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Espacio Abierto

ISSN: 1315-0006
eabierto@cantv.net
Universidad del Zulia
Venezuela

Salomone, Mariano
Leer el conflicto social. América Latina en tiempos de crisis civilizatoria
Espacio Abierto, vol. 25, núm. 1, enero-marzo, 2016, pp. 5-22
Universidad del Zulia
Maracaibo, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12246589001

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Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de Sociología
Vol.25 No.1 (enero - marzo, 2016): 5-22

Leer el conicto social. América Latina en


tiempos de crisis civilizatoria

Mariano Salomone

Resumen
n el l imo decenio Nuestra América a ido o e o de una
nue a o en i a del ca i al glo al, a o la cual e u o en marc a
una in en a recolonizaci n del erri orio lo bienes comunes
de la na uraleza. No o an e, dic a o en i a e rac i i a e
iendo uer emen e con ron ada or un nue o ciclo de luc a
ociale a ier o en la regi n. e e udio e regun a acerca de lo
de a ío conce uale ue dic a condicione i rica im onen
a la lectura del conicto social. La reexión apunta a señalar que
la de en a de la na uraleza como ien com n ad uiere un lugar
central en la dinámica conictiva, puesto que deviene punto
cla e en la de erminaci n de un an agoni mo ocial ue iende a
congurarse como crisis civilizatoria.
Palabras clave: cumulaci n or de o e i n m rica
Latina; conicto social; crisis civilizatoria;
en amien o crí ico eoría ocial.

1 l re en e ra a o e roduc o de una in e igaci n de arrollada en el marco del o doc orado en


i oria de la Universidad Andina Simón Bolívar (Quito, Ecuador), realizado entre abril de 2013 y julio de 2014.

Recibido: 17-07-2015 / Aceptado: 20-12-2015


Universidad de Congreso. Mendoza, Argentina.
E-mail: marianojsalomone@gmail.com, msalomone@mendoza-coni
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Interpreting social conict. Latin America in


ime o ci iliza ional cri i

Abstract
During the last decade, Latin America has been subject to a new
assault of global capital, through which a powerful recolonization
o erri or and na ural commons was introduced. Nevertheless,
this extractive attack is being strongly challenged by a new
c cle o ocial ruggle in e region. i ud loo in o e
conce ual c allenge a e e i orical condi ion im o e on
the interpretation of social conict. The reection points to be
no ed a e na ural common de en e a e cen er age in e
conict dynamic, as becomes key point in determining a social
antagonism which tends to be congured as a civilizational crisis.
Keywords: ccumula ion di o e ion ci iliza ional cri i
critical thinking; Latin America; social conict;
ocial eor .

Introducción

l un o de ar ida de e e ra a o con idera ue, a comienzo del iglo , la


de en a de la na uraleza como ien com n a ad uirido un lugar cen ral en la din mica
de la conictividad regional, puesto que deviene punto clave en la determinación de los
antagonismos sociales en América Latina. En las últimas décadas la mundialización del
ca i ali mo rodu o una ro unda ree ruc uraci n de la relacione en re economía
política, recongurando el continuo proceso que Harvey ha denominado “acumulación
por desposesión para señalar la violencia inherente a ese modo de organización de la
producción y reproducción de la vida social. Estamos frente a la irrupción de una nueva
época histórica caracterizada por la inaudita capacidad que ha alcanzado el capitalismo
para destruir, a corto plazo, las condiciones que hacen posible toda forma de vida en
el planeta tierra. Los problemas que acarrea esta translimitación ecológica han sido
señalados por un amplio y diverso conjunto de intelectuales como aquello que marca la
especicidad de nuestro tiempo (sólo por citar algunos/as, véase: Hinkelammert, 1998;
Lander 2009; Löwy 2011; Ceceña, 2012; Lang y Mokrani, 2011).
n el l imo decenio Nuestra América el ur del mundo an ido o e o de una nue a
o en i a del ca i al glo al, a o la cual e u o en marc a una in en a recolonizaci n del
erri orio de lo bienes comunes de la na uraleza (como la ierra el agua, el e r leo
los minerales). En efecto, se intensicó la expansión de proyectos tendientes al control,
Leer el conicto social. mérica Latina en tiempos de crisis civiliatoria Mariano Salomone 7

e racci n e or aci n de iene na urale ue e n con ri u endo a con olidar una


economía extractivista. odo lo cual iende al or alecimien o de una di i i n in ernacional
del ra a o a ada en la re rimarizaci n de la e ruc ura econ mica regional ( co a,
200 S am a n onelli, 200 Seoane, addei, lgrana i 201 ). No o an e, e a
endencia egem nica e n iendo uer emen e con ron ada or un nue o ciclo de
luc a ociale a ier o en la regi n, un con un o e erog neo de e eriencia ue acen
de la “ética del bien común” (Hinkelammert, 2008) el fundamento histórico de modos
al erna i o de roducci n re roducci n del ínculo ocial. na e raordinaria gama
de orma de e i encia re i encia, de mo ilizaci n luc a de ue lo , comunidade ,
organizacione ociale , mo imien o rede locale , regionale glo ale ue con ru en
olidaridade a ar ir de la rei indicaci n de la ida el rec azo al con rol ome imien o
de la naturaleza, incluidos los seres humanos (Lander, 2009).
Denido en estos términos, este estudio se pregunta acerca de los desafíos conceptuales
que dichas condiciones históricas imponen a la lectura del conicto social en la región
la inoamericana. decir, u ca in errogar un orizon e de lec ura de de el cual en ar
la conictividad contemporánea, perspectiva que pone el acento en los cambios operados
en el ca i ali mo con em or neo, rinci almen e en re economía, olí ica cul ura,
la manera en la ue e a ran ormacione roducen de erminacione i rica
especícas en las dinámicas conictivas. Por lo tanto, la problematización supone una
uer e ar iculaci n en re, or una ar e, la in errogaci n o re la er ec i a e rica or la
otra, un trabajo de periodización de la dinámica del conicto. Ambas inextricablemente unidas.
e de el un o de i a me odol gico, lan eo la nece idad de orizon e de lec ura ue
recu eren el un o de i a de la o alidad, ue ean ca ace de u erar la dico omía en re
a ado re en e la e aracione en re lo olí ico lo econ mico, en re lo ocial lo
am ien al. decir, ca ace de erci ir la historicidad del conicto social: como veremos,
el de a e acerca de la ca egoría de acumulaci n originaria encuen ra a uí u rele ancia
teórica. A contrapelo de la tradición positivista que describe el mundo para conrmarlo en
u e ruc ura, ar o de la idea de ue el mundo dado a ido i ricamen e roducido
uede er ran ormado am i n en or la ra i i rica. e a í el e uerzo or un i o
de teoría que permita romper las evidencias que se presentan como la realidad “tal cual es”,
una an reci a como inconmo i le. Sin em argo, el re en e ad uiere eme an e leni ud
lo cuando e de i orizado, cuando e oma u iden idad en relaci n con igo mi mo
y no con sus Otros: lo que fue en el pasado, lo que puede ser en el futuro. Asimismo se
presenta una suerte de historización de la conictividad social en el último cuarto de siglo
en América Latina, que plantea la posibilidad de reconocer en el ciclo de protestas contra
el neoli erali mo cua ro e a a . n e e un o, e omado la ro ue a de eriodizaci n
regional ela orada a ra de u ra a o or el Grupo de Estudio sobre América Latina
y el Caribe (GEAL) (S, T  A, 2010  2013).

