Sie sind auf Seite 1von 5

LA MASA HECHA HOMBRE, Y EL HOMBRE HECHO BESTIA.

POR:

German Ocampo.

Universidad de Antioquia.

Licenciatura en artes plásticas.

Sujeto y educación.

2018
LA MASA HECHA HOMBRE, Y EL HOMBRE HECHO BESTIA.

Desde que nacemos hasta que morimos buscamos un lecho caliente donde reposar, buscamos de

alguien más para salvaguardarnos del peligro. Necesitamos de una ayuda constante para guiarnos

por el camino de la vida.

Desde que nacemos somos seres indefensos con muchos temores, uno de esos temores es ser

tocados por lo desconocido, no tenemos ningún mecanismo de defensa para alejar a los otros

seres que acechan nuestro alrededor, no tenemos garras muy desarrolladas para arrancar el

peligro, no tenemos alas para volar lejos de él, no podemos cavar la tierra a gran velocidad, no

tenemos púas, ni caparazones duros, lo único que tenemos es el yanto para poder alertar del

peligro inminente a las demás personas que se encuentran alrededor.

Cuando crecemos el hombre se busca hacer mucho más fuerte, ya no necesita grandes garras o

tener púas en su piel para poder defenderse, es capaz de crear sus propias herramientas para

poder subsistir, pero aun así le teme a los desconocido, busca refugio en cuevas donde el peligro

no se abalance, crea grandes murallas para no ser atacado, castillos para guarecerse, aun así,

sigue con grandes temores, no es capaz de superar esa naturaleza que desde pequeño lo ha

acompañado, es a partir de este punto donde el hombre usa una de sus mejores herramientas… la

razón, para empezar a vivir en comunidad.

A medida que crecemos tenemos una mayor capacidad de convivir con nuestro igual, de

entender esa naturaleza humana mencionada anteriormente donde logramos compartir unos

saberes humanos y una serie de características distintivas inherentes, con las cuales crecemos y

cada uno llevamos dentro, en este caso, el miedo a seguir siendo indefensos.
Muchas veces eso lo podemos ver reflejado en cosas mínimas a nuestro alrededor, como lo que

usamos para recubrirnos día a día. La ropa se crea para cubrirnos unos a otros de climas

asoladores, además. Se crea para ofrecernos una mayor seguridad de lo que hay alrededor, para

evitar ser tocados por eso desconocido, pero cuando estos ropajes son fáciles de desgarrar, de

penetrar hasta la carne desnuda. Nos vuelve a recorrer ese miedo de pequeños.

Empezamos a buscar la forma de sentirnos seguros nuevamente, llamamos al que se encuentra al

lado nuestro para que nos proporcione el mismo calor que nos proporcionaban aquellas

vestiduras, encerrándonos lentamente en una muchedumbre, volviéndonos una masa de personas

compacta.

En el campo de la física la masa es una medida cuantitativa de la inercia, es la oposición o

resistencia de un cuerpo a un cambio en su velocidad o la posición sobre la aplicación de una

fuerza: (cuanto mayor sea la masa de un cuerpo, menor será el cambio originado por una fuerza

aplicada).

Como definición general la masa es la medida que indica la cantidad de materia que posee un

cuerpo.

Dentro de la comunidad el hombre se empieza a convertir en una gran masa perdiendo sus

temores, sin descartar aun ese lado latente que delata su naturaleza, se estrechan unos contra

otros, consiguiendo nuevamente ese calor que no podemos abandonar, empezándonos a percibir

mucho más cercanos unos con otros, ninguna diferencia cuenta, ni siquiera la de los sexos, de

pronto esa muchedumbre de personas se convierte en un solo cuerpo.


Aunque esta masa, sea una masa pensante, compuesta por muchedumbre de personas, sigue unas

leyes generales mencionadas anteriormente, entre mayor personas se agolpen menor será el

cambio originado por una fuerza aplicada; en este caso será menos viable al cambio de una idea.

Aumentamos nuestra capacidad de convivencia acoplándonos con lo que hay alrededor, todos

compartimos el mismo objetivo, nos convertimos en uno solo, empezamos a compartir tanto

gustos como temores. Lentamente empezamos a perder el miedo a lo desconocido, logrando

hacer cosas extraordinarias las cuales no lograríamos solos.

Tenemos que tener en cuenta que esta masa tiene dos facetas:

1. TODOS COMO UNO.

2. UNO COMO TODOS.

TODOS COMO UNO:

Aunque sea una masa tenemos que tener en cuenta que es pensante y que está conformada por

individuos que aunque comparten unas características, cada uno ha crecido y se ha desarrollado

de una forma diferente que quien está al lado, pudiendo tener la capacidad de tomar decisiones

individualmente.

UNO COMO TODOS:

En esta segunda faceta tenemos que tener en cuenta que aunque cada uno tenga la capacidad de

tomar decisiones, nos debemos de acoger a decisiones grupales donde podamos conservar esa

unicidad de materia y pueda seguir en un faceta compacta.

Gracias a estas dos facetas es que esa masa puede conservar su forma. Es aquí donde se presenta

la segunda ley general: ¨La masa indica la cantidad de materia que posee un cuerpo¨
Cuando logramos acoplarnos gracias a nuestra capacidad de convivencia nos convertimos en una

masa de gran tamaño, cuando conservamos esa forma, nos volvemos un solo cuerpo, más

podemos encontrar una muchedumbre de personas diferentes que conformen un nuevo cuerpo,

una nueva masa.

Cuando dos cuerpos del mismo tamaño se juntan, empieza a emerger una leve amenaza…

Ninguno de esos dos cuerpos se conoce, no existe una cercanía, es ahí donde cada uno toma una

posición de guardia, temiendo ser tocado por ¨eso¨ desconocido, se empieza a propagar una

acción en cadena por esa muchedumbre de personas al sentirse amenazadas. Algunas de esas dos

masas tiene que tomar una decisión… como si fuesen dos bestias esperando a ver quién manda el

primer zarpazo, cual muestra primero los dientes, donde ninguna se doblega ya que teme ser

atacada por la naturaleza que ahí dentro de la otra.

Debido a que el miedo persiste dentro de esa masa y el gran cumulo de individuos que posee se

vuelve una mera masa compacta, pierde todo rastro de razón ya que no tiene sentidos a los cuales

acudir, nublándose la visión por la multitud que se amontona sin poder ver que pasa fuera, sin

oídos por que el murmullo incesante y fuerte no permite escuchar, sin voz por que las palabras

que intentan resurgir, al no poder sentirse se van volviendo gritos que se amontonan con cada

persona al lado nuestro, al final volviéndose un mero rugido. Es aquí cuando los hombres se

juntan ¨se vuelven una bestia salvaje tan impulsiva ya que perdió su mayor herramienta la razón,

como fácil de manipular¨.

Das könnte Ihnen auch gefallen