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Universidad Mariano Gálvez de Guatemala

Escuela de Trabajo Social


Maestría: Gestión de los Sistemas de Protección Social
Sección: A
Curso: Problemática Pública y Sistemas de Protección Social
Doctora Claudia Beatriz Osorio Figueroa

ENSAYO FINAL
PROBLEMÁTICAS PÚBLICAS

Maestrante: Katheryn Andrea Adalgísa Salgado Díaz


Carnet. 7026-12-06308

Guatemala 8 de septiembre de 2019


Introducción

La construcción de un sistema de protección a las personas es un logro de las


sociedades avanzadas, que se ha desarrollado con tanto esfuerzo, crisis y
numerosos conflictos, algunos de ellos todavía hoy sin resolver. A pesar de ello la
desigualdad social sigue siendo considerable. Los partidos políticos han
convertido al Estado en el centro de sus programas y debates electorales por la
trascendencia que las políticas sociales tienen para la ciudadanía. Además, los
cambios demográficos y sociales a los que estamos viviendo contribuyen a que las
necesidades de las personas aumenten y, por ende, las demandas de una mayor
y mejor protección. Todo esto conforma un conjunto de intereses, actitudes,
reivindicaciones y medidas de sumo interés político-social.

A continuación se le presenta un ensayo conformado por temas relevante como


desigualdad social en Guatemala, pobreza y pobreza extrema, situación actual de
Guatemala, pobreza multidimensional, público y privado, y el plan de Gobierno del
presidente electo de Guatemala Alejandro Giamattei.
Guatemala es una sociedad con una mezcla masiva de diferentes etnias,
incluyendo mayas indígenas, descendientes de españoles,
afrocaribeños garífunas, y varias combinaciones de los mencionados
anteriormente. Algunos guatemaltecos son ciudadanos cosmopolitas, mientras
que otros son campesinos rurales pobres. En Guatemala, hay una desigualdad
económica y estratificación social enorme tal es el caso de los pueblos indígenas
ya que sufren una situación de desigualdad y exclusión consecuencia del racismo
y la discriminación estructural.

Guatemala es un país eminentemente joven las cifras indican que un 33 por ciento
de la población adolescente o joven, están entre 13 y 29 años de edad. Guatemala
tiene a la niñez y juventud como un sector olvidado. Poco más de la mitad son
mujeres y un 40 por ciento indígenas.

Históricamente ser indígena en Guatemala ha situado una relación jerárquica de


extrema desigualdad. La discriminación se manifiesta en la falta de respeto y
violación de los derechos humanos esto los coloca en una situación de pobreza y
pobreza extrema. La discriminación incrementa la desigualdad social y ahonda las
condiciones de pobreza en que se encuentra la población indígena.

La situación de Guatemala se podría calificar como una imagen gastada con el


tiempo. El país continúa marcado por la desigualdad y la exclusión de niños,
mujeres e indígenas, una situación similar a la vivida a finales de los años ochenta
del siglo pasado. El rechazo de estos sectores ha supuesto un estancamiento de
la nación y un rezago respecto del avance de otros países de Centroamérica y del
resto del continente, según datos del Informe Mundial Sobre Desarrollo Humano
(IDH) 2016.

Guatemala sin avances; la situación del país no ha cambiado casi nada en los
últimos cinco años. Mujeres, niños y población indígena sufren mayor exclusión
según el IDH 2016. Guatemala sigue siendo una de las naciones más desiguales
del continente, pese a que su desarrollo humano es considerado medio. El 60% es
el nivel de exclusión de los pueblos indígenas y mujeres.
Mientras el país se ubica como la mayor economía de la región centroamericana,
en la dimensión social presenta enormes brechas en los indicadores de nutrición,
salud, educación, empleo y bienestar de la población. La biodiversidad del país y
sus recursos naturales no son aprovechados de manera sostenible y la población
está expuesta al embate del cambio climático y la recurrencia de los desastres
naturales, que causan graves daños a la economía e infraestructura.

La sociedad muestra un elevado nivel de conflictividad, a causa de la deficiente


administración de servicios, la impunidad, la falta de certeza jurídica de la tierra, la
explotación inconsulta de recursos naturales y problemas estructurales no
resueltos.

Guatemala presenta altos grados de violencia e inseguridad, con altas tasas de


homicidios y femicidios, delitos contra la integridad física de las personas y contra
la propiedad. La criminalidad es resultado de un largo proceso de debilitamiento
institucional, marginación y desigualdad.

El desmantelamiento de las estructuras estatales que ejercían la violencia durante


el conflicto armado, creó un vacío que el Estado no ha podido sustituir, en
beneficio de grupos paralelos de poder y el crimen organizado.

