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Los Artrópodos.

Características generales

Principales características
Los artrópodos son el grupo más diverso y abundante de animales. Las 750.000 especies descritas representan más de tres veces
el resto de especies animales juntas, algo que han logrado gracias a su gran diversidad adaptativa que les ha permitido colonizar
muy diversos hábitats desde su aparición en el Precámbrico. Sus principales características los relacionan con los anélidos:

1. Son animales segmentados: durante el desarrollo embrionario y en las especies más primitivas se aprecia claramente esta
segmentación; en las formas más evolucionadas los segmentos pueden desaparecer, fusionarse o diferenciarse estructural
y funcionalmente.

2. Tienen cerebro en posición dorsal anterior del que sale un cordón nervioso ventral que forma un ganglio en cada segmento.

3. El desarrollo embrionario tiene una segmentación espiral determinada.

4. Cada segmento tiene un par de apéndices, al menos en las especies más primitivas; las más evolucionadas pueden
haber perdido o diferenciado uno o los dos pares.

5. Cada apéndice, que actúa a modo de una palanca, está asociado a músculos estriados transversales.

El exoesqueleto
Una de las principales características de los artrópodos es la presencia de un exoesqueleto
quitinoso o cutícula que cubre externamente el cuerpo del animal. Este esqueleto se
encuentra dividido en placas separadas cuya articulación permite el movimiento; en las formas
más primitivas cada placa estaba limitada a un segmento, estando conectada a las
adyacentes mediante membranas internas, mientras que en las más evolucionadas es
frecuente la fusión de las placas de varios segmentos para formar regiones corporales o
tagmas como la cabeza, el tórax y el abdomen (ver fig. 1). La cutícula de cada segmento está
formada por cuatro placas principales: un tergito dorsal, un esternito ventral y dos pleuritos
laterales (fig. 3). El esqueleto de los apéndices se ha transformado en estructuras tubulares
articuladas entre si llamadas artejos, conectados también por membranas y en los que se
desarrollan cóndilos y alveolos para las inserciones musculares; dentro del cuerpo, estas
zonas de inserción se llaman apodemas que son pliegues del exoesqueleto al interior.

El esqueleto está formado por dos capas segregadas por la epidermis, la epicutícula y la
procutícula. La primera está formada por proteínas y ceras que evitan la pérdida de agua.
La
segunda, mucho más gruesa, se puede dividir en una exocutícula y una endocutícula, ambas formadas por proteínas y quitina, y en
algunas especies marinas, como en los crustáceos, se pueden producir acúmulos de carbonatos o fosfatos. En la capa más externa
de la procutícula, la exocutícula, se produce la acumulación de fenoles que la refuerzan y le confieren resistencia, por lo que suele
faltar en las zonas donde es necesaria una cierta flexibilidad como ocurre en las membranas que conectan los artejos de las
extremidades y en las líneas de sutura por donde posteriormente se romperá el esqueleto durante la muda.
El principal problema de este exoesqueleto es que no crece junto con el animal, por lo que éste ha de deshacer del viejo esqueleto
para crear uno más grande. Este proceso se conoce como muda o ecdisis, y está controlado hormonalmente por la ecdisona.
Comienza por la secreción de unas enzimas por el epitelio que hacen que se desprenda el exoesqueleto viejo del mismo; tras esto
comienza la síntesis de la capa más externa del nuevo esqueleto entre el viejo y el epitelio, y a través de la cual se absorben
materiales degradados de la vieja cutícula por numerosos enzimas. Tras la absorción de la mayor parte del exoesqueleto viejo se crea
la nueva procutícula; en este punto el animal se encuentra cubierto por dos esqueletos, el nuevo y el viejo, lo que se soluciona con la
rotura del exoesqueleto viejo por numerosas zonas, llamadas líneas de sutura, por las que sale el animal dejando atrás la muda. El
nuevo exoesqueleto es blando y se encuentra arrugado por lo que es necesario ajustarlo al nuevo tamaño del animal ya sea
aumentando la presión sanguínea, tomando agua o aire. Es frecuente que un artrópodo sufra varias mudas a lo largo de su vida,
llamándose cada periodo entre ellas estadío.

Sistemas internos
La cavidad del cuerpo o celoma se encuentra muy reducida en los artrópodos, al contrario que ocurre en los anélidos, y se encuentra
limitada a la cavidad donde se encuentran las gónadas y en algunos grupos la que aloja los órganos excretores. Esto se debe al que
la mayor parte del cuerpo se encuentra ocupado por el hemocele o cavidad sanguínea, que junto con el corazón y los vasos
sanguíneos forma el sistema circulatorio(fig. 3).

El corazón es un tubo musculoso con una serie de aberturas laterales llamadas ostiolos; la diástole hace que la sangre entre en el
corazón a través de estas aberturas desde el gran seno en el que está situado, llamado pericardio; la sístole bombea la sangre desde
el corazón a los tejidos por medio de los vasos sanguíneos y de ellos al hemocele, desde donde retorna al pericardio. El principal
pigmento respiratorio es la hemocianina, de un ligero color azulado.

El sistema excretor está formado por dos tipos de estructuras:

Tubos de Malpigio: son túbulos ciegos del sistema digestivo en el hemocele y a los que son vertidos los desechos desde
la sangre; a través del tracto digestivo y por el ano se expulsan al exterior.
Sáculos: son sacos ciegos dispuestos por pares que desembocan cerca de los apéndices corporales. Al igual que los
anteriores, la parte sacular se encuentra en el hemocele, pero se diferencian en que en ellos es posible una filtración selectiva.

El aparato digestivo es muy variado entre los diferentes grupos de artrópodos, pero se caracteriza por una zona anterior y una
posterior bastante grandes.

El sistema nervioso está marcado por la cefalización que afecta a los artrópodos y que se traduce en la presencia de un cerebro
relativamente grande relacionado con los sistemas sensoriales. Este cerebro se divide en tres partes:
Protocerebro: donde llegan los nervios de los ojos. Tiene tres pares de centros ópticos y está implicado en la fotorrecepción y
en la integración de la visión y el movimiento.
Deutocerebro: aquí llegan los nervios de las antenas primarias.
Tritocerebro: nervios de las antenas secundarias, labio (labro) y sistema digestivo. Su comisura es posterior al tubo digestivo ya
que se encuentra atravesado por el esófago. Esto hace pensar que se trata de un ganglio de un segmento adelantado y
acoplado al cerebro.

La inmensa mayoría de los artrópodos son dioicos y por lo general la fecundación es interna, especialmente en las especies terrestres,
que tienen apéndices modificados para la cópula; en las especies acuáticas la fecundación suele ser externa, pero esta no conlleva
una gran producción de gametos. Los huevos son centrolecíticos, ricos en vitelo, y el desarrollo del mismo se produce mediante una
segmentación superficial; en este tipo de segmentación, durante las divisiones celulares no se forman membranas, por lo que se
origina un sincitio de núcleos que migran a la zona superficial, lugar donde se forman las membranasy posteriormente el embrión.

Sistemas sensoriales
El duro esqueleto externo supone un problema para la interacción del animal con el medio ambiente, por lo que la formación de
órganos sensoriales está ligado a modificaciones del mismo.

Las sensilas son receptores de estímulos no luminosos, generalmente con forma de pelo, aunque pueden ser fosetas o hendiduras en
la cutícula. Pueden tener asociados mecano o quimiorreceptores conectados a neuronas.

Entre los receptores oculares están los ocelos, que tienen pocos receptores y son los más simples que hay en los artrópodos. Los
crustáceos y los insectos tienen ojos compuestos formados por numerosas unidades cilíndricas alargadas llamadas osmatidios. La
parte más externa es la córnea, que funciona de lente; vista desde el exterior su superficie tiene por lo general forma hexagonal y se
llama faceta. Tras la córnea se encuentra el cono cristalino, alargado y cónico que también funciona como lente; las dos lentes son
inmóviles, ya que están formadas por modificaciones del exoesqueleto. En el fondo del cono se encuentra la estructura fotosensible,
llamada retínula, en cuyo centro se encuentra el rabdoma, un cilindro translúcido alrededor del cual hay unas 8 células fotosensibles
(retinulares) cuyas superficies internas presentan microvellosidades (rabdomeros) dispuestos perpendicularmente al eje del osmatidio;
de cada una de estas células surgen axones al cerebro o centros nerviosos oculares.

Estos ojos pueden producir una imagen en mosaico, formada por las numerosas imágenes captadas por cada osmatidio si la luz es
intensa (imagen por aposición), ya que el pigmento fotorreceptor se expande por las paredes del cono, reflejando la luz al interior del
cono e impidiendo que pase a otros osmatidios adyacentes. Si la luz es débil el pigmento se retrae y la luz que llega a un rabdómero
pudo haber entrado por otra faceta distinta a la del osmatidio que estimula; así se originan imágenes por superposición.

Clasificación
Los artrópodos son un amplio grupo de animales muy diversos que se dividen en varios grupos, que de forma muy general, son:

Los Trilobites (https://www.asturnatura.com/articulos/trilobites/inicio.php), extintos.


Los Quelicerados (https://www.asturnatura.com/articulos/quelicerados/inicio.php), donde se encuentran los escorpiones y las
arañas.
Los Crustáceos (https://www.asturnatura.com/articulos/artropodos/inicio.php), donde aparecen los cangrejos, gambas y
langostas.
Los Hexapoda (https://www.asturnatura.com/insectos/inicio.html), donde están los insectos.

Los Miriapoda, donde están los ciempies.


Los Crustáceos. Características generales
Con casi 40.000 especies descritas, entre los crustáceos se encuentran algunos de los artrópodos más conocidos, como las langostas,
cangrejos y gambas. La mayoría son marinos, aunque también existen especies dulceacuícolas y terrestres.

Con casi 40.000 especies descritas, entre los crustáceos se encuentran algunos de los artrópodos más conocidos, como las langostas,
cangrejos y gambas. La mayoría son marinos, aunque también existen especies dulceacuícolas y terrestres.

Anatomía externa
Es tan grande la diversidad de crustáceos que en esta parte solamente hablaremos de los modelos anatómicos más comunes a todos
los grupos.

En la cabeza, que es la zona más uniforme en los crustáceos, destacan cinco pares de apéndices: las antenas primarias, las
secundarias (características de los crustáceos), las mandíbulas, las maxilas primarias y las secundarias. Las mandíbulas suelen tener
un borde dentado para triturar el alimento y se encuentran cubriendo la boca.

El tronco es menos uniforme; en las formas más primitivas está formado por diferentes segmentos y un telsón final en cuya base se
encuentra el ano, mientras que en las más evolucionadas los primeros tres segmentos se fusionan formando un escudo cefálico y
sus apéndices se dirigen hacia la parte anterior, pasando a ser apéndices accesorios en la alimentación llamados maxilípedos. En
otras ocasiones el tórax y los primeros segmentos abdominales están cubiertos por un caparazón dorsal que sobresale de la parte
posterior de la cabeza y cubre o se fusiona con esos segmentos. Otras veces los bordes laterales del caparazón sobresalen y
pueden llegar a cubrir todo el cuerpo del animal como si fueran las valvas de una almeja.

Los apéndices son birrámeos por lo general, es decir, están formados por dos ramas; tienen un protopodio
formado por dos piezas, un coxopodito o coxa y un basipodito o base, al cual está unido la rama interna o
endopodito y la externa o exopodito. Este es el plan básico, pero entre los diferentes grupos de crustáceos
existen bastantes modificaciones del mismo, entre las que se pueden mencionar la pérdida de un apéndice o el
desarrollo en uno de expansiones laterales adaptadas a diversas funciones (fig. 2. Esquema de un apéndice
típico birrámeo de crustáceo).

Sistemas corporales
La forma de alimentación más original y más abundante en los crustáceos es la filtradora suspensívora. Lo más normal es que
algunos de los apéndices anteriores se encuentre modificado y desarrolle unas sedas que actúen como filtros y recojan el alimento
que existe en las corrientes de agua que los atraviesan y son creadas por otros apéndices; un tercer tipo de apéndice recoge el
alimento de estas hacia la boca. El tubo digestivo es recto, y tras la boca se encuentra una parte dilatada que hace las veces de
estómago. En su interior hay una serie de dientes quitinosos que también contribuyen a la rotura del alimento iniciada por las
mandíbulas; este estómago está comunicado con al menos un par de tubos ciegos llamados hepatopáncreas que funciona como
glándula digestiva secretora de enzimas. La absorción se produce en la parte media del tracto digestivo y en ciertas partes del
hepatopáncreas que tiene células que pueden acumular sustancias de reserva.

El sistema circulatorio es el típico de los artrópodos, un sistema abierto, pero el corazón es una vesícula compacta; en las especies de
mayor tamaño, es normal el desarrollo de un sistema vascular complejo (fig. 3).
El sistema excretor de los crustáceos está formado por sáculos compuestos de un saco terminal y un canal excretor que desemboca
en la base de las segundas antenas (glándulas antenales) o en la base de las segundas maxilas (glándulas maxilares). En el saco
terminal, que se encuentra suspendido en el hemocele, se produce una filtración selectiva de la sangre gracias a la presencia de unos
podocitos similares a los presentes en los glomérulos renales de los vertebrados; dependiendo del grado de esta filtración se puede
producir una modificación en la parte del saco más próxima al canal excretor llamada laberinto. El amoniaco se expulsa mediante las
branquias.

El sistema nervioso es el típico de los artrópodos pero con una marcada tendencia a la fusión de los ganglios de los segmentos. En
algunas especies es frecuente la presencia de axones gigantes que transmiten rápidamente los impulsos.

