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Título del proyecto:

Cuerpo, humores y comida. Historia de la alimentación en la Nueva Granada

1. Descriptores del Proyecto:

1.1. Planteamiento del problema de investigación y Justificación:

La historia de la alimentación y la cocina es una práctica cultural, obedece a imperativos


geográficos de abastecimiento, posee usos, reglas y costumbres heredadas y adaptadas
por la sociedad que la practica. Pero además, junto a la práctica existe un discurso de la
alimentación que se constituye en una forma de representación de lo social. Una de las
características de la cultura, es la elaboración de formas de ver la alimentación, de
manera que su historia establece un conjunto de nexos que abarcan las prácticas, usos de
la mesa, sistemas de preparación de los alimentos, la gastronomía, su impacto en la vida
cotidiana, la circulación de productos, los mercados y plazas, etc. Sin embargo, esta
historia también habla de una forma de relacionarse con el cuerpo y darle sentido a su
interacción con el entorno.

La historia de la alimentación en el Nuevo Reino de Granada comparte su origen tanto


en la tradición prehispánica como en la concepción medieval de la dieta que llegó con la
conquista española. En esta última, las prácticas alimenticias se caracterizaron por la
incorporación de la teoría hipócratico-galénica de los humores, la cual se empleó para
explicar la forma como los alimentos afectaban el cuerpo. La teoría médica concebía
dos tipos patológicos: el trauma y la mala complexión. El trauma pasó a ser el espacio
de la cirugía desde el siglo XII, mientras que la medicina, como saber específico, se
encargó de la complexión del paciente buscando mantener el equilibrio del cuerpo
mediante el control de la comida, el ejercicio, el descanso y las relaciones con el
entorno (Puerto, 1997). Estas relaciones del cuerpo, la terapia y el entorno estaban
basadas en la teoría hipocrática-galénica de los humores que permitía al médico
diagnosticar y determinar el balance de las cualidades en su cuerpo. La identificación
del nivel y proporción de las sustancias formalizaba las estrategias terapéuticas: las
condiciones de cada individuo fijaban los productos que debían utilizarse y las dosis.

La terapia buscaba el equilibrio en dos dimensiones: la dietética y la farmacología, la


comida y las medicinas. Sin embargo, la distinción entre lo que se entendía por comida
o por medicina no estaba claramente definida: “la distinción formal entre estas era que
la comida era asimilada por el cuerpo mientras que la medicina asimilaba el cuerpo a si
misma” (Siraisi, 121). Así, una sustancia podía ser simultáneamente comida y medicina
ya que afectaba la complexión de quien la ingería. El discurso dietético tenía
implicaciones en las prácticas cotidianas, pues se impuso como un espacio que
controlaba el tipo de productos que se podían consumir de acuerdo a las cualidades
humorales, de las cuales dependía la preparación culinaria y las mezclas posibles de
alimentos. Esta es una de las razones por la cuales el cuidado del cuerpo enfermo se
llevaba a cabo mediante una dieta, pues “las prescripciones dietéticas o culinarias eran
de orden científico médico y no propiamente socio-económico” (Cruz 12).

Con la expansión del siglo XV, España incorporó a su mercado una enorme cantidad de
materiales para la alimentación y farmacéutica provenientes de las indias orientales y
occidentales (Puerto et all, 2006). La necesidad de establecer una relación con el

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entorno, de aclimatar los saberes para hacerlos funcionales, se evidencia en el Nuevo
Reino de Granada en donde también la búsqueda de nuevas sustancias permitió la
experimentación y la inclusión de nuevas plantas, animales y minerales en las redes de
consumo de alimentos. Los “Discursos medicinales” de Juan Méndez Nieto, médico que
vivió en Cartagena a comienzos del siglo XVII, está ubicada precisamente en este
contexto, es una obra que involucra el discurso medieval y las prácticas culinarias, no
sólo de la ciudad sino también en el Nuevo Reino pues través de su exposición se
evidencia la compleja relación que existe entre cuerpo, salubridad y alimentación.

