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Poder y Autoridad
para Destruir las Obras del Diablo
Primera Edición: Octubre 2015
ISBN: 978-1-59272-514-4
Todos los derechos están reservados por el Ministerio Internacional El Rey
Jesús/Publicaciones. Esta publicación no puede ser reproducida, alterada parcial o
totalmente, archivada en un sistema electrónico, ni transmitida bajo ninguna forma
electrónica, mecánica, fotográfica, grabada o de cualquier otra manera, sin el permiso
previo del autor, por escrito.
Directora del Proyecto: Addilena Torres
Edición: Gloria Zura
Diseño de Portada: Juan Salgado
Diseño Interior: José M. Anhuaman
Categorías: Crecimiento Espiritual - Sanidad Interior - Liberación
Ministerio Internacional El Rey Jesús
14100 SW 144th Ave. Miami, FL 33186
Tel: (305) 382-3171 - Fax: (305) 675-5770
IMPRESO EN LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
Índice
Testimonios del poder sobrenatural de Dios
alrededor del mundo 3
Introducción 5
Bibliografía 93
Testimonios
del poder sobrenatural de Dios
alrededor del mundo
MILAGROS DE SANIDAD
● Magali Denarios - Doctora en Psicología - Venezuela
“Yo pasé veinte años de mi vida sordo del oído izquierdo debido
a un problema de salud. Un médico cometió un grave error durante
una cirugía correctiva en mi oído y cortó un nervio vital; debido a
esto perdí el sentido de la audición por completo. Durante el
mensaje del apóstol, en una conferencia que se hizo en mi país, el
apóstol Maldonado oró por milagros creativos. Yo sentí como si
algo se hubiera abierto en mi oído y ¡ahora puedo oír claramente!
Dios hizo un milagro creativo dándome un nervio auditivo nuevo
porque ahora puedo oír mejor del oído izquierdo que del derecho”.
LIBERACIÓN
● Pedro Alvarado - Cuba
● Jade Thomas
MILAGROS DE RESURRECCIÓN
● Pastor Whatmore Makwara - Swaziland - África
PROSPERIDAD / FINANZAS
● Fanny Santos (26) - Honduras
Introducción
H oy en día, es importante identificar los tiempos peligrosos que
estamos viviendo. La mayoría de las señales para la segunda
venida de Cristo se han cumplido. Una de ellas es que la maldad o
rebelión aumentaría. Y es difícil negar que la presente generación es
la más rebelde que la tierra haya visto. La causa de esta rebelión es
el espíritu del anticristo, el cual se opone a Dios y a toda autoridad
delegada por Él. La característica más importante del espíritu del
anticristo es la de vivir sin ley; es decir, no someterse a ninguna
autoridad. Es más, no cree en la autoridad; se maneja por
intimidación, miedo y control. El espíritu del anticristo está en
rebelión directa contra Dios, Sus autoridades delegadas, Sus
principios, Su palabra, Su gobierno y orden. Su plan directo es
usurpar esa autoridad para gobernar enteramente sobre la tierra.
Satanás continúa teniendo poder en la tierra, pero ya no tiene
autoridad. ¡Cristo se la quitó! Ahora, usted como hijo de Dios, es
quien tiene el poder y el diablo solo tiene la autoridad que usted le
otorga cuando peca.
En las iglesias, este espíritu ha dividido congregaciones enteras
porque los creyentes han perdido la revelación de lo que es la
autoridad legítima; de cómo vivir bajo esa autoridad, y de cómo
ejercerla correctamente. Para ejercer autoridad sobre Satanás y sus
obras, para someterlo y echarlo fuera, no podemos estar en rebeldía
contra la autoridad de Dios, ni contra ninguna de Sus autoridades
delegadas. Por eso, tenemos tantos líderes que no pueden reprender
un demonio; porque los espíritus malos reconocen tanto la autoridad
como la ausencia de la misma. Saben que si un cristiano, sea un
simple creyente o un pastor, no está sujeto a autoridad, no tiene
autoridad sobre ellos.