1. Economía, política y cultura en el capitalismo tardío


Los problemas conceptuales que enfrenta la teoría crítica para leer el conicto social
reeren, en un sentido, siempre a una misma cuestión, la dicultad para historizar
los “hechos sociales”. Pensar el conicto social, la conguración de los sujetos y sus
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orma de organizaci n, u one iem re un gran e uerzo de historización. n once ,


para entender la dinámica de la conictividad es preciso un trabajo de recuperación de
la historicidad de los antagonismos sociales: la capacidad para reconocer su condición
i rica, erci i ndolo como roduc o de de erminado a ado iem re a ier o a
un mo imien o a u uro. n e ec o, com render la di u a ocial ue e con i u e o en
día en torno a los bienes comunes de la naturaleza, el proceso de “ambientalización” de la
luc a ocio- olí ica en la regi n, u one dilucidar u in cri ci n en una rama i rica
ue la incula al uego en re di eren e em oralidade . n iem o i rico den o cu o
signicado, tal como pensaba Walter Benjamin, se encuentra precisamente en el trabajo
de sobredeterminación ue e erce una em oralidad o re la o ra, en la unidad mon dica
que conguran. Así, por ejemplo, podemos observar que ese proceso se encuentra
ine rica lemen e ligado al con un o de ran ormacione ue u o lugar en el ca i ali mo
tardío desde la década del setenta, bajo su expansión a escala planetaria (“globalización”).
un ue, arad icamen e, e a ran ormacione ol ieran a colocar, como e eriencia
i rica a un o en di u a, lo rinci ale elemen o ue carac erizaron al an iguo
colonialismo que impuso, en toda la región, la Conquista española, hace más de cinco
siglos: el hambre, el trabajo esclavo, la profunda reorganización del territorio en función
del saqueo y el despojo en todas sus formas, en n, la violencia de iadada o re ere
umano na uraleza2. n re e o do iem o i rico , odríamo decir de larga cor a
duración, encontramos también que la conictividad abierta en torno a la defensa de la
na uraleza reedi a, a u ez o , lo dilema de a e ue u ieron lugar a mediado del iglo
XX en relación a las políticas de “desarrollo”.
l regun ar or la e eriencia la inoamericana con em or nea la din mica del
conicto que jalonan su geografía, debemos partir de una serie de consideraciones teóricas
ue er enecen a un lugar com n den ro del am lio cam o de la ciencia ociale . uc o
de lo an li i re erido a la e eriencia olí ica de lo ec ore u al erno an in i ido
en el ec o de ue, de de la d cada del e en a, la endencia a la mundializaci n del
ca i ali mo como ro ec o i rico- ocial realmen e glo al, a ro ocado una ro unda
reestructuración de las relaciones entre economía y política. Las últimas décadas han
signicado un salto histórico, un cambio de época en el que, por medio de las nuevas
ecnología la re i n i mica e ercida o re el mundo del ra a o or la crecien e
nanciarización del capital, las relaciones sociales propias del capitalismo han logrado
am liar la a e ma erial de u re roducci n ome er la o alidad de la relacione
ociale la ac i idade de la ida ocial a lo im era i o de la le del alor ( u unci n
real ormal del ra a o or el ca i al). ora ien, e a e en i n de la e lo aci n a
oda la dimen ione de la ida ocial, a con ormado am i n la a e ma erial ara una
am liaci n de lo u e o i rico con ocado a ran ormar la realidad ocial, de a í la
2 Héctor Alimonda describe la Conquista española como una profunda reterritorialización del espacio
con inen al en una e cala a a en once de conocida or la umanidad. n gigan e co reordenamien o
de los territorios en función del establecimiento de lo que ha sido denominado “economía de rapiña”.
La conquista de América por los europeos fue probablemente la experiencia más violenta y radical de
la i oria. Su u o una ruptura, el punto de inexión que da origen a la particular heterogeneidad y
ambigüedad de las sociedades americanas y de sus imaginarios sociales, pero también a la ora, la
fauna y los paisajes (Alimonda, 2006: 241).
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emergencia de una multiplicidad de conictos a partir de los cuales diferentes colectivos se


constituyen como sujetos políticos que han sido llamados “nuevos movimientos sociales”
( ou ar , 2006).
En este punto es crucial retomar el análisis que hace Ellen Meiksins Wood (2000)
sobre el capitalismo como proceso de “privatización de lo público”. Esa idea central de la
autora resulta valiosa para comprender la lógica sistémica que sostiene la conguración
de los antagonismos sociales en nuestras sociedades. La autora, recordemos, propone
comprender la especicidad del capitalismo como el proceso histórico por el cual una
can idad cada ez ma or de a un o de in er lico e ome en a la deci i n ri ada,
son transferidos a una esfera separada e independiente de la “política”, llamada “economía”.
a separación e en la a e de la relaci n ocial ca i ali a, de la acumulaci n de ca i al
(de o e i n) , am i n, de la luc a de cla e . Cuando el ca i al ale de la rica e
e ande o re odo el erri orio de la ida ocial, o re la o alidad de u relacione
actividades, esa separación continúa sus pasos: ahora ese proceso reere a la separación
de lo di er o u e o re ec o de la condicione ma eriale ara realizar cada una de la
ac i idade ue re uiere la roducci n re roducci n de u ida ocial, e decir, a ora
incluye la capacidad de planicación, gestión y producción de la mayoría de los asuntos
rele an e ue acen al modo en ue de ean i ir.