En la obra de Méndez Nieto, se pueden rastrear dos entornos precisos de la cultura


neogranadina: por un lado los discursos sobre la alimentación y la integración de los
bagajes culturales que rondaban en la Nueva Granada en el siglo XVII, lo que implica la
adaptación de los “nuevos” productos indígenas dentro de la teoría humoral; y en
segundo lugar, de qué manera los discursos humorales afectaban las prácticas culinarias.
Se trata pues, de indagar los significados otorgados por un entorno cultural específico,
la Nueva Granada, a los discursos y las prácticas alimentarias, lo cual abre dos
perspectivas: la relación específicamente neogranadina entre cuerpo y salud, y la
integración de lo escrito a dichas prácticas, lo que abarca desde discursos, ensayos hasta
recetarios y libros de cocina. La pregunta que pretende responder esta investigación es
entonces, ¿cómo se absorbió la tradición medieval humoral con respecto a los discursos
y las prácticas alimenticias en el Nuevo Reino de Granada y qué revela la obra de
Méndez Nieto de la entronización de este discurso?.

Esta propuesta se justifica por lo que significa entender una cultura desde su comida
principalmente en dos perspectivas. En primer lugar, se trata de un tema historiográfico
escasamente estudiado para la historia de la Nueva Granada. Las pocas investigaciones
se han elaborado desde las prácticas, lo que ha generado unos lugares comunes que
tratan de satisfacer ciertas curiosidades relacionadas con el abastecimiento alimentario,
los procesos de mestizaje culinario y la vida cotidiana. Sin embargo, el fundamento y
complemento de las prácticas se encuentra en la generación de discursos, cuyo estudio
permite observar las ideas que se elaboraron sobre la propia percepción del cuerpo, el
papel de la teoría humoral, y la manera como antecedió la aparición de la distinción por
el gusto. En segundo lugar, la investigación sobre la evolución de la gastronomía revela
la manera como se desarrolló históricamente la alimentación como patrimonio tangible
e intangible: los productos y manifestaciones culinarias hacen parte del primer grupo,
mientras que los usos, normas y costumbres, aluden a lo intangible (Benavides 9).

1.2 Marco Teórico y Estado del Arte:

Para el desarrollo de esta propuesta se han tomado tres núcleos teóricos fundamentales:
el discurso de la traducción de la naturaleza y la propuesta de los actantes, actores no
humanos, tomada principalmente de Latour, con lo cual se pretende interpretar la
integración de nuevos elementos indianos a las prácticas alimentarias y al discurso
humoral europeo partiendo de los “Discursos medicinales” de Méndez. En segundo
lugar la categoría de cuerpo, con la cual se pretende explorar las transformaciones y
percepciones del cuerpo y su relación con la salud a través de los alimentos. Finalmente
la categoría de cultura desde la antropología simbólica, para ubicar el sentido y el
entramado que representan los sistemas alimentarios dentro de una sociedad particular.

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En cuanto a la primera categoría, hay que tener en cuenta que Latour plantea la
necesidad de reconocer la referencia, como espacio de articulación y mediación entre el
mundo “ahí afuera” y el lenguaje, lo que constituye una alternativa para redireccionar la
distinción entre sujeto cognoscente y objeto cognoscible que ha determinado las
investigaciones sobre las representaciones del mundo en el ámbito de la ciencia, las
técnicas y los saberes. Desde esta perspectiva de la mediación, los objetos del mundo,
sean estos conceptos, hechos o artefactos, se explican por la coexistencia y mutua
definición entre actores humanos y actores no humanos. De esta manera se redefine la
idea de historicidad de los actores no humanos donde no solo se refiere al cambio de
lugar en el tiempo sino a la generación necesaria de transformaciones sobre aquello que
se considera real (Latour 2001; 175). La posibilidad de explicar simétricamente el
desarrollo de los humanos y no humanos opera desde el reconocimiento de dinámicas
de articulación que corresponden al espacio vacío entre las dicotomías tradicionales
(sujeto-objeto, epistemología-ontología, por ejemplo) y la traducción en cuanto práctica
que permite identificar los desplazamientos a través de los actores que emergen en una
configuración especifica de factores. No son causa efecto sino relaciones dinámicas.

