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Traducido
Traducido por Melanie Plesch
Esta ponencia es una breve historia de los métodos para guitarra publicados por
guitarristas de habla española, ya sea en España o en otros países. Sobre este tema se
han publicado un número considerable de artículos y tesis doctorales. En tal sentido,
deben mencionarse los nombres de Paul Cox, anielle !ibouillault, "oseph #olece$,
%icola di &ascio,
&ascio, 'rian "e((ery,
"e((ery, )ario dell*+ra
dell*+ra y Eri$ Stenstadvold.
Stenstadvold. +dems
+dems de tratar la
signi(icancia hist-rica de los métodos principales, yo diría ue la mayor parte de estos
estudios se preocuparon (undamentalmente
(undamentalmente por anali/ar los aspectos técnicos de la
e0ecuci-n guitarrística tal como aparece demostrada por los di(erentes autores. 1tro
en(oue ue considero inadecuado en estas obras es ue, si bien estaban tratando de
cubrir el tema desde todos los ngulos posibles, se concentraron únicamente en auéllos
métodos de la primera mitad del siglo 232 provenientes de Europa Central y 1ccidental
ue han llegado hasta nosotros.
Con pocas excepciones, todas las (iguras importantes en la historia de la música se han
dedicado a la enseñan/a. +l transmitir el conocimiento musical a los estudiantes, uno
inevitablemente llega a ciertas conclusiones y metodologías ue pasan a (ormar parte de
su baga0e pro(esional. El deseo de expandir nuestra es(era de in(luencia ms all de los
límites del aula es una importante motivaci-n para codi(icar y organi/ar
organi/ar nuestros
pensamientos enen (orma progresiva y poner el todo resultante
resultante al alcance de un público
ms amplio. +sí nace una colecci-n impresa de mximas, e0ercicios, estudios, teorías,
observaciones
observaciones (ilos-(icas y otros dictados ue el autor compila como (ruto de su
experiencia y conocimiento y ue eventualmente se denomina método.
&a mayor parte de los métodos impresos en los últimos tres siglos estaba dirigida
directamente al estudiante y daban por sentado ue no había un pro(esor disponible.
3nclusive, a menudo estaban diseñados para evitar al pro(esor aún en auéllos casos en
los ue se suponía ue el alumno contaba con uno. Puede decirse ue auéllos métodos
ue go/aron de numerosas ediciones, como por e0emplo los de Carulli y Carcassi,
tuvieron éxito porue permitieron a los a(icionados aprender la técnica bsica ya (uera
ue tuvieran acceso a un maestro o no. Como muchos guitarristas de mi generaci-n
recordarn, estos libros también servían como textos didcticos 7listos para llevar8 y
como tal (ueron usados por nuestros maestros.
&os métodos implícitos en el título de esta ponencia son numerosos. En el poco tiempo
disponible voy a discutir una peueña proporci-n de ellos, ue he seleccionado de
acuerdo a su importancia hist-rica en relaci-n al arte y la ciencia de pedagogía
guitarrística. El primer método para guitarra en utili/ar notaci-n en pentagrama (ue
publicado por un autor an-nimo llamado
llamado on999 en :;<=.
:;<=.
#agan un Clic$ sobre la imagen para verlo en tamaño ms grande.
7sin embargo, para no abrumar la memoria del principiante, trataré las reglas de
digitaci-n y punteo cuando presente los e0emplos musicales.8
?enemos auí un testimonio interesante acerca de los e(ectos psicol-gicos del proceso
pedag-gico. + continuaci-n el autor presenta el plano habitual del diapas-n de la
guitarra y sugiere un plan para aprender de memoria en die/ días ue asegurar un
dominio completo del diapas-n. El primer día el alumno deber memori/ar los nombres
de las cuerdas al aire. En el segundo día deber aprender las notas ue se encuentran en
el primer casillero, y así sucesivamente un casillero por día hasta el casillero número
die/. En die/ días el alumno debería conocer auéllo ue habitualmente toma seis meses
de estudio. El primer método para guitarra conocido ue utili/a notaci-n en pentagrama
muestra ue su autor se preocupaba ya por el proceso de enseñan/a de la guitarra.
