con estas
malos ejemplos me señalaban un camino, y carecía yo de raíces, sino que las digerirás perfectamente. A Dios.
un buen conductor que me hubiese indicado otro mejor;
pero si alguna persona, capaz de aconsejarme, se hubiese
tomado por mí, el trabajo que yo me he tomado, y se­
guiré tomándome por tí, habría yo evitado muchos ma­
los pasos y muchas desgracias en que me hizo caer una Londres, i t de Diciembre de 1747.
juventud descarriada. Mi padre no manifestó deseo de
darme consejos, ni tenia la capacidad que para ello se Mi querido hijo.
requiere. Espero que tú no podrás decir otro tanto del Nada deseo tanto como que conozcas lo que muy pocos
tuyo. Ves que solo hago uso de la palabra consejos, por­ conocen: el verdadero uso y valor del tiempo. Esta sen­
que mas bien querría yo que tu razón adoptase los que tencia se halla en boca de todo el mundo, pero son moy
te prodigo, que ver tu gusto sometido á mi autoridad. raros los que la practican. No hay simple, de los que
Tal es el fruto que me prometo de aquel grado de juicio pierden su tiempo en nonadas, que no escoja algún pro­
de que te creo dotado, y en tal concepto seguiré aconse­ verbio trillado, entre los miles que de ellos hay, y que
jándote con esperanzas de buen éxito. no lo recite para probar el valor y ia rapidez del tiempo.
Ahora te hallas establecido en Lipsia por algún tiempo; Los cuadrantes solares, por toda la Europa, tienen tam­
tu objeto principal debe ser el conocimiento de los libros bién alguna inscripción ingeniosa al mismo intento; de
y de las ciencias. Si mientras permaneces ahí, no apren­ suerte que nadie desperdicia su tiempo sin ver y oír dia­
des estas cosas, por medio de ¡a aplicación y del cuidado, riamente, cuan necesario es emplearlo bien, y cuan irre­
te quedarás ignorándolas para todo el resto de tu vida ; y cuperable cuando perdido. Pero todas estas prevenciones
te empe Fio mi palabra, de que una vida sin conocimientos son inútiles, cuando no hay un fondo de buen sentido y
es no solo desagradable, sino fastidiosísima (a). Redobla de razón, mas capaz de sugerirlas que de adoptarlas. Por
pues de atención con M. Harte cuando estudies los pri­ tus informes sobre la manera de emplear tu tiempo, me
meros elementos de las bellas letras, y sobre todo el grie­ lisonjeo de que posees este fondo, que es el que te procu­
go. Siempre que tropezares con alguna dificultad, véncela rará verdaderas riquezas. En consecuencia, no es mi
y no la pases por alto por vergüenza mal entendida, ó por ánimo enviarte un ensayo critico sobre el uso y abuso del
desidia, con el fin de terminar mas pronto. Practica lo tiempo, sino que me contentaré con darte algunas ideas,
mismo cuando asistas á las lecciones del profesor Mas- relativamente al uso de una porción particular del dila­
cow, ó<le cualquiera otro; no dejes pasar nada hasta que tado tiempo que espero tienes que gozar: me refiero álos
no estés seguro de comprenderlo bien ; y acostúmbrate dos años próximos. Recuerda pues, que cualquiera cono­
á asentar por escrito los puntos capitales de lo que apren­ cimiento á que no pongas una base sólida antes de cum­
des. Después de haber empleado las mañanas de una plir diez y ocho años, no te será fácil adquirirlo después,
manera tan útil, puedes, con seguridad de conciencia, y que te quedarás sin él toda tu vida. Los conocimientos
divertirte por las tardes, frecuentando la buena compa­ son una especie de retiro, y una sombra confortativa y
ñía, observando todo con atención y adquiriendo la es- necesaria en la edad avanzada ; y si no la plantamos
periencia de mundo que Lipsia pueda procurarte. Obser­ en nuestra juventud, no nos abrigará cuando seamos
varás é Imitarás las maneras de las personas de mas viejos. No exijo, ni espero de tí, una grande aplicación á
categoría que allí hubiere; no porque sean las mejores la lectura, desde el momento que te lanzares en el gran
maneras del mundo, aunque pueden muy bien serlo, sino mundo ; sé que esto es imposible, y aun en ciertos casos
porque son las mejores del lugar en que te hallas, á las impropio. Esta es pues la época, y la única época, en que
cuales debe siempre conformarse el hombre de juicio. La debes aplicarte al estudio con afan no interrumpido. Si
esencia de las cosas, como te he dicho á menudo, es cons­ á veces te pareciere el trabajo algo penoso, reflexiona que
tantemente y en todas partes la misma, pero el modo de la fatiga es inseparable en un viaje necesario, y que
considerarlas varia mas ó menos en cada país; y lo que mientras mas horas caminares al dia, mas presto llegarás
propiamente constituye á un hombre de mundo bien al fin de tu camino; así como mientras mas temprano
criado, es saber conformarse á ellas de un modo fácil y te hicieres apto para gozar de tu libertad, mas pronto la
agradable, ó por mejor decir, apropiárselas en tiempo y obtendrás; de modo que tu emancipación depende en­
lugar convenientes. teramente del modo con que te manejares de aquí, á en­
Estos son ya muchos consejos, y quizá demasiados, tonces. Me parece que te brindo con un buen ajuste, al
dirás tú, para una carta. Si los sigues, adquirirás cono­ prometerte bajo mi palabra, que si haces hasta cumplir
cimientos, formarás tu carácter y retirarás placer; si no diez y ocho años, todo lo que yo quiera, haré, pasado
los sigues, yo no perderé mas que operara et oleum, este tiempo, cuanto me pidas.
cosas que después de todo no siento. Conocí á un caballero tan ecónomo de su tiempo, que
Con una persona que parte hoy para Lipsia, te envio no quería perder ni aun aquella pequeña porción que la
un paquetlto de tu mamá, conteniendo algunas cosas naturaleza le obligaba á pasar en las secretas, sino que
preciosas que dejaste, á las que he unido, como aguinaldo empleaba estos momentos en repasar todos los poetas la­
de Navidad, un palillero muy bonito. De paso te pediré tinos (a). Compró una edición común de Horacio, de la
que tengas gran cuidado de tu dentadura, conservándola
estremadamentc limpia. También te he enviado las ral­
ees griegas, traducidas últimamente al ingles, de la edi­ (a) Mira que el tiempo corro
ción francesa de Port-Royal. Para terminar con un juego Rápidamente,
Y que el tiempo pasado
Ya no le tienes :
Y asi aprovecha
(a) ...Je ne trouve pas de fatigue si rude Las horas, los instantes
Que l’cnnuyeux loisir d’un morid sans ¿lude. Del que te queda.
(BOILEAV). Tr. (Frvlos Literario^ Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD 73
que arrancaba nn par de hojas que llevaba consigo al Quiere decir que mi amor á ti es y será proporcionado á
lugar necesario; y después de leídas las enviaba como un tu mérito, siendo este amor el único que un ser racional
sacrificio al albañal, aprovechando así momentos que debe tener por otro. Hasta ahora no he descubierto nada
sin eso habría necesariamente perdido (a); yo te reco­ malo en tu corazón ni en tu cabeza; al contrario, creo
miendo que sigas su ejemplo. Esta ocupación vale mas ver juicio en la una y sentimientos rectos en el otro; y
que hacer solamente lo que no puede dejar de hacerse en esta persuasión es el único motivo de mi actual amor,
aquellos instantes; y de ello resultará que siempre ten­ que aumentará ó disminuirá, según tu mérito ó deméri­
drás en la memoria, todo lo que hubieres leído de esta to. SI posees los conocimientos, el honor y la probidad
manera. Los libros de ciencias y los clásicos deben ser de que eres capaz, hallarás en mi ardiente amor á tí, la
leídos con continuación; pero hay muchísimos, y aun muy mas amplia recompensa; pero si te viere yo desprovisto
bueno», que pueden leerse con provecho, á ratos perdi­ de estas cualidades, mi aborrecimiento y mi Indignación
dos, de un modo inconexo; tales son los buenos poetas se levantarán proporcionalmente; y recuerda que en este
latinos, escepto Virgilio en su Eneida; y tales son tam­ caso mi obligación no vá mas allá que á darte lo pura­
bién la mayor parte de los poetas modernos, en los que mente necesario para tu subsistencia. Si llega mosá reñir,
hallarás muchas piezas dignas de ser leídas y que no re­ no cuentes con debilidad en mi naturaleza para una re­
quieren aniba de siete ú ocho minutos de atención. Los conciliación, como muchos hijos que la solicitan y obtie­
diccionarios de Bayie, de Moreri y otros, deben reservarse nen á menudo de padres cándidos. Debilidades como
para llenar los intervalos, por lo común muy mal em­ estas no me acompañan á mí; y como si llega el caso de
pleados, que tenemos durante el día, entre nuestros es­ riña ha de ser sobre punto muy capital, una vez reñido
tadios y nuestros placeres. no perdonaré jamás. Pero me prometo, y tengo por casi
seguro que esta declaración, porque no es amenaza, será
inútil. Los principios de virtud no te son desconocidos;
y es cierto que para amarla basta solo conocerla (a). En
cuanto á conocimientos ya posees bastantes para estimu­
larte á adquirir mas; porque solo los ignorantes que des­
Londres, 18 de Diciembre de 1747. precian la ciencia, piensan que saben mucho. Las per­
sonas mas instruidas son siempre las que desean aumen­
Mi QUERIDO HIJO. tar su saber, dolorosamente convencidas de que la mayor
altura á que su ciencia puede llegar, es muy poca cosa.
Nos faltan dos correos de Holanda, de modo que no Considera detenidamente y no olvides los amistosos
tengo carta tuya ni de M. Harte que contestar. Así pues, consejos que te doy. Todo el provecho será para tí.
la presente es solo un efecto de aquel scribendi caco? Ibes,
ocasionado por mis temores, mis esperanzas y mis dudas
respecto á tí. Apenas vá caminando alguna larga carta que
te haya yo escrito sobre cualquiera asunto, cuando me
imagino que omití en ella algo que podía serte útil, y
preparo en seguida un suplemento para el correo próxi­ Londres, 29 de Diciembre de 1747.
mo, ó cuando no es así, me ocurre asunto nuevo sobre el
que pienso poder darte algunas instrucciones , ó indi­ Mi querido hijo.
carte algunas reglas provechosas. Esto me obliga á tomar
de nnevo la pluma, aunque Dios sabe si trabajo en vano, Recibí tus cartas de 17 y 22 del presente, y veo por la
cosa qne solo el tiempo podrá aclarar; mas sea lo que última que algunas de las que te he dirigido se han estra-
fuere, mi solicitud y mi desasosiego no pueden venir mas viado, porque nunca he dejado pasar dos correos sin es­
que del tierno afecto que te profeso, el cual es mayor de cribir, sea á ti, seaá M. Harte, y aun con mucha esten-
lo que podrías figurarte. Pero no te equivoques respecto sion.También recibí una carta de M. Harte, que me causó
á la naturaleza de este afecto creyéndolo de especie muy gran placer, tanto por los muchos elogios que de tí en­
á propósito para abusar de él impunemente. No es afecto cierra, como porque en ella sale garante de que dentro
natural, porque en realidad no hay tal cosa en la natu­ de dos años merecerás tu emancipación, y te hallarás en
raleza; si la hubiese, necesaria y reciprocamente la da­ estado de poder correr el mundo bajo un pié que te hará
rían á conocer algunos sentimientos por los cuales el honor y me colmará de alegría.
padre ignorado descubriría á su hijo y el hijo ásu padre, Agradezco tu oferta de la nueva edición de Adamus,
sin ningún indicio anterior, ó sin luces é informes pre­ pero no la necesito, porque poseo una buena. Cuando
vios, cosa que jamás se ha visto desde que el mundo es hubieres leído esta obra, harás bien de pasar á la Histo­
mundo, no obstante todo lo que en contrario quieran de­ ria del tratado de Munster por Bougeant, que contiene
cir los escritores de romances, ios poetas y otros novele­ muchas anécdotas importantes concernientes á aquel fa­
ros sentimentales. Mi amor á ti tampoco es como el de moso tratado, y que no se encuentran en Adamus.
una madre, cuya única ó á lo menos principal conside­ Dices que tus lecciones sobre el Jus Publicum finali­
ración es la salud y la vida. Yo te deseo ambas cosas con zarán hácla Pascua; pero espero que M. Mascow volverá
todo mi corazón; pero al mismo tiempo confieso que mis á darlas de nuevo, porque no querría yo que abandona­
miras y cuidados van mucho mas lejos. ses un solo dia este estudio mientras permaneces en Lip-
MI objeto es que adquieras cualidades propias para vi­ sia. Supongo que M. Mascow te dará también lecciones
vir, y sin ellas no deseo que vivas de ninguna manera.

> (a) La virtud es tan hermosa,


W Le tempsest assez long pour quiconque en proíite, >* Tan noble, ton respetable,
Qui travaille et qui pense en élend la limite. ? Que hasta de sus enemigos
(VOLTAIRK.) Tr. < Logra siempre el homenage. Tr.

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74 CARTAS

sobre el Instrumentum Pacit, y sobre las ordenanzas reservas para tí; mas yo estoy cierto de que tu tienes bas­
del último emperador. Tu aleman matchará de consi­ tante sensatez para conocer que la verdadera manera de
guiente, y doy por supuesto que tu permanencia en Lip- reservarte útilmente todo tu tiempo, es emplearlo como
sia te iniciará en todos los secretos de este idioma,tanto lo haces; y aun mas, porque es ponerlo á interes muy lu­
para hablarlo como para escribirlo. No olvides que el co­ crativo que dentro de muy pocos años subirá á un capi­
nocer imperfectamente un idioma, es casi lo mismo que tal prodigioso.
ignorarlo absolutamente porque así como las gentes no Aunque doce de tus catorce compañeros de mesa pue­
se prestan de buena voluntad á hablar una lengua que no den no ser las personas mas vivas del mundo, y carecer,
conocen con perfección, de la misma manera no gustan como lo concibo fácilmente, de aquel ion de la bonne
oírla hablar mal á otros. Nuestros pensamientos se miran compagnie que deseo psra tí, sin embargo, te recomien­
encadenados, y aparecen bajo una luz muy desfavora­ do que no les muestres ningún desprecio, ni los ridicu-
ble, cuando los espresamos en una lengua que no po­ lizes en manera alguna, porque seria no solo faltar á la
seemos completamente. Dedica una parte de tiempo á la buena crianza, sino también probar que no tienes bueu
historia moderna, teniendo siempre á la mano ios mapas sentido. Trata mas bien de sacar de ellos todo el partido
de los lugares de que se trate. La geografía y la historia posible, porque de todo el mundo puede retirarse algo
son cosas muy Imperfectas separadamente , y para que bueno. Su compañía, por lo menos, debe hacerte ade­
sean útiles es necesario que vayan unidas. lantar en el aleman; y como vienen de diferentes países,
No dejes de visitar á la duquesa de Courlandia todas puedes promover conversaciones sobre asuntos que ellos
las veces que su tiempo y el tuyo lo permitieren. La So­ deben necesariamente saber bien; y aunque en io gene­
ciedad de mugeres elegantes contribuye á formar y pulir ral sean torpes ó desagradables, no por eso dejarán de
las maneras, aunque no el entendimiento. Aquellas de­ darte algunas noticias útiles sobre las leyes, las costum­
ferencias y atenciones tan útiles en compañía de los hom­ bres, los gobiernos y las principales familias de sus res­
bres, solo se adquiren en sociedad con las mugeres (o). pectivos países, cosas todas que es mejor saberlas que
Ten siempre presente lo que te he repetido mil ocasio­ ignorarlas, y por consiguiente merecen que te informes
nes : que todos los talentos dei mundo pierden su lustre de ellas. Raro es el hombre que bable de todo con acierto,
y también alguna parte de su utilidad, si no se miran pero apenas existirá alguno que ignore todo absoluta­
adornados de aquella urbanidad desembarazada , de mente. Un buen químico estrae este ó el otro espíritu de
aquellas maneras atractivas y de aquellas gracias que se­ cualquiera substancia; y de la misma manera un hom­
ducen y preocupan á las gentes en tu favor á primera bre de talento que se maneja con destreza, retíralo que
vista. Por ningún motivo debes mirar tu persona con ne­ es digno de saberse, de todas las personas con quienes
gligencia; cuida de estar siempre muy aseado, y en con­ conversa (a).
venientes ocasiones elegante. Tu porte debe ser airoso y
tus movimientos naturales. Atiende particularmente á tu
espresion y á tus modales todas las veces que te presenta­
res en sociedad, procurando que sean respetuosos sin (a) A cada uno, dice Gioia, hablarás en la conversación de
bajeza, desembarazados sin familiaridad, garbosos sin las cosas que mas le agradaren, de su arte ó profesión, de sus
afectación é insinuantes sin arte ó designio aparente. gustos ó de sus desventuras, de sus hijos ó de su mujer :
No me envíes mas estrados de la constitución de Ale­ Ar gómenlo al nocchier son le procelle,
mania, porque estoy convencido de que el curso de tus I bovi all'aratnr; fe sue faite
estudios te la dará á conocer muy pronto; pero desearía Cania il guerria, coala il pastor leagnelle.
que tus cartas fuesen en lo de adelante una especie de Preguntarás al joven galante :
diario de tu vida, v. g : la sociedad que frecuentas , los .................... A cual cantare
nuevo* conocimientos que hayas hecho, cuales 6on tus Nel vicia verno si dará la palma
placeres, y ameniza todo esto con tus propias reflexiones, Sopra le scene, e s’ egli é ver che riada
sin olvidar cuales son los libros griegos y latinos que lees L’astuta Frine che ben cení o folli
y entiendes. A Dios. Milardi rimando nudi al Tamigi;
O se il b Hilante danzator Narciso
Tornera puré ad agghiacciare i pelli
De palpitan! i ilalici mariti.
Pedirás al viejo noticias de los usos civiles, políticos y reli­
giosos de su juventud, y de este modo te procurarás el placer
de contarle los actuales. Prepárale sin embargo, á escuchar
Enero 2 de 1748. alabanzas estremadas de lo pasado.
Con las mugeres caseras:
Mi querido hijo. Or di polli ragiona, or di bucato.
Con las de moda :
Estoy edificado de la distribución de tu tiempo, tan
Di veli e cuffie e femminili arredi.
juiciosamente empleado desde por la mañana hasta la no­
che, que un necio no dejaría de decir que ni un instante De la niña querrás ver los dibujos, ¡os bordados, la escri­
tura.
Preguntarás al astrónomo qué cosa son aquellos puntos
que brillan en la bóveda azul del cielo. Donde van y de donde
vienen aquellos astros que espantan al vulgo con su barba y
(a) El filósofo Fon (enelle decía : « Pour la solidité du rai- con su cola.
sonnement, pour la forcé, pour ¡a profondeur, il ne faut que
Invitarás al economista para que te esponga el motivo del
des hommes; pour une élégance nalve, pour une simplicité
alto ó bajo precio de los géneros y la escasez del numerario;
fine el piquanle, pour le sentimenl délicat dea con ven anees,
si convenga dar la preferencia á las manufacturas nacionales.
pour une certaine fleur d’espril, il faut des bomoics polis par
Hablarás al filósofo de leyes; al abogado de litigios ; al médico
Je commerce des femmes. Ir.
de las enfermedades reinaulcs, ccí. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 75

Como ya has sido presentado á la duquesa de Curian- (a), que te cederé de buena gana luego que me lo pidie­
dia, te encargo que vayas á su casa siempre que te lo res. Pero si en realidad piensas ser ministro de estado,
permitieren tus mas indispensables ocupaciones. Me han hay varias circunstancias de poca monta, sobre las cua­
dicho que esta dama tiene talentos; mas aunque yo no les debes tomar una resolución previa. La primera es la
te recomiendo que frecuentes la sociedad de mugercs con idoneidad que requiere el puesto, y para tenerla es nece­
la mira de adquirir conocimientos, ó de formar tu jui­ sario que conozcas perfectamente la historia antigua y
cio, sin embargo, es muy útil bajo otros aspectos, por­ moderna, los idiomas, la constitución y forma de gobier­
que ciertamente pule las maneras y comunica cierto no de cada nación, el aumento ó la decadencia de los
despejo muy necesario en el curso de la vida, despejo de imperios antiguos y modernos, y saber trazar un plan
que carecen los Ingleses mas que ningún otro pueblo razonado de las causas de uno y otro; finalmente, se re­
del mundo. quiere que conozcas la fuerza, las riquezas y el comercio
No puedo decir que tus cenas son regalonas, pero con­ de cada país. Estas cositas, por insignificantes que pa­
fesarás qhe sou sólidas. Con una buena taza de sopa y rezcan, son sin embargo muy necesarias á un político,
dos libras de patatas, pasarás la noche sin gran impa­ por cuya razón presumo que tratarás de aplicarte á ellas.
ciencia de almorzar al dia siguiente. Una parte de tu ce­ Hay otros requisitos necesarios en la práctica de los nego­
na, las patatas, es el alimento constante de mis antiguos cios, y merecen que los consideres en tus ratos desocu­
amigos y compatriotas (a) los Irlandeses, cuyos cuerpos pados, tales como dominio absoluto sobre tu tempera­
son loe mas sanos y los mas robustos que haya yo cono­ mento de modo que nada sea capaz de provocar tu cóle­
cido en Europa. ra : paciencia para escuchar peticiones frivolas, imperti­
Como creo que algunas de mis cartas á ti y á M. Harte nentes é inmoderadas, con bastante arte para rehusar
se han estravlado, y también varías de las tuyas y suyas sin ofender (6), ó para doblar el valor de la obligación
á mi, particularmente una de Lipsia, á que se refiere en por la manera de concederla (c): mucha destreza para
su subsecuente, deseo que en lo venidero, tanto él como ocultar la verdad sin decir una mentira : harta sagacidad
tú, citen en sus cartas las fechas de las mías, y yo por mi para leer en ios semblantes de las gentes, y serenidad
parte haré otro tanto. La tuya recibida por el último cor­ bastante para no dejarles descubrir uada en el tuyo:
reo es de 25 de Noviembre. Por el anterior me dirigiste finalmente, una franqueza aparente con una real reserva.
otra cuya fecha he olvidado, pero contenia una para lady Estos son los primeros rudimentos de un político, y el
Chesterfleld á que contestará muy pronto; entretanto, mundo debe ser tu gramática.
me encarga que te manifieste sus agradecimientos. Faltan tres correos de Holanda, de modo que no puedo
Mi indisposición fué solamente un fuerte resfriado de acusar recibo de ninguna carta tuya. Termino pues, re­
que ya estoy bueno. No te quejarás de lo compendioso de comendándome á tu favor y protección para cuando lo­
las cartas de M. Grevenkop, pues se propone escribirte grares tus deseos. Tuyo.
con frecuencia todo lo que ocurra por aquí, en idioma y
carácter aleman, para que adelantes en ambos. A Dios.

■ *-

Londres, 29 de Enero de 1748.

Londres, 15 de Enero de 1748. Mi querido hijo.


Por la última carta de M. Harte veo que varias de las
Mi QUERIDO HIJO. mías á tí y á él, se han helado en su camino para Lipsia:
Acepto de muy buena voluntad el aguinaldo que me supongo que á esta hora el deshielo las ha puesto en es­
prometes para fin de año; y mientras mas precioso lo tado de proseguir su rumbo, y que recibirás un gran
hicieres, mas te lo agradeceré. Esto depende enteramente paquete de ellas á la vez. Hudibras, en este verso :
de tí, razón por la cual espero que me regalarás cada año Likevjords congeard in Norlhern air (d),
una nueva edición de tu persona, mas correcta que la
alude á una nocion vulgar, y es, que en Groenlandia
precedente, y considerablemente corregida y aumentada.
aconteció un día, que las palabras se helaron en el mo­
Pues que no te gustaría ser asesor de la cámara impe­
mento mismo de ser proferidas, y que venido el deshielo
rial, y que deseas colocarte en Inglaterra ¿qué piensas se oyó en el aire una conversación muy enredada de to­
de una cátedra de profesor de griego en una de nuestras
universidades ? Es prebenda muy bonita, y requiere poco
conocimiento de esta lengua, mucho menos del que me
imagino que ya tienes de ella. Si esto no te acomoda, me
la) Secretario de estado.
veré muy embarazado para proponerte otra cosa. Dime
pues, qué especie de destino es de tu gusto, porque ahora (6) Luis XIV nombrando para el obispado de Lavour á Fle-
es tiempo de asegurarlo, y de que tomes las medidas con­ chicr, que predicaba en la corte, le dijo : fie diferido concede­
siguientes. M. Harte me dice que estudias la política y ros una dignidad que hace tiempo mereceis, porque no quería
presumo que es con la mira de sucederme en mi empleo privarme del placer de escucharos.
(r) El gran Condé, sitiando la plaza de Vezel, recibió una
suplica de las señoras de la ciudad para que las dejase salir,
pero previendo que su salida retardaría la rendición del ene­
migo, respondió que no podia consentir en un pedido que le
quc e*’CSfr*tor nombrado Virey de Irlanda en privarla del mas bello laurel de su triunfo.
acostumbraba llamar compatriotas suyos á los Irlan-
(d) Como voces cuajadas por el Aquilón. Tr.

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76 CARTAS

das estas palabras puestas en libertad. Me imagino que razos de la córte para gozar tranquilamente las dulzuras
esta conversación seria muy confusa y estensa para po­ de la sociedad, fácilmente imaginarás que no me ocupan
derla comprender; ¿ no podría suceder lo mismo con pensamientos de partido ni de mezclarme en los negocios.
media docena db mis prolongadas cartas, luego que las OCium cum dignitale es mi objeto. Ya disfruto del pri­
recibas todas á un mismo tiempo ? Me parece que á todo mero, y espero que mi conducta y mi carácter me hacen
evento puedo responder así á esta pregunta: si consideras acreedor á participar de la segunda. En una palabra, soy
mis cartas en su verdadera luz, como conduciéndote los actualmente dichoso, y vela que era imposible serlo en
consejos de un amigo, que anhela sinceramente por tu mi precedente situación pública (a).
felicidad y desea procurarte placeres, las leerás sin duda Como aprecio tu correspondencia mas que la de todos
con atención; pero si las consideras en su opuesta y fal­ les reyes, príncipes y ministros de Europa, tendré ahora
sísima luz, como conteniendo los preceptos de un padre lugar de llevarla con mas regularidad, seguro de poder
impertinente y regañón, estoy seguro de que no solo no escribir yo mismo mis cartas, y aun espero que las leerás
les prestarás atención, sino que ni aun las leerás. Tú con mayor gusto, lo cual, creo, acontece rara vez con
podrás decir mejor cual es el caso. Rara vez se reciben cartas que escribe y recibe un Secretario de Estado.
bien los consejos y, por lo regular, las personas que mas No temas que mi retiro de los negocios dificulte tu co­
los necesitan, son á las que menos gustan. Yo espero que locación y adelantos á su debido tiempo; al contrario, los
tu falta de esperiencia, de que no debes dudar, te con­ favorecerá, porque no teniendo nada que pedir para mí
vencerá de que tienes necesidad de consejos, y que tu mismo, tendré mejor título para solicitar en tu favor.
buen sentido te inclinará á seguir los que te doy. Pero tú tienes un medio mas seguro que este para ascen­
Dlme de qué manera pasas tus horas desocupadas en der, y que depende únicamente de tí : hazte necesario,
Lipsia : sé que no tienes muchas; y tengo bastante buena cosa que lograrás fácilmente, si unes la aplicación á tus
opinión de tí para creer que á tu edad desearás tener cualidades naturales. Generalmente hablando, ignora­
mas. ¿ Asistes á algunas tertulias ó espectáculos públicos mos en Inglaterra los negocios estranjeros, los intereses,
y de qué especie son ellos? Sean de la que fueren, exa­ las miras, las pretensiones y la política de las otras cór­
mínalos todos, porque el verdadero medio de no admirar te». Esta parte de conocimientos no entra nunca en núes-
nada neciamente es verlo todo.
Si algunas veces tomares Ubritos de historietas para
entretenerte á ratos, te recomiendo dos obras francesas
de que yate he hablado, y que te divertirán no sin utili­ coya fatal tendencia veo y preveo; no puedo echarme encima
dad para tu alma y tus modales. Uno es: La maniérede por mas tiempo, la indignación y el desprecio del publico,
bien penser dans les ouvrages (Tesprit, par lepéreBou- respecto de determinaciones en que no tomo ninguna parle;
hours. Me parece que ya lo has leído en Inglaterra con no puedo continuar por mas tiempo llenando un puesto en el
M. Coderc, pero creo que harías bien de volverlo á leer. cual es bien sabido que no soy mas de un commw (escrióúm/e),
El otro es: L’art de plaire dans la conversación, par y en el que no se me ba permitido servir á ninguna pericos,
por merecedora que fuese, por temor de que el publico cre­
VAbbé de Bellegarde, libro que de ninguna manera es
yese que disfrutaba yo algún poder, ó que mi colega nó lo
Inútil, aunque no pretendo decir que el arte de agradar
obíenia todo; finalmente, os confieso con toda verdad, quesos-
pueda reducirse á preceptos; si así fuese, estoy seguro
piro por el sosiego y la tranquilidad, cosas muy necesarias pa­
que la obrita no tendría precio. Buen sentido y buen na­ ra mi actual estado de cuerpo y alma. Si pudiese yo hacer al­
tural son los principales ingredientes, y tus propias ob­ gún bien, sacrificaría por mas tiempo alguna parte de mi
servaciones acompañadas de buenos consejos te darán quietud; pero convencido como lo estoy de que no puedo hacer
el barniz y gusto convenientes. A Dios. Siempre te amaré ninguno, quiero procurarme el descanso y conservar mi repu-
á medida de tu merecimiento. putacion. Disfruté de los placeres mientras me lo permitió el
vigor de mi cuerpo y de mi alma. Me dediqué después á los
negocios, y hoy puedo decir que los he manejado en todas sus
partes, sin amarlos mas por conocerlos mejor. Como muchas
otras cosas, son admirados por las personas que menos los co­
nocen ect.
Londres, 9 de Febrero de 1748. En otra carta escrita al mismo sujeto decía el autor :
........ He visto las escenas tanto de placeres como de nego­
Mi querido nuo. cios; be visto los toscos maderos y las sucias cuerdas que pre­
sentan y mueven todas las oslentosas máquinas; y be visto y
No es ya un Secretario de Estado quien te escribe, sino be olido las velas de sebo que iluminan el conjunto de Us de­
un simple particular para el que, á su edad, es tan con­ coraciones que asombran al ignorante auditorio ect.
veniente y necesario el reposo, como la actividad y el (a) En otra carta de 9 de Febrero decía el autor á Mr Day-
trabajo lo son para tí, en la edad de que gozas, y para rolles.
muchos años aun. Puse los sellos, el sábado último, en
...... El sabado último puse los sellos en manos del rey, que
manos del rey, que recibió mi dimisión de la manera mas me despidió del modo mas satisfactorio.... Mi salud, mi vivaci­
benévola, y puedo agregar (porque él mismo me lo dijo), dad, y mi carácter, todo concurría en esta medida, haciéndo­
con sentimiento (a). Como me retiro del bullicio y emba- mela absolutamente necesaria. Me retiro sin ninguna que­
-f———— -------------------------------------------- rella personal con hombre viviente; y si desaprobé algunas me­
didas, no fué de ninguna manera á causa de sus autores. Le­
(a) Las razones que turo el autor para separarse del mi­ jos de aumentar el partido de la oposición, como por lo común
nisterio, no parece fueron únicamente las que espone en esta hacen los ministros demisionarios, sostendré al rey y sus minis­
carta, pues en una que escribió, á su íntimo amigo Daírolles, tros, en cuanto estuviere de mi parle; y podré hacer esto con
eo 26 de enero le decía: mas ventaja para ellos, y mas honor para mi mismo, cuando
........ La actual situación de los negocios, tanto interiores co­ deje de recibir cinco mil libras anuales por cumplir con aquel
mo exteriores, no me permite continuar por mas tiempo en mi deber.
empleo de ministro. Yo no puedo escribir ni firmar órdenes Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 77

tro espirito, ni forma parte de nuestra educación, razón te viste, con todo, resérvate la facultad de hacerlo cuan­
porta que carecemos, mas que ninguna otra nación de do te acomodare, obligándolo á llevar siempre el distin­
Europa, de personas propias para comisiones en el este­ tivo de criado.
rtor; y cuando se ofrece discutir en el parlamento los ne­ He visto á M. Flemmlng y á su muger, quienes me
gocios estranjeros, se hace con una ignorancia increíble. hablaron muy bien de tí y de tus modales, que, diciendo
Siendo pues tan abundante la cosecha de negocios es- la pura verdad, eran los que me ocasionaban mas du­
tranjeros, y tan escasos los trabajadores, si tienes cuida­ das. Esta dama me aseguró que tenias el aire desembara­
do de constituirte idoneo para este ramo, te harás nece­ zado y que no eras tímido, lo cual es ya mucho para un
sario : primero , en calidad de ministro cerca de alguna Ingles de tu edad.
córte, y después como Secretario de relaciones estertores Mañana partiré para Bath, en donde pienso permane­
en tu propio país. cer un mes, con la única mira de pasarlo mejor y dis­
Estoy en estremo satisfecho del informe sobre la dis­ frutar tranquilamente de la libertad que he adquirido
tribución de tu tiempo. Continúa asi dos años solamente por la renuncia del ministerio. Desde allí te escribiré con
y no te pediré mas. Tus trabajos serán tu propia recom­ mas estenslon y asi buenas noches.
pensa, pero si deseares alguna otra que esté en mi mano
concederte, cuenta con ella.
Me alegro que conozcas el desarreglo é indecencia de
aquellos de tus compañeros de mesa, que se deshonran y
envilecen con infames criaturas, y con jugadores de pro­
fesión. Estoy seguro de que el mal ojo con que son vis­
tos per toda la gente honrada y racional, será un buen Bath, 1G de Febrero de 1748.
aviso para tí (a). A Dios.
Mi querido hijo.
El primer uso que hice de mi libertad fué venir aquí,
adonde llegué ayer. Mi salud, aunque no precisamente
mala, sin embargo, como de algún tiempo á esta parte la
he visto con descuido, necesita algunos reparos, que es­
tas aguas rara vez dejan de procurar. Las tomaré durante
Londres , 13 de Febrero de 1748. un mes, y regresaré á Londres para gozar de las dulzu­
ras de la sociedad, en vez de gemir bajo el peso de los
negocios. He dado la descripción de la vida que me pro­
Mi querido hijo. pongo llevar en lo futuro, en este lema que he puesto
Tu última carta me hace una relación muy satisfacto­ sobre el friso de mi librería en mi nueva casa:
ria de la distribución de tu tiempo en Lipsia. Con solo
Nunc veterum libris, nunc somno, et inertibus horit
uo par de años de igual sistema, te aseguro que aventa­
Ducere sollicita jucunda oblivia vita (a).
jarás á los jóvenes de tu edad y aun de tu siglo. Te agra­
dezco la espücacion que me haces de los Schriftassen y Con este motivo debo observarte, que la satisfacción
Amptassen, y te ruego me digas que cosa son los no interrumpida que me prometo encontrar en aquella
Landsassen. Consiento gustoso en que tomes un criado librería, la deberé sobre todo, á haber empleado bien una
sajón, que no hable mas de aleman, medio seguro de ejer­ parte de mi vida cuando tenia tu edad. Desearía haberla
citar este idioma luego que hubieres dejado la Alema­ empleado mejor para que mi satisfacción fuese ahora
nia ; pero no querría yo que este hombre, ni el que ya completa; mas sin embargo, planté, mientras fui jóven,
tienes, permaneciesen sin librea, porque la falta de ella aquel grado de conocimientos que son hoy mi refugio y
hace siempre á los criados impertinentes é inútiles. Estoy abrigo. Procura que tu plantío sea aun mayor, y verás
seguro de que tan pronto como tomares al nuevo criado,
te Instaré el antiguo para que le permitas dejar la librea,
y aspirará á ayuda de cámara, que equivale á decir que
te rizará y afeitará, sin querer hacer ninguna otra cosa.
Te aconsejo que nunca tengas criados sin librea, y aun­ (a) Ahora las obras de los antiguos, el sueño y las horas de
que á veces no estimares conveniente llevar contigo, descanso, me harán olvidar en la alegría los embarazos de una
detras del coche, enmedio de lluvia y lodo, al criado que vida agitada.
Un escritor francés que visitó hace poco la capital de Ingla­
terra dice : Une des rúes du West-End ofTre encore A l’admi-
ration des visiteurs l’bólcl Cbesterfield que ce seigneur a fait
(a) Horacio dice : construiré en 4747. L’exlérieur est d’une simplicité élégante.
...... Avidos vicinum funus ut «egros Daos l’intérieur tout y est encore dans l’état oü la mort du
Exanimat, morlisque melu sibi parcere cogit; comte l’a laissé en 4/73. On a respectó le salón dont ii était
Sic teneros ánimos aliena opprobria sepe fier, et celle ríanle bibliothéque dont les fenétres ouvrent sur
Absterrent vitiis. le plus beau jardín de Londres. Au-dessus des armoires d’aca-
jou, qui s’élévent á bauteurd’appui, rcgnela sóriede portrails
Cual de un enfermo comedor la muerte d’auteurs anciens el modernes que Cbesterfied aimait le plus.
A otro, gloton también, de espanto Ilena Une inscription en majuscuies d’or d’un pied de long se dé-
Que temiendo igual suerte, lache sur le fond sombre du lambris, et offre la devise que
Su apetito refrena; Chesteríield avail cboisie pour sa maturité et sa vieillesse.
El triste ejemplo de la mengua agena ....................Sur la cbeminée et sur les consoles sonl rópandus
Lo< infantiles pechos avecun élégant désordre, statueties, brouzes antiques, marbres,
Retrae asi de criminales hechos. urnes Atbénienncs, mélange charmant de raffinemenl, de
(Burgos). T r. gráce et d’érudition, etc. Tr.

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78 CARTAS

tu trabajo mas que recompensado (o). No siento el tiem­ por entero y no superficialmente. Profundiza; penetra
po que pasé en placeres; fueron placeres en sazón, pla­ las cosas hasta el fondo; todo lo que se hace ó se conoce
ceres de la juventud, y gozé de ellos mientras fui jóven (b). á medias, no es, en mi concepto, ni hecho ni conocido,
Sí no lo hubiese hecho entóneos, podría quizá estimarlos y aun peor, porque un conocimiento semejante nos hace
ahora en mas de su justo precio, como solemos hacer con caer en frecuentes errores. Apenas habrá lugar ó com­
lo que no conocemos; mas habiéndolos gustado, sé cual pañía de donde no puedas sacar, si te place, algún co­
es su valor real y lo mucho que generalmente se enca­ nocimiento ; es raro que cada individuo no conozca al­
recen. Tampoco siento, por la misma razón, el tiempo guna cosa particular, y que no quiera hablar de ella
que he pasado en los negocios. Las personas que solo con gusto (a). Busca pues, y hallarás en este mundo asi
los ven superficialmente, creen que encierran encantos como en el otro. Mira todo; averigua todo; y para no
ocultos y anhelan por ellos,* mas nada sino la esperien- pasar por impertinente, escusa tu curiosidad y las pre­
cia puede desengañarlas. Yo, que he estado detras de los guntas que hicieres, por tu modo de proponerlas: v. g:
bastidores, tanto de placeres como de negocios, y visto temo ser importuno con mis preguntas, pero ninguno
todos los resortes y muelles de aquellas decoraciones que mejor que Vd. puede informarme sobre esto ó aquello,
pasman y deslumbran á la asamblea, me retiro, no solo ú otra cosa por este estilo.
sin sentimiento, sino con gusto y satisfacción. Mas lo Ahora que te hallas en país de Luteranos, frecuenta
único que siento y sentiré mientras viviere, es el tiempo sus iglesias y observa las particularidades de su culto:
que perdí cuando jóven en pura ociosidad ; siendo este atiende á sus ceremonias y averigua el significado y sen­
el común efecto de la inconsideración de la juventud, tido de cada una de ellas ; y como muy pronto debes
contra la cual te pido que estés de lo mas alerta. Cuando saber bastante bien el aleman, oye sus sermones y ob­
se calcula el valor de los momentos bien empleados, lo serva su manera de predicar. Infórmate de su gobierno
hallamos inmenso; pero si los desperdiciamos, su pér­ eclesiástico para saber si reside en el soberano, ó en
dida es irreparable. No hay momento que no pueda em­ consistorios ó sínodos; indaga de donde deriva la sub­
plearse útilmente en algo, y aun con mas placer que no sistencia del clero, si de los diezmos como en Inglaterra*
haciendo nada (c). No vayas á creer que por empleo de ó de contribuciones voluntarias, ó bien de pensiones del
tiempo quiero significar una continua dedicación á estu­ estado. Lo mismo debes hacer cuando te hallares en país
dios serios; no; los placeres en tiempo conveniente, son de católicos ; visita sus iglesias, mira sus ceremonias,
tan necesarios como útiles ; ellos te amoldan y preparan entérate del significado de ellas, y haz porque se te espli-
para el mundo; te dan á conocer los caracteres, y te des­ quen los términos, v. g. primas, tercias, sestas, nonas,
cubren el corazón humano en sus momentos de indis­ maitines, ave-marias, misa mayor, vísperas, completas
creción ; pero es necesario que te acuerdes de retirar de ect. Infórmate de las diversas órdenes religiosas; indaga
ellos aquella utilidad. Yo he conocido personas de un es­ quienes han sido sus fundadores; cuales son sus reglas,
píritu perezoso é indolente, que pasaban de los negocios sus hábitos, sus rentas ect. Pero cuando frecuentares los
á los placeres con tanta indiferencia en el goce de los lugares en que se celebra el oficio divino, como desearía
unos, como en el manejo de los otros; y que se creían lo hicieses siempre que encontrares diferentes cultos,
personas de placer porque se mezclaban con quienes lo recuerda, que por erróneos que estos fueren, ninguno es
eran, y hombres de ocupaciones porque tenían negocios objeto de risa ni de ridículo. Ei hombre que de buena fé
que desempeñar, aunque no atendían á ellos. Cualquiera abriga un error, debe ser compadecido pero no ridiculi­
cosa que emprendieres, hazla de intento determinado, zado. Ei objeto de todos los cultos públicos que existen
en el mundo es el mismo, es decir, aquel Eterno Ser que
ba creado todas las cosas. Las diferentes maneras de
adorarlo de ningún modo se hallan sujetas á la mofa Di
(4) Je ne le sais que trop, danslc cours du bel áge al ridículo. Cada secta cree que Ja suya es la mejor, y yo
Qqaud la nature ardenle cchauffanl nos désirs, no conozco un juez infalible en el mundo capaz de deci­
Nous rend si propres aux plaisirs, dir la cuestión. Haz las mismas investigaciones, en cual­
II est malaisé d’étre sage. quiera lugar que te hallares, relativamente á las rentas,
Ccpendant, malgré taul d’attraits, á los establecimientos militares, al tráfico, al comercio
On ne peut trop le dire el le taire connallrc, y á la policía de cada país; y no estaría por demas que
Ea ce temps-lh mCme il faut l’etre ;
tuvieses un libro en blanco, que los Alemanes llaman
Ou l’on court grand danger de ne l’étre jamaís.
álbum, pero con esta diferenota, que en vez de pedir
II n’esl pas vrai que la vieillesse
como ellos, á cada necio que encuentran, que escriba
Raméne diez nous le bon sens.
Ce que l’on y voit de sagesse algo en él, te sirva á tí para asentar todas estas materias
N’esl que I’effet de la faiblessc luego que las hubieres sabido de buena tinta.
Qui rend ses désirs impuissants. Ya se me pasaba una cosa que quiero recomendarte
como digna de tu curiosidad, y es la administración de
(La Fare.)
justicia, cuyos fallos siendo públicos, puedes asistir á
(6) Se nella verde etade alcun trascura los tribunales; pero desearía que lo hicieses con atención
Di lúdalo sapero, ornar la mente, y examinándolo todo.
Quando é giunla per luí i’ etá matura,
No me queda ahora mas desasosiego que el tocante á
D’ aver perduto un sin gran ben si penlc.
tí. Querría que fueses perfecto; pero como esto es im­
Cércalo altor, ma trovasi a man vuole :
posible, deseo que te acerques cuanto fuere dable á la
Polea, non volle, or clic vorría, non puote.
perfección. No conozco á nadie que se halle en mas her-
(Clasio.)
(c) S’occuper, c’esl savoir jouir : *
L’oisivelé póse el lourmcnle ;
L’ame est un feu qu’il faut nourrir, (a) Navita de venlis, de bobus narrat arator;
Et qui s’éteint s’il ne s’augmente. Enumera, miles vulnera, pastor ovea.
(Voltaire.) Tr. (Propeucio.) Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD 79

inosa posición que tú para conseguirlo, si quieres. Jamás seres superiores á la humanidad, y de los modernos co­
se tomó tanto trabajo por la educación de joven alguno mo algo menos que hombres. Nunca les falta uno ó dos
como el que se toma por ia tuya, y nunca tuvo nadie las autores clásicos en el bolsillo; se adhieren al escelente
oportunidades que tú has tenido y tienes para saber y juicio antiguo; no leen ninguna de las fruslerías moder­
adelantar. Espero, deseo, dudo, temo alternativamente, nas; y te dicen lisa y llanamente, que durante los diez y
estando solo seguro de una cosa, y es, que tú harás es- siete últimos siglos, no se han hecho ningunos adelantos
perimentar el mayor sentimiento ó el mayor placer á en las ciencias ni en las artes. De ninguna manera quer­
quien es Tuyo. ría yo que desconocieses á los antiguos; pero aun mucho
menos querría que te jactases de una escesiva familiari­
dad con ellos. Habla de los modernos sin desprecio, y de
ios antiguos sin Idolatría; juzga de unos y otros por su
mérito, y no por su época (a); y si te aconteciere tener en
la faltriquera algún clásico de Elsevir (ó), ni lo ostentes
ni lo menciones.
Dath, 22 de Febrero de 1748. Hay literatos de lo mas absurdos, que deducen sus
máximas para la vida pública y privada, de lo que ellos
Mi querido uijo. llaman casos idénticos en los autores antiguos, sin con­
siderar en primer lugar, que desde la creación del mundo
Cada perfección, y toda virtud, tiene su feble ó su vi­ no ha habido dos casos esactamente semejantes; y en
cio de afinidad, y si se lleva mas allá de ciertos límites, segundo, que ningún historiador ha conocido ni podido
degenera en el uno ú en el otro. La economía se con­ referir un hecho con todas sus circunstancias, las cuales
vierte muchas veces en avaricia, la generosidad en pro­ sin embargo, deberían eonocerse bien para discurrir jui­
lusión, el valor en temeridad ect. y esto me hace creer ciosamente sobre los hechos. Razona sobre el fondo de
que necesitamos mas juicio para practicar las virtudes, la cosa y sobre las circunstancias que la acompañaron, y
que para evitar los vicios opuestos. El vicio, considerado obra en consecuencia, pero no llevado de la autoridad de
en su verdadera luí, es tan deforme, que nos causa hor­ poetas ó historiadores antiguos. Toma, si quieres, en con­
ror á primera vista, y casi nunca nos seduciría, si no se sideración casos análogos al parecer, pero tómalos úni­
(abriese á los principios con ia máscara de alguna vir­ camente como ayuda y no como guia. Nos hallamos
tud (a). Por el contrario, la virtud es tan hermosa en sí realmente tan preocupados por nuestra educación de
misma, que nos encantad primera vista, nos atrae á me­ colegio, que así como los antiguos divinizaban á sus hé­
dida que mas la conocemos, y juzgando de ella por las roes, de la misma manera divinizamos nosotros á sus
bellezas del arte ó de la naturaleza, creemos imposible maniáticos, entre los que, con el debido respeto á la an­
amarla con ese es o; mas aquí es donde se necesita aquel tigüedad, cuento á Leónidas y á Cúrelo como dos perso­
discernimiento para moderar y dirigir los efectos de una najes muy distinguidos (c); y sin embargo, un enfadoso
excelente causa. Aplicaré ahora el presente raciocinio, no
á ana virtud particular, sinoá una cualidad que por falta
de juicio, produce comunmente efectos reprensibles y ri­
diculos; quiero hablar de la gran erudición, que, si no se
mira acompañada de profundo juicio, nos induce en er­ (a) lo non sono adora loro
ror y nos hace pedantes y orgullosos. Como espero que Bella sola antichitá,
tú llegarás á poseer esta brillante cualidad en su mayor E diferido i! giuslo onore
perfección, despojada de ios defectos que le son muy co­ Bella riostra culta etá;
munes, quizá no te serán inútiles los consejos que mi es- Ma so ben l’ulile alterno
Cheprovien dal nodo amico,
periencia puede sugerirte sobre el particular.
Che con arte il bel moderno
Muchos literatos, orgullosos de sus conocimientos, ha­
Sa congiunger con 1’ antico.
blan solo para decidir y dar su parecer sin apelación; y de
•qui resulta que los demas hombres, provocados con el (Frugoni.)
•Multo y la opresión, se rebelan para sacudir ei yugo, y (6) A principios del siglo pasado había en Amsterdam varios
san contestan la autoridad legal de aquellos orgullosos hermanos impresores, cuyo nombre de familia era Elzevir, y
literatos. Mientras mas luces tuvieres, mas modesto de­ se hicieron famosos por la esactilud y belleza de todo lo que
bes ser; y te observaré de paso, que esta modestia es el salía de sus preusas, principalmente por una colección de
•m* seguro medio de satisfacer tu vanidad. Aparenta todos los autores clásicos, griegos y latinos, que dieron á luz en
mas bien la duda aun en materias de que te hallares se­ lomos pequeños, y son á ios que alude ei autor. Se estima
tanto hasta el día la corrección y esactilud de esta edición, que
guro; espon tu opinión pero no falles; y si quieres con­
en París y Londres se pagan á precios locos, los raros ejem­
vencer á los demas, haz ver que tú mismo te hallas abier­
plares que se han conservado de autores pertenecientes á la
to al convencimiento.
colección Elseviriana.
Otros eruditos, para ostentar su saber, ó muchas veces
* causa de sus preocupaciones de colegio, en donde no (c) Vollaire, hablando sobre esto particular en el mismo
ban oido otra cosa, hablan de los antiguos como si fuesen sentido que el autor dice : Octave el Anloine ont fait grand
bruit dans le monde. Qu’étaient-ils autre cbose que des scé-
lérats sans pudaur, sans lois, saos bonneur, sana probité,
fourbes, ingrata, sanguinaires qui, dans une république bien
poliche, auraient péri par le dernier supplíce? Nous sommes
(a) Los vicios no conocemos
encero éblouis de leur splendeur, et nous ne devrions i’ótrc
Por la gran similitud
que de l’atrocilé de leur conduite. Oes deux assassins se mé-
Que con la virtud les vemos ; fiaient tellemcnt l’un de l’aulic que dans la conférence qu’ils
Pero siempre la virtud
curcnl enscmble dans i’lie du Reno, il ful con ven u qu’ils so
Se aparta de sus estremos.
fouitleraienl réciproqucment pour se meIIre réciproqucmcnt
(Otto Vknio.) Tr. < á l’abri d’nn coupde poignard. Tr.

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80 CARTAS

pedante, en un discurso de tribuna, con motivo á un im­ En resumen, ten presente que la literatura, hablo do
puesto de dos peniques por libra sobre esta ó la otra la griega y de la latina, es un ornato de lo mas útil y ne­
mercancía, citará estos dos heroes como ejemplo de lo cesario, que es vergonzoso no poseerla ; mas al mismo
que debemos hacer y sufrir por nuestra patria. Yo he visto tiempo evita con todo esmero los abusos y errores men­
absurdos de esta especie llevados tan adelante por perso­ cionados que la acompañan muy á menudo. Recuerda
nas de indiscreto saber, que no me cogería de nuevo también, que la literatura moderna de primer órden, es
oírles proponer, que mientras estemos en guerra con los aun mas necesaria que la antigua, y que será mucho
descendientes de los Galos, se tengan en la Torre de mejor que conozcas perfectamente el estado actual de la
Londres algunos gansos, en razón déla infinita ventaja Europa, que el que guardaba antiguamente, aunque yo
que resultó á Roma, en un caso idéntico, de las aves de desearía que supieses ambos con perfección.
esta especie que encerraba el Capitolio. Este modo de En este momento recibo tu carta de 17 del corriente.
discurrir y de hablar, eá propio de pobres políticos y de Aunque convengo en que la vida que llevas no es muy
pueriles declamadores. variada, con todo, nunca pueden faltarte materiales para
Hay otra especie de literatos, que, aunque menos dog­ una carta ; todos los dias vés, oyes ó lees, alguna cosa
máticos y arrogantes, no son menos impertinentes. Es­ nueva, y una corta relación de ella, aplicando tus pro­
tos son aquellos pedantes familiares que adornan su pias reflexiones, es materia suficiente para una carta.
conversación aun entre mugercs ; mezclan en ella citas Pero pues que deseas asunto, te pido que me envíes una
griegas y latinas, y han adquirido tal familiaridad con noticia de los establecimientos de los Luteranos en Ale­
los autores antiguos, que no hablan de ellos sino aplicán­ mania, de sus dogmas religiosos, de su disciplina ecle­
doles ciertos epitetos que denotan Intimidad, como el siástica, de las rentas, autoridad y títulos de su clero.
viejo Homero; ese socarrón de Horacio ; Marón en lu­ Vittorino Siri, completo, es obra muy escasa y cara
gar de Virgilio, y Naso en vez de Ovidio. Estos literatos aquí, pero yo no la necesito. Si tu librería llega á ser
son por lo común imitados por otros mequetrefes, que muy voluminosa, no sabrás qué hacer con ella el día que
carecen absolutamente de erudición, y solo aprenden al­ tuvieres que dejar á Llpsia. Lo mejor será que poco an­
gunos nombres y trozos de autores antiguos, y los espetan tes de partir de alli envíes á Inglaterra, por ¡a vía de
á menudo sin ton ni son en todas las compañías (a) con Hamburgo, todos los libros que no te fueren absoluta­
esperanza de pasar por literatos (6). En vista de esto, si mente necesarios. Tuyo (a).
tú quieres evitar que se te acuse de pedantismo, ó que se
te sospeche de ignorancia, guárdate de hacer ostentación
de tu saber. Habla el lenguaje de la compañía en que te
hallares (c), y háblalo con pureza, sin intercalar pala­
bras de otro. Nunca aparezcas ni mas sabio ni mas lite­
rato, que las personas con quienes te hallares. Lleva tu
Bath, 1 de Marzo de 1748.
ciencia como tu reloj en un bolsillo particular, y no lo
saques ni suenes la repetición con el solo intento de ha­
cer ver que lo tienes. Si se te preguntare la hora que es, Mi querido hijo.
dllo, pero no la pregones á cada momento sin que se te
pida, como los serenos. Por la carta de M. Harte á M. Grevenkop de 21 de Fe­
brero, veo que has estado muchas dias sin recibir cartas
mías, pero me atrevo á asegurar que á esta fecha pen­
sarás que has recibido suficientes, y acaso mas de las que
(a) Hay muchos ignorantes, hubieres leido, porque no solo soy un corresponsal fre­
Que oyendo algún filósofo le alaban cuente sino prolijo.
Como si 1c entendieran,
M. Harte dice en su citada, qqe considera al profesor
Y severos ponderan
Mascowcomo uno de los hombres mas hábiles de Euro­
Las sentencias de Sócrates diciendo :
Quien pudo sino Sócrates decirlo :
pa, por lo que hace á la ciencia de los tratados y á la po­
Solo Sócrates pudo definirlo ; lítica. Lo celebro tanto mas, cuanto que es ramo á que
Y con solo alabarle, desearía te dedicases de un modo particular, y que lle­
Sin enterderle quieren imitarle, gases á conocerlo en su mayor perfección. Aprenderás la
Y tienen sin saber filosofía parte relativa á tratados leyendo, antes que todo, los tra­
Para filosofar necia osadía. tados mismos, y las historias y memorias que les con­
(Epi léelo. trad. de Quevedo). ciernen, sin que por eso dejen de ayudarte considerable­
(¿) ............ Si se ofrece mente, las preguntas y conversaciones que tuvieres so­
Entre indoctos tratar grandes cuestiones, bre estas materias, gravándolas mas profundamente en
Calla y escucha atento á sus razones ; tu memoria. Al comenzar el curso de esta lectura, no va*
Porque es muy peligroso ciles á causa de la multitud de tratados insignificantes
Derramar de repente lo que sabes
Y entre ignorantes los discursos graves.
Y cuando aigun oyente te dijere
Que tú no sabes nada, (a) En 23 de Febrero decía el autor á Mr Da i rol les :
Y no le congojares y corrieres, ........... Todo va bien en Lipsia; el muchacho se aplica y
Entenderás que en ese mismo instante adelanta mas de lo que yo esperaba. El conde y la condesa de
Has comenzado á serbuen principiante. Flemming, que lo vieron allí, y lo llevaron á casa de la du
(Idem.) quesa de Curlandia, me hacen de él una buena pintura, y me
(c) Ceux dont la témérité aseguran que de ninguna manera es el torpe y atontado ingles
De termes trop savants parenl leur éloquence, de que les hablé, sino passablement dicrotti. Permanecerá
Au lieu de montrer leur sciencc alli un año mas, y luego irá á Turin. Si por casualidad oyereis
Ne montrenl que leur vanité. ó pudiereis procuraros, algunas noticias de su carácter pri­
(Pavillon) Tr. vado, os ruego me las comuniquéis. Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD R1

que se encuentran en el Corps Diplomatique; apégate á con suficiente atención, el sacrificio á las Gracias. Es
toe esenciales que alteraron el estado de la Europa, y casi inconcebible el diferente efecto que producen las
produjeron nuevos convenio» entre las grandes poten­ mismas cosas dichas ó hechas, según se miran revestidas
cias, como los tratados de Munster, de Nlmega, de Rys- ó despojadas de las gracias; estas preparan el camino al
wichy de Utrecht. Hay otra parte de conocimientos po­ corazón, y el corazón tiene tai influencia sobre el enten­
líticos que solo se adquieren preguntando y conversando, dimiento, que bien merece el trabajo de atraerlo á nues­
y son los referentes al estado actual de las potencias tros intereses. El corazón es el todo en las mugeres, y
europeas, por lo que toca á estos tres puntos capitales: rige tanto á los hombres mismos, aun á los mas capaces,
fuerzas, rentas y comercio. En consecuencia, harás bien, que triunfa por lo común en todas las contiendas con el
mientras permanecieres en Alemania, de informarte de entendimiento. M. de la Rochefoucauit dice en sus má­
lis fuerzas militares, de las rentas y del comercio de cada ximas, que Vesprit est souvent la dupe du cceur: si en
principado del imperio, teniendo cuidado de apuntar es­ vez de souvent hubiese dichopresque toujours, temo que
tas noticias en un librito destinado espresamente para hubiese ido mas cerca de la verdad. Siendo así, dirige tu
este uso. Aquí te pongo un modelo de lo que quiero puntería al corazón; el mérito intrínseco solo no basta;
aplicarte: te ganará la estimación general, mas no el afecto que es
el corazón de cada uno. Para atraerte el afecto de una
Hano ver. persona determinada, debes tener, ademas de tu mérito
general, algún otro particular que mueva á aquella per­
La renta es de cerca de 500,000 libras esterlinas anua­ sona; como hacerle ú ofrecerle servicios, mostrarle mi­
les. ramientos y atenciones, prevenir sus deseos ect.; y la
Su ejército en tiempo de guerra subirá á 25,000 hom­ manera graciosa de hacer estas cosas, abre el camino al
bres , pero esto á lo sumo. corazón y facilita, ó mas bien asegura, los efectos de ellas.
Su comercio consiste principalmente en lencería es­ Reflexiona, por tus propias observaciones, en la desa­
portada de Stade. gradable impresión que á primera vista produce en tí
Hay manufacturas de paño ordinario para el consumo cualquiera persona que se acerca con torpeza y estertor
interior. desaseado; que se espresa Ingratamente, ya sea tarta­
Las minas de Harto producen anualmente cerca de mudeando y hablando entre dientes, ó bien pronuncian­
100,000 libras esterlinas de plata. do con lentitud y bajo un mismo tono ; en fin, cuya
Fácilmente puedes procurarte datos parecidos á estos, apariencia toda anuncia la mayor negligencia; observa
haciendo preguntas relativas al estado actual de la Ale­ hasta qué punto todas estas cosas te preocupan en contra
mania, si es que prefieres las conversaciones útiles á las de esta persona, aunque por otra parte puedas reconocer
frivolas. que su mérito y juicio son sólidos, y considera por otro
Hay mochos príncipes en Alemania que tienen muy lado, lo mucho que á primera vista te previenen las cosas
pocas tropas, y otros que no tienen ningunas sino cuando opuestas en favor de los que las poseen, y cómo deseas
se acerca el peligro, ó que el lucro los incita á ofrecerlas hallar en ellos todas las buenas cualidades, esperlraen-
al servicio de las grandes potencias, mediante ciertas su­ tando cierta pesadumbre si no las encuentras. Mil cosas
mas, en cuyo caso te informarás del número de tropas pequeñas que separadamente no admiten definición,
que pudieren levantar, tanto para su propia defensa, co­ conspiran en formar esas Gracias, ese no sé qué, que
mo para proponerlas á otras naciones. siempre agrada. Un bello personal, unos movimientos
Estos conocimientos se adquieren con poquísimo tra­ graciosos, cierto grado de gusto en el vestido, una voz
bajo, son de infinita utilidad, y aun me parece que pre­ armoniosa, algo de franco y de festivo en el semblante
sentan un asunto de conversación mas entretenido que pero sin risa, una manera de hablar clara y variada á
ta lluvia y el buen tiempo. propósito ; todas estas y otras muchas cosas, son Ingre­
Aunque estoy persuadido de que no pneden saberse dientes necesarios en la composición del amable no sé
todas estas cosas con la mayor esactltud, sobre todo á tu qué, que todo el mundo siente aunque nadie puede es-
edad, sin embargo, haz esfuerzos para acercarte á la ver­ plicar. Observa pues cuidadosamente lo que te agrada ó
dad hasta donde fuere dable. desagrada en otros, y persuádete que, en general, la9
Te pido que me digas si el culto católico romano se mismas cosas en ti producirán en ellos el mismo efecto.
tolera solamente en la córte de Sajonia, ó si se estiende á Habiendo mencionado la risa, debo precavérte muy es­
alguna otra parte de la nación; y también si hay capillas pecialmente contra este defecto. Desearía con todo mi
públicas en que se permita celebrarla misa. Se tolera al corazón que se te viese sonreír á menudo, pero que ja­
clero regular romano? Hay algunos conventos ? más se te oyese reir inmoderadamente. La risa descom­
¿Existen algunas órdenes militares en Sajonia y cuales pasada y frecuente es señal característica de ligereza y
son?El Aguila Blanca es una órden Polaca ó Sajona? de modales groseros; es la manera con que el popula­
Con qué motivo y cuando se fundó P Qué numero de ca­ cho espresa su necia alegría por las cosas mas simples;
balleros tiene ? y en mi Juicio nada es mas bajo ni mas grosero que las
A Dios, á quien pido te bendiga y permita que llegues carcajadas. El verdadero injenio y el buen sentido no han
á ser lo que deseo. hecho aun reír á nadie, porque son prendas superiores á
ello ; agradan al alma y esparcen la alegría en el sem­
blante; mas lo que causa risa son las bufonadas ruines á
que siempre se manifestarán superiores las personas de
Juicio y de educación. Un hombre que vá á sentarse,
creído de hallar á sus espaldas un asiento que no existe,
Batb, 9 de Mano de 1748. cae boca arriba y promueve la risa de toda una asamblea,
cuando las cosas mas agudas del mundo no lo harían,
Mi quhrido hijo. siendo esto, á mi moao de ver, una prueba segura de lo
De cuando en cuando debo recordarte lo que tantas vil é indecorosa que es la risa descompasada. Paso en
veces te he recomendado, y io que nunca podrás mirar ¡ silencio el ruido desagradable que la acompaña, y las
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89 CARTAS
deformes contorsiones que produce en el rostro (a). La infórmate con mas particularidad de los diversos ramos
risa se contiene fácilmente con una poca de reflexión; de comercio de aquel lugar. A Dios.
pero como en general se halla ligada á la idea de alegría,
no se atiende bastante á su impropiedad. Yo no soy de
un natural melancólico ni misántropo; me gusta el con­
tento, y soy tan inclinado á él como cualquiera otro;pero
puedo asegurar que desde que hago uso de mi razón,
nadie me ha oldojeir á carcajadas. Hay muchos que por
torpeza y mal entendida vergüenza, han adquirido desde Lohdres, 25 de Mano de 1748.
temprano la manía tonta y desagradable de reir siempre
que hablan ; y yo conozco una persona de muy buenas Mi querido hijo.
cualidades, M. Waller, que no puede decir la cosa mas
trivial sin reir, de modo que todo el que no le conoce, lo Me tienen de lo mas contento los informes de palabra
tiene por imbécil á primera vista. Estas y otras muchas y por escrito que he recibido últimamente de tu conduc­
manías, no menos desagradables, vienen déla vergüenza ta. Los primeros son de M. Trevas que llegó aquí, y los se­
mal entendida cuando se principia á correr el mundo. gundos de M. Harte, queriendo ambos convencerme de
Los jóvenes se encogen en la sociedad y se desconciertan que empleas muy bien tu tiempo en Lipsia. Me alegro de
de tai manera, que no saben qué hacer ni qué ademan que consultes hasta ese punto tu propio Interes y tus pla­
emplear para conservar su serenidad, y practican mil ceres ; porque los conocimientos que debes adquirir en
muecas á que quedan acostumbrados. Unos se meten el estos dos años, son tan necesarios para los unos como
dedo en la nariz, otros se rascan la cabeza, y muchos para los otros. Veo también con especial complacencia,
dan vueltas al sombrero ; en suma, no hay persona tor­ que te aplicas á aquellos conocimientos que son particu­
pe ó mal criada, que no acuda á alguna de estas malas larmente necesarios para el fin á que te destinas. M.
propiedades. Mas el gran número no justifica el abuso ; Harte me dice que has leído con atención áCaillieres, Pe-
y aunque todos estos hábitos y feos modales no sean quet, y las cartas de Richelieu. Las memorias del carde­
ciertamente culpables, deben evitarse con el mayor cui­ nal de Retí te entretendrán al paso de instruirte, porque
dado, porque son un obstáculo muy grande para hacer se refieren á un periodo muy interesante de la historia de
progresos en el arte de agradar. No olvides que agradar Francia, cual es el del ministerio del cardenal Mazarino,
es casi persuadir, ó á lo menos un paso indispensable durante la minoridad de Luis XIV. Los caracteres de Los
para conseguirlo. Tú, que tienes que labrar tu fortuna, personajes de aquel tiempo están delineados por mano
debes hacer un estudio particular de este arte; y debo maestra, con vigor y precisión; y las reflexiones políti­
decirte que cuando te ausentaste de aquí, no tenias les cas, que por lo regular se hallan impresas en letra cur­
maniéres prévenantes, aunque confieso que no son muy siva, son las mas esactas que yo he visto. No son las
comunes en Inglaterra ; mas espero que tu buen sentido reflexiones estudiadas de un político de gabinete sis­
te las hará adquirir entre los estranjeros. Si deseas llegar temático, que sin la menor esperiencia en los negocios,
á ser recomendable en el mundo, como lo desearás cier­ que sin salir de su bufete se pone á escribir máxi­
tamente si tienes algún talento, debe ser obra de tus mas, sino las reflexiones que formó un gran genio,
propias manos; porque es probable que haya yo desapa­ como resultado de su larga esperiencia y dilatada prácti­
recido de la tierra á tu entrada en el gran mundo. Tu ca en los grandes negocios. Son verdaderas conclusiones
categoría y tus riquezas no te ayudarán ; tu mérito y tus sacadas, de hechos no de teorías.
modales pueden solo elevarte á la fortuna y á hacer papel Como tu ocupación principal es la historia moderna,
en el mundo. Yo he puesto los cimientos para ambas quiero darte algunas reglas para tu gobierno en este es­
cosas en la educación que te he dado, pero es indispen­ tudio. Comienza propiamente en Carlomagno, el año de
sable que tú mismo levantes el edificio. 800; pero como en aquellos tiempos de ignorancia, los
Ahora tengo que acudir á tí para varios informes que clérigos y los frailes eran casi las únicas personas que sa­
Indudablemente puedes darme y que deseo saber. bían escribir, ó que podían hacerlo, apenas tenemos his­
¿ Puede el elector de Sajonia condenar á muerte, por torias de aquellos tiempos que no sean las que ellos gus­
crimen de alta traición, á uno de sus súbditos, sin proce­ taron damos, y que son compilaciones acumuladas por
so previo de algún tribunal público de justicia P la ignorancia, la superstición y el espíritu de partido;
¿ Puede, por su propia autoridad, encarcelará un súb­ así es que parece suficiente que adquieras una nocion ge­
dito todo el tiempo que le agradare sin mandarlo pro­ neral de los cinco ó seis siglos siguientes, cuya historia
cesar ? contiene mas bien loque se supone que aconteció, que los
¿ Puede, de motu propio, desterrar de sus dominios á hechos realmente ciertos; porque dedicar mas tiempo á
algún súbdito P los minuciosos pormenores de estas leyendas, sería em­
Ya ves que tú eres mi oráculo aleman , y que te con­ plearlo muy mal. Reserva pues tu mayor cuidado y tus
sulto con tanta confianza, que no necesitas acudir como mas diligentes investigaciones , para el siglo décimo
los antiguos oráculos á respuestas ambiguas, sobre todo, quinto y los siguientes. Entonces principiaron á revivir
teniendo la ventaja de que mis consultas se refieren úni­ las letras y á escribirse historias creíbles, la Europa co­
camente á lo pasado y lo presente, y no á lo futuro. menzó á tomar la forma que en cierto modo guarda has­
Deseo que pases muy buenas Pascuas en Lipsia, y que ta el dia; á lo menos se echaron entonces los cimientos
te diviertas en la feria. Mira con atención las tiendas, las de las grandes potencias que hoy vemos. Cierto es que
farsas, las maromas, los circos y hoc genus omne; pero Luis XI hizo de Francia una monarquía, ó como él acos­
tumbraba decir, la mit hors de page. Anteriormente no
habla en Francia mas que provincias independientes ,
como el Ducado de Bretaña ect. cuyos príncipes las des­
garraban y tenían en continuas agitaciones domésticas.
(a) Cálalo dice : Luis XI redujo todos estos pequeños estados por medio
Risa inepto res ineptior nuil» est. Tr« del fraude, de la fuerza y de alianzas matrimoniales, por­

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DE LORD CHESTERFIELD 83

que empleó sin escrúpulo todos loe medios que podían parte del Corps Diplomalique. En ella hallarás un
coadyuvar á sus fines. compendio claro y substancial de cada tratado celebrado
Hacia aquel tiempo, Fernando, rey de Aragón, é Isa­ en Europa durante el siglo diez y siete, comenzando des­
bel, su esposa reina de Castilla, reunieron bajo un mis­ de el tratado de Vervins. Las tres cuartas partes de esta
mo cetro toda la monarquía española y espulsaron de obra no merecen el trabajo de que las leas, porque se re­
ella á los Moros, que hasta entonces hablan permanecido fieren á tratados de muy poca importancia; pero si eli­
dueños del reino de Granada. Por el mismo tiempo, la ges los mas considerables, Ícelos con atención, y toma al­
casa de Austria puso las bases de aquel gran poder á que gunos apuntes que te serán de mucha utilidad. Fija
llegó después, primero por el matrimonio de Maximiliano principalmente la atención sobre aquellos en que las
con la heredera de Borgoña, y en seguida por el de su grandes potencias de Europa forman partes contratantes,
hijo Felipe, con Juana, hija de Isabel, reina de España, como el tratado de los Pirineos entre Francia y España;
heredera de todo aquel reino y de las Indias Occidentales. los tratados de N'imega y do Ryswick; pero el que sobre
Por el primero dé estos casamientos, la casa de Austria todos debe serte conocido en todas sus circunstancias y
adquirió los Países Bajos, y por el segundo, España y pormenores, es el de Munster, porque todos los celebra­
América, todo lo cual recayó en la persona de Carlos V. dos después se refieren mas ó menos á él. Para este úl­
Ertos dos matrimonios dieron ocasión para que se hi­ timo la obra del padre Bougeant es la mejor que puedas
riese este dístico latino : leer, porque comienza con la guerra de treinta años que
precedió á aquel tratado, que, como llegó á ser una ley
Btlla gerant alH, Tu feliz Austria nube perpetua del imperip, entra naturalmente en el número
Nam qua Mars aliis, dat tibi rtgna Venus (a). de tus lecciones sobre el Jus Publicum Imperii,
Con la mira de procurarte materia para una carta, y
El inmenso poder de que se vló revestido el emperador que nos instruyamos mutuamente sobre cosas que es
Carlos V, le Inspiró el deseo de un dominio universal útil saber, te pido que respondas las siguientes preguntas.
(porque los hombres nunca intentan apoderarse del todo, ¿ De cuantas compañías se componen en Sajonla lo»
sino cuando han obtenido una gran parte), que alarmó regimientos de infantería?
á Francia, y sembró las semillas de aquel celo y enemis­ ¿Cuantos hombres hay en cada compañía ?
tad que desde entonces ha subsistido entre estas dos ¿Cuantos escuadrones forman un regimiento de caba­
grandes potencias. Después la casa de Austria se debilitó llería y dragones, y cuantos hombres hay en cada uno de
por la división que hizo Carlos V de sus dominios, entre ellos?
su hijo Felipe II y su hermano Femando ; y desde en­ ¿ Cual es el pré de un infante Sajón, y cual el de un
tonces ha ido decayendo hasta la débil condición en que dragón ? A Dios.
boy se encuentra. Esta es una parte interesantísima de la
historia de Europa, de que es absolutamente indispen­
sable que te halles informado con minuciosidad y esac-
tttud.
La historia de la mayor parte de los pueblos presenta Londres,27 de Marzo de 1748.
ciertas épocas muy notables, que merecen examinarse
too mas particularidad que el resto de los acontecimien­ Mí QU8RIDO HIJO.
tos ordinarios. Tal es por ejemplo, la rebelión de los
Países Bajos en el reinado de Felipe II, que terminó con Te entregará este paquetlto nn tal M. Duval que vá á
el reconocimiento que la España hizo de su independen­ la feria de Llpsia. Es un joyero nativo de Ginebra, que
cia por primera vez, en el tratado de Munster. Tal es la lleva ocho ó diez años de establecido aquí t y siendo muy
revolución estraordlnarla de Portugal en 1640, en favor buen sugeto, te encargo que te le manifiestes muy civil.
de la casa de Braganza ¡ y lo mismo digo de la famosa Habiéndote aconsejado dias ha que te informases de
revolución de Suecia, cuando Cristiano II de Dinamarca, los establecimientos civiles y militares de todos los reinos
que era también rey de Suecia, fué desterrado por Gus­ y estados en que pudieres hallarte ú obtener noticias
tavo Vasa. En fin, tal es aquella época memorable de auténticas, te envio un librito, en que, bajo el rubro Ha-
1660, cuando los estados de Dinamarca hicieron á la co­ nover, he señalado el corto método de asentar estos in­
rona una cesión voluntaria de todos sus derechos y li­ formes para ayuda de tu memoria. Teniendo este librito
bertades, y cambiaron aquel estado libre en la monar­ las letras del alfabeto, puedes abrirlo al instante en el
quía mas absoluta de Europa. La Acta Regia de este artículo que necesitares, y aun Intercalar nuevas hojas si
acontecimiento merece que la leas. Estos periodos nota­ lo requiriere laestension de tus minutas. Por todas partes
bles da la historia moderna son acreedores á tu particu­ puedes mandar hacer libros de esta especie, apropiados
lar atención, y muchos de ellos han sido escritos separa­ al asunto particular que fuere de tu gusto. Yo he obser­
damente por buenos historiadores que leerás con placer. vado este método y reconocido su utilidad. Si hubiese
Us revoluciones de Suecia y de Portugal se hallan ad- sabido qué cosa enviarte, habría aprovechado esta oca­
uúrablemente detalladas por el abate Vertot; son cortas sión. Los Franceses dicen que lespetits cadeaux entre-
I ra lectura no requiere arriba de doce horas. Hay otra tiennent Camitiéy que les grands Vaugmentent; pero
obra muy digna de leerse, pero por ahora no debes com- no me ocurre qué cosa pueda faltarte, ó á lo menos, cual
PwU porque no es portátil; sería bueno que te la pres­ no podrás obtener tan fácilmente en Llpsia como aquí.
tasen ó que la alquilases; su título es fíisloire des Trai­ Continúa haciéndote merecedor, y te aseguro que no te
te de Paix, en tres volúmenes en folio, que forman faltará nada de lo que yo pudiere procurarte.
No temas que te sea perjudicial mi retiro de los nego­
cios. Muchas cosas tienen que pasar antes de que te
bailes apto para ellos; y llegado el easo, sea cual fuere
-W tufriafeliz! goza de tos placeres del himeneo y aban- mi situación, siempre estará en mis facultades ayudarte
h guerra á las otras naciones; tu recibes de Venus los en tus primeros pasos; después será necesario que tú
re,B*que aquellas solo deben á Marte. Tr. mismo te ayudes con tus propias habilidades. Hazla ne-

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81 CARTAS

cesarlo, y en vez de solicitar, serás solicitado. El conoci­ lidad no son sino cosas muy esenciales: quiero decir,
miento de los negocios estranjeros, los intereses, las mi­ unos modales finos, un porte atractivo y una conducta
ras y las maneras de las diversas córtes de Europa, no es insinuante, cosas todas de real y sólida ventaja, que solo
vegetación común en este país. En tu mano está adquirir los que no conocen el mundo pueden tener por bagatelas.
estos conocimientos, pues que tienes todos los medios. Se me ha dicho que hablas con mucha aceleración y que
A Dios. Tuyo. no pronuncias distintamente; este es un hábito de lo
mas feo y desagradable; sabes que te lo he reprendido
mil veces, y hoy vuelvo á encargarte que pongas el ma­
CXf*- yor cuidado para corregirlo. Una pronunciación clara y
agradable, agrega mucho peso á la materia; y yo he
visto no hacerse caso alguno de discursos muy buenos,
por la desagradable manera de pronunciarlos, y aplaudir
Loxdres, t de Abril de 1748. otros mediocres por la razón contraria. A Dios.

Mi querido hijo.
Por ninguno de los tres últimos correos he recibido
cartas tuyas ni de M. Harte, retardo que atribuyo única­
mente á los accidentes que hayan ocurrido en el camino
de Lipsia á Londres, cuya estension es harto considera­ Lo.ndres, de Abril de 1748.
ble para que deje de haberlos; pero siempre me figuro
que estás bueno cuando no se me dice lo contrario. Por Mi querido hijo.
otra parte, ya te he dicho varias veces que me inquieta
mucho mas tu conducta que tu salud; y cuando no me Aunque después de mi última carta no puedo acusar
escribes, supongo que te hallarías ocupado en algo de recibo de ninguna tuya, no quiero dejar pasar tres cor­
mayor utilidad. Tu salud continuará mientras continuare reos en blanco. MI ternura me incita siempre á escribirte,
tu templanza. La naturaleza tiene á tu edad suficiente y la esperanza de que mis cartas no te sean del todo inú­
cuidado del cuerpo, con tal de que se la deje obrar por tiles me anima á ponerlo en obra. Es probable que la pre­
sí misma, y que la intemperancia por un lado y las me­ sente llegue á tus manos en lo mas callente de Ja feria
dicinas por el otro, no la descompongan. Mas con el al­ de Lipsia. M. Harte me dice que ibas á lucir en las fiestas
ma sucede todo lo contrario, sobre todo á tu edad, en un lujoso vestido, en medio de personas elegantes, líe
que requiere un cuidado incesante y algunos remedios. alegro mucho'de ello, porque ya es tiempo de que co­
Cada cuarto de hora bien ó mal empleado, le hará un mí enzes á formarte y adoptar las maneras de las personas
daño ó un beneficio esencial y permanente. También re­ de primer órden. Las córtes son las mejores escuelas para
quiere mucho ejercicio para llevarla á un estado saluda­ esta especie de estudio. Tú comienzas ahora por ver la
ble y vigoroso. Observa la diferencia que se encuentra esterioridad y aparato de una córte, y no hay ninguna
entre las almas cultivadas y las que no lo están, y no mas ostentosa que la de Sajonia. Atiende á ella; observa
dejarás de conocer que no puedes tomarte demasiado sus formas y maneras para que en lo venidero puedas
trabajo ni emplear tiempo suficiente en el cultivo de la compararlas con las de otras córtes que verás; y aunque
tuya. Un carretero ha nacido probablemente con tan todavía no te hallas en estado de penetrar su conducta
buenos órganos como Mllton, Loche ó Newton (a) ¡ pero política y sus máximas, puedes sin embargo reparar en
estos grandes hombres son tan superiores al carretero, sus formas, en sus ceremonias y en toda su esterioridad.
como este lo es á sus caballos. Verdad es que algunas A lo menos, mira cuanto fuere posible, y no andes corto
ocasiones se han visto descollar genios estraordinarios en preguntas para conocer lo que estuviere á tu alcance.
por solo la fuerza de la naturaleza y sin los socorros de Mira igualmente todo lo que hubiere en la feria, las ópe­
la educación, pero estos ejemplares son muy raros para ras, las comedias y hastael totilimandi de los Saboyar-
que cada uno se crea el privilegiado; y aun estos gran­ dos. Todas las cosas merecen que las veamos una vez,
des genios brillarían mucho mas, si agregasen á sus es- y mientras mas vemos y examinamos, menos espueatos
celencias las ventajas de la educación. Si el genio de estamos á asombrarnos y admirar sin razón.
Shakespeare hubiese sido cultivado, vertamos aquellas Presenta mis cumplidos á M. Harte, manifestándole
bellezas que tan justamente atraen nuestra admiración, que en este mismo momento recibo su carta que le agra­
libres de la estravagancia y de la monserga que las des­ dezco. Vienen á buscarme para salir de casa, y por esta
lucen muy á menudo. En general, los hombres son obra razón es mi carta tan corta. A Dios. Estoy impaciente por
de la educación y de la compañía que frecuentan, y esto recibir contestación á las diversas preguntas que te tengo
de quince á vcntlcinco años; razón por la que debes con­ hechas.
siderar bien, la importancia que tienen tus ocho ó nueve
años próximos j todo tu porvenir depende de ellos. Quie­
ro manifestarte sinceramente mis esperanzas y temores
respecto á ti. Me parece que serás hombre instruido, y
que adquirirás un acoplo considerable de erudición y de
conocimientos de varias especies; pero temo que mires
con negligencia lo que se llaman bagatelas, y que en rea­ Londres, 20 de Abril de 1748.

Mi querido hijo.
la) Pcut-étre qu’un Virgile, un Cicéron lauvage, Me place infinitamente que sigas ocupándote de la his­
Esl chantre de paroisse, ou juge de village. toria de la refonpa, por ser una de aquellas épocas im­
(VOLTAIEE.) Tr. portantes que merecen toda tu atención, y que te informes

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DE LORD CHESTERFIELD 85
*
de sus pormenores con la mas escrupulosa esactitud. Sin una mañana lluviosa, se habría manifestado cobarde.
duda que has reflexionado sobre las causas de este gran­ Así pues, nuestras mejores conjeturas en cuanto á los
de acontecimiento, y observado que la avaricia malo­ verdaderos móviles de nuestras acciones, son de lo mas
grada y el resentimiento tuvieron mas parte en él, que el Inciertas; y de la historia no debemos esperar mas que el
verdadero celo por la religión, ó el aborrecimiento á los simple conocimiento de los hechos. Que Cesar fué asesi­
errores y abusos del papado. nado por veinte y tres conspiradores, no lo dudo; pero sí
Lotero, fraile Agustino, irritado de que su órden, y por dudo mueho que el amor de estos á su libertad y á la de
consecuencia él mismo, no tuviese el privilegio esclusivo su patria, fuese su único ó aun su principal móvil; y me
de vender indulgencias, y de que se hubiese hecho á los atrevo á decir que si nos fuese conocida la verdad, ha­
Dominicanos partícipes en aquel lucrativo é infame co­ llaríamos que concurrieron varios otros motivos en esta
mercio, se convirtió en reformador, y clamó contra los muerte, aun en el gran Bruto; tales como arrogancia,
abusos, la corrupción y la idolatría de la iglesia romana-, envidia, pique personal y malogro de algunas miras. Mi
cosas que eran ciertamente bastante grandes para que él pirronismo vá tan lejos, que no puedo menos de esten-
no las hubiese visto antes; pero se conformó con ellas derio á los mismos hechos históricos, ó & lo menos á mu­
hasta que vió atacar lo que él llamaba derecho, y que no chas de las circunstancias eon que son relatados. La es-
era sino el provecho de su órden. Verdad es que la igle­ periencia diaria me confirma en esta especie de incredu­
sia de Roma ministró á Lulero abundante materia para lidad. ¿ Olmos acaso referir los hechos mas recientes de
queja y reforma, y este supo esplotarla hábilmente. Esta la misma esacta manera por los individuos que los ates­
me parece haber sido la verdadera causa de aquella ne­ tiguaron á la vez ? No: este se engaña, aquel falsifica, y
cesaria y grande obra-, pero cualquiera que la causa fue­ los otros se desvian un poco, según la propensión de sus
se , el efecto fné bueno; y la reforma se esparció por su almas ó de sus intereses particulares. Un hombre que ha
propia virtud y lo favorable de las circunstancias: fué tomado parte en una transacion, no la escribirá con
muy bien recibida por muchísimas personas en Alemania esactitud, y otro que no la presenció no puede hacerlo.
yTotros países-, poco después entró en la política de los Pero á pesar de estas incertidumbres, el conocimiento de
príncipes, y como sucede siempre en las disputas reli­ la historia no es menos necesario, puesto que las mejores
giosas, se convirtió en máscara de la injusticia y de la historias son el asunto frecuente de la conversación y de
ambición. los libros; y aunque yo estoy convencido de que la som­
Bajo pretesto de estinguir la herejía, según la espreslon bra de Cesar jamás se aparecióá Bruto, sin embargo, me
coman, la casa de Austria trató de estender y fortificar avergonzaría mucho de Ignorar este hecho como referido
su poder en el imperio; por otra parte, muchos príncipes por los historiadores de aquellos tiempos. Lo mismo su­
protestantes, pretendiendo estirpar la idolatría, ó á lo cede con la mitología, que presta materia para los escritos
menos asegurar la tolerancia, no pensaron mas que en y conversaciones sin que sea creída de nadie; y hablamos
aumentar sus propios dominios y estender sus privilegios. de Júpiter, de Marte, de Apolo ect. como dioses, aunque
Miras particulares como estas entre los caudillos de ambos sepamos que si realmente existieron, fué puramente co­
lados, mucho mas que motivos religiosos, sostuvieron en mo simples mortales. Por consiguiente, el pirronismo
Alemania, casi sin cesar, aquellas guerras llamadas de histórico no prueba nada en contra del conocimiento ni
religión, basta que el tratado de Munster arregló de del estudio de la historia, que entre todos los estudios es
una manera definitiva los negocios religiosos de ambos el mas necesario para un hombre que debe vivir en el
partidos. mundo. Nos enseña únicamente á no ser muy decisivos
Si trazando una multitud de acontecimientos histó­ ni perentorios en nuestros juicios, y á usar de precaución
ricos se remontase á sus verdaderas causas, temo que no al sacar consecuencias para nuestra propia observáncia
las encontrásemos mucho mas nobles ni desinteresadas de hechos remotos, relatados con parcialidad ó ignoran­
que la malograda avaricia de Lutero; y por esto miro cia, y de cuyos móviles no podemos formar, á todo rigor,
con algún desprecio á aquellos refinados y sagaces histo­ mas que conjeturas muy imperfectas, sin que nos sea
riadores que atribuyen todo, aun los acontecimientos dado saber lo cierto. Los testimonios de la historia an­
mas comunes, á profunda política, sin considerar que el tigua deben necesariamente ser mas débiles que los déla
género humano se halla compuesto de contradicciones y moderna, en razón de que todo testimonio se debilita á
de inconsecuencias, y que ningún hombre obra invaria­ medida que se aleja de nosotros. Por esto te aconsejaría
blemente en consonancia con su carácter distintivo. El yo que estudiases la historia antigua en general, como lo
hombre mas sensato puede obrar á veces con debilidad hacen otras personas -, esto es, para que po ignores nin­
(o) y el mas débil eon sensatez. La oposición de nuestras guno de aquellos hechos recibidos por todo el mundo ba­
pasiones, la variedad de nuestros humores, y aun nues­ jo la fé de los mejores historiadores; y sean falsos ó ver­
tro mayor ó menor grado de espíritu y de fuerza, produ­ daderos los conocerás como los demas. Mas en cuanto á
cen tantas contradicciones en nuestra conducta, que en la historia moderna, y me contraigo particularmente á la
nú opinión, las personas que se engañan mas á menudo, de los tres últimos siglos, desearía que la estudiases con
eon aquellas que atribuyen nuestras acciones á losmoti- la mayor atención y la mas escrupulosa esactitud. La
fivoe mas obvios y aparentes; y estoy convencido de que probabilidad de saber lo cierto es mucho mayor en la his­
una cena ligera, un buen sueño y una hermosa mañana toria moderna, porque los testimonios son mas retientes,
640 hecho muchas veces un héroe del mismo hombre y tienes ademas el socorro de una multitud de memorias,
9°® Por una indigestión (ó), por una noche inquieta y por de anécdotas y de cartas originales. Las mejores memo­
rias que yo conozco, son las del cardenal de Retz, que
ya te recomendé otra ocasión,y que te aconsejo leas mas

(u) Nulium magnum ingenium sine mixtura demcntia.


province, ont souvent dépendu de la bonne ou de la mauvaise
(SÉNECA.) digestión d’un aouverain bien ou mal conseillé.
el la mort des meilleurs ci(oyens, le aorí d’unc (Voltaibb.) Tr<

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86 CARTAS

de una vez con cuidado. Estas memorias contienen mu­ Ya es tiempo determinar esta divagada carta. Si hay
chas máximas políticas, que por lo regular se hallan im­ en ella algo que pueda serte provechoso, consideraré bien
presas en letra bastardilla, y te encargo que las medites y recompensado el trabajo que me he dado al escribirla.
las retengas. Nunca las leo sin palpar su verdad, corro­ A Dios. Tuyo.
borada por mi propia esperiencla. Algunas de estas má­
ximas parecen insignificantes á las peronas que no están 24. Les extréme* sont toujour* fácbeux; mais ce sont des
versadas en los negocios, pero las que lo están se pene­ mpyens sages quand ils sont nécessaire* : ce qu’ils ont de con-
tran de su esactitud y utilidad (a). solant, c’est qu’ils ne sont jamais mediocres, et qu’ils sont dé-
cisif* quand ils sont bous.
22. II y a des conjoncture* oü la prudence méme ordonne
(a) Las máximas á que se refiere el autor son la* siguientes :
de ne consultor que le cbapitre des accidents.
4. II y a souvent de la folie b conjurar; mais il n’y a ríen 23. II n’y a ríen dan* le monde qni n’ait son moment dé-
de pareil pour faire les gens sages daos la suite : au motas pour cisif; et le chef-d’osuvre de la bonne conduiie, est de con­
quelque temps. Comnie le péril dans ces sortea d’affaires dura naltre et de prendre ce moment.
méme aprés les occasions, l’on est prudent et circonspect dans 24. L’abomination, jolntau ridiculo, fait le plus dangereux
le moment qui les suivent. etle plus irremediable de tous les composés.
2. Un esprit médiocre et susceptible par oonséquence 25. Les gens faibles ne plient jamais quand ils le doivenL
d’tajustes défiances , est de tous les caractéres celui qui est le 26. Rien ne touche et n’émeut tant les peuples, et méme le*
plus opposé h un bon chef de partí, dont la qualité, la plus compagnies qui tiennent beaucoup du peuple, que la varíété
souvent, et la plus indispensablement nécessaire, est de sup- desspectacles.
primer en beaucoup d’occasions, et de cacber en toutes, les 27. Les exemples du passé touebent san* comparaison plus
soup^ons méme les plus légitimes. le* hommes, que ceqx de leur siécle.
3. Ríen n’anime etn’appuie plus un monvement, que le 28. Les bommes faibles se laissent aller ordinal rement au
ridicule de celui contra lequcl on le fait. plus grand bruit.
4. Le secret n’est pas si rara qu’on le croit entre des gen* 29. U ne faut jamais contester ce qu’on ne croit pas pouvoii
qui sont accoutumés á se méler des grande* affaires. obtenir.
5. Descendre jusqu’aux pelits est le plus sUr moyen de 30. Le moment oü l’on regoit les plus beureuses nouvellec,
s’égaler aux grands. est justemeut celui oü il faut redoubler d’altention pour les
6. La mode qui a du pouvoir en toutes cboses, ne l’a si petites.
sensiblement en aucune, qu’á étrebien ou mal b la Cour : il y 34. Le pouvoir dans les peuples est fiche ux, en ce qu’il
9 des temps oü la disgráce est une maniéra de feu qui purifie nous rend responsable de ce qu’ils font malgré nous.
toutes les mauvaises qualités, et qui ¡Ilumine toutes le* 32. L’une des plus grandes incommodités de guerrea civiles
bonues; il y a des temps oü il ne sien pas bien b un bonnéte est qu’il faut encore plus d’appl¡catión b ce que Fon ne doit
bomme d’étre disgrácié. pas dire b ses amis, qu’á ce que l’on doit faire contra sea en-
7. La souffrjnce, aux persono©* d’un grand rang, tient nemis.
lien d’une grande vertu. 33. II n’y a point de qualité qui dépare tant un grand
8. 11 y a une espéce de galimatías que la pratique fait bomme, que de n’étre pas juste b prendre le moment décisií
connaltre quelquefois, mais que la spéculation ne fait jamais de la réputation. L’on ne le manque presque jamais que pour
entendre. mieux prendre celui de la fortune; c’est en quoi l’otr se
9. Toutes les puissances ne peuvent rien contro la répu- trompe, pour l’ordinaire, doublement.
tion d’un bomme qui se la conserve dans son corpa. 34. La vue la plus commune dans les imprudences, c’est
40. On est aussi souvent dupe par la défiance que par la celle que l’on a de la possibilité des ressources.
confiance. 35. Toute compagnie est peuple; atasi tout y dépend des
44. L’extrémité du mal n’est jamais b son période, que instan ts.
quand ceux qui commandent ont perdu la bonte ; parce que 36. Tout ce qui paralt basardeux, et qui pourtant ne i’est
c’est justement le moment dans lequel ceux qui obéissent pas, est presque toujours sage.
perdent le raspeet; et c’est dans ce méme moment que l’on 37. Les gens irrésolus prennent toujours, avec facilité, le*
revient de la léthargie : mais par des convulsione. aventures qui les ménent b deux ebemins, et qui, par cunaé-
42. II y a un voile qui doit toujours couvrir tout ce que l’on quence, ne les pressent pas d’opter.
peut dire et tout ce que l’on peuteroira, du Droit des Peuples 38.11 n’y a point de pelits pas dans les grandes affaires.
et de celui des Rois, qui ne s’accordent jamais si bien ensemblo 39. II y a des temps oü certaines gens ont toujours raí son.
que dans le silence. 40. Rien ne persuade tant les gens qui ont peu de sens que
43.11 y a des conjoncturas dans lesquelles on ne peut plus ce au’ils n’entendent pas.
faire que des fautes, mais la fortune ne met jamais les bommes 44.11 n’est pas sage de faire, dans lesfactions, oü l’on n’est
dans cet état, qui est, de tous, le plus malheureux, et per- que sur la défensive, ce qui n’est pas pressé. Mais l’inquiétade
sonne n’y tombe que ceux qui s’y préci piten t par leur faute. des subalternes est la cbose la plus inoommode dans cea ren-
44. II sied plus mal b un ministre de dire des sottises que contres; il* croient que dés qu’oú n’agit pas on est perdu.
d’en faire. 42. Les ebefs, dans le* factions, n’en sont les maitres qu’au-
45. Les avis que l’on donne b un ministre passent pour des tanl qu’ils savenl prévenir ou apaiser les murmures.
crimesj toutes les fois qu’on ne luí est pas agréable. 43. Quand la frayeur est venue b un certain point, elle
46. Auprés des princes, il est aussi dangereux, et pres produil les mémes effets que la lémérité.
qu’aussi criminel de pouvoir le bien, que de vouloir le mal. 44. U est aussi nécessaire de cboisir les mofe dans les
47. 11 est bien plus natural b la peur de consultor que de grandes affaires, qu’il est superita de les cboisir dans les
décider. petites.
48. La flexibilité est de toutes le* qualités la plus néces­ 45. Rien n’est plus rareni plusdifficile aux ministres qu’un
saire pour le maniemenl des grandes affaires. certain ménagement dans le calme qui suit immédiatement
49. On a plus de peine, dans les partis, de vivre avec ceux les grandes tempétes, parce que la flatteríe y redouble, el que
qui en sont, que d’agir contra ceux qui y sont opposé*. la défiance n’y est pas éteinte.
20. Les plus grands dangersont leur charmc pour peu que 46. II ne faut pas nous cboquer si fort des fautes de ceux
Pon aperfoive de gloira dans la perspective des mauvais qui sont nos amis, que nous en donnions l’avantage b ceux
succés; les médiocrasdangersn’ontque des borreurs, quand la contra letquels nous agissons.
pede do la réputation est attachée b la mauvaise fortune.

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DE LORD CIIESTERFIELD 67

á tomar en Lipsla el hilo de aquellos estudios que, si te


inclinan las córtes, pueden solo habilitarte para brillar
en ellas. Un simple cortesano, sin prendas y sin conoci­
Londres, 10 de Mayo de 1748. mientos, es el mas frívolo y despreciable de todos los
seres; asi como por el contrario, el hombre que ha cul­
Mi querido hijo. tivado su espíritu, y que posee las maneras nobles y des* *
embarazadas de una córte, es el hombre cabal. La ob­
Cálenlo que recibirás esta carta en el momento preciso servación de que las córtes son los asientos de la falsedad
de tu regreso de Dresde, adonde fuiste á correr tu primera y de la disimulación, es de lo mas trillada; pero podría
caravana de córte. No puedo saber si este ensayo te ha decir que es tan inesacta como la mayor parte de las ob­
inspirado alguna inclinación por las cortes ; pero tengo servaciones generales. La falsedad y la disimulación se
muy buena opinión de ti para estar seguro de que al de­ encuentran ciertamente en las córtes, pero en dónde no
jar á Dresde has dejado también ia disipación, y vuelto se encuentran ? Habitan las cabañas así como los pala­
cios, con solo la diferencia que en las primeras se hallan
acompañadas de malas maneras. Dos labradores vecinos
de un lugar, inventarán y practicarán tantos artificios
47. Le taleutd’insinuer est plus utile que celui de persuader, para engañarse mutuamente en el próximo mercado, ó
peneque l’on peut insinuer i tout le monde, et que Ton ne para ganar la preferencia en el favor de su amo, como lo
persuade presque jamáis persoune. harán dos cortesanos para suplantarse en el valimiento
48. Daña les matiéres qui ne sont pas favorables par elles- de su príncipe. Por mas que dijeren los poetas ó creyeren
■éwes, tool cbangement qui n’est pas nécessaire est perni- los necios, de la inocencia y sencillez del campo y de la
deui, parte qu’il est odieux. perfidia de las córtes, es una verdad fuera de toda duda,
49. II faut faire voir i ceux qui sont naturellement faibles que pastores y ministros son igualmente hombres, con
testes fortes d’abimes, parce que c’esl le vrai mojen de les naturaleza y pasiones idénticas, y que solo difieren en el
eblicer de se jeler dans le premier cbemin qu’on leur ouvre. modo de obrar.
50. L’on doit hasarder le poasible, toutes lea fois que l’on Habiendo hecho mención de las observaciones trivia­
seseo ten étatde profiter méme du manquement de succés. les que pasan por decirlo así á proverbios, quiero preca­
51. Les bommes irrésolus se déterminent difficilement par verte muy particularmente contra su uso, bu creencia ó
les moyens, quoique méme ils soient ¿¿terminé* pour la fin.
su aprobación. Son el tema común de hombres chocarre-
52. C’est presque jeu sftr avec les bommes fourbes, de leur
ros y presumidos; las personas de verdadero entendi­
taire croire que Fon veut trompar ceux que l’on veut servir.
miento las desprecian altamente, y aun tienen á menos
53. L’un des plus grands embarras ota l’on est avec les
Pristes, c’est que Fon est souvent obligé, par la considération reir de las sandeces que profieren estos pretendidos in­
de leur propre serví ce, de leur donner dea conseils dont on ne genios sobre tales materias.
peal pas leur dire les véritables raisous. La religión es uno de sus asuntosfavorítos; todo en ella
54. Quand on se trouve obligé de faire un discoursque l’on es artimaña clerical ó invención ideada y sostenida por los
prévoit ue pas devoir agréer, l’on ne peut lui donner tropd’ap- ministros de todas las religiones para aumentar su auto­
árente de sincérité : parce que c’est Fuñique moyen de ridad y lucro; y de este falso y absurdo principio parte el
F adoucir.
55.0n nedoit jamais se jouer avec la faveur; on ne la peut
lugar común contra el clero, llenándolo de injurias y de
insípidas burlas. Para tales gentes los sacerdotes de todas
trop etnbrasser quand elle est véritable; on ne la peut trop las religiones son unos Incrédulos declarados ó encu­
tíoigner quand elle est fausse. biertos, unos ebrios y disolutos; cuando al contrario yo
56. n y a de l’inconvénient h s’engager sur des suppositions creo que los sacerdotes son esactamente parecidos á los
de ce que i’on croit impossible; et pourtant il n’y a ríen de demás hombres, y que no valen mas ni menoapor llevar
tscommun.
sotana ó sobrepelliz; si difieren de los otros hombres, es
57. La plupart des bommes examinenl moins les raisons do
probablemente mas bien por el lado de la religión y de
e® qu’oa leer propose contre leur sentiment, que celles qui
peavent obliger celui qui leur propose de s’en servir.
la moralidad, ó á lo menos, la decencia de su educación
58. Tout ce qui est vide dans les temps de faction et d’in- y manera de vivir.
frigue, puse pour mystérieux dans les esprits de ceux qui ne Otro tema ordinario del falso ingenio y de la chocar­
pas accoutumés aux grandes affaires. rería, es el matrimonio. Todo hombre y muger casados se
59. odian cordialmeote por mas que ellos pretendan en pú­
Da’est jamais permis b un inférieur de s’égaler en pa-
rules b celui b qui il doit du respect, quoiqu’il s’y égale dans blico lo contrario. El marido desea con toda su alma que
l’action. á su muger se la lleve el diablo, y no hay la menor duda
60.Toutbomme que la fortuneseule, par quelque accident, de que ella viola la fé conyugal (a). Yo creo al contrario,
* hit bomme public, devient presque toujours avec un peu de
temps, un particulier ridicule.
61. La plus grande imperfection des bommes est la complai-
tt>ceqn’ils trouventb se persuader que les autres ne sont
No mormures jamis de los casados
pointnempts desdéfauts qu’ils se reconnaissentb eux-mémes.
Que en reciproco amor están ligados,
62.11 n’y a que 1’expérience qui puisse apprendre aux I
Ni de los casamientos
bommes b ne pas préférer ce qui les pique dans le présent b
Donaires di gas ni refieras cuentos :
m jai les doit toucher bien plus essen fiel temen t duna 1’avenir.
«3.11 fauts’appiiquer, avec sofaldaos les grandes affaires Ni te alabes hipócrita injurioso,
Por mostrarle censor de los placeres,
eacore plus aue daos les aulreax b se défendre du goút que Fon
De que ni vés, ni tratas las mujeres....
troave pour la plaisanlerie^
64. On ne peut assez pesor les moindres mota dans les í ••••••••......... ••••••••••••♦••»♦•••• •»............ .
fundes afTaires. Quien se alaba de que no las trata
En vez de blasonar acción loable
65.|1 n’y a que la coqtinuation du bonbeur qui flxe la
FWdes amitiés. Dá sospecha de Venus mas culpable.
66< Quiconque asasemble le peuple, l’émeut. Tr. (Epiteclo. trad. de Quevedo.) Tr.

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88 CARTAS

que el amor ó el odio de los casados do viene de habér­ lenguas modernas. Preparados de esta manera van, como
seles leído las fórmulas del matrimonio. La cohabitación, ellos dicen, al estranjero (a), pero en realidad es lo mismo
que es la consecuencia de aquel estado, hace que se de­ que si estuviesen en sus casas; porque no hablando mas
testen ó amen mas ó menos según lo merecen recíproca­ idioma que el suyo y siendo torpes y sumamente tímidos,
mente ; pero lo mismo acontecería entre cualquiera no van á las sociedades, á lo menos á las buenas, sino que
hombre y muger que viviesen juntos sin ser casados. comen y cenan solos en las fondas. Estoy seguro de que
Estos y otros muchos lugares comunes sobre naciones tú evitarás estos ejemplos, y que cuidarás siempre de
ó profesiones (que por lo menos son tantas veces falsos frecuentar las mejores compañías del lugar en que le
como verdaderos), son el pobre refugio de gentes que ca­ hallares, medio único de viajar con fruto; y te diré de
recen de ingenio y de invención, y que hacen esfuerzos paso, que los placeres de un caballero solo se encuentran
para brillar en la sociedad con adornos y atavíos agenos. en las mejores compañías; porque aquel desenfreno que
Yo siempre he desconcertado la petulancia de estos me­ la gente común llama falsa é impudentemente placer, no
quetrefes, dirigiéndoles miradas estremadamente graves es mas que la sensualidad de un marrano.
cuando esperaban verme reir de sus agudezas, y dicién- Un año mas de estudio serio é incesante es todo lo que
doles : bien, y después ? como si no hubiesen terminado, te pido; pasado aquel, tendrás mas tiempo para tus di­
y que la púa estuviese aun por desprenderse. Esto los versiones ; porque unas cuantas horas al día bastarán
pone en confusión, jorque no cuentan con recursos en sí entonces para tu aplicación, y las restantes no podrás
mismos, ni tienen mas caudal que un surtido de chistes y emplearlas mejor que en los placeres de la buena com­
trivialidades. Los hombres de mérito no se miran re­ pañía. A Dios.
ducidos á estos miserables espedientes, por los cuales
manifiestan el mas alto desprecio; sino que encuentran
siempre una infinidad de asuntos útiles para sostener una
conversación animada; saben lucir su talento sin sáti­
ras vulgares, y mostrarse circunspectos sin fastidiar. Esta
petulancia se remedia frecuentando las cortes, porque en
ellas los hombres se ven incesantemente obligados ¿ ser
mirados y urbanos. Yo no dudo que tus maneras hayan Loxdres, 17 de Mayo de 1748.
mejorado en la corta visita de Dresde. Las otras córtes,
que me propongo conozcas mejor, te pulirán gradual­ Mi querido hijo.
mente hasta el mas terso bruñido. En una córte es ab­
solutamente indispensable cierta flexibilidad de genio y Ayer recibí tu carta de 4 de este mes, y en vista de ella
suavidad de modales, que algunas personas toman erra­ he escrito hoy á Slr Ch. Williams dándole las gracias
damente por abyecta lisonja y falta de opinión propia, por las atenciones que te ha dispensado. Pronostico muy
cuando no es mas que una manera decente y agradable bien de tu primera visita de córte, y del favorable recibi­
de mantener nuestra opinión, y quizá de hacerla adop­ miento con que te distinguió S. M. Polaca, y confio en
tar á los demas. La manera de hacer las cosas es á me­ que recibirías este señalado favor con aquel respeto y
nudo mas importante que las cosas mismas; y la misma aquella modesta serenidad que caracterizan á un hombre
cosa puede ser grata ú ofensiva según el modo de decirla distinguido. Las gentes de educación baja y obscura no
ó hacerla. Suele decirse de las obras de escultura, mate- pueden soportar los rayos de la grandeza; se descon­
riam superabat opus, porque aunque los materiales ciertan y pierden el sentido cuando los reyes ó los hom­
sean valiosos como plata, oro, ect. el trabajo de la obra lo bres grandes les dirigen la palabra ; se muestran torpes
’es todavía mas. Esta verdad se aplica muy bien á las ma­ y avergonzados sin saber qué responder ni por donde co­
neras, que adornan los conocimientos y cualidades que menzar; á la vez que las personas de condición no se des­
podamos tener y aun nueve veces entre diez hacen mas lumbran con el brillo de la dignidad ; conocen y pagan
impresión en el género humano que el valor Intrínseco de todo el respeto que le es debido, pero lo hacen sin des­
las materias que se agitan. Por otra parte, recuerda que concierto, y pueden conversar con un rey con el mismo
el dicho de Horacio, á propósito del bello estilo, se aplica desembarazo que con cualquiera de sus súbditos. Esta es
perfectamente á los que quieren figurar en las córtes y la ventaja que retira el que comienza desde jóven á fre­
distinguirse en las reuniones de la vida brillante : sapere cuentar á la buena compañía, y que se acostumbra desde
est principium etfons. Un hombre que sin un buen fon­ temprano á conversar con sus superiores. Cuantos hom­
do de conocimientos y de cualidades, adopta la vida de bres no he conocido yo aquí, que después de haber ob­
cortesano, hace el papel mas ridículo que se pueda ima­ tenido todas las ventajas de una buena educación inglesa,
ginar : es una máquina poco superior al reloj de la cór­ primero en el colegio y después en la universidad, no
te; pues asi como este señala tas horas, aquel señala el sabían, cuando eran presentados al rey, si estaban para­
frívolo empleo de ellas; y cuando mas podrá considerár­ dos de cabeza ó sobre los talones! SI el rey les hablaba
sele como comentarlo del reloj, porque según las horas se anonadaban, temblaban, y trataban de meterlas ma­
que el uno suena el otro dice: ahora es tiempo de levan­ nos en sus bolsillos sin poder dar con ellos ; dejaban
tarse, ahora de comer, ahora de cenar, ect. El fin que caer su sombrero y no se atrevían á levantarlo ; en una
yo me propongo en tu educación y que ciertamente al­ palabra, ensayaban toda especie de posturas, escepto la
canzaré, si te place, es reunir en ti todas las luces de un conveniente, esto es, la fácil y natural. El distintivo de
sabio con las maneras de un cortesano, y que juntes lo un hombre bien educado es conversar con sus inferiores
que rara vez marcha junto en una misma persona entre sin altanería, y con sus superiores con respeto y desem-
mis compatriotas : mundo y conocimientos. Los Ingle­
ses llegan por lo regular á cumplir veinte años antes de
haber hablado á ninguna persona superior á su maestro y
á sus camaradas de colegio. Si acontece que tengan al­ («) La espresion de los jóvenes Mejicanos es ir á lomar «a
guna instrucción literaria, es únicamente en el griego ú baño de Europa. Saludable debía serles, pero desgraciada­
el latín, pero sin saber una palabra de la historia ó de las mente rara vez es asi. Tr,

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DE LORD CHESTERFIELD 89

barazo; habla á los reyes sin turbarse (a); chancea con bien. Cada momento que ahora malogres es una verda­
las mugeres de primera condición de una manera alegre dera pérdida para tu reputación y para tu provecho par­
y familiar, pero guardándoles el debido miramiento; y ticular, pero también cada instante que emplees útilmen­
conversa con sus iguales sobre objetos comunes, aunque te es tiempo que prestas á un prodigioso ínteres. Durante
no enteramente frívolos, y siempre sin el menor emba­ estos dos años debes echar las bases de todos los conoci­
razo ni encogimiento. El espíritu y el cuerpo solo pueden mientos que quieras lnego adquirir. Podrás después le­
mostrarse ventajosamente, cuando se hallan en perfecto vantar el edificio tan alto como te parezca, pero será muy
desembarazo. tarde para echar nuevos cimientos. Te pido pues, que no
Desearía que hicieses un presente á tu mama, cedién­ te quejes de ningún trabajo ni evites pena de ninguna es­
dole el servicio de té que te regaló sir Ch. Williams, y perte, para adquirir con tiempo este fondo de conoci­
que se lo envíes cuando regrese Duval. No solo le eres mientos indispensables para elevarte, y sin el cual te
deudor de respeto, sino también de grandes obligacio­ verás reducido á hacer en el mundo nn papel muy in­
nes, por el mucho cuidado que tiene de tí, y la ternura significante. Fija seriamente el pensamiento sobre tu
con que te ama. Nunca podrán ser demasiadas las oca­ propia situación: para ir lejos no cuentas con las venta­
siones que aprovechares para manifestarle tu reconoci­ jas del rango ni de la fortuna, y es muy probable que yo
miento. haya desaparecido del mundo antes que con razón pueda
Estoy impaciente por recibir tn relación de la córte de decirse que tú has entrado en él: sobre qué cuentas en­
Dresde, como también las respuestas á las diversas pe­ tonces sino sobre tu propio mérito ? Este es el único que
guntas que te tengo hechas. A Dios por ahora y qne el debe elevarte, y este solo te elevará si llegas á adquirirlo
ciclóte bendiga (ó). en grado suficiente (a). A menudo he oído hablar de
mérito deprimido y sin recompensa, pero mas á menu­
do, y podría decir siempre, he visto al mérito superior
pasar adelante y recibir su recompensa, por lo menos hasta
cierto punto, á despecho de todas las dificultades. Por
mérito quiero significar las virtudes morales, los cono­
Londres, 27 de Mayo de 1748. cimientos y las buenas maneras ; y si no me estiendo
sobre las virtudes morales, es porque estoy persuadido
de qne hablan mejor por sí mismas, y no sospecho que
Mi querido hijo. sea necesario recomendártelas ; te aseguraré únicamente
que sin ellas serás infortunadísimo.
Este y los dos próximos años ocupan en tu vida un Por lo que toca el saber ya te he dicho con frecuen­
periodo tan Importante, que no puedo dejar de reiterarte cia, y me persuado que no dudas cuan necesario y útil te
mis exhortaciones, mis mandatos, y lo que espero será es para cualquiera carrera que emprendas. Pero como la
aun mas eficaz, mis ardientes súplicas de emplearlos palabra saber tiene un significado muy lato, y como
la vida del hombre es muy corta para abrazar todos
los ramos de la ciencia, y su alma incapaz de rete­
nerlos y digerirlos todos, te señalaré aquellos que son
(a) Jorge II viéndose una vez contrariado por sus ministros mas necesarios, y que, aplicándote, puedes llegará poseer
respecto el nombramiento de un gobernador de Irlanda, se perfectamente. La instrucción clásica, es decir, el cono­
aesentó precipitadamente dejándolos en el mayor embarazo. cimiento de los idiomas griego y latino es absolutamente
Viendo qneS. M. no venia, resolvieron que Lord Cheslerfield
necesario para todo hombre bien educado, porque así se
feeseá verle, contando con los recursos de su ingenio para cal-
considera generalmente; y la palabra iliterato, en su
toar la agitación del monarca. Chesterfield abrió silenciosa-
■eate la puerta del aposento real, llegó con el aire mas res­
aceptación común, significa un hombre que ignora estos
petaos*, cerca del asiento que ocupaba el principe y le dijo : dos idiomas. Espero que si á esta hora no los has alcan­
Señor, se me ha encargado preo untar á Vuestra Magestad el zado les andarás muy cerca, de modo que dedicándoles
•«abrede la persona qne ha de llenar el hueco dejado en una pequeña parte del día por dos años mas, no dejarás
Mmco en la patente. Que se ponga al diablo, replicó el rey nada que desear sobre este punto. La retórica, la lógica,
calérieo. — Pero, Señor, preguntó en tono serio el ministro, un poco de geometría y una ñoclo n general de astrono­
d diablo ha de ser calificado de leal y querido primo de mía, deben tener también su turno; no porque alimento
Viestra Magestad ? El Bey no pudo menos de reirse y se res­ yo deseo de que llegues á ser profundo en ninguna de
tableció la paz. estas ciencias, sino porque es muy conveniente que sepas
(S.... ) algo de ellas. Los conocimientos que te son mas útiles, y
á que debes dedicarte con mas particularidad, visto el fin
(I) En 24 de Mayo escribía el autor á la márquesa de Mon»
á que te destinas, son Jas lenguas vivas, la historia mo­
amseil:
derna, la cronología y la geografía, las leyes de las nacio­
___ Votre éléve, donlvous avez la bonté de vous informer, nes y el juspublicum imperii. Es de la mayor necesidad
est actuellement a Leipsig, oü il restera encore sept mois pour que hables todos los idiomas modernos con la misma ,
finir un certain conrs d’éludes auquel celte uuiversité est trés corrección y pureza que los oriundos de los respectivos
propre, c’est a dire la langue allemande, l’histoire, et le droit países; porque cualquiera que no habla un idioma con
poblic de Vempire. De iá il fera un tour, pour six mois, á Va­
cad ém i e de Turin, afin de se décrotter, au point que vous en
ijez moins honte, quand il aura l’honneur de vous appartenir
a París. Oui, Madame, je me sers du terme vous appartenir,
puitque du momenl qu’il sera i París, j’y renonce; c’est b vous
(a) Devenez l’artisan de votre destinée ;
a en erdonner eonune vous iugerezb propos; je ne m’en mó-
Ii est beau de dompter la fortune obslinée,
lerii píos. Votre amitié m’est garante qne vous voudrez vous D’arracber ses bien fails au lieu d’en hériter,
Aarger de ce soin, et ríen au monde ne peut m’étre si sensible,
Etde n’avoirque ceux qu’on a su mériler.
luqu’ici sa conduite, et les progrés qu’il a fails. me donneat
Uut lien d’espérer qu’il ne sera pas indigne de vos soins. Tr. (La CHAüSSÉE.) Tr.

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90 CARTAS

facilidad y perfección, ñunca puede conversar ventajosa­ secretos de las córtes en que residen, porque carecen de
mente, ni ventilar las materias bajo iguales términos. insinuación y de modales ; no adivinan las miras ocul­
Por lo que hace al francés, ya lo sabes muy bien; y como tas de los príncipes y ministros, porque no conocen á
es idioma de uso muy común, cada dia lo sabrás mejor, fondo los diferentes intereses de las potencias; y al fin,
de modo que esto no me inquieta. Supongo que á esta encontrándose incapaces de desempeñar sus comisione®,
hora conoces muy regularmente el aleman, y que antes se enfadan y están impacientes por volver á su país, en
de dejar á Lipsla lo poseerás con perfección; á lo menos donde con justicia son desatendidos y arrinconados. La
estoy seguro de que puedes hacerlo. El italiano y el es­ conversación de cualquiera hombre puede, si quiere®,
pañol tendrán su ves ; y en verdad que son tan fáciles serte útil ¡ y bajo este aspecto todo acontecimiento pú­
para quien sabe latín y francés, que no te costarán blico, que es el asunto ordinario de las conversaciones,
mucho tiempo ni trabajo. La historia moderna, por la te presenta oportunidad de Instruirte.
que quiero señalar particularmente ia de los tres últimos En definitiva, si tienes pensamientos de sobresalir y de
siglos, será objeto de tu mayor atención, sobretodo brillar en lo futuro, debes trabajar ahora con vigor y te-
aquellas partes que tocan mas de cerca á las grandes po­ son. La vivacidad y la penetración de espíritu, sin un
tencias de Europa. Tendrás cuidado de enlaxar este estu­ fondo de conocimientos sólidos, no te sostendrán largo
dio con la cronología y la geografía; quiero decir, que tiempo ni te llevarán muy lejos; mas este fondo de cono­
observarás y retendrás las fechas de cada acontecimiento cimientos recompensará ampliamente todo el trabajo
importante, leyendo siempre con el mapa al lado, para que te costare para adquirirlo. Reflexiona seriamente
ver todos los lugares y plazas de que se hiciere mención, sobretodo esto, y pregúntate á tí mismo si puedo yo tener
único arbitrio de retener la geografía, pues aunque se otra mira que la de tu propio interes en todo lo que te re­
aprende pronto en el atlas y el globo, sin embargo, estu­ comiendo, y que no es mas que el resultado de mi espe-
diándola solo asi se olvida fácilmente. riencia, y el efecto de aquella ternura y amor con que seré
Aunque las maneras vienen al último, y son quizá el mientras lo merecieres Tuyo.
menor ingrediente en un mérito real, están muy lejos de
ser inútiles en su composición ; ellas embellecen la vir­
tud y el saber dándoles mayor fuerza y brillo ; preparan
el camino allanando las dificultades que podrían retardar
nuestra marcha ; y temo que tengan mas atractivo que
el saber y la virtud para con la masa del género humano.
Ten pues presente la infinita ventaja de las maneras, y Londres, 31 de Mayo de 1748.
cultiva y mejora las tuyas hasta lo sumo. El buen senti­
do te sugerirá las reglas y la buena compañía hará lo Mi qubrjdo HIJO.
demas. Así, ya ves todo lo que tienes que aprender y
cuan corto es el tiempo que para ello te queda; porque Recibí con verdadera satisfacción tu carta de 28 de
una vez lanzado en el mundo, como lo serás dentro de este mes, con la cual termina tu sucinta y clara relación
un par de años, la inevitable disipación de la sociedad, y de la reforma. Este es un periodo interesantísimo de la
los obstáculos necesarios que siempre acarrean los ne­ historia moderna, en cuyo estudio y meditación nunca
gocios, no te dejarán tiempo para nuevos estudios; cierto podrás emplear demasiado tiempo. Hay en la historia
es que distribuyendo tus horas con prudente economía, muchos grandes acontecimientos, que una vez pasados
podrás reservar algunas para completar el edificio, pero dejan las cosas casi in statu quo, en razón de los mútuos
nunca encontrarás las suficientes para echar nuevos ci­ reparos y restituciones estipulados por las potencias en
mientos. La buena opinión que tengo de tu capacidad, los preliminares de la paz. Tales acontecimientos merecen
me convence de que palpas estas verdades, y que por la­ indudablemente que los conozcas, pero no de una ma­
boriosa y dura que pueda parecerte la incesante aplica­ nera tan minuciosa como aquellos que no solo son impor­
ción actual, querrás mas bien aumentarla que dismi­ tantes en sí mismos, sino que lo son igualmente, y acaso
nuirla. Por amor de Dios, mi querido hijo, no desperdicies mas, por sus consecuencias. De esta clase son los progre­
un solo momento de tu tiempo, porque cada minuto sos del cristianismo en Europa; la invasión de los Godos,*
puede emplearse ahora útilmente ; tu fortuna, tu reputa­ la división del imperio romano en oriental y occidental;
ción y el papel que debes hacer en el mundo, dependen el establecimiento y rápidos progresos del mahometismo;
enteramente del uso ó del abuso que hagas de los dos y finalmente la reforma; acontecimientos todos que pro­
años próximos. Si los empleas bien, á qué cosa no po­ dujeron las mayores cambios en los negocios de Europa,
drás aspirar con el tiempo? Si al contrario, los empleas y de cuyos promenores es necesario que te halles bien
mal, cuáles no podrán ser mis temores sobre tu porvenir? informado para poder trazar el estado actual de los pue­
Tú eres el único que yo conozco de este país, cuya edu­ blos en esta parte del mundo.
cación haya sido calculada desde un principio para el Después de estos sucesos siguen aquellos que afectan
departamento de negocios estranjeros ; en consecuencia, mas Inmediatamente á reinos y estados particulares, y
sí quieres proseguir invariablemente la linea de estudios cuya influencia puede ser considerada como local, aun­
que solo pueden hacerte idóneo para aquel objeto, te que muchas veces se estienda indirectamente mas lejos,
harás absolutamente necesario para el gobierno ; y des­ como por ejemplo, las guerras civiles y las revoluciones
pués de haber recibido órdenes como ministro en países que con frecuencia producen cambios totales en las
estranjeros, las darás á tu vez como secretario en tu país formas de gobierno. Las guerras civiles en Inglaterra,
nativo. Muchos de nuestros diplomáticos en córtes es- bajo el reinado de Carlos 1, cambiaron enteramente
tranjeras, han servido ocasionalmente aquel departa­ nuestras instituciones, pasando, primero, de monarquía
mento, sin haber pensado jamás en negocios estranjeros; limitada á república, y después á poder absoluto, usur­
varios de ellos sin hablar mas idiomas que el suyo; y pado por Cromwell, bajo el titulo especioso é Imponente
todos sin los modales absolutamente necesarios para ser de protector.
bien recibidos y hacer papel en las córtes. En consecuen­ La revolución de 1668, en vez de cambiar nuestra
cia, manejan los negocios muy mal; jamás penetran los forma de gobierno, la sostuvo contra las tentativas dt

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DE LORD CHESTERFIELD 91

Jaime II que quiso establecer en el reino el poder abso­ envenenados con el mismo vino que habían preparado
luto.
Estas son las dos grandes épocas de nuestra historia
de Inglaterra que recomiendo á tu particular atención. la maldad, y era gran dissimulador, que al fin seria una to­
La Uga formada por la casa de Guise y fomentada por tal ruyna para todos. Verificóse en los suso dichos misera­
bles Cardenales el refrán Español : Plaxe la traycion, mas
los artificios de España, es una época muy esencial en la
no el traydor. Mario hablando en su Eusebio de este papa,
historia de Francia. Las bases de esta liga se establecieron
dize : Para que contaré los torpes y nunca oydos hechos de
en el reinado de Enrique 11, pero el edificio se elevó du­ Alexandro VI. Este, hecho pacto con los demonios, se dió y
rante los sucesivos reinados de Francisco II, Garlos IX y entregó en todo y por todo A ellos, si por sus medios y artes
Enrique 111; hasta que al fin se vino abajo, parte por las viniesse A ser Papa : te qual como los demonios se lo prome­
armas, pero mas por la apoetasía de Enrique IV. tieren y cumplieren, Alexandro ordenó su vida tan santa­
En Alemania ha habido grandes y frecuentes acon­ mente, que nunca intentó hacer alguna cosa, sin que pri­
tecimientos, que siempre han hecho ganar ó perder á la mero demandaste consejo al demonio sobre ello. Este en el
dignidad imperial y afectado en proporción la constitu­ año de 1500 concedió el Jubileo no solamente A aquellos
ción del imperio. La casa de Austria conservó aquella que viniessen A Roma, mas aun A aquellos que no querían,
dignidad cerca de docientos años, durante los cuales no ó no podian venir A Roma, con tal condición que diessen
cesó de hacer esfuerzos para estender su dominio y usur­ cierta suma de dinero. Alexandro inventó todas las vías
par los derechos y privilegios de los demas estados del posibles para sacar dinero, y assi hizo un nuevo Colegio de
imperio, hasta que al fin de la guerra de treinta años, el notarios de breves, que fueron 80, cuyo oficio vendía por
tratado de Munster fijó los respectivos derechos bajo la 750 ducados A cada uno. Crió 36 Cardenales, ó como dizePa-
vino 43 de los quales los 4 8 fueron Españoles, y destos 18
garantía de la Francia.
los tres fueron deudos suyos muy cercanos y de su nombre
Italia ha sido constantemente desganada desde el Borja. Fué muy dado A edificar : oya de muy buena gana
tiempo de los Godos por los papas y los antipapas, com­ comedias y farsas : nunca en Roma loa gladiadores, ó es-
batidos ó soportados por otras grandes potencias de Eu­ gremidores y alcahuetes tuvieron mayor licencia que en su
ropa, mas bien por lo que les dictaba su propio Interes tiempo: y nunca el pueblo Romano tuvo menor libertad :
que d celo por la religión. También ha sufrido por las hubo en su tiempo gran multitud de malsines: y por la me­
pretenciones de Francia y de la casa de Austria sobre nor cosa ó palabra la pena era de muerte. Todo esto el satA-
Nápoles, Sicilia y el Milanesado, sin contar las disputas nico Padre permitía por el amor loco que tenia A sus hijoa.
menos importantes suscitadas en los pequeños estados, Porque él imitando A su predecessor Inocencio, ponía toda
como Ferrara, Parma, Monferrado, ect. su felicidad en engrandecer y enriquecer sin vergüenza nin­
Los papas, hasta hace poco tiempo, hablan tenido guna sus bastardos: al menor de sus hijos hizo Principe en
siempre una parte muy grande en los negocios de Euro­ Sicilia: al segundo, llamado Cesar, hizo Cardenal: al
pa: sus escomuniones, sus bulas y sus indulgencias les mayor de todos hizo Duque de Gandía. A este Dnque mató
senrian de ejércitos en los tiempos de la superstición y su hermano Cesar, y lo echó en el Tiber, aviendo ambos
hermanos cenado aquella noche juntos en casa de su madre
de la ignorancia; pero ahora que el género humano se
Zanochia. Todo esto entendió y supo el Papa su padre y te
halla mejor instruido, la autoridad espiritual del papa ha
dissimuló: porque A este Cesar, que era el peor de todos,
disminuido considerablemente, y aun los mismos prínci­ amava el padre mas que A todos: matólo por ambición y
pes católicos la miran sin temor. En el dia casi no se con­ avaricia. La bija desle Alexandro VI, llamada Lucrecia, A
sidera á S. S. sino como obispo de Roma, con rentas y la qual como hombre impío y sin ninguna religión conoció
Renes temporales de consideración, que, según todas las carnalmente, se casó tres veces, en cuyas bodas el padre
apariencias, solo conservará mientras las otras grandes Papa hizo hacer grandes regozijos y fiestas. Notad la poca
potencias de Italia, mas temibles en el día que la suya, no vergüenza del Papa Alexandro. Por un epitapbio que hizo
encuentren oportuno quitárselos. Entre los papas moder­ Juan Joviano Pontano se vee manifiestamente quan santo y
nos León X, Alejandro VI, y Sisto V merecen tn particular casto aya sido el celibado deste Papa, y qual aya sido su re­
atención: el primero es recomendable por sus conocimien­ ligión : dize pues hablando de Lucrecia :
tos y su gusto; fué el restaurador de las ciencias y de las Hic jacit in tumulo Lucrecia nomine, sed re
artesen Italia; bajo sus auspicios se tradujeron perfecta­ Thais, Aleaandri filia, sponsa, nurus.
mente ai Italiano los clásicos griegos y latinos: la pintura
■ Quiere dexir: Aquí en este sepulcro yaze Lucrecia en nom-
floreció y llegó á su perfección; y la escultura se acercó
» bre, pero en hecho Thais, bija, esposa, nuera de Alexandro.
tanto á la de los antiguos, que las obras de su tiempo, ya en
• Sanazaro, notable hombre de aquel tiempo y excelente poeta
marmol ó en bronce, se llaman en el dia antico moderno. b dize de Alexandro :
Alejandro VI y su hijo Cesar Borgiase hicieron famosos
por sus maldades, llevadas por ambos mas allá de toda Pollicituscalum Romanas, et ostra sacerdos,
exageración. Sus vidas merecen que las leas (o), fueron Per sedera el cades ad Styga pandit iter.
b Quiere dezir ; El Pontífice Romano, que prometía los cielos
a y las estrellas, por sus bellaquerías y muertes, w va camino
{«) ■ Alexandro VI, dice una antigua crónica española, • del infierno. Item el mismo :
• natural de Valencia fué tan abominable y tan sin verguen- Ergo te semper cupiet, Lucrecia, Sextas ?
• za que sus propios partidarios lo dizen abiertamente. Pan- O falum diri numinis : Ais pater est.
> vino frayle Angustino en su vida dize perrerías del, y no
• sin causa: y por mucho mal que dixo del, aun dexó mucho b Quiere dezir : Como pues, Lucrecia, siempre te apetecerá
• que no dixo. Dize pues,que Alexandro alcanzó tan gran dig- a Sexto? O desdichado hado : este es tu padre. De Alexan-
• nidad con el ayuda de ciertos Cardenales corrompidos de b dro VI dizen que vendió las cruzes, los altares y al mismo
• ciega ambición y avaricia, los quales después sintiendo la b Christo. Este Papa es el que hizo atosigar A Geme ( ó Zúzi-
• gran infidelidad del ingrato Pontífice, recibieron el castigo b mo como otros lo llaman ) hermano del gran Turco Baya-
• que su servido, por aver vendido sus sufragios, merecía : b zetes teniéndolo preso en Roma: esto hizo Alexandro por do-
• Algunos padres buvo en aquella elecion que propbetizaron b zienlos mil ducados que el gran Turco le embió. Que buen
• (y no fueron falsos prophetas) que avia sido elegido un b exemplo para convertir al Turco! Este Papa mandó cortar
• Español muy locamente, el qual era hombre que encabria a ambas manos y la lengua A Antonio Macinelte, varen dotis* *

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92 CARTAS

para otros ; de resultas de lo cual murió el padre, pero


Cesar se restableció (o).
Sisto V fué hijo de un apacentador de cerdos, y se ele­
vó al papado por sus habilidades {b); fué hombre de
gran capacidad (c), muy taimado y muy singular (d).
Basta por hoy de historia, pero pronto la continuaremos. Lond»E8, 21 de Junio de H48.
A Dios.
Mi querido hijo.
Tu mala pronunciación me dá tantas vueltas en la ca­
beza y me causa tal desasosiego, que será el asunto de
esta, y creo que de muchas otras cartas. Te felicito yo
mismo por haber sido informado con tiempo de este de­
» simo, por una elegante oración que avia hecho contra sus
fecto que me prometo remediar; siempre viviré infini­
» abominables costumbres, suzissima vida y bellaquerías nun-
tamente reconocido á Sír Ch. Willíams por habérmelo
• ca oydas. Pero Dios que es justo ledió el pago ; y fué que en
• un banquete que hizo A ciertos Cardenales y Senadores de
señalado, y estoy seguro de que vendrá dia en que tú
• Roma para atosigarlos con el mismo veneno con que avia también se lo agradezcas. Dios mío 1 si esa fea y desagra­
• atosigado á Geme hermano del Turco, los que servían, no dable manera de hablar llegase, por tu negligencia ó la
> advirtiendo bien,tomando un fiasco por otro, dieron & beber mia, á serte habitual, como indudablemente habría su­
• contra su voluntad, del fiasco que tenia el tosigo, al Papa : cedido á la vuelta de dos años, qué papel habrías hecho
■ y assí él y algunos Cardenales y Senadores murieron en el en la sociedad ó en las asambleas públicas * Quien podría
• año de 1o03. En tiempo de este Papa fué quemado en Flo- haberte apreciado en la primera ó escuchádote en las
• rencia con otros sus compañeros ei excellente predicador últimas ? Lee lo que dicen Cicerón y Quintiliano de la
• Gerónimo Savonarola Dominicano, varón admirable en vida enunciación, y mira cuan importante la consideran
• y dotrina, año de 4499. El Papa Alexandro Español fué cuando vá acompañada de las gracias. Cicerón vá aun
» abominable como avernos visto : ningún bien hizo, ni á Es- mas lejos, sosteniendo que un orador debe también te­
> paña, ni atierra ninguna del mundo, sino grande mal. « ner una figura agradable, y sobre todo un personal que
no sea vastes, es decir, corpulento ni tosco. Por esto hace
ver que conocía muy bien á los hombres, y lo que vale
(a) Le pape Alexandre VI, d’exécrable mémoire, nc faisait
cardinaux que des personnes riches et en étal de payer par des una bella figura acompañada de maneras graciosas. Lós
groa présents la dignité dont elles étaient revé lúes. Ce n’est hombres, de la misma manera que las mugeres, se dejan
Íiastout; l’usage étant alors que le pape héritát des cardinaux, llevar mas á menudo por su corazón que por su enten­
e Saint Pére avait le secret de n’attendre pas long-temps la dimiento. El camino que conduce al corazón atraviesa
succession, lorequ’elle devait élre considerable. Quand on ero- los sentidos; manifiéstate grato á los ojos y á los oídos, y
yait un cardinal opulent, on nedoutail pas qu’il ne dút bien- habrás hecho la mitad de la obra. Con frecuencia he visto
tól mourir subitement. decidirse para siempre la fortuna de un hombre por su
(ffisfoire Eccliswtiqw) primera presentación : si es agradable, todos los que lo
ven ú oyen se sienten, por decirlo así, involuntariamente
(6) Vollaire dice en su Enriada : seducidos en su favor, y se persuaden de que tiene un
Sixte-Quint devint Roi de l’Eglise etde Romo; mérito de que acaso carece, como por el contrario, si su
Si pour étre honoré du til re de grand homme, primer aparecimiento es desfavorable, todos se preocu­
II suffit d’étre faux, austére et redouté, pan en su contra y no le conceden el mérito que quizá
Au rang des plus grands rois, Sixto sera compté : tiene. Después de todo, este sentimiento no es tan injusto
II devait sa grandeur á quinze ans d’ar ti fices ni tan irracional como aparece á primera vista; porque
II sut cacher quinze ans ses vertus et ses vices ; sí un hombre tiene talento, debe conocer de qué infinita
11 sembla fuir le rang qu’il brñlaitd'obtenir, consecuencia le es hablar con elegancia y presentarse
Et s’en fit croire indigne afin d’y parvenir.
con dignidad, y tratará de mejorar y de cultivar ambas
(c) Sisto V decía que solo conocía en Europa tres cabezas cosas basta lo sumo. Tu figura es buena; no tienes nin­
dignas de reinar. Él, Enrique IV y la reina Elizabetb, agre­ gún defecto«iatural en los órganos de la palabra; en tu
gando que desearia pasar una sola noche con esta última para mano solo está adquirir unas maneras atractivas y uní
dar al mundo un nuevo Alejandro. pronunciación elegante; y si así no es, ni el mundo ni yo
podremos atribuirlo á otra cosa que á debilidad de tu
(Carac/eres de los Papas).
talento ¿ Cual es el juicio ordinario y razonable que las
(d) Cuando Sisto V fué elevado al trono pontificio, la es­ gentes se forman con respecto á los actores de comedia?
tatua dePasqnin apareció una mañana revestida con una ca­ No es cierto que aquellos que tienen mayor entendimiento
misa sucia, y un letrero al pié por el cual la estatua pedia se hablan siempre mejor, aun cuando pueda acontecer que
le escusase aquella suciedad en virtud de que su lavandera ha­ no posean las mejores voces? Por malas que estas sean,
bía llegado á ser princesa. Esta puya satírica se referia á la siempre pronuncian clara y distintamente; y con el énfa­
hermana del Papa, obligada á vivir de aquel miserable oficio sis propio. Si Rocío hubiese hablado con precipitación,
antes de la elevación de su hertnano. Hizo tanto ruido en comiéndose las letras y de una manera desagradable,
Roma este pasquín, que el papa prometió una suma conside­ te fio mi palabra que Cicerón no le habría juzgado digno
rable ¿ quien descubriese al autor. Este desgraciado que conta­ de la oración que compuso en su favor. El don de la pa­
ba con la generosidad del Santo Padre y reposaba sobre algu­ labra nos fué concedido para comunicarnos nuestras
nas insinuaciones que había recibido de su parte, se denun­
ideas, y es un absurdo incomprensible pronunciar las
ció el mismo. El papa mandó darle la suma prometida,
palabras de manera que los que nos escuchan no puedan
pero al mismo tiempo ordenó que se le cortasen las manos y la
lengua para impedir que satirizase en lo sucesivo.
ni quieran entenderlas. Te advierto con verdad y fran­
queza que juzgaré de tus facultades mentales por tu ma-
(Áddison, Speclator.) Tr. i ñera de hablar;si tienes entendimiento, no descansarás

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DE LORD CHESTERFIELD 93

hasta no haber contraido la costumbre de pronunciar de tro de poco tiempo hacer, innecesaria toda especie de
la manera mas agradable; porque yo afirmo que está en solicitud que no sea la de un amigo (a). A Dios.
lo mano. Suplica á M. Harte que te haga leer diaria­ Te acompaño en el sentimiento de la prematura y vio­
mente en voz alta, y que te interrumpa y corrija todas lenta muerte de tu armoniosa alondra.
las reces que lo hicieres aceleradamente, que no obser­
vares la puntuación ó que usares de un énfasis irregular.
Ten cuidado de abrir la boca y despegar los dientes para
articular cada palabra con distinción; y ruega áM. Harte,
á M. Eliot ó á cualquiera á quien hablares, que te advierta
y detenga siempre que barbullares con rapidez y de una Loiwres, 1 de Julio de 1748.
manera ininteligible. También leerás alto para ti solo,
cuidando que tu oído quede satisfecho de tu pronuncia­ Mi QUERIDO HIJO.
ción; lee al principio con mas lentitudes la que conviene,
& fin de corregir esa ruin mania de hablar mas aprisa de Por M. Harte he sabido con el mayor placer tu mucha
lo que debes. En suma, si piensas con esactitud, no cabe aplicación y los progresos que haces en tus estudios. En
duda de que tomarás á pecho y con placer, el negocio de tu Interes está hacerlo así, y solo tu retirarás todo el pro­
to buena pronunciación; y como lo que llevo dicho, uni­ vecho. El amor que te profeso me hace desear tus ade­
do á lo que te recomendé en mi anterior, es mas que su­ lantos y poner en obra todo lo que puede contribuir á
ficiente ¿ tienes juicio, y que diez veces mas no basta­ que salgas hombre de provecho. Si llegas á colmar mis
ría si no lo tienes, ceso de hablarte sobre el particular. deseos, me envaneceré de ser tu padre; si sucede lo con­
Después de la gracia en el modo de hablar, nada es trario me cubrirás de vergüenza; mas en cuanto á Inte­
mas necesario que un porte garboso y un modo agrada­ res, tomando el término en su común significado, ei mió
ble de presentarte, porque son ventajas que previenen sería que no salieses aprovechado; porque cuenta por
mucho en nuestro favor. Mas bien se perdona á un jóven cierto que todo lo que yo te diere será esactamente pro­
la afectación que el descuido en las maneras, porque na­ porcionado á tu mérito. Merece mucho y tendrás mucho;
turalmente nos consideramos ofendidos cuando las gen­ merece poco y tendrás poco; no seas bueno para nada y
tes descuidan agradarnos. Una persona que te ha visto no tendrás nada en lo absoluto.
últimamente, me ha dicho que eres muy torpe en tus Un saber sólido, como te be dicho repetidas veces, es
movimientos, y negligente en tu persona ¡ siento ambas el principal cimiento sobre que debes construir tu fortu­
cosas; tú también las sentirás pero demasiado tarde si na y tu reputación; porque si nunca te menciono los dos
con tiempo no procuras corregirlas. Los movimientos puntos mas importantes de religión y de moralidad, pro­
torpes chocan á todo el mundo, y la negligencia en el viene de que ni por la Imaginación me pasa que sea ne­
talante y en el vestido es un Insulto á la moda y á la cos­ cesario recordártelos. Te hallas en una posición muy
tumbre. Estoy cierto de que te acuerdas de M.... y de ventajosa para adquirir conocimientos sólidos, y podría
consiguiente no has de haber olvidado su estremada tor­ agregar que para ello nadie ha contado con mas medios
peza, que puedo asegurarte ha servido de gran obstácu­ que tú, de modo que el suceso solo depende de tu vo­
lo i su mérito y su saber, en fuerza de los cuales ha po­ luntad ; mas no olvides que las maneras deben embe­
dido á duras penas contrabalancear aquel defecto. Mu­ llecer la ciencia y allanarle el camino en el mundo. La
chas personas á quienes yo lo habla recomendado, me ciencia se asemeja á un gran diamante bruto que puede
respondieron que estaban seguras de que no tenia talen­ muy bien conservarse en un gabinete por via de curiosi­
tos, porque era muy torpe; hasta este grado, como llevo dad, y también por su valor intrínseco, pero no puede
dicho, seduce el ojo á las gentes. Las mugeres tienen una usarse ni brillar si no está pulido. Confieso que tengo
influencia muy grande en la reputación de un hombre muchas sospechas de que te halles muy falto en este ar­
fistlnguido, y el que fuere torpe y grosero jamás obten­ ticulo, y por eso me ves tocarlo con frecuencia; temo
drá sus sufragios, que son muy numerosos, y te diré de que manifiestes mucho desprecio á ciertas personas, y
paso, que mas bien se cuentan que se pesan. Así pues, que en general seas desatento con todo el mundo. Con­
atiende á tu vestido y á la gallardía de tus movimientos. véncete de que no hay hombres, sea cual fuere su mé­
No creo que tengas en Lipsia un modelo perfecto para rito ó baja condición, quo no puedan serte útiles en ca­
formarte en ambas cosas; sin embargo, no adquieras la sos imprevistos, y no querrán servirte si alguna vez les
costumbre de mirarlas con negligencia; obsérvalas par­ hubieres manifestado desprecio. Las injurias se olvidan
ticularmente cuando te presentares en las cortes en don­ á menudo, pero el desprecio no se perdona nunca, por­
de son mny necesarias; allí hallarás buenos maestros y que nuestro orgullo nos lo recuerda siempre (ó). El des­
escalentes modelos que imitar. Tus ejercicios de equita­ precio trae consigo la Idea de que se han descubierto en
ción, de esgrima y de baile, suavizarán y amoldarán tu nosotros debilidades que ocultarnos con mayor cuidado
cuerpo y piernas y te darán, con solo que quieras, el aire que los mismos crímenes. Muchas personas confesarán
de un hombre de calidad.
Concluiré sugiriéndote una reflexión, y es, que debes
considerarte afortunado de tener un padre que se Inte­
rese mucho por tí, y que indague tus defectos para ad­ (a) La fraterna corrección
vertirte de ellos. Nadie sino yo podia ser tan solicito, ó De cualquiera hombre de ciencia,
para averiguarlos ó para corregirlos; si no fuese por mi Dada con buena intención,
los ignorarías, porque nuestro amor propio echa un es­ Tómala de corazón
peso velo entre nosotros y nuestros defectos. Pero cuando Y súfrela con paciencia.
oyeres los tuyos de mi boca, puedes estar seguro de que
(ARANDa).
los sabes de aquel que solo por amor á tí desea que los
corrijas; de aquel que no puedes sospechar de parcia­ (6) Moliére decía: • Le mépris est une pilule qn’on peni
lidad sino en tu favor; de aquel en fin, cuyo cordial de­ bien avaler, mais qu’on ne peut guére mieber sao* faire la
seo es, que su paternal cuidado para contigo pueda, den­ grimace. • Tr.

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94 CARTAS

sus crímenes á sos familiares amigos, pero no he cono­


cido un solo hombre que descubriese sus simples flaque­
zas á su mas íntimo amigo. No es raro encontrar personas
que nos adviertan sin reserva nuestras faltas; pero estas Cheltenham, 6 de Julio de 1748.
mismas personas ni aun indirectamente nos apuntarán
nuestras tonterías, porque nada hay que mortifique mas Mi querido hijo.
al amor propio que descubrirlas á otros, ú oir las nues­ Tu compañero de estudios Lord Pulteney, partió la se­
tras en boca de ellos. Es pues necesario que nunca espe­ mana pasada para Holanda, y creo que llegará á Lipsia .
res oir tus flaquezas de otra boca que la mia. Yo me afa­ poco despuesque esta carta. Tendrás cuidado de recibir­
no por descubrirlas y cuando las encuentro te las digo. lo con la mayor urbanidad, y de hacerle todos los servi­
Después de los modales vienen las gracias estertores y cios posibles mientras permanecieres en esa ciudad ; dile
el modo de presentarte, cosas que embellecen las mane­ que yo te he escrito sobre el particular. Como es mayor
ras como estas adornan al saber. Decir que agradan, a- que tú, debe saber mas; en cuyo caso empéñate en igua­
traen y embelesan, como sin disputa lo hacen, es decir larlo ; pero si fuere lo contrario, guárdate de hacerle sen­
que debe uno hacer todo lo posible para adquirirlas. El tir su inferioridad; él mismo la conocerá sin que tú lo
talento de bablar con gracia es lo que no me cansaría yo procures, y esto no puede evitarse; mas no hay cosa mas
de repetirte, como Hotspur recordaba sin cesar á Enri­ humillante, mas provocativa y que* menos se perdone,
que IV el nombre de Morlimer, y á su ejemplo me ocurre que los esfuerzos declarados para mortificar á alguno
la idea de procurarme un papagayo, y enseñarle á decir : dándole á conocer que le somos superiores por el lado
habla con gracia y claridad, para enviártelo en reem­ del saber, de la preeminencia, de la fortuna ect. En los
plazo de tu desgraciada alondra, que, según se me ha di­ últimos artículos es injusto, porque son ventajas que no
cho, hablaba su Idioma con mucho donaire y distinción. están en su arbitrio, y en el primero es mala crianza é
Como ya debes escribir muy regularmente el aleman, indicio de mal natural. La urbanidad y los buenos sen­
te pido que no dejes de poner una carta, cada quince timientos nos inclinan mas bien á agradar á los otros y á
dias, á M. Grevenkop en este idioma, con el carácter de ensalzarlos sobre nosotros mismos, que á mortificarlos
letra que le es propio, io cual te lo hará mas familiar y y deprimirlos; y en verdad que nuestra propia conve­
me pondrá en estado de juzgar de tus adelantos. niencia se interesa en que así sea, visto que por este me­
No olvides contestar las preguntas que te hice tiempo dio nos procuramos amigos en vez de atraernos enemi­
ha, tocante á la constitución de Sajonla, ni de decirme el gos. La práctica constante de lo que los Franceses llaman
significado de las palabras Landeassi y Amplsassi. atlentioru, es un ingrediente de los mas necesarios en
Espero que tendrás cuidado de tomar informes sobre el arte de agradar. Las atenciones lisonjéan el amor pro­
el tráfico y comercio, y que te procurarás las mejores no­ pio de aquellos á quienes se pagan, y atraen y cautivan
ticias sobre las mercancías, las manufacturas, las im­ mas que otras cosas de mayor importancia. Todo hom­
portaciones y esportaclones de los diversos países en que bre se halla obligado á llenar los deberes de la vida so­
pudieres hallarte, sin dejar de anotar el monto de su cial ; pero las atenciones son actos voluntarios y ofreci­
valor. mientos de libre albedrío hijos de la buena crianza y de
Desearía igualmente que atendieses á las respectivas los buenos sentimientos; y se reciben, se recuerdan y son
monedas de oro, plata, cobre ect. y á su valor comparado correspondidos como tales. El bello sexo tiene á ellos un
con nuestros cuños, á cuyo intento te aconsejaría que en derecho particular, y cualquiera omisión en este punto
todos los países separases y envolvieses en un papel, una es prueba evidente de llaneza incivil.
moneda de distinta especie, escribiendo encima su deno­ ¿ Empleas todo tu tiempo de la manera mas útil ?;
minación y valor. Esta colección será muy curiosa en sí esto no es preguntarte si pasas el dia entero estudiando,
misma, y te hará adquirir conocimientos útiles para el cosa que nunca exigiré. Mi ánimo es saber si sacas todo
puesto á que te destinas, en donde con frecuencia se ofrece el partido posible de tu tiempo. ¿ Mientras estudias atien­
saber el diferente valor de las monedas. des seriamente á lo que haces P Cuando te diviertes es con
Me propongo partir mañana para Cheltenham, menos vivacidad ? En tus mismas recreaciones hay modo, si
por mi salud que es medianamente buena, que para pro­ quieres, de emplear el tiempo útilmente; pero para esto
curarme alguna distracción. Permaneceré allí unos quin­ se requiere que no sean de una naturaleza frivola, por­
ce dias. A Dios. que si son así, es tiempo peor que perdido, porque te
Le droit de l’Europe por el abate Mably, que M. Harte acostumbrarás á la futilidad. Todo juego de carreras,
ha tenido la bondad de enviarme, merece muy bien que apuestas, burlas y demás de su especie, en que ni el en­
te tomes el trabajo de leerlo (a). tendimiento ni los sentidos toman parte, lo considero frí­
volo y propio solamente de almas apocadas que no pien­
san ó no les gusta pensar; á la vez que los placeres de un
hombre de gusto lisonjéan los sentidos ó mejoran el alma;
espero por lo menos, que no habrá un solo minuto del
dia sin que lo ocupes en algo. La inacción en tn edad es
imperdonable.
Dime qué libros griegos y latinos puedes leer ya con fa­
cilidad. ¿ Podrás abrir á Demóstenes á la ventura y com­
(a) En 2 de Julio escribía el autor á M. Dairollea : prenderlo ? ¿Te hallas en estado de seguir una oración de
......Mi hijo irá la primavera próxima, á Turin, para aer Cicerón, ó una sátira de Horacio sin tropezar con dificul­
décrotté, de loqueae me dice tiene gran necesidad. Sir Charlea tades ? ¿ Cuales son los libros alemanes que lees para
Williams me escribe que es de muy bella figura, pero muy tor­ perfeccionarte en este idioma? ¿Cuales tus lecturas
pe ; está muy adelantado en ana estudios, y ya ha adquirido francesas para entretenerte ? Te pido que me des cuenta
gran parle de conocimientos, pero no maneraa. II faut remé- detallada de todo esto, porque nada de lo que te toca es
dier á cela ¿ Tari», el d Paría, aprée vous y mettrea la der- para mi indiferente; por ejemplo: espero que tendrás
nitre main. Tr. gran cuidado de toda tu persona, particularmente de la

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DE LORD CIIESTERFIELD

suma Hmpleia de tu boca: la común decencia lo requie­


re ; ademas, el grande aseo contribuye mucho á la sa­
lud. Si no conservas tu boca estremadamente limóla,
lavándotela con cuidado todas las mañanas y después Londres, 26 de Julio de 1748.
de cada comida, no solo te olerá mal, cosa que es muy
asquerosa, sino que perderás tos dientes, ó te causarán Mi querido hijo.
dolores inaguantables. En tu edad cae muy bien cierto
estudiado aseo en el vestido, supuesto que la negligencia Hay dos especies de Inteligencia: una perezosa que im­
en este punto implica descuido en el arte de agradar , y pide á nn hombre distinguirse, y otra frívola que por lo
esto no parece bien en un jóven. En tus •circunstancias comnn lo hace ridículo. Espero que la tuya se halla libre
presentes debes esforzarte por hacer todo con la mayor de ambos defectos. La mente perezosa no quiere tomarse
perfección; si la alcanzas mejor para tí, si no la alcan­ el trabajo de examinar las cosas á fondo; las primeras
zas, á lo menos te acercarás á ella mucho mas que si de dificultades que acompañan á todo lo que es digno de sa­
ninguna manera la solicitases. berse la desalientan, y se detiene y contenta con un cono­
A Dios. Habla con gracia y claridad si piensas conver­ cimiento adquirido sin pena, y por consiguiente superfi­
sar alguna vez con quien es Tuyo. cial, prefiriendo así un considerable grado de ignoran­
cia á otro pequeño de molestia. Los perezosos de alma
P. D. Al cenar mi carta recibo la tuya de 16 del pasa­ creen ó por lo menos representan casi todas las cosas co­
do. Me gusta tu disertación sobre los artículos prelimi­ mo imposibles, siendo así que pocas lo son para la indus­
nares de paz, y sobre las treguas, siendo esacta tu defini­ tria y la actividad (a); mas ellos tratan de escusar su
ción de uno y otro. Estas son materias que desearía yo te pereza por este medio. La atención á un mismo asunto
fuesen muy conocidas, porque son de lo mas esenciales durante una hora, es para ellos cosa muy laboriosa; to­
para tu futuro destino; pero ten presente al mismo tiem­ man todos los objetos bajo su primera apariencia, y se
po , que son materias sobre las cuales te será indispensa­ retraen de considerarlos por sus cuatro costados; en re­
ble hablar con mas frecuencia que escribir; y conse­ sumen, nada examinan á fondo, resultando de aquí que
cuentemente que te es tan necesario hablar sobre ellas cuando se ponen á hablar de estas materias con perso­
con gracia y claridad, como estenderlas por escrito con nas que las han considerado atentamente, descubren su
pureza y elegancia. Yo no encuentro ejemplo entre los pereza y su ignorancia, y se esponen á preguntas que los
antiguos, y en verdad que tampoco entre los modernos , Llenan de confusión. Así pues, no te desalientes con las
que autorize una enunciación confusa é ininteligible. primeras dificultades sino contra audentior, i/o; y re­
Cierto es que los oráculos se proponían la obscuridad, suélvele á ir al fondo de aquellas cosas que deben ser bien
pero era solo respecto á lo ambiguo del sentido y no á la conocidas de todo hombre de estimación. Las artes ó las
ciencias peculiares á ciertas profesiones, no exigen un
defectuosa articulación de las palabras; y si el pueblo no
profundo estudio por parte de aquellos que no se desti­
hubiese, cuando menos, imaginado que los entendía, no
nan á profesarlas; v. g ¡ fortificación y navegación, de
loe habría consultado ni héchoies ricas ofrendas. Hubo
las cuales bastará que tengas un conocimiento superficial
timbien entre los antiguos, y no faltan actualmente,
que podrás adquirir en el curso ordinario de la conver­
tácitas gentes llamadas ventrílocuos, que hablan con el
sación, con tai que por tu parte les dediques un corto es­
vientre, ó hacen que parezca que la voz viene de un ln-
tudio; aunque te diré de paso, que unas nociones un poco
gir distante del sitio que pisan; pero estos ventrílocuos
mas estensas sobre fortificación, no te harían daño, por­
hablan con mucha claridad y distinción. Quisiera encon­
que en tiempo de guerra las conversaciones recaen siem­
trar otro ejemplo, otro modelo para cotejarlo con tu ma­
pre sobre sitios y plazas fuertes, y se emplean muchos
nera de hablar; pero no hallo mas que el arte moderno
términos de aquella ciencia que si los ignorases sentirías
de persifflcr (o), empleado con gran suceso por loe peti­
decir un disparate como aquel marques de una comedia
metres de París. Este noble arte consiste en dirigirse á un
de Moilére, al oír hablar de una media luna (ó). Pero si
hombre grave y serio, que ni entiende ni espera burlas,
y hablarle con mucha velocidad y sin sonidos articula­
dos, mientras que el hombre, pensando que ó no oyó la poussiére des colléges de Leipsig, qu’il n’a pas du tout de
bien ó no prestó suficiente atención, repite veinte veces :. manieres, et que malgré une fort joiie figure, il a trés mauvais
Jfonríetzr, ó plait-il, lo cual procura amplia materia de ¡ air ; et jugez ce quien serait, si son premier debut était
risa áestos ingeniosos caballeros. Te propongo este ejem- j daña un monde comme París. Ne se sentanl pas fait comme
pío por si quisieres imitarlo. í les autres, el bonteux de ne I’étre pas, il éviterait les bonnes
¿ Llevaste á Llpsia entre tus libros algunas comedias ó ¡ compagnies, qui l’éviteraient aussi á leur toar, et il se refu­
tragedias, inglesas ó francesas ? Si las tuvieres, insisto j gie rail auprés de ses aimables compatriotas, au café anglaia;
en que diariamente declames algunos trozos de ellas, en > au li«u que dañe un petit endroit comme Turin, oü ii y a
presencia de M. Harte; pero hazlo con la mayor claridad ; pourtanl une cour trés polie, une académie bien régiée, et
y elegancia, como si te hallases representando sobre las oonne compagnie, il se décrottera insensiblement sans se rebu-
tablas. ter, aprés quoi, devenu plus presentable, París, vos bontés, et
ce qui plus est encore, votreexemple, y meltront la derniére
La primera parte de mi carta es mas que una respues­
main. J’avoue que jem’impatiente, comme un auteur, pour
ta á io que me preguntas tocante á Lord Pulteney (ó).
voir unebelle et correcto édilioo de monouvrage, ce qui n’ar-
rirera qu’aprés que vous aurezbien voulu le corriger.
(a) El pecho firme y ánimo invencible
(•) Chulear. Allana y facilita aun lo imposible.
(6) En 7 de Julio escribía el autor á la marquesa de Mon- (Ercilla).
tooscil:
(b) Te souvient-il, Vicomte, de cette demi-lune quenous
..... Voui me pardonnerez, Madame, si je ne sais pas tout- emportámes sur les ennemis, au siége d’Arras?—Qu’appelles-
k-lait de volre sen timen i au sujel de votre éléve > je crois méme tu une demi-lune ? C’était bien une iune tout entiére.
roas mener au mien. Faites reflexión qu’il esl tout couvertde (Comedia titulada : Lts Précüiuu Ridicula). Tr.

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96 CARTAS

es bastante un conocimiento ligero sobre ciertas ciencias ñas con alguna escusa, no se te tendrá por preguntón
para ei que no se dedica á profesarlas, no olvides que to­ ignorante ó Impertinente. En el curso de la vida todas
do hombre de mérito debe saber muy á fondo tas mate­ estas cosas dependen de la manera de hacerlas, y bajo
rias que le conciernen, tales como los idiomas, la histo­ este aspecto es verdadero el dicho vulgar de que será
ria, la geografía antigua y moderna, la filosofía, la ló­ mas fácil á Pedro robar un caballo, que á Juan mirar
gica ; la retórica, y para ti en particular, las leyes y el por encima del vallado. Muy pocas cosas hay que no
estado militar y civil de todos los países de Europa. Con­ puedan decirse de un modo ó de otro, sea en aparente
fieso que esto forma un circulo de conocimientos bas­ confianza, sea adoptando un tono de ironía cortés, ó bien
tante espacioso, sembrado de dificultades que requieren trayendo diestramente la conversación sobre el punto
algún trabajo; pero estoy seguro de que una alma activa deseado (a). Lq que se llama conocimiento de mundo,
é industriosa puede superarlas y ver sus tareas amplia­ depende mucho de saber cómo y donde deben usarse
mente recompensadas. — La mente vana y frivola se estas diferentes maneras. Las gracias de la persona, el
halla siempre ocupada, pero sin provecho; toma las pe­ semblante y el modo de hablar, contribuyen á esto hasta
queneces por objetos grandes, y desperdicia en futilida­ tal punto, que estoy convencido de que la misma cosa
des el tiempo y atención que solo merecen las cosas im­ que agradará, por salir de boca de una persona amable
portantes. Los juguetitos, las conchitas, las mariposís, que la diga con gracia y distinción, chocará si la susurra
los Insectos ect. son los objetos de su mas seria consi­ un hombre torpe con ceño agrio y sombrío. Los poetas
deración ; examina los trajes y no los caracteres de la siempre representan á Venus seguida de tas tres Gracias,
compañía en que se halla; atiende á las decoraciones dando á entender que aun la hermosura misma no bril­
mas que al sentido de una comedla, y á las ceremonias lará sin ellas; y me parece que harían muy bien conce­
de una córte mas que á su política. Emplear el tiempo diendo á Minerva igual acompañamiento, porque estoy
de esta manera es perderlo completamente. A tí solo te seguro de que el saber sin las gracias tiene muy poco
quedan, cuando mas, tres años que emplear bien ó mal, atractivo (ó). Invócalas pues distintamente para que
porque, como te he repetido mil veces, serás toda tu vi­ acompañen todas tus palabras y movimientos. A Dios.
da lo que fueres de aquí á tres años. Por amor de Dios,
mira bien lo que haces: ¿ quieres desperdiciar tu tiempo P. D. Después de escrito lo que antecede, he recibido
en pereza ó en futilidades, ó prefieres mas bien emplear tu carta sin fecha con la noticia de las fuerzas prusianas.
cada momento en ocupaciones que no tardarán en pro­ Espero que habrás conservado copia de este documento,
curarte tanto placer como honor y reputación ? Yo no que guardarás en una cartera destinada para reunir to­
quiero, no puedo dudar de tu elección; lee únicamente das aquellas noticias que pudieres procurarte sobre las
libros útiles, y no dejes un asunto hasta no haberlo com­ fuerzas militares de los otros estados y reinos. Sin duda
prendido enteramente. Cuando te hallares en sociedad que te será fácil conseguir las concernientes á Sajonia. A
introduce en la conversación alguna materia provechosa, propósito, no olvides contestar las diversas preguntas que
pero al alcance de aquella sociedad. Los puntos de his­ te hice tiempo ha, relativas á los negocios eclesiásticos y
toria, las cuestiones literarias; las costumbres particulares civiles de Sajonia.
de las naciones, las diversas órdenes de caballería, como No vayas á comprenderme mal pensando que lo único
la de los Teutones, la de Malta ect. son seguramente que pretendo es que bables con elegancia respecto al es­
asuntos de conversación preferibles al hermoso tiempo, á tilo y pureza del lenguaje; mi ánimo es que pronuncies
los vestidos ó á los cuentos frívolos que no encierran todo con gracia y claridad; á cuyo fin quiero que á menu­
ninguna Instrucción. Los caracteres de los reyes y hom­ do y á presencia de M. Harte, recites algunos trozos de
bres grandes solo se conocen en las conversaciones, por­ oraciones, y declames pasajes de comedias, porque sin
que mientras viven, jamas se escribe sobre ellos ni se una pronunciación agradable, toda tu elegancia de estilo
representan tales cuales son (a). Este es pues un asunto en el discurso no vale un comino.
de conversación muy útil y entretenido, que te procu­ Me alegro mucho que mi nueva casa y particularmente
rará al mismo tiempo oportunidades para observar la mis columnas, merezcan la aprobación del hermano de
diversidad de caracteres que los hombres atribuyen á sus Lord Lyttelton. Mi busto de Cicerón es esquislto y está
semejantes, según las diferentes pasiones ó miras del que muy bien conservado; tendrá en mi biblioteca el mejor
describe. Nunca te vergüences ni atemorices de hacer lugar, á menos que á tn regreso no me traigas una caben
preguntas, porque si tienden á instruirte y las acompa­ moderna en la tuya propia, que valga tanto como aquella
y que apreciaría yo mucho mas. Te prevengo que la be
de examinar con una atención mayor de la que prestan
los anticuarios á las cabezas antiguas.
(a) Los anales é historias que se escriben Presenta mis cumplidos á M. Harte, cuya recuperación
Cuando los beroes y monarcas viven,
celebro.
Por la razón de estado
Ocultan muchas cosas que ban pasado,
O las visten de telas tan preciosas,
Que ni aun ellos conocen tales cosas.
Los que se escriben luego en mas remoto
Tiempo, son como nave sin piloto,
Sugetos ala hablilla y conjetura
Que ó dán noticia falsa ó no segura,
O, fiados en rotos pergaminos, (a) J. B Casti dice :
Se divulgan muy grandes desatinos.
Asi juzgo que nadie ciertamente Tutto si puo spiegar, tatto dir 1 ice,
Sabe lo que ha pasado antiguamente ; Ma bisogna veder come si dice.
Y mas cuando ni sabe lo que pasa
(6) Et Socrale el Platón, et les Sages de Gréce,
El mas astuto dentro de su casa.
D’undoux extérieur ont orné la sagesse.
(Arroyal). Tr. (Destouchks). Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD

leo la historia de una órden por haber sido objeto de con­


versación ó de disputa, la conservo en la memoria mucho
mejor. Lo mismo me acontece con la geografía: cuando
Londres, 2 de Agosto de 1743. busco un sitio particular en el mapa, se fija para siempre
en mi memoria. Espero que tus mapas estarán ya inser­
Mi querido hijo. vibles por el continuo uso de esta especie que habrás
hecho de ellos. A Dios.
El joyero Duval ha llegado y vino á verme hace tres ó
cuatro dias. Fácilmente te imaginarás las preguntas que Noticia compendiada de la órden délos Teutones.
le hice tocante á ti, y quiero procurarte la satisfacción de En los siglos de ignorancia, madre perpetua de la su­
saber que, después de todo, quedé muy contento de lo perstición, no solo se creyó justo sino meritorio, propa­
que me dijo; pero aunque pareció tomar muy á pecho gar la religión á fuego y sangre, y arrebatar á los incré­
tn interes, no pudo menos de confesar francamente que dulos sus vidas y propiedades. Este entusiasmo produjo
to pronunciación es veloz, atropellada y desagradable. las Cruzadas en los siglos 11. 12. y siguientes, cuyo ob­
Nada puedo agregará lo que te he dicho sobre este punto, jeto era recobrar la tierra santa de manos de los infieles,
pero sí puedo repetirte que es absolutamente necesario que, por decirlo de paso, eran sus legítimos poseedores.
que bables con grada y claridad, ó de lo contrario que Muchos entusiastas de buena fé se adhirieron á estas
do bables de ninguna manera, sino que acudas á señas, cruzadas por un errado principio de religión, y por ganar
líe dijo que estás medianamente grueso para tu edad, y la remisión de todas sus culpas, concedida por los papas
esto requiere que lo atiendas desde temprano, porque la á estos piadosos aventureros; pero un número mayor de
gordura en la flor de la edad, es cosa malsana, penosa y ambiciosos tomó parte en estas guerras con esperanza de
desagradable. Debes pues, cuando tuvieres tiempo, hacer conquista y de botín.
ejercicio un poco violento, y abstenerte de comidas que Después que Godofredo de Bouilloñ, á la cabeza de este
engorden. Toda especie de cerveza engorda, ó á lo menos enjambre de bien y mal intencionados tomó posesión de
infla, y espero que no la beberás á menudo *, en mi opi­ Jerusalen en el año de 1009, muchos cristianos de di­
nión el vino mezclado con agua es mucho mas saludable versas naciones permanecieron en aquella ciudad, y en­
bajo todos aspectos. tre ellos un bondadoso Alemán, queausillaba con parti­
Duval dice que se reune muy buena compañía en casa cular cuidado á sus compatriotas, que llegaban en pere­
de Madama Valentín, y en la de otra familia que creo se grinaje á visitar los santos lugares. Este hombre construyó
llama Ponce, en Lipsia. ¿ Concurres alguna vez á estas una casa para recibirlos, y un hospital dedicado á la
sociedades en tus horas desocupadas P No te perjudicaría Virgen, cuyo establecimiento creció mucho con el tiempo,
que así lo hicieses, porque adquirirías la costumbre de por el entusiasmo de las personas distinguidas que lo
ser atento, tributo que todas las mugeres esperan, y que favorecieron, con la mira de espulsar á los Sarracenos
todo hombre que quiere ser bien recibido de ellas debe de la tierra santa. La sociedad comenzó á tomar entonces
pagar. Sea lo que fuere respecto al espíritu, es seguro su primera forma, y sus miembros fuéron llamados Ca-
por lo menos que las maneras se cultivan y perfeccionan balleros Teutones de Maria. Se les llamó Caballeros,
en las compañías de mugeres de distinción. por las guerras que tenían que sostener contra los Ínfle­
Te recomendé no ha mucho, que adquirieses algunos les ; Teutones, porque el Alemán que estableció la órden
Informes sobre las diversas órdenes militares ó religiosas se llamaba Teutón ; y de Maria, con motivo á la capilla
de los países que recorras. La órden de los Teutones es la dedicada á la Virgen.
mas considerable de Alemania, y de ella te acompaño Estos caballeros se condujeron al principio con tanto
una corta relación que podrá ministrarte materia para valor, que el duque Federico deSuebia, general del ejér­
tomar informes mas particulares sobre el estado actual cito aleman en la tierra santa, solicitó y obtuvo en 1191
de esta orden. Los caballeros hacen todavía votos, pero del emperador Enrique IV y dei papa Celestino III, que
no observan mas que el dei celibato, y su única mira es esta valerosa hermandad pudiese constituirse bajo una
llegar á obtener por antigüedad las encomiendas de sus órden regular de caballería, y se establecieron estatutos,
respectivas provincias, que algunas son muy lucrativas. señalándosele igualmente un hábito particular. Cuarenta
La órden de Malta es muy poco anterior á la de los Teu­ caballeros, todos de familias nobles, fueron creados al
tones, y debe su fundación á las mismas causas. Sus principio por el rey de Jerusalen y otros principes queso
miembros fueron llamados al principio Hospitalarios de hallaban en el ejercito. El primer gran maestre de esta
San Juan de Jerusalen; después Caballeros de Rodas, y órden fué Enrique Wallpot, de una noble familia de las
en el año de 1530 Caballeros de Malta, por haberlesxon- márgenes del Rhin. Los caballeros comenzaron á distin­
cedido Carlos V esta isla, bajo condición de^defender la guirse muy pronto en Europa; espulsaron de Prusia á v
de Sicilia, que le pertenecía, contra los Turcos, y asi lo todos los paganos y tomaron posesión del país. Poco des­
hicieron. El abate Vertot escribió la historia de Malla, pués fueron áLivonla y Curlandia, y aun invadieron la
pero es la mas inferior de sus obras, y ademas muy esten- Rusia, en donde introdujeron la religión cristiana. En
zapara que la leas ; pero bay un compendio de todas las 1510 eligieron á Alberto, marques de Brandeburgo, por
órdenes militares que te aconsejaría adquirieses; tam­ su gran maestre ; pero este, convertido poco después al
bién hay otro de todas las órdenes religiosas, y ambos protestantismo, despojó á la órden del gobierno de
merecen que los poseas y consultes siempre que encon­ Prusia y lo retuvo para sí con el consentimiento de Se­
trares en tu camino individuos que pertenezcan á ellas, gismundo rey de Polonia, de quien debia obtenerse. Los
como te acontecerá con frecuencia en países católicos. A caballeros se fijaron después en varias provincias de
nú me sucede que cuando acudo á mis libros para saber Alemania.
las cosas en ocasiones particulares, se imprimen mejor Esta órden, fundada por un falso celo de religión, so­
en mi memoria que leyéndolas consecutivamente; por bre los principios anticristianos de violencia y de perse­
ejemplo : si fuese yo á leer la historia de todas ias órde­ cución, se fortificó muy pronto por la debilidad y la
nes militares ó religiosas regularmente, una tras otra, la ignorancia que reinaban en aquellos tiempos, y adquirió
última borraría la anterior de mi cabeza; pero cuando indebidamente grandes posesiones, cuya mayor parte
7

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CARTAS

perdió con justicia, por la ambición y crueldad de sus cuales ne te pediré mas, porque entonces harás en el
miembros, que llegaron á ser muy temibles y odiosos á mundo una figura y disfrutarás una fortuna, tales como
sus vecinos. te deseo, y para cuyo goce he tratado de hacerte digno á
costa de tantas penas. Cumplido aquel tiempo te permi­
tiré todo el ocio que quieras, bien persuadido de que en­
tonces note agradará estar desocupado. Solo los flojos y
En este momento recibo tu carta de 20 del pasado, y los ignorantes aman la ociosidad; mas aquellos que han
solo tengo tiempo para decirte que de ninguna manera adquirido un buen fondo de conocimientos, desean siem­
consiento en que te cortes el cabello. Estoy seguro de pre aumentarlo. El saber es como el poder, en este sen­
que tus dolores de cabeza no tienen tal origen. La erup­ tido : que quien mas tiene mas desea; la posesión del sa­
ción que en ella te ha salido, viene únicamente del calor ber lejos de hartar aumenta el apetito, lo cual acontece
de la estación, y así no te durará mucho. La cabellera con muy pocos placeres.
Á tu edad es un ornato tan propio, y la peluca, por bien Al recibir esta carta congratulatoria y leer tus propios
hecha que sea, un disfraz tan singular, que por ningún elogios, estoy seguro que tu alma naturalmente recono­
motivo querría que te cortases el cabello. La naturaleza cerá que eres deudor de estos merecimientos al cuidado
no te lo dló sin objeto, y ciertamente que no fué para que y atención de M. Harte; y por consiguiente que tu con­
te ocasionase dolores. El cabello de M. Eliot creció tan sideración y afecto á él deben aumentar, si es posible, á
mal y tan espeso, que hizo bien en cortarlo, pero tu no medida que recojas, como lo haces diariamente, el fruto
te hallas en el mismo caso (a). de sus fatigas.
Sin embargo, no debo ocultarte que hubo un articulo
en que se contradijo tu panegirista M. EUot, porque es­
trechándolo vivamente en punto á tu manera de hablar,
no se atrevió á decir que tu pronunciación fuese distinta
ni agradable. Te he dicho tanto sobre este particular,
que no tengo nada que añadir; te repetiré únicamente
Lokdres , 23 de Agosto de 1748. una verdad incontestable y es, que sino quieres hablar
con gracia y claridad, nadie querrá escucharte.
Mi querido hijo. Me place saber que el Droit public de CJSurope del
abate Mably, forma parte de tus entretenimientos vesper­
Tu amigo M. Eliot ha comido dos veces conmigo después tinos. Es libro muy útil, y dá una idea clara de los nego­
de mi regreso á Londres, y puedo decir con verdad que cios de Europa, desde el tratado de Munster hasta este
mientras fui guarda sellos, no examiné á un prisionero de tiempo. Te pido que lo leas atentamente con los mapas
estado con tanto cuidado y atención como á él; y aun hice delante, para examinarlos siempre que se tratare de los
mas, porque contra las leyes de este país, le apliqué la diversos países ó ciudades rendidas , tomadas y restitui­
cuestión ordinaria y estraordinaria; y tengo un placer in­ das. El tercer volumen del padre Bougeant te procurara
finito al manifestarte que el tormento en que le puse no todas las noticias que puedas apetecer sobre el trata­
le arrancó una sola palabra que no fuese tal como yo la do de Munster, y te descubrirá las diversas miras de
apetecía. Te felicito cordialmente por este ventajoso tes­ cada parte beligerante y contratante, y nunca hubo ma­
timonio de un sugeto tan estimable. Laudarl á laúdalo yores que en aquel tiempo. La casa de Austria, en la
viro, es uno de los placeres mas sensibles y honoríficos guerra que precedió á este tratado, quiso hacerse absolu­
que puede disfrutar un ser racional. Ojalá y continúes ta en el Imperio, é intentó aniquilar los derechos de los
mereciéndolo por mucho tiempo! Tu aversión á los li­ respectivos estados que lo componían. Las miras de
cores y tu aborrecimiento al juego, que M. Eliot me ase­ Francia fueron debilitar y desmembrar la casa de Aus­
gura son muy grandes, me causan, por tu mismo amor, tria, de modo que no pudiese en lo sucesivo contraba­
una alegría inesplicable ; porque los primeros podrían lancear á la de Borbon. Los Suecos querían algunas
arruinar tu salud y tu entendimiento, y el segundo posesiones en el continente de Alemania, no solo para su­
tu reputación y tu fortuna. M. Harte me escribió plir las necesidades de su país, naturalmente pobre y es­
hace tiempo, y M. Eliot lo confirma ahora, que gastas tu téril, sino también para conservar la balanza del imperio
dinero para el bolsillo, de un modo muy diverso del acos­ entre la casa de Austria, y los demás estados. La casa de
tumbrado generalmente con moneda de esta especie; no Brandemburgo pretendía engrandecerse pescando en rio
en chucherías ni baratijas, sino en compras de buenos y revuelto; cambió de partido ocasionalmente y al fin hizo un
útiles libros. Este es un síntoma que me hace concebir contrato ventajoso, porque si mal no me acuerdo, ganó en
muy buenas esperanzas. Continúa bajo el mismo pié, mi la paz nueve ó diez obispados secularizados. Así pues, po­
querido hijo, por solo dos años consecutivos, pasados los demos datar desde el tratado de Munster la decadencia
de la casa de Austria, el gran poder de la de Borbon, y el
engrandecimiento de la de Brandemburgo.
Presenta mis cumplidos á Lord Pulteney, con quien
(a) 22 de Agosto: El autor i la marquesa de Monconseil: no solo deseo que te manifiestes atento, sino solicito,
.... Je vois bien que vous ne convenez pas de mes raisons au
dándole, en caso que lo necesitare, un buen ejemplo, de
sujet de votre futur éléve : cola n’est pas extraordinaire ; aplicación y de sobriedad. Comienzo á creer que asi como
mais ce qui l’est, ¿est queje ne me rende point aux vfttres. yo me gloriaré de que seas mi hijo, otros se envanecerán
11 faut en lout^ des gradalioiis, et les petites vi lies le prapare- de imitarte como un modelo. Mis esperanzas parecen
ron t peu á pcú pour les grandes. París fourmille actuellcment ahora tan bien fundadas, que si llegasen á desvanecerse,
d'Anglais, que je ne lui donncrais pas volonticrs, ou pour mi enojo serla mucho mayor; mas en el estado que ac­
modéle ou pour connaissances, mais qui seraient infaillible- tualmente guardan las cosas, eres dueño y merecedor de
ment l’un etl’aulre s’il y aüait présentemcnt; au lieuque todo mi afecto y cariño. Tuyo.
Turin acliévera de le dépayser, aprés quoi, n’élanlplus d’au-
cun paya, il adoptera súremenl le vólre. Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD

yo no creo lo qne Veleyo Patérculo — por gusto de ex­


presar un bello pensamiento— dice de Scipion, qne nihil
non laudandum, aut fecit, aut dixit, aut sensit (a).
Loironts, 30 de Agosto de 1748. En cuanto á las reflexiones con que los historiadores
Mi QUERIDO HUO. creen necesario realzar sus narrativas, ó por lo menos
concluir sus capítulos, y que por lo regular se introducen
Tus reflexiones sobre ¡a conducta de Francia desde el en francés con las palabras tañí il est vrai, y en ingles
tratado de Manster hasta el día, son muy estetas ; y veo con so true it iz no las adoptes por la simple autoridad
con gusto que no solo lees, sino que reflexionas sóbrelas del autor, sino analízalas tú mismo y juzga si son ó no
materias. Muchos aficionados á la lectura cargan su me­ verdaderas.
moria sin ejercitar su Juicio, y en ves de observar un Pero volvamos A la política de Francia de que me be
métod^provechoso forman de sus cabezas un armatoste apartado ¡ tú has hecho ciertamente una reflexión ulte­
so que amontonan hechos sobre hechos sin órden ni rior sobre la ventaja que tiene Francia ademas de su ha­
distinción (a), podiendo decirse con esactitud que forman bilidad en el gabinete y la capacidad de sus ministros, y
aquella es, si puedo servirme de esta espreslon, su enlace (solid-
nezs), la unidad de sus riquezas y poder en un mismo
------ Ruáis indigestaque moles, centro, y la naturaleza de su gobierno. Cerca de veinte
Quam dixere chaos. millones de almas (ó), y una renta anual de mas de trece
millones de libras esterlinas (c), se hallan á la absoluta
Prosigue pues leyendo del modo que has comenzado, disposición de la corona, circunstancias que no puede
y no admitas nada como cierto por solo la autoridad del decirse concurren en ninguna de las otras naciones de
autor, sino pesando y considerando en tu alma la proba­ Europa; de modo que para que estas puedan sostener
bilidad de los hechos y la esactitud de las reflexiones. boy la balanza contra Francia, necesitan reunirse; mas
Consulta diversos autores sobre los mismos hechos, y tal nnlon, aunque fundada en el Interes común, nunca
forma tn opinión con arreglo á la mas ó menos probabi­ puede tenet la intimidad indispensable para formar un
lidad que resultare del conjunto de pareceres. Este es todo tan simple y compacto, como el de un gran reino,
en mi juicio el mayor grado de creencia á que puede lle­ dirigido por una voluntad y movido por un solo interes.
gar la historia, porque en cuanto á certidumbre temo que Las potencias aliadas, como lo hemos visto constante­
no pueda alcanzarse. Cuando un historiador pretenda mente, tienen, ademas del objeto común y declarado de
«chalarte las causas y motivos de los acontecimientos, su alianza, algunas miras particulares y ocultas, á las
compara estas causas y motivos con los caracteres y los cuales sacrifican muchas veces el interes general; y de
intereses de las partes concernientes, y juzga por ti mis­ aquí resulta que directa ó indirectamente toman rumbos
mo si coucnerdan ó no entre sí; mira si no puedes asig­ diversos. Así es como se malogró en 1706 el proyecto
narles otros motivos mas probables; y si se tratare de concebido contra Tolon, solo por las miras secretas que
examinar las acciones de hombres grandes, no deseches tenia la casa de Austria sobre Nápoles, las cuales fueron
las causas mas frívolas ó ligeras, porque la naturaleza causa deque, á pesar de las representaciones de los otros
hnmana es tan inconsistente y tan varia, nuestras pasio­ aliados, enviase á aquella ciudad los doce mil hombres
nes Un violentas y mudables, nuestra voluntad tan va­ que habrían realizado la empresa contra Tolon. Del mis­
cilante y en fin nuestro espíritu se afecta tanto con los mo modo, en la última guerra las mismas causas produ­
accidentes de nuestro cuerpo, que cada individuo es mas jeron ios mismos efectos .* la reina de Hungría en su
bien el hombre del dia ó de las circunstancias (ó) que’el interior no pensaba mas que en el recobro de Silesia y
hombre de un carácter estable y consecuente ¿c). Las en lo que habla perdido en Italia, por cuyo motivo no
almas mas grandes tienen sus defectos y sus debilidades, mandó ¿Flandes la mitad del contingente que prometió,
y hs mas pequeñas dan i menudo pruebas de bondad, y y que nosotros pagamos en bu lugar, sino que dejó que
aun fe veces dejan ver cualidades eminentes (d) porque las potencias marítimas defendiesen aquel país como
pudiesen. Las miras verdaderas del rey de Cerdeña se
dirijlan sobre Savona y todo la Ritiera di Ponente; y
(c) Alabábase un joven en presencia de Arístipo de haber por esto cooperó de una manera tan débil á la invasión
leído mucho. • Los que comen demasiado, respondió aquel de Provenza, á donde la reina de Hungría tampoco envió
filósofo, no son por lo regular los mas sanos y robustos, sino la tercera parte de las tropas estipuladas, porque los
b» que dijieren mejor. (L. M.) proyectos ocultos que tenia sobre el botín de Génova y
(4) Veilfe l’bomme en effet. 11 va da blanc au noir ;
II cúndanme au mitin tes sentiments du soir:
Importan fe tout aut re, fe soi-méme incommode, (а) No hizo, uo dijo ni pensó nada que no fuese digno do
II chango fe tous momeats d’espritcomme de mode : alabanza
II tourne au moindre vent, il tombe au moindre cboc, (б) La Francia cuenta en el dia cerca de treinta y cuatro
Aujourd’bui daos un casque, et demain dans un froc. millones de almas, y su territorio tiene casi la misma osten­
(Boileau.) sión que en vida del autor.
(c) L’bomme est, daos sea écarts, un élrange probléme; (c) Sesenta v cinco millones de pesos. En 4842, que tra­
Qai de nous en tout temps est semblable fe soi-méme? ducimos esta obra, el presupuesto general de gastos para el
Le commun caraclére est de n’en pas avoir ; año siguiente, presentado por el gobierno francés, fe la dis­
Le malin incrédule, on est dévol le soir. cusión y aprobación de las efemaras, subía a 4244 millones de
(Aiwrieux ) francos, equivalentes fe 243 millones de pesos; y en 4854,
(d) ............ Les plus grande personnages en que se hace la 3a edición de esta versión castellana, el
Ne sont pas, eroyez-moi, les plus sages. presupuesto de la república francesa pasa el año entrante,
Des gens d’esprit souveut la folié est le lot; presentado por el gobierno fe la asamblea nacional, sube fe la
El parfois la sagesse est la vertí d’un sot. enorme suma de francos 4.452.696,000 equivalentes fe 290
(J. B. Rousseau ) Tr. millones de pesos. Tr.

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100 CARTAS

el recobro de Nápoles, arrebataban toda su atención; de escena enteramente nueva, y yo considero tu entrada en
suerte que la tentativa sobre Provenza, que pudo haber aquella córte, como tu primer paso en el gran mundo.
puesto á Francia en los mayores apuros, y obllgádole á Ten cuidado que este paso no sea falso, y no vayas á tro-,
emprender una diversión considerable de su ejército en pezaren el umbral; asistirás á las sociedades con mas
Flandes, se frustró vergonzosamente por falta de todas frecuencia que hasta aquí, y consiguientemente serán
las cosas necesarias para llevarla á cabo. Supongamos mas necesarias las atenciones y las maneras. El medio
pues, cuatro ó cinco potencias, cuyas fuerzas y riquezas seguro de que disfrutes los placeres de la sociedad, es el
reunidas sean iguales, ó un poco superiores, á las de la de agradarla; el buen juicio y la instrucción son cierta­
potencia contra la cual se han unido; la ventaja estará mente Indispensables para lograrlo; pero estas prendas
siempre por parte de esta única potencia por ser sola. no bastan por sí solas, es necesario que se hallen acom­
Las fuerzas y riquezas de Carlos V fueron ciertamente su­ pañadas de los modales y de las atenciones. Tú piensas
periores á las de Francisco 1; mas este después de todo adquirir unas y otros en las mejores compañías ; pues
hizo frente y se sostuvo. Grandes como eran los domi­ entonces es menester que te resuelvas á observar atenta­
nios de Carlos V, se hallaban esparcidos y lejanos entre mente lo que se hace en ellas; porque yo conozco mochas
sí; sus constituciones eran diversas ; y apenas se ausen­ gentes que á pesar de haber frecuentado toda su vida las
taba el emperador de un lugar, cuando nacían los dis­ buenas compañías, lo han hecho con tan poco cuidado
turbios, á la vez que la firme contestara de Francia suplia y reflexión, que no han retirado ninguna ventaja, y con­
la fuerza que la faltaba. servan siempre un aire tan torpe y tan común, como ai
Largo ha sido este discurso, pero me hallo Informado nunca hubiesen tratado con personas bien educadas.
de que tu conversación favorita es sobre política, de lo Cuando fueres á las buenas compañías, por las cuales
cual me alegro considerando la carrera que piensas se­ entiendo las que se componen de personas de primera
guir. A Dios. Como las noticias que de tí me llegan son educación del lugar en que te hallares, observa cuidado­
cada dia mas satisfactorias, mi amor crece en proporción, samente el tono que reina en la conversación, los moda­
y soy de mas en mas tuyo afectísimo. les de las personas, la destreza con que hacen las cosas,
y confórmate con lo que vieres. Mas no creas haber hecho
mucho con solo esto; es necesario que ahondes mas pro­
fundamente, analizando hasta donde te fuere dado los
corazones y las cabezas. Busca el mérito particular de
cada individuo, su pasión favorita, su debilidad prevale­
Londres, 5 de Setiembre de 1748. ciente, y sabrás entonces qué especie de cebo debes po­
ner á tu anzuelo para atraparle. El hombre es una com­
Mi querido hijo. posición de ingredientes tan numerosos y tan varios, que
para analizarlo se requiere mucho tiempo y mucho cui­
He recibido tu carta con la inclusa en aleman para dado ; porque aunque todos tenemos en general las mis­
M. Grevenkop, el cual me asegura que está muy bien es*- mas partes constituyentes, como razón, voluntad, pasio­
crita, considerando el poco tiempo que has dedicado á este nes y apetitos, sin embargo, las diferentes proporciones
idioma. Como ya has dejado atras la parte mas difícil, te y combinaciones, de todo esto en cada individuo, produ­
pido que marches ahora con diligencia para alcanzar el cen aquella infinita variedad de caracteres que según las
resto y perfeccionarte completamente. El que no posee circunstancias distinguen á una persona de otra. La razón
bien un lenguaje, nunca puede sobresalir, ni aun ser igual debía sin duda dominar el todo, pero rara vez lo hace; y
á si mismo, al hablarlo ó escribirlo. Sus ideas se hallan aquel que se dirige simplemente á la razón de otro hom­
aprisionadas y aparecen defectuosas y confusas si no es bre, sin hacer esfuerzos para empeñar también su cora­
dueño de todaé las palabras y frases requeridas para es- zón en sus intereses, no tiene mas probabilidad de lograr
presadas. Por esto pues, te pido que no dejes de escribir lo que solicita, que la que tendría un hombre que se di­
cada quince dias una carta en aleman á M. Grevenkop, rigiese solamente al ministro nominal del rey y descui­
lo cual te familiarizará con la escritura del idioma. Ade­ dase á su favorito. Ahora que vas á entrar en el mundo,
mas, cuando hubieres dejado la Alemania y llegado á quiero recomendarte dos libros que merecen tu atención,
Turin, exijo que tus cartas á mí sean también en aleman y que te darán á conocer los diferentes caracteres hasta
para que no olvides fácilmente lo que has aprendido con el punto que pueden hacerlo los libros. Uno es Reflexio­
tantas penas. Deseo así mismo que mientras permane­ nes morales de La Rochefoucault^ y el otro Caracteres
cieres en Alemania, aproveches todas las oportunidades de la Bruytre; pero recuerda al mismo tiempo, que solo
de conversar en aleman, medio único de soltarse en esle te los recomiendo como los mejores mapas generales
y cualquiera otro idioma. También suplicarás á tu maes­ que te asistan en el camino, y no como indicadores de
tro en esta lengua, que te enseñe los títulos y sobrescritos todas las vueltas y rodeos particulares de que lo hallará*
que deben usarse con personas de diversa categoría, cuyo sembrado, en los cuales debes prestar á aquellas regias
punto están material en Alemania, que yo he visto mas el socorro de tu sagacidad y de tus observaciones. No
de una carta devuelta sin abrir, solo porque entre veinte ignoro que se culpa á La Rochefoucault, pero sin razón a
títulos se habla omitido uno en la cubierta. mi entender, por haber señalado al amor propio como
Se vá echando encima el dia de Santo Tomas, en que origen de todas nuestras acciones. Por mi parte veo mu­
debes salir de Sajonia é ir á Berlín; y para mí es seguro cha verdad en esta opinión sin apercibir daño alguno.
que si aun te falta algo para completar los conocimientos Cierto es que solicitamos nuestra dicha en todo lo que
que ya tienes sobre este electorado, lo adquirirás antes hacemos, y se tiene por incontestable que solo podemos
de partir. No me contraigo, como fácilmente adivinarás, encontrarla obrando bien,y conformando todas nuestra*
al número de sus iglesias, de sus parroquias ó de sus ciu­ acciones con las reglas prescritas por la sana razón, que
dades, sino á su constitución, sus rentas, sus tropas y su es la gran ley de la naturaleza. Solo un amor propio er­
comercio. Unas cuantas preguntas cortesmente hechas á róneo es un motivo culpable, como cuando tomamos por
personas sensatas, te procurarán los informes necesarios real felicidad la satisfacción inmediata y ciega de una
que deseo asientes en tu librito. Berlín te presentará una pasión ó de un apetito. Pero soy por ventura culpable si

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DE LORD CIIESTERFIELD 101

bago una buena aceten porque de ello me resulta un grato Insignificantes; y tú puedes con seguridad adular á una
sentimiento Interior? Seguramente que no; al contrario, muger principiando por su entendimiento y finalizando
este sentimiento Interior es una prueba de mi virtud. La por el esquisito gusto de su abanico (a). Las mugeres
reflexión que mas se censura en el libro de la Rochefou- que son hermosas ó feas, 9¡n que de ello haya la menor
eault, como muy peligrosa y muy maligna, es esta: On duda, reciben mejor las lisonjas bajo la tecla de su en­
(rouvedans le malheur de son meilleur ami, quelque tendimiento; mas aquellas que guardan un estado medio
chote qui ne déplaít pos. Y por qué no? Podré yo no entre la fealdad y la hermosura, se muestran mas sensi­
sentir un tierno y real interes por el infortunio de mi bles á los elógios de sus perfecciones ó por lo menos de
amigo, y sin embargo esperimentar al mismo tiempo un sus gracias; porque toda muger que no es decididamente
grato sentimiento interior por haberle servido consolán­ fea, se cree hermosa; pero como no oye decir con fre­
dolo en su desgracia y procurándole toda la asistencia cuencia que lo es, se siente mas agradecida y obli­
que depende de mi ? (a). Dénseme acciones virtuosas y no gada para con los pocos que se lo aseguran; á la vez
andaré con juegos ni refinamientos de palabras acerca de que la hermosura indisputable que no duda de sus per­
los motivos. Dejo que cada uno elija entre estas dos ver­ fecciones, mira los tributos que se le pagan como un de­
dades que vienen á ser una misma cosa : aquel que se recho debido; pero ha menester brillar por el lado de su
ama mejor á sí mismo es el hombre mas honrado, ó el entendimiento y ser encomiada en este punto. Del mis­
hombre mas honrado se ama mejor á sí mismo. mo modo, una muger cuya fealdad es tal que no le per­
Los caracteres de la Bruyére son pinturas de la vida, mite ponerla en duda, sabe que no le queda mas recurso
muchas de las cuales se hallan delineadas con delicadeza que su entendimiento, que por consecuencia viene á ser, y
v colores vivos. Acóplalas primero en tu alma, y cuando probablemente en mas de un sentido, su lado feble. Pero
dieres con sus semblanzas, como te acontecerá diaria­ estossoD secretos que debes tener inviolables, si no quie­
mente, te causarán mayor impresión. Compararás cada res verte, como Orfeo, despedazado por lodo el sexo (ó).
facción con el original, y ambos te ayudarán á descubrir Al contrario, un hombre que quiere vivir en el gran
las bellezas y los defectos de uno y otro. mundo debe ser galan, cortés y atento á agradar á las.
Como las mugeres forman una parte considerable ó á mugeres. La fragilidad de los hombres es causa do que
lo menos muy numerosa de la sociedad, y como sus su­ ellas tengan mas ó menos influencia en todas las córtes,
fragios tienen mucho peso para establecer la reputación y puede decirse que el bello sexo es el-que graba el ca­
de un hombre entre las gentes distinguidas, lo cual es de rácter de cada hombre en el mundo brillante y, á seme­
erando importancia para el papel y fortuna que se pro­ janza de la moneda, lo declara de buena ó de baja ley,
pose hacer en el mundo, es necesario agradarlas. En y que tenga curso ó sea despreciado en el comercio de la
consecuencia, quiero revelarte ciertos arcanos sobre esta vida. Es pues necesario contemplará este sexo, adularlo,
materia, que te serán de lo mas útiles; pero es necesario darle gusto, y no manifestarle nunca la menor señal de
qoe ios tengas ocultos con sumo cuidado , sin dejar ja­ desprecio, porque es cosa que jamás perdona; pero esto
más aparecer que los conoces. Las mugeres pues, no son no le es particular, porque los hombres mismos perdona­
mas de niños de una estatura mayor que la de estos; tie­ rán mas bien una injuria que un Insulto. Todo hombre no
nen una charla entretenida y á veces ingeniosa; mas en es ambicioso, avaro ó colérico; pero todos los hombres
cuanto á juicio sólido y razonado, no he conocido en mi tienen bastante orgullo para sentir y resentir el menor
vida una qne lo tuviese, ni que discurriese ú obrase con­ desprecio. Así, acuérdate de ocultar con el mayor cuida-,
secuentemente durante ventlcuatro horas seguidas. Sus do el desprecio que sintieres por cualquiera persona si no
mejores resoluciones se miran siempre interrumpidas por quieres crearte un enemigo Implacable. Repugna mas á
alguna pasioncilla é humor. Su hermosura descuidada ó los hombres que se conozcan sus debilidades y sus im­
puesta en duda, su edad aumentada ó su pretendido en­ perfecciones que sus crímenes; y si tú das á entender á
tendimiento despreciado, todo esto infiama al instante alguno que lo consideras necio, ignorante ó aun descor­
sus pequeñas pasiones y echa á tierra cualquiera sistema les ó torpe, te odiará mas y por mas tiempo que si llana­
de conducta que hayan podido ser capaces de formar en mente le dijeses que lo tienes por picaro. Nunca cedas á
sos momentos mas juiciosos. Un hombre sensato solo aquella fuerte tentación que esperlmenta la mayor parte
chancea con ellas, se entretiene y se muestra compla­ de la juventud de esponer las debilidades ó deslices age-
ciente y alhagúeño como lo sería con un niño despejado nos, con ánimo de divertir á la compañía ó de hacer
y alegre; pero jamás les consulta sobre asuntos sérios ni
se los confia, bien que con frecuencia les hace creer que
así lo ejecuta, y esto las envanece mas que nada, porque (а) Dice Gioia que aunque las alabanzas á la belleza, do
«m amiguísimas de entrometerse en los negocios que, sean verdaderas alabanzas, con todo, suenan muy agradable-.
por decirlo de paso, siempre echan á perder; y sospe­ Diente al oido de las mugeres, y aun al de cierto» nombres,
chando con razón, que los hombres en general no les y cuenta que Osley, famoso pordiosero de Londres, bizo for­
conceden mas que una ligera atención, adoran casi á tuna valiéndose del siguiente estratagema. Cuando era permi­
aquel que les habla mas seriamente, y que parece- con­ tido mendigar en Inglaterra, se colocaba en el sitio mas con­
sultarles y depositar en ellas confianza; digo parece , currido de peí sonas de tono, y cuando voia señoras elegantes
les pedia limosna. Si se la negaban, señorita, decía á una, en
porque solo los hombres débiles lo hacen realmente, pero
nombre de esos negros ojos; á la otra, en nombre de esa bella
los discretos solo lo aparentan. No hay adulación exage­
cabellera ; a esta, en nombre de ese saleroso cuerpo ; á aque­
rada ó despreciable para ellas; acogerán con ansia las lla, en nombre de esos labios de rosa ; finalmente, venian las
mas desmedidas y aceptarán con reconocimiento las mas divinas piernas, el pulido pié, el aire de reina, nada pasaba
cu blanco, y volvía á su casa con la bolsa llena.

(б) El curioso lector hallará los pormenores de la muerte de


(a) Esta justificación tiene aire de una escapatoria. Sea ó Orfeo, al principio del libro undécimo de las Metamorfosi»
ao esteta la observación de la Kochefoucault, parece induda­ de Ovidio. Allí verá á lo vivo el riesgo aue corre de no guar*
ble que se baila concebida bajo el sentido de placer maligno. <lar inviolables estos arcanos, y otros de la misma especie qtfa
Tr. < le falla saber. Tr.

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102 CARTAS

alarde de tu superioridad. Por lo pronto obtendrás la risa pueblo se reuniese esoepto en ocasiones de costumbre, ó
de los oyentes, pero te crearás enemigos irreconciliables, cuando lo requerían la miras de Su Eminencia: sin em­
y aun los mismos que hubieren reido contigo, luego que bargo, no siempre pudo refrenar á M. de Beaufort, quien
reflexionen, te temerán y por consiguiente te odiarán. habiendo reunido una vez á los descontentos sin razón
Ademas una conducta semejante indica malignidad (a), ni objeto determinado, se entregaron á la licencia, sin
porque un buen corazón desea mas bien ocultar que es- que sus caudillos pudiesen evitar los crecidos daños que
poner los defectos ó desventuras del prójimo (ó). Si tienes se siguieron. El cardenal con este motivo observa jus­
Ingenio empléalo en agradar y no en hacer daño: pue­ tamente que Monsieur de Beaufort ne eavait pos, que
des brillar como el sol en las zonas templadas, sin que­ qui aeeemble lepeuple Cémeut. Cierto es que la plebe
mar : aqui lo apetecemos y bajo la linea es temido. reunida en gran número, se anima mutuamente, y se
Estos son algunos de los avisos que mi larga esperiencia halla dispuesta á hacer algo bueno ó malo, pero las mas
en el gran mundo me pone en estado de darte y que, si veces lo último. Loe individuos que separadamente son
los miras con atención, podrán serte muy útiles en la tranquilos de por sí, se vuelven sediciosos luego que se
vida. Deseo que el curso de esta te sea próspero, y á lo ven reunidos (a), y forman una masa turbulenta, capas
menos estoy seguro de que si no es así, la culpa será de ejecutar todo el daño que los caudillos quieran seña­
tuya. larle, y si estos no encuentran objeto, ella sabrá hallarlo.
Presenta mis cumplidos á M. Harte cuya indisposición Los demagogos ó gefes de facciones populares, deben
siento. Espero que áesta fecha se habrá restablecido. A pues tener gran cuidado de no reunir al pueblo sin ne­
Dios. cesidad y sin objeto fijo y bien considerado. Por otra
parte, reuniendo frecuentemente estas asambleas, se
vuelven ellos mismos muy familiares, y por consecuencia
son menos respetados de sus enemigos. Observa toda
reunión de pueblo, y siempre hallarás que su violencia
é impetuosidad aumentan ó disminuyen en proporción
Londres, 13 de Setiembre de 1748. á su número; cuando este es muy crecido, parece que se
ausenta toda sensatez y razón, y que las almas, aun las
mas frías, se miran poseídas de un repentino frenesí
Mi querido hijo. Otra observación muy esacta del cardenal es, que las
cosas que acontecen en nuestros tiempos, y que pasan
Mas de una vez te he recomendado las memorias del por nuestros ojos, no nos sorprenden tanto como las que
cardenal de Retz, y que prestes particular atención á las leemos en la historia de los tiempos pasados, sin que es­
reflexiones políticas esparcidas en esta escelente obra. tas sean en nada mas estraordlnarlas; y agrega que se
Hoy me propongo predicar sobre dos ó tres de tus testos. halla persuadido de que cuando Calígula nombró cón­
En los disturbios de París M. de Beaufort, hombre sul á su caballo, el pueblo de Roma no vió tal locura con
muy popular aunque muy débil, era el instrumento de
mucha sorpresa, porque gradualmente lo hablan dis­
que se servia el cardenal para poner al populacho en ao puesto á recibirla las precedentes estravagancias de aquel
clon. Orgulloso de su aura, siempre estaba dispuesto á emperador. Esto es tan cierto, que diariamente leemos
reunir la plebe, Imaginándose que al frente de ella hacia con asombro cosas cuya vista no nos sorprende. Nos ma­
un gran papel. El cardenal bastante sedicioso de por sí,
ravillamos de la intrepidez de un Leónidas, de un Codro
era al mismo tiempo muy prudente para evitar que el y de un Curdo, y para nada nos conmovemos al oir que
un capitán ha hecho volar su buque, y la tripuladon jun­
tamente con su persona, para no caer en manos de loe
enemigos de su país. Yo no puedo leer sin sorpresa ni
(а) Ei cosa de gran valia admiración, Los hechos de Pórcena y de Régulo: y sin
Amar y no aborrecer j embargo, recuerdo haber visto sin esperlmentar tales sen­
E« cristiana cortesía timientos, la ejecudon de Shepherd, Jó ven de dies y ocho
Y la mayor gran ge ría
años (ó) que trató de asesinar al último rey, y que pudo
Que en el mundo pudo ser.
haber obtenido su perdón, si hubiese querido manifestar
Hubo hombres justos y afables
Benévolos, y amorosos, el menor arrepentimiento por su acción criminal; pero
Y á todos siempre agradables al contrario, declaró que si se le perdonaba volvería á in­
Que ganaron muy notables tentarla, porque la consideraba romo un servido debido
Renombres de virtuosos. á su patria, y que moría gustoso por haber tratado de rea­
Si el bien hablar cuesta poco lizarla. El buen sentido coloca á Shepherd al nivel de
Y es de buenos gran señal, Régulo, pero la preocupación y la novedad del hecho,
Por la sentencia que toco, hacen de Shepherd un malhechor común y de Régulo
No es hombre perdido y loco un héroe.
Y muy necio el que habla mal ? Examina con cuidado y reflexiona sobre las nodones
(Abanda). que tengas de las cosas ; analísalas para conocer distin­
tamente sus partes constituyentes; mira si la preocupa-
(б) Tacha ó defecto común don y el hábito no entran en lo prindpal ¡ pesa la máte­
Jamás en burlas ni en veras
La digas á nadie, puesto
Que nunca de estas materias
Se saca fruto, antes siempre
te) Esto recuerda lo que dice Rousseau : A'Aosum «í fot,
De ordinario para en queja,
•tato tos hoMsicf soitf eucáauto.
Vues no hay, oyendo sus faltas
(6) Santiago Shepherd. aprendiz de pintor de coches, faé
Ninguno que no lo sienta.
ejecutado en Tyburn en 47 de Mano de 4748, por haber ia>
(Fragoso). Tr. tentado dar muerte á Jorge I. Trt

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DE LORD CIIESTERFIELD 103

tía que debe servir á formar tu opinión, en la justa é Im­ cuya obra miro como el preludio de otra mas estensa que
parcial balanza de la razón (a). No se concibe como mu­ piensas dar á luz, presentando una narrativa general de
chas gentes, capaces de raciocinar si quisiesen, viven y todas las órdenes religiosas y militares de Europa. Fuera
mueren en mil errores solo por pereza, y que adoptan las de broma, harás bien de adquirir una idea general de to­
preocupaciones de otros antes que tomarse la molestia de das las órdenes antiguas y modernas; tanto porque son
formarse opiniones propias (b). Al principio dicen las co­ muy á menudo materia de conversación, como porque
sas porque otros las han dicho, y persisten después en se hallan mezcladas con las historias de aquellos tiem­
días por haberlas repetido ellos mismos. pos. Dígalo si no, la órden de los Teutones, que tan lue­
La última observación del cardenal de que haré hoy go como se robusteció, dió principio á sus Injusticias y
mención es que « un secreto puede ser guardado por un sus violencias que le procuraron posesiones considera­
número considerable de personas, con mas facilidad de bles en Alemania; dígalo también la órden de Malta, que
lo que generalmente se cree. » Entiende por esto un so­ continúa basta el día sus piraterías sobre los infieles (a).
neto de importancia entre gentes Interesadas en guar­ Ademas, no puede uno entrar en sociedad en Alemania,
darlo ; y es cierto que las personas de negocios conocen sin encontrarse con un momieur le chevalier, ó un mon-
la importancia del secreto, y que lo guardarán siempre sieur le commandeur de Vordre Teutonique. Lo mis­
qne se hallaren interesadas en el resultado. El cardenal mo sucede por toda la Europa con respecto á la órden
no supone que haya un individuo tan necio, que por solo de Malta, cayos caballeros no hablan mas que de sus
el desee de confiar un secreto vaya á descubrirlo á algu­ pruebas (ó), sus lenguas (c), sus caravanas (d) y de todas
na persona que no tenga por qué guardarlo, ó que no se aquellas cosas que estoy seguro no querrías ignorar.
halle interesada en el resultado. Descubrir á un amigo, á En cuanto á las antiguas órdenes religioso-militares,
unamnger ó á una querida un secreto que para nada les fundadas principalmente en los siglos undécimo y duo­
importa, es manifestar tal debilidad de carácter y de re­ décimo como la de los Teutones, la de Malta, la de los
tentiva (c), que debe convencerles que el revelador lo Templarios ect. estoy seguro de que la injusticia é Ini­
comunicará á veinte personas mas, y consecuentemente quidad de estos establecimientos, no han de haber esca­
qne ellos pueden hacer lo mismo sin riesgo de ser descu­ pado á tu penetración. Su piadoso objeto fué Arrancar
biertos j mas un secreto que se comunica únicamente á por la fuerza las propiedades agenas, matando á los que
aqnellos que se hallan Interesados en el asunto, será ve­ se resistían á entregarlas ó á adoptar las opiniones de
rosímilmente guardado sea cual fuere el número de las estos usurpadores. ¿Qué derecho, qué pretensión tenían
personas. Los secretos de poca entidad se violan por lo estos cristianos confederados de Europa sobre la tierra
común, pero los de importancia se reservan general­ santa ? Que nos muestren sus títulos en la Biblia ¿Quer­
mente. A Dios. rán decir acaso que los Sarracenos se apoderaron de ella
por la fuerza, y que por consiguiente tenían ellos el mis­
mo derecho ? ¿Es pues permitido robar bienes por haber
sido robados antes ? Indudablemente no. La verdad es,
que la Iniquidad de algunos y la debilidad de muchos, en
aquellas edades de ignorancia y de superstición, contri­
Ixwdres, 20 de Setiembre de 1748. buyeron á formar estas conspiraciones de facinerosos
contra las vidas y propiedades de gentes inofensivas. El
papa santificó tal villanía, y agregó el perdón de las cul­
Mi querido hijo. pas á ¡a perpetración de otras nuevas, lo cual fomentó
las cruzadas, llevando á la tierra santa esos prodigiosos
Espero con Impaciencia tu historia esacta de los ca­
enjambres de pueblos Europeos. Pedro el Hermitaño,
balleros porfe-¿pées que me prometes en tu última,
clérigo ambicioso y activo, fué por sus incansables fati­
gas, el autor Inmediato de las primeras cruzadas (e);
(a) No juzgues por opinión
De la gente,
Que es contraria comunmente
De razón : (а) La órden de Malla llegó á estinguirse por el grande in­
Interes, odio, afición, flujo de la revolución francesa y la toma de la isla por las
Y perjuicio tropas de Bonaparte : mas en el día se ha restablecido en los
Ponen cualquiera buen juicio Estados Austríacos y trata de restablecerse cu el reino de Or­
En confusión. deña.

(CASTILLA.) (б) Pruebas de limpiez* de sangre que se hadan para tomar


el hábito.
(b) Contre Ies préjugés un bou esprit en garúe,
Sur la foi du publie jama i» ne se hasarde, (c) La palabra lengua se tomaba entro los caballeros por
De 1’exacle raison il consulte la voix ; nación según las diversas secciones en que se hallaba divida
Elleseulc l’éclaire etlui dicte ses lois. la órden.
(Dkstoucbes.) (d) Se llamaban caravanas las campañas marilimas que los
caballeros se veían obligados á hacer contra los Turcos y los
(c) Al que descubre un secreto
corsarios.
No lo encuentro tan culpado
Como á aquel que siendo suyo (e) Un pauvre Ermita arrive do Sion :
No ba sabido reservarlo. Du saint sépulcre il vante la puissance;
Los secretos se descubren Du saint sépulcre il prouve l’importance;
En el calor de un enfado, Du saint sépulcre il peint Topprcssion*
En los placeres de Venus, Du saint sépulcre il fait ualtre i’envie,
Y entre los brindis de Baco. El pousse enfin l’Europe sur l’Asic.
(D. E.) Tr. (?....) Tr.

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104 CARTAS

reyes, principes, hombres de todos estados y profesiones tanto por afición á él como porque te acostumbrarás á
se asociaron, por diferentes motivos, en esta grande em­ presentarte con garbo.
presa, según las diversas miras que alimentaba cada uno, Ya que hablo de pequeñeces debo mencionarte otra,
escepto las de verdadera religión y de probidad. Los am­ que aunque insignificante en sí misma, merece alguna
biciosos esperaban reinos; los hambrientos botín ; y al­ atención; quiero decir, trinchar ¿Te acostumbras á ha­
gunos fueron bastante entusiastas para esperar la salva­ cerlo con destreza y gracia, sin permanecer media hora
ción, destruyendo un número considerable de sus seme­ picando un hueso, sin salpicar con la salsa á la compa­
jantes que no les habla hecho ningún daño. Al hablar de ñía y sin volcar los vasos en las bolsas de tus vecinos?
esto no puedo dejar de decirte, que los emperadores de Tosquedades como estas son sumamente desagradables,
Oriente, que como cristianos debían por lo menos favo­ y si se repiten con frecuencia nos cubren de ridículo.
recer estas espediciones, viendo que el número de cruza­ Fácilmente pueden evitarse con un poco de uso y de
dos aumentaba, y temiendo que si el Imperio de Occi­ atención (a).
dente alcanzaba el triunfo sobre los infieles, llegase á Por triviales que parezcan todas estas cosas, ó que pue­
formar algunas pretensiones sobre el imperio de Oriente, dan en efecto serlo, varia el caso cuando mas de medio
porque, como suele decirse, Vappétit vient en man- mundo piensa lo contrario; y como yo querría verte óm­
geant, los emperadores de Constantinopla, digo, no tu­ nibus ornatum excellere rebus, creo que no hay cosa
vieron escrúpulo de envenenar las aguas por todo el ca­ chica ni grande que no deba yo señalarte y tú tratar de
mino que debían recorrer los. cruzados, y destruyeron de sobresalir en ella. Para conseguirlo no te faltan los medios
esta manera infinito número de ellos. ni las ocasiones; y te empeño mi palabra de que ahora
Las órdenes de caballería mas modernas, como la de la no te pido nada que de aquí á veinte años no desearías
Jarretera en Inglaterra, del Elefante en Dinamarca, del ardientemente haber aprendido. Una poca de atención á
Tolson de Oro de Borgoña, del Espíritu Santo, San Mi­ todas estas cosas durante los dos ó tres años próximos, te
guel, San Luis, San Lázaro en Francia ect., son de una evitará en lo futuro infinitas penas y un arrepentimiento
naturaleza y de una institución diferentes. A los princi­ perpetuo. Quiera el cíelo que en el curso de tu vida nunca
pios sirvieron de estímulo á las acciones valerosas, ó de tengas motivo justo para formar sentimientos. A Dios.
recompensa á la virtud, pero en el dia son condecora­ Llegó tu porcelana de Dresde y la be enviado á tu
ciones del favor de los principes, mas bien que pruebas mama (ó).
del verdadero mérito. Siempre que apercibieres cintas y
estrellas errantes, como te sucederá á cada paso en Ale­
mania, no dejes de informarte de donde proceden , to­
mando minuta de ello en tu librito. Las gentes hablan
con mayor gusto de las cosas que mas conocen, y si les
hacemos preguntas sobre ellas, se consigue el dbble ob­ Londres, 27 de Setiembre de 1748.
jeto de agradarles y de adquirir conocimientos. Con per­
sonas de una profesión particular ó de un mérito distin­ Mi qubribo hijo.
guido en cualquiera ramo de literatura, no se mira uno
reducido; pero con aquellas, sean hombres ó mugeres, Recibí tu disertación latina sobre la guerra, y aunque
que forman propiamente lo que se llama gente lucida, el latín no es esactamente el mismo que hablaron Cice­
no debe uno elejir materias muy profundas, ni alimen­ rón, Cesar, Horacio, Virgilio y Ovidio, es sin embargo
tar esperanzas de adquirir conocimientos superiores á tan bueno como el que usan los eruditos Alemanes.
aquellos que conciernen á las órdenes, las preeminen­ Siempre he notado que las personas mas literatas, esto
cias, las familias y las anécdotas de córte, que son no es, aquellas que mas han leído latín, lo escriben peor;
obstante asuntos favoritos, y no del todo inútiles, de y esto es lo que distingue el latin de un hombre de con­
aquella clase de sociedad. Con las mugeres sobre todo dición erudito, del de un pedante. Ei hombre de condi­
es necesario tomar un tono inferior al que conviene á los ción no ha leído probablemente mas latin que el de la
hombres, y superior al que se emplea con los niños; por­ edad de Augusto, y por de contado no puede escribir otro;
que si les propones asuntos serios y profundos, no harás
mas de confundirlas y perder tu trabajo; y si solo les ha­
blas de objetos frívolos, apercibirán que las desprecias y
te buscarás su resentimento. El tono mas propio para (а) En el dia es ya costumbre en los pneblos europeos, que
conversar con ellas es aquel que los Franceses llaman ios criados dividan las aves y otras viandas en una mesa sepa­
enlregent, y que en efecto és la monserga cortés de la rada de la principal.
buena compañía. Si eres un buen químico sabrás estraer (б) Setiembre 23. El autor á M. Dairolles :
la esencia de cada cosa.
Pues que se trata de gente lucida, no quiero perder ri­ .......... Las cosas llenan ampliamente mis deseos , y van
mejor de lo que yo esperaba, en Lipsia : somos absolutamente
pio de recomendarte las gracias, porque sin ellas de nada
dueños del latin , griego, francés y a teman, el último de los
te servirá que frecuentes las reuniones de la vida bri­
cuales escribimos corrientemente. Estamos al tanto del dere­
llante-, y hacer en ellas una buena figura, es dar un gran cho público del imperio, de la historia y de la geografía; de
paso bácia el mundo de los negocios, particularmente á modo que, en verdad, solo necesitamos abora frotarnos y pa-
¡os que tú te destinas. Una pronunciación viciosa, acom­ I irnos; á cuyo fin comenzaremos con Berlín en noche de buena;
pañada de gestos desagradables, y un modo de presen­ irémosá Vienahacia finesdeMarzo entrante; y estaremos en la
tarse grosero é ingrato, son obstáculos terribles para to­ academia de Turin en Junio siguiente por todo un año, pasado
do hombre de negocios, sea cual fuere su capacidad ; asi el cual iremos á Paria, el si cela ne nous décrolte pos, il fasi
como las cualidades opuestas le son de Infinita ventaja. que le diable s'en mile.Si en alguno de estos lugares pudiereis
De aquí viene que vea yo con gusto que aprendas á bai­ ayudarnos por mediodecartas ó de recomendaciones verbales,
lar, puesto que hay en Lipsla un buen maestro que te lo estoy seguro de que lo haréis; porque jamas be dudado de
pnseñe. Desearía que bailases muy bien un minué, no ninguna señal de la amistad que profesáis al mas fiel de vues­
tros amigos. Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD 105

el pedante al contrario, ha leído mucho mas latín malo seguro de antemano que este enemigo en los últimos
que bueno, y en consecuencia escribe lo mismo. El pe­ instantes no podrá ferociam exuere. Me parece que los
dante considera las jnejores obras clásicas como destina­ jurisperitos de nuestros dias, en vez de contener la vio­
das únicamente para colegiales, y por consiguiente infe­ lencia, tuercen mas bien la ley, con la mira de autorizar
riores á él *, recoje las palabras anticuadas que encuentra, aquellos procederes inicuos de los príncipes y de ios es­
y las usa á menudo para ostentar su saber á costa de su tados que habiéndose hecho comunes aparecen menos
juicio. Plauto es su autor favorito ; no á causa del inge­ criminales, aunque la costumbre nunca pueda alterar
nio ni de la vis cómica que abundan en sus piezas tea­ la naturaleza de lo bueno ni de lo malo.
trales, sino portas muchas palabras antiguas, y la Jerigon­ Ruégote que ni los Juegos de palabras de los abogados,
za de los bajos personages que solo en este autor se ni los refinamientos de los casuistas (a) desvirtúen en tí
encuentran. El pedante se servirá mas bien de olli que aquellas llanas nociones de lo Justo y de lo Injusto que
de iUi; de optume que de optime; y de cualquiera tér­ sugiere á todo hombre la recta razón y el simple buen
mino malo con preferencia á otro mejor, con tal que sentido. No hagas á otro lo que no querrías que se te hi­
pueda probar que, estrictamente hablando, es latino; es ciese, es una regla segura, simple é Indisputable, pres­
decir que lo empleó un Romano. Siguiendo esta regla crita por la justicia y la moral. Apégate á ella y convén­
podría yo escribirte boy en el lenguaje deChaucer ó de cete de que todo lo que la forzare en algún grado, sea
Spencer, y sostener que es ingles porqué" lo fué en aque­ cual fuere el sesgo especioso que se le diere, y por emba­
llos tiempos; pero si tal hiciese, sería yo un pedante re­ razosa que pudiere parecer la respuesta, es no obstante,
matado y no comprenderías tres palabras de mi carta. falso en sí mismo, injusto y criminal. Yo no conozco
Estas afectadas singularidades y todas las de su especie, crimen en el mundo que en ciertos casos no se presente
son propias de los eruditos fatuos y de los pedantes, como permitido según la moral de los Jesuítas casuísti­
porque todo hombre de buen sentido las evita cuidado- cos, especialmente los venticuatro que creo reunió Esco­
saínente (a). bar. Los principios que desde luego asientan estos padres,
Por casualidad pasé la vista el otro dia por el prefacio son por lo común especiosos y sus razonamientos plau­
del diccionario de Pitisco, y encontré una palabra que sibles, pero la conclusión siempre falsa, porque es con­
me puso perplejo,y que no me acordaba haber visto antes. traria á la evidente é incontestable regla de justicia citada
Es el adverbio prcejiscine, que significa en buena hora, arriba: no quieras para otros lo que no querrías para
espresion que por su nimio sentido parece ser baja y vul­ ti mismo. Sin embargo, como estos sofismas refina­
gar. Habiéndome puesto á buscarla, encontré al fin que dos, y estas sutilezas casuísticas, acomodan perfecta­
Plauto la emplea una ó dos veces, y valido de esta auto­ mente á las pasiones de los hombres, aceptan estos la
ridad la encajó el literato pedante en su prefacio. Siem­ indulgencia de buena gana, sin tomarse el trabajo de
pre que escribieres latin, no olvides que toda palabra ó descubrir la falacia del raciocinio; y en verdad quepo-
frase que no se hallare en Cesar, Cicerón, Livlo, Horacio, dría decirse que el mayor número de gentes son incapa­
Virgilio y Ovidio, es un latin malo y vulgar, aunque pue­ ces de hacer este descubrimiento, siendo por este motivo
da encontrarse en los escritos de otros autores romanos. mas perniciosa la publicación de semejantes refinamien­
Paso ahora á decir algo sobre la materia de tu dis­ tos y juegos de palabras. Yo no soy un casuista práctico
corso. Confieso que en él se asienta esta doctrina que ni un disputador sutil, y sin embargo, podría tratar de
me sorprende: Quum vero hostis sit lenta citave morte justificar y de absolver paso á paso la profesión de sal­
omnia dirá nobis minitans quocunque bellantibus ne~ teador de caminos, y esto de una manera tan plausible,
gotntm est, parum sane interfuerit quo modoeum que determinaría á muchos ignorantes á abrazarla como
obruere el interficere satagamus, si ferociam exuere Inocente, cuando no como laudable, yá embarazar á
eunctetur. Ergo veneno quoque utifas est, ect. Yo no otros menos ignorantes para responderme punto por
puedo concebir que en ningún casóse pueda emplear le­
ga i mente el veneno en defensa propia. Es indudable
que la fuerza puede justamente repelerse por la fuerza,
pero no con traición ni engaño, porque yo no puedo caba para que también lo fuese. Qué noble máxima! El alto
aplicar estos dos últimos nombres á los estratagemas de funcionario publico que la siguiere, verá acercar el fin de
la guerra, como emboscadas, baterías ocultas, ataques sus dias con tranquila conciencia, asi como por el contrario,
falsos ect; todo lo cual se espera y se precave por ambas han de ser necesariamente muy crueles los remordimientos de
partes; pero siempre he oido, leído y considerado, que los generales, magistrados y ministros que no hubieren he­
las saetas y aguas envenenadas, ó el veneno ministrado cho escrúpulo de violarla. Buscarán efugios, tratarán de con­
al enemigo (lo cual solo puede hacerse alevosamente), es, solarse con ejemplos, pero no podrán matar el gusano que les
por grande que fuere el peligro, un medio infame é ilegal. ha de roer mientras vivieren, porque, como dice el filósofo
Pero, dirás tú, si ferociam exuere cunctetur, deberé Aliberl, « perdona Dios, perdonan los hombres, pero la con­
morir antes que envenenar á mi enemigo? Sí, sin la ciencia jamás. * Ya que es Iriste dudar de la influencia de la
menor duda, mucho antes morir que cometer una acción civilización en la mejora del corazón humano, queda algún
baja ó criminal (b); por otra parte, yo no puedo estar consuelo reconociendo que ba influido bastante en la de las
costumbres y en el refrenamiento de crímenes de alto y per­
nicioso ejemplo. Ah I por qué fatalidad presenta nuestra pa­
tria á los treinta y un años del siglo diez y nueve, un crimen
(a) Loin de moi ces pédants gagés de estado de inaudita alevosidad !
El ses enfileurs de dactyles,
Coiffés de phrases imbéciles (a) Thomas Morus, canciller de Inglaterra, á quien Enri­
El de classiques préjugés. que YHI mandó decapitar por no haber querido cambiar do
religión por la del monarca, decia de los casuistas, que se es­
(Griísset) Tr. meraban, no en libertar álos hombres ¿el pecado, sino en en­
(6) Yes, cerlainly, snucfc rather die than do a base or cri- señarles hasta qué punto pueden acercarse al pecado sin
odion. Mucho antes morir que cometer una acción baja pecar : Quam prope ad peccatum liceal accederé sino peccato.
ó criminal aconsejaba este hombre de estado al hijo que edu- Tr.

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103 CARTAS

punto (a). Yo he visto unlibro titulado QuidUbet ex quo- jerigonza. A qué extravagancias no es capaz de dar ac­
libet, ó el arte de hacer cualquiera cosa fuera de la cosa ceso un hombre, desde el momento que su razón es en­
misma, lo cual no es tan difícil como parecería, si aban­ cadenada y conducida en triunfo ppr la fantasía y la
donando ciertas verdades llanas y obvias en lo general, preocupación! Los antiguos alquimistas se entregaron
fuese uno en pos de los argumentos especulativos, y de mucho á un bodrio de esta especie. Imaginándose que
los ingeniosos refinamientos de las Imaginaciones ardien­ así llegarían á descubrir la piedra filosofal (a); algunos
tes. El doctor Berkely, obispo de Cloyne, hombre muy famosos empíricos también lo usaron en busca de la
respetable, ingenioso y literato, ha escrito un libro para medicina universal. Paracelso aseguró que la habla des­
probar que la materia no existe y que todo lo que vemos cubierto y la llamaba su alkahest; por qué, ó de donde,
es ideal; que tú y yo nos imaginamos que comemos, be­ solo Dios lo sabe; nosotros solo vemos que estos locos
bemos y dormimos, tú en Lipsia y yo en Londres: que no pueden bautizar nada con nombres inteligibles. Fá­
soñamos que tenemos carne y sangre, piernas y brazos cilmente puedes hacer venir esta obra de la Haya*, Icela
ect pero que en realidad no somos mas de espíritu (b). y te divertirás y pasmarás, al paso que aprenderás á do
Estos argumentos, estrictamente hablando, son incontro­ admirar nada, lección muy necesaria.
vertibles ; con todo, están tan lejos de haberme con­ Tus cartas, á menos que no versen sobre un asunto
vencido, que he resuelto comer, beber, andar y montar á determinado, son sumamente lacónicas y no correspon­
caballo, con ánimo de conservar en el mejor estado po­ den á mis deseos', ni al intento de cartas como las nues­
sible aquella materia que tan erradamente me imagino tras, que uo deberían ser mas que conversaciones fami­
forma mi cuerpo. El sentido común, — lejos en verdad liares entre amigos ausentes; y como yo deseo vivir con­
de ser común—es el mejor sentido que yo conozca; tigo bajo el pié de íntimo amigo y no de padre, querría
presérvalo y será tu mejor consejero. Lee y oye para tu que tus cartas me informasen mas particularmente de ti
diversión los ingeniosos sistemas y las delicadas cuestio­ y de tus pequeñas ocupaciones. Cuando me escribas fi­
nes agitadas sutilmente con todos los refinamientos que gúrate que conversas conmigo al lado del fuego, en cuyo
puede sugerir el ardor de la imaginación, pero considé­ caso barias naturalmente mención de los incidentes del
ralos como un ejercicio para el alma, y vuelve luego á día, v. g: en donde has estado, qué personas has visto,
asegurarte del sentido común (c). qué piensas de ellas ect. Haz esto en tus cartas; hábla-
Tropecé el otro día, en casa de un librero, con el conde me unas veces de tus estudios, otras de tus diversiones;
de Gabalis en dos tomitos que ya habla leído y que volví infórmame de las personas nuevas y los caracteres que
á leer con nuevo asombro. La mayor parte de las estra- encontrares en la sociedad, y agrega tus propias obser­
vagancias que contienen son tomadas de los Rabinos, vaciones ; en una palabra, déjame ver algo mas de ti en
que inventaron aquellas quimeras y las relataron en la tus cartas. ¿Cómo te hallas con Lord Pulteney, y cual es
ininteligible greguería de que se sirven hasta hoy los ca­ su comportamiento en Lipsia ? Tiene Instrucción, tiene
balistas. Su número sin embargo, ha disminuido mucho, prendas, tiene aplicación ? ¿ Es de buen ó de mal natu­
pero todavía hay algunos; y yo mismo he conocido dos ral P En fin, qué cosa es ó á lo menos qué piensas de
que estudiaban y creían firmemente en aquella mística él ? Manifiéstamelo sin reserva porque te prometo guar­
dar secreto. Has llegado á una edad que me tiene deseoso
de comenzar contigo una correspondencia confidencial,
y como por mi parte pienso escribirte libremente lo que
(a) Ami da bien, de l’ordre, et de l’humanité, pensare sobre hombres y cosas, y no querría que mis
Le véritable esprit marche avecla bonté. pensamientos fuesen conocidos mas que de tí ó de M.
Quel honneur y a-t-ii h poursuivre, á con fon d re, Harte, también tú por tu lado puedes, si me escribes sin
A désoler quelqu’un, qui ne peut vous répondre ? reserva, contar con mi inviolable secreto. Si has pasado
Ce triomplie honteux de la méchanceté, alguna vez los ojos por las cartas de Madama de Sevigné
Réunil la bassesae et l’inbumanité. á su hija Madama de Grignan, habrás necesariamente
Quand sur l’esprit d’un autre on a quelque avantage, observado la facilidad, la franqueza y el amor que rei­
N’esl-il pas plus flatteur d’en mériter l’bommage, nan en su correspondencia, y sin embargo, espero y aun
De voiler, d’enhardir la faiblease d’autmi,
creo que su mutuo afecto uo era mayor que el nuestro.
Et d’en étre á la fots et l’amour et l’appui ?
¿ Cuales son los libros que lees actualmente como estu­
(Gbksset). dio, y cuales para tu diversión P En qué empleas la pri­
ma noche cuando la pasas en casa, y en donde si fuera
{b) Calderón de la Barca, en su Comedia la Vida ct tutño de ella P Sé que vas algunas veces á la tertulia de Mada­
dice :
Hay cuestión sobre saber ma Valentín; ¿ qué es lo que alli se hace, se juega, se
Si lo que se ve, y se goza merienda ó se pasa solo el tiempo en la belle conversa-
Es mentira ó es verdad. lian ? ¿Atiendes á las lecciones de baile mientras te las
dá tu maestro ? Como muchas ocasiones te has de ver
En la misma pieza, considerando la vida bajo un punto de
en la necesidad de bailar un minué, desearía que supie­
vista mas seguro y filosófico, que el obispo de que habla el au­
ses hacerlo perfectamente. Recuerda que el gracioso mo­
tor, dice Calderón :
vimiento de los brazos, el garbo al dar la mano y el mo­
Qué es la vida ? Un frenesí:
do airoso de quitarse y ponerse el sombrero, son las par­
Que es la vida ? Una ilusión,
Una sombra, una ficción tes esenciales del baile de un caballero (6). Pero la prin-
Y el mayor bien en pequeño;
Que toda la vida es sueño,
Y los sueños sueño son.
(a) Le cbimiste ébloui de l’or qu’il voit en songe,
Prend ponrréalité ce qui n’est que mensonge.
(c) Les ridicules subtilités des dialecticiens ne peuvent ríen
conlre les notions d’un bon esprit; et lora méme qu’on n’est (S.... ) Tr.
pas capable de les résoudre, on a droit de s’en moquer. (6) Este pasage fué uso de los que mas ridiculizaron los ad­
(Baylb.) Tr. versarios de esta obra cuando por primera vez salió A luz en

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DE LORD CHESTERFIELD 107
dpal ventaja que retirarás aprendiendo el baile será de recidos á las mugeres, que deben tratarse justamente de
hallarte entonces en estado de presentarte, tomar asien­ la misma manera ; hablo de aquellos que se llaman co­
ta, permanecer en pié y andar con gallardía todo lo munmente bien parecidos (fine men)¡ que hierven en.
cosí es de real Importancia para un hombre de condición. todas las córtes y palacios; que tienen poca reflexión y
Desearía yo que te hallases pulido anteo de ponerte en menos conocimientos; pero que por su buena crianza y
marcha para Berlín, en donde debes frecuentar una so­ práctica del mundo, son admitidos en todas las socieda­
ciedad numerosa y selecta, y sería muy conveniente que des, y saben, por la Imprudencia ó descuido de sus supe­
tuvieses las maneras y el fon de la bonne compagnie. riores, secretos dignos de ser conocidos, y que fácilmente
ponto de mucha consideración, especialmente en la car­ se les enancan con una poca de destreza. A Dios.
rera í que te destinas. El principal objeto de un diplo­
mático en país estranjero, es penetrar los secretos y des­
cubrir las vereda* de las cortes en que reside, y esto nun­
ca lo conseguirá si no posee aquella agradable insinúa-
don, aquellas maneras atractivas y aquel delicado
manejo que, granjeándole todas las voluntades, hacen su
pretenda apetecida, y que adquiera en cierto modo la Batb, 12 de Octubre de 1748.
privan» en las mejores sociedades y familias. Entonces
sí que se hallará bien informado de todo lo que pase, Mi querido hijo.
tanto por las confianzas que se le hicieren, como por los
descuidos é Indiscreciones de las personas de la compa­ Tres días ha que vine aquí con motivo de una Indlspo-
ra qoe re acostumbran á mirarle como de casa, y por clon de vientre que afectó mi cabeza y me produjo vérti­
consecuencia á no observarse ni estar sobre sí en su pre­ gos. Sintiéndome ya algo mejor, no dudo que el uso de
senda. Un ministro que solo vá á la córte en que reside estas aguas me restablecerá completamente ; pero sea
por haber pedido una audiencia en forma al príncipe ó al cual fuere mi salud y el lugar en que me hallare, tu bien
ministro, de acuerdo con las últimas instrucciones que estar, tu reputación, tus conocimientos y tus bue­
ha recibido, despierta la atención, y nunca conocerá mas nas costumbres, ocupan mi pensamiento mas que cual­
que lo que ellos se propongan comunicarle. Las mugeres quiera otra cosa que podría acontecerme ó infundirme
pueden ser aquí de alguna utilidad : la favorita de un esperanzas ó temores respecto á mí. Yo voy ya en retira­
rey, ó la muger ó favorita de un ministro, son muy ca­ da del mundo, y tú te preparas á recorrerlo. Para mí lo
paces de dar informes de gran importancia, ó á lo menos que ha sido ha sido, y la reflexión vendría muy tarde;
noy útiles, llevadas del vanaglorioso orgullo de hacer para tí todo está por venir y aun en cierto modo la refle­
ver que se ha hecho confianza de ellas; pero para este ca­ xión misma. Este es pues el verdadero tiempo en que
so se requiere aquel colmo de habilidad que deslumbra á mis reflexiones, fruto de mi esperiencla, pueden serte
I» mugeres; quiero decir, aquella obsequiosa cortesanía, útiles supliendo las que á tí te faltan. Desde el momento
aquel delicado manejo, y aquel brillo exterior á que no que salieres de Llpsla comenzaras á entrar gradualmente
pueden ellas resistir. Hay una especie de hombres tan pa- en el gran mundo; y las primeras impresiones que en él
hicieres serán para tí de grande Importancia, pero las
que recibieres serán decisivas porque nunca se borrarán.
El medio de recibir buenas impresiones es frecuentar las
Londres. Los partidarios de ella no dejaron de defenderla. buenas compañías, sobre todo al dar tus primeros pasos.
Decían los primeros que la religión del autor eran las gracias,
Si me preguntas qué es lo que entiendo por buena com­
tasándolo de haber tratado de inspirar á su hijo la moral de
pañía, te confesaré que es bastante difícil definirla, pero
ua cortesana y enseñádole las maneras de un bailarín. Los so­
pados pensaban que valerse de este pasa ge para denigrar la voy á hacer todo lo posible para que comprendas mis
Demoria del autor, era abusar de la critica, y preguntaban pensamientos.
real era el hombre bien nacido, principe, rey, etc. á quien no La buena compañía no es aquella sociedad de perso­
batiese sido necesario hablar alguna vez de estas materias. nas que se consideran ó les place llamarse tales-, este tí­
Agregaban que el autor escribió para su hijo únicamente tulo conviene solo á aquellas reuniones que todo el
creyéndose seguro de que sus pensamientos fuesen jamás co- mundo reconoce como buena compañía, no obstante va­
ssddos, come él mismo lo dice ea esta carta. Por último,creian rias objeciones que podrían hacerse contra algunos de sus
jacto tener consideración por un escritor que no podía defen­ miembros. Se compone principalmente, pero no sin es­
derte, y coyas obras habían visto la luz «presamente contra su copetan, de personas de fina educación, de categoría y
wiutod. crédito; porque muy á menudo se admiten en ella y con
El joven Stanhope, dice Lord Mabon, era muy inclinado mucha razón, á individuos sin estas cualidades solo por
d estadio, v poseía un fondo muy regular de conocimientos; algún mérito particular que los distingue, ó porque so­
It dificultad consistía en sos maneras torpes y en su indife­ bresalen en cualquiera deuda ó arte liberal; y hay tal
rencia en el arte do agradar. Contra estas faltas pues, y solo mezcla en la buena compañía, que muchas personas sin
costra estas follas, dirijo Chesterfield la puntería de sa elo- mérito ni fina educadon, se introducen en ella á fuerza
caeecia. Si hubiese visto que su hijo era por el contrario un de descaro; otras se escurren bajo la protección de alguna
gracioso necio, sus cartas sin duda ninguna , habrían versado, persona eminente, y otros en fin, de costumbres Insigni­
coa igual celo, sobre la vanidad de las prendas estertores cuando ficantes en todo sentido, logran contarse entre su número;
no van acompañadas de conocimientos sólidos y verdaderos. pero en lo general prepondera la buena clase, y nunca se
La grande utilidad de estas cartas la confesó un eminente
admiten personas de espíritu corrompido ó de Infame
moralista, muy poco dispuesto en favor del autor, y desprovisto
deprendas estertores, el doctor Johnson, el cual dijo : Taktoul
reputación. En estas buenas compañías se aprenden sin
til ÚMKorelihf, and the book tkould puf into thc hendí disputa, las mejores maneras y el mejor lenguaje de cada
o/írery goung geni lemán: suprímase la inmoralidad y la obra lugar; sus miembros dan el tono á las primeras y esta­
puede ponerse en manos de la juventud. Esta inmoralidad es blecen el segundo, y por eso se llaman maneras y lengua­
laque el traductor ha suprimido, según lo cspresa en la caria je de la buena compañía; no habiendo un tribunal legal
qse sirve de prefacio. Tr. que fije ni uno ni otro.

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108 CARTAS

Una sociedad compuesta enteramente de personas de de muchos jóvenes; la buena compañía, como be dicho
primera distinción, no puede por este principio, y en la arriba, se compone de personas de costumbres y carac­
común aceptación de la frase, ser llamada buena compa- teres muy diversos, aunque sus maneras sean casi las
iiia, á menos que al mismo tiempo no se componga mismas ; y cuando un jóven novicio se presenta por pri­
de la gente acreditada y distinguida (/roAionoóle) del mera vez en las sociedades y se decide con razón, á adop­
lugar; porque las personas de categoría mas elevada tar el tono y maneras que reinan en ellas, tiene por lo
pueden ser tan necias, tan mal educadas y tan faltas común la desgracia de engañarse en ios objetos de su
de mérito, como las de condición mas baja. Por otra imitación ; porque habiendo oído muchas ocasiones los
parte, una compañía compuesta en su totalidad de per­ absurdos términos de vicios elegantes y de gran tono, y
sonas de la última clase, sea cual fuere su mérito y sus observado que algunos de los individuos que mas lucen,
cualidades, nunca puede ser llamada buena compa­ y que en general obtienen mayor aprecio y admiración,
ñía , y por consiguiente no debe frecuentarse dema­ son disolutos, ebrios ó jugadores, adoptan sus vicios to­
siado, sin que por esto deba de ninguna manera despre­ mándolos por sus perfecciones é imaginándose que á
ciarse. ellos deben su brillo y distinción, cuando es precisa­
Una sociedad compuesta únicamente de literatos, aun­ mente lo contrario, porque la reputación de que gozan es
que muy digna de aprecio y de respeto, no es acreedora debida á su saber, á su fina educación y á otras prendas
al título de buena compañía; porque sus miembros no reales, y solo se miran tachados y degradados en el con­
pueden tener el talante ni las maneras desembarazadas cepto de todas las personas sensatas por esos vicios ele­
délas gentes con quienes no viven. Si tú puedes ser con­ gantes y de gran tono. Bonita elegancia en efecto, y
siderado y sostener tu parte en una reunión de esta espe­ muy digna de imitarse, la de un hombre con un flujo
cie, es de lo mas justo que asistas á ella algunas veces, y vergonzoso ó sin nariz 1 Escelente carácter sin duda, el
se te considerará mas en las otras por tener un lugar eh de un jugador arrancándose los cabellos y echando pes­
aquella; pero en tal caso no permitas que ocupe mucho tes por haber perdido mas de lo que posee! Bello modelo
tu atención, porque se te tendrá como uno de ios litera­ que imitar el de un ebrio deponiendo por la noche loa
tos de profesión, y no es este el medio de brillar ni de licores con que se ha atracado aquel dia, y sufriendo al
elevarse en el mundo. siguiente dolores decabeza que io vuelven estúpido ’. No:
La compañía de ingenios vivos y poetas de profesión, todo esto no es mas de escoria de la peor especie, que en
es de lo mas alhagüeña para la mayor parte de los jóve­ vez de aumentar el valor de los mejores caracteres loa
nes, que si tienen talento se complacen en aquella socie­ adultera y envilece. Para palpar esto, figúrate á un hom­
dad, y si no lo tienen se muestran neciamente orgullo­ bre sin talento ni recomendaciones de ninguna clase,
sos de ser contados entre los que lo poseen ; pero esta entregado solo á la disolución, al juego y á la embria­
compañía debe frecuentarse con moderación y discerni­ guez; ¿de «qué manera será considerado por todo el
miento, y de ninguna manera conviene que te dediques mundo ? de ninguna otra ciertamente que como un ani­
enteramente á ella porque la calificación de ingenio agu­ mal vicioso y despreciable; luego es claro que solo las
do es muy impopular y engendra una especie de terror. buenas cualidades de estos caracteres adulterados, son
Las gentes en general, temen tanto en la sociedad á un causa de que las gentes perdonen sus defectos sin justifi­
ingenio agudo, como las mugeres á una escopeta, imagi­ carlos.
nándose que puede dispararse por sí sola y hacerles Espero y creo que tú no tendrás vicios; pero si desgra­
daño. Con todo, bien merece que solicites el conoci­ ciadamente poseyeres algunos, te pido que á lo menos te
miento de estas personas, pero no esclusivamente, ni contentes con los tuyos y no adoptes los de oíros. Estoy
hasta el punto de hacer creer que solo frecuentas su so­ convencido de que la adopción de vicios agenos ba arrui­
ciedad. nado diez veces mas número de jóvenes, que las Inclina­
Pero entre todas las compañías, la que debe evitarse ciones que han recibido de la naturaleza.
con mayor cuidado es aquella que es baja en toda la es- Como yo no tengo embarazo en declarar mis errores
tension de la palabra; baja en esfera, baja en cualidades, pasados cuando juzgo que mi confesión puede rediíndar
baja en maneras y baja en mérito. Quizá te sorprenderá en tu beneficio, te haré saber que cuando comcnzé á
que crea yo necesario precaverte contra tal compañía, asistir á la universidad, bebía yo y fumaba á pesar de la
mas no lo considero enteramente inútil, habiendo visto aversión natural que me infundía el licor y el tabaco,
muchos ejemplos de personas de juicio y de categoría solo porque miraba ambas cosas como elegantes y como
desacreditadas, envilecidas y arruinadas por frecuentar si me comunicasen aire de hombre. Cuando salí fuera
semejantes reuniones. La vanidad, origen de muchas de de mi patria, fui primero á la Haya, en donde el juego se
nuestras locuras y de algunos de nuestros crímenes, ha hallaba muy en boga, y en donde observé que muchas
perdido á muchos hombres sumergiéndolos en compa­ personas de primer órden y de carácter distinguido se
ñías infinitamente inferiores á ellos en lodo sentido, solo entregaban también á él; mis pocos años me hicieron
por el deseo de ocupar el primer lugar, y de que se les considerarlo tontamente, como una délas buenas cuali­
aplauda y admire como corifeos y directores de aquella dades de aquellas personas, y como vo Iba en pos de la
miserable sociedad que los degrada é inhabilita para asis­ perfección lo adopté como un paso necesario para alcan­
tir á otras mejores. Cuenta por seguro que caerás ó te zarla, y de esta manera adquirí por error, el hábito de
elevarás al nivel de la compañía que mas frecuentares, y jugar, que lejos de embellecer mi carácter, estoy seguro
que el mundo juzgará de tí, no sin razón, con arreglo á que lo manchó en sumo grado.
aquel juicioso proverbio español: dime con quien andas y Imita pues con dfseemimiento las reales perfecciones
te diré quien eres. En cualquiera parte que te hallares, de la buena compañía en que pudieres hallar acceso;
trata pues de frecuentar aquellas reuniones que todas las copiala delicadeza de las personas, su porte, sus mane­
personas del lugar consideren como mas selectas después ras, y la forma cortés y desembarazada de su conversa­
de la suya propia, y esta es la mejor esplicacion que puedo ción ; pero recuerda que por sobresalientes que fueren
hacerte, porque es ya una prueba de que la compañía de las personas, no por eso dejarán de ser sus vicios, si tienen
que se trata es distinguida. Pero aun aquí es muy nece­ algunos, otros tantos defectos que no querrás imitar ¡ asi
saria una precaución cuya falta ha ocasionado la ruina como no querrías hacerte una berruga artificial en la

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DE LORD CHESTERFIELD 109

cara, porque i un hombre de bella fisonomía le cupo la Muchos platicónos de sociedad se apoderan oclusiva­
desgracia de tener una natural en la suya; al contrario, mente del infortunado que se encuentra cerca de ellos,
piensa cuan perfecto podría ser sin aquella tacha (o). ó de aquel que les parece silencioso, y le hablan sin ce­
Confesando de esta manera mis estravíos, es justo que sar quedo, ó á lo menos á media voz. Esta es una mala
te haga ver ahora algunas de mis buenas cualidades; en crianza muy grande, y en cierto modo un fraude, por­
todas partes traté de introducirme en las buenas compa­ que la conversación es un fondo que pertenece á la so­
ñías y casi siempre lo conseguí: les fui grato hasta cierto ciedad común. Pero por otra parte, si cayeres en manos
punto, porque atestiguaba mi deseo de complacerles; y de alguno de estos habladores inconsiderados, escúchalo
tare siempre cuidado de no mostrarme distraído ni fuera con paciencia, y si merece que lo complazcas concédele
de mí; al contrarío, atendía á las menores palabras y á á lo menos una atención aparente, porque nada podría
¡as acciones mas insignificantes, sin que se escapase á ser mas alhagüeño que verse escuchado pacientemente,
mis ojos nada de lo que estaba á su alcance: jamás falté asi como nada le ofendería tanto como el dejarlo con la
¿ las mas pequeñas atenciones y fui siempre asiduo ob­ palabra en la boca, ó que descubriese tu impaciencia.
servante de ellas. Estas cosas y no mis descarríos, me Vale mas que sigas y no que dés el tono de la compa­
hicieron apreciable y querido de todo el mundo. ñía en que te hallares. Si tienes talento lo darás á cono­
A Dios. Esta carta es larguísima. cer mas ó menos en cada materia, y si no lo tienes será
mejor que hables simplemente de lo que conversen los
otros y no de asunto de tu propia elección.
En las compañías numerosas evita cuanto pudieres las
controversias y ias disputas, porque son cosas que ordi­
nariamente indisponen por algún tiempo á los adver­
sarios ; y si la polémica subiere de punto en calor y vo­
Batu, 19 de Octubre de 1748. ciferaciones, trata de cortarla con algún chiste inofensi­
vo. Yo apacigüé una vez el ardor de una disputa de esta
Mi querido iujo. especie, diciendo á los contrincantes que aunque estaba
seguro del silencio de las personas que se hallaban pre­
Habiéndote indicado en mí última qué clase de com­ sentes, no podía sin embargo responder de la discreción
pañías debes frecuentar, te daré ahora algunas reglas pa­ de las que pasaban por la calle que necesariamente de­
ra la conducta que en ellas debes seguir; reglas que mi bían oir cuanto se decía.
propia esperienda y mis observaciones me ponen en es­ Antes que todo y en cualesquiera circunstancias evita
tado de poder darte con algún grado de confianza. Varias cuanto fuere posible hablar de ti mismo. La vanidad y el
vetes te he dado avisos de esta naturaleza, pero ha sido á orgullo se hallan tan arraigados en el corazón humano,
retazos, y ahora me propongo ser mas regular y metó­ que sin cesar se abren brecha bajo todas las formas del
dico. Nada diré relativamente á tu aire personal y á tu egoísmo aun en las personas délas mejores cualldades(a).
manera de presentarte, dejando todo esto al cuidado de Hay BUgetos que de repente, y sin que haga ni venga al
to maestro de baile, y á la atención que prestarás á los caso, saltan hablando ventajosamente de sí mismos, y
mejores modelos: recuerda sin embargo que son cosas estos tales son unos impudentes. Otros mas diestros á su
de importancia. entender, Inventan acusaciones contra si mismos y so
Habla con frecuencia, pero no de hito en hito; y ti no quejan de calumnias que nunca han oido, á fin de te­
agradas, estarás seguro por lo menos de que no incomo­ ner ocasión de justificarse y enumerar el catálogo de sus
das. Paga tu escote, como suele decirse, pero no pagues virtudes: Reconocen que podrá ciertamente parecer ex­
por toda la compañía, siendo este uno de los pocos ca­ traño oirlos hablar de una manera muy contraria á
sos en que las gentes miran el obsequio con indiferencia su modo de pensar; que todos los suplicios del mundo
por hallarse convencidas de que les sobra con qué pagar. no habrían arrancádoles una confesión de esta espe­
No cuentes historias sino rara vez, y esto solo cuando cie si no se viesen tratados de un modo tan injusto é
vengan muy al caso y que sean muy cortas. Omite las di­ inicuo; que en casos como estos cada uno debe hacerse
gresiones y toda circunstancia que no fuere esencial (d). justicia, asi como á los demas, y que cuando se ataca
Valerse con frecuencia de narraciones es indicio de mu­ nuestro carácter nos es dado decir en justificación pro­
cha falta de imaginación. pia lo que en ninguna otra circunstancia habría sali­
Nunca agarres á nadie por los botones ó de la mano do de nuestra boca. Este raro velo de modestia con que
pora que te oiga, porque si alguno no desea escucharte, se cubre la vanidad, es muy transparente para ocultarla
mas vale que retengas tu lengua que su persona. aun de los discernimientos mas limitados.
Otros creen tener mas modestia y sutileza, pero á k
mia son mas ridiculos. Se revisten, no sin algún grado de
vergüenza y confusión, de todas las virtudes cardinales,
(s) Quand sur ano personne on prétend se régler, degradándolas primero como si fuesen debilidades, y con­
C’est par les beaux cótés qu’il faut luí ressembler. fesando después su desgracia de bailarse plagados de ellas.
(Moliíbe).
(6) Huye la pruligidad
En tu decir (a) Quizá ninguna de nuestras pasiones naturales, dice
Que confunde el buen sentir Franklin, es mas rebelde, mas incapaz de ser domada que el
De la verdad : orgullo: disfracémoslo, sofoquémoslo y luchemos contra él
Compendiosa brevedad tanto como queramos, siempre dá señales do vida y salta y
Es agradable, aparece en loa momentos menos esperados. Tal vez lo descu­
Do la esfuerza firme estable briréis en este escrito, porque aun cuando haya yo llegado á
Autoridad. considerarme completamente libre de tal pasión, es probable
(Castilla). Tr. que me muestre orgulloso de mi humildad. Tr.