Existen avances en la justicia especializada respecto a femicidio y otras formas de


violencia contra las mujeres y el Ministerio Público ha fortalecido sus capacidades
en el combate a la impunidad, pero aún se requieren mayores esfuerzos
institucionales para el pronto y efectivo acceso a la justicia y a la efectiva igualdad
de derechos.

Siendo un país multicultural y multilingüe, es importante el reconocimiento y del


derecho de los pueblos indígenas a ser consultados y participar en las decisiones
sobre el desarrollo, pero el avance en el cumplimiento de estos compromisos es
limitado, por lo que la construcción de la nación pluricultural, multiétnica y
multilingüe, es una agenda pendiente.
Por otra parte, las poblaciones de la diversidad sexual y las personas viviendo con
VIH enfrentan un alto grado de estigma y discriminación, así como violaciones
frecuentes de sus derechos humanos lo cual es un obstáculo para el ejercicio de
sus derechos y su acceso a servicios legales y de salud.

El problema central del país radica en que la mayoría de la población está excluida
de poder ejercer sus derechos, siendo los grupos más afectados por esta situación
los niños, niñas y adolescentes, las mujeres, las personas de la diversidad sexual,
los pueblos indígenas y las personas que viven en el área rural.

Esta situación obedece a diversas causas, pero fundamentalmente está referida,


por una parte a debilidades de la institucionalidad del Estado, y por otra, a la
prevalencia de un modelo de Estado sustentado por estructuras de poder que
reflejan rasgos patriarcales, de racismo, discriminación y exclusión, que han
obstaculizado la concreción de un Estado Democrático, en el que la población
ejerza plenamente sus derechos.

Además se agregan otros factores como: ausencia de la carrera de servicio


público, limitada recaudación fiscal y baja inversión social, falencias en el sistema
de justicia; falta de reconocimiento del carácter multicultural de la sociedad, así
como limitado ejercicio de la participación en el ámbito económico y político,
particularmente de jóvenes y mujeres, e intervención de estructuras fácticas de
poder en el Estado. Al mismo tiempo, es evidente la inexistencia, en la población,
de una cultura de derechos humanos y la débil apropiación para demandarlos, así
como el menosprecio de la vida, la aceptación o tolerancia de la corrupción, el
androcentrismo y la visión patriarcal de la sociedad.

Los problemas estructurales creados desde la colonización han dificultado el


camino para lograr el reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos
colectivos de derecho, y la plena vigencia de sus derechos.

La pobreza extrema no es inevitable. Es en parte, una situación creada, propiciada


y perpetuada por acciones y omisiones de los Estados y otros agentes
económicos. Al dejar de lado a las personas que vivían en la extrema pobreza, las
políticas públicas del pasado han transmitido la pobreza de generación en
generación. Las desigualdades estructurales y sistémicas de orden social, político,
económico y cultural, que a menudo no se abordan, profundizan aún más la
pobreza. La falta de coherencia de las políticas a nivel nacional e internacional
contradice en muchos casos el compromiso de combatir la pobreza.

La situación social y económica guatemalteca ha estado impresa por la pobreza,


el racismo, la exclusión, la violencia y la impunidad, estructura estatal débil, con
pocos recursos por la escasa recaudación fiscal y con un alto nivel de corrupción.
Guatemala continúa apareciendo a los ojos del mundo como una de las
sociedades más desiguales y, por consiguiente, con mayores índices de pobreza y
exclusión social. Se ha demostrado que los beneficiarios de los programas de
transferencias monetarias condicionadas continúan siendo pobres o vulnerables
en su mayoría.

Las personas que viven en la pobreza tropiezan con enormes obstáculos, de


índole física, económica, cultural y social, para ejercer sus derechos. En
consecuencia, sufren muchas privaciones que se relacionan entre si y se
refuerzan mutuamente como las condiciones de trabajo peligrosas, la insalubridad
de la vivienda, la falta de alimentos nutritivos, el acceso desigual a la justicia, la
falta de poder político y el limitado acceso a la atención de salud, que les impiden
hacer realidad sus derechos y perpetúan su pobreza. Las personas sumidas en la
extrema pobreza viven en un círculo vicioso de impotencia, estigmatización,
discriminación, exclusión y privación material que se alimentan mutuamente.

Considero que Guatemala cuenta con una gran cantidad de recursos naturales
que siendo aprovechados de una forma sostenible y responsable, contribuirán a
que haya un crecimiento económico sostenido; pero lamentablemente estamos en
manos de diversidad de problemáticas sociales como la corrupción, impunidad,
crimen organizado, intolerancia y la violencia política, así como la exclusión social,
que representan un serio peligro de retroceso.
La pobreza no siempre ha sido un problema. Pocas sociedades humanas se han
impuesto el reto de acabar con la pobreza de todos sus miembros. Las personas
en situación de pobreza por su parte tampoco han constituido un problema digno
de consideración. Cuando la escasez material es un fenómeno generalizado, la
pobreza se convierte en un aspecto definitorio de la sociedad, un componente más
del paisaje que se asimila como natural. Es la modernidad la que convierte la
pobreza en un fenómeno social al que hay que combatir. La modernidad y la
industrialización cambiaron radicalmente la función social de la pobreza y de la
asistencia a sus víctimas.