El pr-logo continúa con una descripci-n detallada de las ra/ones ue llevaron a )oretti
a añadir un compendio completo de la teoría general de la música@ él no podía enviar a
sus clientes a 3talia a buscar libros de teoría y no pudo encontrar ningún libro en
castellano ue satis(iciera sus reuerimientos. esde el punto de vista pedag-gico, el
libro de )oretti no es un método prctico para el a(icionado medio. Ello no obstante, es
una (uente de in(ormaci-n indispensable para la historia de la pedagogía de la guitarra
española, habiendo sido ui/s el primer intento serio de sistemati/ar el conocimiento
acerca de la guitarra y sus posibilidades, un es(uer/o ue sería llevado a su mxima
expresi-n por )oretti mismo y por iuliani, Sor y +guado en los años subsiguientes.
#acia (inales del siglo 2>333 numerosos métodos para guitarra continuaron
publicndose en todas partes de Europa. Posiblemente el ms notable de ellos (ue el
publicado en París por Salvador Castro de istau, Méthode de Guitare ou Lyre par S.
Castro. Castro (ue un guitarrista reconocido, amigo cercano de Aederico )oretti, el cual
le dedic- algunas de sus composiciones. El método est organi/ado en seis secciones,
cada una de ellas divididas en dos partes, comprendiendo un total de doce (olios. &a
característica principal de la obra es la ausencia casi total de texto. Si bien a lo largo de
la obra hay numerosos comentarios incluidos en las notas al pie, la mayor parte de los
(olios contienen únicamente e0ercicios musicales. 1tro rasgo destacable es ue, a
excepci-n de algunas indicaciones de posici-n, este método carece prcticamente de
indicaciones de digitaci-n. Esto sugeriría ue no (ue diseñado para ser utili/ado sin
maestro sino ms bien como material didctico para ser empleado por los pro(esores.
inversiones, OH estudios y una secci-n breve sobre la expresi-n musical, en la cual
+guado describe la manera de improvisar aplicable a la música de su época. &a mayor
parte de los KN estudios de la colecci-n aparecen repetidos auí. +lgunos han sido
considerados innecesarios y abandonados. +lgunos de los estudios ms tempranos
aparecen ahora como e0ercicios simples al (inal de la secci-n de las lecciones
elementales, mientras ue otros aparecen en la secci-n de los treinta estudios. En ambos
casos la secuencia ha sido modi(icada y la ortogra(ía musical re6escrita, "con el o#jeto
de mani%estar en el escrito la mayor e&actitud de la ejecución.$ +lguno de los estudios
presentan cambios textuales menores.
&as primeras DD lecciones han sido diseñadas como pie/as a una sola vo/, ocupando
habitualmente no ms de dos renglones de música y limitadas enteramente a los
primeros cuatro casilleros. 1bsérvese auí ue +guado no utili/a el concepto de
posici-n. &as DD lecciones estn escritas en su totalidad en el registro ms grave del
instrumento y reuieren solamente el uso del pulgar de la mano derecha. Comien/an
con ritmos simples binarios en blancas y negras y progresivamente incorporan
esuemas con puntillos, tresillos, sextillos, doble puntillo, síncopas y staccatos. &a
elecci-n de tonalidades es totalmente arbitraria. ecididamente, esta es una dieta
estricta y en cierto modo ascética para los estudiantes, pero sin duda el tipo de e0ercicio
de lectura a primera vista ue inculcar al alumno un seguro sentido del ritmo.
&as siguientes ND lecciones se encuentran aún limitadas a los primeros cuatro casilleros,
pero ahora tienen dos, tres y cuatro voces. +uí +guado presenta un aspecto de la
e0ecuci-n ue (uera apenas sugerido en la Colecci-n@ la idea de acordes simult'neos.
