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LA REVELACION EN EL LIBRO DE DANIEL

Por Esther González: Pastora Maestra


ANIEL era un profeta sobresaliente de la tribu de Judá. Muy poco se
sabe de su vida antes de ser llevado cautivo a Babilonia con los demás
príncipes, en el año 606 A.C.

Sólo en 2 Reyes 24:14-15 se nos dice que durante el reinado de Joacín,


rey de Judá los príncipes fueron llevados cautivos a Babilonia y entre
ellos iba Daniel.

Durante el reinado del buen rey Ezequías, éste le mostró los tesoros a
los embajadores Babilonios, por lo cual el profeta Isaías le dijo; "De tus hijos que saldrán de ti, y que
habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia." (Isaías 39:7).

Esto se cumplió al pie de la letra ciento cinco años más tarde. Daniel y los príncipes cautivos fueron
hechos eunucos. Todo el libro tiene su desarrollo en el territorio que hoy se conoce como Irak.

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Capítulo #1

Verso 1-2: "En el año tercero del reinado de Joacín rey de Judá, vino Nabocudonosor rey de Babilonia
a Jerusalén y la rodeó. Y el Señor entregó en sus manos a Joacín, rey de Judá, y parte de los utensilios
de la casa de Dios; y los trajo a la tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa
del tesoro de su Dios."

En estos versos tenemos parte de la historia de la primera venida de Nabocudonosor, rey de Babilonia
sobre Judá y Jerusalén. La segunda venida tuvo lugar dieciocho años más tarde. Desde la primera
venida hasta el retorno de Esdrás se cuentan setenta años, profetizados por Jeremías en Jer. 25:11.

Todo esto ocurrió seiscientos años antes de Cristo. Observe que la proporción de los tiempos en el
gobierno de Dios se divide en siete.

Desde el tiempo del Exodo. De la salida de Egipto a la entrada a Canaán transcurrieron cuarenta años.
Luego pasaron siete años en dividiendo las tierras.

De ese tiempo al primer año de Samuel pasaron 343 años, (49 sietes), en quien comenzaron los
profetas. De el primer año de Samuel a la cautividad, transcurrieron 490 años, o diez jubileos, (490
años o setenta sietes).

Un jubileo es de 49 años. De la primera cautividad al retorno de Esdrás , setenta años, y del regreso de
los cautivos a la muerte de Cristo, setenta sietes más, o 490 años. De la muerte de Cristo a la
destrucción de Jerusalén, pasaron cuarenta años.

Cuando vino la invasión del rey de Babilonia a Judea, se llevó algunos de los utensilios de la casa de
Dios. Esto significa que no se los llevó todos. Algunos habían sido escondidos. Los arqueólogos judíos
afirman que debajo del Lugar Santísimo en el Templo de Salomón, hay una serie de túneles, y que en
ellos están guardados los vasos originales del Tabernáculo. Ellos dicen que Salomón hizo copias para el
Templo, pero que los reales los guardó en esos túneles y que nadie ha logrado encontrarlos porque se
extravía en el gran laberinto.

Los vasos que logró llevarse Nabocudonosor los puso en la casa de su dios Marduk, o Merodac.

Verso 3-4 "Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real
de los príncipes, muchachos en quienes no hubiere tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda
sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que
les enseñase las letras y la lengua de los caldeos."

Los jóvenes, no sólo debían ser inteligentes e instruidos, sino también hermosos y sin tacha, dignos de
estar en el palacio del rey. Ellos serían los escogidos para gobierno.

Esto es tipo del creyente consagrado debidamente para poder estar en la presencia del Señor con una
conciencia limpia y pura ya que está sentado en el trono con Cristo.

A todo el conocimiento adquirido previamente, se les debía instruir en las artes y las ciencias de los

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Caldeos. Los Caldeos eran expertos en la astronomía y astrología. Estos jóvenes debían ser hechos
eunucos, por eso se les entregó al jefe de los eunucos. Podemos pensar que el rey escogió estos
jóvenes por ser jóvenes. Tal vez él pensó que pronto se olvidarían de su religión y abrazarían la de los
Caldeos.

Verso 5: "Y les señaló el rey la ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino
que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey."

Note la orden que el rey le da a estos muchachos. Comer de su comida, beber de su vino. Criarlos y
educarlos como príncipes y presentarlos a él después de graduados. Si pensamos que ellos eran sus
cautivos, tenemos que reconocer la generosidad del rey hacia los jóvenes.

Verso 6-7: "Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. A éstos el jefe
de los eunucos puso nombres; puso a Daniel Beltsasar, a Ananías Sadrac, a Misael Mesac, y a Azarías
Abed-Nego."

El nombre de Daniel en Hebreo significa, "Dios es mi Juez." Su nombre caldeo era Beltsasar, que
significa; "Guardador de los tesoros de Baal."

El nombre de Ananías significa en Hebreo, "Gracia de Dios" y lo nombró Sadrac, "Inspiración del sol".
El nombre Hebreo de Misael, significa, "Fortaleza de Dios", y le nombraron, Mesac, "De la diosa
Shack", o Ishtar, la Venus de los Babilonios.

El nombre de Azarías significa, "El Señor ayuda", y le pusieron el nombre de Abed-Nego, que
significa, "Siervo del fuego brillante."

En esta forma pensaban hacer que se olvidaran del Dios de sus padres. Note que aunque ellos estaban
cautivos por causa de los pecados de los padres, sus captores les rodeaban de cuidados y de privilegios.
Así también muchos creyentes son fascinados por el diablo, con halagos, dinero, lujo y fama hasta
olvidarse del evangelio.

Verso 8: "Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con
el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse."

Daniel era "el bien Amado", por lo tanto el jefe de los eunucos parece haberle tenido especial estima. A
pesar de todo Daniel no deseaba comer la comida, ni la bebida del rey. El sabía que los paganos le
ofrecían la comida a los ídolos, y comían cerdo, lo cual a los Israelitas les estaba prohibido por la ley.

A Júpiter lo adoraban con cerdos, lo mismo que Venus. (Vea "Saturnalia" en la enciclopedia). Daniel
continuó firme en sus convicciones religiosas. Ellos le habían cambiado el nombre pero no podían
cambiarle su naturaleza. Aquí aprendemos que el creyente excelente en sabiduría somete sus sentidos a
la Palabra de Dios, para no contaminarse con el pecado.

Verso 9: "Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos." ¿No es
maravilloso darse cuenta que Dios está en control de todas nuestras circunstancias? El Señor tenía un
plan con Daniel y no permitiría que nadie lo estorbara. Todas las bendiciones que recibimos, las

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recibimos de la mano del Señor, quien cumplirá su propósito en la vida de cada creyente que se
propone en su corazón no contaminarse con el pecado.

Verso 10-13: "Y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra
comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos
que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza.

Entonces Daniel dijo a Melsar que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías
Misael y Azarías: Te ruego que hagas la prueba con tus siervos diez días, y nos den legumbres a comer,
y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen la ración
de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas."

La gracia divina había hecho que el jefe de los eunucos sintiera un tierno cariño por Daniel. El le habló
al oficial que el jefe de los eunucos había puesto a cuidar de los jóvenes.

Daniel le dijo que los probara por diez días. La gente no puede creer el beneficio que hace al cuerpo
una dieta sana. Esto contribuye a la salud. La naturaleza misma nos enseña que cuando los animales se
enferman no comen. Los jóvenes no estaban enfermos, sino que regresaron a la dieta que Dios le dio a
Adán. Legumbres, semillas y frutas.

Verso 14-16:"Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. Y al cabo de los diez días
pareció mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del
rey. Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les
daba legumbres."

Un sabio dijo: "El que vive de acuerdo a la naturaleza, nunca será pobre, pero el que vive de acuerdo a
las opiniones, nunca será rico."

Note la maravillosa abstinencia de estos jóvenes. Por tres años los educó y los preparó para sus
eminentes servicios. Su mente estaba clara y dispuesta a la contemplación. Esto los mantuvo libres de
enfermedades en la vejez que son el resultado de la intemperancia en la juventud.

Su auto renuncia, y la mortificación de sus apetitos los calificaron para aventurarse al horno de fuego y
a la cueva de los leones sin temor y obtener la victoria.

Verso 17: "A estos cuatro muchachos Dios le dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y las
ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueño."

Note el resultado de su consagración a Dios. En los jóvenes esto no es fácil, pero éstos sometieron su
voluntad a la Palabra de Dios y como resultado Dios los equipó para la función que debían desempeñar
en el plan divino.

Lo más digno de admiración es que estos jóvenes, de noble cuna, voluntariamente se convirtieron en
Nazareos en el mismo palacio del rey de Babilonia. Daniel recibió el don de interpretar sueños, lo
mismo que José. El y sus compañeros fueron excelentes en letras y ciencias.

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Verso 18: "Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los
eunucos los trajo delante de Nabocudonosor. Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos
ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey."

Llegada la graduación de todos los jóvenes traídos de Judá, junto a los jóvenes Caldeos, el rey no
encontró otros como los cuatro jóvenes consagrados a Jehová. Aquí se cumplió Deut. 28; 1-15: "Te
pondré por cabeza y no por cola."

"En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que
todos los magos y los astrólogos que había en todo su reino. Y continuó Daniel hasta el año primero
del rey Ciro." Los jóvenes, especialmente Daniel, fueron los consejeros del rey de Babilonia, y Daniel
ocupó ese puesto hasta el reinado de Ciro.

Aquí se cumplió en parte la profecía del Salmo 119:97104. El rey encontró que estos cautivos judíos
eran diez veces más sabios que todos los magos y astrólogos de su reino. ¿Qué son las artes de los
magos ante la vara de Aarón?

El Dios de los Israelitas dio un golpe al orgullo de los caldeos. Es materia de historia que donde quiera
que han ido el resto de los judíos han sobresalido en ciencias, el comercio y las finanzas. Es cierto que
han sido perseguidos, pero donde quiera que van son de bendición. La iglesia de Cristo tiene la sagrada
encomienda de orar por la paz de Jerusalén.

Los magos eran una casta sacerdotal establecida por Zoroastro, el profeta Persa, un poco antes de los
tiempos de Daniel. Su Biblia es el Zen-Avesta, y habla de los seis nombres de su Dios, Ahura Mazda:
"Pensamiento Positivo, Belleza y Santidad, Justicia, Perfecta Salud, Dominio e inmortalidad." Todo
esto es muy bueno, donde se daña es cuando declara que hasta los perdidos se salvarán porque serán
purificados en el infierno. De ahí salió la doctrina del Purgatorio.

Los magos que vinieron a adorar al niño Jesús eran sacerdotes de Zoroastro, pero eran también
astrólogos, con cierto conocimiento de astronomía. Aunque Zoroastro creía en un sólo Dios, sus
seguidores adoraban también al dios de las fortalezas. La religión se practica aun entre algunos grupos
de Hindúes conocidos como los Ghebers, que adoran al fuego.

Babilonia era la cuna de la astrología. Esta fue la religión que les dejó Nimrod. De ella se deriva la
Mitología Griega, Romana, Árabe, y Egipcia.

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DANIEL

Capítulo #2

n el segundo año del reinado de Nabocudonosor, tuvo


Nabocudonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el
sueño."

En el segundo año del reinado de Nabocudonosor, el segundo en que


había reinado solo, pues cinco había reinado junto a su padre
Nabopolasar. Entonces tuvo sueños que le inquietaron.

Verso 3-4: "Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y


caldeos para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se
presentaron delante del rey. Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber
el sueño."

El rey está turbado, Dios está tratando con él. El Faraón tuvo varios sueños. José los interpretó. Tanto
el sueño como la interpretación vinieron de parte de Dios para beneficio de su pueblo. Este caso es
similar. Algunos de los judíos estaban cautivos, y el Dios que guarda el Pacto no los había olvidado.

Verso 4-6: "Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para siempre vive; di el sueño
a tus siervos, y te mostraremos la interpretación. Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo
olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán
convertidas en muladares. Y si me mostráis en sueño y su interpretación, recibiréis de mí dones y
favores, y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación."

El sueño de Nabocudonosor consistía de varias partes. El era un turbador del pueblo de Israel, ahora
Dios lo turbaba a él, pues el que formó el alma, formó la espada para dividirla. Nosotros ni imaginamos
los problemas que tienen los que viven en casas lujosas. Algunas veces somos tentados a sentir envidia
de los ricos. Sin embargo, la abundancia del rico no los deja dormir. Los excesos de los glotones y los
borrachos les trae sueños horribles.

Seguramente los magos, los astrólogos, los encantadores y los caldeos se sintieron muy honrados que
el rey los llamase a sus cámaras. Ellos no imaginaban que se iban a enfrentar a una prueba de sus
poderes, que les acarrearía la muerte a ellos y sus familiares.

Todo esto eran plan del Dios de Daniel, el Dios que conoce los corazones y los pensamientos más
secretos de los hombres. El había hecho que el sueño fuera olvidado, así como también es quien trae al
recuerdo lo que el creyente debe hablar cuando está ante los tribunales por causa de la Palabra.

Los caldeos hablaron en lengua Aramea, la lengua Siriaca, la cual era como la caldea, aunque diferían
en algo. De ahí en adelante, Daniel usó ese lenguaje para convencer a los Caldeos de la ignorancia de
su idolatría y para traerlos al conocimiento y la adoración al Dios vivo y verdadero.

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Verso 7-9: "Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le
mostraremos la interpretación. El rey respondió y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis
dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido. Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay
para vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre
tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su
interpretación."

¡Que problema! Nunca podremos imaginar la angustia de aquellos pobres hombres. Seguro que ellos
habían hecho muchos alardes de conocimiento y ciencia delante del rey. Ahora debían mostrar su
capacidad, de lo contrario debían morir.

Esto es lo que sucede con los ocultistas. Por ejemplo: Ellos hacen alarde de que con sus artes de magia
negra pueden hacer morir a cualquiera, sin embargo, en países donde hay gran cantidad de santeros y
hechiceros, también hay dictadores y todos los hechiceros y santeros juntos no le han podido hacer
nada.

Si todos los ciudadanos se unieran, dejaran sus idolatrías y clamaran al Dios de Daniel, él los oiría y
sanaría su tierra. 2 Crónicas 7:14 dice: "Si se humillare mi pueblo, sobre el cual es invocado mi nombre,
y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieran de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los
cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra."

¿Usted no cree que si realmente ellos tuvieran poder, no hubieran librado a su tierra del yugo opresor?
El problema es que el diablo es un mentiroso. Los demonios que se manifestaban en los magos de
Egipto, sólo pudieron imitar tres plagas. En la cuarta, los hechiceros tuvieron que reconocer que era el
dedo de Dios.

Verso 10-11: "Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que
pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe o señor preguntó cosa semejante
a ningún mago, astrólogo o caldeo. Porque el asunto que el rey demanda es muy difícil, y no hay quien
lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne."

Los adivinos, o caldeos, reconocían que sólo Dios, o los dioses, como ellos creían, pueden conocer los
pensamientos de los hombres, como dice el Salmo 139:2, "Has entendido desde lejos mis
pensamientos."

Ellos declararon que los únicos que podían hacer aquello eran los dioses, y que los dioses no moraban
en cuerpos de carne. El hombre más sabio del mundo está vestido con un velo de carne que le impide
ver y tener contacto con el mundo de los espíritus.

Note la ignorancia de estos hombres que se consideraban sabios. El hombre no ha cambiado. Todavía
hay una gran cantidad de "sabios" que no pueden reconocer que hay un sólo Dios y un sólo Mediador,
Jesucristo Hombre.

La confesión de aquellos idólatras de la Omnisciencia de Dios sirvió para darle honra a Dios y para su
condenación, porque reconociendo que hay un sólo Dios en el cielo, le continuaron ofreciendo
sacrificios a sus ídolos, como hacen muchos hoy..

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Verso 12-13: "Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de
Babilonia. Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a
sus compañeros para matarlos."

En todo este drama vemos la mano de Dios obrando en favor de Daniel y sus compañeros y
eventualmente para ayudar a su pueblo.

1 Cor. 1:19-20 dice: "Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los
entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde el disputador del siglo? ¿No ha
enloquecido Dios la sabiduría del mundo?"

¿Se imagina el susto que tendrían aquellos pobres sabios de Babilonia? Daniel y sus compañeros serían
llevados a sufrir la muerte también, aunque él no había sido llevado ante el rey, a pesar que el rey lo
había hallado diez veces más sabio que los sabios. Tal vez por envidia no había sido llamado cuando el
rey llamó los sabios, los magos y los adivinos.

Verso 14-16: "Entonces Daniel habló sabia y prudentemente con Arioc, el capitán de la guardia del rey,
que había salido para matar a los sabios de Babilonia. Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cual es la
causa de que este edicto se publique de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc hizo saber
a Daniel lo que había." "Y Daniel entró y pidió al rey que le diese tiempo, y que él mostraría la
interpretación al rey."

Dios iba a honrar a Daniel, a quien los sabios habían ignorado. ¡Qué miserable es el caso de los que
viven bajo un gobierno arbitrario! ¡Que bendición tenemos nosotros que vivimos bajo la protección de
la ley y los métodos de justicia, y no estamos bajo una dictadura, dependiendo de misericordia o de los
caprichos de un hombre!

Cuando Arioc, el capitán de la guardia arrestó a Daniel, éste le habló con sabiduría y pidió ser llevado
ante el rey. Los demás sabios le habían dicho al rey que era imposible lo que pedía. Daniel le dijo que lo
que el rey pedía era posible, pero que necesitaba tiempo, para orar y pedir la dirección de Dios.

Verso 17-18: "Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus
compañeros, para que pidiesen misericordia del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel
y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia."

Daniel sabía como hablar con Dios en oración. Note que muchas veces cuando todo parece perdido
para nosotros, es cuando más cerca está la bendición. Daniel está en apuros, nada menos que
condenado a muerte, pero el Dios a quien él sirve está en control.

Aquí tenemos la oración de rogativa, hecha entre muchos. Ellos se pusieron de acuerdo en la oración,
como dice Mateo 18:19 y Dios le dio la respuesta.

Verso 19: "Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al
Dios del cielo." La respuesta le vino a través de una visión de noche. Dios habla por medio de visiones,
y de sueños. Esto es más común en el ministerio de profeta y apóstol, como lo vemos con Pedro y

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Pablo. Algunos piensan que el secreto le fue revelado por un ángel que le visitara. Otros dicen que
soñó lo mismo que el rey.

Verso 20-22: "Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos
son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes: da la sabiduría a
los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en
tinieblas y con él mora la luz.

A ti, Oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, por que me has dado sabiduría y fuerza, y ahora
me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey." Daniel, por medio
del don de discernimiento conoció el misterio y comenzó a dar gracias a Dios.

Esta es la acción de gracias, la adoración y alabanza de Daniel por el favor recibido. Ahora los
creyentes no deben esperar recibir la respuesta para alabar y adorar, y dar gracias, sino que mientras
están pidiendo están dando gracias porque lo que pide lo recibe por la fe.

Daniel alabó al Dios de sus padres, Abraham, Isaac y Jacob. Nosotros damos gracias al Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo, y Padre nuestro.

Es maravilloso enseñar a nuestros hijos el evangelio porque no sabemos en qué circunstancias se


encontrarán en el futuro, donde les será necesario confiar en el Señor y saber como encontrarle.

Verso 24: "Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de
Babilonia, y le dijo: No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y yo le mostraré
la interpretación.

Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los
deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación."

Arioc quería congraciarse con el rey, por esto llevó a Daniel ante él. Aquí vemos cómo Dios "escogió
lo necio del mundo para avergonzar a los sabios, y lo vil y lo débil del mundo para a avergonzar a lo
fuerte" (1 Cor. 2:27). Daniel, aunque era un príncipe de Judá, era un cautivo, un deportado en
Babilonia.

Verso 26-28: "Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme
conocer el sueño que vi y su interpretación? Daniel respondió delante del rey diciendo: El misterio que
el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey.

Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabocudonosor lo
que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama."

Daniel aprovechó esta magnífica oportunidad para darle a conocer al rey al único Dios verdadero.
Primero le dijo que ninguno de los dioses a quienes le sirven los astrólogos, adivinos y magos, tenía
poder para revelar los secretos de los hombres. Esta es prerrogativa del único Dios Omnisciente.

Los diablo y los demonios no conocen los pensamientos secretos de los hombres a menos que los

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hombres los hablen con sus labios. Ellos pueden influenciar los pensamientos, trayendo circunstancias,
pero nada más. Daniel, operando en el don de profecía le revelaría el misterio al rey.

Verso 29: "Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo
por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser. Y a mí me ha sido revelado este
misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer
al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón."

El rey había estado inquieto por saber el futuro. Esto es la más que el ser humano anhela. Es por esto
que los ocultistas han ganado tanto terreno. Ellos pretenden revelar el futuro de los hombres.

¿Por qué se cumplen muchas cosas de las que ellos dicen? Porque los demonios que acompañan al que
los consultan manejan las circunstancias para que se cumplan y continúen en su error, para que no
crean al evangelio y al fin llevarlos al infierno.

A este rey, Dios le dio una concesión especial. El deseaba conocer el futuro de su reino y de su imperio
y el Rey del cielo le revelaría un futuro que alcanzaría 580 años, hasta la primera venida de Cristo.

Verso 31-36: "Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya
gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen
era oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro;
sus pies, en parte de hierro, y en parte de barro cocido.

Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de
hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro
cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras de verano, y se las llevó el viento
sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte
que llenó toda la tierra. Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey."

Tal vez Nabocudonosor era un admirador de las esculturas, de las estatuas y en su palacio tenía los
famosos jardines colgantes, una de las siete maravillas del mundo antiguo, y en ellas multitud de
estatuas de dioses a los que rendía honra. El Dios del cielo le muestra que esas estatuas son sólo
sueños. Las criaturas de la fantasía agradan a los que viven de fantasías.

La imagen estaba en pie delante de él, como una persona viva, y como las monarquías que
representaba eran admirables a los ojos de sus amigos, el brillo de la imagen era excelente. Y porque
eran formidables ante sus enemigos, la forma de la imagen era terrible.

Lo más admirable de esta imagen eran los diversos metales de los que estaba compuesta. La cabeza de
oro; el metal más rico y duradero. El pecho de plata; el metal que le sigue en valor. El vientre y los
muslos de bronce; un metal de valor. las piernas y los pies, en parte de hierro y en parte de barro
cocido.

Aquí nos damos cuenta que mientras más nos envolvemos en las cosas del mundo nos damos cuenta
que tienen menos valor. En nuestra vida humana, la cabeza de oro es la juventud, pero va perdiendo su
valor a medida que vamos entrando en años hasta que llegamos a la vejez, mitad hierro y mitad barro

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cocido, y estamos como muertos.

Lo mismo es cierto con la iglesia. Ya estamos viviendo en la parte de hierro y barro cocido. Así
también son los hipócritas en la congregación. Ellos tienen cabeza de oro pero sus pies son de barro.
Aunque en realidad esta estatua representa cuatro monarquías, el rey, como es sensual y pagano, las ve
en forma de una estatua poderosa. Daniel, la verá como animales de la tierra.

Verso 37-38: "Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios te ha dado reino, poder, fuerza, y majestad.
Y donde quiera que habitan los hijos de los hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha
entregado en tu mano, y te ha dado dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro."

