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Con la expansión del siglo XV, España incorporó a su mercado una enorme cantidad de
materiales para la alimentación y farmacéutica provenientes de las indias orientales y
occidentales (Puerto et all, 2006). La necesidad de establecer una relación con el
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entorno, de aclimatar los saberes para hacerlos funcionales, se evidencia en el Nuevo
Reino de Granada en donde también la búsqueda de nuevas sustancias permitió la
experimentación y la inclusión de nuevas plantas, animales y minerales en las redes de
consumo de alimentos. Los “Discursos medicinales” de Juan Méndez Nieto, médico que
vivió en Cartagena a comienzos del siglo XVII, está ubicada precisamente en este
contexto, es una obra que involucra el discurso medieval y las prácticas culinarias, no
sólo de la ciudad sino también en el Nuevo Reino pues través de su exposición se
evidencia la compleja relación que existe entre cuerpo, salubridad y alimentación.
Esta propuesta se justifica por lo que significa entender una cultura desde su comida
principalmente en dos perspectivas. En primer lugar, se trata de un tema historiográfico
escasamente estudiado para la historia de la Nueva Granada. Las pocas investigaciones
se han elaborado desde las prácticas, lo que ha generado unos lugares comunes que
tratan de satisfacer ciertas curiosidades relacionadas con el abastecimiento alimentario,
los procesos de mestizaje culinario y la vida cotidiana. Sin embargo, el fundamento y
complemento de las prácticas se encuentra en la generación de discursos, cuyo estudio
permite observar las ideas que se elaboraron sobre la propia percepción del cuerpo, el
papel de la teoría humoral, y la manera como antecedió la aparición de la distinción por
el gusto. En segundo lugar, la investigación sobre la evolución de la gastronomía revela
la manera como se desarrolló históricamente la alimentación como patrimonio tangible
e intangible: los productos y manifestaciones culinarias hacen parte del primer grupo,
mientras que los usos, normas y costumbres, aluden a lo intangible (Benavides 9).
Para el desarrollo de esta propuesta se han tomado tres núcleos teóricos fundamentales:
el discurso de la traducción de la naturaleza y la propuesta de los actantes, actores no
humanos, tomada principalmente de Latour, con lo cual se pretende interpretar la
integración de nuevos elementos indianos a las prácticas alimentarias y al discurso
humoral europeo partiendo de los “Discursos medicinales” de Méndez. En segundo
lugar la categoría de cuerpo, con la cual se pretende explorar las transformaciones y
percepciones del cuerpo y su relación con la salud a través de los alimentos. Finalmente
la categoría de cultura desde la antropología simbólica, para ubicar el sentido y el
entramado que representan los sistemas alimentarios dentro de una sociedad particular.
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En cuanto a la primera categoría, hay que tener en cuenta que Latour plantea la
necesidad de reconocer la referencia, como espacio de articulación y mediación entre el
mundo “ahí afuera” y el lenguaje, lo que constituye una alternativa para redireccionar la
distinción entre sujeto cognoscente y objeto cognoscible que ha determinado las
investigaciones sobre las representaciones del mundo en el ámbito de la ciencia, las
técnicas y los saberes. Desde esta perspectiva de la mediación, los objetos del mundo,
sean estos conceptos, hechos o artefactos, se explican por la coexistencia y mutua
definición entre actores humanos y actores no humanos. De esta manera se redefine la
idea de historicidad de los actores no humanos donde no solo se refiere al cambio de
lugar en el tiempo sino a la generación necesaria de transformaciones sobre aquello que
se considera real (Latour 2001; 175). La posibilidad de explicar simétricamente el
desarrollo de los humanos y no humanos opera desde el reconocimiento de dinámicas
de articulación que corresponden al espacio vacío entre las dicotomías tradicionales
(sujeto-objeto, epistemología-ontología, por ejemplo) y la traducción en cuanto práctica
que permite identificar los desplazamientos a través de los actores que emergen en una
configuración especifica de factores. No son causa efecto sino relaciones dinámicas.
En este sentido ninguna teoría científica se aplica de forma directa sobre una nueva
realidad porque los actores humanos que la operan lo hacen de acuerdo a las
circunstancias específicas en las que se encuentran ubicados. Así mismo, desde la
perspectiva simétrica, las sustancias mismas, alimentos, medicinas, o humores pueden
entenderse como actores emergentes que adquieren sentido en la medida en que se
activan como jugadores históricos. No habría pues una sola dimensión de la teoría de
los humores, ni estos serían los mismos que Galeno había propuesto, sino que se
configuran de acuerdo a su historicidad: existen mecanismos de traducción a modo de
referentes que vinculan la realidad ahí afuera y el lenguaje. Esta dinámica de
articulación se explica a partir del concepto de traducción que se refiere a las prácticas
especiales que permiten a los humanos registrar y condensar las identidades emergentes
en el discurso. En este caso, los discursos medicinales de Méndez Nieto operan como un
mecanismo de fijación de la emergencia de sustancias, así como de los cambios que
suceden sobre la realidad, el médico y la manera como los alimentos afectan el cuerpo.