+guado explica@
Si las notas de un acorde son todas de un mismo valor, debiendose e0ecutar todas un
mismo tiempo, la simultaneidad es absolutaQ y esto llamo acorde simultaneo.
#ablando con propiedad, el acorde ha de constar por lo menos de tres sonidos, - de dos
intervales, sin embargo, atendiendo la (acilidad de la e0ecucion, consideraré tambien
como acorde la union de dos voces.
&as siguientes K: lecciones estn dedicadas a la técnica avan/ada, un tema ue +guado
identi(ica con la actividad ms all del cuarto casillero. Como mencionamos
anteriormente, +guado no divide el diapas-n en posiciones, tratndolo como un todo
lineal determinado de esta (orma por su naturale/a cromtica. Con el ob0eto de tratar el
tema de las repeticiones de unísonos de una nota dada en diversas cuerdas, +guado
invent- un sistema de notaci-n comple0o ue evita la idea de divisi-n por posiciones. Se
trata del sistema de sonidos euivalentes o euísonos. &a idea es simple@ el primer
unísono de la primera cuerda al aire se encuentra en la segunda cuerda en el uinto
casillero. Rste es el primer sonido euivalente o euísono. El mismo sonido se
encuentra una ve/ ms en la tercera cuerda en el casillero nueve@ éste sería el segundo
sonido euivalente o euísono, y así sucesivamente. El capítulo acerca de los adornos se
inicia con ligados, entre los cuales +guado describe el arrastre, un recurso técnico ue
no había sido descripto hasta auí en los métodos para guitarra europeo6occidentales.
Continúa con las apoyaturas, trinos y mordentes habituales, pero introduce a la paleta
del instrumento una cantidad de sonoridades nuevas. Sonidos apagados, ue es lo ue
habitualmente en la 0erga guitarrística se denomina pi//icato, un e(ecto ue puede
lograrse ya sea levantando de la cuerda el dedo de la mano i/uierda o tocando la
cuerda vibrante con un dedo de la mano i/uierda. ?ambién puede aplicarse el borde
externo de la palma a toda la cuerda, un e(ecto ue produce 7un sonido oscuro.8 El
capítulo termina con una descripci-n de distintos e(ectos especiales tales como tambora,
campanelas y la imitaci-n del (agot. El capítulo acerca de los arm-nicos dice ser la
discusi-n ms extensa 0ams publicada. &os arm-nicos naturales son similares a
auéllos descriptos por autores anteriores, pero los arm-nicos arti(iciales son descriptos
en detalle, y se a(irma ue esta (orma de e0ecuci-n (ue inventada por de Aossa. Sin
embargo, hay una tercera manera de producir arm-nicos ue puede haber sido inventada
por de Aossa y ue es una técnica similar a auélla ue usan los instrumentistas de
cuerdas (rotadas@ la cuerda se pisa en un casillero dado con el primer dedo y
extendiendo el cuarto dedo se puede producir sonidos arm-nicos a una distancia de
cinco casilleros, esto es, el arm-nico de doble octava de la nota ue est siendo pisada.
&a secci-n segunda del libro se inicia con un sistema inusual de enseñan/a de la
armonía sobre el diapas-n. espués de una introducci-n breve a los intervalos y sus
inversiones, estableciendo las di(erencias entre acordes consonantes y disonantes, sigue
una detallada explicaci-n de sus inversiones. +llí explica +guado su idea de las
posiciones de los acordes. Cada acorde puede tener cinco posiciones sobre el diapas-n,
tres de las cualesJauéllas ue contienen seis sonidos con la (undamental en la sexta,
uinta o cuarta cuerdasJse denominan completos, mientras ue otros acordes posibles
son generalmente acordes parciales, con la (undamental en la uinta y la cuarta cuerdas.