En Guatemala la exclusión social se presenta, a través de formas no económicas,


del acceso a los bienes básicos y a los servicios que determinan el capital
humano. Hay grupos que no tienen el mismo acceso a la educación, a la salud y a
otros servicios. El acceso desigual a los mercados de trabajo y a los mecanismos
de protección social de las instituciones tanto formales como de las informales.
Aun para las personas con similares niveles de capital humano y calificación
parece haber un importante elemento de discriminación que debemos considerar
como parte de lo que uno definiría como exclusión social. La exclusión de los
mecanismos participativos, mecanismos que por medio de la participación de
diversos grupos sociales afectan el diseño, la implementación y la evaluación de
programas y proyectos del sector público. La exclusión en el sentido del desigual
acceso en la práctica al ejercicio completo y protección de los derechos políticos y
las libertades civiles, incluyendo la negación de derechos humanos básicos.

Se estima que la desigualdad responde a la ausencia casi total de políticas


públicas orientadas a reducir la pobreza y la desigualdad (Cabrera, Lustig, &
Morán, 2015). La pobreza, por su parte, es consecuencia de un magro desempeño
económico asociado con bajos niveles de productividad y desarrollo humano y
escasez de fuentes de trabajo de calidad (puestos de trabajos mal remunerados o
ausencia de fuentes de empleo, principalmente en el área rural)
Según el estudio Pobreza multidimensional infantil y adolescente en Guatemala:
privaciones a superar, se considera en pobreza multidimensional a las niñas, niños
y adolescentes que pertenecen a hogares que afrontan al menos dos de las seis
privaciones de derechos y que, además, viven en situación de pobreza y se
considera en pobreza multidimensional extrema a las niñas, niños y adolescentes
que enfrentan al menos tres de las seis privaciones de derechos consideradas y,
simultáneamente, pertenecen a hogares que viven en situación de pobreza
extrema.

La incidencia de la pobreza multidimensional es mucho más alta en las zonas


rurales que en las urbanas las privaciones de derechos toma en cuenta las
siguientes dimensiones: Salud y Seguridad alimentaria y nutricional; Educación;
Empleo digno; Acceso a servicios; y Vivienda 

Los resultados revelan que en Guatemala 61.6 por ciento de las personas viven en
pobreza multidimensional, es decir, seis de cada 10 guatemaltecos enfrentan
privaciones en el 30 por ciento o más de los indicadores ponderados un país como
Guatemala, donde además de la privación monetaria existe una gran proporción
de la población que padece privaciones de derechos.

Esto también es consecuencia del bajo nivel de gasto social en Guatemala (en
magnitud y efectividad) debido a una deficiencia de ingreso y a la ausencia de
políticas que favorezcan la igualdad de oportunidades entre los niños, niñas y
adolescentes residentes en ambas áreas geográficas.

Los resultados presentan un escenario en el cual la casi totalidad de niñas, niños y


adolescentes guatemaltecos se encuentra en una grave situación de
pauperización que continúa agravándose con el tiempo. De este escenario se
puede deducir que las circunstancias socioeconómicas y, por consiguiente, las
condiciones del desarrollo neuronal, psicosocial y biológico.

Esto no solo representa una oportunidad de trabajo para las políticas públicas
dirigidas al desarrollo humano sostenible, sino, a su vez, un llamado urgente a la
acción para garantizar de forma progresiva los derechos de la niñez y la
adolescencia. La insistencia en la priorización de las poblaciones más marginadas,
la niñez y adolescencia indígena y aquella que reside en el área rural, no es
además inconsistente con los hallazgos; estas son las poblaciones que presentan
los impactos más fuertes ocasionados por la descomposición socioeconómica del
país.

Guatemala es un país que cuenta con muchos recursos naturales y humanos, que
le generan la oportunidad de salir adelante, lastimosamente se encuentra
estancada económicamente y con serios problemas en la calidad de vida de las
mayorías, pues su estructura económica no es suficiente para generar las fuentes
de empleo necesarias para la población. Si bien han pasado varios gobiernos en
la era democrática reciente, estos no han logrado capitalizar una visión de país
con los consensos necesarios para orientarse en la misma dirección, es más, no
se ha tenido una línea estratégica de programas de gobierno que hayan servido
de base a los demás para sustentar el desarrollo a largo plazo.