Pero ese no es el único problema de la presente generación; además
de vivir sin autoridad o sin revelación de la misma, también ha
perdido el poder que manifestaba la Iglesia primitiva para predicar
el evangelio del Reino. El caminar, experimentar y demostrar el
poder sobrenatural de Dios, hoy en día, en la Iglesia de Cristo,
parece ser algo del pasado porque la gente ha aprendido a vivir sin
Su poder y presencia. Cristo es visto en muchos círculos religiosos
como una figura histórica; en otras como un filósofo o un profeta;
para muchos, sus milagros son un mito o una leyenda. En el
Cristianismo moderno se enseñan los principios que enseñó Jesús,
sin Sus milagros, señales y maravillas.
La industria cinematográfica de Hollywood produce películas
promoviendo lo sobrenatural demoniaco, y como si el mundo
espiritual fuera una ficción. Mientras, la Iglesia solo ofrece un mero
entretenimiento, basado en el carisma humano, en regulaciones
morales humanas, pero sin poder sobrenatural. Pero, debe ser la
Iglesia de Cristo quien presente lo sobrenatural como algo real,
poderoso y genuino. El poder de Dios es real y verdadero. Podemos
decir con certeza que esta generación, necesita un retorno al poder
sobrenatural de Dios y Su presencia, bajo la autoridad legítima del
Padre celestial y de Sus autoridades delegadas en la tierra.
1
La diferencia entre el
Cristianismo y las demás
religiones
A ntes de empezar a tratar el tema del poder y la autoridad de
Dios, me parece importante establecer cuál es la diferencia entre
el Cristianismo y todo el resto de religiones que están a disposición
del ser humano hoy en día. Si éste fuera igual a cualquier otra, en
vano sería tratar de cambiar o de agradar a Dios, pues no habría
razón para hacerlo. Pero el Cristianismo es diferente porque, entre
otras razones, es la única que implica una relación íntima con una
persona viva, santa y sobrenatural, superior a cualquier otra porque
es el Creador de todo lo conocido y más allá. En lo que respecta al
poder y la autoridad para destruir las obras del diablo, veamos en
detalle cuáles son las diferencias entre el Cristianismo y las demás
religiones existentes:
1. La Cruz de Cristo
La obra terminada de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, en la
cruz marca la primera gran diferencia del Cristianismo con otras
creencias. Ninguna otra religión tiene la cruz, porque ninguno de sus
líderes ofreció su vida para ser muerto, siendo inocente, en lugar de
toda la humanidad. Solamente Cristo Jesús, allí en ese madero, hizo
una total provisión de vida plena y eterna para el ser humano, tanto
en este mundo como en la eternidad.
2. El Espíritu Santo
3. Lo sobrenatural
2
El origen de la autoridad y el
poder espiritual
EL ORIGEN DE LA AUTORIDAD
“Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es el
poder” (Salmos 62:11).
Si usted cree ahora mismo, ese poder creativo está siendo desatado
mientras escribo este libro, para crear lo que usted no tiene y nadie
puede crear; un órgano en su cuerpo, por ejemplo. Dios está creando
órganos nuevos, riñones, carne, pelo, dientes, huesos. Si necesita un
órgano en su cuerpo, ¡recíbalo ahora mismo! Si necesita un milagro
creativo en otra área solo créalo. Dios suple dinero por Su poder
sobrenatural de la misma manera que multiplicó los panes y los
peces. Crea papeles donde no existían, crea cosas, lugares y
circunstancias que no existían. ¡Ahora mismo en el nombre de Jesús,
reciba su milagro!
CARACTERÍSTICAS ESENCIALES
DEL PODER DE DIOS
Hay gente que está en brujería, sin saberlo, porque no está bajo
autoridad. Cree que los errores de su autoridad le dieron derecho a
irse por su cuenta, y sin advertirlo, se salió del principio de la
autoridad puesta por Dios. Ella misma es su propia autoridad y, sin
advertirlo, se ha salido del reino de luz para operar desde el reino de
tinieblas. Cristo se refirió a estos individuos diciendo: “Muchos me
dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos
muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:22-23). Cristo hace
aquí dos declaraciones importantes: 1) “Nunca os conocí…”.