1.1. Los tiempos del capitalismo: la ciclicidad de la


acumulación originaria

ecien emen e an ad uirido rele ancia ie o de a e , como el ue iene lugar


alrededor de la noci n de acumulación originaria den ro del am lio cam o de la radici n
mar i a. Despojo (Roux, 2008), acumulación por desposesión ( ar e , 200 ) o nuevos
cercamientos ( idnig Collec i e No e , 2012) re ul an di eren e orma de aludir a una
mi ma cue i n, el ec o de ue el roce o i rico ue de cri iera ar como ran ici n
al ca i ali mo, marcado or la e ci i n en re roduc ore medio de roducci n ue
avanzaba impuesta a “sangre y fuego”, no designaba solo una época remota de la cual
emergieron la relacione ociale ca i ali a re ri a rimigenia-, ino el ac o
histórico que, a cada momento, constituye dicho orden en su totalidad (Bonefeld, 2012).
Seg n ina ou , allí encon ramo la cla e e rica de lo e udio de ar o re la
ociedad ca i ali a, a a er, ue en la g ne i de e a orma de ida ocial allamo un
roce o i rico o enido en la violencia, no olamen e como re u ue o gen ico del
ca i al (momen o originario), ino como u con an e i rica. o o, raude, e oliaci n,
rapiña, castigo y disciplinamiento deslan en el célebre capítulo XXIV de El capital en el
ue ar de cri i el largo cruel ar o de la ociedad moderna an uel o a i i ilizar e
en el l imo cuar o de iglo.
La intelectual mexicana advierte que la consideración del despojo y la violencia como
momen o con i u i o del ca i al - no lo como acon ecimien o i rico a ado-, no
ue en ar el re ul ado de una recon rucci n i rica, ino m ien una deducci n
l gica del an li i e rico de la din mica de ca i al. Si a lo m odo de legado en u
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génesis histórica Marx los llamó “acumulación originaria”, no fue por ubicarlos en el
a ado, ino ara di inguirlo de a uello ue eran re ul ado de u acci n como ca i al.
n al en ido, la di erencia en re acumulaci n originaria acumulaci n am liada no recae
en su ubicación en el tiempo, sino en determinaciones formales: se trata de la diferencia
en re el de o o como presupuesto del ca i al el de o o como resultado de u e i encia
(Roux, 2008). En la misma línea argumentativa, De Angelis destaca que en tal sentido
la cla e en el a orda e de ar e el conce o de separación en re roduc ore medio
de roducci n, e o e , la e ro iaci n orzada de la ca acidad de lo ere umano
como u e o de u ra i . í, la di erencia en re acumulaci n originaria acumulaci n
ro iamen e dic a no e de car c er u an i o ino ue remi e a la condicione orma
median e la cuale e a e araci n e realizada ( e ngeli , 2012). na ez e a lecida,
a ra de la acumulaci n originaria, ermanece como re u ue o acci n con i u i a
de la relacione ociale den ro del ca i ali mo, u umida a o la nue a legalidad de
la aloraci n ca i ali a. Seg n e a i e i , una ez con umada la e ci i n originaria
en re roduc ore medio de roducci n, a uella e er e a re roduce a e cala
ampliada mediante “la silenciosa compulsión de las leyes económicas”. La acumulación
ro iamen e dic a de ende de la coerci n orda de la relacione econ mica a
e a lecida . or el cur o u ual de la co a (na uralizaci n) e garan iza la de endencia
e lo aci n. n an o lo u e o u al erno ace an lo re uerimien o del ca i al como
una le na ural, la acumulaci n no nece i a de nue a acumulacione originaria . ero
la luc a de lo la u al erno a re re en a una ru ura de e a ace aci n. n e ec o,
el ca i al e e o ligado a de legar roce o de acumulaci n originaria ex novo, ue
u can ro undizar el roce o de ri a izaci n mercan ilizaci n de lo com n. Se ra a
cada ez de una nue a e calada de iolencia or ar e del ca i al, oda ez ue el ra a o
e erige como un o culo ara u re roducci n genera rigidece en la din mica de la
roducci n acumulaci n. n ín e i , iguiendo a e ngeli , la acumulaci n originaria
e la roducci n ex novo de la e araci n en re lo u e o u medio de ida.
n uma, e reci o delinear el orizon e de in errogaci n en orno de la e ci i n
en re economía, olí ica cul ura como cam o de ro lema de la ciencia ociale .
lo a ar ir de una com ren i n de la separación, ue e uede realizar una crí ica del
ca i al como relaci n ocial ue rom e con la e lo aci n en an o orma con i uida
e ica, ue marca la din mica del an agoni mo como roce o de acumulaci n or
de o e i n, or de o o. na ez ue la e araci n e da or en ada, e uede en ender
el cam o de lo i rico- ocial como una e i encia con i uida, e decir ue e da or
en ado lo ue en erdad nece i a er e licado. l re orno de la ca egoría de acumulaci n
originaria, como e araci n con inua de lo ere umano re ec o de u condicione de
existencia, permite reconocer la dinámica conictiva y siempre inconclusa que constituye
el an agoni mo ocial den ro el ca i ali mo. l en amien o crí ico no uede reducir la
realidad a la iden idad de lo ue e ec i amen e e , a la orma ociale con i uida , m
ien de e oder ad er ir en la realidad re en e un cam o de o i ilidade a ier o en re
el a ado el u uro, en re la memoria i rica la u o ía del re en e.
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1.2. El neoliberalismo como estrategia de despojo


Este debate es imprescindible para una lectura de la conictividad social en América
Latina. En el último cuarto de siglo hemos asistido a un nuevo proceso de acumulación
originaria como intento de resolución de la crisis capitalista abierta en los años 70. La
estrategia de la “globalización” aparece, bajo esta perspectiva, como nueva expansión del
ca i al a e cala lane aria.
Vivimos años en que la expansión del capital atraviesa nuevamente uno de sus
grande ciclo , a o la orma de una re ruc uraci n glo al de la relacione
en re la cla e , en re la nacione en re lo ca i ale , a iniciado una
nue a e a a en la ida la muer e del ca i al en el mundo en cada una de
u regione . Como a ucedido en oda u i oria, e a reno ada e an i n
e ir e de la iolencia e a al, encargada de o ener la nue a dila aci n del
reino de la mercancía: abrir territorios, imponer nuevas reglas laborales,
privatizar bienes públicos, conscar derechos, detener éxodos migratorios y
ue rar re i encia . Como a ucedido am i n de de u ge aci n en el iglo
XVI la guerra, la conquista territorial, la destrucción de mundos de la vida y
el de o o on momen o con i u i o de e a nue a e an i n del ca i al
en el mundo. c ualizada o enciada or la inno acione ecnol gica ,
esta universalización del capital aparece hoy como un cambio de época: una
reconguración histórica del modo de dominación y sus formas políticas, del
e acio glo al la geogra ía, de lo en ramado cul urale la u e i idade
(Roux, 2008: s/n).
C mo in er re ar la im o ici n del neoli erali mo ino como el roce o i rico
or el cual e a ri a izaci n aula ina del mundo, ue u one la relacione ociale
capitalistas, se intensica y adquiere niveles hasta el momento desconocidos. Las políticas
neoli erale dieron inicio a un dr ico roce o de reorganizaci n neocolonial del
mundo, ue e a ri a o con la mi ma iolencia ue en el a ado, a ra de r c ica
canibalísticas, fraudulenta y depredadoras: arremetió contra las condiciones de trabajo,
in adiendo nue o erri orio , mercan ilizando la na uraleza, de ru endo relacione
ociale ree i en e , e c.
era ani uilando un mundo de ida ree i en e, in i u endo,
simultáneamente, un “mundo nuevo”. La ecacia histórica de la dominación
colonial re o a u amen e en la ca acidad er orma i a ue la iolencia
e ro ia oria iene e erce recí rocamen e o re lo cuer o lo erri orio .
Violencia performativa con la capacidad de diseñar territorios por y mediante
la “inversión”: inversión del capital que opera la sustitución radical del mundo-
de- ida ara crear un en orno com le amen e ec o a u imagen eme anza,
un mundo de, por y para el capital. La “inversión” produce territorios “nuevos”,
congurados funcionalmente para ajustarse a los requerimientos del capital, es
decir, para ser territorios ecientes, productivos, rentables, competitivos. En
suma, territorios de acumulación (Machado Aráoz, 2012: 58).
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e nuevo imperialismo, í ulo ue da ar e al ar ículo en el ue ro one la noci n