Entre los órganos de los sentidos se encuentran ojos, pelos sensitivos y estatolitos:

Los ojos de los crustáceos son de dos tipos. El más simple es el ojo medio o nauplio presente en las larvas nauplios; es
bastante simple y está formado por 3 o 4 pequeños ocelos con fotorreceptores que ayudan a la larva a determinar la situación
del fondo o de la capa superficial delagua dependiendo de la vida adulta de la especie. Este ojo puede permanecer en los
adultos, pero lo que es más común es la presencia de dos ojos compuestos laterales, sobre un pedúnculo móvil o sésiles; su
campo visual suele ser grande, de a veces unos 180º, debido a la córnea convexa. El número de osmatidios es variable, desde
unas pocas decenas a los 14.000 que tienen los bogavantes.
Los estatolitos aparecen en las especies de mayor tamaño y se encuentran en la base de las antenas o en el abdomen.
Los pelos sensoriales se sitúan sobre los apéndices y algunos están formados por quimiorreceptores, llamándose entonces
estetascos.

La inmensa mayoría de los crustáceos son dioicos. Las gónadas se presentan a pares en el abdomen. Los espermatozoides no
suelen ser flagelados, y el macho tiene estructuras especiales para la transferencia del mismo a la hembra; tras la fecundación es
frecuente la incubación de los huevos un cierto tiempo. La larva más típica de los crustáceos es la larva nauplius, la cual tiene tres
pares de apéndices, las antenas, anténulas y mandíbulas; en ella no se aprecia ningún tipo de segmentación y en las sucesivas
mudas comienzan a aparecer los segmentos anteriores al telson. En las especies más grandes hay otro tipo larvario adicional llamado
zoea, cuyo crecimiento origina los segmentos posteriores al caparazón y que tienen apéndices torácicos nadadores. Tras su
desarrollo, una vez formados todos los apéndices, se forma una postlarva más o menos similar al adulto. Pueden existir formas
intermedias más o menos fijas entre ambas o adicionales.

Larva nauplius
Larva zoea

Clasificación
La clasificación de los crustáceos y de los artrópodos en general es bastante difícil debido a las gran diversidad del grupo, por lo
que dependiendo del autor hay varias clasificaciones.

Crustáceos. Los Branquiópodos (Branchiopoda)


Son crustáceos de pequeño tamaño y ráramente superan el centímetro de longitud, aunque algunos camarones pueden llegar
a varios centímetros. Viven generalmente en charcas efímeras, quizás gracias a la ausencia de peces, y su vida está
restringida a la duración de la misma. Algunas especies son capaces de tolerar cierto grado de salinidad.

Sistemas corporales
El mecanismo de locomoción es diferente según el hábitat de la especie. Las nadadoras, como las pulgas de agua, utilizan
sus antenas para nadar; un rápido movimiento de las mismas empuja a saltos al animal hacia la superficie y después son
usadas a modo de paracaídas para ralentizar el hundimiento. Además de las antenas, otras especies como los camarones
duende, usan para la natación los apéndices del tronco y es característica su natación al revés, con las extremidades hacia
arriba (fig. 1, movimiento de los apéndices de un anostraco o camarón duende; todas las figuras © Biodidac). Las que viven en
el fondo se sirven de los mismos para la reptación.

La nutrición de los branquiópodos es bastante homogénea. La mayor parte de


los mismos son suspensívoros y utilizan las sedas de sus apéndices para crear
corrientes y recoger las partículas alimentarias; estas sedas no realizan un
cribado propiamente dicho, sino que empujan las partículas hacia la zona
medioventral donde son conducidas a la boca tras enredarse en mucus. El
esquema tiene variaciones en los diferentes grupos, como los apéndices que
son usados para crear las corrientes de agua o los que recogen la comida;
algunas especies son predadoras. El tubo digestivo responde al esquema
general de los artrópodos, con un esófago y un estómago dilatado; en las
pulgas de agua hay dos ciegos digestivos adelantados (fig 2. Mecanismo de
alimentación y sedas alimenticias de Daphnia).

El intercambio gaseoso se realiza en la parte dilatada de los apéndices, el epipodio, aunque posiblemente todo el apéndice
intervenga en el mismo. Como mecanismo de excrección utilizan glándulas maxilares (fig 3. Artemia, apéndices mostrando el
epipodio respiratorio).

La reproducción tiene unas características propias, especialmente en las pulgas de agua. Generalmente los machos tienen unos
apéndices modificados para la cópula y utilizan las antenas para sujetar a la hembra, y las éstas tienen unas cámaras de
incubación donde permanecen los huevos diferentes periodos de tiempo. El desarrollo es directo en los cladóceros y en los
otros grupos existe una larva nauplio. En muchos grupos la partenogénesis es bastante frecuente hasta el punto de que se
desconocen las formas masculinas; esto en los cladóceros es común. Durante su ciclo, si las condiciones son favorables, una
hembra produce cientos de huevos diploides partenogenéticos que originan más hembras; si las condiciones se vuelven
adversas, aparecen los machos y fecundan a las hembras, que realizan una puesta de sólo dos huevos grandes que
permanecen en la cámara incubadora; esta cámara engrosa sus paredes hasta el punto de convertirse en una cápsula
protectora llamada efipio. Esta cápsula es la que resiste el periodo desfavorable, siendo capaz de sobrevivir a largos periodos
de desecación, congelamientos, enzimas digestivos en caso de ser comida, y además funciona como medio de dispersión.
Estos huevos latentes son frecuentes en otros branquiópodos además de los cladóceros; al llegar el periodo favorable se
rompen y los huevos se desarrollan. Algunas especies de Daphnia presentan una ciclomorfosis, en la que entre primavera y
otoño la cabeza pasa de ser redondeada a picuda, quizás para evitar la predación (fig 4. Morfología de Daphnia, un cladócero).

Clasificación
Los branquiópodos, que tienen categoría de clase dentro de los crustáceos, se dividen en 3 subclases:

SubCl. Sarsostraca
O. Anostraca: camarones duende. Su tronco está formado por entre 11 y 18 segmentos. Carecen de caparazón y
los ojos son pedúnculados. Artemia, Branchinecta, Branchipus, Chirocephalus.
SubCl. Diplostraca. Un caparazón comprimido lateralmente protege el animal.
O. Conchostraca: gambas almeja. Todo el cuerpo se encuentra protegido por un caparazón bivalvo. Entre 10 y 32
segmentos, normalmente 11. Ojos compuestos sésiles. Isaura.

O. Cladocera: pulgas de agua. Solamente el tronco aparece dentro del caparazón, que termina en una espinal final
generalmente. La cabeza tiene un ojo nauplio y unas antenas largas que son usadas en la natación. La parte final
del tronco, postabdomen, girado ventralmente y provisto de de garras y espinas para la limpieza del caparazón.
Sida, Daphnia, Pleopis.

Daphnia. Ver esquema en fig. 4

Cladócero predador. Ver bolsa incubadora de la hembra

SubCl. Calamanostraca
O. Notostraca: gambas renacuajo. Tienen apéndices en el tórax, que está cubierto por un caparazón con forma de
escudo, pero no en el abdomen. Ojos sésiles. Abdomen con 70 pares de apéndices, largo y flexible. Triops, Lepidurus.
Lepidurus apus

Crustáceos. Los Ostracodos (Ostracoda)


Este grupo está formado por más de 8000 especies de pequeño tamaño que no sobrepasan los 32 mm; se conocen como
gambas mejillón y están distribuídos tanto en ambientes marinos como dulceacuícolas y algunas especies viven sobre
musgos. Los ostracodos pueden ser nadadores libres durante todo su ciclo vital o, más comúnmente, bentónicos, viviendo
entre las plantas acuáticas o reptando en el sedimento; se conocen algunas especies intersticiales. Algunos son filtradores,
otros carroñeros, detritívoros, herbívoros (algas principalmente) o predradores; los hay parásitos o comensales de otros
crustáceos, poliquetos, equinodermos e incluso pueden aparecer en las branquias de los tiburones.

Anatomía externa
Su principal característica es que el cuerpo se encuentra completamente encerrado en un caparazón univalvo o bivalvo
calcificado. Este caparazón, que puede tener diversas formas, elipsoidal generalmente, presenta una gran ornamentación; las
valvas pueden tener una escultura reticulada, tuberculada, carinada, espinosa y puede presentar hendiduras o pelos
sensoriales; el borde puede ser liso o serrado. Muchas especies desarrollan tubérculos dependiendo de las condiciones
ambientales y es frecuente el desarrollo de cierto dimorfismo sexual en él. Este caparazón calcificado fosiliza fácilmente y
esto ha permitido un registro fósil de los mismos prácticamente continuo desde el Cámbrico; atendiendo a la ornamentación
de las valvas se han descrito unas 10000 especies fósiles.
En la parte dorsal del caparazón, en el caso de los bivalvos, hay una charnela que permite la articulación de las dos
valvas; son las fibras de un músculo aductor que se insertan en el centro de las mismas las que permiten su cierre o
apertura.

La zona cefálica es la que ocupa más parte del cuerpo ya que el tórax y el abdomen se hayan indiferenciados o ausentes.
En la cabeza, las antenas están bien desarrolladas; las primarias son unirrámeas y en las especies nadadoras tienen sedas
largas, finas y ramificadas, mientras que en las reptantes o bentónicas estas sedas son más pequeñas y con forma de garra;
en algunos grupos son sensoriales en los machos. Las antenas secundarias, birrámeas, están también adaptadas para la
locomoción. Las mandíbulas se emplean para la alimentación y pueden tener un extremo grueso y dentado o formar una
especie de tubo para succionar fluidos de plantas o animales en el caso de los parásitos. Las primeras maxilas se emplean
para la respiración y alimentación, mientras que las segundas maxilas, o primeros apéndices torácicos según los autores,
sirven como alimentarias o patas marchadoras, en cuyo caso pueden presentar un dimofismo sexual en los machos.

En el tronco, no segmentado, hay entre 1 y 3 pares de apéndices, todos birrámeos, y se emplean para la respiración,
alimentación o limpieza del caparazón. Los apéndices caudales, terminales o subterminales, carecen de sedas y con cierta
forma de garra; tienen una furca terminal.

Sistemas corporales
La principal forma de locomoción, nadadora o reptante, se realiza mediante las antenas o los apéndices torácicos
respectivamente. Estos apéndices también se utilizan en ocasiones para la alimentación, y aunque muchas especies sean
filtradoras, otras remueven con sus antenas el sedimento e incluso otras pueden capturar otros pequeños crustáceos o
anélidos.

El intercambio gaseoso se realiza a traves de la cutícula, que en algunas zonas como en determinados apéndices es fina,
pero carecen de verdaderas branquias; la ventilación se realiza mediante corrientes producidas por los apéndices, que
también se emplean para transportar partículas hacia la boca en las especies filtradoras. El sistema circulatorio carece de
corazón y vasos sanguíneos excepto en el grupo de Myodocopa; entre las valvas existe hemocele.

El sistema excretor se compone tanto de glándulas antenales como maxilares, y a veces se presentan juntos en el adulto,
algo raro entre los crustáceos; las segundas se encuentran enroscadas en el interior de las valvas y son relativamente
grandes. Tienen órganos sensoriales, un ojo nauplio y pelos sensoriales en los apéndices y las valvas.

El sistema reproductor en la hembra presenta unos gonoporos al final del abdomen y en el macho están al final de dos penes
que se encuentran delante de la furca. Para atraer a las hembras es muy común la emisión de relampageos bioluminiscentes
producidos por el macho gracias a la secreción de una glándula de la cabeza. Durante la cópula, el macho sujeta a la hembra
con sus antenas e inserta los penes en los gonoporos de la hembra. Los huevos son vertidos al agua o se incuban durante un
tiempo en una cámara dorsal en algunas especies. Al eclosionar, los juveniles tienen ya caparazón que van mudando
sucesivamente a medida que crecen. En especies que viven en charcas temporales es frecuente la producción de huevos de
resistencia para pasar el periodo desfavorable.

Clasificación
Los ostracodos, que tienen categoría de clase, se dividen en dos subclases y cuatro órdenes atendiendo principalmente a la
morfología del caparazón.

SubCl. Myodocopa: el caparazón tiene una escotadura para permitir la salida de las antenas cuando está cerrado. Las
segundas antenas funcionan como apéndices natatorios. Marinos
O. Myodocopida: el segundo par de apéndices funciona como limpiador del caparazón. Cypridina, Gigantocypris.
O. Halocyprida: segundo par de apéndices ausente o corto, con forma de pata.

SubCl. Podocopa: el caparazón carece de escotadura para las antenas.


O. Podocopida: primer par de apéndices del tronco con forma de pata. Marinos y dulceacuícolas.
Cypris, Cythere, Pontocypris.
O. Platycopida: primer par de apéndices del tronco sin forma de para. Marinos.

Crustáceos. Los Copépodos (Copepoda)

Características generales
Es el mayor grupo de pequeños crustáceos, ya que inluye unas 8500 especies la mayoría marinas, aunque algunas son
dulceacuícolas o terrestres. Son generalmente planctónicas, representando un eslabón de gran importancia en las cadenas
tróficas marinas, ya que se alimentan de fitoplancton y son la base de la alimentación de muchos peces; han sido bastante
estudiados como reguladores de las poblaciones de fitoplancton al representar el principal constituyente del zooplancton
marino.

Características generales
Es el mayor grupo de pequeños crustáceos, ya que inluye unas 8500 especies la mayoría marinas, aunque algunas son
dulceacuícolas o terrestres. Son generalmente planctónicas, representando un eslabón de gran importancia en las cadenas
tróficas marinas, ya que se alimentan de fitoplancton y son la base de la alimentación de muchos peces; han sido bastante
estudiados como reguladores de las poblaciones de fitoplancton al representar el principal constituyente del zooplancton
marino.