En este sentido ninguna teoría científica se aplica de forma directa sobre una nueva
realidad porque los actores humanos que la operan lo hacen de acuerdo a las
circunstancias específicas en las que se encuentran ubicados. Así mismo, desde la
perspectiva simétrica, las sustancias mismas, alimentos, medicinas, o humores pueden
entenderse como actores emergentes que adquieren sentido en la medida en que se
activan como jugadores históricos. No habría pues una sola dimensión de la teoría de
los humores, ni estos serían los mismos que Galeno había propuesto, sino que se
configuran de acuerdo a su historicidad: existen mecanismos de traducción a modo de
referentes que vinculan la realidad ahí afuera y el lenguaje. Esta dinámica de
articulación se explica a partir del concepto de traducción que se refiere a las prácticas
especiales que permiten a los humanos registrar y condensar las identidades emergentes
en el discurso. En este caso, los discursos medicinales de Méndez Nieto operan como un
mecanismo de fijación de la emergencia de sustancias, así como de los cambios que
suceden sobre la realidad, el médico y la manera como los alimentos afectan el cuerpo.

Desde este punto de partida, se debe considerar al cuerpo como un discurso que autoriza
y reglamenta las prácticas culturales: es una simbolización sociohistórica que está
caracterizado por cada grupo cultural. Cada sociedad tiene su cuerpo, sometido a una
administración social, obedece a reglas, rituales y a escenificaciones cotidianas
(Certeau, 1997: 13). Historiar el cuerpo es considerar cómo ha sido experimentado y
expresado dentro de sistemas culturales concretos, lo que involucra una historia de la
conciencia corporal, la cual ha proporcionado históricamente los arquetipos de donde
proviene la representación del espacio y la construcción del sujeto (Zumthor, 1994:18).
El cuerpo es el lugar originario que engendra un orden, un microcosmos a partir del cual
se refleja un modelo de mundo y una estructura social. A partir de estos términos se
elabora un lenguaje cultural, en el cual la gestualidad genera sentido. El gesto se articula
sobre un modo de pensar y sobre las disposiciones anímicas (Zumthor, 1994: 38): abre
el espacio a una acción en la que se inscribe el cuerpo entero. Los códigos de
gestualidad, entre los cuales se encuentran las maneras y formas de alimentación, o las
experiencias de salud, matizan la conciencia sobre la cual se crean formas de ser sujeto.

El cuerpo se representa desde el discurso, en este caso medicinal y alimentario.


Históricamente, existe la necesidad de la identificación con otro, un grupo, un modelo

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común: este es el cuerpo social, un nosotros que unifica un proyecto histórico que se
matiza en la realización de los ritos sociales, los cuales articulan lo público y lo privado.
A partir de este hecho, la sumatoria de sujetos identificados por unas pautas en común,
se ordena el espacio social y el cuerpo se convierte en un vínculo cultural. Como lugar
imaginado, el cuerpo se desplaza como un centro construido entre tres fuerzas que se
interrelacionan, y cuyos puntos de interpretación varían de acuerdo a la cultura que los
produce: Los acontecimientos (percepciones que instauran una temporalidad); lo
simbólico (unos discursos, relatos o signos que organizan sentidos o verdades); lo social
(una red de comunicaciones y de prácticas contractuales que instituyen un "estar allí" o
un "habitar")(Certeau, 1993: 99).

Aquí ocupa su lugar el problema de la cultura. Para Geertz, la cultura denota “un
esquema histórico trasmitido de significaciones representadas en símbolos, un sistema
de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas por medio de los cuales
los hombres se comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y actitudes frente
a la vida (1995:88). La cultura definida como una realidad “superorgánica”, terminada
en sí misma, con fines propios, es una red de significantes que se consolidan como
prácticas y representaciones mentales por medio de las cuales el sujeto le da sentido a su
existencia a partir de unas necesidades sociales, en donde el caso particular de la
alimentación y sus representaciones ocupan un lugar esencial. Es importante tener en
cuenta que la cultura no es un todo autónomo constituido por patrones coherentes, sino
que también puede ser concebida como una intersección en donde se encuentran y se
entrelazan diversos procesos dentro de unos límites (Rosaldo, 1991:31), lo que permite
pensar tanto las variaciones regionales de la alimentación, como las zonas límite de la
experiencia humana de Méndez Nieto, su “utillaje mental”, que emplea para describir el
mundo que encuentra. Estos elementos permiten acercarse a sus representaciones, las
experiencias sobre el cuerpo, la idea de salud, etc. Este conjunto de prácticas y
representaciones están mediadas por las sensaciones que construyen vínculos sociales,
edifican la subjetividad individual y lo relacionan con lo alimentario.