“Conocer” es la palabra utilizada para referirse a una comunión o
relación íntima, personal y muy cercana. Quiere decir que estas
personas, llamarán “Señor” a Jesús, sin haber tenido nunca una
relación íntima. La autoridad es dada como el derecho legal para
actuar como Dios, y viene por medio de tener una relación con Él. 2)
“…hacedores de maldad”. La palabra “maldad” es iniquidad,
perversión; es una perversión del poder, por medio de la cual el
poder se convierte en brujería. La iniquidad siempre tiene que ver
con perversión y brujería. Es poder pervertido, es decir, sin
autoridad, desconectado de la fuente original; es un poder que ha
sido negociado por el enemigo a cambio de algo.
Satanás tentó repetidamente a Adán hasta lograr que cayera en
pecado, y entonces, le robó la autoridad que Dios le había dado.
Desde ese momento, Satanás pudo operar su poder legalmente en la
tierra, con la autoridad legal. Por eso, antes de Cristo, nadie tenía
autoridad para echar fuera demonios. Mientras estuviera o
permaneciera bajo la autoridad de quien lo creó, el hombre tenía Su
cobertura; pero al salirse, se independizó de esa autoridad y quedó
descubierto, desnudo del poder y la autoridad con que había sido
investido en su creación. El enemigo no buscaba riquezas, oro o
plata en Edén, lo que buscaba era la autoridad que Dios le había
dado al hombre. Él odia a Dios y sigue tratando de usurpar Su lugar,
Su señorío, reino, gloria y poder. Hoy por hoy, es un enemigo
vencido que recupera poder y autoridad solo por medio de la
desobediencia del ser humano a Dios.
Ahora, ¿cuánta autoridad tenía Adán? Adán tenía autoridad sobre la
naturaleza, tenía autoridad sobre el cosmos, la creación entera, las
obras de sus manos, los elementos de la naturaleza, autoridad sobre
la tierra y debajo de la tierra, sobre el sol, la luna, autoridad sobre
todo animal. Pero la perdió cuando se independizó de la autoridad
de Dios. En algún momento de su vida cristiana usted, ¿se salió de la
autoridad, y ahora está ejerciendo poder fuera de ella? Eso es muy
peligroso; porque es rebelión, iniquidad y brujería.
3
Características
de la autoridad de Dios
P ara utilizar la autoridad que Cristo nos delegó para ejercer Su
poder en la tierra, necesitamos tener conocimiento revelado de
esa autoridad; de lo contrario, la podemos utilizar de manera errada.
Por eso, me parece importante detallar el orden establecido por Dios
en la cadena de mando, o niveles de autoridad delegada, por los
cuales debemos funcionar tanto a nivel natural como espiritual.
DIOS ESTABLECE LA CADENA DE MANDO
Dios el Padre “…sometió todas las cosas bajo sus pies (de
Jesús), y lo dio por cabeza sobre todas las cosas de la iglesia”
(Efesios 1:22). A partir de allí, vemos que se extiende al cuerpo de
Cristo, en la iglesia local al pastor o apóstol, a quien Dios puso
como cabeza.
Sin embargo, para mantener el equilibrio y que todo ser humano esté
sujeto a autoridad y rinda cuentas de sus actos, esa autoridad
original tampoco se pone a sí misma, sino que es puesta por Dios a
través de otro hombre de Dios asignado para eso en la tierra. Y
tampoco hace liberalmente lo que quiere, sino que somete todos sus
asuntos a su cobertura espiritual. La cabeza o autoridad original de
una casa o iglesia es una autoridad delegada por Cristo, pero original
en función de su jurisdicción de operaciones. La autoridad original
sí puede juzgar a la autoridad delegada. Veamos algunas diferencias
entre la autoridad original y la autoridad delegada.
4
El propósito de la autoridad
espiritual
E ncree,
Dios, todo se hace por un propósito. No hay nada que Dios
imparta o nos dé sin que tenga un propósito en esta tierra o
en la eternidad. Con lo que hemos visto hasta ahora, a través de los
capítulos anteriores, sabemos que la autoridad dada por Dios tiene
un propósito eterno que se ejerce en la tierra. Aquí es donde se libra
la batalla entre el reino de Dios y el reino de Su enemigo; entre el
reino de la luz y el reino de las tinieblas. Dios creó a Adán y le dio
autoridad sobre la creación para tomar dominio en la tierra; Adán
perdió esa autoridad y quedó preso de maldición, de esclavitud al
pecado y a Satanás. Entonces, vino Cristo y por Su obra en la cruz,
recuperó esa autoridad y la entregó a la Iglesia, para que volviera a
poner a Satanás bajo sus pies y manifestara el poder sobrenatural de
Dios a la humanidad.