Son de pequeño tamaño, generalmente entre 1 y algo más de 5 mm, aunque algunas especies pueden llegar a los 2
cm y alguna parásita a los 32 cm. Su color suele ser transparente, aunque abundan las formas rojas, anaranjadas y
azuladas.

El cuerpo es alargado, casi cilíndrico, más ancho en la parte delantera. La cabeza, cuyo extremo suele ser redondeado, tiene
un ojo nauplio bien visible y dos antenas primarias largas y perpendiculares al cuerpo. El tórax está formado por seis
segmentos y la cabeza se encuentra fusionada al primero y a veces también con el segundo; el primer par de apéndices
funciona como maxilípedo y los restantes se emplean en la locomoción; son birrámeos y tienen una placa de unión entre las
dos ramas para que batan acompasadamente. El abdomen, formado por 5 segmentos más estrechos que los torácicos,
carecen de apéndices excepto las ramas caudales que forman el telson final(fig. 1. vista dorsal de un copépodo; fig. 2. vista
ventral).
Sistemas corporales
La alimentación de los copépodos es muy variada; las especies planctónicas se
alimentan de fitoplancton, el cual constituye su principal elemento en la dieta. No
realizan una selección del alimento mediante cribado, ya que seleccionan en primer
lugar las presas más grandes al ser más fáciles de manipular; mediante sus antenas
y apéndices corporales crean corrientes de agua que discurren por la zona ventral
con alimento, el cual es tratado por las sedas de los apéndices alimenticios hasta
llegar a la boca (fig. 3); en ocasiones realizan acúmulos grasos de reserva que tienen
color rojizo bien visible. Hay especies carnívoras y parásitas de peces y otras
detritívoras.

Para la locomoción utilizan las segundas antenas y los apéndices torácicos,


variando su importancia entre los diferentes grupos. Las primeras antenas se
utilizan para frenar el movimiento, generalmente para ralentizar el hundimiento
actuando a modo de paracaídas gracias a las sedas que disponen,
especialmente en los periodos en los que se está
alimentando. Una característica de los copepódos es su movimiento en la columna de agua; muchas especies presentan
migraciones verticales, ya que durante el día, cuando más luz hay, se encuentran en capas inferiores y al llegar la noche
realizan un ascenso a capas superficiales. Hay especies reptadoras o excavadoras que tienen los apéndices torácicos
modificados para ello.

Carecen de branquias y en ocasiones de corazón y vasos sanguíneos; tienen glándulas maxilares.

Su reproducción se caracteriza por la presencia de espermatóforos, unas pequeñas bolsas cargadas de esperma
producidas en el tracto final del espermiducto; son transferidas a la hembra durante la cópula y se adhieren al receptáculo
seminal de la misma mediante una sustancia pegajosa. Los huevos producidos se pueden liberar al agua, pero es frecuente
también su incubación en un ovisaco originado por secreciones del oviducto al liberar los huevos; estos ovisacos permanecen
unidos al segmento genital de la hembra, ya sea un saco o dos. Cada uno lleva alrededor de 50 huevos que eclosionan como
una larva nauplio y tras varias mudas que pueden tardar hasta un año en completar se convierten en adultos. En épocas
desfavorables forman huevos de resistencia o se envuelven en una cubierta dura para pasar ese tiempo en estado latente.

Existen unas 1000 especies de copépodos parásitos que viven en las branquias, aletas y piel de los peces o en el intestino
de equinodermos y bivalvos, cuyo cuerpo presenta unas modificaciones bastante fuertes debido a su forma de vida. En los
ectoparásitos aparecen modificados los apéndices anteriores para la sujección y alimentación; presentan una glándula
frontal o bulla que se adhiere a la presa y posteriormente utilizan las segundas maxilas para lograr una mejor sujección.

Clasificación
Los copépodos, que tienen categoría de Clase, se dividen en ocho órdenes:

O. Calanoida: antenas primarias largas, con más de 22 artejos, y secundarias con 10. El límite entre el tórax y el
abdomen entre el quinto segmento con apéndices y el segmento genital. Planctónicos marinos de vida libre. Calanus,
Calocalanus, Acartia.

O. Misophrioida: primeras antenas con entre 13 y 17 artejos y secundarias con 8. Pelágicos, viven sobre la superficie del
fondo.
Misophria.

O. Harpacticoida: primeras antenas con menos de 10 artejos. Los embriones se incuban en sacos fijados al primer
segmento abdominal. De vida libre, planctónicos o intersticiales. Harpacticus, Canthocamptus.
O. Mormonilloida: Mormonilla.

O. Monstrilloida: estadio larvario parásito de poliquetos y gasterópodos; la fase adulta no se alimenta, por lo que carece
de segundas antenas y accesorios bucales. Monstrilla, Xenocoeloma.

O. Siphonostomatoida: parásitos de peces e invertebrados en fase adulta. Algunas piezas bucales se disponen formando un
cono succionador. Marinos y dulceacuícolas. Nemesis, Caligus, Penella.

O. Cyclopoida: primeras antenas cortas, con 10 - 16 artejos. Marinos, dulceacuícolas, planctónicos o bentónicos. Algunos
parásitos y comensales. Cyclops, Oncaea, Doropygus.
O. Poecilostomatoida: parásitos de peces e invertebrados marinos. Ergasilus.

Crustáceos. Los Cirrípedos (Cirripeda)

Características generales
Este grupo de unas 900 especies tiene como característica principal el ser el único grupo de crustáceos sésiles; unos son de
vida libre, como los percebes, mientras que otros son comensales o parásitos de una gran variedad de animales; su
adaptación a esta vida parásita ha implicado tal modificación en la estructura corporal que solamente se sabe que son
cirrípedos por la morfología de sus fases larvarias.

Su estructura corporal puede entenderse si se imagina una gamba con las patas hacia arriba
introduciendo comida en la boca y dentro de una casa más o menos compacta. Para
comprender la morfología del adulto en las formas de vida libre es necesario hacer un repaso
desde su estado larvario y posterior metamorfosis (fig. 1). La larva de los cirrípedos, llamada
cipris, se fija en el sustrato mediante unas glándulas productoras de una sustancia
cementante que tiene en las antenas primarias; el caparazón larvario, que es semejante al de
los ostracodos en cuanto a que cubre todo el cuerpo del animal, continúa protegiendo el
cuerpo de las formas adultas como una especie de manto.

Las formas de vida libre, no parásitas, agrupadas dentro de la SubCl. Cirripedia, pueden
presentar un pedúnculo o carecer de él (O. Pedunculata o Sessilia); este pedúnculo es una
especie de tallo musculoso y flexible que presenta restos vestigiales de las primeras antenas
y de las glándulas cementantes de la larva. El pedúnculo es la parte preoral del resto del
animal, que se encuentra en la parte superior, llamada capítulo, que está protegido por un
caparazón o manto que en su parte externa tiene una serie de placas calcáreas (ver fig. 2.
Morfología externa de un percebe).
En el caso de las especies que carecen de pedúnculo la fijación al sustrato se realiza mediante una base membranosa que
contiene las glándulas encargadas de la adhesión; el cuerpo aparece rodeado por una pared vertical de placas más o menos
fusionadas entre sí, ya sea soldadas o solapadas (fig. 3. Morfología externa de un Balanus). Tanto en estas formas sésiles
como en las pedúnculadas la apertura del capazón o las placas se encuentra en la parte superior y las placas pueden abrirse
o cerrarse, cubriendo por completo el cuerpo, mediante la acción de un músculo aductor.

En el interior del caparazón el animal aparece de una forma "sentada" dentro del mismo, con los apéndices hacia la parte
superior, asomando fuera del mismo. Estos apéndices, los cirros, corresponden a los seis pares de apéndices torácicos
ya que carecen de abdomen.

Los cirrípedos parásitos no responden a este esquema anterior ya que su adaptación al parasitismo supone un cambio
radical en su morfología. Como ejemplo veremos el caso de Sacculina carcini, perteneciente al grupo de los rizocéfalos y
que parasita al cangrejo común Carcinus maenas. La larva cipris nadadora, que se desarrolla como una hembra, se fija
mediante las primeras antenas a las sedas del abdomen del cangrejo a la vez que se desprende el abdomen y los
apéndices abdominales, pero no del caparazón larvario. En el lugar donde se fija produce una perforación en el tegumento
por la cual entra una masa de células indiferenciadas o kentrogon, comenzando así la invasión del hospedador; el
caparazón larvario se desprende en este punto. El crecimiento interno del parásito forma una masa que ramifica por el
interior del hospedador (interna) que absorbe los tejidos del cangrejo. El crecimiento sexual se manifiesta por el crecimiento
en el exterior del abdomen de una especie de saco (externa) en la que se fija una larva cipris macho y fecunda los huevos
de la hembra.

Sistemas corporales
La alimentación de los cirrípedos de vida libre es filtradora; utilizan sus cirros para capturar las partículas en suspensión
mediante el batido coordinado de los mismos. Su tubo digestivo se divide en dos partes, un estomodeo provisto de una placa
calcárea en la que las mandíbulas muelen la comida, y un proctodeo que forma los paquetes fecales. Entre ambos existe una
zona digestiva, donde hay 7 ciegos digestivos y un par de hepatopáncreas.

No tienen sistema circulatorio, pero tienen una bomba sanguínea formada por un seno entre el esófago y el músculo aductor;
la sangre circula entre las paredes del manto y también en el interior del pedúnculo.

Carecen de branquias para realizar en ellas el intercambio gaseoso, por lo que este se realiza en los cirros y las paredes
del manto o caparazón. Como sistema excretor tienen glándulas maxilares.
La mayoría de las especies parásitas son dioicos; por el contrario, las formas sésiles como los balanos y percebes han
desarrollado el hermafroditismo como preferencia ante una vida sésil pero manteniendo una fecundación cruzada. En ellos,
los ovarios se encuentran en la pared del manto o en la parte superior del pedúnculo y se abren al exterior mediante un par
de oviducto que desemboca cerca o en la base del primer par de cirros; en la parte final existe un ovisaco en el momento de
la ovoposición. Los testículos se encuentran en la región cefálica y sus dos espermiductos se unen en un pene situado en la
parte anterior del ano que se alarga hasta la hembra y deposita los espermatozoides en las cercanías de la entrada del
oviducto. Tras la fecundación los huevos se incuban en en el ovisaco, el cual acaba al final del periodo incubatorio
degradado. La eclosión de los huevos libera una larva nauplio típica de los crustáceos,

pero tras seis mudas larvarias se forma una larva cipris; esta larva, que no se alimenta, tiene un caparazón bivalvo que cubre
todo el cuerpo, incluso los seis apéndices torácicos y es la que se fija al sustrato con sus antenas para originar el adulto (fig.
1). El crecimiento de la larva y metamorfosis posterior se realiza mediante sucesivas mudas; las placas son segregadas por el
manto inferior mediante secreciones que aumentan el grosor y diámetro de las mismas y de esta forma no mudan junto con el
animal; al igual que en los bivalvos, sus placas tienen líneas de crecimiento.

Clasificación
Los cirrípedos, junto con otras especies afines se agrupan dentro de la clase Thecostraca, que se divide en tres subclases:
Subcl. Ascothoracida: boca modificada en un cono suctor, ya que son parásitos de equinodermos y cnidarios. Antenas
prensiles para la sujección. Los embriones se incuban en una cámara dorsal. Dendrogaster, Ascothorax.
Ord. Laurida
Ord. Dendrogastrida

Subcl. Cirripedia: cirrípedos en sentido estricto. Aquí se incluyen los balanos y los percebes.
Superord. Thoracica: su caparazón está cubierto de placas calcáreas. Seis pares de apéndices torácicos (cirros)
bien desarrollados. De vida libre.
Ord. Pedunculata: tienen un pedúnculo de fijación al sustrato.
Percebes. Ord. Sessilia: carecen de pedúndulo de fijación.
Balanos.
Superord. Acrothoracica: su boca se encuentra bastante modificada. Su caparazón cubre la cabeza, el tronco y
los apéndices, formando un manto liso o con placas calcáreas. Tórax y abdomen indiferenciados, con 3-5 pares
de apéndices. Telson y urópodos también ausentes. Presentan un disco de fijación quitinoso. Estas
modificaciones están adaptadas a su vida excavadora en sustratos calcáreos, incluso conchas o corales.
Tryptesa, Kochlorine, Berndtia.
Ord. Pygophora
Ord. Apygophora

Superord. Rhizocephala: carecen de caparazón, apéndices y tubo digestivo. Antenas primarias ausentes. Tórax y
abdomen indiferenciados. El pedúnculo de fijación con capacidad de absorcion. Parásitos de decápodos y algunos
de tunicados. Sacculina, Peltogastrella.
Ord. Kentrogonida
Ord. Akentrogonida
Crustáceos. Los Mistacocáridos, Branquiópodos y
Pentastómidos
En este capítulo incluimos estas tres clases de crustáceos no porque guarden una relación especial entre si, sino porque se trata de
los grupos más pequeños y aquí los trataremos juntos.

Los Mistacocáridos
Esta clase de crustáceos tan sólo tiene en nuestra costa una especie perteneciente al Orden Mystacocaridida, que es
Derocheilocaris remanei.

Se caracterizan por tener una cabeza y rostro indiferenciados, con un único ocelo y sin ojo nauplio; las antenas primarias son
unirrámeas y las secundarias birrámeas, ambas largas y conspicuas; tienen también un par de maxilípedos que junto con las
mandíbulas presentan sedas relacionadas con la recolección de pequeñas partículas de alimento. El tórax carece de caparazón y
tiene 4 pares de apéndices, algunos prensiles; está indiferenciado del abdomen, el cual tiene 6 segmentos y carece de apéndices. Al
final del cuerpo presentan un par de urópodos bien desarrollados.