Estos elementos teóricos tienen en cuenta las diferentes metodologías y temas que se
han empleado para tratar el problema de la alimentación. De hecho, los estudios que
tratan la relación entre alimentación y terapéutica o dietética son escasos. Habría que
reseñar fundamentalmente el estudio de Cruz (1997) para la historia medieval. Sin
embargo, en su conjunto existe una producción amplia en torno a la historia de la
alimentación aunque se trata de un interés historiográfico reciente que se ha enfocado
desde diversas perspectivas: algunas obras generales han tratado de demostrar su
evolución en relación al tipo de sociedad que la produce (Carneiro, 2003; Flandrin,
1999, Neirinck, 2001), y en algunos casos, estudios de regiones famosas por su
gastronomía, como el caso de Italia (Cappatti, 2006).

Sin embargo, en la tradición historiográfica tiene peso los análisis que relacionan
comida y nación (Belasco and Scranton, 2002), o la relación de esta con la identidad
nacional, entre las que sobresalen los casos específicos de Estados Unidos (Witt, 1999),
y México (Pilcher, 2001). Otros estudios enfatizan en la alimentación y espacios
concretos de la cultura, como la religión (Sack, 2001), los estudios de género y raza
(McFeely, 2000; Inness, 2000; Wylie, 2001), las tecnologías alimentarias (Brewer
2000) y la ciencia (Smith and Philipps, 2000), mientras que otros apuntan a historiar
aspectos particulares de la cultura alimenticia como el maíz o el impacto de
condimentos como la salsa de tomate (Smith, 2000 y 1996). Por su parte, en la

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sociología sobresalen temáticas diferentes, como la historia del apetito (Germov, 1999),
o la relación entre alimentos y orden social (Goody, 1982). Este breve panorama revela
dos cosas: por un lado estudios centrados en el siglo XX y una producción muy reciente,
que abarca más o menos los últimos veinte años.

El volumen de información reciente y centrada sobre el siglo XX, revela a una sociedad
cada vez más conciente de sus prácticas alimenticias. Sin embargo, existe inquietud
sobre otros períodos. Aunque son escasos los estudios sobre culturas remotas como la
antigua Mesopotamia (Bottero, 2005), otros tienen investigación más profusa. Este es el
caso de la historia de alimentación en la Edad Media, y especialmente en España, en
donde se ha desarrollado una historiografía particular sobre el siglo de Oro a partir de su
literatura (Gasquez, 2002; Cunqueiro, 1999; Chamorro, 2002; Diaz, 2003; Diaz, 2005),
o en Italia moderna (Camporesi, 1999).

Quisiéramos llamar la atención por el estudio de la alimentación en América Latina. Su


historiografía se ha bifurcado, en primer lugar, en la publicación de recetarios coloniales
de autores conocidos (Cruz, 1996), pero también anónimos (Conaculta, 2004, 2002; San
Pelayo 2003). En segundo lugar, una producción historiográfica relativamente
abundante en México y Perú que toma como centro la conquista y la colonia. Estos
estudios avanzan en diversas problemáticas, especialmente el estudio de los sistemas de
alimentación indígena y la adaptación española, las hibridaciones culinarias, las
transformaciones cotidianas, los intercambios de productos, etc. Entre las temáticas se
encuentran: los intercambios y las prácticas (Perdomo, 1993); la relación entre
alimentación y criollismo (Juárez, 2000), la conquista alimentaria (Weston, 1998;
Piqueras, 1997); la vida cotidiana (Gonzalbo, 2005). Existen otras historias que se
encuentran más en el género de la crónica, pero que ofrecen información importante
(Novo, 1979; Martínez, 1998).

Esta relativa abundante información latinoamericana, no es el caso de la historiografía


colombiana, donde los estudios han sido muy escasos, de los cuales podríamos destacar
los trabajos de Gregorio Saldarriaga (1999, 2007) y Víctor Manuel Patiño, quien
propone una taxonomía de la cultura enfocando las transformaciones, aportes
alimentarios y de menaje durante el periodo de la conquista (2005). En esta misma línea
se inscribe el trabajo de Cecilia Restrepo, quien reconstruye las dinámicas alimentarias
del Colegio Mayor del Rosario ubicando fuentes primarias que permiten identificar
dinámicas propias del mestizaje culinario durante el siglo XVII (Restrepo, 2005). En
relación al periodo republicano se encuentra el trabajo de Aída Martínez quien aborda el
problema de la alimentación enfocando los cambios ocurridos durante el siglo XIX
(Martínez, 1994). También ha sido significativo el trabajo realizado desde la
arqueología con la recolección de restos materiales biológicos así como el análisis de
los restos óseos encontrados en entierros del periodo indígena (Enciso y Therrien 1994;
Cárdenas 1996). Otro insumo importante para reconstruir los sistemas alimenticios de
las comunidades indígenas ha sido la utilización de léxicos y estructuras lingüísticas que
han permitido indagar no solo por los alimentos sino por las dinámicas simbólicas que
subyacían a la alimentación (Rozo 1998).