Para dar respuesta a las problemáticas que aquejan al país el doctor Alejandro
Giamatei presenta su Plan Nacional de Innovación y Desarrollo donde se
compromete al fiel cumplimiento; a la defensa del derecho y respeto a la vida; a la
inclusión de las minorías; a la justicia, defensa y solidaridad con las víctimas de la
violencia en todas sus manifestaciones, así como a la protección del ambiente y
los recursos naturales como medio para lograr la convivencia pacífica y la
estabilidad de la sociedad en un ambiente de fraternidad y respeto.

Para el cumplimento de lo antes mencionado propone cinco pilares estratégicos


que reflejan las prioridades del Partido VAMOS:

1) Economía, Competitividad y Prosperidad, que busca lograr el objetivo de un


mayor crecimiento económico y el aumento significativo de las fuentes de
empleo sostenible;
2) Desarrollo Social, para alcanzar el objetivo de atender de manera directa y
efectiva a los más pobres, impulsando compensadores sociales efectivos y
focalizados;
3) Gobernabilidad y Seguridad en Desarrollo, que desea mejorar la
gobernabilidad del país para una convivencia en paz y armoniosa, que
permita condiciones adecuadas de inversión;
4) Estado Responsable, Transparente y Efectivo, que pretende administrar de
manera efectiva y transparente las instituciones del Estado para ponerlas al
servicio de los ciudadanos; y,
5) Relaciones con el Mundo, con la finalidad de asegurar el aprovechamiento
de las relaciones internacionales, para que además de las buenas
relaciones diplomáticas mejore el orden del comercio internacional, turismo,
inversión y el trato a nuestros migrantes.

Es preocupante el pilar 2 que es el de desarrollo social específicamente en las


áreas de educación que incrementaran la cobertura escolar a través de la
intervención y la construcción de escuelas directamente por la municipalidad y el
Estado. Por medio de leasing se les dará presupuesto para su funcionamiento y
en el área de salud se pretende mejorar la infraestructura hospitalaria y van a
construir dos hospitales nacionales uno en el área metropolitana y otro en los
departamentos. Las municipalidades y el Estado invertirán en los centros de salud.
Utilizaran la estrategia del leasing público para el equipamiento y funcionalidades
de los establecimientos.

Leasing público significa que es un contrato por medio del cual se obliga al
arrendador a financiar al arrendatario la adquisición de un bien, mueble o
inmueble, durante un plazo previamente pactado e irrevocable para ambas partes,
que formará parte del activo fijo del arrendatario. A su vez el arrendatario se obliga
a pagar las cantidades que por concepto de rentas se estipulen en el contrato,
durante el plazo establecido y que incluyen el costo del bien, los intereses y sus
accesorios y a ejercer alguna de las siguientes tres opciones:
a. Adquirir el bien objeto del contrato mediante el pago de una cantidad
determinada, que deberá ser inferior al valor de mercado del bien al
momento de ejercer la opción.
b. Prorrogar el contrato por un plazo cierto durante el cual los pagos serán por
un monto inferior al que se fijó durante el plazo inicial del contrato.
c. Transferir la propiedad del bien a un tercero y obtener parte del precio
obtenido de la enajenación.

Al no cumplir con lo antes mencionado entiendo que la educación y la salud corren


el riesgo que estos servicios sean privatizados. Con la salud privatizada, lo que va
a pasar es que sólo se atenderá a quien tiene dinero. La salud es un derecho y un
bien público. Por lo tanto, el Estado a través de las instituciones públicas es el
encargado y obligado de garantizar este derecho primario y fundamental del ser
humano, y que todas las personas podamos recibir atención cuando nos
enfermemos, independientemente de que tengamos dinero o no.

La crisis actual tiene muchos orígenes. Los problemas son de presupuesto, de


impuestos, de administración, corrupción, políticas de salud improvisadas o
inadecuadas, mala gestión del personal, un aumento de demanda por malas
condiciones sociales, cambios en el perfil epidemiológico y un largo etcétera. El
cobro de servicios debería ser la última opción; no la primera.
Referencias bibliográficas

 Guatemala: Análisis de Situación del País. Guatemala: Common Country


Assessment. Sistemas de las Naciones Unidas en Guatemala. Diciembre
2014.
 Pobreza multidimensional infantil y adolescente en Guatemala. Privaciones
a superar. ICEFI, UNICEF. Agosto 2016.

 Conceptos Básicos en el Análisis de Políticas Públicas. Mauricio Olavarría


Gambi, Ph.D. DOCUMENTOS DE TRABAJO Nº 11 – Diciembre – 2007

 Público-privado: la ciudad desdibujada. NÉSTOR GARCÍA CANCLINI

 Plan Nacional de Innovación y Desarrollo. Dr. Alejandro giammattei


presidente 2020-2024

 PNUD. (s.f.). Desigualdad y pobreza limitan desarrollo humano. Programa


de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

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