Este grupo fue descubierto en 1943 en EEUU y en los años siguientes se descubrieron más poblaciones por el resto del mundo.
Pertenecen a la meiofauna, es decir, viven entre los granos de arena del fondo; su tamaño es pequeño, de tan sólo medio
milímetro.

Los Branquiuros
Se trata de otro pequeño grupo de crustáceos que tan sólo está compuesto por 130 especies, de las cuales 3 se pueden encontrar
en las costas ibéricas, que pertenecen al Orden Arguloida y al género Argulus. Todos son parásitos dérmicos o branquiales de
peces, de cuyos tejidos se alimentan.

Al igual que los anteriores, la cabeza y el rostro están indiferenciados. Tienen un ojo compuesto sésil, las antenas primarias
unirrámeas o ausentes, con el exopodio presentando ganchos o espinas, las secundarias unirrámeas, vestigiales o ausentes. El
tórax y el abdomen están diferenciados; el primero tiene un caparazón a modo de escudo que cubre la parte anterior del cuerpo y
cuatro apéndices; el abdomen es pequeño y no se encuentra segmentado. Presenta un telson al final del cuerpo.

Su mecanismo de sujección a la presa es mediante los ganchos o espinas de las antenas primarias; la base de las primeras maxilas
en algunas especies está transformada a modo de ventosa para conseguir una mejor sujección. Son capaces de cambiar de
hospedador.
Argulus. Vista dorsal y ventral

Vista ventral de Argulus

Detalle de las ventosas de Argulus, la boca y los ganchos de las primeras antenas.

Los Pentastómidos
Se trata de un grupo de unas 90 especies parásitas de intestinos y conductos nasales de vertebrados, especialmente reptiles, por
lo que no entraremos en grandes detalles al no tratarse de especies marinas. Su cuerpo es lumbriforme y presenta en la parte
anterior cinco protuberancias, de las cuales la central tiene la boca y las cuatro laterales son patas con una garra en el extremo.

La fecundación es interna y los huevos se liberan al exterior mediante el tracto digestivo; estos huevos o larvas ya formadas pasan a
un hospedador intermedio, el cual es comido por el definitivo y la larva pasa del esófago a su hábitat final en el hospedador definitivo.
Crustáceos. Malacostráceos I. Filocáridos
y Hoplocáridos

Características generales de los Malacostráceos


La Clase Malacostraca incluye unas 23000 especies de crustáceos, entre ellos los más conocidos y de más valor comercial. Su
estructura corporal se puede ver en la figura 1: el tórax, que puede estar cubierto por un caparazón, tiene ocho segmentos con
apéndices (periópodos), y el abdomen seis. Los apéndices, aunque primitivamente sean birrámeos, tienen como rama más
desarrollada la interna o endopodio. Las primeras antenas son birrámeas al igual que las segundas, pero en estas últimas la rama
externa o exopodio tiene forma de escama plana. Es frecuente que el segundo o tercer apéndice torácico pase a estar adelantado y
al servicio de la alimentación, funcionando como maxilípedo. El caparazón torácico puede cubrir la cabeza, y de esta forma en el
cuerpo se diferencia un cefalotórax y un abdomen (ver fig. 1).

Los cinco primeros apéndices abdominales (pleópodos) son todos similares y birrámeos; se emplean en la natación, ventilación,
para llevar los huevos en el caso de las hembras o bien presentan el primer o segundo par modificado como órgano copulador en los
machos. El sexto y último apéndice abdominal tienen los apéndices aplanados y dirigidos hacia atrás para formar urópodos, que
junto con el telsón forman el abanico caudal.

En su interior, los malacostráceos presentan un estómago bicameral con dientes trituradores y finas sedas; aquí se realiza la
masticación y digestión del alimento. El gonoporo fenemino se encuentra en el sexto segmento torácico y el masculino en octavo.
El estadio de larva nauplio de los artrópodos ocurre dentro del huevo.

Los malacostráceos se dividen en tres subclases: Phyllocarida, Hoplocarida y Eumalacostraca. Las dos primeras, consideradas
como las más primitivas, las veremos a continuación, y el grupo de los eumalacostráceos lo desglosaremos en los capítulos
posteriores; se diferencia de las dos anteriores, que difieren un tanto del plan básico visto anteriormente, por no tener antenas
trirrámeas y abdomen sin siete segmentos.

Los Filocáridos
Este pequeño grupo de malacostráceos está representado en las costas ibéricas por una sóla especie, Nebalia bipes (fig. 3),
perteneciente al Orden Leptostraca. Se trata de una especie suspensívora, de algo más de 1 cm de longitud; vive en el fondo, en
el sedimento o entre las algas. La mayor parte de las especies del grupo son suspensívoras, pero algunas muestra
comportamientos carroñeros.
La cabeza tiene un rostro articulado y ojos pedunculados compuestos. El tórax tiene un caparazón liso, comprimido lateralmente y
bivalvo que encierra la cabeza y el tórax. El abdomen, indiferenciado del tórax, presenta 8 segmentos, siendo esto una excepción a
plan general de los malacostráceos y que se considera un carácter primitivo del grupo. Los apéndices torácicos, birrámeos, se
emplean para la natación y la alimentación pero en la hembra están modificados para llevar los huevos durante un tiempo. El séptimo
segmento abdominal carece de apéndices.

Los Hoplocáridos
A este grupo, cuyo nombre quiere decir "gambas armadas" pertenecen unas 300 especies conocidas como galeras, entre las que se
encuentra la conocida Squilla mantis como representante de las 10 especies presentes en nuestra costa, unos predadores bastante
especializados pertenecientes al Orden Stomatopoda.

La cabeza tiene un rostro articulado y ojos pedunculados articulados; las antenas primarias son trirrámeas y las secundarias birrámeas.
El tórax presenta un caparazón univalvo, liso y aplanado que cubre la cabeza y los tres primeros segmentos torácicos; los apéndices
torácicos son unirrámeos y subquelados y el segundo par está bastante desarrollado, con espinas en el borde interno de la parte móvil;
los tres apéndices siguientes son los usados en la locomoción. El abdomen, diferenciado del tórax, tiene seis segmentos bien
diferenciables, anchos y aplanados; los apéndices del primer segmento en los machos están modificados para la cópula. Los huevos
son incubados entre los maxilípedos por la hembra durante un periodo en el cual no se alimenta o son enterrados o depositados
externamente, pero en ambos casos son cuidados al mantenerse ventilados; eclosionan como larva zoea.
Viven en rocas o grietas en el coral, pero las presentes en las costas españolas lo hacen en galerías excavadas en el sedimento con
forma de U que son más o menos profundas dependiendo de la especie y de las condiciones ambientales. Abandonan el refugio para
buscar alimento y cuando lo encuentran lo apresan mediante su segundo par de apéndices torácicos que son bastante parecidos a los
de las mantis; la presa queda inmovilizada cuando se cierra y las espinas evitan que huya a la vez que lo trituran; hay especies que
usan estos apéndices en forma de lanza que despligan con suma velocidad y atraviesan el cuerpo de la presa. Para localizar a la
presa y conocer su posición exacta se sirven de sus ojos, considerados como los más perfectos dentro de los crustáceos y de las
antenas. Existen especies que se emparejan de por vida.

Crustáceos. Malacostráceos II. Sincáridos y Peracáridos


Los eumalacostráceos están divididos en cuatro superórdenes: los sincáridos, los pancáridos, los peracáridos y los eucáridos. En esta
página trataremos los dos primeros.

Los Sincáridos
De este pequeño grupo sólo podremos encontrar unas 25 especies en la Península Ibérica, en ambientes dulceacuícolas, por lo que al
no tratarse de especies marinas no entraremos en mucho detalle; son especies intersticiales, que viven entre los granos de sedimento
del fondo por lo que su tamaño tan sólo es de unas pocos décimas de milímetro. Todas pertenecen al Orden Bathynellacea.

Son malacostráceos que carecen de caparazón y tienen el primer segmento torácico fusionado a la cabeza. Todos los apéndices
torácicos son birrámeos y parecidos entre si.
Los Pancáridos
Al igual que los anteriores son crustáceos no marinos, pero tienen la característica de vivir en surgencias hidrotermales. En la
Península está representado por dos especies del géneron Tethysbaena, del Orden Thermosbaenacea. Son animales ciegos con un
pequeño caparazón que sólo aparece fusionado al primer segmento torácico.

Crustáceos. Malacostráceos III. Isópodos

Características generales
Los isópodos son uno de los grandes órdenes de crustáceos; las casi 4000 especies descritas son casi todas marinas, excepto
algunas terrestres, las conocidas cochinillas de humedad o "bichos bola" pertenecientes al género Armadillium. Las acuáticas, ya sean
marinas o de agua dulce, son bentónicas y algunas son parásitas; entre estas destacan los piojos de mar, parásitos de muchas
especies de lábridos. Son todas de pequeño tamaño, ya que hay pocas especies que sobrepasen el centímetro y medio y de colores
pardos o grisáceos, adaptándo el mismo a la coloración del fondo para pasar desapercibidos. Las especies marinas viven entre algas,
grietas, animales sésiles como briozoos e hidrozoos e incluso se encuentran en playas arenosas.

Los isópodos presentan el cuerpo aplanado dorsoventralmente que carece de caparazón. La cabeza, con forma de escudo, se
encuentra fusionada con el primero o los dos primeros segmentos torácicos formando así el cefalotórax; las antenas primarias son
unirrámeas y cortas, vestigiales en las especies terrestres; los ojos compuestos son sésiles. El tórax tiene un par de maxilípedos y
siete pares de pereiópodos usados en la locomoción. El abdomen, indiferenciado del tórax en vista dorsal, tiene los dos primeros
segmentos más o menos fusionados al tórax y algunos de los finales pueden fusionarse con el telson; algunos de sus apéndices
funcionan como branquias (ver figs 1 y 2).
Sistemas corporales

La alimentación de los isópodos es básicamente omnívora y carroñera, aunque existen especies herbívoras; estas presentan
asociaciones con hongos o bacterias que les ayudan a la digestion de la celulosa. Las especies parásitas se alimentan de los
líquidos corporales del hospedador mediante sus piezas bucales succionadoras transformadas con forma de aguja o cono.

El intercambio gaseoso se realiza en los apéndices abdominales, que también se emplean para la natación al tener forma aplanada;
en las especies más evolucionadas existe un reparto de estas dos tareas entre los pleópodos, de forma que los anteriores son los
empleados en la natación y los posteriores en la respiración. Es frecuente que los pleópodos respiratorios estén cubiertos por un
opérculo formado por los apéndices anteriores aplanados. Son capaces de presentar una respiración tegumentaria por todo el cuerpo.
Como sistema de excrección presentan glándulas maxilares.

En cuanto a la reproducción, los sexos están separados y el dimorfismo sexual es común. Las gónadas se encuentran a pares; en los
machos los espermiductos se abren al exterior en el segundo par de pleópodos; las hembras carecen del primer par de pleópodos y
el segundo forma un opérculo que cubre el marsupio o bolsa incubadora. Los oviductos forman en su parte final un receptáculo
seminal donde el macho deposita los espermatozoides durante la cópula; la incubación, que dura más o menos dependiendo de la
especie, acaba con la eclosión de los huevos que liberan una postlarva (manca), que tiene el último par de apéndices completamente
desarrollados.

Clasificación
Los isópodos presentes en la Península se pueden englobar en ocho subórdenes diferentes:

SubO. Gnathidea: juveniles (mancas), machos y hembras morfológicamente diferentes. Tienen los segmentos 1 y 7 del tórax
reducidos, por lo que dorsalmente sólo se aprecian 5. Carecen de los octavos segmentos torácicos. El abdomen es más
pequeño y estrecho que el tórax. El macho tiene grandes mandíbulas y las hembras, especialmente las que se encuentran
incubando los huevos, los segmentos torácicos 3 al 5 fusionados e inflados. Los juveniles son ectoparásitos de peces y los
adultos bénticos. Gnathia.
SubO. Anthuridea: isópodos de cuerpo largo y estrecho, de sección subcilíndrica. Los segmentos torácicos son más largos
que anchos. El primer par de pleópodos forman un opérculo que cubre al resto. Anthura, Cyathura.

SubO. Microcerberidea: son especies ciegas que viven en cuevas y formando parte de la meiofauna, por lo general menores
de 3 mm de longitud.

SubO. Flabellifera: tienen el cuerpo más o menos aplanado, con segmentos abdominales más o menos fusionados; los urópodos
están fusionados al telson, formando un pleotelson. Este grupo reúne las especies marinas de aguas poco profundas más
conocidas, incluyendo los piojos de mar parásitos de peces. Limnoria, Cirolana, Serolis, Anilocra.
SubO. Valvifera: los segmentos abdominales 3 a 6 fusionados con el telson generalmente, aunque pueden estar todos
fusionados. Las branquias están cubiertas por un opérculo formado por los urópodos. Astacilla, Idotea.
SubO. Asellota: los segmentos abdominales 3 a 6 fusionados con el telson generalmente, aunque pueden estar todos fusionados.
Tienen palpo mandibular. Los urópodos largos y estrechos. Las branquias están formadas por los apéndices abdominales 3 a 5 y se
hallan cubiertos por un par de apéndices abdominales anteriores que forman una especie de opérculo. Marinos y de agua dulce.

SubO. Epicaridea: isópodos parásitos de otros crustáceos con el cuerpo bastante modificado. Las piezas bucales se han
modificado para formar un cono succionador. Bopyrus, Branchiophryxus.