de acumulaci n or de o e i n, iene al igual ue en el a ado, al erri orio de m rica
Latina como uno de los lugares privilegiado del despojo. Gran parte de la literatura
e ecializada a en a izado el ínculo en re la e an i n del ca i al el recrudecimien o
del colonialismo, señalando que la globalización neoliberal, en toda su extensión
econ mica, olí ica mili ar, a umi la carac erí ica de una au n ica recolonización de
Nuestra América (Seoane, Taddei y Algranati, 2013; Lang, López y Santillana, 2013). En la
e eriencia i rica del cono ur, e e roce o de e acializaci n de la luc a de cla e , a
marcado diferentes etapas. La imposición de dictaduras militares (la desaparición forzada
de er ona , la de e a ilizaci n de go ierno democr ico ) lo a u e e ruc urale
(los cuales incluyeron una profunda transformación reaccionaria del Estado, el diseño de
reformas tributarias regresivas, leyes de exibilización laboral y reforma de los marcos
urídico ue ro egieron i ricamen e a lo la ra a adore a ) la olí ica de
ri a izaci n (li eralizaci n de regulaci n de lo mercado , mercan ilizaci n de er icio
lico -educaci n, alud, i ienda-, rdida de o eranía).
uran e la l ima d cada, la neoli eralizaci n econ mica uede reconocer e a lo
largo de la región en la tendencia a congurar –como salida a la crisis de hegemonía de
rinci io de iglo-, orma de de arrollo ue in alaron un nue o ciclo de crecimien o
económico basado en el viejo modelo extractivo/exportador. La expropiación colonial que
u one el nue o e rac i i mo a arece ormulada en la demanda de una di er idad de
colectivos sociales, según Horacio Machado Araoz, bajo la gura del saqueo:
En las voces de esas subjetividades en resistencia, la expresión “saqueo” alude
y sintetiza la lógica práctica de esta nueva arremetida colonial. La lógica del
saqueo dene y resume, a nuestro entender, la esencia del colonialismo: está en
u raíce i rica . l coloniali mo del re en e e igualmen e a ueo, lo ue
a o nue o modo de roducci n. na ermen u ica de e e gri o decolonial
a ueo uede a udarno en la com ren i n de la na uraleza alcance de lo
dispositivos expropiatorios del presente (Machado Aráoz, 2012: 56).
Las relaciones entre política y territorio tienen una larga historia como objeto de
reexión teórica dentro del pensamiento crítico. Incluso, de manera particular, existe
una vasta teorización sobre los procesos especícos de territorialización que ha puesto en
movimiento el capitalismo a lo largo de su historia (el concepto de imperialismo –Lenin,
Rosa Luxemburgo-, la teoría de la dependencia –Cardoso y Faletto y el sistema-mundo
–Imanuel Wallerstein- dan cuenta de ello). El núcleo de estas teorías conserva hoy su
potencial crítico: la acumulación de capital intenta “resolver” sus crisis de sobreproducción
(la a orci n de ca i al ra a o e ceden e ) median e una erie de a u e e acio-
em orale . l ge gra o a id ar e a in e igado la relacione en re e acio oder
en el capitalismo contemporáneo, especialmente en relación al desarrollo geográco
de igual ue roduce la acumulaci n de ca i al. l au or ad ier e ue la roducci n del
e acio e un a ec o cen ral de la economía ca i ali a , en e e en ido, a analizado
la orma como el oder e a ido erri orializando c mo e an ran ormado la
3 El aplazamiento temporal y la expansión geográca.
Leer el conicto social. mérica Latina en tiempos de crisis civiliatoria Mariano Salomone 13

estructuras territoriales a lo largo de los últimos cuarenta años. De allí que la categoría
de acumulación originaria retorne como clave de lectura para señalar la continuidad de
lo roce o de de o e i n en cur o. e la mi ma manera, ermi e reconocer el lugar
constitutivo que tiene nuevamente el territorio de América Latina para la reconguración
neoliberal del capitalismo: lugar de conquista y saqueo de los bienes comunes naturales
por parte del capital nanciero. De la mano de una nueva revolución cientíco-técnica
el capital ha logrado expandirse “a gran escala” en busca de recónditos territorios que
dominar, zonas geográcas hasta entonces impensadas como lugares de explotaciones
roduc i a ome ida a la alorizaci n ca i ali a.

2. Neoliberalismo y ciclos de resistencia social

Los procesos descritos procuran reconocer las condiciones histórico-sociales que han
determinado la dinámica del conicto social en la región latinoamericana . al como
pensaba Edward P. Thompson respecto de la formación de la clase obrera, en tanto
roce o i rico, la e erogeneidad de mo imien o ociale , organizacione o ulare ,
rede colec i o ue e an mo ilizado en la l ima d cada re i ieron la endencia a
la mercantilización de sus vidas, no nacieron por “generación espontánea” del despojo que
rocura im oner el nue o im eriali mo. ien, u e a a la inicia i a de lo ec ore
dominan e en una ociedad, la cla e u al erna e a en en un erreno marcado or
condicione de iguale a o la cuale , in em argo, e organizan e in en an ran ormar
u condicione de e i encia.
n e ec o, ca e de acar ue el e acio ue in en a reorganizar uncionalmen e el
capital, al decir de Walter Benjamin, no es un terreno “vacío y homogéneo”, sino lleno
de i oricidad (jetztzeit o tiempo-ahora): un terreno denso marcado por formas de vida,
alore morale , e eriencia de luc a organizaci n, radicione olí ica , memoria
er onale colec i a , co mo i ione cul urale ida religio a. e a í ue el roce o
de acumulaci n or de o e i n ro iece en u camino con la a ereza de la i oria
encuen re una mul i licidad de u e o decidido a organizar e en de en a de u
condicione de ida, ue o ue el a ance o re la na uraleza a ec a la o i ilidad de

e a o o en la noci n de determinación tal como la entiende Raymond Williams: la determinación como


