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Más allá de Fukushima: los

océanos como basureros


nucleares
El desastre nuclear de Fukushima lanzó al Pacífico una cantidad sin
precedentes de radiación. Pero desde hace mucho las pruebas de
bombas nucleares y residuos radiactivos vienen contaminando los
mares.
    

Casi 1,2 millones de litros de agua fue utilizada para enfriar los reactores de Fukushima
destruidos tras el terremoto del 11 de marzo de 2011. Ahora ese líquido radiactivo será
lanzado al océano. El tema es muy controvertido en Japón, sobre todo porque el desastre
nuclear causó una contaminación extrema en la costa de Fukushima. Tras el fuerte sismo, el
agua radiactiva fluía "directamente al mar, en cantidades que nunca antes habíamos visto en
el mundo marino", dijo a DW Sabine Charmasson, del Instituto Francés de Protección
Radiológica y Seguridad Nuclear (IRSN).
Los niveles de radiación en el mar de Fukushima eran millones veces más altos que lo
permitido, que es de 100 becquerel. Hasta hoy en día se pueden detectar sustancias
radiactivas en las costas de Japón y otras partes del Pacífico. Incluso se ha medido en la
costa oeste de Estados Unidos, donde hablamos de cantidades "muy por debajo de los
niveles nocivos establecidos por la Organización Mundial de la Salud", según Vincent Rossi,
oceanógrafo del Instituto de Oceanografía del Mediterráneo (MIO) de Francia.
Pero eso no significa que no haya riesgo, dice Horst Hamm, de la Nuclear Free Future
Foundation. "Un solo becquerel que ingresa a nuestro cuerpo es suficiente para dañar una
célula que eventualmente se convertirá en una célula cancerosa", dice. Y ese riesgo está
creciendo. La contaminación radiactiva en el océano ha aumentado en todo el mundo desde
hace décadas.
Las pruebas con bombas nucleares 
En 1946, Estados Unidos se convirtió en el primer país en probar una bomba atómica en los
mares. En las siguientes décadas, se llevaron a cabo más de 250 pruebas adicionales del
mismo tipo. La mayoría de ellos (193) fueron conducidas por Francia en la Polinesia
Francesa, y por Estados Unidos (42), principalmente en las Islas Marshall y el Pacífico
Central.

Imagen de la primera prueba nuclear realizada en el atolón de Bikini, en 1946.


Pero el océano no solo era un campo de entrenamiento para la guerra nuclear, sino que
hasta principios de la década de 1990 también era un vertedero de desechos radiactivos de
las centrales nucleares.
De 1946 a 1993, más de 200.000 toneladas de desechos, algunos de ellos altamente
radiactivos, fueron arrojados a los océanos del mundo. Varios submarinos nucleares,
incluida la munición nuclear, también fueron hundidos durante este tiempo.
¿Es el océano un sitio de almacenamiento perfecto?
La mayor parte de los desechos nucleares arrojados provino de Gran Bretaña y la Unión
Soviética, según muestran las cifras del Organismo Internacional de Energía Atómica
(OIEA). Hasta 1991, Estados Unidos había dejado caer más de 90.000 barriles y al menos
190.000 metros cúbicos de desechos radiactivos en el Atlántico Norte y el Pacífico. Otros
países, como Bélgica, Francia, Suiza y los Países Bajos también eliminaron toneladas de
desechos radiactivos en el Atlántico Norte en las décadas de 1960, 1970 y 1980.
"Bajo el lema 'fuera de la vista, fuera de la mente', el vertido de desechos nucleares fue la
forma más fácil de deshacerse de ellos", dice Horst Hamm.
Alrededor del 90 por ciento de la radiación presente en el océano proviene de barriles
desechados en el Atlántico Norte, la mayoría de los cuales se encuentran al norte de Rusia y
en las costas de Europa occidental. "Los barriles están en todas partes", dice el ecologista
Yannick Rousselet, de Greenpeace Francia. Los hallaron, por ejemplo, cuando la
organización ambientalista usó submarinos en la búsqueda de tambores a unos cientos de
metros de la costa del norte de Francia, a una profundidad de 60 metros.

Barriles de residuos nucleares de Inglaterra en el Canal de la Mancha.


"Nos sorprendió lo cerca que estaban de la costa", dice Rousselet. "Están oxidados y
goteando, con la radiación claramente elevada".
Alemania también está involucrada
En 1967, Alemania también arrojó 480 barriles frente a las costas de Portugal, según el
OIEA. En respuesta a una solicitud de información de 2012 de Los Verdes sobre la
condición de esos barriles, el gobierno alemán escribió: "Los barriles no fueron diseñados
para asegurar la contención permanente de radionucleidos en el fondo del mar. Por lo tanto,
se debe suponer que ya no están intactos".
Para Horst Hamm, las consecuencias a largo plazo son claras. La radiación será "absorbida
por los animales marinos que la rodean. Eventualmente terminarán atrapados en las redes
de pesca y volverán a nuestros platos", dice.
(sv/dzc)
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LA LARGA SOMBRA DE FUKUSHIMA

El terremoto de Tohoku y el posterior


tsunami
Fue el peor desastre de la historia de Japón después de la II Guerra Mundial. Hace cuatro años, un
terremoto de magnitud 9,3 registrado frente a las costas de la región de Tohoku provocó un tsunami
que devastó la costa del noreste de Japón. El resultado: al menos 15.880 fallecidos y 2.694
desaparecidos, además de 6.135 heridos.

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