En relación a las prácticas terapéuticas, estas parten de una dinámica permanente entre
los discursos y el entorno. Su estudio ha sido abordado desde diferentes enfoques. En
primer lugar, la historia de la medicina ha desarrollado trabajos sobre la terapéutica y la
farmacia como partes necesarias en la construcción del saber médico. En segundo lugar,

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la antropología ha tenido el interés por explicar la utilización de los materiales
medicinales por parte de comunidades indígenas, así mismo, la relación naturaleza-
cultura como elemento fundamental para explicar los comportamientos de grupos
sociales complejos. En tercer lugar se presentan estudios sobre terapéutica desde la
historia, los cuales han sido desarrollados en países europeos, especialmente en España
(Puerto, 2006). Si bien la producción es extensa y debe ser utilizada como base de esta
investigación, la escuela española adolece de desarrollo de teoría, explicación y análisis,
centrándose en el recuento y la relación del estado de la farmacia durante el
renacimiento y la ilustración española.

En el caso colombiano se distinguen tres etapas historiográficas que han abordado el


problema de la terapéutica: en la primera generación (Ibáñez, 1884; Cuervo, 1938;
Soriano, 1966 y Uribe, 1989) se realizó una juiciosa recolección de fuentes primarias y
se trazó la columna vertebral de las investigaciones posteriores. Se puede identificar una
segunda generación que ha enfocado la reflexión desde la historia social de la ciencia y
la sociología del conocimiento científico (Obregón, 1989; Quevedo, 1993; Nieto, 2000).
Un tercer grupo estaría conformado básicamente por el trabajo de Ceballos (1999) sobre
las prácticas mágicas, y por los trabajos de Restrepo (1997) y Díaz (2002) que se
enfocan directamente en el tema de la terapéutica y la materia médica. Restrepo ha sido
la única historiadora que ha trabajo el problema en el periodo colonial.

Finalmente, se encuentra lo producido sobre el doctor Méndez Nieto. Médico de origen


peninsular, viajó al Nuevo Mundo, donde ejerció su profesión durante gran parte de su
vida adulta. El libro de su autoría que se conserva “Discursos medicinales”, fue
transcrito1989 por la Universidad de Granada con un estudio introductorio que situa al
personaje y delinea las características culturales y formales del periodo (Granjel 1989).
La obra de Méndez, fue mucho más amplia pero al menos dos de sus obras están
desaparecidas (“De la facultad de los alimentos y medicamentos indianos” y el “Tratado
de las enfermedades prácticas deste nuevo reyno de Tierra Firme”). Dentro de los
estudios históricos alrededor de la obra de Méndez Nieto está el de Francisco Moscoso
que da cuenta de la práctica médica en la Isla de Santo Domingo (1983) así como
trabajos de tinte biográfico y literario (Bataillon, 1969; Rico, 1974; Arrom, 1985; del
Castillo, 1990). Finalmente, existen otros desde una perspectiva histórica más analítica
que incluye la relación del sistema de saberes propio de la medicina del siglo XVI
(Solano, 1998; Lux, 2006).

1.3 Objetivos:

General
La investigación pretende analizar la relación de la producción de discursos sobre la
alimentación con la idea de cuerpo durante el periodo colonial para ilustrar la manera
como los discursos afectan las prácticas de significación, las funciones y usos, y los
vínculos de apropiación de la naturaleza. Se trata de acercarse a los modelos discursivos
medievales que fueron expuestos en Nuevo Reino a partir de los Discursos medicinales
de Juan Méndez Nieto, que sirven como punto de partida para reconstruir los discursos
alimentarios y las prácticas culinarias en el siglo XVII neogranadino. De esta manera, se
busca analizar las estructuras discursivas y las prácticas que influyen en la modelación
de una idea múltiple de cuerpo en la cristiandad colonial.