“jación de límites y presiones”. Para el pensamiento determinista, la cuestión clave radicaría en el sentido
de exterioridad que suponen las condiciones “objetivas”, en las cuales algún poder (Dios, la Naturaleza o
la i oria) con rola o decide el re ul ado de una acci n o de un roce o m all o re cindiendo de- la
voluntad o el deseo de sus agentes. Frente a ese determinismo de una objetividad abstracta, Williams,
opone otra concepción de determinación: “[…] las condiciones ‘objetivas’ son, y solo pueden ser, resultado
de la accione del om re en el mundo ma erial, la erdadera di inci n lo uede dar e en re o e i idad
i rica la condicione en ue, en cual uier un o ar icular del iem o, lo om re e encuen ran con
que han nacido; y por lo tanto, las condiciones ‘accesibles’ que ‘establecen’- y la objetividad abstracta, en la
cual el proceso ‘determinante’ es ‘independiente de su voluntad’; no en el sentido histórico de que lo han
eredado, ino en el en ido a olu o de ue no ueden con rolarlo lo ueden rocurar com renderlo
y, en consecuencia, guiar sus acciones en armonía con él […] La determinación de este tipo –un proceso
de lími e re ione com le o e in errelacionado- e alla en el ro io roce o ocial en u o alidad en
ningún otro sitio” (Williams 2000: 105-107).
14/ espacio abierto vol.25 nº1 (enero - marzo, 2016):5-22

re roducci n de u modo de ida 5. La territorialización de la política ocurre entonces en


e e e acio lleno, marcado or la i oria olí ica cul ural de lo ue lo an o como or
la economía. La conictividad se abre en esa dialéctica histórica entre pasado, presente y
futuro: la continuidad de aquella lógica de la separación, como an agoni mo o e i o a
ni el de la r c ica ociale inclu e a u ez roce o de u e i aci n ue le dan en ido.
En palabras de E. P. Thompson, es a partir de una “economía moral” que los sujetos se
com rome en en la de en a de la na uraleza como ien com n. n al en ido, ad ier e
Bernardo Mançano Fernandes (2005), podemos pensar en la construcción y disputa entre
territorialidades an ag nica . na, la racionalidad ca i ali a organizada en unci n del
de o o la cada ez ma or e lo aci n de om re mu ere un o con la e orci n de la
naturaleza hasta el límite de lo posible. La otra, construida desde un conjunto heterogéneo
lural de r c ica comuni aria , memoria colec i a ocia ilidade di er a ue acen
de la de en a de la ida de lo o ro de la na uraleza el undamen o de la organizaci n
ocio erri orial.

2.1. Hacia una periodización regional de la protesta

l de enir de la luc a ocial iene una i oria uede eriodizar e. omo de


manera resumida el análisis y sistematización de la dinámica del conicto social que han
con ruido o Seoane, milio addei Clara lgrana i -nucleado en el GEAL- ara la
regi n la inoamericana. Ellos establecen un esquema que identica cuatro períodos entre
1 0 5 2012. l ro ec o neoli eral encon r de de lo em rano 0 un aumen o de la
conictividad social, aunque no siempre visibilizada y con la suciente fuerza como para
cam iar el cur o de lo acon ecimien o . Sin em argo, ue reci n en la egunda mi ad de la
década que comenzó a tomar forma en América Latina un nuevo ciclo de cuestionamiento
social a las políticas neoliberales y sus consecuencias. El aumento de la conictividad
ocial la ro e a en di eren e aí e marcan el inicio el rimer eríodo de resistencia
social al neoliberalismo que estará denido por acontecimientos políticos clave, puntos
de inexión, en la historia reciente de la región: el levantamiento zapatista el 1 de enero
de 1 en C ia a ( ico) la rimera ue lada cor e de ru a i ue ero de
Cutral-co y General Mosconi durante el 1996 y 1997, al sur y al norte de Argentina; los
conictos y movilizaciones indígenas en Ecuador que se inician con el levantamiento del
Inti Raymi en 1990. La conictividad aquí contó con una característica particular, la de
una din mica ue recorría lo erri orio nacionale de de la eri eria acia lo cen ro
ur ano , im ul ada or mo imien o con ca acidad de ar iculaci n nacional ue enían
como fuente de identicación su desposesión (los sin techo, los sin trabajo, los sin tierra).
Un segundo período de conictividad se abre entre los años 2000 y 2005, denominado
or lo la au ore a de crisis de hegemonía del régimen neoliberal. ic a cri i ue
direc amen e ro orcional a la ca acidad de i u en e de lo gru o u al erno , cu a
acci n reci i la caída de ei go ierno duran e e e rimer lu ro ue inaugura el iglo
5 a e la raz n or la cual gran ar e de la r c ica de dominio e acial e encaminan a orrar la marca
erri oriale ue dan cuen a de la de igualdade ue roduce (de rucci n crea i a), generando una a ula
ra a ara la ran ormaci n cnica del e acio.
Leer el conicto social. mérica Latina en tiempos de crisis civiliatoria Mariano Salomone 15