Daniel le dijo al rey que el Dios del cielo le había dado dominio sobre naciones y bestias. Ningún rey
tiene poder si Dios no se lo da. Nabocudonosor, su hijo Evil-Meradac y su nieto Belsasar serían aquella
cabeza de oro por setenta años.

Durante este reino también existía el reino de los Escitas, el cual era poderoso, pero era el de Babilonia
el que estaba reinando sobre lo judíos. El rey es llamado cabeza de oro, por su sabiduría, eminencia y
poder absoluto, una cabeza de oro por su riqueza. Babilonia era una ciudad de oro. Isaías la llama
"Ciudad codiciosa de oro" en Isa. 14:4.

Esta monarquía dio comienzo con Nimrod y envolvió en ella todos los reyes Asirios, cincuenta
monarquías en total que duraron mil seiscientos años, pero realmente la cabeza de oro era
Nabocudonosor, su hijo y su nieto, los que reinaron sobre los judíos por setenta años.

Verso 39-43: "Después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo y luego tercer reino de bronce, el
cual dominará sobre toda la tierra. El cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza
y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo.

Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un
reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro
cocido.

Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte
fuerte, y en parte débil. Así como viste el hierro mezclado con el barro, se mezclarán por medio de
alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro."

Nabocudonosor reinó 45 años, Evil Merodac reinó 23 y Belsasar reinó tres años. Babilonia era su
metrópolis, y Daniel estuvo con ellos setenta años.

El pecho y los brazos de plata era la monarquía de los Medos y los Persas. Ellos no eran tan ricos ni tan
poderosos. El reino de los Medos fue fundado por Darío y el Persa por Ciro. Ciro era Persa por su
padre y Medo por su madre.

Darío era hijo del rey Asuero. Ciro era hijo de Cambyses, el rey Persa y de Mandane, hija del rey
Astyages, rey de los Medos. Algunos dicen que la monarquía de los brazos y el pecho de plata, la de
los Medos y los Persas, duro ciento treinta años.

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El vientre y los muslos de bronce fue la monarquía de los Griegos, fundada por Alejandro el Grande,
quien conquistó a Darío Codomano, el último de los reyes persas.

Aunque esta monarquía es representada por el bronce, un metal de valor inferior a la plata y al oro,
inferior en riqueza y extensión, por el poder de la espada, Alejandro conquistó al mundo y luego se
sentó a llorar porque no habían más mundos que conquistar.

Las piernas y los pies de bronce y barro cocido representan la monarquía Romana. Algunos afirman
que esto significa el último tiempo de la monarquía Griega, representado por las piernas, los imperios
de Siria y Egipto.

Una pierna representa a Siria bajo el gobierno de Seleuco y la otra, Egipto, gobernado por Tolomeo,
pero más bien representa al imperio Romano, el cual era fuerte como el hierro y estaba en toda su
fuerza cuando Cristo estableció su reino.

El reino romano rompió en pedazos el imperio Griego y más tarde casi destruyó la nación Judía. Hacia
el final de su reino se tornó débil y se dividió en diez reinos, los cuales representan los dedos de los pies
de la imagen. Algunos de estos reinos eran débiles como el barro, otros fuertes como el hierro.

Aunque se hicieron esfuerzos por unirlos para que se volvieran una potencia, fue en vano. Hubieron
continuas guerras entre Mario y Sylla, entre Cesar y Pompeyo, cuyos partidos eran como el hierro y el
barro. Al final del imperio, se hicieron alianzas matrimoniales entre los reinos, pero fue inútil y el fin de
la monarquía Romana llegó.

Verso 44-46: "Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás
destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él
permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra , no con
mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que
ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación."

La piedra no cortada con mano representa al reino de Jesucristo, la iglesia, el cual fue establecido por
Cristo en el tiempo del imperio Romano, sobre las ruinas del reino de Satanás. El reino de Satanás es el
reino del mundo.

La piedra no sería cortada por mano, es decir, no sería levantado ni sostenido por poder o política
humana, sino por la Mano del Invisible, el Espíritu del Señor de los ejércitos. Esta fue la piedra que los
edificadores, la iglesia judía, desechó pero se convirtió en piedra de esquina de la iglesia Cristiana.

La iglesia Cristiana es un reino gobernado por Cristo, el cual él rige por la Palabra y el Espíritu Santo.
El protege y le da leyes. Los súbditos de este reino le dan honra y le pagan tributo a Cristo.

Aunque este reino no es del mundo, esta en el mundo porque es el reino de Dios entre los hombres. El
Dios del cielo estableció este reino, puso su Rey sobre Sión, su santo monte, y trae los hombres a
obedecerle voluntariamente.

13
El reino se debía establecer en los últimos días del cuarto imperio, el Romano, lo cual es mencionado
en Lucas 2;1. Cuando Cristo nació, se celebró el primer censo, donde todo el mundo debía pagar
impuestos, lo cual era una indicación de que el Imperio Romano gobernaba por todo el mundo.

El reino que Dios estableció en medio del tumulto de los demás reinos en su lucha por el poder, no será
destruido jamás. El fuego y la espada no pueden detenerlo. Los esfuerzos combinados del mundo y del
infierno no pueden privar a los ciudadanos del mismo de estar en contacto con su Rey.

El reino no será dejado a otro pueblo como lo son los reinos de la tierra. Cristo es un Monarca que no
tiene sucesor porque él reina para siempre, de modo que no puede haber revolución para despojarlo del
mismo.

Este reino le fue quitado a los judíos y dado a los gentiles. (Mat. 21:43). Es el Cristianismo el que reina
en el reino del Mesías. La iglesia de Cristo es aun la misma, porque está construida sobre la Roca
contra la cual se ha luchado mucho, pero ni aun las puertas del infierno podrán prevalecer contra ella.
Es un reino que vence toda oposición.

Este reino está por todo el mundo, y desmenuza y consume todos los reinos. El Salmo 2:9 dice que
Cristo "quebranta los reinos con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuza."

En los reinos que se someten al reino de Cristo, él rompe la tiranía, la idolatría y todo lo que es de
reproche. El día está cercano cuando Cristo pondrá todos sus enemigos por estrado de sus pies. Mateo
21:44 dice que el que cayere sobre esta piedra, será quebrantado, y sobre quien ella cayere, le
desmenuzará.

El que cae sobre esta piedra; el que recibe a Cristo como Salvador, es quebrantado. En él se va
operando la muerte al Yo. El que rechaza a Cristo, es desmenuzado.

Verso 46: "Entonces el rey Nabocudonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y
mandó que se le ofreciesen presentes e incienso." Uno puede pensar que el rey debió haberse
enfurecido, porque él estaba soñando con que su reino sería eterno. Sin embargo, en vez de recibir el
mensaje como una afrenta, lo recibió como una profecía.

El estaba listo a adorar a Daniel como un pequeño dios, porque le adoró y ordenó que se le ofreciesen
regalos e incienso. Era costumbre entre los paganos honrar a los reyes postrándose sobre el rostro
como si ellos hubiesen sido divinos. Admirado el rey olvidó que Daniel era un hombre y que él era un
rey. Aunque la Biblia no lo registra, podemos deducir que Daniel rechazó la adoración que sólo
pertenecía a Dios.

Verso 47: "El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses y Señor de los
reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio."

Aunque el rey continuaba creyendo en los demás dioses, reconoció que el Dios de Daniel era Señor de
los demás y que era más grande que ellos porque era el único que revelaba los misterios. Sin embargo,
esto no significa que se convirtiera al Dios de Daniel. Así también muchos de una de las ramas del
cristianismo, reconocen que Cristo es el Señor, pero continúan adorando los santos.

14
Verso 48: "Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y lo hizo
gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia."

El rey le puso en nombre de Zaphnath Panea, "Revelador de Secretos." Lo puso por gobernador de
toda Babilonia. Esto nos recuerda a José, en el libro de Génesis; esclavo en Egipto, revelando el
misterio del sueño del Faraón, y puesto sobre todo el reino de Egipto.

Estos dos varones, tipos de Jesús, en su viaje por la tierra, han sido una inspiración para los jóvenes de
todos los tiempos. Aunque el rey engrandeció a Daniel, ya este era grande por su comunión con Dios.
Ni la riqueza, ni el poder humano hace grande a los hombres. La verdadera grandeza viene de Dios.

Verso 49: "Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de
Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed Nego; y Daniel estaba en la corte del rey."

Ahora Daniel era el jefe de los sabios de Babilonia, y gobernador de gobernadores. Como ellos no
pudieron hacer lo que el rey les demandó, ahora debían hacer lo que Daniel les ordenaba. Daniel no
olvida sus compañeros, por lo cual solicitó y obtuvo para ellos puestos de honor y honra.

Aquí aprendemos que aunque estemos en puestos de importancia no debemos olvidar a nuestros
hermanos en Cristo y ayudarle en todo lo que nos sea posible, pues no sabemos si para eso es que
hemos llegado a la posición que ocupamos.

Dios fue quien elevó a Daniel, pero no lo hizo para la satisfacción de Daniel, sino para el beneficio de
su pueblo cautivo, y para que se cumpliera su plan y propósito de preservar la línea justa de donde
vendría el Redentor.

15
DANIEL

Capítulo #3

Rescatados del horno de fuego.

Verso 1 "El rey Nabocudonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su anchura
de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia."

Aunque no tenemos las fechas exactas de la construcción de esta imagen, podemos suponer que el rey
la construyó poco tiempo después de su sueño y la interpretación dada por Daniel, alrededor del año
580.

Algunos opinan que la estatua fue construida en el año séptimo del reinado de Nabocudonosor, un año
antes de la cautividad de Joaquín, en la cual Ezequiel fue llevado cautivo, (2 Cro. 36:10).

Una imagen de oro. Había muchos ídolos en Babilonia, ninguno satisfacía a este rey impetuoso. Los
idólatras aman la diversidad de dioses. Se cree que la estatua era de 66 pies de alta por seis de ancha.

Nadie sabe a ciencia cierta cual fue el motivo para la construcción de esta estatua. Algunos opinan que
era un monumento a su imagen. Otros dicen que era para aclarar el hecho de que a pesar que había
honrado al Dios de los judíos, él no se había convertido a él.

La imagen no fue levantada en Babilonia sino en Dura, una provincia a 6 millas de la ciudad, donde se
han encontrado las ruinas de un círculo de 46 pies de diámetro que se cree fuera el lugar donde estaba
la estatua.

Verso 2-3: "Y envió el rey Nabocudonosor a que se reuniesen los sátrapas, los magistrados y
capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, para que
viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabocudonor había levantado.

“Fueron, pues, reunidos los sátrapas, magistrados, capitanes, oidores, (estos parecen haber sido los
psicólogos y psiquiatras),tesoreros, consejeros, jueces, y todos gobernadores de las provincias, a la
dedicación de la estatua que el rey Nabocudonosor había levantado; y estaban en pie delante de la
estatua que había levantado Nabocudonosor."

Mensajeros fueron enviados a todos los príncipes, duques, y señores, todos los nobles, oficiales de los
ejércitos, los jueces, tesoreros, consejeros, policías y gobernadores de provincias. Todos debían asistir
a la dedicación de la estatua.

Los que no vinieran sufrirían un castigo severo. El pensó que si éstos acudían, la gente común les
seguiría. No debía quedar nadie sin venir a adorar la imagen.

Versos 4-7: "Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones y
lenguas, que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y

16
de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabocudonosor ha
levantado, y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de
fuego ardiendo.

Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del salterio, de la
zampoña y todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones, y lenguas se postraron y adoraron
la estatua de oro que el rey Nabocudonosor había levantado."

Note el plan de Satanás para destruir a los judíos haciendo que le adoraran a él, en la estatua. La
estatua sería adorada al son de la música. Seis instrumentos son mencionados. La dulzura de la música
siempre ha engañado a las multitudes. Vea los conciertos llenos de gente.

Es importante comparar esta estatua con la que levantará el falso profeta en los tiempos del anticristo.
Esta tenía sesenta y seis pies de alta por seis de ancha y era adorada con seis instrumentos de música.
Sabemos que el diablo ha sido músico desde que fue creado y que por medio de la música controla la
mente de la gente que no le sirve a Cristo.

Verso 8-12: "Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a
los judíos. Hablaron y dijeron al rey Nabocudonosor: Rey, para siempre vive. Tú oh rey, has dado una
ley que todo hombre, al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la
zampoña, y de todo instrumento de música, se postre y adore la estatua de oro; y el que no se postre y
adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo.

Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac,
Mesac, y Abed Nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la
estatua de oro que has levantado."

Tal vez estos Caldeos que acusaban a los jóvenes, eran algunos de aquellos magos y astrólogos que
tenían algo contra Daniel porque los había eclipsado. Daniel y sus compañeros había orado para que no
perdieran sus vidas con el decreto de Nabocudonosor. Así Jeremías defendió a los que más tarde
cavaron las cisterna, Jer. 18:20.

La orden de adorar la imagen era una ley a la cual los jóvenes no se someterían. Tal vez cuando el rey
dictó esta ley no tenía en mente hacerle daño a ellos, pero los enemigos envidiosos de sus puestos, la
querían hacer respetar porque enviaban sus altos puestos en el gobierno.

13-15: "Entonces Nabocudonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac Mesac y Abed Nego.
Al instante fueron traídos estos varones delante del rey.

Habló Nabocudonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a
mi dios, ni adoráis la estatua que he levantado? Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de
la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la
estatua que he hecho?

Porque si no la adoráis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; y
¿qué dios será aquel que os libre de mis manos?" Nabocudonosor entró en una pasión desenfrenada.

17
Es admirable entender como un gran rey que gobernaba tantas naciones con vara de hierro, fuera un
esclavo de sus propias pasiones.

El no debía haberse sorprendido de que ellos no adoraran a sus dioses, pues él sabía que ellos nunca los
habían adorado porque su religión se lo prohibía. El sabía que ellos le respetaban como su rey. La
religión del rey, lejos de traerle paz y quietud de espíritu, inflamaba sus pasiones, le llenaba de ira y lo
tornaba una vez más en un asesino.

El rey pensó que con la amenaza del horno de fuego, los jóvenes se someterían a sus ordenes. El estaba
dispuesto a permitir que la ceremonia se repitiera para darle oportunidad a que los jóvenes se
retractaran.

Entonces les advirtió que no había dios que los librara de sus manos si ellos le desobedecían. ¿No
recordaba él al Dios de Daniel quien le había revelado su famoso sueño y la interpretación? ¡Qué
pronto olvidó la declaración que él mismo hizo de que el Dios de Daniel era Dios de dioses y Señor de
señores! El dijo lo mismo que el Faraón: "¿Quién es Jehová para que yo obedezca su voz?"

1618: "Sadrac, Mesac y Abed Nego respondieron al rey Nabocudonosor, diciendo: No es necesario
que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del
horno ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus
dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado."

No debemos pasar por alto que los judíos estaban en Babilonia, y todos estaban arrodillados ante la
estatua.
La fe de estos jóvenes era inconmovible. Ellos estaban seguros que Dios, a quien ellos le servían, podía
librarlos del horno de fuego y de la mano del rey.

Por otra parte estaban dispuestos a sufrir el martirio, si Dios no los libraba, por obedecer la Palabra de
Dios.

Su fe era de la clase de la fe de Abraham, quien estaba dispuesto a sacrificar a su hijo, consciente de


que Dios se lo devolvería de entre los muertos.

19: "Entonces Nabocudonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac,
Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado.

Y mandó hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego,
para echarlos en el horno de fuego ardiendo. Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus
calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego."

Mientras más se alimentan las pasiones, más aumentan. La ira del rey iba creciendo sin control. El había
descubierto que la sabiduría de estos jóvenes era superior a la de todos los sabios, magos y astrólogos
de su reino, pero ante su orgullo herido y la oposición a su religión, olvidó todo lo que sabía.

El problema era que los jóvenes habían desobedecido sus órdenes. El rey consideraba esto un desafío a
su condescendencia. Los jóvenes sabían que era mejor desobedecer a este hombre, aunque todos le

18
consideraran un dios, que desobedecer al Dios vivo y verdadero. "Es mejor obedecer a Dios que a los
hombres."

El rey enfurecido llamó a los hombres fornidos para que calentasen el horno siete veces más de los
acostumbrado, y arrojaran los jóvenes dentro del horno. Los ataron en sus mantos. Este fue el primer
error que cometieron. Sus mantos tenían un divino secreto.

EL MANTO DE ORACIÓN

En Mateo 23:5 el Señor Jesús le dijo a los fariseos: "Antes hacen sus obras para ser vistos de los
hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos." Los fariseos sabían de
qué Jesús estaba hablando, pero nosotros no.

En Deut.22:12 dice: "Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras." El uso del
manto es una costumbre judía desde los tiempos del establecimiento del sacerdocio entre el pueblo
israelita. Todos los varones debían usar este manto. Ninguno de ellos ora sin cubrirse con el manto de
la oración. El niño varón recibe su manto a la edad de doce años.

El manto de la oración es un pedazo de tela blanca, con unas franjas azules en cada lado y con de 613
flequillos alrededor, representando los 613 mandamientos del A.T. En cada esquina del manto hay
unos flecos largos. Estos cuatro flecos largos tienen 15 nudos, representando los Nombres de Dios.
Las cinco franjas azules representan los cinco libros de Moisés.

Desde la destrucción del templo, las franjas son negras en señal de luto. En la parte del cuello tiene un
borde de brocado, que le sirve de corona cuando se lo ponen en la cabeza.

En Deut.6:8 Dios le dijo a los Israelitas que ellos debían escribir sus mandamientos en las puertas de
sus casas y atarlos a sus manos y sus frentes. Cuando ellos se cubren con el manto, la franja de brocado
le queda entre los ojos en la frente.

En Exodo 28:4 leemos que Dios le dio instrucciones a Moisés de cómo debía vestir el sumo sacerdote.
En Exodo 39:25 le dio las instrucciones de como construir el manto. En las orillas del manto debían
haber granadas azul, violeta y rojas, y entre cada una debía haber una campanilla de oro. El sumo
sacerdote debía tener el manto puesto para ministrar, aunque el gran día de la Expiación no debía
usarlo, como dice Lev. 16.

También le hicieron túnicas, o mantos a los hijos de Aarón. El verso 41 dice que estas túnicas eran las
vestiduras del servicio para ministrar en el santuario.

En Números 15:38 dice: "Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus
vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón azul.

Y os servirá de franja para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová para
ponerlos por obra, y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestro ojos, en pos de los cuales os
prostituyáis. Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios."

19
A los Israelitas se les dio órdenes de poner franjas y lazos azules en sus mantos. Estas franjas y estos
cordones en las esquinas de sus mantos les servirían de Biblia. Ellos no debían ponerle atención ni a sus
razonamientos ni a las circunstancias para que no se prostituyeran dudando de Dios, sino que su
atención debía estar en las promesas y los mandamientos de Dios.

¡Cuán cierto es esto entre los creyentes! Este es el secreto de la fe y del éxito de la vida del creyente.
!Cuántos creen en Dios, pero no le creen a Dios! En aquellos tiempos no se había escrito la Biblia.
Cuando se escribió fue a mano y era conocida como la Tora, algo muy sublime y sagrado, que
permanecía en el templo o en la sinagoga.

Así que el manto le servía a los israelitas, no sólo de Biblia, sino de tabernáculo. Al mirar los flequillos
recordaban los mandamientos, al mirar las franjas recordaban los libros del Pentateuco, y al mirar los
flecos recordaban el Nombre de Jehová.

Cada uno de los 613 flequillos representa un mandamiento Bíblico, que los israelitas deben saber de
memoria.

Usted recuerda que el tabernáculo era de 45 pies de largo por 15 de ancho. La congregación de Israel
que salió de Egipto se componía de más de tres millones de personas. Seiscientos mil hombres sin
contar las mujeres y los niños.

Cuando los israelitas iban a orar, no podían caber en el tabernáculo, pero cada uno tenía su manto, el
cual levantaba sobre su cabeza y le servía de tabernáculo. En donde quiera que estuvieran podían
"encerrarse en su cuarto" y hablar con Dios, envolviéndose en su manto.

En el capítulo siete de Josué tenemos la historia de la derrota de los israelitas por de Hai. Dios había
entregado a los de Jericó en sus manos y las murallas de tantos pies de ancho que habían casas
construidas encima de ellos, se habían hundido para que ellos pasaran a tomar la ciudad.

Josué consultó el Urím y Tumím y Jehová le dijo alguien había tomado un anatema y habían robado.
Los príncipes de las tribus comparecieron ante Jehová, y Dios escogió la tribu de Judá. Entonces
vinieron las familias, de ellas escogieron la familia de Zera, luego a un varón llamado Acan y este le dijo
a Josué: "Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata y un
lingote de oro de peso de cincuenta siclos, el cual codicié y tomé."

El no solamente había tomado el manto babilónico, lo cual era un anatema, sino que también había
robado. El juicio fue de apedrearlo primero y luego quemarlo, y no sólo a él, sino también el manto, el
oro, la plata, los hijos, las hijas, los bueyes, los asnos, las ovejas, la tienda, y todo cuanto tenía y le
hicieron un monumento de piedras que se llama "Turbación."

Este manto babilónico es tipo de la preocupación y la falta de reposo en el creyente. El diablo le quiere
poner el manto babilónico de la duda al creyente y despojarlo del manto de la confianza y la fe en
Dios.

Saul agarró uno de los flecos largos del manto de Samuel, uno de los flecos que representaban en
Nombre de Jehová, y éste se desgarró. Este fue el símbolo de la separación de las 12 tribus.

20
En 1 Sam. 24 tenemos la historia de Saúl persiguiendo a David. El verso 4 dice que Saul se refugió en
la misma cueva donde estaba escondido David. Entonces David le cortó el borde del manto de Saúl. El
verso cinco dice: "Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del
manto de Saul."

Ahora entendemos por qué se turbó el corazón de David. El había cortado uno de los flecos largos que
representaban el Nombre de Jehová y David sabía lo que esto significaba.

1 Reyes 19:13 dice que Elías fue al Monte Horeb a recibir instrucciones de Dios. El verso 13 dice que
cuando Dios le habló, Elías se envolvió en su manto y cubrió su rostro. El entró en su tabernáculo
personal para hablar con Dios.

El verso 19 dice: "Partiendo de allí, halló a Eliseo, hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de
sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto."

Eliseo sabía lo que este acto significaba. El manto de Elías era su llamado al oficio de profeta. El manto
era símbolo de la unción. El dejó inmediatamente su trabajo, quemó el arado y sacrificó los bueyes. No
había vuelta atrás. Se fue con Elías y le servía.

En 2 Reyes 2 tenemos la historia del traslado de Elías. Eliseo el siervo fiel le seguía. Elías le decía que
se quedara en Gilgal porque él iba a Betel, pero Eliseo rehusaba quedarse. El verso 8 dice que cuando
llegaron al Jordán, Elías dobló el manto y golpeó las aguas, y estas se apartaron y pasaron ambos en
seco.

"Cuando habían pasado Elías le dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea
quitado de ti. Y dijo Elíseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. El le dijo:
Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no. Y
aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los
dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.

Viéndolo Eliseo, clamaba: Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más
le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes, símbolo de pacto con Jehová. Alzó luego el
manto de Elías que se le había caído, y volvió y se paró a la orilla del Jordán.

Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de
Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y otro lado y pasó
Eliseo."

El verso 15 dice que el Espíritu de Elías reposó sobre Eliseo y los hijos de los profetas se postraron
delante de él. La doble porción estaba envuelta en el manto de Elías. Eliseo hizo el doble de los
milagros que hizo Elías.

En Ezequiel 16:8 dice que cuando Israel fue sacado de Egipto, Jehová extendió su manto sobre él e
hizo pacto con ellos en el Sinaí. El Señor Jesús usaba su manto como buen judío que era. En Mateo
9:20 tenemos la historia de la mujer que tenía flujo de sangre. Ella decía: "Si solamente tocare el borde

21
de su manto seré sana."

Ella sabía lo que el borde del manto de Jesús significaba. Ello lo hizo y recibió su milagro. Luego Jesús
fue a la casa de la hija de Jairo. Su hija estaba muerta. Jesús le dijo: "Talita Cumi". En el idioma hebreo
esta frase no significa: "Niña vive." "Talit" significa: "Manto."

En Mateo 14: 36 dice que los enfermos le rogaban a Jesús que les permitiese tocar el borde de su
manto, y que los que lo tocaban quedaban sanos. En la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, se nos dice
que los discípulos echaban sus mantos en el camino para que el Señor pasara. Esta era la coronación
espiritual del Rey e Sión.

En Juan 13: 4 dice que cuando Jesús le fue a lavar los pies a los discípulos se quitó su manto. En Juan
19:2 dice que los soldados vistieron a Jesús con un manto de púrpura para burlarse de él. Los soldados
se rifaron el manto de Jesús.

En Hechos 10:11 se nos cuenta la historia de la visión de Pedro. El vio un manto atado de las cuatro
puntas que era bajado a la tierra. El manto contenía toda clase de animales y reptiles. De esta forma fue
que el Señor le mostró a Pedro que los gentiles iban a recibir la misericordia de la salvación.

En Hechos 18:3 se nos dice que Pablo se dedicaba al oficio de hacer tiendas en Corinto. Lo que es
admirable es que la ciudad de Corinto, llena de palacios de mármol y cercana al mar necesitara de
tiendas de campaña. Lo que realmente Pablo, Priscilla y Aquila construían eran mantos de oración,
oficio que aprendió mientras era un estudiante del hebreo, como lo hacen los estudiantes judíos hoy, y
que estaban en gran demanda. Este también era el oficio de Dorcas, la mujer que Pedro resucitó.

En Isaías 61:10 está el cántico de victoria: "En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará
en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó con manto de justicia, como a
novio me atavió y como a novia adornada con sus joyas."

Jesús ascendió al cielo y el día de Pentecostés dejó caer su manto sobre sus discípulos en la persona del
Espíritu Santo. Ya el creyente no necesita usar un manto de tela, como lo usan los judíos y los
sacerdotes católicos, porque su manto es la unción del Espíritu Santo en sus vidas.

¿Se da cuenta ahora del error de los que trataban de asesinar a los tres jóvenes hebreos? Ellos los
ataron en sus mantos de oración.

21-23: "Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama de fuego mató
a aquellos que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y
Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo."

La añadidura apócrifa de Daniel dice que la llama del horno subía 49 codos por encima del horno. El
juicio de aquellos hombres fornidos que lanzaron a los jóvenes fue inmediato. Las llamas los
envolvieron y murieron allí. El juicio del rey Nabocudonosor vendría más tarde.

24-25:"Entonces el rey Nabocudonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su


consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro de fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh

22
rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir
ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante al hijo de los dioses."

La liberación de estos tres jóvenes fieles. El rey pensó que ya no oiría más de ellos y que el resto de sus
súbditos aprendería la lección de no rebelarse contra él. ¿Se imagina la sorpresa del rey y de los
cortesanos al mirar dentro del horno y ver, no solamente a los jóvenes sueltos, sino acompañados de
uno que parecía ser un hijo de los dioses.

Este varón era el mismo que subió en la llama del sacrificio de Manoa, el padre de Sansón, (Jueces
13:20) El Angel de Jehová, se reveló al rey y su corte para salvación y premio a la fidelidad de los
jóvenes y para confirmación del juicio que le vendría al rey y a los enemigos de los judíos.

26-27: "Entonces Nabocudonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac,
Mesac Y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego
salieron de en medio del fuego.

Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos
varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus
cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera el olor de fuego tenían."

¿Se da cuenta como el Dios de la naturaleza puede controlar el poder de la naturaleza cuando lo desea?
Aquí se cumplió la preciosa promesa de Isaías 43:2: "Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y
si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego no te quemarás, no llama arderá en ti."

Note que los jóvenes no estaban luchando por salir del horno, sino esperando pacientemente a que el
Dios que les había salvado los sacara de él. La versión apócrifa dice que Azarías estaba orando, y que
luego los tres cantaron un himno de triunfo en medio de las llamas.

Aunque esto último no ha sido aceptado como inspirado por el Espíritu Santo, creemos que pudo
haber sido posible. ¡Quien no oraría en semejante situación, y cantaría de júbilo al ver los resultados!

Nabocudonosor volvió a reconocer públicamente que los jóvenes eran siervos del Dios Altísimo, pero
tenía mezclados conceptos acerca de los dioses, y creía que el Dios Altísimo era un Dios más poderoso
que los dioses de él, a los que él no podía abandonar por temor.

Así hay muchos religiosos que saben que Cristo es el hijo del Dios Todopoderoso, pero no se atreven a
abandonar la devoción a sus santos por temor a castigos imaginarios. Ellos ven a Cristo como un
santo más.

28: "Entonces Nabocudonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que
envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y
entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar otro dios que su Dios."

Aquí recordamos al Faraón cuando le pidió a Moisés y a Aarón que oraran por él y le bendijeran. Bien
parecía que se había arrepentido, pero no fue así, pues a la primera oportunidad que tuvo salió con sus
ejércitos a perseguirlos.

23
Aparentemente Nabocudonosor se arrepintió, pero no fue así. El arrepentimiento y la conversión son
regalos de la gracia, y estas manifestaciones milagrosas de Dios no eran para la salvación del rey, sino
para las de los siervos de Dios. El reconoció y admiró la fidelidad de los jóvenes hacia su Dios, y la
fidelidad del Dios de ellos en librarlos de tan horrible muerte.

29: "Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de
Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay
dios que pueda salvar como éste."

El rey reconoció que no había dios que salvara como el Dios de los jóvenes hebreos, pero tuvo sumo
cuidado de no ofender sus dioses ordenando que el pueblo, nación y lengua se apartaran de sus dioses
y sirvieran al Dios Altísimo, como hizo Constantino siglos más tarde, sino que solamente ordenó que
no se hablara mal de él.

Esta tibia y neutral declaración y mandato firmó su sentencia eterna, porque Dios no comparte su
gloria con nadie. El desea la entrega total del creyente, o nada. El no acepta neutralidades. Cristo dijo
que el reino de los cielos se hace fuerte y que los valientes lo arrebatan, no los cobardes.

El Señor había hecho estos milagros ante el rey y su pueblo para darse a conocer. Ellos, sin embargo,
no se convirtieron al Dios de los Judíos, sino que creyeron que Jehová era Dios para los judíos
solamente, y no para ellos.

30: "Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia." Aquí
aprendemos que cuando el hombre erige las estatuas de sus pasiones y sus delirios de grandeza,
olvidándose de Dios y pisoteando a los demás, Dios responde con fuerza y juicio. Eclesiastés 5:8 dice:
"Porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos."

24
DANIEL

Capítulo # 4

LA LOCURA DE NABOCUDONOSOR

1: "Nabocudonosor, rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran el toda la tierra: Paz os sea
multiplicada." El edicto de este rey provocaba grande terror entre las naciones a las que era enviado.
Año 570 A.C. El saludo de paz era tenebroso. Esto significaba que la nación que no se sometiera al
edicto, podía decirle adiós a la paz.

2-3: "Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. ¡Cuán
grandes son las señales y milagros, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su
señorío de generación en generación!"

Nabocudonosor le escribió a todas las naciones y pueblos para contarles lo que el Dios Altísimo ha
hecho con él. El se sentía en la obligación de decirle a otros y dejar en registro para la generaciones
futuras, las maravillas de las cuales él había sido testigo principal.

Así nosotros debemos testificarle a otros acerca de los tratos de Dios con nosotros. No debemos
guardar nada de lo que redunde para la gloria de Dios.

Ya Nabocudonosor estaba viejo; había reinado más de cuarenta años y había visto mucho del mundo y
sus vueltas, como la mayoría de los hombres, pero fue entonces que pudo darse cuenta de las
maravillas y los milagros de Dios.

Mientras más nos damos cuenta de las cosas que Dios ha hecho, y vemos que han sido producto del
poder divino y de la sabiduría divina, aparecen más maravillosas a nuestros ojos.

El rey se dio cuenta que el reino de Dios es eterno, no como el suyo al cual veía llegar al punto final.
Llegó a reconocer que hay un Dios que gobierna el mundo y tiene un dominio universal sobre los
problemas del hombre.

La gloria de este reino de Dios es que es eterno. Otros reinos son confinados a una generación y
algunas dinastías a algunas generaciones, pero el reino de Dios es de eternidad a eternidad. Parece que
aquí Nabocudonosor se refiere al sueño que Daniel le interpretara acerca del dominio del Quinto
Imperio, el de la Iglesia. (Cap. 2:44)

4:4-8: "Yo Nabocudonosor estaba tranquilo en mi casa, y floreciente en mi palacio. Vi un sueño que
me espantó, y tendido en mi cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto
mandé que vinieran delante de mí todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la
interpretación del sueño.

Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron mostrar su
interpretación, hasta que entró delante de mí Daniel, cuyo nombre es Belsasar, como el nombre de mi
dios, y en quien mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño diciendo..."

25
Antes de relatar los juicios de Dios contra su orgullo, Nabocudonosor cuenta de las advertencias que
Dios le había dado antes de que los juicios le vinieran.

El sonido de alarma le vino cuando estaba tranquilo en su palacio floreciente. Hacía poco había
conquistado Egipto, y con ello terminó sus batallas y se hizo monarca de todo el mundo conocido.
Había reinado treinta y cuatro años. (Ez.29:17) Entonces tuvo el sueño que se cumplió al año
siguiente.

Dios puede alcanzar al hombre con sus terrores aunque se sientan muy seguros, y piensen que están
descansados y florecientes. El rey tuvo un sueño que le espantó. El hombre que había enfrentado la
muerte cara a cara en las batallas, se llena de terror por un sueño.

Sin duda su cama era mullida y su recámara rodeada de guardas, sin embargo sus propios
pensamientos le perturbaban, y las visiones de su cabeza, las criaturas de su imaginación, le llenaban de
espanto.

Entonces consultó a los sabios, adivinos, astrólogos y magos acerca del significado de su sueño. El no
había olvidado su sueño como en la ocasión pasada. Los hombres sabios de su reino , estos pretendidos
sabios de Babilonia, en realidad eran tan torpes que pretendían adivinar el futuro al examinar las
entrañas de las bestias, y observar las estrellas.

Ellos eran como los espiritistas, los astrólogos, los que leen la suerte en la carta de naipes, o la línea de
la mano, quienes pretenden adivinar el futuro de los incautos. Con sólo mirar una personas le ven su
credulidad, y le dicen lo que realmente quieren oír sin comprometerse mucho.

"Vas a dar un viaje; veo dinero en tu camino, alguien te tiene envidia", y le dan un nombre de una
persona común, como Juan, María, Carmen. ¿Quién no conoce alguien de ese nombre? Luego le
recetan una variedad risible de aguas de colores, y de oraciones, o le hacen un resguardo especial, a
cambio de una suma considerable de dinero, para que no le caigan los hechizos.

No podemos dejar de admirar cuantos incautos son presa fácil de estos charlatanes que tienen un
negocio redondo. Si alguien es incrédulo, entonces cambian su danza y le dicen: "Usted tiene una luz
que nadie puede penetrar. Su guía espiritual es más fuerte que el mío."

Así que a los que pueden engañar, los dominan con el miedo, y a los que no pueden, los dominan con
la adulación al ego. A pesar de que el rey estaba alabando al Dios Altísimo, aún decía que Beltsasar era
su dios. El miedo a ofender a sus antiguos dioses no le permitió a este rey alcanzar la bendición.

Así muchos a quienes se les predica el Evangelio, reconocen la potencia del mismo, pero no se apartan
de sus ídolos. Para poder ser aceptados, tenemos que abandonar la idolatría que Dios abomina.

El rey reconocía que Daniel era el bien amado del Dios Altísimo, pero no estaba dispuesto a abandonar
sus dioses por el de Daniel.

Así muchos reconocen que algunos creyentes al menos poseen algo especial y divino, pero no están

26
dispuestos a abandonar sus tradiciones para servir al Dios de esos creyentes.

9 "Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que
ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto y su interpretación."

Para el rey, Daniel era solamente el jefe de los magos. El mago más sobresaliente, el único que podía
darle la interpretación del sueño que había tenido.

10-12:"Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de
la tierra un árbol, cuya altura era grande. Crecía el árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el
cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra.

Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a
la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él
toda carne."

Nabocudonosor estaba mirando un cuadro de su reino y de él mismo.


Su reino era extenso, poderoso y rico. El era la cabeza de oro de la
estatua de su sueño. Todas las naciones acudían a Babilonia por ayuda
financiera, como lo hacen hoy a los Estados Unidos. Corría el año 538
A.C.

El árbol tenía todo lo que es placentero a la vista y era bueno para comer. Sus hojas eran hermosas,
denotando la pompa y esplendor de la corte del rey, lo cual era una maravilla para los extraños y
orgullo de sus súbditos.

13: "Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí que un vigilante y santo
descendía del cielo." Nabocudonosor vio a un ángel descender del cielo y le oyó proclamar la
sentencia. El lo llama "vigilante" porque los ángeles son espíritus por naturaleza y no duermen, sino
que están todo el tiempo dispuestos a ministrar al Señor y a los santos.

14: "Y clamaba fuertemente y decía: Derribad el árbol, y cortad las ramas, quitadle el follaje, y
dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas."

El hacha estaba puesta a la raíz de aquel árbol tan fuerte. Las bestias y las aves que se refugiaban en él
fueron esparcidas; sus ramas sacudidas y su fruto dispersado.

La prosperidad financiera en su cúspide es algo muy incierto y no es raro que los que han vivido en la
opulencia y el poder, sean despojados de todo lo que tienen y que se conviertan en esclavos, pero los
árboles de justicia, plantados en la casa de Dios y le traen fruto a él, no serán cortados ni su hoja se
secará.

15-16: "Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra con atadura de hierro y de bronce entre la hierba
del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra.
Su corazón de hombre sea cambiado y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos."

27
Aquí tenemos la sentencia del Dios Altísimo a Nabocudonosor. La cepa con las raíces debe quedar
intacta enterrada entre la hierba para que las bestias que una vez se refugiaban en su sombra, ahora la
pisoteen.

Pero hay esperanza para el árbol porque el rocío del cielo le permitirá retoñar nuevamente. La
sentencia envolvía ser depuesto de su estado de honor y de su dignidad de hombre, ser privado de su
razón y que viviera como una bestia por siete años. La locura es más temida que la muerte. Los que la
sufren no lo saben. Es justo que Dios le de corazón de bestia a los tiranos orgullosos que se levantan
contra el gobierno de Dios.

17: "La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por el dicho de los santos la resolución, para que
conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quién él quiere lo da, y
constituye sobre él al más bajo de los hombres."

Dios ha determinado, como Juez Justo, ha firmado el edicto del consejo eterno y la orden ha salido.
Los ángeles han firmado como testigos. En ocasiones Dios ha consultado a los ángeles para ejecutar
sus sentencias.

En 1 Reyes 22:20 dice que Dios preguntó: "Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de
Galaad? Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová y dijo: Yo lo induciré. Y Jehová dijo: ¿De qué
manera? El dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas."

Los santos, los judíos, habían orado y se habían unido a los ángeles del cielo en la petición. La demanda
es por la palabra de los santos. Ellos habían sufrido bajo la tiranía de Nabocudonosor, quien los había
llevado cautivos a Babilonia.

El propósito era para engrandecer el poder del Altísimo, a quien el rey había desafiado. El juicio debía
convencer al mundo indiferente y descuidado de que hay un Dios que juzga la tierra, un Dios que
gobierna al mundo, no sólo que tiene un reino en el mundo y que gobierna ese reino, sino que da
promociones a los hombres y despoja a los otros de sus poderes.

Es el Dios que sacó a David del rebaño de ovejas en la montaña para sentarlo en el trono de Saul. El es
quien a veces levanta un hombre y lo mantiene en el poder para castigar una nación por su idolatría.

El humillar a Nabocudonosor tenía el propósito de declararlo al mundo. Los muertos lo saben porque
ellos han ido al mundo de los espíritus, el mundo de la retribución. Ellos saben que el Altísimo reina,
pero a los vivos debe mostrárselo para que hagan paz con Dios antes de que sea demasiado tarde.

18: "Yo el rey Nabocudonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él,
porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme la interpretación; mas tú puedes, porque
mora en ti el espíritu de los dioses santos."

El rey sabía que el único que podía darle la interpretación del sueño era Daniel. El reconocía que Daniel
tenía una gracia especial divina para conocer los misterios.

19: "Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo

28
turbaban. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación. Beltsasar
respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su interpretación para los que mal te
quieren."

Daniel estuvo atónito casi una hora al entender que tan terrible juicio debía venir sobre un príncipe tan
poderoso. Su carne temblaba de temor a Dios. El rey le observaba y le animó diciéndole que dijera la
interpretación fuera cual fuera. Los que reciben las revelaciones de Dios deben expresarlas tal como
las reciben, sean para ellos o para los demás.

20-27: "El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, que se veía
desde todos los confines de la tierra, cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, en que había
alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las
aves del cielo, tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y has
llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra.

Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Cortad el árbol y
destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la hierba
del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su parte, hasta que
pasen sobre él siete tiempos; esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido
sobre mi señor el rey:

Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del
campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán
sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que lo da a
quien él quiere.

Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del árbol, significa que tu reino te
quedará firme, luego que reconozcas que cielo gobierna. Por tanto, oh rey, acepta mi consejo; tus
pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal
vez será eso una prolongación de tu tranquilidad."

Daniel sin temor le dijo al rey: "Tu eres ese hombre". El le había dicho antes: "Tú eres la cabeza de
oro." Aunque Nabocudonosor era un idólatra y opresor del pueblo de Dios, para Daniel era su
príncipe.

Entonces procedió a hablarle de cómo se había engrandecido. Su reino había llegado a las alturas
posibles para los humanos, y se había extendido hasta los fines de la tierra.

Entonces le explica el significado de la sentencia. No sólo sería depuesto de su trono, sino echado de
los hombres, privado de su razón, con un corazón de bestia moraría con ellas y que comería hierba
como ellas.

Como las bestias dormiría a la intemperie hasta que transcurrieran siete años, y luego sería restaurado
al reino de los hombres y a su dominio. "Tu reino quedará firme como un tronco en la tierra hasta que
reconozcas que el cielo reina."

29
En la conclusión de la interpretación Daniel como profeta aconsejó al rey. Los pecadores deben ser
exhortados con cariño y humildad para que reconozcan su necesidad de vida eterna.

El rey había sido cruel con los pobres, tanto con los judíos como en sus tratos con las otras naciones.
El debía enmendar sus caminos, y quizá el Dios del cielo tuviera misericordia de él, porque "él tiene
misericordia del que tiene misericordia."

28-30: "Todo esto vino sobre el rey Nabocudonosor. Al cabo de doce meses, paseando en el palacio
real de Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la
fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?"

Note la paciencia de Dios con el rey. La sentencia fue ejecutada doce meses después. El tuvo un año de
oportunidad y de tranquilidad.

El rey estaba paseando orgulloso en su palacio contemplando la hermosa ciudad y jactándose de sus
logros. Tal vez la estaba mostrando a algún visitante. Y en verdad era inmensa, de una cuarenta y cinco
millas dentro de los muros, llena de habitantes, llena de riquezas.

Isaías 14:4 la llama: Ciudad codiciosa de oro." Al mirar los grandes edificios, los jardines colgantes
que eran una de las siete maravillas del mundo, se gloriaba de que todo había sido construido por él. El
se gloriaba como se gloriaría Augusto Cesar siglos más tarde de Roma.

31-33: "Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey
Nabocudonosor: El reino ha sido quitado de ti, y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del
campo será tu habitación, y con los bueyes te apacentarán; y siete tiempo pasarán sobre ti, hasta que
reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere.

En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabocudonosor, y fue echado de entre los hombres; y
comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció
como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves."

El rey Nabocudonosor quedó completamente loco en el momento en que escuchó la voz que le
hablaba. Su entendimiento y su memoria se perdieron al momento, y quedó como una bestia en un
cuerpo humano.

Estaba completamente desnudo, y caminando en cuatro pies como las bestias se perdió en el bosque.
Sus siervos le acompañaron por un tiempo cuidándole, pero al fin le abandonaron entre los árboles.

El no tenía el espíritu de una bestia de presa como el león, sino el de una bestia de menos honra,
porque comía hierba como el buey. Tal vez perdió la voz y bramaba como los bueyes. El cabello de su
cabeza y barba creció y como nadie lo acondicionaba parecía plumas de águila, y sus uñas como garras
de aves.

Veamos cuán grande misericordia es el tener el uso de la razón. ¡Qué agradecidos debemos estar de
Dios por ello! ¡Cuánta compasión debemos tener de los locos que están bajo el poder del delirio, la
locura, la melancolía y la distracción!

30
Veamos la vanidad de la gloria y la grandeza humana. ¿Es éste el gran rey Nabocudonosor? ¿Quién es
esta despreciable criatura que es peor que un mendigo? ¿Es este aquel que se veía tan glorioso en su
trono, tan formidable en el campo de batalla, el poderoso político que subyugaba nación tras nación?
¿Es este aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos, que puso el mundo como
un desierto, que asoló sus ciudades, que sus presos nunca abrió la cárcel?" como dice Isaías 14:1617.

Que no se gloríen los sabios de su sabiduría ni los grandes de su poder, pues en un momento pueden
oír una voz como la que oyó el rey Nabocudonosor y su mente quedar destruida. "Dios resiste a los
soberbios y da gracia a los humildes."

34: "Mas al fin del tiempo yo Nabocudonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y
bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su
reino por todas las edades."

Por siete largos años Nabocudonosor fue el monumento de la justicia divina y el trofeo de su victoria
sobre los hijos del orgullo. El había estado más muerto que si le hubiera caído un rayo, pero había sido
mantenido vivo para que al fin reconociera y diera gloria y alabanza al Altísimo.

35: "Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el
ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano y le diga: ¿Qué
haces?"

El rey reconoció que las naciones son como nada delante de Dios, que tanto los ejércitos de los cielos,
como los habitantes de la tierra son sus súbditos y que todo está bajo su control. Ángeles y hombres
son empleados por él. Los ángeles son sus ejércitos, y los hombres sus inquilinos. Su poder es
irresistible y su soberanía incontrolable. ¡Ay del que contiende con su Creador!

36: "En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi
grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi
reino, y mayor grandeza me fue añadida."