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110 CARTAS

No pueden ver sufrir á sus semejantes sin simpatizar todo conspirará contra tí y verás frustrado tu propio in­
con ellos y procurarles toda especie de alivios, aunque tento (a).
sus propias circunstancias casi no se los permiten. Les Ten cuidado de no mostrarte nunca obscuro ni miste­
es imposible ocultar la verdad, aunque saben lo im­ rioso, porque esto no solo anuncia un carácter poco ama­
prudente que es manifestarla. En fin, conocen que con ble, sino también suspicaz : si apareces misterioso á las
todas estas debilidades, no son nada á propósito para gentes, los erán ellas realmente contigo y no sabrás nada.
vivir y mucho menos para medrar en este mundo; pero El colmo de la destreza consiste en el vello sciolto d pen-
que ya son muy viejos para reformarse y necesitan ir sierl stretti; es decir, un estertor franco, abierto é inge­
tirando hasta donde les fuere posible (a). Estos discur­ nuo con un interior prudente y reservado; estar siempre
sos aparecerían desmesurados y ridículos aun en el tea­ sobre sí, y mostrar no obstante una aparente franqueza
tro: y sin embargo, te aseguro que los encontrarás que saque á los otros fuera de si mismos. Ten por cierto
muchas veces en el gran teatro del mundo. Te observaré que todas las compañías que frecuentares, se aprovecha­
de paso que de cuando en cuando se ven caracteres natu­ rán de cualquiera expresión indiscreta ó descuidada que
rales tan extravagantes, que un poeta discreto no se pronuncies siempre que pueda redundaren su beneficio.*
aventuraría á presentarlos en el teatro en su verdadero y Es pues tan necesaria una reserva prudente , como es
alto colorido. prudente una aparente franqueza. Mira siempre la cara
Este principio de vanidad y orgullo se halla tan arrai­ de las personas á quienes hablares, porque lo contrario
gado en el corazón humano, que desciende á los objetos se considera como indicio de culpa; ademas, si no ves los
mas bajos (b), y con frecuencia vé uno gentes que andan semblantes, perderás la ventaja de observar la impresión
á caza de alabanzas por cosas que aun suponiéndolas que les causa tu discurso. Para conocer los verdaderos
ciertas — y rara vez lo son—, no hay ningún motivo Justo sentimientos de las gentes, confio mucho mas en mis
para elogiarlas. Un ginete afirma que en seis horas ha ojos que en mis orejas, porque todo el que me habla po­
recorrido treinta leguas; probablemente no es cierto, pero drá decirme lo que quiere que yo oiga, pero muy rara vez
aun suponiendo que lo sea, qué con eso? Probará única­ podrá dejar de descubrir en su modo de mirar, lo que no
mente que es un buen postillón. Otro asegura, verosí­ tiene intención que yo conozca.
milmente con juramento, que se ha bebido seis ú ocho No refieras ni escuches escándalos voluntariamente,
botellas de vino en una sola comida: por caridad lo ten­ porque aunque la difamación del prójimo pueda por lo
dré por embustero, porque de otro modo lo consideraría pronto ser grata á la malignidad y orgullo de nuestros
como una bestia. corazones, la fría reflexión deduce después conclusiones
La vanidad arrastra á las gentes á mil locuras y extra­ muy desventajosas de una índole semejante; y en el case
vagancias de esta especie que destruyen su propio intento de difamación como en ei de robo, el encubridor aparece
y como Wailer dice con otro motivo, siempre tan culpable como el ladrón.
El remedo, que es la diversión ordinaria y favorita de
Make the wretch the most despis'd almas ruines y bajas, lo desprecian las grandes hasta
Where most he wishes to be priz'd (c). lo sumo. Es la mas vil y la mas innoble de todas las bu­
fonerías, y te pido que ni lo practiques ni lo aplaudas en
El medio único y seguro de evitar estas ridiculeces, es otros. Ademas, la persona remedada recibe un insulto, y
que no hables nada de tí mismo, sino cuando la natura­ ya te be observado muchas veces que un insulto jamás
leza del discurso te obligare á ello; pero en este caso ten se perdona (b).
cuidado de no pronunciar una palabra que directa ni Creo Inútil prevenirte que adaptes tu conversación á las
indirectamente pueda interpretarse como señal de que personas con quienes estuvieres, porque supongo que sin
buscas aplauso. Tu carácter, sea el que fuere, será cono­ este aviso no habrías hablado sobre el mismo asunto, ni
cido, y nadie lo Juzgará sobre tu palabra. No te Imagines de la misma manera, á un ministro de estado, á un
que lo que tú digas podrá jamás encubrir tus defectos ó obispo, á un filósofo, á un militar ó á una muger. Un
aumentar el brillo de tus perfecciones; al contrario, nue­ hombre de mando debe poseer, como el camaleón, la fa­
ve entre diez veces hará mas patentes los primeros y mas cultad de tomar toda especie de colores, cosa que de nin­
opacas las segundas. Si te muestras silencioso respecto guna manera es abyecta ni criminal, sino una compla­
de tí, la envidia, el vituperio y la malignidad no podrán cencia necesaria referente solo á la cortesía y no á la
impedir ni contener los Justos elogios que merecieres; moral.
mas si pronuncias tu panegírico, sea cual fuere la forma Una palabra únicamente respecto á maldiciones y ju-
que le dieres ó la artificiosa manera con que lo ataviares,

(a) No corran tus acciones


(«) Un fatuo de esta especie haciendo entre ras conoci­
Tras de la fama,
dos la cuenta de sus defectos decía modestamente : Yo no pue­
Deja que esta las busque
do menos de confesar que soy muy franco, muy verídico, muy
Para ensalzarlas;
liberal, muy oficioso, muy intrépido, muy indulgente ect. Un
Porque es bien cierto,
hombre discreto, quiza un poco misántropo, picado de aquella
Que quien mendiga aplausos,
orgullosa confesión le dijo: Caballero, la letanía do vicios de
Coje desprecios.
que os acusáis con tanta franqueza, prueba suficientemente que
poséis las virtudes contrarias. (Frutos Literarios)

(6) Hasta el esclavo, dice Albert, se muestra vanidoso de la


(b) Pacifico tal vez sufre el prudente
manera con que arrastra sus cadenas.
La sátira mordaz óbien la injuria;
Mas si ponerlo intentas en ridiculo
(c) AI miserable bañan de desprecio
No cuentes te perdone en tal articulo.
Cuando suspira por mayor aprecio.
Tr. (Cjyn). Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 111

rameotos y me parece que será mas que suficiente (a). grados, será definitiva é invariable en el fondo. Esta con­
Podrás escuchar á veces en la buena compañía algunas sideración provoca aquel impaciente cuidado con que sin
personas que mezclen sus discursos con malas palabras, cesar examino los mejores medios de contribuir á la per­
como si fuesen propias para darles realce; pero también fección de tu carácter, porque la menor tacha ó defecto
observarás que los que asi lo hacen no son nunca los que en él, me ocasionaría un sentimiento mas profundo que
contribuyen en lo mas mínimo á que aquella compañía el que podría resentir actualmente por cualquiera otro
sea tenida por buena. Siempre son subalternos ó gentes motivo sea el que fuere.
mil educadas, porque ademas de que en tal hábito no Hace tiempo que no te menciono los grandes deberes
puede alegarse por escusa la tentación, es realmente tan de la religión y de la moral, porque no me es posible ha­
indecente como eriminal. cer á tu entendimiento un cumplido tan malo, como el
Las risadas impetuosas y desmesuradas son propias del de suponer que puedes recibir instrucciones que te sean
populacho que se regocija con las cosas mas simples, nuevas sobre estos dos puntos importantes. Estoy seguro
porque el verdadero ingenio y el buen sentido no han de que M. Harte no los ha descuidado; y por otra parte,
provocado, desde que el mundo es mundo, una risada, son tan obvios á la razón y al sentido común, que los
ün hombre de prendas y de calidad, dejará ver la sonrisa, comentadores podrán embrollarlos pero no hacerlos mas
pero jamás se le oye reír á carcajadas. patentes. Toca pues á mí suplir con mi esperiencia, el
Pan terminar esta larga carta agregaré que aun cuan­ conocimiento de las maneras del mundo que basta
do observares con todo el esmero posible las reglas que aquí no has podido adquirir. I as personas de tu edad se
be mencionado, no producirán la mitad de su efecto, si bailan en un estado de embriaguez natural, y necesitan
las gradas no las sostienen y animan. Si tus palabras por todas partes de antepechos y de balaustradas para no
van acompañadas de un aire arrogante y áspero, ó pro­ romperse la cabeza. Esta embriaguez juvenil no solo se
nunciadas con tono insolente; si tu aspecto se muestra tolera sino que agrada, con tal que la discreción y la
embarazado, ó si haces ademanes como un tonto des­ decencia 1a contengan dentro de ciertos límites; pero estos
concertado, todos tus discursos serán mal recibidos. Si á son precisamente los que con dificultad descubre por sí
esto se agrega que los refunfuñes entre dientes de una mismo el hombre ebrio, y aquí es donde la esperiencia
uanera ingrata é ininteligible, el efecto será mucho de un amigo puede no solo hacerle un gran servicio, sino
peor. Si tu aire y modo de presentarte son vulgares, gro­ salvarle enteramente.
seros y torpes, podrás en verdad ser estimado si tienes Lleva enhorabuena á la sociedad toda la alegría y toda
gran mérito intrínseco, pero nunca agradarás, y sin la viveza que te son geniales, pero evita cuanto fuere
agradar do te elevarás sino pesada y lentamente. Venus posible el aturdimiento de la juventud. Las dos primeras
entre los antiguos era sinónimo de las Gracias, que gustarán, mas el último te atraerá á menudo, aunque
siempre se consideraban como compañeras inseparables inocentemente, enemigos implacables. Antes de decir lo
de la diosa; y Horacio nos asegura que aun la Juventud que te venga á la imaginación, infórmate de los caracte­
y Mercurio, dioses de las artes y de la elocuencia, no res de las personas y de las circunstancias de la reu­
podían tener aceptación sin ella : nión (a). En todas las compañías hay mas cascos ligeros
que sensatos, y muchos mas que merecen censura que
Parum comis sine te Juventus Mercuriusque. los que saben soportarla. Si te difundieses pues en elogios
de alguna virtud de que carecen notoriamente algunas
Estas damas no son inexorables; podemos prometer­ personas presentes, ó declamases contra un vicio de que
nos su conquista con tal de solicitarla con modo y ardor. se sabe se hallan infectadas, tus reflexiones, aunque ge­
A Dios. nerales é indeterminadas, siendo aplicables, se tendrían
como personales y asestadas contra aquellas gentes (ó).
Esta consideración basta para que aprendas á no ser sus­
picaz ó caviloso, ni á suponer que porque pueden apli­
cársete ciertas cosas, se dijeron ó hicieron espresnmente
teniéndote en mira (c). La urbanidad de las personas bien
Bath, 20 de Qctubre de 1748.
(а) Quien no piensa y mira
Mi querido huo. Primero que intente,
En vano suspira,
Al paso que se acerca el tiempo de que representes tu Tarde se arrepiente.
papel en el gran teatro dei mundo, aumenta mi cuidado (Lope de Vega.)
por tu buen recibimiento. La idea que los espectadores
(б) Pria di lasciar la «ponda
se formarán de ti, será conforme á tu primera aparición, II buon nocchiero imita ;
sin dejar por eso de mostrar la indulgencia que merece Vedi se in calma é l’onda,
lo corta edad; pero esta Idea que podrá modificarse en Guarda se chiaro ó il di.
Voce dal sen fuggita
Poi riebiamar non vale;
Non si trattien lo slrale
(s) Nunca afirmes lo que hablares Quando dall’ arco uscl.
Conjuramento, que es necia
Desconfianza, y parece
(Mktastasio.)
Que es no tener do tí entera (c) Un caviloso de esta clase, algo valentón, paseándose en
Satisfacción, y aun sospecho, el Palacio Real de París , vió á un hombre reirse al volver
Que su opinión menosprecia la cara bácia él, por io cual le preguntó con altanería ;
Quien anda buscando modos ¿Por qué se rie Vd. cuando yo paso? — ¿Por qué pasa Vd.,
Para que el otro los crea. replicó el otro, cuando yo me rio?
(Fragoso). Tr. (Rasgos Jocosos.) Tr.

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•112 CARTAS

educadas nos pone á cubierto de estos ataques viles é bastante despreciable, y son aquellos que regularmente
indirectos (a); pero si por casualidad dieres con alguna se les llama buenos muchachos (very good naturedfeb
muger locuaz, ó con algún mozuelo atrevido, que dejaren lows), y que los Franceses designan bajo el nombre de
ir algo de esta especie, es mucho mejor aparentar no bons diables. La verdad es que son gentes sin mérito ni
haberlo oido que contestarlo. imaginación, y que no teniendo voluntad propia, están
Evita con la mayor precaución hablar de tus negocios prontos á dar su aprobación y á aplaudir cualquiera cosa
domésticos ó de los agenos. Los tuyos no interesan á la que se dice ó hace en la sociedad, ó bien á adoptar con la
compañía y le serán enfadosos, y los agenos nada te im­ misma prontitud los planes mas virtuosos ó los mas cri­
portan (d). El asunto es muy delicado, y sería una rareza minales, los mas discretos ó ios mas necios que suele
no tocar el lugar adolorido de alguno; en estos casos no formar la mayor parte de la compañía. Esta tonta com­
hay que fiarse de apariencias especiosas que pueden ser, placencia, que á veces no deja de ser criminal, viene de
y son por lo regular, tan contrarias á la real situación de una miserable causa, la falta de todo mérito. Espero que
las cosas entre maridos y mugeres, padres é hijos, ami­ tu título de admisión en las buenas compañías, será
gos aparentes ect. que con las mejores intenciones del mucho mas noble y meritorio. Ten voluntad y opinión
mundo se cometen á menudo desatinos muy desagra­ propias, y adhiérete á ellas, pero de buen humor y sin
dables. faltar á la cortesía y á la urbanidad, porque no tienes ana
Recuerda que las agudezas, las humoradas y las bro­ la barba bastante poblada para predicar ó tomar el aire
mas de la mayor parte de las compañías de ambos sexos, de censor.
son á manera de plantas indígenas que florecen en aquel Lis condescendencias de cualquiera otra especie, no
suelo particular y no pueden sino muy rara vez ser tras­ solo son irreprensibles sino necesarias en la buena com­
plantadas. Cada sociedad se encuentra en circunstancias pañía. Por ejemplo: es una especie de deber que impone
diferentes y tiene una Jerigonza ó lenguaje que le es pro­ la urbanidad, aparentar que no se aperciben las peque­
pio y que se presta á ciertos rasgos de ingenio, á las agu­ ñas debilidades y las afectaciones frívolas, al paso que
dezas y á la jovialidad, cosas que podrían aparecer in­ inocentes, de algunas personas; y ann en cierto modo es
sulsas y desabridas en otro círculo. Nada ridiculiza tanto lícito lisonjearlas (a). Si así lo haces, darás gusto á las
á un hombre ni le comunica mayor aire de necio, que gentes, y es seguro que obrando de otra manera no las
una chanza que no agrada ó que no se entiende ; y si en­ reformarías. Encontrarás en cada grupo de sociedad dos
cuentra un profundo silencio cuando esperaba un aplau­ figuras principales, á saber, la bella dama y el elegante
so general, ó lo que es peor, si se le pide que esplique caballero, que por lo que toca al ingenio, al lenguaje, á
la agudeza, es mas fácil imaginar que describir lo em­ ia moda y al buen gusto, imponen absolutamente la ley
barazoso de su situación. al resto de la sociedad. Entre estos dos personajes hay
Ten mucho cuidado de no repetir en una compañía lo siempre una estrecha alianza, fortificada las mas veces
que hubieres oido en otra, porque la circulación de co­ con sentimiento8tiernos,álo menos mientras estos duran.
sas aparentemente indiferentes, puede producir conse­ La dama contempla su imperio como fundado en el de­
cuencias mucho mas graves de lo que podrías imaginarte. recho divino de la hermosura — derecho divino de tan
Por otra parte, la conversación se funda en una confian­ buena ley como el que podría pretender cualquiera em­
za tácita y general que obliga á todo hombre á no repe­ perador ó papa — y exige y encuentra por lo común una
tir lo que ha oido aunque no se le recomiende el secreto. obediencia pasiva. Y por qué no habría de encontrarla ?
Un divulgador de esta especie no deja nunca de enredarse Sus pretensiones no van mas allá que á establecer firme­
en mil discusiones difíciles (c), y es recibido con frialdad mente y sin disputa su preeminencia en hermosura en
y reserva en todo lugar en que se presenta. talento y en elegancia. Pocos soberanos, dirélo de paso,
Encontrarás en la mayor parte de las buenas compa - son tan racionales. Los derechos del elegante caballero
Rías, sugetos que solo tienen lugar en ellas por un titulo son mutatis mutandis los mismos; y bien qne en ver­
dad no sea siempre nn ingenio de jure, con todo, co­
mo es ingenio de fació de la compañía, tiene titulo á
una parte de tu homenage; porque cada uno espera todo
(a) Non empellar giammai che allri ti loglia lo que de derecho le pertenece, cuando no algo mas. La
L’ onor coi del ti, e la tua fama offenda : prudencia prescribe que hagas la corte á estos dos sobe­
E tanto men la temeraria voglia ranos reunidos; y yo no sé que haya deber alguno qne
Di far vendetta sovra lui ti prenda, lo prohíba. La rebelión sobre este punto es en estremo
Che offendendolo, il pungí, e dir gli fai peligrosa, é inevitablemente castigada con el destierro y
Cose, che dello ci non avrcbbe mai. la confiscación inmediata de todo tu talento, tus moda­
(CLASIO.) les, tu buen gusto y tu urbanidad; como por otro lado,
una sumisión placentera, no sin algo de lisonja, te pro­
(6) No procuréis informaros cura segurísima men te una poderosa recomendación, y
De los negocÍQ6 agenos, un pasaporte de lo mas eficaz para recorrer los dominios
Sin parecer nftsteriuso de estos soberanos, y probablemente los de sus vednos.
Disimulad bien los vuestros.
Con una poca de sagacidad y antes de media hora de es­
(Máximas de la Sabiduría}. tar en la compañía, descubrirás fácilmente estos dos
ilustres personajes, tanto por la deferencia que todos los
(c) Todo aquel que no pone concurrentes se apresuran á pagarles, como por el aire
Freno á la lengua,
desembarazado, tranquilo y sereno que les comunica el
No estrañe las desgracias
Que le sucedan :
Pues las palabras
No pueden recojerse (a) Nous devana nous prOler aux faibleases des autres,
Ya pronunciadas. Leur passer leura défauU, comme ils passeul les nólrcs.
(Frutos Literarios). Tr. (llEGNARD.) Ir,

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DE LORD CIIESTERFIELD 113

sentimiento interior de bu poder. En este, como en cual­ dio del disegno, ó la escuela de dibujo. Un anciano que
quiera otro caso, trata de hallar entrada en las compa­ se supone ser el maestro, dá lecciones á sus discípulos,
ñías mas distinguidas, y dirígete de preferencia á las ocupados diversamente en la geometría, en la perspectiva
personas mas elevadas. Los ensayos en solicitud de la y en el examen de las estatuas antiguas. Respecto á la
piedra filosofal, de imposible consecución, han ocasiona­ perspectiva de que se miran algunos pequeños modelos,
do mil descubrimientos útiles que de otra manera no se halla escrito tanto che bastí, es decir, tanto como
habrían, quizá, héchose jamás. fuere necesario; por lo que hace á la geometría, se repite
Lo que los Franceses llaman justamente les manieres otra vez tanto che bastí; y por lo que toca á la contem­
nobles, solo se adquiere en los círculos mas selectos; plación de las estatuas antiguas se ven escritas estas pa­
estas maneras son el distintivo de gentes de calidad, labras, non mal á bastanza, es decir, nunca será sufi­
porque las de baja estraccion y mal educadas no pueden ciente; mas en las nubes ó cima de la pieza, se hallan
Jamás adoptarlas con suficiente naturalidad para no des­ representadas las tres Gracias con esta Justa Inscripción:
cubrir algunos resabios de sus bajos principios. Les ma­ senza di noi ognífatica é vana, esto es, sin nosotras to­
nares nobles escluyen el desprecio insolente y el celo do trabajo es vano. Todo el mundo conviene en lo ver­
tejo y envidioso. La gente obscura con medios pecunia­ dadero que es esto ep la pintura; pero no todos conside­
rios, tren y costosos vestidos, manifestará un desprecio ran, como espero que tú lo harás, que también se aplica
descarado por todos los que no pueden sostener el mismo con la misma esactitud á cualquiera arte ó ciencia, y en
boato, y que no tienen, según su espresion, tanto dinero verdad á todo cuanto se dice ó hace. Con M. Eliot te re­
en sus bolsillos; por otro lado, esta clase de gentes no mitiré el grabado, y te aconsejo que hagas de él el mismo
pueden ocultar la envidia que les debora contra aquellos uso que se dice hacen los católicos romanos de las esta­
que les aventajan en cualquiera de estos artículos, que tuas é imágenes de sus santos, que solo les sirven de re­
están muy lejos de ser pruebas seguras de mérito. Se memorativo, porque la adoración la niegan ellos; y, como
manifiestan igualmente celosas de ser despreciadas, y se pasa fácilmente de la superstición al paganismo, iré
por consecuencia suspicaces y difíciles en las menores aun mas lejos aconsejándote poética y clásicamente que
cosas. Su deseo mas ardiente es por bagatelas, porque Invoques á estas tres diosas, y les hagas diaria é incesan­
estas fueron al principio, sus negocios mas importantes. temente sacrificios. Es necesario convenir en que las Gra­
Les maniéres nobles implican esactamente el reverso de cias no parecen haber nacido en la Gran-Bretaña;
todo esto. Estudíalas desde temprano, y no creas por y dudo si el mejor de entre nosotros no tiene mas del
demas ningún empeño para hacértelas fáciles y familia­ diamante bruto que del pulido. Después que los bárba­
res. ros las echaron fuera de Grecia y de Roma, parece que
Justamente al terminar lo que vá escrito, recibo tu se han refugiado en Francia, en donde sus templos son
carta de 24 de este mes, pero no la que en ella mencionas numerosos y su cuito muy atendido. Examina seriamente
de M. Harte. La tuya es de la especie que deseo, porque cual es la causa de que tales y tales gentes te agraden y
me interesa ver tu retrato privado hecho por tí mismo; atraigan mas que otras de igual mérito, y siempre halla­
y aunque bien me Imagino que siendo de tu propia mano rás que es porque las primeras poseen las gracias y las
tendrás cuidado de favorecerte, sin embargo, creo que segundas no. Yo he conocido muchas mugeres de cuerpo
tengo bastante esperiencia en esta clase de pinturas para bien formado y un conjunto simétrico de hermosas fac­
descubrir las verdaderas facciones, no obstante la suma ciones que no agradaban á nadie (a); mientras que
destreza que pudieres haber empleado en la coloración, otras de personal y fisonomía que no pasaban de regula­
ó en las sombras y luces de que te hubieres valido. res, encantaban á todo el mundo. Y por qué? porque
Según tu relación de la pieza alemana, porque no sé Venus sin el acompañamiento de las Gracias, no agrada­
«idebo llamarla comedia ó tragedia, su parte mas brillante rá tanto como estas sin aquella (ó). Cuantos hombres de
parece haber sido la de las luces artificiales. Presumo
que la representación corrió la misma suerte que el cohete
final, es decir, que partió para siempre jamás. Recuerdo
que cuando se celebró la fiesta de banderas de un regi­
(a) La beauté tañí gráce est un harnean mus appál.
miento de granaderos franceses, se hizo mejor aplicación
de un cohete pintándolo en el momento de rebentar con (Ninon de l’Enclos.)
este mote: peream dum luceam.
Dentro de tres semanas espero ver en Londres á M. (6) Junon, aprés mille disgráces,
EHot, y poco después lo verás tú. A Dios. Aprés milic transporte jaloux
Enclialne son volage époux
Arec la ceinturc des ¿races.
L’air, la démarebe, tous les traite,
L’esprit, le c®ur, le caraclére
Ont empnintá de vos altraits
Le talent varié de plaire.
Londres, 18 de Noviembre de 1748.
On s’accoutunie á la laideur
L’esprit nous la rend supportable :
Mi querido hijo. Et lee gráces, pour leur bonneur,
Daos les bras d’une laide aimable
Cualquiera cosa que llega á mis oídos ó que pasa por Ont souvent placó le bonbeur ;
mis ojos, ocupa inmediatamente mi examen para ver de Les gráces suivent tous les áges ;
qué modo podrá serte útil. Prueba de esto es, que ha­ Loin de s’enfuir avec les ans,
biendo ido el otro día á casa de un mercader de estam­ Elles réparent leurs outrages,
pas, encontré entre otras, nna copia del famoso cuadro de Et sément les fleursdu printemps
Carlos Marattl, que murió hace treinta años y fué el Sur l’hiver paisible des sages.
último pintor eminente de Europa. El asunto es el sltt-
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114 CARTAS

mérito y sólido saber no he conocido yo, que han sido do, ninguno ha poseído ías gracias en grado mas eminente,
tratados con indiferencia, mal recibidos y aun repulsados por no decir que las reunía todas, como el finado duque de
por carecer de las gracias! y cuantos otros con muy poco Marlborough; y contra la costumbre de los historiadores
saber y menos mérito, pero introducidos por ellas, ser mas sagaces, que siempre asignan profundas causas á los
bien recibidos, apoyados y admirados! La virtud mis­ grandes acontecimientos, me atrevo á decir que á estas
ma , que es una hermosura moral, pierde algunos gracias debió mas de la mitad de sus riquezas y engran­
de sus encantos cuando no se mira acompañada de las decimiento. Era un hombre de lo mas iliterato; escribía
gracias. muy mal el ingles y lo hablaba peor; carecía de lo que
Si me preguntas cómo podrás adquirir lo que ni tú ni comunmente llamamos dotes (parís), esto es, no habla
yo podemos definir ni fijar, solo puedo responder por la vivacidad ni esplendor en su ingenio; poseía sin duda un
observación, imitando lo que sintieres que te agrada en entendimiento bastante despejado acompañado de juicio
otros. Yo puedo esplicarte lo importante y ventajoso que sano; pero es probable que con estas cualidades solo se
es poseer las gradas, pero no está en mi mano dártelas; habría elevado un poco mas del empleo de page de ¡a
con todo mi corazón desearía que lo estuviese porque no reina que ocupó al principio. Las gracias se encargaron
podría hacerte mejor regalo. Para que veas que un hom­ entonces de su fortuna y elevación, porque mientras fué
bre muy sabio, un filósofo retirado, piensa sobre este abanderado de guardias, la duquesa de Cleveland, dama
particular lo mismo que yo, que he vivido siempre en el favorita en aquel tiempo del rey Carlos II, seducida de
mundo, te enviaré con M. Eliot la obra del famoso M. los bellos modales de aquel joven le dió cinco mil libras
Locke sobre la educación, en donde verás el valor que esterlinas con las que compró inmediatamente de mi
atribuye á las gracias, considerándolas justamente como abuelo Halifax una renta vitalicia, y este fué el principio
identificadas con la buena educación. He señalado en de su fortuna. Era hombre de bella figura, y ni los hom­
este libro todos los pasages que merecen tu atención, por­ bres ni las mugeres podían resistir al ascendiente de sus
que como el autor principia sus observaciones casi desde maneras. El atractivo de sus modales le sirvió para po­
el nacimiento del niño, te sería inútil lo tocante á la in­ ner de acuerdo, durante la guerra de su tiempo, á ios
fancia. La Alemania es aun menos que la Inglaterra el miembros de la grande alianza, cuyos intereses eran muy
asiento de las gracias; sin embargo, mientras la habita­ opuestos, y logró llevarlos á todos q| objeto principal de
res liarás bien de no decirlo; mas el lugar á que debes ir la guerra, á pesar de sus celos recipiocos, de su injusta
lo es en alto grado, porque yo he conocido tantos hom­ obstinación y de sus diversas y ocultas miras. En todas
bres perfectamente educados venidos de Turin, como de las córtes en que se presentó (y tuvo que ir á menudo
cualquiera otro lugar de Europa. El último rey Víctor cerca de algunas muy obstinadas) prevaleció constante­
Amadeo, tomó gran empeño en que sus súbditos de mé­ mente, y las hizo entrar en sus proyectos. El pensionario
rito se instruyesen en los negocios y adquiriesen las ma­ Heinsius, ministro antiguo muy recomendable, que habla
neras de las cortes; y se me ha asegurado que el rey ac­ encanecido en los negocios y gobernado la República de
tual sigue su ejemplo; cierto es á lo menos, que en todas las Provincias Unidas por espacio de mas de cuarenta
las córtes y congresos en que hay muchos ministros es- años, fué absolutamente gobernado por el duque de
tranjeros, los del rey de Cerdeña son generalmente los Marlborough, como hasta el dia lo esperimenta aquella
mas capaces, los mas corteses y les plus déliés. Tendrás República. Hombre siempre frío, jamás dejó ver en su
pues en Turín modelos muy buenos sobre que formar­ semblante la menor variación, y si negaba alguna cosa
te; y recuerda que respecto á ellos, así como á las esta­ lo hacia con mas gracia que otros concediéndola; aque­
tuas antiguas del grabado, non mai á baslansa. Atiende llos que quedaban menos contentos del resultado desús
á cada palabra, á cada mirada y á cada movimiento de pretensiones, salían no obstante encantados de su perso­
las personas que se consideraren como de mayores pren­ na, y en cierto modo consolados por sus afables maneras.
das. Observa so aire natural y descuidado pero cortés; Con toda esta gracia y dulzura de genio, ningún hombre
sus desembarazadas maneras; su modesta y no obstante conoció mejor su situación ni mantuvo con mas nobleza
elevada dignidad; atiende á su decente alegría, á su dis­ su dignidad.
creta franqueza y á aquel hábil manejo que sin caer en Con los conocimientos que ya has adquirido y los mu­
lo frívolo ni estenderse á lo Importante ó secreto, es el chísimos mas que debes adquirir muy pronto, á qué co­
medio que conviene á la conversación en compañía de sa no podrás pretender si posees también estas gracias!
personas de diferentes caracteres. Te observaré de paso En ia carrera á que te destinas, son en verdad la mitad
que este diestro manejo es á veces un talento muy útil de la obra; porque ganado que hubieres el afecto y esti­
para un ministro estranjero; no solo porque le facilita los mación dei principe ó ministro de la córte á que fueres
medios de introducirse en muchas familias, sino también enviado, salgo garante del buen resultado de los nego­
porque le pone en estado de eludir algunas conversacio­ cios que se te confien; de otro.modo es obra de muchísi­
nes y parar ciertas preguntas que podrían reducirlo á no mo trabajo. Pero no te equivoques pensando que las gra­
saber qué decir ó qué aspecto conservar. cias que te recomiendo tanto y tan de veras son para que
De cuantos hombres he conocido, y lo estudié muy á fon- las uses únicamente en las transacciones importantes ó
en los días de gala-, no; deben acompañarte si es posi­
ble, en las menores cosas que digas ó hagas; porque si las
descuidas en las bagatelas te abandonarán en ios nego­
Le seul esprit, les talents, cios de importancia. Por ejemplo : mi solicitud iría hasta
N’éterniscnl pas nos merveilles; inquietarme demasiado si te viese beber con tosquedad
L’oubli qui nous suit h pas lenta, una taza de café y echártela encima por tu torpe manera
Fait périr le fruil de nosveilles. de tenerla; tampoco podría ver tu casaca mai abotonada,
Ríen ne dure que ce qui plalt: ó afianzadas de través las hebillas de tu calzado; mas me
L’ulile doit él re agréable ; desesperaría sí te oyese farfullar palabras ininteligibles,
Un auteur n’est jamais parfait
tartamudear en tus narraciones; y huiría de tí con mas.1
Quand il néglige d’élre aimable.
rapidez, si fuese posible, que la que me haria ahora correi
(Cabdknal db Bbhnis). Tr. á abrazarte, si le hallase destituido de todas aquellas

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DE LORD CIIESTERFIELD 115

gradad que tan á pechos trato de procurarte con la mira propuesto mandarte con M. Eliot, en unión de un cajon-
de que te constituyan un día ómnibus ornatum excel- cito que se me ha encargado encamine á M. Harte. Ha­
lere rebus. llarás también dos cartas de recomendación, una para M.
La materia es inagotable porque se estiende á todo Andrié y la otra para el conde Algarotti, á cuyas perso­
cuanto se dice ó hace; pero la dejo por ahora en vista de nas tendrás cuidado de entregarlas en Berlín luego que
lo estensa que es ya mi carta. Son tan vivos los deseos te hallares equipado y provisto de lo necesario para pre­
que tengo de verte perfecto, que nunca creo haber dicho sentarte. Ambos sujetos te introducirán en las mejores
bastante, aunque probablemente tu pensarás que he di­ compañías, y cuento con que tu buen sentido te hará
cho demasiado; cierto es que si tu propio buen sentido evitar las malas. Si no atiendes á este artículo te perderás
no basta para guiarte en puntos tan claros como estos, sin remedio; á la vez que acompañándote únicamente
todo loque yo ó cualquiera otro podríamos decirte, sería con personas de honradez y prefiriendo las que te fueren
insuficiente; mas en materias que te interesan soy el superiores, establecerás para siempre tu carácter y tu
hombre insaciable de Horacio, que codiciaba siempre un fortuna.
rinconcito mas para redondear su campo. Yo temo todos La reunión del parlamento no me dá hoy tiempo para
los rinconcltos que pueden desfigurar el mió, que quer­ escribirte tan largo como acostumbro; y á la verdad, des­
ría ver, si es posible, sin ninguna falta. pués de los volúmenes que te he escrito, todo lo que po­
En este momento recibo tu carta de 7 de este mes, y dría agregar debía ser superfluo; sin embargo, es pro­
no puedo lamentar contigo la separación de tus compa­ bable que ex abundanti vuelva á mi prolijidad, y que
ñeros de mesa, que, tanto por tu descripción como por la continuarás recibiendo unos tras otros, los consejos de
de M. Harte, parecen ser des gens (Tune aimable absen- quien es tuyo.
ce; y si puedes remplazados con otras personas que ha-
bien aleman, saldrás ganando en el cambio. Si entiendes
bastante bien este idioma para leer cualquiera obra, no -W3X] £>£«+•-
concibo cómo pueda serte difícil y fastidioso escribirlo
con el carácter de letra que Je es propio, porque las ven-
ticuatro letras se aprenden muy pronto. No podía yo es­
perar que escribieses aun este idioma con la mayor pureza Inores, 6 de Diciembre de 17 58.
y corrección, y si te dije que pusieses una carta cada
quince días á M.Grevenkop, fue con la mira de hacerte Mi querido hijo.
familiar aquella escritura. Me contento por lo menos, con
que lo hagas cada tres ó cuatro semanas. Tengo actualmente el mayor sentimiento por la pér­
Es probable que no veas tan pronto á M. Eliot, porque dida de un hermano muy querido con quien habla yo
se baila todavía en Cornualla con su padre, que, según vivido en la mas estrecha amistad. Mi hermano Juan es­
se dice, no dá esperanzas de vida. A Dios. piró el viernes último en la noche, de un ataque de gota
en manos y piés que le duró cerca de un mes< y al últi­
mo remontó á su cabeza y estómago. El letargo lo privó
de la sensibilidad y no sufrió en sus horas postreras. Ha­
llándote tan lejos de aquí no debes vestir luto, porque
el tiempo habría casi espirado antes que pudieses po­
nértelo.
Loxdres, 29 de Noviembre de 1748. Por un bnque que dará la vela esta semana para Ham­
burgo, te remitiré las cosas que me había propuesto en­
Mi qubrido hijo. viarte con M. Eiiot, y son : un cajoncito de tu mamá ;
otro mas pequeño para M. Harte; la obra de M. Locke
Sabiendo cuan grande es el afecto que justamente tie- sobre la educación ; el grabado de Carlos Marattl que te
Ms á tu amigo M. Eliot, he retardado escribirte hasta mencioné hace dias, y dos cartas de recomendación, una
poder comunicarte noticias suyas y de su padre: ambos para M. Andrié, y la otra para el conde Algarotti, en Ber­
vinieron á la ciudad en silla de manos hace unos quince lín. Es seguro que ambas personas se prestarán gusto­
días, dejando en Cornualla el resto de la familia. El padre sas á introducirte en las mejores compañías que les son
•oportóel camino con mucha dificultad y murió el sába­ tan familiares; y espero que no rehusarás su favor, como
do hizo ocho dias. El sentimiento y el decoro tuvieron en igual caso serían muy capaces de hacer la mayor par­
confinado á tu amigo hasta antes de ayer que lo vi. Ha te de tus compatriotas. Solo en las buenas sociedades
determinado viajar de nuevo, y creo que hará bien; pero podrás aprender las mejores maneras, y adquirir el ta­
hallándose obligado á poner algún órden en sus negocios lante y las gracias que tantas veces te he recomendado
domésticos, todavía no sabe para cuando podrá verifi­ como medios necesarios para figurar en el mundo.
carlo ; supongo sin embargo que se unirá á tí en Turín; Me tiene de lo mas contento el informe que me da M.
mas siempre ten por seguro que no lo verás muy pronto. Harte de tus progresos en el griego, y de que has leído
Siento muchísimo que todo este tiempo te veas privado casi críticamente á Hesiodo. Muchas'cosas podría yo su­
de la compañía y ejemplo de un amigo tan apreciable ; gerirte sobre este particular, pero me limito á decirte que
Pero me prometo que harás todo lo posible por suplir su habiendo dejado atras las dificultades de aquel idioma,
falta, recordando sus buenos consejos é imitando aquella sería imperdonable que no continuases tu viaje, mucho
aplicación que le ha hecho aprender todo por completo mas cuando el camino que te falta es todo cuesta abajo.
y perfectamente, no contentándose con la superficie del También mees muy grato saber que tienes Un grande
•aber, sino trabajando en la mina, bien persuadido de conocimiento de los libros, y tanto gusto por los escritos
que loque busca solo lo hallará en lo mas profundo. raros y de mérito. Un conocimiento de esta especie es
Por un buque que partirá para Hamburgo la semana muy digno de los hombres que han adquirido una ins­
entrante, y por el cual Hawklns envía á M. Harte algu­ trucción sólida y profunda; pero al mismo tiempo pone
nas cosas que le ha pedido, irán las que yo me habla de manifiesto la ligereza de aquellos que solo ban leído

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116 CARTAS

superficialmente. Te advierto pues, que tu principal ob­ importancia y me ayuda á juzgar del acontecimiento
jeto en tales libros debe ser ia substancia y ia materia, y final.
deja como cosa muy secundaria el prólogo, el índice, la Como debes dejar á Llpsia muy poco después del recibo
letra y la encuadernación. La señal característica del de la presente, te va la adjunta para que la entregues á
hombre de mérito y de buen juicio, es saber dar á cada M. Mascow; en ella le manifiesto mis agradecimientos por
objeto el grado de atención que merece; á la vez que las la atención y afabilidad que te ha dispensado mientras has
almas pequeñas toman erradamente los objetos peque­ permanecido en su casa; y doy por hecho que antes de
ños como grandes, y desperdician en los primeros el tiem­ partir le harás las ofertas y cumplidos correspondientes,
po y la atención que solo merecen los últimos. A yerros porque la buena reputación que dejamos en un lugar,
como estos somos deudores de esa tribu numerosa y frí­ llega muchas veces á otro antes que nosotros, y es de
vola de cazadores de insectos, pescadores de conchitas, grande utilidad. Como M. Mascow es muy conocido y
disecadores de mariposas ect. Un juicio sólido distingue, estimado en la república literaria, creo que te será muy
no solo entre lo útil é inútil, sino también entre lo útil ventajoso si puedes lograr que te favorezca con cartas
y lo curioso; se aplica con intensidad á lo primero, y so­ de recomendación para algunos literatos dé Berlín. Estos
lo se divierte con lo último. Por lo que hace á estas cosas testimonios dan un realce que no es de despreciar, por­
de poca importancia de que he hablado, hallarás cuantos que los mas ignorantes se ven forzados á aparentar
informes puedas apetecer en una obra francesa, super­ cuando menos, que rinden homenage al saber, así como
ficial pero curiosa, titulada le Spectacle de la natwre, los malvados lo hacen á la virtud: tal es el valor intrín­
que te divertirá mientras la leas, y te dará una nocion seco de ambas escelencias!
suficiente de las diversas partes de la naturaleza. Te Tu amigo Duval comió conmigo el otro dia, y se quejó
aconsejo que la leas en tus ratos desocupados ¡ mas la amargamente de que hace cerca de un año que no oye
parte de la naturaleza que, según me dice M. Harte, has hablar de ti; le propuse que te reconviniese y fe acon­
comenzado á estudiar en el reclor magnificas, es de una sejé que lo hiciese en verso, observándole que si real­
importancia mucho mas grande, y merece mucha mayor mente estaba enojado, su indignación le servirla de
atención; quiero decir, la astronomía. El sistema in­ musa (a): en consecuencia, me trajo ayer los imprope­
menso de los planetas, y el órden y asombrosa regulari­ rios y el desafio adjuntos que me pidió te remitiese. Como
dad de aquellos innumerables mundos, te abrirán nna éste es su primer ensayo en poesía, son muy escusables
escena que no solo merece tu atención como materia las inesactitudes que pueda haber cometido en la rima y
de curiosidad, sino aun mas, porque te hará concebir laarmonía. Exige, como verás, que le respondas en verso,
ideas mayores, y por consiguiente mas justas, de aquel y me parece que podrías salir de este paso con el socorro
Omnipotente Ser, creador y preservador de aquel uni­ de M. Harte, como la difunta lady Dorchester acostum­
verso, que las que podría darte la contemplación del braba decir que entre ella y el doctor Radcliffe podían
comparativamente pequeño globo que habitamos. La curar una fiebre. Lo cierto es que ya tienes la provocación
pluralité des mondes de M. Fontenelle, que puedes en el cuerpo, y nadie puede adi vinar lo que pensará hacer
leer en tus horas de asueto, te instruirá y entretendrá al Duval si no levantas el guante. No se me oculta que en
mismo tiempo. Dios te bendiga. este combate profesional, la desventaja se halla porta
lado. Ese clima, sobre todo en esta estación, es mas pro­
propicio para el fuego de leña que para el fuego poético;
y me figuro que las musas, si hay algunas en Llpsia, se
hallarán mas bien tiritando que cantando; dudo aun que
Apolo mismo sea conocido ahí como dios de la medicina.
Estas Berán justas escusas en caso que tu obra no saliere
como se espera, cosa que yo no temo (h).
Londres, 13 de Diciembre de i748 Mientras has permanecido en Llpsia, lugar consagrado
al estudio mas que al placer y á la sociedad, has tenido
Mi*querido hijo. ias mejores oportunidades de proseguir tus estudios sin
interrupción, y carecido, según pienso, de tentactones
Los cuatro últimos correos no me han traído carta tuya para distraerte; mas el caso vá á ser enteramente diverso
ni de M. Harte, y esto me tiene Inquieto; no como lo en Berlín, en donde el esplendor y la disipación de una
estaría una madre, sino como debe estarlo un padre, córte y déla gente lucida, se te presentarán en formas
porque yo no apetezco tus cartas como boletines de salud; ostentóse», bastante atractivas para la juventud. No te
eresjóven, sano y robusto, y por consiguiente estoy imagines que comienzo ya á predicarte como un viejo
tranquilo sobre este particular; ademas, si tú ó M. Harte para que huyas de estas disipaciones encerrándote en tu
se encontrasen malos, es indudable que uno de ambos
me lo advertirla. Mi impaciencia viene pues de una causa
muy diferente, el deseo de saber con frecuencia los pro­
gresos de tu entendimiento y de tus estudios. Te hallas (o) Alusión sin duda á este renglón de Jnvenal:
ahora en aquel crítico periodo de la vida, en que cada Si natura negat, facit indignalio venum.
semana debe producir flores y frutos correspondientes al
cuidado que se ha tenido de tu cultivo. La distancia que (6)Eb quoi! s’écriait Apollón,
media entre nosotros solo me permite juzgar de tu cre­ Voyant le froid dans son empire,
cimiento y madurez, por tus cartas ó las de M. Harte, y Pour échauffer notre rallón
este es el motivo por que deseo que uno de ambos no Le bois ne saurait done suffire!
deje de escribirme una vez á la Bemana. Concibo muy <— Bon, bon, dil une des neuf sceurs,
bien que la uniformidad de tu vida presente, no dá lugar Condamnez vite fe la brOlure
á formar una carta muy atractiva para un lector indife­ Tous les vers des mécbants auleurs :
rente ; pero hallándome yo tan interesado en el juego Par h nous aurons íeu qui dure. »
que traes entre manos, el movimiento mas ligero es de (M. M.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 117
gabinete; todo lo contrario; quiero que tornea parte en aleman, y no tú quien 9C espresó mal. Me Imaginé que
ellas con viveza y alegría; pero por otro lado te aconsejo lo que te robaba tanto tiempo era la escritura de los ca­
que distribuyas tu tiempo con tal prudencia, que el estu­ racteres, y por eso te aconsejé que tratases de hacértela
dio marche al mismo paso que los placeres. Suficiente familiar escribiendo con frecuencia; pero pues que lo dl-
tiempo hay en el curso del dia para ambas cosas con tal flcíl y fastidioso recae únicamente sobre la propiedad y
que sepas gastarlo como buen economista. Si empleas to­ pureza del idioma, te digo ahora que no seré delicado
da la mañana en estudios sólidos concediéndoles una en este particular, y que no esperaba que pudieses cono­
atención seguida y diligente, habrás aprendido mucho al cer aun con perfección todas las frases, los idiotismos y
fin del año; y las tardes, pasadas en los placeres de las peculiaridades de este difícil idioma, porque son co­
la buena compañía, te procurarán el conocimiento del sas que solo procura el tiempo con el continuado ejerci­
mando. Entre estos dos estudios ves que no tendrás un cio. Por lo mismo, luego que llegares á Berilo, y después
minuto que perder. Nadie desperdició mas que yo mien­ en Turin, en donde hallarás muchos Alemanes, te pido
tras ful jó ven, por atender á los placeres y á la disipación que aproveches todas las oportunidades de conversar en
de la buena compañía; y aun lo hice demasiado; pero dicha lengua, no solo para no olvidar lo que ya sabes,
puedo asegurarte que aun entonces me procuré tiempo sino también para perfeccionarte cada día mas. En
para estudios serios; y cuando no encontraba otro me­ cuanto á las letras las formarás muy bien y, como tú
dio, lo tomaba de mi sueño, porque siempre acostumbré mismo confiesas, mejor que tu letra inglesa; pero si esto
levantarme por la mañana temprano, aun cuando me es asi, permíteme preguntarte en qué consiste que no for­
hubiese acostado muy tarde; y observé esta resolución de mes mejor los caracteres romanos; porque yo sostengo
una manera tan Invariable, que escepto en caso de enfer­ que está en poder de cada nno escribir con la forma de
medad, nunca, por espacio de mas de cuarenta años, oí letra que le agradare, y por consiguiente que debe adop­
en la cama las nueve de la mañana, sino que comun­ tar una buena. Tú formas particularmente las e, e, y
mente me hallaba en pié antes de las ocho (a). las 1,1, á manera de z, z, en vez de escribirlas rectas,
Cuando te hallares en Berlín no dejes de hablar el ale­ falta qne se corrige muy fácilmente. Sin duda que no to
mán en la sociedad siempre que pudieres, porque todo el enojarás por esta ligera critica, y menos si agrego que se­
mundo te hablará allí en francés á menos que no hagas gún todos los informes que M. Harte y otros me han en­
saber que posees el idioma del país, y entonces todos pre­ viado de tí, no me das motivo para censurarte ninguna
ferirán responderte en su misma lengua. A Dios (ó). otra cosa. M. Harte en particular me ha procurado gran
contento, asegurándome en su última que marchas muy
bien bajo todos aspectos. Al hablarte así no temo infun­
dirte mucha vanidad, porque yo no pienso qne deba lla­
marse tal el justo sentimiento de una buena condénela,
y la emulación y deseo de obrar bien. La vanidad con­
siste en la necia afectación de cualidades que no se tie­
Londres, 28 de Diciembre de 1748. nen, ó en el tonto orgullo de lo que no merece en sí
mismo ninguna recomendación. Según los Informes de
M. Harte, estás muy adelantado en el griego y el latín; y
Mi querido amigo. por lo mismo no puedo suponer que á medida que tus
Llegaron tres correos á la ves y recibí dos cartas, una luces aumentan aflojes el paso para terminar la corta dis­
de M. Harte y otra tuya de 8 del corriente. tancia que te resta. Figúrate qué lustre y fama ganarás á
Yo fui quien me engañé relativamente á tus cartas en tu regreso aquí, si te se considera como el mejor y mas
aprovechado literato entre los jovenes distinguidos de In­
glaterra, y esto sin que entre en cuenta el real placer y el
sólido consuelo que te procurarás para toda tu vida. M.
Harte agrega otra cosa que confieso no me esperaba, y es,
(a) Sept keitru de sommet/, en toot temps, k tont áge, que cuando lees en voz alta, ó recitas trozos de come­
Satisfonlla nalure et suffisent au aage.
dias, pronuncias con mucha claridad y distinción. Esto
La escuela de Salerno, dice M. Julien, mas severa, solo
me alivia del gran desasosiego en que me tenia tu mala
permitía ww horas de tuerto al joven y al anciano; apenas
articulación. Continúa del mismo modo, y atiende con to­
siete á loa perezosos y ocho á ninguno :
Sex horas dormiré sat est, juvenique, senique;
do esmero á este punto importante, que entre todas las
Víx pigro Sepíem; nulli conceditur Ocio. gracias es la mas necesaria.
El conde Pertigue, que pasó por aquí hace quince dias,
(ó) 27 de Diciembre. El autor á Mr. Dairolles. lejos de contradecir, confirma todo lo que M. Harte ha
escrito en tu favor. Según sus cálculos llegará á Turin al
.... V«estro ami güilo de Lipsta se dispone á ir á Berlín. Se
mismo tiempo que tú, y se lisonjea con esperanzas de
be aplicado en estremo y con buen éxito, en Lipsia ; conoce
serte útil. Me aseguró que aun cuando llegares antes,
perfectamente, como me lo asegura su maestro, los idiomas
griego y latino, las leyes de las naciones y del imperio; sabe el
el conde Pcrron, que es muy apasionado tuyo, tendrá
•lemán á fondo, y lo escribe correctamente. No me queda
cuidado de atenderte. Ves por este solo ejemplo lo útil que
pues ninguna inquietud por lo que respecta á la ciencia, déla es una bnena reputación, la prontitud con que nos toma
que ba adquirido ya tal provisión, que será para él un placer, ia delantera, y las ventajas que nos procura en todos los
en vez de trabajo, el aumentarla. Toao lo que ahora necesita son lugares á donde tenemos que ir. M. Harte te hace tam­
fas Gracias, en busca de las cuales irá, tan pronto como lo per­ bién justicia en este punto, dictándome que deseas ser
mitieren los caminos, de Berlín á Turin, para permanecer en alabado en cosas dignas de alabanza : esta ambición es
este ultimo lugar un año cuando menos. No conozco yo corte noble y justa, y sin ella temo que hubiese muy pocas
que envíe al eslerior ministros mas déliés que la de Turin. No gentes dignas de elogio.
puedo saber lo que serán las gentes de allí permaneciendo en Como antiguo representante en el teatro del mundo,
ta corte; pero por los ejemplos juzgo muy bien de ellas. déjame sugerirte aquí una reflexión, y es, que estiendas
Tr. tu deseo de alabanza un poco mas allá de lo estriclamcn-

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118 CARTAS

te digno de ser alabado (o); porquede otro modo podrías aun contra ella misma, porque no se cree capaz de es­
mostrar mucho desprecio por las tres quintas partes del cribir hoy el aleman con tan bello carácter ni en tan buen
género humano que no te lo perdonarían jamás. En la estilo. Hazme favor de escribirle en aleman sobre este
gran masa de los hombres temo que haya una mayoría particular, diciéndole que participas, así como todos, de
tan grande de bribones y de necios, que cada uno de su opinión, porque es en tu favor-, pero que los verdade­
ellos deba ser respetado, aunque de ninguna manera sea ros Alemanes no consideran á los Dinamarqueses como
respetable. Un hombre que manifestase á todo necio ó jueces competentes en su Idioma ect. (a).
bribón que lo juzga tal, se vería metido en una guerra
muy ruinosa, y tendría que combatir contra un número
muy superior al que él mismo ó sus aliados podrían po­
ner en campaña. Aborrece á todo bribón y compadece á
todo necio, pero ni á unos ni á otros manifiestes estos
sentimientos sin necesidad (&). Es prudencia y no bajeza
tener algunas condescendencias con los necios, así como Londres, 30 de Diciembre de 1748.
es á menudo necesario y no criminal aborrecer en silen­
cio á los bribones (c). Mi querido hijo.
Pronto tendrás que separarte de Lord Pulteney, y co­
mo supongo que la permanencia de ambos en Lipsia ha Encamino esta carta á Berlín suponiendo que te encon­
de haber producido una amistad mutua, es de creer que trará allí, ó cuando no, que te esperará poco tiempo. No
pensarás cultivarla por escrito, y te aconsejo que así lo puedo calmar la inquietud en que me tiene el deseo de
hagas. Sus parientes me han dicho que es de buena ín­ que seas bien recibido al presentarte por primera vez en
dole y que no le fallan prendas, y estas son ya dos buenas el gran teatro del mundo; porque aunque los espectado­
razones para mantener su correspondencia; mas hay una res sean siempre muy indulgentes para con un nuevo
tercera que en el curso del mundo no es de despreciarse, actor, sin embargo, las primeras impresiones que este
y es, que su padre no puede vivir largo tiempo, y le deja­ hace sobre ellos, les sirven para decidir, por lo menosen
rá una inmensa fortuna que, de todos modos, le dará su interior, si será ó no bueno. Si muestra entender lo
algún crédito ; y si ademas tiene talentos, será personaje que dice por la propiedad de su pronunciación ¡ si per­
de mucha importancia ; su amistad merece pues, que la manece atento á su papel y no clava la vista aquí y allá
mantengas, sobre todo cuando el hacerlo no te costará negligentemente; en una palabra, si se manifiesta de­
mas que el porte de una carta cada mes. scoso de agradar, disimulan de buena gana los pequeños
No se si la presente te hallará en Lipsia; á lo menos defectos y los ligeros descuidos que atribuyen á una mo­
es la última que te dirigiré allí. Mi próxima, sea á tí ó á destia recomendable en un jóven inesperto ¡ y declarando
M. Harte, la encaminaré á Berlín ; pero como ignoro á que con el tiempo será un buen actor, le inspiran ánimo
qué calle ó casa hacerlo, supongo que permanecerá en el y i lega mas pronto á serlo. Espero que esta será la suerte
correo hasta que la mandes solicitar. Envíame, á tu lle­ que tu corras, visto que te sobra juicio para comprender
gada á Berlín, las indicaciones necesarias para poner el tu papel. Una atención constante sobre ti mismo, una
sobrescrito; y te encargo que te estiendas en pormenores noble ambición de sobresalir, y un examen cuidadoso
sobre el recibimiento que te hicieren, tanto las personas de los mejores actores, te harán sin duda idoneo para
ó quienes yo te he recomendado, como las que conocieres desempeñar, si no los primeros papeles, á lo menos los
por su medio. Ten también presente que vas á presentarte de consideración.
á una córte culta é ilustrada, en donde las gracias serán El vestido por insignificante quesea en si mismo, llega
tus mejores introductores. Dios te bendiga. Ojalá conti­ á ser ahora objeto digno de alguna atención; porque yo
núes mereciendo mi cariño hasta el grado que lo posees confieso que no puedo dejar de formarme tal ó cual opi­
actualmente. nión del carácter y juicio de un hombre por su vestido;
P. D. Lady Chesterfield me encarga decirte que se de­ y creo que el mayor número de las gentes juzga como
cide enteramente en tu favor contra M. Qreyenkop, y yo. Cualquiera afectación en el vestido anuncia, á mi
modo de ver, una mácula en el entendimiento. Casi
todos nuestros jóvenes descubren su carácter en su
vestido (á): algunos afectan lo tremendo llevando gran
(o) Montaigne es de la misma opinión cuando dice : Ce sombrero furiosamente arremangado, espada enorme,
queje vois de beau cu aulrui je le loue el reslime: voirc, j’cn- chupa corta y corbata negra. Casi me vería yo tentado
chéris souvenl sur ce que j’cn pense ct me permcls de mentir, de jurarles paz por mi propia seguridad, si no estuviese
jusque-lá que d’un pied de valcur j’cn fais voloutiers un pied convencido de que no son mas que bonicos mansos con
el deoii. piel de león. Otros llevan casaca de paño obscuro, calzón
(6) Siempre di del bueno bien
de ante, gran garrote de encino en la mano, sombrero
Y del no tal; inclinado y cabellera sin polvo; é imitan tan á lo vivo en
Y del malo en bien y en mal su estertor á los picadores, cocheros de camino ó patanes
Silencio ten : del campo, que no tengo la menor duda de que también
Y disculpa aquel A quien les son muy parecidos en su Interior. Un hombre de jui­
Tuvieres cargo, cio evita toda originalidad en su vestido; observa por su
Descargando en su descargo
A ti también.

(CASTILLA.)
(а) Mr. Grevenkup, marido de Lady Chesterfield, era Dio»-
(c) ün sugelo preguntando A Fontenelle de qué manera se marques.
había procurado tantos amigos y ni un solo enemigo; por
estos diis axiomas respondió el filósofo ; Toul esl pottible, el (б) Lo que te cubre le descubre, dice Cervantes en un pasaje
tout te monde a Taitón. Tr. del Quijote. Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD 119

propia conveniencia el mas completo aseo, y deja todo lo absoluta ociosidad un solo minuto del corto tiempo que
demás para las gentes que pueden usarlo sin impropiedad. nos ha tocado vivir en este mundo.
Procura que su vestido sea igual, en forma y calidad, al He conversado últimamente con M. Cramcr, comer­
de las personas de juicio y distinción del lugar en que se ciante muy juicioso, que me dijo habla comido contigo,
halla (a). Si se presenta mejor que los otros es un peti­ y babiádote con frecuencia en Lipsia; y ayer vi á uno de
metre (&) ; si se viste peor es un negligente imperdonable; mis antiguos lacayos, que coloqué en el correo: y me ase­
pero mas bien querría yo á un jó ven con el primer defecto guró haberte visto en Agosto último. Fácilmente te ima­
que con el segundo; porque el esceso en la compostura ginarás que mi alegría de verlos fué mayor porque ellos
pasará con ¡a edad y la reflexión; mas si es desaliñado á te hablan visto, y que los examiné según sus respecti­
los veinte años, será desaseado á los cuarenta, y asque­ vas capacidades. M. Cramer me procuró mucha satisfac­
roso á los cincuenta. Tu vestido debe ser delicado entre ción, nosolo por lo que me dijo espontáneamente tocante
personas que usaren esta delicadeza, y sencillo donde á tí, sino porque traía encargo de M. Mascow de mani­
vieres que otros así lo usan; pero ten siempre cuidado de festarme lo mismo. Como habla el aleman perfectamente,
que tu ropa esté bien hecha y te venga bien, porque si no le pregunté de qué manera lo hablabas tú, y -me aseguró
te dará un aire de figura mal forjada. Una vez bien vestido que muy bien considerando el tiempo que llevas, y que
para todo el día, no pienses mas en ello, y, sin tesura por con un poco mas de práctica llegarías á poseerlo con per­
temor de descomponer la ropa, deja que todos tus movi­ fección. El correo me dijo que hablas crecido mucho,
mientos sean tan fáciles y naturales como si absoluta­ conjeturando que te faltarán cuando mas dos pulgadas
mente llevases nada en el cuerpo. Basta ya de vestido, para estar de mi tamaño ¡ agregó que estabas grueso y
que siempre sostendré ser cosa de importancia entre gente robusto, y que parecías gozar de muy buena salud. Esto
culta. es todo lo que podía esperarse de la sagacidad de la
Te he hablado tantas veces de las maneras, la cortesía persona.
y las gracias, que nada me resta que añadir. Tu propio Recibe, mi querido hijo, con motivo á la entrada de
buen sentido te sugerirá la substancia y los diversos mo­ año, los sinceros deseos que me animan por tu felicidad.
dos dé estas cosas, y observando lo que pasa en la buena Ojalá merezcas vivir muchos y muy afortunados años, y
sociedad, te acostumbrarás á aplicarlas oportunamente. que mereciéndolos, te los conceda el cielo. Puedes en ver­
Tu estremada vivacidad, de que me han hablado muchas dad ver muchos años nuevos, pero no afortunados sin.
personas, no te impedirá que agrades, al contrario te será merecerlos. Nadie es acreedor á la dicha, ni puede con­
ventajosa si la modera la urbanidad y la acompañan las seguirla, sin la virtud, el honor y el saber. Rasgo de li­
gradas. Supongo que tn vivacidad es de comprensión y sonja muy bonito fué el que ocurrió al poeta que primero
de inteligencia, y no un desasosiego genial, porque yo no dijo: Dii Ubi dent annos, de te nam cestera sumes; es­
conozco un temperamento mas desagradable que el com­ pero que con el tiempo podrá sin lisonja decírsete lo mis­
puesto de fuertes espíritus animales con genio frió. La mo; y te protesto que en cualquiera tiempo que no pu-_
actividad de un jóven de esta especie es enfadosa, su in­ diere yo aplicarte la última parte de esta frase, me guar­
cesante ocupación frívola, y su viveza tonta ; habla mu­ daré bien de decir, de pensar y aun de pescar la primera,
cho con poco significado, y ríe aun mas, con menos razón; A Dios.
á la vez que un genio activo y vivaz con un télnperamento
frío es, en mi sentir, la perfección de la naturaleza hu­
mana.
Haz en Berlín lo que quieras con tal que pases todo el
dia ocupado en algo ¡ lo único que te pido es que jamás
desperdicies un minuto en la ociosidad. Cuando no te
hallares en compañía, aprende lo que los libros, los Ignores, 10 de Enero de 1*49.
maestros ó M. Harte pueden enseñarte, y cuando asistie­
res á ella, estudia los caracteres y las maneras délos Mi querido dijo.
hombres, que solo pueden conocerse en la sociedad. Sé-
riamente te pido que me disimules este consejo, porque Reclbf tu carta del 31 de Diciembre último. Tus agra­
si eres una criatura racional y un ser pensador, seria decimientos por lo que llamas mi presente, escoden el
aviso Inútil y en cierto modo injurioso. Si no supiese yo valor del presente mismo; mas el uso á que piensas de­
por esperiencia que algunos hombres pasan todo su tiem­ dicarlo, es el mejor reconocimiento que espero de ti. La
po sin hacer nada, me sería imposible creer que un ser conexión mas razonable entre un hombre de juicio y sus
superior á loa autómatas de Descartes desperdiciase en libros, consiste en saber apreciar justamente las mate­
rias que contienen, y ver con debida indiferencia los or­
natos estertores.
Ahora que vas á penetrar un poco mas en el mundo,
(a) Anda siempre en un hábito decente,
aprovecho esta ocasión para espllcarte mis intenciones
Tan igual á tu estado, relativamente á tus gastos futuros, á fin de que sepas lo
Que ni te culpen por desaliñado, que tienes que esperar de mí y tomes tus medidas en
Ni por loco ocasiones la censura, consecuencia. No rehusaré, antes bien daré de buena ga­
Del que todo lo que vé murmura. na, el dinero que fuere necesario, tanto para tus ade­
lantos como para tus placeres, pero se entiende de loa
(Epitecto trad. de Quevedo.) placeres de un ser racional. Bajo el capítulo de adelan­
tos comprendo igualmente los gastos de habitación, co­
Quien te acicala y repule, che, vestido, criados ect. que, tomando en consideración
. Quien presume en el vestir, los diversos lugares en que te hallares, pudieren juzgarse
O quiere que gusten de él,
necesarios para ponerte en estado de frecuentar las me­
O gusta mucho de sí.
jores compañías. Bajo el capitulo de placeres compren­
(J. Ibiabte.) Tr. do: primero, los socorros que pudieres dar á las perso-

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120 CARTAS

ñas que merecieren verdadera compasión; segundo, los gastando mas de lo que permitían sus rentas (a), ó aban­
presentes que creyeres oportuno hacer á los que te hu­ donando otros artículos esenciales que su capacidad no
bieren hecho algún servicio ó que deseares obligar ; ter­ alcanzaba á distinguir. La señal infalible de un juicio só­
cero, todo lo que fuere necesario para conformarte con las lido y sano, es encontrar en todas las cosas estos justos
recreaciones de la sociedad que frecuentares, como es­ límite»: quos ultra citrave nequit consisten rectum, (b).
pectáculos públicos, tu cuota en partidas de diversión, Estos límites se hallan trazados por una linea estima­
unos cuantos dobioncillos para juego de puro trato fa­ damente sutil que solo el buen sentido y la atención pue­
miliar, y otros desembolsos accidentales de la buena den distinguir, y que no es perceptible á los ojos vul­
compañía. Los únicos dos artículos para los cuales no gares. En las maneras esta linea es la cortesía ; mas allá
ministraré nunca fondos, son, la prodigalidad de un bajo es ceremonia importuna, y mas acá negligencia Indeco­
desenfreno, y la vana profusión de una vida perezosa y rosa ó falta de atención indecente; en las costumbres
negligente. Un mentecato, sin procurarse crédito ni sa­ morales distingue ai puritano jactancioso del libertino
tisfacción verdadera, puede disipar mas de lo que gasta­ ^sin pudor; en la religión separa la superstición de la im­
rá un hombre de juicio para proporcionarse ambas co­ piedad ; y finalmente, cada virtud del vicio ó flaco con
sas. El último emplea su dinero como su tiempo, y no que tiene mayor afinidad (c). Creo que tú tienes bastante
gasta nunca un real ni un minuto, sino en cosas útiles, perspicacia para descubrir esta linea ; ténla siempre de*
ó racionalmente gratas para sí ó para los otros. El pri­ lante de tus ojos y aprende á andar sobre ella; apóyate
mero compra cuanto no necesita, y no paga lo que nece­ en M. Harte que te hará guardar el equilibrio hasta que
sita ; no puede resistir al atractivo de una tienda de chu­ seas capaz de caminar solo. Diréte de paso que son mas
cherías ; las cajas de polvo, los relojes, los puños de bas­ pocos los hombres que saben andar sobre esta linea que
tón ect. son su ruina; sus criados y los tenderos cons­ sobre la cuerda floja, y por lo tanto un buen volatín es
piran con su propia indolencia para engañarlo; y en poco mucho mas estimable.
tiempo, rodeado de superfluidades ridiculas, se asom­ Tu amigo el conde Pertigue, que siempre pregunta
bra de verse desprovisto de todas las comodidades ver­ por tí, ha escrito al conde Salmour, director de la aca­
daderamente necesarias en la vida. La fortuna mas demia de Turin, á fin de que te prepare allí un alojamien­
crecida, sin método ni cuidado, no bastará para suplir to para la víspera de la Ascensión, y te ha recomendado
los gastos necesarios; á la vez que la mas módica, con al mismo sujeto en términos que espero sabrás corres­
ambas cualidades, podrá bastará todo (a). Siempre que ponder no dándole motivo para que se arrepienta ó aver­
te fuere posible paga todo lo que comprares en dinero güence. Como el hijo del conde Salmour, que reside ac­
contante, y evita los billetes y las obligaciones; paga por tualmente en la Haya, es íntimo conocido mío, tendré
tu propia mano y no te valgas de los criados que por lo noticias regulares y verídicas de todo lo que hicieres en
regular estipulan un tanto con el vendedor, ó le exigen Turin.
un regalo por el oumpllmiento de su palabra como ellos Espero que durante tu permanencia en Berlín te in­
la llaman. Cuando te fuere necesario abrir cuentas, co­ formarás á fondo del estado actual del gobierno civil,
mo en comidas, vinos, vestidos, ect págalas regularmente militar y eclesiástico de los dominios del rey de Prosia,
cada mes. Inducido de una falsa economía, no compres
nada por barato que sea si no lo necesitas; ni tampoco
porque es caro para satisfacer un necio orgullo. Apunta
en un libro todo lo que recibieres, porque ningún hom­ (a) Los que sin hacienda traen
bre que sabe lo que paga y lo que recibe gasta mas de lo Galas y casa costosa
que permiten sus facultades. No es mi intento que lleves No son cuerdos, pues es cosa
cuenta de todos los chelines y medias coronas que gasta­ Que descredila y consume.
res en alquiler de coches, óperas ect. que no valen el (Lope de Vega.)
tiempo ni el papel que emplearías; abandona estas mi­ (6) Equidistantes del error por ambos lados.
nuciosidades á los tontos ecónomos de bagatelas, pero
no olvides que en economía como en todo lo demas de (c) 11 ne faut jamais ríen de trop.
la vida, debes prestar una atención conveniente á los ob­ Que de sens renferme ce mol!
jetos que la merecen, y despreciar las fruslerías. Un es­ Qu’il est judicieux et sage!
píritu sólido mira las cosas en su verdadera proporción, Trop de repos nous engourdit;•
y un espíritu débil las contempla por medio de un pris­ Trop de tracas nous étourdit;
ma de aumento que abulta los objetos pequeños y no Trop de froideur est indolence,
puede abarcar los grandes. Yo he conocido hombres con­ Trop d’activité turbulence,
Trop d’amour troublc la raison,
siderados como avaros porque economizaban un real y
Trop de reméde est un poison,
pleiteaban por dos, y que sin embargo, se arruinaban
Trop de finesse est artiGce,
Trop de rigueur est dureté,
Trop d’audace lémérilé.
Trop d’économie avarico;
(a) Los que son demasiados Trop de bien devienl un fardeau.
En gastar y despender Trop d'bonneur est un csclavage ,
Y en ganar muy descuidados, Trop de plaisir móne au lombeau,
Vienen á pasos contados Trop d’csprit nous porte dmiiinage.
A acabar de empobrecer. Trop de confiancc nous perd,
No me place la alabanza, Trop de franchise nous dessert,
Que se le dá al gastador; Trop de bonté devient faiblesse.
Que no es mesura, y crianza Trop de íicrlé devient hauteur.
Al que gasta sin templanza Trop de complaisance, bassesse,
Darle del yerro loor. Trop de politesse fadeur.
(ABANDA). Tr. (Panado.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 121

sobre todo del militar que se halla en mejor pié que en helado es tan impropio para una lucha poética, como
ningún otro país de Europa. Asistirás á las revistas, ve­ una espada embotada para un combate particular.
rás el ejercicio de las tropas, y averiguarás el número de Me lisonjeo de que durante tu permanencia en Berlín
compañías y escuadrones de que se componen los cuerpos harás progresos muy considerables en la adquisición de
de Infantería y de dragones, y ten también cuidado de las maneras nobles y de los conocimientos útiles ; y lo
aprender en aleman los términos técnicos militares, pues conseguirás atendiendo á todo lo que vieres y escuchares,
aunque no te destines á la milicia, sin embargo, se ofre­ haciendo preguntas oportunas, y observando algún mé­
ce tan á menudo conversar sobre materias de esta clase, todo al tomar nota de las cosas mas esenciales. La mayor
que seria una vergüenza que las ignorases ; ademas, en­ parte de los jóvenes son tan ligeros, tan disipados y tan
tran en el círculo de los conocimientos que debes adqui­ omisos, que apenas puede decirse que miran lo que ven, ó
rir, porque muchas veces forman parte de las negocia­ que escuchan lo que oyen; de modo que mas valdría que
ciones de tu futura profesión. También debes informarte no oyesen ni viesen nada absolutamente. Por ejemplo :
délas reformas que ha hecho últimamente el rey de Pru- si encuentran algún edificio público, como un colegio,
ria en la legislación, reduciendo el número y duración un hospital, un arsenal ect. se contentan con la primera
de los procesos ; obra grande y muy digna de tan gran ojeada, sin tomarse el tiempo ni el trabajo de informarse
principe. Como es sin disputa, el soberano mas hábil de de sus partes esenciales, que son: la constitución, las
Europa, debes estudiar con la mas escrupulosa atención reglas, el órden y la economía que se observa en el esta­
cada ramo de su gobierno. Es necesario confesar que tu blecimiento. Espero que tú Irás mas lejos, penetrando la
entrada en el mundo, como jóven político, es propicia, substancia de las cosas. Si cuando te hallares en Berlín ó
porque comienzas por Berlín para pasar después á Turin, en Potsdam vieres pasar la revista de algún regimiento,
en donde verás al monarca mas hábil después del de en vez de contentarte con el brillo general de todo el
Pnisia; de manera que si eres capaz de hacer reflexio­ cuerpo, y decir por cumplimiento que es muy hermoso,
nes políticas, estos dos príncipes te procurarán abundan­ espero que preguntarás de cuantos escuadrones ó com­
te materia. pañías se compone; cual es el número de oficiales de es­
Querría que tratases de lograr acceso cerca de M. de tado mayor y de los subalternos, como también el de los
Maupertuls: se ha distinguido tanto por su profunda sargentos, cabos ect., su pré, su vestuario y quien se lo
erudición y su mérito general, que sentirías y aun te ministra, si el coronel ó los capitanes, ó bien algunos
avergonzarías de haber estado un solo dia en el lugar de comisarios nombrados para el efecto; ante quien son estos
su residencia sin haberlo visto. Si no encontrares medio responsables; qué método se observa para reclutar y
de introducirte en su casa, te enviaré desde aquí una completar las compañías ect. Lo mismo practicarás res­
carta de recomendación. M. Cagnoni de Berlín, á quien pecto á las materias civiles, informándote de la jurisdic­
sé vas recomendado, es muy esperto en los negocios y ción de las córtesde justicia. Si se tratare de algún colegio
conoce perfectamente toda la Europa; si mereces su a- ó de una academia, en lugar de detenerte en las dimen­
mistad y la aprecias como dehesóte será de mucho pro­ siones de los edificios, averigua cuales son los miembros
vecho. A Dios. del establecimiento y sus dotaciones, como también las
reglas que se observan ; y que tus cartas contengan todas
estas particularidades á medida que las supieres.
Muchas veces, lleno de esperanzas las mas lisonjeras,
me pongo á pensar en el orgullo que me entrará si apro­
vechas, como puedes hacerlo, de las oportunidades que
has tenido, tienes y tendrás para llegar á la perfección;
Londres 24 de Enero de 174». pero por otra parte temo la pesadumbre y la vergüenza
que caerían sobre mí sino se realizasen mis esperanzas.
Mi querido huo. Quiera el cielo que estas no se frustren. Dios te bendiga.

Recibí tu carta de 12 del corriente, y me ha sorpren­


dido que no hagas mención de tu próximo viaje á Berlín,
que según el primer plan debía verificarse el 20, y en este
concepto te escribí, y también á M. Harte, encaminando
Londres, 7 de Febrero de 1749.
mis cartas á aquella capital. Me alegraría que las tuyas
me diesen razón mas detallada de tus movimientos y o-
cupaciones mas importantes, y asi espero que en lo de Mi qubrido huo.
adelante me instruyas de lo que ves, de las personas que
frecuentas y de todo lo que supieres en los diversos luga­ Has llegado á una edad capaz de reflexión, y aunque
res de tu residencia, porque tus compañías y tus placeres pocos jóvenes la ejercitan, espero sin embargo, que tú ha­
me interesan tanto como tus estudios; no dejes pues, de rás uso de ella, por tu propia conveniencia, en busca de
tenerme al corriente de todo esto. Te recomiendo igual­ la verdad y de los conocimientos sólidos. Como no siento
mente que al acusar el recibo de mis cartas cites también repugnancia en abrirte mi corazón, te confieso que no
ene fechas para que yo sepa las que llegan óno á tus hace muchos años que comencé á reflexionar por mí
manos. mismo. Hasta la edad de diez y seis ó diez y siete años ca­
Como tenias el cerebro considerablemente afectado por recí de reflexión, y pasaron después muchos otros sin quo
el frió, fué muy prudente que no lo aplicases á la poesía hiciese uso de la que tenia. Adoptaba las nociones de los
en aquella situación; y no menos juicioso que rehusases libros que leía ó de las compañías que frecuentaba sin
el socorro de una estufa, cuyo humo, en vez de Inspirarte, examinar si eran ó no esactas; y preferí correr los riesgos
habría cuando mas producido lo que M. Pope llama mal de errores fáciles, mas bien que tomarme el trabajo de
parto de ingenio (sooterkin of wU), Manifestaré tu carta descubrir la verdad; de modo que, parte por pereza,
á Duval para dispensarte de aceptar su desafio; y pienso parte por disipación y parte por la mal entendida ver­
que admitirá la validez de la escusa, porque un cerebro güenza de recusar las ideas á la moda, me vi arrastrado

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122 CARTAS

por mil preocupaciones en vez de guiarme por la luz de hasta llevarlo á cabo, y llega así á ser el asunto del poe­
mi razón; y fomenté tranquilamente el error en vez de ma. La consecuencia imparcial que saco de todas estas
solicitar la verdad. Pero desde que me tomé el trabajo de consideraciones es, que los antiguos, á exacta semejanza
raciocinar por mí mismo, y que tengo valor para decla­ de los modernos, tenían perfecciones é imperfecciones;
rar que asi lo hago, no puedes imaginarte hasta qué punto virtudes y vicios. El pedantismo y la afectación del saber
han cambiado mis ideas sobre la naturaleza de las cosas, se deciden abiertamente en favor de los primeros, y la
y cuan diversos son los ojos con que ahora las miro, de vanidad y la ignorancia sostienen perentoriamente á ios
aquellos con que primero las vi por medio del engañoso segundos. Mis preocupaciones religiosas iban á la par
lente de las preocupaciones y de la autoridad; y aun es con las literarias de que he hablado, y hubo un tiempo
probable que haya yo conservado muchos errores que la en que creia imposible que el hombre mas honrado del
dilatada costumbre ha quizá convertido en opiniones mundo pudiese salvarse fuera del gremio de la iglesia
reales, porque es muy difícil hacer la distinción entre ios anglicana; sin considerar que las opiniones no depen­
hábitos adquiridos tempranamente y el resultado de den de la voluntad, y que es tan natural y tan lícito que
nuestra razón y de nuestras reflexiones (a). otro hombre piense de distinta manera que yo, como yo
Mi primera preocupación, porque paso en blanco los de distinta manera que él; y que si ambos somos since­
errores de niños y mugeres, como duendes, almas en pe­ ros, ambos somos Inocentes, y debemos por lo mismo
na, sueños, saleros volcados ect., mi primera preocupa­ pagamos mutua indulgencia.
ción, digo, fué mi entusiasmo clásico que me vino de los Las preocupaciones que después adopté fueron las de
libros que leía y de los maestros que me lo esplicaban. la gente lucida. Decidido á brillar en las reuniones dis­
Me hallaba persuadido de que durante los últimos mil y tinguidas, consideré como necesarios los vicios llamados
quinientos años, no habla habido en el mundo sentido comunmente, elegantes ó de gran tono. Yo había oido
común ni probidad verdadera, sino que hablan desapa­ darles este nombre y lo creí sin mas examen; ó á lo
recido completamente con los antiguos gobiernos de menos me habría dado vergüenza negarlo por temor de
Grecia y de Roma. Era imposible que Homero ó Virgilio, esponerme al ridiculo de los que tenia yo por modelos
siendo antiguos, tuviesen faltas; Milton y el Tasso no po­ de elegancia y de galantería. Pero ahora no me avergüen­
dían tener mérito porque eran modernos; y casi habría zo ni atemorizo al afirmar que estos vicios no son mas de
podido decir respecto de los antiguos, lo que Cicerón, in­ manchas aun en el carácter del hombre de mundo que
fundadamente y sin el decoro que conviene á un filósofo, llamamos obsequioso y galante (a fine gentleman); man­
dice respecto de Platón : cum quo errare malim, quám chas que le degradan á los ojos de aquellos mismos cuya
cum aliis recte sentiré. Pero vino tiempo en que sin recomendación desea ganar; y aun van tan lejos estas
ningún esfuerzo extraordinario de genio, llegué á descu­ preocupaciones, que yo he conocido personas con pre­
brir que la naturaleza fué hace tres mil años precisa­ tensión á vicios que no tenian, en vez de ocultar cuida­
mente lo que es hoy ; que los vivientes de entonces fue­ dosamente aquellos á que la naturaleza los inclinaba.
ron idénticos á los actuales ; que los modos y las cos­ Fortifica tu razón po> medio de reflexiones sérias; exa­
tumbres varían con frecuencia, pero que el alma humana mina y analiza todas las cosas á fin de formarte un jui­
es siempre la misma ; y que no tendría yo mas razón cio sólido y maduro; no dejes que ningún sofisma se
para suponer que los hombres fueron mejores, mas vale­ apodere de tu entendimiento, estravie tus acciones ó dic­
rosos ó mas sabios hace mil y quinientos ó tres mil años, te tu conversación; sé desde temprano lo que mas tarde
que la que me asistiría para sostener que los animales ó sentirías vanamente no haber sido; suple con la reflexión
vegetales fueron entonces mejores de lo que son actual­ los pasos tardíos de la esperiencia. No pretendo que tu
mente. Me atrevo aun á afirmar, contra los defensores de razón sea siempre un guia fiel, porque la razón humana
los antiguos, que Aquilea, el héroe de Homero, fué tan no es infalible; mas sí será el guia menos engañoso que
brutal como bribón, y que tenia un carácter muy indig­ puedas seguir. Los libros y la conversación te asistirán,
no para héroe de un poema épico ; tenia tan poco amor pero no adoptes ni unos ni otra á ciegas é implícitamente;
á su pátria, que rehusó defenderla por haber reñido con ensaya ambas cosas por medio de la mejor regla que
Agamenón acerca de una ramera ; razón por la que des­ Dios nos ha dado para dirigimos, la razón. No deseches
pués, llevado únicamente del resentimiento particular, como muchas gentes lo hacen, la fatiga de pensar (a) ;
mató á muchas personas de una manera que llamaré co­ apenas puede decirse que piensa el hato del género hu­
barde, porque sabía que su cuerpo era invulnerable, y á
pesar de esto lo cubría con la mas sólida armadura del
mundo ; lo cual considero humildemente como un des­
propósito, porque una herradura afianzada á su talón
ía) La veri té non si trova senza cercarla, né puó cercará la
vulnerable habría bastádole. Por otra parte, y con perdón veritá sema pena e fatiga. Questo parmi degno di maraviglia,
de ios defensores de los modernos, afirmo con Dryden, che la tema delta falica e la ripugnanza per tutto ció ebe deve
que el real héroe del poema de Milton es el diablo; por­ costarci quaiche travagiio sia la disposizione piú universale
que el plan que este se propone, marcha regularmente dell’ unían genere, e ebe questa ripugnanza sia anche piú
grande per le faliche dclio spirito che per quelle del curpo,
onde mo|(i ritrovinsi ebe passino la vita ne’ piú laboriosi eser-
cizii delia lor macchina, pocbissimi ebe non si sentano moriré
di noia quando debbon far uso delle (acollé della loro anima.
(a) Voltaire dice :
Quindi la facilita che abbiamo in lasciar ad altri Vincombenza
L’impression demeure; en vain croissant en Age, di pensare per noi, il credere agevolmente su ia loro parola
On cbange de conduite, on prcnd un air plus sage; ebe ci libera dal travagiio di penóse meditaxione. Quest’ ia-
On souffre encore longtemps de ce vieux préjugé; dolenza e pigreza, che ó la madre della comune ignoranza, no
On est suspect encor lorsqu’on esl corrige : pub esprimersi quauío sia un fortÍBsimo oslacolo a r i tro va re la
Et j’ai vu quelquefois, payer dans la vieillcsse, veriü, perché la prima maniera di ritrovarla si é quelladi
Les tributa des defauts qn’on eut dans la jeunesse. cercarla con solleciludine, con assiduitó, con falica.
Tr. (Tdrchi.) Tr.

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DE LORD CÜESTERFIELD 123

mano (a); casi todas sus nociones son adoptivas, y creo actualmente la queja general de los escritores Franceses,
que en general mas vale que sea así, porque las preocu­ pero sobre todo de los malos: no es maravilla, dicen,
paciones de la muchedumbre contribuyen al órden y á que la Inglaterra prodnzca tan grandes genios, porque
la tranquilidad mas délo que lo harían unos entendi­ toda la nación puede pensar como le parezca y publi­
mientos tan incultos y groseros como los suyos. En In­ car sus pensamientos. Enhorabuena, pero quien impide
glaterra tenemos várias de estas preocupaciones útiles á ellos pensar como les acomode? Si sus sentimientos
que sentiría yo mucho ver desvanecidas. tienden á la destrucción de toda religión, á la depravación
El cuento de que el pretendiente fué Introducido en la de las buenas costumbres, ó á la desorganización del es­
tama de la reina dentro de un calentador, aunque des­ tado, un gobierno absoluto los castigará y reprimirá con
tituido de toda verosimilitud, ha sido mas perjudicial i mas eficacia que un gobierno libre; pero cómo puede esto
la cansa de los Jacobinos, que todo lo que M. Locke y ser una traba para el genio de un poeta épico, dramático
otros sáMoe han escrito en contra de las irracionales y ó lírico, ó de qué manera puede corromper la elocuencia
desatinadas doctrinas del derecho divido é inviolable, y de un orador en el púlplto ó en el foro ? Los buenos au­
de la obediencia ilimitada y pasiva. La idea tonta y te­ tores Franceses tales como Comellte, Racine, Moliére,
meraria de que un solo Ingles puede vencer á tres Fran­ Boileau y La Fontaine, que parecían rivalizar con la edad
ceses, inspira valor, y á veces ha hecho que un Ingles de Augusto, florecieron bajo el despotismo de Luis XIV;
haya en efecto vencido á dos de ellos. y los célebres autores de la edad de Augusto no brillaron
Un Francés aventura alegremente su vida pour Vhon- sino después de haber sido remachados los grillos del
unir duroi; si le cambiases el objeto que se le ha en­ pueblo romano por aquel cruel é Indigno emperador. La
señado á no perder de vista, y le dijeses que va á espo- restauración de las letras no se debió á ningún gobier­
neria pour le bien de la patrie huiría probabilísima- no Ubre, sino á la protección de León X y de Francisco 1,
meole (¿>). Por todo el mundo existen preocupaciones el uno papa tan absoluto y el otro príncipe tan déspota
locales de igual tamaño, sin que tengan cabida en las al­ como los mayores que ha habido en el mundo. No te
mas cultas, instruidas y pensadoras; mas por otro lado equivoques imaginando que al esponerte una preocu­
hay ciertas nociones igualmente falsas, aunque no tan pación, hablo en favor del poder arbitrario que detesto
absurdas, que encuentran acogida entre personas de ge­ con toda mi alma, considerándolo como una infracción
nio superior y cultivado, únicamente porque no quieren enorme y criminal de loa derechos naturales del género
tomarse el trabajo de hacer reflexiones, de examinar humano. A Dios (a).
atentamente las cosas, y de profundizarlas basta descu­
brir ia verdad. Preocupaciones de esta especie son las que
querría combatieses ejercitando con detenimiento y va­
lentía tu facultad de pensar. Elegiré un solo ejemplo en­ (a) Siguiendo el saludable consejo del escritor en el ejerci­
tre mil que podría citar: es una preocupación general, cio de la propia razón, confesamos que la nuestra se resiste á
propagada durante los diez y seis últimos siglos, que las considerar como preocupación la creencia general de que las
artes y las ciencias no pueden florecer bajo un gobierno artes v las ciencias rara vez florecen con vigor bajo los gobier­
absoluto; y que el genio debe necesariamente hallarse nos absolutos; y nos hace fuerza que el autor tuviese por tan
oprimido en donde la libertad es restringida. Esto apa­ errónea una nocion que parece apoyarse en hechos palpables.
rece plausible, pero en realidad es falso: las artes mecá­ Dice que no puede concebir porqué pondría trabas un gobier­
nicas como la agricultura, las manufacturas ect. se ve­ no absoluto al adelanto y propagación de las matemáticas, la
rán ciertamente desalentadas en donde los beneficios y astronomía, ect. Por poca relación que parezca haber entre la
política que sirve de base á este gobierno, y las ciencias inte­
h propiedad no se hallaren seguros por la naturaleza del
lectuales, parece claro que la lectura de los libroa que las en­
gobierno; pero confieso que no puedo concebir por qué
señan y propagan, ensancha el circulo del entendimiento,
pondría trabas un gobierno despótico al genio de un ma­
convida á la reflexión, y de principio en principio se marcha
temático, de un astrónomo, de nn poeta ó de un orador. á la deducción de verdades osadamente aplicables en contra
Qerto es que puede privar al poeta y al orador de tratar del poder arbitrario. La reflexión dice Lewis, aumenta las
dedos asuntos de la manera que ellos desearían; pero fuerzas del espíritu, como el ejercicio las del cuerpo.
les deja muchos otros para ejercitar su genio si lo tienen. Muchos profesan la doctrina de que la ignorancia de las
i Podrá un autor tener razón para quejarse de que se le masas es benéfica; pero benéfica á quien ? A los que fundando
ponen trabas, porque se le quila la libertad de publicar sus comodidades en la opresión y embrutecimiento de la gene­
blasfemias, vomitar obscenidades ó predicar la sedición ? ralidad, acopian para sí solos el presligioquc siempre procura
Todas estas cosas son igualmente prohibidas en los go­ el saber.
biernos mas libres si son sábios y bien arreglados. Tal es La historia presenta muchos ejemplos de la sorda y á veces
declarada persecución que ban sufrido varias ciencias por par­
te de los gobiernos absolutos. Que haya habido un Luis XIV,
un Francisco 1 y otros soberanos que las bayan protegido, no
prueba que los demas príncipes puedan tener iguales inspira­
(a) Miiie faux préjugés entralnent le vulgaire,
ciones; al contrario, ¡a gloriosa distinción con que los primeros
Qui marche a vea déme nt daña la route ordinaire,
son citados, arguye que su número ha sido corto. Oigamos lo
Etqai san» réflécbir sur le partí qu’il prend ,
que el astrónomo Galileo escribió á uno de sus amigos, dándo­
Croit ne point s’égarer quand il suil le torrent;
le razón de lo que le pasó por haber descubierto que la tierra
Centre des préjugés an boa esprit en garde
giraba al rededor del sol.
Sur ia fbi da pubiic jamais no se hasarde ;
« Llegué á Roma, dice, y fui puesto en poder así como re •
De l'exaete raí son ii consulte la voii,
• enmendado á la clemencia de la inquisición y del soberano
Ella seule l’éclaire et luí dicte set lois.
• pontífice Urbano VIII que, aunque no sabia yo rimar el epi-
(DKSTOUCHES.) • grama ni el soneto amoroso, me tenia alguna estimación.Se
• me confinó en el delicioso palacio déla Trinidad del Monte,
(6) En honor de la verdad debe decirse que en el día esta • morada del embajador deToscana, y al día siguiente recibí
«posición del autor es falsa, pues la nación i que se contrae, » la visita del padre Lancio, comisario del Santo Oficio, que
dedo repetidas pruebas de todo lo contrario. Tr. • me llevó en su carroza, y me hizo en el camino mil pregnn-

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124 CARTAS

Después de haberte ejercitado, y por decirlo así li­


mado, durante unos cuantos meses en tres córtea de
las mas principales de Europa, Berlín, Dresde y Vieoa,
Londres, 28 de Febrero de 1749. espero que llegarás á Turln pasablemente liso y dispuesto
á recibir el último barniz. Allí es donde debes adquirir
Mi querido hijo. lo mejor, porque no se yo que haya otra córte que forme
hombres mas agradables y urbanos. Ten ahora presente
Tu relación del recibimiento que se te hizo en Berlín que la cortesía, el porte decente y el primor en todos tus
me ha procurado mucho gusto, pero lo que mas me ha modales, aun en el vestido hasta cierto punto, han
regocijado es el testimonio de M. Harte, porque me ase­ llegado á ser objetos serlos y dignos de una paite de
gura que no solo te comportaste cerca de aquellas tes­ tu atención.
tas coronadas con todo el respeto y toda la modestia El día, si se distribuye bien, es suficiente para todo.
que corresponde, sino que al mismo tiempo te mos­ La mitad del tiempo dedicado á los estudios y á los
traste tan desembarazado como si te hubieses hallado ejercicios, dará la última mano á tu espíritu y á tu
en conversación con tus iguales. Este respeto fácil y cuerpo; y el resto, pasado en la buena compañía, for­
natural, anuncia los talentos de un hombre completo, mará tus maneras y completará tu carácter. Qué cosa
y no puede venir mas que de la superioridad dei buen no daría yo por saber que por la mañana lees juiciosa­
sentido ó del prolongado uso del mundo; y como en mente á Demóstenes y que lo entiendes mejor que nadie;
tu caso no puede ser lo último, es para mí un In­ al medio dia que te conduces en la córte mejor que nin­
dicio muy grato de lo primero. gún otro; y en la prima noche que sobresales en las ter-

• fas, manifestándome su grao deseo de que reparase el escán- mostraba el ilustre Feijoo cuando decía : « El genio ingles,
b dalo que había yo dado á toda la Italia, por haber sostenido mas intrépido y resuelto que el de otras naciones, contribuye
b que la tierra se moría. Todas las razones matemáticas que mucho al crédito y esplendor de sus ingenios. Es cierto que de
• pude oponerle no le sacaron masque este testo de la Escritu- dos ingenios iguales, pero uno tímido, y otro animoso, res-
» ra: térra autem in aternum stabit, quia térra in aternum fdandecerá mu el segundo, no solo en la conversación, en qae
b stal. Conversando así llegamos al palacio del Santo Oficio................ a audacia es la mayor ventaja de todu para el lucimiento,
s El jueves siguientecomparecl ante la congregación y comencé sino aun en los escritos; en los cuales el Umidn, aunque en mo­
b á csponer mis pruebas, pero desgraciadamente no pudieron chos asuntos sea capaz de levantarse sobre el modo común de
b entenderme por mas esfuerzos que para ello hice. Todos mis pensar ó discurrir de los demu hombres, varios ricsyoeqae
b razonamientos fueron interrumpidos con ímpetus de celo , medita en fiará la pluma ideas particulares, se la haces cu-
a no se me habló mas que del escándalo que había yo dado, y tener dentro de unos limites tan angostos, que tal vez el que
a se me opuso siempre el pasaje de la Escritura, sobre el mi- pudiera upirar á la gloria de autor original, por sos miedos,
b legro de Josué, como la pieza victoriosa de mi proceso. Esto queda metido entre la innumerable turba de los vulgares
• me hizo recordar otro lugar en que el lenguaje de los libros escritores ; al contrario, el animoso que no recela dar luvelas
b santoses evidentemente conforme álas ideas populares, pues- al viento, aunque prevea los peligros del golfo, logra, dando á
b lo que se dice que ios ciclos son sólidos como un espejo de luz los pensamientos que le sugiere su genio elevado, ser co­
b óroncí. Creí que un ejemplo como este era muy á propósito nocido y estimado de los hombres de inteligencia por lo que
b para probar que las palabras de Jonatás podían interpretarse es. Asi se puede decir que en las empresu, como en las mili­
» así, y la consecuencia me parecía justa ; pero no se me hizo tares, el valor concurre con el entendimiento á hacer los hé­
Bkcaso, y la única contestación que obtuve, se redujo á alza- roes, ó por lo menos á que sean conocidos por tales los qae
b miento de hombros, b realmente loson, ect. a
Después se forzó á Galileo á pronunciar una abjuración que Voltaire después de haber hecho á sus compatriotas una
le fué dictada en estos términos : « Yo Galileo, de setenta años pintura sublime de los talentos que había encontrado en In­
b de edad, constituido prisionero y arrodillado delante de glaterra agrega : Coito supériorité de raison est l’ouvrafedelo
b Vuestras Eminencias, frente á los santos evangelios que toco liberte; ils poursuivent la vérité partoul oit ella les eoudml,
b con mis propias manos.............abjuro, maldigo y detesto el er- mm ilre ef[rapés desrésuUats-, et conune ils no redontentpoúd
b ror y herejía del movimiento de la tierra ect. b Al levantar­ le pouvoir, ils donneni l’essor aux pías secrete mouvemenU
se después de esta humillante ceremonia, Galileo no pudocon- de la penses. Tóales les fois que la pbilosophie prendra rocino
tenerse y se le salieron estas palabras : e pur si muove ! dans une nation libre et grave, ella y fleurira inévitabtemad',
El epitáfio de Galileo está concebido en estos verídicos tér­ la liberté donne le courage de tenler des entreprises lilténira;
minos : la gravité suppose la constance pour les exéculer.
El siguiente rasgo histórico, que tomamos de los Ancla,
Celui dont ce tombeau renferme lapoussiére Universales, presenta un contraste muy elocuente de los efectos
Penca périr pour trop savoir: de la escritura en un país libre, con los de la represión del
Dans un monde ó coarte visiére pensamiento en otro despótico. Lord Molesworth, que había
II est dangereux de trop voir. sido ministro de Inglaterra en la córte de Copenhague, dióá
luz una obra titulada : Accounf of Danmark, en la que habla­
La muger de Galileo, luego que este hubo muerto, se creyó ba del gobierno arbitrario de aquel reino con la franqueza
obligada á hacer una especie de nueva abjuración, entregando que dá el aire de libertad que un Ingles respira. El rey de
á su confesor los escritos de su marido para que los echase al Dinamarca se mostró ofendido de algunas reflexiones del autor,
fuego. y ordenó á su ministro en Londres que presentara una queja
No es maravilla, decían los escritores franceses, que la In­ al rey de Inglaterra Guillermo III. e Qué queréis que yo haga?
glaterra produzca tan grandes genios, porque toda la nación • dijo Guillermo, — Señor, respondió el ministro dinamar-
Ítuede pensar como le parezca. Esta queja no parece carecía de b ques, si vos os quejaseis á mi soberano de semejante ofensa,
ajusticia que le niega el autor. Que la libertad de pensar, b oa enviaría la cabeza del autor. — Eso es lo que yo no quie-
habí ar y escribir de los Ingleses fué la verdadera causa de unos • ro ni puedo hacer, replicó el rey , pero si lo deseáis, el autor
adelantamientos que comenzaron á ser comunes á sus vecinos » insertará en lascgunda edición de su obra lo que acabéis de
luego que estos lograron ponerse bajo el mismo nivel, lo de­ b decirme b

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DE LORD CHESTERFIELD 125

tulias porto agradable conversación! Puedes reunir todo una nocion general de la constitución, sino que te pro­
esto si quieres, porque los medios y las ocasiones no te curará materiales para hacer preguntas y adquirir in­
hitan. Empléalas pues, por amor de Dios, mientras pue­ formes verbales que son siempre preferibles. Hay tam­
des y haz esfuerzos para llegar á ser aquel hombre bién en aquella ciudad restos muy apreciables de pintura
prendado que apetezco ver en ti. Todo depende de estos y escultura de los mejores maestros que merecen tu
dos años que son los decisivos. atención.
Te envio inclusa una carta de recomendación para M. Supongo qne llegarás á Viena tan pronto como esta
Capello de Venecia, á quien la presentarás á tu llegada carta. Pienso no dirigirte allí mas que otra, y después te
allí, con cumplidos de mi parte para él y para su muger. encaminaré la siguiente á Venecia, único lugar en donde
Aquí conociste á ambas personas, y estoy seguro de es probable encuentres noticias mías hasta que te
que M. Capello te manifestará la mayor cortesía y se hallares en Turin; pero tu puedes escribirme, y te encar­
prestará á serte útil, tanto en Venecia como en Roma á go qne lo hagas de los diversos lugares de tu camino en
donde debe ir de embajador. En todos los lugares por que hubiere correo.
donde transitares, haz cuanto esté de tu parte por visitar Te enviaré á Viena algunas otras cartas para Venecia,
á los ministros Venecianos quienes se hallan siempre ó bien las encaminaré á tu banquero en esta última ciu­
mejor informados de ios negocios de las cortes en que dad á casa del cual puedes acudir por ellas. Tendré cui­
residen, porque la cuenta estricta y regular que tienen dado de recomendarte de lugar en lugar á fin de que no
que dar á su propio gobierno les hace ser muy diligentes los recorras como lo hace la mayor parte de tus compa­
é inquisitivos. triotas, sin disfrutar de la ventaja de ver y conocer lo que
Permanecerás en Venecia todo el tiempo del carna­ merece mas atención, quiero decir, los hombres y las
val; pues aunque deseo con ansia tu llegada á Turin, maneras.
quiero sin embargo, que veas cuanto hay que ver en Dios te bendiga y permita que correspondas á mis de­
una ciudad tan particular como Venecia, sobre todo en seos ; diré ahora á mis esperanzas 1
el carnaval. Tendrás también especial cuidado de asistir
á todas las asambleas del gobierno cuya vista sea per­
mitida á los estranjeros, como el senado etc.; y te in­
formarás de la peculiar é intrincada forma de aquella
república. Hallarás varias obras que tratan esta ma­
teria, pero la mejor es la de Amelot de la Houssaye,
que te aconsejaría leyeses antes, porque no solote dará Mi querido hijo.
Encamino la presente á tu banquero en Venecia, co­
mo lugar mas seguro para que la recibas, aunque supon­
go que te esperará allí algún tiempo. Como tus estaciones
En el año de 4737 se representaban en Inglaterra piezas de intermedias en los demas puntos deben ser cortas, y
teatro llenas de criterio y de amarga sátira contra el minis­ como el correo que parte de aquí en estos meses de vien­
terio de M. Walpole, que al fin presentó en la cámara de los tos del Este es muy incierto, no dirigiré mas cartas á
eoaancs un proyecto de ley para reprimir los abusos del tea­ Viena, en donde espero que tú y M. Harte habrán recibi­
tro y de la imprenta. El escritor de estas cartas, miembro do las dos que les escribí. Supongo también, para tran­
eotooces del parlamento, combatióla medida con razones que quilizarme, que los correos de ese lado del mar sufren
parecerían indicar que comprendía perfectamente las trabas igualmente retardos, porque no he recibido mas que una
qae pene al genio el poder ilimitado. Tenemos en la historia
carta tuya y otra deM. Harte durante todo el tiempo de
de Inglaterra, escrita por Smoilet, un trozo del discurso que
tu permanencia en Berlín, de donde me prometía infor­
pronunció el autor en esta ocasión « Nuestro teatro, dijo, de-
mes muy particulares.
• be ciertamente ser tenido á la raya de la moderación ; mas
• las leyes vigentes son eficaces para este intento. Existen an-
Me persuado que sabrás emplear útilmente el tiempo
• tendentes, no faltan ejemplos de personas castigadas por que pasares en Venecia, viendo cnanto fuere de interes
• cosas menos criminales que las piezas de teatro que se han en esta ciudad estraordinaria, y conversando con gentes
■ representado últimamente .... una ley nueva es por ¡o que puedan informarte, no de los totilimundis de la tem­
• mismo inútil, y en el caso presente no puede ser inútil sin porada, sino de la forma del gobierno; para cuyo efecto
> ser peligrosa. Cada restricción innecesaria es un grillo en te en vio las adjuntas cartas de recomendación de Sir
• los pies , una esposa en las manos de la libertad. Uno de Jacobo Gray residente del rey en Venecia, pero que se
• los mayores bienes que gozamos, uno de los mayores bienes halla actualmente en Inglaterra. Estas cartas unidas á la
• que un pueblo puede gozar, esla libertad. Pero lodos los bie- mia para M. Capello, te procurarán entrada en las mejo­
> aes de esta vida tienen su mezcla de mal: la licencia es la res sociedades de aquella ciudad.
> mezcla de la libertad; es nn hervor, unaescrecencia: es una Pero el punto importante, el lugar que mas me Interesa
■ pajilla en el ojo del cuerpo político que nunca puede locarse es Turin, porque me propongo que permanezcas allí un
• sino con suave, con trémula mano, por temor de hacer daño
tiempo considerable, para que continúes tus estudios,
» al ojo en que suele caer. Si la licencia llegare á apoderarse
aprendas tus ejercicios y formes tus maneras. Confieso
• del teatro, si apareciere alguna comedia contra algún em-
que tengo alguna inquietud sobre las consecuencias de
• picado particular del rey, abiertos están los tribunales y
• bay leyes suficientes para castigar al ofensor. Si ios poetas
tu mansión en aquella ciudad, que deben ser, ó muy
• y cómicos merecen ser reprimidos, dejemos que lo sean del
buenas ó muy malas. Para tí será una escena entera­
• mismo modo que los demas súbditos; si ofenden, dejémoslos mente nueva. En todos los lugares en que hasta hoy te
• ser juzgados como debe serlo todo Ingles : por Dios y su has hallado, has conversado principalmente con perso­
• país: no tos sujetemos á la arbitraria voluntad y capricho nas mas instruidas ó mas discretas que tú, y te has visto
• dea» tolo hombre. El poder colocado en mano» de «n solo lejos de los malos consejos y de los malos ejemplos; pero
• isdiriduo para juzgar y determinar sin límites, freno ni es probable que en la academia de Turin encuentres con
• apelación, es una especie de poder desconocido á nuestras ambas cosas, considerando la variedad de jóvenes de casi
• leyes i incompatible con nuestra constitución ecl. • Tr. tu misma edad, entre los qué es de temer que haya al-

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126 CARTAS

gunoe disipados y perezosos, y otros viciosos y abando­ aplicación que requiero de tí por solo un año será ann
nados. Creeré, mientras no apareciere lo contrario, que pitamente recompensada con todas las ventajas que saca­
tienes bastante sagacidad para distinguir los buenos rás, y la entera libertad que disfrutarás pasado aquel
caracteres de entre los malos, y bastante juicio y virtud tiempo* Estoy seguro de que tu buen sentido no te hará
para evitar los últimos y ligarte con los primeros; sin vacilar un solo momento en la elección. Dios te bendiga.
embargo, para mayor seguridad y solo para tu bien, debo P. D. No habiendo venido aun las cartas de Sir Jaco-
hacerte saber que he enviado á M. Harte órdenes termi­ bo Gray como esperaba, te las remitiré con mi próxima,
nantes para que te conduzca á cierto lugar que le señalo, que calculo llegará á Ve necia al mismo tiempo que tú.
en el momento mismo que descubra en tí el mas ligero
síntoma de bebida, juego, pereza ó desobediencia á sus
órdenes; de manera que infórmeme ó no M. Harte de
los particulares, juzgaré en general de tu conducta por
la morada que hicieres en Turin. Si es corta ya sabré por
qué, y te prometo que muy pronto sentirás que he sido
informado; pero si M. Harte te deja continuar allí todo Londres, 12 de Abril de 1749.
el tiempo que creo necesario, quedaré convencido deque
empleas el tiempo convenientemente, que es lo único Mi querido hijo.
que te pido. Un año mas de aplicación, á ejemplo de la
que has observado recientemente con M. Harte, bastará Recibí por el último correo una carta de M. Harte es­
para que te perfecciones. Durante este tiempo terminarás crita en Praga el Ia del corriente. Te encargo le des mil
tus estudios clásicos, aprenderás todos tus ejercicios y te gracias en mi nombre asegurándole que cuanto ha he­
formarás de tal manera en aquella córte, que podrás pre­ cho y se propone hacer en tu camino á Turin, merece
sentarte ventajosamente en cualquiera otra. Esto es lo toda mi aprobación. ¿ Quien habría jamás creído que
que me prometo de tí, si te conduces y aplicas como lo eras tan antiguo en el mundo para haber conocido ínti­
has hecho en Lipsia; pero si das oidos á los malos conse­ mamente á ios héroes de la guerra de treinta años; y que
jos, ó llegan á seducirte los malos ejemplos, eres perdido en la actualidad andas solicitando en Bohemia á sus
sin remedio. Yo considero este año como decisivo; em­ bisnietos con el mismo afecto con que se me ha dicho te
pléalo bien y te verás lleno de prendas que te ganarán informas de los Wallsteins, los Kinskis ect. ? Como no
para siempre mi mas tierno cariño; pero si el contagio puedo atribuir esto á tu edad, me veo obligado á hacerlo
del vicio ó de la pereza se apodera de tí, tu carácter, tu al consumado conocimiento que has adquirido de la his­
reputación, tu fortuna, mis esperanzas, y por consecuen­ toria, naciendo de aquí que mires cada país como si fuese
cia mi favor, todo será arruinado y perdido para siempre. el tuyo propio, y cada siglo como la edad en que vives
Cuanto mas grande fuere el amor que te profeso actual­ (a). Fuera de broma : se me ha dicho que posees la histo­
mente por la buena opinión que tengo de tí, mayor será ria á fondo ; celébrolo mucho porque es un conocimien­
mi enojo si das motivo de que aquella cámbie. Hasta to muy útil.
ahora has tenido todas las pruebas posibles de mi afecto Los condes Perrony Láscaris llegaron aquí; el primero
porque las has merecido, pero cuando cesares de mere­ me entregó una carta de Sir Ch. Williams y el segando
cerlas, puedes esperar todos los efectos de mi resenti­ me espresó tus deseos. Ambos sugetos son muy amables
miento. Para que no te queda la mas mínima duda sobre y están dotados de conocimientos y de bellos modales,
este punto importante, te manifestaré de antemano y con cosas que rara vez marchan unidas, aunque siempre de­
franqueza, la regla que me servirá para juzgar de tu berían darse la mano. Los examiné tocante á ti, particu­
conducta ; esta regla no será otra que los informes deM. larmente al conde Láscaris, y los informes de ambos te
Harte, que estoy seguro no se engañará, y aun diré mas, son favorables, sobre todo por el lado del saber. Fácil­
que es imposible que se engañe respecto de ti: no puede mente concibo la prontitud de comprensión que te atri­
tener mas mira que tu bien, y debes confesar que se buyen ; pero lo que agregan de tu atención me ha sido
halla en estado de poder juzgar ásu edad mejor que tú. mas grato, porque era lo que menos esperaba. Continúa
Mientras él estuviere satisfecho yo también lo estaré aumentando y mejorando tus conocimientos; creo que
pero si alguna vez se mostrare descontento, cuenta con para ello no forzarás tu voluntad, porque estás ya muy
que mi enojo será aun mayor, y decidiré que eres cul­ adelantado para detenerte, y estoy seguro de que si N.
pable sin hacer caso alguno de cuanto podrías'alegar en Harte te permitiese ahora la ociosidad, tú la desecharías.
tu defensa. Habiendo entrado en el gran mundo, no olvides que hay
Paso ahora á decirte lo que espero y requiero de tí otro articulo que debe ir de consuno y no separare nuDca
cuando estuvieres en Turin : primero, que continúes ocu­ del saber; me refiero á las maneras, á la urbanidad y á
pándote todas las mañanas de tus estudios clásicos y las gracias, cosas en que Sir Ch. WiHiams, aunque muy
cualquiera otros, en compañía de M. Harte, durante el tu amigo, confiesa que no te hallas muy aventajado.
tiempo y de la manera que él juzgare conveniente: segun­ Debes despojarte enteramente de las maneras de Lipsia,
do, que aprendas sin interrupción tus ejercicios de equi­ y convertirte bajo este respecto en hombre nuevo. No
tación, baile y esgrima : tercero, que adquieras con per­ manifiestes en la mesa ninguna ánsia por los manjares
fección el idioma italiano: finalmente, que pases la prima como en una comida habitual de Alemania; no vuelques
noche en las mejores compañías. Requiero también una torpemente los vasos, platos, salseras ect, ni acostumbres
estricta conformidad con ías horas y reglas de la acade­ chanzas pesadas¡ al contrario, trata de adquirir, en vez
mia. Con solo que quieras terminar este año en Turin de
la manera que te señalo, no tendré nada mas que pedir­
te, te concederé cuanto quisieres y serás dueño absoluto
de tu voluntad, porque entonces creeré que te has logra­ (a) C’est par l’étude que nous sommet
do ; renunciaré toda autoridad sobre tí, y la amistad será Coutemporainsdc tous leí hommes,
El ci(oyens do (ous les lieux.
el único lazo que nos una. Te pido que peses detenida-'
mente todo esto en tu consideración, y que pienses si la (D.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 127

de estas faltas, un porte gracioso y unos modales corteses concierto, con un violín bajo la barba ó la flauta en la
é insinuantes. No me cansaré de repetirte las gracias, las boca (o).
gracias. Tuve una larga conversación relativa á tí, con los con
Deseo que tan pronto como llegares á Turin, te apli­ des Láscaris y Perron, y quiero participarte francamente
ques con la mayor diligencia al idioma italiano, para que lo que el último, que considero como hombre muy ama­
lo sepas bastante bien antes de dejar aquel lugar, y te ble, me dijo de tí: il a de íesprit, un savoir peu com-
halles en estado de hablarlo regularmente á tu llegada á mun á son dge, une grande vivacilé; et quand il aura
Roma, en donde lo hablarás con toda perfección por la pris des manieres, il sera parfait; car il faut avouer
diaria necesidad que tendrás de ejercitarlo. Te encargo qu'il sent encore le collége; mais cela viendra (ó). Dió-
también no solo que no olvides lo que ya sabes del ale­ me mucho gusto oir de un hombre que considero como
mán, sino que trates de adelantar hablándolo constante­ buen juez, que lo único que te falta son las maneras,
mente con tu criado Sajón, y conversándola mas que porque estoy seguro de que las adquirirás dentro de poco
puedas con los varios Alemanes que encontrarás en tus tiempo en la compañía que vas á frecuentar, pero tam­
viajes. Tienes sin duda presente que no debes escribirme bién debo añadir que si no las adquieres, todo lo demas
de Turin sino en aleman, con el carácter de letra que le te será de muy poca utilidad. Lo que quiero darte á en­
es propio. tender por maneras, no es aquella urbanidad corriente
Te envio adjunta una carta de recomendación para que todo el mundo necesita usar para no verse des­
M. Smith, cónsul del rey en Venccia, que no dudo se echado de las buenas compañías, sino que me refiero á
hallará dispuesto á serio mas útil que ninguna otra per­ las maneras brillantes y atractivas que granjean las vo­
sona. No dejes de cumplimentar á M. Capello y su muger, luntades, á la urbanidad distinguida, á la amabilidad ir­
quienes te servirán mucho en Roma. A Dios, tuyo afec­ resistible, y al primor y gracia en todas tus palabras y ac­
tísimo. ciones. Solo estas cosas pueden dará tus otros talentos
su completo lustre y valor, y de consiguiente, ellas deben
ser ahora el principal objeto de tu atención. En todas las
sociedades á que asistieres, observa escrupulosamente los
reconocidos modelos de fina educación, y amóldate so­
bre ellos. Todo lo que te agradare en otros, les será Infa­
liblemente grato si lo hallan en ti. Te he repetido esto
infinitas ocasiones, y ya es tiempo de que lo pongas en
Londres, de Abril de 1149.
práctica.
Te encargo que presentes mis cumplidos á M. Harte,
Mi querido hijo. diciéndole que recibí su carta de Viena,y que no la con­
testaré hasta no tener la otra qne me promete en res­
Supongo que la presente te hallará aun enVenecia puesta á una de mis precedentes. Estoy deseosísimo de
engolfado en la disipación de las máscaras, de las reuñio- que me escriba después de tu establecimiento en Turin;
nea, de las óperas ect. Sea muy enhorabuena; estas son los meses que allí vas á pasar serán decisivos para tí.
diversiones decentes que suceden muy á propósito por la Debes seguir los ejercidos de la academia y adquirir los
tarde, á la séria aplicación que no dudo habrá ocupádote modales de la córte, sin dejar por eso de continuar tus
por la mañana. Los placeres, á semejanza délas artes, otros estudios. Estoy seguro de que no querrás perder una
pueden denominarse liberales é iliberales. Hay ciertos sola hora en la ociosidad, porque no preveo que en to­
placeres que degradan tanto á un hombre de condición, da tu vida puedas poner seis meses á rédito tan lucrativo
como podrían hacerlo algunos oficios. Embriagarse hasta como los seis que vas á pasar en Turin.
perder el sentido, comer sin medida, entregarse á diver­ A su tiempo hablaremos de tu morada en “Roma y en
siones rústicas tales como la caza de zorras, carreras de otras ciudades de Italia; por ahora lo único que te reco­
caballo ecL (a) son cosas en mi opinión muy inferiores á miendo es, que saques el provecho posible de todos los
los honrados oficios de sastre ó zapatero, que infunda­ lugares eu que te hallares. En aquellos que solo se dis­
damente se dice que deprimen. tinguen por su fama clásica y por restos predosos de la
Como te hallas ahora en un país en donde la música, antigüedad, consulta los libros de primer órden é impri­
el canto, el violín ect. no solo son objeto ordinario de me sus noticias en tu memoria; compara la geografía y
las conversaciones, sino que llaman casi toda la atención, las descripciones antiguas con las modernas, y nunca
no puedo menos de aconsejarte que no te entregues á dejes de tomar notas. Roma te procurará muchas ocu­
estos placeres, como lo hace el mayor número de tus paciones de esta especie, pero también te presentará mu­
compatriotas que viajan por Italia. SI te gusta la música, chos otros objetos que merecen tu atención, tales como
ve á las óperas y á los conciertos, ó paga músicos que te las intrigas, la astuda y la profunda y artificiosa política
toquen lo que te agradare; pero requiero que nunca to­ del clero. A Dios.
ques tú el violin ni la flauta, cuyo ejercicio pone á un
hombre de condición bajo un punto de vista frívolo y
desventajoso, le introduce en malas compañías y le roba
un tiempo precioso que podía emplear mas útilmente. (а) Plutarco cuenta que Minerva tuvo vergüenza de si misma,
Nada me mortificaría mas que verte tomar parte en un
.......................................... il g ionio
Che di flaulo sonando, al (onle scorse
Il turpe aspelto dille guancie enflate.
(б) Es muy vivo é inteligente, y ha adquirido una instruc­
(a) El brutal entretenimiento llamado en Méjico coleadero, ción poco común en su edad, do modo que cuando los modales
á que se entregan muchos jóvenes que aspiran á ia reputación finos llegaren ¿ serle familiares, será perfecto; porque dehe
de buenos ginetes, merece ser numerado entre los placeres confesarse que todavía se notan cu él algunos resabios de cole­
degradantes á que se refiere el autor. Tr. gio que sin duda desaparecerán. •• r

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128 CARTAS

y fuerzas superiores les inspiran una seguridad que por


lo común produce el descuido y la indolencia. Un prín­
cipe pequeño, rodeado de grandes potencias, debe estar
Londres, 21 de Abril de 1749. alerta, si quiere conservar seguros sus dominios, y aun
mucho mas si quiere estenderlos ; debe espiar las oca­
Mi querido hijo. siones ó empeñarse en hacerlas nacer. Ningunosprincipes
han conocido mejor este arte que los de la casa de Saboya,
Tu carta de Viena de 19 del corriente llegada á mis quienes aprovechándose de las circunstancias, han au­
manos, me inquieta mucho respecto á M. Harte. Tú y yo mentado prodigiosamente sus dominios en el curso de
tenemos razón para interesamos muy particularmente un siglo (a).
en todo lo que le concierne. Me alegro, sin embargo, que Te envio inclusa una carta del conde Láscaris, grande
no haya habido hueso roto ni dislocado; y siendo así, amigo tuyo. Deseo que la contestes pronto y con la mayor
espero que pronto habrá podido continuar su viaje á Vé­ cordialidad, no olvidando insertar en ella tus cumplidos
ncela, bajo cuyo supuesto dirijo esta carta á Turin, en para el conde Perron. Un jóven no debería faltar nunca
donde te encontrará, ó á lo menos no tendrá que espe­ á estas atenciones que cuestan poco y producen mucho,
rarte mucho tiempo, pues calculo que estará allí para visto que le procuran la benevolencia y la estimación ge­
fines del mes entrante. Espero que fijarás la atención en neral y le captan el coraron, esta parte esencialisima
lo mucho que tienes que hacer en aquella ciudad, y que que siempre debes tener á la vista porque entre diez mil
estarás resuelto á emplear tu tiempo de la mejor manera. personas, habrá cuando mas una que se deje guiar por
Tienes que continuar tus estudios conM. Harte, aprender la razón.
tus ejercicios, adquirir el aire y las maneras cortesanas, No puedo concluir esta ni ninguna otra carta, sin re­
reservando siempre algún tiempo para las diversiones de comendarte las gracias (b), que sin duda hallarás en Tu­
un hombre bien educado. Ya ves que nunca me opongo rin ; ofréceles, por vida tuya, algunos sacrificios para que
á los placeres *, yo mismo los amaba cuando tenia tu edad, te sean propicias. Se engañan groseramente las gentes,
y me parece muy justo y racional que tú los ames ahora; imaginándose que las pequeñas faltas en cualquiera ma­
pero sostengo que los placeres pueden combinarse con teria son cosas indiferentes y que no merecen atendon.
los estudios y los negocios, y que esta mezcla les comu­ Quizá es este uno de mis flacos; mas en fin, todos nos
nica mayor sabor y atractivo (a). El hombre que no sabe parecemos sobre este punto. Te confieso ingenuamente
ligar los negocios con los placeres, es un fatuo en el que si la primera vez que nos viéremos á tu regreso aquí,
desempeño de los primeros, ó una bestia sensual en el apercibo que traes modales toscos, poca gracia en tu per­
goce de los segundos. Dedica pues, una parte de la tarde sona y en tus maneras, y desaliño en tu vestido, me será
y la prima noche á las concurrencias, á los saraos y á imposible amarte la mitad de lo que te amaré en el caso
otras diversiones semejantes, que son en mi opinión la opuesto, sean cuales fueren, por otra parte, tus conoci­
mejor escuela en donde un hombre de condición puede mientos y tu mérito intrínseco; y si esto sucede conmi­
adquirir aquellos modales que solo dá el uso, la observa­ go, ¿ qué ño debes esperar de los otros que no tienen por
ción y la esperiencia. Ademas, tienes que aprender el tí el mismo afecto ni parcialidad, y cuyos corazones de­
italiano, á cuyo idioma deseo te apliques con la mayor bes ganar por medio de tus buenos modales ?
actividad, porque aunque el frances*sea, según entiendo, A Dios mi amado hijo; quiera el cielo que llegues á ser
el lenguage de la córte de Turin, sin embargo, el primero lo que M. Harte y yo deseamos! y debo agregar, que si
te será muy útil en Roma y en otras ciudades de Italia. tal no fuere, será tu culpa y tu desgracia.
Es idioma fácil, y si adquieres buenos principios, podrás
perfeccionarte después en Roma. También querría yo
que tomases una tintura de fortificación, quiero decir,
lo suficiente para conocer el significado de los términos
que oiras á menudo en las conversaciones, como revellín, (a) Posteriormente esta casa ha aumentado sus dominios, y
baluarte, espionada, contraescarpa ect. No pretendo aunque la tormenta general que levantó la revolución fran­
que te enfrasques en este estudio como si debieses ser cesa, la redujo á solo la isla de Cerdeña, se le restituyeron en
Ingeniero *, ereo que el verdadero medio de que aprendas 4814 sus antiguas posesiones, y ademas el Monferrato y el
Ducado de Génova, que es en el dia la mejor joya de la corona.
lo que necesitas sería que visitases á menudo las fortifi­
caciones de Turin, acompañado de algún oficial faculta­
tivo que te enseñase y es pilcase las obras mismas. Por
(4) Les Grfcces embellissent
este medio adquirirías ideas mas claras, que si solo vieses Nos esprits, ainsi que nos corpa;
los objetos en el papel durante siete años consecutivos. El nos talents sonldes ressorts
Acude á los originales siempre que pudieres, y fíate lo Que ieurs mains légéres polisseut.
menos posible de las cópias y de las descripciones. Te pido Les Gráceeentourentdo Ueurs
que en tus horas de descanso, mientras permaneces en Le sage compás d’üranie,
Turin, leas con atención la historia déla casa de Saboya, Donnent le charme des couleurs
que ha producido vários hombres grandes. Ei último rey, Au pinceau briliant du génie;
Víctor Amadeo, fué sin duda uno de ellos, y el actual, en Enseignent la route des cernir»
mi opinión, es digno de igual nombre. Creo que en gene­ A la touchante mélodie,
ral, entre los príncipes pequeños ha de haber hombres Et prétent des cbarmes aux pleura
mas grandes que entre aquellos cuyos estensos dominios Que fait verser la tragédie.
Malkenr á toul esprit grossier,
A lame de bronse et d’acier,
Qhí les méprise et les ignore I
(«) Le travail est loujours le pére du plaisir ; Le canir qui les sent, les adore,
Je plains l’bommc accablé du poids de son loisir. Et peal seul les apprécier.

(Voltauuk.) Tr. (Cardenal de Bnuns). Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 129

y en las calles, porque nunca los vemos en las buenas


compañías, en donde no pueden presentarse ni ser reci­
bidos por su falta de mérito y de modales. Al adoptar las
Londres, 15 de Mayo de 1749. maneras de lacayos y picadores, Imitan también el ves­
tido. Necesariamente debes haberlos visto en estas calles
Mi querido huo. con casacas de nn azul mugriento, garrote de encino en
la mano, cabellera grasicnta y sin polvo arremangada
Espero que la presente te hallará en Turin, dedicado bajo un sombrero de enorme tamaño. Adornados y puli­
ya i estudios serios y á los ejercicios necesarios, después dos de esta manera en sus viajes, se dedican á perturbar
de la disipación y placeres del ruidoso carnaval de Ve- los teatros; quiebran las vidrieras; maltratan por io
seda. Mi intención es que tu morada en aquella córte sea común al patrón de la taberna en que beben, y son
un periodo útilmente empleado en perfeccionarte; pero á la tez el terror, el sosten y las víctimas de las casas
al mismo tiempo debo decirte, que el grande amor que de prostitución que frecuentan. Estos miserables creen
te profeso nunca me ha ocasionado tanto desasosiego brillar, y en efecto lo consiguen, pero á semejanza
tomo el que esperimento actualmente. Mientras tú te de las substancias animales pútridas que brillan en la
hallares en peligro, yo he de tener temores, y en Turín te obscuridad.
hallas en peligro. M. Harte tendrá cuidado de armarte No me be puesto á predicarte, con la impertinen­
todo lo posible para que no recibas daño; pero solo tu cia de nn viejo, sobre testos de moral ó de religión;
boen sentido y tu firmeza pueden hacerte invulnerable. estoy persuadido de que no te faltan las mejores instruc­
He sido informado de que hay muchos Ingleses en la ciones sobre estos dos puntos; mis consejos son los
academia de Turin, y temo que cada uno de ellos sea un de un amigo y de un hombre de mundo, que en vez
escollo. Ignoro quienes son, poco conozco en general de desear que te conduzcas como viejo mientras eres
cual es la conducta y las maneras de los Jóvenes com­ jóven, querría verte gozar de aquellos placeres que
patriotas míos en el estertor, especialmente cuando se aprueba la razón y admite la decencia. Supongamos por
reúnen muchos. El mal ejemplo es de por sí muy peli­ un momento que los placeres de que be hablado fuesen
groso, mas los que lo dan ponen por lo común en juego enteramente inocentes; aun en este caso degradarían,
los compromisos y los convites, y si no consiguen su in­ envilecerían y deshonrarían á quien se entregase á ellos;
tento, se valen del ridiculo, que en tu edad de inesperien- estorbarían su elevación en el mundo; deprimirían su
da es mucho mas difícil de contrarestar que los dos pri­ carácter; darían á su alma un temple bajo y le co­
meros. Emplea pues, tu vigilancia contra todas estas ba­ municarían maneras viles, incompatibles con su pro­
terías que serán disparadas contra tí. Si viajas fuera de pósito de figurar en el mundo y en el manejo de loa
tu patria, no es con objeto de conversar con tus compa­ grandes negocios.
triotas, entre quienes, en general, ganarías pocos cono­ Espero que lo que llevo dicho; unido á tu propio
cimientos, no te perfeccionarías en los idiomas, y tus buen sentido, será suficiente para armarte contra la
maneras, estoy seguro, no se formarían. Te prevengo seducción y el libertinage de estos relajados jóvenes.
pues, que no entres en intimidad con estos jóvenes, por­ Por otra parte, cuando quisieren obligarte á entrar
que todas las conexiones que ellos califican con el bello en sus planes, conténtate con una negativa decente
nombre de amistades, no son en realidad sino tramas pero inalterable, y evita la discusión y la disputa sobre
contra las buenas costumbres y conspiraciones contra la puntos tan evidentes. Tu eres muy jóven para con­
buena crianza. Ordinariamente hay en los jóvenes cierta vertirlos, y muy juicioso, á mi entender, para ser
disposición fácil, ó vergüenza mal entendida, que no les convertido por ellos. Evita no solo su compañía, sino
permite rehusar nada de lo que se les pide, y al mismo aun aparenta que no los conoces si es que quieres ser
tiempo una ambición de agradar y de sobresalir en las bien acogido en la buena sociedad, porque las gentes re­
sociedades que frecuentan. Estas cosas producen los cibirán siempre con hurañía ai hombre que viene de un
mejores efectos en las buenas compañías, pero muy per­ lugar en donde reina la peste, sea cual fuere el estado
niciosos en las malas. Sí las gentes no tuviesen mas aparente de su salud.
tidosque los que les son propios, pocas tendrían tantos La duración mas ó menos larga de tu morada en
como les vemos. Por mi parte, mas bien querría ponerme Turin, me informará suficientemente de tu conducta,
los vestidos de otro, que echarme encima sus vicios, aun cuando M. Harte no lo haga, porque ya te he dicho
y los unos me vendrían tan ridiculamente como los que tiene órdenes mny terminantes para llevarte in­
otros. Espero que tú te hallarás esento de vicios, pero si mediatamente á otro lugar al menor síntoma de in­
Besares á tener algunos, te ruego que á lo menos sean fección que descubriere en ti, y sé que es hombre de
tuyos propios, porque los de adopción son los mas odio­ conciencia delicada y muy amigo tuyo y mió para no
sos é imperdonables. Los vicios, de la misma manera ejecutarlas al pié de la letra. Sábete ademas, que debo
que las virtudes, tienen sus grados; y la justicia que tener constantes informes de tu conducta por medio del
deboá mis compatriotas me obliga á decir que por lo re­ conde Salmour, director de la academia, cuyo hijo está
gular ilevan los suyos basta el estremo mas degradante. aquí y es mi particular amigo; tengo también otros esca­
Su galanteo es una prostitución de lupanar, baja é in­ lentes conductos que no te menciono. Pero supongamos
fame, que justamente se mira pagada con la pérdida de que todo vá bien en Turin; como mi ánimo es que te
su salud y de su reputación. Sus placeres en la mesa fi­ halles en Roma para la Pascua de Navidad, deseo que te
nalizan en brutal borrachera, en indecente alboroto, apliques con tesón á tus ejercicios de baile, esgrima y
en vidrieras rotas, y muchas veces en bien merecidos equitación, tanto para favorecer tu crecimiento y conser­
huesos quebrados. Si juegan es por amor al vicio y no á var tu salud, como para que te amoldes y adquieras
la diversión; en consecuencia, van hasta el esceso, arrui­ flexibilidad y viveza. Debes así mismo atender á tu ves­
nándose ó arruinando á sus compañeros. Después de tido, y cuidar de hallarte siempre bien puesto. Haz venir
conducirse de esta manera en países estrangeros, regre­ al mejor dentista de Turln, en donde supongo habrá
san á su patria ignorantes, inciviles y descomedidos, algunos afamados, para que ponga tu dentadura en per­
tales como los encontramos diariamente en los paseos fecto estado; y cuida después tú mismo de conservarla
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130 CARTAS

aseada. Tas dientes eran muy buenos, y me figuro que


se conservan lo mismo; mas aun aquellas gentes de
mala dentadura debían conservarla aseada, porque una
boca súcia es á fé mía, el indicio mas seguro de una mala Londres, 22 de Mayo de 1749.
educación; finalmente, no descuides nada de lo que pu­
diere contribuir á hacerte grato á las gentes. Mil cosas Mi QUERIDO HIJO.
pequeñas que no tienen nombre, ni pueden describirse,
pero que todo el mundo siente, conspiran en formar ese Te recomendé en mi última nn arte inocente (a), que
conjunto que agrada, de la misma manera que un mo­ consiste en lisonjear á las personas en su ausencia, delan­
saico, cuyas piezas tomadas separadamente tleqe poco te de aquellos que para hacer su propia córte mas bien
valor y hermosura, pero unidas como conviene, for­ que por complacerte, no dejarán de repetir tus discur­
man aquellas bellas figuras que agradan á todo el mundo sos, y aun de amplificarlos cerca de la parte Interesada.
Una ojeada, un gesto, una actitud, el sonido de la voz, to­ Esta es la mas agradable de las lisonjas y por consiguien­
do tiene su lugar en el grande arte de agradar (a). Este te la mas eficaz. Hay muchos otros artificios inofensivos
arte es mas necesario en la profesión á que te destinas y necesarios en el curso del mundo; y quien mas tem­
que en ninguna otra *, es en realidad la parte mas esen­ prano los practica, agradará mas pronto y se elevará con
cial de lo que tienes que hacer; porque si no agradas en mayor rapidez. Los jóvenes vivos y fogosos los consideran
la córte á que eres enviado, serás de muy poca utilidad á como Inútiles, ó los desechan como molestos, pero la es-
la que te envía. Muéstrate grato á los ojos, y los oidos, periencia del mundo nos enseña su importancia cuando
los cuales te abrirán las puertas del corazón; y nueve ve­ ya no es tiempo. El primero de estos artificios consiste
ces entre diez el corazón gobierna el entendimiento. en dominar nuestro carácter, y poseer la frialdad de al­
Obsequia muy particularmente, y manifiesta las mas ma y la serenidad de semblante que ss requieren para
distinguidas atenciones, á aquellos hombres y mugeres no descubrir por nuestras palabras, acciones y aun mi­
que fueren mejor recibidos en la córte, y que disfrutaren radas, las pasiones ó los sentimientos que nos mueven
mayor estimación en el público ; habla en su ausencia y agitan interiormente, y cuyo descubrimiento dá á las
ventajosamente de ellos en las compañías que á tu juicio personas mas frias ó mas capaces, ventajas inmensas so­
no dejarán de repitlrles tus elogios ; manifiesta tu admi­ bre nosotros, no solo en los grandes negocios, sino en
ración por el gran número de hombres grandes que ba en las circunstancias mas ordinarias de la vida (ó). Un
producido la casa de Saboya: observa que la naturaleza, hombre que no puede dominarse hasta el grado de oir
en vez de agotarse con estos esfuerzos, parece haberlos cosas desagradables sin cólera visible ni alteración en d
redoblado en las personas del rey actual y de su herma­ semblante, ó que se entrega á una alegría espansi va cuan­
no el duque de Saboya; asómbrate de lo lejos que irá do se le dicen cosas de su gusto, se halla á la merced de
esta casa si sigue así, y concluye que es necesario que todo bribón astuto, ó de todo necio despreciable. El pri­
termine con el gobierno de toda Europa. Di esto mismo mero te provocará ó te agradará á propósito, para arran­
entre gentes que te pareciere lo han de repetir; pero dílo carte palabras ú obtener miradas indiscretas que le ser­
sin afectación, y lo último sobre todo, con una joviali­ virán para descifrar los secretos de tu corazón, cuya
dad benévola. Estos pequeños artificios son muy lícitos, llave debías guardar tú mismo sin confiarla jamás á
y deben usarse en el curso de la vida; son agradables á ningún viviente. El segundo, maquinalmente y sin In­
unos, útiles á otros y dañosos á ninguno. tento premeditado, hará los mismos descubrimientos
Lo que he dicho de mis compatriotas en general, no de que otros sabrán aprovecharse. Podrías acaso decir­
se estiende á todos sin escepcion ; hay algunos que tie­ me que esta frialdad es propia del temperamento, y
nen mérito y buenos modales. Tu amigo M. Stevens es por consecuencia que no depende de la voluntad. Con­
de estos últimos y apruebo tus conexiones con él. Halla­ vengo en que el temperamento tiene algún poder so­
rás quizá algunos otros cuya amistad podrá serte muy bre nosotros, pero también sostendré que á menudo las
útil en lo venidero, tanto por sus talentos como por su
predicamento y fortuna. Cultiva las amistades de esta
especie, pero en tal caso exijo que M. Harte se decida
previamente en favor de las personas. (a) ¿Qué lector querría encargarse de probar esta inocencia?
ADios mi querido hijo. Oigamos estas elocuentes palabras de Monseñor Turcbi contra
la lisonja de las cortes :
Ah adulazione! funesto scogliodei grandi, pernicioso veleno
che toglie ad essi il discernimento del vero, e li conferma nei
loro errori.li riempie di vanité, li fa ciecbi per non vedere la
luce, e ribelli per non seguirla; cancella dal loro spirilo le
idee delta giustizia, li rende dispregievoli a que'medesimi
che gli adulano in faccia ed in segreto si ridono della lor ¿e-
bolezza. La base, su di cui P adulazione si appoggia dovrebb’
essere ai grandi il piú forte argomento per detestarla. L’ada-
lazione é tondata sopra Pinteresse di cbi parla e sopra Porgo-
glio di cbi escolta. Cbi parla non cerca ebe di piacere e aoe
(a) La finesse sans fausseté, cerca di piacere che per ottenere. Chi escolta vuol avere del
La sagesse sana pruderie, mérito senza fatica, e troppo gode all intendere ch’ ei sil di-
L’enjoüment sana étourderie, venuto perfetto senza saperne il perché.
Un geste, un sourire, un regard,
Ce qui plalt sana peine el sana art, (6) A scoprir quel che tácete
Sana eicés, sana airs, sana gr i maces, Un pallor basta improvviso,
Sana gáne el córame par haaard, Un rossor che accenda ¡1 viso,
Esl Pouvrage cbarmant des gríces. Uno «guardo ed un sospir.
(Cardenal de BfiBNis) Tr. (MktáSTASIO.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 131

gentes, para escurarse, echan sin razón la culpa al tem­ dolo (a), de que solo se sirven los que carecen de sensatez
peramento. Mucho puede alcanzarse con el cuidado y verdadera. El mismo grande hombre dice que el disimulo
li atención; y es tan posible á un hombre adquirir el no « mas que el arte de ocultar nuestras propias cartas,
bábKo de que su razón domine á su genio, como el á la vez que por la simulación tratamos de «piar las de
dejar que el último prevalezca sobre la primera, según los demas. Lord Bollngbroke en su idea de un rey pa­
lo hace el mayor número. Si observas que te hallas sujeto triota, que acaba de salir á luz y que te enviaré en pri­
á movimientos repentinos de cólera ó furor (porque en­ mera oportunidad, dice justamente que la simulación «
tre estas dos cosas no veo yo mas diferencia que su du­ un stiletto (ó), arma no solo inicua sino ilícita, cuyo uso
ración), resuélvete á no hablar una sola palabra mientras podrá rara vez ser «cusado, pero jamás justificarse. El
lintieres «tas emociones (a), y haz también todo lo posi­ disimulo « al contrario una armadura, asi como el se­
ble para conservar un semblante inalterable y libre de creto es un escudo ; y no « mas posible guardar el se­
embarazo, lo cual conseguirás por medio de una atención creto en los negocios sin cierto grado de disimulación,
constante sobre tí mismo. Nada me daría mayor gusto en que el manejarlos con tino sin guardar secreto. El mismo
una negociación, que tener que luchar con uno de estos Lord continúa diciendo que estos dos artes, el disimulo
hombres de pasiones violentas y ardientes, que sabría yo y el secreto, son como la liga mezclada con el metal puro,
poner en movimiento según me conviniese. Irritándolo una poca « necesaria y no hará desmerecer su valor,
con arte le arranearía «presiones precipitadas é Indis­ pero si se emplea mas cantidad de la requerida, la mo­
creta ; y combinando todas las cosas que podría yo sos­ neda pierde su curso y el acuñador su crédito (c).
pechar, descubriría infaliblemente la verdad por las alte­ Hazte, pues, dueño de tu humor y semblante, ó procu­
raciones que asomasen en su semblante. Foifo scioUo e ra á lo menos que no aparezca cámbio visible en uno ni
pauieri strelti9 es una escalente máxima en los nego­ otro, sean cuales fueren los sentimientos interiores que te
cios. Es tan necesaria en ciertos juegos de naipes, que el agitaren. Conseguir «to podrá ser diflcii, pero de ningu­
hombre que no sea dueño de su humor y de su semblan­ na manera « imposible; y si por una parte un hombre
te, se verá arruinado por aquellos que saben reprimirse, de bnen sentido no emprende nunca imposibtos, por otra
annque «tos jueguen de buena fé; á la vez que tratán­ no se desanima con las dificultades, sino que por el con­
dose de negocios serios, tienes siempre que habértelas trario, redobla de industria y diligencia; persevera y al
con fulleros, á quienes por lo menos no deb« dar nin­ fin prevalece infaliblemente. En cualesquiera negocios
guna ventaja sobre tí. Podría objetárseme que estoy re­ que la prudencia te aconsejare seguir, y de los que deba
comendándote el disimulo; convengo en ello y lo justifi­ resultarte patente utilidad, las dificultad« deben animar
co : muy viejo es aquel proverbio que dice: qui nescit tu empeño y no d«viarte de la empresa. Si falta un me­
disimulare, nescit regnare (b}; y yo voy mas lejos, dio, ensaya otro; sé activo, persevera y triunfarás. Con
agregando que sin disimulación, no hay negocio que algunas personas debe hacerse uso de la razón ¡ otras no
pueda ser bien manejado (c). Lo qne es bajo, falso ceden sino á la lisonja; en unas produce buen efecto la
y criminal es la simulación ó cautela (d), « decir, amenaza y en otras la importunación; pero en general,
aquella astucia que Lord Bacon llama juicio torcido ó todas pueden hacerse pasar por el aro, con tal que nos
dirijamos á ellas con discernimiento, las contentemos á
propósito y las ataquemos sin descanso por sus lados dé­
bitos. También debemos elejir con juicio las ocasion«;
W Si estás enojado cuenta hasta diez antes de responder; todo hombre tiene sus mollia témpora, que están tojos
m estivieres ofendido será mejor que cueules basta ciento. de durar todo el día (d); y sería «coger muy mal tu
(S.... )
tiempo si te dirigieses á alguno para un negocio, cuando
su cabeza se halla enteramente ocupada de otro, ó cuan­
(i) Célait la máxime favorito delxraisXI; il la meltait do su corazón «tá oprimido de pesar, agitado por la có­
mvenl en pratique, et plus d’une fois elle lui a été préjudi- lera ó cualquiera otro sentimiento desagradable.
óable. L’bomme, quelque fin qu’il soit, ne Test jamais assez
psor prévoir toutes les occurences ; il écbappe toujours quel-
qse chore h sa sagacité,et il trouve souvent un plus fin que lui. (a) Llamare doto mato aquel que re dirige contra el justo
Clyne, le plus rasé de toas les hommes, fut pris h ce jea dan- derecho de un tercero, á diferencia del doto bueno que es
gereu. aquella sagaz y astuta precaución con que cada uno debe de­
(Mbry.) fender el suyo.
(Diccionario de la Ácadomia Española )
(e) Un prelado de Inglaterra se atrevió una vez á represen­
tar i la reina Elitabelk que en uua circunstancia que él le re­ (b) Verduguillo.
cordó, ella había obrado con un disimulo acorde tal vez con las
reglas de la política, pero reprobado por las de la religión (e) Quantunque il simular sia le pin volte
Bipreso, e día di mala mente indici
cristiana : • Veo bien, le contestó la reina, que habéis leído
»todo6 los libros de la sagrada escritura, «acepto el tocante á Si trova pur en mol te cose e molte
Aver falti evidenti benefici;
»los reyes. »
E danni, e biasmi, e morte aver ato tolte;
W...........)
Cbe non conversiam rempre con gli amici
(d) Sé cauto, no cauteloso. In questa assai piü oscura, que serena
Te recomiendo, Vita mortal, tutta d’invidia piena.
Porque el cauto á lo que entiendo, (Amorro.)
Es virtuoso:
Y el cauteloso vicioso (d) 11 est d’beureux moments, des moments oü le ccenr
En mala parte. Est ouvert sana défense et n’attend qu’un vainqueur;
Doblado siempre en su arte Mais il faut les saisir, il faut qu’on lea épie :
Malicioso. L’occasion est une, et veut étre ravie.

(CASTILLA.) Tr. (Gaosunr.) Tr.

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132 CARTAS

Para juzgar bien el corazón humano, estudia el tuyo sentir interiormente (a); y si los discursos fueren tan
propio (a), porque ios hombres en general son muy pa­ claros que no pueda suponerse que ignoras su signifi­
recidos ; y aunque cada uno tenga su pasión dominante cado, vale mas que rías de tí mismo con la compañía, re­
que le es peculiar, sin embargo sus operaciones son casi conociendo que el martillo dló en el clavo, y que la idea
las mismas; y todo lo que te atraiga ó disguste, te agrade es chusca; muestra un buen humor aparente (ó), pero
ú ofenda en otros, mutatis mu tañáis, atraerá ó disgus­ de ninguna manera repliques bajo el mismo tono, por­
tará, agradará ú ofenderá á otros aa tí. Observa con la que no harías mas de declarar que te sientes herido y pu­
mayor atención todas las operaciones de tu alma, la na­ blicar la victoria que podías haber ocultado (c); mas si
turaleza de tus pasiones, los varios móviles que determi­ el discurso fuere injurioso á tu honor ó á tu carácter mo­
nan tu voluntad, y podrás conocer hasta cierto punto á ral, no queda mas de tina sola réplica, que espero no
todo el género humano (ó). Por ejemplo: ¿ hallas que te tendrás nunca ocasión de poner en obra.
ofende y mortifica que otro haga sentir que es superior á Como el bello sexo tiene alguna y á veces demasiada
tí en saber, penetración, categoría ó fortuna P pues en­ influencia sobre los hombres, tu conducta con las mu-
tonces, no dudo que tendrás gran cuidado de no hacer geres (me refiero á mugeres de condición, porque no
sentir esta superioridad, si la tienes, á una persona cuyo puedo suponerte capaz de frecuentar ningunas otras),
influjo y amistad te interesare ganar. Sí las insinuaciones merece alguna parte de tus reflexiones. El cuerpo qoe
desagradables, la mofa picante (c) y las contradicciones ellas forman es numeroso y locuaz; y los perjuicios qoe
reiteradas te enfadan é irritan, las usarás tú cuando quie­ te acarrearía su odio serían mayores que las ventajas de
ras ganar el corazón de alguno ? Ciertamente que no; y su amistad. Es, pues, necesario tener con el bello sexo
aun creo que tienes intención de agradar siempre y de una complacencia general, y no faltar á las debidas aten­
hallarte bien quisto de todo el mundo. La tentación de ciones establecidas por el uso; pero cuando quisieres
decir algo picante, ingenioso ó agudo, y el malicioso agradar de preferencia á alguna muger cuya posición,
aplauso con que por lo común se recibe, ha creado mas influjo ó conexiones pudieren serte útiles, es necesario
enemigos implacables á las personas que tienen facili­ que le manifiestes una predilección particular. Las me­
dad de proferir estos discursos, que ninguna otra cosa nores atenciones agradan á las mugeres, mas las grandes
que yo sepa. Así pues, cuando aconteciere, como no de­ las encantan. Por exagerados que fueren los encomios
jará de suceder, que tales cosas se dicen á costa tuya, inocentes y afables sobre su belleza, son recibidos con
reflexiona sériamente sobre los sentimientos de inquie­ anhelo y digeridos con placer; mas la aparente conride-
tud, de cólera y de resentimiento que escitan en tu alma,
y considera si sería prudente promover contra tí en los
otros ios mismos sentimientos por medios semejantes. Es
una locura rematada perder un amigo por una chanza, (a) Si zigano te ofendiere
pero me parece que no lo es menos hacerse un enemigo De palabra ó de obra, has de acordarte
Para no alborotarte,
de una persona neutral ó indiferente, por solo el placer
Que piensa que hace y dice bien en todo;
de proferir una agudeza (d). Cuando se dijeren de tí co­
Pues no es posible hacerlo de otro modo,
sas de esta especie, la conducta mas prudente es aparen­ Ni que diga, ni haga
tar que no las has tomado como referentes á ti, ocultando Lo que á su voluntad no satisfaga,
y disimulando cualquiera grado de cólera que pudieres Y lo que quieres tu, sino las cosas
Que su gusto le ofrece,
Y lo que á su discurso le parece.
Por esto considera,
(«) Procura de conocer Que si ha juzgado mal, que á sí se engaña:
A U mismo, Que solamente á sí se ofende y daña;
Aunque sea hondo abismo Y que si es la verdad dificultosa,
De entender: Quien la llama mentira no la ofende,
Que si quieres conocer Sino á si mismo cuando no la entiende.
Si en ti bay malicia, Si haces esta cuenta,
Tus obras te dan noticia Con gran paciencia sufrirás la afrenta,
De tu ser. Y la murmuración de tu enemigo ;
(Castilla). Y podrás escusarte y escusarle
Diciendo : • en cuanto mal de mí decía,
(6) Medita lo que en ti pasa,
Siempre entendió que la verdad seguía. •
Observa tu corazón
Y encontrarás la lección (Epitecto. trad. de Qcbvedo.)
Dentro de tu misma casa.
(X Arica.) (6) No te sientas de Ja poca
Cortesía
(c) Evitez la plaisanterie Que te hace el que en si cría
Donl les traits médisants percent jusques au coeur; Ambición loca.
Et, pour réjouir l’Auditeur, Su defecto no te toca
Ne faites poinl de raillerie Sino el luyo :
Qui puisse blesser son honneur. Cumple el apetito suyo
(Pavillon). A llena boca.
(Castilla.)
(d) Ni burlando ni de veras
Jamás hagas desplaceres; (c) Aux plaisants bons mota joignez les vdtres
Pero ten tales maneras Mais faites, quand vous endirez,
Que para ninguno quieras Que les gens que vous raillerez
Lo que para ti no quieres. Puissent rire coiúme les entres.
(Amanda). Tr. (PAY1LLON). Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 133
ración que se paga i su entendimiento, los deseos que se Harte por el último correo, y el de hoy aun no llega: de
manifiestan de obtener sus consejos, la deferencia que se modo que las últimas noticias qne de tí tengo, no van
maestra por sus decisiones y la confianza con que se hon­ mas que basta 2 del corriente fecha de la última earta de
ran sus virtudes morales, todo esto les hace volver el jui­ M. Harte. Estoy ya tranquilo sobre tu salud, y do tengo
cio en tu favor. Nada les ofende tanto como la menor ahora mas curiosidad que la de tu viaje, que espero ha­
señal de aquel desprecio que ellas creen que los hombres brá sido por Inspruck ó Verona; porque yo desapruebo
tienen de sn mérito y capacidad; y tú puedes estar segu­ completamente el largo y penoso viaje que pensabas hacer
rísimo de ganar su amistad si te pareciere que vale la á Suiza. Sea cual fuere el lugar en que te hallares, te
pena de obtenerla. Aquí el disimulo es á menudo nece­ recomiendo que aprendas todo lo posible del italiano
sario, y aun la simulación es á veces perdonable, porque antes de tu ida á Roma ó á Ñipóles; una tintura de esta
agrada á las mugares, es útil para tí y no causa daño i lengua te será útil en el camino, y el conocimiento de la
ninguno. parte gramatical, que adquirirás fácilmente en dos ó tres
Esta hoja rota (a) que no vi al comenzar, acorta muy meses, te pondrá mas pronto en estado de aprender este
á propósito la grande estension de mi carta. El desaso­ idioma con perfección, luego que fueres á los lugares en
siego en que me tienes me arrastra insensiblemente á es­ que se habla generalmente, como Nápoles, Roma, Flo­
cribir estos cartapacios. Me inclino á creer que mi espe- rencia ect.
riencia al fin de mi vida, podrí serte útil al comenzar la Si el estado de tu salud no permitiere todavía que to­
taya; no sentiré ninguna pena que redundare realmente rnee de nuevo los libros en la mano, espero á lo menos
en tu beneficio ; y aun te repito á menudo las mismas que repararás esta pérdida por medio de conversaciones
cosas á fin de imprimirlas mejor en tu tierna alma, que útiles é instructivas con M. Harte. Por ejemplo : puedes
supongo todavía un poco voluble. Consideraré como muy suplicarle que te esplique de viva voz las principales re­
bien empleada aquella parte de mi tiempo que contri­ glas de la lógica de M. Loche, que te dé una idea general
buyere á que emplees el tuyo útilmente. Dios te bendiga de la moral y un resumen de la retórica. M. Harte puede
hijo mió darte en media hora ideas mas claras sobre todo esto,
que las que retirarías en una semana, de las obras de
los pensativos escritores que han tratado estas materias.
—**>OD«**- He esperado tanto tiempo la llegada del correo sobre
que contaba, que el que va á partir me obliga á terminar
la presente. Dios te bendiga mi amado hijo, y te restituya
pronto una completa salud.
Londres, 16 de Junio de 1749. Memorias á M. Harte. La menor cosa que le debes es
la conservación de tu vida.
Mi querido huo.
No puedo adivinar en donde recibirás esta carta, pero
confio en que te hallará bueno: la dirijo á la ventura á
Lsubach, suponiendo que habrás dejado allí órden para
que se te envíen tus cartas. No me vino ninguna de M.
Londres, 22 de Junio de 1740.

(c) La carta original está rota en una esquina. Mi querido hijo.


(i) i 3 de Junio : El autor á la marquesa de Monconseil:
La cubierta de tu carta de 7 del corriente, escrita de
...... A propos de traduction , je ticbe de faire actuellement
tu propio puño, me dió mas gusto que el contenido de
Iredaire en italien votre futur eléve, votre enfant adoptif :
cuantas he recibido. Vino por el correo de ayer Juntamente
il al en Italie, et il doit passer son biver k Rome. J’ai une
pteek voui demander sur son so jet, c’est de vouloir bien le
con otra de M. Harte, y ambas llegaron muy á propósito,
rtcommander h Monsieur le Due de Nivernais, votre ambassa-
porque encontraron en mi aposento una consulta de mé­
dear; j’anrai l’bonneur de lui écrire moi-méme. pour satis- dicos con motivo á una fiebre que he tenido durante
ñire sn respect et k Vestime que je lui dois: cela n’est que pour cuatro ó cinco días, de que ya me hallo enteramente libre.
la formes; mais c’est de votre recommandation que j’attends Como M. Harte me dice que á ratos te duele el pulmón,
tout le solide. Je con^ois bien que Monsieur de Nivernais, par y que tus lnchazones aparecen y desaparecen variable­
1» politessequi lui est si naturelle, le prendrailb dlner ou k mente; y como no habla una palabra de tos, esputo ó
amper deuxou trois fois pendant son séjour k Rome, etvoilkoü sudor, los facultativos suponen que te hallas enteramente
inisseol les recommandations ordinaires; mais ce n’est pas Ik libre de estos malos sintomas, y de aquí concluyen que
Boe fait: et je soubailerais que Monsieur de Nivernais en flt el dolor que sientes en el pecho es únicamente efecto del
md galopín, qn’il le regardit comme un petil Franjáis de sa reumatismo, que por la presión de los músculos impide
Hile, et qu’il fot si domestique dans son anticbambre, qn’il el libre movimiento de los pulmones. Sea lo que fuere,
ebt, moycnnant cela, de temps en lempa, des occasions d’étu- como estos son un órgano muy Importante y delicado,,
dier le caracléred’bonnéte bomme, sur le meilleur modéle que
insiten en que bebas, en todo caso, la leche de burra
je coanaiase. Ce bonbeur ne peul lui arriver que par votre
dos veces al dia, y el suero de cabra cuantas quisieres;
Boyen ; et pennette>moi de vous dire que vous él es intéressée
mientras mas á menudo mejor. Recomiendan particu­
k le lui procurer. Plus il sera formé avant de vous appartenir
en propre, moin> il vous sera b cbarge ; el quelques le^ons b
larmente, para tu alimento diário, los pectorales, como
l’bétel de Nivernais vous épargneroot bien de la peine aprés. médula de la India, cebada, nabos ecL Estos remedios
Jecompte qu’il aera b Rome vera le milien de Décembre ; et son tan buenos en los casos de reumatismo como en loa
dans une année et demie aprés i) sera b París, ou pour mieux de consunción, y espero que los emplearas rigorosamente
direcinq ou six beures du jour cbex vous; je ne lui demande sin consultar tu gusto ni mostrar aversiones que mucha»
pas aulre Paria que cela. J’y serai peut-étrc son avant-courcur, gentes prefieren á su salud.
aa moins je le aoubaile, et c’est le seul soubait qui me reste. Apruebo tu viaje á Venecia tanto como desaprobé ct

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134 CARTAS

de Suiza. Me figuro que ya habrás llegado, yen tal supo­ versará sobre puntos menos importantes comparativa­
sición dirijo allí esta carta; mas si hallares el calor esce- mente, pero no menos dignos de toda tu atención: me
sivo ó el agua dañosa en esta estación, te aconsejo que refiero al conocimiento del mundo, al decoro, á las ma­
partas Inmediatamente para Verona, y que permanezcas neras, y á todas aquellas cualidades que se miran por lo
allí hasta que hubieren cesado los grandes calores. común como bagatelas, pero que son absolutamente ne­
El tiempo que probablemente pasarás en Venecla, bas­ cesarias para dará los talentos de mayor categoría,todo
tará para que adquieras una idea completa de aquella su lustre y valor.
intrincada forma de gobierno, que pocos de nuestros via­ Si tuviese yo el maravilloso anillo deGyges, que hada
jeros conocen. Lee, pregunta y mira todo lo concerniente Invisible al que lo llevaba (a), y poseyese al mismo tiem­
á ella. Encontrarás también muchos restos «preciables po aquel poder mágico tan común antiguamente y ahora
de ta mas remota antigüedad, y muchas hermosas piezas tan raro, de transportarme con solo el deseo al lugar que
del aafico-modemo, que merecen una atención diferente yo quisiese, mi primera escuraion seria á Venada, para
de la que les prestan tus compatriotas, los cuales van á mirarte sin que tú me vieses. Te observaría en primer
verlas con solo el objeto de poder decir que las han visto. lugar por la mañana á tiempo de tu almuerzo, y eschu-
Estoy seguro de que tú las mirarás bajo otra luz, y que charíatu conversación descuidada y natural con M. Har­
las examinarás con la misma atención que dedicarías á te. Estoy seguro de que podría formarme un juicio esacto
un poema, á que ciertamente se asemejan mucho. Ob­ de tu entendimiento. Qué grato no me seria oír que le (fi-
servarás si el escultor ha animado á la piedra y el pintor rígias preguntas discretas sobre materias útiles! ó que
al lienzo, y comunicado á las figuras la justa espresion bacías reflexiones juiciosas sobre los estudios de aquella
de los sentimientos y pasiones que deben caracterizarlas. mañana ó las ocurrencias del día anterior 1 Te seguiría
Considerarás también si en los grupos hay unidad de ac­ después á las diversas compañías que frecuentas por la
otan, esactltud en el conjunto y verdad en los ropages y mañana, y observaría con cuidado el aire con que te
actitudes. La escultura y la pintura se llaman con razón presentas, y la manera de conducirte cerca de los hom­
artes liberales, porque para sobresalir en ellas se necesita bres de juicio y distinción: si el modo de ofrecer tns
una imaginación viva y fuerte, acompañada de una ob­ servidos es respetuoso sin cortedad; y tu aire modesto
servación muy justa, cualidades que á mi parecer no son sin embarazo; penetraría al mismo tiempo el alma de
tan esenciales para la música, aunque también se cuente las personas para saber si haces en ellas á primera vista
entre las artes liberales y se sobreponga actualmente en aquella impresión ventajosa que cierto aire y ciertas ma­
Italia á las otras dos *, prueba de la decadencia de aquel neras nunca dejan de producir. De allí iría contigo á las
país. La escuela de Venecla ha producido muchos gran­ tertulias por la noche, á las cenas, bailes ect. y espiaría
des pintores, como Pablo Veronese, el Ticiano, Palma ect si muestras una jovialidad graciosa, y si tus finos mo­
de quienes verás cuadros muy hermosos en las Iglesias y dales te facilitan los medios de hacer brillar tus prendas
casas particulares. La Santa Cena de Pablo de Veronese, y tu saber. Con qué gusto no oiría yo esclamar á la com­
que se halla en la Iglesia de San Jorge, es considerada pañía ; che garbato cavaliere, com* é pulito disiiwollo,
como su obra maestra y merece tu atención, como tam­ ¡piritoso! SI todas estas cosas aconteciesen según mis
bién el famoso cuadro de la familia de Cornaro por el deseos, tomaría inmediatamente mi propia figura, me
Ticiano. La afición á la pintura y á la escultura es en mi baria visible y te estrecharía en mis brazos; pero si baila­
opinión tan apreciable y digna de un hombre distinguido, se 1o contrario, conservaría mi invisibilidad, regresaría
como el gusto por el violín y la flauta le es desfavorable. á mi casa mas que de priesa, y atribuiría mi desgracia á
La primera se halla á lo menos ligada con la historia y tí y al mundo. Pero como el poder sobrenatural de loe
la poesía, mas el segundo con nada que yo sepa sino con genios, duendes, silfios y hechizos, ha corrido desgracia­
las malas compañías. damente la misma suerte que los oráculos que les pre­
Aprende cuanto pudieras del Italiano á fin de hallarte cedieron, y que todo esto desapareció hace tiempo, nece­
en estado de hablarlo y entenderlo regularmente antes sito conformarme con los informes escritos de M. Harte,
de ir á Roma y áNápoles. Hay muy buenos historiadores y los verbales que suelen darme las personas que te han
en este idioma y escalentes traducciones de los autores visto. Sin embargo, creo que ningún daño te resultaría
griegos y latinos, conocidas bajo el nombre de collona; si siempre te imaginases que oigo y veo cuanto dices y
pero loe únicos poetas que merecen fijar tu atención, son haces (d).
Ariosto y el Tasso, cuyo gran mérito es incuestionable.
Presenta mis cumplidos á M. Harte, tildándole que he
consultado sobre su pierna, y que si solo es una torcedu­
ra, debe usar por algún tiempo una faja apretada sobre la (o) El lector encontrará en el libro 3® de loa Oficios de
parte, sin aplicar ninguna otra oosa. A Dios. Jobeo te Cicerón, uní noticia sobre Gyges. Casti en una de sus poesías
bene valere r dice :
Mentre la greggia paocolava un di
Gige pastor, un áureo anel trovó,
Che nei dito poichó lo col locó,
Súbitamente agii occbi altrui sport.
Con quell’ anelle i rei disegni ordi
Di tanto fellonie che poociaopró :
Londres, 6 de Julio de H49. II talamo real contaminó,
E sorra il regio eoglioampio sab.
Mi qubrido huo.
(b) De imaginario testigo
Como ya no estoy Inquieto por tu salud, que creo Te provee,
Como que tus hechos vé
completamente restablecida,y como los varios informes
Y vá contigo.
que de tí he tenido me inspiran tranquilidad respecto de
us estudios, nuestra correspondencia en lo sucesivo (GASTOLA). Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 135

MU variada» y pequeñas circunstancias concurren para rente agradar á los otros, ó que tienes una seguridad te­
formar lo qne loa Franceses llaman Palma!) le, y que, meraria de poder conseguirlo sin hacer uso de los medios
ahora que comienzas á entrar en el mundo, debían ser á que tienen que acudir los demas. El completo aseo de
objeto de tu particular estudio. Sin este auslllo, tu saber tu persona es tan necesario para tu salud, como para qne
será pedantería; tu conversación impropia por lo común no repugnes á las gentes. Nada contribuye mas á la sa­
y desagradable siempre, y tu figura, sea cual fuere su lud y al aseo, como lavarse y frotarse el cuerpo á menudo
belleza natural, repugnante y agreste. Un diamante bru­ eonun cepillo. La decencia mas común requiere que
to, tiene en efecto su valor intrínseco, pero mientras per­ atiendas con particular cuidado á la limpieza de tu boca,
manece sin pulir, no se usa ni solicita. Su mérito, es dientes, manos y uñas, á fin de no ofender la vista ni el
verdad, procede de la solides y fuerte adhesión de sus olfato de ninguno (a).
partes, pero si no recibe el último pnUdo, quedará siem­ Te envió inclusa una carta de recomendación para el
pre como un mineral bruto y despreciable en el gabinete duque Nivernals, embajador de Francia en Roma, que
de algún curioso naturalista (a). Me lisonjéo de que tú es uno de loe hombres mas amables que yo he conocido.
ttenei aquella solides y cohesión de partes que constitu­ No encuentro mejor modelo para que te formes; te pido
yen d mérito intrínseco, y lo que ahora te resta es traba­ que lo frecuentes y observes todo lo posible, y te enseñará
jar mucho para adquirir el lustre. La buena compañía, lo que son gracias y maneras. Por los correos venideros
á sabes sacar de ella el partido conveniente, te dará la te enviaré mas cartas para Roma y Ñipóles t la culpa será
forma y te comunicará el verdadero pulido. A propósito tuya si no frecuentas la mejor sociedad.
de diamantes, te he enviado con Slr W. Gray, ministro Gomo por todas partes debes encontrar enjambres de
dd rey, que llegará á Venecla á mediados de Setiembre, Alemames, te recomiendo que les hables siempre en su
nm hebillas de brillantes, que son mas propias de tu idioma, lo cual te hará adelantar, y ai mismo tiempo lo
edad que de la mia; á tí te adornarán y á mí me espon- verán elloe como una cortesía de su agrado.
drian al ridículo. Si este sugeto encontrare alguna perso­ No dudo que dorante tu permanencia en Italia adqui­
na de confianza que fuere á Venecla antes que él, te las rirás un conocimiento perfecto del italiano. Sé que no ea
enriará; pero si no se presentare esta ocasión, y que á su diflcil conseguirlo, si quieres, porque.es Idioma muy re­
llegada allí te hubieres marchado, se las entregará á tu gular y por consiguiente muy fácil. Dios te bendiga.
banquero M. Gornet, para que las encamine'adonde es­
tuvieres. Te hallas ahora en una edad en qne el adorno,
tejos de ser ridículo, es propio y conveniente. La negli­
gencia sobre este particular, indicaría que te es indife­

Lordrss 20 de Julio de 1T4D.


(a) Cierto lapidaria
Perdió ea su camino Mi QUBRIDO hijo.
Un diamante tosco
Y un cristal pulido. El lunes último escribí á M. Harte, en respuesta á su
A su camarada carta de 20 de Junio, que recibí el día anterior, después
El diamante dijo: de un intervalo de ocho correos, durante el cual no sabia
« Yo salir espero yo ai existías, y realmente comenzaba á creer que te ha­
Pronto de este sitio. * blas muerto. Según dicha carta debes hallarte actual­
« Piedra soy al cabo mente en Venecla, adonde espero que habrás llegado
De valor crecido : bueno y sano, después de los baños de Tleffer, si es que
Quien me encuentre, llena los has tomado. Supongo que no serán baños calientes,
De oro su bolsillo. » si tu pecho se baila aun delicado.
El cristal picado
Tu amigo el conde Einsledlen llegó aquí: vino á mi
Respondióle « amigo,
casa y yo estuve en la suya sin habernos encontrado,
Mucho es lo que vales;
Pero no te envidio. •
pero un dia de esta semana comerá conmigo. El conde
• Tú y un vil guijarro
Láscaris pregunta muy á menudo por tí con gran Interes,
Parecéis lo mismo: y te pido que contestes la carta que te escribió hace largo
¿Quien, pues, ba de verte tiempo. Incluye tu respuesta en una de las que me escri­
Si te falta el brillo? bas y tendré cuidado de entregársela. Atenciones como
« Unos pasageros estas nunca deben omitirse; cuestan poco y agradan
Acercarse miro : mucho; á la vez que la omisión de ellas ofende mas de
Vamos á ver de emboa lo que podrías imaginario. El mérito superior ó los detec­
Quien es preferido. »
El cristal lanzaba
Resplandores vivos,
T esto á los viajeros ta) El ateOj dice Lord Bicon, es respecto del cuerpo lo que
Reparar les hizo. la decencia respecto de las costumbres: sirve para atestiguar el
BAjanse A cojerle, respeto que se concede á la sociedad y el que se concede uno A
Le alzan con cariño, sí mismo. El aseo no debe confundirse con las afectaciones del
Y entretanto pisan lujo, el gusto de los adornos, los perfumes, ni los olores, cosas
Al diamante rico. que solo pertenecen A la sensualidad. El aseo, la decencia, las
Y sin ser de nadie maneras amables, son indicios de una alma discreta y bien
Desde entonces visto, formada, que conoce lo que debe á la sociedad : á la vez que
Se quedó en el polvo el desaseo, la grosería, el aire indecente, indican una alma
Para siempre hundido. baja y estúpida, que olvida lo que se debe á si misma y á jos
(DiLlCHTWES.) Tr. demas. Tr.

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136 CARTAS
tos de gran tamaño, te atraerán respeto ó desprecio; como también por mí. Después podrás entregar las demas
pero las bagatelas, las leves faltas de atención ú otras cartas á medida que se presentaren las ocasiones.
nimiedades verdaderas, harán que seas amado ó aborre- No olvides examinar muy á fondo todo lo concerniente
retido en el curso ordinario de la vida. Examina en tu ai gobierno de Venetia. Infórmate de la historia de esta
interior por qué amas á tales y tales personas y aborreces república, especialmente de sus eras mas notables como
á otras; y hallarás que estos sentimientos nacen de can­ la liga de Cambray en 1509, que por poco causa su ruina;
sas muy ligeras. Las virtudes morales son la base de la y la conspiración tramada por el marques de Bedmar,
sociedad en general, y de la amistad en particular ; mas embajador español, para someter el país á la corona de
las atenciones, las maneras y las gracias, les sirven de España. Las famosas disputas entre el papa y los Vene­
adorno al paso que las fortifican. Me hallo tan empeñado cianos merecen tu atención, y los escritos sobre la ma­
en que agrades, y por consiguiente en que brilles en el teria, del célebre literato Era Paolo Sarpi, valen bien
mundo, que quizá te he repetido á menudo las mismas la pena de ser leídos. Esta potencia fué en otro tiempo la
cosas, y es probable que así sucederá en lo venidero. Sea mas comerciante de Europa, é hizo gran figura en los si­
lo que fuere, si me engaño, mas vale engañarme por el glos XIV y XV; pero hoy su comercio ha decaído, su ri­
lado mas seguro ; continuaré pues, comunicándote las queza disminuido, y lejos de mezclarse en los negocios
observaciones sobre el mundo, que mi larga esporteada del continente, debe su seguridad á su neutral impoten*
reconoce en lo general como verdaderas. Tu juventud y cia ¡ pero esta seguridad durará basta que alguna de las
tus talentos, armados de mi esperienda, pueden Ir muy grandes naciones de Europa se apodere del resto de Italia:
lejos ¡ y esta armadura, si quieres usarla, está muy á tu suceso que si no se realiza en este siglo, acontecerá pro-
disposición. Te advierto que no es mi Imaginación, sino babilísimamente en el próximo (a).
mi memoria, la que te prescribe estas reglas ; no escribo Tu amigo el conde de Einsiedlen y su preceptor, acaban
bellas reflexiones sino útiles avisos. Un hombre de buen de estar á verme, y me han entregado tu carta de Berlín
juicio que observa todo, descubre al instante en qué lugar de 28 de Febrero. Ambos son muy de mi gusto y me be
y durante cuanto tiempo, es bien recibido, y cuida de alegrado de que me escribieses por su conducto, y aun
dejar la compañía luego que se apetece su ausencia. Los mas de lo que dicen de tí. Continúa mereciendo las ala­
necios nunca se aperciben del lugar ni del tiempo en que banzas de las personas mismas que merecen elogio. A
su presencia es desagradable. Dios.
He sido gratamente interrumpido en mis reflexiones Abro mi carta para acusar el recibo de la tuya de 30
con el recibo de la carta de M. Harte de 13 del corriente, de Junio que llega en este instante, aunque su fecha es
escrita á M. Grevenkop, con una inclusa para tu mamá. anterior de trece dias á la última de M. Harte. En mi vi­
Veo por su carta que várias de las tuyas y suyas deben da be oido hablar de baños diarios de cuatro horas, y
haberse estraviado, porque dice que se me han enviado deseo con impaciencia saber que has llegado bueno á
noticias regulares de todo lo que te concierne, siendo así Venetia después de una operación tan estraordinaria.
que de todos estos Informes no he recibido mas cartas
que la suya del 6 y la tuya del 7 de Junio j otra suya de
20 del mismo, y abora esta de 13 del corriente escrita á
M. Grevenkop. Mas en fin, pues que te hallas tan bueno
como dice M. Harte, todo vá bien. Me alegro mucho de
que ya no te duela el pecho; pero te encargo que te cui­ Londres, 30 de Julio de 1749.
des durante tres ó cuatro meses como si aun te doliese.
Continúa tomando la leche de burra ó de cabra, porque
ambas son buenas, y quizá la última es mejor; y procu­ Miqubrido hijo.
ra que tus alimentos sean pectorales hasta el grado que
la prudencia lo permita. Te pido digas á M. Harte que Tus cartas y las de M. Harte caen en mis manos del
según sus deseos he escrito una carta do agradecimientos modo mas irregular. Por el último correo recibí una de
á M. Flrmlan. Espero que tú también le escribirás de M. Harte de 9 del presente, y la que escribió á M. Gre­
cuando en cuando. Las cartas de recomendación de un venkop, llegada por el correo anterior, era del 13. Al fin
hombre de su mérito y saber, te serán sin duda dejnucha creo que las recibiré todas. .
utilidad cerca de los literatos de Italia, esto es, oon tal Me alegro mucho de que mi carta, unida á la opinión
que te esmeres en sostener el carácter que en ellas te dá, del doctor Shaw, disminuyese tus baños, porque desde
porque de otro modo solo servirán para vejarte. que nací no he oido decir que alguien se bañase durante
Considera que has perdido mucho tiempo en tu enfer­ cuatro horas consecutivas ; tiempo que seguramente se­
medad ; recupéralo ahora que te bailas bueno. Debes ría demasiado aun en la caldera de Medea, dado casoqoe
economizar todos tus instantes, tanto mas, cuanto que te hallases en la remota necesidad de rejuvenecerte.
las compañías y tas cosas dignas de verse, reclaman una Aunque en dicha carta te propuse el viaje á lnspruck,
jran parte de ellos, y así debes emplear el resto, no solo fué únicamente para impedir el de Lausana, que me pa*
ron atención, sino con ardor. Pero en verdad que yo no reció muy largo y penoso para tí; pero por mis subse­
sospecho que pases un solo instante del dia en la ociosi­ cuentes habrás visto que el de Venetia fué de toda mi
dad, la cual solo sirve de refugio á las almas débiles, y aprobación, y espero que ya llevarás algún tiempo de
de regocijo á los locos. Yo no llamo ociosidad el trato con estar en aquella ciudad, que, hasta tanto no vayas á Ñi­
la buena compañía, ni el goce de los placeres decentes; póles, te conviene mas que Tleffer ó taubach. Yo tengo
al contrario, te recomiendo una buena parte de ambos.
Te envio inclusa una carta para el cardenal Albanl, á
quien la presentarás tan luego como llegares á Roma y (a) Aconteció en efecto la caída de la famosa república de
antes de entregar ninguna otra; la púrpura exige esta Venecia á fines del siglo pasado, cuando Bonaparte se apoderó
preferencia. En seguida irás á ver al duque Nivernals, á de la Italia. Por el tratado de Campo Formio quedó despea «
quien te hallas recomendado por várias personas de París territorio bajo el dominio del Austria, que lo conserva basta
>*1 dia.

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DE LORD CHESTERFIELD 137

<ma decidida predilección por las capitales, porque en culares de tu última enfermedad, como también del Iti­
ellas existen las mejores compañías y se aprenden las nerario de tus viajes. En cuanto á lo primero estoy con­
mejores maneras. Las ciudades de provincia mas afa­ vencido, como lo está el doctor Shaw, que tus pulmones
madas, tienen siempre algo de rústico, que distingue sus solo fueron afectados sintomáticamente, y que ahora de­
maneras de las de la metrópoli. A propósito de capitales t bes precaverte contra la tendencia reumática; para
te envio inclusas dos cartas de recomendación para Ñi­ mayor seguridad, cuida tu pecho como sí hubiese estado
póles de M. FinochetU, ministro napolitano en La Haya, ó se hallase aun atacado. En ambos casos es igualmente
y en mi próxima te remitiré otras dos de la misma per­ bueno un régimen refrigerante y pectoral. Por refrige­
sona para dicho lugar. rante quiero decir lo que tiene esta cualidad en sus con­
Examiné tan de cerca al conde Elnsledlen tocante á ti, secuencias, y no lo que es frió al paladar; porque nada
que le obligué á confesar que no cuidas hablar aleman es mas peligroso que las bebidas muy frías, aun en loa
sino con los que no conocen otro idioma. Si sigues así, momentos en que mas se apetecen; como cuando el ca­
nunca lo hablarás bien, y sabes que deseo mucho que lor es escesivo. Las frutas maduras son muy sanas, pero
poseas este idioma perfectamente, por las ventajas que es necesario irse á la mano en la cantidad, porque yo be
te procuraría con el tiempo. El que no conoce á fondo un conocido muchos compatriotas mlos> que han muerto de
idioma y no lo habla con facilidad, aparecerá siempre disenteria por haber comido mucha fruta en países donde
inferior á sí mismo, porque la falla de palabras y de fra­ creían que no les haría daño, porque la encontraban en
ses encadena y estropea sus pensamientos. Conoces ya sazón y de muy buena calidad. Ne quid nimis es una re­
bastante el aleman para espresarte pasablemente; y no gla escelente en todo (a), pero por lo común es la que
dejándolo de la mano llegarás á hablarlo muy bien y menos observan las personas de tu edad. Son muy de
brillarás mas. Tu criado Sajón y la multitud de Alemanes mi aprobación las disposiciones de tu viaje, y prefiero en
que hallarás por todas partes, te procurarán la oportuni­ gran modo que tu mansión sea en Verona y no en Vene-
dad de hablar esta lengua diez ó doce horas al día; y te cía, cuyas aguas estancadas no pueden menos de cor­
recomiendo que así lo hagas, porque si no todo el trabajo romper el aire en esta estación. El aire de Verona es puro
que te has tomado para aprender lo que sabes será per­ y sereno, y según se me ha dicho abunda allí la buena
dido. compañía. Aun que no fuese mas que por conocer al
Las conjeturas de M. Harte sobre tu enfermedad me marques de Maffel, valia la pena de que hicieses el viaje.
parecen muy racionales y están enteramente de acuerdo Me parece que podrás dejar á Verona hácia mediados de
con lasadas, cuya regla es la que sigue general mente ca­ Setiembre, en que los grandes calores habrán cesado, é
da hombre para juzgar de la opinión de otro. Pero sea ir en derechura á Nápoles, en donde confieso que deseo
cual fuere la causa de tu reumatismo, debes atender verte cuauto antes, por via de precaución, en caso que
líos efectos; y como ha de haber quedado un resto de te quede aun alguna afección en el pecho. El anfiteatro
acrimonia en tu sangre, debes tomar esto en considera­ de Yerona merece tu atención, así como los muchos edi­
ción en tus alimentos ordinarios y en tus medicinas, ficios que verás, tanto allí como en Vicenza, del famoso
procurando que ambos sean temperantes y alcalinos, y Andrés Palladlo, cuyo gusto era verdaderamente an/i-
también fáciles de promover la transpiración. Los reu­ que. No sería malo que empleases tres ó cuatro dias en
matismos vuelven fácilmente; y tales repeticiones en tu aprender los cinco órdenes de arquitectura con sus pro­
edad de estudios y en el curso de tus viajes, te serían tan porciones ; este tiempo basta para que aprendas todo lo
perjudiciales como molestas. Tu tiempo en las presentes que te conviene saber sobre la materia. El tratado de ar­
circunstancias vale mucho; cada hora es boy mas pre­ quitectura que escribió el mismo Palladio, es el mejor de
ciosa que doce meses de aquí á veinte años. Cavas ahora que puedes hacer uso para este intento, pasando en
los cimientos de tu reputación y fortuna, y una sola pie­ blanco las partes comunes y mecánicas, como los mate­
dra que falte en este cimiento, es de mas importancia riales, cimiento ect.
que si faltasen veinte en el cuerpo del edificio,* porque M. Harte me dice que has vuelto á renovar la amistad
si este reposa sobre bases sólidas, podrá siempre recibir con los autores clásicos. La suspensión ha sido tan corta
las mejoras y cambios que quieran hacérsele. Continuan­ que no es posible creer que haya habido resfrío; y aun
do la metáfora sobre arquitectura: deseo que levantes me atrevo á asegurar que te son ya tan conocidos, que
un edificio Corintio sobre cimiento Toscano, porque el dos horas diarias sin interrupción, por espacio de dos
último tiene toda la fuerza y solidez posibles, y el prime­ años mas, te pondrán en estado de descubrir todas sus
ro puede recibir todos los adornos imaginables. La co­ bellezas; y aun pienso que por ahora no podrías consa­
lumna Toscana es grosera, pesada y desagradable, y grarles mas tiempo, por las muchas cosas que tienes que
nadie la mira dos veces, mas la columna Corintia con hacer. Es necesario que te dediques á hablar y escribir el
bus medias cañas, es hermosa y agradable á la vista; italiano con toda perfección; que aprendas algo de ló­
pero si no reposa sobre cimiento sólido, apenas podrá gica, de geometría y de astronomía, sin contar tus ejer­
rerse dos veces, porque muy pronto se vendrá abajo. cicios que no debes dejar de la mano *, y sobre todo, tie­
Tuyo afectísimo. nes que aprender el mundo, lo cual no se consigue
pronto, porque soIq se adquiere frecuentando las buenas
sociedades.
Considera pues, cuan precioso es cada instante para tí.
Mientras mas te aplicares á los estudios, mas sabrosos

Londrxs, 7 de Agosto de 1740.


(a) Máxima de Terencio :
Mi querido hijo.
.........................................Id arbitrar
Por la carta de M. Harte de 18 de julio que recibí por Adprime inrita esse atile, ntne quid nimis.
el correo anterior, he sido al fin informado de los parti- Tr.

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138 CARTAS

te serán loe placeres. El ejercido del alma por la mañana absolutamente necesaria para conciliar al mérito mas so­
estimóla el gusto para los placeres de la tarde, así como bresaliente todo el respeto que le es debido.
el trabajo corporal escita el apetito para la comida. Las Los juegos toscos y pesados traen malas consecuen­
ocupaciones y los placeres, en vez de ser enemigos, como cias (a); los retozos, las frecuentes risadas, las burlas,
se lo figuran muchos necios, se asisten mutuamente las chocarrerías y las familiaridades con todo el mundo,
cuando son bien entendidos. Nadie puede gozar verda­ son cosas que envilecen al mérito y al saber; y el hombre
deros placeres sin haberlos merecido por sus ocupa­ que las practica, será tenido cuando mas por hombre de
ciones precedentes; y son raros los hombres que desem­ buen humor; pero un sugeto de esta clase, jamás será
peñan bien los negocios sin hacer ninguna otra cosa (a). respetado (ó). La estremada familiaridad ofende á tus su­
Ten presente que cuando te hablo de placeres, me refiero periores, ó te hace pasar por su humilde y bajo favorito ¡
siempre á los que son dignos de un ser radonal, y de y si la usas con tus inferiores, es darles derecho de
ninguna manera á los goces groseros de un bruto. Me re­ igualarse á ti, y esto acarrea mil disgustos é impropie­
fiero pues á la buena comida sin glotonería; al vino sin dades. Un bromista es pariente muy cercano de un
la menor señal de embriaguez; al juego por pasatiempo bufón, y ni uno ni otro anuncia el menor grado de
sin mezcla de pasión ó Interes; y así respecto á ios demas entendimiento (c). Todo aquel que es admitido ó so­
entretenimientos. En todas estas cosas hay una linea licitado en la sociedad por cualquiera otro principio que
divisoria, y los hombres sensatos cuidan, para mayor no sea el de su mérito y sus modales, nunca será res­
seguridad, de tenerse á buena distancia por el lado recto, petado, y solo servirá á las gentes para sacar partido de
porque del opuesto no se hallan mas que enfermedades, su presencia. Deseamos, dicen, tener á fulano porque
cuidados, desprecio é infamia. Puede acontecer que al­ canta muy bien; invitamos á zutano porque baila divina­
gunos hombres de mérito y estimables bajo otros aspec­ mente ; convidamos á comer á mengano por sus chis­
tos , caigan en algunas de estas faltas; mas estos pocos tes y buen humor; deseamos la compañía de tal otro
ejemplares en vez de servirnos de imitación, deben por el porque juega fuerte ó bebe copiosamente. Estas dis­
contrario precavernos contra tales fragilidades. Yo he co­ tinciones y estas preferencias son viles y mortificantes,
nocido hombres de mérito poseídos de algún vicio, pero y alejan toda idea de aprecio y consideración. Cual­
en mi vida be visto que un hombre vicioso fuese consi­ quiera que es admitido en la sociedad por un solo y
derado como fashionable. El vicio es tan degradante único talento, jamás será considerado bajo ningún otro
como criminal. Dios te bendiga, mi querido hijo. aspecto, y por consiguiente, sea cual fuere su mérito,
no se verá respetado.
Esta dignidad de maneras que encarecidamente te re­
comiendo, difiere tanto del orgullo, como el verdadero
valor de la fanfarronería; y aun le es enteramente con­
trario, porque nada envilece y degrada mas que el or­
gullo. Las pretensiones de los orgullosos esdtan el des­
Londres, 10 de Agosto de 1749. precio y la mofa mas bien que la Indignación, así como
ridiculizamos á un mercader ofreciéndole una bagatela
Mi querido hijo. por los objetos que estima á precio muy exagerado, á la
vez que no regateamos con el que nos pide un precio
Volvamos á tomar el hilo de nuestras reflexiones sobre
equitativo.
los hombres, sus caracteres, sus maneras ¡ en una pala­ La adulación y la condescendencia sin límites degra­
bra aquellas observaciones sobre el mundo, que pueden dan tanto como la contradicción ciega y ruidosa enfada
contribuir á que te formes y conozcas bien á los demas. y disgusta; mas una esposicion modesta de nuestro sentir,
Este conocimiento, útilísimo en todas edades , es muy
y una docilidad complaciente por la opinión de otro, con­
raro en la tuya; y se diría que nadie tiene misión de co­
servan ilesa la dignidad. Las espresiones bajas y vulgares,
municarlo á los jóvenes, visto que los maestros no les y los movimientos y gestos groseros, envilecen á un hom­
enseñan mas que los idiomas ó las ciencias que les inte­
bre, porque anuncian que tiene poco Ingenio, ó que ha
resan; y á decir verdad, son por lo general incapaces de
recibido mala educación y frecuentado compañías des­
enseñarles el mundo. Los padres se hallan por lo común
preciables.
en igual caso, ó por lo menos descuidan hacerlo, sea por
obstáculos, sea por indiferencia, ó sea porque se imagi­
nan que el mejor medio de que sus hijos aprendan el
mundo es darles libertad para que lo recorran. Esta
opinión tiene mucho de verdadera, es decir, que el (a) ün antiguo poeta dijo á propósito :

mundo nunca será conocido por teoría, y que la práctica Ludas enim genuit trepidum certamen et iraní,
es absolutamente Indispensable; pero es sin duda muy Ira trucos inimicilias, et fúnebre belliun.
útil que un jóven, antes de partir para un país tan • Al principio solo ee pura chanza, pero entra después si
lleno de laberintos y de revueltas, tenga á lo menos calor, sigue el enojo y al fin los odios mortales, a
un mapa general, trazado par algún esperimentado via­ (6) No te precies de gracioso
jero. Cortesano,
Hay cierta dignidad en la conducta y en las meneras, Que es sospecha de liviano
Ser donoso;
Gusta del no malicioso
A media risa,
De su arte y de su guisa
(a) Procura che il travsglio e la fatica
Desdeñoso.
Spesso interrompa alie tue gioje il corso :
Fa che sia impreaso ognor nel tuo peniiere
(Castilla)
Che un continuo piacer non é piacere. (o) La moqueríe est souvent indigence d’esprit.
(Vastogirardi.) Tr. (VaüVEíargdms.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 139

Una cartooldad frívola por bagatelas, y una atención muy útiles el dia que tú mismo fueres actor. Nada en la*
laboriosa á objetos pequeños, que ni requieren ni mere­ córtes es tal como se presenta; unas veces es muy dife­
cen que se piense en ellos un instante, atraen desprecio rente y otras enteramente contrario. El toleres, gran
sobre un hombre, y, en consecuencia, hacen que se le móvil de cuanto alii se hace, crea y destruye igualmente
considere como incapaz de grandes negocios. El cardenal las amistades; produce y reconcilia la* enemistades; ó
de Reta tuvo sagazmente por pobre de espíritu al carde­ mas bien, no dá lugar á que existan en realidad ni unas
nal Chigi, desde el momento que este le dijo que hacia ni otras, porque, según la esacta observación de Dryden,
tres años que escribía con la misma pluma y que todavía loe político* ni aman ni aborrecen. Esto es tan cierto,
n hallaba en buen estado. que boy puedes considerarte en relaciones con dos ami­
Oerts grado de seriedad estertor, tanto en las miradas gos, y tener mañana que optar entre ellos como enemi­
cubo en los movimientos, comunica dignidad, sin ca­ gos. Observa pues con tus amigos un grado de reserva
stor el ingenio ni la decente alegría. Una cara siempre que no te deje á su discreción el dia que pudieren con­
riraeña,y un cuerpo en continua agitación, son indicios vertirse en tus enemigos, y un grado de moderación con
de mocha futileza. El que se precipita, manifiesta que io tus enemigos que nunca les impida tornarse en tus
qsetrae entre manos es superior ¿sus fuerzas. La dlll— amigos (a).
gánete y la precipitación son dos cosas muy diferentes. Las córtes son sin dispota la residencia de la urbani­
Sote be mencionado una parte de aquellos defectos que dad y de 1m buenas maneras: si así no fuese, serian el
® opinión del mundo envilecen y degradan el carácter teatro de to matanza y de la desolación. Aquellos que
de personas que, consideradas por otro lado, son muy ahora se hablan con aire risueño y se abrazan con ardor,
estimables; mas no he hablado de aquellos defectos que se insultarían y matarían si tos buena* maneras y to cor­
destruyen el carácter moral, porque son de lo mas ob­ tesía no se opusiesen; mas to ambición y la avaricia, es­
vios. Un hombre que ha recibido con paciencia un pun­ tas dos pasiones predominantes de tos córtes, han encon­
tapié, puede aspirar con tanto derecho i ser tenido por trado el disimulo menos peligroso que to violencia j y el
valeroso, como un criminal lleno de vicios puede pre­ disimulo ba introducido aquellos modales delicados que
tender á la cualidad de hombre de honor; sin embargo, distinguen al cortesano del habitante de provincia. En
la decencia estertor y ios buenos modales sostendrán por el primer caso prevalecería el cuerpo mu rebusto ; en el
algún tiempo á un hombre de esta especie: tan valioso segundo triunfa el espíritu mu fuerte.
así es el decoro aun cuando sea afectado y postizo! Te Un hombre discreto y en favor, no necesita adular en
recomiendo que leas á menudo con la mayor atención, y tos córtes á todo el mundo ¡ pero sí debe tener gran cui­
«m que aprendas de memoria, si puedes, el incompa­ dado de no ofender á ninguno, porque los que carecie­
rable capítulo de los oficios de Cicerón sobre el decorvm, ren de medios de serle útil, tienen siempre en su mano
que contiene todo to que es necesario para adquirir las los de perjudicarle. Homero supone que desde Júpiter
Bañeras nobles. hasta 1a tierra desciende una cadena que une á este dios
En mi próxima te enviaré un mapa genera! de las cór- con los mortales. En todas tos córtes hay también una
tes, región que aun no ha* esptorado, y que sin embargo, cadena que liga al principe ó al ministro con el tocayo ó
habitarás algún día. Los senderos son por lo regular tor­ la camarera. La reina ó una querida tiene influencia so­
tuosos y llenos de vueltas y laberintos, sembrados á ve­ bre el rey; un amante la tiene sobre una de ellas; un pago
ces de flores y obstruidos otras con zarzas y espinas: ó una camarera la tiene sobre los dos y así ad iqfini-
una superficie llana y agradable cubre por lo común mu­ tum (b). Es pues necesario que no rompas un soto esto­
chos sitios pantanosos y muchos pozos profundos *, todas
tes veredas son resbaladizas y cada resbalón peligroso. El
teten sentido y la discreción deben acompañarte en tus
primeros pasos; con todo, basta que la esperiencto no la) É to corte un mar burrascoco in coi tanta sono gli scogli
feere tu gula, no te será posible evitar ¡os tropezones. quanti tono gl’ iateressi delle diverso persone ehe la compon-
Lady Chesterfield acaba de recibir tu carta en aleman, gono. Ivi le umane passioni come in campo di furiosa battaglia
por la que te dá las gracias. Dice que el lenguaje es muy scambievolmente combattonsi, e nascono e rnuoiono, 1’ une
correcto, y yo veo llanamente que la letra está bien tor­ all’ altre succedonsi, oome i flutti del maro •* incalzano e ro-
nada, por no decir que vale mas que tu habitual letra moreggiano e spumano. Tullo é agitazione, mobilita ed incer-
tezza, e pare altro non abbiavi di costante che il desiderio di
inglesa. Continúa escribiendo el aleman á fin de hacér­
nuocere e di salire. Un giorno non é mai simile alP altro, la
telo familiar. A Dios.
calma é florera della tempesta, e quell’ onda medesima che
v’ innalza, vi apre nel tempo stesso un abisao per inghiottirvi.
Quindi nel1 animo de’ cortigiani una rivoluzione perpetua di
timori, di precauzioni e di speranze. Timori che il pita delle
voite si trovaoo awerati, precauzioni che si rendono inutili,
speranze che vanno a finiré nella miseria. Intento per correr
Londres, 21 efe Agoito de 1749. dietro al futuro si perde il riposo e la dolcezza della vita pre­
sente, la felicita diviene un fantasma che non possiam mai
Miqubrido hdo. raggiugnere, ed ailora solamente siamo sensibili al disinganno
quando non é piú tempo di profittarne.
Por una carta que he recibido de M. Harte de 31 de (Tunero).
feUo, supongo que actualmente te hallas en Venecia ó (6) Ce petit garlón que vous voyez h, disait Tbémistoclo h
en Verana, completamente restablecido de tu última in- sea amis, est 1’arbitre de la Gréce : car il gouverne sa mére,
dtepostaon, que, cada dia me convenzo mas, no pro­ aa mére me gouverne, je gouverne les Athéniens, et les Athé­
pendía á la consunción; sin embargo, cuídate aun, ob- niens goQvernent les Greca. Oh! quels petits conducteurs on
cerva un régimen pectoral y no cometas desarreglos. t rouvertí t souvent anx plus grands empires, si du prince on
Dentro de poco frecuentarás fas córtes, y aunque nln- descendait par degrés jusqn’h la premiére main qui donne to
8un Interes te ligue á ellas, las reflexiones y las observa- branle au secret!
Gtenes que hicieres sobre to que allí pasa, podrán serte (J. J.BOUMKAV.) Tr,

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140 CARTAS

lx>n de esta cadena que debe hacerte subir basta el


principe.
El que no quisiere tolerar A los bribones y condescen­
der con los nécios, debe renunciar á las córtes. Su nú­ Londres, 5 de Setiembre de 1749.
mero les dá importancia y no debes reñir ni ligarte con
unos ni otros.
Ten por cierto que todo cuanto hicieres ó hablares en Mi querido hijo.
las córtes será conocido; la ocupación de aquel concurso
que asiste A los besamanos y en las antecámaras, es re­ Recibí tu carta de Laybach de í 7 Agosto con la inclusa
petir cuanto ven y oyen, y aun mucho mas, según la In­ para el conde Lascarla á quien la entregué. Quedó muy
clinación que tienen por las personas interesadas ó el contento con ella, y yo no lo estoy menos de tu descrip­
gusto de aquellos á quienes obsequian. Es pues de toda ción de Carniola. Me alegro mucho de que te informes
necesidad una precaución extremada, y si A ella puedes de los negocios políticos de los países por donde transi­
agregar las apariencias de una franqueza natural, forma­ tas. El comercio y las manufacturas son objetos de alta
rás una unión que Maquiavelo cree dificultosísima, pero importancia, y si bien se mira, los mas esenciales; por*
que sin embargo es muy útil: volto sciolto e pensieri que aunque los ejércitos y las flotas sean las señales mas
stretti. aparentes de la fuerza de las naciones, no podrían pa­
Las mugeres toman parte activa en las intrigas de garse bien y por consiguiente, combatirían muy mal, si
córte, pero merecen mas atenciones que confianza, por­ las manufacturas y el comercio no los sostuviesen. Sin
que depender de ellas es dependencia muy precaria. duda que habrás observado en Alemania, la inacción de
Me veo gratamente interrumpido en mis reflexiones una potencia que posee grandes territorios y multitud de
con el recibo de una carta del barón Firmlan , que con­ hombres enteramente inútiles, á menos que no sean pa­
tiene tu encomio con las mayores protestas de que no te gados por otras potencias que cuentan con el recurso de
hace mas que justicia. He recibido esta agradable nueva las manufacturas y del comercio. En este caso hemos
con el mayor placer, y no lo resiento menos al comuni­ visto que se han hallado últimamente las dos empera­
cártela. Mientras merecieres elogios, es justo que sepas trices de Alemania y de Rusia. La Inglaterra, ¡a Francia
que se te conceden , y no dudo que servirán para esti­ y la España necesitan pagar sus aliados, porque de no
mularte A continuar mereciéndolos. La carta del barón hacerlo les serian inútiles.
contiene el siguiente párrafo: Ses mceurs dans un áge si No pongo la menor dificultad á que agregues á tus otros
tendré, réglées selon toutes les lois d’une mor ale estudios algunas observaciones sobre curiosidades natu­
exacte et sensée, son application (esto es lo que mas me rales, que vendrán muy bien, con tal que no te roben el
agrada) ¿ tout ce qui fappelle ilude sérieuse el belles- tiempo para cosas mas necesárias. La forma de los go­
lellres, ¿loignée de Vombre mime d*un Jaste pédantes- biernos, las máximas políticas, la fuerza, la debilidad, el
que, le rendent tris digne de vos tendres soins; et fai tráfico y el comercio de los diversos países que recorres ó
Chonneur de vous assurer que chacun se louera beau- de que oyeres hablar, son los objetos importantes que re­
coup de son commerce aisé et de son amitié: j’en ai comiendo á tu mas séria atención. Creía yo que la re­
profité avec plaisir icietd Vienne, et je me crois tris- pública de Venecia habla finalmente abandonado la ton­
heureux de la permission qu'il m’a accordée de la ta é inútil política de ocultar la forma de sn gobierno,
continuer par la voie des lettres (a). La reputación que todo el mundo puede conocer muy bien tomándose
como la salud, se preserva y aumenta por los mismos el trabajo de leer cuatro ó cinco libros que esplican todos
medios que nos sirven para adquirirla. Continúa de­ sus grandes resortes; y por lo que toca á algunas ruedas
seando y mereciendo alabanza y la obtendrás ; el saber pequeñas de esta máquina, el conocerlas seria poco útil
adornado de las maneras te la procurará infaliblemente. á los otros como peligroso para ella misma. La mejor po­
Considera que solo te resta un corto trecho para llegar al lítica que puede seguir, es estarse quieta y no ofenderá
fin de tu camino, y asi, por amor de Dios, no aflojes en ninguna grande potencia uniéndose á otra. Et peligro de
tu marcha. M. Harte me asegura que año y medio mas que escapó cuando la liga de Cambrai debe servirle de
de aplicación sólida, terminará su obra, y cuando su escarmiento.
obra hubiere terminado felizmente, la tuya será muy Me alegro de que frecuentes las concurrencias de Vene-
fácil. Las maneras y las gracias no son partes poco cía. ¿ Has-visto A M. Capello y A su señora ? ¿ Cómo te
importantes de aquella obra, y por lo mismo te pido que lian recibido ? Di me quienes son las damas de las casas
les concedas tanta atención como á tus libros. Todo de­ que mas frecuentas. ¿ Has visto A la condesa Orselska
pende de ellas : senza di noi, ogni fatica é vana. Las princesa de Holsteín P ¿El conde Algarotti, que era aquí
diversas compañías que actualmente frecuentas te las su cortejo, se baila en Venecia ?
procurarán, si estás atento á formarte sobre los modelos Encontrarás en muchos lugares de Italia, sobre todo
que las poseen. en Roma, numerosos partidarios del pretendiente, Ingle*
A Dios. Bendígate el cielo y permita que sigas mere­ ses, Escoceses é Irlandeses fugitivos, y es probable que
ciendo el afecto que actualmente siento por ti. Tuyo. veas al pretendiente mismo. De ninguna manera te con­
viene declarar la guerra á estas gentes ; así como no es
de tu Interes, y espero que tampoco de tu inclinación,
(a) Sus costumbres, aunque tan jóven, arregladas á los pre­ relacionarte con ellas; y por lo mismo te recomiendo una
ceptos de una moral juiciosa y esteta; su aplicación (esto es lo completa neutralidad. Evítalas cuanto fuere posible, con
que mas me agrada) á las bellas letras y á cuanto puede lla­ decencia y buenos modales; pero cuando esto no se pu­
marse estudio serio, sin el menor asomo de vanidad pedantesca, diere, huye todo debate ó conversación sobre política,
lo hacen muy digno de vuestra tierna solicitud; y tengo la diciéndoles que tú no te mezclas en negocios de estado,
boura de aseguraros que todo el mundo verá con agrado su que no te toca hacer ni despojar reyes; que cuando par­
trato y su amistad de que he sabido aprovecharme, tanto aquí tiste de Inglaterra dejaste un rey, y que después no has
como en Viena, y considero como una dicha el permiso que me sabido que haya muerto ú ocurrido alguna revolución;
hadado de cultivarla por escrito. y que tú tomas reyes y reinos como los encuentras ¡ pero.

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DE LORD CHESTERFIELD 141

do vayas mas adelante sobre una materia que, sin serte toridad de padre, pedirte como amigo, por el amor que
de ninguna utilidad, podría producir animosidades y me tienes y por consideración á tí mismo, que continúes
querellas. Cuando hablares del viejo pretendiente, le lla­ trabajando, con aplicación y constancia, en la obra que
marás solo caballero de San Jorge, pero menciónalo lo felizmente has llevado tan adelante y que se halla tan
menos posible. Si él te hablare en alguna reunión, por­ cerca de su término. Mi ánimo es hacerte brillar en el
que he oído decir queá veces habla á los Ingleses, aparen* mundo de los sabios y en la región de las gentes urbanas.
taque no lo conoces, y respóndele civilmente en francés Pocos hombres han conseguido distinguirse en ambos
ó en italiano, dándole el título de monsieur ó de signore. teatros: la erudición profunda se halla por lo común in­
SI encontrares al cardenal de York, no te hallarás emba­ ficionada con la pedantería, ó á lo menos, desprovista
lando, porque tiene un derecho incontestable al titulo de maneras; por otra parte, los modales finos y el talante
de Eminencia. En una palabra, frecuenta á estas perso­ del mundo se miran rara vez apoyados por el saber, y de
nas lo menos que pudieres; cuando las encontrares, consiguiente, degeneran en una disipación frívola que se
muéstrateles civil, bajo el pié de estranjeros; pero jamás pierde en los salones y los estrados. Tú has dejado atrás
te precipites en altercaciones sobre el imaginario derecho lo mas árido y dificultoso de los estudios, y lo que te
de su pretendido rey. resta, requiere mas tiempo que trabajo. Tu enfermedad
Es inútil representar á estas personas los derechos na­ te ha hecho perder algún tiempo que nunca sino ahora
turales del hombre, ó hablarles de la particular constitu­ puedes recobrar; y así te pido ardientemente, por tu pro­
ción de este país: ciegos de preocupación, exasperados pio bien, que durante los seis meses próximos, consagres
por la desgracia y tentados por sus necesidades', son tan cuando menos seis horas todas las mañanas á tus estu­
incapaces de razonar con rectitud, como lo han sido dios con M. Harte. Ignoro si él será de este parecer, mas
hasta de obrar con discreción. El difunto Lord Pembroke yo lo exijo, yen consecuencia, espero que consentirás, y
nunca supo nada de lo que no quería saber; y en el pre­ que tratarás de persuadirlo para que te conceda este
sente caso te aconsejo que sigas su ejemplo. Afecta que tiempo, que confieso es un poco largo, mas si ambos con­
no conoces ni al padre ni á los dos hijos sino como á es­ sideran que contal aplicación, la obra tendrá un término
tranjeros, y de esta manera, ignorando sus pretensiones, mas pronto y feliz, no lo encontrarán desproporcionado,
no tendrás ocasión de disputárselas. y al fin cada uno retirará sus ventajas. Ademas, esta
No puedo dejar de recomendarte la mayor atención aplicación será solo por las mañanas, que, visto tu buen
para adquirir las maneras, el talante y las gracias de un sentido y la ternura con que te mira M. Harte, no dudo
hidalgo y de un cortesano, cosas que deben aparecer en serán empleadas como deseo. Es racional y también útil,
todos tus movimientos, aun en tu vestido, si es que tratas que dediques las tardes á los placeres y las diversiones ¡ y
de agradar y de elevarte en el mundo. Todo esto no de­ asi, no solo permito, sino que te recomiendo que frecuen­
pende mas que de ti, y por lo mismo espero que tratarás tes las asambleas, los bailes, los espectáculos y las mejores
de contentar mis deseos. Quiera el cielo que se realicen! compañías, con esta cortapisa únicamente, que las con­
A Dios. secuencias del entretenimiento de la prima noche, no
P. D. Pedí al conde Láscaris que me franquease tu interrumpan los estudios de por le mañana con almuer­
carta, y la he encontrado muy de mi gusto. El estilo es zos, visitas y partidas de campo de ningún provecho.
fácil y natural, y el francés bastante correcto. Son tan Cuando se propusieren algunas de estas partidas, no es
pocas las faltas de ortografía que hay en ella, que estu­ vergonzoso en tu edad decir que deseas se te escuse,
diando un poco mas los autores franceses, llegarás á po­ porque te hallas obligado á emplear toda la mañana con
seer perfectamente un idioma tan necesario. M. Harte; que tal es mi voluntad y que no te atreves á
No quiero ocultarte que he recibido últimamente noti- contrariarla. Echa sobre mi toda la culpa, aunque me
cias acerca de tí muy satisfactorias, por conducto de una persuado que obrando de este modo seguirás tu propia
persona sincera y de juicio que no es posible creer se en­ inclinación así como la mía, Con gentes ociosas y frívolas,
gañe. Se me promete, se me asegura que con un poco mas que no saben en qué emplear el tiempo y que se empeñan
de mundo, tus maneras y tu destreza igualarán á tus co­ en hacerlo perder á los demas, no hay que hacer uso de
nocimientos. Estas noticias me lisonjean tanto mas, cuan­ razones, porque sería hacerles mucho honor. Las res­
to que se refieren á los dos artículos sobre que mas du­ puestas civiles mas cortas son las mejores: no puedo, no
daba. Estoy persuadido de que estas alabanzas lejos de me atrevo, en vez de no quiero; porque si te pusieses á
inspirarte presunción ó vanidad, te darán ánimo para discutir con ellas acerca de la necesidad de estudiar y la
proseguir por el buen camino. utilidad del saber, no harías mas de darles materia para
sus necias burlas que desearla yo evitases. Quiero supo­
nerte en Roma, estudiando seis horas sin interrupción
todas las mañanas con M. Harte, pasando las tardes en
las mejores sociedades y observando las maneras para
formar las tuyas; supondré también un número de In­
gleses ociosos callejeros é Ignorantes, como por lo común
Lordbks, 12deSetiembre deVM. es el caso, viviendo en perpetua compañía, cenando, be­
biendo y pasando las noches enteras en enredos y desar­
Mi querido hijo. reglos cuando están ebrios; y nunca en buenas compañías
cuando conservan su juicio. Tomo, pues, á uno de estos
Cosa estraña es, pero muy cierta, que mi desasosiego amables jóvenes y me figuro que entre él y tú se entabla
aumenta en proporción á los buenos informes que recibo la conversación siguiente, tal como me atrevo á asegurar
acerca de tí de todas partes. Me prometo tantas cosas, sería por parte suya, y tal también como la esperaría yo
que temo ver frustradas mis menores esperanzas. Largo de tí.
tiempo ha que trabajo para conducirte sano y salvo al Ingles. Gusta Vd. venir á almorzar conmigo mañana?
puerto de mis deseos, y hallándote ahora tan cerca de Asistirán cuatro ó cinco compatriotas; ya hemos alqui­
tocarlo, sería doble mi pesar si naufragases á su vista. lado coches, y después de almorzar iremosá dar un paseo
El objeto pues, de esta carta es, prescindiendo de la au­ fuera de la ciudad.

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142 CARTAS

Stanhope. Siento mucho no poder aceptar; tengo pre­ Y no es este, en verdad, el objeto que nos proponemos
cisión de permanecer toda la mañana en mi casa. al viajar?
Ingles. Vendremos pues á almorzar con Vd. Ingles. Yo detesto la compañía de esas mugeres mo­
Stanhope. Tampoco puede ser porque estoy compro­ destas, de esas muñecas de gran tono; nunca me ocurre
metido. nada que decirles.
Ingles. En ese caso lo dejaremos para pasado mañana. Stanhope. ¿ Ha conversado Vd. algunas veces con ellas f
Stanhope. Si he de decir la verdad, no puedo disponer Ingles. Nunca converso con ellas; pero algunas ve*
de ninguna de mis mañanas, porque ni salgo fuera de ces me he visto en su compañía muy contra mi voluntad.
casa, ni recibo á nadie antes de las doce. Stanhope. Pero á lo menos estas mugeres no han he­
Ingles, Y qué diantre hace Vd. solo en su casa hasta cho á Vd. ningún daño, cosa que no es probable pueda
las doce? Vd. decir de aquellas con quienes conversa.
Stanhope. No estoy solo; M. Harte me acompaña. Ingles. Convengo en ello; mas con todo, prefiero
Ingles. Pero qué diablos hace Vd. con ese hombre ? la compañía de mi cirujano durante seto meses, que
Stanhope. Estudiamos diferentes cosas ; leemos, con­ la conversación de todo un año con esas mugeres de
versamos. gran tono.
Ingles. Bonitas diversiones en efecto! Tiene Vd. que Stanhope. Sobre gustos no hay disputa, cada uno si­
tomar órdenes ? gue los que le acomodan.
Stanhope. Sí, las órdenes de mi padre, qne me parece Ingles. Es cierto, mas el de Vd. amigo, es de lo mas
debo obedecer. estrafalario: toda la mañana con el argos, toda la tarde
Ingles. Es Vd. tan miedoso que hace caso de las órde­ en compañías elegantes, en una palabra, todo el día
nes de un vejete semejante, que vive á cuatro tientas le­ temeroso del viejo papa de Inglaterra. Vd. es un hombre
guas de aquí ? original con quien me temo no es posible hacer nada.
Stanhope. Si no hiciese yo caso de sus órdenes, tam­ Stanhope. Yo también lo temo asi.
poco él lo haria de mis libranzas. Ingles. Pues entonces agnr; y espero que no llevará
Ingles. Eso prueba que el viejo tacaño ha hecho la Vd. á mal que esta noche me embriague como cierta­
amenaza. Las gentes amenazadas viven mucho tiempo, mente sucederá.
no hay que creer en amenazas. Stanhope. De ninguna manera, ni qne esté Vd. malo
Stanhope. No puedo decir que me haya nunca amena­ mañana por la mañana, como ciertamente sucederá, y
zado, pero creo que me tiene cuenta no provocarle. así buenas noches.
Ingles. Esas son simplezas ; el viejo regañará á Vd. Observarás que no he puesto en tu boca ninguno de
en una carta y asunto concluido. aquellos buenos argumentos que en tal ocasión no dudo
Stanhope. Se engaña Vd. muy mucho; siempre hace te ocurrirían, como reverencia y afecto á mí, considera­
mas de lo que dice. Nunca se ha encolerizado conmigo, ción y amistad á M. Harte, respeto á tu carácter moral y
pero si yo lo Irritase, jamás me perdonaría; sería inflexi­ á todos los otros deberes de hombre, de hijo, de pupilo
ble; y bien podría yo escribir, rogar y suplicar, seguro y de ciudadano. Estos sólidos argumentos serían inúti­
de que todo sería inútil. les con cabezas tan vacias. Abandónalas á su ignorancia
Ingles. Solo diré que es un zorro machucho. ¿Y qué, y á sus sucios é infames vicios, cuyos efectos resentirán
tiene Vd. también que obedecer las órdenes de ese espía, severamente enando ya no sea tiempo de remediarlos.
de ese........... cómo se llama............ M. Harte ? Privados del refugio consolador del saber, cargados dé
Stanhope. Justamente. todas las enfermedades y padecimientos de un estómago
Ingles. Eso es dejarse rellenar la cabeza de griego, la­ arruinado, ó de un cuerpo podrido, sufrirán, si es que
tín, lógica y demas jerigonza. Par diez, yo también tengo llegan á viejos, la ignominia é Incomodidades de su vida
un argos de igual calaña, pero jamás tomo un libro con pasada. El ridículo que derraman tales gentes sobre
él; ni aun siquiera le he visto la cara en toda la semana aquellos qne no las imitan, es, en opinión de todos los
y me importa un bledo no vérsela mas. hombres sensatos, el panegírico mas grato y verdadero.
Stanhope. Mi argos no exige de mí nada que no sea Prosigue pues, mi amado hijo, por el sendero en que
racional ó provechoso, y por io mismo me complazco en has entrado; año y medio mas de estudio es todo lo que
su compañía. te pido, prometiéndote que cumplido este plazo serás
Ingles. Bravo y qué sensatez! de esta manera pasará dueño de tu voluntad, y no reclamaré mas título que el
Vd. por jóven aprovechado y discreto. de tu mejor y mas intimo amigo; no recibirás órdenes
Stanhope. En horabuena, eso no me hará daño. mias, sino consejos; y en verdad que solo tendrás nece­
Ingles. Querrá Vd pues,acompañarnos mañanéenla sidad de ciertos consejos que tu juventud é inesperienda
noche ? Somos ya diez; he mandado solicitar el mejor harán aun indispensables. Tendrás todo lo necesario
vino y pasaremos el tiempo de la manera mas agradable. para tus comodidades y placeres, bien entendido de que
Stanhope. Lo agradezco mucho, pero tengo compro­ hablo de los placeres de un honnéte homme, que sentiría
metida toda la tarde de mañana, primero en casa del car­ yo no disfrutases.
denal Albani, y después estoy convidado á cenar en casa Mientras aprendes con celo el italiano, no dejes de la
de la embajadora de Venecla. mano el aleman, aprovechando las muchas ocasiones
Ingles. Cómo diantre pnede Vd. amar la compañía de que se te presentarán de hablarlo. También deseo que
estos estranjeros ? Yo jamás me uno á ellos ni puedo ver cuides de refrescar lo que has aprendido del jus publi~ '
sus formalidades y ceremonias. Nunca me hallo á mi cum imperii, echando de tiempo en tiempo algunas ojea­
gusto con ellos, y sin saber por qué, su presencia me das sobre los inestimables manuscritos que has compues­
Inspira vergüenza. to sobre la materia, según me ba imformado Slr Ch.
Stanhope. Pues yo ni me avergüenzo ni me intimido ; Willlams, que llegó aquí la semana pasada. Esto te será
estoy muy á mi gusto con ellos y ellos muy contentos muy útil el día que tomares parte en los negocios estran­
conmigo ; su conversación me procura el conocimiento jeros, como la tomarás, sí eresidoneo, á una edad en que
de sus Idiomas y la ocasión de observar sus caracteres. ninguno los ha manejado, es decir, antes de cumplir
diez y ocho años. Sir Charles dice que responde de tu sa­

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DE LORD CHESTERFIELD 143

ber, y que no duda que adquirirás aquella destreza y nos tiene cuenta; y te fio mi palabra que esta atención
aquellas gracias que son tan necesarias para dar á la es siempre útil y ventajosa. Por lo que á mí toca, mejor
erudición todo su lustre y valor. Confiesa sin embargo, querría estar en compañía de un muerto que vivir con un
que tiene mas confianza en lo primero que en todo lo distraído, porque si el muerto no me procura placer, á •
demás. La justicia que hace á M. Harte en las alabanzas lo menos no me manifiesta desprecio; á la vez que el
que le dá, me hace esperar que hay mucha parte de ver­ distraído me dice claramente, aunque sin hablar, que no
dad en los encónalos que te prodiga. ¿Te es grata y te me considera dlgnode su atención. Por otra parte ¿ puede
causa cierto orgullo la reputación que ya has adquirido ? un hombre distraído hacer observaciones sobre los carac­
Seguramente que sí, poique yo mismo siento estos efec­ teres, las costumbres y las maneras de la compañía.0 No :
tos. ¿Querrías pues, hacer ahora alguna cosa que empa­ frecuentará toda su vida las mejores sociedades (si lo ad­
tiase tu gloria ? Sin duda que no ; al contrario, estoy per­ miten, lo cual no haría yo ciertamente), sin adelantar un
suadido de que harás cuanto de tí dependa para consoli­ ápice en el conocimiento del mundo. Nunca conversaré
daría y estenderla. Año y medio mas de aplicación igual yo con un hombre distraído, porque valdría tanto como
4 la que has tenido loe dos últimos años, dedicando úni­ hablar á un sordo; y es en efecto un error dirigirnos á un
camente al estudio la mitad del día, labrará tu fortuna y hombre que claramente apercibimos que ni ve, ni oye ni
*• brillarás en el mundo mas temprano que cuantos en él entiende. Ademas, yo sostengo que ningún hombre es á
han figurado. A Dios. propósito para manejar negocios ni para conversar, si
no puede ó no quiere fijar su atención sobre el objeto
presente, sea el que fuere. Tú sabes por esperiencia que
no me duele gastar el dinero en tu educación, pero de
ninguna manera quiero mantener á tu lado un desper­
tador (a.flapper'). Lee en el doctor Swift la descripción
de estos despertadores y los servicios que prestan á los
Londbes, 22 de Setiembre de 1740. habitantes de Laputa, cuyas almas, dice Gulllver, se
hallen absortas en contemplaciones tan profundas, que
Mi querido hijo. no pueden hablar ni atender á los discursos de otros, á
menos que no se les despierte por medio de un toque en
Si creyese yo en pociones amatorias, sospecharía que los órganos de la palabra y del oido, por cuya razón, las
has dado algunas á Slr Ch. Williams, por la manera con personas pudientes entre aquellos habitantes, tienen
que se espresa de tí, no solo conmigo, sino con todo ei siempre un despertador en el número de sus criados, y
mundo. Ño quiero repetirte lo que me ha dicho sobre la jamás salen á paseo ó visita sin que los acompañe. Este
estension y esactitud de tos conocimientos por no lle­ despertador tiene también órden de seguir á su amo por
narte de vanidad, ó persuadirte deque ya tienes bastante todas partes, y cuando el caso lo exige, tocarle los ojos,
de lo que nadie puede adquirir demasiado. Figúrate qué porque la profunda meditación en que se halla absorto,
de preguntas no le habré hecho, y el severo escrutinio ¡o espone á caer á cada paso en precipicios y á romperse
con que lo he examinado acerca de tí. Me atrevo á decir la cabeza contra un poste, ó bien á antecoger en la calle
que sus respuestas han sido verídicas, y tales como de á las gentes ó ser antecogido por ellas. Si tu criado
antemano podría yo haber apetecido. Satisfecho entera­ Chriftian quisiere agregar esta ocupación á sus servicios,
mente de sus informes sobre tu carácter y tu saber, traté sea enhorabuena, pero no aumentaré un solo maravedí
de averiguar otras materias, menos importantes en ver­ á su salarlo. En definitiva, claramente te prevengo que si
dad, pero de grao consecuencia para todo hombre, y cuando nos veamos hallo que padeces distracciones de
para ti mas que para ningún otro; quiero decir, tu ta­ alma, pronto estaré yo ausente de cuerpo, porque me
lante, tus maneras y todo tu estertor. La verdad que le será imposible permanecer en el mismo lugar que tú; y
guió en sus primeros informes, le obligó á darme sobre si en la mesa dejas caer el cuchillo, pan, platos ect., y
estas materias, respuestas menos satisfactorias ; y como estás media hora picando el alón de una ave sin poder
por amistad á ti y á mí, se creyó obligado á decirme las separarlo, ó metes, durante la operación, tu manga en
verdades agradables como las desagradables, también otro plato, tendré que levantarme de la mesa para evitar
yo, por el mismo principio, me creo obligado á repetír­ la fiebre que ciertamente me acometería. Dios miol
telas. cuanto no me chocaría verte entrar en mi aposento, por
Díjome pues, que eres habltualmente de lo mas dis­ primera vez, con dos piernas tuertas, mostrando todas
traído en la sociedad, que entras en un salón y te presen­ las gracias y toda la dignidad de un sastre, y tus vestidos
tas con la mayor torpeza; que en la mesa dejas caer pendientes de tu cuerpo, á guisa de los que vemos col­
constantemente loe cuchillos, tenedores, servilletas, pan gados en las perchas de los baratillos! Pero no: espero y
ect. y que descuidas tu persona y vestido hasta un grado exijo que te presentes con el garbo y desembarazo de un
Imperdonable en toda edad, y mucho menos en la tuya.. hombre distinguido que ha frecuentado la buena compa­
Por fútiles que puedan aparecer estas cosas á las gentes ñía. Me prometo encontrarte no solo bien vestido, sino
que no conocen el mundo ni la naturaleza humana, son muy bien puesto; espero gracia en tus movimientos y
muy penosas para mí que conozco su Importancia. Mucho cierto atractivo muy particular en tus maneras. De tu
tiempo ha que desconfiaba yo de tí en este punto; por cuidado y atención depende que encuentre yo todo esto;
eso te he dirigido frecuentes amonestaciones, y franca­ pero hablando en oro puro, si me viere chasqueado,
mente te digo que no me tranquilizaré, basta no recibir nuestras conversaciones no serán muy largas, porque me
noticias muy diferentes. Nada en mi concepto es mas es imposible soportar el descuido ó la torpeza, y mi salud
ofensivo en la sociedad, que esa distracción, y esa falta padecería. Várias veces has visto, y yo te he hecho notar,
de cuidado á lo que se dice ó hace, porque es manifestar las increíbles torpezas de L"* absorto, como un habitante
á las gentes el mayor desprecio, cosa que jamás perdonan. de Laputa, en intensa meditación, y quizá no meditando
Ninguno es distraído con el hombre á quien teme ó con á veces nada, como por lo común me parece sucede á los
la muger que ama, siendo esto una prueba de que todos distraídos. A primera vista no conoce á sus mas íntimos
podemos hacemos superiores á esta distracción, cuando amigos, ó les responde como si estuviese enfadado con

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144 CARTAS

ellos; deja su sombrero en un aposento, su espadín en otra persona de tu edad; y solo con que en el curso del
otro, y dejaría sus zapatos en un tercero, si sus hebillas, año entrante dediques toda tu atención á los estudios
aunque puestas de través, no los sujetasen. Sus brazos par la mañana, y á tus maneras, tu aire y tu talante en
y piernas van de tal manera, que se diría que han sufrido las asambleas por la noche, serás el hombre que yo ape­
la cuestión extraordinaria; y su cabeza, inclinada sobre tezco y el rara vez visto.
una ú otra espalda, parece que ba recibido el primer Hay tal irregularidad en el recibo de nuestras cartas, y
golpe sobre el tajo. Yo lo estimo sinceramente y aprecio Son tan frecuentes los estravíos, que no tengo por demás
su ingenio, su virtud y su saber; pero en Dios y en con­ repetir las mismas cosas. Así, aunque por el último cor­
ciencia, no me es posible amarlo en sociedad. Tal será reo acusé el recibo de la carta de M. Harte de 8 de Se­
generalmente, en el curso ordinario de la vida, la suerte tiembre, lo hago ahora de nuevo. Si la presente te alcan­
de todo hombre distraído ó descuidado, sean cuales fue­ zare aun en Verona, sábete que deseo que partas cuanto
ren sus talentos y su mérito. Cuando yo tenia tu edad, antes para Nápoles, á menos que M. Harte no estimare
deseaba brillar en todas las cosas cuanto me era posible mas conveniente conducirte á Venecia ú otro lugar cerca
y concedía tanta atención á mis modales, á mis vestidos de Roma, en espera del jubileo que debes ver en esta
y á mi aire en las concurrencias de por la noche, como á última ciudad; y aun si él lo cree mejor, consiento en
mi tutor y á mis libros por la mañana. Un jóven debe que vayas directamente de Verona á Roma, en donde
tratar de distinguirse en todo, y aun arriesgarse á pasar nunca será larga la morada que hicieres, tanto por lo
mas bien los límites para conseguirlo que á quedarse que toca al lenguaje como á las curiosidades y la com­
atrás. Estas cosas no son bagatelas, sino de infinita conse­ pañía. La sola razón que me hace pensar en Nápoles,
cuencia páralos que se destinan á correr el gran mundo es el clima, teniendo en mira tu salud; pero si M. Harte
y á hacer en él figura y fortuna. El mérito no basta; es cree que tu restablecimiento es tal que pueda sobrepo­
necesario agradar. Un mérito despojado de las gracias nerse á los efectos del clima, puede enderezar tu ca­
estertores no conducirá nunca lejos. En todo lugar en que mino por donde lo estimare mas conveniente. En re­
hallares un buen maestro de baile, hazlo venir y que te sumidas cuentas, tu ida directa á Roma y tu larga
enseñe á permanecer y andar sobre tus cuadriles; no permanencia allí, podrá serte tan útil como cualquiera
tanto para bailar bien, como para que sepas presentarte otra cosa; y me parece que tú y yo no podemos ha­
con gracia y garbo en un salón. Las mugeres, á quienes cer cosa mejor, que confiar nuestros intereses á M.
debes tratar de agradar, no perdonan nunca ana facha Harte, cuya Infalibilidad sostendré sobre la del papa
tosca y común, ni los movimientos groseros y descom­ mismo. A propósito del papa, no olvides ser presen­
pasados ; lo que necesitan es brillo. La generalidad de tado á él, antes de separarte de Roma, y pasa por
los hombres es como ellas,y se deja llevar por las mismas todas las ceremonias de uso, como besar su chinela,
seducciones estertores. su asiento, ó su t............. si se ofrece. Nunca querría yo
Me alegro mucho de que hayas recibido las hebillas de privarme de ver ó hacer una cosa que me causase pla­
diamantes; la única recompensa que deseo es que brillen cer , por rehusarme á cumplir con una costumbre es­
en tus piés bien puestas, y que no las oculten tus tablecida. Cuando yo me hallaba en países católicos,
medias caldas. Sentiría yo mucho que llegases á ser un jamás escusé ponerme de rodillas en sus Iglesias á la
insigne petimetre, pero preferiría yo que lo fueses antes elevación, ó en cualquiera otro lugar en que se ha­
que verte desaseado. Aunque no estoy ya en edad de llase espuesta la hostia consagrada. Esta condescen­
recomendarme por mi vestido, miro sin embargo, la dencia es debida á la costumbre del lugar, y de nin­
negligencia en este punto, como una falta de considera­ guna manera implica, como lo creen muchos igno­
ción á las gentes. Mi tiempo de elegancia pasó; pero rantes, aprobación tácita de su doctrina. Las actitudes
quiero que mis vestidos simples me vengan bien y se y las situaciones corporales son cosas tan indiferentes
hallen hechos como los llevan les demas. Te reco­ en sí mismas, que no entraré yo en disputa con nadie
miendo que frecuentes por la noche la compañía de sobre el particular. Este tributo de complacencia po­
mugeres elegantes y de gran tono, que tienen dere­ dría, en verdad, convenir menos á M. Harte en rpzon
cho á la atención y la exigen. Su compañía pulirá tus de su carácter.
maneras y te acostumbrará á ser atento y respetuoso, lo Larguísima carta es esta, y quizá muy fastidiosa, pero
cual te servirá de mucho entre los hombres. es tan grande mi desasosiego, particularmente en este
Mi plan original ha sido que brilles, no solo entre la periodo crítico y decisivo de tu vida, que siempre temo
gente instruida sino también entre la civil; la primera ’ omitir alguna cosa, pero nunca repetir ó difundirme de­
parte se halla casi terminada á medida de mis deseos, y masiado en lo que me parece provechoso. Ten por ti la
espero que dentro de poco no faltará nada. En tu mano misma inquietud y todo irá bien. A Dios, mi querido hijo.
está completar la segunda, y me lisonjéo de que lo ha­
rás ó de otro modo la primera te serviría de muy poco,
especialmente en la carrera que has elegido, porque en
ella la destreza y las gracias estertores hacen la mitad de
la obra. Estas gracias son los anuncios del mérito, y sin
ellas será recibido con mucha frialdad. Todo el mundo Lombres, 27 de Setiembre de 1749.
se halla en estado de juzgar de las unas pero muy pocos
son capaces de decidir sobre el otro. Mi querido hijo.
M. Harte me dice que has crecido mucho después de tu
enfermedad. Si llegas á cinco piés y nueve ó diez pulga­ Pensar, hablar y obrar de una manera vulgar y co­
das, serás muy presentable; y si te vistes bien y eres mún, son indicios de baja educación y de malas com­
despejado, agradarás á las gentes, lo cual es mas útil de pañías. Los jóvenes contraen este hábito en la escuela ó
lo que se piensa ordinariamente. Lord Bacon llama á entre los criados, con quienes conversan muy á menu­
esto una perpetua carta de recomendación. do ; pero es necesario que sean de lo mas irreflexivos y
Desearla ver en tí el omnis homo, el hombre unlver- faltos de atención, ti no lo abandonan luego que comien­
saL Te hallas mas cerca de serlo, si quieres, que ninguna zan á frecuentar las buenas compañías, ó de lo contra­
DE LORD CHESTERFIELD 145

rio estas no los admiten. Las vulgaridades á que me re­ ciar como conviene, es decir, conforme al uso de las me­
fiero son infinitas para especificártelas todas, pero te pon­ jores compañías.
dré algunos ejemplos por medio de los cuales podrás Los modales torpes, las posturas y acciones sin gracia
adivinar las demás. y cierto aire bastardo, por decirlo así, proclaman alta­
Un hombre vulgar es caviloso y suspicaz, vehemente mente una educación común y el hábito de bajas compa­
y violento por bagatelas, sospecha que se le desprecia, ñías ; porque es Imposible suponer que un hombre pueda
cree que todo cuanto se dice se refiere á él: si acontece haberlas frecuentado, sin que haya adquirido á lo menos
que la compañía rie, se persuade que es por burlarse de algo de su aire y de sus movimientos. Un recluta se dis­
él; entra en cólera y enojo; dice cosas impertinentes, y tingue en un regimiento por su torpeza, pero es necesario
se enreda en dificultades para hacer ver que no le falta que sea de lo mas lerdo, si dentro de uno ó dos meses no
lo que él llama energía para sostener su honor. Un hom­ •puede á lo menos hacer el ejercicio ordinario y adquirir
bre acostumbrado al trato de gente fina, nunca cree ser el aire de un soldado. Los atavíos mismos de un hombre
el único ni el principal objeto de los pensamientos, mi­ de moda son penosos embarazos para el hombre vulgar.
radas ó palabras de la compañía; jamás se imagina que No sabe qué hacer con su sombrero cuando no lo tiene
las gentes se ríen de él, ó que lo desprecian, á menos en la cabeza; su bastón, si por desgracia lo lleva consi­
que mismo no conozca en su pecho que se lo merece ; go, está en perpetua guerra con cada taza de té ó de café
y si, cosa rara, la compañía es bastante grosera y necia que bebe: comienza por quebrarlas y las acompaña des­
para hacer uno ú otro, se le dá un bledo, á menos que el pués en su calda ; su espadín solo es formidable á sus
insulto no sea tan claro é injurioso, que le obligue á pe­ piernas, que probablemente le llevarían muy lejos de to­
dir satisfacción de otra especie. Siendo este hombre su­ da otra espada que la suya. Sus vestidos le vienen tan
perior á bagatelas, nunca se encoleriza por este principio, mal y le oprimen tanto, que mas bien parece prisionero
ni pierde su tranquilidad, sino que siempre que se trata de ellos que su propietario. Se presenta en sociedad como
de ellas, se muestra mas pronto á ceder que á querellar. un criminal delante de una córte de justicia; su mismo
La conversación de un hombre vulgar tiene siempre aire lo condena, y las gentes distinguidas no se sienten
fuertes resábios de la bajeza de su educación y de sus mas dispuestas á ligarse con el uno, que las de honor
amistades; la hace recaer principalmente sobre sus ne­ con el otro. Esta repulsa lo sumerge en la baja compañía,
gocios easeros, sus criados, el escelente orden que guar­ abismo de donde ningún hombre, pasado cierta edad,
da en su familia y los cuentecitos y anécdotas de la ve­ Jamás ha salido.
cindad ; relatando todo esto enfáticamente, como si fue­ Los modales nobles y desembarazados, el aire de hom­
sen cosas de la mayor importancia, y sin apercibirse que bre de condición, el tono de la buena compañía, las gra­
semejante parloteo es insoportable. cias, el yo no sé qué que agrada, son cosas tan necesarias
La trivialidad del lenguaje es otra señal de bajas com­ para hermosear y dar valor al mérito y ai saber, como el
pañías y de baja educación (a). Nada evita un hombre bruñido es al diamante, que sea cual fuere su tamaño no
fino con mayor cuidado que este defecto. Los proverbios se usa si no está pulido. No te imagines que estas pren- 1
y km dichos trillados son las flores de retórica de un hom­ das solo son útiles cerca de las mugeres, lo son también,
bre vulgar. Si quiere decir que los hombres difieren en y mucho mas, para con los hombres. Qué ventaja tan*
gustos, embellecerá este pensamiento valiéndose de grande no tiene un orador en una asamblea, por su gra­
aquel maravilloso refrán antiguo, como él lo llama : lo ciosa manera de espresarse, su bella figura, su aire de­
qué es sustento para uno, es veneno para otro, SI al­ senvuelto, sobre otro que con igual sensatez y conoci­
guno le habla en términos picantes, como él crée, le mientos carece de estos accesorios! Cuanto no prevalecen
paga en la misma moneda según acostumbra. Tiene las gracias en los negocios ! Cuan perjudicial no es la
siempre alguna palabra favorita de curso actual de que > falta de ellas 1 Yo he conocido hombres que por medio do
abusa sin término, como prodigiosamente bondadoso, ; estas prendas negaban favores con menos ofensa que
prodigiosamente hermoso, prodigiosamente feo ect (ó). > otros concediéndolos. Es increíble lo útiles que son todos
Aun haciendo uso de palabras propias, adopta una pro­ estos atractivos en las córtes y en las negociaciones. Ga­
nunciación ridicula que dá á conocer « la marca de la narás los corazones de nueve entre diez personas con
bestia. » Emplea á veces términos duros, estropeándolos quienes tuvieres que tratar, y por consiguiente, te harás
como podría hacerlo una muger bachillera. Un hombre dueño de sus secretos, á despecho de su prudencia, que
fino y bien educado no acude nunca á proverbios ni á nueve entre diez veces será chasqueada por sus sentidos y
aforismos vulgares; tampoco usa términos favoritos ni sus corazones. Considera como conviene la importancia
palabras duras, sino que tiene euidado de hablar correc­ de todas estas cosas, y no querrás perder un solo mo­
tamente según la» reglas de la gramática, y de pronun- mento para conseguirlas.
Viajas actualmente en un país que las armas y las artes
hicieron tan famoso en otro tiempo, que por degenerado
que se halle al presente, merece sin embargo, toda tu
(a) Fu vez dan vos discours l’enflurc et la bassesse; atención. Examínalo, pues, con cuidado, comparando lo
Qu’ainii qn’en vos habils, ríen n’y soit affecté; que es con lo que fué, é indagando las causas de su ele­
Qu’une noble simplicité vación y de su decadencia. Considéralo doblemente, co­
En fasse l’ornement, la grácc ct la riebesse. mo clásico y como político, y no lo recorras ocupándote
(Pavillon.) de música y de fruslerías, como lo hace el mayor número
de tus compatriotas. Por Dios te ruego que no baya flauta
(é) Moliére, en su comedia titulada : Les Pemmes Sanantes, ni violín; tampoco pierdas los dias con los ojos clavados
zahiere este abuso poniendo los versos siguientes en boca de sobre imperceptibles intaglios y camafeos, ni te vuelvas
tma bachillera cuando esta clógia una copla acabada de recitar virtuoso de bagatelas. Forma tu gusto, si te place, sobre
por el poeta Tnssotin : pintura, escultura y arquitectura, examinando atenta­
J’aime snperbement ct magnifiquement, mente las obras de los mejores artistas antiguos y mo­
Cea deux adverbes joints font admirablement. dernos ; estas son artes liberales, y cae muy bien que un
Tr. joven instruido tenga de ellas un gusto y un conocimien­

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146 CARTAS
to verdaderos; pero pasados ciertos límites, el hombre de Al recibo pues de la presente, y tan pronto como pu­
gusto termina y el frívolo virtuoso comienza. dieres convenientemente hacerlo, te pondrás en camino
Tu amigo Méndez, el buen samaritano, comió ayer para Roma, adonde no llegarás muy temprano para el
conmigo. Tiene mas generosidad y buen corazón que ca­ jubileo, vistas las dificultades que allí hay en esta tempo­
beza, lo cual no obsta para que yo le manifieste todas las rada, para encontrar alojamiento y demas comodidades.
atenciones que justamente merece el cariño que te tiene. Dejo á tu elección el camino ; pero de ninguna manera
Me dijo que tu estatura es ya mayor que la mia, de lo consiento en que salgas de Roma después del jubileo, co­
cual me alegro. Deseo que también me aventajes en cua­ mo parece das á entender en tu carta ; al contrario,
lesquiera otras cosas, cuya superioridad, lejos de apesa­ quiero que Roma sea tu cuartel-general, durante seis
dumbrarme, me llenará de gozo. Hizo mil elogios de tu meses por lo menos, hasta que no hayas adquirido en
amigo M. Stevens; y como otras personas me han habla­ cierto modo el jus civitatis. Hay mas cosas que ver y
do ya de este sugeto, no puedo menos de alegrarme de aprender en esta ciudad, que en ninguna otra de Euro­
tu* conexiones con él. Cuando encontrares en países es- pa. Allí encontrarás los mejores maestros para instruirte,
tranjeros Ingleses de esta especie, que por su clase ó ta­ y las mejores compañías para pulir tus maneras. En la
lentos anuncien que han de figurar en nuestro país, te primavera puedes, si es de tu gusto, hacer frecuentes es-
aconsejaría que cultivases su amistad é hicieses de modo cursiones á Nápoles, pero Roma deberá ser siempre ta
que trajesen buenos informes do tí, principalmente aque­ cuartel-general, hasta que los calores de Junio te fuer­
llos que deben regresar antes que tú. Sir Ch. Williams te cen á salir de allí para otro lugar de Italia que elegire­
ha subido aquí sobre las espumas, según la espresion mos entonces. En cuanto á los gastos de que me hablas,
común : si tres ó cuatro personas de igual mérito hacen no son para mí de ninguna consideración: desde tu in­
lo mismo antes de que vengas, tu primera aparición en fancia hasta el dia, no me ha pesadobacer ningunos de­
Londres será de lo mas ventajosa. Muchas gentes toman sembolsos por tu educación, y aun menos ahora que
las cosas como se las dan, y hacen muy bien ; otras en han llegado á ser mas importantes y decisivos: atiendo
número menor, quepodian juzgar por sí mismas, se dejan al objeto de ellos y no á las sumas ; y ciertamente que
arrastrar; y hay muy pocas que se atrevan á oponerse á no pagaré un ochavo para que pierdas tus narices, tu di­
una reputación establecida. A Dios {a). nero ó tu razón; es decir, que no contribuiré para mu-
geres, para juego, ni para bebida; pero sí ministraré con
el mayor gusto, no solo lo necesario, sino cualquiera
gasto decente que pudieres hacer: nunca me Informo
de lo que cuestan los mejores maestros, y quiero que te
halles tan bien vestido, alojado y servido, como cualquie­
Londrbs, 2 de Octubre de 1749. ra hombre de condición en sus viajes : quiero que poseas
siempre el dinero suficiente para los gastos de un caba­
Mi qubrido hijo. llero : finalmente, no te prohíbo gasto alguno contal que
no tenga por objeto el vicio ó la locura, y bajo este doble
, Recibí por el último correo tu carta de 22 de Setiem­ supuesto, libra contra mí y pagaré.
bre, pero no la de M. Harte que en ella me citas, y que Por lo que hace á Turin, podrás ir después á esta du­
dices contenia tus razones para salir de Verona y regre­ dad por uno ó dos meses; pero no conviene que residas
sar á Venecia, de modo que las ignoro completamente. allí como académico, por las razones que comuniqué
A la verdad, la irregularidad y negligencia del correo me tiempo ha á M. Harte, y que M. Viiletes, después de su
irritan? pues rompen el hilo de las noticias que debo re­ regreso aquí, me ha espuesto en términos aun mas fuer­
cibir de tí, y de las órdenes é instrucciones que te envio tes de los que usó en sus cartas de Turin, de las coales
por casi cada estafeta. Estoy seguro de haberte escrito envié copias á M. Harte, aunque probablemente no las
diez y ocho veces por los últimos veinte correos, y no recibió.
aparece por tu carta que todas, ó aun algunas de las mías, Después que hubieres dejado á Roma, Florencia es uno
hayan llegado á tus manos. Deseo que en lo venidero de los lugares que desearía conocieses perfectamente. No
tanto tú como M. Harte, mencionen en sus cartas las fe­ ignoro que se juega allí mucho; pero también sé que por
chas de las mías. Si estas no se hubiesen estraviado, no todas partes hay gentes que tienen, ó muy poco dinero,
te verías ahora en la incertidumbre que parece te acom­ ó mucha sensatez, para jugar mas allá de bagatelas. Con
pañaba acerca del camino que debes seguir. Sin dicho estas personas puedes asociarte, si, como se me ha dicho,
cstravio estarías actualmente en Nápoles; pero es necesa­ no tienes la menor inclinación al juego. Ademas, en lu­
rio tomar hoy las cosas como están. gares sospechosos como Florencia, Turin y París, aten­
deré un poco mas á tus libranzas, y aquellas que mon­
taren á mas de loque permite un gasto conveniente, no
serán pagadas; porque yo puedo fácilmente conocer, sin
(a) 28 de Setiembre : El autor á la marquesa de Moncon- necesidad que me lo digan, sí juegas ó no.
scil : M. Harte trazará tu camino á Roma como mejor le pa­
rezca, sea costeando el Adriático ó el Mediterráneo, lo
....... Votre gargon sera á Rome en deux mois, de faijon que
vou» n’avez qu’h écrire á Monsieur de Nivemais aussitót que
cual es igual para mí; pero siempre tendrás cuidado de
vous n’aurez autre chosc á Taire; mais ayez la bonté de le pre­ volver por diferente camino del que tomares á tu ida.
venir sur un article qui est, qu’il doit s’atlendre á voir un Puesto que tu salud se halla tan restablecida, no sien­
jeune liumme qui n’a ni tournure ni manieres, mais qui est to que hayas vuelto á Venecia, porque yo amo las capi­
encoré incrusté de la crotte angiaise, épaissic méme de celle tales , en las que todo es mejor, mejores maestros, me­
de l'université de Leipsig. II est si forl appliqué á ses études, jores compañías y mejores maneras. Machos otros lu­
qu’il ne s’est pas donné le temps, quand méme il en aurail gares son muy dignos de verse, pero solo las capitales
eu les occasions, de prendre l’air et les manieres d’un bonnéte merecen una morada considerable. Me alegro mucho del
liomme : j’espére que l’air de l’hótel de Nivemais luí sera buen'recibimiento que te ha.hecho la Señora Capello, y
favorable. ya estaba yo seguro de antemano, del que te haría su

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DE LORD CIIESTERFIELD 147

marido. Te ruego que presentes á ambos las seguridades


de mi respeto, atestiguándoles lo agradecido que estoy
al recibimiento que te han hecho. Su casa será para ti de
gran recurso en Roma, y te aconsejo que hagas cuanto Londres, 9 de Octtíbrt «Ze 1740.
puedas para que se te considere como de casa •. pero
te prevengo que madama requiere grandes atenciones. Mi querido hijo.
Madama Micheli ha escrito muy favorablemente de tí, á
mí amigo el abate Grossa-Testa, en una carta que me Si la presente llega á tus manos, que lo dudo mucho,
mostró, y que contiene cosas tan afables para mí, que te encontrará en Venecia, ocupado en tus prepara­
desearía manifestarle cuan obligado le estoy. Es de mi tivos de viajeá Roma, que en mi última te aconsejé
completa aprobación el repartimiento de tu tiempo en hicieses costeando el Adriático y pasando por Riminl,
Veneda; te ruego que continúes asi, durante un año, Loreto, Ancona, etc., ciudades dignas de ser vistas, pero
en cualquiera lugar que habitares, y hallarás tu propia no de detenerse en ellas. Rajo igual título cuento todos
conveniencia. aquellos lugares en que solo los ojos encuentran ocupa­
Me gusta tu última carta, porque me habla mucho de ción. Los restos de la antigüedad, los edificios públicos,
tí y de tus propias transacciones. Aunque no te reco­ las pinturas, las esculturas, ect, merecen verse con
miendo que hables de tí mismo con los otros, deseo que cierto grado de atención, pero como son objetos este­
lo bagas conmigo y solo conmigo. Yo me intereso en rtores se examinan en corto tiempo. No sucede lo mismo
todo lo que haces, y hasta ahora, escepto M. Harte, con otros objetos de mayor importancia, cuyo interior
no hay otro que se halle en este caso; de consiguiente, merece un examen mas profundo y cuidadoso. Quisiera
él debe saberlo todo, y yo deseo conocer una gran parte. yo que poseyeses perfecta mante el conocimiento de los
Son tantas las cartas mias que se han estraviado sin caracteres, de los génios y de las pasiones de los hom­
que sepa yo cuales sean, que me veo obligado á repetir bres, cuya útilísima ciencia se aprende mejor en las ca­
muchas veces las mismas cosas. Entre otras, be escrito pitales que en ningún otro lugar, porque allí cada pasión
dos ocasiones á M. Harte para que mandase sacar tu tiene su objeto, y ejercita toda su fuerza en el arte de
retrato en miniatura durante tu morada en Venecia, conseguirlo. Creo que no hay en el mundo un lugar en
y me lo enviase dentro de una carta. Para mí im­ donde las pasiones se hallen mas ocupadas, se revistan
porta poco que sea en esmalte ó al temple, con tal de mas formas y sean conducidas con mas arte, que en
que se parezca mucho á ti Desearía que fueses retratado Roma. Así pues, cuando estuvieres allí, no te Imagines
tal como eres, y no con vestidos de fantasía; é insisto que el Capitolio, el Vaticano y el Panteón, son los objetos
mas sobre la semejanza del retrato que sobre la ha­ principales de tu curiosidad, sino que, por cada mirfuto
bilidad del pintor. Si esta pieza no estuviere ya he­ que les dediques, emplees diez dias en informarte de la
día, deseo que se ponga en obra inmediatamente, antes natoraleza del gobierno, los progresos y la decadencia
de tu partida de Venecia; y concluida que fuere la en­ del poder papal, la política de aquella córte, les brigues
cerrarás en una carta, que para mayor seguridad puedes de los cardenales, las arterías de los cónclaves, y en ge­
pedirá Sir James Gray la incluya en su paquete para neral, de todo lo que se refiere al interior de aquel estra-
el ministerio, como yo, por la misma razón, en vio la ordinário gobierno, fundado en su origen sobre la igno­
presente bajo su cubierta. Si se hace el retrato sobre rancia y la superstición; estendido por la debilidad de al­
vitela será mas portátil. Envíame al mismo tiempo un gunos príncipes y la ambición de otros, declinando en
hilo de seda que mida esactamente tu estatura. Estoy estos tiempos modernos, en proporción al aumento de
délo mas cuidadoso por tu figura, porque me hallo con­ las luces, y debiendo su precaria seguridad actual, no á
vencido por mil ejemplos, que el tenerla buena es una la religión, al afecto ni al temor de las^>otencias tempo­
ventaja real (a). Mens sana in corpore sano, es la rales, sino á los celos que entre estas existen. Lasesco-
primera y mayor de las dichas, et pulchro agregaría munlones del papa ya no son temidas ; sus indulgencias
j^ara complemento (6). Ojalá la poseas con muchas se solicitan poco y se venden muy baratas ; su patrimo-'
otras. A Dios. nio no es formidable á ninguna potencia, pero es codi­
¿Has recibido mis cartas de recomendación para el ciado de muchas, y no será estraño que, á la vuelta de
cardenal Albani y el duque de Nivernais ? un siglo, cuando los principes que tienen actualmente
un pié en Italia se hubieren puesto de acuerdo, dividan
entre sí la presa. Te pido que te instruyas á fondo de la
historia de los papas, que se halla ligada, por espacio do
varios siglos, con la de toda la Europa. Consulta los me­
jores autores que han tratado estas materias, y sobre to­
do á Fra Paolo de beneficüs cuyo libro es muy corto,
pero muy substancial é instructivo. Hallarás en Roma
(a) Mr.Saard en su obra titulada Variedades literarias dice: todas las órdenes religiosas de! mundo cristiano. Infór­
* C’est un grand bienfait de la nature que d’en avoir re$u une mate cuidadosamente de su origen, de sus fundadores,
de ces pbysionomies, de ccs figures bou reuses qui vont droil de sus reglas, de sus reformas, y aun de sus trajes ó há­
H rapidemenl aa cceur, qui inspirent d’un coup-d’oeil la con- bitos» Trata de hacer conocimiento con algunos de sus
fiaace et l’amitié, comme la beaulé inspire l’amour, et qui
miembros, principalmente los jesuítas, cuya sociedad
dispensent 1’honnCte bomme de passer par cetto longue route
considero yo como la mas capaz y mejor gobernada en el
de 1’estinie pour obténir l’intérét que mérilent des quelites
mundo. Entra en relación, si puedes, con su general, que
limables et solides, cct.
siempre reside en Roma, y que, sin ningún poder apa­
(á) Un coplista español dijo: rente fuera de lAociedad, tiene quizá mas real influen­
La hermosura ba sido siempré cia emtodo el mundo, que ningún príncipe temporal sea
Grande recomendación, el qué fuere. Los jesuítas se han apoderado casi exclusi­
Para lograr en el mundo vamente de la educación de la juventud; son por lo re­
El afecto y el favor. Tr. gular confesores de la mayor parte de los príncipes de

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148 CARTAS

Europa, y también los principales misioneros en las otras dicho, pesa muy poco cuando tus adelantos y tu bien es
partes del mundo, cuyas tres funciones les dan el influjo tar se hallan en la balanza. El gasto me importa un bledo
mas estenso y las ventajas mas sólidas; dígalo si no, su cuando no tiene por objeto el vicio ó la locura, ó cuando
establecimiento en el Paraguay. Todos los católicos cla­ M. Hártelo aprueba.
man contra esta sociedad y se dejan sin embargo, gober­ Estoy muy contento con tu descripción de Carniola:
nar por sus miembros, que han sido desterrados alter­ objetos como este son los que merecen tu investigación
nativamente y con Infámla de casi todos los países y tu estudio. Los productos, los impuestos, el comercio,
europeos, y han encontrado siempre medios para reinsta­ las manufacturas, la fuerza, la debilidad y el gobierno
larse, y aun para ser admitidos en triunfo. En una pala­ de los diferentes países que recorre un viajero de juicio,
bra, yo no sé que haya en el mundo un gobierno condu­ son los puntos esenciales á que atiende, y deja las torres,
cido por principios de política mas profundos, sin que los mercados y los retablos de las tiendas, á las laborio­
pueda yo agregar de moralidad. Conversa con ellos, fre­ sas averiguaciones de los viajeros Holandeses y Alema­
cuenta su compañía, pero conócelos. nes.
Infórmate también, de aquel diabólico tribunal lla­ M. Harte me dice que piensa darte, por medio del ri-
mado inquisición, que aunque menos considerable en gnor Vicentini, una nocion general de arquitectura mili­
Roma que en España y Portugal, podrá, sin embargo, tar y civil, de lo cual me alegro mucho, porque es mate­
enseñarte lo que puede inventar la maldad de algunos ria frecuente en las conversaciones, y muy conveniente
hombres, y sufrir la imbecilidad de otros, como también que tengas alguna idea de la primera, y un gusto bien
lo que todos juntos pueden establecer, á despecho de los formado de la segunda. No es difícil aprender en muy
principios mas claros de la razón natural, de la justicia y corto tiempo todo lo que de ambas necesitas conocer. Si
de la equidad. lees con una persona entendida, menos de la tercera
Estos son los objetos que mas deben ocupar la aten­ parte de la obra de arquitectura de Paladio, y en segui­
ción de todo viajero de juicio; yo no he tenido otroB en da, acompañado de esta misma persona, examinas los
mira al hacerte viajar, y espero que volverás á tu patria mejores edificios según estas reglas, conocerás las diver­
conociéndolos á fondo. sas proporciones de los diferentes órdenes;los varios
Recibo en este momento la carta de M. Harte de t* de diámetros de las columnas; sus intercolumnios; sus di­
Octubre, pero nunca llegó á mis manos su precedente á versos usos ect El órden corintio, conviene particular­
que se refiere en esta, como tú lo hiciste en tu última, y mente en edificios suntuosos, en que el ornato y la deco­
que contenia las razones que te asistieron para dejar tan ración entran como objeto principal. En el órden dórico
pronto á Verona. Nuestras cartas tienen peor estrella que se tiene en mira la fuerza; y el jónico participa de la
las de otras gentes, porque nos hemos escrito reciproca­ fuerza del dórico, y de los ornatos del corintio. El orden
mente por la vía de Alemania, con tan poco suceso como compuesto y el toscano son mas modernos, y fueron des­
antes. conocidos á los Griegos: el primero es muy ligero, y el
Estoy muy satisfecho de tus estudios por la mañana, y segundo muy cargado. En poquísimo tiempo puedes co­
de tus galanterías por la tarde, de que me informa M. nocer lo mas esencial de la arquitectura civU, abandonan­
Harte; y te pido que continúes de la misma manera en do las partes mas minuciosas y mecánicas á los arquitec­
Venecia y después en Roma. Con tal de que llegues á esta tos, á los albañiles, y á Lord Burlington, que en cierto
última ciudad á principios de Diciembre, puedes pasar en modo se ha rebajado él mismo, por conocer todo esto
Venecia todo el tiempo que gustares. escesivamente bien (a). Observa igual método en la ar­
Presenta mis cumplidos á Sir James Gray y á M. Smith quitectura militar ¡ comprende bien los términos; conoce
con agradecimientos por las grandes atenciones que te las reglas generales, y después míralas puestas en prác­
han manifestado. tica con alguna persona inteligente. Examina con cuida­
Escribí á M. Harte por el último correo con fecha 6 de do, en compañía de algún ingeniero ú oficial antiguo,
Octubre, y lo haré de nuevo por uno de los próximos en las fortificaciones de bulto de alguna plaza; y adquirios
contestación ¿ su última. A Dios. una idea mas precisa de los bastiones, medias luA,
hornabeques, rebellines, esplanadas ect., que la que po­
drían darte sobre el papel todos los maestros del mundo.
Este es el grado de conocimiento que convendría sobre
arquitectura militar y civil.
También querría yo que te formases el gusto en las
artes liberales de pintura y escultura; pero sin descender
Londres, 17 de Octubre de 1749. á aquellas municlosidades en que se apoyan con tanta
afectación nuestros virtuosi modernos. Observa atenta­
Mi querido hijo. mente las partes mayores; mira si la naturaleza se halla

Recibi al cabo la carta de M. Harte, escrita en Verona


el 19 de Setiembre- Muy buenas fueron las razones que
tuviste para dejar dicha ciudad ¡ y habiendo permaneci­ (a) So sabe que el autor tuvo un gusto esquí sito en arqui­
tectura, y que su critica sobra la irregularidad de los edificios
do en ella el tiempo suficiente para ver todo lo que valia
de Londres, contribuyó mucho á reformarlos. Su biógrafo nos
la pena, Venecia, como capital, es, en mi opinión, un
cuenta, que un general acudió á un noble ingles, célebre por
lugar de residencia mucho mejor. Las capitales son siem­ su gusto en arquitectura (verosímilmente Lord Burlington
pre los asientos de las ciencias, de las artes y de las me­ mencionado en esta carta), suplicándole que dirigiese los tra­
jores compañías: yo les he dado la preferencia toda mi bajos de una casa que se proponía habitar. Terminada que
vida, y te aconsejo que bagas lo mismo. • fué, el general condujo á ella al autor, quien encontrándola
Mis tres ó cuatro últimas cartas te habrán impuesto de muy incomoda y mal distribuida pero con una hermosa fa­
mis Instrucciones por lo que toca á otra capital, en que chada, dijo al general: Si la casa fuera mia, alquilaría la de
me propongo hagas una morada considerable. Bien sé enfrente para vivir en ella y disfrutar de la perspectiva
que el gasto lo será igualmente; pero éste, como ya te he Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 119

verdaderamente representada; si las pasiones se mani­ Me alegro mucho que haya merecido tu aprobación mi
fiestan en toda su espresion ; si los caracteres son verídi­ carta de 12 de Setiembre, porque contenía el plan bajo
cos ; y deja las partes pequeñas, con su monserga, á los el cual me he propuesto vivir siempre contigo. Te daré
nécios y á los presumidos. Igualmente te aconsejaría que consejos sérios como amigo que tiene alguna esperiencia;
leyeres la historia de los pintores y escultores, y yo no conversaré alegremente en tu compañía como camarada,
conozco ninguna mejor que la de Felibien. En Italia hay y pondré para siempre de lado la autoridad de padre,
muchas, y puedes informarte de la que fuere mas apre­ porque el ejercerla es inútil, puesto que si no tienes bas­
ciada. Esta parte de la historia es muy interesante, bas­ tante juicio ni sentimientos para seguir mi aviso como
tante curiosa, y no del todo inútil. Todas estas cosas un amigo, tu obediencia forzada á las órdenes de un pa­
desearía yo que supieses hasta cierto punto; pero recuer­ dre sería infructuosa para ambos. Tácito al hablar de un
da que ellas deben ser únicamente el pasatiempo, y no la ejército que obedecía con repugnancia á sus generales
ocupación de un hombre de talento. solo por temor al castigo, dice que en efecto obedecían,
Ya que el escribirme en aleman te roba mucho de un sed ut qui mallent jussa imperatorum interpretar^
tiempo de que no querría yo desperdiciases un solo mi­ quám exequi(a). Por lo que á mí toca, desecho tal obe­
nuto, acepto tu propuesta, y me contento con una carta diencia.
pequeña en aleman, cada quince días, á Lady Chester- Veo que te has Imaginado no entender el italiano;
field ó á M. Grevenkop. Mi objeto era que no olvidases lo pero puedo asegurarte que te acontece lo que al bourgeois
que tienes aprendido de este idioma, sino que por el con­ gentil homme, que hablaba prosa sin conocerlo; sabes
trario, el uso frecuente de hablarlo y escribirlo te lo hi­ este idioma mas de lo que te parece, porque cualquiera
ciese mas familiar. Con tal que cuides de esto, poco me que conoce el francés y el latín tan bien como t¿, sabe á
importan los medios que adoptares; pero si requiero que lo menos la mitad del italiano, y necesita muy poco del
todos los dias de tu vida hables aleman con este 6 aquel diccionario. En cuanto á los Idiotismos, las desinencias y
(porque por todas partes hallarás Alemanes), y escribas y las delicadezas de esta lengua, son cosas que la conver­
uno ó dos renglones diariamente para acostumbrar tu sación y un poco de cuidado te enseñarán muy pronto:
mano. Por ejemplo : por qué no escribirías en esta lengua te pido, pues, que hables italiano en la sociedad, mal ó
los cortos apuntes de tu memorándum y tus gastos par­ bien, á diestro y siniestro, luego que tuvieres bastantes
ticulares ? Esto te procuraría otra ventaja mas, y es, que palabras para hacer preguntas ordlnárias, ó bien para
en caso de estravio, pocos, escepto tú, se impondrían responder. Si solo sabes decir buon giorno, dilo, en vez
de ellos. de buenos días, esto es, á Italianos : las respuestas que te
Celebro mucho saber que te gustan las tertulias de Ve- dieren te enseñarán palabras nuevas, é insensiblemente
necia hasta el punto de sacrificarles algunas cenas, que, harás progresos en esta lengua, que es muy fácil. Tienes
sin embargo, se me asegura no te son tampoco indife­ mucha razón de no abandonar el aleman por el Italiano»
rentes*, claro es pues, que hay en estas reuniones alguien y de creer que te será mas útil: ya lo esperimentarás en
ó alguna cosa á que das la preferencia sobre tu paladar *, el curso de los negocios; pero el italiano tiene también su
y como yo sé que no hay en dichas sociedades mas que utilidad, y es ademas un adorno, porque en esta lengua
buena compañía, me regocijo al ver que te gusten tanto hay autores muy elegantes y de mucho mérito. Es muy
las sociedades amables. Me figuro que te habrán ya for­ Justa la razón que me das para no haber hallado los en­
mado, sea por efecto de tu propia reflexión, ó bien por el jambres de Alemanes que yo esperaba, y fácilmente
ridículo en que te habrán hecho caer tus distracciones y concibo que los gastos de viaje deben subir á un número
descuidos; de otro modo no irlas allí mas que á insultar de thalers, groschens y kreutzers, capaz de hacer ir de
á las gentes. Igualmente me imagino que desea? agradar espaldas á un Aleman; no obstante, hallarás varios en
y ser bien recibido en todas partes, y que te presentas y Roma, sea eclesiásticos, sea en la comitiva del ministro
conduces con finura y sin llaneza. A Dios. imperial y muchos mas cuando fueres al Milanesado,
P. D. Por una estraordinaria prontitud del correo, entre los oficiales de la reina de Hungría. Ademas, tienes
recibo en este momento tu carta de 9 del corriente (a). un criado Sajón, y espero que solo le hablarás aleman.
M. Gapello me ba escrito la carta mas obsequiosa del
mundo, y se espresa muy ventajosamente de tí, prome­
-♦^900 es»*- tiendo que obtendrás su protección en Roma. Le he con­
testado. Me parece que tendrás entrada franca en su pa-
lazzo de Roma. Te aconsejo que lo veas con frecuencia;
Londres, 24 de Octubre de 1749. cierto es qu’il nepaie pas beaucoup de sa figure; pero
tiene mucho juicio y un fondo muy regular de conoci­
Mi querido nuo. mientos, con gran esperiencia en los negocios, habiendo
sido ya embajador en .Madrid, en Vlena y en Londres.
Solo tuve tiempo para acusar en mi última, el recibo Estoy muy seguro de que te dará con gusto, acerca de
do la tuya de 9 del contente que ahora contesto. esto, todos los informes que pudiere. Madama era her­
mosa, caprichosa y estravagante, hasta que las viruelas,
disminuyendo su belleza, la medio curaron de sus capri­
chos *, pero como probablemente no ha cambiado de sexo,
(a) 23 de Octubre : El autor á la marquesa de Moncouseil : cuento con que le quedó mucho demuger para contribuir
......Je voudraís bien que votre éléve eút finí sea affaires en á tn formación. Es indudable que aun se considera bas­
Halie, &Gn que j’en fuese quitte et que je le visee dan» de tante hermosa y calificada para aquellas atenciones que
Beillcures mains que les miennes; car, sacbez que du moment
qu’il arriva b París, je n‘ai plus ríen a faire avec luí : il vous
tppartiendra en propre, et vous me répondrez deses maniéres,
de sa politesse, el méme de ses senlimeots. Gentillesse á part,
je sais que vous en pourrez faire tout ce que vous voudrez. 11 (a) Interpretando, mas bien que obedeciendo, las órdenes,
roas sera livrépar la poste a París, du mois de mai cu uu au. de los emperadores.