Particulares

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 Establecer bases teóricas y analíticas que permitan comprender las estructuras sobre
las cuales se ensambla el discurso humoral neogranadino y su relación con la
tradición cristiana medieval y los elementos que surgieron del espacio mestizo. El
estudio de este aspecto se hace necesario en tanto que sobre él reposan los nódulos
ideales de las prácticas culinarias, que de muchas maneras contribuyeron a la
formación del actual gusto culinario.
 Rescatar la información discursiva sobre la alimentación en el Nuevo Reino, así
como ensamblar un corpus documental sobre las prácticas alimentarias, como valor
que ensambla la construcción de la identidad.
 Contribuir al conocimiento historiográfico de la colonia de la Nueva Granada,
desarrollando un método para leer los discursos gastronómicos, para rescatar sus
tradiciones y la manera como influyen en la percepción del cuerpo, de manera que
permita tener un acercamiento a aquellos elementos que forman la identidad actual,
desde el ejercicio del discurso del cuerpo.

1.4 Metodología:

Para cumplir con los objetivos establecidos, se han elegido como método de trabajo la
microhistoria y el análisis de discurso. En cuanto al primero, este método es el más
indicado para desarrollar un acercamiento a las narraciones acerca de la alimentación.
La microhistoria (Ginzburg, 2003) abre la posibilidad de incluir actores no humanos
como agentes históricos, lo que resulta en la posibilidad de reconstruir redes de sentido
e intercambio entre los sujetos y los objetos, entre el entorno y las condiciones
particulares de los saberes médicos del siglo XVII. La combinación entre estas dos
perspectivas metodológicas permite enfatizar la (re) producción local de lo social en las
practicas heterogéneas que constituyen interacciones situadas (Michael, 2003) por
medio del rastrear indicios para comprender marcos de relaciones más amplias.

La individuación de la historia ha sido argumentada por Ginzburg y Poni, para quienes


en el nombre propio de sujetos activos radica una posibilidad de recuperación histórica.
En términos de método, la idea es perseguir a individuos concretos, buscando descubrir
la red material y simbólica en la que se inscriben, y a partir de la relación, obtener la
representación de relaciones sociales en las que el individuo está integrado o de la que
forma parte. Reducir la escala, restringir el campo de acción del investigador y
nominalizar la historia, exigen una reflexión adecuada sobre las fuentes. La propuesta
de la microhistoria rescata la posibilidad de hacer historia, no desde el documento
frecuente, sino desde el documento excepcional (Serna y Pons 1999). La fuente es
siempre un signo, de algo que está ausente pero de los cual es expresión parcial o
representación. El indicio es también una huella, pequeña pero reveladora “a la que hay
que dar con audacia un significado” (Serna y Pons 1999).

Historiar las prácticas vinculadas con la operación de la teoría humoral presentes en el


discurso médico del siglo XVII permite aproximarse al fenómeno terapéutico desde los
usos, significados y costumbres que se los usuarios han tejido alrededor de sustancias
naturales. La historia de la terapéutica, como una dimensión de cuidado, mantenimiento
e intervención sobre el cuerpo, es un campo histórico en proceso de construcción debido
a la necesidad de construir propuestas teóricas y metodológicas para abordarlo, así
como el abordaje juicioso de fuentes producidas durante el periodo colonial.

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El análisis de discurso complementa esta propuesta microhistórica de Méndez Nieto,
pues se trata de establecer la estructura interna de sus textos para encontrar patrones
internos del discurso y la relación con otros documentos sobre la alimentación. El
método busca la deconstrucción de las fuentes. Para el efecto, se busca establecer la
relación texto-contexto-metatexto, partiendo del concepto deconstrucción propuesto por
Derrida, por el cual se entiende el análisis que busca deshacer las construcciones
internas del discurso contenido en un texto, para revelar sus contradicciones y
supuestos. Para llevarlo a cabo, se trata de contextualizar (social y culturalmente) el
carácter ambiguo de los signos y símbolos contendidos en las narraciones coloniales
desde los modelos de reglas medievales con las cuales se producía el específicamente el
discurso neogranadino. Las relaciones intertextuales se encuentran presentes en los
mismos textos que se trabajarán, así como en los tratados sobre cocina y alimentación
producidos en la época. Esto es lo que se denomina metatextos.