Sin la autoridad que Jesús recuperó, todo ejercicio del poder sobre el
diablo era ilegal. El enemigo sabía eso; y desafiaba constantemente
al pueblo de Dios. Sabía que el ser humano no tenía autoridad sobre
él. Hoy por hoy, con la obra de Cristo y el empoderamiento del
Espíritu Santo, lo único que le falta a la Iglesia es la revelación de
esa autoridad y de su posición en el ámbito espiritual. Si vivimos en
derrota en algún área de nuestra vida, es porque no hemos recibido
la revelación de quiénes somos y qué podemos hacer.
5
Bases para operar legalmente el
poder y la autoridad
T odos los hijos de Dios tenemos el poder que Cristo conquistó y
nos dio, pero necesitamos estar seguros de tener también la
autoridad para operarlo; de estar alineados y cumpliendo los
requisitos para ejercer ese poder legalmente. En Dios, todo funciona
bajo una cadena de autoridad, obediencia, responsabilidad y sentido
eterno. Veamos cuáles son las bases para ejercer la autoridad
espiritual y operar el poder sobrenatural de manera legal:
● La ley de la sumisión
● El principio de la asociación
● El principio de la honra
Otro claro ejemplo fue cuando los israelitas llegaron al Mar Rojo y
los egipcios venían a matarlos. Moisés comenzó a clamar a Dios
pero Él le respondió: “…¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de
Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el
mar, y divídelo…” (Éxodo 14:15-16). Lo que Dios quería era que
usara la autoridad y el poder que ya le había dado. A veces, nuestras
oraciones no son respondidas porque pedimos en lugar de decretar,
desde la posición de autoridad espiritual, lo que Dios ya ha hecho.
6
Cómo apropiarse del poder de
Dios
U no de los grandes problemas en la Iglesia de Cristo, es que el
pueblo no sabe apropiarse del poder sobrenatural. A veces, tiene
la teoría pero no la práctica; o sea, no sabe poner en acción ese
poder y operarlo en las necesidades de la gente. Hay medios o
maneras de apropiarse del poder divino, los cuales necesitamos
conocer para ser capaces de traer el poder sobrenatural de Dios a
esta generación y establecer Su Reino en la tierra. Por lo general,
dentro de la iglesia, la gente siempre está buscando un toque físico
para creer que Dios obró. Pero la imposición de manos no es el
único método que Dios tiene para desatar Su poder. Para apropiarse
del poder hay diferentes formas, veamos algunas de ellas:
2. El ayuno y la oración
Jesucristo tenía una vida donde esta práctica era regular; por eso
sabía que expulsar cierto género de demonios demanda ayuno y
oración. Por eso dijo: “Pero este género no sale sino con oración y
ayuno” (Mateo 17:21). Yo puedo hablar de mi propia experiencia
porque esta práctica es mi estilo de vida; ofrezco a Dios
periódicamente tiempos de ayuno, y la oración es algo diario. El
poder que se genera a través de esto es palpable. Cada vez que
termino un tiempo corto o largo de ayuno y oración y después voy a
predicar, enseñar o ministrar, los milagros toman lugar más rápido y
en mayor cantidad. Las sanidades ocurren instantáneamente, las
personas demonizadas son libres, se desata un mayor peso de poder
sobrenatural para milagros creativos y maravillas. Es claro que eso
ocurre debido a que en ese tiempo de oración y ayuno Dios deposita
un mayor nivel de poder en mí. Éste es el patrón de Cristo: Él se
apartaba a orar por un tiempo y cuando regresaba, venía en el poder
de Dios. “Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba. …y el
poder del Señor estaba con él para sanar” (Lucas 5:16-17).