SubO. Oniscidea: todos terrestres; a este grupo pertenecen las cochinillas de la humedad, que se hacen una bola al ser
molestadas. Primeras antenas diminutas, vestigiales.
Crustáceos. Malacostráceos IV. Anfípodos

Características generales
Los anfípodos son otro gran grupo de peracáridos con casi 6000 especies descritas, la mayoría marinas, aunque algunos grupos son
dulceacuícolas y otros terrestres. Son de pequeño tamaño, de hasta unos 15 mm por lo general.

Los anfípodos más comunes son viven en el fondo y son nadadores, empleando para desplazarse los apéndices abdominales, al igual
que para caminar sobre el fondo; son capaces de saltar mediante una sacudida fuerte del abdomen sobre el suelo. Hay anfípodos
marinos comensales que pasan parte de su vida en el interior de ascidias o salpa; otros son excavadores y otros crean tubos con
materiales exógenos que incluso pueden llevarlos de un lugar a otro; los hay escaladores, que utilizan sus gnatopodios o apéndices
subquelados anteriores para trepar sobre hidrozoos o briozoos.

Su cuerpo está aplanado lateralmente y dividido en tres regiones: la cabeza, el tórax y el abdomen que tiene un segmento terminal o
telson. La cabeza tiene los seis pares de apéndices típicos: las antenas primarias, las secundarias, mandíbulas, maxilas primarias y
secundarias y los maxilípedos; los ojos compuestos son sésiles. El tórax, sin caparazón, tiene siete segmentos bien diferenciables,
cada uno con un par de apéndices unirrámeos: los de los dos primeros pares están modificados, subquelados, y se llaman
gnatopodios. El abdomen, indiferenciado del tórax, está formado por seis segmentos; los tres primeros forman el pleosoma y sus
apéndices son birrámeos, mientras que los tres finales forman el urosoma, que tiene apéndices unirrámeos o birrámeos. Las hembras
tienen una bolsa ventral donde incuban los huevos formada por las coxas de los segmentos torácicos 2 al 6 que se encuentran
aplanadas. Las branquias están en las coxas de los apéndices torácicos; los apéndices del pleosoma se emplean en la natación y
ventilación y los del urosoma, que se encuentran dirigidos hacia atrás, para nadar o saltar dependiendo de la forma de locomoción de la
especie.

Sistemas corporales
La alimentación de los anfípodos consiste básicamente en materia orgánica en descomposición, utilizando los gnatopodios para
recoger los restos animales o vegetales; es frecuente ver gran número de anfípodos sobre las algas de arribazón alimentándose de
sus restos. Existen especies filtradoras, que tienen sedas sobre los apéndices en los que se quedan atrapadas las partículas
alimenticias. Aunque puedan complementar su dieta con algunos animales no son predadores en sentido estricto. Hay especies
parásitas, pero pocas, que se alimentan de los tejidos del animal parasitado.

El sistema de intercambio gaseoso está formado por las branquias, que son sacos o vesículas situadas en la cara interna de las coxas
torácicas; las especies terrestres se ven limitadas a vivir en lugares húmedos para evitar la desecación de las mismas.

Reproducción: los anfípodos son animales dioicos; las gónadas son pares y de forma tubular. Los gonoductos masculinos se abren
ventralmente en el último segmento torácico y los femeninos en las coxas del sexto par. Antes de la cópula el macho sujeta a la
hembra con los gnatopodios por las coxas y pueden permanecer así varios días, hasta que se produce la última muda y el macho
fecunda a la
hembra depositanto los espermatozoides a la entrada del marsupio o bolsa incubadora, donde por medio de las corrientes
ventiladoras de la hembra se introducen. El macho se separa y los huevos permanecen en la cámara hasta que se desarrollen; el
desarrollo es directo.

Clasificación
Las 364 especies de anfípodos ibéricos se agrupan en tres subórdenes:

SubO. Gammaridea: tienen la cabeza libre y no fusionada al tórax; los ojos son laterales. El tórax tiene las coxas bien
desarrolladas, al igual que el abdomen tiene los pleópodos y los urópodos. Marinos y terrestres.

Stenothoidae (parásitos)

Phoxocephalidae (excavadores)

Corophioidea (constructores de tubos)

Leucothoida (habitante de ascidias y esponjas)

SubO. Caprellidea: cuerpo alargado y cilíndrico o corto y aplanado. Tienen la cabeza fusionada casi por completo con el segundo
segmento torácico y los ojos son pequeños. En el tórax, las coxas son vestiguales o están ausentes. El abdomen tiene los
segmentos muy reducidos con apéndices bastante pequeños.
Caprellidae

Cyamidae (chinche de las ballenas)

Pariambidae

Phtisicidae

SubO. Ingolfiellidea: anfípodos de cuerpo alargado y cilindrico. Cabeza sin ojos sésiles, pero con un lóbulo ocular. El tórax tiene
las coxas pequeñas y el abdomen los pleópodos reducidos y los urópodos independientes. Hipógeas o intersticiales; marinas
de profundidad.
Ingolfiellidae

Crustáceos. Malacostráceos V. Misidiáceos,


Tanaidáceos y Cumáceos

Misidiáceos
Este pequeño grupo de unas 800 especies está formado por unos animales con aspecto de gamba conocidas como gambas zarigüeya,
todas de pequeño tamaño, unos 3 cm como máximo, aunque siempre hay alguna especie gigante como en todos los grupos. La mayor
parte de las especies son marinas, pero alguna es dulceacuícola. Muchas especies forman parte de la dieta base de muchas especies
de peces.

La cabeza tiene un rostro anterior formado por una prolongación del caparazón; los ojos son compuestos, pedunculados; las antenas
son todas birrámeas. El tórax tiene un caparazón univalvo que cubre la cabeza el tórax y parte del abdomen o la cabeza y el tórax,
pero que a diferencia de las verdaderas gambas no está unido a la últimos segmentos torácicos; tiene 6 o 7 pares de apéndices,
indiferenciados o prensiles, los primeros transformados en maxilípedos. El abdomen tiene 6 segmentos, con 5 pares de pleópodos y 1
par de urópodos; está bien desarrollado, es estrecho y redondeado y puede estar reducido en algunas especies; en los urópodos
presenta un estatocisto que puede verse por transparencia. Tienen un corazón tubular alargado.
Son animales principalmente nadadores o reptadores. Las branquias se encuentran en la superficie interna del caparazón y algunos
grupos las tienen en el tórax. Son onmívoros y capturan el alimento de su cuerpo o de una bolsa o especie de red que forman los
apéndices torácicos y donde quedan atrapadas las partículas de alimento al ir nadando. Como órganos excretores presentan glándulas
antenales y maxilares.

Tanaidáceos
Son un grupo de algo más de 500 especies marinas de crustáceos peracáridos marinos de pequeño tamaño, que raramente superan
los 7 mm de longitud. Viven enterrados en el fondo, en cavidades o grietas de las rocas. Tienen un caparazón que está fusionado a
los dos primeros segmentos torácicos y que funciona internamente como una branquia. El primer par de apéndices torácicos está
modificado como maxilípedo y los siguientes son gnatopodios, subquelados; el tercer par de apéndices torácicos está destinado a la
excavación.

La alimentación es principalmente suspensívora, aunque existen especies depredadoras y detritívoras.

Cumáceos
Son un pequeño grupo de peracáridos marinos representado en la Península por 175 especies. Son animales que viven enterrados en
el sedimento y su cuerpo presenta modificaciones para la vida excavadora; tanto la cabeza como el tórax están alargados, cubiertos
por un caparazón liso y comprimido lateralmente, formando una especie de cono que acaba en un rostro final a cuyos lados puede
haber unos ojos; las antenas son largas en los machos y cortas en las hembras. Los tres primeros pares de apéndices torácicos
modificados como maxilípedos. El abdomen es fino y tiene unos urópodos largos y estrechos. Las branquias están situadas en el
primer maxilípedo.

Se alimentan mediante filtración y algunos pocos obtienen materia orgánica sedimentada.


Crustáceos. Malacostráceos VI. Eufausiáceos
Los eufausiáceos y los decápodos son los dos órdenes que forman el superorden de los Eucáridos (SuperO. Eucarida). Este
superoden se caracteriza por presentar un caparazón fusionado a todos los segmentos del tórax (no sólo a los primeros segmentos
como ocurre en los Peracáridos), por tener las branquias cerca de los apéndices torácicos y los ojos compuestos y pedunculados.

Eufausiáceos
De gran importancia ecológica, este grupo tan sólo está formado por unas 85 especies. Conocidos como "krill", constituyen un
importante alimento para muchas especies de peces y mamíferos; en aguas antárticas forman grandes bancos de varios metros de
profundidad y extensión y constituyen el principal alimento de las ballenas blancas. Son pequeñas gambas de hasta unos 30 mm de
longitud, todas marinas. En el grupo destaca Euphasia superba, de la cual se alimentan las ballenas.

La principal característica que los diferencia de las verdaderas gambas es que su caparón no se prolonga ventralmente cubriendo las
branquias. Este caparazón torácico, univalvo, cubre la cabeza y el tórax y puede formar un rostro anterior entre los ojos; tiene de seis a
ocho pares de pereiópodos que tienen finas sedas y además las branquias. El abdomen tiene 6 segmentos con cinco pares de
pleópodos y uno de urópodos que forman la cola o abanico caudal junto con el telson; ningún apéndice presenta modificaciones
sexuales.

Su alimentación consiste principalmente en zooplancton que recogen con sus apéndices torácicos que se colocan formando una
especie de cesta en cuyo interior queda atrapado el alimento gracias a las sedas de los apéndices. La fecundación se realiza con la
intervención de espermatóforos y los huevos son incubados durante un tiempo más o menos largo dependiendo de la especie.

Crustáceos. Malacostráceos VII. Los Decápodos I


El más conocido de los grupos de crustáceos y más importante comercialmente; a él pertenecen un cuarto de las especies totales de
crustáceos, unas 10000, lo que los hace el grupo más grande dentro de la Clase.

Su característica más importante es la presencia de un caparazón que cubre cabeza y tórax (formando un cefalotórax) y también las
cámaras branquiales laterales. De los ocho apéndices torácicos, los tres delanteros se han transformado en maxilípedos, pasando a
cobrar función alimenticia, y los cinco pares restantes se emplean en la locomoción: su forma y uso dan nombre al grupo, los
Decápodos.

Su característica más importante es la presencia de un caparazón que cubre cabeza y tórax (formando un cefalotórax) y también las
cámaras branquiales laterales. De los ocho apéndices torácicos, los tres delanteros se han transformado en maxilípedos, pasando a
cobrar función alimenticia, y los cinco pares restantes se emplean en la locomoción: su forma y uso dan nombre al grupo, los
Decápodos.

El cefalotórax está formado por los 6 segmentos de la cabeza y los 8 del tórax, todos cubiertos por un caparazón, que en la zona
anterior suele acabar en un rostro más o menos conspicuo. Los seis apéndices cefálicos son:
El primer par son los ojos, sujetos por un pedúnculo móvil compuesto por dos o tres artejos que le proporcionan una gran
movilidad; en muchos casos pueden introducirse en unas cuencas en situación de reposo. En la base del pedúnculo se
encuentra la glándula que produce las hormonas encargadas del control de la muda.

El segundo par son las anténulas o primeras antenas; tienen el pedúnculo formado por 3 artejos y son birrámeas. Están bien
desarrolladas excepto en los Braquiuros, en los cuales suelen estar replegadas en fosas antenulares.

El tercer par son la antenas o segundas antenas. Su pedúnculo consta de 5 artejos; en el primero se encuentra la abertura de la
glándula antenal excretora y el segundo es tiene un exopodio folioso llamado escafocerito. El endopodio está formado por 3
artejos terminados en un flagelo multiarticulado. Este es el esquema general de las antenas, pero tiene variaciones. En los
Natantia son más largos que los Brachiura, y en los Reptantia dos artejos del pedúnculo están unidos y el escafocerito puede ser
una simple espina o estar ausente incluso.

El cuarto par de apéndices son las mandíbulas, que además son el primer par de apéndices bucales. Su coxa presenta una parte
trituradora y una parte molar. La base es estrecha y el endopodio, de 1 o 2 artejos, que junto con la base forma el palpo
mandibular.

El quinto par de apéndices son las primeras maxilas o maxílulas y el sexto par las segundas maxilas o maxilas. Son apéndices
planos, ensanchados, con forma lobulada. Las segundas tienen un escafognatito, el exopodio ensanchado, que contribuye a
mantener la corriente de agua en las branquias.

De los ocho apéndices torácicos los tres anteriores han pasado al servicio de la alimentación y se conocen como maxilípedos; los
cinco restantes funcionan como locomotores y se conocen como pereiópodos. El primer par de maxilípedos es semejante a las
maxilas, pero tiene en su larte externa una dilatación en la coxa llamada epipodio o epipodito; los otros dos pares son bastante
semejantes a los pereiópodos: su endopodio está formado por 5 artejos y tanto la coxa como la base sólo tiene esbozos de lóbulos.
En los Macruros suelen tener una porción respiratoria en el epipodio, y en el tercer par de los Braquiuros puede existir una dilatación
que tapa la abertura bucal.

Los cinco pares de pereiópodos están formados por 7 artejos, que desde el cuerpo a la parte distal se llaman coxa, base (ambas
forman el protopodio), isquiopodio, meropodio, carpopodio, propodio y dactilopodio, en el cual se articula el endopodio. Es conocido
del primer par de pereiópodos sus pinzas o quelas originadas por una expansión del propodio que se opone al dactilopodio, por lo que
este primer par se conoce como quelípedos. El resto de los 4 pares son de forma muy variable e incluso pueden haber desaparecido;
en algunos incluso el último par se ha modificado para nadar o sujetar otros materiales al dorso para pasar desapercibido. En la figura
2 se encuentran representados los apéndices de un cangrejo.
El cefalotórax acostumbra a tener espinas y líneas más o menos pronunciadas que delimitan lóbulos o regiones más o menos
abombadas y que en ocasiones son útiles para diferenciar las especies. Un esquema de estas líneas y regiones o lóbulos se muestran
en la figura 3.