Desde este punto de partida, se debe considerar al cuerpo como un discurso que autoriza
y reglamenta las prácticas culturales: es una simbolización sociohistórica que está
caracterizado por cada grupo cultural. Cada sociedad tiene su cuerpo, sometido a una
administración social, obedece a reglas, rituales y a escenificaciones cotidianas
(Certeau, 1997: 13). Historiar el cuerpo es considerar cómo ha sido experimentado y
expresado dentro de sistemas culturales concretos, lo que involucra una historia de la
conciencia corporal, la cual ha proporcionado históricamente los arquetipos de donde
proviene la representación del espacio y la construcción del sujeto (Zumthor, 1994:18).
El cuerpo es el lugar originario que engendra un orden, un microcosmos a partir del cual
se refleja un modelo de mundo y una estructura social. A partir de estos términos se
elabora un lenguaje cultural, en el cual la gestualidad genera sentido. El gesto se articula
sobre un modo de pensar y sobre las disposiciones anímicas (Zumthor, 1994: 38): abre
el espacio a una acción en la que se inscribe el cuerpo entero. Los códigos de
gestualidad, entre los cuales se encuentran las maneras y formas de alimentación, o las
experiencias de salud, matizan la conciencia sobre la cual se crean formas de ser sujeto.
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común: este es el cuerpo social, un nosotros que unifica un proyecto histórico que se
matiza en la realización de los ritos sociales, los cuales articulan lo público y lo privado.
A partir de este hecho, la sumatoria de sujetos identificados por unas pautas en común,
se ordena el espacio social y el cuerpo se convierte en un vínculo cultural. Como lugar
imaginado, el cuerpo se desplaza como un centro construido entre tres fuerzas que se
interrelacionan, y cuyos puntos de interpretación varían de acuerdo a la cultura que los
produce: Los acontecimientos (percepciones que instauran una temporalidad); lo
simbólico (unos discursos, relatos o signos que organizan sentidos o verdades); lo social
(una red de comunicaciones y de prácticas contractuales que instituyen un "estar allí" o
un "habitar")(Certeau, 1993: 99).
Aquí ocupa su lugar el problema de la cultura. Para Geertz, la cultura denota “un
esquema histórico trasmitido de significaciones representadas en símbolos, un sistema
de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas por medio de los cuales
los hombres se comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y actitudes frente
a la vida (1995:88). La cultura definida como una realidad “superorgánica”, terminada
en sí misma, con fines propios, es una red de significantes que se consolidan como
prácticas y representaciones mentales por medio de las cuales el sujeto le da sentido a su
existencia a partir de unas necesidades sociales, en donde el caso particular de la
alimentación y sus representaciones ocupan un lugar esencial. Es importante tener en
cuenta que la cultura no es un todo autónomo constituido por patrones coherentes, sino
que también puede ser concebida como una intersección en donde se encuentran y se
entrelazan diversos procesos dentro de unos límites (Rosaldo, 1991:31), lo que permite
pensar tanto las variaciones regionales de la alimentación, como las zonas límite de la
experiencia humana de Méndez Nieto, su “utillaje mental”, que emplea para describir el
mundo que encuentra. Estos elementos permiten acercarse a sus representaciones, las
experiencias sobre el cuerpo, la idea de salud, etc. Este conjunto de prácticas y
representaciones están mediadas por las sensaciones que construyen vínculos sociales,
edifican la subjetividad individual y lo relacionan con lo alimentario.
Estos elementos teóricos tienen en cuenta las diferentes metodologías y temas que se
han empleado para tratar el problema de la alimentación. De hecho, los estudios que
tratan la relación entre alimentación y terapéutica o dietética son escasos. Habría que
reseñar fundamentalmente el estudio de Cruz (1997) para la historia medieval. Sin
embargo, en su conjunto existe una producción amplia en torno a la historia de la
alimentación aunque se trata de un interés historiográfico reciente que se ha enfocado
desde diversas perspectivas: algunas obras generales han tratado de demostrar su
evolución en relación al tipo de sociedad que la produce (Carneiro, 2003; Flandrin,
1999, Neirinck, 2001), y en algunos casos, estudios de regiones famosas por su
gastronomía, como el caso de Italia (Cappatti, 2006).