Se trata de analizar las prácticas de donde proceden los discursos, lo que daría
cumplimiento al objetivo de la investigación de contribuir al conocimiento de la
narración neogranadina sobre la alimentación. Para analizar las prácticas de donde
proceden los discursos, se toma el concepto de lugar de producción (Certeau, 1993), por
el que se entiende las instituciones –sociales y culturales- que se inscribe en un discurso
histórico y proporciona las reglas, los símbolos y las referencias que autorizan o
legitiman el discurso. El lugar de producción permite restituir un discurso a su propio
espacio de experiencias, lo que permite destacar lo que plausiblemente quiso decir el
autor en relación a las determinaciones de su época. En este sentido, se emplea como
herramientas para el análisis de los lugares del discurso, las propuestas teóricas sobre
narración y escritura elaboradas por Arthur Danto (1989) y Hayden White (historia y
narración) (1992), Michel de Foucault (el poder del lenguaje) y Reinhart Koselleck (los
espacios de experiencia) (1993). Es decir, en la medida en que la investigación pretende
examinar cómo se relacionan los alimentos con la teoría humoral, pueden ser restituidos
en sus significados originales a partir de las normas medievales desde las cuales fueron
pensados, con el fin de determinar cuál es su función original y de qué forma
propiciaron un juicio sobre la idea del cuerpo.

En cuanto a los mecanismos de recuperación de información, este trabajo pretende


describir y explicar la forma como se emplean los alimentos a partir de los Discursos
medicinales de Juan Méndez Nieto, los textos contemporáneos que se relacionan con la
temática y el contexto del siglo XVII. El análisis de las relaciones permitirá comprender
los saberes y las prácticas entorno al uso de los alimentos de acuerdo a la teoría
humoral, para ello se busca extraer de los textos las recetas de mantenimiento (dietética)
y las terapéuticas (farmacéutica) para identificar el rol de los humores a partir de la
condición de las sustancias dentro del discurso. Un segundo nivel permitirá vincular las
sustancias y las preparaciones con las redes sociales en las que adquieren sentido para el
contexto colonial del Nuevo Reino de Granada. El análisis del texto se hará a partir de
la implementación de matrices, tablas de captura y bases de datos de recetas coloniales
que permitirán identificar los elementos individuales y plantear relaciones entre
sustancias, entorno, cuerpo y contexto. Algunos ejemplos de tablas son los siguientes:

Tipo Origen Características Teoría humoral

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A V M E A O Descripci Relacion Humo Órgan Funció Referenci
u m t ón es con el r o n a
entorno

Alimen
to

Preparación Teoría Humoral

Procesos Instrumentos Función Vinculo Dieta Referencias


mixturas

Redes de mercado Recetas cotidianas Recetarios institucionales

F. Abastos, F. criminales, testamentos F. hospitales, conventos


mixtura

1.5 Resultados Esperados e Impacto:

Como la investigación pretende trabajar sobre la escritura de la producción culinaria, se


trata de recuperar este desconocido patrimonio. Este aspecto permitiría tener un
conocimiento más preciso de sus características alimentarias coloniales, estado y
condiciones de la circulación de productos, pero también de sus relaciones con la
terapéutica y la idea de salud colonial. Esto incide en la recuperación y reinterpretación
del patrimonio inmaterial colonial que se trabajará como fuente. Desde esta perspectiva,
también se pretende crear un modelo de análisis teórico y metodológico para el
tratamiento de este tipo de fuente.

Las actividades anteriormente descritas, y el desarrollo mismo del proyecto


proporcionarán formación académica a jóvenes investigadores y entrenamiento en
investigación a estudiantes de posgrado y pre-grado que formarían parte del equipo de
trabajo. Así mismo y como hasta el momento se ha llevado a cabo con esta temática, se
verán beneficiados estudiantes de la Universidad Javeriana que están elaborando – o
elaborarán- sus tesis de maestría o trabajos de grado bajo la dirección de los
proponentes. Por otra parte y debido al tipo de investigación, el principal impacto a
largo plazo es social. Se trata de lograr una contribución al propósito de identificar
aspectos esenciales que permitan aclarar cuáles son los componentes de la identidad
regional y nacional. A largo plazo se encuentra también la posibilidad de incidir en la
valoración del patrimonio inmaterial colonial.