6
. Es un momento en el que la conictividad transforma profundamente el panorama
regional con olidado en la d cada receden e , ue e n en uego grande di u a
sociales y levantamientos populares. El ciclo que se inicia a partir de 1998 coincide con
una cri i econ mica regional de car c er rece i o ue, un o al aumen o de la ro e a
ociale , ro ocar el de ili amien o de la egemonía neoli eral, logrando re ue ra ar el
a a en once im ene ra le en amien o nico im eran e, ru rando o demorando lo
procesos de recolonización iniciados durante los 90. Los movimientos y experiencias de
re i encia ocial lograr n en once a anzar acia una nue a rogram ica emanci a oria.
e momen o coloca al erri orio la inoamericano como uno de lo e acio m rele an e
de re i encia ormulaci n de al erna i a al ca i ali mo a ni el glo al (Seoane, addei
y Algranati, 2013: 47).
En efecto, el n de la fuerte hegemonía neoliberal dio paso a un tercer período que
di u a un anorama la inoamericano muc o m e erog neo ue lo la au ore a
denominan de cristalización institucional y estabilización de las relaciones de fuerzas.
Se ra a de una e a a ue coincide con la recu eraci n econ mica regional, mue ra un
ma a de e a ilizaci n de la correlaci n de uerza , donde ienden a de a arecer lo
uer e le an amien o o ulare ciclo de i u en e . í como el eríodo de cri i
ado di eren e orma e in en idade eg n la ingularidad de cada aí , am i n
la re ec i a alida nacionale a la cri i de egemonía dieron a o a una di er idad
de conguraciones que se expresa, por ejemplo, en el circuito electoral que se da en la
región entre 2005 y 2009. El cuarto y último período, a partir de 2008-2009 hasta el
2012, está determinado a nivel global por la intensicación de una crisis multidimensional
ue adem coincide, a ni el la inoamericano, con una nue a o en i a e adouniden e
en la regi n7 lo ue uede denominar e una ofensiva extractivista. o re a ec o
re ul an el marco i rico- ocial o re el cual ueron ad uiriendo ma or rele ancia lo
llamados conictos socioambientales.
i e o un am lio acuerdo den ro del en amien o crí ico en reconocer ue la
salida de la crisis de hegemonía de principios de siglo ha signicado, para el conjunto de
América Latina, la expansión del extractivismo. Maristella Svampa, por ejemplo, arma
que América Latina en el último decenio realizó el pasaje del Consenso de Washington
al Consenso de los Commodities, a ado en la e or aci n de iene rimario a gran
escala, pues “se ha venido intensicando la expansión de proyectos tendientes al control,
extracción y exportación de bienes naturales, sin mayor valor agregado” (Svampa, 2012:
16). í lo a e igua el ca o e udiado or la au ora, la minería me alí era a gran e cala o
minería a cielo a ier o. e ar de ue rgen ina no ro iene de una economía minera a
gran escala, el país ocupa el sexto puesto en el mundo en cuanto a su potencial minero:
entre el 2003 y 2007 el total de inversiones acumuladas en el país fue multiplicado por
m de oc o, a de 660 millone de d lare a 5600 millone de d lare mien ra ue el
crecimiento acumulado de proyectos aumentó un 740% en esos cuatro años, para llegar a
un total de 336 proyectos en diferentes grados de avance (Svampa, 2012: 19).
6 En Ecuador Abdala Bucaram (1997), Jamil Mahuad (2000) y Lucio Gutiérrez (2005); en Bolivia Gonzalo
Sánchez de Lozada (2003) y Carlos Mesa (2005); Fernando de la Rúa en 2001 en Argentina; y Alberto
Fujimori en Perú (2000).
7 La ofensiva de Estados Unidos tiene su aspecto más importante en el golpe de Honduras y la rma del
pacto que permite 7 bases militares en Colombia.
16/ espacio abierto vol.25 nº1 (enero - marzo, 2016):5-22

2.2. Ofensiva extractivista y conictividad social: la


centralidad de los bienes comunes

Efectivamente, la conguración de los nuevos escenarios sociopolíticos en la región,


como alida a la cri i de egemonía, coincidi con una nue a a e de crecimien o
económico regional (Seoane, Taddei y Algranati, 2013: 63-64). Esa recuperación de las
economía la inoamericana ue con iderada e ce cional de ido a la rolongaci n de ei
años seguidos de incremento del PBI regional (2003-2008), el cual estuvo asociado al
signicativo cambio experimentado en la estructura de la demanda mundial -marcada
or un aumen o de la demanda a i ica, rinci almen e C ina- el aumen o an o de la
e or acione de ma eria rima (commmodities) como de lo recio de la mi ma en
el mercado in ernacional.
e nue o ciclo de crecimien o en la economía regionale endi a di imular inclu o
los efectos de la crisis global iniciada a nes del año 2007. América Latina parecía quedar
a al o de la eore con ecuencia de la cri i glo al de ido al e ce cional crecimien o
que se sostuvo entre 2003-2011: a excepción de la caída del PBI regional en 2009,
entre el 2008 y 2011 las tasas de crecimiento se mantuvieron aunque a tasas más bajas
(Seoane, Taddei y Algranati, 2013: 84). Pero allí está el dato crucial, esa mirada optimista
del “blindaje” no puede ocultar que en el mismo período de crisis global, las actividades
e rac i a e or adora de la regi n e e andieron con una in en idad ma or ue en el
a ado. Sucede ue la cri i in olucr a Nue ra m rica de una manera ar icular. No e
re en a o lo ro a e conocido de cri i an eriore -de ocu aci n, a u e e ruc ural,
rece i n, e c.- ino ue
(…) dicha crisis global se expresó regionalmente y en el Sur del Mundo como
ro undizaci n e en i n del modelo e rac i o e or ador o, lo ue e lo
mismo, como intensicación de la acumulación por despojo en un nuevo ciclo
de mercan ilizaci n a ro iaci n ri ada de lo iene na urale . Se ra a a í
de una erdadera o en i a e rac i i a como e re i n regional de la cri i
global (Seoane, Taddei y Algranati, 2013: 84-85).
Los autores sostienen la hipótesis de una ofensiva extractivista en los últimos años a
ar ir de la lec ura de alguna de u orma de mani e aci n, como e el ec o de ue
América Latina y el Caribe se convirtieran en las regiones donde más creció lo que se
denomina la Inversión Extranjera Directa (IED), la cual e orien ar icularmen e a la
explotación de bienes comunes de la naturaleza. En el 2008, 2010 y 2011 (recordemos la
excepción del año 2009 en cuanto a crecimiento) la representaba, según los años,
entre un 70 y un 130% más que el promedio ingresado entre 2000 y 2005; aumentando la
participación regional sobre el total mundial hasta alcanzar el 10%. La misma tendencia
ilu ra el ec or de la megaminería, donde la in er i n ri ada en 2011 aumen a un
40% más que en 2010, que ya había signicado un 250% más que lo registrado para el
2003(Seoane, Taddei y Algranati, 2013: 89).
all de da o e adí ico , e a o en i a e rac i i a uede regi rar e en la
conguración de una verdadera geopolítica. Denida, en primer lugar, en relación a las
Leer el conicto social. mérica Latina en tiempos de crisis civiliatoria Mariano Salomone 17