Sin embargo, en la tradición historiográfica tiene peso los análisis que relacionan
comida y nación (Belasco and Scranton, 2002), o la relación de esta con la identidad
nacional, entre las que sobresalen los casos específicos de Estados Unidos (Witt, 1999),
y México (Pilcher, 2001). Otros estudios enfatizan en la alimentación y espacios
concretos de la cultura, como la religión (Sack, 2001), los estudios de género y raza
(McFeely, 2000; Inness, 2000; Wylie, 2001), las tecnologías alimentarias (Brewer
2000) y la ciencia (Smith and Philipps, 2000), mientras que otros apuntan a historiar
aspectos particulares de la cultura alimenticia como el maíz o el impacto de
condimentos como la salsa de tomate (Smith, 2000 y 1996). Por su parte, en la
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sociología sobresalen temáticas diferentes, como la historia del apetito (Germov, 1999),
o la relación entre alimentos y orden social (Goody, 1982). Este breve panorama revela
dos cosas: por un lado estudios centrados en el siglo XX y una producción muy reciente,
que abarca más o menos los últimos veinte años.
El volumen de información reciente y centrada sobre el siglo XX, revela a una sociedad
cada vez más conciente de sus prácticas alimenticias. Sin embargo, existe inquietud
sobre otros períodos. Aunque son escasos los estudios sobre culturas remotas como la
antigua Mesopotamia (Bottero, 2005), otros tienen investigación más profusa. Este es el
caso de la historia de alimentación en la Edad Media, y especialmente en España, en
donde se ha desarrollado una historiografía particular sobre el siglo de Oro a partir de su
literatura (Gasquez, 2002; Cunqueiro, 1999; Chamorro, 2002; Diaz, 2003; Diaz, 2005),
o en Italia moderna (Camporesi, 1999).
En relación a las prácticas terapéuticas, estas parten de una dinámica permanente entre
los discursos y el entorno. Su estudio ha sido abordado desde diferentes enfoques. En
primer lugar, la historia de la medicina ha desarrollado trabajos sobre la terapéutica y la
farmacia como partes necesarias en la construcción del saber médico. En segundo lugar,
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la antropología ha tenido el interés por explicar la utilización de los materiales
medicinales por parte de comunidades indígenas, así mismo, la relación naturaleza-
cultura como elemento fundamental para explicar los comportamientos de grupos
sociales complejos. En tercer lugar se presentan estudios sobre terapéutica desde la
historia, los cuales han sido desarrollados en países europeos, especialmente en España
(Puerto, 2006). Si bien la producción es extensa y debe ser utilizada como base de esta
investigación, la escuela española adolece de desarrollo de teoría, explicación y análisis,
centrándose en el recuento y la relación del estado de la farmacia durante el
renacimiento y la ilustración española.
1.3 Objetivos:
General
La investigación pretende analizar la relación de la producción de discursos sobre la
alimentación con la idea de cuerpo durante el periodo colonial para ilustrar la manera
como los discursos afectan las prácticas de significación, las funciones y usos, y los
vínculos de apropiación de la naturaleza. Se trata de acercarse a los modelos discursivos
medievales que fueron expuestos en Nuevo Reino a partir de los Discursos medicinales
de Juan Méndez Nieto, que sirven como punto de partida para reconstruir los discursos
alimentarios y las prácticas culinarias en el siglo XVII neogranadino. De esta manera, se
busca analizar las estructuras discursivas y las prácticas que influyen en la modelación
de una idea múltiple de cuerpo en la cristiandad colonial.
Particulares
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Establecer bases teóricas y analíticas que permitan comprender las estructuras sobre
las cuales se ensambla el discurso humoral neogranadino y su relación con la
tradición cristiana medieval y los elementos que surgieron del espacio mestizo. El
estudio de este aspecto se hace necesario en tanto que sobre él reposan los nódulos
ideales de las prácticas culinarias, que de muchas maneras contribuyeron a la
formación del actual gusto culinario.
Rescatar la información discursiva sobre la alimentación en el Nuevo Reino, así
como ensamblar un corpus documental sobre las prácticas alimentarias, como valor
que ensambla la construcción de la identidad.
Contribuir al conocimiento historiográfico de la colonia de la Nueva Granada,
desarrollando un método para leer los discursos gastronómicos, para rescatar sus
tradiciones y la manera como influyen en la percepción del cuerpo, de manera que
permita tener un acercamiento a aquellos elementos que forman la identidad actual,
desde el ejercicio del discurso del cuerpo.
