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Cuando un bebé nace una de las primeras preguntas que nos hacemos es cuánto ha
pesado. Para los papás es muy importante saber cuál es el peso del bebé al nacer, pero
también lo es para los pediatras.
El peso normal de un recién nacido está entre los 2500 gr y los 3800-4000 gr, según la
edad gestacional. Existen unas curvas llamadas percentiles que nos ayudan a situar al
recién nacido respecto a los otros recién nacidos de su sexo y edad gestacional.
Los recién nacidos que nacen con peso bajo, también llamado Crecimiento Intrauterino
Retardado (CIR) o Bajo Peso al Nacer, o Pequeño para la Edad Gestacional (PEG) tienen
más riesgo de tener hipoglucemias en el periodo neonatal. El tratamiento recomendado
por los pediatras para ellos es realizarse controles de glucemia tras el nacimiento y en la
edad adulta control ante posibles alteraciones metabólicas.
Asimismo, los niños que nacen con un peso alto, mayor de 3,800 gr, tienen más riesgo de
tener hipoglucemias, por lo que también debemos controlar sus niveles de azúcar en
sangre en las primeras horas de vida.
Estas medidas de peso bajan suelen estar relacionados con la prematuridad. En los
bebés prematuros, además de la semana gestacional en la que nacen, es muy importante
valorar el peso. Será una de las medidas esenciales a tener en cuenta para valorar la
posibilidad de que el bebé necesite quedarse un tiempo en incubadora. Por eso, puede
ser que sea necesario ingresar a un niño que haya nacido a término si aún así su peso ha
sido muy bajo, aunque esta condición no es muy habitual.
El peso normal de un bebé recién nacido al nacer oscila entre los 2500 gramos y los 4000
gramos. Aunque es un rango amplio, todo aquel bebé que nazca con un peso situado
entre estas dos cifras, tendrá un peso normal. Es importante también tener en cuenta su
longitud, que oscilará en sus niveles normales entre 48 y 52 centímetros. Mediante las
tablas de percentiles, comparando las dos mediciones, podemos situar su nivel de peso y
de longitud.
Los niños nacidos a término (entre las 37 y las 42 semanas desde la concepción) suelen
pesar entre 2.700 y 3.900 gramos. Las niñas suelen pesar unos 200-300 gramos menos. Se
dice de los bebés que al nacer tienen un peso por debajo del percentil 10 que son
"Pequeños para su edad gestacional (PEG)" o de "Bajo peso para su edad gestacional
(BPEG)".
El bajo peso se puede deber a distintas causas:
Mal funcionamiento de la placenta. Si ésta ha envejecido prematuramente, no
proporciona al feto alimento suficiente
Mala nutrición de la madre
Tabaquismo materno
Infecciones antenatales
Síndromes malformativos o alteraciones genéticas
Los bebés suelen perder un poco de peso durante la primera semana de vida, pero esta
pérdida no debe suponer más del 10% del peso que tenían al nacer. Por ejemplo, si el
bebé pesaba 3.200 gramos al nacer, puede bajar hasta los 2.880 gramos. En el caso de que
pierda el 10% de su peso, correspondería a 320 gramos. Si el niño toma el pecho sin
restricciones, lo recuperará en poco tiempo, casi siempre antes de dos semanas.
Hay varios factores que pueden afectar al tamaño de un bebé en el momento del
nacimiento. La duración del embarazado es importante. Los bebés que nacen alrededor
de la fecha de parto prevista tienden a ser de mayor tamaño que los que nacen antes.
Entre otros factores, se incluyen los siguientes:
La duración del embarazo: Por lógica, cuanto más tiempo está un bebé gestándose en la
barriga de su madre, más grande será. Un bebé nace a término cuando lo hace a partir de
las 37 semanas de gestación, y se considera post término a partir de las 42. Entre la 37 y la
42 hay un mes de diferencia. Para un bebé no es lo mismo salir a las 37 que a las 42, así
que pese a que nace a término en ambas, a los 42 seguro que es más grande que si
naciera a las 37.
"Muy bajo peso natal" significa que el bebé pesa menos de 3 libras con 5 onzas
(1.500 gramos).
La mayoría de los bebés con bajo o muy bajo peso natal nacieron de forma prematura.
Los bebés prematuros reciben una atención médica especial inmediatamente después de
nacer. Un pediatra especializado, llamado neonatólogo, suele participar en el cuidado de
los bebés prematuros. Muchos bebés prematuros pasan tiempo en la unidad de cuidados
intensivos para neonatos (UCIN) mientras reciben atenciones médicas (neonato es lo
mismo que recién nacido).
Sí, al principio. Los bebés nacen con fluidos de más, por lo que es normal que pierdan unas
pocas onzas (o gramos) de peso cuando pierdan ese fluido durante los primeros días de
vida. Se espera que un recién nacido sano pierda entre el 7% y el 10% de su peso natal,
pero lo debería recuperar aproximadamente durante las 2 primeras semana que siguen al
nacimiento.