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150 CARTAS

siempre se pagan á la belleza: y su carácter es ciertamente nas maneras en lo mas esencial. Las formas de ellas va­
bastante elevado para requerir respeto. Esta es la clase rían según las personas, los lugares y las circunstancias,
de mugeres que mejor pulen á un jóven, dándole aquel y solo se adquieren por medio de la observación y de la
báblto de deferencia, aquella flexibilidad, aquella blan­ esperiencia; pero la substancia es y será en todas partes
dura de maneras que le son tan útiles en el trato con ios la misma. Las buenas maneras son, por lo que hace á las
hombres y en el curso de los negocios. sociedades particulares, lo que las buenas costumbres
Espérate á verme tocar con mas ó menos frecuencia el respecto de la sociedad general: su cimiento y>su seguri­
punto importante de las maneras, de la destreza y de dad ; y así como se decretan leyes para la observancia de
aquel indefinible no sé qué, que siempre agrada. Tengo las buenas costumbres, ó á lo menos para prevenir los
motivos para creer que no te falta ninguna otra cosa; malos efectos de las que no lo son, del mismo modo hay
pero también los tengo para temer que te halles muy falto ciertas reglas de urbanidad, reconocidas por todo el mun­
por este lado. Si así fuere te quedarás pobre en medio de do, que prescriben los buenos modales y condenan los
la plenitud de conocimientos que hubieres atesorado. A malos; y aun creo realmente, que entre los crímenes y
Dios. los castigos hay mas proporción de la que aparecería á pri­
mera vista. El hombre perverso que se apodera del bien
ageno, es justamente ahorcado; y con la misma razón es
escluido déla sociedad, con unánime consentimiento, el
hombre que turba el reposo de la vida privada. Las defe­
rencias, las atenciones y los sacrificios recíprocos de las
♦ pequeñas comodidades individuales, entran tan natural­
Lowres, 3 de Noviembre de 1749. mente en el acuerdo tácito de las gentes civilizadas,
como la necesidad de protección y obediencia en los con­
tratos de reyes y súbditos. Cualquiera que en ambos ca­
Mi querido hijo. sos viola este pacto, pierde justamente todas las ventajas
que de él emanan. Por lo que á mí toca, creo positiva­
Desde el instante que viste la luz, mi objeto favorito mente que después del placer interior de hacer una bue­
fue y es, hacerte tan perfecto como puede tolerarlo la na acción, no hay otro mas grato que el de hacer una
fragilidad de la naturaleza humana. En solicitud de ello acción cortés; y el título que mas ambicionaría yo, des­
no he sentido penas ni gastos, bien convencido de que la pués del de Arístides, sería el de bien criado. Basta, pues,
educación, mucho mas que la naturaleza, es causa de de buenas maneras en general, y considerémoslas ahora
aquella grande diferencia que vemos en los caracteres en sus diferentes grados y calidades.
de los hombres. Durante tu niñez me esmeré en habituar Pocas, muy raras, son las gentes que faltan al respeto
tu corazón á la virtud y al honor, antes que tu alma fuese debido á las personas de una superioridad muy recono­
capaz de conocer la belleza y utilidad de ambas escelen- cida, como testas coronadas, príncipes, hombres públicos
cias. Estoy persuadido de que estos principios, que apren­ en puestos eminentes, prelados ect. La manera de ates­
diste entonces por rutina, como reglas de gramática, se tiguar este respeto, es la única que varía. El hombre de
hallan hoy fijos y confirmados por la razón, y á la verdad, condición y de mundo lo manifiesta en toda su estension,
son tan claros, que para comprenderlos y practicarlos pero con naturalidad, facilidad y desembarazo; á la vez
solo se requiere un grado de entendimiento muy medio­ que un hombre que no está familiarizado con la buena
cre. Lord Shaftersbury dice muy ingeniosamente, que compañía, atestigua su respeto de un modo torpe, deja
querría ser virtuoso por su propia satisfacción aunque ver claramente que se halla fuera de su elemento, y que
ninguno lo conociese, asi como sería aseado aun cuando sn espíritu no está en su situación normal; pero en toda
nadie lo mirase. Así, desde que tienes uso de razón, no mí vida he visto al hombre mas incivil del mundo, come­
te he escrito sobre estas materias que hablan mejor por ter groserías basta el punto de recostarse, silvar, rascarse
sí mismas; y ahora pensaría tanto recomendarte séria- la cabeza ú otras indecencias de peor naturaleza, en com­
mentc que no te arrojases en el iodo ó en el fuego, como pañías que le inspirasen respeto. Así pues, de lo que debe
suplicarte que evitases el deshonor y el vicio. Considero cuidarse en estas ocasiones, es de dar, como todo el
pues logradas completamente mis miras en este particu­ mundo, pruebas de respeto, pero sin mortificación, sin
lar. Mi segundo objeto fué procurarte un saber sólido y embarazo y con gracia. Esto es lo que debe ensebarte la
útil; mi cuidado al principio, el de M. Harte después, y, observación y la esperiencia.
quiero confesarlo en tu elogio, tu aplicación al fin, han En las sociedades variadas, todo aquel que entra en su
escedido mis esperanzas; y tengo razones para creer seno, es considerado, á lo menos por algún tiempo,
que aun mis deseos se verán colmados. Así pues, todo lo bajo un pié Igual al de toda la compañía; por consi­
que me resta que apetecer, inculcar, ordenar y exigir, guiente, como no hay ningún objeto particular de reserva
son las buenas maneras, porque sin ellas todas tus otras ó de respeto, cada uno puede dar á su carácter mas lati­
prendas serán defectuosas, sin briilo y casi 6in provecho. tud, y estar menos sobre sí, con tal de que sea dentro de
Desgraciadamente tengo sobradas razones para creer que ciertos límites que por ningún motivo deben traspasarse,
te hallas muy atrasado en este particular; en consecuen­ porque aunque en estas circunstancias nadie tenga de­
cia, el resto de mi carta, como muchas otras que la se­ recho á recibir pruebas de una consideración distinguida,
guirán, versará sobre este punto. cada uno pretende para sí, y con mucha razón, todas las
Un amigo tuyo y mío, definiendo esactamente las bue­ señales de la buena crianza. El desahogo es permitido,
nas maneras, ha dicho que son : el resultado de mucho pero el descuido y la negligencia son estrictamente veda­
buen sentido, de un poco de buen natural, y de cierto dos. Si alguno traba conversación contigo sobre asuntos
grado de abnegación de si mismo por el bien de otros, necios ó frívolos, no solo sería mala crianza sino bruta­
y con la mira de obtener de ellos la misma indul­ lidad, darle á conocer, por tu falta de atención, que lo
gencia. En tal supuesto, indisputable á mi entender, crees muy loco ó muy necio para ser escuchado. El yerro
me asombra que haya hombres que teniendo, como creo sería aun mayor respecto de las mugeres, que, sea cual
tienes tú, buen sentido y buen natural, carezcan de bue­ fuere su clase, tienen derecho, en consideración á su sexo,

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DE LORD CHESTERFIELD 151

no solo á las atenciones, sino á una urbanidad oficiosa. ¡ Que la erudición mas profunda sin las buenas mane­
Un hombre bien educado debe ser solicito cerca de ellas, ras no es mas de pedantismo desagradable y enfadoso,
lisonjearlas, prevenir y aun si es posible adivinar sus pe­ útil en el retiro, pero de poca ó ninguna utilidad en la
queñas necesidades, sus gustos, sus aversiones, sus pre­ sociedad.
ferencias, sus caprichos y hasta sus impertinencias. Nun­ Que uirhombre que no se halla perfectamente educa­
ca te apropies aquellas comodidades y recreos de derecho do, es inepto para la buena compañía y desagradable en
común, cmno los mejores lugares, los mejores platos ect., ella ; por consiguiente, la mirará pronto con aversión, y
por el contrario, rehúsalos siempre y ofrécelos á otros; la abandonará úespues; finalmente, se verá reducido á
quienes á su vez te los ofrecerán; de manera que, des­ la soledad, ó lo que es peor, á frecuentar las malas socie­
pués de todo, disfrutarás á su debido tiempo la parte que dades.
te toca en el derecho común. Sería cuento de nunca aca­ Que un hombre mal educado es tan inhábil para los
bar, si me pusiese yo á enumerar todos los casos parti­ negocios como para el trato con gente fina.
culares en que el hombre fino muestra su urbanidad; En tal virtud te ruego, mi amado hijo, que durante la
seria también agraviarte el suponer que tu propio buen mitad del dia por lo menos, las buenas maneras sean el
sentido no te los indica; así pues, tu buena Índole te los objeto de tu estudio y de tus acciones. Observa cuidado­
recomendará, y tu propio ínteres te estimulará á prac­ samente los modales de aquellos que se distinguen por
ticarlos. su buena crianza ; imítalos, y aun trata de aventajarlos
Hay una tercera especie de comedimiento, contra el para llegar á lo menos, al mismo nivel. Convéncete de
que se cometen faltas frecuentes, en la errónea creencia que las buenas maneras son, por lo que hace á las pren­
de que no es posible incurrir en ellas; quiero hablar por das morales, lo que la caridad respecto de todas las vir­
lo que hace á nuestros mas íntimos amigos ó conocidos, tudes cristianas; observa como hermosean al mérito y
óá aquellos que son realmente nuestros inferiores. Cierto con qué frecuencia sirven develo cuando aquel falta.
es que en este caso no solo es permitido un grado mayor Quiera el cielo que tu las poseas como un ornato que re-
de libertad, sino también que es mas conveniente, y con­ alze tu verdadero mérito 1 A Dios,
tribuye mucho á los placeres de la sociedad y de la vida
privada; pero esta libertad tiene también sus limites que
por ningún motivo deben traspasarse. El olvido de 6¡
mismo llevado hasta cierto punto, se convierte en injuria,
porque dá á entender á las personas con quienes esta­
mos, la inferioridad real ó supuesta en que las tenemos;
y pronto desaparece aquella grata libertad de conversa­ Londres, 14 de Noviembre de 1749.
ción que debe reinar entre amigos, como ha desapareci­
do la libertad de los pueblos siempre que han querido Mi querido hijo.
llevarla hasta la licencia. Los ejemplos esplican mejor
las cosas y elijo uno muy poderoso. Supongámonos tú y Hay cierta urbanidad natural que salta á los ojos de la
yo solos en un mismo aposento ; convendrás en que simple razón, y que lodo hombro de buena índole pone
tengo derecho £ estar con tanta libertad como la que en práctica. Esta urbanidad es universal, Independiente
tendríamos en cualquiera otra* compañía; y aun creo de la moda, y consiste en los esfuerzos que hacemos para
que me concederías llevarla mas allá de lo que permiti­ complacer á nuestros semejantes, prestándoles toda clase
rías á ningún otro. A pesar de esto, crees que no me con­ de servicios, sin desviarnos de las sendas de la moral.
sideraría yo obligado á poner límites á esta libertad ? Te Un salvaje americano de buena índole, practicará este
aseguro que estoy muy lejos de pensarlo así, y que me deber con la misma naturalidad que el europeo mejor
creo tan obligado á observar contigo cierto grado de co­ educado; mas en este caso no llevo yo la complacencia
medimiento, como podría tenerlo, en grado diferente, hasta el grado de sacrificar las comodidades propias en
con los demas. Site manifestase yo por una total falta de obsequio de las agenas. La utilidad es la que introdujo
atención á tus discursos, que mientras me hablas estoy esta segunda especie de urbanidad, como introdujo el
pensando en otra cosa; si bostezase cada minuto; si } comercio, y estableció el cambio de los pequeños recreos
roncase ó cometiese otras indecencias, creería haberme i de la vida. Yo sacrifico tal comodidad en tu beneficio; tú
conducido contigo como una bestia, y no esperaría yo sacrificas otra en el mió; este comercio circula, y al fin
verte muy inclinado á frecuentar mi compañía. No: las todo el mundo gana. La tercera especie de urbanidad es
relaciones, las conexiones y las amistades mas estrechas, local, y cámbia de formas, no solo según los diferentes
Tequieren cierto grado de buena crianza que les sirve de paises, sino también según las diferentes ciudades de un
base y las hace duraderas. Si un hombre y una muger mismo país. Se funda, sin embargo, en las dos prime­
que pasan los días y las noches juntos, pusiesen entera­ ras, que vienen á ser la materia, y en este caso recibe di­
mente de lado toda especie de consideración y de delica­ ferentes formas é impresiones por solo el imperio de la
deza, su intimidad degeneraría muy pronto en familari- moda y de la costumbre. Cualquiera que posea las dos
dad grosera que produciría infaliblemente el disgusto y primeras, adquirirá fácilmente esta tercera, que depende
el desprecio. El hombre mas perfecto tiene sus flacos, y solo del cuidado y de la observación, y que es propiamen­
el que los deja ver es tan imprudente como descortes. te el pulido, el lustre y la última mano de las buenas ma­
Ciertamente que no andaré yo con ceremonias enatu neras. Encuéntrase únicamente en las capitales, y aun
compañía, las cuales serían muy fuera de orden; pero es en ellas se mira sujeta á variaciones. La urbanidad de
seguro que observaré aquel grado de buena crianza que Roma difiere en algo de la de París; la de París no es en
no solo es decente, sino que, estoy segurísimo, es abso­ todo conforme con la de Madrid; y la de Madrid varia en
lutamente necesario para que la compañía de ambos mucho de la de Londres; de modo que un hombre de
dure y nos sea grata. Por ahora ceso de hablar sobre este juicio atiende con cuidado á la urbanidad local de los
punto, que quizá he llevado mas lejos de lo que permite diversos lugares en que se halla, y sigue las huellas de
una carta, pero no dejaré de refrescarlo con frecuencia las personas que en su opinión presiden y dan el tono en
cu tu memoria. Concluyo con los axiomas siguientes: las buenas compañías: observa de qué manera se dirigen.

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152 CARTAS

á sus superiores, cómo se acercan á sus Iguales, y bajo debes ser despejado, diestro, vivo: las gentes deben so­
qué pié tratan á sus inferiores: no deja escapar ninguna licitarte, hablar de tí, esperarte con impaciencia, y verto
de aquellas delicadezas cuyo efecto en la urbanidad, es partir con sentimiento. Muy grato sería para mi, oir decir
parecido ai que producen en una buena pintura los últi­ á media docena de mugeres de condición : Que se ha
mos toques del pincel, los cuales se escapará los ojos hecho Stanhope? Por qué no viene! Debemos confesar
del vulgo, pero sirven á los inteligentes para descubrir di que es muy amable. En todo esto no miro yo á las mu­
grande artista : atiende aun al aire, á los vestidos y á los geres como objeto principal, sino que pienso «n los hom­
movimientos, é imita todas estas cosas con soltura y bres, y en la necesidad de que adquieras importancia y
desembarazo; cópia, pero no remeda. Estas gracias per­ seas querido; porque escepto ciertos cambios ligero»,
sonales son de grandísima importancia : previenen las las mismas cosas que agradan á ias mugeres, agradan
voluntades antes que el juicio decida sobre el mérito : también á los hombres; y un hombre cuyas maneras
cautivan el corazón, y creo que ellas dieron origen á las han sido suavizadas y pulidas por el trato continuo con
ideas estravagantes de filtros y encantos. Sus efectos mugeres elegantes, y á quien ellas han acostumbrado á
fueron tan sorprendentes que se consideraron como las deferencias y á las atenciones, tendrá menos dificul­
sobrenaturales. Los hombres mas agradables y mejor tad para agradar á los hombres y atraerlos á su partido,
educados, y las mugeres mas bellas y graciosas, son por que sirviéndose de otros medios. Tú debes conocer que
lo regular los que dan mas bebedizos, y esto sin que el no es posible que te eieves en el mundo sin contraer a-
diablo se mezcle en lo mas mínimo. Ten per lo tanto mistades, y sin empeñar diferentes caracteres en la con­
cuidado de que tus vestidos no solo sean buenos, 6ino de secución de tus miras. Es necesario que los sujetes sin
ponértelos convenientemente; procura que tu ropa luz­ que ellos lo aperciban, y que les dictes lo que te tiene
ca; no sobrecargándola de oro y plata (a), sino lleván­ cuenta al tiempo mismo de aparentar que eres dirijido
dola conforme á la moda de mejor gustb. Las mugeres por ellos. Estas amistades indispensables solo pueden
miran con agrado es Los pequeños cuidados, y los exigen adquirirse y mantenerse, por medio de una série no
y consideran como cumplimientos que le son debidos; interrumpida de deferencias, de atenciones, de cortesías
pero por otro lado, si tu porte y movimientos no son^a- y de cierto grado de sujeción propia. Si quieres obtener
lantes, graciosos y naturales, tus primorosos vestidos el apoyo de los corazones, es necesario que los ganes;
servirán únicamente para patentizar mas tu torpeza; debes espiar los mollia témpora, y cautivar á las gentes
mas no es posible suponer que seas todavía torpe, y es con los encantos de tu trato y de tu conversación. Los
seguro que á esta hora haces una figura muy regular en hombres no acudirán á tu servicio precisamente i la
las buenas compañías. Cuando partiste de aquí no eras hora misma que los necesitares; y si esperas socorro de
lerdo naturalmente; tu torpeza era accidental y propia su poder ó de su influencia, debes procurarles ventajas ó
de colegio. Tengo recelos de que Lipsia no es el asiento placer.
de las gracias, y presumo no adquirirías allí ningunas; En este momento recibo la carta de M. Harte de 2 del
pero si ahora quieres atender á lo que hacen las gentes corriente, á que contestaré cuanto antes; entre tanto
de primera distinción con sus brazos y sus piernas, sus manifiéstale mis agradecimientos; las buenas noticias
cuerpos y sus cabezas, podrás sujetar los tuyos ¿ ciertas que continúa enviándome de tí, me harían entrar en
reglas de movimientos decentes. Cuando estabas aqui, sospecha de su parcialidad, y á llamarlo le médecin tant
bailabas regularmente, y sin duda que sabrás hacerlo mieux (a). Figúrate, pues, qué impresión no me causaría
muy bien antes de regresar, porque siempre debe uno cualquiera deposición contraria que en lo venidero pu­
hallarse en estado de desempeñar con perfección, todo diese enviarme; y como en este caso se vería obligado á
lo que á veces tiene necesidad de hacer: ademas, el informarme muy á su pesar, yo también consideraría su
baile airoso y decente comunica brillo á un jóven, y tú testimonio como de mayor entidad. A Dios.
debes esmerarte en lucir. Un aire reposado, y un mérito
esento de toda Imperfección no convienen á tu edad:

Londres, 21 de Noviembre de IH9.


(a) Esta cargazón de piedras y colorines es bonitamente cri­
ticada por Casli en su gracioso poema, cuando describe el trajo
de los nobles animales que iban en la comitiva el día que so Mi querido huo.
coronó el rey León. Hablando del Toro dice ;
La urbanidad fué asunto que ocupó mi última carta,
pero creo que mas bien te representé las desventajas de
Pero en el Mayoral brillando el oro,
Mas se distingue; quiero hablar del Toro.

Nácares conchas de sus cuernos penden ,


Y relumbrantes gotas purpurinas, (a) Le médecin Tanl-Pis aliait voir un malade,
Que las cavernas fríjidas desprenden, Que visitáis aussi son confrére Tanl-Afic**.
Y jélidas después son cristalinas. Ce dernier espérait, quoique son camarade
Lauzando vi del sol al resplandor, Soutlnt que legisant ¡rail voir ses alcux.
Revorberos de trémulo esplendor. Toas deax s’élant Irouvés di ffe reñís pour la cure.
Y asi como el adorno y no el cultivo Le malade paya le tribut á nal u re ;
Es de los aaíma/es la pasión, Aprés qu’en ses conseils Tanl-Pis eut été cru,
Del ignorante Toro el distintivo lis triomphaient encor dans celte maladie.
Las piedras raras y los diges son : L’un disait: il est mort, je l’avais bien prévu;
Ambulante paréceme museo S’il m’eüt cru, disait l’autre, il serait plein de vic.
pe historia natural cuando le veo. Tr. (LA Fontaink.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 153

la mala crianza, que la utilidad y necesidad de la buena, cial, aun cuando te escedas un poco, y cuidar de procu-*
de suerte que mis argumentos fueron mas bien negativos rarles sus coches, sus asientos y sus comodidades en los
que positivos. Hoy trataré de probar que tú, mas que lugares públicos j no ver lo que no debas ver, y antes
ningún otro, te hallas en la necesidad, no solo de ser bien asistirlas en cosas que no puedas dejar de ver. Las
bien criado en toda la estenslon de la palabra, sino tam­ oportunidades de atestiguar estas atenciones se presentan
bién de brillar y distinguirte por tu comedimiento y tus por si mismas á cada paso ; pero si no se ofrecieren, haz­
buenas maneras. Considera tu situación en todas las las nacer. Ovidio aconseja al amante, cuando se halla en
circunstancias de tu vida futura, y mira si realmente te el circo al lado de su querida, que le sacuda el polvo del
tiene cuenta mostrarte comedido y cortés con los otros, á cuello, y que lo sacuda aun cuando no lo hubiere: Si
fin de que ellos lo sean contigo; y este, puedo asegurár­ nullus,tamen excutenullum. Que tu conversación con
telo, es el único medio de conseguirlo; porque los hom­ las mugeres sea en toda ocasión respetuosa, pero al mis­
bres pagan siempre, y con usura, el descuido con el des­ mo tiempo jovial, y asestada siempre á su vanidad. Todo
cuido, el desden con el desden, y los malos procederes cuanto digas ó hagas debe convencerlas, aun cuando no
con otros peores, lo cual podría enredarte en negocios hubiere tal, de la consideración que tienes por su hermo­
muy desagradables. En segundo lugar, tu profesión, mas sura, por su entendimiento ó por su mérito. Quizá los
que ninguna otra, requiere una educación de lo mas fina hombres tienen tanta vanidad como las mugeres, aunque
y sobresaliente. Manejarás los negocios con muy poco de distinta especie; y tanto el arte como la urbanidad
wceso, si previamente no te concillas y granjeas, con requieren que en vez de mortificar esta vanidad, la li­
tus buenos modales, la benevolencia de las personas con sonjees y complazcas con palabras ó miradas de aproba­
quienes tuvieres que tratar. ¿ Podras alcanzar alguna vez ción. Supongamos, lo que no es difícil, que á tu regreso
¡a confianza y los secretos de las cortes en que te aconte­ á Inglaterra lograse yo colocarte cerca de alguna persona
ciere residir, si eareces de insinuación, de amabilidad, y de la familia real; en esta situación, el comedimiento y
de todas las demas prendas que solo pueden producir las maneras insinuantes, con todas las gracias que moran
aquel fin? A fé mía, no creo avanzar mucho asegurándo­ en las córtes, harían probablemente de tí un favorito, y
te, que una urbanidad sobresaliente, y unos modales de na favorito un ministro; mas todo el saber y los co­
exquisitos, componen por lo menos ia mitad de los ta­ nocimientos del mundo, sin estas brillantes cualidades,
lentos que debes adquirir. Tu saber tendrá poca Influen­ no lo conseguirían. La penetración de los príncipes vá
cia sobre el alma, si tus maneras preocupan el corazón rara vez mas allá de la superficie; el estertor decide
en tu contra; mas por otro lado, cuan fácil no te será siempre su corazón, y nunca te aconsejaría yo que te
sorprender al entendimiento si de antemano sabes ganar molestases mucho por el lado de su entendimiento. Los
el corazón 1 ; y hay corazones que no se dejan ganar por príncipes en general (me refiero á aquellos Porphyroge-
otro medio que el de las atenciones mas usuales y co­ nets, nacidos y educados en la púrpura), se hallan con
munes. Corresponder un saludo á quien te lo dirige, corta diferencia en la misma linea que las mugeres, edu­
contestar á quien te habla, y no decir cosas ofensivas á cados como ellas, y deben ser tratados y ganados de la
ninguno, son eosas tan simples de la buena crianza, que misma manera. Ellos ven todo, pero rara vez pesan. Tu
equivalen á mostrar que uno no es un bruto ; del mismo lustre y no tu solidez les hará impresión, y tu mérito in­
modo que sería un pobre elogio del aseo de un hombre terior sostendrá y fortificará después lo que hubieres ga­
el decirle que no apesta. La amistad y el aprecio de los nado por tu estertor. Para las gentes débiles, que sin dis­
hombres, así como el agrado y el afecto de las mugeres, puta componen las tres cuartas partes del género huma­
se ganan por medio de una urbanidad activa y oficiosa, no, la buena crianza, la destreza y los modales es el todo,
seductora y placentera. Debes observar con sumo cui­ porque rara vez penetran á mayor profundidad; pero
dado sus pasiones, sos gustos, sus pequeños caprichos, puedo asegurarte que estas cualidades tienen también
sus debilidades, y abrirles paso; pero es esencial que mucho peso cerca de personas del mas claro entendi­
hagas todo esto con diligencia y buen humor, y no como miento. Cuando los ojos no son seducidos ni el corazón
si te prestases por condescendencia á complacer sus de- lisonjeado, el alma se halla dispuesta á resistir. Sea esto
biiidades. malo ó bueno, yo confieso que tal es mi temperamento.
Por ejemplo: supongamos que hayas Invitado á algu­ Las gentes torpes simples y mal criadas me repugnan
nos amigos á comer ó cenar contigo; mira en este caso, basta tal punto, que luego que las encuentro siento que
ti te acuerdas que les guste algún manjar favorito, y man­ mi corazón no se halla dispuesto á informarse de su mé­
da prepararlo dlciéndoles después ¡ en tal lugar me pa- rito intrínseco. Inmediatamente concluyo con que no
rtció que preferían Vds. este plato, y por eso mandé dis­ tienen ninguno (a), y aun dudo si no sentiría conven­
ponerlo: este es el vino que, si no me engaño, gustó á
Vds. mas, y en tal concepto previne que no nos faltase.
Mientras mas insignificantes fueren estas cosas, mas cla­
ramente probarán tu atención á las personas, y por con­ ía) Hay sin embargo, gentes de aire simple de las que seria
siguiente, te concillarán mas su amistad. Consulta tu aventurado pensar que carecen de mérito. Pruébalo el ejem­
propio pecho, y recuerda hasta qué punto las atenciones plo siguiente :
Un obispo mostraba desprecio 6 un pobre cura que consi­
délos otros, lisonjean aquel grado de vanidad y de ampr
deraba como ignorante por su aire simple. Estoy persuadido,
propio de que ningún hombre se halla esento. Reflexiona le dijo un dia, que ignora Vd. los primeros rudimentos del
hasta qué grado te inclinan hácia aquellas personas, y catecismo. Vamos, ¿cuantos son los pecados capitales? Ocho
cuan dispuesto te hallas después á recibir favorablemente respondió el cura. No mo engañé, replicó el prelado, en la
lo que viene de su parte. Las mismas cosas producirán opinión que he formado de Vd. ¿ Quien fué el obispo ignorante
iguales efectos en tu favor. Las mugeres son, en mucha que hizo á Vd. clérigo, y cuales son esos ocho pecados capitales?
parte, las que establecen ó destruyen la reputación de cada V. S. llustrisima, respondió el cura, es quien me confirió las
hombre por lo que hace á sus finos modales; y asi debes órdenes; y por lo que hace á los pecados capitales, ademas do
inundarlas, por decirlo asi, de miramientos; están acos­ los siete que todo el mundo conoce, debe agregarse un octavo
tumbradas á ellos, los esperan, y en justicia debe decirse que es el desprecio que se atestigua á los clérigos pobres.
que rara vez dejan de corresponderlos. Debes ser servi­

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154 CARTAS

cerme de lo contrario. Mi imaginación se figura á menudo sacantes de Moliére, y que no te abrazarán por afición al
que te descubre aunqjjp á tanta lontananza; y mientras griego. Lo que les gusta es il garbato, il leggiadro, il di-
te miro resplandeciente despidiendo los rayos de la eru­ sinvolto, il lusinghiero, quel non só che, che place, che
dición antigua y moderna, y de otros talentos útiles y alletta, che incanta. *
recomendables, me encanta la perspectiva; pero cuando He sostenido con frecuencia que la erudición mas pro­
te contemplo bajo otra luz, y me figuro verte torpe, des-, funda, de ningún modo es incompatible con las maneras
abrido y sin gracia, con el aire y las maneras vulgares, mas pulidas, bien que ambas cualidades se vean rara vez
viniendo hacia mí con negligencia, distraído, y sin sa­ juntas; y me he comprometido á presentarte como prue­
ber en donde te hallas, no me es posible describir lo que ba de este aserto; mas si vinieres justificando lo contra­
siento; pero haré lo que un hábil pintor de la antigüe­ rio, el sentimiento y la confusión caerán sobre mí, pero
dad : echaré un velo para cubrir el rostro del padre. tú solo saldrás perdiendo. Lord Bollngbroke es ya una
Me atrevo á decir que tus conocimientos arquitectóni­ fuerte prueba en mi favor, porque une á la erudición mas
cos son tales á esta hora, que no Ignoras que el órden profunda, la buena crianza y las maneras mas elegantes
toscano es el mas sólido, pero al mismo tiempo el mas que puedan adornará cualquiera cortesano; M. Pope
pesado y grosero. Su solidez es buena para afianzar los tenia razón de llamarle el hombre cabal. Cierto es que ha
cimientos y sostener el primer piso de un gran edificio; tenido sus defectos procedentes de una ambición sin lí­
mas si toda la fábrica es del órden toscano, no atraerá mites y del ímpetu de sus pasiones; pero ambas cosas han
los ojos, no fijará la atención de los transeúntes ni con­ calmado con la edad y la esperiencia, y no desearía yo
vidará á verlo por dentro; todos se persuadirán de que mas sino que fueses lo que él es actualmente, sin pasar
su interior no merece visitarse, cuando la fachada es tan por lo que fué : su afabilidad previene en su favor, su
tosca y llana. Pero si sobre una ringlera de columnas elocuencia persuade y sus conocimientos instruyen á
toscanas, se ven elevar gradualmente los órdenes dórico, todos los que le tratan. En resumidas cuentas, deseo y
jónico y corintio con todas sus bellezas, sus proporciones reclamo que desde que te sentares á almorzar, hasta que
y sus ornatos, la hermosa disposición del edificio fija los fueres á dormir, dediques toda tu atención á la buena
ojos menos curiosos, y detiene al pasajero mas indiferente crianza y á tu manejo en el mundo. Sin esto nunca serás
que solicita como un favor, y aun paga á veces, el per­ nada*; con ello podrás ser lo que quisieres.
miso de examinarlo por dentro. Este es precisamente el A Dios mi querido hijo. Mis cumplimientos á M. Harte,
caso con tu pequeño edificio, que temo tenga mas del
órden toscano que del corintio. Es absolutamente nece­
sario que cámbies todo el frontispicio, porque de otra
manera nadie se acercará á tocar la puerta. Las princi­
pales piezas que deben componer este nuevo frontispicio
son : una urbanidad elegante, flexible, natural y distin­
guida : gracia en los movimientos, insinuación y dulzura Londres, 24 de Noviembre de 1749.
en tus miradas, palabras y acciones; viveza, despejo,
aliño; finalmente, todo el esplendor adecuado á un jóven Mi querido hijo.
de condición.
Estoy seguro de que eres capaz de hacer mucho por Doy por supuesto que todo ser racional se propone un
amorá mí; yasi, considera qué embarazo, qué pesadum­ objeto mas importante que el de respirar y vegetar obs­
bre resentiría yo,.si á tu regreso no me atreviese á enco­ curamente como el resto de los animales: su deseo es
mendarte los obsequios y cumplidos de mi casa y mesa, distinguirse entre sus semejantes; y, alicui negotio in-
y si tuviese que avergonzarme de presentarte á las per­ tentus, proeclari facinoris, aut artis bonos, famam
sonas que frecuentan una y otra. Si fueses todavía torpe, queerit (a). Cesar, embarcándose un dia durante una
negligente y distraído, y diese el caso que te encontrases tempestad, dijo que no era necesario que él viviese, pero
en mi mesa con M. L***, las consecuencias de este en­ que era absolutamente indispensable que llegase al lo­
cuentro podrían ser fatales': las cabezas de ambos se gar adonde quería ir. Plinio deja á los hombres esta sola
chocarían una contra otra; habría, en vez de viandas alternativa: ó hacer cosas dignas de ser escritas, ó escri­
picadas, dedos cortados por ambas partes, ó quizá muerte, bir cosas dignas de ser leídas. En cuanto á aquellos que
como ya ha sucedido por querer tragar la sopa hirviendo. no hacen uno ni otro: eorum vitam mortemque justa
Es tan copiosa esta materia, que tómese ó no por el existimo, quoniam de utraque siletur (ó). Estoy con­
lado sério, nunca puede agotarse. Imposible es deta­ vencido de que tu pones la mira en uno ó bien en am­
llarte todos los casos que puede ofrecer la cuestión de la bos de estos objetos; pero es necesario que conozcas y
buena crianza, porque son infinitos, y no hay situación practiques [los medios indispensables para lograr tu fin,
ni parentesco en el mundo, tan remoto ó tan íntimo, porque de otro modo tus esfuerzos serían vanos. En am­
que no requiera esta cualidad en distinto grado. Tu bueh bos casos sapere est principium el fons; pero de nin­
sentido te indicará estos casos, tu buena índole te los guna manera basta esto: aquel saber ha menester ador­
recomendará, y tu propio ínteres te estimulará á prac­ no, y que su brillo sea igual á su solidez, porque de otro
ticarlos; después de lo cual, la observación y la espe- modo se le tomará mas á menudo por plomo que por oro.
riencia te darán el tono, el aire y las gracias que coronan Conocimientos ya tienes, y con el tiempo adquirirás mas,
la obra. de manera que no eb esto lo que me Inquieta; pero como
Dudo que esta carta llegue á tus manos antes de tu
arribo á Roma. Me prometo cosas muy buenas de toda
especie de tu morada allí durante seis meses. Todas mis
esperanzas, sobre tus estudios matinales, las fundo en
(а) El que atiende con cuidado'á lo que hace, ambiciona la
M. Harte y en los maestros que tuviere á bien darte; por gloria de una bella acción ó de algún arte útil.
lo que hace al lustre de tu persona cuento mucho con
las damas romanas que visitarás por las tardes. Debo ¡ (б) No me intereso en su vida ni en su muerte, porque ni
prevenirte que las damas romanas no son les /emmes : de una ni de otra se hablo. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 155

amigo tuyo, mi deber no es cumplimentarte por lo que Dirás quizá, que esta carta no es mfis qüe una carica­
ya posees, sino manifestarte ingenuamente lo que te fal­ tura de un estilo vulgar y sin elegancia; enhorabuena,
ta, y te confieso que escepto conocimientos, temo que pero al mismo tiempo te aseguro que una carta en que
carezcas de todo lo demás. hubiese menos de la mitad de las faltas que he subrayado
De poco tiempo á esta parte te he escrito tanto sobre en esta, te arruinaría para siempre. No basta solo hablar
la buena crianza, el comedimiento, las maneras afables ó escribir sin faltas, es necesario hacerlo correcta y ele­
y ms gracias, que pienso dedicar esta carta á una mate­ gantemente. En faltas de esta especie, ille non est opti-
ria muy relacionada con estas cosas, y que estoy seguro mus qui minimus urgetur (a); basta que cometas una
te falta casi enteramente. Me refiero al estilo. sola para que seas imperdonable, porque en tu mano
El ropage de los pensamientos es el estilo si el tuyo está evitarla atendiendo é imitando á los mejores autores.
es llano, grosero y vulgar, tus pensamientos, por esac- Con razón se dice que el poeta nace y el orador se hace.
tos que sean, aparecerán muy desventajosos y serán tan El primer deber de un orador es hablar su propio idioma
mal recibidos como lo seria tu persona, por bella que con la mayor pureza y elegancia. Fácilmente se perdonan
fuese, si se hallase revestida de andrajos y harapos su­ á un hombre faltas considerables cuando habla uDa len­
do. No es dado á todos los entendimientos poder juzgar gua estranjera, pero el menor desbarro en la suya propia,
de ¡a substancia ; pero no hay oido que no pueda juzgar es motivo justo para que se le critique y ridiculice.
y que no juzgue en efecto mas ó menos sobre el estilo. Si Vá para dos años que un miembro de la cámara de los
tuviese yo que perorar ó que escribir para el público, pre­ comunes, al hablar de nuestra marina, aseguró que te­
feriría un asunto sencillo, adornado con todas las gra­ níamos los mejores buques que se hallasen sobre la su­
cias y bellezas del estilo, á la mas rica materia, mal tra­ perficie de la tierra. Esta linda mezcla de vulgaridad
tada y recitada desagradablemente. Tus quehaceres y de despropósito, sirvió, como fácilmente concebirás,
consistirán en negociaciones en el estranjero, y en dis­ de Irrisión á la asamblea; pero puedo asegurarte que
cursos en la cámara de los comunes. ¿ Qué figura harías todavía no se ha borrado la memoria de esta frase, quo
en uuo ú otro caso, si tu estilo fuese incorrecto por no será repetida mientras viva el que la pronunció (¿>).
decir insoportable ? Suponte que tu empleo te obliga á Tienes en tu poder tres ó cuatro de los mejores autores
escribir á un secretario de estado una carta oficial que ingleses: Dryden, Atterbury y Swift; leelos con el mayor
será leída por todo el consejo de ministros, y quizá pre­ cuidado atendiendo particularmente á su estilo; quizá te
sentada después al parlamento. Cualesquiera barbaris- corregirás de esa curiosa infelicidad de dicción que ad­
mos, solecismos ó términos vulgares que hubiese en ella, quiriste en el seminarlo de Westminster. Esceptuando á
circularían en muy poco tiempo por todo el reino, y der­ M. Harte, estoy seguro de que has encontrado en tus
ramarían sobre ti el ridiculo y la confusión. Por ejem­ viajes muy pocos Ingleses que puedan formar tu estilo; y
plo : figurémonos que has escrito desde La Haya la si* muchísimos, me atrevo á decirlo, que hablan tan mal, ó
guíente nota al secretario de estado en Londres ¡ dejo á quizá peor que tú. En consecuencia, debes consultar con
tu consideración cuales podrían ser los resultados. todo empeño los buenos autores, y sobre todo á M. Harte.
No necesito decirte hasta qué punto los Romanos y los
Milord, Griegos, particularmente los Atenienses, eran escrupu­
losos en esta materia. Los Franceses y los Italianos la
Ture ayer noche el honor de recibir el pliego de V. E. consideran digna de estudio particular, como lo atesti­
del 24, y voy á ponerme d ejecutar las órdenes conteni­ guan sus actuales academias y los diccionarios que com­
das en el dicho, y si fuere de manera que no pudiere ponen para la mejora de sus idiomas. Es menester con­
terminar el negocio para el próximo correo, no faltaré fesar con sonrojo, que este artículo no se atiende entre
por lo mismo á informar á V. E. por el próximo correo. nosotros como en los demas países cultos; pero esta no
He dicho al ministro francés de como si este negocio no es razón para que tú lo descuides; al contrarío, los ade­
se termina pronto, V. E. podría pensar que la remolo- lantos que hicieres te atraerán mas recomendación. Ci­
noria es toda suya, y que habrá flojeado para la infor- cerón dice justamente, que no hay nada mas glorioso que
. nación á su córte sobre el particular. V. E. me permitirá aventajar á los otros hombres en aquel mismo artículo
recordarle de como tres trimestres se me deben, y si su­ que distingue al racional del bruto, la palabra.
cediere que no recibiere yo pronto, á lo menos medio Una constante esperiencia me ha convencido de que
año de mis sueldos, haría una figura muy triste, por­ la suma pureza del lenguaje, la elegancia del estilo y las
que aquí este lugar es carísimo. Seré enormemente gracias de la elocución, cubren multitud de faltas, tanto
deudor á V. E. por la ya espresada muestra de su fa-
tíj ; asi me repito ó quedo de V. E. ect. («).

it all long of him; and tbat he must bave neglected for (o


have wrole lo bis court about it. I must beg leave lo put your
(a) Hemos tratado de vertir lo mas literalmente posible al lordship in miad, as how, tbat I am uow full tbree quarters
castellano, las faltas que el autor diseminó á propósito en esta in arrerr : and if so be tbat I do not very soon receivc at least
carta. Copiamos en seguida el testo original para los curiosos one half-ycar, I shall.cuí a very bad figure-, for this Aere place
lectores que conocieren el idioma ingles. is very dear. I shall be vaslly beholden to your lordship for
that Hiere mark of your favour; and so I reste or remain.
Yours, ect.
My Lord,
(а) No luce el que las comete mas pequeñas.
I tad, las nigbt, the bonour of your lordship’s letter of
the and will set abonf doiny the orders contained thei- (б) De la misma manera un poeta francés dió mucho que
niu; and if so be tbat I can get tbat affair done by the nezt, reír por haber dicho :
pos», I will not fail for lo give your lordship an account of il by
posl. I bate told tbe French minister, has how thait if II fait le plus beau temps du monde
tbat affair be not soon concluded, your lordship vrould tbink Pour aller ó cbcval sur la térro el sur l’ondc. Tr.

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156 CARTAS

en un orador come en un escritor. En cuanto á mí, con­ do la pura verdad, soy de parecer que mi poder censorio
fieso, y ostoy seguro de que muchas personas son de mi no será Inútil para tí ni descansado para mí; y mientras
opinión, que si un hombre viniese musitándome ó tar­ mas pronto me relevares de la necesidad de este encargo
tamudeándome pensamientos angelicales, mezclados de mejor nos hallaremos ambos. Por ahora solo puedo des­
barbarismos, solecismos ó términos vulgares, no me ha­ empeñarlo por oidas, ó cuando mas por pruebas escri­
blaría dos veces si pudiese yo impedirlo. Gana el cora­ tas, y esto me hará ejercerlo con mucha lenidad y algu­
zón ó no obtendrás nada; los ojos y los oídos son los na desconfianza ¡ pero cuando llegáremos á vernos y
únicos caminos que conducen al corazón. El mérito y el pudiere yo formar mi juicio sobre evidencia ocular y au­
saber no ganarán el corazón, bien que asegurarán la ricular, seré tan rígido como Catón mi predecesor, y no
conquista cuando se hubiere ganado, y esta es una verdad dejaré pasar sin censura la mas ligera mancha ó defec­
que te ruego tengas siempre presente. Seduce los ojos tuosidad. Te examinaré con toda la atención de un crítico
con tus.modales, tu aire y tus movimientos; deleita los y no con la parcialidad de un autor; y siguiendo una
oidos con la elegancia y armonía de tu dicción : el cora­ marcha opuesta á la de la mayor parte do los críticos,
zón no tardará en rendirse, y una vez rendido te aseguro buscaré las faltas para corregirlas y no para complacer­
que el hombre ó la muger que te escuchare cederá al me en ponerlas de manifiesto. A menudo he creido, y
impulso del corazón. No debo cansarme de repetirte una creo aun, que hay pocas cosas que las gentes en general
y mil veces, que con todos los conocimientos que ya po­ conozcan menos cómo deben amar y cómo aborrecer.
sees, y mas que pudieres alcanzar con el tiempo, y con Por lo común hacen daño á las personas que aman mos­
todo el mérito que un hombre pueda tener, si no te insi­ trando por sus defectos una indulgencia ciega, y aun
núas con gracia, si careces de modales nobles y atrac­ considerándolos á veces con parcialidad. Si aborrecen se
tivos, asi como de aire preventivo y de cierto grado de perjudican á sí mismas por su cólera ó su furor estrena­
elocuencia en tus discursos y escritos, no solo no serás dos. Felizmente para tí, nunca te he querido de una ma­
nada, sino que tendrás la diaria mortificación de ver nera tan ridicula; desde tu infancia te he considerado
gentes, que no poseen la décima parte de tus conoci­ como objeto de mi séria atención y no como mi juguete.
mientos ni de tu mérito, cogerte la delantera y cubrirte Consulto tu bien real y no tus humores ó fantasías; y
de vergüenza, tanto en la sociedad como en los negocios. continuaré obrando del mismo modo mientras fuere ne­
Ya has leido á Quintiliano, el mejor consejero para for­ cesario, y lo será probablemente mientras viviéremos
mar un orador; te encargo que leas ahora el tratado de ambos; porque considerando la diferencia de nuestras
Cicerón de Oratore, el mejor libro que yo conozco para edades con arreglo al curso de la naturaleza, apenas ha­
acabar de perfeccionarlo. Traduce y revierte de nuevo en brás adquirido bastante esperiencia de tu propio fondo,
latin, griego é ingles; fórmate, en tu propio idioma, un cuando cesará mi facultad de prestarte una parte de la
estilo puro y elegante, para lo cual solo se necesita apli­ mia. Los hombres en general, soportan con mas calma
cación. No veo yo señales de que hayas nacido poeta, y que se les hable de sus vicios ó de sus crímenes, que de
me alegro mucho de ello ; pero, por amor de Dios, em­ sus debilidades ó de sus deslices; y en cierto modo ex­
péñate en llegar á ser btien orador, pues que está en tu cusan y justifican (á lo menos asi se lo imaginan) los pri­
mano. Aunque continúo tratándote como niño, ya no te meros, con la impetuosidad de las pasiones y la seduc­
considero tal; y cuando me pongo á pensar en los ex­ ción y las arterias de los demás ; pero cuando se trata
traordinarios cuidados que se han tenido de tu educa­ de oir censurar sus pequeños defectos ó de convenir en
ción, espero que producirás mas frutos á los diez y ocho sus debilidades, es cosa que implica una pequenez de
años, que otros de educación descuidada á los treinta. alma de lo mas mortificante para aquel amor propio y
Te ruego que hagas saber á M. Harte, que llegó á mis aquella vanidad inseparables de nuestra naturaleza. Yo
manos su carta de 13 del corriente. M. Smith tenia mucha he tenido amistad bastante estrecha con varios sugetos
razón de no dejarte embarcar en esta estación ; en vera­ para manifestarles que hablan dicho ú hecho cosas muy
no podrás navegar tanto como gustares, por ejemplo de criminales; pero nunca he tenido suficiente intimidad
Liorna á Génova. A Dios. con nadie para insinuarle sériamente que habla dicho ú
hecho una tontería. La clase de parentesco que media
entre nosotros, es quizá la cosa que menos puede auto­
rizar tal libertad; pero por fortuna tuya, mis derechos de
padre unidos á mi cargo de censor, me dan un poder ple­
no, y mi amor á tí me impele á ejercerlo. Alégrate pues,
Londres, 26 de Noviembre de 1749. deque hay en el mundo una persone que puede y quiere
manifestarte cosas en que se interesa tu propio bien jr
sobre las cuales nadie en el mundo podría ni querría ha­
Mi qubrido hijo. blarte. Está cierto de que cuanto te dijere yo sobre esta
materia, no puede tener mas origen que tu felicidad. Yo
Mientras floreció la república romana, mientras se an­ no puedo tener celo de tu reputación ó de tu fortuna,
duvo en pos de la gloria y se practicó la virtud, y cuando cosas que deseo promover, y aun mi vanidad se halla in­
no obstante, las faltas ligeras y otras irregularidades pe­ teresada en verlas establecidas. Tampoco puedo ser tu
queñas escapaban á la ley sin que fpesen por eso vistas rival en amor ni empleos; al contrario, necesito que loa
con indiferencia por la solicitud pública, se establecie­ rayos de tu sol naciente reflejen nueva luz sobre los últi­
ron censores para suplir en casos particulares los defec­ mos años de mi vida. En consecuencia, te analizaré con
tos inevitables de las leyes que solo pueden y deben ser la mayor escrupulosidad y te censuraré libremente, á fin
generales. Yo me arrogo este empleo por lo que hace á tu de que, si es posible, no se vea en ti ninguna mancha
pequeña república, dejando enteramente el poder legis­ cuando brillares en tu meridiano.
lativo en manos de M. Harte. Espero, qué digo! creo, No sé yo que haya nada de mas temible para un jóven
que rara vez, ó nunca, tendrá ocasión do ejercer. su su­ que principia á dejarse ver en el mundo, y por consi­
prema autoridad; y de ninguna manera sospecho en ti guiente, que deba evitar con mas empeño, que el caer
faltas que puedan requerir su intervención. Pero hablan­ en ridículo, porque tal cosa le degrada á los ojos de las

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DE LORD CHESTERFIELD 157

personas mas sensatas y le arruina enteramente en la • fundamento que sus ejercicios, que aun no concluye,
opinión de todo el mundo. Yo he conocido várias perso­ • y la buena compañía en que aun es novicio, lo dcs-
nas que han perdido su reputación por haber adquirido • percudirán y le darán todo lo que ahora le falta.............
no sobrenombre risible; y por todo el oro del mundo no • Finalmente, me atrevo á asegurar que posee todo lo
querría yo que tu adquirieses uno á tu regreso á Ingla­ • que el Señor de Chesterfleld podría desearle, escepto
terra. Los vicios y los crímenes escitan el odio y los im­ • las maneras, las gracias y el tono de la buena compa-
properios, pero los deslices, las debilidades y las torpe­ <> ñía, cosas que probablemente adquirirá con el tiempo
as engendran la burla; los remedadores y los bufones, x y la práctica del gran mundo. Sería gran lástima que
aunque muy despreciables en sí mismos, se apoderan de • asi no fuese, visto que merece tanto poseerlas ; y Vd.
estas faltas y fijan á menudo el ridiculo sobre personas • sabe muy bien lo importantes que son. El Señor su
mÜ veces superiores á ellos. Los menores defectos en • padre también lo conoce pues que él mismo las posee.
las maneras, en la pronunciación, en los ademanes, en • En una palabra, si este jovenclto adquiere las gracias,
si aire, y aun en la figura aunque injustamente, atraen • salgo garante de que Irá lejos; pero si no es así, cor-
la mofe y ocasionan apodos y sobrenombres. No puedes • tará la hermosa carrera que en el primer caso podría
figurarte qué pesadumbre sería para mí y el perjuicio que • llevarle á los mas alt,os honores. ■
te haría, si para distinguirte de otros que tienen tu mis­ Por esteestracto ves de que importancia son para todo
mo nombre, se te llamase Stanhope el gruñón, el mal­ el mundo las cosas que le recomiendo, y espero que ce­
criado, el distraído ó bien el tosco, el patizambo Stan- sarás de mirarlas como bagatelas. Es propio del carácter
bope. Trata pues, con todo esmero, de impedir que los de todo hombre de talento, despreciar los detalles peque­
halones gpedan Imponerte apodos de esta especie, por­ ños en materias de importancia ; pero al mismo tiempo
que ti llegas á merecer alguno, se te pegará como la tú­ su capacidad le hace distinguir perfectamente las cosas
nica envenenada (a). Desde el primer día que nos viére­ importantes de las que no lo son, y no mira como frívola
mos me hallaré en estado de poder decirte (y lo haré una cosa porque se le dá el nombre de tal, sino quejuzga
ciertamente) el grado de peligro que correa; y espero de ella por las consecuencias mas ó menos sérias que
que mis avisos como censor prevendrán la censura del puede tener. Si, como es indudable, importa muchísimo
público. Los avisos son siempre útiles; ¿ eres que el pre­ ganar el afecto de los hombres é interesar sus corazones
sente deje de serlo? tú eres el mejor juez. Ahí te mando en nuestro favor, el hombre de talento sabe muy bien
un retrato tuyo hecho á petición mia por una dama de que aquellas prendas llamadas corrientemente bagatelas
Venecia: te pido que me digas con toda verdad hasta qué como maneras, garbo, destreza, gracias ect. son de la
punto lo encuentras semejante, porque hay en él varios mayor importancia y no descansa hasta no haberlas
rasgos que desearía yo fuesen exactos, y otros que sen­ adquirido. El mundo se guia por la esteriorldad de las
tiría mucho encontraren el original. Te envio copia á la cosas, y debemos tomar al mundo tal cual es; ni tú ni
letra del párrafo que te concierne, tomado de la carta que yo podemos corregirlo. Conozco actualmente ciertosugeto
hmendonada dama dirige á uno de sus amigos. de alta condición en un puesto eminente que no tiene la
Diá M. Harte que acabo de recibir su carta del 12, y capacidad de un ganapan, pero que se elevó al puesto
que es de toda mi aprobación la larga residencia que has que ocupa, únicamente por su figura amable, sus mane­
hecho en Venecia. La mansión prolongada en las capi­ ras pulidas y su seductora destreza, prendas que solo ad­
tales es muy de mi gusto; correr la posta de aquí para quirió por costumbre, porque no tiene bastante buen
alh es una manera de viajar que no conduce á nada, ni sentido para habérselas procurado por reflexión. El buen
permite la dedicación al estudio. A Dios. sentido y la costumbre contribuirán á perfeccionarte;
tienes oportunidad de frecuentar la buena sociedad, y la
reflexión solo depende de tí.
Copia de/ párrafo citado.

• Obedeciendo las órdenes de Vd. he examinado cul- :


• dudosamente al joven Stanhope y me parece que lo he
® penetrado bien. En seguida hago un retrato suyo que
• tengo por muy exacto *. Su rostro es agradable, su aire Londres, 5 de Diciembre de 1749.
» rívo y sus miradas inteligentes: su cuerpo es cargado
• en esceso, pero si crece, como es de esperar de su con- Mi querido hijo.
• testara y años, llegará á tomar la forma y tamaño
• convenientes. Posee sin duda, un fondo muy regular
Aquellos que suponen que la mayoría de los hombres
> de conocimientos, y se me ha asegurado que sabe per- obra racionalmente porque son llamados seres racionales,
• tatamente los Idiomas muertos. Por lo que hace al conocen muy poco el mundo; y si fundan sus cálculos
»trances yo misma conozco que lo habla muy bien, y sobre tal suposición, nueve entre diez veces se engaña­
»se me dice que lo mismo es respecto del aleman. Las rán groseramente. Convengo muy bien en que el hombre
8 preguntas que hace son sensatas, y denotan sed de
es un animal bipes, implume, risibile; pero en cuanto
»conocimientos. No diré á Vd. que trata de agradar con á la calidad de raciónale solo puedo concedérsela in actu
» el mismo empeño, porque parece que descuida las primo, como dicen los lógicos, pero muy rara vez in actu
■ atenciones y las gracias: se presenta mal y carece de secundo (aj.Un pensativo pedante encerrado en su gabi­
• aquel aire y de aquellos modales nobles y desembara-
• zados que le caerían tan bien; cierto es que todavía es
• Jóven y nuevo, y por lo tanto, puede uno esperar con
na) Los que al hombre definían
Ente que sabe reír,
Mejor pudieron decir :
Digno de que de él se rian.
W ilusión, sin dada, á la camisa ensangrentada que según
h tabula envió i Hércules la celosa Deyanira. Tr. (J.lRIARTE) Tr.

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158 CARTAS

netc, forma sistemas tomando las cosas como deberían arrebataban los sufragios del auditorio; no ciertamente
ser, no como realmente son ; y escribe de una manera por la importancia de su materia, sino por la manera con
tan decisiva y absurda sobre la guerra, la política, los ca­ que la narraba. Su figura era de lo mas amable, su aire
racteres y las maneras, como aquel sabiondo hablador noble y gracioso, su voz armoniosa, su estilo elegante, su
que se dignó instruir á Anibal en el arte de la guerra. énfasis fuerte y enérgico, cosas todas que conspiraban en
Estos políticos de gabinete nunca dejan de señalar gra­ formar el orador mas patético, mas persuasivo y mas dig­
vísimos motivos á las acciones mas frívolas, en vez de no de aplausos que en mi vida he visto. Yo me hallaba
atribuir á menudo los mayores acontecimientos á las cautivado como los demas; pero cuando volvía á mi casa
causas mas ligeras y asi cometerían menos errores. Es­ y consideraba fríamente las arengas del orador, despoján­
criben y hablan de los reyes, de los héroes y de los hom­ dolas de todos los atavíos con queáas había revestido,
bres de estado, como si no obrasen mas que por profun­ encontraba á menudo que la materia era fútil y los ar­
dos principios de sana política: pero aquellos que ven de gumentos débiles: y me convencía mas y mas del poder
cerca y observan á los reyes, á los héroes y á los hombres que tiene aquel conjunto de circunstancias accidentales
de estado, descubren que se hallan sujetos á dolores de que solo la ignorancia de los hombres puede llemar insig­
cabeza y á indigestiones; que tienen pasiones y humores nificantes. Cicerón en su tratado de Oralore, con el fin
precisamente como los demas hombres, y que cada acci­ de ensalzar la dignidad de esta profesión, reconocida por
dente de estos obra alternativamente en la determinación él mismo como la primerá de todas, sostiene que un ora­
de su voluntad á despecho de su razón. Si solo hubiése­ dor consumado debe ser científico, jurisconsulto, filósofo,
mos leído que Alejandro incendió la ciudad de Persépolis teólogo ect. Muy bueno seria esto si fuese posible; mas la
indudablemente que se habría considerado esta acción vida de un hombre es muy corta, y el mejorWrador para
como efecto de profunda política: se habría dicho que el mí será aquel que mejor hablare sobre el asunto que se
héroe no pudo asegurar esta nueva conquista sin destruir ofrezca, y que, por la feliz elección de sos palabras, la
una capital que podría haber sido el asiento perene de viveza de su imaginación, el encanto de su voz y las gra­
Jas cabalas, de las conspiraciones y de las rebeldías; pero cias naturales de sus ademanes, sabe embellecer su
por fortuna sabemos al mismo tiempo, que este héroe, asunto y logra al mismo tiempo fijar la atención y des­
este semidiós, este hijo y heredero de Júpiter Amon, se pertar las pasiones del auditorio.
habla embriagado hasta el esceso en compañía de su Luego que tuvieres la edad requerida entrarás en la
manceba, y que solo por capricho destruyó una de las cámara de los comunes, en donde debes brillar desde el
mas hermosas capitales del mundo. Estudia pues á los principio, si es que tienes intención de distinguirte y ha­
hombres, no en los libros, sino en la naturelaza; analí­ cer fortuna en tu patria. Nunca conseguirás esto si no
zalos tú mismo y no adoptes ningún sistema; observa hablas tu propia lengua con aquella corrección y elegan­
sus debilidades, sus humores y sus pasiones, y sacarás cia que ahora parece desprecias; siendo este un artículo
por consecuencia que estas se burlan por lo común de su que aun estás por saber completamente; por fortuna to­
razón. Entonces conocerás que se les gana, se les deter­ davía es tiempo de que lo aprendas, y lo conseguirás por
mina y se les conduce con mucha mayor frecuencia por medio del cuidado y de la observación ; mas no te lison­
medios ligeros que por grandes métodos; y consiguiente­ jees de que todo el saber y el buen sentido del mundo
mente cesarás de mirar como bagatelas aquellas cosas podrán jamás hacer de tí un orador popular y aplaudido,
que tienden á tan grandes intentos. sin los ornatos y las gracias del estilo, de la declamación
Apliquemos ahora esto al objeto particular de la pre­ y de la acción. La substancia y los razonamientos, aun­
sente : perorar é influir en las asambleas públicas. La que espresados groseramente, no dejarán de tener su
naturaleza de nuestra constitución hace que la elocuen­ peso en una conversación privada con dos ó tres personas
cia sea mas necesaria en este país que en ningún otro de de juicio sólido, pero en una asamblea pública no ten­
Europa. Para esto, como para cualquiera otra cosa, se drán ninguno si se presentan solos y destituidos de las
requiere cierto grado de buen sentido y de conocimien­ ventajas que llevo espresadas. El cardenal de Retz ob­
tos ; pero ademas, un orador debe atender con el mayor serva con mucha razón, que toda asamblea numerosa no
cuidado á la pureza de su dicción, á la elegancia de su es mas de pueblo, dirigido por sus pasiones, sus humores
estilo, á la armonía de sus periodos y al encanto de su y sus propensiones, cosas que solo la elocuencia ha sa­
pronunciación, cosas que el auditorio comprende mas bido y puede poner en movimiento. Estas observaciones
fácilmente, sí es que en verdad' no son las únicas de que son tan importantes para todo Ingles, y aun mas para
puede juzgar. El finado canciller Lord Cowper, orador afa­ tí, que no puedo menos de recomendarte encarecida­
mado, no brilló de ninguna manera por la fuerza de sus mente que les concedas la mayor atención. Consulta bien
raciocinios, porque muchas veces se le escaparon algunos todas las palabras y frases que usares, sea cual fuere el
muy débiles; mas era tal la pureza y elegancia de su idioma que escribieres ó hablares, y acostúmbrale á la
estilo, tal la claridad y armonía de su elocución, y tal corrección y elegancia. Vigila tu estilo aun en las con­
la gracia de sus gesticulaciones y ademanes, que jamás versaciones mas libres y las cartas mas familiares. Des­
habló sin aplauso universal; los ojos y los oidos le pués de haber dicho algo, ó antes si es posible, re­
ganaban los votos y los corazones del auditorio. El flexiona si no podias haberlo dicho mejor ; y cuando te
caso era inverso con el difunto Lord Townshend, el cual ■ ocurrieren dudas sobre la propiedad ó elegancia de alguna
so lo pronunciaba discursos muy substanciales, llenos de palabra ó frase, consulta los mejores autores antiguos ó
fuerza y de erudición, pero nunca agradaba. Por qué modernos. Acostúmbrate á vertir al ingles de varios idio­
motivo P por el uso frecuente de vulgarismos y por los mas, y corrige las traducciones hasta que tu entendi­
errores gramaticales en que incurría ; sus cadencias eran miento y tus oidos quedaren satisfechos (a). Convéncete
falsas, el metal de su voz bronco y sus gesticulaciones
desagradables. Nadie le escuchaba con paciencia, y los
jóvenes se burlaban de él repitiento sus inesactitudes. El (a) Datez-vous lenlcment, et saos perdre courage.
difundo duque de Argyle, bien que razonador de lo mas Vingt fois sur le mélier remettez votre ouvrage;
débil, era el orador mas agradable del mundo : sus dis­ Polissez-le sans cessc, et le repolissez ;
cursos encantaban los sentidos, encendían las pasiones y Ajoutez quelquefois, et souvent cffacez. (Boileac.)

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DE LORD CHESTERFIELD 159

de esta verdad : que el Juicio mas sano y la razón mas dotes miran con gusto que su talento sea considerado
recta privados de estos ornatos, serán tan mal recibidos como cosa estraordínaria, por no decir como un don par­
en las asambleas públicas como en la sociedad sin el so­ ticular concedido por el cielo á los predestinados; mas
corro de las maneras y de la buena crianza. Si quieres permite que tú y yo analicemos y simplifiquemos á este
ser grato al público debes agradarlo á su modo; y como buen orador; despojémosle de aquellas plumas con que
no está en tu mano formarlo á tu gusto, debes tomarlo tal lo ha ataviado su propio orgullo y la ignorancia de los
cual es (a). Lo repito aun, no se gana al pueblo sino con demas, y encontraremos que su verdadera definición no
el recreo y la lisonja de sus sentido? y pasiones. Rabelais es mas de esta: un hombre de buen sentido que racioci­
comenzó por escribir un libro escelente que no gustó á na con esactitud y se espresa con elegancia sobre el a-
sus contemporáneos, y esto lo determinó á conformarse sunto que habla. En esto no hay ciertamente sortilegio
con el gusto del público escribiendo después Gargantua alguno. Un hombre sensato no tiene necesidad de poseer
y Pantagruel, cuya obra, á pesar de su estravagancla, en grado eminente los dones del entendimiento, para no
agradó á todo el mundo. A Dios. ponerse á decir disparates sobre cualquiera asunto ; y
con solo que tenga el menor gusto ó aplicación, tampoco
hablará sin elegancia. ¿ A qué pues, viene á reducirse to­
do este poderoso y mágico arte de hablar en el parlamen­
to ? á esto únicamente : que el hombre que habla en la
cámara de los comunes, discute delante de cuatrocientas
Londres, 9 de Diciembre de 1749. personas, aquella opinión sobre un asunto dado, que no
tendría difcultad de discutir sobre una mesa, en una
casa particular, á presencia de doce conocidos, que se­
Mi QUERIDO HIJO.
rían acaso mejores jueces y mas severos críticos de su
liará mas de cuarenta años que no he pronunciado ó discurso, que otros tantos miembros de la cámara de los
escrito uúa sola palabra, sin considerar un momento comunes.
por lo menos, si era buena ó mala, ó si podria emplear Yo he hablado á menudo en el parlamento, y no siem­
otra mejor. El resultado es que un periodo áspero y diso­ pre sin algún aplauso; por lo tanto, puedo asegurarte
nante choca hoy á mis oidos; y á semejanza de los demás por esperiencia propia, que este talento se reduce á muy
hombres, haría con gusto el sacrificio de un poco de buen poca cosa. Lo que causa mas Impresión sobre los oyentes
Molido en cambio de una buena dosis de armonioso so­ es la elegancia del estilo y la coordinación de los perio­
nido. Te contesaré franca y sinceramente, sin mezcla de dos. Preséntales en un discurso uno ó dos periodos bien
vanidad ó falsa modestia, que la reputación que pueda llenos y armoniosos, fáciles de retener y repetir, y vol­
yo haber adquirido como orador, la debo al constante verán á sus casas tan satisfechos como los que salen de
cuidado de mi dicción mas que á los argumentos de que la ópera, entonando en su marcha las árias favoritas que
me bt valido, los cuales eran los mismos que habrían han gustado á sus oidos y que son fáciles de retener. To­
empleado otras personas. Cuando llegares á ser miembro do el mundo tiene orejas, pero muy pocos tienen juicio;
del parlamento, tu reputación como orador dependerá haz cosquillas en estas orejas y cuenta por seguro que te
mucho mas de tus palabras y de tus periodos, que del harás dueño del juicio, sea el que fuere.
asunto que tratares. La materia es casi la misma para Cicerón, convencido de que babia llegado al apogeo do
todo hombre de buen sentido; mas lo que escita la aten- su profesión (porque en aquel tiempo la elocueni a era
don y admiración del auditorio es Jo bien aderezado de una profesión), y queriendo honrarse á sí mismo, define
día. al orador en su tratado de Oratore, diciendo que es un
Mi particular empeño es que brilles en el parlamento; hombre tal, que no ha existido ni existirá jamás; y á tan
allí es donde deseo que puedas justamente gloriarte y yo falaz argumento agrega, que este hombre debe saber to­
enorgullecerme de ti. Por esto comprenderás que allí de­ das las artes y todas las ciencias posibles, porque de otro
bes ser un buen orador ; y empleo la palabra debes, por­ modo ¿cómo podria hablar de ellas? las con el debido
que el lograrlo no depende mas que de tí. El vulgo, que respeto á tan gran autoridad, mi definición de un ora­
siempre toma una cosa por otra, fija los ojos en un ora­ dor es en estremo diferente de la suya, y á mi parecer
dor con el mismo asombro y admiración que en un co­ mucho mas cierta. Yo llamo orador al hombre que ra­
meta, y contempla ambas cosas como fenómenos estra- zona con esactitud y se espresa con elegancia sobre las
ordinarios. Este error desanima á algunos jóvenes y les materias que trata. Los problemas de geometría, las ecua­
disuade de aspirar á esta profesión , mas los buenos ora­ ciones del álgebra, las operaciones de lá química y los
esperimentos de la anatomía, no sé yo que hayan sido
nunca objetos de la elocuencia; y por lo mismo concibo
humildemente qué un hombre puede ser un orador es­
fa) Lope de Vega, en respuesta á los que lo motejaban por­ celente, aunque no sepa nada de geometría, álgebra,
que en algunas de sus producciones se había apartado de las química ó anatomía. Los asuntos que se ventilan en el
reglas de la composición dramática, dijo : parlamento ó congresos, son asuntos que pertenecen al
Y escribo por el arte que inventaron mas simple sentido común.
Los que el vulgar aplauso pretendieron ; Ya ves que te escribo cuanto me ocuire, capaz en mí
Porque como las paga el vulgo, es justo opinión de contribuir á que te formes é instruyas. Ojalá
Hablarle en nécio para darle gusto. que mis afanes no sean estériles ! Nunca lo serían si solo
T en su Egloga á Claudio : te interesases la mitad de lo que yo me intereso en ma­
terias que tanto te conciernen. A Dios (a;
Del vulgo vil solicité la risa
Siempre ocupado en fábulas de amores,
Asi grandes pintores
Manchan la labia aprisa :
(a) 4 de Diciembre. El autor á la marquesa de Monconseil :
Que quien el buen juicio deja á parle,
Paga el estudio como entiende el arte. Tr. M. de Nevera et M. de Nivernais nc se démeolent ni l’un ni

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160 CARTAS

orden de las palabras y se embrolla en sus pensamientos


¿No es cierto que todas estas faltas te previenen en con­
tra de la materia de que se habla, sea cual fuere, y aun
Londres, 12 de Diciembre de 1749. en contra de la persona que habla? Yo estoy seguro de ex­
perimentar tales electos. Por otro lado no te sientes pro­
Mi querido hijo. venido y bien dispuesto, y aun en cierto modo obligado
en favor de aquel que te habla de un modo enteramente
Lord Clarendon, en su historia, al hablar de M. John contrario ? Es increíble el camino qne adelanta la per­
Hampden, dice que tenia una cabeza capaz de concebir suasión con un estilo brillante y correcto, metódico y
toda clase de maldades ; una lengua adecuada para claro. Un lenguaje de esta especie suple á menudo la ca­
persuadirlas ; y una mano á propósito para ejecutar­ rencia de razón y la debilidad de los argumentos; mas
las. No examinaré ahora si es ó no esacta esta definición cuando se emplea en sostenimiento de la razón y de los
del carácter de M. Hampden, á cuya animosa resistencia argumentos, sus efectos son irresistibles. Los Franceses
contra el ilegal Impuesto sobre buques (ship-money), cuidan mucho de la pureza y elegancia de su estilo aun en
8ornos deudores de nuestras presentes libertades: y si he sus conversaciones ordinárias; de suerte que entre ellos
mencionado este pasaje, es porque con solo poner la pa­ es un elogio decir de alguno qu’il narre bien. Su con­
labra buenas acciones, en lugar de maldades, resulta un versación recae á menudo sóbrela delicadeza de su idio­
modelo que con el mayor empeño debes Imitar y sobre ma, y tienen una academia que se ocupa de fijarlo y per­
el cual desearía yo verte formado. El cielo debe haberte feccionarlo. La Crusca de Italia tiene igual objeto, y yo
dado, hasta cierto punto, una cabeza capaz d&concebir; he encontrado muy pocos Italianos que no hablasen su
mas en tu mano está mejorarla grandemente por medio idioma con propiedad y elegáncia. Cuanto mas nece­
del estudio, del cuidado y de la reflexión. De tí solo de­ sario no es para un Ingles hacerlo así, puesto que tiene
pende llegar á poseer una lengua para persuadir, sin que hablar en una asamblea pública, en donde las leyes
la cual la mejor cabeza no retirará gran provecho de sus y libertades de su país son los principales objetos de su
concepciones ; y en cuanto á una mano para ejecutar, deliberación! La lengua que allí tratare de persuadir, no
opino también, que en mucha parte no depende mas que debe contentarse con mera articulación. No ignoras el
de ti. Las reflexiones sérias sostienen el valor en una trabajo que se tomó Demóstenes para corregir su mala
buena causa; y el valor que nace de la reflexión, es muy pronunciación; sabes que durante la tempestad se ponía
superior al valor maquinal de un simple soldado. El pri­ á declamar en la orilla del mar, para armarse contra el
mero es firme y estable en donde el nodus es di­ ruido de las tumultuosas asambleas en que tenia que pe­
gnus vindice; el último se ejercita rara vez con propie­ rorar; y ahora te hallas en estado de apreciar la esactitud
dad y es siempre brutal. y elegancia de su estilo. Consideraba todas estas cosas
La segunda cláusula de mi testo, (para hablar en estilo como de mucha importáncia y no se equivocaba; pídoto
clerical), será el asunto de mi siguiente plática; quiero pues que seas de la misma opinión. Si conoces qeetu
decir, una lengua persuasiva ; é imitaré á los predica­ pronunciación adolece del menor defecto, aplícale con
dores juiciosos que recomiendan aquellas virtudes que todo empeño á corregirlo. No veaslu estiloeon indiferen­
juzgan ser mas necesarias á sus oyentes; como la verdad cia, sea cual fuere el idioma que hablares ó la persona á
y la continencia en la córte, el desinterés en la ciudad y que te dirigieres aunque sea átu mismo lacayo. Basca
la templanza en el campo. siempre las mejores palabras, y válete de las frases mas
Sin duda que en medio de tu corta esperlencia has (ellees que pudieres encontrar. No te contentes con que se
palpado ya los diferentes efectos que produce la elegan­ te entienda ; adorna al mismo tiempo tus pensamientos,
cia ó inelegancia en el discurso. ¿No es cierto que tu al­ y vístelos como harías con tu propia persona, que aun­
ma sufre, cuando alguno le dirige la palabra con acento que bien proporcionada, seria indecente é impropio que
balbuciente como un tartamudo, que usa frases impro­ la dejases ver desnuda ó con vestidos inferiores al de una
pias llenas de solecismos y barbaríamos, que invierte el persona de tn condición.
Aprovecho la oportunidad de nn paquete qne tu cono­
cido Duval remite á sn corresponsal en Roma, para en­
viarte la obra que publicó un año ha Lord Bolingbroke
l’autre; il ne se peal ríen de plus obligeant que la lettre du (a). Deseo que la leas y releas con la mayor atención al
dernier au premier, que vous avez eu la bonté de m’envoyer. estilo, y á todas las bellezas oratorias que la adornan.
Evertuez-vous done, je vous en supplie, pour dire de ma parí Confieso de antes que leer este libro no conocía yo toda
k l’un el k l’autre tout ce que je detraía leur dire k cette occi­ la fuerza y nervio del idioma ingles. Lord Bolingbroke
sión, et que vous direz bien mieux que moi. persuade con su lengua tonto como con su pluma, y es
Daña la lettre que j’ai pria la liberté d’envoyer k M. de Ni- tan elegyite en sus conversaciones, como en sus escritos.
vernais par votre garlón, je l’ai appelé, k la mode dea pepes, Sea cual fuere la materia que ocupa su lengua ó su plu­
inon neveu, titre qui ne dégrade pas k Rome : ai apréa cela il ma, la adorna con la mas espléndida elocuencia; pero
découvre la petite superrberie, je me flatte qu’il ne a’en offen- no una elocuencia estudiada y de intento, sino una dic­
aera pas. II fayt, commc vous le dites, ménager les préjugés
ción que fluye del modo mas feliz, y que (por su primera
éíablis, et c’eat justement Ik que les petitea ruses aont permites
atención quizá) ha llegado á serle tan natural, que aun
pour les éluder, puisqu’on ne doit paaespérer de les détruire.
Non neveu done, n’aura i’bonneur de vous Taire aa cour k Paria, 8us conversaciones mas familiares, puestas por escrito,
qu’an mois de mai en un an ; c’eat que je veux qu’il ait tout podrían imprimirse sin la menor enmienda en el método
appris avant que d’y aller : dés qu’k cct kge on a goúté les ni en el estilo. Si su conducta cuando jóven hubiese cor-
plaisirs et la dissipation de Paria, adieu toute attentionsé- respondido con sus prendas naturales y adquiridas, ha­
rieuse, toute application aux étudesun peu difíciles. Au reste,
Madame, mon voyage k París e dépend aucunement du sien;
au contraire, nos ágea ne se conviennent pas assez pour nous y
trouver enscmble, et nous y serióos déplacés vis-k-vis l’un de la) Carlas sobre el espíritu de patriotismo, ó idea de un rey
l’autre. patriota.

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DE LORD CHESTERFIELD 161

brfa merecido justamente la calificación de hombre com­ aparecer buena la peor de las causas (a). Poseyó sin
pleto. El mismo siente sus pasados errores ; las pasiones disputa todos los requisitos y ventajas interiores y este­
violentas que le sedujeron en su juventud ban sido apa­ rtores que constituyen al orador : figura, voz, pronun­
gadas por la edad, y considerándolo tal como ahora es, ciación, ciencia, y sobre todo, la dicción mas pura y flo­
el epíteto de completo le conviene mucho mas que á nin­ rida, animada con metáforas é imágenes felicísimas;
gún hombre de cuantos en mi vida he visto. dones que le elevaron al puesto de secretario de la guerra
Mas él es un ejemplo muy humillante de la violencia á los venticuatro años de su vida; edad en que otros son
de las pasiones humanas y de la debilidad de la razón apenas creídos capaces de empleos mas subalternos. •
mas sublime. Sus virtudes y sus vicios, su razón y sus Durante su largo destierro en Francia se aplicó al es­
pasiones, no se confundían en graduados matices, sino tudio con su característico ardor, y allí fué donde formó
que formaban un contraste repentino y evidente. Aquí y ejecutó la mayor parte del plan de una grande obra
los colores mas vivos, allá los mas sombríos, y ambos filosófica. Los límites prescritos á los conocimientos hu­
retirando mas brillo por su inmediación. La impetuosi­ manos eran muy estrechos para una imaginación tan
dad, el esceso y aun la estravagancia misma caracteri­ acalorada y tan diligente como la suya. Sentía la necesi­
zaron no solo sus pasiones, sino aun sus placeres. Se dad de ir extra fiammantia momia mundi (ó), y esplo-
distinguió en su juventud por la mas desenfrenada licen­ rar las Incógnitas é incognoscibles regiones de ia meta­
cia, y no guardó al decoro el menor miramiento. Fogoso física, que abren un campo ilimitado á las escursioncs
y refinado, agotó con frecuencia los recursos de su ima­ de una imaginación ardiente, y en donde infinitas conje­
ginación y los de su cuerpo, celebrando y divinizando á turas suplen la falta de conocimientos fuera de nuestro
la noche prostituta (a), y llevando la festividad de sus alcance, y usurpan á menudo el nombre é influencia del
banquetes hasta el delirio y frenesí de las Bacanales. To­ saber cierto.
das estas pasiones se vieron interrumpidas por otra mas Tuvo una bella figura enriquecida con todas las gra­
fuerte, la ambición. Las primeras deterioraron su com * cias imaginables en su aire y maneras; posee toda la
plexion y su carácter ; mas la última arruinó á la vez su nobleza y buena crianza que un hombre de condición
fortuna y su reputación. puede y debe tener, y que no obstante, muy pocos tienen
Se halla dotado de sentimientos nobles y generosos, realmente, por lo menos entre nosotros.
mas bien que de principios fijos de bondadosa amistad, Después de lo relatado, qué podemos decir de este
pero estos sentimientos son mas bien impetuosos que du­ hombre estraordinario sino Ay! pobre naturaleza huma­
rables, y muchas veces cambian de repente al estremo na!
opuesto, aun respecto de las mismas personas. Recibe los En la carrera á que te destinas tendrás frecuentes oca­
testimonios ordinarios de la cortesía como favores que él siones de hablar én público, sea á los principes ó á tos
paga con interés ; mas es en estremo sensible á las inad­ cuerpos políticos en el estranjero, sea en la cámara de
vertencias pequeñas que también acostumbra pagar con tos comunes : juzga pues, si la elocuencia te es ó no ne­
usura. Aun contrarestar su opinión en materia de filoso- cesaria ; no solo aquella elocuencia común que mas bien
fSftrrita su bilis y prueba á lo menos que no es un filó­ se baila esenta de faltas que adornada de gracias, sino el
sofo práctico. grado mas sublime y brillante de la elocuencia. Por el
A pesar de las disipaciones de su juventud y de la tu­ amor de Dios, ten siempre este objeto delante de tus ojos
multuosa agitación de su edad media, posee un fondo y no lo deseches de tu pensamiento. Ajusta tu lengua
prodigioso de conocimientos sobre casi todas materias; desde temprano á la escala de la persuasión, y nunca per­
y como su concepción es de lo mas clara y pronta, y na­ mitas que salgan de ella acentos desapacibles. Contrae la
die ha sido dotado de una memoria mas feliz, lleva estos costumbre de hablar bien en todas ocasiones,y note aban­
conocimientos siempre consigo y los produce muy á pro­ dones en ninguna. La elocuencia y la urbanidad, unidas
pósito ; son por decirlo así su moneda menuda, y jamás á un grado pequeño de prendas y de saber, bastan para
tiene necesidad de refrescar sus nociones en los libros. llevar á un hombre muy lejos : y si esto es asi ¿ hasta
Se distingue sobre todo en la historia, como lo prueban donde no podras Ir tú con tos conocimientos y demás
evidentemente las obras que sobre ella ha escrito. Conoce, ventajas que ya posees ? A Dios.
quizá mejor que ningún Ingles, los Intereses políticos y
mercantiles de todos ios países de Europa, principalmen­
te los de su patria; mas sus enemigos de todo color dirán
con regocijo hasta qué punto ha sostenido con firmeza
los últimos en su conducta pública.
Jóven aun se mezcló en los negocios, y se distinguió
en ellos con un conocimiento que pareció infuso. Bastante
viejo soy ya para haberle oido hablar en el parlamento;
y me acuerdo que aunque preocupado en su contra por
el espíritu de partido, sentí toda la fuerza y todos los
encantos de su elocuencia. Como Belial, en Milton, hacia

(а) Milton dice de Belial :


...... Híb tongue
Dropt marina, and could make the worse appcar
0) El día que Lord Bolingbroke fué nombrado ministro de
Tbe better rcason, to pcrplex and dash
Estado, una de las meretrices mas célebres de Londres dijo á
Maturest counsels ; for bis thougbts Mere low;
ms compañeras : « Queridas, Bolingbroke acaba de ser nom­
To rice industrious : but to noblerdecds
brado secretario de estado; ocho mil guineas de renta, y todo
Tim’rous and slotbful : yel be pleffs’d tbc ear.
para nosotras! »
[Rasgos Históricos} Tr. (б) Fuera del resplandor del ámbito dd mondo. Tr.
11

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162 CARTAS

j tendrás lo que vieres ó escuchares. Te restan aun dos


años largos, pero no mas, para formar decididamente tu
carácter; porque dos meses después de tu llegada á In­
Londres, !G de Diciembre de 1749. glaterra, el público, de un modo ó de otro, formará de tí
un juicio decidido é irrevocable. Pasa pues, estos dos
Mi querido hijo. años en solicitud de la perfección á que debe aspirartodo
hombre, y bien que en algunas materias sea de imposi­
Espero que la presente te encontrará sano y salvo en ble alcance, los que trabajan con mayor empeño y cons­
Roma, bien establecido y descansando de los trabajos y tancia, son los que mas se le acercan. Pero sobre todo,
accidentes inseparables de todo viaje en invierno, muy asesta tus tiros á los importantísimos dones de agradar y
propios para ejercitar la paciencia. Considero tu morada hablar, sin los cuales todas tus otras prendas serán de­
allí como un periodo muy importante de tu vida, y creo fectuosas. Ambos dones son las alas que deben encum­
que lo emplearás bien. Espero que pasarás las mañanas brarte sobre el resto de los hombres; sin ellas no harás
adquiriendo peso en compañía de M. Harte, y lustre por mas que arrastrarte con la torpe multitud. Preven los
las tardes en las mejores sociedades de Roma. Un padre ánimos con tu aire, tu talante y tus maneras; persuade
impertinente é irracional te recomendaría que pasases con»tu lengua y conseguirás fácilmente lo que tu cabeza
aun parte de la noche devanándote los sesos con tu libro hubiere ideado. Deseo que me envíes una relación muy
en la mano, á la luz opaca de un candil; mas yo te a- circunstanciada de Roma ; pero no de las cosas, sino de
consejo que consagres este tiempo á tus placeres, que las personas que frecuentas, de tus placeres y de tus con­
son una parle tan esencial y necesaria de tu educación vites. Dime cuales son las tertulias á que mas asistes y
como tus estudios. Visita todas las asambleas y todos los cómo has sido recibido en ellas. Mi dica anche, se la
teatros frecuentados por personas de distinción, y haz lingua italiana va bene, e se la parla fácilmente; ma
allí lo que vieres hacer. Esfuérzate por eclipsar á quien in ogni caso, bisogna parlarla sempre, per poter alia
mas brillare, y trata de adquirir el garbo la gentilezza fine parlarla bene e palito. Addio, caro ragazzo, si ri-
y la leggiadria de los Italianos; habla su idioma á tuer­ cordi del garbo, delta genlilezza, e delta leggiadria;
tas ó derechas con tq£o el mundo ¡ y si ries antes que cose tan te necessarie ad un cavaliere (a).
nadie de hablarlo mal, no habrá después quien se burle
de tí. Este es el único medio de llegar á hablarlo con per­
fección, y pues que está en tu mano, cuento con que así
será antes que salgas de Roma. Examina con juicio perito
los restos mas curiosos de la antigüedad, y te aclararán
muchos pasajes de los autores clásicos, particularmente
las columnas de Trajano y de Antonino, en que verás las
Londres, 19 de Diciembre de 1U0.
armas, los vestidos y los ornamentos de triunfo de los
Romanos. Compra ademas, los grabados y esplicaciones
de estos respetables restos de grandeza, y compáralos con Mi querido hijo.
los originales. La mayor parte de ios viajeros jóvenes se
contentan con una ojeada general de estas cosas, dicen El conocimiento de los hombres es un conocimiento
que son muy hermosas y toman enseguida el hilo de sus muy útil para toda clase de personas; pero para ti, que
quehaceres. Espero que tú las examinarás de un modo le destinas á una vida pública y activa, es de lo mas ne­
muy diferente. Penetra cuanto vea6 ú oigas, y si es posi­ cesario. Teniendo que tratar con caracteres de toda espe­
ble, aprende el cómo y el por qué. Averigua el significado cie, debes conocerlos á fondo á fin de manejarlos hábil­
y objeto de las innumerables procesiones que verás en mente. Este conocimiento no se adquiere sistemática­
Roma en este tiempo. Asiste á todas las ceremonias y mente ; tu sagacidad y tus propias observaciones deben
compréndela razón, ó por lo menos el pretesto de ellas; procurártelo. Te comunicaré, sin embargo, aquellas ideas
y esprésate sobre el particular con el mayor decoro. Te pi­ que en mi opinión podrán servirte de útil rastro en tu
do, con preferencia á toda otra cosa, que no te asocies futura carrera.
con tus compatriotas, sino siempre con Romanos ó con Te he dicho á menudo, y nada es mas cierto, que, con
los ministros estranjeros residentes en Roma. Si viajas respecto á los hombres, no debemos sacar consecuen­
fuera de tu patria, es con el objeto de ver las maneras cias generales de ciertos principios particulares, aunque
y caracteres de los diversos países de Europa, y aprender estos en lo principal sean ciertos. No debe suponerse que
los idiomas, y no para conversar en ingles con Ingleses, porque el hombre es un animal racional, debe obrar siem­
lo cual obstruiría aquellos fines. Te recomiendo, como pre racionalmente ; ó porque tiene tal ó cual pasión do­
ya lo he hecho otra vez, que cuentes entre tus visitas mas minante, creer que sus acciones tienden invariablemente
serlas y te procures las de los Jesuítas, cuyo saber y ha­ á satisfacerla. No; los hombres somos unas máquinas
bilidad te agradarán é instruirán: infórmate hí ata dopde complicadas, y aunque tengamos un resorte principal
pudieres de la historia, del gobierno, y del método de que dá impulso al todo, tenemos también una infinidad
esta sociedad, remontando al tiempo de bu fundador, de ruedas pequeñas que en sus vueltas retardan ó preci­
Ignacio de Loyola, que fué un iluso melancólico. Si quie­ pitan el movimiento, y aun lo suspenden á veces. Yal-
res conocer su moral, la encontrarás detallada con am­
plitud, y de un modo admirable, en las Cartas Provin­
ciales del famoso Pascal, cuya obra es muy digna de que
la leas. Pocas gentes hay que miren lo que ven ó escu­ (a) Dime también si haces progresos en el italiano y si lo
chen lo que oyen, es decir, que miran y escuchan con hablas con facilidad ; pero en todo caso se requiere que no
tanta superficialid^ é inatención, que ganan muy poeo dejes de ejercitarlo para que llegues á poseerlo correcta y ele­
después de haber visto ú oido. Me atrevo á decir que tal gantemente. A Dios, mi amado hijo, recuerda los modales
no será contigo, sino que tratarás de comprender bien distinguidos, la gallardía y la delicadeza, cosas de lo mas in­
las cosas, que reflexionarás, y por consecuencia, que re- dispensables pora un caballero Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 163

gúinonos de un ejemplo: supongamos que la ambición constancia de la naturaleza humana, que no puedo
sea, como por lo común es, la pasión dominante de un menos de observarte que aunque gobernó al rey y al
ministro de estado, y figurémonos también que este mi­ reino, y fué en mucha parte el árbitro de los destinos de
nistro es de lo mas capaz. ¿ Se sigue de aquí que irá toda la Europa, se mostró mas celoso de la gran reputa­
siempre en busca del objeto de aquella pasión domi­ ción de Corneille, que del poder de España; y le lisonjeó
nante ? ¿Puedo yo estar seguro de que hará tales y cuales mas ser tenido por el mejor poeta, de lo que se hallaba
cosas porque su deber así se lo prescribe P Nada menos lejos, que pasar por el mejor hombre de estado de Euro^>
que eso; una enfermedad ó un simple abatimiento de pa, siéndolo en efecto; y los negocios dormían mientras
espíritu, pueden amortiguar dicha pasión; un capricho, deliberaba sobre la crítica del Cid (a). ¿ Sería esto creíble
un mal humor pueden triunfar de ella; ó bien otras pa­ si no supiésemos positivamente que asi sucedió ? Aunquo
siones inferiores pueden en ciertos momentos sorpren­ todos los hombres sean de Igual naturaleza, los diversos
derla y prevalecer. ¿Es este hombre de estado Inclinado ingredientes que entran en su composición se hallan com­
al amor P Confianzas incautas é imprudentes, hechas en binados y proporcionados de una manera tan diferente en
momentos tiernos á su muger ó á su querida, 'pueden cada individuo, que no hay dos que se asemejen esacta*
echar abajo todos sus proyectos. Es avariento P Un ob­ mente, ni uno solo cuyo carácter se sostenga siempre.
jeto lucrativo, presentado de repente, puede trastrocar El hombre mas capaz puede caer á veces en debilidades j
toda la obra de su ambición. Es colérico? La contradic­ el mas honrado incurrir en faltas, y el mas malvado obrar
ción y la provocación, (que muchas veces son efecto del con rectitud. Estudia pues, los individuos, y después de
artificio), pueden arrancarle espreslones prontas é in­ haber bosquejado su retrato con arreglo á su pasión do­
consideradas, ó acciones destructivas de su principal ob­ minante, suspende los últimos toques hasta que no hu­
jeto. Es vano y abierto á la lisonja ? Un adulador favorito bieres observado el juego de sus pasiones inferiores y
y astuto puede descarriarle; y aun la pereza puede en descubierto sus apetitos y humores. Un hombre, en lo
ciertos momentos hacerle descuidar ú omitir los pasos general, puede poseer todo el honor y toda la probidad
necesarios para llegar al punto de elevación á que aspi­ posibles : no le disputes tales títulos, porque darías lugar
ra. — Busca, pues, en primer lugar, la pasión que pre­ á que se te creyese envidioso ó mal intencionado (ó) *
domina en el carácter que intentas inducir y ganar, pero pero al mismo tiempo, no te fies (ft esta probidad hasta
tin provocar ó desdeñar las pasiones inferiores; al con­ el punto de dejar á su discreción tu vida, tu fortuna ó
trario, sedúcelas en tu ínteres porque tarde ó temprano tu reputación. Puede acontecer que este hombre sea tu
les llegará su tumo. Sucederá muchas veces, que no te rival de ambición, de Interes ó de amor; tres pasiones
halles en estado de poder dar gusto á la pasión prevale­ que con frecuencia hacen pasar á la honradez ensayos
ciente ; acude entonces á otra que guardare con aquella durísimos que casi siempre la echan á pique. Comienza
mayor afinidad. Hay muchas veredas que conducen al por analizar tú mismo la honradez de este hombre, y solo
corazón del hombre, y cuando no pudieres ganarlo por
el camino principal, haz rodeos como la serpiente y al fin
llegarás.
Hay dos pasiones incompatibles, que no obstante mar­ Enfanls de la fortune et de la politique,
chan jautas por lo común, como marido y muger, y como Marcheront á grande pasau pouvoir ¿espolique.
marido y muger se estorban mutuamente; quiero decir, Richelieu, grand, sublime, implacable enneuii ;
la ambición y la avaricia ; la última es las mas veces la Mazarin, souple, adroit et dangereux ami;
verdadera causa de la primera, y entonces es la pasión L’un fuyant avee art, et cédánt á l’orage;
prevaleciente. Tal parece haber sido el caso con el car­ L’aptre aux flota irrité» «mposant son courage,
denal Mazarino, quien emprendía todo, se sometía ¿todo Tous deux baTs du peupleet tous deux admirés.
J perdonaba todo, por amor al lucro (a). Cortejó y aduló á (а) Tragedia de Corneille. El cardenal do Richelieu, avaro
loa potentados con la bajeza de un usurero, por la ganan­ de toda especie de gloria, deseaba pasar por autor del Cid ;
cia que esperó retirar de ellos. Cualquiera que hubiese pero Corneille, que amaba mas la gloria que el dinero, no
formado su opinión, y tomado sus medidas, sin atender quiso consentir, y el ministro, en venganza, obligó á Ja Aca­
mas que á la parte ambiciosa del carácter de Mazarino, demia á criticar la pieza, é imprimió un folleto bajo el titulo
Be habría llevado frecuentes chascos. Algunos que descu­ de Observaciones ect., con cuyo motivo dijo Boileau eu una da
brieron esto hicieron su fortuna dejándose trampear en sus famosas sátiras:
el juego. Por el contrario, la pasión dominante del car­ En vain con l re le Cid un ministre se ligue;
denal Richelieu parece haber sido la ambición, y sus in­ Tout París pour Chiméne a les yeux de Rodrigue;
mensas riquezas no otra cosa que la consecuencia natural L’Académio en corpa a beau le censurer,
fióla saciedad de aquella ambición; con todo, no dudo Le pubiic révollé s’obsline i l’admirer.
<¡ue hubo ocasiones en que la ambición cedió el paso á la Richelieu,que no podía disimularse el mérito transcendental
•varíela, y otras en que esta corrió la suerte de la ambi­ de Corneille, le concedió una pensión que el gran poeta supo
ción (ó). Richelieu es una prueba tan patente de la in- reconocer, diciendo después de muerto el cardenal:
Qu’on parle bien ou mal du fameux Cardinal,
Ma pro se ni mes vera n’en diront jamais rien :
(«) On avait écrit des litros horribles con tro le cardinal
II m’a fait trop de bien pour en dire du mal;
Mazarin. II feignit d’en étre trfes irrité, el fit rcchercher tous
Ii m’a fait trop de mal pour en dire du bien.
les exemplaires comme pour les brúler Quaud il les eut tous
fanemblés, il les fit vendre en secret,«et comme • son insu, (Prefacio de las obras de Corneille.)
et en tira 40,000 écus. (б) Jadis un poiiliquc, homme d’expérience,
(fiasyos históricos.) Répétail fréquemment eos molsqu’il approuvait í
Ib) Voltaire en su Enriada traza con rapidez los retratos de Croyonsquc tout le monde a de la conscience,
Richelieu y Mazarino ; Agissons comme si personne n’en avait.
Richelieu, Mazarin, ministres immorlels, El hombre de estado á que se refiere el autor de estas versos
Jusqu'au IrOno élevés de l’ombre des autels, < es el Cardenal de Retz. Tr.

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164 CARTAS

entonces podrás hallarle en estado de Juzgar hasta qué aparentar aceptarlas, y dirigir diestramente la batería
punto puedes depositar en él segura confianza. contra quien la plantó.
Las mugeres se asemejan unas á otras mas que los Suele formarse entré jóvenes que solo se asocian para
hombres, y en realidad no tienen mas que dos pasiones, el goce de mutuos placeres, una amistad inmoderada
vanidad y amor¡ estos son los dos rasgos distintivos de que produce muy á menudo malísimas consecuencias.
su carácter universal. Una Agripina podrá sacrificar am­ Una reunión de jóvenes fogosos y sin esperiencia, enar­
bas pasiones á la ambición ó una Mesalina á la lujuria; decidos con la alegría de un festín y quizá con el vino,
pero tales ejemplos son raros, y en general, todo cuanto se Juran de buena fé una eterna amistad; é indiscreta­
las mugeres dicen ó hacen, tiende á satisfacer su amor ó mente se confian sin la menor reserva cuanto hacen ó
su vanidad. Quien mas las adula, mas lea agrada; y piensan. Estas confianzas se revocan con la misma indis­
aman mas á quien en su opinión las quiere mejor. No creción con que se hicieron, porque á poco sobrevienen
hay para ellas lisonja abultada, ni constancia escesiva, otros placeres y ocasiones que destruyen una unión tan
ni flnjimiento de amor exajerado; pero por otra parte, la mal cimentada, y entonces se hacen muy malos usos de
menor palabra ó acción que pueda interpretarse en indi­ estas precipitadas confianzas. Toma sin embargo, la
ferencia ó desprecio, es imperdonable y no la olvidan parte que te toca en las compañías juveniles, y aun si
jamás. Los hombres son también bastante sensibles por puedes distínguete en todos los banquetes y festines
estelado, y perdonarán antes una injuria que un insulto. alegres que convienen á ios jóvenes. Condales, si te
Algunos hombres se distinguen por su cavilosidad; otros place, tus cuentos galantes, pero ten siempre secretos tus
ee muestran siempre cabezudos, ect.; pero no hay hom­ proyectos serios (a). No confies estos sino á un amigo á
bre en el mundo, tan desprovisto de vanidad, que no se toda prueba mas esperimentado que tú, y que hallándose
Bíenta herido s! se le maltrata ó desprecia. Todos los empeñado en un camino diferente del que tú llevares,
hombres no aspiran á la calidad ni al titulo de poetas, esté lejos de llegar á ser tu rival; porque no te aconse­
matemáticos ú hombres de estado; pero cada hombre jaría yo que contases con las heroicas virtudes de los
tiene pretensiones al sentido común, y quiere ocupar con hombres, hasta el punto de esperar ó creer que tu
honor su lugar en el mundo; por consecuencia* no olvida competidor será siempre tu amigo relativamente al ob­
fácilmente las negligencias, los descuidos y los despre­ jeto de la competencia.
cios que parecen poner en duda, ó negarle completa­ Estas y semejantes reservas y precauciones, son muy
mente ambas pretensiones. necesarias; pero al mismo tiempo es de lo mas im­
Recélate en general, de aquellos que afectan predilec­ prudente dejar ver que las tenemos; el volto sciotlo
ción por alguna virtud singular; que la prefieren á todas debe acompañarlas.
las demas, y que en cierto modo dan á entender que la
poseen escluslvamente. Digo que te receles de ellos, por­
que son impostores por lo común; pero no los conside­
res siempre como tales, pues yo he encontrado algunas
veces devotos de sólida piedad; fanfarrones realmente
bravos; reformadores de buena fé; y gazmoñas verdade­
ramente castas. Atisba tú mismo y esculca hasta donde Loxdres, 21 de Diciembre de 1749.
fuere posible, los escondrijos de sus corazones, y nunca
adoptes el carácter de alguno implícitamente por lo que Mi querido hijo.
diga la voz común, que, aunque Justa en general por lo
que respecta á los rasgo^mayores de los caracteres, es Si te está reservada la dicha de poseer grandes ta­
siempre errónea en algunos particulares. lentos y grandes virtudes, recaerá sobre tí el respeto
Mantente alerta contra aquellos que al menor conoci­ y la admiración de los hombres, pero para ganar su
miento te. hartan con una intimidad y alabanza (a) que amor y afecto necesitarás los talentos inferiores, tentares
tú no has solicitado ni merecido, porque verisímilmente virlutes. Los primeros, privados del socorro y de las
no llevan mas mira en atracarte que su propio regalo; gracias de los segundos, arrancarán las alabanzas, pero
mas al mismo tiempo no los rechaces ásperamente, guia­ escitarán al mismo tiempo el temor y la envidia, dos
do de esta simple suposición. Lleva tu examen mas le­ sentimientos incompatibles con amor y afecto.
jos, y mira sí tan inesperadas ofertas proceden de un co­ Cesar tuvo los mayores vicios, y Catón las mayores vir­
razón ardiente y de una cabeza tonta, ó de una cabeza tudes , que pueden caber en la humanidad; pero Cesar
cautelosa y de un corazón frió, porque la necedad y la poseía las tentares virlutes que faltaban á Catón, las
bribonería presentan á menudo los mismos síntomas; cuales le procuraron el amor de sus mismos enemigos, y
en el primer caso no hay peligro en aceptarlas, valeant le ganaron el corazón de todos los hombres á despecho
quantum valere possunt; en el segundo puede ser útil de la razón; á la vez que Catón no fué querido ni aun do
sus amigos, apesar de la estimacioiF y respeto que no
podían rehusar á sus virtudes; y yo me inclino á creer

(a) Celui qui sana discernement (a) Quand vous méditez un projet
Adresse h lout venanl lea louanges qu’il donne, Ne publiez point votre affaire,
Failgrand lorl á sonjugement On se repent lóujoun d’un langage indiscret
El ne fait honneur a personne. Et presque jamais du mystére.
Mais aussi d’un caur inhumain Le causeur dit lout ce qu’il sait,
N’allez pas insulter aux faiblesscs des autres; L’élourdi ce qu’il ne sait guére,
El que lesddauls du prochain Les jeunes ce qu’ils font, les vieux ce qu’ils ont fait,
Vousdonncnl seulcnicnt du dégoül pour les vólres. El les sota ce qu’ils veulent faire.
(PAVILLON.) Tr. (M. |>.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 165

que si Cesar se hubiere visto privado do estas Un ¡ores Pero ademas de Cotas virtudes menores, liav ciertos
virtutes, y Catón poseído de ellas, no habría el primero talentos mas pequeños, ó llamémosles prendas, que
atentado, á lo menos con suceso, contra las libertades adornan y relevan el mérito de las grandes, tanto mas,
de Roma, y el segundo las habría protejido eficazmente. cuanto quo todo el mundo es apto para juzgar de las
M. Adisson en su tragedia de Catón dice lo que me pa­ unas, y muy pocos para decidir de las otras. Cada uno
rece muy cierto: siente la impresión que sobre él hace una blandura insi­
nuante, un modo de hablar agradable y una urbanidad
Curse on is virtues, they've undone his country (a). complaciente, cualidades que allanan el camino, y pre­
Se refiere en estas palabras á aquellas virtudes peque­ paran un recibimiento favorable á otras que les son su­
ñas pero mas persuasivas, como la blandura, la afabili­ periores. A Dios.
dad, la complacencia y el buen humor. Los conocimien­
tos de un literato, el valor de un héroe, las virtudes de
un estóico, escitarán la admiración; pero si loe conoci­
mientos van unidos con la arrogancia, el valor con la fe­
rocidad , y la virtud con una severidad Iflflexible, nunca
llegará el hombre á ser amado. El heroísmo de Carlos XII,
rey de Suecia, si su valor brutal merece tal nombre, Loxdres, 20 de Diciembre de 1749.
atrajo la admiración universal, pero su persona fue mal
quista de todo el mundo; á la vez que Enrique IV, rey de Mi querido hijo.
Francia, que poseyó un valor Igual, y sostuvo guerras
mucho mas largas, fué generalmente amado en conside­ El principio de año es una temporada en que lq cos­
ración á sus virtudes sociales, aunque menos brillantes. tumbre parece autorizar mas particularmente las menti­
Todos los hombres nos hallamos formados de tai manera, ras Inocentes y civiles, bajo el nombre de cumplimientos.
que nuestra razón es por lo común el juguete de nuestro Las gentes se prodigan mutuas felicitaciones nacidas rara
corazón, ó lo que viene á ser lo mismo de nuestras pa­ vez del corazón, y se manifiestan deseos que por lo co­
siones; y el modo mas seguro de chasquear la primera, mún no sienten. El caso es diferente entre tú y yo, por­
es ganar al segundo, lo cual solo se consigue por medio que en donde hay verdad, los cumplimientos no encuen­
de las leniores virtutes, y del hábil uso de ellas. Por tran cabida.
ejemplo : la insolente cortesía de un hombre orgulloso Dii tibí dent annos, de te nam cestera sumes. Esto
nos disgusta quizá mas de lo que lo habría hecho su gro­ cumplimiento personal fué dirigido en otro tiempo por
sería, porque con su modo nos dice que solo por bondad un hombre que ciertamente no pensó en lo que decía.
y mera condescendencia nos muestra una cortesía que Con mayor verdad puedo yo dirigirte iguales palabras con
no tendríamos derecho de reclamar. Nos anuncia su el cambio de una sola. Haré condicional la primera parte
protección con un gracioso movimiento de cabeza, en lu­ de la frase, poniendo en la segunda si, en lugar de nam.
gar de atestiguarnos su amistad por medio de una reve­ Ojalá vivas tan largo tiempo como lo merecieres, pero ni
rencia común, y se lee en su aspecto que nos dá permiso un minuto mas sin merecerlo!; ó mas bien, mueras an­
para que nos sentemos, comamos ó paseemos con él, en tes que dejar de ser digno de vivir! La verdadera ternu­
vez de invitarnos á que nos sirvamos hacerlo. ra con que te miro, es causa de que me interese mas tu
La estudiada liberalidad de un hombre orgulloso, In­ manera de vivir, que tu longevidad, y la que me impide
salta muchas veces al desgraciado que socorre, porque desear que vivas, ni por un solo dia, desde el momento
tiene cuidado de hacerte sentir la miseria en que te ha­ que te deshonrares con el crimen, ó atrajeres sobre ti la
llas, y la diferencia que hay entre su situación y la tuya, vergüenza y el oprobio. No hay bastante maldad en mi
é insinúa que ambas son justamente merecidas, la suya naturaleza para desear esto á mi mayor enemigo. Tú eres
por su saber, la tuya por tu ignorancia (ó). El pedante el principal objeto de todos mis cuidados, el único objeto
insolente no comunica su saber, sino que lo promulga; de todas mis esperanzas: tengo ya motivo para creer que
en vez de dártelo te lo impone, y se halla mas deseoso, si recompensarás los primeros y satisfarás las segundas; en
es posible, de manifestarte tu propia ignorancia que su cuyo caso, vive luengos años!, porque serás dichoso: de
saber. Maneras como estas, no solo en los ejemplos par­ te nam cestera sumes. El testimonio de una conciencia
ticulares que llevo señalados, sino en cualquiera otros, virtuosa es el único cimiento sólido de toda felicidad,
chocan é irritan aquel grado de vanidad y de amor propio porque las riquezas, el poder, el rango y todo lo que en
que todo hombfe tiene en su corazón, borran el recono­ el mundo se considera como dicha, nunca apaciguarán,
cimiento por el favor recibido trayendo á lamemorla el ni mucho menos curarán, los remordimientos interiores
motivo que lo produjo y el modo con que se concedió. de una conciencia criminal (a). A este deseo principal
Estos defectos indican las perfecciones opuestas, y tu agregaré ios de la buena nodriza de que habla Horacio
propio buen sentido te las sugerirá naturalmente. en su epístola á Tíbulo : Sapere; ese ya lo.tienes en gra­
do muy regular; El fari ut possit quie sentiat. Posees
este don ? Esta frase significa mas, mucho mas que la
simple habla ó mera articulación. Temo que mis deseos
(a) Malditas sean sos virtudes, porque ellas causaron la de verte poseído de este don, se prolonguen mucho, y te
niiua de su patria.

(6) Voi, che dónate altrui, préndelo cura


Che il don pena non cosli a chi’ I ríceve ;
Che il bencíizio in oltraggiosa e dura (o) No te niego que verá9
Maniera fatto, a chi vien fatto é greve. Alguna vez al malvado,
Non lega i cuori, ingraíi anzi li rende En la culpa afortunado;
La man che dona, e nel donare ofende. Pero tranquilo, jamás.
(CLAS1O.) Tr. (El Chiltno Instruida). Tr.

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166 CARTAS

lo deseo con todo mi corazón. Graíia y Fama son com­ 5 guirás, y que á tu regreso á Inglaterra tendré el gusto de
pañeras inseparables de las cualidades ya mencionadas. considerarte como uno de los hombres mejor educados
VaLeludo es el único bien que no depende de tí; el ciclo de Europa.
solo puede concedértelo, y yo le pido que te lo otorgue á Me Imagino que cuando recibes mis cartas y llegas á
manos llenas. Por lo que toca á mundus victus non de­ aquellos pasajes que se refieren á la elocuencia y á la
ficiente crumena, merécelo y yo te lo procuraré (a). cortesía, dices, ó á lo menos piensas: Qué! no dará nunca
Resiento el mayor placer al considerar la hermosa fin con estas dos materias ? No ha dicho ya cuanto pue­
perspectiva que tienes delante. A tu edad has visto, leído de decirse sobre el particular P A qué intento repetir una
y aprendido mas de lo que suele ser el caso en jóvenes y otra vez la misma cosa ? Si así lo dices ó piensas, es
de ventidos ó ventitres años. 1.a carrera á que te desti­ porque sin duda no conoces aun la infinita importancia
nos es brillante, y los que sobresalen en ella ocupan los de unas prendas que nunca podré recomendarte con de­
puestos de primer orden, y alcanzan la superioridad y la masiada frecuencia, ni inculcar suficientemente en tu
fortuna. Tu educación ha sido calculada para este fin, y corazón. Pero si por el contrario te hallas convencido de
en justicia debo decir que los afanes para procurártela la utilidad, ó por mejor decir, de la necesidad de ellas, y
no han sido arrojados por la ventana. Te faltan única­ estás resuelto a adquirirlas, mis repetidas amonestacio­
mente dos cosas: la elocuencia y las maneras, es decir, nes son únicamente inútiles, y yo no siento las penas quo
las gracias de la elocución y las de los modales; preten­ me tomo con tal de que puedan redundar en tu benefi­
der adquirirlas no es querer contar las estrellas ; son co­ cio.
sas que se consiguen con un poco de cuidado, y se hallan Me lisonjeo do que tu morada 'en Roma contribuirá
tan en tu mano, como lo está el polvorear tu cabello. mucho á realizar mis esperanzas, y estoy seguro de que
¿ Permitirás pues, que la falta de ellas obscurezca, como así será, si empleas tu tiempo, y todo tu tiempo, como
ciertamente lo haría, la brillante perspectiva que se pre­ debes. Desearía que consagrases las primeras horas de la
senta delante de tí ? Estoy seguro de que no lo permiti­ mañana á tus estudios serios con M. Harte; el intermedio
rás. Ambas son la cstremidad aguda, la punta del clavo del dia puedes emplearlo en ver las cosas curiosas, y las
que debe abrir paso para que penetre la parle mas sóli­ talles en visitar las buenas compañías. Estoy creído de
da y gruesa. Suponiendo que tu carácter moral sea tan que tu natural no propende á la pereza é inacción de cuer­
puro, y tu juicio tan sano, como realmente los creo ser, po ni de alma; y en tal virtud el día es suficiente para todo,
no te faltaría, para llegar á la perfección que constante­ principalmente en Roma, en donde no es moda, como aquí
mente te he deseado, y que con tantas fatigas he tratado y en París, disipar en la mesa siete horas por lo menos;
de procurarte, no te faltaría, digo, sino la elocuencia y pero si por casualidad te faltaren dos ó tres horas para al­
las maneras. Un hombre que nace sin genio para la poe­ guna ocupación útil, tómalas de tu sueño. Seis ó siete ho­
sía nunca será poeta, ó cuando mas llegará á ser un poeta ras á lo mas, de sueño consecutivo, bastan para satisfacer
malísimo ; pero todo hombre que tiene la facultad de ha­ la necesidad de todo hombre. Permanecer mas tiempo
blar, puede, si quiere, hacerlo con corrección y elegan­ en la cama es alimentar la modorra y la flojera, y estoy
cia, prestando atención á los mejores autores y oradores; seguro de que es tan malsano, como conducente á la es­
y á la verdad, yo aconsejaría á quien no hablase con ele­ tupidez. SI por contingencia te retuvieren tus placeres ó
gancia que se abstuviese de hacerlo, porque estoy seguro tus negocios hasta las cuatro ó cinco de la mañana, te
de que ganaría mas con su silencio que con sus discur­ aconsejaría sin embargo, que te levantases esactamente
sos. Por lo que toca á la cortesía, todo el que frecuenta á tu hora acostumbrada, no solo para no perder un mi,
Jas buenas compañías y no es cortés, no puede menos ñuto del precioso tiempo de las mañanas, sino también
de haberse formado la firme resolución de no serlo nun­ para que la falta de sueño te obligue á acostarte mas tem­
ca, y tomádose penas infinitas para quedarse tal cual es; prano la siguiente noche. Este consejo me lo dió, siendo
porque de otro modo adquiriría naturalmente y sin sen­ yo muy jóven; un hombre de mucho juicio, y te aseguro
tir, el aire, las gracias y el tono de las personas con quie­ que lo seguí esactamente en la época mas disipada de
nes habla. Es probable que en el curso del año que va á mí vida. Con frecuencia he ido á acostarme á las seis de
comenzar, visites varias capitales y asistas á reuniones la mañana, sin dejar por eso de levantarme á las ocho ¡
distinguidas mas numerosas y variadas que en ningún de esta manera ganaba yo muchas horas que perdían mis
otro año de tu vida; y por consecuencia, debes apro­ compañeros; y la necesidad de sueño me obligaba á re­
piarte algunas de sus maneras, y esto que quieras que parar la pérdida la noche siguiente, ó á lo menos la ter­
no ¡ pero como no es posible creer que dejes de poner cera. A este método debo la mayor parte de mis lecturas,
empeño para que así sea, me convenzo de que lo conse- porque desde veinte basta‘ cuarenta anos, habría leído
muy poco éi no hubiese estado en pié, mientras mis co­
nocidos se hallaban aun en la cama. Considera bien el
verdadero valor del tiempo, y no dejes ir el menor inter­
valo sin aprovecharlo en alguna cosa. Dá de mano á la
pereza y á la ociosidad, y no andes con demoras ó retar­
(«) Burgos traduce asi los deseos que Horacio manifiesta ó dos en hacer las cosas *. nunca dejes para mañana lo que
Tibulo. pudieres hacer hoy. Tal era la regla del famoso é infor­
Talento y virtudes tienes.
tunado De Witt, quien, siguiéndolaesactamente, encon­
Con gentileza dióte y gallardía traba tiempo, no solo para atender á todos los negocios
El cielo y con riquezas, de la república, sino para pasar la prima noche en reu­
De gozarlas la ciencia peregrina niones y cenas, como si no tuviese ninguna otra cosa
A su niño querido qué hacer ó en qué pensar.
¿Qué mas desear puede una nodriza A Dios, mi querido amigo, por que tal te llamaré en lo
Que cordura, elocuencia, de adelante, y como tal viviré contigo. Renuncio todos
Fama, salud, poder, mesa bien limpia, los títulos que implican una autoridad que espero no me
Y sobre lodo, amigo, darás motivo de ejercer nunca.
Una bolsa que nunca esté vacia? Tr. Mullos et felices, con la mayor sinceridad, á M. Harto.

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DE LORD CHESTERFIELD 1C7

mundo (a), aparentará á lo menos, por su propio interca


y fama, que tiene alguna religión.
No basta que tu carácter moral sea puro; es ademas
necesario que, como la muger de Cesar, se halle esento
Londres, 8 de Enero de 1750. de sospecha (b). La menor mácula ó tacha que en él apa­
reciese, sería una fatalidad (c). Nada degrada y envilece
tanto como esto, porque escita simultáneamente la exe­
Mi querido amigo. cración y el desprecio de ios hombres. Se ven, sin
embargo, en el mundo, desdichados bastante corrompi­
Rara vez ó nunca te he hablado sobre la religión y la dos para rechazar con desprecio todas las nociones de
moral, porque estoy persuadido de que tu propia razón moral, buenas ó malas, y sosten^ que son puramente
locales y dependientes en un todo de las costumbres y
te hadado nociones verdaderas de ambas, y no hay dis­
curso que se acerque á la elocuencia que les es propia modas de diferentes países. Vénse aun miserables mas
depravados si es posible, como son aquellos que afectan
cuando hablan por si mismas al corazón; pero si necesi­
tares de algún ausilio sobre este particular, tienes á la predicar y propagar estas nociones absurdas é infames
mano á M. Harte, en quien hallarás el precepto y el ejem­ sin creerlas ellos mismos. Tales hombres son diablos dis­
frazados, y te conviene huir de ellos cuanto te fuere po­
plo. Te remito pues, á tu propia razón y á M. Harte para
la realidad de ambas, y me limitaré en esta carta á ha­ sible, porque en cierto grado hacen reverberar su Infamia
y baldón sobre las personas que les hablan; pero como
blarte de la decencia que les conviene, de las ventajas
la casualidad puede á veces hacerte caer en tales com­
que procuran y de la necesidad de conservar escrupulo­
pañías, debes tener mucho cuidado de que ninguna
samente las apariencias de una y otra. Cuando digo apa­
complacencia, ningún buen humor, ningún acalora­
riencias de religión, no pretendo que hables ú obres
miento de festín ó banquete, pueda nunca hacer creer
como un misionero ó un entusiasta, ni que entres en
que consientes en tan Infames doctrinas, y mucho menos
controversia armado de un garrote para defenderte de
que las apruebas. Por otra parte, no disputes, no entres
cualquiera que atacare la secta á que perteneces, lo cual
sería tan vano como impropio de tu edad; lo que quiero en argumentos serios sobre un asunto tan despreciable,
conténtate únicamente con decir á estos apóstoles, que
decir es, que por ningún motivo aparezca que apruebas,
ó que sostienes y aplaudes aquellas ideas libertinas que sabes bien que no hablan con seriedad; que tienes do
ellos mejor opinión que la que ellos desearían comuni­
echan Igualmente por tierra toda clase de religiones, y
carte, y que estás muy seguro de que no querrían prac­
que no obstante lo muy usado de ellas, sirven siempre
ticar las doctrinas que predican. Pero reconócelos en
de miserables lugares comunes, á los ingenios mediocres
secreto, y evítalos para siempre después (d).
y á los filósofos enanos. Aquellos mismos que son bas­
tante necios para reir de sus sarcasmos, tienen sin embar­
go bastante discernimiento para desconfiar de tales
caracteres y detestarlos; porque considerando las virtu­ (a) Un pisaverde, con pretensiones de filósofo, fué á visitar
des morales en todo su valor, y la religión en todo el una vez al padre jesuíta Oudin, y con el desembarazo y tono
demérito que quiera dársele, siempre se reconocerá que de confianza que suelen usar estos caballeros le dijo : Padre,
la religión es, cuando menos, una fianza indirecta de la sé que es Vd. hombre de mérito y no me pesaría que entrá­
virtud; y todo hombre prudente preferirá dos fianzas á semos en discusión sobre lo que Vd. llama su religión. —
Caballero, replicó el padre, confieso á Vd. francamente que
una sola (a). Así pues, siempre que te aconteciere hallarte
siempre he evitado las controversias en malcrías de fé,y por lo
en compañía de estos pretendidos espíritus fuertes, ó
tanto le pido que me dispense de aceptar el desafió. — A lo
con libertinos atolondrados que se mofan de todas las menos, replicó el jóven fatuo, me contentaré con hacer saber
religiones para hacer ostentación de su entendimiento, ó á Vd. que soy ateo. A estas palabras el padre Oudin queda
que no profesan ninguna para que nada falte á su desen­ suspenso, guarda un profundo silencio, y por largo rato lo
freno, no pronuncies palabra, ni dirijas mirada, que considera atentamente de la cabeza á los piés. — ¿Y <yié en­
pudiere dar á entender que apruebas en lo mas mínimo cuentra Vd. de singular en mí, le dijo el ióven, para obser­
tales demasías; al contrario, deja que un grave silencio varme de tal manera? El Padre replicó : había yo oido hablar
denote enérgicamente tu disgusto y desaprobación; pero varías veces del ateo, pero no conocía yo la figura de semejanto
no entres en materia, y evita una controversia tan inútil animal; y pues que se presenta una ocasión de conocerlo,
eemojndecente. Ten por cierto que todo hombre que quiero aprovecharla á gusto mío.
pasa por irreligioso es visto de muy mal ojo, y no inspira (L.M.)
ninguna confianza, á pesar de los pomposos y plausibles (6) .................... Né men del vero
epítetos que pretende usurpar, como de espíritu fuerte, L’apparenza del fallo
de amigo de la libertad de pensar, ó de filósofo moralista, Evitar noi dobbiam : la gloria noslra
cuando un ateo de buen sentido, si tal ser existe en el E geloso cristallo, é débil canna
Che ogn’ aura inclina, ogui respiro appanua,
(Metastasio.)
(c) P lauto dice :
Otnnes bonos bonasque accuraro addecct
(«) El presidente de Eguillea y el marques de Argenseran Suspicionem et culpam ut ab se segregent.
hermanos, y ambos poco cristianos. Tenían otro hermano muy
devoto, y un dia que se burlaban entre si, de la devoción de (d) La doctrina de los malos
aquel, considerándola como efecto de su simplicidad, el mar. Huya siempre de tu pecho ;
qaes dijo al presidente, como si lo hubiese considerado de an­ • Mas valen del bueno palos
temano : Pues bien, hermano, aunque nos burlamos de él, te Que no del malo regalos;
Seguro que si tuviese yo que depositar algo en tus manos ó Porque hacen muy mal provecho.
M las suyas no serias tú el preferido. Tr. (Abanda). Tr.

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J68 CARTAS

Nada es mas delicado, ni que te interese conservar con ! cional ó impertinente que te pregunta cuales son tus Ins­
mayor pureza, que tu honor y tu carácter moral (a); i trucciones. ¿ Le dirás una mentira, que tan luego como
porque si llega á sospechársete de injusticia, de maligni­ se descubra (y descubierta lo será ciertamente), arruinará
dad, de perfidia, de mentira ect.; todo el mérito imagi­ tu crédito, difamará tu carácter, y te hará inútil allí?
nable, y todos los conocimientos del mundo, no te pro­ No. ¿ Le dirás entonces la verdad, revelando los secretos
curarán jamás la estimación, la amistad, ni el respeto de confiados á tu honor? De ninguna manera. Responderás*
nadie. Una estraña concurrencia de circunstancias ha he­ le, pues, que te sorprende tal pregunta; que estás per­
cho que hombres muy malos hayan subido á ocupar á suadido de que él no espera que le des contestación, y
veces los puestos mas eminentes; pero su elevación se que en todo caso no le darás ninguna. Esta manera de
asemejaba á la de los criminales sobre la picota, en don­ responderle le Inspirará confianza en tí, y le hará formar
de sus personas y suf crímenes aparecen en mayor cla­ una opinión de tu veracidad; opinión que después pon­
ridad, y son por lo mismo mas conocidos, mas detestados drá servirte para retirar ventajas muy rectas y justas.
y mas espuestos á los insultos y ultrajes. Si hay caso al­ Mas si se te considera en las negociaciones como menti­
guno en que la afectación y la ostentación merezcan in­ roso ó engañador, no inspirarás ninguna confianza, no
dulgencia, es ciertamente en punto á moralidad; y aun se te comunicará nada, y te verás en la situación de un
en este caso no te aconsejaría yo que ostentases una vir­ hombre marcado en el rostro con un fierro callente, y
tud farisaica; pero sí te recomendaré que seas de lo mas que, de resultas de aquella marca de infamia, no puede,
escrupuloso y delicado en punto á tu carácter moral, y aun cuando lo quisiese, ganar su vida honrosamente,
que cuides muchísimo de no decir ó hacer nunca nada sino que necesita continuar robando.
que pueda alterarlo en lo mas mínimo. Muéstrate en todas Lord Bacon hace justamente una distinción entre si­
ocasiones el amigo y abogado de la virtud, pero nunca mulación y disimulación (a) y aprueba mas bien la últi­
su espadachín (b). El coronel Chartres, de quien segura­ ma que la primera; pero observa á la vez, que solo los
mente has oido hablar (que pienso fué el libertino mas políticos muy débiles recurren á una ú otra. Un hombre
desalmado y mas difamado del mundo, y que reunió in­ de alma fuerte y de facultades sólidas no se vale de nin­
mensas riquezas á fuerza de crímenes de toda, especie), guna de ellas. « Ciertamente, dice, los hombres mas ca-
sintió hasta tal punto las desventajas de una mala repu­ » paces que ha habido, han sido todos francos y abiertos
tación, que yo le oí decir una vez, con toda la impuden­ • en su proceder, y disfrutado de la reputación de veraces
cia que le era genial, que no daría un cuarto por la vir­ » y seguros; pero eran como los caballos de buen go-
tud, pero sí daría diez mil libras esterlinas por una buena ■ bierno, porque podían dar á conocer muy á tiempo,
reputación, porque con ella podría ganar cien mil libras • cuando era necesario detenerse y cuando torcer; y en
mas; á la vez que la grande difamación en que había • ocasiones en que ellos creían que el caso requería en
caído, no le procuraba nuevas ocasiones de engañará i» efecto un poco de disimulo, y se decidían á usarlo, la
nadie. ¿Será pues posible que un hombre honrado vea • opinión ya esparcida de su rectitud y buena fé, servia
con indiferencia lo que un advertido bribón habría pagado • de velo á su artificio y lo hacia casi imperceptible. »
tan caro ? Hay sugetos que se permiten cierta clase de mentiras,
Muchas personas de buena educación, y en lo subs­ que ellos tienen por inocentes y que lo son en efecto bajo
tancial de buenos principios, caen á veces en uno de los un sentido, puesto que solo causan daño á quien las pro­
vicios arriba mencionados, por las erróneas nociones fiere. Las mentiras de esta clase son la prole espuria de
que tienen del arte y destreza en propia defensa; quiero la vanidad, en maridaje con la locura; tales gentes dan
hablar de la mentira, aunque las consecuencias de ella en lo maravilloso : han visto cosas que no han existido
son mas infames y perjudiciales que las de ningún otro en ninguna parte; han visto otras que aunque en efecto
vicio. La prudencia y muchas veces la necesidad de ocul­ ciertas, nunca las vieron sus ojos; pero hablan asi por
tar la verdad, seduce insensiblemente á las gentes á vio­ ser cosas que pasan por dignas de ser vistas. Si se ha di­
larla ; pero tal práctica es solo propiedad de los talentos cho ú hecho algo de notable en cualquiera lugar ó reu­
medianos, y el único refujio de los espíritus pequeños; nión, inmediatamente se declaran testigos oculares ó au­
cuándo por el contrario, ocultar la verdad en propias riculares de ello. Cuentan haber hecho cosas no empren­
ocasiones, es tan cuerdo é inocente, como indiscreto é didas, ó á lo menos no llevadas á cabo, por ningún otro.
infame decir una mentira en cualquiera circunstancia. Son siempre los héroes de sus propios romances, figurán­
Quiero ponerte un ejemplo adaptado á tu futuro destino. doseles que asi ganan consideración; á la vez que en
Supongamos que te hallas empleado en una córte es- realidad no ganan mas que ridículo y desprecio, no sin
tranjera, y que el ministro de aquella córte es tan irra­ una buena dosis de desconfianza; porque uno natural­
mente deduce, que quien dice una mentira por frívola
vanidad, no tendrá escrúpulo de decir otra mayor en
materias de interes. Si yo hubiese visto alguna cosa cuya
rareza tocase en lo increíble, la guardaría para mí solo,
fa) .................... El honor
antes que revelarla y dar ocasión á que se dudase de mi
Es de materia tan frágil,
Que con una accioD se quiebra
O se mancha con un aire.
(a) Altra cosa fe dissiinulazionc, ed altra cosa é simulazione.
(Calderón de la Barca.)
La dissimulazione nascoude una cosa vera senza far compadra
e senza volere far credere una cosa falsa. La simulazione nas-
(&) Taime qu’avec douceur uous nons montrions «ages, conde una cosa vera per farne comparire una falsa, e non ha
Et ne suis point du toutpour ces prudes sauvagcs altro disegno fuorclié qucllo di nuocereed ingannare. La dissi-
Dont l'bonneur est armé de griffes et de dents. niulazione pub essere una virlü, ed ó figlia della prudente : la
Et veut, au moindrc mot, dévisager les gcns. simulazione b sempre un vero delitlo.

(Moliere). (Tunan). Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 169

veracidad (a) ni por un momento (b). Ciertísimo es que El carácter debe conservarse resplandeciente y limpio.
la reputación de castidad no es tan necesaria para una No te contentes con la mediocridad en ninguna cosa. Si
muger, como la de veracidad lo es para un hombre; y deseas igualar á algunos hombres en pureza de carácter
la razón es, porque una muger puede ser virtuosa sin ser y maneras corteses, es necesario que te esfuerces por
estrictamente casta; pero no es posible que un hombre aventajarlos á todos. A Dios.
sea virtuoso sin ser estrictamente veraz. Los deslices de
las pobres mugeres son á veces puras fragilidades de la
naturaleza; pero una mentira en un hombre es un vicio
del espíritu y del corazón. Por el amor de Dios, muestra
el mayor celo por la pureza de tu carácter moral; consér­
valo puro é intacto, y nunca será sospechado. La difama­
ción y la calumnia se estrellan cuando no encuentran Ixjndres, tí de Suero de 1750.
lado débil; ambas aumentan los objetos, pero no pueden
crearlos. Mi querido amigo.
Hay una diferencia muy grande entre esta pureza de
earacter que tan encarecidamente te recomiendo, y una Recibí ayer una carta de M. Harte de 31 de Diciembre
estoica y grave austeridad de carácter que de ninguna á que contestaré cuanto antes, y por la que te pido le
manera pienso recomendarte. No querría yo que á tu manifiestes ahora mis mas sinceros agradecimientos. Me
edad fueses un Catón, como tampoco querría que fueses comunica dos cosas que me causan mucha satisfacción :
no Clodio. Goza pues, y vea el mundo en tí un hombre una es que hay muy pocos Ingleses en Roma, y la otra
de placeres, así como de negocios. Disfruta del tiempo que frecuentas las mejores socleflades estranjeras. Esto
leve y dichoso de tu vida; distínguete en los placeres en último es buen síntoma, porque un hombre sensato nun­
compañía de los jóvenes de tu edad. Todo esto es permi­ ca se muestra deseoso de asistir á aquellas reuniones en
tido y puede en verdad hacerse sin que recaiga la mas donde le es indiferente agradar ó en donde conoce que
ligera mancha sobre tu caractqr moral; porque aquellos desagrada. En estas, compañías no se esperará que á tu
jóvenes engañados que creen brillar con impías é in­ edad tengas ei garbo, la disinvoltura y la leggiadria de
morales licencias, despiden únicamente el reflejo de su un hombre de venticinco anos, acostumbrado ya al trato
propia corrupción, como la carne corrompida vislumbra de la mejor sociedad ; pero esto no debe desanimarte, ni
en la obscuridad. Sin esta pureza no alcanzarás la dig­ hacerte pensar que te desprecian ó se ríen de tí, porque
nidad de carácter, y sin dignidad de carácter no es po­ veas que otros mas viejos y mas acostumbrados al mundo
sible que te eleves en el mundo. SI quieres ser respetado tienen mas familiaridad y desembarazo, y por consi­
es necesario que seas respetable. Yo he conocido perso­ guiente, que son mejor recibidos que tú. A su debido
nas que han visto su carácter con la mayor indiferencia, tiempo llegará tu vez, y con solo que te muestres solícito
aunque sin mancharlo realmente; y el resultado ha sido, y deseoso de agradar, aunque te encuentres embarazado
que han llegado á hacerse despreciables inocentemente; ó yerres en los medios, lo que necesariamente tiene que
su mérito se ha obscurecido; no se ha hecho ningqn caso suceder á los principios, no obstante, tu buena voluntad
de sus pretensiones, y sus proyectos han venido abajo. se tomará por el hecho, y las gentes, en vez de reirse, se
prestarán gustosas á instruirte. El buen sentido te traza­
rá las grandes lineas de la buena crianza; pero la obser­
vación y el uso pueden solo amaestrarte en los toqueB
(a) Como se dudó la de un embajador de una potencia del delicados y el brillante colorido. Naturalmente harás
norle de Europa que refería un día al rey de Siam diversas cuanto puedas para atestiguar el mayor respeto á las per­
particularidades de su pais. Cuando le aseguró qúe en ¿ierta sonas considerables por su rango y su carácter, y esto
época del ano el agua de los rios se endurecía basta el punto basta para que lo consigas; pero el modo particular, la
que los hombres y los caballos podían transitar por encina, el forma delicada de manifestar aquel respeto, solo el tiem­
monarca esclamó : Ob! señor embajador, me con tais cosas po y la observación pueden enseñarlo.
tan imposibles que nolis puedo creer. Me acuerdo que la primera vez que fui introducido en
(M.) una concurrencia distinguida, cubierto con toda la rus­
(6) Por grandeza y novedad ticidad y aspereza de la universidad de Cambridge, el
No cuentes cosas estrenas, susto me hizo perder el juicio. Resuelto como estaba á
Porque son de calidad, practicar todo lo que me parecía civil, hacia grandes y
Que no parecen verdad, profundas reverencias, y me colocaba detras de todo el
Mas mentiras y patrañas. mundo; pero cuando se me dirigía la palabra y era ne­
Nunca recites cuando hables cesario responder, obstupui, steterunlque comae, el vox
Grandeza, ni cosa nueva, faucibus hcEsit (a). Si vela que las gentes hablaban en
Que las cosas admirables secreto, no dudaba que yo era el asunto de sus conver­
No á todos son agradables saciones, y me consideraba como el único objeto del ri­
Cuando carecen de prueba.
dículo y censura de toda la sociedad, que, Dios sabe, no
Muchas cosas pueden ser
Verdaderas, y posibles
se quebraba la cabeza pensando en mí. De esta manera
A quien las sabe entender, sufrí por algún tiempo, como un criminal ante su juez, y
Que á los de poco saber habría sin duda renunciado para siempre toda sociedad
Les parecen imposibles. distinguida, si no hubiese estado intimamente convencido
En lo mucho no está el bien, de la imperiosa necesidad de formar mis maneras iml-
Mas está el bien en lo bueno;
Pues en el hablar también,
Según se parla y con quien,
Así lo apruebo y condeno. (a) Me ponía estupefacto; el pelo se me erizaba y no atinaba
(AMANDA).* Tr. con las palabras.

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170 CARTAS

lando los mejores modelos, y esto me determinó á perse­ bres ó mugeres con quienes tuvieres mas intimidad, que
verar y sufrir algo, y aun á sufrirlo todo, antes que no sabes bien que tu juventud é inesperienda deben nece­
salirme cou la mia. Insensiblemente todo se me fué ha­ sariamente hacerte incurrir en muchas faltas contra la
ciendo mas fácil, y comencé á no saludar con inclina­ costumbre; que les suplicas te corrijan todas las veces
ciones tan profundas y ridiculas, y á contestar á lo que se que cayeres en error, y que siempre considerarás sus avi­
me preguntaba sin perplejidad ni tartaléo. Si de vez en sos como las pruebas mas seguras de su amistad. Tal
cuando, alguna persona caritativa que apercibía mi em­ declaración agradará á las personas á quienes la hicieres,
barazo y no tenia otra cosa qué hacer, se acercaba á ha­ y ellas no dejarán de comunicarla á otros, de modo que
blarme, la veia yo como un ángel enviado para confor­ todo el mundo te advertirá amistosamente dei mas pe­
tarme, y esto me inspiraba valor. Después hice mayores queño error que cometieres. El duque de Ni veníais (a),
adelantos y llevé mi intrepidez hasta el punto de acer­ no lo dudo, mostrará el mayor gusto si le hablas en se­
carme á una bella dama y decirle que creia que hacia mejantes términos, agregando que siempre prefieres
mucho calor ; ella me contestó muy civilmente que pen­ dirigirte á los mejores modelos. Observa también, los di­
saba lo mismo, y aquí cesó por mi parte la conversación ferentes matices de la urbanidad de cada nación y con­
Curante algún rato, hasta que la dama rompió el silencio fórmate á ellos. Muestra á los Franceses una cortesía
en estos términos: Veo lo embarazado que Vd. se halla, desembarazada; usa con los Italianos un poco mas de ce­
y estoy segura de que las pocas palabras que me ha remonia, y llévala aun mas lejos con los Alemanes; pero
hablado le han hecho padecer considerablementepero que todo esto sea sin estorbo y con facilidad, procurando
no por eso hay que desanimarse ni huir la buena so­ hacértelo familiar con el ejercicio; porque si parece for­
ciedad. Bien se conoce que Vd. desea agradar y este es zado y de mala gana nunca agradarás. Omnis Arislip-
el punto principal; lo único que ahora falta es el modo, pumdecuit color et res. Trata de alcanzar cierta facilidad
y Vd. se imagina que está mas distante de conseguirlo y versatilidad tanto de maneras como de ideas (ó) y se­
que lo que en realidad es el caso. Es necesario pasar mejante al camaleón toma el color de la compañía en
por un noviciado antes de hacer profesión de buena que te hallares (c).
crianza, y si Vd. quiere ser mi novicio lo presentaré Hay cierta clase de mugeres de condición, veteranas
como tal á mis conocidos.
Fácilmente imaginarás cuan grato fué para mí este
discurso, y la cortedad y encogimiento con que tuve que
contestar. Tosí dos ó tres veces (porque tenia un taco en
la garganta), antes de poder decir que le estaba muy re­ (a) Embajador de Francia en Roma.
conocido ; que era cierto que mi razón era mucha para
desconfiar de mis esfuerzos, visto que no me hallaba (fr) Lord Chesterfield ful un vérilable Alcibiade. Son am-
acostumbrado al trato de la buena sociedad, y que me bition fut de se composer une individualité mérveilleuse des
envanecería de ser su novicio y de recibir sus instruccio­ qualités les plus opposées de sa nation et de la France. 11 fit
nes. No bien hube tartaleado mi respuesta, cuando la da­ inieux que le caméléon qui refléte la oouleur du ciel; il re­
ma llamó á tres ó cuatro personas y les dijo : ¿Saben dóla, luí, et garda unies les couleurs des deux ciéis différenti.
Vds. ( porque era una estranjera y yo viajaba entonces) (Remé). Tr.
que he tornado por mi cuenta á este jóven y que es
preciso animarlo ? En cuanto á mi lo considero como (c) Esta versatilidad de maneras y de lenguaje es satirizada
una conquista porque su atrevimiento ha llegado en por Castillejo en estos versos que salen de boca de la lisonja.
este instante hasta el punto de decirme temblando que
hace calor. Es menester que Vds. me ayuden á limarlo; Soy amorosa y afable,
y Vd. mi novicio, cuide de no avillanarse con las mo­ . Dulce, blanda, alhagñeña,
zas de la ópera ni las actrices, que ahorrarán á Vd. Alegre, mansa, risueña,
los gastos de la pasión y de la cortesía, pero que le cos­ Apacible y amigable.
tarán muy caro bajo todo otro sentido. Lo repito aun, Las entradas
amigo mió, si anda Vd. con gentuza, es hombre per­ Con esto tengo ganadas
dido. Estas desgraciadas arruinarán la fortuna y la Aun en casas de tiranos,
salud de Vd., corromperán sus costumbres y jamás lo­ Muchas veces beso manos
grará adquirir el tono de la buena compañía. Esta Que quisiera ver quemadas.
lección dió que reir á la sociedad, y me dejó á mí medio Encubriendo la malicia
petrificado; pero cuando noté que tanto la dama como Uso de benevolencia,
las personas á quienes había yo sido presentado, me De requiebro y reverencia,
apoyaban y protegían, adquirí mayor seguridad, y no me l)e regalo y do caricia
avergoncé mas de mis esfuerzos para ser civil. Copié los Y humildad.
mejores modelos, servilmente al principio, después con Por ganar la vo untad
mas libertad, y al fin aventuré la invención y á ella se Agena, fuerzo la mia,
unió la costumbre. Muestro gesto de alegría,
Todo esto te acontecerá si perseveras en el deseo de Y Dios sabe la verdad.
agradar y de brillar como hombre de mundo, único lado Saludo por cumplimiento
de tu educación que me inspira aun algunos temores. Al que encuentro acá y allá
Por lo que hace á tu carácter moral, no puedo concebir Y acompaño al que se va,
ninguna sospecha; tu saber se halla fuera de toda cues­ Por dejar su pensamieuto
tión ; queda pues, el artículo de la cortesía, y ahora te Sin querella.
encuentras en la mas bella posición del mundo para cal­ Soy uua simple doncella
mar mi inquietud. El roce continuo que vas á tener con Al parecer muy llana,
las gentes bien educadas, debe necesariamente pulirte y Rióme de buena gana
suavizarte. Bueno sería que dijeses á cinco ó seis hom­ Y algunas veces sin ella.

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DE LORD CHESTERFIELD 171
en ti gran mundo, que habiendo adquirido una esperien­ Cuando veas á un hombre que á primera vista te causa
cia de ventidnco ó treinta años, forman ¿ un jóven mo­ impresión, que te previene en su favor y que te hace for­
tor que cuantas reglas puedan prescribírsele. Estas mu- mar una idea ventajosa de su mérito, sin que sepas por
geres, pasado que han la flor de su edad, se encuentran qué, analiza de donde viene aquella impresión, examina
de lo mas lisonjeadas á las menores atenciones de un dentro de tí mismo y mira qué es lo que la produjo. En
jóven, y le enseñan las maneras y miramientos que cau­ general hallarás que es el resultado, el feliz conjunto, de
tivaban sus corazones cuando se hallaban en el verdor una modestia fácil y reposada, de un respeto sin timidez
de la juventud y de la hermosura. Trata siempre de de una compostura garbosa y natural, de un aspecto
contraer amistad con algunas de estas mugeres, lo cual franco y alegre pero sin risa, y en fin, de un vestido en
do te dará mucho quehacer. Pídeles que te aconsejen , nada descuidado pero libre de fatuidad. Imítalo pues, no
comunícales tus dudas, tus embarazos, por lo que hace servilmente, sino como algunos de los pintores mas afa­
á la manera de conducirte ; pero ten muchísimo cuidado mados que han copiado á otros é igualado á los origina­
de que no se te escape una palabra de su esperiencia, les tanto en belleza como en valentía. Cuando veas á un
porque la esperiencia implica vejez, y no hay muger, por hombre tenido generalmente por agradable, bien criado,
avanzada que sea su edad, que perdone la sospecha de amable, en una palabra por un perfecto caballero (a
que se le tiene por vieja. fine gen fieman), como por ejemplo, el duque de Niver-
Estoy impaciente porto retrato, que M. Hárteme dice ¡ nais, examínalo, síguelo con cuidado; observa de qué
está actualmente en vía de ejecución. Deseo ver tu as­ manera se dirige á sus superiores; como se conduce con
pecto, tu aire y aun tu vestido. Mientras mejores sean ¡ sus iguales y como trata á sus inferiores ; atiende á la
estas tres cosas mejor para tí; yo no soy bastante cuerdo ; forma de su conversación en diversas ocasiones, ora en
para despreciar ninguna de ellas. Tu vestido, á lo me­ las visitas de por la mañana, ora en la mesa, ora en las
nos, depende de tí y espero que lo atenderás convenien­ diversiones de por la tarde. Imítalo sin remedarlo, pro­
temente. A Dios. cura ser su duplicado y no su mono. Hallarás que tiene
cuidado de no decir ó hacer nunca nada que pueda indi­
car desprecio ó negligencia, ni que hiera en lo mas mí­
nimo la vanidad ó el amor propio de los demas; por el
contrario apercibirás que se conduce y espresa de modo
que las gentes se muestran contentas en su compañía
por haber cuidado él de que ellas se hallen contentas de
Londres, 18 de Enero de 1*50. sí mismas : verás que atestigua respeto, consideraciones,
estimación y comedimiento, en las precisas circunstan­
cias en que cada una de estas cosas es requerida: que las
Mi qubrido amigo siembra con discernimiento y cuidado, y que retira de
ellas abundantes frutos.
Considero como perfeccionada y casi concluida la parte Estas amables cualidades se adquieren con el uso y la
sólida de tu pequeño edificio, de modo que no me queda imitación, porque en verdad, somos por la imitación mas
mu inquietud que la de los adornos estertores, y este de la mitad délo que somos. El gran punto es elegir bue­
debe también ser ahora tu principal cuidado. Procúrate nos modelos y estudiarlos bien. Las gentes insensible­
todas las gracias y complementos que, sin la solidez no mente contraen, no solo el aire, las maneras y los vicios
son mas de futilezas, perosin los cuales la solidez misma de las personas que mas tratan, sino aun sus virtudes y
sería basta cierto punto inútil. Toma por una parte á un su modo de pensar; y es esto tan cierto, que yo he cono­
hombre con conocimientos muy mediocres, pero de figura cido entendimientos muy medianos que han alcanzado
amable, diestro, preventivo, lleno de gracia en cuanto cierto grado de ingenio conversando habitualmente con
dice y hace, civil, afable; en una palabra, provisto de aquellos que lo poseian en sumo grado. Sigue pues fre­
todas las perfecciones pequeñas; y toma por la otra á cuentando la mejor sociedad, é insensiblemente te nive­
un hombre dotado del juicio mas sólido y de la erudi­ larás con ella; mas si agregas el cuidado y la observa­
ción mas profunda, .pero despojado de todo lo que he ción, lo conseguirás mucho mas pronto. El inevitable
mencionado arriba, el primero no solo dejará al segundo contagio de la compañía te muestra la necesidad de
mny atrás al solicitar cualquiera favor, sino que en reali­ elejir la mejor y de evitar la otra; porque irremediable­
dad no habrá entre ellos verdadera competencia. ¿ Pero mente se te ha de pegar algo de una ú otra. Hasta aquí lo
es acaso todo hombre dueño de adquirir estas ventajas ? confieso, has tenido pocas oportunidades de mezclarte
Respondo que si, con tal que lo desee, y que se halle en entre el mundo civil y brillante. El seminario de West-
posición y circunstancias que le permitan frecuentar la | minster es indudablemente el asiento de las malas ma-
buena compañía. La atención, la reflexión y la Imitación, i ñeras y de los procederes brutales; supongo que Lipsia
le harán adquirir infaliblemente aquellas ventajas. no es tampoco la escuela de las gracias ni de los modales
elegantes; pero creo que Venecia te ha mejorado un tanto;
espero que Roma hará aun mucho mas, y París, me atre­
vo á decirlo, te dará cuanto te falta: todo esto suponien­
do que frecuentarás las mejores sociedades con la firme
Uso mucho de alaba nza intención de llegará ser un hombre cabal, porque sin
En mis palabras compuestas, aquella intención todo será inútil.
Y siempre van mis res puestas, Agregaré aquí una enumeración de aquellos ornatos y
Llenas de buena crianza cualidades, sin los cuales no hay hombre que pueda ele­
Y de amor. varse ni hacer fortuna en ei mundo. *
A todos presto favor, Hablar elegantemente cualquiera idBna en que te ex­
Y procuro de agradar, presares ; sin esto nadie te oirá con gusto, y por consi­
Hacer honra y contentar guiente retirarás muy poca utilidad de todos tus dis­
Al pequeño y al mayor» Tr. cursos.

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172 CARTAS

Una pronunciación clara y agradable, sin la cual na­ la espresion, puntos que sin disputa son de la mayor
die te oirá con paciencia. Todo aquel que ha nacido sin importancia. Si quieres sacar partido de tus discursos,
defectos naturales en los órganos de la palabra, puede es necesario que se te oiga con gusto. Las palabras son
conseguir esto; y hallándote libre de tal desgracia, en tu el vestido de los pensamientos, que, así como tu per­
mano está alcanzar aquella perfección, y esto con mucho sona, no deben presentarse con andrajos ni harapos su­
menos trabajo del que costó á Demóstenes. cios. A propósito, ¿ ves con esmero tu persona y el aliño
La cortesía y las maneras distinguidas, prendas que el en tus vestidos? ¿tienes sumo cuidado de tu dentadura?
buen sentido, la imitación y la buena compañía te pro­ Te recomiendo que la hagas visitar por el mejor dentista
curarán infaliblemente, con tal de que por tu parte haya de Roma. ¿Te hallas bordado, emplumado y polvoreado
un poco de cuidado. como los otros jóvenes ? A tu edad cae bien el brillo y
El garbo, los movimientos agradables y el talante de aun un poco de estruendo, pero nada de mediocre; se
hombre de mundo no se harán esperar, si atiendes á los requiere un aire vivo, fácil y noble. Con los hombres una
mejores modelos y á las lecciones de un buen maestro de conducta respetuosa y al mismo tiempo respetable; con
baile. las mugeres una parla ligera, jovial y chancera, pero
Un aseo estrcmado en tu persona y un vestido con­ siempre muy cortés.
forme á la moda de mejor gusto. Tu negligencia sobre Para procurarte una ocasión de ejercitar tus talentos,
este particular era escusable cuando te hallabas en el co­ te envio inclusa una carta de recomendación de M.
legio, mas en el día no merece perdón. Villetes para Madama de Simonetti, en Milán, persona
Por último, ten por cierto que 6in estas prendas tanto de alta categoría y de mucho respeto; y en mi próxima
cuanto sabes y todo cuanto pudieres hacer, te será de te enviaré otra para Madama Clericl, de la misma ciudad.
muy poca utilidad. A Dios. Como las casas de estas dos damas son frecuentadas por
lo mas selecto de Milán, ambas recomendaciones te In­
troducirán por todas partes. Dime oportunamente si has
recibido estas cartas á fin de renovarlas en caso de es-
travío.
A Dios, mi queridó amigo, estudia con ahinco; diviér­
tete con toda tu alma, no pierdas nunca de vista la dife­
Londres, 25 de Enero de 1750. rencia que hay entre los placeres de un caballero y los
vicios de un prostituido; aborrece los últimos como
Mi querido amigo. hombre de juicio (a).

Hace tanto tiempo que no oigo hablar de tí, que no


puedo menos de suponer que Roma arrebata todos tus
momentos; y si lo hace del modo que yo deseo, le aban­
dono con gusto mi parte. Quiero mas bien prodesse
quarn conspici. Coloca tu tiempo á rédito lucrativo y no
te pediré que me prestes muchos minutos. Tus estudios, Londres, 5 de Febrero de i 750.
los respetables restos de la antigüedad y tus entreteni­
mientos vespertinos, no pueden, y ciertamente que tam­ Mi querido amigo.
poco deben, dejarte mucho tiempo para escribir. Es pro­
bable que no vuelvas otra vez á esa ciudad, y por lo tanto Muy pocos son los hombres que saben economizar su
debes examinarla ahora bien; mas no me refiero única­ fortuna y mas pocos aun su tiempo; y sin embargo, el
mente á los edificios, estatuas y pinturas, objetos cierta­ último es mas precioso que la primera. Tú le hallas ya
mente dignos de examen, sino que te señalo la constitu­ en edad de pensar seriamente en la importancia de estos
ción y el gobiqrno de ese estado; pero esta es una mate­ dos artículos que con toda mi alma deseo verte emplear
ria que necesariamente debe ocurrir á tu buen sentido. con verdadera economía. Los jóvenes son muy propensos
¿Cómo te va con los placeres de Roma? ¿Estás en á imaginarse que tienen delante de sí muchos dias de
moda, es decir, vives con aquellos que lo están ? Este vida; creen que pueden disipar el tiempo según les place
os el único medio para que poco á poco subas á igual y que siempre les quedará mucho de sobra ; semejantes
predicamento. ¿Llega tu familiaridad en alguna casa en esto á aquellos que se miran impulsados por una
considerable, hasta el punto de ser tratado en ella con grande fortuna, á una profusión ruinosa. Error fatal, de
amable confianza? ¿Qué progresos has hecho en el idio­ que nos arrepentimos infaliblemente, pero ya tarde! El
ma que Carlos V prefería para hablar con el bello sexo? anciano M. Lowndes, famoso ministro de hacienda, acos­
¿Te hallas al corriente de todos aquellos tiernos diminu­ tumbraba decir : téngase cuidado de los peniques y la¡
tivos en etta, ina y etlina á que presumo hacía alusión guineas se cuidarán ellas mismas, máxima que no solo
aquel Emperador ? Ya posees, y espero que tendrás cui­ recomendaba, sino que él mismo ponía en práctica,
dado de no olvidar, el lenguaje que dejaba para su ca­
ballo (a). También sabes perfectamente el que elegía
para conversar con los hombres (ó); mas sea cual fuere el
idioma que te sirvieres, te encargo que atiendas cuida­ (a) 18 de Enero : El autor ¿ la marquesa de Monconscil:
dosamente á la elección de las palabras y á la forma de .............. Votre lettre et celle de Monsieur de Nevera, ont
fait tout l’effet que je pouvais souhaiter auprés de M. de Ni-
vemais, en faveur de votre ¿léve; j’cn ai re$u une leltre avant
liicr de Rome, daos laqueile il me marque que Mousieuret
Madame de Nivernais l’ont accablé de polilesse, elqu il y e$i
(а) El aleman.^
inéme conime enfant gáté de la maison. S’ii.ne mérite pasee*
(б) El francés. Reservaba el español para dirigirse A la Di­ attentions, du moins il les rcconnalt, et vous eu altribue une
vinidad. Tr bonne moitié. ,

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DE LORD CHESTERFIELD 173
siendo á ello deudores sus dos nietos de la gran fortuna fin sin cambiar de materia como lo hacen muchas gentes.
que les dejó. Esta máxima se aplica al tiempo con la Conserva un llbrito á propósito para tomar notas ftte-
misma esactitud, y yo te recomiendo muy de veras, que re san tes que ayuden tu memoria, y no para hacer citas
cuides de aquellos minutos y cuartos de hora en el curso pedantes. Nunca leas la historia sin tener delante los
del día, que las gentes consideran muy cortos para em­ mapas y las tablas cronológicas para acudir á ellos cons­
plearlos provechosamente; momentos que si se sumasen tantemente, porque sin este recurso la historia no es mas
al fin del año, compondrían una porción de tiempo con­ que un agregado de hechos muy confuso. Te recomendaré
siderable. Por ejemplo : te hallas comprometido á estar otro sistema que me ha sido muy útil aun en la edad mas
ental lugar á las doce; sales á las once á hacer antes disipada de mi vida, y es, que te levantes temprano á la
dos ó tres visitas; las personas no están en sus casas; en misma hora todas las mañanas, aunque te hubieres acos­
vez de desperdiciar este tiempo intermedio en un café, tado muy tarde la noche anterior, y por este medio te
quizá solo, vuelve á tu casa, escribe con anticipación procurarás una ó mas horas de estudio antes que comien­
alguna carta para el siguiente correo ó toma un libro útil, cen las interrupciones del dia; esto contribuirá también
no á Descartes, Mallebranche, Locke ó Newton, para dar á la conservación de tu salud, porque te verás forzado á
solo una ojeada, sino alguna obra de entretenimiento acostarte temprano, á lo menos dos veces en la semana.
lublimey de capítulos cortos; Horacio, Boileau, Waller, Quizá dirás, como muchos jóvenes, que un órden tan
La Bruyére ect. y así ganarás unos instantes que de otro metódico como este, es de lo mas molesto, bueno cuando
modo serían perdidos. mas para las gentes lánguidas y calmáticas, pero incom­
Infinitas personas pierden mucho tiempo en la lectura patible con el ardor y el noble espíritu de la juventud.
porque solo gustan de libros frívolos y estériles, como los. Yo lo niego, y sostengo por el contrario, que este régimen
ibsardos romances de ios dos últimos ¿siglos, en donde te procurara mas tiempo y mas gusto para los placeres, y
de ona manera insípida se pintan á los hombres con que lejos de serte molesto no querrás abandonarlo á los
caracteres que nunca han existido, y sentimientos que seis meses de haberlo observado. Así como el ejercicio
jamás se han esperimentado: los deiiros y estravagancias abre el apetito, las ocupaciones escitan el gusto para los
de las Noches Arabes, y los Cuentos del Mogol; ó las placeres. Los negocios no pueden desempeñarse bien sin
fútiles publicaciones que pululan ahora en Francia, como método, y ocupándonos de ellos preparamos nuestro es­
Les contes de Féest Réflexions sur le Cceur el FEsprit, píritu para los placeres; una comedia, un baile, una
Wtaphysique de l’Amour, Analyse des Beaux Sentí- asamblea harán mas sensación en un hombre que se ha
nents, y otras fruslerías semejantes que nutren y fortifi­ ocupado durante el día, que en otro que no ha hecho
can ai espirita como la nata batida ai cuerpo. Prefiere nada.
siempre las obras acreditadas en todos los idiomas, los Espero que tú sabrás ganar tus placeres y por consi­
poetas, los historiadores y los filósofos célebres, y asi ga­ guiente que te serán muy gustosos. Yo conozco muchos
narás cincuenta por ciento de aquel tiempo que á otros sugetos que se tienen por secuaces del placer y que en
no produce arriba de tres ó cuatro ó acaso nada absolu­ realidad no gustan ninguno, porque adoptan Indiferen­
tamente. temente placeres agenos sin deleite para sí mismos; y los
Muchas gentes pierden un tiempo considerable por he visto entregarse á escesos que en su opinión eran agra­
pereza; se recuestan á bostezar en una poltrona figurán­ dables, aunque les convenían tanto como si se hubiesen
dose que en aquellos instantes no les queda tiempo sufi­ puesto los vestidos de otro. No tengas mas placeres que
ciente para lo que tienen qué hacer, y que nada pierden los tuyos propios, y de este modo lucirás en ellos. En los
dejándolo para otra ocasión. Es una infelicidad tener una placeres, así como en los negocios, hay cierta dignidad
índole de esta especie, y un obstáculo muy grande para que siempre debe guardarse. Un hombre puede perder
adquirir conocimientos y hacer carrera en el mundo. Yo honrosamente su corazón en amor ; pero si pierde su
siendo emerilus {a), tengo derecho legítimo al ocio, pero nariz pierde al mismo tiempo bu reputación. Otro puedo
tú, con tan pocos años y cuando apenas comienza á tener en la mesa un paladar esquisito; pero una voraci­
saberse que existes, no lo tienes ; y si te propones esta­ dad sin discernimiento ni medida, lo lleva al degradante
blecer en el mundo la honrosa autoridad que procura el vicio de la glotonería. Otro puede sin desdoro entrete­
mérito, debes ser activo, diligente é infatigable, sin dejar nerse en un juego de pasatiempo; pero desde el instante
nunca para mañana lo que pudieres hacer hoy. que su pecho abriga el inmoderado interes de un tahúr,
U actividades el alma de los negocios, y nada contri­ y se conduce como en un gaflto, se echa encima un bor­
buye mas á despacharlos que el órden. Establece un rón. La vivacidad y el ingenio harán lucir á un hombro
método en todas tus cosas y síguelo inviolablemente en la sociedad; pero la risa estrepitosa y las burlas tri­
hada donde lo permitieren los accidentes imprevistos. viales lo hacen pasar por chocarrero. Se dice que cada
Señala en la semana el día y hora que mejor te convi­ virtud tiene su vicio de afinidad, y tú debes conocer que
niere para examinar tus cuentas, y consérvalas muy también cada placer está cerca de un esceso oprobioso.
ordenadas; de este modo no te verás obligado á conce­ Marca pues, con el mayor cuidado ¡a linea divisoria, y
derles mucho tiempo ni se te harán estafas de conside­ tente algunos pasos mas acá antea que pasar una pulgada
ración. Todos tus papeles y cartas deberán hallarse atados del lado opuesto.
según sus diferentes clases, de modo que puedas encon­ Quiera el cielo que al seguir mis consejos disfrutes el
trar las cosas luego que las necesitares. Establece también mismo placer que yo ai dártelos! y como nada de lo quo
un método en tu lectura consagrándole ciertas horas por te recomiendo se opone á tus placeres, fácil te será se­
la mañana, y acostúmbrate á leer una sola obra hasta el guir la línea de conducta que te trazo, movido única­
mente por tu propio Interes; confia en mi esperiencia
como sabes puedes hacerlo en mi afecto. Tuyo.

la) Nombre que daban los Romanos á los que habían cum­
plido su tiempo en la milicia y quedaban retirados del ser­
vicio. *

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174 CARTAS

Las transiciones de sus historias son admirables, sus re­


flexiones Justas, su burla é ironías escelentes y sus pin­
turas incomparables. Cuando Angélica, después de ha­
LoNDnEfl, 8 de Febrero de 1760. ber recorrido medio mundo, sola con Orlando, pretende
sin embargo:
Mi querido amigo. .... .cA’ el fiar virginal cosí avea salvo,
Sin duda que tus progresos en el italiano son ya muy Come selo portó dal malero' alvo.
considerables para que puedas leer sin tropiezo las obras
Ei autor agrega con mucha gravedad:
fáciles que en este, como en cualquiera otro idioma, son
siempre las mejores; porque todo autor que es obscuro Forte era ver, ma non perú credibile
no tiene ciertamente ideas claras. Este es á mi parecer A chi delsenso suofosse signore.
el caso de un célebre autor Italiano á quien el entusias­
mo de sus compatriotas ha aplicado el epíteto de divino: La aventura de Astolfo transportado á la luna por San
quiero hablar del Dante. Aunque en tiempos pasados Juan, con el fin de buscar el juicio que Orlando había
supe yo el italiano muy bien, nunca pude entender á perdido, y muchas otras cosas perdidas que allí encuen­
este autor, por cuyo motivo lo abandoné completamente, tra es una estravagancla de lo mas feliz, y encierra al
convencido de que no valía la pena que era necesario to­ mismo tiempo mucho sentido. Te recomiendo que leas
marse para entenderlo. atentamente este poema, que es el origen de la mitad
Los buenos autores Italianos son en mi concepto muy de las novelas, cuentos y comedias que después se han
pocos; esto es, autores de invención, porque hay indu­ escrito.
dablemente buenos historiadores y escelentes traductores. El Pastor Fido de Guarlnl es tan célebre que debes
Los dos poetas dignos de tu lectura, é iba yo á decir leerlo, poniendo sumo cuidado en la grao naturalidad de
los únicos, ion el Tasso y el Arlosto. La Gierusalemme los caracteres. Unos cuantos pastores y pastaras con una
libérala del primero, es sin duda un hermoso poema, simplicidad verdaderamente pastoril, hablan metafí­
aunque hay en él pensamientos bajos y falsosy con ra­ sica, lanzan epigramas, profieren concetti y juegan con
zón dice Boileau que solo un gusto malo puede compa­ las palabras.
rar el oropel del Tasso con el oro de Virgilio (a). La ima* El Aminta del Tasso es mucho mas que una pastoral;
gen con que adorna la introducqjpn de su poema es re­ los pastores tienen también sus concetti y sus antítesis,
pugnante (disgusting), porque nos representa á un niño pero no tan sublimes ni tan abstractos como los del Pas­
indócil, pálido y enfermo á quien se engaña ministrán­ tor Fido. Creo que te gustará mucho la parte selecta de
dole una dosis de medicina azucarada. Los versos son ambos.
estos : El Petrarca es, en mi concepto, un cantor enfadoso,
siempre malo de amor, y no obstante, sus compatriotas
Cosí all* egrofanciul porgiamo aspersi lo admiran mucho ; pero cualquiera de ellos que no lo
Di soavi licor gli orli del vaso, juzgase mejor que yo, diría seguramente que mereció
Succhi amari ingannato intanto ei beve mas bien su Laura que su lauro, y este miserable juego
E dalV inganno suo vita riceve. de palabras pasaría por un escelente rasgo de ingenio
italiano.
No obstante, este poema con todos sus defectos puede Los escritores prosaicos (hablo de los originales) qoe
contarse entre los mas hermosos. te recomiendo son Maquiavelo y Bocado: el primero por
Si la fantasía, las descripciones brillantes y el genio la gran reputación que tiene de político consumado (o,'; I
inventivo constituyen á un poeta, Ariosto es sin duda *uno el segundo por su grande invención y la manera natural
de los mas grandes. Cierto es que su Orlando es una y agradable de referir sus historias.
mezcla de falso y verdadero, de sagrado y de profano, Guicciardini, Bentivoglio, Davila, son escelentes his-
guerras, amores, encantos, héroes locos, y damiselas toriadores y merecen ser leídos con atención (d). La na- '
aventuradas; pero francamente nos dice cual es la na­ turaleza de la historia corta un poco el vuelo á la imagi-
turaleza de su obra y no pretende hacerla pasar por poe­ nación italiana, que en obras de invención suele en
ma épico. Dice: • verdad remontarse demasiado. Las traducciones la refre­
Le donne, i cavaliér, Varme, gli amori, nan aun mas, y por esto las versiones italianas de los
Le cortesie, Vaudaci imprese, io canto. clásicos son incomparables, particularmente las que se
hicieron en vida de León X y que le fueron dedicadas
bajo el título de Collona. Esta colección se ha aumenta­
do después, y si no me engaño se compone actualmente
de ciento y tantos volúmenes.
(a) Touslesjours h la cour un sol de qualité Por lo que llevo dicho fácilmente conocerás qoe be
Peul juger de travers avec impunilé; tratado de precaucionarte é impedir que tu imaginación
A Maiberbe, M Racan, préférer Tbéophile, se deslumbre ni se corrompa tu gusto con los concetti,
Et le clinquant du Tasse a tout Por de Virgile. los refinamientos y las falsas ideas que son tan comuna
Este juicio de Boileau fué y es considerado generalmente no
solo como rigoroso, sino también como injusto.

Vohaire en una poesía dirijida al mismo Boileau le dice :


(а) ün escritor anónimo dice que las obras de Maqniaveh»
son el breviario de los tiranos que quieren oprimir i los pue­
Et si ton guút sevére a pu désapprouver blos, y de ios pueblos que quieren resistir á los tiranos.
Du brillant Torquato le séduisant ouvrage,
Entre Homére et Virgile ii aura ¡non bommage. (б) Denina, Bolla, Ouingusné, Sismondi ecl. han enrique­
Tr. cido el catálogo de los historiadores italianos. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 175
en ios autores italianos y españoles. Creo que no corres
ningún riesgo sobre este particular, porque tu gusto se
ha formado con la lectura de los autores selectos que flo­
recieron en laaasejores edades de Grecia y Roma,que no Londres, 22 de Mrtro de 1750
incurrieron en ras puerilidades de que he hablado. Creo
poder decir confiadamente que Francia é Inglaterra han Mí QUERIDO AMIGO.
monopolizado en el día el verdadero ingenio, el gusto
sano, y el buen sentido j porque temo que los Alemanes SI la carta que has escrito en italiano á Lady Chester-
no alcancen estas cosas y que los Italianos las pasen de fleld es solo obra tuya, estoy muy satisfecho de los pro­
muy lejos. Si no me engaño, toa primeros se arrastran un gresos que has hecho en este idioma en tan corto tiempo,
poco, y estoy seguro de que los últimos se elevan muy á y á este paso pronto llegarás á poseerlo perfectamente.
menudo hasta perderse de vista. Me figuro que solo en la embajada de Francia oirás hablar
Hace algunos años que te recomendé, y creo que en­ francés, porque los Italianos lo hablan poco y muy mal.
tonces leiste : La maniere de bien penser dans les ou- Los Franceses por su parte hablan mal el italiano, y en
vrages (Tesprit, par le Pére Bouhours. Creo que sería mi vida he conocido uno solo que pronunciase bien las
muy bueno que volvieses á leer esta obra, ahora que tu ! silabas italianas ce, ci, ó ^e, pi. Tu deseo de mostrarte
juicio es mas sólido. No conozco yo ninguna otra mas ; civil con las damas Romanas te sugerirá los medios de
propia para formar el buen gusto, al paso que hallarás en hablarles con elegancia. Se me ha dicho que la princesa
ella los trozos mas célebres de los antiguos y modernos Borgbese habla mal y de mala gana el francés, de modo
qut refrescarán tu memoria sobre mil cosas que ya has que tu aplicación á su idioma podría recomendarte á los
hido separadamente. Este Ubro tiene al fin un tratado ojos de esta dama, que, por una especie de prescripción
delmtamo autor, titulado: &ile des pensées ingénieu* mas larga de lo que ella misma desearía, se halla á la
¡a. cabeza del mundo elegante de Roma, y por consiguiente
Kn justicia debe decirse que lo? mejores autores Ingle­ puede establecer ó destruir la reputación de un jóven.
ses y Franceses no han caído en aquel falso gusto, y que Si ella lo declara ama bile y leggiadro, los otros le ten­
do admiten como bueno ningún pensamiento que no sea drán por tal, ó á lo menos, aquellos que no lo piensen
esacto y fundado en la verdad. El siglo de Luis XIV fué asi, no se atreverán á decirlo. En todas las ciudades
muy parecido al de Augusto. Boileau, Moliére, La Fon- considerables hay algunas mugeres de esta especie, cuya
tiine, Racine ecL establecieron el gusto verdadero y con­ categoría, hermosura ó fortuna, las coloca á la cabeza de
denaron el falso. El reinado de Carlos II, á falta de otro la moda. Por lo general han sido galantes, pero dentro
mérito, desterró de Inglaterra el falso gusto y proscribió de ciertos límites, y la esperiencla les ha enseñado, así
tos equívocos, los retruécanos, los acrósticos ect. D4de como á sus admiradores, las maneras delicadas, sin las
entonces el gusto falso ha renovado sus ataques y esfor- cuales no podrían conservar su dignidad, sino que cae­
zátae para recobrar, tanto aquí como en Francia, su rían en desprecio por el galanteo que las ha puesto en
Imperio perdido, pero en vano; aunque debo decir que boga. Sucede con estas mugeres lo que con los ministros
estos ataques han abierto mas brecha en Francia que en y favoritos en la córte: aquellas deciden de tos modas y
Inghterra, en donde Adisson, Pope y Swift han defendi­ de las reputaciones, como estos de la fortuna y de los
do rigorosamente los derechos del buen gusto, cosa que empleos. Muestra pues, en todo lugar una atención dis­
no puede decirse de los autores Franceses sus contem­ tinguida á estas soberanas del mundo elegante, porque
poráneos, quienes han manifestado últimamente mucha su pasaporte es una recomendación en todos los reinos
tendencia at falso brillo, al refinamiento y al embolismo; de la moda; pero en este caso recuerda que reclaman
y Lord Roscommon podría tener ahora mas razón de la cumplimientos y consideraciones infinitas; y si te fuere
qoeleasUlió cuando dijo: posible debes inferir y anticipar sus pequeños caprichos ó
fie English bullion of one sterling line, inclinaciones, Series útil procurando que te traten de una
Orasen lo French wire, would through whole pages manera familiar, ofreciéndote á desempeñar sus peque­
shine (a). ñas comisiones, ayudándolas á hacer los cumplimientos
Te pido encarecidamente, mi amado hijo, que no pler- caseros y aparentando que tomas un cordial interes en
du un solo instante ; forma tu gusto, tus maneras, tu sus pesares, sus perturbaciones y sus proyectos, porque
espíritu y todo cuanto bueno dependiere de ti. Para ello siempre traen algo entre manos. Una vez que te bailares
trio te quedan dos años, porque en general, á los veinte benficcato en el Palazzo Borghese, mtíy"pronto estarás
«adquiere cierto grado de prendas mas allá del cual no á la moda en Roma, y por consiguiente adquirirás el
pm uno en toda su vida. Ojalá que la tuya sea larga y desembarazo ¿e maneras que es el punto interesante.
feliz! A Dios. Siento que no haya en Roma un buen maestro de baile
para que te ayudase á formar tu esterior y tu porte,.que
temo no sean todavía los mas garbosos del mundo; pero
entre tanto, espero que observarás, el aire y la disposición
de aquellos que dan el tono y que los Imitarás. El desem­
barazo, la elegancia y la dignidad, forman el talante de
un hombre de condición, lo cual difiere tanto de las pos­
turas y contorsiones afectadas de un petimetre, como de
las maneras torpes, negligentes y groseras de un zote.
Muy contento me ha dejado lo que me escribe M. liarte
respecto á la distribución de tu tiempo en Roma. Las
cinco horas que con él empleas todas las mañanas en
(a) Si de un verso el oro ingles estudios sólidos, se hallan colocadas á rédito muy lucra­
Se pasara por hileras, tivo y te enriquecerán para todo el resto de tu vida. Por
Oropel fuera francés, lo que hace á las horas subsecuentes que pasas con tu
Que llenara hojas enteras. Tr. cicerone, como concurren al mismo fin, y hay entre unas

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176 CARTAS

y otras ana especie de conexión, no las creo mal emplea­ las maneras quizá mejoran. El Juego entre la buena
das ; y tus diversiones por la tarde en la buena compañía, compañía solo es puro entretenimiento, sin que tenga
son, en su género, útiles y necesarias en igual grado. resabios de lo que pasa en los garitos; por consecuencia,
Por este medio adquirirás peso y lustre en el mundo, ob­ no hay en él pasión, peligro ni vergüenza, y solo sirve
jeto que nunca he perdido de vista en tu educación. de intermedio á las otras diversiones.
A Dios, amigo mío, has progresos y labra tu dicha. Me atrevo á asegurar que estos no son sermones de
viejo, aunque te hable como amigo viejo; las condi­
ciones que exijo de tí no son severas; y estoy persua­
OO- dido de que sientes cuan racionales son por mi parte, y
cuan ventajosas por la tuya ¿pero tienes bastante reso­
lución para llenarlas ? ¿podrás permanecer firme contra
los matos ejemplos y las invitaciones de los prostituidos
Lomdbes, 8 de ¡Zarzo de 1*150. y de sus infames misioneros? porque yo he conocido mu­
chos jóvenes que se han dejado seducir por una vergüenza
Mi QUERIDO AMIGO. mal entendida, que no les daba valor para rehusar nada.
Es necesario que te formes esta resolución, y que la eje­
Jóven como eres espero que ansias por la vida, esto es, cutes con firmeza el dia que te faltare la asistencia y la
que estás descoso de vivir de una manera honrosa al paso vigilante amistad de tu Mentor. Entre tanto, aprovecha
que gloriosa para ti y ventajosa para la sociedad, haciendo á su lado cuanto puedas, agótalo si es posible, transmito
cosas que merezcan ser escritas, ó escribiendo otras que á tu alma todo su saber, y roba de esta manera la capa
merezcan ser leídas. Yo te deseo uno y otro ; mas debes del profeta antes que él mismo desaparezca.
saber que aquellos que consideran la existencia bajo este Me parece que estás contento en Roma. ¿Cómo te
punto de vista, no deben perder un solo instante en la conduces en esta ciudad? ¿Comprendes el interior de
ociosidad. Los momentos presentes son los únicos de ese gobierno estraordifiario ? ¿Te ha revelado estos se­
que estamos seguros, y por consecuencia los mas precio­ cretos tu conocido el abate Foggini ? ¿ Has hecho conoci­
sos ; pero los tuyos, á tu edad, lo son doblemente, porque miento con algunos Jesuítas eminentes? No se yo que
el crédito, la dignidad y el placer de todos los instantes haya en el mundo personas mas capaces de instruirte, y
futuros, dependen de la manera de emplear los presen­ harías muy bien de invitar á comer todos los días á uno
tes. de estos caballeros, lo cual soto importaría una pequeña
El uso que ahora haces de tu tiempo me tiene muy sa­ menestra ó un macaroni de mas. Una conversación de
tisfecho; pero lo emplearás siempre así? No quiero decir tres ó cuatro horas consecutivas, te valdría mil Informa­
de la misma manera siempre, sino siempre bien, según ciones útiles, que no podrían obtenerse en visitas cortas;
los cambios de la edad y de las circunstancias. Ahora es­ y muchos de ellos no desprecian una comida gratis.
tudias cinco horas todas las mañanas, y no pretendo ni Siempre que te encontrares con algún hombre sobresa­
deseo que hagas lo mismo todo el resto de tu vida. Los liente en cualquiera ramo de saber, susténtalo y sustén­
negocios y los placeres vendrán á dividirse estas horas; tate tú mismo con él, lo cual no solo te será saludable,
pero querrás entonces emplear en estudios útiles los mo­ sino que adquirirás la reputación de amante del saber y
mentos que te restaren ? Si solo te queda una hora, apro­ de apreciarlo en otros. Se me ha hablado últimamente
véchala en vez de estar ocioso. Sin duda que asi lo harás de una obra italiana que creo puede serte útil, escrita por
mientras conserves á tu lado un consejero como M. un tal Alberli hace unos ochenta años, y se compone de
Harte. Pero supongamos que los negocios y las circuns­ un grueso volumen en que probablemente hallarás en
tancias te separan durante seis ó siete meses de este Roma. Es una descripción de Italia de la que se me ha
amigo; dime ingenuamente lo que debo esperar de tí asegurado que M. Adisson, para evitarse mucho trabajo,
abandonado á tu propia dirección. ¿ Puedo estar seguro tomó sus notas y citas clásicas, y según mis noticias es
de que emplearás una parte del dia en agregar algo al obra escelente para viajar por Italia.
fondo de conocimientos que él te hubiere dejado? ¿podré ¿ Cuales son los libros italianos que has leído ó lees
esperar que fijes una hora cada semana para arreglar tus actualmente ? Espero que Ariosto será uno de ellos. Te
negocios y tenerlos bajo aquel método y órden propios recomiendo que te apliques con diligencia al italiano; es
de un hombre prudente? Pero sobre todo ¿ podré persua­ idioma tan fácil que hablándolo constantemente y leyén­
dirme de que confinarás tus placeres, sean los que fue­ dolo con frecuencia, llegarás á la vuelta de seis meses á
ren , dentro de los limites de la buena compañía y de la saberlo muy bien, y una vez sabido no lo olvidarás,
decencia ? Placeres como estos, yo mismo te los reco­ porque solo se olvidan las cosas que se han aprendido
miendo, yo mismo los promoveré hacienao los desem­ mal.
bolsos que reclamaren; pero no pagaré ni sufriré los Pero ante todo, trata de que las gracias acompañen á
placeres vergonzosos de la ínfima sociedad que degradan cuanto aprendas, hagas ó digas: sin ellas todo es imper­
al hombre y no merecen llamarse placeres. Confieso que fecto, y con su compañía todo es á lo ménos tolerable.
los placeres ¿leí gran mundo no son siempre estricta­ Nada me apesadumbraría mas que hallarte sin ellas la
mente filosóficos, y creo que un estoico censuraría mi primera vez que nos veamos; invócalas y sacrifícales
indulgencia : pero yo no soy todavía estoico aunque he á cada instante : son siempre favorables á quien las cor­
pasado ya de cincuenta y cinco años, y estoy persuadido teja constantemente. Trata, por vida tuya, de ser per­
de que tú lo eres menos á los diez y ocho. Puede suceder fecto en todo, Nihil actum repulan* si quid superesset
que ios placeres de la mesa, entre gentes de primera edu­ agendum (a). Tuyo de corazón.
cación, se lleven por accidente hasta el esceso; pero jamás
bajan á un estado permanente de glotonería ni de bor­
rachera. La galantería de la gente fina, aunque estricta­
mente no pueda justificarse, no trae á lo menos señales
estertores de infamia; no corrompe el corazón, no altera (a) Palabras de Lucano cuando habla de la grande actividad
la salud, no nos hace perder la nariz ni la reputación, y de Cesar. Tr.

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DE LORD CHESTERFTELD

tos, han debido aprovechar de las primeras; pero no te


vuelvas muy Inteligente en punto á ediciones y títulos,
porque esto despide olores de pedantismo y no anuncia
Londres, 19 de Marzo de 1750. siempre la ciencia. Los pocos libros curiosos que yo ten­
go, yen verdad que son muy pocos, estarán á tu dispo­
Mi querido amigo. sición. Poseo algunos del antiguo Collona y el Maquia-
velo de 1550. Guárdate de la bibliomanía.
Recibí tu carta de 24 de Febrero. En pago del terre­ Te recomiendo que en medio de tus estudios ó de tus
moto de que me hablas, te diré que nosotros hemos te­ placeres, no pierdas nunca de vista loque te espera, quie­
nido por aquí mas parte de la que debía tocarnos en este ro decir, los negocios de Europa. Síguelos bajo el as­
accidente, porque hemos esperimentado dos terribles sa­ pecto político, cronológico y geográfico en todas las ga­
cudimientos en veinte y ocho dias. A la verdad, estos cetas, y remonta al origen de los hechos que en ellas
fenómenos hacen mucho honor á nuestro clima frió : leyeres; v. g: consulta los tratados de Neustadt y de
los habitantes de los países calientes que ahora visitas, Abo, con motivo á las disputas entre los Rusos y los Sue­
se ven á lo menos recompensados con los favores del sol cos, de que diariamente se habla en los papeles públi­
de que nosotros no gozamos. cos. Por lo que hace á los negocios de Italia, que se dice
5o creía yo que el papa actual fuese hombre de tal es­ son objeto de negociaciones actuales, acude al tratado
pecie, que mandase construir siete capillitas modernas á cuadruplo de alianza de l? 18, y síguelo en todas sus fa­
costa de un monumento antiguo tan respetable como el ces hasta el tratado de Aix-la-Chapellc de 1748, en que
Colliseum ; sin embargo, por malo que sea el gusto de hallarás los diversos títulos en virtud de los cuales el in­
Su Santidad, te encargo que solicites ser presentado á él fante Don Felipe, tu tocayo, posee Parma y Placencia.
antes de salir de Roma, y que beses sin titubear su chi­ Consulta también e¡ acto de cesión que Carlos VI hizo en
nela, ó cualquiera otra cosa que reclamare la etiqueta de 1736 de los reinos de Ñapóles y de Sicilia, porque siendo
esa córte. Querría que vieses todas estas ceremonias ; y este un punto que á la muerte del rey de España oca­
supongo que á esta hora conoces el italiano bastante bien sionará verisímilmente algunas disputas, no debes per­
para entender al Santo Padre y responderle en su idio­ der ei hilo de estas materias, que cuesta poco seguir,
ma; también espero que habrás adquirido bastante de­ pero que una vez roto se vuelve á tomar con mucha di­
sembarazo y hábito de mundo, para presentarte en cual­ ficultad. A Dios.
quiera parte sin encogimiento ni turbación. Si no has j
llegado aun á la altura requerida en este particular, el '
ejercicio te elevará diariamente y la costumbre te hará ¡ —€ * <—
tocar la cúspide. Te decía yo dias pasados que las grao- ;
des dificultades estaban casi vencidas: has adquirido ya i
elsaberque es el principium etjbns, pero ahora es ne- j
cesado prestar atención á una multitud de cosas peque- > Londres, 29 de Marzo de 1750.
fias, cuyo conjunto forma un objeto grande é Impor- (
hule. Fácilmente conocerás que me refiero á las gracias,
el tino, el aire, la cortesía, en una palabra, todas las j Mi querido amigo.
prendas de un caballero distinguido : son tantas, que [
aunque separadamente aparezcan muy insignificantes ¡ Supongo que te hallas actualmente en Ñapóles en una
para detallarlas, forman un todo de la mayor considera­ nueva escena de virlu, examinando todas las curiosida­
ción ; y ademas, tratándose de ti no desprecio yo nada. des de l’Herculano en espera de las erupciones del Vesu-
Por ejemplo : ¿sabes ya trinchar diestramente y desem- : vio, y visitando lostemplos magníficos y los monumentos
peñar con gracia todo lo que corresponde al servicio de ¡ públicos que han hecho tan famosa á esa ciudad. Para
la mesa? ¿ estás bastante alerta contra las posturas tor­ colmo de dicha tienes ahí una córte que espero frecuen­
pes y los hábitos groseros, como rascarse, meterse Jos , tarás. Las maneras corteses, la versatilidad de gusto, la
dedos en la boca, en la nariz, ó en los oidos ? Estas ma­ complacencia aun respecto de tus mismos enemigos, el
las propiedades que se adquieren en la escuela, y que ' rollo sciollo e pensieri slrelli, solo se aprenden en las
después cuesta trabajo deshacerse de ellas, son verdade- ! corles, y todo el que quiera brillar y prosperaren ellas,
lamente nauseabundas; y yo no concibo que haya dere- | debe hacer de estas cosas un estudio serio. Aunque las
cbo para dejar ver un escrcmento mas que otro. ¿ Te vis- j cortes no cambian el natural del hombre, suavizan las
tesy atiendes convenientemente al lucimiento de tu per- j maneras. Allí la vigilancia, la destreza y Ja flexibilidad,
«ona ? Este cuidado es necesario, porque capta los áni- ¡ suplen la fuerza natural, y prevalece, no el cuerpo mas
nu» en tu favor. ¿ Aspiras á mostrarte siempre despejado vigoroso, sino el alma mas capaz.
en tas maneras comunicándoles aquel aire respetuoso ó í M. Fogliani y su muger te mostrarán sin duda toda la
civil, según lo exija la sociedad en que te halles? Todas cortesía de las cortes, porque yo no conozco personas de
estas cosas, y mii otras que observarás cutre gente dis­ una urbanidad mas distinguida. Familiarízate en su casa
tinguida mejor de lo que yo podría esplicarlas, son ne- ( mientras permanecieres en Ñapóles, y dáde mano á toda
cesarías á todo el mundo, y á ti mas que á ningún otro. j la frialdad y formalidad inglesas.
U parte brillante, estrepitosa y característica de un También tienes una carta para el conde Mahony cuya
hombre de mundo, debía ser actualmente (consideran- j casa espero frecuentarás, visto que allí se reune la mejor
do la carrera á que te destinas), el objeto principal de tu J sociedad. Su hermana Madama Burkeley está actualmen­
atención. j te aquí, y si yo hubiese sabido que partias tan pronto pa­
Me figuro que cuando vuelvas aquí, te ocuparás de co- ¡ ra esa ciudad, le habría pedido ex abundanli una carta
fas mejores que ir á casa de M. Osborn en solicitud de < para su hermano. La conversación de los modernos te es
lilaos-raros. Compra buenos libros y leelos; los mejores ' tan necesaria por la tarde como la de los antiguos por la
sonlos mas comunes, y ¡as mejores ediciones son siem- ¡ mañana.
Fre las últimas, porque los editores si no han sido ton- < Harías Lien, mientras permaneces en Nápoles, de leer

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178 CARTAS

alguna corta historia de aquel reino, que ha tenido mu­


chos dueños y sido el foco de muchas guerras. Su histo­
ria general te procurará materia para hacer excelentes
preguntas que te valdrán respuestas muy útiles. 1x>ndhes, 2G de Abril de i 753.
Infórmate Je la naturaleza y forma de aquel gobierno;
constitución no hallarás ninguna, porque es absoluto, Mi querido amigo.
pero los gobiernos mas absolutos tienen ciertas formas ó
usos, que son mas ó menos observados por sus tiranos Como se acerca tu viaje á París, periodo de suma im­
respectivos. En Chinaos moda que los emperadores, ape­ portancia para tí, mis cartas en lo sucesivo serán princi­
sar de su absolutismo, gobiernen con justicia y equidad ; palmente calculadas para aquel meridiano. Vivirás allí á
á la vez que en las otras monarquías orientales, es cos­ tu discreción, y no á la de M. Harte; por lo tanto, per­
tumbre gobernar con crueldad y violencia. El rey de míteme que desconfíe un poco de una discreción de diez
Francia, aunque tan absoluto de por sí como cualquiera y ocho años. Encontrarás en la academia muchos jóve­
de ellos, es mas humano solo por costumbre, porque no nes menos discretos que tú: todos serán tus amigos; pero
veo yo que la constitución de aquel reino ponga límites vive alerta, sobre todo al principio; examina bien sus
ásu voluntad. Inglaterra es ahora la única monarquía caracteres antes de formar relaciones con ellos; y, cale-
en el mundo de que pueda decirse, propiamente hablan­ rispar ibus, elige los mas recomendables por su clase y
do, que tiene una constitución, visto que los derechos y familia. Manifiéstales una atención distinguida, por cuyo
libertades del pueblo se hallan protegidos por las leyes. medio lograrás entrar en sus casas y ver la mejor com­
Yo no miro la Suecia ni ia Polonia como monarquías, pañía. Todos estos jóvenes Franceses son escesivamente
porque sus dos reyes tienen una autoridad poco mayor aturdidos; cuida pues de evitar los lances y las dispu­
que la del Dux de Venecia. No pretendo decirte nada so­ tas ; no tengas con ellos juegos de manos, que por lo re­
bre la constitución del imperio de Alemania visto que gular producen querellas. Muestra, si quieres, la misma
eres jurisperitorum Germanicorum fucile princeps. vivacidad que ellos, pero al mismo tiempo deja ver un
Cuando me describas, que por decirlo de paso lo haces poco mas de juicio. Por lo que hace á ¡as bellas letras,
rara vez, dime quienes son las personas, y no las cosas hallarás que á la mayor parte de ellos falta instrucción;
que ves. Infórmame de tus entretenimientos vespertinos; no vayas á echarles en rostro su ignorancia, ni á hacer­
dónde, y cómo pasas la prima noche; quienes son los les sentir tu superioridad ; la culpa no es suya, porque
Ingleses que has encontrado y cual es su carácter; dime todos son educados para el ejército ; pero por otra parte,
también con qué personas literatas has formado relacio­ no permitas que su ignorancia y ociosidad, rompan el
nes ; porque yo me intereso de un modo particular en curso de tus estudios serios por la mañana. No almuer­
todo lo que te concierue personalmente, y este año es el ces con ellos porque esto consume una gran parte de
mas critico de tu vida. Para hablar como un virtuoso, tiempo; diles, pero no magistral ni sentenciosamente,
pienso que tu bosquejo es bueno: fía fací fiarte ha tra­ que te has propuesto leer dos ó tres horas por la mañana,
zado undiseño admirable, áquesolo falta el colorido del y que te hallarás muy á su disposición todo el resto del
Ticiano y las gracias, la morbidezza deGüido; mas esto día, aunque espero que frecuentarás por la tarde otras
es mucho y se requiere que lo adquieras pronto ó no lo compañías mas juiciosas.
obtendrás nunca. Insisto en que no vayas nunca á lo que se llama Café
Per la lingua italiana sono sicuro ch' ella n’ é adesso Ingles en Paris, porque es el lugar de reunión de todos
professore, a segno tale ch'io non ardisca dirleallra los Ingleses aventureros, y también de los Irlandeses y
cosa in guclla lengua se non Addio (a). Escoceses fugitivos y condenados. Hay allí muchas dis­
putas de partido y contiendas de borrachera ¡ yo no co­
nozco en todo Paris un lugar que tenga mas inala fama.
Los cafés y las tabernas no gozan de muy buena reputa­
ción en aquella capital. Ten el ojo siempre abierto contra
una infinidad de caballeros de industria y de aventureros
(a) 19 do Abril. El autor á la marquesa do Monconseil : muy bien vestidos que pululan allí, gentes que por otra
.................... II m’est assez sensible de no pouvoir pas avoir parte se presentan muy bien y dejan ver finos modales.
Je bonbeurde vous faire ma cour celle alinée, saos que vous y Muéstrate civil, pero á distancia, con todos aquellos cu­
ajoutiez la morliflcation d’en soupeonner ma volonté. Pour yo carador y clase te sean desconocidos. M. le conde, ó
m’en dédommager un peu, je vous enverrai un ambassadeur M. le chevalier, con un vestido galoneado y muy bien
extraordinaire, muni de mes pleins pouvoira, auquel je vous puesto, se acerca á tí en la comedia ó en cualquiera otro
prie d’ajouler foi en loutee qu’il vous dirá de ma parí. C’est lugar público; concibe por ti, á primera vista, una estima­
volre ¿leve qui sera á París vers la Sl-Michel, établi á l’aca- ción infinita, apercibe que eres estranjero de primera dis­
démic de La Guériniére. J’cspére que son deruier séjour á tinción, te ofrece sus servicios, y nada desea con mas
Romo l’aura un peu formé, inais en toul cas jo cumple sur ardor que contribuir, basta donde se lo permitan sus pe­
París, c’esl-k-dire, sur vous : s’il cst gauche ou impoli, je
queñas facultades, á que disfrutes des agréments de Pa­
vous supplie de ne luí ricn passer, maisde lui en parler tres
ris; te dice que conoce algunas señoras de condición que
séricuscmcnt, el de temps en temps luí lácher des trailsde
prefieren una sociedad agradable, y las cenas amables
ridiculo, qui font souvent plus d'eíTct sur les jeunes gens, que
les rcinonlrances sérieuses. Je lui ai déjá fait savoir qu’il vous con gentes decentes, al tumulto y disipación de Paris, y
apparlienl en propre, que je vous ai transporté lous mes droils que con el mayor gusto tendrá el honor de llevarte á ca­
sur lui, el que son crédrt et sa faveur auprés de moi, dépen- sa de ellas. Si aceptas una oferta tan amable y sigues á
dront uniquement des rclalions que j’en recevrai de volre este hombre, encuentras en el tercer piso una bella da­
part. C’est un esclavagc bien doux et bien ulile que je lui ma bien acicalada, con vestido de tela de oro ó de plata
destine ; ct s’il a le bon sens qu’on m’assure qu’il a, il le trou- empañado y de segunda mano; la hallas jugando ó apa­
vera tel, et aura pour vous les sentiments de considération, rentando que juega seriamente á los naipes ó esponiendo
d’cstimo, d’amilié, el de rcspect avee lesquels je vous dounc solo algunos francos con tres ó cuatro tramposos, regu­
aclucllcmcnl le boíl so ir. larmente vestidos y condecorados con título de marques,

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DE LORD CHESTERFIELD 173

conde ó caballero. La dama te recibe de la manera mas la corte á M. de la Guérlnlérc, que lleva mucha amistad
cortés y graciosa • te prodiga aquellos cumplimientos de con el príncipe Carlos y con otras personas de Paria do
rutina que toda muger francesa sabe hacer *. aunque le primera clase; su recomendación te procurará mucho
gusta el retiro y huye del gran mundo, confiesa que se crédito y te será muy útil en la academia.
considera muy obligada al marques por haberle procu­ Por las razones que te espuse en mi última, deseo que
rado un conocimiento tan estimable y tan cumplido; pe­ vivas como pensionario en la academia durante seis me­
ro lo que siente es no saber cómo procurarte diversión, ses, pasados los cuales te prometo que te establecerás en
porque nunca permite que se juegue en su casa mas allá un hótel garni, si es que para entonces no me queda duda
de un franco; si tú quieres divertirte en tan corto juego de que eres estimado en las mejores sociedades. Nada to
hasta la horade cenar, en hora buena. En consecuencia falta ahora, gracias á Dios, sino las perfcccion(*s esterto­
te diviertes en juego tan pequeño, y la distinguida socie­ res, el lustre, el uso del mundo y las gracias, cosas nece­
dad tiene cuidado de dejarte ganar unos quince francos, sarias para adornar y consolidar el verdadero mérito;
lo cual les procura la oportunidad de celebrar tu suerte estas prendas pueden adquirirse en la buena sociedad,
y tu talento en el juego. Llega la hora de la cena, que es y en Francia mas que en ninguna otra parte. Las oca­
tnuy bpena, seguro de que tú la pagarás. La marquesa siones no te faltarán, porque yo te enviaré cartas que te
se encarga de hacer los honores con la mayor pulidez, establecerán en las compañías mas distinguidas, no solo
se muestra sentimental, habla de buenas costumbres y del mundo elegante, sino de los ingenios sobresalientes.
de moral, condimentando sus discursos con no poca jo­ Consagra pues, todo este año á tu educación final, y no
vialidad, y dirigiendo algunas ojeadas que te dicen que permitas que la disipación, la ociosidad, las bajas seduc­
no debes desesperar con el tiempo. Después de la cena ciones y los malos ejemplos, te hagan perder de vista
se menciona como por casualidad el Faraón ó el Saca- aquel importante objeto. Pasado este año, harás lo quo
nete. El caballero propone uno de estos juegos para pasar te parezca ; no me injeriré mas en tu conducta, porque
el ralo; la marquesa hace «aclamaciones al oír la propo­ entonces estaremos tú y yo fuera do peligro. A Dios (a).
sición y declara que no lo permitirá*, pero cede al fin ba­
jo promesa de que solo será por bagatelas i Este es el
momento deseado y la operación comienza. Lo mejor
que puede acontecerte es ver tus bolsas vacias; si per­
maneces un poco mas perderás tu reloj ó tu caja de pol­
vos, ó quizá serás asesinado para mayor seguridad. Esto,
telo aseguro, es una pintura fiel de lo que acontece dia­ Londres, 30 de Abril de 1750.
riamente en París á los estranjeros sin esperiencia.
Recibe siempre con mucha frialdad las cortesías y el
celo de aquellos sugetos que te se mostraren muy oficio* Mi QUERIDO AMIGO.
sos á primera vista, y ten siempre cuidado de hallarte
M. Harte, que en todas sus cartas halla hueco para
comprometido de antemano, sea cual fuere la diversión
encomiarte, me dice en su última una cosa que me agra­
con que le brindaren. Puede muy bien suceder que en
da en estremo, y es, que en Roma has preferido constan­
las reuniones numerosas de buena compañía, halles al­
temente las asambleas italianas á los corrillos ingleses,
gunos de estos caballeros tan solícitos como seguros de
que en oposición á aquellas han formado las bellas re­
ganar tu dinero con solo que logren persuadirte á que
beldes de nuestra nación. Esto prueba que tienes juicio
juegues con ellos; y así te encargo que establezcas como
y que sabes cual es el objeto de tus viajes. Es mucho
máxima invariable no jugar con hombres, sino solo con
mas importante conocer mores multorum hominum,
mngeres de distinción, por poco interes, ó bien con hom­
quam urbes. Te encargo que observes en todas partes
bres y mu ge res á la vez; mas al mismo tiempo, siempre
esta juiciosa conducta, principalmente en París, porque
que se te proponga jugar mas fuerte de lo que te convi­
allí hallarás, en vez de treinta, trescientos Ingleses en
niere, no te escuses con aire grave y sentencioso, ale­
gavilla, sin hablar con ningún Francés.
gando la locura de arriesgar loque no podrías perder sin
inconveniente, por ganar aquello de que no tienes nin­
guna necesidad; trata por el contrarío, de esquivar estas
invitaciones con aire ligero y jocoso : di que si estuvieses
seguro de perder, quizá te decidirías á jugar, pero que (a) Abril 27. El autor á Mr. Dairollcs ;
pudiendo muy bien favorecerte el naipe, temes el estorbo ..............Es muy cierto que después de una serie de dificul­
de las riquezas, desde que sabes lo embarazosas que fue­ tades que, creo, jamas se suscitaron por cosa tan pequeña,
ron á Arlequín, y que por lo tanto te hallas resuelto á Mr. Harte ha obtenido por ultimo una prebenda de Windsor.
no aventurarte á ganar mas que dos luises diarios. Este Me alegro muchísimo de ello, porque habiendo pagado esta
burlón y ligero modo de evitar las invitaciones del vicio deuda, no debo nada ¿ hombre viviente. Como es necesario
y de la locura, conviene mejor á tu edad, y produce un que venga aquí para tomar posesión de su asiento, le he es­
crito que traiga al muchacho á París y lo establezca en la
efecto mas seguro que una negativa grave y filosófica,
academia de La Gueriniére, po«r le degourdir, le dégraisser,
t’n joven que parece no tener voluntad propia, y que
el le décrotler. Algunos pasos adecuados se han tomado ya para
hace todo cuanto se le pide, pasa por buen muchacho,
esto en Roma***.
pero al mismo tiempo se le tiene por un badulaque. Ma­ ..............Cuando llegare á París le enviaré una carta de re­
néjate con prudencia sobre principios sólidos, y guiado comendación para Son Evcellence Madama de Berkcnroodl ;
de verdaderos motivos; pero no los comuniques, ni ha­ valeal quantum. En todo caso le será muy Util frecuentar osla
bles nunca en tono sentencioso. Cuando te se invitare á casa. Fows y medres du vólre aussi sil vous jdall, escribiendo
beber, di que desearías dar gusto á todos los concurren­ una ó dos palabras en su favor ó aquella señora, ó á su
tes, pero que se necesita tan poca cosa parq trastornar marido, ó bien á ambos. Os ruego compréis ocho docenas de
tu cabeza y ponerte malo, que lejeu ne vaut pas la botellas del vino esquisito de que me habíais, y mandando em­
chandelle» pacarlas cuidadosamente las remitáis á París b Nadante la
Te encargo que muestres muchas atenciones y hagas Marquisa de Monconseil.

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180 CARTAS

La vida regular, ó irregular al te parece, de los Milores sámente tu saber, reservándolo para los eclesiásticos ó
Ingleses en París, es esta: luego que se levantan, que es los abogados; y aun antes de mostrarte presuroso de
muy tarde, almuerzan juntos perdiendo en ello dos horas darlo á conocer, deja que te lo saquen por fuerza; en cuyo
largas; en seguida montan en coche que los lleva al caso se creerá que tus conocimientos son mas estensos
Palacio Real, á los Inválidos y á la Catedral; de allí, al de lo que parece, y con un mérito mas, el de la modes­
Café Ingles, en donde disponen una partida de taberna tia. Si un hombre erudito afecta mostrar lo que sabe, dá
para comer; de la comida, en que beben copiosamente, motivo para que se dude de su ciencia, y 6e le tiene por
van en grupo á la comedia, con ricos vestidos, pero muy superficial; si después no puede negarse que sabe, pasa
malhechos por algún sastre escoces ó irlandés; de la por pedante. El verdadero mérito, en todo género, ubi
comedia vuelven á la taberna, en donde se embriagan, est, non potcst diu celare, se descubre tarde ó temprano,
riñen entre si, ó arman alguna pendencia en las calles y nada puede hacerlo desmerecer sino el vano ahinco de
y los recoje la ronda. Los que no hablan francés antes mostrarlo ; quizá no es siempre recompensado como me­
de ir á París, es seguro que allí no lo aprenden: dirigen rece, pero siempre se reconoce su valor. Generalmente
sus tiernos votos á bu lavandera irlandesa, á no ser que hallarás en París, que las mugeres del gran mundo son
casualmente den con alguna inglesa ambulante, escapa­ mas instruidas que los hombres, porque estos son «duca­
da de su marido ó de sus acreedores. De este modo regre­ dos para el ejército y lanzados en él á la edad de doce ó
san á su patria mas petulantes, pero no mas instruidos Irece años; pero esta clase de educación, que los priva
que cuando salieron de ella; ostentan lo que se les figura de! conocimiento de las letras, les procura el del mundo
que han ganado; afectan vestirse á la francesa y chapur­ y unos modales desembarazados y corteses.
ran esta lengua atropellando las palabras y haciendo mil La moda es mas tiránica en París que en ninguna otra
pausas. ciudad del mundo, y mas absoluta que el rey mismo,
que es mucho decir. Cualquiera que se rebela contra ella
//une /w, Romane, caveto (a). es proscripto; y asi es necesario que observes todas
Lígate únicamente con hijos del país cuando estuvieres aquellas minucias y que te sometas á ellas, si quieres ser
en Francia; instruyete con los viejos y diviértete con los contado entre los hombres de moda; bien entendido de
jóvenes; confórmate complacientemente con sus cos­ que si no es así, no serás nada. Introdúcete, á todo trance,
tumbres y aun con sus pequeñas locuras, pero de ningún en las sociedades de hombres y mugeres que dan el tono
modo con sus vicios. Sin embargo, guárdate de tomar el y aunque al principio solo se te admita en este teatro
tono de censor ó de predicador, que no va bien con tu brillante como persona muta, persiste, persevera y
edad. Generalmente hablando, no hallarás en las socie­ pronto se te dará papel que desempeñar. Ten cuidado de
dades francesas mucho saber; ten pues cuidado de no no repetir en una compañía lo que hubieres visto ú oido
echarles el tuyo en rostro. Las gentes odian á todo aquel en otra, y mucho menos de divertir á esta á costa do
que les hace sentir su inferioridad (&)• Oculta cuidado- aquella; por el contrario, procura que la discreción y el
secreto sean las señales distintivas detu carácter, y ambas
cualidades te llevarán mas lejos y con mas seguridad que
los talentos mas sublimes. Guárdate de riñas en París :
el honor es allí muy cosquilloso, á pesar de la severidad
la) Verso que el autor tomo del siguiente pasaje de Horacio:
de las leyes para los que quieren sostenerlo por vías de
.................... Absentcm qui rodil amicum ; hecho. Por lo tanto, abstente de chanzas pesadas, de
Qui non defendit alio culpante ; solutos juegos de manos y de burlas picantes.
Qui captat risus bominum, fainamque dicacis; París es el lugar mas preferente del mundo para unir,
Fingere qni non visa potes!, commissa lacero
si quieres, lo útil con lo agradable. Tus placeres mismos
Qui nequit; bic niger est; hunc tu Romane, caveto.
te serán provechosos si te los procuras entre las socieda­
Quien de su amigo ausente vil murmura, des de primera clase. El modo con que hasta ahora te
El que no lo defiende has manejado por todas partes, me hace creer que en
Si algún otro le ofende, París te comporterás como es debido. Acuérdate que este
El que á su costa hacer reír procura, es tu momento decisivo; todo cuanto allí hicieres será
Y asi ganar de agudo fama intenta, conocido aquí por millares de personas, y tu reputación,
El que lo que no vió finge ó inventa ; sea cual fuere, te tomará la delantera, y la hallarás en
Quien violó el respeto Londres á tu regreso.
l)c ageno secreto, Ojalá y ambos tengamos razón para felicitarnos en
A ese la nota do malvado alcance, esta entrevista I A Dios.
fíe ese se debe huir á todo trance.
(Trad. de BuhgOS.)

(6) Nunca delante de muchos


Parcécr mas sabio quieras,
Que el hablar con magisterio
Hace á los otros ofensa :
Y aunque sepas mas que todos,
Será menester que entiendas
Que de ello no has de hacer cas:, Londres, 8 de Mayo de 1750.
Para que bien quisto seas;
Que no es sabio el que presume ;
Porque yo ser mas quisiera Mi querido amigo.
(.Ion humildad ignorante,
Que entcudidocon soberbia.
¡ El amor á los placeres es muy natural en tu edad y no
(Fragoso). Tr. indecoroso el goce de ellos; nms el riesgo está en errar el

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DE LORD CHESTfcRFIELD 1S1

objeto y solicitarlo por el mal camino. La fama de un ¡ rion de un hombre de buco sentido ¡solo debe formar,
hombre de placer deslumbra á los jóvenes, que, no j y forma en realidad, su recompensa. Esto es particular­
viendo claramente el sendero que deten seguir , toman ¡ mente aplicable respecto á las mugeres que miran con
el del vicio y de la disolución. Yo recuerdo un ejemplo í el mas alto desprecio á aquellos sugetos que, careciendo
patente de esto, sucedido ha muchos anos. Un jóven de- ! de fama y de consideración entre los hombres, pasan todo
terminado á brillar como hombre de placer, asistía á la i su tiempo en las callejuelas y tocadores, y son consi­
comedia titulada: El Libertino Arruinado, traducida í derados por ellas como muebles muy viles de que se des­
del festín de Pedro de Moliérc, y los hermosos rasgos ! hacen cuando pueden hallar otros mejores. Las mugeres
del libertino hicieron en aquel jóven tan grata impresión eligen sus favoritos mas por el oido que por ningún otro
que juró imitarlo. Algunos de sus amigos le preguntaron ! sentido; su juicio mismo toma en ello poca paitó; el su-
si no valia mas contentarse únicamente con ser libertino, ( geto que ellas oyen alabar mas entre los hombres, es al
sin ser arruinado, á lo que contestó con fogosidad : no, que reciben mejor, porque tal conquista lisonjea su va­
parque la ruina es precisamente lo que corona su vida, i nidad, y la vanidad es la pasión universa!, si no es la
Por extravagante que esto parezca bajo tal luz, es real­ dominante. No pueden ellas resistir los rayos que despido
mente el caso de esos desgraciados jóvenes, que cautiva- ! un personaje prendado; se precipitan en el peligro con
dos con la palabra placer, se sumergen sin gusto ni dis- ¡ la esperanza del disputado triunfo, aunque su conquista,
cemimiento en todos los escesos, y son finalmente des- J valiéndome de una espresion vulgar, se reduce á atrapar
fruidos bajo todos aspectos (a). Yo no soy un consejero ! un Tártaro y ser esclava de su eautivo; mais c'cst leur
estoico ni te predico para que lo seas á tu edad : te señalo affaire. Divide tu tiempo entre las ocupaciones útiles y
únicamente el camino de los placeres y busco el medio los placeres elegantes. La mañana parece consagrada al
de hacértelos mas vivos y penetrantes. Goza de los pía- ! estudio, á los negocios y á las conversaciones serias con
ceresque sean realmente tuyos y ios hallarás gratos, pero personas de calidad y de saber. Desde que te sentares á
no adoptes ninguno; íiate á la naturaleza que te señalará comer comienza la hora á propósito para las distraccio­
los genuinos. Los placeres sensibles son aquellos que se nes, á no ser que medien algunos negocios Importantes
apetecen; el hombre que se entrega á todos no gusta de que jamás deben sacrificarse á los placeres. En la buena
ninguno. Estoy seguro de que Sardanapalo no resintió en compañía se pone siempre cierto coto á la golosina y las
toda su vida un placer real; solo las personas que unen i delicias de la mesa, sin ir jamás hasta el esceso ó la bor­
las ocupaciones con los placeres gustan de esta grata al- í rachera. La comedia, las óperas, los bailes, las cenas, las
tentativa. Alcibiades, aunque abandonado á los mas ver- ;• conversaciones alegres en compañías amables, termi­
gonzosos escesos, dedicaba cierto tiempo á la filosofía y • nan bien la prima noche. Esta es la vidQ de un hombre
á los negocios. Julio Cesar unta con tanta destreza los nc- j de placer; de suerte que distribuyendo bien tu tiempo y
godos á los placeresj, que unos y ot^os se sazonaban re- | eligiendo tus diversiones con delicadeza, serás ¡doñeo
ciprocamente; y aunque se divirtió, halló tiempo para ’ para los negocios y para las sociedades distinguidas. Ya
ser casi el mejor orador y ciertamente el mejor general j ves que no soy rígido ni exijo que tú y yo seamos de la
de la república. Una vida de deleite no interrumpido es < misma edad; esto mismo debería dar mas peso á mis
tan insípida como miserable. Algunas horas destinadas ■ consejos como salidos del seno de un amigo mas que del
diariamente á los negocios serios, estimulan el entendí- ■ de un padre ; pero las bajas compañías, sus vicios de­
miento y los sentidos, y estos quedan mejor preparados gradantes, sus indecentes desórdenes, sus borracheras y
para gozar de las delicias. El gloton insaciable, el loco su tumultuosa alegría, son cosas que no sufriré ni per­
ebrio, el libertino enervado y podrido, nunca gozan de donaré jamás.
los placeres á que^se abandonan; sus deleites no son mas Recibí últimamente dos volúmenes de tratados, en ale­
que sacrificios humanos á los dioses falsos. Los placeres mán y latín, de mano de Hawkíns, con las órdenes de
del vulgo son erróneos, puramente sensuales é ignomi­ tu propio puño para que cuide de ellos; estas órdenes
niosos ; á la vez que los de la buena compañía, sin ser serán obedecidas con la mayor sumisión y exactitud;
quizá mas morales, son mas delicados, mas refinados, los he colocado en mi biblioteca en donde te esperan con
menos peligrosos, menos infames, y según el curso ordi­ una numerosa colección de libros raros que tu mama
nario de las cosas no se consideran como degradantes; me envió cuando cambió de casa.
en una palabra, el placer no debe ni puede ser la ocupa- Espero que no solo cuidas de hablar aleman, sino que
continúas haciendo progresos en este idioma ; ya verás
cuan útil te es el dia que llegares á manejar los nego­
cios, tanto mas cuanto que serás casi el único Ingles que
pueda hablarlo y entenderlo. Te recomiendo que por
(a) De rbomme a la débauebe encliu donde quiera que encontrares Alemanes, les hables en
Voici i'image et le deslin ; su idioma; en París hallarás multitud de ellos. ¿ Ha lle­
La passion qui le domine gado á serte familiar el italiano? ¿Puedes hablarlo con
Ne connaissant uiloi, ni frein, la misma fluidez que el aleman? No puedes tener idea
Le jeu, la bombancc et Corinne I de lo ventajoso que te será en las negociaciones el cono-
Ménenl cct insensé granel (rain. J cimiento perfecto del italiano, aleman y francés. Si dos
Dans celle fatigue libertine
■ hombres de igual talento negocian juntos, aquel que cn-
L’argcnt est bicntót á sa fin;
l/argent manque, bijoux en inain, j tienda mejor la lengua que se empica en la negociación
Choz l’usurici* on s’aclieniine, $ sacará infaliblemente la ventaja al otro. La significación
L'usurier méne á la ruine, ; y la energía de una sola palabra es á menudo do gran
La ruine méne au chagrín : . consecuencia en un tratado y aun en una carta.
liu chagrín la guerre inlesline ; Un recuerdo á las gracias por que sin ellas ogni falica
Méne a la laugueur pas á pas; \ c vana, A Dios.
La laugueur a la médccine,
El la inédecine au trépas.
(0. S ) Ir.

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CARTAS

cscoso accidental en la mesa, una trisca, una Inadver­


tencia: no-, presérvate de estas cosas tanto como pue­
das, pero no las censures en los demas; el tiempo, ó bien
I.oxbBES, 17 de Mayo de 1750. la reflexión, llegará á corregirlos.
Vamos ahora á tocar un punto menos serio, pero no
por eso menos importante á tu entrada en el mundo.
Mi querido amigo. Precávete en sumo grado contra la vanidad, flaco común
de la inesperimentada juventud ; pero particularmente
Tu aprendizaje tira á su fin y muy pronto te verás es­ contra aquella especie de vanidad que tacha á un hom­
tablecido : el momento es critico para tí y desasosegado bre con el epíteto de pisaverde, cuya consagración una
para mi. Un comerciante que quiere hacer buenos ne­ vez adquirida es mas indeleble que la del sacerdocio. No
gocios debe comenzar por crearse una buena reputación, es posible imaginar por cuan distintos medios destruyo
tanto de integridad como de buenos modales: sin aquella la vanidad sus propios designios: tal hombre que decide
nadie comprará en su tienda ; sin estos ninguno lo visi­ perentoriamente sobre todas materias, patentiza su igno­
tará dos veces. Esta regia no escluye los artificios rectos rancia en muchas y muestra en el resto una presunción
del tráfico: tiene derecho para vender sus efectos al me­ chocante: tal otro desea pasar por venturoso con las da­
jor precio posilde dentro de ciertos límites : puede sacar mas y da á entender que las mas distinguidas por su
parí ido aprovechándose del humor, del capricho y de los clase y hermosura le han protegido é incitado, y que está
gustos raros de sus parroquianos; pero lo que asegure en íntima relación con alguna. Si la cosa es verdadera, es
que es bueno, debe serlo en efecto; lo que afirme seria­ una vileza ; si falsa, una infamia, y en ambos casos des­
mente, debe ser verdadero, ó sus primeras ganancias truye la reputación á que aspira («). Algunos lisonjean
fraudulosas vendrán muy pronto á parar en una bancar­ su vanidad con causas pequeñas que en nada tocan á su
rota. Lo mismo sucede en los puestos mas elevados y en persona, como descender de varones ilustres, ó tener vín­
los grandes negocios del mundo. Un hombre que no es­ culo ó amistad con personas de mérito distinguido y en
tablece sólidamente su crédito y que en realidad no me­ puesto elevado; hablan continuamente de sus abuelos,
rece la reputación de verídico, íntegro, moral y urbano, de sus tíos (ó) y de sus íntimos amigos fulano y zutano,
al comenzar su carrera en el mundo, puede engañar y que quizá apenas conocen. Pero aun admitiendo que todo
lucir como un meteoro, pero pronto se desvanecerá y esto sea cierto, qué con eso ? tienen ellos mas mérito por
eclipsará en el desprecio. tales accidentes? Seguro quo no: al contrario, revistién­
Fácilmente 6e perdonan á los jóvenes losestravíos or­ dose del mérito ageno hacen ver ¡apobreza del suyo: un
dinarios délos sentidos; pero jamás se les perdona el rico no necesita pedir prestado. Ten por segura esta re­
menor vicio del corazón, que no mejora con la edad, y gla que nunca falla: no afectes jamás las cesasen que
aun temo que empeore, endureciéndose cada día mas. pensares lucir; la modestia es el cebo mas seguro para
Un jóven mentiroso envejecerá mintiendo, y un jóven pescar alabanzas. La afectación del valor solo sirve para
bribón será un gran picaro á medida que entrare en años. hacer pasar á un valiente por fanfarrón, como la manía
Mas si un jóven que poseyese mal corazón unido con de bello ingenio hace pasar por fatuo á un hombre de ta­
una buena cabeza, cosas que rara vez se combinan, se lento. Por esta modestia no quiero dar á entender una
reformase realmente en edad mas avanzada, la persua­ timidez ridicula ni una vergüenza mal entendida, al con*
sión de su locura asi como de su Iniquidad, tendría siem­ trario, muéstrate firme y resuelto; calcula lo que vales y
pre viva la sospecha de que esta conversión es sistemá­ obra en consecuencia; pero ten cuidado de que ninguno
tica, efecto de la prudencia y de la política y nunca se te crea muy bien impuesto de tu propio mérito, que sea
tendría por sincera. Espero en Dios, y verdaderamente el que fuere, lo descubrirán las gentes, y estas ponderan
creo, que á ti no te falta ninguna virtud moral; pero la siempre sus propios descubrimientos á la vez que reba­
posesión de todas las virtudes morales in actu primo, jan los de ios otros.
como la llaman ios lógicos, no basta; necesitase que las Por Dios que medites todas estas cosas antes de lan­
poseas también in actu secundo; y ni aun esto es sufi­ zarte en el océano de París. Recuerda todas las obser­
ciente, porque al mismo tiempo debes tener la fama de vaciones que tú mismo hubieres hecho sobre ¡os hom­
ellas. Tu carácter en el mundo debe reposar sobre bases bres ; compáralas y combínalas con mis instrucciones y
sólidas, ó pronto vendrá por tierra y te envolverá en sus
ruinas. Por lo tanto, nunca pecarás de demasiado cui­
dadoso, esacto y delicado en establecer tu carácter, del
cual depende la felicidad de toda tu vida. No permitas
(a) Si quclqu’un bien traité des Belles
que la conversación, el ejemplo, la moda, un dicho
Fail, des faveurs qu’il obtient d’elles
agudo ó un deseo necio de aparentar que eres superior á
Lu trophée á sa vanité,
lo que la mayor ^arte de los bribones y de los necios lla­ Qu’il soil parlout si maltraité
man preocupación, te induzca jamás á sostener, escusar, Qu’il n’en trouve que des cruelles.
paliar ó reirte de la mas ligera brecha que se abra á la Aimer a publier les grftces qu’on re^oit
moral; antes bien, muestra en todas ocasiones tu dis­ Marque ord inai remen t qu’on les sent cotnme on doil.
gusto y tu aversión por la carencia de principios. La ri­ En amour, c’csl une autre afluiré :
gidez cae bien aquí á despecho de la juventud; en este C’esl le bien ressenlir que de le bien céler;
punto conviene únicamente ser severo á tu edad: pero Et si l’ingratitude est ailleurs áse taire
al condenar los crímenes ten cuidado de no injuriar ni En amour, elle est á parler.
mencionará nadie. Esto se refiere, como fácilmente juz­ (Rigoley.)
garás, á los vicios del corazón, como la mentira, el (6) Fussiez-vons issu d’Hercule en droiíc ligne.
fraude, la envidia, la malicia, la maledicencia ect. y no Si vous ne faites voir qu’une basse$se insigne.
á las pequeñas fragilidades que provienen de la vivaci­ Ce long amas d’atcux que vous diflamez tous,
dad de la juventud. Muy mal sentaría á tu edad que de­ Sonl aulanl de témoins qui parlcnl con i re rous.
clamases en tono sentencioso contra una galantería, un (llEGMARD). Tr.

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•DE LORD CIIESTERFIELD 18

obra entonces sin desviarte nunca de este sistema. For­ que llegarás á ser mas perfecto que la mayoría de tus
ma,desde ahora tu plan, que después podrás estender y contemporáneos ; y sin lisonja te digo que te hallas en
mejorar con tus propias observaciones y los consejos de buen camino. M. Harte asegura (y creo que juraría si
aquellos que nunca pueden tratar de engañarte, quiero fuese compatible con su carácter), que no tienes ningún
decir, M. liarte y yo. vicio del corazón: posees indudablemente una buena
dosis de instrucción antigua y moderna que, me atrevo
á decir, nadie tiene á tu edad, y que aumentará necesa­
riamente todos los dias. Qué te falta pues para llegar á
aquel grado de perfección factible que te deseo? Nada
sino la ciencia, el talante y las maneras del mundo ; ha­
blo del gran mundo. Estas son prendas que no podrían
Londres, 24 de Mayo de 1750. exigirse de tus años, porque no se regalan sino que se
aprenden. Por otra parte, es imposible dejar de adquirir­
Mi QUERIDO AMIGO. las si se quiere, porque se llega á ellas insensiblemente
frecuentando la buena compañía, con tal que medie una
Recibí ayer tu carta de Ñapóles de fecha 7 del actual, y poca de atención á los caracteres y á las maneras. Todo
veo que has recorrido el lugar como hombre clásico, hombre se modela hasta cierto punto sobre aquellos con
crítico y virtuoso. Ha8 hecho muy bien, porque todo lo quienes conversa ; loma su aire, sus movimientos y aun
que es digno de verse debe ser bien visto y mejor de lo su modo de pensar, cosas que si se observan con aten­
que suele hacer la mayor parte de los hombres. Es una ción se ganan de todos modos con el tiempo. Yo no co­
escusa pobre y frívola decir, cuando se habla de algún nozco nada en el mundo, escepto la poesía, que no pue­
objeto curioso; lo ti, pero en verdad no me acuerdo da adquirirse por medio (leí cuidado y de la aplicación.
bien de él. ¿ Para qué pues, se ha de ir á ver una cosa si Cuenta lo que te falta y verás que entre ello no hay nada
no se ha de fijar en ella la atención ? Ahora que te hallas que no puedas adquirir aun en medio de tus placeres;
en Ñapóles debes pasar tu tiempo, da garbato cavaliere hablo de los placeres convenientes. Felicitémonos am­
y hombre de honor, en la córte y en las mejores socie­ bos de queen esta situación, y sin que entren en cuenta
dades. tus ejercicios, el placer debe acabar de perfeccionarte.
M. Harte me dice que te vistes con el mas suntuoso Solicítalo únicamente entre la alta sociedad en cual­
aparato, como corresponde á un joven distinguido, sobre quiera lugar que te hallares y es asunto concluido. Tus
todo en países eslranjeros, en donde el aderezo se halla ejercicios, que estoy seguro continuarás con ardor, a-
generalmente á la moda. No solo debe atenderse á la be­ moldarán tu cuerpo y lo harán flexible; y el mundo,
lleza de los vestidos, sino á llevarlos bien, porque si un con un poco de observación de tu parte, te dará muy
hombre muestra que se ocupa mucho de sus hermosos pronto el aire, las maneras, en una palabra, el tono de
vestidos y deja ver al mismo tiempo que le embarazan, la buena compañía. No permitas sin embargo, que estas
rotunde ¡a idea de que no está acostumbrado á tanto consideraciones te envanezcan, porque solo tú y yo las
lujo. conocemos; mas son de tal naturaleza que te darán cierta
Te agradezco y estoy Impaciente por ver el cuadro que confianza, cierta firmeza y cierta consistencia, sin las
me has dedicado; pienso colocarlo en una nueva galería cuales un hombre no puede ser bien criado ni aparecer
que he mandado construir en Blackheath; pero mi im­ en cosa alguna lo que realmente es. Por medio de esta
paciencia es todavía mayor por otra copia que me hace conducta desaparece la timidez, la vergüenza mal en­
fuerza no haber recibido aun, quiero decir, tu retrato, tendida y la condescendencia vil y abyecta á la opinión
que si se tratase de cuerpo entero, no creo que llegase á de alguno ó de muchos. La Bruyére dice con mucha
lener las dimensiones del dibujo tomado del Domini- razón : on ne vaut dans ce monde que ce que Von
quino, que dices podrá tener unos ocho pies de alto; veut valoir. Este es un principio cierto para conducirse
creo que tú eres, asi como yo, de la familia Piccolomini en el mundo, teniendo cuidado solamente de evitar las
(a). M. Bathurst me dice que cree eres mas alto que yo ; apariencias y los síntomas esteriores de la vanidad. Asi,
si es así, llegarás fácilmente á cinco pies y ocho pulga­ ya ves que toda la cuestión versa sobre la clase de so­
das. Me conformaría con que tuvieses esta talla, aunque ciedad que eligieres. Yo le he preparado el camino para
deseo verte llegar á cinco pies y diez pulgadas; y en - que seas recibido entre la gente mas lucida de Paris, cu
verdad, ¿qué no desearía yo para verte alcanzar la per­ cuya ciudad hallarás á tu llegada un cargamento do
fección en todo? quiero decir, una tendencia áella, por­ cartas para toda clase de personas, eruditos, poetas y
que la perfección real no existe en la naturaleza huma­ damas. Si frecuentas estas diferentes sociedades te for­
nare modo que sería vano desearla; pero sí me prometo marás, no solo con su ejemplo, sino también con sus
consejos, que no te faltarán, porque les he pedido que
no te los escaseen, á fin de que asi consigas mas pronto
la única cosa que te falta.
Te encargo que me digas cuales son los libros Italianos
(a) El autor deseaba tener dos pulgadas mas de estatura. que has leido, y si te es ya familiar esta lengua. Lee el
Cuando regresó déla Haya en 4729, después de haber hecho á Ariosto y el Tasso que en mi opinión son los únicos poe­
íü patria servicios muy importantes en aquella corte, el primer tas italianos dignos de leerse. En todo caso, cuando lle­
ministro K. Walpole lo dijo : «Vous venez avec i’espoir d’élre
gares á Paris toma un buen maestro de italiano puraque,
• secrélaire d’Etat? — Non pas, répondit Chestcrfield, je
lea contigo tres veces á la semana; no solo para no olvidar
• n’ai aucune inclinaliou, je vousjure, pourdes fonctions si
■ assujétissantes : nía seulc ambition est la Jarreliére que le
lo que sabes, como sin ello sucedería, sino también para
• roi m’apromisequand il n’était encore que l’rince dcGiiles. perfeccionarte en todo lo demas. Es un placer muy grande,
• Je ne suis qu’un homme de plaisir , et je trouve que ce asi como una ventaja, hablar bien con las personas de
• cordón bleu m’iraita merveille ; cela ne peut manquer de diversas naciones en sus respectivos idiomas. Aspira a
• donner á ma taille deui pouces de plus dont elle a besoin. • la perfección en todas las cosas, y aunque en muchas
— Pocos dias después se concedió al autor la Jarretera. Tr. sea de imposible alcance, los que la solicitan y perseve­

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18-1 CARTAS

ran se acercan ina9 que los que por pereza y falta de á irá él todas las mañanas quizá en medio de lluvias y
emulación llegan á persuadirse de que todo esfuerzo e3 lodos; sin contar que alojado en la academia formarás
vano. Magnis lamen excidit ausis es un grado de ala­ amistad con varios jóvenes parisienses de primera clise,
banza que recae siempre sobre una temeridad noble y y dentro de poco tiempo se te considerará como uno de
esclarecida; es síntoma mejor en un jóven que serpere ellos en las sociedades francesas, ventaja que basta a-
/tumi, tutus nimium timidusque procellce ; porque los hora no sé yo haya encontrado ningún Ingles. Por su­
hombres así como las mugeres, puesto que no te imaginarás que la diferencia del gasto,
que es una friolera, ha tenido la menor parte en mi re­
............. Horn tobe conIroulcd, solución. Hablas el francés con tanta perfección y ad­
Sloop lo theforvcvard and Ihe bold (a\ quirirás tan pronto ei talante á la francesa, que yo no
conozco ninguna persona que pueda pasar mejor vida
Un hombre que se presenta en el mundo con timidez que tú en Paris. En general, nuestros jóvenes no com­
y desconfianza, no se halla bajo iguales términos con los prenden suficientemente la lengua ni se hallan bastante
demas; unos lo desanimarán, otros no le harán caso, y limados para ser bien recibidos en las mejores sociedades
aun no faltará quien le aje y vilipendie. Para que un francesas. De aquí viene que forman relaciones peligro­
hombre, y sobre todo un jóven, viva bien, debe poseer sas con prostitutas, actrices, bailarinas y otras mugeres
firmeza, fuerza é intrepidez en su interior, con modestia de esta especie. Nada precipita mas á un jóven en la baja
estertor y aparente desconflaza de si mismo. Debe soste­ sociedad, como la vergüenza mal entendida y la descon­
ner sus derechos y privilegios con modestia, mas al mis­ fianza de sí mismo. Cuantas personas no se encuentran
mo tiempo con resolución : Suavilerin modo, pero/or- por todas partes que con talentos mediocres y conoci­
titerinre. Debe mostrar candor y franqueza aparentes, mientos limitados, penetran en la buena sociedad, y se
y sin embargo estar muy sobre si en su interior. Todo elevan por si mismas, únicamente por ser confiadas,
esto vendrá frecuentando la buena compañía, bajo cuya emprendedoras y perseverantes! Ninguna dificultad, nin­
denominación quiero señalar toda sociedad que es tenida guna repulsa las entibia ni desanima : si son repelidas
generalmente por buena en cada lugar. Cuando esto se dos ó tres veces vuelven de nuevo á la carga, y por últi­
hubiere conseguido nos veremos y hablaremos á solas mo vencen nueve entre diez ocasiones. Con tus talentos,
sobre los últimos toques que la conversación y la inti­ los mismos medios deben ciertamente llevarte, á tocar el
midad sugieren ocasionalmente y que no pueden ser es­ mismo objeto en mucho menos tiempo. Tienes unbuen
critos ni reducidos á método. A Dios. fondo que debe darte ánimo y fuerzas suficientes para vol­
ver á la carga. En los negocios de estado (suponiendo
que se tienen talentos), nada surte mejor efecto que una
buena opinión, pero oculta, de si mismo, una resolución
firme y una perseverancia inalterable. Solo los insensatos
emprenden imposibles; mas en cuanto á lo que es reali­
zable hay siempre este ó el otro medio de conseguirlo. Si
Lqndres, 5 de Junio de 1750. ves que falta un método ensaya otro, y adapta los me­
dios al carácter de las personas con quienes tuvieres qué
Mi querido amigo. hacer. En el tratado de los Pirineos que el cardenal Ma-
zarin y Don Luis de Haro ajustaron en la lie des JFaisaju,
Becibi tu retrato que tanto y tan impacientemente be el último consiguió algunos puntos importantes por su
esperado. Deseaba ver tus facciones, porque propendo, constante y fría perseverancia. El cardenal tenia toda la
como creo sucede á todo el mundo, á formar por el ros­ vivacidad é impaciencia italianas ; Don Luis toda la fle­
tro una opinión general del alma (Á). Si el pintor te sacó ma y tenacidad españolas. El punto mas deseado por el
tan bien como á M. Harte (porque su retrato es el mas cardenal, era impedir el restablecimiento del príncipede
parecido que en mi vida he visto), deduzco un favorable Condé, su mortal enemigo, pero tenia priesa de concluir,
presagio de tu semblante, porque creo descubrir en él y estaba impaciente por volver á la córte, en donde la
vivacidad y finesse. Has engrosado mucho desde la última ausencia tiene siempre sus peligros (a). Don Luis obser­
vez que te vi; si no has crecido en proporción desearía vaba esto, y nunca dejaba de mencionar en las confe­
que te apresurases para completar tu talla. Fuera de rencias el negocio del principe de Condé. El cardenal
broma, creo que tus ejercicios en París te estirarán lo rehusó por algún tiempo no queriendo ni aun hablar de
conveniente, pues todos me dicen que tus piernas a6Í lo él; pero Don Luis con la misma sangre fria persistió
prometen. Escepto el baile, los mejores ejercicios acadé­ constantemente, hasta que por último prevaleció contra
micos son aquellos que enflaquecen al hombre y conser­ las intenciones y el interes del cardenal y de su córte.
van la salud. A propósito de ejercicios, he preparado El buen sentido debe distinguir lo que es imposible de
todo para tu recibimiento en casa de M. de La Guérinié- ) lo que solo es difícil; y la habilidad y la perseverancia
>
re, y tu habitación se hallará pronta á tu llegada. Estoy sacan al fin todo ei partido posible. No debo omitir una
seguro de que conoces que es mejor para tí vivir como circunstancia que ante todo, es necesaria para esto como
interno en la academia los seis ó siete primeros meses, para cualquiera otra cosa, y es la atención; una atención
queen un Ad/eZ ^arní, distante del picadero y obligado flexible, dirigida instantáneamente sobre el objeto pre-

(a) Natos para plegar y ser mandados,


Se humillan al audaz y ul atrevido. (n) Quien no estuviere en presencia
>
> No tenga fé ni confianza,
>
(*.) Lafonlainc sin embargo dice : í Pues son olvido y mudanza
Las condiciones de ausencia.
Gardc-toi, tant que tu vivras,
l>e juger les gen» sur la mine. Tr.
I (Marbiqui.) Ir.