5na ve/ ue comien/a a usarse la ce0illa completa estas estructuras pueden trasladarse
arriba y aba0o del diapas-n. Para resumir todas las estructuras de acordes posibles,
+guado diseña una tabla con el 7círculo de posiciones8 ue permite apreciar de un
vista/o c-mo cada acorde se despla/a a lo largo del diapas-n.
#agan un Clic$ sobre la imagen para verlo en tamaño ms grande.
El círculo se lee en sentido contrario a las agu0as del relo0. Por e0emplo, el acorde de o
mayor, ue aparece a las tres, comien/a en la posici-n o, y se despla/a a lo largo de
las posiciones !e, )i, &a y Si. &a intenci-n de +guado no es enseñar los acordes de
memoria, sino ms bien establecer la l-gica subyacente a la armonía del diapas-n de la
guitarra. El presupuesto es ue, una ve/ entendida esta l-gica, no ser necesario
memori/ar cientos de estructuras de acordes. El mismo en(oue se aplica no s-lo a los
acordes mayores y menores sino también a todos los acordes disonantes posibles, como
la séptima de dominante, la séptima disminuida y la sexta aumentada.
El sistema de escalas de +guado tiene ahora una presentaci-n ms sistemtica y l-gica,
saltendose completamente el círculo de uintas. Cada escala se basa en una de las
estructuras de acordes previamente de(inidas, por lo cual las escalas pueden derivar no
s-lo de los acordes mayores y menores, sino también de los de séptima de dominante,
concepto ue le permite explicar en detalle las improvisaciones cadenciales. ado ue
estn basados en estructuras ac-rdicas movibles, los patrones escalísticos son también
movibles y en consecuencia pueden trasladarse a lo largo del diapas-n.
&a música ue sigue a esta exposici-n aparece acompañada de una explicaci-n detallada
del nombre del acorde sobre el cual est basado el pasa0e y su posici-n en el círculo. Si
bien +guado no lo dice directamente, puede aventurarse ue la intenci-n era simpli(icar
la lectura a primera vista, dado ue si se conoce la estructura del sistema, se puede
establecer la digitaci-n correcta de cada acorde y escala sin importar las notas
especí(icas. &a secci-n se cierra con una discusi-n acerca de los arpegios, la cual se
extiende ms all de cualuier posici-n (i0a.
En el año siguiente, :=DN, +guado via0- a París donde vivi- hasta :=O=. Poco tiempo
después de su llegada public- en dicha ciudad dos ediciones de la !scuela( ambas
reali/adas para él por un impresor parisiense. &a primera de ellas (ue la segunda edici-n
castellana, corregida y aumentada y, casi simultneamente con ésta, una versi-n en
(rancés traducida por Aranois de Aossa. &a versi-n en castellano estaba evidentemente
destinada al mercado español y, ui/s, el sudamericano, dado ue incluye en su portada
la direcci-n del negocio de )uñoa en )adrid. ?exto y música son casi idénticos a la
edici-n madrileña de :=D<, pero ello no obstante, presenta varios cambios
signi(icativos. 5na comparaci-n y anlisis detallado nos ayudaría probablemente a
entender el proceso de adaptaci-n ue +guado se vio (or/ado a reali/ar a consecuencia
de su traslado a París.
En :=OH, a los cuatro años de su retorno a París en :=DN, Aernando Sor public- su
propio método para guitarra, el cual, a pesar de su título, no es en realidad un método.