Durante el primer mes de vida, la mayoría de recién nacidos ganan peso a una tasa
aproximada de una onza (30 gramos) al día. Suelen crecer en longitud entre una pulgada y
una pulgada y media (de 2,54 a 3,81 centímetros) durante el primer mes de vida. Muchos
recién nacidos atraviesan un período de crecimiento rápido cuando tienen entre 7 y 10
días de vida y otro más cuando tienen 3 y 6 semanas de vida.
Cuando su bebé nació, su peso al nacer incluyó el exceso de fluidos corporales que perdió
durante sus primeros días.
La mayoría de los bebés, durante los primeros cinco días, pierden aproximadamente una
décima parte de su peso al nacer y luego lo recuperan durante los siguientes cinco; así
que, aproximadamente en el día diez, usualmente regresan a su peso original al nacer. La
mayoría de los bebés crecen muy rápidamente después de recuperar su peso al nacer,
especialmente, durante los períodos de crecimiento repentino que ocurren
aproximadamente de siete a diez días y nuevamente entre tres y seis semanas. El recién
nacido promedio gana peso a una velocidad de ⅔ de onza (20 a 30 gramos) al día y en un
mes pesa aproximadamente diez libras (4,5 kg). Crece entre 1 ½ y 2 pulgadas (4,5 a 5 cm)
durante este mes. Los niños tienden a pesar ligeramente más que las niñas (por lo menos
1 libra, o aproximadamente 350 gramos). También tienden a ser más largos que las niñas
a esta edad (aproximadamente ½ pulgada o 1,25 cm).
Desafortunadamente, puede descubrir que el cabello fino que cubría la cabeza de su hijo
cuando nació pronto se empezará a caer. Si se frota la parte trasera de la cabeza sobre la
superficie en la que duerme, puede desarrollar un punto de calvicie temporal, aunque el
resto del cabello permanezca allí. Esta pérdida no es significativa médicamente. Los
puntos descubiertos se cubrirán con cabello nuevo en pocos meses.
Otro desarrollo normal es el acné del bebé; espinillas que aparecen en el rostro,
usualmente durante la cuarta o quinta semana de vida. Se consideran que se deben a la
estimulación de glándulas grasas en la piel por las hormonas que pasan a través de la
placenta durante el embarazo. Esta condición puede empeorar si el bebé descansa sobre
sábanas que se lavan con detergentes fuertes o están manchadas por leche que el bebé
vomitó. Si su bebé tiene acné de bebé, coloque una manta limpia debajo de su cabeza
mientras esté despierta y lave su rostro suavemente una vez al día con jabón para bebé
para retirar los residuos de leche o detergente.
La piel de su recién nacido también puede lucir manchada con colores desde rosado a
azul. Sus manos y pies en particular, pueden estar más fríos que el resto de su cuerpo. Los
vasos sanguíneos que llegan a estas áreas son más sensibles a los cambios de temperatura
y tienden a reducirse como reacción al frío. Como resultado, menos sangre llega a la piel
expuesta, lo que ocasiona palidez o un color azul. Sin embargo, si usted le mueve sus
manos y piernas, deberá notar que inmediatamente cambian a rosado nuevamente.
El "termostato" interno de su bebé, que ocasiona que sude cuando tiene demasiado calor
o que tiemble cuando tiene demasiado frío, no funcionará adecuadamente durante un
tiempo. Además, en estas primeras semanas, carecerá de protección aislante de grasa que
lo protegerá de cambios repentinos de temperatura posteriormente. Por estas razones, es
importante que lo vista adecuadamente; ropa caliente en clima frío y con ropa ligera
cuando hay calor. Una norma general es vestirlo con una prenda de vestir más de la
que usted usaría en las mismas condiciones de clima. No lo arrope automáticamente solo
porque es un bebé.
Entre los diez días y las tres semanas después del nacimiento, el remanente (muñón)
del cordón umbilical se debe secar y caer, dejando atrás un área limpia y bien sanada.
Ocasionalmente, queda un punto en carne viva después que desaparece el muñón. Puede
emitir un líquido con sangre. Simplemente manténgalo seco y limpio (con una bola de
algodón humedecida con alcohol isopropílico) y sanará solo. Si no sana ni seca
completamente en dos semanas, consulte con su pediatra.
Si un niño es muy pequeño, o si es muy grande, el desarrollo y la vida fuera del útero
pueden serle relativamente complicados. Por eso, cuando los bebés nacen, tras medirles y
pesarles, se comparan las cifras con las que se consideran normales al nacer. Esto se hace
mirando las tablas de peso y de altura por percentiles.