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DE LORD CIIESTERFIELD 135

sente, sea el que fuere, sin preocuparse de ningún otro, • méme; el les ne sont pas tant cequl nous appelle ven
pando ó futuro. Pocas son las observaciones que puede • nos concitoyens que ce qui nous en distingue.
hacer un distraído, y aun estas serán sin concierto é im­ ■ On n’y juge pa9 lesaetions des homtnes comme bon-
perfectas, porque necesariamente deben escapársele la • nes, maiscomme belles; comme justes, maiscomme
mitad de las circunstancias, y nopudiendo ser constante • grandes; comme raisonnables, mais comme extraor-
en un mismo objeto, sus distracciones lo ponen fuera de • dinaires.
camino. Estas diversiones del pensamiento son desagra­ » l)és que l’honneur y peut trouver quelque chose de
dables y apenas se disimulan en la vejez; mas en un jó- » noble, il est, ou le juge qui les retid legitimes, ou le
ven no tienen perdón. Si conoces que tienes alguna ten­ • sophiste qui les justitle.
dencia por este lado, vela sobre ti; ataca desde ahora el » II pennet la galanterle, lorsqu’elle est unie á l’idée
inal, porque si lo dejas crecer y convertir en hábito, te » du sentiment du coeur ou á l’idée de conquéte, et c’est
será muy difícil curarlo en lo sucesivo. Esta enfermedad » la vraie raison pour laquclle les inoeurs ne sont jamais
de espíritu es la peor que yo conozco. » si purés dans les monarchics que dans les gouvernc-
Con gran satisfacción oí asegurar el otro día, á un su- » ments républicains.
geto que te vió en Roma, que nadie es mejor recibido » II permet la ruso, lorsqu’elle est jointe á l’idée de la
que tú en las sociedades distinguidas. Me atrevo á decir • grandeur de l’esprit ou de la grandeur des aíTaires,
que lo mismo será en París, en donde se atestigua la ma­ » comme dans la politique, dont les finesses ne l’uffen-
yor oficiosidad á los estranjeros que son corteses y que » sent pas.
manifiestan deseo de agradar. Pero es necesario lisonjear •» 11 ne défend i’adulation que lorsqu’elle est séparéc
un poco á aquellas gentes, no solo con palabras, sino » de l’idée d’une grande fortune et n’est jointe qu’au
prefiriendo aparentemente su país, sus maneras y sus há­ » sentiment de sa propre bassesse.
bitos, lo cual no es mas que pagará precio muy cómodo »• A l’égard des mwurs, j’ai dit que reducation des
un buen recibimiento. Si yo estuviese en Africa, com­ » monarchics doit y mettre une certaine franchise. Ony
praría de la misma manera el cariño de un negro. • veutdoncd&la vérité dans les discours, mais est-cc
» par amour pour elle? Point du tout. On la veut, parco
■ qu’un homme qui est accoutumé á la dire parait étre
» hardi et libre. En eflel, un tel homme semble ne dé-
» pendre que des choses et non pas de la maniére dont
»» un autre les reqoit.
Londbes II de Junio de 1750. » C’est ce qui fait qu’autant que l’on y recommandc
» cette espéce de franchise, autant on y méprise celle du
» peuple, qui n’a que la vérité et la simplicité pourobjet.
Mi querido amigo. • Eníin, í’éducalion, dans les monarchics, exige dans
»• les manióles une certaine politesse. Les homrnes, nés
El presidente Montesquleu, con quien te relacionarás
en París, después de haber establecido en su Espril des
Lois, la naturaleza y los principios de las tres diferentes
formas de gobierno, es decir, democrático, monárquico y
despótico, trata de la educación necesaria para cada una
de estas formas políticas. Su capitulo sobre la educación
lo que nos llama hácia nuestros conciudadanos como lo que nos
que conviene á la monarquía, merece que te lo transcri­
distingue de ellos.
ba, y te lo envio adjunto. Observarás que la monarquía
Aquí no se juzgan las acciones de los hombres como vir­
que tiene á la mira es la de Francia. tuosas, sino como bellas; no como justas siuo como grandes ;
(a) • Ce n’est point dans les maisons publiques oú no como racionales siuo como estraordinarias. Cuando el honor
• Fon instruit l’enfance que l’on reqoit dans les monar- halla en nuestras acciones algo de noble, es, ó un juez que
■ chies la principale éducatión; c’est lorsqu’on entre las aprueba, ó un sofista qu<* las escusa.
* dans le monde que l'éducation, en quelque faqon, com- Permite la galantería cuando vá unida á la idea de afecto
» menee. Lá est Vécnle de ce qu’on appellc l’honneur, sensible ó á la de conquista; y esta es la verdadera razón
» ce maltre unlversel qui doit partout nous conduire. por la que las costumbres no sou nunca tan puras en las mo­
• C’est lá que l’on voit et que l’on entend toujours narquías como en ios gobiernos republicanos.
» dire trois dioses : qu’il faut mettre dans les vertus une Permite la astucia cuando vá unida á la idea de grandeza
» certaine no Idease, dans les mceurs une certaine fran- de alma ó á la importancia de los negocios, como por ejemplo
■ chise, dans les manieres une certaine politesse. cu la :a, cuyas sutilezas no lo ofenden.
» Les vertus qu’on y montre sont toujours moins ce No7prohíbe la adulación sino cuando va separada de la idea
» que l’on doit aux autres que ce que l’on se doit á soi- de una grande fortuna, y relacionada únicamente con el sen­
timiento de nuestra baja condiciou.
Por ¡o que hace á las costumbres, be observado que la edu­
cación de las monarquías admite cierta franqueza. En conse­
cuencia, se nos exige la verdad en los discursos ; pero es acaso
(«) La principal educación en las monarquías no la reciben por amor á ella? nada menos que eso. Se exige únicamente,
Jos jóvenes en los colegios ó academias, sino que comienza cu porque una persona acostumbrada á decir la, cobra aire de ani­
cierto modo, cuando principian á correr el mundo, porque en mosa ó independiente. En efecto, un hombre de este cuño pa­
d existe la escuela de lo que llamamos honor, preceptor uni­ rece no depender mas que de las cosas y no de la manera con
versal que debe guiarnos por todas parles. En este mundo se que son recibidas por los demas.
ven y oyen decir siempre tres cosas : que es necesario acom­ De aquí es que se recomienda esta franqueza en proporción
pañarlas virtudes con cierta nobleza, las costumbres con cierta al desprecio que se (iene por la del pueblo, cuyo único objeto
franqueza y las maneras con cierta cortesía osla verdad y la sencillez.
Las virtudes que se nos enseñan son menos lo que se debe En fin, la educación de las monarquías requiere cierta cor­
4los otros, que lo que se dt'bc uno á sí mismo, y no es lanío tesía de manera». Loi hombres nacidos para vivir juntes

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186 CARTAS

• pour vivre ensemble, sont nés aussi pour se pial re, et « Lá l’honneur, se mélant partout, entre daos testes
» celui qui n’observerait pas les bienséances, choquant » les fa<;ons de penser et toutes les maniéres de sentir, et
» tous ceux avec qul 11 vivrait, se décréditerait au point » dirige méme les principes.
» qu’ll deviendrait incapable de falreaucun bien. • Cet honneur bizarre fait que les vertus ne sont que
» Mais ce n’estpas d'une source si puré que la politesse » ce qu’il veut et comme il les veut; ilmet de son chef
» a coulume de tirer son origine. Elle nait de l’envie de » des régles á tout ce qui nous estprescrit; il étend ou
• sedistinguer. C'est par orgueil que nous sommes polis • il borne nos devoirs á sa fantaisie, soit qu’lls aienl leur
> nous nous sentons flattés d’avoir des maniéres qui » source dans la religión, dans la politlque ou dans la
» prouvent que nous ne sommes pas dans la basesse, et • morale.
» que nous n’avons pas vécu avec cettesorte de gensque » II n'y a ríen dans la monarchie que les lols, la reli-
• Ton a abandonnés dans tous les áges. » gion et l'honneur prescrivent tant que l’obéissance aux
• Dans les monarchics, la politesse est naturaliséc á » volontés du prince; mais cet honneur nous dicte que
» la cour. Un homme, excessivement grand, rend tous » le prince ne doit jamais nous prescrire une aclion qui
» les autres petils. De lá les égards que Ton doit á tout • nous déshonore, parce qu'elle nous rendrait incapables
» le monde; delá nait la politesse, qui flatte autant ceux » de le servir.
» qui sont polis que ceux á l’égard de qui ils le sont, » Criilon refusa d’assasslner le duc de Guise, mais 11
» parce qu'elle fait comprendrequ’on est de la cour ou • offrit a Henri 111 de se battre contre luí. Aprés la Saint-
» qu’on est digne d’en étre. « Barthélcmy, Charles IX ayant écrit a tous les gouver-
» L’air de la cour consiste á quitter sa grandeur propre • neurs de faire massacrer les Huguenots, le vicomte
» pour une grandeur empruntée. Celle-ci flatte plus un » Dorte, qui commandait dans Bayonne, écrivit au
> courtlsan que la sienne méme. Eiledonne unecertaine » rol :
• modestie superbe qul se répand au loin, mais dont
« Sire,
» l’orgueil diminue insensiblement, ñ proportion de la
» distance oü l’on est de la source de cette grandeur. « Je n’ai trouvé parmi Ies habitants et les gens de goerre
• On trouve á la cour une délicatesse de goút en toutes « que de bons citoyens, de bravea soldats et pas un bour-
• choses, qui vlent d’un usage continuel de superfluités « reau; alnsi eux et moi supplions VotreMajesté d'em-
» d'une grande fortune, de la variélé et surtout de la « ployer nos bras et nos vies á choses faisables. •
» iassltude des plaisirs, de la multiplicité, de la confusión • Ce grand et généreux courage regardait une lácheté
» méme des fantaisies, qui, lorsqu’ellcs sont agréables, » comme une chose impossible.
» y sont toujours reques. • lt n'y a ríen que l’honneur prescrlve plusá laño-
» C'est sur toutes ces choses que l’éducatlon se porte » blesse que de servir le prince ¿ ia guerre. En effet, c’est
• pour faire ce qu’on appelle l’honnéte homme, qui a » la profession distinguée; parce que ses hasards, sea
• toutes les qualités ct toutes les vertus que l’on deman- » succés et ses mulheurs niémes conduisent á la gran-
» de dans co gouvernement. ■ deur. Mais en fmposant cette loi, l’honneur veut en

nacieron también para agradarse mutuamente; y el que no Mezclándose este honor por todas partes, entra en todos los
observase las reglas de la decencia, chocaría i todos aquellos modos de peDsar y todas las maneras de sentir de las gentes,
con quienes conversase, y se desacreditaría basta el punto de y aun dirige sus mismos principios.
quedar incapaz de hacer ningún bien. Este honor eslravagantc hace que las virtudes no sean mu
Pero la cortesía, generalmente hablando, no tiene un origen que lo que él quiere y como él las quiere, establece ias rcglu
tan puro : nace del deseo de distinguirnos. Somos corteses por que le acomodan á todo lo que nos es prescrito; estiende ó
orgullo : nos sentimos lisonjeados de tener maneras que indi­ limita nuestros deberes según su fantasía, sea que dimanen de
quen que nuestra condición no es baja, y que no hemos vivido la religión, de ia política ó de la moral.
con aquella clase de gentes que siempre se han considerado En las monarquías nada se inculca con mas fuerza por las
como la espuma de la sociedad. leyes, la religión y el honor, como la obediencia á la voluntad
La cortesía se halla naturalizada en las córles de los gobier­ del príncipe : pero este mismo honor nos enseña que el prín­
nos monárquicos. Un hombre escesivamente grande, hace á cipe no debe exigir nunca acciones deshonrosas, porque esto
todos los otros pequeños. De aquí nacen las consideraciones nos impediría servirlo,
que pagamos á todo el mundo , de aquí aquella cortesía que Criilon rehusó asesinar al duque de Guise, pero ofreció á
lisonjea, tanto á los que la emplean, como á los que son objeto Enrique III batirse con él. Después de la mortandad del dia
de ella, porque dá á entender á las gentes que uno es ó me­ de San Bartolomé, Carlos IX habiendo escrito á todos los go­
rece ser de la córte. bernadores para que pasasen á cuchillo á los Ugonotea, el viz­
El aire de córte consiste en dejar uno su propia grandeza por conde Dorte que mandaba en Bayona escribió al rey :
otra prestada que agrada mas al cortesano que la suya propia,
porque le comunica cierta modestia orgullosa que se esparce « Señor:
á lo lejos; pero este orgullo disminuye insensiblemente á me­ » Tanto entre los habitantes de esta ciudad como entre las
dida de la distancia del origen de aquella grandeza. * tropas do V. M. solo he encontrado buenos ciudadanos y
Hay en la córte cierta delicadeza de gusto en todas las cosas, » valientes soldados, pero ni un solo verdugo; en tal virtud,
Í|uc pace del constante uso de las superfluidades de una grande » ellos y yo suplicamos á V. M. que emplee nuestros brazos y
ortuna, de la variedad y sobre lodo de la saciedad de los pla­ » nuestra vida en cosas practicables. ■
ceres, de la multiplicidad, de la confusión misma de las fan­ Esta grande y generosa alma consideraba imposible cometer
tasías, que cuando son gratas son siempre bien recibidas. una acción baja.
Estas son las cosas que propiamente entran en ei circulo de Nada bay que el honor prescribo á los nobles con mayor
la educación, para formar lo que se llama un hombre de honor austeridad, que servir al principe en la guerra; y es cierto
que posee todas las cualidades y virtudes requeridas en este que pueden distinguirse en ella, porque sus contingencias, sus
gobierno, sucesos y ^un sus mismas desgracias, conducen á la grandeza.

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DE LORD CHESTERFIELD 187

» étrc l’arbltre, et sil se trouve choqué, ¡I exige ou per- tar, como lo supongo, tienes que aprender, después del
• met qu’on se retire chez sol. griego y el latín, muchas cosas que requlrlrán mayor
■ II veut qu’on puisse indifferemment nspirer aux em- sagacidad que estos dos idiomas muertos: la lengua pura
• plois ou les reíuser; il ticut cette liberté au-dcssus de y simple de la naturaleza, la lengua de la naturaleza
» la fortune méme. modificada y corrompida por las pasiones, las preocupa­
» L’honneura done ses régles suprémes,et l’éduca- ciones y los hábitos; la lengua del disfraz y de la disi­
• tion est obligúe de s’y conformen Les principales sont, mulación, muy ardua pero cuya clave es necesario saber
» qu’il nous est bien permis de faire cas de notre fortune, descifrar. Homero no contiene tantos ni tan difíciles
• muís qu’il nous est souvcrainemenl défendu d'en faire dialectos como el gran libro de la escuela en que vas á
• aucun de notre víe. entrar.
» la secunde est, que lorsque nous avons été une fois Observa pues, poco á poco, pero con sumo cuidado, lo
» places dans un rang, nous ne devons rien faire ni que hacen los mejores escolares de la clase superior á la
• souffrir qui fasse voir que nous nous tenons inférieurs tuya, y continúa asi hasta que logres ponerte al mismo
• á ce rang méme. nivel. A Dios.
» La troisiéme, que les choses que l’honneur défend
» sont plus rigoureusement défendues lorsque les lois ne
• enncourent point á les proscrire, et que celles qu’il
• exige sont plus fortement exlgées lorsque les lois nc le
» demandent pus. »
Aunque nuestro gobierno difiere considerablemente del
de Francia, porque tenemos leyes fijas y barreras cons­ Londres, 9 de Julio de 1750.
titucionales para la seguridad de nuestra libertad y pro­
piedades, sin embargo, las observaciones del Presidente Mi querido amigo.
son casi tan ciertas respecto de Inglaterra como de Fran­
cia. Si las monarquías difieren entre sí, hay poca diferen­ No merecería yo que me retribuyeses este titulo, si no
cia entre los reyes : los que son absolutos desean conti­ te dijese franca y csplic^amente tus defectos corregibles
nuar bajo el mismo pié, y ¡os que no lo son tratan de de que hubiere yo oido hablar ó que pudiere sospechar ó
llegará serlo ¡ de aquí vienen las mismas máximas y el descubrir en tí. Aquellos que en el curso ordinario del
Mismo manejo en casi todas las corles : la sensualidad mundo se llamaren amigos tuyos, ó que tú pudieres con­
y la profusión se miran fomentadas, aquella para sumer­ siderar como tales según las nociones que generalmente
gir al pueblo en la indolencia y esta en la pobreza, y por se tienen de la amistad, nunca te dirán tus defectos, y
consiguiente en la dependencia. La córte se llama aquí mucho menos tus debilidades; al contrario, con mas de­
mundo, lo mismo que en París, y cuando se dice que un seo de ganar tu amistad que de probarte la suya, lison­
hombre conoce el mundo, lodo lo que quiere darse á en­ jearán tus faltas y tus debilidades, y en realidad poco se
tender es que conoce las cortes. En todas ellas hallarás afligirán de que ¡as tengas (o). La mayoría de las gentes
relaciones sin amistad, aversiones sin odio, honor sin goza en secreto de la inferioridad de sus mejores amigos.
virtud, apariencias salvadas y realidades sacrificadas, Por Iq que hace á tí, la parte mas útil y esencial de la a-
buenas maneras y malas costumbres, y los vicios y vir­ mistad está únicamente reservada á M. Harte y á mí ;Ias
tudes de toda clase disfrazados de tal manera, que el que relaciones que tenemos contigo son puras y no pueden
solo ha razonado sobre unos y otras, no los reconocerá ser sospechadas de iniras particulares; en todo lo que
al encontrarlos. Bueno es que conozcas el mapa de este podamos hacer ó decir, no nos anima mas ínteres que
país para que al viajar por él puedas hacerlo con mayor el tuyo; no somos susceptibles de rivalidad, de celos, de
seguridad. envidia secreta ni de malignidad; estamos por lo tanto
tic todo lo espuesto deducirás naturalmente esta con­ autorizados para advertirte, aconsejarte y reconvenirte ;
clusión: que en efecto vas á entrar en la grande é im­ y es fuerza que tu razón te indique que debes escuchar­
portante escuela, el mundo ; las de Westminster y Lip- nos y darnos crédito.
sia fueron únicamente preparatorias para ella, de la Estoy informado de buena tinta que tu pronunciación
misma manera que lo fueron para aquella las de Mary- tropieza ó cojea aun considerablemente, y que á veces,
le-l»one, Wandsor ect. Lo que ya has aprendido no te cuando hablas aprisa, no se entiende lo que dices. Te he
colocará en la primera, sino, á todo rigor, en la segunda escrito tanto sobre ci particular, que nada nuevo puedo
clase de esta nueva enseñanza; pero si piensas adelan- añadir ; pero sí te repetiré que de esto depende todo tu
porvenir. Tu gran punto es hablar en público y en con­
versación ; la manera de espresarte no es menos impor­
tante que el asunto mismo, porque son mas las gentes
Pcro al imponer esta ley, el honor quiere aplicarla á su libre que se ganan por el halago del oído, que por la convic­
albedrío, y si se siente ofendido, exige ó permite que uos re­
tiremos.
El honor tiene pues sus reglas supremas á que tiene que con*
formarse la educación. Las principales son, primera, que nos
ta) Que no te baste paciencia
es muy permitido hacer caso de Duestra fortuna, pero que se
Te requiero
nos veda en sumo grado hacer alguno de nuestra vida; se­
Con doblado lisonjero,
gunda, que cuando una vez hemos sido colocados en cierto
Que es dolencia
puesto, no debemos hacer ni permitir nada que demuestre que
Muv peor que pestilencia
uos consideramos inferióles á él; tercera, que las cosas que
Ni que ñausa
«1 booor prohíbe, son mas rigurosanicute vedadas cuando las
De estómago, la que causa
leyes no concurren en prescribirlas ; y que las que el honor
Su audiencia.
*úgc son mas fuertemente reclamadas, cuando las leyes no ha
oidenan. Tr. (Castilla). Tr.

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188 CARTAS

clon del entendimiento. Tus producciones podrán ser cho lo cual nada te faltará que adquirir, ni á mi que de­
escelcntcs, pero de nada te valdrán si las sofocas y aho­ searte, sino las maneras, la delicadeza y las gracias del
gas en su nacimiento. Las mejores composiciones de mundo elegante, que la esperiencla, la observación y la
Corelli (a) mal tocadas, fuera de tono y destrozadas por buena compañía te proporcionarán insensiblemente.
un músico inesperto, en vez de conmover, como cuando Pocos á tu edad han leído, visto y conocido tantas cosas
se hallan bien egecutadas, solo escitarían la indignación como tú, y por consiguiente, pocos se hallan tan cerca
del auditorio. Mas asesinar tus propias producciones, y de la perfección posible. En lugar pues, de desanimarte
esto coram populo, es una crueldad de Medea que Hora­ porto que te falta, lo que ya sabes debe estimularte á
cio prohíbe absolutamente. Recuerda la Importancia proseguir el camino, y á persuadirte de que á fuerza de
que tanto Demóstcnes como uno de los Gracos daban á constancia llenarás tu deseo. Las dificultades que ya has
Ja pronunciación. Lee lo que Cicerón y Quintillano dicen vencido*eran incomparablemente mucho mayores de las
sobre ella: las vendedoras de legumbres en Atenas eran que te restan que superar. Tu marcha, hasta estos últi­
jueces competentes en esta materia. La oratoria con to­ mos tiempos, ha sido por entre espinas y abrojos; mas
das sus gradas (particularmente las de la enunciación) la senda que ahora recorres está sembrada de rosas. Las
están necesaria en los gobiernos representativos, como delicias de la sociedad forman actualmente el último ra­
lo era en Grecia y Roma. Nadie puede hqcer fortuna y fi­ mo de tu educación; cierra por ahora tus libros, ó ábre­
gurar en este país sin baldar bien en público. Si quieres los únicamente para entretenerte; el gran libro del mun­
agradar es necesario que tu voz sea armoniosa, que arti­ do debe ser tu estudio mas serio; leelo y releelo; apréo-
cules todas las silabas distintamente, que los énfasis y dclo de memoria; adopta su estilo y háztelo familiar.
cadencias sean propios y bien marcados, y que el con­ Cuando me pongo á calcular tu cuenta bajo su pié ac­
junto esté lleno de gracias y de embeleso. Si no has de tual, me regocijo al ver la balanza muy inclinada álu
baldar de esta manera, mas vale que guardes completo favor, y que los Ítems per contra son tan pocos y de tal
silencio, porque todo tu saber, y mucho mas que puedas naturaleza, que fácilmente pueden desaparecer.
adquirir, será de poco valor ; podrá servirte de placer y En seguida esliendo tu cuenta de crédito y de exis­
de entretenimiento en tu gabinete, pero no te será de tencia.
ningún provecho en el mundo. Te ruego pues, encare­ Existencia. Crédito.
cidamente, que no dejes déla müno este punto esencial,
hasta no haber vencido todas las dificultades, porque solo Francés. Ingles.
depende de tí; no pienses en nada mas, no leas ni ha­ Alemán. Pronunciación.
bles de otro asunto; lee en voz alta aunque estuvieres Italiano. Modales.
solo, y articula bien las palabras como si leyeses en pú­ kilin. »
blico en la ocasión mas importante; recita trozos de elo­ Griego.
cuencia, declama escenas de tragedia delante de M. Harte Lógica. .»
como si él solo compusiese un auditorio numeroso; si Moral. k
te cuesta trabajo pronunciar alguna consonante, como Historia. M
creo te sucede con la R, pronúnciala millones y millo­ Derecho natural. I»
nes de veces hasta que la arlicúles bien; no hables nun­ Idem. de gentes. k
ca con velocidad hasta que te sea fácil hablar distinta­ Idem, público. •
mente, en suma, no leas nada, ni pienses en cosa alguna, Aquí tienes, mi amado amigo, una cuenta esacla muy
que no tienda directamente á este grande objeto tan de­ en tu favor y que debe inspirarte ánimo. Un hombre que
cisivo para tu elevación y fortuna. debe poco puede descargarse dentro de corto tiempo, si
Después de esto lo que mas se requiere en tu carrera, es prudente; á la vez que el que debe mucho por su ne­
es escribir correctamente, con elegancia y buena forma gligencia, desespera de poder pagar, y por esta razón
de letra, sobre cuyo punto siento decirle que te hallas nunca examina sus cuentas.
muy atrasado. Tu escritura es muy mala y haría una fi­ Te encargo que cuando vayas á Genova, observes cui­
gura muy triste en un registro de notas oficiales, y aun dadosamente todos los alrededores, con alguno que pueda
en el libro de memoria de una despensera; pero el esplicarte la posición y las operaciones del ejército aus­
mal es de fácil remedio , porque todo el que tiene tríaco durante el famoso sitio, si tal merece llamarse,
el uso de su mano derecha y de sus ojos puede porque en realidad no hubo sillo formal.
adoptar /ef /fama t’etva c\\\uva (h). Por Podía haberte enviado algunas cartas á Florencia, pero
lo que hace á la corrección y á la elegancia del estilo, el no lo hice porque sabia que M. Mann te había de ser mas
cuidado y la gramática bastan para la una, y la lectura útil que ninguna otra persona. Cultiva el italiano mien­
de los mejores autores para la otra. En tu carta de 27 de tras permanecieres en Florencia, en donde se habla con
Junio omites el lugar en que fué escrita, de modo que la mayor pureza, pero se pronuncia mal.
solo por el contenido pude congcturar que te hallabas Te ruego que me conserves la semilla de los mejores
en Roma. melones que comas, envolviéndola en un papel seco;
Asi, ya te he dicho con la franqueza y libertad del mas pero no hay necesidad de que me la envíes; M. Harte
tierno cariño todos tus defectos, á lo menos los que yo me la traerá en su bolsillo cuando venga. También de­
conozco ó de que he oído hablar. Gracias á Dios que todo searía tener algunos engertos de las mejores higueras,
esto llene remedio y estoy seguro de que lo aplicarás, be­ especialmente del Jico y entile de Ñapóles y de Malta;
pero como no es la estación, espero que M. Mann tendrá
la bondad de solicitarlos y enviármelos á su debido tiempo
por la vía de Liorna. A Dios (a).
fa) El Rossini de aquellos tiempos.

l¿) El Qutor se tomó el trabajo de unir en el original el pre­


cepto con vi ejemplo, escribiendo varias palabras de letra di— j (a) Julio 25. El autor á la marquesa de Monconseil :
iorenle. Permetlez-nioi, M adame, d’eulamer une peliíe controverw

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DE LORD CHESTERFIELD 189

diferente del que has visto hasta aquí, y que te dará mucho
quehacer. Debes llevar tus cuentas todas las mañanas,
si quieres evitar la confusión y que no suban á un total
Londres, 6 de Agosto de 1750. que te espantaría; debes consagrar algunas horas para
aprender lo que no sabes y retener lo que sabes, y pro­
Mi querido amigo. curarte sin embargo, mucho tiempo para los placeres de
la sociedad, que son ahora la parto mas esencia! de tu
Desde que recibí tu carta datada en Siena, que me educación. Las comidas, las cenas, las diversiones, el
trajo noticias muy imperfectas de tu enfermedad y de tu trato y la conversación en las mejores sociedades, deben
restablecimiento, no he vuelto á saber una palabra de ti formarte para el mundo brillante. Las maneras, la afa­
nideM. Harte. Lo atribuyo á los correos yá la gran bilidad y las gracias no se adquieren por teoría, sino con
distancia que media entre nosotros, la cual espone nues­ el trato continuo de las personas mejor educadas. Estas
tras cartas á muchos accidentes *, mas cuando te hallares cosas son actualmente el objeto esencial de tu vida, por­
en París, cuyos correos llegan aquí regularmente, insis­ que sirven de escalones necesarios para alcanzar la for­
tiré en que me escribas sin falta una vez á la semana, y tuna.
esto en dia fijo, los jueves por ejemplo, á fln de que sepa Un hombre con talentos, que no conozca el mundo
yo por qué correo debo recibir carta tuya. También exi­ por observación y csperiencia propia, cometerá mil im­
giré que seas mas minucioso de lo que has sido hasta propiedades, y por consiguiente será mal recibido en la
aquí, en todo lo que te concierne, cuyos detalles no te he sociedad : puede decir cosas buenas pero inoportunamen­
pedido aun, á causa de los informes que de tiempo en te, mal aplicadas y fuera de orden, de modo que mas le
tiempo recibo de M. Harte. En Paris no estarás bajo In­ valdría no desplegar los labios. Lleno de su asunto, sin
icia, y es necesario que sepas gobernarte por ti solo. En­ tomar en consideración ni atender á las circunstancias
tonces aumentará mi solicitud por saber como manejas particulares de la sociedad, descubre todo indiscreta­
tus negocios. Mientras M. Harte fue tu asociado, todo el mente (a); desconcierta á unos, ofende á otros y pono
trabajo recaía sobre él y tú retirabas el provecho; peros! en martirio á todos, temiendo que les ilegue su vez. La
aun quieres tener este en Paris, es menester que te en­ regla mas general que puedo darte para el mundo, y tu
cargues del primero. Para tí sera un nuevo mundo, muy esperiencia te la recomendará, es que nunca pretendas
dar el tono en la sociedad, sino que lo recibas, y que trates
de inspirar á los otros buena opinión de ellos mismos mas
bien que admiración por tí (b). Aquellos á quienes ins­
avec vous sur l’affaire en question ; mais pos pourtant dans
pirares mas contento de sí mismos, se munstrarán, le lo
Feiprilordinaire des controvcrses,otiles deux partios débulent juro, mas contentos de ti (c?.
daos la ferme résolntion de ne pas se laisser persuader; pour
noi, mon esprit est ouvcrt á la convíction; j’ai senlcment ó
rom proposer. Si votre éléve cst interne diez la Gueriniére,
il y trouvera assez mauvaise compagnie, qui l’engageront á (a) Quien quiere bien acertar,
kurs parties de jeu, de cabaret el de tilles : la citóse cst (res
Ilablur debe con mesura,
powible; mais aussi en y alian!, lous les niatins, comme ex­
Después de considerar,
terne, pour apprendrc ses exercices, u’est-il pas exposé aux Persona, tiempo, y lugar,
méues daugers? N’y trouvcra-l-il pas les mémes personnes,
Y materia y coyuntura.
parles raisons que vous donnez, ne formeront-clles pas des (Araxda.)
luMoaa avec luí, el ne le friquenteronl-elles pas, quoiqu'ii
aoit en pensión aillcurs? Monaieurdo la Gueriniére n’aurn-t- (t) Generalmente hablando los hombres solicitan mas bien
¡1 pas aussi un peu l’mil sur sa conduile,et surtout sur les liai- Jos aplausos que la instrucción, y para desagradarles en la
sons qu’il y forme rail ? En pensión, je le croirais beaucoup conversación no hay medio mas seguro que el de ocuparnos
plus exposé aux incursions barbares do sos compalriotes, et, mas de nosotros que de ellos mismos. El ilustre Hacine con la
¿¿buche pour débauebe, je préférerais la fran^aise h i’an- mira de que su hijo abandonase la manía de hacer versos,y te­
fhhe; d'silleurs, j’ai tout licu de croire qu’il déleste fon- miendo que atribuyese á sus tragedias los cumplidos y alhagos
óéronent le jeu et le vin; pour le reste, il a jusqu’ici cu des que le prodigaban los grandes, le decía con frecuencia : • No
éprds, et poursa sanlé, et pour la bicnséancc. On ne peut pas croyez pas que ce soient mes vers qui m’attirent toutes ces ea-
i’altendre qu’á son áge, il veuille, ou mónte qu’il puisse tou- resses; Curneillc fail des vers cent fois plus beaux que lc.i
jaarsTÍvre avec des gens d’un ¿ge plus avancé, el d’un certain miens, et cependant personne ne le regarde : on ne l’aime que
aradérc; les jeunes gens se cherchen t, se (rouvent; et oii cu dans la bouche de scsacleurs; au lieu que sans faliguer les
tromtera-Pil de meilleurs qu’á l’académie? S il doit y alicr gens du récil de mes ouvrages, donl je ne leur parle janiais,
totales mitins faire ses cxercices, ne 6eront-ils pas souvcnt je me contente do leur teñir des propos amusanls, et de les
■égli gés? l'n malin froíd, pluvieux, sombre, cst décourageant; en (reteñir de dioses qui leur plaiscnt. Non talent avec cux
«tcongédie le carrosse, un ami entre a déjeüner, adicu les n’est pas de leur faire sentir que j’ai de l’csprit, mais de leur
tteróces de cetle matinée. J’ai dit. Toutc réflexion faite, apprendrc qu’ils en ont. Ainsi, quand vous voyez monsicor lo
ai-je tort? Si vous me diles encore que je l’ai, j’en convicii- Ih'.c passer souvcnt des bcurcs entitres avec moi, vous seriez
ini. U est vrai que si l’on pouvait Irouver a le ¡neltrc en une élonné, si vous étiez présent, de voir que souvcnt il en sort
pctMofl oú le maltre et la maltressc de la maison fussent des sans que j’aie dit quatre paroles; mais peu á peu, je le mets
geus d'une cerlaine tournure, que le niari oül de l’csprit, du en humeur do causcr, el il me qnille encoré plus aatísfait de
wveir, des manieres, et la femme. un peu du ton de la bonne luiquedemoi.
ouspagnie, je comprends bien qu’il pourrait y étre micux qu’á
(Vida de Racint).
¡ttádémie; mais oü trouver une (elle pensión? Des gens de
«Resorte n’ont garde de s’embarrasser d’un jeune élourdi do (r) Si vous observez avec soin qui sont les gens qui no
¿■i-hait ans ; le mari entinó raí t pour sa femme si elle élait peuvent louer, qui. bláment toujours, qui no sont contcnts do
jeane; el si elle étail vieille, elle craindrail pour ses filies, personne, vous rcconnallrez que ce sont ccux mémcsdont per­
j altcnds vos ordreset vos idées ultéricurcs, avant que sonne n’est content.
<-e prendre flnaLment mou partí. Tr. (VaüVJKMAUGUES.) Tr.

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190 CARTAS

Un traficante de sistemas que sin conocer el mundo absorben valores Inmensos, diría que la suya es la pri­
por esperiencia establece por principio en el fondo de su mera en este país, en donde hará ó su regreso un papel,
gabinete, que visto el carácter general de los hombres, la que, si mi previsión es en esto lo que ha sido en el curso
lisonja agrada, quiere agradar; pero cómo ? sin discer­ de mi vida, igualará á su nacimiento y á mis esperanzas.
nimiento. En lugar de embellecer el cuadro con finos co­ Una conexión como esta te será muy ventajosa, y puedo
lores y pincel delicado, toma una brocha grosera, la asegurarte que él se halla muy dispuesto á formarla por
empapa en la aguada y embarra ia obra que cree perfec­ amor á mí. Espero que con el tiempo deseará continuarla
cionar. La lisonja ofende á su mecenas, ó es demasiado y robustecerla por aprecio á tus prendas.
ruda para el bello sexo. Un hombre de mundo conoce la En un gobierno parlamentario como el nuestro, es ab­
fuerza de la lisonja, y sabe cómo y en donde usarla , pro­ solutamente necesario tener tales conexiones; y si so
porciona la dosis á la constitución del paciente; adula forman con prudencia y conservan con juicio, el suceso
por alegoría, por comparación, por inferencia ó por apun­ es infalible. Hay dos clases de conexiones que te acon­
tes ligeros, pero rara vez directamente. En el curso del sejo tengas siempre en mira. Llamaré á las una* co­
mundo la diferencia entre los sistemas y la práctica, es la nexiones de igualdad, porque las dos partes contratantes
misma que existe entre todas las cosas. encuentran reciprocamente su conveniencia y ponen una
Deseo verte cuanto antes en Paria, que debe ser tu dosis casi Igual de capacidad y de talentos. Debe haber
gran escuela, desde donde podrás en cierto modo estar en ellas comunicación franca; cada uno debe conocer los
á mi alcance. talentos del otro y hallarse convencido de que hay vo­
Dime, te sientes ya bien restablecido y libre de toda luntad de preatarse mutuos servicios. El honor debe ser
incomodidad en el pulmón ? Necesitas alimentos refri­ el principio de semejantes conexiones y tener en ellas
gerantes al paso que nutritivos; todos los lacticinios te una mutua dependencia; de modo que el interes pre­
serán benéficos y todos los vinos perjudiciales; también sente, distinto y separado, no sea capaz de romperlas.
te convendría un ejercicio frecuente pero no violento. Debe haber un sistema combinado de acción, y en caso
A Dios. de diferente sentir, cada uno debe ceder un poco á fin
Gratia, fama el valetudo eontingat abunde (a). de que la conclusión sea unánime. Tai espero que será
tu conexión con Lord Huntingdon. Ambos entrarán en
el parlamento al mismo tiempo, y si tienes talentos y
una aplicación que te pongan casi al mismo nivel, tú y
él, con varios otros jóvenes que naturalmente se les aso­
ciarán, podrán formar un partido bastante fuerte para
obligar á toda administración á contar con ambos, y lla­
gar de este modo á ser considerados por el público como
hombres de importancia.
Londres, 22 de Octubre de 1750. Llamo á las otras conexiones desiguales, esto es, cuan­
do los talentos se hallan todos de un lado, y el rango y
la fortuna del otro. Aquí la ventaja real está toda por una
Mi querido amigo. parte, pero es necesario ocultarla diestramente. La com­
placencia, los modales atractivos y un poco de paciencia
Espero que esta carta te encontrará sano y salvo en para sufrir ciertos aires de superioridad, deben servirle
Monpeller, y que tan pronto como lo permitiere el com­ de cimiento. El mas débil debe tomarse por el corazón,
pleto restablecimiento de M. Harte, seguirás tu viaje para visto que la cabeza no presenta ninguna agarradera, y
estar en Paris antes de Pascua. Hallarás allí dos sugetos debe ser gobernado haciéndole creer que él esquíen go­
que, aunque Ingleses, recomiendo mucho á tu atención, bierna. Estas gentes manejadas con destreza dan impor­
aconsejándote que entables con ellos toda la amistad tancia á su guia. Días pasados te señalé dos hombres de
posible, según la diferente carrera que cada uno ha to­ esta especie sobre quienes tu habilidad debe desde luego
mado. Uno es el conde de Huntingdon de quien tienes ejercitarse, y encontrarás veinte mas, porque abundan.
noticias, pero ñolas suficientes. Después de ti es el hom­ La otra persona que quiero recomendarte es Lady
bre que mas amo y estimo; me llama y considera, me Hervey, muger ya de cincuenta años, que te encargo va­
envanezco al decirlo, como su padre adoptivo: su espí­ yas á ver á Dijon, y que, con grao contento mío, pasará
ritu es tan penetrante, como estenso su saber ; y si la ca­ todo el invierno en París, y esto por tí. Ha pasado toda
lidad pudiese figurar en la cuenta en que otras partidas su vida en las cortes, en donde ha aprendido la cortesía,
las maneras y el desembarazo, sin pagar tributo á la
frivolidad. Tiene toda la instrucción que debe adornar
á una muger, y mas de la que necesita su sexo; conoce
perfectamente el latin aunque tiene la cordura de ocul­
tarlo. Como debe mirarte lo mismo que si fueses su hijo,
(a) Agosto 9. El autor á la marquesa deMonconseil : te encargo que la consideres como mi delegada; consúl­
............Paute de trouver un meilleur partí, nous convenons
tala, fíate á ella, ábrele tu pecho sin reserva. Ninguna
done de Tacadémie, pour les raisons que je vous ai données,
muger ha poseído en mas alto grado el tono de la buena
et que l’Abbé Sallier paralt approuver. Votre éléve, si je ne
m’y trompe, a plus besoin d’étre décrotté parla compagnie de compañía, las maneras atractivas y el yo no sé qué que
vos jeunes gaillards, que d’étre retenu, et je crains plutót sa agrada. Suplícala que te advierta y corrija todas las ve­
grande appi¡catión aux études que sa grande dissipation dans ces que incurrieres en faltas relativamente á las maneras
le monde. Ce qui iui manque le plus, c’est cet air, cetle tour- y al modo de espresarte. Ninguna muger de Europa pue­
nure, ces manieres, ce monde, qui sont nécessaires pour un de hacerlo tan bien como ella, ni ninguna lo baria con
jcune bomme; d’ailleurs, il a ae l’ambilion, et se pique, mas gusto ni de una manera mas afectuosa y oportuna.
et se plalt M él re dans les bonnes compaguies, de fa$on que En semejante caso no te hará venir los colores á la cara
Í’’ose repondré au’il ne Tormera des liaisons qu’avec les meil- corrigiéndote en la sociedad; sino que se valdrá de
eun sujeta de Pacadémie. alguna seña para advertirte ó esperará á que te halles

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DE LORD CHESTERFIELD 191

solo (o). Está muy ligada con las mejores compañías fran­ sus primeros pasos en el gran mundo, no debe ofender
cesas, en las que no solo te introducirá, sino que te subirá al rey de Jacto. Muchas ocasiones es mas necesario ocul­
hasta las nubes; y puedo asegurarte que no es de poco tar el desprecio que el resentimiento ; el primero jamás
provecho en el mundo el verse así ensalzado por una se perdona, el último se olvida á veces.
inuger de alto tono. Te envío la adjunta esquela que le Hay un pequeño libro en 4.% titulado: Histoire chro-
entregarás únicamente como certificado de la identidad nologique de France publicado últimamente por el pre­
de tu persona, que de otro modo pienso no le sería fácil sidente Hénault, hombre de talento y erudición, con
reconocer. quien probablemente te relacionarás en París. Te reco­
Te causaría tanta sorpresa recibir una carta mía sin miendo que tengas siempre esto libro en tu mesa, y que
que mencionase las prendas esteriores necesarias á un acudas á él todas las veces que leyeres la historia. Aunque
caballero, las maneras, la elocución, el aíre, la compos­ esta obra se refiere particularmente á la cronología de
tura ect. que para no dejar burlada tu esperanza, tocaré Francia, no se confina en un todo á este reino, sino que
este punto, diciéndoteque cuando vengas á Inglaterra te abraza los acontecimientos mas importantes de Europa,
mostraré ciertas personas que no quiero nombrar, ele­ y muchos de ellos están realzados con reflexiones agra­
vadas á los puestos mas importantes solo por estos este­ dables, sucintas y esactas. La nueva edición de las me­
riores accesorios, y cuando su inteligencia jamás los ha­ morias de Sully, en tres volúmenes en 4o, te aprovecha­
bría hecho capaces de ocupar el empleo mas mezquino rá si la lees, y te dará nociones mas claras y precisas de
en una aduana ; juzga pues, si son ó no útiles tales re­ los periodos notables de la historia de Francia, que las
quisitos. En París verás muchos ejemplos de esta especie, que has debido formarte por los libros que has leído so­
| en particular uno muy patente de cierto sugeto elevado bre el particular. Este príncipe, hablo de Henrique IV,
á loa primeros puestos y dignidades de Francia, y recono­ poseía todas las virtudes y cualidades de un héroe, de un
cido como soberano absoluto del mundo elegante, solo por rey y crsí de un hombre. Las últimas son las mas raras,
su parloteo mugeril, por su aire garboso y por su amabi­ ojalá y tú las poseas todas ! A Dios (a).
lísimo trato, cosas que también le hacen pasar por hom­
bre de ingenio, aunque no tiene nada de particular á
este respecto. No quiero nombrarlo porque sería gran
imprudencia que tú fueses á hacerlo (¿>). Un jóven desde

Londres, t de Noviembre de 1750.


(a) Reprende á la pariente
Y amigo Mi querido amigo.
De sus faltas, sin testigo
Me figuro que la presente no te encontrará ya en Mon-
Blandamente.
Del que vés que no consiente
peller, y que tendrá que regresar en busca tuya á París,
Corrección, en donde, estoy persuadido, que M. Harte podrá hallar
No le muevas ¿ ocasión ausflios tan buenos para su pierna como en Monpeller, ó
De que se afrento. acaso mejores; pero si fuere de diversa opinión, con­
(CASTILLA.) tinuarás allí el tiempo que él quiera, porque así debe
(fc) Este sugeto era el Mariscal de Richelieu. Voltaire lo lla­ ser.
maba el Alcibiades francés, y lo pinta de la siguiente manera Desearía que mientras permaneces en Francia, em­
en una carta en verso que escribió á Mr. Pallu desde la triste pleases las horas que destinas á la lectura recreativa, en
villa de Plonibiercs en 4729,hallándose en compañía del Ma­ recorrer la historia de esa nación. Siempre se retira mas
riscal.

De ces lieux oñ l’ennui foisonne


Fose encore écrire á París On pourrait bien, kl’avenlurc,
Malgré Phebusqui m’abandonna Choisir un autre greluchon,
J’invoque l’Amour el les Ris : Plus Alcide pour la figure
Alcibiadc me l’ordonne : Et pour le coaur plus Céladon;
C’esl l’Alcibiade franjáis Mais quelqu’un plus aimablc, non ;
Dont vous admiriezle succés II n’cn est point dans la uature :
Cbez nos prudes, cbez noscoquettes, Car, Madame, oii trouvera-l-on
Plcin d’espril, d’audace et d’attraits, D’un ami la discrélion,
De vcrlus, de gloire, et de delles, D’un vieux seigneuria politesse,
Toutcs les femmes l’adoraient; Avec rimagination
Toutes avaient la préférence; Et les gráces de la jeunesse,
Toules a leur tour se plaignaicnt Un tour de conversation
Des excfcs de son inconstance Sans empressement, sans parease,
Qu’ágrand’ peine elle» égalaienl. El l’esprit monté sur le ton
Qui plail a gens de toute espéce?
L’Amour, ou le Temps, Va défail
Du beau vico d’élre iníidéle : (a) 4° de Noviembre : El autor á la marquesa de Mon-
II prélrndd’un amant parfait conscil:
Elre devenu le modéle. ......... Votre élbve cst actuellemcnt en France, ródant en
J’ignore quel objet cbarmant Langucdoc, Provence, Daupliiite.cir. II aura l’lionneur de vous
A produit ce grand changement, fairc sa cour avanl Noel II cherche íes GrAccs a París; je luí
El fail sa conquéte nouvelle; ai mandé oü il les tróuverail ; si vous croyez queje me suis
Mais qui que vous soyez, la bello, trompé, ayez la bonté, Madame,de luí in.l.qvcdcurdcmcurc,
Je vous en tais ¡non complimeat. au niuins, j’ai agí de beiuie fui avec lili. Tr.

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]92 CARTAS

provecho de la historia cuando se lee en el país á que decir por esto que hables siempre en la sociedad sobre
ella se refiere, porque no solo los libros, sino las perso­ libros, ciencias é historia; semejantes conversaciones en
nas, están siempre á la mano para resolver dudas y varios de los círculos que frecuentarás, serian inoportu­
aclarar dificultades. No vayas á perder el tiempo en es­ nas ; tu buen sentido te hará distinguir el tiempo y la
tudiar, como un pensativo anticuario, todos los detalles compañía; debes ser frívolo, circunspecto con los cir­
minuciosos é insignificantes de los tiempos remotos y fa- . cunspectos, en una palabra, bailar el son que te toquen.
hulosos ; deja que los tontos lean lo que ios tontos han Cur in thealrum, Cato, severe venisti ? Esto fué justa­
escrito. Una nocion general de la historia de Francia, mente dicho de un anciano, con cuanta mas razón no
desde la conquista de este pais por los Francos, hasta el podría decírsele á uno de tu edad?
reinado do Luis XI, es suficiente para el mundo, y por Desde el instante que te hallares vestido y salieres do
consiguiente para tí. Hay sin embargo, en aquellos tiem­ tu casa, mete tu saber como tu reloj en un bolsillo, y no
pos remotos, algunas épocas notables que merecen con­ lo saques sin que te lo pidan : mostrar el segundo sin que
siderarse mas de cerca; hablo de aquellas que produ- te se pregunte la hora, haría creer que estás cansado de
geron alteraciones importantes en la constitución y for­ la compañía, y mostrar el otro, es cansarla de ti. La so
ma del gobierno ; como por ejemplo, el establecimiento ciedad es una república muy celosa de sus libertades
de Clodoveo en las Galias, y la forma de gobierno que para sufrir un dictador ni por un cuarto de hora; y sin
instituyó en ellas, la cual difería de todos los gobiernos embargo, en esta como en todas las repúblicas, hay al­
góticos, porque el pueblo no tenía en ella ninguna parte gunos que gobiernan realmente; pero en tal caso apa­
colectivamente, ni por medio de representantes. Era una rentan no aspirar al poder que usurpan, siendo esta la
mezcla de monarquía y de aristocracia; y lo que se co­ ocasión en que triunfan las maneras, la destreza, el ta­
nocía bajo el nombre de estados generales de Francia, lento y el indefinible no sé qué. Si se usan estas armas
se componía únicamente de la nobleza y del clero, hasta oportunamente, la conquista no solo es segura, sino tan­
el tiempo de Felipe el Hermoso, á principios del siglo ca­ to mas duradera cuanto que no se hace sentir. Acuérdate
torce. Este principe fue el primero que creó las asam­ que este debe ser tu principal, por no decir tu único ob­
bleas populares, no ciertamente en beneficio del pueblo, jeto, mientras estés en Francia.
á quien solo trató de entretener con este pretendido ho­ Sé muy bien que muchos de tus compatriotas dan el
nor, sino para reprimir á la nobleza y al clero, y sacarles nombre de petulancia y de mala educación á la vivacidad
el dinero que necesitaba para sus profusiones. Este plan y á las maneras libres y desembarazadas de los Franceses
fué concebido por Marigny, su ministro, que gobernó al pero si tú piensas así, te aconsejo que no lo digas y to
rey y reino. Carlos Martel suprimió estas asambleas y go­ tendrá mucha cuenta. Admito que tal pueda ser con
bernó por la fuerza. Pepino las restableció, supo conci­ ciertos petimetres aturdidos, y otros jóvenes no formados
llarse el afecto de ollas y de toda la nación, por cuyo me­ para el mundo; pero puedo asegurarte que el caso es muy
dio depuso á Childerico, y subió al trono. Este segundo diferente con personas de cierto rango y edad que deben
periodo es digno de tu atención. La tercera raza de reyes servirte de modelo. Llamamos impudencia á su firme con*
comienza con Hugo Capeto, y es el tercer periodo. Un fianza; por qué? únicamente porque lo que llamamos
lector juicioso ahorra mucho tiempo y trabajo al leer la modestia no es mas que una torpe y vergonzosa corte­
historia, contrayéndose únicamente á aquellos periodos dad. Por mi parte lejos de ver impudencia, encuentro
interesantes que forman época, ó que presentan aconte­ utilidad y ventaja en presentarse en todas las sociedades
cimientos notables, y pasa ligeramente sobre los hechos con la misma sangre fría y sin desconcierto. Hasta que
ordinarios. Algunos leen la historia como otros las Jor­ uno no pueda presentarse de esta manera, estoy seguro
nadas del Peregrino, prestando á todo igual atención y de que no puede presentarse bien. Todo lo que se hace
cargando su memoria de hechos sin exámen. Deseo que con temor y embarazo sale mal hecho, y solo cuando un
tú la leas de diferente modo. Toma la historia general hombre llega á poseer un perfecto desembarazo, se le
mas corta de cada país, y hazte cargo de los periodos creerá acostumbradoá frecuentarlas mejores sociedades
mas importantes, como las conquistas, los cambios de y será bien acogido en ellas. Una confianza firme acom­
reyes y las alteraciones en la forma de gobierno ; y re­ pañada de modestia aparente, es quizá la mayor reco­
curre después á historias mas estensas, ó á tratados par­ mendación que en lodos los momentos de la vida pueda
ticulares relativos á efetos grandes puntos ; considéralos un hombre tener. ¿ Qué fortuna y qué figura baria en d
bien, descubre sus causas y aprecia sus consecuencias. mundo aquel á quien la modestia y la timidez colocasen
Por ejemplo, hay una escelente aunque muy sucinta en la situación lamentable del piadoso Eneas, cuando
historia de Francia por Le Gendre: leela con atención y obslupuit steleruntque comee et voxjaucibus heesil?
sabrás lo bastante de la historia general; pero cuando La confianza y la intrepidez, bajo la bandera de la mo­
llegues á los periodos notables, consulta á Mezcray, ó á destia, allanan el camino ai mérito, que de otro modo «c
otros de los mejores y mas minuciosos historiadores, co­ vería desanimado por las dificultades sembradas en su
mo también los tratados políticos sobre los mismos asun­ camino; á la vez que la impudencia descarada es la ban­
tos. En los tiempos modernos, las memorias, desde las dera de una indigna é insensata usurpación.
de Felipe de Commines hasta las innumerables que se Te imaginarás que nunca he de dar fin con mis reco­
publicaron bajo el reinado de Luis XIV, son de grande mendaciones subte las prendas estertores, y tienes razón,
utilidad, y han esparcido mucha luz sobre ias partes obs­ porque nunca las abandonaré ; son objetos muy precio­
curas de la historia. sos para que yo los descuide ú olvide. La parte relum­
La conversación en Francia, si tienes talento y destreza brante de tu posición y de tu fortuna dependerá absolu­
para hacerla recaer sobre objetos útiles, mejorará consi­ tamente de estas ventajas que realzarán las otras que ya
derablemente tus conocimientos históricos. Aunque los has adquirido. Si se dice y cree que eres el hombre inas
Franceses ignoren, en general, la literatura clásica, con­ sabio de Inglaterra, no serás mas ni menos que lo que se
sideran vergonzoso ignorar la historia de su pais, de modo ha dicho y creído del Dr. Benliey (a); pero si se dice al
que la leen, siendo casi su única lectura ; se vanaglorian
de conocerla, hablan de ella con gusto, y aun las muge-
res mismas se bal lan instruidas en este punto. No quiero > (a) luí un viage que este erudito Ingles Benliey hizo á Francia,

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mismo tiempo que eres el hombre mas cortés, mejor edu­ que tú y yodos entendamos perfectamente, medio segu­
cado y mqs agradable del reino, será prueba deque reunes ro de prevenir las disputas. El dinero, origen de tantos
todo aquel mérito personal que jamás he visto en ninguna males en el mundo, es también causa de la mayor parte
persona. Deseo que túseos un día* *este prodigio y por eso de las riñas entre padres é hijos. Los primeros comun­
ves que no quito el dedo del renglón. La •perfección, no mente piensan que dan lo suficiente, y los segundos que
lo Ignoro, es inasequible; pero también sé que un hom­ lo que reciben no es bastante ; á unos y á otros falta ra­
bre de talento que se esmera en alcanzarla se le acerca zón. Debes hacerme la justicia de reconocer que hasta
mucho. Ensaya, esfuérzate y persevera. A Dios (a). aquí no he sentido ni economizado gasto alguno que pu­
diera serte útil, ó procurarte un verdadero placer, y de
paso puedo asegurarte que has hecho en tus viajes gastos
mas considerables que los que yo hice en los míos ; pero
nunca he pensado en esto mientras M.Harte se ha hallado
Londres, 8 de Noviembre de 1750. á la cabeza de tus desembolsos, bien seguro de que las
sumas empleadas se han aplicado escrupulosamente al
uso destinado ; pero el caso cambiará muy pronto, por­
Mi querido amigo. que tú mismo serás tu recaudador y tesorero. Sin em­
Antes que llegues á París, en donde muy pronto te bargo, te prometo que no reñiremos sobre el quantum,
verás á tu sola discreción (si tienes alguna), es necesario que se te otorgará libremente y de buena voluntad; el
punto está en saber el uso que haces del dinero. Voy á
entenderme sobre esto asunto y á entrar en arreglo con­
tigo. No designaré cantidad fija para tus gastos, aunque
sepa yo muy bien cual sería la mas adecuada. Me guiaré
faé i visitar á la condesa de Ferrers, y encontrando una socie­ únicamente por lo que librares contra mi, y esto bastará
dad briHante y numerosa, le entró tal encogimiento que no para ponerme en estado de juzgar de tu conducta. Te de­
6*bia qué hacer. Cansado de una situación tan penosa se retiró; claro en general, que si mí dinero pasa por buenos cana­
y un sujeto preguntó á la condesa quien era aquel hombre les, el manantial brotará sin obstáculo; pero si se desvia
tan ridiculo que habia llamado la atención de todos. Es un y pierde en caños sucios y cenagosos (lo cual llegará á mi
hombre tan sabio, respondió aquella señora, que puede decir noticia en menos de una semana), te advierto franca­
* Vd. en griego y aun en hebreo lo que es una silla, pero que mente y con tiempo, que se secará al instante.
no sabe hacer uso de ella. M. Harte te indicará en París los buenos canales, y te
(Diccionario de Educación.} dejará establecido como conviene á un hombre de cali­
(«) 5 de Noviembre. El autor á la marquesa de Moncon- dad, quedando á mi cuidado mantenerte bajo el mismo
scil: pié. Tendrás tu coche, tu ayuda de cámara, tu lacayo y
...... Ce lien de notre commcrce, cet enfant enfin, l’ob- un mozo de servicio, es decir, un criado mas délos que
jet qui a donné lieu aux termes qui pourraient élre suspecls yo tuve. Deseo que te vistas bien, esto es, como se vis­
aux curieux qui ouvriraient nos lettres, aura bicntót l’lion- tiere la generalidad del mundo elegante, de modo que no
ueur de vous Caire sacour. II aura bien plusbesoin de votre brilles mas ni menos que los demas. El gusto, y no lo6o<i
secours, qu’il n’en aurait eu, s’il eút éíé l’objet d'un soupeon bresaliente de los vestidos, es lo que debe distinguir aun
bien fundé; une (elle naissance aurait rcndit une bonne moi- caballero. Debes frecuentar los teatros, á cuyo gasto acu-^
tié de mes soins inútiles. Suppléez, Madame, á ce défftut par diré de muy buena gana. También debes entretenerle
les vótres, et rendez-lc au monis plus digne de vos soins. Vous en algunos juegos carteados en las tertulias donde con­
le pouvcz, vous qui étes capable de donner b l’amiiié ce que curras : este artículo monta á una bagatela que también
les aulres nc savent donner qu’á des scntimenls plus vifs. fiéel-
daré de muy buena voluntad. Todos los demas gastos pe­
lemeut je compte sur vous uniquement, pour Taire la fortune
queños de bolsillo son poco costosos en Taris en compa­
de cet ¿¡re queje vous remets ; les aulres lui feront des poli-
tesses, m’en diront du bien, mais se soucieront trés peu au
ración de Londres, porque la necia costumbre inglesa de
fond du reste. II en serail précisément oü il en est actuelle- dar dinero en las cenas y comidas, y la dispendiosa im­
raent, et a cet áge c’esl reculer que de ne pas avancer : inais portunidad de las suscripciones, son abusos que no se
jesuis sñr que vous en agirez d’une toute autre fa^on. Vous conocen en Francia. Después de haber calculado todos
lui direz ses défauts avec cette autoriié qui acompagne íou- los gastos forzosos de un caballero que pagaré con gusto,
joors la justesse de votre critique, et la maniére avec laquelle paso á tratar de los que no supliré ni sufriré. El primero
vous le ferez. II faul nécessairement qu’il soit gauche et em­ es el juego fuerte, y aunque notenga motivo para sospe­
banasté. L’Allemagne ne donne pas les gráces, ct l’Ilalie nc char que seas inclinado á él, no creo por demas preve­
Iesdonneguéres plus. Ce n’cst quedaos les borníes compagnies nirte de antemano que ninguna consideración en el
a París qu’on peul les acquérir : permettez-lui done, non mundo me obligará á pagar tus deudas sobre el parti­
seulement, mais ordonncz-lui, de fréquenter votre maison les cular. Si me alegas que tu honor se halla comprometi­
•oirées, c’est-a-di re quand il n’y sera pas de trop, et pour do, te responderé que el mió no lo está, y que el acreedor
vous en soulager quelquerois, fourrez-le daos los aulres corn- puede tomar la prenda por la deuda.
pagnies ; ce sera une contrainle bien douco ct bien avanta- Las compañías obscuras y los placeres degradantes
gcuse pour lui. 11 a sñrement un grand fond de savoir ; je lie cuestan masque los pasatiempos decentes ; los desórde­
sais s’íl a de l’csprit, mais je sais bien que s’il en a, vous
nes de los cafés son mas dispendiosos y deshonrosos que
niellrez le comble á son caractére en lui donnant les manieres
los escesos en la buena sociedad, que en ciertos casos
et les grtces, qui ornent les meilleurs* caracteres, el qui ex-
pient en quelquc favo» dos faules les plus mauvaises. llans lo
pueden quizá ser escusados. No quiero oir una sola pala­
Irain ordinaiic du monde, combien de gons ne voyons-nous bra de cafés, enredos, riñas ni otros escándalos semejan­
pas, qui ne se sauvent qu’cn faveur de leurs manieres, et tes.
d'auíres qui, avec un mérite tres solide, ne se fpnl pasjour, Vamos ahora á otro punto muy esencial y son las mu-
fauledeces manieres ! Oii a beau savoir, c’csl le je nc sais geres. No quiero pagar absolutamente nada para moras
quoi, qui les fail valuir ; il n y a que les sauvages qui porlenl de la vida airada, ni para cirujanos, que es consecuencia
les pierrcsprécicuscs brutos. * Tr. natural. Tampoco quiero, por razón de ninguna especie,
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194 CARTAS

mantener cantarínas, bailarinas, actrlccs*é id gemís


omney que ademas del gasto, es necesario que te diga
que tales conexiones me inspirarían, asi como á todas las
gentes sensatas, el mayor desprecio por tu gusto y tu Mi querido amigo.
discernimiento. Para hablarte con mas claridad, no te
perdonaré que conozcas por esperiencla ciertas enferme­ Te he enviado á París tantas cartas preparatorias, que
dades, ni tu constitución telo perdonaría, porque nueve esta, que te hallará allí, será solamente un6umariode
entre diez veces refluyen sobre los pulmones. Esta razón tudas las precedentes.
debe tener algún peso á tus ojos ; y te protesto que si tal La libertad que hasta hoy has tenido, es mayor de la
cosa aconteciese, no te daría yo un año de vida. Hay otra que hayan podido disfrutar otros jóvenes de tu edad; y
especie de gasto que solo por su necedad no permitiré, en justicia debo confesar que has hecho de ella mejor
y es el desperdicio del dinero en chucherías y baratijas. uso que muchísimos de ellos; pero aunque no has es­
Compra una bonita caja si tomas tabaco, ó un bello es­ tado con grillos has tenido átu lado á un amigo. En Pa­
padín, pero ninguna de aquellas otras cosas,.muy lindas rís no solo estarás en libertad, sino sin amparo. Tu pro-
en verdad, pero muy inútiles. ¡ pío buen sentido debe ser tu guia : tengo en él grao con­
Por lo espuesto ves que te concedo todo lo conve­ fianza, y estoy persuadido de que los testimonios que
niente á un caballero, no solo para que figures, sino tam­ sobre tu conducta reciba yo de Paris, serán tan venta­
bién para que goces, bien entendido de que proscribo la josos como deseo. Goza de los placeres decentes de la
profusión de un libertino. Debes confesar que esto no juventud, nada será mas oportuno, pero no los prosti­
tiene resabios de la parsimonia ni severidad de la vejez. tuyas ; retínalos y dignifícalos como hombre de gusto:
Considero este convenio entre nosotros como un tra­ has que eleven y no que degraden, que adornen y no que
tado subsidiario por mi parte, en cambio de los servicios envilezcan tu carácter; que sean en fin, los placeres de
que debes prestar por la tuya, y te prometo que seré tan un caballero; disfrútalos entre tus iguales, las mas veces
puntual en el pago de los subsidios .como lo ba sido la con tus superiores, y principalmente con Franceses.
Inglaterra durante la última guerra; pero al mismo Indaga el carador délos diferentes miembros de la
tiempo te advierto que exijo de tí una observancia del. academia antes que formes conexiones con ellos, y redo­
tratado mucho mas escrupulosa que la que hallamos en bla de vigilancia respecto á los que te hicieren mas aga­
nuestros aliados, porque de otro modo suspenderé el sajo. En la academia no puedes estudiar mucho, pero
pago. Espero que esta advertencia es de lo mas super­ puedes hacerlo con utilidad, si eres buen ecónomo de tu
fina, y que otras consideraciones mas nobles que la del tiempo y dedicas á la lectura aquellos cuartos de hora
dinero trazarán tu conducta ; pero á todo evento yo es­ que todo el mundo tiene desocupados en el curso del día,
taba resuelto á ser esplicito contigo por esta sola vez, y que á fin de año componen una suma considerable.
para que, poniendo las cosas en lo peor, no alegues Igno­ Dedica todos los días una parte de tiempo á los autores
rancia, ni te quejes de que no te he esplicado suficiente­ g: iegos, no á los poetas, á los cantos de Anacreon, á las
mente mis intenciones. tiernas endechas de Teócrito, ni tampoco al lenguaje
Habiendo empleado la palabra libertino (raAe), debo grosero de los héroes de Homero, que todos los medio sa­
decirte dos ó tres palabras sobre este asunto, porque los bios conocen un poco, citan á menudo, y hablan casi
jóvenes casi siempre equivocan este carácter con el de siempre; sino á Platón, Aristóteles, Démostenos y Tucí-
hombre de placer, aunque no hay dos en el mundo que dldes que nadie conoce excepto los verdaderos adeptos.
sean mas opuestos. El libertino es un compuesto de todo El griego es el Idioma que debe distinguirte en el mundo
lo que hay de mas vil, de mas bajo y despreciable en los •iterarlo, porque con el latín no lo conseguirías, y para
vicios que unidamente conspiran por deshonrarle y ar­ no olvidarlo es necesario leerlo asiduamente, visto que
ruinarle ; á la vez que el vino y las enfermedades se dis­ uc se presenta á la imaginación con la facilidad que el
putan quien destruirá mas pronto su constitución. Un la­ latín Cuando leas la historia ó cualquiera otro libro de
cayo, ó un esportillero disoluto y vicioso, tiene, para ha­ entretenimiento, haz de modo que todos ios idiomas que
cer el papel de libertino, los mismos elementos que el 'aoes tengan su tumo, y así, no solo los recordarás sino
hombre de primera calidad. Permíteme que te diga de que harás nuevos progresos. También deseo que procu­
paso, que en el periodo mas desarreglado de mi juven­ res hablar el aleman y el italiano con individuos de
tud, nunca fui libertino; al contrario, siempre despre­ estas naciones, lo cual les será lisonjero al paso que úlil
cié y detesté tal carácter. para tí.
Recuerda que debo saber cuanto hagas ó digas en Pa­ Te recomiendo que asistas á las representaciones tea­
rís, con unacsactitud tal como si por una fuerza mágica trales de Paris que son muy buenas. Las tragedias de
te siguiese por todas partes á manera de silfo ó genio sin Corneille y de Racine, y las comedias de Moliére, bien
que tú me vieses. comprendidas, son lecciones admirables para el corazón
Séneca dice con mucha gracia que ante todo no debe­ y para el espíritu. No hay en la actualidad, ni ba habido
ría pedirse á Dios sino ¡o que se apetece que los otros se­ jamás, un teatro comparable al Teatro Francés. SI la
pan, y no pedir á los hombres mas que lo que 6e desea música de las óperas francesas no agrada á tu oido ita­
que Dios conozca. Yo te aconsejo que no hagas ni digas liano, hay á lo menos sentido y armonía en las palabras,
nada en París, sino lo que desearías que yo supiese; es­ y esto es mas de lo que puedo decir de ninguna ópera
pero y creo que así será. Me atrevo á decir que no careces italiana de cuantas he leído ú oido.
ele buen sentido, y estoy seguro de que la instrucción Te envío inclusa una carta de recomendación para el
nunca te ha faltado : la esperiencia vendrá á tu ayuda marques de Matignon, que te pido pongas en sus manos
diariamente. Creo que todas estas ventajas deben hacerle tan pronto como te fuere posible. Estoy seguro de que
amable y respetable, y esta es la perfección del carácter ¡■robarás los buenos efectos de su ardiente amistad por
humano, en cuyo caso nada te negaré, y esperimentaras mi y por Lord Bolingbroke, que también le escribe res­
realmente toda la estension y ternura del cariño que le pecto de tí. Por esta y mis precedentes cartas, te verás
profeso, pero teme el reverso de ambas cosas. A Dios. desde luego tan internado en las mejores sociedades fran­
cesas, que te costará trabajo encontrar las malas; pero

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esto esto qne no puedo sospechar de tí, porque estoy se­ separadamente; pero si ios contemplas reunidos bajo un
guro de que tienes mucha ambición para preferir una solo punto de vista, te convencerás de que en lo que se
compañía baja y degradante á la de tu9 superiores en llama hombre cabal entran mil detalles pequeños que
carácter y edad. Tu reputación, y por consiguiente tu vienen á formar un todo de la mayor Importancia. No
fortuna, dependen absolutamente de las sociedades que hablaré ahora de aquellas gracias personales, de aquel
frecuentes y de tu manejo en París; no quiero decir un aire libre y de aquellas maneras atractivas que tantas
manejo ó un tono gravé; al contrario, te recomiendo que veces te he recomendado sino que descenderé aun mas
seas alegre, vivo y jovial, pero al mismo tiempo elegante bajo, ocupándome de tu vestido y del asco de tu persona.
y respirando en todo dignidad. Cuando te vieres en París, tendrás cuidado de hallarte
Procura evitar toda especie de enredod^ querellas, perfectamente bien puesto, es decir, como lo estuvieren
que son sumamente degradantes, y producen funestas las personas distinguidas que forman el mundo elegante:
consecuencias, particularmente en Francia; allí un hom­ esto no consiste en el atavío deja ropa, sino en su he­
bre pierde su honor si no toma satisfacción de una afrenta, chura, en su delicadeza y en la manera de llevarla. Un
y si la toma se arruina completamente. Los jóvenes Fran­ hermoso vestido mal hecho, mal puesto y sin aliño, en
ceses son precipitados, aturdidos, petulantes y en estremo vez de adornar solo pone de manifiesto la poca elegancia
amantes de su patria/ Abstente pues de toda broma ó del que lo lleva. Debes solicitar al mejor sastre francés, á
reflexiones nacionales, que siempre son Impropias, y en fin de que tus vestidos sean de gusto y te vengan bien, en
lo general injustas. Las naciones mas frías del norte con­ cuyo caso puedes abotonarlos ó dejarlos sueltos según
sideran á los Franceses como un pueblo frívolo, que silva, vieres que lo hacen las personas que dan el tono. Haz
canta y baila sin cesar, Idea que, está muy lejos de ser que tu criado indague cual es el mejor peluquero para
cierta (a), aunque haya muchos petimetres que la justi­ que te arregle bien el pelo, porque esta es una parte
fiquen; pero estos, cuando han madurado con la edad muy importante de la compostura. Ten cuidado de que
y la esperiencia, llegan á ser por lo regular hombres muy tus medias esten bien tirantes y tus zapatos con las he­
hábiles. El gran número de grandes capitanes y hombres billas debidamente enganchadas, porque nada comunica
de estado, como también de autores que la Francia ha un aire mas ingrato que este descuido de Ja pierna. De­
producido, es una prueba innegable de que no es la na­ bes Ser prolijamente aseado en tu persona ; es menester
ción frivola y vacía, que los preocupados pueblos del que la limpieza de tus dientes, manos y uñas, sea eslre-
norte se han figurado. Aparenta gustar y aprobar todo á mada. Una boca sucia produce funestas consecuencias,
primera vista, y te prometo que gustarás y aprobarás en porque es causa Infalible de la pérdida de la dentadura y
seguida muchas cosas. de los Intolerables dolores que se padecen; ademas ofen­
Espero que me escribirás constantemente una vez á la de á todo el que se nos acerca, porque inevitablemente
semana, y deseo que sea ios jueves, como también que despide mal olor; de aquí viene que te haya yo reco­
tus cartas me informen de tus convenios y de lo concer­ mendado sin cesar que la primera cosa que hagas todas
niente á tu persona; no de lo que ves, sino á quienes ves las mañanas, sea limpiarte los dientes con agua tibia y
y lo que haces. A Dios. un cepillo, por espacio de cuatro ó cinco minutos, y en­
juagarte después la boca cinco ó seis veces. Moulon á
quien deseo llames luego que llegues á París, te dará
una opiata y un licor de que te servirás algunas veces.
No hay cosa mas ordinaria, ‘mas vulgar ni mas repug­
nante, que unas manos sucias y ásperas: no creo quo
Londres, 25 de Noviembre de 1750. tengas la grosera costumbre de morderte las uñas; pero
no basta esto, es necesario tenerlas bien limpias, bien
cortadas y sin esos padrastros tan comunes entre el po­
Mi QUERIDO AMIGO. pulacho. Los estremos de ellas han de terminar en pe­
Quizá serás de opinión que esta carta versa sobre obje­ queños segmentos de círculo, cuya forma se les dá fácil­
tos de poca monta, y tendrías razón si los considerases mente cortándolas con precaución. Siempre que te
enjugares las manos empuja bácia abajo la piel que
monta sobre las uñas para que no suba mucho y las a- •
corte. El aseo del resto de tu persona, que contribuirá
mucho para tu zalud, debes encomendarlo á los baños
(a) Parece que el autor en sus verdes años consideraba á los tibios. Te diré sin rodeos, que tengo algunas sospechas de
Franceses como él asegura en esta carta que eran considerados que estos avisos no te sean inútiles, porque cuando ibas
por las naciones mas frías del continente europeo. En una de á la escuela eras mas desaliñado y desaseado que tus
las pocas cartas suyas que se han conservado, escritas durante condiscípulos. Debo añadir otra advertencia, y es, que
su minoridad, hallamos los siguientes renglones satíricos jamás te metas los dedos en las narices-ni en las orejas,
que desde París dirigió en 474 4- á su profesor M. Jouneau :
como lo hacen muchas gentes, lo cual es de lo mas cho­
Si vous voulez que je vous dise franchement mes sentiments cante y grosero en la sociedad, y asquea el estómago de
de laFrance, il faut que vous me permetliezdevous considérer todo el mundo ; por mi parte, mejor querría ver el dedo
comme Anglais, et aíors je vous dirá i, que hormis Versailles, de un hombre en la pretina que en la nariz. Lávate bien
il n’y a ríen ici que nous n’ayons de plus beau et de meilleur
los oídos todas las mañanas yeuénate siempre que lo ne­
en Aoglelerre. Je ne vous dirai pas mes sentiments des Fran­
cesitares, pero sin llevar después los ojos á tu pañuelo.
jáis, parce que je suis fort souvent pris pour un, et plus d’un
Los modales nobles de un caballero deben manifestarse
Franjáis m’a fait le plusgrand compliment qu’ils croient pou-
voir faire h personne, qui est: « Monsieur, vous éles tout en las acciones mas pequeñas como en las grandes. El
comme nous. » Je vous dirai seulement, queje suis insolent; buen sentido te enseñará algunas cosas y el resto la ob-
queje parle beaucoup, bien baúl, etd’un ton de mallre; que ser vacio n. Atiende particularmente á la compostura, á la
je cuanto et que je danse en marebant; et eníin, que je dicción y á los movimientos de las personas de primera
fais une dépense furicuse en pondré, plumets, gañís blanca, clase y fórmate sobre e9los modelos. Por otra parte, ob­
«te. Tr. serva las maneras del vulgo á fin do evitarlas; porche

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CARTAS

aunque las cosas quo dice ó hace son quizá las mismas, con la mira de aplaudirlas y recompensarlas; con solo
la manera es enteramente diversa; y esto es precisamen­ esta diferencia, que proclamaré estas y nunca menciona­
te lo que distingue á las personas de fina educación: El ré los otros sino en mis cartas á tí, ó en nuestras conver­
campesino mas grosero habla, anda, viste, come y bebe saciones privadas. Nunca te desconcertaré delante de las
de la misma suerte que las gentes bien educadas, pero lo gentes, y espero que jamas me darás motivo para descon­
hace de una manera muy diferente; de modo que si tú certarme de ti, como sucedería por cualquiera délos de­
obras á la Inversa del vulgo, es mas que probable que fectos arriba mencionados. Prcetor non curat de mini­
acertarás en cuanto hagas ó digas. En la grosería y vul­ mis, era una máxima de las leyes romanas, porque solo
garismo hay sus grados como en todas las cosas. Las las causas importantes eran juzgadas por los pretores,
maneras de toga, aunque no sean enteramente las del dejándose 4hs inferiores á otras jurisdicciones menos
mundo de primer orden, son mejores que las del común considerables. Yo te juzgaré en los casos de importancia
de los ciudadanos;estas, aunque malas, lo son sin em­ como un pretor, en los de segundo órden como un censor,
bargo menos que las del campo; mas el lenguage, el aire, y en los menores como el mas infimo magistrado.
la compostura y los modales de la córte, son el verdade­ Recibo en este momento la carta de M. Harte de 1 de
ro modelo que debe servir de norma al hombre distin­ Noviembre, por la que veo con gusto que se propone par­
guido. Ex pede Ilerculem, es un dicho antiguo muy tir para París hacia fin de mes’, lo cual prueba que vá
verdadero y aplicable al asunto presente; porque un mejor de su pierna. A Dios.
hombre de prendas que ha frecuentado las córtes y la
mejor sociedad, se distingue del vulgo en todas sus pa­
labras, sus posturas, sus gesticulaciones y aun en sus
miradas. No puedo dejar estas aparentes minuciosidades
sin recordarte la necesidad de trinchar bien, cuyo arti­
culo, por insignificante que pueda parecer, es útil dos
veces al día durante toda la vida, y el hacerlo mal es Londres, 29 de Noviembre de 17ÓX
cosa incómoda para uno mismo, desagradable para los
demas y á veces acarrea ridiculo. Mi querido amigo.
Después de haber hablado de todas estas menudencias,
no puedo dejar de figurarme lo que diría algún persona- Veo con gusto por tu carta del 12 que te hallas muy al
ge estúpido, ó algún pedante enclaustrado si leyesen mi corriente del estado de la marina de Francia en Tolon y
carta : mirarían esto con el mas alto desprecio, diciendo del comercio de Marsella. Estos objetos merecen ser co­
que un padre debería elegir mejores asuntos de instruc­ nocidos de cualquiera que se propone ser empleado en
ción para su hijo. Convendría yo en ello, si no te hubiese los negocios públicos. Los Franceses se han aplicado con
ya dado ó no fueses capaz de recibir mejores avisos; pero mucha razón á uno y otro ; su tráfico ha aumentado in­
si se ha tenido contigo todo el cuidado posible para for­ creíblemente de treinta años á la fecha, y nos ha arreba­
ma/tu corazón é ilustrar tu entendimiento, y con suceso tado una gran parte del comercio del Levante. Sus rela­
á mi entender, responderé á esos sólidos talentos que ciones en la India han hecho gran perjuicio á , las nues­
estas nonadas, como ellos las creen, forman colectiva­ tras, y sus islas en América proveen de azúcar, no solo á
mente aquel agradable no sé qué, que ellos no poseen y la Francia, sino á la mayor parte de Europa; á la vez
por lo tanto no pueden gustaren otros. La palabra ama­ que las que nos pertenecen, como la Barbada, Jamaica
ble es tan estraña en su lenguaje, como la cosa en sus y las de Sotavento, no tienen otro mercado para sus pro­
modales. El gran uso del mundo, la grande atención y ductos que el de Inglaterra. Hay una escelente obra es­
el gran deseo de agradar, pueden solo proporcionar esto, crita por el famoso M. Huet, obispo de Avranches, sobre
que no es ciertamente una bagatela. La grosería y mala el comercio de los antiguos, que es muy digna de que la
crianza de los jóvenes, viene de que muchos hombres de leas, y te dará nociones claras del origen y progresos dei
edad tratan estas cosas de bagatelas ó no piensan abso­ comercio.
lutamente en ellas. Los padres, con inescusable indife­ Vamos ahora á otra parte de tu carta, y es la ortografía,
rencia, Ies dan la educación general de la escuela, de la : si puede aplicarse este nombré á un pésimo deletreo.
• universidad y de los viajes, sin examinar, y muy amenu- ■ Escribes enduce en vez de induce; grandure en vez de
do sin ser capaces de juzgar, los progresos que han hecho grandeur, faltas que muy pocos de mis criados habrían
en estos diferentes teatros, si es que alguna vez fijan en cometido. Debo decirte que la ortografía, en el verdadero
ello la imaginación. Se regocijan indolentemente repi­ sentido de la palabra, es tan esencial para un literato ó
tiendo que sus hijos se manejarán como los demas, y en un hombre de mundo, que una sola falla en la escritura
efecto, asi lo hacen, es decir, generalmente muy mal. No ó en la pronunciación bastaría para derramar sobre tí un
se toman ningún trabajo para corregir los hábitos pue­ ridiculo indeleble; yo -conozco un hombre de calidad
riles y necios de 1a escuela, ni los pésimos modales de la que nunca ha podido borrar la nota de haber escrito
universidad ; ni el descaro frívolo y superficial, que por wholesome sin w.
lo regular es lo único que aprenden en sus viajes. Como Leyendo atentamente evitarás este defecto, porque los
no les hablan nunca de sus defectos, nadie se atreve 4 ha- libros están siempre escritos según la ortografía del tiem­
rerlo; de modo que se acostumbran á ellos sin oir decir po. Algunas palabras son ciertamente dudosas, y los au­
que son chocantes é indecentes. Mil veces te lo he repeti­ tores mas afamados las escriben de diferente matura, pero
do : solo un padre puede tomarse la libertad de reprender son pocas, y en semejante caso cada uno puede adop­
á un joven ya maduro, por esta clase de descuidos é im­ tar la ortografía que le parezca, y apocarse en alguna
propiedades. La mas íntima amistad, sin el socorro de la autoridad literaria; mas cuando solo hay una manera
autoridad paternal, no puede autorizar tal franqueza; y de escribir, como en las palabras que he mencionado, es
yo puedo decir con verdad que erc6 feliz de hallar en mí sumamente ridiculo separarse de lo establecido, y el
un monitor perspicaz, sincero y cariñoso. Nada se me hombre que cae en semejante falta no merece perdón.
escapará ; espiaré tus defectos á fin de corregirlos con tan­ Aun unQ muger de regular educación se reiría de un
to cuidado como si tratase de descubrir tus perfecciones, , amante que le enviase un billete con faltas de ortografía.

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DE LORD CHESTERFIELD IX

Temo y sospecho que te hayos imaginado que la substan­ >

cia de las cosas es el todo y la forma.casi nada; si es así,


desengáñate y convéncete de que en cualquiera materia
la forma es tan importante como la substancia. Si te es-
presas con la razón de un ángel, pero con palabras inade­ j Ixjxdres, le 24 Dcccmbre 1759.
cuadas y con una enunciación desagradable, nadie que
pueda evitarlo te oirá dos veces. Si escribieses epístolas
como las de Cicerón, pero con malos caracteres y sin ¡ Mon cher ami.
Ortografía, tu corresponsal se reiría; y si tuvieses la fi­
gura de un Adonis pero con aire y gesticulaciones tor­ Vous vollá á la fin Parisién, et 11 faut s’adrcsscr á un
pes, en vez de agradar disgustarías. Estudia pues la for­ Parisién en franjáis. Vous voudrez bien aussi me répon-

I
ma en todas las cosas si quieres hacerlas bien. Los in­ dre de méme, parce que je serais bien alse de volr á qucl
formes que pediré á mis amigcs en París tocante á tí, point vous possédez l’élégance, la délicatcsse et l’ortho-
recaerán sobre el modo con que hagas lo que trajeres en­ graphe de cette langue, qui est devenue pour ainsl diré la
tre inanos. No me tomaré el trabajo de indagar si entien­ j langue universelle de l’Europe. On m’assure que vous la
des á Deinóstenes, Tácito ó el jus publicum impertí, J parlez fort bien, mais il y a bien et bien ; et tel passera
sino que trataré de saber si tu modo de espresartc es < pour la bien parler hors de París, qui passerait lui—
agradable, tu estilo,no 6olo puro, sino elegante; tus mo­ > méme á París pour Gaulois. Dans ce pays des modes, lo
dales nobles y francos ; tu aire y tu conversación intere­ ¡ langage méme a la sienne, et qui chango presque aussi
santes ; en suma, si eres un caballero (gentleman ), un > souvent que celle des habita.
hombre de tono y á propósito para la buena sociedad; í L’aíTecté, le précieux, le néologlque, y sont trop á la
porque hasta que no esté yo satisfecho de todos estos i modo aujourd’hui. Connaissez-les, remarquez-les et par-
puntos, no hay necesidad de que nos veamos; me falta­ í lez-les méme, á la bonne heure; mais ne vous en laissez
ría la paciencia. l)e ti depende alcanzar todas estas co­ > pas infecter. L’esprlt a aussi sa modo, et actuellementá
sas mientras permaneces en París; consulta con-Lady í Paria c’est la mode d’en avoir, en dépit méme de Mínerve.
Hervey y Madama Monconseil sobre todas estas materias, > Tout le monde court aprés l’esprlt, qui, par parenthése,
y te hablarán y aconsejarán con franqueza. Diles que bi- j ne se laisse jamais attraper : s’il ne se présente pas, on
sogna compalire ancora, que eres enteramente nuevo j a beau courir. Mais malheureusement pour ccux qui
en el mundo, que deseas formarte, y que les suplicas • courcnt aprés, lis attrapent quelque chose, qu’ils pren-
que te reprendan, adviertan y corríjan; que sabes que na­ > nent pour de l’esprit, et qu’ils donnent pour tel. C’est
die puede hacerlo mejor que ellas, y que seguirás ciega­ ! tout au plus la bonne fortune d’Ixion; c’est june vapeur
mente sus consejos. Esto, unido á una observación esacta J qu’ils embrassent, au lieu do la déesse qu’ils poursui-
de los modales de las mejores compañías, te formará < vent. De cette erreur résultent ces beaux sentimenta
completamente. í qu’on n’a jamais sentís, ces pensées fausses que la na-
El abate Guaseo, que cuento en el número de mis j ture n’a jamais produites, et ces expressions entortlllécs
amigos, te Irá á ver tan pronto como sepa que has lle­ j et obscures, que non-seulement on n’entend point, mais
gado á París ; y siendo sugeto muy .bien recibido en las > qu’on ne peut pas méme déchiffrer ni deviner. C’est do
mejores sociedades, te introducirá en ellas, porque se > tous ces ingrédients que sont composés les deux tiers des
halla dispuesto á servirte y serte útil en cuanto pueda; < nouveaux livres franjáis qui paraissent.
ademas, es activo y curioso y puede instruirte en mul­ í C’est la nouveHc cuisine de Parnásse, oú l’alatnbic tra-
titud de cosas. Está muy ligado con el Presidente Mon- í vallle, au lieu du pot et de la broche, ct oú les quintcs-
tcsquleu par^ulen tienes una carta. í sences et les extraits dominent. Le sel attlque en est
Me imagiiW que la presente no te esperará mucho j banni.
en París á donde juzgo llegarás antes de quince dias. ! Il vous faudra bien de temps en temps manger de cette
A Dios (o). í nouvclle cuisine, inais ne vous y laissez pas corromprc le
goút;et quand vous voudrez donner á manger á votre
tour, éludiez la bonne vleille cuisine du temps de
: Louis XIV. 11 y avait alors des chefs admirables, comme
ICorncille, Doileau, Racine et La Fontalne. Tout ce qu’ils
apprétaient était simple, saín et solide. Sans métaphorc,
ne vous laissez pas éblouir par le íaux briliant, la rechcr-
che, les antithéses á la mode; mais servez-vous de votre
(a) 7 de Diciembre. El autorá la marquesa de Monconseil. propre bon sens, et appelez les anclens á votre secónrs
............ Vous avez bien raison de dire qu’il faul diré ce J pour vous en garantir. D’un autre cóté, ne vous moquea
qu’on est; cela cat si vrai que, quelque chosc que Pon fasse, Ípas de ceux qui s’y sont lalssés séduire, vous étes encore
on le sera toujours au fond, la naturc rcslera toujours la mdme. trop jeune pour faire le critique, et pour vous ériger en
On en peut varier la fa^on, el y donner quelque nouveau con- vengeur sévére du bon sens lésé. Seulement ne vous lals-
tour; mais on a beau faire, si c’esl du plonib, ce ne sera que
s sez pas pervertir, mais nesongez pas á convertir les au-
du plomb; vouloir luí donner le briliant de l’or, c’esl lui di»n-
í tres. Laissez-les jouir tranquillement de leurs erreurs
ner un ridicule, cette lourde maliére n’en esl pas susceptible.
Pour les maniéres eiléricures, le liant, la polilessc, je crois i dans le goút comme duns la religión. Le goút en Franco
qu’on peut les acquérir par l’usage, pourvu qu’il y ail un I a cu, depuis un siécle et demi, bien duhaut et du has,
cerlain fonds de sens commun, puisqu’on les voil si souvcnl ! aussi bien que la France méme. Le bon goút commcnca
couvrir, et méme orncr, de pclils esprils, el de graiids dé- i seulement á se faire jour sous le régne, je ne dis pas do
fauts : au moins vous incncrcz volrc eléve aux bonnes écolcs í Louis XIII, mais du cardinal dellichelieu, et fut encore
pour les apprendre. Inlroduil par vous, il faul qu’il soil une > épuré sous cclui de Louis XIV, grund rol, s’il n’élait pas
btHc des plus indóciles, s’il ne les apprend pas. Je cumple > grand homme.
qu’en quinze jours d’ici il aura l’honneur de vous faire sa i Corneille était le restaurateur du vrai, et le fondateu*
cour, élanl acluellcmenl sur la rente de Provence á París. Tr. ? du théátre frangís*, se ressentant toujours un peu ¿v®

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198 CARTAS

Concedí des Italicns, et des Agudezas des Espagnols, en langne vulgalro, vous plaira et vous Instruirá égale-
témoin les épigrammes qu’il fait dé bíter á Chiméne daña ment.
tout l’excés de sa douleur. Comme je vous lalfese sur votre bonne fol & París sana
Mais avant son temps, les troubadours et les roman- surveillant, je me flatte que vous n’abuscrez pas de ma
ciers étalent autant de fous qui trouvaient des sots pour conflance. Je ne demande pas que vous soyez capucin;
les admirer. bien au contraire, je vous recommande les plaisirs*, mais
Vers la fin du régne du cardinal de Richelieu, et au j’cxige que ce soient les plaisirs d’un honnéte homme.
commencement de ceiui de Louis XIV, l’hótel de Ram- Ces plaisirs-lá donnent du brillant au caractére d’un
bouillct etait le temple du goút, mais d’un goút pas tout- jeune homme; mais la débauche avilitet dégrade. J’aural
á-fait encoreépuré. C’étaitplutót un laboratoire d’esprit, des relations trés vrales et détaillées de votre conduite,
oú l’on donnait la torture au bon sens pour en tirer une et selon ces relations je serai plus ou moins ou point du
essence subtile. Voiture y travaillait, et suait méme á tout'á vous. Adieu.
grosses gouttes pour faire de l’esprit; mais enfin Boileau P. S. Faufilez-vous autant que vous pourrez avec les
ct Moliere fixérent le goút du vrai, en dépit des Scudéry ministres étrangers: c’est voyager en différents endroits
et des Calprenéde, etc. lis déconfirent et mirent en fuite sans changer de place (a).
les Artaménes, íes Jubas, les Orondates et tous eos
héros de romans, quivalaient pourtant chacun seul une
arméc. Ces fous cherchérent dans les bibliothéques un
asile qu’on leur refusa, et lis n’en trouvérent que dans TRADUCCION DE LA CARTA ANTERIOR.
quelques ruellos. Je vous conseille pourtant de lire un
tome de CUopdtre et un de Clélie, sana quol 11 voua sera Londres, 24 de Diciembre de 1750.
impossible de vous former une idée de eos extravágances,
mais Dieu vous garde d’aller jusqu’au douzléme !
Le goút resta pur et vrai pendant presque tout le régne Mi QUERIDO AMIGO.
de Louis XIV, ct jusqu’á ce qu’un trés-beau génle y don-
nát, sans le vouloir, quelque atteinte. C’était M. de Fon- Al fin eres ya un Parisiense y como á tal debo escri­
tenelle, qui, avec tout l’esprit du monde et un grand birte en francés. Espero que me contestarás en el mismo
savoir, sacriflait peut-étre un peu trop aux gráces, dont idioma para que pueda yo juzgar del grado en que posees
11 était le nourrisson et Üéldve tavori. Admiré avec raison, la elegancia, la delicadeza y la ortografía de una lengua
on voulait 1’imller; mais malheureusement pour l’auteur que en cierto modo ha llegado á ser universal en toda la
des Pastorales, de VHistoire des Oracles et du Théátre Europa. Se me ha asegurado que la hablas muy bien,
Frangais, ii trouva moins d’imitateurs que le chevaiier pero en esto hay su mas y su menos, y el que fuera de
dUer ne trouva de singes. Contrefait depuls par mllle París tenga fama do hablarla con perfección, pasará por
auteurs, il n’a pas été imité par un seul, que je sache. Galo en aquella capital. En ese pais de la moda, el idio­
A l’heure qu’il est, l’emplre du vrai goút ne me parait ma mismo tiene la suya, que cambia con la misma fre­
pas trop bien afTermi en France. II subsiste á la vérité; cuencia que la de los vestidos.
mais il est déchiré par les partís. 11 y a le partí des petits- La afectación de estilo, el refinamiento y el neologis­
maitres, celui descaillettes, celui des auteurs fades, dont mo, están ahora muy en boga en París. Procura conocer
les ouvragcs stfnt verba et voces et praeterea nihil, et esta diversidad de locuciones ; obsérvalas y úsalas enho­
enfin un partí nombreux et fort d’auteurs á la tnode, qui rabuena, pero no corrompas tu gusto con ellas. El inge­
débitentdans un galimatias métaphysique leurs faux nio también paga tributo á la moda, y actualmente es
rafílnements sur les mouvements et les sentiments de preciso tenerlo en París á despecho de Minerva. Todo el
l’Ame, du cceur etde l’esprit. mundo corre tras él, que, por decirlo d^aso, si no se
Ne vous en lalssez pas imposerpar la modo ni par presenta naturalmente y sin que lo soliciten, jamás se
des diques que vous pourrez fréquenter; mais essayezde deja coger. Pero los que lo buscan, atrapan por bu des-
toutes ces diftérentes espéces avant que de les recevolr
en paiementau coin du bon sena et de la raison, et soyes
bien persuadé que ríen n’est plus beau que le vrai. Tout
brillant qui ne résulte pas de la solidité et de la pensée
n’est qu’un faux brillant. Le mot italien sur le dlamant (a) 48 de Diciembre. El autor á la marquesa de Monconaeil:
est bien vrai á cet égard : quanto piü sodezza, tanto piü Voici a la fio, Madame, votre futur éléve que j’ai l’hon-
splendore. neur de vous présenter : pignore pourtant assez quel présent
Tout ceci n’empéche pas que vous ne deviez vous con- je vous fais; je sais seulement que quel qu’il puisse élre ac-
formerextérieurementaux modes etaux tons desdifTé- tuellement, il ne tiendra qu’a vous de le rendre bien presen­
rentes compagnies oú vous vous trouverez. Parlez épi­ table k l’avenir. II y a de certains exemplcs qui sont plus
grammes avec les petits-maitres, sentiments faux avec instructifs que tous les préccptes du monde. Comme vous avez
les caillettes,etgalimatias avec lesbeaux-espritsparétat. pris la résolution de ne pas faire des gar^ons vous-méme,
A la bonneheure : á votreáge, ce n’est pas á vous á don- adoptes pour quelque temps au moins celui-ci; l’adoption est
cent fois plus importante que la fa^on, qui n’est, A ce qu’on
ner le ton á la compagnie; mais, au contraire, á le pren-
dit, quo fortuile. Je n’ai pas des vues ambilieuses pour votre
dre. Examinez bien pourtant, et pesez tout cela en vous-
éléve; je ne demande pas qu’il gagne des provinces : je de­
meme; distlnguez bien le faux du vrai, etne preñez pas mande seulement qu’il gagne des emurs, qu’il soit poli et
le clinquant du Tasse pour l’or de Vlrgile. aimabie, et qu’il ait les sentiments et les maniéres d’un bon-
Vous trouverez en méme temps á Paria des auteurs et néte bomme, c’esl-á-dirc que vous l’adoptiez et que je puisse
des compagnies tres solides. Vous n’entendrez point des l’appeler le petit Stanhope. Tréssérieusement, Madame, point
fadaises, du précieux, du guindé, chez madame de Mon- de ménagements, point de politesses de votre part, mais pre­
conseil, ni aux bótele de Matignon et de Coigny, oü elle ñez avec lui ce ton d’autorité, auquel l’amilié dont vous m'bo-
vous presentera. Le président de Montesquieu ne vous norezest le moindrede vos droits: gouvemez despotiquemenf;
parlera pas pololee; son livre de l’Esprit des Lois, écrit un tel esclava ge lui sera aussi utile qu’agrcable. Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD 190

gracia cierto que sé yo, que toman por ingenio y lo ven­ graciadamente para el siglo, el autór de las Pastorales,
den por tal. Les sucede precisaínente lo que á Ixion, que de la Historia de los Oráculos, y del Teatro Francés,
abrazó una nube en vez de la diosa á quien perseguía. encontró menos Imitadores que mimos el caballero de
De este error resultan esos bellos sentimientos que jamás Iler. Remedado después por mil autores, no sé yo que
se han esperimentado, esos pensamientos falsos que la haya sido imitado por uno solo (a).
naturaleza nunca ha producido, y esas espresiones em­ Me parece que el asiento del verdadero gusto no se
brolladas y obscuras que no solo no se comprenden, sino halla en el día bien establecido en Francia. Subsiste en
que ni se pueden descifrar ó adivinar. Las dos terceras verdad,pero despedazado por las facciones. Hay el par­
parles de I03 libros franceses que salen ahora á luz, se tido de los petimetres, el de las bachilleras, el de ios au­
componen de estos Agredientes, tai es el nuevo arte de tores insípidos, cuyas obras son verba et voces et pra>-
cocina del Parnaso; se emplea el alambique en vez de la terea nihil,y en fin, el partido numeroso y muy á la
olla y el asador, abundan las quintas esencias y los es- moda de escritores que por medio de una gerga metafí­
tractos, y se proscribe la sal ática. Necesario te será co­ sica discurren falsa y sutilmente sobre los movimientos
mer de cuando en cuando algunos platos de esta nueva y sentimientos del alma, del corazón y del espíritu. No
cocina, pero no permitas que corrompan tu gusto; y te dejes dominar de la moda ni de ningún corrillo parti­
cuando quieras átu vez obsequiar á los demás, estudia el cular á que puedas asistir; ensaya’la ley de estas dife­
escelente aunque viejo arte de sazonar del reinado de rentes monedas antes de recibirlas en pago. Deja que tu
Luis XIV, en cuya época había cocineros admirables co­ propia razón aprecie el valor de cada una de ellas, y per­
mo Cernedle, Boíleau, Racine, La Fontaine, ect. Todo lo suádete de que nada es mas hermoso que la verdad.
que ellos preparaban era simple, sano y sólido. Pero de­ Todo brillo que no dimana de. la solidez y del pensa­
jando la metáfora, note dejes deslumbrar por el falso miento, no es mas que falso resplandor. El dicho italia­
brillo, las espresiones buscadas ni los antítesis á ia moda; no sobre el diamante puede aplicarse muy bien al inge­
para precaverte acude á tu propio buen sentido y á los nio, quanto piú sodezza, tanto piú splendore. Tuda
autores antiguos. Por otro lado, no te burles de los que esto no impide que te conformes esteriormente con la
caen en semejantes errores; eres aun muy jóven para mod? y tono de las diferentes sociedades á que asistas.
aparecer como crítico ó como severo vengador de los de­ Habla epigramas con los petimetres, sentimientos falsos
rechos del buen sentido. Procura únicamente evitar c! con las bachilleras y greguería con los beaux esprits
cuntajio, pero no iutentes curar á los demas; deja que de profesión. De este modo querría yo que obrases, por­
gocen tranquilamente de sus errores, tanto en materias que átu edad no.cac bien dar el tono sino recibirlo. Exa­
de gusto como de religión. Durante el curso del último mina sin embargo, y pesa todo esto en tu alma ; distin­
siglo y la mitad del presente, el gusto ha sufrido en Fran­ gue bien lo falso de lo verdadero y no tomes el oropel
cia, del mismo modo que el reino, multitud de vicisitu­ del Tasso por el oro de Virgilio.
des. Bajo el reinudo, no diré de Luis XIII, sino del carde­ Hallarás al mismo tiempo en París sopiedades de au­
nal de Ricbelieu, comenzó á dejarse ver el buen gusto ; tores muy sólidos. No oirás en casa de madamas de Mon-
se reúno bajo el de Luis XIV, gran rey, si no grande conseii, Matignon y Coigny, conversaciones insignifi­
hombre. Corneille, aunque un poco inclinado á los con- cantes, vagas y afectadas ; M. de Montesquieu no te ha­
celti de los Italianos, y á las agudezas de los Españoles, blará en estilo epigramático ; su Espíritu de las Leyes,
como lo prueban los epigramas que pone en boca de escrito en lengua vulgar, te agradará al paso que to
Chimene cuando esta se halla mas aílijida, fué el restau­ instruirá.
rador del verdadero gusto y el fundador del teatro fran­ Como te dejo en París á tu buena fé y sin director, me
cés. Antes que Corneille viviese, los autores ambulantes lisonjeo de que no abusarás de mi confianza. No exijo
llamados trobadores ó romanceros, eran otros tantos lo­ que seas un capuchino ; al contrario, te recomiendo las
cos que atraían la admiración de los necios. Háciael fin diversiones, pero requiero que sean las de un caballero.
del reinado del cardenal Ricbelieu, y al principio del de Tales recreaciones realzan el carácter de un jóven; pero
Luis XIV, el hótel de Rambouillet era el templo del buen la relajación lo envilece y degrada. Tendré noticias muy
gusto, pero de un gusto no enteramente depurado; era ciertas y exactas de tu conducta, y con arreglo á ellas
mas bien un laboratorio de Ingenio, en donde se aplíca­ seré mas ó menos tuyo, ó bien dejaré de serlo absoluta­
la la tortura al buen sentido para extraer una esencia mente. A Dios.
sutil. Allí fué donde Voiture trabajó empeñosa é Ince­ P. D. Haz todo lo posible por colarte entre los minis­
santemente para crear ingenio, mas al fin Boileau y Mo- tros estranjeros, y si lo logras viajarás por diferentes
iiére fijaron el estandarte del verdadero gusto, apesar de países sin cambiar de lugar (¿>).
los Scudery, Calprenede, ect.: derrotaron y pusieron en
fuga á los Artemenes, Jubas, Oróndates, y todos aque­
llos héroes de novela, con todo y valer un ejército cada
uno de ellos. Estos locos buscaron en las bibliotecas un
asilo que se les rehusó, y solo lo encontraron en los mo­ (а) Voltaire hablando de Fontenelle dice :
destos aposentos de algunos particulares. Te aconsejo • L’ignorant l’enlcndit, le savant l’admira! •
sin embargo, que leas un Como de Cleopalra y otro de
Clelia, sin lo cual sería imposible que te formases Idea (б) 24 de Diciembre. El autor á Madama Du Bocage. Esta
de estas estravagancias; pero Dios te preserve de ir hasta señora se distinguió por sus conocimientos literarios, y com­
el duodécimo volumen. puso el poema francés titulado La Culombiade.
Durante casi todo el reinado de Luis XIV, el verdadero
gusto conservó su pureza, hasta que recibió alguna alte­ Madame,
ración, aunque sin designio, de un ingenio muy bello. M. Stanbope, mon parent, dont j’ai eu l’honncur de vous
Hablo de M. de Fontenelle que con el mayor talento y la entrctcnir en Anglcterrc, a ceiui de vous porter cettc lettre á
instrucción mas sólida, sacrificó tal vez demasiado á las París. Je ne sais s’il esl digne de vous ¿tre présenté , mais je
gracias, quienes le habían criado y écholo su favorito, sais que chaqué fois qu’il aura l’honneur de vous voir, il de-
fué admirado con razón, y se trató de imitarle ; pero des­ viendra plus presentable. Si Tespritse comrauniquail comino

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200 CARTAS

rá mas de lo que necesita. Cuando en consecuencia de


esta súplica te indicaren algún pequeño error ó impro­
piedad, no solo debes esperimentar, sino también espre-
sarles el mas vivo reconocimiento. Aunque la naturaleza
Londties, 3 de Enero de 1751. sufra al principio con semejantes avisos, diles que mira­
rás la critica mas severa como la mayor prueba de s:t
amistad. Madama de Bocage me escribe para que te lo
Mi querido amigo. repita, que siempre recibirá con placer el honor de tus
visitas; que es cierto que á tu edad el placer de la
Por tu carta del 21 veo que tu vida Parisiense ha co­ conversación es frió, pero que ella tratará de relacio­
menzado bajo buenos auspicios ; ya estás introducido en narte con otros jóvenes ect. Vivlefto tan cerca de su
la buena compañía y espero que no te sumergirás en la casa, debes aprovechar esta ocasión y visitarla con fre­
mala. Frecuenta las casas en donde te se hubiere invi­ cuencia. Su marido me escribe que le será muy grato ir
tado una vez, y no muestres, como tus compatriotas, contigo á la comedia y que te indicará todo lo que me­
aquella fría reserva que siempre hace que se les consi­ rezca ser visto. Esta oferta oficiosa debe aceptarse, por­
dere como cstranjeros, en donde, si quisiesen, podrían’ que es hombre de gusto. Lady Hervcy todavía no me ha
ser acogidos con intimidad. En.cualquiera parte que se escrito nada sobre tí; pero como me dices que ya has
te hicieren ofertas para cenar cuando to pareciere, ad­ cenado con ella una vez, te considero como bien recibi­
mite con reserva el favor, y ve una que otra vez. Estoy do ; manifiéstale todos tus pequeños embarazos, con­
seguro deque Lord Albermarle será muy bondadoso para súltala en las dificultades que puedan ocurrírte y pre­
contigo; pero solo invita á comer en su casa, y se me ha gúntale lo que debes hacer ó decir en tal ó cual caso ; es
dicho que los Franceses no la frecuentan. Si gustare em­ muger de mucho mundo y te ayudará á adquirirlo. Ma­
plearte en su escritorio, que lo dudo mucho, debes tra­ dama Berkenrode est pCtrie de gráces, y puede muy
tar de escribir mejor de lo que acostumbras, so pena de bien aplicársele tu espresion. Me atrevo á decir que serás
desacreditarte por tu mala letra, que no es la de un hom­ recibido en su casa tan á menudo como gustes, y te a-
bre de estado ni de un caballero, sino mas bien dte un consejo que cenes con ella una vez á la semana.
niño de escuela que escribe sus planas con esperanza de Dices con sobrada razón que ahora que M. Harte va á
que no serán examinadas. separarse de tí, necesitas mas consejos que nunca. Los
Madama de Monconseil se espresa muy ventajosamen­ míos no te faltarán, y son tantos los que has recibido,
te de tí, como también el marques de Matignon y mada­ que muchas veces me acontecerá repetir en vez de au­
ma de Bocage*, los tres dicen que deseas agradar, y me mentar los que ya te he enviado; esto será lo que tenga
aseguran que lo conseguirás ; tienen razón, porque cual­ yo que hacer, añadiendo sin embargo, alguna cosa, se­
quiera que desea realmente agradar, y posee como tú los gún las circunstancias; por ahora solo te recordaré los
medios que para ello se requieren, alcanza su objeto in­ dos grandes objetos que no debes perder de vista: el
faliblemente, y adquiere aquel gran don que hace fáciles parlamento y ios negocios cstranjeros. Por lo que toca
todas las demas cosas. al primero, nada puedes hacer mientras te halles fuera
Siempre que te hallares con madamas de Monconseil, de este reino, sino tratar de adquirir un estilo puro, cor­
de Bocage ú otras mugeres de calidad con quienes tengas recto y elegante, con una pronunciación clara y agrada­
mediana confianza, diles con franqueza y naturalidad : ble sea cual fuere el Idioma que hablares. Los conoci­
conozco poco el mundo, en el cual soy muy novicio ; mientos parlamentarios correrán por mi cuenta cuando
mis deseos de agradar son vehementes y espero que Vd. vuelvas aquí. Respecto ¿ los negocios cstranjeros todo lo
tendrá la bondad de comunicarme su secreto de agra­ que hagas en tus viajes debe tender á este objeto. Tu
dar á todos. De este modo haré mi fortuna sin que lectura debe principalmente contraherse á la historia ¡
por eso salga Vd. perjudicada, pues siempre le queda- no hablo déla historia remota, obscura y fabulosa, ni
mucho menos de la de ios fósiles, minerales y plantas,
sino de la historia política y de las constituciones de
Europa durante los tres y medio últimos siglos. Otra
cosa indispensable para los negocios cstranjeros, y no
la petite Yérole, je luí procure ene belle occasion d’en pren- menos necesaria por cierto que las letras antiguas y
dre, el de la meilicuresorte;mais il esltréssürqu’on prendin- modernas, es el conocimiento del mundo, de los moda­
seiisiblemcnt le ton ct les manieres de ceux qu’on fréquenle. les y del tono de la buena compañía. Con esta mira de­
C’est pourquoi je vous suppiie, Madame, soulTrez qu’il vous bes frecuentar lo mas que puedas las mejores sociedades.
fasse de temps en temps sa cour comme ami de volrc maison, Parece ridiculo decirte, y sin embargo es muy cierto, que
aux beures qu’il vous sera fe moins inconimode : il y a des tu maestro de baile es actualmente el hombre mas im­
exemples qui valent mieux que (ous les préceptes du monde, portante para ti. Es necesario que bailes bien, á fin de
et deseonseils meilieurs que des ordres. II connall déja el res­ sentarte, tenerte en pié y andar como es debido. Con­
pecte, comme tout le monde, volre réputalion; mais saos com- vengo en que tus horas se hallan distribuidas entre tus
plimenl, vous valcz encore mieux, ce qu’il saura bien á me­
ejercicios, tus lecturas y la asidua asistencia á las mejores
sure qu’il aura l’honneur de vous connaltre personnelienieut.
sociedades ; pero el día bien empleado basta para todo,
Je vous demande eu gráce, madame, point de fefons, poiut
d’indulgence á son égard; mais preñez avec luí ce ton d’auto- y estoy seguro de que no perderás un solo instante. El
rité, auquel 1'amilié, donl vous m’bouorez, cst le moindre de vigor y la actividad son muy propios de tus años, como
vos droits, Ne lui pasaez ríen, ordonnez souverainemcnt, et, también la alegría y prontitud en ejecutar todas las co­
n en déplaise á M. de Montcsquieu, j’ose répondre que son sas ; la diferencia consiste en que un jóven de capacidad,
obéissance á un tel despotismo n’aura pas la crainte, mais le ejercita estas buenas disposiciones en solicitud de los ob­
choix, par principe. jetos mas preciosos, mas sólidos y mas cómodos para la
Me pardonnez-vous cette liberté? Oui, Madame, je comíais \¡da ; á la vez que un necio encogido ó un estúpido a-
trop vos sentimeuls pour en douter: vous savez aussi ceux, bandonado, desperdicia su fuerza y su juventud en futi­
avec leaquels j’ai l’boDiieur d’étre ole. lezas cuando es formal, ó en vicios degradantes cuando

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DE LORD CÜESTERFIELD

solicita placeres. Estoy seguro de que tal no sucederá formas de gobierno de las diferentes naciones de Europa.
contigo , tu buen sentido y buena conducta son para mí 'Esta clase de saber, muy descuidado aquí, te hará pre­
garantes de lo futuro. Con solo que continúes en Paris cioso en tu futuro destino y te llevará lejos. M. Harto
del modo que bas comenzado, llegarás á ser lo que he agrega que te hacian falta algunos libros relativos á
deseado, es decir, tan perfecto como puede permitirlo la nuestras leyes, constitución, colonias y comercio, sobre
naturaleza humana. cuyas materias «abes menos que de ningún otro país de
A Dios, querido mió, recuerda escribirme una vez á la Europa. Yo te enviaré libros que traten en compendio
semana, no como á un padre, sino sin reserva como á de estos asuntos; pero ahora no tienes bastante tiempo
un amigo (a). para profundizarlos, ni para engolfarte en nuevos in folio.
Es necesario diferir este estudio hasta que regreses á mi
lado; entonces examinaremos seriamente nuestra cons­
-♦•o-XjO-c-c < •- titución y leeremos juntos las obras que tratan de ella.
Entre tanto continúa tus estudios sobre los negocios
estranjeros; conversa Con los ministros y otras personas
respetables, espía las transaciones de todas las cortes y
trata de descubrir sus verdaderas miras.
Losdbes, 14 de Bncro de i751. En primera oportunidad te enviaré un libro pequeño
escrito por Lord Bolingbroke bajo el titulo de Sir John
Oldcastle, que contiene observaciones sobre la historia
Mi querido amigo.
de Inglaterra, y que no solo te dará una nocion general
de nuestra constitución, sino que te servirá al mismo
Entre las muchas cosas buenas que M. Harte me ha
tiempo, como todas las obras del mismo autor, de mode­
dicho de ti, hay dos que me procuran gran placer. Pri­
lo de elocuencia y de estilo. También te enviaré la obrila
mera, que eres muy celoso de tu reputación, base sólida
de Sir Josiah Childe sobre el com érelo que puede lla­
sobre la cual debes construir y elevarle. El carácter moral
marse propiamente gramática comercial, porque esta­
de un hombre es cosa mas delicada que el honor de una
blece los verdaderos principios del tráfico, y las conclu­
muger : uno ó dos deslices pueden perdonarse si se re­
siones que deduce son en lo general muy esactas. Yaque
paran después con una conducta inmaculada; pero ci
sueles dirigir tus reflexiones hacia el tráfico y el comercio,
carácter moral de un hombre una vez lachado, es impo­
lo cual es muy de rni aprobación, te recomendaré una
sible quitar la mancha (6). La segunda es, que has ad­
obra francesa que hallarás fácilmente en Paris, siendo la
quirido conocimientos muy esactos y estensos délos ne­
mejor que yo conozco sobre esta materia: hablo del Dic-
gocios estranjeros, como la historia, los tratados y las
tionnaire de Commerce de Savary, tres volúmenes en
folio,en que hallarás lodo lo relativo al tráfico, comercio,
cambio, monedas ect. arreglado con ¡a mayor claridad,
no solo respecto de Francia, sino de todo el mundo. Bien
(a) Enero 7. El autor á la marqueso de Monconseil : te imaginarás que no le aconsejo que leas este libro de
un tirón, sino solo que lo tengas á la mano para consul­
Je suis cbarmé, Madamc, que vous soyez si contente de
tarlo ocasionalmente. Con este caudal de saber y de co­
notre enfant, coinuic vous vuulcz bien Pappeler, pour inoi je
nocimientos útiles que has adquirido, y que por tu apli­
«uis contcnt, des que vous croycz qu’il esl du bois propro ú
étre poli : Paris, sous vos auspices el vos ordres, fera le reste.
cación é industria aumentarás cada día, puedes prome­
Je ne vou»dirai pas ce qu’il m’a écril sur votre sujet; votre terte un porvenir ilustre en el mundo; y sí realzas estas
panégyrique n’y est pas lout-á-fail si bien lounié que celui riquezas con los modales, gracias cct.,yo no sé á qué cosa
de Pline, maisil me parall partir plusdu cieur. II est pénétré no podrías aspirar con el tiempo. Tus esfuerzos en Paris
de vos bontés, ct je vois qu’il en connalt lout le prix, car il deben dirigirse principalmente á adquirir el tono de la
me rceommande instamment de vous supplier de vouloir bien buena compañía, á ser urbano sin ceremonia, desemba­
luí dire nalurcllement jusqu’a sos moindres ddfauls. Vous me razado sin negligencia, firme y seguro con modestia,
demandez si je cumple de le laisser á Paris sur sa bonne foi ; agradable sin afectación, insinuante sin bajeza, alegre
je vous réponds qu’oui, et je vous en donnerai mes raisons. sin estrépito, franco sin indiscreción y reservado sin
Son gouverncur, auquel je puis me fier, m’assure qu’il n’y a misterio; á conocer el tiempo y lugar á propósito para
pas le moindre risque. Cela étant, nous voilá en quelque fa^on todas las cosas, y á ejecutarlas con aire de hombre de
á l’abri des grands écueils de la jcunesse ; el pour le reste, je condición. Todo esto no se aprende tan fácilmente como
crois qu’il est bon qu’un jeune hoimne s’accoutunie de bonne algunos se imaginan, sino que demanda tiempo y obser­
beure a se tirer d’affaire, et a no pas s’appuyer sur un autre : vación. El mundo es un libro inmenso que exige mucho
d’aillcurs, je n'ai jamais vu qu’un gouverncur facililAt á son tiempo y mucho estudio. Tú no has leído todavía mas
eléve l'enlree dans les bonnes compagnies; rnais au con Ira i re,
que cuatro ó cinco páginas de este gran volumen, y por
j’ai souvcnt vu qu’ils la leur fermaicnt. En cffel, on lolére
ahora apenas te queda tiempo para pasar de cuando en
bien un jeune liomme dans des compagnies oü on ne le souf-
frirait pas s’i! élail loujours accompagné d’un gouverneur sé- cuando ios ojos por otros libros menos importantes.
rieui el rébarbatif. De plus, j’ai lanl de surveillantssur lui á He sabido que Lord Albermarle escribió aquí á uno
Paris, que c’est impossible que j’ignorc sa conduitc quinze de sus amigos, que no vas á su casa con la frecuencia que
jours de suite, et il sait fort bien qu’au premier faux pas, je esperaba y desea, que temo que alguno te haya comuni­
le ferai revenir. cado impresiones poco favorables á su persona, y que
es probable que yo piense, por lo poco que visitas su’
(6) Ten sentido de tu fama casa, que no se ha mostrado atento para contigo. Con­
Y nunca te olvides de ella, testé á la persona que me dijo esto, que al contrario,
Que si es ciara y no se infama, tus cartas me decían que te hallabas estrcinndamente
La mas excelente dama satisfecho de los cumplimientos de Lord Albermarle, pero
Comparable no cs.con ella. que te veías obligado á renunciar el placer de comer
(Abanda.) Tr. fuera de tu casa, durante tu curso de filosofía espori-

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203 CARTAS

mental. Adiviné sin embargo la verdadera razón, porque Ignoras, y consultar con los que las saben á fuerza do
como no rec’beá ningún Francés, supuse que preferirías práctica y esperiencia El buen sentido y la buena índole
comer en mejor sociedad que la de tus compatriotas, y sugieren naturalmente el uso de la cortesía; mas en c|
tienes razón ; c<»n todo, mi aviso es que no te muestres aire y maneras de la gente fina, hay mil delicadezas
frío con Lord Albermarle, sino que lo visites y comas con pequeñas que solo reposan sobre la costumbre, y son
él mas amenudo de lo que desearías, para que hable bien las que distinguen al cortesano y ai hombre de calidad,
de ti á su regreso á Inglaterra, donde goza de mucha del vulgo. Diferentes personas me aseguran que has
reputación, y sus recomendaciones podrán serte muy hecho muchos progresos; y uno de mis corresponsales
útiles Por lo resillar las gentes forman juicio del carác­ te hace un cumplimiento verdaderamente francés : J’ose
ter délos hombres, y de todo en general, mas bien por vous promettre qu’il sera bientbt comme un de nous
lo que oyen que por lo que piensan ; la decisión de autres. Aunque este discurso parezca estraño en boca
cinco ó seis personas de crédito en la sociedad, no tiene de un Francés, me alegro que ellos mismos te lo apli­
apelación, especialmente tratándose de caracteres que quen ; porque no solo querría que siguieses las huellas
todo el mundo puede oir describir pero muy pocos juz­ de los sujetos mas distinguidos, sino que rivalizases con
gar. No hables sobre esta materia con ningún mortal, y ellos y adoptases los mejores usos y costumbres de cual­
mucho menos con Lord Albermarle. quiera pais en que pudieres hallarte; porque en esto
He sabido que lx>rd Himlincdon y Lord Stormonthan consiste aquella versatilidad de maneras tan útil en el
llegado á París, é indudablemente los habrás visto. curso de la vida. Elige bien tus modelos en París, y
Aquí se habla muy bien del segundo; peto si formas trata de competir con ellos; allí hay palabras, frases y
conexión con ellos, dá la preferencia al primero, por aun ademanes á la moda, que se llaman de buen tono,
las razones que fácilmente adivinaras. sin contar ciertas ligeras señales de comedimiento que
M. Harte partirá esta semana para Cornualla con no son nada en sí mismas, y que la moda ha hecho
objeto de tomar posesión de su beneficio; ha sido Insta­ necesarias. Practica todas estas cosas hasta el punto de
lado en Windsor, y volver/aquí dentro de un mes, de obligar á los Franceses á que digan ; on le prendrait
modo que entonces podrás entablar con él una corres­ pour un Franjáis; y cuando fueres después á otras
pondencia literaria. El mutuo sentimiento que uno y córtcs, manéjale del mismo modo, conformándote con
otro sintieron al separarse, forma el elogio do ambos. los mejores usos y maneras del lugar (a), lo cual no
A Dios. (a). hacen los Franceses; porque vayan por donde fueren
llevan consigo sus modales, persuadidos de que son los
mejores; mas aun concediendo que así sea, hacen mal
de no conformarse con los del pais en que se bailan. El
deseo de agradar se siente en todas partes, y no hay
lisonja mas inocente que la de aprobar ios gustos de las
gentes y confdP-i^rse con ellos.
Espero que tus ejercicios con Marcel (b) marchan á
Londres, 21 de Enero de 1751. medida del deseo; no desdeñes estas ridiculas aunque
importantes lecciones; pide á tu profesor que atienda
Mi querido amigo. muy particularmente el capitulo de la esgrima -. este ejer­
cicio, mas que ningún otro, hace al hombre ligero y de­
En todas las cartas que recibo de Pari9, tengo el pla­ sembarazado. La tesura del puño haría parecer mal á cual­
cer de encontrar entre mil otras cosas buenas, unos quiera hombre. Otra cosa á que debe atenderse es á tu
elogios muy expresivos de til docilidad, medio seguro entrada en un salón y á la manera de presentarte en una
para alcanzar lo único que te falta; quiero decir, aque­ concurrencia; las primeras impresiones dependen de
llas pequeneces en verdad, pero muy necesarias. Como esto, y son por lo regular las mas durables. Te encargo
son cosas de costumbre y de moda, no es vergonzoso pues, que digas al profesor Marcel, que te haga entrar y
que las ignore un joven de tu edad, y el medio de apren­ salir repetidas veces como si hubiese en la sala de baile
derlas mas pronto es confesar Ingenuamente que las diferentes personas, ministros, muge res ect. (c). Ix»

(a) Enero 4 4. El autor ¿ Madama da Bocage : (a) Alguno dijo:


En vérité, Madame, ma reconnaissancc égale votre bnnté, Dum fueri^Roms romano vi vito more ;
c’esl loutdire en deux mots. Deux feuilles de complimenls n’en Dum fueris alibi vivito sicutibi.
marqueraient pas si bien l’étendue : aussi mon jeune voyageur
(b' El mas célebre bailarín de aquellos tiempos. Una vez
senl, comme il le doit, les attenlions dont vous l’avez comblé.
dijo lleno de entusiasmo falso ó verdadero : que de chases dans
Jl se fail gloire d’avoir refu vos ordres au sujet d’un maltrede
un menuell En otra circunstancia dijo ¿ uno de sus discípulos
danse ; ii se considere comme votre fila adoptif; il fait méme
ingleses : Monsieur, on sanie dans les autres pays, on ne danse
allusion i je ne sais qui dans la fable, dont les Muses se char-
qud París.
gérent do son éducation II est súrement en bonne école ; s’il
n’en proíite pas, ce sera sa faute, puisque vous daignex l’in- (c) La insistencia con que el autor recomienda el baile á su
Mruire par vos conseils, el par vos exemples. Non seulement hijo, ha sido condenada por los censores de estas cartas; pero
il n’a pas l’usage du beau monde, mais je crains qu’il n’ait se han desentendido del principal fundamento de aquellas re­
l’usage du monde Allemand el Ilalicn, ayant passé plus de comendaciones. Doña Josefa Amar y Borbon,cuya autoridad en
quatre ans dans ces deux pays; et comme les bons maltrcs materia de educación y de moral no es nada sospechosa dice :
préférenl enseigner a ceux qui n’ont jamais appris, plutdt « El baile ha llegado á ser una parte tan precisa de buena
qu’áceux qui ont eu de manvah principes, il se pourrait que • crianza, que son pocos los que no procuran aprenderlo. No
la raideur alternando, el la panlalouade italienne retarde- • se puede negar que tiene su especial mérito en cuanto sirte
raia|t progrte du bal usage..,, Tr. • para agilitar el cuerpo y dar mas gracia a sus movimiento].

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DE LORD CHESTERFIELD 203

que se presentan bien tienen cierto aire de dignidad, V ¿ Hay algunas formas particulares prescritas para
sin apariencias de orgullo, que gana los corazones é ins­ la elección de un rey de los Romanos, diferentes de las
pira respeto. requeridas para la elección de un emperador ?
No repetiría yo tan á menudo ni entraría en tan largos 2a ¿Un rey de los Romanos no es electo tan iccí(Una­
detalles de estas pequeneces, con hombre menos pro­ mente por los sufragios déla mayoría de los electores
visto que tú de conocimientos sólidos y útiles. las gen­ como por los dos tercios ó la unanimidad de ellos ?
tes frivolas atienden á estas materias de preferencia, 3a ¿Existe alguna ley 6 constitución particular del im­
porque ignoran todo lo demas. Mi temor respecto de tí perio que distinga, en la substancia ó en la forma, la
es, que sabiendo cosas mejores veas estas con mucho elección de un rey de ¡oS Romanos de ia de un empera­
desprecio, y las consideres mucho menos importantes de dor ? La bula de oro de Curios IV no sirve igualmente
fu que son en realidad, principalmente para tí. para uno y otro caso ?
En el trato con las mugeres, y aun con los hombres, 4a ¿ No se establecieron y sancionaron en una asam- * *
las maneras suaves son sumamente atractivas ; esto es bien de electores (he olvidado en qué tiempo) ciertos li­
lo que constituye aquel carácter amable de que los Fran­ mites respecto á la elección del rey de los Romanos ?
ceses hablan tanto y estiman muy justamente. Mas fácH Fueron legales estas restricciones y llegaron á tener fuer­
es sentir que describir esta suavidad : es un compuesto za de ley ?
de diversos ingredientes, complacencia, modales flexibles Cuan feliz soy, mi amado hijo, de poder dirigirme á tí
sin servilismo, dulzura en la fisonomía, en las gesticula­ para que me instruyas con la certidumbre que seré bien
ciones y en la espresion, sea que pienses ó no del mismo informado ! El saber, mas que el ingenio vivo y superfi­
modo que la persona con quien conversares. Observa con cial, es lo que constituye al hombre político. Todo el que
cuidado á los que se hallaren dotados de todas estas co­ domina su asunto, aun cuando sus talentos sean me­
sas que te encantan, y encantan á los demas, y tu pro­ dianos, será considerado en el parlamento y en cual­
pio bnen sentido te hará descubrir muy pronto los in­ quiera otra parte, masque aquel que, con facultades su­
gredientes de que se componen. Debes atender particu­ periores, no conoce la materia que trata sino superficial­
larmente á esta suavidad siempre que te vieres obligado mente ; y si á esta solidez agrcua la elocución, se verá
á rehusar lo que se te pide, ó á decir cosas que no pue­ muy pronto á la cabeza de la asamblea ; pero si no es
den ser gratasá las personas con quienes hablas. En estos orador, no hay conocimientos que basten.
casos es cuando se necesita dorar la pildora. La ama­ I ord Huntingdon me escribe que te ha visto y que has
bilidad consiste en mil pequeneces reunidas; es el renovado tu amistad con él. Dime francamente lo que
warí/er in modo que tantas veces te he recomendado. piensas de este sugeto y de su amigo Lord Stormont;
El respetable M. Harte me asegura que no te falta este como también de los otros Ingleses de distinción que en­
don, y asi lo ereo. Estudia pues y adquiere con per­ contrares. Te prometo un secreto inviolable. Es menester
fección estas maneras amables y poseerás cuanto ne­ que nos escribamos ahora como amigos, sin la menor
cesitas. reserva; mis cartas contendrán en lo sucesivo mil cosas
El abate Guaseo es también uno de tus panegiristas. que escepto tú sentiría yo mucho fuesen sabidas ó co­
Me escribe que te llevó á comerá casa del marques de nocidas de alma viviente. Con facilidad distinguirás los
Saint-Germain, en donde serás muy bien recibido siem­ pasajes que no debes enseñar ni repetir, y yo haré lo
pre que gustares, mientras mas á menudo mejor. Apro­ mismo respecto de ios tuyos.
vecha de todo esto bajo el principio de viajar por dife­ Pasando á otro asunto, porque siento placer al con­
rentes países sin cambiar de lugar. Dice que te llevará al versar contigo, qué progresos has hecho en la lengua ita­
parlamento cuando sojuzgare alguna causa interesante. liana? entiendes el Ariosto, Tasso, Bocacio y Maquia-
Muy bueno me parece esto: visita todas las cámaras velo ? Si así es, sabes lo bastante y puedes aprender el
riendo y oyendo lo que pasa en ellas ; une la práctica y resto leyendo en tus horas desocupadas. Pocos ó ningu­
la observación á los conocimientos teóricos que ya posees nos negocios se discuten en italiano, á no ser en Italia ;
desús derechos y privilegios. Ningún Ingles tiene la me­ y si entiendes bien esta lengua para leer las cartas qiio
nor idea de ellos. puedan dirigírsete, ó para hablarla regularmente con los
No es necesario recomendarte que profundices la pocos Italianos que no saben el francés, no te tomes mu­
constitución política de los Estados de Europa, porque cho trabajo por este lado, basta que tengas mas tiempo
M Harte dice que tu alma tiende particularmente á esta para ello. No sucede así respecto del aleman, porque el
clase de instrucción, y que posees muchos conocimientos hablarlo y escribirlo bien te distinguirá en Inglaterra so­
sobre la materia. bre todo el mundo, y es ademas de suma utilidad para
Ahora necesito hacerte algunas preguntas como á cualquiera empleado en el Imperio como probablemente
°n juris publici peritas, seguro de que podras con­ lo seras tú. Por lo tanto, te encargo que cultives asidua­
testarlas, lo cual confieso es mas do lo que yo podría mente este idioma escribiendo todos los dias cuatro ó
i tacer: se trata do un asunto muy discutido en este mo­ cinco renglones, y hablándolo con todos los individuos
mento. de esta nación que pudieres encontrar.
Ya tienes entrada en varias de las mejores casas do
Paria, y te aconsejo que las frecuentes con confianza,
para lo cual solo se requiere cierto trato y familiaridad
decentes. No quiero decir por esto que te Introduzcas sin *
> Póreitolo recomienda Quíntilínno : ut recta gint brachia, ser consecuente, sino que hagas hasta cierto punto los
• *« iadocla ruslicaqucmamu, ne tlalm indccorus, ne qua cumplimientos de la casa y de la mesa, llamándole á tí
■ itprofemdü pedibusinscistia, ne capul oculiquc ab alia mismo, en tono de chanza, el galopín de aquí, y dicien­
• ^rparis inclinalionc detidean!", es decir, para que el ma- do al dueño ó dueña de la casa: esto me toca á mí ; yo
• nejo de brazos sea airoso, no rustico ni grosero ; para que me encargo de ello y deben Vds. confesar, que lo de­
■ en todas las posturas se guarde el decoro y dignidad cor- sempeño á las mil maravillas. Esta especie de broma
1 respondiente, que no se pise torcido y que la actitud de ia tiene cierta afabilidad atractiva que engendra aquella fa­
• cabeza acompase i los movimientos del cuerpo. » Tr. miliaridad decente, tan agradable como útil en las casas

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201 CARTAS

de personas distinguidas. Las visitas de pura etiqueta, con letras muy pequeñas, peores que las de tu escritura
las comidas, las cenas y los convites ceremoniosos, no es ordinaria. Esto me ha hecho pensar en los mil accidentes
loque necesitas, poique nada agregan á tu instrucción, á que te espones escribiendo mal. Por ejemplo: si es­
ni multiplican tus conexiones; á la vez que entrar y sa­ cribieses de esta manera á un Secretarlo de Estado, in­
lir sin embarazo y á toda hora de una casa, alimenta el mediatamente enviaría tu carta á un descifrador, sospe­
agradable y útil comercio de la vida. chando que hubiese en ella secretos importantes que la
Tengo que enviarte un paquete de libros en primera prudencia aconsejó no fiar á los caracteres comunes. Si
oportunidad, que creo se presentará cuando M. Yorke escribieses así á un anticuario, que supiese que eres hom­
regrese á París. I as obras griegas te las envia M. Harte y bre erudito, trataría de descifrar tu carta por medio de
las inglesas tu muy humilde servidor. un alfabeto rúnico, céltico ó esclavón, sin sospechar ja­
Lee las obras de Lord Boiingbroke con el mayor cui­ más que fuese escritura moderna. Y si enviases un poulrl
dado, tanto por lo que respecta al estilo como al asunto. (a) con estos caracteres á una .bella dama, creería real­
Desearía que pudieses formarte en todos los idiomas un mente que viene del pollero, de donde tiene su origen el
estilo semejante. A Dios (a). nombre de pollos que se dá á esta clase de escritos, por­
que Enrique IV, rey de Francia, acostumbraba enviar
esquelas amorosas á sus queridas con el pollero, bajo
pretesto de enviarles pollos. Te he dicho á menudo-qnc
todo el que no es manco ni ciego, puede escribir con la
forma de letra que guste. Una prueba de que esto depen­
de de tí es, que escribes muy bien el griego y el aleman
Londues, 28 de Enero de 1751. sin que ningún maestro te lo haya enseñado; á la vez
que tu escritura ordinaria que aprendiste de un profesor,
Mi querido amigo. es pésima é intolerable, tanto para los negocios públicos
como para el uso común. No exijo que seas un perfecto
El otro dia me presentaron una libranza de novénta li­ pendolista,, pero sí que escribas como debe hacerlo un
bras esterlinas que se decía habías girado contra mí. Al hombre de negocios, clara y velozmente, y esto solo de­
principio resistí pagarla, no en razón de la suma, sino pende de la práctica. Te aconsejo pues, que busques en
porque no me habías mandado carta de aviso como es Parisun buen maestro de escribir, y que te apliques por
costumbre en estas transacciones, y lo que es mas, por­ un mes únicamente, porque te aseguro que el escribir
que no apercibía yo que la hubieses firmado. El sugeto bien es mas importante de lo que piensas. Tal vez dirás
que me la presentó me suplicó que volviese á mirarla, que cuando escribes mal es porque estás de priesa, mas
asegurándome que al pié descubrirla tu nombre. La exa­ yo te preguntaré, por qué estás siempre de priesa ? Un
miné de nuevo, y con ayuda de mi lente de aumento, hombre de juicio puede estar urgido, pero jamás hace
apercibí que lo que había yo tomado por caracteres de las cosas precipitadamente, porque sabe que nada puede
otro, era efectivamente tu nombre, escrito con las letras hacerse bien con precipitación (b). Puede tener premura
mas pequeñas é imperfectas que en mi vida he visto. En en el despacho de un negocio, pero cuidará de que esto
vano ensayaría yo escribir tan mal; era una especie de no le impida desempeñarlo bien. Los espíritus pequeños
garrapato parecido á este..........(6). Sin embargo, pagué pierden el tino cuando el objeto, como sucede comun­
á todo riesgo, aunque mas bien habría querido perder el mente, es superior á sus fuerzas: corren, se aturden, se
dinero que reconocer por tuya tal firma. Los caballeros y espantan, quieren hacer todo á la vez, y nunca hacen
los hombres do negocios escriben su nombre invariable­ nada debidamente. Un hombre de talento toma el tiem­
mente, bajo el mismo modelo, á fin de hacer su firma po necesario para hacer lo que trae entre manos, y la
tan notoria que no sea muy fácil falsificarla, y firman con urgencia en que se baila solo aparece por su incesante
caracteres mayores que el resto ¡ tú al contrarío, firmas aplicación, prosigue su objeto con calma y firmeza y lo
termina antea de comenzar otro. Convengo en que tu
tiempo está bien repartido, y que tienes muchas cosas
de que ocuparte; pero recuerda que mas vale hacer la
mitad y dejar por hacer el resto, que ejecutar todo muy
(a) Enero 21. El autor á la marquesa de Monconseil: mal. Ademas, los pocos minutos que ahorras escribiendo
.......... J’ai ócrit aujourd’bui h rol re éléve sur le mot h precipitadamente, no rescatarán el ridículo de garabatear
I’oreille que vous m’avcz dit hier ; mais d’une faijon qu’il est como la mas triste manija. Si á mi me ocurren tantas
impossi ble qu’il vous en soup^onne le moins du monde. Je luí cosas para ridiculizar tu mala letra, figúrale cual no se­
conseille, entre autres chotes, une politesso et des attentions ría el caso con los otros que no tienen por tí la parciali­
universcllcs pour tout le monde, sans fairc le moindre sem- dad paternal. Hubo un papa, creo el papa Chigi, justa­
blanl de savoir qu’il en manque. Je m’étends la-de&sus, el je mente ridiculizado por su atención á las cosas pequeñas
luí rccommande de vous consultor. Ayez done la bonté , y su incapacidad en las grandes, y de aquí provino que fñ
Madaine, de lui indiquer cetle poiilesse gónérale que doit avoir le llamase muximus in minimis, et minimus in mañ-
tout bonuéte bomine; car je suis sür que ce que vous lui mis. Por qué ? únicamente porque dedicaba toda su aten­
direz fera plus d’impression sur son espritque tout ce queje ción á bagatelas cuando tenia grandes cosas que desem­
puurrais lui dire, et il a raison. L’usage du monde ne s’ac-
peñar. En este periodo de tu vida, y en la ciudad que
quiert pas dans un jour, il cst vrai, il y faut méme du temps,
mais au moins, il s’acquiert bien plus tót quand il est accom-
pagné de conseils tels que les vótres. Les bonnes maisons ou
vous l’avez placó lui donneront nécessaircnicnt les usages et
les manieres du beau monde. Du cótó du savoir, lo témoignage
que vous m’avez envoyé de notre abbó Sallier lui cst bien glo- («) Poulel significa pollo en francés, y se da igual nombro
rieux. á los billetes amatorios por la razón que asienta el autor.

{b) £1 autor imita en el original la firma de su hijo. Tr. (6) Apresúrale lentamente, dice un proverbio francés. Tn

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DE LORD CHESTEREIELD 205

habitas, solo tienes que aprender cosas de poca Impor­ pero sería de infinita mas consecuencia para tí si lograses
tancia, pero debes acostumbrarte á ellas, á fin de que establecer tu crédito en Inglaterra antes de regresar.
no reclamen lo§ esfuerzos de tu atención cuando tengas, Adelantarás la mitad del camino, porque estoy seguro do
como lo espero, grandes negocios en la cabeza. Habitúa­ que no darás motivo para destruir tan favorables presen­
te á formar bien las letras para que el dia que te fuere timientos. También estoy persuadido de que los elogios
necesario escribir á reyes y ministros, solo tengas que no te inspirarán presunción, y que por otra parte no te
ocuparte del asunto (a). sentirás mortificado de que se piense que te faltan aun
Como pienso eternamente en todo lo que te concierne, algunas prendas pequeñas; sino que al contrario, será
me ha ocurrido una cosa de que creo deber hablarte, á un estímulo para que las adquieras. Voy á hacer un es-
fin de evitar los embarazos que podría sembraren tu ca­ tracto fiel de la carta que he recibido últimamente de un
mino, y es, que como diariamente formas nuevas rela­ amigojulcioso é imparcial.
ciones en París, es imposible que visites tus antiguos ■ Me atrevo á asegurar á Vd. que M. Stanhope será
conocimientos con la misma frecuencia que cuando no n hombre de mérito. Tiene un caudal de instrucción y
tenias otros. Por ejemplo : supongo que á los principios »» una rara memoria, y no ostenta uno ni otro. Desea
siempre te hallabas con madamas de Monconscil, llervey . » agradar y es seguro que lo conseguirá ; su fisonomía
y Bocage, y ahora que te ves introducido en otras casas, » es expresiva, su cuetpo bien formado aunque de me-
no puedes visitarlas tan seguido como antes; poro ten » diano tamaño; sus modales no son rudos ni torpes
cuidado de no darles el menor motivo para que piensen • bian que aun no ha adquirido todas las gracias reque-
que las abandonas por otros conocimientos de mayor » ridas, pero Marcel y el trato de gentes se las procura-
viso y representación, porque esto sería una imprudencia » rán muy pronto. Finalmente, solo le falta lo que no
y una ingratitud que jamás te perdonarían. Visítalas con » debe echarse menos en su edad, quiero decir, el hábito
la misma frecuencia sin permanecer con ellas tanto « y cierta delicadeza de maneras que únicamente se
tiempo como antes. Diles que sientes mucho dejarlas tan » adquieren con el tiempo y la buena compañía. Con sil
pronto, pero que tienes tales y cuales compromisos que * talento pronto las aprenderá, visto que solo frecuenta
la urbanidad no te permite desatender; é insinúa que » las sociedades que mejor pueden procurárselas. »
mas bien querrías estar con ellas. En una palabra, trata Por este estracto, que te garantizo fiel, tenemos tú y
de procurarte tantos amigos y tan pocos enemigos como yo la satisfacción de ver que posees mucho y que te falta
fuere posible. No quiero dar á entender amigos ¡mimos poco. Loque ya sabes debe darte, si es posible, mas mo­
ni confidentes : son tan raros que nadie puede contar destia eslerior, pero al mismo tiempo mas firmeza y mas
arriba de media docena en toda su vida; me refiero á los seguridad de alma; y lo que te falta, que es, como ves,
amigos en el sentido común, es decir, personas que ha­ tan fáeilde conseguir, debe estimular tu atención y mul­
blen bien de tí; que se inclinen á servirte mas que á tiplicar tus esfuerzos. Solo á esto tienes que dedicarte y
perjudicarte, mientras que esto vá ¿le acuerdo con su es tarea agradable, puesto que tu estudio es en medio de
ínteres y no mas. Sobre todo, te recomiendo una y mil Ja sociedad y de los placeres. Las tertulias, los saraos,
veces las gracias^ con las cuales harás en cierto modo las cenas, los teatros son por ahora las únicas escuelas y
cuanto te parezca y serás siempre bien visto; sin ellas, universidades en que debes estudiar, con el fin de adop­
tus mas preciosas cualidades perderán la mitad de su tar y familiarizarte con les usos, las costumbres y las mil
valor A Dios, mi amado hijo. delicadas pequeneces del mundo elegante.
Te envié con el correo Pollock, criado mió antiguo,
dos paquetes de libros, y te mandaré otros con M. Yorke;
pero te advierto que como no te queda mucho tiempo
para leer, debes elegir las materias mas necesarias, como
¡o son incontestablemente la historia moderna, la geo­
grafía, la cronología y los intereses políticos de los prin­
Londres, 4 de Febrero do 175!. cipes; la actual constitución, máximas, fuerza, riqueza,
tráfico, comercio, caracteres, partidos é intrigas de las
Mi querido amigo. córtes de Europa. Muchos que pasan por aprovechados
en los colegios y que conocen bastante bien los gobier­
Las noticias que de tí recibo de París son cada dia mas nos de Atenas y de Roma, no tienen la menor idea de
satisfactorias. Lord Albermarle ha escrito una especie de los Estados actuales de Europa, y ni aun de su propio
panegírico tuyo que muchas personas han visto aquí, y país. Lee de griego y latín lo puramente necesario para
que será un preludio muy ventajoso de tu reputación En la inteligencia de los autores clásicos, que te servirán de
todo lugar, y para todo el mundo, es un punto impor­ ornato en la juventud y de recurso y consuelo en la ve­
tante elevarse sóbrela esfera del común de las gentes; jez ; mas los conocimientos verdaderamente útiles para
tí, son los que acabo de mencionar, por lo muy honrosos
que te serán en el manejo de los negocios interiores y
estertores; por lo tanto, á ellos debes dirigir principal­
mente la atención, y se me dice, con placer mío, que tu
(a) La escritura dice Burgos : propio gusto te lleva por este camino. No hablaría yo tan
libremente de lo que vales, si no estuviese seguro de que
Es el arte ingenioso los encomios no han de producir en ti los malos efectos
De piular las palabras de tal modo
que en la gente necia. Pienso que eres superior á la vana
Que á nuestros propios ojos sea sensible ;
fatuidad que aumenta el propio mérito para ofuscar el do
Y el que hace que ci variado rasgo hermoso,
Con distintas figuras, forme un todo los otros. Estoy convencido de que la conciencia del pro­
Tan claro y perceptible, pio valor infunde al hombre sensato mas modestia y mas
Que dé color, y vida, y movimiento firmeza. El hombre que ostenta su saber es un fatuo, y
Aun del ouscule, ó muerto al pensamiento. el que no lo conoce un necio; un hombre de juicio lo
. conoce, lo ejerce, se aprovecha de él, pero nunca lo os­

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206 CARTAS

tenta vanamente; y siempre aparentará valer menos que


mas de loque le dicta su propia opinión. El hombre que
desconfiado sí mismo, que es tímido y vergonzoso, no
hará progresos en el mundo sean cuales fueren sus talen­ Londres, 1 i de Febrero de K51.
tos ; su desconfianza lo sumergirá en la inacción, y un
rival activo, confiado y audaz, le cogerá siempre la de­ Mi querido amigo.
lantera- Toda la diferencia está en el modo : lo que en
uno se tendrá por impudencia bajo una forma, solo será Cuando vas al teatro francés, que espero será á me­
seguridad y manejo conveniente bajo otra. Él hombre nudo porque es un entretenimiento muy instructivo,
de talento qne conoce el mundo, hará valer sus derechos debes haber esperimentado los diferentes efectos que los
é irá en busca de su objeto con la misma intrepidez que personajes producen en tu alma, según se hallan bien ó
el hombre mas impudente, y acaso con mas, porque po­ mal representados. La mejor tragedia de Corneille, sí se
see el arte de dar á todo lo que hace un aire de modestia ejecuta bien, interesa, agita y remueve las pasiones. El
que cautiva y gana los corazones, á la vez que la misma amor, el terror y la piedad se apoderan alternativamente
conducta choca y yerra el tiro de parte de un descarado del alma; mas 6i por el contrario el actor representa
que no duda de nada. Repito mi-máxima: suaviler in mal, escita la burla y la indignación. Por qué? Son las
modo, sedfortiter in re. Si quieres conocer los carac­ mismas espresiones de Corneille, el sentido es el mismo
teres, las maneras y las costumbres de fines del újtimo y la materia la misma es uno y otro caso. Esta gran di­
siglo, muy semejantes á los del actual, lee á La Bruyére; ferencia consiste pues únicamente, en el mérito de la
pero si quieres conocer al hombre, independiente de la acción y de la espresion. Aplica estoá tí mismo, y deduce
moda, leeá La Rochefoucault, que, temo, lo pinta con que si quieres agradar en la vida privada, ó persuadir en
mucha exactitud. una asamblea pública, el aire, las miradas, las gesticu­
Entrega la adjunta al abate Guaseo, sugetoquete será laciones, ios movimientos, la enunciación, el acento
muy útil acompañándote aquí y allá. Te diré al oido que propio y armonioso, son cosas tan necesarias como el
tiene mas instrucción que genio; pero un hombre hábil asunto mismo. Deja que los toscos bachilleres, sin gra­
saca partido de todo, y no hay hombre que no sea bue­ cia y sin elegancia, digan ¡o que les parezca en defensa
no para alguna cusa El presidente Montesquieu es, en de sus sólidos discursos y de sus fuertes raciocinios; dé­
todos sentidos, el conocimiento mas precioso.Tiene genio, jalos despreciar todas aquellas gracias y ornatos que se­
estenso saber y mucho conocimiento del mundo. Puisez ducen los sentidos y cautivan el corazón; ya verán (ad­
dans cette source tant que vous pourrez. mirándose quizá en busca del por qpé) que su materia
A Dios, que las gracias te sean propicias ! porque sin áspera y ruda, y todos sus fuertes argumentos, desnudos
ellas ognifatica é vana ; si no vienen voluntariamente, y sin arte que los baga valer, no pueden agradar ni per­
róbalas, violéntalas y fuérzalas para que te acompasen suadir, sino fatigar y disgustar. Somos de tal naturaleza,
en cuanto pienses, digas ó hagas (o). que preferimos mas bien que se nos divierta que el que
se nos instruya. La instrucción es en cierto modo morti­
ficante porque implica ignorancia; necesita que la en­
dulcemos para que sea potable.
A fin de Aplicarte todo esto directamente, ten por
(a) Febrero 7. El autor á la marquesa de Monconseil :
entendido que nadie puede figurar en este país sino por
Vous voulez absolument que votre éléve aitdu fond; je le su influencia en el parlamento. Tu suerte depende del
veux bien, et je le crois méme; mais si ce fond u’est pas orné crédito que adquieras como orador, y creeme evanséltra-
par les manieres, la politesse, les attention9, el toutes ces pe-
mente, la manera mucho mas que la materia decide del
tiles grácescxtéricures, qui sonl si aiinablcs el si nécessaires,
resultado. M. Pitt y M. Murray, el procurador general
il devient assez inutile et ne rendra guéres au propriétaire.
tío de Lord Slormont, son incomparablemente nuestros
On se fait rcspccter et estimer par un fond de mérite et
d’érudition; mais cela no suflil pas : il faut plaire, et on ne primeros oradores. Por qué? Porque poseen mas que
pialt que par les agréments et les gráces. C’esl le langage que ningún otro el mérito oratorio: Solo ellos tienen la
je lui tiens dans toutes mesletlres ; il me paralt en sentir lout facultad de Inflamar ó de calmar la cámara ; solo ellos
le vrai, el ¡1 a lous les jours devant les yeux le-meiileur mo­ se hacen escuchar en esta numerosa y turbulenta
déle,car je crois qu’il ne manque guéres un jour de vous voir, asamblea, de modo que podría oirse caer un alfiler cuando
et si b la fin, avec tout cela, il ne se forme point, minie peroran. ¿ Es acaso su materia mas rica ó 6us raciocinios
nialgré lui, il faut qu’il joue d’un furieux malheur. Dites-moi mas fuertes que los de los demás ? ¿ Espera de ellos la
naturellement, Madaine, je vous en prie, luí trouvez-vous du cámara alguna luz estraordinaria? No por cierto, lo que
micux a cet égard depuis qu’il est a París ? Marcel lui a-t-il
donné un peu meilleur air? et commence-t-il á prendre la cou-
leur de ces bonnes compagnies, qui onl bien voulu le reccvoir
el le tolérer ? S’il a gagné du terrain, il avancera toujours ;
mais s’il en est encore précisémcnl Ib oü il en était b son ar- fixiez la somme nécessaire par mois. Par exemple, voulez-vois
rivée b París, j’en desespérerai uonobstant tous vos soíns. II millo, quinzc cents ou deux inille franes par mois? D’un wlé
a une telle con fi a neo en vous, que lout ce que vous lui direz je ne voudrais pas lui fournir pour une dépense inutile etfri-
fera cent fois plus d’effcl sur lui que toutes mes letona ; cela vole ; et de l’autre, je ne voudrais pas qu’il mauqubtd argent
va presquel’adoration, ct vousjugez bien que j’encourage cello pour faire une dépense honorable : si vous fixez, par exempkj
disposition. N’y allez pas si doucenicnt, et ne lui passez pas la sa dépense en gros b quinzc cents livres par mois, je n’entendí
moindre chose. Par rapporl a la pelile confidente qu’il vous pas, entre nous, qu’en cas de besoin il n’aille pas au-delá;
a faite au sujet de sa dépense, je vous dirai queje lui avais car je ne veux point, par une épargne déplacéc, le priyer
donné carie blancbe sur cet article, avec ordre de ne pas me d’aucun des avantages récls qui accompagnent une córtame
ménager, en tout ce qui serait nécessaire, ou méme décent; dépense bonnéle : avez la bonté done, Madaine, de madirela
mais puisqu’il aime mieux savoir b quoi s’en teñir, et que son une que vousjugez b propos que je lui nomme, bien cih
vous éíes aussi de son avis, pour l’accoutumer a une sorle de tendu toujours que uous ne nous brouillero ns pas sur nn petii
régle dans sa dépense, je le vcux bien, b condilion que vous excédan t de temps en temps.

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DE LORD CHESTERFIELD 207

capera es placer y por eso escucha con la mnvor atención; el primero será objeto do risa por su desairado ademan.
encuentra lo quo descay aplaude. M. Pitt particular­ Lo repito y repetiré siempre: el aire, ios modales, las
mente tiene muy pocos conocimientos parlamentarios ; gracias, el estilo, la elegancia y todos estos ornatos deben
su materia es fútil porto regular, y sus argumentos débi­ ser actualmente los únicos objetos de tu estudio; ahora
les, pero posee una elocuencia superior; su acción es de ó nunca debes adquirirlos. Pospon cualquiera otra consi­
lo mas airosa, su elocución justa y llena de armonía ; deración ; haz que ellos sean tu principal negocio; no
sus periodos muy bien redondeados, y cada espresion de pierdas un solo momento. Las cualidades sólidas unidas
que se sirve la mas técnica y enérgica que pueda encon­ con las que solo son agradables, producirían indudable­
trarse. Esto, y no el asunto, 'es lo que lo ha elevado al mente el mejor efecto, pero sí yo me viese obligado á
puesto de tesorero del ejército á despecho del rey y de los optar eligiría las últimas sin vacilación.
ministros. Deaqui puedes deducir la obvia consecuencia. Presenta mis cumplidos á Lord Huntingdon, á quien
En la conversación sucede esactamente lo mismo; porque honro y amo, como me atrevo á creer que lo haces tú. .
aun las frivolidades relutadas con espresion y elegancia, Pronto le escribiré, aunque me parece que apenas tiene
serán sin comparación mejor gustadas que los discursos tiempo para leer una carta, y las que yo escribo á las
mas sensatos del mundo despojados de estos adornos. personas que amo no son cortas, como lo sabes por es-
Reflexiona por una parte lo que experimentas cuando periencia; dígalo si no la presente, que habría sido aun
te ves obligado á escuchar la relación fastidiosa, confusa mas estensa si el papel lo hubiese permitido.
y mal dispuesta de alguna persona sin gracia, aun Buenas noches, mi querido hijo.
cuando lo que refiera sea Interesante; y por otra
el placer con que oyes narrar alguna cosa de mucha
menos importancia, pero espresada con pulidez y primor.
Si estudias esto buen gusto en las conversaciones diarias,
lograrás adquirirlo antes de entrar en el parlamento, y
entonces nada tendrás que hacer sino realzar tus discur­ Londres, 28 de Febrero de 1751.
sos y hacerlos valer un poco mas. Desearía que tu aten­
ción á este objeto fuese tal, que no hablases, ni aun á tu
propio criado, sea cual fuere el idioma de que te sirvas,* Mi querido amigo.
sino con toda la elegancia que admita el asunto. Piensa
en los términos y en su distribución antes de abrir la Este epigrama de Marcial:
boca; elige los mas elegantes y colócalos en el mejor Non amo te Sabidius, nec possum dicere guare ;
orden? consulta tu oido para evitar las cacafonias y, lo JUoc lantum possum dicere, non amo te (a}.
qne es casi tan malo, la monotonía. Atiende asi mismo á
tus gesticulaciones y á tus miradas, aun cuando hables ha embarazado á muchas gentes qne no pueden concebir
sobre las materias mas fútiles. La misma cosa dicha de cómo es posible no amar á uno y no saber por qué. Yo
diferente manera, cesa de ser la misma cosa. El amante creo comprender el sentido de Marcial, aunque la forma
mas apasionado del mundo no hará una declaración de del epigrama, que debe ser breve, no le permitiese ser
amor en términos mas faqftes que la que Moliére pone mas espiícito; pienso que el sentido es este: « O Sabidio!
en boca del Bourgeois gentilhomme en estas palabras: » eres ciertamente hombre muy digno, tienes mil buenas
Mourír (Tamour me font, be lie mar guise, vos beaux » cualidades y mucha erudición ; te honro y te respeto,
Desafío á cualquiera áque diga mas, y sin embar­ ■ pero mi alma no puede amarte, aunque no me es po-
go, á nadie aconsejada yo que dijese lo mismo; al con­ » si ble decirte por qué. No eres amable, no tienes aquellos
trario, te recomiendo que ocultes tu pasión antes que » modales atractivos, aquellas atenciones qu'i encantan,
revelarla en semejantes términos. En justicia debe decirse » aquellas gracias y aquella blandura que son tan nece-
qne los Franceses cuidan mucho de la pureza, precisión » sariaspara agradar, aunque no se pueden definir. No
y elegancia, tanto de su conversación, como de su cor- * mees posible asegurar que tal ó cual cosa me Impida
respondencla epistolar. Bien narrar es para ellos un * amarte; el total produce en mí este efectp, y tómando-
objeto de estudio, y aunque á veces llevan su esmero * te en conjunto eres desagradable. ■ Cuantas veces,.en
basta la afectación, jamás se esplican de un modo vulgar, el curso de mi vida, no me he visto en esta situación con
qne es el peor de los dos estreñios. Obsérvalos y forma personas de mi conocimiento que he honrado y respeta­
tu estilo francés por el de ellos, porque la elegancia en do sin poder amarlas! Yo no sabia la causa, porque cuan­
una lengua se reproducé en todas. Yo conocí un joven do uno es joven no se toma el trabajo de analizar sus
que acabado de ser electo miembro del parlamento, sufrió propios sentimientos, ni de buscar de donde dimanan ;
Ja burla de muchos, porque se divulgó que algunos lo pero la observación y las reflexiones posteriores me han
habían espiado por la cerradura de su cuarto, y visto dado á conocer al fin el origen de ellos.
que hablaba solo delante de un espejo ensayando sus Hay un hombre (6) cuyo carácter moral, profunda
gesticulaciones y ademanes. No me uní yo á los que se
raían de él; al contrario, lo tuve por mas discreto que los
qoetrataban de ridiculizarle, porque supuse que conocía la
importancia de eMos requisitos en una asamblea pública
y sus censores la ignoraban. Tu personita, que se me ha (а) Don Juan de Iriarte lo traduce de esta manera :
dicho tiene buena forma, es la misma, con un vestido Yo no te quiero, Sabidio,
bordado ó con un sobre-todo burdo; sin embargo, pienso Ni el por qué decirle puedo,
Que preferirás el primero por ser mas agradable. El hom­ Lo que le puedo decir
bre mas grosero de Europa, si ve caer el abanico de Es solo quo no te quiero.
manos de una dama, lo levantará ciertamente y se lo
presentará; el hombre mas cortés de Europa no puede (б) El eminente escritor Samuel Johnson. Antes de ver su
hacer mas en igual caso. Con todo, la diferencia será retrato trazado de mano del conde de Cbesteríicld, no parece
considerable. El último agradará haciéndolo con gracia; superfluo esponer lo que pasó entre estos dos hombres célebres,

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208 CARTAS

erudición y talentos superiores reconozco, admiro y res­ hacer caso de la gerarquía, carácter ó situación <lo las
peto, pero me es tan imposible amarlo, que casi me en­ personas á quienes habla; ignora completamente los
tra fiebre cuando me encuentro en su compañía. Su fi­ diferentes grados de familiaridad y de respeto; es abso­
gura, sin ser deforme, parece hecha para ridiculizar la lutamente el mismo con sus superiores, sus iguales ó sus
estructura del cuerpo humano ; sus piernas y brazos ja­ Inferiores, y por consecuencia, sus procederes son absur­
más ocupan el lugar correspondiente á la situación de su dos con dos de estas tres clases de gentes. ¿Es posible
cuerpo, sino que constantemente se emplean en come­ amar á hombre semejante ?No: todo io que por él
ter actos hostiles contra las gracias. Cuando bebe derra­ puedo hacer, es considerarlo como un respetable 11o-
ma el licor por todas partes esccpto en su garganta, y tentote.
despedaza lo quo quiere trinchar. Sin atender á las con­ Me acuerdo que cuando me separé de Cambridge, ha­
sideraciones que reclama la vida social, es inoportuno bía yo adquirido, entregos pedantes de aquel llano semi­
en todo; disputa con calor y demasiada libertad, sin nario, una petulancia literaria, con cierto gusto por la

pora que se pueda juzgar con mas acierto sobre las causas de • Sicle años han transcurrido, Milord, después que esperé
su mutua animosidad. » en la antecámara de V. S. ó fui despedido de ella, durante cuvo
La originalidad dei carácter de Jobnson os confesada por sus • tiempo no he cesado de hacer esfuerzos para llevar á cabo
íntimos amigos, y se sabe ademas, que era de genio agrio y • mi obra, venciendo dificultades de qué es inútil quejarme ;
bilioso, y que aun en la época de su mayor pobreza mostró un » y al fin la be traído al borde de su publicación sin un acto
orgullo que le ocasionó algunos disgustos, le enagenó muchas a de asistencia, una palabra de patrocinio ó una sonrisa de
voluntades y le atrajo el epíteto de feroz. Careciendo en 4747 » favor. No esperaba yo tal trato porque no había tenido antes
de recursos para imprimir sus obras, supo que el autor de » ningún patrón (’)«
estas cartas se mostraba dispuesto á favorecer la empresa de » El pastor de Virgilio quiso hacer conocimiento con el
su famoso diccionario, y publicó el Plan de un Diccionario del a Amor y lo bailó nativo de las rocas.
idioma ingles dirigido al Conde de Cheslerfield, Secretario de » ¿ Podrá llamarse patrón, Milord, aquel que vé con indifo-
Estado etc. Una tercera persona se encargó de llevar el manus­ • rencia á un hombre que ludia en el agua por salvar la vida,
crito al Conde, y este invitó á Jobnson para que pasase á verle. » y al pouer ebpié en la playa le embaraza con ausilios? Si la
• Nunca, dicen las memorias de aquellos tiempos, se reunie- » noticia que V. S. ha querido dar de mi obra hubiese sido
• ron dos caracteres mas opuestos; el Conde celebrado por su n anticipada, habria sido bondadosa, pero se lia retardado y
n ingenio agudo y todas las gracias de sus modales , Jobnson » viene cuando me es indiferente y no puedo disfrutarla;
d imbuido de su propio mérito, con humos de indisputable » cuando me veo solitario y no tengo con quien dividirla;
• superioridad, versado en los silogismos escolásticos, pero » cuando soy conocido y para nada puedo necesitarla. Confio
n inculto, vehemente, clamoroso 6 ignorante de las reglas de n en que no es cínica aspereza negar obligaciones cuando no
• la fina conversación. El choque entre ambos era muy nalu- » se recibe ningún beneficio: ó no querer que el publico
• ral. Johnson esperaba un Mecenas y no bailó amparo ni • considere que debo á un patrón lo que, gracias á la Pro-
» protección. Las visitas continuaron pero ci recibimiento no » videncia, be sido capaz de alcanzar por mi solo.
» fue cordial. Un día que Johnson había aguardado una hora » Habiendo llevado mi obrará tal distancia, con tan poca
• en la antecámara del Conde, en espera de que se retirase • obligación á los amantes de las letras, no la veré malograda,
» una persona que con él hablaba, vió salir ó un tal Cibbcr, b aunque querría concluirla, si menos es posible, con menos;
» cómico de nombradla, y encendido en cólera partió al • porque hace tiempo que desperté del sueño de esperanza
■ punto resuelto á no poner mas los pies en su casa. » Pasa­ b de que mo vanaglorié un tiempo con demasiada alegría.
ron después siete años antes de que Jobnson lograse allanar las
dificultades que se le presentaron para publicar su obra,y b Soy Milord, de V. S.
cuando esta se hallaba en vísperas de vej* la luz, el Conde, b muy obediente y humilde servidor.
que solia enviar sus ocios literarios á un periódico titulado El b Samukl Johnson. •
Mundo, la alabó en dos artículos consecutivos. Jobnson lo supo
y dijo á sus amigos • To he recorrido, á semejanza de un via­
Esta carta, llena de sátira y de austera censura, fué reci­
jero que da vuelta al mundo, el complicado laberinto del
bida por el Conde con serenidad quizá aparente. Él tiempo
idioma inglesy ahora envía el Conde dos bolecillos para condu­
probablemente había amortiguada* * las desagradables impre­
cirme al puerto! Su orgullo se creyó ofendido con esta gra­
siones que la presunción, la arrogancia y los modales bruscos
tuita recomendación, y escribió á su panegyrista la siguieute
y groseros de Jobnson babian hecho en su alma; y sus artí­
carta :
culos recomendatarios acaso no dimanaron mas que de la no­
o Mvlord, toria solicitud que siempre había mostrado por los progresos
« Por los redactores del Mundo be sabido que dos artí- de la literatura. El resentimiento del iracundo vocabulista
» culos en que se recomienda al público mi diccionario, fue- habria quizá calmado, si la publicación de estas cartas pos­
» ron* escritos por V. S. Tal distinción es un honor que, no tumas no hubiese venido á reanimarlo. Se divulgó que dos ó
» bailándome acostumbrado al favor de los grandes, no sé tres pasages de ellas se referian á él ; y si los sentimientos que
• como recibir ni en qué términos reconocer. había abrigado contra el Conde, por solo el motivo que se ha
• Cuando en consecuencia de una ligera invitación visité á visto, eran tales como lo demuestra la carta que procede,
• V. S. por primera vez, esperimenté. como todo el mundo, cual no debió ser su encono luego que fué conocido del pu­
» el encanto de sus modales, y no pude reprimir mis deseos blico e! retrato suyo que el confiado padre había hecho ó su
» de alcanzar una estimación que veía yo se disputaban los hijo bosquejándolo con los colores que el lector pasa ahora á
» demas. Pero fué tan poco el estimulo que halló mi obse- examinar.
» quiosidad, que ni el orgullo ni la modestia me permitieron
p continuarla. Una vez que hube dirigídome á V. S. publica-
■ mente, quedó agotado todo el arle de agradar que puedo (*) Johnson en so diccionario define asi la palabra patrón ; el qne pro­
teje, sostiene y «poya : por ¿o regular es nn miserable que patrocina con
p poseer un escolar retirado y estraño á fas maneras de Jos insolencia recibiendo en pago groseras lisonjas. Esto, dio» un escritor, lo
p cortesanos. Hico cuanto pude, y por poco que sea á nadie escribió indudablemente Jubnsun con la mira de definir • so patrón.
» gusta ver desdeñado todo lo que puede hacer. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 203 .

sátira y el desprecio, y una fuerte tendencia á argumen­ mar nuestro calendarlo y adoptar el nuevo estilo. Me vi
tar y contradecir; pero luego que hube entrado en el obligado esta ocasión á hablar la gerga astronómica, do
mundo, conocí que no era este el tono que me convenía, la que no sabia una palabra; pero la aprendí de memo­
é inmediatamente adopté el carácter opuesto; ocultaba ria y la hablé por rutina bajo el dictado de un profesor.
mi saber, aplaudía muchas veces sin aprobar y cedía á Sentí que mis conocimientos sobre el particular no hu­
menudo sin convicción. El suaviter in modo era mi ley biesen sido tan estensos como deseo que sean los tuyos.
y mis profetas ;y si conseguí agradar (telo digo en con­ Pero de todas las ciencias la mejor y mas necesaria es
fianza ) fué mucho mas por esto, que por mí saber ó mi conocerse así mismo y á los demas, y para esto se requiere
mérito. A propósito, la palabra agradar me recuerda á mucha atención y esperiencia ; pon en uso la primera y
Lady Hervey. Te pido le digas que la hago responsable trata de ganar la última. A Dios.
de ti por lo que hace á agradar ; que la considero como P. ¿>. Recibo en este momento tus cartas de 20 y 25.
una encantadora Falsía ÍT(a), que no solamente agrada Tendré cuidado de que el sello se concluya lo mas pronto
por si misma, sino que enseña el arte á los demas; que posible. Me alegro de que te halles empleado en el des­
•é que ella puede hacer de un hombre lo que quiera; y pacho de Lord Albermarle, donde á lo menos aprenderás
que en calidad de directora, si no te enseña á agradar, el mecanismo de los negocios, como cerrar, dirigir y es-
será porque no quiere. Me figuro que eres de la madera traclar las comunicaciones, porque no debes imaginarte
propia al efecto ; y siendo asi, una escultora tan buena que has de saber desde luego los mayores secretos de ¡a
como ella puede darte la forma que le plazca. La versati­ correspondencia ; y en realidad que esto no convendría
lidad de modales es tan necesaria en la vida social, como á tus años. Sin embargo, acostúmbrate al sigilo para quo
la flexibilidad de opinión en la vida política: A veces es 6ete confien con el tiempo las negociaciones mas secre­
necesario doblegarse para prevalecer; humillarse un tas (a).
tanto para ensalzarse; es preciso, como dice San Pablo,
transformarse en todo con todos los hombres á fin de ga­
nar á algunos, y, sea dicho de paso, los hombres se ga­
nan por los mismos medios, mutalis mutandis, que las
mugeres, por la galantería, la insinuación y la sumisión. (a) Febrero 25. El autor á la marquesa de Monconseil :
Estos versos de M. Dryden pueden aplicarse á un minis­
tro, como á una querida: .............. II y a daos le portrait de votre éléve que vous
m’avcz envoyé, et qui, je suis súr, est fort rcssemblant, des
traits qui me cboquenl infiniment, el qui défigurent tout-h-
The prostrate lover when he lowest lies, fait i’assemblage, malgré d’autresbons traits qui s’y trouvcnl.
Bul sloops lo conquer, and bul kneels lo rise (ó). Jecrains méme qu’il me soilbiendifficilede corriger l’origina!,
puisque jusqu’ici vous y avez perdu vos peines, et que, depuis
En el curso del mundo son necesarias las propiedades trois ana, j’y ai travaillé sans reláche,cl cumme il paral!, sans
del camaleón; y aun á veces conviene llevarlas un poco succés. Je lui envoie encorc, par celle poste, une íetlre, mais
mas lejos, porque debes tomar hasta cierto punto el co­ des plus forles(*)sur ce sujo!; etpour ne pas vous comprometlre
lor del hombre ó de la muger que deseares ganar. avec lui, et le refroidir a votre égard, ce nui scrail perdro
¿Has hecho muchos conocimientos entre los jóvenes Fuñique remede que j’espére, je lui dis qufen méme temps
Franceses que cabalgan en esa academia y quienes son P que je recus de votre parí une Ietlre qui lui était trés favo­
Procura lugar para toda esta cháchara en tus cartas, con rable, j’en recus une autre d’un de mes amis á París, sur son
lasque te pido me honres mas á menudo. Si frecuentas sujet, d’une nature bien diíTérenle, dont je fais semblant de
algunos de esos enjambres de Ingleses que infestan las lui envoyer l’exlrait; aprés cela, je lui fais son portrait sur le»
calles de París, nómbramelos. ¿ Has terminado ya con mémoires que vous m’avez fournis, et je finís par des remon-
el abate Nollet? ¿Te hallas al corriente de todas las pro­ trances les plus fortes, qu’il aura garde, je crois, de vous
moutrer. Pour le dépayser encorc plus, el pour vous mctlrc en
piedades y efectos del aire? Si fuese yo inclinado á juegos
élat de lui parler encorc plus fortement sur ces molieres, jo
de palabras, te diría que los efectos del aire pueden
lui dis queje vous ai envoyé en méme temps copie de ce por­
aprenderse mejor con Maree!. Si hubieres concluido con trait pour que vous me disiex véritablemcnt s’il lui resscnible
el abate Nollet, suplica á mi amigo el abate Sallier que ou non. Ayez done la bonlé, Madame, de lui dire que vous
te recomiende algún' descarnado Philomalhe, para que avez recu une lettre de ma parí, el que vous vous trouvez ex-
te enseñe un poco de geometría y de astronomía ; no trémement embarrassée sur ce que vous devez répondre; que
una dosis que absorba toda tu atención y ponga tu espí­ vous voyez bien que je suis outré du soupeon méme que ce
ritu en tormento, sino la suficiente para no ignorar del portrait lui ressemble : que serait-ce done si vous alliez
todo estas materias. Ultimamente he tenido que conver­ constaler cetle ressemblance? Ceci lui donuera Calarme bien
tirme en astrónomo á pesar mío ; el lunes último pre­ cbaude, et en méme temps, vous fournira une occasion non
senté en la cámara de los Pares un proyecto para refor­ suspecle de lui dire les ebuses du monde les plus fortes, sous
prélexle de ménagements pour lui, vis-a vis de moi. En effel,
il est perdu,s’il nesecorrigepas fonciércment decesmauvaises
manieres, de celte pente a désapprouver tout, de ce pcnchant
a disputer avec aigreur et empire. Qu’il ait de l’cspril, qu’il
ait du bon si vous le voulez, c’est un bon fonds; mais aussi,
vous savez mieux que moi que c’est un fonds qui rapporlera
(a) Pcrsonagc de la tragedia de Enrique VIII de ShaLs- bien peu, s’il n’est pas cultivé par les bonnes maniéres, la
peare. douccur, les gr&ces, les agréments, enfin par tout ce qui voua

(6) ¿Fino al amante mostrarse


Ves doblando la rodilla?
Pues para triunfar se humilla
Y postra para elevarse. Tr. (*) Esta carta parece haber padecido rstraUo.

1-1

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210 CARTAS

; amolda á los hombres y á las cosas, parece carecer de


{ opinión propia y adopta servilmente la de la persona-
¡ que tiene delante ; se insinúa solamente en la estimación
de los necios: pero muy pronto es descubierto y segura­
mente despreciado por todas las gentes sensatas. El hom­
Londres, t de Marzo de 1751. bre hábil y prudente, que difiere del artero tanto como
del colérico, es el único que sabe unir d suavitér in mo­
do con el Jortitér in re. Pasemos ahora á las ventajas
Mi querido amigo. que resultan de este precepto.
Si te hallas con autoridad y derecho para mandar, tus
Dias pasados te cité una máxima que deseo tengas en órdenes significadas suavitér in modo, serán obedecidas
la memoria y observes en tu conducta: suavitér in mo­ voluntaria y gustosamente, y por consecuencia bien eje­
do JorHlcr in re (a). Yo no conozco otra regla tan irre­ cutadas ; al contrario, si las das únicamente Jortitér,
cusable ni tan útil al paso que necesaria en todo el curso esto es, brutalmente, serán, como dice Tácito, interpre­
de la vida. La tomaré ahora por testo ; y como los viejos tadas mas bien que ejecutadas. Por mi parte, si ordenase
gustan predicar, y yo tengo algún derecho para hacerlo, yo á mi criado con modo áspero é insultante que me sir­
¡ni sermón de hoy versará sobre estas palabras. Para pro­ viese una copa de vino, temería que al obedecerme tra­
ceder pues regularmente, según las reglas del púlpito, tase de derramarlo encima de mí, y sin duda que lo
te haré ver en primer lugar, hijo muy amado, la cone­ merecería (a). Una resolución fría y reposada debe hacer
xión que hay entre las dos partes de mi testo, suavitér in ver, cuando tienes derecho de mandar, que quieres ser
modo, forliler in re ; en seguida señalaré las ventajas obedecido; mas al mismo tiempo el modo suave y sereno
y la utilidad que resultan de su estricta observancia, y de exigir esta obediencia, la tornará casi en placer y sua­
concluiré con una aplicación general. vizará en lo posible el sentimiento mortificante de la in­
El suavitér in modo degenerará en complacencia tí­ ferioridad.
mida y abyecta, si no se sostiene y dignifica con el/or- Sí pides un favor, ó aun si solicitas lo que te es debido,
iilérin re, que también tocará en el estremo opuesto de es menester obrar en ambos casos suavitér in modo, por­
Impetuosa brutalidad, si no se templa y neutraliza con el que de lo contrario procuras á los que tienen intención
suavitér in modo, aunque sea rara la combinación de de no condescender con tus miras, un protesto para ello,
ambos. El hombre acalorado y colérico, cuyos espíritus por tu manera de obrar; por otra parte es necesario, á
animales están en fermentación, desprecia el suavitér in fuerza de perseverancia y de firmeza, mostrar el Jortitér
modo, y cree conseguir siempre sus miras con el forlitér in re. Los motivos justos son rara vez el móvil de las ac­
in re. Puede á veces lograrlo, cuando tenga que habér­ ciones de los hombres, sobre todo de los reyes, de los
selas con gente débil y tímida, pero su porción mas se­ ministros y de todos aquellos que ocupan las regiones
gura es chocar, ofender, ser odiado y errar el tiro. Por elevadas, porque frecuentemente conceden á la importu­
otra parte, el hombre artero y astuto, cree alcanzar lo que nidad y al temor, lo que rehusarían á la justicia y al
desea empleando únicamente el suavitér in modo : se mérito. Atrae, si puedes, los corazones con el suavitér in
modo, y evita á ¡o menos todo pretesto de ofensa ; pero
ten así mismo cuidado de manifestar suficientemente el
Jortitér in re para arrancar de su temor, ó de su indo­
lencia, lo que desesperas conseguir de su justicia ó de su
distingue. Il est encore jcune, il est vrai; mais aussi, depuis buena índole. Las gentes en altos puestos se hallan en­
un an et demi, il a fréquenlé tout ce qu’il y avait de meilleures durecidas á las necesidades y miserias de los demas,
compagnies en Italic ; et inéme, depuis qu’il est á París, il
como los cirujanos á las enfermedades corporales (¿>). Rc-
aurait dú s’otrc formé considérablemcnt, vu les honnes com­
pagnies qu’il a fréquentées depuis plus de deux mois, pour nc
ríen diré de vos preceptos et de votre exemple. Ceci me fait
presque désespérer, et je n’allcnds de reméde, si tant est que
j’rii atiende, que de votre parí. Pour vous mettre aussi encore
niieux avec luí, je luí ai mandé que c’était siniplement á («) Figúrate que nadie
votre sollicilation,quc j’avais h la fin porté la somme qu’il doit Quire servirte,
dépenscr par moisá quinzc cents frailes, et que nous nc nous Y verás e¡»ta ideo
broiiillcrions pas, s’il prenait, en cas do besoin, jusqu’á deux Cuanto lo aflijo :
niille; bien entendu, touiours, commc vous me l’avezconseillé, Piénsalo aules
qu’il nc prlt pas pour cela un ton de supériorité ou de mépris De tratar tus criados
|M)ur ceux qui n’cn auraient pas tant. Moyennant toules ces Como lo haces.
< irconstanccs, vous n’avex ríen á craindrc de ne pas le ménager; (M. N.)
«lites-luí librement desvérilés; de votre parí il les écoutera
patiemment et avec atlention : sa fortune est absolument entre (b) Con referencia ¿ reyes y ministros acosados con solici­
vos mains; s’il se corrige, ce ne sera que par vous. Indépcn- tudes de toda especie, dice Castillejo:
damnicnt de toute (endresse personneile, i I a été si longlemps
l’objct de mes soins, et je me suis tant flatté d’cn fairequel- Y así se les endurece
qne chosc de Ijod, qu’il me serait trés chagrinant d’échouer El corazón de metal
prés du port; et cc serait précisément le cas si, avec un fond Y el sentido se adormece
d esprit naturcl, cí bcaucoup d’acquis, il luí manquait les Para no sentir el mal
manieres si nécessaircs pour les faire valoir. Pardo» ncz-raoi, Del próximo que padece.
Múdame, cct.
Y la caridad preciosa
(o) Suave en los modales, firme en el asunto. Tr. Está de ellos tan ageno,

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DE LORD CIIESTERFIELD

yes y ministros escuclian todo el dia quejas mal funda­ por tu conducta que los enemigos ngenos lleguen á serlo
das, de modo que no saben cuales son reales ó (Infidas tuyos. Desarma á tus adversarios con la dulzura de tus
(o). Es pues necesario interesar otros sentimientos, inde­ maneras, pero al mismo tiempo hazles sentir todo el po­
pendientemente de los de mera justicia y humanidad ; der de tu justo resentimiento, porque hay una gran dife­
su favor debe conquistarse por el suavitér in modo, rencia entre un rencor disimulado, hijo de almas sin
atormentarlos á fuerza de importunidades, ó dispertar su generosidad, y una defensa firme y resuelta, siempre pru­
temor amenazándolos indirecta al paso que decorosa­ dente y justificable. En las negociaciones con los minis­
mente con tu resentimiento frió é implacable; este es el tros estranjeros acuérdate del forlitér in re; no coucedas
verdadero/ortitérin re, único precepto que yo conozco ningún punto, ni aceptes ningún espediente, hasta que
para ser amado sin desprecio y temido sin odio, circuns­ no te veas reducido á la necesidad de hacerlo, y aun en­
tancias que constituyen aquella dignidad de carácter á tonces disputa el terreno palmo á palmo; mas al mismo
que debe aspirar todo hombre prudente. tiempo de contender con el ministro jbrlilér in re, no
Aplicaré ahora lo que llevo dicho y concluiré. olvides ganar al hombre con el suaviter in modo. Si
Si conoces que eres de genio vehemente é Irritable, y ganas su corazón, caminas ya con favorable presagio de
que sin prevención te hallas sujeto á arranques indiscre­ captar su juicio y determinar su voluntad. Dile franca y
tos ó á espresiones ásperas, sea con tus superiores, tus cortesmente que tu diferencia de opinión como ministro,
iguales ó tus inferiores, vela sobre tí, reprime con cui­ no disminuye en nada el respeto que te infunde su mé­
dado esos movimientos y llama en socorro tuyo al sua- rito personal; por el contrario, lo aumenta por su habi­
vitér in modo. Guarda silencio en los primeros impulsos lidad y celo en el servicio de su soberano, y que sobre
de tu ira hasta que consigas calmarte; trabaja aun para todo, deseas hacer un huen amigo de tan buen servidor.
dominar tu semblante de modo que tus emociones no Por este medio ganarás muchas veces la cuestión y
aparezcan, ventaja inapreciable en los negocios (b). Por nunca saldrás perdiendo. Hay gentes que no pueden mos­
otro lado, no permitas que la complacencia, el deseo de trarse amables y civiles con sus rivales, sus competido­
agradar ó la lisonja por tu parte, ni los halagos, las per­ res ó sus antagonistas, aunque sin estas circunstancias
suasiones ó la adulación de los demas, te hagan retroce­ accidentales los amarían y mostrarían aprecio. Cuando
der un ápice del punto que la razón y la prudencia te se miran delante de ellos descubren su frialdad y el em­
dicten seguir ; por el contrario, vuelve á la carga, perse­ barazo en que so. hallan, y andan á la caza de sus me­
vera y verás que alcanzas muchas de las cosa3 posibles. nores defectos para desacreditarlos, creándose de esta
El hombre tímido y condescendiente se mira por lo co­ manera enemigos irreconciliables de personas que solo
mún insultado, y las personas injustas y sin sentimientos habrían sido sus opositores accidentales. Esta debilidad
abusan de su estremada docilidad ; mas aquel que une es de lo mas perjudicial, como lo es ciertamente cual­
la complacencia y la suavidad con el fortitér in re, es quiera humor en los negocios, que solo pueden llevarse
siempre respetado y por lo general sale bien en todo. En á feliz término por medio de un arte puro é irreprensible,
tas amistades como en tus aversiones es particularmente y una equitativa discusión. En estos casos particular­
útil esta regla. Haz que tu firmeza y vigor alimenten el mente trataría yo de obrar con nobleza, mostrándome
afecto de las personas que te son adictas y te ganen nue­ atento, desembarazado y franco, con el hombre cuyos
vas voluntades; mas al mismo tiempo procura evitar dislgnios quisiese yo frustrar. Esto se llama comunmente
generosidad, magnanimidad ; pero en realidad es arte y
buen sentido. La manera es con frecuencia tan impor­
tante y aun á veces mas que el asunto; un favor puede
crear un enemigo, y una injuria un amigo, según el modo
Que aunque quieran esforzarse de conducirse en ambos casos. El semblante, la blan­
Y tener la intención buena dura, la espreslon, el acento y las gracias, hacen de lo
No pueden apiadarse mas eficaz ai suavitbr in modo, y de lo mas digno al
De ageuo daño ni pena. forlilér in re; por consiguiente , son requisitos que
merecen la mayor atención.
(«) El siguiente epigrama francés fué compuesto por un fa­ De todo lo que he dicho concluyo con esta observación:
mélico poeta que no pudo obtener de un ministro la gracia que que la suavidad de los modales unida á la firmeza de
solicitaba: alma, encierran en compendio, pero muy completo,
Ccrlain ministre avaitla pierre, toda perfección humana fuera de los deberes religiosos y
On résolut de le taillcr ; morales. Ojalá llegues á convencerte de esta verdad y lo
Chacun se permit de parler, muestres en tu vida y conversación! Tal es el deseo mas
Et Pon égaya la matifere. sincero y ardiente de quien es tuyo cct.
« Mais cominent, se deiuandait-on,
A-l-il pareille maladie?
— C’est que son cceur, dit Florimon,
Sera tombé dans sa vessie. •

(6) Armate de fortaleza


Contra ira,
Siempre apercibido, y mira
Que ¿ tristeza
No des lugar, ni á braveza
Con despecho,
Que es incendio contrahecho
De bruteza.
(F Castilla.) Tr.

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CARTAS

j analizarlas; y como deseo hallarlas perfectas ó hacerlas


¡ tales, nada se me escapa ; descubro pronto y calculo si
se hallan cerca ó lejos de esta perfección. Por lo tanto, tú
debes esperar de mí un examen crítico y severo, jamás
sufrido por persona alguna Descubriré tus pequeños
Londres, 11 de Marzo de 1751. como tus mayores defectos, y te los diré francamente:
non quod odio habeam, sed quod amen; pero te los diré
á solas como Mido, no como Demea {a}, y no los reve­
Mi querido amigo. laré á persona viviente. Creo obrar con lealtad informán­
Por el último correo recibí una carta del abate Guaseo dote anticipadamente cual es el punto sobre que sospe­
en que une sus observaciones á las de Lord Albermarle cho recaerá mi crítica; creo que el hombre esterno me
tocante á lo mal que lo pasas en la academia; y como no ocupará mas que el Interno. No tengo desconfianza do tu
hallo que te sea ventajoso vivir en ella en clase de interno, corazón ni de tu cabeza; pero hablándote en oro puro, la
y que por otra parte está tan distante del picadero y de tengo muy grande de tu aire, tus modales, tu despejo, tu
tus otros maestros, como podría estarlo cualquiera otra talante, y particularmente de tu enunciación y elegancia
habitación, consiento en que te alojes en un hótet garni, de estilo. Todo esto debe entrar en tela de juicio, porque
que el abate te ayudará á buscar, según le suplico en la mientras estés conmigo debes desempeñar ios cumplidos
adjunta que te encargo pongas en sus manos. Esta con­ de mi casa y mesa; y no se me escapará el menor descui­
descendencia lleva consigo una condición, y es que no do, ni la menor falta de gusto, como lo notarás muy bien
ha de haber en tu nuevo alojamiento almuerzos ni cenas por mis guiñadas, y después por mis advertencias cuando
á la inglesa; los primeros ocupan toda la mañana y las quedáremos solos. Encontrarás en mi casa personas de
otras te harían pasar la prima noche en los necios brindis toda clase, particularmente estrangeros. Esmérate pues,
ingleses con su infernal clarete. No dejes de asistir al pi­ ínterin llega la época indicada, para adquirir la pulidez
cadero con la frecuencia posible, es decir, en tanto que te y el primor en el ejercicio de estas prendas estertores, y
lo permitieren tus nuevas ocupaciones en el despacho de trata de frustrar todos mis imaginarios planes de censura.
Lord Albermarle; pero de todos modos insisto en que no Algunos autores han sido los primeros en criticar sus
veas con descuido á Marccl, que por ahora te interesa escritos, con la esperanza de impedir que otros se ocu­
mas que todas las cancillerías de Europa. Debes tomar pasen de ello; pero lo han hecho con tanta dulzura y
tu alojamiento por un año, y así te costará meno6; por­ parcialidad por sus propias producciones, que no solo la
que aunque mi intención sea verte antes de doce meses, obra, sino la crítica misma han sido censuradas. Yo no
será por poco tiempo y regresarás á París, en donde me soy de esta clase de autores; mi severidad se aumenta en
propongo que permanezcas hasta fines de Abril de 1752, proporción al afecto que profeso á mi obra, y si quieres
época en que, si hubieres adquirido la finura, los moda­ corregir todas las faltas que pudiere yo encontrar, le
les, las atenciones y las gracias del gran mundo, te colo­ garantizo de antemano de tuda censura estranjera.
caré en una posición análoga á tu carrera. ¿ Estás ya al corriente de las cosas de París? ¿Te has
Al fin llegó á mis manos tu obsequio del dibujo del impuesto bien de todo lo que has visto ? Pocas personas
Dominlquino por Blanchet; está muy bien hecho y es hay que miren lo que ven y escuchen lo que oyen. Por
lástima que no copiase todas las figuras del original. Lo ejemplo: si vas al establecimiento de los Inválidos, no te
colocaré en lugar á propósito y algún día volverá á ser contentes con ver el edificio y la sala donde comen, ó las
tuyo. galerías en que duermen tres ó cuatro cientos mutila­
M. liarte ha regresado de Cornualla sin novedad, des­ dos, sino que te informes de su número, de las condicio­
pués do haber tomado posesión de su prebenda en nes de su admisión, de su estipendio, del monto y de la
VVindsor que es de las mas bonitas. Como estoy persua­ naturaleza de los fondos que sostienen el establecimiento.
dido de tu gratitud hacia él, espero que siempre se la Esto es lo que yo llamo ver las cosas, porque lo demas no
manifestarás del modo mas espresivo y amistoso. Escrí­ es mas de curiosidad superficial. Muchas personas apro­
bele con frecuencia y atiende al contenido de sus cartas. vechan la oportunidad de las vacaciones, para ir á ver
Vendrá á vernos á Blackheath (a), alias Baratea, y las salas de las cortes de justicia; pero estas salas se ase­
permanecerá todo el tiempo que me propongo pases allí mejan mucho á cualesquiera otras ; debes pues visitarlas
conmigo, que creo será en agosto próximo. cuando estuvieren llenas para ver y oir lo que pasa en
Después de haberte hablado del tiempo probable de ellas; aprende los reglamentos, jurisdicciones, objetos y
nuestra reunión, te diré algo preparatorio para ella. El proceder de cada tribunal ¡ asiste al juicio de algunas
odio, los celos y la envidia escitan á la mayor parte de causas y profundiza todas las cosas.
los hombres á descubrir los defectos mas leves de aque­ Me alegro mucho saber que te hallas tan bien con el
llos á quienes no aman; se regocijan de cada descubri­ marques de Saint Germain (b), de quien he oido hablar
miento de éste género y lo publican al instante. Gracias muy favorablemente. ¿ Cómo te hallas con los ministros
á Dios, yo no conozco estas pasiones degradantes, que cstranjeros en Paris? ¿Visitas al embajador óá la em­
jamás ha abrigado mi pecho; pero el cariño produce en bajadora de Holanda? ¿Tienes entrada franca en casa
mí igual efecto con la diferencia que oculto, en vez de del nuncio, ó en la de los embajadores de España y del
publicar, los defectos que mi observación descubre en Imperio? Esto te convendría mucho. Procura ser mas
las personas que amo. Este afecto me hace espiarlas, y

(a) Personajes de una comedia deTercncio.


(/i) Magnifica residencia del autor en cuya mejora gastó su- !
mas cuantiosas. ¡ (0 En aquel tiempo embajador de Cerdcña en París.
Tr. ’ Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 213

estenio en tus cartas por lo que hace á la manera de em­ sentido con toda junta tumultuaria : sus sentidos, sus
plear tu tiempo y á las personas con quienes te acom­ pasiones, sus sentimientos y sus diferentes intereses son
pañes. ¿En dónde comes y cenas con mas frecuencia ? los únicos resortes que deben tocarse. Tomados en masa,
¿ Cual es la casa en que tienes mas confianza ? A Dios. los hombres no juzgan, no piensan colectivamente.;
pero tienen ojos y oidos que es menester lisonjear y se­
ducir, y esto solo puede conseguirse por medio do la
elocuencia, de los periodos armoniosos, de la acción
graciosa y de todas las diferentes partes de la oratoria.
Si te imaginas que cuando seas miembro de la cámara
de los Comunes has de persuadir hablando únicamente
Londres, 20 de Marzo de 1751. el lenguaje del buen sentido y de la llana razón sin or­
nato alguno, te engañas groseramente (a). Como orador
ocuparás un lugnr conforme al poder de tu elocuencia y
Mi querido amigo. no según la substancia de tus discursos: todo el mundo
Te dije en una de mis anteriores que había yo presen­ conoce sobre poco mas ó menos la materia, pero hay
tado en la cámara de los pares un proyecto para corregir muy pocos que puedan embellecerla. Yo me convencí
y reformar nuestro calendario Juliano y adoptar el Gre­ temprano del efecto y poder de la elocuencia, y desde
goriano. Voy ¿ hacerte ahora una relación mas cstensa aquel momento me apliqué á ella; resolví no pronunciar
de este negocio, y ello dará lugar á reflexiones que espe­ una sola palabra, aun en la conversación ordinaria, que
ro te serán útiles y que temo no hayas hecho aun. no fuese la mas espreslva y la mas elegante que el idioma
Era notorio que el calendario Juliano se hallaba erro- pudiese procurarme en la ocasión; por cuyo medio ad­
neo por haber sobrecargado el año solar con once dias quirí una especie de elocuencia habitual, y hoy me cos­
supernumerarios. El papa Gregorio Xlll corrigió este de­ taría trabajo si quisiese espresarme en términos comunes.
fecto, y su calendario reformado fue inmediatamente re­ Deseo inculcarte esta verdad de que no pareces hallarlo
cibido por todas las potencias católicas de Europa, y des­ aun convencido. Tu única ocupación por ahora es adqui­
pués adoptado por todas las protestantes, escepto Rusia, rir lustre y no solidez. El peso sin el brillo es plomo úni­
Suecia é Inglaterra. No era, en mi concepto, muy honroso camente. Mas te valdrá hablar bagatelas pero elegante­
para Inglaterra, perseverar en este palpable y grosero er­ mente á la muger mas ligera, que cosas serias pero de
ror especialmente con tales compañeros. Todos los que un modo áspero y rudo al hombre mas sólido; vale mas
mantenían correspondencia comercial ó política con el presentar un abanico con primor, que dar mil libras
estranjero, sentían el inconveniente de esta diferencia. esterlinas con aire brusco, y negar con gracia un favor,
Me decidí pues, á emprender la reforma, á cuyo efecto que concederlo groseramente. Los modales valorizan
consulté con los mejores legistas y los astrónomos mas todas las cosas, y solo por medio de ellos puedes agradar
hábiles, y formé con ellos el proyecto en cuestión. Pero y por consecuencia elevarte. Todo tu griego no te pro­
aquí comienzan mis apuros. Yo era quien debía presen­ moverá del grado de secretario al do enviado, y después
tar este proyecto que necesariamente estaba atestado de al de embajador; pero probablemente lo conseguirás por
frases forenses, de términos abstractos y de cálculos as­ medio de tus maneras y de tu porte airoso. Marcel te es
tronómicos, cosas que en general eran estrañas para mí. ahora mas útil que Aristóteles. En efecto, mas bien quer­
Sin embargo, era necesario hacer creer á la cámara que ría yo que poseyeses el estilo y elocuencia de Lord Boling-
entendía yo algo sobre la materia, y persuadir á sus broke escribiendo y hablando, que toda la erudición de
miembros que ellos mismos la entendían un tanto, de lo la Academia de las ciencias, de la Sociedad real y de las
cual se hallaban muy lejos. Bien pude haberles hablado dos Universidades reunidas.
céltico ó esclavón así como astronomía, seguro de que Como el estilo de Lord Bolingbroke es superior á cual­
me habrían entendido de la misma manera En lugar quiera otro, te recomiendo que leas y releas sus obras
de entrar en el asunto, me propuse otra cosa mejor,.yfué con particular estudio á su dicción. Transcribe, imita y
agradarles en vez de instruirles. Les tracé pues un com­ rivalizalo si es posible; nada te será mas útil en la cáma­
pendio histórico de los calendarios, desde los Egipcios ra de ios Comunes, en las negociaciones y en la con­
hasta el Gregoriano, divirtiéndolos do cuando en cuando versación ; de este modo podrás alimentar fundadas
con pequeños episodios; pero atendí particularmente á esperanzas de agradar, de persuadir, de seducir y aun do
la elección de las palabras, á la armonía y redondez de imponer, puntos que alcanzarás mas ó monos en propor­
las frases, á la elocución y á la acción. Esto produjo el ción á tu habilidad oratoria. Sobre todo, desentiéndete,
efecto deseado, y siempre será lo mismo. Creyeron que durante el año que debes permanecer en Paris, de loque
vo los instruía porque les procuraba placer, y aun hubo los rudos y majaderos llaman sólido, y trata de adquirir
algunos que dijeron que yo les habla esplicado claramente lo que las gentes del gran mundo llaman brillante.
el asunto, cuando Dios sabe que ni aun por pienso lo Dentro de quince dias ó tres semanas verás en Paris á
ensayé. Lord Macclesfield, que tuvo la mayor parte en la Sir Ch. Hotham de paso para Tolosa, en cuya ciudad
redacción del proyecto, y que es uno de los mejores debe permanecer uno ó dos años. Te pido que te mues­
matemáticos y astrónomos de Europa, habló después tres muy civil con él, pero no lo introduzcas en ninguna
con superioridad infinita y con toda la claridad que per­
mitía una materia tan ardua é intrincada; pero como sus
términos, sus periodos y su dicción estaban muy lejos de
ser como los míos, sucedió lo que debia suceder: se me
(a) Raison sans sel est fado nourriturc;
dió unánimemente la preferencia, aunque con la mayor
Sel sans raison n’est solide pálure :
injusticia. Toda asamblea numerosa es pueblo, sean
De lous Jes deux se forme esprit parfait.
quienes fueren los individuos que la compongan. Nunca
debe emplearse el lenguaje de la mera razón y del buen (J. B. Rousseau) Tr.

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CARTAS

sociedad. Preséntalo á Lord Alhtfrmftrtó, porque como que tuvieres entrada franca; cultívalas, frecuéntalas y
no debe permanecer en París mas que' ana'semana, no di que deseas llegar á ser como de casa. Forma cuantas
deseamos que tome el gusto á esa vida disipada. Puedes conexiones puedas con gente de córte, y observa cuida­
llevarlo á la comedia ó la ópera. A Dios. dosamente con qué urbanidad difieren de opinión, y con
quécorlesía odian; cuan desembarazados y libres aparecen
en la multiplicidad de sus negocios y como saben aprove­
char las ocasiones para hacer recaer sobre ellos la
conversación en medio de los placeres. Solo en las córtes
se aprende aquella blandura y aquella flexibilidad de
espíritu sin las cuales la vida no es nada. He sabido con
LoiwnES, 25 de Marzo de 1751. gran placer que Lord Albermarle te ha puesto en manos
de los dos caballeros de Bissy. Aprovecha la oportunidad
Mi querido amigo. y suplícales que te permitan acompañarlos por todas
partes, en París como en Versalles. Uno de ellos te llevará
Cuan feliz es este periodo de tu vida! El placer es y naturalmente á casa de madama de La Valliére (a). Diles
debe ser tu ocupación actual. Cuando eras mas jóven, francamente que deseas formarte, y que si ellos quieren
los estudios áridos y las palabras Inconexas eran objetos tomarse este trabajo lo serás por manos maestras. Tu
de estudio bastante tristes ; y á medida que entrares en carrera tiene la grata peculiaridad de hallarse ligada con
edad, la inquietud, las vejaciones y las contrariedades los placeres y sacar partido de ellos ; es la única en que
inseparables de los negocios, ocuparán la mayor parte es de absoluta necesidad el completo conocimiento del
de tu tiempo y de tu atención. Tus placeres podrán en mundo, la pulidez en las maneras y el primor en todas
verdad, ayudar tus empresas y ocupaciones, y estas vivi­ las acciones. Sí un legista conoce las leyes, un eclesiás­
ficar tus placeres. Sea como fuere, tendrás que dividir tu tico la teología, un hacendado la aritmética, cada uno de
tiempo, á la vez que ahora te pertenece todo, y no puedes ellos figurará muy bien en sus respectivas profesiones
empleardo mejor que en los placeres de un caballero. El sin gran conocimiento del mundo, y sin la finura de
mundo es actualmente el único libro que necesitas, y casi modales de un caballero; pero tu profesión te engolfa en
el único que debes consultar. Esté libro tan esencial solo todas las intrigas y cabalas como también en los pla­
puede leerse en la sociedad, en los parajes públicos, en ceres de las córtes. En las vueltas y rodeos de este labe­
los convites y en los espectáculos. Es menester que con­ rinto, tus guias deben ser el conocimiento del mundo,
curras á las diversiones para aprender los usos y costum­ el discernimiento de los caracteres, la blandura, la ver­
bres del mundo elegante. En los negocios meditados y satilidad de alma y la elegancia en los modales. Es nece­
graves, las gentes ocultan, ó por lo menos tratan de sario que aprendas á acariciar y adormecer los monstruas
ocultar su carácter; en ios placeres al contrario, lo des­ que guardan el vellocino de oro : tal es el arte (b) y
cubren, y el corazón se escapa y queda libre de la centi­ tales las cualidades necesarias para un ministro estran­
nela del juicio. Estos momentos son á veces muy propi­ jero (c); y debe confesarse con sonrojo nuestro, que las
cios para los negociadores hábiles. En la carrera que otras naciones nos llevan en esto mucha ventaja. Un
emprendes, la diestra conducta en los placeres puede ministro Francés cceleris paribus, sacará mas partido
ser de infinita utilidad: tener buena mesa y hacer los
cumplidos de ella con primor y bajo el tono de la buena
compañía, son requisitos absolutamente necesarios para
un ministro estranjero. Hay cierto cuchucheo de mesa
que, bien que trivial, es muy útil para evitar los asuntos (а) La famosa Duquesa de La Valliére tomó el velo de reli­
serios, y solo puede aprenderse en la buena sociedad. Es giosa carmelita en 4675 y murió en 4710. El autor habla
frívolo en efecto, pero un hombre de mundo, hará Inte­ probablemente de la bija de aquella y de Luis XIV casada con
resantes las conversaciones mas vanas. El arte de chan­ el principe de Conti.
cear á gusto de todo el mundo no es de despreciar.
La blandura, la insinuación y la galantería son á ve­ (б) Si tal es el arte y tales las cualidades que debe poseer un
ces muy útiles á los ministros cstranjeros. Las mugeres ministro estranjero, no falló razón á Vollaire cuando en su tra­
tienen directa ó indirectamente mucha influencia en las gedia de Bruto dijo :
córtes. El difunto Lord Stra fiord gobernó, durante un
L’ambassadeur d’un roí m’est toujours redoutablc :
tiempo considerable, á la córte de Berlín, é hizo allí su
Ce u’esl qu’un ennemi sous ce tilre honorable,
fortuna porque estaba muy bien con madama de War-
Qui vient, rempli d’orgueil ou de dextérité,
temborg, querida del primer rey de Prusia, y podría Insulter ou trahir avec impunilé.
citarte otros ejemplos de este género. Esta especie de
chachara, grata á las mugeres, solo se adquiere frecuen­ Alguno tradujo :
tando las sociedades distinguidas que dan el tono. Cual­
quiera otro libro debe pues ceder el lugar á este grande Enemigo encubierto con el velo
é indispensable libro del mundo, cuyas ediciones son De un título magnífico y pomposo,
tantas, tan variadas y tan diferentemente entendidas, Que tan diestro y sagaz como orgulloso
Dispuesto viene, so color de celo,
que es necesario mucho tiempo para comprenderlo bien;
A insultar ó vender impunemente,
por otra parte, difiere tanto de los demas libros, que en
Al mismo que lejjbscquia cortesmenlc.
lugar de permanecer en tu casa, es necesario que busques
compañía para leerlo. No lo encontrarás en las librerías,
sino en las córtes, en las casas de primer órden, en las (c) Labruyére dice : Tout le raffinement, toute la politiquo
diversiones, festines, saraos, tertulias y espectáculos. d’un ambassadeur consiste h tromper et h u’élre pas trompé.
Colócate bajo el pié de intimidad en todas las familaB en Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 215

que otro Ingles en cualquiera córte de Europa. Los


Franceses tienen cierta dulzura muy insinuante y atrac­
tiva. Un ministro Ingles residirá siete años en una córte
sin haber formado ninguna conexión particular, ni tener
intimidad en ninguna familia; siempre es el ministro
Ingles sin naturalizarse jamás. Recibe órdenes, pide au­ Londres, 7 de Abril de 1751.
diencia, informa á su gobierno y asunto concluido. Un
ministro Francés, al contrario, apenas ha residido seis
semanas en una córte, cuando ya se ha insinuado con Mi querido amigo.
mil pequeñas atenciones, en el favor del príncipe, de su El adjunto paquete contiene á la vez la? carteras, las
muger, de su querida, de su favorito ó de su ministro; se brújulas y las muestras. Cuando tus tres Gracias hubie­
ha establecido bajo un pié de familiaridad en media do­ ren elegido, no tienes mas de enviarme en una carta
cena de las mejores casas, y ha acostumbrado á todos á unos retazitos de los tres tafetanes que prefieran. Si no
estar, no «oio contentos, sino sin etiqueta ni mortifica- encuentro vía segura para enviarlos directamente á París,
don. Por todas partes se encuentra como en su casa, y tendré cuidado de remitirlos á Calais á madama More!,
sabe persuadirlo á los otros, medio por el cual conoce el que, siendo allí el agente de madama de Monconseil, en­
t interior de aquellas córtes, y casi puede escribir profecías contrará coyuntura para hacerlos llegar á manos de las
á la soya, según el conocimiento que tiene de los carac­ interesadas, que todas tres llevan estrecha amistad con
teres, humores, habilidad ó debilidad de cada actor. El madama de Monconseil.
cardenal d’Ossatera mirado en Roma como italiano y no Hallarás también en el paquete una brújula en su cer­
como cardenal francés. M. d’Avaux, á cualquier parte co, guarnecida de diamantes, y te aconsejo que la re­
qne fuese, no era considerado como ministro estranjero, gales al abate Guaseo que te ha sido y continuará sién­
sino como nacional y particular amigo. La pura verdad dote tan útil. Es una bagatela, pero debes realzar el
lisa y ilana, el buen sentido y la instrucción, no bastan valor por la manera de presentarla. Muéslrasela primero,
en las córtes : el arte y los ornatos deben venir en su au­ y cuando la elogiare, como es probable, di le que está á
xilio: es necesario lisonjear los humores, estudiar y apro­ su disposición, y que como siempre anda por berenge-
vechar los mollia témpora, ganar la confianza por me­ nales, es absolutamente indispensable que tenga una
dio de una franqueza aparente y sacar el partido posible brújula. Todas estas pequeñas galanterías dependen en­
áfnerza de habilidad y discreción ; y sobre todo, es me­ teramente de la manera de hacerlas ; y en verdad, con
nester ganar el corazón para someter al espíritu. Hce tibí qué cosa no sucede lo mismo ? Los mayores favores pue­
crunt arfes. den concederse de un modo tan desabrido y grosero, que
La muerte del príncipe de Gales, que era mas amado se convierten en ofensa, y las cosas mas desagradables
por su afabilidad y buen natura!, que estimado por su pueden ejecutarse con una afabilidad que casi obliga (a).
discreción y conducta, ha afligido á muchos y causado Trata de adquirir este gran secreto (ój; existe, puedo
temores en todos. La gran diferencia de edad entre el rey hallarse,y es mucho mas útil de lo que sería el gran se­
actual y el príncipe Jorge, presenta la perspectiva de una creto de los alquimistas, si pudiesen descubrirlo. Solo se
tutela, que siempre inspira temores á una nación; pero aprende en las cortes, en donde el contraste de intereses,
debemos esperar, y es muy probable, que el rey, resta­ la diversidad de opiniones y los odios arraigados, se mo­
blecido como se halla de su última indisposición, vivirá rigeran hasta cierto punto y permanecen dentro de los
lo suficiente para yer á su nieto en edad de reinar; y en límites decentes trazados por la cortesía y los modales.
verdad que es jovencito que promete grandes esperanzas, Frecuenta, observa, aprende las córtes. ¿ Eres dueiio de
porque es de buena índole, muy afable y tiene muy buen ir á la de Saint Cloud ? ¿Vas á menudo á la de Versalles ?
sentido. Este acontecimiento ha convertido aquí á todo Insinúate y cáptate el favor. El abate de La Ville, mi
el mundo en historiador ó político. Se ha escudriñado antiguo amigo, hará que te cueles en Versalles, y tus tres
nuestra historia sobre las circunstancias particulares de damas te establecerán en Saint Cloud. Los modales de
las seis tutelas que hemos tenido despues de la conquista la córte son diferentes de los de la ciudad; pero sin de­
Los razonamientos, las especulaciones y las conjeturas, cidir cuales sean los mejores, los primeros son sin con­
como puedes fácilmente imaginarte, se han multiplicado tradicción los que mas necesitas, puesto que tu destina
al infinito, porque en este país hasta los porteros son es vivir, crecer y elevarte en las córtes. Dentro de dos
consumados políticos. El docto Swift dice con mucha años, que te hallarás en estado de aparecer en ellas, es­
gracia : todo hombre está convencido de que conoce la pero poder plantarte aquí en el terreno de una córte ju­
religión y la política sin haberlas aprendido jamás ; venil , donde, si tienes toda la habilidad de un buen cor­
pero la mayoría de los hombres vive en la creencia de
que no entiende las otras ciencias porque no las ha es­
tudiado. A Dios,

(«) Tel donne a pleines mains qui u’oblige personne;


La fagon de donner vaut mieux que ce qu’on donue.
S(CORNEILLR.)

(6) Dad siempre con buena gracia,


} Porque una bella manera,
; Añade al don mayor precio
| Que aquel que en sí mismo encierra.

i ‘Máximas de la Sabiduría). Tr.

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216 CARTAS

tesano, hallarás ocasión muy propicia para prosperar y libro de Orotore de Cicerón, que trata particularmente
florecer. El favor juvenil, sí se emplean los medios opor­ de loa ornatos del discurso; esto es lo que propiamente
tunos, se obtiene fácilmente, y cuando se ha adquirido es puede llamarse arte oratorio, porque el resto solo de­
ardiente, si no durable. Es menester aprovechar los mo­ pende del sentido común y del conocimiento del asunto.
mentos preciosos, venga después lo que viniere. No A Dios (a).
comuniques á nadie mis miras sobre este punto ; ántes
bien aprende á guardar tu secreto, lo cual pocas gentes
caben hacer.
Vuelvo á recomendarte que te dediques á adquirir una
tintura de astronomía y de geometría, para que no carez­
cas de ideas claras del sistema planetario, ni de la histo­
ria de los antiguos sistemas. La pluralidad de mundos de Londbes, 15 de Abril de 1751.
Fontenclle te enseñará casi todo lo que necesitas saber
sobre la materia, Respecto á la geometría, los siete pri­
meros libros de Euclides serán una dosis suficiente. Es Mi querido amigo.
muy oportuno que tengas una nocion general de estas
ciencias abstractas, para que no aparezca que las ignoras ¿ Cómo van las gracias, las maneras y en general
completamente cuando ocurra hablar de ellas como su­ todas aquellas pequeñas prendas tan necesarias para que
ceden menudo; un conocimiento profundo de estas cien­ un hombre sea amable? Las has adquirido? Progresas
cias exigiría mucho tiempo y ocuparía mucho tu espíri­ en ellas ? El gran secreto consiste en el arte de agradar,
tu. Te repito y repitiré una y cien veces, que el libro del y este arte lo adquiere todo hombre, con tal que tenga
gran mundo debe ser lu principal estudio. Nocturna cierto fondo de sentido común. Fulano te agrada portal
versóle manu, versóle diurna. lado; examina por qué, imítalo y agradarás á los otros
Digan lo que quieran en París de mi discurso sobre el por el mismo principio. Para agradar á las mugeres es
proyecto de reforma del actual calendario, y elogíenme necesario ser considerado de ios hombres; y para agra­
aquí hasta donde les parezca, te aseguro que mi mérito dar á los hombres es necesario saber agradar á las muge-
se reduce á las palabras y al modo de cspresarlas, y de res. En estas, la vanidad, que es sin disputa su pasión
ningún modo por lo que hace al asunto, que según te dominante, se mira muy lisonjeada cuando recibe las
dije en mi anterior me era en estremo desconocido (a). atenciones de un sugeto generalmente estimado entro
Te repito esto para que palpes la importancia de las pa­ los hombres; y cuando ellas lo ven marcado con esto
labras bien elegidas, de los periodos armoniosos y de la cuño le dan curso, es decir, lo ponen en moda. Por otra
gracia de la espvsion ; porque, Ínter nos, el discurso de parte, un hombre será estimable entre los hombres, pero
Lord Macclcsíield, fue mil veces mejor que el mió. Pronto no será amable si no ha recibido la última mano entre
se imprimirá, y como es muy instructivo te lo remitiré. las mugeres. La concurrencia de ambos sexos es tan
Dices que te contentarías con llegar á tener la mitad de necesaria para la perfección, como para la formación de
mi talento oratorio; fácilmente puedes hablar tan bien nuestro ser. Lleva á las mugeres las buenas cualidades
como yo, si atiendes á todo lo que me dediqué á tu edad de tu sexo, y obtendrás en cambio la dulzura, las gracias
y muchos años después, quiero decir, ia pureza y la ele­ y demas prendas del suyo, y ¡os hombres que solo te
gancia de estilo, la armonía de los periodos y ia gracia de estimaban antes, te amarán después. Las mugeres son
la pronunciación (b). Lee una y muchas veces el tercer las verdaderas purifleadoras del oro masculino; cierto
es que no le agregan peso, pero lo pulen y le dan brillo.
Como te tengo por el primer juris-perilus de toda la
confederación alemana, supongo que habrás leído la
carta del rey de Prusia al elector de Maguncia, con mo­
(n) Fuese por estudios profundos ó bien por dotes naturales, tivo de la elección del rey de loa Rumanos; y también
los discursos oratorios del Conde de Cbcslcrfieid fueron mucho
mas admirados y alabados que ningunos de los de este siglo.
Horacio Walpole había escuchado á su propio padre; bahía
escuchado á Pili; bahía escuchado á Pul leu ey; habia escu­
chado á Wyiidhani; bahía escuchado á Carleret; y sin em­ (a) Abril 41. El autor á la marquesa de Monconseil :
bargo, confesaba en 1743 que el mas helio discurso que había
Ne vous en déplaise, Madame, il ne paral! pas qucj’aieprñ
oído cu toda su vida era uno del Conde de Chesterfield.
la mouebe trop fort, puisque vous con ven ex en méme temps,
(Lord MaHON.) quemes mercuriales onl fait quelque eíTet. Avec les j cuntí
(6) En un folleto de aquellos tiempos hemos encontrado la gens, commc avec le pcuple, il faut cbarger les objets un pc«
siguiente estimación de los talentos oratorios del Conde de au-deiá du vrai, et je vous avouc que j’avais fait une caricí-
Chcstcrlield : «Des qu’il prend la parole,¡I auné maniére par- lure du portrait que vous m’aviez envoyé, pour qu’il vlt ses
ticuliére de sais ir l’allention de ses audileurs et de la teñir eu- défauts au télcscope, Je continué actuellcment á préebersur
cbalnéc jusqu’fc la fin. Son débil a toutes Íes gráces qui dislin- les texles que vous m’avez fournis. J* es pe re queje ne préebs
niiaient Íes orateurs de lióme et d’Atbénes; sa parole a toule pas aussi inulilement que ¡a plupart des prédicalcurs. Vous
la liberté qu’assure á un membre du Pailemcnt la coustitulion pouvez me diré niieux que personne, si je préche avec fruit.
anglaise et la qualité de Pair íu royaume. II possede ce sel Se forme-t-il aux usages? prend-i 1 le ton, les manieres, les
olliquc dont il sait faire un assez judicieux usage pour ménager uUentions, les gráces? Ditcs-moi, je vous en supplie, Madame,
la susceplibililé, souvcnt pour se concilicr la faveur de ceux-lá s’ii fréquenlo les bonnes compagines, si ics liaisons qu’il a
inéme qui auraient pu se considércr commc offensés. II sait formées avec des gens de son Age sont bonnes, et quedes
raisonner avec le calme d’un pbilosophe, persuader avectout m a i son s il hanle le plus. Je ne vous fais point d’excuscsík
l'art d’un orateur, el cbarmcr avec toule 1’imagination d’un toutes ces queslions impertinentes; ccserail Irop tard, el vota
poete accompli. , Tr, y étes accoutuméc, ect Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 217

uní pieza titulada Représen tation impértale de ce qui rero de la reina, que se verificará en el muelle de la
est juste á Végard de Vélectton cTun roi des fíomains, Mégisserie, esquina del arco Marión. Observo que se
etc. La primera está muy bien escrita, poro no cimen­ anuncian, en la página 18, dos grandes cuadros de!
tada en las leyes y usos del Imperio; la segunda está Ticiano. Los compraría con gusto, bajo dos condiciones:
muy mal redactada, á lo menos en francés, pero fundada. primera, que sean originales auténticos del Ticiano y
Creo que habrá sido compuesta por algún Alemán que bien conservados ; segunda, que sean baratos. Para cer­
soñó que sabia el francés. Con todo, estoy seguro de que ciorarte de lo primero, y sin menospreciar tu habilidad,
la elegancia y delicadeza de la carta del rey de Presta, querría que te entendieses con algunos prácticos, para
deslumbrarán el alma de las dos terceras partes del que los examinen con cuidado; y si en consecuencia de
público, apesar de la solidez y verdad de la otra pieza : un escrutinio severo, los reconocen unánimemente como
tal es la fuerza de la elegancia y de la delicadeza. originales del Ticiano y bien conservados, vendrá la se­
Desearla que fueses un poco mas circunstanciado por gunda condición, el precio. No pienso dar por ambos
lo que hace á tus correrías en París. Por ejemplo *. ¿ en arriba de doscientas libras estcrlifias (a), y no me pesaría
qué lugar comes todos loa viernes en compañía del ama­ obtenerlos á menos precio si pudieses conseguirlo. Con­
ble y respetable anciano M. de Fontenelle?¿ Qué casa fieso que doscientas libras son al parecer suma muy pe­
es, por decirlo asi, tu domicilio? porque siempre tene­ queña para dos pinturas del Ticiano de tal tamaño ; pero
mos una en que nos hallamos mejor y mas á gusto que por otra parte, como las grandes pinturas italianas no
en otras. ¿ Quienes son los jóvenes Franceses con quienes e-lán ya de moda en París» en donde esta decide de to­
tienes mas estrechez ? ¿ Frecuentas la casa del embajador j do, y como son demasiado grandes para las habitaciones
de Holanda, y has logrado introducirte otra vez en la del j ordinarias, quizá podrás conseguirlos al precio que he
conde de Kaunitz? ¿ Tiene M. de Pinaceli el honor de < lijado. Dejo este negocio, escepto el precio que no aumen­
contarse en el número de tus servidores? ¿ Te ha coni- < taré, á tu prudencia y consumado juicio, reforzados con
prendido el nuncio del papa en su jubileo ? di me también j el parecer de los peritos. Si los compras á este precio,
cómo te hallas con Lord Huntingdon.¿ Lo ves, cultivas hazlos llevar á tu alojamiento, y que pongan al segundo
su amistad? Responde especifica mente á todas estas í un marco enteramente igual al del otro, pues he obser­
preguntas en tu primera carta. ; vado que no lo tiene, y también que el marco antiguo se
Se me ha dicho que la obra de Duelos no tiene acep- i dore de nuevo; en seguida mandarás embalarlos con
taclon en París, y que se critica con la mayor violencia; j cuidado y me los enviarás por la via de Rúan.
supongo que esto viene deque la entienden, porque ya ¡ He sabido que tienes conversaciones frecuentes con
no es moda ser inteligible. Respeto mucho la moda, ¡ los beaux esprits de París; celébrelo mucho, porque esto
pero respeto mucho mas este libro, que es á la vez ver- j atrae cierta reputación,especialmente en esa ciudad, y
(ladero, sólido y bien escrito ; ademas contiene epigra­ sus conversaciones son por lo general Instructivas aun­
mas, qué mas se quiere? Supongo que. M’**’ habrá que por lo común afectadas. Es menester confesar que la
partido de París para su residencia de Tolosa, en donde i conversación civil de las personas de ambos sexos bien
espero que adquirirá maneras porque tiene mucha nece­ educadas, sin ser siempre muy profunda, es siempre mu­
sidad de ellas; es torpe, taciturno y carece de iaspren­ cho menos fútil y frivola que la nuestra; á lo menos,
das necesarias para sobresalir en los negocios ó en la versa sobre materias de gusto, puntos de historia, de
alta sociedad; y en verdad que son cosas tan ligadas que critica y aun de filosofía, que, sin ser tan sólida como ia
ningún hombre figurará en los negocios, si al mismo de Locke, es mas interesante y mas adecuada para seres
tiempo no se distingue en el gran mundo; y para sobre­ racionales que nuestras frívolas disertaciones sobre el
salir en uno y otro, es necesario bailarse in utrumque tiempo ó sobre el Whist \bp
para tus. Ojalá puedas tú, mi querido amigo, lograr esta M.Duelos observa, y en mi opinión con mucha exacti­
ventaja. Dios te bendiga. tud, que ta razón en Francia se halla actualmente en una
P. D. Lord y Lady Blcssington con su hijo Lord Mount- fermentación general que tiende á ensancharse; cuando
joy irán á París la semana entrante, en camino para por el contrarío, siento mucho decir que esta fermenta­
el medio día de Francia, y con ellos te enviaré un paque­ ción parece haber calmado tiempo ha en Inglaterra ; el
teo de libros. Te encargo que estés á la mira de su lle­ espíritu se evaporó y solo ha quedado el sedimento. Ade­
gada, y que Inmediatamente to ofrezcas á su servicio y mas, los bellos ingenios de París son por lo regular per­
les manifiestes las atenciones posibles. sonas de mundo y de buenas maneras, cosas raras entre
los nuestros.
¿ Conoces á Marivaux? Ha estudiado ciertamente y
penetrado muy bien el corazón humano;pero apura
tanto la materia sobre sus pliegues y repliegues, y ios
describe con tanta afectación, que muchas veces es inin­
Londres, 22 de Abril de 1751. teligible ú sus lectores, y aun me atrevería á decir que á
veces ni él mismo se entiende (cj. ¿Conoces á Crebilion ?
Mi QUERIDO AMIGO.
Ocurro ahora á tí como á uno de los mayores virtuosos
de este siglo y tal vez de los pasados y futuros ; á tí, (а) Mil pesos.
cuyo juicio superior y ojo perspicaz libertaron al rey de (б) Juego de naipes.
Polonia de comprar en Venecia una mala pintura ; á tí,
(c) Un critico francés ha dicho también de las obras de Ma­
cuyas decisiones en el reino de las bellas artes no tienen
rivaux que todas contenían :
apelación. Vamos al asunto: se me ha enviado el catálo­
go de una venta á Vamiable, de algunas pinturas de los Une métaphysique oü le jargon domine,
mejores maestros, pertenecientes á M. Araignon, cama­ Souvent imperceptible k forcé d’élre fiue. Tr.

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218 CARTAS

Es un buen pintor, un escritor agradable; sus caracteres amable franqueza que solo puede darle el trato con
son admirables y sus reflexiones exactas. Frecuenta estos gente distinguida; y se me ha asegurado que está en
bellos talentos, muéstrales agrado, pero no te envanez­ buenas manos para alcanzar estas prendas. Te felicito
cas, no te jactes de su amistad para probar tu mérito, ni como también á mí, de que te halles tan cerca del lími­
insultos en cierto modo á otras personas, diciéndoles te que tan ardientemente deseo llegues á tocar; y estoy
con afectación que tú, Montesquieu y Fontenelle habla­ seguro de que todos tus cuidados y esfuerzos tenderán á
ban el otro dia sobre tal asunto, como he oido á ciertas este fin. M. Tollot dice que tu naturaleza propende á en­
gentes de aquí respecto de Pope y de Swift, sin haberse gordar, pero me prometo que trataras de evitarlo cuanto
hallado dos veces en su compañía. Tampoco lleves á sea posible; no quiero decir por esto que tomes corrosivos
otras sociedades el tono de las reuniones de los bellos que te enflaquezcan, sino que evites comer y beber todo
ingenios ; habla enhora buena con ellos sobre literatura, lo que pueda dar pábulo á la gordura. No tomes choco­
gusto, filosofía ecl. ; pero habla también con el mismo late, sino café sin leche. Es imposible que evites las cenas
desembarazo y mas jovialidad sobre peinados, tafetanes, de Paria sin evitar la compañía, cosa que no permitiré
ect. con madama de Blot si lo desea. Casi todos los asun­ por nada de este mundo; come sin embargo, los menos
tos tienen en el mundo su tiempo y lugar oportunos, y manjares que puedas, y aun disminuye tus comidas en
no hay uno solo cuya discusión deje de ser mas ó menos proporción á lo que gustares en lascenas. Toma de tiempo
conveniente. La dificultad consiste en hablar bien sobre en tiempo una doble dosis de picadero y de esgrima; y
la materia; el objeto mas trivial procura á los hombres ahora que va á entrar el verano paséate á menudo en las
hábiles la oportunidad de manifestar su talento ; y esto Tullerías. La gordura es cosa molesta y poco graciosa en
solo lo enseña el uso continuo del gran mundo. Prepá­ un jóven. A propósito, ya olvidaba decirte que he encar­
rate para esto como acostumbraban los atletas para sus gado á M. Tollot que vigile particularmente tu pronun­
ejercicios; aceita, per decirlo así, tu espíritu y tus moda­ ciación y tu elocución, puntos de la mayor importancia.
les para darles la blandura y la flexibilidad necesarias; Sobre el primero dice: Su pronunciación no es mala,
la fuerza sola no basta como los jóvenes se figuran fácil­ pero seria de desear que fuese mejor; se espresa con
mente. mas fuego que elegancia. El trato con la buena socie­
¿ Qué tal van tus ejercicios ? ¿ Puedes montar un sal­ dad arreglará también todo esto. Confieso que estas
tador vigoroso entre los pilares? ¿ Montas aun con estri­ son cosas que parecen imperceptibles tomadas separada­
bos ? ¿ Pones en aprieto á tu adversario en la esgrima ? mente, pero reunidas forman un artículo de importancia
Pero sobre todo, qué dice de tí Marcel? Está satisfecho? en la cuanta de un caballero. No alimentes esperanzas
Te encargo que me escribas con mas eslension sobre es­ de figurar nunca en la cámara de los Comunes si no tie­
tos particulares, porque aunque recibo noticias frecuen­ nes un estilo elegante y una bella elocución; nunca
tes. deseo ver tu historia de tu propio puño. A Dios con lucirás como palaciego en esta corte, ni como ministro en
la ma\or sinceridad y ternura. cualquiera otra, sin toda8 estas pequeñas pero impor­
tantes circunstancias.
Supongo que M.Jorke se halla actualmente en Paria.
Hazle la corte, pero de modo que Lord Albermarle no
se disguste, porque podría tal vez resentirse si conside­
rases á M. Yorke como el hombre de los negocios y á él
únicamente como figurón en ia escena. Sea cual fuere tu
Londres, 2 de Mayo de 1751. opinión sobre este punto, no la manifiestes; procura
estar bien con ambos sin mostrar á uno cierta preferen­
Mi querido Aiiruo. cia que desagrade al otro.
Aunque necesariamente debo Incurrir en repeticiones
Recibí últimamente noticias tuyas de dos escalentes tratando tan á menudo el mismo asunto, no puedo dejar
jueces que me procuraron sumo placer, porque me ha­ de recomendarte la mayor atención á tu talante y mane­
cen concebir esperanzas de que adquirirás muy pronto ras. Aplícate á las lecciones de Marcel con la misma dili­
las prendas que te fallan para que seas un caballero com­ gencia que antes á las del profesor Mascow; pídele que
pleto. Como estos dos retratos difieren mucho de los que te enseñe todas las actitudes agradables que puede tomar
recibí y te remití hace algunos meses, voy á nombrarte el cuerpo humano; que te haga entrar y salir varias
los dos pintores. Uno es mi antiguo amigo M. d’Aillon, y veces en su sala, y preséntate á él como si representase
espero que su dibujo es parecido porque es bastante tal ó cual personaje, como un ministro, una dama, un
bueno. El de M. Toilotes aun mejor, y tan favorable, superior, un .igual, un inferior ect. Aprende á sentarte
que no pienso mandarte la copia temiendo que te entre como conviene en toda especie de sociedades ; á
mucha vanidad. Todo lo que puedb decirte es, que tomar el aire de dejadez y de flojedad que fuere admitido
solo había un pero en cada uno de ellos; y que solo en donde estés autorizado para tomarte alguna licencia,
después de haber aplicado á M. d’Aillon la cuestión or­ y á permanecer con aire respetuoso en donde no se tole­
dinaria y eslraordinaria sobre el artículo importante de rare la misma libertad. Aprende á acomodar tu sem­
las maneras, pude arrancarle esta confesión : Pero su­ blante, ora respetuoso, ora Insinuante y ora jovial, para
puesto que Vd. insiste, debo decirle que todavía nece­ mostrarlo según las diferentes ocasiones. Ten cuidado
sita la última mano de barnispara avivar los colores y de que el movimiento de tus manos y de tus brazos sea
realzar la pieza. Persuádase Vd. de que adquirirá lo fácil y libre, porque la gallardía de una persona con­
que le,falla porque tiene demasiado talento para co­ siste en esto mas que en ninguna otra cosa, sobre todo
nocer lo que vale; y si yo no me equivoco, mas de una al bailar; suplicaá las damas de tu confianza que te
persona trabaja en el dia con tal objeto. M. Tollot dice : adviertan francamente cualquiera cosa desagradable que
Para ser lo que Vd. desea no le faltan mas que aque­ notaren en tí. Las mugeres son los mejores jueces eo
llas pequeñas frioleras, aquellas gracias y aquella esta materia, y si ellas están satisfechas, los hombres

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DE LORD CHESTERFIELD 219
¡legarán pronto á estarlo. No pienses mas que en las ran que ese airecillo es algo brusco y decidido; no siendo
decoraciones. ¿ Conoces á madama GeofTrln ? Es muy esta tu intención, debes evitar las apariencias que lo ha­
vivaracha y según se me ha dicho 6olo recibe en su rían creer. Acomoda tu semblante á la dulzura y á la
casa gente escogida. ¿ Visitas á madama Dupin, que me complacencia; emplea ciertos términos que denoten des­
acuerdo era hermosa, y que pasa por muger de talento confianza de tu opinión y deferencia á la de los domas,
é instrucción ? Desearía que tus conexiones solo fuesen v. g. Si me es permitido decir ¿creería; ¿ no seria mas
con personas que por su clase ó su mérito reclamasen una bien asi ? tengo algún fundamento para desconfiar de
constante atención ¡ porque no es posible que un jóven mi juicio. Estas palabras mitigan, calman, sin debilitar
haga progresos en compañía de quienes se considera por eso el razonamiento; al contrario, le dan mas fuer­
autorizado para ser negligente. Un arco nuevo debe estar za haciéndolo mas agradable. Si la vivacidad y la preci­
siempre tirante, y cuando el tiempo le ha dado la forma pitación de tus palabras se consideran como tono deci­
que debe tener, puede aflojarse de vez en cuando. dido y perentorio, trata de prevenir este error hablando
Acabo de pagar tu libranza de 89 libras esterlinas y reflexivamente y con un metal de voz mas templado ;
15 chelines. Nada hay que decir de la mano que la Armó, porque hallándote libre de delito, debes estarlo igual­
y esto prueba que se puede escribir bien sin acudir á la mente de sospecha. Los hombres, te lo he dicho infinitas
mágica. No hay cosaque me Irrite mas que oir decir á veces, se rigen por las apariencias mas que por la reali­
los indolentes que no pueden hacer lo que está al alcan­ dad ; y tratándose de opiniones mas valdría ser áspero y
ce de todos si tienen voluntad para ello. A Dios. brusco en realidad, con apariencia de dulzura, que vice
versa. Pocas gentes tienen sobrada penetración para
descubrir, atención suficiente para observaré aun Inte­
res bastante para examinar, mas allá del esterior. Bus­
can sus nociones en la superficie y de ahí no pasan. Pura
ellas el hombre mas civil y amable del mundo es aquel
que tiene un esterior mas atractivo, aunque solo lo hayan
visto una vez. El talante, el tono de voz, el aspecto suave
Londres, 6 de Mayo de 1751. y benévolo, cosas fáciles de adquirir, producen este efec­
to ; y sin otro examen, y quizá con cualidades contrarias,
se tiene á un hombre por el mas modesto y de mas
Mr QUERIDO AMIGO. buena índole que darse pueda. Feliz aquel que con un
caudal de saber aprende el mundo desde temprano, para
Los mejores autores son siempre los críticos mas seve­ burlarse de él á una edad en que la mayor parte son la
ros de sus propias obras (a), y las examinan, lascorrigen, burla del mundo! Porque tal es ia suerte ordinaria de los
las liman y pulen, hasta que creen haberlas perfeccio­ jóvenes; adquieren espericncia cuando ya es larde, y
nado. Yo te considero como obra mia, y no teniéndome llenos de vergüenza de haber sido burlados tanto tiem­
por mal autor, soy un crítico bastante severo. Examino po, terminan por ser bribones. No te fies en las aparien­
prolijamente las menores máculas, no para divulgarlas, cias, pero paga á los otros con esta moneda, seguro de
aína para corregirlas y perfeccionar la obra. Sé que tus que nueve entre diez la aceptarán. No es una LLcdad
modales han mejorado mucho desde que te hallas en criminal ni reprensible cuando no se usa con mala in­
París, pero aun tienes que hacer nuevos progresos antes tención. De ninguna manera soy yo culpable porque
de alcanzar aquella pulidez que con tanto anhelóte desea deseo obtener ¡a aprobación, la benevolencia y el afecto
mi corazón, y hasta entonces no dejaré de bruñirte. En de los demas, si mi designio no es engañarlos. Bien sé
carta de un amigo tuyo residente en París, que recibí por que tu corazón es bueno, tu juicio despejado y tus cono­
el último correo, se hallan estos renglones. Tengo el cimientos estensos. ¿ Qué es pues lo que te falta? Nada
gusto de anunciar á Vd. que los progresos que hace sino embellecer estas cualidades fundamentales con una
aquí M. Slanhope son superiores á los que deberían esterioridad que cautive, con una dulzura que atraiga,
esperarse de un jóven de su edad. Frecuenta las mejo­ con unos modales que seduzcan á aquellos que son ca­
res sociedades, y aquel airecillo que á los principios paces de juzgar de tu valor real, como aquellos cerca de
parecía algo brusco y decidido, se juzga ahora de muy
quienes pasan estas cualidades por verdadero mérito.
distinta manera, porque se ha conocido que solo es No intento recomendarte que seas un almivarado em­
efecto de la franqueza, acompañada de la urbanidad palagoso, ni que muestres la insípida complacencia de
y de la deferencia. Sus esfuerzos por agradar son un necio condescendiente: no, mantén tu opinión, opon-
notorios y lo consigue. Madama de Puisieux hablaba la á quien padeciere error ; pero cuida de que tus moda­
de él el otro dia con amistad y complacencia, y me les, tu aire, tus términos y el sonido de tu voz sean sua­
parece que Vd. puede darse por satisfecho bajo todos ves y agradables, naturales y sin afectación. Cuando te
aspectos. Muy bueno es esto y lo celebro mucho; solo vieres forzado á contradecir, sírvete de paliativos, v. g:
hay una pequeña circunstancia que espero podrá corre­ puedo engañarme; no estoy seguro pero creo ; me pa­
girse. Tómate el trabajo de desengañar á los que se figu­ recería mas bien, ect. (a). Termina tus argumentos y tus
discusiones con algunos rasgos jocosos para hacer ver

(a)S¡ quieres libre de error (a) Franklin dice que conservó la costumbre de no emplear
Tu libro al mundo ofrecer, nunca en las controversias y negociaciones las palabras cierta­
No como Autor le has de ver; mente, seguramente, indubitablemente y otras semejantes, sino
Le bu de ver como Lector. que decia : creo, supongo, asi parece, la cosa ó el hecho es atl
. (J.Irlabte) Tr, si no me engaño ect. Tr.

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220 CARTAS

que no estás picado ni deseoso de picar á tu antagonista j altas familias merezcan poco que se formen conexiones
porque una disputa obstinada cnagena por aigun tiempo estrechas con ellos, sin embargo, su conocimiento es útil,
á las partes contendientes. Te encargo que observes en y yo no veo que puedas evitarlo frecuentando tan buenas
los Franceses que se distinguen por este lado, aquella casas francesas, en donde sin duda concurrirán muchos
blandura de maneras de que hablan tan á menudo y que de ellos. Muéstrate circunspecto en la elección de tus
aprecian tanto ; mira en qué consiste, y hallarás que son amistades, pero al mismo tiempo ambiciona y aun aplí­
puras bagatelas, tanto mas fáciles de adquirir cuanto me­ cate á hacer nuevos conocimientos. No seas difícil por
jor es el corazón. Imítalas, copíalas hasta que te sean este lado ; al contrario, atrévete á dar los primeros pasos
habituales. Sin cumplimiento, creo que esto es lo único este es el único medio de conocer las maneras y los ca­
que te falta. racteres, en general, lo cual es por ahora tu grande objeto.
Ayer comieron en mi casa dos personas que tú cono­ Ya se te considera como de casa en las familias de tres
ces: el barón de B”* y su compañero M. S***.No puedo ministros ; pero yo desearía que estuvieses bajo el mismo
decir que el primero esté pélri de gráces ; mas bien le pié en las de varios otros, cosa que me parece bastante
aconsejaría que permaneciese tranquilo en su casa que fácil siguiendo aquella cadena queváde tus conocidos á
pensar en formarse viajando: no es de la madera de que los que no lo son. Por ejemplo, supongo que ni Lord Al-
se hacen loshombres cabales. Su compañero vale mucho bermarle ni el marques de Saint-Germain tendrían nin­
mas, aunque tiene un fuerte tocco di tedesco. Ambos ha­ guna dificultad para presentarte al conde de Kaunitz, al
blan muy bien de ti y yo se ios agradezco. nuncio ect. Es necesario acostumbrarse al mundo, y esto
A Dios. Nada me has escrito durante tres semanas que no puede ser sin conocimientos variados, estensos y casi
me han parecido una eternidad. universales.
Espero que las lecciones de tn descarnado Philomatke
y sus triángulos y romboides, no te robarán un solo mo­
mento dei tiempo consagrado á la sociedad. Gusta do
todo tu saber por la mañana y digiérelo en las concur­
rencias de por la noche. La lectura de diez caracteres te
interesa ahora mas que la de veinte libros viejos; los es­
Londres, 10 de Mayo de 1751. píritus brillantes sacan siempre mas partido que los que
solo son sólidos. Si deseas llegar á ser algún día hombre
Mi querido amigo. eminente en el mundo, trata de brillar en él desde joven;
conoce cada carácter y agrádalo en consecuencia, esto es,
A la ves recibí ayer tus cartas del 2 y del 7, y siendo esteriormente, porque en lo principal es imposible.
mas cuidadoso que tú en mis comisiones, te participo Observas con razón que M*** es torpe, pero debemos
inmediatamente mi resolución definitiva sobre los cua­ esperar que se corrigirá en la buena sociedad : como ape­
dros. Dices que el hombre es piutura del Ticiano bien nas sale de la escuela, es necesario verlo con indulgen­
conservada, y que la muger es muy inferior á la otra y cia: mas figúrate lo que pensarías de un hombre que
ademas, algo deteriorada. Como yo ios necesito para después de haber vivido en el mundo tuviese igual torpe­
adorno de una sala particular, ambos compañeros son za. Por el amor de Dios, no pienses mas que en ludir y
indispensables, y en consideración al hombre me veo distinguirte en las córtes por tu aire, tus maneras, tu
tentado de comprar á la muger buena ó mala. Si su mal­ urbanidad, tu blandura y tus gracias. Con estas prendas
trato es considerable, la mandaremos restaurar por mano puedes estar seguro de suplantar á todos tus rivales. A
hábil, como sucede aquí con mas de una belleza; pero en Dios.
esta compra espero que la muger se confunda en cierto
modo con el hombre, y visto que se halla deteriorada, no
quiero dar por ambos arriba de ochenta luises. Por io
que hace á la pintura de Rembrandt de que me hablas,
aunque es muy barata si es buena, no me entra codicia.
Yo amo la simple y bella naturaleza y Rembrandt solo
pinta caricaturas.
Deseo que de tiempo en tiempo vayas á pasar dos ó Londres, 16 de Mayo de 1751.
tres dias á Orly á casa del mariscal Coigny; es una aten­
ción debida á aquella familia por lo mucho que te ha Mi querido amigo.
distinguido. Ademas, querría que te pusieses al corriente
de las costumbres domésticas y de la vida interior de las Es probable que nos veamos dentro de tres meses,
personas de categoría. También te recomiendo que vayas momento que veo venir como una joven la noche desús
con frecuencia á Versalles y á St-Cloud. Como en ambas nupcias; espero el mayor placer, y sin embargo, una
corles se te ha recibido ya con agrado, debes aprovechar idea de espanto me lo representa amargo. Mi razón me
de este favor y familiarizarte en ellas. Las córtes de pri­ ordena dudar un poco de lo que mi imaginación me baca
mer orden son el asiento de las buenas maneras, y como esperar. Estoy seguro de que corresponderás á mis de­
tú debes vivir en ellas, no malogres el tiempo de estu­ seos sobre ciertos puntos que son los mas esenciales;
diarlas. Ve por tres ó cuatro días á Versalles en donde mas sobre otros, temo lo que es mas fácil sentir que
puedes vivir como de casa en las mejores familias, gra­ esplicar. Sin embargo, voy á tratar de hacerlo. Temo
cias á tu amiga madama de Puisieux, y á mi amigo el que te falte aquel no se qué, tan amable, tan atractivo,
abate de La Ville. Asiste á las audiencias matinales del que, como los filósofos han dicho del alma de un modo
rev y del delfín, y distínguete del resto de tus compa­ bastante obscuro, es el todo en todas las cosas y el todo
triotas que, me atrevo á decir, no van allí sino cuando en todas sus partes. Recelo que te falte aquel aire, aquel
no pueden evitarlo. Aunque los Jóvenes Franceses de primer abordt que se apodera del corazón sin saber clc-

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DE LORD CHESTERFIELD 221
rameóte cómo ni por qué; temo que no tensas aquella ahora non esl hic locus, cada cosa tiene su tiempo.* A
forma elegante y correcta de estilo, sin la cuA el mejor Dios.
asunto se rebaja y envilece, y en fin, temo una pronun­
ciación innoble y desagradable que eche á perder todo lo
demás. Si estos temores tuviesen ahora fundamento, los
objetos son, gracias á Dios, de tal naturaleza, que puedes
desvanecerlos de aquí á nuestra reunión. Estas prendas
seductoras son materiales y pueden adquirirse á fuerza
de cuidado y de observación, con la misma facilidad con
que se aprende cualquiera arte mecánico. Un campesino Londres, 23 de. ; ;r,i
que deja el arado y sienta plaza en un regimiento vetera­
no, olvida pronto su modo grosero de andar, su aire Mr querido amigo.
inculto, sus movimientos torpes y encogidos, y adquiere
el garbo marcial y las mociones regulares; el ejercicio Recibo en este momento tu cai ta del 15, y combatiendo
ablanda su cuerpo y agilita particularmente el manejo de á mis comí:iones mas que lúa las tuyas, re.*i>i»mh» inme­
sus manos. ¿ En qué consiste esto? No en su talento porque diatamente a lo que me preguntas tocante a lu<> eu<mr<>!«.
es el mismo que tenia antes de alistarse; pero le ha entrado No quiero dar por ellos una guinea mas de l<» qne te
la laudable ambición de igualar á aquellos con quienes vi­ señalé en mi última, no sabiendo donde colocarlos si
ve, ó bien teme el castigo si no se pone bajo el mismo nivel. llegasen á ser míos.
Si pues ambos ó uno de estos motivos Influyen en el cam­ Espero con impaciencia tus últimas órdenes respecto
bio de este rústico en el espacio de seis meses, hasta el pun­ al tafetán de aguas. El mercader me persigue todos los
to de hacerse desconocido, cuánto mas poderosos no deben dias por tres cortes de vestido que me han parecido muy
ser para ti con la mira de aprender perfectamente el bonitos, y que he guardado á todo riesgo a fin de estar
ejercicio de las gentes cuitas con quienes debes pasar seguro en caso que gustaren á esas damas.
toda tu vida I La ambición debería estilarte por lo menos Me alegro mucho que vayas á Orly, y do allí á Salnt-
á igualarlas como también el temor del inevitable cas­ Cloud; frecuenta estos sitios, como también Versalles.
tigo que siempre recae sobre aquellos que no son diestros Esta familiaridad interior con gentes de alta categoría,
en este ejercicio, esto es, en el aire, las maneras, las es lo único que puede darte ia práctica del mundo y las
gracias y el estilo de las gentes cultas y bien educadas. maneras desembarazadas. El arte de agradar, ese feliz
Uno de tus amigos, en carta que recibí por el último talento poseído por tan pocas gentes y que casi todas
correo, después de otros encomios que te prodiga, dice : podrían tener,vale mas que todos tus conocimientos. La
Es en verdad cosa estraña que pensando con tanta ciencia jamás te elevará muy alto sin el arle de agradar;
solidez y teniendo un gusto tan seguro y delicado, se mas este, aunque se hallase solo, te llevaría muy lejos,
esprese con tan poca elegancia, y aun que descuide como ha llevado á otros mil.
enteramente la elección de las palabras y el redondeo Celebro que bailes muy bien, y que pases por uno de
de las frases. Esto no me sorprendería ni me causaría los mejores discípulos de Marccl; continúa hasta alcanzar
tanta inquietud, si solo se tratase del idioma ingles, que mayor perfección, porque es cosa agradable y forma parle
hasta ahora no has tenido ocasión de estudiar ni de de aquel conjunto de mil ingredientes, entre los que hay
hablar á menudo, á lo menos con aquellos que podrían muchos infinitamente pequeños y pero infinitamente
corregirte; pero sí no te espresas con elegancia y delica­ necesarios. Esta materia es cuento de nunca acabar para
deza en francés y en aleman, idiomas que entiendes mí, porque conozco su importancia. Mi corazón no sus­
perfectamente y hablas á menudo, no puede venir mas pira mas que por verte figurar en el mundo, y para
que de una falta de atención imperdonable á cosas que lograrlo solo te falta el arte de agradar; pero es nece­
erróneamente consideras como bagatelas, cuando real­ sario que te repita aun, que te hallas muy lejos de la
mente son el negocio mas importante de tu vida. La perfección. Te fallan todavía una multitud de aquellas
delicadeza y la solidez de ios pensamientos son dones pequeñas atenciones que indican el deseo de agradar; te
del cielo que no pueden adquirirse pero sí perfeccioeersc; falta la dulzura, no tienes aquel aire y aquella espresion
mas la elegancia y la delicadeza de la espresion se que subyugan; careces de aquella elegancia y aquella
adquieren tomándose el trabajo y el cuidado indispensa­ delicadeza de espresion tan necesarias para adornar los
bles. Estoy seguro de que tu amor á mi es tal, que • en­ mejores pensamientos ó la materia mas substancial; en
tinas verme mortificado en nuestra próxima reunión con una palabra, te falla una fuerte mano de lustre y de puli­
el malogro de mis esperanzas; yo te amo tan tiernamente mento. Adquiere estas prendas á cualquiera precio,
qne te aseguro que tendré aquel disgusto si no veo en ti sacrifícales hecalómbes de libros; solicítalas en la so­
unas prendas que son como escalones absolutament. ciedad, y abandona tu retrete hasta no alcanzarlas. No
necesarios para alcanzar aquella fortuna que tan ardien­ he recibido la carta á que te refieres si es que la lias es­
temente deseo hagas en el mundo. Espero que no des­ crito. A Dios y buenas noches Monseñor (a).
cuidas montar á caballo, ejercitar la esgrima y sobre todo
el baile; todos estos ejercicios sirven para agilitar y
dar aíre al cuerpo. Es un mérito, es una gracia en un
caballero montar bien á caballo; pero ademas, tal habi­
lidad puede librarte de una calda. El manejo de las ar­ (a) Mayo 23. El autor i la marquesa de Monconseil:
mas puede igualmente salvar tu vida, y es absoluta­ ... ..........A propos de plantes, écorce lant qu’il vous plaira,
mente necesario bailar bien, con el fin de sentarse, Mada..e, á laquelle vous dites, que j’aUache trop de prix,
andar y tenerse en pié como conviene. Hablando la sachez au moins que, sans écorce, l'arbre dépérit ct perd, uoq
verdad, amigo mío, comienzo á sospechar que á veces seulemenl desa beaulé, uiais encere de sa valeur intrinséque.
descuidas tus ejercicios por estudios mas serios; pero II en est de méme d’un bomme avee loul le savoir du mondo ;

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CARTAS

fien si buscases en ella noticias completas sobre las ciu­


dades y las provincias. Muy poco provecho sacará un
hombre de sus viajes, si solo recorre el mundo en su ga­
binete sobre un mapa. Después de los dos libros qua
acabo de citar, no conozco ningún otro cuya lectura pue­
Gbeenwich, C de Junio de 1751. da serte mas útil y mas capaz de infundirte reflexione»,
que los Consejos de una madre á su hijo por la mar­
quesa de Lambert, muger de superior entendimiento y
Mi querido amigo. que conocía mucho el mundo; frecuentó las mejores so­
9* *
ciedades ; fué muy solicita de que su hijo figurase é hi­
Soliclaftsloso como siempre he sido para formar ciese carrera en el mundo, y nadie mejor que ella supo
tu corazón, tu entendimiento y tus modales, y para que indicarle los medios. Es obra muy concisa, y emplearás
te acerques cuanto es poslbje á la perfección, he agotado en leerla mucho menos del tiempo que necesitas para re­
en nuestra correspondencia todo lo que mi alma me ha flexionar después sobre su contenido. Su hijo servía en
sugerido ; y aun he tomado de otros cuanto he creído que el ejército y deseaba ascenderlo ; pero sabía muy bien
podría serte Atil. Ya es tiempo, y muy sobrado, para que que para ello es necesario agradar, y por eso le dijo:
revises y peses en tu espíritu todo lo que has leído y Para con aquellas personas de quienes dependas, el
oido sobre estas materias; ya es tiempo de que formes tu principal mérito es agradar. Luego agrega: En los em-
carácter, tu conducta y tus maneras para el resto de tu píeos subalternos, tu sosten debe ser el beneplácito.
vida, sin dejar por eso de hacer todos aquellos progresos Los gefes son como las mugeres; sean cuales fueren
que el conocimiento ulterior del mundo necesariamente los servicios que las hayas hecho, dejan de amarte
(jebe producir. Con esta mira puedo recomendarte que cuando ya no les eres grato. Puedo asegurarte que esto
láns con la mayor reflexión aquellos libros que traten es tan verdadero en las cortes como en los campamen­
particularmente de estos asuntos, y que compares la tos, y acaso mas. Si á tu mérito é instrucción agregas el
especulación con la práctica ¡ v. g. si lees por la mañana arte de agradar, es probable que llegues á ser, á su de­
algunas máximas de La Rochefoucault, considéralas, bido tiempo, secretario de estado; pero persuádete que
examínalas bien y compáralas con los originales que en­ con doble mérito y conocimientos, sin el arte de agradar,
contrares por la tarde. Lee á l a Bruyére y mira por la podrás cuando mas elevarte al puesto importante de
noche si sus retratos son semejantes. Estudia el corazón residente en Hamburgo ó en Ratisbona. No necesito de­
y alma del hombre comenzando por ti mismo. La medi­ cirte, porque te lo he repetido con frecuencia, y tu dis­
tación y la reflexión forman la base de este conocimiento; cernimiento debe indicártelo, que son infinitos los pe­
pero solo la cspericncia y la práctica pueden perfeccio­ queños ingredientes que componen este arte de agradar,
narlo. Cierto es que los libros analizan las operaciones y que la falta del menor de ellos deteriora el todo.
del alma, los sentimientos del corazón y la influencia de Madama Lambert dice á su hijo: Procura que tus co­
las pasiones; pero sin la práctica, sin la esperiencia y sin nexiones sean con personas superiores á tí, por cuyo
la observación, no son muy eficaces, y te inducirán en medio te acostumbrarás al respeto y á la urbanidad.
tantos errores de hecho como lo haría una carta geográ- Cuando uno está siempre Con sus iguales, se descuida,
y el entendimiento se entorpece. También le aconseja
que frecuente tales personas y estudie su interior : y
agrega que para juzgar á los hombres es necesario ver-
tos muy de cerca sin velo que los cubra, y con su mé­
s’il n’a pas le désir, Vari, les moveos de pía i re; on ne le re­ rito de todos los dios. Feliz espresion! Este es el mo­
cherche point, mais au con (raí re, on esl bien fiché de le
tivo que me ha obligado á recomendarte continuamente
trouver. Vous nc voulez pas, dites-vous, .qu’on balance entre
que te familiarices cuanto puedas en las casas mas ilus­
le clioix d’un mérilc solide et dos agréments frivoles ; mais
rxiurquoi opter? Le mérito solide doit-il néccssairement donner tres, á fin de observar los caracteres, las maneras y los
'exclusión aux agréments? je ne le crois pas, mais bien au hábitos de todos los dias. Es necesario ver á las gentes
contrairc, je crois qu’iI manque quelque cbose b la téte d'un desnudas para juzgar de sus formas ¡ cuando se visten
bomme, quelqucs talents et quclques connaissances qu’il ait para salir, sus trajes son calculados para ocullar, ó á
d’aillcurs, s'il ne connatl pas ianéccssité deposséder ces grftces lo menos para paliar sus defectos corporales. Las grandes
el ces agréments qu’on appelle frivoles, mais qui pourlant ne pelucas fueron inventadas por el duque de Borgoña (a)
sonl ríen moins. On peul les acquérir si l’on veut; ce sont des para ocultar su joroba. Dichosos aquellos que no tienen
chotes purement mécaniques, qui dépendent uniquement de defectos que disfrazar, ni debilidades que esconder ’. Muy
l’ohservation el de l’imitation. Je veux absolument que notre pocos son los que se bailan en este caso, y desgraciados
garlón les ait; je mcnace, je flalte, je fulmine, j’amadoue de aquellos que conocen tan poco el mundo para llevarse
tour á tour. Je le ferai venir ici le mois d’aoüt prochain, pour de las apariencias! Las córtes son las mejores claves para
en Taire l’analyse, la révision et les corred ion» moi-méme; descifrar los caracteres ; allí cada pasión tiene su objeto,
mais daos un mois je vous lo renvoie, pour faire, si c’est pos- cada arte se pone en obra y todos los caracteres pueden
sible, les progrésqui luí resten! á faire. Quelque éloigné qu’il
analizarse. La envidia, siempre en acecho, no solo des­
soit du but, il n’avancerait d’un pouce ici. Daos les maux
cubre, sino que pone de manifiesto los misterios de este
chroniques, c’est la continuaron des remédes qui fait 1’eíTet;
et, dans son mal, qui me parall opiniátre, Paria et vossoins
sont les seuls rom ¿des auxquels i’aie de la confiancc. Je pro­
teste que la premiére fois que je le verrai, s’il est gauche, s’il
se présente mal, s’il a mauvais air et mauvaises maniéres.
(a) Voltaire dice:
il me donnera la fiévre. La maussaderie des geni auxquels
jo nc prenda point d’intérét me la donne bien; en pareilcas Les tailleurs ont toujours déguisé la nature;
i I me la donnorail avee transporl au cerveau. Pour jugcr d’un mortel, il faul le voir lout uu. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 223

tráfico, de modo que aun los mirones mismos aprenden curando que tus plés no estén muy lejos ni muy cerca
á adivinar; allí se practica el grande arte de agradar, y uno de otro. Muchas gentes permanecen en pié y andan
se enseña y aprende con todas sus gracias y delicadezas; mejor que se sientan. Aquellos que carecen de la práctica
es el mensagero absolutamente necesario del mérito y del mundo, se muestran vergonzosos, y permanecen en
de los talentos, aun de los mas grandes. No puede darse su asiento rectos y estirados ; otros, mas libres y negli­
un paso sin su socorro. Deja que los misántropos y pre­ gentes, se revuelcan en sus sillones, cosa bieh chocante,
tendidos filósofos declamen cuanto quieran contra los á menos que la familiaridad no sea estremadapor ambas
vicios, la hipocresía y el disimulo de las córtes ; estas in­ partes. El hombre fino se siente libre y desembarazado,
vectivas proceden siempre de la ignorancia, del mal hu­ y lo muestra reposando con gracia, sin abandonar su
mor y de la envidia : que me muestren una cabaña en cuerpo negligentemente; y varia de posturas cómodas
que no haya todos los vicios de que acusan á las córtes ; sin mostrar la tesura forzada de un tonto vergonzoso. No
con solo esta diferencia, que en una cabaña se manifies­ puedes concebir, ni yo esplicar, lo ventajoso que es el
tan en su nativa deformidad, y en las córtes los modales aire garboso, los movimientos libres y los modales seduc­
y el comedimiento, embotan sus filos y los hacen apare­ tores, no solo respecto de las mugeres, sino también de
cer menos repugnantes. No ; convéncete de que la cor­ los hombres, y aúnen el curso délos negocios. Conozco,
tesía, la elegancia y la suavidad de maneras que solo y tú también, á cierto sugeto que, sin una pizca de mé­
pueden adquirirse en las córtes, no son objetos tan frí­ rito, de saber ni de talento, se ha elevado un millón de
volos, tan triviales, como algunos dicen ó se figuran ; es­ grados sobre su valor intrínseco, solo por este aire y estas
tas prendas son un bien sólido: evitan muchos males maneras distinguidas, de modo que el soberano mismo
reales; forman, embellecen y consolidan las amistades ; que lo ha colocado en tal eminencia le llama man ai-
ponen límites al odio ; promueven el buen humor y la mable vaurien (a); pero sella tus labios sobre este par­
benevolencia en las familias, en las que la falta de cor­ ticular el pour cause; solo te confio este secreto como
tesía y de dulzura es por lo común el origen primordial la prueba mas fuerte del poder de las gracias, el aire, ci
de la discordia. Adquiere, antes que sea muy tarde, el talante y todas esas pequeñas nonadas.
hábito de estos pequeños atractivos; practícalos en las Tu otro panegirista, M. Harte, partió para XVindsory do
ocasiones mas insignificantes á fin que te sean fáciles y allí á Cornualla con ánimo de volver pronto para verte
familiares en las grandes ; porque desmerecen mucho aquí; lo creo tan impaciente como yo por este momento,
cuando parecen estudiados y llamados espresamente en que es cuanto puede decirse. Trae contigo á tu ayuda de
circunstancias importantes. cámara Christlan, y á tu lacayo, pero no al cochero, que
Lady Chcsterfleld te envía mil cumplimientos. juntamente con el coche puedes despedir por algún tiem­
A Dios mi querido hijo. po, pero harías bien de retener tu habitación, cuyo gas­
to no será considerable, teniendo por otra parte necesi­
dad de ella para guardar tus libros y tu equipaje. No tomes
mas vestidos que los de camino y un traje negro para el
luto del príncipe de Gales que no habrá terminado aun,
y otro de gala de los mas finos ; dos ó tres camisas de
encaje y las demas simples ; en cuanto al resto, como
bolsas de cabello, plumas, ect. lo que te pareciere. No
Greenwich, 10 de Junio de 1751.
traigas libros escepto dos 6 tres para entretenerte en el
camino, porque es necesario que nos apliquemos sim­
Mi querido amigo. plemente al ingles, en el cual no eres ciertamente un
purista» y yo te procuraré libros suficientes para este
Esas damas han diferido tanto sus órdenes respecto á fin. Es probable que te detenga yo aquí hasta mediados
los tafetanes cuyas muestras me envías, que al fin todos de octubre, pero no mas, porque es de absoluta necesi­
han sido vendidos. Sin embargo, para evitar nuevos re­ dad que pases el invierno próximo en Paris.
tardos, y considerando lo impacientes que son las muge- ¿ Has tomado un maestro de geometría ? Si hace mu­
res cuando llegan á saber lo que quieren, he tomado las cho calor, suspende tus proezas en el picadero hasta que
cantidades requeridas de los tres tafetanes que mas se vuelvas á Paris, á no ser que consideres que el ejercicio
acercan á los pormenores que me enviaste ha tiempo de te es mas benéfico, que dañoso el calor; pero no quiero
mano de madama de Monconsdl, y los remitiré á Calais que dejes á Marcel. También puedes despedir por ahora
en primera oportunidad. á tu maestro de armas si lo deseas ; pero harás bien de
Lady Hervey, que siempre quema algún Incienso en volverlo á llamar en invierno, y de adiestrarle» no para
alabanza tuya, me escribió que te había visto bailar últi­ atacar á nadie, sino para defenderte en caso necesario.
mamente, y que lo hacías con mucho garbo: Celébralo Buenas noches.
infinito, porque según aquellajnáxima omne majus con-
tinel in se minus, si bailas con gallardía, presumo que
andas, te sientas y permaneces en pié de la misma mane­
ra ; lo cual es mucho mas fácil aunque mas necesario
queel bailar con perfección. Yo he conocido muchas per­
sonas finamente educadas, que nunca podían bailar bien;
pero jamás he conocido á nadie que bailase bien y que
fuese torpe en otras cosas. Probablemente te verás obli­
gado muchas veces á asistir á los besamanos, á perma­
necer en pié en los círculos, á la salida de los príncipes y
de los ministros, y en estas ocasiones es indispensable
que tu persona baga ios gastos, plantándote bien, y pro­ (a) El mariscal do Ricbcliea.