El hombre más puro que haya vivido sobre la faz de la tierra, Jesús,
tuvo que ayunar y orar para ver, percibir y oír en Su espíritu lo que
sucedía en el mundo del que había venido. Sin embargo, Su Iglesia
hoy no ve la necesidad de orar y ayunar; ésa es la razón por la cual
carece de poder. ¿Cuándo fue la última vez que usted vio un ciego
ver, un sordo oír y un paralítico caminar? ¿Cuándo fue la última vez
que vio una sanidad, un milagro, un demonio salir? Es tiempo de
ayunar y orar como lo hacían Cristo y la Iglesia primitiva para que
los depósitos del poder de Dios aumenten en su interior y fluyan
hacia fuera cuando vaya a hablar, enseñar, ministrar o compartir la
vida de Cristo con los demás.
3. La obediencia a Dios
También aquí funciona la ley del intercambio, por la cual, Dios nos
da más poder cuando le rendimos más de ese “yo”. Nadie puede
llevar al pueblo, ningún apóstol, profeta, pastor, evangelista,
maestro, ministro, líder o mentor, a entrar al ámbito del poder sin
morir a sí mismo. Para ser portadores de Cristo y de Su poder, el
“viejo hombre” debe estar muerto y seguir muriendo, cada día.
Cuando se muere a uno mismo es más fácil acceder al poder de
Dios; porque ese poder tiene que ver con la resurrección en Cristo.
Un hombre no puede resucitar y vivir en Cristo más allá de su
habilidad para morir y rendirse a Dios.
7
El ejercicio del poder y la
autoridad en el diario vivir
LA DEMOSTRACIÓN
DEL FLUIR DEL PODER DE DIOS
Cuando Jesús vino a la tierra lo hizo como ser humano, aunque era
Dios. Toda la gente de Su época lo vio como hombre, como el
carpintero. Y la gente decía: ¿Cómo dice este hombre que tiene
treinta años y era antes de Abraham? Lo que ellos no sabían es quién
era antes de venir a la tierra. Él era el “yo soy”, pero para la gente
era difícil de entender porque la eternidad dejó el cielo y se hizo
carne y eso es un misterio que la mente humana no entiende. Cristo
era un espíritu antes de venir en la carne; por eso existía antes de
Abraham. Y el Padre era en Él como hombre, y Su poder fluyó a
través de Su vida y Su humanidad, para que hoy pueda fluir a través
de nosotros.
DESAFÍO FINAL
El espíritu del anticristo ha venido en esta era, más fuerte que nunca,
para detener el avance del Reino de Dios porque sabe que le queda
poco tiempo. Pero los cristianos debemos establecernos en el poder
y la autoridad que viene de Dios, sujetarnos a la cadena de mandos
que Él estableció para tomar y ejercer la autoridad, perdida por
Adán y recuperada por Cristo, para destruir las obras del diablo.
Cristo nos salvó para que vayamos y salvemos a otros, por el poder
de Su obra en la Cruz; nos sanó para que sanemos a otros, y nos
liberó para que vayamos a liberar a otros. Es tiempo de que la
Iglesia de hoy se levante, llena de poder, a ejercer una autoridad
legal para poner a Satanás bajo sus pies y levantar un ejército de
cristianos radicales, plantados en su identidad de hijos de Dios, que
viven en sujeción y obediencia a Dios y a sus autoridades delegadas,
pero que son violentos contra las obras del diablo.
Bibliografía
Biblia de Estudio Arco Iris. Versión Reina-Valera, Revisión 1960, Texto bíblico
copyright© 1960, Sociedades Bíblicas en América Latina, Nashville,
Tennessee, ISBN: 1-55819-555-6.
Vine, W.E. Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo Testamento y Nuevo
Testamento. Editorial Caribe, Inc./División Thomas Nelson, Inc., Nashville,
TN, ISBN: 0-89922-495-4, 1999.
Continúa...
● La unción santa
● La liberación, el pan de los hijos
● Lideres que conquistan
● Los peligros de no perdonar
● ¿Por qué creer en Jesús?
● Sanidad interior y liberación
● Transformación sobrenatural
● Venciendo el miedo
● Venciendo el orgullo
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