Los súbditos del rey estaban enterados del sueño y observaban cada paso de su cumplimiento. Fue por
eso que durante ese tiempo estuvo el reino en paz, y nadie se atrevió a usurpar su lugar. Si no temían a
Nabocudonosor en su estado de bestia, temían al Altísimo que había cumplido eficazmente toda la
sentencia. El rey se había vuelto bestia para luego volverse sabio.

37: "Ahora yo Nabocudonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras
son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan en soberbia." Las aflicciones
no durarán más tiempo del necesario para hacer el trabajo para lo cual han sido enviadas.

31
DANIEL
Capítulo # 5

ESCRITURA EN LA PARED

12: "El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino.
Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabocudonosor su
padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres
y sus concubinas."

"Belsashur" cuyo significado es "Bel proteja al rey", era el hijo primogénito de Nabodino, y co- regente
con él en los últimos años del imperio Babilónico. Belsasar era hijo de Nitocris la hija de
Nabocudonosor.

Babilonia estaba madura para ruina. Los judíos sabían que se acercaba el año de su liberación. El rey
Belsasar ordenó traer los vasos sagrados que su padre había sacado del templo de Jerusalén para hacer
una fiesta idólatra con ellos a sus dioses paganos.

3-4: "Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo de la casa de Dios que
estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas. Bebieron
vino, y alabaron a sus dioses de oro, de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra."

Todos los príncipes, con sus mujeres y sus concubinas celebraron un culto a los dioses paganos,
ofreciendo vino y sacrificios frente a los vasos sagrados, que no sabemos si eran el candelero, la mesa,
el altar de oro, los tazones, las escudillas y todo lo que se usaba en el servicio en el templo de Salomón.

Probablemente el arca no fuera llevada porque en el libro 2 de Macabeos, cap. 2 dice que el arca fue
escondida por Jeremías en el Monte Pisga, y que su lugar nadie lo conoce.

Los judíos aseguran que debajo del templo de Salomón se construyó una serie de túneles en forma de
laberinto a 75 pies de profundidad, y que los vasos originales fueron escondidos allí, y que en su lugar
se pusieron copias de ellos.

Ellos dicen que los Musulmanes han descubierto el laberinto, pero que no permiten que nadie entre por
ellos. Sea cual sea la historia, lo cierto era que Belsasar estaba profanando los vasos dedicados al
servicio de Jehová, y esto le traería juicio inmediato.

Los adoradores borrachos, no son hombres sino bestias. Ellos son los más adecuados para adorar los
dioses del estercolero, que no son dioses sino diablos.

5: "En aquella misma hora aparecieron los dedos de la mano de hombre, que escribía delante del
candelero sobre el escalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía." El rey y sus
invitados celebraban y bebían vino con júbilo adorando a sus dioses. De pronto una mano comenzó a
formarse y a escribir cerca del candelero, donde había luz abundante para que fuera vista.

32
El Señor había hablado de aquella noche 174 años antes por el profeta Isaías, 21: "Se pasmó mi
corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me volvió espanto." Los dedos que
habían escrito las tablas de la Ley, escribían la sentencia de Belsasar en la pared.

Lo que nosotros vemos de Dios; la mano que escribe en el libro de la naturaleza, y la que escribe en la
Biblia, debe llenarnos de santo respeto concerniente del Dios que no vemos. Si lo que conocemos es el
dedo de Dios, ¿como será su brazo desnudo?

6-8: "Entonces el rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron sus lomos, y sus
rodillas daban la una contra la otra. El rey gritó en alta voz que hiciese venir magos, caldeos y adivinos;
y dijo el rey de Babilonia:

Cualquiera que lea esta escritura y muestre su interpretación, será vestido de púrpura, y un collar de
oro llevará en su cuello, y será el tercer señor del reino. Entonces fueron introducidos todos los sabios
del rey, pero no pudieron leer la escritura ni mostrar al rey su interpretación."

¿Por qué estaba el rey tan asustado? El no entendía lo que la mano había escrito. Muy bien podrían ser
buenas noticias de sus dioses.

El problema era que su conciencia culpable le decía que no debía esperar noticias buenas del cielo y
que la mano que escribía sólo escribía terror contra él.

¡Llamad a los magos, adivinos y caldeos! ¡Dadme pronto la interpretación! ¡ Al que me la de lo hago
tercer señor del reino!

Estos llamados sabios decían que hablaban con el mundo de los espíritus; que conocían ampliamente el
reino espiritual. No debía ser un problema para ellos el significado de la escritura en la pared. Ella fue
escrita por un Espíritu.

Esto nos recuerda a los pretendidos ocultistas que le dan números de lotería a los incautos para que los
jueguen. ¿No se darán cuenta los necios que los consultan que si los que le dan el número supieran en
verdad el número ganador, lo jugarían ellos mismos y estarían millonarios?

El problema es que lo que estaba escrito en la pared revelaba la mente de Dios. Así también todos
pueden leer la Biblia, pero no todos conocen la mente de Dios en ella.

El rey le prometió lo que aquellos pretendidos sabios anhelaban: un manto de púrpura, símbolo
exclusivo del rey, y un collar de oro, que significaba tener el tercer puesto en el reino, o volverse un
tercer rey.

9 "Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos." ¿Se
imagina el conflicto que había en el corazón del rey? El había adorado a sus dioses muertos que no
andan, ni ven, ni oyen. Había admirado tal vez las artes mágicas de los magos y los caldeos, pero esto
era diferente. Los adivinos y los magos no sabían lo que decía la escritura, no podían leerla.

10-12: "La reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró en la sala del banquete y dijo: Rey,

33
vive para siempre; no te turben tus pensamientos, ni palidezca tu rostro.

En tu reino hay un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se
halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como sabiduría de los dioses; al que el rey Nabocudonosor tu
padre, oh rey, constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, por cuanto fue
hallado en él mayor espíritu y ciencia, y entendimiento, para interpretar sueños y descifrar enigmas y
resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a
Daniel, y él te dará la interpretación."

La reina madre fue avisada del problema que había surgido en el salón del banquete. Ella era viuda del
rey Evil Moradac, la famosa Nitocris a quien Herodoto mencionaba como una mujer de extraordinaria
prudencia.

Ella no había asistido a la fiesta, tal vez por su edad, pero acudió como el buen médico a darle la receta
al rey, su hijo. Ella le dijo que él debió haber llamado a Daniel primero, que era el jefe de los sabios.
Ella le dio la mejor recomendación que se puede dar de un hombre. Ella dijo que Daniel no sólo era un
buen hombre sino que en él habitaba algo divino.

Aparentemente todos se habían olvidado de Daniel. Este ya estaba entrado en años, tal vez retirado. Lo
cierto es que el rey Belsasar no sabía que tenía tal joya en su reino.

Con el nuevo rey vino un nuevo gabinete y el viejo había sido puesto a un lado. Hay un gran número de
personas valiosas que viven en la oscuridad del olvido. Pero Dios no es injusto para olvidar los
servicios hechos a su reino.

Aunque Daniel vivía privadamente permanecía cerca de la corte listo a ser usado por Dios y por el rey.
El Señor había permitido que él fuera tenido en cuenta por la reina en el tiempo en que la monarquía
de Babilonia estaba a punto de perecer. Así los justos salen de la oscuridad, y antes del honor viene la
humildad.

13-16: "Entonces Daniel fue traído delante de rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los
hijos de la cautividad de Judá que mi padre trajo de Judea? Yo he oído de ti que el espíritu de los
dioses santos está en ti , y que en ti se halló luz, entendimiento y mayor sabiduría.

Y ahora fueron traídos delante de mí sabios y astrólogos para que leyesen esta escritura y me diesen su
interpretación; pero no han podido mostrarme la interpretación del asunto.

Yo, pues, he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer
esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu
cuello, y serás el tercer señor en el reino."

Daniel fue traído a la presencia del rey. Ya él tenía como noventa años. A pesar de que sus puestos
pasados le daban licencia para entrar ante el rey, Daniel fue conducido ante él como un extraño.

El rey le preguntó con altanería si era uno de los cautivos de Judea. Siendo judío y cautivo podía ser
mirado con desprecio por el rey, pero como había sido tan bien recomendado por la reina como el más

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sabio de los sabios, y el rey estaba tan desesperado, le recibió con cierto respeto.

17: "Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a
otros. Leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación."

Como ya Daniel era avanzado en edad y el rey era joven, se tomó la libertad de hablarle claramente y
sin temor, no como lo había hecho con el rey Nabocudonosor, su abuelo.

18-21: "El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabocudonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la
majestad. Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos naciones y lenguas temblaban y temían
delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien
quería humillaba.

Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del
trono de su reino, y despojado de su gloria. Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente
se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada.

Hierba le hicieron comer como buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que
reconoció que el Altísimo tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él a que le
place."

Daniel procedió a recordarle la historia de su abuelo, el gran rey Nabocudonosor. En cuanto a los
dones que le ofreció, Daniel los miró con desdén sabiendo que el reino estaba expirando. Así nosotros
debemos mirar con desprecio los dones que el mundo moribundo nos ofrece. También le recordó
como el gran rey su abuelo era temido por todas las naciones, y cómo el Dios del cielo había tratado
con su soberbia.

22-24: "Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón sabiendo todo esto; sino que contra el
Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú, y tus
grandes, y tus mujeres, y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses
de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben: y al Dios en
cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, no honraste. Entonces de su presencia fue
enviada la mano que trazó esta escritura."

Después de enumerar los pecados de Nabocudonosor y describir la sentencia que le vino por su
obstinación y su orgullo, procedió a hacerle ver al rey sus pecados contra el Dios del cielo. El le dijo
que la rebeldía del corazón era una gran ofensa a Dios. También le hizo ver que a pesar de que en la
Mano de Dios estaba su vida, él no le había honrado, antes había honrado a sus dioses paganos.

25: "Y la escritura que trazó es: Mene, Mene, Tekel, Uparsin. Esta es la interpretación del asunto:
Mene: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. Tekel: Pesado has sido en balanza y has sido hallado
falto. Peres: Tu reino ha sido roto, y dado a los persas."

La sentencia fue dictada contra el rey y escrita en la pared. Esto significa: Mene, "El ha numerado."
Tekel, "El ha pesado." Uparsin, "El ha dividido." Mene: "Dios ha numerado tu reino", los años, los
meses y los días y tu reino ha llegado a su fin. Tekel, que en caldeo significa: "Has sido pesado", y en

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hebreo: "Pesas muy poco."

El rey y sus actos habían sido pesados en la balanza infalible de la justicia divina. Dios conoce
perfectamente su carácter como el platero conoce el peso del metal que ha pesado en su delicada
balanza. Dios había pesado sus méritos primero, y lo encontró falto, indigno de tener tal cargo; un
hombre vano y vacío, un hombre falto de peso e indigno de consideración.

Uparsín significa en caldeo: "Pharsin", o "Peres", "Parsín en hebreo significa, "Persas." "Paresin" en
caldeo significa: "Dividir." Daniel interpretó de la forma siguiente: "Tu reino ha sido divido y dado a
los persas y a los Medos como una presa para que se la dividan entre sí."

Esto bien puede aplicarse a los pecadores. Mene, Tekel, Peres: muerte, juicio, infierno. A la muerte lo
días del pecador han sido contados y terminados. Después de la muerte viene el juicio donde sus obras
son pesadas en balanza y son hallados faltos. Después del juicio el pecador es cortado por la mitad y
entregado al diablo y a sus demonios como presa.

Daniel no le dio a Belsasar ningún consejo o consuelo, ni oportunidad de arrepentirse como a


Nabocudonosor porque sabía que el decreto había salido y no había margen para arrepentimiento.

29-31: "Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel de púrpura, y poner en su cuello un collar de oro, y
proclamar que él era el tercer señor del reino. La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos,
y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años."

Uno podría pensar que el rey estuviera enojado con Daniel por la interpretación, pero había sido tan
convencido por su misma conciencia que no pudo decir nada, al contrario, cumplió su promesa a
Daniel nombrándole tercer rey de Babilonia.

Después de todo no era culpa de Daniel la escritura en la pared. El era sólo el intérprete. Así muchos
muestran gran respeto por los ministros, aunque no tienen respeto a la Palabra de Dios.

Daniel no le dio valor a los títulos y los ropajes reales, pero no los rehusó porque eran regalos de un
rey, pero podemos imaginar que los recibió con una sonrisa sabiendo que muy pronto se marchitarían
tanto los honores como los dones. Estos eran como la calabacera de Jonás que creció y se secó en una
noche.

El rey pereció esa misma noche. El rey cayó en manos del rey de los terrores que es la muerte. Esa
noche, mientras se celebraba la gran fiesta y se bebía mucho vino, el enemigo estaba penetrando en la
ciudad. Cuando llegaron al palacio hirieron al rey y murió.

Los historiadores dicen que Ciro tomó a Babilonia por sorpresa, con la asistencia de dos desertores,
quienes sirvieron de guías a la ciudad. Jeremías 51: 1139 profetizó de la consternación de la corte del
rey. De la cabeza de oro, el reino descendió al pecho y los brazos de plata, la segunda monarquía.
Darío el Medo.

Los historiadores afirman que este Darío era en realidad un vice rey llamado Groybas o "Gubaru" y
que fue el primer gobernador de Babilonia bajo el reinado de Ciro su sobrino. Darío y Ciro eran socios

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de conquistas y del dominio.

Algunos observan que Darío había nacido ocho años después de la cautividad de los judíos a Babilonia,
en el año en que Joaquín y los nobles fueron llevados cautivos. (2 Rey. 24:13) En el momento en que el
fatal golpe fue dado, estaba naciendo el príncipe que vengaría a Jerusalén, y sanaría la herida que ahora
se le estaba haciendo. La cautividad comenzó en el año 606 durante el reinado de Joacín y terminó en
el año 536 A.C.

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DANIEL
Capítulo # 6

DANIEL EN EL FOSO DE LOS LEONES.

1-3: Pareció bien a Darío constituir sobre su reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen todo el reino.
Y sobre ellos tres gobernadores, los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para
que el rey no fuese perjudicado. Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores,
porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino."

¡Qué gran hombre era Darío! Cuando la corona de Babilonia fue puesta sobre su cabeza, hizo a Daniel
primer ministro de estado con la responsabilidad sobre el tesoro y el gran sello de la autoridad real.

El dominio de Darío era tan vasto que no podía gobernarlo solo. Su sobrino Ciro era rey de Persia.
Darío puso 120 gobernadores en Babilonia bajo un triunvirato de presidentes para que se encargaran
de los problemas sociales, de modo que el rey no fuera perjudicado. De estos tres presidentes Daniel
era el jefe.

No debemos pasar por alto el hecho de que Darío era un hombre de espíritu noble y sabio. Daniel había
sido un hombre grande en el reino de los Caldeos, por lo que hubiera podido ser tenido como un
enemigo y puesto en prisión, pero el rey le prefirió por sus méritos y su capacidad en el gobierno.

Tal vez él tenía sus amigos y consejeros que aspiraban al puesto, pero Darío vio en Daniel algo
extraordinario, e inspirado divinamente, hizo a Daniel su mano derecha en el reino.

Es de notar que aunque Daniel ya era viejo, (había venido a Babilonia hacía 70 años) para la gloria de
Dios aun podía ejercer su oficio a capacidad y ser fiel a su Dios en cuerpo y en alma. No olvidemos
que no habían sinagogas ni templos, pero este hombre de Dios se mantenía firme en una fe que ni la
opulencia de su puesto, ni la desgracia más terrible podía doblegar.

4: "Entonces los gobernadores y los sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado
al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue
hallado en él." Daniel era un hombre de espíritu excelente. Era fiel en todo y no se encontró en él falta
ni error.

5: "Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle,
si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios."

Los sátrapas y los gobernantes envidiaban el puesto de Daniel y le odiaban porque éste era hombre
honrado y justo. Tal vez los mantenía en línea para que no abusaran de su autoridad, y para que no se
enriquecieran con el dinero del rey.

Como no encontraron de qué acusarlo, echaron a correr la maquinaria de la maldad que al fin les
destruiría a ellos mismos. A pesar de que Daniel estaba bien entrado en años no había olvidado la
devoción y la comunión con su Dios.

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Al contrario, más que nunca su devoción era firme. Es el trabajo de los ancianos orar por la juventud.
Cuando los ancianos oran, el país vive en paz, pero cuando los ancianos se dedican a jugar bingo, y a
otras distracciones, la nación perece. El trabajo de los ancianos es dedicarse a la oración.

69: "Entonces estos gobernadores y sátrapas se juntaron delante del rey, y le dijeron así: ¡Rey Darío,
para siempre vive! Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han
acordado por consejo que promulgues un edicto real y los confirmes, que cualquiera que en el espacio
de treinta días demande petición de cualquier otro dios y hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el
foso de los leones.

Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de
Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición."

Note como la maldad concibió y dio a luz engaño a un rey y plan de asesinato a un hombre inocente y
justo. La infelicidad de los reyes y los presidentes de las naciones es que oyen con oídos prestados. Los
malvados prepararon el documento y lo trajeron al rey, usando el arma de la adulación.

Ellos le convencieron diciéndoles que para afirmar su reino tenía que mostrarle a la gente que era tan
rico que nadie tenía que pedirle nada a Dios, o a dioses por un mes entero, sino al rey.

El rey adulado por esta muchedumbre de dos sátrapas y el gran grupo de gobernadores, se sintió muy
halagado y no se dio cuenta que entre ellos no estaba el jefe Daniel y firmó el documento y lo selló con
su sello.

El rey no sabía que detrás de esta adulación estaba el bien trazado plan para destruir a su favorito, el
buen Daniel. Detrás de toda adulación hay un lazo. Y la tentación más terrible es la que viene envuelta
en la adulación.

10: "Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de
su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de
su Dios, como lo solía hacer antes."

Daniel no se retiró al campo para orar a escondidas, sino que continuó con su costumbre de orar tres
veces al día, mirando hacia Jerusalén con las ventanas abiertas, aunque ahora este acto fuera
considerado un crimen para la nueva ley.

Cada hogar debe ser un tabernáculo de oración, un altar donde se ofrecen sacrificios espirituales y
acción de gracias a Dios.

Había llegado el momento de obedecer a Dios antes que a los hombres. El demostró que su devoción
era más importante que su vida. El era un hombre de pacto con Dios, y ese pacto era más importante
que su propia vida.

11-13: "Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de
su Dios. Fueron luego ante el rey y le hablaron del edicto real:

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¿No has firmado edicto que cualquiera que en el espacio de treinta días pida a cualquier dios u hombre
fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones? Respondió el rey diciendo: Verdad es,
conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada.

Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no
te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición."

Note la forma en que trataron de incensar al rey en contra de Daniel. " Es uno de los cautivos de Judá,
no tiene nada, sino tu favor, y no te obedece."

1418: "Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta
del sol trabajó para librarle. Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que es
ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado.

Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel:
El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. Y fue traída una piedra y puesta sobre la
puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo
acerca de Daniel no se alterase."

Los caldeos magnificaban tanto el poder del rey y la sabiduría de sus reyes, que una vez que firmaban
una ley, esta no podía ser cambiada ni abrogada, ni aun por el mismo rey. Sin embargo, aunque esta ley
honraba sobremanera el poder legislativo del rey, limitaba su poder ejecutivo.

El rey luchó hasta el anochecer por librar a su amigo de la terrible sentencia, pero no pudo y al fin
Daniel fue echado al foso de los leones con el desafío al Dios que Daniel servía, y por quien arriesgara
su vida, para que lo librara de las bocas de las fieras hambrientas.

Ellos no sabían que Daniel le servía al Dios que 40 años antes había librado a Sadrac, Mesac y Abed-
nego del horno ardiente. El Dios que paseaba con los jóvenes en el horno de fuego, seguramente no
desampararía a Daniel, el bien amado.

18: "Luego el rey se fue a su palacio y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos
delante de él, y se le fue el sueño." ¿Se imagina el sufrimiento del rey al tener que cumplir en su amigo
y primer ministro de su reino tan cruel edicto?

Fue entonces que se dio cuenta que había caído en la trampa puesta ante él por sus gobernadores y
sátrapas. El reconocer el engaño y la maldad premeditada de los malvados, se le fue el sueño y el
hambre. Estaba de luto.

19-20: "El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. Y
acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el
Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿ te ha podido librar de los leones?"

Podemos sentir la angustia del rey Darío al ir al foso de los leones. Con voz entrecortada por la
tristeza, pero con un rayo de esperanza se acercó a la boca del foso de los leones. Allí estaba su sello y

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el de los príncipes. Nadie los había removido. Todo estaba intacto. ¿Estaría vivo aún su amigo Daniel?
El Dios a quien Daniel servía le habría librado?

El lo llama "siervo del Dios viviente." ¿Entendería el rey lo que sus palabras significaban? Si el Dios a
quien Daniel servía era un Dios vivo, seguramente le libraría.

21-22: "Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. Mi dios envió su ángel, el cual
cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun
delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo."

Daniel respondió al rey con un respeto y amabilidad. En sus labios no había reproche. Dios le había
preservado la vida con un milagro. El había enviado su ángel, el mismo ángel del Pacto que enviara a
librar a los jóvenes hebreos del horno de fuego. Este ángel había cerrado la boca de los leones.

El ángel había aparecido en el oscuro foso y había iluminado el recinto con su luz, y había acompañado
a Daniel toda la noche. Daniel había dormido más tranquilo en el foso de los leones que en su casa. 2
Cor. 2:14 dice: "Mas gracias a Dios, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús." Dios
siempre tuerce los malvados planes del diablo hacía los hijos de Dios y los torna en triunfo.

No importa cuántos leones feroces hayan en el foso, ni que estemos encerrados con ellos y que una
piedra haya sido puesta en la boca de la cueva, nuestro Padre celestial siempre nos dará la victoria.
Siempre terminaremos en triunfo. No es que triunfemos algunas veces y que en otras fracasemos, sino
que siempre obtendremos la victoria.

2324: "Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue
Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios.

Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados
en el foso de los leones ellos, sus hijos, y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso,
cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos."

El rey estaba lleno de alegría por la liberación de su amigo y ordenó sacarlo del foso, como Jeremías de
la cisterna. Daniel estaba muy bien, porque había confiado en su Dios. Los perseguidores de Daniel
cayeron en su misma trampa. Darío, animado por el milagro hecho a Daniel, comenzó a actuar como
rey. Los que no permitieron que él le mostrara misericordia a Daniel, no recibirían misericordia de él.

Ellos fueron lanzados al foso de los leones, una pena de muerte recién inventada por ellos para matar a
Daniel, pero como la horca que Amán preparara para Mardoqueo, sirvió para él y los suyos.

Los perros que se han mantenido con bozal son más agresivos, así los leones que se habían mantenido
con sus bocas cerradas toda la noche, no permitieron que los hombres, sus hijos y sus mujeres cayeran
al suelo, sino que los devoraron antes de caer. ¿Cuántos eran? Nadie sabe, pero parece que eran
bastantes. El Señor se da a conocer por los juicios que ejecuta.

25-27: "Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitaban en toda la
tierra: Paz os sea multiplicada.

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De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen
ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y
su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. El salva y libra, y hace señales y
maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones."

El rey Darío estudió la forma de enmendar el daño hecho a Daniel y la deshonra hecha al Dios de
Daniel. Entonces publicó un decreto a todas las naciones, y el decreto sería inalterable como las leyes
de los reyes de Persia y Media.