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224 CARTAS

ñas para con los ministros, generales ect que quieren


ser tratados con el mismo respeto que sus soberanos y
por lo común lo merecen mas. Con todo, hay una dife­
rencia y es, que con ellos puedes promover la conversa­
ción si la dejan caer, con tal que no la dirijas sobre asun­
Greenwich, i 3 de Junio de 1751. to de que no les convenga tratar ni oir hablar. En am­
bos casos ciertas actitudes y ciertas acciones parecerían
muy absurdas por ser demasiado libres y por consi­
Mi querido amigo. guiente irrespetuosas. Por ejemplo, si cruzases los bra­
zos, ó dieses vueltas á tu caja de rapé, ó bien te rascases
El bien parecer es una do las partes mas necesarias la cabeza ect. serían cosas muy impropias en semejante
del conocimiento del mundo; consiste en la relación de compañía, y seguramente mal vistas en cualquiera otra.
laspersonas, de las cosas, de los tiempos y de los luga­ La gran dificultad en estos casos, y que sin embargo es
res. El buen sentido lo indica, la buena compañía lo fácil de superar á fuerza de esperiencla y de atención,
perfecciona (supuesto el deseo de agradar), y la buena es unir una perfecta tranquilidad interior con un res­
política lo recomienda. peto visible.
Si hablas á un rey debes sentirte tan libre y desemba­ En las sociedades variadas (porque en ellas todo el
razado como sí lo hicieses á tu ayuda de cámara ; pero mundo se baila hasta cierto punto bajo el mismo pié), es
todas tus miradas, tus palabras y tus acciones deben res­ permitido que oses con tus iguales de mayor franqueza y
pirar el mas profundo respeto. Aquello que sería conve­ libertad ; pero aun en este caso el bien parecer tiene, sus
niente y digno con otros, aunque fuesen muy superiores reglas; porque jamás prescinde de cierto grado de res­
á ti, sería absurdo y grosero para con un soberano. Es peto civil muy necesario. Puedes entablar con modestia
menester esperar á que te hable; debes recibir y no sus­ la conversación, teniendo no obstante cuidado de no
citar el asunto de la conversación ; y aun conviene que mentar la soga en la casa del ahorcado. Tus palabras,
tengas cuidado de que este asunto no te lleve á ninguna tus ademanes, tus posturas tienen mas desahogo, aun­
impropiedad. El grande arte consiste en dirigirlo, si es que siempre dentro de ciertos límites. Puedes tener las
posible, hácia alguna diestra lisonja ; v. g: alabando, á manos en los bolsillos, tomar rapé, sentarte, tenerte en
propósito de un tercero, ciertas cualidades que el prín­ pié ó andar á veces, según te plazca; pero supongo que
cipe cree, ó á lo menos quiere hacer creer á los otros que no juzgarás que el bien parecer tolere el silvar, ponerte
posee (o). Las mismas precauciones son igualmente bue- el sombrero, aflojarte las ligas, desengancharlas hebillas,
estenderte á la larga ó revolearte en una poltrona. Es­
tos son descuidos y libertades que solo pueden usarse
cuando uno está solo; son injuriosos á nuestros supe­
riores, ofensivos á nuestros Iguales é insultantes á nues­
(o) Este artero modo de adular nos bacc palpar la verdad de tros inferiores, que consideran este abandono como des­
las siguieutes observaciones esllacladas de un discurso de precio. El desembarazo en las acciones y movimientos,
Monseñor Turchi pronunciado ante un soberano y su corte : que es tan atractivo, difiere completamente dtf la negli­
............Ma quando 1’adulazione é preparata da un nomo di
gencia y de la falta de atención, y no anuncia que pueda
abilita e d’ tngegno, ebe sa risparmiare il pudore de’ grandi e
hacerse todo lo que se quiera ; deja ver únicamente que
contentare la lorvanitá, conservare ad uu tempo l’onoredella
modestia cd il piacere d’esser lodalo, oh! aflora si che bisogna
uno no es torpe, ceremonioso, desconcertado ni vergon­
csser ben radicato ncll’amore della veritá, por discernere e zoso como los campesinos ó patanes que jamas lian puesto
rigettare l’adulazione. Un* adulazione di questo genere circos- el pié en la buena sociedad, y requiere que se atienda es­
pella e prudente fc sentila, ma non é ravvizata, roca piacere, crupulosamente al bien parecer. Cualquiera cosa que
nía non é conosciuta. Quella é adulazione iugegniosa esotlilc convenga debe hacerse con desahogo y sin estudio, y lo
che non si presenta a faccia scoperta, ebe non Toda da se me- que sea impropio no debe ejecutarse de ninguna manera.
desima, ma melle la lode in boca altrui, onde divenga piú En las compañías variadas deben observarse diferentes
seducente e piú lusiugbiera. Ho inlese di voi gran cose, nel grados de consideración según las edades y sexo. No con­
tale c tal altro iuogo, si é paríalo moltissimo del vostro mérito, viene que hables de tus placeres con personas de cierta
la voslra condotta incontra la comuno approvazionc, e voi edad, de cierta gerarquia, naturalmente graves, porque
siete adóralo das vostri suddili: io me 11c compiaccio, o ne lodo estas esperan de los jóvenes, y con justicia, un grado
continuamente il Signore clic vi ha desúnalo a forma reía pub- correspondiente de deferencia y atención. Puedes estar
blica felicité. Qual piacere ad un grande ebe senté parlarside con ellas tan desahogadamente como con las de tu edad,
quesla guisa? Gli diventan cari egualmente i’adulazione e
pero tus maneras deben ser diferentes: es menester ates­
l adulatore, c se non é dcsto ben bene sopra di se medesimo,
tiguarles mas respeto, y aun conviene insinuar que es­
non puó non sentirne i perniciosissiini efl’etti. Ora prendon
motivo per adularvi dali* aborrímente stesso che diinostrate
peras de ellas instrucciofi. Esto lisonjea y consuela á la
all’adulazione. Esaltano per quéslo la grandezza dell* animo vejez, ya que no puede tomar parte en la alegría y pla­
vostro che non cura le Indi vane ebugiarde, e non cerca che il ceres de la juventud. Con las mugeres debes ser muy
vero mérito. Ora finalmente vi adulan col fatto, cd é quesla
un’adulazione tanto piúefficace quinto che consiste nell’opere
c non ba bisogno del le parole.Cosí adulavano alcuni un gran re
dell’arte medica studiosissimo, correndo in folla alia sua corle
que* miserabili per farsi tormentar co’ remedí i ed uccidere adulatori ebe non mellón mano a facccnda senz’ averne il vos­
colle medicine, a solo fine di persuaderlo ch’egli era ripulalo tro consiglio. Ed i vostri consigli non son consigli ma oracnli,
un gran medico. Se amate le letlerc, i lelterati s’affollano a le decisione vostre infallibili, e le cose non banno altro mérito
cercar il vostro giudizio su le opere del loro spirito;se vi pre­ fuorebe quello che da voi viene riconosciulo. Tullí in tanto
cíate d’ hbilitá nel condurre un affare, siete consúltalo dagli vi adulano, e voi siete si scmplice per non disccrnerli. Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD 225

atento y respetuoso, sea cual fuere tu opinión sobre ellas. con las manos, forcejar groseramente, arrojarse cualquiera
Su sexo tiene este derecho, gracias á una larga pres­ cosa á la cara, son chanzas de ganapanes que degradan á
cripción, y es uno de los deberes del bien parecer: este un caballero. Juego de manos es de villanos, es uno de
respeto puede mezclarse con cierto grado de jovialidad; los pocos proverbios italianos verdaderos. En los jóvenes
pero en tal caso debe versar directa ó Indirectamente en nn tono decidido y perentorio es contrario al bien pare­
alabanza de la persona, teniendo cuidado de que tus cer-, deben pues afirmar lo menos posible, y mitigar
bromas no puedan ser mal interpretadas; debes también siempre sus espresiones, v. g., si me es permitido decir­
atender á la diferencia de edad, de rango y de situación. lo; creeríamos bien; si me atrevo á esplicarme, lo
No conviene que chancees con una maríscala de cincuen­ cual suaviza el modo sin debilitar la cosa. Las gentes de
ta años, como con una coqueta de quince. El respeto y edad y esperiencia esperan y tienen derecho á este grado
el joeo-eerio, si puedo reunir estas palabras, convienen de consideración. El bien parecer prescribe también re­
con la una, y las chanxonetas un tanto taimadas son es- glas para con las gentes de la mas ínfima clase, y un
cusables con la otra. caballero las observa con su lacayo y aun con un por­
Otro punto importante del bien parecer, y á que rara diosero en la calle, considerándolos como objetos de
vez se atiende, es no hacer sufrir á los otros nuestro mal compasión y no de insulto; no les habla con tono brusco
humor ó nuestra indisposición presente; antes bien (a), sino que corrige al uno sin acaloramiento, y si rehúsa
debes observar y adoptar el estado moral de las perso- limosna al otro, lo hace con humanidad. No hay una
nis-Por ejemplo: ¿ irías, si estuvieses de buen humor, sola ocasión en el mundo en que el tono brusco conven­
á cantar y á hacer piruetas en presencia de la maríscala ga al hombre fino. En una palabra, el bien parecer, es
deCoigny, del nuncio del papa, del abate Sallier ó de sinónimo de buenas maneras, y se estlende á todas las
cualquiera otra persona naturalmente grave y melancó­ situaciones de la vida; es de lo mas conveniente, y para
lica que tuviese á la sazón algún motivo de disgusto ? que sea completo, las gracias deben acompañarle, á fin
Me parece que no, y también que si estuvieses triste, aba­ de hacer con primor cuanto él reclama. No hay hombre
tido ó disgustado, no irías á lamentarte con la graciosilla que no esté obligado á observarlo; pero son pocos los
Blot (a}. Si no puedes dominar tu humor, elige para que lo acompañan con las gracias. Ojalá y reúnas tú
conversar aquellas personas que se acerquen mas á la ambas cosas.
disposición moral en que te halles. Las carcajadas Ahora que las pasiones borrascosas y las sensaciones
ron incompatibles con el bien parecer, y solo las usa vivas han calmado en mi pecho, y que no tengo cuidados
el populacho para atestiguar su alegría vulgar á pro­ que me inquieten ni placeres que me agiten, mi mayor
pósito de necedades. Con frecuencia se vé reir á un ca­ gozo es considerar la hermosa perspectiva que tienes
ballero, pero jamás se le oye carcajear (b). Nada es mas delante, y esperar que sabrás gozar de ella. Has entrado
contrario al bienparecer que los juegos de manos, cuyas en el mundo á una edad en qüe otros apenas han oído
consecuencias suelen ser serias y á veces fatales. Luchar hablar de él; tu reputación basta ahora es pura; no se
halla manchada con ningún vicio degradante y espero
que continuarás del mismo modo; tienes conocimientos
sólidos y estensos, principalmente por lo que hace á tu
futura carrera. Con tales materiales vas á comenzar.
(a) Mira que has de conformar 0 Qué te falta pues ? No la fortuna, la esperiencia te lo ha
Coa el tiempo tu vivir, acreditado; has tenido y tendrás lo suficiente para ayudar
Porque un tiempo es de cantar tu mérito y tu industria, y si depende de mí, tus riquezas
Y otro tiempo de llorar no irán nunca hasta el grado de hacer que descuides uno
Y otro tiempo de reir. ni otro. También tienes mens sana in corpore sano, el
mayor de los beneficios. En tu mano pues está adquirir
Con el tiempo conformarle
lo que te falta, y puedes hacerlo con tanta facilidad como
Cuanto pudieres te esfuerza,
Y seras en todo parte, tomar el almuerzo cuando lo tienes delante. Solo está
Porque hay cosas de tal arle por venir la ciencia del mundo, la elegancia en los moda­
Que quieren maña y no fuerza. les, la cortesía universal, y aquellas gracias que la buena
sociedad y los diferentes lugares y caracteres te propor­
Quien quiere bien acertar,
cionarán infaliblemente. Tu destino en el estranjero te
Hablar debe con mesura
Después de considerar ha de ingerir en las cosas mas importantes, y tu situación
Persona, tiempo y lugar, parlamentaría facilitará tus progresos. Acaricia pues
Y materia, y coyuntura. incesantemente esta perspectiva como lo hago yo mis­
mo ; trabaja para realizarla como ves que yo lo hago,
Si codicias ser amado
prestándote asistencia en todo. Nullum numen abest,
Aborrece el presumir,
si sil prudencia.
Honra á todos de buen grado
Y serás de ellos honrado
Hasta después de morir.
(A RANDA.) (a) Sé modesto no entonado
Cuando hablares;
Sé con los que conversaros
(t) Epitcclo dijo y Quevedo tradujo :
Bien criado.
Tu risa nunca sea Cortesía en todo estado
Larga ni descompuesta, Es claro, y visto
Ni frecuento : sea honesta : Medio, para ser bien quisto,
Juzgúela en tt la vista, no el oído : Y muy amado.
El ademan la muestre enmudecido. Tr. (J. Castilla.)
15

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CARTAS

A Dios, mi querido hijo; cuento los días basta el mo­ particulares de la Iglesia galicana en oposición á la silla
mento de vemos; pronto contaré las horas, y en fin los apostólica. No tengo necesidad de recomendarte la his­
minutos, con una impaciencia que irá en aumento. toria eclesiástica sabiendo que estudias asiduamente á
Dupin. (a).
P. D. Los tafetanes de aguas partieron hoy para Calais, No puedes imaginarte hasta qué punto estos conocP
bajo rótulo de madama Morel, y los dirigí, según tus míenlos sólidos y útiles de los otros países, te distinguirán
órdenes, al Vista mayor. Los tres córtes montan á 680 en el tuyo, en donde á decir verdad, se conocen y cultivan
libras de Francia. poco; ademas, son muy útiles en todas las negociaciones
estranjeras, y comunican mucho lustre á todo hombre en
la sociedad. Si los reyes y príncipes tienen alguna ins­
trucción, es de este género; su tema favorito en sus au­
diencias matinales en que tendrás que tomar parte, vena
sobre estas materias. De este modo facilitarás tu entrada
cerca de ellos, porque les gusta hablar sobre loque creen
Greenwicii, 20 de Junio de 1751. entender mejor. Un mérito de segundo orden, y unos ta­
lentos variados, ascienden á un hombre en las córtes
mas que los conocimientos superiores y las calidades
Mi querido amigo. mas eminentes. Tácito habla de un hombre que se man­
tuvo en favor y gozó de los primeros empleos bajo los
Son tan pocos los viajeros, especialmente entre los reinados tiránicos de tres ó cuatro perversos emperado­
jóvenes, que miran lo que ven ó escuchan lo que oyen, res, diciendo que no fué propter aliquam eximiam ar-
que aun suponiendo que no las necesites, creo que mis tem, sed quia par negotiis ñeque supra eral. La discre­
amonestaciones para que veas y oigas con utilidad no te ción es el gran punto. Todas estas cosas pueden apren­
liarán daño. derse, pero solo se consigue frecuentando á menudo las
I^as gentes frívolas, que cuando menos componen las mejores sociedades.
tres cuartas partes del género humano, desean única­ Siento mucho que tus yernos los dos principes deB***
mente ver y oir lo que sus fútiles precursores han visto sean tan badulaques; sin embargo, como tienen el honor
ú oido, como la Basílica de San-Pedro, la misa pontifical de contarse en el número de tus parientes mas cercanos,
en Roma; la catedral de Notre-Dame, Versalles, el rey les manifestaré todas las consideraciones posibles.
y la comedla en Francia. Un hombre de juicio vé y oye Dices que necesitas algunas instrucciones para escribir
de un modo muy diferente y aun mas que tales gentes; una carta á Lady Chesterfield. Un poco mas de cono­
examina csactamente lo que vé y oye, sobre todo, si son cimiento del mundo te enseñará á practicar y escribir
cosas que tienen relación con su ejercicio ó destino. Gomo agradablemente nonadas; y puedo asegurarte que es una
el tuyo es la política, el objeto de tus indagaciones debe parte muy útil de la ciencia del mundo, porque en ciertas
ser la forma de gobierno, las leyes, los establecimientos, sociedades no sería prudente hablar de otra cosa ; y en
las costumbres, el comercio, las manufacturas ect. de verdad que con muchas gentes no podrías conversar de
las diferentes naciones de Europa. Estos conocimientos otros asuntos, porque no te entenderían. A Dios.
se adquieren mas fácilmente en conversación con gentes
capaces é instruidas que en ios libros; las mejores obras
sobre estas materias son siempre imperfectas. Por ejem­
plo : no se carece actualmente de noticias estadísticas
de Francia y de Inglaterra; pero estas obras son siempre
defectuosas, porque las escriben personas poco instruidas
que no hacen mas que copiar á sus predecesores; con Londres, 24 de Junio de 1751.
todo, deben leerse; porque presentan materiales para
indagaciones y observaciones, que quizá de otro modo
no se habrían presentado al espíritu; pero una hora de Mi querido amigo.
conversación con un presidente ó un consejero instrui­
dos, te impondrá del verdadero estado del parlamento de El aire y tono de un hombre de mundo, las maneras y
París masque todos los libros franceses. Lo mismo sucede las gracias, son de una ventaja tan infinita para quien las
con el almanaque militar que es oportuno leas, aunque posee, y tan esencialmente necesarias para ti, que, acer­
dos ó tres conversaciones con oficiales distinguidos te cándose el dia de nuestra entrevista, tiemblo á la ideado
instruirán mucho mejor que todos sus reglamentos. Las no hallar en ti estas cualidades; y hablándote con fran­
gentes por lo común tienen alguna parcialidad por su queza, dudo que estés bien convencido de su importan­
profesión ; gustan hablar de ella, y aun se sienten lison­ cia. Tu amigo íntimo M. H.... tiene mucho mérito, co­
jeadas de que se les consulte sobre el asunto. Así pues, nocimientos profundos y muy buenas cualidades, y sin
cuando te hallares con uno de estos militares, proponte embargo, jamás figurará en el mundo. Por qué? Unica­
cuestiones de su competencia; infórmate de la discipli­ mente porque carece de aquellas prendas estertores y
na, cuarteles y vestuario de las tropas, como también de brillantes, que no ha podido adquirir por haber entrado
su sueldo y gratificaciones. Practica lo mismo respecto á muy tarde en el mundo, y que con su gusto por el esta­
la marina, imponiéndote de todos sus detalles que tienen dio y la filosofía, pienso que no juzga dignas de su aten­
y tendrán gran relación con los negocios de Inglaterra; y ción. Podrá quizá distinguirse en la república de las le-
a medida que adquieras buenas noticias, consígnalas por
escrito. Infórmate también de los negocios eclesiásticos,
para lo cual te ofrecen ocasión las presentes disputas en­ pi) Nombre de una señora anciana que el joven Slanlic/o
tre la córte y el clero. Ponte al corriente de los derechos visitaba en Parí i. 1..

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DE LORD CHESTERFIELD 227

tras*; pero valdría mil veces mas que representase su de estado. Esta ambición ó vanidad, llámala como quie­
papel como hombre de mando y de estado en la repúbli­ ras, era una emulación laudable, que no ofendía á nin­
ca de las Provincias Unidas, y estoy seguro de que esto guno y me oscilaba á ejercer mis talentos. También es
nunca sucederá. origen de mil cosas buenas y justas.
Como yo me abro á tí sin la menor reserva 'cuando El otro dia baldaba yo con uno de tus amigos que te
pienso que mi franqueza puede serte útil, voy á tocar en ha visto en Italia y en Paris. Entre las innumerables
pocas palabras un asunto que me concierne, mi entrada preguntas que le hice, me ocurrió mencionar tu modo de
en el mundo, que fúé casi á la misma edad en que ahora vestir, porque á decir verdad, era la única cosa en que
te hallas, de modo que en esto me llevas la ventaja de le creta juez competente. Me dijo que en Pariste vestías
dos ó tres años. Dejé la universidad de Cambridge á los regularmente, pero que en Italia era tal tu descuido sobre
diez y nueve, armado de pedante hecho y derecho. Cuan­ este punto, que á menudo te motejaba y aun á veces
do quería brillar, citaba á Horacio; cuando motejar, á despedazaba tus vestidos. Debo decirte que á tu edad es
Marcial; y cuando darme aires de caballero galante Ovi­ tan ridículo que no vistas bien, como lo seria en la mia
dio venía á mi socorro. Estaba persuadido de que solo los llevar una pluma blanca y zapatos con tacón de color. El
antiguos hablan tenido sentido común, que sus autores traje es uno de los mil ingredientes del arte de agradar;
clásicos contenían cuanto es necesario y útil á los hom­ place á los ojos, especialmente á los de las mugeres. S¡
bres, y tenia mas gusto en llevar la toga virilis de los quieres agradar, dirígete á los sentidos; deslumbra los
Romanos, que el traje vulgar y abyecto de los modernos. ojos y deleita el oído del género humano; atrae los cora­
• Con estas bellas nociones, fui primero á La Haya, donde zones, y no temas que la razón sea ó no de tu partido:
gracias á varias cartas de recomendación, logré ser in­ suavitér in modo es el gran secreto. Cuando insensible­
troducido en las mejores sociedades; pero pronto des­ mente te sientas prevenido en favor de alguno cuyo mé­
cubrí que me habia engañado completamente en casi rito y talento no sean sobresalientes, examina qué es lo
todas las Ideas de que habia rellenado mi cabeza. Por que ha ocasionado en tu ánimo aquella impresión, y en­
fortuna, mi deseo de agradar era estremado (mezcla de contrarás que es aquella blandura, aquellas maneras
una buena índole y de una vanidad nada reprensible), atractivas, aquel aire y aquella compostura que tantas
y conocí que para conseguirlo no poseía mas que buena veces te he recomendado; y deduce de aquí esta obvia
voluntad. Resolví pues adquirir los medios necesarios al conclusión, que lo que te agrada en ellos, les gustará cu
efecto; estudiaba atenta y minuciosamente el traje, el tí; porque todos somos hechos del mismo barro aunque
aire, las maneras, el tono y el modo de insinuarse de la en unos la tierra sea mas fina que en otros; pero en ge­
gente distinguida y de aquellos que conseguían agradar neral, el medio seguro para juzgar de los demas, es exa­
mas generalmente, y los imitaba en todo lo que podía. minarse y analizarse uno mismo profundamente. Cuando
Si ola yo decir que alguno pasaba por dar el tono, estu­ nos veamos te ayudaré á hacer este análisis, porque es
diaba cuidadosamente su traje, sus movimientos, sus operación en que cada hombre necesita ausllio contra su
actitudes, y los tomaba por modelo. Cuando oia decir amor propio. A Dios.
que la conversación de otro era agradable é Interesante,
me volvía yo todo orejas para escucharlo. Me dirigía,
aunque con muy poca grada, á las damas mas hermosas
y elegantes; les confesaba mi embarazo, reia con ellas de
mi falta de civilización y me recomendaba yo mismo como
un sugeto muy á propósito para ejercer sus talentos. Por
este medio, y con aquel deseo de agradar generalmente, Greenwich, 30 de Junio de 1751.
conseguí complacer á algunos; y puedo asegurarte que
el mediano papel que he hecho en el mundo, lo deba
mas al ardiente deseo de agradar universalmente, que al Mi querido amigo.
saber ó mérito intrínseco que pueda yo haber poseído.
Mi pasión por agradar era tan fuerte (y me doy el para­ Te encargo que entregues la adjunta á nuestro amigo
bién), que, te confieso francamente, deseaba que todas el abate en que lo felicito por su canongia. Realmente
¡as mugeres que vela se enamorasen de mí, y que todos me alegro de su promoción y no dudo que en ella engordo
los hombres con quienes me encontraba me admirasen. tanto como el canónigo de Boileau: actualmente está tan
Sin esta pasión decidida por mi objeto, nunca habría flaco como un apóstol ó un profeta. A propósito ¿te
hecho tantos esfuerzos para alcanzarlo ; y protesto que ha presentado en casa de la duquesa de Alguiilon? Si no
no puedo concebir cómo es dable que un hombre de lo ha hecho, recuérdaselo, y si lo ha hecho frecuenta la
buen natural y de buen sentido viva sin tal pasión. ¿No casa y presenta mil cumplidos de mi parte. La duquesa
nos inclina el buen natural á agradar á aquellos con tiene sagacidad y conocimientos sorprendentes para una
quienes conversamos sea cual fuere su rango ó condición? muger; su casa es el punto de reunión de los bellos inge­
¿ El buen sentido y un poco de observación no nos hacen nios, cuyo trato es muy placentero para un joven y le
ver de qué Infinita Importancia es esto siempre ? Oh! se procura cierto crédito. Pues que tratamos de bellos
me diría: pero uno puede agradar por las buenas cuati- : ingenios: ¿ tienes entrada franca en casa de Lady Sand­
dades del corazón y los conocimientos intelectuales, sin i wich, que, vieja como era la última vez que la vi, tenía
ese aire, esa destreza y todas esas maneras que son oro- : mas talento y juicio que cuantas mugeres en mi vida he
peí y nada mas. Yo lo niego. Un hombre puede ser esti- : visto? Si aun no has hecho esta amistad, no dudo que la
mado y respetado, pero lo desafio á que agrade sin ; duquesa de Aigúillon ó Lady Hervey te introducirán gus­
aquellos adornos. Ademas, á tu edad yo no habría po- : tosamente en su casa; y puedo asegurarte que bien vale
dido contentarme únicamente con agradar; deseaba ! ia pena, tanto en consideración á ella misma como á las
brillar y distinguirme en el mundo, no sulo como galan personas de talento é instrucción que la visitan. Siempre
de finos modales, sino también como hombre político y hay algo que aprender en tales reuniones, sin contar ia

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228 CARTAS

mejora de las maneras. La conversación no versa sobre coge también todo lo que halles de auténtico sobre el
objetos triviales, sino sobre algún punto de literatura, estado actual de las córtes de Europa, del carácter de los
de crítica y de historia, ó sobre otras cuestiones que se reyes, de los príncipes, de sus mugeres, de sus ministros,
discuten con ingenio y cortesía; porque es preciso con­ como también de sus diferentes miras, conexiones é inte­
fesar que los literatos Franceses no son osos como los reses ; del estado de su hacienda, fuerzas militares, tráfi­
nuestros sino caballeros. co, manufacturas y comercio. Esta es la Instrucción mas
Nuestro abate me escribe que haldas Ido á Complegne; útil para tí y para todo caballero; pero á mas de esto,
celébralo mucho; es necesario que otras córtes te formen acuérdate que los libros vivos valen mas que los impresos,
para la de tu patria. También me dice que habias cesado y no pierdas tu tiempo en estos cuando puedas emplearlo
de asistir al picadero: nada tengo que objetar, porque con los otros, porque la lectura debe ser ahora tu diver­
tal ocupación te robaba una parte de las mañanas, y si sión y de ningún modo tu asunto mas serio.
ya has aprendido á sentarte bien á caballo, es todo lo He sabido que la disputa entre la córte y el clero ter­
que necesitas, puesto que ya no se usan los torneos ní minó amigablemente¡ ambas partes han cedido algo; el
juegos de cañas. Supongo que has visto la caza en Com- rey temiendo perder un poco mas de su alma y el clero
piegne. He oido decir que los cazaderos del rey son her­ un poco mas de sus rentas. Estos señores son muy hábi­
mosísimos. La manera de cazar de los Franceses, no les para sacar partido de los vicios y debilidades de los
desdice de un caballero, pero la nuestra solo es propia laicos. No dudo que habrás leido y que estarás bien infor­
de picadores y de charros. Las pobres bestias son aquí mado de todo lo concerniente á esta cuestión importan­
perseguidas y fatigadas por otras bestias mucho mas te, que interesa en sumo grado á todo el clero de Europa.
grandes; y el verdadero cazador de zorras de la Gran Si estás bien convencido de que sus diezmos son de
Bretaña, es sin duda una especie particular á este pais no institución divina, y su propiedad la de Dios mismo, á
conocida en ninguna otra parte del globo, (a). la cual ningún poder sobre la tierra puede tocar, lee á
No dudo que el tiempo que antes pasabas en la equi­ Fra Paolo, de beneficiis, libro corto pero muy substan­
tación lo emplearás en el estudio de objetos mas útiles cial. El autor recibió por este y otros tratados contra la
que profundos; porque puedo asegurarte que estas son córte de Roma, una herida con un stllelto; y esto dio
cosas muy diferentes. Desearía que no dedicases al griego ocasión para que dijese después, al ver un libro anó­
arriba de una hora, mas bien para no olvidar lo que nimo escrito contra él por órden del papa : conosco bene
sabes, que para aumentar el conocimiento de este idioma. lo stile romano.
Por griego quiero dar á entender los libros útiles, como Te encargo que antes de regresar á Inglaterra vayas
Dcmóstcncs, Tucídidcs ect. y no los poetas que ya otra vez á Orly por dos ó tres dias, á fin de procurarte
conoces bastante. El latín se cuidará por sí solo. buena acogida cuando vuelvas. A Dios.
Todo el tiempo que te quede para la lectura, te pido que
lo emplees en cosas que tengan relación inmediata con
tu carrera, como la historia moderna en las lenguas vivas, -♦♦wqtKew-
las memorias, anécdotas, cartas, negociaciones ect. Re­

Greenwich, 8 de Julio de 1751.


(o) La siguiente clausula del testamento del autor demuestra
la aversión con que este miraba las carreras á caballo, que son Mi querido amigo.
aun una de las principales diversiones de los nobles ingleses.
El conde de Chesterfield adoptó á su nieto como próximo here­ El último correo me trajo tu carta de 3 del corriente.
dero á su titulo de conde, y llegó luego á descubrir que este ‘Celebro mucho gue te halles tan bien con el coronel Yor-
joven poscia un genio opuesto al suyo, y poca inclinación á ke, y que te confie la correspondencia secreta. Creo que
seguir sus consejos. En consecuencia, aunque le legó sus esta­ la reserva que guarda contigo Lord Albermarle debe
dos, supo ponerlos á cubierto de la dilapidación de semejantes atribuirse mas bien á su secretario que á él mismo, por-
carreras, y de su propio vicio, el juego fuerte, de que tan ¡ que no tiene asuntos muy secretos que comunicarte. No
(arde se arrepentía él mismo. Declara pues en su testamento : obstante, ten cuidado de no manifestar el menor disgusto
< En caso que mi dicho nieto Felipe Slanhopc se ocupare de á este respecto. Muestra tu reconocimiento al coronel por
• correr á caballo; ó contribuyere á tales carreras ; ó maníu- sus confianzas, pero manéjate de modo que ni Lord Al-
» viere cuadrillas de perros; ó pasare uua noche entera en bermarle ni ninguno de la embajada aperciban la menor
• Ncvvmarket seminario infame de iniquidad y de malas ma- frialdad de tu parte por la reserva con que te tratan. Ne­
» ñeras, durante la época de las carreras; ó asistiere á tales cesario es á menudo no manifestar todo lo que se siente.
■ carreras; ó perdiere en un solo día en juegos ó apuestas la Muéstrate afable con el coronel, y gana hasta donde pue-
• suma de 500 libras, es mi voluntad irrevocable que en
, das su amistad; quizá en lo sucesivo te será muy útil.
• cualquiera de los casos arriba espresados, mi dicho nieto
Al despedirte no solo le ofrecerás conducir sus cartas ó
» sufra una mulla y pague de mis estados la cantidad do
sus paquetes para mayor seguridad, sino que solicitarás
» 5,000 libras al Deán y Capítulo de Westminster. » Esta
última sentencia, dice Lord Mahon encierra un vivo toque
como un favor traer carta para el canciller su padre.
de sátira. El conde bailó, ó le pareció hallar aquel día al Ca­ A propósíUxde tu venida, confieso que mi impaciencia
pitulo de Wcslminster exorbitante y agarrado en el arreglo crece todos los dias, y por lo tanto querría que en lugar
de cuentas referentes ¿ la compra del terreno en que fué edi­ del 25 del entrante que yo había fijado para tu salida de
ficada la hermosa habitación del testador. El Conde declaró París, la adelantases verificándola el viernes 20 del mis­
que insertaba en su testamento los nombres del Deán y el Capí­ mo, de modo que puedas estar en Calais el domingo si­
tulo, porque estaba seguro de que en caso que su heredero guiente, y 24 horas después en Dover. Si desembarcas
incurriese en la pena, no perdonarían medio para aplicarla. por la mañana, podrás tómar el mismo día una silla da
Tr. posta hasta Sittingbome; pero si llegas por la tarde, no

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DE LORD CIIESTERFIELD 229

irás mas que hasta Canterbnry, en donde bailarás mejor do de las mugeres, como Dios lo sabe, estoy muy distante
alojamiento que en Dover. No quiero que vlages durante de descuidar mi traje. Por qué ? Por conformarme con
la noche, ni que te fatigues y acalores corriendo treinta y la costumbre, y mostrar aquella decencia estertor quo
tantas leguas. Vendrás en derechura á Blackheath, donde tos hombres se deben entre sí. No uso ciertamente plu­
ya estaré para que nos reunamos. Esta habitación se halla mas ni tacones de color, cosas que irían muy mal á mi
en el camino de Dover á Londres, é iremos á la ciudad edad; pero cuido de que mis vestidos estén bien hechos,
luego que hayas descansado uno ó dos dias. mi peluca bien peinada y empolvada, y muy aseada mi
Recibí últimamente una carta de Lord Huntlngdon; ropa interior y mi persona; y aun doy á mis lacayos cua­
la mitad de ella, cuando menos, encierra tu panegírico, renta chelines sobre su salario anual, para que llenen
que, hecho por tan buena mano, ha sido muy bién reci­ esta condición de limpieza. Tu persona en particular,
bido. Cultiva esta amistad que te honrará y dará consis­ que no es muy magestuosa por su talla, exige con mayor
tencia. Las conexiones en nuestro gobierno parlamen­ razón los socorros del arte. Como no puede ser Imponente
tario son de grande utilidad. Te envio inclusa la cuenta no admite negligencia ni falta de cuidado; es menester
particular de cada corte de tafetán, aunque no supongo que aparezca gallarda, amable y bien puesta.
que recibirás un chelín; sin embargo, si ocurriere á al­ El sello triangular está concluido y lo he puesto en ma­
guna de esas damas pagarte, toma el dinero y disminuye nos de una persona que parte esta semana para París y
igual suma de tu próxima libranza á cargo de M. Lambert. que lo pasará á las de M. Lambert. A Dios.
Siento mucho saber que Lady Hervey se halla indispuesta:
el aire de París no le es favorable; aquí disfrutaba de
buena salud. Acuérdate, cuando estés conmigo, de no
mencionar á esta dama, escepto cuando nos viéremos
solos, por las razones que te diré; pero esto entre tú y
yo, y guárdate de hablar una palabra sobre el particular
delante de ella ó de cualquiera otro. Greemwich, 15 de Julio de 1751.
Si la vieja Kurzay va al valle de Josaphá, no será por
culpa mia; esto dará mas libertad á nuestra amiga ma­
dama de Monconseil. Mi querido amigo.
No olvides traer átu mama algún regallto, no de gran
valor, sino frioleras que atestigüen tu afecto á aquella Como esta es la última ó penúltima caria qut pienso
que siempre te ha amado tan tiernamente. Puedes traer escribirte antes que tenga el placer de abrazarte, es con­
á Lady Chesteríleld una cajitade rapé de Martín, de cinco veniente que te prepares para nuestra entrevista y para
loises. No hay para que pienses en mas regalos; entre tú el tiempo que debes pasar en mi compañía. Antes que
y yo no son necesarios les petits présents pour entrele- tos reyes y príncipes se reunan, tos ministros de una y
nir tanillé. otra parte arreglan los puntos importantes de preceden­
Después de escrito lo que precede, he hablado deteni­ cia, asientos, derecha é izquierda ect.; de modo que sa­
damente sobre tí con Lord Albermarle, y me ha dicho ben de antemano cómo deben conducirse ; y tienen ra­
que podía alabarte sinceramente bajo todos aspectos, es­ zón de hacerlo así, porque se detestan por lo común , y
cepto uno solo, sobre el que, tanto él como otras perso­ desconfían siempre uno de otro. Nosotros nos reunire­
nas, te habian motejado á veces. Le supliqué que me mos bajo diferentes términos; no necesitamos de tales
elígese cual era, y se sonrió manifestándome que era el preliminares; tú conoces mi ternura y yo tu afecto. Mi
vestido, en cuyo articulo era suma tu negligencia. Aun­ ánimo es que tu corta permanencia á mi lado redunde
que él haya reido, te aseguro que la materia no es para todo lo posible en provecho tuyo, y tú debes cooperar
que tu rías, y quizá te sorprenderá oírme decir lo que conmigo al mismo fin. No estoy cierto de si al hacer
sobre mi palabra te aseguro es literalmente cierto, que la útiles todos tus momentos los haré también agradables.
compostura es ahora un objeto mas importante para tí No te administraré eméticos ni purgativos, porque estoy
que todo el griego que sabes. Acuérdate que el mundo seguro de que no los necesitas; pero espérate á recibir
es en el dia tu único negocio, y que debes adoptar sus muchos escitantes, y aun puedo decir que tengo muchos
costumbres y maneras, sean sensatas ó disparatadas (a). Nostrums que no comunicaré á nadie sino á tí. Deján­
Descuidando tu traje, insultas á todas las mugeres cuya donos de metáforas, trataré de ausiliar tu juventud con
sociedad frecuentas, porque esto supone que no las crees toda la esperiencia que he adquirido á costa de cincuenta
dignas de la atención que les prestan los demas. La com­ y siete años. En consecuencia, serán necesarias las cor­
postura es la fibra de su coraron, y jamás les agradarás recciones frecuentes, las censuras y los consejos; pero
si eres descuidado en este punto; y si no agradas á las te prometo que haré todo esto de un modo civil, amistoso
mugeres,no harás camino entre la mitad de los hombres. y secreto ; no tendrás motivo para estar inquieto en la
El bello sexo pone en boga á los jóvenes y les dá impor­ sociedad ni para disgustarte cuando estemos solos. No
tancia. No desdice que un jóven tenga cierto grado de espero que á los diez y nueve años tengas el conocimien­
coquetería que le haga poner en obra todos los medios de to de mundo, los modales y la habilidad que pocos po­
8gradar, tanto como podría pretenderlo la primera co­ seen á los veinte y nueve ; pero trataré de procurarte es­
queta de Europa. Viejo como soy, y muy poco preocúpa­ tas ventajas, y estoy seguro de que te esforzarás para
aprenderlas, hasta el grado que tu juventud, mi espe­
riencia y el tiempo que hemos de pasar juntos lo permi­
tan. Tienes sin duda algunas manchas pequeñas ¿quien
no las tiene á tu edad ? de las cuales muy pocas gentes
la) Mode! je plains beaucoap Vinsensé qui fe suit, te hablarán; también tendrás varías de una naturaleza
Maii je plaini encore plus l’insensé qui te fuit. que soto á mí pertenece revelarle, y otras que ojos me­
(Salkntin). Tr. nos interesados y menos vijllantcs que los mies no des­

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230 CARTAS

cubren; pero las verás expuestas por aquel cuya ternura muestren Impacientes de volverte á ver. Asegúrales que
por tí le hace mas curioso y perspicaz. El menor defecto no es menos tu deseo de regresar, y esprésate de modo
en las maneras, el lenguaje, el mal gusto en el vestido que lo crean así. En semejantes casos todos dicen poco
y el embarazo en el talante, no se escaparán á mi ojo ob­ mas ó menos las mismas cosas; la diferencia consiste
servador, ni pasarán sin una corrección amistosa. Dos únicamente en el modo, y esto es lo esencial. Sin em­
amigos los mas íntimos del mundo pueden revelarse bargo, evita todo lo posible encargarte de comisiones á
francamente sus faltas y. aun sus crímenes ; pero quizá tu regreso á Paris j sé por esperiencia que son muy in­
no se comunicarán sus debilidades, sus torpezas y las cómodas, costosas por lo común, y rara vez se desem­
ilusiones de su amor propio; es menester una intimidad peñan á medida de los gustos. Con todo, habrá algunas
como la que media entre nosotros para usar sin reserva de que no podrás safarte por ser de personas que te
de esta libertad. Por ejemplo *. yo tuve un amigo que es­ hayan favorecido y á quienes es menester pagaren la
timé infinito, y mi estrechez con él fué bastante para ar­ misma moneda; mas hay varios encargos insignificantes
riesgarme á manifestarle sus faltas que eran muy pocas. é insulsos de que debes libertarte, diciendo que volverás
Asilo hice; lo llevó á bien y se corrigió: pero adolecía de á Paris por Flandes, siendo tu ánimo visitar las ciudades
ciertas debilidades de que nunca me atreví á hablarle de los Países Bajos, como en efecto me propongo hagas,
directamente, y como él estaba lejos de creerse con quedándote ocho ó diez dias en Bruselas. A Dios, buen
ellas, no podía entenderme con medias palabras. Tenía viaje, si es que la presente debe ser mi última (a>.
un pescuezo sumamente largo y descamado, no obs­
tante lo cual, como las bolsas para el pelo estaban de
moda, quiso usar una peluca de esta especie y así lo hizo ;
pero nunca la traía á la espalda, porque á cada movi­
miento de la cabeza se le venia por delante. Dió tam­
bién en bailar el minué, porque vela que otros lo hacían; Londres, t9 de Diciembre de 1751. (ó).
y lo bailaba no solo pésimamente, sino que su persona
era tan desairada, tan descoyuntada y tan flaca, que aun
cuando hubiese bailado comoMarcel, no habría dejado Mi qubrido amigo.
de esponerse al ridículo. Yo le apunté todo esto con la
franqueza que permitía nuestra amistad, pero sin suceso. Has entrado en la escena de negocios de estado, en que
Si yo le hubiese hablado con toda claridad á fin de cu­ espero figurarás algún dia. La práctica hace mucho, pero
rarlo radicalmente, habría usurpado la autoridad de pa­ es necesario acompañarla con el cuidado y la atención.
dre, y gracias á Dios, yo no lo era. Es tal el modo con que El primer requisito para escribir notas oficiales es la cla-
se manejan algunos padres, que rara vez es desdicha ca­
recer de ellos; y considerando la conducta de la mayor
parte de los hijos, tampoco suele ser desgracia no tener­
los. Creo que tú y yo somos la escepcion de la regla, (а) Agosto V. El autor á la marquesa do Monconseil:
porque me parece que si estuviese en nuestra mano no J ’ ai tends votre éléve ici en buit jours, mais comme iln’est
querríamos cambiar de parentesco. Espero que no solo votre éléve que de buit mois, je m’attends a trouver eucore
serás el consuelo sino la alegría de mi vejez; y por mi l’édition assez imparta i te, et c’est pour l’examiner, la revoir,
parte estoy seguro de que seré el amigo y el guia de tu et la corriger queje le fais venir pour six semaines ou deux
Juventud. Confia en mí sin reserva; yo te aconsejaré sin mois tout au plus. A cet Age, ii y a ordinairement certa i as
Interes particular ni envidia secreta. M. Harte hará lo défauts dont la correction est uniquement du ressort de l’att-
mismo; pero hay muchas cosas pequeñas que debes co­ torité; la simple amilié peutplus fací temen t reproeber un
crinfe qu’une faiblesse : Foim itu ctvhwmí, se dit fort bien
nocer y corregir, y que su misma amistad no le permite
d’une certaine fa$on d’ami A a ni i; mais vow ile» gauchí, úh
representarte con la libertad que yo. Ademas, habiendo
poíi, naiusadc ou fat, ne se dit et ne peut se direquepar une
vivido mucho mas que él en el gran mundo, quizá seré auto rilé décidée d’un cóté b une dépendence reconnue de
mejor juez en ciertos defectos. l’autre : tant la vanité de l’esprit est plus sensible que la
Uno de los principales asuntos de nuestra conversa- vertu du c<Eur. Du cóté du céBur, je me flatte, car on m'as»
clon, será la pureza y elegancia del idioma Ingles, pun­ su re que je n’aurai pas beaucoup a faire; mais, quant A
tos sobre que te creo muy atrasado. También hablaremos l’extérieur, aux maniéres, aux attentions, et quelques milliona
de la constitución de este país, que me parece conoces de petilsriensqui. par leur nombre, deviennent objet, je crois
menos que la de ningún estado de Europa. Las mane­ que j’aurai bien de la besogne. L’accueil que votre proteclion
ras y el comedimiento serán así mismo materia de nues­ et vos soins luí ont procuré b Paris luí aura fait accroire ou
tra plática, y te comunicaré sin reserva todo lo que yo bien qu’il n’avait rien b cbanger pour le mieux ou du moins
sepa de aquel arte importante y necesario, el arte de qu’il n’était point nécessaire. C’est de quoi je le désabuserai
agradar. El vestido que, bajo el pié en que están las co­ parfaitement daus nos entretiene particuliers.
sas, exige alguna atención, como lo probaré lógicamente,
(б) M. Stanbope vino á Londres en donde permaneció hasta
no faltará en nuestro programa. Mis lecciones pues, se­
el 45 de Noviembre. Un escritor francés hablando de la pri­
rán mas variadas y bajo cierto aspecto mas útiles que las
mera entrevista entre padre é hijo dice :
del profesor Mascow ; y por esto te digo que espero re­ Ce fut une poignante douleur pour Cheslerfieldque l’arrivée
compenses mi trabajo; pero como probablemente no te de ce fils; on était lourd, on était gauche, on ne parlait pas,
hallas en estado de pagar en dinero contante, y como mi on aimait la science, mais la plus grosse, la plus aéchedes
dignidad podría encontrarse comprometida aceptándolo, sciences, le corpas juris germanici et les médailles. Quello
nos arreglaremos para el pago: no reclamaré de tí mas désolalion !!!
honorarios que atención y práctica. Otro escritor de la misma nación dice con igual motivo:
Te encargo que no olvides despedirle de todos tus ami­ Par une belle soirée d’élé, sous une longue avenue de chéocs
gos y conocidos en Paris, de modo que deseen y aun se séculaires, voici venir une maMive cbaise do poste. Les domes

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DE LORD CHESTERFIELD 231

ridad y la perspicacia; cada frase debe ser tan clara y latlvos ingleses, producen con frecuencia equívocos y
precisa que los entendimientos mas medianos no puedan ambigüedades; préstales pues, una prolija atención, co­
equivocarla. Esta necesaria claridad supone un estilo locándolos de modo que cada uno tenga su relación pre­
correcto y aun elegante. Las figuras, los antítesis, epigra­ cisa. Los negocios de estado no cscluven, como proba­
mas ect serán tan absurdos y fuera de lugar en estos es­ blemente lo desearías tú, los términos usuales de cortesía
critos cuanto oportunos, si se usan juiciosamente, en las y buena crianza ; al contrario, exigen varias fórmulas
cartas familiares sobre asuntos comunes. Los negocios tales como: Tengo el honor de comunicar á V. E: Per­
de estado requieren una simplicidad elegante, fruto del mítame V. S. que le asegure : Si me es permitido ex­
cuidado, no de un trabajo penoso ; el estilo debe ador­ poner mi opinión ect. porque ios ministros enviados d
narse dignamente, sin afectación como sin negligencia. las córte» extranjeras que escriben al secretario de estado
Lee cada frase después de escrita, y considera si es posi­ de su nación, se dirigen á un superior y quizá á su pro­
ble que alguno equivoque su verdadero sentido y corríge­ tector, ó á lo menos á uno que se considera tal. Las cartas
la en consecuencia. Nuestros pronombres y nuestros re­ oficiales no solo admiten, sino que reclaman ciertas gra­
cias ; pero es necesario distribuirlas con habilidad y eco­
nomía ; mas como este es el último grado de perfección
de las notas oficiales, no te aconsejo que ensayes tales
ornatos, hasta que no te consideres sobre bases sólidas.
tiques wnt rar le qui vive, les portes s’ouvrent comme par Las cartas del cardenal de Ossat son verdaderos mode­
encbantemenidevant lepesant équipage, qui s’arréte aubas los ; las deM. Avauxson escelentes ; el estilo de M. W.
daperron. Sur la premiére marche, se contenant h grand Temple es muy agradable, pero quizá afectado. Evita cui­
peine pour ne pts courir au devent du cber voyagenr, le vieux dadosamente los testos griegos y latinos, y no afectes ci­
lord est debout et son corar bat daos m poitrine. Son fila a-l-ii tará los virtuosos Espartanos, á los cultos Atenienses
boa airf fait-il valoir sa petite taille ! est-il mis comme il sied nidios intrépidos Romanos. Deja todo esto á los frivo­
a an jenne cavalier? s’exprime-l-il nettemenl et avec élé- los pedantes: nada de floreos, nada de declamación.
gance? est-ce bien lecourtisan leste et de bonne mine appelé Vuelvo á repetírtelo, hay una simplicidad y una dignidad
h faire son chemin auprés du jenne prince qui sera plus tard de estilo absolutamente indispensables en las cartas ofi­
GeorgelII! ciales bien escritas, y debes prestarles la mayor atención.
* El voici qa’un fréle adolescent, pile et blond, la téle entre
Procura que tus periodos sean armoniosos sin que parez­
le* * ¿paules, l’air souffreteui el chagrín, réservé, silencieux,
can estudiados; que no sean muy largos porque esto
dislrait, mal mis, vient respectueusement baiser la main que
acarrea siempre la obscuridad. No mencionarla yo la or­
lai tead le comte. Pointde gráce, de chaleur, de vie, d'intel-
ligence dans ce cbétif écolier. II marmotte dan» sa cravate des tografía, si no viese que incurres en faltas muy á menu­
coffipliments étudiés. II a les cbeveux mal en ordre, les ongles do ; tal descuido no se perdona á nadie y siempre acarren
en deuil, les dents peu soignées. Son épée, appendice génant, ridículo. También desearía que tu escritura fuese hermo­
lai bol les mollets et s’cmbarrasse dans toas les siéges.............. sa, y no puedo concebir por qué no lo es, puesto que todo
Paarre páre!.......... On se met h table, et quelles nouvellesdé- hombre puede escribir bien si se dedica á hacerlo. Cerrar
ceptions! Pbilippe ve sait ni manger, ni ce qu’il mange. II tus pliegos con limpieza, sellarlos bien, poner el sobres­
casse ses trafs tout de travers; en découpant une volaille il crito con claridad, son circunstancias que también debo
édabeusae sea voisina de droite et de gauche; enfin. comme recomendarte, aunque me atrevo á decir que las consi­
prepos de dessert, il entame une discusaion sur le droit public deras como cosas que no valen la pena de ser atendidas.
de l’empire allemand, sujet favori de ses étndes. O páre trois En el estertor mismo de un pliego, hay algo que agrada,
fois infortuno I y por consecuencia merece cuidado.
El padre mismo confiesa haber quedadomuy poco satisfecho Dices que empleas muy bien tu tiempo, y tienes razón-,
de la presencia de su hijo, en una carta de 7 de Octubre diri­ pero esto no es mas que el A, B, C. la rutina de los ne­
gida i la marquesa de Monconseil, en que le dice :
gocios, que ante todo es necesario conocer, y que facilita
.......... Je voua l’avouerai, rol re petit ambassadeur, h son
el camino para la verdadera capacidad. Los negocios no
premier abord me frappa furieusement, non par les gráces qui
raccompaguaient, maisparson air et ses man i Ores. Je ne
requieren conjuraciones cabalísticas, ni talentos sobre­
comprenda pas encore oü il les avait pécbés. Je m’appliquai naturales, como se imaginan las gentes que los ven de
d’abordh le décrotter, et je crois que vous trouverex que je n’y lejos. El método, la actividad y la discreción elevan á un
ai pas mal réussi, quoique je convienne qu’il luí reste encore hombre de buen sentido mas que las facultades eminen­
biá du chemin á faire pour étre ce qoe nous voudrions qu’il tes á que faltase este punto de apoyo. Par negotiis ñeque
fot. 11 setient mieux, il se présente mieux, i) nefrétille plus supra, es el verdadero carácter de un hombre de queha­
tantdans ses pieds, el il s’est corrige de plusieurs de cea ma- ceres ; pero esto implica firme atención, carencia de dis­
■iéres gracieuses qu’il avait apprises h l’école, et qu’il avait tracciones, flexibilidad y contracción de espíritu,' de
eultivées depuis, sous les soinsdes ours qu’il avait eu le mal- modo que vaya fácilmente de un objeto áotro. Mantente
beur de rencontrer dans ses voy age». Ce qui me donne de l’es- en acecho constante contra la pedantería y la afectación
pérance, c’est qu’il sent á présent ce qui luí manque, et qu’il de parecer hombre recargado de negocios, á cuyo ridícu­
me demande instamment de roas supplier devouloir le revoir lo son muy propensos los jóvenes, quienes se sienten
et lecorriger de ses moindres défauts, pour en faire, s’il se envanecidos con la importancia de lo que se les confia :
peut, une édition parfailc, ect.
se muestran pensativos, se quejan del peso de los nego­
Con fecha 45 de Noviembre escribía el autor A su amigo
cios, se espresan con misterio y aparentan saber secretos
II. Dayrolles, representante de S. M. Británica en La Haya :
........... Nuestro amigüilo parte boy para París, muy mejora­
que en realidad ignoran. Al contrario, no bables nunca
do, en mi concepto, du cále du manieres. Lord Albermarle ha de los negocios de estado sino con quien debas tratarlos;
prometido emplearlo en la oficina de aquella embajada, como y aprende á parecer desocupado y libre cuando estés mas
«i fuese miembro titular de ella Pero considerando cierta? engolfado y lleno de quehaceres. A Dios.
«oses que vos y yo conocemos, no estoy seguro de que llegue á
realizarse aquella promesa. Tr.

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23? CARTAS

que te informes de lo que es la Sorbona, por quien fué


fundada y con qué objeto.
Supuesto que tienes tiempo disponible, haces bien do
dedicarte al aleman y al Italiano; pero te encargo que
te procures el tiempo suficiente para asistir á las socie­
Londres, 2 de Enero de 1752. dades, porque solo en ellas puedes aprender lo que te
será mucho mas útil que aquellos idiomas. A Dios.
Mr querido amigo.
La pereza de alma ó la falta de atención, no son menos
enemigos del saber que la Incapacidad porque ¿ qué dife­
rencia hay entre un hombre que no quiere y otro que
no puede instruirse ? ésta únicamente: que el uno mere­
ce censura y el otro lástima. Sin embargo ¿cuantos no Londres 6 de Enero de 1752.
son aquellos capaces de recibir instrucción que por efecto
de su pereza de alma, ó por falta de curiosidad y emula­ Mi querido amigo.
ción, no solo no se toman el trabajo de instruirse, pero
ni aun siquiera examinan las cosas quo se les presentan Te recomendé en mi última que te informases de la
delante ? Nuestros jóvenes viajeros se distinguen gene­ constitución de esa famosa sociedad, la Sorbonne; pero
ralmente entre todos los demas por su aversión á los como no puedo confiar enteramente en la actividad de
conocimientos útiles, que es el objeto con que se les tus pesquisas, voy á procurarte algunos apuntes genera­
envía á los países estrangeros. Sin embargo, en esta edad, les, que quizá te cscitarán á agregar otras circunstancias
la ciencia mas útil es lamas fácil de adquirir, y la conver­ que te hallas mejor que yo en posición de saber. Dicha
sación es el mejor libro que Inenseña. Una vez pasado el sociedad fué fundada por Roberto de Sorbonen 1255,
estudio árido de las gramáticas, solo se trata de mezclar para diez y seis estudiantes en teología pobres, y desde
algunos frutos en la conversación. Cuantos de nuestros entonces ha ido en aumento y llegado á adquirir rique­
jóvenes han vivido un año en Roma y otro en París, sin zas, principalmente por la liberalidad y orgullo del car­
conocer el significado de las palabras, cónclave y parla- denal Richelieu, que hizo construir un edificio magnifl*
viento, y esto únicamente por no preguntar á las prime­ para la residencia de treinta y seis doctores, seis profeso­
ras personas que encuentran en estas ciudades, que res y otras tantas escuelas de teología. Esta sociedad ha
podrían á lo menos darles algunas nociones generales sido largo tiempo famosa por sus disputas y controver­
sobre tales materias! No dudo que tú serás mas advertido sias teológicas, y en su seno se discuten con vehemencia
y que aprovecharás todas las ocasiones que se presentan cuestiones ininteligibles que jamás puede resolver la ra­
Á cada hora para informarte de la política, de la consti­ zón. Las sutilezas de la lógica desafian al sentido común,
tución y del gobierno de Francia. y los refinamientos místicos desfiguran la belleza y la
No me propongo que seas un legista francés, pero simplicidad de la religión natural. Una imaginación os­
querría que no ignorases los principios generales de las tra vagante forma sistemas, que los espíritus débiles adop­
leyes de ese reino, sobre materias deque se habla diaria­ tan ciegamente, contra los que protestan en vano el juicio
mente ; por ejemplo: la naturaleza de las sucesiones, la y la razón. Su voz no es bastante alta para ser oida en
herencia de las tierras, los contratos de matrimonio ect. las escuelas de teología. En estos lugares sagrados no se
En Inglaterra la práctica general es que el marido se mira la política con desden: se agitan y se deciden cues­
apodera de todos los bienes de la muger, y en cambio le tiones según el grado de respeto, ó mas bien de sumi­
concede una pensión vitalicia para alfileres, según se le sión, que el soberano se digna atestiguar á la iglesia. Si
llama, con una viudedad después de su muerte. En el rey es esclavo de esta, aunque sea tirano de los laicos,
Francia no es lo mismo, particularmente en Paris, en la menor resistencia á su voluntad se declara condena­
donde se halla establecida la comunidad de bienes. ble ; pero si no quiere reconocer la superioridad de lo es­
Todas éstas cosas y otras del mismo género, interesan piritual sobre lo temporal, ó si rehúsa únicamente admi­
con provecho la curiosidad de un hombre de negocios y tir el imperium in imperio, que es lo menos que ellos
de juicio. Si solo pudiesen aprenderse por medio de estu­ exigen, es cosa meritoria no solo resistirle sino aun depo­
dios laboriosos, en volúmenes en folio ó en manuscritos nerlo. Me inclino á creer que las atrevidas proposiciones
comidos de gusanos, no me sorprendería que un jóven de la tesis que mencionas, son en consecuencia de la eva­
las ignorase; mas como son asuntos frecuentes en las luación que se trata de hacer de los bienes del clero.
conversaciones y pueden saberse prestando únicamente Te aconsejo que asistas á dos ó tres de estas disputas
cierto grado de atención, no es perdonable ignorarlas. públicas para que conozcas ia forma y la sustancia de los
Cuantas veces no he sentido, y con razón, no haber ejercicios escolásticos. Te encargo otra vez que veas todas
aprendido en mi juventud muchas de estas cosas! Y estas cosas.
cuanto trabajo no me ha costado después aprender varias Pero hay otra sociedad religiosa, por lo menos asi se le
que entonces me habrían sido de lo mas fáciles • Evita llama, cuyos menores actos merecen atención y forman
pues desde ahora este arrepentimiento y este trabajo para un testo de reflexiones útiles. Fácilmente adivinaras que
lo sucesivo. Haz preguntas, muchas preguntas y no dejes quiero hablar de la sociedad de los RR. PP. Jesuítas, es­
nada por aprender. tablecida desde 1540 por una bula del papa Paulo 111.
Me alegro mucho que hayas visto todas las curiosida­ lx)s progresos de esta sociedad, y puedo decir sus victo­
des de Versalles; pero te recomiendo que no omitas fre­ rias, han sido mas rápidas que las de los Romanos, visto
cuentar la córte. Te agradezco la tesis de la Sorbona que desde dicho siglo gobernó toda la Europa, y qu«cn
que piensas enviarme, y que con impaciencia deseo reci­ el siguiente cstendió su influencia sobre el mundo cnie-
bir; pero te encargo que la leas primero cuidadosamente, ru. Su fundador fué un oficial español do malas cvstum-

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DE LORD CHESTERFIELD 233

brea, llamado Ignacio de Loyola, que habiendo recibido Ed abbiamo anche martiri per il martirio, se bisogna.
en 1521, una herida en una pierna en el sillo do Pamplo­ Infórmate con la mayor minuciosidad de todo lo que
na, se volvió loco i causa de los sufrimientos de su lla­ concierne á esta institución estraordinaria; ve á sus
ga, de los remordimientos de su conciencia y de la sole­ casas, relaciónate con ellos, óyelos predicar. El mas famo­
dad en que se confinó. El recuerdo de sus culpas, una so predicador deque yo he oido hablar es el P. Neufville,
imaginación fogosa y un natural violento, ingredientes que creo predica aun en París; y como asiste á las mejo­
comunes del entusiasmo, llevaron á este loco á la Tierra res sociedades, te será fácil ganar su amistad. Slquieres
Santa. De allí volvió á España, en donde comenzó á a- conocerla moral de estos PP., lee las Carlas Provinciales
prender el latin y la filosofía á los treinta y tres años; de de Pascal en que se halla muy juiciosamente establecida
modo que sus progresos en ambos fueron probablemente con arreglo á los mismos escritos de la órden.
muy considerables. Para realizar mejor sus insensatos y En vista de todo, cierto es que una sociedad de la que
funestos deseos, eligió cuatro discípulos, ó mas bien cua­ resulta tan poco bien, y de ia que se piensa tan mal ;
tro apóstoles, Lainez, Salmerón, Bobadilia y Rodríguez. que no solo subsiste, sino que florece, debe hallarse go­
En seguida estableció la constitución de suórden, que bernada por una política profunda. Siempre se avanza
en 1547 fué llamada la órden de los Jesuítas, de la Iglesia como prueba de los superiores talentos del cardenal
de Jesús de Roma que les fué concedida. Richelieu, que siendo odiado de toda la nación, y mas
Si deben detestarse, como han llegado á serlo, los prin­ aun del soberano, supo conservar su poder á despecho do
cipios morales de esta sociedad, es justo sin embargo, ambos.
admirarla sabiduría desús principios políticos. Se sospe­ Desearía que hicieses lo que ahora siento yo no haber
cha que esta órden, como cuerpo colectivo, ha cometido hecho á tu edad. Cada país tiene sus particularidades, de
Jos mayores crímenes, y ha sido convicta de varios ; pero las que puede uno informarse mejor cuando está en él,
unas veces ha eludido el castigo, y otras ha triunfado que leyendo después todos los libros del mundo. Mien­
plenamente, como en Francia, bajo el reinado de Enrique tras permaneces en los países católicos, infórmate de las
IV. Los Jesuítas han dirigido directa ó Indirectamente las formas, ritos y ceremonias de esa iglesia tan ostentoso;
conciencias y los consejos de todos los príncipes católicos mira sus conventos de frailes y monjas, infórmate de sus
de Europa. Casi puede decirse que gobernaron la China reglas, y asiste á sus oficios. Haz que se te espliquen los
durante el reinado de Cang-gby; y actualmente están términos de nonas, maitines ect. cosas de que muchas
en posesión del Paraguay en América, bajo la soberanía gentes hablan por costumbre, pero sin entender su ver­
de la corona de España, que ellos reconocen ostensible­ dadero significado. Conversa con algunos de esos entu­
mente, pero que en realidad no obedecen. Estos PP. co­ siastas solitarios y estudia sus caracteres. Frecuenta
mo corporación, son detestados de los mismos católicos, algunos locutorios, y mira el aire y las maneras de esas
sin exceptuar al clero secular y regular; y no obstante, reclusos que forman en cada convento una nación di­
como individuos son amados, respetados y gobiernan por ferente.
todas partes. Ayer comí con madama F....d,su madre y su marido.
Creo que dos cosas contribuyen ante todo á su triunfo : Este es un atlético Irlandés de muy bella figura, pero
la primera es la obediencia pasiva, ciega é ilimitada que torpe y vulgar en su aire y maneras. Cuando sepas que
muestran á su general, que siempre reside en Roma, y á algún ingles debe regresar aquí, te encargo que me
los superiores de sus diferentes establecimientos, que son envíes con él todos aquellos pequeños folletos, factums,
nombrados por aquel. Todos ellos observan esta obedien­ tests ect. que hacen ruido y divierten en París. A Dios.
cia en grado asombroso, y creo que no hay en ci mundo
otra sociedad, cuya gran mayoría de miembros sacrifique
su Interes particular al general del cuerpo. La segunda - -I —-
es la educación de la juventud, de la que se han apodera­
do esclusivamente, por cuyo medio inspiran aquellas
primeras impresiones que por lo regular no se borran, y
estas impresiones son siempre calculadas para el mayor
bien de la sociedad. Yo he conocido muchos católicos Londres, 23 de Enero de 1752.
educados por Jesuítas, cuya razón y luces les inspiraban
aversión á esta órden, pero que sin embargo, permane­ Mi querido amigo.
cían unidos á ella por costumbre ó por preocupación.
Los Jesuítas conocen mejor que nadie el arte de agradar, ¿ Has visto la nueva tragedia de Varón, y qué piensas
y lo estudian á fondo; saben fingir toda especie de senti­ de ella? Escríbemelo, porque estoy decidido á formar mi
mientos con el fin de ganar, no un punto pequeño, sino gusto por el tuyo. He oido decir que las situaciones y
cosas de suma importancia. En Asia, en Africa y en Amé­ los incidentes están bien caracterizados; que la catás­
rica, se hacen medio paganos para hacer á lo menos trofe es imprevista y sorprendente, pero los versos malos.
medio cristianos. En la vida privada, comienzan insi­ Supongo que es el asunto de todas las conversaciones de
nuándose como amigos, llegan á ser favoritos, y termi­ ParÍB, en donde tanto hombres como mugeres hacen de
nan por directores. Sus maneras no se parecen á las de jueces y críticos en esta clase de obras. Tales conversa­
otras órdenes regulares ; son corteses, amables yatrac- ciones perfeccionan el gusto, ejercitan el pensamiento y
tivos: todos se hallan amaestrados previsivamente con son seguramente preferibles á nuestras sociedades in­
la mira de llenar aquel destino para que parecen tener glesas, en donde, si se llega á tratar del Bragg ó del
una aptitud natural, siendo esta la razón por que la mayor Whist, se toca el punto mas alto de utilidad y entrete­
parte de los Jesuitas sobresalen en algún objeto particu­ nimiento. Creo que esto consiste en que las inglesas dan
lar; y aun sabemos que educan algunos miembros para por lo regular el tono á la conversación y no tienen la
el martirio en caso de necesidad, como el superior de un Instrucción ni las buenas maneras que las francesas; á
seminario de Jesuitas de Roma dito á Lord Bolingbroke : lo que se agrega que son mas serias y mas taciturnas.

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234 CARTAS

Desearía que m celebrase un tratado entre los teatros tragedia tienen que hablar, y hablar con dignidad. Do
francés é ingles, en que ambas partes se hiciesen conce­ aqui proviene la necesidad de escribirlas en verso y por
siones considerables. Los Ingleses sacrificarían su noto­ desgracia en versos franceses rimados, porque su idioma
ria violación de todas las unidades, sus degüellos y es­ carece de energía. Asi es que Catón el estoico muere en
cenas de sangre, sus torturas y cadáveres despedazados París exalando rimas masculinas.y femininas, mientras
que con tanta frecuencia presentan en las tablas. Los que en Londres dá el último suspiro con los versos mas
Franceses deberían comprometerse á introducir mas ac­ armoniosos y correctos.
ción y menos declamación; á no intercalar ni confundir Muy diferente es el caso en la comedia, que debe ser
tantas cosas á la vez, aun lo inverosímil, por la propen­ una pintura exacta de la vida común. Cada carácter tiene
sión demasiado escrupulosa á las unidades. Los Ingleses que mostrar en tas tablas no solo lo que exige la situación
deberían reprimir la licencia de sus poetas, y los Fran­ que representa, sino el modo mismo con que se hacen y
ceses ensanchar la libertad de los suyos. Los poetas dicen las cosas; razón por la cual no permitiría yo el
Franceses son los mayores esclavos de su país, que es verso en las comedias, á no ser en boca de quien repre­
mucho de<¡ir ; los nuestros son los súbditos mas sedi­ sentase el papel de poeta loco. Es imposible que uno se
ciosos de Inglaterra que también es mucho avanzar. Bajo alucine hasta el grado (ni es necesario en la comedia), de
tales reglamentos podríamos asistir al teatro sin que una suponer que un viejo usurero, 6 un Buen Juan, se deje
declamación interminable nos infundiese sueño ó nos engañar profiriendo los mejores versos del mundo.
espusieseá los sustos del barbarigmo de la acción (a). La Por lo que hace A las óperas, son esencialmente absur­
unidad de tiempo comprendida en tres ó cuatro días, y das y estravagantes para merecer atención. Yo las consi­
la de lugar reduciéndola á una misma calle, ó á una ciu­ dero como una escena mágica, abierta para recreo de loe
dad, me parecen tan naturales como una escena de ojos y de los oídos, á costa del entendimiento; y miro el
veinte y cuatro horas en la misma habitación. Creo que canto, los versos y los héroes filarmónicos, como las
también sería conveniente que los Franceses fuesen in­ montanas, los árboles, los pájaros y los animales que can­
dulgentes respecto á los pensamientos y á las imágenes tan y bailan al concierto irresistible de Orfeo (a). Siempre
brillantes; porque aunque confieso que no es natural que voy á la ópera, dejo mi buen sentido y mi razón en
que un héroe, ó una princesa, digan cosas tan bellas en la puerta con mi media guinea, y no conservo conmigo
la violencia de la pena, del amor, de la desesperación mas que mis ojos y mis oidos, (b).
ect., sin embargo, esto me parece tan tolerable como oir Ya te be hecho mi confesión poética declarándote tan­
que se hablan á sí mismos durante media hora, á lo cual tos pecados contra el gusto establecido aqui y en Francia,
se ven obligados para que la pieza prosiga, so pena de como podría cometer un herege al hablar de las religio­
acudir á otro absurdo mayor, los coros de los antiguos. nes de ambos países; pero mi edad me faculta para
La tragedia es de tal naturaleza, que antes de verla debe­ gustar y pensar por mi mismo, sin inquietarme de lo que
mos prepararnos para la ilusión. Yo gusto llevar esta los otros piensan, ventaja que la juventud, que tiene
complacencia un poco mas lejos que los Franceses. tantas otras, no puede atribuirse. Yo me veo á veces
La tragedia debe pasar un poco las proporciones de la obligado á aparentar que me conformo hasta cierto punto
vida, porque de otro modo no nos afectaría. En la natu­ con los gustos, las modas y las opiniones establecidas.
raleza, las pasiones mas violentas son mudas; y en la Un jó ven puede disentir modestamente, en las sociedades
privadas, con la opinión y las preocupaciones públicas;
pero na debe atacarlas con calor ni establecer su opinión
en contra con tono magistral. Haz por oir y conocer todas
las opiniones, acójelas con indulgencia, forma los tuyas
con frialdad y manifiéstalas con modestia. A Dios.
(a) Si á la comedia fueres inclinado,
Y dejares tu casa, estimulado
De tus propios dolores,
Nunca vayas i ver en ella horrores,
Que si aquel breve espacio
Le desvias del peso de Palacio, (a) II est un líen que l’on nomme opéra :
Del pleito, de las trampas é inquietudes,
Ríen n’esl naturel en ce pays-lá.
Y i la comedia acudes,
Ce qui se dit ib de grave el de tendre,
Quizá muerto y rendido,
Ne se dit qu’en ut, re, mi, fa, sol, la.
Adesabogarel ánimoafligido,
Le plus pesant
No es desahogo ver en la comedia
Marche en dausant:
El insulto, el agravio, la tragedia,
Le moins contení
El blasfemo de Dios amenazado,
Ne parle qu’en chantant.
El duelo ejecutado,
Un malheureux tout prét á s’aller pendre,
La virtud ofendida,
Souvent cadenee el fredonne en pleuraut.
Y á precio de una vida, y otra vida,
Con bárbara violencia, (PIRON.)
La traición, la maldad, y la insolencia :
¿ Qué linaje de gusto se baila en esto,
Si aun á los mismos brutos es molesto? |6) Mas favorable á la opera que el autor y qua Pirón,
Y vuelves á tu casa, Voltaire dijo de ella que era un lugar :
Con la pena de ver lo que allí pasa,
Oü les beaux vers, la danse, la musiquo
Que por torpe, é injusto,
L’art de (romper les yeux par les couleurs,
Aunque representado da disgusto.
I.’art plus beureux de séduire les cauro.
(Aragón.) Tr. De ceul plaisiro font un plaisir unique. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 235

y sus maneras peculiares; conócelas todas y en ninguna


tendrás qué admirar.
A Dios, mi querido hijo, cuida tu salud por que sin ella
no hay placeres.

Londres, 14 de Febrera de 1752.

Mi querido amigo.

Dentro de un mes espero tener el placer de enriarte, y Londres, 2 de Marzo de 175?.


tú lo tendrás de leer, una obra de Lord Bolingbroke, so­
bre el uso de la Historia, que se está imprimiendo actual­ Mi querido amigo.
mente en dos volúmenes en 8o. Diñcil es determinar si
esta obra será mas instructiva que agradable, ó vice ¿ En qué altura te hallas con Ariosto ? ¿ Has llegado á
versa. Muchos recargan su memoria indistintamente con aquel ingenioso tejido, cierto y fabuloso, serlo y jovial,
hechos históricos, como otros su estómago con toda es­ de caballeros errantes, encantadores y todo aquel labe­
pecie de alimentos; y ni los primeros digieren lo que rinto de materiales que anuncia al principio de su poema ?
leen ni los segundos lo que comen (a). Tu hallarás en No me atrevería yo á decir que Hornero tuvo una imagi­
dicha obra un específico infalible contra este mal epi­ nación mas fértil, ó que sobresalió mas en la descripción
démico. que Ariosto. ¿ Puede haber cosa mas seductora que la
En este momento he sido interrumpido desagradable­ pintura que hace de la persona y palacio de Alcina (a) ?
mente con una carta, no tuya como esperaba, sino de
uno de tus amigos en París, que me dice estabas con
una fiebre que no te permitía salir de tu casa. Me alegro
ver que te cuidas y que llevas la prudencia hasta el punto
de permanecer encerrado. Un poco mas de cordura po­ (a) Sola di tutti Alcina era piü bella,
dría haber prevenido esta indisposición; tu sangre es Sí come é bello il sol piü d’ ogui stella.
Juvenil y por consecuencia ardiente, y como tienes ape­ Di persona era tanto ben formata,
tito y digieres bien, debías refrescarla de tiempo en tiempo Quauto me’ fingersan pittori industri;
con purgativos ligeros, ó una dieta de dos ó tres dias, que Con bionda cbioma lunga ed annodala :
te libertaría de esas fiebres. Lord Bacon, médico esce- Oro non é che piü risplenda e lustri.
i lente en lo físico como en lo moral, asienta este aforismo Spargeasi per la guancia delicata
en su Ensayo sobre la salud : JYiAi/ magis ad sanilatem Misto color di rose e di ligustri :
tribuit quam crebra et domestica purgallones. Por Di terso avorio era la fronte lieta,
domestica, entiende aquellos purgantes simples que Che lo spazio finia con giusla meta.
todo el mundo puede ministrarse como son, cocimiento
Sollo dúo negrie sotilissimi arebi
de ciruelas y sen, ruibarbo; onza y media de maná di­
Son dúo negrioccbi, anzi dúo cbiari solí,
suelto en agua pura con el jugo de medio limón para Pietosi a riguardare, a mover parebi;
hacerlo agradable al paladar. Estos remedios fáciles son Intorno cui par ch’ Amor seberzi e voli,
precauciones seguras contra ios ataques de fiebre á que E ch’ indi tutta la faretra searebi,
se hallan sujetas todas las personas de tu edad. E che visibilmente i cori involi :
Deseo y exijo que cuando alguna indisposición te im­ Quindi il naso per mezzo il viso scende,
pida escribirme en los dias señalados, dispongas que tu Cbe non trova 1’ invidia ove 1’ emende.
criado Christian me ponga unos renglones diciéndome la
pura verdad. No espero de él un estilo epistolar cicero- Sollo quel sta, quasi fra due vallette,
| niano, y me contentaré con la sencillez y verdad suiza. La bocea sparsa di natío cinabro :
Quivi due filze son di perle elelte,
| Supongo que aumentas el círculo de tus relaciones en
1 Paria, y que frecuentas diversas sociedades, medio único Che chiude ed apre un bello e dolce labro;
Quindi escon le corlesi parolette
de conocer el mundo. Cada centro de sociedad difiere Da render mofle ogni cor rozzo e scabro;
en algo de los otros; y un hombre de negocios debe co­ Quivi si forma quel suave riso
nocer las diversiones, los intereses, y las cabalas de toda Cb’ apre a sua posta in térra il paradiso.
clase de gentes. Es una gran ventaja saber el idioma de
los diferentes países por donde se viaja; las diversas so­ Dianca neve é i bel eolio, e’ 1 petto látle :
ciedades pueden considerarse en cierto modo como paí­ 11 eolio é tondo, ii pello colmo e largo.
ses distintos cada una tiene su idioma, sus costumbres Due pome acerbe, e pur d’ avorio falle
Vengono e van come onda al primo margo
Cuando piacevolo aura il mar combalte.
Non potría l1 allre partí veder Argo :
Ben si pub giudicar che corrispondc
A quel cb’ appar di fuor, quel che s’ esconde.
(«) Qui lit beaucoup, et jamais ne inédito,
Semble i celui qui mange avidemenl, Montran le braccia sua misura giusta;
El de toui meto surcbarge tellcment E la candida man spesso si vede
Son estomac, que ríen ue luí profltc. Lunghctta alquanto, edilarghczza augusta,
Dore nc nodo appar, né vena eccbde,
(PlBRAC.) Tr. Si vede al fin della persona augusta

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236 CARTAS

Toda la obra es digna de tu atención, no solo como asesinar á sus hijos sobre las tablas (a). Los sentimien­
poema ingenioso, sino como origen de todos los cuentos tos eran muy delicados para conmoverlos; son corazo­
y fábulas de este tiempo, como lo fueron las metamor­ nes que no se vencen por capitulación, es necesario to­
fosis de Ovidio entre los antiguos; ademas, cuando hu­ marlos por asalto.
bieres leido esta obra, nada te será difícil en el idioma Dentro de pocos días verás en París á M. d’Aiilon, en
italiano; comprenderás con mucha facilidad la Jerusalen camino para Génova, donde Sir Charles se halla actual­
del Tasso, y el Decameron de Bocado; tres autores que, mente y permanecerá por algún tiempo. A Dios.
tratándose de invención, son los únicos que me parecen
dignos de leerse en este idioma; aunque los Italianos se
encolerizarían si me oyesen hablar asi. -**»OD<* *«*- *
Un hombre de mérito debe conocer los autores clási­
cos de cada idioma, como Boileau, Corneillc, Racine,
Moliére ect. en francés; Milton, Dryden, Pope, Swiflect.
en ingles, y los tres de que he hecho mención en italia­ Londres, 5 de Marzo de 1752.
no : ignoro si hay autores de este género en aleman, y
realmente tengo poca curiosidad de saberlo. Esta especie Mi querido amigo.
de libros adornan el entendimiento, fertilizan la imagi­
nación y suelen ser materia de plática en las mejores so­ Como no he recibido carta tuya por el correo ordina­
ciedades. Como tú conoces suficientemente los idiomas rio, me tiene con cuidado tu salud. Si estuvieses bueno,
en que se hallan escritos, y tienes por otra parte muy es fuera de duda que me habrías escrito conforme á tu
buena memoria, el poco trabajo que pueda ocasionarte promesa y mi mandato. No tienes la menor idea del cui­
esta lectura, te pondrá en estado de brillar en la socie­ dado que requiere la salud, y aunque no deseo que te
dad. Citar los autores modernos no es cosa pedante co­ manejes como un valetudinario, debo decirte que la sa­
mo cuando se trata de los antiguos. lud mas robusta solo se preserva cuidándola convenien­
Entre las muchas ventajas que retiras de tu educación, temente. Los jóvenes piensan que tienen mucha salud y
no considero como la menor el saber varias lenguas. En mucho tiempo que vivir, y prodigan ambos bienes sin el
vez de acudir á las traducciones, es una felicidad poder menor cuidado; el re multado es que pronto llegan á la
ir uno mismo á la fuente, conversar y negociar bajo un mendicidad; á la vez que una prudente economía los ba­
mismo pié con las personas de todos los países, cosa que ria ricos, y lejos de disminuir sus placeres los verían au­
no sucede al que trata los asuntos en idioma que los mentados y prolongados. Ten prudencia, y antes que
otros conocen mejor que él (a). En los negocios de es­ sea demasiado tarde economiza esos tesoros con cuidado
tado, la fuerza y estension de una palabra suelen ser de y frugalidad; empléalos únicamente en renta elevada y
mucha importancia; en la conversación, una idea co­ bajo la mejor garantía.
mún puede ganar, ó un pensamiento elevado perder Voy ahora á detenerme sobre el empleo de tu tiempo,
mucho, según el grado de exactitud ó de elegancia de asunto de que ya hemos tratado muchas veces ; sin em­
una sola palabra. Tú sabes bien cuatro idiomas moder­ bargo, es tan esencial, que bien puede soportar las re­
nos, y con muy poco trabajo puedes llegar á conocerlos peticiones. Tienes, es verdad, mucho tiempo delante de
perfectamente. Lee algunos libros que traten de la cor­ ti; pero en el actual periodo de tu vida, una hura bien
rección y delicadeza de estos idiomas ; haz preguntas á empleada puede producirte mas que veinte y cuatro en
los que fueren capaces de responderlas. Nada lisonjea otro tiempo ; un minuto te es ahora mas precioso que
mas á las gentes que encontrar un estranjero que se to­ días enteros de aquí á cuarenta años. Todo el tiempo
ma el trabajo de hablar correctamente la lengua del país; que puedas robará tus lecturas serias (digo robar, por­
esto es agradable al orgullo nacional y á las preocupa­ que tu objeto presente es ver y aprender el mundo),
ciones locales de que todos tenemos alguna porción. empléalo en leer algún libro, cuyo contenido te obligue
La Eugenia de Francia, que te enviaré, ha sido bien en cierto modo á recorrerlo hasta el fin, y no embrolles
recibida por la mayor parte de las personas de gusto : tu espíritu con multitud de materias á la vez. En este
los palcos se vieron llenos hasta la sesla representación ; sentido te recomiendo que leas á Grocio Be Jure Belll
pero el patio y los corredores estaban casi desiertos. Des­
gracias sin muerte no bastan para afectar á los especta­
dores verdaderamente Británicos, acostumbrados de
tiempo atras á los puñales, tormentos y copas envenena­
das. Desean, contra las reglas de Horacio, ver á Medea (a) ...................... .............. No lamen inlus
Biguá geri, promes in scenam ; mullique folies
Ex oculis, que mox narre! facundia pnsseus.
• Ne pueros coram populo Medea tnicidet;
Aut humana palain coquat exta nefarius Aireos;
Aul in avem Proene verlalur, Cadmus in angucoj.
II breve, asciulto e ritondetto piede.
Gli angclici sembianti nati in cielo Mas no al teatro saques circunstancias
Non si ponno celar sollo alcun velo. Que pasar deben denlro, y sin ser villas,
Aparecer en relación gallarda.
Hemos creído procurar placer á los lectores copiando el re­
No del pueblo á la faz sus hijos malo
tíalo de Alcina á que alude el aulor. La descripción del palacio
Medea atroz, ni cueza las entrañas
de esta lieroina es algo es leus a y puede verso en el canto 6o del
Do sus sobrinos el malvado Aireo,
Orlando Furioso.
Ni en ave sea Progne transformada
(«) El emperador Carlos V decía que el hombre es tantas Ni en dragqn Cadnio.
vc<cs hombre, cuantos idiomas posee di fe reules. Tr. (Horacio 4 irad. de Burgos.) 1 »■

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DE LORD CHESTERFIELD 237

ti Pacto, y el Jus Gentium de Puffendorf. Si se presen­ gusto y saber. Esto te procurará credenciales para todos
ta algún otro rato desocupado, puedes leer obras de in­ los países á donde fueres en lo sucesivo. Dá pues de
genio é invención de los mejores autores antiguos ó mo- mano á la pereza y á la indolencia; emplea todos los
demos. Sea cual fuere el osunto que trajeres entre ma­ instantes de tu vida en placeres activos ó en empresas
nos, procura desempeñarlo lo mas pronto que puedas. provechosas.
No dejes nada pendiente si está en tu mano; en los ne­ Mucho deseo leer la Rome sauvée de Voltaire, que
gocios no debe haber bostezos ni vagancias; no digas lo por las faltas que le encuentran esos críticos severos,
que Félix á San Pablo: Ya le hablaré otra vez ¡obre el estoy seguro de que me ha de agradar, porque en todo
particular (a). El tiempo mas conveniente para los ne­ sacrifico yo con gusto una parte de regularidad por otra
gocios es el primero que se ofrece; mas los mismos ne­ de brillo; y en esto último no hay seguramente quien
gocios señalan á un hombre de juicio el momento que iguale á Voltaire.
les conviene. Por lo regular se desperdicia mucho tiem­ La conspiración de Catitina no es asunto propio para
po, á causa de una mala elección ó de un mal sistema de una tragedia por su sencillez y aislamiento; no presenta
ocupaciones ó de entretenimientos. al poeta ninguna ocasión para escitar las pasiones tier­
Muchos piensan hallarse engolfados en los placeres nas ; todo se reduce á una acción horrorosa. Crebillon
desde que dejan las ocupaciones serias, pero se engañan ; apercibió este defecto, y para crear un nuevo ínteres con­
nada hacen, y mas valdría que se acostasen á dormir. cibió la idea absurda de presentar á Catiiina enamorado
Contraen el hábito de la pereza y solo frecuentan los lu­ de la hija de Cicerón y correspondido de ella (a).
gares en que se hallan libres de toda restricción. Pre­ Me alegro que hayas ido á Versal les y que comieses
cávele contra este loco desperdicio de tiempo, y haz de con M. de Saint Contest. Esta es la compañía á propósi­
modo que todos los parages que frecuentes sean la escena to para aprender las buenas maneras; para colmo de
de tus placeres vivos y fugaces, ó la escuela de tu ins­ dicha parece que te cupieron en suerte ios buenos boca­
trucción. No aceptes compañía que no halague tus sen­ dos. Aunque no tomases parte en la conversación del rey
tidos, que noestienda tus conocimientos, ó que no refine con los ministros eslranjeros y que probablemente no te
tus maneras. Aquí te atrae nn objeto amable, allá se divirtieses mucho en ella, piensas que no te hubiese sido
reunen gentes de saber y de gusto ; asistes á otras partes provechoso observar la espresion y maneras de estos
en que personas de dignidad y alta categoría reclaman personajes ? Utilísimo es conocer todas estas cosas.
constantemente tu respeto y atención. Pero te ruego que Creo que M. Spencer partirá el mes entrante para al­
no frecuentes ninguno de aquellos lugares neutros en guna ciudad de Francia, pero no será París. Bien nece­
que preside la ociosidad y la indolencia. Nada contri­ sita un fuerte baño francés, porque en la actualidad es
buye mas á formar á un jóven como las compañías de un Británico completo. Ya sabes lo que quiero decir. Te
alta distinción que reclaman consideraciones de todos los deseo sinceramente buenas noches.
instantes ; y aunque es cierto que al principio es nece­
sario pasar por una restricción penosa, pronto se bace
habitual, y por consiguiente agradable; ademas, la ven­
taja y consideración que retiras te indemnizan amplia­
mente. Lo que decías días pasados del Palacio Real es
muy cierto: para un jóven de tu edad la situación es de­
sagradable ; no puedes esperar que se te considere allí
mucho; pero tú puedes considerar á los otros. Observa Londres, 16 de Marzo de 1752.
sus maneras, escudriña sus caracteres é insensiblemente
serás uno de tantos. Por todo eso tuve yo que pasar Mi querido amigo.
cuando era de tu edad. También comencé sin que se
hiciese mocho alto de mí; pero yo me ocupaba de los ¿ Cómo te vá con el rilas necesario y útil de todos los
otros y diariamente aprendía á comportarme mejor, bas­ estudios, el del mundo ? ¿ Crees que haces progresos, y
ta que por grados llegué á merecer que se me considerase; que tu csperiencia aumenta todos los dias ? Quizá podrías
pero tuve gran cuidado de no desperdiciar el tiempo en preguntarme cómo es posible que juzgues esto tú mismo.
aquellas compañías que no me prometían placeres vivos Voy á indicarte un medio seguro de saberlo : examínate,
ó lecciones provechosas. y mira si tus nociones del mundo han cambiado con la
La pereza, la indolencia y la molicie, son vicios perni­ esperiencla, y si difieren de lo que eran teóricamente
ciosos é indecorosos en un jóven ; resérvalos como un hace dos años; este síntoma por si solo es ya muy favo-
recurso para de aquí á cuarenta años cuando menos. Re­
sígnate, por penoso que te parezca á los principios, á fre­
cuentar ia compañía mas distinguida y mas en boga del
lagar en que te hallares, sea por su clase ó bien por su
(a) Esta famosa tragedia de Crebillon ba sido y aun es cen­
surada por unos y elogiada por otros ilimitadamente.Un critico
competente publicó sobre ella el siguiente juicio :

Si ce Catiliua,donné par Crébilion,


(a) Predicaba el apóstol San Pablo las terribles verdades del N’a pas tout le succés qu’on en devait attendre,
Evangelio, y el presidente Félix atónito y aterrado ai oir tales Ce nest pas qu’il ne soit trés bon;
cosas se bailaba muy cerca de convertirse; mas temiendo Mais l’auteur s’avisa de prendre
quedar convencido; oh! vete, le dijo, con Dios, que no tengo Pour son héros un scélérat,
abura tiempo de escucharle ; te llamaré otra vez cuando me Un impie, un injuste, un perfide, un ingral;
pareciere oportuno : vade, témpora aztem opporluno accer- Etcbez les grands, comme ebez le vulgaire,
rtw fe. Tr.. Ce n’est ib qu’un bomme ordinal re. Tr.

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238 CARTAS

rabio. Bien me acuerdo cuan erróneas son las nociones táculos en so camino, pero hallará apoyo para vencer­
que uno se forma á tu edad; los modelos que hasta en­ los ; sus talentos podrán excitar los celos de alguno,pero
tonces han pasado por los ojos son pocos y no los mejo­ el arte de agradar y de prevenir por sus maneras atrac­
res para formarse sobre ellos; se piensa que todas las tivas, le harán amar del mayor número y ganar crédito
cosas se pueden conseguir á fuerza de vigor y de resolu­ y consideración. Muchas cualidades deben reunirse en
ción, y que la blandura y la complacencia son el refugio tal hombre, y para que sea amado y respetado al mismo
de la flaqueza y de la pusilanimidad. Esta falsa nocion tiempo, es necesario que posea las pequeñas como las
comunica aspereza á los modales y aleja la delicadeza. mayores prendas: las últimas no valdrían mucho sin las
Los necios, que Jamás pueden desengañarse, conservan primeras, y éstas serian frívolas sin las segundas. La ins­
esta idea todo el resto de so vida; mas la reflexión eon trucción se adquiere leyendo buenos libros ; mas la cien­
un poco de esperiencia, hace que las gentes sensatas cia del mundo, que es la mas útil, solo se adquiero
abandonen semejante error, y luego que se conocen me­ leyendo á los hombres y estudiando sus diferentes carac­
jor á sí mismas y á las de su especie, descubren que la teres. Generalmente se cree que hay muchas palabrea
simple razón es nueve entre diez veces atada al carro de sinónimas en todos los idiomas ; pero aquellos que los
triunfo del corazón y de las pasiones; de consiguiente, estudian con atención se Convencen de que no hay tal
se dirigen por lo regular al conquistador mas bien*que cosa, y aperciben entre estas palabras alguna pequeña
al prisionero, y tú sabes que es necesario rendir home- diferencia, alguna distinción que las hace mas ó menos
nage á los conquistadores del modo mas modesto, atrac­ significativas ó enérgicas r lo mismo sucede entre noso­
tivo é insinuante. ¿ Has descubierto cuan infinitas son tros ; todos somos igualmente hombres; sin embargo,
las pequeneces que afectan el corazón, y con qué seguri­ no hay dos que sean ea un todo semejantes, y aquellos
dad marchan á su conquista cuando obran colectivamen­ que no han estudiado cuidadosamente la naturaleza hu­
te ? Si has hecho esta observación, es una prueba de tus mana, toman siempre uno por otro ; no distinguen las
progresos en el conocimiento del corazón humano. Yo sombras y graduaciones que diversifican los caracteres
examinarla el conocimiento de mundo de algún hombre, aparentemente iguales. Las sociedades, las diferentes so­
del mismo modo que á un estudiante respecto á su inte­ ciedades, son la única escuela de esta ciencia ; y tú de­
ligencia de Horacio; no haciéndole traducir *. Mcecenas bes hallarte por lo menos en la tercera clase de esta es­
atavis edite Regibus, cosa fácil de hacer, sino viendo si cuela, punto de donde se pasa fácil y prontamente á la
sentía la delicadeza y la curiosa felicitas de aquel poeta. primera; mas para esto es preciso tener vivacidad y apli­
Poca esperiencia se necesita para conocer los caracteres cación, y que no solo te venzas cuando te aconteciere
decididos y que sobresalen en el mundo por sus vivos hallarte entre personas serias y esclarecidas, sino que
colores. Estos caracteres son muy pocos y causan desde solicites su compañía en vez de contentarte con frecuen­
luego impresión; pero para distinguir los matices casi tar únicamente dos ó tres sociedades en que la indolen­
imperceptibles, y ¡os grados diversos del vicio y de la cia y la dejadez puedan tolerarse.
virtud, de la razón y de la locura, de la fuerza y de la En el plan que te tracé en mi última (a) para tos pró­
dignidad de que por lo común se componen los caracte­ ximos viajes, olvidé decirte que si se verifica este año la
res, se necesita alguna esperiencia, haber observado elección del rey de los Romanos, asistas sin falta á este
mucho y prestado una atención muy minuciosa. En igua­ acto; y como en tales ocasiones no se permite que los
les casos la mayor parte de los hombres hacen las mismas estranjeros entren en el lugar de la elección, escepto los
cosas, pero con una diferencia de que depende el resulta­ que pertenecen á alguna embajada, he asegurado ya, á
do. Un hombre que ha estudiado el mundo conoce el todo evento, un lugar para tí en la comitiva del embaja­
tiempo y la ocasión de obrar; ha analizado los caracteres dor que nuestro rey debe enviar en calidad de elector,
con quienes tiene que hacer así como el modo de dirigir­ sea á Francfort ó á cualquiera otra ciudad en que se veri­
se á ellos, y sus razonamientos son en consecuencia ¡ mas ficare la ceremonia. De este modo no solo verás el apa­
un hombre que solo tiene sentido común, que solo ha rato, sino que te impondrás de todas las circunstancias
Razonado por lo que le sugiere su propio discernimiento de esta elección, que será verdaderamente contestada por
y que no ha conversado con el mundo, dice y hace las la oposición de algunos electores, y las protestas de varios
cosas fuera de tiempo y lugar convenientes; corre con príncipes del imperio. Pienso que esta elección, si es que
precipitación y sin juicio hacia su objeto y se rompe la liega á haberla, será época memorable en la historia;
cabeza en el camino. En los actos mas simples de la vida si no se cruzan las espadas, las plumas por lo menos no
social, todo hombre de sentido común, conoce los rudi­ estarán ociosas, y se derramará mucha Unta cuando no
mentos y el A. B. C. de la urbanidad; trata de no ofender sangre. Durante la contienda, puedes pillar impunemente
y aun desea agradar; y si su mérito es real, será recibido y aumentar tu caudal de conocimientos sobre el jus
y tolerado en la buena compañía. Pero esto no es sufi­ publicum imperii. Se me ha dicho que la córte de Fran­
ciente, porque aunque se le admita, nunca se apetece su cia ha nombrado al presidente Ogier, hombre muy hábil,
presencia; aunque no ofenda no es amado ; se hallará en para que vaya inmediatamente á soplar la discordia á
el mismo caso que una potencia insignificante y neutra Ratlsbona. Es preciso confesar que la Francia siempre se
rodeada de otras poderosas, que sin ser Jamás temida ni ha aprovechado diestramente de la facultad que se le
su alianza solicitada, será invadida sucesivamente por concedió de garanUr el tratado de Munsler, lo cual le ha
una de aquellas siempre que les convenga. Tal situación procurado frecuentes pretestos para mezclarse en los
es de lo mas deplorable que pueda darse. Al contrario, un negocios del Imperio. Cuando la Alsada fué cedida á
hombre que ha observado y esperimentado los diversos Francia por un tratado, tenia grandes deseos de poseer
móviles del corazón humano y los artificios de que es ca­
paz, y que puede trazar los colores y emplear á propósito
los diferentes medios de persuadir al entendimiento y de
subyugar al corazón, está casi seguro detener enemigos;
pero también contará con amigos : podrá encontrar obs­ (o) Esta carta no ha parecido.

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DE LORD CHESTERFIELD 239

esta provincia como feudal del imperio; pero este cono­ Duelos en sus Reflexiones tiene razón de observar que
ció muy bien sus verdaderos intereses para caer en ai hay un germen de razón que comienza á desarrollarte
garlito. Toda potencia debe tener gran cuidado de no en Francia, y esto no puede dejar de ser fatal á las
dar el menor pretesto á otra para intervenir en sus nego­ pretensiones de reyes y papas. La prudencia puede en
cios interiores. La Suecia ha resentido ya los efectos de muchos casos recomendar una sumisión de circunstan­
la garantía que la Czarina se arrogó en la forma actual cia á unos y otros; pero cuando cese aquella ignorancia,
de su gobierno, como consecuencia del tratado de Neus- * único apoyo de la fé Implícita en ambas potencias, el
tadt, confirmado después por el de Abo, aunque verda­ Vice Regente de Dios y el.Vicario de Cristo serán única­
deramente esta garantía fuese mas bien una precaución mente creídos y obedecidos, en tanto que1 lo que el uno
eontra los cambios que la Rusia pudiese intentar en la ordene y el otro diga sea conforme con la razón y la
nueva forma de gobierno establecida en Suecia, que un verdad.
derecho otorgado á la misma Rusia para impedir que los Haces muy bien de manejarte como si no estuvieses
Suecos estableciesen la forma de gobierno que mas les bueno¡ es el medio mas seguro para conservar la salud.
agradase. Lee ambos tratados si puedes procurártelos. No te cargues el estómago de manjares crasos, de masas
A Dios (a). pesadas, de natas ni de morcillas indigestas; sin que por
esto sea necesario que te entregues enteramente á las
carnes blancas, que no tengo por mas sanas que la vaca,
el carnero y las perdices.
Voltaire me ha enviado de Berlin su Historia del Siglo
de Luis XIV y la recibo muy á propósito, porque Lord
Boiingbroke me ha enseñado como debe leerse la historia,
Lotoses, 13 de Abril de 1752. y Voltaire me hace ver como debe escribirse. Preveo que
esta obra tendrá casi tantos críticos como lectores. Es
Mi querido amigo. necesario que Voltaire sea criticado, porque ademas de
atacar todos ¡os hábitos favoritos, pone de manifiesto to­
Acabo de recibir tu carta del 9 con las piezas relativas das nuestras preocupaciones que son nuestras queridas;
¿ la actual disputa entre el rey y el parlamento. Te las la razón es nuestra esposa; por tal la reconocemos pero
devolveré por conducto de Lord Huntingdon que irá muy sin hacer mucho caso de lo que nos dice. Esta obra en­
pronto á Paris y que al mismo tiempo te entregará la cierra la historia del entendimiento humano, escrita por
pieza que olvidé al cerrar el paquete que te remití con el un hombre de talento para uso de los que lo tienen. Loa
embajador de España. espíritus débiles no ¡a apreciarán aun cuando no ia en­
La representación del parlamento está muy bien redac­ tiendan, que es generalmente la regla de su admiración.
tada, suavilerin modofortiter i* re. Los miembros hacen Los estúpidos no hallarán aquellos detalles minuciosos é
presente al rey, de un modo muy respetuoso, que en insípidos de que están colmadas la mayor parte de las
cierto caso, que ellos creerían criminal suponer no le otras historias. Voltaire dice lo que debe decir y nada
obedecerían. Esto tiende ya á lo que aquí llamamos prin­ mas: sus reflexiones son cortas y justas, y producen
cipios revolucionarios. Yo no sé lo que el ungido del otras en sus lectores. Esento de preocupaciones religio­
Señor y su Vice Regente en la tierra, designado por sas, filosóficas, políticas y nacionales, mas que cuantos
órden divina, y que solo tiene que dar cuenta á Dios de historiadores he conocido, refiere todos los hechos con
sus acciones, pensará ó hará al descubrir estos prime­ una verdad tan imparcial como se lo permiten las consi­
ros sintomas de razón y de buen sentido que aparecen deraciones que en todo caso deben guardarse; porque
en Francia; mas preveo que antes del fin de este siglo, palpablemente se siente que dice mucho menos de lo quo
la profesión de rey y de clérigo decaerá en mas de una diría si fuese libre. Esta historia me ha hecho conocer el
mitad. siglo de Luis XIV con mas esaclitud que los innumera­
bles volúmenes que había yo leído sobre el asunto ; y me
ha sugerido una reflexión que no habla hecho antes, y es,
que ia vanidad y no el saber, coúdujo á este príncipe á
fomentar é introducir en su reino las artes y las ciencias ¡
(a) Abril 2. El autor 4 la marquesa de Monconaeil : porque él fué quien quitó en cierto modo las trabas al es­
.......... Je retirar» votre petit garlón de Paria au mois de píritu humano en Francia, llevándolo á la mas alta per­
Juin. Je voia bien que c’est k contre-ccBur qu'il ae diapose k fección. Su siglo igualó en todo, y escedló en muchas
partir ; il y aura été alora aeize moia, et si, sous voa ordrea, cosas (perdonadme pedantes!), al de Augusto. El movi­
vos aoina, et votre exemplc, il ne a’est paa formé daña ce miento grande y rápido fué escitado por el aplauso y las
tempa-lk, il ne a’y formerait paa en aeize ana. II me jure qu’a recompensas de un príncipe vano, liberal y magnífico.
eette derniére repriae k Paria, il a pria plua l’air el lea ma- Pero lo mas sorprendente es, que Luis XIV detuvo las
niéree de la bonne compagnie. Cela aerait-il vrai, Mídame?
operaciones del entendimiento humano en el punto que
tarje me défie irop de son jugemenl sur cet article pour l’en
quiso, como si hubiese dicho : irás hasta allí y no pa­
crotre sur aa parole. II prendra quelques Coura d’Ailemagne
aa’il n’a paa encore vuea, daña son che mi o k Hanovre ou ii
sarás adelante. Fanático de su religión y celoso de su
doit faire quelque séjour, etoü je cumple pouvoir lui procurar poder, las ideas libres y racionales no entraron durante
qnelque destinaron daña le département des aíTairee étran- su reinado en ninguna cabeza francesa, y los mayores
Réres. Le plus tdl qu’il débate, c’est le mieux, puisque daos ce genios que jamás produgeron las edades, no suscitaron
département lk on prenddate, en quelque fa^on, d’anciennelé, la menor duda sobre el derecho divino de los reyes ó la
eomme daña le militaire; inais arme ce que pourra, il retour- infalibilidad de la iglesia. Los poetas, los oradores y los
aera, avant qu’il soit fort lonutemps, k Paria, pour vous y filósofos, ignoraron sus derechos naturales ; besaron sus
taire sa conr et peut-étre avec plus d’avantage, quand il sera cadenas y una fé ciega y activa triunfó de la razón pasiva
uo pea plus mOrí. Tr. y silenciosa de estas genios superiores. La Francia ofrece

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CARTAS

hoy un espectáculo muy diferente: la razón se desen­ ¿malquiera lado que tú te consideres, no podrás echarme
vuelve por sí misma, pero el genio y la imaginación van en cara cosas semejantes; no te be amado como un necio
declinando. ni como una muger *. en vez de imponer:e mi ternura,
Con Lord Huntingdon te enviaré un ejemplar de esta he empleado todos los medios imaginables para hacerte
historia, porque es probable que no pueda venderse ni digno de ella. Gracias á Dios solo hay un articulo en que
publicarse en París. Te encargo que la leas mas de una aun no satisfaces mis deseos completamente, y ya sabes
vez con atención, sobre todo el segundo volumen, que cual es. Querría que fueses de mi gusto y del de todos en
t encierra un compendio muy claro y esacto de las cosas grado igual al amor que te profeso. A Dios (a).
mas interesantes de que todo el mundo habla, aunque
muy pocos las entienden. En este libro hay dos afecta­
ciones pueriles de que quisiera verlo libre : una es ia
subversión total de ia antigua ortografía francesa; y la
otra la supresión de toda letra mayúscula, escepto al
principio de cada párrafo. Choca á mis ojos ver: roma,
paris,/rancia, cesar, henrique IV ect. con letras mi­ LoiwRES, 30 de a&rif de 1752,
núsculas, y no puedo concebir razón plausible para sepa*
rarse del largo uso que ha consagrado lo contrario. Es Mi qubrido amigo.
una afectación indigna de Voltaire.
Recibí hace días una carta de M. Bocage en que me Tener mundo es á mi modo de ver una espresion muy
dice: M. Stanhope se ha engolfado en la política y exacta y feliz*, su significado es muy la to comprende una
creo que hará progresos. Haces bien, puesto que es tu multitud de cualidades para saber vivir en la sociedad ;
destino; pero acuérdate que para sobresalir en las cosas ai tpismo tiempo indica justamente que ei que no las
grandes, es necesario ante todo agradar en las pequeñas. posee, no es del mundo, porque sin ellas los mayores ta-,
Las maneras atractivas allanan el camino á ios talentos lentos son casi inútiles, la cortesía absurda y la libertad
superiores. Los modales del difunto duque de Marlbo- chocante. Un docto encerrado fen su obscura celda de
rough, y su maravillosa habilidad de insinuación, deci­ Oxford ó de Cambridge, discurrirá de un modo admirable
dieron al rey de Prusia á dejar sus tropas en el ejército sobre la naturaleza del hombre; analizará profundamente 1
de los aliados, cuando ni las representaciones de estos, ni la cabeza, el corazón, la voluntad, las pasiones, los sen­
la parte que él tenia en la causa común, hablan podido tidos, los sentimientos y todas aquellas subdivisiones
conseguirlo. El duque de Marlborough no podía hacer metafísicas que nos son tan obscuras; y sin embargo,
valer ninguna otra razón ; pero tenia unos modales á que este docto ne conoce nada del hombre, porque no ha vi­
el rey no pudo resistir. Voltaire, entre mil finas pincela­ vido con él, é ignora los diferentes modos, hábitos, preo­
das de este género, dice del duque de La Feuilladc, que cupaciones y gusto que siempre tienen influjo sobre el
era el hombre mas brillante y mas amable del reino, y alma y la dominan con frecuencia. Vé á los hombres
aunque yerno del ministro, era sin embargo el favorito como vé los colores en ci prisma de Newton, en que solo
del pueblo. Varias circunstancias de esta especie hacen á aparecen los principales; pero un tintorero esperimen-
veces odiar á un hombre de gran mérito, si carece de tado conocerá los mil matices, las graduaciones, las
destreza y de maneras para hacerse amar. Considera se­ sombras y todo lo que puede resultar de su infinita mez •
riamente tus circunstancias, y que de todos los artes el cía. Pocos hombres hay de un color siempre claro: la
de agradar es el que mas necesitas. Un tirano insensato y mayor parte son mezclados, sombreados y confusos; un
falto de política decia : Oderint, modo timeanl (a); un cambio de posición los hace variar, como las telas de
hombre prudente habría dicho : Modo ament, nihil ti- seda, vistas bajo diferentes luces. El hombre que tiene
mendum est mihi (¿>). Juzga por tu esperiencia diaria lo mundo conoce todo esto por su propia observación y es-
eficaz que es el agradable no sé qué. ¿ No sientes, como
todo el mundo, que este don es en los hombres mas po­
deroso que la ciencia, y en las mugeres mas atractivo que
la hermosura ?
Lord y Lady*” no llegan aun, y los espero con Impa­
(a) Abril 47. El autor á M. Dairolles :
ciencia, porque te han visto hace poco y siempre me
imagino que puedo saber algo nuevo de tí de las últimas ........... Me alegro mucho saber que la elección del rey de los
personas que te han visto. Esto no quiere decir que me Romanos se encuentra tan adelantada. Os pido me informéis,
fie enteramente en sus informes, y mucho menos de Lord lau pronto como lo supiereis, cuando y donde deberá veri­
y Lady*” respecto á las eosas que mas me interesan. ficarse aquella ceremonia. Me interesa saberlo, porque he
Estos padres han hecho mucho daño á su hijo por haberlo determinado que nuestro amiguito la presencie, y quiero esta­
blecer el plan de sus movimientos con arreglo á aquella cir­
amado á su manera; le han hecho creer que el mundo
cunstancia. Debe ausentarse de París dentro de seis semanas,
se ha hecho para él y no él para el mundo; y á menos y visitar las corles de las márgenes del Rbio, en su camino á
que no se aleje por largo tiempo de este país y que fre­ Han over, á donde he escrito que llegará en Setiembre. Pero si
cuente la buena sociedad, exigirá por todas partes lo que la elección fuese antes, deberá llegar allí mas pronto, porque
hallará con gran dificultad, es decir, la misma atención tiene que agregarse á la comitiva de uno de los embajadores
y la misma complacencia de su papa y su mama. Por electorales del rey, por ser este el único modo en que los es*
trangeros pueden ver ia ceremonia. En Marzo próximo irá á
presentaros sus respetos á Bruselas durante uno ó dos meses, y
os ruego que lo emplcis en esa oficina y que le deis á leer
aquellos documentos y le comuniquéis aquellas instrucciones
(а) Que odien con tal que teman. verbales que puedan ponerlo al corriente de los negocios im­
(б) Si aman nada hay que temer. portantes que se bailan encomendados á esa misión. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 241

perienría. El filósofo solitario y lleno de sí mismo esta­ za á cada Incidente desagradable: la una le obliga á
blecerá los sistemas teóricos que quiera, pero en la obrar y hablar como un loco, y la otra le hace aparecer
práctica será tan absurdo, tan contrahecho y tan torpe, como un necio ; á la vez que el hombre de mundo se
como un hombre que se pusiese á bailar sin haber visto maneja como si no entendiese lo que no puede ó no debe
hacerlo á otro3, ni recibido lecciones ningunas, sino que resentir. Si resbala alguna vez se levanta con sangre fría,
solo se limitase á estudiar los signos que marcan el baile como un caballo que tropieza, y no agrava su desliz lle­
como el compasen la música. Tú debes pues, observar é nándose de confusión. Se muestra firme, pero sutil, y
imitar el arte y las maneras de aquellos que tienen mun­ practica aquella escelente máxima: suaviler in modo
do : examina el método que emplean al principio para fortiter in re.
hacer impresiones en su favor y para conservarlas después. Ei otro punto de que aun quiero hablarte es el rollo
Estas impresiones son debidas por lo regular, á causas sciolto e pensieri stretti. Las gentes sin práctica de
pequeñas mas que al mérito intrínseco que es menos sutil mundo tienen fisonomías parleras, y su inesperiencia es
y no produce un efecto tan instantáneo. Uns almas fuer­ tal, que dejan ver lo que ellas mismas conocen que no
tes tienen sin duda mucho ascendiente sobre las débiles, deben decir. En el curso del mundo y en situaciones de­
como Galigai, maríscala de Ancre, lo observó muy jus­ sagradables, es necesario que un hombre afecte á menudo
tamente, cuando, para mengua del siglo, fué condenada un aire desembarazado y tranquilo, y que parezca con­
á muerte por haber gobernado á María de Médicis valién­ tento cuando mas se aleja de la alegría: es menester que
dose de la magia y de los sortilegios (a). Pero este ascen­ hable con la sonrisa en la boca á aquellos que mas bien
diente solo se adquiere por grados y empleando aquellos querría atravesar con su espada. En las córtcs no debe
sortilegios que solo enseña laesperiencia y el conocimien­ uno voltearse ni sacudirse uno mismo como un vestido.
to del mundo; porque en efecto, son pocas las gentes Todo esto puede hacerse sin falsedad y sin perfidia ; por­
que se dejan intimidar, pero hay muchísimas bastante que no se debe ir mas allá de lo que exige la política y
débiles para dejarse engañar. Repetidamente he visto yo los buenos modales; es necesario detenerse aquí, sin
talentos superiores gobernados por almas mediocres, sin seguridades ni protestas de amistad fingida. Las buenas
conocer, ni aun sospechar, su dependencia. Esto solo maneras con aquellos que no se aman, no ultrajan la
puede acontecer cuando el menos capaz tiene mas espe- verdad mas n! menos que las espresiones de Aumihte
riencia del mundo que aquel á quien gobierna: conoce servidor, colocadas al pié de un cartel de desafio. Estas
el flanco mal defendido y dirige su ataque por aquel lado, son cosas sin consecuencia que sirven para mantener el
siguiéndose de aqui que se apodera de la persona, y todo decoro y la paz en la sociedad, y que ponen á uno sobre
lo demas se rinde á discreción. ¿ Quieres ganar la bene­ la defensiva sin emplear pérfidamente armas envenena­
volencia de hombres y mugeres como todo hombre debe das. La verdad debe ser el principio invariable de todo
desear ? Es necesario tener mundo, y para esto no te hombre que tiene religión, honor, juicio y prudencia;
han faltado numerosas ocasiones; te has visto en las pero no está obligado á divulgar todas las verdades que
mejores sociedades de cada país, á una edad en que los sepa. Losque son falsos pueden ser astutos pero no há­
otros comienzan ¿ dar apenas sus primeros pasos en el biles. La mentira y la perfidia son el refugio de los tontos
mundo. Posees todos aquellos Idiomas que tus compa­ y de los cobardes. A Dios.
triotas hablan rara vez y nunca bien; por consiguiente,
no debes serestraño en ninguna parte: este es el único
medio de tener mundo; pero si no puede deeirso que tú
lo tienes y si no has arrojado la corteza rústica ¿ no po­ P. D. Es necesario que te encargue otra vez, que te
dría aplicársete el ruslicus especia de Horacio ? despidas de todos tus conocimientos de un modo que les
Esteconocimiento del mundo nos enseña en particular inspire sentimiento de tu partida y deseo de que regreses
dos cosas de infinita consecuencia, bien que la naturale­ á Paris. No debes dar este paso de una manera fría y pu­
za no nos inclíne á ellas, y son: el dominio de nuestro ramente civil, sino con aire de Ínteres y de viva sensibi­
humor y el de nuestra fisonomía. Un hombre que no lidad. Reconoce las obligaciones de que eres deudor por
tiene mundo, se enciende en cólera ó se corta de vergúen- el colmo de benevolencia con que so te ha visto; asegura
que por donde quiera que va)as las recordarás con gra­
titud, y que solicitarás las ocasiones deprobará tus ami­
gos tu tierno y respetuoso recuerdo; suplícales que en
cualquiera parte á que te conduzca tu estrella, pueden, si
te creen útil, emplearte sin reserva. Di todo esto, y mu­
(a) Bascando este hecho histórico, hemos leído que la famosa cho mas, con tono espresivo y penetrante; porque ya
Eleonor Galigai fué bija de un carpintero, y debió su fortuna á sabes: si t’ts mejlere (a). Esto no puede hacerte ningún
la casualidad de haber sido su madre nodriza deia reina María daño aun cuando no vuelvas á Paris; pero si sucede lo
de Médicis. Cobró tanto ascendiente sobre esta princesa, y era contrario, como es probable, te será infinitamente prove­
tan amada de ella, que dirigía á su gusto sus deseos, odios y choso. Acuérdate de no omitir una sola casa, aunque no
voluntades. Muerto Enrique IV la ambición de esta muger no hayas estado en ella mas de una vez.
conoció limites, y elevó al Mariscal de Ancre, su marido, & las Ésta carta atestigua que el accidente que me sobrevi­
mayores dignidades. El odio contra ciiacreció y fué fomentado no ayer, y cuyos pormenores bailarás en la que te acom-
por el joven heredero de la corona. Al fin fué aprisionada, y
habiéndose encontrado en su gabinete algunos libros hebreos,
se creyó que ellos le habían servido para hechizar h la reina.
Preguntada sobre esto respondió con la mayor resolución que
la había hechizado por los medios que las atibas fuertes tienen
sobre las débiles. Esta respuesta, que era la mas cierta y filo­ (a) Verso de Horacio en su arte poético:
sófica que podía dar, no la salvó, y fué condenada como he-
eh ¡cera y decapitada en París en 4 64 7. Tr. Si vis ve fiere, dolendum est Primum ipsi tibí.
in

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CARTAS

palio de M. Grcvenkop, no ha tenido funestas consecuen­ tiene su etiqueta que la distingue, ó alguna particulari­
cias : escapé de milagro. (a¡. dad que la caracteriza, y es menester que atiendas á
todas estas formas y que las adoptes inmediatamente.
Nada lisonjea mas ni proporciona mejor recibimiento á
los cstranjeros, que esta pronta conformidad. No quiero
decir por esto que imites mímicamente la tesura y mane­
ras poco elegantes de las pequeñas córtes de Alemania;
no por cierto; mi Intención es que te acomodes jovial -
Londres, 11 de Mayo de 1752. mente á ciertos hábitos locales, como las ceremonias, las
comidas, la conversación cct. l^s personas reciensalidas
de París, ó que han residido allí largo tiempo, infunden
Mi querido amigo. generalmente sospecha, sobre todo en Alemania, de
Falto á mi palabra escribiendo esta'carta; pero peco abrigar cierto desprecio por cualquiera otro lugar. Ten
por el lado favorable, puesto que hago mas de lo que cuidado de no mostrar nada de esto en tu estertor y con­
habla prometido. Resiento placer al escribirte, y quizá te ducta ; antes bien elogia todo lo que merezca alabanza,
resultará de ello algún beneficio. Uno de estos motivos sin hacer comparaciones con las cosas mejores del mis­
bastaría para ponerme á escribir. ¿ Cómo resistir á los mo género que hubieres visto en Pari3. Por ejemplo: la
dos unidos? cocina alemana es sin disputa execrable y la francesa
Según tu última saldrás de París de hoy en ocho, y en deliciosa; sin embargo, nunca alabes la última en una
tal concepto calculo que podrás recibir esta carta antes mesa alemana; come lo que te parezca pasable, diciendo
de partir. El coronel Perry llegó aquí hace dos ó tres dias, esto ó aquello está muy bueno, sin compararlo con cosa
y me envió un libro de tu parte; la Casandra compen­ mejor. Yo he conocido muchos gansarones Ingleses, que
diada. Estoy seguro de que nunca se compendiará sufi­ cuando se hallaban en París no se conformaban con
cientemente. Si se eslrajese la pura esencia de esta obra, ninguna costumbre francesa, y tan pronto como iban
quedaría reducida á un pequeño volumen en duodécimo; á otro lugar, no hablaban mas que de lo que habían
y pasma que haya gentes tan ociosas para escribir ó leer hecho, visto ó comido en París. El tono libre de los Fran­
tantas bohenas. Esta ha sido sin embargo, la ocupación ceses no puede usarse indistintamente en todas las córtes
de millares de personas en el último siglo, y es aun el de Alemania, aunque sí puede guardarse en ellas un aire
entretenimiento secreto de las jóvenes y de las mugeres fraco, y esto en ciertos lugares mas que en otros. Supon­
sentimentales, aunque no quieren confesarlo. Una joven go que las córtes de Manheim y de Bonn son un poco mas
que desfallece de amor encuentra en el capitán de que civilizadas que las otras; y me imagino que la de Magun­
está prendada todo el valor y todas las gracias del tierno cia, que es eclesiástica, como también la de Treves, no
y perfecto Oróndales ¡ y muchas mugeres de discreción, siendo frecuentadas por los estranjeros, conservan toda­
hablan el lenguaje de la delicada Clelia al héroe que vía muchos usos Godos y Vándalos. Por consiguiente,
querrían ver eternamente enredado en sus lazos. es necesario que allí seas mas reservado y ceremonioso,
Aunque las maneras y las costumbres de las diferentes y que no hables una sola palabra de. francés. En Berlín,
córtes de Alemania sean en general las mismas, cada una al contrario, muéstrate tan afrancesado como puedas.
Hanover, Brunswick, Cassct ect. guardan un medio,
están un poco despercudidas, pero no mucho.
Otra cosa que te recomiendo, no solo en Alemania
sino en todos los países del mundo á donde fueres, es
(n) Eete accidente lo refiere el autor á M. Dairolles en estos que prestes una atención, no solo real sino visible,
términos : Mayo tS. ’ á cualquiera que te hable: no hay cosa mas brutal, que
mas choque (o) y que menos se perdone que la falta
Querido Dairollcs, de atención á quien nos habla; yo he conocido muchos
Os escribe la presente un sordo estropeado, quellcva quince
que, cuando se les hablaba, en vez de mirar ¿Has
dias de hallarse reducido á su cama, ó su silla. Mi yegüita personas y escucharlas, fijaban la vista en el techo ó
negra, que sabéis es tan mansa como puede serlo cualquiera en cualquiera otra parte de la habitación ; se asomaban
<lc su sexo, tenia necesidad de beber en Ilyde Park. En conse­ á la ventana, jugaban con un perro, daban vueltas á su
cuencia, la arrendé á uno de los pequeños estanques, y con caja de rapé ó se mondaban las narices. ¿ Hay algo que
el fin de dejarla beber aflojé la brida, que, cuando ella se de­ como esto descubra mas claramente la futileza y mala
tuvo, cayó sobre su cabeza. Cuando quise retirarla del estan­ crianza de alguna persona ? ¿ No es declarar abiertamente
que, uno de sus pies se enredó desgraciadamente en la brida, que el menor objeto merece mas tu atención que todo
y al tratar ella de desembarazarse se enredó mas, y entonces, cuanto pueda decirte la persona que te habla? Figúrate
dando un gran saut de moufon, reculó con fuerza y me arrojó cuales no serán los sentimientos de odio y de resenti-
violentamente á seis pies de distancia. Me levanté inmediata­
mente sobre mi cuadril, que por inexplicable buena fortuna
no se quebró ni dislocó, pero los nervios, músculos ccff so en­
cuentran tan lastimados y sensibles, que en este momento, y
bacc ya de ello diez y nueve días, siento algún dolor, y no (a) Presta audiencia al que propono
puedo permanecer en pié sobre la pierna contusa. Este confi­ Su razón,
namiento, en esta época del año, cuando deseo tanto hallarme No le atajes que es baldón
en Blackbeat, es, como fácilmente concebiréis, muy desagra­ e Con que se encone.
dable; y lo que mas aumenta mi disgusto es mi sordera que Tu buen juicio siempre abone
va en aumento, lie ensayado mil remedio» infalibles, pero
Al que bien dice,
todos inútilmente. Espero alguna mejora del tiempo caliente,
Que el que á verdad contradice
pero hasta abora no hemos tenido ninguno. Mas basta ya de mis
propias enfermedades, que como viejo debo esperar y tengo Él se repone.
bastante filosofía para soportarlas sin abatimiento......... Tr. (Castilla.) Tr.

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L_
DE LORD CIIESTERFIELD

miento que tal grosería debe oscilar en todo aquel que 1 sible agregar nada nuevo. Sin embargo, no puedo al>an-
abriga alguna dosis de amor propio; y en verdad que : donarlo basta quo no me halle enteramente convencido
todavía ando yo en busca de alguno que no lo tenga en de que sientes toda su utilidad é importancia. Tu pane­
grado considerable. Te repito y repetiré sin cesar, porque girista te concede todo lo que dejaría satisfechos á infi­
es muy necesario que no lo olvides, que esta especie de nitos padres, y me busca ruido porque no ine contento
▼anidad y de amor propio es inseparable de la naturaleza con lo esencialmente bueno; pero yo que en nada me
humana, sea cual fuere su clase ó condición : tu lacayo he asemejado á ios otros padres, tampoco puedo conten­
mismo olvidará y perdonará mas pronto una paliza, que tarme como ellos con lo esencialmente bueno, porque
ser tratado en público con altanería y desprecio. Te en­ conozco que esto no es suficiente para que brilles en el
cargo pues que atiendas no solo en realidad, sino osten­ mundo, mientras te falten algunos baños de barniz.
siblemente á cualquiera que te hable, y ademas, que Pocos padres se inquietan mucho por sus hijos, ó á lo
tomes el tono de los otros poniéndote bajo el mismo menos la mayor parte cuidan mas de su dinero, y por
diapasón. Muéstrate serio con el formal, contento con el consiguiente se contentan con darles, al mas justo pre­
alegre y superficial con el frivolo. Al adoptar estas dife­ cio, la educación ordinaria, es decir, la escuela hasta los
rentes formas, trata de que aparezcan naturales,sin vio­ diez y ocho años, la universidad hasta los veinte, y dos
lencia ni afectacion.Esta versatilidad es la verdaderamente años para correr la posta y atravesar las diferentes ciu­
ventajosa, y su utilidad solo puede apreciarla el que cono­ dades de Europa ; después de lo cual esperan con impa­
ce bien el mundo y cuenta por lo mismo con los medios ciencia que sus zotes hijos vuelvan á su casa para casarse,
de adquirirla. Estoy muy seguro, ó á lo menos espero, y, como ellos dicen, establecerse. Entre aquellos que
que jamás te servirás de aquella espresion favorita que realmente aman á sus hijos, hay pocos que lo sepan ha­
sirve de escusa á los necios: no puedo hacer tal ó cual cer ; por lo regular los echan á perder con sus caricias
cosa, cuando su ejecución no es física ni moralmenie mientras son jóvenes, y mas tarde riñen con ellos por
imposible. Yo no puedo atender largo tiempo d una bailarse pervertidos. Otros aman á sus hijos con amor de
misma cosa, dice un necio, y esto significa que en verdad madre, sin atender mas que á lrf salud y á la fuerza cor­
es tan necio que no tiene voluntad para ello. Me acuerdo poral de aquel sobro que reposan las esperanzas de la
haber conocido s un sugeto poco diestro que no sabia qué familia; celebran el dia de su nacimiento y se regocijan,
hacer con su espada, y al sentarse á la mesa se la quitaba, como los súbditos del gran Mogol, á medida que ven au­
diciendo que le era imposible comer teniéndola ceñida, mentar su corpulencia; mientras que otros que solo
con cuyo motivo no pude contenerme y le dije que real­ piensan en lo esencial, según su espresion, se toman el
mente podía conservarla en la cintura sin riesgo para el grato trabajo de sembrar y ver crecer en sus herederos
ni para los demas. Es vergonzoso, al paso que absurdo, sus debilidades y sus defectos favoritos. Espero y creo
decir que no se pueden hacer aquellas cosas que se que yo he evitado estos errores en la educación que te he
practican diariamente. dado : ninguna debilidad de mi parte ha retardado SU3
Otra cosa contra la que te pido vivas alerta es la pe­ progresos', ninguna parsimonia la ha desvirtuado y nin­
reza, qne, quizá mas queningun otro defecto,hace perder gún rigor la ha echado á perder. Mi ánimo ha sido ci­
á muchas gentes el fruto de sus viajes. Trata de estar mentarla en conocimientos sólidos y estensos, y con tal
siempre en movimiento: levántate temprano; mira y or­ fin no he economizado nada; pero conocía que esto no
dena tus cosas y pasa el resto del dia examinando á los podia bastar, y que era necesario embellecer el edificio,
hombres. Si solo permaneces una semana en un lugar motivo por el cual te arrojé á correr el mundo, y has sido
insignificante, vé todo lo que en él hubiere de notable, dueño entero de tí mismo á una edad en que otros so en­
infórmate del número de sus habitantes é introdúcete en tregan á la crápula en la universidad, ó son mandados á
cuantas casas puedas. países eslranjcros bajo la tutela de algún pedante escoces,
También te recomiendo, aunque probablemente ya te áspero y grosero. Este era el único medio de que adqui­
habrá ocurrido, qtie lleves en tu faltriquera una carta de rieses los modales, el aire y las gracias que dan brillo al
Alemania, en que esten señalados los caminos de posta, mérito, sin cuyas prendas las virtudes morales y el saber
y también algún pequeño itinerario de este país. La pri­ quedan perdidos en las cortes y en el gran mundo ¡ y aun
mera te ayudará á imprimir en tu memoria las situa­ dudo si estas cualidades sólidas no son mas bien un obs­
ciones y las distancias, y el segundo te indicará las co­ táculo, porque su severidad disgusta é inspira temor en
sas que debes ver, y que sin este ausilio quizá so te aqucllos-lugares cuando no son suavizadas é introducidas
escaparían. por las gracias. Pero parece que aun te faltan algunos
Preparado de esta manera para todo lo que necesitas baños de estas gracias y de este bello barniz. Déjame
en tu viaje, pido á Dios que te lleve con bien; Félix pues preguntarte séria y fríamente ¿ por qué te faltan es­
faustumque fit l tos baños cuando puedes procurártelos con tanta facili­
dad como polvorear mas ó menos tu cabellera, ó llevar
mas ó menos bordados en tu vestido ? La única razón que
-•-♦xiCx-c-e-*- ¡ encuentro para esto C3, que aun no to hallas convencido
| de todo su valor. Has oido decir á algunos descarados
Ingleses : noramala esos petimetres estranjerados; solo
queremos semblantes resueltos y varoniles! Tales mu­
Losdres, 27 de Mayo de 1752. ñecos hacen loque quieren con sus aires de primor;
charlan como cotorras, gesticulan como monos y se
Mi querido amigo. visten á lo bailarín. Un Ingles genuino romperá los
cascos á tres de ellos. Pero tu propia observación debo
Acompaño á la presente la original de un amigo nues­ desengañarte de estas preocupaciones, y voy á ponerte
tro con mis comentarios sobre el testo; aquel mismo un ejemplo, entre ciento que podia presentar, de personas
testo comentado por mi tan á menudo, que creo impo- que han brillado y figurado en el mundo sin mas mérito

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£14 CARTAS

que bu despejo, sus buenas maneras y sus gracias. Te lo


digo en reserva, porque debe quedar entre tú yyo: ¿Cual
piensas que fué la causa de que se nombrase á nuestro
amigo Lord A*** (a) coronel de un regimiento de guar­
dias, gobernador de Virginia, primer ayuda de cámara
del rey y embajador en Paris, empleos que montan á Londres, 31 de Mayo de 1752.
cerca de 17000 libras esterlinas al año? (b) ¿ Fué su na­
cimiento ? No; antes de figurar era únicamente un caba­
llero Holandés. ¿Su fortuna? Tampoco, carecía de ella. Mi querido amigo.
¿ Su saber, su genio, sus talentos políticos y su aplica­
ción? Tú puedes responder á estas preguntas con la El mundo es el único libro á que por ahora debes
misma facilidad que yo. ¿ Cual fué pues la causa ? Mu­ dedicarte, y si lo comprendes bien te será mas útil que
chas gentes se sorprendieron, pero yo no, porque sabia cuantos hayas leído. Cierra los mejores libros siempre
el motivo; este no fué otro que su aire, su tono, sus ma­ que puedas asistirá las compañías mas selectas, y per­
neras y sus gracias-, agradó, llegó á ser favorito, y siendo suádete de que cambias por lo mejor. Sin embargo, como
favorito consiguió todo lo que ha sido después. Cítame la vida mas agitada por los negocios ó por los placeres,
un hombre de mérito real que haya sido elevado á tanta deja diariamente algunos momentos de ocio que un ser
altura sin el socorro de las gracias estertores. racional emplea provechosamente, voy á indicarte el
Conoces al duque de Richelieu, actual mariscal de método que debes establecer para sacar partido de unos
Francia, cordon azul, gentil hombre de cámara, dos instantes que son y deben ser muy raros. No pierdas tu
veces embajador ect. ¿ Por qué medios? No por la pu­ tiempo en leer libros fútiles ni triviales, publicados por
reza de sus costumbres (c), ni por su profundo saber, ni aurores ociosos ó famélicos para divertir á los holgazanes
por una sagacidad ó penetración estraordinarias. Las y á los ignorantes. Esta especie de libros pululan y zum­
mugeres lo formaron y elevaron. La Duquesa de Borgoña ban diariamente á tu rededor-, espántalos porque soná
vivia loca por él cuando solo tenia diez y seis años, y esto manera de insectos sin aguijón. Cerlum pete finem; ten
lo puso en boga en el gran mundo. La hija mayor del algún objeto para estos momentos desocupados; prosígue­
regente, en el dia madama de Módena, le cobró amor lo invariablemente hasta conseguirlo y pasa después á
después, y estuvo para casarse con él. Estas conexiones otro. Por ejemplo, considerando tu destino, te aconsejo
prematuras con mugeres de la mas alta distinción, die­ que dediques tales momentos á la lectura de las épocas
ron á este sugeto aquellas maneras, aquellas gracias y mas interesantes de la historia moderna. Si comienzas
aquel tono que'en él has visto, prendas que te aseguro por el tratado de Munster, periodo muy propio para prin­
son las únicas que componen su mérito; despójalo de cipiar el curso que te recomiendo, no interrumpas este
ellas y solo quedará un ente de lo mas insignificante. estudio pasando ia vista por otros libros que no se refieran
Hombres y mugeres no pueden resistir á un estertor atrac­ á aquel objeto; consulta únicamente las historias mas
tivo ; fuerza es que agrade y que haga su camino. Parece auténticas, las cartas, las memorias y las negociaciones
que á tí solo te faltan algunox baños; por Dios i no pier­ concernientes á aquella importante transacción, y lee y
das tiempo en tomarlos; completa la obra ya que te hallas compara todo con la precaución y desconfianza que Lord
tan adelantado; no pienses en nada hasta no concluirla. Bolingbroke te recomienda en términos ma3 persuasivos
Una aplicación constante alcanza cuanto quiere, y ia tuya que los que yo podría emplear.
no puede emplearse mejor que en adquirir unas prendas La época que sigue no menos digna de atenciones el
tan necesarias para dar valor á tu mérito intrínseco. tratado de los Pirineos, calculado realmente‘para esta­
¿ Qué cosa no podrás llegar á ser algún día con tus cono­ blecer las bases de la sucesión de los Borbones á la coro­
cimientos y tus talentos, si los haces brillar con las gra­ na de España. Prosigue este estudio de la misma manera,
cias y las maneras? Sin este requisito te verás como un eligiendo, entre los millares de volúmenes escritos sobre
. hombre muy ágil de una pierna y cojo de la otra; no el particular, dos ó tres de los mas auténticos, y sobre
* podrás correr; tu pierna mala inutilizará la buena. todo, las notas oficiales que son la mejor autoridad en
Ei objeto de mi plan general de educación ha sido reu­ materias de negociación. Después vienen los tratados de
nir en tí las cualidades de un hombre universal, y con Nimega y de Ryswick, que son en cierto modo adicio­
tal fin he agotado todos mis medios; lo único que falta nales al de Munster y al de los Pirineos. Existen mu­
solo depende de ti. No frustres unas esperanzas que te es chas cartas y piezas originales que han arrojado mucha
tan fácil colmar. Tu propio bien se mira interesado en luz sobre ambas transacciones. Las personas que solo
darme gusto y es la única recompensa que deseo por miraban las cosas- superficialmente se admiraron de las
lodo el cuidado y cariño de quien es Tuyo. concesiones hechas por el victorioso Luis XIV en el tra­
tado de Ryswick; pero yo pienso que los que conocían
el estado del reino de España y la salud del rey Carlos II
podían haberlas previsto fácilmente. El intervalo entre
la conclusión de la paz de Ryswick, y la ruptura de la
(a} Lord Albcrmarlc. gran guerra en 1702, aunque corto, es muy interesante.
(tñ 85,000 pesos. Cada semana, por decirlo asi, produjo su acontecimien­
to : dos tratados de partición; la muerte del rey de Espa­
(c) Le Marécbal de Bicbelieu,parcourant un cercle de vingt ña ; su testamento inesperado y la aprobación que me­
feinmcs, parí d’un grand éclat de rire. — Qu’avez-vous done, reció do Luis XIV infringiendo así el segundo tratado de
Monsieur le Maréchal, qui vous rend si joyeux ? Ma foi, partición que acababa de firmar y ratificar: Felipe V
Mesdamcs, c’est queje me rappeile, en vous vuyant, que j’ai recibido con los brazos abiertos en España, y reconocido
cu le plaisir de vous posséder toutes. como rey por ¡a mayor parte de aquellas potencias que
(Salentin.) Tr. se coligaron después para destronarlo. Con este motivo

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DE LORD CHESTERFIELD 2-15

no puedo dejar de hacer esta observación : que el ca­ con tiempo de esta verdad y emplea todos tus momen­
rácter y las consideraciones personales tienen corriente­ tos. Los placeres no nos siguen hasta el término de la
mente mas influjo en las grandes transacciones, que la vida; la existencia mas larga es muy corta para la cien­
prudencia y la sana política. En efecto, Luis XIV satis­ cia, y por consiguiente cada momento es precioso.
fizo su orgullo personal dando á la España un rey Borbon Me hace fuerza no haber recibido ninguna carta tuya
á costa de los verdaderos intereses de Francia, la cual después que saliste de Paris. Encamino la presente á
habría ganado tina fuerza mas sólida y permanente Strasburgo como mis dos últimas; pero dirigiré mi
adquiriendo Ñapóles, Sicilia y Lorena, bajo el pié del próxima á Maguncia, á menos que no me envíes de
segundo tratado de partición; y yo estimo como una aquí á entonces instrucciones contrarias. A Dios.
fortuna para la Europa que hubiese preferido el testa­
mento. Cierto es que contaba con poder gobernar á
su nieto, pero nunca podia esperar que su posteridad
de Francia gobernase á su posteridad de España.*
sabia muy bien lo débiles que son entre los hombres
los vínculos de sangre y mucho mas entre los prínci-
t pes. Las memorias del conde de Harrach y de la Torre, Londres, 8 de Junio de 1752.
esparcen mucha luz sobre las transacciones de la córte
de España antes de ia muerte de su débil rey ; las
cartas del mariscal de Harcourt, entonces embajador Mi querido amigo.
francés en España, de que tengo copias auténticas
escritas desde 1698 basta 1705, han aclarado para mí Muy pocos negociadores célebres han sido eminen­
todo este negocio. Conservo estos documentos para tí, tes por su saber. Los mas famosos diplomáticos Fran­
y en ellos verás que la conducta imprudente de la ceses (y no he conocido nación que pueda alabarso
casa de Austria respecto al rey y reino de España y á mas de la capacidad de loq "suyos), han sido militares.
la favorita madama Berlips, junto con el reconoci­ El duque de Marlborough, tan esperto en las negocia­
miento del tratado de partición que irritó á todos los ciones como en la guerra, ignoraba en sumo grado
Españoles, fueron las verdaderas y únicas razones del las letras, pero conocía en estremo á los hombres;
testamento en favor del duque de Anjou. NI el cardenal á la vez que el literato Grocio mostró, tanto en Sue­
Portocarrero, ni ninguno de los grandes de España, cia como en Francia, que carecía de las habilidades
fneron corrompidos por Francia, como generalmente de un ministro. Esto, á mi modo de ver, puede com­
se decía y creia en aquel tiempo, y esto confirma la prenderse fácilmente. Un hombre de profunda erudi­
anécdota de Voltaire concerniente á esto. Entonces ción ha debido emplear en la lectura la mayor parte
se abre una nueva escena y un siglo nuevo. La fortuna de su tiempo; y un negociador hábil ha pasado nece­
cesa de proteger á Luis XIV, hasta que el duque de sariamente la mayor parte de su vida entre los hom­
Marlborough y el príncipe Eugenio reparan en cierto bres. Cuando el profundo erudito sale por fuerza de su
modo los perjuicios que le hablan hecho, obligando á empolvado gabinete para dirigir los negocios, obra
los aliados á desechar ios artículos de paz que él les teóricamente; trata á ios hombres con arreglo á lo que
ofreció en Gertruydenberg. ha leído y no como los ha conocido por esperiencia;
Las comunicaciones de los ministros estranjeros á sigue los precedentes de Esparta y de Roma, imaginán­
sus córte» y las órdenes de estas á sus ministros, si son dose falsamente que los casos son semejantes; y ha­
originales, son los mejores registros que puedes leer. brá circunstancias en que, creyendo necesario usar do
Las cartas del cardenal de Ossat, del presidente Jean- vigor y de decisión, echará un círculo al rededor de las
nin, de Estrade y de Sir W. Temple, no solo te ins­ personas con quienes trata y les intimará que no sal­
truirán, sino que formarán tu estilo, que en las cartas gan de la linea sin darle una respuesta categórica por
oficíales debe ser simple y natural, mas al mismo haber leído en Ja historia Romana que un embajador
tiempo puro, claro y correcto. de aquellos tiempos lo hizo así (a). No ; cierto grado de
Todo lo que he dicho puede reducirse á dos ó tres
principios muy simples: Io leer poco y conversar mu­
cho; 2o no leer libros que no te comuniquen alguna
instrucción, y 3° que los que leas tiendan á cierto objeto,
se refieran á él, ó sean una consecuencia necesaria del Fugce il tenido, e mai non riede
panto principal. Con este método, media hora de Per le vie que giá passó :
E a cbi perde il buon momento
lectura diaria te hará adelantar mocho terreno. Pocas
Che gli offerse il tempo amico,
gentes saben emplear el tiempo del modo mas produc­
E gastigo il pentimenlo
tivo ; pero si á tu edad, al principio de la vida, se
Che fuggendo ei gli lascib.
colocase cada momento á Interes, es increíble el caudal
de conocimientos y de placer que proporcionaría tal (Metastasio.) • Tr.
economía. Cuandodirijo la vistaatras, no puedo menos
de sentir la inmensa cantidad de tiempo que desperdi­ (o) Un hombre, dice Gioia, que vive solitario en su gabi­
cié inútilmente sin ventaja ni placer (a). Persuádete nete, sin ningún estímulo de transmitir sus ideas, sin adver­
sario que le contradiga y sin objeciones que combatir, jamás
aprenderá el delicado arte de convencer los ánimos sin
t ofender el amor propio. No hallándose acostumbrado á
I aquellas pequeñas luchas de sociedad qne dan á cada uno
(a) Come rapida si vede ! la medida de sus fuerzas, se inclinará á formarse una idea
Onde in fiume, ia aria stralc, exagerada de sus talentos y á esponer sus ideas oon aire

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246 CARTAS

saber puede ayudar, pero ningún grado decienda hará j zos que Vd. ó él hagan. La naturaleza puede alto
de un hombre un negociador esperimentado ; á la vez > rarse ó disfrazarse un poco por medio del cuidado,
que el conocimiento del mundo, del carácter, pasio­ J pero no hay arbitrio de ninguna especie para for-
nes y hábitos de los hombres ha formado mil, sin un í zar la ó cambiarla entrámente. Yo negué este prin-
grano, de literatura. Es raro que los militares posean í cipio hasta cierto punto, admitiendo sin embargo, que
mucho conocimiento de los libros; su educación no í bajo muchos aspectos nuestra naturaleza no puedo
dá lugar á ello; pero lo que compensa ampliamente i cambiarse, pero al mismo tiempo sostuve que bajo
esta falta es el mucho conocimiento que por lo regular ! otros puede recibir tales mejoras y alteraciones porme-
tienen del mundo; lo recorren desde muy jóvenes ; i dio del cuidado, que equivalgan á un verdadero cam-
ven varias naciones y caracteres, y pronto llegan á con­ í blo (a); que yo consideraba las prenda estertores de que
vencerse de que para ascender, que es su principal í hablábamos, como materiales y sujetas absolutamente
mira, necesitan ante todo agradar ; y estas causas reu­ < "á la voluntad y á la costumbre ; y que por lo tanto me
nidas los hacen casi siempre corteses y aptos para la ! hallaba convencido de que tu buen sentido, debiendo
sociedad ; razón por la que los ves constantemente dis­ > señalarte la importancia de estas prendas, te impul-
tinguidos en las curtes y favorecidos por el bello sexo. i saría á adquirirlas átodo trance, aun á despecho de la
Desearía que hubieses tenido la edad para haber hecho i naturaleza, si es que esta tiene que mezclarse en el
una ó dos campañas como voluntario, porque esto te í asunto. Nuestra disputa, que fué muy larga, terminó,
habría enseñado la versatilidad, la atención y la vi­ í como Voltaire observa que terminan regularmente las
veza que temo mucho te falten, y es falta de las mas i disputas en Inglaterra, con una apuesta de cincuenta
grandes. i guineas, que yo mismo debo decidir bajo mi honor,
Un ministro estranjero no se vé obligado á despachar í arreglándome á los términos fielmente consignados en
grandes negocios diariamente; su habilidad diplomá­ í esta carta. Si tú piensas que la he de ganar, Iremos, si
tica no se pone á prueba á cada instante; pero no hay < quieres, á medias; pero decláramelo con tiempo. Yo
dia ni hora en que no deba preparar y allanar el ca­ í desde ahora digo que daría con el mayor gusto mil
mino para sus negocios; uñas veces insinuándose con ! guineas por ganar estas cincuenta; en tu mano está
sus maneras, no solo en las familias, sino en la con­ j asegurármelas. A Dios.
fianza de las gentes mas considerables del lugar, y
otras procurándoles placeres y manejándose de modo
que poco á poco dejen de mirarlo como á estranjero.
Un ministro hábil puede ser tan útil á su país desem­
peñando los cumplidos de su casa en un baile ó una
cena, tomo escribiendo en un gabinete los protocolos
mas complicados. El mariscal de Harcourt erribotó el
filo de la larga aversión que los Españoles tenían á los Londres, 23 de Junio de 1752.
Franceses, mostrándose afable, civil y rumboso. La
córte y los grandes le amaban con pasión y frecuenta­
Mi querido amigo.
ban su casa, é insensiblemente los condujo á preferir
el yugo francés al aleman, cosa que ciertamente no ha­ Dirijo la presente á Maguncia donde es probable que
bría sucedido si su competidor diplomático le hubiese
te encuentre, suponiendo, como lo hago, que pases
Igualado en cualidades.
tres semanas en Manheim á contar desde la fecha de tu
Hablando el otro dia sobre este y otros asuntos, siem­ última carta; pero si permaneces allí mas largo tiempo,
pre con relación á tí, con un sugeto que amas y co­ cosa que no desapruebo, llegará antes que tú á Magun­
noces muy bien, y manifestándole mi ansiedad y de­ cia. Creo que esta capital no te presentará atractivos
seos de que tus prendas estertores pudiesen adornar, ó que te retengan mas de una semana, y por lo mismo
á lo menos igualar, tu mérito Intrínseco como hombre espero que llegarás á Bonn á fines de Julio, en cuya
de juicio y de honor, me interrumpió dlciendome s ciudad podrás permanecer poco ó mucho, según te aco­
Cese Vd. de inquietarse sobre un punto que jamás modare, y de allí irás á Hanover.
verá cumplido, porque no está en el órden natural. Por el último correo recibí caita de uno de mis pa-
La blandura, la suavidad y las atenciones que Vd.
desea ver en su hijo, son contrarias á su carácter,
y nunca las adquirirá sean cuales fueren los erfuer-

(a) Licurgo, legislador de Lacedemonia, lomó dos perrillos


de igual raza y los crió de diferente mauera, dando de comer
al uno carnes delicadas, y enseñando al otro el ejercicio de
im penoso y ofensivo. Puede decirse do la conversación lo la caza. Cuando el tiempo fortificó el cuerpo y los hábitos
que AiCeri de los viajes : de ambos perros, el legislador los llevó á la plaza publica, y
mandó poner delante de ellos carnes sustanciosas, y al mis­
< Vi s’impara, piü assai cho in su le carie, mo tiempo soltó á una liebre. Al momento uno de estos per­
Non di rb se a stimare o pregiar l’uomo, ros se puso á devorarla carne de que acostumbraba alimen­
Ma a conoscer sé stesso e gli altri in parte » tarse, y el otro á correr tras la liebre, la cual huye en
vano, pues el perro la fatiga, la atrapa , y todo el pueblo
Montaigne dice :Si yo discurro con un robusto razonador, aplaude tal destreza. Licurgo entonces dijo á la asamblea :
roe siento ceñido por todas partes; sus ideas despiertan las Estos dos perros son de la misma raza; y sin embargo ved
mías; el celo, la gloria, la contienda me escita y me eleva la diferencia que la educación ba puesto entre ellos.
sobre mí mismo. Tr. (Diccionario de Educación.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD

ricntes en Iiauuvcr, M. Stanhope Asplnwal, empleado prudenlia. Como pienso que Duperron estará alli, de
en la secretaría del duque de Ncwcastlc, y que acaba vuelta deTurin, casi al mismo tiempo de tu llegada,
de ser nombrado ministro del rey cerca del Dey de te encargo que le muestres las mayores atenciones y
Argel, empleo que no creó le envidiarás á pasar de tus estreches tu amistad con él lo mas que puedas; porque
iniras diplomáticas. Me dice que una Madama Meycrs ademas de ser hombro muy amable y muy Instruido,
tiene muy buenas habitaciones en una casa contigua está á la moda en Hanover y muy bien con el rey y
al palacio del duque, y se ofrece á tomar una para tí. con ciertas damas, de modo que una intimidad visible
Le he suplicado que la tome en caso que la dueña con él te será muy útil y aumentará tu crédito.
quiera esperarle hasta fines de Agosto ó principios de Te encargo que cultives la amistad de M. Hop, mi­
Setiembre, en que calculo llegarás á Hanover. Este nistro Holandés, que siempre ha sido mi particular
M. Aspinwal te ayudará y servirá en todo hasta donde amigo, y que estoy seguro lo será tuyo. Sus maneras
alcanzaren sus fuerzas. Ha estado ya dos ó tres veces no son ciertamente muy seductoras, es brusco pero
en Hanover y conoce todas las vereda* de ese país; sincero. A veces es útil conocer las cosas que se deben
ademas, está muy bien con el duque de Newcasllc evitar, como es oportuno ver á menudo las que se de­
cerca de quien te encumbrará hasta las nubes. Por otra ben seguir (a). Las maneras de mi amigo Hop te indi­
parte, si deseas servir como meritorio en la secretaria, carán generalmente, por regla de Inversión, cuales de­
te asistirá y pondrá ai corriente. En una palabra, es ben ser las tuyas. Cierto es que este sugeto, con el me­
hombre muy digno, sensato é instruido; pero de figura jor corazón del mundo y lleno de buenas cualidades,
bastante ingrata, y aun abusa del privilegio que tiene mil enemigos y apenas un amigo, á causa déla
tienen los hombres feos, de modo que no estará dureza de sus maneras.
demas entre los leones y los leopardos que encon­ Vuelvo á recomendarte que mientras permanecieres
trará en A rgel. en Hanover afectes no hablar mas de alema» ; deja ver
Así como eres dueño de salir de Dona para Hanover que prefieres esta lengua, lo cual te servirá cerca de
cuando te parezca, también lo eres de pasar en esta cierto personage (b) mas de lo que puedas imaginarte.
última ciudad el tiempo que te plazca, é ir de allí Cuando entregues mis cartas á M. Munchausen y á
adonde te acomode con tal que te halles en Berlín para M. Schwiegeldt, háblales en aleman. Muestra las
Pascua de Navidad, y veas comenzar el carnaval; mas mayores atenciones á la hija del primero que es una
no digas nada de esto en Hanover en razón de las dis­ grande favorita. A Dios.
posiciones mutuas de ambas cortes; pero si alguno te
preguntare adonde piensas ir, di que te propones re­
correr la Alemania y visitar Brunswick, Cassel ect.
basta la primavera entrante, época en que te propones
hallarte en Flandes para regresar á Inglaterra.
Me parece que Berlín es actualmente la córte mas Losdres, 26 de Junio de 1752.
civil y brillante de Europa, y al mismo tiempo la mas
útil para formar á un jóven, motivo por el cual deseo Mi querido amigo.
que permanezcas allí cuando menos los dos meses del
carnaval. Sí en Bona se te recibiere tan bien como es­ Como tu última del i8, datada en Manheim, me Ins­
pero, y si pasas tu tiempo con provecho, te aconsejo pira temor de que todas, ó á lo menos la mayor parte
qne permanezcas en aquella ciudad hasta íin de Agosto, de las que te he escrito después de tu salida de París,
y cuatro dias después podrás estar en Hanover. Tu no hayan llegado á tus mauus, creo necesario repetirte
residencia en este último punto será mas ó menos eu esta lo mas esencial de mis anteriores.
larga, según ciertas circunstancias que conoces (a). Su­ Si las cosas toman, como es de esperar, un aspecto
poniéndolas tan favorables como deseamos, quédate favorable en Hanover, chi stá bene non si muova, per-
allí ocho ó diez dias antes de la salida del rey para manacerás allí hasta ocho ó diez dias antes que el rey
Inglaterra; pero poniendo las cosas en lo peor, no salga para Inglaterra; pero si fuere lo contrarío, qué­
debes dejar inmediatamente esta ciudad por las razones date un mes, á fin que tu partida no cobre aire de des­
que tampoco ignoras. Es menester evitar la mas pe­ contento. Cuando te separes de Hanover, sea que resi­
queña apariencia de resentimiento, ó cosa alguna que das allí pocos ó varios dias ¿á donde piensas ir? Ella
lo hiciese sospechar; por consiguiente, creo que en el é padrone. Comunícame únicamente tu resolución
último caso debes permanecer allí un mes, y en el pri­
mero el tiempo que mas te acomode ; pero estoy con­
vencido de que el hado te ha de ser favorable: todo el
mundo está comprometido é inclinado á servirte, el
ministro Ingles, el ministro Alemán, las damas princi­
(а) Un abate joven que despuutaba con talentos para el
pales y la mayor parte de los ministros estranjeros, de pulpito, pedia consejos a Boileau para perfeccionarse en el
modo que puedo aplicarte ; nullum numen abesl si si/ arle de la predicación. Boileau le aconsejó que fuese á oír
al padre Bourdaloue y al abate Cotón. El jóven abate, sor­
prendido deque un boinbre de gusto tau esquisi lo pusiese
bajo un mismo nivel á Cotón y á Bourdaloue, esclamó: pero,
Señor, ¿ qué quiere Vd. decir con eso, y qué fruto puedo yo'
retirar oyendo predicar ¿ Cotón? — Es siu embargo necesa­
(a) De una caria de Lord Cbcslerfidd i uno de sus ami­ rio que Vd. lo oiga, replicó Boileau : el padre Bourdaloue
gos, parece deducirse que se temía que naciese algún obstá­ ensenará ó Vd. lo que debe hacer, y el abate Cotón lo que
culo ú objeción del nacimiento ilegftimo de M. Stanhope. debe evitar. Tr.
Tr. (б) E|,rey Jorge II.

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248 CARTAS

cuando la hubieres formado. Tu buen ó mal recibi­ cir ó hacer (o): quizá derribarías en un momento la
miento en aquella ciudad influirá mucho en lo sucesi­ obra que hasta aquí has levantado con tanto trabajo.
vo en tu reputación, tus adelantos y tu fortuna en el Gracias á Dios que tú no amas el juego ; pero te encar­
mundo, y no puedo menos de confesarte que hasta no go que en Hanover manifiestes y profeses un disgusto
salir de la duda, viviré lleno de inquietud. Es tu pri­ particular á este pernicioso entretenimiento, hasta el
mera crisis : ia reputación que adquieras al principio punto de rehusar cualquiera invitación, escepto cuan­
será casi la misma para todo el resto de tu vida. Vas á do se te considerare necesario para completar el tercio
ser juzgado y examinado, no como niño, sino como ó cuarto en algún juego carteado ; y aun en este caso
hombre, y desde este momento ya no hay apelación. ten cuidado de declarar que es por complacencia y no
Tu fama, sea la que fuere, quedará fija ; mas para que por voluntad. Sin tal precaución, podría creerse, aun­
sea ventajosa tienes que atender ante todo á tres cosas: que sin razón, que amas el juego á causa de mi anti­
tu reputación como hombre de honor, de verdad y de gua pasión; tal sospecha te perjudicaría mucho, prin­
principios; tu aptitud y tus conocimientos como diplo­ cipalmente cerca del rey que detesta este vicio. Tengo
mático ; finalmente, tus maneras, ta aire y tus gracias que dejar la pluma. Dios te bendiga (b).
como cortesano, primeros y únicos escalones para lle­
gar al favor. El mérito en las córtes, sin el favor, hará
poco ó nada ¡ mas el favor sin el mérito hace mucho,
y reunidos ambos lo hacen todo. El favor en las córtes
depende de tantos, tan triviales, tan inesperados y tan
Imprevistos acontecimientos, que un buen cortesano
debe estar á la mira de las circunstancias mas peque­ Londres, 8 de Julio de 1752.
ras que puedan sobrevenir. No debe padecer distrac­
ciones ni decir: no pensé en ello; quien lo habría Mi querido amigo.
imaginado! Tiene pues, que pensar en todo y preveer
todo. Una recamarera ha causado á veces revoluciones La flexibilidad como cortesano decidirá tu suerte en
en las córtes que han producido otras en los estados. lo sucesivo, acelerando ó retardando los ascensos en tu
Si me viese yo otra vez en el caso de allanar mi cami­ carrera. La primera reputación vá lejos, y si adquieres
no para alcanzar el favor de las córtes, no querría dar, una buena en Hanover, la verás producir frutos en
por negligencia ó de intento, el menor motivo para que Inglaterra. El oficio de cortesano es como el oficio de
me odiase perro ni gato. Bien sabes que dos urracas zapatero: el que mas se aplica mas gaua; la dificultad
bien enseñadas, hicieron la fortuna de Luynes bajo el consiste en distinguir, (y para ello estoy seguro de que
reinado de Luis XIII. Cada paso en las córtes exige tienes muy buen sentido), las cualidades reales y los
tanto cuidado y circunspección, como ios que.se daban defectos que se les asemejan; porquesolo hay una linea
sobre fierros hechos ascuas para probar la inocencia, entre cada perfección y su defecto vecino. Por ejemplo:
en los tiempos de ignorancia y superstición, cuando
subsistía el juicio de las pruebas de fuego. Dirige tu
principal batería en Hanover sobre el duque de New-
castle, cludadela débil que presenta muchos flancos
para abrir grandes brechas ; pídele sus órdenes en (а) /n vino veril as : Habría probablemente olvidado la
cuanto hagas; aparece muy Austríaco y antigalicano á lección y hablado la pura verdad. Metastasio apostrofando al
sus ojos, y luego que te halles en estado de hablarle li­ vino dice con mucha gracia :
bremente, dile, con aire de interés, que su habilidad y Cbi te raccoglie ín senso
buena suerte en treinta ó cuarenta elecciones en Ingla­ Esser no pub fallace;
terra, no te deja la menor duda de que alcanzará la de Fai diventar verace
Francfort, y que miras al Archiduque como su candi­ bu labbro inentitor.
dato para el imperio. Cuando se hallare en la mesa lle­
Y Martínez de la Rosa :
no de alegría con el vaso en la mano, dile que te re­
cuerda lo que Slr W. Temple dijo del pensionario de Tú mueves el labio
Wit, que en aquel tiempo gobernaba la mitad de la Eu­ Del necio y del sabio;
ropa : que asistia á los bailes, asambleas y lugares Tú arrancas del seno
públicos, como si no tuvieSe otras cosas que hacer ó La hiel y el veneno
en qué pensar. Si te habla, como lo hará con frecuen­ Que esconde la envidia*
Que oculta el rencor.
cia, sobre los negocios estranjeros, dile que en realidad
no te atreves á emitir tu opinión sobre tales materias, (б) Junio 30. El autor á la marquesa de Monconseil:
porque solote consideras como una posdata del cuerpo
......... Votre éléve est en Allemagne, courant les cours de
diplomático; pero que si Su Señoría gusta hacer de ti i’Empire dans son chemin h Hanovre. Je ne supposc puinl
un volumen suplementario, aunque sea en duodéci­ qu’il y prenno ccs couches de vernis que París n’a pu lui
mo, harás todo lo posible para que no se avergüence aonner, el dont vous para¡6sez faire si peu de cas, mais quo
ni arrepienta de ello. Es hombre que gusta tener un je crois trés nécessaires dans le cours du monde. II retour-
favorito á quien hablar con franqueza ; en el día no nera súrcmenl á la source oü il a pris le peu qu’il a, el oú
conserva una persona bajo este pié; la plaza e6tá va­ il peul sculemenl el exclusivement prendre ce qui lui
cante y puedes obtenerla si te manejas con destreza. manque encore, c’esl-á-dirc qu’il viendra encore vous faire
Solo en úna cosa no debes seguir su humor, y es en la sa cour á París. II vous est uniquement redevablo, Madamc,
bebida; porque como no creo que te hayas nunca em­ de ce qu’il a de passable; il le sent bien, je puis vous cu
briagado, no sabes el efecto que producirá en tí el vino, assurer : et pour ma reconnaissance, >oyez bien persuadéo
ni lo que una dosis mas que regular podría hacerte de­ qu’elle ne finirá qu’avec mes jours. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 249

debes ser estrelladamente bien criado y civil, pero sin pecclon respecto al territorio y al rey dePruslaque todo
las formas molestas y tirantes de la ceremonia ; respe­ el mundo detesta en Hanover, porque todos 1e temen,
tuoso y condescendiente sin servilismo ni abyección ; desde el rey hasta el último aldeano; sin embargo, uno
franco sin indiscreción y reservado sin entreñimiento. y otro merecen tu mayor atención. Verás ia ciencia y
Debes conservar la dignidad de tu carácter sin manifes­ arte de gobierno practicádos en aquel país con mas
tar el menor orgullo por el nacimiento ó el rango ; perfección que en ningún otro de Europa. Podrás pa­
mostrarte jovial sin pasar los limites de la decencia y sar tres meses en Berlín si te es grato, como Jo creo, y
del respeto, y grave sin afectar la elerteia, porque esto después nos reuniremos de nuevo.
no corresponde á tus años; usar una real reserva sin Te repito que en Hanover, antes que en ninguna
aire sombrío ; y en fin, dar pruebas de firmeza y aun otra parte, debes establecer tu reputación; hazte valer
de osadía, pero siempre bajo los mayores visos de mo­ cuanto fuere posible, con el brillo, las maneras y las
destia. gracias. Esto te interesa muchísimo y prevendrá al
Con todas estas cualidades que están en la esfera de rey en tu favor, porque tales pequeneces lo dejan mas
tu poder, respondo del buen resultado de tu conducta, satisfecho que á ningún hombre ó muger de cuantos he
no solo en Hanover, sino en todas las córtcs de Euro­ conocido, y en verdad que no me sorprende. En una
pa i y no siento que comiences tu aprendizage en una palabra, emplea todos tus recursos en supremo grado
córte pequeña, por la necesidad que tendrás de mos­ para complacer, y acuérdate que aquel que mas agrada
trarte mas circunspecto y vigilante que en otra de pri­ eseique se eleva mas pronto y á mayor altura. Ensaya
mer orden, en donde no se conocen ni mencionan todas otra vez el placer y la ventaja de agradar, y te fio mi
las pequeneces. palabra de que no volverás á ver esto con descuido.
Cuando me escribas ó lo bagas á cualquiera otra per­ Nunca he esperimentado tanta ansiedad como la que
sona de Inglaterra, ten cuidado de que tus cartas con­ me ocasiona tu espedicion á Hanover, porque conozco
tengan muchas alabanzas de todo cuanto veas ú oigas lo mucho que vá á influir en tu vida. SI me llega la
en Hanover; pero como ios correos que parten de allí noticia de que has sido bien recibido, y que todo ci
páraoste país son muy frecuentes, puedes escribirme mundo se complace en tu compañía y ve con gusto tu
aveces sin reserva, metiendo tus cartas en una cajita aire, tus modales y tu porte, así como tu instrucción,
muy pequeña que puedes enviarme con seguridad á seré el mas afortunado dejos hombres. Juzga por esto
cargo de los mismos correos. qué seria de mí si llegase á saber lo contrario! A Dios.
No debo pasar en silencio que en la mesa del duque
de Newcastle, donde comerás con frecuencia, se bebe
copiosamente. Vive alerta contra estos escesos, tanto
por tu salud que no los soportaría, como por las conse­
cuencias de un acaloro de vino que podría arrastrarte
á alguna querella ó arranque indiscreto, que el rey,
hombre muy sobrio, detesta. Por otro lado, no debes
Londres, 21 de Julio de 1752.
mostrarte muy grave ni circunspecto en la bebida con
el resto de la compañía, y á este fin emplea el artificio*
de mezclar agua en el vino y no beber todo lo que con­ MÍ QUERIDO AMIGO.
tenga tu vaso. Sí se te insta para que bebas, no arguyas
sobre tu sobriedad ¡ sino di que has estado malo, que Según mi cálculo esta carta llegará á Hanover tres ó
te miras sujeto á inflamaciones y que suplicas te se es­ cuatro dias antes que tú. Como ya has visto varias
coge por aquella vez. Un jóven debe ser prudente sin córtes de Alemania, no podrás menos de haber obser­
afectación de parecerio (a), y un viejo debe parecerlo, vado que reina en ellas una etiqueta mas escrupulosa
carezca ó no de prudencia. por lo que hace á ceremonias, respecto y atenciones,
Deseo que mientras permanezcas en Hanover hagas que en las grandes cortes de Francia y de Inglaterra.
dos ó tres escursiones en el electorado : á Harz, donde Por lo tanto, no dudo que atenderás á las circunstan­
están las minas de plata; á Gottingen por la universi­ cias mas minuciosas, y que te manejarás con la debida
dad ; á Stade por su comercio. También debes ir á Zell. circunspección; sobre todo mientras permaneces en
En una palabra, visita cuanto merezca verse, é infór­ Hanover, que, te repito, es tu entrada en el mundo y
male de todas las particularidades de aquel país. Ve á el momento mas decisivo de tu vida. No hay persona
Hamburgo por tres ó cuatro dias; estudia la constitu­ mas delicada y exacta en puntos de buena crianza que
ción de esta pequeña república anseática, é infórmate el rey, siendo esto lo primero de que se informa antes
de la naturaleza de las pretensiones del rey de Dina­ de hacerse cargo de cualquiera otra circunstancia en
marca. ^el carácter de los hombres. La menor negligencia ó ia
No necesitas ninguna carta de recomendación para mas pequeña falta de atención que llegase á su noticia,
Berlín; con todo, te enviaré una para Voltaire. Mientras | te haría infinito perjuicio en su alma, así como las
permaneces en Hanover esprésate con mucha dreuns- | cualidades contrarias te harían avanzar mucho terreno.
[ Si Lord Albermarlete confió, como creo fué el caso,
los negocios secretos de su departamento, haz de modo
que lo sepa el duque de Newcastle, porque esto podría
inducirle á tener contigo la misma confianza, y quizá
(a) 11 faut avec le monde une vertu traitable. á emplearte en negocios de consecuencia. Diic que
A forcé de ssgesse on peut étre blámable ; aunque jóven, conoces la importancia dei sigilo en los
La parfaite raison fuit toule extréinité negocios de estado, y que eres capaz de guardarlo; que
Et veut que l’on aoil «age avee sobriété. te he prohibido estrictamente comunicar, ni aun á mí
(Moliese.) Tr. mismo, ningún asunto secreto que pueda confiársete.

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250 CARTAS

Por lo que buce á los negocios, creo que puedo contar verlo como tu idioma maternal y preferí; ¡o á cualquiera
contigo ; pero desearía poder decir otro tanto respecto otro; di que es tu lengua favorita, y trata de hablarla
á aquellas partes csteriorcs que son absolutamente ne­ con pureza y elegancia, si es susceptible de ello. Por
cesarias para aclarar y acortár el camino que conduce este medio no solo conseguirás saberla mejor, sino
á aquellos. Te comunicaré un secreto que me concierne también agtadar y obsequiar á las gentes. A propósito
y es, que la buena fortuna que me ha acompañado en de idiomas: ¿ ■Ejercitaste el italiano durante tu morada
el mundo, la debo mucho mas á mis maneras que á en París ó lo has olvidado ? ¿ Guales son los libros ita­
superioridad de mérito ó de saber : yo deseaba agradar lianos que has leído ? Si has concluido con este idioma,
y no desperdicié medio para conseguirlo. Te aseguro, desearía que en primera ocasión aprendieses el español,
sin pizca de falsa modestia, que lo que te digo es cierto. lo cual puede hacerse en poco tiempo y así no te verás
Tú tienes mas conocimientos de los que yo poseía á tu obligado, en el curso de los negocios, á emplear y pagar
edad ; pero yo era mucho mas civil y atento. Llama traductores de ninguno de los idiomas de Europa.
vanidad si quieres á lo que te voy á decir; quizá no Como me gusta estar preparado para todo evento,
había otra cosa en el fondo de mí conducta ; mas mi quiero suponer lo peor que puede sucederte en Hano-
grande objeto era que lodos los hombres me viesen con ve^ en cuyo caso convendría que te presentases al
agrado y todas las mugeres me amasen. Lo conseguí duque de Ñewcastley le pidieses su consejo ó mas bien
muchas veces; pero cómo? tomándome infinito tra­ sus órdenes, para saber qué conducta debes guardar,
bajo, porque de otro modo no lo habría conseguido. añadiendo que su parecer será para tí un mandato.
Mi figura no era la que agradaba.; lejos de eso, sentía Le dirás que aunque en estremo mortificado, tu sentí-
yo lo desprovisto que riie hallaba por este lado (a). La mientose suaviza al considerar que siendo enteramente
tuya, por el contrario, vendrá en tu ayuda si sabes desconocido al rey, no puedes considerar su objeción
aprovecharla y abandonar para siempre ese aire tétrico, como personal, sino únicamente como efecto de cir­
ese aspecto de remordimiento y esa apariencia fúnebre. cunstancias que no estaba en tu mano impedir 6 re­
El garbo, el adorno y la jovialidad te convendrían y mediar; que si Su Señoría opina que una morada mas
liarían muy pasadera tu pequeña figura. larga en Hanover puede causar desagrado, le suplicas
Si tienes tiempo de leer en Hanover, te encargo que que te lo diga; y que en este asunto te refieres ente­
elijas obras relativas á la historia y constitución de ese ramente á él, hallándote dispuesto á seguir escrupulo­
país, que desearía te fuese tan conocido como á cual­ samente sus órdenes. Pero me atrevo á decir que esta
quiera Hanoveriano instruido. Infórmate de! poder de precaución está por demas; sin embargo, bueno es
los estados, de la naturaleza y estenslon de los tribu­ hallarse preparado para todo evento, porque asi se evi­
nales de justicia, de los artículos de tráfico y comercio ta la precipitación y la sorpresa, dos situaciones peno­
con Bremen, Hamburgoy Stade, así como de los deta­ sas en los negocios, no conociendo yo en ellos nada de
lles y productos de las minas de Hartz. Dos ó tres libri- mas útil ni mas necesario que la gran serenidad, la
tos te presentarán en bosquejo todas estas cosas, y la sangre fría y la firmeza, cualidades que te procurarán
conversación sobre ellas hará el resto mejor que todos ventajas Incalculables sobre cualquiera persona con
los libros juntos. quien tuvieres que tratar.
Acuérdate de no hablar mas que aleman; aparenta Recibí tu carta del í2 escrita en Maguncia, por la
que veo que te hablas divertido en aquella ciudad mu­
cho mas dé lo que yo esperaba. Conozco muy bien el
carácter de! conde de Cobedtzel, como hombre de ne­
gocios y de talento. Pudo haberte dado algunas cartas
(o) La figura del autor fué sin duda mejor que la de su hijo,
para Bonn, en donde residió en otro tiempo. Hace un
el cual era algo cargado de espaldas. En la Revista de ambos mes que escribí á Lord Albcrmarle dándole las gracias
mundos se lee el siguiente bosquejo de la persona del autor por todas las bondades que te ha dispensado. ¿ Has
tomado de los escritos contemporáneos : hecho tú otro tanto ? Estas necesarias atenciones nunca
Lord Cbesterfield était un des jolis hommes de son paya : deben omitirse, sobre todo á la edad en que se establece
II avait la taille petite et minee, la tournure et la démarebe la reputación.
d'unc souplesse cbarmante et d’une élégance achevée, la La agudeza de ingenio que tan parcialmente me atri­
figure réguliérc et délicate, sauf la Iongueur du mentón qui buyes, y que con tanta justicia reconoces en Sir Ch.
s’allougeait un peu en s’arrondissant. Dans ces deux por- Wiiliams, puede atraer muchos admiradores; pero
traits, gravés d’aprds Gaiusboroug et la Rosalba, l’exprcs- creeme, procura pocos amigos. Este fuego del alma
sion dominante cst celle do laxoquetteric, de la douceur et brilla y deslumbra como el sol de medio dio, pero á
d’une finesse que l’on cróirait innocente ; l’osil, admirable- Imitación de este astro, quema á veces y siempre es
ment fendu, cst féminin dans sa langueur, l’arcade sourci-. temido. La luz mas suave y menos calorosa de las
liére s’arrondit avee bardiesse ; le front, qui semble un peu
mañanas y de las tardes es mas agradable. El buen
bas, va se perdre sous la poudrc de la perruque á la mode.
sentido, la complacencia, la amenidad de las maneras,
Quant au costume, ce sont des nuances atlcndrics et calmes
qui reposent l’ffiil: gris-perle sur gris-dc-lin, avec bro-
las atenciones y las gracias son las únicas cosas que
deries d’argent; le cordon blcu fort large et en sauloir, ce encantan verdaderamente y por largo tiempo. No andes
qui ajoute á la taille du jeune seigneur; ríen de trancbant nunca en pos de las agudezas ; si se presentan por sí
ni d’excessif, point de recherche apparente; de luxe ce qu’il mismas, enhorabuena ; pero aun en este caso déjalas
en faut pour attirer le regard sans le blesser. Le titre « ¿ ar­ pasar por el crisol de tu juicio y no las uses á espensas
bitre de ces élégances • ne lui a élé contesté par personne, de nadie. Pope ha dicho con verdad :
pas méme par Horacc Walpole, fiis de son eunemi, et qui
fui conteste tout. Ses rivaux ont en soin de réhausser ses
qualitéa d’hamme á la modo, non paspourleservir apparem-
jucat. ir.

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DE LORD CIIESTERFIELD 251

Ihere ar,e whom heaven has blest wilh store of Hanover, á donde calculo que ya habrás llegado, es
wit, ahora el centro de las negociaciones estranjeras, y exis­
Yet want as much again lo govern it (a). ten allí ministros de casi todas las cortes de Europa, de
modo que tienes una bella oportunidad para desplegar
El mismo poeta dice también y acaso con mucha modestamente en la conversación tus conocimientos
¿¿actitud: sobre las materias que se debaten. El gran punto pien­
Por wit and judgment erer are atstrife, so que es la elección del rev de los Romanos; y aunque
Though meant each othef aidt lite man dnd temo que no se verifique, deseo lo contrario por dos
wife (b). razones: primera, porque creo que esta elección podría
impedir una guerra á la muerte del emperador actual,
Los cerebros alemanes rara vez se agitan con efer­ que, aunque Jóven y robusto puede morir, comovemos
vescencias ó salidas de ingenio estraordinarias ; y no sucede á las personas buenas y sanas ; la otra es la
es prudente usarlas entre ellos; cualquiera que lo in­ misma razón que hace que algunas potencias se opon­
tenta offendet solido. gan y que otras se disgusten con las que no se oponen
No olvides escribirme muy circunstanciadamente abiertamente; quiero decir, que esta elección podrá
por lo que hace á tu gran negocio en Hanover; nada hacer hereditaria la dignidad imperial en la casa de
me inquieta tanto ni escita mas mi curiosidad. A Dios. Austria, cosa que deseo con todo mi corazón, como
también un incremento de su poder en el imperio:
hasta que esto no sea así, la Alemania nunca podrá
competir con la Francia. En nada manifestó tanto su
habilidad el cardenal de Richelieu como cuando se de­
cidió á no ahorrar fatigas ni dinero para disminuir el
poder de la casa de Austria. Fernando se habría hecho
Londres, 4 de Agosto de 1752. ciertamente absoluto, y el imperio habría llegado á ser
formidable á la Francia, sí este piadoso cardenal no hu­
Mi querido amigo. biese adoptado la causa protestante, y puesto al Impe­
rio, por el tratado de Wcstphalia, bajo el mismo pié en
Siento en el alma esos nuevos ataques de asma de que se hallaba la Francia antes de Luis XI, cuando los
que me habla tu carta de Cassel de 28 de Julio. Creo príncipes de la sangre que gobernaban las provincias,
que en parte debes atribuirlos á tu negligencia, porque y los duques de Bretaña ect. se oponían á menudo á la
á pesar de la estación en que nos hallamos y las fatigas ley. Nada puede dar al Imperio la fuerza y considera­
del viaje, es probable que no hayas tomado ningunos ción que yo le deseo para conservar el equilibrio de
refrigerantes después del régimen á que te sometí en Europa, como el hacerlo hereditario en esta familia.
Bath. Espero que ya te hallarás mejor y en manos mas Yo no sé como be caldo hoy en la tentación de mor­
hábiles, quiero decir, las del doctor Hugo de Hanover, tificar mi cabeza con asuntos políticos, haciendo tantos
que es muy perito en su profesión, y por esto deseo que años que no me ocupo de ellos: tal vez habrá sido
lo informes muy minuciosamente de tu salud, desde porque me*puse á escribir al político mas consumado
el primer ataque que sentiste en Carniola hasta el últi­ de esta edad y de la suya.
mo en Marpurgh ; sigue, no solo lo que ahora te orde­ Deseo con impaciencia recibir tu primera carta di
ne, sino también el régimen que crea oportuno prescri­ Hanover. A Dios.
birte para impedir en lo sucesivo las recaídas, y con­
súltale sobre los remedios estertores é interiores que
crea debes emplear. Considera que ahora es prudente
guardar dieta y un régimen curativo, como también
sométerte por cierto tiempo á algunas privaciones, á fin.
de libertarte para siempre de una enfermedad tan in­
cómoda y tan dolorosa, cuyo retorno rompería el hilo
A MONSIEUR DE VOLT AIRE, POUR LORS A BERLIN.
de tus negocios y de tus placeres; pero aunque todo
esto es conforme con el buen sentido y la razón, temo
mucho que apenas restablecido, vuelvas á ver tu salud Londres, le 27 Aoút, V. S. 1752.
con negligencia, y á no observar ningún método para
conservarla, sino que siguiendo las huellas de las gen­ Monsieur, . »
tes de tu edad, consideres como imposible una recaída.
Con todo, si no quieres ser prudente por amor á tí, te Je m’intéresse infiniment á tout ce qui touche M.
ruego que lo seas á mi intención, y que observes esac- Stanhope, qui aura i’honneur de vous rendre cette
tamente las prescripciones presentes, y futuras del lettrq; c’est pourquoi je prends la liberté de vous lo
doctor Hugo. présenter. Je ne puis pas luí en donner une preuve
plus convaincante. 11 a beaucoup lu; il a beaucoup
vu; s'il Va bien digéré, voilá ce que je ne sais pas ; il
n’a que vingt ans. II a déjá été á Berlín, il y a quelqucs
années, et c’est pourquoi il y retourne á présent; car á
W Hay personas favorecidas por el cielo con un caudal do cette heure on revient au Nord par ios mémes raisons
ingenio, pero á quienes sin embargo, falta la parle necesaria pour lesqueiles on allait, il n’y a pas longtemps, au
para gobernarlo.
Sud.-
(6) El ingenio y el juicio siempre están on lucha, aunque Permettez, Monsieur, que jo vous remercie du plaisir
debían ayudarse mutuamente como marido y mu-jer. et de l’ínstruction que m’a donnés volre Histoire du

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252 CARTAS

sítele de Louis XIV. Je ne Tai lué encore que quatre The world slands trembling at thls throne!
fois; c’est que je voudrais l’oublier un peu avant la While each palé slnner hung bis head,
cinquiéme; mais je vois que cela m’est impossible: Jove, nodding, shook the beavens, and said:
j’attendrai done l'augmentation que vous nous en avez • ‘ Offending race of human kind,
promise; mais je vous supplie de ne me la pas faire By nature, reason, learning, blind ;
attendre longtemps. Je croyais savoir passablement You who through frailty stepp’d asido,
l’histoire dti slécle de Louis XIV, moyennant les mil- And you who never fell, — through pride;
liers d’histoires, de mémoires, d’anecdotes, etc., que You who in different secta were sbamm’d,
j’en avals lus; mais vous m’avez bien montré que je And come to see each otber damn’d;
m’étais trompé, et que je n’avais qu'une Idée trés con­ (So 8ome folks told you, butthey knew
fuso á bien des égards et trés fausse á, bien d’autres. No more the Jove’s designs than you) —
Que je vous sais gré surtout, Monsieur, du jour dans The world’s mad business now is o’er,
lequel vous avez mis les folies et les fureurs des sectes 1 And 1 resent these pranks no more.
Vous employez contre ces fous ou ces imposteurs les — I to such blockheads set my wit!
armes convenables; en employer d’autres, ce seralt les 1 damn such fools! — Go, go, you’re bit.
Imiter. C’est par le ridlcule qu’il faut les attaquer;
c’est par le méprls qu’il faut les punir. A propos de ces
fous, je vous envoie ci-jolnte une piéce sur leur su jet, TRADUCCION DE LA CARTA ANTERIOR.
par le feu docteur Swift, laquelle, je crois, ne vous
déplalra pas. Elle n’a jamais été imprimée: vous en Al señor de Voltaire residente en Berlín.
devinerez bien la raison; mais elle est authentique.
J’ai l’original, écrit de sa propre main. Son Júpiter, au
jour du jugement, les traite á peu prés comme vous les Londres, 27 de Agosto de 1752.
traites et comme lis le méritent.
Au reste, Monsieur, je vous dlrai franchement que Señor mío,
je suis embarrassé sur votre sujet, et qpe je ne puis
me déclder sur ce que je souhaiterais de votre part. Como prueba Begura del infinito ínteres que me ins­
Quand je lis votre derniére histoire, je voudrais que pira todo lo que concierne al Señor Stanhope, me tomo
vous fussiez toujours historien; mais quand je lis votre la libertad de recomendarlo á Vd. por medio de esta
Rome sauvée, (toute mal imprimée et déflgurée qu’elle carta que él mismo tendrá el honor de poner en sus
est), je vous voudrais toujours poéte. J’avoue pourtant manos. Ha leído y visto mucho, pero si ha ó no dige-
qu’il vous reste encore une histoire á écrire, digne de rídolo bien, es cosa que no podré decir cuando apenas
votre plume, et dont votre plume est seule digne. Vous tiene veinte años. Hace algún tiempo que estuvo en
nous avez donné, 11 y a longtemps, l’histoire du plus esa ciudad, y esto mismo le obliga á visitarla de nuevo,
grand furieux (je vous demande pardon si je ne puis porque en el dia las gentes se dirijen al norte por las
pas dire du plus grand héros) de l’Europe. Vous nous mismas razones que no ha muchos años tenían para ir
avez donné en demier lieu l’histoire du plus grand rol; al sur.
donnez-nous á présent l’histoire du plus grand et du Permítame Vd. que le agradezca el placer é instruc­
plus honnéte homme de l’Europe, que je croirais dégra- ción que he retirado de la historia de Luis XIV. Solo la
der en l’appelant rol. Vous I’avez toujours devant vos he leído cuatro ocasiones, porque querría olvidarla un
yeux; ríen ne vous serait plus facile, sa gioire n’exi- poco antes de recorrerla de nuevo; pero veo que esto
geant pas votre invention poélique, mais pouvant se es imposible, y así aguardaré á que Vd. nos procure la
reposer en toute súreté sur votre vérité historique. 11 continuación que ha prometido; pero le suplico que no
n’a ríen á demander á son historien que son premier nos baga esperar mucho tiempo. Yo estaba en la inte­
devoir comme historien, qui est, ne quid falsi dicere ligencia de que sabía muy regularmente la historia do
audeat, ne quid veri non audeat. Luis XIV, mediante una multitud de historias, de me­
Adieu, monsieur; je vois bien que je dols vous morias, de anécdotas ect. que había leído; pero Vd. me
admirer de plus en plus tous les jours, mais aussi je ha hecho ver lo engañado que estaba, y que solo tenía
sais bien que ríen ne pourra jamais ajouter á l’estime una idea muy confusa sobre muchas cosasy mny falsa
ct á l’attachement avec iesquels je suis actuellement sobre otras. Qué de alabanzas no merece Vd. parti­
Votre trés humble et trés obéissant serviteur, cularmente por la luz qué ha esparcido sobre las locu­
ras y furores de las diferentes sectas! Las armas que
CHESTERfiELD. Vd. emplea contra estos insensatos ó estos impostores,
son las únicas eficaces, porque usar otras sería imitar­
los : deben ser atacados con el ridiculo y castigados
con el desprecio. A propósito de estos dementes, acom­
PIEZA CITADA EN LA CARTA ANTERIOR.
paño á Vd. una pieza sobre el particular, escrita por el
The day of Judgment. finado doctor Swift que creo no le desagradará. Nunca
ha salido á luz por los motivos que fácilmente adivi­
With a whlrl of thought oppress’d, nará Vd. pero es auténtica. Tengo en mí poder el ori­
1 sunk from reverle to rest. ginal escrito de propio puño del autor. Su Júpiter, en
A borrid visión seiz’d my head • el dia del juicio, los trata casi como Vd. y como ellos
1 saw the graves give up their dead I lo merecen.
Jove,arm’d with terrors, burst the skies, Mas por lo que hace á Vd.; debo decirle francamente
And thunder roars, and iightning flies I que me veo muy embarazado sin saber lo que deseo
Amaz’d, confus’d, itsfate unknown, de sus talentos. Cuándo leo la citada historia, querría

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DE LORD CHESTERFTELD 253

que siempre fuese historiador; pero cuando pasóles I • que no conocían mejor que vos los decretos de Júpl-
ojos por la Romfi sauvée, apetecería que no quitase la • ter. Ha dado fin el mundo; sus locuras y estrava-
mano de la poesía ; con todo, debo confesar que to­ • gandas ya no me afectan. Mi juicio reprueba u tales
davía está por venir una historia digna de tan buena • insensatos; condeno á esos locos que han condenado
pluma y solo digna de ella. Hace largo tiempo nos re­ ■ á los demas................Id, id, caísteis en la trampa. •
galó Vd. la historia del mayor furioso (perdone Vd. si
no puedo llamarle el mayor héroe) de Europa; hace
poco nos regaló Vd. la historia del mas grande de los
reyes; regálenos Vd. ahora la del mas grande y mas
honrado hombre de Europa, porque yo creería degra­
dante llamarle rey (a). Nada seria á Vd. mas fácil, Londres, <9 de Setiembre de 175?.
puesto que ¡o tiene á la vista, y que su gloria no exige
invenciones poéticas, sino atenerse confiadamente á Mi querido amigo.
la verdad histórica. Este monarca solo tiene que pedir
áVd. el primer deber de un historiador, que es: Ne Desde que llegaste á Hanover tu correspondencia ha
quidfalsi dicere audeat, ne quid veri non audeat (ó). 6ido muy irregular y lacónica. Cierto es que el í 8 de
A Dios, Señor mió, bien veo que debo admirar á Vd. Agosto hiciste un gran esfuerzo con tu cartapacio en
cada dia mas, pero también conozco que nada podrá folio y tu posdata del 22, pero después tus renglones
aumentar la estimación y afecto con los cuales me sus­ han sido contados. En tu carta del 31 no me informas
cribo, de lo que ante todo deseaba saber, y es el parecer que
Su mas humilde y obediente servidor te encargué pidieses al doctor Hugo sobre tu asma, y
Cbesterfield. lo que te prescribió para prevenir la recaída. ¿ Cual es
por otra parte la compañía que frecuentas en Hanover?
¿ Quien te ha mostrado aprecio y atenciones, y quien
TRADUCCION DE LA POESIA DEL DOCTOR SWIFT. puéstote mala cara ?
El dia del Juicio. Dices que vas constantemente & la parada; haces
muy bien, porque aunque no seas del oficio, los nego­
Agobiado con un torbellino de pensamientos, paso cios militares forman una parte tan esencial de la
de la meditación al descanso. Un terrible sueno se apo­ conversación y de las negociaciones, que es muy con­
dera de mi espíritu: Veo salir los muertos de sus sepul­ veniente no ignorarlos. Espero que tus observaciones
cros ! Júpiter armado de pavor estalla por el espacio; no se limitarán á solo el.espectáculo de las revistas, y
el rayo truena; los relámpagos brillan; el universo el ejercicio de las tropas, sino que al mismo tiempo te
tiembla ante su trono y los mortales esperan con informarás de los detalles mas esenciales, como su
espanto y consternación su última sentencia. La pali­ prest y la proporción que guarda cuando las tropas
dez, el rostro caldo descubre á los culpables. Júpiter están en cuarteles de invierno ó en campaña; lo que
levanta el brazo, crujen los ciclos y dice: « Raza delin- el país les procura cuando se hallan acantonadas y
• cuente, hombres perversos ofuscados por la natura- la cantidad de pan de munición que se los dá en
• leza, la razón y la ciencia; hombres que se desviaron campaña; el número de hombres y de oficiales;
» por fragilidad; hombres que siguieron el camino su uniforme, la calidad de los paños y telas; «i el
• recto por orgullo, y hombres engañados en mil soldado es vestido por el coronel como en Inglaterra,
» sectas diferentes, venid á ver condenados á los unos ó si el costo se deduce de su misma paga; ó .bien si oí
• y los otros, conforme os lo dijeron algunas gentes equipo se hace por medio de comisarios nombrados al
•efecto por el gobierno como en Francia y en Holanda.
Con tales noticias, to hallarás en estado de hablar
sobre asuntos militares con personas de esta profesión
(а) Federico el Grande. En 4774, después de muerto el que, en todos los países de Europa, escepto en Ingla-
autor de estas cartas, escribia Voltaire lo siguiente ó aquel
terra, componen una parte considerable de las mejo­
soberano: • Le raffragc de Lord Cbesterfield a un trés grand
res compañías. Frecuentando la parada tienes al mismo
poids, non seulement parce qu’il étail d’unc nation qui ne
songe guére i flaltcr les rois, mais parce que de tous les tiempo ocasión de adquirir amistad con oficiales de
Aoglais, c’est peul-éire cclui qui a écrit avec le plus do cierto grado, antiguos en el servicio, que por lo general
grices. Son admiralion pour vous ne peni étre suspectc. II son urbanos y no carecen de las maneras ni del tono
ne se doulail pas quesos Letlres seraient lúes aprés sa mort de la buena sociedad; por lo regular lían visto el mun­
et apréscelle de sonbátard. On les traduit en franjáis en do y las cortes, y solo esto puede formar á un caballero,
Hollande ; aiusi Votre Majcslé les verra bientót. Elle lira le dígase loque se quiera del ingenio y del saber, con los
seul Anglais qui ait jamais recommandé l’art de plaire cuales un hombre puede ser muy desagradable en la
comme le premier devoir de la vie............... * sociedad. Me atrevo á decir que hay pocos capitanes
(б) Federico el Grande, de quien habla el autor, mandó de infantería, cuya compañía no sea mejor de lo que
hacer en su afamada fábrica de porcelana la estatua de Voi- nunca fué la de Descartes y de Newton. Yo honro y
taire, al pié de la cual escribió de su propio puño estas pala­ respeto mucho estos genios superiores, pero deseo con­
bras : Piro immorlali : Al hombre inmortal, y se la regaló. versar con gentes de este mundo que paguen en la so­
El filósofo contestó al soberano : Señor, me habéis concedido ciedad su cuota de buenas maneras, de jovialidad y de
una heredad en vuestros dominios. — Ciertos viageros que conocimiento del género humano. En la vida común
visitaron á Voltaire en Femey, admiraban esta estatua, y se tiene mas necesidad de la moneda de bajo precio
viendo que fijaban con gusto la atención en las palabras que de oro ó de plata. Yo quiero un hombre que tenga
Piro immorlali, Ies dijo ; Señores, es la firma de quien me dinero en el bolsillo para las necesidades comunes,
ha becbo el regalo. (Salentin). Tr. como chelines, escudos y coronas que circulan fácil—

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254 CARTAS

mente; pero un hombre que solo tiene una barra de


oro sobre si, no se halla provisto para las pequeñas
necesidades presentes, y sus riquezas no tienen curso
en la ocasión. Ten en un bolsillo todo el oro que qui­
sieres, pero cuida al mismo tiempo de que en el otro Londhes, 22 de Setiembre de ¡152,
no te falle moneda menuda, porque regularmente ten­
drás mas necesidad de un chclin que de una guinea. Mi querido amigo.
Es necesario confesar que en esto sobresalen los Fran­
ceses mas que ninguna otra nación del mundo; tienen Al siguiente dia de escrita mi última, recibí la tuya
cierto manejo para saber vivir, cierta ligereza de con­ del 8, siendo de mi aprobación el corto viaje que inten­
versación y cierta jovialidad y cortesía tan fáciles y tas hacer á Gohr y también que. lo verifiques en com­
naturales, que parece no costarles nada, y esto dá á pañía del conde de Schulemburg. Desearía que vieses y
la sociedad todos sus encantos. Me cuesta mucho agre­ oyeses todo por ti mismo, porque una larga esperien-
gar, pero es ciertísimo, que los Ingleses y los Holan­ cia me ha enseñado que no es seguro fiarse en lo que
deses, son de todas las naciones del mundo, los que dicen otros. La vanidad y el Interes son origen de
mas se alejan de estas amables cualidades, sin que me muchas falsas representaciones, y la necedad de mu­
atreva yo á esceptuar á los mismos Suizos.- chas mas. Pocas son las gentes que tienen bastante
Aunque no hayas tenido á bien informarme, he sa­ juicio para referir las cosas tales como sou, y aquellos
bido por otro canal que debes ir á Gohr, con el conde que lo tienen nunca dejan, por este ú el otro motivo,
de Schullemburg, por ocho ó diez dias únicamente, de agregar ó de suprimir ciertas circunstancias. El re­
con objeto de ver las revistas : también sé que has con­ cibimiento que se te ha hecho en Hanover, es á mis
traido una amistad particular con Lord Essex y que ojos un presagio de que serás bien acogido general­
siempre estás unido á él en Hanover. Me seria mas mente ; porque hablándote la verdad, este lugar era el
grato saber todas estas cosas por tu conducto que por que me inspiraba mayor desconfianza ; mas hay cierta
el de otros; estas son precisamente las particularidades conducta, ciertas maneras, que vencen todas las di­
que mas deseo conocer, porque ningunas otras te tocan ficultades de este género ; y con tai fin continúas tus
mas de cerca. Siento mucho la indisposición de la du­ viajes de córte en córte. Estas formas son personales
quesa de Newcastle por ella y por tí, porque este ac­ locales y pasageras; varian y deben su existencia al ca­
cidente te impide hablar con el duque tanto como pricho, al humor y á otros accidentes. El colmo del
deseo : la costumbre podrá en él mucho, como en la buen sentido y de la razón no podría nunca adivinar­
mayor parte de los hombres. Yo he conocido muchas las ; solo las enseña la esperiencia, la observación y la
gentes patrocinadas y ascendidas por aquellos que no práctica del mundo. Por ejemplo: es una señal de
tenían mas razón para esta preferencia que un largo respeto inclinarse delante del rey de Inglaterra, y seria
hábito de estar con ellos. Nunca debemos buscar las faltar á los usos si se hiciese lo mismo á presencia del
causas por medio de profundos raciocinios, sino valién­ rey de Francia ; es costumbre hacer una profunda re­
donos de un examen muy cuidadoso : no importa lo verencia al emperador ; y los monarcas Asiáticos exi­
que ellas deberían ser, el punto capital es dar con lo gen una postración de todo el cuerpo. Estas son cere­
que son ; dedúcelas paso á paso del carácter de la per­ monias usuales con las cuales debe uno conformarse j
sona. Yo he conocido por esos mundos, como decía pero yo desafio al buen sentido y á la razón para que
Brantome, grandes efectos producidos por causas muy digan por qué fueron establecidas. Lo mismo sucede
pequeñas para ser sospechadas. Hay cosas que es ne­ en las diversas clases de la sociedad v. g : la muy ab­
cesario saber y que no se adivinarían nunca. surda aunque universal costumbre de beber á la salud
Dios sabe donde te encontrará esta carta. Supongb de las gentes: Puede haber en el mundo cosa alguna
flue no será en Hanover; pero en cualquiera lugar que que tenga menos relación con la salud de otro que el
la recibas, deseo que te halle bueno y contento ! A beber un va6o de vino ? Cierto es que el buen sentido
Dios (a). jamás dictó esta costumbre ; pero ei buen sentido me
dice al mismo tiempo que debo conformarme con eUa.
El buen juicio me indica que debo ser civil y hacer es­
fuerzos para agradar ; pero solo la esperiencia y la ob­
servación pueden enseñar propiamente los medios
(a) Setiembre 20. El autor á M Dairolles. apropiados al lugar, al tiempo y á las personas. Este
....... Felipe ha permanecido algún tiempo en Ilanover ; conocimiento es el verdadero objeto de los viajes de un
besó la mano del rey, que era todo lo que yo esperaba ó caballero, si viaja como debe hacerlo; y á fuerza de
deseaba de bois, bien lo suponéis, el c'élait dans les frecuentar la buena compañía de tudus los países, llega
formes. Pero el duque de Newcastle se ha manifestado con
él muy bondadoso y amable ; siempre lo ha convidado á co­
mer aun en famille; y aun me ha sugerido á mi una comi­
sión muy ventajosa para él en el estranjero, que espero y creo go, aprenderá las formas, el (rin irán y el bosquejo de sa
llegará á verificarse. Entre nos, y os ruego no lo manifes­ profesión. Ademas comenzar como cucargado de negocios
téis á alma viviente, debe suceder, como encargado de ne­ a ios veinte años, es subir alto de un golpe en la escalera de
gocios enVenecia, á Sir James Gray, el cual será nombrado la diplomacia. Me líenlo verdaderamente muy reconocido al
enviado del rey á Ñapóles. Esto es mejor de lo que yo ha­ duque de Newcastle, y así se lo manifestaré en primera
bría pedido ó esperado para el mucbacbo. Quiero iniciarlo oportunidad. Felipe ha ido á Brunswick, y de allí irá á
en el manejo y rutina de ios negocios, sin esponerlo á las Íiasar el carnaval á Berlín. Besará vuestras manos en Brusc­
malas consecuencias de tos desbarros, errores é inadverten­ as en Marzo ó Abril, á menos que el negocio de Vcnecia no
cias do la inesperimentada juventud ; porque allí tendrá requiera su presencia alli antes de aquel tiempo, ó que lo
muy poco quehacer, y nada de importancia, y sin embar- llame á Franckfort la elección del rey de ¡os romanos. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 255

áser cosmopolita : ya no es Ingles, Francés, ó Italia­ Te diré que tu acceso á las gentes era muy frío y uni­
no, sino Europeo; adopta las mejores maneras de cada forme, y espero que á esta hora ha mejorado. Debes ser
lugar ; es Francés en París, Italiano en Roma é Ingles respetuoso, inas al mismo tiempo fácil y preventivo
en Londres. con tus superiores, animado con tus iguales, libre y
Confieso que este favorable resultado corona rara afectuoso con tus inferiores. Hay una especie de parla,
vez los viajes do mis compatriotas, porque no desean establecida por la moda, que debes aprender, y que,
ni cuentan con loa medios de ser introducidos en las á pesar de su frivolidad, es muy útil en las compañías
mejores sociedades de los países que recorren. En pri­ variadas y en la mesa, sobre todo en ia carrera que si­
mer lugar tienen aquella vergüenza malentendida que gues, porque sirve para eludir ciertos asuntos serios
les distingue generalmente; en segundo no hablan las que podrían ocasionar disputas, ó á lo menos resfrio,
lenguas estranjeras ó bien lo hacen á lo bárbaro. Tú por algún tiempo. En semejantes ocasiones no es malo
cuentas con todas las ventajas que faltan á ellos, sabes entender un poco de cocina, v hallarse en estado do
perfectamente los idiomas, y por donde quiera que has disertar sobre el condimento de los guisos y la fragan­
viajado has sido siempre introducido en las mejores so­ cia de los vinos. Tales materias son en verdad muy
ciedades, de modo que debes ser un Europeo. Tu lien- ínfimas, pero ocurren con frecuencia y por 4o mismo
so es sólido y fuerte y tu dibujo bueno ; pero acuérdate debe uno hallarse en estado de hablar sobre ellas con
que te falta el bello colorido del Ticiano y las pince­ cierto grado de gracia y do inteligencia. Estoy seguro
ladas finas y llenas de gracia de Guido. Cada compa­ de que tales malcrías se han de presentar á menudo
ñía tiene un aire particular, un talante, unas maneras en tu camino; y asi te encargo que ias veas con un poco
y una fraseología que solo so adquieren á fuerza de de cuidado. También hay cierto lenguaje de conversa­
práctica y atendiendo á lo que pasa en cada una de ción, cierto estilo de moda, que todo hombre distin­
ellas. Cuando comas ó cenes en casa de un hombre dis­ guido debe saber sea cual fuere el idioma de que so
tinguido, mira el modo con que desempeña los hono­ sirva. Los Franceses atienden á esto cuidadosamente
res de su mesa según los diferentes convidados , y tienen razón ; su lenguaje, que es fraseológico, se
atiende á los cumplimientos de felicitación ó de pésa­ presta mucho á esta dicción.
me que un caballero dirija á sus superiores, á sus igua­ Podría escribir volúmenes en folio sin agotar este
les ó á sus inferiores ; observa su aspecto y el tono de asunto, pero creo que no lo necesitas. Has visto y oido
su voz: todo esto es útil cuando se quiere agradar. El sobre el particular mas de lo suficiente para estar con­
hombre de calidad tiene cierta dicción .«wu» CM*Cte- vencido de la verdad é importancia de lo que te he in­
riza ; no se contentará con decir á un ^vio^cemolo culcado durante tanto tiempo. Cuan felices somos tú y
harían tus compatriotas : deseo á Vd. muchaplacer, ó yo, mi querido hijo, de que para colmar mis deseos
á un hombre que acaba de perder á su hijo : siento solo te faltan esas pinceladas del Ticiano y esas gracias
tan gran desgracia, pronunciando uno ú otro con de Gúido ! Pero por otra parte, cuanta rebaja nó su­
aire indiferente. Dirá en efecto la misma cosa, pero de friría esta dicha si no llegases á adquirirlos ! Me acuer­
un modo mas elegante, menos trivial y con tono apro­ do que siendo de tu edad, aunque no recibí, ni aun
piado á la situación; se dirigirá con ardor, vivacidad con mucho, una educación tan buena como la que tú
y semblante alegre al novio y abrazándolo le dirá : Si has tenido, y que tampoco habla visto tanto mundo co­
Vd. hace justicia á mi ami si ad, juzgará del gozo mo tú, observaba sin embargo, estas pinceladas maes­
que me procura esta ocasión, mejor de lo que yo po­ tras y estas gracias Irresistibles en los demás. Yo mis­
dría espresarlo ect. Se acercará al otro afligido con mo sentía la necesidad de adquirirlas; pero una falsa
pase lento y aspecto grave, y le dirá en voz baja y del vergüenza, fruto de la universidad de Cambridge, po­
modo mas circunspecto: Espero que me liara Vd. la nía trabas á mis esfuerzos, sobre todo, si veía delante
justicia de creer que siento cuanto Vd. siente, y que de mí algunos de mis compatriotas ó concurría con
siempre le acompañaré en sus aflicciones (a). personas que conociese yo particularmente. Esto era
absurdo de mi parte, porque no podía salirme con la
mía sin intentarlo. Ai fin, á fuerza de frecuentar las
mejores sociedades y de imitar á los que veía yo
(a) Esta facilidad de adoptar un semblante apropiado ¿
las ocasiones, es satirizada por Castillejo en estos versos que
pouc en boca de la lisonja :
Cuando veo,
Lo dicho sin entendedlo,
Que con el que lisonjeo
Hago que lo sieuto y creo,
Es bien ir temporizando,
Y con alegre meileo
Salgo Iras éi, y callando
Me regocijo con ello
Otorgo con su deseo;
Dulcemente,
Y lo apruebo;
Y asi por el consiguiente
Sí el so mueve, yo me muevoj
Si le veo triste y mustio,
Y paróme si so para,
Yo me entristezco y angustio
Miróle siempre á la cara
Como quien recibe y siente
Para saber lo que debo
Gran tormento,
De hacer,
De su descontentamiento ;
Lo que le veo querer
Dice, digo, niega, niego
Es la ley por do me guío ;
Quiere, quiero, ruega, ruego
Si él rie yo me rio,
Y en todo con él consiento ect.
Y muestro mucho placer
Sin tencllo, Ir.

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256 CARTAS

estimados de todo el mundo, llegué á formarme me-r » eruditos en hs, sino con el fin de observarla elección
dianamente. • de sus palabras, la armonía de su dicción, su méto-
La semana entrante partiré para Bath con motivo á » do, la distribución de sus discursos, su exordio
una sordera que me comenzó hace cuatro ó cinco me­ » para atraerse el favor y la atención del auditorio,
ses, y que se me asegura desaparecerá bañando á chorro • y sus peroraciones para dar mas fuerza á lo que ya
mi cabeza. Te aseguro que esta sordera ha ejercitado » han dicho, y hacer una impresión decisiva en las
mi paciencia, obligándome á dejar la sociedad cuando, » pasiones. No irá mi pedantismo hasta el punto de
los años no me han dejado mas placeres que ios que • despreciar á los modernos; estudiaré también á
ella procura. Entre tanto, leo y escribo supliendo con • Atterbury, Dryden, Pope y Bolingbroke: leeré cuanto
mis ojos la falta de mis oidos. A Dio?. » sea conducente á mis fines, y no cesaré de purificar
» y refinar mi estilo según los mejores modelos, hasta
• que al fin llegue yo mismo á ser un modelo de elo-
• cuencia, cosa que todo hombre puede conseguir por
• medio de la aplicación. » Si comienzas asi y te
hallas resuelto á observar constantemente estos prin­
cipios, cada sociedad á que vayas, ó cada libro que leas,
Loxdres, 26 de Setiembre de 1752. contribuirán á tus progresos mostrándote lo que debes
imitar ó lo que debes huir ¿ Tienes por ventura que
Mi querido amigo. referir alguna cosa en la sociedad Tratas de persua­
dir á algún hombre ó muger? estos principios fijos en
Como tú ocupas, ó por mejor decir, monopolizas tu espíritu te estimularán á prestar una atención par­
todos mis pensamientos, mi placer aumenta diaria­ ticular á la elección de tus palabras y á la claridad y
mente al ver la perspectiva que se abre delante de ti. armonía de tu dicción. Basta ya por lo que hace
En tu educación me he propuesto dos objetos ; cada día al parlamento y vamos ahora á los negocios estrao-
te veo mas cerca de alcanzarlos, y tengo muy poco jeros.
motivo para no esperar que correspondas á ellos com­ Establece desde luego estos principios que son abso*
pletamente: me refiero á los negocios estranjeros, y á I uta mente necesarios para conducir una negociación
los del parlamento. En consecuencia, he tratado de con destreza y provecho, y fórmate con arreglo á ellos.
procurarte ante todo una base sólida de conocimien­ ¿ Cuales son ? primero, tener conocimientos claros y
tos, y en seguida una temprana práctica del mundo. seguros en todas las transacciones de! mismo género.
En tu patria nadie puede hacer papel sin brillar en el Ya posees este saber y lo estenderás mas todos los dias,
parlamento, y esto solo se consigue por medio de la porque en consecuencia de este principio leerás la his­
elocuencia, á menos que no sea aquel miserable papel toria, las memorias, las anécdotas, ect.; los otros talen­
que desempeñan los que dan su voto en silencio, y que tos indispensables para las negociaciones son, el arte
se contentan pedibus iré in sententiam. Los negocios de agradar, ganar el corazón y la confianza, no solo de
estranjeros, cuando se discuten con destreza y se aquellos con quienes marches de acuerdo, sino aun de
apoyan en una reputación parlamentaria, conducen á aquellos que es necesario contrarrestar; ocultar tus
todo lo que hay de mas considerable en este país. Tu pensamientos y tus miras, y descubrir los de los otros;
conoces los idiomas necesarios á este objeto, y ganar la confianza con una franqueza aparente (a), y
posees un fondo suficiente de conocimientos sobre un aire abierto y sereno, sin dar un paso mas lejos;
historia y tratados, es decir, que tienes la materia concillarte el favor personal del rey, del principe, de
pronta: solo te falta la manera. Una vez fijos estos los ministros ó de la favorita absoluta de la córte á
objetos, te recomiendo que los tengas incesantemente que fueres enviado; dominar tu carácter y tus adema­
en el pensamiento, y que dirijas 4 ellos tus lecturas, nes, de modo que la cólera no te haga decir, ó tu fiso­
tus acciones y tus palabras. La mayor parte de los hom­ nomía revelar, lo que debe permanecer secreto;
bres piensan solamente ex re nald, y pocos ex pro- familiarizarte y adquirir confianza en las mejores
fesso. Deseo que tú hagas uño y otro, pero comienza casas del lugar, de modo que seas recibido en ellas
por lo último. Me esplicaré*: estele ce ciertas principios mas bien como amigo que como estranjero. Si tienes
y obra y razona con arreglo á ellos^ jior ejemplo: estos principios constantemente en la cabeza, todo
supongo que te dices á ti mismo: « Quiero figurar en aquello que hicieres ó dijeres, tenderá de un modo ó
» el parlamento y para conseguirlo no solo es necesa- de otro á este objeto, y la conversación es el camino
* rio que hable, 6ino que bable muy bien: si solo que te llevará á alcanzarlo. Es necesario que adquieras
» hablo como hombre Sensato, no basta; es necesario
» que hable correctaméhte, con elegancia y aun con
» elocuencia. Para alcanzar este objeto debo tomarme
» el trabajo de adquirir por hábito y sin afectación ta
• pureza, la exactitud y la elocuencia del estilo en la (a} Cuando la Zorra, del poema de Casti, que ocupaba el
» conversación ordinaria; debo buscar las mejores ministerio en el reino bruto, manda al Perro de agua 4 una
» espreslones y desechar las impropias que no tienen misión diplomática, después de darle secretas instrucciones
» bastante fuerza y que son vulgares. Leeré los mejo- le dice:
» res modelos de la oratoria antiguos y modernos, y Es no lo niego, el paso algo escabroso,
» los leeré alternativamente. Volveré á estudiar á De- Y' delicada ia incumbencia y critica ;
» móstenes, y á Cicerón, no ptya descubrir cual fue Mas sobre tu destreza yo reposo ;
» tal y tal costumbre de Atenas y de Roma, ni para De dos negociadores en política
» atormentar mi espíritu para conocer el valor de los ■ Vence, lo sabes bien, quien con mas maña
» talentos, dracmas y sestercios, como los necios ¡ Y ficta-ingenuidad al otro engaña Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 257

la costumbre de reprimir los movimientos de la cólera;


es necesario que estés alerta contra toda espresion in­
discreta ; es necesario que sepas dominar tu semblante
de modo que no cambie á cada accidente imprevisto,
y sobre todo, debes tratar de adquirir aquel grande
arte de agradar, sin el cual todo lo demas no produ­ Londres, 29 de Setiembre de 1 "52.
ciría ningún efecto. La sociedad no es mas que una
negociación permanente, y si la consideras bajo este
aspecto, encontrarás en ella el secreto de cualquiera Mi querido amigo.
otra transacción. Por los mismos medios que adquieres Nada es mas necesario y al mismo tiempo mas difi­
un amigo, que te guardas de un enemigo ó que ganas cultoso para los jóvenes, lo sépur esperiencia, que el
el .afecto de algún coraron, harás un tratado venta­ saberse conducir con las personas que ellos no aman.
joso, confundirás á los que te contrarrestaren y gana­ Sus pasiones son vivas, sus cabezas ligeras : odian á to­
rás el favor de la corle á que fueres enviado. Manéjate dos ios que se oponen á sus miras por ambición ó por
de este modo en todas las compañías que frecuentares, amor; y rival en uno y otro caso es casi sinónimo de
y tus mismos placeres harán de ti un negociador con­ enemigo. Si fulano sigue el mismo camino que tú, te
sumado. Agrada á todos aquellos que son dignos de mostrarás frío y violento cuando menos, las mas veces
agradar; guarda tu secreto y trata de descubrir el de acerbo y siempre deseoso de darle indirectamente una
los demás; conserva tu sangre fría y procura encender manotada. Esto es fuera de razón, visto que todo hom­
diestramente la de los otros; desconcierta los proyec­ bre tiene el mismo derecho que cualquiera otro para
tos de tus rivales con diligencia y destreza, pero al solicitar un empleo ó la conquista de algún corazón :
mismo tiempo muéstrales la mayor cortesía y man­ pero ademas, es en estremo imprudente, porque las
tente firme sin cólera. Los famosos negociadores Avaux mas veces frustra tu Intento, y mientras la lucha, que
y Servien, no se condujeron de otro modo, en prueba absorbe tu alma, llega un tercero que se lleva ia presa.
de lo cual quiero hacerte una observación y es, que los Convengo en que la situación es irritante : un hombre
negociadores mas eminentes han sido siempre los hom­ no puede dejar de pensar como piensa, de sentir como
bres mas corteses y urbanos. siente, y es cosa muy cosquillosa y delicada ver los
Por el amor de Dios, no pierdas nunca de vístaoslos proyectos de uno en la córte ó en solicitud de algún
puntos importantes; sujeta á ellos todas las cosas y
calcula para sus intentos todas las cosas. Lo que hay
de particular en esto es, que para practicarlo no se re­
quiere mas que aquello mismo que la vanidad, el in­
teres y el placer nos sugerirían independientemente de
Me refiero á M. Stanhope que por una carta suya de 26 do
estos objetos. Si un hombre no debiese manejar nunca
Setiembre, escrita en Hanover, que acabo de recibir, me
los negocios, y que solo pensase en la vida privada informa de que hacia sus preparativos para irá saludaros
¿ dejaría por eso de alimentar el deseo de agradar y de en Bruselas. La amistad que me profesáis me es muy cono­
persuadir? Por consiguiente, en los dos puntos de cida, y no necesito nuevas pruebas de ella ; por lo tanto,
que hemos tratado, y que tienes que llenar, tu fortuna insisto muy seriamente, que sea cual fuere lo que vuestra
conspira felizmente con tu vanidad y tus placeres ¡ y amistad para conmigo, ó vuestra atención para con él os
aun mas, porque yo sostengo que un ministro en el sugeriría hacer en este caso, que no lo alojéis en vuestra
extranjero no puede ser nunca hombre consumado en casa. Bien puede ir á comer y cenar en ella tantas veces co­
los negocios, si al mismo tiempo no es hombre de pla­ mo queráis, pero cierta y positivamente, no mas tiempo.
cer. La mitad de su obra queda hecha con la ayuda de Un jóven de veinte años que gusta de las diversiones es un
sus placeres; consigue, quizá mejor, sus miras, sin mueble muy incómodo en una familia regular. En fin, en
crear sospechas, en los bailes, las cenas, las reuniones un mol comme en mille, y fuera de Joda ceremonia, no
y las correrías de diversión, por sus tramas con las quiero verlo alojado en vuestra casa. Eu cuanto ¿ lo demas
mugeres y las conexiones que insensiblemente forma lo pongo enteramente en vuestras manos. Introducidlo en
con los hombres en aquellas horas de entretenimiento las mejores compañías. Os ruego lo pongáis al corriente dei
y de abandono. negocio do límites, y del arancel, que no son de una
nalureleza sccrMa, é informadme franca y verazmente cómo
Estos objetos se hallan actualmente tan cerca de ti,
lo encontráis. Son su aire, su destreza y sus maneras mejores
que no debes perder un solo momento para alcanzar­ de lo que eran la última vez que lo visteis ? (*) Os reco­
los. Entrarás en el parlamento tan pronto como tuvie­ miendo lo reprendáis seriotae&fe si no lo encontrareis ade­
res ios años requeridos; y aun creo que obtendrás lantado.
antes un departamento estranjero, jamás concedido
hasta ahora á ningún joven de tu edad. Si comienzas
hiena los veinte y un años ¿ qué cosa no podrás llegar
á ser á los cuarenta? Todo cuanto yo podría desearte !
A Dios (a/. (a} V cutis preguntas N. Dairullca contestólo siguiente :
Creo que M. Slanhope ha mejorado bastante en su aire y maneras.
Con lodo, debo confesar que cnando uno piensa en el gran modelo ano
nitura luiente debe servirle do imitación, encuentra estrado que no na­
va adquirido todavía mayor perfección rn aquel arle encantador quo
ninguno ha llegado á poseer en el grado que vuestra Señoría. Esh.
falta negativa de mi amigo no procede de torpeza b de vergüenza mil
(o) El autor á M. Pairóles. ent ndida, ni se manifestó en lo mas mínimo embarazado coalas seño­
ras que merendaron el martes pasado en mi casa ; pero creo que alentó
Antes que osle paquete llegue á vuestras manos, habréis Animalmente una ind ferencia por al bello seso, y no se asmara la,
probablemente recibido otro redondito que me pertenece. j Listante para hacerse grato.

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258 CARTAS

afecto, cruzados por un competidor; pero la prudencia Los diputados se sonrieron; el Abate, lisonjeado con
y la habilidad deben contener los efectos aunque no mi cumplimiento y déla manera con que lo hice,per­
puedan remover la causa. Los dos pretendientes dis­ maneció cerca de un cuarto de hora y salió dejándome
gustan el corazón que quieren cautivar cuando turban continuar mi negocio con los diputados. Dije á estos
la compañía con su mal humor; á la vez que si uno de bajo el mismo tono, aunque de uua manera muy seria,
ellos tiene bastante Imperio sobre si para mostrarse que yo había venido simplemente á representarles sus
cortés y risueño, fácil y sin afectación respecto del otro, verdaderos intereses, siu el arte que mi enemigo no
como si no hubiese entre ellos ninguna especie de riva­ podía menos de haber empleado para atraerlos á sq
lidad, la dama lo amará de preferencia, y su rival será partido. Conseguí el punto, y continué bajo el mismo
diez veces humillado y desalentado: mirará esta con­ pié con el Abate, de modo que por esta comunicación
ducta como una prueba del triunfo y de la seguridad en lugares neutros, tuve frecuentes oportunidades para
de su rival; dirigirá su mal humor contra la dama, y descubrir sus designios (ah
sus quejas, agrias y virulentas, producirán entre ellos Acuérdate que solo hay dos maneras de conducirse
una querella (a). Lo mismo sucede en los negocios : compatibles con el honor y habilidad de un caballero:
aquel que mejor sabe dominar su humor y su sem­ ó una cortesía estremada ó una guerra abierta. Si un
blante, tendrá siempre una infinita ventaja sobre el hombre te infiere una afrenta grosera y te insulta de
otro. Los Franceses llaman procéde honnfteel galante propósito, véngate ; pero si solo te daña, la mejor ven­
al empeño que uno toma para mostrarse sumamente ganza es mostrarle una estremada cortesía (ñ), aunque
civil con un hombre que otras almas pequeñas mira­ ai mismo tiempo estorbes sus proyectos y le pagues con
rían con aversión ó tratarían quizá brutalmente en igual usura. En esto no hay perfidia ni disimulación. El caso
caso. Quiero ponerte un ejemplo que me toca de cerea, seria diferente si asegurases á este hombre que lo apre­
y te encargo que lo tengas presente cuando te hallares, cias ó le hicieses ofertas amistosas, conducta que no
como espero, en igual situación. solo condeno, sino que detesto. Todos ios actos corte­
En 1744 fui enviado á la Haya, con el objeto de in­ ses no son, por consentimiento universal, sino una
ducir á los Holandeses á que tomasen parte en la guerra conformidad con la costumbre, para el reposo y et
y estipular el número de tropas ect. con que debían bien estar déla sociedad, cuyos placeres no deben des­
contribuir. Tu conocido el abate De la Ville se hallaba truirse con los disgustos y celos particulares. Por lo
allí, por parte de Francia, encargado de impedir el que á mi toca, aunque no querría, por consideración
rompimiento de la neutralidad de aquellos Estados; y de ninguna especie, ceder punto alguno á un competi­
habiéndome yo informado de qué clase de sugeto era, dor, tomaría á pechos mostrarle mas cortesía que á
supe con gran pesadumbre que tenia que habérmelas ningún otro. Esta conducta no solo pone infaliblemen­
con un negociador hábil, muy prudente y muy sagaz. te de tu parte á todos los amigos de reír, que forman
No podíamos visitamos porque nuestros dos soberanos un partido considerable, sino que ademas agrada á los
estaban en guerra ; pero la primera vez que lo encon­ que tratas de ganar, hombres ó mugeres, que en tales
tré en lugar neutro, supliqué á uno de mis conocidos
que me presentase á él, y le dije que, aunque fuésemos
enemigos nacionales, me lisonjeaba sin embargo, de
que podríamos ser amigos personales, con mil otros
agasajos á que correspondió cortesmente. Dos dias (a) El conde de Chesterfield fué un diplomático de los
después, alsalirtemprano en solicitud de los diputados mas hábiles ; las negociaciones que le conGó su corte las
de Amstcrdam, encontré al Abate que me había cogido llevó á cabo con la mayor felicidad. La Revista de Amóos
la delantera, y contal motivo me dirigí á los diputados, mundos de París dice con tal motivo : Dans la diplomatie
Lord Chesterfield a excellé, et n’est pas saos rapports avec le
diciéndoles en tono risueño : Je suis bienfáché, mes-
mal Ir e, M. de Talleyrand. Parfaitemeut graiid seigneur
sieurs, de trouver mon ennemi avec vous ;je te con- comme ce deruier, il ne se pressait ja mais, écoulait, alten-
nais déjd assezpaur le craindre : topaftie n’est pos dait, méprisait les passions vives eu tendres...................... Au bas
égale, mais jeme fie á vospropres inléréls contre les d’une des lettres de Chesterfield on trouvece conseil donná
talents de mon ennemi, et au moins, si je n'ai pas á un diplómate, M. Dairolles, son ami intime : • Pas de vi-
eu le premier mot,faurai le demier aujourxThui (d). vacilé» Temper ! • C’est le motdc M. de Talleyrand i ses
éléves : Surloul pas de z¿le ! Ces deux grands seigneurs,
qui méprisaient tant les bommes (et les femmes uu pea
davantage), qui aimaient tant les suecas, ont été peut-élre,
dans les temps modernas, les plus hábiles alchimisles de la
(а) Gardez-vous da soup^on qa’un jaloux fait parattre ; quintessence diploinatique. En fait de diplomatie Chesler-
Toul le fruit qu’on en tire est ¿e se metlre mal; field n’a pas été dépassé.... II prodiguait les petites gráeos,
El d’avancer par la les dessinsd’un rival. la flalterie, la séductiou, ce qu’il appe*lait le galbanumixl.
Au mérite souvent de l’éclat qui vous blesse,
Vos soupfons fontouvrir les yeux d’une mailresse, (b) Si por desdicha, Fabio, ó contingencia,
Elj ’en a ais tel qui doit le destín le plus doux Que á pocos perdonó aquesta dolencia,
Aux soios trop inquieta de son rival jaloux. Tuvieses enemigo declarado,
Guárdale de él, y ten mucho cuidado.
(Holiére.) De alabar sus acciones, aunque veas
(б) Señores : siento mucho encontrar entre vosotros á mi Que otros las abominau por ser feas ;
enemigo que conozco ya bastante para temerlo; la desventaja Pues su mayor castigo
está por mi parle, pero confio cu vuestros propios intereses Será verse alabar de su enemigo,
coutra los talentos de mi enemigo, y si no he obtenido hoy Y es opinión desábios
la primera palabra, espero sin embargo, que me concede- Portarse dando gracias por agravios.
leis la ultima. (Cubillo dk Arago.x J

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DE LORD CHESTERFIELD 959

circunstancias no dejarán do decir, quo se ven obliga­


dos á confesar que te has manejado muy bien en todo
el negocio. El mundo juzga por la apariencia y no por
la realidad de las cosas; pocos son capaces de sondear
la verdad y mas pocos aun los inclinados á hacerlo. Un
hombre que siempre traía de contar con la rarnn en Londres, 4 do Octubre de 1752.
las cosas pequeñas, puede permitirse á veces una poca
de sinrazón en las grandes, y las gentes tendrán cierta
inclinación, cierto deseo, de escnsarle. Nueve entre Mi querido amigo.
diez personas toman la cortesía por buena índole y las
Te considero actualmente en esa como én la córte de
atenciones por buenos oficios. En las córtes siempre
Augusto, donde, si has abrigado alguna vez el deseo
hay frialdad, aversiones, celos y ódio. La cosecha es
de agradar, debes poner en obra los medios de conse­
poca en comparación al número de los trabajadores ;
guirlo. Me atrevo á decir que verás en ella lo que Hora­
pero como estas pasiones brotan á menudo, mueren
cio vela en Roma : de qué modo se defienden los im­
pronto, á menos que no se perpetúen por la manera
perios con las armas, se embellecen con las artes y se
con que han sido desahogadas, mas quo por el asunto
mejoran con las leyes. No solo bailarás ahí un Hora­
que las hizo nacer. Las variaciones y las vicisitudes de
cio, sino también un Augusto. No tengo necesidad de
las córtes cámbian los amigos en enemigos y los ene­
nombrarte á Voltalre, qui nihil molitur inepte (a), co­
migos en amigos ; es pues necesario qne trates de ad­
mo el mismo Horacio dijo do otro poeta. He leído últi­
quirir el raro y gran talento de odiar con cortesía, y de
amar con prudencia; de no tener ninguna querella
Irreconciliable; de no mostrar síntomas de cólera Inú­
tiles y ridiculos, y de cuidar que ningún amigo pueda
serte peligroso en caso de rompimiento, por haberle mo procuraría ver al muchacho colocado tan ventajosamente
hecho confianzas indiscretas y aventuradas. al comenzar una profesión para la cual lo había yo desliüQ-
Pocas son las gentes, sobre todo entre los jóvenes, do y educado. En este estado se baila el negocio, y no espero
que sepan como deben amar ó aborrecer; su amor es saber mas basta el regreso del duque de Newcastle á Ingla­
'una debilidad ilimitada, fatalá la persona que aman, terra, en donde me figuro hablará él mismo sobre el parti­
y su ódio una violencia impetuosa y temerá ría que cular á Lord Holderness. Si la cosa se logra, me procurará
siempre les es funesta. Diez y nueve entre veinte pa­ mas placer, en mi actual situación, que ninguna otra, por­
dres y todas las madres que te hubiesen amado la mi­ que esto seria labrar de un golpe la fortuna del muchacho.
tad de lo que yo, te habrían perdido ; á la vez que mi Si no se logra, no dudo, por la muy amistosa manera con
objeto ha sido siempre hacerte sentir el peso de mt au­ que ha obrado el duque de Newcastle, quo con el tiempo
toridad, con el fin de que conozcas algún dia el esceso pensará en algún otro destino para él, aunque ninguno seria
de mi ternura. Ahora espero y creo que mis consejos ni la mitad tan bueno como el de Venecia. Por lo tanto, si
se os hablare de este destino, haced cuanto podáis para que
tendrán espontáneamente sobre tí el mismo peso que
se le confiera, du reste, no he hablado una sola palabra de
por precisión tuvo mi autoridad^ Mi juicio tiene justa­ ello á la parle interesada, y os ruego que tampoco lo ba­
mente treinta y ocho años mas que el tuyo, y por con­ gáis, porque á su edad, una cosa de esta especie, simple­
secuencia, creo que pensarás que puede valer mas. mente mencionada, es vista como hecha, y él mas particular­
Por lo que hace á las pasiones suaves, manéjalas tú mente la con8Íderia ast, pues ya so alaba do la bondad con
mismo ; pero déjame á mí la dirección de las otras. Tu 3ue lo trató el duque de Newcastle en Hanover. Si él no se
ambición, tu representación y tu fortuna, estarán, á lo ¡vierte en Bruselas tanto como era de esperar de la repu­
menos por algún tiempo, mas á salvo bajo mis auspi­ tación de esa ciudad, tendrá mas tiempo para informarse
cios qoe á tu discreción. A Dios (a). de las muchas cosas que debe saber relativas á Flandcs. Os
vivo tan reconocido de vuestra intención de alojarlo en vuestra
casa, como si en efecto lo estuviese en ella; pero seriamente
vuelvo á insistir en que no sea vuestro huésped. Cuando
venga á Londres tampoco 1o «Iojaré en mi casa, aunque
haya en ella habitaciones estensas : la juventud y la anima­
(a) Noviembre. El autor á M. Dairolles. ción nunca se entienden bien, bajo el mismo techo, con los
En este momento recibo vuestra carta del 47. Si no sois años y la gravedad. No vayais á pensar por esto que os con­
parcial en lo queme pertenece espero, por vuestra relación, sidero como viejo; Dios me libre 1 pero vos mismo conven­
que ese jóven lia mejorado en su aire y sus maneras, delocual dréis en que teneis algunos años mas y sois mas grave que
tenia indudablemente grao necesidad. Como veo que pronto un muchacho que á peqps toca á los ven ti uno.
esperáis en Bruselas al duque de Newcastle, quiero poneros
(o) No obstante estos elogios ilimitados, encontramos la
i! corriente del negocio de que os hablé en una de mis ante­
siguiente censura que el autor hace de Voltaire en una carta
riores, para que sí Su Señoría os dice algo sobre el particu­
dirijida á M. deCrebillon :
lar, tratéis, como no lo dudo, de ayudarnos en lo posible.
Cuando vuestro amiguito fué á Hanover, le di una carta .... Voltaire m’arécité plusieurs tirados de son Mahomet\
para el duque de Newcastle, recomendándolo en general, i’y ai trouvé de trés beaux vers et quelques pensóos plus
á su favor y protección, y solo insinué de paso algún destino brillantes que justes..............II n’est pas le premier auteur
en clcstranjero en tempe el lien. El duque contestó mi carta qu’une imaginaron vivo ail élevé au-dessus de la raison et
de la manera mas bondadosa, y me señaló el puesto de Ve- déla justesse ; mais ce que je ne lui pardonne pas, etco
necia cventualmente y en caso que el secretario de relaciones 3ui n’est pas pardonnable, c’est tous les mouvements qu’il se
estertores, Lord Holderness, no se bailase comprometido. onne pour la propagation d’une doctrine aussi pemicieuse
Volví á escribirle sin retardo agradeciéndolo aquella señal h lasociété civilc, que contraire 4 la religión genérale <lc tous
de su amistad, y manifestándole la infiuila satisfacción que Jes paya. Tr.

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2G0 CARTAS

mámenle todas las obras que ha publicado, aunque ya Nunca lie leído las Lusiadas de Camotas sino tra­
las había leído mas de una vez. Su Siglo de Luis XIV ducidas en prosa; por consiguiente, puedo decir que
me indujo á recorrer de nuevo sus otras producciones, no las he leído ; pero la Enriada no encierra mas que
y habiéndolas examinado con mas atención que antes, buen sentido desde el principio hasta el fin; está ador­
no puedo menos de confesar que mi admiración ha nada de las mas justas y brillantes reflexiones, de las
cambiado en asombro; no hay género de escrito en descripciones mas bellas, de las Imágenes y délos sen­
que Voltaire no sobresalga. Tu eres un clásico tan seve­ timientos mas nobles y sublimes, sin que entre en
ro, que dudo me permitas llamar á su Enriada un cuenta la armonía de los versos, en que Voltaire es
poema épico, porque carece de cierto número de dei­ superior á todos los demas poetas franceses. Si insistes
dades, diablos, encantadores y otros absurdos reque­ en una escepcion en favor de Racine,yo persisto por
ridos, según la opinión común, para formar la epopeya. mi parte en que á lo menos lo iguala. ¿Qué beroe in­
Pero seas ó no de esta opinión, te declaro, aunque teresó nunca mas que Enrique IV, que, según las re­
quizá con descrédito mío, que nunca he leído ningún glas de la poesía épica, emprende una grande y larga
poema épico con mas placer. Ya soy viejo y quizá he acción y triunfa al fin ? j Qué descripción ha escitado
perdido mucho de aquel fuego que antes me gustaba en í nunca mas horror que la del degüello det dia de San
los otros, aunque acompañado de humo ; ahora nece­ í Bartolomé y después la del hambre de París ? ¿ Ha sido
sito puro buen sentido, y no puedo perdonar mil versos > pintado el amor alguna vez con mas verdad y morbi-
absurdos por cinco que merezcan ser leídos. j dezza que en el noveno libro ? Virgilio mismo no lo
Con tal disposición de alma, juzga si podré leer á > hace mejor, á mi modo de ver, en su libro cuarto. En
Homero de un tirón. Admiro sus bellezas, pero hablán­ { definitiva, con todo tu rigor clásieo, si supones que
dote la verdad, cuando él suena yo duermo. Condeso J San Luis es una divinidad, un .diablo 6 un encantador,
que Virgilio es todo buen sentido, y por lo tanto, gusto í y que aparece, no en sueños sino en persona, la Enria-
mas de él que de su modelo; pero á veces es lánguido, j da será siempre un poema épico según las leyes mas
especialmente en sus cinco últimos libros, durante los i estrictas de la epopeya; pero delante de mi tribunal
cuales me veo obligado á tomar mucho rapé. Por otra j equitativo t la Enriada tal cual existe es un poema.
parte, soy partidario de Turno contra el piadoso Eneas Podría estenderme mas sobre todos los escritos do
que, como muchos otros que se titulan piadosos, come­ Voltaire si no temiese traspasar los límites de una

I
te violencias é injusticias enormes para ejecutar lo que carta, y entrar en los de una disertación. Que preciosa
Impudentemente llaman voluntad del cielo. ¿Peroqué es su historia del rey de Suecia 1 de esa bestia salvaga
dirás cuando te declare francamente que no he tenido del norte, porque no puedo llamarle hombre. Sentiría
valor para leer de principio á íln á nuestro compatriota yo que pasase á la posteridad como héroe, por respeto
Milton ? Confieso que contiene los pasages mas subli­ á aquellos que merecen tal nombre, como Julio Cesar,
mes, y algunos prodigiosos rayos de luz ; pero debes > Tito, Trajano y el actual rey de Prusia, que cultivaron
confesar, que este resplandor se ofusca muchas veces y fomentaron las artes y las ciencias, unieron á su
en tinieblas visibles (darkncss visible) usando de su ! valor personal los tiernos y sociables sentimientos de
propia espresion. Ademas, no teniendo el honor de i la humanidad, y tuvieron mas placer en civilizar que
conocer á ninguno de los personajes .de su poema, es­ > en destruir á sus semejantes.
coplo al Hombre y á la Muger, los caracteres y los dis­ ; M. de Maupertuis, con quien espero te relacionarás,
cursos de una ó dos docenas de ángeles y de diablos, i posee cualidades que rara vez se ven unidas; es flló-
están tan fuera de mi alcance como de mi gusto. Guar­ ' sofo, matemático y sin embargo civil y amable. Por lo
da este secreto, porque si se supiese sería yo apedreado i que hace á Algarotti es un tierno vástago de Fonte-
por los pedantes sin gusto y los robustos teólogos de ’ nclle.
Inglaterra. j Buenas noches, mi amado hijo; voy ¿ acostarme
Cuanto hnva yo dicho contra estos tres poemas, puede í j ustamente á la hora en que supongo que tú comienzas
aplicarse con mayor razón á la Jerusalen del Tasso ; ; á vivir en Berlín (a).
cierto es que su poesía despido rayos brillantes ; pero
son únicamente meteoros que deslumbran y desapa­
recen para dejar lugar á pensamientos falsos, concep­
tos pobres y acciones absurdas, como lo atestigua el
pez y el papagayo ; cslravagancias indignas de un poe­ Do faux brillante, trop de magie
ma heroico que habrían convenido mucho mejora Mettcnt le Tasse un eran plus bas,
Ariustoque profesa la doglioncria. (a). Mais que ne tolére-t-on pas
Pour Armide el pour Herminio ?

1 .. Milton, plus sublime qu’eux toas,


A des beautés moins agrdables;
11 semble chanter pour les fous,
(o) Los famosos poemas de que ha hablado el autor son
Pour les anges et pour les diablea.
Asi estimados por el mismo Voltaire en estos versos :
Plcin de beautés el de défauts AprbsMillón, aprbsleTasse,
Levicil Hombre a mon estime; Parler de moi serait trop fort;
II est, commctous ses Héros, Et j’attendrai queje sois morí,
Babillard outré, mais sublime. Pourapprendrc quelle est ma place. Tr.
Virgile orne mieux la raison;
A plus d’arl, autant d’harnionie ; í (a) Octubre 30. El autor á M. DairoHes.
Alais i! s’épuise avee Didon i Estoy segurísimo de que os halláis mas afectado que yo
Et rale á la íin Lavinic. t mismo por el accidente acontecido enírevos y el marques do

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DE LORD CHESTERFIELD 2G1

consideran suficientemente este eran punto de popu­


laridad, y cuando envejecen y adquieren experiencia,
hacen esfuerzos, pero en vano, para recobrar lo que
perdieron por su descuido. Tres causas principales son
las que se oponen á la adquisición de esta útil fuerza:
el orgullo, la falta de atención, y la falsa vergüenza.
Londres, i! de Noviembre de 1752. No quiero ni es posible sospechar que tengas orgullo,
porque sería hacer muy poco favor á tu entendimiento.
hll QUERIDO AMIGO. No hay razón para que te consideres superior por
naturaleza al Saboxardu que asea tu cuarto ó ai lacayo
que te limpia los zapatos; pero debes regocijarte, y
Es máxima muy nntigua y verdadera que los monar­ con razón, por la diferencia con que te ha protegido
cas que gobiernan con mas seguridad y absolutismo, la fortuna. Goza de todas estas ventajas pero sin
son aquellos que reinan en el corazón de sus súbditos. Insultar á aquellos desgraciados que carecen de ellas,
Su popularidad es una custodia mejor que la de sus ni hacer, sin necesidad, cosa alguna que pueda recor­
ejércitos, y la buena voluntad de sus vasallos un rehén darles su inferior situación. Por mi parte, estudio mas
de su obediencia mas eficaz que sus temores. Esta mi conducta con los criados y otros que se llaman mis
regla es en proporción, aunque en diferente escala, inferiores, que con mis iguales, por temor de que se
encísmente aplicable á las personas privadas. El sospeche en mi el bajo intento de hacer sentir la desi­
hombre que posee el grande arte de agradar y de ganar gualdad que la fortuna me ha dispensado, tal vez sin
el afecto de aquellos que lo tratan, posee una fuerza
merecimiento. Los jóvenes no so ocupan bastantc’dc
que ninguna otra cosa puede darle; una fuerza que
esto, antes bien se imaginan erróneamente que el tono
facilita y proteje su elevación, y que en caso de acci­
brusco é imperativo es una señal de talento y de valor.
dente suaviza su calda. Pocas personas de tus años
La falla do atención se ponsidera siempre, aunque á
veces injustamente, como hija del orgullo y del menos­
precio, y cuando se juzga asi, no se perdona. Los jóve­
nes son muy reprensibles en este articulo y ofenden
Bolla, relativamente A nuestro amigaito ('). Mi grande in­ en cstremo. Dirigen únicamente su atención á sus
quietad proviene de los resultados que posiblemente podáis amistades particulares ó a ciertos objetos brillantes y
temer respecto de esa corte tan formal; si no temeis esto, no exaltados por categoría, hermosura ó saber; consideran
hay daño ninguno. Os condujisteis en todo el negocio con al resto de sus semejantes como indignos de sus cui­
toda la prudencia de un hombre, mucho menos irascible de dados y no usan con ellos las atenciones mas comunes.
lo que naturalmente sois, especialmente tratándose de vues­ Francamente te confieso que esta fue una de mis
tros amigos. Por lo que toca al muchacho, todos los que se mayores faltas cuando tenía tu edad. Muy atento á
encuentran en situación semejante, deben esperar á veces complacer al corto círculo en que estaba como encan­
lances desagradables de esta especie, y yo me he aprove­ tado, consideraba á todo el resto como gente vulgar
chado de este incidente en la carta que le escribo (’* *), para é indigna de las atenciones comunes. Uacia yo la córte
manifestarle cuan necesario le es contrabalancear esta des­ asiduamente y con bastante destreza á las personas
ventaja con un mérito y unos conocimientos superiores. Él mas distinguidas, como ministros, sabios, bellezas,
me ha pedido que le permita ir otra vez á París, á lo cual ect.; pero descuidaba á todos los demas, y por consi­
be accedido gustosamente, visto que tiene allí entrada en guiente, los ofendía. Este necio procedimiento me
fas mejores compañías, y que Lord Albermarle lo emplea en
creó mil enemigos en ambos sexos; y aunque los
la correspondencia mas secreta. Este iucidente aumenta
creía muy insignificantes hallaron no obstante, medio
■mi mis deseos de que se verifique la colocación que para él
propuso el duque do Newcastle, lo cual, unido á su entrada
para hacerme mucho daño cuando tenía mas necesidad
en el parlamento próximo, pondrá un fin á todas estas de recomendaciones (a). Se me tenía por vano y orgu­
discusiones. lloso cuando en realidad solo era imprudente. Una
cortesía general con las mugeres feas y los hombres
medianos á quienes veia con desprecio, me habría pro­
curado tantos amigos cuantos enemigos me atrajo la
conducta contraria. Pude haber hecho todo esto sin el
0 Paraca que M. Stanhop*, habiendo venido h Bruselas, y sido menor perjuicio á mis miras particulares sobre las
PTesenlado «1 Principo Carlos de Lorena, representante del Empera­
personas que robaban toda mi atención, y aun habría
dor, faé hecha en consecuencia una violenta oposición por el
■úústro imperial, marques de Botta « El marques, dice M. Dei rolle», conseguido mis intentos con mayor facilidad. Convengo
« om atacó de un modo que yo no eeprraba, sobre L irregularidad de en que es tarea algo desagradable la de pagar sin vo­
■ ai conducta, presentando ó su Alteas Real, hermano del EmperadW, luntad este tributo de atención á hombres estúpidos ó
• persona del nacimiento de M. Stanhopo; en virtud de te
• cual lo habia invitado h comer en su mesa en una ocasión de las fastidiosos, ó á mugeres viejas y feas; mas este es el
• mas eolennee».... Yo lo contesté qoe no veis por qué un caballero precio mas bajo á que se compra la popularidad y el
• que había sido bien recibido por los reyes de Sicilia y de Polonia
« qoe habia sido presentado por Lord Albermarle al rey de Francia, y
■ por el ¿oque de Newcastle al rey de Inglaterra, no podía tener del
« mismo modo el honor de ser presentado a) principe Carlos de Lore-
« na. » (Carta h Lord Chesterfield, Octubre 20 de 1752). El resal-
Ldo faé sin embargo, que por una parte el marques de Bolla accedió h
guardar secreto sobre la materia y h no hacer ninguna oposición pública,
7 por la otra M. Dairolke» decidid h M. Slanhope a salir inmediatamente (a) Creer que un enemigo débil no puede perjudicar, cj
de Bruselas. creer que una chispa no puede ocasionar un incendio.

(”) Estacarte, oonao machia otras, no se ha encontrado. Tr. (ARISTOTELES). Tr.

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262 CARTAS

aplauso general (a), objetos dignos de Comprarse aun algunas pulidas damas de gran tono entran de pronto
cuando fuesen mucho mas caros. Concluyo la materia en una habitación y te encuentran hablando cortes-
con el siguiente consejo : procura ganar por medio de mente con la vieja Marquesa de Bellefonds. I-a broma
tus modales á los hombres ó mugeres que puedas ne­ en este caso versaría sobre la circunstancia de estar
cesitar ; halaga á todo el mundo (ó) hasta que no solos. He bien! Con que por fin, logró Vd. decidir á
logres obtener buenas palabras cuando no las volun­ la bella Marquesa! ¿ Quedó ya arreglada la en­
tades, ó al menos hasta asegurarte una neutralidad. trevista en la casita de campo ? La cena, no hay
La vergüenza mal entendida ó el encogimiento no duda, será esquisita. Pero hombre de Dios, cómo no
solo es un obstáculo para formar amistades, sino tam­ escrupuliza Vd. seducir á una persona tan jóven y
bién un motivo para crearse enemigos. Los jóvenes so amable! A esto yo respondería : La entrevista no es­
avergüenzan de hacer las cosas mismas que ellos esti­ taba completamente decidida; Vds. nos interrumpie­
man rectas, y obran de distinto modo por temor á la ron; pero con el tiempo, qué sabemos? Búrlense Vds.
risa pasagera de algún currutaco ó de alguna damisela cuanto quieran de mis amores; solo diré que mi res­
elegante. Yo me he visto en este caso, y deseado mu­ peto á las jóvenes es tan grande, que se estiende á las
chas veces que Barrabas diese al traste con algún obs* viejas por haberlo sido; ademas, las conexiones entre
curo conocido por venir á hablarme cuando me hallaba viejas y jovenes no son raras. Tal respuesta haría que
con gentes que yo consideraba como de gran tono. la chanza tornase en mayor aprecio á tu persona por
Recibía yo sus cumplidos con frialdad y torpeza, y por tu buen sentido y urbanidad. Prosigue constante­
consiguiente, de un modo ofensivo por temor de una mente, sin temor ni encogimiento, todo lo que tu razón
burla momentánea, sin considerar, como debí hacerlo, te diga que es recto y todo lo que veas practicar por
que las mismas gentes que podian haberse hurlado de gentes de mas esperiencia que la tuya.
mi al principio, me habrían después estimado mas si Quizá dirás que aun con todo esto no es posible
me hubiese manejado de otro modo. Un ejemplo espli- agradar á todo el mundo; lo concedo, pero de aquí
cara mejor lo que quiero decir: supongamos que te no se deduce que uno no deba hacer esfuerzos para
pascas en las Tullerias con algunos elegantes, y que agradar á cuantos sea posible; y aun iré mas lejos,
inesperadamente te encuentras con tu antiguo cono­ declarando que no es posible que ningún hombre deje
cido el jorobadito Gríerson ¿Qué harías en este caso ? de tener enemigos; mas una larga esperiencia me
Voy á decírtelo, declarándote lo que yo mismo haría. permite sostener esta verdad : que aquel que tiene
Correría hacia él, lo abrazaría, le diría algunas cosas mas amigos y menos enemigos, es el mas fuerte, se
lisonjeras y volvería á reunlrme con mis compañeros elevará mas alto con menos envidia, y si llega á caer,
quienes me preguntarían inmediatamente : « De qué el golpe será mas suave y al mismo tiempo se le mi­
especie es ese titi que Vd. ha abrazado tan tierna- rará con mayor conmiseración. Este objeto es sin duda
mente ? Buen rato hemos tenido con tan bonito aga­ digno de tu solicitud. Haz esfuerzos para alcanzarlo
sajo , con otras muchas cuchufletas por este estilo. Yo siguiendo las reglas que te he dado. Agregaré otra ob­
contestaría sin avergonzarme en lo inas mínimo, pero servación y un ejemplo para apoyaría y después con­
con tono placentero: no he de sacar á Vds. de la cluiré como dicen los párrocos.
duda; es cierto amiguito mió que tiene su mérito, Son tan cstraños é incomprensibles los cambios y
y que á fuerza de tratarlo hace olvidar su figura, las vicisitudes de los negocios humanos, que no hay
c Qué me darán Vds. si se los presento ? y entonces criatura obscura, baja ó pobre, que no pueda llegar á
con úna poca de mas formalidad agregaría: á mas de ser tarde ó temprano, un amigo útil ó un enemigo mo­
esto, jamás me hago el desconocido con mis antiguas lesto, al mas rico de los hombres. El finado duque de
amistades por su situación ó su figura; seria nece­ Marlborough estudió el arte de agradar porque conocía
sario no tener sentimientos de hombre para obrar de su importancia, y logró poseerlo y disfrutar de sus ven­
otra manera. Esto haría cesar la broma y les haría tajas mas que cualquiera otro hombre. Ganaba cuan­
concebir mejor Opinión de mí que la que antes te­ tos corazones se proponía, y su ánimo fué ganar el de
nían (c). Supongamos otro caso y figurémonos que todo el mundo, porque sabia que todo el mundo es
mas ó menos digno de ser ganado. Aunque su poder,
como general y ministro, le creó muchos enemigos
políticos y de partido, no tuvo uno solo que le fuese
personal; y los mismos sugetos que trabajaban para
(ü) Con agrado y con sombrero echarlo abajo y que quizá deseaban que se le formase
Gaua el aplauso del vulgo ; un proceso, le amaban al mismo tiempo, á pesar de
Sé bien quisto que esto solo que su carácter privado tenía la tacha de una sórdida*
Cuesta poco y vale muebo. avaricia, el mas detestable de todos los vicios (a}. Pu3o
(Fragoso).