El abdomen o pleon es la parte más variable del cuerpo. En los Natantia está bien desarrollado y sus apéndices, los pleópodos, son
largos y flagelados para facilitar la natación; en los Reptantia el abdomen se aplana dorsoventralmente y en los Macruros los
pleópodos se reducen y en los Brachiura el abdomen se repliega bajo el caparazón. En las hembras la misión de los pleópodos es
retener los huevos para incubarlos durante un tiempo, mientras que en los machos el primer par, y a veces el segundo, se emplean
como órgano copulador. En los Anomura, el abdomen está bastante reducido y puede carecer de tegumento y ser asimétrico. El
abdomen finaliza en un apéndice impar llamado telson que junto con los apéndices del sexto segmento, los urópodos, forma el telson,
una especie de aleta usada en la natación; en los Anomura está reducido a un gancho para arragarse a la concha en la que viven y en
los Brachyura la falta de esta aleta hace que el último segmento está formado por el urópodo y el telson (ver figura 4).
Crustáceos. Malacostráceos VIIÍ. Clasificación
tradicional de los Decápodos
Los decápodos se han clasificado tradicionalmente en dos grupos, los Reptantia (Anomura, Brachyura y Macrura) y los Natantia; los
primeros tienen el cuerpo comprimido dorsoventralmente y los pleópodos pequeños al no usarse en la natación por ser reptantes;
los segundos tienen el cuerpo comprimido lateralmente.

Reptantia
Este grupo, en el que encontraremos los cangrejos y las langostas, se caracteriza por tener el cuerpo comprimido dorsoventralmente.
Los pleópodos (apéndices abdominales) son pequeños, a veces pueden estar ausentes, y no se usan en la locomoción. Las anténulas
carecen de estilocerito y el escafocerito puede estar ausente, pero en caso de existir está poco desarrollado. Se divide en los
siguientes tres subórdenes, diferenciados por la forma del caparazón, la posición del abdomen y la morfología de los últimos apéndices
torácicos.

SubOrd. Anomura (Reptantia Anomura): su caparazón está deprimido, las terceras patas nunca están queladas y las quintas
reducidas o dispuestas más dorsalmente y veces también las cuartas. El esterno está dividido, y las anténulas tienen el
exopodio reducido, vestigial o ausente. El abdomen es muy variable, pudiendo estar replegado bajo el tórax como en los típicos
cangrejos o ser asimétrico y estar alojado en el interior de una concha; los pleópodos están reducidos. Los que tienen
morfología de cangrejo tienen los ojos entre las antenas. A este grupo pertenecen las siguientes 3 superfamilias:

SuperF. Paguridea: su caparazón es ovalado y el abdomen blando, oculto en una concha o replegado bajo el caparazón.
Las primeras patas son quelípedos. El tercer, cuarto y quinto pares de pleópodos reflejan la asimetría del abdomen al
presentarse sólo en el lado izquierdo.
La familia Diogenidae tiene el caparazón poco calcificado y el tercer par de maxilípedos con las bases adyacentes.
Paguristes, Diogenes.
La familia Paguridae tiene el caparazón, calcificado pero no completamente, con el tercer par de maxilípedos con
las bases separadas. Pagurus.

SuperF. Galatheidea: tienen un rostro bien desarrollado y sus patas anteriores son robustas y finalizan en una potente
pinza y el quinto par pequeño y doblado a lo largo del caparazón. Los apéndices abdominales son simétricos.
A la familia Galatheidae pertenecen las conocidas galateas. Tienen una caparazón largo con marcadas líneas
transversales y un rostro triangular. El abdomen está replegado pero no bajo el tórax. Galathea, Munida.
La familia Porcellanidae está formada por individuos con la típica apariencia de cangrejo, con el caparazón plano y bien
calcificado, con un pequeño rostro. Los quelípedos son alargados y anchos y el abdomen se encuentra bajo el
caparazón. Porcellana, Pisidia.

SuperF. Hippoidea: tienen el cefalotórax aplanado o ligeramente cilíndrico, con el rostro reducido o ausente. El primer par
de patas es frágil, poco robusto, estiliforme o subqueliforme, sin llegar a formar una pinza; el resto de apéndices son
normales. El abdomén, simétrico, replegado bajo el telson. Sólo tiene una familia, Albuneidae, a la que pertenece
Albunea.

SubOrd. Brachyura (Reptantia Brachyura): tienen un caparazón ancho y unas primeras patas con potentes quelas; las terceras
patas nunca tienen pinzas. Los ojos son laterales a las antenas. El abdomen está replegado bajo el ancho tórax, es simétrico y
está muy reducido; rara vez tiene urópodos. Se trata de un grupo muy amplio, con gran cantidad de familias y especies (124 en
la península ibérica) y por eso no entraremos en profundidad en su clasificación. Las diferentes familias del grupo las
agruparemos en las siguientes superfamilias:
SuperF. Dromiacea: son considerados los braquiuros más primitivos. Su último par de patas es anormal y están
articuladas dorsalmente, empleándose entonces para colocar objetos encima del caparazón, que nunca es más ancho
que largo.
La familia Dromiacea, a la que pertenece el cangrejo felpudo, Dromia personata, se caracteriza por su caparazón
ovalado y densamente cubierto de pelos; los ojos y anténulas son retráctiles. El primer par de pereiópodos tiene unas
grandes quelas y el cuarto y el quinto en posición dorsal que usan para colocarse esponjas o ascidias en el dorso.
La familia Homolidae tiene un caparazón más largo que ancho y más o menos espinoso, con el 5 par de apéndices
en posición dorsal. Homola y Paromola.
SuperF. Oxystomata: tienen la cavidad bucal triangular, que forma un canal que se cierra por una proyección del
segundo maxilípedo. El último par de patas también está en posición dorsal y la hembra carece del primer par de
pleópodos, por lo que sus aberturas genitales se abren en el esterno.
La familia Dorippidae tiene un caparazón corto que deja libre los dos primeros segmentos abdominales.
Medorippe, Ethusa.
La familia Calappidae se caracteriza por un caparazón muy convexo con un margen espinoso. Las quelas son muy
grandes y se pueden ocultar en una zona del borde del caparazón ahuecada que es también donde se crea la corriente
de agua que llega a las branquias. Calappa.
La familia Leucosidae se caracteriza por el caparazón redondeado, ovalado o poligonal, y tiene el borde del
caparazón ahuecado pero cerrado externamente, entrando el agua por un orificio anterior. Ebalia, Ilia.

SuperF. Oxhyrhyncha: el caparazón se estrecha en la parte anterior formando un rostro más o menos largo. La forma
del caparazón es grotescamente triangular o piriforme, más ancho en la parte posterior.

La familia Parthenopidae tiene el caparazón con los lóbulos o regiones marcados y con numerosos tubérculos.
Los quelípedos son extraordinariamente largos y robustos, lo que los diferencia de la otra familia. Parthenope.
La familia Majidae tiene también el caparazón triangular, piriforme, y con los quelípedos tan largos como el resto de
los apéndices. Es normal en el caparazón la presencia de espinas curvas en las que se fijan otros seres como
hidrozoos o algas y que ocultan el animal. A esta familia pertenecen animales como Maja squinado (centollo), los
cangrejos de las anémonas (Inachus y Macropodia) y otros como Herbstia, Rochinia y Pisa.

Maja squinado

SuperF. Brachyrhyncha: este grupo se caracteriza por tener un caparazón cuadrangular, ovalado o redondeado, pero
nunca triangular como el grupo anterior y con una distancia interocular amplia. La órbita ocular está bien desarrollada y
es completa.

La familia Portunidae es bastante grande y engloba unas 230 especies, conocidas como cangrejos nadadores, ya que
tienen el quinto par de apéndices modificados, con los dos últimos artejos aplanados en forma de pala que usan para
nadar. El caparazón está comprimido y es hexagonal, cuadrado, más ancho que largo. Las especies más conocidas
son Polybius henslowi (patexo), Necora puber (nécora) y el Carcinus maenas (cangrejo común).
Polybius henslowi

La familia Geryonidae se caracteriza por un caparazón hexagonal o trapezoidal, con 3 - 5 dientes en el margen lateral.
El quinto par de apéndices es más largo que los quelípedos. Geryon, Chaceon.
La familia Xanthidae tiene el caparazón ovalado o hexagonal, siempre más ancho que largo, en que son característicos
sus bordes laterales anteriores arqueados y los posteriores convergentes. El rostro tiene una incisión central y es
bastante ancho. El dedo de la quela suele ser negro. Eriphia, Xantho.

La familia Pinnotheridae se caracteriza porque los caparazones son redondeados, blandos, poco calcificados.
Son animales comensales o parásitos de equinodermos, bivalvos y otros muchos. Pinnotheres.
La familia Grapsidae tiene el caparazón cuadrangular, con el rostro ancho y el borde lateral recto. Pachygrapsus,
Planes, Grapsus.
Pachygrapsus marmoratus © Juan Luis Menéndez

La familia Goneplacidae tiene el caparazón trapezoidal, más ancho en la parte anterior y con la superficie lisa. El margen
lateral tiene una aguda espina en el borde anterior apuntando al exterior y tras ella hay otra más pequeña. El pedúnculo
ocular es largo. Viven enterrados generalmente. Goneplax.
La familia Ocypidae está formada por los llamados cangrejos violinistas, que viven en aguas cálidas.
SuperF. Cancridea / Corystoidea: tienen el caparazón alargado, ovalado o hexagonal, con los ojos cercanos, las órbitas
con dos fisuras superiores y el flagelo antenal con sedas. El espacio bucal es cuadrangular.

La familia Corystidae se caracteriza por un caparazón más largo que ancho, con pequeños tubérculos. La frente se
prolonga más que los ojos y tiene dos espinas triangulares separadas por una incisión en forma de V. Las antenas son
más largas que el caparazón. Corystes. Viven enterrados y respiran mediante un tubo formado al juntar las dos
antenas. La familia Cancridae tiene un caparazón ovalado, mucho más ancho que largo, en el que destacan en el
margen anterior lateral 10 lóbulos redondeados y 5 entre los ojos. A esta pertenece Cancer pagurus, el buey de mar.

SubOrd. Macrura (Reptantia Macrura): tienen un gran abdomen simétrico, ventralmente replegado y con urópodos. El quinto par
de apéndices torácicos es igual a los anteriores.
SuperF. Thalassinidea: tienen el cuerpo comprimido, con el primer par de patas o quelípedos asimétricos. El abdomen
está desarrollado y aplastado. La familia Upogebiidae, a la que pertenece Upogebia, vive en galerías excavadas en
fondos arenosos o fangosas.

SuperF. Astacidea: tienen un caparazón subcilíndrico, con un rostro desarollado. Los tres primeros pares de pereiópodos
son quelados, siendo el primero el que tiene las pinzas más fuertes y robustas.
La familia Nephropidae se caracteriza por tener un rostro desarrollado, y un caparazón con numerosos dientes y espinas
y un profundo surco cervical; los pleuritos del abdomen son puntiagudos y el telson tiene dos espinas en el ápice.
Pertenecen a esta familia Nephrops norvegicus (la cigala) y Homarus gammarus (el bogavante).
Homarus gammarus

La familia Astacidea está formada por los cangrejos de río. Su caparazón tiene surcos marcados y el escafocerito con
una punta aguda. Las quelas son robustas.

SuperF. Palinuridea: el caparazón está deprimido, anguloso, con un rostro pequeño. Puede haber quelas hasta en los
cuatro primeros pares de apéndices torácicos.

La familia Palinuridae se caracteriza por un caparazón convexo, espinoso y tuberculado. Los ojos están cubiertos por una
espina o cuerno frontal. Carecen de quelas en todos los apéndices. El abdomen tiene segmentos lisos o surcados
transversalmente. A esta familia pertenece Palinurus elephas, la langosta.
La familia Scyllaridae está formada por los santiaguiños, que se caracterizan por un cuerpo aplanado, con el pedúnculo
de las antenas aplanado y el flagelo también, lo que les confiere una particular anatomía en la parte anterior del cuerpo.
La hembra tiene quelados los apéndices del quinto par. Scyllarus, Scyllarides.

Natantia
La principal característica de este grupo, al que pertenecen las verdaderas gambas, es tener el cuerpo comprimido lateralmente y
poseer unos pleópodos o apéndices abdominales desarrollados que se emplean para la natación. Las anténulas tienen un estilocerito
y el escafocerito de las antenas está bien desarrollado. Se divide en cuatro Superfamilias, pero sólo veremos dos, ya que los otras dos
están formadas por especies de profundidad.
SuperF. Penaeidea: son un gran grupo de decápodos con casi 2500 especies. El tercer par de apéndices abdominales acaba
en pinzas y el pleurito del primer segmento abdominal cubre anteriormente el segundo.