1.4 Metodología:
Para cumplir con los objetivos establecidos, se han elegido como método de trabajo la
microhistoria y el análisis de discurso. En cuanto al primero, este método es el más
indicado para desarrollar un acercamiento a las narraciones acerca de la alimentación.
La microhistoria (Ginzburg, 2003) abre la posibilidad de incluir actores no humanos
como agentes históricos, lo que resulta en la posibilidad de reconstruir redes de sentido
e intercambio entre los sujetos y los objetos, entre el entorno y las condiciones
particulares de los saberes médicos del siglo XVII. La combinación entre estas dos
perspectivas metodológicas permite enfatizar la (re) producción local de lo social en las
practicas heterogéneas que constituyen interacciones situadas (Michael, 2003) por
medio del rastrear indicios para comprender marcos de relaciones más amplias.
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El análisis de discurso complementa esta propuesta microhistórica de Méndez Nieto,
pues se trata de establecer la estructura interna de sus textos para encontrar patrones
internos del discurso y la relación con otros documentos sobre la alimentación. El
método busca la deconstrucción de las fuentes. Para el efecto, se busca establecer la
relación texto-contexto-metatexto, partiendo del concepto deconstrucción propuesto por
Derrida, por el cual se entiende el análisis que busca deshacer las construcciones
internas del discurso contenido en un texto, para revelar sus contradicciones y
supuestos. Para llevarlo a cabo, se trata de contextualizar (social y culturalmente) el
carácter ambiguo de los signos y símbolos contendidos en las narraciones coloniales
desde los modelos de reglas medievales con las cuales se producía el específicamente el
discurso neogranadino. Las relaciones intertextuales se encuentran presentes en los
mismos textos que se trabajarán, así como en los tratados sobre cocina y alimentación
producidos en la época. Esto es lo que se denomina metatextos.
Se trata de analizar las prácticas de donde proceden los discursos, lo que daría
cumplimiento al objetivo de la investigación de contribuir al conocimiento de la
narración neogranadina sobre la alimentación. Para analizar las prácticas de donde
proceden los discursos, se toma el concepto de lugar de producción (Certeau, 1993), por
el que se entiende las instituciones –sociales y culturales- que se inscribe en un discurso
histórico y proporciona las reglas, los símbolos y las referencias que autorizan o
legitiman el discurso. El lugar de producción permite restituir un discurso a su propio
espacio de experiencias, lo que permite destacar lo que plausiblemente quiso decir el
autor en relación a las determinaciones de su época. En este sentido, se emplea como
herramientas para el análisis de los lugares del discurso, las propuestas teóricas sobre
narración y escritura elaboradas por Arthur Danto (1989) y Hayden White (historia y
narración) (1992), Michel de Foucault (el poder del lenguaje) y Reinhart Koselleck (los
espacios de experiencia) (1993). Es decir, en la medida en que la investigación pretende
examinar cómo se relacionan los alimentos con la teoría humoral, pueden ser restituidos
en sus significados originales a partir de las normas medievales desde las cuales fueron
pensados, con el fin de determinar cuál es su función original y de qué forma
propiciaron un juicio sobre la idea del cuerpo.
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A V M E A O Descripci Relacion Humo Órgan Funció Referenci
u m t ón es con el r o n a
entorno
Alimen
to
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alimentación colonial, lo que también refleja la poca atención que tiene este sector del
patrimonio nacional.
1.9. Bibliografía
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1.10 Cronograma de Actividades:
Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes
ACTIVIDAD 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Especificación del planteamiento del problema
Perfeccionamiento del balance historiográfico.
Lecturas Contexto Historia alimentación
Lecturas Marco teórico
Búsqueda de material documental
Perfeccionamiento y captura información en base de
datos
Trabajo sobre fuentes documentales y narrativas
Búsqueda de recetarios y trascripción
Sistematización, crítica y análisis de fuentes
documentales
Elaboración y desarrollo de matrices
Definición de los capítulos de la investigación.
Escritura de artículos
Revisión de borrador trabajo final
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1.11 Presupuesto
A. Presupuesto general
http://books.google.com.co/books?
hl=es&lr=&id=zjCvBh2JpTMC&oi=fnd&pg=PP7&dq=santos+martires&ots=i0sdqWS
g3I&sig=A7qe84lvRlkUaDHYrGMsgK1bgeU#v=onepage&q=santos
%20martires&f=false
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