El decreto ordenaba que todas las naciones, pueblos y lenguas temieran ante el Dios de Daniel, "porque
él es el Dios viviente", no como los dioses que adoraban los paganos, que ni ven, ni oyen ni andan.

El reconoció que el Dios de Daniel era el único Dios verdadero que permanece por la eternidad y cuyo
reino permanece para siempre, y que salva y libra y hace señales.

Los demonios que operaban a través de los imaginarios dioses paganos estaban furiosos. Ellos no
acertaban una. Es por eso que 45 años más tarde, en tiempos de Asuero el marido de la reina Esther,
nieto de Ciro, levantó a Amán en contra del Dios de los judíos y para destruir a los judíos.

Note que el rey Darío hizo mucho más de este sólo milagro que Nabocudonosor con los muchos que
Dios hizo con él. Nabocudonosor sólo decretó que nadie hablara mal de Dios de Daniel, pero Darío
ordenó que todos reverenciaran y temieran delante de Dios de Daniel.

Sin embargo, esto no era suficiente. Lo ideal hubiera sido que ordenara que todas las naciones, pueblos
y lenguas dejaran su idolatría, y le sirvieran solamente al Dios de Daniel. Mas si lo hubiera decretado tal
vez no hubiera servido de nada porque la idolatría estaba tan arraigada en sus vidas que no podría ser
extirpada por decretos de príncipes.

El testimonio presente de esto es que el Comunismo de casi una generación en Cuba, no pudo
erradicar del pueblo sus raíces de la santería africana y de la idolatría. 28: "Y este Daniel prosperó
durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el persa". Dios sacó bien de un mal. Del foso
de los leones, regresó a su puesto con más honra...

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DANIEL
Capítulo # 7

VISION DE LAS CUATRO BESTIAS

1: En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su cabeza
mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo principal de asunto."

La fecha del sueño; antes del relato del capítulo cuatro, el último de Belsasar, y el primero de Darío.
Daniel había interpretado el sueño de Nabocudonosor, y luego fue honrado con un sueño similar.
Entonces escribió el sueño y relató el sueño a sus amigos judíos.

2-3: "Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían
en el gran mar. Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar."

La visión era una profecía de los movimientos de los gobiernos bajo los cuales estaría la iglesia judía
en los siglos siguientes.

El vio cuatro vientos luchando en el gran mar. Esto representa las luchas entre los príncipes de las
naciones, y la sacudida de esas naciones por aquellas luchas. Los vientos vienen de los cuatro puntos
del compás. Las guerras de los reyes eran tan ruidosas como huracanes en el mar. Este mundo es como
un mar en tempestad. Gracias a Dios que mantiene su iglesia en el ojo del huracán, donde no hay
convulsiones. Daniel vio cuatro bestias que salían del mar tempestuoso, donde las mentes turbadas
desean pescar.

4: "La primera bestia era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron
arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue
dado corazón de hombre."

Los monarcas y las monarquías son representadas como bestias porque la mayoría de las veces llegan
al poder por ira brutal y tiranía. Las bestias eran todas diferentes para mostrar la diversidad de genio y
color de las naciones en que están asentadas.

"La primera bestia era como un león". Esta era la monarquía Caldea, que era fiera y fuerte, y hacía a
sus reyes absolutos. El león tenía alas de águila, con las cuales volaba sobre la presa, denotando la
maravillosa velocidad con que Nabocudonosor hizo sus conquistas de los reinos.

Pero Daniel vio cuando las alas le fueron arrancadas haciendo un alto en la carrera de sus victoriosos
armas. Diversas naciones que le eran tributarias se rebelaron contra él. El monstruoso animal, el león
con alas fue puesto sobre sus pies como hombre, y se le dio corazón de hombre.

Esto es, se le quitó el corazón de león, perdió su valentía y se volvió débil, temiendo a todo y
atreviéndose a nada. Así el valor de las naciones, por el juicio divino, muchas veces se hunde y se
vuelven timoratas y afeminadas, de modo que la que fue cabeza de naciones en un tiempo se convierte

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en cola de naciones en otro.

5: "Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro,
y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne."

Esta segunda bestia era la monarquía de Persia y Media. Era menos fuerte que la primera monarquía,
pero no menos voraz. El oso tenía un lado más alzado que el otro. El imperio persa era mas fuerte que
el de Media. Este se levantó contra el imperio Babilonia y pronto lo derrotó y se estableció un doble
gobierno en Babilonia.

Esta monarquía era representada por el pecho y los brazos de plata de la estatua que vio el rey
Nabocudonosor. El oso tenía tres costillas entre los dientes, el remanente de las naciones que había
devorado, la señal de su voracidad, pero muestra segura de que no las había podido consumir.

El oso es una animal de gran estatura. Esto es símbolo de lo que abarcaban los reinos de Media y
Persia. Las tres costillas representaban los reinos de Lidia, Babilonia y Egipto. El lado más alto
representaba el reino Persa. El más bajo representaba el reino de Media. El reino de Persia es hoy el de
Irán. El de Media es Pakistán y parte de la India. Ambos reinos abarcaban desde Grecia, Egipto,
Turquía, hasta India y China.

6: "Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus
espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio." Esta era la monarquía de
Grecia, con Alejandro el Grande, activo, astuto y cruel como el leopardo. El tenía cuatro alas de ave.
El león sólo tenía dos alas, denotando que a pesar de que Nabocudonosor había hecho grandes
conquistas, Alejandro haría mayores.

En seis años conquistó a Persia, gran parte de Asia, Siria, Egipto, India y otras naciones. La historia
cuenta que un día se puso a llorar porque ya no habían más reinos que conquistar.

La bestia tenía cuatro cabezas. A la muerte de Alejandro, a los 33 años, a causa de una borrachera, sus
conquistas fueron divididas entre sus cuatro generales. Seleuco obtuvo a Asia la Grande. Antígono
obtuvo a Asia Menor. Casandro obtuvo a Macedonia y Tolomeo a Egipto. Estos dominios le fueron
dados por Dios.

7-8: Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y
terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba,
y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía
diez cuernos.

Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él
fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre,
y una boca que hablaba grandes cosas."

La cuarta bestia era más formidable y malvada que las tres primeras. Algunos opinan que este era el
Imperio Romano que comprendía diez reinos: Francia, Italia, España, Alemania, Inglaterra, Sarmacia,
Pannonia, Asia, Grecia y Egipto; y el cuerno pequeño que se cree que era el imperio Turco, el cual se

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levantó en lugar de Grecia, Asia y Egipto.

Otros creen que la cuarta bestia fue el reino de Siria, la familia de los Seleucidas que fueron más crueles
con los judíos que todas las demás naciones como dice el escritor Josefo y la historia de los Macabeos.

Sus ejércitos y los comandantes eran los dientes de hierro que devoraban al pueblo de Dios. Los diez
cuernos eran los reyes que gobernaron sucesivamente en Siria, y el cuerno pequeño fue Antioco
Epífanes, el último de los diez, quien de una u otra forma derrocó tres reyes y les quitó el reino.

Antioco fue un hombre muy ingenioso y por eso se dice que tenía ojos de hombre. El era muy osado y
hablaba grandes cosas. Ya le veremos más tarde en las próximas profecías.

9-10: "Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido
era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; y su trono llama de fuego, y las
ruedas del mismo fuego ardiente.

Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones
asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos."

Estos versos fueron escritos para el consuelo del pueblo de Dios en referencia a las persecuciones que
sufrirán de parte de sus enemigos en todos los tiempos. Aquí se descubren tres cosas que nos dan
valor. Hay un juicio por venir donde Dios será el Juez. Ahora los hombres tienen su día o pretenden
tener su día y luchan por ello.

El Salmo 37:13 dice: " El Señor se reirá de él porque ve que viene su día." La versión King James dice
que los tronos fueron derribados, (Cast down). Si esto es lo que significa en el original Hebreo,
entonces entendemos que no solamente fueron derribados los tronos de las bestias, sino toda regla,
autoridad y poder que se oponen al reino de Dios entre los hombres.

Si dice que fueron puestos tronos, entonces se refiere al los tronos de los doce apóstoles del Cordero,
quienes juzgarán a las doce tribus de Israel, porque el Trono de Dios es eterno, y él siempre está
sentado en el Trono. Tal vez se refiere a la destrucción que le vino al reino de Siria y al Romano, sin
embargo es tipo de los juicios que le vendrán a los que persiguen y martirizan al pueblo de Dios.

El Juez es descrito como un Anciano de días, el Dios Padre. La gloria de Dios se describe por su
vestido blanco como la nieve, denotando su esplendor y pureza en todas las ministraciones de su
justicia. Los cabellos blancos como lana limpia no denotan ancianidad, pues el Padre no envejece, él es
eterno. Ellos se ven blancos por el brillo de la gloria de su luz.

El trono como llama de fuego, temible para los malvados que serán llamados a comparecer ante él. El
mismo tiene ruedas de fuego. El trono es como una carroza en la que se pasea alrededor del universo.
Isaías 33:14-15 dice que Dios habita en el fuego consumidor y en la llamas eternas, y que los limpios
habitarán con él. Isa. 30:33 dice que el soplo de Jehová, como torrente de azufre, enciende el infierno.

10: "Un río de fuego procedía y salía; millares de millares le servían, y millones de millones asistían
delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos." Para los malvados, el río que sale del trono

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de Dios es de fuego. Para los redimidos, el río es de agua de vida, como dice Apoc. 12:1. Así la
Palabra es para los malvados un fuego que consume, pero para los santos es agua de vida.

El Shekinah siempre está rodeado de ángeles. Ellos son empleados como ministros para ejecutar su
Palabra pero especialmente para ejecutar sus juicios en el día del juicio.

Los libros fueron abiertos. Como en la corte entre los hombres el proceso que ha sido escrito es
abierto cuando se abre la sesión, y se abren los libros de la ley común para consultar la ley, así en el día
del juicio los libros serán abiertos y la evidencia registrada en ellos será inapelable. Los enemigos del
pueblo de Dios, son representados por las cuatro bestias.

11-12: "Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba
hasta que mataron la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego.
Habían también quitado a las otras bestias el dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta
cierto tiempo."

La guerra de Dios contra la cuarta bestia era por causa de las palabras que hablaba el cuerno
desafiando el ejército del cielo, y triunfando sobre todo lo sagrado en la tierra. Deut.32:27 dice que el
Faraón debía ser humillado porque dijo: "¿Quién es Jehová? Perseguiré, apresaré, repartiré despojos."

Judas 14 y15 dice: " De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el
Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a los impíos
de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores
impíos han hablado contra él."

El hombre dará cuenta de todas las palabras necias en el día del juicio. Aquí se nos dice de la suerte del
cuerno que hablaba cosas grandes. Este es un tipo del Anticristo, el cuerno final. El Imperio Sirio fue
destruido. El mismo Antioco Epífanes murió de una enfermedad horrible. Por un largo tiempo de sus
entrañas brotaban gusanos hasta que lo fueron devorando poco a poco.

Los otros imperios no fueron consumidos, sino que aun quedan rastros de ellos. Los países y sus
culturas han permanecido, pero no tienen fuerza política substancial, como Irak, Irán, Grecia y Roma.
(Aunque Roma ha mantenido su poder religioso)

Su imperio Sirio fue tomado por Pompeyo. El mismo imperio romano, después que comenzó a
perseguir a los cristianos, se fue destruyendo. Que los impíos crujan los dientes cuanto quieran. Dios ha
puesto su Rey sobre el santo Monte de Sion.

1314: "Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de
hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio,
gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio
eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido."

El sueño de Daniel es el mismo que tuvo el rey Nabocudonosor. El vio una piedra no cortada con
mano que daba en los pies de la imagen. Daniel vio al Mesías en forma humana, a Cristo, el Hijo del
Hombre, el Mediador entre Dios y el hombre.

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Jesús dijo en Juan 5:27 dice: "Y también le dio autoridad de hacer juicio por cuanto es el Hijo del
hombre", o "la persona que vio Daniel en la visión." Jesús subió en las nubes en su ascensión. Las
nubes fueron la carroza que le llevaron al otro mundo a recibir el dominio del universo y todos los
pueblos, naciones y lenguas le servirán.

El reino de la Roca es el Quinto Imperio, la Quinta Monarquía, el reino de Cristo, la Iglesia. Este es un
imperio eterno. Las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia de Cristo. Los ciudadanos de
ese imperio son las nuevas criaturas, lavadas y emblanquecidas con el Sacrificio de Jesús, el Hijo del
hombre. Esta es una Monarquía compuesta de sacerdotes regios y santos.

Jer. 30:21 dice: "De ella saldrá su príncipe, y de en medio de ella saldrá su señoreador; y la haré llegar
cerca, y él se acercará a mí; porque ¿quién es aquel que se atreve acercarse a mí? dice Jehová."

El Padre aceptó el Sacrificio de Cristo. Entonces Jesús entró al salón del Trono como el Gran Sumo
Sacerdote, con su propia sangre para poner con ella el sello de nuestra eterna redención, como dice
Hebreos 9:12.

Con esta visión Daniel es consolado y consuela a su pueblo. No solamente los enemigos del pueblo
serán destruidos, sino que la Cabeza de la iglesia obtendrá todo el dominio, y regresará en las nubes del
cielo a establecer el reino Milenial y luego el reino eterno.

15 16: "Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me
asombraron. Me acerqué a uno de los que asistían, y le pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me
habló, y me hizo conocer la interpretación de las cosas."

La palabra original usada aquí para cuerpo es "estuche", pues el cuerpo es el estuche donde está el
hombre real, el espíritu.

Daniel estaba turbado en su sueño. La manera en que le habían sido reveladas estas cosas le habían
abrumado. Las revelaciones eran tan amplias que lo habían anonadado y el trance en que estaba, le
había debilitado.

Entonces se acercó a uno de los ángeles que asistían al Hijo del Hombre en su gloria y le preguntó el
significado de todo aquello. Cuando no comprendemos algo, debemos preguntar en oración y
diligentemente investigarlo.

17-18: "Estas cuatro bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra. Después recibirán el reino
los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre."

El ángel le dio la llave para que entendiera las visiones. Las cuatro bestias eran cuatro monarquías que
se levantarían sucesivamente en la tierra. Serían reinos terrenales, cuyos fundamentos estarían en el
polvo.

Cuando pasaran estos dominios, los santos del Altísimo recibirían el reino. Los santos del Altísimo es el
cuerpo de Cristo, la iglesia del Señor, y el reino es el reino de Cristo, la iglesia. Todo esto se cumpliría

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cuando la cuarta monarquía fuera destruida por la Roca, Cristo.

19-22: "Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de
todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y
desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies.

Asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del
cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas, y parecía más
grande que sus compañeros. Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía,
hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo, y llegó el tiempo, y los
santos recibieron el reino."

Daniel podía entender el significado de las tres bestias primeras, pero no lograba entender el misterio de
la cuarta. Así también a nosotros se nos hace difícil entenderlo, si no tenemos quien nos lo enseñe.

Tal vez esto fue lo que le asustó. Por eso deseaba saber el misterio del cuerno pequeño, que tenía ojos
y hablaba grandes cosas y tenía poder para hacer guerra contra los santos.

Que un pedazo de tiesto roto pelee contra el otro, no es de tenerse en cuenta; pero cuando hacen
guerra contra los santos, cuando los preciosos hijos de Sión, comparados al oro fino, son quebrados
como vasos de alfarero, es tiempo de preguntar: ¿Qué significa esto? ¿Permitirá él que los enemigos
triunfen sobre ellos? ¿Quién es este cuerno pequeño que triunfará sobre los santos?

23-25: "Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los
otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. Y los diez cuernos significan que de
aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros,
y a tres reyes derribará. Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y
pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y
medio tiempo."

La cuarta bestia es el cuarto reino. Para el pueblo judío del tiempo de los Macabeos la cuarta bestia era
el reino de Siria y el cuerno pequeño, Antioco Epífanes, quien fue un azote para el pueblo del pacto de
Dios.

Para los creyentes es el Imperio Romano que devoraría toda la tierra. Este fue el imperio que llegó a su
cúspide en el año 117 A.C. duró hasta el 1520 de nuestra era, y su poder mundial cesó en parte al
mismo tiempo en que nació la Reforma de Martín Lutero.

El Imperio Romano se dividía en diez provincias, y el cuerno pequeño, Julio Cesar y los Césares que
fueron llegando al trono, hicieron guerra contra la iglesia primitiva y asesinaron millones de mártires.
Esto duró hasta el tiempo de Constantino el Grande alrededor del año 300 de nuestra era.

Constantino ordenó que todo el imperio fuera cristiano, pero bajo tierra continuaba la religión pagana.
En el año 606, el emperador Focas ordenó que el obispo de la iglesia cristiana fuera también obispo del
paganismo, uniendo así el paganismo a la iglesia y ahí nació el primer papa.

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En los tiempos antes de la Reforma, el cuerno pequeño era el sistema papal, quien con su maquinaria
de la gran Inquisición martirizó 68 millones de judíos y creyentes. Esta persecución abierta duró hasta
que nació la Reforma, desde entonces yace escondida, pero ha seguido operando bajo las sombras.

Todos estos personajes han sido tipo del Anticristo, el cuerno pequeño que saldrá del Imperio Romano
Revivido, el Mercado Común Europeo. EL mundo entero tendrá una moneda común. Este es el
cumplimiento de Apocalipsis 13. El reino del Anticristo durará siete años, pero su maldad se revelará a
la mitad de los siete años. Esto es lo que se conocerá como "La gran Tribulación", o "La apretura de
Jacob."

26-27: "Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin,
y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de
los santos del Altísimo, cuyo reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán."

A la segunda fase de la Segunda venida de Cristo, el Anticristo será derrotado y lanzado al abismo. El
diablo será atado por mil años. Entonces los santos del Altísimo, la iglesia compuesta de judíos
especialmente, tendrá el dominio. Israel volverá a ser cabeza de naciones, y todos los pueblos que
hayan sobrevivido le servirán y le obedecerán.

28: "Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron y mi rostro
se demudó; pero guardé el asunto en mi corazón."

Daniel nos dice que su apariencia cambió con las visiones y se veía pálido, pero que guardaba las
visiones en su corazón. Más tarde recibiría instrucciones de escribirlas en un libro y sellarlas hasta los
tiempos del fin. Nuestro corazón debe ser el cofre de los tesoros de Dios. Así María guardaba en su
corazón los secretos que le fueron revelados acerca de Jesús.

El no los guardaría de la iglesia, sino para la iglesia. Es necesario que los profetas y los ministros del
Señor guarden en sus corazones los tesoros de Dios y los digieran bien antes de darlo a las ovejas.

Si deseamos que la Palabra está en nuestros labios, debemos atesorarla en nuestros corazones primero
para que de la abundancia de Palabra en nuestros corazones hable nuestra
boca.

49
DANIEL
Capítulo # 8

VISION DEL CARNERO Y EL MACHO CABRIO

1: "En el año tercero del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me
había aparecido antes."

Esta visión lo mismo que la anterior las tuvo Daniel en el año tercero del reino de Belsasar, lo cual
indica que estos capítulos debieron haberse puesto antes del capítulo cinco. Las visiones le fueron
dadas a Daniel para que no se asombrara, ni se asustara con la caída de Babilonia. Dios no hace nada
sin consultarlo con sus siervos los profetas, como dice Amós 3:7.

2: "Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam;
vi, pues, en visión, estando junto a río Ulai." Daniel estaba en uno de los palacios de los reyes de
Persia, en Susa, situado en las orillas del río Ulai. Algunos creen que este es el río Kerka en Irán cerca
de Irak.

Aparentemente Daniel estaba cautivo en Babilonia, y que fue en visión a Persia, como Ezequiel
estando cautivo en Babilonia fue muchas veces en visión a la tierra de Israel. O puede que estuviera en
Persia como embajador de Babilonia. Yo creo esto último, porque cuando Nabocudonosor hizo la
estatua y echó a los tres jóvenes hebreos en el horno de fuego, Daniel no estaba entre ellos.

3-4: "Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y
aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después.

Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar
delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad y se engrandecía."

Daniel vio en visión un carnero con dos cuernos. Esto es símbolo de la segunda monarquía, la de Persia
y Media. Los cuernos no eran iguales en estatura, denotando que un reino tenía más poder que el otro.
Este fue el reino de Ciro, el cual creció más al final.

El vio que el carnero hería hacia el oeste, a Babilonia, Siria, Grecia y Asia menor. Al norte hacia Lidia,
Armenia, y los Escitas. Al sur hacia Arabia, Etiopía y Egipto. Estos Países componían el Imperio Persa,
el cual se volvió tan poderoso que nadie podía hacerle frente.

Este carnero, aunque pertenecía a una clase de animales que son de alimento para los animales de
presa, se volvió tan formidable que ni las bestias de presa podían estar ante él. Los reyes de Persia
hacían conforme a su voluntad, prosperaban en todos sus caminos en el extranjero, y tenían poder
incontrolable en su misma tierra.

5-7: "Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de
toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos.

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Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la
furia de su fuerza. Y lo vi que llegó junto al carnero y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos
cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo
pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder."

Mientras Daniel observaba el poder del carnero maravillándose que un animal tan débil se volviera tan
poderoso, vio un macho cabrío que venía casi volando. El observó que este animal era un unicornio.

Este unicornio era Alejandro el Grande, a la cabeza del tercer Imperio, el Griego, representado por el
vientre y los muslos de bronce de la estatua de la visión de Nabocudonosor. Alejandro era el hijo del
rey Felipe de Macedonia. El venía del oeste, de Grecia. El macho cabrío casi no tocaba tierra, esto es,
en sus conquistas nadie se le oponía.

El tenía mucha fuerza y lo sabía. El conquistó con tal furia que nadie osaba hacerle frente. El atacó al
reino Persa con 30 mil soldados y 5 mil caballos, y derrotó a Darío Codomanos, el emperador de
Persia en aquel, tiempo porque le tomó por sorpresa.

Aunque Darío tenía un ejército mayor, no estaban lo suficientemente entrenados, por lo que Alejandro
"lo derribó, lo hirió y lo pisoteó". En aquella batalla murieron 600 mil soldados, y así Alejandro se
apoderó del Imperio Persa y quebró los dos cuernos del carnero, símbolos de Media y Persia, el pecho
de plata.

Josefo dice que cuando Alejandro hubo tomado a Tiro y subyugado a Palestina, llegó a Jerusalén,
Jaddas, el sumo sacerdote temiendo su ira, fue ante Dios en oración y Dios le dio una visión. El debía ir
y abrir las puertas de la ciudad, y que él y el resto de los sacerdotes le esperaran vestidos de sus ropas
sagradas de lino blanco.

Alejandro, viendo la compañía a la distancia, se arrodilló ante el Dios cuyo nombre estaba grabado en
la mitra del sumo sacerdote. Cuando le preguntaron por qué había hecho esto, el dijo que mientras
estaba en Macedonia, meditando en la conquista de Asia, se le apareció un hombre vestido como el
sumo sacerdote que le invitaba a ir a Asia y le aseguraba que triunfaría allí.