medidas que se han ido impulsando en los últimos años frente a la crisis climática y la
protección del ambiente: el conjunto de acuerdos internacionales promovidos desde la
llamada “economía verde”, una tentativa de relanzar el crecimiento económico global a
ar ir de un nue o ciclo de mercan ilizaci n de la ida la na uraleza. n egundo lugar, a
ar ir de 200 , odemo ad er ir una nue a con rao en i a del oder e adouniden e ara
e andir re orzar el de liegue de u uerza mili are en la regi n la de e a ilizaci n de
go ierno democr ico . or l imo, el GEAL señala que la ofensiva extractivista atraviesa
igualmen e lo roce o de in egraci n regional, cada ez m marcado or la nece idad
de a egurar la o ra de in rae ruc ura ara acili ar el comercio e erior de commodities
(Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana S -, o
el Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento COSIPLAN- den ro de la
N S ).
n uma, i ien la ma oría de lo an li i recurren al aumen o de la demanda or ar e
de C ina ara e licar la ariacione en lo recio de lo commodities (una re ue a
“racional” de los agentes económicos en el mercado), desde el pensamiento crítico, puede
armarse que la consolidación del extractivismo se vincula más bien al desplazamiento
de la especulación del capital nanciero hacia los bienes comunes de la naturaleza: la
nanciarización del mercado de commodities.
e modo ue, e e nue o ciclo de mercan ilizaci n a ro iaci n ran nacional
de lo iene na urale de la eri eria, con i u e una e re i n ar icular del
im ac o ue a enido la cri i glo al en lo cen ro ca i ali a , de la crecien e
aplicación del capital a la periferia a partir de la valorización nanciera de los
commodities. Las consecuencias que este proceso supone, abarcan la dramática
intensicación de las lógicas del saqueo y devastación ambiental que el modelo
extractivo exportador acarrea (Seoane, Taddei y Algranati, 2013: 138).
n la mi ma línea, el an li i ue ace Camila oreno (201€) de la llamada economía
verde deja al descubierto la creciente imbricación entre capital nanciero y mercantilización
de iene na urale u con ecuen e roce o de ri a izaci n (enclosure). oreno
ad ier e ue la economía erde e a con i uido en el nudo cen ral alrededor del cual e
está organizando y resignicando el discurso hegemónico, en tanto proyecto de salida de
la crisis de los sectores dominantes vinculados al capital nanciero transnacional, el cual
supone como estrategia un proceso de “nueva” acumulación primitiva. Se trata de concebir
ue oda cri i am i n ueda er un momen o ue de are nue a o or unidade . í
el G20, en su encuentro de junio de 2012 en México, armaba la necesidad de incluir
el crecimien o erde como de onador de la in er i n. Seg n la au ora, el di cur o de la
economía erde a ido mu e ec i o olí ica e ideol gicamen e- ara a udar a or ar una
potente narrativa unicadora por parte del capital nanciero. Fue consiguiendo creciente
legitimidad en el período postcrisis nanciera de 2008, a partir de allí ganó visibilidad
rinci almen e con el llamado del N ara un Global Green New Deal mien ra
ue ue la reuni n del denominado Rio+20 la que marcaría en denitiva la instalación de
la economía erde en la arena mul ila eral como nue o aradigma ara la coo eraci n
in ernacional. n e ec o, el con e o in ernacional en el ue emerge remi e a la concer aci n
de un rograma glo al de acci n a ociado con la recu eraci n econ mica ara lo aí e
del norte (Moreno, 2013: 68).
18/ espacio abierto vol.25 nº1 (enero - marzo, 2016):5-22

n ín e i , e ra a de una re ue a i mica a la cri i glo al ue e re en a como


una gran no edad cuando en erdad e ra a de una al a o ci n, ue o ue no e ca az
de ir m all del undamen ali mo neoli eral. or el con rario, lo ue u ca e redo lar la
apuesta procurando que los mercados logren ahora incorporar todos esos otros “activos”
(llamado capital natural) ue a a el momen o ueda an uera del c lculo econ mico8.
En efecto, las “soluciones” que propone no se apartan de la actual economía extractiva,
principalmente en la conanza que deposita en los tradicionales mecanismos económicos
(in er i n, crecimien o, e c.) la rocura de una ma or racionalidad in rumen al. Con
odo, e claro ue la e ra egia glo al de la economía erde conlle a un nue o momen o
de acumulaci n rimi i a, de im o ici n de nue o cercamien o , al a egurar ue lo ue
an e era un ien com n ueda er ran ormado en ro iedad ri ada, ome ido a lo
circui o de alorizaci n ca i ali a mercan ilizado. llo ilu ra, ara lo iem o ac uale ,
la ela icidad ca acidad de aca aramien o a ro iaci n de la uerza roduc i a ue
de de iem re mo iliz carac eriz la acumulaci n de ca i al.

A modo de cierre: el antagonismo social en tiempos de


crisis civilizatoria
La recuperación de conceptos como el de acumulación por desposesión permite
un horizonte de totalidad desde el cual leer la conictividad social y comprender sus
dinámicas desde una perspectiva latinoamericana. La disputa en torno al territorio y
sus “recursos naturales”, la defensa de la naturaleza como bien común, es comprensible
a o la ro undizaci n de una l gica del de o o ue a ri en la regi n un nue o ciclo
de mercan ilizaci n, a ro iaci n con rol ca i ali a de lo iene comune de la
na uraleza. a o en i a e rac i i a e la ue de ermina dimen iona el roce o de
ambientalización de la luc a ocial (S am a, 2012), la cual e e re a en la i i ilidad ue
adquirieron los denominados “conictos socioambientales” en la última década. Colectivos
rede regionale e in ernacionale mo ilizada de la mano de mo imien o indígena
cam e ino , a í como el urgimien o de nue a orma de mo ilizaci n ar ici aci n
ciudadana cen rada en la de en a de la na uraleza, la iodi er idad el erri orio. e giro
ecoterritorial de la acci n colec i a, al decir de ari ella S am a, de ermina am i n
lo ico ue dan cuen a de la emergencia de un lengua e com n roduc o del cruce
entre la matriz comunitaria, la defensa del territorio y el discurso ambientalista: la noción
de bienes comunes, la idea de territorialidad, la demanda de soberanía alimentaria, la
recu eraci n del sumak kawsay o uen i ir como conce o in egrador, la rei indicaci n
del car c er plurinacional del ado, la autonomía territorial, e c.
8 Curiosa manera de incorporar los costos de aquellas “externalidades” que desde hace años el ecologismo
viene denunciando. La preocupación central de la economía verde es cómo monetizar ese conjunto de activos,
cómo identicar los bienes y servicios ambientales y calcular el “valor” que tienen en el funcionamiento
de lo eco i ema . or e em lo, Camila oreno de cri e c mo el Instituto Nacional de Investigaciones
Agrícolas de Francia calculó en 153 billones de euros anuales el valor económico global de la actividad de
polinización de los insectos, cuanticando el impacto para los consumidores en términos de la disminución
de la producción y el aumento de los precios de los alimentos. Pero, ¿cómo adueñarse de los insectos? El
problema de la monetización continúa con los interrogantes acerca de las garantías de la seguridad jurídica:
esos títulos deben representar nuevos derechos reales de propiedad privada (Moreno, 2013: 91-92).
Leer el conicto social. mérica Latina en tiempos de crisis civiliatoria Mariano Salomone 19