1.6. Estrategia de Comunicación (Publicaciones científicas):

El resultado esperado de esta investigación en términos de nuevo conocimiento, se


establece desde diversos ángulos. Por una parte, se espera publicar tres artículos, que
además de hacer un aporte historiográfico a un tema desconocido en la conformación de
la identidad, también abarca la posibilidad de establecer un conocimiento más cercano
de la alimentación como patrimonio inmaterial. Además del esbozo historiográfico que
se ha elaborado, es importante mencionar la escasa bibliografía sobre la historia de la

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alimentación colonial, lo que también refleja la poca atención que tiene este sector del
patrimonio nacional.

Un importante mecanismo para la divulgación del conocimiento derivado de esta


investigación, y al mismo tiempo, una fuente de motivación para la formación de
jóvenes investigadores, es la divulgación de sus resultados a través de la docencia. En
este caso, se pretende comunicar los resultados bajo la modalidad de seminario. Además
se pretende la formación y consolidación de redes de investigación, construcción de
cooperación internacional y consolidación del grupo de investigación sobre estas
temáticas en el Nuevo Reino, en la medida en que habría un proceso de
internacionalización de la temática. Por lo pronto existen dos escenarios a donde se
considera llevar avances de investigación: las jornadas de estudios de cultura barroca,
que se lleva a cabo cada dos años en Lima, y los coloquios de Historia colonial de
CASO que lleva a cabo igualmente cada dos años.

Tipo de producción Número Tiempo estimado


Artículo de investigación en revista indexada 3 12 meses
Capítulo en libro de investigación
Libro de investigación

1.9. Bibliografía

Textos sobre Juan Méndez Nieto


ARROM, José Juan. “Juan Méndez Nieto o el traslado al Nuevo Mundo del cuento
humorístico medieval”. Thesaurus: Boletín del instituto Caro y Cuervo, Tomo 40, Nº 1,
1985 , pags. 1-16
BATAILLON, Marcel. “Riesgo y ventura del "Licenciado" Juan Mendez Nieto”.
Hispanic Review, Vol. 37, No. 1 (Jan., 1969), pp. 23-60
DEL CASTILLO Mathieu, Nicolás. “Juan Méndez Nieto, autor del primer tratado
colombiano de medicina”. Thesaurus: Boletín del instituto Caro y Cuervo, ISSN 0040-
604X, Tomo 45, Nº 2, 1990 , pags. 355-440
MOSCOSO, Francisco. Apuntes para la historia de la medicina en la Isla de Santo
Domingo. UCE, San Pedro Macoris, 1983.
RICO-AVELLO, Carlos. “Vida y milagros de un pícaro. Médico del siglo XVI :
biografía del bachiller Juan Méndez Nieto”. Madrid : Cultura Hispánica, 1974.

Bibliografia Citada
ANÓNIMO. Dos manuscritos mexicanos de Cocina. Conaculta. México, 2002.
ANÓNIMO. Libro de cocina de la gesta de independencia. Conaculta. México, 2002.
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13
1.10 Cronograma de Actividades:

Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes
ACTIVIDAD 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Especificación del planteamiento del problema
Perfeccionamiento del balance historiográfico.
Lecturas Contexto Historia alimentación
Lecturas Marco teórico
Búsqueda de material documental
Perfeccionamiento y captura información en base de
datos
Trabajo sobre fuentes documentales y narrativas
Búsqueda de recetarios y trascripción
Sistematización, crítica y análisis de fuentes
documentales
Elaboración y desarrollo de matrices
Definición de los capítulos de la investigación.
Escritura de artículos
Revisión de borrador trabajo final

14
1.11 Presupuesto

A. Presupuesto general

Rubros Justificación Puj Facultad Total


Equipos 5000000 0 5000000
Personal 0 27000000 27000000
Salida de Campo 0 0 0
Materiales Fotocopias de 3000000 0 3000000
fuentes
primarias en
Archivo
General de la
Nación (500
c/u); Biblioteca
Nacional (500
c/u)
Servicios técnicos Digitalización 6000000 0 6000000
de fuentes;
Desarrollo de
bases de datos.
Bibliografía Solicitud de 2000000 0 2000000
artículos y
revistas
internacionales;
Solicitud de
materiales
bibliográficos
Administración 0 0 0
Software Diseño de 2000000 0 200000
mecanismos de
captura de
información
Publicaciones 0 0 0
Viajes 0 0 0
18000000 27000000 45000000

http://books.google.com.co/books?
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