Los sacerdotes le llevaron al templo donde él ofreció sacrificios al Dios de Israel. Entonces los
sacerdotes le mostraron el libro de Daniel, donde el profeta profetizaba que él destruiría a los Medos y
a los Persas, lo cual lo animó mucho porque él estaba pensando atacar el reino de Darío. Desde ese
tiempo fue protector de los judíos en todo el mundo y los sacerdotes que tenían hijos le ponían el
nombre de Alejandro en su honor.

8: "Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran
cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del
cielo."

Alejandro tenía 20 años de edad cuando comenzó sus conquistas. Cuando tenía 26 años conquistó el
Imperio Medo Persa, pero cuando tenía 33, cuando estaba en toda su fuerza, fue quebrantado. El no
murió en batalla ni en lecho de honor, sino de una borrachera, tal vez fue envenenado. El murió sin
herederos que disfrutaran de sus conquistas, pero dejó un monumento de vanidad, de poder y pompa

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mundana, y de la incapacidad de estas para hacer feliz al hombre.

Daniel vio este imperio dividido en cuatro partes. En vez del cuerno notable, salieron cuatro cuernos.
Estos eran los cuatro capitanes de Alejandro entre quienes él dividiera sus conquistas: Seleuco,
Antígono, Casandro y Tolomeo. Los cuatro cuernos se extendieron hacia los cuatro ángulos de la
tierra. Estas eran las cuatro cabezas del leopardo.

Los reinos de Siria al este, Seleuco. Grecia al oeste, Casandro. Asia Menor al norte, Antígono. Egipto
al sur, Tolomeo. Note que los que amontonan riquezas no saben para quien las dejarán, ni quien
disfrutará de ellas.

9-12: "Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la
tierra gloriosa. Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó
por tierra, y las pisoteó.

Aun se engrandeció contra al príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el
lugar de su santuario fue echado por tierra. Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército
junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó."

Daniel vio el cuerno pequeño que se volvería el gran perseguidor del pueblo de Dios. Todos están de
acuerdo que el cuerno pequeño se refiere a Antioco Epífanes, el ilustre, o el furioso, como le llaman
otros.

Se le llamaba: "el cuerno pequeño"; porque habían otros antes que él en la sucesión del trono, había
estado prisionero en Roma de donde se escapó, y aunque su hermano mayor y el menor estaban vivos,
él obtuvo el reino. Su nombre era Antioco Epífanes 1V, y era descendiente de Seleuco, uno de los
cuatro capitanes de Alejandro que obtuvo el reino de Siria.

Antioco puso su rostro hacia la tierra gloriosa, Jerusalén, la tierra donde debía nacer el glorioso Mesías.
El peleó contra el ejército del cielo, el pueblo del pacto de Dios, el reino sacerdotes y levitas de Dios
en la tierra. Así el diablo persigue la iglesia de Dios hoy, que son el ejército del cielo, o del reino de los
cielos.

En el año 168 A.C edificó un altar para Zeus el dios griego, en el Templo y trató que los judíos
abandonaran su religión. Las estrellas que derribó parecen haber sido el sumo sacerdote Onías, a quien
privara de su dignidad; y a Eleazar y sus siete hijos quienes prefirieron morir antes de comer la carne
de los cerdos sacrificados a Zeus, el Júpiter de los griegos, conocido como "la abominación
desoladora."

Antioco prohibió el sacrificio del cordero de la mañana y de la tarde, a través de los cuales los judíos
mantenían su comunión con Dios, y estableció el sacrificio de cerdos a Júpiter Olimpo profanando el
altar, el lugar del sacrificio que fue echado por tierra.

También profanó el libro de la ley, al cual pisoteó y quemó para que fuera olvidado para siempre. Lo
extraño es que en todo esto prosperó. El fue a los extremos para extirpar la religión de los judíos que
Dios mismo había establecido.

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Sin embargo, él no pudo hacer todo esto si el mismo Dios no se lo hubiera permitido. Antioco no podía
triunfar sobre Israel sin el permiso de Dios. Dios mismo le puso la espada en la mano. Los enemigos de
la iglesia sólo son el látigo de Dios. El pueblo del pacto había provocado a Dios, había violado el pacto.
El cuerno creció mucho hacia el sur pues invadió a Persia y Armenia.

13-14: Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta
cuando durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el
ejército para ser pisoteados? Y él les dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el
santuario será purificado."

Aquí los ángeles son llamados "santos". El Salmo 74 parece haber sido la profecía para el tiempo de la
prevaricación de Antioco Epífanes. Los ángeles están atentos a los problemas de la iglesia y preguntan
acerca de su condición, como revela 1 Pedro 1:12.

El ángel Gabriel le preguntó a Palmoni, el "Sin Nombre", (Jesús aún no tenía nombre; su Nombre era
Admirable), cuánto tiempo debía continuar la triste situación de su pueblo. ¿Cuánto tiempo debía durar
la estatua de Júpiter profanando el templo? ¿Cuánto tiempo pisotearían a los santos ministros del
Lugar Santo?

Cristo le dio instrucciones a los santos ángeles porque ellos son nuestros compañeros de servicio a
Dios. El le aseguró que todo terminaría en 2300 tardes y mañanas. Algunos piensan que tardes y
mañanas cuentan por dos días, dando como resultado 1,150 días, lo cual es lo mismo
aproximadamente que "tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo."

2,300 días dan como resultado seis años tres meses y dieciocho días. Este fue precisamente el tiempo
que transcurrió, de acuerdo a Josefo, en que el pueblo apostató bajo la dirección de Menelao, el sumo
sacerdote, en el año ciento cuarenta y dos del reino de los Seleucidas, en el día sexto, del mes sexto.
En el año ciento cuarenta y ocho, a los veinticinco días del mes noveno, (1 Mac. 4:52), se volvió a
establecer el culto a Jehová.

Dios cuenta hasta los días en que su pueblo es afligido pues él es afligido en todas las aflicciones de
ellos. El le aseguró a Daniel que el pueblo del pacto verá mejores días.

La limpieza del santuario fue una alegre ocasión para los fieles. Aunque el Dios justo tuviera que sufrir
que su santuario fuera profanado por un tiempo para corregir a su pueblo, el Dios celoso haría que el
mismo fuera limpiado a su debido tiempo para su gloria.

15-16: "Y aconteció que mientras yo, Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí
se puso delante de mí uno con apariencia de hombre. Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai,
que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión."

Daniel deseaba conocer el significado de la visión y oraba al Señor que se la revelara. Entonces el ángel
Gabriel recibió la orden de informarle acerca de ella. Lo maravilloso es que el que dio la orden fue uno
con apariencia de hombre, Cristo mismo, porque él es el único que puede dar ordenes a los ángeles.

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17-20: "Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi
rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin. Mientras él
hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. Y dijo: He
aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque es para el tiempo del fin."

Aunque Daniel era un hombre de grande prudencia y valor, y había estado hablando durante la visión,
ante el mensajero extraordinario tuvo temor. El se postró sobre su rostro no para adorar al ángel sino
por el lustre de su gloria.

Estando postrado en tierra cayó en un sueño profundo, el cual no vino porque descuidara la visión,
sino por la opresión de espíritu a la que estaba sometido a pesar de la abundancia de las revelaciones.
Los discípulos en el Getsemaní se durmieron de tristeza.

Cuando el dolor es muy fuerte, nos desmayamos. El cerebro tiene una función especial que hace que
cuando el sufrimiento es intenso, él mismo se pone fuera de funcionamiento. La visión era tan fuerte
que Daniel no la soportaba.

Entonces el ángel le tocó y lo puso de pie. A Juan le sucedió lo mismo cuando vio al Señor resucitado
en gloria. Apoc. 1:17 dice: "Cuando le vi, caí como muerto a sus pies." El Señor tuvo que levantarle.

El ángel le tocó suavemente para mostrarle que no había venido a herirlo, sino a ayudarle y a darle
fortaleza, lo que Dios puede hacer con un sólo toque de su mano. "Entiende hijo de hombre." Si
Daniel aplicaba su mente a entender. El lo llamó "hijo de hombre" considerando las limitaciones de
Daniel y acomodándose a ella, o para recordarle que aunque tenía la capacidad de hablar con los
ángeles, no debía enorgullecerse, sino recordar que era hijo de hombre.

O tal vez era para honrarle, porque siglos más tarde, Cristo mismo sería llamado; "el Hijo del Hombre."

La ira terminaría, y su fin sería glorioso. La visión era para los tiempos del fin cuando llegara el fin de la
ira y la indignación divina. O podía significar el tiempo del fin de la iglesia judía 400 años más tarde,
cuando viniera el Mesías y estableciera el reino de la iglesia, el Quinto Imperio; pero Daniel debía
dejarlo en registro para las generaciones futuras.

20-22: "En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, estos son los reyes de Media y de
Persia. El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey
primero. Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro
reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.

El ángel procedió a explicarle a Daniel la visión. El carnero con los dos cuernos es el Imperio de Persia
y Media. El unicornio es Alejandro el Grande.

23-25: "Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey
altivo de rostro y entendido en enigmas. Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará
grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.

Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso

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destruirá a muchos; y se levantará el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por
mano humana."

Concerniente a Antioco Epífanes y su opresión a los judíos, cuando esto hubieron colmado la medida
de su iniquidad y estuvieran maduros para destrucción para ser el látigo de Dios contra ellos.
Así el Anticristo se levantará cuando los malvados hayan colmado la copa de la iniquidad y la maldad.

Note el carácter de Antioco y del Anticristo. El será un personaje insolente y furioso, que no teme ni a
Dios ni a hombre, un hombre entendido en los misterios y enigmas, experto en cosas ocultas y en
deshonestidad, conocedor de las profundidades de Satanás.

El no se levantará por su propio poder, sino por el poder que le es dado de arriba. A Antioco por el
poder divino que pone reyes y quita reyes, y al Anticristo es el poder divino el que le hará subir del
Abismo.

Antioco se levantó contra los judíos y les hizo mucho daño. El Anticristo se levantará contra los judíos
y los gentiles y les hará mucho daño. Apocalipsis 7 dice que de todas las naciones, pueblos y lenguas se
levantará una grande multitud vestidas de ropas blancas que habrán salido de la grande tribulación.
Todos estos pueden ser los mártires del Anticristo.

Antioco se levantó contra el sumo sacerdote judío, pero el Anticristo se levantará contra el mismo
Cristo, quien le destruirá con el resplandor de su venida y le lanzará vivo al lago de fuego.
Antioco fue destruido por la mano divina. Cuando él oyó que los judíos habían destruido la estatua de
Júpiter y purificado el templo se enfureció y decidió marchar nuevamente hacia Jerusalén para
convertirla en un cementerio común.

Cuando terminó de hablar estas palabras, fue herido por una enfermedad en los intestinos, la cual
producía gusanos, y la carne se le caía en pedazos. Sus tormentos eran violentos, el mal olor llegaba
lejos de modo que nadie podía estar cerca de él.

Al fin reconoció que sus tormentos le vinieron a raíz de su maltrato a los judíos y de su profanación del
sagrado templo. Entonces le escribió cartas a los judíos de Jerusalén prometiéndole que no les
estorbaría más en sus ejercicios religiosos, y murió miserablemente en una tierra extraña, en las
montañas de Pacata, cerca de Babilonia ciento sesenta años antes de Cristo.

26-27: "La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque
es para muchos días. Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando
convalecí, atendí a los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía."

El ángel le dijo a Daniel que guardara la visión, que no la refiriera delante de los Caldeos, para que los
Persas que pronto tomarían el reino no fueran motivados a atacar antes de tiempo. La visión se
cumpliría trescientos años más tarde, por lo cual debía permanecer en silencio, pero registrarla en el
libro para beneficio nuestro, quienes hemos alcanzado los tiempos del fin.

Muchas de las verdades divinas deben ser guardadas como tesoros valiosísimos para encontrarlas
después de muchos días. La Revelación de la Palabra, no pudo ser entendida en los siglos pasados,

55
pero en este tiempo el Señor la está dando a la iglesia.

Se está levantando un pueblo inquieto, culto, educado que no se conforma con las predicaciones y
anhela escudriñar la Palabra de Dios. A ellos, quienes han clamado a Dios, él le está mostrando cosas
grandes y ocultas de la Palabra que ellos no conocen.

56
DANIEL

Capítulo # 9

ORACION DE DANIEL POR SU PUEBLO

13: "En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los Medos, que vino a ser rey sobre el
reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el
número de los años que habló el profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de
Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno,
cilicio y ceniza."

En el capítulo pasado dejamos a Daniel empleado en los negocios del rey, pero aquí le encontramos
empleado en un negocio mejor que el de cualquier rey; hablando con Dios y oyendo de él, no para él
solamente, sino también para la iglesia. El era la boca de Dios para ellos y la persona a quien Dios le
había revelado los misterios relacionados con los días del
Mesías.

Esto sucedió en el primer año de Darío el Medo, quien recientemente se había convertido en rey de
Babilonia por su conquista junto con su sobrino Ciro. En ese año debían cumplirse los setenta años de
cautividad de los judíos, pero el decreto no había sido anunciado aún. Por esa razón Daniel oraba a
Dios, lo que probablemente resultó en que lo echaran al foso de los leones.

Daniel estaba constantemente estudiando la Escritura y sabía que el tiempo de la profecía de Jeremías
29:10 estaba cumplido. "Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo
os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar."

Aunque Daniel era un primer ministro del Imperio, y un gran político del monarca más de la tierra,
sacaba tiempo para estudiar las Sagradas Escrituras y hablar con Dios. La oración intercesora de
Daniel era porque el Señor perdonara las iniquidades y los pecados del pueblo, y cumpliera su Palabra
de liberación del pueblo.

Como símbolo de su intensa humillación ante Dios por sus pecados y los del pueblo, buscándole en
oración y en la mortificación de su cuerpo, con el ayuno, el cilicio y la ceniza. Cuando el creyente desea
consagrarse al Señor y acercarse más a él, debe hacerlo con el ayuno, oración y el estudio de la
Palabra.

4-5: "Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser
temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos;
hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos
hemos apartado de tus mandamientos y tus ordenanzas."

En nuestras oraciones debemos confesarle al Señor nuestras faltas y pedirle perdón por ellas, y nuestra
dependencia de él para que nos mantenga sin caída.

El pueblo Israelita había violado el pacto de su Dios. Se habían envuelto en la idolatría de las naciones;

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habían violado todos los mandamientos y no habían guardado las ordenanzas del Señor, y como
resultado habían sido llevados cautivos a Asiria y a Babilonia.

Pero Daniel sabía que Dios es un Dios grande y temible, pero que guarda el pacto y la misericordia con
los que le aman y guardan sus mandamientos.

6: "No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a
nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra." Daniel confesaba que ni los reyes ni el pueblo habían
escuchado la voz de los profetas; no se habían sometido a la Palabra hablada por boca de los siervos
que hablaban en su Nombre.

El burlarse de los mensajeros de Dios y despreciar sus palabras colmó la medida de los pecados de
Jerusalén: 2 Crónicas 36:16 dice: "Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y
menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su
pueblo, y no hubo ya remedio."

7-14: "Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo
hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las
tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti.

Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestro príncipes y de nuestros


padres; porque contra ti pecamos. De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar,
aunque contra él nos hayamos rebelado, y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar
en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.

Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros
la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él
pecamos.

Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron,
trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que
se ha hecho contra Jerusalén.

Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado
el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad.
Por tanto, Jehová veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro Dios en
todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz."

Daniel reconocía que el pecado era quien había provocado todas las miserias del pueblo de Israel. Ellos
habían violado el pacto de su Dios. Por eso estaban empobrecidos, esclavizados, dispersos por todas
las naciones alrededor.

También reconocía que Dios era justo en sus tratos con la nación. Ellos habían violado el santo pacto y
la maldición registrada en Deut. 28: 1568, les había alcanzado.

Dios había cumplido la Palabra hablada por boca de los profetas contra ellos, sus jueces y los jueces

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que los juzgaban. El les había dicho muchas veces que si no ejecutaban justicia contra los malvados, él
lo haría por ellos.

Ninguna nación bajo el cielo había pecado contra sus dioses como pecó Jerusalén contra el Dios del
Pacto. Daniel reconocía que la vergüenza y confusión de rostro le pertenecían al pueblo del pacto.

Si Israel hubiera mantenido su carácter, Dios le hubiera exaltado sobre todas las naciones en alabanza y
gloria y honra, pero ellos no podían evitar su maldad porque la llevaban dentro. La muerte espiritual
estaba dentro de ellos y producía pecado. Aunque ellos eran el pueblo del pacto, eran enemigos de
Dios por naturaleza.

15-19: "Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano
poderosa, y te hiciste renombre cual lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente.

Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad
Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres,
Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro.

Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca
sobre tu santuario asolado, por amor el Señor. Inclina, Oh Dios mío tu oído, y oye; abre tus ojos, y
mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos
nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.

Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios
mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo." ¿No le parece estar oyendo a
nuestro Gran Sumo Sacerdote Intercesor, Cristo orando por su iglesia? Daniel, el Bien Amado era un
precioso tipo del Amado, nuestro Señor Jesús.

20-21: "Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y
derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios; aún estaba hablando en oración, cuando el varón
Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del
sacrificio de la tarde."

Aquí tenemos la respuesta inmediata a la oración de Daniel. La misma contiene la más ilustre
predicción de Cristo y del evangelio de la gracia que sobresale en todo el Antiguo Testamento. Si Juan
el Bautista fue la estrella de la mañana, Daniel fue el amanecer del Sol de Justicia. Daniel estaba orando
aún cuando vino la respuesta. Isaías 65:24 dice: "Y antes que clamen, responderé yo; mientras hablan,
yo habré oído."

Nosotros no debemos esperar que cuando oramos fervientemente, Dios nos envíe un ángel con la
respuesta porque ahora es diferente. En aquel tiempo el cielo estaba cerrado. No había comunicación a
menos que fuera por medio de los ángeles mensajeros.

Cuando Jesús subió del agua en el bautismo, los cielos se abrieron, como dice Mateo 3:16. Ya no es
necesario que los ángeles vayan con nuestras oraciones al cielo y regresen con las respuestas, porque
vivimos en la presencia del Señor todo el tiempo.

59
Cuando los cielos se abrieron, el Espíritu Santo descendió en forma de paloma y habitó en Jesús.
Cuando Jesús ascendió al cielo, envió al Espíritu Santo a morar en los corazones de los creyentes. La
Tercera Persona de la Santísima Trinidad es Dios y mora en nosotros.

¿Cuánto tiempo se demora la petición en llegar a oídos de Dios y en respondernos? El tiempo que se
toma la comunicación entre el espíritu y la mente. "Antes de que clamen, yo habré oído."

Los ángeles ahora tienen otro empleo; el de ministrar a los hijos de Dios. Angeles guerreros están
alrededor de los creyentes para ejecutar la Palabra de Dios en sus labios, como dice el Salmo 103:20.

La respuesta le vino a Daniel a la hora del sacrificio de la tarde. El altar estaba en ruinas, y no se ofrecía
oblación sobre él, pero los judíos piadosos en su cautividad siempre estaban conscientes de la hora
cuando se debía ofrecer el sacrificio, y a esa hora estaban listos a llorar recordándolo.

Ellos anhelaban que sus oraciones, fueran aceptadas por Dios como el sacrificio de la tarde. El Salmo
141:2 dice: "Suba mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la
tarde."

Esta ofrenda de la tarde es tipo del Gran Sacrificio que Cristo iba a ofrecer en la tarde del mundo, y era
en virtud de ese Sacrificio que la oración de Daniel era aceptada. Cristo murió a las tres de la tarde, la
hora del sacrificio.

¿Quién era Gabriel? Un ángel creado, poderoso en fortaleza, y llamado por nombren la Escritura. El
fue el mismo que se apareció a Zacarías para anunciar el nacimiento de Juan el Bautista, y a María para
anunciar el nacimiento de Jesús.

22-24: "Y me hizo entender, y habló conmigo diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y
entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú
eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.

Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la
prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la
visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos."

El ángel Gabriel había recibido órdenes de llevar la respuesta a Daniel. Tal vez a la misma hora, había
salido la orden de Ciro de salir a restaurar a Jerusalén. "Este día se ha proclamado el año del jubileo a
los judíos." Mientras Daniel estaba orando se estaba firmando la libertad y estaba sonando la trompeta
proclamando el jubileo.

Los ángeles son mensajeros con alas, ligeros en sus movimientos y no se tardan en ejecutar las órdenes
que reciben. Ellos van y vienen como relámpagos.

Note que aunque Dios amaba todos sus siervos, algunos eran más bien amados que los demás, como
Abraham, Moisés, David y Daniel. Jesús tenía su discípulo amado, Juan, a quien le dio las visiones
proféticas del Nuevo Testamento, como se las dio a Daniel del Antiguo.

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Pero los creyentes son todos sus hijos, y el Padre no tiene hijos favoritos. Algunos tienen más
responsabilidades que otros, pero todos somos sus hijos. El mensaje fue dado con grande solemnidad,
recibido con gran atención y registrado con gran exactitud, pero como en todas las profecías hay cosas
oscuras y difíciles de entender.

El tiempo determinado para terminar con el pecado es de setenta semanas, o 490 años. Los grandes
acontecimientos que ocurrirían al pueblo de Israel y la ciudad de Jerusalén, sucederían en estas setenta
semanas. Este era el tiempo que Israel duraría como nación, como pueblo escogido de Dios.

La tierra había disfrutado sus sábados en sentido melancólico, como dice en Lev. 26:34. Pero ahora el
pueblo de Dios disfrutaría en estado un poco más confortable 490 años, o diez jubileos.

El ángel le dio a Daniel la promesa de la primera venida de Jesús a expiar el pecado, y a establecer la
justificación perdurable que el hombre había perdido en la Caída. A terminar con la prevaricación o la
transgresión, al romper el dominio de Satanás sobre el hombre y a establecer el nuevo pacto en su
sangre.

Cristo es el Ungido, el Mesías. El vino a sellar las visiones y las profecías del Antiguo Testamento,
porque él las a cumplió todas.

25: "Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el
Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas: se volverá a edificar la plaza y el muro
en tiempos angustiosos."

El ángel le dice de las dificultades que habrán para los judíos durante los próximos 49 años. Ellos
comenzarían desde la salida de la orden para restaurar a Jerusalén. Esto se refiere al edicto de Ciro
mencionado en Esdrás 1:1; pues el templo debía ser restaurado por el pueblo de Dios.

Este era el cumplimiento de la promesa registrada en Isaías 44:18, ciento ochenta y siete años antes:
"Que dice de Ciro: Es mi pastor y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada:
y al templo: Serás fundado."

Es maravilloso notar que las setenta semanas dieron comienzo cuando expiraron los setenta años del
cautiverio de los judíos en Babilonia, pues este era el primer año de Darío, en que Ciro y Darío estaban
reinando sobre Babilonia.

El libro de Esdrás nos relata la salida de los judíos de Babilonia, apoyados por Ciro, a restaurar a
Jerusalén. El libro de Nehemías nos habla de la angustia de los judíos cuando restauraban los muros de
la ciudad y la oposición de los Samaritanos.

26: "Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de
un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin
de la guerra durarán las devastaciones."

Las calamidades de los judíos continuarían aún por cuatrocientos treinta y cuatro años antes de Cristo,

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o 62 semanas de años. Todavía soportarían el látigo de varios imperios y la profanación de Antioco
Epífanes.