(&) Con igualdad de semblante


Estima, agasaja, aprecia
A todos, y nunca á nadie L’un d’eux surtout, se croyant fort plaisant,
Respondas con aspereza. Criait: « Messieurt, c’est Esope.—Oui vraiment, •
(Id.) Tr. Repart notre bossu, saos délourner la (¿te,
« ¿sope, ainsi que moi, fit parler mainle bóte. *
(M. M.) Tr.
(c) Quelques coquina, de ces gens toujours préts
A vous railler sur les torts de nature, (a) lAi bommevient demander au fameux duc de Marlbo-
D'uii bossu qui n’en pouvait mais, rougb sa protection pour lui procurar une place qu’il dési-
Conlrólaient a l’envi iaplaisantc figure. rail fort : • Mi lord, dit-il, j’ai mille guiuées i votra dis-

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DE LORD CHESTERFIELD 283

on particular esmero en servir y agradar á todo el


mando. La gracia y la dulzura de su semblante eran
inimitables, suave su modo de hablar, garbosos y dig­
nos todos sus movimientos, y prolija su atención á las
cosas mas triviales ; no veia con Indiferencia nada de
lo que podia agradar á la persona mas insignificante.
Todo esto era arte en él ; arte que le fué muy útil y Bath, 10 de Noviembre de 1752.
de que supo gozar ampliamente, porque no ha ha­
bido hombre que haya tenido mas orgullo, ambición Mi querido amigo.
y avaricia.
Aunque tienes mas espericncia del mundo que la La vanidad, ó para darle otro nombre mas blando,
mayor parte de ios jóvenes de tu edad, todavía es muy el deseo de aplausos y de admiración, es quizá el mó­
poca ; yo deseo inocularte la mía y prevenir de este vil mas universal de las acciones humanas ; no digo
modo los peligros y los hoyuelos de ¡a juventud y de la que sea el mejor, y confieso que á veces produce efec­
inesperiencia. Si recibes la materia benignamente y tos ridículos y criminales: pero es con mayor frecuen­
observas con exactitud mis prescripciones, lograrás al­ cia origen de acciones justas y honrosas, que deberían
canzar las futuras ventajas del tiempo, y las unirás en verdad nacer de principios rectos ; mas sin embar­
á las inestimables que corresponden á tus pocos años. go, considerando la naturaleza humana, este deseo de
A Dios (a). aplauso debe ser fomentado y protegido en vista do
sus efectos. Cuando falta este deseo nos volvemos in­
diferentes ; caemos en una especie de Inercia y de In­
dolencia sin emulación; no ejercitamos nuestras fa­
cultades y parecemos tan inferiores á nosotros misinos,
position si je l’obtiens, el je vous donne ma pirulo de n’en como el hombre mas vano desea parecer superior á lo
parler á personne. — Donne-m’en deux mi lie, lui répood que es en efecto (o).
Mariborougb, et va le dire i tout le monde.»
Como te he elegido por mi confesor y no temo reve­
(Revista Británica) Tr. larte mis flaquezas, te diré francamente que he tenido
(a) Octubre. El autor & M. Da i rolles :
esta vanidad, esta debilidad, si es que lo es, en sumo
......... El objeto que por abora llama mas particularmente grado, y lo que es mas, confieso mi pecado sin arre­
mi atention está cerca de vos, y mu alegro mucho do ello, pentimiento ; ai contrario, me doy yo mismo ios para­
porque de vuestra amistad espero me hagais do él una bienes, porque si he tenido la dicha do agradar en el
relación confidencial y verdadera. Teneis suficiente tiempo mundo la debo á este principio activo y poderoso. En­
para analizarlo, y os ruego me manifestéis lo peor como lo tré en el mundo, no con un deseo ordinario, sino con
mejor de vuestros descubrimientos. Cuando los males son in­ una sed insaciable y una especie de rabia de populari­
curables puede muy bien "pertenecer á un amigo el ocultar dad, de aplausos y de admiración. Si esto me hizo co­
loa de otro; pero á la edad de nuestro amiguito, cuando nin­ meter locuras por una parte, por la otra fué causa de
gún defecto puede haberse arraigado tan profundamente que todo lo bueno que haya yo hecho : este deseo do lograr
no pueda arrancarse, con tal que para ello se tomen todos aplausos me llevó á ser atento y civil con mugeres que
los cuidados posibles, toca mas bien á la amistad decirme sus no amaba, ó con hombres que despreciaba, aunque no
defectos que sus perfecciones. Os prometo bajo mi honor, el apetecía la amistad de ios unos, ni los favores de las
secreto mas inviolable. Entre los defectos que pueda tener, otras; me vestía, espresaba y presentaba, lo mejor que
conozco uno de que no me queda duda. Es defecto cierta­ podia, y confieso que me enagenaba de regocijo cuan­
mente negativo, defecto de omisión, pero con todo, es muy
do apercibía que la sociedad se bailaba contenta de
grande con respecto al mundo. Lo falta aquella destreza se­
mí; hablaba yo á los hombres de todo lo que creía
ductora, aquellas maneras agradables, aquellas atenciones
pequeñas, aquel aire, aquel abord y aquellas gracias, todo
que podía infundirles juna opinión ventajosa de mi In-
lo cual contribuyo á hacer sobro las gentes las prime­ geoioy de mi saber, y á las mugeres de lo que nunca
ras impresiones, que son de tanta utilidad en el curso de la deja de serles grato, la lisonja, el amor y la galantería.
vida. Es una especie de poder mágico, que preocupa á uno A mas de esto, te revelaré bajo el secreto de la confe-
i primera vista en favor de aquella persona, le «infunde
deseos de entrar en relación con ella, y vé con parcialidad
todo cuanto dice y hace. Sostendré en todo tiempo que esta
magia es mas útil en los negocios que en el amor. Este bar­
niz es de lo mas necesario, y os recomiendo lo inculquéis cido por su bondad. Creo que el muchacho no será inútil al
fuertemente. ministerio con el tiempo, porque yo le he dado una educa­
No be vuelto ¿oir hablar del negocio de Venecia, ni creo ción propia para prestar servicios en cualquiera corte ; y
que sabré nada hasta la llenada del duque do Newcastlo. pienso procurarle medios suficientes para que no sea one­
Espero que se logrará, y solo tengo una razón para temer roso a ninguna.
lo contrario. Considero el negocio como instrumento seguro
de la fortuna del muchacho, pues lo coloca desde temprano (a) Franklin consideraba esta especie de vanidad bajo el
en una situación desde donde con el tiempo puede subir á mismo punto de vista que el autor. Muchas gentes, dice, ven
las mas elevadas. de mal ojo la vanidad en el prójimo, sea cual fuere la dosis
Supongo que él mismo os habrá ya dicho, cuan bondado­ que de ella tengan ellas mismas. Yo la recibo mejor por
samente lo trató en Hanover al duque de Newcasllc, porque dónde quiera que la encuentro, persuadido de que las mas
á mi me lo escribió con transportes de alegria. faites un veces produce bien al posesor y á los que tienen contacto con
pea vatoir cela cuando viereis o tuviereis que escribir á su él; y aun en muchos casos no tendría yo por absurdo que
Señoría, pero como si solo viniese de vos y accidentalmente. un hombre diese á Dios gracias por haberle dolado de vani­
Podáis lambion agre’^r que yo mismo le estoy muy recono- dad como uno de ios consuelos de ia vida. Tr.

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264 CARTAS

sion, que mi vanidad me hizo tomar á menudo penas


infinitas para hacerme amar de ciertas mugeres, por
cuyos favores no habría yo dado una toma de tabaco.
' Entre ios hombres traté siempre de eclipsar, ó á lo me­
nos de igualar, á quien brillaba mas. Este deseo me
impelía á hacer los mayores esfuerzos para satisfacer­
lo, y si no podía lucir en la primera esfera, lograba Baiii, 28 de Noviembre de 1752.
distinguirme en la segundad la tercera. Por este me­
dio llegué á estar á la moda ; y cuando un hombre ha
llegado á tal predicamento, todo lo que hace es bueno. Mi querido amigo.
Es inesplicable el infinito placer que resentía yo al con­
siderar mi boga y mi popularidad : mugeres y hom­ Después de mi última he leído las Carlas de Mada­
bres me invitaban á todas las concurrencias, y en ma de Maintcnon, de cuya autenticidad estoy seguro.
ellas daba yo en cierto modo el tono. Con los hombres Estas cartas me han instruido é interesado, porque me
era yo un veleta; tomaba toda especie de formas para han hecho conocer el carador de esta muger hábil y
agradarles ; entre las personas alegres yo era la mas artificiosa, y creo que lo conozco ahora mejor délo que
alegre, entre las graves la mas grave, y jamás omitía Jo conocía su director el abate Fenclon ( después arzo­
las menores atenciones que reclamad comedimiento, bispo de Cainbray ), cuando le escribió la carta seña­
ó los menores oficios de amistad que podían serles gra­ lada bajo el número 185, que también dá á conocer á
tos ó aficionarlos á mi. En consecuencia, por donde su autor, el cual, bien que rebosando de amor divino,
quiera que yo iba, pronto me veía ligado con los hom­ ambicionaba ser primer ministro y cardenal, con la
bres mas distinguidos y afamados. mira, sin duda, de tener oportunidad de hacer mayor
Una grande parte del papel que he hecho en el mun­ bien. Como entonces era director de madama de Maln-
do, la debo á aquel principio de vanidad que los filó­ tenon, sus deseos por este lado tenían mas probabili­
sofos encuentran tan despreciable, y que yo no consi­ dad de realizarse. Esta dama se puso como una santa
dero asi. Desearía que tuvieses por este lado una dosis delante de su director, quien no solo fué bastante dé­
igual á la mia,pcro temo que tengas muy poca ; parece bil para creerla, sino que él por su parte habría que­
que te hallas retentado de una especie do pereza y de rido persuadirle que era uo santo; pero ella, me atrevo
desidia, que te hace ver los aplausos con indiferencia. á decirlo, no creyó nada. Ambos sabían que Lnis XIV
Esto no conviene á tu edad, y sería cuando mas per­ era un santurrón, delante de quien era necesario apa­
donable en un filósofo anciano. Es proverbio vulgar, rentar este aire (a). Puede presumirse, y aun en verdad
pero muy cierto « que el mejor pié ha de quedar siem­ parece claro por la citada carta, que madama de Main-
pre por delante. » Es necesario agradar, lucir y deslum­ tenon había insinuado diestramente á su director, que
brar hasta donde nos fuere dado. Estoy seguro de que tenia algunos escrúpulos de conciencia respecto á su
en París has de haber observado que chacun se fait conexión con el rey; escrúpulos que humildemente
valoir aulant qu'il est possible, y La Bruyérc observa temo no fuesen otros que los de la prudencia, con el
justamente que on ne vaul dons ce monde que ce objeto de lisonjeará la vez el carácter santurrón del rey
qu'on veut valoir. Tratándose de aplausos, no verás y aumentar sus deseos. El piadoso abate, temeroso do
nunca un Francés, hombre ó muger, omiso ó negli­ que S. M. no le imputase los escrúpulos ó las dificulta­
gente ; y si pones cuidado observarás las atenciones des que pudiese encontraren la dama, le escribió la
sin término, y el comedimiento mutuo que las gentes carta en cuestión, en que le ordena que se abstenga
se manifiestan ; no ciertamente por sus lindos ojos, de fatigar al rey con avisos y cxortaciones, y que ma­
sino por sí mismos, por las alabanzas y los aplausos. nifieste al mismo tiempo la mas profunda sumisión á
Déjame pues recomendarte este •principio de vanidad ; su voluntad ; mas temiendo que ella no se equivocase
practícalo meo periculo ; te prometo que redundará sobre la naturaleza de esta sumisión, le dice que es la
en tu beneficio. Pon en obra para agradar todo el arte misma que tenia Sara con Abraham, á la cual quizá
de la coqueta mas refinada; sé activo é infatigable para debió Isac su venida al mundo. Una sonsacadora no
atraerte la admiración de todo el inundo. Nada, te habría escrito una carta tan halagüeña y persuasiva á
lo aseguro, te encumbraría mas alto en el mundo. una ingente jovencita, como la de este director á su
No he recibido ninguna carta tuya después de tu lle­ penitenta, la cual, me atrevo á decirlo, no tenia nece­
gada á París, aunque tu morada allí ha debido ser bas­ sidad de estos buenos avisos. Aquellos que trataren de
tante larga para haberme escrito dos ó tres renglones. Justificar al buen director............ (alias Ihe pimp) en
Dentro de diez ó doce dias me propongo dejar esta ciu­ este negocio, no deben pretestar que el rey y ella se
dad y regresar á Londres. Los baños me lian sentado, hallaban entonces casados secretamente, que el abato
pero no hasta el punto que yo necesitaba. Presenta mis lo sabía y que esta es la esplicacion del enigma. Tal
respetos á Lord Albermarle. cosa es de absoluta imposibilidad, porque este matri­
monio secreto habría desvanecido todos los escrúpulos

—• 9 3 y <j v<- w-*-

(o) ln famoso soneto del abate Renncviile, puesteen boca


de Madama de Maintcnon, termina de esta manera :
......... II me parla d’amour, je fis la Madelcinc .
Je luí pcignis le Diablo au fort de ses désirs:
II eul peur de l’enfer, le sol, el je suis icinc. Ir.

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DE LORD CHESTERFIELD 265

entre las partes; y aun no habría sido posible contra­


erlo bajo otros principios, pues que se le tenía secreto,
y por consiguiente no prevenía el escándalo público.
Es pues evidente que cJla no podía estar casada con el Londres, dia de año nuevo de 1750.
rey cuando escrupulizaba otorgar, y cuando el direc­
tor le aconsejaba conceder, aquellos favores que Sara Mi querido amigo.
dispensó á Abraham con tanta sumisión ¡ y lo que el
director tiene á bien llamar el misterio de Dios, era Hace mas de quince días quo no recibo carta tuya.
sin la menor duda un estado de concubinato. Las car­ Supongo sin embargo, que te hallas bueno, pero que
tas son muy dignas de que las leas, porque arrojan lux las ocupaciones del escritorio de Lord Alhermarletc
sobre muchas cosas de estos tiempos. ocupan toda la mañana, y que las tardes las dedicas
Acabo de recibir una carta de Sir W. Stanhope de á ocupaciones mas gratas. Sacrifico de buena gana mi
Lyon, en que me dice que te vió en Paris, que le pa­ satisfacción á tu provecho y tus placeres.
rece has crecido pero que no sacas el partido po­ Han llegado aquí últimamente de Paris dos caballe­
sible de tu persona, porque siempre pareces encor­ ros que, como he sabido, te conocieron allí particular­
vado ; en su carta te hace sin embargo mil elogios. mente ; uno es el conde de Sinzindorf, y el otro M.
• El joven conde de Schullemburg, gentil hombre de Clalraut el académico. El primero es bastante guapo,
cámara que conociste en Hanover, ha venido con el muy civil, con una alma adornada de conocimientos
rey y también te elogia. útiles ; estas dos cualides son muy compatibles. Cre­
Aunque te escribí hace dias que no compraría mas yéndolo juez competente, lo examiné tocante á ti, y
cuadros en calidad de virtuoso, hay sin embargo va­ me dijo que hablabas aleman como un Alemán ; que
rios retratos de personas célebres que me tentarían. sabias el derecho público del imperio perfectamente
Por ejemplo: si pudieses hallar casualmente en París, bien: que tenias un gusto seguro y conocimientos
á precio cómodo, algunos originales auténticos de los muy estensos. Le contesté que ya sabia yo todo eso,
cardenales Rlchclicu, Mazarino y Retz, de Turena, do pero que deseaba saber si tenías el aire, las maneras,
Condé, de madamas de Montespan, de Fontanges, ¡as gracias, y en fin, el talante de un caballero. Su res­
de Montbazon, de Sévigoé, de Maíntenon (aj, de puesta fué : si en verdad, parece bien. Este testimo­
Cbevreuse, de Mogueville, d’Olonne ect. querría com­ nio, como ves, es frió en comparación á lo que deseo
prarlos. Sé que solo puedes hallarlos por contingencia, y que tú debes desear. Tu amigo M. Clairaut agregó:
en las ventas de familia ó en almoneda, y así solo te malsje vous assure qu’il estfort poli. Yo le respon­
menciono esto por si se presentare la ocasión. dí: Je le crois bien, vis-á-vis des Japóns, vos antis;
Dentro de cuatro ó cinco dias regresaré á Londres je vous récuse pourjuge, jusqu’d ce que vous ayez
con el órgano del oído en mejor estado que cuando vine étédélaponné, au moins dix ans, parmi les honnéles
aquí; pero todavía estoy un poco sordo, de modo que gens. Estos testimonios en tu favor son tales, que quizá
no oigo la mitad de lo que se dice. Se necesita con mas los creerás suficientes, pero á mí no me contentan,
frecuencia de dinero menudo que de grandes sumas, porque solo son frías deposiciones de testigos desinte­
y para emplear una antigua espresion, querría oír resados, arrancadas por preguntas forzosas. Cuando
con mis ojos; yo gusto de las sensaciones cotidianas, se forma el proceso de alguno y el criminal produce
del ingenio de todos los dias y de las diversiones del testigos en su favor, que solo declaran que jamás han
alma : un hombre que solo es bueno para los días de oido ni saben nada en su contra, lo único que puedo
fiesta, casi no sirve de nada. A Dios (b). deducirse de su testimonio es, que el acusado tiene un
carácter neutro, pero poco respetable aunque Inocente.
Las prendas que yo te deseo y quo tú debes tratar do
adquirir son los adornos, las gracias, las atenciones
ect., y que ellas sean la parte distintiva de tu carácter,
de modo que todo el que te conozca las señale sin que
Id) Un ditrio de Paris publicó lo siguiente en Junio de se le pregunte su parecer. Deseo que se diga de ti: ha!
4843:
qué amable es! qué maneras, qué arte de agradar!
On trouve tu bas du portrait d’unc femme du dix-sep- La naturaleza, loado 6ea el cielo, te ha concedido am­
liéme siécle, les vers su iraní s,qui ne peuvent convenir qu’á plias facultades, y si no te ha dado aun, espero en Dios
Hádame de Maintenon. L’auleur n’a pas jugé á propos d’y que te dará, el deseo de ejercitarlas.
mettre son nom: He leído últimamente con gran placer los dos opús­
culos ó Historia de las Cruzadas y del Espirita Hu­
L’estime de mon Roí m’en acquitla teodresee. mano de Vollaire, que te recomiendo leas, si es quo
Je l’aimai trente ana saos faiblesse. aun no lo has hecho. Ambos 6e bailan en el mismo
II m’aima trente ans saus remord. volumen, con una sátira despreciable bajo el título de
Je ne fus ni reine ni maltresso. Micromegas, que se atribuye al mismo Voltalre; pero
Devine mon nom et mon sort.
yo no puedo creerlo, por ser muy indigna de su pluma
{a): se compone únicamente de pensamientos robados
(6) Diciembre 4. El autor á M. Da i rol l es.
......... Vuestro amiguito y servidor está en Paris, en
donde continuará puliéndose y mejorando sus maneras.
Estoy haciendo todo lo posible para introducirlo en el pró­
ximo parlamento, como representante de alguno de los pue­
blos vacantes. Esto, como justamente observáis, remoleré (o) La escribió sin embargo Voltalre y se vé incorporada
todas las dificultades; pero temo que todos se hallen com­ en sus obras completas. Tiene en efecto alguna seutejauza
prometidos. Tr. { con los viajes de Gulliver par Swift. Ir»

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2G6 CARTAS

de Swlft, pero desfigurados y mutilados de la manera turalmcntc tendencia á engordar, tu apetito es bueno,
mas miserable. La historia de las Cruzadas espone con comes en las mejores mesas y esto debe aumentar la
claridad y precisión, el proyecto mas vergonzoso é ini­ masa de tu sangre. En verdad, te verás muy molestado
cuo, jamás concebido por la bribonería ó ejecutado de estos accidentes, si cuando te halles pleno, irritado
por la necedad y la insensatez contra la humanidad. ó que sientas dolores de cabeza, no quieres tomar al­
Hay una cstraña relación, aunque común, entre los gún purgante ligero, que no te obligue á permanecer
locos honrados y los bribones machuchos; y en donde encerrado; v. g.; masticar ruibarbo al acostarte, ó
quiera que se halle una masa considerable de los pri­ tomar sen por la mañana en lugar de té. Haces bien
meros, puede tenerse por seguro que serán dirigidos de viviy regularmente y de abstenerte de viandas su­
secretamente por los segundos. Los papas, que en gene­ culentas ; desearla, aunque no lo espero, que tomases
ral han sido los hombres mas hábiles y mas sagaces, un vomitivo ligero. Esos vahídos, esos vértigos de ca­
estando ya cn posesión de la autoridad y de los tesoros beza proceden siempre de un estómago que necesita
de Europa, deseaban adquirir todo el poder y las ri­ limpiarse; sin embargo, considerándolo bien, me alegro
quezas del Levante. El tiempo y los espíritus favore­ que los síntomas de tu antigua indisposición no hayan
cieron su designio, porque entonces reinaba la barbarie aparecido en esta, que, estoy convencido, vieDede ta
y la ignorancia. Pedro el hermitaño, hombre insensato, negligencia. A Dios. (a).
fué un Instrumento muy útil al papado para unas em­
presas tan estravagantes é injustas. Desearía que tu­
viésemos buenas historias de todo3 los estados de Eu­
ropa, y aun del mundo, escritas bajo el mismo plan
que la del Espíritu Humano de Voltaire. Confieso que
me siento indignado del desprecio que manifiesta la
mayor parte de los historiadores por la humanidad en Londres, i 5 de Enero de 1753.
general. So creería al leerlos, que toda la especie hu­
mana no consistía mas que de ciento cincuenta indivi­
duos, condecorados injustamente con los títulos de Mi querido amigo.
emperadores, reyes, papas, generales y ministros.
Nunca considero mis horas mejor empleadas que
M. Harte vino ayer á la ciudad y ha comido hoy con­
cuando te las consagro. Mucho tiempo ha que te dedico
migo. Hablamos de ti, y puedo asegurarte que aunque
la mayor parte de ellas, y ahora las absorbes comple­
eclesiástico y sin pertenecer á las sociedades elegan­
tamente. El momento es decisivo : la obra se es pondrá
tes, cree que las cualidades resplandecientes te son tan
pronto delante del público; los perfiles y el colorido
necesarias como yo lo pienso. Dijo : es todo lo que le
general no bastan para atraer los ojos y asegurar el
falta, y considerando su situación y carrera, si no aplauso; es necesario que una mano hábil y delicada
las ha adquirido, podría de la misma manera care­
aplique los últimos toques del pincel. Los jueces ver­
cer de todo lo demas.
daderos distinguirán y reconocerán el mérito de la
Hoy es dia de ofrecer y de recibir recíprocamente obra, y los ignorantes, sin saber por qué, sentirán sus
los votos mas obsequiosos y apasionados en la aparien­ efectos. En vista de esto he reunido para tu uso esas
cia, sin que por una parte sean sinceros ni por la otra máximas, ó por mejor decir observaciones, sobre
creídos. Salen de la cabeza por costumbre, aunque el hombres y cosas, porque no tengo en ellas ningún
corazón los desaprueba (a). Los mejores votos en esta mérito de invención. Yo no invento sistemas : en vez
ocasión son ios mas simples; espero que no dudarás de dar vuelo á mi Imaginación, solo he consultado mi
de la verdad de los mios, y por lo mismo voy á espli- memoria, y mis conclusiones son sacadas de hechos no
carme con la sencillez de un cuácaro: permita el cielo de fantasías. La mayor parte délos fabricantes de máxi­
que este año sea verdaderamente nuevo para tí; ojalá mas prefieren la elegancia á la exactitud de un pensa­
puedas sacudir al hombre viejo para revestirte del nue­ miento, y la forma de la espresioná la verdad; yo me he
vo ; me refiero al hombre esterior y no al interior. abstenido de todo lo que no se haya justificado y confir­
Recibo en este momento tu carta del 26 que contiene mado por la esperiencia. Considéralas séria y desintere­
una escusa de tu silencio muy penosa para mí. Según sadamente y acude á ellas con frecuencia pro retíala, en
los síntomas del mal de que me hablas, creo y espero
que es el resultado de tu falta de cuidado. Tienes na­

(a) El autor áM. Dairolles :


.......... Tengo gran raion para creer que se conferirá
fa) Des troii cent soixante et cinq jours pronto á vuestroam¡güitoel puesta de Venecia. Estav conven­
Qui de l’an composent le cours, cido de que tanta el duque de Nevrcaslle anuo su hermano
C’esl ie premier de tous oú Pon ment davantage; M. Pelham eslán sinceramente empeñados en procurárselo,
Nul aulre ne fait voir tant de duplicité. y me inclino á creer que la indiferencia de su Majestad |>or
Combien dans ce jour si filé que vaya á Venecia, es tan grande, que no querrá dejar de
Voit-oo, par un falal usage, obligarme ¿ si peu <U frais. Si tal cosa se lograse, conside­
De faux baisers el donnés el rendus! raría yo como hecha la fortuna del muchacho, porque es
Combien de l’amilié tiennenl le faux langage, dar á los viente años un paso muy grande cn la escalera
Qui voudraicntvoir périrceux qu’ils ílattent le plus! política. Con esto, su asiento en el parlamento y los medios
pe la certainement vient le double visage de fortuna que yo le procuraré, suya sera la culpa si no hace
Que la fable donne h Janus. algún papel cn el muudo, y uo se atrae la consideración
(Salkntik) Tr. general............................................................................. Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD

casos semejantes. Los Jóvenes son inclinados á creerse en ellos: todas estas gentes se verían contrariadas, y
con suficiente capacidad, como los borrachos á juzgarse por consiguiente disgustadas, si les digeses si.
bastante sobrios, y consideran su vivacidad de espíritu Aparenta siempre que ignoras, á menos que no
como un guia mejor que la esperiencia, que les parece hables con algún amigo íntimo, todas las cosas escan­
fria. Solo se engañan á medias, porque aunque la vi­ dalosas y calumniosas, aunque las hubieres visto ú
vacidad sin esperiencia sea peligrosa, la esperiencia oído, porque las partes perjudicadas ven ai encubridor
sin vivacidad es lánguida é inútil. 1^ perfección consiste con los mismos ojos que al ladrón. Cuando la conver­
en la unión de ambas; y aunque es raro el hombre sación versare sobre esto, hazte el escéptico (a), aunque
que las reune, tú puedes conseguirlo, si quieres, por­ estés persuadido Interiormente de la verdad de lo que
que toda mi esperiencia se halla á tu disposición, y no se refiere, y procura siempre atenuar el mal. Pero esto
exijo que me des en cambio una chispa de tu vivaci­ ignorancia fingida no debe carecer de informes muy
dad. Sírvete de una y otra, procurando que se animen seguros sobre las cosas privadas, y este es en verdad
y gobiernen recíprocamente. Lo que yo quiero dar á el mejor medio de procurártelos, porque es tal la vani­
entender aqui por viveza de espíritu, es aquel ardor y dad de la mayor parte de los hombres en manifestar su
aquella confianza de la juventud que le impiden aper­ superioridad sobre otros, aunque no sea sino por un
cibir las dificultades ó los peligros de una empresa, y momento y en meras bagatelas, que descubrirán lo que
no lo que el vulgo necio entiende bajo tal nombre, y debía tenerse secreto, antes que dar á entender que no
que consiste en recelar que se le muestra menos res­ se hallan en estado de informarte de lo que ignoras;
peto del que merece, y en replicar con acritud á la ademas, esto aparente ignorancia te hará pasar por
menor ocasión. Yo llamo á esto vivacidad depravada y hombre poco curioso y por consiguiente sin malicia.
necia, que debería reservarse para pasto de puercos. Con todo, has pesquisa de hechos, y trata de hallarte
Tal no es la vivacidad de un caballero que ba frecuen­ bien informado de todo lo que pasa ; pero pesca juicio­
tado la buena compañía. Las gentes de educación baja samente y no á toda hora ni á menudo, ni tampoco con
y vulgar, cuando se hallan casualmente entre personas preguntas directas porque C8to despierta la vigilancia
bien criadas, se imaginan que son el punto de mira de de las gentes y las fatiga infaliblemente. De tiempo en
la atención de todo el mundo : si se habla quedo, están tiempo conven en las cosas que deseas saber, y de ello
seguras de que es de ellas; si ven reír, que es á costa resultará que alguno te informe oficiosamente de la
suya; y si alguno pronuncia una palabra de doble sig­ verdad: algunas veces di que has Oído esto y aquello;
nificado que pueda aplicárseles por lina interpretación y otras dá á entender que tus informes van mucho mas
forzada, están convencidas de que se pensó en ellas, é lejos con el fin de saber á lo menos lo que necesitas ;
inmediatamente se desconciertan y encolerizan. Este pero evita cuanto puedas las preguntas directas. Todos
error se ridiculiza muy bien en la comedia del Estra­ estos artificios necesarios en el mundo, requieren pre­
tagema, cuando Scrub dice: « Estoy seguro de que sencia de alma, frialdad y constante atención. Aquilea,
hablan de mí por que se mueren de risa » . Un hombre aunque invulnerable, nunca iba á la pelea sino com­
bien criado rara vez piensa que se le desprecia, y nunca pletamente armado. Las córtes serán tus campos de
muestra síntomas de que se lo imagina ; tampoco cree batalla, y debes asistir á ellas armado de pies á cabeza,
que no se tienen con él las consideraciones debidas, ó y aun con un resguardo adicional en el talón (6>. El
que se le ridiculiza en sociedad, á menos que todo esto menor descuido, la menor distracción, puede serte
no sea de lo mas claro, en cuyo caso su honor le obliga
á responder como debe; pero la gente fina no se amos­
taza jamás. Confieso que es muy difícil tener sobre sí
bastante dominio para conducirse con moderación,
sangre fria y urbanidad, con aquellos que nos tratan (a) A hombres ejercitados
con desden ostensible, y que llevan la injuria hasta En patrañas y consejas.
donde pueden sin consecuencias personales ; pero yo En vida agen a ocupados,
sostengo que así debemos conducirnos : es necesario Y en la suya descuidados,
que abraces al hombre que ódias cuando no puedas Nunca prestes las orejas.
justificarte de molerlo á palos, porque de otro modo De estos, debes reñí ir,
confiesas la iDjuria que no puedes vengar. Un cornudo Que cou lengua chocarrera
prudente (y en París hay muchísimos) oculta sus cuer­ Cercenan nuestro vivir,
nos cuando no puede sacarte las tripas con ellos, y no Y nos cortan de vestir,
querrá aumentar el triunfo de su ofensor embistiéndole Con navaja y sin tijera.
solamente sin remediar el mal. Una ignorancia simu­ El lobo naturalmente
lada es á menudo una parte muy necesaria del cono­ Del cordero es enemigo,
cimiento del mundo. Por ejemplo : es bueno aparentar Y el que es traidor maldiciente
muchas veces que se ignoran las cosas que las gentes Derrama como serpiente
se prestan á comunicarnos, y cuando preguntan ¿ no Veneno contra su amigo.
ha oido Vd. tal cosa? responder no, dejando que con­ No atraen honra ni provecho,
tinúen sus discursos, aunque sepas de antemano lo Sino escándalos, y daños,
que quieren decirte. Algunos se complacen en comu­ Y cosas contra derecho,
nicar las cosas porque se imaginan que tienen el talento Que causan mucho despecho
de narrar bien; otros porque su vanidad se interesa en Como son burla y engaños.
hacer ver que son sagaces en sos descubrimientos; y
muchos también porque tienen gusto en hacer ver (Aranüa). Tr.
que se ha reposado, aunque erróneamente, confianza
(ú) Aquiles solo era vulnerable en mi t»l-m

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CARTAS

fatal. Desearía ardientemente que fueses lo que los hacer una cosa y pensar en otra, ó bien tratar de hacer
pedantes llaman omnls homo, y Pope hombre cabal: dos á la vez, son pruebas Infalibles de una alma frívola
para lo cual tienes todos los elementos; agrega tu y pequeña.
voluntad y lo conseguirás. El vulgo suele servirse de Aquel que no puede dominar su genio, su atención
este refrán grosero: Echará perder un puerco por ó su semblante, nunca será propio para negocios do
economizar un cuarto de brea, y tú no debes dar lugar hinguna especie.
á que este dicho pueda aplicársete ; haz pues provisión El mas débil puede aprovecharse de las pasiones del
de brea; fácilmente puedes lograrlo en comparación mas sensato.
de cuanto ya has adquirido. El distraído no puede conocer los negocios y por
Acabo de recibir un paquete para Lady Hervey, consecuencia no los manejará con acierto.
lacrado con tus armas, pero el sobrescrito no es de tu El que no tiene imperio sobre su semblante, descubre
puño. Ninguna carta tuya! ¿ Estarás acaso malo ? (a). sus pensamientos como si los comunicase.
Desconfia de todos aquellos que sin ninguna razón
plausible te aman mucho á poco de haberte conocido.
Vive también alerta contra aquellos que confiesan su
fragilidad respecto de todas las virtudes cardinales.
Máximas de Lord Chesterfield.
Con amigos y enemigos no dejes que tus confianzas
y tus hostilidades pasen ciertos limites; no hagas á los
Un secreto conveniente es el único misterio de los
primeros peligrosos, ni Irreconciliables á los segundos.
hombres capaces ; el misterio solo es el secreto de los
Son tantas y tan estrañas las vicisitudes del mundo 1
débiles y de los arteros (d).
Procura que tú tránsito al juicio de cada uno sea por
El hombre que no dice nada ó el que lo dice todo, no
sera jamás el confidente de nadie. en medio de su corazón. La vereda de la razón es mny
Si un necio sabe un secreto, lo descubre porque es buena, pero larga por lo común y quizá no tan segura.
necio; el bribón lo revela por que así conviene á su La palabra ingenio (spirit) es muy de moda: obrar
Ínteres; pero las mugeres y ios jóvenes descubren lo con ingenio, hablar con ingenio significa corrientemente
que saben solo por la vanidad de mostrar que se ha obrar con temeridad ó hablar indiscretamente. El hom­
reposado en ellos confianza. No descubras nunca tu bre capaz muestra su ingenio con palabras corteses y
secreto á personas de esta clase. con acciones resueltas; no es ardiente ni tímido.
No fijar la atención en las ocupaciones del momento, Cuando un hombre de juicio se halla en aquella si­
tuación desagradable viéndose obligado á preguntarse
á si mismo qué haré ? debe responderse Nada. Cuando
su razón no le señalare algún medio menos malo, so
detendrá y esperará la lus. Un espíritu pequeño so
precipita á todo riesgo en lo primero que piensa, y se­
(a) Abril 6. El autor á M. Dairoles :
mejante á un caballo desbocado no teme ningún pe­
.........Auoque ya ba transpirado, y es generalmente creí­ ligro porque no lo vé. Ilfaut savoir s'ennuyer.
da, la colocación de vuestro amiguilo, sin embargo, el La paciencia es una cualidad de lo mas necesaria en
negocio no ba llegado todavía á un punto que me inspire un ministro: muchos hombres querrán mas bien que
entera confianza, bien que lo crea yo muy probable. Le be prestes oido á su pretensión, que el que les concedas
escrito á Parisque venga aquí y lo espero la semana entran­ lo que solicitan. Debe pues aparentarse que se oyen
te. He creído que debe hacerse presente en e6(a corte y
con calma los pedidos insensatos del petulante, y
asistir á tres o cuatro levees, losmiércolesy los viernes, abura
sin fastidio los enfadosos detalles del imbécil. Este es
que la decisión del negocio se halla tan cerca.
el precio mas barato 4 que puede comprarse un alto
empleo.
(6) Modo y regla bas de guardar
En encubrir tu secreto,
Es siempre provechoso descubrir un fraude y aper­
Pues fuera mucho agraviar cibir una fragilidad; pero por lo común es muy peli­
El no quererlo confiar groso poner uno ú otro de manifiesto. Un hombre de
A tu amigo si es discreto. negocios debe tener siempre los ojos abiertos, pero á
menudo debe parecer como si los tuviese cerrados.
No pienses qui te aconsejo En las córtes debes conceder á todo el mundo nn *
Que le guardes de tu hermano grado igual de contemplación y de afabilidad. Los ani­
Ni tu conocido viejo llos que forman la gran cadena de la córte son innu­
Que los tienes cual espejo merables é imperceptibles. Es necesario que escuches
En que ver tu obrar insano.
con paciencia las melancólicas quejas de un gentil­
Que si yo te aconsejara hombre ó de un page, porque probablemente el uno ó
Que lo guardases de tales, el otro cuenta con el favor de algún pariente de la ca­
Claro está que no acertara: marera predilecta, de la dama favorita, de la querida
Antes de esto se sacara del ministro en privanza, ó quizá del rey mismo, y
Poco amor y muchos males. consiguientemente puede hacerte en secreto é indirec­
tamente mayor mal ó bien que cualquiera otro hombre
Que si el hermano es varón de calidad.
Afectuoso, leal y fiel,
Un buen protector puede serte suficiente en la cúrta
llarásle gran sin razón
con tal que no tengas enemigos personales, y para no
Si guardas tu corazón
tenerlos debes sacrificar, como ios Indios al diablo,
Y tus pensamientos de él.
muchas de tus pasiones y mucho de tu tiempo, á los
(Castilla.) Ir. innumerables seres dañinos que infestan aquel lugar,

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DE LORD CHESTERFIELD 269

y de este modo lograría prevenir y desviar los perjui­ era ser humildemente orgulloso, y agradablemente
cios que podrían hacerte. necio.
Un jó ven, sea cual fuere su mérito, no puede elevarse Difícil es decir si a mas loco el que dice siempre la
por si solo; es menester que, como la yedra en un en­ verdad ó el que no la dice nunca. El crédito a tan
cino, se enrosque en un hombre de crédito y poder. Tu necesario en los negocios de estado como en los mer­
deba pertenecer á un ministro por algún tiempo anta cantiles. No se puede engañar largo tiempo en los unos
que alguno te pertenezca; y una inviolable fidelidad á ni en los otros.
aquel ministro, aun en su desgracia, te servirá de mé­ Las genta se abrazan en la córte sin conocimiento,
rito y te recomendará con el subsecuente. Los minis­ so sirven sin amistad y se injurian sin odio. El interes
tros prefieren el amor personal mucho mas que el y no el sentimiento es el fruto de aquel terreno.
afecto de partido. Un aspecto agradable es muy útil en la corte, los
Gomo ¡os reya son engendrados y nacidos de la necios lo toman por buen natural y los artificiosos por
misma manera qué los otros hombres, debe presumirse sinceridad.
qoe son de la especie humana; y si tuviesen una edu­ A veca conviene decir la mitad de nnatro secreto
cación ordinaria, se asemejarían al rato de los hom­ para ocultar el rato; pero son muy raras aquellas en
bres ; pero lisonjeados desde su cuna, su corazón se que nos tiene cuenta revelarlo completamente. Es
corrompe, su cabeza se atravia y parecen pertenecer á necesario muchísimo discernimiento para conocer el
una especie distinta. Ningún rey se ha dicho á sí mismo: punto en que debemos detenernos.
Homo sum nihil humani á me alienum puto. No hay Las ceremonias son necesarias en la córte, porque,
•lisonja atremada para ellos; embriagados desde su á manera de obras avanzadas, defienden las costum­
infancia con este licor, pueden, como los borrachos bres.
viejos, beber copas enteras sin sentirlo (o). Prefieren La lisonja, bien que sea como el dinero falso, os la
un afecto personal al servicio público y lo recompen­ moneda indispensable en la córte, porque la costumbre
san mejor; son bastante vanos y débiles para consi­ y el consentimiento unánime le ha dado tal circula­
derar los miramientos que se la atestiguan como ción, que ha llegado á considerarse como pago legal.
ofrenda voluntaria á su mérito y no como sacrificio á Si un ministro te niega un pedido racional, si te
su poder. desprecia ó insulta, disimula, oculta tu resentimiento,
Si quiera ser el favorito de tu rey dirígete á sus de- si no llena bastante crédito para vengarte. Un buen
bilidada, porque si te encaminas á su razón rara vez humor aparente de tu parte, puede prevenir su ene­
Jo conseguirás. mistad y ratablecer las cosas á su primer atado;
En las córta la vergüenza mal entendida y la timi­ pero si tienes bastante fuerza para herir, dale á enten­
dez, son tan perjudiciales como la impudencia y la der modestamente que también podrías tener la volun­
temeridad. Una confianza firme y una fría intrepidez tad de hacerlo. El temor cuando es real y bien fundado,
con un aterior modesto forman el medio necesario y es quizá en las córta un medio mas seguro que el amor.
verdadero. Son muchos mas los que pueden perjudicarte en la córte
Jamás te adhieras á objetos que te parezcan dlfícila que los que pueden servirte; desarma á ios primeros y
de conseguir. Solicitando'cosas indiscretas, acostum­ gana á los segundos.
brarías á los ministros ¿ rehusarte lo que pida, y de La torpeza ó poca habilidad es mas perjudicial de lo
ate modo la sería fácil negarte despucs las cosas mas que generalmente se cree, porque á menudo trae con­
justas y racionales. Es una regla general en las córta, sigo el ridículo y siempre disminuye la consideración.
pero también un error, pedir todo lo que se presenta La urbanidad es un acudo contra las malas mane­
para obtener á lo menos alguna cosa. Cierto es que ras de los otros, porque hay en ella cierta dignidad que
puede ganarse algo, pero ate algo a una repulsa infunde respeto aun á los mas petulantes. La mala
ridicula. crianza invita y autoriza la familiaridad de los mas
Hay en las corta una gerigonza, un parloteo fútil tímidos. Nadie dijo nunca una cosa impertinente al
sobre boberias y simplezas que encierra muchas pala­ duque de Marlborough; ni civil, aunque si muchas
bras y poco ó ningún significado. Esta charla suple la lisonjeras, á Sir R. Walpole.
falta de discursos de los que no saben qué decir, ó de Cuando se prohibió la circulación de la moneda
los que no quieren decir lo que saben. Es el lenguaje acatimada, en tiempo del réy Guillermo, para acuñar
propio de los besamanos y de lás antecámaras y es ne­ otra nueva, se trató de impedir en lo sucesivo ata
cesario saberlo. bribonería, á cuyo efecto se imprimieron en el círculo
Todo hombre que vive en la córte debe ser civil y de las piezas llamadas coronas atas palabras; El
bien criado, y esta capa cubre muchas locuras, del decus el tutamen." Esto mismo se puede aplicar muy
mismo modo que la caridad echa un velo sobre las bien á la urbanidad.
debilidada. Yo he conocido un hombre de primera La ciencia puede dar peso, pero solo las cualidades
clase, en lugar eminente en la córte, cuyo único mérito ateriores dan lustre: son muchas mas las personas
que ven qtie las que pesan.
La mayor parte de las artes requieren un largo estu­
dio y mucha aplicación; pero el mas útil de todos, el
de agradar, solo exige el deseo de lograrlo.
Debe praumirse que un hombre de común sentido
(a) Amusez les Rois par des songes, que no alimenta el deseo de agradar, no daea nada,
Flattez-les, payez-les d’agréablcs mensonget, pues que forzosamente debe conocer que sin aquel
Quclque iudiguation dont leur cocur soit rempll deseo no conseguirá ningún intento.
lis yofcroid l’appát, vous serez leur ami.
Un negociador hábil sabe distinguir los secretos
(La Fontaink.) Tr. grandes de los pequeños, y será tan callado y pertinaz

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270 CARTAS

en los primeros, como franco y abierto en los últimos. La reputación de hombre generoso puede comprarse
Tratará do convertir á sus adversarios públicos en á poco precio, porque depende menos del gasto ordi­
amigos personales mostrándoles buena cara y el mayor nario que de saber dar oportunamente. Por ejemplo:
comedimiento. Lisonjeará y seducirá al hombre al quien diese á un criado tres pesetas pasaría por avaro,
mismo tiempo que contraminará al ministro. Jamás se á la vez que el que le diese un duro entero sería con­
enagenará las voluntades lidiando por puntos inase­ siderado como generoso; así que, la diferencia entre
quibles ó de poca importúnela. Sabrá labrarse un estos caracteres opuestos versa sobre una peseta. La
mérito cediendo lo que no puede ó no quiere conse­ reputación de un hombre bajo este respecto, depende
guir, y venderá una bagatela en mil veces mas de lo principalmente de los dichos de sus criados; una baga­
que vale. tela sobre su salario les arrancará informes favorables.
Un ministro estranjero encargado de grandes nego­ Ten siempre cuidado de vivir dentro de los límites
cios, debe necesariamente pagar espías; pero no creer do tu fortuna, pero dejando siempre un fondo de re­
fácilmente sus informes, porque jamás son esactamente serva para las contingencias inesperadas y para la
verdaderos y muchas veces son muy falsos. Sus mejo­ prudente liberalidad. Es muy raro no encontrar en
res espiás serán aquellos que no le cuesten nada, y todo el año una ocasión para emplear ventajosamente
que él haya atraído con destreza á su servicio sin una pequeña suma (a).
que ellos piensen en lo mas remoto que hacen el papel
de espiones.
Hay cierta gerigonza, que yo llamaría en francés
persifjlage d’a//aires, que un ministro estranjero debe
conocer, y de que puede servirse con mucha ventaja
en los grandes convites, en las sociedades mistas y en
todas las ocasiones en que es necesario que hable y Londres, 27 de Mayo de 1753.
no diga nada; frases bien torneadas que parecen en­
cerrar mucho y que en realidad no significan nada. Por Mi querido amigo (b).
medio de esta especie de broma política se previenen ó
apartan mil dificultades á que se halla espuesto un Me he visto hoy fatigado, acosado y aun atormen­
ministro estranjero en las conversaciones ordinarias. tado por un hombre de gran mérito, de mucho buen
Vollo sciolto e pentieri stvetti es cosa muy útil en los sentido y de profundo saber; uno de mis parientes mas
negocios. Un hombre grave, tenebroso y reservado tie­ cercanos que comió y pasó la tarde conmigo. Esto pa­
ne fenum in comu (a); un aire libre y abierto invita á rece una paradoja, pero es la pura verdad; no tiene
la confianza y no infunde sospechas. ningún conocimiento del mundo, ni maneras, ni ur­
El disfraz y el disimulo son absolutamente necesa­ banidad ; lejos de hablar sin estudios, como se dice de
rios en un ministro estranjero, y sin embargo, debe las gentes que discurren tontamente, este habla lo mis­
detenerse en el punto que uno y otro tocan la perfidia mo con estudios, cosa que en la conversación general
y la falsedad. Difícil es distinguir esta linea divisoria : es diez veces peor. Este sugeto ha formado en su ga­
á veces debe uno parecer contento cuando está agitado binete, siempre con arreglo,á sus libros, ciertos siste-
y serio cuando está contento.
Un ministro estranjero debe ser esacto economista y
proporcionar sus gastos á su sueldo y facultades, por­
que las deudas le harían caer en desgracia en la córte
en que reside, y en la mas servil y abyecta dependencia Y en gastar (en la escaseza
de la córte que lo envía. Por peor,
El duque de Sully observa con mucha razón en sus De cuyo medio es tenor,
memorias, que nada contribuyó mas á su elevación, La largueza.
que la prudente economía que habla observado desde (Castilla.)
su juventud, por medio de la cual ahorró una suma
considerable para subvenir á sus necesidades en los (o) Al pié de estas máximas origínales se bailan escritas
casos necesarios. del propio puño de M. Stanhope las siguientes palabras :
Escótenles máximas, pero calculadas mas bien para los me­
Es muy difícil fijar un punto cierto á la economía:
ridianos de Francia y de España que para el de Inglaterra,
entre ambos errores mas vale caer en la parsimonia,
porque este defecto puede corregirse, pero el vicio (b) Mayo 3 El autor á la marquesa de Monconseil:
opuesto jamás (d).
.......... Votre enfant ponr lequel, en vérité, vous avezeu
les mémes bontés que s’il eñt élé récllemenl le voltea, il
cst vrai, la figure un peu plus dégagée, l’air un peu iueil-
leur, et les manieres un peu moins mauvaises qu’autrefois;
mais vous m’avouerez aussi que, du point oü il cst acluelle-
(a) En tiempo de los Romanos los boyeros ataban en los
ment auz gráccs, au liaut, h i’aimable, il a encore un
cuernos do los toros bravios unoemanojillosdc heno para que
chemin furieux á Taire. J’espére que la reflexión, el l’usage
la gente estuviese prevenida ; y de aquí se formó el pro­
du monde, les luí don nerón t avec le temps. Il n’y a ríen de
verbio /enum babel in comu, que se aplica á las personas
plus nécessaire, non seulement pour les agréments de la so-
siempre prontas á hacer daño. Tr.
ciété,mais pour les succéa daos lea négocialions.Le bou seos
(6) Así usa de franqueza el le savoir sonl des fondcmenls nécessaires; mais saos les
Que en el dar gráccs, ilt devienent prosque inotiles : on ne porte pas les
No se te pueda imputar diamants bruts, la valeur y esf pourlanf, mais c’csl que lo
Piodígaleza. lustre n’y est pas. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD J71

roas en todas materias, sobre los cuales arguye con quirido y procura que te sean ventajosos. Vive en Salut
terquedad, y se pasma y encoleriza cuando los otros Cloud como si fuese el lugar de tu residencia; y cuando
difieren de su opinión. Sus teorías son buenas, pero alguna persona de calidad te Invitare á pasar algunos
desgraciadamente todas impracticables. ¿Por qué? dias en su casa de campo, acepta la invitación; esto te
únicamente porque ha leído y no conversado. Conoce dará necesariamente la flexibilidad de alma, y la faci­
los libros, pero es estranjero en medio de los hombres. lidad de adoptar diversos usos y costumbres, porque
Afanado con su materia, dá á luz con las may ores con­ todo el mundo desea agradar á las personas con quie­
gojas ¡ titubea, se detiene en la pronunciación y al nes vive, y para agradar es necesario conformarse con
cabo siempre se espresa Bin elegancia ; no tiene la me­ los usos de ellas.
nor gracia en sus acciones; asi que con todo su mé­ Nada obliga mas que el conformarse fácil y placente­
rito y todo su saber, mas bien querría yo conversar seis ramente con las costumbres, los hábitos y aun las de­
horas con la muger mas cotorrera y frivola que tuviese bilidades particulares de los demas. Sirviéndome de
algún conocimiento del mundo, que con él (a). Las un dicho vulgar, nada hay que caiga mal á un joven,
absurdas ideas de un hombre sistemático que no co­ el cual debia ser con fines abonables, lo que Alcibia-
noce el mundo, cansan la paciencia de todo el que lo des con malos designios: un proteo que toma fácil­
conoce. Seria cuento de nunca acabar si uno se pusiese mente toda especie de formas y se acomoda á ellas
á corregir sus errores ; y aun no lo vería de buen ojo, sin ninguna mortificación. Ei frió, el calor, la absti­
porque lodo lo ha considerado con reflexión y está se­ nencia, la gravedad, la ceremonia, la comodidad, el
guro de que marcha por el camino recto (ó). La im­ saber, la bagatela, los negocios y ios placeres son acci­
propiedad es una de las señales infalibles en esta espe­ dentes á que debe doblegarse, y que debe dejar ó cam­
cie de gentes, que sin tomar en consideración, porque biar ocasionalmente con tanto desembarazo como si
no los conocen, las maneras y los usos, ios violan á se pusiese ó quitase el sombrero (a). Todo estosead-*
cada momento, y ofenden á menudo, aunque sin in­ quiere únicamente con el uso y conocimiento del mun­
tención. Jamás atienden al carácter general, ni á la po­ do, frecuentando la sociedad, analizando los caracte­
sición particular de las personas que se hallan delante, res é insinuándose en la familiaridad de mil conoci­
ó á quienes hablan ; á la vez que el conocimiento del mientos diversos. Una ambición laudable y generosa
mundo enseña que las mismas cosas que convienen de figurar en el mundo, inspira necesariamente el
en una compañía, en ciertos tiempos y lugares, son deseo de agradar, y este deseo indica, hasta cierto
muy absurdas en otros. En una palabra, el que conoce punto, los medios de conseguirlo. El arte de agradar
por esperiencia y ha observado los caracteres, los usos no es en efecto mas que el arte de ensalzarse y distin­
y las maneras de los hombres, es tan superior á un sa­ guirse; pero sin las gracias, como te tengo dicho mil
bio que solo conoce los libros y que forma sistemas por ocasiones, ognifatica é vana. Apenas tienes diez y
lo que ha leído, como un caballo de buena rienda lo nueve años, edad en que la mayor parte de tus com­
es á un asno. Por consiguiente, tú debes frecuentar y patriotas se embriagan en la universidad con vino de
estudiar las sociedades de hombres y mugeres, no solo Oporto. Tú les sacas la ventaja por lo que hace al
en su estertor, que está preparado y en estado de de­ saber; y si les tomas igualmente la delantera en ei co­
fensa, sino en su carácter interior y doméstico que por nocimiento y maneras del mundo, estás seguro de
consecuencia se halla menos disfrazado. Fórmate Idea eclipsarlos en la córte yen el parlamento, porque ge­
de las cosas tales como aparezcan á tus ojos y á tu neralmente ellos no comienzan á ver el mundo sino á
esperiéncia, y no como has leído que son ó deben ser; los veinte y un años, á cuya edad habrás visto tú la Eu­
porque jamás son totalmente lo que deberían ser. A ropa. Se ponen en camino sin estar limados, y en sus
tal intento, no te contentes con los conocimientos ge­ viajes se liman entre sí, porque rara vez ponen el pié
nerales y comunes, sino que por donde quiera que pu­ en las sociedades estranjeras; solo conocen al mundo
dieres, forma relaciones domésticas en las mejores ca­ Ingles, y esto por sus peores lados -, por lo regular no
sas. Por ejemplo: vé otra vez á Orli por dos ó tres dias, saben mas lengua que la suya ; vuelven á la casa pa­
y repite esta visita diferentes ocasiones: vé también á terna pulidos y refinados (dice Congreve en una de sus
Versalies, esüende los conocimientos que allí has ad­ comedias), como los marineros Holandeses que regre­
san de la pesca de la ballena (ty.

(a) Hombre bay que aunque trabaje infatigable,


Viene á morir mendigo y miserable ; (а) • Quiconque ai me A so rópandre, et fróquento plu-
Y hombre hay que con un poco de trabajo sieurs sociélés, doit étre plus flexible qu’AJcibiade, cbanger
A la opulencia llega por atajo; de principes coinmc d'asseinblées, modifier son espril, pour
Así hay hombre que estudia muchos años ainsi dire, á chaqué pas, et mesurcr les máximes A la toise.
Y no puede salir de sus engaños : II faut que cette flexibililé aille jusqu’A quilter son Ame en
Y hombre hay que en pocos años de lectura, entrant, s’il en a une; qu’il en prenne une autre aux cou-
Alcanza una instrucción vasta y madura. leursde la maison, comme un laquais prend un hábil do
(León de Arroyal.) Tr. livrée; qu’il la pose de mime en sorlanl, et repreune, s’il
veut, la sienne jusqu’A nouvel écbange, etc. •
(¿) Yo sostengo y aun salgo por garante (J. J. Rousseau.)
De que si llega á errar el hombre instruido,
Es mas necio su yerro y su descuide (б) D’oü venez-vous, sir Tom? — J’arrive do Calais.
Que el yerro de cualquier ionio ignorante. — Vous a vez parco uru l’Ilalie et la Franco?
(Lobos). Tr. — Oui. — Quel peuple A vos yauxobíiont la préfércncc?

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272 CARTAS

El cuidado qbo se ha tenido contigo, y, para hacer­


te justicia, el que tú has tenido de ti mismo, te ha
traído á los diez y nueve años al punto de no faltarte
otra cosa que adquirir, sino el conocimiento del mun­
do, las maneras y las prendas estertores. Pero estas son
adquisiciones esenciales en opinión de aquellos que
Bate, 3 de Octubre de 1753.
tienen bastante buen sentido para conocer lo que va­
len ; y si las consigues antes de cumplir veinte años y
te presentas en el teatro brillante del mundo, te darán Mi querido amigo.
tal ventaja sobre tus contemporáneos que ninguno
podrá alcanzarte, sino que se verán realmente aparta­ Tienes en vista tres córteselectorales, Bonn, Munich
dos. Es probable que logre yo colocarte cerca del prín­ y Manheim. Te aconsejo que visites de paso dos de
cipe heredero, que verosímilmente será un rey joven, ellas, y que fijes por algún tiempo tu tabernáculo en
y á su lado los inil medios de agradar, la flexibilidad, ¡a tercera, sea la que fuere. Por ejemplo: si eliges Man­
el brillo y ias gracias, balancearán y aun eclipsarán heim, como lo imagino, no permanezcas mas que diez
todo tu saber sólido y todo tu mérito sin ornato. Unta ó doce dias en Bonn y otros tantos en Munich; de allí
pues arrobas de aceite sobre tus miembros ; muéstrate Irás á fijarte á Manheim y asi tice versa. Si prefieres
agil é insigne en esta carrera, si quieres llegar tempra­ alguna de las otras, elige una para residencia y visita
no y antes que nadie á tocar el límite. Trabaja sin des­ únicamente las dos que escluyas. Cierto es que no pue­
canso, querido mió, en esta grande obra; atiende á los de uno complacerse, ni complacer á los demás, en
puntos mas pequeños, á las gracias mas impercepti­ donde solo vive ocho ó diez dias como ave de tránsito,
bles que contribuyen á formar el carácter vistoso de porque por ambas partes se cree que no vale la pena de
un perfecto caballero, de un gentilhombre y de un cor­ adquirir conocimientos, y mucho menos de formar re­
tesano estimado de todo el mundo. Atiende á los per­ laciones por tan cortos dias; pero tratándose de varios
files relumbrantes de los sugetos de moda que fueren meses queda á un hombre el tiempo suficiente para
mas amados y estimados, é imita aquella cualidad par­ familiarizarse bastante bien, y pronto se le considera
ticular en que se distinguen y por la que son alabados; como si no fuese estranjero. Esta es la utilidad real de
reune entonces todas estas partes y aprópiatelas for­ los viajes, porque al formar relaciones penetras la vida
mando de ti mismo un mosaico. Nadie posee todas las Interior y puedes sorprenderla en paños menores, me­
perfecciones, pero cada uno tiene alguna cosa que me­ dio único de conocer las costumbres, las maneras y to­
rece ser imitada. Lo que importa es que elijas bien los das aquellas infinitas particularidades que distinguen á
modelos, y para esto llévate mas bien de tus oidos que un lugar de otro; pero esta manera de vivir familiar­
de tus ojos. El mejor modelo es siempre el que todo el mente en las mejores casas, no es efecto de algunas vi­
mundo tiene por tal, aunque estrictamente considerado sitas frías de media hora y de pura forma; no ; es ne­
no merezca aquel titulo. Es necesario que tomemos cesario que atestigües solicitud, deseo é impaciencia do
la mayor parte de las cosas como son en si, porque no formar conexiones ; que te prestes á ello mostrando
podemos hacerlas según nuestros deseos, ni muchas afabilidad y deseo de agradar; que no andes corto en
veces como deberían ser; y en puntos en que no se in­ alabanzas de todo lo que merezca tu aprobación, y
teresan los deberes morales, es mas prudente seguir á también que aprendas á alabar lo que no la merezca
los otros que intentar conducirlos. A Dios (a). si ves que es del gusto del lugar. Bien sé que no eres
inclinado á alabar, pero es porque no sabes todavía
basta qué punto se mira lisonjeado el amor propio al
ver aprobadas nuestras propias opiniones, nuestras
preocupaciones y nuestras debilidades, aun en bagate­
— Je ne sais. Je n’ai vu partout que des Angkis. las ; siendo por el contrario mortificado cuando pensa­
— Vous avex vu du moins Voltaire et l’Arioste ? mos que nuestras opiniones y aun nuestros gustos,
Non. — Qu’avez-vous done fait ? — Mais, j’ai coúru nuestros usos y nuestros hábitos son acusados y con­
lia poste. denados. La aprobación produce un efecto enteramen­
(S............ ) te contrario y de ellos voy á esponerte un ejemplo muy
notable.
(a). Mayo 25. El autor á Monsieur Dairolles.
.... Cuando el ministro Napolitano que se halla actual­
mente en París, llegue aquí, Sir James Gray será nombra­
do enviado del rey á Ñipóles, y entonces espero y creo quo
vuestro amiguito será igualmente nombrado para suceder á ministro desembarque en Inglaterra, no debe él nombrar el
Sir James en Venecia, cuyo punto es el mejor del mundo suyo para Nápoles; y Su Magestad Napolitana piensa que ha
para que él comience. La variedad de pasajeros de todas ido ya muy lejos enviando su representante basta París, antea
naciones que allí verá, espero quo le dará mas deseo de que ninguno baya sido nombrado de nuestra parte. Entre
agradar, que es lo que necesita y lo que yo procuro incul­ nos, creo que tiene razón y que aquí se obra erróneamente,
carle. Es un muchacho muy descuidado y negligente para porque la desigualdad no es mucha entre testas coronadas ¡
su edad, y no posee aun l’art de se [aire valoir, que es uno algunas tienen, es verdad, el derecho de precedencia; pero
de los mas necesarios........... ninguna tiene, ni aun el Emperador, que en vano la pre­
En otra caria de 22 de Junio decía el autor al mismo su- tende, una preeminencia sobre las otras. Pero supongo quo
gelo : esto se enmendará de una u otra manera. Lo deseo coa
.... El negocio de Venecia, que yo considero como casi impaciencia porque ya uo veo ¡as horas de que el mochadlo
seguro, espera la llegada del marques de Alberlini que aun entre en el manejo de los negocio* y establezca una lieadi-
se baila en París. Su Magestad insiste en que basta que aquel cila en espera de un grao almacén.

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DE LORD CHESTERFIELD

El famoso conde de Shaftesbnry, siendo canciller en


el reinado corrompido de Carlos 11, ambicionaba ser
favorito, y también ministro del rey; y para auradar á
S. M. cuya pasión dominante eran las mugeres, sos­
tenía una querida de que no tenia ninguna necesidad
ni le servia de nada. El rey olió la cosa y le preguntó
si era positivo. El conde convino en ello agregando D.vrn, 19 de Octubre de 1753.
que aunque mantenía esta muger, no le faltaban otras,
porque le gustaba la variedad. Algunos dias después
el rey, en un besamanos público, apercibió al conde á Mi QÜERIDO AU1GO.
cierta distancia y dijo á los que le rodeaban . « No se
creería que aquel débil hombrecillo es el mayor licen­ Entre los mil Ingredientes que componen el arte do
cioso de Inglaterra, pero nada es mas cierto. » Cuando agradar, no hay ninguno mas atractivo y seductor que
entró el conde todo el mundo se puso á reir y el rey aquella flexibilidad y aquella dulzura de fisonomía y
dijo • se trataba de vos M ilord: » De mí, Señor! res­ de maneras que, sabes bien, son irresistibles, aunque
pondió el canciller con alguna sorpresa. Sí, respondió seas, Dios sabe por qué, enemigo jurado de ellas. Las
el rey, porque acabo de decir que sois el mayor licen­ gentes se toman el mayor trabajo para ocultar.ó disfra­
cioso de Inglaterra : no es cierto ? « Para un súbdito, zar sus imperfecciones naturales. Algunos procuran
Señor, respondió el Lord, puede ser cierto.* Lo mismo encubrir los defectos de su talla dando á su vestido
sucede en todas las cosas : pensamos que una diferen­ cierta forma, ó valiéndose de otros artificios. Las pobres
cia de opinión, de conducta, de maneras es á lo menos mugeres cuyo cutis es naturalmente feo, ven el modo de
una censura tácita, y por este motivo debemos adquirir hacerlo hermoso; hombres y mugeres á quienes la natu­
la costumbre de conformarnos fácilmente con todo lo raleza ha visto con ojos de madrastra imponiéndoles ur
r ne no es criminal ni deshonroso. Se supone que todo semblante desagradable y feroz, hacen á lo menos cuanto
el que se separa de esta costumbre general, se cree y está en su arbitrio, aunque por lo regular inútilmente,
declara mas sabio que el resto del mundo, y esto no se para serenarlo y mitigarlo; afectan un aire dulce y
seporta, sobre todo en un jóven, porque á este todo se risueño, aunque las mas veces hacen, como el diablo do
le perdona, y aun se le aplaude si lleva la moda hasta Millón, gestos horribles sonriendo monstruosamente,
el esceso, pero nunca si quiebra lanzas contra ella. A (they grin horribly a ghaetly smile). Mas tú eres la
Dios (a). única criatura que haya yo conocido en toda mí vida
que no solamente desdeña, sino que absolutamente
desecha y desfigura aquel precioso don que la benigna
naturaleza te ha concedido. Bien adivinas que hablo
de la cara, porque te ha tocado una muy agradable;
pero tú te defiendes, pides perdón y sentirías mucho
(a) Agosto 46. El autor A M. Da i rolles : aceptarla; tomándote por el contrario el mayor trabajo
.......Os quedareis sorprendido al saber, como lo quedé para adoptar la mas siniestra, la mas desapacible y la
ye cuando se me dijo, que el negocio de Vcnccia no tendrá mas desagradable que se pueda imaginar. Imposible
verificativo por la terminante negativa de Su Magestad, á parece esto, pero bien sabes que hablo verdad. Si le
pesar de que el Duque de Newcastle, y Lady Yarmouth, imaginas que tal aire es varonil, profundo é impor­
hicieron, como sinceramente lo creo, todo lo que podían ha­ tante, como se lo figuran varios de tus compatriotas,
cer, para lograrlo. No existia competidor, la comisión era te engañas muy mucho, porque lo único que consigues
de poca importancia y ninguno de los interesados dudaba es tomar las trazas de un coracero aloman, en cuyo
del buen suceso, cuando, hace diez ó doce dias, Su Majestad, ejercicio entra el aparecer formidable y herizado. Dirás
instado por el Duque de Newcastle para una determinación quizá : qué, he de andar estudiando siempre mi sem­
deGniliva, se negó absolutamente. La única razón en que blante para darle esa dulzura? Respondo, No; hazlo
fudó su escusa fué la del nacimiento del muchacho, cuya únicamente durante quince días y después no tendrás
razón, según se había dicho antes á Su Magestad, no tuvo que pensar mas en ello. Con solo que te tomes, para
ningún peso á sus ojos cuando se trató de Charles Churclii11,
recobrar aquel semblante que la naturaleza te ha dado,
hijo ilegítimo del general Cburcbill, y que fué sin embargo
la mitad del trabajo que por fuerza te ha de haber costa­
enriado como ministro á una de las primeras cortes de Eu­
do desfigurarlo, será asunto concluido. Acostumbra tus
ropa, y tqjo el honor de ser colocado cerca de Su Magestad
como camarero suyo. Confieso que, considerando mi conducta
ojos á cierta dulzura de que son muy capaces, y tu
desde que me retiré de la corte, las dificultades que podía rostro á aquella sonrisa que lo conviene mejor que á
yo haber suscitado, en vez do la facilidad de que be dado ninguna otra figura de cuantas he visto. Dá también á
pruebas, y considerando la declaración que hice de que co- tus movimientos cierta flexibilidad que haga desapare­
moeite era el primero, también seria el ultimo favor que cer la tesura que ahora tienen. Querría yo que adqui­
pediría, no esperaba yo se me negase semejante bagatela. rieses hasta cierto punto el aire de convento (bien sa­
Pero ya no hay que pensar en ello, y tengo bastante filosofía bes lo que quiero significar), porque hay en él un no sé
pra evitar un sentimiento inútil por lo que no puede reme­ qué, cierta mezcla de benevolencia, de afecto y de
darse. Estoy en espectativa de otra cosa, y con tal fin in­
troduciré á vuestro amiguito en el próximo Parlamento; y la
capa parlamentaria, mas extensa si es posible, que la de la
cridad, cubrirá aquella falta involuntaria.Entre tanto pienso
| hacerlo viajar para que no esté ocioso ni vague por la ciudad
de Londres el próximo invierno. Dentro de tres semanas irá las que nanea hay Ingleses, porque este es mi grande objeto.
Cw primer lugar á Holanda por un mes ó mas. y de allí á Mucho tiempo ha conversado ya con ellos en Francia en
1^ tres cortes electorales de Bonn, Manheim y Munich, en donde hormiguean actualmente. Tr.

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CARTAS’

unción que atrae mucho. Por lo regular es sincero, á Saúl, hombre de diez pies de estatura, cabando ana
lo menos así se considera, y por consecuencia es grato. zanja encontró casualmente el ojo de Goliatb, y juzgó
¿ Puedes llamar á esto trabajo ? Cuando mas será un ¡ á propósito enterrarse en él. Hizolo así, pero quedó con
trabajo de media hora durante una semana. Pero aun la cabeza fuera, porque la cavidad del ojo gigantesco
suponiéndolo tal, pidote que me digas por qué te ha? no pudo contener mas. » Puedo asegurarte que entre
tomado el trabajo de bailar tan bien como lo haces. El diez mil mentiras, esta es una de las mas modestas.
baile no es un deber religioso, moral ni civil; tu objeto ; A pesar de lodos mis baños lavatorios é inyecciones,
confiésalo, fue agradar, y te concedo la razón. ¿ Por mi oido no apercibe una jota mas, y sin embargo, he
qué llevas hermosos vestidos y te rizas el pelo? ¿ No es pasado aquí la mitad de la estación. Rara vez entro en
este también un trabajo ? Mas cómodo seria permane- í sociedad, porque mi estado no es á propósito para nin­
ccr con la cabellera enmarañada y un vestido andrajoso. ¿ guna de ellas. Me imagino que tú la frecuentas bastan­
También haces esto por agradar, y haces muy bien ; < te para ambos, y es seguro que ganarás mas que yo cun
pero si asi es, razona, por el amor de Dios, y obra con- < todos mí» libros, porque solo leo para entretenerme y
secuentemente. Trata de agradar en cosas mas esen­ pasar el tiempo que me sobra en abundancia ; pero tú
ciales, sin lo cual todo el trabajo que en estas te has tienes dos razones poderosas para asistir á la sociedad,
tomado será enteramente perdido. Tu destreza en <1 el placer y el provecho. Quiera el cielo concederte mu­
baile luco cuando mas seis veces al año; á la vez que cho de uno y otro! A Dios (a).
tu semblante y tus movimientos se hallan cada día, y
todo el dia, á vista de todo el mundo. ¿Cual de estas
cosas, apelo á tí mismo, merece que la atiendas mas ?
La dulzura do la fisonomía y de las gesticulaciones
puede únicamente hacer agradable todo lo demas.
Estás muy lejos de ser de mal natural; ¿ querrás que
se te tenga por tal sin mereceilo? pues así lo hará Londres, 20 de Noviembre de 17&.
creer tu figura ordinaria á cualquiera que no te conoz­
ca.Ya que tratamos este asunto es necesario que sepas
lo que dijo el otro dia una bella dama conocida tuya, Mi QUERIDO AMIGO.
realmente buena en el fondo, pero cuya fisonomía or­
dinaria es dura y aun fastidiosa. Hablo de Mis H... n, . Nos faltan actualmente dos correos de Holanda, de
sobrina de madama M—g,que viste en Blackheath. Esta modo que no tengo que acusar recibo de ninguna tuya.
última era de parecer que tenias un aire muy atractivo Sin embargo, sabes por una larga esperiencta que esto
cuando querías pero que no queríassiempre; con cuyo no obsta para que yo te escriba ¡ tus cartas me son muy
motivo dijo la primera que tu figura ie gustaba mas gratas, pero siempre trato de que las mías redunden
cuando 6e hallaba opaca como la suya.« Eh bien, res­ en tu beneficio y en todo caso prefiero tu ventea á mi
pondió madama M—g., cásense entrambos porque placer.
mientras tengan ese aire ceñudo, ninguno se expondrá Si te hallas bien establecido y naturalizado en Man­
á solicitarlos. » Desde entonces se le llama madama heim, prolonga tu morada en esta ciudad, y no dejes
Stanhope. Para completar la dulzura de fisonomía y lo cierto por lo dudoso; pero si piensas poder estable­
de maneras que tanto te recomiendo, debías cstenderia certe bajo igual pie ó mejor en Munich, dirígete ulíi
á tus espresiones y tus ideas; mezcla siempre en ellas luego que te agradare ; y si el resultado no correspon­
algo de afectuoso y tierno; toma el lado mas favorable é diere con tus esperanzas, siempre podrás volver á
indulgente de todas las cuestiones. Verdad es que el for­ Manheim. En una de mis anteriores te dije que debías
midable y sublime John Bull (a), tu compatriota, no so ¡ pasar el carnaval en Berlín, porque me parece que es
conduce así, y que para mostrar su temeridad y fuerza j lugar que te ha de gustar y al mismo tiempo serte pro­
de espíritu, toma el lado mas áspero y lo adorna por lo | vechoso ; sin embargo, obra como te parezca, pero co­
regular con un gian voto al diablo para parecer aun } munícame tu resolución. Tanto el rey como el p:»is
mas formidable. j
He comenzado á leer la historia oriental, particular- .
mente la de los judíos después de la ruina de su templo j
y de su dispersión por Tito; pero la incertidumbre y la ¡
confusión, la falsedad y la monstruosa estravagancia ¡
de la mayor parte de este romance, me han desagrada- ¡ (a) Setiembre 43. El autor á la marque»* de Mongunaeil.
do en cslremo. El Talmud, el Mischna, el Targums y i .........Volre peí i l garlón nc va pas h Ven i se comme je m’ea
otras traducciones de los rabinos y doctores, que la I étais flatlé; je m’en croyaia súr, maia A Ja cour y a-l-il
mayor parte eran cabalistas, contienen mas absurdo*, < quclquc chose desOr? Oui, qu’on y promet beaucoup, el
si es posible, que* todos los que has luido en los escritos < qu’on y tient peu. En atlcndantmicux, je l’ai encoré trans­
del conde Gabalis; y en realidad casi toda la substan- j porté ;*il esl partí lasemaine passée pour la Bol linde, el de
cía de esta historia es tomada de los rabinos. Te pre- | h il doit aller bivemer aux cours electorales de Bono,
sentaré un ejemplo de las ostra vagancias que han pasa- I Manheim, Munich, Dresde ect. Est-ce pour le décroller, me
do á los escritos de sus mas célebres doctores. • Abbus < direz-vous, ct pour luí donner le vernis que votia luí wnbxi-
I tez tant, que vous i’cnvoyez en Alleniagne? Eh ! oui. Mída­
_______________________________________ i me, cijo suis persuadé qu’il y gagnera. II n’a pas le désir
------- — ■- — ... ------------------------------------------------- < de plaire qu’il faudrail, il n’a pas les atlcntions nécessaues
<
il n’aime pas i se contraindre; la roideur, la hauleur, rt la
morgue germanique l’y forceront, c’cst le contre-poi*»#
(/) Nombre que suele aplicarse á todo ingles, como
nécessaire pour sa nonchalance. D’aillcurs, il n y a jaman
jtfií/zvá todo angloamericano. ¡
d’Anglais dans ces cours-h. ec qui esl un grand articb; daM
b« oimplc dos manieres el de la jpolitew. Lr.

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DE LORD CHESTERFIELD 275

tienen y tendrán tanta parte en los negocios de Europa, maneras y atenciones. SI tabfuese el caso, como lo su­
que bien merecen que los estudies á fondo. pongo y deseo, podría yo escribirle, si te parece, para
Si en el lugar que habitas actualmente, ó en los que que te haga justicia en su próximo suplemento. Fuera
pudieres hallarte en lo sucesivo, hablas á menudo fran­ de chanza, celebro mucho que andes rodando en ese
cés, aleman ó ingles, te recomiendo la mayor atención torbellino de placeres, propio para suavizar, pulir y
á la propiedad y elegáncia del estilo ; emplea las mejo­ frotar tus parles ásperas.
res palabras que cada idioma pueda procurarte ; evita Los ministros nquí, intimidados con los clamores
la cacofonía y cuida de que tus periodos tengan toda la brutales y absurdos de la plebe, me parece que han
consonancia posible. Estoy seguro de que no es me­ dado pruebas de pusilanimidad, anulando en esta se­
nester repetirte lo que tantas veces has sentido tú mis­ sión la ley que habla pasado en la precedente, para que
mo, quiero decir, el mucho realce que la elegancia de los judíos pudiesen ser naturalizados con arreglo á las
dicción comunica á los pensamientos, y la facilidad con subsecuentes disposiciones del parlamento. Los que
que hace pasar aun los malos. Casi á esto viene á redu­ gritan con todas sus fuerzas contra esta innovación,
cirse toda la magia en la cámara de los comunes, y en triunfan; sin duda pedirán algo mas, y si no se les
realidad en toda reunión pública ó privada. Las pala­ otorga, pronto caerá en olvido este bello rasgo de con­
bras, que son el traje de los pensamientos, exigen cier­ descendencia. Nada es mas cierto en política que
tamente mas cuidado que los vestidos, que solo sirven aquella reflexión del cardenal de Retz : el pueblo teme
para adornar la persona, y sin embargo, merecen su siempre que conoce que no es temido; de consiguiente,
parte de atención. Si te aplicas al estilo de una lengua, su irracionalidad é insolencia aumenta cuando vé que
te acostumbrarás á usarlo en cualquiera otra; y si lle­ inspira temor. Los gobiernos rectos y prudentes no dan
gas á hablar francés ó aleman con la mayor elegancia, al pueblo, si es posible, justos motivos de queja; pero
verás como tu mismo ingles participa de iguales pro­ por otra parte, se mantienen firmes contra sus ciegos
gresos. Te lo repito aun, por la milésima vex: no traba­ clamores. Ademas, este ruido contra la ley de los judíos
jes ahora mas que en adquirir las cualidades ornamen­ procede de aquel espíritu estrecho que el pueblo bajo
tales. Muy mal conocen el mundo y gastan muchas alimenta contra la intolerancia en materia de religión,
palabras en vano, los que nos alaban la simplicidad y la y de su falta de hospitalidad en materia civil, preten­
solidez sin ornato. Mucho tiempo ha que los hombres siones á que debe oponerse todo gobierno prudente.
dejaron el estado de la naturaleza ; las edades de oro y La confusión en Francia aumenta todos los dias
de simplicidad nativa no volverán jamás. Si hemos como sin duda habrás sabido en el lugar que habitas.
ganado ó perdido no es la cuestión; nos hallamos refi­ Ultimamente se ha publicado una respuesta del clero,
nados, y las maneras simples, los vestidos sencillos y que se me envió de París por el último correo; te la
el lenguaje llano serían tan inadmisibles en la vida, co­ incluiría ahora si no fuese muy voluminosa; quizá la
mo las bellotas, las yerbas y el agua de la fuente vecina verás en M&nheim en casa del ministro de Francia, y
en la mesa. En este momento entran algunas gentes es bueno que la leas, porque está escrita con mucho
que Interrumpen el curso de mi sermón, y así buenas arte y de una manera plausible, aunque fundada en
noches. principios falsos. El jus divinum del clero, y de consi­
guiente su supremacía en materias de fé y de doctrina,
se sostienen en este escrito, cosa que yo niego absolu­
tamente. SI se concediesen ambos puntos al clero de
cualquiera país, sería necesario que lo gobernase des­
póticamente, porque todo puede referirse directa ó in­
directamente á la fé ó á la doctrina; y todo aquel en
Bath, 26 de Noviembre de 1753. quien se supone el poder de salvar ó de condenar las
almas para toda la eternidad, como el clero pretende,
Mi querido amigo. será mucho mas respetado y mejor obedecido que nin­
gún poder civil, cuyas pretensiones no van mas allá de
Qué de fiestas y placeres en Manheim ! Si se puede este mundo; á la vez que el clero debe considerarse
dar crédito á las historias hebdomadarias de M. Rodrí­ en todo país bajo el mismo pié que los otros súbditos,
guez, el escritor mas elegante entre los modernos, no dependientes del supremo poder legislativo; y ser sos­
solo monterías numerosas y brillantes; óperas en tenido por este poder bajo las restricciones y limites
que los actores hacen maravillas; los dias de cumple que le covienc-n pin a mantener la decencia y el decoro
años de SS. RR. Serenísimas celebrados en gran gala; en la Iglesia, del mismo modo que los comisarios para
sino que, para coronar ia obra, M. Zuchmantel ha mantener la paz en los cuarteles (a). Esto ha sido cla-
llegado felizmente, y se espera d cada instante á M.
Wartensleben. Supongo que tú eres pars magna en
todas estas fiestas; aunque como dice Bluff, en el Viejo
Celibatario (a), parece que ya no eres de este mundo
según el silencio que guarda respecto de ti ese gace­ (a)...:.... Je ne veuxdésormais
tero bribón. Pienso que á lo menos debería haber indi­ Dans les prétres des Dieux que des bommes de paix,
cado que te muestras en todas esas diversiones con fi­ Des ministres chéris, de bonté, de clémeuce,
sonomía alegre, y que te distingues entre la numerosa Jaloux de leur devoir et non deleur puissance,
y brillante concurrencia por tu aire, tu vestido, tus Honorés et soumis, par les loas soutenus,
Et par ces mémes lois sagement contenus;
Loin des pompes du monde, enfermés dans leur temple;
Donnant aux nations le précepteet l’exemple :
D'aulant plus révérés qu’ils voudront l’étre moins.
(a) Comedia deCongrcrc. (VOLTAIBE).

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276 CARTAS

ramcnto probado ron arreglo á los principios mismos hallarás á Slr Ch. Williams qué te recibirá con los bra­
del antiguo y nuevo testamento, por Era Paolu, en su zos abiertos. Hoy ha comido conmigo y partirá para
libro <le Reneficis, que recomiendo mucho á tu aten­ Dresde dentro de mes y medio. Habla de tí con mucha
ción. A Dios. bondad y atestigua sus deseos de volverte á ver. Como
está, por lo que hace á los negocios, en todos los secre­
tos importantes, te impondrá de todos ellos, hasta que
fijemos el lugar en que tú y yo debemos reunirnos que
será probablemente en Spa.
En cualquier lugar que te hallares, infórmate con
particular cuidado de los negocios de Francia ¡ cada
Londres, 25 de Diciembre de 1753. día cobran mas incremento, y en mi opinión seguirán
aumentando. El rey está despreciado y no lo estrafio;
ha conducido las cosas hasta el punto de ser odiado al
Mi querido amigo.
mismo tiempo, lo cual rara vez se combina en una
A la vez recibí ayer dos cartas tuyas una del 7 y otra misma persona. So sabe que los Incapaces ministros
del 16 datadas en Manheim. En toda tu vida has te­ están muy desunidos, y que S. M. vacila entre la igle­
nido mejor razón para no escribir, sea á mí ó á cual­ sia y el parlamento, como el asno de la fábula que pe­
quiera otro, que tu mal en el dedo. Me figuro que te reció de hambre entre dos montones de heno (a). El
habrá dolido bastante y me alegro de que ya esté cu­ amor que profesa á su querida es estremado para sepa­
rado ; pero sea cual fuere el dolor que cause un dedo rarse de ella, y no lo es menos el temor de perder su
lastimado, la pereza de cuerpo ó de alma es mal mucho alma para gozar plenamente de sus amores. Por un
mayor y atrae consecuencias mas sensibles. lado tiene celos del parlamento que podría sostener
Celebro infinito que la córte de Manheim te distin­ su poder; por otro se halla beatamente rendido á la
guiese entre tu» compatriotas y otros estranjeros, por­ iglesia que podría destruirlo. El pueblo está pobre y
que es prueba que tu porte y tus modales vallan mas por consiguiente descontento; los que llenen religión
que los de ellos. Ten por seguro que las personas mas están divididos en sus doctrinas que es lo mismo que
bien educadas serán siempre mejor recibidas en todas decir que se odian todos. El clero no perdona nunca,
partes. Los buenos modales son el espediente recono­ y mucho menos perdonarla «1 parlamento que por su
cido en la vida social, lo mismo que la moneda en el parte parece poco dispuesto á perdonar á su adversa­
comercio : en amks casos hay un trueque, y nadie se rio. El ejército toma, aunque solo en idea, alguna
halla mas dispuesto á ant‘cipar cortesías á un oso, que parte en estas disputas, y dia vendrá en que se mezcle
dinero á un quebrado. Cieo firmemente que las córtes de hecho. Aunque los ejércitos sean el apoyo sen il del
de Alemania te harán mucho bien ; su ceremonial y su poder absoluto, lo sostienen hoy y lo destruyen ma­
etiqueta son correctivos y antídotos contra tu negli­ ñana, cambiando á menudo las manos en que les pla­
gencia y tu falta de atención. Me figuro que no sería ce depositarlo. Estefué el caso de las cohortes preto-
allí bien visto que te tendieses á la larga en un sillón, y rianas que asesinaban á los monstruos que ellas mis­
que se te tendría por muy grosero si cuando alguno té mas habian elevado para oprimir á los hombres. Los
hablase dirigieses la vista á otra parte. Del mismo modo genízarosen Turquía y los regimientos de guardias bn
que los otros prestan atención á tus discursos, esperan Rusia hacen en el dia lo mismo.
que tú oigas los suyos y debes oirlos aunque sean Im­ La nación francesa discurre libremente, cosa que
pertinentes (a). Considera como máxima de inconcusa jamás habla hecho, sobre materias de religión y de go­
verdad, que ningún jó ven puede hacer progresos en bierno, y comienza á ser spregiudicata : los oficiales
una sociedad si el respete que por ella tiene no es bas­ hacen lo mismo. En una palabra, existen actualmcnt:
tante para obligarle á permanecer con cierto grado de en Francia, y tomarán cada dia mayor cuerpo, todos
represión. los síntomas precursores á los grandes cambios y á las
No me atrevo á confiar en los elójios que hace Meys- revoluciones. Me alegro que asi sea, porque el resto de
sounierde su vino del Rhln, porque el de Borgoha que la Europa estará mas tranquilo y tendrá tiempo para
me envió no ha correspondido á sus promesas ni á mis reponerseade sus pérdidas. La Inglaterra carece de
esperanzas. Creo que, como traficante de vino, es el hombres y de dinero y necesita descanso; la república
perfidus caupo, aunque en calidad de banquero pueda de las Provincias Unidas lo necesita en mayor grado.
ser otra cosa. Las otras potencias no pueden bailar cuando ni la
Como mis cartas se cstravian tan amenudo, repetiré Francia ni los Estados pueden pagar la música como es
en esta lo concerniente á tus futidas correrías. Cuando costumbre.
te sientas cansado de Berlín, ve Á Dresde, en-donde

(a) Al que tiene en preeminencia (a).................On vint fui présenter


Autoridad, Pour son dlner deux mesures ¿gales,
Aunque hable en vanidad I)e inémc forme, a pareils intervallea :
Darás audiencia, De deux cótés Váne se vil tentar
Bien es menester paciencia Egalcmenl, et pressantses oreilles,
Si se alarga; Juste au milieu des deux formes va re i lies,
Si es perjudicial, descarga De VéquilibrCf accomplissant les luis,
Tu conciencia. Mourut de (aim de peur de faire un choix.
(Castilla) Tr. (Voltairf) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 277
El primer sacudimiento que á mi parecer habrá en modos quédate en Berlín hasta que yo no te informo
Europa, será con motivo á ¡a corona de Polonia, á la de la llegada de Sir Ch. Williams á Dresde, en dondo
muerte det rey actual, y por lo tanto deseo á S. M. sin duda no querrás presentarte antes que él, y á
muy buenas pascuas y una larga vida. Basta de polí­ donde podrás ir en su busca cuando te parezca. Es
tica estranjera; pero te encargo que mientras perma­ sugeto que muestra mucha bondad y afecto por tí, y
nezcas en Alemania te Informes de todas las discusio­ tengo razones para creerlo sincero.
nes y dificultades que las diferentes guerras han oca­ Acaban de publicarse las obras del difunto Lord
sionado entre los electores Bávaro y Palatino. A Dios. Bolingbroke, y me he engolfado en estudios filosóficos
que hasta ahora me habían ocupado muy poco, con­
vencido de la futileza de estas investigaciones. He leído
su Ensayo filosófico sobre la estenslon de ios conoci­
mientos humanos, en que orueba claramente con la
mas rica elocuencia, lo que puede y no puede el espí­
Lonures, 15 de Enero de 1754* ritu humano: que nuestra inteligencia ha sido sabia­
mente calculada para el lugar que ocupamos en esto
planeta, y para el anillo que formamos en la cadena
Mi quertdo amigo. universal de las cosas; pero que nj somos capaces do
Recibo en este momento tu carta de Munich de ÍG aquel grado de ciencia que nuestra curiosidad ambi­
del pasado. Ahora que te veo felizmente libre de ios ciona, y nuestra vanidad nos persuado á veces quo
peligros y de las dificultades de tu viaje de Manheim, hemos alcanzado (a). No te recomiendo que leas esta
me alegro mucho de que los hubieses encontrado: obra; pero cuando regresares aquí, daré por pasto
habitual á tus meditaciones todos aquellos escritos
Condisce i dilettl
suyos relativos á nuestra historia y á nuestra cons­
Memoria di pene. titución.
Ne sá che sia benc
La lectura, que siempre ha entrado en el número
Chi mal non sojjri.
de mis placeres,aun en tiempo de mi mayor disipación,
Estos accidentes son ligeros comprobantes de los peli­ es en el dia mi único recurso, y temj contentar mucho
gros y dificultades que debes esperar en tu grande y mi inclinación á costa de mis ojos. ¿ Pero qué quieres
espero, largo viaje en el mundo. El camino presenta que haga ? Es menester que me ocupe de alguna cosa,
trechos sembrados de abundantes flores y perspectivas porque la ociosidad me es imposible. Mis oídos cada
llanas y encantadoras; pero temo que la mayor parte dia me son mas inútiles, y mis ojos consiguientemente
del terreno sea muy desigual, ocupado de malezas y mas necesarios; yo no quiero economizarlos como un
espinas y cruzado de torrentes. Corta las flores que miserable, y mas bien gusto arriesgarme á perderlos
hallares en tu sendero, mas al mismo tiempo precá­ que dejar de gozar el placer que Me procuran.
vete contra las zarzas que las rodean, ó que ciertas- Te encargo que me comuniques todas las particula­
mente vendrán despue» de ellas. Te agradezco el javalí ridades de tu recibimiento en Munich y en Berlín.
que me has dedicado. Ahora que está muerto, estoy Creo que serás bien acojido en esta última ciudad,
6eguro de que se dejará comer, aunque no de que porque S. M. Prusiana sabe que en todo tiempo ho
habría yo tenido en combate tan singular, el valor que admirado y respetado sus grandes y variados talentos.
mostraste haciéndole morder el polvo como los heroes A Dios.
de Homero.
SI algunos accidentes de las aguas ó de los malos
caminos no te detienen en Munich, no me Imagino
que las diversiones lo consigan; creo que mas bien las
solicitarás y encontrarás en el carnaval de Berlín, y
en tal suposición dirijo esta carta á tu banquero en
aquella ciudad. Te encargo otra vez que mientras per­ Londres, l de Febrero de t7S4,
manezcas en ella tengas cuidado de oir, conocer y
observar todo. El príncipe mas hábil de Europa es sin
dada objeto digno de atención, y sus mas pequeñas Mi qubrido amigo.
acciones, como los menores dibujos de los grandes
Ayer recibí tu carta del 12 escrita en Munich, y en
pintores, tienen su valor y muy considerable.
Lee atentamente el código Frederico, é infórmate vista de ella te dirijo allí la presente, aunque encaminó
de los buenos efectos que ha producido en la parte de
su reino en que se ha adoptado, y de donde ha des­ * *?
terrado las cavilaciones, trampas y caos de las antiguas
leyes. Desearía que tuvieses una hora de asueto diaria­
mente para leer algún buen autor italiano, y para (a) Folie chi sa aperar
conversar en esta lengua con nuestro digno amigo il Che del cíe) possa un di
signor Angelo Cor i, lo cual servirá para que no la Gli arcan i penetrar
olvides y aun para que to perfecciones. La mente umana.
Vive, permanece y elévate en medio de todas esas Allor che nel futuro
cortes; acostúmbralas de tal modo á tu figura que no Piü crede ello veder,
le vean como á estranjero. Observa el tono que reina Allora é che dal ver
en ellas y aun adopta sus mismas tendencias y locuras, Piú s’allontana.
porque las hay allí como en todas las cortes. De todos (Metastasio). Tr.

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278 CARTAS

mis tres últimas á Berilo, en donde supongo las encon­


trarás á tu llegada. Pues que no solo estás bien esta­
blecido, sino enjaulado en Munich, has hecho bien
de no moverte. Los lugares no se conocen con solo
verlos, sino conversando familiarmente con las gentes
de distinción. No quisiera yo hallarme en lugar de ese Londres, 12 de Febrero de
prodigio de hermosura que debes conducir en la cor­
rida de trineos, y me inclino á creer que corre gran
riesgo de que le quiebres los huesos. Espero que habrás Mi querido amigo.
adoptado tu carro al carácter de la bella. Si es de dis­
posición colérica é impetuosa, como suelen serlo las Te dirijo la presente á Berlin y sentiría mucho que
bellezas, la colocarás sin duda en un carro en forma se estravíasq, porque pienso que la leerás con tanto
de león, de tigre, de dragón ó de cualquiera otro animal placer como yo al escribirla. Pongo en tu conocimien­
furioso y terrible: si es sublime y desdehosa, como es to que después de algunas dificultades podemos con­
probable, porque sin duda es de alta categoría, me tar por seguro que tendrás un lugar en el próximo par­
imagino que la introducirás en un cisne magnifico ó un lamento, y esto sin oposición y sin la menor necesi­
pavo soberbio; pero si es ei modelo de la ternura y de dad de que lo solicites en persona. Ademas, debo de­
la amabilidad, tendrás sin duda cuidado deque las cirte que esta fortuna la debemos particularmente á la
amorosas tortolillas revoloteo al rededor de su cuello. amistad de M. Eliot, porque te propondrá junto con
Por sentado que has preparado tus lemas para esta él, en el distrito de su pueblo menos dudoso. Siendo
ocasión ; pero si no has sido tan precavido, encontrarás imposible obrar con mas celo y amistad quo M. Eliot
multitud de ellos en los Entretiene d’Ariste sur les en todo este negocio, soy de parecer que por el primer
devises, obra del padre Bouhours. No te diré esta vez, correo le escribas una carta do agradecimientos, pero
como el padre en Ovidio: Parce, puer, stimulis; ct ardientes y juveniles y no tibios ni avejentados; pue­
forliusutere lorie. des dirigírmela y se la enviaré á Cornualla en donde
Si esta carta te encuentra aun en Munich, te encargo está actualmente.
que presentes mis cumplidos á M. Burrish, á quien Seguro ya de ser senador, me atrevo á decir que no
estoy muy reconocido por las atenciones que te ha te propones entrar en el número de ios pedarii sena-
mostrado: cierto es que yo procuré servirle cuando toree et pedibus iré in sententiam. Como ia cámara
estuvo en mi mano, pero también lo es que hice servi­ de los comunes es ei teatro en que debes figurar y cre­
cios á varios otros que ni los han retribuido ni cer para el mundo, es necesario que te decidas á ser
recordado. actor y no persona muta, que equivale esactamente á
Me he visto bastante indispuesto estos últimos quin­ despabilador en los otros teatros. Todo el que no brilla
ce dias con una enfermedad como la que tuviste en allí, vivirá obscuro, despreciado y sin importancia • y
Corniola, arthristis vaga; afortunadamente no me ha no puedes concebir cuan fácil sería á un hombre quo
atacado al pecho; solo se ha dejado sentir en mi brazo solo contase con la mitad de tu talento y de tu saber,
derecho en donde ha establecido su imperio; y del brillar en aquella asamblea si así lo quisiese. La receta
mismo modo que en los gobiernos tiránicos, las partes para hacer un orador, y un orador aplaudido, es corta
mas remotas resienten su severidad. Cuando partió el y fácil. Toma de sentido común cuanlum svjficil ¡
último correo no me hallaba capaz de tener la pluma; agrega una poca de aplicación á las reglas y usos de
supliqué á M. Grevenkop, que te escribiese en mi la cámara ; espon los pensamientos que te ocurran
lugar y su carta fué encaminada á Berlín. La viveza bajo nueva luz, y mezcla todo esto con una buena do­
del dolor disminuye, pero todavía siento algunas pun­ sis de pureza y elegancia de estilo. Persuádete de que
zadas en la espalda, que temo me atormente aun por la mayor parte de los hombres no analizan ni van has­
largo tiempo. Es menester considerar y seguir el con­ ta el fondo ; son incapaces de pasar mas allá de la su­
sejo de Horacio quid valeant humeri, quid ferre perficie ; todos tienen sentidos que es necesario sedu­
recusent. cir, pero son pocos los que poseen una razón que so
En algunas de mis últimas dirigidas á Berlin (a), te deba contentar. La actitud y las gesticulaciones gra­
cumplimento justamente por los grandes y recientes ciosas encantan sus ojos, y la dicción elegante arrebata
progresos que has hecho en el género epistolar. Las sus oidos ¡ para ellos un razonamiento sólido sería
cuatro ó cinco últimas cartas que me has escrito están trabajo perdido. Estoy convencido, no solo por teoría
muy bien redactadas, y la que dirigiste á M. Harte con sino por esperten cía, de que, suponiendo un poco de
motivo á la entrada de año es muy preciosa. Le agradó sentido común, lo que se llama un buen orador, es lo
tanto que me la envió de Windsor inmediatamente mismo que un buen zapatero, y que ambos oficios pue­
después de haberla leído. Este talento, necesarísimo en den adquirirse con el mismo grado de aplicación. 1 rala
el curso de la vida, se adquiere haciendo esfuerzos del pues, por el amor de Dios, de que este oficio sea por
mismo modo que todas las habilidades, escepto la ahora el grande objeto de tus pensamientos y no lo
poesía que es un don natural. pierdas nunca do vista. Concentra toda tu alma al es­
Mi brazo y ei papel me aconsejan que concluya de­ tilo sea cual fuere la lengua que hables ó escribas;
seándote muy buenas noches. elige las mejores expresiones y piensa en la mas feliz
colocación de las frases. Todas las veces que dudares
de la propiedad ó elegáncia de una palabra, cónsul la tu
diccionario ó algún buen autor; ó bien solicita una
persona que sepa esta lengua perfectamente. La pro­
piedad y la elegancia de la dicción llegarán en poco
(a) Estas cartas no se han encontrado. tiempo á serte tan familiares que no le costará ningún

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DE LORD CHESTERFIELD £70

trabaje encontrarlas. Habiendo declarado que este ta­ blea te hará conocer muy pronto la rutina del oficio, y
lento es mecánico y de fácil adquisición para todo el que una estricta atención á tu estilo hará de ti en poco
lo solicita con empeño, no hay mucha vanidad en de­ tiempo un buen orador. El vulgo contempla al hombre
cir que, penetrado desde temprano de la importancia célebre por su elocuencia, como un fenómeno, como
de este objeto, lo atendí desde joven hasta tal punto, un ser sobrenatural que ha recibido un don particular
que actualmente me costaría mas trabajo hablar ó es­ dei cielo ; lo mira con asombro cuando se presenta en
cribir sin elegancia, que el que me tomé para preser­ los paseos y csclama: aquel es (a)! Estoy seguro de que
varme de un mal lenguaje. El difunto Lord Boling- tú lo mirarías bajo su verdadera luz, y nulla formidi-
broke hablaba todo el día, sin el menor esfuerzo, con ne. Lo considerarías únicamente como un hombre de
la misma elegancia que aparece en sus escritos. ¿Por buen sentido, que agrega á los pensamientos de todo
qué? No por un don particular del cielo, como él mis­ el mundo las gracias de la elocución y la elegancia de
mo me lo dijo muchas veces, sino por la constante estilo. Cesaría entonces el milagro y te convencerías dé
atención que prestó á su estilo. que con igual estudio y aplicación á ios mismos obje­
Me acuerdo que desde que me hallaba en la univer­ tos, podrías ciertamente igualar y aun sacar ventaja á
sidad de Cambridge y leía trozos de elocuencia antigua este prodigio. Sir W......... . que no tiene la cuarta parte
y moderna, que era mi principal estudio, tenía cos­ de tus talentos ni la milésima de tus conocimientos, se
tumbre de escribir los pasajes que me hacían mas sen­ ha elevado gradualmente á los mejores empleos del
sación, y los traducía lo mejor y mas elegantemente reino, solo por la fluidez de su lengua. Ha sido Lord del
que podía. Si el original era latino ó francés, lo tradu­ almirantazgo, Lord de la tesorería, ministro de la guer­
cía en ingles; si ingles, lo vertía en francés. Por esta ra y actualmente vice-tesorero de Irlanda ; y todo esto
práctica de muchos años no solo formé y perfeccioné con una reputación marchita por no decir tiznada. Be-
mi estilo, sino que imprimí en mi alma y mi memoria preséntate la cosa tal cual es en realidad, de fácil al­
los mejores pensamientos de los autores selectos. El cance ; procura únicamente que tu pecho abrigue una
trabajo era corto y el provecho muy grande como ío poca de ambición por este objeto y un poco de vigor
esperimenté. En una palabra, conoces actualmente tu para alcanzarlo y respondo dei suceso. Cuando tenía
objeto; prosíguelo sin tregua; dá de mano á cualquie­ yo menos edad que tú, resolví en mi alma figurar en el
ra cosa que no se refiera ó no esté ligada á la acción parlamento y distinguirme en él hasta donde pudiese.
principal. Tu feliz suceso en el parlamento allanará to­ En consecuencia, jamás perdí de vista este objeto ni
das las demas dificultades ; no se te negará empleo en descuidé ninguno de los urdios que me parecían pro­
tu patria ni en el estranjero con tal de que pases por ¡a pios para alcanzarlo. Lo logré hasta cierto grado y, te
puerta de Westminster (a). lo aseguro, sin mucho trabajo y sin talentos superiores.
Puedo ya decir que estoy enteramente restablecido ; Los jóvenes son naturalmente propensos á apreciar los
solo me falta el vigor de alma y de cuerpo y cuento con hombres y las cosas en mas de lo que valen, porque
que Spá ó Aix-la-Chapelle contentarán mis deseos. Ya carecen de csperíencia; pero á medida que los conoz­
no veo las horas de saber el recibimiento que se te ha­ cas mejor los estimaras menos; verás que la razón, que
ce en Berlín, que me imagino será de lo mas benévolo. siempre debía conducir á los hombres, rara vez lo hace,
A Dios. y que sus pasiones y sus debilidades usurpan por lo co­
mún su asiento y tienen las riendas en su lugar (ó);

(a) Nada perdonaba este padre para hacer de su hijo un


perfecto orador. El mismo había probado cuan dulce es para
Londres, 15 de Febrero de 1754. la vanidad bumaua que los ojos deí público busquen al orador
afamado, y esta vanidad era la que trataba de despertar en
Mi querido amigo. su hijo. En todos tiempos los hombres superiores se han
manifestado muy sensibles á tan grata distinción. Entre los
Con verdad puedo aplicarte ahora estas palabras nul- antiguos, ser señalado con el dedo, era por lo regular una
lum numen abest, si sit prudentia. Estás seguro de especie de homenaje, que 6olo la estimación pública podía
ser, tan pronto como tu edad lo permita, miembro del hacer gozar al que lo recibía : Pulchrum est dígito monslra-
parlamento, único camino para figurar y hacer fortuna rí, dice Percio en su sátira 4“. Démostenos, señalado con el
dedo por ana vendedora de legumbres que decía á su veci­
en este país. Cierto es que aquellos que son educados
na : mira, aquel est no pudo retener ciertas espresiones do
para profesiones particulares y que se distinguen en el vanidad. Este era también el flaco de Horacio el cual dijo á
ejército, la armada ó la abogacía, pueden encumbrarse uno de sus protectores que á él lo debía el honor de ser
por si mismos hasta cierta altura en fuerza de su méri­ señalado con el dedo por los transeúntes :
to ; pero también observarás que nunca llegan á tocar
la cima sin ei socorro de los talentos parlamentarios. Totwn muneris hoc luí est
El medio de que te distingas en la cámara, como le di­ Quod moMtror dígito pratercuntium.
je en mi anterior, es mucho mas fácil de lo que creo te
imaginas. Un poco de práctica en los usos de la asam- b) Monseñor Turchi dice :
basta ebe il cuore prenda interesse in qualche cosa per
rcodere vacillante e malsano il piú giusto inlendimento.
Vedreto degli uomini ebe bannoun’ammirabile diriltura di
spirito, un’esatlezza di ragioneccccllente, capaci di entrare
(a) Edificio en donde se reunía el parlamento. Tr. a pié franco nei segreli del la natura e vilupparcon cbiarezza

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280 CARTAS

apercibirás que los mas fuertes tienen muchos lodos bres no debe uno encarecerlos, y para agradar á un
débiles, y que solo son reputados tales en comparación auditorio no debe estimarse en mas de lo que vale.
á la mas débil manada. Con algunos defectos menos, Cuando yo entré por primera vez en la cámara de lus
6U fuerza consiste en sacar partido de las innumerables comunes, me figuré esta asamblea como un senado ve­
fragilidades del común de los hombres; siendo mas nerable, y sentí un temor mezclado de respeto; mas
dueños de sí mismos, subyugan mas fácilmente á los luego que progresaron mis conocimientos, el respeto
otros ; se dirljen á sus flaquezas, á sus sentidos, á sus se desvaneció, y reconocí que entre quinientos sesenta
pasiones, jamás á la razón ; por consiguiente, rara vez miembros, apenas hay treinta que escuchen la razón,
dejan de triunfar (a). Analiza pues estos grandes ca­ y que todo lo demas es pueblo ; que estos treinta no
racteres que gobiernan y que aparecen perfectos á los exigen mas que simple buen sentido en términos se­
ojos del vulgo, y verás que el gran Bruto fué un bandi­ lectos, y que ios demas solo reclaman frases fluidas y
do en Macedonla, el gran cardenal de Richclieu un armoniosas sin ocuparse déla esencia del discurso, con
poetastro celoso, el gran duque de Marlborough un a- orejas para oír pero con poco buen sentido para juz­
varo (ó). Hasta que no conozcas por csperiencia á la es­ gar. Estas consideraciones me hicieron hablar la pri­
pecie humana, no se que haya hombre ó cosa que pue­ mera vez con poco embarazo, la segunda con mas osa­
da darte de ella una idea mas justa que el duque de día y la tercera con completa seguridad. No volví <¡
Larochefoucáuld. Temo que su librito de Máximas, Inquietarme sobre este punto, y solo atendí á la elocu­
que te aconsejo recorras un instante todos'los dias de ción y al estilo, presumiendo, sin mucha vanidad, que
tu vida, sea un retrato muy fiel de la naturaleza huma­ tenía yo suficiente buen sentido para no decir dispara­
na. Confieso que parece deprimirla, pero mi esperienciu tes. Fija fuertemente en tu espíritu estas tres verdades:
no me ha convencido de que lo haga injustamente (c). primera, que te es absolutamente necesario hablar en
Apliquemos ahora esto á mi primer punto. Estas el parlamento; segunda, que esto no exige mas que
consideraciones no solo debían escitar todostus esfuer­ una poca de atención humana sin ningún don sobre­
zos para figurar en el parlamento, sino inspirarte plena natural ; y tercera, que te asisten poderosas razones
confianza de que lo lograrás. Para gobernar á los hom- para creer que hablarás bien. Este será el principal
asunto de nuestra plática cuando nos veamos,y si quie­
res seguir mi consejo, respondo dei resultado.
Pasemos ahora de las cosas grandes á las pequeñas,
transición que me parece fácil, porque nada de lo quo
ció che avvi di piü imbrogliato nelle acienze. Dubitano di puede serte útil es pequeño á mis ojos. Espero que
ció che é dubbioso, affermano ció che ¿vero, negano ció ebe tienes gran cuidado de tu boca y de tas dientes, que
fc falso, dimostrano ció che é sicuro. Ma che ? Melteteli io los limpias todas las mañanas con una esponja, agua
una lile, iu uu affare, in un ¡ulerease che vivamente li toc- caliente y algunas gotas de arquebusadef sin dejar por
chi e ponga in movimento una forlc loro passione : sono eso de lavarte la boca después de cada comida. Insisto
qllri uomini; la dirittura del loro spirito gli abbandona, la
en que jamás te sirvas, en lugar de limpia dientes, de
racione si slorce a grado dei dcsiderii, c l’evidcnza non si ninguna materia sólida que pueda destruir el barniz do
míaura che colla propia utilila. A sentirli parlare direste
tu dentadura y lastimar tus encías. Hablo según el dic­
che han perduto il buen senso. E ció donde nasce? Nasceda
tado de una desgraciada esperlencia. Cuando casi tenia
queslo solo, che il cuorc ai é impossessalo deU’iateilello o
tu edad, descuidé mis dientes y se me dañaron; des­
lo anima e lo couduce.
pués el deseo de hacerlos parecer hermosos me indujo
á servirme de instrumentos de fierro que me los acaba­
(а) Les bomnies de tous temps, jugeantsans connaisunce
ron de echar á perder, de modo que apenas me quedan
Par un faux éclat prévenus,
Onl souvent pria pour des vertus
ahora seis ó siete. Esta mañana he perdido uno, y de
Ce qui n’cn cal que l'apparence. aquí viene mi recomendación.
Pai -mi cea ¡Ilustres murtela, He recibido el terrible jabalí aterrado por tu mas
Quclquefuis ceux que Pon enccnsc terrible brazo. No lo he gustado aun, porque mi hu­
Ne sont que de grands criminéis milde régimen no vá hasta allá. El difunto rey de Pru-
A qui uotre seulc ignora neo sia que mataba muchos jabalíes, tenia la costumbre do
Au lieu do cbátimeos décerne des autels. obligar á ios judíos ¿ que se los comprasen á precio
(L. M.| muy subido, aunque no los comían, de modo que pa­
gaban los gastos de su tren de montería. Su hijo tiene
(б) Monsieur deMery dice : II y a cerlaines gensde l’clé- máximas de gobierno mucho mas equitativas, como lo
valion dcsquels on a peine á se rendre raison. Necroyez pas prueba el código Frederico.
qu’il leur ail fallu pour cela des efforts de genio, ce sont Espero que actualmente te hallas en Berlin tan bien
des bomines fort ordinairea ; maís ila out su céder au temps anclado como estabas en Munich, de todos modos es
ct saisir l’occasion aux cbeveux: seguro que lo estarás en Dresde. A Dios.
Caclicr tous sea dófauts ¿ana une nuit profonde,
Des vertus qu’on u’a passe parer, se vernir,
C’est aquoi se réduil la scieuce dn monde,
Le seul moyen de porvenir.

(c) Un autor competente ba dicho también de La Rocbe-


(vucauld :
Ce pbilosophe, expert dans l’art de nous connaitre
Pciut l’bomme tel qu’il est ct uon tcl qu’il doit Otro
Ir.

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DE LORD CHESTERFTELD 281

estremada negligencia, espero que formarás la resolu­


ción de no ser así en lo sucesivo. Véncete á ti mismo
observando algún método por solo quince dias, y nio
atrevo á asegurar que después no querrás abandonarlo,
porque habrás palpado la utilidad y las comodidades
que trae consigo. El método es la gran ventaja que los
Londres, 2C de Febrero de 1754. legistas tienen sobre los demas cuando hablan en el
parlamento ; porque viéndose obligados por necesidad
Mi querido amigo. á observarlo en sus alegaciones én los tribunales do
justicia, se habitúan á él y lo usan en todas ocasiones.
He recibido tus dos carias del 4 de Munich y del it Sin lisonja puedo decirte que el órden, el método y un
de Ratisbona, pero no la de 31 de Enero á que te espíritu mas activo, es todo k> que te falta para hacer
refieres en la primera. La Incerlidumbre ó la negli­ con el tiempo gran papel en la carrera pública. Tienes
gencia de los correos tiene la culpa de los contratiem­ mas conocimientos positivos, mas talento para conocer
pos que has sufrido entre Munich et Ratisbona; porque los caracteres y mucha mas discreción de la que es co­
si hubieses recibido mis cartas regularmente, habrías mún en tu edad, y mas ciertamente de la que yo tenia
sabido, antes de partir de Munich, mi opinión de que entonces. Espericncia no puedes tener todavía, y por lo
permanecieses en esta ciudad, puesto que te compla­ tanto basta que no la adquieras debes confiar en la
cías en ella. De todos modos hiciste mal de moverte mía. Soy un viajero antiguo y conozco todas las vere­
con tiempos tan infernales y por tan malos cambios; das y caminos; no puedo estraviarte por ignorancia,
porque en ningún caso debías imaginarte que mi y estás muy seguro de que no lo he de hacer á pro­
empeño de que fueses á Berlín era tal que debías aven­ pósito.
turarte á quedar sepultado en la nieve. Puedo asegurarte que no llegará la ocasión de que
Por lo que hace á nuestra entrevista voy á trazarte dirijas nada á mi Escelencia ect. El reposo y una vida
nú plan para que con arreglo á él formes el tuyo. Me retirada fueron de mi elección hace algunos años,
propongo partir de aquí la última semana de Abril, cuando conservaba todos mis sentidos, con salud y
tomar las aguas de Aix-la-Chapel!e durante algunos vigor bastante para soportar los negocios públicos,
dias, pasar de allí á Spá hácia el 15 de Mayo, en donde pero ahora que he perdido el oído y que mi constitución
permaneceré dos meses á lo sumo, después de lo cual declina diariamente, veo esta tranquilidad como mi
regresaré en derechura i Inglaterra. Como es probable único refugio. Me conozco á mi mismo, ciencia rara,
que no haya un mortal en Spá mientras esté yo allí, y puedo asegurártelo; sé lo que puedo y lo que no puedo,
que la estación de moda no comienza sino á mediados y por consiguiente lo que debo hacer (a). No debo ni
de Julio, no querría que venleses á enclaustrarte con­ quiero volver á los negocios cuando soy menos á pro­
migo y algunos capuchinos en aquel desagradable pósito para ellos que al tiempo de dejarlos. Tampoco
lugarejo; sino que te aconsejo que permanezcas en pienso volver á Irlanda en donde haría necesariamente
donde te hallares mejor hasta la primera semana de una figura muy diversa de la que hice otras veces. Mi
Julio, en que te pondrás en camino para unirte ó mí en orgullo se mortificaría demasiado al presentar al público
Spá, ó encontrarme en el camino de Lleja á Bruselas. mi sordera y mis achaques. La vista y el oido, estos
Basta de viajes. dos sentidos tan necesarios, no solo deben ser buenos,
Como has escrito que te envíen de Berlín todas las sino espertas para los negocios de un gobernador do
cartas que te he dirljido,vas á recibir volúmenes ente­ Irlanda, si los ha de desempeñar por si mismo, requie­
ros. No quiero repetir lo que contienen, escepto la ren estos dos sentidos en su mayor perfección. El
recomendación de que me envíes una carta de agrade­ duque de Dorset no manejaba por si mismo sus nego­
cimientos cordiales y ardientes, para M. Eliot, que te cios, sino que los abandonó á sus favoritos, y de aquí
ha propuesto con las mayores señales de amistad, resultó la confusión en que sabes dejó los negocios de
para su pueblo de Liskeard, en donde serás electo en Irlanda; yo despachaba todo por mi mismo, sin favo­
su compañía sin sombra de oposición ni dificultad. rita, sin ministro y sin querida ¡ y por eso mi admi­
Ahora que vas á ser hombre de negocios, deseo con nistración fue tan suave y tranquila. Me acuerdo que
todo mi corazón, que principies á ser hombre de méto­ cuando nombré por secretario mió ai difunta M. Liddel,
do. Nada contribuye lauto á facilitar y despachar los todos se sorprendieron, y algunos de mis amigos me
negocios como el órden, y debes observarlo en tus cuen­ representaron que no era hombre de negocios, sino un
tas, en tus lecturas, en la distribución del tiempo; final- jóven amable y bien criado. Yo respondí, y con verdad,
menteentodo. No puedes concebir cuanto tiempoahor- que por epta razón lo había elegido, resuelto como esta­
rarás por este medio, ni el grado de perfección que ba á despachar todos los negocios por mi mismo, sin
acompañará á todo lo que emprendas. No fueron los siquiera dar lugar á que se sospechase que tenia un
gastos, sino desorden Inaudito, el que sumergió al du­ ministro (ó); porque tal se considera al secretario del
que de Marlborough en esas enormes deudas que toda­
vía no se pagan. Los embarazos y la confusión del duque
de Newcastle no vienen del número de los negocios»
Bino del poco método que guarda en ellos. Sir R. Wal-
pole,que se vlódiez veces mas atareado, nunca parecía (а) E cota in questo mondo d’i m por tanza assai eonoscer id
estarlo, porque observaba órden en todo. La cabeza de itesso, e «per misurare le forze del animo e dello ítalo suo.
un hombre de negocios que no guarda órden ni méto­ (Maqui a velo). Tr.
do, es propiamente aquella rudis indigestaque moles
quam dixére chaos. (б) El nuevo virey dijo & este túgalo : Querido amigo, yo
Como debes estar convencido de tu desarreglo y no quiero primer ministro : percibirá Vd., ti gusta, el

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282 CARTAS

gobernador de Irlanda, y las mas veces con razón, si


reune la circunstancia de ser hombre inteligente. Ade­
mas, me tengo ahora como cmeritus en la carrera en
que he sido empleado cerca de cuarenta años. Te cedo
todo esto; aplícate como yo lo hice durante este tiempo
y entonces caerá bien que pases el resto de tus dias en
un retiro filosófico, entre tus libros y tus amisos (a). Londbes, 8 de Marzo de 17M.
Los ministros y las bellezas aperciben rara vez el pro­
Mi querido amigo.
greso de su decadencia, y confiando mucho en que
continúan brillando en su meridiano, cae sobre ellos Un grande é Inesperado acontecimiento acaba de
el desprecio y el ridículo. Yo me he retirado á tiempo ocurrir en nuestro mundo ministerial. M. Pelham murió
uli convina satur, ó como Pope dice mas propiamente: el lunes último de una fiebre pútrida, ocasionada
por una corrupción general en la masa de la sangre
Fer tUlering youlhshall show youfrom the slaye (d) que habla producido úlceras en el pulmón. Lo he sen­
Noasplro á nada mas que á guiar tu ambición y verme tido como un antiguo amigo, como pariente inmediato
revivir en ti; quiero ser tu mentor, y con tus conoci­ y como hombre privado, con quien he vivido muchos
mientos y talentos te prometo que irás lejos. Pon de tu años bajo el pié mas amistoso y familiar. Se ocupaba
parte actividad y atención y yo te indicaré los objetos. mucho del bien público, y era incorruptible en un
Confieso que solo temo una cosa, que por lo regular puesto en que la corrupción es contagiosa. Si no era
es la que menos se teme en hombres de tu edad, y es un ministro ruidoso, emprendedor y aventurado, tenia
la indolencia ; si caes en ella, quedarás sepultado para ideas seguras, y esto vale mas á mis ojos. Los minis­
toda tu vida en una obscuridad despreciable; no te tros brillantes como el sol, queman muchas veces en
permitirá hacer cosas que merezcan ser escritas ó es­ su medio dia. En nuestro sistema -de gobierno prefiero
cribir otras que merezcan ser leídas; y sin emlmrgo, un ministro de templado resplandor. Todavía noiebt
todo ser racional debe aspirar á uno ú otro. Yo miróla designado quien le sucederá, á ¡o menos públicamente;
indolencia como una especie de suicidio ; porque el Bien te imaginarás que son muchos los aspirantes á
hombre es espirilualmente destruido, aunque los ape­ este destino, y muy pocos ios capaces de desempeñarlo.
titos del bruto puedan sobrevivir. Acostúmbrate pues Se habla de varios, según los deseos de las personas
desde temprano á ser activo y diligente ; no difieras interesadas ó las conjeturas de los ignoranles. De quien
para mañana lo que puedas hacer hoy ; no bagas nunca inas se habla es de M. Fox. que se halla fuertemente
dos cosas á la vez; prosigue tu objeto sea el que fuere sostenido por el duque de Cumbcrland. También a»
sin tregua, y considera las dificultades, si son supera­ habla mucho de M. Lcgge y del Dr. Lee, como favora­
bles, como propias para avivar tus esfuerzos y no para bles á la política é intereses del canciller y del duquo
mitigarlos. La perseverancia produce efectos sorpren­ de Newcastle. Si se eligiese á alguno de estos últimos,
dentes. creo que no habría grandes alteraciones; pero sí pre­
Desearía que te acostumbrases á vertir al ingles tres valece M. Fox, su elevación será, en mi opinión,
ó cuatro renglones todos los dias de cualquier idio­ adversa al duque de Newcastle. Entre tanto, las con­
ma, pero con corrección y elegancia. No te puedes jeturas en el aire de los políticos voluntarios, y la ridi­
imaginar hasta qué punto perfeccionarías tu estilo cula importancia que en estas ocasiones se dan los
dedicando á esta ocupación un cuarto de hora diaria­ necios con sus miradas graves y su significativo enco-
mente. Esla carta es tan larga que apenas te dejará jimicnto de hombros, divierten á un espectador desin­
este cuarto de hora el día que la recibas; te deseo pues teresado, cual soy yo, gracias á Dios. Fulano sabe algo,
buenas noches. pero todavía no está autorizado para decirlo ¡ mengano
conoce lo cierto de buena tinta ; zutano se frota ¡as
manos congratulándose por ei grado de intimidad que
lleva hace tiempo con todos los candidatos, aunque
quizá no ha hablado dos veces á ninguuo de ellos (a).

(o) Casti pinta esaclamente á estos voluntarios políticos


cuando describiendo en su poema un baile dado por la corto
bruta dice ;

sueldo y los honorarios de su empleo; pero esprejpmente le Los ojos en la danza eran absortos
prohíbo toda otra ocupación oficial. Y de los otros lejos en rincones,
Diversos se miraban grupos cortos,
(Revista Americana)
De dos, de tres y cuatro plaliconea,
(a) On peut jouir en paix, daos l’biver de la vie, Que ven en derredor si alguno observa.
De ces fruits qu’au printemps sema notre industrie : Y en baja voz discurren y reserva.
Courtisansde la gloire, écrivains ou guerriers, Amantes de política son ellos,
Le sommeil esl permis, mais c’est sur des lauriers. Y de recientes publicas noticias
(VOLTAIBB.) Que censurando formau juicios bellos
Aun do las mas absurdas estulticias,
(b) Antes que la burlona juventud venga Aecharos del Y dei gobierno indagan los intentos
teatro. Tr. Y agora» cual CasanJra los eventos.

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DE LORD CHESTERFIELD

Finalmente, en esta especie de crisis, la vank’ad, é


Interes y el absurdo, se muestran bajo la perspectiva
inas ridicula. El que como yo ha estado largo tiempo
detrás de los bastidores, gusta mas de la representa­
ción que los que solo la ven desde los palcos y los cor­
redores. Yo conozco toda la maquinaria del Interior, y
Londres, l5de Marzo de 1751.
puedo reir á mis anchas de la necia admiración y de
las estrañas conjeturas del público alucinado. Creo
que este accidente no desvirtuará en nada tu elección, Mi querido amigo.
que se halla asegurada con la de tu amigo M. Eliot,
porque sea cual fuere el ministro nombrado, presumo Nos hallamos aquí en medio de un segundo Invierno;
que tendrá bastante consideración por mí para no el frió es mas riguroso y la nieve mas alta que en el
cambiar un arreglo de esta especie, que no puede primero. Presumo que el tiempo no es mas elemente en
comprometerlo personalmente. Alemania, y por lo mismo espero que te hallas quieto
Acabo de saber en este momento, y téngolo por y bien caliente en alguna regular ciudad, y que noto
cierto, que M. Fox debe ocupar el puesto como primer aventurarás á un segundo entierro en la nieve después
comisario del tesoro. Tu amigo M. Yorke, actualmente de tu resurrección del primero. Debo creer que tus
en la Ilaya, debe suceder á M. Fox como secretario de cartas no han podido atravesar la nieve, porque no he
la guerra. No siento esta promoeion de M. Fox, porque recibido ninguna después de la del lí de Febrero de
dos hemos llevado muy bien, y siempre lo he encon­
Ratisbona. Esta ignorancia me inquieta tanto mas,
trado pronto á hacerme pequeños servicios. Es franco cuanto que temo que tu calda haya tenido consecuen­
y caballeroso en sus modales; creo que será tu amigo, cias sensibles que no previste al principio.
hasta cierto punto, por consideración á mi; si en lo Antes de ayer se levantó una esquina del telón de
sucesivo puedes lograr su amistad por aprecio á tu nuestro teatro político, y presentó una escena no espe­
persona, tanto mejor. Nada mas puedo decirte por rada por el público. Eí duque de Nexvcastle ha sido
ahora. A Dios. declarado comisario del tesoro, M. Fox secretario de
estado en su lugar, y M. Legge secretario de hacienda.
Los puestos de tesorero de la marina y de ministro de
la guerra, vacantes por la promoción de M. Fox y de
M. Legge, deben quedar reservados tn pello hasta la
disolución del parlamento, que probablemente se veri­
ficará la semana entrante, á fin de evitar los gastos y
los embarazos de reelecciones inútiles; pero se creía
generalmente que el coronel Yorke sucedería á M. Fox,
y M. Grenville á M. Legge. Bien concebirás que esto
Mas cosas son que próvido á profanos plan era mas bien un espediente de circunstancias
Conviene tenga ocultas el gobierno, para asegurar las elecciones del nuevo parlamento y
Pues la sagaz política de arcanos someterlo cuando se reuna á los intereses é inclina­
Origen es y manantial eterno; ciones del duque de Newcaslle, que un plan de admi­
Prudentes pues los brutos corros forman nistración sólido y permanente. Tal arreglo se anuló
Y en baja voz solícitos se informan. ayer. M. Fox, que había aceptado los sellos con dis­
Afirma un tal que muchos animales gusto el dia anterior, los rehusó ayer con aire menos
Se unieron al tropel insurgenlado, complaciente. Su objeto era ser primer comisario del
Mas él ignora sin embargo cuales; tesoro y ministro de hacienda, y por consiguiente, te­
De guerra acción dice otro haberse dado ner alguna influencia en la elección del nuevo parla­
Que ol gabinete oculta haber se empeña, mento, y después mucha mas en su dirección. Esta
Y otro replica entonces : mala seña. forzosa consecuencia de sus miras fué precisamente lo
que las frustró. El duque de Newcastle se mostró mas
En voz sumisa un otro aseguraba dispuesto á que se le confiase la secretaría de estado
Prcdicho haber sin fin cuanto ocurría,
que la elección del nuevo parlamento; y considerada
Mas todo en vano; y presto otro agoraba :
su situación, se manejó discretamente; mas si M. Fox
Y ocurrirán mas cosas todavía,
Cual antes fué mi franca voz os boy,
ha ó no obrado con prudencia rehusando los sellos, es
Pero de ser profeta canso estoy. punto que no puedo resolver. Si se halla, como lo su­
pongo, animado de cierto espíritu de venganza, y lo
Pasóse ayer, dice otro, al regio examen creo poco escrupuloso en los medios de satisfacerla,
De pacificación un plan modelo, habría pdtido conseguirlo con mas seguridad de se­
En pro del cual el Asno dió dictamen, cretario de estado y asistiendo constantemente en el
Mas el secreto reservad con celo gabinete, que quedándose de simple particular á la
Pues á la Zorra nada, y tal es cierto, cabeza de una oposición; pero veo que todas estas cosas
Ha sido del negocio descubierto. se hallan muy lejos para poder examinarlas y discurrir
Y cada cual está de su talento sobre ellas confiadamente. Los verdaderos resortes y
Convicto y de su grande perspicacia, el móvil de las medidas políticas, se hallan circuns­
Y de si mismo en grado tal contento, criptos en un círculo estrecho conocido de pocas gen­
Que si tuviese algún la loca audacia tes, y las razones plausibles que se les atribuyen son
De decirle : la yerras caro amigo, rara vez las mas ciertas. El público juzga adocenada­
Mortal tomara pronto su enemigo. Tr. mente, ó por mejor decir, adivina mal, y yo soy ahora

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284 CARTAS

del público. Por esta razón te he recomendado el pir­ pnedns hincar el diente. No seria vida la de las cortes
ronismo en todos los negocios de estado, hasta que no ni la-de este mundo, si uno no ocultase las justas cau­
llegues á ser tú mismo una de las ruedas y partícipes sas de resentimiento que se encuentran diariamente
del movimiento general. Por lo que hace á todos en una vida activa y ocupada. Todo el que no es dueño
aquellos resortes secretos y pequeños que contribuyen de dominar su humor y Jaire bonne mine á mauvais
mas ó menos al juego de la máquina, ninguno los co­ jeu, debe secuestrarse del mundo y retirarse á una er­
noce todos, ni aun aquel que le dá el primer impulso. mita en lo mas oculto de un desierto. Si atestiguas un
Mas así como en el cuerpo humano hay una multitud enojo obstinado é inútil, autorizas el resentimiento do
de glándulas y de vasos pequeños que funcionan útil­ los que pueden perjudicarte y á los cuales no puedes
mente, y que sin embargo, son desconocidos á los mas corresponder del mismo modo: les procuras un pro­
hábiles anatomistas, del mismo modo los principales testo que quizá desean para romper contigo y hacer quo
directores de aquella máquina conocerán su estructura sientas su brazo ; á la vez que una conducta opuesta
mejor que los que solo la ven esteriormente, pero no los contendrá á lo menos dentro de los límites de la
en todas sus partes. Estas intrigas y estas mudanzas decencia y pondrá freno á su malicia ; ademas de que,
de córte, lejos de hacer incierta tu elección, la forti­ los caprichos, el mal humor y el despecho, son cosas
fican mas si es posible; porque el duque de Newcastle estremadamente bajas y vulgares. Un caballero no la»
(es necesario hacerle esta justicia), ha escrito á M. Eliot conoce.
en términos muy favorables para ti, recomendándole Veo con el mayor gusto que muy pronto tendrás á
que cuide todo lo posible de tu elección. A Dlus. Voltaire en Manhelm; te encargo que á su llegada le
presentes mil cumplidos de mi parte. Admiro sus ta­
lentos como poeta épico, dramático y lírico, y como
escritor prosáico : creo que con justicia puede aplicár­
sele ni/ú/mofifur inepte (o). Deseo con Impaciencia
leer su edición corréela de los Anales del Imperio.
Supongo que el Compendio cronológico de la Histo­
I.ondues, 2G de Marzo de 1754. ria universal que he leído, es una parte imperfecta
de los Anales publicada sin su consentimiento; sin
Mi querido amigo. embargo, defectuosa como es, aclara el caos de la his­
toria de siete siglos atrás en mayor grado que ninguna
Ayer recibí tu carta del 15 escrita en Manhelm y otra obra de este género. Tienes razón de decir que á
veo fuiste recibido allí del modo mas afable *, espero mí me gusta el estilo ligero y florido, como lo hacen
que sabrías corresponder los cumplidos con el primor todos aquellos que tienen algún gusto y talento. Con­
de un caballero. Como esta es actualmente la estación fieso que el estilo debía ser mas ó menos florido según
de las grandes solemnidades en los países católicos, te el asunto; pero al mismo tiempo sostengo que no hay
encargo que asistas constantemente á todas sus devo­ asunto que no pueda adornarse propiamente con derla
ciones y pomposas ceremonias. elegancia y belleza de dicción. ¿ Puede haber cosa mas
Me alegro que hayas escrito á Lord***; estoy seguro adornada que las obras filosóficas de Cicerón, y tam­
de que en toda circunstancia habría sido paso conve­ bién las de Platón ? Si se han conservado y llegado
niente. Difícil te será, cuando nos veamos, conven­ basta nosotros después de tantos siglos, es únicamente
cerme de que tenias buenas razones para no haberlo por su elocuencia; porque su filosofía es pobre y sus
hecho; porque supongamos , únicamente por argu­ razonamientos miserables; mas la elocuencia agradará
mentar, porque no puedo realmente creerlo, que se siempre como agradó en la antigüedad. Aplícate á ad­
haya espresado de tí malísimamente y héchote todo el quirirla y mírala como objeto de tus pensamientos y de
daño imaginable : qué con eso ? ¿Cómo quieres ven­ tu atención. Acostúmbrate á hablar con elegancia, y
garte? ¿Te hallas en el caso de pagarle én la misma este acertado paso facilitará tus discursos en el parla­
moneda ? Ciertamente que no; mas él puede muy bien mento. Elige algún asunto político; estiéndelo según
perjudicarte. ¿ Querrás mostrar un resentimiento im­ tus ideas; considera lo que puede decirse en pro y con­
potente y enfurruñado ? Espero que no: abandona esta tra, y escribe estos razonamientos en el ingles mas cor­
venganza pueril y miserable á las mugeres y á los recto y elegante que puedas ; v. g: el aumento de la
hombres que se les asemejan, por no seguir mas que fuerza permanente, la creación de ciertos empleos cct
su capricho y nunca la razón ni la prudencia. Este eno­
jo aniñado implica muy poco conocimiento del mundo
para un hombre que como tú tanto lo ha visto. Adopta
como máxima invariable no mostrar jamás el menor
síntoma do resentimiento cuando no puedas satisfa­ More la destra e il piede,
cerlo hasta cierto grado (a): sonríe siempre que no Finge, s’avanza, c cede,
Fin che ii momento arriva
Che vincitor lo fa.
(Metastasio.)
(a) Saggio guer riere antico (a) El poeta Dorat dijo hablando de Vollaire :
Mai non feriscc in freí la ; Ilaphacl pour le trait, Ilubens par la coulcur*
Esamina il nemico, De la prese et des ven possédanl la magio,
II suo rantaggio aspetta : Ecrivain Iros sensible ou Irés malin raillcur,
E gl’ impelí dolí’ ira Daos le vaslc champ du génie
Cauto frenando va. D< chaqué genre il a cucilli la fleur. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 285

En cnanto á lo primero, considera por una parte loa


peligros á que se espune un país libre conservando so­
bre las armas una numerosa fuerza permanente, y por
la otra la necesidad de rechazar la fuerza con la fuerza.
Examina si un ejercito no es, considerando ciertas cir­
cunstancias, un mal necesario para evitar mayores pe­
Londres, 5 de Abril de 1754.
ligros. En cuanto á la segunda cuestión, hazte cargo de
Ja servil é inescusabie complacencia que los hombres
muestran por la córte, con grao detrimento de su país, Mi querido amigo.
cuando aquella les brinda con empleos; y por otro,
examina si estos empleos pueden considerarse como Recibí ayer tu carta de 20 de Marzo con la Inclusa
adecuados para producir este efecto en personas ínte­ para M. Eliot que está muy do mi gusto : se la envio
gras y acaudaladas, que son ias que se interesan en la con M. Harte, que partirá mañana para Cornualla.
tranquilidad de su patria masque en la consecución de Veo con gusto que te ejercitas en las traducciones;
empleos precarios é inciertos. Proponte estas cuestio­ para mí cualquier autor es bueno con tal que te pro­
nes ; resuélvelas con todos los argumentos que el alma cure la ocasión de escribir correcta y elegantemente. La
pueda sugerirte por ambas partes, y redáctalas en estilo Vida de SistoV. es el mejor de los innumerables libros
elegante : esto te preparará para los debates de la cá­ de Gregorio Leli, que los Italianos llaman con razón
mara y te procurará una elocuencia habitual. No daría Leli caca libri. Para mi seria mejor que tradujeses al­
yo un cuarto por aquella elocuencia de días de fiesta gunos trozos de elocuencia antiguos y modernos, que
que se muestra una ó dos veces en el curso de una se­ te procurarán una afluencia de ideas y una forma de es-
sión en tono declamador; la elocuencia que yo gusto presion mas oratorias. Sueles emplear en tus cartas
es de todos los dias, habitual, fácil, que no solo aclara algunas palabras que, aunque correctas y muy ingle­
los negodos, sino que los presenta de un modo agra­ sas, han perdido su elegancia y aparecen hoy afectadas
dable aun para aquellos mismos que no puedes conven­ y en cierto modo bíblicas. Cada lengua tiene sus par­
cer y que no desean ser convencidos. Puedes adquirir ticularidades establecidas por el uso y, buenas ó ma­
y familiarizarte con esta elocuencia con tan poco tra­ las, debe uno conformarse con ellas. Podría citar mas
bajo como el que te costaría bailar un minué : lo bailas de un ejemplo absurdo en varias lenguas, pero como
maquinalmente y no obstante muy bien sin pensar en se miran autorizados por el jus el norma loquendi,
ello. debe uno seguirlos. Sucede con los idiomas lo que con
Me sorprende que solo hayas encontrado una de mis las maneras, que hallándose establecidas por gentesdo
cartas en Manheím, cuando por lo menos debías haber distinción, es necesario imitarlas. La singularidad solo
recibido cuatro ó cinco; otras tantas te esperan en casa es perdonable en la vejez y en el retiro. Yo puedo ac­
de tu banquero en Berlín. Desearla que las recibieses tualmente usar de cuanta singularidad me plazca,
todas, porque siempre trato de insertar en ellas algo pero no sucede lo mismo contigo. Cuando nos veamos
que pueda serte provechoso. discutiremos estos y otros puntos, con tal de que me
Cuando nos veamos en Spá, en Julio próximo, ten­ favorezcas con tu atención y confianza, porque sin esto
dremos muchas conversaciones serias que procuraré te es inútil aconsejar ni á tí ni á nadie.
sean útiles por la esperiencla que tengo del mundo, y Espero tu resolución: ¿en dónde te propones pasar
espero que atenderás á mis consejos mas que á tus el tiempo hasta fin de Junio, época en que debemos
nociones juveniles sobre hombres y cosas. Con el vernos en Spá ? Yo elegiría La Haya, como te dije otra
tiempo descubrirás que ia mayor parte son erróneas, y vez ; sin embargo, no tengo objeción que hacer res­
ai persistes iargo tiempo en ellas apercibirás muy tarde pecto de Dresde ó de cualquiera otro lugar que prefie­
tu error; pero si quieres ser conducido por un guia ras. Si fuere Holanda, pasarás por Trcves, Coblenza y
seguro que ciertamente no te estraviará, reunirás dos Dusseldorf; creo que aun no has visitado estas tres
cosas que rara vez se dan la mano, la vivacidad y fuego ciudades. En Manheim puedes obtener cartas de reco­
de la juventud, y la discreción y la esperiencla de la mendación para las córtes de Treves y de Colonia que
vgjez. A Dios (a). no has visto, y yo desearla que las conocieses todas;
oftm hcec meminisse juvabit. Es útil ver lo que otros
han visto, y muy perdonable el orgullo de conocer lo
que los otros ignoran. En el primer caso eres igual y en
el segundo superior á los otros. Como tu morada en
(a) Abril 2. El tutor á M. Dtirolles.
el continente no debe prolongarse, te encargo que
......... El parlamento se disolverá el sábado próximo, y el veas, en ei corto tiempo que te resta, cuantas cosas y
bando para las nuevas elecciones se publicará el martes si­ hombres puedas. Es increíble la ventaja que retiramos
guiente, desde cuya fecha hasta cuarenta dias después, de haber visto mas cosas, mas hombres y mas países
podéis estar seguro de que la mayor parte de los habitantes
que otras gentes : retiramos crédito, nos vemos con­
de este reino estarán constantemente ¿bríos. Mi mucha­
sultados, nos atraemos la consideración de la socie­
cho será elejido sin la menor oposición ni trabajo por el
pueblo de Liskeard , en Cxjrnualla ; pero como, fácil­
dad ; no nos mostramos estraños á ninguna de las ma­
mente lo supondréis, no gratis. No importa; era absoluta­ terias sobre que versa la conversación; conocemos to­
mente necesario que entrase en el parlamento. Actualmente dos los lugares, costumbres, córtes y familias de que
se halla en Manheim, y debe venir á Spá, y á nuestro re­ pueda tratarse y llegamos á ser, como lo observa jus­
greso á Inglaterra, os besará las manos en Bruselas. Me tamente M. de Maupertuis de todos los países, como
lisongeo de que se distinguirá en la Cámara de los Comunes, los sabios son de todos los tiempos. Felizmente tú tie­
en donde las maneras, las atenciones y las gracias, no son nes estas dos ventajas; solo te falta el talento de ha­
ciertamente los requisitos mas necesarios. Ir. cerlas valer, sin lo cual seria lo mismo que no poseer-

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286 CARTAS

Jas. Recuerda aquella máxima de La Bruyérc: nn ne Me propongo Ir á la ciudad antes de quince días,
taut dans le monde que ce qu’on veut valoir. El co­ y espero llevar de aquí mucha mas salud de la que
nocimiento del mundo te enseñará hasta qué punto traje (o).
conviene que dejes ver io que vales: por una parte no
debes mostrarte indiferente á este respecto, y por otra
no debes mostrar nna superioridad ofensiva; pero
en todo caso es mejor hacerse valer mas que menos.
A DIoSk
Bath, 15 de Noviembre de 175G (5).

Mi querido amigo.
Recibí tu carta esta mañana con los papeles de Pru-
sla que he leído con mucha atención. Si las córtes
Bath, 27 de Noviembre de 1754. pudiesen sonrojarse de vergüenza, las de Viena y de
Dresde deberían ciertamente estarlo, al ver sus menti­
ras espuestas públicamente de una manera irrefutable.
Mi querido amigo. Presumo que la primera empleará ei año entrante cien
mil hombres para responder la acusación; y si la em­
Te felicito con todo mi corazón por haber perdido tu peratriz de ambas Rusias se vale de los mismos razona­
doncellez política (political maidenhead) sobre lo mientos, su lógica reunida será muy fuerte para toda
cual he recibido noticias satisfactorias de diferentes la retórica del rey de Prusia. Meacucrdo perfectamente
partes. Se me dice que te detuviste algún tiempo en tu del tratado en cuestión entre las dos emperatrices
carrera, pero que cobraste aliento y la terminaste en 1746. La emperatriz reina instó vivamente al rey
bien. Este accidente no me sorprende ni inquieta, por­ para que accediese á él, con cuyo intento me lo comu­
que recuerdo la terrible emoción que yo resentí en nicó Wassencar. Yo le preguntó si existía algún arti­
igual caso. Requiriéndose una dosis de impudencia culo secreto, sospecha queme vino al ver que los cono­
poco común para no mostrarse embarazado en esta cidos eran únicamente defensivos, pero me aseguró
ocasión, no sabría yo decir si después de todo no me que no habla ninguno secreto. Contesté á esto que como
alegro de que te detuvieses. Es menester que trates de el rey habla formado ya alieozas defensivas con ambas
reanimarte y de acostumbrarle poco á poco al sonido emperatrices, no vela yo de qué utilidad podía ser este
de tu voz y al acto, por insignificante que parezca, de tratado á la nación ó á las otr&3 partes contratantes si
levantarte y de lomar-asiento. Nada contribuirá á esto solo era defensivo: pero que no obstante, si se deseaba
mas que el tomar parte en las comisiones de por esto del rey como prueba de su buena voluntad, eslen-
la noche ó en los estatutos particulares de por la ma­ dería yo un acto por el cual S. M. accedería á este tra­
ñana, promoviendo cuestiones cortas, ó proponiendo tado sin ir mas allá de los compromisos que tenia for­
la audición de testigos; esta corta tarca te fortificará en mados con ambas emperatrices. Esta oferta no le satis­
cstremo. Se me dice que este accidente te ha mortifica­ fizo, prueba evidente de que había artículos secretos,
do mucho, pero sin razón ¡ debes considerarlo como un conocidos hoy, á los que la córte de Viena esperaba quo
arrimo de espuela y no como un barboquejo. Persevera accederíamos.
y no dudes de que al fin todo irá bien. No quiero decir
He vuelto á perder mi brújula en todos nuestros
por esto que perores todo6 los dias y sobre todas mate­
cambios dé córte, cuyo establecimiento definitivo aun
rias; tampoco te aconsejaría que hablases sobre asun­
no se fija. ¿Quien habría pensado hace un año quo
tos públicos durante algún tiempo, uno ó dos me­
M. Fox, el canciller y el duque de Newcastle, renun­
ses ; mi intento es que nunca pierdas de visla este ciarían sus empleos al mismo tiempo ? Todavía no
grande objeto; prosíguelo con atención, pero pro­
puedo adivinar la razón; esplícame este misterio si
síguelo siempre. Pelotezen altendant par lie. Bien
puedes. Tampoco descubro cual es la cuestión sobre la
sabes, porque te lo he dicho siempre, que hablar en
tesorería que ha indispuesto entre sí al duque de Dc-
público solo es una treta, y aquellos que mas se aplican
vonshire y á Fox, que yo creta Intimamente unidos;
están seguros de hacerlo mejor. Dos antiguos miem­
infórmame de esto si lo sabes.
bros de la cámara, muy buenos jueces, me han cum­
plimentado esta ocasión, asegurándome que induda­
blemente todo irá bien, aunque se apercibieron, por
la natural confusión en que te hallabas, que no habías
dicho todo, ni quizá aquello mismo que fué tu ánimo (а) Agosto 21. El autor á la marquesa de Monconseil.
decir. En resumidas cuentas, has comenzado bien y Vous voulez, Madamc, queje vous rende cumple do
esto debe servirte de estímulo para continuar. Por lo ▼otro petit galopín de jadis, qui n’a pas, je país vous l’as-
tanto observa asidua y cuidadosamente todo lo que surer, oublié ce qu’il vous doit. II y pense, il en parle
pasa en la cámara; porque solo la práctica y la espe- comme il doit, ct c’cst ma faute el non la sienne, si je ne me
ricncia pueden formarte para los debates. suis pas acquiltó des complimcnts qu’il m’a aouvenl nrié
Aunque he jugado poco aquí, he ganado, pero no de vous faire de sa part. 11 étudie, il s’applique, il sin­
tanto, ni aun con mucho, todo lo que has oído decir. forme; ácel égard-lá, tout va bien : il ne joue ni ne boíl,
Juego regularmente á prima noche desde las siete etpour le reste, je dois et je veux l’ignorer. Tr.
hasta las diez, una corona en cada partida de whist, (б) Como M. Slanhopo volvió á Inglaterra, y veía á su
únicamente para provecho de mis ojos é impedir que padre diariamente, bay una interrupción de dos años en su
lean ó escriban tres horas á la luz del candil. correspondencia.

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DE LORD CHESTERFIELD 287

lias hecho bien de ir á casa del duque de Newcastlc


que supongo no tendrá ya audiencias matinales; sin
embargo, toca de vez en cuando su puerta y deja tu
nombre, visto que le debes favores. A Dios.

c< <»- Bath, 12 de Enero de i 757.

Mi querido amigo.
Bate, 14 de Diciembre de I75C. He esperado con impaciencia que tu desocupación ó
tus inclinaciones te permitiesen honrarme con una car­
Mi querido amigo. ta ; al cabo he recibido una esta mañana, casi dos se­
manas después de tu partida de aqui. Dirás que no te­
¿Qué puedo decirte de nuevo de este lugar, donde nias noticias que comunicarme; bien puede ser, pero
cada día se asemeja al anterior, aunque no los paso sin noticias siempre se tiene alguna cosa que decir
tan agradablemente como Antonio, según él mismo es­ á aquellos con quienes uno gusta mantener corres­
cribía? Las nonadas de hoy son las mismas de ayer y pondencia.
serán también las de mañana, sucediéndose con tanta Tu observación es muy justa : la Augustísima casa
regularidad eomo las horas del día. Dirás que esto es de Austria babria sin duda envenenado dias ha al rey
tedioso, lo confieso; pero qué he de hacer? Separado de Prusia, si estos tiempos fuesen como los de hace
de la sociedad por ini sordera y abatido por mi mala uno ó dos siglos ; pero ahora que térras Astraa relin-
salud, ¿dónde podría estar mejor? Me preguntarás quit, reyes y príncipes mueren de muerte natural; la
quizá, dónde podría estar peor ? solo en prisión ó en guerra en este siglo corrompido se hace con pusilani­
galeras y es verdad. Felizmente toco la época que lio midad ; se dá cuartel, se toman ciudades, los pueblos
fijado para mi regreso á Londres, adonde no me invita son perdonados, y aun apenas puede una muger ali­
la política ni los placeres; una y otros me son entera­ mentar la esperanza de ser violentada en un asalto.
mente estrenos. Lo único que deseo es entrar en mi Por el contrario, era tal la humanidad de los envidia­
casa, que, como dice el proverbio vulgar, U borne, be bles tiempos antiguos, que los prisioneros morían á
U never so homely. millares á sangre fría, y los vencedores no tenían con­
Parece que la combinación política está lejos de ar­ miseración por hombre, muger ni niño. La historia
reglarse. M. Fox que pasó por aquí para ir á casa de su recuerda acciones heróícas de este genero en la toma
hermano, con quien se proponía pasar un mes, se vio de Magdeburgo. El rey de Prusia se baila ciertamente
Inesperadamente detenido por un espreso que recibió en una situación que debe decidir muy pronto de su
de sus amigos para que al momento volviese á Lon­ suerte y hacerle Cesar ó nada! A pesar de la marcha
dres, y regresó dos dias há muy de madrugada. Tuve de los Rusos, me parece que su mayor peligro está ha­
con él una larga conversación en que se mostró mas ó cia el Occidente. No tengo una idea muy ventajosa do
menos franco y muy comunicativo; pero confieso que los talentos do Apraxim, y creo que hay muchos co­
todavía estoy en tinieblas. En estas materias, como en roneles en Prusia que desempeñarían mejor que él las
muchas otras» saber las cosas á medias, que es mi caso, funciones de general; á la vez que Brown, Píceo!mi,
mas bien induce en error que á adivinar lo cierto, y Lucchesc y varios otros veteranos de las tropas aus­
nuestra vanidad contribuye á ia seducción. Nuestras tríacas, son enemigos respetables.
conjeturas pasan á nuestros ojos por verdades,-quer­ Parece que M. Pitt tiene, que combatir casi tantos
ríamos saber lo que no sabemos, y á menudo lo que no enemigos como el rey de Prusla. Creo que el último
podemos saber; tan mortificante asi es para nuestro ministerio se unirá con el partido del duque para ha­
orgullo la sola sospecha de ignorancia. cerle la guerra, asi como á sus amigos los torys, y des­
Por aqui se dice que la emperatriz de Rusia quedaba pués volverán á querellarse. El único y mas seguro
agonizando. Su muerte seria un acontecimiento afor­ medio que Pitt tendría para sostenerse, si contase con
tunado para la Prusia» y produciría cuando menos la bastante crédito en el comercio, sería impedir que so
neutralidad y ia inacción de esta gran potencia, qui­ hiciesen adelantos á toda otra administración que no
tando un peso considerable de la balanza opuesta á la fuese la suya; yo he encontrado aquí gentes que pien­
del rey de Prusla. La Augustísima (a) en esto caso ten­ san que esto está en su mano.
dría que hacer todo por sí sola ; porque aunque no hay He diferido mi viaje por una semana, pero no masj
duda en que la Francia promete mucho realizará muy me apercibo que cobro un poco de fuerza y de carne,
poco, visto que lo que desea ante todo es que las y esto me ha decidido a prolongar por algunos dias mi
diferentes potencias de Alemania se despedacen en­ residencia aquí.
tre si. A propósito (espresion consagrada para introducir
A Dios. Voy al baile para impedir que mis ojos lean cualquiera cosa que no se refiere á la cuestión), debías
ó que mi espíritu piense. dirigirte á algún secretario do Lord Holderness para
obtener las cartas de Cope. No se te negarán y mientras
mas pronto las tengas, mejor. Mi ánimo no es que te
sirvan de modelo epistolar en cuanto ai estilo, sino
quo te indiquen los asuntos sobre que debes ejer­
citarte.
Si no hubieres leído los Ensayos de Hume, helos
(a) La emperatriz Maria-Tei esa. son cuatro volúmenes pequeños. Yo acabo justamente

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28S CARTAS

de leerlos y me han gustado bastante. Sus Ideas son Importancia. Supongo que se trata de caer de sopetón,
imparciales, profundas, nuevas por lo regular y á mi ó do otro modo nada se logrará. Si el acontecimiento
parecer justas. A Dios. Os feliz, la Francia se verá obligada á mezclar un poco
de agua en su vino. Por lo que hace á mi opinión par­
ticular, confieso que mis deseos de que triunfemos son
mayores que las esperanzas que de ello tengo. Si esta
espedicion se malogra, magnis tomen excidit ausis,
y esto valdrá mas que la conducta lánguida de nues­
tras últimas operaciones.
Para hablarte de una persona respecto de la cual me
Blackheath, 17 de Setiembre de 1757. muestro de lo mas indiferente, y que no es otra que yo
mismo, vegeto aun, como lo hacia cuando nos sepa­
Mr QUERIDO AMIGO. ramos ; pero creo que comienzo á sentir los efectos del
otoño de este año, del mismo modo que los del otoño
Lord Holderness ha tenido la bondad de comuni­ de mi vida. Siento una incomodidad interior que lleva­
carme las notas oficiales que basta hoy le has enviado ré conmigo á Bath por unas tres semanas; allí espero
de fechas 15, 19 y 23 de Agosto; y también un estrado dejarla como lo hice el año pasado. El mejor cordial
de la que él te dirigió el 9 del corriente. Mucho me han que podría yo tomar seria saber de cuando en cuando
gustado todas estas notas, pero lo mas lisonjero es, que que eres industrioso y diligente, porque en este caso
el rey mismo las ha visto con placer. No ha tres dias oiria yo hablar de tus habilidades. Recuérdala lema:
que hablando de tí dijo á M. Munchausen: Comienza nullum numen abest si sil prudencia. Nada es mas
bien, y me gustan sus cartas; con tal que, como la cierto. A Dios.
mayor parte de mis ministros ingleses en las córtes
es t ron jeras, no le entre después la pereza. Esto en­
cierra una alabanza lisonjera, y al mismo tiempo una
prevención. Lo que Lord Holderness te recomienda
por órden del rey, implica también cierto grado de
aprobación ; porque una tinta mas negra, y una letra
mas grande dan á conocer que S. M., cuya vista se ha
debilitado, tiene intención de leer todas tus notas. Por Blaciheáth, 23 de Setiembre de 1757.
lo tanto, te encargo que no dejes de emplear la tinta
mas negra que pudieres conseguir, y cuida de que tu Mi querido amigo.
seretario, cuya letra es hermosa, escriba en caracteres
mas grandes. Hasta antes de ayer no llegó á mis manos tu carta
Si hubiese yo solicitado para tí un empleo ventajoso,no del 3 datada en el cuartel general de Selsingen, y, por
habría podido desearte nada mejor; el resto dependerá decirlo de paso, no he recibido mas de esta y otra des­
enteramente de tu manejo; y debo decir que ya comien­ pués de tu llegada á Hamburgo. Sea cual fuere la cau­
zo á alimentar mejores esperanzas que antes, porque sa que te ha llevado al campamento, apruebo el resul­
sé por esperiencia que mientras mas se trabaja mas tado, porque querría que vieses cuanto pueda serta
amor se cobra al trabajo. Todos somos mas ó menos útil. Este es el conocimiento verdaderamente provecho­
animales de costumbre. Tengo bien presente que cuan­ so, porque nos instruye y mejora en la juventud, y nos
do me hallaba empleado, escribía todos los dias cuatro divierte así como á los otros en la vejez: Olim hac
ó cinco horas con mas gusto que veinte ó treinta minu­ meminisse juvabit. Desearía que apuntases en un li­
tos actualmente; y es esto tan cierto, que cuando un bro, pero sé que no te gusta, todo lo que veas ú oigas
hombre ha dedicado la mitad del dia á los negocios, el digno de notarse; no quiero decir un álbum germáni­
resto le es mas agradable. Cuando estaba yo en La co, emborrado con nombres ó sentencias latinas, sino
Haya nunca gustaba mas de la sociedad, ni me hallaba un libro tal que de aquí á treinta años darías ana buo-
yo mismo mas sociable, que en las cenas los dias de na suma por haberlo escrito (a).
correo. Di me si S. A. R. te acogió benignamente, porque ten­
Considero actualmente á Hamburgo como el refugio go mis dudas. Me parece que la neutralidad que ha
de los Alemanes. Si entre los refugiados hay algunos ofrecido al mariscal de Richelieu, impedirá esa san­
de HanoVer, te encargo que les muestres una atención grienta batalla que esperas j mas qué dirá con tal mo­
particular. ¿ Cómo encuentras tu casa ? Es comoda ? tivo el rey de Prusia P Era el único aliado que tenía­
Has empleado ya tus cazuelas ? Las cenas cortas y de­
licadas son menos costosas, y al mismo tiempo corres­
ponderán mejor al intento que las comidas abundantes
para numerosa compañía.
No dudo que habrás escrito al duque de Newcastle, la) El escribir lo que importa
y también á los ministros tus colegas en el departa­ Es útil y necesario,
mento del norte. Por el amor de Dios, procura ser di­ Porque si lo bis menester
ligente, activo é infatigable en los negocios. Solo Lo tienes mas á la mano.
necesitas trabajo é industria para ilegar á ser algún Si las cosas importantes
dia lo que quisieres en la carrera que has comenzado A la memoria confias,
Cuando quieras encontrarlas
Por aquí no se piensa ni habla mas que de Brest,
Tal vez estarán perdidas.
punto adónde todo el mundo cree que debe dirigirse
nuestra grande espediclon. Es un objeto de la mayor (D. E.) Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 289

mos, y es probable qoe á esta hora no contemos con


ningún otro en el mundo. Si el rey de Prusia puede lie*
£ar á tiempo para atacar á M. de Soubise y al ejército del
Imperio, antes que se les reunan otras tropas, pienso
que los derrotará. ¿ Pero qué significará esta victoria ?
Tendría después que hacer frente á trescientos mil
hombres. Fuerza es que sucumba; pero podrá decir > Rláckbeatb, 30 de Setiembre de 17 5
con verdad: Si Pergama dexlra defendí possent. La >
>
última refriega entre los Prusianos y los Rusos, no ha > Mi querido amigo.
hecho mas que disminuir la especie humana sin dar á
ningún partido la victoria; y la prueba es que cada í Tengo tan pocas cosas que hacer, que me admiro
uno se la atribuye. A fé mía que nuestra especie paga­ v como puedo hallar tiempo para escribirte laná menudo.
rá muy caro las querellas y la ambición de algunos, > No te pasmes de esta aparente paradoja porque es una
que no son, ni aun con mucho, la porción mas reco­ j verdad Incontestable. Mientras mas desocupado se halla
mendable. Si el mayor número fuese mas prudente, > uno, menos tiempo tiene para hacer lo poco que so
estos cuantos serian mas tranquilos y quizá inas justos > propone; bostezamos, diferimos, no tenemos tiempo de
y mejores de lo que son. < hacer tal cosa descansadamente, y de este modo rara
Veo que Hamburgo hormiguea en Grqfs, Graffuis, > vez llega el momento de ejecutarla; á la vez que los
Fursts y Durchlauglichetis. Celébrolo mucho, porque > hombres muy ocupados, tienen, como se dice vulgar-
necesariamente te has de ver en medio de ellos; y lo > mente, que amortizarlos negocios, y siempre cncuen-
que mas me agrada es que debes usar un poco de ce­ > tran tiempo para todo. Espero que á esta hora tu propia
remonia, cosa que á ti no te gusta; sin embargo, es ■ esperiencia te ha de haber convencido de esta verdad.
útil. J Recibí tu última del 8. Ahora si que está en gran
Te encargué en mi última, y te lo repito ahora, qne > tiesgo el grande hombre; siempre lo será aunque muy
me hagas una reseña de tu vida privada y doméstica. j desgraciado. Tiene todas las cualidades de alma para
¿En dónde pasas por lo regular la prima noche?¿Tie­ 5 sobreponerse á todos sus infortunios; y 6i es finalmente
nes ahí lo que en París llaman des maisons á donde > vencido, como puede suceder, en su marcha á Dran-
se vá sin ceremonia y donde se cena cuando uno j deburgo, encontrará en si mismo consuelo, y en el
quiere? Has sido introducido en algunas sociedades? > mundo la reputación de filósofo, legislador, protector y
¿Cuentas entre los ministros tus cólegas algunos de ; profesor de las artes y de las ciencias. Solo perderá la
toen sentido y quienes ron ? ¿ Qué especie de óperas > fama de conquistador, titulo odioso, que se funda únl-
se representan ahi? Supongo que la ternura no es su > camente en la destrucción del género humano. Si
parte sobresaliente, porque mien lieber schatz y las > pudiese servirle de satisfacción, podría yo decirle que
otras delicadezas de la lengua teutónica, formarían un ’ hoy es el hombre mas popular en este reino. Toda la
concierto estreno con la música tierna. Dime cómo ¡ nación está airada con esa neutralidad que apresurará
pasas el dia entero. Espero que consagras cuatro horas ’ y consumará su ruina. Te diré al oído que la indigna-
por lo menos en escribir, y las otras no podrás emplear­ > clon del rey al leer los artículos no fué menor; y esto
las mejor que en placeres liberales. En una palabra, ■ ha afectado mas su salud que todo lo acontecido ante-
hazme una relación completa de tu vida como particu­ ■ riormente. En verdad, me parece que esto es consentir
lar y no como diplomático. Me gusta ver de trapillo > voluntariamente en todo lo que podía resultar del acón-
mas bien que de gala á las personas qoe me interesan, ’ teclmiento mas desfavorable. Comenzamos ahora á
porque así las conozco mejor. Te encargo el método y * creer que nuestra grande espediclon secreta tiene por
el orden en todo. ¿ Lo observas en tus cuentas? Si no ; objeto ia Martinica y Santo Domingo; si es cierto y
las llevas exactamente, siempre serás un mendigo, \ salimos bien en la empresa, recobraremos, y losFran-
aunque tuvieses el sueldo de un embajador estraordi- > ceses perderán, uno de los ramos mas provechosos de
nario que es de mil doblones al mes; y si como minis­ > su comercio, el azúcar. Se me ha dicho, y lo creo en
tro no tienes horas fijas y regulares para tal ó cual ramo > efecto, que negociamos actualmente con los Corsos. No
de tus negocios, siempre te verás abrumado de queha­ ? quiero llamarles rebeldes, sino defensores de sus dere-
ceres y lleno de tráfago, como el duque de N.............ha­ } cbos naturales. El proyecto es recibirlos con la forma
ciendo las cosas á medias y nada como es debido ni á > de gobierno que ellos estimen á propósito establecer
Uempo. Supongo que te miras festejado por lodo el > bajo nuestra protección, con fal que pongan en nues-
cuerpo diplomático de Hamburgo, escepto M. Cham- J tro poder el puerto do Ajacio, que puede ser muy bueno
peaux con quien sin embargo, espero vives bajo ei pié > y bastante fuerte para compensar la pérdida de Mahon ¡
de cortesanía en lugares neutros. Ya te he dicho cuanto ’ éste plan me parece bueno. Aunque los Corsos sean
por ahora tenia que decirte. Te deseo buena cena y J crueles y pérfidos, su propio interes y su peligro les
buenas noches. obligarán á adherirse á nosotros; es un lazo seguro con
bribones pero no con necios.
> Habiéndote dicho todo lo que sé, ó he oido, de los
xi© ce<-•- > negocios públicos, hablemos de lo quete concierne mas
particularmente. Recíbeme en tu'gabinete al lado del
•v fuego, y escríbeme en lo sucesivo como si conversases

I
ahí familiarmente conmigo ¿ Has dispuesto todos tus
pertrechos P Has formado lo que las gentes llaman re­
laciones, es decir, ciertos conocimientos que por acci­
dente ó elección frecuentes mas que otros ?
M. •” debe casarse dentro de un mes con M. ••• do

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290 CARTAS

lo cual menlcgro. Como nunca será hombre de mundo cuentean ser lo contrario, de modo que termin-ré co­
sino que llevará una vida muy retirada, parece quo mo Josephá cada artículo de su historia; De estocada
ella ha sido hecha á propósito para él, porque es natu­ uno creerá lo que quisiere. Qué año tan vergonzoso
ralmente silenciosa é inclinada á la vida doméstica ; se en los anales de este reino ! Ojalá y su genio, si vuelve
diría que sus tias la educaron en la nieve y no en terre­ alguna vez, despedace estas hojas manchadas con nues­
no cálido, como lo son en el dia la mayor parte de tra ignominia!
nuestras jóvenes. Si doaqní á tres semanas le escribes Nuestros negocios domésticos, por lo que yo sé, se
una carta felicitándolo con tai motivo, su madre y hallan casi en el mismo estado que cuando te escribí
tullí cuanti la leerán con mucho agrado. Buenas mi última; pero habrá algún movimiento al acercarse
noches, y Dios te bendiga. la sesión, cuando el duque vuelva. El populacho de
Londres espera su llegada con impaciencia ; pero no
para-regar el camino de flores. A Dios.

eo*-
Blackbeatti, 1 de Octubre de 1757.

Mr querido amigo. Londres, 17 de Octubre de 1757.


Con alguna pena robo este momento de ocio á mi
cstremada indolencia, para informarte del sorprenden­ Mi querido amigo.
te y lamentable estado en que se hallan nuestros ne­
gocios, sobre los cuales los papeles públicos te darán Tu carta de 30 del pasado fué en verdad escelente,
nociones imperfectas, y tu correspondencia particular y yo creerla ia mitad de lo que dices cuando aseguras
te hará relaciones parciales. Nuestra invencible ar­ que correspondiste al Langrave sus cortesías. No me es
mada, que costó cuando menos medio millón, dió la .posible ir mas allá de esta mitad sabiendo que no eres
•vela como sabes, hace tres semanas. Su destino era un pródigo de palabras, sobretodo en aquella especie do
•eecreto inviolable, las conjeturas numerosas y grandes elocuencia llamada adulatoria. No lleves muy ade­
Jas esperanzas. Brest vá quizá á ser tomado, ó cuando lante tu reserva con el Langrave; aprovecha de sus
-no, la Martinioa y Santo Domingo. Ahora bien! la im­ ofertas, visítalo á menudo y come en su compañía.
portante isla de Aix cayó en nuestras manos sin la me­ Escucha, O Israel, y maravíllate ! El domingo por
nor resistencia, con setecientos prisioneros y unos la mañana renunció el duque su comisión de capitán
cuantos cañones. De allí navegamos hacia Rochefort general y el mando de su regimiento de guardias Me
.que parecía ser nuestro principal objeto, y por consi­ preguntarás por qué y no puedo decírtelo ¡pero te cs-
guiente debíamos suponer que había4 bordo buenos pondré las causas que se señalan, aunque quizá nin­
pilotos que conociesen los bajos y los puntos de de­ guna es la cierta. Se dice que el rey le reconvino por
sembarco : pero no, porque- el general M_. preguntó a) haberse escedido en sus facultades en la convención de
almirante si podía desembarcarlo con sus tropas cerca Hanover, cargo que S. A. negó formalmente y dió su
de Rochefort, á lo que contestó que la cosa era muy dimisión. Este acontecimiento ha producido mil con­
fácil; mas el general quiso saber si podría después vol­ jeturas en el .público ¡ pero no quiero cansarte ni can­
verse á embarcar, y el almirante le dijo que esta ope­ sarme yo con ellas, porque ni esta hoja ni una mano
ración, semejante á todas las navales, dependía del de papel bastaría para referírtelas. Algunos van hasta
viento. En este caso, dijo el general, tomaremos otra suponer que es una querella concertada para justificar
■vez el camino de Inglaterra. Se reunió inmediatamente á cierto sugeto con cierto sugeto sobre esta conven­
un consejo de guerra, en que se resolvió unánimemen­ ción ; pero yo no lo oreo.
te que la prudencia exigía regresar, y en efecto están Los adictos á S. A. echan toda la culpa! los minia-
encamino.-Como la nación habla concebido las mayo- tros Hanoverianos, sobre todo, á nuestro amigo Mon-
tres esperanzas, este malogrado plan ha llenado de in­ chausen ; pero no sé qué grado de crédito pueda pres­
dignación á todo el mundo. Dudo que el fermento de tarse á esto. Lo que hay de cierto es, que toda la trama
-los espíritus haya sido *nunca mayor. Las desconfian­ de este negocio fué urdida por los ministros de Hano­
zas son de toda especie é infinitas; pero generalmente ver y por M. de Steinberg en Vlena, sin que los minis­
se cree que la cola de la neutralidad de Hanover, como tros Ingleses supiesen nada antes de que se pusiese en
la de un cómela, se lia estendido hasta Rochefort ¡ y lo planta. Este negocio combinado (porque las gentes se
<¡uo dá cuerpo á ésta sospecha es, que un navio de mueren por combinar), con el sorprendente regreso de
guerra franees cruzó nuestra escuadra apostada cerca nuestra gran armada, no solo re infecid, sino ¿ftteft-
de Rochefort. Se renueva toda la historia de Had- lald, forma tal baturrillo de reflexiones, conjeturas y
dock: las representaciones de Michel se combinan con sospechas, quo se cansa uno de oirlas. Nuestros Tácitos
otras circunstancias; y lodo esto forma una masa de y Maquiavelos van á lo profundo, sospechan lo peor,;
descontento, de cólera y aun de furor, que escode á quizá, como sucede á menudo, pasan el límite. Por
todo cuanto se ha visto en este país. Estos son los he­ mi parte confieso francamente qñe estoy desorientado,
chos, deduce ahora lo que te parezca. Yo me pierdo en y que no solo carezco de poslulata para fundar mi
conjeturas y sorpresas sin saber en qué fijarme. Laes- opinión, pero ni aun para establecer algunas conjetu­
periencia me ha enseñado que diversas cosas que pa­ ras. Creo pues que este es el lenguaje que debes em­
recen estimadamente probables no son verdaderas, y i plear con todos aquellos que te hablaren sobre el asun­
otras que se presentan como muy Improbables, se en- | to, como no dejará de suceder. Alega, como fielmente

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DE LORD CHESTERFIELD 291

puedes hacerlo, tn propia ignorancia sobre materias tan ¿ Cómo he pasado el día P ¿ He hecho algo provechoso
delicadas á tal distancia, y sin saber pormenores de para mí ó para los otros ? ¿ He empleado mi tiempo ó
que no puede suponérsete instruido. Por lo que hace lo he desperdiciado ? ¿ He vivido ó he dormitado en la
á la dimisión del duque, pienso que deberlas decir que indolencia y la pereza? Un ser pensador debe estar
quizá manifestó mucha vivacidad en éste caso; pero contento ó consternado según pueda responder estas
que considerando bien el negocio, no dudas que todo preguntas (a).
se arregle de nuevo, como lo creo en verdad. En estas No veo ninguna apariencia de que el duque entre de
ocasiones delicadas es necesario emplear cierta sofla­ nuevo en ejercicio de sus empleos; al contrarío, se me
ma ministerial, porque las gesticulaciones silenciosas ha asegurado que el rey se halla fríamente resuelto á
á que tú te inclinarlas no serian suficientes; es nece­ hacer lo que pueda sin él. El duque de Devonshire y
sario decir algo que bien analizado venga á reducirse á Fox han hecho poderíos para arreglar el gabinete, pero
nada; v. g.; Ciertamente que se pierde uno en tal sin efecto. El amor propio de las gentes les hace creer
laberinto; pero qué quiere Vd. que yo diga ? — Mw- que son mas necesarias de lo que son en realidad, y yo
cho hay en favor y mucho en contra; — un enviado tengo mis sospechas de que S. A. R. ha sido chasquea­
de mí categoría, por mas que se empine, no puede do por este sentimiento, y que se le cogió la palabra
ver el fondo del saco: — esperemos. — Estas fór­ en el Instante que menos lo esperaba, como á mí pre­
mulas espletivas, estos efugios son muy útiles, y entre decesor Lord Harrington, que cuando se dirigió al
diez personas hay nueve que piensan que significan gabinete para renunciar los sellos, no los traía consi­
algo. Por lo que hace al l-angrave, creo que harías bien go *, tan seguro así se hallaba de que se le instaría para
de decirle con aire de confianza, que saltes de buena que los conservase.
tinta que la principal objeción de S. M. al imponerse de No se habla en Londres, aquí y en todo el reino,
la convención fué, que no se consideraron suficiente­ mas que de nuestra grande, costosa y sin embargo,
mente los intereses de S. A. ni los de sus tropas. Ase­ inútil espedicion. Yo he conversado con un oficial que
gura resueltamente al ministro Prusiano, que sabes do asistió á ella, hombre de seso y observador, y me dijo
ciencia cieita que el objeto principal de la atención de que 6i hubiésemos atacado á Rocbefort al siguiente
S. M. Británica y de su ministerio, no solo es llenar los día de la toma de Aix, el triunfo habría sido
actuales compromisos con su soberano, sino contraer infalible j pero que habiéndonos entretenido, Dios
otros aun mas fuertes para sostenerlo ; esto es cierto, sabe por qué! en la isla ocho ó diez dias, la empresa
á lo menos hasta ahora. no era ya practicable, porque en éste intervalo, los
Has hecho bien de invitar á comer al conde Both- Franceses hablan reunido todas las tropas de los alre­
mar. Ya ves cuan bien informado estoy de lo que haces, dedores en número considerable. En fin, es necesario
aunque no por tu conducto. A Dios. que en éste negocio haya algún misterio que no ha
Partiré para Bath el sabado próximo, pero dirígeme transpirado; y yo no puedo desvanecer mis sospechas
tus cartas á Londres como de costumbre. de que todo viene de Stade. M .... debe ser juzgado
por un consejo de guerra, y el público espera grandes
descubrimientos pero yo no.
4 Visitas á Soltikow ministro de Rusia ? He sabido
que su casa es el gran teatro de los placeres en Ham-
burgo. Apesar de lo bárbaros que son actualmente sus
compatriotas, mas de lo que antes eran, han atestiguado
muy poco respeto por las nociones todavía mas bárba­
Batu, 26 de Octubre de 1757. ras del derecho divino, hereditario é inviolable. Las
cohortes pretorianas, ó en otras palabras, las guardias,
Mi QUERIDO AMIGO. han sido probablemente seducidas en favor del prin­
cipe imperial; pero apesar de eso, creo que oiremos
Llegué aquí salvo pero no muy sano el domingo hablar deJohn Archangel, á menos que no se evite el
pasado. Por consiguiente, solo he tomado las aguas suceso con una pocion calmante de cicuta ó de yerba-
tres dias, y sin embargo ya me encuentro mejor. La mora; porque no me parece que han llegado aun á los
noche anterior á mi salida de Londres fui á casa del venenos civilizados y do buen tono, como l'acqua
duque de Ncwcastle, en donde las cartas llegadas por t ufana (b)t confites con plumo ect. Bucuus noches.
la mañanase hallaban sobre la mesa, y Su Señoría me
mostró la tuya con elogio, asegurándome que no liabia
agradado menos á S. M. A estas dos aprobaciones
agrego yo la mía, que sin vanidad puede quizá ser tan
buena como las otras dos. En esta carta aventuras muy
á propósito tus pequeñas reflexiones, y escusas muy
bien tus conjeturas. Continúa con perseverancia y («) Quand l’heure du sommeil vient fermer ta paupiérc
llegarás á ser lo que ya desesperaba ver en tí, alguien. Sur le jour qui n’est plus porte un regard sévéro ;
Estoy persuadido de que, sí confiesas la verdad, te Sur le bien, sur le mal, interroge ton cceur;
sientes mas satisfecho de tí mismo que cuando no Sois loi-méme ton iuge el ton aceusateur.
bacías nada. Le repentir du mal le rendra Pinuocencc,
La aplicación á les negocios, cuando se mira acom­ Le souvcnirdu bien sera ta récompense.
pañada delbuen resultado y de la aprobación, lisonjea (Pitágoras, trad. de CilABEAUSSlERE).
y anima al espíritu que la ociosidad y la inacción
estancan y puti ifican. Desearía que todo hombre racio­ (6) Veneno lento, semejante al 'agua pura, inventado por
nal se preguntase todas las noches antes de acostarse: uua mugerde Ñapóles llamadaTufana. Tr.

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292 CARTAS

mi fantasía esta sociedad con los muertos. Por la ma­


ñana, mientras mi cabeza está libre y mi atención mas
vigorosa, converso con graves in folio ; después de
comer tomo los in cuarto menos severos, y por la
noche elijo la compañía variada y el entretenido cha-
charéo do los in octavo. Saco partido de todo cuanto
Batd, 4 de Noviembre de 1757.
puedo-, ésta es mi filosofía, y calmo cuanto es dable
los males físicos desviando mi atención de otros ob­
Mi querido amigo. jetos.
Comienza á correr la voz de que una parte de la
Los hijos de la Bretaña, á semejanza de los de Noé, flota del almirante Holbourne ha sido destruida por la
deben cubrir cuanto sea posible la vergüenza de su pa­ tempestad. Espero que el mal no será tan grande
dre, porque ya es tarde para reparar su honor. Real­ como se dice, pero creo que ha sufrido. Tal aconte­
mente podría creerse que nuestros ministros y nuestros cimiento colmaría la medida de nuestras desgracias. A
generales se hallaban tan ebrios como el patriarca. Sin Dios.
embargo, en tu situación no debes obrar como Cham;
estiende, por el contrario, tu capa sobre nuestra ver­
güenza hasta donde te fuere dable M.... pide á gritos
que se le forme causa ; y en esto, pero en esto sola­
mente, está de acuerdo con el público. Habrá sin duda
un proceso, pero todavía no se sabe de qué especie;
unos opinan por una sumaria en el parlamento, otros Bath, 20 de Noviembre de 1757.
por un consejo de guerra ; pero ni lo uno ni lo otro
descubrirá el verdadero secreto, porque secreto lo hay Mi querido amigo.
sin que quepa la menor duda. Ningún viviente puede
concebir por qué permaneció nuestro ejército seis dias SI te escribo actualmente es por el placer que dis­
en la isla de Aix, mientras que los Franceses aprove­ fruto al hacerlo, complaciéndome en la creencia de
chaban el tiempo reuniendo, como era natural, las tro­ que recibes con gusto mis cartas ; sin esto, muy poco
pas de los alrededores de Rochefort y hacían impractica­ tendría hoy que comunicarte, porque para tí no es
ble todo proyecto de ataque. Al siguiente dia de la toma noticia la última victoria del rey de Prusia, sobre cayo
de Aix, tu amigo el coronel Wolfe ofreció públicamente suceso te hallas mejor informado que yo. Este triunfo
aventurar el ataque con solos quinientos hombres y ha causado infinita alegría á la multitud, que sin repa­
tres buques. Hay en todas estas complicadísimas má­ rar en lo avanzado de la estación y de la guerra, no vé
quinas de política tantas ruedas sobre ruedas, que que las consecuencias no pueden ser grandes. Seis ó
siempre es dificultoso, y á veces imposible, adivinar siete mil hombres menos de los que habia hace un mes
cual es la que dirige el todo. M. Pitt está persuadido de en el mundo, es á mis ojos el único resultado de ésta
que la principal rueda, ó si quieres el radio de su victoria. Sin embargo, me alegro en obsequio del rey
rueda, viene de Stade. Cierto es por lo menos que M... de Prusia á quien deseo mas gloria como hombre que
era el hombre de confianza de la ipersona. Sea lo que como rey. Es indudablemente un hombre tan grande,
fuere, cierto es que hasta ahora hay un hiatus valde que si hubiese vivido hace diez y siete siglos y nos hu­
dejlendus. biese sido transmitida su vida en algún idioma que no
La sesión del parlamento será ciertamente muy entendiésemos muy bien, quiero decir, griego ó latín
numerosa, aunque no fuese sino por curiosidad; pero habríamos hablado de él, como lo hacemos de los Ale­
me atrevo á decir que la mayoría por el partido de la jandros, de los Césares y de otros personajes sóbrelos
córte será grande. Por inclinados que se hallen á la opo­ cuales creo tenemos nociones muy imperfectas.
sición los partidarios del duque, no podrán retirar su Los tres oficiales generales nombrados para examinar
apoyo al soberano; sus empleos, que no desean perder, el negocio de M.... dieron cuenta al rey el sábado
les harán tratables; porque estos caballeros, aunque último con el resultado de la información que hicieron
todos hombres de honor, son de la opinión de Sosias : durante cuatro dias. Ninguno sabe todavía cuales serán
que el verdadero Amfitrion es aquel en donde se las conclusiones, pero se cree generalmente que M....
come. Parece que la puerta no solo está cerrada sino será juzgado por un consejo de guerra.
bien atrancada contra el regreso del duque, por el nom­ El parlamento, prorogado hasta primero del entrante
bramiento de Sir Ligonier, general en gefe de todas las mes, sufrirá otra próroga hasta que no sepamos bajo
tropas de S. M. Británica, y tengo fundados motivos qué aspecto presentar nuestra alianza con Prúsla des­
para creer que esta brecha es irreparable. pués de la conclusión déla neutralidad deHanover,
A menudo he deseado, pero en vano, el favor de ser que si no la ha roto directamente, ha abierto por lo
Introducido en tu gabinete de Hamburgo, y que me in­ menos una grande brecha. La córte no filé brillante ni
formes de la vida que llevas. Espero y creo que em­ numerosa el dia de cumpleaños de S. M. ¿ pero que
pleas toda la mañana en los negocios; pero dime en eslraño es esto cuando ya tiene setenta y cinco años?
qué te ocupas el resto del dia, que supongo es y debe La córte vieja y la juvenil se llevan mejor después de
ser empleado en diversiones y placeres. ¿ En qué casas la retirada del duque. El rey ha regalado al príncipe
vives como amigo ? ¿ A quienes recibes bajo el mismo de Gales una vajilla de plata.
pié ? En fin, no me niegues tu puerta. Yo sigo con mis males á pesar de qne tomo estas
Yo me hallo aquí como de costumbre, viendo pocas aguas regularmente. MI permanencia aquí se prolon­
gentes, oyendo menos, tomando regularmente las gará seis semanas por lo menos. El sosiego que disfruto
aguas y sintiendo algún alivio. Leo mucho y alterno á en Bath no podría esperarlo en Londres, y mientras

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1
DE LORD CIIESTERFIELD 293

las cosas permanezcan en tan miserable situación, no que podrías decirle, y si te pregunta : Puedo escribir
deseo ser consultado ni mucho menos que se hable de á mi córte sobre el particular ? Responde: Sí, sí; no
mí. A Dios. hay que titubear. La responsabilidad eaerá sobre
mí. Si esto sucediese, como lo deseo con toda mi alma,
escribe una esacta relación de ello á este ministerio,
diciéndole que creiste este paso de tal importancia, quo
no vacilaste en darlo; pero que has hecho la propuesta
por tí mismo sin comprometer en nada al gobierno. SI
Dath, 26 de Noviembre de ¡757. ves que Soltikow te escucha, Insinúa que en el estado
actual de los negocios, y sobre todo por lo que hace al
electorado de Hanovcr, estás seguro de que S. M. mos­
trará un reconocimiento sin limites á todos los que
Mi querido amigo. pudieren contribnlr á la resurrección de tan antigua y
larga amistad. Quizá me dirás que M. Keith tiene sin
duda Instrucciones sobro este asunto*, pero respondo
Recibí por el último correo tu corta relación de la
que tú puedes, si quieres, entablar el negocio mejor
victoria del rey de Prnsia, que contra la costumbre pa­
que él; á lo que se agrega que sea cual fuere el resul­
rece haber sido mas completa délo que se babia creído
tado, te será muy ventajoso mostrar á este gobierno
al principio; pero creo que á nada conducirá mientras
que tienes una cabeza capaz de concepciones y apta
dure esa formidable alianza formada contra él por tres para los negocios.
de las mas grandes potencias de Europa. Si se pudiese
Te envio inclusa la copia del Infprme de los tres
desbaratar de algún modo, algo se conseguirla, porque
generales que examinaron la conducta del general
de lo contrario todo es Inútil. ¿ Por qué no trataríamos
M.......... Su contenido te hará ver que se pronuncian
nosotros de separar á los Rusos, así como el rey de
fuertemente por un consejo de guerra que sin duda se
Prosia hará probablemente cuanto pueda para separar
celebrará muy pronto. Presumo que no perderá la
á los Franceses ? A lo menos, en nuestras presentes
cabeza, pero si sus empleos. La semana pasada mo
desgracias, omnia tentando. Este pensamiento mo
acometieron de nuevo los dolores de mi antigua indis­
ocurrió esta mañana, y te lo comunico no como espe­
posición y aun no estoy restablecido.
diente muy realizable, sino posible, que vale la pena
Hace tres dias llegó aquí una conocida tuyame ha
de ensayarlo. El año de subsidos pagados nominalmente
parecido ser una oficiosa yegua baya de buena estam­
álos Rusos por la córte de Viena, y en realidad por la
pa, cabos negros y crin melada. Fácilmente adivinaras
Francia, ha casi espirado. La primera probablemente
quien es. Vino con mamá y sin il caro sposo. A Dios.
no puede y la última no quiere renovarlos. La córte de
Mi cabeza no me oermlte continuar.
Petersburgo es miserable, pródiga, voraz y nada escru­
pulosa en los medios de adquirir. ¿Por qué no pondría­
mos el pié allí para ofrecer mas? Si esto se lograse,
contaríamos inmediatamente con un ejército formida­
ble que cambiarla el aspecto de los negocios de esta
parte del mundo; y si nuestras ofertas son cuantiosas, Dath, 31 de Noviembre de 1757.
no creo que la buena fé de aquella córte se detenga
en el camino. Estoy seguro de que el rey y el parlamento
darían una suma considerable de muy buena voluntad
con tal objeto. Ademas, yo no veo por qué no tratarlas Mi querido amigo.
tú de mezclarte en este gran proyecto.
Conoces sin duda á Soltikow, ministro de Rusia,
¿ por qué no lo sondeas, como si viniese de tí, sobre Acabo de recibir tu carta del 18 con los papeles In­
este asunto? Puedes preguntarle: « Se propone la clusos. No puedo menos de observarte que nunca
• córte de San-Petersburgo recibir de Francia el año acusas el recibo de las mias.
■ entrante una suma de dinero en ¿amblo de servicios Fácilmente concibo que el espíritu de partido entro
» qoe destruirían las libertades de Europa, y pondrían los ministros tus colegas en Hamburgo, suba hasta el
• la monarquía universal en manos de aquella ya punto que dices, porque sin dificultad creo todas las
» grande y siempre ambiciosa potencia? Yo sé que aberraciones de que es capaz el espíritu humano; pero
> los Rusos se creen, ó á lo menos se llaman, aliados al mismo tiempo debo observar que tal espíritu es
» de la emperatriz reina, ¿ pero no es claro que ella propio de sugetos mediocres, y de ministros subalter­
• primero y después ellos serán chasqueados por la nos, que se lisonjean de poder suplir á fuerza de celo,
• Francia? El gobierno de Rusia favorece actualmente su falta de mérito y de importancia. Las diferencias po­
• los negocios de Francia y de Suecia, y esto por una líticas de las córtes no deberían influir nunca en la
• miserable suma muy inferior á la que, estoy seguro, conducta personal de sus ministros con los de otras
• podría obtener adhiriéndose á una causa mas justa naciones.
• y mas conforme á sus intereses. Aunque de ninguna Por lo que hace á tu pregunta racional y prudente,
» manera estoy autorizado, me es tan conocido el modo de si estaba yo autorizado por alguno de nuestros
» de pensar de mi córte, que me arriesgo á proponer ministros para sugerirte la idea concerniente á Rusia,
» á la de Rusia, bajo mi responsabilidad y sin el mas respondo que no; pero como yo habla propuesto, tiem­
• ligero temor de que se me desdiga, condiciones mu- po ha, que se ensayase cuanto fuese posible con Rusia,
• cho mejores que las que se le ofrecen actualmente. > y que se despachase á M. Keith á aquella córte, deseaba
Si ese ministro presta oido á esto y á todo lo demas que por medio de mis avisos le hubieses tomado la dc-

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294 CARTAS

lantera. y adquirieses por lo monos el mérito de haber


entablado este negocio con Soltikow. Todo lo que
ahora tienes que hacer con este ministro cuando lo
encontrare» en lugares neutros ó lo visitares (porque
mientras Rusia tenga un ministro en Londres, y otro
Inglaterra en Petersburgo, te es permitido Ir á su casa),
es decirle franca y desembarazadamente: Tengo espe­ Londres, 8 de Febrero de 175$,
ranzas de que pronto seremos amigos públicos en el
mismo grado que lo somos personales. Probablemente
te preguntará cómo y por qué, y le responderás que
según sabes M. Keith ha ido á su córte con Instruccio­ Mi querido amigo.
nes que piensas serán bien recibidas. Hazle creer que
la Rusia no puede conservar la Livonia sin cambiar su
actual sistema, y que no es posible suponer que los Por un mismo correo recibí tus cartas de í3 y 17 del
Suecos, después de haber recobrado la Pomeranla, pasado, y ayer otra del 27 con el incluso manifiesto de
dejen que la Rusia posea tranquilamente la Livonia. San Petersburgo. S. M, I. de todas las Rusias se com­
Si es muy afrancesado como dices, responderá á esto place en esponer todas las razones, escepto la cierta,
de un modo vago; pero como el mejor argumento está que le obligan á enviar sus tropas contra el rey do
por tu parte, puedes recordarle la antigua alianza entre Prusia. La verdadera, en mi concepto, es que acaba de
Francia y Suecia, enemigas inveteradas de Rusia. recibir una suma considerable de Francia, ó de la em­
Varias otras raxones te occurrirán necesariamente en peratriz reina ; ó de ambos á la vez, para tal intento.
caso de entrar en conversación de esta especie, y es Point d’argent, point de Russe, ha ¡legado á ser la
muy oportuno en la diplomacia saber sembrar hábil­ máxima del día. Sea cual fuere el motivo de esta mar­
mente celos entre los enemigos, manifestando aparente cha, los resultados serán malos, porque me parece que
preferencia á alguno de ellos. estas tropas van á restablecer á los Franceses en Ha-
Te aconsejo que vivas con M. Hecht ministro de nover y la Baja Sajonla, y después irán á unirse al
Prusia bajo el pié de confianza y de unión que la pru­ ejército austríaco. Me preguntas si desespero aun: no
dencia permita. Digo esto por lo que hace al mismo tanto como despnes de la refriega do Col en. Las batallas
rey de Prusia, de quien desearla fueses conocido y es­ de Rosbach y de Lissa han sido como nn cordial que
timado porque podría serte útil. Las dificultados que me ha reanimado por un momento; mas aunque no
rodean actualmente á este soberano son muy grandes; desespero absolutamente, confieso quo todavía tengo
pero si el valor, la habilidad y la constancia pueden mucha desconfianza. Pronto enviaremos una escuadra
superarlas, saldrá triunfante de todos sus enemigos. al Báltico para ocupar á los Suecos, y creo que esto
Su última victoria es ciertamente la mas completa de paral izará sus operaciones en Pomerania, de modo que
que se ha oido hablar en estos últimos tiempos; deseo mis temores son pocos por este lado; pero confieso que
con vehemencia que el principe de Brunswick alcance la Rusia no se borra de mi memoria.
otra semejante sobre el ejército de M. de Richelieu, En el parlamento todo marcha fácilmente. El rey de
que tome prisionero á mi antiguo conocido el maris­ Prusia ha unido todos los partidos en su favor, y ios
cal, y que nos lo envió aquí para perfumarnos (a) y torys han declarado que abrirán á M. Pitt en esta sesión
pulirnos. un crédito ilimitado. No ha habido una sola división en
Te deseo en estilo llano y casero, muchos años ios puntos principales, y creo que durará esta buena
nuevos y felices, bien empleados en el cultivo de tu armonía. Se hacen preparativos para nuestra espedí-
espíritu y la mejora de tus maneras, para que seas clon á América donde ciertamente somos muy fuertes
útil y grato á tí mismo, á tu país y á tus amigos. El para desollar vivos á los Franceses del Canadá si sabe*
hermano de tu secretario te entregará, casi al mismo ni os manejamos con habilidad y vigor; pero soy muy
i lempo que recibas ésta, una prueba del slncoro amor modesto para dudar que así sea.
que le profeso. Cuando me hablares de tus cosas particulares, y de
ti como te tengo pedido hace tiempo, no tienes nece­
sidad de ninguna*escusa. El yo es tan conveniente y
bien recibido con nuestros amigos, como impertinente
y fuera de lugar con los estranjeros. MI deseo es verte
<lc trapillo al lado del fuego, en tus placeres, en fin, en
tu vida privada; esto es lo qne todavía no he podido
conseguir. Cuando condesciendas con ello, como lo has
prometido, apégate á la verdad, porque no me baile
tan desprovisto de noticias de Hamburgo como qoW
podrías imaginarte.
Por lo que á mi hace, me siento malo y cansado
(a) F.l Duque de Ricbclicu usaba con profusión toda clase
estarlo, y lo peor es que en mi edad hay pocas espe­
de perfumes. Voltaire dirijió los siguientes versos á una
ranzas de que sea de otra manera. A menudo suspiro
Duquesa que debia cenar con aquel personaje :
por el término de esta miserable vida y mi deseo es ra­
cional ; mas el principio innato de nuestra conserva­
ün dindon tout i I’ail, un seigneur (out i Tambre, ción, sabiamente ingerto en la humanidad, opone so?
A souper vous sont destínés : razones á este deseo, y nos obliga á Ir largando nuestro
On doil, quand Richelicuparail dans une chambre, hilo todo lo posible, sea cual fuere nuestro estado de
llicn défendre son caeur et bien boueber son nex. Tr, uso y do averia, y á solicitar, á despecho del sentid®

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DE LORD CHESTERFIELD 295

romun, aquel oro químico que nos empobrece en la Suecos en Pomeranla, creo que S. M. tendrá las ma­
vejez (a). nos llenas y demasiado llenas. Los Franceses dicen que
Sean cuales fueren tus placeres y tus diversiones en su ejército en Alemania subirá este año á ¡80 mil hom­
Hamburgo, me atrevo á decir que gustas de ellos mas bres, y el déla emperatriz reina á cerca de 150 mil; si
que en ninguna otra época de tu vida, porque tienes los Rusos llegan á tener 40 mil, quien puede resistir á
bastantes negocios que oscilen tu apetito. Pasar ocupa­ tales fuerzas ? El rey do Prusia. puede en verdad decir
do La mitad del dia es prepararse para los placeres de con mas justicia quo nadie : Ego Medea superest.
la otra mitad; espero que te sucederá lo que á un bo­ Prometiste hablarme un poco de ti pero aun no lo
ticario de Twickenham quo fortuita é inesperadamente has cumplido. ¿ Visitas al Langrave? ¿ Frecuentas á
se vio dueño de una fortuna considerable. Al momen­ los grandes de la tierra? ¿ Cuales son tus amistades
to juzgó decente abandonar su profesión; usó de ge­ de por la tarde ? Todo esto y mucho mas del mismo gé­
nerosidad dando su establecimiento y sus drogas á su nero es lo que reclamo en tu próxima.
dependiente mayor ; compró coche y se propuso vivir La cámara de los comunes sigue muy unánime. Esta
á ¡o caballero; pero este hombre, acostumbrado á los semana hubo allí un busca pies popular, es decir, una
negocios, se apercibió en menos de un mes que vivir propuesta para los parlamentos anuales. La discusión
á lo caballero era morir de enfado ; rescató la botica y fué muy fría y terminó por una oposición de IDO contra
las medicinas, volvió á sus ocupaciones y vivió muy 70 votos. Buenas noches. Trabaja con tesón para que
feliz desde el momento que tuvo algo quo hacer. A puedas divertirte bien.
Dios.

Londres, 24 de Febrero do 1758. Londqes, 4 de. Marzo de I75S.

Mi querido amigo. Mi querjdo amigo.

Recibí ayer tu carta de 1 del corriente con lo Incluso Tú carta de 17 del pasado me habría sorprendido
en ella que te devuelvo para que no haya vacío en tus mucho mas, si cuatro horas antes de recibirla no hu­
pipetes. biese visto á Sir C.... (a) hablando del modo mas ex­
Ya sabia yo la muerte de Burish y tenia dados algu­ traordinario : afirmaba que el rey de Prusia se apode­
nos pasos por este lado ; pero pronto abandoné el ne­ rarla de Viena el mes de Mayo; decía que tú te liabias
gocio por noventa y nueve buenas razones.. La primera onamorado de su hija. Tu carta me espllca todo. Al
es que ninguno debe remplazarle, y que si hubiese vi­ siguiente dia Lord y Lady E........me citaron una mul­
vido habría sido removido de Munich ; pero otra razón titud de ejemplos de su delirio, con ios cuales no quie­
que debe serte mas lisonjera es, que tu presencia en ro cansarte. Lo que mas ha contribuido á su frenesí,
Hamburgo se estima muy necesaria. Bien visto no lo si no ha sido la única causa, es una fuerte dosis de
siento, porque esa ciudad es ahora el gran depósito de cantáridas que tomó en Hamburgo.. Durante la nave­
las negociaciones, y ruando dejáre de serlo irás á al­ gación se le aplicaron cuatro sangrías, y otras tantas
guna de las córtes vecinas. Fijo mis esperanzas en Ber­ después de su ¡legada aquí; pero á pesar de eso la in­
lín que creo te convendrá mas que vegetar en Munich, flamación continúa en grado alarmante. Actualmente
donde nunca tendremos mas negocios que algunas se halla en casa de sus hermanos que no lo dejan sa­
cuestiones de subsidio. Continúa y ejercítate en dondo lir. Parece que han escrito á esa dama John, para ver si
te hallas, y pronto se presentaré cosa mejor. La inac­ pueden impedir que venga á Inglaterra. Cuando ella
ción de nuestro ejército en Hanover se prolonga cierta­ lo sepa no se pondrá menos furiosa ni menos terrible»
mente demasiado. Hace tiempo que esperábamos un y acaso mas si se decide á venir. Solo una aventurera
gran golpe, y sin embargo, nada se ha tentado. Pronto podia aceptar una obligación de 10,00(1 rublos de un
recibirán refuerzo tos Franceses y entonces su ejército hombre que solo había, visto tres dias antes, celebrar
será muy superior al nuestro, á la vez que en este mo­ un contrato de matrimonio cuando sabia que era ca­
mento se hallan muy debilitados por la deserción, las sado, y por último, comprometerse á seguirlo á In­
enfermedades y la muerte. ¿ Envía ó no envía el rey de glaterra. Me figuro que no es esta la primera zorra que
Prusia un cuerpo de tropas á nuestro ejército ? ¿ Habrá desuella.
dado tanto quehacer á sus fuerzas la marcha de los Según las noticias recibidas ayer, los Franceses
Rusos PTemo que asi sea. Si un cuerpo de Rusos so habían evacuado el electorado de Hanover ; todos, es-
une en Moravia al ejército austríaco, y otro cuerpo de cepto Hamen, esperamos á cada instante mejores acon­
tecimientos. Los perseguimos, los separamos, los ata­
camos en partidas, y en fin, destruimos todo su ejér­
cito. Deseo que así sea y pienso que no es imposible.
Me duele mucho la cabeza y solo tengo alientos para
(a) Esopo dijo y La Fonlainc tradujo : desearte buenas noches.
Le trépas vienl tout pudrir ;
Mais no Itougoonsd’oü iions soinmes;
souffrir que mourir9
C’esl la devise des homnics. Tr. (a) Sil* Cli. Williams.

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296 CARTAS

Londres, 22 de Mano de 1758. I/ONDRts, 25 de Abril de 1758.

Mi querido amigo. Mi querido amigo.

Tengo á la vista tu carta del 8 con la favorable rela­ Me hallo contigo en atraso de dos cartas, y creo que
ción de nuestros progresos en la Baja Sajonlay la pers­ es la primera vez que me sucede en el largo cuno de
pectiva de triunfos mas decisivos. Confieso que no es­ nuestra correspondencia; pero ademas de que mi ca­
peraba yo tal cosa cuando mi amigo Munchausen se beza ha estado últimamente muy descompuesta, escri­
despidió de mí para ir á Stade á romper la neutralidad. bir no es ya para mí una cosa tan fácil como en otro
Considero como desecho al ejército francés por la de­ tiempo. Encuentro por esperiencia que el alma y el
serción, las muertes y las enfermedades epidémicas, y cuerpo se hallan mas que casados, porque están muy
me atrevo á decir que ni una tercera parte volverá á íntimamente unidos, y cuando el uno sufre el otro
Francia. El gran objeto es ahora ver lo que los Rusos simpatiza. Non sum qualis eram; ni mi memoria ni
quieren ó pueden hacer, y también si el rey de Prusia mi espíritu son ahora lo que fueron antes. En gran
se halla en estado de impedir que se reunan á los Aus­ parte yo tengo la culpa y no puedo acusar á la natura­
tríacos batiendo antes á unos ó á otros. Espero de sus leza, porque he abusado de ella y mis padecimientos
talentos cuanto fuere posible. so n justos.
Sir Ch. W. permanece encerrado, y temo que conti­ No me gusta que haya vuelto á retentarte esa opre­
nué lo mismo para toda su vida ; porque parece cum sión de pecho; quizá viene del rigor del frió y no de los
ratione insanire. Los médicos han reunido cuanto ha pulmones. Toma algunos refrigerantes y vive bajo la
dicho y hecho para probar su locura, y él ha respon­ observancia de una dieta racional.
dido igualmente por escrito avanzando las razones mas Por aquí hemos tenido un segundo Invierno mas ri­
plausibles para justificarse. Ha dicho á su hermano y á guroso que el primero ; á lo menos tal parece después
las pocas personas que tienen libertad de verle, que del prematuro estío que tuvimos durante quioce dias
solo las almas pequeñas toman por locos á los que en el mes de Marzo, y que no hizo brotar todo sino para
piensan de un modo noble y generoso. Dice que cuando destruirlo; yo he esperimentado esto en Blackheath,
se decidió á enviarte á su bija dentro de quince dias, en donde las apariencias mas felices me hablan hecho
para que te casases con ella sin convenio preliminar, esperar frutos muy hermosos; pero los hielos y la nieva
fué porque te conocía de mucho atrás y te amaba como de este mes han picado los botones. No tendré un solo
á hombre de honor y de mucho juicio, siendo este el durazno ni albarlcoquo.
motivo porque no quiso tratar contigo como con un Por lo que hace á los negocios públicos nada tengo
procurador. Ai hablar de esa dama John, dice que co­ que comunicarte sino lo que has leido en las gacetas.
nocía su mérito y sus desgracias, y pregunta si es señal Lo único que hay de estraordinarib es, que la semana
de locura manifestar respeto por el uno y justa compa­ pasada se concedieron en la cámara de los comunes
sión por las otras. No quiero cansarte con una multi­ mas de diez millones, y que todo el ejército de Hauo-
tud de pruebas de su locura; me limito á compadecerlo ver vá á ser pagado por la Gran Bretaña sin que ningu­
así como á la naturaleza humana que goza de la razón no se haya opuesto escepto M. Yiner.
de un modo tan precario. M. Pitt cobra fuerza en el gabinete sin perdería en
Probablemente habrás visto al general Yorkc, en su el público. Esto es nuevo.
tránsito de Berlin á Breslau. Continuando de embaja­ No dejarás de ofrecer al Langrave y á la princesa do
dor cerca de los Estados Generales, presumo que no Hesse (que según se me dice regresa á su casa), tus
permanecerá mucho tiempo al lado del rey de Prusia. servicios como agente y encomendero suyo en Ham-
Quisiera que ambicionases la embajada de Berlin; no burgo.
la pierdas nunca de vista. Haz todo lo que puedas para No puedo comprender la presente situación de los
recomendarte al rey de Prusia por ese lado, y allanar Rusos ni el movimiento de sus divisiones : cada sema*
por éste tu camino hácia aquella comisión, que, según na cambian de generales ; á veces marchan con rapi­
el curso que toman los acontecimientos, debe ser una dez, y ahora están tranquilos detrás del Vístula. Por
de las mas importantes para nuestra córte. aquí tenemos mil historias del interior de este gobier­
No tengo noticias que enviarte; todo sigue por aquí no, pero yo no creo ninguna. Unos dicen que el gran
muy tranquilo y así buenas noches. duque será arrinconado; otros que Woronzoff est-moy
adicto á los Franceses y que es gobernado por M. de
L’Hopilal del mismo modo que la córte. Dicese igual­
mente que las indiscreciones de Sir Ch. W. han oca­
sionado la desgracia de Bestchef, lo cual no parece im­
posible. En una palabra, se refieren mil cosas de toda
especie, porque, según creo, lo cierto es poco conocido,
Sir Ch. W. salió do su cautividad para su casa de
campo en donde se propone pasar el verano. Se dice

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DE LORD CHESTERFIELD 297

que ya está muy tranquilo y restablecido. He visto á su flota, prueba de que se trata de algo importante. Las
Circe en la ventana en Pall-Mall; se hallaba muy aci­ conjeturas sobre su destino son Infinitas, y los mas
calada, empolvada, peinada, y con lunares postizos; ignorantes son, como de costumbre, ios que aventuran
tiene todas las trazas de una aventurera. las mas osadas. Sí yo formo algunas, las guardo para
Los amigos de Sir Ch. W. le ban ofrecido quinientas mí, temiendo que el resultado las contradiga ; pero en
libras esterlinas con tal que desista de todas sus pre­ realidad no hago ninguna. Bien podía yo haber sido
tensiones, pero no ha querido aceptarlas. La condesa informado pero no he querido.
quiere pleiteart y en mi opinión hacer otra cosa si La política doméstica sigue como antes. El duquede
puede. A Dios. Newcastle y M. Pitt marchan como marido y muger, os
decir, raja vez de acuerdo y querellando á menudo,
pero sin separarse nunca por su Interes mutuo.
-w > <3C>ce«-«— Me he fijado para pasar el verano en Blackheath, en
donde el frío y nieve que nos vienen fuera de estación,
y después los vientos ardientes’del este, han destruido
todos mis frutos y casi los árboles. Yo vejeto un poco
Blackheatu, 18 de Mayo de 1158. mejor que ellos, rastreo á pié y á caballo, leo mucho,
escribo un poco, y soy muy de veras tuyo afectísimo.

Mi querido amigo.

Tengo á la vista tu carta del 9 y lamento contigo el


estado de soledad y de inaccionen que te hallas ahora en
Hamburgo. Has descendido de la dignidad é importan­
cia de un ministro consumado, y no eres, por decirlo BLACKUEATn, 30 de Mayo de 1758.
asi, masque un hombre ordinario. Tal ha sucedido á
la mayor parte de los hombres grandes que no ban te­
nido siempre las mismas ocasiones de ejercitar sus Mi querido amigo.
talentos. Los mas grandes tienen que someterse á los
caprichos de la fortuna, aunque pueden, mejor que los
otros, aprovechar de los momentos favorables. ¿Quien
habría creído hace dos años que tu habrías sido el atlas No he recibido carta tuya, de modo que la presento
del polo del norte ? Pero el buen genio del norte lo vá á encontrarte sin provocación de tu parte. A pro­
había ordenado asi, y ahora que has restablecido los pósito de cartas, existe una de alta mano, nada menos
negocios de esta parte del globo, vuelves al otium cum que deS. A. R. la princesa de Cassel, que te hace mu­
dignitate. Mas hablando seriamente, ahora que no cho honor, porque traza tu panegírico á su hermana
puedes tener mucha faena en tu destino, voy á decirte la princesa Amelia, que con tal motivo me ha cumpli­
lo que podrías hacer para emplear el tiempo útil y mentado. Esto no te ha hecho perjuicio cerca del rey
agradablemente. Debes escribir memorias compendia­ queseespresó benévolamente de tí. Supongo que ha­
das de aquellos acontecimientos en que has tomado brás manifestado á S. A. R. aquellas atenciones que
parte después de tu llegada á Hamburgo. Ignoro si pido á Dios tengas con todo el mundo en debida propor­
querrás tomarte este trabajo; pero sé que si asi lo haces, ción. Ya ves los efectos en este caso; tales atenciones se
olim hac meminisse juvabit. pagan siempre con usura. Esto viene en apoyo de lo
El rey de Prusla se halla probablemente á esta hOTa que te dije días pasados, que si no hay Inconveniente,
en las puertas de Viena, obligando á la reina de Hun­ pidas permiso para Ir á pasar una semana á Cassel para
gría á ejecutarlo que solo habla sido una amenaza en manifestar tu reconocimiento por todos estos favores.
boca de M. de Belle-Isle, á firmar la paz en los muros No puedo espUcarme la conducta de los Rusos. Es
de su capital. Si la reina se obstina y no quiere consen­ necesario que haya alguna treta que se quiere ocultar
tir, fuerza es que huya á Presburgo ó á Insprunck y con esas marchas tan poco espeditivas: ó el rey de
que Viena caiga. Pero pienso que el rey le ofrecerá con­ Prusla les hadado una sopa, ó necesitan un cordial por
diciones racionales, y que Kaunitz será bastante sen­ parte de Francia ó de Austria. La conducta del rey de
sato para aconsejarle que las acepte. ¿ Qué aspecto to­ Prusla se espllca siempre por los acontecimientos, y
mará entonces la guerra ? ¿La continuarán los Fran­ dentro de pocos dias oiremos sin duda hablar de algún
ceses y los Rusos sin cooperación de la reina ? El rey gran golpe por ese lado. No me acuerdo haber visto en
de Prusla y el príncipe de Brunswick los echarían muy el curso de mi vida un periodo como este tan lleno de
pronto de Alemania. Creo que todos los Franceses se grandes acontecimientos. Antes de dos meses se deci­
hallan ahora muy ocupados en América con la pérdida dirá seguramente la suerte de la casa de Austria : en
del Cabo Bretón y la de Quebec, que seguirá necesaria­ no menos tiempo es probable que recibamos la noti­
mente, porque tenemos allí fuerzas bastantes para cia de la toma del Cabo Bretón y de la marcha do
ambas empresas y oficiales que sabrán ejecutarlas. nuestro ejército sobre Quebec. Dentro de pocos dias
Preparamos en la isla de Wight una grande expedi­ sabremos el resultado bueno ó malo de nuestra grande
ción que dará pronto la vela; se compone de 15,000 espedicion, que dió ya la vela; y dentro de poco oire­
hombres de tropas selectas y 80 cañones de grueso ca­ mos hablar de las operaciones del principe de Bruns­
libre, sin contar los morteros y todo lo que es necesa­ wick, de quien también aguardo buenas cosas. Si todo
rio en abundancia para un combate ó para un sitio se logra, como con fundamento puede creerse, llegará
Lord Auson ha solicitado y obtenido el mando de la nuestro turno de dictar una paz racional á la Francia,

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298 CARTAS

que paga actualmente 70 por i 00 de seguros en su co­ Lady se casa con el caballero la semana en­
mercio, y 7 por 100 de todo el dinero que impone para trante. Who proffers love, proffers dealh (a) dice
el servicio del año. Waller á un enano. En mi sentir la conclusión debe
El conde de Bolbmar tiene las viruelas y de mala es­ sufocar pronto á la diminuta novia.
pecie. Kniphausen se divierte aquí mucho y visitad todo El admirante *** se casa con Lady *"•. Aquí el
el mundo. Lady ha dado á luz un varón con gran peligro, si lo hay, estará del otro lado. La dama ha
contento do la noble familia. ayunado tanto tiempo que se dará por bien servida
Iba á preguntarte de qué modo pasas tu tiempo en con la mitad de un hombre.
Hamburgo después que dicha ciudad ha dejado de ser Me he xisto mas malo después que te escribí nú
el centro de las negociaciones y de los estranjeros; última; pero creo que ahora estoy mejor. Tañías va el
pero me abstengo visto que la pregunta quedarla sin cántaro al agua—, y yo he ido allí muchas veces.
respuesta. Buenas noches.
Sir W. Stanhope me ha dicho que habías prometido
enviarle de Hamburgo un poco de vino del Rhin, pero
que no lo has hecho. Si lo encontrares superlativamente
bueno, y no de otro modo, te encargo que le envíes
una cuba y que le escribas. Yo tomaré una parte; pero
si no lo encuentras de lo mas esquisito en Hamburgo ó
en Bromen, no envíes ningún otro. A Dios. Dlackiieatii, 27 de Junio de

Mi querido amigo.

Ya habrás recibido, ó recibirás muy pronto, una


cajita que se te remite de Amsterdam para la princesa
Amelia, hermana del rey de Prusia; encierra varios
libros que cuando Sir Ch. Hotham estuvo en Berilo, lo
encargó que solicitase en Inglaterra, y fos mandó
Blackhbath, 13 de Junio de 1758. inmediatamente; pero no sé por qué milagro fueron
recomendados á M. Sclwyn de París, quien tuvo tan
poco cuidado que los guardó cerca de tres años en su
Mi querido amigo. almacén, y al fin los envió á Amsterdam, de donde te
serán dirigidos. Si estos libros valían algo, deben sin
duda valer ahora mas después de haber recorrido tanto
Se descubrió el secreto: San Malo es el objeto de la mundo; pero como me figuro que son libros ingleses,
empresa. Nuestras tropas comenzaron á desembarcar parecido» á nuestros compatriotas viajeros, no habrán
en Cancale el 5, sin ninguna oposición. No sabemos visto mas que á los diferentes banqueros con quienes
nada mas, pero esperamos noticias á cada instante. han tenido qué hacer.
Según el plan que he visto, es plaza bastante fuerte y Sin duda que ya habrás leído en las gacetas todos
temo que haya muchas charreteras de que disponer los pormenores de nuestra espedicion á San Malo, asi
antes de tomarla. Existen actualmente en el puerto que no te los señalo; solo te diré que los amigos de
mas de treinta corsarios, unos diez y seis franceses y M. Pitt se regocijan de la destrucción de tres navios
el resto tomados de los nuestros. de.guerra franceses y de ciento cincuenta corsarios ó
Hablemos ahora de Africa, en donde hemos conse­ buques mercantes. Aseguran quo este desembarco ira
guido grandes ventajas. Los Franceses se han visto diferido la marcha de 70,000 hombres que debían
forzados á abandonar todos sus fuertes y estableci­ unirse al ejército del conde de Clermont. Por otra parte
mientos en la costa en que se cosecha la goma y en el M. Fox y compañía dicen que esto es quebrar las vi­
rio Senegal. Mucho tiempo ha que se hallaban en po­ drieras con doblones, y les aplican la fábula de los
sesión de estos puntos y hacían gravísimos perjuicio® montes que dieron á luz un ratón (b). Nuestra floto
á nuestro comercio en Africa, que proporcionalmente debe ocuparse actualmente de bombardear Granvillc,
es el mas lucrativo que tenemos. Ei botín que hemos
hecho, tanto de polvo de oro como de goma, es muy
considerable al paso que útil por el empleo indispen­
sable de la goma en nuestras telas pintadas.
Dirijamos ahora la vista á América : los menos te­ (u) Quien ofrece amar ofrece morir.
merarios esperan que á fines de este mes ó á principios
del entrante, recibiremos los pormenores de la toma (6) Con varios ademanes horrorosos
del Cabo Bretón y de todos los fuertes de nombres es­ Los montes de parir dieron señales :
trambóticos de Norte-América. Consintieron los hombres temerosos
Ver nacer los abortos mas fatales.
Tiempo ha que el capitán Clive puso los negocios de Después que con bramidos espantosos
Inglaterra en Asia bajo un aspecto muy lisonjero, de Infundieron pavor á los mortales,
modo que en tres partes del mundo se presentan nues­ Estos montes que al mundo eslrcmccicioo
tros intereses bajo apariencias muy favorables. Aban­ L’n ratoucillo fué lo que parieron.
dono la Europa al cuidado del rey de Prusia y espero
que dará de ella buena cuenta. (SAMAJtlEGO.) Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD 299

gran depósito de la pesca de los Franceses en Tierra mos dudar, debe procuramos una honrosa paz á Unes
Nueva, lo cual les hará gran perjuicio en este ramo de de año. La muerte del príncipe de Pruría no es una
comercio. Dirás quizá que estas no son grandes em­ calamidad pública ; entre él y el rey babia celos y res­
presas, y yo soy de tu opinión; pero á lo menos son frío que nunca habrían podido desaparecer entre el
señales de vida que no habíamos dado hace años, y que poseedor y el heredero de la corona.
harán ver á los Franceses que no tememos su Invasión
cuando nosotros somos los que invadimos su terri­
torio.
El parlamento ha sido prorogado con un discurro
muy benévolo del rey que se hallaba bastante malo
para ir al parlamento. No hay en esta pieza nada del
caletre de S. M. Lores y Señores se han ausentado á
Blaciueath 18 de Julio de 1758.
sus condados respectivos para hacer, por supuesto, todo
el bien que se les recomienda en el discurso.
Oigo decir que Londres esta desierto, pero no puedo
comprobarlo por mí mismo. Yo no hago aquí mas que Mi querido amigo.
vejetar; me paseo y leo mucho ; monto á caballo y esca­
rabajeo un poco según me lo permite mi salud ó mi
cabeza. Es menester que el espíritu se halle natural­ Recibí ayer tu carta del 4; mi última te habrá im­
mente en buen estado para escribir algo pasable; los puesto de que llegó á mis manos la tuya en que se
estimulantes, en este como en muchos otros casos, trataba de ese vino del Rhin, respecto al cual te envié
no producirían mas que miserables abortos. A Dios. mis Instrucciones. Si vinum mosellanum esl omni
tempore sanum, como lo asegura el capitulo de Treves,
¿qué será pues ese vinum rhenanum con su superio
fuerza y edad ? No podrá menos de ser la panacea uni­
versal.
El espitan Howe dará la vela para cierta espedlcion
con cerca de 8,000 hombres á bordo de su escuadra, y
Blackheath, 30 de Junio de 1758. lo que es mas, Eduardo el principe blanco debe ir con
él. Todavía es un secreto el punto áque se dirige; pero
pienso que no le es, que 8.000 hombres y una pequeña
escuadra no harán lo que no pudieron hacer 16,000 y
Mt querido xmigo. una flota considerable. Se embarcan actualmente con
la posible diligencia unos 8,000 infantes y dragones
para reforzar el ejército del príncipe Fernando; es muy
La presente sigue muy de cerca á mi última, porque tarde, es muy poco, pero vale mas que nunca y que
en este corto intervalo he recibido la tuya del 15. Has nada. Las operaciones en Moravla van lentamente, y
hecho muy bien de no comprar el vino del Rhin al Olmutz parece ser empresa muy ardua. Confieso quo
precio exorbitante que mencionas sin órdenes mas el rey de Prusia comienza á hacerme entrar en cuidado,
positivas. Tanto mi hermano como yo encontramos visto que los Rusos marchan ahora con rapidez, y quo
que el dinero vale mas que el vino por añejo y bueno el ejército del mariscal Daun es ciertamente superior en
que sea. Nos contentaremos con nuestro humilde Rhin número al suyo. Dios lo saque con bien!
á tres chelines la botella. Sin embargo, quiero matar Tienes actualmente un ejército Dinamarqués en tu
el gusano y cambiar doce ducados por doce botellas vecindad que se dice es muy bueno. Pienso que irásá
de ese vino de 1665 por via de cordial, si es que por verio, y si así este aconsejo que lo verifiques cuando el
tan poca cosa puedes obtener un senatus cónsul tum; mismo rey de Dinamarca pase la revista, para tomar
no me urge recibirlo, de modo que puedes enviarlo lengua de este potentado. Es bueno conocer á los go­
cuando te fuere cómodo, bien empaquetado se en­ bernadores de la tierra, porque sugieren reflexiones
tiende. morales, y el respeto que se tiene naturalmente por los
Creo que obtendrás el permiso para ir á Cassel, en vice-regentes de Dios en este bajo mundo, aumenta
cuyo evento dirás que quien dá el consejo dá el peso, y mucho cuando se les conoce de cerca.
que habiéndote yo aconsejado esta correría, es racional Tu conocida Lady*’* partió para el campo con su
que también pague el gasto; soy de tu misma opinión, Lord, con el fin de negociar fría y cómodamente su
y por lo tanto si verificas el viaje te remitiré las cien proyectada separación. Milady quiero que Milord des­
libras que según tu cálculo podrás necesitar. Hallarás pida á la *** porque considera esta intriga como muy
que la casa de Cassel es la habitación de la alegría, ruinosa; y Milord quiere que á su vez Milady cierre la
porque Hanau se vé, ó se verá muy pronto, libre de sus puerta á Lord"”. Milady responde que esto no es racio­
huespedes los Franceses. nal, visto que este sugeto no causa ningún gasto á la
Todos los competentes dicen que la victoria del prin­ familia y que mas bien es lo contrario. Milord confiesa
cipe de Brunswick. es obra digna de Turena, de Condé que este argumento tiene algún peso, pero alega sus
ó de los mas ilustres carniceros de la especie humana. propios sentimientos. Milady replica que es ridículo
Los Franceses se condujeron mejor que en Rosbach, hablar de sentimientos después de tantos años de ma­
sobre todo los carabineros reales á quienes no se les trimonio. El desenlace de este gran negocio es un se­
pudo meter el diente. Deseo que el sitio de Olmutz creto del tiempo. Namfuit ante Helenam.
salga bien, y que dé por resultado una victoria; esto, Has hecho bien de escribir una carta de felicitación
con buenas noticias de América de que creo no pode­ al principe Fernando. A Dios.

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300 CARTAS

1 manejará con esos tres ó cuatro cientos mil hombres


I que obran actualmente contra él ? Hará todo lo que un
hombre puede hacer, pero al fin, menester es que su-
Blackheath, Io de Agosto de 17S8. cumba.
No dejes de considerarte mas malo de lo que real­
mente te hallas á fin de que tu restablecimiento sea
completo ; cuídate y guarda dicta mas tiempo del que
Mi querido amigo. fuere necesario para evitar el peligro de la recaída.
Dios te bendiga.

Parece que hay mas apariencia de que la córte de


Cassel vuelva á Hamburgopor segunda vez, que el que
tu puedas Ir á visitar á SS. AA. RR.; de consiguiente,
no mencionaré este viaje á Lord Holderness hasta ver
el desenlace de la pieza
El contratiempo del rey de Prusla en Mnravia, por el Blackheath, 5 de Setiembre de 1758.
ataque de los Rusos y la proyectada marcha do M. de
Soublse sobre Hanover, presenta el agua mas turbia
que nunca. Actualmente no veo mas de tinieblas: des­ Mi QUERIDO AMIGO.
cubro enjambres de Austríacos, Rusos, Franceses, Im­
periales y Suecos que suben á 400,000 hombres; veo
que rodean al rey de Prusla y al principe Fernando que
Recibí con sumo gusto tu carta de 22 del pasado,
apenas cuentan con una tercera parte de este número.
porque como en las dos de tu secretario no habia un
Hasta ahora no han hecho mas que zumbar, pero temo
solo renglón de tu mano, temí que estuvieses peor de
mucho que en lo sucesivo piquen.
lo que él me decia, y mi sospecha se acercó tanto á la
En este país corremos riesgo de ahogarnos; hace
verdad, que tu fiebre fué mas maligna de lo que regu­
tres meses que no cesa de llover y el fresco es conside­
larmente son las intermitentes, que rara vez tienen en
rable. No me gusta este tiempo, ni por mí ni por sus
cama al paciente, ó cuando mas pasa en ella los dias
consecuencias, porque me impide hacer mi indispen­
de parasismo. Gracias á Dios que ya estás recuperado
sable ejercicio que me hace mucha falta. Mi cabeza es
y aunque débil, no trates de restablecer muy pronto
siempre la parte mas comprometida, como me sucede
tus fuerzas; deja esto á la naturaleza, que á tu edad,
en este momento, y no queriendo, como muchos otros,
restituye el vigor y la salud luego que conviene. Guar­
escribir sin cabeza, tengo que decirte A Dios.
da dieta durante algún tiempo; modérate, y no tomes
lo que los curanderos llaman cosas fortificantes.
Tu modo de regalar es noble y deja ver la grandeza
de alma de un esforzado caballero. Disminuyes el
valor del presente para impedir las represalias. Es im­
posible que un vino que ha puesto en movimiento á
tantos síndicos, que solo puede obtenerse por medio
de un senatus consultum, y quo es la panacea del
Blackheath, 29 de Agosto de 1758. norte, pueda venderse á un ducado la botella. Me atre­
vo á decir que el sylphium de los Romanos, que so
guardaba en los almacenes públicos y solo se distri­
buía por órden del magistrado, costaba mas ; creo pues
Mr QUERIDO AMIGO. que tu obsequio es mucho mas valioso de lo que dices.
En este momento me interrumpe el recibo de tu
carta del 25. Me alegro mucho de que te halles en es­
La última carta de tu secretario me trajo la buena tado de emprender el viajo á Bremcn: el movimiento,
noticia de que tu fiebre habia desaparecido, cosa que el aire, un país nuevo, todo producirá en ti un efecto
quiero creer; pero una posdata de solo dos renglones saludable con tal de que te manejes con discreción.
de tu mano habría sido mas eficaz para convencerme Tu libranza de cincuenta libras esterlinas será cier­
de tu convalecencia. Una fiebre intermitente, en los tamente aceptada y pagada; pero como en conciencia
intervalos que deja el parasismo, te habría sin duda creo que es muy poco para ver á un Langrave vivo,
permitido escribir algunos renglones para decirme sobre todo en Bremen, que como toda la nación
simplemente cómo te hallas ;y hasta que no reciba una sabe es lugar muy caro, doblaré con tu permiso la
carta de tu mano, aunque sea muy corta, dudaré de la cantidad.
verdad exacta de cualquiera otro informe. El rey de Prusia ha alcanzado la victoria qne en
No te envio ningunas noticias, porque no sé nada. El cierto modo predijiste; y como tomó la caja militar,
Cabo Bretón, Cherburgo ect. es ya historia antigua. presumo quo los caballeros Rusos se hallan fuera do
Esperamos algo nuevo del almirante Hower; pero de combate; porque sin dinero no hay Suizo, no es me­
qué lugar? esto es lo que no sabemos. Se esperan nos verdadero para el glorioso cuerpo helvético que
también buenas noticias de Alemania; pero yo lo dudo sin dinero no hay Ruso para los salvajes de ambas
mucho aunque las deseo. El rey de Prusia marcha Rusias, sin esceptuar á la misma autócrata. Creo que
contra los Rusos y creo que^ si lo esperan de pié firme, Servellonl se halla próximo á entrar en la lista de los
los derrotará. Pero qué sucederá después? Cómo se batidos por S. M. Prusiana, esto es, si lo espera. El

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DE LORD CHESTERFIELD 301

príncipe de Soubise figurará también en la lista del í menos el alivio de los males físicos que hacen la vida
principe Fernando bajo el mismo rubro. Si ambos son í tan pesada, merece ciertamente algún cuidado,
batidos, lo que no es inverosímil, podemos esperar este í Muy mezquinamente salimos de nuestra espedicion
invierno una paz tolerable. Bien visto el rey de Prusia > de San Malo, que será la última en esta estación, y á
no puede sostenerse un año mas; debe pues entrar en ? mi parecer la última para siempre, á menos de no ata-
negociaciones y sacar partido de estos dos aconteci­ i car con tal número de fuerzas de mar y tierra, que
mientos favorables. < tengamos la certidumbre moral de tomar alguna plaza
Creo que he escrito mucho con la cabeza llena de í de primer órden, como Brest, Rochefort ó Tolon.
vahídos. A Dios. í M. Munchausen se embarcó ayer, según dijo él
> mismo, para el ejército del príncipe Fernando; pero
> como generalmente se cree que sus talentos militares
j no han de ser muy útiles á este principe, se presumo
í que su comisión es de otra especie, algún tratado de
í neutralidad, ó cualquiera otra cosa. Yo considero á la
s Rusia como fuera de combate por algún tiempo. La
í Francia se halla ciertamente cansada de la guerra, bajo
Blackheath, 8 de Setiembre de 1758.
> un rey sin ambición y un ministerio sin capacidad, si
J realmente tiene un ministerio; y si la emperatriz reina
Mi querido amigo. í no cuenta con la ayuda de éstas dos potencias, no
; puedé hacer cosa mejor que permanecer tranquila. Si
La presente siendo solo una ratificación de mi úl­ > cualquiera otro se hallase en la situación del rey de
tima, contendrá pocos renglones, porque por un lado í Prusia, no titubearla yo en considerarlo como perdido;
no soy bastante sabio, ni por otro bastante estúpido, ) pero es un hombre tan prodigioso, que solo temo su
para hacer un comentario mayor que mi testo. Te dije j ruina. A esta hora su suerte debe haberse decidido.
en mi anterior que con tu permiso, que tomo por con­ ' Supongo que la córte de CasscI en Bremen no es
cedido, agregaría cincuenta libras esterlinas á las cin­ muy brillante. El dinero debe andar escaso ; con todo,
cuenta que libraste á mi cargo. Temiendo un error y í me atrevo á decir que la mesa siempre ha de ser buena,
que cuentes con el envío inmediato de esta suma adi­ ; porque el Langrave gusta de los buenos bocados ¡ y
cional, te prevengo que mi intención fué que la librases ; como á tí se te considera como de casa, puedes reparar
contra mí cuando fuese de tu gusto, lo cual creo te ) las pérdidas de tu fiebre: pero no repares la gordura.
convendrá mejor. A Dios.
Deja que los pedantes, cuyo negocio es creer men­
tiras,') á los poetas cuya ocupación es inventarlas,
comparen si pueden al rey de Prusia, con algún héroe
de la historia antigua ó moderna. Este soberano perju­
dica á la historia, porque hace que prestemos algún
crédito á los romances. El Juba de Calprenedes no pa­
recerá en lo venidero tan absurdo. Blackheath, 28 dé Setiembre de 1758.
Me be visto muy malo todo este estío, pero ahora
estoy un poco mejor; sin embargo, siento que el es­
píritu y el cuerpo bajan; la decadencia del primero ’ Mi QUERIDO AMIGO.
>
sería la última cosa de que alguno querría hablarme j
)
ó convenir conmigo, pero yo conozco que es verdad. ’ Siento mucho que te haya vuelto á retentar la fiebre,
A Dios. pero hablándote la verdad lo mereces en parte, por no

I
haber llevado contigo la quina y la receta del doctor
Middleton. Bien me presumí que te considerarlas res­
tablecido antes de tiempo, y por eso te lo advertí. Pero
lo pasado pasado, como decía Chartres de sus pecados
antes de morir; veamos en lo de adelante. Muy pru­
dente es tu regreso á Hamburgo para tomar la quina y
BuciheatH, 22 de Setiembre de 1758. ponerte en manos do un buen médico; no vuelvas á
< moverte otra vez antes de estar perfectamente resta-
* blecido. A pesar de las peticiones y órdenes de todas las
Mi querido amigo. I princesas de Europa, quiero que durante un mes por lo
menos, tomes la quina, por mas largo tiempo del pres­
No he recibido ninguna carta tuya después de tu sa­ crito por el doctor Middleton. Presumo que has aban­
lida de Hamburgo. Supongo que te hallas enteramente donado tus niñerías en materia degusto, porque la sa­
restablecido; pero no habría sido superfluo que me lo lud merece mas atención que e¡ paladar. Cuando te
hubieses dicho. Yo estoy muy lejos de restablecerme ; hallares bien restablecido, consiento en que vuelvas á
al contrario, cada día me siento peor, y como mi debi­ Bremen; y en realidad no puedes dispensarte de ello,
lidad vá en aumento, dejaré este lugar el lunes próximo, ! tanto por el honor de tu promesa como por el distin-
y partiré para Bath algunos dias después. No me toma­ ? guido recibimiento que te ha hecho la familia de Cas-
ría yo todo este trabajo meramente por prolongar el > sel.
penoso fin de una vida de que no espero placer, y que Pasemos ahora á otro punto de tu carta. Lord Hol-
para los otros no es de utilidad pero la cura, ó á lo ¿ derness se ha mostrado muy civil contigo, enviándole

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302 CARTAS

de su propio puño unas ofertas tan oficiosas de sus ser­ Por ejemplo: Lord Titchfield, que fué contigo á Ham­
vicios. Fácil es conocer que to procurará el permiso de burgo, ha escrito al duque y á la duquesa de Portiand,
venir por algunos dias á Inglaterra ; de modo que la que le hablas mostrado mil atenciones, lo cual les
cuestión queda reducida á saber si deseas ó no venir procuró tanto placer como á él mismo. Si te descuidas
ahora. En esta estación no podrás tomar aquí las a- y sigues manejándote asi, adquirirás la ruinosa repu­
guas minerales*, ademas, éstas aguas no te convienen, tación de hombre bien criado, y tu compatriota John
porque cscepto las de Sclz, todas son irritantes. Pero Bull te desmentirá.
lo que te seria mas dañoso que benéficas todas las me­ He recibido y gustado tu regalo: es vino muy bueno
dicinas del mundo, serian los vapores pestilenciales do pero mas á propósito para confortar el vientre que para
la cámara de los comunes en los dias de discusiones deleitar el paladar. Lo reservo como medicina para mis
prolongadas y tumultuosas, que probablemente habrá pequeñas descomposiciones de estómago, en cuyos ca­
en esta sesión; y si te hallas aquí, se exigirá que asis* sos lo creo mas sano que el cordial mas fuerte.
tas á ellas regularmente. Yo comparola capilla de San Hace quince dias que me hallo aquí, y aunque me
Estevan en aquellos dias, á la grotta del Cañe. siento un poco mejor que á mi llegada, falta mucho
Sea cual fuere ahora la suerte de la guerra, se enta­ para poder decir que estoy bueno. El aturdimiento de
blarán ciertamente negociaciones durante todo el in­ mi cabeza es mayor de lo que conviene á un hombre
vierno, y fácilmente concebirás que las del norte no de mi edad, y mi estómago no ha podido recobrar la
han de ser las menos importantes. Si permaneces en facultad de retener. Andar mucho y escribir largo no
Hamburgo, tomarás probablemente parte en ellas, y es ya dado á to ect
esto podrá servirte de mérito. Considerando las cosas
detenidamente, te aconsejarla que escribieses una carta
muy atenta á Lord Holderness, diciéndole que aunque
no puedes lisonjearte de ser útil á S. M. en ninguna
parte, el estado focierto del norte puede traer aconte­
cimientos inesperados que podrían ponerte en situa­
ción de hacer algunos cortos servicios, y que sentirlas Bath, 28 de Octubre de 1153.
mucho no hallarte en el camino de los accidentes; pero
que le agradecerás muchísimo que te procure el per­
miso de S. M. para pasar aqui algunos dias en la pri­ Mi querido amigo.
mavera, cuando probablemente los negocios hayan
sido decididos de un modo ó de otro. Tu carta ba disminuido mis temores, porque veo que
Cuando todo tiende á facilitar un arreglo, y que la te has restablecido cuanto es posible en tan poco tiem­
Alemania, pobre de hombres y de dinero, respira mas po. De tí depende ahora mantenerte en tal estado,
bien paz que guerra, pienso solicitar para ti el puesto siguiendo escrupulosamente los preceptos del Dr. Mid-
que ocupaba Burrisb que es uno de los mas agrada­ dleton, que parece ser hombre racional é instruido. El
bles de que puede disponer S. M. y de ningún modo jabón y el acero son ciertamente remedios escelentcs
desespero de conseguirlo. Habiéndote dado mi parecer para tí ¡ pero como son alterantes, debes usarlos duran­
sobre este asunto, y consistiendo la diferencia única­ te seis meses por lo menos, y después tomar las aguas
mente de tres ó cuatro meses, si tu opinión es con­ minerales. Estoy persuadido de que tu indisposición
traria enhorabuena; la mia solo consulta tu salud y tu de Carniola fué esta misma, que aquellos médicos igno­
provecho. Sin embargo, obra como te parezca, y ojalá rantes llamaron en su gerga arthristis vaga y la ataca­
puedas en esto como en cualquier otra cosa elegir lo ron como tal. Pero abora que se ha descubierto la verda­
mejor! Dios te guarde. dera causa de tu mal, me lisonjeo de que con el tiempo
y la paciencia de tu parte llegarás á sanar radicalmen­
te ; pero te lo repito, es necesario que hagas un uso
prolongado de las medicinas alterantes qne llevo men­
cionadas.
Parece que la suerte de las armas ba cambiado en
contra nuestra. Oberg ha sido derrotado completamen­
Batii, 18 de Octubre de 1758. te. El rey de Prusia fué sorprendido, de lo cual yo
mismo me sorprendo, y sus enemigos obtuvieron la
ventaja. Estoy inquieto por el principo Fernando, pa-
Mi querido amigo. reciéndome que el destacamento do las fuerzas del
mariscal de Conladcs, ha de unirse inmediatamente ai
Por un mismo correo recibí tus cartas de 29 del grande ejército que será entonces infinitamente supe­
pasado y 3 del corriente. I-a segunda me Informa de rior en número.
que ya estás enteramente restablecido, como lo prueba Las aguas me ban sentado tan poco que pienso par­
tu resolución de ir á Bremen á ios tres ó cuatro dias ¡ tir de aqui antes que concluya la semana. Llevaré pues
porque es seguro que no querrías emprender el viaje mí cuerpo caduco á Londres, lugar mas propio para
por segunda vez, y en esta estación, si no te sintieses vivir ó para morir. En ninguna parto puedo esperar
bien recuperado; sin embargo, lleva por lo que pudie­ una salud verdadera. Con un poco de cuidado y do
re suceder una buena provisión de quina. prudencia tú puedes esperarla en todas partes. Quiera
Creo que tu atención á S. A. R. podrá serte aquí el cielo que así sea! A Dios.
muy útil; y en verdad que las atenciones con toda
clase de gentes son siempre pagadas de un modo ó de
otro, aunque las obligaciones verdaderas no lo sean.

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DE LORD CIIESTERFIELD 303

comunicar lo que tememos ó deseamos. Esta dbmision


de armar á un caballero, y á un caballero de tal distin­
ción, te será tan grata como honrosa, y es necesario
que la desempeñes con primor. En tiempo de la anti­
gua caballería Labia mucho puntillo en la elección de
los que conferian este honor; y si no me engaño, Fran­
Londres, 2 i de Noviembre de 17ÓS. cisco I solo quiso ser armado por el caballero Bayard,
que era esforzado y sin tacha. Sin duda que en los
anales de ia casa de Brunswick se mencionará que el
* lll QUERIDO AMIGO. príncipe Fernando recibió la jarretera de tus manos.
Los gastos para el año de 1159 lian sido estimados y
Has hecho bien de pensar en el listón del principe yo he visto el cálculo. A cuanto crees quo montan ? A
Fernando, idea que confieso no me habla ocurrido. Me nada menos que doce millones y trescientas mil libras
alegro de que preveas tan de antemano las cosas. Esta esterlinas, suma casi Increíble, aprobada en su totali­
comisión sería muy bonita y quiero accingere me para dad y casi ofrecida. La unanimidad con que la cámara
procurártela. La única competencia que temo es ia del délos comunes ha votado tai suma y tales fuerzas de
general Yorke, dado caso que el príncipe Fernando mar y tierra, no es menos asombrosa. Ei ascendiente
pase algún tiempo con su hermano en La Haya, como de M. Pllt es el que ha obrado este prodigio, cosa ma­
es muy verosímil, puesto que no puede ir á Brunswick, ravillosa á nuestros ojos I
á causa de la simulada querella con su hermana mayor. Nada queda que hacer este año al rey de Prusia y será
Temo que no esté lejos el -desenlace de la guerra, y necesario que el próximo vuelva á comenzar en donde
que el rey de Prusia diga ilicet: estoy seguro de que ha quedado. Desearía que emplease éste invierno en
personalmente puede decir plaudUe. Grandes debates concluir una paz separada con el elector de Sajón ia,
se esperan en el parlamento relativamente Á la guerra en cuyo caso podría obrar con mas vigor contra ia
en el continente. Unos piensan que M. Pili se inclinará Francia y la reina de Hungría.
macho á continuarla, y otros que no; pero dentro do A Dios. Mi cabeza no me permito escribir mas.
poco tiempo, como los diarios observan con mucho
juicio y verdad, sabremos á qué atenernos sobro el par­
ticular.
El rey se ha visto mny malo; pero su indisposición
terminó con un ataque de gota que todavía ie Impide
salir. Generalmente se creía que morirla por una bue­
na razón, y e3 que el Jeon mas viejo de ia Torre, que , Londres, dia de ano nuevo de 17 59.
era casi de la edad de S. M. murió hace quince dias.
Puedo asegurarte que esta estravagancla fué creída por
muchas gentes superiores al pueblo. Tan absurdo asi Mi querido amigo.
es el espíritu humano 1
Cuida tu salud tanto como puedas, porque ser ó no Molti é felici, y he concluido sobre este asunto;
ser es á mi parecer una cuestión mucho menos impor­ basta con una verdad á principio de año, época en
tante que estar ó no estar buenos y sanos. que mas se miente.
Tengo á la vista tu carta de 21 del pasado, grata para
mi porque es un boletín de salud , sin embargo, no te
fies mucho; obedece y honra al médico para que tus
dias sean largos sobre la tierra.
Después de mi última no be oido decir nada del listón,
pero pienso quo muy pronto se determinará lo que ha
de ser. Considerando bien la materia, no estoy seguro
Londres, i 5 de Diciembre de 1758. de que, según las formas, pueda conferir esta insignia
uno que no es caballero.
Mi querido amigo. Las noticias particulares de Ilamburgo son que el
ministro de S. M. se halla perdidamente enamorado
de '**. Si esto es verdad, Dios le envíe antes que á ella
Mucho tiempo ha que no recibo noticias tuyas ; pero
un feliz desembarazo. Por aquí no hay nada nuevo. La
presumo que ia causa de este silencio es tu buena y no desgracia del cardenal de Bernis es tan repentina y tan
tu mala salud. Me figuro que has estado ó que estás
inesplicable como lo fué su elevación. He leído sus
todavía en Brcmen, ocupado enteramente con tus
poemas impresos en Pari^A Dios.
amigos de Hesse.
El príncipe Fernando obtendrá ciertamente la jarre­
tera, y pienso haber asegurado para ti el honor deatár­
sela. Cuando digo asegurado, entiendo esta palabra
bajo ei sentido que siempre debería dársele en las cor­
tes, es decir, sin seguridad. Tengo una promesa, pero
no es solvente ni admite fianza. En todo caso no digas
esto á nadie, porque siempre es algo ridículo que se
vean frustradas nuestras esperanzas, aunque sin razón,
cuando las concebimos fundadamente ; no obstante,
vale mas usar de prudencia y no 6er muy ligeros en

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301 CARTAS

que subirán á mas del doble? Si la desigualdad fuese


menor pensarla como tú que el rey de Prusia, hallán­
dose ipse agmen, es capaz de resistirles. En la guerra,
los números son generalmente nuestros presagios, y
confieso que este año no nos son muy favorables en
Alemania.
Londres, 2 de Febrera de 1759. Lady Chesterfleld te envía memorias y agradece tus
ofertas ¡ pero no quiere importunarte porque está muy
Mi querido amigo. desanimada por el descuido con que has visto las comi­
siones de madama Munchausen y de Misa Chetwiod.
Soy cctualmento lo que rara vez he sido, deudor de A Dios.
dos cartas tuyas; la culpa no es mas que de mi cabeza,
que como muchas otras ha andado estos días cstra-
vlada; en tal estado la escritura me es muy penosa y
por consiguiente no puede divertir á mis lectores.
No he vuelto á oir hablar de la jarretera del príncipe
Fernando; cierto es que se le concederá, pero no se
sabe cuando. Los demas postulantes desean ser arma­ Londres, 16 de Mano de 1159-
dos al mismo tiempo, pero no es posible porque no hay
bastantes listones para todos.
Si los Rusos obran á tiempo, á Dios de nuestras es­ Mi querido amigo.
peranzas y de nuestros ejércitos en Alemania: nece­
sario es que tres piedras de molino como Rusia, Tengo á la vista tu carta de 20 del pasado. No puedo
Francia y Austria aplasten al rey de Prusia y lo reduz­ creer que el rey de Dinamarca tome parte en la guerra
can á la categoría de Margrave de Brandeburgo. Pero actual porque no podria hacerlo sin mucho peligro.
siempre tengo alguna esperanza de cambio bajo un go­ La Francia le ha pagado muy bien su neutralidad, y
bierno de mugeres (gundtchy), en donde el capricho creo que está seguro sea cual fuere el aspecto que to­
prevalece por lo común, la razón rara vez, y solo por maren los negocios. Sus súbditos hacen al mismo
equivocaciones felices. Esceptuo sin embargo, á la in­ tiempo un comercio ventajoso y seguro, de suerte que
comparable hermosura de Hamburgo, á ese prodigio de ésta consideración no debe retardar tu venida aquí
belleza, á ese dechado de buen sentido que ha subyu­ cuando hubieres obtenido el permiso necesario.
gado tu alma é inflamado tu corazón. No logramos nuestro objeto en la Martinica ¡ deseo
Jamás ha habido sesión mas tranquila que la pre­ que seamos mas afortunados en la Guadalupe, en
sente ; M. Pitt solo tiene que declarar que quiere tal donde ya han desembarcado nuestras tropas. Será ne­
cosa, y al momento se hace nemine contradicente, es- cesario vencer muchas dificultades antes que podamos
cepto sin embargo M. Viner. hacernos dueños de toda la isla. Te diré, antes que se
La duquesa Hamilton se casa mañana con el gene­ me olvide, que en tu carta usas muy á propósito varias
ral Campbell, hijo del general de este nombre, que será palabras españolas. Si yo me viese en tu lugar, y hu­
algún día otro duque de Argyle, y tendrá los bienes de biese en Hamburgo algún Español inteligente, apren­
esta casa. A Dios. derla esta lengua. No solo es conveniente, sino nece­
sario, que el hombre público las entienda todas. Yo
aprendí el español cuando tenia mas edad que tú, con­
vencido por esperlencia que vale mas fiarse uno de si
mismo en cuanto es posible que de cualquiera otro.
Los intérpretes, del mismo modo que los relatores, son
muchas veces infieles y muchas mas incorrectos ó su­
Londres, 27 de Febrero de 1759. jetos á cometer errores y á desesperar á las gentes. En
una palabra, debes adoptar como máxima saber cuanto
puedas por tí mismo, y no reposar jamás ciega con­
Mi querido amigo. fianza en informes agenos: ésta regla me ha sido de
grande utilidad en el curso de mi vida.
Me acosas muy injustamente en tu última del 7 de Yo me siento un poco mejor de lo que estaba, pero
hallarme muy atrasado en mi correspondencia. Pienso no lo debo á mis médicos sino á una burra y á una
al contrario que si se liquidasen bien nuestras cuentas vaca que me procuran un sustento abundante y sano.
epistolares, te sacaría yo una ventaja considerable. No La burra es mi nodriza por la mañana, y la vaca por
sé como puedan estravlarro algunas de mis cartas, á la tarde. Acabo de comprar una cabra que tiene que
menos que tus despachos, á que siempre las he unido, ramonear algunos dias y servirme de nodriza en
no hayan corrido la misma suerte. Ademas, yo podria
Blackheath.
tener legítima escusa para no escribirte tan á menudo
Te (jeseo cordial mente buenas noches.
como antes; porque no ha habido invierno en que
nuestro parlamento haya procurado menos materia
para una carta.
Veo que tienes mucha confianza en el curso que to­
marán este año los negocios del rey de Prusia. Conven­
go en que su ejército es cual lo pintas; pero qué sera
frente al de los Franceses, Imperiales, Suecos y Rusos

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DE LORD CHESTERFIELD 305

superabundantes; y en conciencia quedan todavía los


suficientes para satisfacer á un hombre racional. A
Dios.

Londres, 30 de Marzo de 1750.

Londres, 16 de Abril de 1759.


Mi querido amigo.