Es un mani(iesto, un intento de codi(icaci-n de la teoría pedag-gica en relaci-n a la
técnica aplicada, es un libro de ideas, presentadas en una me/colan/a de exageraciones
(antasiosas y evidentes contradicciones. + menudo es di(ícil entender en esta obra
exactamente cules eran las ideas de Sor acerca de la guitarra y su técnica. + pesar de
las inmensas di(erencias entre ellos, todos los libros ue hemos examinado hasta auí
tienen un rasgo pedag-gico en común@ intentan prescribir un régimen particular de
pudiéramos ponernos de acuerdo sobre el signi(icado de palabras tales como 7me0or8 y
7musical.8 &a cuesti-n es ue no se ha encontrado una correlaci-n demostrable entre la
sabiduría de un método con el éxito alcan/ado en la sala de conciertos por auéllos ue
lo usaron durante sus estudios, ni en el siglo 232 ni ahora. 5na ve/ ue un intérprete
alcan/a una cierta masa crítica todas las in(luencias del pasado, maestros, métodos,
conciertos, master6classes, etc., son s-lo un elemento ms en el crecimiento personal del
e0ecutante, tan importantes como educaci-n general, estabilidad emocional, (elicidad
personal, estado (ísico, etc., sin olvidar padres acomodados ue puedan (inanciar una
carrera de concertista. &os aspectos re(erentes a la educaci-n musical no pueden ser por
sí y en sí mismos los únicos (actores determinantes en el éxito o el (racaso de un
intérprete determinado. + menudo escuchamos las pretensiones in(ladas de algunos
maestros ue se mandan la parte ad0udicndose la responsabilidad del ascenso a la (ama
de algún 0oven virtuoso. En muchos casos las pretensiones estn 0usti(icadas. Pero
sabemos de algunos guitarristas increíbles ue nunca tuvieron un maestro y ue sin
embargo se las arreglaron para llegar a la cima. 3nmediatamente vienen a la mente los
nombres de +ndrés Segovia y 'envenuto ?er/i. ?ambién sabemos de algunos maestros
excelentes dotados con in(inita compasi-n y sabiduría 0unto con un pro(undo
conocimiento de la música ue sin embargo no (ueron dotados de discípulos de similar
cualidad. &o contrario también es cierto@ sabemos de algunos maestros muy mediocres
Fhay uno en cada puebloG ue de algún modo se las ingeniaron para producir alumnos
brillantes. Su reputaci-n est relacionada no tanto con 1ué enseñan y cómo( sino con
1ué alumnos le tocaron en suerte. %ada hay intrínsecamente malo o incorrecto en estos
(en-menos, ésta ha sido la (orma en la cual se ganaron y perdieron (ortunas a lo largo de
las últimas tres siglos de pedagogía guitarrística, y lo sigue siendo. El historiador
cuidadoso ue trata de averiguar ué enseñ- un maestro y c-mo lo hi/o deber separar
la pa0a del trigo para determinar ué es realmente nuevo y revolucionario y ué es el
mismo dogma dis(ra/ado con el brillo deslumbrante de nuevas y pomposas
terminologías.
?odo esto nos lleva a pensar ue, en un último anlisis, el éxito del proceso de
transmisi-n de in(ormaci-n desde el maestro al alumno no depende de ningún método o
libro, teoría pedag-gica, programa sancionado gubernamentalmente o la adhesi-n ciega
a este o auél culto. epende, como lo hi/o siempre, de un (en-meno singular ue no
puede repetirse nunca con exactitud, la combinaci-n particular de maestro6alumno y su
singular interacci-n. ?odos los autores de métodos, compiladores de programas e
inspectores del gobierno han tratado de inmiscuirse entre el maestro y el alumno. icha
inter(erencia nunca me0or- el proceso. Como ya lo di0era Carulli en :=:, no hay
reempla/o para la sabiduría y compasi-n de un maestro de carne y hueso.
*otas
:. &a tapa muestra auí es auélla de la segunda edici-n del mismo libro de :=:N. Con
menores cambiamientos, es bsicamente el mismo libro de :;, un (acsímil de ue se
public- por ?ecla Editions. Copia en el 'ryant &ibrary, artmouth College, #anover,
%eX #ampshire, call %Y )?<=D.AO<. !eturn to text
.+.&.3.
C+?+&1 #1)E P+E
?able o( Contents