Cuatrocientos treinta y cuatro años después se le quitaría la vida al Mesías, mas no por sí, sino por
medio de inicuos y en cumplimiento de la profecía del Sacrificio del Cordero inmolado desde antes de
la fundación del mundo.

El pueblo del príncipe que había de venir, o sea el Imperio Romano, destruiría en el año setenta D.C, el
templo y la ciudad, y el pueblo judío sería llevado cautivo nuevamente y esparcido entre las naciones.
Jerusalén caería en manos de los enemigos nuevamente y sería hollada por los gentiles por casi dos mil
años.

La guerra en Jerusalén ha durado por los siglos, y durará hasta que Cristo regrese. Tres religiones
mundiales se la dividen hoy: Cristianos, Judíos y Musulmanes.

El período de la iglesia está escondido en el verso 26. Ella nació cuando el Mesías expió por el pecado
y trajo la justicia eterna. El Quinto Imperio ha ido avanzando al paso de los siglos, subyugando imperio
tras imperio, nación tras nación, estableciendo el reino de Cristo en el corazón de los hombres.

Ningún imperio ha prevalecido contra él, porque la Roca debe volverse un gran monte que llene toda la
tierra. Los ciudadanos del Quinto Imperio no pelean con armas carnales, sino con armas espirituales.

Más de un millón de judíos aceptaron a Cristo y le sirvieron. Los primeros quince años de la iglesia,
sólo se componía de judíos. Los judíos historiadores, buscando las tribus perdidas han descubierto que
Salomón había enviado muchos judíos a España. En los tiempos de la gran Inquisición muchos fueron
martirizados, otros fueron enviados expatriados al Nuevo Mundo, a las Américas.

Hoy millones y millones de descendientes de esos judíos, no saben que son judíos, pero millones han
encontrado el camino de regreso a Dios por medio del Evangelio. Casi todos nuestros apellidos
españoles son traducciones del Hebreo, como López, Gómez, Pérez, González, Colón, Alvarado, etc.

27: "Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio
y la ofrenda, Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga
la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador."

Muchos anticristos se han levantado al paso de los siglos. Todos han dicho que ellos son el Mesías.
Todos ellos han perecido sin dejar rastro, pero antes del regreso visible del Señor Jesús, se levantará el
Anticristo verdadero.

Los judíos, que rechazaron a Cristo fueron enceguecidos y endurecidos hasta que se cumpliera el
tiempo de los gentiles. Ellos aún están esperando al Mesías. Ellos habían esperado que Jesús los
libertara del yugo Romano y les diera riqueza temporera y poder, pero Cristo había venido con otra
comisión espiritual y eterna.

El vino a quitar el pecado del medio. El pecado había hecho guerra entre Dios y el hombre y había
separado al hombre de Dios. El Trabajo del Mesías en el reino espiritual traería resultados eternos,

62
pero los judíos que le rechazaron no lo sabían.

Por eso recibirán al anticristo quien les dará una paz temporera de tres años y medio, durante los cuales
les edificará el templo, establecerá el sacrificio y las ofrendas nuevamente, y ellos harán pacto con él.

A la mitad de la semana, de los tres años y medio, hará cesar el sacrificio y la ofrenda, se sentará en el
templo como dios, y demandará que los judíos le adoren. El desolador, el diablo se manifestará
visiblemente en él, y dará comienzo la más grande tribulación para el mundo entero, especialmente para
los judíos, quienes no han adorado imágenes, ni hombres desde que regresaron del cautiverio
Babilónico.

Los familiares de creyentes que no quisieron coronar a Jesús Señor de sus vidas, por amar al mundo,
sabrán que si reciben la marca de la bestia, irán al infierno por la eternidad, y Dios le dará gracia para
dar su vida como mártires de la gran tribulación, en cumplimiento de su promesa: "Cree en el Señor
Jesucristo y serás salvo tú y tu casa."

Cuando Jesús regrese, en la segunda fase de su venida, todo ojo le verá. La tercera parte de los judíos
que sobrevivan, mirarán al que traspasaron, y llorarán, y se gozarán. Cristo destruirá al desolador y lo
encerrará en el abismo por mil años.

63
DANIEL
Capítulo #10

VISION DE DANIEL JUNTO AL RIO

1-2: "En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la
palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la
visión. En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas."

Daniel tuvo esta otra visión en el año tercero después de la caída de Babilonia en manos de Darío y
Ciro. Ya habían transcurrido dos años desde la última visión. Le vino palabra verdadera, palabra de
profeta, pero lo que revelaba la visión era muy terrible, aunque parte de ella no se cumpliría hasta 300
años más tarde, Daniel fue tan afectado por la revelación que estuvo afligido por tres semanas.

3: "No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se
cumplieron las tres semanas." Por causa de la indiferencia de los judíos de regresar al Jerusalén,
teniendo libertad de salir del cautiverio. Ellos decían que seguían el ejemplo de Daniel, aunque ellos no
tenían razón de quedarse en Babilonia, como las tenía Daniel.

Daniel dio comienzo a un ayuno parcial. El estuvo de luto por tres semanas, aunque ya estaba muy
viejo. El no comió nada agradable, solamente comía lo absolutamente necesario para conservar su vida.

El mortificaba su cuerpo comiendo poco y cosas de poca calidad, en señal de tristeza y de humillación.
Aunque era muy rico y hombre importante, voluntariamente vivió esas tres semanas negándose los
alimentos necesarios para su salud.

Esto debe servir de ejemplo a los más jóvenes y fuertes que no se atreven a negarse a sí mismos. Los
que quieren tener una relación más íntima con Dios, deben procurar separar tiempo para Dios. Cuando
ayunamos no lo hacemos para mover a Dios en nuestro favor, sino que lo hacemos para escudriñar la
Palabra, con la mente clara, para conocer su voluntad para nuestra vida.

El ayuno puede ser total, no comer; aunque no más de 24 horas; o parcial, el tiempo que sea prudente,
sosteniéndose de jugos de frutas y te. Otro ayuno parcial se hace de comidas suaves, absteniéndose de
carnes, y comiendo porciones muy pequeñas.

El propósito del ayuno es el de estar en comunión con Dios por medio de la oración, el estudio y la
meditación en la Palabra. El dejar de comer es saludable al cuerpo físico, pero no es de valor sin la
oración y la Palabra.

Para el creyente hay otra clase de ayuno que a Dios le agrada más. Este está registrado en Isaías 58. A
muchos le gusta este mucho más, pero no lo practican. Lo malo está en que muchos no hacen ni uno ni
otro.

4-6: "Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel. Y alcé mis ojos y
miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz.

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Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego y
sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo
de una multitud."

Aquí Daniel nos da una descripción de la visión que tuvo mientras caminaba a orillas del río Tigris en
meditación y contemplación. Siendo una persona muy importante, seguramente sus siervos no estaban
muy lejos de él.

Entonces vio a un hombre con una ropa sacerdotal, de lino y un cinto de oro de Ufaz. Juan vio a Jesús
vestido de la misma manera en Apocalipsis, cap. 1. Jesús, o un tipo de él, apareció ceñidos los lomos,
listo para la redención. Su cuerpo era como de berilo, azul cielo. Su rostro parecía un relámpago, que
inspira terror, y que deslumbra los ojos.

Sus ojos como antorchas de fuego; penetrantes y purificadores. Sus brazos y sus pies de bronce
bruñido. Su voz como el sonido de voces de una multitud, vibrante, poderosa, estremecedora.

Así de glorioso se le apareció Cristo. Esta era parte de aquella gloria que tenía con el Padre antes de
que el mundo fuese. El puso un velo sobre su gloria cuando se despojó a sí mismo para venir al mundo
como siervo a salvar al hombre.

7: "Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se
apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron."

Los siervos de Daniel no vieron nada, pero sintieron grande temor. Al menos los de Saulo de Tarso
vieron un resplandor de luz. Es el honor de los que son amados de Dios, que lo que está escondido a
los demás por ellos es conocido.

8-9: "Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió
en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno. Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus
palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra."

El mismo Daniel no tenía fuerzas para ver la visión. Ella no solamente deslumbró su vista, sino que
también abrumó su espíritu hasta que no quedó fuerza en él. El dijo como Moisés como lo registra
Hebreos 12:21: "Estoy espantado y temblando."

El vigor se le fue a Daniel, lo mismo que a Juan cuando tuvo sus visiones. Cuando Daniel vio la visión
se postró con el rostro en la tierra en humilde adoración, y se quedó dormido. Tenía que ser así, porque
la visión era demasiado fuerte para él. Es por eso que nosotros no vemos el mundo espiritual con los
ojos de la carne, porque la visión nos mataría.

10: "Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas, y sobre las palmas de las
manos."

Daniel estaba como muerto. El ángel Gabriel le tocó e hizo que se pusiera sobre las rodillas y las
palmas de las manos. La fortaleza de Dios viene a nosotros por grados. Primero Daniel debía recibir

65
vida, luego debía adorar de rodillas, y más tarde ponerse en pie, como resucitado ante el Señor.

11: " Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a mis palabras que te hablaré, y ponte en pie;
porque he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando."

Nada es más efectivo en revivir el espíritu angustiado de los santos que el saber que Dios los ama. El
ángel le dijo: "No temas, bien amado, la paz sea contigo, sé fuerte."

Ninguna madre ha aquietado a su hijo cuando algo lo ha inquietado, con más ternura que la que el
ángel usó para aquietar a Daniel.

Los creyentes, a quienes Dios ama, no tienen razón de temer ningún mal. La paz es su herencia, Dios
mismo se la da, por lo cual ellos mismos deben apropiarse de ella, sabiendo que el gozo del Señor es
su fortaleza.

12: "Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a
entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras
yo he venido."

El ángel le aseguró que desde el primer día en que comenzó a orar sus oraciones habían sido oídas, y
que él había venido traerle la respuesta.

13: "Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno
de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia."

Parece increíble que el príncipe de Persia se le hubiera opuesto al ángel en su camino a traer la
respuesta a Daniel, pero si entendemos que el diablo había usurpado el dominio de la tierra de manos
de Adán, y que el contrato que Adán le entregara era algo legal, podemos entender por qué el demonio
que gobernaba sobre la nación de Persia trató de impedirle la entrada.

No olvidemos que Jesús no había pagado el precio aún por la transgresión del hombre, ni había
derrotado al diablo. Todo eso sucedería cuando el Cordero de Dios fuera inmolado por el pecado del
mundo.

Esta fue la razón por la cual Jesús, en Mateo 17:21, le dijo a los discípulos que trataban de echar fuera
el demonio del joven epiléptico, que aquel género no salía si no era con oración y ayuno, pero después
que él resucitó de entre los muertos, les dijo: "En mi nombre echarán fuera demonios."

Ya no es necesario echar fuera demonios con oración y ayuno, sino con el Nombre que es sobre todo
nombre, el Nombre de Jesús.

También en Mateo 8:28 Jesús se acercaba al endemoniado Gadareno y los demonios le decían: "¿Qué
tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?"
Satanás y los demonios sabían que tenían un tiempo limitado para gobernar sobre la tierra legalmente,
pero que cuando viniera el Redentor, les despojaría de sus derechos legales usurpados. Ahora podemos
entender por qué el principado diabólico que gobernaba la nación Persa, se oponía al ángel.

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Lo más triste es tener que reconocer que sobre toda ciudad, pueblo y nación hay un gobernante
diabólico. También es triste reconocer que la iglesia, la única que tiene el poder y la autoridad de
atarlos y enviarlos al abismo, no está consciente de ello.

El Señor dijo a David en el Salmo 2:2: "Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán
unidos contra Jehová y contra su ungido."

14-15: "He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días. Mientras me
decía estas palabras, estaba yo con los ojos puestos en la tierra y enmudecido."

Daniel no podía estar delante del Príncipe del ejército de Jehová que estaba con el ángel Gabriel. El era
el mismo que se había aparecido a Josué, a quien Josué adoró. (Josué 5:1315). El pueblo de Judá
estaría sin profetas hasta Juan el Bautista.

16-19: "Pero he aquí uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y
hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me
queda fuerza.

Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez y me fortaleció. y me dijo: Muy amado, no
temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije:
Hable mi Señor, porque me has fortalecido."

Aquí estamos viendo un cuadro de un mortal hablando con el Señor y con su corte de ángeles. No es
raro que Daniel no tuviera fuerzas, y que su carne protestara con dolores ante tan sublime presencia.
Daniel no había nacido de nuevo. El era un hombre natural, a quien Dios le diera una gracia especial,
como a los demás profetas. Nadie había nacido de nuevo hasta el día de Pentecostés.

Jesús dijo en Juan 7:39 que nadie había nacido de nuevo porque el Espíritu Santo no había venido en
su misión especial porque él no había sido glorificado aún.

20-21: "El me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el
príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que está
escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel, vuestro príncipe."

El Príncipe del ejército de Jehová, el Señor Jesús, peleó contra el príncipe de Babilonia y lo destruyó, y
el Imperio Babilónico desapareció. Luego peleó contra los príncipes de Media y Persia, y el Imperio
cayó. Más tarde peleó contra el príncipe de Grecia, y la Monarquía Griega se disolvió. Luego peleó
contra el Imperio Romano, y lo derrotó. Cada vez que el Señor pelea contra un principado que
controla una nación, la nación es derrotada.

La historia está repleta de batallas entre Dios y las naciones que persiguen a su pueblo. España tenía el
control del nuevo mundo, pero permitió que los Jesuitas pusieran en marcha la maquinaria de la Gran
Inquisición, la cual asesinó 68 millones de Judíos y creyentes, en el nombre del Señor; y su poderío
mundial se esfumó.

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Francia tuvo su grandeza también, pero en la noche de San Bartolomé, la iglesia asesinó 50 mil herejes
judíos y creyentes en el nombre de Dios, y su gloría decayó. Alemania, con Hitler a la cabeza asesinó 6
millones de judíos, y fue destruida y dividida hasta hace poco tiempo.

El príncipe del pueblo judío es Miguel. ¿Quién es Miguel? Algunos dicen que es uno de los cuatro
principales arcángeles, con Gabriel, Rafael y Uriel. Otros dicen que es Cristo, pero Cristo nunca ha
aparecido con el nombre de Miguel.

68
DANIEL
Capítulo # 11

LOS REYES DEL NORTE Y DEL SUR

12: "Y yo mismo, en el año primero de Darío el medo, estuve para animarlo y fortalecerlo. Y ahora yo
te mostraré la verdad. He aquí que aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de grandes
riquezas, más que todos ellos; y al hacerse fuerte con sus riquezas, levantará a todos contra el reino de
Grecia."

El ángel le hizo saber a Daniel el buen servicio que él le ha hecho a la nación judía. 1: En el año primero
de Darío el Medo, él le dio la libertad a los judíos que estaban cautivos en Babilonia.

El le dijo que había sido él mismo quien había fortalecido a Darío y a Ciro, y quien le había dado
victoria en sus batallas para confirmarlo en su resolución de dar libertad a los judíos, por lo cual tal vez
se tuvo que enfrentar a grande oposición.

Debemos reconocer la mano de Dios en la fortaleza de los que son amigos de la iglesia por el servicio
que le hacen. En esto vemos el ministerio de los ángeles, aunque no estemos conscientes de ello.

El ángel le revela que se levantarán cuatro reyes en el reino de Persia. Este es el verdadero significado
de la visión de la gran imagen y de las cuatro bestias. El ahora le mostraría en términos sencillos lo que
antes le había mostrado en oscuros símbolos.

1: Además de Darío se levantarían tres reyes en Persia. Ciro, Artajerjes, llamado Cambyses; y Asuero,
el esposo de Esther, llamado también, Darío el hijo de Hystaspes.

A estos tres los Persas les dan el atributo: Ciro, el Padre, Cambyses el Amo, y Darío, o Asuero, el
Atesorador. Asuero, o Jerjes, fue el más rico de todos. Con su ejército de 800 mil y las riquezas con
que pagaba el vasto ejército, hizo frente al Imperio Griego, aunque fue derrotado y puesto en
vergüenza. El que era el terror de Grecia se convirtió en el hazme reír de Grecia.

3-4: "Se levantará luego un rey valiente, el cual dominará con gran poder y hará su voluntad. Pero
cuando se haya levantado, su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; no a
sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó; porque su reino será arrancado, y será para
otros fuera de ellos."

Este no fue otro que Alejandro el Grande. El se levantaría contra los reyes de Persia y los derrotaría,
adquiriría grandes dominios y con su poder se volvió un déspota que hacía su voluntad, lo cual no
podía hacer un rey, de acuerdo a la ley de los Medos y los Persas.

Cuando Alejandro conquistó Asia, quiso que lo adoraran como a un dios. El fue muerto en una de sus
orgías, y el reino fue dividido, no a sus descendientes porque murió sin herederos; pues Olimpia, su
madre envenenó a Arideo su hermano que había sido hecho rey en Macedonia, y a lo dos hijos de
Alejandro, Hércules y Alejandro. Así fue raída la familia de Alejandro por sus propias manos.

69
El reino fue dividido entre los cuatro generales, y se esparcieron a los cuatro vientos, pero ninguno fue
tan poderoso como Alejandro.

5:"Y se hará fuerte el rey del sur; mas uno de sus príncipes se hará más fuerte que él, y se hará
poderoso; su dominio será grande."

El reino de Egipto fue hecho considerable por Tolomeo Lagus, uno de los cuatro capitanes de
Alejandro. Sus sucesores fueron llamados los Lagidae. El es llamado el rey del sur.

Los países que primero conquistó Egipto, el reino del sur, fueron Fenicia, Arabia, Libia y Etiopía.

El reino de Siria, tomado por Seleuco Nicanor, o el conquistador, otro de los capitanes de Alejandro,
se volvió más fuerte que los reinos de los otros tres.

Seleuco llegó a tener no menos de setenta reinos. Estos dos reyes estaban en contra de Judea. Después
que Tolomeo conquisto a Egipto, subió contra Jerusalén y la tomó en un día sábado pretendiendo una
visita amistosa.

67: "Al cabo de los años, harán alianza, y la hija del rey del sur vendrá al rey del norte para hacer la
paz. Pero ella no podrá retener la fuerza de su brazo, no permanecerá él, ni su brazo; porque será
entregada a ellos y los que la habrán traído, asimismo su hijo, y los que estaban de parte de ella en
aquel tiempo.

Pero un renuevo de sus raíces se levantará sobre su trono, y vendrá con ejército contra el rey del norte,
y entrará en la fortaleza, y hará en ellos a su arbitrio, y predominará." Note los intentos de unir estos
reinos de barro y hierro de la estatua de Nabocudonosor. Setenta años después de la muerte de
Alejandro, los Lagideos y los Seleucitas se asociarían pero no en sinceridad.

Tolomeo Filadelfo, rey de Egipto casó a su hija Berenice con Antioco Theos, rey de Siria, quien ya
tenía una esposa llamada Laodice. El matrimonio de Berenice no tuvo éxito, y Antioco se divorció de
ella y volvió a casarse con Laodice, quien al poco tiempo le envenenó, y procuró matar a Berenice y a
su hijo, y puso a su propio hijo Antioco, conocido también por Seleuco Calinico en el trono.

8: "Y aún a los dioses de ellos, sus imágenes fundidas y sus objetos preciosos de plata y oro, llevará
cautivos a Egipto; y por años se mantendrá él contra el reino del norte. Así entrará en el reino el rey del
sur, y se volverá a su tierra."

Tolomeo Euergete, un hermano de Berenice vino contra Seleuco Canilico, el hijo de Laodice, rey de
Siria, para vengar a su hermana. El prevaleció en la guerra contra Siria y se llevó los tesoros a Egipto.
Este hijo de Tolomeo reinó en Egipto 46 años. Justino dice que si los negocios de su reino no le
hubieran hecho regresar a Egipto, hubiera reinado sobre todo el reino de Siria.

10-12: "Mas los hijos de aquel se airarán, y reunirán multitud de grandes ejércitos; y vendrá
apresuradamente e inundará, y pasará adelante; luego volverá y llevará la guerra hasta su fortaleza. Por
lo cual se enfurecerá el rey del sur y peleará contra el rey del norte; y pondrá en campaña multitud

70
grande, y toda aquella multitud será entregada en su mano. Y al llevarse él la multitud, se elevará su
corazón, y derribará a muchos millares; mas no prevalecerá".

Selueco Canilico, el rey de Siria, murió miserablemente y dejó dos hijos; Seleuco y Antioco. Estos
fueron los hijos del rey del norte que salieron a pelear contra Egipto con grandes ejércitos para
recuperar lo que su padre había perdido.

Seleuco, el mayor, el heredero del trono fue envenenado por sus amigos, y sólo reinó dos años. Su
hermano Antioco le sucedió en el trono y reinó 37 años y se llamó Antioco el Grande. Antioco tenía
solamente 15 años cuando comenzó a reinar sobre Siria. El rescató lo que su padre había perdido.

14-15: "En aquel tiempo se levantarán muchos contra el rey del sur; y hombres turbulentos de tu
pueblo se levantarán para cumplir la visión, pero ellos caerán. Vendrá, pues, el rey del norte, y
levantará baluartes, y tomará la ciudad fuerte; y las fuerzas del sur no podrán sostenerse, ni sus tropas
escogidas, porque no habrá fuerzas para resistir."

Tolomeo Filopater se movió con indignación por lo que le había hecho Antioco el Grande, trayendo un
ejército de 70 mil hombres de a pie, y 5 mil a caballo. Antioco a su vez trajo a la batalla, 62 mil
hombres de a pie, 6 mil de a caballo y 102 elefantes. Polybio, quien vivió con Scipio, ha dado la cuenta
de esta batalla de Rafia.

Tolomeo Filopater, habiendo ganado la batalla se volvió muy insolente y entró en el templo en
Jerusalén, y desafiando la santa ley, entró al Lugar Santísimo, por lo cual Dios tuvo controversia con
él.

Más tarde el rey del norte, Antioco el Grande regresó con un ejército mayor que el primero contra
Tolomeo Epifanes, quien sucedió a su padre Tolomeo Filopater cuando era un niño, lo cual le dio
ventaja a Antioco el Grande.

El rey Felipe de Macedonia se unió a Antioco el Grande contra el rey de Egipto, y envió a Scopas, su
general a Siria. Antioco lo derrotó a Tolomeo, junto con el gran ejército que le acompañaba. Algunos
judíos perversos cedieron voluntariamente ante Antioco, se unieron con él, y le ayudaron a vencer las
tropas de Tolomeo para que se cumpliera esta profecía.

16: "Y el que vendrá contra él hará su voluntad, y no habrá quien se le pueda enfrentar; y estará en la
tierra gloriosa, la cual será consumida en su poder." El rey del norte volvió contra Tolomeo Epifanes,
aprovechado la infancia de éste, y los justos Israelitas que se habían unido a Tolomeo. La tierra de
Judea estaba entre dos poderosos reinos en guerra: Siria y Egipto.

17 "Afirmará luego su rostro para venir con el poder de todo su reino; y hará con aquel convenios, y le
dará una hija de mujeres para destruirle; pero no permanecerá, ni tendrá éxito."

Prosiguiendo sus planes, Tolomeo Epífanes le dio a su hija Cleopatra I a Antioco como esposa para
tratar de destruirle, como hizo David cuando le dio a su hija Mical para que le sirviera de lazo a David
para destruirle, pero no tuvo éxito porque Cleopatra se fue a favor de su marido.