No me gustan esos frecuentes aunque cortos ataques Mi querido amigo.


de tu enfermedad; temo anuncien falta de conoci­
miento en el médico ó de cuidado en el paciente. El Siento decirte que el Gustavo Adolfo de Harte no
ruibarbo, el jabón y las aguas minerales, son casi pega y por consecuencia no se vende. No hay duda de
siempre específicos para las obstrucciones de hígado; que es obra instructiva y rica en cuanto af fondo, pero
pero para esto se requiere un régimen muy estricto y también debe confesarse que el estilo es execrable ; de
prolongado. Todos Io6 áccidos te sentarían pero no te dónde lo tomó es lo que no puedo concebir, porque es
gustan ; y todo lo que es dulce, aunque contrario á tu estilo malo, de un género nuevo y enteramente parti­
temperamento, es lo único que buscas. También hay cular, lleno de latinismos, galicismos, germanismos y
otra cosa que estoy persuadido te es perjudicial y temo todos los ismos, escepto anglicismos: es pomposo en
que seas muy inclinado á ella. Cuando yo estaba en algunos lugares, y bajo y trivial en otros. Seguramente
Holanda tuve una fiebre lenta que duró largo tiempo. antes que termine el mundo habrá personas, y tú en
Consulté con Boerhaave y supongo que me prescribió particular, que lleguen á descubrir que la forma en
lo mas conveniente puesto que sané; pero al pié de su todas las cosas es por lo menos tan importante como el
método agregó en forma de posdata: Venus varius fondo, y que este no podrá agradar sin mucha parte de
colatur, cuyo consejo observé é hizo quizá mas eficaces la elegancia de la otra. Lo mismo sucede en todas las
las medicinas. cosas de la vida : en los escritos, en la conversación,
Temo que nuestras esperanzas mutuas de vemos en en los negocios, es absolutamente necesario el socorro
ésta primavera salgan fallidas, como lo verás por una de las gracias; cualquiera que vanamente piensa pa­
carta de Lord Holderncss que pienso recibirás al mis­ sarse de ellas, conocerá su error cuando sea muy tarde
mo tiempo que la presente ; pero como note espondrá para cortejarlas, porque no se rinden á viejos descono­
todo, yo te diré reservadamente lo que ha pasado. Es cidos. Acaba de salir á luz una historia del reinado do
necesario confesar que ha obrado respecto de ambos María, reina de Escocia, escrita por un tal Robertson,
del modo mas servicial y amistoso. Guarido el rey se Escoces. No temo compararla, por la claridad, la pure­
impuso de tu solicitud para venir á tomar las aguas de za y la nobleza de estilo, á los mejores historiadores,
Thunbridge, dijo : • Si necesita tomar aguas minera- sin esceptuar á Dávila, Guicciardini y quizá Tito Livio.
» les, las de Pyrmont son mejores que las de Thun- Ha tenido la aceptación mas completa ; se publicó una
» bridge, y puede tenerlas muy frescas en Hamburgo. segunda edición y ha sido ya agotada. Supongo que
* Mejor habría sido que hubiese solicitado venir el podrás comprarla ó cuando no pedirla' prestada en
• otoño último y pasado aquí el invierno ¡ porque si Hamburgo; pero si asi no fuere te la enviaré. A Dios.
* viene ahora no tendré quien me informe de lo que
• pasa en aquel lugar, que vá á ser el teatro de acón-
» tecimlentos importantes. » Lord Holderness, aper­ e-w-
cibiéndose que tu solicitud no habla sido bien recibida,
respondió que estaba cierto que cuando tú supieses que
S. M. se oponía en lo mas mínimo á tu venida, no
pensarlas mas en ello; y confesó que él mismo te ha­ Londres, 27 de Abril de 1750.
bla sugerido la Idea el año pasado, creyendo que tu
presencia no seria este año muy necesaria en Hambur­
go. En la carta que te escribe te dirá únicamente que Mi querido amigo.
teniendo motivo para creer que tu solicitud agradarla
poco al rey, no ha querido tocar el asunto por tu pro­ Recibí por ei último correo tus dos cartas de 10 y 13
pio interes. Es necesario que le respondas simplemente de este mes y comenzaré mi respuesta observándote
bajo este pié, dándole las gracias por ésta prueba de que un hombre prudente, 6in ser estoico, considera en
amistad, porque realmente ha obrado como amigo. todas las desgracias que le sobrevienen, el lado bueno
M. Harte te enviará la semana entrante su Gustavo y el malo, porque todas las cosas tienen dos caras. Yo
Adolfo en dos volúmenes en V ; es obra que contiene he seguido estrictamente esta regla hace muchos años,
particularidades nuevas sobre este héroe verdadero, y encontrado por esperiencla que se puede sacar algún
porque ei autor ha tenido á su disposición multitud de bien de la mayor parte de los males, considerándolos
papeles auténticos. Será en todo caso una histeria cu­ bajo todas sus fases, en vez de apegarse, como lo hace
riosa y de mérito real, aunque, sea dicho entre nos, la mayor parte de los hombres, ál lado mas triste del
querría que el estilo fuese mas correcto y elegante. Ve­ objeto. Gracias á Dios el contratiempo de que te quejas
rás que ha sido dedicada á una persona conocida tuya tan patéticamente, no es una de aquellas calamidades
que se ha visto obligada á suprimir muchos elogios que no admiten consuelo. Aiialízalo y mira á lo que se
20

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CARTAS

reduce. Alimentabas la grata esperanza de venir aquí


el mes entrante y ver á los que se habrían alegrado
mucho do abrazarte; esto no puede ser por causas muy
naturales, y es necesario que pases este verano en
Ilamburgo y el invierno próximo en Inglaterra, en vez
de pasar este verano en Inglaterra y el invierno pró­
ximo en Ilamburgo. Considera bien las cosas: ¿No te Blackdeato, 10 de Mayo de I7W.
es éste cambio mas ventajoso? ¿No es el invierno,
tanto respecto de tu salud como de tus placeres, prefe­
rible al verano en esta zona fría del norte ? ¿ No te Mi qubrido amigo.
ofrecerá la Inglaterra mas placeres en Invierno que una
capital desierta en verano ? Síguese pues, que sales ga­ La carta del 4 de tu secretarlo, que recibí ayer, ha
nando en esta desgracia. disminuido pero no disipado enteramente mis temo­
El pasco que te propones dar por Lubeck y Altona te res. Dice que tu fiebre continúa aunque mas tenue.
distraerá é instruirá. Cuando uno es joven nunca es ¿ Es fiebre continua ó intermitente? Si lo primero, no
superfino conocer cuantas gentes y lugares fuere po­ es estraño que te halles débil y que te duela la cabeza,
sible. Supongo que no verás las unas y ios otros super­ y si lo segundo, por qué no has tomado la quina á
ficialmente como en tus primeros viajes. pasto y en cantidad considerable? esto habría preve­
En resumidas cuentas, lo que resulta es que pasarás nido los ataques. Espero que el primer correo me res­
aquí el invierno en lugar del verano. No te imagines tituirá la tranquilidad. Es probable que no hayas sido
ver en todo lo que llevo dicho masque los consuelos muy prudente ni regular en tu régimen, porque de
de un viejo filósofo, casi insensible al placer y á la pena otro modo no habrías esperimentado esos huevos aco­
de un joven que siente vivamente uno y otro. Nu: es metimientos de una fiebre que el facultativo llama tuya,
la filosofía razonada que el uso y la csperiencia del como si para esto tuvieses privilegio esciusivo. Todavía
mundo me han enseñado, y que he practicado hace no has tenido bastantes enfermedades para conocer lo
mas de treinta años. Siempre he sacado el mejor par­ que vale la salud y para seguir ciegamente las pres­
tido de lo bueno, y Jamás el peor de lo malo, á fuerza cripciones del médico en cuanto á los remedios, y las
de atormentarme (a); y esto me ha hecho pasar por reglas do tu buén sentido en cuanto al régimen. Yo
todas la variadas escenas de la vida, en que he sido sé por esperiencia que la cantidad es á veces peor que
actor, con mas placer y menos pena que la generali­ la naturaleza de los alimentos, y mas bien querría yo
dad de los hombres. Dirás quizá que no puedes cam­ comer media libra de tocino en una comida, que dos
biar tu naturaleza, y que si una persona nace con una libras de lo que baya de mas sano.
constitución melancólica, impresionable é inclinada á Vá para una semana que me fijé aquí muy á mi
ver las cosas bajo el aspecto mas desfavorable, no pue­ satisfacción; mi lugar es este, lo sé, cosa que no es
de cambiar. Admito esto hasta cierto punto. Aunque dado á todo el mundo. Secuestrado de la sociedad
nonos sea dado cambiar enteramente nuestra natura­ por mi sordera y por otros males físicos, y siendo cuan­
leza, podemos sin embargo corregirla en gran parte do mas una visión de lo que fui, me paseo silencioso y
con la reflexión y la filosofía: un poco do filosofía es solitario como conviene á un fantasma, con solo esta
una sociedad muy necesaria en el mundo, porque la diferencia, que yo me paseo de día, y los otros espec­
suma de males es mayor que la de los bienes, aun res­ tros, como sabes, solo aparecen de noche. Sin embar­
pecto de los seres mas afortunados. go, me siento mejor que hace un año, gracias á nú
Todavía no soy tan viejo ni tan tenaz para hacer el régimen casi eselusivamente lacticinio, lo cual me
sordo al objeto de tu última; y para hacerte ver que lo permite variar mis diversiones solitarias, leer, escara­
comprendo, puedes librar á mi cargo por docientas li­ bajear, cosas que no podía yo hacer el año pasado. Así
bras que espero serán mas que suficientes para suplir es como paso lo que puede quedarme de una vida
tus necesidades. activa y agitada (y no estoy seguro do si he perdido en
Buenas noches, cequam memento robus in arduis el cambio), que ha sucedido á otra tan tranquila y se­
servare mentem : no te dejes arrebatar ni deprimir rena, que aun puede propiamente Hartarse vida.
ñor los accidentes de la vida. Los Franceses dicen en confianza, con la mira de que
se divulgue y crea mas, que su intento este año es
invadir á un mismo tiempo la Inglaterra, la Escocia y
la Irlanda. Algunos de nuestros grandes hombres son
como el diablo, creen y tiemblan; otros, y con ellos un
hombre pequeño que yo conozco, se burlan de tales
rumores; pero en general so toma esto por un espan­
tajo mas ridiculo que formidable. Cuando cierto gallo
(a) estaba á la cabeza de un ejército regular y deseaba,
(a) Sempre é maggior del vero, yo sé por qué, mandar otro mas temible, las pretendi­
L’idea d’una aventura das invasiones eran un articulo de fé política y se exi­
Al crédulo pensiono gía que se creyesen, como la iglesia exige la creencia
Dipinla dal limor. de ciertos absurdos bajo pena de heregia y de escomo-
Clií slolto il mal figura
Affrctta il propio affame,
Ed tesitura un danno
Quando é dubbiuso ancor.
(11KT ASTAS 10.) T¡. (?) Elduqua daCumberlapd,

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DE LORD CIIESTERFIELD 30?

nlon, y por consecuencia de condenación, si ellos ase** Cáese! ydcGoltlnga, do cata ilustro universidad del
guran el poder y los intereses del gefe de la iglesia. electorado de Hanover, en donde presumo que no so
Pero ahora hay una tolerancia general y los mejores detendrán por amor d las bellas letras, sino que
súbditos, como los mejores cristianos, pueden creer lo abanzarán sobre la capital para estudiarlas en las piezas
que su razón y su conciencia les sugiere. Se supone de moneda. Mi antiguo conocido, M. de Ríchclieu, ha
pues generalmente, y con razón, que los Franceses hecho allí grandes progresos en la ciencia metálica y
amenazarán pero no darán el golpe, puesto que saben en el arte de las inscripciones. Si el príncipe Fernando
que nos bailamos tan bien preparados para recibirlos aventura una batalla para contenerlos en su marcha,
y puedo agregar pata aniquilarlos. A Dios. temo las consecuencias, porque sus enemigos son mu­
cho mas numerosos. La situación del rey de Prusla es
aun peor; tiene que combatir la Hidra, y aunque lo
corte una ó dos cabezas, siempre le quedarán bastan­
tes para devorarlo al fin. Hace largo tiempo que, como
sabes, predije la catástrofe que nos amenaza; pero yo
era una Casandra.
Blacsueatu, 15 de Junio de 1759. Sin duda que ya piensas en los preparativos de tu
venida aquí en otoño; creo que puedes despedir todas
Mi querido amigo. tus gentes escoplo al secretario, al despensero, quo
tendrá cuidado de tu vajilla y de tu vino ect., uno ó
dos criados cuando mas, y tu recamarero y un lacayo
Tu carta del 5, que recibí ayer, me procura el mayor que vendrán contigo; pero no des á nadie motivo para
gusto por estar escrita enteramente de tu mano, aun­ pensar que tienes ánimo de no volver á Hamburgo. Si
que contiene grandes y quizá muy justas quejas sobre se te hicieren algunas preguntas sobre el particular,
el triste estado de tu salud. Haces bien de mudar de responderás, como Lockhart, que eres el servidor do
aire y espero que este cambio te será provechoso. Te los acontecimientos; tu sueldo de ministro no te per­
aconsejo pues, que pasado el 20 de Agosto escribas á judicará aquí hasta que logres mejor destino. Creo que
Lord Hflderness, suplicándole que solicite de S. M. el en esta estación sería mejor que vinieses por mar y no
permiso para venir á Inglaterra por dos ó tres meses por tierra; pero sobre esto tú serás mejor juez en me­
con el fin de restablecer tu salud. Dos ó tres meses es dio de las circunstancias que te rodean.
un transcurso de tiempo Indefinido que podrás después Dios te bendiga y restituya la salud.
alargar conforme te pareciere: yo tendré cuidado de
esto. Entre tanto toma tus medidas con economía.
Antes de ayer llegó un correo de la Guadalupe que
nos trajo la nueva de que somos dueños de toda la isla.
No dudo que dentro de dos meses recibiremos buenas
noliclas de Crown Point, de Queboc ect. Temo que
nuestros negocios en Alemania corran una suerte muy Date, 2G de Febrero de I76L
diversa, porque no alimento esperanzas tocante al rey
de Prusia y tú principe Fernando. Dios te bendiga.
Mi querido amigo.

Me alegro de que el negocio de tu elección haya sido


arreglado definitivamente; y hablándote la verdad, no
siento que M. ••• se viese obligado á hacer de mala
gana lo que antes habría podido ejecutar de un modo
noble y amistoso: sin embargo, finge que ignoras lo
Blackueatii, 25 de Junio de 1759. que ha pasado y vive con él como antes. En el mundo
es á veces necesario aparentar que se jgnora lo que so
Mi querido amigo. sabe, y haber olvidado lo que se tiene presente.
He leído ya la comedia de Coleman, y me gusta Lis­
Los dos últimos correos no me han traído carta tuya tante : está bien conducida y los caracteres se sostie­
ni de tu secretarlo, silencio que considero como favo­ nen. Confieso que esperaba $o mas ingenio en el diá­
logo , pero como tengo al autor por un clásico
rable ; sin embargo, si creiste que yo podría presagiar
escrupuloso, creo que no se atrevió á dar á luz la mitad
mal, debiste haberme escrito. Por aquí hemos tenido
del ingenio que habría podido mostrar, porquo Teren-
unos quince dias de hermoso tiempo, cosa rara en este
cio no emplea un solo grano, y obrar de otro modo
clima, en donde no estamos acostumbrados á disfrutar
habría sido erimen de lesa antigüedad. Dios te bendiga
de un ciclo sereno duranto tanto tiempo. Espero que
tú no habrás sido menos afortunado en Hamburgo, ó á
lo menos en la villa en que te hallas ; pero te encargo
que tengas cuidado de que no sea tu villa viciosa, cuyo
nombre se aplica por lo regular, y con mucha razón, á
esta especie de lugares; bien que, por decirlo de paso,
el nombre original fué villa venosa de donde los bu­
fones formaron viciosa. t
Mucha inquietud me causan nuestros negocios en '
Alemania. Los Franceses tomaron ya posesión de ¡

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3J3 CARTAS

de lucro ni de reputación; y de esto él tiene la culpa


por no haberlo escrito en lengua vulgar; porque en
cuanto á los hechos, sostengo que es una de las me­
jores historias que existen.
Hasta la vista, como dijo Fopling, y Dios te bendiga.
Bato, 21 de Noviembre de 17G1.

Mi querido amigo.

Recibo en este momento tu carta del 19. Si he sen­


tido algún cambio después de los seis dias que hace
tomo estas aguas, creo que es favorable ; pero cuento Dato, 2 de Noviembre de 1762.
que dentro de seis días mas sabré ciertamente si sim­
patizan conmigo. Si me son propicias aprovecharé sin Mi querido amigo.
abusar de sus favores. Todas las cosas tienen sus lí­
mites, quos ultra citrave nequit consistere rectum, y
yo trataré de tocar este punto. Llegué aquí como me habla propuesto el sábado úl­
timo, pero tan malo como lo temía cuando te vi. La
La pensión déla reina viuda es mas considerable de
lo que yo esperaba por ciertas razones, aunque no vá cabeza, el estómago, los miembros, todo lo tengo des­
compuesto.
mas allá de lo que autorizan los últimos precedentes.
Tengo buenas razones para creer que la España nos Todavía no he visto mas que á Yillette de los que so
han fijado aquí de una vez, como suele decirse.
declarará la guerra, es decir, que pronto asistirá á cara
descubierta á ia Francia en caso que la guerra conti­ ¿ Que consecuencias ha producido la dimisión del
núe. Este acontecimiento será un gran triunfo para M. duque de Devonshire ? Sus conexiones y alianzas son
Pili, porque justificará su plan de dar el primer golpe considerables ; pero si sus parientes y amigos 3on bas­
antes que la España se declare. Quien dá primero dd tante resignados para resignar también sus empleos, es
dos veces. negocio muy diverso. Es probable que corran por ahí
Hay aquí mucha sociedad de aquella que comun­ cuentos tan^bsurdos como los que abundan en nues­
mente se llama buena compañía, es decir, gentes de tros libros legislativos : no deseo saber cuales sean,
gran calidad. Yo las incomodo muy poco escepto en los pero si que me informes de los hechos que llegaren á
baños á donde voy por mi salud, porque, qué es la tu conocimiento y de ios rumores que creyeres funda­
compañía para un sordo, ó un sordo para la compañía? dos. Dios te bendiga.
Lady Brown, á quien he visto y que, por decirlo de
paso, tiene la gota en el ojo, se informó de tí con mu­
cha ternura. Nada mas ocurre, tuyo hasta morir.

Bato, 13 de Noviembre de 17G2.

Batü, 6 de Diciembre de 1701. Mí QUERIDO AMIGO.

Recibí tu carta y creo que en cuanto á los prelimi­


Mí querido amigo. nares te has acercado mucho al blanco. En tal supo­
sición me parece que hemos hecho un buen convenio
He estado algún tiempo adeudado contigo, y sabes con la España; tan bueno á lo menos como yo espe­
que esto no acontece muy á menudo ; pero realmente raba, y casi tan bueno como deseaba, aunque no creo
ha sido por falta de especie con quo pagarte. El estado que hayamos obtenido toda la Florida ; pero si con­
presente de mi imaginación no me permite acuñar mo­ servamos San Agustín, como supongo, se le llamará,
neda ; y tu tendrías tan poco placer en leer como yo en virtud de aquella figura que consiste en tomar la
en escribir las coglionerie de este lugar, en las que tomo parte por el todo, la Florida, como si la tuviésemos
muy poca parte. No sé si me hallaré en estado de se­ toda entera.
guir tu consejo, porque ahora no he ganado ni perdido Las tristes islas de sotavento que los Franceses nos
un solo chelín. Jugaré únicamente esta semana, y si la ceden, no valen juntas la mitad de la de Santa Lucía
suerte me favoreciere aprovecharé ios buenos momen­ que les restituimos. El Senegal no vale la cuarta parte
tos, pero si el azar es malo, mi pérdida no será consi­ de Gorea. Las cesiones de los Franceses en las Indias
derable en siete días, porque espero verte en la ciudad orientales son tan absurdas é impracticables como las
de mañana en ocho. de Tierra Nueva ; y tu vivirás largo tiempo para ver
He recibido una carta muy triste de Harte; está en el comercio de los Franceses en aquellos lugares exac­
casa do su hermana en Derkshire, malo de tiricia con tamente lo mismo que era antes de la guerra. Pero
veinte otras enfermedades. Presumo que el verdadero después de todo, los artículos con Francia son tan
autor de sus males es el que hace ciento y treinta años buenos como podía esperarse, si se considera que ni
destruyó casi solo la casa de Austria, ese Gustavo uno solo de los que condujeron por parte nuestra la
Adolfo, que no ha correspondido con sus esperanzas negociación, había sido empleado ó consultado en nin-

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DE LORD CHESTERFIELD 203

gana otra. Bien visto, la adquisición del Canadá nos benéfica á mi valdado esqueleto, me retendrá aquí mas
ha costado ochenta millones de libras esterlinas. Estoy tiempo del que me hablas concedido.
persuadido de que habríamos podido quedarnos con la Harte se propone publicar una nueva edición de su
Guadalupe, si hubiesen sabido conducirse nuestros ne­ Gustavo Adolfo in 8*. Me dice que la ha corregido:
gociadores. yo habría podido responderle que habría debido tradu­
S. M. F. de Portugal sale en esta transaclon mas cirla al ingles, porque de otro modo su venta no será,
aventajado que ningún otro, salva su reino sin haber mayor que la primera.
gastado en su defensa un solo moeda. La España, ben­ Dios te tenga bajo su santa guarda!
dito sea Dios I paga la mayor parte del palo ; porque Tuyo ect.
ademas de San Agustín, el palo de Campeche ecL
pierde cuando menos cuatro millones de libras esterli­
nas en dinero, buques, ect
Harte lleva tres años de vivir aquí según me ba di­
cho él mismo, escepto algunas visitas que ha hecho á
su hermana. Parece que no goza de buena salud, y se
lamenta de frecuentes ataques de tiricia. También se Bath, 4 de Diciembre de 1762.
queja de que hace quatro años que no recibe una le­
tra tuya ; debías escribirle.
Estas aguas me han sentado mucho, aunque solo Mi querido amigo.
bebo diariamente la tercera parte de una pinta, que es
menos de lo que el mas sobrio de mis compatriotas Recibí tu carta esta mañana con los preliminares
bebe de vino clarete en cada comida. que hace tres dias teníamos aquí. Te los devuelvo, pues
Me inclino á creer como tú, que la sesión de este par­ que deseas guardarlos, lo cual es mas de lo que creo
lamento será borrascosa, esto es, si M. Pitt toma en harán los Franceses. Celebro que estos se hallen tan
ella parte activa ; pero si está satisfecho, como dicen bien dispuestos á restituirnos las conquistas que han
loa ministros, no habrá otro Bolo que levante la tem­ hecho de nuestras posesiones en las Indias Orientales
pestad. Los duques de Cumberland, de Newcastle y de durante la última guerra, y no puedo dudar que tam­
Devonshire, no tienen mejores tropas para atacar que bién nos restituyan todo el bacalao que pescaren á tres
la milicia j pero Pitt solo vale un ejército. leguas de distancia de nuestras costas eq la América
Dios te bendiga. septentrional, distancia fácil de medir, sobre todo en
el mar, comforme al espíritu y no á la letra del trata­
do. He sabido que la mas fuerte oposición á la paz será
en la cámara de Lores, aunque me es imposible con­
cebirlo ; no conozco arriba de seis ó siete que se decla­
rarán contra ella en la votación, á menos que algunos
obispos, cosa que no puedo suponer, voten en contra
Bath, 17 de Noviembre de 1762. de quien los instituye. Dios Je bendiga. *

Mi querido amigo.

Recibí tu carta esta mañana y te despido la pelota á


la volea. El discurso del rey es muy prudente, y co­
mo supongo que la respuesta no hará mas que repetir Bath, 13 de Diciembre de 17G2.
como de costumbre los mismos términos, Lord Maire
podrá llamarla muy bien inocente. {¿tendiéndose S.
M. sobre nuestras conquistas, espero que cuando Mi querido amigo.
oportunamente so dé cuenta al parlamento con los
preliminares de la paz, que supongo será después de Recibí ayer tu carta en que me haces una relación
las ratificaciones respectivas de las partes contratantes, muy clara de los debates en la cámara de los comunes.
hará esplosion alguna ventaja que no se espera en Es Imposible que una criatura humana pueda hablar
nuestro tratado con Francia, la isla de Santa Lucia á bien durante tres horas y media; y aun dudo si Bclial,
lo menos. que según Millón era el orador de los ángeles reproba­
Veo en las gacelas un artículo de nuestro tratado con dos, habló consecutivamente tan largo tiempo.
España que no me gusta, y es que tendremos libertad Necesario es que Ch. Townshend urda alguna trama,
de cortar palo en la babia de Campeche, pero pagando. visto quo habló en favor délos preliminares, porque es
¿Quien no vé que esta clausula es una especie de pro­ hombre que se halla muy lejos de tener una opinión.
hibición por el precio que los Españoles podrán exigir? Lord Egremont debe estar malo ó soñar en algún otro
Nosotros teníamos el derecho incontestable, confirma­ puesto j quizá el de Lord Granviile que se dice está
do por los tratados anteriores, de cortar palo de Cam­ muy malo. Cuando muera desaparecerá con él la cabe­
peche grafía. Si es cierta esta nueva estipulación, es un za mas capaz de Inglaterra, tenlo por cierto.
privilegio semejante á la espera que se concede á un Si no sobreviniere algún accidente iré á comer de
criminal bajo condición de que será ahorcado. hoy en ocho á esa ciudad; he dicho que se me dispon­
Tomo actualmente tan poca cantidad de estas aguas, gan unas habichuelas, y serás muy bien recibido á cosa
que no pueden hacerme daño ni provecho; pero como de las cuatro. Entre tanto Dios te tenga bajo su sania
solo me baño dos veces á la semana, esta operación, guarda!

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10 CARTAS

Por la carta que te ha escrito Cressener, veo quo lo


barato de los vinos compensa la cantidad, como la
baratura de los criados compensa el número de los que
debías tener.
Escribe con frecuencia á tu madre aunque solo
Dlaciheatit, 14 Junio do 17C3. sean tres palabras para probarle que vives, porque
cuando carece de noticias tuyas cree firmemente que
te has muerto.
Mi querido amigo. La inclusa es de la mayor importancia y se me ha
encargado que la espida con toda diligencia al Serení­
Por el último correo recibí tu carta del 4 de la Haya, simo Luis.
á donde llegaste muy á tiempo para participar de la Muy mala tengo hoy la cabeza y así á Dios.
fiesta de nuestro embajador, que según he sabido, te
mostró las mayores atenciones. Tienes razón de dete­
nerte dos ó tres dias en Hanau, y de hacer la córte á la
dama del lugar (a).
Tu Ese ciencia figura ya en las gacetas. Deja que te
den el tratamiento siempre que quieran, pero por Dios
no permitas que tus criados lo hagan. DlacrbeathJ de Agosto de 17C3.
Nada nuevo ha ocurrido después de tu partida ; te
deseo pues muy buenas noches y pido á Dios que te
bendiga. Tuyo ect. Mi querido amigo.

Espero que á esta hora te hallas perfectamente esta­


blecido en Ratisbona, y que á lo menos has fijado loa
puntos importantes del ceremonial, de modo que sabes
precisamente á quien debes tratar de Escelencia y de
quien puedes exigir igual tratamiento. Estas formali­
DLACKHEATn, 15 de Julio de 17C3. dades son sin duda bastante ridiculas en sí mismas;
sin embargo, son necesarias en las simples relaciones
del mundo, y algunas veces en los negocios: ias unas
Mi querido amigo. y los otros sufrirían si se pusiesen enteramente de lado.
Acaba de acometerme una nueva enfermedad que
Recibí ayer tu carta de Ratisbona, á donde gracias hace largo tiempo sospechaba yo in actu primo, como
á Dios llegaste bueno y sano. Veo que ya no te enten­ dicen los pedantes, pero que todavía no había sentido
días en contestaciones sobre el ceremonial y la etiqueta. in actu secundo basta la semana última. Hablo del
No cedas ningún punto esencial que pueda desdecir ai mal de piedra. Gracias á Dios la que he echado es pe­
carácter público de que te hallas revestido : pero al queña, pero en toda forma, y antes de que viese la lux
mismo tiempo te aconsejaré que distingas cuidadosa­ sentí un dolor en los riñones que consideré al principio
mente lo que puede ó no afectarlo realmente, y que como restos de reumatismo, pero muy pronto salí de
desprecies algunas minuciosidades germánicas, como mi error haciendo agua mas negra que el café, con un
un paso mas bajo ó mas alto en la escalera, una reve­ sedimento considerable de arenilla. Actualmente me
rencia de mas ó de menos, ú otras bagatelas de esta siento muy desembarazado, sin síntomas de este terri­
especie (ó). ble mal. Dios te preserve de él y déla sordera! Las
otras enfermedades son herencia común y casi inevi­
table de la naturaleza humana, pero á lo menos son
susceptibles de algún alivio.
(fl) La princesa María de Inglaterra. Dios te bendiga.

(6) Casli, al hablar del Mono nombrado maestro de


ceremonias en la córte del rey León, se burla en los si­
guientes términos de las ridiculeces y futilezas de la etiqueta
cortesana :

Para el ceremoniático servicio,


Un Mono fué nombrado que de infante
Ejercitó con gracia aquel oficio,
Y se mostró perfecto aprovechante,
Gestos haciendo y muecas en tal guisa
Que era morir ai verlas, de la risa.

Algunos aseguran que este Mono Parecen tales cosas bufonadas ;


De ceremonia dió las leyes primas, Las adoptó la corte sin embargo,
A reglas reduciendo y grande tono Y pasaron por graves y sagradas :
El arte do sublimes pantomimas, l’n solo paso mas ó menos largo,
Y puso la etiqueta y reverencias Un mas ó menos saludar profundo,
En la ringlera de las altas ciencias. Es pues capaz de trastornar el mundo. Tr.

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DE LORD CIIESTERFIELD Sil

en mucha consideración la dignidad del rey, dejándolo


único plenipotenciario de un tratado que en todo caso
no Be hallaban determinados á concluir. Este tratado
habría debido comenzarse por algún agente inferior, y
S. M. solo habría debido aparecer para desecharlo ó
Black beata, 22 de Agosto de 1763. para ratificarlo. Jamás se presentó Luis XIV delante do
una ciudad sin estar seguro de tomarla.
No obstante, ce qui e.st difjeré n'cst pas perdu-
Mi querido amigo. porque este asunto debe tratarse de nuevo y concluirso
antes de la convocación del parlamento, y probable­
Sabrás por este correo, y por varios conductos, que mente bajo condiciones menos ventajosas para los ac­
Lord Egremont murió hace dos dias de un ataque de tuales ministros, que lian confesado tácitamente, por
apoplegía, cuyo accidente no debía sorprender, vistas • esta última negociación, lo que sus enemigos les lian
las disposiciones de su contesturá. Me preguntarás imputado en público, es decir, que no son capaces do
quien será secretario en su lugar, y te diré que no lo sostener el timón de ios negocios. Basta de política.
sé. Este acontecimiento producirá quizá otros; antes no 11c hecho el mejor servicio que puede hacerse á la
se hacia nada, pero en esta sesión es necesario que tal mayor parte de los casados, fijando los términos do
caos tome alguna forma, sea por nueva incorporación separación entre mi hermano y su muger. Dentro da
de sus propios átomos, sea mezclándose con los de la unos quince dias se publicará ci tratado de paz defi­
oposición que son mas activos. nitivo ; porque la única paz sólida y duradera cutre
Tanto por las gacetas como por tu carta veo que to­ un marido y su muger es, sin la menor duda, una se­
davía se presentan dificultades sobre tu ceremonial en paración.
Ratisbona. Si el orgullo y la locura la6 hace insupera­ Dios te bendiga.'
bles y continúan paralizando los verdaderos negocios,
hay un medio que probablemente las allanará, y que
muchas veces he visto adoptar, aunque nuestras gentes —AjaCDe**—
de por aquí lo Ignoran : este medio no es otro que
tomar el título de ministro únicamente, por lo que
hace al carácter ostensible, y guardar en el bolsillo el
de enviado estraordinario para presentarlo cuando con­
venga, sobre todo si eres enviado á la córte de algún Dlackhkatb, 30 de Setiembre de 1763.
elector vecino; ó bien que en cualesquiera transacción
en que tu titulo de enviado estraordinario pueda crear
grandes dificultades, obtengas un documento en que Mi querido amigo.
se declare que la suspensión temporal de aquel carác­
ter no perjudicará en lo mas mínimo á tus derechos ni Tus despachos te habrán Informado de que los de­
á tus pretensiones. Por lo demas diviértete lo mejor partamentos no se han distruibido como deseabas,
que puedas; pero come y bebe lo menos posible. porque Lord Halifax, como mas antiguo, tuvo en su
Dios te bendiga. mano la elección y se decidió por el del sur á causa da
las colonias. De este modo se halla por ahora consti­
tuido el ministerio entretanto puede formarse otro me­
jor ; pero á mi parecer este arreglo tal cual es, no pueda
hacer frente ai parlamento.
Las únicas personas considerables de esta adminis­
tración pertenecen á la 'cámara de Lores. Desde quo
Blackheath, 1 de Setiembre de 1763. M. Pitt hizo entraren sus miras á Ch. Thownshcnd, no
hay un solo sugeto del partido de la córte en la cá­
mara de los comunes que tenga bastanlC3 talentos y
Mi QUERIDO AMIGO. palabras á su servicio para pedir una carroza. Lord
B’** juega ciertamente tras de la puerta, y sospecho
Grandes noticias! El sábado último mandó llamar ei que está de acuerdo con M. Pitt; pero cual es esta
rey á M. Pitt, y la conferencia duró una hora; el lunes puerta? Esto es lo que yo no sé aunque en todos loa
siguiente tuvieron otra entrevista que duró mas largo cafés se sabe positivamente.
tiempo, y ayer otra que se prolongó mas que las dos Creo que la inacción presente te procura mucho
primeras. Tendrás ya por seguro que el tratado se con­ tiempo para enfadarte, pero también tc.dcja bastante so­
cluyó y ratificó, pues nada de eso^ la úitima«confe- siego para cosas mejores, quiero decir, lecturas buenas
rencia desvaneció todas las esperanzas, y M. Pitt y y útiles, ó lo que todavía es mejor, para conversar con­
Lord Temple partieron ayer tarde para sus tierras. Si tigo mismo una partejdel día. Lord Shaflesbury reco­
quieres saber cual es la causa que ha desbaratado todo mienda la conversación consigo mismo; yo querría
esto, es necesario que te dirijas á los noticieros y á los recomendarla á todos los hombres y retirarían las
concurrentes de los cafés que saben lo sucedido á mayores ventajas. Pocas gentes hay que tengan bas­
punto fijo; pero yo que no sé nada mas sino que no sé tante tiempo para esta conversación, y muchas menos
nada, confieso modesta y humildemente que no puedo que gusten de ella; ademas no son raros los que so
comunicarte una sola jota. Probablemente unos de los entregan á las mas frivolas disipaciones con la mira
partidos exige demasiado y el otro no quiero conceder de evitarla. Pero si se quisiese consagrar á esta muda
bastante. Sin embargo me parece que no han tomado conversación media hora todas ias noches, y recapi-

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312 CARTAS

tnlar dentro de nosotros mismos lo que hemos hecho, dad; díle que si lo hubiese recibido aquí á tiempo, ha­
bueno ó malo, en el curso del dia, mejoraría nuestra bría ido espresamente á la ciudad para pagarle perso­
condición y aumentaría nuestra prudencia. Mí sordera nalmente mis respetos. SI hubiese en París algunos
me dá mas tiempo del que se necesita para esta plática, libritos nuevos, te encargo queme los traigas. No dejes
y he sacado de ella grande utilidad. de ir una vex á casa de madama de Monconseil, y tan­
Mi hermano y Lady Stanhope llegaron por fin á se­ tas como gustes á la de madama Duplo.
pararse. Yo fui el negociador entre ellos, y me vi en Hasta la vista.
tal aprieto, que mas bien querría negociar el punto
mas difícil dei jus publicum sacri romani imperii,
con toda la dieta de Ratisbona, que contestar materia - - —--------
alguna con las mugeres (a). Si mi hermano hubiese
tenido algunas de las conversaciones consigo mismo
que tanto te recomiendo, creo que con sesenta años,
una constitución exhausta y el agregado de su sordera,
no se habría casado con una jóven que á penas tenia Batb, 24 de Noviembre de 17G3.
veinte años, en el colmo de la salud, y por consiguien­
te délos deseos. ¿ Pero quien es el que escarmienta en
cabeza agena ? Dios te bendiga. Mi querido amigo.

Llegué aquí, como lo preveos en tu última, el do­


mingo pasado, después dei mas desagradable viaje que
he hecho en toda mi vida ; nevó y heló toda la maña­
na ; por la tarde vino el deshielo y la lluvia, y pusieron
los caminos tan resbalosos, que dilaté seis horas en
venir en posta de Devises, que no dista de aquí arriba
Bláciheath, l? de Octubre de 1763. de diez y ocho millas; de modo que poniendo á parte
el honor de viajar en posta, habría hecho lo mismo vi­
niendo á pié.
Mi QUERIDO AMIGO. Todavía no estoy restablecido de mi último ataque;
me siento débil, yestenuado. Llevo únicamente tres
días de tomar las aguas, y sin un milagro aun no pue­
El último correo me trajo tu carta de 2 del corriente,
y por el anterior recibí la de 25 del pasado. Bien supu­ do esperar mucho alivio, pero de ningún modo cuento
se que se te llamaría para la apertura de la sesión, yo con les milagros. Si éstas*aguas produjesen en mí el
porque nunca he visto un llamamiento mas estricto y efecto que las de la fuente de Juvcnce (a)t seria cierta­
menos permisos concedidos. Lo siento mucho por las mente un milagro; pero como decía ci difunto papa
razones que me das¡ sin embargo, has obrado con Lamberüni :/rá noi, gli miracoli sono passati giá un
pezzo.
prudencia haciendo de buena voluntad lo que no ha­
brías podido evitar; tal debe ser tu regla en todo para He visto á Harte y se informó mucho de tí: me pa­
el resto de tus dias. Evita las cosas desagradables hasta reció muy triste y abatido, y se cree peor de lo que está,
el punto que lo permitiere tu habilidad ; pero cuando aunque tiene ciertamente síntomas de tiricia. No ho
fueren inevitables, sométete á ellas con todas las apa­ visto á ninguna otra gente, é ignoro si están aquí al­
riencias de la buena voluntad. Aunque este viaje no te gunas de vlso.Todavía no me be presentado en público,
conviene bajo muchos aspectos, con todo, mirándolo escepto en los baños; pero á la hora que yo voy es lugar
bien ganarás por lo que hace á los tomines ; poique muy solitario.
cuenta por seguro que se te detendrá aquí basta el úl­ Después de todos los temores y esperanzas que so
timo dia de la sesión. Supongo que habrás vendido tus reprodujeron á la apertura del parlamento, me parece
caballos y despedido algunas de tus gentes. Aunque el que la sesión será muy corta. M. Wilkes es sacrificado
ministerio vé venir con mucho temor el primer día de universalmente; y si los ministros no crean ellos
la sesión, creo que el peligro será mayor en el curso mismos dificultades, me parece que no encontrarán
de la6 deliberaciones. ninguna. Una mayoría de doscientos votos es un grao
Sin duda que al pasar por París Iras á visitar á Lord lenitivo. Dios te bendiga.
Hertford, y le suplicarás que te presente al rey. Dale
espresiones mías manifestándole mis agradecimientos
por el oficioso recado que dejó en mi casa en la ciu­

(n) Si un matrimonio riñe,


No metas pace»;
Deja al que armó pendencia
Que la desarme :
Que en tales riñas (a) Jnrence es el nombre de una Ninfa jóven que según la
Con lo que al uno amansas fábula fué trasformada por Júpiter en fuente, á cuya agua
Al otro irritas. dió este dios la virtud de rejuvenecer á los que se bañase*
{Frutas Literarios.) Tr. en ella. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 813

pocas gentes, y en el sentido literal de la palabra no


oigo nada.
Harte debe publicar dentro de poco una grande obra
poética de la que me ha enseñado algunos trozos. Su
título es Emblemas ¡ pero yo le he persuadido que lo
Bath, 3 de Diciembre de 1763. cambie por dos razones primera, porque no son em­
blemas, sino tabulas ; segunda, porque aunque fueren
emblemas, Quarles ha desacreditado y envilecido este
Mi querido amigo. titulo de tal modo, que es imposible usarlo después de
él. Adoptará pues el de Fábulas, aunque á mi parecer
El último correo me trajo tu carta do 29 del pasa­ mas valdría llamarles Cuentos Morales. Si me pregun­
do. Si C*** F*** no ha hablado, como se habla pro­ tas lo que pienso de lo que he visto, debo decir: Sunt
puesto, sobre la pensión de viudedad de la princesa, plura bona, queedam mediocria et queedam.... (a).
supongo que solo será con la mira de hacer ver que es Tu opinión sobre los cambios que deben sobrevenir,
de la oposición: de otro modo este punto no presentaba no carece de fundamento, y nada quita de mi cabeza
ninguna dificultad, escepto por lo que hace al quantum, que la mina de que hemos hablado rebentará antes do
sobre el que habla ciertamente algo que decir; porque que concluya la sesión.
la difunta princesa de Orange, hija mayor del rey, no He recobrado un poco de fuerza pero no toda la quo
disfrutaba mas, y si no me engaño, sus dos hermanas desearía. Buenas noches.
solo tuvieron la mitad.
Es una gran fortuna que M. Wllkes, el intrépido
defensor de nuestros derechos y libertades, esté fuera
de peligro y viva para combatir y escribir en defensa
de ellos. No es menos dicha que Dios haya suscitado al
conde de S’** para sostener la verdadera religión y la
moral. Estas dos felicidades harán época en los anales Bath, U de Diciembre de 1703.
del país.
Dije á Harte lo que me hablas encargado, y espera tu Mi querido amigo.
carta con impaciencia. Ahora está muy contento por­
que tiene amplio permiso para recorrer los papeles de Mucho me ha sorprendido que me hagas tantas Ins­
Lord Craven, que, como Harte dice, le procuran mu­ tancias para que influya cerca del párroco Rosenha-
chísimos informes sobre la guerra de treinta años. El gen, cuando sabes ia resolución que tomé hace algunos
viejo Lord Craven, que mostraba ser el mas esforzado años, y que he cumplido escrupulosamente, de no
de los caballeros errantes, y quizá algo mas cerca de la mezclarme de modo alguno en contestaciones de par­
reina de Boemia, tuvo ei honor de gastar una grande tido. Que estos partidos disputen cuanto quieran, yo
parte de sus bienes en defensa de los derechos de esta no me meteré en separarlos ni en unirme á sus que­
reina. rellas ; los conozco muy bien á todos. Pero dices que
Todavía estoy lejos de poder decir que me hallo lord Sandwich te ha mostrado mil atenciones ; me
bien: estoy débil y abatido; pero el doctor me asegura alegro mucho de ello, pero no puede imputarte mi
que recobraré mis fuerzas y mi vivacidad: si tal fuere, Obstinación, sino mi locura ó mi filosofía, llámala co­
lucro apponam, las emplearé lo mejor que pueda, pero mo quieras. Puedes asegurarle que has hecho cuanto
ai es lo contrario, no empeoraré mis circunstancias ha estado en tu mano para obedecer sus órdenes.
afligiéndome. Ya he vivido largo tiempo y hecho mu­ Siento mucho que tu salud haya vuelto á descompo­
chas observaciones para estimar la mayor parte de las nerse ; espero que solo será una fluxión ; pero si fuero
cosas por su valor intrínseco y no imaginarlo. A los cosa mas séria, te encargo que veas ai Dr. Matty, con
setenta años do edad, no deseo ni temo nada. Mis quien te fuétan bien en tu última enfermedad, cuando
reflexiones, que convienen muy bien á mis setenta los matadores de la facultad te trataron tan mal.
años serian prematuras á los treinta y dos. Saca pues Ayer vía Lady Brown y me encargó que te diese es-
et mejor partido de tu tiempo, goza de la hora presente, presiones. Deseo que te diviertas mucho en las fiestas
pero memor ultima. Dios te bendiga. de Navidad. A Dios.

(a) Epigrama de Marcial :


Bath, 13 de Diciembre de 1763.
Sunt bona, sunt queedam mediocria, sunt mala plura,
Qa® iegis bis : aliter non fit, Avile, líber.
Mi querido amigo. Don José Salas lo tradujo de esta manera :
Recibí esta mañana tu carta en que me reconvienes Algo leerás bueno aquí,
por no haberte escrito esta semana. No lo hice porque Algo mediano : ya escucho,
no tenia nada que comunicarte. Mi vida es tan uni­ Avito, que hay malo mucho
forme que cada día es semejante al anterior. Veo á muy Pero el libro se hace asi. Tr.

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314 CARTA8

No tengo que comunicarte ningún acontecimiento


político; el verano no es la estación de los grandes su­
cesos, que por lo regular estallan en invierno. Muchas
cosas se esperan á la entrada del parlamento, pero ya
sabes que este lenguaje es siempre el de los temores y
Bath, 81 de Diciembre de 1763. de las esperanzas: sin embargo, creo que habrá una
especie de soldadura entre ambos partidos.
Tu último secretario ha venido á verme tres ó cua­
Mi QUERIDO AMIGO. tro veces; solicita un empleo civil ó militar sea el que
fuere; en una palabra, le falta pan y ha tocado la puer­
ta de varios ministros sin conseguir nada. Desearía
Grevenkop me escribió cuatro letras por el último
con todo mi corazón poder asistirlo, pero le he dicho
correo diciéndome que tenias la gota, pero lo dudo
sinceramente que no me es posible, y le he aconsejado
mucho, es decir, que sea verdaderamente gota. La úl­
que trate de abrirso camino hasta Lord Bute.
tima Indisposición que pasaste aquí la declararon
Yo sigo precisamente lo mismo que me dejaste, es
gota los hábiles, y al fin se vió claramente que solo
era reumatismo. Ten cuidado de que no vuelva á co­ decir, un ser nulo. La vejez se apodera de mi insensi­
meterse el mismo error, y que al tomar medicinas ca­ blemente, y soto veo aumentar mi debilidad y mi de­
llentes y fuertes para la gota, no irriten el reumatis­ crepitud ; pero no sufep, y así estoy contento.
Tu correspondencia puede * ser ahora muy regular y
mo, dado caso que este sea tu mal.
espero carta tuya cada quince dias. Por mi parle seré
M. Wilkesha imitado á los grandes hombres de la
antigüedad sacrificándose á un destierro ; este era el exacto; pero escribe á tu madre con mas'frecuenda
único medio de derrotar á sus adversarlos y á sus aunque solo sean cuatro renglones. A Dios.
acreedores; y aunque sus amigos, si los tiene, dicen
que volverá muy 'pronto, yo respondo por él que este
pronto tardará muchísimo.
Me he visto muy indispuesto estos cuatro dias con
un fuerte catarro que no sé cómo cojí, el cual me ha
obligado á suspender las aguas; pero ya estoy mucho
mejor, y me propongo continuarlas esta semana y
abrazarte en la ciudad del lunes ó martes en ocho. Blackheatd, 27 de Julio de 1764.
Dios te guarde (a).

Mi querido amigo.

Recibí hace dos dias tu carta del 11 de Dresde, á


cuya ciudad me alegro que llegases bueno. Escesíva-
mente cara es ahí la vida animal, y no concibo como
Blackheath, 20 de Julio de 1764. pueda subsistir la gente pobre después de haber sido
pillada durante tanto tiempo por sus soberanos y no
soberanos.
Mi querido amigo. En cuanto á procurarte el título y sueldo de pleni­
potenciario me| sería tan fácil conseguirlo del Gran
Acabo de recibir tu carta del dia 3 escrita en Praga; Turco como de este ministerio, y en verdad, creo que
pero nunca llegaron á mis manos las de Ratisbona de no está en su mano contentar tus deseos.
que me hablas. Veo que tus movimientos son tan rá­ Respecto átus intereses privados, si puedo comparar
pidos que no sé á donde dirigirte la puntería. Supongo las cosas pequeñas con las grandes, creo haber encon­
que si á esta hora no te bailas establecido, has llegado trado un espediente mejor que el que propones. Maña­
por lo menos á Dresdo, y terminado tus audiencias y na enviaré de una vez á tu banquero M. Larpent qui­
ceremonias. nientas libras esterlinas para tus gastos, y esto me
parece que vale mas que hacerte envíos cada trimestre.
Para mediados del estío próximo puedes contar con
toda seguridad de que el mismo sugeto tendrá igual
suma á tu disposición.
(a) 5 de Junio. El autor á la marquesa de Monconseil : Por aquí se dice, y creo que no sin fundamento, que
la reina de Hungría ha accedido al pacto de familia
......... Je n’ai pas eu des lettres de votre petit protégé, entre Francia y España. Si asi es, digo que es necesario
(lepuis qu’íl vous aura fait sa cour cette fois i París; mais
que formemos con tiempo una contra-alianza para
vous connaissant tous deux, comme je fais, je sais, comme si
equilibrar á lo menos esta fuerza.
j’avais été présent, que vous lui avez donné millo témoi-
gnages de votre amilié, et que lui, de son cólé, en a senti la La manía del matrimonio es aquí general, de modo
plus vivo reconnaissance , micux qu’il ne Laura exprimée, que el invierno próximo habrá probablemente una
car il est assez, ou plutót trop taciturno. 11 a de trés bonnes buena cosecha de cornudos que solo son ahora cocus
marebandises dans sa boutique, mais il n’a pas le talent de en herbe. Lord G'” M. B***y M. D’” han eligido mu-
Ies étalcr, et de les fairo valoir, comme il devrait. Enfin, geres hermosas que no tienen un cuarto. Necesario es
malgré tous les soins que j’ai pris pour le décrotlcr, il cst que Lord'” trabaje algo para entrar en la cofradía.
encoré trop anglais. Tr. Buenas noches.

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DE LORD CHESTERFIELD 815

alternativa mas segura y ha completado su carácter da


muger fuerte abandonando todo escrúpulo. Si Maqulá­
velo viviese, la habría sin duda elegido por su heroína,
como Cesar Borgia fué su héroe. Todas las mugeres
son maquiavélicas, porque jamás son buenas ó malas
á medias. Sus pasiones son muy fuertes y su razón muy
Blackheatd, 3 de Setiembre de 1764. débil para obrar en algo con moderación.
Parece que ya te hallas bien establecido en Dresde:
cuatro lacayos sedentarios y un volante forman un
Mi querido amigo. tren muy guapo. Los que fueren Alemanes te tratarán
de seine excellentz, y los Franceses, si tienes algunos,
Recibí tu carta de 13 del pasado, por la que veo que de monseigneur.
te faltaba muy poco para tu instalación definitiva, y Mi salud varia como de costumbre, pero nunca toma
que no tenias necesidad de hacer gastos en grandes el buen camino.
convites, visto que los otroB no los hacen. Dios te bendiga.
Francia y España nos insultan de concierto, y lo lie*
vamos muy en paciencia. En mi opinión este es el
tiempo de hablarles con entereza. Estoy persuadido de
que Francia no nos buscará la cara hasta que no tenga
una marina igual á la nuestra, lo cual no podría ser
antes de tres ó cuatro años; y realmente pienso que
entonces oiremos hablar de cualquiera otra cosa. Este
es pues el momento de elevar la voz, y seremos temi­ Dlackheatu, 4 de Octubre de 1764.'
dos si mostramos que no tememos.
M. Harte me envió una obra para ti y para mi sobre
agricultura, y te sorprenderá, como confieso que yo lo Mi querido amigo.
he sido, porque no solo está escrita en buen ingles, si­
no con elegancia, y aun ha esparcido algunas gracias Tengo á la vista tu carta de 16 del pasado, y entregué la
en el asunto, de modo que su prosa se acerca mucho á inclusa á Grevenkop quien se obligó á desempeñar tu
las Geórgicas de Virgilio. Le he escrito felicitándolo encargo del modo mas barato. Dice la verdad relativa­
por esta feliz metamórfosis. En primera ocasión te re­ mente á los diamantes de la condesa de Cosel, que
mitiré tu ejemplar, y aunque no seas Agrícola lo lee­ ninguno comprará aquí sin verlos, puesto que son mu­
rás con placer. chas las minucias que contribuyen á aumentar ó dis­
Presenta mis cumplidos y los de Lady Chesterfleld minuir el valor de esta piedra preciosa.
al conde y condesa Flemming. Dios te bendiga. El queso de Cheshlre y la cerveza de Burton son cosas
de que yo me encargo, y te las enviaré lo mas pronto
posible. Te daré esta ocasión un consejo cuya utilidad
me ha enseñado la esperiencia, y es que en todos los
encargos de hombres y mugeres no uses de galantería.
Presenta las cuentas y haz que se te pague hasta el úl­
timo maravedí. Si quieres hacer algún obsequio, pro­
cura que sea independiente de tu comisión, porque de
BtAcrnEATB, 14 de Setiembre de 1764. otro níodo llegarías á ser el encomendero banal de to­
das las mugeres de Sajonia.
A propósito, quien es esa condesa de Cosel ? Es
Mi querido amigo. hija ó nieta de la famosa madama de Cosel que vivia
en tiempo del rey Augusto ? Es joven ó vieja, fea ó
Recibí ayer tu carta de 30 del pasado, por la que veo hermosa ?
que no hablas recibido aun la que te encaminé al si­ No me admiro de que el mundo se sorprenda do
guiente dia de recibida tu precedente. No pierdes mu­ nuestra paciencia y sumisión relativamente á Francia
cho, porque como te dije en mi última, esta estación y España. Esta última acaba en efecto de dar su con­
no procura materia para cartas. La mies será probable­ sentimiento para que cortemos palo de Campeche,
mente abundante en el invierno; ¿ pero de qué grano? según lo tratado, y ha enviado órdenes á su Goberna­
no lo sé, ni io presumo ni me inquieta. Tengo por dor para que nos lo permita; pero al mismo tiempo
seguro que Lord Rute sobrenadará entonces; pero observarás que no se habla una palabra de indemnizar­
si ha de ser con ayuda de vejiga ó de corcho, solo Dios nos de las pérdidas que hemos sufrido allí últimamente.
lo sabe. La Francia tampoco se muestra mas blanda, porque
Me preguntas qué es lo que pienso de la muerte del solo pagará la mitad del dinero, después de haber
pobre Ywan y de la que la ordenó (a). Te acordarás liquidado*sus cuentas sobre el sustento de sus prisio­
muy bien que siempre dije que ella lo mataría ó se ca­ neros.
saría con él, ó que quizá haría uno y otro. Eligió la He visto Les contes de Guillaume Vad¿, y estoy do
ellos tan poco contento, que á penas puedo imaginarme
que sean de Voltairc. Pienso mas bien que son trozos
que cayeron bajo su mesa y que algunos escritores su­
balternos redujeron bajo su nombre.
(a) Catal in« H. La semana entrante iré á Londres á establecer mis

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316 CARTAS

cuarteles de invierno. Por aquí hace tiempo muy hú­ como Dresde debe haber á lo menos un buen médico j
medo y irlo, lo cual no conviene de ninguna manera á espero que lo habrás consultado, y querría que lo in­
una constitución usada como la mia. formases de todos los diferentes ataques de esta especie
El mes de Noviembre iré á Bath con la mira de abas­ que has tenido desde el primero y mas peligroso en
tecerme para el invierno, y también para variarla Laubachy hasta el que sufriste en Dresde. Díte también
escena. Buenas noches. que en tu última enfermedad en Inglaterra, los médi­
cos se engañaron y trataron de curarte como si pade­
cieses gota, bosta que M. Matty te tomó á su cargo
como reumático y te curó. Creo que nunca has tenido
gota sino reumatismo, y por esperiencia sé que es tan
doloroso como la primera, y que debe curarse de un
modo enteramente diverso, es decir, con medicinas
Londres, 19 de Octubre de 1704. refrigerantes y regimen, en vez de esos cordiales infla­
matorios que ios médicos recetan siempre que suponen
que es gota, para alejarla, como ellos dicen, del estó­
Mi querido amigo. mago.
Hace justamente una semana que me hallo en este
Ayer por la mañana vino lí.*°, de parte de Milord lugar; pero he tomado tan poco las aguas, que no
Ilalifáx, para preguntarme si creia yo que quisieses puedo hablar de ellas bien ni mal. Hay aquí infinidad
ceder tu lugar en el parlamento mediante una buena de gentes pero muy pocas de mi conocimiento. Parece
remuneración, es decir, dinero. Mi respuesta fué que que Harte se ha fijado aquí para toda la vida: cierto es
realmente ignoraba tu parecer, pero que en general que su salud es mala, pero no tanto como él lo cree ó
sabia que te hallabas muy dispuesto á complacerlos en querría persuadirlo.
cuanto dependiese de ti; que me constaba que tu Dios te bendiga, mi querido amigo, y te envío mejor
elección habia costado dos mil libras esterlinas (a); salud.
que todavía no vá corrido la mitad del tiempo, y que
en cuanto á mí aprobaba la proposición con tal deque
se te diese un justo equivalente. Supongo que por este
correo se te enviará alguna carta sobre el particular, y
así es necesario que consideres lo que te convenga
hacer. Yo te aconsejo que les des mucho galbanum en
la primera parte de tu carta; el galbanum no cuesta Londres, 26 de Febrero de i 7G5»
nada; y en seguida diles que te hallas dispuesto á hacer
lo que gusten, pero que esperas una indemnización
equitativa, en consideración á las dos mil libras que Mx querido amigo.
costó tu elección en el parlamento, y que te tomas la
libertad de recordarles que en la última sesión se te Tu última me ha causado tanto placer como tu pri­
hizo venir de Batisbona, lo cual te obligó á gastar tres mera me habia llenado de inquietud; y como Larpent
ó cuatrocientas libras, y que por lo tanto, piensas que confiesa su descuido, todas mis sospechas se desvane­
mil libras no es suma desproporcionada; pero que en cen, sospechas que cualquiera otro en mi lugar habría
todo caso harás lo que fuere de su agrado. Bien visto, concebido.
creo que esta proposición te es ventajosa, porque pro­ Todo lo que puedo decir del negocio entre tú, como
bablemente no asistirás á las sesiones en estelaria- del cuerpo diplomático, y los ministros de Sajonia, es
mentó, y ademas, te evitará quizá otro viage de Dres- que voilá bien du bruit pour une omelette au lard.
de, en caso que el ministerio tema algunas dificultades Pronto se arreglará una desavenencia en que debes
en la sesión subsecuente. En todo lo que tengamos mostrar toda la moderación que puedas, cediendo
qué hacer debemos mostrar buena voluntad. Dixi. hasta el punto que tus instrucciones te lo permitan,
Dios te bendiga. sobre todo respecto del conde de Flcmming. Creo quo
el rey de Prusia tiene intención de insultarlo personal­
mente como á su antiguo enemigo, ó bien de suscitar
querella á Sajonia que no se atreve á fiarse á él; pero
algunos del cuerpo diplomático de aquí me aseguran
que solo es un pretesto para retirar á su enviado y
poner en su lugar, cuando todo esté arreglado, un mo­
Bath, 10 de Noviembre de 1764. desto encargado de negocios menot coiloso, como lo ha
hecho ya en París y Londres.
El pobre Scbrader murió el sabado último sin dolor
Mi querido amigo. ni enfermedad. A Dios.

Muy inquieto me tiene lo que me dices de tu salud


en tu última carta. Me imagino que en una ciudad

(a) Diez mil pesos..

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DE LORD CHESTERFIELD 317

podía esperar de mi edad y de mi constitución; sin


embargo, siento por grados mi decadencia, aunque
casi insensiblemente, y pienso que no caeré sino quo
resbalaré suavemente hasta la base de la montaña do
la vida. No sé nada ni me inquieta nada de la época,
porque estoy muy cansado de vivir. A Dios.
Loxdres, 22 de Abril de 1705.

Mi QUERIDO AMIGO.
Antes de ayer recibí tu carta del 3, por la que veo
que el negocio importante sobre el ceremonial quedó
al fin arreglado como yo lo había previsto. Las poten­
cias que desean suscitar querellas, pretestan por lo re­ DLACEHEATn, 2 de Julio de 1705.
gular semejantes minucias ; pero pronto ceden cuando
no tienen interes ni inclinación para un rompimiento. Mi querido amigo.
El conde de Flemming, aunque vivas, es hombre pru­
dente, y estaba yo seguro de que no quería romper con
Acabo de recibir tu carta de 22 del pasado. flabia
las cortes de Inglaterra y de Hanover por tal bagatela,
diferido contestar tu primera, porque cada dia ó cada
sobre todo, durante una minoría. A propósito de mi­
hora esperaba poder informarte de algún cambio mi­
noría, el rey debe ir mañana á la cámara de los pares,
nisterial, pero en vano. Después de mil conferencias,
con objeto de proponer una ley que designe una regen­
todo queda en el mismo estado de que to hablé en n.i
cia, en caso de que él muera, mientras la minoría de su
última. Creo que Lord S.... te hizo una relación bas­
sucesor. Durante la enfermedad del rey difunto, que
tante esacta de la situación de las cosas; pero estoy
era séria, toda la nación pedia altamente que se decre­
persuadido de que se engaña: dice que el rey ha juzgado
tase tal ley, por las razones que naturalmente deben
á propósito restablecer á sus antiguos servidores en la
ocurrirte visto que conoces cuales son aquí las situa­
administración de los negocios. Les muestra todo el
ciones, las personas y los caracteres. Ignoro cuales
disgusto posible y apenas habla por la mañana á al­
sean las claúsulas particulares en que se halla conce­
guno de ellos, á la vez que pasa horas enteras con
bida dicha ley, pero deseo que sea una copia exacta de
cualquiera otra persona. Las conferencias 6lguen su
la que se decretó en tiempo del rey difunto, cuando el
tren, y es fácil adivinar el objeto de ellas ¡ pero es im­
actual era menor. Estoy seguro de que no puede for­
posible, á lo menos para mi, conocer todas sus parti­
marse otra mejor.
cularidades. Me atrevo á profetizar que todo se hallará
Tratas de informarte del negocio de M. do Guerchy;
muy pronto á la disposición de M. PilL
voy á espiiearte con la cortedad posible este raro acon­
Parece que todavía no conoces el carácter de la reina *
tecimiento , pero sin decirte mi propia opinión por el
es una buena muger, buena esposa, madre tierna y
correo ordinario. Sabes lo que ocurrió al principio entre
reina que para nada se mezcla en los negocios do es­
M. de Guerchy y M. d’Eon. Nuestros ministros y M. de
tado. El rey la ama como á esposa, pero ciertamente
Guerchy, faltos de esperiencia en los negocios, se me­
creo que todavía no le ha hablado una palabra de polí­
tieron al principio en embarazos Inestrlcables. Hace
tica. Ya te he dicho cuanto sé sobre este asunto; y creo
tres ó cuatro meses que M. de Vergy publicó en un
que es lo mismo que cualquiera otro puede saber sin
folleto varias cartas que hab[a escrito al duque de Choi-
hallarse en el secreto. Fácilmente te imaginarás quo
scul, en que asegura positivamente que M. de Guerchy
las conjeturas y las relaciones son infinitas; y si como
le habla invitado á venir á Inglaterra para asesinar á
se dice, solo hay una verdadera, es claro que un millón
d’Eon. Las palabras, según puedo recordar, eran qtre
de ellas son falsas porque todas son diferentes.
se le deseaba en Inglaterra, no para servirse de su
Has perdido un criado hombre de bien con la muerto
pluma, sino de su espada. Bien puedes Imaginarte
del pobre Luis; te aconsejo que tomes en su lugar un
hasta qué grado debió chocar esta acusación de asesi­
joven Sajón que presente buenos testimonios de sd
nato á M. de Guerchy, que se quejó vivamente á nues­
conducta, en vez de enviar á buscar uno á Francia
tros ministros, y estos se mostraron embarazados por
algún tiempo sin saber qué hacer. Ai cabo M. de Vergy de cuya honradez no podrás Informarte bien á tal dls >
se presentó hace cerca de dos meses al asesor de tancia.
Cuando se dijere algo nuevo te Informaré mas deta­
Middlesex, y juró que M. de Guerchy le habla pagado
para asesinar á d’Eon. El asesor mayor, en vista de lladamente. A Dios.
esta deposición, declaró que M. de Guerchy era cri­
minal de muerte premeditada. El rey ha concedido un
noli prosequi en favor de M. Guerchy, y el fiscal per­
sigue ahora á M. de Vergny. Saber si el rey puede con­
ceder un noli prosequi en un caso criminal, ó si el
derecho de gentes se estiende á estos casos, son dos
asuntos que ocupan á nuestros políticos y á todo el
cuerpo diplomático. Finalmente, para servirme de un
dicho vulgar ti y a quelque parí de lam...e au báton.
Yo veo y oigo estas tempestades sentado en la playa,
suave mari magno ect. Disfruto de mi sosiego y de mi
seguridad con tan buena salud como razonablemente

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318 UAKIAb

que el ministerio se consolide; solo Dios sabe cuando


sucederá esto. Si yo me llevase de mis conjeturas, di­
ría que dentro.de poco M. Pitt y sus asociados gober­
narán al ministerio actual, que solo es una mezcla
heterogénea de vejez y juventud que no puede ha­
cer nada.
Blaciheatu, <5 de Julio de 1765. M. Townsend llama al presente ministerio, a lutes-
tring ministry, solamente para el verano.
Mi querido amigo. La próxima sesión será violenta, como fácilmente
Juzgarás si atiendes á los hombres empleados y sin
empleo.
Te prometí en mi última que te escribiría luego que
Siento el principio del otoño que es ya muy frío. Las
hubiese algo nuevo que comunicarte. La materia es
hojas comienzan á secarse y caerán pronto, y parecen
hoy muy abundante y por lo que hace á los cambios
indicar que es menester que yo las siga. Lo haré sin
que ha habido, te remito á la gaceta y á las cartas ofi­
repugnancia, porque estoy estremadamente cansado
ciales, aconsejándote que suspendas tu juicio, como lo
de este mundo frivolo. Dios te bendiga en este y en
hago yo, relativamente á lo que todavía tiene que acon­
el otro.
tecer. Se habla de varios otros cambios, pero de un
modo tan vago y tan diferente, que no es posible saber
lo cierto. Ha habido ya muchas gentes separadas de
sus empleos, y en toda mi vida me acuerdo haber visto
tantas mudanzas á la vez; todos los comisarios de la
Tesorería, y dos nuevos Secretarios de Estado conmuL
íis aliis ect.
llay aquí una nueva arca política casi construida,
pero de materiales tan diversos y sobre cimientos tan
débiles, que á mi parecer no tendrá fuerza ni duración: Blackheath, 25 de Agosto de 1765.
necesitará de algunos reparos y de una piedra de
apoyo el invierno próximo, y esta piedra será nece­
sariamente M. Pitt. Verdad es que hace tiempo que Mi querido amigo.
podría haber sido esta piedra aceptando, pero no sin
el conocimiento de Milord Temple que ha rehusado No hace mas de cuatro dias que recibí tu carta de 2
positivamente. En este negocio hubo algo oculto mas del corriente. Me figuro que te hallabas bueno porquo
allá de mis conjeturas. Davus sum, non CEdipus. te muestras muy animado. Tu juicio sobre el naci­
Hay un interregno en la Tesorería. Supongo que miento ó la regeneración del ministerio es muy exac­
Lord Rockíngham y M. Dowdesweil no se mostrarán to ; me atrevo á decir que es muy cierto que los quo
muy activos. El general Conway, que es ahora tu gefe, lo componen no tienen aun el verdadero sello de laca-
tiene á lo menos talentos para desempeñar los nego­ bala ; á lo menos no se halla entre las manos de los
cios de su ministerio, y me atrevo á decir que se apli­ secretarios de Estado, quienes solo tienen el del rey;
cará. Creo que lo mismo puede decirse del duque de y me parece que ni aun el Lord del sello privado lo
Grafton; y en verdad que no se necesita ser mágico pa­ posee. Confieso que me pierdo cuando examino la pre­
ra desempeñar la partp mecánica de los empleos. En sente situación de los negocios; diferentes conjeturas
cuanto á la parte de ministro, es cosa diferente: nece­ se presentan á mi alma, pero no puedo fijarme en nin­
sitan abatirse eon sus colegas para procurarse el poder guna. La próxima sesión «clarará necesariamente to­
y el favor. No se atiende á los negocios estranjeros; das estas materias, porque me parece que la discusión
oreo que ni aun se piensa en ellos, y esto cuando pa­ parlamentaria será mas animada y violenta que todas
rece muy necesario equilibrar el pacto de familia; las que hemos tenido después do la del impuesto. El
jsi tal cosa no se hace pronto, después será muy tarde. último ministerio, que forma la oposición presente,
está determinado á atacar á Lord Bute en el parla­
mento, y á forzar á la antigua oposición, que es el pre­
sente ministerio, á que lo proteja públicamente en
consecuencia de su pretendido tratado con él. Entro
tanto, la guerra en los diarios continua furiosa por
ambos lados, con gran entretenimiento de los ociosos
y de los indiferentes como yo. No sé si recibes el Daily
Blackheatü, 17 de Agosto de 1765. Advertiser y el Public Advertiser, en donde se hallan
insertas todas las cartas políticas de ambos partidos, y
hay algunas muy bien escritas; á mi me divierten mas
Mx querido amigo. ó menos una ó dos horas todas las mañanas.
Se supone que Lord es el autor dei folleto qus
Me debes actualmente dos cartas, y temo que la gota mencionas; pero á mí me parece que es escrito supe­
te haya obligado á contraer esta deuda. Cuando no te rior á sus fuerzas: quizá su hermano C—T. que está
hallares capaz de escribir, que tu secretarlo me ponga lejos de hallarse contento con el actual arreglo, le habrá
dos renglones para informarme de cómo te hallas. ayudado en secreto.
Por la gaceta oficial habrás visto los cambios que ha Te encargo que me digas en tn próxima lo que pien­
habido en esta córte; pero me parece que al mismo sas del príncipe Enrique de Prusia, y si es de tu gusto.
tiempo has de haber apercibido que habrá otros antes Dios te bendiga.

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DE LORD CnESTERFIBLD 919

Mi querido amigo. |* Londres, 25 de Octubre de 1765.

El rentajosoretrato que haces del príncipe Enrique,


y que creo es exacto, eclipsa en gran parte el del rey do Mi querido amigo.
Prusia, y quizá ésta es la causa de que ambos se lleven
tan mal; pero el rey de Prusia, con todos sus talentos, í Recibí tu carta del 10 sónica, porque parto para Bath
debía tener presente aquella muy conocida y verdadera I mañana por la mañana. Si los baños no me procuran
máxima, qui invidet minor. M. de la Rochefoucault mejoría, el cambio de escena me divertirá á lo menos
dice: que la envidia es la mas baja de todas las pasio­ por algún tiempo; á mi edad y con mis achaques es
nes, visto que se condesan muchos crímenes pero nadie menester no perder ripio. Un poco de variedad es tan
condesa la envidia. Gracias á Dios, nunca he sido yo necesaria al alma como las medicinas al cuerpo.
susceptible de esta vergonzosa y despreciable pasión,
sino respecto á la dicha de un rival afortunado con una
hermosa muger que yo amase ; pero ahora que ha ce­ Por lo que hace á política tenemos aquí un eclipse
sado la causa, los efectos ya no existen. total, que supongo durará hasta la reunión del parla-
¿Qué te diré, ó mas bien qué podré decirte de nues­ < mentó, y esto no se verificará antes del 15 de Enero
tro mundo político? Los antiguos ministros acusan á í próximo, porque la asamblea de 17 do Diciembre es
los nuevos de no haber hecho nada, y los nuevos acu­ J solo con el objeto de regularizar algunas órdenes para
san á sus adversarios de haber hecho peor que nada. i nuevas elecciones (writs). Los ministros antiguos ame-
Los escritores de ambos partidos se atacan recíproca­ < nazan á los actuales, pero estos no parecen temer á los
mente y á veces con tino y agudeza. < primeros; tienen para ello una buena razón, y es quo
Todo esto á mis ojos no es mas que preparar leña í pueden disponer del pan y del pescado. Me parece
para el fuego que debe arder en la capilla de San Es- j cierto que M. Pitt no aceptará nunca un lugar en esta
tevan. Cómo terminará esto es cosa que no puedo con­ ' administración ni en ninguna otra; todo el año, ó á lo
jeturar; si M. Pitt no viene »socorrer á los actuales J menos la mitad de él, está enfermo con dolores muy
ministros, les costará mucho trabajo defender el ter­ | violentos. Estos males físicos refrenan las dos grandes
reno. C—T*'* será de 6u bando ; y con quien otro ¡pasiones á que se halla sujeta la naturaleza humana,
cuentan? con nadie sino Co> que solo tiene buen sen­ el amor y la ambición.
tido pero sin los talentos necesarios ni la esperlencla,
are ciere Marlemque accendere cantu. En toda mi Aunque no creo que el nuevo ministerio viva largo
vida me acuerdo haber visto ios negocios en estado mas ¡tiempo, no puedo adivinar quienes le sucederán, tal es
problemático; muy embarazado podría verse un hom­ la carencia de sugetos palpables. El duque de — pro­
bre para elegir. testa que cuidará de que Lord — sea atacado personal-
Tu huéspeda Miss C’**, es otro problema que no I mente en ambas cámaras: pero yo no veo cómo puoda
puedo resolver : no tenia mas necesidad que tú de to­ I hacerlo sin que él mismo no se esponga al riesgo.
mar las aguas de Carlsbad. ¿ Será acaso para hacer ver Miss C”* llegó aquí y su duque la ama mas que nun­
al duque de K**’ que no puede vivir sin ella? Es un ca. Era un ensayo muy peligroso dejarla tan largo tiem­
esperimento peligroso, que quizá podría convencerlo po, pero parece que ella conocía muy bien á su
de que puedo vivir solo. No dudo que hay en esto algún hombre.
manejo oculto que no veo, ni tengo ínteres en descu­
brir. Tú has hecho muy bien de mostrártele civil, lo
cual nunca hace daño. Yo iré á tomar mis aguas, es
decir, las de Bath, dentro de tres ó cuatro semanas»
mas bien para bañarme que para beberías. Los baños
calientes provocan siempre mi transpiración, y esta
suaviza mis miembros endurecidos con los reumatis­ Te compadezco en medio de esa inundación de com­
mos. Con todo, me siento actualmente tan bueno y patriotas que te acosan: muy bien sé yo de qué pié
mejor de lo que con razón podía esperar anno septua­ cojean. Esto por otra parte es costoso; pero como yo
gésimo primo. Ojalá y tú llegues hasta allá y aun mas I considero el gasto como el mal menor, voy á ensayar
lejos. Dios te bendiga. | si un presente de año nuevo
Bathlo
, 28 de Noviembre de 1705.
remedia.
Hallándome en vísperas de partir, solo agregaré que
( Dios te bendiga.
Ml QUERIDO AMIGO.
♦*-

I
Recibo en este momento tu carta del 10. nace cerca
de un mes que me hallo aquí bañándome y bebiendo
las aguas por dolores casi como los tuyos, en las pier­
nas, las caderas y ios brazos; si es gota ó reumatismo,
solo Dios lo sabe; yo creo que son ambas cosas quo
¡combaten sin que ni una ni otra triunfe, y que me han
reducido absolutamente á la miserable situación del

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320 CARTAS

enigma del Esfinge; á andar en tres plés, es decir, con nada menos qne las dragonnades (a) y qne las tropas
ayuda de mi bastón para poder pasear 6 por mejor decir que allí tenemos exijan el impuestb. Yo digo qne nun­
cojear. Desearía yo que fuese gota declarada; á lo me­ ca he visto corregido á fuerza de azotes á ningún niño
nos es enfermedad de caballeros, á la vez que el reu­ obstinado, y que no querría que la madre patria se
matismo es mal de cocheros ó de otras gentes que se condujese como una madrastra. Nuestro comercio en
ven obligadas á esponerse diariamente á las inclemen­ América produce un año con otro dos millones, y el
cias del tiempo. impuesto del papel sellado solo figura en osta suma
Creo que harías muy bien de solicitar licencia, y me por 100,000 libras, que no deseo ver entrar en las ar­
atrevo á decir que la obtendrías fácilmente, para irá cas del estado, con la certidumbre, ó solo con el
tomar algunos baños á Suavia, esto es, suponiendo que riesgo, de hacer perder un millón anual al tesoro
hayas consultado con algún hábil facultativo de Dresde público.
ó de Lipsia, sobre la naturaleza de tu enfermedad y No hablo de la jarretera que se confirió ayer, por­
sobre la de los baños; pero suos quisque patimur que las gacetas te informarán sobre el particular; pero
manes, Mal contrato hemos hecho por lo que hace á debo observar que la cinta concedida al príncipe
esta vida, bien lo sabe Dios; y la paciencia es el único Bruns^rick ei upa señal de la mayor distinción para
medio de no empeorarlo. M. Pitt permanece aquí en esta familia. Creo que es la primera, escepto nuestra
cama, con una gota muy cierta y no política como se familia real, que haya obtenido dos cintas azules al
ha sospechado frecuentemente. mismo tiempo. Es necesario confesar que esta casa las
Ha habido aquí un congreso de casi todos los ex- merece.
minislros. Si estos han levantado una batería, como No se oye hablar en la ciudad de otra cosa que de
lo supongo, está oculta porque nada ha transpirado : separaciones conyugales: Guillermo Finch, el ex-vice
confiesan únicamente que se proponen atacar con el camarero mayor, Lord Warwick y tu amigo Lord Bo-
mayor vigor. Por lo demas parece que hay una total lingbroke. No me sorprenden estas separaciones, sino
suspensión de todos ios negocios hasta la reunión del de que tantos maridos y mugeres vivan todavía Juutos;
parlamento, y entonces signa canant. Me alegro mucho cierto parece que en este país no se comprende bien
de que no te halles ahora aquí, y no necesito decirte el matrimonio.
las razones. Se te habría ciertamente llamado como He enviado hoy á M. Larpent doscientas libras ester­
la vez pasada y no se te habrían pagado los gastos del linas como obsequio de año nuevo; supongo que te lo
viaje. avisará por este correo.
El pobre liarte está muy malo y condenado á los Pasa las fiestas de .Navidad tan alegremente como
baños calientes de Bristol. Es mejor poeta que filósofo, puedas, porque visto el poco tiempo que nos queda
porque toda su enfermedad y melancolía proceden de nada es mas funesto que la negra melancolía. Por
la mala acojida de su Gustavo Adolfo; se ha vuelto lo que hace al año nuevo, Dios te conceda muchos y
estremadamente devoto, de lo cual me alegro, porque muy felices. A Dios.
siempre es un consuelo para los aflijidos.
No puedo poner en manos de M. Larpent mi regalo
de año nuevo hasta que no regrese yo á la ciudad, lo
cual se verificará antes de navidad. Entre tanto Dios
te bendiga.

Londres, 11 de Febrero de 17GG.

Mi querido amigo.

Londres, 27 de Diciembre de 1765. Recibí hace dos días tu carta de 25 del pasado, y
ocho diasantes la precedente de que me hablas; esto
retardo prueba que los caminos están casi Intransita­
Mi querido amigo. bles en esta estación. Apenas me acuerdo haber visto
un invierno mas crudo; aquí ha ocasionado muchas
El lunes último regresé de Bath un poco mejor de lo enfermedades; mi pobre esqueleto ha sufrido tanto,
que estaba antes -de ir allí; los dolores reumáticos en que me vi obligado hace tres semanas á sangrarme dos
mis piernas y talones siguen atormentándome, y casi veces en cuatro dias. Lo conveniente de esta operación
no puedo esperar verme libre de ellos. apareció después, por la mucha mala sangre que mo
Sin duda que habrás recibido la reseña oficial de lo sacaron y el alivio considerable que sentí en la cabeza
que ha hecho, ó por mejor decir, de lo que no ha he­ y los miembros.
cho el parlamento el día de su apertura. El mismo Quizá esperas de mí una relación circunstanciada
asunto será el gran objeto de la próxima reunión : me dei estado actual de las cosas políticas. SI asi es, ve-
refiero al negocio de nuestras colonias en América, so­
bre la imposición del papel sellado, que aquellos colo­
nos rehúsan pagar absolutamente. El gobierno se incli­
na á manifestar alguna indulgencia á estos hijos in­
solentes para con su madre patria: la oposición es de (a) Nombre que quedó á la persecución que se bizo en
parecer que se empleen medidas rigorosas, según las Francia en tiempo de Luis XIV á los protestares para la
llama, pero yo las considero como violentas; quiere cual se emplearon los dragones. Tr.

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DE LORD CHESTERFIELD 321

ras frustradas tos esperanzas, porque ninguno en el ríales, pero de qué genero, solo Dios lo sabe. Es tam­
mondo, y yo menos que nadie, sabe nada sobre el par­ bién muy dudoso si M. Pitt aceptará ó no un lugar en
ticular ; cada día, y aun cada hora, se cambia de reso­ la administración. Los dos secretarios de estado actua­
lución. En general se piensa, y yo soy de igual parecer, les lo desean ; pero los otros piensan en la fábula del
que el ministerio actual está para morir; pero solo Dios caballo que llamó al hombre á su socorro (a). No te
sabe si tendremos pronto otro por diferente estilo. Sin diré nada de los negocios de América, porque no tengu
embargo, es seguro que la elección de los ministros fué bastante tinta, plumas ni papel para darte una idea
muy contestada en la cámara de los comunes, y que clara de ellos. Las discusiones promovidas sobre el
solo tuvieron una mayoría de once votos, número muy particular, tanto en las cámaras como en las socie­
corto para poder manejar convenientemente el timón dades. han sido ardientes y apasionadas. El decreto
del estado. Al día siguiente fueron vencidos por una sobre el papel sellado se revocó al fin, y me alegro
mayoría de tres votos en la cámara de Lores, en donde mucho de eno. Yo envié mi voto en este sentido, porque
se trató de llevar á cabo el acto del pafcel sejlado en las vela mas inconvenientes en llevar á cabo la medida quo
colonias rí et armis. No sé qué conclusión sacarás de en derogarla.
estas premisas; yo protesto que no saco ninguna, y El otro dia estuvo conmigo el coronel Brown, y mo
solo contemplo con asombro la confusión en que se aseguró que te habla dejado bueno. Dice que me co­
hallan los negocios; no he visto nada semejante des­ noció en Spá, pero yo no me acuerdo, aunque sí bago
pués de cincuenta anos de esperiencla. Este acto, re­ memoria de sus dos hermanos el coronel y el raptor.
voque» ó no, lo cual parece aun muy problemático, es Presenta mis respetos al conde Flemming; siento mu­
pernicioso; ha infundido tanto terror en los America­ cho la enfermedad de la condesa; era muger de (taí­
nos, que nuestro comercio con ellos no será por mu­ simos modales.
cho tiempo lo que antes. Hay en nuestras manufactu­ Difícilmente creerás que tuve á comer en mi casa á
ras una multitud de artesanos que morirán de hambre tu antiguo conocido el príncipe de Brunsvvick. Me ale­
por falta del trabajo que les procuraba nuestro comer­ gro que haya pasado esta ceremonia que no podía yo
cio con América, y el hambre es siempre madre de los evitar, porque S. A. me habla abrumado con mil cum­
tumultos y de las sediciones. plimientos y atenciones.
Pues que has escapado de la gota en medio de un Dios te bendiga.
frió tan rigoroso, es de suponer que te verás libre de
ella, á lo menos hasta el invierno próximo. A Dios.
Lord*** que se separó de su muger, sostiene ahora
con mucho lujo á una..... Este es el medio de completar
mi ruina.

(«) Perseguía un caballo vengativo


A uii ciervo que le hizo leve ofensa;
Mas hallaba segúrala defensa
Eu su velos carrera el fugitivo.
Londres, 17 dé Marzo de 1766.
El vengador, perdida la esperanza
De alcanzarlo, y lograr así su intento,
Mi querido amigo. Al hombre le pidió su valimiento
Para tomar del ofensor venganza.

líe consideras como deudor tuyo injustamente. Consiente el bombre, y el caballo airado
Nones recibo tus cartas sin contestarlas por el primero, Sale con su ginele ¿ la campaña,
ó cuando mas por el siguiente correo. Me figuro que Corre con dirección, sigue con maña,
las mías se helaron ó ahogaron on el camino, porque Y queda al fin del ofensor vengado.
los prodigios de heladas, nieves é inundaciones han
Muéstrase al bienhechor agradecido
sido tan frecuentes este invierno que casi han perdido Quiere marcharse libre de su peso ;
su nombre. Mas desde entonces mismo quedó preso,.
Me dices que ibas á los baños de Badén, y ponién­ Y eternamente al bombre sometido.
dome esto en perplejidad, recomiendo la presente pl
cuidado de M. Larpent para que te la encamine. Su­ El entallo, que sacl/o y rosayan/e,
pongo que Badén es en aleman el nombre general de En ei /roudoso bosque y prado ameno
todos los baños, y que estos se distinguen por algún Su libertad gozaba tan de lleno,
epíteto, como Wissbaden, Carisbaden, ect. Me figuro Padece sujeción desde ese instante.
que no serán baños fríos, de los que tengo muy mala Oprimido del yugo ara la tierra :
opinión en todos los casos de artritis ó de reumatismo, Pasa tal vez la vida mas amarga ;
y el tuyo es un compuesto de estas dos enfermedades, Sufre la silla, freno, espuela, carga,
bien que la última es la que domina. Y aguanta los horrores de ta guerra.
Quizá te sorprenderá que no te diga yo nada de los
negocios públicos, sobre los que seré tan secreto como En fin perdió la libertad amable
la dócil Kate de Hotspwr, que no quería decir lo que Por vengar una ofensa solamente.
no sabia. Lo mas particular es que nadie parece saber Tales tos finitos son que ciertamente
mas que yo. Las gentes anhelan, admiran, conjeturan Produce la venganza detestable.
X refinan; se habla diariamente de cambios ministe- (Samaniego.) Tr.
21

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322 TARTAS

Blacriieath, 13 de Junio de 17G6. Blackheath, 11 de Julio de 17GC.

Mi querido amigo. Mi querido amigo.


Tu carta de 30. del pasado llegó ayer á mis manos, y Eres un mortal afortunado dividiendo asi tu tiempo
la esperaba con impaciencia, porque hacia seis sema­ entre los grandes y las bellas; no dudo que harás á
nas que no tenia letra tuya; tu madre tampoco sabia éstas los honores de tu país. Según te esplicas, parece
lo que era de ti, y ya comenzaba á estar segura de que que el emperador es bastante bueno para un empera­
te hablas muerto. Debias escribirle una vez á la semana» dor. Como su categoría es mayor que la de los otros
ó á lo menos cada quince dias ; porque las mugeres no monarcas de Europa, era de suponer que habría reci­
se hacen cargo de los negocios y diversiones de los bido una educación proporcionalmente peor. Por la
hombres; á la vez que yo puedo por esperiencia tener relación que me haces veo que aprendió el arte homi­
presente uno y otro; sin embargo, desearla queme cida, único en que los principes se hallan siempre ins­
escribieses regularmentes una vez cada quince dias. truidos, por la buena razón, de que su grandeza y su
La semana pasada puse en manos de M. Larpent gloria solo dependen del número de sus semejantes
quinientas libras para tí, correspondientes á mi oferta que su ambición puede esterminar. Si un soberano se
de verano; supongo que ya te habrá escrito sobre el mostrase casualmente moderado, justo y clemente,
particular. Debes confesar que soy muy exacto. qué figura tan despreciable no haria en el catálogo de
¿ Qué te diré de nuestros negocios ? Protesto que no los príncipes! Siempre be manifestado yo gran respeto
sé nada, y la descripción que tú haces de ellos es tan por el rey zoquete. Después de esta entrevista en Tor-
exacta como todas las que yo, que me hallo en el lugar, gau, los dos monarcas quedarán menos ó mas desave­
podría darte. La dislocación y el desarreglo son com­ nidos; pero yo me inclino á creer que será lo último.
pletos, y por consecuencia todas las medidas ineficaces. Felipe de Gomines observa que el abocamiento de los
Cuando el duque de Grafton renunció los sellos, pro­ reyes no produjo nunca nada bueno. El rey de Prusla
nunció un discurso en la cámara de Lores, declarando empleará toda su perspicacia para analizar á S. M. L, y
que no objetaba nada contra las personas ni las me­ yo apostaría á favor del águila negra contra las dos cabe­
didas del actual ministerio, pero que no lo creta bas­ zas del águila austríaca,aunque se dice quedos cabezas
tante fuerte para manejar con acierto los negocios, y valen mas que una. Si los dos monarcas estuviesen
que solo conocía á un hombre (M. Pitt, como fácilmente bajo mi dirección y se hallasen sostenidos de algunos
supondrás), que pudiese darles fuerza y solidez; que el de sus aliados, haria que quitasen á Francia la Álsacla
se hallaba dispuesto á servir bajo la dirección de este y la Lorena. Dirás que soy otro abate de Saint-Pierre,
hombre, no solo como oficial general, sino como zapa­ pero yo solamente espongo lo que desearla; él al con­
dor, y que tomarla con gusto la pala ó el azadón. trario, creía practicable todo cuanto deseaba.
Cuando el duque renunció los sellos, fueron ofrecidos Vamos á nuestros negocios: hay mucha bulla en esta
á Lord Egmont, y después á Lord Hardwicke, pero ni córte y pronto veremos un cambio de personas. Me
uno ni otro los admitió, quizá por las mismas razones preguntarás quizá quien soldrá y quien entrará, y te
que tuvo el duque de Grafton para renunciarlos; pero responderé que no lo sé. Me figuro que M. Pitt será
después que se anduvo mendigando una voluntad puesto á la cabeza ¿el nuevo arreglo sea el que fuere.
que quisiese hacerse cargo de ellos, el duque de se Si asi es, presumo que habrá mezclado un poco de
ofreció y fué admitido como suple faltas. Nunca se agua en su vino por lo que hace á lord Bute. Cuando
pensó en Lord Mounstuart para la embajaba de Viena, esto se sepa, como indispensablemente tiene que suce­
á cuya córte debe regresar Lord Stormont dentro de der, podrá despedirse de su popularidad. Un ministre
tres meses. El primero está para casarse con una de las como ministro, está muy espuesto á atraerse la animad­
Señoritas Windsor, que poseen una gran fortuna. Si versión pública, y como favorito mucho mas. Si se ve­
fuese yo á decirte todos los cálculos, raciocinios y con­ rifica algún acontecimiento de este género, me figuro
jeturas que hacen las gentes, bien ó mal informadas, qye será la semana entrante, y en este caso te escribiré.
sobre el asombroso estado de nuestros negocios, em­ Voy á seguir tu consejo y á disfrutar el invierno pró­
plearía mucho mas tiempo y papel del que tú y yo po­ ximo de tan buena salud como yo quiera, bien que
demos disponer, aunque ni tú ni yo tenemos actual­ estoy seguro de que los dolores reumáticos me bando
mente muchos negocios. atormentar mientras tuviere vida; si el momento de
Mi salud es tan buena como podía esperarlo de mi perderla está cerca ó lejos es para mi cosa muy indife­
edad y de mi arruinado esqueleto; hablo de medio rente. En cualquiera caso, Dios te bendiga.
cuerpo para arriba, pfirque para abajo es muy dife­
rente ; mis piernas conservan aun la tesura y debilidad
de mi largo reumatismo, y no puedo andar durante -w->XKXc-
media hora consecutiva. Como se acerca el otoño y aun
el invierno, debes cuidar de abrigarte mucho, sobre
todo, las piernas y los brazos.
Lady Chesterfield te envía muchas memorias; está
¿ontentisima con la eficacia de su parche. A Dios.

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DE LORD CHESTERFIELD 323

Blackheath, 15 de Agosto de 1766 Blackükatb, 24 de Agosto de 1706.

Mi querido amigo. Mi querido amigo.

Al fin se levantó el telón antes de ayer, y dejó ver á. Ayer recibí tu carta de 30 del pasado, y veo 'que se
los nuevos actores en compañía de algunos de loo anti­ cruzó con la mia en el camino sin haber tenido tiem­
guos. No te los nombro porque la gaceta de mañana lo po de reconocerse.
hará con los mismos detalles que yo podría enviarte. Los periódicos te habrán ya informado de los cam­
M. PiU que estaba autorizado para hacer lo que le pa­ bios que aquí ha habido. Es probable que sobrevengan
reciese, hizo todos los nombramientos: pero cual pien­ otros, pero no puedo preveer cuales serán; creo que
sas que fué el encargo que él mismo se confirió ? Se­ no hay quien lo sepa, ni aun las personas que deben
cretario del sello privado y, lo que mas te Admirará hacerlos. Yo supongo que 6erán ocasionales según el
como admira á todo el mundo, conde de Chatan. Lo manejo de las personas. Las causas y las consecuen­
mas gracioso es que al subir la escalera se cayó y las­ cias de la querella de M. Pitt, aparecen ahora impresas
timó de tal modo, que no volverá á poder sostenerse en en un folleto de Lord T......... y en una refutación que
pié. Nadie sabe qué pensar de tal medida, aunque no no creo sea del mismo M. Pitt, sino de alguno de sus
sea esta la prlnmra vez qne los grandes talentos caen amigos, pero con su aprobación. El primero de estos
en el lazo de la^equeñas intrigas. Sea lo que fuere, impresos es escandaloso y grosero, porque descubre
este hombre no es ya M. Pitt bajo ningún aspecto, sino los secretos de la conversación privada. Milord dice
únicamente el conde de Chatan. Creo que nunca se ha que en su última conferencia se creyó tan autorizado
visto ni leído acontecimiento semejante : dejar la cá­ como M. Pitt para nombrar nuevos ministros, y que en
mara de los comunes en el colmo del podeT y en el goce consecuencia elijló á Lord G***, Lord L-” etc. para
completo de su ambición, y esto cuando retiraba todo ocupar los puestos del gabinete; y que no queriendo
su vigor de aquella asamblea, y cuando solo ella podía M. Pitt consentir en este arreglo, Lord T....... rompió la
mantenerlo, para ir á la cámara de Lores, á ese hos­ conferencia y partió muy colérico para Stowe, en don­
pital de incurables, es un hecho tan estraordinario que de presumo que podrá vivir largo tiempo sin que se le
no lo habría yo creído si no lo viese como acaba do moleste, puesto que M. Pitt no puede ni quiere man­
suceder. darlo llamar. El folleto en favor de M. Pitt trata de
Hans-Stanley debe ir de embajador á Rusia, y mi toda su vida pública, y bajo este aspecto es muy fasti­
sobrino El lis á España, condecorado con la cinta en­ dioso para todos los que la conocen de antemano; pe­
camada. ro al fin se halla un pasaje que derrama un soberano
Lord Shelboume es actualmente tu Secretario de desprecio sobre Lord Temple, y esto con tanto tino,
Estado; supongo que te lo habrá notificado por este qne lo creo del mismo M. Pitt. Tú mismo juzgarás,
correo. porque quiero transcribírtelo. « Me atrevo á decir que
Ch. Townshend queda ahora de director de la cámara • si Lord T......no hubiese engordado á la sombra de
de los comunes; pero no pretendo decidir si permane­ • M. Pitt y retirado de este grande hombre un poco de
cerá mucho tiempo contento con ser únicamente subs­ • consideración, se habría escabullido de la vida pú-
tituto de Lord Chatan. Muy mal presagio es para este » blica con tan poco ruido como cuando se escurrió
su nueva dignidad, porque todos sus enemigos sin dis­ » en ella, y desaparecido sin mas traza que la de agre-
tinción Be alegran de ella, y todos sus amigos la ven » gar una simple unidad en los registros mortuorios
petrificados y mudos. Si no me engaño disfrutará an­ » del gabinete (o). » Quisiera poder enviarte todos los
tes de fin de año del otium cum dignilate. Basta de folletos y papeles que pulfelan aquí sobre la cuestión;
política. pero es imposible porque habría para cargar un buque
¿Está todavía contigo la bella ó á lo menos la gruesa cada semana. Cierto es que M. Pitt, admitiendo el ti­
Mise D*** ? Menester es confesar que conoce muy bien tulo de conde, ha perdido casi toda su popularidad,
el manejo de las córtes, porque de otro modo, cómo principalmente entre los comerciantes; creo que el
había de ser tan bien recibida en Dresde y conservar partido de la oposición será muy fuerte, y quizá lo ve­
al mismo tiempo sus relaciones en ¿eices/er-flefd? remos prevalecer en la próxima sesión, puesto que no
No hay memoria'de hombre que recuerde haber vis- < hay persona quo tenga en la cámara de los comunes la
to nn verano mas húmedo que el presente. Desde
Marzo no hemos tenido un solo día sin lluvia. Espero
que esto no afectará tu salud como lo hacen los frios
rigorosos, porque con estas inundaciones eltiempo no
ha sido crudo. Dios te bendiga. (a) Etpasage original es el siguiente :
But tbis I will be bold to say, tbat had be (Lord T....................)
not fastened bimself into M. Pilt’s train, and acquired
tbere by such an interest in tbat great man, be might bave
crcpt out oí life witb as littlc notice as he crepl in ; and
gone off witb no olber (logree of credit, than tbat of adding
a single uuit to thc bilis of mortality.

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324 CARTAS

autoridad y el ascendiente que tenia M. Pilt sobre sus Tolosa ó Burdeos; pero no te dejes persuadir eligiendo
miembros. á Aix en Provenza, porque sé por esperiencia que es á
Las genios me dicen lo mismo que el jóven Ilarvey la vez el lugar mas frió y mas caliente del mundo, á
te dijo en Dresde, que tengo muy buen semblante ; causa de los ardores del sol y del aire vivo de los Alpes
pero este es un cumplimiento en el aire que todo el Te recomiendo igualmente para tu mal de pecho, que
mundo recibe y hace; sin embargo, es cierto que me tomes dos veces al dia la leche de burra ó mas bien de
hallo mejor de lo que podía esperar de mis años y de yegua, y esto durante seis meses por lo menos.
mi cuarteado edificio. A Dios. He escrito, según me encargas, ai Secretario de Es­
tado M. Conway, y me parece que no habrá ninguna
dificultad para que se te conceda el permiso que soli­
citas.
Nada ha ocurrido de nuevo en el mundo político
después de mi última, y así Dios te bendiga.

Blackheath, t2 de Setiembre de 17GG.

Mi querido amigo.

Recibo en este momento tu carta de 27 del pasado.


Londres, 29 de Octubre de 17G&
Esperaba que tu correría á las aguas de Badén hubiese
disminuido un tanto tu dolorosa indisposición. Sí no
me engaño llevaste contigo los polvos del Dr. Monsey. Mi querido amigo.
¿ Los has tomado y te han aliviado algo ? á mi me
sentaron mucho. Yo, que me tengo por experimentado
El último correo me trajo tu cart^el 17. Me alegro
en la medicina, te prescribo un régimen refrigerante. saber que tu pecho se halla mucho mejor. En el medio
No me asombra mucho que tú lo estés-á vista de la
diá de Francia hallarás abundante leche de burra y do
conducta de Lord C***. Si no se dejó engañar por Ix>rd yegua *, cuando yo estuve allí se tomaba mucho. Guy
B*** aceptando la dignidad de par, el caso es entera­ Patín no recomienda á un enfermo mas médico que un
mente inexplicable. Juzgo que los instrumentos que ha caballo, ni mas boticario que una burra. Por lo que
elejido para ocupar los primeros puestos nunca podrán hace á los dolores y & la debilidad de tus miembros, te
llenarlos convenientemente. Fue mucha crueldad la qfresco otro tanto; desde mi último reumatismo no
de hacer pasar sobre la cabeza del viejo Ligonier á un me be visto libre de padecer. Hago de mis piernas,
muchacho como Lord G***; sí yo me hubiese bailado cuanto uso puedo, y tú deberías hacer lo mismo, por­
en lugar doeste, habría Tehusado la comisión durante que con el reposo empeoran. Ahora no puedo ponerlas
la vida de aquel honrado é Intrépido general. Todo en ejercido continuado á causa de la debilidad de mis
esto ha sido para forzar al duque de R*** á que diese años; pero descansando varias veces trato de andar á
su dimisión, y crear á Lord B*** gobernador de 10 menos dos horas diarias, en el jardín ó dentro de
Irlanda, empleo que me atrevo á profetizar no es para casa, según lo permite el Uempo. Mañana partiré para
él. Muchas instancias se hicieron á Ligonier para que Bath con esperanza de un medio restablecimiento, por­
renunciase su regimiento de guardias, pero de ningún que ni la caldera de Medea podría procurármelo"com­
modo quiso hacerlo, y declaró que el rey pedia sepa­ pleto. Las piezas maestras de mi miserable buque están
rarlo de su empleo, pero que éi no lo abandonaría por muy usadas para soportar reparos que pudiesen uti­
si mismo. lizarlas de nucvo.Veré allí al pobre Harte que me dicen
Carezco de noticias políticas que comunicarte; los se halla en el estado mas miserable, entre ciertos
sucesos están ahora madurando para la reunión dei males reales y otros imaginarios.
parlamento. Escríbeme inmediatamente después de re­ No te hablo de acontecimientos políticos por muchas
cibida la presente para informarme cómo te hallas. razones, siendo una de ellas que no sé ninguno. Se es­
Dios te bendiga y conceda antes que nada la salud, peran grandes sucesos para la sesión que comienza el
porque es el mayor de los beneficios. 11 del entrante: pero de qué especie? nadie lo sabe do
positivo : por consecuencia, cada uno conjetura á su
—• -a 3 (jfrc-e-
manera. Lord Chatan que habla ido á Bath con la mira
de rehacerse para la campaña de Invierno, llegará ma­
ñana á esta ciudad; hasta ahora no tiene mas que una
pobre comitiva de ayudantes, y no sé de donde podrá
• tomar otra mejor. Ch. Townsend y éi están ya en matos
Blackiieatii, 30 de Setiembre de 1766. términos. En una palabra, no veo pisca y asi Dlosto
bendiga.
Mi querido amigo.

Con sumo gusto recibí ayer tu carta de 18 de este


mes, porque me hace saber qpe tu último ataque pasó
felizmente. A fin de impedir una recaída, apruebo I
mucho tu plan de Ir al medio día de Francia, y te re­
comiendo que prefieras para residencia á Pezenas,

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DE LORD CHESTERFIELD 325

otro á nuestra miserable naturaleza, hasta que no le


paguemos el último y mas grande de todos. Ojalá lo pa- r
gues tú muy tarde, y con tan pocos tributos interme­
diarios como fuere posibiel Así jabeo te bene valere.

Bath, 15 de Noviembre de 1760.

Mi querido amigo.
Bath, o de Diciembre de i 7GG.
En este momento recibo tu carta del 5 escrita en
Bále. Me algro macho de quo estés tan aliviado del
pecho, aunque quizá será á costa de tus piernas. Si el Mi querido amigo.
dolor es gotoso ó reumático, mas vale que se halle en
las piernas que en cualquiera otra parte del cuerpo. Antes de ayer recibí tu carta de 20 del pasado ¡ mo
Re consultado sobre esto con Monsey, el gran médico alegro infinito de que comiences á esperimentar los
del lugar. Dice que á tanta distancia no se atreve á buenos efectos de ese clima á que debo yo la vida, pues
prescribir nada; que tu enfermedad puede provenir de tos hábiles y los ignorantes me habian condenado á
causas diferentes, que es necesario que uq facultativo la muerte de común acuerdo en 1041. En aquel tiempo
estudie de cerca; en definitiva, que no salte de lo que permanecí tres ó cuatro días en Nimcs, donde creo que*
se trata. Voy á decirte el caso en que yo me hallé en hay mas restos de antigüedades que en ninguna otra
1732 y que no difiere mucho del tuyo. Me había visto ciudad de Europa, esccpto Italia. Lo que muy impro­
aquel año peligrosamente enfermo de una fiebre en piamente llaman allí ia maison carrée, es á mi pare­
Holanda, y cuando logré restablecerme un poco, el hu­ cer el mas bello trozo de arquitectura que en rpi vida
mor febril atacó mis piernas, y las hinchó de tal modo, he visto; el anfiteatro es un edificio muy tosoo y som­
sobre todo hácta la caída del sol, que mis dolores eran brío, y si so hallase en Inglaterra todo el mundo lo
muchos, y ipi figura muy chocante á los demás. Re­ tomarla por obra de Vanbrugh.
gresé á Inglaterra con las piernas en este estado, y Esta ciudad es ahora fe que era cuando la vistd; en­
consulté con Mead, Broxholme y Arbuthnot, pero cierra una multitud de ociosos y de desconocidos. Yo
ninguno de ellos me procuró el menor alivio ; al con­ frecuento muy rara vez los lugares públicos, de modo
trario, aumentaron la hinchazón aplicándome cata­ que paso el tiempo con la mayor uniformidad : tomo
plasmas y emolientes. Permanecí en esta situación el aire todas las mañanas en mi silla de manos, y leo
cerca de seis meses, hasta que cansado de todos nues­ todas las tardes. A propósito (fe lectura, he visto un li­
tros médicos resolví consultar con Palmer, el cirujano bro que creo te proporcionará algún placer; á lo me­
mas célebre del hospital de Santo Tomas, y al instante nos á mí me lo ha procurado: es obra que hasta aho­
me dijo que los médicos habian seguido un método ra no habla llegado á mi noticia, y su titulo es : fl¿-
detestable, visto que la hinchazón de mis piernas pro­ flexions sur la Poésie el la Peinture, par Vabbé du
venía de la relajación y debilidad de los vasos cutáneos, Bos, en dos volúmenes en 8°. Supongo que la hallarás
y que en vez (fe emolientes necesitaba yo tónicos. En en todas las grandes ciudades de Francia; su crítica
consecuencia, me ordenó que todas las mañanas me­ y sus reflexiones son justas y animadas.
tiese mis piernas hasta las rodillas en salmuera, tan Quizá esperas que te comunique yo algunas noticias
caliente como pudiese yo soportarla: la salmuera debe políticas, pero puedo decirte que no las recibirás de
haber contenido antes carne salada. Seguí sus órdenes, ningún lado, porque no hay mortal que comprenda el
y, después de haber salado mis piernas durante unas estado actual de tos negocios. Ocho ó nueve personajes
tres semanas, desapareció completamente el mal, y de alguna importancia han renunciado sus empleos;
desde entonces mis piernas no han vuelto á hincharse. y con tal motivo Lord C*** ha hecho ofrecimientos al
Después de esto es menester que te advierta que no te duque de B*** y á sus adictos, pero no pudieron en­
apliques este remedio atolondradamente y sin tomar la tenderse, y su señoría partió muy enojado para Woo-
precaución de consultar con el mejor facultativo del burn, de modo que la negociación se frustró comple­
logar; porque si tu hinchazón proviene de humor go­ tamente. Las gentes muestran alguna impaciencia por
toso ó reumático, podría ser muy peligroso emplear un saber sobre quien recaerá la elección de Lord G***
remedio tan astringente, y quizá tan repercusivo como porque necesariamente ha de elegir alguno, y aun él
la salmuera. Asi pues, vé piano,y no sin consultar con mismo dice que no puede ser soto contra mundum. Es
un buen médico que inspeccione las partes. indudable que nunca se han visto tos negocios en tal
Te dirigiré todas mis cartas á casa de M. Sarrazin, estado ni en este ni en otro país. Cuando se forme el
que supongo se halla establecido en Bále, tanto mas nuevo ministerio, será el sesto en seis años.
cuanto que no es seguro que te detengas en ningún El pobre Harte se halla aquí en el estado mas de­
punto del medio dia de Francia. ¿Sabes si ese Sarrazin plorable del mundo. Los que como yo le desean el
es descendiente del poeta francés del mismo nombre? bien posible anhelan por su muerte. Buenas noches.
El pobre Harte se halla en un estado lamentable; yo
voy con frecuencia á verlo por compasión. Un ataque
de parálisis le ha privado del uso de la pierna derecha,
y afectado al mismo tiempo su lengua y quizá un
poco su cabeza. Tales son los tributos intermedia­
rios que nos vemos obligados á pagar de un modo ú

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326 CARTAS

ra tu salud, te restituirá probablemente las fuerzas


dentro de poco tiempo, aunque no debes alimentar es­
peranzas de llegar á ser lo que eras antes de tus males
recientes.
Me veo en el caso de repetirte como en mi última,
que no tengo ninguna noticia que comunicarte. Lord
Londres, 13 de Febrero de 1767. Chathan llegó por fin ayer, abrumado con la gota é in­
capaz de servirse de sus manos ni de sus piés. Durante
su ausencia Ch. Townshend se ha espresado de él en
Mi querido amigo. términos que en lo sucesivo es menester que vivan
bajo mejor ó peor inteligencia de lo que han vivido
Llevo tanto tiempo de no recibir carta tuya, que es­ hasta aquí.
toy de lo mas alarmado sobre tu salud, temiendo que El viernes pasado, M. Dowdeswell y M. Granville
el medio dia de Francia no haya sido tan benéfico para propusieron que se disminuyese un chelín por libra el
tí como lo fué para mí en 1741 cuando me arrancó impuesto sobre bienes ralees, á lo cual se opuso la cór­
de las garras de la muerte. Luego que recibas la pre­ te pero sin suceso, porque salió derrotada por diez y
sente Infórmame de cómo y en donde te hallas. ocho votos. La oposición exalta mucho esta victoria,
Por aquí no occurre nada nuevo que comunicarte. aunque á mi parecer sin razón, porque es evidente
Todo parece suspenso en la córte y en el parlamento, que todos los propietarios fueron ganados por este che­
hasta que Lord Chathan no regrese de Batb, retenido lín por libra.
allí en cama durante todo este mes de un fuerte ata­ El duque de Buccleugh se casará muy pronto con
que de gota; el poder aparente solo se encuentra ahora Misa Betty Montague. Ayer tuvimos el casamiento de
en sus manos. Lord Essex y de Enriqueta Bladcn,y la semana pasada
En los negocios de poca Importancia que se han dis­ el de Lord Strathmore con Misa Bowes. Las dos parejas
cutido hasta hoy en la cámara de los comunes, Ch. se dirigieron directamente de la iglesia al campo para
Townshend ha tomado hasta tal punto ciertos aires la consumación, temiendo, sin mayor razón, fastidiarse
ministeriales, que no creo merezcan la aprobación de mutuamente si hubiesen permanecido en la ciudad. Y
Lord Chathan. Sin embargo, como este ha creído con­ con esto dixi: Dios te bendiga.
veniente dejar la cámara de los comunes, necesita allí Haces bien de Ir á la reunión de los EstáUos deLan-
de todos los recursos de aquel y de su destreza en el guedoc, aunque solo sean sombra de los antiguos Es­
manejo de los negocios. tados cuando habla alguna libertad en Francia.
No te envio la reseña de los casamientos, nacimien­
tos y muertes, porque me imagino que ves todo esto
en los periódicos ingleses que tengo entendido recibes.
Tu antiguo conocido Lbrd Essex debe casarse esta se­
mana con Enriqueta Bladden, que tiene 20,000 libras
esterlinas en toca-teja, y que espera otro tanto á la
muerte de su padre. Nuestro pariente Lord Strathmore
se casará dentro de quince dias con Mlss Bowes, que Londres, 6 de Abril de 1767#
es quizá la mayor heredera de Europa. En fin, el fre­
nesí matrimonial está ahora en todo su furor, y ha lle­
gado á ser epidémico. Los hombres se casan por el Mi querido amigo.
dinero y las mugeres hacen lo mismo por otro prin­
cipio que creo adivinarás. Dios te bendiga y envie la Ayer recibí tu carta de Nimes, por la que veo que
salud. muchas de las nuestras se han estraviado. Es probable
que la presente corra la misma suerte; sin embargo,
si llega á manos de M. Sarrazio, presumo que sabrá
encararte y dirigirte la puntería, porque veo que andas
de aquí para allí y que Dresde es tu polo. Celebro mu­
cho que tu correría meridional te haya generalmente
restablecido, porque en cuanto á tus piernas y muslos
no debes esperar que recobren su fuerza y actividad
Londres, 3 de Marzo de 1767. primitivas. Yo sé que mis miembros, ademas de la de­
bilidad natural á la vejez, nunca han podido restable­
cerse completamente del rudo ataque reumático que
Mi querido amigo. esperimenté hace cinco ó seis años. Ahora no puedo
andar mas que una media hora consecutiva, y eso co­
A la vez recibí ayer tus dos cartas escritas en Mon- jín cojeando.
pcllcr, una de 29 de Diciembre último y otra de 12 de No me hallo en estado de poder bosquejarte el cua­
Febrero; pero no puedo concebir qué se han hecho las dro de nuestros negocios políticos; nunca los he visto
mias, porque te aseguro que he contestado todas las en situación semejante. Lord Chathan lleva dos meses
tuyas por el correo inmediato. Hace unos diez dias que de hallarse tan malo, que no le ha sido posible
tomé la pluma con la mayor inquietud por tu largo prestar la mano ni el oido á los negocios (algunos dicen
silencio. Temia que tus males hubiesen aumentado, que lo que no ha tenido es humor); y por ¡o que hace á
pero tu carta del 12 de Febrero ha disipado mis Inquie­ sus sous-minislres, no se atreven á hacer nada sin ór­
tudes. El mismo clima que ha sido ya tan benéfico pa­ denes suyas, de modo que todo está suspenso. A mi me

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DE LORD CHESTERFIELD 3‘ZZ

parece que las cosas no pueden permanecer mucho


tiempo de esta manera ; y si Lord Chathan dejase su
«npleo ó el mundo, alternativa que no es improbable,
conjeturo que lo que se llama partido deRockingham, se
vería en posición muy favorable para llegar al minis­
terio. Pero esto no es mas que conjetura, porque ca­
Londres, 1 de Junio de 1767.
rezco de data y postúlala para razonar con algún
acierto sobre el particular.
Cuando hubieres regresado á Dresde, como lo espero Mi querido amigo.
el mes entrante, nuestra correspondencia será mas re­
gular. A Dios.
Ayer recibí tu carta de 20 del pasado escrita en
Dresde; me alegro infinito de que llegases 9ano y salvo
á aquella ciudad. Este afro ha sido por todas partes un
annus mira bilis, por el mal tiempo que aun continua
por aquí. Todo el mundo tiene fuego en su casa y lleva
vestidos de invierno como en Navidad. La ciudad está
llena de enfermos y las muertes repentinas han sido
Londres, 5 de Mayo de 17C7. muy frecuentes.
No sé qué decirte de los negocios públicos; todo
Mi querido amigo. permanece in statu quo; nada se hace. Muchos cam­
bios hay en embrión, y creo que verán la luz muy
pronto, quizá la semana entrante; pero quienes deban
Presumo por tu última escrita en Bále el 25 del pa­ ser los instituidos y los destituidos es cosa que yo no
sado, que la presente te hallará en Dresde, y cr conse­ sé, aunque todos dicen que se hallan bien Informados.
cuencia te la dirijo allí. Cuando me hubieres escrito Me inclino á creer que será un ministerio mosaico com­
una palabra de tu llegada á dicha ciudad, te contestaré puesto de piezas ajustadas.
cou algo mas que la simple respuesta. Si te quejas del El viernes pasado envié tu subsidio á M. Larpent
tiempo que ha hecho al norte de Besanzon, qué dirías que supongo te habrá avisado. Creo que lo recibirás en
del que hemos tenido por aquí durante dos ineses sin circunstancias muy oportunas, visto el retardo con quo
interrupción ? Frecuente nieve, y un viento del norte se pagan los sueldos de los empleados dentro y fuera
eonstante y muy frío. Te escribo la presente cerca de del reino. Aquí se habla de pagar estos atrasos para
un buen fuego, y nieva en este momento con la mayor Navidad. Los criados del rey, de segundo órden, casi
abundancia. Todas mis esperanzas de fruto quedan mueren de hambre.
desvanecidas en Blackheath, y lo que es peor, muchos Me figuro que habrás sabido en Dresde que el conde
de mis árboles han corrido la misma suerte. de Brúhl es ya hombre casado ó en vísperas de serlo
No puedo dejar de pensar que el rey de Polonia, la con Miss Egremont, que tiene, junto con sus honora­
emperatriz de Rusia y el- rey de Prusia, .se entienden rios de azafata (a), 2,500 libras esterlinas, ademas de
como ladrones en feria, aunque el primero no se 10,000 en dinero que le dejó Lord Egremont. Esto haria
atreve á sacar la cara á causa de la estupidez, de la mucho ruido en escudos de A lemania. Me alegro mu­
ignorancia y del fanatismo de los Polacos. Concibo gran cho de ello porque es hombro muy amable. Dios te
opinión de la fuerza argumentativa de Rusia en favor bendiga.
de los disidentes, puesto que tiene tantas tropas para Concibo perfectamente el motivo del ascendiente quo
apoyarla. Les deseo realmente un éxito feliz, porque tiene OrloíY sobre la emperatriz de todas las Rusias,
querría que toda intolerancia fuese á su vez intolerable. perú no veo por qué la misma causa Influirla en el rey
Muy pronto veremos con mas claridad lo que hay en de Prusia.
este negocio, porque no pienso que la autócrata de
todas las Rusias se deje nunca jugar las barbas por los
Sarmatas.
i Qué piensas de ese acontecimiento tan estraordi-
nario de España? Habrías jamás imaginádote que esos
Godos ignorantes se hubiesen atrevido á desterrar á ios
Jesuítas? Necesario es que haya habido razones muy Blackheath, 2 de Julio de 17G7.
graves y muy Importantes para una resolución tan es-
traordioaria; pero no pretendo adivinar cuales sean;
quizá nunca las sabré, aunque en todos ¡os cafés de Mi querido amigo.
aquí se conocen perfectamente.
Nuestras cosas políticas se hallan en la misma situa­ Aunque no he recibido nada de ti después de mi úl­
ción. Lord Chathan continúa malo; solo sale una hora tima, y que tampoco tenga noticias políticas que comu­
diaria para tomar el aire en su coche; sé de buena nicarte, tomo la pluma para informarte de ciertas
tinta que el rey le ha enviado recado para tranqui­
lizarle respecto á su enfermedad, y asegurarle que
se halla resuelto á sostenerlo á despecho de todo y de
todos.
El pobre Harte está muy malo; habla con frecuencia (a) Criada de la reina que le sirve los vcslidds y allrnjas
de lí y con mucho alecto. A Dios. que se ha de poner, y los recojo cuaudo se desnuda. Tr.

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328 CARTAS

novedades que ocurren en Greenwicb, y que creo te no, y ya es tiempo muy sobrado de que veamos salir
serán tan gratas como á mí. Sábete pues que tu Miss*** algún orden de cosas de este caos.
se casó felizmente hace tres días con M”*, caballero Creo que el electorado sentirá las consecuencias de
Irlandés y miembro de aquel parlamento, con 2,000 la muerte del conde Flemming, porque era sin disputa
libras esterlinas de renta. I^e ha asignado una viude­ hombre hábil y ministro firme é inexorable, como
dad do 600 libras, y 1,500 en caso de no tener hijos. debe serlo todo el que se halle á la cabeza de las ren­
Casualmente la vió un dia en la sociedad y quedó tas. Cuando vieres á la condesa viuda, lo cual no es
muerto á vista de sus encantos; pero como sucede con probable que sea muy pronto, te encargo que le pre­
frecuencia que los muertos se pasean, fué á verla al sentes los cumplidos de pésame de parte de Lady Ches-
dia siguiente y le ofreció su fortuna y su persona, y terfleld y de la mia.
ella aceptó prudentemente ambas cosas tomando la Dices que hay muchas enfermedades en Dresde; estoy
primera antes que la segunda que tiene sesenta años. segurode que el número de ellas no es menor en Lon­
Los negocios ministeriales se hallan aun en la misma dres, en donde reina actualmente un mal epidémico,
ridicula é incierta situación que cuando te escribí la bautizado con el bonito nombre de influenza; es una
última vez. Lord Chathan no quiere hacer ni escuchar calentura benigna de que nadie muere, y que desapa-
nada ; vive en Hampstead y monta á caballo todos los recepor lo común después de una corta diarrea. Creo
dias. Se dice que la gota ha caldo en sus nervios. Tu que yo he escapado de este mal por haber permane­
duro secretario Conway partirá esta semana para reu­ cido aquí. Dios te libre de todas las enfermedades y te
nirse al ejército por el cual suspiraba. Se rumorea que bendiga.
lesuccderá Lord Egmontó Lord Hiliesborough ; espero
que será el último. Lord Northington dará ciertamente
su dimisión esta semana, pero nadie adivina aun quien
le remplazará como presidente. Se habla de mil otros
cambios de que no sé qué pensar.
El pobre Harte se halla en la condición mas deplo­
rable ; ha perdido todo un lado de su cuerpo, y en gran Londres, 30 de Octubre de 1767.
parte el uso de la palabra, no obstante lo cual, se pro*
pone publicar sus divinos poemas, como él los llama.
Lo siento mucho á causa de estos porque no ha tenido Mí querido amigo.
tiempo de corregirlos antes del ataque, ni talento para
hacerlo después. Dios te bendiga. Acabo de llegar de Blackheath, que he dejado hasta el
verano próximo, si vivo hasta entonces, y apenas me
hallo en estado de tomar la pluma que es cuanto puedo
decir. Me siento extremadamente débil y casi he per­
dido el uso de mis piernas; espero que recobrarán un
poco de fuerza y de carne de que tienen ahora mucha
necesidad. La semana entrante iré á Bath con espe­
Blackheatb, 0 de Julio de 1767. ranzas do lograr cuando mas un restablecimiento á
medias.
No te envio ningunas noticias políticas porque no
Mi querido amigo. hay aquí ni política ni ministros. Lord Chathan vive
tranquilo en Pynsent y sos subalternos no hacen nada,
Recibí tu carta de 22 del pasado con las propuestas de modo que todo duerme. Las promociones y empleos
de los refugiados franceses con motivo á la suscripción que se confieren, vienen evidentemente de Lord*** que
para construir un templo. Las he comunicado á las afecta ser invisible, y que, como una chaeba-perdlz,
pocas personas que veo, pero 6in ningún éxito, porque piensa que si su cabeza está escondida do ae le vé
me han dicho, y con razón, que mientras tantas gentes absolutamente.
pobres perezcan aquí de hambre á causa de la cares­ El general Pulteney murió por fin la semana pasada
tía de los víveres, no podían pensar en enviar su di­ dejando mas de 1,300,000 libras esterlinas. Dispuso
nero á país estranjero para un edificio que tenían por en favor de un primo hermano, de todos sus bienes ter­
Inútil. En realidad, no he visto miseria semejante á la ritoriales, que producen 28,000 libras esterlinas de reo-
que reina aquí y que afecta el corazón y el bolsillo de ta, inclusive los bienes de Bradfort que su hermano
los que tienen uno y otro. Por loque á mí toca, nunca tenia.... de aquella antigua familia. Ha dejado 200,000
he sido amigo de construcciones, porque me ha pare­ libras en valores públicos á Lord Darlington, que era
cido que solo es pagar tributo á los albañiles, los car­ su pariente mas cercano, y 20,000 libras por lo menos
pinteros y al empresario. en diferentes legados. Si las riquezas solas hiciesen á
Contra lasesperanzas concebidas generalmente, todo los hombres afortunados, los dos últimos propietarios
permanece aquí in statu quo; el general Conway y el de estos inmensos bienes habrían debido serio. Dios te
Lord presidente conservan sus puestos por orden del bendiga y te envie la salud que vale mas que todos los
rey basta que éste encuentre quienes les sucedan. tesoros del mundo.
Lord Chathan ha tenido un nuevo ataque y está peor
que nunca; no vé á nadie ni nadie lo vé. Se dice que
un médico ignorante le contuvo la gota y la esparció en
sus miembros. Un ministro y un amante no pueden
tener enfermedad peor, porque enerva el espíritu del
primero y el cuerpo del segundo. Hay aquí un interreg­

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DE LORD CHESTERFIELDl 329

en todo bu cuerpo, particularmente en los nervios, de


modo que mientras estuvo aquí mostró muy mal hu­
mor y no quiso ver ni oir á nadie. Yo le envié mis
cumplidos y solicité su permiso para verle, pero me
respondió en dos palabras que se hallaba muy inalo
Loxdbes, 3 de Noviembre de 1707.. para recibir á nadie. Várias veces lo encontré tomando
el aire en su silla de manos con buen semblante. Par­
tió db aquí para Londres el martes pasado; pero con
Mi querido amigo. qué intento ? es para volver á tomar ó para renunciar
su administración ? Sépalo Dios, porque hay en esto
Tu última caita me trae tristes noticias de tu salud. mil conjeturas. En una de nuestras conversaciones,
Para los dolores de cabeza de que te quejas, voy á cor­ hace justamente un año, le supliqué que te asegurase
rer el riesgo de prescribirte un remedio que á mi me un lugar en el nuevo parlamento: me prometió que
hizo mucho bien cuando me vi atormentado de iguales así Jo baria, y estoy convencido de que su promesa
dolores, y es que masques diez granos de ruibarbo to­ fué sincera; agregó que el negocio quedaba á su cargo,
das las noches antes de acostarte, ó lo que creo mejor y me pidió que no me inquietase mas, pero después no
que tomes inmediatamente ahtes de comer dos pildo­ he vuelto á oír hablar de ello; esto me estimuló á pen­
ras de ruibarbo de cinco granos cada una, que mez­ sar en algún lugar que se vendiese; hablé con un cha­
clándose con los alimentos, conservan el cuerpo libre. lan de pueblos ofreciéndole 2,500 libras esterlinas por
Yo he hecho esto hasta el dia, y los efectos han sido una elección bien asegurada en el parlamento, pero so
buenos. Como parece que temes la aproximación de rió de mis ofertas diciendo que en este momento nada
un invierno germánico, te aconsejo que escribas al ge­ era mas difici 1 de conseguir que un pueblo; que las
neral Conway pidiéndole una licencia durante los tres personas que habían hecho fortuna en las Indias los ha­
mesés mas rigorosos del invierno, gracia que de ante­ bían comprado en 3,000 libras por lo menos, varios
mano puedo asegurar que no se te negará. Si eliges en 4,000, y dos ó tres, que él conocía, en 5,000. Con­
un clima peor que ese, podrás venir á Londres; pero fieso que esto me puso de muy mal humor y aumentó
si prefieres otro mas caliente, podrás tr á Niza en Pro­ mi impaciencia de saber si Lord C"” había tomado al­
venza, donde Slr W. Stanbopc ha ido á pasar el in­ gunas medidas sobre el particular, lo cual sabré á mi
vierno, y estoy seguro de que se alegrará mucho de regreso á la ciudad, á donde me propongo ir dentro de
tu compañía. quince días, y luego que supiere algo te lo escribiré.
Yo iré á Bath el sábado próximo, l/línam ne frus­ Pero para decirte todo lo que pienso, el caos en que
tra ! Diosle bendiga. están los negocios me inspira fuertes presunciones de
que Lord C*“* se halla Juera de combate como minis­
tro ; pero te encargo que no lo digas. A Dios.

Dato, 19 de Diciembre de 1767.


Bath, 27 de Diciembre de 1767.
Mi querido amigo.
Mi querido amigo.
Ayer recibí tu carta de 29 del pasado ¡ me alegro in­
finito de quetusallvio8 sean tales que creas poder so­ En nova progenies I
portar el invierno en Dresde. En tal caso te encargo
que cuides de conservarte muy abrigado. Los contornos del nuevo ministerio están ya traza­
Por lo que hace á mi salud, es en general tan buena dos, pero aun no se iluminan completamente; esta
como podía esperarlo de mi edad. Mi apetito no es ma­ administración ha sido formada por el duque de
lo, digiero y duermo bien, pero conozco que nunca he Bedfort. Lord Cower es presidente del consejo; Lord
de recobrar el uso de mis piernas que se hallan ahora Sandwich, director general de correos; Ilillsborougb,
tan débiles como cuando llegué aquí. secretario de estado por lo que hace á América única­
Me haces algunas preguntas relativamente á Lord***; mente ; M. Rigby vice tesorero de Irlanda. El general
pero ni yo y creo que nadie, escepto él mismo, puede Conway debe aun guardar los sellos durante quince
responderlas. Sin embargo, to diré todo lo que sé, ó dias, y después cederlos á Lord Weymouth.
todo lo que imagino, tocante á este sugeto. Hace un Es muy dudoso si el duque de Graflon continuará ó
año se hallaba aquí; mostraba actividad y parecía go­ no á la cabeza de las rentas; pero en mi opinión G.
zar de buena salud, aunque á veces sufría ataques de Granvilie ocupará pronto aquel puesto. Ya no se habla
gota. Nos visitamos cuatro ó cinco ocasiones respecti­ mas de Lord Chathan; vive en su tierra de Hayes que
vamente ; pero de ocho meses á esta parte ha sido del ha rescatado de nuevo, y no vé á alma viviente. Es in­
todo invisible á 6us mas íntimos amigos los sous-ml- cierto si Lord Shelburne conservará su puesto; si lo
nistres *, no quería recibir cartas ni abrir un solo des­ separan, se dice que Lord Sandwich le sucederá. Todo
pacho. Se me ha dicho que su médico M*** contuvo el partido de Bockingham ha sido completamente es-
ignorantemente la gota de que padecía, y la esparció ¡ cluido. Habrá necesariamente muchos otros cambios.

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330 CARTAS

Parece que alguien ha definitivamente resuelto que los


ministros sean anuales.
Sir G. Marcatney se casará la semana entrante con
Misa Stuart, segunda hija de Lord Bute.
En toda mi vida me acuerdo haber sentido un (rio
comparable al de este año: si continúa me veré rete­ Londres, 13 de Marzo de 11GS.
nido aquí por la nieve hasta qué sé yo cuando; aunque
me propongo dejar este lugar á fines de la semana*
Cuando supiere yo algo mas te lo escribiré. Mi querido amigo.
La presente es un suplemento d mi última. Lord
Weymouth envió muy cortesmente esta mañana á M.
Wood, su primer oficial, para decirme que el rey habia
concedido de muy buena voluntad el permiso para
que te ausentes de ese puesto durante un año con el
Londres, 12 de Marzo de 17C8. ' fin do recobrar tu salud ; pero agregó, que como la córte
de Viena está en vía de acomodo con la de Sajonia,
(incidente que nuestra córte trata de estorbar según
Mi querido amigo. parece), seria necesario tener en Dresde un encargado
de negocios interino, con un descuento de cuarenta
Al siguiente día de recibida tu carta de 2 i del pasado, chelines diarios de tu sueldo hasta que tú vuelvas, si á
escribí, según tu deseo, á Lord Weymouth, y te envio mí me parecía bien. Yo le dije que consentía en ambas
inclusa su contestación; después no ha vuelto á reso­ propuestas, bajo condición de que á tu regreso se te.
llar; pero estoy seguro, como tú también debes estarlo, concediese el título y paga de plenipotenciario, y que
que este silencio es anuncio de que S. M. accede á tu yo suplirla el descuento de los cuarenta chelines. Que­
solicitud. La complicación de tus enfermedades me dó muy empeñado en hacerlo asi, y agregó que sabía
tiene muy inquieto, tanto mas cuanto que estoy con­ que la propuesta sería admitida. Creo pues haber hecho
vencido de que los médicos de Monpeller se han enga­ una buena contrata para ti é indiferente para mí, por­
ñado en un punto esencial del mismo modo que los que el dinero nunca ha sido mi pasión dominante. En
médicos de aquí, escepto el Dr. Matty. En mi opinión consecuencia, puedes contar con la completa suma do
no tienes gota, sino mucha tendencia al escorbuto y al tu descuento, conforme y cuando te parezca, ademas
reumatismo, enfermedades que deben curarse de muy de tu anual refresco que pagaré á M. Larpent cuando
distinta manera que la gota. Como yo me considero lo desees. Entre tanto, Cura ut valeos.
cuando menos un buen charlatán, querría prescribirte M. Wood me dijo reservadamente que la pérsona en
un régimen lacticinio con semillas tales como arroz, quien se pensaba para encargado de negocios durante
salvia, cebada, mijo, ect., durante los tres meses de tu ausencia, es M. Keith, hijo de aquel que íué ministro
estío por lo menos, sin gustar jamás el vino. Si el clima en Rusia.
significa algo, cosa que yo pongan duda, me parece
que te hallas en el mas bello clima del mundo, siempre
claro, sin que sea muy caliente ni muy frió; las gentes
son las mas alegres del mundo *. mézclate con ellas,
participa de su alegría y no eches á perder tus ojos
leyendo en casa; el enfado es el mal ingles, y diaria­
mente palpo que es de lo mas pernicioso. Mi sordera Londres, 12 de Abril de í7C3.
me priva del único placer real que puedo disfrutar
después de tantos años de vida, la sociedad; de modo
quo leo todos los dias hasta que mis ojos se fatigan, Mi querido amigo.
para no ahorcarme de desesperación.
No serás miembro de este parlamento, por lo menos
al principio. Me fié mucho en la promesa que me hizo Ayer recibí tu carta de Ia del corriente, en que no
en Bath hace un año Lord C***. Envié á casa del du­ haces mención de tu salud; te encargo que cuides de
que de Grafton para saber si le había hablado ó manl- esto en lo sucesivo.
festádole su intención sobre el particular, pero el duque Creo que has adivinado el verdadero motivo de la
aseguró que no habia hecho ni uno ni otro; que todos misión de M. Keith; según lo que he oido decir, este
los lugares eMfcban destinados, pero que si en lo veni­ sugeto se inclinaría mas bien á ir á Turin en clase de
dero vacaba alguno se prestarla gustoso á que lo ocu­ encargado de negocios. Olvidé decirte en mi última
pases. Siento mucho este accidente, porque pienso de que sabía positivamente que Keith desampararía el
muy distinta manera que tu sobre pertenecer al parla­ puesto luego que regresases á Dresde. Estoy persuadido
mento, visto que en este país nadie puede ser conside­ de que la palabra que me dieron será cumplida, visto
rado sin ser miembro de aquella asamblea, y aunque que no hay razón en el mundo que pueda hacerla olvi­
no todos puedan hablar como Lord Mansfleld, ó Lord dar. Dentro de quince dias enviaré tu pensión á AI.
Cbathan, si se puede hacer en segunda categoría un Larpent, y pagaré cada trimestre los cuarenta chelines
papel muy regular. Locus est et pluribus umbris. No diarios, si fuere necesario, porque á mi parecer no se
pretendo enviarte muchas noticias sobre el estado ac­ enviará á ningún encargado de negocios. Convengo en
tual de este país, porque no me hallo bien informado. que sin dinero no hay Alemán, como se decía en otro
Dios te bendiga. tiempo con mayor razón de los Suizos; pero como noso

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DE LORD CHESTERFIELD 331

tros no queremos, ni quizá podríamos procurar sub­ El pobre Hárte, qne aun está aqui, se mira en el
sidios, la córte de Viena puede dar otras cosas buenas estado mas deplorable; ha perdido enteramente el uso
que no le cuestan nada, como obispados, arzobispa­ del lado izquierdo y apenas puede darse á entender»
dos, y corromper á los ministros y favoritos con los Se informa de tí con mucho afecto, y pareció muy afli­
empleos. gido cuando le enseñé tu carta.
Las elecciones han llegado este abo á un grado de Mi salud continúa bajo el mismo pié en que se ha­
frenesí desconocido anteriormente. La de la ciudad de llaba cuando vine aqui el año pasado j no me siento
Northampton ha costado á los contendientes 30,000 (a) bneno ni malo, sino un medio entre uno y otro. Casi
libras esterlinas cuando menos á cada uno, y M* *~ ha be perdido el uso de mis piernas, porque aunque puedo
vendido su pueblo en 9,000 libras. Luego que Wilkes arrastrarme durante un cuarto de hora de un lugar á
vió frustrada su elección en esta capital, ae presentó otro, no puedo subir ni bajar las escaleras sin ayuda de
como candidato en el condado de Mlddlesex, y la con­ un lacayo.
dujo á buen trote como diría un ginete {jockey). Con tal Dios te bendiga y te restituya cuanto antes la salud.
motivo hubo allí mucho populacho y gran tumulto; la
mayor parte de las vidrieras de la ciudad fueron rotas Aqui terminan las cartas dirigidas d Felipe Stan-
porque no se iluminaron en festejo de Wilkes y la hope, que murió el 16 de Noviembre siguiente. El
Libertad, que se creen inseparables. Este hombre his­ padre que nunca tuvo misterios para con su tyo, supo
tórico comparecerá el 20 de este mes para oir su sen­ entonces que éste llevaba diez años de casado secreta­
tencia ante el supremo tribunal de justicia, y se espe­ mente, y que dejaba ó la viuda con dos hijos.
ran grandes desórdenes que es probable se verifiquen.
A Dios.

A la Señora STANHOPE residente en París.

Date, 17 de Octubre de 1768. Londbes, 13 de Diciembre de 1768.

Mi querido amigo. Señora.


Las dos últimas cartas qne has escrito á Grevenkop Una inflamación de ojos, mny molesta y dolorosa,
yá mí, me han alarmado estremadamente; pero me me obliga á valerme de mano agena para contestar la
consuelo un poco con la esperanza de que, como todos carta de Vd., escrita en Aviñon el 27 del pasado.
¡os que sufren, te crees peor de lo que te hallas. Nunca Me sorprende en estremo que Madama Boucbet no hu­
viene una hidropesía tan repentinamente, y me lison­ biese hecho ninguna objeción respecta á la manera con
jeo de que lo que tienes no es mas que el humor go­ que quiso ser sepultado el difunto marido de Vd.;
toso ó reumático que te ha atormentado tan largo voluntad con la cual Vd. se conformó por razones muy
tiempo, y qne ha producido esa hinchazón en las pier­ en el órden. Todo lo que yo deseo en punto á sepultura
nas. Hace mas de cuarenta años que después de una es, que no me entlerren vivo, pero cómo y donde, es á
liebre violenta, mis piernas se hincharon tanto como mi parecer materia de lo mas indiferente para todo ser
las tuyas. Al principio creí que era hidropesía, pero los racional (a).
médicos me aseguraron que solo era efecto de la fiebre, No molestaré á Vd. con ninguna comisión durante
y que pronto me vería sano como se verificó. su morada en París. Le deseo en unión de esos niños
Te encargo que recomiendes á tu secretario, sea un feliz viaje hasta aqui, para tener el gusto de verlos
quien fuere, que escriba regularmente cada semana á y asegurar á Vd. que soy ect
Grevenkop ó á mí, porque es lo mismo, dándonos
razón de tu salud.
Te he enviado en cuatro cartas sucesivas la cantidad
de tabaco de la duquesa de Sommerset que podía con­
tener una carta. ¿ Lo has recibido todo ó solo una parte?
¿ Te ha procurado algún alivio ? Aunque en tu actual
estado te sea casi Imposible ir á la sociedad, espero que
tendrás algunos conocidos que vayan á verte: si no se
creyó conveniente que el primer hombre estuviese solo, (a) Del (estamento del autor liemos tomado las palabras
menos debe estarlo un enfermo, porque piensa mucho siguientes :
en sus males y se los exagera. Algunas personas ins­ ■ Humildemente recomiendo mi alma á la misericordia
truidas del clero disfrutarían mucho placer en tu com­ • de aquel ser Eterno, Supremo, é Inteligente, que me la
pañía, porque me atrevo á creer que te hallas en estado • dió, y al mismo tiempo depreco ardientemente su sobe-
de pagar su instrucción en la misma moneda. • rana justicia. Saciado con las pomposas locuras de esta
• vida, de las cuales me tocó uua parte considerable, no
• quiero que se osleotcn ningunas postumas en mi funeral,
a y por lo tanlo deseo ser sepultado en ol cementerio mas
• cercano al sitio en que yo muera, y limito todo el gasto á
(g) Ciento cincuenta mil pesos. • cien libras. • Tr.

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332 CARTAS

socorro de los criados que me sostienen en este paseo A


gatas. Se acerca la última parte del enigma del Esfin­
ge, y pronto daré fin en cuatro pies como comencé.
Cuando viere Vd. á M. Pcmy ó á su esposa, sírvase
informarles de este melancólico sintoma de mi vejez,
X la misma en Londres. y decirles que la última ves que fui á ver á los niños,
llevaba en el bolsillo el trimestre correspondiente á Se­
tiembre, y que estando allí lo olvidé; pero asegúreles
Señora. de mi parte que no tengo la menor intención de de­
fraudarles, y que para Natividad les pagaré fielmente
dos tercios á la vez.
La última vez que tuve el gusto de ver á Vd. me ha­ Pienso que los niños no tienen novedad, y siendo asi,
llaba tan entretenido con los niños, que olvidé lo que
es seguro que Vd. tampoco la tiene. Soy ect.
mas les importaba. En qué época qucrria Vd. que en*
trasen en la escuela ? Cuando supiere yo lo que piensa
sobre el particular, enviaré á casa de M. Perny, á fin
de que disponga todo io necesario para recibirlos. Al
mismo tiempo pido á Vd. que ios habilite de vestidos,
ropa blanca, ect., todo de la mejor calidad, pero sim­
ple, y que me envíe la cuenta para pagarla, porque
mi intención es que los dos niños no cuesten á Vd. Bate, 28 de Octubre de 1769.
en lo sucesivo un solo chelín.
Soy ect. Señora.

• Kw•• El benévolo desasosiego que Vd. muestra por mi


salud y mi vida, vá mucho mas lejos de lo que una y
otra pueden valer; sin la primera la segunda es una
carga, y en verdad que ya estoy muy cansado de sopor­
tarla. Creo que los baños y bebida de estas aguas han
Jueves por la mañana. procurado algún bien á mis miembros baldados y en­
torpecidos , porque creo que ahora podría yo muy
bien sacar la ventaja á un caracol, ó quizá á úna tor­
Señora.. tuga.
Espero que los niños van perfectamente. Creo que
Como es necesario Ajar un dia para que los niños Felipe se ha visto en algunas dificultades, pero triun­
entren en la escuela, qué le parece á Vd. el 8 del mes fará de ellas gloriosamente á fuerza de valor y resolu­
entrante ? Es probable que para entonces el tiempo ción. Soy ect.
sea mas caliente y lijo, y podrá Vd. equiparlos de piéis
á caliera.
Dicho dia enviaré á Vd. mi coche para que la con­
duzca con ellos y su equipaje á Loughborough-House.
Debo recomendar á Vd. que al separarse allí de ellos
suprima cuanto fuere posible las lágrimas maternales,
que no solo afligirían mas á estos pobres niños, sino Bato, 5 de Noviembre de 17G9.
que les inspirarían terror por su nueva morada.
Soy cct.
Señora.

Mi memoria recuerda muy bien d párrafo que Vd.


cita de una de mis cartas á Madama Buuchet, y no en­
cuentro razón alguna para retractar aquella opinión
en general, que diez y nueve entre veinte viudas han
Bath, 11 de Octubre de 1769. autorizado. Yo no tenia entonces el placer de conocer
á Vd.; apenas la había visto dos ó tres veces, y carecía
de razones para pensar que se diferenciarla de las otras
Señora. viudas hasta el punto de condenarse á un celibato
eterno por amor á los niños. Pero si me es permitido
Nadie es mas obediente que yo á las órdenes que se servirme d’un proverbio vulgar, una golondrina no
me comunican ; pero es necesario que sean, así como hace verano. Cinco justos fueron antes necesarios para
las personas que las dan, enteramente de mi gusto. salvar una ciudad y no pudieron encontrarse; así,
Esto es hablar de Vd. y de sus órdenes, y en conse­ hasta que yo no encuentre otras cuatro viudas no me­
cuencia le participo que llegué aquí el domingo pasa­ nos justas que Vd., conservaré mis antiguas nociones
do, al dia siguiente de mi salida de Londres, menos sobre la viudedad en general.
fatigado de lo que esperaba. Mi existencia en este lugar Puedo asegurar á Vd. que soy muy sobrio y preca­
se reduce á arrastrarme por estos alrededores en tres bido en mis bebidas, y que al mismo tiempo observo
pies, tratando siempre de guardar el equilibrio cou el un régimen tan refrigerante, que no apercibo el menor

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DE LORD CHESTERFTELD 333

síntoma de calor ni mucho menos de Inflamación. vuelta de correo contesté su anterior. De todos modos,
Ademas, debo observar que estas aguas nunca han el incidente fué para Vd. un ganapierde (got a toss),
producido en mi naturalcia aquel achaque, porque lo como suele decirse en irlanda.
be tenido cuatro veces en medio del verano. Mis amigos exigen qut les envíe de tiempo en tiempo
Carlos será bticn estudiante, no lo dudo ; pero aun­ boletines de mi salud, y esto precisamente cuando la
que no pueda decirse lo mismo de Felipe, es seguro peste hace los mayores estragos en ciertos países do
que este llegará á ser algo bueno; aunque no puedo Europa. Todo lo que puedo decir en respuesta á sus
adivinar qué. Yo no soy de la opinión generalmente benévolos informes es, que no tengo la enfermedad lla­
recibida en este país, que el hombro vive únicamente mada propiamente peste, pero si tengo todas las pes­
de griego y latín. No se hace fortuna conociendo mu­ tes de un esqueleto caduco y arruinado. Estas aguas
chas palabras de dos lenguas muertas que ninguna me han hecho el poco bien que esperaba de ellas, pero
alma viviente sabe con perfección, y que son de muy no el que deseo, porque querría que fuesen las aguas do
poca utilidad en el curso de la vida. A mi parecer los Jouvence.
conocimientos útiles son ios idiomas modernos, la his­ Recibí el otro dia una carta de nuestros dos mucha­
toria y la geografía*; y venga también un poco de latín chiles. La de Carlos estaba perfectamente escrita y la
para conformarse con la costumbre y divertirse uoo en de Felipe es muy preciosa ; ambos ván bien, y dicen que
su gabinete. no les falta nada. ¿ Qué hombre querrá ú podrá decir
Esta larga carta vá sin duda á fastidiar á Vd.; y yo otro tanto ? Soy ect
probaria citando á Horacio (porque soy un erudito),
que su valor es nulo, porque aquel poeta dice que los
bebedores de agua no pueden escribir nada que valga,
y asi soy ect

Dato, 21 de Octubre de 177 i.

Señora.
Bato, 9 de Octubre de 1770. A la verdad, Vd. se interesa en mi salud mas que yo
mismo, porque no merece su atención ni la mía. Se­
gún las órdenes de Vd., previne á mi camarero que lo
Señora. informase de mi feliz llegada aquí, á lo cual no puedo
agregar nada, por no hallarme peor ni mejor de lo que
Doy á Vd. mil gracias por el Ínteres que muestra por estaba entonces. Me alegro mucho que nuestros niños
mi salud y mi vida. Por io que hace á esta me es tan esten buenos; pido á Vd. que les entregue la Inclusa.
indiferente como á cualquiera, pero respecto de la otra, No me sorprende la conversión de M *** porque á los
conOeso que la cuido y que me Interesa mucho, de modo diez y siete años era el ídolo de las viejas por su airo
que mientras tenga que arrastrarme por este planeta, grave, su devoción y su estupidez. Soy ect.
haré por gozar á lo menos de la salud de un insecto.
No puedo decir todavía si estas aguas me procuran la «
humilde dosis de salud á que todavía aspiro. Aun no
las he ensayado suficientemente, visto que solo una se­
mana llevo de beberías. La única diferencia que noto
es, que duermo mejor que antes.
Pido á Vd. y á M. Fitzhugh que no se molesten mu­ A Carlos y á Felipe STANHOPE.
cho para procurarme las plantas. Como no producen
fruto antes de tres arios, mas valdría á mi edad plantar Bato, 27 de Octubre de 177 í.
encinos con la esperanza de aprovechar la madera. Sin
embargo, alguien, Dios sabe quien, los comerá, como Recibí hace pocos dias las dos cartas mejor escritas
alguien cortará y venderá los encinos que planté hace que en mi vida he visto, una firmada Carlos Stanhopo
cuarenta y cinco años. y otra Felipe Stanbope. Esto no me sorprende de tí,
Espero que los niños van bien; mis respetos á ambos. Carlos, porque te tomas el trabajo y amas mucho el
Soy ect. estudio; pero tú, Felipe, ¿cómo es que escribes tan
bien que casi podría decirse de ambos: et cantare
pares et respondere parati ? Carlos te esplicará este
latin.
He oido decir, Felipe, que has adquirido en la es­
cuela un sobrenombre por tu intimidad con M. Stran-
geways, y que te llaman el caballerito Slrangeways,
Batii, 14 de Octubre de\T¡0. porque no hay duda de que eres muchacho muy cstra-
ordinario, no es verdad ?
Decidme ambos lo que deseáis de aquí, y os lo lle­
Señora. varé á mi regreso á la ciudad. Entre tanto DI03 os
bendiga.
La estafeta ha servido á Vd. mas de lo que yo me
proponía, porque le aseguro, bajo mi palabra, que á CHESTERFIELD.

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CARTAS
DE

LORD CHESTERFIELD
A SU AHIJADO, SOBRE EL ARTE DE AGRADAR.
--- -------------------- -«<o—

El autor dirigió las siguientes cartas á su ahijado Stanhope, pariente lejano suyo, que llegó d
ser heredero de su titulo y fortuna. No hay en ellas fecha de mes ni de año,pero como en la tercera
carta se dice que el ahijado acababa de cumplir diez años, u nació en Ylbi, deben haber sido escri­
tas entre 1765 y 1766.

Bath. tas que deseo leas dos veces y las conserves, sobre el
deber, la utilidad, y los medios de agradar, es decir,
de ser lo que los Franceses llaman aimable, arte que
Mi querido ahijado. debemos confesar poseen ellos casi esclusivamente,
Nuestra correspondencia ha sido hasta ahora muy por haberlo estudiado mucho, y lo practican con mayor
vaga é irregular. Mis cartas han tenido entre si poca ó perfección. Por eso emplearé con frecuencia en estas
ninguna relación, porque he procurado adaptarlas á cartas algunas do sus espresiones, por que ellas cor­
tus pocos años y tu gusto por la variedad. Te he consi­ responden á mis Ideas mejor de las que encuentro en
derado como niño y chanceado en consecuencia con­ mi propio idioma.
tigo ; y aunque todavía no te miro como hombre, Ten esto presente y fíjalo bien en tu alma: que el
quiero considerarte como capas de alguna reflexión que no es aimable es un ser verdaderamente nulo con
sé ría. Ahora eres un hombre á medias, y antes que se respecto al trato general de la vida: su literatura es
duplique la edad que tienes, serás un hombre comple­ pedantería, y aun sus virtudes carecen de lustre. Quizá
to : por lo tanto Paulo majora canamus. mi asunto me obligará á veces á decir cosas superiores
Ya conoces tus deberes religiosos y morales, que son á tu tierna inteligencia; pero á medida que ésta se en­
ciertamente de lo mas simples y llanos : los primeros sanche y fortifique las entenderás; y entonces Hac
consisten en temer y amar á tu- Creador y observar olim meminisse juvabit.
las leyes que él mismo ha escrito en el corazón de cada Creo que no esperarás elegancia, ni aun esmero, en
hombre, y que tu conciencia siempre te recordará, con cartas de esta especie, que solo escribo para tu uso.
solo que te prestes á escucharla francamente j los se­ Te comunico mis ideas tales como me ocurren. Ojalá
gundos, quiero decir los deberes morales, se hallan te sean útiles i
contenidos en estas pocas palabras: Obra con el pró­ P. D. Si estuvieses aquí, tu cabecita se trastornarla,
jimo como desearlas que este obrase contigo. Por lo por que hay tanta variedad de la que te gusta, que re­
que hace á tus conocimientos clásicos, otros mas ca­ flexionarlas menos si es posible, que la mayor parto
paces que yo te instruirán en ellos. Nada queda pues, de los que pierden su tiempo en callejear sin hacer
en que yo pueda serte útil, cscepto el comunicar á tu nada.
juventud é inespericncia, lo que una larga observa­
ción y conocimiento del mundo me ponen en estado
de poder darte.
Te escribiré pues, en lo de adelante una serie de car­

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336 CARTAS

ella» despertar de su indiferencia, si se pusiesen á


considerar seriamente la infinita utilidad de agradart
como la consideraré yo en mi próxima.

Batb.

Mi querido ahijado. Bato.


El deseo de que se nos agrade es universal; el de­
seo de agradar á los otros debería serlo igualmente, y Mi querido ahijado.
entra en aquel grande y fundamental principio de mo­
ralidad de obrar con los otros del mismo modo que Como la utilidad de agradar es una proposición
desearíamos que ellos obrasen á nuestro respecto. Hay evidente por sí misma, en vez de estenderme sobre ella,
ciertamente otros deberes morales do una naturaleza solo la tocaré de paso. La persona que manifiesta un
mucho mas elevada, pero ninguno mas amable, y yo deseo constante de agradar coloca su tal vez corto capi­
no vacilo en colocarlo á la cabeza de lo que Cicerón tal de mérito á grande interes. Qué provecho pues tan
llama lenior es vir tutes. considerable no debe necesariamente producir un grao
El corazón sensible y benévolo cumple este deber caudal de mérito P Un usurero prudente colocaría gus­
con gusto, y de un modo agradable á los otros; pero tosísimo su última peseta á tal interes, sobre base tan
lo» grandes, los ricos, los poderosos, conceden á me­ segura.
nudo sus favores á sus inferiores, del mismo modo que El hombre que es amable se hará casi tantos amigos
conceden sus sobras á los perros, sin obligar á per­ cuantas personas tratare: hablo en la común acep­
ros ni á hombres. No debe pues maravillar que ios fa­ ción de la palabra, y no amigos sentimentales, como
vores, beneficios, y aun caridades, concedidas tan sin Piiades y Orcstes, Niso y Eurialo ect; pero hará que
gracia, sean tan débil y fríamente reconocidos. La gra­ las gentes en general le deseen bien, y se inclinen á
titud es un peso sobre nuestra imperfecta naturaleza y servirle en cualquiera cosa que no sea inconsistente
. nos sentimos muy inclinados á desembarazarnos de él, con su propio ínteres.
ó á lo menos á aligerarlo todo lo posible. La urbanidad es el artículo esencial en el arte do
La manera pues, de conferir favores ó beneficios agradar, y la dicta el buen natural y el buen sentido;
es, por lo que hace á agradar, casi tan importante como pero la buena crianza es la decoración, el lustre de la
la materia misma. Ten por eso cuidado de no quitar el urbanidad, y solo se adquiere por medio de una minu­
valor á las obligaciones que tal vez puedas hallarte en ciosa atención á la buena compañía y por el frecuento
estado de conceder á los otros, por un aire de protec­ hábito do ella. Un arador puede ser intencionalmente
ción insolente, ó por una manera fria y desagradable, tan civil como el cortesano mas atento, pero su manera
que ías ahogue en su nacimiento. La humanidad in­ por lo común degrada y envilece su materia; á la vez
clina, la religión requiere, y los deberes morales nos que, en la buena crianza, la manera siempre adorna y
obligan, basta donde nos fuere posible, á aliviar las dignifica la materia, hasta tal grado que yo he visto
desgracias y socorrer las miserias de nuestros seme­ hacer pasar como corriente la moneda de bajo cufio. En
jantes; pero ne basta esto, porque una alma verda­ este caso podemos verdaderamente decir, materia*
deramente sentida, tierna y benévola, nos inclinará á superat opus.
contribuir en lo posible, á sus comodidades, sus diver­ La urbanidad se mira á menudo acompañada de
siones y sus placeres, hasta el grado que podamos una ceremonia quo la buena crianza corrige, pero sin
hacerlo inocentemente. Distribuyamos pues, no solo be­ aboliría enteramente» Cierto grado de ceremonia es
neficios, sino sembremos flores para nuestros compañe­ una obra avanzada de las maneras así como de la re­
ros de viage, en los escabrosos senderos de este mundo ligión, que detiene al osado y petulante á distancia
miserable! conveniente, y es una sujeción muy pequeña para la
Hay algunos, y aun demasiados, particularmente en parte del mundo sensata y bien criada. Encontramos
este 'pais, que, sin la menor tintura visible de mal na­ en el cuento de un cubo (a) que Pedro era muy pom­
tural ni malevolencia, aparecen totalmente indiferentes, poso y ceremonioso, y Jacobo por el contrario simple
y no manifiestan el menor deseo de agradar, así como y llano; pero Martín se conducía de un modo mny
por otra parte nunca abrigan el menor deseo de ofen­ propio para corregir los cstremos de los otros dos.
der. Si esto procede de una disposición desidiosa, ne­ Para transitar por esto justo medio so requiere buen
gligente y omisa, de una naturaleza tétrica y melancó­ natural y buen sentido. En mi próxima tomaré en con­
lica, de mala salud, caimiento de espíritu, ó de un sideración los medios de agradar.
orgullo secreto y descontento, nacido de la persuasión P. D. Siento mucho no poder enviarte este ano
de su decantada libertad é independencia, es difícil carne de venado preparada, porque no se ha hecho en
determinar, considerando los varios móviles del casa: la estación ha sido muy desfavorable. Este año
corazón humano, y los pasmosos errores de la cabeza
humana; pero sea cual fuere la causa, aquella neutra­
lidad, que es el efecto de ella, hace á estas gentes,
como siempre lo hace la neutralidad, despreciables y
meros huecos en la sociedad. Seguramente desea rían (a) TaU of a Tub. Obra del Doctor Switf.

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DE LORD CITESTERFIELD 337

celebrarás sin ella el dia de tu santo, y lo celebrarás mejor cosa que puedes hacer es volverte cartujo.
mejor reflexionando que has cumplido diez años, y que

!!
Cuando te presentares, ó fueres por primera vez pre­
no tienes tiempo que perder en fútiles y pueriles disi­ sentado en sociedad, procura que la primera impresión
paciones. Ahora ó nunca debes aplicarle. que hagas en ella te sea tan ventajosa como posible.
Puedes hacer esto al principio valiéndoto de lo que al­
gunos sólidos pedantes llaman bagatelas y son aire,
vestido y talante. En este caso debes invocar la asis­
tencia de las Gracias. Aun el tonto articulo del vestido
no es bagatela en estas ocasiones.

Batii.

Mi querido ahijado.

Los medios de agradar varían según el tiempo, el


lugar y las personas; pero la regla general es la trilla­
da : procura agradar, é infaliblemente agradarás basta
cierto grado. Manifiesta constantemente un deseo de
agradar y empeñarás en tu favor el amor propio de las
gentes, abogado muy poderoso. Esto, como en verdad
todas las otras cosas, depende de la atención, ó mas
propiamente de las atenciones. Atiende pues minucio­ Nunca seas el primero ni el último en las modas.
samente á las circunstancias de tiempo, lugar y perso­ Vístete tan finamente como las personas de tu rango
nas, ó de lo contrario podrás ofender en donde inten­ y mas bien superior que inferior á ellas; y una vez que
tas agradar, porque las gentes , en lo que les toca, no te hallares vestido para todo el día, no des muestra de
muestran indulgencia por los descuidos y los errores. conocer que llevas encima ningunos vestidos, sino deja
La distracción eu la sociedad es imperdonable, por­ que todos tus movimientos sean tan fáciles como si
que implica que se le desprecia, y es tan ridicula como solo te hallases cubierto con tu bata de levantar. Un
ofensiva. Poca diferencia bay entre un muerto y un pisaverde se aprecia á sí mismo por sus vestidos, pero
distraído; la diferencia que bay es enteramente en fa­ un hombre sensato no debe descuidarlos, por io menos
vor del primero, porque todo el mundo vé que su in­ en su juventud. El mayor pisaverde que yo be conocido
sensibilidad es involuntaria. Muchas gentes, de lo mas era al mismo tiempo el mas desaseado, porque una
Irracionales, afectan distracción, pensando que ella afectada singularidad en el vestido, sea de la especie
implica pensamientos profundos y superior sabiduría; que fuere, es lo que constituye á un pisaverde, y todo
pero se equivocan de medio á medio, porque todo el el mundo preferirá á un pisaverde muy engalanado á
mundo conoce que si la distracción es natural, es una > otro desaseado. Que tu talante, á tu primera entrada
grande debilidad de alma, y si afectada una solemne j en la sociedad, sea modesto, pero sin la menor ver-
locura. Un hombre juicioso, en vez de no hacer uso de j güenza ni cortedad; seguro, sin impudencia, y desem-
los sentidos que tiene, desearla verlos multiplicados, Ibarazado, como si te hallases en tu propio cuarto. Es
con el fin de ver y escuchar á la vez todo lo que se hace dificil asertar en este punto y merece por lo tanto
6 se dice en presencia suya. grande atención; nada sino un uso constante en el
Sé pues atento á la cosa mas insignificante que acon­ mundo y en las mejores compañías/ puede procurar
teciere en donde te hallares; y lleva contigo, según la ? esta ventaja.
espreston vulgar, tus ojos y tus orejas. Es una disculpa j Un joven sin conocimiento del mundo, cuando
muy necia y común la de decir s « No recuerdo en J asiste por primera vez á una sociedad lucida, en donde
verdad tal cosa; ó pensaba yo entonces en otra. » La casi todos son superiores suyos, se mira por lo regular
respuesta adecuada á tan ingeniosas escusas y que no I anonadado con su vergüenza mal entendida, ó si
admite replica, es ¿Por qué no recordáis la ooBa; pre­ cobra espíritu y se desenfrena hasta lo Bque ath.él consi­
sente estabais cuando se hizo ó se dijo. Oh! podrías tal dera como modesta seguridad.se precipita en la impu­
vez decirme, pensaba yo entonces en cosa muy diversa; dencia y en el despropósito, y por consecuencia ofendo
pero si es 'asi, por qué no estabas en diverso lugar mas en vezMdei QUERIDO
agradar.AHIJADO.
Procura tener, tanto como estuviere
propio para esa otra cosa importante en que dices ocu­ en tu arbitrio, aquel air de douceur que nunca deja
pabas tu pensamiento ? Quizá me responderás que la de Evita
hacercuidadosamente cierta propensión
favorables Impresiones, con tal áque
disputar
no le

I
compañía era tan necia que no merecía tu atención. y controvertir
> acompañe que muchas
una sonrisa gentes
insípida tienen,
ó una y aun algu­
descocada jovla-
Estoy seguro de que esta es la respuesta de un necio; nas se jactan de ello en la sociedad. Cuando tu opinión
; lidad.
porque un hombre juicioso sabe que no hay compañía no se conformare con la de los otros, mantenía solo
tan nula de la que no se pueda sacar alguna utilidad eon modestia, calma y blandura; pero nunca te mués*
por medio de la atención. (tres colérico, turbulento ni clamoroso; y si vieres que
Debes pues tener, y con solo que quieras la obten­ tu antagonista comienza á encenderse, pon fin á la dis­
drás, una atención versátil de modo que puedas apli­ puta con alguna chanza cortes : porque, tenlo por se­
carla instantáneamente á diferentes personas y objetos guro, si dos amigos, los mejores del mundo, disputan
según so presentaren. Recuerda que sin esta atención con calor, sobre la cosa mas insignificante, se sienten
jamás serás propio para vivir entre la buena compañía, resfriados por algún tiempo. Las disputas sobre cual­
ni á la verdad en compañía de ninguna especie; y la quiera asunto son una especie de ensayo del entendi­

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3:38 CARTAS

miento, y finalizan en la mortificación de uno ú otro de. como los que la componen. La vanidad es también otro
toe contrincantes. Por otra parte, estoy lejos do acon­ aliciente para frecuentar baja compañía; porque un
sejarte que des tu aprobación á todo lo que oyeres decir hombre de calidad está seguro de ser el primer hombro
en la sociedad: tal aprobación seria vil y en algunos en ella, y de ser admirado y adulado, aun que tal ves
casos criminal; pero debes condenar con indulgencia sea el mas necio de la concurreufa. No vayas á pen­
y corregir con dulzura. sar que yo te señalo como mala compañía la de gentes
Es imposible que un hombre sensato no desprecie á de oscuro nacimiento, porque el nacimiento es nada
los chocarreros, ni que otro de honor no aborrezca á para mí, y espero que tampoco para ti, loque quiero
los bribones; pero debes prevalecer sobre ti mismo significar por baja compañía es la gente oscura, insig­
para no manifestar tu desprecio ni aborrecimiento en nificante, desconocida, nunca vista entre la parte ur­
toda su ostensión. Su número es muy considerable bana del mundo, ni distinguida por ningún talento ni
para lidiar con ellos, y su mayoría los hace formidables mérito particular, sino el de pasar qnlzá las noches
nunque no respetables. Por lo común andan juntos sentados ai rededor de una mesa con las botellas de­
por el mutuo uso que hacen unos de otros. Manifiés­ lante, porque la bebida es generalmente la ocupación
tales una cortesía reservada, y considéralos como si no insípida é indecente de tal compañía.
existiesen para tí. No adoptes el papel de chocarrero Hay otra especie de compañía que en lo genera! de­
como suelen hacer los que intentan 6er agudos, ni pro­ seo evites, aunque alguna vez, pero muy rara, no te
voques á los bribones sin necesidad; pero procura mez­ hará daño que te halles en ella: quiero decir la com­
clarte con ambos io menos posible, recordando siem­ pañía de bufones, graciosos, chanceros, mimos y ca­
pre que todo el que contrae amistad con un chocarrero maradas alegres que todos son por lo común los mas
ó con un bribón, tiene algo maio qué hacer ó qué ocul­ insípidos socios del mundo, con una fuerte dosis de
tar. Un joven, especialmente á su entrada en el mundo, espíritus animales. Si fueres por solo mera curiosidad
es juzgado generalmente según la compañía que fre­ á tal compañía, no muestres un semblante filosófico,
cuenta, juicio que mu parece muy racional; y aunque severo ni despreciativo de su innoble alegría, sino li­
4 los principios no seas tal vez capaz de abrirte camino mítate á tomar en ella una parte Inferior; no contrai­
<jn la buena sociedad,siempre está en tu mano evitar gas familiaridad con ninguno de los actores, porque
la mala. Podrías acaso pedirme que te defina la buena podría procurarles pretensiones sobre ti que no po­
y la mala compañía; y paso á hacerlo en cuanto me drías satisfacer ni rechazar con decencia. No llames á
fuere posible, porque es de la mayor importancia cono­ ninguno de ellos por sus nombre»de bautismo, ni sos
cer la diferencia. abreviados, como Pepe, Pancho, Paquito, ect.; usa
La buena compañía consiste en cierto número de mas bien una urbanidad mas ceremoniosa con ellos
gentes de cierta esfera, no quiero decir nacimiento, que con tus iguales, porque nada contribuye mas á
cuya mayoría es considerada como juiciosa y de ca­ tener á distancia conveniente á los enfadosos que una
rácter decente; en fin, de personas que generalmente poca de ceremonia.
son consideradas como merecedoras dei titulo de buena
compañía. Es posible, y aun probable, que uno ó dos
chocarreros se escurran, ó uno ó dos bribones se entro­
metan en tal compañía : los primeros con esperanza
de adquirir la reputación de un poco de buen sentido,
y los segundos la de una poca de honradez. Pero
ubi plura nitent, como Horacio, no debes ofenderte Bato.
paucis maculis.
La mala compañía es, toda la que generalmente no
es considerada como buena compañía; pero hay varias Mi querido ahijado.
gradaciones en esta como en la otra; y te será impo­
sible, en el curso común de la vida, no caer algunas Es mnebo mas fácil definir la mala compañía que
veces entre mala compañía; pero procura salir de ella la buena; loque es malo choca inmediatamenteá to­
tan pronto y tan bien como puedas. Hay algunas com­ do el mundo; la locura, la bribonería y el libertinage,
pañías tan infamadas y escandalosas, que haber es­ nunca serán tomados por ingenio, honor y decencia.
piado entre ellas dos veces injuriarla tu carácter, tanto La mala compañía tiene (a)****; pero en la buena
respecto de tu virtud y honor, como de tus talentos : hay varias gradaciones de lo bueno á lo mejor; lo me­
tal es la compañía de quimeristas, tahúres, estafadores ramente bueno es mas bien libre de objeciones que
y bajos prostituidos en el vino ó las mugeres. Por otra merecedor de alabanza. Tu debes aspirar á lo mejor ;
parte, mientras fueres joven no declames ni prediques pero cual es lo mejor P Entiendo que son aquellas com­
contra ellos como un capuchino. Tu misión no es la pañías de hombres ó mugeres, ó una mezcla de unos
de reparar afrentas ni reformar las maneras. Cuida que y otras, en donde prevalece la buena crianza, la urba­
las tuyas 6ean puras, y abandona á losotros al despre­ nidad y la decencia, aunque tal ves no domine la
cio é indignación que merecen. virtud.
Hay una tercera clase de compañía, que, sin ser es­ Las mugeres de moda y reputación, no quiero decir
candalosa, es vil y degradante: me refiero 4 la llamada enteramente irreprensibles, son un ingrediente nece-
baja compañía, que muchos jóvenes de buena edu­
cación, á su entrada en el mundo suelen amar por
cierto grado de mal entendida vergüenza y desidia de
que no Íes es fácil deshacerse. Si te sumerjes en seme­
jante compañía por solo un año, jamas saldrás de ella, (a) Dota en una esquina la carta original, faltan algunas
sino que permanecerás tan oscuro é insignificante palabra».

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DE LORD CHESTERFIELD 339

sario en la composición de la buena compañía; la las aparentan por lo menos muy bien; y esto es todo lo
atención que ellas requieren, y que les es pagada por que es requerido en las sociedades mistas.
lodos los hombres bien criados, mantiene la cortesía Yo he conocido en verdad varias gentes desconten­
y comunica un hábito de urbanidad ¡ á la vez que los tadizas y de genio áspero que se mostraban muy alegres
hombres, cuando viven juntos sin la blandura y la sua­ y benignas en la sociedad, pero nunca conocí á nadie
vidad de la compañía de las mugeres, se vuelven des- . mal humorado en la sociedad que no fuese al mismo
cuidados, negligentes y toscos entre si. En sociedad tiempo fundamentalmente malévolo. Cuando no hay
toda muger es superior á cualquiera hombre y debe malevolencia en el corazón, hay siempre alegría y de­
ser tratada con respeto, aun mas, con lisonja, y tu no sembarazo en el semblante y las maneras. La alegría
debes tener temor de exagerar tus alabanzas. Tai li­ y buen humor de que hablo está lejos de ser aquel rui­
sonja no es baja de parte nuestra, ni perniciosa á doso regocijo y aquellas altas carcajadas, que son el
ellas,porque nunca puede darles una Opinión mayor do distintivo característico del vulgo y de los malcriados,
su belleza y de su juicio que la que antes tenian ; tu cuya alegría es una especie de estruendo. Observa y
dosis pues debe ser fuerte, seguro de que será tragada verás que el vulgo por lo regular carcajea, pero nunca
con avidez. sonríe; á la vez que las gentes bien educadas siempre
Las mugeres imprimen el carácter de civil ó llano sonríen y muy rara vez carcajean. Una cosa aguda
de todos los jóvenes á su primera entrada en el mun­ jamas promueve esos altos ímpetus de risa : agrada al
do. Cohéchalas con minuciosas atenciones, urbanidad alma y nunca descompone ni tuerce las facciones del
y alabanzas. Con frecuencia he visto que su proclama­ semblante. Un absurdo patente, un despropósito, un
ción da valory curso á moneda de muy baja ley, y por accidente fútil, y todas aquellas cosas llamadas gene­
consecuencia agregará lustre al oro mas puro. Las mu­ ralmente cómicas, excitan las carcajadas tremendas,
geres, aunque llamadas sensibles bajo otro aspecto, pero las gentes bien educadas solo las ven con una
tienen todas ellas mas ó menos debilidades, fantasías, sonrisa de corta duración.
caprichos, gustos y humores, especialmente vanidad ; Se suele dar el nombre de rabia pasajera á la cólera
estudia atentamente sus flacos y satisfácelas hasta don­ repentina, y es rabia en efecto, pero los parasismos de
de puedas, y aun mas, lisonjéalas y sacrifica por ellas ella son tan frecuentes en las personas coléricas, que
tus pequeños caprichos. Los jóvenes son muy pro­ mas bien podía llamarse rabia perpetua. Si tu disposL
pensos á manifestar disgusto, por no decir aversión y clon fuere desgraciadamente de esta clase, lo que Dios
desprecio, por mugeres viejas y feas, lo cual es tan no quiera, estadía constantemente los medios de sub­
impolítico como irracional»porque hay una respetuo­ yugarla, ó por lo menos de contenerla. Cuando sin­
sa urbanidad debida á todo el sexo. Ademas, las feas tieres que tu cólera se enciende, resuélvete á no hablar
y las viejas, teniendo poco que hacer ellas mismas, se ni responder á la persona que la excita; espera hasta
muestran celosas de ser despreciadas y nunca lo per­ que no sientas que ha calmado, y habla entonces deli­
donan ; y yo podría suponer muchos casos en que tu beradamente. Yo he conocido muchas gentes que por
descarias contar con su amistad, ó á lo menos con su la precipitación de sus razones se han hecho ellas mis­
neutralidad. Debe pues servirte de regla el no mani­ mas mucho daño. Te daré una receta frivola, que tal
festar jamás aquel desprecio que muchas veces sentirás vez calificarás de ridicula, para contener los arrebatos
y con razón, por alguna criatura humana, porque de tu cólera, pero'yo mismo creo haber esperimentado
nunca te será perdonado. Una injuria se perdona mas sus útiles efectos. Haz todas las cosas como si las eje­
fácilmente que un Insulto. cutases al compás moderado de la música; habla
piensa y muévete con arreglo á aquella medida igual­
mente libre de una lentitud torpe y de una precipita­
ción desordenada. Este espediente te procurará ademas
algunos instantes de reflexión y las gracias acompa­
ñarán á lo que digas ú hagas, porque las gracias nunca
se precipitan ni se adormecen. Obsérvalos ojos esplen­
dentes de un colérico, su rostro Inflamado, sus piernas
Batü. trémulas, y su lengua vacilante y tartamuda de rabia, y
luego pregúntate á tí mismo con calma, si por nada de
este mundo querrías ser aquella humana bestia feroz.
Mi querido ahijado. Tales criaturas son odiadas y temidas en todas las
compañías que frecuentan, porque no es del gusto de
Si no tienes suficiente dominio sobro tí mismo para las gentes el verse espuestas á la necesidad de dar de
Subyugar tus humores, como espero lo tendrás, y como bofetones á tales brutos ó de ser abofeteadas por ellos.
estoy seguro puede tenerlo toda criatura racional t Debes pues por el contrario esforzarte para conservar
nunca vayas á la sociedad mientras te bailares atacado tu sangre fría y entereza en todas ocasiones: las ven­
de mal humor. En vez de ser distraído por la sociedad tajas de tal serenidad son innumerables, y sería fasti­
en aquellos momentos, le causarás desagrado y se sepa­ dioso relatarlas. Puede ser adquirida por medio de!
rará de ti con sentimientos menos amistosos que antes. cuidado y de la reflexión; y si no se adquiere, la razón
Asi pues, siempre que te hallares mal humorado ó dis­ que distingue al hombre del bruto, nos sería dada casi
puesto á la contradicción ó aspereza, será Inútil que inútilmente; como una prueba de esto, nunca he visto
busques alivio en ia sociedad: permanece en tu casa y yo, ni be oido tampoco hablar de un cuácaro que so
deja que tu mal humor fermente y se disipe por sí manifestase colérico. Hay ciertamente en aquella secta
mismo. La alegría y el buen humor son las cualidades un decoro, una decencia y una amable simplicidad,
mas amables en la sociedad; porque aunque no impli­ que no aparecen en ninguna otra.
quen necesariamente benevolencia y buena crianza, Habiendo mencionado en esta carta las gracias, no

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240 CARTAS

puedo terminar sin recomendarte ardientemente que mas ingenio tengas mas benévolo y urbano debes ma­
les hagas, según el consejo de los antiguos mas jui­ nifestarte, á fin de disponer á las gentes á perdonar tu
ciosos, fervorosos sacrificios diariamente. Cuando ellas superioridad, punto muy difícil. Aprende á encogerte
son propicias, adornan todas las cosas y seducen todos y acortarte hasta el tamaño de la compañía en que te
los corazones. Pero pueden adquirirse? Sí, hasta cierto hallares. Adopta el tono que reinare en ella sea cual
grado, por medio dei cuidado, déla observación y de fuere, y si puedes procura distinguirte. Una conversa­
un culto asiduo. 1.a naturaleza, convengo en ello, debe ción libre, asi como un gobierno libre, no soportan pa­
ante todo haberte hecho capaz de adoptarlas, y después cientemente un dictador.
la observación y la imitación te las procurarán como La reputación de hombre de ingenio es seductora, y
propias. todo el que la merezca puede disfrutarla , aunque á
llay las gracias del espíritu así como las del cuerpo: veces no deja de tener sus inconvenientes. El alcalde
las primeras comunican una manera seductora á los mas estúpido pretende obtenerla, lanza su dicho, y
pensamientos y las espresiones; y las segundas á los mo­ piensa ó por lo menos espera que es ingenio; pero la
vimientos, á las posturas y á la destreza. Quizá ningún denominación es siempre formidable y muy á menudo
hombre las ha poseído todas, y el que las poseyese ridicula. Estos ingenios titulares tienen por lo comuu
seria afortunadísimo ; pero si tú observas atentamente menos ingenio que petulancia y presunción : son cuan­
aquellos modales graciosos y seductores que mas te do mas los bufones de su manzana, en cuya estrecha
agradan en otras gentes, fácilmente puedes adoptar lo esfera son á la vez temidos y admirados.
que agradará á los otros en tí; trata de obtener la Quizá podrías preguntarme, y con justicia, cómo,
mayoría de las gracias en tu favor; asegúrate de su considerando las ilusiones de la vanidad y del amor
voto decisivo y no pierdas medio para que te declaren propio, de que ningún viviente se halla enteramente
amable. Hay ciertas gentes que Moiiére en una de sus libre, cómo puedes conocer si tienes ó no ingenio. La
comedias llama, con cierta afectación pero con mucha mejor respuesta que puedo darte es que no te Besen el
justicia, antípodas de las gracias.Sl estas desgraciadas voto de tu propio juicio, porque este te engañarla,
gentes son formadas torpes y desapacibles por la ni en tus orejas, que siempre recibirán con agrado la
invencible naturaleza, merecen antes compasión que lisonja si eres digno de ella ; sino que te Oes única­
censura y ridiculo. Pero la naturaleza deshereda á muy mente de tus ojos y leas en los semblantes de la buena
pocas gentes hasta tal grado. compañía la aprobación ó la aversión á lo que dijeres.
Observa también cuidadosamente si eres solicitado por
la buena compañía, y en cierto modo impelido en me­
dio de ella. Pero aun todo esto no confirmará absolu­
tamente tu Ingenio; y asi, no vayas, bajo tal incentivo,
á lucir tu Ingenio ante las gentes, ni á usar agudezas,
epigramas ni respuestas picantes.
Daht. Aparenta tener menos, antes que mas ingenio del
que realmente poseas. Un hombre prudente vive por
lo menos dentro de los límites de su Ingenio como den­
Mi querido ahijado. tro de los de su renta. Conteníate con el buen sentido
y la razón, con los que á la larga estás seguro de agra­
Si Dios te da ingenio agudo, ventaja que no sé si dar á todos los que no tengan uno ni otro. Si al buen
te deseo, á menos que no te dé al mismo tiempo por lo sentido y la razón puedes agregar el ingenio, venga en­
menos una porción Igual de juicio para gobernarlo, horabuena, pero jamás lo llames. Ten esta verdad
llévalo como tu espada envainada, y no la vibres con siempre impresa en tu alma, para que seas admirado
terror de toda la compañía. Si tu Ingenio es verdadero por tu ingenio en caso de que io tengas ; pero nada
fluirá espontáneamente sin necesidad de que aspires á sino el buen sentido y las buenas cualidades puedeu
ello; porque en tal caso la regla del evangelio es tras­ hacer que seas amado; ambas cosas son sustanciales
trocada : solicítalo y no lo encontrarás. El ingenio es y debes usarlas diariamente. El ingenio es para los
una cualidad brillante que todo el mundo admira : dias de gala, en que las gentes se visten para lucir y
muchos lo solicitan, todos lo temen y pocos lo aman, ser admiradas.
cscepto en sí mismos. Es necesario que un hombre
tenga mucha agudeza de ingenio para soportarlo en P. D. Recibí tu última carta que está muy bien es­
otro. Cuando el ingenio es inclinado á la sátira, oca­ crita. La semana entrante te veré y te llevaré algunas
siona un desasosiego maligno. El ingenio ciertamente cosas bonitas de este lugar, porque se me ha dicho
puede ejercitarse en la sátira; pero la sátira no consti­ que eres muy buen muchacho y has aprendido muy
tuye al ingenio como muchos lo Imaginan. Un hombre bien tus lecciones.
de ingenio debe encontrar mil oportunidades mejores
de manifestarlo.
Abstente por lo mismo, con el mayor cuidado, de
teda sátira, que, aunque no caiga sobre ninguna perso­
na particular de la compañía, y momeo lencamente,
por la malignidad del corazón humano, agrade á todos
sin embargo, bien considerado, causa temor también á
■todos. Cada uno piensa que puede llegarle su vez, y te
odiará por lo que so le figure que puedes decir de él,
mas de loque te agradecerá que guardes silencio. El
temor y el odio son parientes muy cercanos. Mientras

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DE LORD CIIESTERFIELD 341

cio. Este carácter es do lo mas despreciable, y siempre


despreciado aun por los que son bastante tontos para
ser divertidos por ellos.
Tu debes contentarte con nn buen sentido sólido
y con las buenas maneras, y usa también de tu ingenio
Bato. en ocasiones propias é inofensivas. El buen sentido to
procurará la estimación, y las buenas maneras, el amor
de las gentes; y el ingenio dará lustre á ambas cuali­
Mi querido ahijado. dades. En todas las compañías en que pudieres ha­
llarte, en todos los placeres que te procurares, aunquo
Hay una especie de ingenio menor, que so usa mu­ no enteramente Inocentes, ten cuidado de preservar una
cho y del que se abusa mucho mas; quiero decir, las grande dignidad personal; no quiero de ninguna ma­
chanzas burlonas. Es una arma muy peligrosa y dañi­ nera significar un orgullo de nacimiento ni de rango,
na cuando es manejada por manos torpes é inexper­ lo cual seria absurdo; sino una dignidad de carácter.
tas ; y es mucho mejor dejarla sosegada que jugar Procura que tu carácter moral de honradez y honor
con ella; sin embargo, casi todo el mundo la em­ sea inmaculado y aun libre de sospecha. Yo he conocido
plea, á pesar de ver diariamente las querellas y'los odios gentes que eran nobles aun en sus vicios, primero por
que ocasiona. Ciertamente la burla implica cierta su­ no alabarse de ellos; segundo por no practicarlos de
puesta superioridad en el burlón sobre el burlado; y un modo iliberal é indecente. Si eran inclinados á las
ningún hombre ama ni aan la simple sospecha de que mugeres, nunca se degradaban ni ensuciaban en com­
se le ricficuliee, aunque le divierta que otras gentes sean pañía de infames prostitutas ; si amaban la bebida,
ridiculizadas. nunca practicaban aquel vicio brutal en compañías
Una burla Inocente principia á veces inofensivamen­ brutales, sino con aquellos cuyo buen humor parecía
te, pero rara vez termina sin ofensa; porque esto de­ escusarlo hasta cierto grado, aunque nada puede justi­
pende del burlado, que, si no puede defenderse, se mani­ ficarlo. Cuando vieres á un hombro ebrio, como
festará brutal, y si puede defenderse, el burlón, burlado te acontecerá muy á menudo, estúdialo con atención,
él mismo, llegará probablemente á manifestarse brutal. y preguntante á ti mismo juiciosamente, si querrías por
La burla es una especie de ensayo de Ingenio en que nada de este mundo, ser aquella bestia, aquella degra­
ningún hombre soporta que aparezca claramente su dación de la razón humana. Los Lacedemonios muy
inferioridad. sensatamente embriagaban á sus esclavos, para desalen­
El carácter do un bufón es mas generalmente temido tar á sus hijos de caer en aquel estado, y el resultado
y mas eordlalmente odiado que ningún otro. La Injus­ fué bueno, porque nadie ha oido hablar de ia embria­
ticia de nn bribón es perdonada mas pronto en el mun­ guez de algún Lacedemonio.
do que los insultos de un hombre agudo; el primero
solamente perjudica nuestros intereses y nuestra liber­
tad, pero el segundo daña y mortifica aquel secreto or­
gullo de que ningún corazón se halla libre. Convengo
en que hay cierta especie de burla que no solo puede ser
inofensiva, sino aun lisongera, como cuando por una
ironía urbana, acusas á las gentes de aquellas imper­
Dátil
fecciones de que notoriamente se bailan exentas, y
consecuentemente Insinúas que poseen las virtudes
contrarias. Sin riesgo puedes llamar á un Aristides
bribón y fea á una muger muy hermosa. Cuida sin Mi querido ahijado.
embargo, que ni el carácter del hombre ni la belleza
de la muger, sea dudoso en lo mas mínimo. Pero Si hay algún objeto que propia y licitamente merezca
esta especie de chanza requiere una mano muy firme ser satirizado, me parece que es el presumido, como u-
y ligera para administrarla; porque si es un poco fuerte surpador del derecho común del género humano. Pero
podrá causar ofensa y si es mas débil de lo necesario aquí son necesarias algunas precauciones. Un poco de
podrá creerse que es mofa, cosa de lo mas odiosa. ingenio y mucha vanidad constituyen á un presumido,
Hay otra especie de ingenio que mas bien llamaré porque un verdadero presumido debo tener ingenio. El
regocijo y bufonería, y es el remedo. El mas diestro mas consumado presumido que yo he conocido era de
imitador es siempre el ser mas repugnante del mundo, lo mas agudo, pero su agudeza iba acompañada de. tal
y un mono le es infinitamente superior. Su profesión presunción, que lo constituía muy gigante para toda
es remedar y ridiculizar afelios defectos y deformida­ clase de sociedad, en donde siempre usurpaba el pri­
des de que nidgun hombre es responsable en lo mas mer asiento y atropellaba al buen sentido.
mínimo; el imitador se hace por el momento tan repug­ La sátira parece ser el azote mas propio para estos
nante y desagradable como las personas que remeda. culpables; pero para usarla se necesita imicha precau­
Pero no quiero hablar mas de tales criaturas que solo ción y esperiencla, porque te puede salir el huevo huero,
divierten á la canalla mas baja del género humano. como suele decirse, y entonces las risadas caerán sobre
Hay otra raza do animales humanos llamados gra­ tí. La mejor conducta con estas gentes es dejarlas ente­
ciosos, cuya profesión es hacer reir inmoderadamente ramente solas y largarles suficiente cuerda.
á la compañía, y que siempre lo logran con tal que la Por otra parte, hay muchos, y quizá mas, que sufren
compañía se componga de necios y locos; pero que se por su timidez y mal entendida vergüenza, y que por
llevan igualmente chasco al encontrar que no alteran i esta causa se abaten infinitamente bajo su nivel. La
un solo músculo en el semblante de un hombre de jui­ timidez es tomada generalmente por estupidez, aunquo

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312 CARTAS

por lo común no lo es, sino que procede de falta de


educación en la buena compañía. M. Addison era el
hombre mas tímido y torpe que yo he conocido; y no
hay que maravillarse, porque habia permanecido ente­
ramente enclaustrado en las celdas de la universidad
de Oxford hasta la edad de ventlcinco años. La Bruyere
dice con muchísima razón : on ne vaul daos ce monde Mi querido ahijado.
que ce que Von veut valoir; porque el mundo, bajo
este respecto, manifiesta grande indulgencia, y estima El tablar de sí mismo es práctica muy favorita de la
á las gentes casi al mismo precio á que se estiman ellas mayor parte de las gentes, y espero que tu no la adop­
mismas, con tal que no sea exorbitante. tarás jamas, sino que por el contrario la evitarás
Desearla yo que tuvieses una firmeza fría é intrépida, cuidadosamente. Nada es mas desagradable y enfa­
con gran modestia aparente, nunca desconcertado ni doso á la compañía que escuchar á un hombre que se
nunca atrevido. Las gentes torpes y tímidas que no se alaba ó se condena, porque ambas cosas proceden del
tallan acostumbradas al trato de la buena compañía mismo motivo, la vanidad. Yo no permitirla á ningún
son ridiculamente vergonzosas ó neciamente impuden­ hombre hablar de si mismo sino ante un tribunal para
tes. Yo he conocido algunos hombres, impudentes de justificarse ó para declarar como testigo. ¿ Debe un
vergüenza, que trataban de manifestar una firmeza ra­ hombre tablar en alabanza suya P No; el héroe de su
cional, y que se desataban basta observar una conducta propia relación siempre embaraza y disgusta á la com­
que ellos creían fácil y desembarazada. Un hombre pañía, que no sabe qué hacer, ni qué decir, ni qué as­
vergonzoso y tímido es aniquilado en la buena com­ pecto presentar. ¿ Debe tablar de si mismoP^No; la
pañía, principalmente en la de sus superiores, no sabe vanidad es el origen tanto de su condenación como do
io que dice ni lo que hace, y permanece en una agita­ su panegírico.
ción ridicula, tanto de cuerpo como de alma. Evita tu Yo he conocido muchas gentes que se manifestaban
ambos estremos y procura revestirte de frialdad y de avergonzadas de sí mismas, y con una modesta con­
firmeza : habla al rey con tanta tranquilidad, aunque trición se confesaban criminales de casi todas las vir­
con mas respeto, que á tus Iguales. Este es el distin­ tudes cardinales: su naturaleza tiene tales flacos que
tivo característico de un caballero y de un hombre no pueden dejar de conmoverse con las desgracias y
de mundo. miserias de sus semejantes, miserias que ellas sienten,
El medio de adquirir estos necesarísimos modales, si no mas, á lo menos tanto que las suyas propia».
es, como ya lo llevo dicho, acompañarte, sea cual Su generosidad, bien lo saben ellas, es imprudencia ;
fuere la dificultad que encontrares al principio, con porque no pueden menos de llevarla muy lejos, por la
tus superiores y con mugeres elegantes, en vez de re­ débil, la irresistible beneficencia de su naturaleza.
fugiarte, como lo hacen muchos jóvenes, en la baja y Quizá son también muy celosas de su honor y muy
mala compañía, con el fin de evitar lp sugecion de la irascibles cuando ellas lo consideran mancillado, pero
buena crianza. Es, lo confieso, cosa muy difícil, por no esto procede de su desgraciada índole calorosa que las
decir imposible, para un jóven á su entrada en el hace muy sensibles sobre aquel punto ; y asi se produ­
mundo, y sin el hábito y maneras usadas en él, no cen respecto de todas las demas virtudes. Esta super­
desconcertarse ni manifestarse embarazado cuando se chería es un miserable ejemplo de la vanidad humana,
presenta por primera vez entre la gente mas lucida. y produce un efecto contrario á su intento.
Observa que todos le fijan los ojos, y si por casualidad No bables pues nunca de ti mismo, á causa de tf
rien, está seguro que él es el objeto de su risa. Esta mismo ni contra ti mismo, sino deja que tu carácter
torpeza no merece censura, porque las mas veces pro­ hable por ti. Todo lo que este dijere será creído; pero
cede de'causas laudables: de una modesta desconfianza todo lo que de él dijeres no lo será, y solo te hará odioso
de si mismo, y de la persuasión de no conocer todavía y ridículo. Vive siempre en continua alerta contra los
los modales y los usos de la buena compañía. Pero varios lazos y efectos de la vanidad y del amor propio;
que persevere con una modestia noble y encontrará es imposible estinguirlos todos; sin escepcion existen
que todas las gentes benévolas y bien criadas le ayudan en el seno de cada hombre; y en el estado actual de la
al principio en vez de reirse á costa suya; y entonces, naturaleza es muy Justo que así sea. Pero trata de con­
un poco de uso en la sociedad y una atenta observación tenerlos dentro de los limites debidos, lo cual es may
ie procurará pronto el conocimiento del mundo. factible. En este caso la disimulación es meritoria, y
Es muy propio de la baja y mala compañía, que por la aparente modestia del héroe ó el patriota adorna sos
lo común se compone de chocarreros y de truhanes, otras virtudes.
reirse y desconcertar, y como ellos dicen pegar chasco, La vanidad es de lo mas odiosa y repugnante á cada
á un jóven naturalmente modesto. Quizá tu me dirás uno, porque cada uno, slnresoepclon tiene vanidad; y
que para conducirte como yo te recomiendo, se nece­ dos vanidades nunca pueden amarse mutuamente,
sita tener wna buena parte de vanidad: convengo en como no se aman dos traficantes ó dos artesanos que
ello j pero el gran punto es, ¿Ye quid nimis ¡ porque yo hacen el mismo comercio. Si tu deseas agradar á
temo que sea muy cierta la máxima de Monsieur de la hombres y mugeres dirígete á sus pasiones y. debili­
Rocheíoucault: la verlu riirait pos loin, si la vanité dades. Gana sus corazones y deja después que su razón
ne lux tenait compagnie. Un hombre que pierde la les bable cuanto quiera en tu contra.
esperanza de agradar no agradará nunca; un hombre
que está seguro de que agradará siempre es un presu­
mido ; pero el hombre que espera agradar y se vale
para ello de los medios necesarios, agradará infalible­
mente.

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natural encanta universalmente aun á los que no lo


tienen, y es imposible ser amable sin la realidad y las
apariencias de la benevolencia.

Bath.

Mi querido ahijado.
Datü.
Bien sé que eres generoso y benévolo por naturaleza;
pero aunque este sea el punto principal, no es del todo Mr QUERIDO AHIJADO.
suficiente, porque se necesita que aparezcas tal. No
quiero decir ostentosamente, sino que no te avergüen­ Mas do una vez te be recomendado, en el curso de
ces, como muchos jóvenes, de confesar los laudables nuestra correspondencia, la atención; punto á que
sentimientos de bondad y humanidad que realmente ocurriré con frecuencia porque es tan inagotable como
sintieres. Yo be conocido varios jóvenes que deseosos importante. Atiende cuidadosamente en primer lugar,
de ser tenidos por animosos, afectaban una dureza y á la naturaleza humana en general, que es de lo mas
una insensibilidad de que ciertamente no se hallaban parecida en todas las criaturas humanas, y solo varía
poseídos; el tono de la conversación de estos Jóvenes en los modos, los hábitos, la educación y el ejemplo.
es decidido y amenazante ; se inclinan á dar palizas, á Analízala, y si puedo emplear ia espresion, anatomí­
romper costillas, á echar á las gentes á rodar por ¡as zala ; estudia la tuya propia y esto te conducirá á cono­
escaleras cct. y ratifican todas estas bellas declaracio­ cer la de otras gentes. Observa con el mayor cuidado
nes con votos al diablo y otras palabras groseras y re­ las palabras, las miradas, los gestos do toda compañía
pugnantes, todo esto con el fin de que se les considere en que te hallares, y reten sus pequeñas singularida­
como enérgicos y animosos. Pasmoso error! que nece­ des, humores, gustos, aficiones y antipatías; lo cual to
sariamente los reduce á este dilema : si realmente pondrá en el caso de poder satisfacerlas ó evitarlas
piensan lo que dicen son unos brutos; si no lo según te lo dictare ocasionalmente tu propio juicio.
piensan, son unos chocarreros. Este es sin embargo el Atiende y mira á todo el que te hablare, y nunca
carácter distintivo de multitud de jóvenes. Trata tú de aparezcas distraído ni pensativo, como si no escucha­
evitar cuidadosamente este contagio, y conténtate con ses lo que se te dice; porque nada ofende y provoca
permanecer fijo y resuelto con calma y suavidad, mas. Cierto es que obrando así te verás muchas veces
cuando te hallares enteramente convencido de que obligado á oír cosas que no merecen la atención de
tienes razón; porque esta es la verdadera energía y el nadie; pero este es un sacrificio debido á las buenas
verdadero valor. Lo que comunmente es Mamado en maneras en la sociedad. También debes prestar una
el mundo hombreó muger de energía, son los dos ani­ atención minuciosa á las ocasiones, á los lugares y
males mas peligrosos y detestables que lo habitan. Son á los caracteres; un dicho agudo en una compañía no
testarudos, capciosos, suspicaces, ofenden sin razón y lo es en otra, y puede por el contrario causar ofensa.
se defienden sin ella. El hombre enérgico bajo est&sen- No uses bromas con los que observares están serios y
tido, acude á su espada, y ia muger enérgica á su len­ pensativos en aquellos momentos; y por otra parle, no
gua ; y es muy difícil decidir cual de estas dos armas prediques ni moralices en una concurrencia jovial y
es mas peligrosa. Es también muy común en muchas alegre. Muchas gentes vienen á la sociedad llenas de
compañías adoptar materias de escándalo y difama* lo que intentan decir en ella, sin la menor considera­
don ; algunos satisfacen su malicia y otros piensan la ción, á ios demas, y cargadas asi hasta la boca, están
ocasión buena para lucir su ingenio; pero yo espero decididas á disparar el tiro á toda costa. Yo conocí
que tú no adoptarás nunca este tono. Por el contrario, un hombre que tenia que referir una historia que él
toma siempre el lado mas favorable de la cuestión ; y creía muy interesante, referente á una escopeta, y la
sin ofender ni contradecir insulsamente, aparenta du­ refirió muy bien. Hizo cuanto pudo para que la con­
dar, y representa la incertidumbre de los rumores, á versación versase sobre escopetas, y no pudiéndolo
los cuales siempre está pronta á mezclarse la malicia conseguir, se levantó de pronto diciendo que le parecía
privada. Esta conducta moderada y sincera agradará á haber oido un tiro de fusil; pero cuando los concurren­
todos los falsos concurrentes, porque una especie de tes le aseguraron que no habían oído tal cosa, con­
suave contradicción á sus desfavorables insinuaciones testó que quizá se había equivocado; sin embargo
les hará esperar que á su vez encontrarán en ti un dijo, pues que hablamos de escopetas referiré una his­
abogado. toria, y la refirió en efecto ante toda la compañía in­
Hay otra clase de ofensa practicada en Ta sociedad, y dignada.
es dejar ir indirectas é insinuaciones aplicables única­ Desempeña hasta donde la inocencia y el honor lo
mente á una ó dos personas do la compañía, y sentidas permitieren, todos ks papeles con todos los hombres
solo por ellas, que, por consecuencia, se miran tanto y ganarás muchísimos amigos. Usa también de aga­
mas embarazadas y coléricas, cuanto que desean no sajos, y di y haz lo que de antemano te pareciere quo
dar muestras de que ellas mismas se aplican tales ideas. les será mas grato, sin que lo esperen ni lo sospechen.
Vive alerta sobre tí mismo á fin de no decir nada que Seria cuento de nunca acabar especificarte las
h compañía ó cualquiera miembro de ella, pueda con innumerables oportunidades que llene un hombre para
razón ó probabilidad llevar á mal; y recuerda el adagio agradar; tu propio buen sentido te las sugerirá, y tu
de no mentar la soga en la casa del ahorcado. Ei buen buen natural y aun tu Interes te inducirá á praclicar-

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344 CARTAS

las. Debe atenderse muy particularmente á los tiempos que. ningún hombre es ridiculo por manifestarse tal
y las ocasiones; por ejemplo, en las comidas habla á cual es, sino por afectar lo que no es. Ningún hombre
menudo, pero nunca largo á la vez, porque el frivolo es torpe por naturaleza, sino por afectar que es diestro.
bullicio de los criados y con mayor frecuencia la con­ Yo be conocido varios hombres de clara razón, que pasa­
versación aun mas frivola de los conmensales, que ban por necios por afectar un grado de talento que Dios
versa por lo regular sobre el condimento de los guisos les habla negado. Un arador no es ciertamente torpe ea
y la fragancia de los vinos, no dá lugar á historias ni el ejercicio de su profesión, pero sería de lo mas ridículo
razonamientos largos. Las comidas son y han siempre si ensayase el aire y las gracias de un hombre elegante.
sido consideradas como los Instantes de la relajación Tu aprendiste á bailar, pero no por amor al baile, sino
del alma y consagradas al entretenimiento jovial y á para que tu aire y movimientos volviesen á lo que
las delicias de la sociedad. Confórmate con esta cos­ naturalmente habrían sido si hubiesen logrado oca­
tumbre y contribuye con tu escole de buen humor; siones mas felices de ejercitarse y no se hubiesen echa­
pero cuida de que el mal ejemplo no te induzca & loe do á perder con los malos ejemplos y torpes imitaciones
frecuentes escesos de la glotonería y de la intempe­ de otros muchachos.
rancia ; la primera inevitablemente produce la pesadez La naturaleza puede ser cultivada y mejorada, tanto
y la última la rabia. respecto del cuerpo como del alma; pero nunca se
Observa el d propósito de todas las cosas que digas destruye por medio del arte, y todos los esfuerzos para
ó hagas. En conversación con personas muy superio­ destruirla son absurdos y procuran abundante mate­
res á ti, á pesar del desembarazo y familiaridad que ria de ridículo. Tu cuerpo y alma deben hallarse en
puedas y debas usar con ellas, preserva aquel respeto perfecto desahogo para ser agradables ; mas la afecta­
que les es debido. Conversa con tus iguales con desem­ ción es un freno particular bajo el cual ningún hom­
barazada familiaridad, y al mismo tiempo, con grao bre puede ser garboso en su talante ni agradable en su
cortesía y decencia. La mucha familiaridad, según el conversación. ¿ Crees que tus movimientos serian fáci­
dicho muy antiguo, engendra desprecio, y á veces que­ les y graciosos, si te pusieses los vestidos de otro hom­
rellas. No conozco yo nada mas difícil que fijar en el bre mas delgado ó mas corpulento que tú ? Ciertamente
trato general, los límites de la familiaridad: muy poca que no; pues lo mismo es respecto del alma si afectas
indica una formalidad insociable; y mucha, destruyo un carácter distinto del tuyo, que la naturaleza nunca
la comunicación social y amistosa. La mejor regla que intentó darte. Pero no te equivoques pensando que de
puedo darte para manejar la familiaridad es no mos­ esto se sigue que debes manifestar públicamente todo tu
trarte con nadie mas familiar de lo que te con­ carácter por ser el que te concedió la naturaleza. No;
venga ni de lo que desearías que él se mostrase muchas cosa deben suprimirse y muchas ocultarse en
contigo. Por otra parte, evita aquella desagradable y los mejores caracteres: No fuerces nunca á la natura­
fría reserva que es generalmente la capa de la astucia leza ; pero de ninguna manera es necesario manifestar
y la protección de la estupidez. La máxima italiana me todo tu carácter.
parece muy juiciosa il volto sciolto, e pensieri stretti; La discreción, guia seguro en la vida, debe prestarte
es decir, deja que tu semblante sea franco y abierto, y su ayuda; la discreción, compañera necesaria de la
eonserva secretos tus reales sentimientos. A tus infe­ razón y útil garde fou (a) si puedo usar este término,
riores debes manifestar una cordial benevolencia en del ingenio y la imaginación. La discreción señala
tus palabras y acciones, en vez de una cortesía muy el á propósito, el decorum, el ne quid nimis, y
refinada, que podría dar lugar á que creyesen que te llevarás un hombre de medianos talentos mas lejos de lo
burlas de ellos. Por ejemplo, tu urbanidad con un la­ que lo llevarían las mas brillantes cualidades sin aque.
brador diferirá de la que usares con un hombre de lia. Es palabra que equivale á juicio,aunque no son en­
mundo: recibirás á aquel de una manera cordial y teramente sinónimas. El juicio no es Indispensable en
ordinaria, para disminuir el embarazo de su natural todas ocasiones, pero la discreción siempre lo es. Nunca
vergüenza. Aun en compañía de los necios debes ejer­ afectes ni asumas ningún carácter particular, porque
citar tu atención, porque aunque son necios, pueden tal nunca te irá bien,por el contrario te hará objeto de ridí­
vez decir ó repetir alguna cosa que te importe conocer culo ; deja que tu conducta, tus virtudes, tu moralidad y
y de la que podrás acaso retirar provecho. Nunca des­ tus maneras señalen tu carácter. La discreción te ense­
plegues toda tu ciencia ante los necios, porque no la ñará á atender muy particularmente á lo que los Fran­
entenderían y podrían tal vez sospechar que te burlas ceses llaman mceurs; palabra que no puede espresarsa
de ellos; habíales en el sentido mas llano y compren­ osadamente en nuestro idioma. Moral es mucho y
sible, pero, seriamente, porque las chanzas y las bromas maneras muy poco. Decencia es lo que mas se le
no son para necios. En una palabra con la atención y acerca, pero no encierra todo el significado. La espre-
la urbanidad puedes estar seguro do agradar; sin ellas cion de Cicerón decorum es propiamente la cosa; y yo
ofenderás seguramente. no sé por qué razón no se adoptarla y naturalizaría en
en el idioma ingles. Yo nunca he tenido escrúpulo de
—***9<lCKe**- emplearla en aquel sentido.
A propósito de palabras, estudia tu propio idioma
con mayor cuidado que el común de las gentes; acos­
túmbrate á hablarlo con propiedad y elegancia, porque
Dath. nada es mas desagradable que oir hablar á un caballo»

Mr QUERIDO AHIJADO.

Evita cuidadosamente toda afectación do alma y


cuerpo. Es observación tan verdadera como repetida, (a) Pretil 0 antepecho.

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DE LORD CHESTERFIELD 345

ro los barbarigmos, los solecismos y los vulgarismos de sidera sus Intereses privados mas ó menos ligados con
los porteros. Evita por otra parte un purismo formal y ella, ninguno vacila en declarar decisivamente su pa­
afectado, especialmente el que las mugeres consideran recer, aun tas mugeres, cuya copiosa elocuencia es
como sembrado de palabras duras, cuando otras llanas mas digna de admiración que la esactitud de su lógi­
y espresivas pueden emplearse muy fácilmente. Los ca. Imposible será que evites mezclarte en estas con­
franceses se dedican mucho á bien narrer, pero son versaciones, porque casi nadie puede conseguirlo;
propensos á narrer trop, y con una elegancia muy pero ten cuidado de hacerlo con frialdad y con mucho
afectada. buen humor; y cuando vieres que la compañía co­
Los tópicos mas comunes de la conversación son la mienza á enardecerse y á gritar por el bien de la patria,
religión, la política y las noticias. Todas las gentes creen permanece silencioso, á menos que no te interpongas
que entienden las dos primeras, aunque para nada las por medio de alguna broma agradable que restituya el
han estudiado, y son inclinadas á hablar sobre ambas buen humor de la sociedad. No puedo menos de obser­
ignorante y dogmáticamente, y por consecuencia con varte que nada es mas útil, tanto para quitarse de
ardor. Pero la religión de ninguna manera es asunto encima algún negocio embrollado y desagradable, eomo
propio de conversación en ias compañías mistas; debe para desviarlo, que una chanza grotesca y placentera.
tratarse solamente entre unas cuantas personas doctas Pero esta chanza no debe tocar los límites de las chan­
para su mutua instrucción. Es asunto muy digno y tas pesadas ; debe ser ligera siu frivolidad, cuerda sin
respetable para tratarlo familiarmente. Por lo tanto, resabios de sentenciosa, y en fin, tener el yo no se
nunca te engolfes en este asunto,sino solamente lo qué, que todo el mundo siente aunque ninguno puede
necesario para espresar una tolerancia universal de esplicar.
todos los errores que pudiere contener la religión de Durante algún tiempo tengo que suspender la conti­
que se tratare, si son abrazados sinceramente; porque nuación de estas cartas ; pero como la materia es in­
cada hombre tiene tanto derecho para pensar como agotable seguiré escriviéndolas de vez en cuando. Eotre
piensa, como tu tienes para pensar como lo haces; y tanto, vive persuadido de que un hombre que no agra­
ciertamente que no puede impedirlo. da generalmente, es un ser nulo é insignificante, y que
'En cuanto á la política es asunto de que todos se los esfuerzos constantes para agradar llegarán á conse­
tienen aun mejor informados j y como cada uno con­ guirlo Infaliblemente, ó á lo menos hasta cierto grado.

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CARTA
DE

LORD CHESTERFIELD
A SU AHIJADO Y HEREDERO,

PARA QUE LA RECIBIESE DESPUES DE SU MUERTE.

IMPRESA POR LA PRIMERA VEZ.

Mí QUBRIDO AHIJADO. secuencias,tanto para el cuerpo como para el alma.Con-


sidérate pues como ebrio, y así como Jos ebrios cuando
Por mi testamento recibirás pruebas sólidas de mi bambonean se agarran de la primera cosa que se les
estimación y afecto. Este escrito no contiene preceptos presenta para sostenerse, apóyate, mi querido ahijado,
ni declaraciones de mi última voluntad, sino mis rue­ en las barandillas de mi esperiencia. Espero que ellas
gos mas ardientes por tu solo bien, ruegos qne por impedirán que caigas, aunque á veces no podrán im­
tu gratitud á mis pasados desvelos, por tu buen cora** pedir que bambonees un poco.
son y por tu sensatez, me persuado observarás pun­ Sabiendo que te hallas enteramente instruido de tos
tualmente como si alguna ley te obligase á hacerlo. No deberes religiosos y morales, no te diré nada de ellos.
son los dictados de un viejo áspero y regañan que pre­ Espero que los observarás escrupulosamente, porqae
tende dar buenos avisos cuando ya no puede dar malos si así no lo haces no serás feliz en este mundo ni en el
ejemplos, sino los consejos de un amigo, y aun debiera otro.
decir padre, tierno é indulgente, y el resultado de la Quiero suponerte deventlun sfios de edad, y aca­
larga esperiencia de quien ha trotado continuamente bado de llegar de tus viajes, mucho mas lleno de
por los senderos déla vida, consejos calculados con el fuego que de instrucción.Las primeras impresiones que
solo fin de asistir y guiar tu inesperta juventud. hicieres sobre tus compatriotas á tu primera aparición
Probablemente heredarás muy pronto mi titulo y mis en el gran teatro del mundo, son de infinita conse­
posesiones, y á una edad en que serás menos propio cuencia y grandemente decisivas sobre tu futura repu­
para conducirte con discreción que cuando solo tenias tación. Serás primeramente examinado por el gran
diez años. Bien sé que esta es una verdad muy des­ jurado de Middlesex, y si su sentencia te fuere contra­
agradable para un joven vivo y alegre, y que apenas le ría, no debes esperar una decisión muy favorable de
darás crédito; pero es, sin embargo una verdad, y una los otros jueces que te juzgarán do nuevo en el parla­
verdad que sinceramente deseo, aunque racional­ mento.
mente no lo puedo esperar, vivas firmemente conven­ No adoptes un tren ostentoso ni relumbrante,ni afee*
cido de ella. En aquel critico periodo de la vida, las tes otro muy sencillo: deja que tu tren sea el de un
pasiones peligrosas son turbulentas y vehementes, y joven sensato, y no el fastuoso de un joven heredero
sofocan toda reflexión; los alientos son fuertes y los irreflexivo} una profusión y un aparato frivolos te reba­
ejemplos generalmente malos. Es un estado de conti­ jarán en la opinión de la parte mas cuerda y racional
nua embriaguez durante seis ó siete aiios por lo menos, del género humano. Nunca uses vestidos escesiva-
y seguido frecuentemente de fatales y permanentes con* mente ricos; procura que sean tan finos como lo

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DE LORD CHESTERFIELD 347

requiera tu edad y tu rango, y no te distingas por tante juicio. Los Pedarii Sena lores, solo conocidos
ninguna magnificencia estraordinarla ni ninguna sin­ por sus piés y no por sus cabezas, han sido siempro
gularidad en la ropa. No procures brillar por alguna objetos del desprecio general. Si en tu primera, segun­
frívola circunstancia, pero brilla en el conjunto, por la da ó tercera peroración no fueres feliz, ó te detuvieres
unión de las grandes y buenas cualidades, acompaña­ en tu discurso por el temor é inquietud que todo hom­
das de las prendas amables, de las maneras, el garbo bre modesto siente en semejantes ocasiones, no to
y la destreza. desanimes; persevera, y al fin lo lograrás. Para el
A tu primera aparición en la ciudad adquiere cuantos hombre dotado de ciertos dones y conocimientos, el
conocimientos te agradare, y mientras mas numerosos perorar es una treta, que con el uso puede ciertamente
mejor, pero durante algún tiempo no contraigas nin­ adquirirse. Debo sin embargo, agregar esta precau­
guna amistad. Detente un poco y observa el carácter ción : que nunca escribas de antemano tus discursos;
de los jóvenes con quienes necesariamente debes tener si io haces podrás ser tal vez un buen declamador,
mas ó menos trato; pero no te relaciones íntimamente pero nunca un buen controversista. Prepara y digiero
sino con aquellos cuyo carácter moral fuere inmacu- bien tu materia en tu pensamiento, y verba non invita
ado ; porque no hay dicho mas verdadero que el de sequantur. Pero si propiamente puedes introducir en
dime con quien andas y le diré quien eres; y es tu discurso uno ó dos periodos declamatorios que des­
también igualmente cierto que cuando un hombre de pidan brillo y que los oyentes puedan retener en su
juicio contiae amistad con un bribón ó con un cho- memoria, como los trozos favoritos de alguna opera,
carrero, tiene algo malo que hacer ó que ocultar. La el efecto será bueno. El finado Lord Bolingbroke so
buena reputación de un hombre no puede menos de había acostumbrado tanto á la elocuencia florida, aun
sufrir alguna mancilla por el frecuente trato con otro en su conversación ordinaria, cosa que todo el mundo
de mala fama. puede conseguir can uu poco de cuidado, que sus
No te dejes seducir de la palabra energiaAJn hombre discursos realmente improvisados parecían estudiados.
enérgico, en la común aceptación de la palabra, es, en Lord MansQeld era en mi opinión el que mas se lo
resumidas cuentas, una criatura dotada de fogosos acercaba en elocuencia natural, pero M. Pitt llevaba
espíritus animales con poco entendimiento; colérica, consigo, sin premeditación, la fuerza del trueno y el
testaruda, capciosa, celosa de su honor mal entendido, brillo del relámpago. La mejor materia del mundo,
sospechosa de pretendidas ofensas, y lo que es peor, mal dispuesta y relatada sin gracia,no agradará nunca.
pronta á pelear en defensa de sus desatinos. Evita esta La convicción y la conversión son fuera del caso en
ciase de compañía, y conténtate con una firmeza fría ambas cámaras, pero el que mas agradare se les acer­
y una firme resolución. Te diré de paso que una muger cará mas. En la oratoria como en todas las otras cosas,
enérgica es, mutatis mutandis, el duplicado de este debes pagar homenage á las gracias. Procura ser muy
hombre enérgico : una regañona audaz y vocinglera. modesto en tu exordio, y tan nervioso como puedas en
Poco te diré contra el juego porque mi ejemplo te tu peroración.
grita altamente NO JUEGUES. El juego es mas bien Apenas puedo decidirme á encargarte que evites la
una rabia que una pasión; te acometerá en todos tus bebida, porque estoy persuadido que escribo á un ser
placeres racionales, y quizá con alguna mancilla en tu racional, á un caballero, y no á un marrano. Con todo,
carácter, si te aconteciere ganar; porque todo el que para que insensiblemente no seas arrastrado á la bestial
juega fuerte necesariamente pierde su dinero ó su re­ costumbre de beber, ó de solo tomar tragilos, te acon­
putación. Yo he perdido grandes sumas en el juego, sejo que no seas miembro de ningún club, sea el que
y siento haberlas perdido; pero ahora sentirla mucho fuere. El objeto de todos los clubs es beber ó jugar,
mas haberlas ganado. Tal como ha sido solo puedo ser pero generalmente ambas cosas. Un miembro de un
acusado de locura, y me confieso culpable. Pero como club en que se bebe, no está ebrio siempre; quizá lo
en el curso común de la vida te verás á veces obligado está rara vez, pero ciertamente nunca está cuerdo
á jugar en juegos de sociedad, observa estrictamente del todo, y al dia siguiente se mira indispuesto con la
esta regla*, nunca te sientes á jugar con hombres sola­ intemperancia de la noche anterior. Un miembro de un
mente, sino procura que una ó dos mugeres sean partí­ club en que se juega, ha de ser un tramposo si no
cipes en aquella diversión, y de este modo la pérdida ó quiere ser pronto un mendigo.
la ganancia no será considerable. Tú querrás y deberás tener algún empleo en la corte.
No te apresures á casarte; míralo bien antes, porque Es la mejor escuela para adquirir buenos modales, y
el negocio es importante. Dos son ios móviles del ma­ digan lo que quisieren las gentes ignorantes, no rei­
trimonio, amor ó dinero.Si te casas por amor, tendrás nan en ella mas vicios que en las aldeas; la naturaleza
ciertamente algunos dias muy dichosos, y probable­ humana es por todas partes la misma; los modos di­
mente muchísimos desasosegados, y sí por dinero, no fieren únicamente. En una aldea son groseros, y en
tendrás dias dichosos y probablemente no desasosega­ una corte urbanos; como los diferentes vestidos en
dos ; en este último caso procura que la muger sea á lo ambos lugares, bayeta en el uno y terciopelo en el
menos de una condición que te permita vivir con otro.
ella de una manera decente y amistosa, porque do No seas cortesano servil ni patriota bullicioso; la
otra manera es un robo ; en ambos casos procura que costumbre, que gobierna el mundo en vez de la razón,
su carácter ¿>ea inmaculado, y libre de toda sospecha» autoriza cierta latitud en materias políticas no siempre
y bu laugu no inuy inferior al tuyo. consistente con la mas estricta moralidad, pero en todo
Indudablemente serás, luego que regresares á caso recuerda servare modum, finemque tueri.
Inglaterra, miembro de una do las cámaras del parla­ Muéstrate no solo sensible y celoso de tu carácter
mento ; allí es donde debes hacer esfuerzos para dis­ moral sino también de tu carácter político. En tus con­
tinguirle como orador. La empresa no es muy árdua si tiendas políticas necesariamente debes crearte algunos
tienes sentido común, como creo lo tienes, y aun bas­ enemigos, pero procura que solo sean enemigos tran­

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348 CARTAS

sitarlos y no personales. Observa tus principios polí­ puras del infame vicio de la corrupción, vicio tan in­
ticos con firmeza, poro sin censura personal ni acri­ fame, que degrada aun á los otros vicios que puedan
monia, y manéjate con los que no pensaren como tú, acompañarlo. No aceptes presentes ni donativos de
con toda la urbanidad y buen humor de un caballero, ninguna especio ¡ deja que tu carácter bajo este res­
porque en el frecuente revoltillo de átomos políticos, pecto sea trasparente sin la menor mácula, porque asi
los hostiles y los amistosos cambian de lugar á menudo. como la avaricia es el vicio mas vil y degradante en la
En los negocios procura ser tan hábil y sagaz como vida privada,del mismo modo lo es la corrupción en la
pudieres, pero nunca emples el artificio; el artificio vida pública. Yo llamo corrupción el tomar cuatro ó
es el santuario déla Incapacidad. Todo el mundo puede seis dineros mas, que el justo y señalado salario de un
ser artificioso usando la doblez, la simulación y en fin empleo, bajo pretesto de ninguna clase. Usa el poder
la mentira; pero tal carácter es despreciado y detes­ y crédito que pudieres disfrutar en la corte en servicio
tado universalmente, y con mucha razón. Ningún del mérito antes que en el del parentesco, y no pro­
hombre verdaderamente grande ha sido artificioso. cures pensiones ni rentas para ti ni para tu familia,
Conserva la dignidad de tu carácter por medio de tu porque yo llamo á esto también, lo que realmente es,
virtud y de tu veracidad. De ninguna manera te hallas una contaminación escandalosa.
obligado á manifestar todo lo que sabes ó piensas, pe­ Nunca adquieras deudas porque esto no es justo ni
ro si te bailas obligado por todos los lazos sagrados de prudente; por el contrario vive de tal modo dentro de
la moral y de la prudencia, á no decir jamás una cosa los límites du tu renta anual, que te quede una suma
contraria á lo que conoces ó piensas ser verdadero. Sé suficiente para beneficios generosos y caritativos. Dá
dueño de tu semblante, y no dejes que lo lea cada ne­ con nobleza al mérito Indigente, y no niegues tu cari­
cio que pasa. Una de las reglas fundamentales de la po­ dad aun á los que no tienen mas mérito que su mise­
lítica italiana, y casi la única recta, es, volto sciolto e ria. Voltaire espresa mi pensamiento mucho mejor
pensieri slrelti, semblante abierto, y pensamientos que yo:
ocultos.
Nunca te muestres orgulloso de tu rango ó naci­ Bépandez vos bienfails avec magnificence,
miento, pero sé tan orgulloso como puedas de tu re­ Méme aux moins verlueux ne les refutes pas,
putación y de tu carácter. Nada es tan contrario á la fíe vous informes pos de leur reconnaissance:
verdadera dignidad como la primera ciase de orgullo. 11 est grand, il esl beaut de jaire des ingrals.
Cierto es que tú eres de una familia noble, pero si es ó
no muy antigua no lo sé, ni me interesa saberlo, ni á Tales desembolsos te harán mas honor y te procu­
tí debe tampoco interesarte, y me atrevo á decir que rarán mas placer que la fútil profusión de un lujo á la
hay veinte necios en la cámara de los Lores que pre­ moda.
tenderán una descendencia mas antigua y mas noble
Recibirás este escrito de manos del Doctor Dodd
que la tuya. Esta especie de orgullo magestuoso, sirve
cuando regresares de tus viajes, probablemente cuando
de burla á las gentes sensatas; á la vez que la digni­
yo llevaré algún tiempo de estar en la eternidad. Leelo
dad de carácter es respetada de todo el mundo. Si por
con reflexión y deliberación, como el tierno y postrer
desgracia tuya tuvieres vicios, puedes, hasta cierto
testimonio del cariño que te profeso. No contiene los
grado, dignificarlos, observando estrictamente el de­
severos y desfallecientes dictados de un pariente an­
coro ; y de este modo perderán á lo menos algo de su
ciano, sino los amistosos y sinceros avisos de un alle­
natural vileza.
gado, que recuerda haber sido jóven él mismo, y co­
Evita cuidadosamente cualquiera singularidad que
noce la indulgencia debida á la juventud y la Inespe-
se preste al ridiculo, porque á pesar de Lord Shaftes-
riencia. Sí, fui joven, y aun lo fui demasiado.
bury, aunque no se funde en la verdad, se te pegará
Disipaciones vanas é Innumerables indiscreciones, de
por algún tiempo, y si te lo aplica una mano diestra se
que ahora cordialmente me arrepiento y avergüenzo,
te pegará tal vez para siempre. Sé mas discreto y mas
caracterizaron mi juventud. Pero si mis consejos pue­
cuerdo que tus contemporáneos, pero aparenta tomar
den hacerte mas juicioso y mejor de lo que yo fui á tu
el mundo tal cual es y los hombres tales cuales son,
edad, será, así lo espero, una tijera espiadon de mis
porque tú eres muy joven para ser un censor morum
lo cual te haría objeto de ridículo. Obra en sentido errores.
opuesto ¿ muchos párrocos: practica las virtudes, pero Dios te bendiga.
no las prediques mientras fueres jóven.
Si ocupares algún puesto distinguido en Ja corto ,
cuida sobre todo de conservar tus manos limpias y
CHESTERF1ELD.

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TROZOS SELECTOS
DE

LORD CHESTERFIELD
Y DE OTROS CÉLEBRES AUTORES INGLESES

RECOMENDADOS POR AQUEL A SU HIJO,

COMO MODELOS DE INVENCION CLARIDAD Y ELEGANCIA.

- <C''° ■■

VESTIDOS DE LAS MUGBRBS. Como el vestido os mas Inmediatamente la incum­


bencia, por no decir el placer, por no decir el cuidado
Versión del ingles de Chesterfield. por no decir todo el estudio de las damas, ellas serán
primero el objeto de mis observaciones; y humilde­
Los romanos acostumbraban decir, ex pede fíercu- mente les ruego que me concedan su indulgencia, si
lem, ó Hércules puede ser conocido por su pié, dando á las reglas que paso á establecer fueren algo contrarias
entender que generalmente puede uno juzgar del todo á las que ellas practican. Hay un vestido propio para
por la parte. Confieso que yo soy muy propenso ¿ for­ cada rango, edad y figura, y las personas que no ob­
mar juicio de esta manera, y puedo decir, sin preten­ servan esta propiedad, son criminales de traición con­
siones á rara sagacidad, que muy rara vez me he enga­ tra el sentido común. Para prevenir aquel crimen, mo
ñado. Es imposible que deje uno de formarse una viene la Idea de colocar en varios puntos de la ciudad
opinión de las gentes á primera vista, por su talante y cierto número de muñecas vestidas, según conviene á
su vestido; y la ropa me ha dado á conocer á menudo, cada rango, edad y figura, lo cual reducirla la materia
con la mayor certidumbre, si el que la llevaba tenia ó al mayor grado de precisión posible.
no bnen sentido. Los griegos (pues quiero ostentar mi El vestido, para que sea propio, debe ser adaptado á
literatura) decían que los vestidos descubren al hom­ la persona, así como en la escritura el estilo debe cor­
bre *, y es cierto que entre las cosas insignificantes responder al asunto. Estoy lejos de oponerme á la mag­
ninguna hay por la cual las gentes descubran con mas nificencia del trage en damas cuyo rango y fortuna lo
certidumbre su propio temple de alma que por los justifican y permiten; y crc^ por el contrario, que es
vestidos. En materias de importancia las gentes pro­ un objeto de lujo útil, y que procura medios de vivir
ceden con mayor precaución, disfrazan la naturaleza al pobre y al industrioso á costa del rico y del presu­
y ocultan sus debilidades por medio del arte ó de la mido. Tanto desaprobarla yo ver en una niuger de
imitación; pero en el vestido dan mayor desahogo á calidad vestidos bajos, como en una ranchera trages
su imaginación; y al declararlo como cosa inmaterial, sublimes; y notifico aquí á las profusas mugeres do
aunque al mismo tiempo no lo crean asi, se prometen industriosos mercaderes y de honrados labradores, que
cuando menos, impunidad en sus mayores singulari­ todo lo que ellas consiguen vistiéndose con superiori­
dades y disparatados escesos. Consideraré, pues, en dad á su clase, es la envidia y odio de sus inferiores y
este papel el vestido por ciertas reglas de sentido de sus iguales, y el desprecio y ridículo «le sus supe­
común, que estrictamente recomiendo para que sean riores.
observadas. A las damas de primer rango y hermosura rccomicn-

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350 CARTAS

do la noble simplicidad del trage: su propia persona mo amor que les tengo, debo tratarlas con algún rigor,
Se sostiene por sí sola, sin necesidad de ausilios pres­ para evitarles, no solo el ridiculo, sino la Indignación
tados ni de ornatos esteriores. La hermosa naturaleza del público. Sus vestidos no deben elevarse sobre la
puede ser desfigurada, pero no mejorada por el arte. llana y humilde prosa, y cualquiera esfuerzo para ir
Yo considero á una muger hermosa como la obra mas mas léjos, produce ia critica y la risa burlona. Una
perfecta de la naturaleza : su vestido debe ser épico, muger fea debe evitar con el mayor cuidado todo ador­
modesto, noble y enteramente libre de colorines y oro­ no qu6 atraiga sobre ella ojos que no pueden quedar
pel. Proscribo, pues, todo concelli y exuberancia de contentos, porque si se esfuerza en suplir con colchon-
imaginación, que solariiente sirven para disminuir el cillos y trapos los defectos de su persona, su insolente
precio de tan noble persona; y debo hacer justicia á atentado ofende al prójimo ; y cuando una Gorgona
las mas hermosas mugeres que yo conozco, confesan­ riza su cabellera y forma sus culebras de peio para en­
do que se visten sin el menor asomo de aquellas estra- cantar á la ciudad, no tendrá razón de quejarse, si
vagancias. El buen sentido de Delia aparece aun en su pierde la cabeza y otras cosas por mano de algún ven­
vestido, que ni loestudiaj ni lo descuida, y observando gativo Perseo. Las mugeres feas (de las cuales puede
una decente y modesta conformidad con la moda, evita decirse con propiedad, que forman un tercer sexo);
á la vez la triunfante ostentación de una hermosura deben renunciar toda pretcnsión personal, y dirigir
sobrecargada de adornos, y.la insolente negligencia de sus pensamientos por otro camino; deben conducirse
la que no duda de su belleza. como caballeros bieiFcriados y bondadosos; divertirse
En cuanto á las hermosuras menos perfectas, es de­ en el campo, en la caza, beber alegres vasos de vino,
cir, aquellas que solo son graciosas, y cuyos encantos etc., y si pueden figurar como representantes, no me
nacen mas bien de cierto aire, ó cierto no sé qué en su opongo á su entrada en el parlamento. Se me pregun­
composición, que de la dignidad de su figura ó sime­ tarla quizá, cómo puede una muger conocer que es fea,
tría de sus facciones, les permito mayores licencias en y tomar sus medidas en consecuencia, y respondo:
sus adornos, porque no siendo su forma de la especie que para no equivocarse, no debe llevarse de sus ojos
mas sublime, pueden ser favorecidas con la elegancia sino de sus orejas; y si ellas no han escuchado obse­
det estilo y la variedad de las imágenes. Por lo tanto, quios muy ardientes, pretcnsiones, galanteos, etc.,
pueden abandonarse á todos los vuelos y fantasías del pueden estar seguras de que su fealdad, y no la severi­
soneto, el madrigal y demas composiciones menores. dad de su aspecto, es la que las ha privado de aquella
Flavia puede seivir de modelo de esta especie ; sus música.
adornos son su diversión, no su cuidado ; brilla con Hay otra especie de mugeres, cuyos diarios insultos
toda la pompa y variadas formas del vestido ; la gen­ al buen sentido, reclaman la mas severa corrección, y
tileza de su figura autoriza todo el desgarro de la ima­ que pueden ser llamadas pecadoras viejas. Estas son
ginación, y si debe á los adornos un lustre que las hermosas sexagenarias, que sí fueron ó no fueron
quizá no tendría sin su socorro, les paga, comuni­ hermosas el siglo pasado, deben á lo ménos, en el pre­
cándoles gracias que tal vez no retirarían de otra per­ sente limitarse al grave y decente vestido que corres­
sona. ponde á sus años. Estas culpables son muy numero­
Hay una tercera clase de mugeres que con una per­ sas : testigos de ello son los teatros y lugares públicos
fecta neutralidad de cara no son bonitas ni feas, y en donde manifiestan todos los recursos del arte y del
lo único que las hace recomendables, es cierta figurilla vestido para hacerse completamente ridiculas. Muchas
gentil, viva y picante. A éstas no puedo concederles veces be observado yo abuelas y visabuelas adornadas,
un estilo mas alto que el del epigrama, que debe ser como ellas se figuran, con todos ios colores del arco-
justo, adecuado y sin adorno, derivando toda su fuer­ iris, á la vez que en realidad aparecían á los ojos de
za del aguijón, sin necesidad de que se esplique en qué los espectadores, como gusanos destruidos en medio
consiste la agudeza. de sus propios hilos de seda; y aun he visto algunas
Habiendo recorrido el importante artículo del ves­ ostentar sus marchitos cuellos arrugados y secos co­
tido, con relación á tres clases de mugeres, á quienes mo sus contratos matrimoniales,y que ninguna mano,
solo concedo permiso para adornarse, es decir, las her­ sino la mano del tiempo, habia tocado durante los úl*
mosas , las graciosas y las pasables, debo agregar timos cuarenta años. Lo mas que puedo permitirles, es
que este privilegio es limitado por el sentido común, á el estremado aseo, para que no ofendan mas senti­
cierto número de años, pasados los cuales la muger no do que el de la vista; pero en cuanto al vestido, debe
entra en ninguna de las tres clases. Por lo tanto, re­ ser confiando á la elegía y al tristibus.
quiero que al llegar á los treinta años moderen el lus­ Lo que se ha dicho respecto del bello sexo, se aplica
tre de su vestido, y ai tocar los cuarenta lo apaguen al sexo masculino con mayores restricciones, pues
completamente. Y para mas obligarlas al cumplimien­ tales irregularidades son ménos perdonables en hom­
to de este precepto, les auguro de la manera mas so­ bres que en mugeres. Una racional condescendencia
lemne, que con sus vistosos trages podrán hacerse mas con la moda, no hace desmerecer al mejor entendi­
ridiculas, pero no mas interesantes. Una vez llegadas á miento, y una afectada singularidad si lo haría : nn
la latitud de cuarenta, los vientos propicios han cal­ csceso mas allá de lo que la edad, el rango y el carác­
mado ; deben, pues, entrar en el primer puerto, y ter justifican, es una de las peores señales que pueden
poner de lado la jarcia y el velamen. colgar del cuerpo de un hombre. Yo miro con indul­
Llego ahora á un melancólico asunto, sobre el cual gencia al joven finamente encuadernado y con cortes
temo que mi libre aviso sea mal recibido ; pero como dorados, y si su Instrucción correspondiese con aquel­
en ello se interesa altamente el sentido común, pro­ los adornos, mi gusto y aprobación serian ilimitados
cederé sin pensar en las consecuencias : me refiero á •
Jas feas, que componen, siento mucho decirlo, una
muy numerosa parte del sexo femenino. Por ci mis­

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DE LORD CHESTERFIELD 351

ciones que las leyes del cielo y de la tierra establecen


para las almas vulgares, y no conoce mas lazos que
los del honor, cuya palabra solo él esplica y comenta.
Se adhiere estrictamente á un partido político, aunque
para nada observe sus principios. Sus gastos deben ser
mayores que su renta, no para las necesidades, sino
para las superfluidades de la vida, con el fin de que
PRETENDIDOS HOMBRES DE HONOR. sus deudas puedan hacerle honor. Aunque en su porte
asuma ciertos aires altaneros é insolentes, debe supo­
nerse que son el resultado de su íntimo honor. Sí es
Verzion del ingles de Cheslerfield. colérico, terco además, y posee una buena dósis de
valor animal, adquiere la gloriosa reputación de hom­
Muchos atacan las leyes fundamentales de la virtud bre de honor delicado y sin mancilla; y si todas estas
y de la moral, bajo pretesto de ser inciertas, y para prendas se hallan debidamente condimentadas con ios
probarlo alegan la diversidad de sus formas en distintos vicios llamados elegantes, el hombre de honor es com­
países, y aun en diferentes edades en un mismo país* pleto, á pesar de cuanto puedan decir en contra su
1-a moral, dicen ellos, es local, y por consiguiente muger, sus hijos, sus criados y los artesanos que lo
imaginaria, visto que lo que se practica en un clima habilitan.
como virtud, se condena en otro como vicio; y según Tontollnez es considerado como hombre de honor
ellos la vos de la naturaleza habla tantos idiomas dife­ consumado, tal como no se ha visto en esta ni en nin­
rentes, cuantas son las naciones esparcidas en el guna edad. Los hombres se muestran orgullosos de su
universo. amistad y las rougeres de su protección; el partido á
Los peligros y funestas consecuencias de tal doctrina que pertenece, se gloría de contarlo como una de sus
son muy obvios; pero su falsedad no lo es ménos cier­ mas fuertes columnas, y su honor se cita como la mejor
tamente ; y la opinión mas caritativa que uno puede sanción de los principios políticos que sostiene. Pero
formar de los que la profesan y propagan, es, que ciertas cartas originales que paso á presentar á mis
confunden la moda y la costumbre con la naturaleza lectores, darán á conocer el brillante carácter de
y la razón. Las invariables reglas de la justicia y la Tontolinez con mas claridad que cualquiera otra
moral son las primeras y universales emanaciones de descripción.
la razón humana, libre de error y de corrupción; y de Este sugeto habla llevado una vida disipada y gasta­
la misma manera podríamos decir que la enfermedad­ do en ella una considerable fortuna, principalmente
es el natural estado del cuerpo, comoque la injusticia en el Juego; y siendo muy delicado en puntos de honor,
y la inmoralidad forman la natural situación del alma. escribió á su agente la carta que sigue, después do
Adquirimos las enfermedades del cuerpo por la irre­ haber corrido mala suerte en una reunión de juga­
gularidad de nuestros apetitos, y las del alma por la dores.
suelta que damos á nuestras impetuosas pasiones; pero "Amigo: Anoche tuve una condenada estrella en
en ambos casos, la razón, si se consulta, habla un el juego, y necesito mil 'pesos antes que concluya la
lenguage diferente. semana: pido á vd. me los solicite bajo cualquiera
Admito que las modas y las costumbres establecidas condición, porque prefiero ver mis fincas sobrecarga­
en muchos países, no se hallen fundadas en la razón, das de hipotecas, que sufrir la menor mancha en mi
y que al contrario muchas veces se opongan á ella; honor. Por lo que hace á esos ruines artesanos, quo
inas en este caso las gentes racionales de estos paises no cesan de gritar, recuérdeles vd. cuáles son mis pri­
las condenan y aborrecen. Las personas de rango y vilegios, y difiera pagarles tanto como fuere posible:
distinción son propiamente llamadas en todos los paí­ quizá lograremos que algunos se arruinen antes que
ses gentes de moda, porque en efecto son las que la consigan formalizar un proceso.—De vd. afectísimo.
establecen. En vez de sujetarse ellas á las leyes, con­ —Tontolinez.—Al Sr. Pelabobos, agente, callejón de
sultan sus apetitos y pasiones, y forman de por si los Apurados N. 5.”
leyes que les convengan; leyes que, aunque no funda­ Pero temiendo que los esfuerzos del Sr. Pelabobos
das en la justicia, ni decretadas por la autoridad, pre­ no produjesen el deseado efecto, Tontolinez, guiado
valecen por lo común con verdadero insulto á la justicia siempre del mismo principio del honor, resolvió adqui­
y á la autoridad. Tal es la moda. rir á todo trance la suma que necesitaba, escribiendo la
Bajo esta luz he considerado frecuentemente la pala­ siguiente carta al primer ministro de estado :
bra honor, según la acepción que le da la moda; acep­ “Muy Sr. mío: Ayer me habló en nombre de vd. D.
ción muy contraria al honor indicado por la justicia y José Buzo, á fin de asegurar mi voto en el asunto que
el sentido común. •debe discutirse y tranzarse esta semana en el parla­
El carácter de un hombre de honor, según lo entiende mento ; pero como se trata de materia enteramente
lagenfe de calidad, es cosa tan singular, que merece la contraria á mi opinión, no pude darle una contesta-
examinemos; y aunque es mas fácil observar aquel clon esplícita, y preferí tomarme algún tiempo para
carácter que describirlo, me esforzaré en dará mis lec­ considerarla. Hoy tengo la honra de informar á vd.
tores una idea de él, ilustrándolo con algunas piezas que estoy pronto á apoyar este negocio; mas al mis­
originales caídas en mis manos oportunamente. mo tiempo debo manifestarlo mis esperanzas de que
Un hombre de honor es uno que perentoriamente me enviará inmediatamente los dos mis pesos que se
afirma que tiene honor, y que está pronto á levantar me ofrecieron ayer, de los cuales tengo ahora urgente
la tapa de los sesos á quien se atreva á ponerlo en necesidad. Estoy muy persuadido de lo bien que vd.
duda, aunque se funde en pruebas irrecusables. Este me conoce para poner dificultad en el adelanto de
hombre es infinitamente superior á todas las restric­ este pago, y de que no será vd. la primera persona

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352 CARTAS

que quiera poner en duda el honor, Señor, de este su gradualmente ménos marcados en proporción que se
fiel y humilde servidor.—Tonlolinez.” alejan de la causa que produjo los primeros.
Encuentro otra carta de la misma fecha, escrita á A tal conducta y tales ejemplos en las gentes de mas
una belleza que parece ser la muger de su mas íntimo viso, debe ser imputada en mucha parte la corrupción
amigo: del pueblo. Y si ios ejemplos de las gentes de primer
“Mi siempre adorada*** Acabo de recibir la tuya, y órden tienen tai fuerza, ’que á veces dignifican el vicio
siento mucho los temores que te ha inspirado última­ y la inmoralidad, á despecho de todas las leyes divinas
mente la conducta de tu marido, aunque yo no creo y humanas, ¡ cuán popular no podrían hacer la virtud,
como tú, que sospeche nuestra inteligencia. Ambos si la ejercitasen, y cuánto no deben censurarse ellas
fuimos educados juntos desde niños, y hemos vivido mismas, en sus frios momentos, al considerar que sus
después en la mas estrecha amistad: así es que pri­ fatales ejemplos han descarriado, corrompido y pueden
mero sospecharía que pienso asesinarle, que el que le quizá llegar á esclavizar toda una nación 1
ofendo por el lado que sabes. No se te oculta que á la
confianza y seguridad que tiene de mí, soy deudor de
toda la felicidad que gozo en tus brazos. Sin embargo,
vive persuadida de que en todo caso te hallas en ma­
nos de un hombre de honor, que jamás sufrirá que se
te maltrate; y si mi amigo viniere contigo á las dema­
sías, puedes estar segura de que ie torceré el pescuezo,
y con sus mismos cuernos le sacaré las tripas.—Tu
siempre apasionado” AFECTACIONES DE LOS HOMBRES.
La cuarta y última carta es á un amigo que tenia las
mismas nociones del honor; á lo ménos así lo baria
creer el contenido de ella. Versión del ingles de Chesterfield.
« Querido Belitre : — Te ruego vengas inmedia­
tamente para servirme en un negocio de honor. Has de La Rochefoucault observa justamente que las gentes
estar en que anoche se me salió una condenada men­ nunca son ridiculas por sus verdaderos, sino por sos
tira en una tertulia -,’y un maldito bribón, con la mayor afectados caracteres. No pueden ellas impedir lo que
formalidad del mundo, dió á entender que yo era un son; pero si pueden abandonar el intento de aparecer
embustero, con cuyo motivo me acerqué á su oido y lo que no son. Una joroba de ninguna manera es ridi­
le dije que lo esperaba hoy en el bosque de San Jorge, cula, á menos que no la cubra un lujoso vestido; ni un
y que viniese acompañado de uno de sus amigos, si es entendimiento limitado, á menos que no se arrugue el
que tiene algún amigo en el mundo. El tal zoquete es lustre y los atavíos de otro esclarecido. La benevolen­
indigno de mi resentimiento; pero tú conoces mi deli­ cia se halla dispuesta á ocultar y compadecer los ine­
cadeza en puntos en que el honor se halla interesado — vitables defectos de cuerpo y alma; pero no está
Tuyo — Tonlolinez. • obligada á tratar con la misma Indulgencia, los defec-
Estas cartas auténticas demuestran que el Sr. Ton- os adquiridos. Los que tratan de aparecer en el mundo
tolinez, animado de los mas nobles sentimientos de con talentos que no poseen, son tan criminales, en el
honor, paga todas sus deudas, escepto las justas ; curso común de la sociedad, como los que comerciando
cumple escrupulosamente su palabra en la corruptora ponen en circulación moneda falsa, teniéndola por tal,
venta de su conciencia á un ministro; está pronto á y toca tanto al ridiculo censurar á los primeros como á
proteger, á costa de la vida de su amigo, á la muger de las leyes castigar á ios segundos.
éste, á la cual logró corromper por las oportunidades No es mi ánimo considerar aquí la afectación de las
que la confianza y amistad del marido le procuraron; virtudes morales, afectación que podría llamarse mas
y castiga ia verdad con muerte cuando intima justa­ proplameute hipocresía, vicio que justamente escita
mente que él carece de ella. nuestra indignación y aborrecimiento, como un engaño
Esta persona de refinado honor, satisfecha de su pro­ criminal; me limito ahora únicamente á la afectación
pio mérito y virtud, es el mas imperdonable censor de de aquellas prendas menores, que aun sin ellas podría
los vicios y de las debilidades agenas; y llama bribones, un hombre ser muy estimable, y solo se hace ridículo
zoquetes, ruines, etc., á todos ios que en la corta es­ porque pretende poseerlas. Estas gentes son muy dig­
fera de sus facultades aspiran á un grado menor de nas, y puede decirse, las únicas dignas de ridiculo»
Inmoralidad. Un elector campesino que silenciosamente porque son superiores á los locos que los son Infe­
vende su voto por poco dinero, es para nuestro hombre riores, é infériores á los discretos que les son supe­
de honor un bribonazo digno de ser colgado. Los arte­ riores. Estos su ge tos son los fatuos, descritos por
sanos y los mercaderes son para él un hato de embus-, un sabio, como creados por sí mismos, y de los
teros y ladrones, que debían vivir bajo leyes mas seve­ cuales dice que Dios jamas crió uno que valga
ras que les impidiesen estafar á las personas de primera un lomin. Ademas, como son rebeldes y traidores al
condición; y los criados son unos brutos, que deben Sentido Común (a) de quien son súbditos por haber na­
ser maltratados, y no pagarles su salario, á fin de con­ cido en sus dominios, debo con justicia tratarlos con el
tener su insolencia. mayor rigor
Es imposible imaginarse lo pernicioso que es á la so­ Ni puedo ser yo de la opinión general que estos ti­
ciedad un ser de esta, especie; es admirado y por con­
siguiente imitado; y no solo corrompe el círculo de sus
amistades, sino que esparce ei contagio al infinito,
como los círculos en el agua producen otros, aunque
fa) Nombre del periódico en que se publicó este escrito.