La familia Aristeidae tiene un pedúnculo ocular con un tubérculo central muy marcado. Los machos tienen el rostro corto y
las hembras y machos jóvenes largo. A esta familia pertenece el carabinero, Plesiopenaeus edwarsianus.
La familia Penaeidae tiene el rostro desarrollado, con dientes en la zona dorsal en la dorsal y ventral; el pedúnculo ocular no
tiene tubérculos, pero sí escamas basales. Penaeus kerathurus, el langostino, de gran importancia económica pertenece a
esta familia, al igual que Parapenaeus longirostris, la gamba blanca.
SuperF. Caridea: este grupo, a diferencia del anterior, no tiene el tercer par de apéndices torácicos finalizado en pinzas y es el
segundo pleurito abdominal el que recubire la parte posterior del anterior. Las principales familias, que se diferencian por
caracteres en los que no entraremos, son:

La familia Alpheidae tiene un caparazón liso y un rostro poco desarrollado. Los ojos están cubiertos por una prolongación del
margen frontal del caparazón. Presenta unas robustas pinzas en el primer par de patas que usa para defenderse o
alimentarse, ya que al cerrar el dedo el ruido que produce es capaz de aturdir algún pez cercano. Alpheus.
En la familia Processidae encontramos pequeñas gambas nocturnas que pueden vivir enterradas. Processa.

Processa canaliculata

La familia Palaemonidae es la más grande del grupo. Son especies que tienen un gran rostro y en la que encontraremos
los camarones (Palaemon) y las gambas de las anémonas (Periclimenes).

Periclimenes sagittifer

En la familia Crangonidae está formada por especies de caparazón aplanado que tienen el primer par de patas
subquelado. Algunas son de interés comercial, como Crangon crangon.
Crustáceos. Malacostráceos IX. Anatomía interna de
los Decápodos

Sistema respiratorio e intercambio gaseoso


Los decápodos son organismos acuáticos y por lo tanto su intercambio gaseoso se realiza en unas estructuras especiales llamadas
branquias que se disponen en los laterales del cuerpo sobre los apéndices generalmente. En las formas primitivas de decápos
existían 4 pares de branquias en cada uno de los 8 pares de apéndices torácicos, incluyendo maxilípedos y pereiópodos, lo que
harían un total de 32 branquias; sin embargo, evolutivamente este número ha descendido y actualmente la especie que más
branquias tiene es una gamba con 24.

Se disponen a los lados del tórax, sobre los apéndices u otras estructuras, recibiendo diferentes nombres en cada caso, en
unos huecos llamados cámaras branquiales (fig. 1). Tienen un eje central en el que se disponen las distintas extensiones
laminares (filobranquias), pilosas (tricobranquias) o ramificadas (dendrobranquias), que varían según las especies.

Las corrientes de agua en las cámaras son creadas por movimientos de los apéndices y sobretodo por el batido del escafognatito de
las segundas maxilas. En Natantia el caparazón no está completamente fusionado en la parte posterior y ventral al cuepo, permitiendo
la entrada de agua por esas fisuras, que posteriormente sale por la parte anterior de la cabeza. En otros, como los cangrejos de río,
las fisuras sólo existen en el margen posterior del caparazón, por donde entra el agua. En los cangrejos normales, no existen fisuras,
y el agua entra en las cámaras branquiales por la base de los quelípedos. Existen mecanismos que evitan la entrada de sustancias
como granos de arena a las cámaras branquiales, como sedas filtradoras a la entrada de las mismas. Son capaces también de invertir
el sentido de la corriente para expulsar esas partículas. Sin embargo, muchos cangrejos disponen de un mecanismo limpiador
formado por el epipodio festoneado de los maxilípedos que a modo de cepillo barre las branquias eliminando las partículas ajenas (fig.
2).
Sistema excretor
El órgano encargado de la excrección en los decápodos es la glándula antenal o glándula verde, cuyo conducto se abre al exterior en
la base de la segunda antena y que a veces presenta un opérculo. El sáculo y la primera parte del tubo (laberinto) se disponen a los
lados del esófago y en ellos se produce la absorción. Sin embargo, el amonio se expulsa por difusión en las zonas más finas de
tegumento como ocurre en las articulaciones. Las glándulas antenales controlan la presión del líquido interno y el contenido de algunos
iones
como el Mg, pero no interviene en la equilibrio osmótico y la mayor parte de los decápodos (excepto los dulceacuícolas) son
osmoconformistas. Son capaces de absorver sales mediante las branquias como también hacen los peces.

Sistema digestivo y alimentación


Los decápodos presentan una amplia variedad de hábitos alimentarios, pero la mayoría son depredadores y detritívoros. Las especies
dulceacuícolas son en su mayoría herbívoras. En su dieta hay bivalvos, equinodermos, poliquetos, y los quelípedos suelen tener cada
uno una función diferente para procesar el alimento; la quela derecha es más grande y tiene una serie de tubérculos en la parte
interna que usa para triturar; la izquierda, más pequeña, tiene dientes afilados que usa para cortar.

La alimentación carroñera a base de detritus ha derivado en una alimentación filtradora, en la que los individuos disponene de sedas
filtradoras en los maxilípedos o primeras patas.

El aparato bucal está formado por los apéndices alimentarios, que descansan solapándose unos a otros, estando el tercer maxilípedo
encima de todos cubriendo al resto. Pasa la comida recogida con los quelípedos al tercer maxilípedo y de este a las mandíbulas,
donde se tritura y se pasa a la boca posteriormente. Tras la boca hay un corto esófago de paredes quitinosas que conduce al
estómago(fig 3.), que está dividido en dos zonas: una anterior ancha, la cámara cardiaca, trituradora, y una posterior más pequeña, la
cámara pilórica, trituradora y filtradora. En la primera existen reforzamientos quitinosos donde externamente se fijan músculos para
mover las paredes del mismo y donde también se desarrollan dientes quitinosos que forman el "molino gástrico" en la parte final de
esta cámara. En la parte pilórica hay pliegues en la pared y numerosas cerdas que contribuyen a la digestión mecánica del alimento.
La digestión química se realiza gracias a las secreciones de un glándula digestiva bilobulada llamada hepatopáncreas, que también
funciona como
reservorio de nutrientes; su conducto se abre en la parte ventral de la cámara pilórica, donde existen unas sedas filtradoras que evitan
que pasen a la glándula las partículas alimentarias grandes. Estas son pues desviadas al intestino, donde el epitelio de la zona anterior
del mismo segrega una membrana peritrófica que envuelve las sustancias de desecho antes de ser expulsadas.
Sistema nervioso y órganos de los sentidos
El sistema nervioso está formado por un cerebro y un anillo circumesofágico del que sale una cadena nerviosa ventral que en los
Natantia y Macrura forma un ganglio independiente en cada segmento abdominal excepto en los dos primeros (fig. 7); en los
Brachiura, debido a su pequeño abdomen, los ganglios se fusionan y se desplazan a una posición más anterior formando una masa
nerviosa ventral.

Como órganos de los sentidos destacan las vellosidades quimiosensoriales de las antenas (estetascos) y los estatocistos (órganos
del equilibrio) en el artejo basal de las primeras antenas.

Sistema circulatorio
El corazón es una cámara en posición dorsal con 5 pares de ostiolos (figs. 4 y 5) y del que salen cinco arterias a la zona anterior y
una a la posterior, de la que surge una esternal que se dirige a la parte ventral. Todas se ramifican rápidamente para irrigar los
numerosos órganos y posteriormente la sangre acaba en un seno esternal, de donde se dirige a las branquias y luego al pericardio y el
corazón, en el que entra por los ostiolos.

Reproducción y desarrollo
Los decápodos son animales dioicos, aunque actualmente se está empezando a encontrar algunas formas de hermafroditismo
proterándrico. Los machos tienen testículos pares en el tórax, aunque pueden extenderse hacia el abdomen; producen espermazoides
con forma de chincheta y los transfiere a la hembra en espermatóforos, para lo cual el conducto que conecta los testículos con el
exterior está modificado atendiendo a la complejidad de los mismos; este conducto se abre cerca de las coxas del último par de patas
o en su base. Por medio de un pene dispuesto a cada lado (ver fotografía inferior), los espermatóforos son transferidos del gonoporo a
los pleópodos copuladores.

Los ovarios tienen una estructura similar a la de los testículos y se abren al exterior por medio de un conducto que desemboca en las
coxas del tercer par de patas o en las cercanías de las mismas. Muchas especies poseen unos receptáculos seminales o
espermateca donde se alojan los espermatóforos, pero en las más evolucionadas la parte final del oviducto está conectada a la
espermateca y se emplean como gonoporos sus aberturas. Las formas más primitivas carecen de ellas y los espermatóforos se
depositan directamente en la superficie ventral de la hembra.

Antes de la cópula es normal la presencia de un cortejo que es más o menos intenso dependiendo de la especie, y durante la cópula,
el macho transfiere el espermatóforo a la hembra. La fecundación es interna, pero en muchos casos la presencia de un espermatóforo
que protege los espermatozoides permite que no se produzca durante la cópula, sino posteriormente. Es común que la hembra incube
la puesta durante un tiempo con sus pleópodos.

En las especies que liberan los huevos directamente sin incubación previa, como las gambas penaeidas, el estado larvario que
eclosiona es una larva nauplio o metanauplio, mientras que en las especies incubadoras surge una zoea, fácilmente reconocible por
una gran espina rostral. El siguiente estado que atraviesan es el de megalopa, con el abdomen más grande.
MOLUSCOS

Introducción
Los moluscos son animales invertebrados marinos que se clasifican en función de sus características
morfológicas. Todos ellos tienen en común un cuerpo blando que puede estar cubierto (con una o dos
conchas) o pueden no estarlo. De este modo se identifican tres grupos: bivalvos –dos conchas-
(mejillón, vieira, ostra...), univalvos o gasterópodos -una concha- (como el caracol), y cefalópodos -sin
concha- (pulpo, calamar, sepia...). A diferencia de los crustáceos, su cuerpo es menos consistente y
no se encuentra segmentado.

Clasificación
Desde un punto de vista comercial se identifican tres grandes grupos:

- Moluscos bivalvos

Almeja fina y chirla, berberecho, coquina, mejillón, navaja, ostra y vieira.

- Moluscos univalvos o gasterópodos

Lapa, bígaro, cañailla y busano.

- Moluscos cefalópodos

Calamar, pota, pulpo y sepia.

MOLUSCOS BIVALVOS
En los moluscos bivalvos su cuerpo está protegido por dos valvas que se unen mediante una especie
de bisagra llamada charnela. El color y el olor de estos animales es característico en función de la
especie. Contienen un líquido intervalvar que ha de ser claro y con olor a mar. En general se
comercializan vivos, con las valvas cerradas o semiabiertas, que se cierran nada más tocarlas.
También se presentan congelados, con o sin las valvas, y en conserva.

- Almeja fina y chirla (Ruditapes decussata o Venerupis decussata y Venus gallina o Chamelea
gallina)

La almeja habita sobre todo en el litoral atlántico y en el canal de La Mancha. Aunque en menos
cantidad, también se encuentra en el Mediterráneo. Posee una concha delgada de unos 3-5
centímetros de longitud, convexa en el centro y de color entre gris claro y oscuro, con manchas
pardas y estrías muy finas que forman un dibujo que se aprecia a simple vista. En nuestro país la
almeja más fina y cara es la popular “almeja gallega”, que posee una concha de color gris claro y que
se localiza? en las costas del noroeste. Otra especie, la almeja francesa, procedente de Normandía,
Bretaña y La Vendée, de color más oscuro y sabor más pronunciado. La chirla o almeja del
Mediterráneo (Venus gallina o Chamelea gallina) es pequeña y muy sabrosa. Otras especies que se
pueden adquirir en nuestro país son la almeja japonesa (Ruditapes philippinarum o Venerupis
philippinarum), la dorada (Tapes aureus o Venerupis aureus) y la rubia o listada (Tapes rhomboideus
o Venerupis rhomboideus).

- Berberecho (Cerastoderma edulis)

Se trata de un molusco de pequeño tamaño, con 3-4 centímetros de longitud, que se localiza en
fondos arenosos. Posee dos conchas iguales con veintiséis surcos muy marcados, que encierran una
bolita de carne y un coral casi imperceptible. No se pueden comercializar berberechos de menos de 3
centímetrtos de longitud. Se los captura en mareas bajas y pueden adquirirse vivos o en conserva al
natural. Además de la especie común, se comercializan otras como el azul o verde (Cardium glaucum
o Cerastoderma glaucum), procedente del Atlántico y del mar Mediterráneo, de menor tamaño que el
común, el marolo o concha (Cardium aculeatum o Acanthocardia aculeata), de carne dura y color
pardo o rojizo, localizado desde la zona sur de Noruega hasta las costas norteafricanas, así como en
el Mediterráneo, el corruco o langostillo o berberecho verrugoso (Cardium tuberculatum o
Acanthocardia tuberculata), procedente de la costa atlántica de Europa y del Mediterráneo, de mayor
tamaño que el resto, y el carneiro (Cardium echinatum o Ancanthocardia echinatta), muy apreciado en
Francia, procedente de la zona litoral del Atlántico y del Mediterráneo.

- Coquina o tellina (Donax trunculus)

Existe una gran variedad de especies de coquinas, todas ellas pertenecientes al género Donax. Se
trata de moluscos bivalvos que presentan una concha muy frágil y quebradiza. Su forma es triangular
y alargada. Las valvas son lisas y de color blanco, amarillento o tirando a pardo, uniformes ?o con
vetas concéntricas y radios de un tono violáceo. El interior es de tono blanco, violeta o anaranjado y
su longitud es de 2,5 a 5 centímetros como máximo. Se la localiza en fondos arenosos y se alimenta
de materia orgánica en suspensión. Procede sobre todo del Atlántico y del mar Mediterráneo. Entre
las variedades más destacables se encuentran la xarleta (Donax vitattus), que se localiza en el
Atlántico, Mediterráneo y bahías alemanas, el chipi-chipi (Donax striatus) habita en las zonas del
Caribe, la chirla del Caribe (Donax denticulatus) procede de la costa de América del Sur y es de
pequeño tamaño, y la coquina mariposa (Donax variabilis) es la de menor tamaño y se localiza en
costas americanas.