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1819: "Volverá después su rostro a las costas, y tomará muchas; mas un príncipe hará cesar su afrenta,
y aún hará volver sobre él su oprobio. Luego volverá su rostro a las fortalezas de su tierra; mas
tropezará y caerá, y no será hallado." Aquí se describe la guerra de Antioco el Grande contra los
Romanos y contra las islas gentiles, (Gen. 10:5), Grecia e Italia. También tomó a Rodas, Samos, y a
Delos, y se volvió amo de ellas.

Pero un príncipe, un líder romano llamado Scipio, un general, le derrotó y lo hizo regresar
avergonzado. Anibal estaba con él entonces y fue quien le aconsejó que tomara a Italia y la destruyera
como él lo había hecho, pero Antioco no le tomó el consejo.

Los Scipios se unieron en batalla con Antioco y lo derrotaron, aunque Antioco tenía setenta mil
hombres, y los romanos sólo tenían treinta mil.

Los Romanos le obligaron a abandonar todo lo que había capturado en Europa y lo pusieron a pagar
un tributo muy alto, por lo cual entró en el templo de Júpiter, lo cual enojó tanto a sus mismos súbditos
que entraron y le mataron en el mismo templo.

20: "Y se levantará en su lugar uno que se hará pasar un cobrador de tributos por la gloria del reino;
pero en pocos días será quebrantado, aunque no en ira, ni en batalla."

Este fue Seleuco Filopater, el hijo mayor de Antioco el Grande, quien fue un gran opresor del pueblo
cobrándole excesivo dinero. Cuando sus amigos se le quejaron, él dijo que el mejor amigo que tenía era
el dinero.

El también intentó robar en el templo de Jerusalén, pero a los pocos días fue envenenado por
Heliodoro, uno de sus mismos sirvientes. El reinó por doce años y no hizo nada extraordinario.

21-23: "Y le sucederá en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino; pero
vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos. Las fuerzas enemigas serán barridas delante de él como
con inundación de aguas; serán del todo destruidas junto con el príncipe del pacto. Y después del pacto
con él, engañará y subirá, y saldrá vencedor con poca gente."

Esta es la profecía del levantamiento de Antioco Epífanes, el segundo hijo de Antioco el Grande. Este
es el cuerno pequeño, el gran enemigo de los judíos y de su religión. Los problemas que tuvieron los
judíos con los reyes persas no son mencionados aquí porque ellos tenían a los profetas Zacarías y
Hageo para consolarles, pero en los tiempos de Antioco Epífanes la profecía y las visiones habían
terminado. Entonces los judíos tendrían que recurrir a la Palabra escrita.

Antioco Epífanes es el tipo del Anticristo del Nuevo Testamento. Era una persona vil y despreciable. El
se llamaba a sí mismo "Antioco el Ilustre." Los escritores paganos le describen como un hombre rudo,
y soberbio. Muchas veces salía disfrazado del palacio y se mezclaba con la gente más vil del reino.
Unos pensaban que era un simple, otros que era un loco.

El obtuvo la corona de Demetrio, el hijo mayor de su hermano a quien envió como rehén a Roma en
su lugar, y su hermano habiendo sido envenenado por Heliodoro, él se apoderó del reino. La nación de
Siria no le dio la corona porque sabían que le pertenecía a Demetrio, ni se la ganó por la espada, sino

72
pacíficamente pretendiendo que reinaría en lugar de su sobrino, pero con la ayuda de Eumenes y
Atalo, príncipes vecinos.

Entonces derrotó a Heliodoro quien se había levantado contra él con una multitud, asimismo a
Demetrio, el príncipe del pacto; el heredero de la corona, con quien había hecho pacto de regresarle el
reino cuando estuviera libre.

Entonces se dedicó a halagar a los grandes de Siria con lluvias de dinero y favores para ganarse su
afecto. Cuando hubo obtenido la fuerza y el apoyo de ellos, les reveló su verdadero carácter. El que
había entrado como una zorra, se tornó en un león.

2426: "Estando la provincia en paz y en abundancia, entrará y hará lo que no hicieron sus padres ni los
padres de sus padres; botín despojos y riquezas repartirá a sus soldados, y contra las fortalezas formará
designios; y esto por un tiempo.

Y destruirá sus fuerzas y su ardor contra el rey del sur con gran ejército; y el rey del sur se empeñará en
la guerra con grande y muy fuerte ejército; mas no prevalecerá, porque le harán traición. Aun los que
coman de sus manjares le quebrantarán; y su ejército será destruido, y caerán muchos muertos."

Antioco Epífanes se levantó contra Tolomeo Filometer, el rey de Egipto, y vino con un gran ejército.
Antioco lo derrotó y hubieron muchos muertos. El rey de Egipto había sido traicionado por sus
mismos consejeros quienes se habían vendido a Antioco Epífanes.

27-28: "El corazón de estos dos reyes será para hacer mal, y en una misma mesa hablarán mentira;
mas no servirá de nada, porque el plazo aún no habrá llegado. Y volverá a su tierra con gran riqueza, y
su corazón será contra el pacto santo; hará su voluntad, y volverá a su tierra."

Después de la guerra, los dos reyes firmaron un tratado de paz, pero ninguno de los dos era sincero y
ambos se mintieron uno al otro prometiendo dentro de ellos hacerle todo el daño posible al otro. La
paz no podía durar, y en el tiempo establecido por Dios, la guerra volvería a estallar entre ambos.

29-30: "Al tiempo señalado volverá al sur; no será la postrera venida como la primera. Porque vendrán
contra él las naves de Quitín, y él se contristará, y se volverá, y se enojará contra el pacto santo, y hará
según su voluntad; volverá, pues, y se entenderá con los que abandonen el santo pacto."

Antioco hizo otra expedición a Egipto en el octavo año de su reinado, pero no salió tan bien como en
las dos ocasiones anteriores porque las naves de Quitín, o Chipre, la fuerza naval Romana vino contra
él.

Tolomeo Filometer había hecho alianza con los Romanos y pidió su ayuda contra Antioco, para que le
ordenaran deshacer el sitio. Pompilio, uno de los embajadores, con sus siervos trazó un círculo
alrededor de él y le dijo, como alguien que tiene autoridad, que debía dar una respuesta positiva antes
de salir fuera del círculo.

Por temor a represalias del gobierno Romano, fue forzado inmediatamente a dar la orden de levantar el
sitio y retirar el ejército de Egipto. Livy y otros relatan la historia a la que la profecía se refería.

73
31: "Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo
sacrificio, y pondrán la abominación desoladora."

En su viaje a Egipto, en el año sexto de su reinado, Antioco había entrado a Judea y la había saqueado,
pero en su regreso a Siria derrotado dos años más tarde, entró en Judea nuevamente y derramó la furia
de su frustración contra los pobres judíos quienes no le habían provocado, pero que habían provocado
a Dios, quien lo permitió.

Antioco tenía antipatía arraigada contra los judíos por causa del Pacto, el pacto peculiar que los judíos
tenían con Dios. Aunque los judíos se habían incorporado a otras naciones, no habían perdido sus
tradiciones, las que los distinguían de ellas.

El odiaba la ley de Moisés y la adoración del Dios verdadero y estaba molesto por los privilegios del
pueblo judío y las promesas hechas a ellos. Así hoy hay muchos que están molestos por esto y
persiguen a los judíos y los maltratan.

Note que lo que es la esperanza y la gloria del pueblo de Dios es la envidia de sus vecinos, y esto es el
santo pacto. Esaú odiaba a Jacob porque obtuvo la bendición. Los que son extraños al pacto, muchas
veces son sus enemigos.

Antioco fue asistido en contra de los judíos por algunos judíos pérfidos y apóstatas. El se encontró a
los que habían abandonado el santo pacto, algunos que eran falsos en su religión, e introdujeron las
costumbres de los paganos con quienes habían hecho pacto. (1 Mac. 1:11-15).

Leemos en 2 Mac. 4:9 que Jasón, el hermano del sumo sacerdote Onías, estableció una escuela en
Jerusalén para enseñar a los jóvenes judíos las costumbres de los paganos, bajo las órdenes de Antioco
Epífanes.

El verso 23 nos habla de Menelao quien se vendió a Antioco y le abrió el camino a Jerusalén en su
regreso de Egipto. En los libros apócrifos de los Macabeos encontramos muchos de los traidores
judíos quienes como Jasón y Menelao, le hicieron mucho daño a los de su misma nación con sus
traiciones.

Antioco profanó el templo ayudado no sólo por sus tropas, sino también por los desertores judíos. La
historia cuenta que Antioco, guiado por Menelao, entró en el templo, tomó el candelero y el altar del
incienso. Entonces Antioco quitó el sacrifico diario. El Anticristo también va a suprimir la adoración
evangélica. Entonces Antioco puso en el templo la estatua de Júpiter Olimpo, y llamó el templo, el
templo de Júpiter.

32-36: "Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a Dios se esforzará
y actuará. Y los sabios del pueblo instruirán a muchos; y por algunos días caerán a espada y a fuego, en
cautividad y despojo.

Y en su caída serán ayudados de pequeño socorro; y muchos se juntarán a ellos con lisonjas. También
algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo

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determinado; porque aun para esto hay plazo.

Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios, y contra el Dios de
los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se
cumplirá."

Antioco persiguió a los que retuvieron su integridad. Cuando muchos cedieron ante las demandas del
tirano y sometieron sus conciencias a sus imposiciones, otros mantuvieron su terreno, resistieron la
tentación y con su actitud avergonzaron al tirano.

El buen Eleazar, uno de los principales escribas, cuando le pusieron un pedazo de carne de cerdo, del
sacrificio ofrecido a Júpiter, lo escupió a sabiendas que este acto le llevaría a sufrir el martirio.

Judas Macabeo y sus hermanos, y algunos con ellos, derrumbaron los altares paganos que se habían
levantado por todo el país, circuncidaron sus niños que estaban sin circuncidar, recobraron el Libro de
la Ley que estaba en manos de los gentiles y su trabajo prosperó en sus manos.

3739: "Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a Dios alguno
porque sobre todo se engrandecerá. Mas honrará al dios de las fortalezas, dios que sus padres no
conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio. Con un dios
ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y por
precio repartirá la tierra."

En Jeremías 2:11 dice que las naciones no cambian sus dioses. Antioco Epífanes, sin embargo abolió
los dioses de Siria y trajo los de Grecia, Diana y Apolos, dioses de placer, dioses que sus padres no
conocieron. Y aunque sus predecesores habían reconocido al Dios de Israel y habían dado grandes
regalos para el templo en Jerusalén, él le hizo la más grande indignidad.

A Antioco no le importaba el amor de las mujeres que circuncidaban a sus hijos. El los mataba junto
con ellas. El quitó el culto a la diosa de los Sirios y estableció un dios no conocido por los Sirios.
También adoró al dios de las fortalezas, el dios del trueno, a Zeus, o Júpiter, y le adoró con oro, plata y
piedras preciosas.

Antioco prohibía el matrimonio y magnificaba la vida de soltero. Con esto pretendía no tener en cuenta
el amor de las mujeres. Puede que haya sido un homosexual. El honraba al dios de las fortalezas, como
lo hacen hoy algunos que toman a "Mazzuzín", a los santos y a los ángeles a quienes sus seguidores
toman como sus protectores para que presidan sobre sus países.

Las fortalezas impugnables, el templo de Jerusalén él profanó cuando puso en él la estatua de Júpiter, y
colmó de honores a los judíos apóstatas que le adoraban. A estos le dio las tierras de los judíos fieles
quienes abandonaron sus posesiones para unirse a los Macabeos en su lucha por la libertad.

40: "Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él
como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e
inundará, y pasará."

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Los Romanos le habían atado las manos a Antioco para que no invadiera a Tolomeo, pero Tolomeo le
declaró la guerra para quitarle ciertos territorios y Antioco vino contra él como un torbellino.

41-43: "Entrará en la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán; mas éstas no caerán, Edom y Moab,
y la mayoría de los hijos de Amón.

Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto. Y se apoderará de los tesoros de
oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de Etiopía le seguirán."

Con increíble furia Antioco respondió con grandes ejércitos que asolaban las naciones que encontraban
a su paso. Entonces llegó a la tierra gloriosa de Israel. Esta fue la cuarta expedición de Antioco a
Egipto en el año onceavo de su reinado. Al paso de sus ejércitos muchas naciones y provincias iban
siendo destruidas. Edom, Moab y algunos Amonitas, se unieron con él en contra de Israel.

Egipto no escapó esta vez de sus manos, aunque no con guerra, sino con saqueos. Polybius relata que
Antioco, habiendo obtenido grandes riquezas del joven Filometer, y rompiendo su pacto con él,
Libia y Etiopía, naciones fronterizas de Egipto, se unieron con él y se sometieron a Antioco sin
resistencia.

44-45: "Pero noticias del oriente y del norte le atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar
a muchos. Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo: mas llegará
su fin, y no tendrá quien le ayude."

Cuando Antioco estaba en la cúspide de sus triunfos, le vinieron noticias del oriente y del norte. El rey
de Partia estaba invadiendo su reino. Entonces se tuvo que envolver en la guerra con los Partos y los
Persas que se le estaban rebelando.

Cuando esto sucedió, Antioco se puso furioso y decidió exterminar a los judíos de una vez porque oyó
del éxito de Judas Macabeo en destruir las imágenes de Júpiter Olimpo del país, le dio órdenes a Lisias
de destruir a Jerusalén.

Entonces Antioco levantó sus tiendas entre el Mar Grande y el Mar Muerto. El puso su pabellón en
Emaús, cerca de Jerusalén y le dio órdenes a sus generales de hacerle la guerra a los judíos con el
máximo rigor.

El puso sus tiendas allí como tomando posesión del Monte glorioso. Entonces le vino la destrucción de
parte de Jehová. Nadie pudo ayudarlo. El fue cortado a la mitad de su vida con una miserable
enfermedad.

Nada se nos dice de los reyes que vinieron después de Antioco, porque éste fue el peor enemigo de los
judíos. El fue un tipo del Anticristo final, a quien el Señor consumirá con el resplandor de su venida.

76
DANIEL
Capítulo # 12

EL TIEMPO DEL FIN

1: "En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y
será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo
será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro de la vida."

Es común que cuando los profetas profetizan de los problemas de la iglesia, le equipen con el remedio
y los antídotos para toda calamidad. Jesús aparecerá como su patrón y protector. En el tiempo cuando
la persecución del pueblo de Daniel, los judíos, esté en su máximo, Cristo aparecerá.

Miguel era el ángel que estaba protegiendo a los judíos. En todos los tiempos y los conflictos de los
Judíos, Miguel luchaba con las huestes de tinieblas por ellos. En los tiempos de la Gran Tribulación,
cuando los judíos estén en lo más fuerte de su sufrimiento, Cristo aparecerá, y los judíos serán
libertados.

Cuando Cristo regrese, todos los judíos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, los que se
hayan convertido a Cristo durante la gran tribulación, serán libertados. Sus nombres habían sido
escritos antes de la fundación del mundo, y se encontrarán escritos al fin del mundo.

2: "Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y
otros para vergüenza y confusión perpetua." Entre la resurrección del rebusco, los santos de la
tribulación y la segunda resurrección, pasarás mil años.

Habrá una resurrección para los que duermen en el polvo. Cuando Dios libertó a los judíos de
Babilonia, la nación de Israel resucitó. Cuando Israel fue hecho una nación en el 1948, Israel resucitó
como nación después de estar dormido en el polvo de las naciones por casi dos mil años.

En Deut. 30:13 dice: "Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y
la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te
hubiere arrojado Jehová tu Dios, y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres su voz conforme a
todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, entonces Jehová
hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, volverá a recogerte de entre todos los pueblos
adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios."

En el año 1,967 cuando los judíos recapturaron la ciudad de Jerusalén, Se cumplió la profecía dada por
Jesús en Lucas 21:24: "Y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles
se cumplan."

Romanos 11:25-27 dice: "Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis
arrogantes en cuanto a vosotros mismos; que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que
haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito:

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Vendrá de Sión el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos,
Cuando yo quite sus pecados." Es por eso que las congregaciones mesiánicas han florecido en todo el
mundo. Millones de judíos se están convirtiendo a Cristo, y muy pocos gentiles están recibiendo a
Cristo.

Si la puerta de los gentiles se cerró en el 1967, esto significa que los que se han convertido desde ese
tiempo tienen sus raíces Israelitas.

El tiempo de los gentiles terminó en el 1967 cuando Jerusalén dejó de ser hollada por los gentiles. Los
que han ido entrando al Evangelio son los Israelitas.

¿Qué nos dice esto? Que Cristo ya está a la puerta. El rapto está por ocurrir, junto con la resurrección
de los que durmieron en Cristo. Al fin del Milenio resucitarán los perdidos a vergüenza y confusión
perpetua.

3: "Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la
multitud, como las estrellas a perpetua eternidad."

Los entendidos en la Palabra, brillarán como el resplandor del firmamento porque la Palabra es una luz
que va transfigurando la persona, iluminando y renovando su mente. Eclesiastés 8:1 dice: "La sabiduría
del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará."

Los que enseñan la Palabra a la multitud, los maestros, brillarán como estrellas por la eternidad. Sant.
5:20 dice que los que enseñan la Palabra hacen volver al pecador del error de su camino, salvan su alma
de la muerte, y cubren multitud de pecados.

Los ministros de Cristo que enseñan la Palabra, quienes han obtenido misericordia de él para
mantenerse fieles, son como luces ardientes y brillantes en este mundo, y brillarán como estrellas en el
otro mundo.

4: "Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí
para allá, y la ciencia se aumentará." El ángel le dijo a Daniel que sellara libro como un tesoro porque
los judíos no lo iban a entender, sino que sería abierto en los tiempos del fin.

¿En qué se conocen los tiempos del fin? La ciencia se aumentará. ¿No ha notado usted el desarrollo de
la ciencia en un siglo? La electricidad y los automóviles fueron inventados a fines del siglo pasado.
Desde entonces la ciencia ha seguido avanzando a pasos agigantados.

Los aeropuertos están siempre llenos de gente corriendo aquí para allá. Nadie parece estar feliz en un
país. Los que están en su tierra emigran a otro país, los que han emigrado regresan a su país.

Los que viven en un estado, se van a otro, y los del otro se van a otro, y nadie está contento con lo que
tiene. Hay una inquietud y falta de paz que hace que la gente esté siempre en movimiento.

5: "Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban de pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro
lado del río." Daniel vio dos ángeles que no había visto hasta entonces. El había estaba hablando con

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Cristo quien estaba vestido con su vestido de Sumo Sacerdote a orillas del río Tigris. Entonces vio los
ángeles ministradores de Cristo a ambas orillas del río.

6-7: "Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será en fin de
estas maravillas? Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra
y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos que será por tiempo, tiempos y la mitad de un
tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán
cumplidas."

Daniel fue informado de las sorprendentes revoluciones de los estados y los reinos, y vio los tiempos de
problemas y tribulaciones del pueblo Israelita y de la iglesia.

Cuando el Señor apareció a Abraham, dos ángeles le acompañaban. Aquí vemos a los ángeles
deseando conocer los misterios de Dios. Ellos dirigieron sus preguntas a Cristo, el Sumo Sacerdote. El
Señor le dijo que la tribulación duraría la mitad de una semana profética, o tres años y medio. En
Apocalipsis dice que durará cuarenta y dos meses, o mil doscientos sesenta días.

El que estaba parado en el río hizo un juramento con sus dos manos levantadas. El soportaría que el
Anticristo hiciera daño a su pueblo por tres años y medio, pero nada más. Note que el socorro de Dios
vino a Isaac cuando ya iba a ser sacrificado. Así el socorro nos llega cuando ya hemos llegado al
extremo.

El escritor Josefo dice en el libro "Las Guerras de los Judíos", que Antioco Epífanes sorprendió a
Jerusalén por la fuerza y la mantuvo cautiva por tres años y medio, y entonces fue rescatada por los
Macabeos.

El ministerio de Cristo duró tres años y medio, durante los cuales sufrió gran contradicción de
pecadores, y cuando se creía que su poder se había perdido con su muerte, resucitó con gloria y
triunfo.

810: "Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será en fin de estas cosas? El respondió: Anda
Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta los tiempos del fin. Muchos serán limpios y
emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá,
pero los entendidos comprenderán."

Daniel dirigió su pregunta a Cristo directamente. El le preguntó: ¿Cuál es el fin, o el propósito de estas
cosas. Cuando nosotros notamos las cosas que suceden en el mundo nos preguntamos: ¿En qué parará
todo esto? Todo indica que acabará en ruina para la humanidad.

Cuando observamos la impiedad, la hipocresía, la decadencia en la religión, el sufrimiento de los justos


y el triunfo de los malvados podemos preguntar: Señor, ¿cuándo será el fin de esto? Entonces sentimos
que el Espíritu Santo nos asegura que todo terminará bien. Que todo principado y poder que gobiernan
este mundo, serán destruidos por fin, y el bien y la santidad reinarán por la eternidad.

Daniel debe conformarse con los descubrimientos hechos hasta entonces y no procurar saber más de lo
que se le ha revelado. El recibe la orden de continuar su trabajo en la casa del rey.

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Lo que ha visto debe registrarlo en un libro y sellarlo para la posteridad, la gente del tiempo del fin. El
estaba escribiendo a un pueblo que había sido llevado cautivo siglos antes a Asiria y que se había
perdido entre las naciones, pero que el ojo de Dios no había perdido de vista.

El le dice que los creyentes en el Sacrificio de Cristo serán limpios y emblanquecidos, y que aun
estando tan abierto el Evangelio, los impíos continuarán rechazando el regalo de Dios. Que ellos no
entenderán hasta que venga sobre ellos destrucción, pero que los entendidos comprenderán el misterio
sellado en este libro.

Esto es lo mismo que dice en Apocalipsis 22:11: "El que es injusto sea injusto todavía; y el que es
inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía, y el que es santo,
santifíquese todavía."

11-12: "Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora,
habrá mil doscientos noventa días, Bienaventurado el que espere, y llegue a los mil trescientos treinta y
cinco días."

Aquí algo es añadido concerniente a los problemas. Los judíos debían comenzar a contar desde que se
les prohibiría hacer el sacrificio hasta que Antioco pusiera la estatua de Júpiter en el templo.

Así el Anticristo también hará pacto con los judíos y a mitad de la semana pondré la abominación
desoladora, sea él mismo que se siente como dios y demande adoración, o que ordene que todos
adoren su imagen.

Según los historiadores, los problemas de los judíos comenzaron en el año 145 de los Seleucidas, y
terminaron en el 148 cuando quitaron la estatua. Los mil trescientos treinta y cinco días parecen señalar
la muerte de Antioco, que ocurrió en el año 149 del reino de los griegos, (1 Mac. 6:16)

13: "Y tú irás hasta el fin, y reposarás y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días." Fue un
gran consuelo para Daniel la maravillosa revelación de su resurrección al fin de los días.

Es un gran consuelo para el creyente saber que es un ser eterno, que vivirá por la eternidad. Esto le
hace mirar con desdén las cosas que se ven, que son perecederas, y mantener su mirada fija en las que
no se ven, porque estas son eternas.

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