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DE LORD CHESTERFIELD 353

íuos comenzaron primero por engañarse á ai mismos, nero en sus negocios; pero á fuerza quiere ser elegante
y realmente se consideran tales como pretenden ser y afortunado con las mugeres. Adornando su tosca fi­
considerados. Por el contrario, estoy persuadido de que gura, la espone al ridículo; hace declaraciones de amor
cada hombre se conoce mejor á sí mismo, y es su mas con todas las formas de una solemne proclamación, y
severo censor, y aun estoy eonvencido de que muchos consume en banquetes y chocarrerías,el tiempo que
han vivido y muerto con flacos y debilidades, Jamás podía emplear útilmente en su escritorio. Pesado no
descubiertos sino por ellos mismos. Cierto es que guar­ puede ignorar su mala fortuna; la siente, pero procura
daron sobre ellos un secreto Inviolable, lo cual hacia engañar al mundo insinuando en una reunión sus tri­
creer á los otros que no los tenían. ¿ Por qué discerni­ unfos en otra, y dando á entender al oido de algunos
mos las faltas de nuestros amigos mas pronto y con concurrentes que hay intimidad entre él y alguna bel­
mas claridad que las de las otras gentes, sino porque leza presente. Pero varias veces lo he visto yo escur­
nos interesamos mas en ellos ? Pues por la misma regla rirse al presentarse el verdadero favorito, y manifestar
conocemos las nuestras aun mas pronto; y probable­ en su semblante la conciencia de su carácter afectado.
mente en este solo caso somos mas bondadosos con Sepa pues Pesado, y todos los que se le asemejan, que
nuestros amigos que con nosotros mismos; y yo dudo esta vanidad, ademas de lo absurdo de ella, les hace
si un hombre no amaría ménos á un amigo sin tacha, cometer un atentado de lo mas inmoral; y que esta di­
y si él mismo no se amarla mas,por ser perfecto. Si famación práctica de una muger, merece con mas ra­
esta suposición es verdadera, y yo por tal la tengo, los zón un proceso jurídico, que las injurias personales
presumidos en cuestión son mas criminales y mas ri­ pronunciadas en el calor de una controversia.
diculos , pues viven practicando constantemente la Gárrulo alimenta esperanzas de ser tenido por ora­
mentira, y alimentando las absurdas y sanguinas espe­ dor, aunque carece de materia y de palabras ; el ím­
ranzas de pasar sin ser descubiertos. probo trabajo con que roba á otros autores, prueba
Fátuo, el presumido mas consumado de estos y de claramente que él mismo conoce su propia pobreza.
cualquiera otros tiempos, tiene bastante discernimiento Pasa la noche bojeando libros, y al día siguiente da al
para haberse distinguido en cualquiera cosa á que se publico sus mercancías robadas como suyas propias,
hubiese dedicado; pero quiere sobresalir en todo. pero de una manera tan torpe, que siempre son resti­
Quiere ser á la vez agudo, amante, literato y hombre tuidas á sus verdaderos propietarios.
de estado; y sin embargo, persuadido de lo imposible Bavio, lastrado con todo el plomo de un aleman,
de su empresa, divide sus conocimientos, y se contenta quiere distinguirse en la poesía, 6in tener oído ni in­
con ver admirados en diversos lugares los varios ramos vención : recita lo que él llama sus versos á sus cono­
de sus perfecciones. cimientos femeninos y á sus amigos de colegio; pero
De aquí nace que habla de política á las mugeres, nunca los menciona á ninguna celebridad poética.
trata de ser agudo con los ministros de estado, desple­ Perplejo insiste en ser hombre de negocios, y aun­
ga su erudición ante los pisaverdes, y se jacta de sus que bien formado para portador de cartas, quiere ser
triunfos amorosos entre los habitantes del campo. Su escritor de ellas; pero conociendo que sus trabajos no
precaución es una prueba de su crimen, y manifiesta pueden ser útiles ni necesarios, trata de ser tole­
que él mismo no se engaña, y que solo espera enga­ rado, conformándose implícitamente con los hombres
ñar á los otros. Las habilidades de Fatuo le han arrui­ y los tiempos.
nado, y conducido le á una bancarrota de juicio y de En fin, bay tantas especies de afectaciones, como
sentido común; como muchos han sido arruinados cualidades recomendables en la vida. Seria cuento de
porestensas propiedades cuya conservación requería nunca acabar el presentar ejemplo de cada vanidad y
gastos que ellos no podian soportar. presunción particular por medio de las cuales los hom­
Pocos son los presumidos que podrían rivalizar con bres, ó se hacen ridículos, ó á lo menos deprimen las
Fatuo; pero hay multitud de otros que son presumidos otras cualidades que realmente poseen. La observa­
quoad hoc, y que han elegido ciertas perfecciones de ción de cada uno le procurará bastantes ejemplos de
que han resuello ser posesores á despecho de la resis - esta especie; ahora trataré de indicar los medios de
tente naturaleza. Sus tentativas mas comunes son re­ evitar estos errores ; aunque en verdad, son tan ob­
ferentes al ingenio y al bello sexo, por ser las perfec­ vios, que parecería inútil si uno no esperimenlase dia­
ciones mas brillantes entre la gente lucida. riamente lo contrario.
De esta especie es Protervo, que aunque tiene un Es muy cierto que no hay hombre adecuado para
talento bastante claro, suele pasar por loco, porque todas las cosas; pero también lo es que apenas hay un
quiere brillar como agudo de ingenio. Todo su afan es hombre que no sea propio para alguna cosa, á la cual
por distlngirse; admira y anda en pos del esplendor lo inclina la naturaleza. Yo considero que el sentido
del ingenio, que, como un fuego fatuo, le lleva fuera común viene á ser para la alma loque la conciencia
de camino y le hace cometer mil absurdos. Es petu­ ¡tora el corazón, el monitor constante y fiel de lo que
lante y chistoso con tosquedad; usa palabras de doble es tuerto ó derecho; y estoy convencido de que nin­
significado; trastroca los conceptos, y relata en una gún hombre comete un crimen ó una necedad, sin
sociedad los dichos que oyó en otra; pero persuadido manifiestas y sensibles representaciones del uno y de
de su propia insuficiencia, toma precauciones para la otra. Cada hombre encuentra en sí mismo, sea por
brillar únicamente en donde espera deslumbrar, y efecto de la naturaleza ó de la educación, porque esto
prudentemente huye de los ojos mas fuertes. Muchas apénas puede distinguirse, una inclinación peculiar á
veces he visto yo confundida de repente su afectada tal ó cual ocupación; luchar contra ella, es el inútil é
prontitud, y permanecer ensilencio á presencia de al­ Interminable trabajo de Sísifo. Que siga y cultive
guna persona de mérito reconocido. aquella vocación, y progresará en ella; á la vez que si
Pesado es de una comprchcnsion lenta y laboriosa, la abandona no se distinguirá en nada y se hará ri­
tiene buena memoria, y sí se a¡ líense podría ganar di­ dículo. Los hombres en general no son tan indulgcn-

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354 CARTAS

tos ni benévolos para salvar una ciudad por solo el sido menos si se hubiese puesto á pasar una revista
amor de cinco justos; pero se sienten muy inclinados militar, ó á presidir un consejo de estado. Las mugeres
á condenar á muchos justos por el amor de pocos cri­ no han sido formadas para cargo importa otes,si no para
minales. Un hombre fácilmente echa á pique muchas complacer y aliviar á los hombres *. su ternura es una
virtudes con el peso de una locura; pero apenas será recompensa muy propia f>or todos los trabajos que
capaz de proteger muchas locuras con la fuerza de sufrimos en obsequio de ellas. .
una virtud. Los comediantes que aprenden sus papeles Agripina, nacida con talento y disposiciones que
de memoria, y deben simular durante tres ó cuatro cuando menos podrían haberla constituido propia para
horas, consideran, gl elegir aquellos papeles, la pro­ llevar las cuentas de un usurero, pretende hallarse
pensión natural de su genio. ¿Cómo puede concebir adornada de todas las prendas que jamás poseyó
un hombre esperanzas de representar bien, durante hombre ni muger ninguna, sin tener la ciencia
toda su vida, un papel mal apropiado á su carácter? de ninguna de ellas. Quiere aparecer erudita, y sin
Yo admiro á nuestros industriosos vecinos los alema­ conocer las materias á fondo, sabe lo preciso para
nes, por muchas cosas ; pero principalmente por su hablar disparates sobre ellas. Tiene altas preten­
constante adherencia á la voz de la naturaleza: siem­ siones de poseer el arte de agradar; pero yerra tanto
pre transitan por el camino que aquella les ha traza­ en los medios, que su lisonja es muy grosera para ser
do, y nunca emprenden cosas opuestas á su genio. tragada por la persona mas poseida de amor propio.
Concluyo amonestando á todos los presumidos que Sus mentiras son tan palpables, que ni por un momento
si abandonan sus afectaciones, el Sentido Común será logra engañar, y asi disgusta en vez,de ganar los cora­
su amigo; pero de lo contrario, irá mas lejos, seña­ zones. Embustes bajos, artificios superficiales, perfidias
lando al público, de cuando en cuando, algunos de los y faltas de fé, constituyen su erróneo sistema de con­
culpables mas osados. ducta. Trata de aparecer generosa á costa de bagatelas»
á la vez que su rapacidad, indiscreta y descuidada,
descubre su natural é insaciable codicia. Equivocando
de esta manera las perfecciones que ella desearía
poseer, y aun los medios de adquirirlas, se hace
la mas ridicula en vez de la mas perfecta de sus
sexo.
Eudogla, la muger mas frívola del mundo, condena
á su propio sexo tratándolo de frívolo y vano: desprecia
AFECTACIONES DE LAS MUGERES. la agradable ligereza y la alegría de las reuniones de
ambos sexos*, la seriedad es loque le conviene, y quiere
ser seria; intima enfáticamente que la razón y el buen
Versión del ingles de Chesterjield, sentido son para cila cosas muy apreciables. Jamás se
mezcla Eudogla en la conversación general, sino que
Habiendo censurado libremente las afectaciones y separa á un hombre, que ella juzga digno de su sensata
locuras de mi propio sexo, me lisongeo que las señoras conversación, y quedo, ó á media voz, le habla al oído
me concederán su indulgencia, mientras considero, de sus sólidas bagatelas ; insiste particularmente sobre
con la misma imparcialidad, las vanidades y defectos las circunstancias mas Insignificantes y tontas de la
á que su sexo se halla también sujeto, y, si me atrevo principal tontera, que ella procura demostrar con in­
á decirlo, aun mas que el nuestro, porque su esfera de clinaciones adecuadas del cuerpo y de te cabeza y con
acción es mas limitada y circunscrita. La esfera del los movimientos mas espresivos del abanico, confe-
hombre es universal, y comprende todas las cosas, sándo modestamente de vez en cuando, á modo de pa­
desde el cultivo de la tierra hasta el gobierno de ella. réntesis, que acaso podrá parecer presuntuoso que una
Los hombres solo adquieren el carácter de presumi­ muger hable de todas aquellas materias. Entro tanto
dos, por aparentar talentos que no les concedió la su infortunado oyente sofoca mil bostezos; conviene en
naturaleza ; pero el caso es muy diferente entre las general en todo lo que ella dice, con la esperanza da
mugeres, porque hay muchos dotes que no son propios acortar la conversación, y ciudadosamente espía la
de su sexo, y por consiguiente puede haber dos especies primera oportunidad favorable que pueda presentarle
de mugeres presumidas; las que afectan lo que les es algún movimiento de los concurrentes, para escaparse
propio, y las que salen de sus caracteres naturales, de aquel sensato y sólido entendimiento. Abandonada
aunque en cosas peculiares á su sexo. de este modo, pero no desanimada, toma por tumo A
Sentirla yo mucho ofender, cuando solo Intento todas tes personas de te sociedad, y con cada una tiene
aconsejar y corregir. Espero sin embargo, que el bello une cuchicheo de igual naturaleza. Si Eudogla pudiese
sexo me perdonará, dando al nuestro la preferencia de contentarse con sus talentos naturales, jugar á los
los consejos. Reflexionen pues, que cada sexo tiene naipes, servir los refrescos, hacer visitas, hablar mucho
sus señales características, y que si las mugeres infh- á su perrito, y moderamente á 1a socledád, no seria ri­
man justamente á un hombre llamándolo maricón dicula, y comparecería bastante bien entre el mundo
cuando se entromete en ciertas ocupaciones mugenles, cortés.
¿ no podremos nosotros con Igual justicia, llamarlas á Sidaria tuvo bastante belleza para habérsete perdo­
ellas marimachos cuando adoptan caracteres propios nado, mientras fué joven, su falta de sentido común ;
del sexo masculino? 1.a delicadeza de su contestara y pero despreció tos fortuitos y precarios triunfos de la
la fuerza de la nuestra, la belleza de su forma y la hermosura y solo quería hacer conquistas por medio
tosquedad masculina, indican suficientemente las res­ de los encantos de su alma. Una unión de corazones,
pectivas vocaciones. ¿No fué Hércules ridículo y des­ una delicadeza de sentimientos,una adoración mental,
preciable con su rueca ? La misma Onfale no lo habría una especie de tierno quietismo, fueron las cosas que

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DE LORD CHESTERPIELD 355

eUa solicitó sin encontrarlas nunca. De esta manera á citar los diferentes hechos y raciocinios en quo
luchó la naturaleza con el sentimiento, hasta que Sida- apoya esta aserción. En cuanto á las heroínas de mo­
ría llegó á loa cuarenta y cinco años; pero entonces derna fecha, tenemos también sospechas deque perte­
sacó todo el provecho, porque hizo muy ventajosas pro­ necieron al mencionado género. El mayor monarca qne,
puestas de matrimonio á un jóven irlandés abanderado, hasta estos últimos tiempos, ha ocupado el trono de
de veintiún años. Fué pues igualmente ridicula en su Inglaterra, es la reina Elizabeth; de cuyo sexo tenemos
mocedad y en su vejez. abundantes razones para dudar, visto que la historia
Canidia, marchitada por la edad y cascada por las nos presenta multitud de ejemplos de la virilidad do
enfermedades, bambolea con el peso de sus mal colo­ aquella princesa, sin dejarnos un solo síntoma ó indicio
cados adornos, y cambia sus vestidos según las últimas de haber sido muger; y esto parece tan fundado, quo
modas llegadas de París, en vez de conformarse como nunca creyó ella conveniente casarse con un hombre.
debía, eon las adoptadas á su edad. Su alma, tan débil Lagran Cristina, reina de Suecia, fué considerada por
como su cuerpo, se halla nutrida de necedades : habla todo el mundo como superior á su sexo, y predominaba
de política y de metafísica, destroza los términos tanto ¡o masculino en su composición, que al último
técnicos de una y otra, y si hay algún buen sentido en se conformó con los vestidos de hombre, y terminó sus
lo que dice infaliblemente se embrolla. Aumentando dias en Italia. Por lo tanto, requiero que las mugeres
enredos á la política y oscuridad á ¡os misterios,se hace que insistan en traspasar loa límites señalados á su
igualmente ridicula en este mundo y en el otro. sexo, se declaren préviamente y en toda forma berma-
No entraré ahora en el examen de las afectaciones froditas, y que sean registradas como tales en sus res­
pequeñas, muchas de las cuales son perdonables, y pectivas parroquias; mientras esto no sea, no permi­
muchas graciosas, si las que las ejercen lo son tam­ tiré que aumenten enredosa la política; que confundan
bién ; sino que limitaré mi censura á las afectaciones la metafísica, ni que oscurezcan los misterios.
de caracteres mal adoptados, porque de ninguna ma­ Cuán smable podía ser una muger, qué consuelo y
nera querría yo privar al bello sexo de sus vapores, placer para su9 conocidos, sus amigos, sus parientes,
miedos, antipatías y aficiones. Los variados pánicos de su amante ó su marido, si permaneciese estrictamente
ladrones, arañas, fantasmas y rayos, son admisibles dentro de ios limites de su carácter! El carácter na­
á la juventud y la belleza, con tal de que no les sobre­ tural adorna las virtudes femeninas con femenina dul­
vivan. Lo que yo les recomiendo es que no adopten zura. Las mugeres, cuando se miran libres de afecta­
caracteres agenos, y que se persuadan que aun sus ción, tienen una alma naturalmente alegre, un cora­
propias imperfecciones les caerán mejor que las afecta­ zón tierno y benigno, que justamente nos las hacen
das perfecciones de otros. mas queridas, tanto porque animan nuestros goces,
¿ No podría alguna dama animosa, injustamente como porque disminuyen nuestras penas ; pero qué di­
ofendida con estas reflexiones, preguntarme ¿qué parte ferentes y chocantes aparecen cuando la rabia de la
dejo á su sexo ? Le dejo todo lo que no ha sido pecu- ambición, ó el orgullo de la ciencia, agita aquellos pe­
Uarmente asignado al nuestro. Le dejo un Imperio chos en que solo debia habitar el amor, la amistad y
poderoso, el de Amor. Allí domina con poder legal y los cuidados tiernos! Fiavia debe ser su modelo, quo
absoluto, mientras la belleza suporta su trono. Las aunque podría sostener con lucimiento cualquiera ca­
damas tienen todos los talentos requeridos para aquel lidad, no afecta ninguna; jamás se deja seducir por
suave imperio, y el mas capaz de nuestro sexo no la imaginación ni la vanidad, sino solo se guia por i»
puede competir con ellas en el profundo conocimiento razón; todo cuanto dice ó hace, es el resultado patente
y manejo de aquellos arcanos. Pero entonces, las que de su buen natural y feliz entendimiento: aunque co­
hayan sido depuestas por los años ó por algunos inci­ noce todo lo que las mugeres deben conocer, y aun
dentes, ó las que nunca fueron calificadas por la natu­ mas de lo que Ies es obligatorio, oculta su superiori­
raleza para reinar, deben contentarse con el cuidado dad con tanto cuidado, como otras en presumir cuali­
silencioso y la economía desús familias, y con el dili­ dades que no tienen. Fiavia se conforma con el tono
gente desempeño de sus deberes domésticos. de la sociedad en que se encuentra; pero de un modo
Yo considero el fabuloso nacimiento de Minerva, que manifiesta un deseo de no brillar en primer lugar.
diosa de la guerra, de la sabiduría, de las artes y de las ¿ Están los concurrentes alegres? Ella lo está. ¿Se ma­
ciencias, como una alegoría de los antiguos, calculada nifiestan graves? Ella permanece séria. ¿Dicen dis­
para manifestar que las mugeres de nacimiento natural parates ? Ella guarda silencio. Aunque piense y hablo
y común no deben aspirar á tales perfecciones. Minerva como podría hacerlo un hombre, afemenina, por de­
salió armada de la cabeza de Júpiter, sin la cooperación cirlo así, todo lo que dice, y comunica todas las gra­
de su consorte Juno; y solo por esta circunstancia le cias de su sexo á toda la fuerza del nuestro. Se mues­
fueron concedidos aquellos dones. tra urbana sin las incómodas ceremonias ni las formas
Confieso haber leido que algunas mugeres, tales frívolas de las que solo afectan ser como ella. Como
como Se mira mis, Thalestris y otras, hicieron ruido en su urbanidad procede á la vez de su buen natural y do
el mundo por haberse distinguido en acciones heroicas su buen sentido, la primera lo inclina á agradar, y el
y varoniles¡ pero considerando la grande antigüedad segundo le indica el medio mejor y mas fácil de lograr­
de aquellas historias , y lo muy mezcladas que se hallan lo. La belleza en las mugeres, como el ingenio en los
de fábulas, se mira uno autorizado á dudar ó los he­ hombres, son en ¡o general fatales á sus propietarios,
chos ó el sexo. Además de esto, el ingeniosísimo y á menos que ambas cualidades no sean dirigidas por
erudito Wolfgang de Sajonia, ha probado hasta la un juicio que rara vez las acompaña en gran grado.
demostración, en su tratado De Hermaphroditis, que La belleza de Fiavia parece que solo es la habitación
todas las famosas heroínas de la antigüedad fueron del mas propia y decente de tal alma; conoce el valor do
género epiceno, aunque por respeto y consideración su hermosura, y léjos de pensar que ella le da dere­
á la modesta y bella parte de mis lectores, no me atrevo cho para ser impertinente y coqueta, redobla su aten-

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356 CARTAS

clon á fin de evitar aquellos errores que la siguen ha­ era fino rapé de la Habana [a]. Los demas huecos esta­
bitualmente. De esta manera reune Flavla, no solo las ban llenos de cosas de la misma especie, y serla fasti­
ventajas de cuerpo y alma, sino que reconcilia las con­ dioso presentar al lector un csacto inventario de ellas.
tradicciones de las otras, porque es amada y estimada Había una profunda cavidad en ambos lados de la
al paso que envidiada por todas. cabeza, y no debo guardar silencio sobre su contenido.
La del lado derecho estaba atestada de ficciones, lison­
jas, embustes, votos, protestas, promesas y segurida­
des; y la del izquierdo, de juramentos y de imprecacio­
nes. De cada cavidad salía un tubo, que iba á dar al
nacimiento de la lengua, y ambos pasaban adelante,
formando un solo conducto, hasta la estremídad de
ella. Descubrimos diversos caminos ó canales, que
corrían de ¡a oreja al cerebro, y tuvimos particular
cuidado de examinar sus verdaderas corrientes. Una
DISECCION DE LA CABEZA DE UN PETIMETRE ¥ de ellas se dirigía á un paquete de sonetos y pequeños
instrumentos de música; otras finalizaban en varias
DEL CORAZON DE UNA COQUETA. vejigas, llenas do viento ó de espuma. Pero el canal
mayor entraba en una gran cavidad del cráneo, y de
allí partía otro conducto para la lengua. Esta gran
(Versión del ingles de Adisson). cavidad, estaba llena de una sustancia fofa y esponjosa,
que los anatómicos franceses llaman galimatías, los
Concurrí últimamente á una reunión de naturalistas, españoles jerga y los ingleses nonsense.
y uno de ellos relató las curiosas observaciones que La cútis de la cabeza era en estremo correosa y
había hecho recientemente en la anatomía, del cuerpo densa, y nos sorprendió muchísimo no descubrir en
humano. Otro comunicó algunos asombrosos descu­ ella ningún vaso sanguíneo á pesar de habernos servido
brimientos hechos con lentes de prodigiosa magnitud. de los mejores lentes, y de esto concluimos que las
Esto dió margen á multitud de observaciones curiosas, mejillas, en su eBtado vital, debieron hallarse privadas
que procuraron materia para discurrir el resto del de la facultad de sonrojarse.
día. El hueso criboso se hallaba completamente henchido
Las diferentes opiniones que se manifestaron enri­ de tabaco, y en algunos lugares dañado con aquella
quecieron mi imaginación de nuevas ideas, que, mez­ sustancia. Nos llamó particularmente la atención aquel
clándose con las que antes tenia, ocuparon, mi pensa­ pequeño músculo que cuesta tanto trabajo encontrar
miento toda la noche, y al cabo fornflhron un sueño de en las disecciones, y que sirve para levantar la narix,
lo mas estravagante. cuando el propietario de ella quiere manifestar el des­
Figuróme que habla sido yo invitado á la disección precio que esperimenta á vista de una cosa que no
de la cabeza de un petimetre y el corazón de una entiende. Es inútil advertir á los eruditos lectores, que
coqueta, puestos en una mesa delante de nosotros. Un este músculo es el mismo que produce el movimiento,
cirujano abrió la primera con la mayor delicadeza, y - mencionado tantas veces por los poetas latinos, cuando
de pronto nos pareció como si no fuese cabeza de hablan de un hombre que encoge ia nariz, remedando
hombre; pero luego que la consideramos con nuestros al rinoceronte, (ó).
lentes, hicimos un raro descubrimiento, y fué, que lo No apercibimos nada de notable en el ojo, escepto
que tomábamos por cerebro, no era en realidad sino un que los músculos amatorios, ó sean, pasésenos la pala­
brodio de materiales eslraños, confundidos en aquella bra, músculos guiñantes, estaban muy gastados, con
forma y testura, y colocados con maravilloso arte en el uso de ver al soslayo, á la vez que loa músculos
las varias cavidades del cráneo. Y así como Homero elevantes, que sirven para dirigir los ojos al ciclo,
nos dice que la sangre de los dioses no es real sangre, no parecía que hubiesen sido puestos nunca en movi­
-del mismo modo hallamos nosotros que el cerebro de miento.
un petimetre, no es verdadero cerebro, sino algo que Solo he hablado en esta disección de los descubri­
se le asemeja. mientos nuevos que se hicieron, sin examinar ninguna
La glándula pineal, que muchos de los físicos moder­ de las partes que se encuentran en las cabezas comu­
nos consideran como el asiento del alma, despedia nes. Respecto del cráneo, del rostro, y aun de toda la
un olor muy fuerte á esencia de bergamota y agua de figura esterna, no notamos nada que se diferenciase do
naranja, y estaba rodeada de una especie de sustancia los otros hombres. Se nos dijo que el propietario de
callosa, cortada en mil pequeñas faces ó espejos, im­ esta cabeza habla pasado por hombre de treinta y cinco
perceptibles al ojo desnudo; de manera que el alma, años, que durante todo este tiempo había comido y
si alma existió allí, debió hallarse siempre ocupada en bebido como los demas, que habla hab'ado muy alto,
contemplar sus propias bellezas. vestidose muy bien, reido con mucha frecuencia, y en
Observamos un espacioso antro ó cavidad en el sin- ciertas ocasiones desempeñado pasablemente su papel
ciput, que estaba lleno de lazos, encajes, y bordados;
todo lo cual formaba una delicadísima obra de randa y
aguja, cuyas partes eran igualmente imperceptibles al
ojo desnudo. Otro de los antros estaba apretado de bil­
letes amatorios, cartas de citas, contradanzas prome­ (g) En los tiempos del autor era moda entro lo» peti­
tidas, y otras bagatelas semejantes. En otra cavidad metres tomar rapé.
hallamos nna especie de polvo, que hizo estornudar á (Ó) Véase á llorado, libro I, sátira VI, y á Marcial,
los circunstantes, y por su fragancia conocimos que libro I, epig. IV. Tr

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DE LORD CHESTERFIELD

en los saraos y las tertulias. Al oír esto, uno de la formar un verdadero nudo gordiano, de modo que so­
asamblea dijo, que un circulo de damas lo habla con­ lo pudo tener en vida palpitaciones y movimientos
siderado como erudito. Murió en la flor de su edad, do muy irregulares. Cuando examinamos todos los vasos
un garrotazo de un rico comerciante, por haber ob­ que salían de este corazón y los que penetraban en él,
servado que se mostraba algo mas que civil con su no pudimos descubrir ninguna comunicación con la
muger. lengua, lo cual nos pareció cosa muy estraordinaria.
Después de haber examinado muy detalladamente Al mismo tiempo se nos hizo observar qne varios de
esta cabeza y todas sus divisiones, volvimos á poner el aquellos pequeños nervios que contribuyen á las sen­
cerebro en su lugar, y la dejamos separada sobre un saciones del amor, el ódio y otras pasiones, no bajaban
pedazo de paño escarlata, para que sufriese las prepa­ del cerebro, sino de los músculos situados al rededor
raciones necesarias, y colocarla después en un gabi­ de los ojos.
nete de disecciones anatómicas. Ademas, el cirujano Tomé yo este corazón en la mano para estimar su
nos dijo que la preparación no seria tan difícil como la peso, y me pareció tan ligero, que desde luego supuse
de las otras cabezas, visto que la mayor parte de los que habría en él mucho sitio hueco. En efecto, el inte­
vasos y tubos que atraviesan el cerebro, estaban ya rior estaba lleno de cavidades y celdillas que entraban
bastante impregnados de una sustancia mercurial, que unas dentro de otras, asemejándose á las mil divisio­
él consideraba como azogoe. nes que los historiadores dan á la glorieta de fiosa-
Se puso en seguida el cirujano á disecar el corazón monda. Varios de esto» pequeños huecos estaban lle­
de la coqueta; pero antes nos previno que nada en su nos de bagatelas que me seria imposible detallar. Se
arte era mas dificultoso que abrir corazones de esta es­ nos dijo que la propietaria de este corazón, rccibia las
pecie, y esponer bien todas sus partes á los ojos de los solicitudes de todos los que la enamoraban, y que no
espectadores, i causa de la infinidad de laberintos, solo daba á todos esperanzas, sino que insinuaba á
pliegues y repliegues que en él se encuentran, y que cada uno en particular que él era el preferido; y por
no existen en el corazón de ningún otro animal. esta razón esperábamos ver tos retratos de infinidad
Después de haberlo abierto con su acostumbrada de- de personas en la multitud de recesos y pliegues de
Dcadeza, nos pidió que observásemos el pericardio ó este corazón; pero nos sorprendimos de no hallar la
cubierta estertor del corazón, lo cual hicimos atenta­ menor sehal de imágen, hasta llegar ai centro, en don­
mente ; y conayuda de nuestros lentes,vimos millonea de apercibimos, con ayuda de nuestros microscopios,
de cicatrices pequeñas, que parecían haber sido he­ un hombrecillo, vestido de una manera estraordina­
chas por las puntas de multitud de dardos y de fle­ ria. Mientras mas lo examinaba yo, mas me parecia
chas, lanzadas contra esta membrana ; pero no pudi­ haberlo visto antes, pero no podia recordar cuándo ni
mos descuhrir el mas pequeño orificio, por medio del dónde, hasta que uno de la compañía, que lo exami­
cual hubiesen pasado estos tiros hasta el corazón. nó mas de cerca, nos hizo ver claramente, por la for­
Todos los que tienen alguna tintura de anatomía, ma de sus facciones y varias señales de su rostro, que
saben que el pericardio ó bolsa del corazón, contiene el idolito colocado en el centro de este corazón, era el
un licor rojizo y claro, que se cree ser el producto de petimetre cuyo cerebro acabábamos de disecar.
las exalaciones que se evaporan del corazón, y que se El cirujano terminó su operación, y nosotros aun no
condensan en esta sustancia acuosa. Cuando fué exa­ podíamos determinar la naturaleza de un corazón tan
minado este humor, se halló que contenia todas las diferente del de las otra^ mugeres, y por eso determi­
cualidades del espíritu de vino, usado en los termóme­ namos hacer algún esperimento que nos descubriese
tros que señalan los diferentes cambios dei tiempo. su sustancia. Lo pusimos, pues, sobre carbones hechos
No debo olvidar una esperiencia que uno de los con­ ascuas, y en vez de consumirse, vimos que permane­
currentes nos dijo haber hecho con este licor, que en­ cía intacto; y de esto concluimos que poseía las cuali­
contró en grande abundancia en el corazón de una dades de la salamandra, y que habría podido vivir en
coqueta que habla disecado. Asegurónos que lo habla medio del fuego y de las llamas sin quemarse.
vaciado en un tubo pequeño, como el de un termóme­ Cuando admirábamos tan estraño fenómeno, forma­
tro, y que en vez de señalar las variaciones de la atmós­ dos en círculo, dejó escapar este corazón un profundo
fera, designaba las cualidades de las personas que so suspiro, ó mas bien estallido, y repentinamente se di­
bailaban en la pieza en donde estaba suspendido. A- solvió en humo. Este imaginario estallido, que me pa­
gregó que este licor se elevaba á la cercanía de una reció mas fuerte que el de un cañonazo, produjo en mi
pluma, de una mantilla, de un par de guantes, y que cerebro un sacudimiento tan fuerte, que desperté y no
bajaba luego*que aparecía en el euarto una cabeza pude dormir mas.
mal peinada, un par de zapatos groseros ó un vestido
á la antigua, y aun aseguró que cuando él reia cerca de
este licor, subía sensiblemente, ó bajaba con pronti­
tud luego que recobraba su aire sério. Finalmente,
trató de persuadirnos que por medio de este Instru­
mento podia conocer si en la pieza habla un hombre
de buen sentido ó un fatuo.
Después de bien examinado el pericardio y consi­
derado el licor que en él se hallaba, venimos al mis­
mo corazón. La superficie estertor era tan lisa y resba­
losa, y la punta tan fría, que cuando quisimos agar­
rarlo se escapó de nuestras manos como un pedazo de
nieve. Las fibras se bailaban mas Intrincadas que las
de los otros corazones, y el de esta coqueta parecia

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358 CARTAS

Este espejo derramaba una luz que sobresalía entre


todos los resplandores que rodeaban á la diosa, como
un relámpago en la mitad del día. Al vibrarlo en su
DISTRIBUCION DB RECOMPENSAS mano diestra, iluminaba ios cielos, el aire ó la tierra.
Cuando la diosa habla bajado lo suficiente para ser
POR LA DIOSA DE LA JUSTICIA.
vista y escuchada de ios mortales, quiso, á fin de hacer
ALBO ORIA. mas soportable el claror de su pomposa presencia,
enojar alguna obscuridad y nubes en rededor sayo, lo
(Ferston del ingle» de A disson.) cual templó la luz, y esta tomó mi) hermosas sombras
Paseándome en uno de los jardines públicos de esta y colores, de modo, que el brillo, que poco antes des­
capital, (a) fijé ia atención sobre varios hombres de lumbraba con la mayor fuerza, se multiplicó en infinita
edad, que no han podido alcanzar reputación en el variedad de aureolas mas apacibles.
mundo, ni bienes de fortuna considerables; y por otra Entre tanto, el mundo se alarmaba, y sus habitan­
parte , no pude ménos de murmurar de la repentina tes se reunían en un estenso llano, de modo que
elevación de personas de ménos edad que ia mia, y todas las razas parecían estar delante de mis ojos. Es­
de la desigualdad de riquezas, honores y otras conve­ cuchóse una voz de las nubes, declarando que el intento
niencias de la vida. Hallábame absorto en este pensa­ de esta visita, era restituir á cada uno lo suyo, ponién­
miento, cuando sobrevino la noche, y sumergió mi dolo en posesión de lo que le pertenecía. El temor y la
alma en una contemplación mucho mas agradable. El esperanza, el pesar y la alegría, que se dejaron ver en
cielo, lleno de esplendor, presentaba un hemisferio aquella inmensa multitud después de esta solemne de­
estrellado, estremadamente grato al que se complace claración, no pueden espresarse. Publicóse entonces
en el estudio de la naturaleza. La noebe era fría, la el primer edicto, que mandaba,” que todos los títulos
atmósfera trasparente; se distinguían las constelacio­ y pretensiones á riquezas, bienes ralees, ó á parte de
nes con ia mayor claridad, y las estrellas despedían ellos, se pusiesen desde luego en posesión de sus legí­
todo 6u brillo. No pude mirar escena tan asombrosa, timos propietarios.” Dada esta órden, los habitantes
adornada, y por decirlo asi, iluminada, sin entregarme de la tierra elevaron los diferentes documentos de sus
á propias meditaciones, sobre el Autor de tan lumi­ posesiones, ya de papel, ya de pergamino, sellados con
nosos y sorprendentes objetos. En ocasiones como lacre, ó de cualquiera otra materia. La diosa vibró el
estas, la filosofía sugiere motivos á la religión, y la espejo de la verdad, para que por medio de su luz,
religión aumenta el placer de la filosofía. examinase la multitud aquellos testimonios. Los rayos
Luego que mi alma recobró su serenidad, me de este espejo tenían ia virtud particular de prender
retiré á mi casa con la satisfacción de baber pasado algu­ fuego á todo lo que era fraude y falsedad. El incendio
nas horas en pensamientos propios de un ser racional, y de papeles, la fundición de sellos, el crugido de los
prometiéndome que el sueño me seria grato. Apenas me pergaminos, formaban una singular escena. A veces el
quedé dormido, cuando tuve una visión, pues no sé cómo fuego devoraba dos ó tres lineas sin pasar adelante; y
llamarla, que parecía prolongar mi meditación de por no pude ménos de observar, que las llamas destruían
la tarde, pero con circunstancias tan solemnes y sérias, principalmente las interlíneas y los codicilos. Al vibrar
que no puedo dejar de referirlas, aunque debo confesar hácia abajo el espejo, la luz entraba en los rincones y
que el desvarío de la imaginación, me presentó, como parages mas recónditos y oscuros del universo, y por
por lo regular sucede en los sueños, algunas cosas este medio se descubrieron muchos escritos, memorias
estravagantes. y testamentos que habian sido ocultos ó sepultados por
Figuróme que vela yo la misma atmósfera azulada, el tiempo, la casualidad ó la malicia. Esto ocasionó
sembrada de los luminosos globos que habla yo con­ una asombrosa revolución en el pueblo. Al mismo
templado poco antes. Consideraba yo atentamente tiempo, los despojos de estorslon, fraude, robo, con
aquel signo celeste conocido bajo el nombre de Libra, todos los frutos del cohecho, del soborno y de la cor­
cuando de pronto adquirió una claridad estraordinaria, rupción, fueron amontonados en una prodigiosa pirá­
como sí el sol hubiese salido á media noche. Por el mide que casi tocaba ias nubes, y fué llamada Mon­
aumento de su tamaño y resplandor, conocí que se taña de la restitución, al pié de la cual se llamaron
acercaba á la tierra, y al fin pude discernir en medio á las personas perjudicadas, para recibir lo que les per­
de él, una cosa como aureola, y á poco percibí distin­ tenecía. Se velan llegar allí sugetos andrajosos, y cam­
tamente la figura de una muger. Al principio me ima­ biar vestidos con personas llenas de encoges y de bor­
giné que este objeto podría ser el ángel ó inteligencia dados. Varios que estaban en pelota (plums) ó muy
que guiaba la constelación sobre la cual bajaba; pero cerca de estarlo, se vieron de pronto dueños de una
examinándolo mas de cerca, vi á su rededor todos los moderada fortuna; y muchos que habían vivido sobre­
emblemas con que suele pintarse á la diosa de la jus­ cargados de riquezas y de haciendas, quedaron reduci­
ticia. Su aspecto era sumamente respetable y mages- dos á gastar únicamente lo necesario. Lo que mas me
tuoso, pero de esquisita belleza para los ojos fuertes interesó, fué ver cierta calle que disfrutaba en Europa
que podían fijar en ella la vista; su sonrisa enagenaba del mayor crédito, declararse de cabo á cabo en'
de rapto, y su ceño causaba terror y desesperación. quiebra.
Tenia en ia mano un espejo dotado de las mismas La segunda órden fué para que todas las familias
cualidades del que los pintores ponen en manos de se formasen en grupos separados y apenas se hubo
la verdad. esto ejecutado , cuando salió un edicto para que
todos los hijos quedasen á cargo de sus verdaderos
padres. Esto puso en movimiento á una considerable
parte de la asamblea, pues al paso queel espejo derra­
(a) Londres, maba su luz sobre las personas, inspiraba á cada cual

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DE LORD CHESTERFIELD 359

nn instinto irresistible, que le daba á conocer á sus consistía de capacidades militares y civiles. Los mili­
reales aunque ilegítimos padres. Fué espectáculo muy tares, separándose del resto, se colocaron á la cabeza,
melancólico, ver á padres de numerosa familia que­ lo cual no gustó á los demas, pero no se atrevieron á
darse sin hijos; á solteros espantados de verse con una disputarles el puesto. Hice varias observaciones tocan­
carga de ellos; á los presuntos herederos de grandes tes á este último grupo, pero me asiste i motivos par­
bienes, pedir la benedlclon y besar la mano á su co­ ticulares que no me permiten darlas á luz. Él público
chero, y á celebres bellezas rendir obediencia paternal se sorprendió bailando muchísimas caras nuevas en
é su camarero. Muchos que hablan hecho voto de vivir los puestos mas eminentes, y yo alegróme mucho de
célibes, se vieron rodeados de numerosa descendencia. ver qne todos mis amigos, ó conservaron sus actua­
Este cambio de parentesco habría causado lamentos les cargos, ó fueron elevados á'otros mas eminentes.
mucho mayores, si no hubiese sido porque la ca­ Luego que la diosa hubo distribuido justicia al sexo
lamidad pareció muy común, y porque generalmente masculino, desapareció éste de la escena, y de pronto
aquellos que perdieron sus hijos, tuvieron la satisfacción cubrióse el llano de infinidad de mugeres. Tan encan­
de verlos en manos de sus mas íntimos y apasionados tadora multitud llenó mi alma de indecible placer, y
amigos. Apenas hablan sido puestos los hombres en como la luz celestial del espejo les daba en el rostro,
posesión de sus bienes y de su progenie, cuando salió muchas parecían mas bien ángeles que habían bajado
el tercer edicto, ordenando quo todos ios empleos de acompañando á la diosa, que séres humanales sujetos
dignidad y honor, fuesen conferidos á las personas de al juicio de aquella. El zuzurrode tas lenguas y la con­
mayor mérito y habilidad. Los sugetos de buena figura, fusión de voces fueron tan grandes en esta nueva
ios fuertes y los ricos, fueron los primeros que avanza­ asamblea, que la diosa se vió obligada á imponer si­
ron ; mas no siendo capaces de soportar el resplandor lencio repetidas veces, ántes de lograr que atendiesen
del espejo que les bañaba las caras, se retiraron inme­ á sus edictos. Todas conocían muy bien que el nego­
diatamente entre la muchedumbre; pero como la diosa cio mas importante para ellas iba á establecerse; es
examinaba á todos con el espejo, de! mismo modo que decir, la primacía. Esto suscitó infinitas disputas y
el águila ensaya á sus aguiluchos por medio del sol, alboroto en todo el sexo. Cada una produjo sus títulos
era curioso ver que desviaban el rostro del espejo todos é hizo valer sus pretensiones: nacimiento, hermosura,
aquellos que no se hablan distinguido por su virtud, talento ó riqueza, fueron las palabras que de un cs-
talento ó idoneidad. Esta selecta asamblea se formó en tremo á otro aturdieron mis oidos. Algunas exaltaron
el centro de una prodigiosa multitud que se habla el mérito de sus maridos, otras su propio poder en go­
agolpado para observarla, del mismo modo que se bernarlos. Estas elogiaron su immaculada virginidad,
amontonan los ociosos para ver el manejo de arma de aquellas su numerosa descendencia. Varias se jacta­
algún regimiento. Aquella asamblea estaba dividida en ron de ser las madres, y otras las hijas de personas
tres cuerpos: el primero comprendía á los sugetos ilustres. No hubo perfección ni prendas de ninguna
virtuosos; el segundo, álos literatos; y el tercero, á especie que no se mencionasen, ó que no fuesen pues­
los hombres de negocios. Era imposible fijar la vista tas en obra.
en el primer cuerpo, sin una secreta veneración ; los El canto, el baile, las miradas cariñosas, las mue­
sugetos que lo formaban, tenían un aspecto tan dulci­ cas, la sonrisa, el juego del abanico , éstas y todas las
ficado con humanidad, elevado con contemplación, demas artes irresistibles que practican las mugeres pa­
animado con firmeza, y ennoblecido con los mas gra­ ra cautivar el corazón de los hombres, encontraron allí
tos modales, como suelen serlo todas estas cosas cuando ocasión de lucir. La diosa,para terminar la disputa,or­
proceden de secretos hábitos de virtud. Nopudeménos denó «que cada una tomase lugar según su mas ó ruó­
de notar que muchos de estos rostros eran descono­ nos grado de hermosura. » Esta órden procuró la ma­
cidos, no solo á la multitud, sino aun á varios do su yor satisfacción á toda la asamblea, y cada dama se
mismo cuerpo. enderezó, levantó la cabeza y apareció con todas sus
En la segunda columna, que consistía de sábios y li­ gracias. Las que se consideraban garbosas en sus mo­
teratos,hubo tantas disputas con motivo á la formación vimientos, hallaron ocasión para dar algunos paseos
de ellos en filas ordenadas, que solo pudieron entrar ó fingir algunos tropezones, á fin de que sus personas
en órden por un mandato positivo de la diosa, la cual fuesen vistas bajo el punto de vista mas ventajoso. Las
dispuso que los génios supremos y de mayor potencia que poseían gargantas y cuellos hermosos, mostraron
fuesen colocados á la cabeza de la columna. Detras de una irresistible curiosidad de ver las partes mas dis­
estos vinieron Los que habían mejorado sus almas con­ tantes de la asamblea, y se empinaron sobre las cabe­
templando los escritos y pensamientos agenos. A reta­ zas de la multitud. Varias llevaron su mano á la fren­
guardia quedaron los hombres cuya fantasía era te, procurándose sombra, como para ayudar sus ojos,
mayor que su buen juicio , y su lectura mayor que y ver mejor á la diosa, pero en realidad para mostrar
su entendimiento. Todos los autores vivos de aigun sus pulidas manos y brazos. Todas las damas resintie-^
mérito, fueron colocados en una de estas clases ; pero ron un regocijo aun mayor, cuando escucharon que
no pude menos de sorprenderme al ver la mala aco­ para decidir esta gran controversia, cada una pudiese
gida que sedióá un numeroso cuerpo de críticos, co­ ser su propio juez, y tomar lugar según la opinión que
mentadores y gramáticos, los cuales de por sí hablan formase de si misma, al coDsultarcon el tocador ó es­
formado un gran cuerpo, y con bastante arrogancia pejo de la verdad.
exigían el primer lugar en la columna de la ciencia; La diosa dejó caer entonces el espejo de la verdad
mas la diosa en vez de escuchar su pretensión, con­ en forma de una cadena, que se estendia á medida
virtió sus vestidos en libreas, y les ordenó que en lo su­ que bajaba y acercaba á los ojos de los circunstantes..
cesivo se contentasen con no ser mas de lacayos de Este espejo tenia la particular virtud de destruir todas,
los sábíoB. las falsas apariencias, y de retratar á las personan
La tercera columna era de hombres de negocios, y tales cuales eran. La diosa comunicó tan diversos mo-

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360 CARTAS

vímientos al espejo, y lo colocó bajo tan distintas la­ solo, después de haber pasado la noche en medio do
ces, que cada persona tuvo oportunidad de verse y tan prodigiosa multitud.
examinarse..
Es imposible describir la rábla, el placer, el asombro
que aparecieron en cada figura al mirarse en el espejo.
Muchas damas se sobrecogieron de su propia forma, y
habrían roto el espejo si hubiesen podido alcanzarlo.
Otras vieron marchitas sus facciones, y su propia ad­
miración cambió en fastidio y aborrecimiento.La daiqa
que pensaba ser grata á todos los ojos cuando se mos­ CONVENIENTE EMPLEO DEL TIEMPO.
traba colérica, y que era celebrada como muger enér­
gica, se espantó de su propia imágen, y creyó que veia
(Versión del ingles de Adisson.)
en el espejo á una furia. La codiciosa é interesada
manceba vió á una arpia, y la sutil coqueta á una es­
finge. Mi corazón sufrió mucho al ver tanta destrucción Comparando á solas la industria de hombre con la
de bellos rostros ¡ mas al mismo tiempo tuve el gusto de los demas seres, hice la reflexión de que á pesar do
de ver aumentada la belleza de varias conocidas mías ser en nosotros un deber el vivir en continua ocupa-
que siempre he considerado como obras perfectas de clon, los animales pequeños, llevados puramente del
la naturaleza. Observé que algunas pocas, bastante hu­ Instinto, nos sacan sin embargo mucha ventaja en el
mildes, no se sorprendieron de sus propias perfeccio­ particular,y somos tanto menos escusables cuanto que
nes, y que muchas que hablan vivido en el retiro y tenemos mayor variedad de cosas en que ocupamos. La
severidad de una vestal, brillaron con todas las gracias razón nos abre un campo ilimitado de negocios,que los
y atractivos de una sirena. otros animales no son capaces de desempeñar.Las bes­
La asamblea se dividió en tres cuerpos, soltétas, ca­ tias de presa, y aun creo todas las otras especies, en su
sadas y viudas; las casadas en medio, las solteras á la natural estado de existencia,dividen su tiempo entre la
derecha, y las viudas á la Izquierda, aunque costó mu­ labor y el descanso; siempre trabajan ó duermen. En
cho trabajo impedir que estas dos últimas secciones no una palabra, todo el tiempo que no duermen, lo em­
Invadiesen el centro. La diosa espidió varios edictos plean en busca de sustento ó en consumirlo. Solo
cuyo tenor he olvidado, y solo dos quedaron en mi entre los hombres, con gran desdoro de nuestra natu­
memoria, tanto por lo estraordinario de ellos, como raleza, se oyen repetidas quejas de que « el dia es largo
por haberse ejecutado con la mayor severidad. El in­ y pesado; que no saben qué hacerse, ni cómo pasar el
tento de lo diosa fué hacer un ejemplar en los dos es­ tiempo, > y otros semejantes murmullos vergonzosos
treñios del mundo femenino; es decir, de aquellas que se oyen en boca de los que se dominan « séres
mugeres que se muestran muy severas respecto de la racionales. » ¡Cuán censurables no son tales espresio-
conducta de las demas, y de las que descuidan la suya nes en boca de criaturas que tienen las ocupaciones
propia. La primera sentencia que la diosa pronunció del alma como las del cuerpo para emplear el tiempo
fué, « que toda muger aficionada á la censura y la de­ convenientemente; criaturas que, ademas de los que
tracción, perdiese el uso de la palabra, a castigo muy haceres de su empleo ó profesión, pueden dedicarse á
suficiente para las culpables, y que desarraigaba com­ los deberes de la religión, de la meditación, de la lec­
pletamente el crimen. Con este edicto, que se ejecutó tura de libros buenos y útiles y en plática con sus se­
sin retardo, el voceo de la asamblea disminuyó consi­ mejantes 1 Criaturas que pueden ejercitarse en una
derablemente. Fué en efecto, espectáculo muy melan­ ilimitada prosecución de conocimientos y virtudes, y
cólico, ver convertidas en mudas á tantas que hablan llegar á ser cada hora mas discretos, mas sabios y
gozado ia reputación de rígida virtud. Una dama que mejores de lo que eran antes!
estaba á mi lado y vió mi consternación, me dijo que Después de haber ocupado largo rato mi pensamiento
se asombraba de que yo tomase tanto Interes por seme­ con reflexiones de esta naturaleza, tomé, según mi
jante hato de...........Por el movimiento de su cabeza costumbre, un libro para entretenerme y preparar mi
deduje que iba & pintarme los caracteres de sus com­ alma al sueño. El autor que esta vez me cupo en
pañeras ; pero su repentino silencio me dió á conocer suerte fué Luciano , cuyo • Diálogo de los Muertos »
que acababa de perder el uso de la lengua. Esta cala­ me entretuvo durante una hora, y esto produjo pro­
midad hizo principalmente estrago entre aquellas mu­ bablemente en mi el siguiente sneño.
geres conocidas bajo el nombre de gazmoñas y devotas. Figuróme que era yo conducido á la entrada de las
La segunda sentencia pronunciada contra la parte re­ regiones infernales, en donde vi á Radamanto, uno de
lajada del sexo, fue: que inmediatamente apareciesen los jueces de los muertos, sentado en su tribunal.A su
con las resultas de sus fragilidades, todas las que izquierda estaba el portero del infierno,y á su derecha
las habian tenido. el del Elíseo. Supe que el juez ocupaba aquel dia su
Esto presentó un espectáculo muy jocoso; y las In­ asiento para juzgar á multitud de mugeres que habian
continencias que reveló fueron tantas, que ias damas llegado y esperaban se les señalase el lugar de su
que hablan perdido el uso de la lengua, sintieron mas mansión. Me sorprendió oirle hacer á cada una
que nunca no poder hablar, bien que al mismo la misma pregunta; es decir : qué era lo que ha­
tiemporpues los cuidados rara vez vienen solos, mu­ bla hecho durante su vida. Habiendo dirigido esta
chas de las mudas se vieron atacadas de esta nueva pregunta á toda la asemblea, unas á otras se fijaron
calamidad. la vista sin saber qué responder. « Señora, dijo á la
Esta visión duró hasta mi usual hora de despertar y primera, vd. ha vivido en la tierra mas de cincuenta
no fué para mí poca sorpresa el verme enteramente añob; qué es lo que vd. ha hecho allí durante todo
C3tc tiempo ? • « Qué es lo que he hecho/ dijo ella,

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DE LORD CHESTERFIELD 3G1

realmente no lo té : pido que se me conceda algún y le he dejado mas riquezas de las que encontré. * Ra­
tiempo para refrescar mi memoria.* Después de media damanto, que conocía el mérito de aquella señora, se
hora, dijo, que se había ocupado en rizar el cabello; sonrió al escucharla; de modo, que el portero del Elí­
y Radamanto ordenó al portero de la izquierda que se seo, que sabia su deber, le alargó la mano. Apenas la
hiciese cargo de ella. « ¿Y vd., madama, dijo el juez, hubo tocado, cuando las arrugas de la anciana desa­
que fija la vista con aire tan dulce y cariñoso, y que parecieron, sus ojos brillaron, sus mejillas se inflaron
creo ba venido á este lugar á los veintinueve años, tomando el color de rosa, y toda ella apareció en com­
qué es lo qué ba hecho durante todo á este tiempo ? « pleto verdor y hermosura. Una jó ven, Al ver que el
«Yo, contestó, tuve mil cosas entre manos, habiendo portero del Elíseo poseía en tal grado el arte de embe­
pasado loa doce primeros años de mi vida en vestir llecer, suspiraba por verse en sus manos, y abriéndose
á una muñeca de goznes, y los restantes, en leer camino con algún trabajo por entre la multitud, fué la
comedias y novelas. » « Muy bien, dijo Radaman­ primera que se presentó al juez, quien habiéndole pre­
to; ba empleado vd. su tiempo lindamente. Fuera guntado qué habla hecho los veinticinco años que ha­
con ella. • La que siguió fue una sencilla ranchera. bía pasado en el mundo, respondió: « Luego que lle­
« Y bien, señora Tomasa, dijo el mismo, que es lo que gué á mis años de discreción, hice cuanto pude por
vd. ha hecho? » « Voy á daré vd. gusto, señor. Yo no parecer amable y tener muchos admiradores. Con la
llegué á vivir cuarenta años completos; pero con todo, mira de conseguirlo , pasé mi tiempo embotellando
regalé á mi marido siete bijas; le amasé nueve mil esencias, inventando jabones, moliendo cascarilla,
quesos, y dejé con él á mi hija mayor para que cuíde la mezclando colores, poniéndome lunares postizos, con­
casa durante mi ausencia, y sin vanidad puedo decir, sultando mi espejo, adornándome con arreglo al color
que es una excelente ama de gobierno.« Radamanto se de mi cutis, descubriendo mi seno cuanto mas podía,
rió de la simplicidad de la buena muger, y mandó al apretándome el corpino, ajustándome el calzado....... .....
portero del Elíseo que la tomase á su cargo. • Y vd., Radamanto no quizo oirla mas, é hiso señal al portero
bella dama, dijo el juez, qué es lo que ba hecho du­ negro para que cargase con ella. Apenas éste la habla
rante estos treinta y cinco añosP * « Yo, señor no he tocado, cuando sus colores se desvanecieron, su rostro
hecho ningún daño; pueda asegurárselo á vd. » « Muy se llenó de arrugas, y toda su persona tomó la figura
bien, pero qué es lo que vd. ha hecho ? » La dama se mas desagradable.
Denó de confusión á esta pregunta, y no sabiendo qué Estando en esto, fui sorprendido por un voceo dis­
contestar,los dos porteros avanzaron á un mismo tiem­ tante, de multitud de mugeres riendo, cantando y hal­
po y la tomaron uno de la mano izquierda y otro de lando. Entróme el mayor deseo de conocer el recibi­
la derecha con pretensión de llevarla uno al Infierno y miento que se les haría, y también mucho temor do
otro al Elíseo; pero Radamanto, observando en su as­ que Radamanto hiciese cesar pronto su alegría; pero
pecto y conducta una ingenua modestia, dijo á ambos el ruido que hicieron al acercarse fué tan grande, que
que la soltasen, y mandó ponerla de lado para volver desperté.
á examinarla cuando estuviese mas desocupado. Una Estuve algún rato considerando en la rareza de esto
muger de un mirar agrio y orgulloso se presentó ante sueño, y no pude menos de preguntarme á mi mismo:
el juez, y este le preguntó qué era lo que habla hecho. ¿ Qué es lo que bago en el mundo ? y mi respuesta fué:
• Yo, contestó, he vivldó ciertamente setenta años en Escribir papeles de esta naturaleza. Concluiré el pre­
un mundo muy malvado, y me dieron muchas cóleras sente, recomendando á mis compatriotas que se diri­
dos hijos petulantes.Pasé la mayor parte de mis últimos jan á si mismos igual pregunta. Si cada uno lleva con
años en condenar las locuras de los tiempos; dia por frecuencia la mano á su corazón y considera lo que
dia censuraba yo la necia conducta de mis conocidos y hace en aquel instante, sentirá impulsos para no pro­
de las gentes que trataba', con el fin de impedir que seguir en aquellos ociosos, ó lo que es peor, viciosos
cayesen en semejantes errores é impropiedades.* «Muy momentos de vida; su alma, en los instantes mismos
bien , dijo Radamanto; ¿pero tuvo vd. el mismo ojo de entregarse á una serie de pensamierftos indiferen­
vigilante sobre sus propias acciones ? * « A la verdad, tes ó perniciosos, se verá elevada; y si tal toque do
señor, contestó, estaba yo tan ocupada en publicar las pecho lo verifica en momentos de ocupaciones útiles y
faltas del prójimo, que me faltaba tiempo para consi­ laudables, se sentirá mas gustoso y animado; en una
derar las mías. • « Madama, dijo Radamanto, sírvase palabra, aligerará mucho aquella culpa que los mejores
vd. avanzar hácia la izquierda,y dejar lugar á esa vene­ hombres reconocen con razón en sus diarias confesio­
rable matrona que está detrás. Señora anciana, dijo el nes, y que consiste en no haber hecho aquellas cosas
jnez, me parece que es vd. ochentona. Ya ha oido vd. que debieron hacer, y ejecutado otras que no debie-
la pregunta: qué es lo qué ha hecho vd. en el mundo ron poner en obra.
durante tan largo tiempo ? » « ¡ Ah, señor, contestó,
hice lo que no debí haber hecho; pero siempre fué mi
ánimo cambiar de vida, y si no hubiese yo sido arre­
batada prematuramente ...... • « Señora, dijo el juez,
tenga vd. la bondad de seguir á la dama que acaba de
partir ; » y viendo á otra de la misma edad, le hizo la
reiterada pregunta, á la que contestó : « He sido mu­
ger de un hombre que me fué tan querido en mis pos­
treros años como en mi juventud. He sido madre muy
afortunada con mis hijos, á los que eduqué con el
mayor esmero, enseñándoles todo lo bueno. Mi hijo
mayor es adorado de los pobres y amado de todos
los que lo conocen. Viví dentro de mi propia, fomilir

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362 CARTAS

bría alcanzado la victoria, á no habérsele opuesto la


Astucia, que mandaba el ala Izquierda de las Hem­
bras ausiliares. La Astucia era gefe de Ingenieros en
el helio ejército; pero esta vez recibió órden de contra­
restar los ataques de la Sabiduría. Era cosa muy en­
tretenida ver las maniobras de ambas antagonistas ; la
MERITO COMPARATIVO
conducta de la una, y los estratagemas de la otra.
DE AMBOS SEXOS. Nunca se había visto una contienda mas igual; de mo­
do que los espectadores daban á veces al victoria á la
Sabiduría, y otras á la Astucia, bien que la ventaja mas
(Versión del ingles de Adisson.) declarada la obtuvo la última.
Entre tanto, el conflicto era terrible á la izquierda
Entre las reglas de Longtno, ninguna me admira del ejército, en donde la batalla comenzó á decidirse
mas que la que aconseja á un autor, deseoso de al­ en favor de los Varones. Esta ala era mandada por un
canzar lo sublime y de trasmitir su nombre á la poste­ oficial esperto y maduro, llamado Paciencia, y la ala
ridad, que considere, al tiempo de componer, lo que de las Hembras, por un general conocido bajo el nom­
Homero ó Platón, ó alguna otra celebridad literaria, bre de Escarnio. Este, aunque peleaba á manera de
podria haber dicho ó pensado en la misma ocasión. los Partos, sacó la ventaja al principio; pero cansada
Con frecuencia he observado yo esta regla, tanto res - con las largas persecuciones y repetidos ataques del
pecto de los mejores autores antiguos, como de los enemigo, que habla sido rechazado cien veces y otras
modernos; pero el público, y no yo, podra juzgar si tantas vuelto á la carga, pensaba ya en rendirse; pero
lo he hecho con alguna ventaja. Con todo, me aventuro repentinamente comenzó á moverse un cuerpo de
á decir, con M. Dryden, cuando declara haber seguido fuerzas neutrales, mandadas por un general corpulento
ei estilo de Shakespeare, que tratando de imitar tan y feo llamado Lujuria, que no daba cuartel á amigos
grandes autores, he sacado siempre algún provecho. ni enemigos. Un cuerpo de fuerzas femeninas mar­
Por este medio he renovado también varias maneras chó á oponérsele, mandado por un general que tenia
antiguas de escribir que, aunque muy instructivas y ei aspecto de un serafín y él nombre de Modestia Este
entretenidas, hablan sido puestas de lado y olvidadas bello héroe se vela asistido de otro gefe mas fuerte y
hace muchos años. Mencionaré ahora únicamente varonil, llamado por los hombres Honor, y por los dio­
aquellas alegorías en que las virtudes, los vicios y las ses Orgullo. Hizo este último una obstinada defensa, y
pasiones humanas, aparecian como reales actores. rechazó al enemigo mas de una vez; pero al fin se rin­
Para que una alegoría sea agradable é Instructiva, dió á discreción.
la fubula debe ser ante todo, perfecta, y verse llena, El formidable monstruo después de haber deshecho
si es posible, de cambios y sucesos sorprendentes. En escuadrones enteros del ejército femenino, atacó á los
segundo lugar, debe cimentarse en asuntos morales, varones, entre los que hizo destrozos aun mayores. El
y prestarse á reflexiones nuevas que aumenten su general que le hizo resistencia, llamado Razón, trajo
valor. contra aquel enemigo todas sus fuerzas, y tuvo indeci­
Queriendo imitar una vez el estilo de Spencer, com­ sa la batalla por algún tiempo ; pero al fin abandonó el
puse una fábula de personas y caracteres imaginarios, campo.
fundándola en la trillada disputa sobre el mérito com­ Después de gran carnicería por ambos lados, los dos
parativo y las excelencias entre los dos sexos, cada ejércitos convinieron en* reunirse contra el enemigo
uno de los cuales ha tenido sus abogados entre los común, y para llevarlo á efecto eligieron una banda
hombres de letras. Pues que no tengo tiempo para con­ selecta, poco numerosa, que de común acuerdo fue
cluir esta obra, presentaré ai lector la fábula desnuda, puesta bajo las órdenes de la Virtud, y en pocos mo­
reservando iqp decoraciones del verso y la poesía para mentos rechazó fuera del campo al horrible monstruo.
otra oportunidad. Cuando este huia derrotado, otro general neutro»
Compitiendo una vez los dos sexos por la superiori­ cuyo nombre era Amor, se puso en movimiento y se
dad, llegaron á declararse una guerra conducida prin­ colocó entre los dos ejércitos. Este general mandaba
cipalmente por los ausiliares de ambos. Los Varones se un cuerpo de diez mil niños alados, que arrojaron sus
hallaban formados á la Izquierda de una llanura, y las flechas indistintamente entre Jos dos bandos. Las he­
Hembras á la derecha, dejando en medio un espacio ridas que producían con sus dardos, en vez de ser en­
cjnsiderable para la lucha de sus respectivos ausilia­ conosas, eran gratas, y su efecto tan estraño que in­
res. En las dos estremidades de aquel espacio, estaban fundían un espíritu de amistad y reconciliación entre
acampados varios cuerpos de fuerzas neutrales, que los dos sexos. Ambos ejércitos se sintieron entonces
esperaban el éxito de la batalla para declararse según inclinados á amarse mutuamente, y arrojaron sus ar­
les pareciese mejor. mas con lágrimas de alegría, como si deseasen olvidar
El principal cuerpo de los Varones ausiliares lo man­ todas las animosidades y darse mutuos abrazos.
daba la Fortaleza, y el de las Hembras la Hermosura. El último general de las fuerzas neutrales que apare­
La Fortaleza comenzó la contienda; pero pronto des­ ció en el campo, fué Himeneo, que venia á retaguarda
cubrió, á costa suya, que en las miradas de ia Hermo­ del Amor; y favoreciendo las buenas inclinaciones
sura habla una especie de sortilegio que anonadaba que este habla inspirado, reunió las manos de ambos
susfuerzas;y en efecto, la Hermosura, con su sonrisa ejércitos. El Amor le acompañaba generalmente, y re­
y sus miradas, la debilitó de tai modo, que la desarmó comendaba ó los dos sexos, par por par, á sus buenos
completamente, y habría pedido cuartel si no hubiese oficios.
sido por la Sabiduría que vino en socorro suyo. La Sa­ Pero asi como vemos no pocos individuos que sue­
biduría mandaba el ala derecha de los Varones, y ha­ len revestir el uniforme de generales, sin las virtudes

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DE LORD CHESTERFIELD 363

ni conocimientos que reclama el arte militar, la Am­ Para poner este pensamiento en su verdadera luz,
bición y la Avaricia, tomaron luego las insignias y ves­ imaginémonos, lector, un montecillo de tierra, habita­
tido del Amor, y por este medio engañaron á Himeneo, do por seres racionales muy pequeños, á manera de
conduciendo á presencia suya varios pares que él nun­ hormigas, y cada hormiga dotada de pasiones huma­
ca habría unido, si no hubiesen sido conducidos por los nas. ¿ Cómo no reiríamos si escuchásemos á una quo
dos impostores* nos contase Las genealogías, las distinciones y los tí­
tulos usados entre ellas ? ¡ Observa, querido lector, có­
mo se divide todo el enjambre, y abre paso á la hor­
miga que atraviesa por enmedio de la multitud! Debes
pues, saber, que es una hormiga de calidad, y que la
sangre que circula por sus venas, es mejor que la de
todas las hormigas que habitan el montecillo. ¿ No
IMPROPIEDAD DEL ORGULLO. ves cuán sensible se manifiesta de semejantes dis­
tinciones ; con qué lentitud camina, y cómo toda la
(Ferzion del ingles de Adirnn.) plebe del hormiguero se tiene á cierta distancia del
gran persona ge ? Mira allí otra hormiga sobre una pe­
No hay pasión que se escurra mas imperceptible­ queña eminencia, desde donde contempla una nume­
mente en el corazón, ñique se oculte bajo mas disfra­ rosa hilera de trabajadores; es el insecto mas rico do
ces, que el orgullo. Por lo que á mi toca, pienso que si esa parte del monteclto ¡ su propiedad territorial tiene
me hallo libre de algún vicio ó pasión, es del orgullo; media vara de largo, y media pulgada de ancho; man­
aunque quien sabe si este juicio que formo de mi mis­ tiene cien sirvientes y posee por lo ménos, quince
mo, no procede, en cierto modo, de este principio cor­ granos de trigo en sustroges; se ocupa ahora de repri­
rompido. mir y castigar á la hormiga que está en presencia su­
Siempre he visto con placer mezclado de asombro, ya, y que por todo lo que podemos descubrir, es tan
aquella sentencia de la Sagrada Escritura:« El orgullo buena hormiga como ella misma.
no fué hecho para el hombre. * No hay ciertamente si­ ! Pero allí viene nn Insecto de gran figura ! ¿ No ves
tuación ninguna en la naturaleza humana, bajo su con­ una pajita blanca que lleva en la boca? Has de saber
dición presente, que no baste para estinguir en nues­ que por nada de este mundo cambiarla él esta pajita ;
tros corazones, todas las semillas secretas del orgullo ; I oh ! si supieras todo lo que le ha costado adquirirla !
antes por el contrario, á deprimir nuestra alma y re­ { Observa como huyen en derredor suyo Jas hormigas
ducirla al humilde estado que los escolásticos llaman de toda clase y condición ! Si se le desprendiese la pa­
anonadamiento de uno mismo. El orgullo no fué he­ jita de la boca, verías como el numeroso circulo lo
cho para el hombre, porque el hombre es: volvía las espaldas, para seguir al que la tomase, y
!• Un pecador. aun verlas al depuesto mismo venir tras de su sucesor.
2* Un ignorante. Ahora, si tienes deseo de ver las hembras del mon­
3* Un miserable ser. tecillo, fija los ojos sobre aquella hormiga que escucha
Nada hay en su entendimiento, en su voluntad, ó en al insecto que estáá su derecha, y finge que desvia la
su presente condición, que pueda Inducirá ninguna vista de éi. El insecto le dice que es una diosa ¡ que
criatura racional á dar entrada en su pecho al orgullo sus ojos brillan mas que el 6ol, y que ella es árbitra do
y á la vanidad. su vida ó de su muerte. Ella lo cree y adopta mil aire-
Estas tres razones, por las cuales el hombre no de­ cilios de vanidad. Observa la presunción de la hormi­
berla ser orgulloso, son precisamente las que sirven ga qu< está á mano izquierda; cargada de años, apenas
de cimiento á su orgullo. Si no fnera pecador, no se puede arrastrarse ; mas has de saber, que hace mucho
verla sujeto á una pasión que nace de la depravación aprecio de sí misma á causa de su nacimiento, y si
de su naturaleza ; si no fuera' ignorante, vería que no prestas atención, verás cómo menosprecia á todos
posee nada de que pueda envanecerse, ni manifestar­ los que se le acercan. La presumida que está á su la­
se orgulloso, y si no fuera toda la raza humana misera­ do es una coqueta vivaracha, que ha causado la deses­
ble, no tendría á la vista aquellos miserables objetos peración do muchos insectos; mira qué turba de aman­
de comparación, que son la causa de su orgullo, y ha­ tes corre tras ella.
cen que un hombre se considere hecho de mas fina Termlnarémos aquí esta escena imaginaria; pero
pasta que los demas. ante todo, para dar mas fuerza al paralelo, suponga­
Un hombre juicioso debe contentarse con que su mos que la muerte aparece sobre el monteclto, en fi­
gloria se difiera hasta que éi sea verdaderamente glori­ gura de un gorrión, que se traga sin distinción, las
ficado : cuando se disipe la oscuridad de su entendi­ hormigas de calidad y sus lisonjeros; la hormiga millo—
miento; cuando su voluntad sea santificada, y su dicha naria y sus trabajadores; el oficial de la pajita blanca
segura ; ó en otras palabras, cuando no sea pecador, y sus secuaces, con todas las diosas y bellezas del mon­
ignorante, ni miserable. tecillo.
Nada hace aparecer mas ridicula á la naturaleza hu­ ¿No podríamos Imaginarnos que los séres de natura­
mana, á los ojos de los seres dotados de facultades su­ leza y dotes superiores, miran ios ejemplos de orgullo
periores, que el orgullo, porque conocen de tal modo y de vanidad, entre nuestra especie, bajo el mismo
la vanidad de aquellas imaginarlas ventajas que hin- punto de vista que los que habitan bajo la tierra; ó
clian el corazón del hombre, tales como riquezas, valiéndome del lenguaje de un ingenioso poeta fran­
condecoraciones, títulos, ect., que debe causar asom­ cés, de aquellos insectos que habitan el monton de
bro que no se diviertan en su interior, al ver á un tierra, qne la vanidad humana ha dividido en climas
mortal inflado y engreído de sí mismo, por alguna de ó reglones ?
aquellas circunstancias casuales*

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CARTAS

fácil decir si era mayor la perplejidad ó el placer que


resentía el viagero. Aqui fué donde los amantes co­
menzaron á mostrar mas fogosidad en la consecución
de sus intentos. Algunas de sus queridas, que solo por
cubrir las formas y la decencia parecían resistir, los
condujeron á sitios ménos espesos y sombríos, en
donde, después de haber dado algunas vueltas y hedió
LOS TRES CAMINOS DB LA VIDA.
varias demostraciones, les daban ellas la mano y con­
sentían en ser conducidas por sus pretendientes. Otras
(Versión del ingles de Addison.) buian de éstos, á lugares yermos, en donde las sendas
eran tan confusas y enredadas, que muchos de ellos
En ves de considerar circunstanciadamente tal ó abandonaron su intento ó dieron fin á su vida. Era
cual pasión ó carácter en una sola serle de hombres, cosa divertida ver á veces á un hombre perseguir á una
mis pensamientos se emplearon anoche en contemplar muger, la cual seguía á otro, cuya vista estaba fija so­
en general la vida humana; y parecióme en verdad, bre un cuarto objeto que atendía á su propio juego en
que todos los hombres se ven precipitados por los mis­ otro parage del bosque. No pude ménos do notar dos
mos deseos, y empeñados en las mismas solicitudes, cosas que me parecieron muy singulares: primera,qao
según las diferentes condiciones de la vida. La juven­ varias personas que permanecían en el fln de las ave­
tud se dedica á la sensualidad, la edad media á la am­ nidas, y fijaban sobre las ninfas miradas Indiferentes,
bición, y ia vejes á la avaricia. Estos son los tres mó­ las atrapaban de pronto; á la vez que los que las per-
viles tanto de los hombres buenos como de los malos, seguan con el mayor ardor, empleando artificios y ro­
aunque debe reconocerse que cambian de nombre y deos, eran enteramente desgraciados : segunda, qoe
retinan su naturaleza según el temperamento de la algunos viejos que eran al principio vistos con
persona que dirigen y animan ; y así suele darse á la aversión y desprecio, atrapaban en sus brazos á varias
sensualidad el nombre do amor virtuoso, á la ambi­ mugeres, quitándolas á los sugetos que ellas amaban
ción el de verdadero honor, y á la avaricia el de cui­ y admiraban, y esto consistía en que aquellos hombres
dado previsivo de la posteridad. Este plan de ideas me machuchos conocían muy bien los sitios secretos y los
divirtió infinito hasta el momento de ir á la cama, y laberintos del lugar, y entrampaban en ellos á las mu­
después se reprodujo en una grata visión, que paso á geres. Habla allí una floresta particular, llamada el
detallar de una manera ya seria, ya ridicula, según se laberinto de las coquetas, en donde muchas eran in­
presentaron los objetos á mi vista. citadas á la caza, pero muy pocas volvían con gazapo.
Soñé que me encontraba en un bosque de tan prodi­ Era cosa muy graciosa ver á tai ó cual celebrada her­
giosa estension y sembrado de tanta variedad de cami­ mosura que, por sonreír á éste, por dirigir una dulce
nos y veredas, que todos los hombres se perdían des­ mirada al otro, por hacer 6eñas á un tercero, y por
carriándose en él. Después de haber ido y venido adaptar sus encantos y sus gracias á las diversas loca­
durante algún tiempo, llegué á un inmenso llano, ras de sus admiradores, atraía dentro del laberinto á
ocupado por multitud de personas de ambos sexos. una bandada de amantes que se perdian en las revuel­
Descubrí tres anchos y dilatados caminos, que condu­ tas, sin hallar vereda por donde salir. Sin embargo, me
cían á tres diferentes partes del bosque. Repentina­ fué muy satisfactorio ver que varias de estas hermo­
mente la muchedumbre sé dividió en tres cuerpos, sas, que hablan engañado á sus amaqtcs y dejádolos
según sus diversas edades, y cada cuerpo marchó hacia en los enredos del laberinto, se vieron ellas mismas,
el respectivo camino que tenia delante. Como mi in­ cuando salieron fuera de él, obligadas á rendirse ai
tento era conocer el término de estos caminos, y el primer solicitante que se les presentó. Ya habla yo re­
sitio á que conducían, me uní á la asambeaque estaba corrido todos los difíciles y oscuros parages que pare­
en la flor y fuerza de la edad, y se denominaba la banda cían poner término á nuestro paseo, cuando vi hacia
de amantes, Encontré, con gran sorpresa, que varios la izquierda, que el mismo gran camino seguía ade­
viejos, entre los que yo iba, se habían colado en esta lante estrechándose hasta llevar al pasagero á dos her­
agradable compañía; así como habla antes observado mosos templos. Detúvome aquí algún tiempo y vi
que varios jóvenes se hablan agregado á ía banda de que muchos de la multitud, que habían sido disperto*
los avarientos, y marchaban por el sendero de la ava­ en el bosque, venían de dus en dos, y marchaban en
ricia, bien que unos y otros hacían un papel muy ridi­ pares hácia dos templos que estaban delante de noso­
culo, y prestaban mucho que reir, tanto á las personas tros. La estructura del de la derecha, estaba, como
con quienes se hablan unido, como á las otras dos supe luego, consagrado á la vida virtuosa, y no podía
reuniones de que se separaban. El sendero que recor­ ser visitado sino por las parejas que recibían un anillo,
rimos por bosques espesos, tapices de flores, en donde ó cualquiera otra prenda, de una persona que estaba
se ola la melodía délas aves y el lejano susurro de ria­ como de guardia en la puerta del templo. Esta persona
chuelos y cataratas, era tan grato, que encantó nues­ tenia una guirnalda de rosas y de mirto en la cabeza, y
tros sentidos y embriagó nuestras almas de placer. No una especie de manto Imperial, blanco como la nieve,
hablamos andado mucho, cuando cada hombre tomó sin la menor mancha ni adorno, escepto el broche con
por su cuenta una ninfa, á la cual ofreció sus tiernos que podía sujetarlo al pecho, broche figurado por
votos y se declaró su amante. Percibimos que este de­ dos tórtolas columbinas, y que se abotonaba en­
licioso tránsito se estrechaba á medida que io recorría­ ganchando los dos picos de las aves, engastados en
mos, hasta que terminó en multitud de sotos intrinca­ rubíes. Este sugeto se llamaba Himeneo, y estaba sen­
dos, encrucijadas, y laberintos tan diversificados de tado en la entrada del templo en una deliciosa enra­
rosas, zarzas, heléchos de espinas, camas de flores, mada de árboles revestidos de madre selva Jazmines
senderos escarpados y grutas agradables, que no es amaranto, emblemas del matrimonio. Como yo esU-

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DE LORD CHESTERFIELD 365

ba solo y sin compañera, no se me permitió visitar el rojos do diamante. No había modo de salir de este
templo, y por la misma razón Ignoro los misterios que templo, siguiendo los senderos de placer que condu­
allí se celebraban. Tuve, sin embargo, la curiosidad cían á él. Todos los que celebraban las ceremonias del
de observar la salida de las parejas. Habla dos grandes lugar, iban á dar á un postigo de fierro guardado por
puertas en la parte trasera del edificio por las cuales un gigante llamado Remordimiento, que tenta un lá­
«alia la multitud. En una de estas puertas se hallaban tigo de escorpiones en su mano, y las arrojaba en la
dos mugeres estremadamente hermosas, aunque de única salida de aquel templo. Este pasageera tan es­
talante diferente; la una tenia un aire muy compuesto cabroso, tan desigual, y tan encombrado de zarzas y es­
y cuidadoso, y la otra una especie de dulce sonrisa pinas, que fué un triste espectáculo ver las penas y difi­
en su aspecto. La primera se llamaba Discreción y la cultades que sufrían las parejas que habían celebrado
segunda Complacencia. Todos ios que saltan por esta las ceremonias del lugar. Los hombres, aunque en el
puerta y se ponían bajo la dirección de estas dos her­ verdor de su juventud, aparecían débiles y como con­
manas, eran inmediatamente conducidos por ellas, á sumidos por la edad : las mugeres se torcian las ma­
jardines floridos, vergeles y prados, en donde abunda­ nos y arrancaban los cabellos, y muchas perdieron sus
ban las delicias, y se encontraban todas las comodida­ narices ú otras partes de su cuerpo, ántes de poder
des que pueden entrar en la composición de lo que se salir de los embrollados senderos en que se hablan
llama felicidad. Por la segunda puerta salian todas estraviado.
las parejas mal casadas, las cuales se hallaban atadas Atravesé con la mayor dificultad el bosque, hasta
entre si con cadenas y grillos, y por ámbas partes se llegar al centro en donde se presentaban los tres gran­
hadan esfuerzos para romperlos, sin que pudiesen con­ des caminos. Unimeá los hombres de media edad que
seguirlo. Varias de estas parejas no se conodan seguían el estandarte de la Ambición. El gran camino
ántes de haberse encontrado casualmento en el era recto é iba á dar al templo de la Virtud. El sende­
camino, ó ántes de hallarse bien informadas de ro se hallaba plantado, por ambos lados, de laureles, y
los malos pasos del bosque. Esta puerta estaba á cargo se velan aquí y allí troféos de mármol, columnas es­
de tres hermanas, que se unían con aquellos misera­ culpidas, estatuas de legisladores, héroes, hombres do
bles, y ocasionaban muchas de sus miserias. La mas estado, filósofos y poetas, Marchaban por este camino
jóven era conocida bajo el nombre de Ligereza, que las personas que se esmeraban en hacer eminentes ser­
con la inocencia de una virgen tenia el vestido y los vicios á la humanidad, ó en promover el bien de su
modales de una meretriz. El nombre de la segunda, patria. Por cada lado habla varias sendas, también
era Disputa, y llevaba en su brazo derecho un man­ rectas, que cruzaban el camino paralelamente. La ma­
guito de piel de puereo-espin, y en el izquerdo un yor parte de estas sendas se bailaban cubiertas, y las
perrito de falda que ladraba y mordía á todo el que rocorrian hombres de virtud retirada, que se proponían
pasaba junto ella. un mismo Intento como término de su peregrinación,
La hermana mayor, que parecía tener un aire mas y elegían marchar bajo la sombra y oscuridad. Los
imperioso y altanero, se vela siempre acompañada de edificios se elevaban al fin del gran camino, y estaban
un Cupido moreno, que por lo regular marchaba de­ dispuestos de tal modo, que los transeúntes no podían
lante de ella con una pequeña clava, de figura seme­ ver el templo del Honor por hallarse detras del templo
jante á los cuernos de un venado. Su vestido era ama­ de la Virtud. En la puerta de este último encontramos
rillo y su rostro pálido. Sus ojos eran perspicaces; á la diosa adorada en él, y nos condujo al del Honor,
pero su modo de mirar estrauo, y afectados de aquella el cual se hallaba unido al otro edificio por medio de
particular enfermedad, que hace que las personas que un bellísimo arco triunfal. La deidad del lugar nos re­
la padecen vean los objetos dobles. Después de infor­ cibió y condujo en cuerpo delante de una figura colo­
marme, supe que su nombre era Zelo. cada en el altar mayor, y era el emblema de la Eter­
Habiendo terminado mis observaciones sobre este nidad. Estaba sentada sobre un globo en medio de un
templo y sus votarlos, me acerqué al de la izquierda, zodiaco con un sol en una mano y una luna en la otra.
que era llamado el templo de la sensualidad. El fron­ Tenia la cabeza tapada con un velo y los pies cubier­
tispicio se elevaba sobre columnas corintias, con todos tos. Nuestros corazones parecían arder en medio de la
los ornatos libres que acompañan á aquel órden ; á la esfera de luz que por todos lados arrojaba esta imagen.
vez que el de otro templo, se componía del casto y Habiendo visto lo relativo á esta banda de aventure­
modesto órden jónico, Sus costados estaban adornados ros, me dirigí á otra fabrica que se divisaba desde el
eon varias figuras grotescas, cabras, gorriones, dioses templo del Honor, construida bajo la misma forma
paganos, sátiros, endi lagos y monstruos, mitad hom­ que éste; pero al acercarme encontré que las piedras
bres y mitad béstias: las puertas no ténian guardián y estaban sobrepuestas, sin que las uniese ninguna
estaban abiertas para todo el que quería entrar. Luego mezcla ó mortero, y que el cimiento era tan débil, que
que pasé al interior, apercibí que las ventanas eran la fábrica se movia á todo viento que soplaba. Su
casi ciegas, y que solo daban entrada á una especie de nombre era templo de la Vanidad. La diosa del lugar
crepúsculo que servia para distinguir un prodigioso estaba en medio de multitud de cirios que ardían dia
número de rincones y alcobas, en que se hallaba divi­ y noche, y la hacian aparecer con mas distinción y
dido todo el templo. Quedé aturdido con un ruido claridad que si hubiese estado cspucsta á la luz del dia.
confuso de vociferaciones y alegría. Por un lado ola yo Todo su arte consistía en mostrarse mas bella y ma-
cantar y bailar : por otro disputas y el choque de las gestuosa de lo que era en realidad, por cuya razón se
espadas. En una palabra, me sentí tan disgustado de pintaba el rostro y llevaba un racimo de joyas falsas
verme allí, que determiné ausentarme; pero encontré en el pecho. Este sitio estaba lleno de hipócritas, pe­
que no se podía salir por la puerta por donde había dantes, irreligiosos y charlatanes políticos, acompaña­
yo entrado, porque se hallaba atrancada para todos dos de la gentuza que tiene el privilegio de conver­
los que estaban dentro, con candados de fierro y cer­ tirlos en hombres grandes. La concurrencia femenil

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CARTAS

inundaba el templo y obstruía todas las avenidas, próxima mesa estaba la oficina de la Estorsion,ea don­
siendo su número mayor que el de las arenas del mar. de se hallaba una persona con peluca de abate, que se
Cuando regresé tuve especial cuidado de observar el ocupaba en contar crecidas sumas. Entregaba á vario*
camino que conducía á este templo, porque habla yo sugetos unas bolsas pequeñas; y ellos, después de dar
visto en él varios sugetos que hablan comenzado su algunas cortas vueltas, letraian en recompensa talegas
camino con los virtuosos, y viajado algún tiempo en su llenas de la misma especie de moneda. Vi al mismo
compañía, pero encontré que varios senderos sallan tiempo una persona llamada Fraude,sentada detras del
fuera del gran camino, y se estendian en giros tan mostrador con balanzas falsas,pesas escatimadas y me­
tortuosos, que muchos de los que ios recorrían re­ didas cercenadas, y por el hábil manejo de aquello*
trocedían volviendo el rostro al templo de la Virtud. instrumentos, habia reunido montones de riquezas.
Estos senderos tenían sus ornatos particulares. Entre Seria muy largo nombrar los diversos oficinistas, ó
muchos llamó mi atención, una estatua colocada en la describir los votarlos de este templo. Habia muchos
boca de uno délos caminos tortuosos,y por la inscrip­ ancianos palpitantes y sin atiento, reposando sus cabe­
ción supe que era Maquiavelo, que tendiendo el brazo zas sobre talegos de dinero, y aun vi á muchos de
señalaba el camino á Mercurio. ellos moribundos, cuyas mismas pená9y convulsiones
Vime otra vez en el centro del bosque con designio no les permitían reposar la cabeza en sus talegos, pero
de observar cuidadosamente lo que pasaba en la región alargaban su mano trémula sin querer desasirse de
de la Avaricia, y lo que acontecía á las personas de a- ellos.
queila asamblea, compuesta de personas de mi edad. Repentinamente toda la asamblea se estremeció, y
Este cuerpo de viageros no había andado mucho por el averiguando el motivo, supe que el gran sótano en que
tercer camino,ántes de ser conducido insensiblemente nos hallábamos era frecuentado por un espectro que
á un lóbrego valle, por el cual viajaba varios días con muchas veces aparecía de día, llenando á todos de
gran trabajo é Inquietud, sin los refrigerios necesarios terror. En medio del espanto general apareció la fan­
de comida y sueño. El único alivio con que topaba, tasma ; conocí inmediatamente qne era la Pobreza.
era un rio que atravesaba el valle sobre un fondo de No sabré decir si mi conocimiento con esta fantasma
arena dorada. Bebían á menudo de esta corriente, la y la costumbre de verla, fué causa que me pareciese
cual poseía la virtud particular de refrescarlos por algún ménos horrorosa que el aborrecible dios del templo.
tiempo, inflamando mas bien que apagando su sed. Por Los miserables votarlos del lugar, fueron de muy dis­
ambos lados del rio se estendia una hilera de motabas tinta opinión. Cada uno se creyó amenazado por la
de oro precioso; y en donde las lluvias hablan lavado la fantasma, y llenos de miedo comenzaron á cerrar sus
tierra y formado zanjas, se veían venas de oro y rocas cofres y atar sus talegos.
argentadas. Se nos dijo que la deidad de estos parages Debo declarar que yo comparo la pasión de estos
había prohibido á sus adoradores cavar las en­ desgraciados, á las inesplicables antipatías con que
trañas de estos montes, ó cambiar los tesoros que en • nacen algunas personas, ó mas bien, á una especie de
cerraban por ninguna comodidad, bajo pena de morir frenesí parecido al que llena á un hombre de terrores
de hambre. En el fondo del valle estaba el templo de la y de agonías á vista de una cosa tan útil é inofensiva
Avaricia, construido en forma de fortificación, y como lo es el agua. Todos los concurrentesse sorpren­
rodeado de perros tricípites , colocados allí para dieron euando en vez de rendir homenage al dios que
alejará los indigentes. Al acercarnos comenzaron todos adoraban, vieron que me dirigía yo á la fantasma.
á ladrar, y nos habrían aterrado si no hubiese sido ¡Oh pobreza! le dije, te suplico que note me apa­
por una anciana llamada Hartura, que se ofreció á rezcas nunca; pero si no me lo quieres conceder, te
conducirnos. Llevaba bajo su vestido un ramo de oro, ruego, que á lo menos, no te me presentes bajo el ter­
que apenas levantó en la mano cuando todos los per­ rible aspecto en que ahora apareces á mis ojos. No
ros callaron, y las puertas se abrieron para recibirnos. permitas que tus amagos ó amenazas me lleven á co­
Se nos hizo pasar por muchos postigos de fierro antes meter ninguna injusticia,ninguna ingratitud. No bagas
de entrar en el templo. En el altar mayor se hallaba que desvié yo mis oidos de los gritos de la necesidad.
sentado el dios de la Avaricia, con una barba muy No quieras que olvide yo á la persona merecedora
sucia, y un aspecto descarnado y miserable, rodeado de beneficios. No dejes qne por temor á ti, abandone
de montones de barras de oro y pirámides de dinero, yoá mis amigos, mis principios ni mi honor. Si Riqueza
pero desnudo y tiritando de frió. A su derecha se halla­ viene á visitarme con sus compañeras Vanidad y Ava­
ba un ente llamado Rapiña, y á su izquierda una favo­ ricia, apresúrate, ¡ oh Pobreza I á mi rescate; pero trae
rita particular llamada Parcimonia. El primero era contigo á Libertad é Inocencia, siempre alegres y
su recaudador, y la segunda su cajero. agradables.
Habia varias mesas por ámbos lados del templo,
i con sus respectivos amanuenses. La primera se hallaba
á cargo de la Corrupción. Viendo á un agente muy ocu­
pado que hablaba en voz baja á todos los que por allí
pasaban, fijé en él los ojos atentamente, y noté que
hablaba mucho con una persona que tenia una pluma
en la mano, con una tabla de multiplicación y un al­
manaque delante, siendo ésta, según supe después,
toda la ciencia á que quiso dedicarse. El agente se
acercaba á su oido, y al mismo tiempo traía dinero en
su mano, para que el otro pudiese darle un papel ó
pergamino firmado y sellado en forma. El nombre de
tete diestro y afortunado agente era Soborno. En la

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DE LORD CHESTERFIELD 307

joroba natural, que con el mayor gusto arrojó en aque­


lla colección de miserias humanas. Habia igualmente
enfermedades de todas clases, aunque no pude ménos
de observarque la mayor parte eran imaginarlas. Exa­
miné atentamente un paquetilo que contenia una com­
plicación de todos los males, y que muchas personas
BSFUBRZOS DB LOS HOMBRES, PARA LIBERTARSE llevaban en la mano, dándole el nombre de Fastidio
DE SUS AFLICCIONES. (spleen). Pero lo que me sorprendió mas que todo, fuó
ver que mis semejantes no arrojaban en el monton do
las calamidades ningún vicio, ninguna locura, ni de­
f Versión del Ingles de Adissonj. ’
fecto del alma ó del corazón. Pasmóme esto tanto mas,
cuanto que me habia yo figurado que todos se aprove­
Uno de los pensamientos mas célebres de Sócrates charían de esta ocasión para desembarazarse de sus
es, que si todas las calamidades del género humano pasiones, preocupaciones y fragilidades.
fuesen puestas en un público monton, y en seguida Observé muy atentamente, á un jóven estragado
distribuidas igualmente entre todos los mortales, aque­ que creia yo habla venido á libertarse de sus crímenes ;
llos que se consideran como mas desdichados, prefe­ pero examinando su paquete no encontré mas que su
rirían la porción de males que tenían ántes, á la que memoria, la cual le embarazaba. Este jóven fué segui­
les cupiese en suerte. Horacio ha llevado mattéjosesta do por otro indigno bribón, que en vez de arrojar su
observación diciendo que los trabajos ó desgracias que Ignorancia se deshizo de su modestia.
nos afligen, serian mas soportables que ios de cual­ Cuando todos hubieron hecho su descarga, Júpiter
quiera otra persona, si pudiese verificarse el cámbio. publicó otro edicto, dando á cada uno libertad para
Sentado en mi poltrona, meditando sobre estas dos cambiar su paquete y regresar á su casa con el bulto
observaciones, quedóme dormido. A poco me figuré qne le fuese entregado en trueque. La Imaginación se
que Júpiter proclamaba un edicto, ordenando que to­ puso entónces en movimiento, y [con asombrosa acti­
dos los hombres viniesen á descargar sus penas y cui­ vidad comenzó á distribuir á cada uno un paquete do
dados, y que formasen con ellos un gran monton en los amontonados. Indescribible es la priesa y confusión
un inmenso llano destinado al efecto. Coloquéme en el que reinó entónces. Comunicaré al lector algunas do
centro, y vi con el mayor placer que todos mis seme­ mis observaciones : Un viejo, venerable por sus canas,
jantes marchaban uno tras otro y arrojaban su carga, que se habia desecho de un cólico, y necesitaba un he­
formando de este modo una montaña que parecía ele­ redero, tomó en suerte un hijo desobediente, arrojado
varse basta las nubes. por su padre colérico en el monte de las calamidades.
Sobresalía cierta dama muy espedita y de estraordi- En ménos de un cuarto de hora, este irrespetuoso jóven
naria actividad. En su mano llevaba un espejo de au­ agarró al buen viejo por la barba, y poco faltó para quo
mento ; su vestido, bordado de espectros y fantasmas, le hubiese roto la cabeza. El padre venia tras ellos,
presentaba, flotando á merced del viento, mU formas rabiando de los dolores del cólico que habia cogido, y
quiméricas. En sus miradas había algo de demencia; al verlo el buen viejo le rogó que tomase á su hijo y
su nombre era Imaginación. Ella misma conducía á le devolviese su enfermedad ; pero no les era dado anu­
cada uno al lugar señalado, después de haberle ayu­ lar la elección que habían hecho. Un presidario que
dado urbanamente, á hacer su paquete, y cargarlo en habia arrojado sus cadenas, tomó en cámbio un pa­
sus espaldas. El corazón me dolía viendo gemir á tanto quete de gota, y los formidables gestos y contorsiones
prójimo bajo el peso de sus miserias, y sus infinitas que hacia, indicaban que no le habia ido muy bien en
calamidades. el cámbio. Hubo mil trueques risibles, tales como en­
No obstante, algunas personas me procuraron bas­ fermedad por pobreza, hambre por falta de apetito é
tante entretenimiento. Vi una que llevaba con todo inquietud por dolor.
cuidado un paquete oculto, bajo una capa vieja bor­ Las mugeres se hallaban muy ocupadas en el cam­
dada, y cuando lo arrojó apercibí que era la Pobreza. bio de sus defectos: ésta daba una mecha de cabellos
Otro sugeto, después de muchos suspiros y lamentos, canos, por un carbunclo; aquella un pecho como una
arrojó un paquete que contenia á su muger. tabla, por dos enormes odres; la de mas allá trocaba
Vi allí infinidad de amantes con paquetes muy cs- una cara fea, por una reputación perdida; pero no hu­
traordinarlos, compuestos de llamas y de dardos; pero bo ni una sola, que no encontrase el defecto nuevo
lo que me pareció mas estravagante fué, que, aunque mucho mas desagradable que el primero. La misma
suspiraban como si sus corazones se quebrasen al peso observación hice respecto de todas las miserias que nos
de sus sufrimientos, no podían resolverse, cuando lle­ afligen y que vela yo cambiar; pero no pude decidir
gaban al monton, á tirar sus paquetes; y después de si esto consistía en que nuestros males son en cierto
algunos débiles esfuerzos, meneaban la cabeza, y re­ modo proporcionados á nuestros estado y fuerzas, ó si
gresaban tan cargados como hablan venido Habia era porque la costumbre nos los hace nuis soportables.
multitud de viejas que arrojaban sus arrugas, y mu­ No pude ménos de compadecer al pobre jorobado
chas jóvenes que se despojaban de su cútis adobada. que se retiró derecho y bien formado, con una piedra en
Habia también en el monton infinidad de narices ro­ la vejiga; igualmente me Inspiró lástima el sugeto que
jas, de libios gruesos, de dientes podridos; y me sor­ tomó ia joroba en cámbio, y que avergonzado de su
prendió ciertamente ver que las imperfecciones corpo­ nuevo paquete, no se atrevía á mirar á unas damas
rales formaban la mayor parte de la montaña. No sa­ que ántes lo hablan admirado. En una palabra, todo
bia yo qué pensar de un hombre que á lo léjos me pa­ el monton de las calamidades humanas fué distribuido
reció cargado de un fardo enorme que sobresalía en entrámbos sexos, y era espectáculo muy triste ver que
sus espaldas; pero cuando se acercó vi que era una todos corrían muy presurosos y agobiados bajo el peso

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368 CARTAS

de sos nuevo paquete. Por todo el llano resonaban las personas de que voy á hablar, puesto que, si la tama
quejas, los lamentos y los suspiros, hasta que Júpiter, fué únicamente el solo fin de sus empresas y estudios,
movido de compasión, permitió que todos pudiesen debe uno manifestar el mayor escrúpulo en conceder­
deshacerse otra vez de sus paquetes y tomar los anti­ les la parte que de ella Íes toca. Esta consideración
guos, cuya providencia fué celebrada con vivas y acla­ me obligó á llamar en socorro mió á todos ios litera­
maciones ; y la Fantasma, que habla infundido á los tos, á muchos de los cuales debo agradecer los catálo­
mortales tantos engaños é ilusiones,recibió órden de re- gos de personages célebres ¿¡ue me han remitido. Ayer
tlrarse.Una diosa de aire grave y serio, pero alegre, fué ocupe toda la tarde en compararlos entre sí, y esto hi­
enviada en su lugar. Esta diosa levantaba de cuando zo en mi alma an profunda impresión, que ví turbado
en cuando los ojos al cielo, y los clavaba en Júpiter: su mi sueño al principio de la noche, y al fin, quedándo­
nombre era Paciencia. Observé con asombro, queluego me completamente dormido, tuve la visión agra­
que se acercó esta matrona at monte de las calamieades, dable que paso á describir.
los paquetes disminuyeron considerablemente de tama- Soñé que era yo conducido á un dilatadísimo Rano,
fio, y el volúmen de la montaña no era ni la tercera parte cubierto de infinidad de gentes que nadie podía con­
de lo que habia sido. En seguida la diosa restituyó á tar, y en el centro se elevaba hasta las nubes un
cada cual su primer paquete, enseñándole de qué ma­ monte soberbio, cuyos costados y senderos eran en es-
nera debía llevarlo para disminuir su peso, ó para ha­ tremo escarpados, y de forma tan particular, que
cerlo mas soportable. Retiráronse todos muy contentos solo los séres de figura humana podían subirlo. Repen­
de que la elección do los males no dependiese de la vo­ tinamente escuchó, como viniendo de la cima, un
luntad de cada uno, y que la distribución de ellos se la sonido semejante al de una trompeta; pero tan suave
reservase la Providencia (a). y armonioso, que arrebató de éstasis el corazón de to­
Ademas de la moral que puede obtenerse de esta vi­ dos los que le oyeron, y procuró tan altas y deliciosas
sión, yo mismo he aprendido de ella á no murmurar sensaciones, que parecían animar y elevar sobre d
de mis desgracias ni envidiar las dichas agenas, visto misma á la naturaleza humana. Me causó mucha ad­
que es imposible juzgar sanamente de los padecimien­ miración encontrar que muy pocos, entre aquella In­
tos del prójimo. Por la misma razón he resuelto no mensa muchedumbre, tuviesen el oído bastante deli­
despreciar jamas las quejas de mis semejantes; antes cado para gustar tan deliciosa música; pero mi asom­
bien procuraré mostrarles sentimientos de humanidad bro cesó cuando ví muchas personas á quienes robaban
y compasión. la atención tres sirenas vestidas como diosas, y dis­
tinguidas con los nombres de Pereza, Ignorancia, y
Placer. Estaban sentadas sobre tres rocas, en medio
de hermosos prados, alamedas y riachuelos, situados
en la falda del monte. Mientras la común y baja mul­
titud de diferentes naciones,categorías y edades, escu­
chaba estas engañosas deidades, otros mas vigilantes,
cuidadosos y osados, se separaban del resto, y marcha­
VISION DEL CONVITE DE LA INMORTALIDAD.
ban en grandes cuerpos hácia el monte de donde ba­
jaba el sonido, que mientras mas se escuchaba parecía
(Versión del ingles de A disson.) mas dulce.
Repentinamente me pareció que las personas de este
cuerpo selecto apresuraron el paso con resolución de
Hay dos especies de inmortalidad¡ la que el alma trepar hasta la cima, mostrándose obedientes á la mú­
goza realmente después de esta vida, y la existencia sica celestial. Cada uno tomó consigo lo que creyó po­
imaginaria, por la cual los hombres viven en su fama día ausiliarle en su camino. Unos llevaban espadas
y reputación. Las acciones mas grandes y meritorias desnudas, otros tenían bajo el brazo rollos de papel,
han procedido de la esperanza de gozar una ú otra ; éstos llevaban compases, aquellos cuadrantes, telesco­
mas mi designio es tratar únicamente de aquellos que pios, pinceles ect. Algunos tenían laureles en la ea-
se han propuesto la última, como principal recompen­ beza, y otros botas hasta la rodilla: en una palabra, me
sa de sus obras, y por esta razón escluyo de las me­ pareció ver casi todos los instrumentos de las artes y
sas de la inmortalidad, á todos los grandes fandadores de las ciencias. MI diablo, ó mi espíritu benigno, que
y sectarios de religiones, y este mismo motivo me ins­ estaba á mi derecha durante esta visión, al observar
pira ei mayor Interes en distribuir esacta justicia ¿ las que me animaba el mayor deseo de seguir á tan glo­
riosa compañía, me dijo que aprobaba el generoso ar­
dor de que parecía yoenagenado; pero al mismo tiem­
po me recomendó que me cubriese el rostro con una
máscara mientras durase la subida, cuyo consejo se­
(a) Matastasio encierra en estos bonitos versos la sustan­ guí, sin averiguar los motivos. El cuerpo se dividió
cia de este escrito. en diferentes grupos que comenzaron á subir el pre­
Se i ciascun V inferno affanno cipicio por diversos senderos. Varios tomaron veredas
Si leggewe in fronte serillo, pequeñas que terminaban antes de llegar á la cúspido
Quanli mai, che invidia fanno, del monte, y observé que muchos artesanos, cuyo
Ci farebbero piétá! número disminuía considerablemente, seguían estas
Si vedria ebe i ior nemici veredas.
Hanno in seno; é si riduce Detras de nosotros dejamos un considerable cuerpo
Nel parere á noi felici de aventureros, que pensando haber descubierto vere­
Ogni ior fol icita. Tr. das que conduelan hasta la cúspide, las hallaron al fin

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DE LORD CIIESTERFIELD 369

tan dificultosas, que después de haber adelantado al­ jandro el Grande. La persona que inmediatamente
gún camino quedaron perdidos en mil laberintos y re­ se puso delante de él, era muy notable por su
vueltas; y aunque mostraban en su3 mociones la manto bordado y reluciente; pero no conociendo
mayor actividad, hacían poco progreso en la subida. bien la distribución del palacio, condujo á Alejandro
Estos, según me informó mi guia, eran hombres de á un sitio destinado para recibir á los héroes fabulo­
entendimiento sutil y políticos embrolladores, que que­ sos. Este falso guia se llamaba Quinto Curcio; pero
rían suplir la falta de verdadera sabiduría con el ar­ Arriano y Plutarco, que conocían mejor el edificio, le
tificio y la astucia. Entre los que habian adelantado condujeron al gran salón y le colocaron en la cabece­
bastante en su camino, había algunos que por haber ra de la primera mesa. Mi diablo, para que viese yo
dado un paso falso, volvieron atrás, perdiendo en un toda la ceremonia, me condujo á un rincón de la pieza
momento mas terreno del que habian avanzado en desde donde se percibía cuanto pasaba, sin que yo
muchas horas, ó «que podían ser capaces de adelantar mismo fuese visto. Entró en seguida una doncella en­
de nuevo. Nosotros habíamos ya subido muy alto, y cantadora, llevando de la mano á un venerable an­
observamos que todas las veredas esparcidas por los ciano ciego. Llevaba bajo su brazo izquierdo un laúd,
costados de la montana comenzaban ú unirse en dos y en su cabeza una guirnalda. Alejandro, que cono­
grandes caminos, en los cuales entraba la multitud de cía perfectamente ú Homero, se levantó ásu entrada,
viageros en dos grandes cuerpos. A poca distancia do y colocóle á mano derecha. La virgen, que parecía ser
la entrada de cada camino había una horrible fantas­ una de las nueve hermanas que servían á la diosa de
ma que se opuso á que entrásemos. Una de ellas la Fama, se sonrió con gracia inimitable cuando aque­
tenia en su mano derecha un manojo de dardos que llos se encontraron, y se retiró.
mostraba á las personas que llegaban á la boca del Julio César adelantaba entre tanto, y aunque varios
camino, y varios de los grupos retrocedían á seme­ de los historiadores se le ofrecieron para introducirlo,
jante vista y gritaban espantados de la Muerte. La él los dejó en la puerta y no quiso tener mas introduc­
fantasma que guardaba el otro camino era la Envidia, tor qne él mismo.
y no estaba como la primera, armada de flechas mor­ El que le seguía era hombre de aspecto modesto pero
tales ; pero con sus espantosos silbidos, burlas, baldo­ festivo, acompañado de personas de mayor figura y
nes y terrible risa, aparecía aun mas espantosa que la mas suntuosamente vestidas que las que aparecían en
Muerte misma, hasta tal punto que muchos de los que el convite. Platón se hallaba á su derecha y Xenofontc
nos habian acompañado se desanimaron, y mostra­ á su izquierda. Saludó á Homero y tomó asiento á su
ron avergonzados de haber subido tan alto. Por lo que lado. Se esperaba que Platón se hubiese colocado al
hace á mi, confieso que el corazón me tronaba á vista lado de su maestro Sócrates; pero repentinamente so
de las dos horrorosas figuras; pero repentinamente lle­ escuchó un gran rumor de los disputantes que se ha­
gó otra vez á nuestros oídos ei llamado déla trompeta llaban á la puerta y quc’aparecieron con Aristóteles á
y nos inspiró nuevo ánimo y resolución, y á medida la cabeza. Aquel filósofo con aspereza pero gran fuerza
que esta resolución crecía, parecía disminuir el ter­ de razón, convenció á toda la mesa de que el quinto
ror. Varios de los viageros que tenían sus espadas des­ lugar le pertenecía, y tomólo en consecuencia.
nudas, avanzaron con gran intrepidez, por el camino Apenas se habia sentado cuando la misma virgen
que guardaba la Muerte ¡ á la vez que otros, en cuyas que había guiado á Homero, traía á otro que vaciló al
miradas se descubría cierto juicio, marcharon ade­ entrar, y que habría pedido escusas, si su modestia no
lante con aire serio por el camino guardado por la En­ hubiese sido superada por la invitación que le hicieron
vidia. Pasado el lugar en donde estaban ambas fan­ todos de que tomase asiento en la mesa. 6u guia, y la
tasmas, el camino era mas llano y uniforme, y tan conducta de este vlagero me hicieron fácilmente cono­
delicioso, que los viageros lo transitaban con sumo cer que era Virgilio. Cicerón apareció después y tomó
placer, y á poco llegaban á tocar la cúspide, en donde asiento. Antes de entrar preguntó en Id puerta por un
se comenzaba á respirar una especie de éter delicioso, tal Luceyo para que le introdujese ; pero no hallán­
descubriéndose verdes campos al rededor, y una clase dose allí, se contentó con la compañía de muchos
de luz purpurina que hacia ver á los viageros con sa­ otros escritores, que, todos escepto Salustio, se mani­
tisfacción sus pasados trabajos, y difundía una alegría festaron estimadamente contentos de tai empleo.
secreta en toda la asamblea, alegría patente en sus Aguardamos algún tiempo en espera de la próxima
miradas y facciones. En medio de estos afortunados persona digna, la cual entró al fin con gran copia do
campos se elevaba un palacio de gloriosa construcción. historiadores, cuyos nombres no pude retener, porquo
Tenia cuatro puertas batientes que daban frente á los los mas eran Cartaginenses. El héroe que conducían
cuatro costados del mundo, y en el espiral ó cimborio era Aníbal, que parecía hallarse algo disgustado, y no
aparecía en un trono la diosa del monte, la cual so pudo menos de quejarse de las injurias que le hablan
mostraba risueña con sus v,otarios y tocaba la trom­ hecho al entrar los historiadores romanos, que querían
peta de oro que los había llamado y convidado á su dijo él, llevarme al subterráneo del edificio, y quizá lo
palacio. Todos habian formado diversos grupos, y mul­ habrían conseguido, si no hubiese sido por la imparcia­
titud de historiadores se hallaban colocados en cada lidad de este caballero (señalando á Poliblo) que fué la
puerta, siendo estos los que introducían á los via­ única persona, esccpto mis compatriotas, que se mos­
geros. tró dispuesta á conducirme.
De pronto la trompeta, que hasta entonces habia so­ Tomó asiento el Cartaginense, y después entró Pom-
lo tocado llamada, comenzó á entonar canciones de peyo can gran dignidad, precedido de varios historia­
triunfo y alegría. Conmovióse toda la fábrica, y las dores, á cuya cabeza marchaba el poeta Lucano, quien
puertas se abrieron de par en par. El primer vlagero mirando á Homero y Virgilio en la mesa, iba á sentarso
que entró fué un héroe, hermoso y florido, y por los cuando el último le dijo al oido, que cualquiera que
murmullos que oi detras de mi, supe que era Alc- fuese su mérito para ser del convite, habia confiscado

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370 CARTAS

su derecho, por haber venido entre los historiadores.


Mucho exasperó á Lucano esta repulsa, y tartamudeó
nteunas espresiones que no se entendieron ; pero luego
dijo: quo pues no podía tomar asiento, conduciría á
otro que tenia mas mérito que toda la asamblea reu­
nida, é inmédiatamente fue á la puerta y condujo á NECESIDAD Y PELIGRO DE ESCUDRINAR EL
Catón de Utica.Este grande hombre se acercó á la com­ PORVENIR.
pañía con un aire que manifestaba despreciar el honor
de ser de su número. Observando que el asiento frente
al de César estaba desocupado, tomó posesión de él, y (Versión del ingles de Johnsori).
pronunció dos ó tres sentencias cortas sobre la natura­
leza de la precedencia, que, según su opinión, no con­ Se ha dicho con frecuencia que ebalma del hombre
sistía en el lugar sino en el mérito intrínseco; á lo nunca se satisface con ios objetos inmediatos, sino
cual agregó, que el hombre virtuoso, sea cual fuere el que siempre abandona el momento presente, se pierde
asiento que ocupe, será considerado como principal. en proyectos de felicidad futura,y olvida el conveniente
Sócrates, cuya sabiduría siempre iba acompañada de empleo de los momentos actuales para prepararse á
grandes rasgos de sátira, no pudo dejar de reir de un gozar de otros que quizá jamas le serán concedidos; y
hombre virtuoso que no se tomaba el menor trabajo como esta conducta abre ancho camino á la burla de
para hacerse grato. Cicerón aprovechó de la ocasión los hombres alegres y á la declamación de lossérios, ha
para pronunciar un largo y vehemente discurso en elo­ sido ridiculizada con toda la agudeza del ingenio, y
gio de Catón. César le contestó con aparente modera­ exagerada con todas las amplificaciones de te retórica.
ción. Como yo me hallaba distante, no pude menos de Todos los casos en que su ridiculez aparece mas palpa­
notar que cualquiera polémica que se suscitaba en la ble, se han reunido cuidadosamente; ha sido marcada
mesa, una palabra ó un gesto de Homero, decidía Ja con todos los epítetos de desprecio, y no hay tropo ni
controversia. figura que no se haya empleado para combatirla.
Después de una corta pausa apareció Augusto, diri­ Ejercemos con gusto la censura, porque es cosa que
giendo la vista con semblante afable y sereno, á los siempre implica superioridad; los hombres se deleitan
escritores d.e su siglo, que disputaban entre si quién le imaginándose que sus pesquisas han ido mas lejos que
manifestaría mayor respeto y gratitud. Virgilio se le­ las de los otros, que sus averiguaciones han sido ma­
vantó de la mesa para recibirle; y aunque era huésped yores, y que han descubierto faltas y locuras que se
grato á todos, pareció serlo mucho mas á los literatos escapan á tes observaciones del vulgo. Por otra parte,
que á las notabilidades militares. la ocupación de solazarse con lugares comunes es tan
La presencia del personage subsecuente dejó asom­ seductora para el que escribe, que no le es fácil aban­
brada á toda la asamblea. Sus movimientos eran lentos donarla : unaséric de sentimientos generalmente reci­
y solemnes, y su conducta silenciosa. Llevaba un ropa- bidos le procura brillar sin trabajo, y vencer sin ba­
ge bordado de geroglíflcos, y cuando hubo llegado en talla. Causa tanto placer reirse de la locura del hombre
medio del salón, se descubrió y dejó ver una pierna de que solo vive en idea, que se niega alivios inmediatos
oro, á vista de la cual Sócrates declaró que no gustaba por placeres distantes, y que en vez de disfrutar de las
tener compañía con quien no era de carne y sangre, comodidades de la vida, deja que esta se escurra en
y propuso que Diógenes fuese conducido al sitio preparaciones para gozarlas; se presentan tantas opor­
destinado á*los héroes fabulosos y notabilidades de tunidades para triunfar alegremente ejemplificando la
dudosa existencia. Al caminar para aquel lugar Dió­ incertidumbre de 1a condición humana, despertando á
genes les dijo qpe no sabían apreciar al sugeto que los mortales de su sueño, é informándolos de la silen­
ellos despedían; que él se había convertido en Pitágo- ciosa celeridad del tiempo, que podemos creer que los
ras, el primero de los filósafos, y que antes había sido autores gustan mas de trasmitir que de examinar tan
un hombre muy valiente en el sitio de Troya. Eso pue­ ventajoso principio, y que quieren mas bien recorrer
de ser cierto, respondió Sócrates; pero olvidáis que este sendero llano y florido,que considerar atentamente
también fuisteis un grandísimo merctricio en vuestro si conduce á la verdad.
tiempo. Esta esclusion abrió lugar á Arquimedes que La propiedad de escudriñar el porvenir parece ser
venia con un plano de matemáticas y varias figuras en la condición inevitable de un ser cuyas mociones son
la mano, entre las que observé un cono y un cilindro. graduales, y cuya vida es progresiva (a): como susfa-
Viendo la mesa llena supliqué á mi guia que,por va­
riar un poco,me condujese al salón de las notabilidades
f ¡hulosas, en cuyo techo había pinturas de Gorgonas,
Quimeras y Centauros, con muchas otras figuras em­ («) En asunto tan grave, Horacio se es presa de esta mi­
blemáticas, para cuyo exámen me faltaban conoci­ nera:
mientos y tiempo. La primera mesa estaba casi llena, . Prudcns futuri temporis exitum
y en la cabecera Hércules descansando el brazo sobre Caliginosa nocle prcniil Dcus :
su clava : á su derecha estaban Aquilcs y Uliscs, y Kidelquc, si morlalis ultra
entre ellos Eneas ; á su izquierda Héctor, Jeseo y Jason Fas trepida.
y al fin se veía á Orfeo, Esopo, Fa taris y Museo. Cubre con denso velo
Mientras me hallaba trasportado con el honor que se Probido un «líos el provenir sombiio
me hacia, me despertó el toque de diana del cuartel Al humanal anhelo,
situado frei.ie á mi casa, y sentí infinito verme privado V de su desear burlase impío:
repentinamente áe un espectáculo que me había procu- < Moderado y prudente
rado sumo placer. Cuida pues de gozar de lo présenle. Tr.

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DE LORD CÜESTERFIELD 371

cnltades son limitadas, necesita emplear medios para observa si ha gustado. Si halla algunas pequeñas li­
el logro de sus fines, y meditar primero lo que alcan­ sonjas, hunde su imaginación en las edades futuras y
za después; avanzando sin cesar en anos, cambia con­ pronostica los honores que se le pagarán cuando ni la
tinuamente el horizonte de sus miras, y siempre descu­ envidia ni las facciones existan, y cuando aquellos
bre nuevos estímulos de acción, nuevos motivos de que con tanta parcialidad le oscurecen ahora, hayan
temor y nuevos alicientes de deseo. dejado el lugar á otros escritores medianos de tan cor­
Una vez alcanzado el fin que ahora llama todos nues­ ta duración como ellos mismos.
tros esfuerzos, hallaremos que solo es uno de los medios El que ha llegado al punto estremo de apelar al tri­
para lograr otro fin mas remoto. Los vuelos naturales bunal del porvenir, no se cura fácilmente de su infa­
del alma humana no son de placer á placer, sínodo tuación ; pero deben hacerse los mayores esfuerzos
esperanza á esperanza. para prevenir una enfermedad que si cobra incremen­
El que se encamina á cierto punto, tiene que dirigir to, no hallará quizá remedio alguno en los jardines de
con frecuencia la vista al lugar á donde quiere llegar: la filosofía, bien que ésta se alabe de sus específicos
el que emprende un trabajo laborioso alivia su cansan­ para el alma, de sus catárticos contra el vicio, y de sus
cio contemplando la esperada recompensa. En la agri­ lenitivos contra la pasión.
cultura, que es uno de I09 ejercicios mas simples y Mientras apenas aparecen en mí los síntomas de la
necesarios, ningún labrador remueve la tierra sino enfermedad de los escritores, trataré pues, de garan­
porque espera la cosecha; consecha que la escarcha tirme del contagio; no sin alguna débil esperanza de
puede frustrar, que la inundación puede llevarse, ó que mis preservativos sean también benéficos á aque­
que la muerte ó cualquiera otra calamidad le puede llos que se esponen á los mismos peligros.
impedir recogerla. Es aviso muy prudente de Epicteto, que el hom­
Con todo, como pocas máximas se reciben general­ bre se acostumbre á pensar muchas veces en lo mas
mente ó se retienen largo tiempo,sin que sean en algo terrible y horroroso , á fin de que sus reflexiones
conformes con la verdad y la naturaleza, debe con­ le preserven de deseos muy vivos por bienes apa­
fesarse que el consejo de no ocuparnos demasiado de rentes , y de mucho abatimiento en los males c-
los bienes remotos, no deja de ser conveniente y útil, fectivos.
aunque quizá haya sido dado con mucha ligereza ó de­ El baldón, el odio, la oposición, son para un autor
mostrado con muy poca distinción, porque, sin hablar cosas suaves comparadas al desprecio que mas teme;
de aquel vehemente deseo que nos compele á satisfa­ y todo el que se atreve á escribir tiene razón de temer
cerlo á todo trance, ó de aquella ansiosa inquietud que tan calamitosa, tan oscura suerte.
es con justicia imputable de desconfianza contra el Para el que aparece por primera vez en la república
cielo, asuntos muy solemnes para mi actual intento, literaria, no puede ser dañoso desconfiar de sus pro­
frecuentemente acontece que, abrigando temprano los pias fuerzas hasta el punto de creer posible que sus
trasportes de algún fin, olvidamos las medidas necesa­ producciones merezcan desprecio; que la naturaleza
rias para lograrlo, y permitimos que la imaginación puede no haberle favorecido con estensas cualidades
goce en sueño de algún bien posible, hasta que se des­ para aumentar ó embellecer la ciencia, ni dotádole
liza el tiempo de obtenerlo. con suficiente é indisputable superioridad para regir
Se emprenderían, sin embargo, pocas cosas arduas la conducta de sus semejantes; que aunque se conce­
ó arriesgadas, sí careciésemos de la facultad de exa­ da que el mundo se halla aun en la ignorancia, no lo
gerarnos las ventajas que de ellas esperamos. Cuando cupo á él la suerte de disipar la nube, ni brillar como
el caballero de la Mancha refiere gravemente á su com­ una de las antorchas de la vida. El catálogo de cual­
pañero las aventuras que han de distinguirle hasta el quiera librería le procurará suficiente razón para en­
punto de ser requerido para sostener los imperios; trar en esta desconfianza, porque lo encontrará lleno
las instancias que han de hacérsele para que acepte de nombres de escritores que,aunque olvidados ahora,
la mano de la heredera de la corona que ha preserva­ fueron en su tiempo no menos emprendedores y con­
do; los honores y riquezas que ha de poder derramar, fiados que él mismo, Igualmente contentos de sus pro­
y el valor de aquella isla que reserva para su fiel es­ pias producciones, igualmente acariciados de sus pa­
cudero, pocos lectores, en medio de su risa ó su lásti­ trones y adulados de sus amigos.
ma, negarán que no han acogido visiones de igual es­ Pero puede muy bien suceder que un autor sea ca­
pecie, aunque quizá no hayan esperado acontecimien­ paz de producir cosas escelcntes, sin que el mundo
tos tan cstraños, ó por lo menos fan inadecuados. haga caso de su mérito, por confundirse en la general
Cuando compadecemos al héroe, reflexionamos en el miscelánea dc'negocios y cosas de la vida^ El que in­
malogro de nuestras propias miras ; y cuando reimos, tenta alcanzar la fama con sus escritos, solicita la aten­
sentimos interiormente que no somos menos ridícu­ ción de una multitud engolfada en los placeres ó en
los, salvo que él dice lo que nosotros solamente los negocios, sin tiempo para diversiones intelectuales:
pensamos. apela á jueces preocupados con pasiones, ó seduci­
El entendimiento de un hombre naturalmente san­ dos por errores, que los inhabilitan para .aprobar nin­
guíneo, puede en verdad viciarse con la exuberante guna obra nueva. Algunos son muy indolentes para
indulgencia de la esperanza necesaria para la produc­ leerla antes que su reputación no se haya estableci­
ción de todo lo que es grande ó escelente, como algu­ do, y otros muy envidiosos para promover aquella fa­
nas plantas se destruyen por estar espuestas al sol que ma, cuyo aumento les da pena. Lo que es nuevo halla
vivifica y hermosea al mundo vegetal. oposición, porque no se considera suficientemente que
Quizá nadie debe tomar mas precauciones contra los hombres necesitan mas á menudo recuerdos que
esta dicha anticipada que los que aspiran á la fama de instrucción. Los yteratos no manifiestan de luego á
escritores. Apenas un hombre de viva imaginación ha luego su parecer, por temor de aventurar su crédito;
concebido alguna idea, cuando la manda imprimir * los ignorantes siempre se imaginan que dan pruebas

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372 CARTAS

de delicadeza cuando rehúsan el placer con que se les celebraban sus amores entonando conciertos deliciosí­
brinda ; y el que en medio de tantos obstáculos logra simos. Los arbustos que me rodeaban se velan reves­
alcanzar la reputación, debe atribuirlo á otras causas tidos de un follagc cuya belleza solo cedía á la desús
ademas de su industria , de su erudición ó de su flores odoríferas ; pero no pude resistir á la tentación
genio. de abandonarlos por otros mas distantes que parecían
doblarse al peso de sus maduros y abundantes frutos
que me invitaban ¿que los cortase.Me adelanté precipi­
tadamente, pero, ¡cosa estraña! á medida qiféme acer­
caba, la verdura se ponía seca, los frutos calan antes
que mí mano hubiese podido alcanzarlos, las aves
bulan de los ramos, y siempre tenia yo ante los ojos
objetos bellísimos de que no podia apoderarme, y que,
LOS JARDINES DE LA ESPERANZA. á pesar de toda mi diligencia, parecían alejarse al paso
que yo me acercaba, (o)
SUEÑO ALEGORICO. Aunque confundido con esta alternativa de senti­
miento y alegría, tomé sin embargo, la resolución de
ir adelante, imaginándome que al fin podría alcanzar
(Versión del ingles de Johnson). aquellas deliciosas sombras. Apercibí á cierta distancia
una multitud innumerable de ambos sexos, que pare­
La esperanza es uno de los sentimientos con que cían regocijarse con algún afortunado acontecimiento.
mas nos complacemos. Los efectos de otras pasiones La confianza se veia retratada en todos los semblantes,
son momentáneos, y solo obran en ciertas circunstan­ y el anhelo brillaba en todos los ojos. Por otra parte,
cias-, pero la esperanza nace en el corazón del hombre cada uno parecia gozar de una dicha particular y se­
desde el momento en que esto puede comparar su es­ creta, porque muy pocos comunicaban sus intenciones
tado actual con otro que Ic parece preferible; 1c acom­ á los demás, ó tomaban Ínteres en los proyectos age-
paña en todo tiempo y lugar ; inflama sus deseos con nos. El mayor número, según pude juzgar por la rapi­
la perspectiva de ventajas actualmente fuera de su dez de sus movimientos, parecían muy ocupados, y
alcance, y le promete, ó el fin de los males que sufre, esto no me daba lugar á esperar que me informasen
ó los goces deque dolorosamente se vé privado. de la causa de su agitación. Los contemplé pues si­
La esperanza es por sí misma un bien necesario á to­ lenciosamente sin atreverme á importunarlos con mis
das las condiciones. Sin ella los tormentos de la pobre­ preguntas. Al fin descubrí un viejo, que apenas se
za, los dolores de la enfermedad, las incomodidades sostenía, y que se distinguía entre la multitud por la
de la prisión, serian insoportables. Por otra parte, creo vivacidad de sus movimientos. Creyendo que tal vez
queja situación mas afortunada no podría pasarse de tendría mas tiempo que los otros me arresgué á diri­
su socorro. Todos los beneficios que la naturaleza ó la girle la palabra; pero me volvió la espalda Heno de
fortuna pueden acumularen un individuo, no dejarían mal humor, y echándome en cara que lo babia pertur­
de hacerle todavía desgraciado, si no los aumentase y bado en el momento mismo que esperaba ver á Mercu­
rio privado de sus alas, y por consecuencia, la esclavi­
excitase la perspectiva de alguna nueva adquisición, ó tud, que solo habla sido introducida en la tierra por la
de algún goce no esperimentado, que se considera
necesidad de cavar minas para sacar un oro vil, abolida
propio para satisfacer plenamente los deseos y llenar para siempre.
toda la capacidad del corazón.
Me separé muy pronto de este viejo y me dirigí á
Cierto es que la esperanza engaña completamente otra persona, cuyo estertor, fácil y gracioso, me pro­
muy á menudo, y que en todo caso rara vez cumple
metía una acogida mas favorable; pero me dijo, ha­
todo lo que ofrece; pero sus solas promesas son mas ciéndome una profunda reverencia, que tendría mucho
preciosas que la realidad, porque desde el momento que
gusto en serme útil y que muy pronto hallaría ocasión
nos engaña, no deja de asegurarnos positivamente que de contentarme, porque se le iba á conceder un empleo
algún dia seremos resarcidos ampliamente del contra­ que había solicitado durante veinte años. Necesario me
tiempo que esperimentamos. fué acudir á otro, que no quiso escucharme, porque no
Meditaba yo sobre esta estraña inclinación que tie­ podia perder un solo instante para ir á recogerla suce-
nen todos los hombres á engañarse, y consideraba las
ventajas y los inconvenientes que nacen en lo futuro,
de esta ciega confianza, cuando me quedé dormido, y
me creí conducido á un Jardin, cuyos límites no podia
yo descubrir. Los rayos moderados del sol iluminaban
los objetos: el aire estaba embalsamado con los per­ (rt) Al vertir este pasage nos viene á la memoria e-(e otro
fumes délas flores que entapizaban el verde césped, á de Calderón de la Barca en una de sus comedias.
la vez que en los bosques vecinos las aves en bandadas,
entonaban su melodía. Luego que calmaron algo los
...........................es la esperanza
primeros transportes que escitaron en mi alma las de­ Luz, que de noche se ofrece,
liciosas escenas de aquella reglón, comencé á exami­ Y desde lejos parece
narlas atentamente, y no tardé en apercibir que lo que Que á cada paso se alcanza ;
me rodeaba era poco en comparación délo que vela mas Cuando engañado de vella
lejos, y que á cierta distancia las flo^s eran aun mas Aquel que ia va buscando,
bellas, las fuentes mas cristalinas, los árboles mas tna- Piensa que se va ausentando,
gestuosos, á cuya sombra ias aves, en mayor número, • O que se va huyendo de ella.

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DE LORD CHESTERFIELD 373

sion de un tío que estaba para dar el último suspiro. quilos con sus dones, y eran luego conducidos por la
Otro se hallaba absorto con un descubrimiento que Sabiduría á los bosques del Contento.
debía labrar su fortuna. Otro en fin, estaba para encon­ Volví después los ojos hacia la puerta que la Imagi­
trar ¡a longitud y la cuadratura del circulo. nación abria á todos los que llegaban, pero no pude
Rechazado por todos de esta manera, resolví no ha­ descubrir por este lado ningún camino que pudiese
cer mas preguntas y contentarme con mis observacio­ conducir al trono de la Esperanza. Aunque la Diosa,
nes ; pero apercibiendo un joven que parecía ocioso y desde la altura en que Be hallaba, fuese vista de todo el
alegre, hice una nueva tentativa, y supe en fin que me mundo, con los dones en la mano en actitud de ofre­
encontraba en el jardín de la Esperanza, bija del De­ cerlos, la montaña no presentaba sin embargo, ningún
seo, y que todos aquellos que yo veia, llenos de agita­ paso accesible; pero como por enmedio de los mator­
ción, esdtados por las promesas de aquella diosa, ha­ rales de que se hallaban cubiertos sus flancos, y que
cían todos sus esfuerzos para apoderarse de los dones ocultaban multitud de precipicios, se apercibían sinuo- .
que tenia ella en la mano. sidades que fácilmente se tomaban por senderos, nin­
Levanté los ojos y vi en efecto una divinidad con guno quería creer que fuese imposible llegar á la
todo el fresco y brillo de la juventud, sentada sobre un cumbre; al contrario, todos se imaginaban haber des­
trono magnífico. En derredor se veían esparcidos to­ cubierto un paso desconocido á los otros.Dcscspcrando
dos los dones de la fortuna ; todas las ventajas estima­ al fin de poder llegar de esta manera, algunos ensaya­
das por los hombres, se hallaban sobre su cabeza es- ban diversos espedientes. Se veían varios que se deja­
puestas á vista de todo el mundo. Su aspecto era se­ ban atar unas alas por algunos de sus amigos que en
ductor y cada uno de los que la contemplaban se vano se esforzaban para ponerías en movimiento:
Imaginaba que su sonrisa, que era la misma para todos, inútiles artificios que no podían producir resultados
era para él solo, y triunfaba de su superioridad sobre ningunos. Incapaces de sostenerse en el aire, caían á *
los otros, los cuales hablan concebido la misma con­ tierra ai instante. No pudiendo acercarse al trono de
fianza, nacida del mismo error. la Diosa, se contentaban con fijar los ojos en ella, y
Subí entonces á una eminencia desde donde podía reían á su vez de los vanos esfuerzos de los que caían
descubrir todo el jardín y examinar, con mas sosiego, de rostro en el estrecho de la Dificultad.
la marcha déla multitud. Apercibí desde aquella altu­ Una parte de los que habian entrado en el jardín de
ra que el jardín de la Esperanza tenia dos entradas la Esperanza por la puerta de la Imaginación, en vez
opuestas, una guardada por la Razón, y la otra por la de trepar la montaña, cuya cumbre deseaban alcanzar,
Imaginación. La Razón parecía severa y escrupulosa, dirigían 6U8 pasos hácia el valle de la Ociosidad, mo­
y nunca abria la puerta confiada á su cuidado, sino rada tranquila en donde nada los pertubaba, y desde
después de haber tomado informes positivos, y aun á donde podían contemplar á la Diosa, esperando verla
pesar de eso vacilaba muchas veces ; pero la Imagina­ bajar un día de la montaña para regalarles sus precio­
ción era una portera de lo mas condescendiente, que sos dones. Estos haraganes estilaban la risa general;
abría á todos los que llamaban, de modo que esta en­ pero sin hacer caso del desprecio de que eran cubier­
trada estaba siempre llena de personas que temían las tos, ni ser movidos por los consejos y reprehensiones
preguntas déla Razón, ó que habían sido reusadas por que se les prodigaban, persistían en su intento de es­
ella. perar inertes los favores ardientemente codiciados por
' Los que entraban por la puerta de la Razón, no po­ ellos.
dían llegar al trono de la Esperanza sino después de Medió gana de vagar entre estos ociosos, y los en­
haber atravesado un terreno escabroso, resbaladizo, y contré prontos á responder mis preguntas, y deseosos
sembrado de precipicios, llamado el * Estrecho de la de comunicarme 6u alegría; pero al volver los ojos vi
dificultad, » que todos los admitidos por la inflexible dos fantasmas espantosas que entraban en este valle,
portera trataban de subir con la mayor pena. Antes de y reconocí que una era la Vejez y la otra la Pobreza. A
empeñarse en este terrible estrecho, la confianza bri­ vista de ellas desapareció la Alegría ; resonó un grito
llaba en sus ojos y animaba sus esfuerzos, y la esperan­ general de terror que me estremeció, y terminó mi
za que les inspiraba un primer triunfo, rodoblaba su sueño.
valor; pero á pesar de todos sus esfuerzos y de todo su
valor, no tardaban en encontrar en su camino obstá­
culos tan formidables, que les hacían concebir vivas
inquietudes. Estorbos imprevistos se oponían á su mar­
cha; frecuentes resbalones les hacían retrogradar, y la
vista de los precipicios les inspiraba tal temor, que no
se atrevían ir adelante. En una palabra, los peligros
EL REPOSO Y EL TRABAJO.
crecían en tanto grado, y las caldas de que eran testi­
gos se repetían con tanta frecuencia, que casi todos pre­
ferían volver sobre sus pasos,ó se quedaban en la mitad ALEGORIA.
• del camino, consumidos de fatiga. El corto número de
los quetenian bastante fuerza y valor para persistir, eran
(Versión del ingles de Johnson)^
conducidos por la mano de la Perseverancia, hasta la
cumbre en que se hallaba el trono de la Esperanza;
pero era de notar que la mayor parte de los que obte­ Bien sabido es que, en las primeras edades del mun­
nían los dones prometidos por la Diosa, sentían el tra­ do, cuando reinaba la inmaculada inocencia y la natu­
bajo que aquellos les habían costado, y no gozaban de ral simplicidad, el género humano gozaba, en el seno
una dieha completa ; á la vez que ios que habían sido de la abundancia, una dicha inalterable, bajo la pro­
mas moderados en su constancia, se retiraban tran­ tección del Reposo, divinidad benigna, que no exigía

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374 CARTAS

de sus adoradores, altares ni sacrificios, y á la qu? y con los cuales fabricaréis armas que ob libertarán do
rendian culto permaneciendo recostados en tálamos ¡os ataques de las bestias feroces, y os servirán para
de flores y tapices de verdura, tajo la sombra de bos- derrocar los robles, dividir las rocas, y hacer á toda la
queciílos de mirto y de jazmín, ó bailando en las naturaleza tributaria de vuestras necesidades y place­
márgenes de los rios que rebosaban leche y miel. res.
Bajo este pacifico gobierno, las primeras generacio­ Animados con este pomposo llamamiento, los habi­
nes respiraban los perfumes de una eterna primavera ; tantes del globo consideraron al Trabajo como su único
comian los frutos que, sin cultivo, caían maduros en amigo, y se apresuraron á ejecutar sus órdenes. El
sus manos, y dormían bajo enramadas arqueadas por Trabajo los condujo entonces á los campos y montañas
la naturaleza, pobladas de ruiseñores, y en derredor y les enseñó á cavar las minas, aplanar las montañas,
otros animales saltando de contento. Pero gradual­ desecar los pantanos, y cambiar el curso de los rios.
mente comenzaron los hombres á perder su primitiva En corto tiempo todo mudó de aspecto: la tierra se
fuerza, y cada uno, aunque hubiese abundantes frutos cubrió de ciudades y aldeas rodeadas de sementeras y
para todos, quiso apropiarse una parte superflua, y de de árboles frutales. Por todas partes no se veía mas que
aquí nació la violencia y el fraude, el robo y la rapiña. montones de semillas, canastos de frutos, mesas copio­
Poco después el orgullo y la envidia aparecieron en el sas y almacenes repletos.
mundo, é inventaron un nuevo modo de estimar las Asi los hombres, dóciles á las Inspiraciones del Tra­
riquezas. Los hombres, que hasta entonces se habían bajo, agregaban continuamente adquisiciones á sus
considerado ricos, porque nada les faltaba, ambiciona­ conquistas precedentes, y poco á poco vieron desapare­
ron mas frutos, no porque los necesitasen, sino porque cer el Hambre de sus dominios; hasta que por último,
otros poseían mas que ellos, y comenzaron á conside­ enmedio de sus goces y triunfos se vieron detenidos en
rarse pobres cuando vieron que las posesiones de sü sus progresos con la cercanía de la Lasitud, divinidad
vecino eran mas considerables que las suyas. De aquí que inspiraba desaliento, y cuyos ojos sumidos mani­
resultó que un solo individuo fundaba su felicidad en festaban el abatimiento de su corazón. Se acercó tem­
ser mas rico que otro, felicidad que era amargada por blorosa y exhalando suspiros. Todos los que la escu­
el temor de que alguno usase los mismos artificios de chaban perdían la energía; sus músculos se relajaban,
que él se habia valido, para aventajar á los otros. sus manos tremblotaban y dejaban caer al suelo los
Bajo este régimen corrompido, el estado de la tierra instrumentos de su industria.
se alteró: gran parte de ella,ó cesó de producir, ó solo se Movidos por esta terrible fantasma, los hombres co­
cubrió de bellotas y plantas cimarronas. El verano y menzaron á encontrar pesado el yugo que les habia
d otoño procuraban, es verdad, á los hombres un ali­ impuesto el Trabajo, y á recordar los afortunados dla9
mento groseroy despreciable ; pero el invierno era en­ que hablan pasado bajo el reinado del Reposo, al cual
teramente estéril. El Hambre, con mil enfermedades se propusieron consagrar en lo de adelante toda su
que producía la inclemencia del aire, causaron terri­ existencia. El Reposo no habia dejado el mundo; pron­
bles estragos entre los hombres, y se temió la total to lo encontraron, y para espiar el delito de haberlo
destrucción de la especie antes que se curase de sus abandonado, lo llamaron á que gozase de las adquisi­
males. ciones que el Trabajo les habia procurado.
Para contener las desolaciones del Hambre, que lle­ En consecuencia, el Reposo se apresuró á dejar las
naba el suelo de cadáveres, bajó el Trabajo sobre la cavernas y los valles en que habia pasado su existen­
tierra. El Trabajo era hijo de la Necesidad ; su nodriza cia, y entró en los palacios, se colocó en alcobas vo­
fué la Esperanza, y su preceptor el Arte; heredó la luptuosas ; pasó el invierno recostado en colchones de
fuerza de su madre, el vigorde su nodriza, y la destre­ pluma, y el verano bajo grutas rodeadas de fuentes y
za de su preceptor. El viento habia arrugado su sem­ cascadas ; pero siempre ie faltaba alguna cosa para
blante, y los ardores del sol ennegrecido su tez: tenia completar su felicidad, y nunca pudo procurar á los
en una mano las herramientas con que cultivaba la arrepentidos desertores ¡a serenidad de que hablan go­
tierra, y en la otra los instrumentos de arquitectura de zado antes de sentar plaza bajo las banderas del Tra­
que se servia para construir torres y casas. Cuando se bajo. Ni pudo el Reposo dominar enteramente, por­
presentó, gritó en voz alta y ruda : ¡ Mortales en mi que se vió obligado á dividir su autoridad con el Lujo,
veis el poder á que vais á someteros ; poder que sola­ á pesar de considerarlo como amigo falso, cuya influ­
mente puede procuraros los goces y satisfacer vuestras encia destruía la suya al paso que parcela promoverla.
necesidades. Hace largo tiempo que vivís consumidos Ix)s dos socios afeminados reinaron sin embargo por
bajo el dominio del Reposo, divinidad impotente y en­ algún tiempo, sin visible apariencia de discordia, has­
gañosa, que no puede ayudaros ni protejeros, sino que ta que por último el Lujo hizo traición á su empleo,
os abandona á los.primeros ataques del Hambre ó de favoreciendo la invasión de la Enfermedad, que co­
la Enfermedad, y deja invadir sus dominios al primer menzó á hacer estragos. Después de una débil resis­
enemigo, ó que sean destruidos por cualesquiera acci­ tencia huyó el Reposo abandonando el lugar á los
dente. usurpadores, los cuales emplearon toda clase de ar­
Despertad, pues, á los llamados del Trabajo. Os en­ tificios para sostenerse en el poder y fortificar su Inte­
señaré á fertilizar la esterilidad de la tierra, y á garan­ res mutuo.
tiros de la intemperie de las estaciones. Forzaré al El Reposo tenia otros enemigos, y si en algunas
venino á que produzca abundantes provisiones para el partes logró escaparse de los ataques de la Enfer­
invierno; obligaré á las aguas á que os den sus peces, medad, en otras vió invadida 6u residencia por
al aire sus aves, y los bosques sus animales : os ense­ un usurpador mas lento y artificioso; porque mu­
ñaré á cavar las entrañas de la tierra, y á retirar de chas veces, cuando todo parada tranquilo, cuando
las cavernas de los montes los metales que agregarán nada turbaba su interior, ni veia en el estertor peli­
i ucrza á vuestras manos,seguridad á vuestros cuerpos, gro ninguno que temer; cuando los arbustos y las flo­

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DE LORD CIIESTERFIELD 375

res perfumaban su lecho, la Saciedad, con su mirada j por la corriente del tiempo. Me dormí enmedio de estas
lánguida, entraba y se tendía sobre el lecho, colocado í meditaciones, y pronto me aturdió el tumulto de la
y adornado para descanso del Reposo. Entonces to­ í maniobra, el ruido de la alegría, los gritos del subre-
do se entristecía: los bosques perdían su verdura, las i salto, el silbido de los vientos y el choque de las aguas.
aves suspendían su gorjeo, los céfiros suspiraban me­ ¡ El asombro suspendió mi curiosidad ; pero pronto
lancólicamente, las flores se ponían mustias y no des­ j recobré mis sentidos y, encontrándome embarcado,
pedían ningún perfume. Por todas partes no se veía ¿ pregunté con inquietud á dónde íbamos, y cual era la
masque locos que vagaban sin saber á donde iban ni $ , causa de aquel alboroto. Se me contestó que bogába-
lo que buscaban *, no se oía mas de quejas causadas ! mos á toda vela en el océano de la vida ; que ya ha-
por ninguna pena, y murmullos que no provenían de i biamos pasado los estrechos de la infancia, enmedio
ninguna desgracia. j de los cuales habían perecido multitud de viajeros,
Desde este momento el Reposo perdió toda su auto­ > unos por la debilidad de sus buques, y muchos mas
ridad, y fué visto por sus súbditos con el mayor despre­ > por la locura, osadía ó negligencia de los encargados
cio. Varios volvieron bajo las banderas del Lujo, que í de dirigir ia nave ; y que actualmente bogábamos en
les prometió valerse de sus artificios para desterrar ia í plena mar, abandonados á las olas y los vientos, sin
Saciedad; y otros mas prudentes, ó mas animosos, í mas medios de seguridad que el cuidado del piloto, que
recurrieron de nuevo al Trabajo, por el cual fueron > nosotros mismos habíamos elegido entre el gran nú-
realmente piotejidos contra la Saciedad; pero pronto J mero que nos hablan ofrecido su asistencia.
cayeron bajo el poder de la Lasitud, y esta los condujo { Lleno de espanto dirigí la vista en derredor, y aper-
por fuerza á los bosques del Reposo. í cibí detras de mí un grupo de islas, cubiertas de flores,
En esta continua lucha con djversos y poderosos í que llenaban de admiración á todos los viageros ; pero
enemigos, el Reposo y el Trabajo conocieron que su > era muy difícil acercarse á ellas, porque á pesar de la
reinado nunca podría ser de larga duración, y que no J tranquilidad aparente del canal, una poderosa cor-
podrían contar con la fidelidad de sus súbditos, pron­ > Tiente arrastraba lejos todas las embarcaciones quo
tos siempre á desertar en la primera ocasión. El Tra­ > procuraban acercarse. Mas allá de estas islas todo era
bajo veia que se ofrecían al Reposo las riquezas que él j oscuridad, y ningún pasagero podía descubrir la costa
habia producido, y el Reposo apercibía que sus adora­ í en que se habia embarcado primeramente.
dores ie dejaban en las circunstancias mas criticas, í Por delante vi una cstcnslon de aguas agitadas vlo-
para ir á implorar el socorro del Trabajo. Ambos tu­ ! lentamente, cubiertas de una neblina tan espesa, quo
vieron, pues, una conferencia, y convinieron en divi­ í los ojos mas perspicaces apenas podían distinguir á
dirse el mundo gobernándolo alternativamente. El | corta distancia. El golfo estaba sembrado de multitud
dominio del dia tocó al uno, y el de la noche al otro, y J de escollos en que eran precipitados muchos viageros
prometieron garantizarse mutuamente de las incursio­ Ien el momento en aue, llenos de seguridad, desplega*
nes de sus enemigos comunes, de modo, que cuando ban todas la3 velas, y se burlaban de la timidez do
fuesen declaradas las hostilidades, el Trabajo intercep­ los que quedaban atrás. Estos escollos eran tan nume­
taría á la Saciedad y el Reposo cuidaría de cortar el rosos y profunda la oscuridad, que todas las posibles
paso á la Lasitud. Este afortunado convenio puso fin precauciones no garantizaban siempre del naufragio; y
á las disputas; y como el ódio suele á veces convertlrso ! para colmo de peligros, habia pilotos que por falsas
en amor, el Reposo, cambiando de sexo, se casó con el í ideas del golfo, arrastraban, á los que se fiaban en su
Trabajo, y tuvieron una hija llamada Salud, divinidad í csperiencia, enmedio de los remolinos, ó empujaban
benéfica que consolidó la unión de sus padres, y con­ > contra las rocas á los que encontraban en 6u camino.
tribuyó á mantener las vicisitudes de su reinado, pro­ Í La corriente era rápida é insuperable para todos;
digando sus dones á los que sabían dividir su existencia ! mas aunque era imposible bogar contra ella, ni volver
en justas proporciones entre el Reposo y el Trabajo. I atrás, no era tan violenta, que quitase toda esperanza
do pasarla al valor y la destreza; pues aunque no era
dado á ninguno retirarse del peligro, podia no obs­
—>£-«-♦— tante, evitarlo por medio de una dirección oblicua.

KL VIAJE DE LA VWA.

ALEGORIA.

Tocos eran sin embargo, los viajeros que navegaban


'Versión del ingles de Johnson.) con prudencia, y era tanta en lo general, su infatua­
ción, que se consideraban seguros, aunque viesen
multitud de sus compañeros perecer en los escollos.
La vida, dice Séneca, es un viaje en que el hombre Apenas babian aquellos desaparecido bajo las olas,
cambia continuamente de escenas De la infancia pasa cuando sus faltas y sus desgracias eran olvidadas, y
á la adolescencia, atraviesa la edad madura, y llega los viajeros continuaban bogando con alegría y con-
por último á la mejor y mas agradable parte de la ! fianza. Cada cual se felicitaba de la solidez de su bu­
vejez. La lectura de este pasaje me sumergió en una que, y se creía capaz de atravesar los escollos, ó de
série de reflexiones subre de la condición del hombre, pasar por encima del remolino en que sus compañeros
el continuo flujo de sus deseos, la instabilidad de sus habían perecido. La vista de los destrozos que atesti­
gustos, y ^atolondramiento con que se deja arrastrar guaban la multitud de los naufragios, no decidía á los
a
viajeros á cambiar de rumbo : si por un momento so
desviaban un poco, se entregaban pronto sin temor á
merced de la suerte.
Este descuido no nacía de indiferencia, ni de can­

I
sancio de su condición presente, porque ninguno do
los que hablan corrido sobre los peligros, dejaba de
pedir en alta voz á sus asociados un socorro que no

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376 CARTAS

podían darle, y muchos de los desgraciados pasaban facilidad de antes, rogaban lentamente*, la mas ligera
sus últimos momentos predicando á sus amigos que brisa los ponía en peligro, hasta que después de largos
evitasen los peligros que ellos habían encontrado en la sufrimientos y multitud de espedientes, se iban gra­
travesía. Algunas veces era vista su benevolencia con dualmente á fondo, arrepentidos de su locura, y pre­
agradecimiento, pero sus amonestaciones eran olvi­ dicando á sus compañeros que evitasen acercarse
dadas. al golfo de la Intemperancia.
Los buques mejor construidos no podían resistir la Habia algunos artistas que se decían bastante hábi­
agitación de la corriente de la vida, y diariamente dis-, les para reparar las averias de los buques que hablan
minuia su solidez, de modo que cada pasagero estaba topado contra las rocas. Muchos tenían suma confian­
cierto de que cualquiera que fuese su destreza y fortu­ za en la esperiencla de estos doctores, y algunos, que
na, debía tarde ó temprano irse á fondo sin remedio. solo habían recibido un solo golpe, eran ciertamente
Podía haberse esperado que esta necesidad de pere­ preservados por ellos; pero noté que duraban muy
cer, hubiese entristecido á los alegres, é intimidado á poco los buques que habían recibido muchas repara­
los atrevidos, ó por lo menos atormentado á los me­ ciones, y que los mismos artistas, á pesar de su cien­
drosos y privádolos de gozar; pero no: mientras mas cia, no duraban mas tiempo que los infelices á quienes
se acercaban al término fatal, mas seguros se creían. prestaban sus ausillos.
Todos trataban de hacerse ilusión, y cuando no podían La única ventaja que, en el viaje de la vida, tenia el
soportar los terrores que á pesar de sus esfuerzo^, mo­ prudente sobre el atolondrado, era que se iba á fondo
lestaban su imaginación, desviaban la vista, solicitaban mas tarde y con mayor velocidad. Ei prudente bogaba
algunas distracciones, y halagaban á la Esperanza, tranquilo y veía sucesivamente desaparecer á los que
que era su constante compañera en el viaje de la vida. hablan pasado en oompañía suya los estrechos de la
Mas todo lo que la Esperanza se atrevía á prometer, infancia, y al último era derrocado por una brisa sua­
aun á sus mas predilectos favoritos, era, no que esca­ ve, sin ei afan de la resistencia, ni las agonías de la
parían, sino que se irían á fondo lo mas tarde posible, incertidumbre ; á la vez que los que hablan dado con­
con cuya promesa cada uno quedaba satisfecho, aun­ tra las rocas de la Voluptuosidad, se consumían por
que riendo de los que le prestaban creencia. Cierto es grados, luchaban largamente con la marea montante,
que la Esperanza se burlaba de ia credulidad de y se fatigaban con los trabajos que ni la misma Espe­
estos insensatos viajeros , porque á medida que ranza prometía disminuir.
sus buques se debilitaban, redoblaba sus seguri­ Cuando me ocupaba yo en considerar la suerte qne
dades de salvación; y ninguno se hallaba mas ocupado corríanlos viajeros que me rodeaban, me vi repenti­
en hacer provisiones para un largo viaje, que los que namente alarmado con la voz de un poder desconocido
á vista de todo el mundo, tocaban el término de su que gritó ámi oido : « No veas ociosamente á los otros,
destrucción. cuando tú mismo estás cerca de irte á fondo: ¿ De
En medio de la corriente de Ib vida se hallaba el dónde viene tu irreflexiva tranquilidad, cuando tú y
golfo de la Intemperancia, horroroso remolino sem­ ellos corren el mismo peligro ? » Dirigí la vista en der­
brado de rocas puntiagudas ocultas en el agua, y cuyas redor, y viendo cercano el golfo de la Intemperancia,
cimas se hallaban cubiertas de yerba, en que la Indo­ me estremecí y desperté.
lencia habia cstendido lechos de reposo, y la voluptuo­
sidad entonaba canciones seductoras. Todos ios que
navegaban por el occcano de la vida, tenían necesa­
riamente que pasar á vista de estas rocas. La Razón, es
verdad, ofrecía siempre conducir á los navegantes por
en medio de una estrecha salida por la cual podían
escapar ; pero á pesar de sus amonestaciones, rara vez
lograba persuadirlos que se abandonasen á su direc­
ción, sin estipular que ella se acercaría tanto como
posible, á las rocas de la Voluptuosidad, para que, REFLEXIONBS SOBRE LAS NOVELAS
cuando menos, tuviesen el placer de gozar algo de NECESIDAD DE QUE EL CARACTER
aquella deliciosa región, después de lo cual estaban
DE LOS PERSONAGES SEA MORALMENTE BUENO.
determinados á proseguir su curso sin volverse á des­
carriar.
Vencida de este modo, por las importunidades de {Versión del ingles de Johnson)
los vlageros encomendados á su cuidado, la Razón
cometía con frecuencia la debilidad de conducirlos á
las orillas del remolino del golfo de la Intemperancia, Las historias fabulosas con que parece deleitarse mas
en donde el movimiento circular era ciertamente débil, particularmente la generación actual, son aquellas que
pero interrumpía el curso del buque, é insensiblemente representan la vida en su verdadero estado, diversifi­
lo atraía hacia el centro. Entonces se arrepentía ella cada soto por los accidentes que ocurren todos los dias
de su temeridad, y con todas sus fuerzas procuraba en el mundo, y sujetada al influjo de las pasiones y de
retirarse; pero la corriente era por lo regular muy las cualidades que realmente se encuentran conver­
poderosa para superarla, y los pasageros, después sando con los hombres.
de dar algunas vueltas, como ruedas de molino, eran Esta especie de escritura puede sin impropiedad lla­
por último sumergidos sin remedio. Los pocos que la marse la comedia de ta ficción, y casi debe ser condu­
Razón lograba salvar, se resentían cruelmente de los cida por las mismas reglas que la poesía cómica. Es de
choques que habían sufrido contra las rocas, y viéndo­ su incumbencia producir acontecimientos naturales
se imposibilitados de proseguir su curso con la misma por medios fáciles, y despertar la curiosidad sin valer­

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DE lord chesterfield 377

se de portentos; por lo tanto, debeesclulr las máquinas mente pasa entre los hombres, que el lector corría
y los espedientes de la fábula heróica ; y ni puede em­ muy poco peligro de hacer aplicaciones para sí; se di­
plear gigantes que arrebaten á una novia en la cere­ vertía con héroes y con alevosos, con libertadores y
monia de su boda, ni que la liberten de su cautiverio; con pretendientes, como séres de distinta especie, cu­
no le es dado descarriar á los personages en desiertos, yas acciones eran dirigidas por su propia fantasio, y
ni alojarlos en castillos imaginarios. cuyos defectos ó prendas no tenían nada de común con
Recuerdo que Escaliger, hablando de Pontano, dice, él mismo.
que todos sus escritos están llenos de las mismas imá­ Pero cuando un héroe de novela es igualado con el
genes, y que si se suprimen sus azucenas y sus rosas, restq del mundo, y obra en, aquellas escenas del dra­
sus sátiras y sus dríadas, no quedará nada que pueda ma universal que pueden caber en suerte á cualquiera
llamarse poesía. Del mismo modo todas las novelas de hombre, los jóvenes espectadores fijan la vista en él
los siglos anteriores al décimo octavo, se desvanecerán con la mayor atención, y observando su manejo y
si so les priva de un ermitaño y un bosque, de una ba­ el resultado de sus acciones, se prometen tomarlo
talla y un naufragio. por modelo cuando se hallaren en iguales circuns­
No es fácil concebir cómo esta disparatada vena de tancias.
imaginación, pudo agradar tanto tiempo en siglos no Por tal razón estas historias familiares pueden ser
desprovistos de gusto ni de ciencia ; pero no debe ma­ quizá mas útiles que las graves sentencias de moral, y
ravillarnos que los noveladores multiplicasen sus cuen­ trasmitir el conocimiento del vicio y de la virtud con
tos mientras pudieron procurarse quienes los leyesen; mas eficacia que los axiomas y las difínicioncs. Pero
porque cuando la práctica ha dado á un hombre alguna si el poder del ejemplo es tan grande que se apodera
facilidad para escribir, no necesití mas que encerrarse de la memoria por una especie de violencia, y produce
en su retrete, dar vuelo á su imaginación, y encender efectos casi sin intervención de la voluntad, debe te­
su alma con incredibilidades; de este modo se com­ nerse cuidado, ya que la elección es ilimitada, de no
ponía un libro sin temer la crítica, sin el trabajo de presentar sino los mejores ejemplos, y hacer de
estudiar, sin conocimiento de la naturaleza ni de las modo que lo que verosímilmente tiene que obrar
costumbres de la sociedad. con fuerza, no sea perjudicial ni dudoso en sus
La faena de los escritores del dia es muy diversa, efectos.
porque ademas do ios conocimientos, hijos de la La principal ventaja de estas ficciones sobre los ac­
lectura, se requiere aquella esperíencia que nunca se tos efectivos es, que los autores no tienen libertad de
alcanza aplicándose en la soledad, sino mezclándose inventar, pero sí de elegir objetos, y entresacar de la
en la conversación general, y observando cuidadosa­ masa del género humano aquellos individuos que de­
mente á los hombres. Sus escritos tienen, como dice ben cautivar mayormente la atención, como un dia­
Horacio, plus oneris, quanto venia minus; son tanto mante que, aunque no puede ser hecho, puede ser pu­
mas difíciles, cuanto que sus jueces son menos indul­ lido por el arte, y engastado de modo que despida a-
gentes. Los noveladores se ven obligados á hacer retra­ quel brillo que antes se hallaba sepultado entre piedras
tos, cuyo original es conocido de todo el mundo, y no comunes.
pueden desviarse de la semejanza sin que se note in­ La imitación de la naturaleza es considerada justa­
mediatamente. Otra clase de obras solo tienen que mente como una de las mayores perfecciones del arte;
temer la censura de los sabios; pero las novelas corren pero es necesario distinguir aquellas partes de la na­
riesgo con todo lector vulgar, como la chinela mal turaleza, mas propias de ser imitadas. Mayor cuidado
pintada que criticó un zapatero, al ver casualmente el se requiere aun para representar la vida humana, la
cuadro de laVénus de Apeles. cual es muy á menudo descolorida por la pasión ó
Pero el temor de no ser tenido por buen retratista desfigurada por la maldad. Si el mundo es descrito in­
de las deslumbres de los hombres, no es lo que mas distintamente, si los vicios han de aparecer desnudos,
debe inquietar á un autor de esta especie. Tales libros no veo yo de qué utilidad podrá ser la lectura de sus
se escriben principalmente para los jóvenes, los igno­ escenas, ó por qué seria menos seguro dirigir inmedia­
rantes y los ociosos, quienes derivan de su lectura tamente la vista sobre la especie humana, como sobre
reglas para conducirse en el mundo ; sirven de diver­ un espejo que repite sin distinción cuanto se le pone
sión á las almas vacías de ideas, y por lo mismo muy delante.
susceptibles de impresiones ; sin principios lijos, y por No es suficiente alegar que ios caracteres se hallan
lo tanto fáciles de seguir la corriente de la imagina­ pintados tales cuales son en realidad, porque hay mu­
ción ; no aleccionadas por la esperiencia y consecuen­ chos que nunca deben copiarse; ni justificación válida
temente abiertas á cualquiera falsa sugestión, ó narra­ decir de una historia, que el curso de los aconteci­
tiva pafclal. mientos es conforme con la observación y la esperien­
El buen sentido y la virtud arrancaron de un anti­ cia, porque se hallará qu<f aquella observación que so
guo escritor, no muy afamado por sus pensamientos llama conocimiento del mundo, produce por lo co­
«castos, la máxima de que los jóvenes deben ser alta­ mún mas hombres disimulados que buenos. Segura­
mente reverenciados, y que nadie debe permitir que mente que el objeto de estos escritos no es solo dar á
oigan ni vean nada de indecente. La misma precau­ conocer los hombres, sino también prepararlos, para
ción se requiere, aunque las consecuencias sean menos que ellos mismos sean vistos con menos peligro ; ense­
graves, en todo lo que se les presenta, á fin de liber­ ñar I03 medios de evitar los lazos que la Traición tien­
tarlos de preocupaciones perversas, de juicios falsos, y de á la Inocencia, sin infundir el deseo de conseguir
de una desproporcionada combinación de imágenes. triunfos que solo pueden ser gratos á las almas per­
En las novelas antiguas, los crímenes y las virtudes versas ; poner á un hombre en estado de garantirse
escedian las proporciones de la vida; las transaciones del fraude sin tentación de practicarlo ; iniciar á la
y los sentimientos se alejaban tanto de lo que real­ juventud por medio de combates simulados en el arta

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378 CARTAS

de defenderse, y aumentar la prudencia, sin alterar * justo y de lo injusto, contribuirán á tai) fatales errores,
la virtud (d). y en vez de marcar sus limites, los mezclarán con tal
Muchos autores con tal de seguir la naturaleza, mez­ arte, que ninguna alma vulgar será capaz de distin­
clan tanto las buenas con las malas cualidades en sus guirlos.
principales personages, que unas y otras son igual­ En Acciones que no reclaman la voracidad de la his­
mente visibles; y como seguimos con placer el hilo toria, no descubro qué es lo que se opone á dar la
de sus aventuras, y somos llevados gradualmente á in­ mas perfecta idea de la virtud; no de una virtud an­
teresarnos en su favor, perdemos el horror á sus vicios, gelical ni fuera de verosimilitud, porque nunca imita­
porque no se oponen á nuestro deleite, ó quizá los remos lo que parece imposible, sino la mas elevada y
miramos con indulgencia, por ir acompañados dé tan­ lamas pura que puede alcanzar la humanidad, virtud
to mérito. que ejerciéndose en los ensayos á quelaesponenlas di­
Ha habido ciertamente hombres de esclarecida mal­ versas vicisitudes de las cosas, pueda, superando algu­
dad, cuyas buenas cualidades arrojan brillo sobre sus nas calamidades y sufriendo otras, ensenamos lo quo
crímenes, y que no pueden ser enteramente detestados debemos esperar, y de lo que somos capaces; que el
porque siempre se recuerdan sus buenas prendas; pero vicio, porque el vicio es fuerza mostrarlo, pueda siem­
tales han sido en todo tiempo los grandes corruptores pre disgustar, procurando que ni las gracias de la
del mundo, y su modelo no debe ser mas preservado alegría, ni la dignidad del valor, se unan á él, hasta el
que el arte de asesinar sin dolor. punto de reconciliar el alma en su favor: que siempre
Algunos han avanzado, sin debida atención á las que aparezca escile el odio por su perverso manejo, y
consecuencias de tal principio, que ciertas virtudes el desprecio por la bajeza de sus estratagemas: porque
tienen sus faltas correspondientes, y que por consecuen­ mientras se hallaft protegido por las prendas ó el
cia, esponer las unas sin las otras, es desviarse de la valor, rara vez será cordialmente detestado. El déspota
probabilidad. De este modo ha dicho Swift que los romano se contentó con ser odiado, con tal de ser
hombres agradecidos son en igual grado susceptibles temido; y hay mil lectores de novelas, que consenti­
de resentimiento. Este principio, con otros de la misma rían en pasar por perversos, con tal de ser considera­
especie, supone que el hombre obra por un impulso dos como capaces. Por lo tanto, debe inculcarse cons­
brutal, y que tiene que obedecer á cierto grado de in­ tantemente que la virtud es la mas alta prueba de
clinación, sin elegir el objeto. Aun cuando se concediese talento, y la única sólida base de la grandeza; y que el
que la gratitud y el resentimiento nacen de la misma vicio es la consecuencia natural de almas necias: su
esencia de las pasiones, no se sigue de aquí que el hom­ principio es el error, y su fin la ignominia.
bre, cuando cousulta la razón, deba satisfacer igual­
mente ambos sentimientos ; empero, á menos que no
se admita esta última consecuencia, aquella máxima
sagaz, viene á reducirse á un eco vacío, sin relación
con la práctica de la vida.
Tampoco es evidente que los primeros impulsos que
crean aquellos sentimientos, sean siempre en la misma
proporción, porque el orgullo que produce el vivo re­ ALEGORIA SOBRE LA CRITICA.
sentimiento, sofocará la gratitud por ser penoso admi­
tir aquella inferioridad que supone una obligación ; y
es natural que el que no cree recibir un favor, no (Versión del ingles de Johnson.)
quiera reconocerlo ó recompensarlo.
Importa mucho al género humano que los asertos de La ocupación de un autor es, ó enseñar lo que se
tal tendencia sean espuestos y confutados; porque ignora, ó recomendar verdades conocidas; (f bien ar­
mientras los hombres creyeren que el bien y el mal rojar mas luz en el alma, y abrir nuevas escenas á la
brotan de la misma fuente, perdonarán el uno en favor perspectiva, ó variar los trages y situación de los obje­
del otro; y al juzgar, si no del prójimo á lo menos de tos, comunicándoles nueva gracia y mayor atractivo;
sí mismos, estimarán sus virtudes en proporción á sus esparcir flores por el sendero que debe atravesar el en­
vicios. Todos los que confundieren los colores de lo tendimiento, de modo que éste quede convidado á
recorrerlo de nuevo, y examinar por segunda vez
las cosas que solo'Vió de paso y descuidadamente.
Muy difícil es cualquiera de estos trabajos, porque
para que no sean infructuosos, no solo se requiere que
(ú) El año de 1750 en que publicó el autor estas re­ los hombres se persuadan de sus errores, sirfe que se
flexiones, Ician sus compatriotas con el mayor entusiasmo, reconcilien con su guia; se necesita no solo que con­
y se vertia é imprimía en diversas capitales del continente
desen su ignorancia sino, lo que es aun menos grato,'
europeo, la famosa novela de Richardson titulada Clarisa
que convengan en que aquel de quien deben aprender
llarlowc, nombre de la víctima del disoluto Lovelace. No
habrá hombre juicioso que no deplore que las prendas per­ sabe mas que ellos.
sonales y adquiridas de aquel desalmado personage, comu­ El empleo de escritor moralista es tan molesto y
niquen á sus maldades y á sus infames vicios cierto atracti­ aventurado, que no seria fácil creer que la perversidad
vo muy peligroso para ios jóvenes vanos que, faltos de espe- humana llegase hasta el punto de entretenerse en agre­
riencia, propenden siempre á imitar lo que lisonjea el or­ gar peso á la piedra de Sisifo, y que se opusiese á los
gullo de sus ligeros corazones. Examinando bien lo que progresos de una reputación que solo se adquiere á
espone el autor, se creería que su intento fué criticar dicha costa de tiempo y de trabajo, con tan «gran riesgo de
novela, en que probablemente veia algunos do los riesgos qnp se frustre la empresa y tan poco provecho si se
c inconvenientes de que va hablando^ Tr. logra.

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DE LORD CHESTERFIELD 379

Hay sin embargo, cierta raza de hombres, que toman mejanza ; que las Incongruencias se encadenaban
por deber ó por diversión, impedir que se acoja todo entre si, ó que algunasjpartes solo servían para realzar
producto de la Literatura ó del Genio; que están como la apariencia del todo, sin contribuir á su belleza, su
centinelas en las avenidas de la Fama, y que tienen solidez, ó su utilidad.
por meritorio dar á la Ignorancia y á la Envidia los Todas las veces que se hacían tales descubrimientos,
primeros avisos de una presa. y eran hechos siempre que se cometían dichas faltas,
Un autor nuevo debe tratar de recomendarse cerca la Crítica rehusaba el toque que conferia la sanción de
de unos hombres que se distinguen ellos mismos, apli­ la Inmortalidad; y cuando estos errores eran frecuen­
cándose la denominación de criticos. No es difícil que tes y groseros, trastocaba el cetro y dejaba caer algunas
los mas malignos de estos perseguidores se aplqquen gotas de las adormideras y ciprés, fatal rocío que al
un tanto, y se decidan á templar su furia por corto punto comenzaba á talar la obra, hasta destruirla
tiempo. Habiendo considerado con tal fin muchos es­ completamente.
pedientes, he hallado en las memorias do los tiempos Había algunas composiciones traídas al ensayo, que
antiguos, que Argos fué adormecido con la música, y al arrojar sobre ellas la luz mas fuerte, se confun­
Cerbero apaciguado con una sopa; por lo tanto, me dían de tal modo sus bellezas é imperfecciones, que la
inclino á creer, qqp los criticos modernos, (que si ca­ Crítica permanecía con el cetro en equilibrio, dudando
recen de ojos, tienen la vigilancia de Argos, y pueden si destilarla gotas de letargo ó de ambrosia sobre ellas.
ladrar tan recio como Cerbero, aunque quizá no pueden Al último subieron estas obras á tal número, que can­
morder con igual fuerza), podrían ser contenidos con sada la Critica de esperar tan dudosas pretensiones, y
medios de la misma especie. Yo sé de algunos que se temiendo usar impropiamente el cetro déla Justicia,
han sosegado con clarete y una cena, y otros adorme­ remitió la causa para que la considerase el Tiempo.
cido con los suaves'acentos déla música. Los fallos del Tiempo, aunque muy dilatorios, eran,
La Critica, de la que ellos derivan la pretensión de salvo unos cuantos caprichos, conformes á la Justicia;
decidir de la suerte de los escritores, fué hija primogé­ y muchos autores que dentro de cortos plazos se creían
nita del Trabajo y de la Verdad : luego que vio la luz, seguros, han caído bajo la fatal guadaña, cuando nave­
quedó encomendada á la Justicia, y ésta la educó en gaban viento en popa llevando en triunfo sus volúme­
el palacio de la Sabiduría. Los dioses, habiendo reco­ nes á la posteridad. Se notó que algunos escritos so
nocido pronto sus raras cualidades, la nombraron go­ destruían poco á poco, y otros perecían inmediata­
bernadora de la Imaginación, y le encargaron que lle­ mente.
vase el compás en los conciertos que las Musas La Crítica, habiendo fijado suficientemente la vista
entonaban ante el trono de Júpiter. en el Tiempo, se sintió al fin tan satisfecha de la con­
Cuando las Musas consintieron en visitar este bajo ducta de éste, que se retiró de la tierra con su pa-
mundo, vinieron acompañadas de la Critica; y antes trona Astrea, y dejó que la Preocupación y.el Falso
que ésta dejase el empíreo, la Justicia le entregó un Gusto, con sus asociados el Fraude y la Maldad, asola­
cetro para que lo llevase elevado en su mano derecha: sen ilimitadamente, contentándose en lo de adelante
un estremo de este cetro se hallaba circuido de ambro­ con derramar desde lejos su influjo sobre algunas al­
sia, y adornado con un aúreo follage de laurel y de mas que lo merecen por su virtud y su saber.
amaranto¡ el otro estremo había sido empapado en las Antes de partir, la Critica quebró su cetro, y la Li­
aguas del Olvido, y estaba rodeado de adormideras y sonja alzó las astillas del estremo embalsamado con
de hojas de ciprés. En su mano izquierda llevaba una ambrosia; las del otro estremo, infectas con las aguas
antorcha inestinguible, hecha por el Trabajo, ilumi­ del Leteo,fueron recogidas con igual presteza por la Ma­
nada por la Verdad, y gratificada con el d*n singular levolencia. Los secuaces de la Lisonja, á quienes ésta
de mostrar luego las cosas bajo su verdadera forma, distribuyó su porción de cetro, no conocen ni apetecen
no obstante los disfraces con que aparecen á los ojos la luz, sino que tocan indistintamente todo lo que el
del vulgo. Todo lo que el arte puede complicar ó la Poder ó el Interés les presentan. Los compañeros do
locura confundir, aparecía al primer resplandor de la la Malevolencia recibieron de las Furias una tea que.
Verdad, distintamente y en su primitiva simplicidad. tiene esta cualidad común con la luz infernal, que solo
Sn luz penetraba los laberintos del Sofisma, y descu­ alumbra las faltas.
bría los absurdos que le servían de refugio; traspasaba Con estos fragmentos de autoridad , los esclavos do
los trages que la Retórica acostumbra vender á la Fal­ la Lisonja y de ¡a Malevolencia, marcharon al mando
sedad, y revelaba la desigualdad de les partes cubier­ de sus amas para conferir la inmortalidad, ó condenar
tas ideadamentc con velos artificiales. al olvido; pero el cetro ha perdido su virtud, y el Tiem­
Provista de esta manera para desempeñar sus fun­ po pronuncia tranquilamente su sentencia, sin hacer
ciones, la Critica bajó á examinar las obras de los que caso de lo que les place determinar.
se declaraban votarlos de las Musas. Todo lo que era
traído á su presencia lo vela á la luz de la antorcha de
la Verdad; y cuando su exámen la convencía de que
habían sido observadas con esactitud las reglas del
gusto, tocaba la obra con el estremo del cetro rodeado
de amaranto, y la consignaba á la Inmortalidad.
Pero acontecía con mayor frecuencia que en las
obras que requerían su examen, se había empleado
algún fraude y hecho diligentes esfuerzos para disfra­
zarlo con falsos colores; que entre las palabras y los
sentimientos, se encontraba una secreta desigualdad,
ó entro las ideas y los objetos originales alguna dese­

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380 CARTAS

al fin llena de veneración por la Ciencia; pero también


llena de mayor bondad por el Ingenio.
La conducta de ambos, siempre que trataban de re­
comendarse á los honores y distinciones, era diame­
tralmente opuesta. El ingenio era osado y animoso; la
Ciencia precavida y circunspecta. Para el Ingenio nada
EL INGENIO ¥ LA CIENCIA. era mas bochornoso que la torpeza; la Ciencia nada
temía mas que la imputación de un error. El Ingenio
respondía antes de haber escuchado, temeroso de que
ALEGORIA. se pusiese en duda la vivacidad de su aprehensión; la
Ciencia discurría pausadamente en donde no habia
(Versión del ingles de Johnsorí). dificultad, temiendo que algún insidioso sofisma pasase
sin ser descubierto. El Ingenio embrollaba los debates
con su rapidez y confusión; la Ciencia cansaba á los
El Ingenio y la Ciencia fueron hijos do Apolo, pero oyentes con sus distinciones, y prolongaba la disputa
de diferentes madres. El primero nació de Eufrosina, sin provecho ninguno, probando lo que nunca habia
y heredó la vivacidad y alegría de su madre; la segun­ sido negado. El Ingenio, deseoso d<?brillar, aventuraba
da nació de Sofía; y como esta, era séria y precavida. argumentos inconsiderados, y varias veces, por seguir
Siendo rivales las dos madres, educaron á sus hijos en el hilo de algún afortunado pensamiento, lograba so­
perpetua oposición, y trataron de infundirles su mutuo bresalir mas allá de sus esperanzas-, la Ciencia des­
odio y su desprecio. Apolo, previendo las malas con­ echaba toda idea nueva por temor de verse envuelta en
secuencias de esta discordia, procuró calmar á sus dos consecuencias imposibles de prever, y muchas veces
hijos, dividiendo igualmente entre ellos su atención, por precaución se veia impedida de dar mayor fuerza á
pero sin efecto: la animosidad maternal se hallaba sus ventajas y subyugar á su adversario.
profundamente arraigada en sus corazones, por haber­ Ambos tenían preocupaciones que en cierto modo
la mamado con sus primeras ideas, y fué después con­ ponían trabas á los progresos para alcanzar la perfec­
firmada por las nuevas oportunidades de ponerla en ción, y que les dejaban descubiertos á los ataques. La
obra. Apenas se vieron ambos en edad de ser recibidos Novedad era la favorita del Ingenio, y la Antigüedad
en las habitaciones de las dioses, cuando el Ingenio la predilecta de la Ciencia. Todo lo que era nuevo era
comenzó á divertir á Venus en su tocador, imitando la especioso para el Ingenio, y para la Ciencia todo lo que
gravedad de la Ciencia, y la Ciencia á entretener á era antiguo era venerable. El Ingenio rara vez dejaba
Minerva en su telar, descubriendo los disparates y la de divertir ú los que no podía convencer, y convencer
ignorancia del Ingenio. no era siempre su ambición; ia Ciencia sostenía siem­
De este modo crecieron, y su malicia recibió cons­ pre sus opiniones con tantas verdades colaterales, que
tante aumento por el patrocinio que cada uno recibia cuando la causa era decidida en contra suya, sus argu­
de aquellos á quienes sus madres se hablan dirigido, mentos eran recordados con admiración.
para que les concediesen amparo y protección. Ambos Los dos campeones se despojaban a veces de sus
deseaban ser admitidos en la mesa de Júpiter, no tan­ propias armas, y se presentaban á los combates gárru­
to por la esperanza do ganar honor, como por la de los revestidos de las de su adversario.
escluirá su rival de la consideración de los inmortales, El Ingenio solia valerse de un silogismo, y la Cien­
y poner un coto perpetuo á los progresos de aquella cia, á pesar de su gravedad, empleaba alguna chanza;
influencia que cada uno crcia que el otro habia adqui­ pero siempre tenia que arrepentirse del esperimento,
rido por medio de bajezas y falsas apariencias. porque presentaba lados débiles que abrían camino á
Vino por último el dia en que ambos, con las so­ la refutación y al desprecio. El Ingenio, siempre ligero,
lemnidades de costumbre, fueron recibidos en la clase era ridículo cuando quería aparecer serio; y la Ciencia,
de deidades superiores, y autorizados á tomar el néc­ siempre circunspecta, inspiraba lástima cuando afec­
tar de la mano de Hcbe; pero desde aquel momento taba aires de vivacidad y de gracejo.
la Concordia perdió su autoridad en la mesa de Júpi­ Las continuadas disputas cobraron al último mueha
ter. Los dos rivales animados con su nueva dignidad, importancia, y las divinidades se dividieron en parti­
é incitados con los alternativos aplausos de los poderes dos. Ei Ingenio fué protegido por la alegre y amable
asociados, se acosaron mútuamente por medio de in­ Venus, la cual le procuró la compañía de las Chanzas
cesantes altercaciones, con vicisitudes de victoria tan y las Sonrisas, y le concedió permiso para que bailase
iguales, que ninguno se sintió deprimido. á menudo con las Gracias. La Ciencia continuó siendo
Se notó que al principio de cada debate, él Ingenio la favorita de Minerva, y rara vez salía de su palacio
sacaba la ventaja, y que ú sus primeros dichos toda la sin ser acompañada de las virtudes mas severas, la
asamblea, según la espresion de Homero, brillaba con Castidad, la Templanza, la Fortaleza y ia Industria. Ei
inestinguible júbilo; pero la Ciencia reservaba su fuer­ Ingenio, cohabitando con la Malicia, tuvo un hijo lla­
za hasta que habia pasado el estallido de los aplausos, mado Sátira, que seguía siempre á su padre, llevando
y que la languidez, que siempre sucede á la estrema- un carcax lleno de dardos ponzoñosos, cuyas heridas
da alegría, comenzaba á prometer mas calma y aten­ por lo común eran mortales. Disparaba á menudo sus
ción. Entonces aventuraba ella su defensa, y compa­ dardos contra la Ciencia, cuando ésta se ocupaba en
rando unas con otras las objeciones de su antagonista, profundas meditaciones, ó cuando daba lecciones á sus
hacia por lo común que se refutase él mismo, y mani­ secuaces. Minerva envió por eso en su socorro á la
festando de cuán pequeña parte de la cuestión se habia Critica, para que embotase los dardos de la Sátira, ó
hecho él cargo, probaba que su opinión no podía tener los rechazase contra su antagonista.
peso. La audiencia comenzaba á titubear, y se retiraba Cansado Júpiter con esta perpetua lucha, que amena­

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DE LORD CHESTKRFIELD 381

zaba turbaT la paz de las regiones celestiales, tomó el


partido de desembarazarse de huéspedes tan incómodos,
y los envió sobre la tierra, á donde llevaron sus quere­
llas, y pronto hallaron sectarios entre los mortales. El
Ingenio cautivaba con su alegría á los jóvenes, y la
Ciencia se atraía con su autoridad la simpatía de los
VERDAD FALSEDAD Y FICCION.
viejos. El poder de ambos rivales produjo efectos muy
importantes: los partidarios del Ingenio levantaron
teatros para recibirlo, y los de la Ciencia fundaron co­ ALEGORIA.
legios y academias para darle acogida : cada partido
trató de aventajar al otro en gastos y magnificencia; y (Versión del ingles de Johnson).
como se quería hacer sentirá los hombres la necesidad
de alistarse desde temprano en uno de los bandos, se Un autor antiguo dice, que la única educación que
les advirtió que era inútil solicitar los favores de uno los Persas daban á sus hijos, consistía en enseñarles
de los antagonistas, una vez que se habían puesto los á montar á caballo, á disparar el arco, y á decir la
piés en el templo de su rival. verdad.
Babia, es verdad, una clase de mortales que miraba Nada seguramente, es mas fácil que enseñar á un
con desprecio las pretensiones de los antagonistas, y era jóven á manejar un caballo ó un arco; pero siento infi­
la de los favoritos de Pluton, diosde las riquezas. Para nitamente que aquel autor no nos haya dado á conocer
los secuaces de Pluton, el Ingenio rara vez decía algo los medios de que se valían los Persas para obligar á sus
que les hiciese reir, ni la Ciencia, apesar de su elocuen- hijos á decir únicamente la verdad, y para garantizarlos
cia, llamaba su atención. Para vengarse de este despre­ de todas las tentaciones que podían inclinarlos á la
cio, los dos rivales escitaron contra ellos á sus secuaces, mentira.
pero latf fuerzas enviadas rara vez se manifestaban fie­ En este siglo,muy corrompido por desgracia, es muy
les; y á pesar de las órdenes que habían recibido, adu­ difícil á un hombre, seguir constantemente el camino
laban á los ricos públicamente, á la vezquelos despre­ de la verdad. I>a necesidad de ocultar sus debilidades,
ciaban en el fondo de sus corazones; y cuando por y la ventbja que le ofrece una superchería que le pro­
medio de esta traición habían obtenido el favor de cura aprovecharse de !a incredulidad, ó de la ignoran­
Pluton, afectaban mirar con aires de superioridad á los cia de los otros, de contener al instante una multitud
secuaces fieles del Ingenio y de la Ciencia. de inconvenientes mas ó menos desagradables, ó de
Disgustados con estas deserciones, los dos rivales procurarse goces imposibles de conseguir de otra ma­
suplicaron á Júpiter, que los volviese á las moradas nera, se presentan con tanta frecuencia, que es muy
celestiales. Júpiter fulminó sus rayos con la diestra; dific.il, al que se halla lanzado en el torbellino del
y los desterrados llenos de alegría, obedecieron sus mundo y de los negocios, el conservar bastante fuerza
órdenes. El Ingenio desplegó vivamente sus alas y se de carácter, para permanecer constantemente fiel á la
encumbró sobre las nubes; pero como era corto de vista causa de la verdad.
ae estravió en la inmensidad del espacio. La Ciencia, Observaré que antes de tratar de enseñar á los hom­
que conocía bien el camino, se elevó igualmente, pero bres á no hablar mas que la verdad, es necesario co­
bu pesadez no le permitió remontarse mucho; ambos, menzar por forzarlos á que la escuchen. De todas las
después de prolongados esfuerzos, volvieron á caer especies de mentiras, la lisonja es la que se emplea con
sobre la tierra ; y conociendo luego la necesidad que mas frecuencia. El hombre tímido, adula á la pegona
tenian de reunirse, se dieron la mano, y remontaron que teme; el dependiente adula á su superior por
otra vez al cielo. La Ciencia fué sostenida en su vuelo interes; el amigo al amigo que ama tiernamente; otros,
por el vigor del Ingenio, y el Ingenio guiado por la en fin, que no tienen los mismos motivos' de miedo ó
perspicacia de la Ciencia. Así llegaron pronto á la mo­ de interes, adulan únicamente porque quieren agra­
rada de Júpiter, y persuadidos al fin, de las ventajas dar ; mas es claro que mientras existan hombres sen­
de su unión, contrajeron una amistad tan verdadera, sibles á las alabanzas no merecidas, habrá otros dis­
que vivieron en perpetua concordia. El Ingenio, con puestos por la esperanza, el temor, ó la amistad, á
sus observaciones amistosas hizo comprender á la concedérselas.
Ciencia, que es útil conversar á veces con las Gracias; La vanidad es quizá entre todos los vicios, el quo
y la Ciencia hizo que el Ingenio sentase plaza en servi­ tiene mas ramificaciones. ¿Cuántos hombres incapaces
cio de todas las virtudes. Reconciliados de este modo de envilecerse con una mentira formal han contribuido
se hicieron estimar de todas las divinidades, y ale­ sin embargo, á corromper el corazón de otro, acari­
graron con su presencia los banquetes celestiales. ciando su vanidad, y prestado asi el apoyo de su ejem­
Después so casaron por orden de Júpiter, y tuvieron plo, á un vicio que declaradamente aborrecen ?
una numerosa progenie de Artes y Ciencias. Rara vez es amable Ja verdad enteramente desnuda;
por lo común se opone á nuestros deseos y juzga con
severidad nuestras acciones; pero como lo que mas
escita naturalmente nuestra atención es nuestro Inte­
res, no nos gusta escuchar lo que nos conviene ocultar
á nosotros mismos, y olvidamos fácilmente lo que de­
seamos se borre de nuestra memoria.
Para suavizar la repugnancia natural que la ver­
dad nos inspira, se han inventado multitud de méto­
dos; semejantes á los niños que nunca tomarían una
medicina, si no se hubiese tenido antes cuidado <Jo

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382 CARTAS

disfrazarla, para hacerla menos desagradable á su pa­ maba una llaga que nanea llegaba á curarse comple­
ladar, solo por medio de alegorías ingeniosas, y bajo tamente.
esterioridadcs seductoras, nos gusta recibir preceptos La esperiencia descubrió á la Falsedad que la velo­
útiles á nuestra instrucción y á nuestra dicha. cidad de su carrera, y la prontitud de sus evoluciones,
En la infancia del mundo ia Verdad bajó del cielo, eran las únicas ventajas que tenia sobre ia Verdad; y
y al mismo tiempo salió la Falsedad de los infiernos por lo tanto ordenó á la Sospecha que explorase el
para combatirla sobre la tierra. La Verdad era hija de campo, y evitase con el mayor cuidado todo encuentro
Júpiter y de la Sabiduría ; la Falsedad debía su origen con el enemigo ; y como este marchaba siempre en
á la Locura, fecundada por el Viento. Ambas camina­ linea recta, era fácil á ia Falsedad escaparse por loa
ron con igual confianza y las mismas pretensiones al costados, precipitar su retirada, ó bien evitar el com­
dominio universal. Su mutua antipatía y sus poderes bate con un enemigo que jamas torcía.
respectivos, eran bien conocidos de los habitantes del De esta manera logró por fin la Falsedad establecer
Olimpo, de modo que los combates de estas dos riva­ su dominio en todos los puntos en que la Verdad no se
les, llamaban la atención de todos los Dioses. hallaba presente. En los lugares subyugados por ella
Llena del sentimiento de su fuerza y de la justicia confiaba el mando de su autoridad á las pasiones, que
de sus pretensiones,la Verdad asumía un aspecto noble satisfechas con su poder, resistían vivamente los ata­
y magestuoso; despreciaba los socorros estrangeros y ques de la Verdad, y lograban contener sus progresos,
se presentaba sola en primera linca. Cierto es que la cuando no podían impedirlos. Forzados en fin á ceder
Razón nunca la perdía de vista, y que siempre la se­ ante las invencibles armas de la Verdad, se sometían
guía aunque nunca se mostrase á su lado. La Verdad con la mayor repugnancia, pero se insurgentaban de
siempre avanzaba con digna lentitud, pero jamas se nuevo, luego que la Verdad se ausentaba.
detenía; y en donde una vez había estampado las Al bajar de las regiones celestiales, la Verdad esperó
huellas de sus piés, ninguna fuerza divina ni humana que seria recibida en la tierra con generales aclama­
la hacia retroceder. ciones, tratada con bondad, escuchada con obediencia
La Falsedad trataba siempre, y con frecuencia lo y convidada á esparcir su influencia de punto en punto,
conseguía, de imitar el talante y los modales de la pero encontró que tenia que forzar su paso por todas
Verdad. Se veía escoltada, animada y sostenida, por partes; que preocupaciones Innumerables cegaban el
legiones innumerables de pasiones y deseos desarre­ juicio de los que ella deseaba la escuchasen, y que las
glados ; pero semejante á los reyes débiles para soste­ pasiones reinaban tiranamente en todos los corazones.
ner el cetro, se veía reducida rnuy á menudo á obede­ Nada, es verdad, podía contener su marcha; pero solo
cer la ley que le imponían sus aliados. Sus movimien­ podia avanzar lentamente*, y no tardaba en perder las
tos eran bruscos, irregulares y violentos, porque no conquistas que hacia, porque los deseos desareglados
tenia fuerza de carácter ni perseverancia. Muchas ve­ sacudían su yugo, y se alistaban bajo las banderas de
ces una invasión repentina en los dominios de la Ver­ su rival.
dad, estendia su imperio; pero como tenia el senti­ Tantos combates no podían agotar las fuerzas, siem­
miento intimo de su propria debilidad, sabia que solo pre renacientes, de la Verdad; pero se irritó de las con­
le era posible conservar sus conquistas con el socorro tinuas dificultades que le oponía un enemigo, cuyo
de las pasiones, que en semejante caso la servían con despreciable poder se hallaba únicamente fundado en
celo y fidelidad. la astucia, que era su recurso, y en la inconstancia do
A veces acontecía que las dos rivales se encontraban los hombres, incapaces de ser fijados. Llena de resen­
car^ á cara; pero apenas reconocía la Falsedad á su timiento pidió á Júpiter que le permitiese retirarse á la
enemiga, cuando se cubría de nubes y daba órdenes ai corte celestial, y abandonar á los humanos á los desór­
Fraude para que colocase emboscadas en derredor denes y las desgracias que habían merecido, por haberse
suyo. En su brazo izquierdo sostenía el escudo que le sujetado voluntariamente al dominio de la Falsedad.
había regalado la Impudencia, y el carcax del Sofisma Júpiter consideró con lástima, cual seria la suerte
resonaba en sus espaldas; todas las pasiones se halla­ de los hombres si su hija los abandonase, y no quiso
ban prontas á su mando. La Vanidad, encargada de la < consentir; pero para aliviar sus trabajos y disminuir
vanguardia, batía sus alas, y la Obstinación por detrás, su sentimiento, le ordenó que consultase con las Mu­
la cscitaba para que no reculase. A voces la Falsedad, sas para saber por qué medios podría recibir mejor
sostenida por semejantes ausiliares, se atrevía á mar­ acogida, y reinar sin verse espuesta á las fatigas de
char en busca de la Verdad, ó á esperarla de pié firme; una lucha continua. Se descubrió entonces que la se­
pero como temía las miradas de su enemiga, trataba veridad de su aspecto, y el rigor de sus órdenes, eran
mas bien de escaramuzar á cierta distancia; cambiaba las causas principales que estorbaban 6us progresos;
á cada instante de posición, y disparaba una lluvia do y que era difícil que los hombres se sometiesen volun­
flechas en todas direcciones. tariamente á su autoridad, mientras ella pareciese te­
La Verdad tenia el venerable aspecto de su padre, mible, cuando por el contrario, la Falsedad no pedia
pero no disponía de su rayo poderoso, y cuando en la á sus súbditos el sacrificio de ningún placer, y para
fuerza del combate se acercaba á su enemiga, esta agradarlos tomaba formas seductoras conformes a sus
dejaba escapar de sus manos los dardos forjados por deseos.
el Sofisma, y cubriéndose con el escudo de la Impu­ Las Musas se pusieron entonces á tejer, en el huso
dencia, se ponía á seguro entre las filas de sus aliados. de Minerva, un vestido clástico, al cual comunicaron
La Vtrdad no era invulnerable, pero sus heridas se la propiedad de poder cambiar de forma y de color,
cerraban pronto; á la vez que el mas lucro araño, reci­ para que se asemejase al que atraía á la Falsedad tan
bido por la Falsedad, se enconaba, esparcía su malig­ infinito número de admiradores. Bajo este nuevo ves­
nidad en las partes vecinas, y con el tiempo se for­ tido la Verdad fue llamada Ficción. Con ia ayuda de
este disfraz la hija de Júpiter vdvió á aparecer, entre

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los hombres, y desde entonces es mejor acogida por nes de la fortuna con la imparcialidad que ordenaba
ellos, porque la toman por la Falsedad, que es siem­ la Justicia, y el discernimiento que inspiraba ia Ver­
pre su favorita; pero apenas penetra la Verdad en el dad. Las puertas del palacio estaban siempre abiertas,
campo enemigo, cuando despojada por la Razón de y la Esperanza, sentada siempre en el umbral, invita­
un vestido que no es suyo, recobra su verdadera for­ ba á entrar á todos los adeptos á las Ciencias. Pronto
ma, y deja ver su natural brillo y su dignidad. se vieron estas cortejadas por una creciente multitud
de verdaderos y falsos sabios, que solicitaban sus fa­
vores ; y aunque el mayor número veia frustrado su
intento, regresaban sin tener valor de quejarse, por­
que sabían que la Protección desechaba rara vez á los
que tenían derechos incontestables á sus favores. La
mayor parte de los pretendientes despedidos, se reti­
raban en silencio, determinados á adoptar un género
MANEJO DE LA PROTECCION SOBRE LA TIERRA. de vida meuos difícil, ó á tratar de adquirir, por medio
del estudio y del trabajo, los conocimientos que les
ALEGORIA. faltaban.
Pero vino tiempo en que aumentó tanto el número
de los despedidos, que comenzaron á no avergonzarse
(Versión del ingles de Johnsoh). de su desgracia ; y en vez de ir á ocultar su bochorno
en la soledad, se creyeron bastante fuertes para sitiar
Indignadas las Ciencias de la ingratitud con que pa­ las puertas del palacio, é impedir el paso á los que por
gaban ios mortales sus útiles trabajos, se decidieron á su mérito verdadero, tenían mas probabilidad de ser
presentar un memorial á Júpiter para que tuviese á mejor acogidos. Por otra parte, se tuvo esperiencia de
bien repartir con mas justicia los honores y las rique­ que la Protección, que solo era semi-diosa, se habla
zas. El padre de los dioses se sintió tanto mas dispuesto engañado algunas veces, y bien que fuese atenta á en­
á escuchar sus quejas, cuanto que consideró las des­ mendar sus yerros luego que los apercibía, apenas se
gracias que afligirían á la especie humanas! las Cien­ notó que podía errar, cuando todos los concurrentes
cias, disgustadas de tanta ingratitud, se decidían á maltratados se apresuraron á apelar de sus senten­
abandonar la tierra y reducían á los hombres, con su cias, y á constituirse en jueces de sus propias compo­
ausencia, á la dura necesidad de no tener mas habita­ siciones, ó bien á someterlas á los que habiendo es-
ciones que las cavernas, ni mas sustento que las bello­ perimentado el mismo desden, no dejaban de soste­
tas, ó el producto incierto de la caza, con riesgo de pe­ ner la causa común, dando y recibiendo aplausos ne­
recer bajo lás garras de animales mas fuertes y feroces gados por ia Diosa.
que ellos mismos. La Esperanza era amiga constante de todos los des­
Júpiter mandó reunir los Dioses para deliberar sobre pedidos^ la Impudencia, que nunca los abandona­
asunto tan importante, $ fué decidido que la Protec­ ba, los escitaba continuamente á aprovecharse de una
ción seria enviada en socorro de las Ciencias. La Pro­ segunda invitación para presentarse de nuevo ante el
tección era hija de Astrea, que la concibió de un mor­ trono de la Protección j, pero las mas veces eran re­
tal, y fué puesta en la escuela de la Verdad, bajo el pulsados ignominiosamente. Como la Esperanza los
cuidado de aquellas mismas Ciencias á que abora de­ sostenía y la Impudencia los escitaba, acudían á nue­
bía prestar su ausilio. La Protección heredó de su vos espedientes, y esperaban prevalecer al último,
madre aquel aire de dignidad que inspira reverencia al condados en la multitud creciente y en la constante
falso mérito, y de su institutriz aquella reserva que ayuda de la Esperanza y la Impudencia.
solo permitía que comunicasen con ella los que eran Después de morar largo tiempo sobre la tierra, la
presentados por las Ciencias. Protección, lejana del consejo de los dioses, comenzó
La Protección bajó á la tierra aplaudida por todas a degenerar, á participar de la naturaleza humana, y á
las potencias celestiales amantes de las Ciencias. La olvidar los preceptos de la Justicia y de la Verdad. En
Esperanza la precedía bailando, y la Liberalidad se vez de conceder eselusivamente sus favores á las Cien­
reunió á su séquito, pronta á derramar, á la menor so­ cias, entró poco á poco en relaciones con el Orgullo,
ña!, los dones que la Fortuna, su compañera asidua, hijo de la Falsedad, y de esta unión nacieron dos hijos,
había puesto á su disposición. Acompañada de esta el Capricho y la Lisonja. El Capricho fué amamantado
manera, la diosa se encaminó al Parnaso, y su sola por la Fortuna, y la lisonja por la Liberalidad, sin que
presencia disipó las nubes que después de largo tiem­ las Ciencias tomasen parte ningún# en su educación.
po oscurecían fa cumbre del monte sagrado. Luego que No tardó la Protección en adoptar los sentimientos
llegó, los laureles marchitados por una larga sequedad, ni en imitar las maneras de su esposo, bajo cuya di­
comenzaron á reverdecer; las flores, mustias con el rección se conducía, sin pagar mucha atención á los
prolongado frío, ostentaron todos sus colores, y espar­ consejos prudentes de la Verdad; y como sus hijos le
cieron á lo lejos todos sus perfumes. Las Musas tem­ eran diariamente mas queridos, las Ciencias perdieron
plaron sus instrumentos divinos, y entonaron sus ar­ su influjo gradualmente, hasta que por último, fué
moniosas canciones: en una palabra, todo el concierto Imposible acercarse á su trono, escepto aquellos que
de la naturaleza celebró la llegada de la Diosa. eran conducidos por el Capricho ó la Lisonja.
La Protección quiso fijar su morada en la cumbre Todos los que por largo tiempo hablan esperado los
del Parnaso, en un palacio erigido por la mano de las favores de la diosa, y sido cscluidos de su palacio, por
Ciencias, y adornado por ellas con todo lo que agrada falta de recomendación de las Ciencias, se llenaron do
los ojos, aumenta la imaginación y fortifica el juicio , regocijo al ver la decadencia de aquel poder que los
ydesde su elevado trono se plugo en distribuir los do­ había despreciado, y cedieron fácilmente á las nuevas

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384 CARTAS

instigaciones de la Esperanza y la Impudencia. La pri­ dignas de Homero; no con el relato de acciones he­
mera les enseñaba á sonreír á presencia del Capricho, roicas, ni distinguiéndose con sentimientos sublimes,
y la segunda se hallaba siempre dispuesta á presen­ sino con meiodias suaves y voluptuosas, mezcladas con
tarlos á la Lisonja. el elogio del Orgullo y de la Protección, que las escu­
La Protección creyó entonces darse mas importan­ chaban con placer y desprecio.
cia exigiendo formalidades, y una etiqueta desconoci­ Iiabia algunos que eran admitidos por el Capricho
das antes, y en vez de dar inmediata audiencia, quiso cuando menos lo esperaban, y que eran colmados por
que la sala del trono fuese precedida de una antecá­ la Protección con los dones de la Fortuna; pero desde
mara , llamada entre los mortales sala de espera este momento quedaban encadenados al pié del trono,
{Hall of Expeclalioné (a) Nada era mas fácil que y reducidos á la necesidad de obedecer á las menores
entrar en la antecámara cuando se habia obtenido una señales de la Protección. Orgullosos de su brillante
recomendación de la Impudencia ó de la Lisonja, y pero vergonzosa esclavitud, rara vez se quejaban, ape­
por eso se hallaba siempre llena de solicitantes de sar de verso obligados á obedecer las órdenes mas ri­
todas las partes del mundo, en cuyos semblantes se diculas, y á devorar en silencio las afrentas mas humi­
descubría la ambición y el deseo de suplantar á sus llantes. Este servilismo obsequioso no los libertaba sin
rivales. embargo, de los repentinos ataques del Capricho, que
Todos entraban en la sala de espera llenos de ardor á veces se complacía en despojarlos de sus adornos, y
y confianza, y se Imaginaban que serian admitidos al despacharlos desnudos á la sala de espera.
instante, porque la Lisonja misma les habia prometido Confundidos de nuevo en la multitud de ambicio­
presentarlos á la diosa; pero por lo común permane­ sos oscuros, continuaban, escepto unos cuantos corre­
cían allí largo tiempo quemándose la sangre, porque el gidos, solicitando los medios que podía procurarles la
Capricho, que guardaba ia puerta interior, la abría ó Lisonja, para atraer sobre si las miradas favorables
cerraba á la ventura, sin sujetarse á ninguna regla, de del Capricho; hasta que pasado mucho tiempo otras
modo que multitud de aspirantes se veian condenados generaciones los empujaban é iban á finalizar sus dias
á pasar su vida en la antecámara, entregados á una en las pobres habitaciones de la Enfermedad, la Ver­
continua alternativa de triunfo anticipado y de deses­ güenza, la Miseria y la Desesperación, en donde su
peración ; atormentados por la Sospecha, que nunca único consuelo era referir las falsas promesas que se
dejaba de revelarles mil intrigas urdidas contra ellos por lesbabian hecho, los placeres y las penas que habían
rivales sin escrúpulo, y devorados por la Envidia que les esperimentado, las esperanzas con que hablan sido
inspiraba deseos de alcanzar la buena fortuna de los entretenidos, y la crueldad con que hablan sido enga­
otros. Entonces la Infamia desplegaba sus alas, y revo­ ñados.
lando por la antecámara esparcía vapores pestilenciales Las Ciencias, indignadas de tantas afrentas, se reti­
que infectaban á todos los asistentes. La*Keputacion la raron del palacio de la Protección, y después de haber
seguía con vuelo mas lento, y trataba de cubrir bajo su vagado largo tiempo sobre laUerra, perseguidas y dis­
engañoso barniz, las manchas hechas por la Infamia ; gustadas, solo encontraron un asilo bajo el humilde
pero la duración de este barniz era efímera, y pronto techo de la Independencia, hija de la Fortaleza, en
volvían las manchas á manifestarse mas estensas. Las donde la Prudencia y la Parsimonia les enseñaron
manchas de la Infamia solo podían borrarse con agua á vivir en el6eno del reposo y de la dignidad.
muy elara, vertida por la mano del Tiempo, y sacada
de una faente que brotaba al pié del trono de la Ver­
dad.
Las Ciencias, no queriendo perder su antigua prero-
gatlva de procurar recomendaciones, condujeron á
varios á la sala de espera ; pero estos pronto se can­
saron de esperar, porque no solo la Sospecha y la En­ RELIGION Y SUPERSTICION.
vidia se dedicaban á atormentarlos ; mas también la
Impudencia, que los consideraba como intrusos, esci-
ALEGORÍA
taba á la Infamia á mancharlos : y por eso se retira­
ban apresuradamente ; pero no sin algunas manchas
que apenas podían lavar y que eran una prueba de {Versión a el ingles de Madama Cárter).
que habían puesto I09 piés en la sala de espera.
Los otros continuaban aguardando el afortunado
momento en que pluguiese ai Capricho permitirles que Causóme tanta impresión un sueñq,estraordinarto
se acercasen, y trataban de contentarlo, no con poesías que tuve últimamente, que todas sus circunstancias
quedaron impresas en mi memoria.
Figuróme que me encontraba en medio de una so­
ciedad muy agradable, y escuchaba atentamente una
conversación muy animada, cuando de pronto aper­
. (a) Cuando el autor de esta alegoría anunció al publico cibí que venia hacia mí una de las figuras mas horribles
su famoso Diccionario, solicitó el patronaje de Lord Chcs- que la imaginación pueda formar. Se hallaba vestida
teríield, por haber este dado á entender que recibiría gus­ de negro; tenía la tez sumamente arrugada, los ojos
toso la dedicación de aquella obra. Johnson fué a verle, y sumidos y un color pálido y lívido como el aspecto déla
aunque se anunció á su llegado, tuvo que esperar largo muerte. Sus miradas descubrían un terror implacable;
tiempo en la autecámara, y por ultimo se marchó indignado sus manos estaban armadas de escorpiones y discipli­
sin haberlo visto. Se supone con fundamento, que esté su­ nas. Luego que se acercó, con un ceño horrible, y una
ceso dio lugar á la alegoría que traducimos. voz que heló mi sangre, me ordenó quo la siguiese. Obc-

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DE LORD CIIESTERFIELD

deci, y me condujo, por unos senderos muy ásperos, j hombre, y dime si os posible que un mundo tan per­
rodeados de zarzas y espinas, á un valle solitario y pro- i fecto haya sido hecho por la Providencia para que lo
fundo. Por donde quiera que pasaba esta fantasma la habite el dolor y la miseria. ¿ Con qué fin ha prodiga­
verdura se secaba; su aliento pestilente infectaba el do Dios sobre la tierra tan innumerables objetos de
aire con vapores malignos, oscurecía el disco del sol, placer sino para que el hombre goce de ellos y se ma­
y una espesa noche se estendia por todo el horizonte. nifieste reconocido al Autor de la naturaleza ? Gozar do
Funestos alaridos resonaban en aquel desierto; las aves sus beneficios es un verdadero acto de virtud y de obe­
nocturnas alzaban sus fúnebres cantos, y toda la diencia, y desecharlos como instrumentos de placeres,
naturaleza parecía llena de terror y de desolación. es, ó una deplorable ignorancia ó una perversidad ab­
En medio de esta tremenda escena mi execrable guia surda. Dios por un efecto de su bondad infinita ha
me habló en estos términos : criado al hombre. Es propio de todos los seres inteli­
Retírate eoñmigo, ¡oh temerario é irreflexivo mor­ gentes, desde el primer orden de ángeles que rodean
tal! abondona para siempre los placeres de un mundo el trono del Eterno, hasta el mas pequeño de los mor­
corrompido, y convéncete de que la dicha no lia sido tales, el aspirar á elevarse continuamente de un grado
hecha para el hombre, nacido únicamente para gemir de dicha á otro mayor. Todos los hombres han recibi­
y llorar. Tal es la condición de todo lo que respira ba­ do las facultades necesarias para gozar de los placeres
jo las estrellas j y el que trata de escaparse de ella, des­ que Dios ha derramado sobre la tierra.
obedece la voluntad de los cielos. Huye pues, de ios ¡ Qué 1 esclamé yo, ¿es este ci lenguage de la Reli­
fatales encantos de la juventud y de la sociedad, y gión ? ¿ Recomienda ella á los que se consagran á ser­
conságrate en estos bosques solitarios á la penitencia virla que recorran senderos floridos y gocen de las co­
y al dolor. Los mortales deben buscar los sufrimientos modidades de la vida ? ¿ Dónde están los trabajos,
y huir el placer, que es una ofensa directa contra la los combates de la virtud, las mortificaciones de la
Divinidad, á la cual solo debe rendirse culto por medio penitencia y ia abnegación de ios Santos y de los
de la continua mortificación de ios sentidos, y el per­ Mártires ?
petuo ejercicio de las lágrimas y de ios suspiros. Los verdaderos goces de un ser racional, contestó
Esta melancólica pintura de la vida abalió mi espí­ ella dulcemente, no consisten en entregarse sin niedi-
ritu, y cegó todas las fuentes de mi alegría. Me postré d - á la voluptuosidad, al tumulto de las pasiones, al
al pié de un árbol seco: un viento glacial soplaba so­ desfallecimiento de la molicie, ni á las diversiones frí­
bre mi cabeza, y el terror se apoderó de mi alma. De­ volas. Los placeres reprobados por la moral corrom­
terminé permanecer en tierra, hasta que ia mano de pen el alma, y los que solo son útiles la degradan. En
¡a muerte, invocada por mis labios con impaciencia, ambos casos pierde ella el derecho á la dicha para que
pusiese fin á las miserias de una vida tan deplorable. fué creada, y multitud de tormentos vienen á asaltar­
En tan triste situación apercibí un rio, que parecía la. El hombre para ser dichoso debe ejercitar continua
profundo, y cuyas aguas lodosas, corriendo lentamen­ y regularmente sus mas nobles facultades, adorar las
te, producían un murmullo lúgubre. Mi primera idea perfecciones dei Ser Supremo á que debe su existen­
fue sumergirme en él, y me hallaba justamente en las cia, ser benévolo y afectuoso con sus semejantes, y
orillas cuando me sentí detenido. Volví los ojos y que­ cultivar sin descanso el gérmen de las virtudes plan­
dé sorpreso al ver un objeto de lo mas amable y se­ tado en su corazón, l^a mortificación solo es un de­
ductor. Una divinidad bellísima y tutelar acababa de ber cuando es necesaria para evitar el crimen, ó cuan­
libertarme de la muerte ; todos los encantos de la ju­ do de su práctica resulta un bien ; y el placer solo
ventud, todo el esplendor de la gloria, brillaban en es culpable cuando fortifica las inclinaciones viciosas,
su augusto semblante y cu sus ojos, cuyo resplandor ó cuando disminuye la influencia de la virtud.
se veia templado con una espresionde dulzura y de Deja pues de recurrir á unas austeridades que no
bondad que parcela prometer la dicha. A vista de la se te exigen, y ven bajo mis auspicios á aprenderá go­
celestial figura desapareció el horrible espectro que me zar con moderación y reconocimiento, los placeres
habla torrificado antes ; los vapores que oscurecían el que el cielo te permite. Renuncia una soledad que no
sol se disiparon ; ios bosques recobraron su verdor, y puede menos de apocar tus ideas, y ven á cumplir en
ios alrededores parecían tan floridos y alegres como ¡a sociedad los deberes impuestos á un ser formado
el paraíso terrenal. Este cambio repentino me llenó de para depender de sus semejantes. La Religión no li­
enagenacion, y mis pensamientos comenzaban á alegrar­ mita su influencia al círculo de un claustro, ni habita
se, cuando, con unas miradas de indecible benevo­ siempre el desierto. Estos principios son los de la Su­
lencia, mi hermosa iiberatriz me comunicó de esta perstición, y por medio de ellos trata de romper los
manera sus divinas Instrucciones: nudos de la benevolencia, y del afecto social que su­
Mi nombre es Religión. El Amor y la Verdad fueron jetan la dicha de los individuos á la prosperidad de
mis padres, y tengo parentesco con la Benevolencia, la todos. Recuerda que ei mas bello homenage que pue­
Esperanza y la Alegría. Ei monstruo de cuyas garras des ofrecer á tu Criador, consiste en probarle, con se­
acabo de libertarte se llama Superstición. Es hijo del ñales aparentes do contento, que tu alma reconoce si.s
Descontento, y sus secuaces son el Temor y la Desespe­ beneficios.
ración. A pesar de la diferencia que existe entre noso­ Aquí se detuvo mi augusta protectora, y me pre­
tras, la Superstición tiene á veces la audacia de apro­ paraba yo á darle ius gracias mas expresivas, cuando
piarse mi nombre y mi carácter; engaña de esta ma­ el sonido de la campana de una iglesia vecina, y los
nera á los que creen refugiarse en mi seno, y los rayos del sol que penetraron en mi habitación, me des­
arrastra ai abismo en que justamente ibas á precipi­ pertaron y terminó mi sueño.
tarte.
Dirije los ojos en derredor, considera la hermosura
de esto globo destinado por el cielo para morada del j

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3RG CARTAS

pero debo observarte que cuando se hicieron á la vela,


fueron arrastradas irresistiblemente por las corrientes
de la Critica, en donde sufrieron huracanes y tempes­
tades deshechas. Mira con qué violencia es sacudido
cada buque, y cómo sube y i»aja en esos peligrosísi­
EL OCEANO DE TINTA. mos estrechos ; unos se van á pique sin remedio; o-
tros después de una débil resistencia son hechos peda­
zos ; muchos bogan todavía con averias de considera­
SUEÑO ALEGÓRICO DE UN PERIODISTA. ción ¡ á la vez que unos cuantos, por la solidez de su
madera y buena calidad de su velamen, son capaces de
(IVrrion del ingles de Colman). resistir la tempestad.
Salté atrás despavorido, á vista de un espectáculo
grabado tan fuertemente en mi imaginación, que á ca­
Los escritores modernos do cortos escritos periódi­ da instante me figuro que el torrente de la Crítica va
cos, reclaman justamente un lugar entre ios refinado­ á tragarme en un momento.
res y propagadores del gusto por las bellas letras. Dirige una mirada, continuó mi instructor, sobre
Ningún comentador ha podido descubrir las huellas de aquel estenso lago dividido en dos partes, que condu­
esta clase de producciones pequeñas entre los anti­ cen á los dos edificios magníficos que divisarás á lo
guos, á menos que no se quiera suponer que la histo­ léjos, levantados por la Musa Cómica y Trágica. Bien
ria de Tucididcs, por ejemplo, ó los ensayos de moral puedes observar los esfuerzos de varias embarcaciones
de Séneca, fueron publicados semanariamente, ó que para forzar el. pasage sin mapas ni brújula. Algunas
Virgilio y Horacio escribieron sus poesías para algún han sido volcadas por su mucho velámen ; y otras
almacén literario. se han ido á pique por su mucho lastre. Un buque
Nosotros, y varios periodistas en pequeño, ocupados Arcadio (a) mandado por un irlandés, apenas vivió
todo el día en negocios particulares, nos vemos obli­ nueve dias sacudido por los vientos contrarios. Otro
gados á escribir por la noche. No es, pues, estrado que buque, ■ CU A man ti Gelosi, • (b) corta ligeramente
al ir á la cama, la imaginación suela representarnos la espuma ante el viento, y deja atrás las fragatas em­
en sueño objetos análogos á nuestros trabajos literarios. pavesadas Dido y Artagerges (c). Observa el triunfante
Los lectores me permitirán que les refiera una de nds escuadrón (d), á cuya bandera rinden homenage to­
últimas visiones. das las otras. Varios de los navios que lo componen
Figuróme que me hallaba á orillas de un mar In­ son de alto bordo, y fueron armados hace muchos años.
menso, cubierto de innumerables embarcaciones, y Aunque la forma de algunos es irregular y poco con­
aunque algunas desaparecían de pronto, otras bogaban forme con las reglas del arte, continúan todavía siendo
constantemente, y proseguían el mismo camino. La el orgullo y gloria de los mares ingleses.
vista de ios que sueñan adquiere tanto alcance y pers­ El genio me pidió entonces que dirigiese los ojos á
picacia, que puede distinguir los objetos mas distan­ un lugar en donde el agua espumaba con agitación
tes por pequeños que sean. No debe, pues, causar asom­ incesante. Esa, me dijo, es la fuertecorriente de la Po­
bro, que mis ojos percibiesen todas las cosas distinta­ lítica, fatal por lo común á los que se aventuran en
mente, aunque las aguas que tenían delante fuesen de ella. No pude menos de fijarla atención en un mise­
ló mas negras. rable, colgado de las orejas á una terrible máquina en
Mientras contemplaba yo esta escena maravillosa, la costa opuesta. El genio me hizo saber que aquel
uno de aquellos encantadores génios benévolos, que era el desgraciado Defoe, levantado allí para impe­
nunca dejan de aparecer á los soñadores para allanar­ dir que los marineros se estrellen contra la misma
les todas las dificultades, saltó de la arena de la playa roca.
sobro mi brazo. Su tez era oscurísima, y no sin analo­ A este tormentoso espectáculo sucedió otro de natu­
gía con la de los espíritus que trabajan en las impren­ raleza mas apacible. En una pequeña ensenada bo­
tas ; su barba negra brillaba como un cepillo de botas; gando por en medio de prados floridos y de alamedas
en la cabeza llevaba un turbante de papel do marca, y ombríferas, apercibí varios yates dorados y chalupas
en el pecho una especie de delantal do tafilete, en adornadas de flores, que movían á compás sus remos
que se leian escritos con letras de oro, los nombres de plateados, y resbalaban ligeramente por los apacibles
los autores mas afamados. En Ja mano izquierda tenia y tranquilos riachuelos do la Rima. Los pastores y las
un rollo de papel impreso, y por las correcciones que pastoras retozaban en las riberas, triscaban en los pra-
habia en su margen, me imaginé que era una prueba
para imprimir. En su mano derecha tenia una pluma
mojada en tinta.
Me dirigió inmediatamente la palabra, diciéndo-
me : Soy el genio destinado.á servirte de norte en es­
tas olas turbulentas. El mar que ves, es un Océano de (a) Alusión á una tragedia nueva de un irlandés, qne solo
tinta. Aquellas torres que miras allá muy lejos, cuyos se representó nueve veces en Lóndres, en los días en que se
cimientos descansan sobre las rocas, y cuyos remates publicó el escrito que traducimos.
parece se pierden en las nubes, están situadas en la
isla de la Fama. No distante de ellas divisarás, por el (A) Un admirado entremes italiano.
brillo de sus arenas do oro, la costa de la Ganancia,
que conduce á un país rico y fértil. Todas las embar­ (c) Operas.
caciones que ves allá distantes bogando viento en po­
pa y en alta mar, se dirigen á uno de ambos puntos ; (tf) Las piezas de Sbakspcarc.

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DE LORD CIIESTERFIELD 387

dos, y ta brisa de sus amorosos suspiros inflaba mode­


radamente las velas de las embarcaciones, en cuyos
mástiles jugaban multitud de Cupidos, subiendo y ba­
jando por los cordeles de seda.
Detrajo mi atención de esta pacífica escena una obs­
tinada contienda entre varios buques que se distin­ RIDICULEZ DE ALGUNAS HERMOSURAS
guían de los otros por la Santa Cruz que llevaban por
bandera. Esas embarcaciones, me dijo el genio, se ANEJAS.
emplearon en la guerra santa de religiosas controver­
sias, y me señaló algunos corsarios al servicio de los
ínfleles, unas veces ayudando á un partido, y otras (Versión del ingles de Budgell.)
alistados en el opuesto, según las probabilidades de
aumentar la confusión general.
Nos manifestamos en lo general, tan satisfechos do
Observé en diferentes partes del océano varias gale­
cualquiera prenda ó perfección pequeña, de cuerpo ó
ras remadas por esclavos. Esas, me dijo el genio, son
alma, con la que nos hemos distinguido en el mun­
embarcaciones armadas por propietarios muy opresivos,
do, que hacemos cuanto es posible por persuadirnos
y han sido fletadas para las costas de la Ganancia. Los
que el tiempo no tiene poder de privarnos de ella.
remeros que miras encadenados, se ven obligados á
Siempro observamos la misma conducta que nos atra­
trabajar sin descanso, y aunque el viage llegue á ser
jo al principio el aplauso de las gentes. Esta es la ra­
muy lucrativo, tienen muy poca ó ninguna parte en
zón que obliga á un autor á continuar escribiendo,
los beneficios.
aunque chocho, sin considerar que su memoria ha dis­
Superfluo fuera enumerar todos los particulares que
minuido, y perdido aquella vivacidad y espíritu que
llamaron mi atención. Diré sin embargo, queví una
entonces engrandeció su fantasía y alentó su imagi­
numerosa flota de anotadores, cuyos pesados bu­
nación. La misma locura es causa de que un hombre
ques, construidos á la holandesa, navegaban lenta­
no conforme su conducta con su edad, y queClodlo,
mente, encallaban con frecuencia, ó se abordaban
célebre danzarín á los 25 años, baile cojeando una
unos contra otros. Observé igualmente que el océano
contradanza, aunque sus años -pasen de sesenta. En
estaba infestado de piratas, que pillaban las embarca­
una palabra, esto es lo que llena la sociedad de pisa­
ciones en su camino. Muchos de ellos hacían fuerza de verdes maduros y de coquetas seniles.
vela para llegar á la costa de la Ganancia ; enarbola­ Conidia, señora de esta última clase, pasó ayer en
ban banderas falsas, forzaban Su pasage, ó pretendían coche delante de mí. Canidia fué una belleza arrogan­
haber sido fletados por algunos comerciantes muy opu­ te á principios de este siglo, y era cortejada por mul­
lentos. titud de adoradores, cuyos homenajes le agradaban»
Mis ojos se Ajaron á lo último, yo no sé cómo, en por la oportunidad de manifestarse tirana, y contrajo
una ancha corriente (a) que dividía en dos mitades una aquel modo de mirar tremendo, y aquel ceño orgu­
ciudad muy populosa. Esta vista me causó tal sensa­ lloso que demuestra todavía con toda la insolencia de
ción, que no pude menos de pedir á mi guia que me una belleza sin encantos. Si atrae ahora los ojos de al­
diese algunas esplicncioiics sobre el particular. El des­
cubrimiento, me dijo, de ese pasage, fué hecho por dos gunos circunstantes, es por su cstremada ridiculez;
famosos navegante llamados Addison y Stcelc, embar­ aun las personas de su propio sexo ríen de su afecta­
cados primeramente en un cscelcnte buque llamado el ción, y los hombres, que siempro se complacen en ver
Charlador, y después en el Espectador (b). Estos fue­ humillada y despreciada á una hermosura Imperiosa,
ron después seguidos Dor otras pequeñas embarcacio­ la consideran con aquel gusto que siente una nación
nes, balandras, esquifes, canoas y botes, cuyo mayor libre, al ver la desgracia de un tirano.
número perecieron en la tentativa. Allí debes tú tam­ ün amigo mió, grande admirador de las galante­
bién dirigir tu curso, me dijo el genio, y tomando re­ rías de hace cuarenta años, me ha comunicado una
pentinamente una forma gigantesca, me tomó en 8U9 carta escrita por un ingenioso de aquellos tiempos á
brazos, y me arrojó de cabeza en el Océano de tinta. su querida, que parece era parecida á Canidia. La car­
Miéntras luchaba yo con las olas, me flguré que oia ta me agradó tanto, que mandé sacar una copia y la
una voz que me llamaba por mi nombre, la cual me presento ahora al público.
despertó, y reconocí las facciones del genio, en las de
mi editor que acababa de entrar, para pedirmq el ma­ « Señora:
nuscrito que debía imprimirse en el Perito (c).
« Pues que los sentimientos que os he comunicado
despierto no han hecho ninguna mella en vuestro co­
razón, quiero ver si mis sueños producen mejor efecto.
Con tal fin, os envío la relación de uno muy cstrava-
gante que tuve anoche pocas horas después de haberos
dejado.
« Me flguré que, sin saber cómo, había yo sido con­
ducido al lugar mas delicioso que hubiese yo visto ¡
(4) El Támesis.
era un dilatado valle dividido per un rio de purísima
(b) Nombre» de dos‘periódicos en que escribían aquellos asna cristalina. La tierra por ambos lados so elevaba
aatore». cómodamente, y se veia cubierta de infinita variedad
de flores que, reflejándose en el agua, duplicaban las
•cj Nombre del periódico en que se publicó este escrito. bellezas del lugar, ó para espresarme mejor, formaban

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CARTAS

un espectáculo imaginario mas hermoso que el verda­ echó encima los brazos. Fácilmente concebiréis el
dero. Ambas márgenes del rio estaban plantadas de cambio que esperimentásteis con este abrazo.
una hilera de altos árboles, y sus ramos cargados de Espantada mi imaginación con un sueño tan horro­
multitud de aves. Cada árbol parecía lleno de armo­ roso, no me hallo en estado de referiros los cambios
nía. que sufrí yo mismo con la vista de la Vejez. Su aspecto
« No habla yo adelantado mucho en este agradable me causó tal sobresalto que desperté, y me puse á
valle, cuando apercibí que lo terminaba un magnifico considerar en lo estraordinario de un suebo que me
templo de arquitectura antigua y regular. En su rema­ parece no tiene ningún significado.
te se vela una estatua del dios Saturno, de la misma Soy, señora, vuestro muy apasionado y obediente
forma y vestido con que los poetas suelen representar servidor. •
al Tiempo.
Cuando me acercaba yo para satisfacerla curiosidad,
me vi detenido por un objeto infinitamente mas her­
moso que todos los que habia yo distinguido en el lu­
gar. Me figuro, señora, que fácilmente adivinaréis que
este objeto no podía ser otro que vos misma, y en rea­
lidad así era; estabais acostada sobre las flores en un
ORIGBN DB LA ASTUCIA.
lado del rio, de modo que vuestras manos, tendidas
negligentemente, casi tocaban el agua. Teníais los ojos
cerrados; pero si vuestro sueño me privó de la satis­ ALEGORIA.
facción de verlos, me procuró ocasión para contemplar
detenidamente otros diversos encantos que desapare­
cieron luego que despertasteis. No pude ménos de ad­ (Versión del ingles de Hawkesword.J
mirar-la tranquilidad de vuestro sueño, especialmente
cuando consideré que vuestra figura lo quitaba á tantos Poco después de haber espirado aquella edad de oro
otros. en que una abundancia espontánea y perpetua impe­
Mientras me hallaba absorto en estas reflexiones se dia todas las tentaciones de fraude y violencia. Apolo,
abrieron con gran ruido las puertas del templo, y le­ dios de la sabiduría, de la elocuencia y de la música,
vantando mis ojos, vi que entraban en el valle dos fi­ se enamoró de una de las ninfas que hermoseaban el
guras de forma humana. Cuando se acercaron vi que séquito de Diana. Esta ninfa, cuyo nombre no ha sido
una era la Juventud y la otra el Amor. La primera se preservado con su historia, fué al prine pio inflexible j
hallaba rodeada de una especie de luz purpurina, que pero el galanteo, rehusado por su castidad, era fre­
esparcía un aire de gloria por todo el lugar. La segun­ cuentemente escuchado por su vanidad, de modo que,
da tenia en la mano una tea encendida. Observé que aunque la sabiduría, la elocuencia y la música fuesen
las flores cercanas á su tránsito, aparecían mas vivas, Ineficaces, la perseverancia sin embargo, prevaleció.
los árboles brotaban frutos, las aves se rcunian en pa­ El orgullo de la virtud se suavizó imperceptiblemente,
res y entonaban conciertos de música. Cuando llega­ y la conciencia del crimen, perdida tantas veces con la
ron las dos figuras al lugar en que estabais, se sentaron anticipación del doleite, no volvía siempre. El último
á vuestro lado, y entonces me pareció ver en vuestro obstáculo que habia quedado para aquel deleite era el
rostro una frescura nueva, y difundirse nuevos encan­ temor de la vergüenza ; y el temor de la vergüenza
tos en toda vuestra persona. Me parecisteis mas que disminuía á medida que crecia el deseo.
mortal; pero con gran sorpresa mia continuásteis Apercibido Apolo de esto, redobló sus Instancias, y
profundamente dormida, á pesar de que las dos dei­ la ninfa consintió por último en darle una cita se­
dades hicieron algunos blandos esfuerzos para desper­ creta, en una gruta muy separada del tránsito de los
taros. viajeros, en la cual debía encontrarse á media noche.
A poco rato la Juventud, desplegando un par de Cuando la naturaleza se cansó de prodigar sus fru­
alas que no habia yo apercibido antes, se separó vo­ tos á la ociosidad, y solo los concedía al trabajo, mu­
lando ; pero el Amor permaneció, y cuando acercó á chos vicios bajo figura humana, vinieron á habitar la
vuestro rostro la tea que tenia en la mano, mo parecis­ tierra. El estertor de algunos de ellos era agradable y
teis mas hermosa qtic nunca. El brillo de la luz ante sus malas cualidades no fueron descubiertas inmedia­
vuestros ojos os despertó al fin, y vi con sorpresa que tamente. Entre estos vicios se hallaba la Envidia, que
en vez de agradecer el favor de la deidad, la mirasteis á la verdad nunca fué amable ; pero era joven, y en
con ceño,y arrancándole la tea de la mano, la arrojás- su estertor no habia ninguna señal de la malignidad
teis al rio. La deidad partió después de haberos con­ de su alma.
templado con ojos de lástima y descontento. Inmedia­ Como Apolo se hallaba enamorado de la ninfa, la
tamente se esparció por todo el lugar una especie de Envidia se hallaba enamorada de Apolo. Siempre an­
oscuridad y tristeza, y al mismo tiempo vi que entra­ daba espiando en donde encontrarlo, con toda la im­
ba en el valle una horrorosa fantasma, con los ojos su­ paciencia del deseo; y aunque conocia lo desesperado
midos en la cabeza, su rostro pálido y marchito, y su de su amor, el descubrimiento de que Apolo cortejaba
cútis lleno de arrugas. Luego que comenzó á pasearse á otra, le infundió rabiosos celos. Constantemente tra­
por ambos lados del rio, las flores se pusieron mús- taba de adquirir informes que aumentaban su tormen­
tias, los árboles dejaron caer sus frutos, las aves se to, y se ponía á contemplar la felicidad que no tenia
desprendieron de los ramos y cayeron muertas á sus esperanzas de gozar.
piés. Por estas señales conocí, que la fantasma era la Aconteció que la cita de los dos amantes fué escu­
Vejez. Vuestros ojos la vieron cun el mayor asombro, chada por Eco, y Eco la repitió á la Envidia, con cuya
tratásteis de huir léjos de su presencia, pero ella os noticia sintió mas vivamente la ostensión de su desgra-

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DE LORD CUESTERFIELD 3S9

da. Obstruir la fellddad d¿ una rival fué su primera desconocida en la oscuridad de la noche;
idea, y la segunda, asegurar aquella felicidad para si mente cuando llegó á la entrada de la gru
misma. Varios proyectos concibió, examinó, y desechó, echó encima I03 brazos. La Envidia dese
á fln de llevar á cabo ambos intentos. La agitación de gida, dio algunos gritos, y el mismo dios r
su alma aumentaba al paso que se acercaba la hora de sombrado. Con todo, no quiso dejar ir á
la cita, y cuando todos sus proyectos hablan termina­ Diana, celosa de castigar la incontinencia
do en desesperación, le ocurrió un espediente que le rayos sobre el lugar. Apolo descubrió las
pareció simple y fácil; se asombró de no haberlo con­ ia Envidia, y se apartó de ella con aborre
cebido antes, y resolvió ponerlo Inmediatamente en Después de algunos instantes de reflexión

I
obra. dirigió una mirada severa y le dijo : Oh s
Cerca de media noche la ninfa se encaminó á la gra­ no puedo destruirte porque eres inmorta
ta, ora pálida de remordimiento, ora sonrojada de cidad de los cielos; ni lo quiero tampoco,
vergüenza, vacilaba ; su seno palpitaba con anticipado inmortalidad es tu maldición; pero abrác
placer, temblaba, pero siempre iba adelante, ta Envi­ mis brazos, y estréchese mi seno contra e
dia la apercibió desde lejos, y acercándose esparció poder que tienes de profanar los placeres
sobre ella una nube espesa, que los mismos rayos del cesa desde este momento para siempro :
sol no habrían podido disipar. lante, tu rostro será desfigurado con las s
La ninfa buscó en derredor la gruta; pero se encon­ miseria y de la edad, tu cabeza se verá cu
tró envuelta en una oscuridad impenetrable, que no le sierpes en vez de-cabello; tu pecho se pro
permitía descubrir la atmósfera, r^el suelo qu pisaba. tu cintura, y en tu piel aparecerán las ma
Suspendió su marcha atónita y espantada ; sus deseos bilis.
se helaron en sus venas, estremecida con la temeri­
dad de su propio Intento.
En esta horrorosa situación no le quedaba mas espe­
ranza de ausilio, que de aquella divinidad, cuyas leyes
había estado muy cerca de violar, y por eso dirigió á
Diana esta súplica: « Casta reina, de conducta lrrepro^
( hable que, aunque mi alma ba renunciado á tu Influ­
encia, me has preservado con este anuncio, de las des­
honrosas manchas corporales; guíame en medio de
los terrores de esta noche criminal; permíteme de
nuevo ejercitar la caza á tu lado, y mezclarme entre
aquellas afortunadas vírgenes, que la Alegría, hija de
la Inocencia, reune en tu domicilio! • Acabada esta
súplica, hizo un esfuerzo para salir de aquella oscuri­
dad, y en el momento ia vió disipada. Apercibió el Mientras Apolo hablaba de esta manera la frescura
suave resplandor de su reina que temblequeaba sobre de la juventud desapareció de las mejillas de la Envi­
el follaje de los árboles, y esparcía una luz argentina dia ; sus ojos se sumieron, sus trenzas que flotaban en
en el sendero que ya babia recorrido. Retrocedió en­ desatados rizos sobre sus espaldas, se contrajeron re­
tonces impulsada por la Alegría que le habla cau­ pentinamente, y enroscándose y formando sortijas,
sado el verse salva, y sus pasos dejaron de ser repri­ un nido de serpientes silbó sobre su cabeza; su carno
midos con la timidez del crimen. Atravesó el solitario se puso floja; su cutis apareció arrugado y amarillo, y
valle en un momento; su deseo de regresar había sido toda su figura espresó á ia vez su malignidad y su mi­
tan ardiente que apenas creia ella misma haber llegado seria.
á su morada. Cambiada de esta manera huyó de la presencia de
Entre tanto la Envidia habla entrado en la gruta y Apolo, llevando consigo no solo la memoria de su cri­
esperaba á Apolo; cuando lo oyó acercarse sintió agi­ men, sino la de aquel placer que su castigo no le da­
tado su pecho de un tumulto de pasiones, entre las ban lugar de repetir. Úna bija, que ella consideró á la
que predominaba e! dolor, y lo recibió en silencio y vez como su gloria y su vergüenza, fué el fruto de su
confusión. Cuando terminó el rapto momentáneo que I fraude; hija conocida después entre los hombres bajo
habla ella obtenido de esta manera, se apercibió que lo el nombre de Astucia.
había comprado á costa de gran peligro, y aterrorizada
se puso á reflexionar sobre su situación, deseando,
pero ya tarde, que la ninfa, cuyos placeres babia frus­
trado, los hubiera obtenido, porque una pequeña parte
de la pena que ella sentía ios habría compensado am­
pliamente. Su pena, sin embargo, no proveuia del sen­ ) FUNESTOS RESULTADOS DE LAS DOBLECES.
>
timiento de haber perdido la inocencia, sino del castigo
que la prometía la perpetración de su crimen. ENGAÑOS, APOLOGIAS Y DISIMULACIONES.
Apolo, ignorando que habla acogido en sus brazos á

I
un ser tan despreciable y maligno, le manifestó los Todas las cualidades compatibles del padre y de la
( Versión del Ingles de Hawkesword.)
sentimientos mas tiernos, y le hizo instancias para que madre se vieron unidas en la Astucia : como hija de la
replicase. La Envidia permaneció silenciosa; pero co­ Envidia, mira con malignidad todo lo que es bueno y
nociendo que no podia en estas circunstancias conti­ amable ; y el fln que siempre se propone es satisfacer
> Carlota y María
algún vicio. fueron
Heredó educadas
mucha parte dejuntamente
la corduraendeuna
su
nuar sin ser descubierta, reunió de pronto todas sus ¿ distinguida casa de
faerzas y se desasió de él, con esperanza de escapar padre, de modo queenseñanza cerca sus
para conseguir de intentos
Londres.seAin-
vale
\ has eran casi de la misma edad, y sus prendas perso-
regularmente de los medios mas eflcaces ; y por eso
[ nales iaslos
mismas; y aunque susfln
familias fuesen de
todos que llevan algún torcido se dirigen á la
e Astucia; pero aun cuando lleguen á conseguiré! ín-
$ mediato objeto de sus deseos, quedan descontentos y
í desasosegados, como el hombre de estado, después de
! haber contentado su ambición, sigue suspirando en
> vano por alcanzar la felicidad.

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390 CARTAS

Igual clase, como Carlota era bija única, sus bienes de quizá para ocultar mejor el vlcsco contrario, le rogó que
fortuna eran mucho mas considerables. permaneciera hasta que el capitán volviese de la guar­
Concluida su educación volvieron á la ciudad, y Car­ dia, á lo cual consintió aquella, aunque con cierta re­
lota recibió ofertas de matrimonio del capitán Free- pugnancia. El capitón vino á cosa de las cinco de la
man, que, ademas del sueldo de su empleo, contaba mañana, y madama Forrcst envió por un coche, que
con un pequeño patrimonio ¡ pero como los padres de á esa hora no pudo encontrarse; solo se halló un birlo­
la jóven esperaban casarla mejor, suplicaron al capí- cho, y el capitón insistió en conducir á madama á su
tan que suspendiese sus visitas, y á su hija que no casa ; pero ella resistió con alguna emoción. Probable­
pensase mas en él. Después de algunos esfuerzos va­ mente miraba ella al capitán con menos indiferencia
nos, consintieron los amantes en cortar relaciones ; de la que habría deseado, y por el mismo motivo sin­
pero como su disgusto era muy aparente, los padres tió con mas fuerza los inconvenientes de la oferta que
de Cariota determinaron enviarla ai campo, á casa de se le hacia; pero sus razones para desecharla, aunque
nna tia suya, la señora Meadows, que vivía retirada plausibles, no podían ser declaradas, y como el capi­
con su hija en una hacienda particular distante unas tán insistió de nuevo, no pudo resistir mas, y cedió al
veinte leguas de la capital. Después de haber vivido en fin.
aquella triste soledad desde principios de Abril hasta Esta importuna solicitud del capitón, llenó de con­
fines de Agosto, vió llegar sorprendida, á su padre, fusión á madama Forrcst, y desagradó á su esposa, 1®1
acompañado de un joven, Sir James Forrest, que ha­ cual no podía oponerse sin Tallar á la urbanidad, y cui­
bla heredado el título de barón y un territorio de con­ dadosa de no dará conocer su inquietud, aparentó una
sideración en el mismo condado. Slr James era de muy indiferencia que hasta cierto punto satisfizo su'vengan-
buena índole, y de inteligencia despejada, y Carlota za. Rogó á su marico que no la despertase ásu regre­
comenzó insensiblemente á gustar el placer ¿le la so­ so, porque tenia ánimo de ir inmediatamente á la
ciedad ; su vanidad, cuando no su amor, encontraba cama, hallándose, como ciia dijo con indiferencia,
un nuevo objeto. Él deseo de verse libre de una si­ medio dormida.
tuación dependiente y oscura, habla debilitado toda El capitán y madama Forrest montaron en el coche
otra consideración, y no debe causar maravilla que á las cinco y media. El tiempo era hermoso, y el alter­
este deseo aspirase á realizarse cuando casi ningún cado que acababa de pasar habla disipado en ambos la
otro era formado. Consintió, pues, pocas semanas des­ gana de dormir. Madama Forrest dijo sencillamente
pués, cu casarse con consentimiento de sus padres. que mas bien quería pasear en uno de los parques, por
Los dos esposos continuaron en el campo hasta prin­ donde tenia que atravesare! coche, que entrar en su
cipios de Octubre, y regresaron luego á Londres. Lo­ casa para dormir. El capilan manifestó con empeño ei
graron persuadir á su lia la señora Meadoxvs, que los mismo sentimiento,y propuso que el coche se detuviese
acompañase, con el fin de que María, hija suya, con en un& de las puertas del parque, luis mismas razones
quien la novia habla llevado estrecha amistad, dis­ que tenia ella para evitar que la viesen sola en el coche
frutase de ¡os diversiones de la ciudad durante el con el capitán, le asistían para no pasearse con él en
invierno. el parque. Para evitar esta nueva dificultad propuso
Cuando el capitán Frecman supo que Carlota se ha­ que el coche se dirigiese á casa de su padre, con el fin
bla casado, hizo ofertas de matrimonio á María, á la de tomar allí á su prima Meadows, cuya costumbre de
cual había conocido durante las visitas que había he­ levantarse temprano le era conocida. Esta idea fué
cho á su amiga, y poco tiempo después se casó con puesta inmediatamente en ejecución ; pero madama
ella. Forrest encontró á su prima fuertemente acatarrada,
La amistad do las dos rocíen casadas, en vez de res­ y cuando esta supo el objeto de la visita matinal de
friarse. aumentó después de sil matrimonio; siempre madama, le aconsejó que renunciase el pasco en el
estaban juntas, tanto en sus respectivas casas como en parque, y esperase á que la familia fuese en pié para
las diversiones públicas, y ambas se visitaban sin las volver á su casa después del desayuno. — No, replicó
formalidades acostumbradas en el gran mundo ; pero madama Forrest,. estoy resuelta á dar un paseo : pero
ni Sir James, ni la esposa del capitón, pudieron refle- como ante todo debo desembarazarme del capitán, que
xionarsin inquietud, en la familiaridad y confianza que me espera en c! coche, voy á mandarle decir con un
debía resultar de las frecuentes conversaciones entre criado que estáis acatarrada, y que he consentido en
los dos antiguos amantes separados por la fuerza } y desayunarme con la familia.
aunque los dos personas inquietas atestiguaban aque­ El capitán despidió el cocho; pero como estaba un
llas conversaciones, Sir James concibió insensiblemen­ poco picado con la conducta de su muger, y se sentía
te celos de su muger, y madama Frceman de su ma­ lleno de aquella animación que por lo regular inspira
rido. la mañana, aun á ios que no han dormido en la noche,
Aconteció, pues, en el siguiente mes de Mayo, que se decidió á gozar del bello tiempo, paseándose en el
Sir James se ausentó á cosa de tres leguas de la ciudad parque cercano. Madama Forrcst, no dudando que el
para asistir á la elección en aquel distrito, de un capitán había regresado directamente á su casa, se
miembro del parlamento, y debía volver al siguiente felicitó de verse desembarazada de él, y quiso al mis­
dia. Al anochecer su muger tomó un coche, y vino á mo tiempo satisfacer el deseo de pasear. Sc-puso, pues,
v.sitar á madama Frecman, en donde encontró algu­ en camino, y al entrar en una de las encrucijadas del
nas personas conocidas que se retiraron temprano. El parque, vió que el capitán venia por ci cstremo opuesto
capitón montaba la guardia aquella noche, y las dos á encontrarla. Luego que lo apercibió, el recuerdo del
amigas después de cenar, tomaron unos naipes para recado que lehabia enviado, el motivo que lo produjo,
entretenerse, y continuaron jugando sin pensar en la el descubrimiento de su falsedad, la manifestación de
hora que era, hasta las tres de lp mañana. Entonces sus designios, y la idea de encontrarse precisamente
quiso madama Forrcst volver á su casa, pero su amiga, en las mismas circunstancias que con tanta razón hal ia

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DE LORD CHESTERFIELD 391

procurado evitar, todo esto contribuyó á cubrirla de dorados como muy divertidos en la sociedad. El doc­
una confusión imposible de ocultar. El orgullo y la tor vio que madama Freeman tenia un aire malancó-
urbanidad fueron aun mas fuertes que la verdad y la lico, é. hizo infructuosamente varios esfuerzos para
prudencia. Trató ella de alejar del capitán la idea de animarla, declarando por último con aire de irónica
que quería evitar su compañía, y haciendo un esfuerzo importancia, que él podía comunicarle ciertas noticias
semejante al de un licroe que rie sufriendo los dolores graves que le harían entrar en desasosiego.— El capi­
del martirio, aparentó un aire de contento diciéndole tán, dijo entonces el doctor, acaba de dar la mano
que se alegraba de verlo de nuevo, y como escusa por para bajar de un coche á una buena moza, y la intro­
el recado y por su conducta, tartamudeó algunas pala­ dujo precipitadamente en una casa de baños. Pronto
bras sobre la lijereza del corazón de las mugeres, y conoció el doctor que esta noticia habla sido recibida
terminó diciendo que el suyo solia cambiar tan á me­ con emociones contrarias ú las que él habla procurado
nudo, que jamas se veria poseído de las ideas fijas de los producir, y agregó que no por eso debía ella concebir
locos. sospechas, porque á pesar del modo con que ól había
Con este proceder ya no le era posible evilar en su referido el incidente, la dama de que se trataba era do
paseo la compañía del capitán, y permaneció con él injpchable reputación, ^nno él mismo lo descubrió en
en el parque hasta las nueve, en que se despidió del el momento por su talante y sus maneras. Estos par­
capitán, y entró en un cuche con dirección á su casa. ticulares confirmaron la sospecha que el doctor quería
Sucedió, pues, que Mr. James, contra su primer desvanecer, y pareciéndole que su presencia no oca­
intento, había vuelto de su vjage durante la noche, y sionaba la satisfacción de otras veces, se despidió ,
supo por los criados que su muger pabia ido a casa del pero encontró en la puerta al capitán, el cual le obligó
capitán. Sintió un descontento interior de que ella amistosamente á entrar de nuevo. Su presencia aunque
hubiese hecho esta visita durante su ausencia, suceso insignificante, coartó en cierto modo la libertad do
que, bien que insignificante en si mismo, había llegado, los concurrentes; y Sir James, coa toda la bondad y
por las ilusiones de los celos, á adquirir cierta Impor­ alegría que le era dable aparentar, preguntó al ca­
tancia. Con todo, después de haber reflexionado, él pitán qué había hecho de su muger. El capitán
mismo reprobó su descontento, visto que la presencia contestó con alguna irresolución, que la había
de la muger del capitán ponia á cubierto su honor. conducido temprano á casa de su padre, y que ha­
Mientras luchaba en un mar de dudas, sus sospechas biendo esperádola para llevarla á su casa, le mandó
se multiplicaban y cobraban incremento á medida que ella decir con un criado que su prima estaba un poco
corría la noche. A la una determinó ir á la cama; pero indispuesta, y que por esa razón había resuelto des­
Ynsó la noche en agonías de terror y resentimiento, ayunarse en su compañía. El capitán, que ignorabais
dudando si la ausencia de su muger era efecto de la anécdota referida por el doctor, juzgó por las aparien­
casualidad ó de premeditado designio, parando el oido cias que era prudente mentir de un modo indirecto y
a! menor ruido, y descarriándose en multitud deestra- ¿cuitar la verdad tanto á Sir James, como á su propia
vagantes suposiciones. Se levantó luego que apareció muger. Supuso, naturalmente, que Sir James iria sin
la luz, y después de varias horas de irresolución é retardo á tomar informes á la casa del padre de su
incertidumbre, sobre si esperaría el desenlace, ó irla muger, en donde sabría que ésta no tomó allí su des­
á adquirir informes, prevaleció la impaciente curiosi­ ayuno ; pero como de esto no se seguía que hubiesen
dad, y se dirigió á las ocho á casa del capitán, dejando estado juntos, dejó que ella diese las espiraciones que
dicho en la suya que iba á un café en las cercanías. creyese convenientes sobre su ausencia, dando por
Madama Freeman, cuya afectada indiferencia habla hecho que lo que él habia ocultado, lo ocultaría ella
contribuido á demorar el regreso del capitán, habla, por las mismas razones; ó si no lo ocultaba, como él
durante la ausencia de éste, sufrido un desasosiego es- no habia afirmado nada contrario á la verdad, podia
tremndo. No tenia ciertamente intención de ir á la alegar que lo habia hecho por chanza. Tan pronto co­
cama, ni deseo de dormir; se paseó de un rincón á otro mo Sir James obtuvo estos informes, se despidió con
de su recámara afligida con los celos y la incertidumbre, alegría y satisfacción aparentes, y pocos momentos
hasta que supo que Sir James habla llegado y deseaba después hizo lo mismo el doctor.
verla. Luego que habló Sir James con ella, conoció Luego que el capitán y su muger se vieron solos, le
que había llorado, y entonces su temor se alarmó mas preguntó ella, con gran sobresalto, sobre la dama con
que sus celos, imaginando que algún fatal accidente la cual habia sido visto en un coche; y cuando el ca­
había acontecido á su muger; pero pronto supo que pitán supo que este incidente había sido referido de­
ella y el capitán habian partid > juntos á las cinco de la lante de Sir James, entró en la mayor alarma, temiendo
mañana, y que aquel no había regresado todavía. que madama Forrest aumentase las sospechas de sn
Madama Freeman conoció por la pregunta de Sir Ja­ marido ocultando lo que por una serie de preguntas,
mes, que la muger de éste no había entrado en su casa, él tendría probablemente que descubrir. El capitán
lo cual aumentó sus sospechas. Sus celos, que ella mismo condenó su propia conducta, y le pareció que
trataba de ocultar, para impedir un desafio, sirvieron el medio mas eficaz de tranquilizar á su muger, y de
para dar mayor fuerza á los de Sir James. Este sin em­ obtener su ayuda, era decirle todo lo ocurrido; lo hizo
bargo, detrtrminó esperar con la dignidad y sosiego así, y le comunicó el temor de las consecuencias, ro­
posible, el regreso del capitán. Quizá nunca se han gándole que fuese inmediatamente á casa de la señora
visto cara ú cara dos perosnas mas embarazadas. Mien­ Meadows para que ésta confirmase lo que él acababa
tras se preparaba el desayuno, el doctor Tatlle vino á de decir, y de la que ella podría tener noticias poste­
hacer una visita matinal á madama Freeman, y fué riores de Sir James, y encontrar medio de informar á
con indecible consuelo de los dos celosos, admitido madama Forrest del peligro que la amenazaba, y de
inmediatamente. El doctor TaZ/Jecra uno dcaquellos prevenirle que no ocultase nada.
charladores sempiternos que son generalmente consi • La muger del capitán se convenció de la sinceridad

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de éste, no solo por la urgencia con que quería se en­ pitán Freeman, que el capitán estaba de guardia, que
viase el aviso á madama Forrest, sino por la conformi­ pasó ia noche conversando con su muger hasta que
dad de la historia y lo conmovido que él se hallaba. aquel volvió, y que insistiendo en acompañarla á su
Sus selos se trasformaron en lástima por su amiga y casa, ella no quiso ir en coche con él mas que á casa
en temores del riesgo de su marido. Púsose sin retardo de su padre, en donde la dejó temprano. No tuvo ella
en camino, y supo en casa de madama Meadows que fuerza para continuar su relación y la suspendió con
Sir James habla preguntado á los criados por su mu­ algunas apariencias de irresolución y de temor. Sir
ger, y que estos le dijeron que había estado allí tem­ James le preguntó entonces si venia directamente de
prano con el capitán ¡ pero que habla salido á poco que casa de su padre. Esta pregunta y el modo con quo
había partido aquel. Refirió ella á madama Meadows fué hecha, produjeron en ella una confusión comple­
todo lo acontecido, y creyendo posible que Sir James ta : consideró que el haberse detenido en-su narra­
Do hubiese vuelto directamente á su casa, escribió la ción era indicio de crimen ; pero lo pasado no podía
siguiente carta á la muger de aquel: remediarse, y de una ambigüedad tuvo que pasar á
una mentira, de la cual podría haber escapado si su
marido no hubiera usado del artificio de hacerle creer
« Mi querida madam! Forrest : * que solo había ido ai café. Después de estas tumul­
tuosas reflexiones, que pasaron en un momento, so
aventuró á afirmar que habla estado con la Señora
« Estoy de lo mas desasosegada con el peligro que Meadows basta las ocho, y que entonces volvió á su
corréis. Sir James tiene sospechas que solo la verdad casa ; pero pronunció esta falsedad con tales señales
puede desvanecer y de las cuales mi indiscreción es de delito y bocbornó, que su marido creyó en su cri­
causa. Si yo no hubiese ocultado el deseo que tenia men tanto como en su propia existencia. Como la his­
de que mi marido volviese pronto á mi casa, ios es­ toria referida por ella concordaba con la del capitán,
fuerzos que madama Meadows me dice hicisteis para y uno había ocultado la verdad, y otro la había nega­
desembarazaros de aquel, habrían producido el de­ do, sacó él por consecuencia que ambos estaban de
seado efecto. Sir James tomó el desayuno en inl casa y acuerdo, y determinando tomar primeramente espli-
se dirigió después á la de vuestro padre, desde donde caciones del capitán, se separó bruscamente de su
os dirijo la presente : sabe que permanecisteis aquí muger y salió al instante de su casa.
muy corto tiempo, y tiene motivos para creer que su­ Encontró en la puerta al esportillero despachado
bisteis en coche con mi marido. Espero, querida amiga, por madama Freeman, y le preguntó arrogantemente
que este aviso llegará á tiempo á vuestras manos, para qué quería. El hombre presentó la carta diciendo qu^
que no ocultáis ninguna cosa. Habría sido mejor que venia de parte de ia modista. Sir James se la arrancó
vuestro marido no supiese nada, porque así no habría de la mano y tartamudeando algunas espresiones de
concebido ningunas sospechas ¡ pero ahora debe saberlo desprecio y resentimiento, se la metió en el bolsillo.
todo, ó de otro modo no podéis ser justificada. Perdo­ Aconteció que Sir James no encontró ai capiian en
nadme la libertad con que escribo y creedme vuestra su casa y le dejó un billete rogándole que fuese á verle
afectísima. á una fonda vecina, agregando que habla ceñido su
María Freeman. espada.
Entretanto la muger de Sir James, temiendo que se
« P. D El portador tiene encargo de decir que va descubriese su mentira, había escrito otro billete al
de parte de vuestra modista. • capitán, en que le rogaba como hombre de honor,
que por razones particulares, no confesase á su marido
Esta carta fué puesta en manos de nn esportillero, ni á ninguna otra persona, que había estado con ella
con orden de decir que era de la modista, porque* después de haberla dejado en casa de su padre. Escri­
si hubiese dicho que era do Madama Freeman, y bió también otro billete á su prima Meadows, supli­
caia por accidente en manos de Sir James, su cu­ cándole quo 6¡ Sir James le preguntaba sobre el parti­
riosidad podría impulsarlo á leerla, y suszelosá ha­ cular, le dijese quo ambas habían estado juntas hasta
cer preguntas á su muger sin comunicarle el conte­ las ocho.
nido de ella. Este billete para la Sra Meadows llegó á sus manos,
Convencido Sir James de que su muger y el ca­ después quo el esportillero hubo dado cuenta de lo
pitán habían pasado la mañana en un baño, se en­ acontecido con el falso billete de la modista; y madama
caminó directamente á su casa. Su muger habla Freeman acababa de salir apresuradamente para relatar
llegado algunos minutos antes, y todavía no se habla el suceso al capitán creyendo de la mayor importancia
recobrado del temor y la confusión quo esperimentó que lo supiese antes de verse con Sir James; pero el
luego que supo que Sir James había regresado á la capitán habla entrado en su casa antes que ella, y ha­
ciudad la nuche anterior, y al mismo tiempo previo biendo recibido, tanto el billete deSir James, como el
las consecuencias de su propia indiscreción. Los cria­ de la muger do éste, se dirigió inmediatamente á la
dos le dijeron que su marido había ido al café. Se pa­ fonda y preguntando por Sir James, pasó averie en
saron algunos momentos, y oyendo que tocaban la una de las piezas interiores. Sir James recibió sus sa­
puerta, entró su cuerpo en un temblor general. Sir Ja­ lutaciones sin réplica, é inmediatamente dió vuelta á
mes vió el sobresalto de su muger, no con compasión la llave de la puerta. Sus zelos se complicaron con
sino con rabia, por estar persuadido que lo ocasionaba aquella indignación y desprecio que siempre producá
la conciencia de su crimen. Se puso pálido y sus la­ el sentimiento de una injuria recibida de persona in­
bios temblaban, pero contuvo de tal modo su cólera, ferior ; pero con todo, preguntó al capitán en alto tono
que pudo preguntarle sin invectiva, dónde y cómo si no habia estado él aquella mañana en compañía do
había pasado la noche. Ella contestó : en casa del ca­ su muger despucs do haber salido ella de casa de sii

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padre. El capitán encolerizado con los modales de Sir vemente todos los acontecimientos según habian pa­
James, y creyéndose comprometido por el honor, á sado. Al fin, estrechando sus manos á las suyas, le hi­
guardar el secreto de una señora, contestó que des­ zo Instancias para que se escapase por la ventana y
pués de lo que él habla dicho aquella mañana, ningún pudiese ser el protector de la muger y del hijo del mo­
hombre tenia derecho para suponer que habla visto á ribundo, en caso que el nacimiento de aquel no se des­
la señora después; que insinuarlo contrario era acri­ graciase con la noticia de la muerte del padre. La fuer­
minarlo oblicuamente de falsedad; que él no se ha­ za de estas razones obligaron á Sir James á ceder, y
llaba obligado á responder tales preguntas, á menos se escapó según el capitán le habia indicado. En su
que no fuesen hechas de un modo conveniente, y que camino á Dover leyó la carta que habia tomado de
como caballero estaba preparado á vengar su honor. manos del esportillero, y por el próximo correo ia en­
Sir James tomó esta réplica como una falsedad y un vió á su muger, inclusa con la siguiente:
insulto, y no siendo dueño de contener su rabia, mal­
dijo al capitán, tratándolo dq bribón y de embustero, Mi querida Carlota.
y al mismo tiempo le dió en la cara un violento golpe
con el puño, desenvainó su espada y se colocó delante Soy el mas miserable de los hombres, pero no quie­
de éi en postura de defensa. Cualquiera que hubiese ro acusaros de mi desgracia. Pluguiese al cielo que mi
sido la intención del capitán de calmar á su amigo y culpa fuese menor que la vuestra. Ambos somos vic­
reconciliarlo con su muger antes de entrar en la timas de ia disimuíacion. La disimulación Indujo al
fonda, la indignidad que acababa de sufrir le montó querido capitán Freeman á pasar en compañía vuestra
Igualmente en cólera; sacó al instante su espada y aquellas horas que pudo haber pasado con su disimu­
después de algunas estocadas por ambas partes, reci­ lada y desgraciada muger. Confiando en el buen éxito
bió una herida en el pecho y dando algunos pasos de la disimuladon, os aventurasteis á ir al parque, en
atrás, apoyado en su espada, cayó á tierra. donde encontrasteis á quien deseabais evitar. La frau­
El ruido habia reunido alguna gente en la puerta dulenta disimulación del capitán aumentó mis sospe­
del cuarto, la cual fue forzada precisamente en los chas, y las confirmó vuestra falsedad. Pero vuestra
momentos en que el capitán recibió la herida. Sir Ja­ falsedad fué efecto de ia mia; la vuestra no trajo daño,
mes fué puesto en seguridad y se mandó solicitar un ñero si ia mia ; porque yo dejé dicho en casa que solo
cirujano. Entre tanto el capitán mismo conocía su es­ iba al café para que no sospechaseis que sabia yo bas­
tado moribundo, y cualesquiera que hubiesen sido sus tante para ser engañado. Por una mentira que yo no
ideas sobre lo justo ó injusto, y sobre honor y ver­ sospeché, puesta en boca de un esportillero, no leí la
güenza, tuvo entonces por criminal toda disimulación, carta que pudo haberme desengañado; y por su rei­
y creyó que su asesino tenia derecho á aquella verdad terada disimulación el ce pilan ha hecho de su amigo
que él creía meritorio negarle cuando era su amigo. un fugitivo y de su propia muger una viuda. Las men­
Solicitó, pues, ardientemente hablarle algunas pala­ tiras, los subterfugios y las dobleces, terminan ai fin
bras en secreto, y se le concedió sin retardo. Las per­ en miseria y confusión. ¡O querida Carlota ’. si volve­
sonas que habian entrado en el cuarto, salieron fue­ mos á vernos juntos, resolvámonos á ser sinceros.
ra, contentándose con guardar la puerta. El capitán A Dios! Mi alma está despedazada y no me es posible
hizo entonces señas á Sir James para que se acercase continuar. »
y le dijo que aunque su muger había sido inducida por Pocas semanas después del recibo do cáta car­
sorpresa, ó por temor á usar de disimulación ó de ta, la desgraciada esposa do Sir James supo que su
mentira, era inocente del crimen que él la suponía marido habia naufragado y perecido en las costas <1 o
tan interesada en ocultar; y le refirió en seguida bre­ Francia.

FIN.

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INDICE

DE LAS MATERIA8 CONTENIDAS EN ESTA TERCERA EDICION.

Páginas.
Dedicación.................................................................................................................................................................... V.
Aviso del editor ingles VII.
6204162014269476980837
Noticia de la vida del autor tomada de la edición inglesa XI.
Cartas de Lord Chesterfield ásu hijo, y á varias personas encargadas de vigilar á este..................................... 1 á 331.
Cartas del mismo k la viuda de su hijo....................................................................................................................... 331.
Carta del mismo á sus nietos Carlos y Felipe Stanhope........................................................................................... 333.
Cartas del mismo á su ahijado sobre el arte de agradar.......................................................................................... 335.
Carta del mismo á su ahijado y heredero para que la recibiese después de su muerte.... 346.
Trozos selectos de Lord Chesterfield y de otros autores ingleses, recomendados por aquel á
. tu hijo, como modelos de invención, claridad y elegancia.
Chesterfield. — Vestidos de las mugeres............................................................................................... 340.
Pretendidos hombres de honor............................................................................ 351.
Afectaciones de los hombres................................................................................ 352.
Afectaciones de las mugeres................................................................................. 354.
Adisson. —> Disección de la cabeza de un Petimetre y del corazón de una
Coqueta........................................................................................................ 356.
Distribución de recompensas por la Diosa de la Justicia.................................. 358.
Conveniente empleo del Tiempo................................................................................. 360.
Mérito comparativo de ambos sexos.......................................................................... 362.
Impropiedad del Orgullo..'.......................................................................................... 363.
Los tres caminos de la Vida......................................................................................... 364.
Esfuerzos de los hombres para libertarse de sus aflicciones.... 367.
Visión del convite de la Immortalidad ............................................................... 368.
Johnson. — Necesidad y peligro de escudriñar el porvenir................................................... 370.
Los Jardines de la Esperanza............................................................................... . 372.
El Reposo y el Trabajo?..................................................................... .................. 373.
El viaje de la vida................................................................................................... 375.
Reflexiones sobre las Novelas. Necesidad de que el carácter
de los personages sea moralmente bueno....................................... 376.
Alegoria sobre la Crítica....................................................................................... 378.
El Ingenio y la Ciencia.......................................................................................... 380.
Verdad, Falsedad y Ficción........................................... ............................... .. .. 381.
Manejo de la Protección sobre la Tierra............................................................. 383.
madama Cárter. — Religión y Superstición............................................................................................. 384.
Colman.— El Océano de Tinta................................................................................................. 386.
Budgell.— Ridiculez de algunas hermosuras anejas............................................................. * 387.
HawkesWord —Origen de la Astucia........................................................................................................ 388.
Funestos resultados de las dobleces, engaños, apologías y
disimulaciones.................................... .................................................. 389

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