- Mejillón (Mytilus edulis)

Es un pequeño marisco de concha alargada y estriada, de un tono azulado más o menos oscuro. Se
conoce también con el nombre de mojojón, mocejón, ligerón o macillón. Se captura en su hábitat
natural (mejillón de roca), o se obtiene de la mitilicultura o cría, bien en bateas o llanos. La cría en
bateas consiste en colocar filas alineadas de estacas de madera. Este sistema es común en el
Mediterráneo y las Rías Bajas gallegas y da lugar a mejillones de pequeño tamaño pero muy
carnosos. España es un gran productor gracias a esta forma de cultivo. La cría en llano se practica en
el mar del Norte.
En España se comercializa además el mejillón de labio verde procedente de Nueva Zelanda y el
mejillón denominado dátil de mar, más alargado y muy sabroso, de Portugal. Otras especies
destacables son el mejillón californiano (Mytilus californiensi), de las costas del Pacífico hasta el sur
de Alaska; el mejillón rubio o mediterráneo (Mytilus galloprovincialis), del Mediterráneo y el Atlántico,
que puede medir hasta 8 centímetros de largo; el mejillón barbudo (Modiolus barbatus), que presenta
una barba oscura que puede llegar a medir 6 centímetros y que se localiza en el Mediterráneo y en el
Atlántico; y el mejillón bastardo o gran mejillón (Modiolus modiolus), co?n un gran tamaño pero de
calidad inferior al resto.

- Navaja común (Ensis ensis)

Con el nombre de navaja o muergo se identifican diferentes especies pertenecientes a los géneros
Ensis y Solen. La navaja común es la más popular por su gran calidad gastronómica. Su concha es
alargada y muy frágil. Las valvas son estiradas, con forma similar a la de una espada o navaja, y en
su superficie presentan una serie de estrías verticales y horizontales muy finas. Su aspecto es
rectangular y su color externo va del blanco al marrón claro, con bandas marrones o rojizas. Su
longitud es de entre 7 y 10 centímetros, con una talla máxima de 20 centímetros. Las navajas se
localizan en fondos arenosos de poca profundidad, enterradas bajo la arena. Se las captura en el
Mediterráneo y en el Atlántico, desde Marruecos hasta las costas de Noruega. Entre las variedades
existentes destacan el longueirón o mango de cuchillo de California (Solen marginatus), que a pesar
del nombre se encuentra en el Mediterráneo, el Atlántico y el mar Negro; la navaja o longueirón
europeo o navaja atlántica (Ensis silicua), de gran tamaño y localizada en el Atlántico; la navaja rosa
(Solen rosaceus), procedente del Pacífico; la navaja americana (Ensis directus), similar a la europea;
la navaja mediana (Ensis arcuatu), de talla de hasta 17 centímetros, de las costas de Noruega y
Portugal; y la navaja de mar o navajuela o macha de Chile (Ensis macha) de hasta 20 centímetros de
largo y 4 de grosor, de las costas de Chile hasta la costa Atlántica de Argentina.

- Ostra común (Ostrea edulis)

En la denominación de ostra se incluyen más de cien especies de los géneros Ostrea y Crassostrea,
diferenciadas por la forma, el color y el tamaño. Las que pertenecen al género Ostrea son las de
mayor valor gastronómico y se las conoce como ostras planas, mientras que las ostras cóncavas se
vinculan al género Crassostrea.

- Ostras planas: Ostra común o plana o europea (Ostrea edulis), ostra del Mediterráne?o o
morruncho (Ostrea plicata) y la ostra Olimpia (Ostrea lurida, similar a la común).

- Ostras cóncavas: Ostra portuguesa u ostión (Crasso-trea angulatta), ostra americana o del este
(Crassotrea virginica) y ostra japonesa o del Pacífico (Crassotrea gigas), la especie más extendida del
mundo.

A pesar del gran número de especies que existen, su consumo es privilegio de unos pocos porque se
trata de un artículo de lujo y gran calidad. En la actualidad, la mayor parte de las ostras proceden de
la ostricultura o cría controlada. Las ostras presentan una forma variable, que tiende a ser
redondeada. Sus valvas son muy desiguales entre sí y de superficie rugosa, con estrías concéntricas
producidas a lo largo de su crecimiento y desarrollo. Su color externo es muy variable: gris, verde o
pardo, teñido de marrón o violeta. Aunque su longitud varía en función de la especie, por lo general
mide entre 6 y 10 centímetros. Vive en fondos arenosos y rocosos, en zonas cercanas a costas y se
alimenta mediante filtración de partículas en suspensión, sobre todo de algas microscópicas. Se las
compra siempre vivas y se consumen por lo general en crudo, con o sin limón.

- Vieira (Pecten máximus)

La vieira es un gran marisco bivalvo que se localiza en los fondos costeros arenosos. Es plana por un
lado y convexa por el otro, con estrías en la superficie externa y ranuras en el abanico. Puede medir
de 10 a 15 centímetros. La vieira gallega es la que goza de mayor aprecio. Se captura en las costas
del noroeste español. Se la puede recolectar en los meses de invierno y sólo los ejemplares de talla
superior a 11 centímetros. En su interior contiene un cilindro de carne blanca y firme y un órgano
reproductor con forma de media luna llamado coral, de color rosa pálido a rojo. Se puede adquirir
fresca de octubre a mayo, o bien congelada todo el año. En algunos países se obliga a que se
mencione en la etiqueta el nombre científico para no confundirlas con las zamburiñas (Chlamys varia
o Pect?en varius). La vieira de Francia y de Gran Bretaña es parecida a la gallega, que se distingue
de ambas por su color más intenso y porque la valva superior es totalmente plana. Otras especies
conocidas son: concha del peregrino (Pecten jacobeus), concha atlántica de fondo (Placopecten
magellanicus), la zamburiña o volondeira (Chlamys varia o Pecten varius) y el ostrón del norte
(Argopecten purpuratus) y volandeira (Chlamys opercularis).

MOLUSCOS UNIVALVOS O GASTERÓPODOS


Se conocen como caracoles e incluyen un amplio número de especies comestibles. Según su
procedencia se distingue entre caracoles de litoral y marinos. Con el nombre de “orejas de mar” se
conocen los caracoles marinos comestibles, del género Haliotis, muy apreciados. Asimismo son cada
vez más conocidos los gasterópodos marinos del género Littorina, denominados bígaros.

- Género Patella, o Lapa o Cuco (Patella vulgata)

Se trata de un molusco marino que mide de 3 a 5 centímetros de diámetro. Posee una gruesa concha
cónica de color gris pálido en la parte exterior y amarillo anaranjado en el interior. Abunda en las rocas
del litoral atlántico y en el Mediterráneo y se alimentan de algas. La lapa de la costa mediterránea
presenta el interior de la concha irisado. Estos moluscos se comercializan muy poco. Se recogen en
las rocas durante la marea baja y se consumen en crudo, con limón, o bien guisadas en formas
diversas.

- Género Littorina, o Bígaro o bigarro (Littorina littorea)

Pequeño molusco conocido también como “caracolillo” o caracol de mar, que mide 2-3 centímetros.
Se recolecta en las costas atlánticas. Su concha es parda o negra, con espiral regular y finamente
estriada. Es el más conocido y popular de los caracoles marinos. Se consume como aperitivo habitual
en cualquier región española. Una especie similar al bígaro es el burgaíllo. Este último tiene el
caparazón interior anacarado, es claro y el exterior termina en punta, a diferencia del bígaro, con un
interior negruzco? anacarado y que, además, no es puntiagudo.

- Género Murex, o Cañailla o Cañadilla (Murex brandaris)

Es un caracol de mar de concha casi esférica con espinas dispuestas en hileras alrededor de la
concha. Es marrón claro o amarillento y mide cerca de 8 centímetros. Se localiza por todo el
Mediterráneo y se comercializa fresco o cocido, en especial en Cataluña y Andalucía.

- Busano o corneta (Phyllonotus trunculus)

Se conoce también como caracola o corneta. Su caparazón es muy duro y verdoso. En general se
consume cocido en agua con sal y es algo más basto que la cañailla.

MOLUSCOS CEFALÓPODOS
En los moluscos cefalópodos la concha se incluye en el interior del tejido, el manto, y puede ser
interna, como en el calamar, o faltar por completo, como es el caso del pulpo. Otra característica
propia de estos animales es que presentan tentáculos con ventosas que se originan en la misma
cabeza. Los cefalópodos o moluscos blandos como pulpos, calamares o sepias se presentan en el
mercado por lo general frescos. Es importante conocer una serie de características que ayudarán a
identificar el grado de frescura de estos alimentos durante la compra. Están frescos si su color varía
entre el blanco nacarado y el blanco rosado pálido y presentan un brillo característico. La carne tendrá
una consistencia firme y al tacto ha de estar húmeda y suave.

- Calamar o chipirón (Loligo vulgaris)

El calamar, también llamado jibión, es un molusco marino con cabeza provista de tentáculos y que
presenta una bolsa de tinta comestible de uso culinario. Los ejemplares de pequeño tamaño, es decir,
los más jóvenes, reciben el nombre de chipirón. En su interior presentan una concha llamada pluma,
de naturaleza córnea, que proporciona al animal consistencia y que interviene en su movimiento.
Cuando está vivo, su cuerpo es casi transparente y puede presentar distintas tonalidades, con
frecuencia rosáceas, con un moteado pardusco en el dorso, y con la z?ona ventral y los laterales
lisos. Su longitud media es de 15 a 25 centímetros, si bien puede medir hasta 30-40 centímetros. Esta
especie se localiza por lo general en aguas poco profundas, aunque también los hay que habitan a
grandes profundidades. Realiza migraciones de acercamiento a las costas. El calamar común se
distribuye por el Atlántico, desde las costas noruegas hasta las islas Canarias, y en la costa occidental
del Mediterráneo. Las capturas se llevan a cabo durante todo el año. Además del calamar, se pueden
adquirir en los mercados otras especies como el calamar patagónico (Loligo patagonica), procedente
del sur de América y de menor tamaño y calidad gastronómica que el común; el calamar gigante o
veteado (Loligo forbesi), de mayor tamaño que el común, con un peso de hasta 2 kilos, abundante en
el mar del Norte y en el golfo de Vizcaya; el calamar americano (Loligo pealei), la especie más común
de América del Norte; y el rabón (Loligo marmórea o Allotheuthis subulata), conocido como pito,
camarín o camarín picudo, localizado en el Atlántico.

- Pota (Todarodes sagittatus)


A las potas también se las llama calamares voladores o luras. Son unos cefalópodos similares en
apariencia al calamar, pero de menor calidad gastronómica. Su cuerpo es alargado, presenta una
concha interna o pluma y una bolsa de tinta de color pardusco. Su coloración externa es clara,
salpicada con pequeñas manchas de color violáceo que se oscurecen cuando se saca al animal fuera
del agua. Por lo general, los ejemplares del Mediterráneo son de menor tamaño, de entre 20 y 25
centímetros de largo, que los del Atlántico, que pueden llegar a medir 75 centímetros. Otras especies
conocidas de su misma familia son el volador (Illex coindetti), de menor tamaño que la pota común), y
la pota argentina (Illex argentinus), de muy buena calidad.

- Pulpo (Octopus vulgaris)

Es un molusco que carece por completo de concha y que puede llegar medir hasta 80 centímetros de
largo. Tiene en la cabeza? un pico córneo y 8 tentáculos del mismo tamaño, provistos de 2 filas de
ventosas. Se pesca en las proximidades de la costa del Atlántico y del Mediterráneo. El pulpo común
(Octopus vulgaris) es la especie más abundante y la que goza de mayor aprecio. Tiene el cuerpo en
forma de saco y su coloración varía mucho; predominan los tonos grisáceos, amarillentos y marrones
rojizos. Al lado del hígado tiene una bolsa que contiene tinta para despistar a sus enemigos en caso
de peligro. Además del pulpo común, hay varias especies comestibles que pertenecen a los géneros
Octopus y Eledone: el pulpo blanco o cabezudo (Eledone cirrosa) tiene una sola fila de ventosas y
una cabeza de gran tamaño y se comercializa en conserva; el pulpo almizclado (Eledone moschata),
muy similar al blanco, pero de olor azufrado y algo desagradable; y el pulpo de pies largos (Octopus
macropus), de largos tentáculos en relación con el cuerpo, localizado en el Mediterráneo. Por lo
general, el pulpo se comercializa fresco congelado y en conserva. Su carne se ablanda al golpearla o
al congelarla.

- Sepia o choco (Sepia officinalis)

La sepia común es un cefalópodo de unos 20 centímetros de largo que habita en fondos costeros con
presencia abundante de algas. Su cuerpo es oval, gris-beige, con reflejos malvas. Es ligeramente
aplanado y la cabeza está provista de 10 tentáculos irregulares, de los que 2 se distinguen por su
largura. El cuerpo, casi rodeado por completo de aletas, presenta en su interior una parte dura o
concha de naturaleza calcárea y en forma de quilla. Al igual que otros cefalópodos, cuenta con una
bolsa de tinta. Se localiza en el Atlántico y Mediterráneo, en especial cerca de las islas Canarias.
Otras especies comestibles que se pueden adquirir son: choquito picudo o chopito o choquito (Sepia
orbignyana), de menor tamaño que la común; castaño (Sepia elegans), de coloración parda o
castaña; rosia (Rossia macrossoma), llamada también chopo o chopito o globito, de coloración
sonrosada con el dorso azulado; ?globito o sepiola (Sepiola rondeleti, procedente del Mediterráneo) y
sepiola de hondura (Sepiola atlántica), procedente del Atlántico, sobre todo del canal de La Mancha.

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