Desde el punto de vista de una sociología del conicto, podemos hablar de una nueva
etapa de la conictividad congurada alrededor de la defensa de los bienes comunes
de la na uraleza. e allí la cen ralidad olí ica ue an ad uirido ara un ro ec o
emanci a orio- lo iene na urale la relaci n na uraleza ociedad a o la condicione
ac uale de la neoli eralizaci n ca i ali a, la cual coloca al am ien e, la na uraleza la
ida umana como cen ro del de o o la de a aci n. llo e lica am i n en alguna
medida el uso extendido que tomó la denominación de movimientos “socioambientales”
ara re erir e a a uello colec i o ue e con i u en en de en a de la na uraleza u
erri orio .
En este punto se abre una posible dicultad en el análisis de esta conictividad.
ue o ue, a o el len e del roce o de acumulaci n or de o e i n, la u ue a
“ambientalización” de la lucha social propia de este momento de ofensiva extractivista,
no diere de la “sonomía” que caracterizó a la protesta social y el cuestionamiento al
neoliberalismo de nales de los 90 y principios de siglo. Pensemos, por ejemplo, en la
denominada “Guerra del agua” en Cochabamba en abril del 2000. Si tenemos en cuenta
la ro ue a de eriodizaci n del GEAL sobre la dinámica del conicto social en la región,
más bien debemos pensar que la posible especicidad de la conictividad reciente, más
ue a la na uraleza de lo colec i o ociale u demanda , e de e a lo cam io en lo
di eren e e cenario olí ico u re ec i a correlacione de uerza, en el marco de
cada una de las etapas presentadas con anterioridad:
llo a un a ar icularmen e a lo cam io roducido en el e cenario olí ico-
ocial la inoamericano en el l imo uin uenio, a o eriori de la cri i de egemonía
del neoliberalismo (…) Un período que en la medida que va dejando atrás el máximo
momen o olí ico de la con ron aci n a arece ignado or la cri alizaci n in i ucional
de la nue a relacione de uerza , iende a in cri ir la ro lem ica ocioam ien al en
el lugar de la particularidad, en el terreno de lo sectorial corporativo. La respuesta que
aparece entonces nos conduce del análisis de las especicidades de los movimientos al de
la totalidad social (Seoane, Taddei y Algranati, 2013: 57).
La centralidad de los bienes comunes de la naturaleza en la conictividad social es
roduc o de e a en i n ro ia del ca i ali mo en e a a e i rica, en la cual como
alida de la cri i glo al- a un in en o de recolonizaci n de nue o erri orio e acio
ociale a ra de una eroz o en i a del ca i al en el ur del mundo, denominada de de
el pensamiento hegemónico como “economía verde”. En efecto, la denominación de
“socioambiental”, si bien pretende dar cuenta de cierta integralidad –un conicto que se
dene a la vez social y ambiental, inextricablemente unidos-, corre el riesgo de naturalizar
lo ue a arece como ar icularidad de de erminada demanda , de conociendo la
radicalidad de un conicto que tiende a congurarse como crisis civilizatoria. o e , un
an agoni mo ocial ue en uel e la o alidad de la ida ocial a o la con inuidade en re
olí ica ecología, en re economía cul ura, en re lo ocial lo am ien al, reen iando a
una disyuntiva sistémica: dominar la naturaleza o vivir bien (Ceceña, 2012).
con ra elo de la eoría ocial del l imo iem o re ec o de la acci n colec i a,
que tiende a comprender la conguración de los conictos contemporáneos como una
con ienda o ma erial -ligada m ien a una luc a or el reconocimien o o lo c digo
20/ espacio abierto vol.25 nº1 (enero - marzo, 2016):5-22

de nominaci n- ( elucci, 1 ), a uí e crucial reconocer la materialidad ro unda ue


se juega como determinación de los antagonismos sociales: se trata de bosques, ríos,
uelo agua, ero am i n e ra a de la i oria den a de la ue a lan u marca , una
i oria en la ue in er iene an o la cul ura, la olí ica la religi n como la economía.
a ma erialidad e , al como en a a ar , una ín e i de m l i le de erminacione ,
la unidad de lo di er o.
uella e ra egia de glo alizaci n del de o o mencionada m arri a, one en
evidencia, de manera acelerada, los límites de un planeta que es nito. La palabra
globalización nos informa que el mundo es un globo. Sin embargo, advierte Franz
•in‚elammer (2006), e a globalidad de la ierra e la ue el m odo de la ciencia
em írica la acci n del mercado ienden a negar en u a n de con er ir odo lo
componentes que la habitan en “objetos a conquistar”. En efecto, ambas parecieran trabajar
con una imagen del planeta que resulta ser preptolomeica, como una planicie innita que
uede ome er e a una e lo aci n ri a izaci n in lími e , de ru endo una orci n
para avanzar sobre la que sigue. La globalización del cálculo de utilidad y maximización de
la ganancia, para resultar eciente, debe acer a racci n de la redondez del glo o, ero
un o a ella ace a racci n am i n de la condicione de o i ilidad de la ida umana.
Para esa racionalidad medio-n que sostiene en última instancia la mercantilización de la
naturaleza no aparecen los límites, más bien la relación costo-benecio debe extender los
límites al máximo de lo posible: los informes de impacto ambiental básicamente miden
eso, ¿cuánto cianuro pueden soportar los ríos y las montañas? El problema es que ese
lími e no uede conocer e ex ante, lo e lo reconoce a o eriori, una ez ue e a
ra a ado el lími e, e decir, conocemo u lími e ex post. ero e e a er a no no ir e.
in il. Nadie uede re uci ar a lo muer o , no encon ramo en un un o de no re orno.
n e ec o, la con rucci n de en a de la na uraleza como ien com n uede er
escuchada, a la manera como Michel Löwy (2005) escucha la voz de Benjamin en las tesis
o re el conce o de i oria, como un aviso de incendio. n aler a ren e al in en o de
colonizaci n or ar e de una l gica de en renada ue lo de ora odo, ara la cual lo
lími e no a arecen, ino a ar ir de la re i encia de ere umano mo imien o ociale
ue e o onen al roce o de ruc i o re ul an e. •o el a un o no e i el ca i ali mo
odr o re i ir o no a e a cri i erminal, ue o ue no e el i ema ocial en an o al
el ue e encuen ra en cri i , ino la di eren e orma de ida ue a i an den ro de l.
í, el roce o de cri o como acumulaci n or de o e i n, e e nue o im eriali mo de
•ar e , iende a la crecien e mercan ilizaci n de oda la dimen ione de la ida cuen a
con nue o recur o geo olí ico , ecnol gico , mili are urídico- olí ico . e ul an er
las condiciones objetivas que determinan, jando límites y presiones, las dinámicas de la
conictividad social en Nuestramérica con em or nea. ero la condicione o e i a on
am i n condicione de o i ilidad, de m l i le ariada e re ione de re i encia ue
de de la m am lia luralidad de e eriencia i rica cul urale en oda la regi n e
o onen a e o roce o de ruc i o , oniendo en uego u e eriencia comuni aria ,
memoria , radicione modo de ida di er o ue ermi en acer de la ida de lo o ro
de la na uraleza un bien común.
Leer el conicto social. mérica Latina en tiempos de crisis civiliatoria Mariano Salomone 21

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