Sie sind auf Seite 1von 1

ANÁLISIS: " PELÍCULA TODO, TODO"

Presentado por: María Ahumada


Cédula: 3-730-948
Asignatura: Psicopatología II
Docente: Mgter. Aleyda de Hopson

“Todo, todo” es una película bastante cerebral. Todos los tópicos del género romántico se dan pero de manera
virtual. Los personajes tienen poquísimo contacto carnal. Es como si los mensajes y los chats fueran el texto
de una película romántica, una suerte de guión. Pero de repente la película da un giro y cambia de rumbo, se
transforma en una de aventuras. Más cerca del final vuelve a cambiar de rumbo y se transforma en un drama
realista.

Está claro a qué público apunta esta historia: jovencitas que sueñan con el primer amor y todo lo que trae
aparejado. Bajo esta superficie banal, “Todo, Todo” habla de muchas otras cosas, pero un guión flojito de
papeles y una narrativa gastada (ya vimos hasta el hartazgo los mensajitos de texto telefónicos en la pantalla)
no permiten que la trama vaya más allá de los corazoncitos y los algodones de azúcar.

No es que la parejita protagonista no haga el esfuerzo, simplemente hacen lo que pueden con lo que tienen,
que es bastante poco, y le dan impulso a una historia que, de otro modo, no lo tendría. Punto para ellos.

Madeline “Maddy” Whittier (Amandla Stenberg, la Rue de “Los Juegos del Hambre”) es una jovencita de 18
años que sufre de Inmunodeficiencia Combinada Grave (SCID), más conocida como la ‘enfermedad del niño
burbuja’ (¿se acuerdan de la película de John Travolta? Sí, así de viejos somos). Esto significa que su cuerpo
no tiene defensas naturales, y si se expone a la intemperie resultaría extremadamente peligroso. Por eso,
Maddy vive encerrada en su inocua casa de Los Ángeles, sin poder salir desde que era bebé. Mientras sueña
con el océano, se rige bajo los estrictos cuidados de su mamá doctora, y podríamos decir que no le falta
absolutamente nada (hasta estudia arquitectura por Internet), salvo un poquito de interacción humana.

Todo cambia con la llegada de un nuevo vecino, Olly Bright (Ben Parrish), que se acaba de mudar con toda su
familia desde Nueva York. Un adolescente bastante pesimista, pero que en seguida conecta con esa
muchachita detrás de la ventana. Mensajito que va, mensajito que viene, los chicos comienzan una relación “a
la distancia” que, al cabo de un tiempo, pide a gritos un poco de cercanía. El encuentro se da gracias Carla
(Ana de la Reguera), enfermera de  Maddy que le hace la pata para conocer finalmente a Olly. Todo es amor y
felicidad hasta que se entera mamá y pone fin al romance, desatando la rebeldía de su hija, dispuesta a
experimentar un poco de libertad.

Podemos analizar que 1 de cada 100.000 niños nace con esta enfermedad hereditaria. La inmunodeficiencia
combinada severa (SCID), más conocida como el “síndrome del niño burbuja”, está incluida dentro de la familia
de las enfermedades raras por su baja prevalencia (afecta a uno de cada cien mil recién nacidos). Se trata de
una patología hereditaria que puede tener graves consecuencias para los niños en los primeros meses de vida,
puesto que su sistema inmunológico es especialmente vulnerable a padecer todo tipo de infecciones (víricas,
fúngicas o bacterianas) que dificultan que el pequeño pueda vivir en un entorno normal sin que su vida corra
peligro. Si no recibe un tratamiento adecuado, esta enfermedad resulta mortal durante el primer año de vida.
La existencia del “síndrome del niño burbuja” se dio a conocer en el cine a través de la película “El chico de la
burbuja de plástico”, que fue protagonizada en 1976 por John Travolta y que estaba basada en la historia real
del pequeño David Vetter, enfermo de SCID que vivió doce años en una cámara aislada hasta su muerte.

Das könnte Ihnen auch gefallen