En ellas se observa cuál es el tamaño habitual de los bebés y cuál es el peso habitual al
nacer, y así se compara al bebé recién nacido para saber si todo es normal o si podría
haber algo a tener en cuenta. Para que tengáis más datos, comentaros que lo normal es
que un recién nacido niño mida entre 46 y 53,5 cm y pese entre 2,500 y 4,300 kg. Si es
niña, lo normal es que mida entre 45,5 y 53 cm y pese entre 2,400 y 4,200 kg.
Si se sale por arriba o por abajo hay que ver las razones, porque podría ser algo normal o
podría haber una causa sobre la que trabajar o solucionar.
¿Y si es grande o pequeño?
Los niños más cercanos a los valores altos o bajos que os he comentado son los
considerados grandes o pequeños (grandes, por encima del percentil 90 y pequeños, por
debajo del 10).
En caso de que el bebé sea grande, que es algo que maravilla mucho a los familiares, por
aquello de que da la sensación de que cuanto más grande es, más sano está, hay
que vigilar con los niveles de azúcar en la sangre, pues pueden tener dificultad para
regularlos y, para prevenir una hipoglucemia (un nivel muy bajo de azúcar que afecta al
nivel de conciencia del bebé) hay que alimentarle con más frecuencia que al resto de los
bebés.
EN BEBÉS Y MÁS
Las tablas de crecimiento por percentiles: ¿Cuánto mide tu hijo/a en comparación con el
resto?
En caso de que el bebé sea pequeño hay que tener muy en cuenta el tema de la
alimentación, pues a veces tienen más problemas para comer, y hay que vigilar con la
temperatura, porque pueden tener más problemas para regular su propia temperatura.
Una vez pasen los días y el bebé haga su primera visita con el pediatra y la enfermera
volverá a ser medido y pesado para ver si la talla. el peso y el perímetro craneal están
aumentando tal y como se espera. En caso de que no sea así habrá que valorar si hay
algún problema de alimentación o de salud.
¿Mayor es mejor?
Antes, un bebé mofletudo y de muslos rollizos era la más viva imagen de un bebé sano.
Pero un bebé que nace con un peso muy superior al promedio puede tener problemas
médicos especiales que requieren atención.
Algunos bebés excepcionalmente grandes, sobre todo, aquellos que son hijos de madres
con diabetes (incluyendo la diabetes gestacional o diabetes del embarazo) pueden tener
problemas durante unos pocos días después de nacer para mantener sus concentraciones
de glucosa en sangre. Por lo tanto, pueden requerir alimentación adicional o incluso
glucosa administrada por vía intravenosa (VI) para impedir que la concentración de
glucosa en sangre les baje demasiado.
Los bebés engordan en su primer año, proporcionalmente, más que en el resto de su
etapa infantil. A los 12 meses los bebés pesan 3 veces más que al nacer y miden unos 20
cm más. Sin embargo, este crecimiento no es gradual, sino que se producen picos de
crecimiento a lo largo de estos meses, engordando sobre todo los primeros meses.
A los 3 meses las tomas se empiezan a espaciar y permiten a los papás dormir más horas
seguidas por la noche. Normalmente hacen 5 tomas al día de unos 180 ml, aunque esto
depende de cada bebé, por lo que algunos pueden serguir comiendo cada 3 horas y
haciendo 7 tomas diarias. La alimentación debe ser siempre a demanda.
Su peso a esta edad depende de lo que pesó al nacer y de su alimentación durante estos
meses de vida: algunos niños son más glotones que otros y engordan más rápidamente;
necesitan más tomas y mayor cantidad para quedarse satisfechos. Mientras que otros
crecen de manera más lenta y comen menos cantidad. La forma de ser y la genética
influyen también en estas cuestiones
El peso y la talla del los recién nacidos están condicionados por una serie de factores como
la edad gestacional, la herencia genética, la evolución del embarazo, que la madre se haya
alimentado bien… Un recién nacido a término (40 semanas de gestación) suele tener un
peso de entre 3 kg y 4 kg y una talla de entre 48 y 52 cm (las niñas suelen ser un poco más
pequeñas que los niños).
En los primeros días de vida, pierde alrededor del 10%, pero se recupera a partir de los
ocho o diez días y después despega, ya que es en los dos primeros años de vida cuando
más crecemos. En los primeros cuatro meses, el bebé engorda como media entre 800 y
1.000 gramos al mes. Alrededor de los cinco meses suele pesar el doble que al nacer y tres
veces más alrededor del año.
Y aún cuando el bebé nace con un bajo peso (menos de 2,5 kg), en la mayoría de los casos
(alrededor del 80-85%) se produce una recuperación postnatal del crecimiento. Esta
puede ser total o parcial y tiene lugar, habitualmente, durante el primer año de vida y,
sobre todo, durante los seis primeros meses.